Derecho Penal Laboral
Derecho Penal Laboral
Derecho Penal Laboral
LABORAL
LEONARDO CALDERN VALVERDE
GACETA
PRIMERA EDICIN
FEBRERO 2014
5,640 ejemplares
PROHIBIDA SU REPRODUCCIN
TOTAL O PARCIAL
DERECHOS RESERVADOS
D.LEG. N 822
ISBN: 978-612-311-126-7
DIAGRAMACIN DE CARTULA
Martha Hidalgo Rivero
DIAGRAMACIN DE INTERIORES
Henry Marquezado Negrini
Impreso en:
Imprenta Editorial El Bho E.I.R.L.
San Alberto 201 - Surquillo
Lima 34 - Per
Presentacin
El Derecho Penal Laboral o del Trabajo puede entenderse como el con-
junto de normas destinadas a la proteccin penal de los derechos e intereses de
los trabajadores, comprendiendo fundamentalmente tres mbitos.
Primero, la proteccin de las condiciones mnimas de trabajo, que se que-
brantan, por ejemplo, en el supuesto de prestar trabajo personal sin la corres-
pondiente retribucin (artculo 168 inciso 2 del CP) o de propiciar delibera-
damente la extincin de las relaciones laborales (artculo 168 in fine del CP).
Segundo, la proteccin de las condiciones personales de trabajo, que se
vulneran en el delito de atentado contra las condiciones de seguridad e higiene
industriales (artculo 168-A del CP), el cual est basado en el incumplimiento
de un deber jurdico legalmente establecido (infraccin de las normas regla-
mentarias establecidas por la autoridad administrativa), como medio de pre-
venir riesgos laborales y efectos daosos para los trabajadores.
Tercero, la proteccin del principio de autonoma colectiva y de las re-
glas de actuacin colectiva, que se menoscaba cuando, por ejemplo, se obli-
ga a otro a integrar o no un sindicato (artculo 168 inciso 1 del CP), ata-
cndose de modo directo el derecho fundamental previsto en el artculo 28 de
la Constitucin Poltica, que prescribe que el Estado reconoce el derecho de
sindicacin, cautelando su ejercicio democrtico y garantizando la liber-
tad sindical.
En el mbito tpico, se puede criticar, en general, el artculo 168 del CP
por exigir dos medios comisivos cualificados, es decir, para que se configuren
los supuestos de este precepto, el agente v. gr. el empleador necesariamente
debe obligar a otro v. gr. el trabajador mediante violencia o amenaza, con
lo que se deja fuera del precepto otros medios de similar eficacia de ataque al
bien jurdico, como el engao y, sobre todo, el abuso de una situacin de
necesidad, que tambin tienen poderosa aptitud para viciar la libre manifes-
tacin de voluntad del trabajador.
Tambin es objetable que parte de nuestra judicatura, en el delito de
incumplimiento de resoluciones consentidas o ejecutoriadas dictadas por la
5
Leonardo Caldern Valverde
autoridad competente (artculo 160 in fine del CP), siga exigiendo un reque-
rimiento previo de la autoridad jurisdiccional laboral, bajo apercibimiento de
incoar denuncia penal, a manera de un requisito de procedibilidad, sin el cual
no se podra promover la accin penal por el aludido delito.
Es verdad que para poder ejercitar la accin penal por el referido deli-
to debe existir una resolucin judicial laboral (que incumplir), lo que presu-
pone que la parte denunciante ha instaurado una demanda laboral y seguido
un proceso de esa materia contra el demandado. Pero ello no significa otor-
garle al mencionado requerimiento la calidad de cuestin previa, teniendo en
cuenta que esta debe estar establecida de modo expreso en la ley (su exigen-
cia debe desprenderse con claridad del texto de la ley), lo que no sucede en el
aludido precepto.
Los diversos problemas que se derivan de este sector especfico del or-
denamiento jurdico-penal, que no son pocos, no han sido debidamente anali-
zados, pese a su importancia no solo terica, sino tambin prctica; ms an
si tenemos en cuenta que el Derecho Penal Laboral comprende preceptos que
ataen al conjunto de actores de la actividad empresarial, estableciendo san-
ciones a los empleadores y terceras personas por vulnerar los derechos de los
trabajadores.
En ese norte, esta obra constituye un estudio exegtico y jurisprudencial
de los delitos laborales tipificados en nuestro CP. En ella el autor, luego de
destacar los intereses jurdico-penales en juego, lesionados o puestos en peli-
gro, precisa en cada una de las modalidades comisivas u omisivas, sus carac-
tersticas, componentes tpicos y formas de realizacin, consignando un am-
plio repertorio de resoluciones judiciales, que permiten conocer cmo aplican
e interpretan los tribunales estas figuras delictivas.
El editor
6
CAPTULO I
El delito de atentado contra
la libertad del trabajo y
asociacin (artculo 168
del Cdigo Penal)
El delito de atentado contra
la libertad del trabajo y asociacin
(artculo 168 del Cdigo Penal)
I. Introduccin
Siguiendo la tendencia de la mayora de Cdigos Penales en nuestra re-
gin, el Cdigo Penal de 1991 ubica los delitos contra los derechos laborales
en el Ttulo IV: Delitos contra la libertad, Captulo VII: Violacin de la liber-
tad del trabajo, artculo 168.
Por su parte, en el Derecho Penal espaol, la reforma del 15 de noviem-
bre de 1971 introdujo en el Ttulo XII del anterior Cdigo Penal un nuevo
Captulo, el VIII, denominado: De los delitos contra la libertad y la seguri-
dad en el trabajo. Antecedente inmediato de esta reforma fue el Decreto Ley
del 15 de febrero de 1952.
Regresando a nuestro pas, en lneas generales, el legislador mediante el
artculo 168 del Cdigo Penal, criminaliza conductas que atentan contra la li-
bertad laboral como:
a) Al que mediante violencia o amenaza obligue a otro a integrar o no
un sindicato,
b) Al que mediante violencia o amenaza obligue a otro prestar trabajo
sin la correspondiente remuneracin,
c) Al empleador que incumple de las resoluciones consentidas o ejecu-
toriadas dictadas por la autoridad competente; y
d) Al empleador que disminuye o distorsiona la produccin, simula
causales para el cierre del centro de trabajo o abandona este para ex-
tinguir las relaciones laborales.
9
Leonardo Caldern Valverde
[1] PEA CABRERA FREYRE, Alonso Ral. Derecho Penal peruano. Teora general de la imputacin
del delito. Rodhas, Lima, 2004, p. 177.
10
Derecho Penal Laboral
[2] BRAMONT-ARIAS TORRES, Luis Alberto y GARCA CANTIZANO, Mara del Carmen. Manual
de Derecho Penal. Parte especial. 4 edicin, San Marcos, Lima, 1998, pp. 226-227. CARO CORIA,
Dino Carlos. El Derecho Penal Laboral en el Per. En: Themis. Segunda poca, N 31, Lima, 1995,
p. 234. SALINAS SICCHA, Ramiro. Derecho Penal. Parte especial. Idemsa, Lima, 2004, p. 518.
11
Leonardo Caldern Valverde
[3] VILLA STEIN, Javier. Derecho Penal. Parte especial I-B. San Marcos, Lima, 1998, p. 171.
[4] PEA CABRERA, Ral. Tratado de Derecho Penal. Parte especial I. 2 edicin, Ediciones Jurdicas,
Lima, 1994, p. 650.
[5] SALINAS SICCHA, Ramiro. Ob. cit., p. 518.
[6] CARO CORIA, Dino. Ob. cit., p. 234.
12
Derecho Penal Laboral
[7] BRAMONT-ARIAS TORRES, Luis Alberto y GARCA CANTIZANO, Mara del Carmen. Ob. cit.,
pp. 226-227.
[8] UGAZ SNCHEZ-MORENO, Jos. El delito contra la libertad de trabajo. En: Themis. Segunda
poca, N 26, Lima, 1993, p. 103.
[9] SEIJAS RENGIFO, Teresa de Jess. Los delitos laborales. En: Actualidad Jurdica. Tomo 94, Gace-
ta Jurdica, Lima, setiembre de 2001, pp. 21-30.
[10] MUOZ CONDE, Francisco. Derecho Penal. Parte Especial. Tirant lo Blanch, Valencia, 2008, p. 326.
13
Leonardo Caldern Valverde
la vida profesional de los trabajadores por cuenta ajena. De ello deduca las
siguientes conclusiones: a) Que el carcter colectivo del bien jurdico hace in-
diferente el nmero de trabajadores afectados: Se apreciar un nico delito y
no tantos delitos como afectados, b) Que el carcter no disponible e irrenun-
ciable de los derechos laborales mnimos determina que el consentimiento del
trabajador en la realizacin de las acciones que puedan perjudicarle sea irrele-
vante, y c) Que es posible el concurso entre estos delitos y otros posibles de-
litos que lesionen bienes jurdicos individuales del trabajador concreto, como
estafa, falsedad documental, amenazas, etc. (en este sentido tambin Mart-
nez-Bujn, p. 469, quien destaca el carcter supraindividual del bien jurdico
afectado por estos delitos, asimilndolo a los intereses que se tutelan a travs
de los delitos socioeconmicos de consumidores).
Muoz Conde considera que estas afirmaciones solo con reservas pue-
den mantenerse, aun como punto de partida, para la interpretacin de la nue-
va regulacin, ya que en algunos de los supuestos delictivos concretos se
protegen bienes jurdicos de diversa naturaleza, no siendo siempre posible
el concurso con los delitos que inciden directamente en bienes jurdicos in-
dividuales; y tampoco la nueva regulacin del empleo permite declarar irre-
levante en todos los casos el consentimiento del trabajador en determinadas
situaciones jurdicas que afecten a su estabilidad laboral (contratos tempo-
rales, contratos basura, etc.). Por otra parte, la proteccin penal de los de-
rechos de los trabajadores no se agota en el Ttulo XV, ya que existen otros
preceptos en el Cdigo Penal como el artculo 275 [del Cdigo Penal espa-
ol], que protege los derechos econmicos de los trabajadores, y los deli-
tos contra la seguridad social en el Ttulo XIV, que protegen esta importan-
te institucin del mundo laboral.
Con todas estas matizaciones contina Muoz Conde se puede decir,
en resumen, que en el Ttulo XV se protegen derechos de carcter personal en
cuanto son derechos que inciden en uno de los aspectos principales de la per-
sona, su condicin de trabajador, aunque la dimensin social y colectiva de
estos derechos les d unas connotaciones que permiten considerarlos tambin
como delitos de carcter social o colectivo. De la interpretacin del respectivo
tipo delictivo se deducir cundo predomina uno u otro carcter[11].
14
Derecho Penal Laboral
IV. Supuestos tpicos del artculo 168 del Cdigo Penal peruano
De la redaccin del artculo 168 se puede concluir que existen las siguien-
tes modalidades tpicas para cometer el ilcito penal en estudio:
a) Coaccin para integrar o no un sindicato.
b) Coaccin para prestar trabajo personal sin la debida retribucin.
c) Incumplimiento de las resoluciones debidamente consentidas y eje-
cutoriadas dictadas por la autoridad competente.
d) Actividades de disminucin o distorsin de la produccin para cau-
sar el cierre del centro de trabajo, bajo la finalidad de no cumplir con
las cargas laborales.
e) Simulacin de causales para el cierre del centro de labores.
f) Abandono del centro de trabajo para extinguir las relaciones laborales.
[12] CARO CORIA, Dino Carlos. La falsa tutela del trabajador. Disponible en: <http://www.ccfirma.
com/publicaciones/pdf/caro/Del-laborales.pdf> [revisado el 02/05/2013].
15
Leonardo Caldern Valverde
ser cualquier persona natural o fsica, por lo que se trata de un delito comn o
de sujeto indeterminado, pudiendo ser cometido por empleadores, trabajado-
res o terceros ajenos a la relacin laboral.
Para entender las condiciones del agente, se debe tomar en cuenta el ar-
tculo 11 inciso a) del Texto nico Ordenado de la Ley de Relaciones Colec-
tivas de Trabajo (TUO LRCT) donde se prohbe a las organizaciones sindica-
les coaccionar directa o indirectamente a los trabajadores a ingresar o retirar-
se de la organizacin sindical.
Cabe la pregunta si el sindicato puede ser considerado como autor del
delito materia de comentario. Al igual que el profesor Caro Coria, estima-
mos que en el Derecho Penal debe predominar el principio de personalidad
de las penas, conforme al cual solo las personas naturales pueden delinquir
y ser pasibles de sancin penal, descartndose para tales efectos a las organi-
zaciones con personera gremial o jurdica, como sucede en este caso con los
sindicatos.
Sobre la cuestin si una persona jurdica puede o no ser sujeto activo del
tipo penal consistente en la violacin de la libertad del trabajo, la doctrina pe-
nal espaola ha determinado, que cuando estos delitos se atribuyan a personas
jurdicas, el artculo 318 del Cdigo Penal espaol dispone que se impondr
la pena sealada a los administradores o encargados del servicio que hayan
sido responsables de los mismos y a quienes, conocindolos y pudiendo reme-
diarlo, no hubieren adoptado medidas para ello.
La problemtica es, pues, similar a otros delitos en los que es aplicable di-
rectamente el artculo 318, que regula el problema de un modo general, aun-
que en el inciso segundo en lugar de la conjuncin disyuntiva o se emplea
ahora la copulativa y, lo que le da una cierta autonoma a la posibilidad de
la comisin por omisin, que, en todo caso, debe encajar dentro de la de-
finicin genrica de la misma contenida en el artculo 11. Por administra-
dores debe entenderse tambin los administradores de hecho, importando
aqu ms el dominio real de la decisin que la simple calificacin jurdica que
el administrador tenga con la empresa; tambin la expresin encargado del
servicio tiene ms una connotacin fctica que jurdica[13].
16
Derecho Penal Laboral
B. Sujeto pasivo
En cualquiera de los casos el sujeto pasivo siempre ser el titular del bien
jurdico vulnerado.
Es necesario distinguir, entre el objeto del delito, que segn Hurtado Pozo
es la persona o cosa sobre la que recae la accin delictuosa, y el sujeto pa-
sivo que resulta ser el titular del bien jurdico daado o puesto en peligro,
lo que nos lleva a concluir que no siempre existe coincidencia entre el titular
del bien jurdico objeto de proteccin por el tipo penal y el agente de la ac-
cin delictiva.
Tratndose de un bien jurdico colectivo, el sujeto pasivo lo ser general-
mente la colectividad, reducida al colectivo de los trabajadores y no del tra-
bajador directamente afectado por el delito, como ha sealado un sector de la
doctrina nacional. Dicho error deriva de la confusin existente entre el con-
cepto de sujeto pasivo y el de sujeto sobre el cual recae la accin tpica, es de-
cir, que sufre de modo directo e inmediato los efectos del comportamiento cri-
minal realizado por el autor.
En esa misma lnea de ideas, si bien en trminos generales el sujeto pasi-
vo resulta ser la colectividad de trabajadores, en algunos casos cabe la posibi-
lidad terica de que tal calidad recaiga sobre la colectividad de empleadores.
Efectivamente, tratndose del delito de coaccin para integrar o no un
sindicato previsto en el inciso 1 del artculo 168, el artculo 2 del Convenio
N 87 de la Organizacin Internacional del Trabajo relativo a la libertad sindi-
cal y a la proteccin del derecho de sindicalizacin, ratificado por el Per me-
diante la Resolucin Legislativa N 13281, establece que: los trabajadores y
los empleadores sin ninguna distincin y sin autorizacin previa, tienen el de-
recho de constituir las organizaciones que estimen convenientes, as como el
de afiliarse a estas organizaciones. Por lo tanto, si un empleador es coaccio-
nado con el objeto de integrar o no un sindicato, entonces ser objeto del re-
ferido injusto.
Ahora bien, en el caso del delito materia de anlisis el objeto del delito y
el bien jurdico coinciden, ya que la vctima debe tener la condicin de traba-
jador dependiente o independiente, y como tal es titular del bien jurdico liber-
tad sindical, pues si no tuviera esta calidad no podra ser objeto de coaccin
para que se afilie o desafilie a un sindicato, ya que el artculo 12 inciso a) del
TUO LRCT exige que para ser miembro de una organizacin sindical, y con
mayor razn para retirarse de esta, se requiere ser trabajador de la empre-
sa, actividad, profesin u oficio que corresponde segn el tipo de sindicato.
17
Leonardo Caldern Valverde
C. Comportamiento tpico
Como sabemos, la accin es una conducta humana significativa para el
mundo exterior, que es dominada o dominable por la voluntad. No son accio-
nes en sentido jurdico los efectos producidos por las fuerzas naturales o por
animales, ni por los actos de las personas jurdicas, los meros pensamientos o
actitudes internas o sucesos del mundo exterior como el estado de inconscien-
cia, el movimiento reflejo y la fuerza fsica irresistible, que son indominables
para la conducta humana. No hay accin cuando esta ausente la voluntad[14].
Ahora bien, en el caso del tipo penal materia de anlisis, el comporta-
miento consiste en obligar a un sujeto pasivo a afiliarse o desafiliarse de un
sindicato, utilizando como medios para tal objetivo la violencia o la amenaza.
De la redaccin tpica, se puede concluir que es necesario el uso de los
elementos tpicos violencia o amenaza; de lo contrario, si, por ejemplo,
mediase engao o ardid, no estaremos frente al tipo penal de atentado
contra la libertad de trabajo o asociacin.
Dentro de la amenaza entra toda conducta del empleador que le mani-
fieste al empleado que ser despedido si se afilia o desafilia de un determina-
do sindicato.
En el Derecho Penal espaol encontramos alguna similitud con la des-
cripcin del delito sub examine en el de coacciones a la huelga (artculo 315.3
del Cdigo Penal espaol). El profesor Martnez-Bujn Prez menciona que
la conducta tpica del delito en comentario consiste en coaccionar a otras
personas a iniciar o a continuar una huelga. La utilizacin del verbo coac-
cionar para describir el desvalor de la accin en lugar del empleo de la ex-
presin violencia o intimidacin, usada para definir el artculo 315.2, posee
la virtualidad de excluir, por lo pronto, la intimidacin y circunscribir la mo-
dalidad de accin privativamente a la violencia.
As concebido, cabe asegurar que realmente la conducta definida en el ar-
tculo 315.3 contiene una coaccin especfica (Carbonell/G. Cussac), que
en rigor consiste en impedir a otro hacer algo que la ley no prohbe, o sea, im-
pedir a otro que trabaje como medio para lograr que una huelga tenga xito.
A juicio del profesor Martnez-Bujn Prez, esta frmula de describir la
coaccin especfica, atentos al contenido sustancial de la conducta tpica, es
[14] HINOSTROZA PARIACHI, Csar. Manual de Derecho Penal. Arecc, Lima, 2006, p. 153.
18
Derecho Penal Laboral
correcta. No obstante ello, algunos autores que se han ocupado del tema la han
definido en forma diversa. As Navarro afirma que se trata de una coaccin es-
pecfica en su modalidad de obligar a hacer (p. 144); sin embargo, semejan-
te descripcin concuerda solamente con la forma del tenor literal de la norma,
esto es: obligar a hacer una huelga o continuarla, pero no se ajusta al con-
tenido material del comportamiento tpico, que en puridad, estriba en impedir
que el trabajador desarrolle su actividad laboral habitual. Esta es la afirmacin
de Lascuran, cuando escribe que la coaccin a la huelga constituye por na-
turaleza un compeler a un no hacer; pero obsrvese que compeler a no ha-
cer no es, en rigor, una frmula empleada en este precepto, sino que aparece
descrita a travs de la expresin impedir hacer algo[15].
1.4. Consumacin
Esta modalidad del tipo penal se consumar cuando el empleador realice
acciones que contengan violencia o amenaza evitando que sus trabajado-
res se agremien a un sindicato u obligndolos a agremiarse a uno especfico.
Cabe precisar que la consumacin se dar cuando se logra efectivamente que
los trabajadores se adhieran o no al sindicato, pues estamos ante un tipo penal
de resultado. Sin embargo, si no se llega al mencionado resultado y solo exis-
te la puesta en marcha de la violencia o amenaza estaremos frente al de-
lito de coaccin (artculo 151 del Cdigo Penal).
[15] MARTNEZ-BUJN PREZ, Carlos. Derecho Penal Econmico. Parte especial. Tirant lo Blanch,
Valencia, 1999, p. 729.
19
Leonardo Caldern Valverde
()
2. Prestar trabajo personal sin la correspondiente retribucin.
().
20
Derecho Penal Laboral
2.5. Consumacin
El presente tipo penal se consumar cuando el empleador haya dejado
de pagar la remuneracin al trabajador en el plazo pactado, habindose com-
probado previamente la presencia de violencia o amenaza. Es importan-
te precisar, que como en el caso anterior si solo se presentan los elementos
objetivos normativos violencia o amenaza, estaremos frente al delito de
coaccin (artculo 151 del Cdigo Penal).
21
Leonardo Caldern Valverde
[16] ARVALO VELA, Javier. La criminalizacin en el mbito de las relaciones laborales. Tesis para
optar por el grado de Magster en la Universidad Nacional Mayor de San Marcos, Lima, 2008, p. 50.
[17] REYNA ALFARO, Luis Miguel. Los delitos contra los trabajadores en el Cdigo Penal peruano. En:
Derecho y Cambio Social. Disponible en: <http://www.derechoycambiosocial.com/rjc/REVIS-
TA3/delitos.htm>.
[18] dem.
22
Derecho Penal Laboral
23
Leonardo Caldern Valverde
[20] En esta misma lnea, lo resuelto en el Exp. N 2776-1998-Lima: () Se halla acreditada la responsa-
bilidad penal de los procesados quienes pese a ser oportunamente notificados a que den cumplimien-
to al pago de una suma de dinero por concepto de beneficios sociales al agraviado, no cumplieron con
hacer efectivo lo ordenado en una resolucin judicial que qued debidamente consentida ().
[21] PEA CABRERA, Ral. Ob. cit., p. 663.
24
Derecho Penal Laboral
3.5. Consumacin
El presente tipo penal se consumar cuando el empleador haga caso omi-
so a una resolucin judicial consentida. Este tipo penal no exige que haya un
perjuicio a los trabajadores con el incumplimiento de ejecucin, por lo tanto,
la mera omisin de incumplimiento consumar el tipo penal.
Cabe reiterar que la resolucin materia de incumplimiento debe estar
consentida, dado que si el empleador apel la resolucin mediante un recur-
so debidamente fundamentado, el incumplimiento de la ejecucin no consti-
tuir el delito.
3.6. Jurisprudencia
Exp. N 1672-1998-Lima
25
Leonardo Caldern Valverde
Exp. N 2776-1998-Lima
() se halla acreditada la responsabilidad penal de los procesados
quienes pese a ser oportunamente notificados a que den cumplimien-
to al pago de una suma de dinero por concepto de beneficios sociales
al agraviado, no cumplieron con hacer efectivo lo ordenado en una
resolucin judicial que qued debidamente consentida ().
Exp. N 498-1998-Lima
() no se configura en el accionar del procesado los elementos del
delito instruido, si el incumplimiento del pago de los beneficios so-
ciales al agraviado se debi a un hecho que escapaba a su voluntad y
posibilidades, ya que la empresa que representaba se encontraba in-
solvente, de lo cual se colige que en su nimo no existi intencin o
dolo de evadir o incumplir el mandato judicial (...).
Exp. N 5266-1996-Lima
() Si de los actuados se advierte que los encausados efectuaron la
reposicin de los agraviados, entonces ha desaparecido el reproche
penal ().
Exp. N 1097-1997-Lima
() Si los encausados han cumplido con el mandato legal de pa-
gar los beneficios laborales del agraviado dentro de las posibilidades
econmicas de la institucin, ello lleva a concluir que la conducta de
los procesados no configura el ilcito penal de violacin de la liber-
tad del trabajo ().
Exp. N 6192-1996-Lima
() en lo referente a la retencin de remuneraciones e indemniza-
ciones imputada al acusado, cabe precisar que con la dacin del De-
creto Legislativo N 776 se redujeron notoriamente las rentas muni-
cipales, lo que ocasion que se dejara de pagar los haberes y pensio-
nes de los servidores y exservidores de las municipalidades; no ha-
bindose demostrado que el procesado ordenara la referida retencin
().
26
Derecho Penal Laboral
Exp. N 3860-1998-Lima
() Si el procesado a la fecha del requerimiento no se hallaba tra-
bajando en la empresa en la cual ocup el cargo de gerente general,
y habindose producido el despido del agraviado posteriormente a la
renuncia del procesado, no se encuentra acreditada su responsabili-
dad penal ().
Exp. N 4813-1998-Lima
() Si bien el artculo 168 no dispone el haber requerido al proce-
sado bajo apercibimiento de ser denunciado por el delito de violacin
contra la libertad de trabajo, debe haberse acreditado el conocimien-
to del procesado de la sentencia consentida y ejecutoriada para esta-
blecer su responsabilidad, importando ello un requisito de procedibi-
lidad ().
Exp. N 6939-1997-Lima
() Al haberse recaudado en la denuncia solamente fotocopias sim-
ples de una liquidacin de beneficios sociales y un acta de inspec-
cin, estos no son elementos de prueba suficientes para acreditar la
comisin del delito o la responsabilidad penal ().
27
Leonardo Caldern Valverde
[22] TIEDEMANN, Klaus, Lecciones de Derecho Penal econmico. Barcelona, Editorial PPU, 1993,
pp. 34-36.
[23] BUSTOS RAMREZ, Juan. Los bienes jurdicos colectivos. En: Estudios de Derecho Penal en home-
naje al Profesor Luis Jimnez de Asa. Revista de la Facultad de Derecho de la Universidad Complu-
tense de Madrid, N 11, 1980, p. 196.
28
Derecho Penal Laboral
C. Comportamiento tpico
El comportamiento tpico, para que la conducta desplegada se subsuma
en el tipo penal materia de anlisis, debe consistir en la disminucin o la dis-
torsin de la produccin.
Para el profesor Salinas Siccha, el mvil no es importante, pues por la
forma como aparece redactado el supuesto punible solo se sanciona la sim-
ple verificacin de la disminucin o distorsin de la produccin. Es irrelevan-
te penalmente determinar la finalidad que tuvo o motiv el agente para proce-
der de este modo ()[24].
La remuneracin y permanencia del trabajador depende, en gran medida,
de los ndices de produccin de la empresa en la que labore.
La disminucin y distorsin de la produccin tienen como objetivo pro-
vocar, como indica Lamas Puccio: una situacin de descalabro econmico
en la empresa (...) con el propsito tambin de extinguir la relacin laboral.
No coincidimos con Salinas Siccha, para quien este tipo de conductas se
encuentra dirigido a perjudicar al Estado con el no pago de impuestos, resul-
tando solo indirectamente perjudicado el trabajador, por lo que carece de ob-
jeto conocer el nimo que movi al agente.
La simulacin y distorsin de la produccin para generar la extincin o
modificacin de una relacin laboral puede subsumirse en los delitos contra
la fe pblica como falsedad genrica e ideolgica.
4.5. Consumacin
El presente tipo penal se consuma cuando se realizan actos jurdicos si-
mulando la disminucin o distorsin de la produccin de la empresa, con el
objeto de extinguir una relacin laboral. La consumacin se dar con la mera
puesta en marcha de los actos jurdicos simulados, no siendo exigible que se
hayan extinguido o no las relaciones laborales.
[24] SALINAS SICCHA, Ramiro. Derecho Penal. Parte especial. 2 edicin, Grijley, Lima, 2007, p. 517.
29
CAPTULO II
El delito de atentado contra
las condiciones de seguridad e
higiene industriales (artculo
168-A del Cdigo Penal)
El delito de atentado contra las condiciones
de seguridad e higiene industriales
(artculo 168-A del Cdigo Penal)
I. Introduccin
Los lmites al ius puniendi del Estado estn constituidos por los princi-
pios del Derecho Penal, entre los que tenemos el principio de legalidad, de
proporcionalidad, de culpabilidad, fragmentariedad, subsidiariedad, interven-
cin mnima, entre otros.
Segn el principio de intervencin mnima, el Derecho Penal debe ser la
ltima ratio de la poltica social del Estado para la proteccin de los bienes
jurdicos ms importantes frente a los ataques ms graves que puedan sufrir.
La intervencin del Derecho Penal en la vida social debe reducirse a lo mni-
mo posible (minimizacin de la respuesta jurdica violenta frente al delito).
Segn el principio de subsidiariedad, el Derecho Penal ha de ser la lti-
ma ratio, el ltimo recurso a utilizar a falta de otros medios de control social
menos lesivos. El llamado carcter fragmentario del Derecho Penal constitu-
ye una exigencia relacionada con la anterior. Ambos postulados integran el
llamado principio de intervencin mnima, pues si bien es cierto el Derecho
Penal solo debe proteger bienes jurdicos, ello no significa que todo bien ju-
rdico deba ser protegido penalmente, ni tampoco que todo ataque a los bie-
nes jurdicos penalmente tutelados deba determinar la intervencin del Dere-
cho Penal.
El principio de intervencin mnima est basado en ltimo trmino en el
reconocimiento de un cierto dficit de legitimacin del Derecho Penal, que
llegara de la mano de la recproca interaccin entre la gravedad de las sancio-
nes susceptibles de imponerse a los ciudadanos a travs de este subsistema de
control social y la limitada eficacia social a l atribuida.
33
Leonardo Caldern Valverde
[25] CARRIN, Andy. Informe de la 34 Jornada Alemana de Profesores de Derecho Penal. En: ADPE.
2012, pp. 391-396.
34
Derecho Penal Laboral
Artculo 168.-
Ser reprimido con pena privativa de libertad no mayor de dos aos
el que obliga a otro, mediante violencia o amenaza, a realizar cual-
quiera de los actos siguientes:
1. Integrar o no un sindicato
2. Prestar trabajo personal sin la correspondiente retribucin.
3. Trabajar sin las condiciones de seguridad e higiene industria-
les determinadas por la autoridad.
La misma pena se aplicar al que incumple las resoluciones consen-
tidas o ejecutoriadas dictadas por la autoridad competente; y al que
disminuye o distorsiona la produccin, simula causales para el cie-
rre del centro de trabajo o abandona este para extinguir las relaciones
laborales.
El numeral aludido fue derogado por la cuarta disposicin complementa-
ria modificatoria de la Ley N 29783, que incorpor el artculo 168-A al C-
digo Penal, el cual prev y sanciona el delito de atentados contra las condicio-
nes de seguridad e higiene industriales de la siguiente manera:
Artculo 168-A.- Atentado contra las condiciones de seguridad e
higiene industriales
El que, infringiendo las normas de seguridad y salud en el trabajo y
estando legalmente obligado, no adopte las medidas preventivas ne-
cesarias para que los trabajadores desempeen su actividad, ponien-
do en riesgo su vida, salud o integridad fsica, ser reprimido con
pena privativa de libertad no menos de dos aos ni mayor de cinco
aos.
Si, como consecuencia de una inobservancia de las normas de segu-
ridad y salud en el trabajo, ocurre un accidente de trabajo con conse-
cuencias de muerte o lesiones graves, para los trabajadores o terce-
ros, la pena privativa de libertad ser no menor de cinco aos ni ma-
yor de diez aos.
A travs de esta ley se busca reafirmar que los trabajadores tienen dere-
cho a que el Estado y los empleadores aseguren condiciones de trabajo dignas
que les garanticen un estado de vida saludable, fsica, mental y socialmente,
en forma continua. Condiciones dirigidas a: i) que el trabajo se desarrolle en
35
Leonardo Caldern Valverde
36
Derecho Penal Laboral
II. Antecedentes
El derecho de los trabajadores a una proteccin eficaz en materia de se-
guridad y salud laboral encuentra una tutela especfica a travs de la consi-
deracin penal de determinadas conductas que puedan atentar contra dicho
derecho.
Esta situacin jurdica da origen al denominado Derecho Penal del Traba-
jo, el cual reivindica una mayor atencin del legislador a los bienes jurdicos
ms gravemente puestos en peligro en el marco de la relacin laboral.
Esto implica la obligacin de meditar y decidir sobre las tcnicas jurdico-
penales ms idneas para combatir los delitos contra las condiciones labora-
les bsicas, contra la discriminacin laboral, contra la vida y la salud de los
trabajadores, contra la libertad sexual y contra el ejercicio de los derechos
sindicales[26].
El Derecho Penal solo acta frente a los ataques ms intolerables con-
tra los bienes jurdicos-penales que la sociedad considera esenciales. Por ello,
uno de los lmites materiales al poder punitivo estatal es el principio de frag-
mentariedad, mediante el cual se establece que el Derecho Penal no castiga
todas las conductas lesivas a bienes jurdicos, sino solamente aquellas que re-
visten mayor entidad[27]; partindose de la distincin de que el concepto de
bien jurdico que puede ser protegido o asegurado mediante instituciones
de otras ramas del Derecho es ms amplio que el concepto de bien jurdi-
co penal.
La principal misin del Derecho Penal es garantizar la convivencia pac-
fica entre los ciudadanos, castigando con penas severas (es la nica rama del
Derecho que impone penas privativas de libertad) a los responsables de esas
conductas lesivas.
Es por ello que la incorporacin de los delitos contra los trabajadores a
travs del Cdigo Penal vigente no resulta una novedad, si tomamos en cuen-
ta los importantes antecedentes existentes, entre los que destacan el Decreto
Ley N 18471, el Decreto Ley N 22126 (Ley de estabilidad laboral) y poste-
riormente la Ley N 24514[28].
[26] BAYLOS GRAU, Antonio y TERRADILLO BASOCO, Juan. Derecho Penal del Trabajo. 2 edicin,
Trotta, Madrid, 1997, p. 5.
[27] VILLAVICENCIO TERREROS, Felipe. Derecho Penal. Parte general. Grijley, Lima, 2006, p. 94.
[28] CARO CORIA, Dino Carlos. Ob. cit., pp. 231.
37
Leonardo Caldern Valverde
38
Derecho Penal Laboral
es finalmente lo que requiere el tipo: una infraccin grave o leve que est en
aptitud de generar un peligro cierto, posible y no uno abstracto[31].
En la doctrina argentina, como lo explica el profesor Acua Glvez, se
define al Derecho Penal del Trabajo de la siguiente manera: Todo el conjun-
to de normas jurdico-penales, de carcter represivo, destinadas a defender,
en primer trmino, el orden jurdico-laboral pblico contra actividades indivi-
duales que alteren arbitrariamente ese orden[32].
Adems, se considera al Derecho Penal del Trabajo en su sentido amplio
y en su sentido estricto. Se consideran dentro del primero los delitos dirigidos
contra la poltica econmica y social del Estado, se puede citar como ejem-
plos de estos a la huelga o boicot y al lock out, entre otros. En cuanto al sen-
tido estricto se pueden sealar que est comprendido por los delitos contra
las normas del Derecho Admistrativo Laboral, que tienen la caracterstica de
delito por violar los preceptos establecidos en el propio inters de los afectados.
Los sujetos en el Derecho Penal Laboral pueden ser activos o pasivos,
comprendiendo en consecuencia tanto al empleado y el empleador, en su fa-
ceta individual, adems de las empresas y sindicatos en su faceta colectiva.
El Cdigo Penal argentino, especficamente en un captulo que se denomina
Delitos contra la libertad de trabajo y asociacin, seala lo siguiente:
Ser reprimido con prisin de un mes a un ao el obrero que ejercie-
re violencia sobre otro para compelerlo a tomar parte en una huelga o
boicot. La misma pena sufrir el patrn, empresario o empleado que,
por s o por cuenta de alguien, ejerciere coaccin para obligar a otro
a tomar parte en un lock-out y a abandonar o ingresar a una sociedad
obrera o patronal determinada[33].
Ser reprimido con multa de pesos dos mil quinientos a pesos treinta
mil, el que, por maquinaciones fraudulentas, sospechas malvolas o
cualquier medio de propaganda desleal, tratare de desviar, en su pro-
vecho, la clientela de un establecimiento comercial o industrial[34].
39
Leonardo Caldern Valverde
b) Argentina
Artculo 158.- Ser reprimido con prisin de un mes a un ao; el
obrero que ejerciere violencia sobre otro para compelerlo a tomar
parte en una huelga o boycott. La misma pena sufrir el patrn, em-
presario o empleado que, por s o por cuenta de alguien, ejerciere
coaccin para obligar a otro a tomar parte en un lock-out y a abando-
nar o ingresar a una sociedad obrera o patronal determinada.
c) Bolivia
Artculo 307.- Coacciones por patrn, empresario o emplea-
do. Incurrir en la sancin del artculo anterior el patrn, empresa-
rio o empleado que por s o por un tercero coaccionare a otro u otros
para tomar parte en un lock-out, ingresar a una determinada sociedad
obrera o patronal, o abandonarla.
d) Ecuador
Artculo 210.- Ser reprimido con prisin de un mes a un ao el que
ejerciere violencia sobre otro, o le amenazare para obligarle a tomar
parte en una huelga o boicot. La misma pena sufrir el patrn, em-
presario o empleado que, por s o por cuenta de alguien, suspendie-
re en todo o en parte el trabajo en sus establecimientos, agencias o
40
Derecho Penal Laboral
e) El Salvador
Artculo 244.- El que mediante engao o abuso de una situacin de
necesidad, sometiere a los trabajadores a su servicio a condiciones la-
borales o de seguridad social que perjudicaren, suprimieren o restrin-
gieren los derechos reconocidos por disposiciones legales o contra-
tos individuales o colectivos de trabajo, ser sancionado con prisin
de seis meses a dos aos.
[35] GARCA CAVERO. Percy. Derecho Penal Econmico. Parte general. Tomo I, 2 edicin, Grijley,
Lima 2007, p. p. 145.
41
Leonardo Caldern Valverde
1. El tipo de injusto
A continuacin detallaremos los aspectos ms relevantes del tipo penal
contemplado en el artculo 168-A del Cdigo Penal, cuya descripcin tpica
es como sigue:
Artculo 168-A.- Atentado contra las condiciones de seguridad e
higiene industriales
El que, infringiendo las normas de seguridad y salud en el trabajo y
estando legalmente obligado, no adopte las medidas preventivas ne-
cesarias para que los trabajadores desempeen su actividad, ponien-
do en riesgo su vida, salud o integridad fsica, ser reprimido con
pena privativa de libertad no menor de dos aos ni mayor de cinco
aos.
Si, como consecuencia de una inobservancia de las normas de segu-
ridad y salud en el trabajo, ocurre un accidente de trabajo con conse-
cuencias de muerte o lesiones graves, para los trabajadores o terce-
ros, la pena privativa de libertad ser no menor de cinco aos ni ma-
yor de diez aos.
42
Derecho Penal Laboral
43
Leonardo Caldern Valverde
3. El tipo objetivo
3.1. El sujeto activo
La expresin el que del primer prrafo da a entender que el sujeto ac-
tivo puede ser cualquier persona natural o fsica, por lo que, en principio, se
podra aseverar que se trata de un delito comn o de sujeto activo indetermi-
nado, por lo que cabra la posibilidad de ser cometido por empleadores, traba-
jadores o terceros ajenos a la relacin laboral.
Sin embargo, el mismo tipo penal en su aspecto objetivo menciona que el
sujeto activo debe encontrarse legalmente obligado, es decir, debe estar sujeto
[38] TERRADILLLOS BASOCO, Juan Mara. Estudios sobre Derecho Penal de la empresa. Editores del
Puerto, Buenos Aires, 2009, p. 112.
[39] ASMAT COELLO, Diana. La estructura del tipo penal de atentado contra las condiciones de segu-
ridad e higiene industriales (artculo 168-A del Cdigo Penal peruano). Disponible en: <http://www.
cedpe.com/blogs/Temas_de_derecho_penal_economico>.
44
Derecho Penal Laboral
Con ello se quiere decir que es sujeto activo de este delito quien en virtud
de la ley tiene el deber jurdico de cumplir con la normativa en materia de se-
guridad y salud en el trabajo fijada en la Ley N 29783[41].
Existe una relacin muy interesante entre este delito y la figura del ac-
tuar en lugar de otro o simplemente actuar por otro. Ello porque es proba-
ble que quien se encuentre legalmente obligado para adoptar las medidas pre-
ventivas necesarias no sea un determinado sujeto dentro de las estructuras de
una organizacin, sino, por el contrario, sea una persona jurdica en quien re-
caiga esta obligacin.
[40] ROXIN, Claus. Autora mediata y dominio del hecho en el Derecho Penal. 7 edicin, Marcial Pons,
Madrid, 2000, p. 387.
[41] VIVES ANTN, Toms et l. Derecho Penal. Parte especial. 3 edicin, Tirant lo Blanch, Valencia,
1999, p. 441.
45
Leonardo Caldern Valverde
46
Derecho Penal Laboral
[42] BACIGALUPO, Enrique. Compliance y Derecho Penal. Aranzadi, Navarra, 2011, p. 124.
47
Leonardo Caldern Valverde
48
Derecho Penal Laboral
49
Leonardo Caldern Valverde
4. El tipo subjetivo
De conformidad con lo previsto en el artculo 12, primer prrafo, del
Cdigo Penal, los ilcitos comentados solo pueden consumarse dolosamente,
exigindose la conciencia y voluntad del sujeto activo de realizar los elemen-
tos del tipo objetivo.
En la doctrina espaola, la punicin del comportamiento imprudente (ar-
tculo 317) responde a una imperiosa necesidad poltico-criminal. Solo aa-
diendo esta va se permite una adecuada proteccin de la seguridad e higie-
ne en el trabajo, cuya lesin dolosa es difcilmente constatable por la dis-
tancia espacio-temporal y orgnica que separa frecuentemente a quien deci-
de de quien ejecuta. Son subsumibles en la descripcin de este artculo tanto
comportamientos dolosos relativos a la infraccin de la normativa de seguri-
dad, pero imprudentes con relacin al resultado de peligro, como aquellos en
los que la actividad imprudente tiene tambin por objeto aquella normativa.
50
Derecho Penal Laboral
5. Consumacin
El anlisis del tipo penal nos permite inferir que la modalidad bsica del
primer prrafo, se consuma con la simple realizacin de la conducta. Es de-
cir, basta con que la conducta genere un peligro concreto a los bienes jurdi-
cos protegidos. Con respecto al segundo prrafo, es menester que se produz-
ca el resultado antijurdico, es decir, que se lesione la vida, salud o integridad
del trabajador.
El delito se consuma con la imposicin de las condiciones ilegales de tra-
bajo que genere un peligro concreto a los bienes jurdicos protegidos, sin que
sea preciso que de ello se siga un perjuicio material de la vida, salud o inte-
gridad fsica. La intervencin correctora del autor que evita el perjuicio im-
pide que el delito despliegue todos sus efectos lesivos, pero no la consuma-
cin que es previa.
Como en todo delito de resultado, la tentativa es perfectamente posible y
comenzar con la omisin del deber de seguridad por parte del sujeto obliga-
do[48]. Los efectos del delito perviven tras la consumacin, mientras el traba-
jador est sometido a las ilegales condiciones tpicas. Estamos, pues, ante un
delito permanente, lo que implica que sus efectos se mantienen mientras dure
la relacin laboral viciada, por lo que los plazos de prescripcin no comienzan
a correr en tanto las condiciones ilegales sigan vinculando al trabajador[49].
Con respecto al segundo prrafo de este nuevo tipo penal, es menester
que se produzca el resultado de lesin, es decir, que se lesione la vida, salud
o integridad del trabajador.
[47] BAJO FERNNDEZ, Miguel. Compendio de Derecho Penal. Parte especial. Volumen II, Cetro de
Estudios Ramn Areces, Madrid, 1998, p. 646.
[48] MARTNEZ-BUJN PREZ, Carlos. Derecho Penal econmico y de la empresa. Parte especial. 2
edicin, Tirant lo Blanch, Valencia, 2005, p. 773 y ss.
[49] ASMAT COELLO, Diana. La estructura del tipo penal de atentado contra las condiciones de segu-
ridad e higiene industriales (artculo 168-A del Cdigo Penal peruano). Disponible en: <http://www.
cedpe.com/blogs/Temas_de_derecho_penal_economico>.
51
Leonardo Caldern Valverde
[50] REYNA ALFARO, Luis Miguel. Los delitos contra los trabajadores en el Cdigo Penal peruano. En:
Derecho y Cambio Social. Disponible en: <http://www.derechoycambiosocial.com/rjc/REVIS-
TA3/delitos.htm>.
52
Derecho Penal Laboral
Como se desprende del texto del artculo 168 del Cdigo Penal, no exis-
te requisito de procedibilidad alguno que nos lleve a afirmar la posibilidad de
deducir vlidamente cuestiones previas. El requerimiento de ley servir, a lo
ms, para determinar el dolo del agente, pero no para lograr efectos anulato-
rios en el proceso penal[51].
[51] dem.
[52] OLAIZOLA NOGALES, Ins. Ob. cit., p. 17.
[53] ARROYO ZAPATERO, Luis. La proteccin penal de la seguridad en el trabajo. Ministerio del Tra-
bajo, Madrid, 1981, p. 178 y s.; EL MISMO. Manual de Derecho Penal del Trabajo. Praxis, Barcelona,
1988, p. 90; CORCOY BIDASOLO, Mirentxu. El delito imprudente. Criterios de imputacin del re-
sultado. B de F, Barcelona, 1989, pp. 177 y ss. LA MISMA. El delito imprudente. Criterios de impu-
tacin del resultado. 2 edicin, B de F, Barcelona, 2005, p. 344 y ss.
[54] LASCURAN SNCHEZ, Juan. La imputacin penal del accidente de trabajo. En: Cuadernos pe-
nales-Lidn, N 3, 2006, p. 58 y ss.
53
Leonardo Caldern Valverde
VIII. Conclusiones
1. Las estructuras empresariales deben regular un programa corporati-
vo de prevencin de delitos, que efectivamente sea observado por sus
integrantes, junto a parmetros de cumplimiento establecidos en la
normativa extrapenal por ejemplo, la normativa en materia de pre-
vencin de riesgos laborales. Ello generara una cultura de confian-
za empresarial, as como una valoracin positiva del fiscal y del juez
penal, de presentarse un caso donde supuestamente se haya come-
tido un delito al hacer uso de la persona jurdica.
2. La nueva normativa penal en materia de prevencin de riesgos labo-
rales constituye un importante avance en cuanto a la tutela de los bie-
nes jurdicos protegidos, por cuanto el legislador penal atendi a la
posicin de que con dichos delitos no solo se puede proteger la liber-
tad de trabajo, sino tambin la vida, la integridad y la salud.
3. Consideramos riesgoso que el nuevo artculo 168-A del Cdigo Pe-
nal establezca, en su primer prrafo, un supuesto de delito de peli-
gro concreto, toda vez que los principales problemas jurdicos se pre-
sentarn al evaluar y determinar en qu casos un riesgo laboral pone
efectivamente en peligro los bienes jurdicos tutelados.
IX. Recomendaciones
1. Mediante Junta de Accionistas o de Directorio se debe disponer de
forma expresa la adopcin y cumplimiento de todas las instancias
de la empresa de la Ley N 29783 - Ley de Seguridad y Salud en el
trabajo.
[55] Ampliamente, SEZ VALCRCEL, Ramn. Siniestralidad laboral y Derecho Penal. En: Cuader-
nos de Derecho Judicial. N XV, 2005, p. 50 y ss.
54
Derecho Penal Laboral
55
JURISPRUDENCIA
PENAL
JURISPRUDENCIA PENAL
I. Ejecutorias de la Corte Suprema sobre el delito de violacin a la
libertad del trabajo
59
Leonardo Caldern Valverde
60
Derecho Penal Laboral
Quinto: Que el artculo quinientos cuatro, apartado dos del Nuevo Cdigo Procesal
Penal establece que las costas sern pagadas por quien interpuso un recurso sin xito,
las que se imponen de oficio conforme al apartado dos del artculo cuatrocientos no-
venta y siete del citado Cdigo.
DECISIN:
Por estos fundamentos:
Declararon INADMISIBLE el recurso de casacin por indebida aplicacin de la Ley pe-
nal interpuesto por el encausado Abraham Vctor Valenzuela Garca contra la senten-
cia de vista de fojas doscientos noventa ocho, del doce de marzo de dos mil diez, que
confirm la de primera instancia de fojas ciento cincuenta y tres, del veintinueve de
septiembre de dos mil nueve, que lo conden como autor del delito de violacin a la
libertad de trabajo en perjuicio de Lesly Carlos Mauri Gmez a un ao de pena privati-
va de libertad suspendida en su ejecucin por el mismo trmino.
CONDENARON al recurrente al pago de las costas del recurso, que sern exigidas por
el Juez de Investigacin Preparatoria.
DISPUSIERON se transcriba la presente resolucin a la Sala Penal Superior de Origen;
hgase saber y archvese.
SS.
SAN MARTN CASTRO
LECAROS CORNEJO
PRADO SALDARRIAGA
CALDERN CASTILLO
SANTA MARA MORILLO
61
Leonardo Caldern Valverde
62
Derecho Penal Laboral
63
Leonardo Caldern Valverde
Si bien el encausado alega que se le juzg dos veces por el mismo hecho, vulne-
rndose el non bis in dem, cabe sealar que en sede laboral fue demandado por
no cumplir con el pago de beneficios laborales, en tanto que en sede penal fue
denunciado por incumplir un mandato judicial que ordenaba dicho pago. Por lo
tanto, no se ha quebrantado el aludido principio, ya que su responsabilidad pe-
nal fue consecuencia de no haber cumplido con un mandato judicial que le or-
den el pago de los beneficios sociales que correspondan al agraviado.
64
Derecho Penal Laboral
proceso por el delito contra la violacin a la libertad de trabajo. Cuarto: Que, del an-
lisis de autos se ha llegado ha demostrar la responsabilidad penal del procesado al in-
cumplir con su obligacin del pago de beneficios laborales que le correspondera al
agraviado por el tiempo de servicios que labor para este, relacin laboral que ha que-
dado acreditada con el certificado de trabajo que obra en autos a fojas ciento cuaren-
ta y siete, medio probatorio que fue analizado y evaluado en su oportunidad, confor-
me a la sentencia del Juzgado Laboral y a la sentencia de vista de la Sala Superior La-
boral, que obra a fojas trece y diecisiete, respectivamente. Quinto: Que, respecto a lo
alegado por el procesado, al sealar que se ha vulnerado el debido proceso, ya que se
le juzg dos veces, tanto en va laboral como en lo penal, y que se ha quebrantado el
principio de non bis in dem, se debe sealar que en sede laboral el procesado fue de-
mandado por no cumplir con el pago de los beneficios laborales, declarando el juzga-
do fundada la demanda interpuesta, aplicando el artculo cuarenta de la ley veintisis
mil seiscientos treinta y seis y el artculo cuatro del Decreto Supremo cero cero tres -
noventa y siete - TR, y a pesar que fue notificado constantemente para que cumpliera
con dicha obligacin, conforme se acredita de fojas diecinueve y veinticuatro, este no
lo ha hecho. Sexto: Que, habindose incumplido un mandato judicial, se le apertur
denuncia contra la violacin de la libertad de trabajo, establecido en el artculo ciento
sesenta y ocho, inciso tercero (sic) del Cdigo Penal vigente, que sanciona con una pe-
na no mayor de dos aos, y seala que: (...) La misma pena se aplicar al que incum-
ple las resoluciones consentidas o ejecutoriadas dictadas por la autoridad competen-
te (...). Por lo tanto, es preciso sealar que no se ha quebrantado el principio consti-
tucional alegado por el procesado, ya que su responsabilidad penal es consecuencia
de no haber cumplido con el mandato judicial que le orden el pago de los beneficios
sociales que le corresponda al agraviado. Por estos fundamentos: declararon NO HA-
BER NULIDAD en la sentencia de vista de fecha diecisis de octubre de dos mil siete,
obrante a fojas trescientos catorce, que confirma la apelada de fecha veintisis de ju-
nio de dos mil siete, obrante a fojas doscientos setenta y cinco, que reserva el fallo con-
denatorio por el plazo de un ao al acusado Michael Fernando Hurtado Mosquera, por
el delito contra la libertad de trabajo en agravio de Enrique Javier Medina Burgos; con
lo dems que al respecto contiene y es materia del recurso, y los devolvieron.
SS.
RODRGUEZ TINEO
BIAGGI GMEZ
BARRIOS ALVARADO
BARANDIARN DEMPWOLF
NEYRA FLORES
65
Leonardo Caldern Valverde
66
Derecho Penal Laboral
delitos imputados, por los que la Corte Suprema de Justicia de la Repblica en funcin
a dichas consideraciones deber dictar en estos extremos decisin absolutoria, ms
an si en el presente caso, existe voto singular al respecto. Segundo: Que, se atribuy
a los encausados ngel Daz Julin Alcalde, Hernando Tenorio Santos Gerente Mu-
nicipal y Edgar William Yengle Delgado Tesorero, funcionarios de la Municipalidad
Distrital de San Pablo, que durante la gestin del primero de los nombrados entre los
aos dos mil tres a dos mil seis, haber realizado actos de hostilizacin y represalia con-
tra los agraviados Nelly Gmez lvarez y Vilbor Isuiza Cumapa, ambos empleados de
dicha Municipalidad, habiendo retenido en perjuicio de la primera su remuneracin
correspondiente al mes de noviembre de dos mil seis y sus aportes por concepto de
AFP y EsSalud, asimismo, respecto al segundo de los nombrados no se le ha pagado
sus gratificaciones por Navidad, Escolaridad y Fiestas Patrias correspondientes a los
aos dos mil cuatro y dos mil cinco. Tercero: Que, de acuerdo al artculo trescientos del
Cdigo de Procedimientos Penales, modificado por el Decreto Legislativo nmero no-
vecientos cincuenta y nueve, esta Suprema Sala debe emitir pronunciamiento nica-
mente respecto al extremo debidamente impugnado, encontrndose este referido en
el presente caso a la condena dictada, por mayora, por el Colegiado Superior, contra
los encausados ngel Daz Julin, Hernando Tenorio Santos y Edgar William Yengle
Delgado, respecto a los delitos de violacin de la libertad de trabajo coaccin laboral
y contra la Administracin Pblica abuso de autoridad. Cuarto: Que, en tal sentido,
despus de efectuar el anlisis correspondiente en la presente causa se debe estable-
cer, que el delito de violacin de la libertad de trabajo - coaccin laboral, previsto en el
artculo ciento sesenta y ocho del Cdigo Penal, reprime con pena privativa de libertad
no mayor de dos aos, (...) al que obliga a otro, mediante violencia o amenaza, a reali-
zar cualquiera de los actos siguientes () Dos.- prestar trabajo personal sin la corres-
pondiente retribucin (...), que en efecto, en dicho tipo penal el comportamiento tpi-
co consiste en obligar a otro a realizar una actividad laboral en contra de su voluntad,
siendo los medios por los que se puede cometer el delito, la violencia que coincide
con la fuerza fsica ejercida sobre una persona o la amenaza que es el anuncio del
propsito de causar un dao que puede recaer directamente sobre la persona amena-
zada o sobre un tercero ligado estrechamente a ella, que en el caso sub examine no se
ha logrado demostrar de manera indubitable y fehaciente que haya mediado en el ac-
tuar de los encausados dichos comportamientos, ms an si los presuntos agraviados,
al interponer la denuncia correspondiente y al declarar en el presente proceso se han
limitado a narrar los actos supuestamente arbitrarios hostigamiento laboral, maltra-
tos verbales, amenazas de despido, entre otros, sin adjuntar elemento probatorio al-
guno, esto es sin ofrecer testimonios, llamadas de atencin sin fundamento conteni-
dos en documento alguno, u otros, que sirvan para verificar dichas imputaciones, las
mismas que por la inversin de la carga de la prueba deben ser parte de la actividad
persecutoria del representante de la sociedad en juicio el Ministerio Pblico, lo que
no se ha verificado en autos, tanto ms si los fundamentos de la denuncia formulada
en contra de los encausados, estriba en el hecho que estos se habran negado a pagar
la remuneracin del mes de noviembre del ao dos mil seis, as como las bonificacio-
nes extraordinarias y los empoces por concepto de AFP y EsSalud, en tal sentido, al no
concurrir ni violencia ni amenaza en la ejecucin del supuesto comportamiento impu-
tado, deben desestimarse los cargos en este extremo por atipicidad. Quinto: Que, res-
pecto al delito de abuso de autoridad, se debe precisar que el artculo trescientos se-
tenta y seis del Cdigo Penal sanciona al (...) funcionario pblico que abusando de sus
67
Leonardo Caldern Valverde
68
Derecho Penal Laboral
mil seiscientos ochentin nuevos soles con treinta y tres cntimos sin embargo, se
debe indicar que dicho periodo no le es imputable al encausado Daz Lujn, pues en
dicho ao no estaba en el ejercicio del cargo de Alcalde (...); asimismo, se consigna
que (...) producto de la investigacin en indagacin con los trabajadores se pudo te-
ner informacin que por concepto de aguinaldo de diciembre periodo dos mil cua-
tro y gratificaciones veintiocho de julio del periodo dos mil cinco, fueron cancela-
das en su totalidad (...). Octavo: Que por los fundamentos expuestos y al no haberse
desvanecido el principio de presuncin de inocencia que le asiste a toda persona a
quien se le imputa la comisin de un delito, por mandato del pargrafo e, inciso vein-
ticuatro del artculo dos de la Constitucin Poltica del Estado, se debe absolver a los ci-
tados encausados, por lo que devienen en atendibles los argumentos de defensa,
planteados en el respectivo recurso de nulidad. Por estos fundamentos: declararon
HABER NULIDAD en la sentencia de fojas novecientos treinta y seis, de fecha catorce
de octubre de dos mil ocho, en el extremo que por mayora conden a los procesados
ngel Daz Julin, Hernando Tenorio Santos y Edgar William Yengle Delgado por los
delitos contra la Libertad - violacin de la libertad de trabajo, en la modalidad de coac-
cin laboral, en agravio de Nelly Gmez lvarez y Vilbor Isuiza Cumapa; y, contra la Ad-
ministracin Pblica - abuso de autoridad, en agravio del Estado, a dos aos de pena
privativa de libertad, cuya ejecucin se suspende por el plazo de un ao, bajo el cum-
plimiento de determinadas reglas de conducta; se fij en quinientos nuevos soles, el
monto que por concepto de reparacin civil debern abonar los citados sentenciados
a favor de cada uno de los agraviados; REFORMNDOLA: absolvieron a los precita-
dos ngel Daz Julin, Hernando Tenorio Santos y no Snchez como errneamente se
ha consignado en la sentencia y Edgar William Yengle Delgado de los cargos conteni-
dos en la acusacin fiscal por los mencionados delitos y agraviados; DISPUSIERON la
anulacin de los antecedentes policiales y judiciales, generados contra los absueltos
como consecuencia del presente proceso conforme al Decreto Ley nmero veinte mil
quinientos setenta y nueve, y el archivo de la causa; con lo dems que al respecto con-
tiene dicha sentencia; y, los devolvieron.
SS.
RODRGUEZ TINEO
BIAGGI GMEZ
BARRIOS ALVARADO
BARANDIARN DEMPWOLF
NEYRA FLORES
69
Leonardo Caldern Valverde
70
Derecho Penal Laboral
71
Leonardo Caldern Valverde
72
Derecho Penal Laboral
73
Leonardo Caldern Valverde
proceso penal incoado al efecto y conforme al artculo ochenta y tres del Cdigo Penal;
y, en tercer lugar, se incumpli una resolucin ejecutoriada que dispona el pago de lo
fijado en sede judicial, sin que se haya acreditado causas de justificacin de inculpabi-
lidad que nieguen su relevancia punitiva.
Cuarto: Que, finalmente, la sentencia de vista se dict el seis de julio de dos mil seis
y procesalmente fue precedida de trmites previos en cumplimiento del principio de
contradiccin y de la presentacin de escritos de las partes en especial el de fojas
cuarenta y siete, del veintiocho de junio de dos mil seis, por lo que no es posible esti-
mar que se incurri en incongruencia omisiva al no haberse pronunciado antes o con
el fallo de vista sobre una cuestin previa deducido el mismo da de su emisin y pues-
ta en conocimiento de Relatora al da siguiente vase escrito de fojas cincuenta y
uno, as como tampoco respecto de la excepcin de prescripcin, no solo por su evi-
dente infundabilidad es de destacar, en el caso de la cuestin previa, que esa preten-
sin ni siquiera comprendi el mbito de la alzada la pretensin impugnatoria deter-
mina la injerencia de correlacin con la sentencia que absuelve el grado y, en el su-
puesto de la excepcin de prescripcin, que era evidente, como ya se precis, que la
accin no se haba extinguido por el transcurso del tiempo, sino tambin porque en
el caso de la excepcin de prescripcin esta se present cuando la causa ya estaba ex-
pedita para resolver la notoria tardanza en deducir un medio de defensa tcnico co-
mo la prescripcin, que lleg a conocimiento de la Sala un da despus de que se ab-
solvi el grado aun cuando se present el tres de julio (as aparece de fojas cuarenta
y nueve y cincuenta) pese a que el proceso se elev al Tribunal Superior meses atrs
y se emiti dictamen fiscal el veintinueve de marzo de dos mil seis, no autoriza a en-
tender, ante el retardo de su planteamiento no obstante que se trataba de una car-
ga procesal que deba levantar oportunamente, que se vulner el derecho a la tute-
la jurisdiccional.
Quinto: Que, por consiguiente, la sentencia de vista y el procedimiento seguido en se-
gunda instancia no vulner derechos constitucionales materiales ni preceptos proce-
sales de rango supremo que autoricen a la concesin de un recurso extraordinario co-
mo la queja excepcional. Por estos fundamentos: declararon INFUNDADO el recurso
de queja excepcional interpuesto por los encausados Jos Cecilio Cabrera Vsquez y
Rafaela Abanto Aguilar contra los autos de fojas cincuenta y nueve, del nueve de agos-
to de dos mil seis, y de fojas sesenta y dos vuelta, del once de agosto de dos mil seis,
que declaran improcedente el recurso de nulidad que promovieron contra la senten-
cia de vista de fojas cuarenta y ocho, del seis de julio de dos mil seis, que confirman-
do la sentencia apelada de fojas cuarenta, del diecisiete de octubre de dos miI cinco,
los conden por delito de violacin de la libertad de trabajo en agravio de Segundo
Samuel Cueva Correa; MANDARON se transcriba la presente Ejecutoria al Tribunal de
origen; hgase saber y archvese.
SS.
SALAS GAMBOA
SAN MARTN CASTRO
LECAROS CORNEJO
PRNCIPE TRUJILLO
URBINA GANVINI
74
Derecho Penal Laboral
75
Leonardo Caldern Valverde
76
Derecho Penal Laboral
77
Leonardo Caldern Valverde
78
Derecho Penal Laboral
79
Leonardo Caldern Valverde
80
Derecho Penal Laboral
81
Leonardo Caldern Valverde
plural no procede ningn recurso, por lo que siendo el objeto de la presente queja
que se conceda el recurso de nulidad denegado, resulta improcedente tal pretensin:
DECLARARON IMPROCEDENTE el recurso de queja de derecho formulada por la par-
te civil, Sindicato de Obreros Municipales de Brea, en la instruccin seguida contra
Carlos Manuel Scrates Sandoval Blancas, por delito contra la libertad - violacin de la
libertad de trabajo, en agravio de los quejosos; y los devolvieron.
82
Derecho Penal Laboral
AUTOS Y VISTOS; el cuaderno de queja formulada por denegatoria del recurso de nu-
lidad; y ATENDIENDO: Que el presente proceso es de trmite sumario, donde se ha
cumplido con el principio de la instancia plural garantizado por el inciso sexto del ar-
tculo ciento treinta y nueve de la Constitucin Poltica del Estado, que, como lo esta-
blece el artculo noveno del Decreto Legislativo nmero ciento veinticuatro, modifica-
do por la ley nmero veintisiete mil ochocientos treinta y tres, el recurso de nulidad es
improcedente en los casos sujetos a este proceso sumario, y que cumplida la instan-
cia plural no procede ningn recurso, por lo que siendo el objeto de la presente que-
ja que se conceda el recurso de nulidad denegado, resulta improcedente tal preten-
sin: DECLARARON IMPROCEDENTE el recurso de queja de derecho formulada por
Aldo Arturo Quispe Salas, en la instruccin seguida contra el quejoso, por delito contra
la libertad - violacin de la libertad de trabajo, en agravio de Wilfredo Alfonso Donayre
Quijada; y los devolvieron.
83
Leonardo Caldern Valverde
84
Derecho Penal Laboral
Miguel ngel Montero Oneto, en la instruccin seguida contra el quejoso, por delito
contra la libertad - violacin de la libertad de trabajo y otro, en agravio de Jacinto Za-
pata Inicio y otro; y los devolvieron.
85
Leonardo Caldern Valverde
establece el artculo noveno del Decreto Legislativo nmero ciento veinticuatro, mo-
dificado por la ley nmero veintisiete mil ochocientos treinta y tres, el recurso de nu-
lidad es improcedente en los casos sujetos a este proceso sumario, y que cumplida la
instancia plural no procede ningn recurso, por lo que siendo el objeto de la presente
queja que se conceda el recurso de nulidad denegado, resulta improcedente tal pre-
tensin: DECLARARON IMPROCEDENTE el recurso de queja de derecho formulada
por Augusto Crdova Banuta; en la instruccin seguida contra el quejoso, por delito
contra la libertad - violacin de la libertad de trabajo y otro, en agravio de Pedro Mario
Garca Yataco y otro; y los devolvieron.
86
Derecho Penal Laboral
87
Leonardo Caldern Valverde
26 Absolucin por delito contra la libertad del trabajo: Acusado ces del cargo
antes del requerimiento de pago de la deuda laboral
88
Derecho Penal Laboral
Incidente nmero dos; que no ha sido notificado con la resolucin que ordena cance-
lar un monto de dinero al agraviado, ni en forma personal, por la empresa ni por inter-
medio de sus asesores y que recin conoce de esta causa el da que rinde su instructiva.
Que, estando a lo expuesto, odo el informe oral correspondiente ha llegado el mo-
mento de resolver; y CONSIDERANDO:
Primero: Que, el delito de violacin de la libertad de trabajo, previsto y penado por el
artculo 168 del Cdigo Penal, en el supuesto investigado, es un tipo doloso que se co-
mete objetivamente, cuando se () incumple las resoluciones consentidas o ejecuto-
riadas dictadas por la autoridad competente; vale decir que para la configuracin de
este delito se requiere: a) La existencia de una resolucin judicial consentida o ejecu-
toriada dictada por autoridad competente; b) El requerimiento de cumplimiento de la
resolucin judicial; y c) Que pese al requerimiento se incumpla con lo ordenado.
Segundo: Que, la imposicin de una pena precisa se lesionen los bienes jurdicos tu-
telados, que en el delito de violacin de la libertad de trabajo es la libertad de traba-
jo; as como la responsabilidad penal de su autor cuyo quebrantamiento viene a cons-
tituirse en el delito investigado y cuyo fin es garantizar el cumplimiento de las dispo-
siciones laborales.
Tercero: Que, adems, en caso de conductas por actuaciones en lugar de otro, enten-
dida como responsabilidad penal por el hecho de otro, como es lo que se atribuye al
procesado de autos, es necesario precisarse que nuestro Cdigo Penal ha regulado di-
cha figura en su artculo veintisiete, pero solo cuando una persona acta como rga-
no de representacin legal de una persona jurdica o como socio representante auto-
rizado de una sociedad, y en tal condicin realiza el tipo legal de un delito, caso en el
cual este resulta responsable como autor, aunque los elementos especiales que funda-
mentan la penalidad de este no concurran en l, pero s en la representada; por lo que
siendo esto as, es necesario acreditar si al momento de la conducta omisiva imputa-
da el procesado tena o no la calidad de gerente y consecuentemente representante
legal de la empresa Agroindustrial Pucal S.A., porque caso contrario estaremos ante
una ausencia total de accin, ya sea en sentido positivo como negativo.
Cuarto: Sin embargo, es necesario precisar que, tal como se ha sealado en la parte
expositiva, la conducta omisiva imputada al procesado consiste en el incumplimiento
al pago de la suma de veintiocho mil setenta nuevos soles, es decir, el monto a pagar
contenido en la resolucin nmero diez de fecha doce de enero del ao dos mil, ex-
pedida en la instruccin nmero ciento setenta del ao dos mil seguida ante el Cuar-
to Juzgado Especializado Laboral, resolucin debidamente confirmada por la Sala Su-
perior Civil conforme se aprecia de la resolucin fotocopiada que obra folios nueve de
autos.
Quinto: Que de igual manera se encuentra acreditado en autos que el requerimiento
de pagos de las referidas resoluciones a la empresa demandada se ha producido el da
treinta y uno de enero del ao dos mil uno y catorce de julio del mismo ao, tal como
se puede verificar de folios diez y quince, por lo que siendo esto as, falta nicamente
establecer si en la fecha de dichos actos procesales, el procesado tena la calidad de re-
presentante legal de la Empresa Agroindustrial Pucal S.A., para poder atribuirle res-
ponsabilidad penal de conformidad con el artculo veintisiete del Cdigo Penal, como
es la pretensin del Ministerio Pblico.
89
Leonardo Caldern Valverde
Sexto: Que, de la revisin de la Ficha Registral debidamente legalizada que obra a fo-
lios sesenta y dos a sesenta y siete del incidente nmero dos que se acompaa a la pre-
sente, se logra determinar que si bien el procesado se desempe como gerente de
la Empresa Agroindustrial Pucal S.A., tambin lo es que al procesado de autos se le
nombr gerente desde fines del mes de setiembre del ao novecientos noventa y nue-
ve (ver folios sesenta y cinco vuelta del incidente nmero dos) hasta el mes de marzo
del ao dos mil, fecha en la cual se revoca todos los poderes que se le otorg como ge-
rente de la Empresa Agroindustrial Pucal S.A. (ver folios sesenta y seis vuelta del in-
cidente nmero dos), situacin que corrobora la versin del procesado en su declara-
cin instructiva de folios ciento dieciocho a ciento diecinueve de autos.
Stimo: Que si tenemos en cuenta lo sealado en el considerando precedente, no se
puede atribuir al procesado conducta dolosa respecto del delito investigado, toda vez
que el cargo de gerente de la Empresa Agroindustrial Pucal S.A. lo ejerci antes del
requerimiento de las resoluciones por cuyo incumplimiento se le procesa, pues resulta
claro que dichos actos se han producido el da treinta y uno de enero del ao dos mil
uno y catorce de julio del mismo ao, vale decir un ao aproximadamente de la fecha
en que procesado fue cesado en su cargo.
Octavo: Que estando a lo sealado, no se puede dar por probada la conducta omisi-
va dolosa que se imputa al procesado, resultando en consecuencia imperativo absol-
verlo de la acusacin fiscal.
Por tales consideraciones, en aplicacin de los artculos 280, 283 y 284 del Cdigo de
Procedimientos Penales, el Juez del Octavo Juzgado del Mdulo Corporativo Penal de
la provincia de Chiclayo, administrando justicia a nombre de la Nacin, con el criterio
de conciencia: FALLA: ABSOLVIENDO de la acusacin fiscal al procesado J.A.M.C., en
los seguidos por el delito contra la libertad de trabajo en agravio de S.A.R.M.; en con-
secuencia, consentida o ejecutoriada que sea la presente, ANLENSE lo antecedentes
policiales y judiciales que le haya pedido generar la presente investigacin, y archve-
se definitivamente la presente causa. Notifquese conforme a ley.
90
Derecho Penal Laboral
91
Leonardo Caldern Valverde
representante hasta agosto del dos mil tres, en que fue cerrada dicha empresa; versin
esta que no es creble por cuanto, como es de verse en los actuados que acompaan
a la denuncia de parte, aparece que la demanda formulada ante el juzgado de traba-
jo es contra su persona en su condicin de gerente de la Empresa Almacenes Dige-
nes, y que incluso es su persona la que contesta dicha demanda en representacin de
la referida empresa. Y asimismo no corre en autos ningn documento que acredite el
cese de su relacin laboral con la mencionada empresa, y que en todo caso la senten-
cia que se emita es por el incumplimiento de los pagos que pudo haberlo hecho cuan-
do se encontraba a cargo de su representada, y que no obstante ello, obliga al agra-
viado a recurrir a la va judicial; que asimismo posterior al decreto de saneamiento de
da y hora para la lectura de sentencias ha deducido la excepcin de naturaleza de ac-
cin, argumentando que los hechos que se le imputan no tiene contenido penal y que
su actitud no es justiciable penalmente, la misma que debe declararse infundada en
razn de que la conducta desplegada por su persona se encuentra inmersa dentro de
los presupuestos establecidos del artculo ciento sesenta y ocho del Cdigo Penal vi-
gente; en tal virtud se hace necesario la intervencin punitiva del Estado imponindo-
le al mismo una sentencia con carcter de pena suspendida, sin perjuicio de fijrsele
una reparacin civil acorde al dao causado teniendo en cuenta las condiciones eco-
nmicas del infractor de la norma penal; por estas consideraciones analizados los he-
chos y las pruebas con criterio legal y de conciencia, con la facultad conferida por el
artculo sexto del Decreto Legislativo ciento veinticuatro y de conformidad con los ar-
tculos once, doce, veintitrs, cuarenta y cinco, cuarenta y seis, noventa y dos, noven-
ta y tres y ciento sesenta y ocho del Cdigo Penal y artculos doscientos ochenta, dos-
cientos ochenta y tres y doscientos ochenta y cinco del Cdigo de Procedimientos Pe-
nales; administrando justicia a nombre de la Nacin: FALLO: declarando INFUNDADA
la excepcin de naturaleza de accin, deducida por el acusado Alfonso () y CONDE-
NANDO al mismo Alfonso () como autor del delito de violacin a la libertad de tra-
bajo en agravio de Abel () a un ao de pena privativa de libertad suspendida en su
ejecucin por el mismo trmino de un ao, y al pago de la suma de trescientos nue-
vos soles por concepto de reparacin civil, a favor del agraviado antes del citado, sin
perjuicio del pago de la suma de tres mil novecientos tres nuevos soles con ochenta y
siete cntimos, y novecientos nuevos soles por concepto de intereses y costos a favor
del agraviado en forma solidaria con la empresa demandada, pena privativa de liber-
tad que se suspende a condicin de que el sentenciado observen las siguientes reglas
de conducta: no frecuentar lugares ni personas de dudosa reputacin, no variar de do-
micilio real ni ausentarse del lugar de su residencia sin autorizacin judicial, concurrir
al juzgado a registrarse cada treinta das, firmando el libro pertinente, a no ingerir be-
bidas alcohlicas, no cometer nuevo delito doloso, cumplir con sus obligaciones como
empleador con sus trabajadores, as como reparar el dao causado por su delito salvo
que demuestre que se encuentra imposibilitado para ello, todo bajo apercibimiento
de ser amonestado, prorrogarle el periodo de prueba o revocarle la suspensin de la
pena impuesta y convertirla en efectiva segn corresponda; MANDO, que consentida
o ejecutoriada que sea la presente se expida y remita el testimonio y boletn de conde-
na para su inscripcin en el Centro Operativo del Registro Nacional de Condenas, y en
las dems oficinas que determina la ley; oportunamente archvese el expediente, en el
modo y forma de ley; DESE aviso a la Sala Penal Superior, con conocimiento.
92
Derecho Penal Laboral
28 Absolucin por delito contra la libertad del trabajo: Empresa obligada a cancelar
la deuda laboral se encontraba en disolucin
INSTRUCCIN N 2016-05
SENTENCIA
Trujillo, veinticinco de octubre de dos mil cinco
VISTA; la instruccin nmero dos mil diecisis - dos mil cinco seguida contra Hernn
() por el delito contra la libertad de trabajo, en agravio de Santos (); RESULTA DE
AUTOS: Que, en mrito de la denuncia de parte de fojas uno, y formalizacin de de-
nuncia de fojas cuarenta y uno, por auto de fojas cuarenta y tres, se apertur la presen-
te instruccin, la misma que ha sido tramitada conforme a las normas del proceso pe-
nal sumario, vencido el trmino de investigacin, se remitieron los autos a la Fiscala
Provincial, quien a fojas sesenta, emite acusacin; devuelto el expediente es puesto a
disposicin de las partes para que formulen sus alegatos, como lo prescribe el artculo
quinto del Decreto Legislativo ciento veinticuatro, por lo que vencido dicho trmino,
ha llegado el momento de expedir la sentencia que a su estado corresponde; Y CONSI-
DERANDO: Primero: Que, de los actuados fluye que el agraviado Santos () deman-
d ante el primer juzgado laboral de esta ciudad al hoy acusado Hernn () en su ta-
rea de representante de la empresa () S.A. por el pago de su compensacin de tiem-
pos de servicios y vacaciones, en cuyo proceso se orden el pago de la suma de quince
mil trescientos veintitrs nuevos soles con treinta y dos nuevos soles, pago que no ha
sido pagado oportunamente por lo que se procede a instaurar la presente accin pe-
nal; Segundo: Que al declarar, en su preventiva, el agraviado Santos (), a fojas cua-
renta y siete, se afirma y ratifica en su denuncia de parte, sosteniendo que no ha recibi-
do ninguna cantidad de pago ordenado por el juzgado laboral, pese a que elaboraron
un cronograma de pagos y que las fechas que concurri para recaudar los indicados
pagos, le indicaron que no haba dinero; Tercero: Que, al rendir su declaracin instruc-
tiva, el acusado Hernn (), no se considera responsable de los hechos que se le impu-
tan, sosteniendo que efectivamente se desempea como gerente general de la em-
presa S.A. desde el mes de mayo del ao dos mil cuatro hasta la actualidad, agregando
asimismo que no ha sido notificado con resolucin alguna para el pago que se deba
hacer al agraviado; pero asimismo, indica que dicha empresa se encuentra quebrada
y paralizada por disposicin de Indecopi, habiendo tomado conocimiento de la exis-
tencia de este proceso al haber sido intervenido policialmente recientemente, y que es
imposible el pago de los beneficios del trabajador agraviado por haber sido interveni-
da la empresa por Indecopi, como as lo acredita con la copia xerografita del diario ofi-
cial El Peruano de fojas ciento uno, su fecha cinco de setiembre del mismo ao; Cuarto:
Que, efectivamente, como es de verse del recorte periodstico del diario oficial
93
Leonardo Caldern Valverde
94
Derecho Penal Laboral
INSTRUCCIN N 2003-4943-0-1701-J-PE-4
SENTENCIA
Chiclayo, veintinueve de setiembre de dos mil cuatro
VISTA; la presente causa signada con el nmero cinco mil trescientos diez, dos mil tres,
seguida contra Jorge () identificado con Documento Nacional de Identidad nmero
(), natural de Huaraz, nacido el treinta y uno de agosto de mil novecientos cuarenta
y tres, hijo de Teobaldo () y Carmen (), casado, (), Gerente General de la Empresa
(); por delito de violacin de la libertad de trabajo, en agravio de Jorge (); dictn-
dose contra el procesado mandato de comparecencia. Efectuada la investigacin judi-
cial, se ha llegado a determinar los siguientes hechos:
A) El agraviado Jorge () demand el pago de sus adeudos laborales ante el Segundo
Juzgado Laboral de Chiclayo a la Empresa () declarndose fundada la demanda por
resolucin de fecha doce de marzo de dos mil tres, ordenndose a la demandada pa-
gue al agraviado la suma de seis mil quinientos sesenta y tres nuevos soles, con trein-
ta cntimos de nuevo sol (folios cuatro a seis).
B) Por resolucin de folios once, de fecha veinticinco de julio del dos mil tres, reso-
lucin nmero catorce, se dispone notificar al procesado, en su condicin de Geren-
te General de la demandada para que en el trmino de tres das pague el agraviado el
monto sealado en punto A, bajo apercibimiento de denunciarlo penalmente.
C) La notificacin de la resolucin catorce a la empresa demandada se realiz el da
diecisis de agosto del dos mil tres, sin haberle dado cumplimiento (folios trece).
D) El procesado fue designado Gerente General de la Empresa () a partir del da ocho
de julio de dos mil tres (folios treinta y dos).
95
Leonardo Caldern Valverde
El representante del Ministerio Pblico emite acusacin a folios setenta y cinco y seten-
ta y seis, opinando que se encuentra acreditado que el inculpado es responsable de la
comisin del delito investigado, solicitando se le imponga dos aos de pena privati-
va de la libertad y se fije la suma de doscientos nuevos soles el monto de la reparacin
civil, sin perjuicio que la empresa () cancele el monto total adeudado al agraviado.
Por su parte, el procesado, al rendir su declaracin instructiva a folios treinta y nueve y
cuarenta, sostiene no haber recibido de modo personal la notificacin del Juzgado La-
boral que ordena el pago de suma de dinero a favor del agraviado, resolucin que pro-
bablemente haya sido recibida por el departamento legal donde ingresa toda la docu-
mentacin, y que si no ha cumplido ha sido por la difcil situacin econmica que atra-
viesa la empresa, sin embargo proceder a cursar carta el agraviado para proponerle
una transaccin extrajudicial mediante pagos fraccionados pues los adeudos labora-
les al personal jubilado, sobrepasa los cincuenta y nueve millones de soles.
Y CONSIDERANDO:
Primero: Que, el delito de violacin a la libertad de trabajo se tipifica a tenor de lo dis-
puesto por el segundo prrafo del artculo ciento sesenta y ocho del Cdigo Penal, re-
quiriendo para su configuracin que el agente incumpla las resoluciones consentidas
o ejecutadas, dictadas por la autoridad competente.
Segundo: Estando a lo sealado en el considerando precedente, los elementos de es-
te delito son a) la existencia de una resolucin judicial consentida o ejecutoriada dicta-
da por la autoridad competente; b) el requerimiento de cumplimiento de la resolucin
judicial, c) que se incumpla lo ordenado.
Tercero; El bien jurdico tutelado es tanto la libertad de trabajo como la garanta del
cumplimiento de las disposiciones legales.
Cuarto: Del anlisis de los actuados, se advierte que se encuentra debidamente acre-
ditado el delito instruido, pues con la sentencia copiada de folios cuatro a seis, se acre-
dita la existencia de una resolucin judicial ejecutoriada dictada en un proceso laboral
seguido por el agraviado Jorge (), en donde se dispone el pago a su favor de la suma
de seis mil quinientos sesenta y tres nuevos soles con treinta cntimos de nuevo sol,
mientras que el requerimiento para su cumplimiento est acreditada con la resolucin
de folios once y asiento de notificacin de folios trece.
Quinto: En cuanto al aspecto subjetivo, igualmente se encuentra acreditado, toda vez
que el procesado, no obstante haber sido debidamente notificado, no ha cumplido
con efectuar el pago ordenado por el Juzgado Laboral y si bien es cierto al rendir su
declaracin instructiva, ofrece citar al agraviado para llegar a un acuerdo extrajudicial
y pagar la deuda laboral segn las posibilidades econmicas de la empresa, tambin
lo es que ello no ha ocurrido pese al tiempo transcurrido, lo que evidencia de un lado
la posibilidad de hacer pagos parciales y de otro lado, el dolo con el que ha actuado al
no cumplir con los pagos ordenados judicialmente, adems de continuar en tal actitud
al no haber realizado la convocatoria a la que se comprometi
Sexto: Siendo esto as, y no existiendo causales de justificacin, exculpacin o inimpu-
tabilidad que excluyan su responsabilidad penal resulta susceptible de una sancin
penal.
96
Derecho Penal Laboral
97
Leonardo Caldern Valverde
98
Derecho Penal Laboral
otros conceptos, accin que la dirigi contra la Empresa Rectificaciones Trujillo S.A.,
teniendo como gerente general al hoy acusado Manuel Lozano Rivera, que dicha ac-
cin laboral fue tramitada en el Exp. N 3437-2001, en el cual mediante sentencia re-
cada en la Resolucin N 41 de fecha 10 de agosto de 2005, se declara fundada en par-
te la demanda y se ordena que dicha entidad demandada pague al actor la suma de
treinta y siete mil doscientos noventa y tres con diecinueve cntimos de nuevos soles
(S/. 37,293.19); sentencia que fuera confirmada por la Sala Laboral mediante la Resolu-
cin Judicial N 53 de fecha 18 de mayo de 2005. Posteriormente, con fecha 25 de se-
tiembre del ao 2006, se emite la Resolucin N 42, en la que se requera a la empresa de-
mandada para que en el trmino de tres das de notificada cumpla con el pago de la su-
ma aprobada ascendiente a S/. 37,293.19 bajo apercibimiento de otorgarse copias cer-
tificadas para la denuncia penal correspondiente; a su vez mediante Resolucin Judicial
N 46 de fecha 15 de enero del ao 2007 se aprob la suma de S/. 21,750.11 nuevos so-
les por concepto de intereses as como la suma de S/. 4,000.00 nuevos soles por cos-
tos procesales, ms el 5% esto es S/. 80.00 nuevos soles para el Colegio de Abogados
de La Libertad, por lo que sumados estos tres ltimos montos de dinero ascienden a
S/. 25,830.11 nuevos soles, por lo que sumados con el monto de los beneficios sociales
ascienden finalmente a la suma de S/. 63, 123.30 nuevos soles, cuyo no pago por par-
te del inculpado ha generado la presente.
CALIFICACIN JURDICA
3. Los hechos expuestos han sido tipificados por el Ministerio Pblico como delito con-
tra la libertad en la modalidad de violacin de la libertad de trabajo previsto y sancio-
nado en el numeral 3 del artculo 168 del Cdigo Penal.
PRETENSIN PUNITIVA
4. Mediante requisitoria oral, la misma que mantiene los cargos del requerimiento mix-
to de acusacin y archivo efectuado en escrito de fojas ciento treinta y siete a ciento
cuarenta y cuatro, la representante del Ministerio Pblico solicita se confirme la sen-
tencia apelada suspendida no habindose pronunciado respecto de la reparacin civil
por haber actor civil y que dicha parte ya lo ha sustentado.
PRETENSIN CIVIL
5. La defensa solicita que la sentencia sea confirmada pero revocada en el extremo de
la reparacin civil por cuanto lo establecido en la sentencia no cubre los gastos irro-
gados al agraviado, por cuanto el inculpado se ha valido de muchas argucias para di-
latar el proceso sin considerar que los adeudos tienen carcter alimentario; asimismo
en cuanto al plazo se debe revocar el mismo y no darle mucho plazo, de igual forma
el monto debe ser sealado en la suma S/. 23,8782.40 que es el monto calculado por
gastos y dao, el cual debe ser pagado en el plazo de treinta das, ya que darle un pla-
zo mayor sera avalar la actitud dilatoria del inculpado.
PETICIN DE LA DEFENSA
6. Solicita que se revoque la sentencia y reformndola se le absuelva de la acusacin
fiscal, atendiendo a los fundamentos que estn registrados en audio y que se resu-
me en los siguientes: que cuando se entabla la demanda laboral, su defendido no era
el representante legal de la empresa demandada Rectificaciones Trujillo S.A., pues el
99
Leonardo Caldern Valverde
100
Derecho Penal Laboral
de libertad no mayor de dos aos cuando obliga a otro, mediante violencia o amena-
za, a realizar cualquiera de los actos siguientes: 1) Integrar o no un sindicato; 2) Pres-
tar trabajo personal sin la correspondiente retribucin; 3) Trabajar sin las condiciones
de seguridad e higiene industriales determinadas por la autoridad; asimismo la misma
pena se aplicar al que incumple las resoluciones consentidas o ejecutoriadas dictadas
por la autoridad competente; y, al que disminuye o distorsiona la produccin, simula
causales para el cierre del centro de trabajo o abandona este para extinguir las relacio-
nes laborales; texto del artculo modificado por la Tercera Disposicin Derogatoria y Fi-
nal del Decreto Supremo N 001-97-TR, publicado el 01/03/1997.
V. PREMISAS FCTICAS. LA CARGA DE LA PRUEBA
13. En un proceso penal la carga de la prueba recae sobre aquellos sujetos procesales
que acusan o sostienen una imputacin de contenido penal, representados por el Mi-
nisterio Pblico como ente autnomo del Estado, por ende este tiene el deber de aco-
piar los medios probatorios legales, suficientes, conducentes y pertinentes que con-
lleven a demostrar la existencia de delito y la responsabilidad plena del acusado; es-
to sin perjuicio de la actividad probatoria que pudiera desplegar el imputado o acusa-
do con la finalidad de coadyuvar a su defensa para efectos exculpatorios o atenuan-
tes de la acusacin formulada, siendo que, de este despliegue de actividad probato-
ria de cargo y de descargo, va a permitirle al juzgador que pueda efectuar una contras-
tacin conjunta y razonada de todos los elementos probatorios a efectos de determi-
nar la inocencia o culpabilidad de quien es sometido a juzgamiento, ello con aplica-
cin legtima de la garanta constitucional de la presuncin de inocencia que rodea al
acusado, el mismo que establece como axioma jurdico que la inocencia se presume y
la culpabilidad se demuestra.
LA SENTENCIA
14. La sentencia constituye la decisin definitiva de una cuestin criminal, acto com-
plejo que contiene un juicio de reproche o de ausencia del mismo sobre la base de he-
chos que han de ser determinados jurdicamente. En tal sentido, el establecimiento de
la responsabilidad supone en primer lugar la valoracin de la prueba actuada con la
finalidad de establecer los hechos probados; en segundo lugar la precisin de la nor-
matividad aplicable y posteriormente la individualizacin de la pena; y, en tercer lu-
gar realizar la subsuncin de los hechos en la normatividad jurdica, posteriormente,
de ser el caso, se tendr que individualizar la pena y determinarse el monto de la repa-
racin civil.
ANLISIS PROBATORIO DE LO ACTUADO EN EL JUICIO ORAL
15. Considerando que en esta etapa no se han admitido ni actuado nuevos medios de
prueba y la impugnacin deviene en una cuestin de puro derecho, el Colegiado op-
t por no interrogar al imputado disponiendo pasar a la siguiente etapa de la oraliza-
cin de los documentos que no hayan sido oralizados en el juicio oral por lo que al no
haber pendiente ninguno por todas las partes procesales, se dio pase a los alegatos
de clausura.
16. Que, la parte civil consider que la sentencia debe ser confirmada, que est acredi-
tado que la empresa demandada representada por el acusado no ha cumplido con el
pago de los adeudos laborales sealados y liquidados en el proceso laboral donde se
101
Leonardo Caldern Valverde
le ha notificado para que cumpla con pagarlos bajo apercibimiento de ser denuncia-
do por el delito de violacin de la libertad de trabajo; y respecto a la reparacin civil,
debe tenerse en cuenta que se ha presentado una serie de documentos con los que se
acredita que el agraviado ha efectuado una serie de gastos para este proceso, no obs-
tante que la justicia penal es gratuita, sin embargo el obtener copias certificadas as
como para notificar al acusado que dice vivir en las pampas de Pur Pur, lo cual cons-
tituye un ardid del acusado ya que l vive en la calle Jos Glvez en esta ciudad; ade-
ms considera que el plazo que se le debe otorgar para el pago de lo adeudado de-
be ser de treinta das y no de seis meses porque los adeudos laborales tienen carc-
ter alimentario.
17. Que, a su turno la representante del Ministerio Pblico manifiesta que conforme a
los medios de prueba oralizados, ha quedado una vez ms acreditado la culpabilidad
de acusado porque no obstante de haber sido notificado en las resoluciones nmeros
42 y 48 para que en su calidad de gerente de la Empresa Rectificaciones Trujillo S.A. le
pague al procesado por concepto de beneficios sociales y costos no ha cumplido pe-
se a que ha estado bajo el apercibimiento de remitirse copias al Ministerio Pblico pa-
ra que ejercite la accin penal como as se ha efectuado; lo que se encuentra probado
con las copias certificadas del proceso laboral que obra en autos as como con la copia
certificada de una partida electrnica de Registros Pblicos que acredita que el proce-
sado fue nombrado gerente de la empresa demandada desde el 13 de enero de 2004
por lo que acta como rgano de representacin de la citada persona jurdica; sien-
do que la medida cautelar tiende garantizar el pago de los adeudos laborales mientras
que la accin penal busca el reproche ante la conducta del acusado de desobedecer
el mandato judicial contenido en una resolucin consentida; debiendo en ese sentido
ser confirmada la sentencia en todos sus extremos;
18. Que, a su turno, el abogado defensor del acusado manifiesta que a la interposi-
cin de la demanda su defendido no era el representante legal de la empresa, tal co-
mo lo ha manifestado la seorita fiscal y obra en autos, el acusado fue nombrado ge-
rente en el ao 2004 cuando el proceso ya estaba sentenciado en la va laboral; ade-
ms manifiesta que existe una medida cautelar en va extrapenal que fue planteada
antes de que el ahora agraviado haga su denuncia penal, esta se trab sobre el in-
mueble ubicado en la calle Jos Glvez N 545 de propiedad de la Empresa Rectifica-
ciones Trujillo S.A. afectada hasta por la suma de S/. 70,000 nuevos soles pese a que
sus adeudos laborales son por la suma de S/. 63,000 y siendo que en el proceso la-
boral dicho inmueble se ha valorizado en la suma de S/. 300,000 nuevos soles, es de-
cir el adeudo est ampliamente garantizado; sin embargo, haciendo uso del abuso
del derecho entabla la accin penal en base a un doble apercibimiento que se efec-
ta cuando ya su defendido era el gerente general y que si el inmueble no se rema-
ta es porque el propio agraviado est poniendo trabas tratando de que se valorice
por una suma menor y poder as adjudicarse el inmueble no obstante que el mismo
agraviado manifiesta que el valor del inmueble es de 50,000 dlares, monto que su-
pera ampliamente el valor de los adeudos laborales, siendo ello as no considera que
los hechos sean justiciables penalmente ms an si se verifica que existe vigente la
ejecucin de la medida cautelar con lo que se corrobora que existe doble apercibi-
miento sobre el mismo hecho, no existiendo la intensin dolosa de no pagar ya que
la empresa est en quiebra conforme le consta al agraviado y as lo ha manifestado y
que si no se ha hecho la liquidacin es por causas econmicas; siendo que el poder
102
Derecho Penal Laboral
103
Leonardo Caldern Valverde
22. Que, si bien es cierto, existe en autos la sentencia expedida en el proceso laboral en
la que se ordena que la empresa demandada pague al accionante los beneficios socia-
les all considerados, en montos que ya se ha detallado y que el requerimiento de pa-
go ha sido notificado al representante legal de Rectificaciones Trujillo S.A. en uno de
sus domicilios sociales; bajo el apercibimiento de expedirse copias certificadas para la
denuncia penal correspondiente; cierto es tambin que conforme se evidencia de au-
tos; y, tal como lo ha sealado la defensa del sentenciado Lozano Rivera as como tam-
bin lo ha admitido el agraviado Villacorta Valverde, existe una medida cautelar or-
denada en el Expediente Laboral signado con el nmero 3437-2001, la misma que se
ha trabado en forma de inscripcin sobre el inmueble ubicado en la calle Jos Glvez
N 545 de esta ciudad de Trujillo, de propiedad de la entidad demanda y el mismo que
est inscrito en la Partida N 11013613 desde el 15 de julio de 2002, habiendo sido
reactualizada por insistente mandato judicial pese a que los Registros Pblicos ob-
servaron la reactualizacin de la medida cautelar por encontrase caduca al 16 de ma-
yo de 2008 en que se expide en el juzgado laboral la resolucin de reactualizacin de
la misma sin embargo, en la actualidad el juez del Cuarto Juzgado Laboral, doctor Jo-
s Martn Burgos Zavaleta, ha ordenado la reactualizacin de dicha medida cautelar,
tal como es de verse de la instrumental de fojas 224 y 225; de lo que se colige que en la
actualidad se encuentra afectado un inmueble de propiedad de la entidad demanda-
da hasta por la suma S/. 70,000. nuevos soles, tal y como ambas partes lo han admitido.
JUICIO DE SUBSUNCIN
23. Establecidos los hechos as como la normatividad jurdico-penal, corresponde rea-
lizar el juicio de subsuncin, conforme a los juicios de tipicidad, de antijuricidad y de
culpabilidad.
JUICIO DE TIPICIDAD
24. Como ya se ha dejado establecido, los hechos se encuentran adecuados al tipo
penal del delito contra la libertad en la modalidad de violacin de la libertad de tra-
bajo, como tal est contemplado en el artculo 168 parte in fine del Cdigo Penal.
Con relacin al tipo objetivo se tiene que el acusado ha incumplido el mandato de una
resolucin judicial en la cual se dispona que pague al ahora agraviado el monto liqui-
dado por beneficios sociales, intereses y costos debidamente liquidados y aprobados
en sede extrapenal.
Con relacin al tipo subjetivo, si bien el imputado ha tenido conocimiento del reque-
rimiento judicial para que pague al ahora agraviado los beneficios sociales liquidados,
este no ha cumplido con ello en razn de que, por un lado, la empresa ha estado atra-
vesando por un estado de quiebra lo que no le ha permitido tener liquidez o disponi-
bilidad de dinero, resultando esta particular situacin ajena a su voluntad, puesto que
no es factible cumplir el pago si se carece del efectivo dinerario; por otro lado, si bien
es cierto, ha sido consciente de que su accionar es el de desobedecer a la autoridad ju-
dicial, cierto es tambin, como lo han afirmado tanto agraviado como imputado, que
no ha cumplido con el pago debido a que uno de los bienes inmuebles de propiedad
de la empresa est embargado y por ms que lo ha pretendido vender para que con
ese dinero pague lo adeudado al agraviado, no ha sido posible debido a que se en-
cuentra afectado con una medida cautelar trabada a solicitud del propio agraviado
104
Derecho Penal Laboral
hasta por la suma de S/. 70,000 nuevos soles, cantidad ms que suficiente para garan-
tizar el pago ntegro de la deuda; lo que sin duda le resta carcter delictivo a la con-
ducta del acusado.
25. Que, tambin se arriba a la conclusin de que la conducta del acusado si bien es
tpica, no se puede concluir que aquel dolosamente ha desobedecido o se ha resisti-
do a dar cumplimiento al mandato judicial, pues queda claro que ya exista una medi-
da cautelar en forma de inscripcin sobre un inmueble de la empresa, trabada en for-
ma de inscripcin con fecha 15 de julio de 2002, es decir, con anterioridad al requeri-
miento judicial de pago bajo apercibimiento de expedirse copias certificadas para la
denuncia penal respectiva; notificacin que se materializ el 27 de abril de 2007, tal
como es de verse de las constancias de fojas 109 y 110 del expediente judicial, as co-
mo de lo expuesto en el punto 2 de la presente en el acpite de los hechos imputados.
26. Que, por otro lado, igualmente es evidente que en el proceso laboral la deuda por
beneficios sociales, intereses y costos procesales liquidada y pendiente de pago se
encuentra debidamente garantizada con la medida cautelar, la misma que est sien-
do ejecutada en sede extrapenal; por lo que resultando el proceso penal la ltima ra-
tio o el ltimo recurso que tienen las partes para lograr sus expectativas, no resul-
ta justiciable penalmente sancionar al acusado ni menos efectuar reproche penal de-
biendo estimarse que la conducta del imputado no es dolosa y tampoco se puede
concluir que en su accionar haya mediado la voluntad criminal de sustraerse al pa-
go de la obligacin; pues como lo ha manifestado en sus palabras finales ante esta
Superior Sala Penal, s tiene la voluntad de pago pero le es imposible cumplirla debi-
do a que, por un lado, no puede vender el inmueble porque est embargado y tam-
poco puede afectar al banco el mismo para obtener dinero y cumplir con la deuda la-
boral; y por otro lado, no puede ser rematado el mismo porque es el propio agravia-
do el que pone trabas en la ejecucin de la medida cautelar, la misma que dicho sea
de paso est acreditada en autos que en la actualidad ha sido reactualizada confor-
me se advierte de la constancia registral de fojas 224 y 225 de lo que se colige que
no existe dolo en el accionar del encartado y por ende, la presuncin de inocencia de
aquel se mantiene inclume y por lo tanto no puede ser objeto de sancin penal en
base a las instrumentales aportadas por el representante del Ministerio Pblico y por
el actor civil, las mismas que tampoco resultan suficientes para determinar la respon-
sabilidad penal del procesado ni menos la imputacin efectuada por el agraviado en
el sentido que aquel se niega a cancelarlo; puesto que como ya ha quedado acredita-
do en autos, el adeudo laboral est debidamente garantizado con una medida cau-
telar anterior al requerimiento judicial de pago y por tanto existiendo en la sede ex-
trapenal la suficiente garanta que el agraviado no ver ilusoria la satisfaccin de su
acreencia laboral, la sancin penal que se pretende, en aplicacin del principio de m-
nima intervencin o ltima ratio, deviene en inaplicable porque se estara efectuan-
do una doble sancin ante un mismo hecho lo cual no es amparable legalmente y
constituye aquello un abuso del derecho que de ninguna manera se puede convalidar.
Por todas las consideraciones expuestas, analizando los hechos y las pruebas con las
reglas de la sana crtica y de conformidad con las normas contenidas en los conside-
randos citados precedentemente; la Primera Sala Penal de Apelaciones de la Corte Su-
perior de Justicia de La Libertad, ha resuelto:
105
Leonardo Caldern Valverde
RESOLUCIN
1. REVOCAR: la sentencia venida en grado, en el extremo que condena al acusado Ma-
nuel Lozano Rivera, por el delito contra la libertad en la modalidad de violacin de la li-
bertad de trabajo en agravio de Edmundo Anselmo Villacorta Valverde, a dos aos de
pena privativa de libertad, suspendida por el plazo de un ao y sujeto a las reglas de con-
ducta que all se mencionan as como al pago de la reparacin civil tambin establecida.
2. REFORMNDOLA: ABSOLVIERON al acusado Manuel Lozano Rivera, del delito
contra la libertad en la modalidad de violacin de la libertad de trabajo en agravio de
Edmundo Anselmo Villacorta Valverde.
3. DISPUSIERON que consentida o ejecutoriada que sea la presente se anule todos los
antecedentes que se hubieren generado como consecuencia de la presente investiga-
cin exonerndole del pago de costos procesales.
4. ACTU como vocal ponente el Doctor Jos Ricardo Cabrejos Villegas.
SS.
CABREJOS VILLEGAS
MILAGROS LEN VELSQUEZ
GONZLEZ LUJN
106
Derecho Penal Laboral
107
Leonardo Caldern Valverde
108
Derecho Penal Laboral
109
Leonardo Caldern Valverde
110
Derecho Penal Laboral
Octavo.- Por mayora, salvo dos votos, que la figura de incumplimiento de resoluciones
judiciales laborales debe ser estimada un delito instantneo de efectos permanentes.
Noveno.- Por mayora, menos un voto, que la figura del inciso primero del artculo 168
del Cdigo Penal corresponde a un delito instantneo de efectos permanentes.
Dcimo.- Por treinta votos contra once, que las figuras de los incisos 2 y 3 del artculo
168 del Cdigo Penal corresponden a delitos permanentes.
Undcimo.- Por mayora menos nueve votos, que el delito de usurpacin debe ser
reputado instantneo de efectos permanentes.
Duodcimo.- Por aclamacin, que en todos los casos la prescripcin debe computarse
desde la conclusin del periodo consumativo o continuado.
MOTIVOS NO ACOGIDOS POR EL PLENO:
Durante el debate se plantearon las siguientes consideraciones, que no fueron acogi-
das por el Pleno:
Primero.- Por su estructura, el injusto del delito permanente solo puede ser sancio-
nado por la ley vigente al final del estado consumativo, que es la nica que puede
reunir el completo desvalor que corresponde enjuiciar. La ley vigente al inicio del pe-
riodo consumativo no puede cubrir la tipicidad del periodo posterior a ella, por lo que
solo concurre a la calificacin la ley vigente al final del periodo consumativo. Los pro-
blemas de concurso de la ley en el tiempo solo se plantean, entonces, si terminado el
periodo consumativo entra en vigencia una ley ms favorable, nico caso en el cual co-
rresponder aplicar el principio de retroactividad benigna.
Segundo.- Para otra posicin, incluso los delitos originados en el incumplimiento de
mandatos firmes de la autoridad deben ser reputados como permanentes, en la medi-
da en que la omisin que los constituye genera un estado consumativo que solo cesa-
r cuando lo decida el agente.
Tercero.- Una tercera posicin afirm que todos los supuestos del artculo 168 del C-
digo Penal deban ser reputados delitos instantneos de efectos permanentes.
Cuarto.- Contradiciendo a la anterior, una cuarta posicin afirm que todos los su-
puestos del artculo 168 del Cdigo Penal deban ser estimados delitos permanentes.
Quinto.- Una ltima posicin sostuvo que la usurpacin deba ser estimada delito
permanente.
111
Leonardo Caldern Valverde
EXP. N 05270-2011-PA/TC
LA LIBERTAD
DAVID ANTONIO CHENG LIENDO
RESOLUCIN DEL TRIBUNAL CONSTITUCIONAL
Lima, tres de mayo de dos mil doce
VISTO
El recurso de agravio constitucional interpuesto por don David Antonio Cheng Lien-
do contra la resolucin expedida por la Segunda Sala Civil de la Corte Superior de Jus-
ticia de La Libertad, de fojas 353, su fecha 8 de agosto de 2011, que declar improce-
dente la demanda de autos; y,
ATENDIENDO A
1. Que con fecha 10 de mayo de 2011, el recurrente interpone demanda de amparo
contra el titular del Octavo Juzgado Unipersonal de Trujillo, los vocales integrantes de
la Primera Sala Penal de Apelaciones de la Corte Superior de Justicia de La Libertad y el
Procurador Pblico a cargo de los asuntos judiciales del Poder Judicial, solicitando que
se declaren inaplicables y sin efecto la resolucin judicial N 6 (sentencia) de fecha 22
de enero de 2010, y su posterior confirmacin mediante auto de vista de fecha 31 de
mayo de 2010, ambos fallos dictados en la causa penal N 1437-2009, seguida en con-
tra suya por el delito de violacin a la libertad de trabajo en agravio de Carlos Alberto
Daz Portal; y que reponiendo las cosas al estado anterior a la violacin constitucional
se le notifique en su domicilio real, a efectos de que ejercite su derecho de defensa. A
112
Derecho Penal Laboral
113
Leonardo Caldern Valverde
6. Que por el contrario, se advierte de los autos que el amparista ha recurrido previa-
mente al proceso ordinario de nulidad de cosa juzgada fraudulenta N 00248-2010, pa-
ra pedir tutela frente a la alegada indefensin, que a su juicio ocasion que en el pro-
ceso laboral (Exp. 288-2006) las notificaciones se cursaran a un lugar distinto de los do-
micilios de su representada, pretensin que guarda directa relacin con el petitorio del
presente proceso de amparo.
7. Que por consiguiente, siendo evidente que los hechos alegados carecen de inciden-
cia directa sobre el contenido constitucionalmente protegido de los derechos invoca-
dos, y que el amparista recurri a otro proceso judicial para pedir tutela de los atribu-
tos invocados, resultan de aplicacin los incisos 1) y 3) del artculo 5 del Cdigo Proce-
sal Constitucional.
Por estas consideraciones, el Tribunal Constitucional, con la autoridad que le confiere
la Constitucin Poltica del Per
RESUELVE
Declarar IMPROCEDENTE la demanda.
Publquese y notifquese.
SS.
URVIOLA HANI
VERGARA GOTELLI
CALLE HAYEN
114
Derecho Penal Laboral
Los efectos del delito de violacin de la libertad del trabajo perduran mien-
tras subsista la situacin de inasistencia, esto es, que en cuanto el agente no
cumpla con la obligacin ordenada en la resolucin, el delito subsiste; es de-
cir, que la omisin de cumplir con la resolucin que obliga al pago de los be-
neficios sociales se produce y permanece en el tiempo, hasta que el agente
decide acatar la resolucin judicial. En tal sentido, el plazo de prescripcin
an no puede correr en el tiempo porque los efectos del delito todava no
han cesado, de lo que se infiere que este no ha prescrito.
EXP. N01516-2010-PHC/TC
ICA
BENT MOGELBERG SORENSEN
SENTENCIA DEL TRIBUNAL CONSTITUCIONAL
En Lima, a los 6 das del mes de octubre de 2010, la Sala Primera del Tribunal Consti-
tucional, integrada por los magistrados Beaumont Callirgos, lvarez Miranda y Urviola
Hani, pronuncia la siguiente sentencia:
ASUNTO
Recurso de agravio constitucional interpuesto por don Bent Mogelberg Sorensen con-
tra la sentencia expedida por la Sala Mixta Descentralizada de la Corte Superior de Jus-
ticia de Ica, de fojas 257, su fecha 18 de enero de 2010, que declar infundada la de-
manda de autos.
ANTECEDENTES
Con fecha 29 de abril del 2009, don Bent Mogelberg Sorensen interpone demanda de
hbeas corpus contra los vocales de la Sala Superior Mixta Descentralizada de Pisco de
la Corte Superior de Justicia de Ica, seores Renn Quiroz Crdenas, Bonifacio Mene-
ses Gonzales y seora Elizabeth Quispe Mamani, y contra el juez del Segundo Juzga-
do Penal de Pisco, seor Alfonso de Lama Villar, invocando la vulneracin de sus dere-
chos a la libertad personal e individual, al debido proceso y a la motivacin de las reso-
luciones judiciales, por haber expedido la resolucin de fecha 8 de abril de 2009, que
confirma la sentencia de fecha 10 de setiembre de 2008, expedida por el Segundo Juz-
gado Penal de Pisco, por la que se declara infundada la excepcin de prescripcin de
la accin penal y se lo condena a dos aos de pena privativa de la libertad suspendida
con carcter de condicional bajo el cumplimiento de determinadas reglas de conduc-
ta, por el delito de violacin de la libertad de trabajo.
Refiere que don Pedro Tumay Uchuya sigui contra la empresa Acucola Alaska S.R.L.,
de la cual el recurrente es su representante legal, un proceso laboral a fin de que se le
abonara los beneficios, y que en virtud de una sentencia se orden que su represen-
tada le abone al primero la suma de ocho mil seiscientos noventa y nueve nuevos so-
les, efectundose al efecto los apremios para el pago de dicha suma; que, sin embar-
go, debido a la crisis econmica en que se encontraba la empresa, solo pudo consignar
115
Leonardo Caldern Valverde
quinientos nuevos soles con fecha 15 de agosto de 2006, lo que motiv el requeri-
miento del pago mediante notificacin cursada el 10 de enero de 2006, fecha en que,
a su criterio, cometi el delito, cuando el recurrente tena 65 aos de edad, por lo que
a tenor del artculo 81 del Cdigo Penal se produjo la reduccin de los plazos de pres-
cripcin de la accin penal, ya que teniendo en cuenta el mximo de la pena aplica-
ble al delito instruido y de conformidad con el artculo 83 del citado cuerpo de leyes, la
pena a imponrsele sera de 3 aos; pero, conforme a la reduccin de la pena, el delito
prescribi a los 18 meses; es decir, que oper el 11 de julio de 2007; aduce que dicha
figura jurdica ha sido desestimada por el rgano jurisdiccional, al declarar infundada
la excepcin de prescripcin, limitndose as su derecho a la libertad personal por ha-
ber expedido sentencia pretendiendo sostener que el delito contra la libertad de tra-
bajo es continuado, lo cual no es cierto, porque es instantneo, por lo que sigue sien-
do perseguido indebidamente al imponrsele reglas de conducta.
El recurrente en su declaracin indagatoria seala que ha agotado todos los medios
impugnatorios contra la sentencia en referencia y que, de ejecutarse esta resolucin,
podran limitarse sus viajes al extranjero, porque tendra que acudir cada determinado
tiempo al juzgado, lo que constituye una limitacin a su libertad; agrega que el delito
por el que fue condenado ha prescrito.
El Tercer Juzgado Penal de Pisco, con fecha 11 de noviembre del 2009, declar infun-
dada la demanda por considerar que la sentencia expedida por el a quo ha observado
los principios y reglas de la normatividad adjetiva vigente, respetando el derecho del
imputado al juez natural, al juicio previo, el derecho de defensa, y los derechos de do-
ble instancia plural y de motivacin de resoluciones judiciales, por lo que la sentencia
ha sido debidamente sustentada en el aspecto fctico y legal, habiendo tenido el recu-
rrente la oportunidad de impugnarla, por lo que accedi a una segunda instancia don-
de el colegiado integrado por los vocales demandados de manera razonada se ha pro-
nunciado en la resolucin de vista respecto a los argumentos que sustentaron la reso-
lucin impugnada, mediante un anlisis jurdico doctrinario respecto al delito materia
del proceso penal, que es de naturaleza permanente. Seala que el recurrente preten-
de que en la va constitucional se emita un nuevo pronunciamiento sobre el fondo de
lo resuelto en la va ordinaria, a fin de determinar si dicho ilcito es instantneo, lo cual
no es posible en sede constitucional.
La Sala Superior competente confirm la apelada por fundamentos similares.
FUNDAMENTOS
1. El objeto de la demanda es que se declare sin efecto la resolucin de vista de fecha
8 de abril de 2009, que confirma la sentencia de fecha 10 de septiembre de 2008, ex-
pedida por el Segundo Juzgado Penal de Pisco, por la que se declara infundada la ex-
cepcin de prescripcin de la accin penal y se condena al demandante a dos aos
de pena privativa de la libertad suspendida con carcter de condicional bajo el cum-
plimiento de determinadas reglas de conducta, por el delito de violacin de la liber-
tad de trabajo. Se alega la prescripcin de este delito sealando que es de naturale-
za instantnea y que ha vencido el plazo prescriptorio reducido a la mitad de la pe-
na correspondiente, porque el demandante tena 65 aos de edad al momento de su
comisin.
116
Derecho Penal Laboral
2. Cabe recordar que la necesidad de que las resoluciones judiciales sean motivadas
responde a un principio que informa el ejercicio de la funcin jurisdiccional y es al mis-
mo tiempo un derecho constitucional de los justiciables. Mediante ella, por un lado, se
garantiza que la administracin de justicia se lleve a cabo de conformidad con la Cons-
titucin y las leyes (artculos 45 y 138 de la Constitucin) y, por otro, que los justicia-
bles puedan ejercer de manera efectiva su derecho de defensa. En efecto, uno de los
contenidos esenciales del derecho al debido proceso es el derecho de obtener de los
rganos judiciales una respuesta razonada, motivada y congruente con las pretensio-
nes oportunamente deducidas por las partes en cualquier clase de procesos, lo que es
acorde con el inciso 5 del artculo 139 de la Constitucin.
3. En la Sentencia recada en el Exp. N 3523-2008-HC/TC, este Tribunal seal que: ()
la prescripcin de la accin penal tiene relevancia constitucional, toda vez que se en-
cuentra vinculada con el contenido del derecho al plazo razonable del proceso, el cual
forma parte del derecho fundamental del debido proceso (); En el caso de que la
justicia penal hubiera determinado todos los elementos que permitan el cmputo del
plazo de prescripcin, podr ser cuestionado ante la justicia constitucional la prose-
cucin de un proceso penal a pesar de que hubiera prescrito la accin penal (funda-
mentos 8 y 10).
4. Segn se aprecia de la sentencia y resolucin de vista cuestionadas en autos (fojas
184 y 204), se ha cumplido con la exigencia de la motivacin toda vez que en ellas se
establece en forma clara los fundamentos por los cuales se desestim la solicitud de
prescripcin, los que se encuentran desarrollados en los considerandos Dcimo y Sex-
to, Sptimo y Octavo, respectivamente.
5. Asimismo, de autos se advierte que la causa en la que se desestim la defensa de for-
ma deducida por el recurrente y se le conden, fue tramitada en un proceso regular,
en el que el demandante tuvo la oportunidad de impugnar la sentencia que dio mri-
to a la resolucin de vista.
6. En cuanto al cuestionamiento mismo de los fundamentos para desestimar la pres-
cripcin, en las mencionadas sentencia y resolucin de vista se establece que el de-
lito contra la libertad de trabajo es de carcter permanente, por lo que, siguiendo la
regla del artculo 82, inciso 4), el plazo de prescripcin comienza desde que cesa la
permanencia.
7. Al respecto, conforme al artculo 82 del Cdigo Penal, el cmputo del plazo de pres-
cripcin opera desde la fecha en que se consum el delito (para el delito instantneo)
o desde el momento en que ces la actividad delictuosa (en los dems supuestos).
8. En el caso de autos, respecto del momento del cese de la permanencia, las citadas
resoluciones establecen de manera clara que los efectos del delito perduran mientras
subsista la situacin de inasistencia; esto es que cuando el agente no cumple con la
obligacin ordenada en la resolucin ordenada, el delito subsiste; es decir, que la omi-
sin de cumplir con la resolucin que obliga al pago de los beneficios sociales se pro-
duce y permanece en el tiempo, hasta que el agente decide acatar la resolucin judi-
cial, cumplimiento que no ha sido acreditado en autos.
9. En tal sentido, el plazo de prescripcin para el delito en mencin an no puede ser
computado, es decir que no puede correr en el tiempo porque los efectos del deli-
to todava no han cesado, de lo que se infiere que este no ha prescrito, por lo que la
117
Leonardo Caldern Valverde
118
Derecho Penal Laboral
EXP. N 02804-2008-PHC/TC
LIMA
MARTN FRANCISCO CORONADO ROS
RESOLUCIN DEL TRIBUNAL CONSTITUCIONAL
Lima, once de julio de dos mil ocho
VISTO
El recurso de agravio constitucional interpuesto por don Fernando Jos Garrido Jeffer-
son, a favor de don Martn Francisco Coronado Ros, contra la sentencia expedida por
la Primera Sala Penal para Procesos con Reos Libres de la Corte Superior de Justicia de
Lima, de fojas 284, su fecha 18 de febrero de 2008, que declara infundada la deman-
da de autos; y,
ATENDIENDO A
1. Que con fecha 21 de agosto de 2007 don Fernando Jos Garrido Jefferson interpo-
ne demanda de hbeas corpus a favor de don Martn Francisco Coronado Ros, y la di-
rige contra el fiscal de la Primera Fiscala Provincial Penal del Cusco, don Jess Ivn Loo
S; y contra la juez del Quinto Juzgado Penal del Cusco, doa Sonia lvarez Mendoza
de Pantoja, a fin de que se declare la nulidad de la denuncia fiscal de fecha 1 de agos-
to de 2005 y del auto apertorio de instruccin de fecha 16 de agosto de 2005, aducien-
do la vulneracin de su derecho constitucional al debido proceso, ms concretamen-
te, el derecho a la defensa y a la jurisdiccin predeterminada por la ley, relacionados
con la libertad individual.
2. Refiere que la persona de Amanda Valeriano Quispe interpuso demanda de pago de
beneficios sociales contra la empresa Per Hotel S.A., la que fue estimada en parte, or-
denndose en ejecucin de sentencia el pago de una determinada suma de dinero ba-
jo apercibimiento de iniciarse la ejecucin forzada, lo que no ha sido cuestionado; no
obstante ello refiere que se ha formalizado denuncia y luego instaurado proceso penal
contra el favorecido por el delito de violacin de la libertad de trabajo. Sobre ello se-
ala que debi procederse a la ejecucin forzada en la va laboral conforme al artculo
725 y siguientes del Cdigo Procesal Civil y no a la apertura de un proceso penal, ms
an si nunca existi requerimiento alguno con esta finalidad. Finalmente seala que se
ha vulnerado el derecho a la defensa ya que el nico requerimiento de embargo (eje-
cucin forzada) recado en el proceso laboral ha sido dirigido contra la empresa Per
Hotel S.A. en el que el beneficiario no ha sido parte ni litisconsorte; y que pese a ello,
119
Leonardo Caldern Valverde
ha sido denunciado por supuestamente haber incumplido una resolucin judicial fir-
me en el referido proceso laboral.
3. Que la Constitucin establece expresamente en el artculo 200, inciso 1, que a travs
del hbeas corpus se protege tanto la libertad individual como los derechos conexos;
no obstante, no cualquier reclamo que alegue afectacin del derecho a la libertad in-
dividual o derechos conexos puede reputarse efectivamente como tal y merecer tute-
la, pues para ello es necesario analizar previamente si tales actos denunciados vulneran
el contenido constitucionalmente protegido del derecho tutelado por el hbeas corpus.
4. Que este Tribunal Constitucional en reiterada jurisprudencia ha precisado que si
bien el debido proceso previsto por el artculo 139, inciso 3, de la Constitucin Poltica
garantiza la observancia de las garantas de orden procesal que asisten a las partes, no
es posible sin embargo tutelar en sede constitucional todas y cada una de dichas ga-
rantas, sino nicamente aquellas de rango constitucional. Es en ese sentido que no re-
sulta procedente cuestionar mediante los procesos constitucionales de la libertad co-
mo el hbeas corpus temas en los cuales la competencia del rgano jurisdiccional co-
rresponda a aspectos de orden estrictamente legal.
5. Que en el caso constitucional de autos se advierte que en puridad la demanda est
orientada a cuestionar la competencia del juez penal para aperturar instruccin penal
contra el favorecido por el delito contra la libertad de trabajo ante el incumplimiento
de una resolucin judicial firme en la etapa de ejecucin del proceso laboral, aducien-
do que debi procederse a la ejecucin forzada conforme al artculo 725 y siguientes
del Cdigo Procesal Civil y no a la formalizacin de la denuncia y la posterior instaura-
cin del proceso penal, cuestionamiento que a juicio de este Tribunal carece de relevan-
cia constitucional. De otro lado cabe recordar que este Colegiado en reiterada jurispru-
dencia ha precisado que si bien la actividad del Ministerio Pblico en el marco de la in-
vestigacin preliminar y al momento de formalizar la denuncia se encuentra vinculada
al principio de interdiccin de la arbitrariedad y al debido proceso, tambin lo es que di-
cho rgano autnomo solo tiene funcin requiriente o postulatoria; y que asimismo tal
entidad carece de facultades para restringir o limitar la libertad individual.
6. Que por consiguiente dado que la reclamacin del recurrente (hecho y petitorio) no
est referida al contenido constitucionalmente tutelado del derecho protegido por el
hbeas corpus, resulta de aplicacin el artculo 5, inciso 1, del Cdigo procesal Consti-
tucional, por lo que la demanda debe desestimarse.
Por estas consideraciones, el Tribunal Constitucional, con la autoridad que le confiere
la Constitucin Poltica del Per y con el fundamento de voto del magistrado Vergara
Gotelli, que se agrega
RESUELVE
Declarar IMPROCEDENTE la demanda.
Publquese y notifquese.
SS.
VERGARA GOTELLI
LANDA ARROYO
LVAREZ MIRANDA
120
Derecho Penal Laboral
EXP. N 02804-2008-PHC/TC
LIMA
MARTN FRANCISCO CORONADO ROS
FUNDAMENTO DE VOTO DEL MAGISTRADO VERGARA GOTELLI
Emito el presente fundamento de voto por los fundamentos siguientes:
1. Que si bien concuerdo con la resolucin en mayora, debo agregar que lo que pre-
tende el demandante es la nulidad del auto de apertura de instruccin aduciendo que
es atentatoria de sus derechos constitucionales para lo que esgrime una serie de razo-
nes con la finalidad de obtener la anulacin de la mencionada resolucin, por lo que
debo manifestar ciertas precisiones respecto al cuestionamiento a la aludida resolu-
cin en sede Constitucional.
2. Que la Constitucin establece expresamente en el artculo 200, inciso 1, que a tra-
vs del hbeas corpus se protege la libertad individual as como los derechos conexos
a ella. No obstante, no cualquier reclamo que alegue la presunta afectacin del dere-
cho a la libertad individual o derechos conexos puede reputarse efectivamente como
tal y merecer tutela mediante el hbeas corpus, pues para ello debe analizarse previa-
mente si los actos reclamados afectan el contenido constitucionalmente protegido del
derecho a la libertad personal.
3. Que el Cdigo Procesal Constitucional, Ley N 28237, en el artculo 4, segundo p-
rrafo, prev la revisin de una resolucin judicial va proceso de habeas corpus siem-
pre que se cumpla con ciertos presupuestos vinculados a la libertad de la persona hu-
mana. As taxativamente se precisa que: El hbeas corpus procede cuando una reso-
lucin judicial firme vulnera en forma manifiesta la libertad individual y la tutela pro-
cesal efectiva.
De ello se infiere que la admisin a trmite de un hbeas corpus que cuestiona una re-
solucin judicial solo procede cuando:
a) Exista resolucin judicial firme.
b) Exista vulneracin MANIFIESTA.
c) Y que dicha vulneracin sea contra la Libertad individual y la tutela procesal efectiva.
El mismo artculo nos dice qu debemos entender por tutela procesal efectiva.
121
Leonardo Caldern Valverde
122
Derecho Penal Laboral
7. Que por ltimo debe tenerse presente que de permitirse el cuestionamiento del au-
to de apertura de instruccin tambin estaramos permitiendo la posibilidad de que se
cuestione el auto que admite toda demanda civil a trmite, lo que significara cuestio-
nar cualquier acto procesal realizado por el juez, siendo esto una aberracin.
8. Que adems no puede admitirse los procesos constitucionales por el hecho de que
una resolucin no contenga la fundamentacin que el recurrente necesita para sus in-
tereses personales, puesto que esto supondra que toda resolucin judicial pueda ser
cuestionada bajo la argumentacin de ser indebida cuando alguien se ve perjudicado.
9. Que por lo expuesto, en el extremo del auto de apertura de instruccin, no encon-
trando que los hechos y el petitorio estn referidos al contenido constitucionalmente
protegido de acuerdo al inciso 1) artculo 5 del Cdigo Procesal Constitucional la de-
manda debe ser desestimada.
10. Que, finalmente respecto a la pretendida nulidad de la de la referida denuncia fis-
cal cabe enfatizar que en reiterada jurisprudencia este Tribunal ha sealado que las ac-
tuaciones del Ministerio Pblico son postulatorias y en ningn caso decisorias sobre
lo que la judicatura resuelva (cfr. STC Exp. N 3960-2005-PHC/TC y STC Exp. N 05570-
2007-PHC/TC, entre otras). En efecto, si bien es cierto que se ha precisado que la acti-
vidad del Ministerio Pblico en el marco de la investigacin preliminar, as como la for-
malizacin de la denuncia, se encuentran vinculadas al principio de interdiccin de la
arbitrariedad y al debido proceso, sin embargo no tiene facultades para coartar la li-
bertad individual; por consiguiente en este extremo del mismo modo resulta de apli-
cacin el inciso 1) del artculo 5 del Cdigo Procesal Constitucional.
En consecuencia, mi voto es porque se declare IMPROCEDENTE la demanda.
S.
VERGARA GOTELLI
123
Leonardo Caldern Valverde
EXP. N 2786-2003-HC/TC
LA LIBERTAD
SEGUNDO FELIPE VILLAJULCA HORNA
SENTENCIA DEL TRIBUNAL CONSTITUCIONAL
En Lima, a los 9 das del mes de febrero de 2004, la Sala Primera del Tribunal Constitu-
cional, integrada por los seores magistrados Alva Orlandini, Presidente; Bardelli Larti-
rigoyen y Gonzales Ojeda, pronuncia la siguiente sentencia:
ASUNTO
Recurso extraordinario interpuesto por don Segundo Felipe Villajulca Horna contra la
sentencia de la Tercera Sala Especializada en lo Penal de la Corte Superior de Justicia
de La Libertad, de fojas 573, su fecha 12 de agosto de 2003, que declara improcedente
la accin de hbeas corpus de autos.
ANTECEDENTES
Con fecha 15 de julio de 2003, el recurrente interpone hbeas corpus contra el Juez
Provisional del Juzgado de Reserva de Trujillo, a fin de que se deje sin efecto la orden
de detencin expedida en su contra, por revocacin de la suspensin de la pena pri-
vativa de la libertad, dictada en el proceso penal que se le sigue por delito contra la li-
bertad de trabajo en agravio de Erasmo Faustino Lzaro Rodrguez. Alega la afectacin
de su derecho a la libertad personal, por cuanto la orden de detencin ha emanado de
un proceso irregular.
Refiere que conjuntamente con Jorge Antonio Bejarano Cavero y Guillermo Enrique
Castro Fernndez constituy la empresa Sierra Mar S.A.C., la cual fue demandada en la
va laboral por don Erasmo Faustino Lzaro Rodrguez por el pago de beneficios socia-
les, pretensin que fue declarada fundada; que el incumplimiento del mandato judi-
cial motiv una denuncia ante el Ministerio Pblico por delito contra la libertad de tra-
bajo; y que, formalizada la denuncia, se inici proceso penal en su contra por el delito
de violacin a la libertad de trabajo, el mismo que culmin con condena a pena privati-
va de la libertad suspendida, fijndose como regla de conducta la reparacin del dao
ocasionado. Agrega que en la etapa de ejecucin de sentencia se le amonest por no
cumplir con el pago de la deuda laboral, que luego se le prorrog el periodo de prue-
ba, y que, finalmente, se orden su detencin.
124
Derecho Penal Laboral
Asimismo, sostiene que no existi en el proceso laboral una relacin jurdico procesal
vlida, ya que el demandante no tena legitimidad para obrar; que en el proceso pe-
nal no poda ser obligado al pago de una suma de dinero, debido a que no ostentaba
el cargo de gerente; y que la condena en dicho proceso contraviene el artculo VII del
Cdigo Penal, que consagra el principio de responsabilidad penal del autor, quedando
proscrita toda forma de responsabilidad objetiva.
El Juez del Segundo Juzgado Especializado en lo Penal de Trujillo, con fecha 17 de ju-
lio de 2003, declar improcedente la demanda, considerando que se trata de dos pro-
cesos que han seguido su trmite regular y que, por lo tanto, la accin de garanta re-
sulta manifiestamente improcedente, pues se pretende a travs de ella dejar sin efec-
to dos sentencias que han adquirido la calidad de cosa juzgada.
La recurrida confirm la apelada, estimando que la referida accin no debe ser utili-
zada para desnaturalizar sus fines esenciales, como es el caso de impedir el pago de
las remuneraciones y beneficios sociales a favor de Erasmo Faustino Lzaro Rodrguez,
declarados por el rgano jurisdiccional.
FUNDAMENTOS
1. El artculo 2, inciso 24), literal c de la Constitucin Poltica vigente establece, como
uno de los contenidos constitucionalmente garantizados de la libertad y seguridad
personal, que: (...) no hay prisin por deudas. Este principio no limita el mandato judi-
cial por incumplimiento dedeberes alimentarios.
2. Este Tribunal Constitucional considera que el sentido del precitado dispositivo es
garantizar que las personas no sufran restricciones de su libertad locomotora por el in-
cumplimiento de obligaciones cuyo origen se encuentra en relaciones de origen civil.
La nica excepcin a dicha regla es, como la propia norma constitucional seala, el ca-
so del incumplimiento de deberes alimentarios, toda vez que estn de por medio los
derechos a la vida, a la salud y a la integridad del alimentista, en cuyo caso el juez com-
petente puede ordenar la restriccin de la libertad individual del obligado.
3. Sin embargo, tal precepto constitucional y la garanta que contiene no se extien-
de al caso del incumplimiento de pagos que se establezcan en una sentencia conde-
natoria. En tal supuesto, no se privilegia el enriquecimiento del erario nacional o el ca-
rcter disuasorio de la pena en desmedro de la libertad individual del condenado, si-
no, fundamentalmente, la propia eficacia del poder punitivo del Estado y los principios
que en l subyacen, como son el control y regulacin de las conductas de acuerdo con
ciertos valores y bienes jurdicos que se consideran dignos de ser tutelados.
4. En el presente caso, segn se advierte a fojas 335, mediante sentencia de fecha 5
de julio de 2001, confirmada por resolucin de fecha 19 de octubre del mismo ao, se
conden al demandante por el delito de violacin a la libertad de trabajo a dos aos
de pena privativa de la libertad. Dicha resolucin suspendi la ejecucin de la pena
privativa de libertad impuesta por el plazo de un ao, a condicin de que el deman-
dante observe determinadas reglas de conducta y cumpla con reparar su delito con-
forme a ley.
5. Delimitado as el problema, queda por determinar si el incumplimiento de pago
de los beneficios sociales del agraviado del proceso penal constituye, en realidad,
una obligacin de orden civil, donde, por tanto, no cabe que se dicte judicialmente la
125
Leonardo Caldern Valverde
privacin de la libertad; o, por el contrario, una verdadera sancin penal, en cuyo caso
su incumplimiento si puede legitimar el dictado de la sentencia.
6. En ese sentido, este Colegiado considera que el pago de los beneficios sociales cons-
tituye, a la vez que un derecho del trabajador, una obligacin del empleador, que no
tiene naturaleza de sancin penal cuando esta es ordenada por un juez en materia de
trabajo o con competencias en materia laboral. En tal caso, la obligacin de pago que
pesa sobre el empleador asume el carcter de una obligacin de naturaleza civil y, por
tanto, su incumplimiento no puede concluir con la privacin de la libertad locomoto-
ra del sentenciado.
7. Sin embargo, cuando los trminos de la controversia se trasladan del proceso labo-
ral al mbito penal y, en esa sede, se condena a pagar los beneficios laborales y, no
obstante ello, no se cumple, entonces ya no se puede sostener, por un lado, que dicho
pago de los beneficios sociales sea de naturaleza civil, pues tiene la condicin de una
sancin penal; y, por otro, que su incumplimiento impida que el juez penal pueda or-
denar que se haga efectiva la pena de privacin de la libertad del sentenciado, estable-
cida condicionalmente, como sucede en el presente caso.
Por estos fundamentos, el Tribunal Constitucional, con la autoridad que la Constitu-
cin Poltica del Per le confiere,
HA RESUELTO
Declarar INFUNDADA la accin de hbeas corpus.
SS.
ALVA ORLANDINI
BARDELLI LARTIRIGOYEN
GONZALES OJEDA
126
Derecho Penal Laboral
EXP. N 2152-2003-HC/TC
ICA
LUIS ALBERTO CHA AQUIJE
SENTENCIA DEL TRIBUNAL CONSTITUCIONAL
En Lima, a los 17 das del mes de setiembre de 2003, la Sala Primera del Tribunal Consti-
tucional, integrada por los seores magistrados Alva Orlandini, Presidente; Aguirre Ro-
ca y Gonzales Ojeda, pronuncia la siguiente sentencia:
ASUNTO
Recurso extraordinario interpuesto por don Luis Alberto Cha Aquije contra la senten-
cia de la Primera Sala Penal de la Corte Superior de Justicia de Ica, de fojas 133, su fe-
cha 17 de julio de 2003, que declar infundada la accin de hbeas corpus de autos.
ANTECEDENTES
El recurrente, con fecha 26 de junio de 2003, interpone accin de hbeas corpus contra
don Agustn Hermes Mendoza Curaca, Juez de Ejecucin Penal de Ica, alegando que
amenaza su libertad individual al haber dispuesto en el proceso penal N 2001-610-TJP-
SB (2), a travs de la diligencia de amonestacin de fecha 24 de junio de 2003, que su
persona cumpla, en el trmino de diez das, con cancelar la suma de S/. 13,476.24 nue-
vos soles, bajo apercibimiento de aplicar el inciso 3) del artculo 59 del Cdigo Penal
(revocatoria de la condicionalidad de la pena), no obstante que aduce haber solicita-
do al demandado rgano judicial ser excluido del citado proceso penal, por no ser la
persona obligada al cumplimiento de la referida obligacin pecuniaria, sino su herma-
no Luis Francisco Cha Aquije, propietario de la Avcola Po Po, de la que el recurrente
solo fue su apoderado.
Realizada la investigacin sumaria, el emplazado Juez penal rindi su declaracin ex-
plicativa sosteniendo principalmente que la resolucin que contiene el apercibimien-
to que cuestiona el demandante se ha dictado dentro de un proceso regular y, ade-
ms, que la sentencia se est ejecutando contra Luis Alberto Cha Aquije. Agrega, que
si bien es cierto que se abri instruccin contra Luis Cha Aquije, esta resolucin fue
127
Leonardo Caldern Valverde
ahora accionante Luis Alberto Cha Aquije, el mismo que se present a la diligencia de
lectura de sentencia identificndose con el DNI. N 21497147 mencionado en lneas
anteriores y acompaado por su abogado, reservndose su derecho de apelar, tal co-
mo consta en el acta de la referida diligencia (fs. 73).
7. En este orden de ideas, cabe indicar que la sentencia condenatoria dictada por el
Segundo Juzgado Penal de Ica fue confirmada por la Sala Penal Superior, rgano co-
legiado que, integrando la sentencia, fij como regla de conducta que el sentencia-
do Luis Alberto Cha Aquije, cumpla con cancelar el ntegro de la suma adeudada por
beneficios sociales bajo apercibimiento de revocrsele la condicionalidad de la pena,
resultando indubitable de este modo la identidad de quien deba cumplir con dicha
obligacin.
8. De fojas 81 a 83, 97, 109 y 110, se acredita, fehacientemente, que el juzgado de eje-
cucin emplazado requiri a Luis Alberto Cha Aquije, y no a otro, el pago de los bene-
ficios sociales en ejecucin de los propios trminos de la sentencia penal dictada con-
tra su persona, bajo apercibimiento de revocrsele la condena condicional.
9. Por las razones expuestas, no resulta ser cierta ni inminente la amenaza a la liber-
tad individual del accionante, causada supuestamente por la cuestionada resolucin
de fecha 24 de junio de 2003, dictada por el emplazado Juzgado de Ejecucin; antes
bien, la actuacin jurisdiccional cumplida por el Juez emplazado se ajusta al ejercicio
regular de sus atribuciones. Por ende, no es de aplicacin al presente caso el artculo
4 de la Ley N 25398.
Por estos fundamentos, el Tribunal Constitucional, en uso de las atribuciones que le
confieren la Constitucin Poltica del Per y su Ley Orgnica,
FALLA
CONFIRMANDO la recurrida que, confirmando la apelada, declar INFUNDADA la ac-
cin de hbeas corpus de autos. Dispone la notificacin a las partes, su publicacin
conforme a ley y la devolucin de los actuados.
SS.
ALVA ORLANDINI
AGUIRRE ROCA
GONZALES OJEDA
129
Leonardo Caldern Valverde
EXP. N 3544-2004-HC/TC
LIMA
RICARDO FRANCO DE LA CUBA
SENTENCIA DEL TRIBUNAL CONSTITUCIONAL
En Lima, a los 28 das del mes de diciembre de 2004, la Sala Primera del Tribunal Cons-
titucional, con la asistencia de los magistrados Bardelli Lartirigoyen, Gonzales Ojeda y
Vergara Gotelli, pronuncia la siguiente sentencia:
ASUNTO
Recurso extraordinario interpuesto por don Ricardo Franco de la Cuba contra la reso-
lucin de la Tercera Sala Penal Especializada para Procesos con Reos Libres de la Corte
Superior de Justicia de Lima, de fojas 103, su fecha 16 de julio de 2004, que declara im-
procedente la accin de hbeas corpus de autos.
ANTECEDENTES
Con fecha 21 de mayo de 2004, el recurrente interpone accin de hbeas corpus contra
el titular del Decimonoveno Juzgado Laboral de Lima, doctor Sandro Alberto Nez
de Paz; la titular a cargo del Decimocuarto Juzgado Penal de Lima, doctora Claudia Al-
menara lvarez; y la titular a cargo del Tercer Juzgado Penal para Procesos en Reserva,
doctora Sonia Pacora Portilla. Manifiesta que mediante orden judicial se orden a la
empresa Fuerzas Especiales de Resguardo, Seguridad y Apoyo Delta S.A., de la que es
Gerente General, el pago de los beneficios sociales de don Teobaldo Limaquispe Hua-
mn y que, ante el impago de los mismos, el titular del Decimonoveno Juzgado Labo-
ral de Lima lo denunci por el delito de violacin a la libertad de trabajo, inicindose-
le proceso ante el Decimocuarto Juzgado Penal de Lima. Asimismo, seala que la Juez
a cargo del Tercer Juzgado Penal para Procesos en Reserva orden su inmediata ubi-
cacin y captura. Alega que tales hechos vulneran el principio de legalidad penal, re-
conocido en el artculo 2, inciso 24, literal d, de la Constitucin Poltica, puesto que
el delito que se le atribuye, tipificado en el artculo 168 del Cdigo Penal, sanciona a
quien incumple resoluciones dictadas por la autoridad competente, encontrndose
excluida de ello la autoridad jurisdiccional. Agrega que tal supuesto solo es aplicable
en materia de violacin de libertad de trabajo, y no en el caso de deudas o de obliga-
ciones de dar sumas de dinero dispuestas por el Poder Judicial, por lo que, a su juicio,
tambin se ha violado la prohibicin constitucional de la prisin por deudas.
130
Derecho Penal Laboral
131
Leonardo Caldern Valverde
EXP. N 03097-2010-PHC/TC
CUSCO
DOMINGO MORALES ALAGN
SENTENCIA DEL TRIBUNAL CONSTITUCIONAL
En Lima, a los 7 das del mes de octubre de 2010, la Sala Primera del Tribunal Constitu-
cional, integrada por los Magistrados Beaumont Callirgos, Calle Hayen y Eto Cruz, pro-
nuncia la siguiente sentencia:
ASUNTO
Recurso de agravio constitucional interpuesto por don Domingo Morales Alagn con-
tra la sentencia expedida por la Sala Penal de Apelaciones de la Corte Superior de Jus-
ticia del Cusco, de fojas 69, su fecha 6 de agosto de 2010, que declar improcedente la
demanda de autos.
ANTECEDENTES
Con fecha 13 de julio de 2010, el recurrente interpone demanda de hbeas corpus
contra el juez del Tercer Juzgado Penal Liquidador del Cuzco, don Carlos Enrique Cer-
vantes Luque, y los vocales integrantes de la Segunda Sala Penal Liquidadora de la
Corte Superior de Justicia de Cuzco, don Uriel Balladares Aparicio, doa Elizabeth
Grossmann Casas y don Yuri Pereyra Alagn, invocando la vulneracin a los principios
de favorabilidad, a la legalidad, a la garanta de ejecucin legal de la pena y a sus dere-
chos constitucionales al debido proceso.
Sostiene que fue procesado ante el Juzgado Penal Liquidador del Cusco por el deli-
to contra la libertad de trabajo (Exp. N 150-2006), habindose sentenciado con fe-
cha 23 de agosto de 2006 a un ao y seis meses de pena privativa de la libertad, la cual
fue suspendida en su ejecucin por igual plazo bajo el cumplimiento de determina-
das reglas de conducta, decisin que fue confirmada el 18 de diciembre de 2006, por
lo que desde esta fecha hasta la fecha de interposicin de la demanda han transcurri-
do 3 aos, 5 meses y 18 das, por lo que el plazo de prescripcin de la pena ha venci-
do en exceso; sin embargo, al no haberse declarado la aludida prescripcin se encuen-
tra pendiente sobre su persona una orden de captura e internamiento para el cumpli-
miento de la sentencia.
El Segundo Juzgado de Investigacin Preparatoria del Cusco declara improceden-
te la demanda por considerar que en el presente caso no se advierte afectacin o
132
Derecho Penal Laboral
133
Leonardo Caldern Valverde
HA RESUELTO
Declarar INFUNDADA la demanda porque no se ha acreditado la vulneracin a los
principios de favorabilidad, a la legalidad, a la garanta de ejecucin legal de la pena y
a sus derechos constitucionales al debido proceso.
Publquese y notifquese.
SS.
BEAUMONT CALLIRGOS
CALLE HAYEN
ETO CRUZ
134
Derecho Penal Laboral
EXP. N 2926-2004-HC/TC
PIURA
JUAN RODOLFO WONG PERONE
SENTENCIA DEL TRIBUNAL CONSTITUCIONAL
En Lima a los 28 das del mes de diciembre de 2004, la Sala Primera del Tribunal Consti-
tucional, integrada por los magistrados Alva Orlandini, Presidente; Garca Toma y Lan-
da Arroyo, pronuncia la siguiente sentencia:
ASUNTO
Recurso extraordinario interpuesto por don Juan Rodolfo Wong Perone contra la reso-
lucin de la Segunda Sala Penal de la Corte Superior de Justicia de Piura, de fojas 99,
su fecha 25 de junio de 2004, que declar improcedente la demanda de hbeas cor-
pus de autos.
ANTECEDENTES
Demanda
Con fecha 19 de mayo de 2004, el recurrente interpone demanda de hbeas corpus
contra los vocales de la Primera Sala Especializada en lo Penal de la Corte Superior de
Justicia de Piura, don Andrs Villalta Pulache, don Marcos Guerrero Castillo y don scar
lamo Rentara, as como contra el Juez del Cuarto Juzgado Penal de Piura, don Csar
Augusto Castillo Palacios; sosteniendo que con fecha 2 de octubre de 2002, fue sen-
tenciado por el Juzgado Penal emplazado por la comisin del delito contra la libertad
de trabajo tipificado en el artculo 168 del Cdigo Penal (Expediente N 1043-2002) a
un ao de pena privativa de la libertad suspendida por el mismo plazo bajo el cum-
plimiento de determinadas reglas de conducta, una de ellas cancelar el ntegro de los
beneficios sociales adeudados a los agraviados en el plazo de treinta das, bajo aperci-
bimiento de la aplicacin progresiva del artculo 59 del Cdigo Penal, resolucin que
fue confirmada por la Sala Penal Superior emplazada, con fecha 13 de enero de 2003.
Acota el demandante que al no haber podido cumplir con el pago de los beneficios
sociales ni la reparacin civil, el Juzgado penal demandado resuelve revocar la con-
dicionalidad de la pena convirtindola en efectiva, disponiendo rdenes de ubica-
cin y captura contra su persona, medida que fue apelada y al absolverse el grado
por la Sala Penal emplazada, con fecha 19 de marzo de 2004, dicha decisin resulta
135
Leonardo Caldern Valverde
136
Derecho Penal Laboral
2. Cabe sealar, que por resolucin de fecha 20 de octubre de 2003, el Juez penal de-
mandado revoc la condicionalidad de la pena impuesta al accionante convirtindo-
la en efectiva al incumplir la regla de conducta consistente en el pago ntegro de los
beneficios sociales adeudados a los agraviados, dicha revocabilidad dictada en pri-
mera instancia se produjo no estando an vencido el periodo de prueba que cumpla
el actor, resultando por ello plenamente vlida, sin que pueda afirmarse la existencia
de afectacin de alguno de los derechos que comprende la tutela procesal efectiva.
La cuestionada extemporaneidad de la resolucin que confirm la revocabilidad no
enerva la validez de la decisin judicial de primer grado, que fue dictada oportuna-
mente y con estricta observancia de las normas que regulan la institucin penal de la
suspensin de la ejecucin de la pena.
3. De otro lado, si bien el actor objeta que la obligacin de reparar el dao ocasionado
por el delito sea tomada como regla de conducta para otorgar la condena condicional,
alegando que contraviene el principio constitucional de no hay prisin por deudas,
este Tribunal debe reiterar en este aspecto lo ya sostenido en el Expediente N 0893-
2004-HC/TC: cuando el citado artculo prohbe la prisin por deudas, con ello se ga-
rantiza que las personas no sufran restriccin de su libertad locomotora por el incum-
plimiento de obligaciones, cuyo origen se encuentra en relaciones de orden civil. La
nica excepcin a dicha regla se da, como la propia disposicin constitucional lo se-
ala, en el caso del incumplimiento de deberes alimentarios (...). Sin embargo, tal pre-
cepto y la garanta que ella contiene no se extiende al caso del incumplimiento de
pagos que se establezcan en una sentencia condenatoria. En tal supuesto, no es que
se privilegie (...) el carcter disuasorio de la pena en desmedro de la libertad individual
del condenado, sino, fundamentalmente, la propia eficacia del poder punitivo del Es-
tado y los principios que detrs de ella subyacen, como son el control y la regulacin
de las conductas de acuerdo con ciertos valores y bienes jurdicos que se consideran
dignos de ser tutelados.
4. Siendo as, debe desestimarse la presente demanda, resultando de aplicacin al pre-
sente caso el artculo 2, a contrario sensu, del Cdigo Procesal Constitucional.
Por estos fundamentos, el Tribunal Constitucional, con la autoridad que le confiere la
Constitucin Poltica del Per
HA RESUELTO
Declarar INFUNDADA la demanda de hbeas corpus.
Publquese y notifquese.
SS.
ALVA ORLANDINI
GARCA TOMA
LANDA ARROYO
137
Leonardo Caldern Valverde
EXP. N 6094-2009-PHC/TC
LA LIBERTAD
ZOILA MERCEDES FUENTES REYNAFARJE
RESOLUCIN DEL TRIBUNAL CONSTITUCIONAL
Lima, veinticinco de enero de dos mil diez
ASUNTO
El recurso de agravio constitucional interpuesto por doa Zoila Mercedes Fuentes Rey-
nafarje contra la resolucin expedida por Sala Penal de Apelacin de la Corte Superior
de Justicia de La Libertad de fojas 52, su fecha 13 de noviembre de 2009, que declar
improcedente la demanda de autos; y,
ATENDIENDO A
1. Que con fecha 20 de octubre de 2009, la recurrente interpone demanda de hbeas
corpus contra doa Milagros Arabela Holgun Cabanillas, Fiscal Provincial de la Segun-
da Fiscala Provincial de Trujillo, y solicita que se declare nula la resolucin de fecha 17
de agosto de 2009, que le formula acusacin penal por el delito de atentado contra
la libertad de trabajo y asociacin prescrito en el artculo 168 del Cdigo Penal. Sea-
la que contraviene el principio de legalidad, subsidiariedad y fragmentalidad penal, lo
cual atenta contra los derechos a la libertad individual y al debido proceso.
2. Que alega la recurrente que la fiscal emplazada formaliz acusacin en su contra sin
tener en cuenta que al hacerlo atentaba contra un derecho fundamental, como es el
de no existir prisin por deudas tipificado en el literal c del inciso 24, artculo 2, de la
Constitucin; seala que el haber sido vencida en un proceso laboral, en el que se le
orden el pago de beneficios sociales a favor de un exempleado, no es materia para
que se le formalice acusacin.
3. Que, de conformidad con lo establecido en el artculo 200, inciso 1, de la Constitu-
cin, el proceso de hbeas corpus opera ante el hecho u omisin, por parte de cual-
quier autoridad, funcionario o persona, que vulnera o amenaza la libertad individual o
los derechos constitucionales conexos a ella. En tal sentido, el derecho al debido pro-
ceso, para que sea protegido por el presente proceso constitucional como derecho co-
nexo a la libertad individual, requiere que su afectacin conlleve una restriccin de la
libertad personal.
138
Derecho Penal Laboral
139
Leonardo Caldern Valverde
EXP. N 2482-2003-HC/TC
LAMBAYEQUE
LUCA EMPERATRIZ HERNNDEZ MARTNEZ
SENTENCIA DEL TRIBUNAL CONSTITUCIONAL
En Lima, a los 11 das del mes de agosto de 2004, la Sala Segunda del Tribunal Consti-
tucional, con asistencia de los seores magistrados Bardelli Lartirigoyen, Gonzales Oje-
da y Garca Toma, pronuncia la siguiente sentencia:
ASUNTO
Recurso extraordinario interpuesto por doa Luca Emperatriz Hernndez Martnez
contra la sentencia de la Tercera Sala Especializada Penal de la Corte Superior de Jus-
ticia de Lambayeque, de fojas 98, su fecha 18 de junio de 2003, que declar improce-
dente la accin de hbeas corpus de autos.
ANTECEDENTES
El recurrente, con fecha 13 de marzo de 2003, interpone accin de hbeas corpus con-
tra el Quinto Juzgado Especializado Penal de Chiclayo, a fin de que se garantice su de-
recho a la libertad, amenazado por una decisin judicial que transgrede derechos y ga-
rantas constitucionales. Sostiene que, con fecha 6 de marzo de 2002, fue condenada
a un ao de pena privativa de libertad suspendida en su ejecucin por el periodo de
prueba de un ao, imponindosele como regla de conducta la de reparar el dao cau-
sado por el delito cometido, esto es, el pago de los adeudos laborales a favor del agra-
viado; que, posteriormente, el 7 de agosto de 2002, se le prorrog el periodo de prue-
ba por el plazo de 6 meses, el mismo que le fue revocado por resolucin de 14 de octu-
bre del mismo ao, convirtindose la pena en efectiva; y que la regla de conducta im-
puesta se traduce en deudas de carcter laboral asumidas por la Asociacin Civil Edu-
cativa Bertrand Russell, la misma que tiene embargos y deudas con diferentes organis-
mos pblicos y privados, como EsSalud, Sunat y AFPs.
Realizada la investigacin sumaria, se tom la declaracin del Magistrado emplazado,
como se observa de fojas 52, quedando expedita la causa para ser sentenciada.
El Cuarto Juzgado Penal de Chiclayo, con fecha 6 de marzo de 2003, declar improce-
dente la demanda, por considerar que para revocarse la condicionalidad de la pena a la
accionante, se ha hecho uso en forma gradual y progresiva de las alternativas previstas
para el caso de incumplimiento de las reglas de conducta determinadas en la sentencia
impuesta; agregando que la resolucin impugnada se encuentra arreglada a derecho.
140
Derecho Penal Laboral
141
Leonardo Caldern Valverde
El pago de los beneficios sociales constituye, a la vez que un derecho del tra-
bajador, una obligacin del empleador, que no tiene naturaleza de sancin
penal cuando esta es ordenada por un juez en materia de trabajo o con com-
petencias en materia laboral. En tal caso, la obligacin de pago que pesa so-
bre el empleador asume el carcter de una obligacin de naturaleza civil y,
por tanto, su incumplimiento no puede concluir con la privacin de la liber-
tad locomotora del sentenciado.
EXP. N 820-2005-PHC
ICA
NICOLS EMILIANO ALIAGA CRDOVA
SENTENCIA DEL TRIBUNAL CONSTITUCIONAL
En Lima, a los 17 das del mes de marzo de 2005, la Sala Primera del Tribunal Consti-
tucional, integrada por los seores magistrados Alva Orlandini, Bardelli Lartirigoyen y
Vergara Gotelli, pronuncia la siguiente sentencia
ASUNTO
Recurso de agravio constitucional interpuesto por don Nicols Aliaga Guarderas con-
tra la resolucin de la Segunda Sala Penal de la Corte Superior de Justicia de Ica, de
fojas 186, su fecha 30 de diciembre de 2004, que declara improcedente la accin de
hbeas corpus de autos.
ANTECEDENTES
Con fecha 13 de setiembre de 2004, la recurrente interpone demanda de hbeas cor-
pus a favor de su padre, Nicols Emiliano Aliaga Crdova, contra el titular del Tercer
Juzgado Penal de Ica, Agustn Mendoza Curaca, y la Primera Sala Penal de dicha Corte
Superior, integrada por los vocales Conde Gutirrez, Luna Victoria Rosas y Goicoechea
Elas. Manifiesta que se amenaza de violacin su derecho constitucional a la libertad
individual, al haberse expedido la Resolucin Judicial N 78, su fecha 4 de abril del
2003, que dispuso revocar la condicionalidad de la pena impuesta y la convirti en
efectiva, ordenando su captura e internamiento en establecimiento penal. Solicita, por
consiguiente que, retrotrayndose las cosas al estado anterior a la vulneracin del de-
recho invocado, se deje sin efecto las rdenes de captura dictadas contra su progeni-
tor. Refiere que su padre, en tanto Gerente de la empresa MAQSESA S.A., fue someti-
do al proceso penal 539-2000, en el que se le conden por el delito de violacin de la
142
Derecho Penal Laboral
143
Leonardo Caldern Valverde
144
Derecho Penal Laboral
145
Leonardo Caldern Valverde
EXP. N 03394-2009-PHC/TC
LIMA
CARLOS MANUEL SCRATES SANDOVAL BLANCAS
SENTENCIA DEL TRIBUNAL CONSTITUCIONAL
En Lima, a los 13 das del mes de agosto de 2009, la Sala Segunda del Tribunal Consti-
tucional, integrada por los magistrados Mesa Ramrez, BeaumontCallirgos y Eto Cruz,
pronuncia la siguiente sentencia.
ASUNTO
Recurso de agravio constitucional interpuesto por don Mathvey Moreno Mautino, a fa-
vor de don Carlos Manuel Scrates Sandoval Blancas, contra la sentencia expedida por
la Sala Penal para Procesos con Reos Libres de Vacaciones de la Corte Superior de Jus-
ticia de Lima, de fojas 896, su fecha 25 de febrero de 2009, que declar infundada la
demanda de autos.
ANTECEDENTES
Con fecha 3 de julio de 2008, don Mathvey Moreno Mautino interpone demanda de
hbeas corpus a favor de don Carlos Manuel Scrates Sandoval Blancas, y la dirige con-
tra el Fiscal Superior de la Tercera Fiscala Superior Penal de Lima, don Pedro Gonza-
lo Chvarry Vallejos, a fin de que se declare la nulidad de la acusacin fiscal formulada
contra el favorecido por la presunta comisin de los delitos de omisin de actos fun-
cionales, en agravio del Estado y retardo injustificado de pago, en agravio de don Ful-
gencio Timoteo Canaza Mamani (Exp. N 1209-07). Asimismo, mediante escrito de fe-
cha 15 de julio de 2008 (fojas 69), el recurrente ampla la demanda de hbeas corpus,
a favor del beneficiario, y la dirige contra los jueces del Stimo Juzgado Penal de Li-
ma, don Alfonso Carlos Payano Barona; del Noveno Juzgado Penal de Lima, don Rmu-
lo Agusto Chira Cabezas; Dcimo Juzgado Penal de Lima, don Daro Octavio Palacios
Dextre; Duodcimo Juzgado Penal de Lima, don Csar Augusto Tuya Jara; del Vigsi-
mo Primer Juzgado Penal de Lima, doa Ana Mirella Vsquez Bustamante; del Vigsi-
mo Quinto Juzgado Penal de Lima, doa Janet Mnica Lastra Ramrez; del Trigsimo
Quinto Juzgado Penal de Lima, don Isaac William Jurez Suasnabar; del Cuadragsimo
Primer Juzgado Penal de Lima, don Carlos Hugo Falcon Robles; y, del Quincuagsimo
Stimo Juzgado Penal de Lima, doa Yolanda Gallegos Canales, a fin de que se declare
146
Derecho Penal Laboral
la nulidad de los procesos penales Ns 938-07, 219-08, 044-07, 570-06; 266-06, 447-06,
6950-07, 049-07 y 175-07, los que se le sigue por la presunta comisin del delito de
abuso de autoridad y otros, alegando la vulneracin del derecho al debido proceso,
ms concretamente, del principio de ne bis in idem, conexo con la libertad individual.
Refiere que mediante resolucin de fecha 4 de marzo de 2008, el Trigsimo Stimo
Juzgado Penal de Lima declar sobreseda la accin penal incoada contra el favoreci-
do por los delitos de coaccin laboral y abuso de autoridad, en agravio de don Satur-
nino Layme Mamani (Exp. N 483-06), sentencia que ha quedado consentida; y que no
obstante ello, el fiscal emplazado ha formulado acusacin contra el beneficiario por la
presunta comisin de los delitos de omisin de actos funcionales, en agravio del Esta-
do y retardo injustificado de pago, en agravio de don Fulgencio Timoteo Canaza Ma-
mani (Exp. N 1209-07), lo que ha dado lugar a que se le inicie el juicio oral ante la Ter-
cera Sala Penal para Procesos con Reos Libres de la Corte Superior de Justicia de Lima.
Agrega que si bien el delito materia de pronunciamiento por parte del Trigsimo Sti-
mo Juzgado Penal de Lima es distinto al que se le sigue ante la Tercera Sala Superior Pe-
nal de Lima en el cual el fiscal demandado ha formulado acusacin contra el favore-
cido, sin embargo, los hechos materia de juzgamiento en ambos procesos no lo son, y
que, por el contrario, se trata de un mismo hecho que ha sido denunciado en dos tipos
penales distintos, toda vez que la imputacin concreta versa sobre el incumplimiento
de pago de remuneraciones y gratificaciones en los mismos periodos, lo cual vulnera el
principio constitucional del ne bis in idem. Por ltimo, seala que lo propio ocurre con
los dems procesos, esto es, que pese a que por los mismos hechos el Trigsimo Sti-
mo Juzgado Penal de Lima ha sobresedo la causa, se viene tramitando varios proce-
sos penales contra el beneficiario.
Realizada la investigacin sumaria y tomadas las declaraciones explicativas, los ma-
gistrados emplazados coinciden en sealar fundamentalmente que no se verifican los
presupuestos del principio de ne bis in idem toda vez que los agraviados son distintos
en todos los casos, y que los procesos son tramitados en vas procedimentales distin-
tas, por lo que la demanda debe ser rechazada.
El Trigsimo Juzgado Penal de Lima, con fecha 9 de diciembre de 2008, declar funda-
da en parte la demanda, por considerar que en los procesos penales seguidos ante el
i) Stimo Juzgado Penal de Lima (Exp. N 938-07), ii) Dcimo Juzgado Penal de Lima
(Exp. N 044-07), iii) Duodcimo Juzgado Penal de Lima (Exp. N 570-06), iv) Vigsimo
Quinto Juzgado Penal de Lima (Exp. N 447-06), v) Cuadragsimo Primer Juzgado Pe-
nal de Lima (Exp. N 049-07), y vi) la acusacin fiscal emitida por la Tercera Fiscala Su-
perior de Lima, se ha producido la vulneracin del principio del ne bis in idem en su ver-
tiente procesal, toda vez que en todos los casos el favorecido viene siendo procesado
por un mismo comportamiento y que la persecucin est dirigida a tutelar el inters
pblico; e infundada en el extremo referido a los procesos penales Ns 219-08, 266-06,
6950-07 y 175-07, por considerar que si bien el beneficiario viene siendo procesado
por el delito de abuso de autoridad, y que el fin es el mismo, sin embargo los tiempos
son distintos. Se advierte que este extremo no ha sido apelado por el demandante.
La Sala Penal para Procesos con Reos Libres de Vacaciones de la Corte Superior de Jus-
ticia de Lima, con fecha 25 de febrero de 2009, revoc la apelada en el extremo que de-
clar fundada la demanda y, reformndola, la declar infundada, por considerar que
147
Leonardo Caldern Valverde
al variar en cada proceso la persona del agraviado, hace que se configure un hecho to-
talmente distinto y que, consecuentemente, no es de aplicacin el principio del ne bis
in idem.
FUNDAMENTOS
Delimitacin del petitorio
1. El objeto de la demanda es que se declare: i) la nulidad de la acusacin fiscal formu-
lada contra el favorecido en el proceso penal N 1209-07, que se le sigue por la pre-
sunta comisin de los delitos de omisin de actos funcionales y retardo injustificado
de pago; y ii) la nulidad de los procesos penales Ns 938-07, 044-07, 570-06, 447-06 y
049-07, que se le sigue por la presunta comisin de los delitos de abuso de autoridad y
otros, toda vez que, segn refiere el accionante, vulneran los derechos constituciona-
les al debido proceso y al principio de ne bis in idem, conexos con la libertad individual.
El hbeas corpus contra una acusacin fiscal
2. La Constitucin establece en su artculo 159 que corresponde al Ministerio Pblico
ejercitar la accin penal pblica, de oficio o a peticin de parte, as como, la de emitir
dictmenes previamente a las resoluciones judiciales en los casos que la ley contem-
pla. Bajo esta perspectiva, se entiende que el Fiscal no decide, sino que ms bien pi-
de que el rgano jurisdiccional juzgue, o en su caso, que determine la responsabilidad
penal del acusado; esto es, que realiza su funcin persiguiendo el delito con denun-
cias o acusaciones, pero no juzga ni decide (Exp. N 6801-2006-PHC/TC; Exp. N 1097-
2008-PHC/TC, entre otras).
3. Sobre esta base, este Tribunal, en reiterada jurisprudencia, ha precisado que si bien
la actividad del Ministerio Pblico en la investigacin preliminar, o al formalizar la de-
nuncia, o al formular la acusacin fiscal, se encuentra vinculada al principio de interdic-
cin de la arbitrariedad y al debido proceso, tambin lo es que, en principio, dicho r-
gano autnomo no tiene facultades coercitivas para restringir o limitar la libertad in-
dividual. En tal virtud, resulta vlido afirmar que la acusacin fiscal constituye solo una
actuacin postulatoria del Ministerio Pblico y en ningn caso reviste carcter deciso-
rio sobre lo que la judicatura resuelva.
4. En el caso de autos, se advierte de manera objetiva que los hechos alegados como
lesivos por el recurrente y que se encontraran materializados en la acusacin fiscal de
fecha 14 de abril de 2008, recada en el proceso penal N 1209-07 (fojas 14 y 48), en
modo alguno tienen incidencia negativa concreta sobre el derecho a la libertad perso-
nal del favorecido Carlos Manuel Scrates Sandoval Blancas, sea como amenaza o co-
mo violacin; esto es, no determinan restriccin o limitacin alguna de su derecho a la
libertad individual, por lo que la pretensin resulta manifiestamente incompatible con
la naturaleza de este proceso constitucional de la libertad.
5. Por consiguiente, dado que la reclamacin del recurrente (hechos y petitorio) no es-
t referida al contenido constitucionalmente protegido de los derechos tutelados por
el hbeas corpus, resulta de aplicacin el artculo 5, inciso 1, del Cdigo Procesal Cons-
titucional, por lo que, en este extremo, la demanda debe ser declarada improcedente.
148
Derecho Penal Laboral
149
Leonardo Caldern Valverde
150
Derecho Penal Laboral
151
Leonardo Caldern Valverde
EXP. N 414-2003-AA/TC
LIMA
GUILLERMO ORLANDO DIGUEZ ARRUNTEGUI
SENTENCIA DEL TRIBUNAL CONSTITUCIONAL
En Lima, a los 20 das del mes de marzo de 2003, la Sala Segunda del Tribunal Constitu-
cional, con asistencia de los seores magistrados Bardelli Lartirigoyen, Presidente; Rey
Terry y Revoredo Marsano, pronuncia la siguiente sentencia:
ASUNTO
Recurso extraordinario interpuesto por don Guillermo Orlando Diguez Arruntegui
contra la sentencia de la Sala de Derecho Constitucional y Social de la Corte Suprema
de Justicia de la Repblica, de fojas 27 del cuaderno de apelacin, su fecha 13 de agos-
to de 2002, que declar improcedente la accin de amparo de autos.
ANTECEDENTES
Con fecha 22 de marzo de 2000, el recurrente interpone accin de amparo contra la
doctora Nancy Chvez Prado, Jueza de Ejecucin del Decimonoveno Juzgado Especia-
lizado en lo Laboral de Lima, por denegarle su demanda de ejecucin de resolucin
judicial; y contra la doctora Mara Villavicencio Olarte, Fiscal Superior en lo Penal de Li-
ma, por denegarle su denuncia penal por violacin de la libertad de trabajo, abuso de
autoridad y estafa procesal.
Las emplazadas contestan la demanda solicitando que sea declarada improcedente,
alegando que las resoluciones impugnadas han sido expedidas dentro de un proce-
so regular.
La Sala de Derecho Pblico de la Corte Superior de Justicia de Lima declar improce-
dente la demanda, por considerar que en el presente caso se configura lo previsto en
el inciso 2) del artculo 6 de la Ley N 23506, modificado por la Ley N 27053.
La recurrida confirm la apelada por los mismos fundamentos.
FUNDAMENTOS
1. Mediante la presente accin de garanta, el demandante cuestiona la resolucin ju-
dicial de fecha 6 de marzo de 2000, obrante a fojas 21, en virtud de la cual la Jueza del
Decimonoveno Juzgado Especializado en lo Laboral de Lima declar improcedente la
demanda que interpuso el demandante contra el Banco de la Nacin sobre ejecucin
152
Derecho Penal Laboral
153
Leonardo Caldern Valverde
154
Derecho Penal Laboral
Que en el momento de ocurrir los hechos Samuel era Presidente de la Cooperativa con
facultades de direccin y control de gestin y de personal.
Que a consecuencia del accidente Alfredo sufri lesiones consistentes en fractura de
ambas muecas, fractura de huesos propios nasales, heridas y erosiones faciales y frac-
tura vertical en el margen spero externo de rtula derecha, las cuales precisaron para
su curacin de primera asistencia y tratamiento mdico y quirrgico, y tardaron en cu-
rar 648 das, de los cuales 12 permaneci hospitalizado y el resto fueron tambin impe-
ditivos de ocupaciones habituales, quedndole como secuelas: mueca derecha ar-
trodesis de mueca derecha en posicin funcional; dedos de la mano derecha limita-
cin de la movilidad articulacin metacarpofalngica de 2 a 5 dedo; rodilla derecha
gonalgia postraumtica inespecfica; as como una leve desviacin del tabique nasal
a la izquierda con mnima cicatriz en lado derecho, cicatriz de 4 cm en cara dorsal de
mueca izquierda, cicatrices de 18 cm en cara dorsal de mueca derecha, 5 cm en ca-
ra palmar y 4 cm en cara lateral, y cicatriz de 9 cm en cadera izquierda (zona tomadora
de injerto), todo lo cual constituye perjuicio esttico moderado.
Que por Resolucin del INSS de 24 de octubre de 2008 se reconoci a Alfredo una in-
capacidad permanente parcial para su trabajo habitual y por la Gerencia de Servicios
Sociales de la Junta de Castilla y Len se le reconoci el 22 de abril de 2009 una minus-
vala del 47%.
Que la bodega Sociedad Cooperativa Virgen de las Vias tena concertada en la fecha
del accidente pliza de seguros con la entidad Seguros Generales Rural S.A.
Segundo: La parte dispositiva de la sentencia recada en la primera instancia de fecha
29 de julio de 2.011, dice literalmente. Fallo: Que debo condenar y condeno a Samuel
y Ofelia como autores responsables criminalmente de un delito contra los derechos
de los trabajadores en concurso de normas con un delito de lesiones imprudentes,
sin la concurrencia de circunstancias modificativas de la responsabilidad criminal, a
la pena para cada uno de ellos de un ao y seis meses de prisin, accesoria de inha-
bilitacin especial para el derecho de sufragio pasivo durante el tiempo de la conde-
na, y accesoria para el acusado Samuel de inhabilitacin especial para el desempeo
del cargo de Presidente de Cooperativas y cualquier actividad relacionada con la pre-
vencin de riesgos y accesoria para la acusada Ofelia de inhabilitacin especial para el
desempeo de la profesin de gerente y cualquier actividad relacionada con la pre-
vencin de riesgos, en ambos casos durante el tiempo de la condena y que indemni-
cen conjunta y solidariamente a Alfredo en la cantidad de 73.101,46 euros por sus le-
siones, secuelas e incapacidad, con imposicin a los acusados del pago de las costas
procesales por mitad incluidas las de la acusacin particular.
Se declara la responsabilidad civil directa de la compaa de seguros Seguros Gene-
rales Rural S.A. que abonar el inters del artculo 20 de la LCS indicado en el Funda-
mento de Derecho Tercero, y la responsabilidad civil subsidiaria de la bodega Sociedad
Cooperativa Virgen de las Vias.
Tercero: Contra esta resolucin se interpuso recurso de apelacin por la representa-
cin de Samuel y Ofelia alegando error en la apreciacin de la prueba, infraccin de la
Norma Jurdica y Doctrina Jurisprudencial, por aplicacin indebida del artculo 316 del
Cdigo Penal, infraccin del principio acusatorio, vulneracin del derecho constitucio-
nal a la presuncin de inocencia, falta de proporcionalidad en las penas impuestas, e
155
Leonardo Caldern Valverde
156
Derecho Penal Laboral
Ms concretamente, solo cabe revisar la apreciacin hecha por el Juez de la prueba re-
cibida en el acto del juicio oral en la medida en que aquella no dependa sustancial-
mente de la percepcin directa o inmediacin que el mismo tuvo con exclusividad y,
en consecuencia, el juicio probatorio no solo ser contrastable por va de recurso en lo
que concierne a las inducciones y deducciones realizadas por el Juez a quo, de acuer-
do con las reglas de la lgica, pero no en lo relativo a la credibilidad de los testimonios
o declaraciones odos por el juzgado, haciendo hincapi en si tales inferencias lgicas
han sido llevadas a cabo por el rgano judicial de forma absurda, irracional o arbitra-
ria, es decir, si la valoracin de la prueba ha sido hecha mediante un razonamiento que
cabe calificar de incongruente o apoyado en fundamentos arbitrarios como aquellos
que aplican criterios contrarios a los preceptos constitucionales.
Asimismo, es funcin de esta Sala cuando ante ella se alega infraccin del derecho de
presuncin de inocencia: 1) cerciorarse de la existencia de material probatorio de car-
go suficiente y referente a la existencia y realidad del hecho enjuiciado, y a la partici-
pacin del acusado en su realizacin, que haya permitido al juzgador de instancia dic-
tar un fallo de condena, as como, 2) verificar que la prueba se ha obtenido en las ade-
cuadas condiciones de publicidad, inmediacin y contradiccin y sin violentar dere-
chos ni libertades fundamentales y, en fin, 3) comprobar que los razonamientos uti-
lizados para valorar la prueba son concordes con los preceptos de la lgica y las ense-
anzas de la experiencia.
Tercero: En primer lugar por lo que respecta a la actuacin de Ofelia, en su condicin
de gerente o administradora general de la Cooperativa, entendemos que no puede
ser considerada como una trabajadora ms, puesto que el da de los hechos se encon-
traba en compaa de la auditora, para la realizacin de una auditoria, siendo preciso
contar el nmero de botellas almacenadas en la bodega.
El trabajador Alfredo manifest que Ofelia deca lo que se haca all y tena capacidad
de mando sobre l, decirle qu hacer, cmo y sus funciones. Que para el recuento que
se estaba realizando el da de los hechos era necesario subir por los palets, no haba es-
calera, y siempre se haba hecho de esa forma, ello era conocido por Ofelia que se en-
contraba presente y tambin del Presidente. Afirmando que la orden fue sube y cuen-
ta y se la dio Ofelia.
Por ello entendemos que la ahora recurrente no era una mera trabajadora de la coope-
rativa, sin tener funciones de mando sobre el trabajador accidentado, antes al contra-
rio saba cmo se realizaba habitualmente el recuento, sin adoptar ninguna medida de
seguridad, y el da de autos le dijo a Alfredo que subiese para contar.
El trabador se limit a obedecer la orden que le fue dada, careciendo de los medios ne-
cesarios para realizar el recuento de las existencias con la seguridad necesaria.
Por todo ello no se aprecia error en la valoracin de la prueba en cuanto a los hechos
declarados probados respecto de la Sra. Ofelia.
Cuarto: En cuanto a la responsabilidad de Samuel, en su condicin de presidente de
la Cooperativa Virgen de las Vias, la Juzgadora considera que su cargo no solo es ho-
norfico o representativo, puesto que los Estatutos de la Cooperativa, transcriben prc-
ticamente la regulacin legal, resultando de acuerdo con la Ley 27/1999 de 16 de julio
de Cooperativas que corresponde al Consejo Rector (artculo 32) entre otras funciones
157
Leonardo Caldern Valverde
la alta gestin, de manera que su Presidente, miembro del Consejo Rector, tena en es-
te caso funciones de gestin, as como control de la gestin y de personal.
El acusado admiti en el Plenario de que tiene potestad para firmar los convenios, con-
tratos con los trabajadores, as como darles instrucciones, con el deber de obediencia
por parte de estos, como afirm la Sra. Ofelia. El testigo Gonzalo manifest que: el pre-
sidente puede dar instrucciones a los trabajadores de cmo hacer las cosas o no, etc.
Puede hacer todo lo que quiera solo, incluso vender la cooperativa.
Por todo ello tampoco se aprecia el denunciado error en la valoracin de la prueba en
cuanto a los hechos que le afectan al Sr. Samuel, puesto que entre sus funciones como
Presidente de la cooperativa se encontraba el control y gestin de personal.
En cuanto a las medidas de seguridad, el inspector de trabajo D. Rmulo concluye que
en la fecha del accidente y no obstante tener vigente desde 1/2005 concierto especfi-
co para disciplina preventiva de vigilancia de la salud con servicio de prevencin ajeno
de Fraternidad Muprespa, la empresa careca de la exigible organizacin de la activi-
dad preventiva en los trminos impuestos por la normativa vigente por cuanto careca
de servicio de prevencin ajeno como de personal propio con cualificacin en la mate-
ria; la empresa careca de plan de prevencin en los trminos impuestos por el artculo
16.1 de la LPRL y artculo 2 del RD 39/97 de 17 de enero; y fechas del accidente la em-
presa no dispona de la exigible planificacin de la actividad preventiva.
Por la parte apelante se considera que la culpa radic exclusivamente en la actuacin
negligente del trabajador accidentado, sin embargo el empresario debe poner a dis-
posicin del mismo todos aquellos medios de seguridad necesarios para la realizacin
de su trabajo sin riesgo, lo cual no aconteci en el supuesto enjuiciado, y proteger al
trabajador incluso de su propia imprudencia.
De tal forma que constituyen causas del accidente el inadecuado sistema de almace-
naje, que al no dejar pasillos entre las filas de palets impide una adecuada inspeccin
visual y recuento desde el suelo de los palets de productos almacenados, y la no utili-
zacin de equipo adecuado para el trabajo en altura, as como la falta de formacin e
informacin preventiva al accidentado.
Quinto: Con respecto al delito contra el derecho de los trabajadores, objeto de acu-
sacin, esta Seccin Primera de la Audiencia Provincial de Burgos, en sentencia nm.
281/09 de 15 de diciembre, recoga que la sentencia del Tribunal Supremo de 29 de
julio de 2000, en referencia al tipo penal del artculo 316 Cdigo Penal dice que: se tra-
ta de un tipo penal de estructura omisiva o ms propiamente de infraccin de un de-
ber que protege la seguridad en el trabajo entendido como la ausencia de riesgo pa-
ra la vida y la salud del trabajador dimanante de las condiciones materiales de la pres-
tacin del trabajo, bien jurdico autnomo y por tanto independiente de la efectiva le-
sin que en todo caso merecera calificacin independiente, en el que el sujeto acti-
vo, los legalmente obligados, ocupan una posicin semejante a la de garante (...), fi-
nalmente, el elemento normativo del tipo se refiere a ... la infraccin de las normas de
prevencin de riesgos laborales..., lo que permite calificar el delito como tipo penal en
blanco en este sentido la sentencia del Tribunal Supremo nm. 1.360/98 de 12 de no-
viembre, de suerte que es la infraccin de la normativa laboral la que completa el ti-
po, bien entendido que no bastara cualquier infraccin administrativa para dar vi-
da al tipo penal, porque esta exige en adecuado nexo de causalidad que la norma de
158
Derecho Penal Laboral
seguridad infringida debe poner en peligro grave su vida, salud o integridad fsica la
que nos enva a infracciones graves de la normativa laboral que lleven consigo tal crea-
cin de grave riesgo. Otra concepcin en la lnea de bastar para la integracin del tipo
penal cualquier infraccin de normas de seguridad, extendera indebidamente la res-
puesta penal en niveles incompatibles con el principio de mnima intervencin y de
seguridad jurdica.
En definitiva, podemos concluir que la integracin del tipo penal con la normativa de
la prevencin de riesgos laborales, solo debe ser en relacin con la infraccin de los
ms graves preceptos cuya omisin es capaz de generar aquel grave peligro. Se est
en consecuencia ante una infraccin de una norma de seguridad que se ha reconverti-
do en tipo penal por la mayor lesividad que aquella infraccin conlleva para el bien ju-
rdico de la vida, salud o integridad del colectivo de trabajadores.
Lo dicho supone que para poder aplicar el referido artculo 316 del Cdigo Penal de-
viene inexcusable acreditar qu medio o medios de seguridad necesarios para los tra-
bajadores no ha sido facilitado por la parte obligada a ello poniendo en peligro gra-
ve la vida, la salud o integridad fsica del trabajador. Se trata de un peligro concreto, el
sujeto activo solo puede serlo el obligado a facilitar los medios para facilitar la seguri-
dad del trabajador en la realizacin de la actividad de que se trate, el obligado no solo
puede ser el empresario sino tambin otras personas que incursas en la organizacin
empresarial tengan atribuidas estas funciones. No obstante, a pesar de que, en efecto,
personas ajenas a los empresarios de la construccin y que solo ostenten la condicin
de tcnicos o facultativos de la obra pueden incurrir en la conducta delictiva previs-
ta en el artculo 316 del Cdigo Penal por la va de la participacin necesaria omisiva
obvindose as los problemas de subsuncin que se plantean con respecto a la autora
en los delitos especiales propios, es necesario para que ello sea factible que el partci-
pe coopere en sentido normativo-material con su omisin en la conducta descrita es-
pecficamente para el autor en el tipo penal.
En efecto, el referido artculo 316 del Cdigo Penal sanciona la conducta de los que
con infraccin de las normas de prevencin de riesgos laborales y estando legalmente
obligados, no faciliten los medios necesarios para que los trabajadores desempeen
su actividad con las medidas de seguridad e higiene adecuadas, de forma que pongan
en peligro grave su vida, salud o integridad fsica (...).
En relacin con lo cual, el Tribunal Supremo en sentencia de fecha 26 de julio de 2000
refiere que en la regulacin del delito contra los derechos de los trabajadores hay que
indicar que el rgimen penal de proteccin alcanza a distintos bienes especficos, en-
tre ellos la seguridad e higiene en el trabajo (artculos 316 y 317 del Cdigo Penal en
relacin con el artculo 40.2 de la Constitucin Espaola), describindose dos tipos,
doloso y por imprudencia grave, en forma omisiva, constituyendo infracciones de pe-
ligro concreto, que debe ser grave para la vida, salud e integridad fsica de los traba-
jadores, alcanzando su consumacin por la existencia del peligro en s mismo, sin ne-
cesidad de resultados lesivos, que de producirse conllevaran el rgimen del concurso
ideal (artculo 77 del Cdigo Penal). Tratndose tambin de una norma penal en blan-
co que se remite genricamente a las normas de prevencin de riesgos laborales, es-
pecialmente, pero no solo, a la Ley 31/95 de 8 de noviembre, de Prevencin de Riesgos
Labores, sino a todas las dictadas en la materia con independencia de su rango jerr-
quico. Y el contenido de la omisin se refiere a no facilitar los medios necesarios para
159
Leonardo Caldern Valverde
que los trabajadores desempeen su actividad con las medidas de seguridad e higie-
ne adecuadas, lo que equivale tambin a una norma penal incompleta e indetermina-
da que ha de llenarse segn el caso y sus circunstancias, es decir, empricamente, esta-
blecindose una suerte de relacin de causalidad entre la falta de medios y el peligro
grave para la vida, salud e integridad fsica.
En definitiva, deben de concurrir los elementos esenciales y definidores del tipo penal
bsico objeto de acusacin, y que la sentencia del Tribunal Supremo de 26 de setiem-
bre de 2001 cifra en:
1) Infraccin de normas de prevencin de riesgos laborales.
2) Omisin de facilitar medios necesarios para el desempeo del trabajo.
3) Condiciones de seguridad adecuadas, que en este caso lo eran y estaban exigidas
por las normas reguladoras de esa proteccin frente a riesgos laborales.
4) Efecto de poner en peligro la vida o integridad fsica de los trabajadores.
Lo dicho supone que la accin tpica de peligro se consuma por el mero hecho de no
facilitar las medidas de seguridad para el trabajador que realiza su actividad en condi-
ciones de especial riesgo para su salud e integridad; y ello sin perjuicio de la responsa-
bilidad penal que proceda por el resultado lesivo concurrente.
Todos y cada uno de los elementos anteriormente citados debern ser acreditados por
la acusacin pblica o particular comparecida en las actuaciones, quebrando de esta
forma la presuncin de inocencia que a los acusados beneficia, al amparo de lo pre-
visto en el artculo 24.2 del Texto Constitucional. La carga de la prueba se puede resu-
mir indicando que: a) la prueba que haya de apreciarse ha de ser practicada en el jui-
cio oral (principio de inmediacin), salvo los supuestos admitidos de prueba anticipa-
da; b) la carga probatoria incumbe a las partes acusadoras y no a la defensa, por co-
rresponder al acusado el beneficio de la presuncin de inocencia; y c) dicha prueba ha
de ser de cargo, suficiente para desvirtuar aquella presuncin (sentencia del Tribunal
Constitucional de 23 de mayo de 1990).
El tipo del artculo 316 se trata de un delito especial propio, al contemplar como suje-
tos activos del mismo a quienes estuvieren legalmente obligados a facilitar los medios
necesarios para que los trabajadores desempeen su actividad con las medidas de se-
guridad e higiene adecuadas. Nos hallamos ante la infraccin de un deber especfico
centrado en las obligaciones que al empresario le impone, fundamentalmente, la Ley
31/1995, de Prevencin de Riesgos Laborales.
Tambin se tipifica el delito como un comportamiento omisivo, en cuanto que sancio-
na a quienes estando obligados a ello no faciliten los medios necesarios para garan-
tizar la seguridad e higiene de los trabajadores. Y se trata adems de una modalidad
omisiva ms bien impropia o de comisin por omisin, toda vez que el precepto hace
referencia a un resultado de peligro concreto, plasmado en la expresin peligro gra-
ve para la vida, salud o integridad fsica de los trabajadores, resultado que ha de estar
conectado jurdicamente a la conducta omisiva, de modo que el peligro grave se ha-
bra evitado, o cuando menos se habra podido evitar, en el caso de que el empresa-
rio hubiera facilitado los medios necesarios para garantizar la seguridad e higiene de
los trabajadores.
160
Derecho Penal Laboral
161
Leonardo Caldern Valverde
162
Derecho Penal Laboral
163
Leonardo Caldern Valverde
Que condenar y condeno a don Jess Carlos como autor responsable de un delito con-
tra los derechos de los trabajadores, previsto y penado en el artculo 316 del Cdigo
Penal, sin la concurrencia de circunstancias modificativas de la responsabilidad, a la
pena de NUEVE MESES DE PRISIN con la accesoria de inhabilitacin especial para
el ejercicio del derecho de sufragio pasivo durante el tiempo de la condena, y a la de
NUEVE MESES DE MULTA a razn de una cuota diaria de diez euros, con responsabili-
dad personal subsidiaria de un da de privacin de libertad por cada dos cuotas no sa-
tisfechas, as como al abono de las costas causadas en este delito.
Que debo absolver y absuelvo a don Constancio, don Jess Carlos y don Fulgencio del
delito de lesiones imprudentes del que eran acusados, declarando de oficio las costas
causadas en el mismo.
Segundo: Notificada dicha resolucin a las partes, por la representacin de Jess Car-
los se interpuso recurso, que fue admitido e impugnado por el Ministerio Fiscal. Las
actuaciones tuvieron entrada en la Oficina de Registro y Reparto el da 14 de junio de
2011, siendo turnadas a la Seccin 1 y quedando registradas con el nmero de Rollo
1210/11, sealndose para la Votacin, Deliberacin y Fallo el da 31 de enero de 2012
a las 9.30 horas de su maana, fecha en la que se llev a cabo el referido trmite.
Tercero: En la tramitacin del presente recurso se han observado los trmites y forma-
lidades legales.
Cuarto: Ha sido Ponente en esta instancia el Ilmo. Sr. Presidente D. IGNACIO JOS SU-
BIJANA ZUNZUNEGUI.
HECHOS PROBADOS
Se aceptan los hechos probados de la resolucin de instancia, que literalmente esta-
blecen que:
Primero: El acusado don Constancio, mayor de edad y con antecedentes penales
cancelables, en la fecha de los hechos era el gerente, jefe de fabricacin y represen-
tante legal de la empresa Gondiplas, S.L., situada en la calle Zuaznabar, N 117 Polgo-
no Ugaldetrxo, de la localidad de Oyarzun. Dicha empresa se dedica a la fabricacin
de productos con materias plsticas y su plantilla estaba formada por veinticuatro tra-
bajadores, entre los cuales se hallaba doa Mar Trini, trabajadora por cuenta ajena en
virtud de un contrato de trabajo de duracin determinada, con una antigedad en el
puesto de trabajo de la empresa, en la fecha de los hechos, de cuatro aos.
Segundo: Sobre las 18.00 horas del da 26 de enero de 2007, la Srta. Mar Trini, opera-
ria de produccin a pie de mquina, alimentaba piezas defectuosas a un molino tritu-
rador de plstico o mquina granuladora de cuchillas, marca Piovan, modelo RN1530,
N de matrcula OGR-3384, ao de fabricacin 1998, la cual dispone de marcado CE,
declaracin de conformidad y manual de instrucciones. Cuando la trabajadora se dio
cuenta que la mquina estaba atascada porque no sala apenas material triturado y las
piezas que ella haba alimentado rebosaban por la tolva de alimentacin, hecho que
ocurra habitualmente, intent varias veces desatascar el molino sin abrirlo, introdu-
ciendo un palo de madera, sin conseguir desatascarlo. Entonces decidi abrir la m-
quina, desatornill el esprrago roscado que pulsa el elemento mecnico que a su
vez acciona el dispositivo de enclavamiento (interruptor de posicin) que detecta que
la mquina est cerrada o abierta. Una vez abierta la mquina, con la ayuda de otra
164
Derecho Penal Laboral
compaera, doa Florencia, trat de eliminar las piezas que haban quedado atasca-
das, hasta que la Sra. Mar Trini solicit a su compaera que le pasara la boquilla de ai-
re comprimido para soplar la zona de cuchillas y, en ese instante, la mquina se puso
en marcha de forma intempestiva, atrapando la mano de la Sra. Mar Trini; causando la
amputacin de la misma.
Tercero: La referida mquina careca de un sistema de seguridad o proteccin adecua-
da, ya que el dispositivo de enclavamiento (interruptor de posicin) no actu y por lo
tanto no orden la parada de la mquina. Este fallo de su elemento de proteccin con-
traviene lo dispuesto para la categora del sistema de mando, ya que, en lugar de tener
una categora 1, debera ser una categora 3, es decir, que un nico fallo del sistema no
pudiera dar posibilidad a una situacin de peligro.
Cuarto: El acusado Sr. Constancio, a pesar de ser el responsable de que se cumpliera
la normativa contenida en la Evaluacin de Riesgos que tena adoptada la empresa y
aunque conoca perfectamente el riesgo que entraaba trabajar con la mquina gra-
nuladora de cuchillas, puesto que el propio fabricante le haba informado de ello, no
proporcion a la Sra. Mar Trini la formacin adecuada para la tarea de desatasco, per-
mitiendo que una trabajadora de cuatro meses de antigedad y con falta de cualifica-
cin o experiencia desempeara dicha tarea. Dicho acusado tampoco proporcion a la
trabajadora formacin ni informacin de los riesgos de la mquina en la que trabajaba.
Quinto: La Evaluacin de Riesgos Laborales haba sido encomendada por parte de
Gondiplas, S.L., a un servicio de prevencin ajeno, en concreto a la empresa Spril Nor-
te, S.L., cuyo representante legal era el tambin acusado don Jess Carlos, mayor de
edad y sin antecedentes penales. La persona encargada de la elaboracin de la Evalua-
cin de Riesgos era el acusado don Fulgencio, mayor de edad y sin antecedentes pe-
nales, quien era tcnico de Spril Norte, S.L., y asesor en la planificacin de la elabora-
cin preventiva de riesgos laborales.
Sexto: Dicha empresa valor los riesgos en relacin a los puestos de trabajo pero los
equipos de trabajo (mquinas) no fueron evaluados. En cuanto al puesto de trabajo de
la trabajadora accidentada consta por una sola vez riesgo de atrapamiento por o en-
tre objetos y la medida preventiva que se propone es la parada de la mquina y la se-
ta de seguridad accidentada.
Stimo: Los equipos de trabajo no fueron evaluados; solo aparece una relacin de la
maquinaria utilizada en la empresa donde se menciona la existencia de seis molinos
pero no vuelven a ser mencionados: no se sealan sus caractersticas (si renen o no
marca CE, declaracin de conformidad), ni los riesgos derivados de su utilizacin ni las
medidas preventivas necesarias para evitar o reducir a lo mnimo posible esos riesgos.
La empresa Spril Norte, S.L., no inform a los trabajadores sobre la evaluacin inicial
de riesgos, sobre la planificacin preventiva derivada de dicha evaluacin y las medi-
das de emergencia. Tampoco efectu todas las visitas anuales a las que se haba com-
prometido (cuatro cada ao); en el ao 2004 gir tres visitas, en el ao 2005 dos visitas
y en el ao 2006 una visita.
Octavo: Como consecuencia del accidente, la Sra. Mar Trini sufri lesiones consisten-
tes en la amputacin traumtica de cuarto proximal del antebrazo derecho, que requi-
ri tratamiento quirrgico, rehabilitador y psicolgico; la lesionada estuvo diez das
hospitalizada e invirti 521 das en la curacin, 17 de ellos hospitalizada y 276 das
165
Leonardo Caldern Valverde
impedida para sus ocupaciones habituales; como secuelas le qued las siguientes: co-
mo secuela psiquitrica, un trastorno adaptativo con sintomatologa mixta ansioso de-
presiva de leve-moderada intensidad; como secuela funcional, amputacin del ante-
brazo derecho a nivel de su cuarto proximal, equiparable a amputacin de antebrazo
y dolor neuroptico importante, equiparable a neuralgia de ESD; un perjuicio esttico
importante en su grado medio consistente en amputacin a nivel de cuarto proximal
de antebrazo derecho, atrofia de brazo derecho de 4 cm y cicatriz a nivel de mun de
amputacin en forma de V de 6x7 cm, bien conformada.
Noveno: La empresa Gondiplas, S.L., tena concertado un seguro de accidentes con
la entidad Seguros Bilbao, miembro del grupo Fortis. La empresa de servicio ajeno
de prevencin tena concertado un seguro de responsabilidad civil con seguros HDL.
Dcimo: La Sra. Mar Trini ha renunciado a las acciones civiles y penales que le corres-
ponden al haber sido indemnizada en la cantidad de 260.000 euros.
FUNDAMENTOS JURDICOS
Primero: Debate jurdico
La sentencia del Juzgado de lo Penal N 2 de Donostia-San Sebastin, de 25 de marzo
de 2011, condenaba a los Sres. Constancio, Fulgencio y Jess Carlos como autores de
un delito contra los derechos de los trabajadores, descrito en el artculo 316 del Cdi-
go Penal, a las consecuencias jurdicas que se especifican en los antecedentes de he-
cho de esta resolucin. Los Sres. Constancio y Fulgencio se aquietan con la sentencia.
El nico recurrente es, por lo tanto, el Sr. Jess Carlos. Para un adecuado anlisis y reso-
lucin de los temas planteados por este apelante, en la presente sentencia se va a se-
guir la siguiente metodologa:
* Delimitacin de los argumentos empleados por la sentencia para estimar que concu-
rren razones vlidas y suficientes para condenar al Sr. Jess Carlos.
* Explicacin de las alegaciones efectuadas por el apelante para concluir que no exis-
te una justificacin idnea de la condena.
* Indicacin de las razones del Tribunal para validar o refutar las razones del apelante
y, consecuentemente, ratificar o revocar el fallo.
Segundo: Anlisis de los temas planteados: delito contra los derechos de los tra-
bajadores descrito en el artculo 316 del Cdigo Penal
A. Pronunciamientos de la sentencia que han sido recurridos
Con relacin al Sr. Jess Carlos (nico apelante) la sentencia de instancia realiza las si-
guientes consideraciones relevantes:
* Es el representante legal de la empresa Spril Norte SL, entidad que contrat con la
empresa Gondiplas SL (en la que prestaba sus servicios laborales la trabajadora lesio-
nada) la prestacin de servicios de prevencin para el centro de trabajo ubicado en la
calle Zuaznabar N 117, de la localidad de Oiartzun (centro en el que se produjo la le-
sin de la trabajadora el da 26 de enero de 2007). El contrato se formaliz en un docu-
mento suscrito el da 19 de setiembre de 2003.
166
Derecho Penal Laboral
167
Leonardo Caldern Valverde
168
Derecho Penal Laboral
puede calificarse como vlida cuando no es factible acudir a la prueba directa, hipte-
sis no concurrente en este caso.
Los informes de la Inspeccin de Trabajo y Seguridad Social as como de Osalan no
constituyen pruebas testificales. Su aporte cognitivo no se basa en la percepcin sen-
sorial de un suceso o acontecer sino que se funda en el traslado de un conocimiento
tcnico especfico respecto a las circunstancias o el contexto en el que se produce una
prdida de la vida o un detrimento de la salud de un trabajador en el seno de una ac-
tividad desarrollada en virtud de un contrato de trabajo. Se trata, por lo tanto, de un
dictamen emitido ora por un perito o, en su caso, por un testigo-perito (acudiendo a
la terminologa empleada por el artculo 370.4 LEC). Consecuentemente, la razn de
ciencia de la mentada fuente de prueba no es lo percibido campo propio del testi-
go sino lo conocido en virtud de los conocimientos tcnicos y especficos que posee
en determinada materia mbito especfico de la pericia. Por ello, no es aplicable, a la
hora de ponderar su rendimiento probatorio, la doctrina sobre los testigos de referen-
cia, en la medida que la aptitud incriminatoria de su aporte cognitivo no se funda en la
mayor o menor calidad de su razn de ciencia de mayor fundamento, sin duda, en el
testigo directo que en el testigo de referencia sino en el mayor o menor fundamento
cientfico o tcnico de sus propuestas.
Por lo tanto, es perfectamente plausible que, como ha ocurrido, la sentencia de instan-
cia edifique su juicio probatorio sobre el cimiento ofrecido por los dictmenes pericia-
les emitidos por la Inspeccin de Trabajo y Osalan.
2. A partir de la premisa indicada anteriormente aptitud probatoria de los informes
de la Inspeccin de Trabajo y de Osalan, la inferencia obtenida por el juzgador de ins-
tancia la trabajadora lesionada, al igual que el resto que integran el sistema de pro-
duccin, no recibi formacin en materia de riesgos laborales tiene un fundamento
probatorio y, consecuentemente, no est aquejada del vaco de acreditacin que se
denuncia. Que la responsabilidad de tal orfandad alcanza a la empresa Spril Norte SL
se infiere de los compromisos contractuales que adquiri con la empresa Gondiplas SL
que, en lo referido a la segunda anualidad, abarca materias como la revisin de los ries-
gos a travs de las visitas anuales, la supervisin de las aplicacin de las medidas pre-
ventivas y correctoras planificadas en la evaluacin de riesgos, la supervisin de la im-
plantacin de los procedimientos bsicos de seguridad elaborados y la informacin a
los trabajadores sobre la evaluacin de riesgos. Todos estos compromisos contractua-
les construyen un tejido de seguridad del que, a modo de garante de fuentes de peli-
gro, se hace responsable la empresa Spril Norte SL. Consecuentemente, a la citada em-
presa le compete desplegar todas las acciones previstas para evitar que el modo y ma-
nera en el que se desarrolla la actividad laboral en las instalaciones de la empresa Gon-
diplas SL conduzca a una situacin de riesgo no permitido o riesgo prohibido sobre la
vida o salud de sus trabajadores. Esta obligacin de desplegar una conducta la asu-
mida contractualmente para impedir un resultado el peligro grave para la vida o sa-
lud de los trabajadores no se satisface, como se afirma en el recurso, tomando como
referente el listado de trabajadores en el primer ao de vigencia del contrato, dado
que, para el segundo, se contempla, como ha quedado perfilado, un elenco de debe-
res contractuales que pretenden precisamente una actualizacin de la evaluacin de
riesgos y, como efecto derivado, una adecuacin del tejido de seguridad a las nuevas
circunstancias, objetivas o subjetivas, concurrentes.
169
Leonardo Caldern Valverde
3. La documentacin aportada por la empresa Spril Norte SL refleja que entre los aos
2003 y 2006, no llev a cabo las visitas contractualmente pergeadas cuatro al ao.
Este aserto contenido en la sentencia con base en tal medio probatorio no puede
ser debilitado in dubio o refutado vaco acudiendo a meras especulaciones (pu-
dieran existir ms visitas realizadas a la empresa que no han quedado documentadas
en sus registros) o a hiptesis alternativas a las visitas que, adems de que no se con-
templan en el contrato con este carcter de igualmente idneas para cumplir el objeti-
vo pretendido asesoramiento verbal o escrito, no han quedado acreditadas con me-
dios de prueba disponibles por la propia empresa correos electrnicos, fax.
4. El Derecho Penal de un Estado Social y Democrtico de Derecho artculo 1.1 CE se
funda, entre otros, en el principio de responsabilidad por el hecho. Por lo tanto, no se
responde criminalmente por lo que se es o se representa sino por lo que se hace es-
tando prohibido hacerlo o no se hace debiendo hacerlo. Como dice el artculo 10 CP,
son delitos o faltas las acciones y omisiones dolosas o imprudentes penadas por la ley.
Por lo tanto, de ser cierto lo sostenido en el recurso la sentencia se limita a afirmar
que el recurrente es el representante legal de la mercantil Spril Norte SL y a partir de
esa posicin legal deriva hacia l la responsabilidad penal por las deficiencias existen-
tes en la prestacin del servicio de prevencin es incuestionable que se hubiera in-
currido en una infraccin flagrante del principio de responsabilidad por el hecho co-
metido u omitido.
El juicio histrico de la sentencia recurrida refleja, en su nmero quinto, que la Evalua-
cin de Riesgos Laborales haba sido encomendada por parte de Gondiplas SL a la em-
presa Spril Norte SL, cuyo representante legal era D. Jess Carlos. Indica, tambin, que
la persona encargada de la elaboracin de la Evaluacin de Riesgos era el acusado D.
Fulgencio, a la sazn tcnica de Spril Norte SL, quien asesor en la planificacin de la
elaboracin preventiva de riesgos laborales.
En el plano de la imputacin tpica, la sentencia, mentando el artculo 318 del Cdigo
Penal, entiende que el Sr. Jess Carlos es, en su condicin de representante legal de la
empresa, responsable del incumplimiento de una serie de prestaciones de seguridad
a las que se haba obligado en virtud de lo suscrito en el contrato del 19 de setiembre
de 2003. En concreto, la falta de informacin a los trabajadores sobre la evaluacin ini-
cial de riesgos, la ausencia de planificacin preventiva derivada de dicha evaluacin,
la ausencia de medidas de emergencia y, finalmente, el dficit en las visitas anuales.
El injusto descrito en el artculo 316 del Cdigo Penal exige la concurrencia de tres pla-
nos de imputacin: objetiva, personal y subjetiva.
La imputacin objetiva se construye en torno a la creacin de un riesgo penalmente
relevante, estado jurdico existente cuando se infringen las normas de prevencin de
riesgos laborales, no se facilitan a los trabajadores los medios necesarios para desarro-
llar su actividad con las medidas de seguridad e higiene adecuadas y, adems, se crea
un peligro grave para su vida, integridad corporal o salud.
La imputacin personal precisar que el injusto cometido sea atribuible a la persona
o personas cuya responsabilidad se exige, contexto presente cuando el hecho forma
parte de las competencias directas o delegadas que la persona en cuestin tiene asig-
nadas en materia de seguridad de los trabajadores (as con carcter general para la
170
Derecho Penal Laboral
171
Leonardo Caldern Valverde
172
Derecho Penal Laboral
173
Leonardo Caldern Valverde
174
Derecho Penal Laboral
175
Leonardo Caldern Valverde
176
Derecho Penal Laboral
B. Como ya ha quedado expuesto con anterioridad, la Sala que ahora resuelve est
conforme con la declaracin de hechos probados de la Sentencia recurrida, pues ha
habido prueba, con inequvoca significacin de cargo, apta para enervar el derecho
fundamental a la presuncin de inocencia, ya que es suficiente, constitucionalmente
obtenida, legalmente practicada y racionalmente valorada, y de ella se vale la Senten-
cia, tal como en la misma se dice, para tener por acreditados los hechos, sin que se ad-
vierta ningn vicio en la valoracin de la prueba personal, fruto de la insustituible in-
mediacin, ni en aquella respecto de la que en este trmite de apelacin se est en las
mismas circunstancias que el que vio la primera instancia, sin que sean de acoger las
alegaciones del recurso:
1. Respecto de las instalaciones sin adecuada ventilacin y extraccin, el ncleo del
hecho probado es que no haba aislamiento frente a los gases vaporizados del sella-
dor, que se extendan por la nave, y no eran evacuados en la medida necesaria para
evitar el contacto de los operarios de otras secciones, de manera que no viene al caso
lo que hacen o dejan de hacer las cabinas presurizadas, o cmo se hagan las extraccio-
nes, o las visitas mdicas de la denunciante, o que fuera la nica que enferm, o que
tuviera especial sensibilidad hacia el producto que la ha hecho enfermar, pues nada de
ello niega la falta de aislamiento, la extensin de los gases por la nave y su imperfecta
evacuacin, que es eso, nada ms y nada menos, lo que dice el relato factual, y la prue-
ba objetiva de la enfermedad es incontestable.
2. Es irrelevante cundo haba o dejaba de haber presencia permanente de vapores, o
que no haya sancin administrativa a cuento de las mascarillas, o que estas eran ade-
cuadas al puesto de trabajo, o qu se utiliza y dnde en los trabajos breves, o para qu
sirven o no las mascarillas de carbono, ya que el devenir objetivo incriminatorio es que
la mascarilla de la manobre era apropiada para el lijado, no para protegerla de las par-
tculas gaseosas del sellador, y en esa consignacin no hay ningn desacierto, sino
buen tino, apoyado en la enfermedad como prueba de la insuficiente proteccin con
la mascarilla que utilizaba, lo que excusa entrar a determinar cul sera la adecuada, si
esta, aquella, la de ms all, con estos componentes o con los otros.
3. Cuanto se dice sobre, en sntesis, qu responsabilidad cabe imputar al administrador
de una empresa por el hecho de que los reconocimientos mdicos no detecten una
enfermedad de un trabajador, no tiene relacin ninguna con un error en la valoracin
de la prueba, pues lo que se viene a decir en los hechos probados es que los reconoci-
mientos mdicos no detectaron la enfermedad, y as fue.
4. El apartado de la ausencia de servicio de prevencin no explica cul es la equivo-
cacin al relatar la Sentencia apelada esa carencia, y el por qu, sino que va por otros
derroteros, con vuelta a la carga acerca de que otros trabajadores no enfermaron, y la
sensibilidad de la denunciante, lo que excusa mayor razonamiento.
C. La infraccin legal por aplicacin indebida de los artculos 316 y 317 del Cdigo Pe-
nal requiere, dada la va de impugnacin elegida, el escrupuloso respeto a los hechos
probados, lo que no se hace en el recurso, lo que acaso fuera ya bastante para la des-
estimacin, que llega a invocar la presuncin de inocencia, y eso que ya se han dedica-
do anteriormente varias hojas al error en la valoracin de la prueba, con lo que habr
que suponer que prueba existe, lo que hace salir del campo del derecho fundamental
177
Leonardo Caldern Valverde
178
Derecho Penal Laboral
179
Leonardo Caldern Valverde
d. La puesta en peligro grave de la vida, salud o integridad fsica, que configura el ti-
po autnomamente de los delitos de resultado, y permite la compatibilidad entre am-
bos si el resultado lesivo se produce, de forma que si, a consecuencia de la infraccin
de normas laborales, acaece lo que se pretenda evitar, la muerte o lesiones del traba-
jador, el delito de resultado absorber al de peligro (artculo 8.3 del Cdigo Penal), co-
mo una manifestacin lgica de la progresin delictiva, aunque se aplica el concurso
ideal de delitos del artculo 77 del Cdigo Penal cuando el resultado producido cons-
tituye solamente uno de los posibles resultados de la conducta omisiva del responsa-
ble de las medidas de seguridad.
E. El artculo 317 del Cdigo Penal contempla la comisin por imprudencia del delito
del artculo anterior, y el artculo 152 del Cdigo Penal, las lesiones por imprudencia.
Las infracciones culposas o imprudentes, punibles como delito o falta, requieren:
1. Una accin u omisin voluntaria no intencional o maliciosa, es decir, que se halle au-
sente todo dolo directo o eventual.
2. La creacin con ella de una situacin de riesgo previsible, prevenible y evitable (ele-
mento psicolgico, que consiste en el poder y facultad humana de previsin y que se
traduce en la posibilidad de conocer y evitar el evento daoso).
3. La infraccin de un deber objetivo de cuidado (elemento normativo, que es la base
de la antijuridicidad de la conducta imprudente), impuesto por un precepto legal, re-
glamentario o de otra ndole, o por la comn experiencia general admitida en el desen-
volvimiento ordinario de la vida, en definitiva, por reglas establecidas para la protec-
cin de bienes social o individualmente valorados, con cuya observancia se debi ad-
vertir la presencia del riesgo o peligro, y evitar, mediante el ajuste del comportamien-
to a tales reglas, la concrecin en una efectiva lesin de un bien jurdico protegido.
4. Un resultado daoso susceptible de ser subsumido (artculos 5 y 12 del Cdigo Pe-
nal) en la parte objetiva de un tipo delictivo doloso, que admita, en virtud de una pre-
visin especfica por parte de la norma penal, la forma culposa, grave o leve.
5. Relacin de causalidad directa, completa, inmediata, eficiente, adecuada y sin inter-
ferencias entre la descuidada conducta desatadora del riesgo o peligro potencial en-
trevisto o podido prever y el dao, lesin o mal efectivamente sobrevenido, que per-
mite atribuir el efecto daoso a la accin humana desplegada por el agente, de forma
que la accin peligrosa tiene que producir un resultado que pueda ser imputado ob-
jetivamente a la misma, comprobacin que ha de partir de la constatacin, a partir de
la teora de la relevancia, de una causalidad o relacin natural entre la accin y el re-
sultado, para seguidamente indagar si la conducta ha creado un peligro no permiti-
do o jurdicamente desaprobado y si el resultado producido ha sido la concrecin de
ese peligro.
La creacin de un peligro jurdicamente desaprobado est ausente cuando se trate de
riesgos permitidos, que excluyen la tipicidad de la conducta que los crea, y prximos
a estos los casos de disminucin del riesgo, en los que el autor obra causalmente res-
pecto de un resultado realmente ocurrido, pero evitando a la vez la produccin de un
resultado ms perjudicial. Son de mencionar igualmente otros supuestos de ruptura
de la imputacin objetiva entre los que se pueden incluir los abarcados por el principio
180
Derecho Penal Laboral
181
Leonardo Caldern Valverde
son ya las comunes que se imponen a cualquier persona, sino que incluyen las del co-
nocimiento y aplicacin de los saberes especficos para los que ha recibido una espe-
cial preparacin y titulacin, de modo que le era exigible su observancia en atencin
a sus personales aptitudes.
En el delito de imprudencia con resultado de muerte, contemplado en el artculo 142.1
del Cdigo Penal, es necesario que la imprudencia sea grave, convirtindose en la fal-
ta del artculo 621.2 del Cdigo Penal cuando la imprudencia es leve. En el caso de las
lesiones imprudentes del artculo 152 del Cdigo Penal, la gravedad en la culpa es exi-
gencia del tipo delictivo, que se convierte en falta en los casos de levedad en la impru-
dencia, aunque el resultado lesivo fuese de los previstos como delito (artculo 621.3
del Cdigo Penal), como tambin se rebaja a la categora de falta de lesiones la causa-
da por imprudencia grave, cuando el resultado lesivo es el previsto en el apartado 2
del artculo 147 del Cdigo Penal, es decir, cuando sea de menor gravedad atendidos
el medio empleado o el resultado producido.
b. El tipo subjetivo est integrado por la ausencia de intencin o voluntad con respec-
to al resultado daoso y por la ndole voluntaria de la infraccin de la norma de cuida-
do cuyo cumplimiento se omite conscientemente, es decir, el agente realiz volunta-
riamente o quiso la conducta descuidada, aunque no el resultado. En atencin a ese
elemento psicolgico, la culpa puede ser inconsciente o consciente; en la primera, se
infringe voluntariamente el deber de advertir el riesgo; en la segunda, se viola, igual-
mente de forma voluntaria, el deber de evitar el riesgo advertido, aunque se confa en
que el resultado lesivo no se va a producir.
F. Dados los inclumes hechos que la Sentencia apelada declara probados, es correcta
la incardinacin en los delitos apreciados, puesto que sin especial esfuerzo intelectual
de aquellos se desprenden los elementos tpicos a que se acaba de hacer referencia, y
el concurso entre ellos viene determinado porque el resultado producido constituye
solamente uno de los posibles resultados de la conducta omisiva del responsable de
las medidas de seguridad, ya que el riesgo lo padecieron tambin otros trabajadores.
Comoquiera que el recurso no respeta el relato factual no es fcil desentraar dnde
pudiera haber un verdadero alegato de infraccin legal, no obstante lo cual, es de aa-
dir: que la Sentencia que se menciona del Tribunal Superior de Justicia de la Comu-
nidad Valenciana nica y exclusivamente trata del recargo sancionador en prestacio-
nes sociales, que excluye porque deben infringirse normas concretas, no genricas, sin
que baste la que impone el deber de velar por la salud de los trabajadores, y, en cual-
quier caso, no excluye que el orden jurisdiccional penal conozca de lo que ha sido ob-
jeto del procedimiento, con el pertinente examen de la cuestin de la infraccin de
normas de prevencin de riesgos laborales, desde la ptica penal, que, adems, ha si-
do resuelta con la invocacin no solo de normativa genrica, sino tambin especfica,
como as resulta de la Sentencia apelada; que no excluye el delito el que fuera la tra-
bajadora la nica que enfermara, o el que tuviera especial sensibilidad, porque, como
es bien sabido, no hay enfermedades sino enfermos, y las medidas preventivas vienen
dotadas del sello de la generalidad, pues lo que tratan es de la proteccin de todos los
que pudieran sufrir un padecimiento, tengan o no tendencia, propensin, y dems a
un desarreglo de la salud, y, por lo tanto, la afectacin de uno solo, no quita la ausen-
cia de las medidas preventivas, con el subsiguiente peligro para todos los trabajado-
res, con independencia de que el dao solo lo haya sufrido uno, que se sepa, o que si
182
Derecho Penal Laboral
183
Leonardo Caldern Valverde
184
Derecho Penal Laboral
185
Leonardo Caldern Valverde
186
Derecho Penal Laboral
187
Leonardo Caldern Valverde
188
Derecho Penal Laboral
B) Convive con esta proteccin, la tutela concreta de la vida y salud de cada uno de los
trabajadores frente a los comportamientos que se desarrollan en el trabajo y menos-
caban su indemnidad personal como consecuencia de la infraccin de normas de pre-
vencin de riesgos laborales, producindose el resultado lesivo que tratan de evitar-
se con dichas normas (muerte o lesin del trabajador). Son tipos contra la vida y salud
imprudentes que, a diferencia de los delitos de peligro, precisan una lesin efectiva del
bien jurdico protegido vida y salud del trabajador, y se despliegan en un contexto
estrictamente individual tutela de la vida y salud del trabajador directamente afecta-
do por la realizacin del riesgo generado por la conducta imprudente.
El delito contra la seguridad en el trabajo y los delitos o faltas de homicidio y lesiones
imprudentes se encuentran un una relacin de complementariedad. Como analiza la
S. T.S. de 14 de Julio de 1.999 cuando como consecuencia de la infraccin de normas
de prevencin de riesgos laborales acontece el resultado que se hubiera evitado con
ellas (la muerte o lesin del trabajador) el delito de resultado (homicidio culposo o le-
siones) absorbe al de peligro del artculo 316, como manifestacin de la progresin
delictiva (artculo 8.3 del Cdigo Penal), pero no cuando la muerte o lesiones de uno
de los trabajadores constituye, como dice la ltima Sentencia citada, solamente uno
de los posibles resultados de la conducta omisiva del responsable de las medidas de
seguridad al encontrarse otro trabajador en la misma y desfavorable condicin de ple-
na inseguridad, estndose en este caso ante un concurso de delitos y no en el seno del
concurso de normas.
Cuarto: En el presente caso, con la carencia de una escalera para acceder al andamio,
con el consiguiente riesgo de cada, constituye una infraccin de las normas sobre pre-
vencin de riesgos laborales, antes citadas.
Infraccin de normas y ausencia de medios para el desarrollo del trabajo con las medi-
das de seguridad e higiene adecuadas de la que se derive un peligro grave para la vi-
da, la salud o la integridad fsica de los trabajadores, que en el informe de la Inspeccin
de Trabajo se califica como grave (F. 92 y 93).
Y en el supuesto que ahora se enjuicia, adems de cometerse el delito de peligro con-
creto a que se refiere el artculo 316 del Cdigo Penal tuvo lugar el fallecimiento del
trabajador D. Jenaro, debido precisamente a la falta de escalera, al resbalarse al subir
por el lateral, que se encontraba mojado al haber llovido, quedndosele enganchada
una pierna al andamio y golpendose la cabeza con el suelo. Lo que obliga a conside-
rar la existencia de un concurso entre el meritado delito y el de homicidio imprudente
del artculo 142 Cdigo Penal, por cuanto que el riesgo por la falta de medidas de se-
guridad afectaba a todos los trabajadores que utilizaban el andamio, siendo concreta-
mente el da del accidente tres.
Quinto.- En atencin a todo lo expuesto, procede la desestimacin del recurso y no
aprecindose mala fe ni temeridad, se declaran de oficio las costas de esta alzada (ar-
tculo 240 - Ley de Enjuiciamiento Criminal).
VISTOS, adems de los citados, los preceptos legales pertinentes del Cdigo Penal y
Ley de Enjuiciamiento Criminal.
189
Leonardo Caldern Valverde
FALLO
QUE DESESTIMANDO el recurso de apelacin formulado por la representacin pro-
cesal del acusado D. Pedro, contra la sentencia de fecha 27 de octubre de 2009 dicta-
da por el Juzgado de lo Penal nm. 4 de Mstoles, en los autos a que el presente rollo
se contrae, debemos CONFIRMAR Y CONFIRMAMOS dicha resolucin, declarando de
oficio las costas causadas en esta alzada.
Notifquese a las partes, con advertencia de que contra la presente resolucin no ca-
be recurso ordinario alguno. Notifquese asimismo a los perjudicados aunque no sean
parte en el proceso.
Devulvanse los autos originales al Juzgado de procedencia, con testimonio de esta
sentencia, para su conocimiento y cumplimiento.
As, por esta nuestra Sentencia, de la que se llevar certificacin al Rollo de Sala y se
anotar en los Registros correspondientes lo pronunciamos, mandamos y firmamos.
Publicacin.- Leda y publicada fue la anterior Sentencia por la Magistrada Ilma. Sra.
Da. PILAR RASILLO LPEZ, estando celebrando audiencia pblica. Doy fe.
Publicacin.- En la misma fecha fue leda y publicada la anterior resolucin por el
Ilmo. Sr/a. Magistrado que la dict, celebrando Audiencia Pblica. Doy fe.
Diligencia.- Seguidamente se procede a cumplimentar la notificacin de la anterior
resolucin. Doy fe.
190
BIBLIOGRAFA
Bibliografa
193
Leonardo Caldern Valverde
194
Derecho Penal Laboral
195
NDICE GENERAL
ndice general
Presentacin.................................................................................................... 5
CAPTULO I
El delito de atentado contra
la libertad del trabajo y asociacin
(artculo 168 del Cdigo Penal)
I. Introduccin............................................................................................ 9
II. Descripcin tpica general....................................................................... 10
III. Bien jurdico penalmente tutelado.......................................................... 11
IV. Supuestos tpicos del artculo 168 del Cdigo Penal peruano................ 15
1. Coaccin para integrar o no un sindicato.......................................... 15
1.1. Descripcin tpica...................................................................... 15
1.2. Tipicidad objetiva...................................................................... 15
1.3. Tipo subjetivo............................................................................ 19
1.4. Consumacin.............................................................................. 19
2. Prestar trabajo personal sin la correspondiente retribucin.............. 19
2.1. Descripcin tpica...................................................................... 19
2.2. Bien jurdico tutelado................................................................. 20
2.3. Tipicidad objetiva...................................................................... 20
199
Leonardo Caldern Valverde
CAPTULO II
El delito de atentado contra las condiciones
de seguridad e higiene industriales
(artculo 168-A del Cdigo Penal)
I. Introduccin............................................................................................ 33
II. Antecedentes........................................................................................... 37
III. Legislacin comparada........................................................................... 38
200
Derecho Penal Laboral
JURISPRUDENCIA PENAL
201
Leonardo Caldern Valverde
202
Derecho Penal Laboral
203
Leonardo Caldern Valverde
204
Derecho Penal Laboral
Bibliografa..................................................................................................... 193
205