Estrategias Docentes para Un Aprendizaje Significativo
Estrategias Docentes para Un Aprendizaje Significativo
Estrategias Docentes para Un Aprendizaje Significativo
ISBN-1 3: 978-970-1035269
ISBN 10: 970-1 03526-7
McGraw-Hill Interamericana
Editores, S.A. de C.v. gz
ASubsidiary ofTh~ McGrawHill Companies
www.mcgraw-hill.com.mx
ESTRATEGIAS DOCENTES
PARA UN APRENDIZAJE
SIGNIFICATIVO
PARA UN APRENDIZAJE
SIGNIFICATIVO
Facultad de Psicologa
McGRAW-HILL
MXICO BUENOS AIRES CARACAS GUATEMALA LISBOA MADRID
~ McGraw-Hill
tiiJjJi Interamericana
DERECHOS RESERVADOS 2002, respecto a la segunda ediCin por
McGRAW-HILLIlNTERAMERICANA EDITORES, S. A. de C. V.
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Cedro Nm. 512, Col. Atlampa
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06450 Mxico, D. F.
Miembro de la Cmara Nacional de la Industria Editorial Mexicana, Reg. Nm. 736
ISBN-10: 970-10-3526-7
ISBN-13: 978-970-10-3526-9
(ISBN 970-10-1898-2 primera edicin)
Agradecemos al CECYT Wilfrido Massieu, del Instituto Politcnico Nacional, las facilidades brindadas
para tomar diversas fotografas de este libro.
890123457 09876532104
Fases de aprendizaje significativo ......... ... .. . ....... ... ... .. ... .... . .. ..... . 45
Principios motivacionales y enseanza . . .... ... . .. . ... . . .. . .... ... . . . .. . .. . . .... ' 88
SUMARIO. .. ....... .. .... .. .......... . .... .. ...... . ......... .... ..... .. . . ...... 94
1- f r)'!:. I/d"
VISIN PANORMICA DEL CAPTULO .......... ... ............ .. .......... . ,... 100
SUMARIO . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 134
VISIN PANORMICA DEL CAPTULO . .... ... . ........ .. ... .... .. ....... .... .. . 138
INTRODUCCIN . ... .. ... .. .. ....... . ...... .. ... ... .... . ...... ... ... .... .. . .... 139
Estrategias para activar (o generar) conocimientos previos .......... . . .... ..... ... 144
de los contenidos de aprendizaje .............. ... . ... .......... . ..... ... .... . 146
Estrategias para organizar la informacin nueva por aprender . ..... .. . ....... ... .. 146
Y RECOMENDACIONES PARA SU USO ... .... .. .. . ........ . ...... . .. .. . ... ..... 147
y para generar expectativas apropiadas ..... .. .... . . .. .... .. . ... ...... . ..... 147
y la nueva informacin que se va a aprender .. .... .. .... . . . ... ... . .. ... ...... 198
Y POR DESCUBRIMIENTO GUIADO Y AUTNOMO .... .... . . . ... ..... .. ...... . . 217
SUMARIO . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 225
VISIN PANORMICA DEL CAPTULO . .... ... ...... .. ... .... ... .... .... . ....... 232
INTRODUCCIN .... .... ... . . .... ... . ......... ... ............... . .... . ..... . .. . 233
QU SON LAS ESTRATEGIAS DE APRENDIZAJE? ... . . . ... .... . .. . . ......... ..... 234
, ( ,1 . : , lI'flo
- -
.
CLASIFICACIONES DE LAS ESTRATEGIAS DE APRENDIZAJE. . ....... . ..... . . .. . .. 238
ADQUISICIN DE LAS ESTRATEGIAS DE APRENDIZAJE .... . ... .... ..... . . . ...... 250
SUMARIO . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 267
INTRODUCCIN ... . .... .. ... .............. . . .. ... ............. .. . . . . . ... ...... 273
Procesamiento interactivo y lectura de textos ....... ..... .. . .. . .. ...... ....... ... 277
Notas breves sobre la evaluacin de las producciones escritas ... . . ... .. .... , . . . . . . . 341
SUMARIO .... ...... . , .. , .. , . . , ... . .... . ........ ...... ... , ......... . . . . , ..... , . . 346
Evaluar la significatividad de los aprendizajes .. . , . .... ,.,.. ...... . . ... . ..... .. . . 359
La asuncin progresiva del control y responsabilidad lograda por el alumno .... , . . . . 362
Evaluacin y regulacin de la enseanza . . .. . , .... . . . ,..... .. .. ... . .... ...... ... 363
, de enseanza yaprendizaje ..... , .. .. . .... . ... .. ... .. . . , .,. " , ........... ,.. 366
Tcnicas de evaluacin informal ..... .. . ,.,., ." . . , . . . . . " .. . ". ,. , .... ". ,. . . . 367
Tcnicas formales ", ... " , . .. , ." ..... , ..... , ..... , . , ........... , .. , . ... , .... 378
TIPOS DE EVALUACIN . . .. .. .. ......... .. ... . . . .... . .. ....... .. .... . ... .. .. ,.. 396
Evaluacin sumativa . . .. ....... . .... ... . .. ... .... ... .. .. . . . ... .. . .. . . . ... .. . . 412
EVALUACIN DE CONTENIDOS . ... .. .. ... ... . ... . . . ....... . . . ... .. .... . .. ... .. 415
Evaluacin del aprendizaje de contenidos procedimentales .. .. .. .. ... .... . .. ... ... 416
SUMARlO . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 424
NDICE ANALTICO .. . .. . ... .. ........ ... . .. . . . . .. . ... . .. .. .... ... . . ... .. . . . . . 459
Sumario
---....
-~- Cfl/,iflll(l I l.JIjilllciti/lllledillfIO/(/ (le! dn",r~y tri illf..rl~lInti/J ulumrit'fl . I
Aunque es i..nnegable el carcter individual y endgeno del aprendizaje escolar, ste no slo se
compone de representaciones personales, sino que se sita asimismo en el plano de l~ a~t1v1dad
social y la experiencia compartida. Es evidente que el estudiante no construye el conoClm1ento en
solitario, sino gracias a la mediacin de los otros y en LU1 momento y contexto cultural particular. En
el mbito de la institucin educativa, esos "otros" son, de manera sobresaliente, el docente y los
compaeros de aula.
El profesor es mediador entre el alumn o y la cultura a travs d e s u propio nin, 1 cultu ra l, por la
significacin que asigna al currculum en general y al conocimiento que transmite en pa rticular, y por
las actitudes que tiene hacia el conocimiento o hacia una parcL'la especializada del mismo. La tamizacin
del currculum por los profesores no es un mero problema de interpretaciones pedaggicas di versas,
sino tambin de sesgos en esos significados que, desde un punto de vista social, no son equivalentes
ni neutros. Entender cmo los profesores medi'ln t'" l'l conocimiento que los alumnos aprenden en las
instituciones escolares es un factor necesario pMa que se comprenda mejor por qu los estudiantes
difieren en lo que aprenden, las actitudes hacia lo aprendido y hasta la misma distribucin social de
lo que se aprende .
En consecuencia, podemos afirmar que tanto los significados adquiridos explcitamente duran
te su formacin profesional, como los usos prcticos que resultan de experiencias continuas en el
aula (sobre rasgos de los estudiantes, orientaciones metodolgicas, pautas de e\'aluacin, etctera),
configurarn los ejes de la prctica pedaggica del profesor. Y dicha prctica docente se encontrar
fuertemente influida por la trayectoria de \'ida del profesor, el contexto socioeduca tivo donde se
dese~vuelva , el proyecto curricular en el que se ubique, las opciones p daagicas que conozca o se
le eXljZ1l1, as como lls condiciones bajo las que se encuentre en la institucin escolar.
Es difcil llegar a LU1 consenso acerca de cules son los conocimientos y habilidades que un
"bue n Fro!eso,r': debe poseer, pues ello depende de la opcin terica y pedaggica que se tome, de
la \l1SlOn ftloso[ca y de los valores y fines d e la educacin con los que se as uma un compromiso.
Desde la perspectiva en que ubicamos este texto, coincidimos con Cooper (1999) en que pueden
identificarse algLU1as reas generales de competencia docente, congruentes con la idea de qUL' el
profesor apoya al alumno l construir el conocimiento, a crecer como persona y a ubicarse como
actor crtico de su entorno. Dichas reas de competen ia son las siguientes:
1. Conocimiento ter ico s uficientemente profLU1do y pertinente acerca del aprend izaje, el desa rro
llo y el comportamiento humano.
UIIIl me/a cen tral del docente es promover !o a,"ollomfa moral e intelectual entre sus alumnos.
2. Despliegue de valores y actitudes que fomenten el aprendizaje y las relaciones hLUnanas genui
nas.
4. Control de estrategias de enseanza que faciliten el aprendizaje del alumno y lo hagan motivante.
En una lnea de pensamiento similar, Git Carrascosa, Furi y Martnez-Torregrosa (1991) consi
deran que la actividad docente, y los procesos mismos de formacin del profesorado, deben plan
tearse con la intencin de generar un conocimiento didctico o saber integrador, el cual trascienda
el anlisis crtico y terico para llegar a propuestas concretas y realizables que permitan una trans
formacin positiva de la actividad docente. El hilo conductor de este proceso de cambio didctico
es la problemtica que genera la prctica docente y las propias concepciones espontneas sobre la
docencia. Siendo fieles a los postulados constructivistas (vase el captulo siguiente), la utilizacin
de situaciones problemticas que enfrenta el docente en su prctica cotidiana es la plataforma para
construir el conocimiento didctico integrador al que se hizo referencia anteriormente . En su pro
puesta de formacin para docentes de ciencias a nivel medio, estos autores parten de la pregunta
qu conocimientos deben tener los profesores y qu deben luicer?, a la cual responden con los siguientes
planteamientos didcticos:
~~ fa I.nvastigacln
EXIGE ei~n,disclpllnaria
y psiCOpedagglca
5. Saber:
Planificar
Preparar actividades
Disenar apoyos
Crear clima faWrable
POSIBILITAN
POSIBILITAN
.. .. l. Enaeftar estratgicamente
~ntenldo8y
habilidades de dominio
7. Saber evaluar.
Por lo anterior, es evidente que, tal como opina Maruny (1989), ensear no es slo proporcionar
informacin, sino ayudar a aprender, y para ello el docente debe tener un buen conocimiento de sus
alumnos: cules son sus ideas previas, qu son capaces de aprender en un momento determinado,
su estilo de aprendizaje, los motivos intrnsecos y extrinsecos que los animan o desalientan, sus
hbitos de trabajo, las actitudes y valores que manifiestan frente al estudio concreto de cada tema,
etctera. La clase no puede ser ya una situacin unidireccional, sino interactiva, donde el manejo de
la relacin con el alumno y de los alumnos entre s forme parte de la calidad de la docencia misma
(Barrios, 1992).
La metfora del andamiaje (scl1ffolding) propuesta por Bruner en los setenta nos permite expli
car lafunciJ/ tutoril1/ que debe cubrir el profesor. El andamiaje supone que las intervenciones tutoriales
del enseante deben mantener una relacin inversa con el nivel de competencia en la tarea de apren
dizaje manifestado por el aprendiz, de manera tal que cuanto ms dificultades tenga el aprendiz en
lograr el objetivo educativo planteado, ms directivas debern ser las intervenciones del enseante,
y viceversa. Pero la administracin y I1jllste de 11111yudl1 pedl1ggicl1 de parte del docente no es sencilla,
no es slo un cambio en la cantidad de ayuda, sino en su cualificacin. En ocasiones podr apoyar
los procesos de atencin o de memoria del alumno, en otras intervendr en la esfera motivacional y
afectiva, o incluso inducir en el alumno estrategias o procedimientos para un manejo eficiente de
la informacin.
Para que dicho ajuste de la ayuda pedaggica sea eficaz, es necesario que se cubran dos carac
tersticas (Onrubia, 1993): 11) que el profesor tome en cuenta el conocimiento de partida del alumno,
y b) que provoque desafos y retos abordables que cuestionen y modifiquen dicho conocimiento.
Finalmente, una meta central de la actividad docente es incrementar la competencia, la compren
sin y la actuacin autnoma de los alumnos.
Cabe sealar que no se puede proporcionar el mismo tipo de ayuda ni intervenir de manera
homognea e idntica con todos los alumnos, puesto que una misma intervencin del profesor
puede servir de ayuda ajustada en unos casos y en otros no. Es por ello que Onrubia (ob. cit.)
propone como eje central de la tarea docente lma actuacin diversificada y plstica, que se acompa
e de una reflexin constante de y sobre lo que ocurre en el aula, y que a la vez se apoye en una
planificacin cuidadosa de la enseanza.
La funcin cen tral del d ocente onsiste en orientar y gui,u la acti,'idad mental constructi va de S U"
alumnos, a quienes proporcionar una ayuda pedaggica ajustada a su competencia.
Aunque es innegable que el propsito central de la intervencin educa tiva es que los alumnos
se conviertan en aprendices exitosos, as como en pensadores crticos y pl.:mificJdores activos de su
propio aprendizaje, la realidad es que esto slo ser posible si lo permite el tipo de experiencia
-
Cl/pitlllo I 1..1 jimcil/ Il/I'dil/llllrrt J~I d(!I"el/u)' /,/ imt'n'mrinl/ ,.d/lIiIll
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interpersonal en que se vea irunerso el alumno. Segn Belmont (1989), uno de los roles ms impor
tantes que cubre el docente es favorecer en el educando el desarrollo y mantenimiento de una serie
de estrategias cognitivas a travs de situaciones de experiencia interpersonal instruccional.
De acuerdo con Rogoff y Gardner (1984) el mecanismo mediante el cual dichas estrategias pa
san del control del docente al alumno es complejo, y est determinado por las ilJflui:!/lcias sociales, el
periodo di:! desarrollo i:!n que se ellcuelltra el alumllo y el dominio del cOllocimiellto im'oll/crado. Desde esta
ptica, el mecanismo central por medio del cual el docente propicia el aprendizaje en los alumnos
es lo que.se llama la trallsferencia de respollsabilidad, que se refiere al nivel de responsabilidad para
lograr una meta o propsito, el cual en un inicio se deposita casi totalmente en el docente, quien de
manera gradual va cediendo o traspasando dicha responsabilidad al alumno, hasta que ste logra
un dominio pleno e independiente.
De acuerdo con Col! (1990, p. 450), "el profesor grada la dificultad de las tareas y proporciona
al alumno los apoyos necesarios para afrontarlas; pero esto slo es posible porque el alumno, con
sus reacciones, indica constantemente al profesor sus necesidades y su comprensin de la situa
cin" . Esto significa que en b interaccin educativa no hay slo una asistencia del profesor al alum
no, sino ambos gestionan de manera conjunta la enseanza y el aprendizaje en un proceso de parti
cipacin guiada.
Siguiendo a Rogoff (1984), existen cinco principios generales que caracterizan las situaciones de
enseanza-aprendizaje, donde ocurre un proceso de participacill glliada con la intervencin del pro
fesor:
10. Se proporciona al alumno un puente entre la informacin de que dispone (sus conocimientos
previos) y el nuevo conocimiento.
20. Se ofrece una estructura de conjunto para el desarrollo de la actividad o la realizacin de la tarea.
30. Se traspasa de forma progresiva el control y la responsabilidad del profesor hacia el alumno.
40. Se manifiesta una intervencin activa de parte del docente y del alunmo.
50. Aparecen de manera explcita e implcita las formas de interaccin habituales entre docentes /
adultos y alumnos/menores, las cuales no son simtricas, dado el papel que desempea el
profesor como tutor del proceso.
Creemos que por lo expuesto en este apartado, se justifica la importancia de ofrecer al docente
una formacin que incluya fundamentos conceptuales, pero que no se restrinja a stos, sino que
incluya una reflexin sobre su propia prctica docente y la posibilidad de generar alternativas de
trabajo efectivas. Los tres ejes alrededor de los cuales se conformara un programa de formacin
docente que asegure la pertinencia, la aplicabilidad y la permanencia de lo aprendido son los si
guientes:
La formacin del docente debe abarcar Jos siguientes planos: conceptual, reflexivo , prctico.
En esta obra nos hemos propuesto ofrecer al docente una serie de conceptos y principios deri
vados de la psicologa cognitiva y del enfoque constructivista, susceptibles de ser aplicados en su
clase. No obstante, dichos elementos deben ser objeto de un anlisis crtico de parte del profesor (o
mejor: del claustro de profesores) y adecuarse convenientemente a las situaciones de enseanza
particulares que enfrenta.
Hasta aqui hemos revisado algunas concepciones que definen la tarea docente desde el punto
de vista constructivista. Una sntesis de las mismas se encuentra en el cuadro 1.1. Cabe aclarar que
algunos de estos conceptos se retomarn y ampliarn posteriormente.
No quisiramos cerrar esta breve revisin del importante papel del profesor en el proceso de
construccin del conocimiento escolar sin hacer referencia al plano de las relaciones in ter persona les
y las actitudes del propio enseante. De manera general, creemos que es muy importante que el
profesor manifieste ante el grupo actitudes y habilidades como las siguientes:
Promueve apnmdiUljes significativos, que tengan sentido y sean funcionales para los
alumnos.
Establecer una buena relacin interpersonal con los alumnos, basada en los valores que intenta
ensear: el respeto, la tolerancia, la empata, la convivencia solidaria, etctera.
Ser capaz de motivar a los alumnos y plantear los temas como asuntos importantes y de inters
para ellos.
Plantear desafos o retos abordables a los alumnos, que cuestionen y modifiquen sus conoci
mientos, creencias, actitudes y comportamientos.
SU INFLUENCIA EN EL APRENDIZAJE
Si queremos comprender por qu el profesor y los alumnos interactan de una manera determinada
y se comportan como lo hacen en sus intercambios comunicativos, hl'mos de atender no slo a sus
comportamientos manifiestos y observables, sino tambin a las cognicionc~ a~ociadas a los mismos.
Se puede afirmar que un principio que preside las relaciones interpersonales es que la represen
tacin que uno se forma del otro es, por un lado, un filtro que conduce a interpretar y valorar lo que
se hace; pero tambin puede modificar el comportamiento en la direccin de las expec tati\'as aso
ciadas con dicha representacin; la cual no se reduce a una seleccin y categorizacin de los rasgos
sobresalientes del otro, sino que en ella participan los conocimientos culturales y las experiencias
sociales de los protagonistas.
Algunas de las preguntas cruci,dcs en este sentido son: Cmo concibe el docente el conoci
miento oue ensea? Qu papel se concede a s mismo en relacin con la experiencia del que apren
de? Cmo se representa al alumno, qu recursos le concede y qu limitaciones ha identificado en
l? Cmo organiza y transmite el conocimiento propio de un campo disciplinario especfico? Hace
ajustes a Ll ,y uda pedaggica que presta a los alumnos en funcin de sus necesidades y del contex
to? Asume siempre el control de los aprendizajes o lo deposita gradualmente en los estudiantes?
Cmo cuantifica y cualifica la posesin y significatividad del conocimiento en sus alumnos?
En lu Ji tera tura reportada, las representaciones o concepciones del profesor, que se han aglutina
do en el trmino genrico de "pensamiento del profesor" (Clark y Peterson, 1990), en realidad reco
gen conceptos y metodologas diversas empleadas en el estudio del conocimiento profesional del
profesorado. AS, a los procesos implicados se les ha denominado "creencias", "conocimiento prc
tico", "pensamiento prctico", "modelos o estilos de enseanza", "teoras implcitas", entre otros
trminos. Lo que nos interesa enfatizar por el momento es que los resultados de gran parte de estos
trabajos refutan la tesis de que el conocimiento didctico del profesor es slo de na turaleza tcnica o
prctica. Ms bien, el conocimiento del profesor, en su calidad de profesional de la enseanza, es de
ndole experiencia! (vase ms adelante a Schbn), y constituye una sntesis dinmica de experiencias
biogrficas constructivas que se activan por demandas del sistema cogn itivo y estn en funcin de
los contextos, directrices y conflictos que plantea la cultura organizada de la escuela.
Aunque los estudios sobre el pensamiento del profesor han comenzado a proliferar, plantean
an ms interrogantes que respuestas. En diversas investigaciones se ha encontrado que "los profe
sores no parecen seguir para planificar su trabajo el modelo racional que normalmente se prescribe
en los esquemas de formacin y en la planificacin del currculum" (Sancho, 1990, p. 101). La mayo
ra de los profesores estudiados no comienzan o guan su trabajo en funcin de unos objetivos
especficos, sino ms bien en funcin del contenido que ensearn y el lugar donde la tarea docente
se realizar. As su unidad de planificacin es la actividad y no el objetivo.
- como las preconcep ciones leodas implcitas del alumno son el pun to de partida de su proceso
de aprendizaje, tambin lo son para el profesor las teoras implcitas que tiene sobre la enseanza, en
la forma de una serie de repre::.entaciones o pensamiento didctico espontneo o de sentido comn.
.
.
,
G/f'iwIlJ I IJI fimo"ui" mr,/'uliJJil dt' daCfIIlr.l' IJI il//al'mritlI ~dllclllim .~
~
Ahora bien, en este trabajo sostenemos que el conocimiento del pensamiento didctico del pro
fesor es un elemento insoslayable cuando se aborda un proceso de formacin docente. Es ms,
algunos autores (Gil, Carrascosa, Furi y Martinez-Torregrosa, 1991) lo articulan dentro de las que
consideran tesis centrales de un programa de formacin de profesores, puesto que:
1. Los profesores tienen ideas, comportamientos y actitudes sobre los que hay que conectar cual
quier actividad de formacin.
Los docentes tienen una visin simplista de lo que es la ciencia y el trabajo cientfico.
Consideran que es algo "na tural" el fracaso de los estudiantes en las materias cientficas, por
una visin fija o prejuicio de las capacidades intelectuales, el sexo de los alumnos o su extrac
cin social.
Suelen atribuir las actitudes negativas de los estudiantes hacia el conocimiento cientifico a cau
sas externas, ignorando su propio papel.
Las ideas que acompaan dicha "docencia del sentido comn" no son privativas de los profeso
res de ciencias, pues creemos que implican representaciones compartidas por profesores de las de
ms reas curriculares. Por ejemplo, en nuestro medio existen estudios que han documentado el
pensamiento didctico de los profesores de historia del nivel bachillerato en relacin con su queha
cer docente y sus alumnos (Daz Barriga, 1998; Monroy, 1998). Algunas de las ideas expresadas por
los docentes se encuentran en el cuadro 1.2.
-
CUADRO 1.2 La voz de los profesores .
pref_)J' de HUlfOrila
(Dfaz ~ 1998;
Caso 2. X6chitl, 36 aos, 11 como docente: Algunos alumnos la estudian (la Historia), otros la
11
detestan, y esto es ms bien por el manejo de los profesores. Hay maestros que, cuando los
alumnos le preguntan, son sumamente cerrados, y como respuesta les dicen 'Intiles, ton
tos'. Los alumnos no aprenden porque no les gusta la materia de Historia. Cuando estoy con
grupos de recursadores, lo primero que les digo, es que 'soy su ayuda'."
Caso 4. Jes ,31 ao , 7 com o profesor: "Para planear, primero necesito saber cuntas horas
tengo, luego, cunto material debo meter en ese tiempo; pero tambin necesito saber cmo
vienen los alumnos. Considero que vienen casi de cero."
Caso 5. OIga Lidia, 44 aos, 12 como profesora: "Los alumnos te traen lo que pides, pero no lo
analizan, ellos memorizan, no saben discutir, no saben tomar la palabra. Pero debo ver todo el
programa, porque me checan, mnimo debo dar el 90%, para que digan que trabaj. No discu
tamos la calidad y la cantidad, ellos (se refiere a la institucin escolar) quieren cantidad."
Caso 6. Ernesto, 33 aos, 4 como profesor: "Llego y les digo Vamos a ver tal tema!. .. luego
hago un cuadro sinptico y lo expongo ... a m me da buenos resultados."
Caso 7. Piliberto, 51 aos, 23 como docente: "Divida el grupo y les deca ustedes van a leer la
rebe1i6n de Espartaco, y ustedes van a hablar como amos, otros como esclavos .. . entonces
eran unos agarrolles! ... pero basndose en argumentos ... Tambin lo haca en la poca feudal
con las distintas clases sociales y lo mismo con el capitalismo ... "
Caso 8. Rita, 28 aos, 3 como docente: "En dencias experimentales se tiene el apoyo dellabo
ratorio, en la enseanza en sociales la cuestin es ms abstracta, est limitada al saln de
clases ... la historia se da en el pizarrn."
El gran reto actual es cmo inducir al profesor a tomar conciencia de dichos aspectos, para que
pueda cuestionarlos, manejarlos propositivamente y generar alternativas a su prctica profesional.
Esto nos introduce al problema de la formacin del docente, sobre el cual haremos comentarios en
la siguiente seccin.
AUTNOMO Y REFLEXIVO
Desde una perspectiva histrica, resalta que la mayor parte de la investigacin, y los intentos por
dar formacin docente en el mbito de la relacin educativa, se centran en una concepcin limitada
de lo que es la enseanza eficaz o eficacia docente, Asimismo se observa que se han abordado
principalmente dos cuestiones: las caractersticas personales de los profesores que los hacen efica
ces y la delimitacin de los mtodos de enseanza eficaces.
Los principales problemas, tanto tericos como metodolgicos que ha enfrentado son: presupo
ner una estabilidad de rasgos de personalidad con independencia del contexto en que se manifies
tan; la multidimensionalidad de los mtodos de enseanza y las dificultades en su operacionalizacin;
la falta de control de variables en el escenario natural; la imposibilidad de conformar grupos de
experimentacin equivalentes, entre otras (Coll y Sol, 1990).
Los argumentos anteriores han conducido a Wla revaloracin de lo que ocurre efectivamente en
el saln de clases - "la vida en las aulas" - como objeto de investigacin en el campo de la interac
cin educativa, de forma que constituya el punto de partida de todo intento por aportar al profeso
rado ms elementos para realizar su tarea docente.
Por lo mismo, cuando se entiende la tarea de formar al docente cuma una cuestin de dotarlo
de teoras psicolgicas o pedaggicas, tambin se incurre en una visin reduccionista. De hecho, si
en algo ha cambiado el campo de la formacin de profesores en las ltimas dcadas, es en haber
logrado comprender que para que los docentes puedan internaJiLar las teoras pedaggicas, stas
deben ser aprendidas en el contexto donde se espera que puedan aplicarlas, es decir, en el contexto
de su clase y en relacin con sus principales tareas como docente. Sin embargo, en muchas expe
riencias de formacin docente todaVa se espera que el profesor traslade las teoras educativas a su
aula y resuelva problemas casi sin ayuda. No obstante, se ha demostrado que los enfoque de for
macin docente que focilliziln un a/l l lisis utico o reflexi/l sobre la propia prctico docente y que plan
tean si tuaciones de solucin de problelllas sitllados en el aula son mucho ms productivos en cuanto a
lograr que los docentes cambien sus cogniciones, actitudes y estrategias de trabajo habituales (Daz
Barriga, 1998).
Al llegar a este punto resalta la importancia de una formacin docente eminentemente reflexi
va. Ante el clima de descontento alrededor de la formacin que se ofrece en los centros de forma
cin de profesores y de profesionales universitarios y tcnicos, Donald Sch6n (1992) se ha pronun
ciado en contra de la racionalidad tcnica y propugna por una formacin que denomina el "prc tico
reflexivo" (prncticum n~flexivo). En un esquema de racionalidad tcnica se separa el pensar de la
puesta en prctica, y el maestro se convierte en un tcnico (en el sentido peyorativo o limitante del
trmino) . De acuerdo con A. Daz Barriga (1993, p. 69) el p rofesor"deja de ser no slo el centro de la
actividad educativa, sino fundamentalmente el intelectual responsable de la misma, para visualizarlo
como un operario en la lnea de produccin escolar".
Por el contrario, la propuesta del prctico reflexi vo se sustenta en una racionalidad prctica,
dOnde la formacin de los profesionales enfatiza la accin prctica, mediante la comprensin plena
de la situacin profesional donde se labora, la cual slo puede alcanzarse por la va de procesos de
deliberacin, debate e interpretacin. El rol del docente no es en este caso el de un operario o tcnico
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que aplica sin ms los planes, programas o metodologas pensadas por otros, sino que se convierte
en un profesional reflexivo que rescata su autonoma intelectual.
Desde esta perspectiva, las soluciones que el docente puede dar a la problemtica que enfrenta
en la institucin escolar y en su aula dependern de la propia construccin que haga de situaciones,
donde suelen imperar la incertidumbre, la singularidad y el conflicto de valores (las denominadas
"zonas indeterminadas de la prctica profesional"). A lo largo de las dos ltimas dcadas se ha
comenzado a entender que dichas zonas indeterminadas son centrales en la prctica profesional, y
por ello "los profesionales crticos coinciden en alertar sobre una queja comn: que las reas ms
importantes de la prctica profesional se encuentran hoy ms all de los lmites convencionales de
la competencia profesional" (Schon, 1992, p. 21).
Las ideas anteriores nos introducen a un cambio en la visin que tenemos de las profesiones,
incluida la profesin de la docencia. Desde una visin sociocultural, una profesin no se define ni
camente por las disciplinas acadmicas en que se apoya, y el ejercicio de la misma --en este caso de
la profesin docente- no se restringe a una aplicacin rutinizada de teoras cientficas o de tcnicas
especficas. Por el contrario, una profesin constituye una cultura o comlmidad de practicantes o
profesionales de un mbito particular, quienes comparten no slo un conocimiento de ndole cien
tfico, metodolgico o tcnico, sino creencias, lenguajes, actitudes, valores, formas prcticas o
artesanales de hacer las cosas y, por supuesto, intereses gremiales determinados. Trasladando lo
anterior al campo de la profesin de la docencia, podemos decir que un docente experto no es slo
quien sabe mucho de su disciplina o ha estudiado las teoras educativas o instruccionales en boga,
o se ha entrenado en tecnologa educativa. Los saberes anteriores tienen que desplegarse estratgi
camente, es decir, tienen que manifestarse de manera pertinente y exi tosa en contextos
socioeducativos especficos, que demandan determinadas prcticas especializadas focalizadas en
la solucin de problemas situacionales. As, el docente experto no slo es el que sabe ms, sino
quien organiza y maneja cualitativamente mejor dicho conocimiento. En la figura 1.2 se esquematizan
las caractersticas que posee el conocimiento profesional de un docente experto.
En este punto puede surgir el dilema de si la tarea docente es una labor cientfica o ms bien es
un arte. En alguna medida, ambos aspectos estn implicados, tanto en la profundidad y vigencia de
los saberes disciplinares que se posean como en la maestra, y el "ojo clnico" o "virtuosismo" que
se logran con la experiencia. Estas ideas, llevadas al terreno de la formacin de los profesores o de
los profesionales en general, nos hablan de la importancia de integrar los saberes tericos con la
experiencia prctica, de conducir programas mucho ms orientados al campo de aplicacin profe
sional en cuestin, y de conducir procesos formativos donde la reflexin y la tutora sean piezas
clave.
Por ello Donald Schon plantea como alterna tiva en la formacin de los profesionales de la docen
cia o de otros campos "la experiencia de aprender haciendo y el ar te de una buena accin tutorial" ,
puesto que los estudiantes aprenden las formas de arte profesional mediante la prctica de hacer o
ejecutar reflexivamente aq llello en lo que buscan convertirse en exper tos, y se les ayud a a hacerlo as
gracias a la mediacin que ejercen sobre ellos otros "prcticos reflexivos " ms experimentados, que
usualmente son los profesores; pero pueden serlo tambin los compaeros de clase ms avanzados.
Existen cuatro constantes en la prctica reflexiva propuesta por Schon que hay que tomar en
cuenta al examinar la accin de los profesionales (en este caso de los docentes):
Los medios, lenguajes y repertorios que emplean los docentes para describir la realidad y reali
zar determinadas acciones.
Los sistemas de apreciacin que emplean para centrar los problemas, para la evaluacin y para
la conversacin reflexiva.
Los roles en los que sitan sus tareas y a travs de los cuales delimitan su medio institucional.
Puede observarse que dichas constantes son congruentes con la necesidad de conocer el pensa
miento del profesor y de conducir un anlisis de la prctica real del docente en el aula, as como de
sus producciones y recursos didcticos (es decir, sus programas, apuntes de clase, guas de estudio,
pruebas de aprovechamiento, ayudas didcticas, etctera). Otro aspecto crucial es el de la compren
sin de la interaccin educativa que ocurre en su espacio de aula, as como del "clima" motivacional
y de colaboracin que promueve, tal como se plantear ulteriormente.
Complementando lo anterior y de acuerdo con Gimeno (1995, pp. 19-20), los mbitos prcticos
fundamentales para el ejercicio de la reflexin sobre la docencia son:
-
(:,{tIlUlo j / ,JI 6/1/1'"'' meth,,,l,,,.; tic / '/0(( IIf,.l !./ 11I{,""l't'UOIUI (tI"e,ullo,1
'
lA fl rmocin de lospro;:som no slo consla t sus conocimim los de { discip lino o de haber estudiado It'orias td ucalhm.
a) El mbito prctico-metodolgico
En opinin de Gil y cols. (ob. cit.) slo de esta manera pueden superarse las limitaciones de la
enseanza de "sentido comn" y del pensamiento docente espontneo, potenciando una reflexin
colectiva y un trabajo colaborativo.
De este modo, la calidad del aprendizaje depende en gran medida de la habilidad del docente
para adaptar su demostracin y su descripcin a las necesidades cambiantes del alumno. Para 10
TAREA:
El Q UIJOTE
pp. 1-200
grar lo anterior se requiere motivar de forma conveniente al alumno y ofrecerle experiencias educa
tivas pertinentes, establecindose una relacin de enseanza-recproca dinmica yautorreguladora.
De acuerdo con el modelo de formacin del prctico reflexivo, si los educadores se lo proponen
pueden llegar a sistematizar el conocirrUento en la accin, y a desarrollar nuevas formas de com~
prensin cuando ellos mismos contribu yen a formular sus propias interrogantes sobre la prctica, y
recogen sus propios datos para darles respuesta. Sin embargo, el enfoque de la prctica reflexiva
corre el riesgo de limitarse a una apropiacin pragmtica y simplista de parte de los educadores. En
opinin de Osorio (1995, p. 3), para que no se incurra en una visin reduccionista, "la prctica
reflexiva debe llevarnos a formar educadores capaces y competentes para articular la racionalidad
tcnica propia de nuestro campo con una tica transformadora, que promueva ms autonoma y
libertades creadoras en los mismos educadores".
De esta manera, el proceso formativo de los profesionales de la docencia "tendr que apoyarse
en la necesaria interaccin entre los significados del contenido de la formacin con los significados
de los propios profesores como forma de implantar en ellos nuevos elementos de racionalizacin"
(Gimeno, 1995, p. 17), por lo que puede concebirse a la formacin como un proceso de desarrollo
personal-profesional.
Los autores de esta obra creemos que es importante matizar el racionalismo excesivamente
tcnico que usualmente orienta la formacin y la conceptualizacin misma de la tarea del docente;
en esta direccin se requiere buscar una nueva articulacin entre la formacin en el conocirniento
cientfico y la investigacin de la enseanza, con la reflexin acerca de los significados subjetivos y
la prctica de la docencia; la cual es la concepcin de la labor y desarrollo del docente que subyace
a esta obra.
A manera de sntesis de este apartado, se ofrece el cuadro 1.3, donde se hace una integracin de
los principios revisados en torno a la formacin de los docentes, acentuando su filiacin
cons tructi vis ta.
lO. Cn~ idera E tratl'gia para la solu -jc:' n dI? problema~ tuadus,
11. Promue '(' el ambio didctico'ln clarificacin c.-. onceptual de la labor docente. el an
lisis critico de la propia prctica, las habilidad ficas d I dominio donde ~e
en8ea . la adquisicin de trategias docen pertinen
En este captulo se dis u ti el papel del docente n la promocin del aprendizaje significativo de los
alumnoso Se arg ument que no e suficiente que acte como trasmis or de conocimientos o facilita
dor del aprendizaje, si no que tiene que mediar el encuentro de su alumnC1s con el conocimiento, en
el sentido de orientar y guiar la acti\'idad constructi,oa dl' sus alumnos, proporcionndoles una
ayuda ajustada y pe rtinente a su ni,oel de competenciao
Se resZllt la importancia que tiene el estudio de las representxiones y prac sos de pensamien
to did ctico de los profesores, puesto que st ,aunados a los si';>nificados que adquiera durante su
formacin profesional, configuran los ej s de su prctica pedaggica o
En consecuencia, se propuso que los procesos de formacin doce nte deben abarcZlr los planos
conceptual, reflexivo y prctico, orientndose a la generacin de un conoci miento didctico integrador
ya b elaboracin de propuestas para la accin viable y situacional.
.
. Glplflll" I Lt ji/l/ciII mult,trlord d,!! do..rnu J' I, i1lla '(//(i" ,dttrtrtt',1 '-:
1. LA R PRESE TACIONES DEL DO ENTE. Con base en la lecturd de este ca ptulo, es impor
tante que el docente describa crticamente la representacin que l m ismo tiene d la a ti \'idad
o tarE'il d ocente en su rol de p rofesional de la ducacin, ;]s como d e los ra gos que en su
opinin caracteriza n a los suj to d e la educacin con los cuales i.nteracta ( LIS alumnos, otros
doC'n tes, autoridad es y administre dore ed uce tivo:;, orientad ores, pedagogos, padre ' , etc te
ra). Para tal efecto, sugerimos d os a tividad es:
De manera indi\ iduaL cont s te las si g ui en tes fra ses incompletas . Al fin aliza r, re \ ' i ~e
crticamente sus resF ues ta s, de prcfcren ia en grup o. Analice sobre todo si hay coincide n
cia s con lo qu' e rporta en el te to como "clocncia citO;l :>entid o comun" y considere i la
repre entacin furmada se tra duce en expecta ti\'\ cuncr tas ace rca del des m peo de :>ll S
es tudiantes .
Como corolario d e e ta acti\'idCl d , se pueden contras tar las ide as d el lector (, )n la de los
profesore rep ortados en el cu, dro 1.2 " La \O Z d e los p ro fe:,ores" Otra opcin es que e ta
r Cap/mi" J IJI ,imatlI ,!u{lJ,ulo dl'1 d"'{,!IIt'.I In illui'I'('riln rrl!/."rir"
actividad y las siguientes sean introductorias para explorar las ideas previas de los profeso
res antes de leer el captulo.
El propsito de esta actividad es promover una reflexin personal y colectiva sobre los
logros e insuficiencias mostrados por los alumnos en relacin con la enseanza que imparte
el profesor. La idea es que el docente redacte un ensayo libre, de tres a cinco cuartillas,
donde describa lo que considera los principales logros e insuficiencias de sus alumnos
y mencione a qu factores adjudica tales resultados. Lo central es que en la reflexin
que acompaa a dicho escrito, analice en qu medida se percibe a s mismo como media
dor del aprendizaje de sus estudiantes. De ser pVJible, que ejemplifique situaciones concre
tas donde se aclare cmo y cundo proporciona a los alumnos una ayuda pedaggica ajus
tada o ejerza una accin tutorial; adems, es importante que revise los efectos de dichas
acciones.
2. MI FORMACIN DOCENTE. Esta actividad tiene como finalidad que se analice de manera
crtica las experiencias de formacin docente en las que el lector ha participado, en trminos de
lo que stas han aportado a su prctica docente. Asimismo, se busca que el participante identi
fique los abordajes o enfoques que subyacen a dichas experiencias (terico, tecnolgico, reflexi
vo o de solucin de problemas). En concreto, la idea es que describa las tres experiencias de
formacin docente en que haya participado que le parezcan las ms importantes, las ms pro
longadas o bien que hayan sido obligatorias para acceder a la docencia. En seguida revise
crticamente los contenidos, forma de trabajo, nivel de aprendizaje logrado, posibilidad de apli
cacin de lo aprendido, cambios que introdujo en su docencia como resultado de las mismas,
etctera. Concluya con una discusin acerca de los factores que permiten que una experiencia
de formacin promueva cambios relevantes y favorables .
QUE HE TENIDO
2.
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.
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G/pllllo:! C/J1/ftrl/oll,i,mo)' tlpmuli::.tjt' sigmJi<"lIil'O __
LA APROXIMACiN CONSTRUCTIVISTA
Hoy en da no basta con hablar del "constructivismo " en singular, es necesar io decir a qu
constructivismo nos estCl mos refiriendo. Es decir, hace falta aclarar el contexto de origen, teorizacin
y aplicacin del mismo. En realidad, nos enfrentamos a una diversidad de pllsturas que pueden
caracterizarse genricamente como constructivistas, desde las cuale:: :,e indaga e interviene no slo
en el mbito educativo, sino tambin en la epistemologa, la p~iLLlloga del dl'sdrrollo y 1,1 clnica,
o en diversas disciplinas sociales.
En sus orgenes, el constructivismo surge como una corriente epistemolgica, preocupada por
discernir los problemas de la formacin del conocimiento en el ser humano. Sl'gn Uclval (1997), se
encuentran algunos elementos del constructivismo en el pensc1miento de autores como Vico, Kant,
Marx o Darwin. En estos au tores, as como en los ac tuales exponentes del constructivismo en sus
mltiples variantes, existe la conviccin de que los seres humanos son producto de su ca pacid ad
para adquirir conocimientos y para reflexionar sobre s mismos, lo que les ha permitido an ticip ar,
explicar y controlar propositivamente la naturaleza, y cons truir la cultura. Destaca la conviccin de
que el conocimiento ::;e construye activamen te por sujetos cognoscentes, no se recibe pasivamente
del ambiente.
.<ido h,chos CO'l (su fill. Il/m ;ido mspimdores de IIlI mrrosa; n:perimcias e
mplicacioJ1~ rdUl"l1til'tlS ~n Los l;Jtim()$ cincuenta aos.
truccin del conocimiento es enteramente subjetiva, por lo que no es posible formar representacio
nes objetivas ni verdaderas de la realidad, slo existen formas viables o efectivas de actuar sobre la
misma . Entre estas diversas corrientes ubicamos algunos de los debates actuales del constructivismo:
La mente est en la cabeza o en la sociedad?, el desarrollo es un proceso de autoorganizacin
cognitiva O ms bien de aprendizaje cultural dentro de una comunidad de prctica?, qu papel
juega la interaccin mediada por el lenguaje o interaccin comunicativa en comparacin con la
actividad autoestructurante del individuo?, etctera.
El replanteamiento de los contenidos curriculares, orientados a que los sujetos aprendan sobre
contenidos significativos.
La importancia de promover la interaccin entre el docente y sus alumnos, as como entre los
alumnos mismos, con el manejo del grupo mediante el empleo d e estrategias d e aprendizaje
coopera tivo.
"Bsicamente pued e decirse que e la idea que mantiene que el individuo tant en 1
aspectos c gnitivo y sociale del comportamiento como en lo afecti\'os no s un mero
producto del ambiente ni un simple resultado de sus dispo iciones interna ', sino una
construccin propia que se va produciendo da a da como resultado de la interaccin
entre esos dos factores, En consecuencia, segn la posicin constructivista, el conocimien
to no es una copia fiel de la realidad, sino una construccin del ser humano. Con qu
instrumentos realiza la persona dicha construccin? Fundamentalmente con 105 esque
mas que ya posee, es decir, con lo que ya construy en su relacin con el medio que le
rodea,
Pero quines son autores constructi\'istas l Delval (1997) dice que "hoy todos son construc
tivistas", tal vez en un intento de es ta r con la corriente educativa en boga. En rea lidad, no todos los
experto coinciden a la hora de decidir quin s y q uines no son constructivistas (va se a torina
el l/l ., 1996; Hernndez, 1998; Rodrigo y Ama)', 1997).
En s ta obra coincidimo con la opinin de Csa r Col! (1990; 1 96), quien afirma que la postura
cons tructivista en la educacin se ali menta de las aportaciones de diversas corrientes psicolgicas:
el enfoque psicogentico pi age tiano, la teora de los esquemas coo-nitivos, la teora dusubelian a de
la asi milacin y el ( p r n di.zJje s ignificativo, la psicologa sociocultural vigotskiana, aS. como Igu
nas teoras instruccionales, enrre otras. A pesar de que los autores de s ta se sitan en encuad res
te ricos distintos, comparten el principio d e la importancia de la actividad constructiva del al umno
en la r alizacin de lo aprendiza jes escolares, lo cual repres nta el punto de partida de es te trabajo
(v 'a e figura 2.1).
La educacin escolar:
una prctica social y
Las teerfas del socializadora La teorfa
procesamiento sociocultural del
humano de la La naturaleza social y la desarrollo y
informacin funcin socializadora de la del aprendizaje
educacin escolar.
La educacin escolar y los
procesos de socializacin y
construccin de la
identidad personal.
Figura 2.1 EII(oq//(J (~lIJlrtt('lj 'I$M, m ~dll((/ iII (c.oll. J99 p. J68).
Una explicacin profunda de las d iversa corrientes psicolgicas que con\' rgen en la pos tura
constructivista (de s us coincidencias y contrapuntos, de los riesgos e pistemolgicos y educativ0_
de su integracin) esca pa a 1 s intenciones de es ta obra, pero llectur interesado pued e realizarla
por medio de la bibliografa que e le ofrece al final. En especial, recomen.damos la lectura de AgUllar
(1<:182), Castorina (199"'-1994; 1994) , Coll (1990; 1996), Hernndez (19 1; 1998) Y Riviere (1987). Ade
ms, recientemente han aparecido una serie de compilaciones con textos de los autores d e habla
hispa na ms reconocidos en este campo, donde se retoman los debe t - tericos, epis temolgicos y
educativos relativos a la construccin del conocimiento en situacione.s es olares (va e Baquero et
IlI., 1998; Cas torina I'l 1.,1996; Cull et 1l/. , 1998; Rodrigo y Arnay, 1 97).
Aunque aqu estamos tratando d e ofrecer W1a visin ms o m enos unificada del con. tructivismo
siguiendo la integracin que haCE Csar Coll, es importante p untuali zar que entre los principales
enfoques constructivistas, como antes lo dijimos, tambin e.xis ten divergencias.
Sin embargo, algW10s autores han criticado al enf que piagetiano por su aparente desin ters en
el papel de la cultura y de los mecanismos de influencia social en el aprendizaje y el desarrollo
humano. De ah que haY,l cobrado tanto inters el resurgim iento de la psicologa sociocultural.
Segn Wertsch (1991, p, 141), el objetivo de W1 enfoque sociocultural deri vado de las ideas de Vigotsky
"es explicar cmo se ubica la accin humana en mbitos culturales, histricos e institucionales ", La
W1idad de anlisis de esta teora es la accin humana mediada por herramientas como el lenguaje,
de al la importanci;: que otorga al anlisis d el discurso. Desde esta postura, son las tradiciones
culturales y las prcticas sociall':i las que regulan, transforman y dan expresin al psiquismo huma
no, que se caracteriza ms por la divergencia tnica o cultural, que por la unicidad d e lo psicolgico.
En el terreno educativo, esto se traducir en el n;"is de la funcin mediadora del profesor, el
trabajo cooperativo y la ense,lnza recproc,) entre pares.
A pesar de que los diversos autores de tale" enfoques se sitan en encuadres tericos distintos,
como Z'iIllOS , compllrtell el prillcipio de la illlportllllcill de la Ilctiuidlld lIIelltlll nms tructivll delllllllllllO elllll
rell/izllcill de los Ilprelllt izajes esco/llres. Dicho principio explicativo bsico es lo que Coll denomina "la
idea-fuerza ms potente y tambin la ms amplia mente compartida", entre las aproximaciones
constructivist<1s, que si bien pueden diferir en otros aspectos importantes, tienen su pW1tO d en
cuentro y complementaried<1d en dicha idea-fuerza constructivista. Trasladada al campo de la edu
cacin, una idea-fuerzl "conduce a poner el acento en la aportacin constructiva que realiza el
alumno al lropio proceso de aprendizaje; es decir, conduce a concebir el aprendi zaje escolar como
un proceso de construccin del conocimiento a partir de los conocimientos y de las experiencias
previas, y la enseanza como W1a ayuda a este proc so de construccin" (ob. cit., p. 161).
.
- ' Cpil/llll ,} COl/lrlll(lI/ UII/II.I' .lprmdiz.lj( '/!!./Iifi.-.rril'll - ...
.
En: el cuadro 2.2 hemos integrado tres de los principales enfoques (la psicologa gentica de
Jean Piaget; las teoras cognitivas, en especial la de David Ausubel del aprendizaje significativo, y la
corriente sociocultural de Lev Vigotsky) para que el lector los cllmpare (tomado de Daz Barriga,
1998).
b) Los mecanismos de influencia educativa susceptibles de promover, guiar y orientar dicho apren
dizaje.
Desde la postura constructivista se rechaza la concepcin del alumno como un mero receptor o
reproductor de los saberes culturales; tampoco se acepta la idea de que el desarrollo es la simple
acumulacin de aprendizajes especficos. La filosofa educativa que subyace a estos planteamientos
indica que la institucin educativa debe promover el doble proceso de socializacin y de individuali
zacin, que debe permitir a los educandos construir una identidad personal en el marco de un con
texto social y cultural determinado_
De acuerdo con eoIl (1990, pp. 441-442) la concepcin constructivista se organiza en tomo a tres
ideas fundamentales:
20. La actividad mental constructiva del alumno se aplica a contenidos que poseen ya un grado considerable
de elaboracin. Esto quiere decir que el alumno no tiene en todo momento que descubrir o inven
tar en un sentido literal todo el conocimiento escolar. Debido a que el conocimiento que se
Concepciones y principios
30. Ln funcin del docen te es t'llgnr:nl' los proccsos dc cOllstruccill de! nllllllno COIl e! snber colectivo
cultllmlmente ol'gnlli:ndu. Esto impl ica que la funcin del profesor no se limita a crear condicio
nes ptimas para que el alumno despliegue una actividad mental constructiva, sino que debe
orientar y guiar explcita y deliberadamente dicha actividad.
Podemos decir que la construccin del conocimiento escolar es en realidad un proceso de ela
boracin, en el sentido de que el alumno selecciona, organiza y tra nsforma la informacin que
recibe de muy diversas fuentes, estableciendo relaciones entre d.ich informacin y sus ideas o co
nocimientos previos. s. nprcnder 1lI1 cOlltenido quiere decir que el alumno le atribuye un ignifica
do, construye una representaci n mental por medio de imgenes o proposiciones \'erbales, o bien
elabora una especie de teora o modelo mental como marco explicativo de dicho conocimiento.
Construir significados nuevos imp lica un cambio en los esquem as de conocimiento que se po
seen previamente, esto se logra introduciendo nuevos elementos o estableciendo nuevas relaciones
entre dichos elementos. As. el alumno podr ampliar o ajustar dichos esquemas oree tructurarlos
a profundidad como resultado de su participacin n un proceso instruccional. En todo caso,la idea
de construccin de significados nos refiere a la teora del aprend izaje significativo, que se explicar
en el siaui nte apartado .
Cuando hablamo s de prctica. a utnticas, hay que d ecir que stas pueden valorars en flfficin
de qu tanta rclCl'nlln cult ura! tengan las activid d es acadmicas que se soliciti1.n al alu nulo, ,1S
como del nivel de Ilct'idnd :;ocilll de las mismas. Un ejemplo de cmo se aplican tales ides , en el
caso d e la ensea nza de la e. tads tic1 en contextos universitarios, se e "quematiza en la figura 22
( O r r~, Le vin y Sch a uble, 19Y5).
Por d e g racia, en opinin de Resnick (1987), la forma en qu e la in ti tucin escolar bu sca fomen
tar el conocimiento eLln frecuencia contradice la fo rma en que s a pr~ n de fuera de ella . El cono
cimiento fomentado en la te cuela e individual, y fuera d e !la e - comp2lrtido; el conocimiento
escolclf es simblico-me ntal, mientras que fue ra es fsico-ins trumental; e n la escue la se manipulan
smbolos libres de ca n te to, en tanto que en el mundo real - e traba ja y razona sob n.' contextos
concretos. De es ta form,l, y re tornando de nue\'o a Bro\-vn, C ollins y Du g uid (198Y), la esc u e la h a bi
tualment e intenta ensear a los educ a n dos por m e dio d e prcticas slIct'd llt'115 (a r tificiale s,
d escontextualizad .Js, p oco s ignificativas), lo cual est en francJ con tradiccin con la v ida re,,1. Invi
tamos al lec tor a identiJicar cucles de los formatos instruccional es p lanteados en el e je mplo de la
enseii.anza de la e tadstica correspond en a p r cticas autn ticas y cules a las sucedn eas .
Con la intencin de dar un cierre que integ re los conceptos re \'isa dos en esta seccin, remitimos
al lector al cuadro 2.3, donde se presentan algunos princ ipi o q u e orienta n los procesos de ensean
za-ap rendiza je desd e la concepcin cons tructivista.
(\ \'id A usube l es un psiclo go educa tivo que a partir de la d ca d a d e los s e nta, dej sentir su
influencia por medio de una serie de imp orta n tes elaboraciones tericas y es tudiLls acerca de cmo
Actividad
social
alta
*Anlisis colaborativo
,1 ,
Relevancia Relevancia
cultural cultural I1
baja alta
*Lecturas *Lecturas
inventados (1)
Actividad
social
baja
I
Supuesto IIlU/Wi/cO/lIll: La propensin y ca pacidades de los estudiantes para razonar estadsticamente en escena
rios autnticos (de la vida real ) mejora considerablemente graci as a:
a) Una instruccin que utilice ejemplos, ilustraciones, analogas, discusiones y demostraciones que sean relevantes
a las culturas a las que los estudiantes pertenecen o espe ran pertenecer (relevancia cultural).
b) Una participacin tutoreada en un contexto social y colaborativo de solucin de problema,;, con ayuda de me
diadores como la discusin en clase, el debate, el juego de roles y el descubrimiento gu iado (ac tividad socia l).
Formatos mstruccionales:
(1) Instruccin descontextualizada
Instruccin centrada en el profesor, quien bsicamente transm ite las reglas y frmulas para el clculo estadstico. Los
ejemplos que emplea son irrelevantes culturalmente y los alumnos manifiestan una pasividad social (receptividad)
que se asocia con este enfoque tradicional, donde se suelen proporcionar lecturas abstractas y descontextualizadas (el
Se asume que es mejor que el alumno hn;;:a algo, en vez de slo ser receptor. Se realizan ejercicios donde se aplican
frmulas o se trabaja con paquetes estadsticos computarizados sobre datos hipotticos, se analLzan preguntas de
mvestigacin o se decide sobre la pertmencia de pruebas l'stadsticas, etctera. E[ contenido y [os datos son ajenos a
Adapta el estilo de lectura de te xtos estadsticos con la provisin de contenidos relevantes y significativos que los
estudiantes pueden relacionar personalmente con los conceptos y procedimientos estadsticos ms importantes.
Se centra en el estudiante y en la vida real que busca mducir el razonamiento estadstico median te la discusin crtica .
Los alumnos se im'olucran colaborativamente en la resolucin de problemas simulados o casos tomados de la vida
real (investiga cin mdica, encuestas de opmin, experimentaci n social, ve racid ad de la publicidad) con la inten
cin de que desarrollen el tipo de ra zonamiento y los modelos mentales de ideas y co nceptos estadsticos importan
tes.
(6) Aprendizaje in S
Modelo contemporneo de cOgrUc in situada que toma la forma de un aprendizaje cognitivo (apprcnticeship l1Iodel)
donde se busca desarrollar habilidades y conocimientos propios de la profesin, as como la parhcipacin en la solu
Figura 2,2 Enfoque instruccional basado en la cognicin situada. EjonpLo: Enseanza de la madtim en la III,iversidad.
'. ~ Capi,"lo."! Cowtrurtir'iww.l' I'P"IIlJiZ/y" rK/'li"urn ,.. {
Ausubel, como otros tericos cognoscitivistas, postula que el aprendizaje implica una reestruc
turacin activa de las percepciones, ideas, conceptos y esquemas que el aprendiz posee en su
estructura cognitiva, Podramos clasificar su postura como constructiYista (el aprendizaje no es
una simple asimilacin pasiva de informacin literal, el sujeto la transforma y es tructura) e
interaccionista (los materiales de estudio y la informacin exterior se interrelacionan e interactan
con los esquemas de conocimiento previo y las caractersticas personales del aprendiz) (Daz Barri
ga, 1989).
Ausubel tambin concibe al alumno como un procesador activo de la informacin, y dice que el
aprendizaje es sistemtico y organizado, pues es un fenmeno complejo que no se reduce a simples
asociaciones memorsticas. Aunque esta concepcin seala la importancia que tiene el aprendizaje
por descubrimiento (dado que el alumno reiteradamente descubre nuevos hechos, forma concep
tos, infiere relaciones, genera productos originales, etctera), considera que no es factible que todo el
aprendizaje significativo que ocurre en el aula deba ser por descubrimiento, Antes bien, este autor
propugna por el aprendizaje verbal significativo, que permite el dominio de los contenidos
curriculares que se imparten en las escuelas, principalmente a nivel medio y superior,
De acuerdo con Ausubel, hay que diferenciar los tipos de aprendizaje que pueden ocurrir en el
saln de clases. Se diferencian en primer lugar dos dimensiones posibles del mismo:
..
2. LJ relativa a la fo rllla en que el cOll ocil/liento es ~ llb 5eC/lelltcll l (,llte in corporado ell la es tl"/ictll m de
collocimientos o estructura cognitiv a del aprendiz.
Recepcin repetitiva
Recepcin significativa
Descubrimiento repetitivo
Descubrimiento significativo
No obstante, estas situaciones no deben pensarse como compartimientos estancos, sino como
Lill continuo de posibilidades, donde se entretejen la accin docente y los planteamientos de ense
anza (primera dimensin: cmo se provee al alumno de los contenidos escolares) y la actividad
cognoscente y afectiva del aprendiz (segLillda dimensin: cmo elabora o reconstruye la informa
cin).
El cuadro 2.4 sintetiza las ideas de Ausubel acerca de las situaciones mencionadas (Daz Barri
ga, 1989, p. 7).
Es evidente que en las instituciones escolares casi siempre la enseanza en el saln de clases
est organizada principalmente con base en el aprendizaje por recepcin, p or medio del cual se
adquieren los grandes volmenes de material de estudio que comlUnente e le presentan al alum
no. Esto no significa necesariamente que recepcin y descubrimiento sean excluyentes o completa
mente antagnicos; pueden coincidir en el sentido de que el conocimiento adquirido por recepcin
puede emplearse despus para resolver problemas de la vida diaria que implican descubrimiento,
y porque a veces lo aprendido por descubrimiento conduce al redescubrimiento planeado de pro
posiciones y conceptos conocidos.
El prOfitOTpll~d, pormdar Ins ~xplTimci/1S d~ Imblrjo JI/mi del ,/l/In, ptlra ,ol/mr ,",?11 aprrndi:.l}(1 rII1J sigl/ifiClItilw.
RecepcilI Descubrimie1lto
El contenido se presenta en su forma El contenido principal a ser aprendido
final no se da, el alumno tiene que descu
brirlo
El almuna debe in temalizarlo en su es Propio de la formacin de conceptos y
tructura cognitiva solucin de problemas
No es sinnimo de memorizacin Puede ser significativo o repetitivo
Propio de etapas avanzadas del desa Propio de las etapas iniciales del desa
rrollo cognitivo en la forma de apren rrollo cognitivo en el aprendizaje de
dizaje verbal hipottico sin referentes conceptos y proposiciones
concretos (pensamiento formal)
til en campos establecidos del cono til en campos del conocimiento don
cimiento de no hay respuestas unvocas
Ejemplo: se pide al alumno que estu Ejemplo: el alumno, a partir de una
die el fenmeno de la difraccin en su serie de actividades experimentales
libro de texto de Fsica, captulo 8 (reales y concretas) induce los princi
pios que subyacen al fenmeno de la
combustin
B. Segunda dimensin: forma en que el conocimiento se incorpora en la estructura
c~gnitiva del aprendiz
Significativo Repetitivo
La informacin nueva se relaciona con
la ya existente en la estructura cognitiva Consta de asociaciones arbitrarias, al
de forma sustantiva, no arbitraria ni al pie de la letra
pie de la letra
El alumno debe tener una disposicin
o actitud favorable para extraer el sig El alumno manifiesta una actitud de
nificado memorizar la informacin
El alumno posee los conocimientos pre
"ios o conceptos de anclaje pertinentes El alumno no tiene conocimientos pre
vos pertinentes O no los "encuentra"
Se p uede construir un entramado o red
conceptual Se p uede construir una plataforma o
base de conocimiento factua les
Condiciones:
Material: significado lgico Se establece una relacin arbitraria
con la estructura cognitiva
Alumno: significacin p icolgica
Puede promoverse mediante estrate
gias apropiadas (por ejemplo, los orga Ejemplo: aprendizaje mecnico de
nizadores anticipado y los mapas con snbolos, convenciones, algoritmos
ceptuales)
~ ,
,~ Cl1piwlIJ 2 Cmwrua'imllJ J "prtl/tlIZJlj~ iigllijillit'!l '
Ausubel consideraba que el aprendizaje por recepcin, en sus formas ms complejas y verbales,
surge en etapas avanzadas del desarrollo intelectual del sujeto y se constituye en un indicador
de madurez cognitiva. Deca que en la primera infancia yen la edad preescolar, la adquisicin de
conceptos y proposiciones se realiza prioritariamente por descubrimiento, gracias a un procesa
miento inductivo de la experiencia emprica y concreta.
La estructura cognitiva est integrada por esquemas de conocimiento, los cuales son abstrac
ciones o generalizaciones que los individuos hacen a partir de objetos, hechos y conceptos (y de las
interrelaciones que se dan entre stos) que se organizan jerrquicamen te. Lo anterior quiere decir que
procesamos la informacin que es menos inclusiva (hechos y proposiciones subordillados) de mane
ra que llegue a ser subsumida o integrada por las ideas ms inclusivas (denominadas conceptos y
proposiciones supraordinadas).
As, en algunas ocasiones aprendemos contenidos que tienen que ser integrados en esquemas
ms generales y abstractos; en otras, se aprenden precisamente conceptos integrados que aglutinan
o subsumen cuestiones que ya conocemos. Tambin se da el caso del aprendizaje de contenidos del
mismo nivel de inclusin, abstraccin y generalidad (lo que se llama conceptos coordinados). Es
importante que el docente conozca el nivel jerrquico de los contenidos que ensea, las interrelaciones
que stos guardan entre s, y que ayude a los alumnos a entender ese entramado o tejido conceptual
existente en la disciplina que ensea. Precisamente uno de los mayores problemas de los estudian
tes es que tienen que aprender "cabos sueltos" o fragmentos de informacin inconexos, lo que los
lleva a aprender repetitivamente, casi siempre con la intencin de pasar LU1 examen y sin entender
mucho del material de estudio.
Es indispensable tener siempre presente que la estructura cognitiva del alumno tiene LU1a se
rie de antecedentes y conocinLientos previos, un vocabulario y LU1 marco de referencia personal, lo
cual es adems LU1 reflejo de su madurez intelectual. Este conocinUento resulta crucial para el do
cente, pues Ausubel piensa que es a partir del mismo que debe planearse la enseanza. (Vase
cuadro 2.5.)
El aprendizaje significativo implica lffi procesamiento muy activo de la informacin por apren
der. As, por ejemplo, cuando se aprende sign.ificativamente a partir de la informacin contenida en
un texto acadmico, se hace por lo menos lo siguiente:
1. Se realiza LU1 juicio de pertinencia para decidir cules de las ideas que ya existen en la estructura
cognitiva del aprendiz son las ms relacionadas con las nuevas ideas o contenidos por apren
der.
2. Se determinan las discrepancias, contradicciones y sinUlitudes entre las ideas nuevas y las pre
vias.
3. Con base en el procesamiento anterior, la informacin nueva vuelve a reformularse para poder
se asimilar en la estructura cognitiva del sujeto.
4. Si LU1a "reconciliacin" entre ideas nuevas y previas no es posible, el aprendiz realiza LU1 proce
so de anlisis y sntesis con la informacin, reorgarzando sus conocirn.ientos bajo principios
explicativos ms inclusivos y amplios.
CUADRO 2.5 La voz del experto _
Para David Ausubel (1976) el conocimiento yexperiencia previas de 1 estudiantes son las
piezas clave d la conducd n de la enseanza:
"Si tuviese que redudr toda la psicologa educativa a un solo principio, dira lo siguiente: el
factor ai lado m importante que infl uencia el aprendizaje es aquello que el aprendiz ya
sabe. Averigese esto y ensese de acuerdo con ello."
CONDICIONES QUE PERMITEN EL LOGRO
Para que realmente sea significativo el aprendizaje, ste debe reunir varias condiciones: la nueva
informacin debe relacionarse de modo 110 arbitrario y sustancial con lo que el alumno ya sabe, de
pendiendo tambin de la disposicin (motivacin y actitud) de ste por aprender, as como de la
naturaleza de los materiales o contenidos de aprendizaje.
Cuando se habla de que haya relacionabilidad /la arbitraria, se quiere decir que si el material o
contenido de aprendizaje en s no es azaroso ni arbitrario, y tiene la suficiente intencionalidad,
habr una manera de relacionarlo con las lases de ideas pertinentes que los seres humanos son
capaces de aprender. Respecto al criterio de la relacionabilidad sllstancial (no al pie de la letra), signi
fica que si el material no es arbitrario, un mismo concepto o proposicin puede expresarse de m ane
ra sinnima y seguir transmitiendo exactamente el mismo significado. Hay que aclarar que ningu
na tarea de aprendizaje se realiza en el vaco cognitivo; aun tratndose de aprendizaje repetitivo o
memorstico, puede relacionarse con la estructura cognitiva, aunque sea arbitrariamente y sin ad
quisicin de significado.
El significado es potencial o lgico cuando nos referimos al significado inherente que posee el
material simblico debido a su propia naturaleza, y slo podr convertir::;e en significarlo real o psico
lgico cuando el significado potencial se haya convertido en un contenido nuevo, diferenciado e
idiosincrtico dentro de un sujeto particular.
Lo anterior resalta la importancia que tiene que el alumno posea ideas previas pertinentes como
antecedente necesario para aprender, ya que sin ellas, aun cuando el material de aprendizaje est
"bien elaborado", poco ser lo que el aprendiz logre.
a) La necesidad que tiene el docente de comprender los procesos motivacionales y afectivos sub
yacentes al aprendizaje de sus alumnos, as como de disponer de algunos principios y estrate
gias efectivos de aplicacin en clase (aspecto que tratamos en los di versos captulos de esta
obra).
Por otro lado, es imposible concebir que el alumno satisfaga tales condiciones si el docente, a sU
no satisface condiciones similares: estar dispuesto, capacitado y motivado para ensear signi
\'E'L,
ficativamente , as como tener los conocimientos y experiencias previas pertinentes tanto como es
pecialista en su materia como en su calidad de enseante.
Aprendizaje Clasificacin
Instruccin Investigacin
significativo de relaciones
audiotutorial cientfica. Msica
entre conceptos
bien diseada o arquitectura
innovadoras
Conferencias o la
Trabajo en el Mayora de la
mayora de las
laboratorio investigacin o la
presentaciones
escolar produccin
en libros de texto
intelectual rutinaria
Aprendizaje Tablas de
Aplicacin de Soluciones de
memorstico multiplicar
frmulas para acertijos por ensayo
resolver y error
problemas
Aprendizaje
Aprendizaje por Aprendizaje por
receptivo
descubrimiento descubrimiento
guiado autnomo
En el cuadro 2.6 se esquematizan las condiciones para el logro del aprendizaje significativo
antes descritas ,
Resulta evidente que son mltiples y complejas las variables relevantes del proceso de aprendi
zaje significativo, y que todas ellas deben tomarse en cuenta tanto en la fase de planeacin como en
la imparticin de los contenidos curriculares, sin descuidar los episodios de evaluacin y asesora
miento de los alullU10s.
Asimismo, el docente no debe olvidar que aunque enfrenta situaciones determinadas por el
contexto escolar o por la historia previa de sus estudiantes, su campo de accin son todos aquellos
aprendizajes sociales y acadmicos que puede promover en sus alumnos , Si bien por una parte est
el alumno con su estructura cognitiva particular, con su propia idiosincrasia y capacidad intelec
tual, con una serie de conocimientos previos (algunas veces limitados y comusos), y con una moti
vacin y actitud para el aprendizaje propiciada por sus experiencias pasadas en la escuela y por las
condiciones actuales imperantes en el aula, el docente llega a influir favorablemente en todas ellas,
Por otra parte, estn los contenidos y materiales de enseanza, y si stos no tienen un significa
do lgico potencial para el alumno se propiciar un aprendizaje rutinario y carente de significado.
Aqu nuevamente el profesor puede potenciar dichos materiales de aprendizaje al igual que las
experiencias de trabajo en el aula y fuera de ella, para acercar a los alullUlOs a aprendizajes ms
significa tivos,
- -
.. Clpiw/o 2 Cun"(T/lrril'isll/(I)' 'T/,l7lJllizitjr ,igTliJir,tri,'tI
Respecto al:
En este pill\to quisiramos resaltar ill\a a mpliacin al concepto ausubeliano de aprendizaje sig
nificativo que muy atinadamente propone Col! (1 90, p. 198). Este autor argwnenta que la construc
cin de significados involucra al alumno en su totalidad, y no slo implica su capacidad para esta
blecer relaciones sustantivas entre sus conocimientos previos y el nuevo material de aprend izaje.
De esta manera, ill\a interpretacin constructivista del concep to de aprendizaje significativo obliga
a ir ms all de los procesos cognitivos del alumno, para introducirse en el tema del sentido en el
aprendizaje escolar:
Ltilizamos el trmino selltido con el fin de subrayar el carcter experiencial que, en buena log:ca
constructivista, impregna el aprendizaje escolar. La percepcin que tiene el alumno de una actividad
concreta y particular de aprendizaje no coincide necesariamente con la que tiene el profesor; los obje
tivos del profesor J vi alumno, sus intenciones y sus motivaciones al proponerla y participar en ella,
son a menudo diferentes. Hay, pues, todo un conjunto de factores, que podramos calificar como
motivacionales, relacionales e incluso afectivos, que desempean un papel de primer orden en la
movilizacin de los conocimientos previos del alumno y sin cuya consideracin es imposible enten
der los significados que el alumno construye a propsito de los contenidos que se le ensean en la
escuela.
Por otra parte, hemos reiterado que el aprendizaje significativo ocurre en un continuo. Partien
do de esta idea, Shuell (1990) postula que el aprendizaje significativo ocurre en ill\a serie de fases,
que dan cuenta de ill\a complejidad y profundidad progresiva. Segn Shuell, varias de las aporta
ciones sobre el aprendizaje realizadas desde diferentes lneas cognitivas (por ejemplo, la teora de
los esquemas, el enfoque expertos-novatos, los modelos de la flexibilidad cogniti\'a de Spiro y cols.,
las investigaciones sobre estrategias de Karmiloff-Smith, etctera), coinciden al entender al apren
dizaje como ill\ fenmeno polifsico. Con b ase en ello, Shuell distingue tres fases del aprendizaje
significativo, donde integra aportaciones de las lneas mencionadas. A continuacin presentamos
con la
MOTIVACiN
ANALOGfAS
INTRrNSECA
MATERIAL Y
APOYOS
DIDCTICOS
FIGURA 2.4 FI m/lCtI' {() d( ,prm r/iZtI" Jigllifirll lll'o (f,'/JIu!o (/l / lwlI br !. J 'r 6 ; V,J{II11:: J (;owi ll. JWI8; (J/llllria, J<J9:!).
~-
una breve descripcin de las mismas. n el cuadro 2.7 se comparan las fases del aprendizaje signi
ficativo descritas.
El aprendiz percibe a la informacin como constituida por piezas o partes aisladas sin co
nexin conceptual.
El aprendiz empieza a encontrar relaciones y similitudes entre las partes aisladas y llega a
configurar esquemas y mapas cognitivos acerca d I material y el dominio de aprendizaje
en forma progresiva. Sin embargo, estos esquemas no permiten an que el aprendiz se
conduzca en forma automtica o autnoma.
Los conocimientos que comenzaron a ser elaborados en esq uemas o mapas cognitivos en la
fase anterior, llegan a estar ms integrados y a funcionar con mayor autonoma.
--,
I CapitulQ l Cr1ll.<Irl/ai"l/IfI J ,t/,rrlld/z.ljr Si}f.llifi<"'lIiIIU
Gra d ualmente se a
fo rm a n d o una visin
globalizadora del domi
nio.
Igualmente las ejecuciones del sujeto se basan en estrategias especficas del dominio para la
realizacin de tareas, tales como solucin de problemas, respuestas a preguntas, etctera.
Existe mayor nfasis en esta fase sobre la ejecucin que en el aprendizaje, dado que los
cambios en la ejecucin que ocurren se deben a variaciones provocadas por la tarea, ms
que a rearreglos o ajustes internos.
El aprendizaje que ocurre durante esta fase probablemente consiste en: al la acumulacin
de informacin a los esquemas preexistentes y b) aparicin progresiva de interrelaciones de
alto nivel en los esquemas.
En realidad el aprendizaje debe verse como un continuo, donde la transicin entre las fases es
gradual ms que inmediata; de hecho, en determinados momentos durante una tarea de aprendiza
je, podrn ocurrir sobreposicionamientos entre ellas.
o Es informacin discordante con el nivel de desarrollo intelectual y con las habilidades que
posee el sujeto.
A partir de lo expuesto es posible sugerir al docente una serie de principios de instruccin que
se desprenden de la teora del aprendizaje verbal significativo:
Hasta aqu hemos destacado el papel del profesor como eventual promotor de aprendizajes
significativos en el aula. Sin embargo, cabe preguntarnos si nuestros alumnos realmente estn dis
puestos a aprender significativamente. Hemos escuchad(1~eiteradamente entre los docentes quejas
como las siguientes: "eso de aprender significativamente est muy bien, pero los alunmos no quie
ren", "los estudiantes vienen de cero, slo memorizcm, no saben ni leer", "a los alumnos el sistema
desde los primeros aos los volvi perezosos, slo estudian lo mnimo p ara pasar", etctera. N ue
vamente, des tacaramos que m,is all de las diferencias individuales y culturales, estamos ante
aprendizajes sociales en los que vale la pena intentar un cambio antes de considerarnos derrotados.
Aunque resulta evidente que los alumnos no conocen la teora del aprendizaje significativo y
ciertamente no han ledo a David Ausubel ni a los autores que aqu hemos revisado, en algunos
estudios hemos encontrado que los alumnos esperan que sus profesores enseen significativamen
te, si por ello entendemos que d esearan que acercaran el conocimiento escolar al mundo real y a
sus intereses, o que los apoyaran para extraer el significado de lo que aprenden. A manera de Ilus
tracin, reproducimos algunas respuestas dadas por alumnos de bachillerato ante la pregunta" Qu
te hubiera gustado que tu profesor o profesora hiciera para ayudarte a aprender mejor este tema?"
(Daz Barriga, 1998):
"Que los alumnos hiciramos carteles, lminas o una representacin tipo obra de teatro."
"Que se pusiera un mayor nmero de ejemplos; pero actuales y de la vida real. "
"Actividades en equipo y visitas a algn lugar en donde se nos presente el tema en vivo, como
en industrias."
Tendra lugar incluso preguntamos ~i como docentes en algn momento hemos explorado las
opimone,; o sugerenciils de nuestros estudiantes al r pecto, O si damos espacios para que ellos
planteen sus propias opciones de trabajo escolar. Fn el cuadro 2.8 se muestra cmo un par de alum
nas universitarias de la carrera de psicologa interpretaron el concepto de aprend izaj ignificativo.
Quisiramos cerrar esta seccin comentando algunas de las limitaciones de la teora del apren
dizaje significativo propuesta por AusubeL con la intencin de que el lector comprenda su e pectro
explicativo y de intervencin.
n opinin de Ga rca Madruga (1990), dicha teora est m s ligada a una exp licacin de cmo
se adquieren los conocimientos de tipo conceptual o declam/ira; mi entra s que la adquisicin de
conocimientos de tipo procedim l' ;tal, actit/ldilllll o valom! requiere d e otros elementos terico
epistemolgicos. te es un aspectu muy importante, que recientemente ha Ile\'ad o a autores a ar
ticular los horizontes de este marco explic,lti\'o con o h'o ripo d e aprendizajes, incluyend o p or ejem
plo, aprendizajes de tipo experiencia!, enseanza en el laboratorio, ap rendizaje mediant anli is
de casos y solucin de problemas, o en el contexto de modelos de aprendi zaje basados en experien
cias de servicio a la comunidad.
Por otra parte, Ausubel in ista en la nec idad de utilizar materiales introductorios de mavor
nivel de abstraccin, generalidad e inclusividad (por ejemplo, los organizadores anticip dos () pre
vio s) con el propsito d e lograr el aprendizaje significati o; aunque tambin posible (y a vec _
resulta ms fcil y eficaz) activar los conocimien tos pr vios mediante otro tipo de e trategias d e
instruccin, como sumarios, mapas conceptuale , etct ra (\'ase e l captulo r pectivo en esta ob ra ).
No si mpr s p osible acceder a un tipo d e con ocimiento previo que facilite realmente el apren
dizaje. Se ha d emostrado fehacientemente que en muchas ocasiones el conocimiento previo de lo
estudiantes no slo no es pertinen te sino que es un obs tcul p ara aprender. . 1re pecto , consl t e
el amplio corp/lS de inves tigacin generado en tomo a lo que se ha llamado d e diversas forma
teoras implcitas o personales, preconcepciones (/Il i'iscollcepti):.;) , id as spontneas, alternativa s o
CUADRO 2.8 El punto de vista de los alumos
COMP~ ESTUDIANTE:
Te ofrecemo el componente
SULFATO DE SIGNIFICATIVISMO
DE MANERA SIGNIFICATIVA
Indisposicin (profesor-alumno)
(COlllill ll1)
REACCIONES ECUNDARIAS:
Puede provocar estados de reHexin, imaginacin y criticidad, los cuales no siempre son bien
vistos en algunas escuelas o por determinados profesores.
DOSIS:
Tomar tres tabletas al da, una con cada alimento intelectual que vayas a in gerir. Si es necesa
rio, puedes incrementar la dosis durante el da antes de aprender cualquier cosa nueva.
Se ha demostrado que sus efectos aumentan si se administra lma terapia combinada pro
fesor-alunmo .
Ad aptado del trptico realizado po r EIsa Hernndez. A licia Toribio, e tudiantes de Psj olog a Educati\'a d t? la Uni
versidad Nacional u tnoma de ,lx ico.
intuitivas de los estudiantes, particularmente en el campo del conocilniento cientfico y social (va
se Pozo, 1989; 1997 en Rodrigo y Amay, ob. cit. ).
Ha quedado claro que este tipo de conocimiento previo que se contrapone a los saberes escola
res es muy resistente al cambio, por lo que su estudio desemboc en las metodologas didcticas
que buscan promover un cambio conceptual en los estudiantes partiendo de la confrontacin entre
los conocimientos"errneos" y el conocimiento cientfico integrado al currculo escolar.
Por ltimo, no todas las situaciones de aprendizaje pueden (o deben ) plantearse co mo fin exclu
sivo el aprendiz aje verbal significativo, pues to que la memorizacin comprensiva o el aprendizaje
por descubrimiento guiado o autnomo tambin requieren un espacio curricular. uevamente,
aqu debe apelarse al criterio y experiencia de docentes y planificadores curriculares al momento de
- - ~-
ubicar qu hp d itu aci nes d aprendizaje pueden ' cr las ms \ iables y ap r piada en un contex
to y ihacin p articular.
H quedado claro en las - ccione precedentes que el ap rend izaje colar no puede restringir e de
ning una m anera a la adqu Lic i ' n de "ba es de d atos". En es ta seccin r v i ar mas brevemen te la
posibilidad de fom ltar apr ndizaje sianificativo consideran do di\' r o e n ten id urricul r s.
De acuerd n ItPozo,S, rabiay dU (19 2),1 c nt njdo que e nsean en l scurrcu lo d
t dos los nivele educ tlvo pueden a rup arse en tre rea b icas: on )Cimi ento decla re ti vo,
p roced imenta l acti tu d inal (vase fig LlIa 2.5).
El saer qu o conocimiento declara tivo ha sido un a de las reas de cont nido m privilegiadas
d ntro d lo currculos e colare de tod os 1 . niv les ed ucativos. Sin luga r a dudas, este tip o de
saber es imr re cind ible en t das las asign aturas o cuerp s de conocim iento discipli.nar, porque
constitu e el entramado fun dame nt l sobre J q ue ta e estructuran .
CONTENIDO
CURRICULAR
puede ser
DECLARATIVO ACTITUDINAL
PROCEDIMENTAL
VALORAL
Procedimientos, Actitudes,
Hechos.
estrategias. valores, tica
conceptos y
tcnicas, destrezas. personal y
principios.
mtodos, etc. profesional. etc.
con cim ien to declara tivo, porq ue es un a ber q ue se dice. q ue s dl!c/nrn o q ue se e nf rma por
m ectio del lenguaje.
Dentr d 1 on -imiento de laranvo pued ha erse lma imp rtan tE' d~ nn cin taxon mi ca con
claras consec uencias pedaggicas: el cono i m len t factua 1y el conoci.men to concep tlll 1(veas Pozo,
1992) .
. I CV/lLl CillliI'llIOfI1Cll/cl/ s I q ue se refiere a datos y hechos que proporcionan inform ,Ki ' n v rha 1
y ue Jos alumnos deben aprend .r en f f ma literal " al pie d le letra" . Algunos ejemplos de es te
tipo de can o imien to son los sigu iente: el nombre de as ca pit le d lo dis tintos pa ses de
Sudam rica, la f ' rm ula qumi .a del ci d o sulfrico, los nom bre' d e 1 s distintas etapa. histricas
de nuestro pa ,los ttulo de las novelas rel re en ta tiv3S mexicana del sicTlo actllaL et tera.
Pod ramos d ecir q ue los mecan ismos qu curren para los cas s del aprendiLa j de hechos )' el
aprend izaje de conceptos, son cua litl ti, "amente diferentes. El ap r ndiza je factll a l se logra por una
as imilacin li teral sin comprensin de la informacin, bajo una lgi a reproductiva o memorstica y
donde p c import n los con ocimientos p re\'ios de los alu mn os re]ati\"o a infonn acin a aprender;
mie.ntr as q ue en el ca o del apreniizaje c nceptu 1ocurre una asimilaci . n sobre el signi fi ad de la
in formaci n nueva , se comprend Jo que se e t aprendi nd , pa ra lo ( ual es imp r scin :\ib l c1l1s0
de 1 conocim ientos p revios p tinentes que p osee 1 alwlmo.
mane.ra de resumen, se pre.sentan en el cuadxo 2.9 sobre las caract ris tica p ri ncipales d el
ap r ndi zaje factual y c nceptual (basado en Pozo, 1Q92).
A ca usa de qu e los mecanismos de dquisi in del conocimien to factual yelel on ep tual 'on
diferentes ntre s, las acti\"idade de in truccin qu el maes tro d be realizar tienen que se r igual
men te diferenciadas.
A prendi:ajL' de A prl!l1ttiznje de
hechos o fa ctunl co n cl'pto~
Por desgracia, las condiciones habituales en que ocurre el aprendizaje factual en nuestras insti
tuciones educativas se vinculan tanto con materiales de aprendizaje que poseen un escaso nivel de
organizacin o significatividad lgica, como con la existencia de una disposicin motivacional o
cognitiva orientada hacia el aprendizaje repetitivo, Hay que destacar que las prcticas de evalua
cin del aprendizaje frecuentemente predeterminan esta situacin: el alumno sabe que el examen
que le van a aplicar consiste en preguntas que miden memoria de hechos o reproduccin literal de
la informacin y, en consecuencia, sus cond uctas de estudio se orientan a la memorizacin sin signi
ficado.
El saber hacer o saber procedimental es aquel conocimiento que se refiere a la ejecucin de procedi
mientos, estrategias, tcnicas, habilidades, destrezas, mtodos, etctera. Podramos decir que a di
ferencia del saber qu, que es de tipo declarativo y terico, el saber procedimental es de tipo prcti
co, porque est basado en la realizacin de varias acciones u operaciones.
Los procedimielltos (nombre que usaremos como genrico de los distintos tipos de habilidades y
destrezas mencionadas, aunque hay que reconocer sus eventuales diferencias) pueden ser defini
dos como un conjunto de acciones ordenadas y dirigidas hacia la consecucin de una meta determi
nada (CoU y VaUs, 1992). En tal sentido, algunos ejemplos de procedimientos pueden ser: la elabo
racin de resmenes, ensayos o grficas estadsticas, el uso de algoritmos u operaciones matemticas,
la elaboracin de mapas conceptuales, el uso correcto de algn instrumento como un microscopio,
un telescopio o un procesador de textos.
la meta a lograr,
la secuencia de acciones a realizar, y
la evolucin temporal de las mismas.
Asimismo, se ha establecido que un aprendizaje de este tipo ocurre en etapas, que comprenden:
l. La apropiacin de datos relevantes respecto a la tarea y sus condiciones. sta es una etapa donde se
resalta el conocimiento declarativo, sin ser todava de ejecucin de la tarea. Se centra en propor
cionar al aprendiz la informacin o conocimiento factual relacionado con el procedimiento en
general y las tareas puntuales a desarrollar, explicar las propiedades y condiciones para su
realizacin, as como las reglas generales de aplicacin.
2. La actuacin o ejecucin del procedimiento, donde al inicio el aprendiz procede por tanteo y error,
mientras el docente lo va corrigiendo mediante episodios de prctica con retroalimentacin. En
esta fase, se llega a manejar un doble cdigo: declarativo y procedimental. Debe culminar con la
fijacin del procedimiento.
4. El perfeccionamiento indefinido del procedimiento, para el cual en realidad no hay final. Marca cla
ramente la diferencia entre un experto (el que domina el procedimiento) y el novato (el que se
inicia en su aprendizaje) .
Una crtica importante hacia la forma en que habitualmente se ensean los procedimientos en
la escuela es que no se llega ms all de la fase uno, o si acaso se introduce al alumno a la fase dos.
Parece que la creencia errnea ms arraigada al respecto es qUl' ('S posible ejecutar un procedimien
to simplemente a partir de proporcionar la informacin " terica " o las "reglas" que nos dicen cmo
hacerlo. Esto puede ilustrarse si retomamos el ejemplo de la enseanza de la Estadstica en contex
tos universitarios: el alumno recibe una informacin de "manual" es decir, se le pide que memorice
definiciones de conceptos, se le dicen las reglas bsicas a aplicar y se realizan algunos "ejercicios"
(la mayora aislados, artificiales y rutinarios); la retroalimentacin que recibe consiste en informarle
si aplic o no la frmula correcta o si las operaciones condujeron al resultado correcto. Cas i nunca se
trabaja en contextos de prctica autnticos, no se supervisa la automatizacin del procedimiento ni
se intenta su perfeccionamiento, no hay episodios de reflexin en y sobre lo que se hace, no se
exploran rutas alternativas, etctera. Y s te parece ser el caso de otros aprendizajes igualmente
importantes: la metodologa de investigacin, el desarrollo de habilidades profesionales y la elabo
racin de la tesis o disertacin, entre muchos otros.
El aprendizaje de los procedimientos, como el de los otros tipos de contenido, implica un proce
so gradual en el que deben considerarse varias dimensiones (que forman cada una de ellas un
continuo, desde los momentos iniciales de aprendizaje hasta los finales del mismo). Estas dimensio
nes relacionadas entre s son las siguientes:
1. De una etapa inicial de ejecucin insegura, lenta e inexperta, ha ta una ejecucin rpida yex
perta .
2. De la ejecucin del procedimiento realizada con un alto nivel de control consciente, hasta la
ejecucin con un bajo nivel de atencin consciente y una realizacin casi automtica.
- -
~- G/pitulo 2 CowtruCli"is1I/o J ,,/,"'~/jdiZltjl' s~'(7Jfir,lIit'lJ _ -=_~
3. De una ejecucin con esfuerzo, desordenada y sujeta al tanteo por ensayo y error de los pasos
del procedimiento, hasta una ejecucin articulada, ordenada y r gida por representaciones sim
blicas (regk,).
4. De una comprensin incipiente de los pasos y de la meta que el procedimiento pretende conse
guir, hasta una comprensin plena de las acciones involucradas y del logro de una meta plena
mente identific.Jd,:.
Es comn percibir a los dos tipos de conocimientos (declarativo y procedimental) como separa
dos, incluso a veces se privilegia uno de ellos en detrimento del otro. Pero en realidad debemos
verlos como conocimientos complementarios. En particular, la enseanza de alguna competencia
procedimental (la gran mayora de ellas), debe enfocarse en un doble sentido: 1) para que el alUl11l1o
conozca su forma de accin, uso y aplicacin correcta, y 2) sobre todo para que al utilizarla enri
quezca su conocimiento declarativo.
Observacin crtica
Establecimiento del sentido de las tareas y del proceso en su conjunto, mediante la evocacin de
conocimientos y experiencias previos
Uno de los contenidos anteriormente poco atendidos en todos los niveles educativos era el de las
actitudes y los valores (el denominado "saber ser") que, no obstante, siempre ha estado presente en
el aula, aunque sea de manera implcita u "oculta". Sin embargo, en la dcada pasada notamos
importantes esfuerzos por incorporar tales saberes de manera explicita en el currculo escolar, no
-- ~ e/p/m/n J CUllitruCllI'i,"W, llp1T?/fh::'ljt! sigl1ificmit'O .'
..
slo il nivel de la educacin bsica, sino tamb in en el n ivel medi , en el bachillerato y g radualmen
te en la educacin Sli p rior. Los diferentes pase y sist m as ed u a tivos lo han i.ncorporad o de m uy
diversas manera s, en proyectos curricular s o metacurriculare , ubicnd lo bajo lo rub ro de edu
cacin moral o tica, enseanza de valores y acti tude , desarroLlo humano, educacin p e ra lo" dere
chos humanos y la democracia, y educaci n cvica, entre otros. Asimismo, y sin ex luir [n anterior,
se ha tratado de clarifi car en el currculo y la enseanza el tipo de valores actitu des que h abra q ue
fomentar en las materias curriculares cl icas, como por ejemplo, qu actitudes hay que fomentar
en los alumnos re p ecto a la ciencia y la tecnologa, o qu' tipo de va lores social s h que desarro
llar en asignaturas como historia o ci smo. Tambin se han ded icado esfuerzos importantes a tra
tar de erradicar las actitudes negativas y los sentimientos de incompe tencia de 10- es tudiantes hacia
ciertas asignaturas (por ejemplo, Matemticas) en general hacia aquellas situaciones educativas
que les generan frustracin y baja autoestima. Como puede anticiparse, este campo ha re ultado no
slo muy complejo sino sumamente p olmico. En el esp acio de este texto nos s imposible ilbarcar
el tema con la debida amplitud, slo haremos alg unas acotaciones elemen tales. El lector intere ado
puede consultar la amplia e interesante li teratura que ha smgido en los ltimos aos (vase Buxarrais
el al., 1997; Latilp, 1999; Puig, 1996, entre otros).
Como inicio, pa aremos rev ista a los concep tos de actitud y valor. Dentro de las definiciones ms
aceptadas del concepto de actitud, puede mencionarse aquella que sostiene que son constructos
que median nuestras acciones y que se encuentran compues tas de tres elementos bsicos: un com
ponente cognitivo, un componente afectivo y un componente conductual (Bednar y Levie, 1993;
Sarabia, 1992). Otros autores (Fischbein) han destacado la importancia del componente evaluativo
en las actitudes, sealando que stas implican una cierta disposicin o carga afectiva de naturaleza
positi va o negativa hacia objetos, personas, situaciones o ins tituciones sociales.
Las actitudes son experiencias subjetivas (cognitivo-afectivas) que implican juicios eva;ua tivos,
que se expresan en forma verbal o no verbal, que son relativamente estables y que se aprenden en el
contexto social. Las actitudes son un reflejo de los valores que posee una persona.
Se ha dicho que un valor es una cualidad por la que una persona, un objeto-hecho despierta
mayor o menor aprecio, admiracin o estima. Los valores pueden ser econmicos, estticos, utilitarios
o morales; particularmente estos ltimos representan el foco de los cambios recientes en el currculo
escolar. Puede afirmarse que los valores morales son principios ticos interiorizados respecto a los
cuales las personas sienten un fuerte compromiso"de conciencia", que permiten juzgar lo adecua
do de las conductas propias y ajenas (Sarabia, 1992).
En trminos generales, la mayor parte de los proyectos educativos interesados en ensear valo
res en la escuela toman postura a favor de aquellos que se orientan al bien comn, al desarrollo
armnico y pleno de la persona, y a la convivencia solidaria en sociedades caracterizadas por la
justicia y la democracia. La base de los programas educativos se sustenta en la promocin de los
derechos humanos universales (libertad, justicia, equidad, respeto a la vida, etctera), as como en
la erradicacin de los llamados antivalores (discriminacin, autoritarismo, segregacin, maltrato,
explotacin, etctera).
El aprendizaje de las actitudes es un proceso lento y gradual, donde influyen distintos factores
como las experiencias personales previas, las actitudes de otras personas significativas, la informa
cin y experiencias novedosas, y el contexto sociocultural (por ejemplo, mediante las instituciones,
I
- -
I _. Grplulu 2 C'I/I,mlail"iml/l.l' "j'n'Jldi:;,( 5.f!.lI~ti.."ltiro _
los medios de comunicacin y las representaciones colectivas). Se ha demostrado que muchas acti
tudes se gestan y desarrollan en el seno escolar, sin ninguna intencin explcita para hacerlo. De
cualquier modo, el profesor es el que directa o indirectamente se enfrenta a esta problemtica com
pleja y difcil, que muchas veces rebasa a la institucin escolar misma.
Sin embargo, hay muchas actitudes que las escuelas deben intentar desarrollar y fortalecer (como
el respeto al punto de vista del otro, la solidaridad, la cooperatividad, etctera) y otras que debe
procurar erradicar o relativizar (como el individualismo egosta o la intolerancia al trabajo colecti
vo). Para ello el profesor se vuelve un importante agente o un otro significativo, que ejerce su in
fluencia y poder (de recompensa, de experto, etctera) legitimados institucionalmente, para promo
ver actitudes positivas en sus alumnos.
De acuerdo con Beclnar y Levie (1993), hay tres aproximaciones que han demostrado ser efica
ces para lograr el cambio actitudinal, a saber: a) proporcionar un mensaje persuasivo, b) el modelaje
de la actitud y e) la induccin de disonancia o conflicto entre los componentes cognitivo, afectivo y
conductual. Dichos autores recomiendan que se planteen situaciones donde stas se utilicen en
forma conjunta.
Algunas metodologas y tcnicas didcticas que han demostrado ser eficaces para trabajar di
rectamente con los procesos actitudinales son, por ejemplo, las tcnicas participativas (juego de
roles o "role-playing" y los sociodramas), las discusiones y tcnicas de estudio activo, las exposicio
nes y explicaciones de carcter persuasivo (con conferencistas de reconocido prestigio o influencia)
e involucrar a los alumnos en la toma de decisiones (Sarabia, 1992).
Ellfoque Caractersticl7S
CLARIFICACIN DE Orientado al autoconocimiento y anlisis crtico de
VALORES Y JUICIO la realidad personal, familiar, comunitaria,
CRTICO Se basa en preglmta::. esclarecedoras, retlexin per
sonal, hojas de tra.bajo e instrument de autoan lisis,
y elaboracin de proyectos y planes,
DISCUSIN DE Analia casos y confl ictos relacionados a cuestiones
DILEMAS Y ANLISIS sociales, cvicas, personales, con implicaciones ti
DE CASOS cas,
Promueve procesos de identificacin, empata, razo
namiento y toma de decisiones en torno a situacio
nes que se enfrentan social y cotidianamente,
Intenta el desarrollo de una mora l autnoma y
posconvencional (vase Piaget y Kohlberg).
COMPRENSIN Y Analiza y produce "texto " (escritos, pelculas, can
ESCRITURA CRTICA ciones, fotografas, comerciale , propaganda polti
DE "TEXTOS" ca, programas televisi\'os y radiofnicos, etctera)
que aborden temas de actualidad controvertido' ,
Ensea a los alunmos a obtener y juzga r informa
cin reciente, de fuentes di\'t:'r as, a ana lizar dh'er
sas posturas y a generar visione propias,
Fomenta competencias comunicativas bsicas, ora
les y escritas,
APRENDIZAJE Promueve no slo el trabajo en equipo, sino la \'i
COOPERATIVO Y \'enca. de valores como solidaridad, ayuda mutua,
"SITUADO" responsabilidad conjlmta, empata, tica profesional,
ORIENTADO A LA etctera,
COMUNIDAD Intenta con olidcH una "comunidad justa " en la ins
titucin escolar misma,
Fomenta una labor ocial de apo o y servicio o la
comunidad cirClmdante mediante Id sarrollo y ope
rad ' n de proyect d intervenci ' n 'al profe
sional.
DESARROLLO DE Busca d e arrollar las lla mad a " habilidad s del ca
HABILIDADES Iet r o ra g de la per nalidad moral".
SOCIALES, Planea estra tegias para el manej e m don y sen
AFECTIVAS Y DE timient J ' nducta pr social, c1_erti\;dad , solu i
AUT a-REGULACIN de problemas, realiza ,. n de p lanes de \ ida pers
nale!> ya uto ompromis " etctera,
Enfati za la~ habilidade para el d i log , la mpren
sin critica de la realid Jd, la t lerancia, la au todj
r cin y la participadn acti\'a.
En este mbito es ms que evidente que la enseanza no puede centrarse en la recepcin repetitiva
de informacin factual o declarativa, sino que se requieren experiencias de aprendizaje significati
vas, que permitan no slo adquirir informacin valiosa, sino que incidan realmente en el comporta
miento de los alumnos, en la manifestacin del afecto o emocin moral, en su capacidad de com
prensin crtica de la realidad que los cirClmda, en el desarrollo de habilidades especficas para el
dilogo, la autodireccin, la participacin activa, la cooperacin o la tolerancia.
Las siguientes son algunas de las metodologas de orientacin constructivista que intentan pro
mover aprendizajes significativos en este complejo campo: la clarificacin de valores y actitudes
orientada al autoconocimiento, la discusin sobre dilemas, el anlisis de casos, la comprensin y
escritura crtica, el aprendizaje cooperativo y situado, el entrenamiento en habilidades sociales y
autorregulatorias, la participacin activa en proyectos acadmicos y comunitarios de servicio o
prosociales (vase cuadro 2.10). Posteriormente, en el captulo respectivo, se harn algunos comen
tarios acerca de la evaluacin de estos aprendizajes.
En este captulo se realiz una revisin de la aproximacin constructivista del aprendizaje escolar,
en la que se enfatiz la labor de (re)construccin significativa que debe hacer el aprendiz de los
contenidos o saberes de la cultura a la cual pertenece, y se postul que la finalidad de los procesos
de intervencin educativa es ensear a pensar y actuar sobre contenidos significativos y contextuados.
Se estableci asimismo que el aprendizaje significativo ocurre slo si se satisfacen una serie
de condiciones: a) que el alUllli10 sea capaz de relacionar de manera no arbitraria y sustancial la
nueva informacin con los conocimientos y experiencias previas y familiares que posee en su
estructura cognitiva; y b) que los materiales o contenidos de aprendizaje posean significado poten
cialo lgico.
Esta actividad le permitir al docen te asumir y ent n der el punto de v i ta de quien aprende
acerca de las condiciones que favorecen u obstaculiza n el aprendizaje. El instrumento puede
aplicar 'e en forma indiv idual grup al a docentes o bien a los propios es tudian tes; lo importan
te es poder analizarlo vinculando las re puestas con las si tuaciones de aprend izaj l~ condi
ciones de aprend izaje revisadas en este captulo . La reflexin m importan t er aquella que
permita tanto iden tificar las for talezas deb ilidade del trabajo rea lizad en el au la como d ri
ficar las situaciones problemticas sobre las que hay que trabajar para promover apr ndizajes
ms significativos.
Aprenderdelibros _______________________________
En este caso, se solicita a los docentes o a los alumnos que en una cuartilJa relaten aquella
experiencia de enseanza o de aprendizaje que hayan sentido ms relevante, satisfactoria,
------ -
C4fl:U/st.! .m:"
C,.rum.;I1I'1JT1IJ}.r H,Ph'II;;.j.. u.('liji __
Para motivar a los alumnos slo se requiere trabajar de inicio alguna dinmica o juego
grupal que sea atractivo para ellos.
Es poco probable que se llegue a mejorar la moti\'aci6n por aprender n alumnos con
historia de fracaso escolar, con algn tipo de discapacidad, ap ticos o ansioso .
AL ESTUDIO DE LA MOTIVACiN
El trmino motivacin se deriva del verbo latino movcre, que significa "moverse", "poner en movi
miento" o "estar listo para la accin" . Para Moore (2001, p. 222) la motivacin implica "im ulso o
fuerza que nos dan neTgta .. nos dirigen a ctuar la manera en que lo ha em s". Segn Woolfolk
(1996, p. 330), "la motivacin e - un estado interno que activa, dirige y mantien la conducta". De
acuerdo con Brophy (1998, p. 3), el trmino motivacin es un constructo terico que se emplea hoy
en da para pUcar la injdadn, direccin, intensidad y persistencia del comportamiento, especial
mente de aquel orientado hacia metas especficas. AS, un motivo es un elemento de conciencia que
entra en la determinacin de un acto volitivo; e lo que induce a una persona a llevar a la prctica
una accin,
Sin descartar el papel que pueden tener las recompensas externas o la bsqueda de la aproba
cin de los dems, tanto el enfoque humanista como el cognitivo consideran a las personas como
activas y curiosas, capaces de trabajar arduamente porque disfrutan el trabajo, desean comprender,
resolver problemas o sentirse exitosos y competentes; por ello, dichos enfoques anteponen la moti
vacin intrnseca a la extrnseca.
sta es una distincin clsica en este campo, donde se ha definido a la motivacil/ intrn eca
como una suerte de tendencia natural de procurar los intereses personales y ejercer las capacidades
propias, y al hacerlo, buscar y conquistar desafos, por lo que el individuo no necesita de castigos ni
incentivos para trabajar porque la actividad le resulta recompensan te en s misma. Por su parte, la
lIlotivacill extrl/seca se relaciona con el inters que nos despierta el beneficio o recompensa externa
que vamos a lograr al realizar una actividad, por ejemplo, una calificacin aprobatoria, evitar la
reprimenda de los padres, obtener dinero a cambio, complacer al profesor, etctera. Esta distincin
suele ser de utilidad para explicar los motivos o metas que priorizan las personas, o para identificar
su patrn motivacional; sin embargo, ha recibido crticas pues suele llevar a plantear una motiva
cin en "blanco y negro " sin los debidos matices. Por otro lado, Woolfolk (1996) considera que es
imposible saber s el comportamiento de un alumno est motivado intrnseca o extrnsecamente
con slo observarlo, puesto que hay que conocer las razones del alumno para actuar, es decir, se
requiere ubicar la causa dentro o fuera de la persona (locus de causalidad).
HUMANISTA COGNOSCITIVISTA
Manejo de
Programas de expectativas, metas y
Aeforzamiento,
sistemas de
desarrono humano, atribuciones,
autoconocimiento, habilidades de
recompensas,
fomento de la autorreguJaci6n y
incentivos y castigos
autoesttma disei\o Instrucciona
- - - - - - - - - - -
Una crtica importante que puede hacerse a la institucin escolar ya la cultura de la evaluacin
que privilegia es que sta se asemeja a los modelos conductistas de manipulacin del comporta
miento mediante sistemas de recompensas y castigos en donde se consideran muy poco las inten
ciones, pensamientos, esfuerzo o las diferencias existentes entre los alumnos. De acuerdo con Brophy
(1998), esto se evidencia en la forma de otorgar calificaciones y premiar o castigar el desempeo de
los alumnos; en los cuadros de honor y las ceremonias de premiacin, e incluso en los cdigos de
conducta y disciplina habituales. Los resultados negativos que dependen de esta visin son que se
fomenta ante todo una motivacin extrnseca en relacin con el estudio y un comportamiento
heternomo respecto a la disciplina escolar; los alumnos responden por el temor a la sancin, al
castigo y a la reprobacin, no porque exista un compromiso de conciencia o un deseo intrnseco por
el trabajo escolar.
En I plano peBa ' gico motivaci" significa proporcionar o fomentar motivos, es decir, es timular la
voluntad de aprender. En el contexto escolar, la motivacin del es tudiante permite explicar la medida en
que los alumnos invierten su atencin y esfuerzo en determinados asuntos, que pueden ser o no los
que desean sus profesores; pero que en todo caso se relacionan con s us experiencias subjetivas, su
disposicin y razones para involucrarse en las actividades acadmicas.
Desde el punto de vista de diversos autores y enfoques vinculados principalmente con las pers
pectivas cognitiva y humanista, el papel del docente en el mbito de la motivacin se centrar en
inducir motivos en sus alumnos en lo que respecta a sus aprendizajes y comportamientos para
aplicarlos de manera voluntaria a los trabajos de clase, d ando significado a las tareas escolares y
proveyndolas de un fin determinado, de manera tal que los alumnos desarrollen un verdadero
..-.
_ . Cllpilltl" j I dl/torll'd, /01/ ,'" o/,JI r ,lO ,-(~C(", <,1/ ~/'I/,r('/fJiz.rj..
gusto por la actividad escolar y comprendan su utilidad personal y social. Esto es lo que se denomi
na mot ivllcin por elllprel1dizaje.
El manejo de la motivacin en el aula supone que el docente y sus estudiantes comprendan que
existe interdependencia entre los siguientes factores:
Por lo anterior puede decirse que son tres los propsitos perseguidos mediante el manejo de la
motivacin escolar:
3. Dirigir estos intereses y esfuerzos hacia el logro de fines apropiados y la realizacin de propsi
tos definidos.
Sera ideal que la atencin, el esfuerzo y el pensamiento de los alumnos estuvieran guiados por
el deseo de comprender, elaborar e integrar significativamente la informacin, es decir, que se orien
tara claramente por una motivacin de tipo intrnseca; pero un profesor experimentado sabe que
esto no siempre, ni exclusivamente, es as. Ya anticipamos que, en gran medida, la orientacin de
los alumnos est determinada por su temor a reprobar o por la bsqueda de una aceptacin perso
nal, lo cual es una realidad no slo porque el alumno as lo haya elegido, sino porque lo ha aprendi
do en el contexto de las prcticas que se fomentan en la escuela.
De esta manera, lo cierto es que la motivacin para el aprendizaje es un fenmeno muy comple
jo, condicionado por aspectos como los siguientes:
El tipo de metas que se propone el alumno en relacin con su aprendizaje o desempeo escolar,
y su relacin con las metas que los profesores y la cultura escolar fomentan.
La posibilidad real que el alumno tenga de conseguir las metas acadmicas que se propone y la
perspectiva asumida al estudiar.
Que el alumno sepa cmo actuar o qu proceso de aprendizaje seguir (cmo pensar y actuar)
para afrontar con xito las tareas y problemas que se le presenten.
Los conocimientos e ideas previas que el alumno posee de los contenidos curriculares por apren
der, de su significado y utilidad , as como de las estrategias que debe emplear.
Las creencias y expectativas tanto de los alumnos como de sus profesores acerca de sus capaci
dades y desempeo, as como el tipo de factores a los que atribuyen su x ito y fracaso escolar.
El contexto que define la situacin misma de enseanza, en particular los mensajes que recibe el
alwnno por parte del profesor y sus compaeros, la organizacin de la actividad escolar y las
formas de evaluacin del aprendizaje.
Los comportamientos y valores que el profesor modela en los alumnos, los cuales pueden faci
litar o inhibir el inters de stos por el aprendizaje.
El ambiente o clima motivaciona l que priva en el aula y el empleo de Lma serie de principios
mobvacionales que el docente utiliza en el diseo y conduccin del proceso de enseanza
aprendizaje. (Vase cuadro 3.2.)
Ya en el primer captulo se coment que las expectativas del profesor acerca del alumno pue
den influir en cierta medida en el nivel de logro acadmico del estudiante; pero tambin pueden
influir en la motivacin y en la autoestima de ste. Quin no ha escuchado a los docentes decir cosas
como las siguientes: " Viene de una familia desintegrada , va a ser dificil que te/ lga il1 ters el! estudiar ",
"Este chico es pobre y su familia es inculta. Yo /10 tengo la culpa, por eso reprueba ", "TOll O es hiperactivo; 11 0
puede aprender", "Luca es muy ansiosa e in segura, cmo va a poder exponer oralmente el tema", etctera .
ALm cuando dichas observaciones y "diagnsticos" puedan ser realistas, siempre lo sern de mane
ra parcial; por otro lado, el profesor no siempre podr intervenir y menos solucionar tales proble
mas,
No obstante, s hay Lma serie de factores concretos y modificables que contribuyen a la motiva
cin de los alwnnos y que los profesores pueden manejar mediante sus actuaciones y mensajes.
Dichos factores modificables se refieren, por ejemplo, al nivel de involucra miento de los alumnos
en la tarea, al tono afectivo de la situacin, a los sentimientos de xito e inters, as como a las
sensaciones de influencia y afiliacin al grupo (Arends, 1994).
Por ello el docente jer e una influencia decisiva, ya sea consciente o in n -cien te
mente, en lo que los alumno quieran saber y sepan pen aro
especial el denominado clima del aula, que se relaciona con la atmsf era o etl1Os 1 de aqulla (Arends,
1994), Desde esta perspechva, la interaccin entre las necesidades individuales y las condiciones
socioambientales del saln son factores cla ve para la explicacin de la motivacin para el apren
dizaje,
En el cuadro 3.3 encontrar una sltesis de los factores que determinan la motivacin en el aula ,
algunos de los cuales e discuten en este captulo.
-
EstralPghJ:,o r/!'C0I,tr::o }::J/i) 11/1 aprF:(,)/zaw ;:./q/l/IICQIlVu 7;
METAS, ATRIBUCIONES Y PROCESOS MOTIVACIONALES EN LOS ALUMNOS
Es de vital importancia para el docente conocer las metas que persiguen sus alumnos cuando estn
en clase. Una meta es lo que un individuo se esfuerza por alcanzar y se define en trminos de la
discrepancia entre la situacin actual (donde estoy, lo que tengo) y la ideal (donde quiero estar, lo
que quiero lograr). Tradicionalmente en el campo de la motivacin escolar las metas de los alumnos
se han categorizado en dos tipos: motivacin intrnseca y motivacin extrnseca. Ya dijimos que la
motivacin intrnseca se centra en la tarea misma y en la satisfaccin personal que representa
enfrentarla con xito, mientras que la motivacin extrnseca depende ms bien de lo que digan o
hagan los dems respecto a la ac tuacin del alumno, o de lo que ste obtenga como consecuencia
tangible de su aprend izaje. Lo cierto es que en el comportamiento de los alumnos se amalgaman
ambos tipos de motivacin, es decir, coexisten motivos intrnsecos y extrnsecos aun cuando unos
puedan predominar en funcin de la persona o de las circunstancias. Adems, creemos que es per
fectamente vlido que el docente intervenga en ambas esferas para establecer, por supuesto, un
punto de equilibrio.
As, puede afirmarse que dentro de los motivos principales que animan a los alumnos a estu
diar estn aprender; alcanzar el xito; evitar el fracaso; ser valorado por sus profesores, padres o
compaeros, u obtener muy diversos tipos de recompensas, Tales aspectos se discuten a continua
cin.
Uno de los propsitos centrales de la formacin que reciben los nios y jvenes en las institucio
nes escolares es desarrollar el gusto y el hbito del estudio independiente; en este sentido se espera
que la motivacin de alumnos se centre en lo placentero que resulta adquirir conocimientos vlidos
que les permitan explicar y actuar en el mundo en que viven, Desde este punto de vista, la motiva
cin intrnseca se ver privilegiada, y lo ms deseable ser que el alumno se vea absorbido por la
Los "/lImIl05 <ur mllllijirjffl/l drft'rprf't1I1Z1 ,rprt'lldid, ",'/1 ,tu prlJpIJ diji"'/lI7d(f como !Ti1(asQs I{"< mdicaJl pOl /"bdidnd,
naturaleza de la tarea, haga intentos por incrementar su propia competencia y acte con autono
ma, no obligado.
Por otra parte, se ha visto que las metas rela cionadas con la obtencin de recompensas externas,
como lograr premios o bien evitar la prdida de objetos y privilegios, actan determnando el es
fuerzo selectivo que el alumno imprime en su trabajo (Brophy, 11:11:18).
1. Internas al aprendiz
Las metas seala das no son necesariamente excluyentes aLUlque en ocasiones enfrentan a alum
nos y educadores a dilemas de difcil solucin. Lo q ue puede ser objeto de preocupacin es que los
aluIlUl.os slo consideren el valor "insrrumental" de la realizacin de LUla tarea o actividad de apren
dizaje, sin tomar en cuenta lo que en s misma les pueda aportar, situacin que, como antes vimos,
la institucin escolar suele fomentar de manera paradjica (apela a LUl deber ser o ideal de motiva
cin intrnseca y lo que en la prctica ensea y fomenta es la motivacin extrnseca).
ALUlque es imposible establecer tipologas puras sobre los aluIlUl.os preponderantemente moti
vados por LUlO u otro tipo de metas (ya se admiti que por lo general coexisten y varan incluso de
LUla situacin a otra), autores como Dweck y EUio t (1983) o Brophy (1998) consideran que los alum
nos que afrontan la realizacin de LUla tarea acadmica estableciendo /l/l'tl1 5 de aprendizaje (llamadas
tambin metas de dominio o metas de involucra miento con la tarea) son diferentes de quienes
establecen metas de ejecucin (metas que involucran el ego), donde la preocupacin fLUldamental
est puesta en preservar sus autopercepciones positivas y su reputacin pblica, de manera que el
quedar bien y/o evitar el fracaso son ms relevantes que el aprender en s. Tambin es frecuente que
los alumnos establezcan de manera prioritaria III,tas de evitacin al trabajo, donde rehsan adoptar
los desafos inherentes a la tarea y tra tan de minimizar el tiempo y el esfuerzo que le dedican.
Dweck y Elliot han encontrado que la meta que se sigue depende en gran medida de la concep
cin que se tenga de la inteligencia o aptitud intelectual y de las habilidades para el estudio. Se ha
visto que los alumnos cu ya meta es conseguir aprender, conciben a la inteligencia como un reperto
rio de conocimientos y habilidades que es posible incrementar mediante el esfuerzo. Por otro lado,
aquellos preocupados por las consecuencias y la aceptacin de los dems, consideran a la inteligen
cia como algo esttico y predeterminado, por lo que si el individuo se esfuerza y fracasa, la conclu
sin sobre su autoestima es muy negativa ("soy tonto", "no entiendo nada, soy LUl fracasado",
"nLUlca podr con las matemticas"). En el cuadro 3.5 se esquematiza a grandes rasgos las diferen
cias que proponen estos autores.
Nuevamente notamos aqu que LUlO de los supuestos centrales de los enfoques cognitivos de la
motivacin es que las personas no slo responden a situaciones externas o condiciones fsicas, tam
bin lo hacen a sus percepciones o representaciones mentales de tales situaciones , De esta forma, la
teora de la atribucin, desarrollada en los ochenta por Bernard Weiner (1992), describe de qu mane
ra las representaciones, justificaciones y excusas de los individuos influyen en su motivacin, expli
cando para s los resultados que obtienen en la escuela (sus xitos y fracasos acadmicos) . Esta
teora tiene como postulados principales los siguientes:
En sus esfuerzos por encontrar sentido a su propia conducta o desempeo, los individuos estn
motivados por descubrir las causas subyacentes.
Las atribuciones causales generadas durante o despus de la ejecucin de LUla tarea es probable
que afecten la motivacin subsecuente en situaciones similares.
Las atribuciones causales pueden distinguirse segn si se emplean para explicar el xito o el
fracaso percibido por la persona.
Meta: Meta:
Aspectos eOIl el deseo Para quedar bie/l
lIlotivociol1oles de aprellder o 110 quedar /l/al
l. Percepcin de la Reto o desafo abordable menaZl, reto
incertid umbre inalcanzable
inherente a la tarea
2. Pregunta de partida Cm puedo hacerlo? Podr hacerlo?
3. Centro de a tencin del Proceso de aprendizaje Resultados
alumno
4. Interp retacin de a tural; producen Fracaso personal por
er rores aprendizaje incompetencia
5. Informacin que Lo q ue saben y lo que no Lo que valen
buscan saben
6. Valoracin del profesor Fuente de orientacin v Juez y sancionador
ayuda
7. Tareas preferidas En las que pueden En las que pueden lucir 'e
aprender
8. Creencias de los Es importante el esfuerzo a Importa la percepcin d e
alumnos realizar. su c m petencia actual.
La inteligencia es La in teligencia es fija
cambian te
9. Autoe\'aluacin Criterios personales Criterios rgid os: quedar
de superacin bien o mal
10. Carcter ref rzante de Realiza in d e la tarea Propia \'aloracin
la meta
En relacin con 1(;:, exp i,( .\Ciones que los alumnos dan cuando tienen xito, es ta teora propone
que los patrones ptimos de motivauun se encuentran en una combinacin de habilidad suficiente
y esfuerzo razonable. Este tipo de alumnos, cuando llegan a fracasa r, pueden darse cuenta de sus
fallas, las cuales atribuyen a causas internas y controbbles que pueden modificar en un momento
dado. ln contraposicin, :,e ha encontrado que los alumnos establecen expectativas continuas d e
fracaso cuand o a tribuyen su desempeo escolar a caU:-.dS relacionadc s con una capacidad baja o a
situaciones externas que ::;,!lcn de su control, ambas difciles de modificar d esde su perspectiva. Por
otro lado, la percepcin que el estudiante tenga de sus xitos y fraca sos nHuye en s u auto stima y
en sus expectativas futuras. As, un alumno que se percibe incompetente y que cree que slo tiene
xito cuando la suerte u otros factores fortuitos lo permiten, tendr una autoestima m baja que un
estudiante que considc :a que puede controlar su prop io aprendizaje, que es capaz de aprender
nuevas habilidades y que piensa que el esfuerzo es un factor clave en el xito escolar. (Vase cuadro
3.6.)
Los alumnos que manifiestan un "patrn motivacional ptimo" explican sus logros por
una combinacin de habilidad suficiente y esfuerzo razonable:
Marina : "El ensayo me qued bien porque le dediqu un buen de tiempo y lo hice
tomando en cuenta las recomendaciones de redaccin que nos hicieron."
Alejandro: "La hice porque me di cuenta a tiempo de que tena dudas en conocimien
tos elementales de lgebra, me puse a repasar y gradas a eso pude resolver las
ecuaciones y los problemas."
Yadira: " Antier mi com p aera de lab raton o me p rest su reporte y gracias a eso
p ud e hacerla, pero hoy n vin ."
Paula:" o soy buena para exponer en grupo, todos saben que no puedo."
Por otro lado, se ha estudiado que as como las atribuciones de los alumnos generan expectati
vas y conducen a determinadas formas de actuar, con los profesores sucede algo similar respecto al
desempeo de sus estudiantes. Aunque esta Imea de investigacin ha suscitado mucha controver
sia, la tendencia encontrada en estudios conducidos a lo largo de ms de tre dcadas indi a que los
estlldiantes tienden a desem.mlarse en un nivel que es consistente con las expectativas efe sus profesores . Los
estudios clsicos sobre este tema fueron llevados a cabo en los sesenta y setenta por Ro enthal y
Jacobson en torno a las llamadas profecas de autocumplimiento o efecto Pigmalin. Una profeca
autocumplida es una expectativa que se cumple slo porque se le espera; en este caso, se observ un
progreso excepcional en los estudiantes como resultado de las altas expectativas que sus profeson:-,
depositaron en ellos (v ase el cuadro 3.7).
Tambin existen diversos estudios que sugieren que los profesores tienden a favorecer a aq ue
llos que perciben como alumnos de alto desempeo, poniendo en clara desventaja a los alumnos
-
~ G/Pllll/" -' 1.1 l/Iorll'I/' III/ ","'/,11.1 ,w ,.1( 1/1, 01 (f '/I'Trl/d...jr '.
Seg(m la mitologa griega, Pigmalin fue un rey de Chipre que esculpi una estatua de
una joven de gran belleza. Enamorado de su obra, consigui que la diosa Afrodita diera
vida a su estatua, la cual encarnaba los ideales de perfeccin de su creador. Pigmalin t!I! el
al/la es el ttulo del polmico libro donde se publicaron los primeros experimentos de
Rosenthal y Jacobson a finales de los sesenta. Dichos estudios fueron conducidos en es
cuelas de enseanza elemental en California y consistieron en probar la hiptesis de si los
alumnos en quienes los profesores depositaban mayores expectativas de rendimiento eran
fec tivamente los que realizaban mayores progresos. Se seleccion al azar a 20% de los
alumno de todas las clases grados escolare , . se les dijo a sus profesores que, de acuer
do con lo resultado de una prueba de inteligencia que se haba aplicad e a todos los
estudiante , dicho alumnos estaban particularmente dotados en aptitud verbal y razona
mient . En realidad, dada la eleccin al azar, eran alumnos de todos los niveles de aptitud
posibles, no slo estudiantes excepcionales. Se encontr que estos alumnos tuvieron un
mayor aprovechamiento que el normal durant ese ao, y que los profesores lo cataloga
ban en tnninos ms positivos (ms motivados, ms curiosos, ms inteligente I ms aut
nomos, etctera) que al resto de sus compaeros. Por motivo ticos, las expectativas in
ducidas fueron positivas; pero se da por supue t que la profeca de autocumplimiento
puede operar en la direccin contraria: las expectativas desfavorables de los profesores
pueden afectar de forma negativa el rendimiento de sus alumnos. Estudios ulteriore han
puesto en relieve lo complicado que es replicar el efecto Pigmalin y han matizado la
supuesta universalidad de los efectos de las e pectativas y su efecto directo e inmediato.
Entre los factores que median dich efecto, se han propuesto lo - iguientes: si las expecta
tivas son inducida o generada espontneamente por el profesor; j los profesores real~
mente creen en las expectativas inducidas; el grado acadmico y el entorno escolar; la .
e idencias confirmatorias o no que el profesor disponga; la reacciones diferenciales de
los propios alumnos; el tipo de actuacin educativa del docente como consecuencia de la
expectativa.
que generan en el docente expectativas bajas (vase Brophy, 1998; Moore, 2001). De manera sintti
ca, se ha encontrado lo siguiente:
1. Los profesores sientan lejos de ellos mismos a los alumnos sobre los que tienen bajas expectati
vas, en comparacin con los que perciben como alumnos de alto desempeo.
2. Se les pone menos atencin en clase a los alumnos que se perciben como de bajo rendimiento
(incluyendo menor contacto visual, seales de aprobacin con la cabeza, guios de ojo y sorui
sas).
3. Se pide con menor frecuencia a los alumnos que se perciben con W1 bajo nivel que respondan a
las pregW1tas que se plantean en la clase y se les da menos tiempo para responder.
I ( tlpilll/O .i ,,, t/IIJIII ,h /(/1/ ,'" 0101' ) '11' <"{,., lO> ~1/ ,./ ,lpr"l/dlZ<l,~ .
- --
4. Se critica ms a estos alumnos por sus respuestas incorrectas y se les premia con menor frecuen
cia por sus respuestas correctas.
6. Se les proporciona Lma retroalimentacin menos precisa y menos detallada a los alumnos con
expectativas bajas de desempeo.
Por lo tanto, vemos que la interaccin con los estudiantes que el docente encuentra particular
mente capacitados se caracteriza por ser ms positiva y con mayor apoyo, mientras que los alum
nos que generan expectativas bajas reciben informacin contradictoria, menos apoyo y en gran
medida son ignorados o incluso rechazados por el docente. No es difcil suponer los efectos que
esto tendr en la motivacin de los alumnos, en sus propias expectativas y en su autoestima.
En este punto creemos conveniente hacer una breve mencin de algunos problemas de tipo
motivacional-afectivo que presentan frecuentemente los alumnos, y que pueden atribuirse en gran
medida a las condiciones poco favorables en el aula y al uso incorrecto de la dimensin afectiva por
parte del docente y la institucin escolar.
l'
en contra de la di eccln de una rana.
En los setenta, Seligman plante que cuando las p ersonas llegan a creer que los eventos y resul
tados de su vida son en su mayora incontrolables, carecen de confianza en s mismos y desarrollan
una desesperanza aprendida (/earned helplessness) , que en entornos escolares se ha logrado identificar
en edades tan tempranas como los 8 o 9 aos de edad.
En pocas palabras, la desesperanza aprendida es una sensacin experimentada por los alum
nos de que sin importar lo que hagan ya estn condenados al fracaso (Woolfolk, 1996). En tal caso,
las conductas de los alumnos se orientan principalmente a evitar el fracaso escolar. De acuerdo con
Moore (ob . cit.) y con base en estudios como los antes reportados, se ha encontrado que la desespe
ranza aprendida en contextos escolares es consecuencia del empleo excesivo del sarcasmo por parte
de los profesores, y de un manejo impredecible de recompensas y castigos. La desesperanza apren
dida es el resultado de tres tipos de dficit: motivacional, cognoscitivo y afectivo, y con frecuencia
provoca en los alumnos depresin, ansiedad y apatia ante situaciones acadmicas. De acuerdo con
Alonso (1991), se ha observado que a medida que los nios crecen, las manifestaciones de derrotis
mo escolar aumentan; hacen muy poco esfuerzo en la realizacin de las tareas y su participacin
espontnea o voluntaria en clase se vuelve muy escasa . Adems, parece que al llegar a la adolescen
cia, estos comportamientos se acentan. Por otro lado, Woolfolk (1996), plantea que la desesperan
za aprendida es un peligro muy serio en particular para los es tudiantes con problemas de aprendi
zaje, historia de fracaso escolar y para aquellos que son vctimas de discriminacin por diversos
motivos (gnero, raza, clase social, etctera) llegndose a convertir en un crculo vicioso difcil de
revertir. (Vase figura 3.2.)
2. Expresan un pronunciado afecto negativo, en la forma de una aversin a la tarea escolar, aburri
miento o ansiedad.
4. A medida que awnentan las ocasiones o nmero de ensayos en que han fallado, manifiestan un
decrecimiento en su actuacin acadmica.
Estos problemas inciden en una disminucin de la autoestima respecto a las capacidades perso
nales de estudio del alwnno; por desgracia, las condiciones motivacionales imperantes en las es
cuelas, centradas en el castigo, los reforzamientos externos, la descalificacin personal y la interpre
tacin inadecuada de los errores, tienden a reforzarlos. Ampliando la informacin anterior, se ha
encontrado que los adolescentes realizan una valoracin ms negativa de la escuela que la realizada
por los nios de menor edad, y cobran relevancia especial las metas relacionadas con la autovalora
cin a la par que aumenta la importancia asignada a la aprobacin de los compaeros.
En este texto hemos sostenido la conveniencia de que el alwnno tome conciencia de la impor
tancia de las tareas de aprendizaje que va a realizar y de que se le ofrezca retroalimentacin sobre su
ejecucin. No obstante, parece que al darle demasiada relevancia al valor de ejecucin de una meta
-mientras el alwnno se percibe a s mismo como poco habilidoso-la retroalimentacin que recibe
por sus errores lo conducen a atribuirlos a sus carencias, muestra reacciones afectivas negativas y
abandona todo esfuerzo por superar dichos errores (EUiot y Dweck, 1988). Por lo tanto, es evidente
que no basta con la aplicacin irrestricta de algunos principios educativos en el aula si sta no viene
acompaada de un conocimiento de las caractersticas y necesidades especiales que plantean los
diferentes alwnnos en el contexto de una clase concreta.
Lo anterior se torna ms evidente cuando analizamos la ansiedad que experimentan los estu
diantes en relacin con su desempeo en la escuela, particularmente ante los exmenes. Como tan
tos otros factores cognitivo-afectivos estudiados, la ansiedad llega a funcionar como causa o como
efecto del fracaso escolar: el estudiante presenta un desempeo deficiente porque se encuentra muy
ansioso y a la vez dicho desempeo deficiente incrementa an ms su nivel de ansiedad.
La ansiedad en el aula se fomenta debido a tres factores principales: altos niveles de compara
cin y competencia entre los compaeros de clase; sanciones y castigos severos previsibles para los
alumnos que fracasan, y presiones fuertes por lograr un desempeo exitoso. En algunos estudios se
ha encontrado que los alumnos demasiado ansiosos y con miedo al fracaso, saben ms de lo que
demuestran en los exmenes, pero sus temores y pensamientos negativos los hacen mostrar dficits
importantes en atencin, concentracin, retencin, hbitos de estudio efectivos y habilidades para
la resolucin de pruebas (Brophy, 1998; Woolfolk, 1996). Sin embargo, tambin se ha establecido
que el efecto de la ansiedad sobre el aprendizaje vara en funcin del nivel de intensidad en que se
manifiesta: si es demasiado baja o alta (alumnos apticos, somnolientos, o por el contrario, dema
siado tensos), el efecto ser negativo, en detrimento del aprendizaje, pero si es moderada (nivel
ptimo de actividad y emocin o preocupacin por el desempeo), su efecto ser adaptativo y
positivo para el aprendizaje, tal como se muestra en la figura 3.3 (Moore, 2001).
Como temtica final de este apartado, cabe mencionar que se han encontrado una serie de
cambios "evolutivos" en la motivacin de los estudiantes a lo largo de los aos de escolarizacin.
No son cambios evoluti vos en el sentido de aprendizajes predeterminados o resultado de la sola
maduracin individual, por el contrario, notamos que es evidente el papel que juegan los proce
sos institucionales e interpersonales que ocurren en las escuelas. En el cuadro 3.8 encontrar una
Alto
DESEMPEO
Bajo
Baja Moderada Alta
ANSIEDAD
~ ( ;l/,iWI/l J 1<1 /11/11/1 ',1, /1111 '-Jo "l" .1 .</ti c:f~"/(Ii m .-I,'rm,diz." .
de los estudiantes
1. Cambia el comportamiento:
Los alumnos ms pequeos valoran la clase ms como un entorno social que como
un entorno acadmico.
Se estima que esto ocurre a partir de los 8 aos de edad, siendo antes excepcional
mente elevadas.
sntesis de dichos cambios evolutivos en la motivacin de los alwnnos, de acuerdo con los resul
tados de las investigaciones de Veroff (1969), Stipek (1984) y Alonso (1984) (en Alonso, 1992,
p 16).
Los educadores a menudo consideran que la motivacin por el aprendizaje es una especie de inte
rruptor que se "enciende" al inicio de la actividad de aprendizaje, y que una vez activada (gracias al
empleo de una dinmica de grupo, un acertijo o una serie de preguntas inductoras), contina auto
mticamente encendida hasta el final.
- - - - - - ---=-------------- - -
En el caso de los adolescentes, se ha encontrado que perciben al estudio como una actividad
instrumental cuyo valor estriba en la medida en que sea percibido como relevante o no para la
consecucin de metas que estn implicadas con valores distintos del logro o el aprendizaje; es decir,
por lo general su motivacin es externa.
Sin embargo, no queda claro si como antecedente o consecuencia de lo anterior, los docentes
realizan un manejo motivacional centrado casi exclusivamente en la administracin de recompen
sas y castigos externos para manejar a los estudiantes. No obstante, se ha demostrado que tales
factores motivacionales son efectivos en la medida en que estn presentes, pero al desaparecer, su
efecto no se mantiene . Es por ello que, aun cuando no se descarte por completo el empleo de recom
pensas y sanciones, la promocin de comportamientos intrnsecamente motivados ser ms estable
y formativa .
Son dos las condicion que deben darse para que se produzca en un individuo la motivacin
intrn era hacia la realizacin de una tarea (De Charms, 1984, en Alonso, 1991; Brophy, 1998):
1. Que la realizacin de la tarea sea ocasin para percibir o experimentar que se es competente.
2. Que se d la experiencia de autonoma, que el sujeto sienta que ejerce control sobre su entorno
y su propia conducta .
Lo anterior significa, por un lado, y en relacin con el manejo del entorno, que las opciones de
accin y el nmero de alternativas para el alumno sean lo ms numerosas posible. Por el otro,
implica que el alumno necesita tomar conciencia de sus propias motivaciones y ser sensible a la
autonoma de los dems; al mismo tiempo debe comprender el significado de la satisfaccin interna
del aprendizaje y qu puede hacer para incrementar su autonoma.
. Los can:bios motivacionales en los alumnos suelen estar as ciad os a los fIlell _nj es que les trans
mite el protesor por medio del lenguaje verbal y gestual, as como mediante sus actuaci ones y en
especial, por la informacin que les da sobre su desempeo. Estos mensajes pueden centrarse en los
resultados, as como en el proceso de aprendizaje. En el cuadro 3.9 se ejemplifican dichos mensajes
del profesor (Alonso, 1991 y 1992; Alonso y Montero, 1990) .
La relacin entre la motivacin de los alwnnos y los mensajes que les ofrecen los docentes
manifiesta tambin un carcter evolutivo (en el sentido dado antes a este trmino) . Se ha podido
comprobar que a medida que los estudiantes crecen, se van dando cambios sistemticos en la fre
cuencia con que reciben informacin de uno u otro tipo, y en el grado en que la asimilan. El refuerzo
social predomina como evaluacin en la educacin preescolar y los primeros aos de la escuela
primaria; mientras que la informacin de carcter simblico se incrementa a partir del segundo o
tercer grado. La interpretacin que el alumno puede hacer de la informacin objetiva sobre su eje
-
.. C,r"fIIl" .{ IJI IIItIf/I"/O';1/ ('S< "{IIr l' ,1/$ (/;'(/11.' m a "/,/'./IIIiz.~;( _
A) Sobre resultados
"Sacaste 10 en el examen."
Carcter nomlativo:
"Este mes sacaste el tercer lJlgar ell la clase. "
B) Sobre procesos
al cubo."
Informacin con pistas para pensar:
"En vez de intentar tradllcir del ingls CJUl una de los palabrQS del texto al pie de la letra, por
qll "0 illtentQS inferir su signijiauW a partir del contexto de la lectura?"
cucin se relaciona con su desarrollo intelectual (se requiere razonar sobre proporciones), y es ms
significativa a partir de los 12 o 13 aos de edad. La informacin normativa implica la comparacin
y competencia del alwnno con los dems, y se acenta a partir de los once aos de edad.
Por otro lado, se ha visto que el significado que los alwnnos otorgan a los mensajes de evalua
cin cambia en funcin de las nociones que ellos mismos tienen de aptitud y esfuerzo. En los prime
ros aos de escolaridad, los alumnos piensan que es lo mismo esfuerzo que inteligencia : las perso
nas inteligentes se esfuerzan mucho y esto las hace inteligentes. Hasta los 11 o 12 aos los alwnnos
pueden diferenciar entre esfuerzo, aptitud y desempeo; segn Woolfolk (ob. cit., p. 350) "en esta
poca llegan a creer que alguien que tiene xito escolar sin trabajar en absoluto debe ser alguien
realmente inteligente".
Existe W1a serie de principios motivacionales que se desprenden del enfoque adoptado o de los
constructos con base en los cuales se pretende interverur (factores externos como recompensas y
castigos, satisfaccin de necesidades del alumno, manejo de metas, fomento de la motivacin in
trnseca). Dichos enfoques y principios se esquematizan en el cuadro 3.10, el cual consideramos que
conducira al lector a reflexionar sobre el enfoque motivacional que ha permeado en las aulas don-
instruccionales implicados
Factores/constructos
A partir de los componentes del modelo TARGETT, se derivan un conjunto de principios para
la organizacin motivacional de la enseanza, los cuales pueden ser manejados por el profesor de
manera estratgica en el aula . Estos principios se presentan a continuacin, integrando adems las
ideas de otros autores revisados, en particular de Alonso y Brophy.
Propsitos: Fomentar el atractivo intrnseco de las tareas de aprendizaje y lograr que ste sea signifi
cativo.
1. Activar la curiosidad y el inters del alum no en el contenido del tema a tratar o la tarea a realizar.
Figura 3.5 J'dlHklo TARGElT PI1/<I " f'Q) .. r {/ motivado/l } ti dJm lldi""tj~ ,lIi lorreg/lllldc m IDI ,riumfw .
Relacionar el con tenido de la tarea, usando lenguaje y ejemplos familiares al s ujeto, con sus
experiencias, conocimientos previos y va lores.
Mostrar la meta para la que puede ser relevante lo que se presenta como contenido de la
tarea, de ser posible mediante ejemplos.
Autonoma: En relacin con el nivel de participacin y responsabilidad del alumno ante la tarea
Solicitar ab iertamente la manifestacin de iniciativas por parte de los aluIlUl.os donde pue
dan expresarse diversos talen tos e intereses .
: ( ~'ptlllu .l 1.1 "/IItII'O/d'''1 .... ,,/./r; '/1, .:1;. /11. O/ {'{ ,/f'rnll/i:-IJI'
Grupo: En relacin con la fonna de agrupar a los alumnos y realizar las actividades
Propsitos: Crear un entorno de aceptacin y apreciacin de todos los estudiantes; ampliar sus posi
bilidades de interaccin personal; fomentar el desarrollo de habilidades sociales y colaborativas;
apoyar particularmente a los alumnos de alto riesgo.
4. Organizar un buen nmero de actividades escolares que promuevan el aprendizaje cooperativo en el aula
(vase el captulo 4 de este libro), sin desatender al mismo tiempo las necesidades personales de los
alumnos.
Propsito: Que las evaluaciones constituyan una oportunidad para el alumno de mejorar su apren
dizaje y dejen de ser episodios amenazantes sin un verdadero valor formativo y de retroalimenta
cin.
5. Ampliar el tipo de procedimientos de evaluacin y calificacin dando prioridad a los que permiten una
visin comprehensiva y mltiple de los procesos de aprendizaje, esfuerzo y progreso personal de los alum
nos, y que permiten tomar decisiones respecto a cmo mejorar su desempeo (vase el captulo 8 de este
libro).
Promover un cambio en la cultura de la evaluacin escolar, intentar que los alumnos perci
ban a la evaluacin como una ocasin para aprender y corregir.
Evitar hasta donde sea posible la comparacin de unos contra otros y acentuar la propia
comparacin para maximizar la constatacin de los avances.
Disear las evaluaciones de forma tal que no slo nos permitan saber el nivel de conoci
mientos del alumno, sino, en caso de mal desempeo en la prueba, las razones del fracaso.
Propsito: Adaptar el currculo a una programacin de actividades escolares que respete los ritmos
de aprendizaje de los estudiantes a la vez que tome en cuenta el tipo, extensin y complejidad de los
contenidos y tareas a realizar.
6. Permitir que la naturaleza de la tarea y los ritmos de aprendizaje de los alumnos determinen una progra
macin escolar flexible.
Permitir que los estudiantes progresen a su propio ritmo hasta donde sea factible.
Tarea docente: En relacin con las expectativas y mensajes que el docente transmite a los alumnos
Propsito: Lograr que los profesores tomen conciencia y cuestionen las creencias y expectativas que
tienen hacia sus alumnos, as como el tipo de mensajes que les comunican, con el fin de replantear
formas de interaccin que fomenten el aprendizaje y la autoestima positiva en el alumno.
7. Establecer expectativas apropiadas, pero lo ms altas posibles, para todos los estudiantes y comunicarles
que se espera lograr su mejor desempeo.
Incrementar los mensajes que informan a los alumnos acerca de su proceso de aprendizaje,
no slo de sus resultados, y evitar mensajes que incidan negativamente en la valoracin del
alumno como persona.
- . e'p/tIIln 3 l.,' moti"dci1/ e.<ml"r)' ,/15 ~fi((/J; .." ..1"pmlrliz..lj.. ._
Durante: hacia la bsqueda y comprobacin de posibles medios para superar las difi
cultades.
vacionales personales.
En definitiva, los p rincipios y estrategias anteriores debern ser analizados por el docente en
funcin del contexto particular de su clase, y aplicarse a criterio en cada caso.
Para cerrar este captulo nos gustara que el lector reflexionara acerca de qu tan conscientes
son los docentes de la necesidad de emplear estrategias motivacionales en el aula, de cules em
plean y de cules son las demandas que nos plantean los propios alumnos.
Aunque hemos visto que las instituciones educativas no parecen fomentar la motivacin por
aprender de manera adecuada, resulta un tanto paradjico que cuando a los profesores se les pide
que describan las estrategias que usualmente emplean para motivar a sus alumnos, se encuentra
que su experiencia es bastante consis tente con los conceptos y principios explicados en este captu
lo, particularmente en lo que toca a la motivacin intrnseca. Al menos eso es lo que encontr Brophy
(1998), que hace un recuento de algunas investigaciones sobre este aspecto. Dos de ellas nos pare
cen muy ilustrativas para el profesor de educacin media y superior.
En un trabajo de Hoostein (1995, citado por Brophy, 1998), se peda a profesores de historia a
nivel secundaria que enlistaran las estrategias que empleaban para motivar a sus alumnos. Las diez
estrategias que se mencionaron con ms frecuencia fueron las siguientes:
l. Trabajar con simulaciones histricas (dramatizaciones, role playng) en las que los estudiantes
representan personajes histricos.
3. Realizar juegos con los estudiantes, como una manera de revisar material contenido en las prue
bas.
Tambin se obtuvieron las respuestas de los estudiantes: se les mostraron las estrategias que
enlistaron sus profesores y se les pidi que seleccionaran aquella que los motivara ms. Las dos
estrategias que mencionaron ms los estudiantes fueron, en eSe orden: el juego de roles con perso
najes histricos y la participacin en grupos de discusin con sus compaeros. Tambin tuvieron
frecuencias altas los intentos del profesor para hacer que la materia fuera interesante, como por
ejemplo, relacionar el contenido con sus vivencias e intereses, el "inyectar humor a la clase" me
diante ancdotas, chistes o historias. En opinin del autor, en este estudio los alumnos evidenciaron
que incluso llegaban a disfrut.u formas de aprendizaje consideradas como pasivas (como seran lcls
exposiciones y demostraciones), a condiu un de que el profesor hiciera interesante el material.
Otro trabajo que arroja luz al tema de la motivacin escolar, es el de Zahorik (1996, citado por
Brophy, 1998), donde se pidi a profesores de educacin elemental y secundaria que escribieran
una serie de ensayos sobre los aspectos que despertaban ms in ter".:; 2n sus alumnos por el aprendi
zaje. Agrup aron las respuestas en ocho categoras, que cualitativamente coinciden, de manera glo
bal, con las del estudio anterior, aunque hay variaciones importantes en la jerarqua. Algunas de las
categurd:', con ejemplos de actividad es posibles, son las siguientes:
Persollaliza r el COIl tell ido: vincular el contenido con experiencias y conocimientos de los al umnos,
permitir que los alumnos intervengan en la planeacin del curso o en la generacin y / o selec
cin de los contenidos a trabajar.
Estrategias para fo melltar la confianza de los alumnos: encaminadas a mostrar respeto a la integri
dad, esfuerzo e inteligencia de los estudiantes. Por ejemplo, la comparacin de ideas mediante
el dilogo o el debate, la toma de decisiones, o el despliegue de su creatividad personal.
Las categoras restantes illcluyeron emplear materiales de aprendizaje variados, el entl/siasmo del profe
sor, la reallzacin de tareas prcticas que involucraran a los alumnos en actividades que tuvieran
alguna utilidad fuera de la escuela o que permitieran elaborar un producto til, y finalmente, la
realizacill de actividades variadas.
mencionan aspectos como un mayor nmero de ejemplos reales y actuales; la proyeccin de pelcu
las sobre el tema; la visita a museos, empresas u otro tipo de escenarios extraescolares; el empleo de
apoyos didcticos como mapas conceptuales e ilustraciones diversas; la realizacin de dramatiza
ciones; la elaboracin de proyectos, carteles, guiones o exposiciones entre otros. En esta rrsma
investigacin se encontr que la profesora que inici la enseanza de una lUdad temtica referente
al surgimiento y desarrollo del imperialismo con una discusin acerca de los efectos de la propa
ganda comercial de las empresas monoplicas norteamericanas en las costumbres, valores y estilos
de vida de los adolescentes mexicanos, logr que los estudiantes mostraran un mejor desempeo
en aprendizaje conceptuaL habilidades de anlisis crtico y valoracin favorable de la utilidad de la
materia, en comparacin con los casos de profesores que condujeron el tema con base en la lectura
de textos clsicos de economia poltica.
l. Detectar los principales problemas motivacionales que presentan sus alwnnos en clase. Para
ello, debe tomar en cuenta como elementos de anlisis: el contexto del curso; las caractersticas
de sus alumnos y las metas que establecen; su actuacin como profesional de la docencia, los
mensajes que les enva y la forma en que organiza y conduce las actividades acadmicas.
2. Analizar de forma crtica los principios motivacionales propuestos en esta unidad y develar
situaciones particulares en el contexto de su clase donde la aplicacin de esos principios haya
resultado efectiva o inefectiva.
A partir de la proyeccin de los primeros 30 minutos del largometraje Con gemas de triunfar (Stand
and Oeliver, E.U., 1988, Warner Bros. Inc., Prod. T. Musca, Dir. R. Menndez, con Ed.vard James
Olmos y Lou Daimond Phillips), identifique:
a) Al menos tres situaciones en las que el profesor de matemticas, Jaime Escalante (Edward James
Olmos), est promoviendo el aprendizaje significativo en sus estudiantes.
b) El tipo de metas que establecen los diversos alumnos que aparecen en la pelcula (ngel, Pan
cho, Ana, Guadalupe, Tito, etctera). Consulte el cuadro 3.3 ofrecido en este captulo y analice el
caso de al menos dos de los alwnnos referidos.
e) El tipo de mensajes que el profesor de matemticas o los otros docentes dan a los alumnos y los
efectos que tienen en su motivacin por aprender. Ejemplifique al menos 3 mensajes y sus efec
tos previsibles.
d) Los principios y/o estrategias motivacionales que emplea el profesor Escalante con sus alwn
nos.
Solicitar a los alumnos de su grupo que respondan brevemente a las siguientes preguntas (las res
puestas pueden ser annimas para que los estudiantes respondan con veracidad):
h) Lo que me gustara que el profesor hiciera para que la clase fuera ms motivante es _ _ __
Analice las respuestas dadas por sus alumnos en cada caso e identifique el tipo de metas y
atribuciones que poseen, as como los factores instruccionales vinculados con stas. En particular,
trate de responder a lo siguiente: estn motivados intrnseca o extrnsecamente?, qu tipo de
atribuciones establecen en relacin con su desempeo acadmico real?, cmo perciben el clima del
aula y en especial el trato que reciben de usted como profesor?, puede identificar alumnos de alto
riesgo, poco motivados o de plano desesperanzados?, qu factores detecta como problemticos en
su clase?, qu cambios requiere promover?
Tomando como referencia el anlisis realizado en la actividad anterior y/o con base en el contenido
programtico, los materiales del curso o clase que imparte, los resultados de las pruebas que aplica,
la observacin del grupo, etctera, elabore una propuesta sobre cmo mejorar el clima motivacional
en su aula tomando en cuenta los principios y estrategias del modelo TARGETT. Intente elaborar
con el mayor detalle posible dicha propuesta, e integre todos los componentes del modelo.
Apren
yproce
Las escuelas deben fomentar la competicin, porque en el mundo en que ,'iv irnos "el
pez grande se come al chico" ,
En el aprendizaje cooperativo es conveniente dar una sola calificacin grupal, sin con
siderar los resultados individuales.
Si hablamos de aprendizaje cooperativo tenemos que hablar, ante todo, de la existencia de un grupo
que aprende. Un grupo puede definirse como "una coleccin de personas que interactan entre s y
que ejercen una influencia recproca" (Schmuck y Schmuck, 2001, p, 29), Dicha influencia recproca
implica una interaccin comunicativa en la que se intercambian mutuamente seales (palabras,
gestos, imgenes, textos) entre las mismas personas, de manera continua en un periodo dado, don
de cada miembro llega a afectar potencialmente a los otros en sus conductas, creencias, valores,
conocimientos, opiniones, etctera.
La simple proximidad fsica no define a un grupo; en este sentido, las personas que viajan una
maana en el mismo vagn del metro, o los asistentes a un juego de futbol no constituyen necesa
riamente un grupo. Lo anterior no invalida la influencia que pueda tener la simple presencia del
otro O el impacto de los intercambios casuales. Por otro lado, aunque la interaccin directa cara-a
cara suele ser la ms efectiva en contextos de aprendizaje escolar, es posible conformar un grupo
entre personas distantes geogrficamente que interacten efectivamente y se influyan mutuamente
con apoyo de otros medios (por ejemplo, redes de discusin va computadora, conversaciones tele
fnicas, circuitos cerrados de televisin, transmisiones de radio y correo, entre otros).
Hemos afirmado antes que el rol central del docente es el de actuar como mediador o interme
diario entre los contenidos del aprendizaje y la acti vidad constructiva que despliegan los alwnnos
para asimilarlos. Ello ha conducido a los psiclogos de la corriente sociocultural vygotskiana a
plantear que los aprendizajes ocurren primero en un plano illterpsicolgico (mediado por la influen
cia de los otros), y despus a nivel intrapsicolgico, una vez que los aprendizajes han sido inte
riorizados, debido alalldamiaje que ejercen en el aprendiz aquellos individuos "expertos" que lo
han apoyado a asumir gradualmente el control de sus actuaciones.
En la figura 4.1 (Cazden, 1988; Col! y Sol, 1990, p. 327) puede observarse el proceso de cons
truccin del aprendizaje que recoge la idea de andamiaje y enfatiza el papel mediador del sujeto
que funge como enseante.
Participacin
guiada
Figura 4.1 Estmclllra bsica de los flmbiCiltes educati"o;' que respol/den al cOllcepto de alldamiaje.
Los participantes de una situacin de enseanza parten de sus marcos personales de referencia
que les permiten una primera aproximacin a la estructura acadmica y social de la actividad que
enfrentan. Pero es mediante la accin conjunta y los intercambios comunicativos, en un proceso de
negociacin, que se construyen los marcos de referencia interpersonales qu conducirn a 10gLlr un
significado compartido de la actividad. Ser entr~ la accin conjunta y los intercambios comunicativos
que se ubicarn los marcos materiales de referencia, que son los objetos de estudio de la actividad
educativa. Es decir, los alumnos construyen significados a propsito d e ciertos contenidos cultura
les, y lo hacen sobre todo gracias a la interaccin que establecen con el docente y con sus compa
eros.
genera realmente la cooperacin. De acuerdo con Schmuck y Schmuck (2001, con base en las ideas
de Talcott Parsons), los profesores que facilitan la interdependencia entre sus estudiantes son aque
llos que conceden gran valor a la cohes in del grupo, ofrecen apoyo a los alumnos, y promueven
clases productivas donde ocurren intercambios Z1fectivos positivos, se atiende y respeta la diversI
dad entre los alumnos, y se conducen discusiones abiertas acerca del currculo y del grupo mismo.
Por lo anterior, consolidar el aprendizaje cooperativo en el aula no es slo cuestin de aplica r una
tcnica puntual o conducir una dinmica o actividad grupa l vinculada al contenido de la m a te ria a
ensear.
INDIVIDUALISTA Y COMPETITIVO
De acuerdo con Enesco y Del Olmo (1992), una situacin esco lar individllalista es aquella donde
no hay ninguna relacin entre los objetivos que persigue cada uno de los alumnos, pues sus m etas
son independientes entre s. El alumno percibe que la con ecucin de sus objetivos depende de su
propia capacidad y esfuerzo, as como de la suerte y de la d ificultad de 1 tarea. Sin embargo, consi
dera menos relevantes el trabajo y el esfuerzo que reali7an sus dems compaeros, puesto que no
hay metas ni acciones conjuntas.
A su vez, en una situacin escolar cO/llpetitiva los objetivos que persig ue cad a alumno no son
independientes de lo que consiga n sus compaeros. En la medida en que los alumnos son compara
dos entre s y ordenados (del mejor al p eor), el nmero de recompensas (cal ificaciones, privil gios,
h al gos) que obtenga un estudiante depende del nmero de recompensas d i tribuida s entre el resto
de sus compaeros. AS, bajo un esquema de competencia, el alumno obtiene una mejor calificacin
cuando sus compaeros rinden muy poco, que cuando la mayora m u s tra un buen r ndimiento.
Retomando las ideas revi ada en el cap tulo sobre motivacin y ap rendizaje, resulta cas i ine
table que un esquema individualista y de competencia genere un a m o tivacin e xtrnseca, con me
tas orientadas a obtener bsicamente val oracin social y recompen as externas . Ante la pre iones
de una situacin competitiva, es difcil que el alumno sienta el d eseo de p render como un objetivo
mismo, por lo cual las metas relacionad as con la tarea (sen acin de autonoma, satisfaccin intrn
seca por el aprendizaje lograde., etctera) pasan a un seg undo plano.
O tro efecto negativo del espritu de competitiv id ad que pri va en las in titucion :; educa tivas,
evidenciado en diversas inves tigacion s (Enesco . Del Olmo, ob. cit., p. 24), es que los alumnos que
han vivido durante aos esta experiencia tienden a descalificar las ideas u opiniones de los otros, y
-
--
~ '. . e//,tulo'/ rll'rmdlZ<l/~ CfJlJpallrir o .l' /,rr!ec,o tk ,'l/joi,mz,1 _
terminan desarrollando conductas muy poco solidarias y actitudes competitivas irracionales que
los llevan, por ejemplo, a preferir reducir sus propias posibilidades de xito con tal de reducir las
ajenas. Incluso se afirma que, en el plano de las relaciones sociales y afectivas, un sistema altamente
competitivo y autoritario produce una especie de estratificacin social en el aula, donde el poder,
los privilegios y el prestigio se distribuyen en funcin de la manera en que se ha "etiquetado" a un
estudiante.
Al~,,;unosprofesores y alumnos plantean que existen obstculos dificil de vencer para poder
trabajar en "equipo". Veamos sus argument s y experiencias (en Daz Barriga y Muri, 1999):
Profesor 1: "Hay UlI t'xct'SO de alumnos t'n el grupo. 10 'lile impide trabuar (011 lo alumnos en clase; la
l':\1llrici6n par l'quipo /1O fUI/ClOna porque d alumno estudia por Sr.'parado :011 1edadto y la ke t'lI r:Ia
!'il' "
Profesora 2: "A II/ 'Ir) /lit' 1/11 fllllcionado ellrnll(ljtl grupal. SI.' qlledml con .'isiolll? parciales. Lo que
pasa t': qlle si les dC/y 111/ telllll. por e;rmplo. la Rt'1'olllcil/ Frmlct?!'n .;t> lo ,tfiliden enl re todos y /I/lO~ pel!
:olt la~ musas. otros }l ' CO"~CII(>l/cin5. A la 110m de expolle'r 11/,' diCt'f1: 'Mneslrn, /1O 'illO d de las
cal/sas. cmo ,'xpollemos :;,lo las con. eCl/t?IIcias?!. si l/O i.';"O I!l de la.. ca/l, as', pUl':> t'<; WI "L'rdadl T(}
l'/'oMemt1 ."
Profesora 3: "A mucho' de mis nllllll/lOs l/U les gll<;ta trabajar t' ll equipo, St' lIit'gOIl. Sobre lodo los qlte
s Irnlllljan, porque di"nl 'lile I rmillall hacindole d trabajo a los ut ro , regalndoles la cal~ficaci lI y t':':O
//0 Si' m/r. "
Alumna de bachillerato: " o es j I/si , porql/t! t'l equip era de "ris y slo lIIi amiga y yo hicimos todo.
Era /111 dJl mltes de el//regar. B/l1'1I0, yo snql/ la ill for/llaCn JI ella la pas (l mquiNIl. LLlego .'illo LlI io;
y l ' hi:o l/l/a portada CV II diblljos y le pe alg/ll/as ilustraciones t]I/C compr. Pero las, tras tre_' :.:(llo
pl/ 'ienm Sil lIombr/! y dt! pilll st! q/lejaroll de 'lile //0 t!staba taHbOl/ito C01ll0 el del otro eq/l ipo. lllego
la maestra I /OS califi parcia t1 todos ... Eso me molest nlllellO pero /lO dije liada, 'w quiero m emigos
gratis I 'll/e In macstra l/U' rt!pmcbe."
Alumno de secundaria: " Esos dos hicieroH tmmpa y el proft!Sol' I/i eH wellta! La 5CC/'l!tartl del papl
de 1//10 de ellos Ics pas ell la cO/llputadora la j~timllacill 'lile ,'c/la ell 111/ libro, lllego la ca/llbiaroll COI/
el procesador, 'lile si la letra, el ordel1 dt! todo, las palabras, y despll s illlprlI/it:?/'01l varios traba/os, les
pt:?ganm illlstraLcJlles y los I'clldiaOIl ell el salll! Si les cOlI/prabas t.'l traba/o IIIta selllalla alltes ccJstt1ba
tt1l/to, si era elll/ero da, costaballlls. EllI/aestro pt'/lS 'll/e los haball hec!lo los 1!C]lIipos, yo creo ql/e l/O
los ley, 105 lIio por el/cima y les pI/50 8, 9 o ht1sta 10. Yo 110 cOlI/pr liada ... t!_ taba IIll/y caro."
Analic los casos anteriores desde la perspectiva de los componentes bsicos del aprendizaje
cooperativo discutido. en el captulo. Comente cmo enfrentara y resolvera usted las situa
ciones planteadas.
,
Estrategias docentes para un aprendizaje significativo 106
- -
_ el/,illtl" J ,~/""'I/(/~II" '''''!,c-/,IIII'O)' /,171' ~.itI d~ OIJfli,III,!,1 . _
Cuando se trabaja con un esquema individualista y competitivo, se evala a los alurrulOs con
pruebas basadas en el criterio, y cada uno de ellos trabaja sus materiales o textos, ignorando a los
dems. La comwUcacin entre compaeros de clase no slo es desestimada, sino castigada,
En opinin de las autoras citadas en lneas anteriores, esta situacin se agudiza en particular en
el bachillerato, y aunque muchos docentes son plenamente conscientes de ella, tropiezan con una
serie de dificultades que les impiden conseguir un ambiente cooperativo y solidario. Principalmen
te enfrentan obstculos como el nmero de alumnos y grupos que atienden, las normas de la insti
tucin educativa y sus sistemas de acreditacin, los contenidos curriculares, e incluso las propias
presiones y expectativas de los familiares,
Desde nuestra ptica, otro problema que enfrentan los docentes es el desconocimiento de la
manera de trabajar con verdaderos equipos cooperativos, puesto que 110 toda actividad que se realiza
en "grupo" implica cooperacill, Con frecuencia , la realizacin de " trabajos en equipo" no es otra cosa
que una divisin inequitativa del trabajo, donde en realidad no se dan intercambios constructivos
entre los participantes (vase cuadro 4,2). En consecuencia, como veremos a continuacin, existe
una serie de condiciones que tienen que darse para que el trabajo en equipo sea cooperativo,
La cooperacin consiste en trabajar jun tos para alcan za r objetivos comunes. En una situClcin coope
rativa, los individuos procuran obtener resultados que son beneficiosos para ellos mi smos y para
todos los dems miembrus dl'l grupo. El aprendizaje cooperativo es el empleo did,ktico de grupos
reducidos en lo, que los alumnos trabajan juntos para maxi mizar su prQpio aprendizaje y el Lit, los
dems (Johnson, Johnson y Holubec, 1999, p 14).
De manera que cooperar es trabajar juntos para lograr metas compartidas, lo que se traduce en
una interdepel1dencia positiva entre los miembros del grupo. En este caso, el equipo trabaja junto
hasta que todos los miembros del grupo hayan entendido y completado la actividad con xito, de tal
forma que la responsabilidad y el compromiso con la tarea son compartidos.
En el cuadro 4.3 se comparan las tres estructuras de aprendizaje descritas: individualista, com
petitiva y cooperativa.
De acuerdo con Slavin (en Echeita, 1995), en la definicin de una estructura de aprendizaje (sea
sta competitiva, individualista o cooperativa) intervienen no slo el tipo de actividades a realizar,
sino tambin la estructura de la autoridad y la del reconocimiento o recompensa.
La estntctura de la autoridad "se refiere al grado de au tonoma que los alumnos tienen a la hora
de decidir y organizar las actividades y contenidos escolares y, en consecuencia, al grado de control
que al respecto es ejercido por los profesores o por otros adultos" (Echeita, 1995, p. 170). Es obvio
que en el aprendizaje cooperativo habr mayor autonoma de parte de los estudiantes en la eleccin
de los contenidos y formas de trabajar en clase en comparacin con las estructuras individualista y
competitiva.
Para Echeita, las tres estructuras de aprendizaje revisadas (cooperativa, individualista y com
petitiva) movi lizan distintas relaciones psicosocialcs en el aula e implican procesos diversos: cognitivos,
conativos y motivacionales, y afec tiv o-relacionales.
Individualista
Las metas de los alumnos son independientes en
tre si; los estudiantes piensan que alcanzar sus
metas no se relaciona con los intentos de los de
ms por alcanzar las propias.
E11ogro de los objetivos del aprendizaje depende
del trabajo, capacidad y esfuerzo de cada qlen.
No ha y actividades conjuntas.
Es importante el logro y el desarrollo personal.
Competitiva
Los estudiantes p iensan que alcanzarn su meta si
y slo si otro estudiantes no la alcanzan.
Lo dems estudiantes son percibidos como riva
les o competidores ms q ue como comp aeros.
Los alumnos son com parados ~' ordenados entre s.
Las recompensas que recib lm alumno dependen
de las recompensas distribuidas entre todos.
El alumno ubtiene una mejor calificacin cuando
sus compai1eros han rendido poco.
Son muy importantes el prestigio y los privilegios
alcanzados.
Cooperativa
Las meta de los alumnos son comp artid as; los es
tudiantes piensan que lograrn su me tas si y slo
si otros e tudiantes ta mbin las alcanzan.
Los alumnos trabajan para maximizar su apren
d izaje tanto como el de sus compaeros.
El eqLpo trabaja junto hasta que t dos los miem
broshan entendido y completado la acth'idad con
. ita,
Sun muy importantes la adqLsicin de valores y
habilidade ocial s (ayuda mutua, tolerancia, dis
posicin al dilogo, empatia), el control de los im
pu lsos, la relati\'zacin y el intercambio de pun
tos de vista.
1. Un elevndo grndo de igualdad, Entendida esta ltim,l como el grado de sime tra entre los roles
de empeados por los participantes en una actividdJ grupal.
En el contexto de los aprendizajes escolares, Johnson, Johnson y Holubec (1999) identifican tres
tipos de grupos de aprendizaje coop erativo:
Los ,c'rtlpOS fOrll/n/t.':::. de <lprendizaje cooperati\'o, que funcionan durante un p riodo que va dl.
Wla hora o sesin a varias semanas de clase. Son grupos donde los estudia ntes trabajan junto..;
para conseguir objetivos comunes en torno a una tarea de aprendiLaje da da relao nada con el
currculo escolar.
Los s mpos illforn/nlt.'s de aprendizaj e cooperativo, que tienen como lmite el tiempo de duracin
de una cla se (una o dos horas, por ejemplo). Son grupos que el prof ' or utiliza en acti\'idad s
de enseanza directa, demostraciones, di scusin de una pelcula, o donde intenta rear un cl i
ma propicio pura aprender, ex: lorar, gener<ll' expectati vas o inclusi\'e cerrar una clase, tc tera.
Los gl'll }J5 de 1m!>/.' coope ra ti\'os o t710l'L'O pll1: o (l! menos un ao o ciclo 'scoldr), que u::,ualmen te
s n grupo heter gneo , con miemb ros permanen tes q ue entablln re laciones resp nsables \'
d urLlderas, cuyo p rincipal objetivo es "posibil itar que sus integra ntes se brinden unos l otros el
apoyo, la ayuda, el aliento y el respaldo q ue cada LUlO de ellos nece-it" para tener un buen
rendimien to" (ob. cit., pp 14-1-).
E tos grupos ser n cooperati\os en la medida en que cum plan una se ri e> de condicion s (vase m
adela nte yadem puC'den llegar a ser !{ /'upo :; iealto /'l'l/di/llil'l/to, en funcin de l ni vel d ( mpromi
so real que tengan los mi embros d el grupo entre s y con el x ito del q uipo.
C mo contraparte a los grup o n t s descrito dond e ocurre la cooperacin, los mimo au tor s
identi fican a os tipos de "grupos" no coopera ti\'os:
Lo gl'llpo- dI! pst'lIdOap1"l1di;:nje, donde los e tudian te a atan la di recti\'J de trabajar juntos,
p ro sin niJlgn inter . n apariencia trabajan juntos, p ero en realidild ompit 'n entre ,
ocultan informac in, exi "te mutua desconfian za . De manera que traba,uan mejor en fonna
ind ividual, pue to que " la suma del total es mrn or al potencial de los m.iembros indi\'idu al ' _
del gr upo" (ob. cit., P 17).
Lo " ~ /'lIpoS (l equipos de nI' 'el1di:aj e trndiciollol, en los cuales se p ide a los a lumnos que trabajen
juntos vellos e -tn dispuestos a hacerlo, e intercambian o se reparten la in forma cin , per) la
disposicin real por compartir y ayudar al otro a aprender es mnima . A lgunos alumn s e
ap rovechan del esfuerzo de los qu _on laborio y res pon ables, y . los e sienten explo tados.
Tambin sucede que en los grupos de trabajo tradicionales, algunos de los alumnos ms habili
dosos asumen un liderazgo tal que slo ellos se benefician de la experiencia a expensas de los
miembros menos habilidosos. Sucede asimismo que unos cuantos son los que trabajan acadmica
mente (y por consiguiente son los que s aprenden el contenido curricular o las habilidades busca
das) y otros slo cubren funciones secundarias de apoyo (fotocopian, escriben a mquina, etctera).
Esta divisin inadecuada de funciones, aunada a un esquema competitivo al interior del "grupo",
llega a manifestarse en luchas de poder, conflictos divisionistas y segregacin de algunos miem
bros. Estos grupos se orientan no tanto por el trabajo a desempear, sino por la conformidad a la
autoridad, con la que establecen una dependencia.
En sntesis, hay que insistir en que no todo grupo de trabajo es un grupo de aprendizaje coope
rativo. SimplementeLODTCfFa los estudiantes en grupo y decirles que trabajen juntos no significa
que deseen o sepan cooperar.
Ahora es pertinente considerar la siguiente reflexin: los profesores a menudo dicen recurrir a
mtodos de enseanza-aprendizaje que potencialmente promueven el aprendizaje cooperativo (por
ejemplo, los grupos de estudio, los equipos de investigacin documental y de laboratorio, los talle
res de trabajo, los crculos de lectura, entre otros). Sin embargo, a la luz de todo lo antes expuesto, el
empleo de estas metodologas puede o no favorecer el trabajo en equipos cooperativos, dependien
do de cmo se conduzca.
Aunque parezca obvio, resulta importante preguntarse el porqu es importante trabajar desde
la perspectiva del aprendizaje cooperativo, y qu tipo de beneficios proporciona ste a profesores y
alumnos.
En primer lugar, cabe decir que las relaciones entre iguales (los compaeros de clase) incluso
llegan a constituir para algunos estudiantes, si no las primeras experiencias, s relaciones trascen
dentes en cuyo seno tienen lugar aspectos como la socializacin, la adquisicin de competencias
sociales, el control de los impulsos agresivos, la relativizacin de los puntos de vista, el incremento
de las aspiraciones e incluso del rend imiento acadmico (Coll y Colomina, 1990).
Rel1dimiento ilCildmico. Las situaciones de aprendizaje cooperativo eran superiores a las de apren
dizaje cowpetitivo e individualista en reas (ciencias sociales, naturales, lenguaje y matemti
cas) y tareas muy diversas, que abarcan tanto las que implican adquisicin, retencin y transfe
rencia de conocimientos, como las de naturaleza ms conceptual (adquisicin de reglas, conceptos
y principios). Tal efecto se encontr en todos los niveles educativos estudiados. No obstante, en
tareas simples, mecnicas o de ejercitacin mediante sobreaprendizaje, las situaciones competi
tivas fueron superiores en rendimiento.
Tallla170 del gr upo y productos del aprendizaje. Existe una serie de factores que condicionaron la
efec tividad del trabajo en equipos cooperativos. Un primer factor fue el tamao del grupo; se
observ que a medida que aumen taba el nmero de alumnos por grupo, el rendimiento de
s tos se volva menor. Los investigadores citados recomiendan, por consiguiente, la conforma
cin de grupos pequeos de trabajo (no ms de seis integrantes en cada uno). Es ms, entre los
alumnos de menor edad, la eficacia de las experiencias de aprendizaje cooperativo es mayor en
grupos an menos numerosos. Asimismo, se observ que el rendimiento y los logros de apren
dizaje son mayores cuando los alumnos deben preparar un trabajo finaL
Por otro lado, el aprendizaje cooperativo se relaciona y facilita al mismo tiempo los siguientes
procesos (Echeita, 1995):
Procesos cogllitivos
Procesos l7lotivaciol1ales
Procesos afectivo-relacionales
Pertenencia al grupo
Autoestima positiva
Sentido de la actividad
El docente puede utilizar el enfoque del aprendizaje cooperativo en el aula para promover en
sus estudiantes:
Partiendo de lo expuesto anteriormente, ahora se discutirn los componentes esenciales del apren
dizaje cooperativo Uohnson, Johnson y Holubec, 1990; 1999):
1. Interdependellcia positiua
Sucede cuando los estudiantes perciben un vnculo con sus compaeros de grupo, de forma tal
que no pueden lograr el xito sin ellos (y viceversa), y deben coordinar sus esfuerzos con los de
-.
Estrategias docentes para un aprendizaje Significativo 111
, .
" Glplldo. /lprmrli.:.y, '{)()I'''/;tJl'Il}' /,ru((,'o ,JI' fllSritlllZiI ,
sus compae r S para poder completar una tarea. De esta manera, los alumnos comparten sus
recursos, se proporcionan apo yo mutuo y celebran juntos su xito, lo cual quiere de ir que Se
logra establecer el objetivo grupal de maximiza r el aprendizaje de todos los miembros de ma
nera que estn motivados } esforzar e y logra.r resultados que superen la capacidad indi\'id ual
de cada integrante por separado.
Podramos afirmar que el lema del trab<l jo en arupo cooperativo, 1cual refleja lo que es la
interdepend encia po itiva, se encuentra consignado en la clebre frase d e los mosque t ros de
Alejandro Du mas: "Todos pa ra uno y uno para todos. "
Los efectos d e la inte raccin s cial y el intercambio verbal entre los e mpaeros no pued en ser
logrados medmte SllStitutos no \'erbales (instrucciones o materiales); m que estrellas, 'e ne
cesita gel/te talell tosn que 110 pueda Jn (crlo ,0117 .
La interaccin promocional cara a cara es muy importante porque existe un conj unt de
actividades cognitivas y dinmic S i.nterpersonales, que slo ocurren cuando los estudiantes
interactan entre s en relacin con los m e tcriales y acti\idades. Por ejemplo, explicaciones
propias sobre cmo resol 'er problemas; d iscu, iones acerca de la natur,Jleza de los conceptos
por aprender; ensc anza del propio onocimiento a los dems compaeros; explicacin de ex
periencias pasadas relacionad as con la nueva informacin, etctera, son actida d es centra l s
para promover un aprendizaje significa tivo.
Por otra parte, es slo med iante la interaccin social que se dan a pectos como la posibilidad
de ayudar y asistir a los demls, influir en los razonamientos y conclusiones del grupo, ofrecer
modela miento social y recompensas interpersonales. simismo, la intera cin interpersonal
permite que los integrantes del grupo obtengan retroalimentacin de los dems, y que en buena
medida ejerzan presin social sobre los miembros poco motivados para trabajar.
cual va hacia el individuo y su grupo, para que d e esa man ra el grupo conozca quin necesita
ms apoyo para completar las actividades, y evitar que unos d escansen con el trabajo de los
dems.
Evaluar cunto del esfuerzo que realiza cada miembro contribuye al trabajo del grupo.
Auxiliar a los grupos para evitar esfuerzos redundantes por parte de sus miembros.
Al otorgar la calificacin, ponderar tanto la implicacin y logros p erson ales como los
grupales.
Sapon-Shevin (1999) denomi.na a este componente "la rendicin de cuentas persona l"
(personal accolllltability), pero aclara que aunque cada alumno es responsable de su aprendi
zaje, no debe t'sperarse que todos los estud iantes aprendan lo mi mo, y en este sentido
es que puede darse p r sin a las diferenc'as personales y a la s ne esid ades educativas
de cada quien. As, notamos que el aprendizaje cooperl ti vo no est reido con la
p rsonalizacin de la enseanza, en cuanto que se resp et, la diferencia y se promueven las
aulas inclusi\'as.
Debe ensearse a los alumnos las habilidades sociales requeridas para lograr una colabora
cin de alto nivel y para estlf motivados a emplearlas. En particular, debe ensearse a los alum
nos a:
Ntese que en estas habilidades estn implicados valores y actitudes muy importantes,
como la disposicin al dilogo, la tolerancia, la empata, la honestidad, el sentido de equidad y
justicia en las relaciones con los dems, entre muchas otras. Es por ello que el aprendizaje co
operativo es reconocido como una de las opciones didcticas ms apropiadas para la educacin
moral y cvica o aquella enfocada al desarrollo humano en sus diversas facetas, y se ha i.ncorpo
rada en prcticamente todas las propuestas educativas relacionadas con dichos mbitos de for
macin. Aunque, por otra parte, hay que reconocer que ste es el aspecto ms complejo y difcil
de ensear y evaluar.
El profesor, adems de ensear la ma teria, tiene que promover una serie de prcticas
interpersonales y grupales relativas a la conduccin del grupo, los roles a desempear, la mane
ra de resolver conflictos y tomar decisiones asertivas, y las habilidades para entablar un dilogo
verdadero.
,
- Cl/,w/o -1 _-iprmt/"z.lj, (,,"tri,lftlll J /,ro<,(,o d,- O'Ol,I1IZiI :....
5. Procesllmiento en grupo
Identificar cules acciones y actitudes de los miembros son tiles, apropiadas, eficaces y
cules no.
Entre otros beneficios, el conducir sesiones de procesamiento en grupo permite que los
estudiantes pasen al plano de la reflexin metacognitiva sobre sus procesos y productos de
trabajo, a la par que es un excelente recurso para promover los valores y actitudes colaborativos
buscados.
PAOCESAMIENTO
DE GRUPO
Tambin, a manera de sntesis, en el cuadro 4.4 se contrastan los rasgos esenciales del trabajo en
grupo bajo las modalidades "tradicional" (agrupa estructuras individualistas y competitivas) y coo
perativa (en Johnson, Johnson y Holubec, 1990, p. 16).
Deseamos resaltar que la interaccin con los compaeros de grupo permite a los estudiantes
obtener beneficios que estn fuera de su alcance cuando trabajan solos, o cuando sus intercambios
se restringen al contacto con el docente.
En primer lugar, la interaccin con los compaeros hace posible el aprendizaje de actitudes,
valores, habilidades e informacin especfica, que el adulto es incapaz de proporcionarle al nio o al
joven. Adicionalmente, la interaccin con los compaeros proporciona apoyos, oportunidades y
modelos para desarrollar conducta prosocial y autonoma.
Por otra parte, es importante que tanto el docente como los miembros del grupo estn al tanto
cuando no est funcionando adecuadamente lU1a estructura de trabajo que pretende ser cooperati
va. AlglU10s rasgos que indican cundo no se encuentran presentes lU1 trabajo cooperativo adecua
do y la interdependencia positiva se ofrecen a continuacin. En tal caso los alumnos:
Valoracin individual
o hay valoracin individual
Miembros heterogneos Miembros homogneos
Liderazgo compartido Slo hay un lder
DE APRENDIZAJE COOPERATIVO
4. Acondicionar el aula.
En relacin con los pasos de enseanza antes delineados, los autores proponen la necesidad de
que el profesor maneje las siguientes estrategias:
Tomar ciertas decisiones respecto a la forma en que ubicar a sus alwnnos en grupos de apren
dizaje previamente a que se produzca la enseanza.
Evaluar el nivel de logro de los estudiantes y ayudarles a discutir qu tan bien colaboraron
unos con otros.
En relacin con la especificacin de los propsitos perseguidos, el docente tiene que delinear
dos tipos de objetivos:
l. Los objetivos acadmicos referentes a los aprendizajes esperados en relacin con el contenido
curricular. Sobra decir que el docente debe considerar el nivel conceptual y la motivacin de
sus alumnos, sus conocimientos previos y la propia significatividad de los materiales, pudin
dose auxiliar de un anlisis conceptual o de las mismas tareas a realizar.
2. Los objetivos para el desarrollo de las habilidades de colaboracin, donde deber decidirse qu tipo de
habilidades de cooperacin se enfatizarn. Segn Sapon-Levin (1999) el trabajo cooperativo en
la escuela suele fallar cuando no se encuentra directamente vinculado con el currculo escolar o
no permite la consolidacin de verdaderas comunidades de aprendices que cotidianamente
trabajen en aulas inclusivas, justas y democrticas.
-----
Cuanto mayor sea el grupo, los miembros ms habilidosos deben dar oportunidad a
cada participante p ara hablar, coordinar las acciones del grupo, alcanzar el consenso,
mantener buena relaciones de trabajo, etctera.
tamao del
Aunque en la coruormacin del grupo existen claras excepciones que el docente puede identifi
car segn su criterio, por lo general se recomienda que los grupos de trabajo cooperativo sean
heterogneos, colocando alumnos de nivel alto, medio y bajo (en rendimiento acadmico u otro tipo
de habilidades) dentro del mismo grupo. Un grupo heterogneo tambin representa una buena
opcin para romper prejuicios y manejar cont1ictos de gnero, clase social, raza, etctera, que pudie
ran aparecer en la clase, siempre y cuando se logre que la tolerancia y la convivencia igualitaria
estn presentes. (Vase cuadro 4.6.)
cooperativos heterogneos
En lo referente al arreglo del aula, los docentes suelen cometer errores como los siguientes:
Colocar a los estudiantes en lUl.a mesa rectangular donde no pueden tener contacto visual con
los dems miembros.
Acomodar a los alwnnos en escritorios aparte, donde no pueden compartir los materiales de
trabajo ni establecer lUl. contacto personal sin interferir con los otros grupos.
Por otro lado, en relacin a los roles que desempean los integrantes del equipo, se sugiere el
establecimiento de roles complementarios, interconectados y rotativos entre los miembros. Los ms
importantes son (Johnson, Johnson y Holubec, 1990):
Un inspector (checker) , que se asegurar de que todos los miembros del grupo puedan decir
explcitamente cmo arribaron a lUl.a conclusin o respuesta .
Un entrenador (accuracy coach), que corrige los errores de las explicaciones o resmenes de los
otros miembros.
Un narrador (relater/elaboration seeker), que tiene como tarea pedir a los integrantes del equipo
relacionar los nuevos conceptos y estrategias con el material aprendido previamente.
Un registrador (recorder) , cuya flUl.cin es escribir las decisiones del grupo y editar el reporte de
trabajo.
Un animador (encourager), que reforzar las contribuciones de los miembros del equipo.
Un observador (observer), que cuidar que el grupo est colaborando de manera adecuada.
Evidentemente, dependiendo del tamao del grupo, lUl. alwnno puede asumir lUl.a o ms flUl.
ciones.
Con el propsito de estructurar metas que permitan lUl.a interdependencia positiva, el docente
tiene la opcin de recurrir a recursos como los siguientes:
Pedir al grupo que genere al menos un producto de trabajo conjunto (reporte, proyecto, ensayo,
maqueta, protocolo, prototipo, guin, etctera).
Proporcionar recompensas al grupo en relacin con el desempeo conjlUl.to de todos los inte
grantes.
No obstante, tambin debe evaluarse a cada integrante en lo personal, para lo cual el docente
puede, por ejemplo, aplicar alglUl.as pruebas, preguntar al azar a varios alwnnos, pedirles que de
muestren a otros lo que han aprendido, solicitar al inspector, narrador y observador del grupo que
describan la dinmica y logros del trabajo realizado, etctera.
Por ltimo, la evaluacin requiere conjugar los aspectos cuantitativos y cualitativos del apren
dizaje logrado por los alumnos, as como conciliar los estndares planteados para toda la clase con
los criterios logrados por cada equipo. El profesor puede realizar una especie de "triangulacin", es
decir, consid rar di\'ersos elementos al realizar la evaluacin, por ejemplo, la elaboracin de un
reporte de trabajo, un conjunto de problemas o respuestas que han sido respondidas por acuerdo en
el grupo, e incluso los exmenes aplicados. En la decisin de la calificacin a otorgar, puede ponde
rar por ejemplo, el promedio de los puntajes individuales de los integrantes del equipo, o el nmero
de miembros que lograron el criterio especfico establecido de inicio. De hecho Sapon-Levin (ob.
cit.) recomienda el empleo del mtodo de evaluacin mediante portafolios (vase captulo ocho)
corno una opcin en la que se evalan tanto los logros individuales corno los grupales y se exploran
diversas producciones de una forma dinmica.
FlIllcin del docellte: Con cer ms acerca de cmo piensan los alumnos y cm fW1Cionan
interpersonalmente en equipo, de manera que pueda emplear dicho conocimiento en pro
porcionar una ayuda ajustada y personalizada a los alumno ya sus equipos de trabajo.
Cmo estn trabajando en 10 individual cada uno de lo::, estudiante:::. dentro del gru
po? Se muestran implicados, motivados, responsables?
Hay estudiantes que parecen estar tomando la iniciativa la mayor parte del tiempo?
Hay estudiantes que se sienten inhibidos par,l hablar aun en el contexto del grupo
pequeo?
Hay al umnos qu~ parecen demasiado ansioso en aceptar lo que otros han dicho,
mostrnd ose pasivos o renuentes a expresar su p ro i punto d 'sta?
Hay per onas o grupos que parecen "correr" con las cuestione~ l re~ol\'er o las acti
vid ades a realizar, re\ isandola slo brevemente, con un mnimo de profundidad en
u anlisis .
Algn grupo alumno tiende a alirse del tpico, divagando en ancdotas persona
les no rele antes la tarea asunto a discutir?
La cantidad y calidad de los conocimientos relevantes que poseen los alumnos en controversia.
As como se espera que los alumnos muestren disposicin y posean las habilidades requeridas
para cooperar, el docente requiere mostrar actitudes y habilidades que son la contraparte de las
primeras. En especial, y para finalizar esta seccin, mencionaremos lo que Woolfolk (1996) describe
como los comportamientos del profesor, que se han encontrado en las aulas donde se apoya la
autonoma y se trabaja efectivamente en grupo:
1. Reconoce los pW1tos de vista de los estudiantes, se esfuerza por comprenderlos y apreciarlos.
4. Acepta que las emociones negativas son reacciones vlidas a los lmites, restricciones y tareas
impuestas, e intenta manejarlas positivamente.
En los comportamientos antes descritos se encuentra implicita la fW1cin de liderazgo que llega
a ejercer el profesor (e incluso otros estudiantes) en los procesos de grupo. El trmino lder se refiere
a W1a persona; pero tambin a W1a posicin especial ocupada por W1a persona, que conduce o
influye significativamente las ideas o conductas de los dems miembros del grupo. Un lider puede
surgir de manera "natural", ser elegido por los dems integrantes o designado por W1a autoridad
superior (Brilhart, Galanes y Adams, 2001). Para que W1lider apoye discusiones de grupo efectivas
requiere:
Ser W1 comW1icador activo que codifica y entiende las ideas de manera clara y concisa.
Organizar y comunicar la tarea a realizar; facilitar su logro.
Mediar hbilmente la informacin y las ideas proporcionadas por los miembros del grupo.
Tener "la mente abierta", preocuparse genuinamente por el grupo, respetar a los otros mientras
hablan, estar dispuesto a cambiar sus ideas, evitar imponerse a ultranza.
Compartir las recompensas y el crdito con los dems miembros del equipo.
Ya hemos mencionado, desde la perspectiva de los diversos autores revisados, que el tipo de
liderazgo que promueve aprendizajes cooperativos efectivos es W11iderazgo compartido, democr
tico y alternado, puesto que no se trata de impulsar "superestrellas", sino de proporcionar a todos
las mejores oportunidades de crecimiento personal y acadmico.
DE APRENDIZAJE COOPERATIVO
Siguiendo con lo expuesto en este captulo, hemos visto que el trabajo grupal, para ser en realidad
aprendizaje cooperativo, tiene que reunir ciertos componentes bsicos (interdependencia positiva,
En la literatura psicolgica reportada, son varias las estrategias (algunos autores las denominan
tcnicas, otros mtodos) que cubren con los requisitos anteriores. A continuacin se realizar una
breve descripcin de las ms significativas y que han sido reportadas por diversos autores (Arends,
1994; Brophy, 1998; Melero Zabal y Femndez Berrocal, 1995; Ovejero, 1991; Woolfolk, 1996).
Se forman equipos de hasta seis estudiantes, que trabajan con un material acadmico que ha
sido dividido en tantas secciones como miembros del grupo, de manera que cada uno se encar
gue de estudiar su parte. Posteriormente, los miembros de los diversos equipos que han estu
diado lo mismo se renen en" grupos de expertos" para discutir sus secciones, y despus regre
san a su grupo original para compartir y ensear su seccin respectiva a sus compaeros. La
nica manera que tienen de aprender las otras secciones es aprendiendo de los dems y, por
ello, debe afianzarse la responsabilidad individual y grupal. Ntese que la estrategia del rom
pecabezas no es igual a la manera tradicional en que los equipos se reparten el trabajo : cada
quien hace su parte (y es lo nico que se aprende), pero sta no se comparte ni discute con los
integrantes de su equipo ni con los de los otros, dando como resultado que el trabajo elaborado
consista en fragmentos desintegrados, inconexos, que suelen ser copias literales de los libros
consultados.
Los estudiantes se asignan a grupos heterogneos (edad, rendimiento, sexo, raza) de cuatro
o cinco integrantes. De entrada, el profesor calcula una calificacin base para cada estu
diante individual, que representa el nivel promedio de su desempeo inicial. Posterior
mente, ofrece a los equipos el material acadmico dividido en unidades o lecciones, y los
estudiantes trabajan cooperativamente en ellas hasta asegurarse de que todos los miem
bros las dominan. Todos los alumnos son examinados de forma individual sobre cada lec
cin estudiada, sin recibir ayuda de sus compaeros de equipo en dicha evaluacin . El
profesor compara la calificacin individual de cada integrante del equipo con sus puntua
ciones anteriores o calificacin base, y si la calificacin obtenida como resultado de estudiar
con su equipo es superior, recibe varios puntos que se suman a los del equipo para formar
la puntuacin grupal, y slo los equipos que alcancen cierta puntuacin obtendrn deter
minadas recompensas grupales. Se percibe que esta estrategia incluye elementos de com
peticin intergrupos y manejo de recompensas. Se ha aplicado en una gran variedad de
materias y grados escolares. Es interesante notar que se espera que los alumnos tengan un
mejor rendimiento acadmico en la situacin de estudio grupal en comparacin a la indivi
dual; el reto de los alumnos es superar con mucho su propio promedio. Adems, todos los
miembros del grupo tienen la misma oportunidad de contribuir al nmero mximo de
puntos para el total de su equipo. Los grupos pueden cambiarse peridicamente, para que
los estudiantes trabajen en diferentes equipos y colaboren con muchos de sus compaeros
de clase.
- - ---
Es similar a la anterior, pero sustituye los exmenes por " torneos acadmicos", donde los
estudiantes de cada grupo compiten con miembros de los otros equipos con ruveles de
rendimiento similares, con el propsito de ganar puntos para sus respectivos grupos. Se
trata de un entorno de aprendizaje donde los miembros del equipo se preparan coope
rativamente, resuelven juntos problemas o contestan preguntas acerca del material de estu
dio. Pero en vez de resolver pruebas escritas, peridicamente (puede ser una vez a la sema
na) los estudiantes participan en un sorteo y los ganadores del mismo, que deben pro venir
de los diferentes equipos, compiten entre s en relacin con los problemas o preguntas que
practicaron con su grupo. La filosofa de dichos torneos acadmicos es la de proporcionar a
todos los miembros d el grupo iguales oportunidades de contribuir a la puntuacin grupal,
con la ventaja de que cada estudiante competir con otro de igual ruvel de desempeo. Sin
emba rgo, el profesor debe manejar cuidadosamente a los alumnos con bajo rendimiento o a
los equipos perdedores, quienes tambin deben recibir reconocimientos si alcanzan un ni
vel especfico de aprendizaje, no importa si no ganan a los otros.
En contraste con las dos estrategias anteriores, aqu se combinan la cooperacin y la ense
anza individualizada. Se ha aplicado preferentemente en matemticas con alumnos de
tercero a quinto grados de educacin bsica; pero puede adaptarse en ruveles educativos
ms avanzados o en otro tipo de materias.
Los alwllilOs pasan una prueba diagnstica y reciben una enseanza individualizada,
a su propio ritmo y segn su ruvel. Despus forman parejas o tradas, e intercambian con
sus compaeros los conocimientos y respuestas a las unidades de trabajo. Se trabaja con
base en guas u hojas de trabajo personales, en la resolucin de bloques de cuatro proble
mas matemticos, con la posibilidad de pedir ayuda a los compaeros y I o al docente. Los
compaeros se ayudan entre s a examinarse y revisar las soluciones a los problemas plan
teados. eada semana el profesor certifica el avance del equipo y otorga las recompensas
grupales converudas (diplomas, puntos, etctera).
Es bsicamente un programa que se ha empleado para ensear a leer y escribir en los gra
dos superiores de la enseanza elemental; pero que tambin es susceptible de adaptar
a otros ruveles y materias. En esencia, consiste en la asistencia mutua de parejas de estu
diantes que trabajan juntos en proyectos de lectura y escritura. Mientras el profesor traba
ja con un equipo, los miembros de los otros grupos lo hacen con parejas provenientes
de dos grupos distintos. Realizan actividades de enseanza recproca como leer mutua
mente, hacer predicciones acerca del texto, resumir unos a otros la historia o conterudo
de ste, escribir relatos o formularse preguntas, entre otras. La secuencia empleada en el
eIRe es: instruccin del profesor, prctica por equipos, preevaluacin y prueba, Un estu
diante no presenta el examen hasta que los compaeros del grupo determinan que est
preparado. Se recompensa a los equipos con base en el desempeo promedio de todos sus
miembros.
Los objetivos, pasos, roles, estrategias y principios propuestos por estos investigadores ya se
han discutido a lo largo del captulo. Aqu slo mencionaremos las cuatro fases generales que
proponen para el trabajo en equipo:
C,'l'i/ll/o .} ,!prt"/ldiz.lII' "'01'''';'111'11 y pmaJo dI' rl""'lm,~1
b) Toma de decisiones respecto a tamao del grupo, asignacin, provisin de materiales, etc
tera .
Los lin eamientos para la realizacin de cada una de estas fa ses se han descrito ya antes. Es
una propuesta flexible y aplicable en muy diversos contenidos curriculares y niveles escolares,
Es un plan de organizacin general de la clase donde los estudiantes trabajan en grupos peque
os (dos a seis integrantes), que utili zan aspectos como la investigacin cooperativa , las discu
siones grupales y la planificacin de proyectos. Despus de escoger temas de una unidad que
debe ser estudiada por toda la clase, cada grupo convierte dichos temas en tareas individuales,
y lleva a cabo las actividades necesarias para preparar el informe grupal, donde cada grupo
comunica a la clase sus hallazgos. Los pasos para trabajar es ta tcnica son:
profesor.
f) Evaluacin.
Esta estrategia surgi como una forma de aumen tar el involucramiento de estudiantes wUver
sitarios en cursos de psicologa, permitindoles explorar con profundidad temas de su inters;
se encontr que aumenta de manera notable la motivacin de los estudiantes. Est orientada, al
igual que la anterior, a tareas complejas, multifacticas, donde el alurrmo toma el control de lo
que hay que aprender. Cubre los siguientes pasos:
i) Evaluacin (por parte de los compaeros del equipo, de clase y del profesor).
Esta tcnica se ha empleado en un formato breve (10 o 15 minutos para preparar una pre
sentacin de cinco minutos), o bien en un formato ms largo (los equipos tienen todo un perio
do acadmico para preparar sus presentaciones).
Adems de las estrategias anteriores, Brilhart, Galanes y Adams (2001) revisan una diversidad
de tcnicas grupales que se aplican en procesos orientados a la solucin de problemas. Entre ellas,
rescatamos las dos siguientes, que suelen emplearse en contextos acadmicos tanto en el plantea
miento y solucin de problemas, como en la generacin de respuestas creativas en grupo.
Se focal iza en la generacin de ideas creativas y soluciones planteadas por los miembros del grupo
en un ambiente donde priva la imaginacin, la libertad de pensamiento y un espritu recreativo. Sin
embargo, el proceso no es catico, sigue una serie de pasos y reglas:
2. Los miembros del grupo generan tantas soluciones como sea posible. Aqu hay cuatro lineamientos
generales:
a) No se permite la evaluacin. Se piensa que una valoracin crtica prematura llega a inhlbir la
gestacin de ideas y la creatividad, por lo que en la fase generativa del proceso debe evitar
se, sobre todo en la forma de descalificacin o censura a las ideas del otro.
b) Cuando ms ideas se generen, mejor. El docente o el conductor del grupo solicita a los integran
tes que piensen la manera de modificar las ideas ya planteadas, adiciona l mismo algunas
o pone a consideracin otras caractersticas del problema. Es importante fomentar la parti
cipacin activa de todos.
c) Debe promoverse la innovacin. Se pide a los alwnnos que propongan ideas diferentes, poco
usuales o fuera de lo comn, por extraas que puedan parecer en principio.
3. Todas las ideas se registran para que el grupo pueda verlas . El conductor o el secretario del grupo
consigna las ideas generadas (por ejemplo, en tarjetas o cartulinas que puede pegar en la pared
o en el pizarrn, o teclearlas en una computadora, etctera) a fin de que el grupo las repase (esto
da pauta a la generacin de ms ideas) y para que se pueda integrar un resumen o relatora de
la sesin de trabajo.
4. Todas las ideas se evalan en una sesin diferente. En este episodio, se fomenta el pensamiento
crtico orientado a examinar las soluciones o ideas planteadas con el propsito de decidir su
viabilidad, sustento, aceptacin, efectividad, etctera. Puede ser que el mismo grupo que las
gener sea el que las evale o puede ser otro grupo diferente; pero es conveniente realizar la
evaluacin despus de un receso o en otra sesin diferente de la fase generativa, y tambin es
recomendable una plenaria para la presentacin y discusin entre equipos de trabajo.
Se han planteado algLmas variantes a la lluvia de ideas: por ejemplo, la escritura creativa
(brainwriting), donde se da un periodo corto a los integrantes del equipo para escribir sus propias
ideas, las cuales son compartidas despus en una ronda al interior del grupo, siguiendo los dems
pasos mencionados. Otra opcin es la lluvia electrnica de ideas, donde de manera usualmente anni
ma, las personas envan sus propuestas por medio de una terminal de computadora conectada en
red. Tambin se emplea el pensamiento metafrico y analgico como una variante, en la que se pide a
los integrantes enfocarse en las sirnilitudes entre cosas o situaciones aparentemente diferentes, con
el propsito de abrir caminos de solucin diferentes.
Comparte varias de las premisas y formas de trabajar con la estrategia anterior. En este caso, el
propsito consiste en identificar problemas, intereses, preocupaciones, grado de satisfaccin, etc
tera, de los participantes, teniendo en mente la posibilidad de innovar o solucionar algo. Se trata de
W1a discusin seITestructurada acerca de un tpico presentado por el docente o coordinador del
grupo, ante el cual se pide a los miembros que respondan libremente, en una especie de asociacin
libre, Usualmente procede W1 video o audiorregistro de la sesin, que permite W1 anlisis del conte
nido, de los sentimientos, reacciones, creencias o valores de los implicados, En W1a variante del
procedimiento, se puede dividir W1 grupo numeroso en equipos de hasta seis miembros, a los cua
les se les pide resolver W1a pregunta o W1 problema planteado de la manera ms precisa y concisa
posible.
Por otra parte, es inevitable que surja la pregunta cmo evaluar el aprendizaje cooperativo ? AW1
que en el libro incluimos W1 capitulo especial sobre el tema de la evaluacin del aprendizaje, en este
apartado revisaremos el punto brevemente.
cacin O aportaciones de sus integrantes, la labor de liderazgo del docente o de los alumnos que
asrnnieron la coordinacin de los equipos, los beneficios personales y la satisfaccin reportadas por
los estudiantes, y el clima de aula generado como resultado de las experiencias de colaboracin,
entre muchas cuestiones ms. Ello permitir tanto aquilatar la experiencia conducida, como mejo
rar la enseanza e incluso contar con indicadores apropiados para la calificacin del desempeo.
Una evaluacin de aspectos como los mencionados necesariamente tiene que apoyarse en criterios
cualitativos y escalas estimativas, en el juicio crtico y la honestidad de los participantes, en la re
flexin y la autoevalucin. Slo con la intencin de ilustrar los tipos de instrumentos y criterios que
pueden considerarse en estos casos, ofrecemos algunas escalas o cuestionarios adaptados de la lite
ratura revisada (vanse cuadros 4.9, 4.10 Y 4.11).
Antes de terminar el captulo queremos comentar que al igual que en el caso de los otros tpicos
tratados en esta obra, el tema del aprendizaje cooperativo tambin se encuentra sujeto a debates
importantes. Algunos de ellos se discuten a continuacin.
Por otro lado, no existe un consenso absoluto de que se beneficien por igual todo tipo de estu
diantes, independientemente de su capacidad y rendimiento previo. Aqu resurge el viejo debate
sobre las ventajas y desventajas de los agrupamientos homogneos-heterogneos, aunque las ten
dencias apuntan a favor de los segundos, siempre y cuando se renan las condiciones mnimas de
un trabajo en verdad cooperativo revisadas en este captulo.
Que la estructura de tareas sea de un tipo donde sta no se encuentre subdividida o repartida
entre los miembros del grupo, sino que todos ellos la acometan a la vez y conjuntamente.
Que haya recompensas idnticas para todos los miembros del grupo y no centradas en indivi
duos concretos dentro de los grupos.
Que estas recompensas al grupo se efecten en funcin del rendimiento individual de los suje
tos que forman el grupo y no con base en una medida de rendimiento global del grupo.
Que a todos se les ofrezcan las mismas posibilidades de hacer sus aportaciones particulares al
xito del equipo.
En sntesis, puede decirse que una estructura de aprendizaje cooperativa por definicin no es
ms efectiva que las otras estructuras revisadas (competitiva o individualista) si no se cumplen las
condiciones planteadas.
satisfecho
Comentarios y sugerencias:
Contexto de la observacin
Objetivo de la observacin:
Instrucciones
1 Fuertemente en desacuerdo
2 En d esacuerdo
3 Fuertemente de acuerdo
4 Deacuerdo
2. Hay tensiones entre ciertos estudiantes que interfieren con las actividades
en el aula (friccin). ( )
3. La mayor parte de los alumnos tienen una idea vaga de lo que el grupo
tiene que lograr (orientacin a la meta). ( )
4. Las preguntas de los mejores alumnos son atendidas de una manera mas
amigable que las de los dems (favoritismo). ( )
7. Hay largos periodos durante los cual los alumnos parecen no hacer nada
(desorganizacin). ( )
10. La mayora de los alumnos coopera ms que competir entre s unos contra
otros (cooperacin/competencia).
14. Mucho estu diantes q uieren que su trabajo sea mejor que el de los dems
(competencia). ( )
En esta escala pueden encontrarse elementos para evaluar al docente o a los alumnos en
Observador: __________________________________________________________
Lderobsenrado: ______________________________________________________
En qu medida el lder:
_ _ Mo tr calidez y sentido del humor a todos los participantes.
Pidi a los miembros que discutieran sus sentimientos hacia el grupo, as como los
logros obtenidos.
Comentarios:
Este captulo se basa en la idea de que la actividad autoestructurante del alunmo est mediada por
la influencia de los dems (docente y compaeros) y que la actividad interpersonal desempea un
rol central en el logro del aprendizaje significativo. De esta forma, puede concebirse a la enseanza
como un proceso de negociacin de significados y de establecimiento de contextos mentales com
partidos, donde resaltan la colaboracin y el trabajo en equipo.
La evidencia indica que las situaciones de aprendizaje cooperativo tienen efectos mucho ms
favorables que las otras dos, tanto en el rendimiento acadmico como en las relaciones socioafectivas.
En la ltima parte se ofreci lU1a serie de principios, pasos y estrategias que permiten el diseo
instruccional y la evaluacin de situaciones de aprendizaje cooperativo.
A partir del anlisis del contenido de este captulo, le sugerimos algunas actividades orientadas al
anlisis de las estructuras de aprendizaje con las que suele trabajar en clase con la doble finalidad de:
Revise los casos que se consignan en el cuadro 4.2 y determine si en cada uno de ellos estn o no
presentes los componentes esenciales del aprendizaje cooperativo discutidos en el captulo. Asimis
mo, trate de identificar el tipo de grupo al que pertenecen los docentes y alumnos entrevistados.
Finalmente, comente cmo enfrentara y resolvera usted las situaciones planteadas. De preferen
cia, realice sta y las dems actividades en forma grupal con otros docentes.
Realice una descripcin lo ms completa posible de la ltima ocasin en la que condujo la ensean
za en su clase apoyndose en equipos de trabajo. Indique el tema y contenido, el propsito de la
tarea, cmo se conformaron los equipos, cmo trabajaron, qu y cmo los evalu, los logros obteni
dos y las fallas que not en la experiencia, etctera. Lleve a cabo un anlisis donde indique si apare
cen en su descripcin cada uno de los componentes esenciales del aprendizaje signjficativo revisa
dos.
Con base en la informacin presentada sobre las diferentes estrategias de aprendizaje cooperativo,
disee un plan de trabajo en su clase, donde aborde un tema importante desde la perspectiva del
aprendizaje cooperativo. Seleccione una o ms de las estrategias revisadas (puede combinarlas o
modificarlas) e indique, lo ms detalladamente posible, cmo conducira la enseanza del tema en
cuestin trabajando en equipos cooperativos. (Indique propsitos, tpicos a tratar, materiales, acti
vidades, productos esperados, roles de sus alumnos, conformacin de equipos, evaluacin del apren
dizaje logrado y del proceso grupal, etctera.)
Esta actividad puede ser una extensin de la anterior. La idea es que revise los criterios e ins trumen
tos de evaluacin del aprendizaje cooperativo ofrecidos en el presente captulo (vase los cuadros
4.7,4.8, 4.9,4.10 Y 4.11), en trminos de su viabilidad y pertinencia para aplicarse en el contexto de
su clase. Haga las modificaciones o adiciones que considere justificadas, o incluso introduzca otros
criterios o instrumentos. La finalidad perseguida es que conforme un paquete de instrumentos que
le permitan a usted evaluar el aprendizaje cooperativo. Sera altamente deseable que pudiera apli
carlos y realizar un reporte de los resultados obtenidos.
Dentro de la investigacin psicoinstruccional del paradigma cognitivo, desde los aos sesenta se
han desarrollado dos aproximaciones en beneficio del aprendizaje significativo de los alwnnos.
Dichas lneas, conocidas como aproximacin impuesta y aproximacin inducida, tuvieron su ori
gen y desarrollo dentro del dominio del aprendizaje y recuerdo de textos acadmicos, pero ms
tarde ampliaron su influencia a la situacin de enseanza y aprendizaje escolar.
La aproximacin inducida evidentemente se dirige al polo del aprendiz; las "ayudas" que se
intentan promover o inducir en los alwnnos se hacen con el propsito de que se las apropien y las
utilicen posteriormente de manera autorregulada. Es decir, se supone que el aprendiz, una vez que
ha intemalizado dichas ayudas, tomar decisiones reflexivas y volitivas sobre cundo, por qu y
para qu aplicarlas. El lector reconocer que estamos hablando de la ya ampliamente reconocida
tradicin del aprendizaje estratgico y autorregulado, al cuaL por su indiscutible importancia, le
dedicaremos dos captulos en esta obra (captulos 6 y 7). Con tales captulos, ms la informacin
vertida en los captulos 2 y 4, creemos que abordamos con un cierto detalle el mbito referido al
aprendizaje de los alurrmos.
Desde nuestro punto de vista, los dos tipos de estrategias, de aprendizaje y de enseanza, se
encuentran involucradas en la promocin de aprendizajes significativos de los contenidos escolares .
No creemos que las dos aproximaciones sean antagnicas ni excluyentes, antes bien lo que
sostenemos es que deben considerarse como complementarias dentro del proceso de enseanza
aprendizaje, para con ello lograr que el aprendiz sea ms autnomo y reflexivo. De hecho, varias de
las estrategias de enseanza (no todas) que presentamos aqu tienen una utilidad doble: la primera,
ya antes mencionada, para promover la mayor cantidad y calidad de aprendizajes significativos, lo
cual ya implica un valor pedaggico indiscutible; y la segunda, para introducir y ensear a los
alumnos cmo elaborarlas, de tal forma que, posteriormente, con ayudas, explicaciones y
ejercitaciones apropiadas (vase las recomendaciones sobre cmo ensear las estrategias de apren
dizaje en el captulo siguiente) lleguen a aprenderlas y utilizarlas como genuinas estrategias de
aprendizaje.
DE ENSEANZA
Un buen principio para este captulo, estar de acuerdo el lector, ser si empezamos por definir qu
entendemos por estrategias de enseanza, exponiendo tambin cmo las entendemos dentro del
concepto ms amplio de enseanza (desde la perspectiva constructivista que estamos consideran
do en este trabajo).
En tal sentido, puede decirse que la enseanza corre a cargo del enseante como su originador;
pero al fin y al cabo es una construccin conj~mta como producto de los continuos y complejos inter
cambios con los alumnos y el contexto instruccional (institucional, cultural, etctera), que a veces
toma caminos no necesariamente predefinidos en la planificacin. Asimismo, se afirma que en cada
aula donde se desarrolla el proceso de enseanza-aprendizaje, se realiza una construccin conjunta
entre enseante y aprendices nica e irrepetible. Por sta y otras razones se concluye que es difcil
considerar que existe una nica manera de ensear o un mtodo infalible que resulte efectivo y
vlido para todas las situaciones de enseanza y aprendizaje. De hecho, puede aducirse a lo ante
rior que aun teniendo o contando con recomendaciones sobre cmo llevar a cabo unas propuestas o
mtodo pedaggico cualquiera, la forma en que ste o stos se concreticen u operacionalicen siem
pre ser diferente y singular en todas las ocasiones.
Visto desde otro punto de vista, la enseanza es tambin en gran medida una autntica crea
cin. Y la tarea (que consideramos clave) que le queda al docente por realizar es saber interpretarla
y tomarla como objeto de reflexin para buscar mejoras sustanciales en el proceso completo de
enseanza-aprendizaje. De hecho, no podr hacer una interpretacin y lectura del proceso si no
cuenta con un marco potente de reflexin (Coil y Sol, 1993), ni tampoco podr engendrar propues
tas sobre cmo mejorarlo si no cuenta con un arsenal apropiado de recursos que apoyen sus decisio
nes y su quehacer pedaggico.
En fin, no queremos redundar en algo que ya fue expuesto en el captulo inicial, simplemente
nos interesa recalcar estas ideas centrales sobre las cuales tomamos una vez ms postura, y sealar
2. Tipo de dominio del conocimiento en general y del contenido curricular en particular, que se
va a abordar.
3. La intencionalidad o meta que se desea lograr y las actividades cognitivas y pedaggicas que
debe realizar el alumno para conseguirla.
4. Vigilancia constante del proceso de enseanza (de las estrategias de enseanza empleadas pre
viamente, si es el caso), as como del progreso y aprendizaje de los alumnos.
Cada uno de estos factores y su posible interaccin constituyen un importante argumento para
decidir por qu utilizar alguna estrategia y de qu modo hacer uso de ella. Dichos factores tambin
son elementos centrales para lograr el ajuste de la ayuda pedaggica.
Aunque aqu nos estamos refiriendo principalmente a la educacin presencial, los factores tam
bin pueden ser relevantes para otras modalidades de enseanza, como aquella que se imparte por
medio de materiales textuales o mediante la computadora, donde, sin duda, tomarn matices dife
renciales.
Queda en el agente de enseanza la toma de decisiones estratgica para utilizarlas del mejor
modo posible. Sin la consideracin de estos factores y de las anteriores recomendaciones puestas en
este apartado, el uso y posibilidades de las estrategias de ensei'tanza se vera seriamente disminui
do, perdiendo su efecto e impacto en el proceso de enseanza-aprendizaje.
DE ENSEANZA
En esta seccin presentaremos algunas de las estrategias de enseanza que el docente puede em
plear con la intencin de facilitar el aprendizaje significativo de los alumnos. Las estrategias que
PREINSTRUCCIONALES
COINSTRUCCIONALES
POSTINSTRUCCIONALES
_ _ _J
EPISODIO DE ENSEANZA-APRENDIZAJE
Figura 5.1 Tipos di' mra ttgias dt tl1JmauZ. ug lI rl momwto de Sil presnuan m una 5I!CJJrncia de mseii.rnZil.
Las estrategias preil1strllcciollales por lo general preparan y alertan al estudiante en relacin con
qu y cmo va a aprender; esencialmente tratan de incidir en la activacin o la generacin de cono
cimientos y experiencias previas pertinentes. Tambin sirven para que el aprendiz se ubique en el
contexto conceptual apropiado y para que genere expectativas adecuadas. Algunas de las estrate
gias preinstruccionales ms tpicas son los objetivos y los organizadores previos.
Las estrategias coil1strucciol1l1les apoyan los contenidos curriculares durante el proceso mismo de
enseanza-aprendizaje. Cubren funciones para que el aprendiz mejore la atencin e igualmente
detecte la informacin principal, logre LUla mejor codificacin y conceptualizacin de los conteni
dos de aprendizaje, y organice, estructure e interrelacione las ideas importantes. Se trata de funcio
nes relacionadas con el logro de un aprendizaje con comprensin (Shuell, 1988). Aqu pueden in
cluirse estrategias como ilustraciones, redes y mapas conceptuales, analogas y cuadros C-Q-A,
entre otras.
Por otra parte, las estrategias postinstrucciolJales se presentan al trminu del episodio de ensean
za y permiten al alumn o formar una visin sinttica, integradora e mcluso crtica del material. En
.1 G,/,illllt) ' I;I1Tfiugi./$ ""("IM',"'':" /'1""1,, /,mlll(/( il! d.. d/,rt'llrli.:.rj(I ~~fi"lIil'/);
otros casos le permiten inclusi ve valorar su propio aprendizaje. Algunas de las estrategias
postinstruccionales ms reconocidas son resmenes finales, organizadores grficos (cuadros
sinpticos simples y de doble columna), redes y mapas conceptualesc
Otra clasificacin valiosa es aquella que se refiere a los procesos cognitivos activados por las
estrategias (vase Cooper, 1990; Daz Barriga, 1993; Kievvra, 1991; Mayer, 1984; West, Farmer y Wolff,
1991)c Si bien es cierto que cada una de las estrategias inciden en varios procesos cognitivos, las
hemos clasificado por el proceso al que predominantemente se asocian; no obstante, en el cuadro
5.2 incluimos algunas de las estrategias en distintas clases c
Con base en nuestro anterior trabajo, a continuacin proponemos una clasificacin ms elabo
rada (vase tambin cuadro 5.3), la cual nos servir despus para presentar con cierto grado de
detalle cada una de las estrategias a lo largo del captulo.
Son aquellas estrategias dirigidas a activar los conocimientos previos de los alumnos o incluso a
generarlos cuando no existan. Tal como se seal en el captulo 2, la importancia de los conocimien
tos previos resulta fundamental para el aprendizaje. Su activacin sirve en un doble sentido: para
conocer lo que saben sus alumnos y para utilizar tal conocimiento como base para promover nue
vos aprendizajes.
En este grupo podemos incluir tambin a aquellas estrategias que se concentran en ayudar al
esclarecimiento de las intenciones educativas que se pretenden lograr al trmino del episodio o
secuencia educativa.
Objetivos
Preguntas insertadas
Organizadores textuales
Sealar explcitamente a los alumnos las intenciones educativas u objetivos, les ayuda a desa
rrollar expectativas adecuadas sobre la sesin o secuencia instruccional que stos abarcan, y a en
contrar sentido y valor funcional a los aprendizajes involucrados.
Por ende, podramos decir que dichas estrategias son principalmente de tipo prenstruccional,
y se recomienda usarlas sobre todo al inicio de la sesin, episodio o secuencia educativa, segn sea
el caso. Ejemplos de ellas son las preinterrogantes, la actividad generadora de informacin previa
(por ejemplo, discusin guiada; vase Cooper, 1990), la enunciacin de objetivos, etctera.
Tales estrategias son aquellos recursos que el profesor o el diseador utilizan para guiar, orientar y
ayudar a mantener la atencin de los aprendices durante una sesin, discurso o texto. La actividad
de gua y orientacin es una actividad fundamental para el desarrollo de cualquier acto de aprendi
zaje. En este sentido, las estrategias de este grupo deben proponerse preferentemente como estrate
gias de tipo coinstruccional dado que pueden aplicarse de manera continua para indicar a los alum
nos en qu conceptos o ideas focalizar los procesos de atencin y codificacin. Algunas estrategias
que se incluiyen en este rubro son el uso de sealizaciones internas y externas al discurso escrito, y
las sealizaciones y estrategias discursivas orales.
Se trata de estrategias que van dirigidas a proporcionar al aprendiz la oporhmidad para que realice
una codificacin ulterior, complementaria o alternativa a la expuesta por el enseante o, en su caso,
por el texto. Ntese que la intencin es conseguir que, con el uso de estas estrategias, la informacin
nueva por aprender se enriquezca en calidad proveyndole de una mayor contextualizacin o ri
queza elaborativa para que los aprendices la asimilen mejor. Por tal razn, se recomienda que las
estrategias tambin se utilicen en forma coinstruccional. Los ejemplos ms tpicos de este grupo
provienen de toda la gama de informacin grfica (ilustraciones, grficas, etctera) .
Como el lector habr notado, esta clase de estrategias tiene evidentes conexiones con la anterior
(la que se refiere a la mejora de la atencin selectiva) y con aquellas que se dirigen a potenciar el
enlace entre conocimientos previos e informacin nueva (vase ms abajo) . Es as porque la atencin
selectiva es una condicin sine qua non para la elaboracin profunda de la informacin, en la cual
necesariamente se utilizan los conocimientos previos. Sin embargo, consideramos que vale la pena
establecer la distincin porque si bien hay estrategias que pudiesen encontrarse en cualquiera de las
tres clases (especialmente en las dos primeras), algunas de ellas, por la funcin predominante en la
que inciden, se agrupan mejor dentro de sta que denominamos codificacin elabora ti va.
Tales estrategias proveen de una mejor organizacin global de las ideas contenidas en la informa
cin nueva por aprender. Proporcionar una adecuada organizacin a la informacin que se ha de
aprender, como ya hemos visto, mejora su significatividad lgica, y en consecuencia, hace ms
probable el aprendizaje significativo de los alumnos. Mayer (1984) se ha referido a este asunto de la
organizacin entre las partes constitutivas de la informacin nueva a aprender denominndolo:
construccin de "conexiones internas" .
--
aprendizajes logrados. De acuerdo con Mayer (ob. cit.), a este proceso de integracin entre lo "pre
vio" y lo "nuevo" se le denomina: construccin de "conexiones externas".
Por las razones sealadas, se recomienda utilizar tales estrategias antes o durante la instruccin
para lograr mejores resultados en el aprendizaje. Las estrategias tpicas de enlace e~tre lo nuevo y lo
previo son las de inspiracin ausubeliana: los organizadores prevlOs y las analoglas.
En el cuadro 5.4 se presentan de manera resumida los principales efectos esperados de aprendi
zaje en el alumno con cada una de las estrategias, que el lector podr analizar junto con el cuadro
anterior referente a la clasificacin de estrategias. El agente de enseanza debe tener presente este
tipo de informacin para tomar las mejores decisiones pedaggicas.
Las distintas estrategias de enseanza que hemos descrito pueden emplearse simultneamente
e incluso es posible hacer algunas propuestas hbridas entre ellas (por ejemplo, una analoga repre
sentada en forma de mapa conceptual, donde tpico y vehculo tengan mapas particulares puestos
en comparacin; vase ms adelante), segn el docente lo considere necesario.
Desde la ya clsica declaracin de Ausubel (1978) (vase captulo 2), todos sabemos la importan
cia de los conocimientos previos en la construccin del conocimiento (Miras, 1993). Simple y senci
llamente, la actividad constructiva no sera posible sin conocimientos previos que permitan enten
der, asimilar e interpretar la informacin nueva, para luego, por medio de ella, reestructurarse y
transformarse hacia nuevas posibilidades. De ah la importancia de activar los conocimientos previos
pertinentes de los alumnos, para luego ser retomados y relacionados en el momento adecuado con
la informacin nueva que se vaya descubriendo o construyendo conjuntamente con los alumnos.
Las estrategias que presentamos en este apartado preferentemente debern emplearse antes de
presentar la informacin por aprender, o bien antes de que los aprendices inicien cualquier tipo
de actividad de discusin, indagacin o integracin sobre el material de aprendizaje propiamente
dicho, sea por va individual O cooperativa.
Conviene que para el buen uso de ellas se tomen en cuenta los siguientes aspectos (vase Cooper,
1990):
a) Hacer una identificacin previa de los conceptos centrales de la informacin que los alumnos
van a aprender o de la linea argumental del texto a revisar.
darles sentido.
informacin .
se autoevala gradualmente.
selectiva.
aprender.
contenido.
contextua!.
otros mbitos.
b) Tener presente qu es lo que se espera que aprendan los alumnos en la situacin de enseanza
y aprendizaje.
e) Explorar los conocim.ientos previos pertinentes de los alumnos para activarlos (cuando existan
evidencias de que los alumnos los posean) o generarlos (cuando se sepa que los alumnos po
seen escasos conocimientos previos pertinentes o que no los tienen).
De entre las estrategias que se emplean en tal sentido, vamos a presentar aqu las que nos han
parecido ms efectivas, es decir: la actividad focal introductoria, la discusin guiada y la actividad
generadora de informacin previa.
Los tipos de actividaB. focal introductoria ms efectivos que pueden utilizarse son aquellos que
presentan situaciones sorprendentes, incongruentes o discrepantes con los conocimientos previos
de los alumnos. Un ejemplo de actividad focal introductoria para plantearse antes de tratar el tema
de materiales conductores o aislantes consiste en envolver un trozo de hielo en papel aluminio y
otro en un pedazo de tela gruesa (juzgado por ellos mismos como tela "caliente") y animar a los
aprendices a predecir cul de ellos se derretir primero y por qu creen que ser as. Otro ejemplo,
al estudiar el tema de flotacin de cuerpos, consiste en utilizar distintos materiales con diferente
densidad que propongan UI\a experiencia "contraintuitiva" y pedir que predigan cules se hundi
rn y cules no, y que expongan sus hiptesis sobre las variables involucradas en la flotacin de los
cuerpos.
De este modo, las funciones centrales de esta estrategia seran las siguientes:
Actuar como situaciones que activan los conocimientos previos de los alumnos. Especialmente
cuando la presentacin de la estrategia se acompaa de participaciones de los alumnos para
exponer razones, hiptesis, etctera.
Discusin guiada
En este caso se trata de una estrategia que, aunque no lo parezca, requiere de cierta planificacin.
,Dicha planificacin debe hacerse en principio, partiendo de los tres aspectos que deben considerar
se para toda actividad que intente generar o crear informacin previa.
Cooper (1990) define a la discusin como "un procedimiento interactivo a partir del cual profe
sor y alumnos hablan acerca de un tema determinado" (p. 114). En la aplicacin de esta estrategia
desde el inicio los alumnos activan sus conocimientos previos, y gracias a los intercambios en la
discusin con el profesor pueden ir desarrollando y compartiendo con los otros informacin previa
que pudieron no poseer (o al menos no del mismo modo) antes de que la estrategia fuese iniciada.
Tenga claros los objetivos de la discusin, as como hacia dnde quiere conducirla: activar y
favorecer la comparticin de conocimientos previos pertinentes que sirvan al aprendizaje de
los nuevos contenidos.
Inicie la discusin introduciendo de manera general la temtica central del nuevo contenido de
aprendizaje solicitando la participacin de los alumnos sobre lo que saben de sta . Anime a
participar a una buena cantidad de alumnos, de manera que los otros escuchen y se involucren
activamente.
En la discusin, elabore pregLU1tas abiertas que requieran ms que una respuesta afirmativa o
negativa. D tiempo para que los alumnos respondan.
No deje que la discu sin se demore demasiado ni que se disperse; la discusin debe ser breve,
bien dirigida (sin que parezca que lo est haciendo) y participativa.
La informacin previa pertinente que interesa activar y compartir, si se desea, puede anotarse
en el pizarrn a la vista de los alumnos.
Una actividad generadora de informacin previa es una estrategia que permite a los alumnos acti
var, reflexionar y compartir los conocimientos previos sobre un tema determinado. Algunos auto
res se refieren a sta como "lluvia de ideas " o " tormenta de ideas" (Wray y Lewis, 2000).
Cooper (ob. cit.) propone las siguientes actividades para llevarla a cabo:
Pida a los alumnos que, sobre dicha temtica, anoten todas o un nmero determinado de ideas
(por ejemplo, 5 o 10) que conozcan en relacin con ella. Los alumnos pueden participar en esta
tarea de forma individual, en pequeos equipos o con el grupo completo. Incluso si los alum
nos ya saben elaborar mapas conceptuales o algn tipo de representacin grfica conocida,
se les solicita que elaboren uno con las ideas de la lista (especialmente cuando se realiza de for
ma individual o en grupos pequeos) . Marque un tiempo limitado para la realizacin de la
tarea.
Pida a cada alumno o al grupo que lea sus listas (que escriba sus mapas, segn sea el caso) de
ideas o conceptos relacionados ante el grupo total, y antelas en el pizarrn.
Tanto la discusin guiada como la actividad generadora de informacin previa no deben durar
mucho tiempo y se les debe considerar en todo momento como recursos estratgicos que sirv~n a
ciertos fines. Procure que estas estrategias no se conviertan en la actividad central de la ses Ion o
sesiones de enseanza-aprendizaje.
Objetivos o intenciones
Los objetivos o intenciones educativos son enlUl.ciados que describen con claridad las actividades
de aprendizaje y los efectos que se pretenden conseguir en el aprendizaje de los alumnos al finalizar
una experiencia, sesin, episodio o ciclo escolar.
Como han sealado de manera acertada Coll y Bolea (1990), cualquier situacin educativa se
caracteriza por tener una cierta intencionalidad, lo cual quiere decir que en cualquier situacin
pedaggica, lUl.O o varios agentes educativos (por ejemplo, profesores, textos, etctera) desarrollan
lUl.a serie de acciones o prcticas encaminadas a influir o provocar lUl. conjlUl.to de aprendizajes en
los alumnos con lUl.a cierta direccin, y con uno o ms propsitos determinados.
En particular, en las situaciones educativas que ocurren dentro de las instituciones escolares,
los objetivos o intenciones deben planificarse, concretizarse y aclararse con lUl. mnimo de rigor,
dado que suponen el plUl.to de partida y el de llegada de toda la experiencia educativa; adems
desempean lUl. importante papel orientativo y estructurante de todo el proceso.
Es sabido que los objetivos tienen lUl. papel central en las actividades de planificacin, organi
zacin y evaluacin de la actividad docente; pero en esta ocasin vamos a situamos en el plano
propiamente instruccional con el inters de describir cmo los objetivos pueden actuar como a utn
ticas estrategias de enseanza.
En este sentido, lUl.a primera recomendacin relevante que debemos considerar es la intencin
de compartir los objetivos con los aluITU1os, ya que de este modo se ayuda a plantear lUl.a idea comn
sobre a dnde se dirige el curso, o la clase o la actividad que se va a realizar (Perkins, 1999 y Stone,
1999). Para ello, es necesario formular los objetivos de modo tal que estn orientados hacia los
alumnos.
De este modo, es pertinente plUl.tualizar que como estrategias de enseanza deben ser construi
dos en forma directa, clara y entendible utilizando lUl.a redaccin y lUl. vocabulario apropiados para
el aluITU1o; de igual manera es necesario dejar en claro en su enlUl.ciacin las actividades, contenidos
y / o resultados esperados (lo que interese ms enfatizar) que deseamos promover en la situacin
pedaggica.
Por cierto, las actividades que se ffi<.presen en tos objetivos debern ser aqueUas que persigan el
logro de aprendizajes significativos. Al respecto, Perkins (1999) seala que los aprendizajes con
comprensin (trmino con muchas semejanzas al de aprendizaje significativo) deben demostrar el
uso inteligente y flexible de lo aprendido ante situaciones novedosas, De este modo, las actividades
que demuestren un desempeo flexible, o que permitan ir ms all de la mera reproduccin o me
morizacin de los aprendizajes, deberan ser las que tuvieran ms cabida, dentro de la enunciacin
de los objetivos como instrwnentos curriculares y como estrategias de enseanza. Actividades tales
como.expli~ar, justificar: aplicar, extrapolar, analizar, etctera, un tpico cualquiera permiten poner
en eVidenCIa aprendIzajes con comprensin,
Las funciones de los objetivos como estrategias de enseanza son las siguientes (vase Cooper,
1990; Garda Madruga, Martn Cordero, Luque y Santamara, 1995; ShuelL 1988):
Actuar como elementos orientadores de los procesos de atencin y de aprendizaje. Esta orienta
cin ser ms clara para el aprendiz si adems existe un adecuado alineamiento (lase coheren
cia) entre los objetivos y las actividades educativas propuestas (Eggen y Kauchak, 1999),
Servir como criterios para poder discriminar los aspectos relevantes de los contenidos o de la
instruccin (sea por va oral o escrita) sobre los que hay que realizar un mayor esfuerzo y proce
samiento cognitivo,
Permitir a los alunmos formar un criterio sobre qu se esperar de ellos durante y al trmino de
una clase, episodio o curso. Este criterio debe considerarse clave para la evaluacin,
Con base en lo antes dicho, proponemos las siguientes recomendaciones para el uso de los objetivos
como estrategias de enseanza:
1, Cercirese de que son formulados con claridad, sealando la actividad, los contenidos y I o los
criterios de evaluacin (enfatice cada uno de ellos segn lo que intente conseguir en los alum
nos). Use un vocabulario apropiado para los aprendices y pida que stos den su interpretacin
para verificar si es o no la correcta,
2. Anime a los alunmos a aproximarse a los objetivos antes de iniciar cualquier actividad de ense
anza o de aprendizaje.
3, Puede discutir el planteamiento (el porqu y para qu) o la formulacin de los objetivos con sus
alunmos, siempre que existan las condiciones para hacerlo,
4. Cuando se trata de una clase, el objetivo puede ser enunciado verbalmente o presentarse en
forma escrita. Esta ltima es ms plausible que la primera, adems es recomendable mantener
presente el objetivo (en particular con los aprendices menos maduros) a lo largo de las activida
des realizadas en clase.
5. No enuncie demasiados objetivos, porque los alwnnos pueden extraviarse o desear evitarlos
antes que aproximarse a ellos, Es mejor uno o dos objetivos bien formulados sobre los aspectos
cruciales de la situacin de enseanza (la generalidad de su formulacin depender del tiempo
Sealizaciones
Las sealizaciones se refieren a toda clase de "claves o avisos" estratgicos que se emplean a lo
largo del discurso, para enfatizar u organizar ciertos contenidos que se desean compartir con los
aprendices. De este modo su funcin central consiste en orientar al aprendiz para que ste reconoz
ca qu es lo importante y qu no, a cules aspectos del material de aprendizaje hay que dedicarle un
mayor esfuerzo constructivo y a cules no.
Tal estrategia conlleva una tradicin muy consolidada en el ca~po del diseo de textos
instruccionales. Aunque recientemente, gracias a los trabajos y metodologas sobre el anlisis del
discurso en el aula que han aparecido en los ltimos aos, se han identificado algunas sealizacio
nes y claves del discurso que resultan tiles para beneficio del aprendizaje de los alumnos.
Dadas las diferencias evidentes que existen entre el discurso escrito y el discurso pedaggico
(oral) empleado en las aulas, presentamos por separado los tipos de estrategias de sealizacin
para cada una de dichas modalidades, as como sus usos posibles.
Las slalizaciones nlralexlllales son aquellos recursos lingsticos que utiliza el autor o disea
dor de un texto, dentro de las posibilidades que le permite su discurso escrito, para destacar aspec
tos importantes del contenido temtico. Antes de presentar algunas de las que han demostrado ser
ms eficaces, y para que puedan ser mejor comprendidas, haremos una revisin introductoria a
algunas consideraciones relativas a factores importantes en el diseo y estructuracin de los textos.
Por otro lado, tambin existen evidencias sobre la importancia de estructurar la informacin
adecuadamente al nivel de prrafos. Kieras (1978, cit. por Hernndez y Carca , ob. cit.) seala que
la mala estructuracin de ideas dentro de los prrafos llega a provocar una sobresaturacin de la
Segn Kieras, los prrafos deben estructurarse comenzando por presentar la idea esencial de
inicio y, posteriormente, las ideas secundarias conectadas con ella. Otros autores aaden a lo ante
rior que las ideas centrales puestas al inicio de los textos actan como seales o marcos contextuales,
e indican al lector cules van a ser los contenidos relevantes que sern tratados en ellos (vase
Hernndez y Carda, ob. cit.). Tambin existe evidencia sobre el llamado "efecto de primada", que
indica que la informacin puesta a inicio de los textos tiene una alta probabilidad de recordarse
mejor.
En sntesis, una buena conexin entre las ideas introducidas en el texto, y de stas con los cono
cimientos previos, asegura una mejor comprensin y aprendizaje de la informacin contenida en L
Regresando al tema de las sealizaciones, y con base en lo expuesto en los prrafos anteriores,
se identifican varias estrategias de sealizacin intratextual que sera importante considerar para
orientar al lector sobre la macroestructura o la superestructura del mismo. Dichas sealizaciones
son las siguientes (vase Carda, Martn, Luque y Santamara, 1995; Len, 1992 y 1999:
a) Ha cer especificaciones en la estructura del texto. Usar adecuadamente expresiones que especifican
los componentes estructurales del discurso. Por ejemplo, si estamos hablando de un texto que
conjunta varias ideas, stas podran acompaarse con expresiones tales como "primero", "se
gundo", "en primer trmino", "en segundo trmino", "por ltimo" o si estamos hablando de
un texto estructurado en forma de comparacin, sera necesario acompaarlos de trminos ta
les como "en comparacin ... ", "de igual manera .. . ", etctera. (Vase ms adelante, en la parte
final de este captulo, las diferentes estructuras de texto y los marcadores de discurso que se
suelen asociar con ellos; sobre un anlisis adecuado de los marcadores recomendamos la obra
de Portols, 1998.)
b) Presentaciones previas de informacin relevante. En este caso pueden utilizarse al inicio de los tex
tos, dentro de los prrafos, frases que aclaren de lo que tratar el texto, el propsito del autor,
etctera, que orienten al lector. Es una forma de explotar el llamado "efecto de primada", al que
nos referamos anteriormente.
c) Presentaciones finales de info rmacin relevante. Similares a la anterior, pero en este caso la informa
cin relevante o aclaratoria deber presentarse al final del texto a modo de conclusin. Un
.. . C'piw(,,' t:'fIlU'Y.,.I' ,1.- <"m,/;,m.:./ P,/Il1 /,/ pn"f/II"itif/ ,1, ,lpr,."rli:'l;r, ;~~i{i,),ri1'O.
I
d) Expresiones aclaratorias que revelan el punto de vista del autor. Consisten en expresiones usadas por
el autor o diseador para destacar su punto de vista personaL poniendo nJasis o aclarando
asuntos de relevancia (por ejemplo, "Cabe destacar que", "Por desgracia ... ", "Pongamos aten
cin a ... ", etctera).
Estas sealizaciones no aaden inJormacin adicional al texto, tan slo lo hacen explcito u
orientan al lector hacia lo que se considera ms relevante a ser comprendido.
Ms all de las sealizaciones quisiramos presentar, otras estrategias que el autor o el disea
dor pueden utilizar y que estaran ms abocadas a reforzar la codi~icacin y la asimilacin de la
informacin del lector (Hartley, 1996; Hernndez y Carca, ob. cit.). Estas son las siguientes:
a) Explicitacin de conceptos. Consiste en exponer los conceptos de inters dndoles una mayor
claridad en su presentacin (por ejemplo, exposicin apropiada de sus caractersticas definidoras)
o proveyndoles de mayor contexto para elaborar conexiones internas (relaciones con otros
conceptos subordinados o supraordinados) o de conexiones externas (con los conocimientos
previos).
b) Uso de redundancias. Se refiere al uso de formas lingsticas alternativas que hablen sobre las
mismas ideas o conceptos ya presentados (aunque sin llegar a la repeticin), con la intencin de
que sean objeto de un procesamiento ulterior en la memoria operativa.
c) Ejemplificacin. Como su nombre lo indica consiste en adjuntar ejemplos pertinentes que acla
ren los conceptos que se desean ensear o presentar, tratando de concretizarlos con objetos o
situaciones que los ilustren.
Por otro lado, las sealizaciones extratextuales son los recursos de edicin (tipogrficos) que se
adjuntan al discurso y que pueden ser empleados por el autor o el diseador para destacar ideas o
conceptos que se juzgan como relevantes. Algunos ejemplos de sealizaciones extra textuales utili
zadas de forma comn son las siguientes (vase Hartley, 1996):
Empleo de cajas para incluir material que se considera valioso (ejemplos, ancdotas o bibliogra
fa adicional).
Inclusin de notas al calce o al margen para enfatizar la inJormacin clave (pueden ser concep
tos, frases o hasta pequeos mapas conceptuales).
Nota: las evaluaciones fueron l"t'alizadas en ["calas de 7 puntos de la siguiente forma: la familiaridad tena un rango
de evaluacin que iba desde 1 (no familiar) a 7 (muy familiar); la probabilidad de uso tena un rango de 1 (uso
improbable) a 7 (uso muy probable); r el valor para el aprendizaje desde 1 (no ayuda) hasta 7 (mucha ayuda),
A pesar de la gran variabilidad encontrada en cada una de las tres categoras de evaluacin, es
posible destacar varios hechos. Primero, los alumnos apreciaron mejor ciertas ayudas, por
ejemplo: el uso de negrillas para los trminos tcnicos, los resmenes de captulo, y los glosa
rios de captulo o en avance (es sorprendente que no les otorguen el mismo valor a ayudas
tales como: objetivos, preguntas de discusin, demostraciones y esquemas de captulo). Se
gundo, a pesar de la variabilidad, los sujetos reconocen que las ayudas pedaggicas llegan a
ser ms provechosas que intiles para facilitar su aprendizaje (todas fueron evaluadas,
en promedio, por arriba de 4). Por ltimo, puede concluirse, siguiendo a los autores, que
los alumnos suelen ser muy pragmticos al valorar o utilizar las ayudas que aparecen en los
textos. Al parecer los alumnos utilizan las ayudas slo para extraer informacin factual con
miras a presentar sus exmenes, y no usan aquellos apoyos que promueven un procesamiento
ms profundo o que les demanden ms tiempo, Adems, en muchas ocasiones los mismos
alumnos desconocen los beneficios que pueden obtener o no han aprendido a sacar provecho
de las ayudas pedaggicas colocadas en los textos instruccionales. Usted qu piensa?
Si bien el hecho mismo de usar las sealizaciones intratextuales provoca ciertas redW1dancias
en el texto, creemos que es posible aplicar, para el caso de los textos instruccionales, algW1as de las
extra textuales como apoyos visuales adicionales, con el propsito de identificarlas con mayor faci
lidad.
Lo 5ert.'S vivo son irritabl , por 1 que r ponden a los tintulos y cambios isicos dt! su
medio ambiente. En 10_ seres humanos y en otros animalt!S superiores algunas cclulas del cuer
po estn muy especializadas y responden a derto tipo de estimulo: lo conos y los bastones
responden a la luz, y amb s se localizan '-'n la retina; algunas lula de la nariz y los botones
gustativos de la lengua, responden a estimulos qun icosj y las lula > pedales de la piel lo
hacen a cambios de temperatura o prt!Sin. En los animal inferiores y las plantas, pueden
faltar estas clulas especializadas, pero entonces, el organismo entem responde a la estimulacin.
Por ejemplo, los unicelulares responden al calor o al frio. La irritabilidad de las clulas vegeta
les no siempre es tan manifiesta como la de los animales; pero tambin son sensibles l cambios
en el medio. En ellas, los movimientos del flujo pueden ser acelerados o frenados por la inten
sidad de la luz.
Ahora, se presenta el mismo pasaje, aunque modificado con distintos tipos de sealizacio
nes. Identifique los que hemos integrado en esta segunda versin del texto y compare.
Aun cuando todos los seres vivos son irritables, ya que respol/del/ a estll/ulo
Irritabilidad y cambios fsicos de Sil medio ambit'l/te, /la todos lo /act'll de la misma forma.
As, por ejemplo, en lo!> sere~ humanos y en otros animales superiores, algunas clulas del
cuerpo estn muy especializadas y re ponden a cierto tipo de estmlllos:
Algunas clulas de la nariz, y los botones gusta tivos de la lenglla, responden a estimulos qumi
cos.
EIZ oposicin, en los animales inferiores y las plantas puede haber una ausencia
Irritabilidad
i"diferenciada de estas clulas especializadas; pero, entonces, el organismo entero responde a
la estimulacin: por ejemplo, los unicelulares responden al calor o al fro.
3. Hacer un uso racional de dichas estrategias puesto que su funcin es detectar la informacin
ms importante y organizarla. Un empleo exagerado e inconsistente de ellas no permitir al
alumno diferenciar lo esencial de lo secundario.
4. En los textos acadmicos es posible alternar las sealizaciones intratextuales o extra textuales o
incluso pueden utilizarse conjuntamente. Se debe cuidar que su uso sea estratgico y no desme
surado, de lo contrario, perdern sentido.
Gracias a los anlisis recientes que se han hecho sobre el discurso en las aulas, ha sido posible
identificar una serie de estrategias discursivas que los profesores utilizan para orientar, dirigir y
guiar el aprendizaje de los alumnos en el contexto de la situacin escolar (en otros contextos, con
seguridad habr otras variedades de estrategias discursivas).
En este apartado seguimos las aportaciones de Edwards y Mercer (1988; vase tambin Mercer,
1997) sin abundar demasiado en ellas, porque un tratamiento adecuado de stos y otros trabajos
(por ejemplo, Coll et al., 1992; Garda, Secundino y Navarro, 2000; Lemke, 1997) rebasara las carac
tersticas del presente captulo (para los lectores interesados, sugerimos aproximarse a dichas obras).
Aunque sabemos que corremos el riego de incurrir en simplificaciones excesivas, nos interesa
presentar aqu algunas ideas y conceptos que consideramos valiosos y de posible utilidad para los
docentes.
Mercer (ob. cit.), por ejemplo, ha identificado ciertas estrategias y/o formas de conversacin
utilizadas para construir una versin conjullta del conocimiento con los aprendices. Tales estrategias,
segn su objetivo, se clasifican en tres categoras:
e) Para describir las experiencias de clase que se comparten con los alumnos.
Los profesores necesitan saber lo que saben los alumnos y cmo y cunto van progresando
en sus aprendizajes. En tal sentido utilizan dos tipos de estrategias bsicas en relacin con la cate
gora a).
Tales estrategias son: las preguntas elaboradas por el profesor y lo que Mercer (ob. cit.) denomi
na tcnica de "obtencin mediante pistas".
Si bien muchas de las preguntas que los profesores hacen a los alumnos tienen como propsito
lograr el control de los alumnos (Mercer, 1997; Lemke, 1997), otras pueden llegar a ser muy relevan
tes para el proceso de enseanza-aprendizaje. Mercer (ob. cit.), por ejemplo, seala que las pregun
tas ms efectivas son aquellas que se hacen con el propsito de guiar los esfuerzos de construccin
de los estudiantes (preguntas tales como: por qu hiciste ... ?; exp/came cul es la razn ... ?, qu
pasara si ... ?). Estas preguntas, en cierto sentido, ayudan a que el alumno ponga atencin sobre
determinados aspectos de los contenidos, o sobre las acciones relacionadas con ellos, y a que se
esfuerce yendo ms all de su comprensin inmediata.
En otros momentos, cuando los docentes estn explicando o hacen una pregunta que los alum
nos no pueden contestar de inmediato, pueden emplear la estrategia de "obtencin mediante pis
tas" que consiste en "conseguir" participaciones o respuestas de los alumnos (segn sea el caso) por
va indirecta, mediante pistas visuales o no verbales (incluso pueden ser verbales). Las pistas son
dadas por el maestro de forma estratgica, buscando no decir la respuesta correcta sino slo insi
nuarla, y queda en el (los) alumno(s) apoyarse en ellas para dar con la respuesta o la idea que se est
solicitando. El uso de dicha estrategia puede justificarse por el hecho de animar a que los alumnos
participen activamente en el proceso de construccin y a que tomen nota de los aspectos relevantes
que se estn tratando.
Los profesores tambin emplean otra clase de estrategias que esencialmente sirven para
retroalimentar o guiar a los aprendices cuando stos intervienen por medio de participaciones es
pontneas o respuestas dadas a una pregunta del profesor (categora b) (vase el cuadro 5.6, donde
se ilustran algunas de las estrategias de esta clase).
Una de las estrategias comnmente empleadas, que sirven para incorporar las participaciones
de los alumnos en el dilogo es la de confirmacin de las mismas (por ejemplo, "s, lo que acabas de
decir est bien dicho ... " [cuando realmente lo sea)). Esta estrategia tambin sirve para destacar que
lo que ha sido dicho por un alumno, desde el punto de vista del docente, queda legitimado y se
considera correcto.
Otra estrategia, la repeticin, tambin conlleva funciones en el mismo sentido. Consiste en que el
docente repite lo que ha dicho o contestado un alumno con la finalidad de remarcar lo que le parece
que se ha dicho correctamente, y que a su juicio tiene un significado relevante para lo que posterior
mente ser aprendido.
Una estrategia muy similar a la anterior es la de elaboracin, que consiste en ampliar, extender o
profundizar la opinin de algn alumno, o de varios, cuyo punto de vista no ha quedado suficien
temente claro o que incluso se ha dicho en forma confusa.
Finalmente, los profesores pueden usar dos estrategias adicionales, cuando las respuestas u
opiniones espontneas de los alumnos son incorrectas, inexactas o inapropiadas. stas son las de
CUADRO 5.6 Ejemplos de uso de estrategias discursivas
en una secuencia instruccional
PROFESORA: Bien. Acabamos de leer las instrucciones para el experimento, Gary. Que
remos hablar un poco del equipo de trabajo, ya que vamos a utilizar un felpudo incom
Um, Debbie, qu pasa con e.l felpudo incombustible, por qu es importante? Lo ponemos
PROFESORA: S. Porque alguna cosa del experimento podra quemar la mesa, s. Y por
Est hecho de amianto, material que no arde, y esto nos eS muy til, como ustedes saben.
(PREGUNTA).
HANNAH: Para colocar, esto, para que puedas colocar el um, el mechero bunsen debajo y
PROFESORA: Para que las cosas se apoyen encima, bien .. . (REPETICIN / CONFlRMA
CIN).
PROFESORA: Hay que pasarlo a una llama amarilla (REPETICIN). Por qu esto es
importante,Oliver?
PROFESORA: Para que nadie pase el brazo por la flama, bien (REPETICI / CON FIR
MACIN).
rechazar e ignorar, las cuales deben ser empleadas con cierto cuidado, acompandolas de explica
ciones sobre por qu no se consideran adecuadas.
Como puede apreciarse, todas las estrategias pertenecientes a la categora b) se pueden colocar
en un continuo que estara fundado en el grado de precisin que tienen las participaciones de los
alumnos, y sobre cmo stas pueden ser o no rescatadas para la creacin de una versin construida
conjuntamente por el enseante y los alumnos. Lo que es indiscutible es que todas las estrategias
Respecto a las estrategias de la categora c), stas ayudan a que los alumnos perciban la conti
nuidad de lo que han venido construyendo desde que iniciaron las actividades de enseanza y
aprendizaje; tambin sirven para demostrarles cmo las cosas que se han venido aprendiendo con
anterioridad han mejorado sus niveles de comprensin. De nuevo el uso de estrategias en el discur
so contribuye de manera importante en ello, as como en el proceso de sentar las bases de lo que a
continuacin se aprender.
Las frases que el profesor utiliza en clase del tipo "Nosotros ... ", donde se involucra l mismo
junto con el grupo clase, es una de las estrategias que se emplean eficazmente para utilizar expe
riencias y / o conocimientos compartidos, logrados en momentos previos de una secuencia o episo
dio didctico, y para ponerlos en relacin con otras cuestiones que se estn aprendiendo sobre la
marcha . Tambin ayudan a que los alumnos perciban que se ha logrado compartir una serie de
saberes gracias a la experiencia pedaggica compartida.
Las recapitulaciones literales y las recapitulaciones reconstructivas son otras estrategias que los pro
fesores usan en la clase. Ayudan a restablecer contextos intersubjetivos y, sobre todo, proveen me
dios eficaces para lograr la continuidad (vase tambin Col! et al., 1992; Edwards y Mercer, 1988;
Lemke, 1997; Mercer, 1997, y Snchez, Rosales, Caedo y Conde, 1994). Dichas recapitulaciones son
resmenes de lo que se ha dicho o hecho y que se considera valioso aprenderse; son ampliamente
reconocidas como recursos discursivos que ayudan y orientan a los alumnos porque ofrecen un
contexto .
En Lill trabajo interesante, Snchez, Rosales, Caedo y Conde (1994; vase tambin Snchez,
1993, y Snchez, Rosales y Caedo, 1996) intentaron analizar y comparar el discurso expositivo de
profesores expertos y principiantes, partiendo de la idea de que el discurso puede estudiarse como
un texto. De este modo, la perspectiva terica central de su estudio la constituyen los trabajos que se
han desarrollado desde la teora de la comprensin de textos, en particular la teora macroestructural
de Kintsch y Van Dijk (vase captulo 7 de la presente obra).
Segn estos autores el discurso expositivo pedaggico (como cualquier otro acto comunicativo)
se estructura esencialmente por medio del compromiso entre o "dado" y lo "nuevo".
El problema del discurso expositivo pedaggico, entonces, se traduce en tres aspectos centra
les: a) cmo se ha logrado construir o acordar lo ya dado, b) cmo se desarrollar lo nuevo y, por
ltimo, c) cmo puede el enseante cerciorarse, mediante actividades evaluativas, de que lo nuevo
realmente se ha aprendido y que en adelante pasar a formar parte de lo ya dado.
Lo nuevo, expresado por medio del discurso, tiene que estructurarse ad ecuadamente para que
sea comprendido por el alumno. Se debe desarrollar en forma apropiada en los niveles micro, macro
, . GIf'ifll/";; 1-~",,,,:,!,1./S d,' ,"1', './IJ~.I !',r.l /.1 /"tlllltI< :1111 ti". "I'rflll/;:'Y,'" (l},'mli ..,trltH
Emplea da es como
...na causa"
Sin intentar elaborar una resea minuciosa de dichos trabajos (remitimos al lector interesado a
revisar las obras citadas del grupo de E. Snchez), lo que nos interesa resaltar son las diferencias
encontradas entre los profesores expertos y los principiantes en la construccin de su discurso
expositivo, a partir de esta propuesta de anlisis. De manera simplificada, dichas diferencias encon
tradas son las siguientes:
Los profesores expertos crean un contexto cognitivo ms completo (evocan contenidos verdade
ramente conocidos por los alurrmos). Emplean ms recursos (por ejemplo, evocaciones, indaga
ciones, uso frecuente de frases tales como: "esto es importallte para elltellder .. .") y los usan en
forma estratgica para crear dichos contextos.
Los profesores expertos estructuran su discurso de informacin nueva (un discurso dosificado
de ideas) aiiadiendo ulla cantidad sigllificativa de repeticiones, ejemplos simples y recapitulaciones,
entre otras cuestiones. Mientras que los profesores novatos muestran una tendencia opuesta:
introducen una cantidad exagerada de ideas nuevas sin apoyos (como los mencionados a nivel
micro y macroestructural) que les den un buen apuntalamiento y sentido.
Los profesores expertos usan seiializaciones para identificar y presentar idms o temas IIlleVOS, y para
demostrar la existencia de continuidad temtica, con mayor frecuencia y destreza que los prin
cipiantes.
El uso que los expertos hacen de las repeticiones, etctera, lo aplicall estratgicamellte a las ideas
ms importantes de su discurso. Por ejemplo, las recapitulac iones se utili zan de manera contigua
a la elaboracin de una idea muy relevante en la exposicin global.
Los expertos aplican estrategias evaluativas informales (por ejemplo, preglmtas dirigidas a los
alumnos para asegurarse de que "se est comprendiendo") para verificar si se comprenden las
ideas principales de su discurso. Los profesores principiantes casi no rea.lizan evaluaciones.
Como podr concluirse de los trabajos revisados en esta seccin, en el discurso del profesor, sea
que ste se estructure por va predominantemente expositiva y/o que se desarrolle inmerso en un
Una vez ms, lo importante es que estas habilidades y estrategias discursivas estn presentes y
que, sobre todo, se intente hacer un uso reflexivo y estratgico de las mismas.
Ilustraciones
Las ilustraciones (fotografas, dibujos, pinturas) constituyen uno de los tipos de informacin grfi
ca ms ampliamente empleados en los diversos contextos de enseanza (clases, textos, programas
por computadora, etctera) . Son recursos utilizados para expresar una relacin espacial esencial
mente de tipo reproductivo (Postigo y Pozo, 1999). Esto quiere decir que en las ilustraciones el
nfasis se ubica en reproducir o representar objetos, procedimientos o procesos cuando no se tiene
la oportunidad de tenerlos en su forma real o tal y como ocurren.
Se han utilizado con mayor frecuencia en reas como las ciencias naturales y disciplinas tecno
lgicas, no as en reas como humanidades, literatura y ciencias sociales, donde generalmente, en
comparacin con las anteriores, ha sido menor su presencia.
Se ha dicho con cierta agudeza que una imagen vale ms que mil palabras; sin embargo, este
refrn debe relativizarse en funcin de qu imagen, discurso, convenciones e intrpretes sean a
quienes nos estemos refiriendo. Las imgenes sern interpretadas no slo por lo que ellas represen
tan como entidades pictricas, sino tambin como producto de los conocimientos previos, las acti
tudes, etctera, del receptor.
Precisamente las cuestiones mencionadas son algunas de las caractersticas que debemos consi
derar para el buen uso de las ilustraciones, lo cual quiere decir que para utilizar ilustraciones debe
mos plantearnos de una o de otra forma las siguientes cuestiones: a) qu imgenes queremos pre
sentar (calidad, cantidad, utilidad); b) con qu intenciones (describir, explicar, complementar,
reforzar) ; e) asociadas a qu discurso, y d) a quines sern dirigidas (caractersticas de los aluIlU1os,
como conocimientos previos, nivel de desarrollo cognitivo, etctera).
No obstante, es indudable reconocer que las ilustraciones casi siempre son muy recomendables
para comunicar ideas de tipo concreto o de bajo nivel de abstraccin, conceptos de tipo visual o
espacial, eventos que ocurren de manera simultnea, y tambin para ilustrar procedimientos o ins
trucciones (Hartley, 1985).
En los textos, aunque tambin en las clases escolares, las relaciones establecidas entre discurso
e imgenes pictricas, muestran una preponderancia a favor del texto, por lo que las ilustraciones
muchas veces sirven para representar algunas cosas dichas en el discurso o bien para complemen
tar, presentando cierta informacin adicional a lo que el discurso dice.
Descriptiva
Este tipo de ilustraciones muestra/J cmo es ll/J objeto fsicamente, nos dan LUla impresin holstica del
mismo, sobre todo cuando es difcil describirlo o comprenderlo en trminos verbales. Lo importan
te es conseguir que el alumno identifique visualmente las caractersticas centrales o definitorias del
objeto. Las figuras A, B Y e son ejemplos de ilustraciones descriptivas.
-.
Paralela Antiparalela
a) b)
Figura e Enlnc(; dr I"drgmo m: (/ ) I,r ei fTllmml d,. hOJfl {3-pkga,l, P'''''''''", (ti i, 'II/r 10(1.11 l/u mtlolll' pl/lip,prldu"'f "1111 (/1 I,r "11.<"'" diraoll;
.' b) !roj a (3-pl..gad.1 ill/flpanrlrlu . tri In que la,' ,'"dmaJ pollPrpritlicQJ 1'111/ m dU'ICcioM$ opunrm,
Expresiva
A diferencia de las anteriores, las ilustraciones expresivas buscan lograr un impacto en el aprendiz o
lector considerando aspectos actitudinales y emotivos. Lo esencial es que la ilustracin evoque cier
tas reacciones actitudinales o valorativas que interesa ensear o discutir con los alumnos. La figura
O es un ejemplo de este tipo de ilustracin .
Otros ejemplos de ilustraciones expresivas son: fotografas de las vctimas de la guerra, la hambruna
o los desastres naturales; fotografas o dibujos de un hroe honrando a la bandera para resaltar
valores patrios.
Construccional
Estas ilustraciones resultan muy tiles cuando se busca explicar los componentes o elementos de una
totalidad ya sea un objeto, un aparato o un sistema. Hay que reconocer que entre las ilustraciones
constructivas y los mapas (por ejemplo, croquis, planos, mapas) hay un continuo y constituyen
toda una veta amplia de informacin grfica, que bien podra considerarse aparte (vase Postigo y
Pozo, 1999). Lo importante en el uso de tales ilustraciones es que los alumnos aprendan los aspectos
estructurales que interesa resaltar del objeto o sistema representado. La figura E es un ejemplo de
il ustracin construccional.
Monocristal
Resistencia de
calentamiento
-------
~~~- -
- -
-
-
-
-
- - - -
- - - - - -----
--- ---~- -
Figura E IllS/T/ICC/()/{,d.
Ms ejemplos de ilustraciones cOl1struccionales SOIl: diagramas de las partes de una mquina; di-fe
rentes vistas de un transductor neumtico; esquema de las partes del aparato reproductor femenino.
Funcional
A diferencia de la anterior, que constituye una representacin donde se enfatizan los aspectos es
tructurales de un objeto o proceso, en las ilustraciones funcionales interesa ms bien dC';;uibir
visualmente las distintas interrelaciones of/lllcioll es existelltes entre las partes de LU1 objeto o sistema para
que ste entre en operacin. As, en estas ilustraciones se mues tra al aprendiz cmo se realiza un
proceso o la organizacin de un sistema, y lo relevante es que aprenda y analice sus funciones
locales y globales. La figura F es un ejemplo de ilustracin funcional.
h _ _ __ ~~ _ ____ _ ___
Algortmica
Este tipo de ilustraciones esencialmente sirve para describir procedimielltoi. Incluye diagramas don
de se plantean posibilidades de accin, rutas crticas, pilSOS de una actividad, demostracin de re
glas o normas, etctera.
La intencin al utilizar estas ilustraciones es conseg uir que los aprendices aprendan procedi
mientos para que despus puedan aplicarlos y solucionen problemas con ellos. Un ejemplo.;", pre
senta en la figura G.
Ms ejemplos: diagrama de los primeros auxilios y pasos a seguir para transportar a una persona
fracturada; esquema con los pasos de un procedimiento para elaborar programas de estudio .
Las funciones de las ilustraciones en un texto de enseanza son (Duchastel y Walter, 1979; HJI'tley,
1985; ew ton, 1984):
Permitir la explicacin en trminos vis uales de lo que sera difcil comunicar en forma pura
mente lingstica .
Se cree que las ilustraciones contribuyen de m anera importante a generar elementos de apoyo
para construir modelos mentales, sobre los contenidos a los que se refiere la explicacin en clase o el
Necesidades de
Dependencias creacin de
Oficio de
informacin l'
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Secretaria
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Transferencias y
Presupuesto
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-
Archivo
de plazas
texto (vase captulo 7 de esta obra). Por ejemplo, Mayer (1989) demostr que el empleo de ilustra
ciones (constructivas y funcionales) previo a la exposicin de informacin textual, consistente en
conceptos cientficos y de ingeniera, permitan desarrollar modelos conceptuales apropiados, lo
cual mejoraba el aprendizaje (la solucin de problemas sencillos) de dicha informacin.
Asimismo, varios estudios han demostrado que las ilustraciones inducen la formacin de im
genes mentales en los aprendices o lectores quienes las reciben; de hecho, existe evidencia emprica
que demuestra que las ilustraciones se igualan en efectividad con la instruccin explicita para ela
borar imgenes mentales (vase Balluerka, 1995).
Despus de una amplia revisin de la literatura realizada por Levie y cols. (Levie y Lentz, 1982;
Anglin, Towers y Levie, 1996; vase tambin Branden, 1996) sobre el uso de las ilustraciones, se
puede concluir que stas facilitan el aprendizaje cuando se presentan con materiales textuales. Otras
conclusiones ms especficas de inters son las sig uientes:
b) Cuando las ilustraciones proveen informacin redundante al texto facilitan el aprendizaje don
de ocurre tal redundancia .
e) Los aprendices pueden fallar para hacer uso efectivo de ilustraciones complejas, a menos que se
les den pistas apropiadas para hacerlo.
f) Las ilustraciones mejoran la disposicin del aprendiz y pueden emplearse para evocar reaccio
nes afectivas.
g) En general, el uso de las ilustraciones favorece ms a los estudiantes de menor edad y con
escasa habilidad verbal; aunque habra tambin que tomar en cuenta aqL los estilos cognitivos
y las preferencias de codificacin que tienen los alumnos (Hernndez y Carda, 1991).
h) Las ilustraciones suelen ser ms tiles para los malos que para los buenos lectores.
i) Las variables de las ilustraciones tales como: tamao, posicin en la pgina, estilo, color y grado
de realismo llegan a afectar la atencin; pero no necesariamente constituyen ayudas adicionales
significativas para el aprendizaje.
Vale la pena reiterar que el simple uso cosmtico de las ilustraciones en los textos no conduce a
nada y menos cuando la dificultad del texto es alta, porque surge un efecto distractor ms que
facilitador. De este modo, resulta necesario cuidar que las ilustraciones sean utilizadas como verda
deros apoyos de los contenidos que se consideran valiosos a aprender (vase Prez, Llorente y
Andrieu, 1997).
1. Seleccionar las ilustraciones pertinentes que correspondan con lo que se va a aprender. Es con
veniente tener muy claro qu funcin desempear la ilustracin cuando sea utilizada.
2. Incluir ilustraciones que tengan estrecha relacin con los contenidos ms relevantes que a ense
ar (Anglin, Towers y Levie, 1996; Hernndez y Carda, 1991). Es necesario colocarlas cerca del
contenido al que se refieren. Es mejor incluir unas cuantas ilustraciones que se relacionen con
las ideas relevantes y entre s mismas, que incluir demasiadas ilustraciones inconexas o decora
tivas que provoquen saturacin.
3. Vincular de manera explcita las ilustraciones con la informacin que representan. En el caso de
lU1 texto, pueden emplearse pies de figura y referencias a las ilustraciones (por ejemplo: "vase
la figura nmero 7 donde se observa que ... "). Una ilustracin inconexa no favorece el aprendi
zaje y el alumno tiende a "saltarla " al revisar el texto .
4. Las ilustraciones a color sern preferibles a las de blanco y negro slo si esta dimensin aade
informacin relevante sobre el contenido que se ilustra, o si se busca realzar el atractivo del
material. De no ser aS, el color influye poco en el aprendizaje.
6. Es preferible que las ilustraciones sean "autocontenidas" en el sentido de aclarar, por s mis
mas, qu es tn representando.
7. Son preferibles las ilustraciones completas y realistas que las abstractas, sobre todo para el caso
de estudiantes de poca edad .
Los modelos permiten representar cmo son o funcionan ciertos objetos, procesos o situacio
nes. En cierto modo, son emulaciones especialmente diseadas a partir de lo que hemos llegado a
saber de la porcin de la realidad a la que se refieren.
As, su funcin principal como recurso instruccional (diseado y utilizado por el enseante) o
de aprendizaje (diseado por el aprendiz) consiste en ayudar a los aprendices a identificar y com
prender caractersticas de lo real que de otro modo resultaran difciles de entender para ellos.
Dentro de las simu/aciones u tilizadas en la enseanza podemos distinguir dos tipos: las sim ulacio
nes simblicas y las experienciales (Gredler, 1996). Las simulaciones simblicas son una forma de
"modelizacin" posible gracias a los recursos de la tecnologa informtica.
Una simulacin simblica es una representacin dinmica del funcionamiento de algn univer
so, sistema o fenmeno por medio de otro sistema (en este caso la computadora). En particular,
constituye un recurso especialmente valioso para las situaciones pedaggicas .
Por otro lado, las simulaciones experiencia les, tambin conocidas como dramatizaciones, son
representaciones donde el aprendiz puede tener la oportunidad de participar dentro de la simu
lacin. Se prestan mucho para emular eventos, acontecimientos o temas sociales. Proponer una
dramatizacin en clase puede ser una experiencia que motive mucho a los participantes de la mis
ma y a los alumnos en general. Aunque tal vez lleve un poco de tiempo su preparacin, los resulta
dos sobre la motivacin de los alumnos son ms que evidentes.
Finalmente, se encuentra el campo del renlia que mientras sea posible, debe abrirse y preferirse
para gozo de los aprendices. No hay nada como los objetos autnticos y tangibles. Todos los recursos
anteriores, incluyendo las ilustraciones, son modos de representar lo real para los alumnos y cada
uno de ellos lo har con cierto grado de fidelidad y xito; pero siempre seguir siendo un sustituto al
que se recurre porque muchas veces los objetos reales no pueden llevarse a las aulas, o porque llevar
una ilustracin, un modelo o una simulacin puede resultar menos costoso y ms prctico.
Siempre que sea posible y de acuerdo con los fines pedaggicos que se persigan, serJ mejor
presentar ante los ojos de los alumnos objetos reales y tangibles, que ellos obsen'en y experimenten
directamente.
Grficas
Las grficas son otro tipo ms dentro de los distintos tipos de informacin grfica (vase Postigo ~
Pozo, 1999). Se trata de recursos que expresan relacion s de tipo numrico o cuantitativo entre dos
O ms factores o variables por medio de lneas, sectores, barras, etctera.
Las grficas bsicamente son de dos tipos: lgico-matemtica (grficas tipo polgono) y de arre
glo de datos (grficas tipo histogramas, tipo "pastel", etctera).
Grfica lgico-matemtica
Otros ejemplos 5011: grficas de la curva de la prdida de la audicin en funcin de la edad y sexo;
grfica del desarrollo infantil en el rea de adquisiciones psicomotoras; grfica de la variacin de la
presin atmosfrica en relacin con la altitud sobre el nivel del mar.
d
50 ~~~=r==~~~~-=~~~
45
40
35
30
25
20
15
10
5
Para el caso de las grficas, es menester que los alumnos aprendan cmo interpretarlas (algo que
algunos autores han denominado alfabetizacin grfica o graphicacy, vase Postigo y Pozo, 1999), de
lo contrario su utilizacin como estrategias no tendra ningn sentido para ellos. De hecho, esta
NOTA: En los datos de educacin superior hay diferencias con los que publica la SEP, lo cual se debe a los distintos
tratamientos, agrupamientos y a los plazos de recoleccin.
No incluye tcnico superior universitario: 8 561 alumnos en 1996 ni capacitacin para trabajo: 407.7 mil alumnos,
Po r acuerdo presidencial, en marzo de 1984 la educacin normal recibi el carcter acadmico de licenciatura .
FUENTE: Direccin General de Planeacin, Programacin y Presupuesto, SEP, para educacin superior anuarios esta
dsticos de la .o\NU I s.
Ayudan a comprender mejor las relaciones cuantitativas que si ~tas se expresaran en forma
puramente verbal. Es ms, muchas relaciones cuantitativas son dlflClles de comprender SI no se
utilizan las grficas.
Varias de las recomendaciones en el uso y diseo de las ilustraciones son comunes a las de las
grficas. A continuacin exponemos la s ms asociadas con estas ltimas:
2. Se requiere vincular de manera explcita las grficas con la informacin que representan. Es
indispensable rotuladas y aclarar qu fenmenos o variables se estn representando.
3. Debern emplearse dentro del texto pies de figura y referencias a las ilustraciones (por ejemplo:
"vase la grfica nmero x que ilustra ... tI) . Una grfica aislada no le dice nada al alumno o al
lector.
4. Con las ventajas tcnicas existentes hoy en dia, las grficas pueden elaborarse en form as
sofisticadas (uso del color, diseo tridimensional, etctera); pero hay que cuidar que siempre
dejen en claro las relaciones cuantitativas que interesa discutir con los alU1lli1os.
5. Con las grficas llega a darse el caso de que el texto dependa de lo que la grfica describe (y no
al revs como con muchas ilustraciones); es decir, la relacin verboicnica puede basarse menos
en el texto y ms en la grfica, por tal r azn es importante presentar gr ficas bien diseadas y
adjuntar explicaciones adecuadas a ellas, para que, al mismo tiempo que ensean el contenido
que interesa resaltar, vayan mostrando al alumno-lector cmo hacer una lectura de la misma en
forma apropiada y promoverse as la doble lectura texto-grfica .
Preguntas intercaladas
Las preguntas i.ntercaladas son aquellas que se plantean al alumno a lo largo del material o
situacin de enseanza y tienen como intencin facilitar su aprendizaje. Se les denomina tambin
preguntas adjuntas o insertadas (Ba lluerka, 1995; Hernndez y Garda, 1991; Rickards y Denner,
1978; Rickards , 1980).
Esta estrategia de enseanza ha sido ampliamente investigada sobre todo en el campo del dise
o de textos acadmicos. Por tal razn, nuestra exposicin se centrar principalmente en el mbito
de tal modalidad.
Las preguntas intercaladas, como su nombre lo indica, se van insertando en partes importantes
del texto cada determinado nmero de secciones o prrafos, de modo que los lectores las contestan
a la par que van leyendo el texto.
Cook y Mayer (1983) han sealado que las preguntas intercaladas favorecen los procesos de:
Los dos primeros procesos son los que se encuentran m s involucrados en el uso de las pregun
tas, y si stas se elaboran correctamente (preguntas de alto nivel) es factible abarcar los tres.
Segn Rickards y Denner (ob, cit.) es posible identificar varios factores crticos en su uso: a) la
posicin, b) la frecuencia, e) el nivel de procesamiento que demandan y d) la interaccin entre ellos.
En relacin con la posicin que guardan con el contenido a aprender, las preguntas se clasifican
en prepreguntas y pospreguntas.
Las prepregllntas se emplean cuando se busca que el alumno aprenda especficamente la infor
macin a la que hacen referencia (aprendizaje intencional), por lo que su funcin esencial es la de
focalizar la atencin sobre aspectos especficos. En tanto que las pospregllntas debern alentar a que
el alumno se esfuerce en ir " ms all " del contenido literal (aprendizaje incidental), de manera
que cumplan funciones de repaso, o de integracin y construccin,
El nmero de prrafos en que debern intercalarse las preguntas, por supuesto, no se halla
establecido; el diseador lo seleccionar considerando que se haga referencia a un ncleo de conte
nido importante,
La freClle/1cia de las preguntas dentro de un texto tambin se fija a criterio, advirtindose que
conviene no abrumar al aprendiz con un nmero exagerado de ellas. Adems, se ha comprobado
que el factor frecuencia no parece ser tan relevante, puesto que lo ms importante es la calidad de
las preguntas que se elaboran.
Respecto al nivel de procesamiento que demanda la pregunta, podemos identificar, por un lado,
las preguntas que inducen un procesamiento superficial de la informacin, en tanto que solicitan al
lector el recuerdo literal y de detalles sobre la informacin (preguntas factuales o reproductivas); y
por otro lado, las que promueven el procesamiento profundo por que demandan la comprensin
inferencial, la aplicacin y la integracin de la informacin (preguntas implcitas y constructivas),
Al comparar la eficacia de estas dos clases de preguntas en el recuerdo y comprensin de la infor
macin, se ha demostrado que las preguntas que exigen un nivel de procesamiento profundo de
informacin son las que producen un mayor recuerdo de la informacin leda (Hernndez y Carca,
1991).
Por lo general, en los libros de texto las preguntas intercaladas se redactan bajo la modalidad de
reactivos de respuesta breve o completamiento; aunque es posible emplear, siempre que sea perti
nente, otros tipos de reactivos, o bien, referirse a respuestas de tipo ensayo o a actividades de otra
ndole.
Al mismo tiempo que se introducen las preguntas, se le puede ofrecer al aprendiz retroalimellta
cin correctiva (es decir, se le informa si su respuesta a la pregunta es correcta o no y por qu ). En ese
sentido, las preguntas intercaladas tambin pueden ayudar a supervisar el avance gradual del lec
tor-estudiante, cumpliendo funciones de evaluacin formativa.
Por lo anteriormente expuesto, es posible afirmar que las principales funciones de las pregun
tas intercaladas son (vase Hernndez y Carca , 1991):
(;/piTII/() 'i E.,rr,/(tXId' ,l.' 0/.'0),/'1':./ I'dr, /./ I'mlllo, /.;,/ dt' <Il'r'l/dL.:,/i.~ '/s'/~fi(tui;'(l, '_
La parte sur de Mala pued. r descrita como un desierto. La llu ias acumuladas son de
m n . de d pulgadas al aooEl suelo es roe y areno ,y durante 1 verano las tem
peraturas han llegado a ser hasta de 5-;0 centigrad o
La historia de Mala ha estado marcada por la explotacin. Los primero esclavos fue
ron forzado a salir de Mala para ser llevado a Europa en 1860. Cuando lo europeo
llegaron a colonizar Mala, nunca les pagaron a los nativos por la tierra que ocuparon.
Antes de la l1egada de los europeos, tribus de rabes nmadas frecuen temente saqueaban
Mala.
d) Por qu se afirma que las condiciones geopolticas de Mala no la han hecho progresar
social y econmicamente?
La pregunta e) es una pospregunta que requiere que el alumno haga una inferencia y
conozca el significado del trmino colonialismo.
1. Es conveniente su empleo cuando se trabaja con textos extensos que incluyen mucha informa
cin conceptual, o cuando se demuestra que es difcil para el alumno inferir cul es la informa-
cin principal o integrarla globalmente. Se recomienda hacer lU1 anlisis previo de las partes
del texto que contienen la informacin central o identificar los contenidos que interesa que los
lectores-alumnos aprendan, para posteriormente hacer lU1a insercin apropiada y pertinente
de las preglU1tas, ya sea antes o despus de los prrafos, segn sea lo que interese resaltar o
promover.
4. Se sugiere dejar al alumno un espacio para escribir la respuesta. Esto es ms conveniente que
slo pedirle que la piense o verbalice.
5. Se deben proporcionar instrucciones apropiadas (pueden ponerse al inicio del texto) al lector
sobre cmo manejar las preglU1tas intercaladas, indicndole que no las salte.
6. Tienen que ofrecer retroalimentacin correctiva si se desea monitorear el aprendizaje del alum
no. Es conveniente no presentarle en forma inmediata o adyacente la respuesta, para no inducir
a su simple copia; puede prepararse una seccin especial con la retroalimentacin.
Resumen
Una prctica mu y difundida en todos los niveles educativos es el empleo de resmenes sobre el
material que se habr de aprender. No debemos olvidar que como estrategia de enseanza, el resu
men ser elaborado por el profesor o el diseador de textos, para luego proporcionrselo al estu
diante como una propuesta mejor organizada del cmulo de ideas que ya se han discutido o ex
puesto.
A continuacin revisaremos las caractersticas de lU1 resumen y los lineamientos para su diseo
e inclusin en cualquiera de las dos situaciones: en clase o en lU1 texto de enseanza .
Un resumen es lU1a versin breve del contenido que habr de aprenderse, donde se enfatizan
los puntos ms importantes de la informacin. Dicho en trminos de Kintsch y Van Dijk lU1 resu
men alude directamente a la rnacroestructura de un discurso oral o escrito (vase captulo 7). Para
construir la macroestructura de lU1 texto es necesario aplicar las macrorreglas de supresin, genera
lizacin o construccin (vase cuadro 5.10 que se refiere a las macrorreglas) (Kintsch y Van Dijk,
1978; Snchez, 1993; Van Dijk o Kintsch, 1983).
Para elaborar un resumen de un texto cualquiera, se tiene que hacer necesariamente una
jerarquizacin de la informacin contenida en l, en trminos de su importancia (dicha jerarquizacin
en ocasiones est claramente marcada en el texto original, pero en otras no y corre a cargo del
procesamiento del lector).
Se supone que la informacin de mayor nivel de jerarqua, es decir, aquella que se considera de
mayor importancia, ser la informacin mejor recordada. A este efecto se le ha denominado en la
_". ~, . - Citl'iw/n 5 EITlllt'glll' dI' rII,"'-'/II~1 ",mI '/I'IVII/OaI/ ,1" tlf'rrlldiz-/ir, ,'~l!,lIifi.illl." '. _
Suprimir informacin que puede ser importante, pero que es redundante o repetitiva,
Ejemplo tomad o del primer prrafo d el tex to " El ciclo del ag ua en la natura leza" (v 'ase ms
adelante):
El ag ua quc existe el! la natll rale:a, di.' /' ilJllicl,y ( 11 ilII1I '~ , , (l~, " "YIltwti,jk~ y /j;>I(J~ (s up resin de
informacin secundari a ), pllede call1bia r de es tado pOI 111 Il Cc:i6 11 de di, e L'I0 5 il etOl 6 del liledio
(supres in de informacin redundante), y as pasar del t'stlldll gaseoso ai lq /l ido o 111slido CI/ /1110
sert.' de tra llsformaciones q/leformal! 1111 ciclo,
Ml1crorregln de gelleralizl1cil1
El! el texto Si' hilbla dI' (',tlldos "gaseoso " , " lq llido" !! "slido ", lo CII17l p11ede 5 l/ s titllir~e por II/'1CLJ/1CCp
t(l 5l1praordil1 lldo, por ejemplo "(':tndos de la IIIllteria" ,
En los distintos prrafos fi nales (prrafos del te rcero al 'E'xto), se habla d e las fas del ciclo
del agua , lo cual pued e expresarse del siguiente modo si aplicamos la l11acrorre la d e cons
truccin:
"las distintas fases del ciclo del agua ~on manifestaciones de cambios d e un estado a C'ltro de
la materia."
I
Estrategias docentes para un aprendizaje slgmficativo 179
literatura "efecto de los niveles" (vase Garca, Elosa, Gutirrez, Luque y Grate, 1999; Snchez,
1993) .
AS, en la elaboracin del resumen, los lectores deben ser sensibles l. los distintos tipos de infor
macin en la jerarqua del texto procesado, para proceder seleccionando los contenidos clave omi
tiendo paralelamente la informacin trivial y de importancia secundaria (ap licacin de las
macrorreglas de supresin). Aunque tambin deben realizar operaciones ms sofisticadas de con
densacin, integracin y de construccin de la informacin (macrorreglas de generalizacin y cons
truccin), sobre todo cuando se trata de discursos largos y complejos.
Estas macrorreglas se aplican en forma inteligente (razn por la cual se les ha denominado
tambin macroestratcgias) sobre la microestructura del texto constituyendo as la macroestructura.
Adems, es posible aplicar las macrorreglas (si as se desea) en forma recursiva no slo al discurso
original (o a su microestrucrura) sino tambin a las distintas versiones macroestructurales ya cons
truidas.
Aun as, aparte todava es necesario realizar un trabajo de redaccin para darle coherencia a la
informacin seleccionada y condensada utilizando expresiones globales metasemnticas (por ejemplo
"este discurso tratar sobre ... ", "el tema ms relevante es ... ", "lo esencial ... ", etctera), indicadores
de resumen o reformuladores recapirulativos ("para resumir ... ", "en pocas palabras ... ", "en suma ... ",
"en conclusin ... ", etctera) y/o de relevancia (vase el uso de adverbios ponderativos tales como:
"esencialmente ... ", "especialmente ... ", y expresiones como "recalcar ... ", "hay que hacer hincapi ... ",
etctera) (vase lvarez, 1998; Portols, 1998).
Un buen resumen debe comunicar las ideas de manera expedita, precisa y gil. Puede incluirse
antes de la presentacin del texto o de una leccin, en cuyo caso sera una estrategia preinstruccional;
o bien, aparecer al final de estos elementos, funcionando como estrategia postinstruccional. Pero
tambin es posible construirlo en forma acumulativa, en conjuncin con los alumnos durante la
secuencia de enseanza, en cuyo caso fungira como estrategia coinstruccional.
Ubicar al alumno dentro de la estructura u organizacin general del material que se habr de
aprender.
Por lo general, un resumen se elabora en forma de prosa escrita, aunque tambin llega a dise
arse esquem ticamente numerando o marcando las ideas principales; o bien, representndolo con
ciertos apoyos grficos (cuadros sinpticos o mapas que expresen los conceptos ms importantes y
sus relaciones; ,'ase ms adelante).
--
Dural1te la evaporacin, el a "ua pasa del estado lquido al g. eo ' ; este fen meno e realiza
principalmente por la accin de los rayo solare s obre la. capas superficiales d 1 agua. l
pasar al estado gaseoso, el a~ua sube en forma de vapor alas capas superiores de la atmsfera.
La filh'acin consiste en el paso del agua a travs de la tierra; es abundante cuando cae en
bosllues y ayuda a constituir depsito_ de agua subterrneo . Las corrientes q ue se fo rman
brotarn en manantiales que permitirn satisfacer necesidades hl1ma n a~.
En lel fase de escurrimiento una pJrte del agua que cae, corre de las partes JItas a las bajas,
formando los ros y arroyos que llegarn al mar. De esta manera se cierra el ciclo del agua.
Conceptos esenciales del texto: a) ciclo, b) ciclo de/aglla, e) cambio de estado, d) evaporacin, e)
condensacin,.!) precipitacin, g) filtracin y 11 ) escurrimiento.
E/aglltl que '' (! /l U IL' ll Irtl 1'11 la lIat llmlt!:a puede plisar d~ 1/11 (_ tado f.,ico a otro (SUr deller prrafo)
fiJmUllldo UII cicla (CE T) 'lile se repite peridi1lllellte" (SUr del 2<' prraf I CONS).
(" EII reSI III ICIl , dllrante este ciclo, el agllo pasa pril/lero del estado lqll ido al gaseoso (el aportlcill)
debido al calor de los rayos solares (SUr del 3er prmfo). Despl/(is, el -'porforlllado se collvierte CI/
gotas t]u efol'/lUlI/ I/ubes (colldellsacill ), y C/u/lldo estl1s gotl1s se I/I/ell , caell por 511 propio peso (pre -pi
tl1cin (S Ur I C NS: 4 prrafo). Po r ltilllo. 1II111 parte de cstaagl/o eSllbsorbidtl por 111 til'rl'll (filtrn
cill ); lIIiel/tms qll e> otra corre a traus de e/la mm /legar al lIIar, dOll de d cilla ((llllie l!:t7 de 1/ 1I t"U(l
(esc11 rrilll iell to). (SUr I CON5: 5" y 6' prrafos) 1 (CONS).
1. Disear resmenes cuando el material que habr de aprenderse sea extenso v contenga infor
macin con diferentes niveles de importancia; es decir, cuando pueda jerarquizarse toda la in-
formacin del texto y diferenciarse la principal de la secundaria (vase el efecto de los niveles
del que hablbamos arriba).
2. En el caso contrario, cuando el material de por s ya viene condensado o casi est conformado
por informacin clave, ms que elaborar lUl resumen puede convenir darle una organizacin
alternativa al contenido, empleando una estrategia de organizacin grfica (lUl cuadro sinpti
co o un mapa conceptual).
Organizadores grficos
Ampliamente utilizados como recursos instruccionales, los organizadores grficos se definen como
representaciones visuales que comLmican la estructura lgica del material educativo (Armbruster,
1994; Trowbridge y Wandersee, 1998; West, Farmer y Wolff, 1991).
Son de gran utilidad cuando se quiere resumir u organizar corpus significativos de conocimien
to y pueden emplearse, como estrategias de enseanza, tanto en la situacin de clase como en los
textos acadmicos. Tambin es posible ensear a los alumnos a utilizarlos como estrategias de apren
dizaje. La efectividad en ambos casos ha sido ampliamente comprobada en la mejora de los proce
sos de recuerdo, comprensin y aprendizaje sea por va textual o escolar (vase revisiones de
Armbruster, ob. cit.; Ogle, 1990; West, Farmer y Wolff, ob. cit.).
Existe una amplia variedad de organizadores y tambin varios intentos de clasificacin desa
rrollados en la literatura especializada (vase al respecto Trowbridge y Wandersee, ob. cit.; West,
Farmer y Wolff, ob. cit.).
En este apartado vamos a centrarnos en slo algunos tipos de organizadores grficos, ya que
otros se tratarn en distintos apartados de este mismo captulo (los mapas y redes conceptuales son
para alglUlos autores organizadores grficos al igual que los "organizadores textuales").
Por tales razones, nos limitaremos a presentar aqu los distintos tipos de cuadros sinpticos
(tambin llamados: marcos, grillas o tramas) y los diagramas simples que jerarquizan la informa
cin.
Un clIadro sinptico proporciona una estructura coherente global de una temtica y sus mlti
ples relaciones. Organiza la informacin sobre uno o varios temas centrales que forman parte del
tema que interesa ensei'tar.
Sirven para disear la instruccin o como estrategia de enseanza para textos o su empleo en
clase. Tambin los alumnos pueden aprender a elaborarl os para ser utilizados comO estrategias de
aprendizaje.
El llenado de las celdas se realiza por el docente o el diseador de lU1 texto segn sea el caso.
Pero tambin es factible que los alumnos lo lleven a cabo de forma individual, en pequeos grupos
o colectivamente con el grupo-clase, conformndose dinmicas distintas en cada caso.
Existen bsicamente dos tipos d e cuadros sinpticos: simples y de "doble colunma ". Los prime
ros se elaboran en forma un tanto "libre" de acuerdo con la especificidad de los aspectos semnticos
de la informacin que va a ser organizada; y los segundos, con base en ciertos patrones de organiza
cin prefijados (vase Armbruster, ob. cit.; Harrison, 1994).
Para construir lU1 cuadro sinptico simple slo basta con saber cul es la informacin central
que interesa destacar. Esta informacin central son los temas o conceptos principales que en el cuadro
se desarrollarn en funcin de ciertas variables o caractersticas. En este sentido, lU1a primera tarea
bsica para su elaboracin consiste en identificar los temas o conceptos, y lo que se quiere decir en
tomo a ellos.
Para el diseo del cuadro propiamente dicho, se recomienda que los temas centrales o conceptos
clave se pongan como etiquetas en la parte izquierda de las filas (de arriba a abajo) y que en la parte
superior de las columnas se coloquen las etiquetas de las ideas o variables q1le desarrollan dichos temas
(de izquierda a derecha) . En un momento determinado los temas tambin llegan a incluir subtemas
que se aadirn subdividiendo las filas correspondientes.
Hay ocasiones en que es recomendable colocar los temas en las columnas (cuando slo son dos
temas que interesa por ejemplo comparar) y las variables en las filas (cuando son muchas varia
bles) .
Para lograr lU1 buen diseo y as ayudar a que los alunmos comprendan ms fcilmente la
lgica del cuadro, se deben tomar en cuenta los aspectos siguientes: 1) analizar cul es la distribu
cin que conv.iene para su mejor comprensin, 2) que los temas clave que interesa revisar o discutir
sean sealizados de algn modo (uso de maysculas, negrillas, color, etctera ) para que se distin
gan de las variables, y 3) seguir las convenciones que nos rigen en la escritura occidental al hacer el
prellenado o el llenado de los cuadros, es decir, escribir de derecha a izquierda , de arriba abajo y de
lo simple a lo complejo .
El cuadro 5.11 muestra un ejemplo de cmo elaborar lU1 cuadro . En este caso nos interesa orga
nizar la informacin sobre los distintos tipos de memoria. Para ello, es necesario identificar los tipos
de memoria porque constituirn los temas de nuestro inters para la elaboracin del cuadro. Se
trata de los siguientes: memoria sensorial, memoria a corto plazo y memoria a largo plazo.
Para dichos temas de informacin es vital desarrollar cada una de las variables siguientes: ca
pacidad de almacenaje, duracin de almacenamiento, modo de almacenaje y tipo de prdida de la
informacin.
Los tipos de memoria los colocamos en la parte derecha de las filas (de arriba abajo y de la ms
simple a la ms compleja) y las etiquetas de las variables mencionadas en la parte superior de las
columnas (de izquierda a derecha). De esta forma el cuadro queda como se indica Meriba.
As, en el cuadro 5.11, se analiza cada tema por separado (por ejemplo, analizar las caractersti
cas de la memoria sensorial en relacin con las variables de inters). Al mismo tiempo podrn
establecerse comparaciones entre los tres tipos de memoria (por ejemplo, ofrecer ejemplos, sacar
implicaciones, etctera); tambin, lograr una visin de conjunto de todo el sistema para enfatizar,
por ejemplo, la complejidad del sistema global, comparando las tres columnas y considerando to
das las variables.
Armbruster (ab. cit.) comenta que la facilidad para eL,borar un cuadro depende tanto de los
conocimientos previos pertinentes a la temtica general (y los distintos temas que la componen)
que posee la persona que lo elabora como de la habilidad para identificar las variables o ideas que
l
Por otro lado, los cuadros sinpticos de doble columna (vase Harrison, ob. cit.) siguen cierto
formato organizacional basado en las relaciones que representan. De este modo, una vez identifica
do el tema o categora central, es posible elaborar cuadros sinpticos donde las columnas expresen
las siguientes rela ciones:
Gusto / Disgusto
Teora / Evidencia
Problema / Solucin
Antes / Despus
Acciones / Resultados
Las variables o categoras de las filas pueden ser aquellas que interese desarrollar para el tema
central. Los siguientes cuadros representan ejemplos de cuadros sinpticos de doble columna:
CAUSAS CONSECUENCIAS
Econmicas
I
I
:
Polticas
ciales
TEORA EVIDENCIA
Psicogentica
(Piagetiana)
Sociocultural
(Vigotskiana)
Como podr notarse, los cuadros sinpticos anteriores estn constituidos por "dos columnas"
en las que se expresa la relacin central que interesa resaltar. Las relaciones m encionadas arriba son
algunas de las ms tpicamente empleadas en las situaciones de enseanza y en los libros de textos
de diferentes disciplinas o reas curriculares. Para el cuadro 5.12 de doble entrada "causa / conse
cuencia", la temtica fue el "Movimiento de Independencia " y las variables (que se siguen colocan
do en las filas) seran los aspectos econmicos, polticos y sociales. En el cuadro 5.13, la temtica fue
"Teoras evolutivas que explican la autorregulacin".
Otra modalidad de los cuadros la constituyen los llamados cuadros C-Q-A (vase Ogle, 1990).
Dichos cuadros de tres colurrmas han sido ampliamente utiLizados con buenos dividendos en el
aprendizaje de los alurrmos.
La estructura y funcin del cuadro C-Q-A se realiza del siguiente modo (vase cuadro 5.14):
b) A continuacin se pide que se preparen los cuadros C-Q-A con tres colurrmas y dos filas (hojas
de trabajo).
e) La primera columna se denomina "Lo que se conoce" (se simboliza con la letra C) y se utiliza
para anotar lo que ya se sabe en relacin con la temtica, ya sea que se trate de hechos, concep
tos o descripciones, a manera de lista o clasificados.
d) La segunda colurrma sirve para anotar "Lo que se quiere conocer o aprender" (se corresponde
con la letra Q).
e) En el espacio de la tercer colurrma se anota "Lo que se ha aprendido", aunque tambin puede
ponerse simultneamente, si se desea, "Lo que falta por aprender" (se representa con la letra A) .
, ~,- el/,i/ul" !:;mileglll, lIt t'h<"''''II':'1 /"/1;,1,, /,roll/tI( ,l/ d,' tI/,ll'mfU,rjr, Iigl/lfi""/II'O; _
Lo qlle se quiere
Lo 'lile se conoce conocer/aprender Lo qlle se ha aprendido
(C) (Q) (A)
El llenado del cuadro C-Q-Ase realiza durante todo el proceso de instruccin. Las dos primeras
columnas deben llenarse al inicio de la situacin de enseanza-aprendizaje, para provocar que los
alwnnos logren activar sus conocimientos previos y desarrollen expectativas apropiadas. La tercer
columna puede irse llenando durante el proceso instruccional o al trmino del mismo.
La comparacin y relacin entre las primera y tercera colwnnas, evidentemente, resulta til
para establecer un enlace ms claro entre los conocimientos previos y el reconocimiento de la infor
macin nueva que se ha aprendido . Y, en general, las tres colwnnas permiten que los alwnnos
reflexionen y tomen conciencia (metacognitiva) de lo que no saban al inicio de la situacin
instruccional y lo que han logrado aprender al trmino del proceso, adems de cmo se relaciona
una cosa con la otra.
Cada alumno va llenando su tabla individualmente o por grupos pequeos. Tambin el profe
sor puede colocar un cuadro en el pizarrn o un acetato, donde se integren las participaciones de los
alwnnos.
En varios trabajos, se demuestra que los cuadros C-Q-A se han empleado como estrategia de
aprendizaje (Ogle, 1990; Wray y Lewis, 2000); aunque tambin se utilizan como estrategia de ense
anza. De hecho, pueden ocuparse primero como estrategia de enseanza interactiva, para organi
zar lo que se sabe y lo se ha aprendido, y posteriormente ensearle a los alumnos cmo usarlos en
la clase o cuando se enfrenten a textos acadmicos. La enseanza como estrategia de aprendizaje se
efecta segn las recomendaciones plasmadas en el captulo 6.
Recomendaciones generales para el uso de cuadros sinpticos:
l. No use los cuadros de forma indiscriminada; altrnelos con algn otro tipo de organizador
grfico.
2. Dos preguntas centrales en la elaboracin de los cuadros sinpticos de cualquier clase seran las
siguientes: a) Cules son las categoras, grupos o ejemplares importantes de informacin aso
ciados con la temtica que se va a representar? y b) Cmo podran subdividirse tales catego
ras, grupos o ejemplares? (Vase Armbruster, 1996.)
4. Emplee los cuadros sinpticos de diversas formas: presntelos llenos por completo, llnelos
con los alumnos en una situacin interactiva, presnteles el formato y que los alumnos realicen
el llenado, o simplemente solicteles que los diseen y elaboren por completo. Los distintos
usos comentados nos permiten interpretar a los cuadros sinpticos (como sucede con otras
estrategias, por ejemplo, los resmenes escritos, los mapas conceptuales, los organizadores tex
tuales, etctera) como recursos de enseanza y aprendizaje en el ms amplio sentido: en unas
ocasiones con la tendencia a ser utilizados como genuinas estrategias de enseanza y, en otras,
como potentes estrategias de aprendizaje.
Finalmente, existen otros organizadores grficos muy utilizados en las escuelas y en los textos que
tambin sirven para organizar la informacin, los ms conocidos son los "diagramas de llaves", los
"diagramas arbreos" y los "crculos de conceptos" . En todos estos casos, la informacin se organi
za de modo jerrquico, estableciendo relaciones de inclusin entre los conceptos o ideas, por lo que
constituyen organizadores alternativos a los mapas conceptuales, aunque carecen de algunos bene
ficios que estos ltimos tienen (los mapas especifican ms las relaciones entre conceptos, incluyen
relaciones cruzadas, etctera).
Objetivos
Organizadores previos
Preinstruccionales
Actividad generadora
de informacin previa
Sealizaciones
Estrategias Coinstruccionales Ilustraciones
de enseanza Analogas
Mapa conceptual
Resmenes
Postinstruccionales Mapa conceptual
Organizadores grficos
Energa solar Energa del viento Agua Oxgeno Animales Medio Energticos
domsticos silvestre
/\ Minerales
Los diagramas de rbol se elaboran estableciendo las relaciones jerrquicas de arriba hacia aba
jo (como en la figura 5.3) o de abajo hacia arriba (por ejemplo, en los diagramas de rbol muy
usados en biologa que explican las taxonomas o la evolucin de las especies).
Por otro lado, Wl ejemplo de crculo de conceptos es el de la figura 5.4. Siendo un poco ms
explcitos para el caso de los crculos de conceptos, algWlos autores han propuesto ciertas recomen
daciones para su elaboracin (Trowbridge y Wandersee, 1998, p. 113). De stas, las ms importantes
son las siguientes:
Considere que el crculo debe tener una etiqueta que representa dicho concepto.
Para demostrar relaciones inclusiv as puede dibujar un crculo pequeo dentro de un crculo
mayor. Cada crculo deber tener su propio concepto y etiqueta.
Los conceptos que sean mutuamente excluyentes deben representarse por crculos separados.
CLASIFICACiN DE CLASIFICACiN
LOS SERES VIVOS GENERAL DE LOS ANIMALES
Figura 5.4 Diagralllfl do' rirmlo ti, r Ol/ap IOS 50b" dnjim cilI ,1, -'u n I,il'(I.<.
Cuando quiera mostrar caractersticas comunes entre conceptos dibuje crculos sobrelapados
parcialmente (crculos en interseccin) y etiquete en forma apropiada.
Puede utilizJr el tamao en los crculos representados para indicar el nivel de especificidad de
cada concepto o la cantidad relativa de instancias.
El ttulo que describe al diagrama debe colocarse en la parte superior del mismo. Se recomienda
incluir una oracin explicativa debajo del diagrama.
Como podr observarse, cada uno de los tres tipos anteriores de diagramas presentan jerar
quas de informacin sobre temas, categoras o conceptos. En ellos, existe un concepto o idea central
inclusora y una serie de ideas que establecen relacin de inclusin.
Los diagramas son de muy fcil elaboracin y no slo se utilizan como estrategias de enseanza
para organizar la informacin nueva, sino que tambin es posible motivar a los alumnos para que
los usen como estrategias de aprendizaje.
Como estrategias de enseanza, por medio de dichas tcnicas representamos temticas de una
disciplina cientfica, programas de cursos o currculos; adems podemos utilizarlas como apoyos
para realizar procesos de negociacin de significados en la situacin de enseanza (presentarle al
aprendiz los contenidos curriculares que aprender , est aprendiendo o ya ha aprendido ). As, el
docente los emplea, segn lo requiera, como estrategias pre, co o postins truccionales.
Los mapas y las redes poseen algunas similitudes; aunque tambin ciertas diferencias que va
mos a exponer a continuacin.
Un 11lllpll cOllcept ull1 es una estructura jerarquizada por diferentes niveles de generalidad o
inclusividad conceptual (Novak y Gowin, 1988; Ontoria etlll., 1992). Est formado por conceptos,
proposiciones y palabras de enlace.
Al vincular dos conceptos (o ms) entre s se forma una proposicin. sta se encuentra consti
tuida por dos o ms conceptos relacionados por medio de un predicado o una o va rias palabras de
enbce (ya sea verbos, ad verbios, preposiciones, conjunciones, etctera). Las palabras de enlace expre
san el tipo de relacin existente entre dos conceptos o un grupo de ellos. A su vez, cuando vincu
lamos varias proposiciones entre s , formamos autnticas explicaciones conceptuales.
En trminos grficos, para construir un mapa conceptual, los conceptos se representan por elipses
u valos llamados 110(105, y los nexos o palabras de enlace se expresan mediante etiquetas adjunta a
lnells (relaciones de jerarqu a ) o fleclzlls (relaciones de cualquier otro tipo).
Con un ejemplo sencillo explicaremos con ms facilidad todas estas ideas presentadas hasta
aqu. ~omemos los conceptos ms relevantes del te xto "El ciclo del agua en la naturaleza " e intente
mos representarlos por medio de Wl pequeo mapa conceptual (vase figura 5.5).
De est modo, tenemos un pequeo map,l conceptual, forma do por \'arios conceptos, con dife
rentes niveles de inclusin que establece relaciones semnticds entre s.
Como ya hemos d.icho, en los mapas conceptuales los conceptos y proposiciones se organizan
formando jerarquas. Lo anterior quiere decir que se colocan los conceptos ms inclusores o los m s
genera l en la parte superior del mapa; y en los niv 'Jcs inferiores, los conceptos subordinados a
stos. En el ejemplo mencionad o, el concepto "ciclo del agua" , un concl:pto inclu or y
supraordinado en relacin con varios conceptos. Pero, a su \'ez, est subordinado a otro llamado
ciclo, el cual es de mayor ni vel de inclusin que tod os ellos. Por su parte, los conceptos "e\'apora
cin" y "precipitacin", por ejemplo, son conceptos que pertenecen al mismo niveL por lo q ue e
denominan coordinados. Por ltimo, cada uno de los conceptos del mapa se vincula entre s por
lneas con palabras de enlace; por ejemplo, la frase que realiza el vnculo entre los conceptos"ciclo
evaporacin filtracin
- - ~ -- - - - --~ - ---- - -
del agua", "filtracin" y "escurrimiento" en el mapa es: "se compone de"; por lo que con tales
conceptos y la frase de enlace formamos la siguiente proposicin: "el ciclo del agua se compone
de". filtracin ... y escurrimiento".
Las redes conceptuales o semnticas tambin son representaciones entre conceptos; pero a dife
rencia de los mapas no necesariamente se organizan por niveles jerrquicos. La configuracin ms
tpica que resulta en las redes conceptuales es la denominada de "araa" (un co ncepto central y
varias ramificaciones radiales que expresan proposiciones), aunque tambin pueden darse estruc
turas de "cadena" (conceptos que se enlazan encadenados unidireccionalmente, por ejemplo, de
derecha a izquierda o de arriba abajo) o lubridas (Jones, Palincsar, Ogle y Carr, 1995; Wes t, Farmer y
Wolff, 1991).
Otra diferencia, quiz ms distintiva con respecto a los mapas conceptuales, consiste en el gra
do de flexibilid ad para rotular las lneas que relacionan los conceptos. En el caso de los mapas
conceptuales, no existe un grupo fijo de palabras de enlace o smbolos para vincular los concep tos
entre s; mientras que para el caso de las redes s los hay (vase Dansereau, 1985; Posner, 1979). Una
ltima diferencia radica en que las relaciones entre conceptos se indican por medio de flechas que
expresan el sentido de la relacin.
Por ejemplo, Dansereau y sus colaboradores (Dansereau, 1985; Holley y Dansereau, 1984) han
identificado tres tipos bsicos de relaciones semnticas entre concep tos, objetos o procesos: relacio
nes de jerarqua, de encadenamiento y de racimo (cuadro 5.15).
1. Relaciones de jerarqua
Relacin dr partt.'-todo. Se refiere a las relaciones en las que un nodo inferior es parte del
concepto contenido en un nodo superior.
Smbolo: p
Relaci" de tipo (de) o ejelllplo (de). Es la relacin donde uno de los nodos se considera
como un miembro o una ejemplificacin del concepto contenido en otro nodo.
Smbolo: t
Palabras clave identificables: "tipo de", "ejt'lIIplo de", "I/(l~( n tipo de" , "rs ZIIUl clase de"
RiltlCit/I dI' s/lcrsilI. Se refiere a las relacione - en que lo::. con epto o proce conteni
do en un nodo ante\:eden Cl siguen la realizacin de otn con cpto o proceso incluido
en otro nodo.
Smbolo: !'
Palabras clave identificables: "al/Ir.; qUt,II, "11,.illlero 'lile", "dt pul 'lile", "po lerior a"
Relacill de callsalidad. Se refiere a las relaciones donde los conceptos o procesos conte
nidos en un nodo causan necesaria y suficientemente la realizacin de otro concepto o
proceso incluido en otro nodo.
Conexin: causa
Smbolo: ca
ca
3. Relacio1les de racimo
Smbolo: a
Smbolo: e
Conexin: evidencia
Smbolo: e
Ir
Las fW1Ciones de los mapas y las redes conceptuales son las siguientes:
Permiten representar grficamente los conceptos curriculares (que se van a revisar, que se estn
revisando o se han revisado) y la relacin semntica existente entre ellos. Ello le permite al
alumno aprender los conceptos, relacionndolos entre s segn dos cdigos de procesamiento:
visual y lingstico (semntica) .
Permiten la negociacin de significados entre el profesor y los alumnos; esto es, mediante el
dilogo guiado por el profesor, se pueden precisar y profundizar los significados referidos a los
contenidos curriculares . En este mismo sentido, es posible animar y ensear a los alumnos a
que elaboren sus propios mapas o redes (segn sea el caso) de manera individual o en peque
os grupos, y luego discutirlos mutuamente (N ovak y Gowin, 1988; Ontoria, 1992).
Si el profesor los utiliza adecuadamente, pueden coadyuvar a que los alumnos relacionen con
ms facilidad los asuntos vistos en sesiones anteriores con los nuevos temas que se revisen.
Con los mapas y las redes es posible realizar funciones evaluativas; por ejemplo, para explorar
y activar los conocimientos previos de los alumnos y / o para determinar el nivel de compren
sin de los conceptos revisados (vase captulo 8).
2. Clasifquelos por niveles de abstraccin e inclusividad (al menos dos niveles); esto le permitir
establecer las relaciones de supra, co o subordinacin existentes entre los conceptos.
- -
3. Identifique el concepto nuclear. Si es de mayor nivel de inclusividad que los otros (generalme.n
te es as), ubquelo en la parte superior del mapa; si no lo es, destquelo con un color espeoal
(este paso puede hacerse simultneamente con el anterior).
6. Reelabore el mapa cuando menos una vez ms; volver a hacerlo permite identificar nuevas
relaciones no previs tas entre los conceptos implicados.
7. Si va a ocuparlo con los al umnos, acompae la presentacin o uso del mapa con una explicacin.
En la figura 5.6 se observa un ejemplo de mapa conceptual y otro de red semntica utilizando los
mismos conceptos.
3. Elabore la red conceptual; recuerde que no es necesario construirla jerrq uicamente; puede
tener una estructura de "araa", de "cadena" u otra, segn lo juzgue ms apropiado.
Al gunas recomendaciones para el empleo de mapas o redes conceptuales son las siguientes:
1. Antes de utilizar los mapas o las redes en la situacin de enseanza, asegrese de que los alum
nos comprendan el sentido bsico de los dos recursos -es indudable que la comprensin de lo
que es una red implica un tiempo mayor por el nmero de convenciones implicadas-o Aun
cuando sean elaboradas y utilizadas por el profesor, es necesario hacer comentarios introductorios
o, de ser posible, tener algunas sesiones previa s con ejemplos vistos en clase.
2. Procure involucrar los conceptos principales; no haga mapas o redes enormes que dificulten la
comprensin de los alumnos. Pondere usted mism o el grado de complejidad y profundidad
necesario.
3. Puede llevar preparados [os mapas o las redes a la clase (en acetato o en un cartel) o elaborarlos
frente a los alumnos. En tal caso puede, si as lo desea, aprovechar la situacin para ensear a
los alumnos cmo elaborarlos y, de esta manera, los utilicen ellos mismos como estrategias de
aprendizaje.
RED SEMNTICA
6. Puede emplear cualquiera de los dos recursos al nivel que se lo proponga (clase, tema, llidad,
captulo, curso, texto, etctera), aclarando a cul se refiere, para ayudar al alumno a tener un
contexto conceptual apropiado de las ideas revisadas o que se revisarn.
7. A partir de las partes de un mapa determinado para una llidad didctica, es posible construir
nuevos mapas donde se prohmdicen los conceptos (por ejemplo, a la manera de los niveles de
elaboracin sugeridos en la teora de la elaboracin de Reigeluth) . Algunos autores (Trowbridge
y Wandersee, 1998) comentan que al relacionar varios micromapas (que generalmente represen
tan contenidos conceptuales a nivel de una sesin) es posible estructurar macro mapas, los cuales
representan conceptos centrales de temas o unidades de un curso o hasta de un curso mismo.
En este sentido, los micromapas tambin son tiles como recursos instruccionales, proporcio
nndoles a los alumnos una visin de conjunto de corpus significativos de contenidos concep
tuales de un curso, y ayudndolos a contextualizar los aprendizajes conceptuales. Tambin es
posible construir mapas progresivos, que consisten en poner en relacin distintos micromapas,
con los que se puede documentar las construcciones logradas por los aprendices (por ejemplo,
relacionar varias sesiones secuencialmente; o para documentar cmo ha ocurrido un proceso
de cambio conceptual) y en sealar explcitamente la forma en que los conceptos entran en
relacin, despus de completado un episodio, tema, unidad temtica, etctera.
8. No emplee en exceso estos recursos, pues a sus alumnos les resultara tedioso y, por tanto,
perderan su sentido pedaggico.
Organizadores previos
De acuerdo con Mayer (1982), el contexto ideacional creado por la introduccin de conceptos
inclusores relevantes (cuando no estn presentes en los conocimientos previos) o su movilizacin
(cuando estn presentes) debe ser acompaado de la utilizacin activa por parte del alwnno para
lograr una adecuada asimilacin de la nueva informacin.
Los organizadores previos deben introducirse en la situacin de enseanza antes de que sea
presentada la informacin nueva que se habr de aprender; por ello se considera una estrategia
tpicamente preinstruccional. Se recomiendan cuando la informacin nueva que los alwnnos van a
aprender resulta larga, difcil y muy tcnica (Hernndez y Carca, 1991).
Es importante no confundir al organizador previo con el resumen. Como sealamos, este lti
mo se estructura a partir de lo ms importante del propio contenido que se ha de aprender; mien
tras que el primero se configura con base en ideas o conceptos de mayor nivel de inclusin o gene
ralidad que los que se presentarn en la informacin nueva a aprender. De igual manera, un
organizador previo debe distinguirse de las tpicas introducciones anecdticas o histricas que sue
len presentarse comnmente en los textos, las cuales muchas veces no presentan conceptos incluso res
relevantes sino datos fragmentarios que no le sirven al aprendiz-lector para asimilar el contenido
de aprendizaje.
Hay dos tipos de organizadores previos: los expositivos y los comparativos (Carca Madruga ,
1990). Los primeros se recomiendan cuando la informacin nueva que se va a aprender es descono
cida por los aprendices; los segundos, cuando se est seguro de que los alumnos conocen una se
rie de ideas parecidas a las que se habrn de aprender. As establecern comparaciones o contrasta
ciones.
No hay que olvidar que, en ambos casos, las ideas o los conceptos que establecen el puente
cognitivo (de similar nivel de inclusin que los conceptos de la informacin nueva para el caso de los
comparativos y de mayor nivel para el de los expositivos) deben crear el contexto o el soporte
ideacional necesario para la posterior asimilacin de los contenidos.
Activar o crear conocimientos previos pertinentes para asimilar la informacin nueva a apren
der.
Ayudar al alumno a organizar la informacin que ha aprendido y que est aprendiendo, consi
derando sus niveles de generalidad-especificidad y su relacin de inclusin en clases, evitando
la memorizacin de informacin aislada e inconexa .
Por lo comn, los organizadores previos se elaboran en forma de pasajes o textos en prosa;
aunque son posibles otros formatos como los organizadores visuales en forma de mapas, grficas o
"redes" de conceptos, donde stos se diagraman para ilustrar sus relaciones esenciales.
Revisemos ahora un ejemplo de organizador previo elaborado para el tema "El cielo del agua en
la naturaleza ". Confrntelo con el resumen del mismo y observe que el resumen se dise a partir de
los conceptos definidos en el texto; mientras que el organizador se desarroll con los conceptos "ci
elo" y "cambio de estado", que son ms generales y engloban a los conceptos definidos.
Camb io de estado
Al e 'tudiar la naturaleza nos p{ demos dar I.-uenta de qUE' los elementos y los compuesto que
fonna n parte d eUa tn en con~tclnte camb(.l. A -, por ej mplo, si pone un trozo de hielo,
que e agua en estado ~lido, en un recipiente afuera del refrigerad(lr, ob er\'ars que pasado
un tiempo se ya derriti ndo ha 'ta q u , por l timo, queda en tado liqu ido, y f'i esta agua la
p nes a hen oir ,'ers cmo e va transfo rmando en vapor, p ue ha pasado a un estad gaseoso.
oto constituye un ejemplo del f nmeno de cambio de e~ tadl , donde un compue 't de la
na tura l z a (el agua ) pas por d iferentes estados ( lid o, lqui do y '7a~~so),
Ciclos de la naturaleza
Habr ob ervado q ue en la nJturaleza xisten fenffien ~ que se repiten siempre en el mismo
orden. Por ejem plo, fjate lo que pasa con la::; estacion del a : iempre se presentan en el
mismo orden f rmand o un ciclo. Siempre encontrars que al terminar la primavera seguir ci
vennl. y al terminar st el nt0I10 y despus el invierno y nue\'amente JI gar la primavera,
I
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I~ # ~
I
Pnmavera
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O
*~ I rlVI ~ rno
f' ~
VeralfQ
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0 0li0
Se pueden encontrar muchos ciclos en la naturaleza . Otro ejemplo de ciclo es lo que suce
de cada 24 horas con el hombre: cada da la gente se encuentra d spierta y rea liza mlfples
actividades; pero al llegar la noche necesita descansar durmiendo para p der al da siguiente
estar despierta y activa, y en la noche \'ol\'er a dormir,
)
Ola Nocne
Como recomendaciones para elaborar organiza dores previos tenemos (Daz Barriga y Lule,
1978; Daz Barriga, 1989):
2. No confundir el hecho de que el organizador previo es ms inclusivo y general que d texto, con
la suposicin de que, por ello, ser ms difcil de leer y comprender. Por el contrario, el organi
zad or debe formularse con informacin y vocabulario familiares para lus aprendices.
3. No realizar orga nizadores demasiado exten LlS de tal manera que el alumno los perciba como
una carga excesi va y decida "saltarlos" o les preste es e 5a a tencin.
4. Es conveniente elaborar un org,lnizador previo para cada ncleo o unidad es pecfica de mate
rial de aprendizaje, para que, de e ta forma, posea la pertinencia desei:1 ble.
5. Cuando el texto resulte muy complejo y se d esee desarrollar organizadores p nra alumnos de
poca edad o con un ni vel acadmico bajo, es conveniente emplea r apoyos (como ilustraciones,
mapas, redes, e tc tera), en vez de slo presentar un simple p asaje en prosa.
6. o elaborar organizadores previos para materiales de aprendizil je que ya contien en una intro
duccin o informacin de conte xto bien sec uenciada o elaborada.
7. Tampoco deben emplearse los organizadores cuando se aprendern da tos o hechos desorgani
zados o sin una vinculacin clara entrl' St.
8. No considerar qu el mero hecho de presentar el org anizador ser suficiente para mejorar el
aprendizaje de los alumnos; es mejor si discute el tema con ellos.
a) Elabore un iJ1\'entario con los conceptos cen trales que constituyen la informacin nu va
que habr d e ap renderse.
b) Identifique aquellos conceptos que englob en o incl uyan a los conceptos centrale (o que
sean del mismo nivel de inclusin que los ms imp ortant S en la informacin que se habr
de "prender). Es tos conceptos (sup raordinados o coordinados) son lus que sen "irn de con
texto y/o apoyo para asimilar los nuevos; hay que recordar que s tos deben preferente
mente ser parte de los conocimientos previos de los alumnos.
e) Puede elaborar un mapa conceptual para identificar y reconocer las relaciones entre los
conceptos supraordinados (base del organizador pre\iu) y los conceptos principales de la
informacin nueva que habr de aprenderse.
d) El desarrollo de estos conceptos de mayor nivel de inclusividad con tituir la base del or
ganizador previo. En su confeccin, ya sea puramente lingstica / 0 visual, deje en clJro
las relaciom's entre estos conceptos y la informacin nueva; igualmente anime a los alum
nos a explorar lo ms posible dichas relaciones.
Analogas
El empleo de analogas es muy popular y frecuente: cada nueva experiencia tendem os a relac ionar
la con un conjunto de conocimientos y experiencia anlogas que nos ayudan a comprenderla.
Dos o ms objetos, ideas, conceptos o explicaciones son similares en algn aspecto; aunque
entre ellos puedan existir diferencias en otro sentido.
Cuando una persona extrae una conclusin acerca de un factor desconocido sobre la base de su
parecido con algo que le es familiar.
De acuerdo con varios autores (Curtis y Reigeluth, ob. cit.; Dagher, 1998; Glynn, ob. cit.), una
analoga se estructura de cuatro elementos: a) el tpico o concepto blanco que se va a aprender, que,
por lo general, es abstracto y complejo; b) el concepto vehculo (o tambin llamado anlogo) con el
que se establecer la analoga; c) los trminos conectivos que vinculan el tpico con el veruculo; d) la
explicacin que pone en relacin de correspondencia las semejanzas entre el tpico y el veruculo.
Segn Glynn (ob. cit.), una analoga ser eficaz si con ella se consigue lograr el propsito de
promover un aprendizaje con comprensin del tpico. Para valorar la eficacia, se consideran los
siguientes aspectos: a) la cantidad de elementos comparados, b) la similitud de los elementos com
parados y c) la significacin conceptual de los elementos comparados.
Como estrategia de enseanza, se recomienda considerar los siguientes pasos para su aplica
cin (Dagher, ob. cit.; Glynn, ob. cit.):
2. Evocar el vehclo cuidando que sea familiar y concreto para el alumno. Aqu se solicita la inter
vencin de los alumnos para que comiencen a buscar las similitudes y se vayan perfilando las
conclusiones.
4. Emplear algn recurso visual (por ejemplo, un diagrama, un mapa conceptual) en el que se
plasmen e integren las similitudes identificadas en la comparacin (vase cuadro 5.16).
5. A partir de las comparaciones y contrastaciones, derivar una serie de conclusiones sobre el apren
dizaje logrado del tpico.
6. Indicar los lmites de la analoga (el veruculo se parece al tpico pero no es igual), reconociendo
que lo ms importante es aprender el tema.
7. Evaluar los resultados determinando el conocimiento que los alumnos lograron sobre los atri
butos importantes del tpico e identificar los errores que pudieron derivarse del uso de la ana
loga.
La similitud entre el tpico y el veruculo generalmente produce que entre ellos haya un concep
to supraordinado que los subsuma o los incluya. Es importante identificar dicho concepto porque
permitira el establecimiento de nuevas analogas alternativas, que podran servir en un momento
dado para enriquecer la comprensin de los alumnos. Por ejemplo, en una supuesta analoga crea
Tpico Vehculo
1. 1.
2. 2.
3. 3.
4. 4.
n. n.
Cabe hacer hincapi, una vez ms, en que esta estrategia de enseanza debe emplearse slo
cuando la informacin que se va a aprender se preste para relacionarla con conocimien tos aprendi
dos anteriormente, si y slo si el alumno los conoce bien. Puesto que el hecho de que el alumno
relacionara la informacin nueva con datos sueltos o endebles, provocara confusiones y no se jus
tificara el uso de la estrategia. Por ejemplo, si se est trabajando sobre el mismo sistema circulatorio
humano y, al tratar de facilitar el aprendizaje, el docente establece como sis tema anlogo el funcio
namiento de un lavabo y su tubera, pidiendo al alwnno comparar ambos, siendo que los alumnos
no saben casi nada del funcionamiento del lavabo, la supuesta analoga no favorecer el aprendizaje.
Por ltimo, tampoco hay que confundir las analogas con los ejemplos. Estos ltimos son ins
tancias de un concepto determinado; mientras que la analoga es una comparacin entre dos o ms
conceptos en relacin con sus caractersticas o elementos componentes.
, - . Glpiwlo 5 btmugmf dt' nHt'IIr1l1Z,{ /"ml ItI prollltJciln dI' aprmdiZJIjt:S gnifiCtui'YJ ,
Ciertas analogas son empleadas reiteradamente por los docentes. Entre ellas, son muy conoci
das la comparacin del esqueleto humano con el armazn de un edificio, el cerebro con una compu
tadora, la representacin del D\JA con una cremallera, el cientfico con un detective, el flujo sangu
neo con el funcionamiento de una tubera, el ojo humano con una cmara fotogrfica, el sistema
nervioso humano con un sistema de comunicacin, la clula biolgica con una fbrica, etctera.
Ejemplos de analogas:
"La I!StructunJ y funciones de nu tras e 'Julas (TPIC ) pueden compararse con una fbrica (VE
lCULO). (Inicia EXPLICACIN) El prOCe5\' de manufactura SI' (/51'/7/1';(/ (CONECTIVO) con el pro e
sO dI" vida que se realiza ~n la fbri 'a. Lo, product , fina ll's son I omp nentl?5qul' forman la!> m l
ti ples pa rtes de la clu l .. . La oficina p rincipal y l' l departamento de planeacin de nuestra cluw-fbrica
es el ncleo. El ncleo E'S el ct'n tm d e ntrol dI.' la clu la: s u per\'isa tudo l que llega a 'lIa .. ."
" na campana (VEHCULO ) hechil de hie rro rgido es muy lstica y ~U ll,l p or \'a rios minutos. Una
campana hecha de cobre o plomo - metales que son ms plsticos y sua\'es- \'ib rar, slo por unos
CUillltos segundos. (Inicia EXPLICACIl\) Analizando el sonido d e UI1i1 campana (lo que implica
analizar la fo rma en que v ibra) es posible determinar sus propiedades elsticas y pls ticas. Lo mis mo
(CO NECTIVO) sucede (('Jn la corteza terre tre (TPICO): cu ando un tembklr la sac ude, podemos
conocer sus procesos. estructura internos a tra\'s d e medicione. de mO\'imientos de oscilacin li
bre."
1. Asegrese de que el vehc u l~) ciertam ente contenga lo,; lemento p ertinentes (los que inten:,.sa
enfatizar) con los cuales s comparar con el tpico y que exista similitud entre ellos.
2. Cercirese de que el contenido o situacin con la que se establecer la analoga sea comprensi
ble y conocida para el alumnl), de otra forma, la analoga ser confusa y no signific1tiva.
4. Vigile que la analoga no "vaya demasiado lejos" en el sentido de ir ms all del punto de
similitud, pues esto la invalida.
5. Explique al alumno las diferencias y limitaciones de la analoga propuesta. Se debe saber hacer
uso de la analoga y reconocer en qu momento es necesario desprenderse de ella.
7. Anime a los alumnos, despus de que se hayan familiarizado con la estrategia, a construir con
juntamente con usted las analogas y luego a que lo hagan en forma colectiva (en pequeos
grupos) o autnoma.
Los textos poseen una estructuracin retrica que les proporciona organizacin, direccionalidad y
sentido. A dicha organizacin de las ideas contenidas en el texto, de acuerdo con la teora
macroestructural de Kintsch y Van Dijk (1978), se le conoce como superestructum textual, aunque
tambin se le suele denominar patrll o estructura de textos . Una superestructura se refiere, entonces,
a la forma de organizacin del texto y no tanto al contenido (el cual tiene que ver directamente con la
micro y macroestructura) .
En general, los autores de los textos adems de preocuparse sobre cmo expresar adecuada
mente las ideas que les interesa comunicar, utilizando distintas estrategias discursivas y cuidando
aspectos como la coherencia temtica, seleccionan y utilizan determinadas superestructuras para
agrupar las ideas que desean expresar, con la intencin de mejorar la lectura, la comprensin y el
aprendizaje del lector.
Por su parte, cuando el lector se aproxima a un texto, atiende a los significados proporcionados
por ste y usando sus conocimientos previos construye el texto base y el modelo de la situacin
(Van Dijk y Kintsch, 1983; Van Dijk, 1993; vase captulo 7). Pero tambin (y gracias a ello puede
construir sobre todo el texto bJsc) procede identificando los aspectos y las claves organizativas o
superestructurales que el autor del texto decidi seleccionar para comunicar sus ideas. Esta habili
dad para detectar las claves de organizacin superestructural ha sido denominada por algunos
autores como conocimiento o sensibilidad a la estructura del discurso oral o escrito, y se desarrolla
en la medida en que vamos interactuando con los diferentes gneros y estructuras (l'\,tuales.
La sensibilidad de los lec tores a la estructura ha demostrado ser una h abilidad estrechamente
asociada con un buen recuerdo y comprensin d e la informacin leda y con lUla .1decuada identifi
cacin de las ideas principales de los textos (Horowitz, 1985; Richgels, Mcgee, Loma x y Sheard,
1987).
. '~~il/ fU t ' ''-U 'llIrfl. lOi libros pl/tdrll ''1' 'I<IrrilriI1os. <,,X'puS1til'os,, <7rglllnml.lril 'Oi.
En la actualidad se conocen con un cierto grado de detalle las estructuras de los textos narrati
vos (en particular cuentos populares, historietas, fbulas, etctera), de los textos expositivos (colec
cin, secuencia, comparacin-contraste, causa-efecto o covariacin y problema-solucin o aclarato
rio) y de los textos argumentativos (vase Grate, 1994; Meyer y Freddle, 1984; Richgels y cols.,
ob. cit.).
Textos narrativos
En la dcada de los setenta surgi toda una lnea de investigacin sobre el estudio del procesamien
to de la lectura de los textos narrativos, llamada la "gramtica de historias" (vase Fitzgerald, 1991;
Hernndez y Rojas-Drummond, 1989) . En dicha lnea, se elabor un planteamiento terico
y metodolgico que impuls de forma notable el estudio de los procesos de comprensin de la
lectura.
Los textos narrativos tienen como funcin principal divertir y, en algunos casos, dejar una ense
anza moral al lector (por ejemplo, las fbulas). Sobre los aspectos estructurales de los cuentos
populares, fbulas, cuentos de hadas, etctera (otros tipos de textos narrativos son la novela, el
drama, el gnero policiaco, etctera. Vase Fitzgerald, ob . cit.), podemos decir en trminos genera
les lo siguiente (vase Grate, 1994):
l. Un texto narrativo est compuesto principalmente por un escenario y una trama o secuencia de
episodios.
4. Al principio del episodio ocurre un evento inicial, que generalmente le ocurre al personaje prin
cipal, crendole un problema que dispara toda la secuencia de acontecimientos siguientes .
5. En el desarrollo ocurren bsicamente tres tipos de eventos: a) una reaccin que consiste en una
respuesta del personaje al evento inicial, que lo puede obligar a crear una meta como respuesta
interna (un proyecto del personaje para salir avante del problema creado por el evento inicial),
b) posteriormente un illtento, que es algo que hace el personaje como producto de la reaccin
(meta), y c) un resultado (consecuencia del intento que puede o no resolver el problema).
6. En la parte final del episodio puede ocurrir una resolucin del problema como producto de la
trayectoria meta _ intento _ resultado, que se denomina final.
7. Un texto narrativo tiene distintos episodios que se van organizando entre s por medio de rela
ciones temporales y / o causales. Cuando la historia se encuentra basada en relaciones tempora-
TEXTO NARRATIVO
-- - - - - - - - - -
les su estructura es ms flexible, en comparacin con la estructura causal que le provee de una
organizacin ms rgida. Esto trae importantes consecuencias en el recuerdo de la informacin
de la historia (Hemndez, 1987).
8. Una forma tpica de estructuracin de los episodios es lo que se llama secuencia de desarrollos
repetidos, que consiste en que el personaje intenta varias acciones antes de conseguir solucio
nar el problema que le provoc el evento inicial, repitindose recurrentemente la secuencia de
reaccin compleja (meta) ~ intento ~ resultado.
9. Por estas razones, se afirma que los textos narrativos tienen como punto central de la trama un
esq tema de solucin de problemas compuesto de la cadena reaccin compleja (meta) ~ intento
~ resultado; es decir, al personaje principal le ocurre algo, se plantea una meta ya travs de
distintos medios (acciones, intentos, relaciones con otros personajes) pretende solucionarlo (con
seguir o evitar algo) (Gra te, ob. cit.). Muy probablemente tal cadena de eventos lo vuelve ms
recordable.
10. El estilo utiEzado por los tex tos narrativos se caracteriza por usar ciertas formas retricas. Por
ejemplo en la parte del escenario se usan frases estilsticas tales como "Haba una vez ... "; y en
otras partes del texto, algunas frases como "el ms ... que haya existido jams".
LABIOCLETA
Escenario Haba una vez un nio que se llamaba Antonio al que le gustaba
mucho andar n bicicleta.
Primer episodio
E ento inial
n da, se fue por un camino que nunca haba vi to antes
Reaccin I
y pens recorrerlo ha ta elfinaJ para de pus volver iI su casa.
Meta interna
Intento
Tan lejos e m arch que se hizo de noche.
Resultado
y Antonio 110 supo \'oh'er a su casa porque se haba perdido.
Reaccin
y se puso muy triste quedndose alIado del camino, sin saber que
hacer.
Segundo episodio
Textos expositivos
Los textos expositivos son otro tipo de discurso quiz ms complejo por su grado de abstraccin y
arreglo lgico. Slater y Graves (1990) mencionan que no es fcil definir un texto expositivo; no
obstante, proponen que ste debe poseer cuatro caractersticas, a saber:
Tiene como funcin principal presentar al lector informacin de distinto tipo (teoras, predic
ciones, limitaciones, generalizaciones, conclusiones, personajes, fechas, etctera)
.. ' - ( pitillo 5 &mut'"i'I> dI' ',;ditIllZlI/ltlnI !JI pmll/II< tti" ti,. IIpTrndz.ljN 'Z<f!'i/iftlJI'O ~ ~
Son "directivos" en el sentido de proveer al lector de una gua basada en claves explcitas.
Este tipo de textos son continuamente utilizados en la prosa de distintas ciencias naturales
(fsica, biologa, entre otras), sociales (historia, geografa, etctera) y otras disciplinas (por ejemplo,
matemticas, administracin). Se dice que la expositiva es la superestructura predominante en los
textos acadmicos, desde los ciclos finales de la educacin bsica hasta la educacin universitaria.
De hecho, los te xtos cientficos son en esencia expositivos; aunque pueden asumir diferentes gne
ros (por ejemplo, el reporte cientfico, la monografa, el ensayo, etctera).
Aunque existe un debate respecto a cuntas estructuras textuales pueden identificarse (vase
Slater y Graves, ob. cit.), varios autores concuerdan en sealar que los textos expositivos asumen
cinco tipos de superestructuras (vase Alonso, 1991; Horowitz, 1985a y b; Meyer, 1984; Richgels et
al., 1988; Richgels, McGee y Slaton, 1990; Snchez, 1993; Slater y Graves, 1990), a saber: descripcin
(enumeracin, coleccin), secuell cia , cOlllparativo, covariacill y problr:tna-solucill . Cada tipo de texto
se asocia con ciertos marcadores de discurso (o palabras clave). (Vase Portols, 1998.)
A continuacin, realizaremos una breve descripcin de cada uno de los tipos de texto expositivo
con un ejemplo sencillo, presentando un esquema (organizador grfico textual) elaborado en tres
niveles principales jerarquizados: nivel tpico, nivel de idms principales (relacin retrica) y nivel de
informacin de detalles (vase Richgels y cols., 1988).
El nivel tpico, de mayor jerarqua, corresponde a la idea principal del texto; generalmente se
coloca en la parte illtrodllctoria del texto a nivel explcito, o en ocasiones de forma sugerida o implcita.
El nivel siguiente, el de las ideas principales, alude a su caracterstica retrica, es decir, repre
senta el tipo especfico de relacin estructural que predomina en l y que de algn modo lo caracte
riza porque ste vara en cada tipo de texto. Por lo general, la presentacin de la relacin retrica
estructural y los m arcadores de discurso que la apoyan, constituye la parte ms sustancial en conte
nido y se encuentra en lo que podra llamarse el desarrollo del texto.
Por ltimo, un buen texto debe incluir una seccin fina l de co llclusill que cierra el texto . Sin
embargo, no todos los textos requieren de dicha seccin, especialmente cuando se trata de textos
expositivos breves. En textos largos o complejos s es recomendable considerarla, bajo la forma de
recapi tulacin o resolucin.
Otra parte importante es el ttulo, el cual debe ser claro, pertinente e informativo en el caso de
textos expositivos ed ucativos. Un buen ttulo debe tener una relacin esencial con el tpico del texto
y con la informacin retrica superestructural.
1. Texto descriptivo
Nivel relacin-retrica
- - -- - - -- - - - - - - -- - - ---- -----
Los atributos llegan a presentarse en forma de mera asociacin (descriptivo tipo simple), o bien, con
mayor organizacin retrica, ya sea enumerando cada atributo y presentndolos claramente en
forma de lista (descriptivo enumerativo), o agrupndolos en categoras o clases (descriptivo de
coleccin o de agrupacin).
Los marcadores de discurso en los textos descriptivos son los conectores aditivos tales como:
"adems ... ", "aparte ... ", "incl uso ... ".
En los descriptivos enumerativos los marcadores de discurso son ms claros, puesto que cons
tituyen expresiones ordenadoras que indican explcita o implcitamente la enumeracin de las cate
goras presentadas en el texto alrededor del tema bsico. Pueden ser: "en primer trmino ... ", "en
segundo lugar .. .", "por ltimo ... ".
Tambin son claras las palabras clave en los descriptivos de coleccin o agrupacin, tales como:
"hay varias ... qu e...", "una primera clase ... ", "un primer tipo ... ", "un segundo tipo", "otra clase ... ", etc
tera.
Cabe recordar que todos estos textos agrupan la informacin sin un orden secuencial rgido (la
informacin puede ser intercambiable de lugar o de orden en el texto). Los textos descriptivos son
muy empleados en definiciones, biografas, cartas, narraciones y como partes importantes de textos
informativos de diversa ndole.
Existen tres tipos de conocimiento que se encuentran incluidos en nuestra MLP: el primero es el
conocimiento declarativo; el egultdo, el 'onocimiento de estrategias y procedimientos; y el terce
ro. el cOtwcimiell to metacogllitivo.
2. Texto de secuencia
En este tipo de superestructura las ideas se organizan por medio de un orden cronolgico. El vncu
lo entre los componentes es estrictamente temporal (no son intercambiables en su orden de apari
cin); por esta razn algW10s autores le denominan superestructura de orden temporal. Las palabras
clave en los textos de secuencia son aquellas que expresan semnticamente un orden de eventos,
sucesos o acciones en el tiempo. Algunas de ellas son: "primao .. .", "segundo ... ", "acto seguido ... ",
"posteriormente .. .", "despus .. .", "por ltimo ... ", etctera.
Para elaborar /1 11 argani=ndor anticipado _e ugit'Te: primero, partir de /111 illvt'Iltario de los COIl
c!"pto- o ideas q/le 5011 objeto de estl/dio ,te/ materinl de aprendizaje; posterior11ll'llte, se identifica
rdnlo conceptos supraordillados, e decir, los que 5011 11I1 - incll/sivo qlle dal/ cOI/texto al tema
del lluevo material de aprendizaje; por ltimo, se redactar t:'l orgal/izador a/lticipado, sobre la
base de los cOl/ceptos supraordi/lados, tenie/ldo el/ C/lel1ta qllt:' debe lIsarse 111/ vocabulario familiar
~rad~m~ .
Nivel tpico
Nivel relacin-retrica
Las palabras clave son: "a semejanza -diferencia- de", "desde un punto de vista ... desde otro
punto de vis ta", "se asemejan ... ", "se distinguen ... ", "es similar a ... ", etctera . Tambin se usan los
marcadores llamados conectores contraargumentativos: "sin emba rgo ... ", "en cambio ... ", "por el con
trario ... " .
TEXTO COMPARATIVO-ADVERSATIVO
Nivel tpico
Nivel relacin-retrica
4. Texto de covariacin
La superestructura de este tipo de textos se fundamenta en una relacin retrca del tipo causa
efecto (un evento o antecedente causa a otro evento o consecuente) . Casi siempre, se presenta la
causa y una serie de explicaciones que la vinculan al efecto. Tambin es posible que se presenten
varias causas (presentadas en forma secuencial o en forma interactiva) y un solo efecto, o una sola
causa y varios efectos. Las palabras clave son todas aquellas que expresan una relacin semntica
de covariacin (marcadores de discurso llamados ordenadores consecutivos): "In causa principal es ... ",
"por esta razn ... ", "la consecllencia es .. .", "un efecto es ... ", "otro efecto es ... ", "por tanto ... ", "en conse
cuencia ... ".
TEXTO DE COVARIACIN
Nivel tpico
El contacto eOIl el aire contaminado es la callsa de vario tipos de enfermedades e1I la salud de
los hombres: uno de los efecto se manifiesta por la frecuencia con que se p"cse/ltall enferme
dades de tipo reslliratorio; otro de los efectos radica f?II la COlltamillacilI de la sallgre por los
altos niveles de plomo, y por ltimo, otra de las consecuencias SOIl las enfermedades de tipo
digestivo,
5. Texto de problema-solucin
TEXTO DE PROBLEMA-SOLUCiN
Nivel tpico
Nivel relacin-retrica
Estas superestructuras expositivas que acabamos de describir brevemente se presentan en los tex
tos desde el nivel de prrafo, seccin o captulo.
En los textos comunes suelen encontrarse algunas veces en sus formas puras o ideales; pero en
la mayora de las ocasiones se encuentran implcitas, encubiertas o mezcladas unas con otras.
Por desgracia, la mayor parte de los textos instruccionales, adems de tener las carencias o
problemas ya mencionados (vase la seccin de sealizaciones en este captulo), tienen una inade
cuada estructuracin, lo cual provoca que en muchos casos las superestructuras no queden sufi
cientemente claras a los lectores, ya sea porque el autor no ha sabido hacer uso de ellas o porque las
presenta en forma oscura, provocando que la comprensin y el aprendizaje de la informacin con
tenida se vean seriamente afectados.
1. Los nios estn ms familiarizados con los discursos narrativos desde temprana edad. Todos
los cuentos populares, los cuentos de hadas y leyendas (presentados primero en forma oral y
posteriormente por va escrita), e incluso las historietas a las que se enfrentan por medio de la
televisin o los comics (con modalidad oral, visual y / o escrita), siguen un patrn superestructural
similar, aunque con ciertas variantes. Por tanto, la comprensin y el recuerdo de dicho tipo de
textos desde la niez suelen ser mejores en comparacin con otros (vase puntos 3 y 4),
2, Sin embargo, se reconoce que en los textos narrativos, algunos factores llegan a influir en forma
importante en la comprensin, entre otros: la modalidad (los resultados son mejores en el caso
de la presentacin oral que escrita), la complejidad, la canonicidad, el contenido, los conoci
mientos previos, los aspectos socioafectivos y los factores socioculturales (Hernndez, 1987;
Hernndez y Rojas-Drumrnond, 1989; Grate, 1994; Len, 1986).
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historias (vase Mandler y Johnson, 1977; Stein y Gleen, 1979); b) los textos narrativos se hmda
mentan esencialmente en relaciones de coherencia causal y, sobre todo, motivacional (los perso
najes realizan planes y acciones para el logro de metas), mientras que los textos expositivos
emplean frecuentemente relaciones de propiedad (relaciones descriptivas cuya funcin consis
te en vincular entre s los enunciados sobre un objeto, cmo se relaciona con otras cosas y de
qu se compone) y de apoyo (relaciones argumentales que conectan los enunciados que contie
nen afirmaciones generales con otros enunciados que apoyan o contradicen la veracidad de
tales afirmaciones); e) la estructura de los textos narrativos es muy regular y cons tante de un
ejemplar a otro, mientras que en los textos expositivos esto no ocurre as; y d) los textos narrativos
estn ms asociados con nuestras experiencias cotidianas y se leen con mayor frecuencia que
los textos expositivos.
4. En general, se acepta que existe una mayor dificultad para la comprensin y recuerdo de textos
expositivos, en comparacin con los textos narrativos. Se ha demostrado en varios trabajos
(vase revisin de Balluerka, ob. cit.) que: n) los textos expositivos exigen ms esfuerzo cognitivo
(por elemplo, ms procesos atencionales, mayor tiempo de lectura en las fra ses) y despiertan
menos inters que los textos narrativos; y b) la elaboracin de inferencias resulta mucho ms
probable en la lectura de textos narrativos que en la de textos expositivos; de hecho, algunos
autores sostienen que la gen eracin de inferencias en los textos narrati vos es ms automtica,
mientras que en los textos expositivos tiende a ser m s reflexiva y controlada.
5. No existe un acuerdo total sobre las diferencias debidas a la edad para comprender I cinco
tipos de textos expositi vos. A partir de los aos correspondientes a los ltimos grados de la
educacin bsica, parece que se va adquiriendo la sensibilidad necesaria para identificar las
superestructuras expositivas en los textos (primero en los textos descriptivos de coleccin y
enumerativos y despus en los de covariacin, comparativo adversativos, y problema-solu
cin). De hecho, la tendencia de los lectores ms pequeos, quienes no demuestran mucha
sensibilidad a las superestructuras expositivas, es recordar los textos expositivos (por ejemplo,
un texto ca usal o de problema-solucin) como un mero listado de ideas, lo cual afecta seriamen
te la comprensin de las relaciones entre ideas.
6. Como yil t: ha insinuado, son las diferencias individuales las que se tornan ms claras; es decir,
a partir de la niez t<lrda y dur,mte toda la <ldolL'scencia, los buenos lectores comienzan a dis
tinguirse por la sensibilidad para identificar y hacer uso de las relaciones retricas (identifican
do las relaciones de primer orden y utilizando los marcadores sintcticos), primero en el campo
de la comprensin de textos y un poco ms tardamente en el campo de la composicin escrita.
Los malos lectores nuevamente tienen dificultades para identificar las superestructuras --espe
cialmente las ms complejas- cuando leen y tienden a utilizar la estrategia de listado en su
recuerdo.
7. En todo momento se debe tener presente la importancia de varios factores que se sabe influyen en
el procesamiento de los textos expositivos, a sa ber: su complejidad, su canonicidad, la relacin de
la temtica abordada con los conocimientos previos o con el inters despertado en el lector y los
factores cul rurales implicados en ella (Grate, 1994; Horowitz, 1985; Richgels y cols., 1987).
1. Proporcionar LID discurso escrito (u oral) mejor estructurado. stos, como ya hemos comenta
do, llegan a redundar en el aprendizaje y en el recuerdo del contenido expresado. Es menester
recordar una vez ms que la significatividad u organizacin lgica de los materiales de apren-
- -
2. Aplicar, a partir de la estructura textual, varios tipos de estrategias de ens anza. Por ejemplo,
a partir de los elementos estructurales de los textos es posible:
Elaborar resmenes u ensear a elaborarlos (a los alumnos) utiliza ndo la estructura. El uso
de los organizadores textuales que hemos expuesto en pginas anteriore puede resultar
apropiado para estos casos.
3. Por ltimo, ensear a los alumnos la estructura de los textl)S narrativos y , positivos como un
tipo de conocimiento esquemtico-estratgico (vase la llamada "estrategia estructural", en el
captulo 7 de la presente obra) para mejorar el aprendILclj ~, compren in y com posicin de
textos. ste debe ser el fin ltimo: convertir dichos recursos en estrategias poderosas para la
comprensin y composicin de textos.
Las estrategias de enseanza q ue hemos presentado aqu no necesariamente tienen gue utilizarse
cuando se trata de ens anza expositiva.
Cuando Ausubel (1978) defendi este tipo de el -canza frente a otras modalidades como la
enseanza basada en el aprendi zaje por descubrimiento, hizo una serie de especificaciones qUE' no
han sido bien consideradas, o han sido mal aplicadas o interpretadas incorrectamente por quienes
dicen utilizarla.
De acuerdo con Ausubella enseanza expositiva es recomendable por encima de otras pro
puestas de enseanza (especialmente para aprendices de mayor edad) _i Y slo ~ i: se parte yestruc
tura con base en los conocimientos previos de los alumnos, se le da una organizacin apropiada al
contenido (de lo general a lo particular o detallado y de lo simple a lo complejo), se le proporciona
una cierta significatividad lgica y psicolgica a la informacin nueva que se pretende ensear, se
utilizan ciertas estrategias de enseanza (por ejemplo, organizadores previos), y se garantiza y
se promueve el esfuerzo cognitivo-constructivo de los alumnos (vase Hernndez y Sancho, 1993,
as corno el captulo 2 del presente trabajo). Segn Ausubel, la toma en consideracin de stos y
otros aspectos hace posible que oCurran aprendiL<ljes significativos por recepcin en la en eanza
expositiva.
~, Cl/,/IIII" 5 1:~ml1/!l!.i,li el.. ("I/f(lI,m";'l p,ml /'1 pnJllllll" 11.. 'Ipm/lliz,ljl'l figlljinltl'fls ___ ~
cia de enseanza expositiva se basa en la presentacin de contenidos en forma oral, con escasas
posibilidades de explicacin alternativa, de retroalimentacin y de interaccin con los alumnos,
quienes suelen ser receptores pasivos de la informacin proporcionada, lo cual redunda en un apren
dizaje superficial y una mala comprensin de los contenidos presentados.
Pese a los recientes hallazgos y las nuevas propuestas en el rea instruccional, es una reali
dad que la enseanza expositiva sigue siendo un recurso ampliamente utilizado por los docentes,
porque les permite ensear grandes cantidades de corpus de conocimiento y porque constituye una
estrategia necesaria para grupos numerosos de alumnos, con quienes las posibilidades de interac
cin se ven seriamente disminuidas.
Una propuesta con cierto parecido a lo anterior es aquella que Eggen y Kauchak (1999) han
denominado modelo de "enserlanza de discusin-exposicin", que consiste de cinco fases: a) Introduc
cin, b) Presentacin de la informacin, c) Monitoreo de la comprensin lograda, d) Integracin y e)
Cierre.
- (;'111It1l11l -) &mllq!,l.l> dc" ('11'{i.1II':'1 /,,/M '" mll/omi" ti... I/,IYI/di~~it'j ":f!."ji,.",i'YI1 _
Otra propuesta un tanto similar es la que Jones, Palincsar, Ogle y Carr (1995) denominan "ense
anza estratgica", que se compone de los siguientes (tres) momentos pedaggicos: a) Preparacin
para el aprendizaje, b) Presentacin de los contenidos que se van aprender y c) Aplicacin e integra
cin. Segn estas autoras, dichas fases de la enseanza estratgica corresponden con las etapas que
ocurren en el aprendizaje de los alumnos. As, tenemos que para Jones y cols. (ob. cit.) todo apren
dizaje pasa recursivamente por las siguientes etapas: a) Fase de preparacin del aprendizaje, bJ Fase
de procesamiento del aprendizaje y c) Fase de consolidacin y profundizacin (vase tambin el
captulo dos de esta obra).
Varias estrategias de enseanza de las que ya hablamos en el captulo pueden emplearse con
entera facilidad en cada una de stas tres fases centrales (vase las recomendaciones hechas por
Eggen y Kauchak, ob. cit.; Jones y cols., ob. cit.).
En la primera fase, los organizadores previos, la explicitacin de los objetivos, las actividades
generadoras de informacin previas, etctera, pueden utilizarse para activar y generar los conoci
mientos previos y fomentar las expectativas apropiadas.
En la segunda fase se pueden utilizar todas aquellas estrategias que ayudan a codificar el mate
rial de aprendizaje y a orientar su asimilacin eficaz, como seran las sealizaciones, las ilustracio
nes y las preguntas; tambin pueden emplearse aquellas que sirvan para potenciar las conexiones
internas y externas con las nuevas ideas a aprender, como por ejemplo las analogas, los resmenes,
los organizadores textua les, etctera; de hecho, en esta fase deben existir amplias oportunidades
para observar cmo estn progresando los procesos constructivos de los alumnos para, en caso
necesario, realizar ajustes en la ayuda pedaggica.
Finalmente, para la tercera fase tambin pueden utilizarse las estrategias de organizacin de la
informacin tales como mapas conceptuales, cuadros sinpticos de doble entrada, cuadros C-Q-A,
etctera, de manera eficaz porque ayudan a la integracin y profundizacin de la informacin, en
los aspectos a los que nos hemos referido como conexiones internas y externas.
Otra propuesta o modelo de enseanza que tambin puede estar relacionada con las anteriores
(aunque en este caso movindose hacia el mbito del aprendizaje por descubrimiento guiado) es la
llamada "enseiillnzll directa" que se compone de las siguientes fases : a) Introduccin, b) Presentacin
de la informacin con modelamiento y explicacin, c) Oportunidades de prctica guiada y d) Opor
tunidades de prctica independiente. En esta propuesta de enseanza que se suele ocupar mucho
para la enseanza de habilidades y procedimientos (vase captulo 6) tambin es posible utilizar las
estra tegias revisadas en el captulo, sobre todo para las primeras tres fases .
Sin embargo, todas las propuestas anteriores siguen estando ms centradas en el aprendizaje por
recepcin; aunque, como ya dijimos, la enseanza directa es una propuesta que se acerca al aprendi
zaje por descubrimiento guiado. En la figura 5.13 hemos querido hacer una extrapolacin de la cl
Aprendizaje
con
menor
significatividad
Figura 5.13 Mod~lnr d~ msrilll!UI dmlro del ((Jllli IlIlO I1prl'1ld/:wj r piJr rrcepcMn-.1prm dizje por d~ocubrimim lO.
sic a grfica propuesta por Ausubel, 1 ovak y Ha nesian (1978) relativa a los tipos de aprendizaje que
ocurren en las aulas, presentando en este caso no los "tipos o casos de aprendizaje" como en su ver
sin original (vase captulo 2, donde se presenta la grfica), sino algunos modelos o propuestas de
enseanza que brevemente discutimos y que han influido en la literatura especializada reciente.
Por otro lado, en otras propuestas de enseanza que pueden ubicarse dentro del mbito del
aprendizaje por descubrimiento, ya sea autnomo o guiado, tambin es factible el uso de estrate
gias de enseanza.
--
El aprendizaje por descubrimiento que podramos llamar "ingenuo" tambin ha sido objeto de
duras crticas por considerarse una propuesta excesivamente inductivista (se aprende observando,
actuando, etctera, pero sin ninguna teora por detrs que oriente y gue), que muchas veces se ha
confundido con el simple "activismo" (se piensa que basta con muchas y variadas actividades prc
ticas) de los alumnos. Adems, tiende a relativizar los contenidos de enseanza y el papel del ense
ante en el proceso instruccional.
Un ejemplo en este sentido son las actividades tpicas de laboratorio que se reali zan en la
clases de ciencias (Fsica, Qumica, Biologa, etctera), o las situaciones de aprendiz aje mal
estructuradas en grupos pequeos, donde supuestilmente se deja que los alumnos jueguen un
protagonismo. Se supone que en dichas situaciones pedaggicas los zllumnos tienen que seg uir una
metodologa inquisitiva compuesta de tcnicas activas -n realidad basad a en una serie de pres
cripciones de procedimientos y pasos rgidos que los alumnos siguen como si fueran ellos quienes
lo hubieran planeado-, sin un marco conceptual ni una serie de expectativas claras sobre qu estn
haciendo y por qu lo hacen. Al final todo se reduce a un mero activismo ingenuo de aplicacin de
pasos que terminan con la actividad, donde aparentemente hay una pseudomediacin a nivel
metodol gico por parte del L':l.seante o el diseador de las actividades, sin exis tir necesariamente
una mediacin conceptual, que es precisamente lo que provoca el inductivismo.
En oposicin, el aprendizaje por descubrimiento guiado ha sido rescatado por muchas pro
puestas pedaggicas. Ya decamos que la enseanza directa como propuesta global, se aprox ima o
constituye una forma de aprendizaje por descubrimiento guiado; pero adems existen tras pro
puestas o modelos de enseanza que se acercan ms a L Por ejemplo, las propuestas del "apre!/di
zaje basado en problemas" (vase Torp y Sage, 1998), el "aprendizilje COl1l0 il!Z'l!stigacill" en el campo de
enseanza de las ciencias (vas Gil, 1994), o bien, algunas estrategias de ense anza que se basan en
el "aprendi zaje cooperativo" (por ejemplo, los grupos de investigacin en el captulo 4 de esta obra,
o la enseanza recproca en el captulo 7 tambin de esta obra) .
o es nuestro propsito exponer con detalle cada uno de tales modelos, ya que ello nos llevara
quizs un texto completo (el lector interesado puede revisil r directamente las obras referidas); lo
que s podemos sealar son las caractersticas bsicas de algunas de ellas (otras, como ya hemos
dicho, se presentan en otros captulos) y hacer unos breves comentarios sobre el uso de estrategias
de enseanza. Lo que en principio debe quedar claro es que en todas ellas el papel del alumno es
eminentemente activo, tra t ndo de indagar, explorar y, sobre todo, establecer conexiones internas y
externas (tal y como se definieron pginas atrs) , siempre guiado o supervisado en lo general por el
enseante (e n algunas ocasiones ms que en otras), quien proporciona diversas formas de ayuda
ajustada fincada en situaciones de andamiaje.
El aprendizaje basado ell problemas es una propuesta que se basa en que los alumnos se enfrenten
a problemas (pequeos experimentos, observaciones, tarco.s de clasificacin, aplicacin flexible y
razonada de tcnicas, etctera) cuidadosamente seleccionados y estructurados, para tratar de solu
cionarlos activamente mediante situaciones de discusin con los otros (aprendizaje cooperativo).
Durante todo el proceso de comprensin o refinamiento del problema, acopio de informacin y
planteamiento de estrategias de solucin, los alumnos aprenden contenidos y diversos recursos
procedimentales (metodologas, tcnicas, habilidades), as como estrategias autorreguladoras so
bre cmo afrontar diferentes clases de problemas. Igualmente, se supone que existen diversas for
mas de coordinacin, gua y ayuda que un enseante proporciona desde los momentos iniciales
(vase Torp y Sage, 1998) .
En el caso del aprendizaje como investigacin en el campo de enseanza de las ciencias, se plantea
la posibilidad de que los alumnos ap rendan saberes cientficos (conceptuales, metodolgicos, tec-
nolgicos) por medio de una situacin de investigacin dirigida. Una secuencia de enseanza po
dra ser la siguiente: a) planteamiento de situaciones problemticas a los alumnos; b) estudio de las
situaciones problemticas con apoyo documental, y depuracin y delimitacin del problema; c)
seguimiento de una estrategia cientfica sobre cmo abordarlo (planteamiento de hiptesis, estrate
gias posibles de resolucin, obtencin de resultados, anlisis, interpretacin y comparacin de los
mismos con otros compaeros o grupos de trabajo); d) los conocimientos obtenidos de los pasos
anteriores son aplicados a nuevas situaciones para profundizar y afianzarlos, y e) elaboracin de
reportes o memorias sobre las actividades realizadas, implicaciones, etctera (vase Gil, 1993 Y1994).
En la propuesta del aprendizaje como investigacin, el papel del enseante tambin es el de guia y
supervisor.
El alumno asume un papel ms activo en la toma de decisiones, ya sea para obtener documen
tacin necesaria, realizar observaciones, elaborar una hiptesis, etctera; aunque la labor del ensean
te sigue siendo imprescindible y necesaria para es tructurar, guiar y orientar dichas actividades hacia ciertos
fines mnimos indispensables de aprendizaje.
En la realizacin de dichas actividades estn tambin involucrados, aunque con diferente for
ma y matices, varios tipos de estrategias de enseanza. Por ejemplo, es posible utilizar algunas
estrategias de enseanza como sealizaciones y estrategias discursivas, mapas conceptuales, analo
gas, etctera (cuadro 5.17).
Varias de las estrategias de enseanza, utilizadas en estas propuestas al inicio de las activida
des, posteriormente se ensean a los alumnos para que las usen en forma autorregulada como
estrategias de aprendizaje (algo que tambin debera hacerse en el caso de las propuestas ms orien
tadas hacia la enseanza expositiva).
Para finalizar, como colofn diremos que el empleo de estrategias de enseanza puede contri
buir sensiblemente a las recomendaciones que sagaz y acertadamente hace Pozo (1994, captulo 13)
en sus ya conocidos "Diez mandamientos del aprendizaje" que todo buen profesor debera saber
(invitamos al lector, y especialmente al docente-lector, a que los reflexione y, por qu no, los practi
que). As, de modo implcito, en los "mandamientos" pueden leerse tanto los principales aspectos a
considerar en los alumnos para que ocurran aprendizajes valiosos, como una posible gua que sin
tetiza lo que los docentes deben tomar en cuenta y realizar cuando se enfrentan a la tarea compleja
de ensear.
Las estrategias de enseanza y las recomendaciones que hemos hecho para su uso en este cap
tulo que aqu termina tienen que ver directamente con, por lo menos, cinco de los mandamientos de
aprendizaje que propone Pozo (por ejemplo, los mandamientos Il, Ill, VII, VIII Y X); adems de que
en otros captulos ofrecimos recomendaciones para varios de los otros restantes (el 1 en el captulo 3,
el IX en el captulo 4, el VIII y el X en los captulos 6 y 7, etctera).
ENSEANZA EXPOSITIVA-INTERACTIVA
Organizadores previos
Preguntas insertadas de tipo abierto
Resmenes
Mapa conceptuales
Sealizaciones y estrategias de discurso
Objetivos
Ilustraciones
Diagramas
Crculos de conceptos
Analogas desplegadas
Cuadros C-Q-A
Las estrategias de enseanza deben ser utilizadas intencional y flexiblemente por el agente de
enseanza . Algunas de tales estrategias pueden emplearse antes de la situacin de enseanza, para
activar el conocimiento previo o para tender puentes entre este ltimo y el nuevo, etctera (por
ejemplo, los organizadore previos o los objetivos); otras, en cambio, llegan a utilizarse durante la
situacin de enseanza para favorecer la atencin, codificacin y/ o el procesarIento profundo de
la informacin (por ejemplo, las preguntas intercaladas, las sealizaciones); y otras ms son tiles
preferentemente al trrIno de la situacin de enseanza para reforzar el aprendizaje de la informa
cin nueva (por ejemplo, el resumen). Incluso ciertas estrategias pueden emplearse en cualquier
momento de la enseanza (por ejemplo, los mapas conceptuales).
En el capitulo tambin se discuten las implicaciones educativas que puede tener el uso de las
estructuras textuales por parte del docente o del diseador de materiales de enseanza, para favo
recer el aprendizaje sigIficativo, empleando sealizaciones y orgaIzadores textuales.
Para cada una de las estrategias revisadas se presentan recomendaciones y sugerencias genera
les para su diseo y empleo efectivo. No obstante, cabe sealar que los usos creativos y estratgicos
de tales estrategias quedan a juicio del agente de enseanza segn las intenciones educativas que
pretenda, en aras, por supuesto, de proporcionar una ayuda ajustada a los procesos de construccin
de los alumnos.
A partir de una reflexin personal o en grupo con sus colegas docentes sobre el contenido de este
captulo, realice las siguientes actividades:
El siguiente ejercicio pretende que usted analice las posibles estrategias de enseanza que regular
mente utiliza en sus clases. Puede llevarlo a cabo en forma de autoaplicacin (por ejemplo, despus
de una clase cualquiera que usted realice); aunque tambin sera muy eruiquecedor si lo discutiera
junto con otro(s) profesor(es), lo(s) invitara a observar su clase, o bien, observaran y realizaran el
ejercicio mutuamente.
Al inicio:
Durante:
Al trmino:
b) Cuntas y cules estrategias fueron planificadas de antemano y cuntas y cules otras decidi
utilizarlas sobre el proceso en marcha?
Planificadas
e) Qu tanta efectividad considera que obtuvo por el uso de dichas estrategias en los siguientes
aspectos?:
* Efectividad de su enseiiallza:
Seleccione algn tema (o unidad) del material o texto acadmico bsico que utilice en su clase, e
identifique las estrategias de enseanza en que se apoya .
Analice cualitativamente los siguientes aspectos: a) la finalidad que persiguen (los procesos en
los que supuestamente se quiere incidir), b) su concordancia con los objetivos de dicho tema o
unidad, c) su diseo y forma de aplicacin (tomando en consideracin los lineamientos ofrecidos en
este captulo). Termine la actividad, proponiendo los cambios y mejoras que considere pertinentes
en las estrategias de enseanza para el tratamiento de la unidad o del tema. El siguiente cuadro le
ayudar a realizar la actividad.
1.
2.
3.
4.
5.
6.
7.
Con base en los modelos tericos y la investigacin realizada a nivel internacional, en este captulo
se presenta una revisin de los funda mentos, las caractersticas y las limitaciones de las estrategias
de aprendizaje en general.
La preocupacin central que motiv su creacin radica en el anlisis de por qu, a pesar de los
mltiples esfuerzos que se hacen para desarrollar herramientas de estudio efectivas en poblaciones
de alumnos de distintos niveles, stos fracasan con frecuencia. Se parte de la premisa de que esto
ocurre as porque en dichos esfuerzos se observa un desconocimiento de los procesos cognitivos,
efectivos y meta-cognitivos implicados en el aprendizaje significativo y, sobre todo, elZ su forma de
en seilarlos. Como resultado, la mayor parte de los cursos de "hbitos de estudio", "crculos de lectu
ra " o "talleres de creatividad" han logrado aprendizajes restringidos, poco perdurable:, y difcil
mente transferibles a las situaciones de estudio cotidianas.
Este captulo tambin puede considerarse como un prembulo del siguiente, donde se aborda
con mayor detalle las estrategias relacionadas con la comprensin y composicin de textos. De este
modo, la informacin que posteriormente se ofrece, para el caso de la comprensin de lectura, se
centra en partic ula r en el denominado aprendizaje estratgico a partir de textos; es decir, se dirige a
los procesos cognitivos que ocurren cuando el estudiante intenta comprender los materiales escri
tos de ndole cientfica, que conforman la parte medular de los contenidos curriculares a que se
enfrenta. En cuanto a la composicin escrita, se presentan algunas consideraciones y procedimien
tos probados empricamente para la enseanza de la composicin de textos, en funcin de usos y
contextos determinados.
Uno de los objetivos ms valorados y perseguidos dentro de la educacin a travs de las pocas, es
la de ellse'iar a los alumnos a qW? se vueh'(7Il aprc'ndices alltllOl1l0S, independientes y autorregulados, (apa
ces de aprendc/' a aprender. Sin embargo, en la actualidd parece que los planes de estudio de todos los
niveles educativos promueven precisJmente aprendices altamente dependientes de la situacin
instruccional, con muchos o pocos conocimientos conceptuales sobre distintos temas disciplinares,
pero con pocas herramientas o instrumentos cognitivos que les sir\'1n para enfrentar por s mismos
nuevas situaciones de aprendizaje pertenecientes a distintos dominios, y les sean tiles ante las ms
diversas situaciones
Quiz hoy ms que nunca estemos ms cerca de tan anhelada meta, gracias a las ml tiples
inH'stigJciones que e han d arrollado en torno a stos y otros temas, desd" los f.'nfoqUl'S cognitivos
y constwcti vistas. A partir de estas investigaciones hemos llegado a CL1mprcndl'r la naturaleza y
funcin de estos procedimientos valiosos que coadyuvan a aprender de una maner' <.'stratgica.
A partir de estos trabajos, se ha conseguido identificar que los estudiantes que obtienen resu lta
dos satisfactorios, a pesar de las situaciones didcticas a las que s han enfrentado, muchas veces
han aprendido a aprender porque:
..:. Gtl'illl/o (i ESfr,;((gi,U f,lrt rI "pr('//dJ':'li~ ilgl/ifiullllO. i/l/di/lllm/oJ, IlL/f/lwiaII J. III(/{{r/O lit imtTIJt"I1ri" _
Planifican y examinan sus propias realizaciones, pudiendo identificar los aciertos y las dificul
tades.
Son instrumentos con cuya ayuda se potencian las actividades de aprendizaje y solucin de
problemas (Kozulin, 2000).
Son instrumentos socioculturales aprendidos en contextos de interaccin con alguien que sabe
ms (Belmont, 1989; Kozulin, 2000).
Con base en estas afirmaciones podemos intentar a continuacin una definicin ms formal
acerca del tema que nos ocupa:
c) La aplicacin de las mismas implica que el aprendiz las sepa seleccionar inteligentemente de
entre varios recursos y capacidades que tenga a su disposicin. Se utiliza una actividad estrat
de aprendizaje.
Aunque resulte reiterativo, estos procedimientos deben distinguirse claramente de las otras
estrategias que revisamos en el captulo anterior y que llamamos de enseanza. Las estrategias de
aprendizaje son ejecutadas no por el agente instruccional sino por un aprendiz, cualquiera que ste ~('a (nio,
alwnno, persona con discapacidad intelectual, adulto, etctera), siempre que se le demande apren
der, recordar o solucionar problemas sobre algn contenido de aprendizaje.
La ejecucin de las estrategias de aprendizaje ocurre asociada con otros tipos de recursos y
procesos cognitivos de que dispone cualquier aprendiz. Diversos autores concuerdan con la necesi
dad de distinguir entre varios tipos de conocimiento que poseemos y utilizamos durante el apren
dizaje (Brown, 1975; Flavell y Wellman, 1977). Por ejemplo:
1. Procesos cognitivos bsicos: son todas aquellas operaciones y procesos involucrados en el proce
samiento de la informacin, como atencin, percepcin, codificacin, almacenaje y mnmicos,
recuperacin, etctera.
3. CO/locimiento estratgico: este tipo de conocimiento tiene que ver directamente con lo que hemos
llamado aqu estrategias de aprendizaje. Brown (ob. cit.) lo describe de manera acertada con el
nombre de saber cmo conocer.
4./ Conocimiento metacognitivo: se refiere al conocimiento que poseemos sobre qu y cmo lo sabe
mos, as como al conocimiento que tenemos sobre nuestros procesos y operaciones cognitivas
cuando aprendemos, recordamos o solucionamos problemas. Brown (ob. cit.) lo describe con la
expresin conocimiento sobre el conocimiento.
Los procesos cognitivos bsicos son indispensables para la ejecucin de todos los otros procesos
de orden superior. Aquellos se ven poco afectados por los procesos de desarrollo; desde edad muy
temprana, los procesos y funciones cognitivos bsicos parecen estar presentes en su forma definiti
va, cambiando relativamente poco con el paso de los aos. Una excepcin que destaca es la referida
a la supuesta capacidad creciente de la memoria de trabajo (operador M: espacio mental) con la
.~ Glpirulo ( rjmlUp.l' 1',II.l d "/,rc"lII/,:..I,. ig"rfi, ./{Im; ti""l/1I/<"Illm, .l,I'l/li,';ci.iIl.l Til()(/~/ult!(' ;lJIrr,'('IH:;o" _
BUSCANDO RESPUESTA.
TIEMPO ESTlMADO DE ESPERA 04:14
2L11
+359
edad (de la niez temprana a la adolescencia), tal como lo han demostrado alglmos investigadores
neopiagetianos, por ejemplo, R. Case y J. Pascual-Leone ,
Varios halla,: gos han demostrado la influencia recproca t'ntre el conocimiento e-;quemtico y la
aplicacin del conocimiento es tratgico (Carner y Alexander, 1989). Adems de la relacin causa l
antes mencionada ent :" la aplicacin de estrategias y el conocimiento esquemah:o, se sabe, por
ejemplo, que:
Del cOllocimlento estratgico, tema de este captulo, podemos decir por el momento varias cues
tiones, adems de lo ya antes dicho y de lo que ser expresado con cierta profundidad a lo largo del
captulo:
Algunas estrategia son aplicables a varios dominios de aprendizaje, mientras que otras tien
den a restringirse a tpicos o contenidos muy particulares. Esto ha llevado a algunos autores a
clasificar las estrategias en generales y e pec(ficas, aunque en muchas ocasiones se ha incurrido en
vincular a las estrategias generales con las llamadas metacognitivas. (Vase, por ejemplo, Kirby,
1984, citado por Nisbet y Schucksmith, 1987, quien utiliza el trmino "microestrategias" para las
estrategias cognitivas o de aprendizaje, y "macroe stra tegias " para el caso de las estrategias
metacognitivas .)
Otro asunto relevante, relacionado con el comentario anterior, tiene que ver con el grado de
especificidad que a veces hace confundir al trmino estrategia con tcnica o hbito de estudio o
aprendizaje. Como ya hemos sealado, nos parece que la distincin fundamenta l entre cada unll
debe ir en relacin al grado de flexibilidad e intellciollalidad con que sean utilizadas cuando se requie
ran o demanden. En este sentido, cualquier entrenamiento en estrategias es incompleto si se les
concibe como simples tcnicas a aplicar (como "recetas de aprendizaje" ), aunque no pareZGl acep
tarse ni en su planteamiento ni en su forma de ensearlas (\ ilSe Muri , 1994).
Con base en la literatura especializada, podemos decir que no existen estadios o etapas de
desarrollo (en el sentido estricto del trmino) para el caso de las estrategias cognitivas. 19unas
de stils pueden aparecer en etapas tempranas de aprendizaje, y otras en momentos ms tardos d el
desarrollo, dependiendo del dominio de que se trate y del grad o de experiencia de los aprendices
en dichos dominios particulares. Sin embargo, s es posible describir las fases de adquisicin o
internilli zacin de las estrategias cognitivas. Otros asuntos nJ..:vantes sobre las estrategias que vale
la pena mencionar aqu, son los siguientes:
Algunas estrategias son adquiridas slo con instruccin extensa, mientras que otras se apren
den muy fcilmente e incluso parecen surgir "espontnE'ilmente" (Garner y Alexander, 1989).
Algunas estra tegias suelen ser muy especficas para dominios particulares, mientras que otras
tienden a ser va liosas para varios de ellos (generalmente relacionados entre s).
En este cuadro complejo de relaciones entre los distintos tipos de conocimientos, todava hara
falta mencionar la intervencin de los procesos motivacionales (discutidos ya en un captulo ante
rior de esta obra, por lo que no nos detendremos en ello aqu), tales como los procesos de atribucin,
expectativas y establecimiento de metas, de los cuales se reconoce cada vez ms su influencia en la
aplicacin de los tipos de conocimiento anteriores y los procesos asociados con ellos. Algunos auto
res han utilizado el trmino estrategias de apoyo para referirse a algunos de estos asuntos.
Las estrategias de apoyo permiten al aprendiz mantener un estado mental propicio para el apren
dizaje; incluyen, entre otras, estrategias para favorecer la motivacin y la concentracin, para redu
cir la ansiedad, para dirigir la atencin a la tarea y para organizar el tiempo de estudio (Dansereau,
ob. cit.; Weinstein y Underwood, ob. cit.). Las estrategias de apoyo tienen un impacto indirecto
sobre la informacin que se ha de aprender y su papel es mejorar el nivel de funcionamiento cognitivo
del aprendiz.
En la figura 6.1 se presenta un mapa conceptual donde se vislumbran claramente algunas de las
relaciones comentadas entre los distintos componentes que se encuentran involucrados en el uso de
las estrategias de aprendizaje.
DE APRENDIZAJE
Intentar una clasificacin consensuada y exhaustiva de las estrategias de aprendizaje es una tarea
difcil, dado que los diferentes autores las han abordado desde una gran variedad de enfoques.
~
acenconsciente
su aplicacin
se __ --~~.
complementan '1:!I1JM!l"'Il~ .
interactan con ....
su aplicacin
requiere de
compleja con tcnicas para apoyarlo), el cual consiste en repetir una y otra vez (recircular) la infor
macin que se ha de aprender en la memoria de trabajo, hasta lograr establecer una asociacin para
luego integrarla en la memoria a largo plazo. Las estrategias de repaso simple y complejo son tiles
especialmente cuando los materiales que se han de aprender no poseen o tienen escasa significa ti
vidad lgica, o cuando tienen poca significatividad psicolgica para el aprendiz; de hecho puede
decirse que son (en especial el repaso simple) las estrategias bsicas para el logro de aprendizajes
repetitivos o memoristicos (Alonso, 1991; Pozo, 1989).
Las estra tegias d~ orglll zizol1 de la informacin permiten hacer una reorganizacin constructiva
de la informacin que ha de aprenderse. Mediante el uso de dichas estrategias es posible organizar,
agrupar o clasificar la informacin, con la intencin de lograr una representacin correcta de sta,
explotando ya sea las relaciones posibles entre sus distintas partes y / o las relaciones entre la infor
macin que se ha de aprender y las formas de organizacin esquemtica internalizadas por el apren
diz (vase Monereo, 1990; Pozo, 1990).
C,'pltll/n r. Etnllt~,<;,1i p,/m rol "!JI"t"JlrI/':'1j1o JlgJliji",UII'/!:ji/llfld/llt'I/IOSo ouilflliJici.l" o'mudaos l~t ;lI/fr/'i'luit!n = _
- -
Procesamiento Elaboracin de
complejo inferencias
Reswnir
Analogas
Elaboracin
conceptual
Tanto en las estrategias de elaboracin como en las de organizacin, la idea fundamental no es simplemen
te reproducir la informacin aprendida, sino ir ms all, con la elaboracil111 organizacin del contenido; esto
es, descubriendo y construyendo significados para encontrar sentido en la informacin. Esta mayor
implicacin cognitiva (y afectiva) del aprendiz, a su vez permite una retencin mayor que la produ
cida por las estrategias de recirculacin antes comentadas. Es necesario sealar que estas estrategias
pueden aplicarse slo si el material proporcionado al estudiante tiene W1 mnimo de significatividad
lgica y psicolgica.
Alonso (1991 y 1997) tambin ha propuesto W1a clasificacin de las estrategias con base en el
tipo de informacin sobre la naturaleza de la informacin que se ha de aprender y que puede ser de
mucha utilidad para el docente que pretenda inducirlas en sus alumnos.
En la clasificacin propuesta por Alonso (1997) se sigue W1a aproximacin inversa a la anterior,
ya que las estrategias son clasificadas segn el tipo de contenidos declarativos (vase captulo 2) para los
que resultan de mayor efectividad. (Vase cuadros 6.2 y 6.3.)
COlldiciones
Estrategia de aplicacin Caractersticas Ejemplo
Repeticin: Es especialmente Simple: Mercurio, Mercurio ...
1baw:I de AtonlO,lCW1.
Por ejemplo, pueden utilizarse varios tipos de estrategias que han demostrado ser efectivas
para el aprendizaje de informacin factual dentro de los escenarios escolares. La informacin fac
tual se presenta de diversas formas en la enseanza, tales como datos (aprender smbolos qumicos
o matemticos, frmulas, datos numricos, fechas histricas, etctera), listas de palabras o trminos
(como los nombres de pases de algn continente, los nombres de los ros de alguna regin, los
elementos que componen un medio ecolgico, o los que intervienen en algn proceso fsico, etcte
ra) o pares asociados de palabras (como el aprendizaje de cualquier vocabulario extranjero, las
capitales de los pases, etctera) (cuadro 6.2). Es importante reconocer que el aprendizaje simple de
datos, si bien no debe ser el objetivo principal de cualquier acto educativo, es de cualquier modo
importante pues constituye un elemento presente en todo el material curricular de cualquier mate-
COIzdicio /les
Estrategia de aplicacill Caractersticas Ejemplo
Representacin Especialmente til Los conceptos y sus De estructura secuencial:
grfica de cuando se pretende relaciones se la idea contenida en un
redes integrar la representan texto el entrenamiento
conceptuales informacin de un mediante redes conduce(C) a la relacin
texto en una donde los conceptos automtica se
representacin nica se incluyen en representara:
y coherente. espacios cerrados
y las relaciones Entrenamiento
-jerrquicas,
secuenciales o de
agrupamien to-- se
representan C
mediante flechas con
una letra que indica
el tip de relacin.
1
Automatizacin
Resumir textos Especialmente til Una ez definidl) el prop ' ito del resumen (por
cuando se necesita ejemplo, e traer la informacin ms importante
expresar en forma con vista a l ffi examen), la regla a seguir son:
inttica v ordenada
la informacin ms 1. Completar la progresin sistemtica del texto.
importante de un 2. Determinar el tema global del texto y el de
te to, de acuerdo con cada prrafo.
un propsito 3. Borrar de cada prraf la informacin tribal o
definido. redundante.
4. Si lo anterior no es uficiente, incluir nombres
de categoras supraordinales para resumir
res de lemento que sean ejemplos de las
mismas, siempre que sea posible.
5. Si lo anterior no es suficiente, y si es posible,
inventar una expresin que signifique lo
mismo que el conjunto de elementos del
te to, de forma m breve.
6. Seleccionar de cada prrafo lo aspectos que
finalmente resuman el texto
7. Identificar la estructura interna del t xto
(descripcin, comparacin, tctera) para
organizar el resumen.
Condiciones
Estrategia de aplicacin
Caractersticas Ejemplo
profundidad de pues no es posible decir qu pasos seguir para
modo que resulten aplicarla, sino un procedimiento que implica la
fcilmente aplicables aplicacin de diferentes reglas: pensar en
en contextos ejemplos, traducir las ideas en procedimientos,
distintos. establecer comparaciones, inferir reglas o
principios, etctera.
ria o disciplina en todos los niveles educativos. Adem s, el conocimiento factual es imprescindible
para el aprendizaje posterior de informacin conceptual de mayor complejidad .
Para el caso del aprendizaje de informacin conceptual, tambin se ha demostrado que algunas
estrategias tienen gran efectividad cuando son utilizadas de forma correcta (vase cuadro 6.3). Evi
dentemente, el aprendizaje de conceptos, proposiciones o explicaciones (por ejemplo, el concepto
de la fotosntesis, de los factores causales implicados en la Revolu cin Mexicana, sobre alguna ex
plicacin terica de cualquier disciplina, etctera) exige un tratamiento de la informacin ms sofis
ticado y profundo que el aprendizaje de informacin factual.
En un apartado anterior sealamos de forma somera que la meta cognicin consista en ese "saber"
que desarrollamos sobre nuestros propios procesos y productos del conocimiento. Ahora vamos a
analizar con ms detenimiento este concepto.
Sin desdear los aportes de las tradiciones de investigacin antes mencionadas, a juicio de A. L.
Brown (vase Brown, 1987), el uso contemporneo del concepto desde mediados de los setenta
hasta la mediana de los ochenta en distintas investigaciones realizadas hab a conjuntado dos lneas
claramente discernibles entre s, las cuales muchas veces haban provocado que el uso y compren
sin del concepto resultara confuso y oscuro .
De acuerdo con la autora , el conocimiento que tiene una persona sobre su propio conocimiento
es relativamente estable, por lo que se sabe sobre algn rea de la cognicin no suele variar de una
situacin a otra; es constatable o verbalizable por que cualquiera "puede reflexionar sobre sus pro
cesos cognitivos ... y discutirlos con otros" (Brown, 1987, p. 68) Ypor ltimo, es considerado falible
porque "el nio o el adulto pueden conocer ciertos hechos acerca de su cognicin que (verdadera
mente) no son ciertos" (ob. cit., p . 68).
Con el nimo de poner cierto orden en este campo, Brown seala que a esta rea se le puede
atribuir, con certeza, el trmino metacognicin. En este sentido, se afirma que la metacognicin es el
conocimiento sobre nuestros procesos y productos de conocimiento.
Otro de los autores que ha dedicado numerosos trabajos a este campo -donde sin duda es
considerado corno un pionero-- es J. Flavell. En un artculo relativamente reciente (Flavell, 1987),
retornando sus trabajos y experiencia previos en el rea, este autor analiza tambin el concepto de
metacognicin y seala que puede a su vez dividirse bsicamente en dos mbitos de conocimiento
(vase tambin Flavell, 1993):
El conocimiento metacognitivo
El conocimiento metacognitivo se refiere a "aquella parte del conocimiento del mundo que se
posee y que tiene relacin con asuntos cognitivos (o quiz mejor psicolgicos)" (Flavell, 1987, p. 21)
1. Variable de persona: se refiere a los conocimientos o creencias que una persona tiene sobre sus
propios conocimientos, sobre tus capacidades y limitaciones corno aprendiz de diversos temas
o dominios, y respecto a los conocimientos que dicha persona saben que poseen otras personas
(v. gr., compaeros de clases, hermanos, maestros, etctera); por medio de este conocimiento
2. Variable tarea: son los conocimientos que un aprendiz p osee sobre las caractersticas intrnsecas
de las tareas y de stas en relacin con l mismo. Flavell distingue dos subcategoras: a) el
conocimiento que tiene un vnculo con la naturaleza de la informacin involucrada en la tarea
(por ejemplo, si 1<1 informacin contenida en ella es o no familiar para lffiO mismo, si es fcil
mente relacionablc con nuestros conocimientos previos, si es difcil, etctera), y b) el conoci
miento sobre las demandas implicadas en la tarea (por ejemplo, saber qm' es ms difcil una
tarea que exige analizar la informacin que otra que simplemente exige recordarla).
3. Variable de estrntegia: son los conocimientos que un aprendiz tiene sobre las distintas estrategias
y tcnicas que posee para diferentes empresas cognitivas (aprender, comprender \lengu aje
oral y escrito, percibir, solucionar problemas, etctera), as como de su forma de aplicacin y
eficacia. Segn Flavell, puede hacerse una distincin entre estrategias cognitivas y metacog
nitivas: "La funcin principal de una estrategia cognitiva es ayudar a alcanzar la meta de cual
quier empresa cognitiva en la que se est ocupado. En cambio, la funcin principal de una
estrategia metacognitiva es proporcionar informacin sobre la empresa o el propio progreso de
ella" (p. 160).
Cabe mencionar que, segn FLwell, la mayora del conocimiento metacognitivo est constitui
do por la interaccin entre dos o tres de estas categoras. De hecho, la interaccin entre ellas es lo
que permite la realizacin de actividades metacognitivas.
Las experiencias metacognitivas son aquellas experiencias de tipo consciente sobre asuntos
cognitivos o afectivos (por ejemplo, pensamientos, sentimientos, vivencias, etctera). No cualquier
experiencia que tiene el sujeto es metacognitiva. Para que pueda considerarse como tal, es necesario
que posea relacin con alguna tarea o empresa cognitiva. Ejemplos de experiencias meta cognitivas
son: cuando uno siente que algo es difcil de aprender, comprender o solucionar, cuando a uno le
parece que est lejos de conseguir la realizacin completa de una tarea cognitiva o cuando uno cree
que est cada vez ms prximo a conseguirla, o tambin cuando uno percibe que una actividad es
ms fcil de realizar que otras. Las experiencias metacognitivas pueden ocurrir antes, durante y
despus de la realizacin del acto o proceso cognitivo, pueden ser momentneas o prolongadas, sim
ples o complejas.
De acuerdo con Flavell (1987), con el desarrollo el individuo se muestra ms capacitado para
interpretar y responder apropiadamente a las experiencias metacognitivas. Mientras que los nios
pequeos (aun cuando pueden tener o darse cuenta de dichas experiencias), tienen una capacidad
limitada para comprender lo que ellas significan e implican para la realizacin de alguna tarea
cognitiva.
Flavell (1979) seala algunas de las implicaciones de las experiencias metacognitivas en la rea
lizacin de tareas cognitivas:
Flavell (1987) menciona las siguientes situaciones en donde las experiencias meta cognitivas
pueden ocurrir con mayor probabilidad:
Cuando se plantean situaciones donde se juzga importante hacer inferencias, juicios y decisio
nes.
Si la actividad cognitiva se encuentra con alguna situacin, problema u obstculo que dificulte
su realizacin.
Si los recursos atencionales o mnemnicos no son enmascarados por alguna otra experiencia
subjetiva ms urgente (miedo, ansiedad, depresin).
Por otro lado, la regulacin de la cogllicin se refiere a todas aquellas actividades relacionadas con
el "control ejecutivo" cuando se hace frente a una tarea cognitiva, como son las tareas de planea
cin, prediccin, monitoreo, revisin continua, evaluacin, etctera. Actividades que un aprendiz
reali za cuando quiere aprender o solucionar un problema (cuadro 6.4).
Brown (1987) argumenta que esta rea o mbito de actividades cognitivas complejas se le po
dra identificar y agrupar claramente bajo el concepto de autorregulacin.
Experiencias metacognitivas.
Las actividades de planeacin o planificacin son aquellas que tienen que ver con el estableci
miento de un plan de accin e incluyen: la identificacin o determinacin de la meta de aprendizaje
(definida externa o internamente), la prediccin de los resultados, y la seleccin y programacin de
estrategias. Por lo generat son actividades que se realizan antes de enfrentar alguna accin efectiva
de aprendizaje o de solucin de problemas. La planeacin sirve para tres fines: facilita la ejecucin
de la tarea, incrementa la probabilidad de dar cumplimiento exitoso a la tarea de aprendizaje y
genera un producto o una ejecucin de calidad.
Las actividades de supervisin o monitoreo son las que se efectan durante la ejecucin de las
labores para aprender. Involucran la toma de conciencia de qu es lo que se est haciendo, la com
prensin de dnde se est ubicado y la anticipacin de lo que debera hacerse despus, partiendo
siempre del plan de operaciones secuenciales desarrollado durante la planificacin; la supervisin
tambin est relacionada con el chequeo de errores y obstculos que pueda tener la ejecucin del
plan (en lo general) y de las estrategias de aprendizaje seleccionadas (en lo particular), as como en
la posible reprogramacin de estrategias cuando se considere necesario. Puede decirse que el acto
de supervisin consiste en "mirar hacia atrs" (teniendo en cuenta las acciones ya realizadas del
plan y bajo qu condiciones fueron hechas) y en "mirar hacia delante" (considerando los pasos o
acciones que an no se han ejecutado) al tiempo que atiende a lo que est haciendo en el momento.
Las actividades de revisin o evaluacin son todas aquellas relacionadas con el fin de estimar
tanto los resultados de las acciones estratgicas como de los procesos empleados en relacin con
ciertos criterios de eficiencia y efectividad, relativos al cumplimiento del plan y el logro de las me
tas; estas actividades, por lo generat se realizan durante o despus de la ejecucin de la tarea cognitiva.
Basndonos en Kluwe (198n podemos sealar que estas actividades autorreguladoras pue
den resumirse en las tpicas preguntas que se suelen hacer cuando se emprenden tareas cognitivas,
a saber: qu voy a hacer?, cmo lo voy a hacer? (planeacin); qu estoy haciendo?, cmo lo
estoy haciendo? (monitoreo y supervisin); qu tan bien o mal lo estoy haciendo? (revisin y eva
luacin).
Sin embargo, creemos que en el caso de la autorregulacin consciente, que es la que ocurre
cuando se realizan aprendizajes acadmicos de alto nivel de complejidad porque involucran una
conducta de toma de decisiones reflexiva y consciente (como los que ya ocurren desde la educacin
bsica), sta debera ser considerada como relativamente estable, constatable (sobre todo antes de
que ocurra una ejecucin estratgica demasiado practicada que tienda a la automatizacin) y relati
vamente dependiente de la edad (quiz las formas ms sofisticadas de autorregulacin acadmica
slo aparezcan en la adolescencia en sus formas acabadas).
N o ob tan te, pocas veces nos preguntamos conscientemente si dicho almacn de d ecla raciones
metacognitivas que nos ayuda a desempeamos exitosamente podra enriqu erse de nue s saber
, ~obre cmo podra ocurrir as. Varias experiencias pedagg ica han demostrado que pos ible
ind ucir a los alumnos a que exploren y tomen conciencia sobre los conocimientos que de, arrollan
en torno a las variables persona , tarea y estrategia, as comu sobre prop ias experi nci as metacog
nitivas que consiguen al realizar dis tintas tareas acadm icas. H oy se reconoce q ue el apren d izaj ' d e
estrategias 5 incompleto si slo se le_ ensea a los alurnr os a tener x ito ante las dem andas que les
imponen las tareas aca dmicas, sin que ellos tamb in saquen provecho y exploren las dis tintas
variables (persona, tarea, estra t giS y contexto) metacogniti\'as involucrad as (Gaskins y Elliot, ] 998).
Por otro lado, la autorregulacin consciente que ocurre en las actividades acadmicas d alto
nivel es un saber que se hace, no se declara, sino que se realiza; es decir, es lU1 saber procedim n tal.
Si la metacognicin es declaracin, la autorregulacin es accin. As, muchas de las e trategias de
nominada cogniti as, tales como la p laneacin o la supe rvisin, son en realidad actividades o
estrategias a utorreguladoras .
Las actividades metacogniti vas y autorregu ladoras si bien son d ifer nt ,como ya s ha men
cionado antes, tamb in son complementarias. De este modo, por ejemp lo, la ac tividades de p la
nificacin no seran p os ibles de ejecutar si no acti\-sem os nuestro~ conocim ientos m etacogni
tivos de per ona, tar a y es trategia para confeccionar un plan estra tgico d aprendizaje; tam po o
sera posible supervisar la ejecucin de un plan o d e ciertas estrate <>ias de a prendizaj si n o tu\"ise
mas experiencias metacognitivas que nos informaran sobre qu y cuLn bien es tamos procediendo
en la reali zacin de una actividad acadmica.
Pero todava nos quedan varias interrogantes que quiz nos aclaren m cuesti ne! al buscar
sus respuestas: cmo le hacen los aprend ic para coordinar d", ferma exi tosa el conocimiento
metacognitivo y las actividades autorr gu laJo ras en sus actividade de aprendizaje compl jo?, o
bien, cmo le hacen los aprend ice para trasladar lo que saben (conocim iento metac gnitivo) l!
terreno de la accin (au torregulacin) cuando eLlos apren den?
Algunos u tar han propue l O recientemen te que la actividad de reflexin e ~ tal \ '\:'Z la "p i Z i1
m aestra" para establecer el enlac ntre metacogn ici 'n y autorr O'ulacin y sus posibles interaccio
nes (Ertmer y Newby, 1996). Por reflexin debe entenderse aquella actividad dinmica que realiza
mos para sacar inferencias o conclusiones sobre nuestras acciones de aprendizaje, y puede efectu ar
se durante o despus de que stas han terminado. En ese sentido, la reflexin tiene que ver de
manera importante con el hecho de atribuir sentido a las experiencias de aprendizaje que stamos
teniendo o que ya hemos tenido. Sin embargo, lo ms relevante de la reflexin no son las conclusio
nes o inferencias que elaboremos sobre lo que hacemos o lo que ya hemos hecho, sino lo que todo
ello tiene que ver con futuras si tuaciones de aprendizaje. A partir de la actividad reflexiva, podemos
incrementar nuestro conocimiento metacognitivo, refinar las distintas y complejas actividades
autorreguladoras y profundizar sobre nuestro conocimiento estratgico, para enfrentar con mayor
eficacia situaciones posteriores de aprendizaje. Parafraseando a McCombs (1996) podemos decir
que los aprendizajes ms va liosos en torno a los asuntos metacognitivos, autorreguladores, estrat
gicos y reflexivos tienen que ver con el hecho de tener una representacin ms profunda de noso
tros mismos como operadores o agentes activos capaces de construir conocimientos y como agentes
capaces de reflexionar sobre lo que somos y lo que somos capaces de hacer en el complejo campo
del aprendizaje. En el esquema integrador de la figura 6.2, se observan las complejas interacciones
entre procesos metacognitivos, autorreguladores y reflexivos involucrados en el aprendizaje estra
tgico.
VAAIA8LES
METACOGNITlVAS SUPEFMSIN
-o!:LPROCESO REFLEXIN
SUJElO
(DURANTE) DEVSOBRE
-TAREA
ESTRATEGIA
DE APRENDIZAJE (PLANJACACION)
~DE
ESTRATeGIAS DE
APReNPlZAJE V
DI: ltPCJfO EN
~m.:LA
TAREA DE
APRENDIZAJE
Figura 6.2 l::r'lIU'JlIil ""t:v.mdor di' 10_, prol t'J'OJ f ,III'I/(/\it'fJ.I , lIJ elf l f 0f!.III1/1ll h , tlll lm'f(:~ II/"llm ('J ,Y n/fr./'1h
ADQUISICiN DE LAS ESTRATEGIAS DE APRENDIZAJE
Varios autores, especialmente aquellos que han hecho investigacin sobre este tema en el cam
po del desarrollo de la cognicin y de la memoria (J. Flavell, A. Brown y S. Paris), se han abocado a
trabajar sobre el primer asunto (vase Flavell, 1993; Garca Madruga, 1991; Kail, 1994).
A partir de las investigaciones realizadas a principios de los setenta por J. Flavell y su grupo,
dirigidas a indagar lo que los nios pequeos eran capaces de hacer respecto al uso de estrategias
de memoria, encontraron algunos asuntos de relevancia singular que merece la pena comentar
aqu. Se demostr, por ejemplo, que desde etapas muy tempranas (aproximadamente desde los 7
aos) los nios parecan ser capaces de utilizar, sin ningn tipo de ayuda, estrategias de repaso de la
informacin ante una tarea que las demandaba. Tambin se demostr que unos aos despus (a los
9 o 10 aos) los nios son capaces de utilizar, tambin de forma espontnea, estrategias de categori
zacin y elaboracin simple para recordar listas de cosas y objetos. En varios estudios se demostr
que el uso de ambos tipos de estrategias al principio es titubeante, pero su aplicacin mejora cuali
tativamente con la prctica de estrategias y con el paso de los aos (vase Kail, 1994).
El mismo patrn se ha encontrado con estrategias ms complejas, como las llamadas estrategias
de estudio. Vale la pena que ahora efectuemos una breve resea de dos trabajos para ilustrarlo.
Brown y Smiley (1987) estudiaron distintas estrategias de estudio aplicadas a textos complejos
(subrayar, tomar notas, etctera) con estudiantes pequeos (quinto grado), as como de educacin
media (primero y segundo de secundaria, y segundo y tercero de bachillerato). A dichos estudian
tes se les peda que leyeran el texto en dos ocasiones para luego solicitarles que recordaran lo ms
importante (su esencia). Posteriormente se les permiti aproximarse nuevamente al texto dndoles
tiempo suficiente para que lo estudiaran y emplearan las estrategias que considerasen convenientes
para mejorar su recuerdo. Mientras que los estudiantes de secundaria y bachillerato se beneficiaron
del tiempo de estudio recordando ms y mejor la informacin del texto, los nios de quinto grado
no parecieron aprovechar el tiempo extra de estudio. Adems, slo 6% de los pequeos utilizaron la
estrategia de tomar notas, en comparacin con los mayores quienes lo hicieron en proporcin de
50%. Lo mismo ocurri con la estrategia de subrayado, en la que pudo observarse claramente el
patrn del que hemos venido hablando: los pequeos de quinto grado casi no la emplearon, en tanto que
los mayores la utilizaron profusamente y adems de forma ms sofisticada, pues subrayaban en mayor
cantidad los pasajes clave del texto y muy poco los irrelevantes.
Unos aos despus, el grupo de Brown (Brown y Day, 1983) decidi estudiar la estrategia de
resumen con una muestra de chicos de 10, 13, 15 Y 18 aos. Los sujetos leyeron textos complejos tres
veces. Despus se les pidi que escribieran un resumen del texto (se les advirti que podan aplicar
cualquier clase de estrategia que juzgaran necesaria). Al analizar los resmenes producidos por los
sujetos, encontraron que todos ellos aplicaron la estrategia de supresin de la informacin superfi
cial y redundante (arriba del 90% de los sujetos de cada edad); pero las estrategias ms complejas,
como son la generalizacin, la identificacin de la frase central para ser incluida de prrafos y la
Volviendo con los nios de edad preescolar otro hallazgo ms interesante fue demostrar que in
cluso los nios de esta edad llegaran a utilizar los dos tipos de estrategias (repaso y categorizacin)
y beneficiarse de su recuerdo cuando se les enseaba directamente a hacerlo. Las diferencias evolu
tivas entre estos nios y los que las utilizaban espontneamente (diferencias reales de varios aos), se
diluan por completo cuando se estableca una comparacin en su ejecucin en tareas de recuerdo.
Un ltimo asunto revelador encontrado en dichos estudios, sirvi para completar la compren
sin de la existencia de un patrn que describe la forma en que se adquieren estos recursos cognitivos.
A lo largo de varios trabajos (vase Flavell, 1970), se evidenci que los nios en edad preescolar no
utilizaban las estrategias mencionadas si no se les animaba directamente a hacerlo. Con base en
ello, se logr demostrar que estos nios s eran capaces de hacer uso de los procedimientos estrat
gicos y que no teman ningn "dficit mediacional" (como generalmente se pensaba). El dficit era
ms bien de "produccin", puesto que utilizaban las estrategias, aunque no de forma espontnea
sino bajo condiciones de induccin. Slo despus, con la prctica de la estrategia, la deficiencia de
produccin desapareca y los nios llegaban a mostrarse competentes para usar las estrategias a
voluntad cuando fueran requeridas ante tareas de aprendi zaje y recuerdo. Por tanto, parece ocurrir
un mismo patrn en la adquisicin de las estrategias, sean stas simples o complejas: primero,
cuando no se tiene la competencia para producirlas y utilizarlas (dficit mediacional); segun
do, cuando ya se es capaz de producirlas pero no de utilizarlas espontneamente, salvo por la
ayuda de alguna actividad instigadora o inductora externa (dficit de produccin); y tercero, cuan
.~
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ID 100 Supresin
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'(ij' 20
e
ID
u 10
O
a..
O
10 13 15 18
Edad (aos)
(Tomado de Kail, 1994)
Figura 6.3 Porcentaje t SIIjeros t diftrmtes edades que rolplraron matro esrraltgias para resumir.
---- -
Tambin en el campo de la metacognicin se encontra ron algunos datos rele antes en el plano
evolutivo. De nuev o fueron los trabajos de Flavell, junto con los de Brown, los iniciadores.
Segn FLwell (1981, citado por Nisbet y Sch ucksmith, 19 7) las diferen cias en la edad existentes
en la c;'pacidad metacognitiva se deben a que los nios mayores poseen un caudal mayor de cono
cimientos y una mejor orga nizacin de la capacidad, pero s bre todo, ms destreza para utilizar eS ,l
informacin es tratgicamente para fines especficos, porque se va estableciendo una vinculacin
cada vez ms estrecha entre lo que se sabe y el conocimiento metacognitivo.
Garner y Alexander (1989) opinan que los pequeos no han desarrollado tal conocimiento por
que an no se h an aproximado a reflexionar sobre el conocimiento y / o su cognicin como obje to de
conocimiento ante tarea acadmicas, algo que los mayores t: han visto imp ' lidos a ha c r debido al
gran nmero de tareas de aprendizaje intencional que ya h an enfrentado en su vi d a escolar, las
cuales fungen como "cat"dizadores" y provocan la adquisicin de este tipo de aberes .
El modd",nil7lfO mnacog>JinuQ ~s /lIJa rkllicll til pllrt/ la mse'l11llza tk- ~"mugiaJ roglllrivas.
Por su parte, Paris y sus colaborador (\'Llse ParLoy Cl"O- S, 19 3; Paris, ewman y Jacobson,
1985) han desarrollado una interpre tacin interesante sobre los fac tor qu h<lcen posible la adqui
sicin y uso de las trateg ias. Ellos apelan l varios principios g nera]e ue 10 - aprendice desa rro
llan progresivament en la med ida en que se involucran con dis tintos on textos y demandas donde
se requieren las estrategias de aprendi za je ( 'ase Kozulin, 2000).
El primero es el llamado principio de agencia, el cual se r fiere a la toma de conciencia que logra n
los aprendic n rela cin a la mejora que puede loararse de lo proc sos de aprendizaje y memori
zacin si e acta intenciona l y voluntari mente sobre ellos, bu a ndo optimizarlos . Esto quiere
decir que los pequeos llegan a reconocer que no es lo mismo rea lizar un acto de aprend izaje acci
dental o incidental que uno intencional (es te ltimo involucra un esfuerzo cognitivo d istinto), En
ello va involucrado I papel activo del agente, qu ien acta directamente por medio de ciertas accio
nes autodirigidas para optimizar su funcionamiento. Erl un principio, los adultos (padr s o ense
ante) son 105 primero5 modele)s de < gen te a "tivo que el ni o reconoce, porque le e se:m (median
te situaciones de an lamiaje) cmo conducirse a ti\'a mente para mejorar:;u aprend Laj e o su ejecucin
~n alguna tarea de solucin d e problemas; m .- tarde, el niu logrl nten der que l puede desempe
ar es papel, y u.n a ve z q ue consigue intl'riori zarlo, ll ega a ser ca paz d e hac rlo por s mismo.
El s 'g undo principio se refiere al reconocimiento del nio del propsito de aprender, como ta rea
cognitiv especfica distinta d otras actividades cogniti\'as que tambin puede hacer y conoce (por
ejemplo, reconocel~ percibir, etc ' tera). El nio descubre que I propsito de apre nder va cambiando
segn distintos contextos, demandas y situaciones, lo cual le exige que tambin tome conciencia de
que son necesarias formas de actuar distintas y de que se requiere de lm esfuerzo e involucramiento
diferenciados para actuar de manera adecuada ante cada uno de ellos.
El nio toma el ejemplo y descubre los tres principios en el contexto de las distintas prcticas
sociales en donde interviene cuando aprende. Los adultos por lo general fungen como modelos y
Fase 3:
LIso experto
Fase 2: (flexible) de
Fase 1: Uso inexperto la estrategia
Estrategia 110 de la estrategia (control
disponible (control externo) i1lternalizado)
actan como mediadores sociales, proporcionando formas concretas sobre cmo actuar, establecer
propsitos y utilizar recursos para proceder propositivamente en situaciones de aprendizaje. As,
los nios, al participar en dichas actividades a veces creadas con toda intencin para ellos mismos,
van captando y apropindose de cada uno de los principios y de los recursos estratgicos, para
usarlos despus en forma autnoma e independiente.
Retomando ahora el segundo punto de inters sobre el asunto relativo a la identificacin de las
fases de adquisicin de las estrategias, pueden exponerse los siguientes comentarios.
Partiendo de los argumentos propuestos por Flavell en tomo a la adquisicin de las estrategias,
y partiendo tambin de las ideas vigotskianas de ZDp, internali zacin y de la llamada "ley de la
doble formacin" de lo inter a lo intrapsicolgico (vase Vigotsky, 1979), proponemos sobre la base
de la idea original de Flavell (1993) una tabla que describe tres fases bsicas en el proceso de adqui
sicin-internalizacin de las estrategias (vase cuadro 6.5). En ella se sealan algunos aspectos rele
vantes en torno al proceso de su adquisicin que tienen una clara implicacin educativa .
Bajo esta visin, podemos observar que existe una primera fase en la que en principio no es
posible el uso inducido o espontneo de las estrategias, simplemente porque se carece de la compe
tencia cognitiva para lograrlo o porque no se ha aprendido la estrategia. En esta fase podemos decir
que hay una deficiencia cognitiva en el uso de mediadores o estrategias en situaciones de aprendi
zaje. Esta fase podra caracterizarse como de nivel novato (cuadro 6.6).
.... G/pitillo 6 btr.lI(gi", p.ml ,,1 ,'pmu/::,tjr ilgll!(i,.,I//IfI:j'iIl/f{,lIllt'lllllJ, I/{I,/II;,i, iti,,)' 11/0,1"/0, dI' IlIlrrlYlJdoll
CONTROL
INTERNO Imposible Imposible Posible y necesario Posible
(puede
automatizarse)
En una segunda fase el uso de mediadores o estrategias es posible, siempre y cuando haya una
persona que apoye o proporcione directamente la ayuda para hacerlo. Puede decirse que el apren
diz incipiente llega a ser capaz de utilizarla en el plano interpsicolgico y recibe ayudas de distinto
tipo, en particular instrucciones diversas, modelamientos, guas, etctera; sin embargo, sin tales
apoyos, el aprendiz no es capaz de usarlas espontneamente porque an no ha ocurrido su interna
liza ci n completa. En comparacin con la etapa anterior, ya se tiene la capacidad para utilizar las
estrategias como mediadores o instrumentos cognitivos; pero todava existe un dficit en su empleo
autnomo y / o espontneo, puesto que no se ha desarrollado su regulacin metacognitiva. Esta
segunda fase correspondera en el cuadro 6.6 al nivel de dominio tcnico.
Por ltimo, la tercera fase se caracteriza por el uso espontneo de las estrategias cuando el
aprendiz lo requiere, gracias a que ha logrado una plena internalizacin de stas y posee un conoci
miento metacognitivo apropiado para hacerlo (nivel de dominio estratgico). En esta fase final el
aprendiz ya es capaz de utilizar de manera autnoma las estrategias y, posteriormente, con la prc
tica y reflexin continuas, llegar a aplicar las estrategias en forma flexible, dando pie a transferirlas
a nuevas situaciones de aprendizaje (nivel de experto).
Esta explicacin coincide considerablemente con las ideas de Paris y sus asociados, ya nom
bradas antes, en el sentido de que el empleo de las estrategias se aprende en el contexto de prcti
cas de interaccin con quienes saben ms; stas son actividades que en un inicio son mediadas
socialmente y que slo despus se van interiorizando y haciendo parte del repertorio de los apren
dices.
Por otra parte, dichos programas son de ndole extracurricular, se ofrecen en forma adjunta al
plan formal y son impartidos por personal no adscrito a la propia institucin educativa, o que no
son los profesores en servicio en ese lugar. Estos factores han provocado que las intervenciones
tengan poco xito, en trminos de su eficacia, permanencia y transferencia.
Al hacer una revisin extensa sobre los modelos y hallazgos de investigacin en programas
tradicionales de instruccin en hbitos de estudio, Hayes y Diehl (1982), y Aguilar (1983) concuer
dan en que stos no son congruentes con los modelos recientes sobre procesos cognitivos,
metacognitivos y autorreguladores.
Estos programas, que an siguen proliferando en nuestro medio, le ensean al aprendiz las estrate
gias como meros hbitos para aprender, proporcionando un entrenamiento "ciego". Se le llama as
a los programas de entrenamiento que habilitan en forma muy limitada, puesto que slo explican al
aprendiz la naturaleza de las estrategias que supuestamente les pueden servir en su conducta de
estudio. De manera general, su estructuracin se basa en proporcionar a los aprendices instruccio
nes ms o menos claras sobre cmo emplear las estrategias (sin explicarles su significado, impor
tancia, funcin y limitaciones), dndoles posteriormente la oportunidad de aplicarlas a algunos
materiales, para luego proporcionarles algn tipo de informacin evaluativa sobre el grado en que
fueron utilizadas. La idea central de estos programas es que los aprendices vayan desarrollando un
aprendizaje de las estrategias y una comprensin ms o menos general sobre la importancia de la
actividad estratgica.
Segn Brown, Campione y Day (1981) con este tipo de entrenamiento puede mejorarse ligera
mente el recuerdo; pero no se favorece de ningn modo el mantenimiento, la generalizacin o la
transferencia de los procedimientos estra tgicos aprendidos.
Uno de los esquemas que han demostrado mayor efectividad para el anlisis de la situacin de
aprendizaje, y el cual posteriormente ha evidenciado tambin su potencialidad para orientar la
concepcin y estructuracin de los programas de entrenamiento informado en las estrategias de
aprendizaje, es el propuesto por Brown (1982) (derivado de las ideas de Jenkins, 1979), denominado
tetraedro del aprendizaje (vase figura 6.4). En l se expresa una concepcin contextua lista de distintos
aspectos internos (cognitivos, estratgicos, metacognitivos y autorreguladores) y externos (tipos de
materiales, demandas en las tareas, etctera) que influyen en las actividades de aprendizaje intencio
nal. El modelo coincide perfectamente con muchos de los asuntos tratados en secciones anteriores
respecto a la forma en que las estrategias de aprendizaje deben ser entendidas y enseadas.
1. Caractersticas del aprendiz. Esto se relaciona directamente con la variable de persona segn la
clasificacin de los constituyentes del conocimiento metacognitivo: lo que el aprendiz sabe so
bre s mismo (en los dominios afectivo-motivacionales y cognitivos), en relacin con determi
nados contenidos, tareas y estrategias.
2. Naturaleza y caractersticas de los materiales de aprendizaje. Los materiales que habrn de aprender
se pueden variar en: complejidad, familiaridad, organizacin lgica, formato de presentacin,
etctera.
3. Demandas y criterios de las tareas. Son las distintas demandas de aprendizaje y solucin de pro
blemas que se le plantean al alumno en la situacin escolar; por ejemplo, recordar, elaborar
trabajos, presentar un examen, exponer un tema, etctera. Cada una de las demandas le exige al
aprendiz una forma diferenciada de conducirse. Esta caracterstica y la anterior van relaciona
das directamente con la variable de tarea.
4. Estrategias. Es el conocimiento que el alumno tiene sobre las estrategias que conoce y respecto a
su forma de aplicacin, viabilidad y efectividad, para distintos materiales y demandas de las
tareas. Corresponde a la variable metacognitiva estratgica.
(~/,litll" (i f~mllJ!.:.t.. /,.ml tI.lf,,,,uh:.I,' '1,f!./lIli, ,/111 rI: i"IiLIIII/'IUiJ.'. .1t1'/lIiJlUlI .1' II/Il"""', ti,.. irumv'fl(,
CARACTERfsTICAS
DEL APRENDIZ
Habilidades, conocimientos,
actitudes, motivaciones, etc.
ESTRATEGIAS
DEMANDAS
DE
V CRITERIOS
APRENDIZAJE
DE LAS TAREAS
Atencin, Reconocimiento,
repaso, recuerdo,
elaboracin, transferencia,
etc.
estructura fsica,
estructura psicolgica,
dificultad conceptual,
Es evidente que dentro del tetraedro estn implicados distintos aspectos de tipo estratgico,
metacognitivo y autorregulador. Por ejemplo, gracias a l pueden comprenderse (y hacerse com
prender) las distintas relaciones entre estrategias y el conocimiento metacognitivo (variables de
persona, estrategia y tarea), sobre el asunto de cules estrategias seleccionar (una cuestin tambin
metacognitiva) y sobre cmo lleg ar a enfrentarse a una tarea o material de aprendizaje determinado
de una manera global o contextua!. Todos estos aspectos deben tomarse en cuenta para proporcio
nar un entrenamiento informado sistemtico, por lo que seran de mucha ayuda para programar
respecto al qu y al cmo tendrn que ser enseadas las actividades estratgicas, para promover
apre~dizajes significativos.
Con base en el mismo, se entiende que la enseanza de las estrategias no puede hacerse en forma
abstracta, sino en funcin de explicar para qu tareas o demandas son viables, tiles y eficaces, y
para cules otras resultan improcedentes o insuficientes; asimismo, en la enseanza deber
explicitarse para qu materiales, dominios y temticas son valiosas (hay que recordar que muchas
estrategias son especficas de ciertos dominios o contenidos y algunas otras son de aplicacin
interdominio retringida). Sin embargo, todava har falta ensear explcitamente cmo utilizar las
estrategias. Esto se ver directamente en la siguiente seccin.
Como ya hemos sealado, las estrategias deben considerarse primero como procedimientos de ca
rcter heurstico y flexible. En este sentido, Col! y Valls (1992) han propuesto un esquema bsico
componentes ms igrfica
av .
R: "Voy a cIQe regularmente Ypresto mucha atencin a las explicaciones, sobre todo intentan
do entender el fondo de la materia. Cada da repaso 10 e plicado, y regularmente hago e tu
dio ms profundos sobre la materia completa explicada. Considero muy importante actual
mente lle ar al da la materia, para as asimilar ms y mejor las explicaciones .. . "
R: "Pues normalmente leer los apuntes, pero estudiarlos, estudiarlos, los ltimo das; estu
diar para responder los exmenes; memorizar. Yo notaba que si me lo estudiaba una semana
antes, se me olvidaban las cosas, no retena; me lo estudiaba todo de memoria, entonces, frase
que me estudiaba, si se me olvidaba una palabra, ya no lo saba, y no me sala la frase .. ."
para la enseanza de procedimientos, el cual se basa en gran parte en las ideas de Vigotsky y Bruner
ya comentadas en captulos anteriores respecto a las nociones d "zona de d esa rrollo prximo",
"andamiaje" y " transferencia del control y la responsabilidad".
Esta propuestJ.1us parece que puede ser la "estrategia g ua" para la enseap;'.1 de cualquier
tipo de habilidad o estrategia cognitiva (de aprend izaje, metacognitiva, autorreg uladora, etctera;
vase Sol, 1992). Dich,] es trategia se basa en la idea de que los procedimientos (herramientas que
forman parte de un bagaje cultural) se aprenden progresivamente en un contexto interactivo y com
partido, estructurado entre el enseante y el aprendiz del procedimiento. (La propuesta se asemeja
a lo que otros autores han denominado ell seilnll zn directn basada en el andamiaje; vase Rosensrune
y Meister, 1992). En dicho contexto, el enseante acta como un guia y provoca situaciones de
participacin guiada con los alumnos. De este modo, en la situacin de enseanza se presentan tres
pasos bsicos en el trnsito que ocurre entre el desconocimiento del proceso por parte del aprendiz,
hasta su uso autnomo y autorregulado (figura 6.5). Dichos pasos son los siguientes:
Mayor regulacin
Intama (alumno)
Mayor regulacin
externa (profesor)
l . E posi in y ejecucin del p ro ed imien to por p arte dd ensean t (pl'esl!ll taci II de lal'stmtegil1 )
2. Ejecucin guia da del proced [m i nto p or pa rte d l lprendiz y / compartid a con I nsea nte
(p rctica >;uindn)
3. Ejecucin indep nd iente y a u t rregulad a del proced imien to por parte del aprendiz (prnct icn
iiZ dcpell dien l e)
Como po dr inferirse, la tarea del ensea nte .onsiste en ayudar a que el alumno lo gre la cons
trucci(m d el procedimiento estra tgico que le p ropone, no sin ant S prop rcionarl w'\ conte ' to d '
apoyo y d E' andamiaje que se modificar a jus tnd os en fLfficin d e la crecien te capacid ad del aprendiz
p ara utilizarlo. Adems, dicha visin de la enseanza coincide en gran p arte con el esquema identi
ficado sobre el patrn de las fases de adquisicin de las estra tegias, el cual se mencion en Wl.
seccin an terior.
La propuesta, com o se ha dicho, puede verse ac ompaada o traducida por distLntas tcniclS
ms especficas segn la estrategia de ap rendizaje y el dominio de que se trate.
De acuerdo con varios autores (Danserea u, 1985; Coll y Valls, 1992; Elosa y Carca, 1993;
Monereo, 1990 y 1999; Morles, 1985; Muri, 1994), se identifican arios mtodos o tcnicas concretas
para el entrenamiento en estrategias de aprendizaje, los cua le pueden utilizarse en forma combina
La ejercitacin. Consiste en el uso reiterado de las estrategias aprendidas ante varias situaciones
o tareas, luego de que stas han sido enseadas de manera previa por el profesor o instructor
que por lo general asignar la situacin o tarea y vigilar su cumplimiento, evaluando la efica
cia de la aplicacin, as corno los productos del trabajo realizado.
El modelado. Es la forma de enseanza en la cual el docente "modela" ante los alwnnos el modo
de utilizar una estrategia determinada, con la finalidad de que el estudiante intente "copiar o
imitar" su forma de uso. Puede hacerse una extensin y utilizarse el "modelamien to
metacognitivo", en donde el modelo ensea y muestra la forma de ejecucin de la estrategia, de
manera conjunta con aquellas otras actividades reflexivas (que generalmente quedan ocultas
en situaciones normales) relativas a las decisiones que va poniendo en marcha cuando se en
frenta a una tarea de aprendizaje o de solucin de problemas. De esta manera el alumno obser
var los pasos en la ejecucin de las estrategias y tomar ejemplo a partir de las acciones y
reflexiones metacognitivas del modelo. Respecto al modelado, pueden identificarse otras dos
variantes: el modelado de uso correcto y el modelado de contraste entre un uso correcto y otro inco
rrecto de la estrategia. Tambin pueden ser importantes las ac tividades de posmodelado, en
donde se aclare con informacin adicional una "representacin alternativa" (ana logas, metfo
ras, etctera), que les sirvan a los alumnos para su posterior utilizacin (vase Gonzlez, 1994).
El anlisis y discusin metacognitiva. Por medio de esta tcnica se busca que los estudiantes explo
ren sus propios pensamientos y procesos cognitivos al ejecutar alguna tarea de aprendizaje, con
la intencin de que valoren la eficacia de actuar reflexivamente y modifiquen ms ta rde su
forma de aproximacin metacognitiva ante problemas y tareas similares. Monereo (1990, p. 13)
distingue dos variantes: "a) el profesor propone una actividad o tarea, y una vez finaLizada pide
que los participantes escriban o expongan oralmente el proceso cognitivo seguido, y b) distri
buidos en parejas, algunos alumnos deben resolver una tarea 'pensando en voz alta', mientras
sus compaeros anotan el proceso cognitivo, para despus exponerlo al anlisis y discusin de
toda la clase".
Una de las mayores dificultades para los estudiantes que participan en un programa de entre
namiento es poder adaptar las estrategias entrenadas a nuevos contextos y hacerlas compatibles
con sus propias tcnicas.
Ya hemos dicho que el entrenamiento con informacin extensiva (saber cundo, dnde y por
qu) sobre el uso de las estrategias provee elementos suficientes para que el aprendiz logre com
prender el valor y la utilidad de las estrategias proporcionadas para diversos contextos de aplica
cin. Explicamos tambin que esto puede hacerse al usar el tetraedro. Pero adems debe adjuntarse
la enseanza que explicite al alumno la forma de regularlas cuando stas se aplican (entrenamiento
informado con a utorregulacin).
La participacin activa del docente y los compaeros en los procesos de generalizacin (v. gr.,
mediante discusiones en grupo, etctera).
Ellis, Lenz y Sabornie (1987, citados por Ashman y Conway, ob. cit.) presentan un cuadro sobre
la identificacin de cuatro niveles de generalizacin en el entrenamiento de estrategias de aprendi
zaje (vase cuadro 6.8).
En el apartado final de este captulo quisiramos plantear algunas de las actividades que puede
realizar el enseante dirigidas a promover el desarrollo y op timizacin de las estrategias de apren
dizaje de sus alumnos. En el trabajo docente es posible que ocurran dos posibilidades en torno al
asunto que nos ocupa y que recuperaremos en esta seccin. En primer trmino, se encuentra el
trabajo de enseanza de estrategias que puede realizar el profesor directamente en el aula; y en
segW1do trmino, el que se refiere a su participacin en la configuracin de W1a propuesta curricular
especial, para la enseanza de las mismas.
En [o que se a refiere situacin, el profesor como enseante de estrategias en aula debe tener pre
sente varias cuestiones que pueden llevarse a cabo (exista o no W1a propuesta metacurricular; vase
ms bajo). En principio no hay que olvidar que debe prevalecer como idea central el hecho de que el
enseante desempea W1 papel importante de mediador entre las estrategias-instrumentos que desea
ensear y los alumnos que las van aprender (figura 6.4).
El propsito anterior ser posible slo en la medida en que las acciones de intervencin que
realice el profesor tambin cumplan las siguientes condiciones que ya hemos discutido; pero
que pueden integrarse aqu (vase Alonso, 1991; Daz Barriga y Aguilar, 1988; Gaskins y Elliot,
1999; Monereo 1990, 1994 Y 1999; Valle, Barca, Gonzlez y Nez, 1999):
Relacionado con el punto anterior, que se demuestre a los alurrmos el valor de las estrategias y
la importancia de su aprendizaje; en tal sentido, es menester que los alurrmos aprendan a reco
nocer la importancia de las estrategias, a creer en ellas como instrumentos para mejorar la cali
dad de sus aprendizajes y a reconocer su valor funcional para futuras situaciones (Pintrich,
1998); de lo contrario el aprendizaje de las estrategias ser poco significativo.
Explorar las estrategias que los alumnos ya conocen, las cuales muchas veces no les reditan
beneficios apropiados por no saber ejecutarlas o autorregularlas correctamente. En muchas oca
siones dichas estrategias, si son corregidas y mejoradas en su ejecucin, llegan a generar buenos
dividendos en los aprendizajes de los alurrmos.
Que su promocin se realice en las reas de conocimientos o materias curriculares que ensea;
en este sentido, para ciertas asignaturas o reas curriculares hay que reconocer que existen
estrategias especficas de dominio (lectura, matemticas, ciencias naturales y sociales, etctera;
vase Gaskins y Elliot, 1999; Pozo, 1994) que el profesor de cada asignatura debera explorar e
identificar para luego intentar ensearlas. Adems de stas, existen otras estrategias que son
comunes a varios dominios, las cuales podran identificarse dentro del currculo, mediante el
trabajo realizado por grupos de docentes que pertenezcan a academias o reas de conocimiento
relacionadas. As, en una propuesta metacurricular podran conjuntarse ambos tipos de estrate
gias reforzando su aprendizaje y transferencia, ante un amplio rango de tareas y materiales
acadmicos en el aula.
La recomendacin permanente de que el docente, al ensear las estrategias, sea sensible a las
necesidades de los alurrmos y utilice las tcnicas y metodologa propuestas no de una manera
mecnica como un instructivo rgido (lase recetario), sino en forma creativa y adaptable.
Por ltimo, y relacionado con lo anterior, que el docente, al mismo tiempo que es un agente
reflexivo y estratgico de su enseanza (captulos 1 y 5), funja como aprendiz estratgico (que
use y reflexione sobre las estrategias de aprendizaje que ensea y, al mismo tiempo, que desa
rrolle un conocimiento declarativo, condicional-metacognitivo y autorregulador sobre las mis
mas) y que en tal sentido represente un modelo para los alumnos sobre cmo enfrentar tareas
de aprendizaje de modo estratgico.
Sin embargo, la propuesta que se intenta defender en este texto es alternativa a la anterior. En
este sentido, se aboga por W1.a propuesta determinada metacurrculo, la cual se refiere a la necesidad
de ensear a los estudiantes cmo aprender el conocimiento de forma ms efectiva en cada curso
escolar y en vinculacin con reas de contenido especficas. AS, el propsito central que anima este
tipo de propuestas consiste en que los propios docentes, desde sus propias clases, induzcan el desa
rrollo de estrategias de aprendizaje efectivas a la vez que ensean el contenido de la asignatura
(Weinstein y Undenvood, 1985).
De esta forma, el docente entrara al aula con dos tipos de metas: las referidas a los productos
del aprendizaje, que se enfocan a lo que deben saber o ser capaces de hacer los alumnos, y las
respectivas al proceso de aprendizaje, enfocadas a ensear a los alumnos, cmo aprender. Esto
convertira a los modelos de intervencin para estrategias de aprendizaje en W1.a modalidad de
currculo inserto y no extracurricular, como el caso de la instruccin adjW1.ta. En consecuencia, a
diferencia de la instruccin adjW1.ta, en la creacin de lffi metacurrculo la participacin de los do
centes en el equipo de diseo del mismo (en la que la participacin de supuestos especialistas) se
vuelve imprescindible y enriquecedora (en cuanto al conocimiento proftmdo de la asignatura) en
tomo a las siguientes cuestiones: a) qu estrategias ensear, b) para qu dominios especficos de
conocimientos, e) cmo ensearlas, d) qu materias de aprendizaje pueden ser los ms apropiados,
e) de qu forma se pueden secuenciar las actividades, y j) cmo relacionarlas con los contenidos.
Seleccionar o desarrollar, segn sea el caso, innovaciones que los profesores sientan que res
ponden a las necesidades reales de los alumnos.
Asumir que las innovaciones y los cambios requieren de un cierto tiempo de aplicacin. Las
primeras experiencias tal vez no logren un grado satisfactorio de aplicabilidad; pero con la
experiencia el desarrollo y la reflexin del personal, las mejoras se harn palpables progresiva
mente, dando lugar incluso a futuras renovaciones.
En este captulo se ha expuesto y discutido el papel de las estrategias de aprendizaje en las conduc
tas de aprender a aprender. Esto sin duda es una de las metas ms desafiantes para toda situacin
educativa, porque implica que el aprendiz sea capaz de actuar en forma autnoma yautorregulada,
relativamente independiente de la situacin de enseanza.
En primer trmino, intentamos hacer una presentacin de las estrategias desde un enfoque
constructivista, con el sealamiento de que stas son procedimientos flexibles que el aprendiz tiene
que apropiarse a partir de contextos educativos en su ms amplio sentido, gracias a la intermedia
cin de alguien que sabe ms (generalmente el profesor).
Tambin discutimos en el texto, de una manera general, los asuntos relativos a la adquisicin, la
enseanza, los problemas de entrenamiento y transferencia de las estrategias de aprendizaje, con el
establecimiento de un contexto bsico conceptual que ser retomado posteriormente en el siguiente
captulo en los dominios de la comprensin y la composicin escrita.
","_O q,,,fIUIIl 6 liJrmt,W.u j'llm d .,prrlllit:.y.. )rgmli.-.ull n. (illul.mrf'llIw o .u{u;,/l'l y lfIod../cJ M ;1IIn:t'rT!~"1f
1. Analice por distintos medios (observacin, entrevistas, encuestas) cules son las estrategias que
emplean s us alwnnos. Reflexione sobre la posibilidad de que se estn induciendo indirecta
mente algunas actividades estratgicas de bajo nivel (por ejemplo, que promuevan aprendiza
jes memorsticos), debido a ciertos procedimientos o metodologas didcticas que se utilicen en
sus clases.
2. Analice, a partir de las estrategias revisadas en este captulo (y el siguiente), cules podran ser
las ms apropiadas para el aprendizaje significativo de los contenidos de la (s) disciplina(s) que
usted ensea a sus alwnnos. Con base en el presente captulo, reflexione y discuta con sus
compaeros cul sera la mejor manera de ensearlas.
30 Para ilustrar los conceptos analizados en este captulo, considere la siguiente situacin ficticia:
se trata de las conductas de estudio de dos es tudiantes de bachillerato (Emilia y Mnica), a las
cuales supuestamente se les ha informado que en fecha prxima presentarn un examen abier
to (tipo ensayo) sobre los efectos de la polucin ambiental en los ecosistemas. Lea con cuidado
el siguiente relato:
"Cuando se le informa a Emilia acerca de la t!valuacin prxima por medio de una prueba de ensayo, ella
se mostr ligeramente preocupada, no slo porque el ejercicio de evaluacin estaba programado para un
da despus del juego de finales de basquetbol, sino tambin porque era conscien te de que las pruebas de
ensayo le resultaban difciles. Aunque ella se percibe a s misma como una estudiante "machetera " com
petente, reconoce sus debilidades y sabe que tendr que ser ms selectiva acerca de la forma en que se
preparar para este examen . Ella entiende que debe apartar tiempo y que no debe estudiar en casa porque
se distrae con el telfono y con los miembros de su familia. Unos das antes del examen, Emilia toma su
texto y su cuaderno de apuntes, y se dirige a su lugar favorito en la biblioteca pblica. Le agrada estudiar
ah porque los escritorios y las sillas so n confortables, la iluminacin es buena y hay poco ruido. Emilia
recuerda que wando ella estudia para un examen de opcin mltiple, comnmente empieza por escribir
las definiciones de todas la s palabras q e se encuentren en negritas. Sin embargo, el/a sabe que estudiar
para una prueba de ensayo req uiere de diferentes estrategias. Aunque le tomar ms tiempo Emilia decide
prepararse para la prueba elaborando un cuadro sinptico sobre la informacin del captulo, para reorga
nizarla de manera que sea ms fcil s recuerdo. Dicha estrategia le ha sido til en el pasado y est de
awerdo en que le tomar un tiempo extra necesario.
Mientras explora el captulo, Emilia observa que los autores han presentado la informacin por me
dio de enlaces entre causas y efectos. As, divide una hoja en dos columnas, titulando "causas " y "efec
tos "; y procede a hacer el llenado de la informacin en dicho wadro. Conforme va dabor ndolo, Emilia se
define peridicamente para evaluar el progreso que est teniendo. Su plan de trabajo funciona en la
forma en que ella lo ha anticipado?, est manteniendo la suficiente concentracin?, t!st comprendien
do el contenido? Emilia juzga que su comprellsin ha mejorado por representar visualmente las relacio
nes entre los conceptos presentados. Despus de completar su cuadro sinptico, se autoevala dibujando
ahora un diagrama del captulo para ilustrar las relaciones entre los eventos y resultados en el ecosistema.
Durante los ltimos das, Emilia revisa su cuadro sinptico y diswte informalmente S1l comprens in de
los conceptos con sus compaeros de clase. Cuando le aparezcan dudas o ideas que no concuerdan con las
suyas, Emilia vuelve a su texto y, si es necesario, consulta con el profesor sobre tales westiones. La nocht
anterior al examen realiza un autochequeo fina l antes de empezar a ver su juego favorito de las finales de
basquetbol.
Mnica tambin est ansiosa acerca del formato del examen porque sabe que generalmente le va
mejor en las pruebas de opcin mltiple. Mnica no sabe exactamente a qu se debe; pero considera que si
Resulta esencial para Emifia y Mnica Ldifizar flexibleJlleJIte su cOllocimiento sobre los ecosiste
mas cuando se enfrentan al examen. Debido a que la aproximacin de Emilia ha mejorado su compren
sin del fU llc10namieJIto de un ecosistema, es capaz de acceder a su conocimieJIto desde una variedad
de perspectivas y, por tanto, se desempeiia de una manera confiable y competente. Aunque Mnica ill
crement su co nocimieJIto de la terminologa especifica relaciollada co n los ecosistemas ambien tales,
enClL eJltra dificil lItilizar dicha informacin para responder a las preguntas de ellsayo. Ella sale de la
prueba sintindose ansiosa sobre SLI calificacin" (a partir de Palinc ar y Brown, 1989 y Ertmer y
ewby, 1996).
A continuacin, intente hallar las diferencias entre las dos estudiantes ficticias, apoyndose en
el siguiente cuadro:
Caractersticas de las
estra tegias autorreguladoras
empleadas
s trategias de apoyo
utilizadas (cuntas y cmo)
Cules son sus conclusiones respecto a las conductas de estudio de ambas estudiantes?
INTRODUCCiN
Leer para comprender y componer textos inteligentemente son d os procesos de aparente sencillez
pero de gra n complejidad. Decimos que son de aparente sencillez, porq ue generalmente ocurren en
los cu rrculos de ed ucacin bs ica y media, y la alencin que se les proporciona es a toda s luces
insuficiente. En varios estudios realizados, por ejemplo, ha queda do demos trado que en las au las
apen as c;e des tina tiempo para ensear dichos procesos de forma explcita, desplega ndo p r ctica
ingenua s o estereotipadas que escasamente conducen a aprender dichos procesos como verdaderas
actividades constructi\ as y estratgicas con sentido.
En esta breve introduccin quisiramos dejar en claro algunos p resup uestos sobre nues tra con
cepcin de estos procesos, antes de comenzar su probl ematizacin y la presentacin d e estrategias
p ara su enseanza .
l. En p rincip io, tenemos que partir del hecho de que la al.fabebzacin de ning-tm modo termina
con el mero aprendi zaje del cdigo (las habilid ades de codificacin y descod ificacin), sino que
se prolonga h asta las formas ms sofisticadas de hablar, leer, escribir, p en sar de forma compe
tente (Carton y Pra tt, 1991). La alfabetizacin genuina - llamada por algunos "alfabetizacin
funcional" (Cook-Gumperz, 1988; Verhouven, 1994)- debe permitir desarroll ar la competen
cia cogni tiv a v comLmicativa de los ed ucan dos en el m s amplio sentido (Lomas, Osoro y Tu
sn, 19 88), hacerlos educados y educa bles, e incluso, yendo ms all, p osibi litar el desarrollo
social, cultural y poltico de la sociedad o comunidad cultural en que se encuen tran inmersos.
En tol sentido, las formas ms complejas de alfabetizacin lecto-escrita las const uyen la com
p rensin crtica y reflex iva de textos y la composicin escrita, co mo activ idades de construccin
de signifjc.1 do
2. La escritura es un instrumento histrico-c llltllml que tiene una importancia crucial en nuestra
sociedad (Kozulin, 2000; Schneuwly, 1992). Es un mediador poderoso qu e tiene propied ades
que la distinguen del lenguaje oral (por ejemplo, registro perm anente, descon textualizacin,
etctera). La escritura como instrumento cultural ha in fluido en el desarrollo del pensamiento
de la humall idad y puede decirse que tambin en los modos de apruxim aci.n de los educandos
a su rea]jd ad cultural y en s u p ropio desa rrollo intelectua l (el lenguaje escrito es una funcin
psicolgica superior, vase Vigotsky, 1979).
3. La comprensin y la prod uccin de textos deben con sidera rse como formas de actividad que
permiten nuevos modos de pensil miento y de acceso a la cultura letrada. Requ ieren de un agen
te activo .ti constrllctivo que realice actividades sofisticadas que le obligan a emplear sus recursos
cognitivos, p sicoli.ngsticos y socioculturales, previamente aprendidos de manera inteligente,
ante situaciones novedosas de solucin de problemas. Un texto comprendido le dema nda un
problema complejo a quien lo comprende, an aliza o discute; un texto producido implica la
solucin de un problema que exige comunicar ideas con suficiente des treza retrica para lograr
los propsitos comunicativos deseados. Cuando nos enfrentarnos a textos por la va interpretati\'a
o productiva -al fin y al cabo ambas actividades implican construir significados- aprende
mos nuevas formas de pensamiento (pensamiento autorregu lado) y discm so que no sera
imaginables sin ellos.
4. Se puede decir que no se aprende a comprender o componer un discurso escrito por mera
ejercitacin y prctica, ni es lIgo que emerjl de manera automtica o como p roducto de una
maduracin "natmal", despus de haber adquirido las aptitudes bsicas de acceso al cdigo
escrito. El Ienguaje escrito como funcin psicolgica superior (y aqu incluirnos la capacidad de
f. (.'/'11/1/" - ',.oI,glol' (,,,,,,,/ .Ij'" ,,,/!.'./j. ':~,'lli.lli/" // ''''''j''<'II'1I1I1 ) '""1/,''''' 101/ ,1, (<,!:IO( _.
escribir y comprender) se adquiere gracias a la asistencia de otros que saben ms; se aprende y se
este modo, leer y escribir tambin se entienden como actividades que se construyen conjunta
mente con otros.
5. Con la lectura y la escritura se abre la posibilidad de dialogar con otros ms all del tiempo y
del espacio irunediato. Se abren nuevos horizontes en el aprender, al compartir voces y discur
sos de otros, al hacer que los pensamientos se estructuren a partir de tales discursos y al ir ms
all de lo real creando nuevos mundos posibles.
En al mbito acadnco, leer y escribir pensando son habilidades muy apreciadas. La mayor parte
de la informacin que tiene que aprenderse, desde la educacin bsica hasta el nivel profesional, es
a partir de textos . La escritura no es menos importante, adems de involucrar en gran medida la
lectura, su papel en la produccin de conocinentos es fundamentaL En los programas curriculares
actuales se manifiesta una evidente toma de conciencia por ello; pero an falta un largo camino
para que se modifiquen significativamente las prcticas tradicionales de su enseanza.
Hoy sabemos que la comprensin y la produccin de textos pueden ensearse desde una ptica
distinta a la tradicionaL Los avances logrados en los ltimos aos sobre dichos temas, desde las
perspectivas cognitiva y constructivista, han hecho aportaciones valiosas sobre cmo comprender
dichos procesos y cmo mejorarlos. En este captulo queremos presentar algunos de estos argu
mentos, experiencias y propuestas emanados de la investigacin aplicada, para que el docente o el
experto las recupere en su ejercicio profesional.
Nuestro propsito en esta seccin es describir cmo se comprende y aprende de manera estratgica
la informacin contenida en los textos acadmicos que habitualmente estudian los alumnos de di
versos niveles educativos .
Uno de los campos en que se han investigado ms los procesos de adquisicin, uso y enseanza
de estrategias es el de la comprensin de textos. Como resultado, durante las ltimas tres dcadas
han aparecido infinidad de revistas y textos especializados sobre este tema y procesos asociados.
La comprensin de textos est presente en los escenarios de todos los niveles educa tivos y se le
considera una actividad crucial para el aprendizaje escolar, dado que una gran cantidad de infor
macin que los alumnos adquieren, discuten y utilizan en las aulas surge a partir de los textos
escritos. Durante mucho tiempo, sin embargo, esta actividad fue descuidada por centrarse dema
siado en la enseanza de habilidades simples de decodificacin y automatizacin de la lectura.
Retomando los comentarios mencionados por varios autores (vase Alonso, 1991; Sol, 1992;
WeUs, 1990) para analizar el tema de la comprensin de textos, se estima necesario considerar los
siguientes tipos de conocimiento que se encuentran involucrados en ella, los cuales por supuesto
deben ser incluidos en los currculos e instruccin de la comprensin lectora, a saber:
4. El conocimiento de que los textos pueden comprender una amplia variedad de gneros y es
tructuras textuales.
5. El conocimiento de que los textos tienen propsitos variados y que deben contemplarse
erunarcados dentro de actividades o prcticas sociales y comunicativas de distintos tipos.
En los escenarios escolares, los aprendices enfrentan distintos tipos de textos, los cuales poseen
diversas caractersticas. Algunos difieren en el grado de complejidad y de familiaridad, en el volu
men de la informacin contenida, etctera, y por lo general los alumnos tienen que aproximarse a
ellos con restricciones de tiempo, intentando comprenderlos y / o buscando aprender de ellos. Po
cos alumnos pueden llegar a conseguir ambas actividades y ello implica una gran dosis de esfuerzo
cognitivo, otros son capaces de lograr una comprensin poco profunda y, por ende, un aprendizaje
poco significativo; sin embargo, la gran mayora de ellos tiene serias dificultades para su compren
sin objetiva y lo nico que les queda por hacer es aprender la informacin contenida en forma
memorstica (Mayer, 1984).
Con base en la literatura desarrollada en el campo, se ha demostrado que los principales atribu
tos que debe poseer un buen lector son: el uso activo del conocimiento previo pertinente y la capa
cidad de seleccionar y emplear de manera flexible y autorregulada estrategias de lectura (cognitivas
y autorreguladoras) pertinentes. Estas dos habilidades le permiten a los lectores competentes adap
tarse con facilidad a una variedad de condiciones de estudio y tipos de material de lectura (vase
ms adelante).
Qu es comprender un texto
La comprensin de textos es una actividad constructiva compleja de carcter estratgico, que implica
la interaccin entre las caracteristicas del lector y del texto, dentro de un contexto determinado.
Se considera que es una actividad constructiva porque durante este proceso el lector no realiza
simplemente una transposicin unidireccional de los mensajes comurticados en el texto a su base de
conocimientos (Colomer, 1992; Daz-Barriga y Aguilar, 1988; Sol, 1992). El lector trata de construir
una representacin fidedigna a partir de los significados sugeridos por el texto (para lo cual utiliza
todos sus recursos cognitivos pertinentes, tales como habilidades psicolingsticas, esquemas, ha
bilidades y estrategias), explotando los distintos ndices y marcadores psicolingsticos y los de
formato que se encuentran en el discurso escrito. La construccin se elabora a partir de la informa
cin que le propone el texto, pero sta se ve fuertemente enriquecida por las interpretaciones,
inferencias e integraciones que el lector adiciona con la intencin de lograr una representacin fiel y
proLmda de lo que el autor quiso comurticar (por supuesto, el lector en un momento dado puede
incluso ir ms all del mensaje comurticado). De este modo, se puede afirmar que la construccin
realizada por el lector tiene siempre un cierto matiz especial de su persona (aspectos cognitivos,
afectivos, actitudinales y volitivos), de manera que es imposible esperar que todos los lectores que
leen un mismo texto puedan lograr una representacin idntica.
As, la forma especfica que asuma la interpretacin depender de las interacciones complejas
que ocurran entre las caractersticas del lector (sus intereses, actitudes, conocimientos previos, etc
tera), del texto (las intenciones presentadas explcita o implcitamente por el autor) y el contexto (las
demandas especficas, la situacin social, etctera) en que ocurra. Esto ltimo hace que se considere
al proceso de comprensin de lectura una actividad esencialmente interactiva (De Vega, 1984, Len
y Carca Madruga, 1989).
Las interacciones entre las caractersticas del lector y del texto ocurren dentro de un contexto
en el que estn irunersos ambos. Por ejemplo, no es lo mismo leer un texto determinado cuando
existe una demanda externa propuesta por el docente que cuando no la hay, tampoco es igual
enfrentarse a un texto para pasar un examen de admisin que para simplemente divertirse. Asi
mismo, no es lo mismo un texto propio (en cuanto a gnero y estilo) de la comunidad social espec
fica en donde el estudiante se encuentra, que otro que no es tan caracterstico d e su contexto
sociocultural.
Por tanto, debe reconocerse que el contexto desempea un papel determinante en la natura
leza y calidad con que se conduce el lector frente a situaciones de comprensin de la informacin
escrita.
Por ltimo, tambin se considera que la comprensin de la lecturil es una actividad estratgica
porque el lector reconoce sus alcances y limitaciones de memoria (especiillmente de la memoria de
trabajo), y Silbe que de no proceder utilizando y organizando sus recursos y herramientas cognitivas
en forma inteligente y adaptativa, el resultado de su comprensin de la informacin relevante del
texto puede verse sensiblemente disminuido o no alcanzarse, y el aprendizaje conseguido a partir
de ella puede no ocurrir. En ese sentido, el lector que intenta comprender un texto y que desea "leer
para aprender" debe planear el uso de distintos procedimientos estratgicos, los cuales tambin
deben ponerse en marchl y supervisarse de manera continua, en funcin de un determinado pro
psito o demanda contextual planteada de antemano (Sol, 1992).
CONTEXTO
LECTOR TEXTO
Habilidades psicolingrsticas Contenido temtico
Conocimientos previos Estructura textual
(esquemas) relacionados con Nivel de dificultad y extensin
especificas
Estrategias metacognit/vas
y autorreguladoras
La identificacin o construccin de las proposiciones (ideas) a partir de los enunciados del texto.
La vinculacin de las macro proposiciones entre s, encontrando el hilo conductor entre ellas:
coherencia local entre proposiciones.
Representacin
textual
Interpretaci n
textual
Las actividades de macroprocesamiento (macroprocesos) son aquellas que tienen que ver con
la construccin de la macrocstructurtl (representacin semntica de naturaleza abstracta y global del
texto) y del modelo de la situacin derivada del texto (modelo mental anlogo a las situaciones descri
tas en el texto) (vase Garda, Elosa, Gutirrez, Luque y Grate, 1999; Kintsch, 1998; Mc amara,
Miller y Bransford, 1991; Snchez, 1993; Van Dijk y Kintsch, 1983; Van Dijk, 1994-1995; Vidal-Abar
ca, 2000) (figura 7.2).
La integracin y construccin coherente del significado global del texto (coherencia global), a
partir de las macroproposiciones: elaboracin de la macroestructura .
El texto tambin posee una organizacin sobre cmo se presenta la informacin escrita en su
estructura global predominante. A este nivel de organizacin del texto en cuanto a su forma (no
respecto a su contenido) se le conoce como superestructura retrica. El conocimiento que el lector
posee sobre las distintas superestructuras textuales puede contribuir significativamente a mejorar
la comprensin (influye incluso en la construccin de la macroestructura) yen el recuerdo del texto.
Por otro lado, la construccin del modelo de la situacin no es una representacin estrictamente
textual o proposicional, sino la creacin de un posible mundo anlogo a partir del texto, donde
intervienen en forma decisiva los conocimientos previos y las actividades inferenciales que el lector
realiza . Puede construirse a la par de que se ejecuta la representacin textual (microestructural,
macroestructural y superestructural del texto). As, si la macroestructura representa la esencia del
texto en cdigo, digamos, lingstico-textual, el modelo de la situacin sera un "mundo creado
para el texto" y su logro constituira el nivel ms complejo y quiz el ms determinante para la
comprensin del mismo.
Gracias a la extensa investigacin realizada en este campo, actualmente se reconoce que los
procesos micro y macro no operan de manera serial o estrictamente unidireccional (de los ms
simples a los ms complejos), sino que interaccionan en sentido bidireccional; es decir, mientras se
lee un texto ocurren en forma simultnea procesos que dependen de las caractersticas del lector y
otros que inician a partir de lo que el texto provee (procesos de "abajo hacia arriba" o del lector al
texto, y de "arriba hacia abajo" o del texto al lector) (De Vega, Carreiras, Gutirrez-Calvo y Alonso
Quecutr, 1990). Lo que en la actualidad queda claro es que inmediatamente despus de que inician
las actividades de microprocesamiento (que siempre son las que inician el acto), empiezan a acti
varse y participar, no slo ahi sino durante todo el proceso de comprensin (en la construccin de la
microestructura y la macroestructura), los conocimientos previos del lector (aunque la participa
cin de los conocimientos previos sea ms intensa en la construccin del modelo de la situacin).
As, a partir de todas estas actividades de procesamiento del texto, se afirma que el lector parti
cipa activamente probando interpretaciones, verificndolas, depurndolas, decantndolas y dn
doles seguimiento para construir conscientemente la representacin textual y el modelo de la situa
cin del texto, e incluso para lograr una asimilacin crtica necesaria, que le permita desarrollar
conductas ms complejas como poder aprender significativamente la informacin contenida en l y
aplicarla de forma inteligente a otras situaciones.
Entonces, tenemos que dos de los problemas ms bsicos en la comprensin, por los cuales los
alumnos no llegan a construir la microestructura de un texto son: 1) por desconocimiento del signi
ficado (o no poder inferirlo por el uso de las claves contextuales) de ciertos trminos centrales den
tro del texto (utilizando las expresiones de los alumnos: "no entender ciertas palabras") y 2) por
carecer de las habilidades necesarias para seguir la progresin temtica o, dicho en otras palabras,
para relacionar las ideas nuevas (el comentario) con las ya dadas (el tema), provocando as serias
dificultades para establecer la coherencia local necesaria (en las palabras de los alumnos: sentir que
se "pierde el hilo"). Evidentemente, el primer problema radica en que no se accede al significado de
las palabras (especialmente las ms significativas del texto) y como consecuencia no pueden elabo
rarse las proposiciones o ideas en forma apropiada; respecto al segundo problema, la dificultad
estriba en que no se estn relacionando de modo adecuado las proposiciones adyacentes, lo cual
_ C,piw/o 7 EtTIIU-gills panl ,. .Im:"dlz</r si,~/ilflll/ 'o //. COlI/prt'llsi(l/ J col1lposiril/ d~ tr..:rns _
trae como resultado una falla en la estructuracin de la continuidad temtica del texto, necesaria
para procesamien tos p osteriores de mayor complejidad.
Otro problema, quiz el ms tp ico, es aquel que tiene que ver en forma directa con la construc
cin de la macroestructura. Esta dificultad reside en que una vez q ue los alumnos reconocen que el
texto es inteligible, y que las ideas tienen una cierta lgica y sentido, no llegan a ser capaces de
construir con certeza una representacin de la informacin contenida en l, que le d sentido como
una totalidad (en palabras de los alumnos: "no bien lo que me quiere decir el texto"). El problema
z: qu, entonces, consiste en una inadecuada aplicacin de los macroprocesos (por ejemplo, las
macrorrcglas), ya sea po r falta de madurez para poder hacerlo (se ha demostrado una cierta evolu
cin en la aplicacin y comprensin de las macrorreglas, vase Brovm y Day, 1983, y el captulo
anterior en la resea breve de esta investigacin) o debido al desconocimiento de cmo ejecutarlas
en forma correcta.
Un cuarto tipo de dificultad estara relacionado con la identificacin de la estructura formal del
texto. El problema aqu radica en que los alumnos, teniendo las habilidades para construir los ele
mentos centrales de la microestructura y la representacin global del texto, no son capaces de iden
tificar que las distintas partes del texto conforman una superestructura, que les permitira, a su vez,
perfeccionar su representacin macroestructural. Metafricamente hablando, puede decirse que los
alumnos logran identificar los "rboles" (los emmciados y hasta los enunciados principales del
texto); pero no consiguen percatarse del "bosque" (la superestructura) del que son parte.
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expresin de los alwnnos que correspondera a este tipo de dificultad sera : "cuando no s qu es lo
que suponen que debo saber",
Muchas veces en las situaciones de enseanza se desea que los alwnnos no slo identifiquen o
construyan los significados de las palabras, de los enunciados o del texto en su totalidad, sino que
sean capaces de tener una representacin potente (el modelo de la situacin) y con mayor profundi
dad, que les permita aplicar lo ledo a diversas situaciones que lo demanden (por ejemplo, aprender
un procedimiento a partir de un texto y, gracias a los conocimientos previos, comprender las rela
ciones espaciales, temporales y contextos de uso que no estn escritos pero que estn implicados) o
que incluso les permita reflexionar o derivar conclusiones sobre el texto ledo,
Nos parece que a esta descripcin bien lograda de Snchez (1998) sobre las dificultades de
comprensin, todava podramos aadir otras dos que los profesores logran identificar en su prc
tica.
La primera de ellas se refiere a que no pocos alumnos (sobre todo en educacin bsica, y en
educacin media en los lectores menos competentes) parecen asumir una conceptualizacin de la
lectura fuertemente centrada en las habilidades de descodificacin. Baker y Brown (1984) se han
referido a este problema y han sealado al respeto que estos alwnnos no logran tomar conciencia de
que leer consiste en construir interpretaciones a partir de la informacin contenida en los textos; por
lo contrario, parecen enfocar sus esfuerzos a la descodificacin adecuada de frases y palabras. Tal
vez dicha dificultad est asociada con algunas de las siguientes razones: 1) que los alumnos conti
nan haciendo su lectura de comprensin como si fuera una "lectura en voz alta" (la cual por cierto,
es una prctica muy utilizada en la escolaridad bsica), en la que hay que cuidar demasiado la
descodificacin a expensas de la comprensin, porque de lo contrario la audiencia no entendera lo
que se est leyendo (pruebe el lector leer varias pginas de este texto en voz alta y comprobar que
por estar ms centrado en descodificar correctamente, la comprensin de las ideas disminuir sen
siblemente); o bien, 2) que los alwnnos no explotan en forma adecuada las pistas contextuales nece
sarias para construir el significado del texto, habilidad que por cierto no siempre se promueve en
las actividades que se realizan en clase. Tambin es probable que este problema est asociado con
alguna o varias de las seis dificultades anteriores (por ejemplo, segunda, tercera y sexta dificulta
des) o que incluso sea consecuencia de alguna(s) de ellas,
Luego de minuciosos anlisis, Schraw y Bruning demostraron, entre otras cuestiones, que los
sujetos universitarios que se guiaban por el modelo transaccional recordaban ms informacin de
textos expositivos (cantidad de proposiciones), que sus contrapartes que se adheran al modelo
de transmisin; asimismo, se demostr que los del modelo transaccional hicieron un mayor uso de
sus conocimientos previos y hacan interpretaciones ms personales y crticas de los textos.
La segunda dificultad adicional se refiere a la falta de motivacin que parecen mostrar muchos
alumnos para ejecutar, o a veces para iniciar, el proceso de comprensin lectora satisfactoriamente.
Una buena cantidad de alumnos no quieren realizar la actividad lectora por factores asociados ya
sea al texto (los temas no parecen interesarles, los textos les parecen muy complejos o aburridos,
contienen trminos o explicaciones complejas, etctera), a ellos mismos (tienen creencias negativas
de autoeficacia lectora, actitudes negativas hacia la lectura, malos hbitos de lectura, patrones
motivacionales inadecuados, etctera); o bien, al contexto instruccional (a muchos alumnos no les
gusta leer obligados o bajo situaciones de competencia). En tal caso el paso inicial consistira en
reconocer el origen del problema y posteriormente trabajar en funcin del mismo (por ejemplo,
para el caso de textos complejos, escoger otros ms sencillos pero pertinentes a los fines educati
vos que se buscan, disearlos de manera ms apropiada, etctera; para el caso de problemas mo
tivacionales o actitudinales, varias de las recomendaciones hechas en el captulo tres de esta obra
pueden ayudar a solventarlos).
Antes de dar paso a la siguiente seccin, es necesario tener en cuenta cules son las posibles
funciones que llega a asumir el lector cuando se enfrenta a un texto en nuestra sociedad (vase
Freebody y Luke, 1990, citado por Wray y Lewis, 2000). Estas funciones, que se encuentran relacio
nadas entre s, pueden disociarse en ciertos momentos, prcticas y contextos. Las funciones son las
siguientes :
4. Como usuario del texto. Las p regw1tas clave seran: cmo puedo utilizar lo que el kxto me
dice?, qu puedo aplicar?, para qu situacin(es) es til lo que me dice?
5. Como analista crtico del texto. Las preguntas clave aqu son muy variadas, pero las ms repre
sentativas podran ser: qu propsito tiene este texto?, qu aspectos me parecen adecuados o
inadecuados, interesantes o no interesantes?, qu me quiso comunicar el autor?, qu otras
lecturas alternativas puedo hacer del texto a la que me propone el autor?, qu implicaciones
tiene el texto?, qu crticas puedo hacerle?, qu tan valioso o transcendental lo encuentro?
Quisiramos presentar aqu algunos de los tpico argumentos de l s alumnos que a. umen 1
modelo tr.ansa ci nal de la lectura que d scriben Schraw y Bruning (1996) . Los lectores que se
guan por este model im p licito, adem. de creer que el significado d un texto se e n truye
de la interaccin en tre ste y 1 lector, de hacer ledura s m s crticas )- de usar ms act\ amen te
sus conocimien tos previos, tambin demuestran ms reaccione:; e involucramiento afecti\'o
emocional sobre lo q ue leen. Alguno:. ejem plos con estud iantes univer itarios as lo dem ues
tran (despus de realizar una lectura sobre la "Guerra del Golfo Prsico", Revista Titiles,
1991):
"No puedo creer que pueda hacerse tanto dao en slo 42 das" (respuesta con contenido
emocional).
"La historia fue efectiva porque produce muchas emociones en la gente" (respuesta de
valoracin sobre el texto).
"Le puse atencin a la historia. Pienso que fue aburrida porque no tiene relevancia para
mi vida" (respuesta sin involucramiento personal).
" ... me gusta la historia porque a pesar de todo es ms interesante que mi libro de texto"
(respuesta sin involucramiento emocional).
Creemos que esta funciones deben ser consideradas para que las actividades stratgcas d e
aprendizaje y de enseanza que se desean utilizar sean aplicadas en forma adecuada, ya sea por el
aprendiz o por el enseante. Sin duda, las ms valiosas en el mbito acadmico seran aquellas que
se describen a partir de la segunda funcin (desde donde se implica la construccin de la
macroestructura y 1modelo de la situacin); aunque en ciert s momentos y bajo ciertas cirClffistan
cias p uede ser valiosa tambin la primera de ellas (es decir, en la lectura en voz alta o al momento de
corregir un texto cuando se escribe).
Pero de cualquier manera, nos parece que todas deben ir encaminadas -y quiz sea uno de los
objetivos centrales de la genuina alfabetizacin que vertebre los currculos de todos lo niveles de
escolaridad- a desa rrollar un lector activo, capaz de in terpre tar textos y de construir significados
(guiados por el modelo transaccional al que nos referamos lneas arriba y no por el modelo de
transmisin-traduccin), que sea capa z de utilizar estrategias para lograr un aprendizaj significa
tivo y hacer una lectura crtica de los mismos. Los alurrm s-lectores no podrn llegar a hacer una
interpretacin valiosa, a construir una representacin ling stica y situacional, o llevar a cabo una
lectura reflexiva, consciente y crtica si no utilizan de modo inteligente todos sus recursos c gnitivos
(conocimientos previos; estr~Jtcgias especficas de lectura, metacognitivas y autorreguladoras),
psicolingsticos (competencia comunicativa general, conocimiento del lenguaje escrito, conocimien
to de las superestructuras textuales y sus funciones) y socioculturales (conocimientos de los signifi
cados y contextos culturales) adquiridos.
En esta seccin, mencionaremos brevemente los distintos tipos de estrategias que pueden ser ense
ados a los alwnnos para que mejoren su tratamiento de la informacin de textos y haremos una
breve resea en torno a la enseanza de las mismas. Por ltimo, presentaremos una descripcin de
uno de los procedimientos que ha comprobado ser el ms eficaz para la enseanza de estrategias de
comprensin lectora.
Son muchas las clasificaciones de los tipos de estrategias especficas que se han elaborado, fun
damentadas en un sirmmero de investigaciones de tipo emprico y aplicadas sobre el proceso de
comprensin de textos. Sin embargo, quisiramos exponer una clasificacin que sigue de cerca el
trabajo de Sol (1992) (vase cuadro 7.3). Dicha clasificacin tiene como base establecer una distin
cin de las mismas a partir de los tres momentos que ocurren cuando se lleva a cabo todo el proceso.
En ese sentido, es posible hablar de estrategias que pueden aplicarse antes, durante o despus del
proceso lector. Dicho de otro modo: se trata de estrategias para todo el proceso!
Es necesario considerar que la separacin entre los tres momentos principales de la ocurrencia
del proceso es un tanto artificial (segn Sol, ob . cit., "algunas de las estrategias son intercambiables,
para varios momentos"); pero es evidente que dicha divisin existe y, en ese sentido, tiene una
cierta validez psicolgica. Adems, esta ta xonoma tambin permite comprender y ubicar mejor los
diferentes tipos de estrategias, e igualmente facilita los fines de exposicin de las estrategias de
nuestro inters en esta seccin.
ESTRATEGIAS
ESTRATEGIAS ESPECFICAS
AUTORREGULADORAS DE LECTURA
rrollado las habilidades metacognitivas y autorreguladoras necesarias para poder hacerlo, por ello
es que hemos incluido en el cuadro 7.3 ambos tipos de estrategias.
Comprenden todas las que se plantean preferentemente antes de llevar a cabo el proceso, las cuales
tienen que ver con el establecimiento del propsito para leer y con las actividades de planeacin
sobre cmo enfrentar el proceso de comprensin de la lectura utilizando los recursos cognjtivos
disponibles.
Cuando iniciamos una actividad lectora, siempre debe existir un propsito que la antecede
(aunque generalmente en la escuela, dichas finalidades son impuestas desde el exterior por el do
cente o por las exigencias del programa acadmico). Por ello, se considera que establecer el prop-
Establecer el propsito de la lectura. Podemos decir que, en el contexto escolar, se privilegian cuatro
tipos de propsitos para la comprensin de textos:
Gran parte de las actividades de lectura llevadas a cabo en la escuela son propuestas general
mente por el profesor o los propios textos, por lo que el alumno/lector tendr que adaptar su pro
psito en funcin de dichas propuestas. Se ha demostrado que la capacidad para saber cmo adap
tar el propsito de la lectura a las demandas de las tareas que implican comprensin y aprendizaje,
es un elemento crucial para poder plantear y llevar a cabo actividades de planeacin de estudio
eficaces y desarrollar en forma apropiada las actividades de supervisin metacognitiva. Los lecto
res ms pequeos y menos habilidosos tienen dificultades para adaptuse a los requerimientos de
sus tareas y para comprender los distintos propsitos de la lectura (Brown, Armbruster y Baker,
1986).
Sin embargo, tambin debe tenerse en cuenta que las actividades que demandan comprensin
de textos (las cuales son planteadas desde "afuera", por el profesor, el texto, etctera), muchas veces
estn reidas con la actividad autotlica de leer por placer (q ue en ocasiones es establecida por el
alumno como una meta personal cuando tiene la oportunidad de hacerlo). En ese sentido, debera
mos intentar inducir en los alumnos los propsitos mencionados, de modo tal que ellos participen
directamente en su propuesta y los perciban como actividades autoiniciadas (vase motivacin de
controL captulo 3), mejorando as su motivacin por leer. Igualmente, tendra que ensearse que
no todos los propsitos requieren la misma forma de aproximacin al texto. Leer para aprender o
leer con sentido reflexivo y crtico requiere de una lectura atenta, minuciosa, activa y consciente,
donde se aplican una variedad de actividades estratgicas, lo cual no ocurre cuando la lectura va
encaminada a encontrar informacin especfica.
Una vez que ha quedado claro el propsito para el lector, la actividad estratgica autorreguladora
posterior consistir en planificar distintas acciones, estrategias y operaciones a realizar, desde esto'
momento, durante y despus de todo el proceso para poder conseguir la actividad de comprensin
(vase tambin cuadro 7.4).
Puede elaborarse un plan para leer el texto, teniendo en cuenta las variables metacognitivas de
persona, tarea y estrategias (revisadas en la seccin sobre meta cognicin y autorregulacin del apren
dizaje del captulo anterior) y con base en ello, seleccionar algunas estra tegias pertinentes para
desarrollar el acto de lectura. Se ha demostrado que los lectores ms eficaces saben decidir cuMes
estrategias de las que conocen son las ms adecuadas y efectivas en funcin de ciertos propsitos,
demandas de tareas y tipos de textos (Pars, Wasik y Turner, 1991).
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Plan ificacin
Objetivos de lectura Qu objetivos se propone al leer?
SlIperuisill
Evalllacin
Cmo lo comprueba?
-- - -
Estas estrategias pueden rea lizc rse con cierta facilidad a p artir de una aproximacin inicial al
texto, ya sea leyendo el ttulo, explorando el ndice de contenid o, revisando someramente los subt
tulos o la ilustraciones contenidas, atend iendo a las pis t s de la superes tructura (p alabras clave), o
bien, gracias a los comen tarios hechos antes en forma intencional p or el profesor,
Uso del conocimiento pre- io, Tiene que ver directamente con el conocimiento esquemtico que
posee el lector, Sin el conocimiento previo, sencillamente sera imposible atribuir entido y cons
truir algn significado sobre los textos; no se tendran los elementos para poder interpretarlo, o
para construir alguna representacin por muy vaga que sta fues , De ig ual forma, sin los e que
mas de conocimiento sera imposible la construccin de la macroes tructura y la creacin d 1modelo
de la situacin que pueda desprenderse de l (vase Mc amara, tI/liller y Bransford, 1991),
Resnick (1984, citado pur Vidal-Abarca y Gilabert, 1991) ha dis tinguido tres tipos de esquemas
que puede utilizar el lector cuando se enfrenta a un tex to (no slo antes sino durante todo el proceso
de lectura), s tos son los siguientes:
a) Esquemas de conocimiento acerca del dominio o temtica especfico que trata el texto,
Prediccin y elaboracin de preguntas, Las estrategias de prediccin real izad as an tes de la lectura,
segn Brown y Palincsar (1985), sirven para proponer un contexto, y tambi n implican directamen
te la activacin y el uso del conocimiento previo (ya sea el relacionado con el tpico del texto o el
conocimiento sobre la organizacin estructural del texto), Lo m i m o puede decirse para el caso de
la elaboracin de preguntas realizadas por los alumno antes de iniciar el p roceso lector p ropia
mente dicho,
Estas estrategias son las que se aplican cuando ocurre la interaccin directa con el text v cuando se
estn ejecutando los micro y macroprocesos de lectura, Una de las actividades autorreguladoras
ms relevantes que ocurren durante la lectura es la de monitoreo o sur-ervisin del proceso, Esta
actividad autorreguladora se ejecuta en funcin del propsito y del plan previamente especificados
y tiene que ver con los siguientes asuntos: 1) la consecuencia del proceso de comprensin (experien
cia meta cognitiva de "sentir que estoy comprendiendo"), 2) la intensificacin del proceso (lo cual
est relacionado directamente con la experiencia metacogni tiva de "saber si entiendo o no lo sufi
ciente") y 3) la identificacin y resolucin de distintos probl .mas u obstculos que vayan aparecien
do durante el proceso (vase cuadro 7.3) (Baker, 1985; Mateos, 1991),
Baker (1985) ha sealado que cuando leemos usamos varios tip os de criterios para monitorear
nuestra comprensin. Grosso modo podemos decir que stos pueden clasificarse en criterios de tipo
lxico (evaluacin de cadenas de letras que forman palabras y p alabras completas), sintctico (co
rreccin gramatical de fra ses) y semntico. En este ltimo, a su vez, se incluyen aspectos que eva
lan la cohesin proposicional local (relacin entre enunciados adyacentes) y global (que los distin
tos enunciados tengan relacin con la temtica global del texto), la consistencia interna (que no
Detectar carencias o fallos en la comprensin (de tipo lxico, sintctico, etctera) debidas a la
insuficiente informacin proporcionada por el texto o a la inadecuada representacin construida
por el lector, es decir, saber que se est fallando en la comprensin en un momento determinado
dentro de la lectura del texto, es una habilidad (por supuesto de monitoreo o supervisin) esencial
que distingue una ejecucin apropiada de comprensin de textos, de otra que no lo es.
Lo contrario, o sea, no saber distinguir los fallos, implica por supuesto no saber diferenciar
cundo se comprende y cundo no, o dicho en otras palabras, ignorar que no se sabe o no saber que
se est ignorando lo esencial del te xto . Algunos autores han denominado a esta falsa ilusin
metaignorancia (ignorar que se es t ignorando, en este caso, la informacin relevante propuesta en el
texto por el autor).
En relacin con el punto 3, Mateos (1991) ha sealado que pueden identificarse dos aspectos
claramente implicados: a) la evaluacin del grado de comprensin conseguido en un momento
determinado del proceso, lo que ya implica detectar inconsistencias, y b) las acciones reguladoras
ejecutadas cuando ocurre o se encuentra algn fallo en la comprensin por medio de la modifica
cin de las estrategias empleadas o la inclusin de lUla o varias estrategias remediales apropiadas
para solventarlos. De entre las estrategias remediales a las que en lUl momento dado el lector puede
cudir, se encuentran las siguientes: a) ignorar el problema y continuar leyendo, b) aventurar una
interpretacin que ms adelante puede ser corroborada o refutada, e) releer el contexto en que se ha
encontrado el fallo y, por ltimo, d) acudir a una fuente experta (texto similar, diccionario, profesor,
compaero, etctera) (vase Sol, 1992). Como podr notarse, dichas estrategias estn enlistadas en
funcin del grado de interrupcin que puedan provocar en la continuidad de la lectura, por esta
razn se recomienda que las ltimas deben emplearse slo cuando se considere verdaderamente
necesario, en funcin, claro est, del grado de perturbacin a la comprensin global del texto y del
propsito de lectura perseguido.
Una actividad tambin muy relevante para ir construyendo una comprensin adecuada del
texto, es la identificacin de la informacin de mayor importancia contenida en l (el llamado "efec
to de los niveles", que tiene que ver con la identificacin de macroproposiciones para construir la
macroestructura). Cuando se lee un texto es imposible procesarlo todo al mismo nivel, dadas las
limitaciones de nuestra memoria a corto plazo, por lo que siempre es necesario ir diferenciando,
conforme ocurre el proceso, aquella informacin que tiene mayor importancia de la que tiene una
importancia secundaria o de la que es completamente irrelevante. Apoyados en esto, podremos
darle sentido a lo que leemos (usando los esquemas de conocimiento) y construir paulatinamente la
representacin global del texto.
La deteccin de la informacin depende en gran parte del propsito que hayamos establecido y
de nuestros conocimientos previos. Por ejemplo, se ha hecho una distincin relevante que vale la
pena tener presente cuando nos enfrentamos al problema de cmo ensear a los alumnos a detectar
la informacin relevante. Esta distincin seala que es posible encontrar informacin relevante a
partir tanto de los puntos de vista del autor (generalmente coincidentes con los del profesor) como
del lector (aunque en la escuela generalmente se privilegien los puntos de vista del primero sobre el
segundo).
Respecto a la importancia de la informacin desde el punto de vista del autor, existen muchas
evidencias que hablan a favor la mejor capacidad que tienen los lectores expertos sobre los novatos
para identificarla y para utilizarla, e incluso trascenderla o asimilarla crticamente, gracias a saber
usar su conocimiento esquemtico (especialmente el referente a la superestructura de los textos)
(vase Dole y cols., 1991; vase tambin estrategia de resumen ms abajo).
El lector puede aplicar muchas estrategias para potenciar la extraccin y construccin de los
significados relevantes a partir del texto base. No nos vamos a detener a describir todas las estra
tegias durante la lectura presentadas en el cuadro 7.2. Algunas de ellas ya han sido someramente
consideradas en ste y otros captulos de la presente obra . Sin embargo, queremos referirnos de
manera breve a dos de ellas, dada su importancia para el proceso que nos ocupa, a saber: la elabora
cin de inferencias y el uso de es tru cturas textuales como estrategias . Tambin expresaremos algunos
comentarios sobre dos estrategias muy empleadas por los alwnnos: el subrayado y la toma de /lotas.
Saber sobre la temtica tratada en el texto o tener conocimiento acerca de determinados even
tos, sucesos o situaciones que se describen en l, permiten construir activamente inferencias, las
cuales pueden ayudar a subsanar distintos problemas. Algunas de las actividades que pueden rea
lizarse gracias al establecimiento de inferencias son:
En la nlSf1anz.a reciprou[, las {[,li vida&s de glla J mod~ll1do que m tfiz el profosory lliS didlogos dr lo, partipt1ntn comrilllyrn
un magnifico conUxto para el aprendiwje de I/lIa ir l/Ira t:Sm tttgi,-a.
El esclarecimiento del significado de partes del material que le parezcan oscuras al lector (pala
bras, frases, ideas).
La elaboracin de interpretaciones hipotticas posibles sobre cmo entender el mensaje que nos
est proporcionando el autor.
El desarrollo de una lectura interpretativa entre lneas advirtiendo ciertas pistas implcitas en el
texto.
Muchas de las inferencias elaboradas por el lector mientras se ocupa de la lectura, son de natu
raleza automtica (por ejemplo, las inferencias-puente), otras slo son realizadas cuando el lector
tiene alguno de los problemas antes citados (por ejemplo, omisiones o huecos en su comprensin).
Se ha demostrado que la capacidad para elaborar inferencias -de tipo simple- en la compren
sin es posible desde edades tempranas, por ejemplo, en segundo grado con textos narrativos. Sin
embargo, tambin se ha puesto al descubierto que los pequeos no siempre lo hacen en forma eficaz
y automtica (Dole y cols. , 1991). Aqu nuevamente se ha encontrado que los lectores ms habilido
sos elaboran ms y mejores inferencias mientras comprenden, en comparacin con los lectores me
nos capaces.
Estrategia estructural. El uso deliberado del conocimiento de las superestructuras textuales por
parte de los lectores cuando leen, ha sido denominado por Meyer (1 984) como la estrategia estruc
tural, la cual consiste en aplicar los esquemas estructurales pertinentes a los textos que se intentan
comprender. Dicha aplicacin slo es posible toda vez que los lectores los hayan internalizado pre
viamente.
Los lectores que han desarrollado cierta sensibilidad a las superestructuras textuales o que usan
la estrategia estructural (narrativa o expositiva), comprenden ms y mejor los elementos estructu
rales importantes que definen a los textos. Esto es, cuando comprenden la informacin contenida
en ellos lo hacen teniendo en cuenta los distintos componentes y construyen su representacin
textual con base en dicha organizacin estructural, lo que garantiza la veracidad de su comprensin
(no olvidar que la superestructura textual influye deterrnmantemente en el procesamiento semntico
de lo esencial del texto: la macroestructura; vase figura 7. 3). Mientras que los lectores que son
insensibles a las estructuras tienen un recuerdo desestructurado del texto por lo que slo consiguen
elaborar una lista acumulativa de enunciados (estrategia de listado) centrndose ms en los aspec
tos triviales -detalles- que en ~os verdaderamente relevantes (Horowitz, 1985; Snchez, Orrantia
y Rosales, 1995).
Familiarice a los alumnos con las relaciones implicadas en las distintas superestructu
ras expositivas (relaciones-secuencia, comparacin-contraste, causa-efecto, problema
solucin, etctera) mediante enunciados simples que expresen contenidos sencillos.
Proceda enseando a identificar cada una de las relaciones.
Ensee alas alumnos la importancia de las palabras clave que indican la superestruc
tura textual.
Utilice te to m largos y deje que los alumnos identifiquen: tema (\'a e ms ade
lante), relacin retrica, palabras clave y que elaboren una representacin isual por
medio de organizadores grficos (captulo 5). En ee a lo alumnos la importancia
del valor de la representacin visual para la construccin de un resumen.
Por ltimo, esboza remos algunos comentarios sobre las estrategias de subrayado y de toma de
notas. Dichas actividades estratgicas sirven para apoyar el aprendizaje y el estudio que se hace por
medio de textos (Balluerka, 1995; Gall, Gall, Jacobsen y Bullock, 1994).
Algunas recomendaciones para el subrayado seran: a) no subrayar todo, hay que ser selecti
vos, puesto que se puede perder el sentido de la actividad; b) no hay que hacerlo de forma mecni
ca, sino hasta despus de haber entendido el texto (algunos recomiendan subrayar despus de leer
Tema
Tema
DO DO
M: macro proposiciones
D: detalles
(Tomado de Snchez, Orrantia y Rosales,I 995)
Figura 7.3 Descripcin grfica t la /'epl'e,-e,wlcilI t/texto e/l sujetos con buma y pob/'e C01llprmsilI.
W1a primera vez W1a porcin considerable del texto o todo el texto), y e) realizar alguna actividad
adicional con los subrayados (releer selectivamente, resumir, autocuestionarse, etctera).
Para la toma de notas de los textos es importante ser sensible a las palabras clave o marcadores
encontrados en el texto, los cuales nos indican su superestructura retrica. Algunas recomendacio
nes adicionales son: a) es mejor tomar notas con parfrasis que literales, b) se presta ms cuando se
trata de textos con informacin compleja y e) se debe cuidar la adecuacin de las notas con el texto
y con el propsito de lectura, para que tenga resultados positivos.
Estas estrategias son aquellas que ocurren cuando ya ha tenido lugar la actividad de lectura (o
cuando ha finalizado W1a parte de la misma). El primer lugar lo ocupa la estrategia alltorreguladora de
evaluacin de los proce$Os y de los productos, en funcin por supuesto del propsito establecido. El
segundo lugar le corresponde a las actividades estratgicas especificas que son concretizadas (pero que
vienen trabajndose de antemano) toda vez que se haya realizado todo el proceso (o una parte del
mismo).
La s estrategias tpicas que se realizan despus de finali zar el acto de comprensin son dos va
riantes de la atribucin del sentido conseguidas gracias a la interaccin entre los conocimientos
previos y las caractersticas del texto: la identificacin de la idea principal y el reSllmen.
Las estrategias de identificaci n de la idea principal y el resumen, en realidad son dos actividades
cognitivas que pertenecen a una misma especie: el procesamiento macroestructural del texto. La
primera llevada hasta su grado ms depurado, y la segunda conservando algunas caractersticas de
mayor detalle sobre la informacin relevante de primer nivel. No obstante, podramos decir que
la idea o ideas principales son un resumen en su ms alto grado de expresin, pero no podemos
decir lo inverso porque un resumen, en sentido estricto, es ms que un lis tado simple de ideas
principales.
Identificar la idea principal. Antes de empezar a definir qu es la idea principal de un texto, conviene
distinguirla de lo que es el tema de un texto (Sol, 1992) . El tema de un texto es aquella parte de la
macroestructura que nos permite contestar en un momento determinado a la pregunta: de qu
trat el texto?, y se expresa a lo ms por medio de un enunciado simple. En cambio, la idea princi
pal, siendo tambin parte de la macroestructura, se refiere a la identificacin o con truccin del
enunciado o enunciados de mayor relevancia que el autor utiliza o sugiere para explica r el tema. La
idea principal se podra contestar mediante la pregunta: cul es la idea ms importante que el
autor utiliza (o sugiere) para explicar el tema? Como se ver, para construir la idea principal prime
ro se requiere especificar el tema (el cual, por cierto, a veces coincide con el ttulo, o en su caso, con
el subttulo del texto).
Cmo es que los lectores eficaces aprenden a identificar las ideas principales de un texto?
Winograd y Bridge (1990) sealan que se debe bsicamente a dos razones. La primera va en relacin
con su experiencia previa con multiplicidad de textos y la creciente capacidad para identificar las
palabras clave o marcadores textuales que encuentren en ellos; los lectores proceden siguiendo
las pistas usadas por los autores, lo cual los conduce a identificar la superestructura textual y, con
ello, la idea principal. La segunda raZn aduce que se debe al rico conocimiento temtico que po
seen y activan durante la lectura, lo que les lleva a diferenciar la informacin principal de la seClffi
daria.
El resumen . En palabras de Kintsch y Van Dijk, un resumen es: "Un discurso con respecto a la macro-'
estructura de otro discurso." La elaboracin de resmenes, como estrategia elaborada por el alum
no, ha sido investigada en varios estudios realizados a partir del modelo macroestructural de Van
Dijk y Kintsch (1983). De acuerdo con estos autores la construccin de la macroestructura, la cual
tiene que ver directamente con los resmenes, se elabora a partir de la aplicacin de las macrorreglas
y de la superestructura (vase captulo 5 de esta obra y la seccin introductoria del presente cap
tulo).
Ya nos hemos referido a los tipos de macrorreglas identificadas por Van Dijk y Kintsch (captulo
5) y a su importante papel en la construccin del significado global del texto. Para la elaboracin de
la macroestructura, adems de la aplicacin de las macrorreglas, tambin juega un papel central el
conocimiento de las superestructuras textuales (la estrategia estructural) (vase tambin captulo 5).
El resumen constituye una estrategia potente porque quien lo elabora con el deseo de mejorar el
aprendizaje significativo del texto, se obliga a profundizar y reflexionar de manera consciente sobre
la macro estructura y la superestructura del texto, a emplear el conocimiento previo temtico (para
elaborar y profundizar sobre el modelo de la situacin) y a reformular con los cdigos y el vocabu
lario personales aquello que el autor nos quiso decir por medio del texto. Si bien el resumen es
esencialmente reproductivo (porque se parte de un texto al que se quiere reducir a sus ideas ms
relevantes), tambin es una actividad compleja y reconstructivo-creativa.
Utilice inicialmente textos sencillos. Simples antes que complejos, con temticas familia
res antes que desconocidas, breves antes que largo .
Ensee las macrorreglas, practicndolas prrafo a prrafo de ser posible. Empiece con
ejercicios para ensear la supresin de informacin trivial y redundante y, una vez que se
domine, siga con los otros para el caso de la generalizacin y la construccin.
Ensee a utilizar los marcadores de resumen ("en suma ... ", "en pocas palabras ... ", etcte
ra).
Practique el resumen acumulativo (resumir por partes e irlas acumulando hasta acabar
con el texto); de este modo puede tener un resumen en forma de lista. Ensee tambin a
jerarquizar la informacin de la lista.
Practique el resumen global despus de ledo todo el texto (ensee a identificar el tema, la
idea principal global y luego el resumen global; muestre la continuidad entre estos con
ceptos). Ensee a trabajar la coherencia del resumen y el parafraseo.
Algunos estudios han demostrado que la elaboracin de resmenes es una habilidad que se
desarrolla con la prctica y la experiencia. Sin embargo, tambin se debe condicionar lo anterior
segn el tipo de texto del que se hable. Por ejemplo, se reconoce que es ms fcil resumir textos
narrativos que expositivos.
Como ya sealbamos en el captulo anterior, Brown y sus colegas (Brown y Day, 1983; Brown,
Day y Jone, 1983) demostraron que los nios ma yores y los lectores expertos manifiestan una ma
yor capacidad para resumir textos que los menores. Tambin identificaron cierto patrn en el uso
de las macrorreglas para la construccin de resmenes. Por ejemplo, se encontr que los nios
(desde 50. grado de primaria hasta 20. de secundaria, aproximadamente), que utilizaban textos
complejos, fueron capaces de suprimir lo irrelevante y de copiar en forma literal lo que les pareca
importante; pero tambin se demostr que les fue difcil abreviar, parafrasear e integrar la infor
macin relevante (uso de las macrorreglas de generalizacin y de construccin), que implica
moverse gilmente de un prrafo a otro (algo que hicieron sin aparente dificultad los estudiantes
Por su parte, Winograd (1984) encontr que las diferencias existentes entre lectores adolescen
tes con buena y pobre comprensin se deban bsicamente a la dificultad que tenan para detectar
las ideas principales de los textos, lo cual coincide con el hallazgo de Brown y asociados en torno a
la estrategia de supresin. Aunado a esto, Winograd encontr que los dos grupos de lectores pare
can tener criterios diferentes para seleccionar lo que consideraban importante del texto. Los malos
lectores seleccionaban informacin que describa hechos concretos y detalles visuales que no juga
ban un papel relevante en la comprensin del texto, pero que despertaban su inters (de acuerdo
con lo que decamos lneas atrs, seguan el criterio de relevancia contextua!). Mientras que los
lectores ms habilidosos demostraban mayor capacidad para detectar las ideas que s eran impor
tantes desde el punto de vista del autor (el criterio de relevancia textual) para la comprensin global
del texto.
Las diferencias segn Winograd, se deben a que los lectores deficientes seleccionaban los enun
ciados, que luego utilizaban en sus resmenes, en funcin de criterios personales, sin atender de
forma estratgica los avisos o marcadores puestos explcitamente por el autor del texto. Por el con
trario, los lectores m s habilidosos llegan a aplicar ambos criterios, aunque suelen anteponer los
criterios del autor a los personales, cuando la tarea as lo demanda .
Por lo tanto, gracias a stas y otras investigaciones se sabe que la habilidad para resumir apare
ce y se desarrolla desde la mitad de la escolaridad bsica hasta la educacin media y universitaria,
aproximadamente. A los nios les cuesta ms trabajo resumir textos (en especial si stos son com
plejos para ellos); pero poco a poco van mejorando su ejecucin durante la niez tarda y, sobre
todo, en la adolescencia, gracias al reconocimiento paulatino de la importancia de la informacin
superestructural de los textos, a su capacidad creciente para aplicar las macrorreglas ms complejas
ya su mayor habilidad para detectar y localizar la informacin central de los te xtos. Se considera
que ya en la educacin media superior y superior, la mayor parte de los alumnos son capaces de
manejar estas habilidades, mejorando ostensiblemente su capacidad para elaborar resmenes en
forma coherente y precisa (Do le y cols., 1991).
En esta breve exposicin sobre las estrategias de comprensin de lectura, hemos introducido
intencionalmente algunos comentarios sobre las diferencias individuales identificadas en el uso
que se hace de ellas. Quisiramos terminar esta seccin con un cuadro integrador de resumen (va
se cuadro 7.6), elaborado a partir de las mltiples investigaciones realizadas en el campo que se han
dirigido a identificar las diferencias principales entre los lectores ms capaces y los menos habilido
sos en la comprensin de textos. Sin duda, el reconocimiento de las diferencias de habilidades y
conocimientos entre unos de otros, es un paso necesario para acometer el problema de qu es lo que
tenemos que ensearles a los aprendices si deseamos promover en ellos una mejor capacidad de
comprensin lectora, para que cuenten con ms oportunidades de acceso a la cultura letrada. El
tema de la enseanza de las habilidades estratgicas ser retomado directamente en la siguiente
seccin.
?, . Cphl//o - I~rrillt:y./(Il !"ml ('1 ,ll'rt'JulfZilr J/gl/lji',WI'1J //" mmpll'JlJ/lin y cOlll/,OJioll dt' leI"/lIS - "L
Uso escaso del conocimiento previo Uso activo del conocimiento previo
Basado en Snchez. 1
En principio, debe tenerse en cuenta la necesidad de planear el entrenamiento con base en una
concepcin que ensee las estrategias de comprensin (antes, durante y/o despus) de manera
informada y autorregulada. La enseanza de estrategias especficas de comprensin debe realizarse
en forma conjunta con el conocimiento metacognitivo y autorregulado (Baker y Brovvn, 1984; Paris
y Lindauer, 1982). No basta con ensear en qu consisten cada una de las estrategias que se inclu
yan dentro de un programa, ni tampoco es suficiente con explicarle a los alumnos los pasos necesa
rios sobre cmo deben realizarse cada una de ellas. Ambos tipos de conocimiento (declarativo y
procedimental, respectivamente) de las estrategias son necesarios, pero no suficientes para que los
alunmos las aprendan y usen de manera significativa en contextos cotidianos de comprensin y
Nos parece que el anlisis realizado por Mateos (1995) aporta informacin importante en ese
sentido. Segn esta autora, varios programas de entrenamiento como los estudios de Brown y co
laboradores, sobre el contexto de enseanza recproca (Brown Palincsar y Armbruster, 1984; Palincsar
y Brown, 1985; Brown y Palincsar, 1989), el programa de Paris y sus asociados llamado estrategias
informadas para .el aprendizaje (ISL: Informed Strategies Leaming, vase Jacobs y Paris, 1987; Paris,
Wasik y Turner, 1991), las investigaciones de Bereiter y Bird, el programa de "enseanza directa" de
Baumann (1990) y las realizadas por el grupo de Mateos y Alonso (vase Mateos, 1995), han demos
trado gran efectividad debido a que se han configurado mediante una concepcin basada en las
cuestiones cruciales antes mencionadas. Adems, dichos programas, segn Mateos (ob. cit.), coinci
den en varios aspectos considerados en el entrenamiento y la forma de ensearlas y los cuales a su
vez concuerdan con las ideas expresadas en el captulo anterior, a saber:
El enseante es un gua que orienta y crea las condiciones y el contexto apropiados para el
aprendizaje de las estrategias.
La estrategia general de los programas est basada en el traspaso del control del enseante al
aprendiz por medio de situaciones de andamiaje y prctica guiada (vase al respecto la seccin
correspondiente a la enseanza de estrategias del captulo anterior).
Esta metodologa, tal como lo reconocen las autoras, est en gran parte inspirada por las ideas
de Vigotsky. Segn Palincsar y KIenk (1992) son tres los principios tericos derivados de la teora
vigotskiana que influyen en su concepcin:
l. El origen social de los procesos psicolgicos superiores (stos aparecen primero en el plano de
lo interpersonal y despus son internalizados y apropiados por el aprendiz) .
2. La nocin de ZDP ("la enseanza recproca fue diseada para proveer una ZDP en la cual los
estudiantes, con la ayuda de los maestros y de compaeros ms avanzados, toman una respon
sabilidad cada vez mayor en la realizacin de una actividad", p. 213).
3. Los procesos psicolgicos son adquiridos en una actividad contextuajjzada y holistica (las es
trategias no son aprendidas fuera del contexto de la lectura funcional o significativa).
Resumir (autorrevisin).
En ese contexto, son puestas en marcha las distintas estrategias por medio de dilogos que
ocurren en forma natural. Primero, los participantes leen el fragmento del texto asignado en forma
colectiva o individual, luego se elaboran preguntas sobre aspectos relevantes de texto y de inmedia
to se elabora un resumen sobre lo esencial del fragmento ledo. Durante el intercambio puede
solicitarse la aclaracin de algunas partes del texto que no fueron comprendidas claramente por
alguno o por varios de los miembros debido a alguna palabra, idea, etctera, la cual es retomada por
el grupo para resolverla por medio de comentarios colectivos o por medio de alguna relectura in
mediata. Por ltimo, se elaboran algunas predicciones relativas a lo que tratar el siguiente frag
mento del texto sobre la base de lo previamente ledo. Las distintas estrategias son aprendidas en el
contexto de construccin conjunta de la comprensin de la lectura o el aprendizaje del contenido, lo
cual constituye la meta principal.
En las sesiones iniciales el gua es quien modela ante los aprendices la forma en que se practican
las distintas estrategias, por lo que stos deben asumir una actitud ms pasiva. Conforme avanzan
las sesiones se va haciendo efectiva la toma de turnos y los aprendices van participando activamen-
En un texto editado por Fry (1991), se compendia la pinill d arios psiclogos especialistas
en el campo de la lectura de comprensin. ante la peticin de que ellos anotaran las 10 mejores
ideas o recomendaciones para los maestros de lectura. Incluimos aqu la opinin de alguno
expertos en el tema:
J. Flood y D. Lapp
..lAs dirz prcticas que han demostrado St'r ('xitosas para ayudar a 10$ alumno' a desarrollar Sin luzlrili
dades dI! comprensin ... 1. prcticas dt' pr'1mracilI para la lectura [por ejemplo, a tivar y reO io
nar sobre lo conocimiento previo pertinentes al t to]; 2. I'rcticas de I?7rsetiall:JI recfproca;
3. prcticas pora comprender y utilizar las estructuras lit' textos IUZrralil.lO : 4. prcticas para comprell
dL'r y utilizar las estmctllras de texto5 t'xpositims: 5. prctic~ de e1abomciII de pregu/lta [p r ejem
plo, que los alumnos elaboren y respondan preguntasli 6. mctica de f!lltrellammto para pre
gUlltas illferelldales; 7. prcticas dI' procesamit'llto de il~formJlcil/ [por ejemplo, elaborar cuadro
C-Q-A o mapas conceptuales, vase captulo 5 de este te to]; 8. prticticJls de t'laborncilI de al/alo
gia,;;; 9. prcticas ,tI' elaboracilI de reRLIIlt'f/es; 10. prctica 11t' lechlra Jollmtaria/recreath'll."
D. Alvermann
"1. EllSeliar estrate Yi~ de alto-ordel/ qll 'le !lsm 1'1/ disC/lsiol/ f!S elzpequeos gn'1lOs il/tegralldo las ella
tro reas dellel/guaje: lt'a, escribir, eSClIcllar y Izablar; 2. selecciol/ar estrategias de disClISiII que actirrt!II
ogel/erel/ el eOIlOCilllit'llto pn'i.'io acerca de/lI1aterial aser ledo; 3. ell/atizar las estrategias de diSCl/siIl en
gmpos de afl rcl/di:ajc cooperatim que /Il0tt't!1I a los estudiantes a examil/ar las dos caras de Ul/ ee'cllto;
4. dar tiempo a los diferelltes pUl/tos de 'vista, tambilz alas COI/St!IIS0S, pllm ql/e semI compartidos en
actividades de gmpo total; -. il/CIIlcar ell los estudi/llltes la idm de que /1 l/a actitud de cuestiO/wmiel/to es
Ull prerrequisito pam aprmder a leer crticamente; 6. rccordar que las pseudo-discusiol/es disclIsiolles,
el! las que las pregulltas o respl/estas rpidas prel'alect'll, l/O 5011 substitutos para las disClIsiol/t!s ell las
que ocurrt'llla rcj7exill y la elaboracil/; 7. il/citar 11 los estudial/tes a dirigir su habla a otros, /la slo al
profesor o a quit!ll est dirigiel/do la disCIISiII; 8. use pregllll tas COII el propsito de clar~ficar y cOl/scguir
d~ferelltes PUlltos de vista: 9. rcwerde que plallear /ll/a discusin de postlectllra tfectiva empieza COI/la
detcrminacilI del propsito: sc est leyelldo para aprellder el col/tmido del texto, para t'xamil/ar 105
evelltos hechos dcscritos pam soluciollarzlIl problema?; 10. plallcar disC/lsiolles que combinen la il/
teraccin el! pequclios grupos o COII el grupo total. Hacer esto estimula que cada alumno participe y per
mite tiempo para UI/a slltesis g1'llpal tambill."
J. Nelson-Herber y H. 1. Herber
u Las sigllientes diez ideas estl/ basadas e/llll/estro conocimiento de la lwestigacil/, I/I/estra experiencia
trabajal/do COI/ profesorcs y nI/estro inters en la illStrllccilI de la lectura y la escritura ell reas de COII
tmido: l.facilitar el aprendizaje de los t'studialltes dmtro de UII marco para la illstmccil/ (. .. reco/1/t'Ilda
mas zlIla estmct I/ra que illc/uyc: a) actividades de prepamcilI pamla lectura y la escritura, b) actirlidades
para glliar los procesos de lectura y escritl/ra, y c) pr011l0CiII de lalectllra y escritura indepelldielltes .. .);
2. activar los COl1ocill1imtos de los estudimltes sobre el col/tellido del texto; 3. desarrollar el cOl/ocimimto
de las estructuras del texto; 4. expal/dir el vocabulario de los estudialltes: 5.lzacer de los estudialltes lec
tores activos; 6. promover en los e"tl/dimltes actividades dc prefectura; 7. incrementar elllos estlldiantes
la complejidad de la comprellsin [por ejemplo, promueva primero la comprensin literal, poste
riormente la creativa y crtica); 8. ayudar a los es tlIdiall tes a ill tegrar la lectura y la t'scritll ra; 9. facili
tar el aprendizaje illteracti"Uo-cooperativo; 10. facilitar la illdependencialectora de los estudiantes. "
-
Estrategias docentes para un aprendtzaje SIgnificativo 302
te en la aplicacin de las estrategias. El gua retroalimenta continuamente la forma de aplicacin de
las estrategias y moti\'a a los dems miembros del grupo para que colaboren en esa direccin. Des
pus de que los aprendices van demostrando una competencia plausible en el manejo de las estra
tegias, pueden empezar a asumir el rol de gua y coordinar las actividades de los otros miembros
del grupo. En todos los casos la presencia del gua siempre es fundamental porque est presto a
reorientar en todo momento las discusiones y los comentarios suscitados sobre el uso de las estrate
gias y de la comprensin del contenido del texto, cuando ocurren disgresiones o desviaciones (va
se cuadro 7.8).
1. Los aprendices son instruidos a utilizar un repertorio de estrategias (por ejemplo, las
cuatro estrategias: clar~ficacill, elaboraci" de preglllztas, predicciones, reSl/men) las cuales
pueden ayudarlos a comprender mejor lo que leen.
4. Se les provee a los aprendices ayuda y gua ajustada al nivel en que ellos son capaces
de ejecutar las estrategias.
5. Los tutores apoyan las participaciones de los aprendices mediante el dilogo, usando
instigaciones, sugerencias y pistas, explicaciones, retroalimentaciones, modelaje adi
cional, parafraseo, apoyos y elogios.
8. Durante los dilogos, se provee instruccin sobre dnde, cundo y por qu las estra
tegias enseadas pued n u tilizarse adecuadamente.
Por ltimo, queremos terminar esta seccin con algunas recomendaciones especficas, que se
aaden a las antes mencionadas, para la enseanza de las estrategias (vase Dole y cols., 1991;
Gonzlez, 1994):
1. Cuando se deseen ensear estrategias para la comprensin de textos, es mejor ensear slo
algunas de ellas explcita e intensivamente y no una multiplicidad superficialmente. Respecto a
las estrategias seleccionadas, conviene que se haga una reflexin previa sobre los siguientes
aspectos: funcionalidad, adecuacin a contenidos, significatividad para las necesidades de los estudian
tes, viabilidlld y susceptibilidad de elltrenamiento.
Conocimiento de la estrategia.
Su flexibilizacin.
6. La propuesta de la enseanza de las estrategias se realiza segn las dos modalidades que se
revisaron en un captulo anterior: en cursos o asignaturas extracurriculares o en una propuesta
metacurricular. En este sentido, las recomendaciones a seguir seran en trminos de decidirse
por una u otra de las propuestas mencionadas. La particip acin del docente sera un tanto
diferente, dependiendo de la propuesta asumida, tal y como se coment en el captulo anterior.
Las siguientes son algunas recomendaciones generales sobre la comprensin de textos en el aula
que el profesor puede retomar para su prctica d6cente cotidiana.
Contextos de lectura. Desde hace mucho tiempo se ha insistido en la prctica de la lectura individual
como una actividad privilegiada dentro de las aulas; es esencial para el desarrollo de una lectura
autorregulada y constituye la fase final a la que toda enseanza de comprensin lectora debe aspi
rar. No obstante, existen otras prcticas muy enriquecedoras que deben recuperarse para el logro de
dicho proceso. Una de las ms valiosas es la de crear contextos de lectura compartida con los estu
diantes.
Los contextos de lectura compartida llegan a ser muy variados; van desde aquellos donde el
docente participa con el grupo total hasta aquellos otros en los que anima participar a los alumnos
en situaciones de pequeo grupo (aprendizaje cooperativo o colaboracin entre iguales), o bien, en
la creacin de verdaderas comunidades de aprendices (lectores y escritores).
Respecto a la situacin en que el docente participa con el grupo total, no cabe duda de que la
propuesta de la estrategia gua, para promover el traspaso y la cesin en el manejo de lma estrate
gia, sera la ms recomendable. Como ya se mencion, la idea bsica consiste en guiar y modelar las
estrategias o el modo de aproximacin al texto frente a los alumnos (por ejemplo, leyendo frente a
ellos y comentando en voz alta cmo ejecuta o practica una estrategia, o qu tipo de comentarios
hace en relacin con el texto, etctera), para luego, en una segunda fase, construir una situacin de
andamiaje apropiada, con la ayuda que se requiera, en la que ellos tengan oportunidad de practicar
las estrategias y el modo de aproximacin al texto enseado en la fase anterior (para lo cual el
docente tendr que pensar en una estrategia de evaluacin formativa necesaria y observarla); hasta
que finalmente se d paso a una tercera fase donde los alumnos desarrollen una ejecucin indepen
diente. El nfasis debe ponerse en que los alumnos tengan un referente o un modelo sobre el que
partan para lograr su aprendizaje; es decir, que los alumnos tengan acceso a ver lo que el profesor
hace usualmente en solitario: cmo se desenvuelve frente a los textos, cmo aplica una estrategia,
cmo utiliza sus recursos intelectuales, cmo comenta el texto, etctera.
Todas estas situaciones de lectura compartida deben coadyuvar a que los alumnos/lectores se
vean a s mismos como intrpretes, como constructores de significados interesantes, como explorndores de
textos, y no slo como meros receptores de la informacin que proviene de stos. Lo importante es
que desarrollen su comprensin al grado de que puedan conseguir aprendizajes significativos y
reflexivos. Simultneamente, ello les conducir con seguridad a conceptualizar a los textos como
recursos sobre los cuales se puede dialogar, reflexionar, aprender y, por supuesto, disfrutar.
Estrategias de enselall za-aprendizaje y comprensin de lectura. En este captulo nos hemos centrado en
presentar las estrategias cognitivas que el alumno puede aprender y, despus, utilizar para mejorar
la comprensin de textos. Pero tambin puede optimizarse la comprensin lectora cuando el docen
te propone sendas estrategias de enseanza, antes de que los alumnos se enfrenten a los textos
acadmicos, O cuando el autor o el diseador los elaboran (vase captulo 5 de esta obra).
Ambos enfoques no son excluyentes sino complementarios y el docente puede utilizarlos con
juntamente. Creemos que existen situaciones y momentos determinados en que pueden aplicarse
ciertas estrategias de enseanza para beneficio del aprendizaje significativo de los contenidos in
cluidos en los textos. Ahora interesa destacar aqu lo siguiente:
b) Es importante que se ensee a utilizar las estrategias de apoyo a la lectura (estrategias de ense
anza) que muchas veces los textos acadmicos ya traen consigo y que los alumnos/lectores
luego no saben o no quieren explotar. En muchas ocasiones hemos constatado cmo los apoyos
o estrategias que los autores y diseadores han introducido en sus textos para orientar su com
prensin son subestimados por los alumnos. As, vemos que muchos alumnos no suelen revisar
los ndices, se "saltan" los ttulos, no atienden a las pistas tipogrficas, "evitan" los organizado
res previos o los resmenes, etctera, en detrimento en efecto de su propia comprensin. Por lo
tanto, conviene sensibilizar a los alumnos ante tales hechos, e incluso advertirles, y quiz de
mostrarles con ejemplos, el valor de estos recursos.
e) Varias estrategias pueden ser a la vez de enseanza y de aprendizaje. Es decir, algunas estrate
gias son elaboradas por el enseante para el momento instruccional (captulo 5) y de stas
varias pueden ser a la vez estrategias de lectura autogeneradas por los alumnos (captulo 6 y el
presente), tales como: los mapas conceptuales, las analogas, los resmenes, la estrategia estruc
tural, etctera. Presentarlas como estrategias de enseanza en un momento determinado puede
ser ocasin de aprendizaje y discusin, para que los alumnos las adopten como estrategias de
aprendizaje. Muchos profesores presentan cuadros sinpticos, resmenes escritos y mapas con
ceptuales cuando ensean informacin o discuten textos con sus alumnos, y no se dan cuenta
de que a la vez que tales estrategias cumplen su funcin instruccional, los enseantes pueden
dar pie para iniciar o reforzar el aprendizaje que los alumnos tienen de ellas como estrategias
de aprendizaje. Los profesores podran comentar, por ejemplo, cmo y por qu las elaboraron,
o animar a que los alumnos elaboren las suyas propias, y discutir las diferencias y semejanzas
conseguidas entre ellas y las que el profesor elabora. sta tambin sera una manera de discutir
cmo el enseante y los alumnos pueden aproximarse al texto desde diferentes pticas, como
intrpretes y constructores del saber contenido en l.
Motivacin y lectura . Uno de los principales problemas de los alumnos cuando leen es su baja moti
vacin o su orientacin negativa para leer los textos que sus profesores sugieren en clase. En el
captulo 3 se esbozaron algunas estrategias para mejorar las condiciones motivacionales en el aula y
para influir en la motivacin de los alumnos, que igualmente resultan eficaces en el caso del domi
nio de la comprensin lectora (vase Pressley, 1999). Aqu sealaremos algunas cuestiones prcticas
adicionales para el caso especfico de la comprensin de textos que pueden tenerse en cuenta para
la prctica docente, saber: a) cuando sea posible, permita que los alumnos elijan los textos que
deseen leer; b) cuando haya lecturas obligadas, elija varios textos para que de entre ellos los escojan;
e) asegrese de que los alumnos tengan acceso a libros interesantes; d) procure elegir textos que
tengan significatividad psicolgica para sus alumnos (ni tan difciles ni tan fciles , sino adecuados
a su competencia cognitiva y lectora); e) trate de recrear con los alumnos experiencias autnticas de
comprensin lectora, actividades significativas de lectura para las que el acto de leer y el leer para
aprender tengan verdadero sentido;j) valore y reconozca el esfuerzo de los alumnos como lectores;
g) anime la curiosidad de los lectores cuando sta aparezca, o fomntela; 11) promueva motivos de
lectura social, es decir, leer entre familiares y amigos; i) fomente el crecimiento de la autoeficacia
lectora, porque cuando uno cree que es capaz de leer bien se mejora la actitud hacia los textos;
j) reconozca al alumno como lector y como intrprete de textos.
b) Como ya vimos en la parte inicial de este captulo, como producto de la comprensin el lector
construye una representacin multidimensional, basada tanto en sus conocimientos previos y
recursos cognitivos como en lo que el texto le propone. As es posible evaluar alguno o varios
aspectos de la comprensin, siempre y cuando sea de inters. Para evaluar los aspectos referi
dos a la microestructura, por ejemplo, pueden plantearse preguntas que requieran informacin
explcita o literal, ya sea estructuradas (opcin mltiple) o de respuesta breve; tambin se pue
de solicitar a los alumnos que identifiquen la idea principal de prrafos de un texto. Otra tarea
recomendable en este nivel son las preguntas de tipo cIoze (aquellas que se plantean como enun
ciados con espacios vacos, para que sean llenadas por los sujetos). Para evaluar aspectos de la
superestructura, puede solicitarse a los alumnos que identifiquen la superestructura que tiene el
texto utilizado para valorar la comprensin, puede valorarse el grado en que ellos usan los
marcadores textuales para mejorar su comprensin, o bien, se les puede pedir a los alumnos
que elaboren una representacin visual del texto (un organizador grfico, una tabla causa-con
secuencia o comparativa, etctera). Para valorar los aspectos de la macroestructura, es posible
solicitar a los alLUnnos tareas tales como: identificar el tema del texto, identificar la idea princi
pal de un texto por medio de una tarea de estimacin (seleccionar de entre varias la ms apro
piada), o bien, construirla, y la ms tpica que consiste en solicitar un resumen, ya sea escrito o
expuesto por medio de un mapa conceptual; cada una de estas tareas retomar algn aspecto
de la macroestructura y el enseante podr optar por alguna de ellas, dependiendo lo que
desee evaluar. Para la evaluacin de los aspectos relacionados con el modelo de la situacin, son
tiles las preguntas abiertas de tipo inferencial (que requieran informacin implcita), de tipo
aplicativo (que exijan aplicaciones de lo ledo), de opinin reflexiva y crtica, o bien, ensayos
donde se manifiesten las implicaciones del texto y el punto de vista personal; lo importante
aqu es valorar la aplicacin de los conocimientos previos que el lector integr durante la com
prensin. El grado de profundidad de dicha aplicacin har que la comprensin sea cada vez
ms analtica y creativa, aunque ms personal. Por lo que respecta a la valoracin de los asuntos
referidos a la metacolllprensin, pueden evaluarse: el grado de congruencia entre el propsito de
lectura perseguido y la aproximacin al texto; asimismo, para evaluar la supervisin, pueden
utilizarse distintas tareas tales como introducir inconsistencias semnticas o cognitivas en los
textos (vase los criterios de Baker sobre la supervisin) que habrn de ser detectadas y corregi
das por los alumnos, si aplican correctamente las operaciones involucradas en el monitoreo.
Obviamente en todo el proceso habr que tener en cuenta la naturaleza del texto como un factor
que puede incidir decisivamente en tales actividades. Es necesario considerar que el texto sea
significativo lgica (buena organizacin de la informacin; buen tratamiento lingstico) y psi
colgicamente (que plantee una distancia cognitiva ptima para los conocimientos previos)
para los alumnos, y que sea pertinente a los aprendizajes que se quieren promover en ellos.
exigen una elaboracin inferencia!?, cmo determinar la calidad de un en -ayo sobre un texto?
Necesariament tiene que hacerse un juicio evaluativo y ste depender" de criterios d efinidos
con anticipacin sobre qu es lo que se quiere evaluar respecto del proceso de comprensin
lectora.
d) o cabe duda de que, como se seala en el captulo 8, si se sigue una estrategia constructivista
de enseaza y aprendizaje, la mejor evaluacin la constituye la ev aluacin formativa, que es
parte fundamental de l acto de enseanza. Durante el proceso de enseanza de cualquier activi
dad, estrategia u operacin lectora, la evaluacin formativa cumple funciones de regulacin y
autocorreccin necesaria para ajustar las ayudas que el en ei'tante estructura, y las cuales son
imprescindibles para dispensar el andJmiaje. Por ello, en dicha evaluacin se obtiene informa
cin valiosa que sirve para mejorar o reflexionar sobre la eficacia de lo que el docente hace y
sobre el proceso de adquisici ll de las estrategias u operaciones de la comprensin. Las evaluacio
nes a postaiori de tip o puntual, como exmenes o situaciones de prueba, tambin proporcionan
informacin valiosa; pero sirven menos para realizar ajustes porque se centran en el producto de
la comprensin (captulo 8).
I ntrod uccin
Debe reconocerse que en el mbito acadmico, la escritura es una actividad que se considera
como imprescindible d n tro de los currculos de los distintos niveles de educacin formal. Sin em
bargo, tambin como en el caso de la comprensin de textos, a este proceso no se le ha otorgado la
atencin necesaria, por enfatizar demasiado la enseanza y adquisicin dtC las habilidades bsicas
de codificacin y el manejo adecuado de las reglas del cdigo lecto-escrito.
La enseanza tradicional de la composicin Se centra en los productus logrados por los alum
nos, en donde el profesor seala y trata de corregir las fallas que stos tengan, pero donde poco o
nada se ensea sobre cmo construirlos desde una perspectiva propiamente retrica, discursiva y
funcion al. Asimismo, la enseanza no se orienta a los subprocesos y e tra tegias determinantes en el
desarrollo de esta actividad, en su lugar, se ensean habilidades de bajo nivel y reglas o convencio
nes de organizacin y de estilo (morfosintaxis, puntuacin, ortografa, concordancias locl:"s, etc
tera), y an ms, la prcticas de redaccin son totalmente artificiales y de ejercitacin inocua, dado
que poco se implica a la composicin como una actividad funcional, dentro de un contexto comuni
cativo propiamente dicho (Boscolo, 1991; Vila, 1993).
En los ltimos aos se han desarrollado varias lneas de investigacin sobre la escritura y los
procesos cognitivos relacionados, desde variZls reas de investigacin psicolgi a sobre Zlspectos
lingsticos, evolutivos, cognitivos y educacionales, que pueden r s ultar promisorios respecto a
cmo construir nuevas prcticas de pensamiento letrado (vase Wells, 1990), con el fin de lograr
innovaciones significativas en la enseanza de este dominio.
La composicin de textos
En trminos generales, la gran mayora de las investigaciones concuerdan al sealar que la compo
sicin escrita es un proceso cognitivo complejo que consiste en traducir el lenguaje representado
(ideas, pensamientos, sentimientos, impresiones de tipo episdico que posee el sujeto) en discurso
escrito coherente, en funcin de contextos comunicativos y sociales determinados. No hay que olvi
dar que un texto escrito finalmente es un producto comunicativo y sociocultural.
No obstante, de acuerdo con M, Bajtn (vase Holquist, 1993; Morson, 1993; Wertsch, 1993),
existen otras dos caractersticas del texto que se deben tomar en cuenta simultneamente, y que en
cierto modo relativizan y complementan las afirmaciones anteriores. Primero, considerar que toda
produccin es siempre dialgica puesto que participa de un flujo comunicativo del que parte y al
que tambin contribuye y que, en ltima instancia, le da sentido (si no para qu se escribe?). Todo
texto nace en respuesta a un proceso comunicativo previo (muchas veces ms all de la dimensin
de lo escrito) donde se dice que no slo participa el escritor sino que, desde la misma creacin del
texto, tambin participa e influye el o los destinatarios con los cuales se intenta dialogar, y en quie
nes cobra significado el texto; de manera que ste se produce con la finalidad de continuar un
proceso comunicativo que, de hecho, constituye su contexto (Silvestri y Blanck, 1993),
Segundo, tambin debemos partir de la idea de que todo texto es polifnico o intertextua!, en
tanto que rene en l "voces" o distintos textos previos que el autor retoma (incluso desde su habla
interna, vase Emerson, 1993 y Silvestri y Blanck, 1993), y los hace presentes en "su" texto de una u
otra forma, presentando puntos de vista alternativos, horizontes conceptuales, argumentos y
contraargumentos, voces de personajes, etctera,
Asimismo, otros autores declaran que la actividad de produccin escrita llega a generar otros
beneficios adicionales, Por ejemplo, se considera que escribir es una actividad que tambin puede
tener (aunque no siempre, como veremos ms adelante) una funcin epistmica (el lenguaje oral
tambin la tiene, pero en menor potencialidad), en tanto que puede servir como lm medio para el
descubrimiento y la creacin de formas novedosas de pensamiento y conocimiento en la mente del
escritor, cuando ste escribe sobre algn tpico determinado (vase Miras, 2000),
Como proceso cognitivo complejo, la composicin escrita se analiza desde dos dimensiones
esenciales: la funcional y la estructural (cuadro 7.9) (Fayo!, 1991). Conforme los aspectos funciona
les, se organiza con base en un tema determinado, en torno a un propsito comunicativo-instru
mental esperado sobre un lector-destinatario y tomando en cuenta ciertos factores contextua les,
As, la persona que redacta un escrito tiene que tomar decisiones reflexivamente en torno a las
siguientes cuestiones: qu va a decir?, cmo es que va a hacerlo?, para qu y para quines?, con
qu finalidad, intensin o deseo se har? Adems, tendr que plantearse la necesidad de tomar en
cuenta el contexto comunicativo y social donde insertar el texto, considerando su posible
involucracin comunicativa con un(os) otro(s) para quien construye su texto.
Hayes y Flower (1986) han abundado sobre este punto al sealar que cuando se componen
textos se realiza una actividad orientada a metas o propsitos determinados. En pocas palabras, es
una tarea de solucin de problemas complejos. Los escritores de una u otra manera se pLantean una
meta y la acometen con una serie de consideraciones y decisiones. Es comn que cuando los escri
tores han identificado o tienen claridad sobre sus metas principales (el tpico que quieren exponer,
la forma de aproximacin a la audiencia o pblico lector, La forma textual, etctera), pueden estruc
turar varias submetas en eL trayecto de conseguir aqullas, lo que permite que el proceso compLeto
sea realizado satisfactoriamente.
En la plnl1ificacin del escrito se genera una representacin abstracta (en la mente del escrito) de
aquello que se desea escribir como producto de una bsqueda exhaustiva de ideas e informacin en
la memoria del escritor, en funcin de las cuatro preguntas funcionales citadas arriba (sobre los
aspectos temticos, comunicativos, lingstico-organizativos, instrumentales, etctera) y su com
pleja interaccin entre s. En dicha representacin se incluye una especificacin ms o menos deta
llada sobre el texto que queremos escribir, lo que se denomina el "plan de escritura", que en esencia
es un plan jerarquizado de metas y submetas sobre cmo operar el proceso compositivo en forma
global y sobre la naturaleza del producto escrito que se intentar lograr.
Destinatario Necesidades
comunicativas.
FIgura 7.4 /1111/,1I !"'Jllfr/,lI l1/ ,,,1m" 1m J/I /J/, muIJIJ tlr 1,/ cUIJlf>o.<ir i 611 rj(n
Por ltimo, la revisin consiste en mejorar o refinar los avances y ejemplares (que podramos
llamar "borradores" logrados en la textualizacin. En este subproceso, se incluyen las actividades
de lectura de lo escrito, actividades de diagnstico y evaluacin correctiva, regulados esencialmen
te para valorar el grado de satisfaccin del plan inicial. Bereiter y Scardamalia (1987) han propuesto
W1 modelo compuesto de tres operaciones bsicas: comparar ~ diagnosticar ~ operar. En la opera
cin de comparacin se establece W1a relacin entre la representacin del texto planificado y la
representacin que en ese momento se est elaborando, y no siempre habr diferencias sensibles
entre ellas; en la operacin de diagnstico se intenta establecer una valoracin del porqu del des
ajuste existente cuando ste sea el caso (para lo cual se puede seguir o no la siguiente operacin de
correccin e incluso se puede valorar la posibilidad de cambiar el plan); y por ltimo, en la opera
cin de correccin, se d ecide seguir W1a posible alternativa que corrija el problema detectado y,
luego, proceder a textualizarla. Dichas operaciones actan recursivamente y regulan en gran medi
da la actividad de revisin.
Los tres procesos antes sealados, como dicen Hayes y Flower (1986), estn fuertemente en
trelazados durante la produccin escrita. Esta vinculacin estrecha se debe a dos razones: 1. la com
posicin puede ser ejecutada por partes, de manera tal que los procesos de planificacin, textualizacin
y revisin ocurren para el prrafo primero, luego para el segundo, etctera, 2. los procesos son apli
cados en forma recursiva, de tal forma que mientras se realiza W1 proceso (por ejemplo, la revisin)
pueden ser invocados los otros, siempre y cuando sean requeridos para mejorar la redaccin, por
ejemplo, la deteccin de W1 error en partes del texto o la necesidad de escribir un prrafo de informa
cin faltante. Por lo tanto, los tres procesos no necesariamente ocurren en forma secuencial, sino que
pueden aparecer durante la composicin en forma simultnea, cclica o recursiva .
A continuacin se presenta W1a breve resea (que no pretende ser exhaustiva) sobre algW10s de
los hallazgos principales, demostrados por va emprica, entre escritores expertos y novatos a partir
de los tres procesos que intervienen en la composicin (vase cuadro del perfil del buen escritor en
la pg. 322).
Planificacin
En el proceso de planificacin, como ya sealamos escuetamer;te, hay cuatro aspectos que desem
pean un papel central en la elaboracin del plan de escritura . Estos son: 1) el conocimiento sobre el
tpico, 2) el conocimiento sobre la organizacin del discurso, 3) la sensibilidad y atencin a las
demandas de los posibles lectores y 4. el conocimiento estratgico especfico de apoyo a la planifica
cin (Hayes y Flower, 1986). Sobre todos estos aspectos se han encontrado diferencias notables
entre los escritores ms habilidosos y los que tienen dificultades para hacerlo.
Los escritores expertos al generar su plan de escritura, reflexionan activamente sobre qu quieren
decir y cmo lo quieren decir, y al mismo tiempo tienen en cuenta una serie de presuposiciones sobre
las necesidades de informacin de los posibles lectores de su escrito. De este modo, se asegura que
la planificacin experta consiste precisamente en elaborar un plan de escritura que se adecue a una
situacin retrica determinada (tema, destinatario, demanda e intencin comunicativas). Flower ha
denominado a la planificacin del escritor habilidoso como planificacin constructiva. Desde el ini
cio, los escritores habilidosos poseen una representacin interna de la tarea de componer en forma
de una organizacin jerrquica de metas y submetas, la cual es de tipo dinmica, lo que despus les
servir como gua para el proceso posterior de textualizacin. Se dice que esta organizacin jerrquica
es dinmica o flexible, porque en el experto puede sufrir ajustes de mayor o menor grado, durante
el avance de la escritura en aras de lograr mayor realce en la composicin (Flower y Hayes, 1986;
Cassany, 1989).
Algunos casos sobre estrategias conductuales de revisin son: T. Capote, por ejemplo, hacia
varias revisiones de su trabajo de composicin, primero una revisin sobre la versin manus
crita, luego otra tras haberla mecanografiado, y posteriormente otra m s, una o varias sema
nas despus.
Otros utilizaban estrategias para regular estados afectivos o cognitivos: T. Wilder coment al
respecto que antes de iniciar su escritura, tomaba una larga caminata para crear un estado
motivacional apropiado.
escrita
visual y auditiva).
Por su parte, los escritores novatos parecen tener dificultades para estructurar una red jerrqui
ca de metas y submetas en la planificacin y, en el caso de aquellos que logran crear un esbozo de
sta, lo suelen hacer con una pobre integracin entre los distintos tipos de metas y submetas involu
cradas. As, los escritores principiantes planifican en forma superficial, centrndose preferentemen
te en lo que tienen que decir pero no logran articular esto ltimo con el establecimiento de propsi
tos especficos y las caractersticas posibles de una audiencia determinada. A este tipo de planificacin
se le denomina planificacin guiada por el conocimiento.
Referente a algunos datos sobre la evolucin de la capacidad de planificar, varios estudios han
demostrado que hacia los diez aos, los nios prcticamente no realizan actividades de planifica
cin, lo que suelen hacer es un primer borrador, en lugar de un plan escrito. Para estos nios la
planificacin todava no forma parte de la actividad de escritura. Posteriormente, los adolescentes
de entre 12 y 15 aos, recin empiezan a trabajar la planificacin en un nivel ms abstracto (aunque
es un plan ciertamente breve, sin muchos comentarios), donde se deja entrever ya una capacidad
incipiente para elaborarlos enunciando metas (especialmente submetas, que no son coordinadas en
Bereitcr y Scarda malia (1987) encontraron diferencias evolutivas en este subproceso entre estu
diantes universitarios y nios de escolaridad bsica (-lo., 60. y lo . de sec undaria). Los es tudiantes
uni versitarios (escritores habilidosos) elaboraban una planeacin completa de su texto antes de
iniciar la escritura, generaban numerosas listas de ideas sobre el contenido que decidan escribir y
luego establecan entre ellas mltiples rel aciones mediante lneas o flechas; tambin estos alumnos,
cuando planificaban, utilizaban mucha s notas, marcadores estructurales y enunciados eval uativos.
Las notas de planificacin de los estudiantes menores de e te es tud io aeneralmente estaban com
puestas por enunciados que luego eran editados sin sufrir demasiados cambio pa ra ser incluidos
dentro de sus borradores.
Otro aspecto relacionado con la planificacin (aunque tambin con el proceso de textuali zacin),
en donde tambin existen diferencias entre e x.pertos y nova tos, se refiere al conocimiento que se
posee sobre los tipos de superestructuras textuales (narrativos, expositiyos, argumentativos, cartas,
Lecfllm. Los escritores competentes son buenos lectore o lo han sido en algn periodo
importante de su vida. La lecturo es el medio pncipal de adquisicin del cdigo
escrito.
Plal1(ficnr el texto. Los escritores tienen un esquemJ mental del texto que van a escribir,
se formulan una im;:gen de lo que quieren escribir, y tambin de cmo van a trabajar.
Se marcan objetivos.
Releer los fraglllel/tos escritos. A medida que redacta, el escri tor relee los fragmentos que
ya ha escrito para comprobar si realmente se ajustan a lo que quiere decir y, tambin
para enlazarlos con lo que desea escribir a contlluacin .
[~e(lisar el texto. Mientras escribe y relee el texto, el autor lo revisa e introduce modifi
caciones y mejoras. Estos cambios afectan sobre todo el contenid o del te to: al signjfi
cado.
etctera), el cual determina de manera importante la forma organizacional que deber tomar la
composicin (Scardamalia y Bereiter, 1985). Se ha demostrado que los escritores expertos han desa
rrollado un conocimiento ms o menos apropiado de varias estructuras y gneros textuales, el cual
se cree que es utilizado activamente cuando generan sus producciones.
En el caso de los novatos (nios mayores) existen bases suficientes para sealar que, aun cuan
do ante otras tareas (que tienen que ver ms con la comprensin) parecen demostrar que poseen un
conocimiento de las caractersticas y elementos estructurales de alg\.U1os gneros (en particular,
narrativos y tambin argumentativos), frente a tareas de composicin no son capaces de utilizarlos
estratgicamente como lo hacen los expertos. Si bien las composiciones de los novatos parecen ya
manifestar una cierta tendencia a adecuarse a los requerimientos sintcticos de ciertos gneros
(narrativos, argumentativos, persuasivos pero no expositivos), no alcanzan a hacerlo en forma ade
cuada (Bereiter y Scardamalia, 1992; Scardamalia y Bereiter, 1984 y 1985).
Textualizacin
En el proceso de textualizacin igualmente se observan diferencias cualitati vas marcadas entre las
producciones de los expertos y los novatos. Ya hemos dicho que cuando los novatos escriben textos,
lo hacen en forma irunedia ta, en tanto que son capaces de recuperar de su base de conocimientos un
primer dato informativo que se ajuste en forma aproximada a lo que desean escribir. Proceder de
esta manera supone que la textualizacin de lo escrito se vuelva un acto cuasi-automtico, en donde
slo se escribe lo que en ese momento es evocado.
Los novatos tambin suelen escribir composiciones ms cortas, en comparacin con las de los
expertos. Sus producciones poseen poca riqueza, integracin conceptual y coherencias entre las
ideas expresadas en ellas (McCutchen y Perfetti, 1982) -tienen un estilo parecido al que se ha dado
en llamar de tipo segmentado, en contraposicin con el de tipo cohesionado, que podra ser caracters
tico del experto (vase Serafini, 1994)-. Sus producciones contienen ideas menos elaboradas y
originales.
Finalmente, suele decirse que los escritos de los novatos son djscursos que no estn basados en
un posible lector potencial o audiencia, sino ms bien en la subjetividad de su propio curso de
pensamiento (Cassany, 1989). La informacin vertida en la redaccin parece estar exenta de una
serie de supuestos, que ciertamente conoce el autor pero que cualquier lector del texto desconoce,
afectndose seriamente la claridad con que son expresadas las ideas. Las composiciones son por lo
tanto carentes de un cierto contexto intralingstico y de las presuposiciones necesarias para su
comprensin correcta.
Revisin
Como ya hemos comentado, en el proceso de revisin, el texto producido por el escritor se vuelve
un insumo que es necesario reprocesarlo con el fin deliberado de mejorarlo. Como con los otros
procesos, los escritores expertos y novatos entienden y realizan el proceso de revisin en una forma
distinta.
En un trabajo realizado por Hayes, Flower, Spilka, Stratman y Carey (citados por Hayes y Flower,
1986), cuando se les peda que revisaran sus propias composiciones a escritores expertos y novatos,
se demostr que los primeros eran muy superiores en detectar y diagnosticar errores en compara
cin con los segundos.
Igualmente, Scardamalia y Bereiter (1985) han sealado que el reprocesamiento menos frecuen
te en los escritores novatos es aquel que involucra las metas y las ideas principales del escrito, algo
que es congruente con su marcada incapacidad para representar el texto en un nivel de metas e
ideas principales (vase la seccin de planificacin). Por lo tanto, las revisiones de los novatos pare
cen tener una doble desventaja : se centran bsica mente en los aspectos triviales de su escrito los
cuales son los nicos que reciben una mejora superficial (y no en los verdaderamente relevantes).
Con base en varios aos de investigacin fructfera sobre el campo, Bereiter y Scardamalia (1987,
1992) propusieron dos modelos cognitivos para describir y explicar los procesos de composicin de
los escritores expertos y novatos (vase cuadro 7.13). Cada uno de estos modelos corresponden a
una racionalizacin terica de la forma en que se conducen estos dos grupos de sujetos cuando
escriben. Segn los autores, tales modelos son cualitativamente distintos, debido a la forma de
enfrentar la tarea de composicin. Dichos modelos son: el modelo de decir el con ocimiento (K/lowing
tellillg) y el modelo de transformar el conocimiento (Knowing-transformirzg).
El modelo de decir el conocimiento (OC) explicara de una manera genrica la conducta de los escrito
res novatos. Segn dicho modelo la composicin se realiza como un mero acto de "vaciado" de la
informacin, que el escritor conoce en el momento en que se decide escribir el texto; es decir, se
escribe lo que se sabe, sin enmarcar el acto global de la composicin dentro de una actividad com
pleja de solucin de problemas retricos.
La produccin escrita en este modelo se inicia sin ningn proceso de planificacin previo y slo
basta con activar alguna presentacin de lo que se desea escribir (en forma autogenerada o deman
da desde el exterior) para que se disparen ciertos identificadores del tema (sobre qu escrib) y de
gnero (sobre cmo escrib) y ocurra la textualizacin. As, una vez producidas algunas frases o
lineas sencillas (segn la forma que acabamos de mencionar) , stas sirven para reiniciar procesos
similares, con lo cual se logra garantizar una cierta "coherencia " temtica basada en asociaciones
conceptuales, hasta que las ideas se agoten y finalice el acto de composicin. Como consecuencia
del modo de proceder del sujeto que se gua por el modelo Oc, la escritura se convierte en una
secuencia de frases relacionadas con el tema, pero con una interconeccin global escasa entre ellas .
El modelo Oc, segn Bereiter y Scardamalia, provee una solucin natural y eficiente a los escri
tores poco habilidosos cuando se enfrentan a la tarea de redactar sin ningn apoyo externo, debido
a dos razones principales: 1. por qu el conocimiento puede ser, en apariencia, fcilmente recupera-
Otra razn de prevalencia de esa forma de componer en ciertos alumnos se debe al hecho de
que los profesores, la mayora de las veces, planifican, deciden y establecen de forma arbitraria y
ficticia las consignas sobre qu escribir y cundo hacerlo, dejando que los alumnos simplemente se
centren en la mera textualizacin; es decir, se les quita toda posibilidad de realizar una actividad
reflexiva de planificacin, que obviamente repercute tambin en: 1. el escaso nivel que tienen los
alumnos tanto para explorar lo que saben y cmo lo saben (conocimiento metacognitivo), y 2. la
posibilidad de transformar lo que en ese momento saben para acceder a formas ms sofisticadas del
conoci.rniento (Bereiter y Scardamalia, 1993).
Por otro lado, el modelo de trnnsJormar el collocimiellto (TC) constituye un intento de explicacin
sobre el proceder genrico de los compositores maduros o expertos. Un supuesto bsico de quienes
poseen el modelo TC es entender la escritura como un acto complejo de solucin de problemas.
Dicho proceso de solucin de problemas implica dos espacios proble!11a: el espacio de contenido o
temtico y el espacio retrico. En el primero se trabaja sobre problemas de ideas, creencias y cono
cimientos. En tanto que en el seglU1do se opera sobre los problemas relacionados con el logro de las
metas de composicin. En este sentido, se supone que el escritor hace interaccionar activamente lo
que sabe (espacio temtico) con las metas y objetivos retricos que se plantea, o bien, como sealan
los autores, traduce problemas de cualquiera de los dos espacios al otro.
Se dice que el modelo DC constituye una parte del modelo TC, en tanto que los proc os de
activacin asociativos son similares en ambos, con la salvedad, como ya se ha dicho, de que en el
modelo TC se contextualizan en la dinmica interactiva y refle xiva de los espacios problema tem
tico y retrico.
Planificacin
Quin escribe: qu debe expresar el texto de m?, qu estilo debo utilizar (personal o imper
sonal)?, etctera.
Para q~ll1 se escribe: con qu conocimientos cuentan los destinatarios acerca del tema sobre
las formas y gneros discursivos?; qu vocabulario y complejidad discursiva sern los
ms apropiados para ellos?, etctera.
b) Exploracin sobre el tema qu e se escribe. Muchos escritores fallan en esta accin al considerar en
forma inadecuada qu es lo que saben o cunta y cul informacin son capaces de conseguir
sobre el tema que se escribe; de tal forma que puede darse un tratamiento del tema segn las
preguntas clave anteriores . Es necesario explorar adecuadamente y reflexionar sobre los cono
cimientos previos que se tienen sobre el tema, as como de aquello que se sabe sobre cmo
conseguir informacin adicional y necesaria, como por ejemplo, documentacin a partir de
textos, medios informticos, o consulta con el profesor o con miembros expertos de la comuni
dad literaria. Posterior a ello, se deber realizar una reflexin sobre la informacin recabada
(por ejemplo, usando mapas conceptuales), incluso para intentar organizarla (tomando deci
siones sobre qu sirve y qu no, con qu tanta profundidad se ha conseguido informacin,
etctera) y disear lma idea de la forma de estructuracin retrica y discursiva apropiada para
satisfacer apropiadamente las demandas de las preglmtas fLmcionales y del contexto para, de
este modo, poder ir concretizando el plan.
Textualiza ci n
Durante el subproceso de generacin del escrito, quienes escriben algn tipo de texto suelen enfren
tar distintos tipos de problemas. Tales problemas pueden clasificarse en cuatro clases:
a) Problemas de normatividad lingstica. Estos problemas estn relacionados con deficiencias orto
grficas, de lxico, de puntuacin, de morfologa y de sintaxis, que llega a tener el autor del
escrito. La consulta de diccionarios generales y de sinnimos, de libros de ortografa (que inclu
yen reglas ortogrficas y de puntuacin), textos gramaticales de apoyo y de manuales de redac
cin, puede ser un buen recurso para ayudar a solventar estos problemas (cuadro 7.10). La
consulta con escritores ms habilidosos y expertos tambin es de gran ayuda.
b) Problemas de tipo orgal1izativo o textual . Estos problemas tienen que ver con deficiencias para
establecer la coherencia local y global, la organizacin retrica, el estilo y la adecuacin a la
demanda comunicativa . La consulta de textos de redaccin para conocer los mecanismos de
cohesin y las estructuras y componentes de textos narrativos, expositivos, descriptivos,
argumentativos, epistolares, etctera; o bien, la lectura y el anlisis de textos reales anlogos a
aquellos que se desean escribir, junto con las entrevistas con profesores o expertos en redaccin,
facilitan la solucin a este tipo de problemas. Los escritores poco habilidosos, guiados por el
modelo OC tienen serios problemas para organizar el texto con base en las superestructuras
textuales, y, por lo general, terminan organizndolos sobre formas simples de adicin de ideas
(listado o yuxtaposicin de ideas) con escaso nivel de construccin y bajo nivel de complejidad
sintctica. Respecto a la organizacin de la informacin, un lugar importante lo tienen tanto el
conocimiento de una forma de representacin de las estructuras textuales (por ejemplo, organi
zadores textuales) como el conocimiento de los marcadores de discurso. Sobre estos ltimos es
menester que el escritor conozca sus propiedades morfosintcticas, semnticas y pragmticas y
que practique su uso adecuado en la construccin textual, ya que esto puede facilitar las posibi-
lidades de comprensin en el futuro lector, as como las inferencias que ste pueda construir
(Portols, 1998, vase cuadro 7.14).
e) Problema de tipo temltico. Se refiere al contenido sobre lo que se escribe. Aqu los problemas
principales radican en la falta de conocimiento sobre la temtica o en carecer de suficiente
profundizacin sobre ella, lo cual repercute en aquello que se quiere decir, o bien, en la claridad
sobre su expresin y posible organizacin temtica. La construccin de mapas conceptuales o
de algn otro recurso de representacin viso-espacial resulta de mucha utilidad para explorar
nuestro conocimiento y lo que nos hace falta saber y consultar.
d) Incapacidad para mantener el pensamiento sobre U/1 tema. Nuevamente la actividad reflexiva y
metacognitiva que provoca la construccin y, sobre todo, la continua visualizacin de mapas
conceptuales (que nos permite saber qu sabemos y qu nos hace falta saber en relacin con el
tema del que estamos escribiendo) nos ayuda a saber qu y en qu momento escribir, cmo
desarrollar el tema que interesa expresar, cmo se est organizando (aunque aqu tambin po
demos contar con el conocimiento de las estructuras textuales) ya no perder el hilo sobre lo que
se est escribiendo para desarrollar el plan de escritura.
Los escritores, para resolver estos problemas, llegan a recurrir a distintos tipos de recursos que
pueden considerarse como estrategias de apoyo a la actividad de componer. Los distintos tipos de
problemas requieren diferentes actividades de solucin.
Revisin
a) Los que derivan de la dificultad para entender el texto como un objetivo a conseguir desde el
punto de vista del destinatario potencial. Algunas causas especficas son: la representacin in
adecuada e incompleta del texto real o del texto que originalmente se planific, la visible difi
cultad para establecer una correspondencia directa entre uno y otro, la histori,) de fracasos en la
correccin, etctera.
b) Para aplicar la secuencia cclica: repaso -7 evaluacin -7 deteccin del problema -7 correccin
-7 reevaluacin. Los escritores poco habilidosos tienen dificultades para apliGlr en forma ade
cuada este ciclo bsico durante la revisin. Los ejercicios reflexivos continuos de au torrevisin,
revisin compartida con el profesor, con otros compaeros o amigos, apreciacin de las revisio
nes que realizan los expertos, etctera, constituyen algunas actividades apropiadas para desa
rrollar sta y la anterior habilidad.
ESTRUCTURADO RES
COMENTADORES Pues, bien, pues bien, as
DE LA INFOMACIN
las cosas, etctera .
ORDENADORES En primer 1ugar I en segundo
l ...I por una parte I por otra
parte, de un ladol de otro
lado, asimismo, por lo
dems, etctera .
DfC RESORES Por cierto, a todo esto, a
propsito, etctera.
Segn Esperet (1991), para producir una composicin escrita ee, preciso el manejo de una serie de
conocimientos, a saber:
Pocos estudios se han abocado a indagar sobre los efectos de la mejora en el conocimiento del tema
y en la promocin de ciertos aspectos lingsticos en las composiciones. McCutchen (1 986) ha de
mostrado que una mejora en el conocimiento sobre el tpico del que se escribe, repercute directa
mente en mejores redacciones escritas.
Duin y Graves (1Yo:") reportaron que la ell st'iiallza de vocabulario a adolescentes de primero de
secundaria repercuti en la mejora del lxico y su aplicacin en las composiciones . Ellos ensearon
un grupo de trece palabras clave durante varias sesiones en seis das, explicando su significado
(dichas palabras versaban sobre un tpico especfico). Se demostr que el ensei'tar un conjunto de
palabras r -lacionadas a los estudiantes, antes de escribir un ensayo en que las palabras podan ser
utilizadas, mejor la calidad de los escritos. Segn los autores, las palabras aprendidas fungi ron
como "guas" para orientar las "bsquedas" en la memoria, sobre la informacin pertinente y nece
saria para la escritura del ensayo requerido.
Hillocks (1984) , en su vasta revisin de estudios sobre composicin, seala de manera conclu
yente que los trabajos realizados sobre ejercitacill de combillaciolles y arreglo silltlctico elltre enuncia
dos, tuvieron efectos p ositi\'os posteriores en la calidad de las composiciones solicitadas.
Otros estudios han intentado demostrar los efectos de la instruccin de las es tructuras textuales
en las producciones escritas de los sujetos. La gran mayora de ellos se han realizado sobre estructu
ras narrativas y slo pocos trabajos han sido efectuados con estructuras expositivas.
Cordon y Braun (1983 y 1985; citado por Esperet, 1991) dem straron con nios de 11 aos que la
enseanza explcita de los constituyentes estructurales de los textos narrativos tuvo un efecto direc-
La influencia del conocimiento estructural en las composiciones, cuando se trata de otro tipo de
textos, no es tan clara. Quiz se deba a la poca familiaridad que tienen los alumnos, especialmente
los ms pequeos, con otro tipo de textos (por ejemplo, los expositivos) y a la poca cantidad de
estudios realizados sobre el tpico en cuestin. Sin embargo, algunos estudios han intentado inda
gar la composicin de estructuras expositivas, sin obtener an resultados concluyentes. Por ejem
plo, varios estudios realizados por Raphael y sus colaboradores, con nios de once y doce aos
(vase Englert y Raphael, 1988), reportaron resultados positivos en el entrenamiento de composi
ciones de estructura expositiva (textos adversativos y problema-solucin).
Pueden realizarse algunos ejercicios sencillos antes de que los trabajen de manera individual
con los organizadores grficos para elaborar sus textos. Por ejemplo, a partir de organizadores gr-
ficos llenados por el docente (donde se especifique el tipo de texto, las relaciones retricas y los
contenidos semnticos) sobre algunos prrafos o textos simples que los alumnos utilicen en clase;
se les puede pedir que elaboren "s u" propia versin del prrafo o del texto segn sea el caso. El
profesor posteriormente puede pedir a los alumnos que establezcan una comparacin de la versin
elaborada por ellos con el prrafo o texto original, analizando y discutiendo sobre las semejanzas y
diferencias en la coherencia local y global, el estilo, el uso de marcadores discursivos, etctera. A
partir de ejercicios como ste, surgen muchas variantes que el docente puede plantear a sus alum
nos (por ejemplo seguir una redaccin a partir de un texto incompleto; escribir el final o el principio
del texto, etctera, todo en funcin de la es tructura textual) para introducirlos en la reflexin y
enseanza de la organizacin superestructural de los textos.
Otros recursos que no excluyen a los anteriores, son los ejercicios por medio de guas o esque
mas para las estructuras textuales (Salvador, 1997; Wray y Lewis, 2000) (cuadro 7.15). En estas guas
se incluyen algunas preguntas elaboradas de acuerdo con la organizacin superestructural del tex
to que se desee escribir, de manera que al contestarlas el alumno realiLJ una a ~ li\ idad rL'flexiva
sobre qu va escribir y cmo lo va a organizar, en funcin de una orgClnizacin textual y discursi va.
Dos ltimas recomendaciones es nciales: Primero, que la enseanza de las estructuras para las
composicin puede hacerse siguiendo la estrategia gua del traspaso de la sesin y responsabilidad
(vase captulo anterior). As, el docente plantea los ejercicios modelando primero la ejecucin de
su redaccin ante los alumnos; luego proponiendo ejercicios de prctica superv isada, y termin ar
con ejercicios de prctica independiente. Tambin son altamente recomendables las actividades de
1. Escenario
2. Problema
3. Respuesta
4. Resultado
a) Cm
resuelve el problema. _ _ _ _ __ _ _ __ _ _ __ _ _ __
Como ya hemos dicho, los escritores novatos tienen dificultad para retomar el pLU1to de vista del
posible lector, lo que en un momento dado sirve p ara planificar, escribir y evaluar la calidad de su
redaccin. Dada su competencia en esta rea, ellos se encuen tran en una situacin "egucntrica"
que les permite escribir, como diran Flower y Hayes, "prosa de escritor" y no "prosa de lector" (la
primera es una escritura para el que escribe, la segunda para comunicar algo a LU1 lector posible;
vase Cassany, 1989) .
Cada vez ms se reconoce el valor de las interacciones sociales y su efecto en el d esa rrollo
cognitivo, en los procesos de socializacin y en los aprendizaj es acadmicos (por ejemplo, la escri
tura). Algunas de las ideas desarrolladas sobre los procesos de interaccin han sido retomadas para
el caso de la enseanza de la escritura. La idea central e la siguiente: 1 procesos de interaccin
social y de intercambio de opiniones, pueden permitir la creacin de conte xtos apropiados para una
escritura cooperativa o con LU1 valor funcional comLU1icativo, de manera que los procesos de plani
ficacin, tex tual izacin y revisin de los participantes, se vea n inHuidos en forma recproca, en
tanto que en la interaccin comunicativa, los alumnos desempean roles simultneos de lectores y
escritores.
Una clasificacin interesante sobre los tipos de estructuras subyacentes a las actividades de
escritura en grupos, es la presentada por Saunders (1989). Segn este autor, la escritura grupal
implica cuatro varian tes en funcin del tipo de organizacin y de los tipos de tareas asignadas:
b) Copubliea eil1 . Tiene una estruc tura cooperativa incomple ta, puesto que los miembros co
publicadores prod ucen textos individuale,:" aLU1 cuando participen colectivamente en los pro
cesos de planificacin, revisin y correcciones. Los eoplllJ/icndrcs trabaj an juntos para desarro
llar LU1 documento colectivo, pero ste se compone de textos realizados individualmente por
cada uno de los miembros.
d) Auxiliares del escritor. En esta modalidad, los compaeros pueden ayudar volLU1 t1fi amente en
cualquier momento de la composicin (planificacin, textua lizacin y revisin), sin embargo,
no comparten la autora que posee el escritor que recibe la ayuda; tampoco se especifica la
participacin en tareas asignadas, todo depende de la accin voluntaria del auxili,u.
EJ/ la cotfCTimm wdos lo5 mi~mbr05 companm la IlIIlor'" lb t"OlllpuJ/C/6/1 di' 1/1/ 1r:>:lv y (Qlllbvnlll .I(II/',IIII(//It m todo,. lo; 1"/II'I'S05 .
Con base en algilllos estudios efectuados sobre escritura en grupo (las cuatro varia n tes), Sailllders
(ob. cit.) llega a algunas conclusiones de inters, para su puesta en prctica, a saber:
En cuanto al proceso de re\'isin, ailll cuando pueda ser posible que Jos coeditore - practiquen
ms profusamente las estrategias referidas a este proce o, los coescritores tambin realizan re
visiones continuamente de sus escritos colectivos, desde que planean (revisin de lo planeado),
cuando escriben (revisin en marcha) y al terminar el producto (revisin del escrito completo).
En el taller varios alunmos se renen en sesiones de lUla o dos horas para realizar ejercicios de
escritura bajo la gua de un experto, quien coordina las actlv idades (puede Ser lUl experto en com
posicin escrita o el profesor de clase). Se constituye lUl temario para el trabajo de composicin en
las sesiones partiendo del inters de los propios alunmos, quienes pueden hacerse cargo de encon
trar documentacin necesaria de soporte para las redacciones.
Antes de que los alunmos escriban textos, se recomienda contemplar algunas sesiones en que
se realicen actividades de demostracin, modelamiento y de coredaccin enseante-alumnos. En
ellas la idea es que el profesor escriba demostrando ante los alumnos cmo se elaboran alglUlos
textos (aspectos retricos, normativos, etctera). Despus se recomienda comenzar con sesiones de
coredaccin, iniciar la escritura l solo y luego escribir conjuntamente con los alunmos ciertas par
tes de la composicin, o dejar para ellos distintas tareas, como pueden ser: completar la planifica
cin, la textualizacin, la revisin, etctera. En todas las actividades, mientras el profesor redacta
ante los ojos de los alumnos puede ejecutar actividades de modelamiento metacognitivo (vase
captulo 6) sobre los distintos subprocesos o estrategias involucradas.
Posteriormente, como parte ms importante del taller, se deben realizar actividades extensivas
de produccin a cargo de los alumnos. Las flUlciones del enseante en ellas seran las de guiar y
asistir a los alunmos participantes en todo momento. El enseante proporciona dicha ayuda me
diante "encuentros" que consisten en:
a) Diagnosticar y leer. El docente preglUlta al alunmo sobre sus propsitos de escritura, la percep
cin que l tiene de su composicin, las dificultades y carencias que ha tenido, etctera; poste
riormente, procede a leer las producciones conjlUltamente con el alunmo, al tiempo que elabora
alglUlas preglUltas y escucha comentarios de los alumnos sobre su construccin, etctera.
b) Comentar las producciones. El docente hace sugerencias y recomendaciones sobre las produccio
nes de los alunmos, en relacin con errores o aspectos poco trabajados que merecen ser depu
rados.
Igualmente, pueden integrarse actividades de grupos coopera tivos bajo contextos de coedicin,
etctera, segn los subprocesos o estrategias que interese promover (vase el anlisis lneas arriba)
y donde el profesor tambin necesariamente deber efectuar lUla supervisin continua por medio
de "encuentros" con los distintos equipos de trabajo. Por ltimo, en las sesiones del taller es posible
programar actividades de escritura con diversas finalidades y tambin incluirse distintos gneros y
organizaciones retricas.
Los /1~rt5 d~ rxprtn t!e/'l ta son liT/ti proplltsfll imerrSflIlU pilm d Irpr,."diwJ~ de SlIbprOU505, "Iml~'(ias)' h"bilidildts de escrimm.
Se han llevado a cabo varios estudios para intentar ensear las estrategias, habilidades y procesos
que caracterizan el pensamiento del escritor experto, en sujetos novatos o inmaduros y a travs de
ellos se ha intentado desarrollar tcnicas y procedimientos de enseanza para las estrategias y
subprocesos, con el fin de estructurar metodologas ms amplias o intentos curriculares que pue
dan ser introducidos en las escuelas (vase Alonso, 1991; Bereiter y Scardamalia, 1993; Bruer, 1995;
Salvador, 1997).
Antes de iniciar, cabe decir que la mayor parte de los aluITUlos, de los ciclos iniciales hasta los
superiores, tiende a guiarse por el modelo de "decir el conocimiento". Ya sea por la naturaleza de
las tareas y actividades que se plantean en las instituciones escolares, o por buscar una estrategia
que les redite poco esfuerzo y velocidad en el acto. Como ya hemos visto, una gran parte de los
alumnos planifica y reflexiona poco sobre sus escritos, no autorregula el acto de la composicin
teniendo presente los propsitos por los cuales escribe, y revisa de manera imperfecta sus procesos
y productos de escritura. Al parecer ha quedado claro que el objetivo central es cmo hace que los
alumnos logren enfrentarse a las distintas tareas de composicin en su vida escolar cotidiana de
una manera estratgica y autorregulada, considerando los aspectos retricos y comunicativos den
tro de ciertas prcticas culturales y como unidades de discurso.
En los ltimos aos, la investigacin en el campo ha centrado sus esfuerzos en buscar cmo
mejorar dichos aspectos, por lo que queremos dedicar en esta breve seccin a presentar algunos
trabajos que nos parecen relevantes (amn de considerar tambin los anteriores apartados) para
una propuesta de enseanza de la composicin escrita.
Se forman parejas (el "escritor" y el "asistente"; aunque tambin podra.n formarse grupos pe
queos) que trabajan el subproceso de planificacin considerando las dimensiones propsito, au
diencia y organizacin retrica, para escribir con ayuda de un "pizarrn para planificar", (figura
7.5). En dicho pizMrn se presentan paneles que indican los aspectos que el escritor debe tomar en
cuenta para su actividad planificadora y que sirven tambin al asistente para que comente sobre la
naturaleza y las caractersticas de la planificacin que est desarrollando aqul. Primero, el escritor
explica lo que desea escribir y presenta con cierto detalle el plan que tiene sobre cmo desarrollarlo;
posteriormente el asistente podr dirigir preguntas al escritor sobre los aspectos cruciales del paneL
por ejemplo: quin ser tu destinatario o audiencia?, qu tanto sabes de lo que quieres escribir?,
cmo desarrollar tu texto para expresar el punto clave), etctera (los papeles de escritor y asistente
debern intercambiarse durante las sesiones). En las interacciones entre escritor y asis tente se van
estableciendo construcciones conjuntas sobre cmo elaborar una planificacin m s eficaz de los
1. Propsito y
..
2. Audiencia
puntos clave
3. Normas de
texto
- -
Figura 7.5 -JI pizm m dtl plnl/ifimdor pa", rmbajtlT la plilmjic,lI col"bol<lvm.
Como podr observar el lector, lo importante consiste en hacer visibles las preguntas clave que
deben ocurrir en el "espacio de planificacin", las cuales son problematizadas conjuntamente con el
asistente durante las sesiones, para que el escritor, al final, aprenda a desarrollar una planificacin
constructiva. Esta propuesta de la planificacin colaborativa ha demostrado su eficacia con estu
diantes universitarios, quienes, despus de realizar un entrenamiento en esta propuesta, demostra
ron mayor habilidad para planificar sus textos, pues aprendieron a tomJr en cuenta de una manera
ms eficaz los distintos elementos del" espacio de planificacin". Asimismo, se han realizado varias
aplicaciones y experiencias dentro del aula inspiradas en la propuesta, ya sea en las clases de lengua
o en otras (por ejemplo, Ciencias Sociales), logrando igualmente resultJdos positivos.
El grupo de Englert y Raphael (1988) han propuesto una metodologa de entrenamiento que
ellos llaman aproxilllllcill dialgica, basada en la creacin de una situacin de enseanza, d onde el
instructor apoya a los aprendices (escritores novatos) verbalizando sus pensamientos y estrategias
"en voz alta" cuando escribe. Simultneamente, el instructor puede ir en eando los recurs o.:;
cognitivos de que dispone mediante el modelado y continuas explicaciones. En el contexto de stC'
di.logo illstructor-aprelldiz, se supone que este ltimo internalizZ1 r las autoinstrucciones y las es tr.l
tegias que regulan la ejecucin escrita en cada uno de los tres procesos que la componen.
Eng lert, Raphael v sus asociados han rea lizado varios estudios para demos ha r la eficacia de
este procedimiento d e enseanza contextualizado dentro de un pro gra ma m s amplio que han
denominado Il7struccil7 cognitivo de estrategias de e~ critllra, donde ade m se uszm otros recursos
como las llamadas "fichas para pensar" (t/ll1ks-slieets), as como la enseanza explcita de estructu
ras retricas (cuadros 7.16, 7.17 Y 7.18).
Por ejemplo, Englert, RaphaeL Anderson, Anthony y Stevens (1991) llevaron a cabo un estudio
para examinar los efectos d el programa con sujetos normales y con sujetos con p roblemas de apren
dizaje en sus composiciones de textos expositivos (explicativos y adve rsativos). Los sujetos del
estudio fueron nios de cuarto y quinto grado provenientes de clases regulares yespeciJles.
El ncleo centrJI del programa lo constituyeron los dilogos entre el instructor y los estudian
tes, y la creacin de situ,1ciones de andamiaje y transferencia del control para la ensean za
autorregulada de estrategias de composicin de textos expositivos. En el entrenamiento se utiliza
ron las "fichas para pcnsM" como apoyos y tambin se ense la estructura de Jlgunos tex tos
expositivos. Durante siete meses de entrenamiento se realizaron las siguientes actividades: entrena
miento en la estructura de los textos, modelamiento de las estrategias de escritura, prctic2 guiada
y uso independiente de c;;trategias.
Del mismo modo, Bereiter y Scardamalia (1987) desarrollaron algunas propuest,b para la emc
anza de los subp rocesos y est.rategias realizadas durzmte la compl)sicin. Oc' acuerdo con su pro
pia propuesta d e los modelos del escritor experto y del novato, expuestos en una sesin anterior, el
objetivo principal de sus trabajos se ha centrado en idear procedimientos eficaces para promo\ CT la
A quin va dirigida? Quin la leer? Cul(e ) puede(n) ser su( -) punto( ) de vista?
Organice el texto
Debe pensar cmo organizar las ideas que tenemos. Para hacerlo, lo ms importante es
tener en cuenta el objetivo propuesto, el tipo de texto que quiere hacer y quin va a leerlo.
Debe decidir:
Cmo empezar?
Organice el texto
Debe decidir cmo empezar su redaccin y el orden que seguir para explicar sus ideas.
Lo ms importante es pensar en el objetivo propuesto, el tipo de texto que quiere hacer y
quin va a leerlo.
Cmo empezar?
Y despus?
:-- Glplllll/J 7 Ermllr-gid 1M'" ..1"/,mtt!;;;I' S('{'lIf;,.uim //: ((I/IIp"'1,iOI/.r m1T7pl1uril111 (J) IA'10JI
Qu he escrito?
Ahora que ya ha acabado de escribir, lea e l texto entero y fjese primero en los apartados
que le gusten ms y en los que le gusten menos.
Coloque un asterisco en los apartados que ms le gusten, aquello que le par ece que no
hay que revisar.
Coloque un signo de interrogacin (?) en aquellos apartados que crea que no quedan
suficientemente claros y que no le gusten.
[mucho [ bastante [
[mucho [ [bastante [
[mucho I [bastante [
[mucho [ [bastante [
Y el final?
Resulta interesante?
[mucho [ [bastante [
[mucho [ [bastante [
La facilita cin procedimelltal es un sistema de ayuda que se co.mpo.ne de lo.s apo.yas del facilitado.r
y de una serie articulada de rutinas y ayudas externas co.nfeccio.nadas ex profeso, para auxiliar a lo.s
aprendices a ejecutar las funcio.nes autarregulado.ras sabre lo.s subprocesas invo.lucradas. Algunas
de las metas instruccio.nales principales de la facilitacin procedimental so.n las siguientes: 1) explicitar
el co.no.cimiento. y las estra tegias que acurren en fo.rma implicita e interna en el escrito.r; 2) hacer usa
d e las estrategias de mo.delada y guiado. co.ma elemento.s centrales del sistema de ayuda, no. de la
enseanza directa , y 3) pro.maver la auto.rregulacin en la ejecucin de lo.s subpracesas y la re
flexin metaco.gntiva necesaria para el diagnstico. de lo.s erro.res y la carreccin de las mismo.s.
En este sentido., can base en el co.nacimiento. que se tiene so.bre cmo. pro.ceden las expertas
cuando. campo.nen, se ha diseado. una serie de apo.yo.s externas que denaminan "fichas de trabaja"
(similares a las hojas para pensar vase cuadros 7.16, 7.17 Y7.18), que fungen cama auto.instruccianes
asaciadas co.n lo.s subpro.ceso.s. Las alumno.s pueden interactuar en grupo.s y el enseante supervi
sarlas co.ntinuamente, mientras se utilizan las fichas de trabajo..
Segn Bereiter y Scardamalia, las das tipas de apro.ximacio.nes de enseanza so.n campa tibies
en tanto. que una influye en las medio.s y deja las metas abiertas !facilitacin procedimen tal) y la o.tra
influye en las metas al precisarlas, pero deja las medias abierto.s (collcretizacin de metas).
Par ejemplo., en un estudio. realizado. par Bereiter, Scardamalia y Steinbach (1984), do.nde se
utiliz la tcnica de la facilitacin procedimental, se intent mejo.rar las actividades auto.rreguladaras
(ensearlas a co.o.rdinar las interaccianes entre lo.s espacias retrico. y de cantenido.) de la campasi
cin en nias de do.ce ao.s.
Se asign al azar a do.s grupas naturales de sexta grado. a situacianes de co.ntro.l y experimental.
En la situacin experimental se les praparcio.n una instruccin basada en la facilitacin
procedimental, mo.delaje e instruccin directa, la cual se realiz en 19 sesianes semanal s (las pri
meras diez se enfo.caro.n sabre produccin de ensayo.s de apinin y las nueve restantes sabre texto.s
de expo.sicin factual). Las resultadas demastraran que en el grupa experimental hubo. un incre
mento. en las praceso.s reflexivas en las que interaccianaban lo.s espacias tpico. y retrica, lo.s cuales
a su vez eran acampaado.s po.r mejara en la planificacin de lo.s tipas de texto.s estudiado.s y en la
calidad de las produccianes. Sin embargo., las mejaras canseguidas en la planificacin fuero.n aque
llas referidas especialmente a lo.s niveles lacales y na a las glabales de la campo.sicin.
La primera co.nclusin deriva en que es po.sible desarro.llar una serie de tcnicas y procedimien
to.s de enseanza, encaminado.s a fo.mentar lo.s aspectas ms creativo.s y procesales de la campo.si
cin escrita. Lo.s enfo.ques presentadas cainciden al intentar la enseanza de proceso.s y estrategias,
-_.... Ul'iwlo ,- Esml/('gllz; pi/n/ d tlprt'llr/u.<1J1' ,igllljiClllil'fi 1/: t"Oll/prl'flJitin y crJlIJpwidl/ di uxtoj
dejando de lado posturas simplistas, basadas en la enseanza de habilidades de bajo nivel (ortogra
fa , pW1tuacin, sintaxis de enW1ciados, etctera), o en la mera ejercitacin y prctica. La simple
ejercitacin o el dar continuamente la oportunidad a los aprendices de escribir lo que ellos quieran,
segn sus intereses y deseos, se considera insuficiente para mejorar los procesos y estrategias de
composicin (de hecho, como seala Alonso, ob. cit., se corre el riesgo de reforzar en ellos el modelo
de "decir lo que sabe" ). La enseanza de los subprocesos y las estrategias debe hacerse de forma
explcita, hacindolos visibles a los alumnos.
La ltima conclusin es que se considera necesario proveer un entorno propicio para la adqui
sicin de las estrategias de composicin, basado en W1 contexto interactivo entre los aprelldices (nova
tos ) y un instru ctor (experto), logrado a travs de situaciones de andamiaje y transferencia de control
progresiva . Las propuestas tambin coinciden en utilizar la interaccin entre iguales como un con
texto propicio para el aprendizaje y la prctica de los subprocesos y estrategias.
Con los avances de inves tigacin recientes en este dominio es claro que los aspectos estratgicos,
reflexivos y creativos de la escritura pueden ser enseados si atendemos adecuadamente a las estra
tegias y procesos que la componen. Los enfoques que se basan en el aprendizaje "natural", en los
productos o en la ejercitacin de habilidades simples, deben considerarse como necesarios, pero de
ningn modo como suficientes para la enseanza de la composicin escrita .
A partir de las investigaciones sobre este dominio, en las ltimas dcadas se han revelado im
portantes cuestiones que debemos considerar si queremos enfrentarnos acertadamente a la proble
mtica de su enseanza .
Desde finales de los aos setenta hasta mediados de los ochenta la mayora de los trabajos se
centraron en realizar investigacin bsica de los procesos involucrados en la composicin y de las
diferencias existentes entre expertos y novatos. Gracias a los hallazgos arrojados por este tipo de
trabajos fue posible identificar los procesos, habilidades y estrategias de la conducta experta, lo cual
trajo como consecuencia lgica la aparicin de nuevos enfoques de enseanza para la enseanza de
la composicin.
__ Cllplrulo 7 Etrm~g,:; ",1m ,,1 "I'w,d,;;:,ye _,igl/~(in/l "(I 11. wlIIl'rt:1ml/ y (omplIsirif' di' fc.:W, . '.
Las tcnicas para la enseanza de las habilidades de composicin pueden ser de distinto tipo:
La importancia de estructurar actividad S de interaccin con los pares, en las que ellos desem
peen roles simultneos de lectores y escritores (por ejemplo, los talleres de escritura).
El uso de distintos recursos de apoyo para facilitar el proceso de internalizacin de las estrate
gias.
El valor de las actividades cotidianas en donde puedan negociarse ampliamente textos (escribir
y leer), atendiendo a necesidades comwUcativas reales (en funcin de distintos destinatarios y
fines).
1. Ante todo, partir de la idea de que el desarrollo de un texto implica un cierto tiempo, que en
ocasiones los docentes no estn dispuestos a reconocer explcita o implcitamente, por lo que es
necesario considerarlo cuando se solicita a los alumnos la elaboracin de un escrito, ya sea para
comunicar algo o como actividad orientada al aprendizaje de contenidos.
4. Ensear distintos tipos de gneros y estructuras textuales, atendiendo a las caractersticas estructu
rales y al uso apropiado de las palabras clave (vase captulo 5) en cada uno de ellos, pero sobre
todo insistir en la enseanza de los aspectos funcionales (para qu sirven y en qu contextos
5. Si bien es recomendable ensear a los alumnos una amplia diversidad de gneros textuales, sin
lugar a dud<1s el discurso cielltfieo debera tener un lugar central, puesto que la mayor parte de
los textos que los alwnnos tienen que escribir dentro de las instituciones escolares, desde la
educacin bsica pero sobre todo en la educacin media y superior, se refiere a este tipo de
discurso (Cassany, 1999). Las formas privilegiadas de composicin que se suelen ensear, y las
que ms se volaran, son las de corte literario. Esto tambin ha tenido como consecuencia que los
alumnos muchas veces terminen valorando un "estilo literario malentendido", es decir, la escri
tura complicada, oscura y opaca a las intenciones comunicativas (se escribe mejor cuando me
nos se entiende!). Los textos cientficos comnmente son expositivos o argumentativos, escritos
de manera impersonal y de forma explcita y directa; a los alumnos se les exige en las escuelas
mltiples modalidades de stos en los resmenes, las monografas, los proyectos de investiga
cin, los reportes e informes, etctera. Valdra la pena que se enfatizara este tipo de discurso en
los programas de enseanza de la escritura, dadas sus importantes implicaciones pedaggicas
y prcticas.
6. Los ejercicios de modelado, con los materiales escritos de diversos tipos de gneros o discursos,
puedl'n ser importantes si se plantean de forma adecuada (en funcin del nivel de desarrollo,
etctera) . Por ejemplo, a partir de modelos escri tos (algn texto conocido para los alumnos)
pueden plantearse ejercicios de reescrituracin (volver a escribir una parte del texto) , amplia
cin (aumentar y profLU1dizar una parte), descripcin (dar cuenta ms precisa de una escena
del texto) , personificacin (cambiar la persona o voz que escribe, por ejemplo, de primera a
segunda persona, etctera) (vase Teberosky, 1993).
7. En los procesos d e composicin que ocurren en el aula (ms all de la clase de espaolo lengua,
y pensando incluso en la idea de un metacurrculo), es necesario reconsiderar la relacin entre
estrategias, estructuras y contenidos de aprendizaje, y los profesores pueden contribuir recono
ciendo cules de estas estrategias y estructuras pueden resultar ms efectivas para las discipli
nas que ensean. Esta actividad es crucial para la inclusin de las mismas en el programa de
entrenamiento que se quiera implantar o en el metacurrculo que se intente promover.
9. Las computadoras han venido a constituirse como un entorno innovldor que trae consigo be
neficios evidentes para el aprendizaje de la composicin escrita (Prat y Vila, 1993; Salvador,
1997; Znyder, 1993). El uso de procesadores de textos, cada vez ms utilizados dentro y fuera de
la clase, tiene varias implicaciones educativas como las siguientes: a) facilitan la acti\idad del
acopio de ideas, y el uso y manejo de esquemas, notas y borradores de textos; b) favorecen las
actividades individuales y cooperativas de planificacin, textualizacin, edicin y revisin;
e) incrementan la motivacin mientras se escribe; d) generalmente facilitan la correccin orto
grfica (los correctores ortogrficos ya existentes todava dependen mucho de las decisiones y
el conocimiento del escritor) y el aumento de vocabulario (por ejemplo, los diccionarios perso
nales); e) los alumnos de diferentes edades piensan que al usarlos mejoran sus estrategias de
revisin y la calidad de su~ escritos (respecto a esto ltimo, la investigacin ha corroborado que
los alumnos escriben ms en cantidad y en calidad; vase Znyder, 1993), y j) COn las nuevas
posibilidades tecnolgicas, como los correos electrnicos, las listas de discusin, etctera, pue
den favorecerse las posibilidades comLU1icativas de los alumnos y aumentar las oportunidades
de uso de la escritura.
El entorno informtico plantea tambin problemas que es necesa rio sortear para que resul
te verdaderamente eficaz en las aulas, como por ejemplo: contar con equipo adecuado, posibi
lidad de acceso igualitario para todos los alunmos, alfabetizacin informtica bsica, etctera.
ALU1 subsanando tales problemas y aceptando los beneficios indiscutibles, nO se aseg ura que el
proceso de composicin pueda mejorarse por el hecho de utilizar la computadora. En este sen
tido, la eficacia de tal entorno depender en gran medida de explotarlo adecuadamente, en
todas las posibilidades que abre, para ensear los subprocesos y e trategias. Los procesadores
de texto y otros tip os de soportes lgicos (es posible uti lizar o disear programas para la ense
anza de la comprensin o la produccin escrita, ya sean tutoriales simples, inteligentes o basa
dos en HyperCard) sern capaces de beneficiar el aprendizaje de los procesos complejos de la
escritura, si estn diseados y utilizados como herramientas que apoyen las recomendaciones
hechas en este captulo.
Para terminar quisiramos presentar de manera esquemtica algLU1as notas breves, que considera
mos de importancia, relativas a la evaluacin de la composicin escrita (vase Camps y Castell,
1996: Cassany, 111113 y 1999; Cassany, Luna y Sanz, 1994; Salvador, 1997).
1. En primer trmino, es necesario LU1 cambio en la actitud del profesor-evaluador, que le obligue
a dejar el papel de juez-calificador que atiend slo los productos y los aspec tos ms simples de
la escritura (ortogrficos, de pLU1tuacin, sintcticos, de aspectos locales, etctera), sustituyn
dola por la de un retroalimentador y apoyador o, mejor an, la de un colaborador-dialogante
(coevaluacin) que centre la actividad evalllativa eJZ los procesos y que coadyuve a lIlejorar l(Js aspectos
mls complejo de la escritllra (cohesividad, coherencia, adecuacin, etctera)(cuadro 7.19). Gene
ralmente ocurre que cuando los profesores evalan los escrito de los alunmos se centran en los
a:;pectos ms superficiales o secretariales (pLU1tuacin, normativa, etctera). Corregir slo di
chos aspectos, o poner demasiado nfasis en ellos, conduce a que los alLunnos aprendan a con
siderarlo:; como lo ms importante en sus composiciones escritas (vase Wray, 1993), y, ante
situaciones futuras , buscarn estar ms pendientes de ellos que de los aspectos verdaderamen
te relevantes.
2. Cuando se haga las correcciones sobre los escritos de los alunmos, debe procurarse no lo
enfatizar los aspectos negativos sino tambin los positivos. Los aspectos positivos de la escritura
deben reconocerse y animarse, adjuntando comentarios sobre por qu son valiosos para el escri
to; cuando haya aspectos negativos (preferible llamarlos "mejorables"), debern hacerse reco
mendaciones claras y precisas sobre cmo contrarrestarlos o solucionarlos, lo cual qu iere decir
que en la evaluacin de la composicin escrita ha y que sancionar menos y retro alimentar ms.
3. El profesor tambin debe aprender a respetar los escritos de los alumnos y procurar que stos no
terminen diciendo lo que l quiere y al modo en que l lo quiere. En tal sentido, se recomienda que
el profesor compare el texto real del alumno (el esquema, el borrador 1, el borrador 2, etctera) no
COn el texto que el profesor tiene en mente que el alunmo haga, sino de preferencia con el tex to
originalmente planificado por el alunmo, el cual debe ::ier conocido por el enseante en encuen
tros que tenga con l. Muchas veces debido a las interacciones, dilogos y apoyos q ue el ensean
te proporciona al alunmo, el texto termina siendo coplanificado entre ambos. Ya sea el texto pla-
NORMATIVA Ortografa
Morfologa y sintaxis
Lxico (barbarismo, precisin ... )
nificado por el alumno o el coplanificado con el profesor, siempre se debe recuperar la parte ori
ginal y de autora que pone el alumno para ser reconocida en la evaluacin y para, a partir de ella,
hacer los comentarios pertinentes sobre los aspectos positivos y mejorables de su escrito.
C1f11l1l111 7 Emll(gitli /I//jl ,./ "/,rr'IIt/i':'I/" SI:e,,tICtlrim //: 'rJllljlrt"II,j1/ J (oll1/lIIsiciJ1I tk 1r?"tOJ I
6. Para la evaluacin de los subprocesos o de las producciones de textos de ciertos tipos de discur
so, algunos autores han diseado ciertas pautas o listas de chequeo que pueden utilizarse para
facilitar la labor evaluativa al enseante (vase cuadro 7.20). Dichas pautas tambin pueden
simplificarse y hacer que los alumnos las utilicen en forma reflexiva para realizar autocorrecciones
y autoevaluaciones, ya sea en solitario o, de preferencia, en situaciones de coevaluacin con sus
pares. A juicio de Camps y Ribas (1998), las pau tas utilizadas por los alumnos les ayudan a que
stos reflexionen metacognitivamente sobre la actividad de la escritura (los procesos ejecutados
y los productos conseguidos).
7. Es muy recomendable evaluar los productos escritos de manera diacrnica, para valorar los
progresos en las ejecuciones de los alumnos. La importancia de los esquemas, notas, borrado-
de composicin escrita
Esta pauta puede utilizarse siempre que se escribe un texto par" reflexionZlf sobre el
proceso que se ha seguido.
res, etctera, muchas veces desdeados, aqu resulta crucial; en ellos van quedando las huellas
de los avances, la forma de solucionar los problemas, los errores recurrentes, etctera, que re
sultan muy informativos para ver en perspectiva la problemtica y los progresos de los apren
dices de escritores.
8. Una propuesta interesante de evaluacin de los productos, que enfatizan los aspectos diacrnicos,
la constituye 111 evaluacin de portafolios o de ca rpeta (Cassany, 1993; Valencia, 1993) (cuadro 7.21).
En el portafolios el aprendiz presenta lU1a muestra de sus producciones (esquemas, borradores)
que ha elegido, y que ha incluso corregido y mejorado; es recomendable que se determinen de
antemano los objetivos y el contenido del portafolio,s es decir, que se explican cuntos y cules
tipos de texto deben incluirse en el mismo para la evaluacin. Adems, en el portafolios debe
contener un ndice y comentarios hechos por los aprendices (y el enseante) sobre los distintos
escritos incluidos. los criterios de evaluacin pueden ser elaborados por el profesor o en con
jlU1cin con los alumnos, y las ev aluaciones pueden ser hechas por el profesor, por los propios
autores, por otros compaeros o por todos ellos. El portafolios, adems lU1 valor formativo,
puede usarse para la evaluacin sumativa; no obstante, el valor formativo constituye su esen
cia, ya que le permite al aprendiz analizar, reflexionar, comentar y aprender a evaluar sus pro
pias producciones, sobre todo si son valoradas no slo por l, sino por el enseante y algunos
de sus compaeros.
En este captulo nos hemos centrado en describir los procesos de comprensin y composicin de
textos, los cuales se consideran de importancia flU1damental por s mismos y para la realizacin de
distintas actividades acadmicas de todos los niveles educativos.
La comprensin de textos se defini como lU1 proceso cognitivo complejo de carcter construc
tivo en el que interaccionan caractersticas del lector, del texto y de lU1 contexto. Cuando el lector se
enfrenta a un texto para aprender a partir de l, utiliza distintos recursos activamente, como estra
tegias y esquemas.
Tanto para la enseanza de las estrategias de comprensin como para las del dominio de la
composicin, la enseanza que se ha demostrado ms efectiva es aquella que se basa en la transfe
rencia del control y la prctica guiada en contextos dialgicos entre lU1 enseante y los aprendices.
1. Analice cules son las caractersticas generales de las actividades de comprensin y produccin
de textos que realizan sus alumnos. Comprelas, sin nimo de afectar a sus alumnos, con las
descripciones ideales de los lectores y escritores hbiles que se presentaron en el texto. Qu
conclusiones puede obtener de ello?
2. Con base en lo revisado en el texto, indague y reflexione por diversos medios (observacin de
los productos, comentarios, entrevistas, discusiones grupales, etctera) sobre las estrategias y
habilidades que sus alumnos poseen para comprender y componer textos.
4. Qu tantas oportunidades u opciones han tenido sus alwnnos dentro de su clase para realizar
una actividad de lectura o escritura compartida? Acepte el desafo y planee una situacin de
este tipo; posteriormente discuta y valore la experiencia con sus propios alumnos )', de ser
posible, con otros profesores.
psicoeduc ~l
Visin 1>11'12tw.iftJIJ
captulo
Introduccin
Qu es evaluar en el proce. 'O
de enseanza-aprendizaje?
Caractersticas de na
evaluacin cons 'vista
Tcnicas e instru tos de
evaluacin
Tipos de evaluaciiJn
Evaluacin de contenidos
Sumario
Actividades de ~in e
intervencin
I
tecnlCO, en una
selecci6n y
piados. Tal ~.a.a .......... .a.a...
,
,f
del ltimo grito de la moda y sepan aplicarlos, sino que se irn de
cantando si los enfrentamos con instrumentos terico-conceptuales
potentes que nos permitan analizar con mayor claridad el significa
l do y el sentido de la evaluacin en las aulas.
INTRODUCCiN
Nadie puede negar que la evaluacin educativa es una actividad compleja que al mismo tiempo
constituye una tarea necesaria y esencial en la labor docente.
Al desempear sus funciones en alguna institucin educativa, cualquier docente debe tener
una cierta concepcin del modo en que se aprende y se ensea, lo mismo que acerca de cmo,
cundo, por qu y para qu evaluar.
Se dice que detrs de cada decisin sobre la tarea evaluativa que realiza el profesor, se manifies
ta, implcita o explcitamente, una cierta concepcin del aprendizaje y, por supuesto, de la ensean
za (vase Quinquer, 1999).
El profesor tambin debe poseer un cierto conocimiento terico y prctico ms o menos preciso
de un nutrido arsenal de estrategias, instrumentos y tcnicas para evaluar los aprendizajes de los
alumnos en los momentos pertin ntes en que decida hacerlo, sea porque l lo considere as o por
que la institucin o el currculo se lo demanden.
Por ello debe sealarse en forma enftica que la evaluacin es parte il/ tegrnl de ulla buel/a ellsall
za, de hecho podramos decir sin ningn menoscabo que no es posible concebir adecuadamente a la
enseanza sin la evaluacin. En consecuencia, una mejora en las propuestas de enseanza yapren
dizaje tambin requiere necesariamente un cambio significativo en los modos de entender y reali
zar la evaluacin (vase Jorba y Sanmart, 1993).
La evaluacin del proceso de aprendizaje y enseanza debe considerarse como una actividad
necesaria, en tanto que le aporta al profesor un mecanismo de autocolltrol que le permitir la regula
cin y el conocimiento de los factores y problemas que llegan a promover o perturbar dicho pro
ceso.
Sin la actividad evaluativa difcilmente podramos asegurarnos de que ocurriera algn tipo de
aprendizaje, cualquiera que ste fuera, o nos costara mucho saber ape nas nada sobre los resultados
y la eficacia de la accin docente y de los procedimientos de enseanza utilizados. Sin la informa
cin que nos proporciona la evaluacin, tampoco tendramos argumentos suficientes para propo
ner correcciones y mejoras.
En este captulo abordamos de manera directa los asuntos relativos a la evaluacin dentro del
aula desde el marco conceptual constructivista. Para ello presentamos primero una revisin sobre
algunas consideraciones conceptuales que juzgamos relevantes para situar la evaluacin
psicoeducativa desde la perspectiva sealada; despus, ampliaremos los asuntos relacionados con
los procedimientos e instrumentos evaluativos, los tipos de evaluacin psicoeducativa, as como el
QU ES EVALUAR EN EL PROCESO
DE ENSEANZA-APRENDIZAJE?
Evaluar, desde nuestro punto de vista, implica seis aspectos centrales (Jorba y Casellas, 1997;
Miras y Sol, 1990; Santos, 1993; Wolf, 1988):
1. La dema rcacin del objeto, sit uacill /livel d> referencia que se ha de em/llar: identificacin de 105 objetos
de evaluacilz. En este captulo nos referiremos principalmente a la evaluacin dentro del proce
so de enseanza y aprendizaje, y para cada aspecto en particular que se desee evaluar (por
ejemplo, los aprendizajes de los alumnos) habr que considerar ciertos objetos de evaluacin, lo
que se refiere indudablemente a qu queremos evaluar.
2. E/uso de determillados criterios para la realizacin de la euall/acil/ . Estos cri terios deben tomar como
fuente principal las intenciones educativa s predefinidas en la programacin del plan de clase,
del programa y / o del currculo en cuestin. Existen dos tipos de criterios: de realizacin (nom
bran los actos concretos que se esperan de los alumnos) y de resultados (contemplan aspectos
tales como: pertinencia, precisin, originalidad, volumen de conocimientos utilizados, etcte
ra). Evidentemente, en este caso, lo que interesa saber e. si para un objeto de evaluacin dado se
han alcanzado los conocimientos correspondientes y en qu grado.
3. Una cierta sistt!matizacin l1lnna fCesarza para la obtencin de la znfomwcil1. La sis tematizacin se
consigue mediante la aplicacin de las diversas tcnicas, procedimientos e instrumentos
evaluativos que hagan emerger los ind icadores en el objeto de evaluacin, segn sea el caso y
su pertinencia. Es claro que la seleccin y el uso de los instrumentos nos aproxima de lleno a la
pregunta de con qu vamos a evaluar.
5. La emisin de juicios. Con base en los puntos anteriores ser posible elaborar un juicio de natura
leza esencialmente cualitativa sobre lo que hemos evaluado. Tras la confrontacin entre los
criterios predefinidos en las intenciones educativas y los indicadores emerger este juicio
valorativo que constituye la esencia de la evaluacin. La elaboracin del juicio nos permite
realizar una interpretacin sobre cmo y qu tanto han sido satisfechos los criterios de nuestro
inters.
6. La toma de decisiones. La toma de decisiones realizada a partir del juicio construido constituye
sin duda el porqu y para qu de la evaluacin. Las decisiones que se tomen en la evaluacin
pueden ser de dos tipos: de carcter estrictamente pedaggico (para lograr ajustes y mejoras
necesarias de la situacin de aprendizaje y / o de enseanza) y de carcter social (las cuales
tienen que ver con asuntos como la acreditacin, la promocin, etctera).
Cuando en renglones arriba hablbamos de la diferenciacin entre los dos tipos de decisiones
que pueden establecerse con base en un juicio evaluativo, ya estbamos de hecho pisando terreno
sobre los dos tipos de funciones que es posible distinguir en la evaluacin de los aprendizajes, a
saber: la funcin pedaggica y la funcin social (Coll y Martn, 1996; Coll y Oruubia, 1999; Jorba y
Sanmart, 1993; Marchesi y Martn, 1998) (vase cuadro 8.1).
La fUlIcin pedaggica tiene que ver directamente con la comprensin, reguJacin y mejora de la
situacin de enseanza y aprendizaje. En este sentido, se evala para obtener informacin que
permita, en un momento determinado, saber qu pas con las estrategias de enseanza y cmo es
que estn ocurriendo los aprendizajes de los alumnos, para que en ambos casos sea posible realizar
las mejoras y ajustes necesarios. En consecuencia, esta funcin pedaggica es un asunto central para
la confeccin de una enseanza verdaderamente adaptativa.
Ampliando un poco ms, puede decirse que la funcin pedaggica se integra al proceso de
enseanza como una genuina evaluacin continua, dirigida a tomar decisiones de ndole pedaggi
ca y que verdaderamente justifica o le da sentido a la evaluacin. ::n este sentido, los objetos de la
evaluacin no slo son los procesos de aprendizaje de los alumnos, sino tambin el proceso mismo
de la enseanza.
Sin embargo, no es comn que en las prcticas evaluativas que se llevan a cabo en las aulas se
recupere la funcin pedaggica de la evaluacin de los aprendizajes, porque se tiende a enfatizar la
llamada funcin social (Quinquer, 1999).
La funcin social de la evaluacin se refiere a los usos que se dan de sta ms all de la situacin
de enseanza y aprendizaje, y que tienen que ver con cuestiones tales como la seleccin, la promo
cin, la acreditacin, la certificacin y la informacin a otros. Como ya hemos dicho, esta funcin ha
tendido a prevalecer por encima de la anterior debido a la idea de que evaluar es aplicar exmenes
al final d el proceso instruccional o que es calificar y asignar un nmero que certifique si se ha
aprendido o no.
Segn Coll y Oruubia (1999), las funciones pedaggica y social son inherentes a toda evalua
cin educativa. De hecho, en ocasiones se encuentran confundidas y no resulta tan fcil disociarlas,
<J)
~ Qu Qu
o info rmacin En que co nsecuencias
G
s::: se derivan
Finalidades recoge momentos
~
Mejorar y Evolucin del Regulacin Adaptacill de las
orientar los proceso de cOlltil/l/a durante actividades de
procesos de aprendizaje. todo el per odo en enseanza y
enseanza y que se extiende el aprendizaje:
aprendizaje de Funcionamiento proceso de Proporcionar
acuerdo con los del alumno ante la enseanza y ayudas en el
objetivos tarea: aprendizaje; momento en
marcados Detencin de Al inicio que se detectan
. dificultades o (illicial) . los problemas.
,g,o bloqueos Durante todo el Plantear
C<l
<::: Refuerzo de los proceso actividades de
~ logros. (formativa). refuerzo o
Al final ampliacin,
Resultados parciales (sl/mativa) . segn el grado
del aprendizaje y de consecucin
realizaciones de de los objetivos.
los alumnos. Reorientar la
planificacin
de las
secuencias de
aprendizaje.
~
:E de determinad (o no).
.g periodo de Titulacin
"'3
~ fonnacin. (o no).
....
~ Consejo
orientador (a l
final de la
etapa).
como en el caso de la evaluacin diagnstica, cuyos resultados pueden servir para tomar decisiones
de orden adaptativo entre el programa y las ca ractersticas psicopedaggicas de los alumn os y, al
mismo tiempo, se puede ocupar con fines de seleccin o segregacin para decidir quines van o no
a participar en un determinado programa.
Lils situaciones educativas se caracterizan por ser actividades complejas que tienen una cierta
intencionalidad y que estn planeadas y dirigidas hacia el logro de ciertas metas. As, la funcin
pedaggica de la evaluacin se vuelve imprescindible para valorar si la actividad educativa ocurri
tal y como intencionalmente fue pensada y si se alcanzaron o no las metas o intenciones pZlrZllas que
fue diseada. Igualmente, sin la funcin pedaggica de la evaluacin del proceso de ensearua
aprendizaje no se podran realiza r los ajustes que en un momento determinadu se consideran nece
sarios para el logro de las metas educativas, ni se podra saber si se ha logrado el xito deseado.
Por otro lado, la educacin es una actividad social y socializadora y, por ende, sus metas por
naturaleza son sociales. Toda propuesta educativa tiene un proyecto social y culturaL as como un
cierto ideal de cmo formar hombres educados que se aculturen y socialicen para su insercin y / o
participacin en la posible transformacin de su sociedad. En este sentido, la evaluacin cumple su
funcin social al acreditar o certificar, an te la sociedad y comunidad cu lturaL si los educandos han
conseguido determinados logros acadmicos o si poseen determinadas capacidades para acceder a
la cultura, ejercer determinadas funciones sociales o asumir ciertos roles en la misma.
Por ello, como sealan Coll y Onrubia (ob. cit.), ambas funciones pueden considerarse en prin
cipio como compatibles, en tanto que responden a momentos diferentes en el proceso educativo. La
funcin pedaggica es fundZlmental mientras ocurre el proceso (an tes, durante y despus del mis
mo); asimismo, la funcin social tiene pleno sentido cuando el proceso tiene su fin y el alumno
cumple un ciclo o se presta a insertarse en un contexto laboral (cuadro 8.1). Ocurre que en muchas
ocasiones se han malinterpretado dichas funciones o se les ha considerado como radicalmente opues
tas, prevaleciendo una sobre la otra, como ya sealbamos lneas arriba.
La funcin pedaggica merece ser analiza da y que se le d el lugar que le corresponde por el
importante papel que desempea en la regulacin del proceso de ensl.'anza-aprendizaje. En cuan
to a la funcin social, resulta necesario comprender el sentido de su existencia y ponerle ciertos
lmites dentro de las prcticas escolares, porque en muchas ocasiones ha competido directamente
con la funcin pedaggica y llega a anularla, debido a una inadecuada interpretacin que se hace de
la funcin social por la idea que prevalece en los centros escolares y la comunidad educativa gene
ral (personal docente, padres de familia, alumnos) de ver a la e\aluacin relacionada con la califica
cin y la acreditacin (se ha sobrevalorado la evaluacin sumativa acreditativa) y como una prcti
ca o un mecanismo que permite la clasificacin y la seleccin de los alumnos.
Otra cuestin que abordaremos aqu para analizar la evaluacin escolar en toda su compleji
dad, es la necesidad de ubicarla o incardinada en relacin con varios asuntos relevantes. En esta
ptica, Col! y Martn (1993) consideran que la evaluacin escolar debe contemplarse teniendo en
cuenta tres importantes dimensiones:
3. La di/1l(,llsill l1orml7til'a.
". " ". Clpil/J/" 8 Cflf/Sffllai,,., 111 O.l' (,..,/"l.-iI/ l',ico"JIIC,fm .~." ._
Por ltimo, dentro de la dirnl'nsin norma tiva ~t' i Lnplicaran los asuntos reldciurudlls con fines
administrativos e institucionales. Estas acti\'idades tienen que ver con factores t~llc'i como la acredi
tacin, la pl"Omocin, los documentos de l'valuacin, las eVo.l~~ldciones sobre la institucin y la e\o.
luacin del profesorado.
Las tres dimensiones mencionadas mantienen una relacin de influencia recproca entre s. Sin
embargo, a nuestro juicio, es el referente psicopedaggico y curricular asumido el que desempea
un papel determinante en todas las actividades evaluativas y que de hecho puede darle un matiz o
sesgo especial a los mbitos tc nico-prctico y normativo. Es evidente que sill 1111 re fe ren te
psicopcdl7ggico y/o cllrriculnr e/alO, 1175 nctividndl:'s de eunllli7cill pierdell COIl IlIUellO su razn d ser y
pUl:'dell coll vcrtirsc el/ prrk ticas con 1lI1 fllerte sesgo tl:'ozicisln o ell prcticns qlle privilegiell lo bllrocrtico
ndlllill islra tiuo sobre lo IIc<dmico. Sin u.n marco conceptual las prcticas evaluativas tambin pueden
reducirse a cuantificaciones simplistas y perder toda su riqueza inte rpretati va, aportando mu; poco
al pr ceso de aprendizaje y enseanza.
En los ltimos aos han aparecido distintas aproximaciones y paradigmas sobre evaluacin educa
tiva. En cada una de ellas se enfatizan algunos a~pectos y se descuidan otros (veasc Hernndez y
Carlos, 1992; Rosalc. , 19<;)0).
Antes de exponer algLmas directrices esenciales para W"l a propuesta constructivista de la eva
luacin, quisiramos presentar brevemente una caracteriza cin d ;' lo que todava hasta hoy puede
conSIderarse, por desgraCia, la eva luacin tradicional de los aprendizajes (vase Quinquer, 1993;
Santos, 1995; Vizcarro, 1998):
Parte de una concepcin del aprendizaje asociacionista en la que se hace hincapi en el conoci
miento memorstico descontextualizado de hechos, datos y conceptos.
Se enfatizan los productos del aprendizaje (lo "observable") y no los procesos (razonamiento,
uso de estrategias, habilidade.s, capacidades complejas); de la evaluacin de los produ.ctos ge
neralmente se enfattza la vertIente negativa.
Es una evaluacin cuantitativa (el examen de lpiz y papel es el principal instrumento) basada
en normas y algunas veces en criterios para la asignacin de la calificacin.
La evaluacin tiende a promover una relacin condicional con la enseall2a; es decir, la evalua
cin puede moldear lo que ha de ser enseado.
Se escogen los ejercicios que casi nunca se revisan en la enseall2a, pensando que la transferen
cia y / o la generalizacin de saberes es una cuestin espontnea.
Sin intentar profundizar demasiado en ello y con la brevedad a que nos vemos obHgados a
hacerl o por razones de espacio, baste con ver, a guisa de ejemplo, cmo los alumnos se ven influi
dos poderosamente en sus conductas de aprendizaje cuando se sigue una evaluacin como la que
acaba de describirse.
Ya habamos dicho pginas atrs que si se desean promover cambios en la manera de ensear y
de aprender es necesario aparejar una serie de cambios en la evaluacin escolar. En lo que sigue,
presentamos una propuesta desde el marco constructivista para fundamentar ese posible cambio
en la conceptualizacin de la evaluacin (Coll y Martn, 1993; Coll y Oruubia, 1999; Marchesi y
Martn, 1998). La comprensin de algunas de las ideas expuestas en captulos anteriores en conjun
cin con las vertidas en este apartado referentes al caso de la evaluacin, ayudarn al lector a com
prender mejor las siguientes secciones.
qu medida pueden aportar informacin sobre el proceso de construccin que est detrs de ellos,
y sobre la naturaleza de la organizacin y estructuracin de las construcciones (representaciones,
esquemas, modelos mentales) elaboradas.
Es obvio que las conductas que demuestran la ocurrencia de algn tipo de aprendizaje estn
respaldadas por todo un proceso de actividad constructiva (la aplicacin de una serie de procesos y
operaciones cognitivas) que finaliza en la elaboracin de determinados tipos de representaciones
(esquemas, significados, etctera) sobre los contenidos curriculares. En este sentido, el profesor
puede considerar todos aquellos recursos cognitivos y afectivos que los alumnos utilizan durante el
proceso de construccin de los aprendizajes, por ejemplo:
Diversas tcnicas y procedimientos pueden utilizarse para obtener informacin valiosa sobre la
forma en que estos procesos y operaciones, as como otros posibles, estn importantemente involu
crados en todo el proceso de construccin del conocimiento escolar.
Por ltimo, se deben tener presentes dos cuestiones para evaluar el proceso de construccin:
l. Es necesario tratar de valorar todo el proceso en su dinamismo; las evaluaciones que slo toman
en cuenta un momento determinado (cualquiera que ste sea) resultarn ms limitadas que aque
llas otras que tratan de apreciar distintas fases del proceso; en este sentido, tambin conviene sea
lar que un conjunto de valoraciones (u tilizando diversas estrategias y tcnicas evaluativas) que
traten de dar cuenta del proceso en su dimensin temporal nos permitirn contar con una descrip
cin ms objetiva y apropiada que una simple valoracin aislada. 2. El proceso de construccin no
puede explicarse en su totalidad partiendo exclusivamente de las acciones cognitivas y conductuales
de los alumnos, de las acciones docentes en su ms amplio sentido (actividades de planeacin, de
enseanza y hasta las evaluativas) y de los factores contextuales del aula tambin desempean un
papel importante y quiz decisivo.
En particular, respecto a los productos finales de la construccin, debe ponerse una atencin central
en la valoracin del grado de significatividad de los aprendizajes logrados por los alumnos .
El grado en que los alumnos han construido, gracias a la ayuda pedaggica recibida y al uso de
sus propios recursos cognitivos, interpretaciones significativas y valiosas de los contenidos revisa
dos.
Por ltimo, es necesario plantear y seleccionar de forma estra tgica las tareas o ins trumentos de
evaluacin pertinentes que permitan hacer emerger los indicadores que proporcionen informacin
valiosa sobre la signifiGl tividad de lo a prendido (v' ase Col! y Martn, 1993). Sern mejores aquellos
instrumentos o estrategias evalua tivas que permitan que se manifies te In gmdt7cilll de [n sigllifiCl? tiL'idt7d
de lo aprendido en toda su riqueza, para que pued a valorarse con ma yor objetividad qu y cmo
aprendieron los alumnos.
Pero a partir de ello, q u es lo que se debe observar para valorar la signficatividad 7 Como
dicen Coll y Martn (ob. cit.), el g ra do de amplitud y 1..'1 nivel de complejidad con que se han elaborado
los significados o los esquemas.
Si partimos de las ideas de Ausubel, por amplitud y complejidad de los aprendizajes debe
entenderse el grado de L'illclilncin o intercollexin sel/lnllticn (cantidad y calidad de relacione:i) C'xi:i
tente entre los esquemas previos y el contenido nuevo que se ha de aprender segn los mecanis mos
de diferenciacin progresiva y de integracin inclusiva (Ausubel, Novak y H anesian, 1983; vase
tambin el capitulo 2 de este texto).
una base de conocimientos sobre lm determinado dominio de saber, que tiene lma mayor ri
queza de significados (mayor nmero, mayor grado de interconexin y organizacin de esquemas:
amplitud y complejidad) ha sido producto de mltiples experiencias de aprendizajes significativos
en ese uominio. Esta base de conocimientos poseer, como ya hemos dicho, lm alto ni\l.'llll.' organi
zacin y permitir al mismo tiempo un mejor almacenaje y lma adecuada recuperacin de la infor
macin cuando sea requerida. Pero sin duda lo ms importante es lue permitir, con un alto grado
de probabilidad, una mayor cantidad de aprendi7ajes futuros de este tipo en el dominio d el que
estemos hablando y en otros que lt' sean prximos (vase Garda Madruga, 1990; Ga rner y Alexander,
1989; ver tambin Shuell, 1990).
La exploracin del reticulado conceptuaL prod ucto de aprendizajes significativos, sin lugar a
dudas constituye todo un desafo para el profesor. Siempre ser difcil realizar un balance fino de la
naturaleza, la complejidad y la integracin de los significados que los aprendices han logrado cons
truir; en algunas ocasiones porque la construccin e encuentra todava en proceso, en otras debido
No creemos que valgan las recetas que expresen que talo cual instrumento puede facilitarle
esta labor al profesor, puesto que asumimos que ning{m instrumento es por s mismo suficiente
(aunque hay algunos que definitivamente son superiores que otros) si no se utiliza en forma int li
gente y reflexiva. Esto quiere decir que el profesor muchas veces podr obtener informacin valiosa
a partir de ciertos instrumentos o situaciones que por s mismos la provean escasamente, o bien que
en o tras ocasiones l mismo podr plantear o desarrollar mltiples tareas o formas creativas de
utilizar distintos procedimientos, instrumentos o situaciones de evaluacin (o la combinacin de
ellos) que le proporcionen datos relevantes sobre los procesos de construccin que realizan sus
alumnos.
Aquella exhortacin, sealada con insistencia en los textos de evaluacin, que destaca la neC
sidad de que el profesor cuente con la //layar ca ntidad y diI'ersidad posible de criterios, illdicndores e
il1strlllne'l/tos pam estimar COIl mayor obje'tividad un objeto o proceso determinado, sigile sien do vlida pnm el
cnso de lo s nprendizajc;, ,ign ifrntivos . Entre m s informacin obtengamos por diversos medios sobre
el proceso de construccin y del producto construido de aprendizajes significativos, podremos es
tar ms seguros de que vamos rumbo a nuestro objetivo.
Como sealan Marchesi y Martn (1 996), la funcionalidad de los aprendizajes tiene que ver directa
mente con la utilizacin de stos para situaciones futuras de aprendizaje y/ u con su involucramiento
para la solucin de problemas cotidianos . As, se reconoce que uno de los indicadores ms potentes
de la significatividad sera el 1150 fltllciol1n! que los alumnos hacen de lo aprendido, ya sea para
construir nuevos aprendizajes o p ara explorar, d escubrir y solucionar problemas derivando de ellos
nuevas formas de profw1dizar su aprendizaje. En una lnea parecida de id eas, aunque con cier tas
diferencias en la conceptualizac in, Perkins (1999) seala, en relacin con el "aprendizaje con com
prensin" (nocin similar al aprendizaje significa tivo), lo siguiente:
Primero, para aprtCciJ r la comprensin de una persona en un momento determinado, pd anle que
ha ga algo que ponga su comp rensin en juego, explicando, resolviendo un problema, cons tru yendo
un arg umento, elaborando un producto. Segundo, lo que los es tudi an tes responden no slo demues
tra s u ni vel de comprens in actual sino lo ms probable es que los hnga ava nza r. Al trabajar po r
medio de su comprensin en respuesta a un d esa fo particular, llegan a comprender mejor (pp. 71-72).
Hemos elqo;ido es ta cita porque adems d e ilustrar sobre los argumentos anteriores, nos de
muestra implcitamente que otro elemento central a considerar en la funciona li dad d e 105 aprendi
zajes es lo que se refiere a la fle xibilidad de Izncer liSO de lo nprci1dido.
Por ltimo, en la funcionalid ad de los aprendizajes tambin se derivan una serie de criterios
(con variedad y complejidad crecientes) que podramos denominar de eJec lIcin de In f un ciol/nlidnd,
que dependern de lo que se quiera que aprendan los alumnos y que d t rminarn la eleccin de
instrumentos y tareas de evaluacin.
EXAMEN DE
BIOLOGIA
HOY!
El grado de control y responsabilidad que los alumnos van alcanzando respecto al aprendizaje de
algn contenido curricular enseado intencionalmente (por ejemplo, conceptos, principios, expli
caciones, habilidades o estrategias de aprendizaje), puede considerarse como otro indicador poten
te para evaluar el nivel de aprendizaje logrado,
No obstante, es necesario remarcar que la asuncin del control en el manejo de los contenidos
que puede lograr el alumno, slo es el momento termina l de un largo y lento proceso. El inicio de
este proceso comienza cuando el control y la organizacin de la tarea son detentados por el profesor
y continan con una cesin progresiva del control y de la responsabilidad hacia el alumno, en la
medida en que ste mejora su desempeo.
Toda vez que el alumno demuestre en forma sostenida un grado de avance en el manejo de los
contenidos, y suponiendo que no ocurran rupturas como producto de incomprensiones o lagunas
en el proceso de traspaso, las ayudas y apoyos del profesor dismi"uirn hasta conseguir precisa
mente el control autnomo y/o autorregulado por parte del alumno en el contenido que se ha
enseado.
En ese sentido, conviene desarrollar una evaluaczn continua que permita darle seguimiento a
todo el proceso. La evaluacin formativa (y la formadora, vase ms adelante en este mismo captu
lo) se yergue en un instrumento poderoso para valorar la creciente asuncin del control y la respon
sabilidad que logran los alumnos. Para valorar la creciente competencia del alumno, conviene tener
claras ciertas cuestiones; a saber:
Valorar cuantitativa y walitativamente el tipo de apoyo requerido para los alumnos . En este caso se
puede intentar una valoracin diferenciadora (ya sea intra o interalumnos; en el primer caso
comparaciones antes-despus; en el segundo, comparaciones sincrnicas entre alurrmos), rela
tiva a la cantidad de ayudas que an se requieren ante una o varias tareas donde se manifieste
lo aprendido (como sera en el caso de la llamada "evaluacin dinmica" propuesta por el gru
po de A. Brown). Dicha valoracin que tambin deber hacerse en forma continua, permitira
saber hasta dnde han llegado los aprendizajes y qu es lo que falta para que sean consumados;
tambin resultara de suma importancia para saber cmo proporcionar la ayuda pedaggica
inmediata siguiente, e incluso la prestacin de una ayuda pedaggica adaptativa a las diferen
cias individuales.
Se debe tener siempre presente que la naturaleza de los contenidos (conceptuales, proce
dimentales, etctera) y las caractersticas del aprendiz (diferencias evolutivas, individuales, etcte
ra .) determinarn en gran medida el curso de todo el proceso de traspaso de control y responsabili
dad mencionado.
Tal informacin es relevante para decidir sobre el grado de eficacia de distintos aspectos rela
cionados con la enseanza, como pueden ser las estrategias de enseanza, el arreglo didctico, las
condiciones motivacionales, el clima socio-afectivo existente en el aula, la naturaleza y adecuacin
de la relacin docente-alumno o alumno-alumno, en funcin, claro est, de las metas educativas
que se persiguen. De hecho, resulta altamente deseable que se puedan sacar elementos importantes
para establecer una vinculacin entre los aprendizajes de los alumnos y la evaluacin del proceso
instruccional.
No hay que olvidar que desde el marco constructivista, la enseanza debe entenderse como
W1d ayuua ajustada y necesaria a los procesos de construccin que realizan los alumnos sobre los
contenidos programados. En ese sentido, la actividad de evaluacin continua puede considerarse
como una condicin sine qua non para proporcionar la ayuda correspondiente y para tomar una
serie de decisiones que se estructuren en beneficio de que esta ayuda sea lo ms ajustada posible a
las actividades constructivas de los alumnos (vase ms adelante la seccin sobre la evaluacin
formativa) .
De ese modo, la informacin aportada por la actividad evaluativa le permite al docente realizar
observaciones continuas sobre la situacin didctica en un doble sentido: "hacia atrs" y "hacia
adelante". La primera, para valorar la eficacia lograda del arreglo y puesta en marcha de los recur
sos pedaggicos utilizados; la segunda, replanteando las prcticas didcticas, cuando sea el caso,
para proporcionar el "andamiaje" contingente y oporhmo. Ambas actividades, por supuesto, en
caminadas hacia la negociacin de sistemas de significados compartidos y el logro del traspaso
del control y la responsabilidad a los alumnos, respecto al manejo del material curricular. En estas
ideas coinciden tambin Edwards y Mercer (1988) cuando argumentan que la vigilancia permanen-
te de las actividades realizadas y prximas a realizar en la enseanza (algo que es imposible sin
actividades evaluativas) le permiten al profesor contar con bases suficientes para el logro de la
"continuidad" necesaria durante todo el curso o secuencia educativa, y tambin para el estableci
miento y mantenimiento de contextos "intermentilles" indispensables en la tarea de compartir sig
nificados.
no de los reclamos ms fuertes de entre los muchos que se le han hecho a la evaluacin tradicional
es que se ha preocupado demasiado por evaluar saberes descontextualizados por medio de situ a
ciones artificiales. A partir de las investigaciones en la linea del" aprendizaje situado" (Brown, Coll1s
y D uguid, 1989), hemos llegado a aprender la importante relacin que existe entre los sab res y los
contextos donde stos aparecen. (Vase captulo 2, cuando se discute el aprendizaje autntico.)
Cada dominio (matemticas, ciencias naturales y sociales, lectoescritura) tiene sus propias acti
vidades de creacin y aplicacin del conocimiento. Igualmente, para cada dominio de conocimien-
to que se quiera evaluar, deben identificarse LUla serie de habilidad ~ ~omplejas, estrategias, modos
de razonamiento y de discurso, as como otras form.ils de producClon y uso de slgmfICados, que
evidentemente no pueden reducirse a ejercicios simplificados o preguntas simples como las que SI?
incluyen en los exmenes comLUles.
Es posible identificar en cada dominio de conocimiento LUla serie de tarcas t711tnticns donde
estas actividades complejas se manifiesten. Herman, Aschbacher y Winters (1992) sealan al respec
to que la evaluacin que ellos llaman autntica se caracteriza por:
Demandar que los aprt!lIdict'~ r e5 !Il'{pl1 11 act iFalllell /f' tarca. COlll pll';I1S y el/ltll /i el, mientras usa n ~u ono
cimientos previo~ , el aprendizaje reciente y las habilidades rele\'a ntes para la solucin de problemas
reales (p. 2, el subrayado es nuestro).
De esta manera, la identificacin de dichas tareas autnticas debe ser considerada tanto para la
propul::sta de la situacin instruccional como para desarrollar actividades rl'!L'vantes de evaluacin.
En particular en este ltimo caso, utilizando LUla amplia variedad de ta[(,;b autnticas como situa
ciones evaluativas, los alumnos pondrn al descubierto, mediante distintos desempeos, la utiliza
cin funcional y flexible de los aprendizajes logrados
Una de las metas que debe tenerse presente en todo m omento y hacia la cual tendra que aspirar
toda situacin de enseanza que se precie de ser constructivista, es el desarrollo de la capacidad de
autorregulacin y autoevaluacin en los alumnos . Asimismo, el aprender de forma significativa y
aprender a aprender se consideran metas valiosas en la educacin; la actividad de aprender a
autoevaluarse debera ser considerada igualmente relevante, ya que sin sta aquellas formas de
aprendizaje difcilmente ocurriran en situaciones de aprendizaje autorregulado.
Por eso, es importante que se propongan situaciones y espacios para que los alumnos aprendan
a evaluar el proceso y el resultado de sus propios aprendizajes, segn ciertos criterios que ellos
aprendern principalmente a partir de las valoraciones relevantes realizadas por los maestros. A
partir de la eva luacin formativa, pero sobre todo mediante LUla eva luacin fOrllwdorn, es posible que
los alumnos aprendan a desarrollar su propia autoe vil luacin y autorreg ulacin. Las es tra tegias de
evaluacin mutua, de coevaluacill y de alltoevaluacill se vuelven prcticas relevantes en este sentido
(vase ms adelante la seccin de evaluacin formativa).
Dado que las aportaciones curriculares que se proveen en el contexto escolar pueden ser de distinta
naturaleza (conceptuales, procedimentales y actitudinales), la evaluacin de sus aprend izajes exige
procedimientos y tcnicas diferenciadas.
Mientras que algunas tcnicas evaluativas son vlidas para todos los tipos de contenidos (por
ejemplo, la observacin, la exploracin), otras suelen tener un uso res tringido para ciertos tipos
de contenidos. Lo relevante aqu es que todas las evaluaciones de los aprendizajes de cualquier
contenido tiendan a apreciar d grado de sigllificatividad y la atribucill del selltido logrados por los
alumnos.
de enseanza y aprendizaje
Es tambin muy importante insistir que entre el asunto de la enseanza y la actividad evaluativa
debe existir una profunda coherencia en aras de promover aprendizajes significa tivos. Si el profesor
ha insistido por diversos medios (organizando sus materiales de enseanza, utilizando diferentes
estrategias y procedimientos de instruccin, etctera) en la promocin de esta clase de aprendizajes,
para luego terminar evaluando la simple reproduccin literal de los con tenidos que se han de apren
der, provocar tarde o temprano que el alumno adopte el aprendizaje memorstico de la informa
cin. Por el contrario, si el docente plantea a sus alumnos tareas, actividades e instrumentos de
evaluacin donde se demanden o impliquen las interpretaciones y significados construidos como
producto de aprendizajes significativos, los alumnos tendern a seguir aprendiendo en esta forma.
y si adems a estas ltimas experiencias se le aaden actividades didcticas del tipo que se desee,
encaminadas a que los alumnos reconozcan y valoren la utilidad de "aprender comprendiendo", el
resultado ser mucho mejor.
Una prctica desafortunada, pero que se ha hecho una costumbre entre el profesorado de casi
todos los niveles educativos, consiste en establecer una marcada distancia entre lo que se suele
ensear y lo que luego se evala (vase Col! y Martn, 1993).
As por ejemplo, como ya ha sido comentado, ocurre que los docentes reservan los ejercicios
ms difciles, las tareas o situaciones ms complejas para el momento de la evaluacin. Detrs de
esta prctica errnea hay una supuesta justificacin que aduce una genuina va loracin de los apren
dizajes: se busca determinar "en qu medida los alumnos estn generalizando o transfiriendo los
aprendizajes" . Posiblemente exista una razn distinta en ello, referida a las formas de ejercer el
poder en el aula .. . Cuando se usan experiencias evaluativas de este tipo, los alumnos terminan por
fracasar y como consecuencia de ello desarrollan injustamente atribuciones negativas sobre su per
sona lo cual afecta su disposicin futura para aprender con sentido los contenidos de ese dominio o
de otros similares.
Si es de nuestro inters provocar que los alumnos generalicen o transfieran sus aprendizajes,
debemos proceder en forma distinta, preocupndonos por este problema desde la situacin de en
seanza .
Para ello deben plantearse, en el proceso de enseanza, experiencias didcticas en las que se
amplien progresivamente los contextos de aplicacin de los saberes aprendidos, de manera que los
significados que se construyan adquieran una mayor riqueza semntica y no necesariamente se
vinculen a uno solo de dichos contextos (Col! y Martn, 1993). Como sealan estos mismos autores,
el significado ms potente es aquel que se relaciona con una amplia gama de contextos posibles.
Slo procediendo de este modo en la enseanza, podrn plantearse diversas situaciones en la eva
luacin para valorar la transcontextualizacin de los significados aprendidos. Las situaciones de
evaluacin que se planteen a los alumnos dependern de la amplitud de los contextos usados en la
enseanza, proponindose en la evaluacin ejercicios que tomen en cuenta hasta qu punto desea
mos que los alumnos lleguen y qu es aquello que deseamos valorar de sus aprendizajes.
Como ya se mencion en el apartado inicial de este captulo, una de las dimensiones ms relevantes
de la evaluacin educativa se refiere a todas aquellas tcnicas, instrumentos y procedimientos que
suelen utilizarse en las distintas prcticas educativas.
Es importante decir que varias de las tcnicas e instrumentos que presentamos a continuacin
no pueden ser etiquetadas de una sola vez en alguno de los tipos incluidos. La forma de uso de las
tcnicas y de los instrumentos, y el modo de presentarlos a los estudiantes, puede resultar determi
nante para ubicarlos incluso en alguna otra categora distinta a la que se les est presentando aqu.
En primer trmino se encuentran las llamadas tcnicas informales, las cuales se utilizan dentro de
episodios de enseanza con una duracin breve. Como exigen poco gasto didctico, pueden utili
zarse a discrecin en la misma situacin de enseanza y aprendizaje. Adems, dichas tcnicas se
distinguen porque el profesor no suele presentarlas a los alumnos como actos evaluativos; por ende,
los alumnos no sienten que estn siendo evaluados, lo cual resulta ideal para valorar sus desempe
os tal y como en ese momento se encuentran.
La observacin es una tcnica que utiliza el profesor en fo rma incidental o intencional al ensear
y / o cuando los alumnos aprenden en forma ms autnoma.
La observacin de lo que los alumnos dicen o hacen cuando aprenden es una actividad impres
cindible para la realizacin de la evaluacin formativa y procesal. Tambin llega a utilizarse de
manera indistinta para valorar diagnsticamente o evaluar lo aprendido despus de terminado un
episodio instruccional (como evaluacin sumativa); aunque en estos casos ser ms instrumentada
y, como hemos dicho, tender a ser una actividad evaluativa ms formal. Por medio de la observa
cin es posible valorar los aprendizajes de los distintos contenidos curriculares (conceptuales,
procedimentales y actitudinales).
De entre las actividades realizadas por los aprendices, el profesor puede dirigir su atencin en
los siguientes aspectos: el habla espontnea o inducida (mediante preguntas) de los alumnos, las
expresiones y aspectos paralingsticos, las actividades que realizan los alumnos (incluyendo habi-
En el habla espontnea expresada por medio de interacciones con el profesor o con los CLlmpa
ero s (participaciones espontneas, preguntas elaboradas, comentarios hacia el profesor o entre
compaeros, intervencin en discusiones y debates) dentro del grupo-clase, en pequeos grupos o
en interacciones cara a cara, el profesor tiene una fuente importante de datos para valorar lo que los
alumnos estn comprendiendo, sus p sibles estrategias, conocimientos previos, etctera; adem s,
es posible derivar informacin relevante sobre la dificultad de los contenidos o la ineficacia o inope
rancia de los recursos didcticos empleados.
Se debe tener presente que son varios los factores que pueden afectar la ocurrencia del habla de
los alumnos; por ejemplo: la edad, la escasa familiaridad con los contenidos, el clima de respeto, la
atmsfera de aceptacin desarrollada en clase y los factores socioculturales.
Por el lado de las actividades, los docentes pueden ir observando las acciones y la forma en que
stas se realizan (orden, precisin, destreza, eficacia, etctera). Ig ualmente, los productos (de distin
to tipo) son importantes fuentes a observar por los profesores para valorar el aprendizaje y progre
so de los alumnos.
En el uso de la observacin como evaluacin informal, el profesor debe d e arrollar una cierta
sensibilidad para atend er a estos aspectos y sus posibles indicadores. Se ha encontrado, por ejem
plo, que los maestros experimentados, a diferencia de los ms noveles, tienden a utilizar distintas
claves que les son tiles para interpretar el tipo de comprensin o entendimiento que \'an lo :~rando
los alumnos en la situacin de enseanza. Asimismo, estos profesores se muestran ms ser."ibles a
toda la informacin que ocurre en clase y que permite comprender, interpretar y evaluar 1ls distin
tilS situaciones que se les presentan (Gage y Berliner, 1992; Genovard y Gotzens, ] 990). Sin embargo,
la observacin incidental puede estar sujeta a sesgos de subjetividad e irregularidad
Registros nllt'crlticos. Se describen por escrito episodios, secuencias, etctera, que se consideran
importantes para evaluar lo que interesa en un alumno o en un grupo de alumnos. Los registros
pueden realizarse por medio de fichas (vase ejemplo en el cuadro 8.2) y luego integrarse en un
anecdotario (vase cuadro 8.3) que cumpla el tiempo necesario para que puedan visualizarse
las observaciones registradas diacrnicamente.
Listns de co/ltrol. En las listas de control se incluyen las conductas o rasgos de las mismas que
interesa evaluar en forma de listado. La tarea de evaluacin consiste en ir haciendo una verifi
cacin de la presencia o ausencia de cada una de ellas (vase ms adelante en la seccin de
tcnicas formales).
Fecha: ____________________
Observador: ____________________________________________________________
Curso: ______________________________________________________________
Contexto:
Interpretacin/valoracin:
Diarios de clase. En ellos se recoge la informacin que interesa durante un periodo largo (el
diario debe escribirse con cierta regularidad) y sirve para analizar, interpretar o reflexionar
sobre distintos aspectos del proceso educativo (el aprendizaje de l s alumnos, la enseanza, las
interaccione maestro-alwnno, los procesos de gestin, la disciplina, etctera) (Bolvar, 1995;
Zabalza, ] 998). Pueden incluirse en el mismo ob:;ervaciones, comentarios, sentimientos, opi
niones, frustraciones, explicaciones, valoraciones, preocupaciones, etctera.
El uso de los diarios se inserta dentro de la tradicin d el profesor como investigador y constitu
ye un instrumento valioso para la reflexin sobre la enseanza (vase Bolvar, lQq'i). Los aspectos
que algunos autores recomiendan incluir en el diario son: a) contexto o ambiente de clase (dinmi
ca, relaciones sociales, participacin), b) actuacin del profesor (estra tegias metodolgicas, formas
de interaccin, propsitos) y e) comportamientos de los alumnos (implicacin en las actividades,
estrategias, incidentes).
Las preguntas que el profesor suele plantear en el aula se elaboran con el fin de estimar el nivel
de comprensin de los alumnos sobre algo que se est revisando, y con base en ello, proporcionar
de manera oportuna algn tipo de ayuda requerida (repeticiones, reformulaciones, aclaraciones y
profundizaciones sobre algn aspecto, correcciones, rechazos; vase en captulo 5 lo relativo a las
estrategias y sealizaciones discursivas). En el captulo 5 tambin se expuso cmo los profesores
expertos constantemente utilizan estrategias evaluativas informales, como son las preguntas dirigi
das a los alumnos, para asegurarse de que "se estn comprendiendo" las ideas principales de su
discurso. En cambio, los profesores principiantes casi no realizan este tipo de evaluaciones informa
les en sus exposiciones, y son ms proclives a realizar las llamadas "pseudoevaluaciones" (Me
entienden? S comprenden, verdad? Estamos de acuerdo? .. .) que en realidad poco sirven para
constatar la comprensin lograda por los alumnos (vase Snchez, Rosales y Caedo, 1996 y pgs.
162-168 de esta obra).
Otro asunto relevante a la hora de plantear preguntas a los alumnos es saber reconocer que se
requiere un tiempo apropiado para que los alumnos piensen y elaboren la respuesta. Muchos pro
fesores elaboran las preguntas y no dejan tiempo para que los alumnos las reciban y preparen sus
Si bien Genovard y Gotzens (1990) han expresado que existe evidencia de una correlacin posi
tiva entre la frecuencia de preguntas elaboradas en clase y el nivel de rendimiento de los alumnos,
debe decirse que la elaboracin de preguntas hechas por el profesor precisan ser confeccionadas: 1)
sobre la base de las intenciones u objetivos de clase, o de la temtica abordada, 2) de manera que
demuestren pertinencia y no disgreguen la atencin de los alumnos hacia asuntos irrelevantes, y 3)
para explorar (e indirectamente inducir) un procesamiento profundo de la informacin (grado de
comprensin, capacidad de anlisis, nivel de aplicacin, etctera) y no slo soliciten la mera repro
duccin de la informacin aprendida.
Por medio de lo que los alunmos dicen y hacen, durante la situacin de clase el profesor tiene la
oportLmidad de identificar importantes indicadores como hiptesis, estrategias, concepciones err
neas, que le informan sobre el modo y grado en que se est consiguiendo el aprendizaje de los
contenidos curriculares. Esto tambin le proporciona bases suficientes para saber de qu manera
tiene que utilizar nuevas explicaciones o ayudas pedaggicas que se ajusten a su actividad de apren
dizaje.
Otro de los principales problemas que se le imputan es su bajo nivel de validez y cOllfiabilidad
logrado. Al respecto, Airasian (1991) propone tres sugerencias para contrarrestar tales crticas:
Considerar una muestra amplia de es tudiantes cuando se intente conseguir informacin (no
slo incluir los alumnos voluntarios).
LIIS preglll!!lU dLi proftior d""lIIu 1" di/U SO>lI/I/II ,mia ti, eVlllullci(ir infomltll m uy uril,J:,dll por 1m do(mlt;.
Tratar de tomar en cuenta diversos indicadores para valorar el progreso del aprendizaje (no
slo si los alumnos ponen atencin).
Como conclusin de esta seccin, tenemos que las dos formas de evaluacin mencionadas de
ben ser utilizadas ampliamente por los profesores en su prctica docente, a pesar de s~r desdeadas
por aquellos enfoques que insisten demasiado en los resultados fin ales d el aprendizaje, porque son
recursos de sumo valor que ofrecen resultados adecuados para realizar la evaluacin formativa
(Blzquez, Gonzlez y Montanero, 1998a) .
Tcnicas semiformales
Otro grupo de tcnicas de evaluacin son las semiformales, las cuales se caracterizan por requerir
de un mayor tiempo de preparacin que las informales, demandar mayor tiempo para su valora
cin y exigir a los alumnos respuestas ms duraderas (lo cual hace que a estas actividades s se les
impongan calificaciones); en particular por esta ltima razn los alumnos suelen percibirlas ms
como actividades de evaluacin, en comparacin con las tcnicas informales.
Las tareas y los trabajos que los profesores encomiendan a sus alunmos para realizarlos fuera
de clase.
La evaluacin de portafolios.
Por lo comn, el profesor suele plantear a los alunmos W1a serie de actividades con el fin de valorar
el nivel de comprensin o ejecucin que son capaces de realizar en W1 momento determinado del
proceso de enseanza y aprendizaje.
Lo ms importante en el planteamiento de los trabajos y ejercicios es que estn alineados con los
objetivos de aprendizaje y se presenten de manera tal que no resulten aversivos ni sin sentido para
los alunmos. Un trabajo o ejercicio bien seleccionado, informativo y motivante provoca mayores
dividendos en el aprendizaje de los alumnos y en la evaluacin del profesor sobre sus progresos,
que cualquier otro que se repita incesantemente y que no tenga sentido ni va lor funcional.
Pero tambin son importantes para el profesor porque W1a vez que se efectan y revisan le
permiten valorar o estimar sobre la marcha en qu momento del aprendizaje se encuentran sus
alunmos. En tal ptica, los trabajos y ejercicios realizados en clase son importantes recursos parn que el
profesor desarrolle ulla evaluacill formativa (y una ayuda ajustada), permitindole tomar decisiones
para la regulacin interactiva, retroactiva o proactiva (vase ms adelante la seccin de tipos de
evaluacin).
Por ltimo, sobre la evaluacin de los trabajos de los alumnos, es posible emplear distintas
estrategias en las que directamente se lwolucre a los alumnos como e\'aluadores. QuizJ.s stos son
los momentos m,h oportunos en los que se puede ir enseando a los alumnos cml1 evaluar sus
procesos y productos (uso de la cae valuacin primero y, posteriormente, de la autoevaluacin).
Asimismo, conviene utilizar estrategias de evaluacin mutua entre compaeros, para que stos
comparen sus trabajos con una serie de criterios bien definidos y discutan abierta y respetuosamen
te, guiados por el enseante, sobre sus avances logrados.
Los trabajos que los profesores suelen encomendar a sus alumnos pueden ser muy variados: cjl'rci
cios; solucin de problemas; visitas a lugares determinados; trabajos de investigacin en la bibliote
ca, en museos o en el ciberspJ.cio, etctera. Se pueden realizar en forma individual o en grupos
coopera ti vos.
"- - ---~-- -- - -
Al igual que los trabajos en clase, debern plantearse de modo tal que los aprendices no slo
puedan obtener informacin respecto a si fue o no exitosa su resolucin, sino que, en caso de hacer
los en forma incorrecta, les permitan obtener informacin relevante acerca de las razones que con
tribuyeron a su fracaso.
La informacin obtenida a partir de los trabajos deber ser retomada en el contexto de ensean
za; de lo contrario, su prctica puede perder todo sentido. Esto quiere decir que los trabajos, cuando
sean revisados y calificados por el profesor, se deben devolver lo ms rpido posible con retroali
mentacin correctiva precisa. Incluso es recomendable que el profesor los retome en la clase yexpli
que los procesos correctos de solucin (con la explicacin respectiva), as como las fallas tpicas que
han cometido los alumnos, y al mismo tiempo ofrezca una explicacin concisa sobre las intenciones
y los criterios de evaluacin tomados en cuenta con el fin de que los alumnos identifiquen los pun
tos ms relevantes del ejercicio y de la tarea evaluada.
La evaluacin de portafolios
Una tcnica de evaluacin que puede clasificarse como de tipo semiformal es la llamada "evalua
cin de portafolios o de carpeta" (Airasian, 2001; Herman, Aschbacher y Winters, 1992; King Y
CampbeU-Allan, 2000; Quintana, 1996; Valencia, 1993).
Este tipo de evaluacin consiste en hacer una coleccin de producciones o trabajos (por ejem
plo, ensayos, anlisis de textos, composiciones escritas, problemas matemticos resueltos, dibujos,
ideas sobre proyectos, reflexiones personales, grabaciones, ejercicios digitalizados) e incluso de al
gunos instrumentos o tcnicas evaluativas (tales como cuestionarios, mapas conceptuales, exme
nes) que los aprendices realizan durante un cierto episodio o ciclo educativo (cuadro 8.4). Incluso
pueden elaborarse portafolios digitalizados (vase Niguidula, 2000).
La evaluacin de portafolios tiene posibilidad de utilizarse en todas las disciplinas y con ello es
posible evaluar los distintos tipos de contenidos curriculares (uso y aplicacin de conceptos, habili
dades, destrezas, estrategias, actitudes, valores, etctera).
Ya sea que se proponga el portafolios para la clase de matemticas, fsica, lectoescritura o arte,
el propsito es el mismo: contar con una muestra de trabajos que ha gan constar los aprendizajes y
progresos de los alumnos durante un cierto periodo escolar (cuadro 8.4).
Lo ms importante en la evaluacin de portafolios es que permite la refl exin conjunta sobre los
productos incluidos y sobre los aprendizajes logrados. Por un lado, es posible que el docente re
flexione sobre las producciones de los alumnos para analizar los progresos de su aprendizaje, al
mismo tiempo que le permite analizar las actividades y estrategias docentes empleadas, y orientar
su actividad docente prxima. Por otro lado, por medio del portafolios los alumnos llegar a re
flexionar sobre sus procesos y productos de aprendizaje (King y Campbell-Allan, 2000) .
Por tanto, es una estrategia evaluativa que promueve la evaluacin del profesor, la coevaluacin
profesor-alumno, la evaluacin mutua entre compaeros y, sobre todo, la autoevaluacin.
Ejemplos de portafolios
Clase de lengua
Una narracin (acompaada de una nota escrita en la que expliques por qu la selec
cionaste).
Tu peor trabajo (acompaado de lffia nota escrita donde expliques por qu fue el peor
trabajo y qu aprendiste en este proceso).
Una carta argumentativa a tu profesor.
Matemticas
Dos a tres ejercicios que evidencien tu habilidad para resolver problemas matemti
cos.
Dos o tres ejemplos que pongan de manifiesto tu habilidad para comunicar los cono
cimientos matemticos efectivamente.
Cinco ejercicios del cuaderno de clase.
Reflexiones sobre los ejercicios seleccionados.
Actuacin
l. Que se definan con claridad los propsitos por los cuales se elabora. Esta cuestin es i.ndispen
sable para saber exactamente qu se e\'aluar por medio del portafolios y cules aspectos del
aprendiz sern especialmente valorados. Algunas preguntas clave en tal sen tido son las siguien
tes: cules objetivos se evaluarn con el portafolios? Se desea evaluar los procesos involucra
dos en la elaboracin de los trabajos, stos por s mismos o ambos? El portafolios es la mejor
estrategia para evaluar lo que interesa? Se desea evaluar una mue tra de los mejores trabajos o
el progreso de aprendizaje?
Lo que debe incluirse en el portafolios (es mejor escoger una muestra - sean o no los mejo
res trabajos- que absolutamente todo aquello que el aprendiz rea liza en el periodo que
comprende el portafolios).
Qu caracters ticas deben tener los trabajos que se incluyen (los trabajos pueden ser de
distinto tipo -por ejemplo, narraciones elaboradas, resmenes, ensayos, cuestionarios- o
de un solo tipo -por ej emplo, slo ensayos argumentativos-, segn se decida).
Cmo debe organizarse el portafolios (en forma cronolgica, en grupos d e trabajo, se debe
incluir un ndice, etctera ).
E tos criterios debern proponerse de tal forma que p e rmitan conseguir los propsi tos que
guan el portafolios. De mudu que si se decide, por ejemplo, tratar de es tablecer un perfil del
progre o d el aprendizaje l'n un conjunto d e habilidades de dibujo durante Wl cie rto periodo,
podr incluirse en el portafolios una muestra d e trabajos terminados donde estas habilida de o
hayan estado en juego; pero tambin aquellos trabajos que demuestren cmo dichas habilida
dl's se ejecutaban imperfectamente en un inicio y cmo fueron perfeccionndose paulatina
mente, en conjuncin con las retroilliml'ntaciones y reflexiones que requirieron en u momento.
Una pregunta clave, siguiendo con el ejemplo, sera si se tomaron decisiones apropiadas para
incluir aqueilos trabajos que ciert,lmente pusieran al descubierto los p rogresos de dichas habi
lidades .
La seleccin de los trabajos para un portafolios puede hacerse en forma conjunta entre
profesor y alumnos; aunque tambin es posible (y deseable) que sean estos ltimos quienes
realicen esta tarea una vez que se hayan familiarizado tanto con el instrumento como con los
objetivos particulares .
3. Definir tambin criterios para valorar los trabajos en forma individual, grupal y / o global. Al res
pecto hay que tomar en cuenta al menos los siguientes puntos:
Para la evaluacin de cada producto se pueden disel1ar ex profeso rbricas, listas de control
o escalas (vase ms adelante).
Las valoraciones que se propongan debern realizarse, insistimos, por medio de estrategias
de evaluacin docente, coevaluacin, evaluacin mutua y autoevaluacin.
Este tipo de evaluacin longitudinal e integral permi te valorar, ms que los productos, el pro c['~ o
de desarrollo de aprel1dizajes y habilidades colll plejas durante un episodio de ense anza amplo.
Puntua in
1. Entreg todos los trabajos
(15 plmtos) Fe Ita: _ _ __
2. Demuestra dominio de las caractersticas de la buena
comunicacin escrita (claridad, coherencia, concisin,
precisin, varied<ld) (20 puntos).
3. Demuestra dominio de la estructun de los escritos
(la plmtos).
TOTAL
COME TARJOS:
Ausencias: _ _ _ __ __ _ _ _ __
Permite observar los trabajos de los alumnos por medio de W1 "lente" distinto, desde el cual se
evala el progreso de las producciones y de los procesos que las originan.
Permite que los alumnos reflexionen sobre su propio aprendizaje y que dicha reflexin incida
en actuaciones futuras.
Tiene ms validez de contenido que una prueba, ya que evala diferentes producciones realiza
das en W1 cierto periodo.
Tcnicas formales
El tercer grupo de procedimientos o instrumentos de evaluacin son los que se agrupan bajo el
rubro de tcnicas formales. Dichas tcnicas exigen W1 proceso de planeacin y elaboracin ms
sofisticados y suelen aplicarse en situaciones que demandan W1 mayor grado de control (Genovard
y Gotzens, 1990). Por esta razn, los alumnos (y los profesores inducen a ello) las perciben como
situaciones "verdaderas" de evaluacin.
Este tipo de tcnicas suelen utilizarse en forma peridica o al finalizar un ciclo completo de
enseanza y aprendizaje. Dentro de ellas encontramos varias modalidades:
Pruebas O exmenes
Mapas conceptuales
Pruebas o exmenes
A pesar de los inconvenientes y las fuertes crticas que se les han hecho, las pruebas de lpiz y papel
continan siendo los instrumentos ms utilizados en la evaluacin escolar.
Podramos definir a los exmenes, en su forma tpica, como aquellas situaciones controladas
donde se intenta verificar el grado de rendimiento o aprendizaje logrado por los aprendices.
Supuestamente, los exmenes son recursos que han aparecido en el mbito educativo con la
intencin de lograr una supuesta evaluacin objetiva, lo ms "libre" posible de interpretaciones
subjetivas, al establecer juicios sobre los aprendizajes de los alumnos. Otra caracterstica adicional
asociada al examen es la supuesta posibilidad de cuantificar el grado de rendimiento o aprendizaje
por medio de calificaciones consistentes en nmeros.
Los exmenes pueden ser por lo menos de dos tipos: los estandarizados (por lo general los
elaboran especialistas en evaluacin) y los formulados por los profesores segn las necesidades del
proceso pedaggico. Esas dos modalidades tambin coinciden con dos tipos de juicios o interpreta
ciones que se establecen a partir de los puntajes resultantes. AS, podemos identificar evaluaciones
basadas en normas o en criterios.
La evaluacin referida a normas sigue una aproximacin similar a la de las pruebas psicomtricas
estandarizadas; es decir, se compara a un sujeto contra su grupo de referencia (en este caso el gru
po-clase). Dicha evaluacin con pruebas estandarizadas ha recibido, entre otras, las siguientes cr
ticas:
Tales exmenes sirven ms bien para medir capacidades generales y no conocimientos o habili
dades especficos.
La distribucin o curva normal slo ocurre cuando tenemos un nmero amplio de califica
ciones.
Por medio de dicha evaluacin slo se obtiene informacin sobre el grado de acierto a tems o
reactivos respondidos por los alumnos; mientras que la informacin sobre las causas de las
ale la pena que no apro imem un poco a las opiniones que tienen l alumno sobre la
calificad nes, la e aluaci6n en la escuela v I e menes. A pesar de que lo siguiente> estu
dio no fueron realizados en nue tro c nt to, reflejan lo que muchos de los alumnos nos
comentan de manera informal n los pasillos de nuestras escuelas.
Despu de una encuesta aplicada a alumnus de un centr de ba "hillerat , Sancho (1987)
encontr lo siguiente:
10.7., de los t>Sturuantes que contestaron a la encuest.l pensaron que las calificaciones no
servan para nada. L1 m;!} ora parece haber interi rizado el 'alor social de las calificacio
nes e olares.
Sl 6.8'!\) las onsideraba un factor t.~timll]ador de la competiti\ idad con con ecuendas
negati\'a y posith a .
Para casi 1<1 mitad de los estudiantes (-l8 u () las calificadones representaban una frustra
cin, ya que consideraban que no f'Staban en relacin con k)5 e -fuerzo que ell haban
realizado.
Por ltimo, slo una quint.1 parte l~ consideraba un indicador adecuado de 'u pn g rl:'so
l os al umn os, habituados al uso del examen de lpiz y pa pel como lmica estrategia cono
cid para realizar la valuad ' n, terminan ceptndola, aunque con algw1<Loo; condiciones (va
se Vidal, 1 . 4). Segn entre\'istas realizadas a estudiantes de educacin media, las respuestas
<1 las siguientes preguntas fueron:
Para estar seguro de lo que sabes para obtener un ttulo, lo dems es bonito pero falso.
Los globales s, pero los pilrciales no porque despus te lo juegas todo en el final.
Para que los profesore st'pan si tienes capacidad para seguir adelante.
Para lograr por medio de ellos una disciplina y una mayor preocupacin por los estudios.
Creo que es una tontera y lo que hace S que nos desanimemos ms.
Para fastidiar.
Para desmoralizamos.
Las comparaciones y las discriminaciones que se establecen no suelen agradar a los alumnos.
La evaluacin criterial compara el desempeo de los alumnos contra ciertos criterios diseIl.ados
con anterioridad (generalmente plasmados en los objetivos educativos). De hecho, se dice que un
instrumento de evaluacin crikrial se utiliza para estimar el lugar d un aprendiz en relacin con
un domiro (conceptual, procedimental, etctera) que previamente ha sido d efinid o.
En oposicin a las pruebas referentes a normas, las basadas ,,'n criterios son sin dda ms reco
mendables porque, como ya hemos dicho, ev itan los efectos d,' ~JS comparaciones entre alumnos,
dado que stas afectan distintas variables psicolgicas en ellos (por ejemplo, autoconcepto, autoes
tima , expectativas, metas y atribuciones).
Existe la posibilidad de seguir otros procedimientos al es tablecer los juicios interpretativos; por
ejemplo, mediante comparaciones in traindivid uales (el alumno contra s mismo) o con el estableci
miento de los juicios sin partir de criterios tan cerrados o previstos, d ando una orientacin m s
apreciativa y respetando la variabilidad de aprendizajes y las ejecuciones de los alumnos (esta lti
ma depender del tipo de domi.nio o tarea que se vaya a realizar).
Como se sabe, los eximenes estn wnstruidos por medio de un conjunto de reactivos. r nivel
de es tructuracin de estos ltimos influye de manera. importante en el tipo de procesos cognitivos y
de aprendizajes significativos que logran los alumnos.
As, por ejemplo, los reactivos d e alt o iuel de estructul'I7ci como son los de "fals o-verdade
ro" , "correspondencia " y "complementacin", de manera evidente exigen a loc, "lumnos principal
mente el simple reconocimiento de la informacin. Los reactivos de "respuesta breve " o
"completamiento" y los de "opcin mltiple" dc'mandan, por lo general, el recuerdo de la informa
cin (proceso ms sofis ticado que el de recon oci miento), aunque si son adec uadamente elaborados
pueden valorar ni\'eles de comprensin (parafra eo rpproductivo y productivo) y hasta ap licacin
de los conocimien tos.
Gran parte de los reacti\'us pueden responderse d e manera efecti\'a por medio de aprendizajes
memorsticos o poco significativos.
reproduccin impersonal de la
Recuerdo
informacin aprendida)
I
Parafraseo
Elaboracin conceptual
Aplicacin simple
de la informacin
I
Solucin de problemas
Procesamiento profundo
I
(aprendizajes ms significativos:
Anlisis conceptual
elaboracin y construccin
I
de la informacin aprendida)
Reflexin crftica-creativa
Figura 8.1 Clasificacin de 1m tipos d, procesos 'wolllcrados en los rff/(livos dfmro d, " " continllo de ,j'el dr pro((rnmimt".
Todava existen otros dos tipos de reactivos que suelen utilizarse en los exmenes; pero que
demandan una evaluacin cualitativa y no cuantitativa como enlos casos anteriores. Dichos reactivos
son los de "respuesta abierta" y los de "desarrollo de temas". A diferencia de los anteriores, deman
dan actividades de mayor complejidad y procesamiento tales como comprensin, elaboracin con
ceptual, capacidad de integracin, creatividad, habilidades comunicativas, capacidad de anlisis y
establecimiento de juicios reflexivos o crticos.
Es evidente que para calificarlos el docente debe establecer juicios o interpretaciones cualita
tivos que muchas veces suelen estar cargados de dosis de subjetividad. Sin embargo, para garanti
zar un cierto nivel de objetividad en las calificaciones pueden aplicarse listas o catlogos de crite
rios sobre las respuestas o producciones solicitadas, que permitan garantizar mayor fiabilidad .
Podramos intentar, con base en lo anterior, una clasificacin de los tipos de procesos que sue
len ser demandados con las clases de rea ctivos para exmenes (vase figura 8.1). Los reactivos (la
mayora de los estructurados) que demandan como respuesta el simple reconocimiento de la infor
macin, o el recuerdo al pie de la letra, exigen un nivel de significatividad del aprendizaje muy bajo
que puede juzgarse como de aprendizaje o procesamiento superficial. En cambio,los reactivos abier
tos, de solucin de problemas o de temas a desarrollar, que solicitan que el alumno diga con sus
propias palabras lo esencial (parafraseo) o que son elaborados de modo que demanden la aplica
cin y la solucin de problemas, as como el anlisis y/o la reflexin crtica de la informacin apren
dida, valorarn un aprendizaje de mayor significatividad porque exigen que se usen de modo flexible y
funcional.
Por ltimo, vale la pena hacer aqu algunos comentarios sobre uno de los recursos a los que cO,n
mayor frecuencia recurre el profesorado para basar la elaboracin de los reactivos: la taxono~rua
cognitiva de los objetivos propuesta por B. Bloom y cols. Segn dicha taxonoma, elaborad,a a fma
les de los aos cincuenta, se pueden clasificar los objetivos de un progra ma, curso, etcetera, en
funcin de seis niveles de complejidad creciente, a saber:
5. Sintesis: combinacin creativa de partes de informacin enseadas para formar un todo origi
nal.
La taxonoma de Bloom ha sido objeto de numerosas crticas. Se ha dicho, por ejemplo, que tal
clasificacin taxonmica no fue elaborada sobre la base de un modelo terico slido, ni tiene sufi
ciente evidencia emprica que la respalde, debido a esto se cuestiona su validez psicolgica y de
enseanza (vase Biehler y Snowman, 1990; Santoyo, 1986).
2. Varios autores (Furst, 1981; Seddon, 1978) argumentan su rechazo a la jerarquizacin de niveles
planteada en la taxonoITa, y expresan, por ejemplo, que algLffios niveles considerados como
superiores (por ejemplo, la "evaluacin") no necesariamente son ms complejos que otros con
siderados inferiores (los referentes a al "anlisis" y "sntesis").
3. Se ha comentado que la taxonoma no es exha ustiva, puesto que se excluyen algunos procesos
tales como la observacin, la reconstruccin de experiencias, las habilidades lgicas, etctera.
5. Su empleo no necesaiiJ.mente asegura niveles adecuados de con fiabilidad (vase Santoyo, 1986).
Para terminar la seccin sobre los exmenes, a continuacin resumimos algunos de los princi
pales cuestionamientos que stos han recibido:
Sirven ms para la valoracin de los contenidos de tipo declarltivo y menos para los de tipo
procedimental, actitudinal y valoral.
Por lo comn, a los alumnos no se les informa sobre los criterios de evaluacin antes de su uso.
Mapas conceptuales
Son una alternativa interesante para la evaluacin de contenidos declara tivos (Moreira y Novak,
1988; Novak y Gowin, 1988; Ontoria, 1992), Hay qUE' recordar que los mapas son recursos grficos
que permiten representar jerrquicamente conceptos y proposiciones sobre un tema determinado
(vase captulo 5).
' ...ov.:k y Gmv in (ob. cit.) han propuesto varios criterios basados en los procesos y meca nismos
psicolgicos que describe la teora de la asimilacin de Ausubel, para valorar la calidad d e los
mapas construidos por los alurrmos, cuando se decide utilizarlos como una estrategia evaluativa,
Tales criterios son:
Apreciar la validez y precisin semntica de las distint.:s relaciones establecidas entre los con
ceptos involucrados. Esto se refiere a que todas las relaciones sean veraces y estn rotuladas con
el grado de precisin aceptado en el proceso instruccional.
Tomar en cuenta dentro del mapa la densidad (nivel e integracin correcta de conceptos) y las
relaciones cruzadas (relaciones establecidas entre distintas partes del mapa), ya que involucran
procesos de reconciliacin integradora.
La evaluacin por medio de mapas conceptuales puede realizarse seg n tres variantes que
atienden en ma yor o menor medida a cada uno de los aspectos anteriores, a saber:
1. SolicitmzdoSil elaboracill a partir de que el profesor proponga !lila telllltica ge nerala !In collcepto ilU
clear. Con base en una temtica o concepto nuclear se pide a los alumnos que construyan un
mapa con los conceptos y relaciones que ellos consideren para su adecuado desarrollo. Obvia
mente, tanto el concepto nuclear como los involucrados en la construccin del mapa sern prin
cipalmente aquellos que se revisaron en el proceso instruccional.
En este caso es posible valorar al "natural" los distintos aspectos considerados por N ovak y
Gowin; esto es: la forma en que los alLUunos son capaces de evocar una serie de conceptos perti
nentes al concepto nuclear, el modo en que son jerarquizados en nindes de inclusividad, la
precisin semntica con que se les ubica y la habilidad que se manifiesta para establecer las
relaciones apropiadas entre conceptos. Es decir, segn esta modalidad no hay referentes que les
ayuden a elaborar el mapa salvo el concepto nuclear, de modo que el alumno tiene que evocar
los conceptos pertinentes y las relacione". l'x.i stentes entre ellos. Este tipo de estrategi puede
utilizarse en bs tres formas de evaluacin (vase ms adelante); pero es ms recomendable
paril evaluaciones iniciales por diagnosis y prognosis y en la evaluacin sumativa parcial o
final.
2. Solicitll11do Sil elaboracill a partir de UIl grupo o lista de c011ceptos que el profesor propo/le. Para este
caso se sugiere no d ar una lista enorme de conceptos que haga dema siado difcil su t'labora
cin; es menester seleccionar los conceptos que se juzguen apropiados para valorar el tema u
objetivos que interesa evaluar. Esta segunda situacin puede resultar ms fcil que la anterior,
porque los alumnos cuentan con los conceptos a relacionar y no necesitan evocarlos. Por tanto,
el inters debe centrarse en cmo usan los conceptos para organizarlos jerrquicamente y con
qu grado de veracidad y precisin manejan las relaciones semnticas entre los conceptos, En
este CilSO es posible utilizar para evaluacin diagnstica, formativa o sumativa.
3, Dalldo a 105 allll1l1ros la estructura de un mapa conceptual sobre un tema determinado 1) pedirles que
incorporen en l los collceptos que consideren necesarios, Aqu, la estructura del mapa podr estar
identificada por el concepto nuclear y se podr o no proporcionar a los alumnos una lista de los
conceptos involucrados para el llenado del mapa, segn se considere pertinente. El nfasis de
ber ubicarse en verificar si los alumnos son capaces de relacionar los conceptos revisados con
una estructura conceptual que los englobe,
Otras variantes de esta modalidad son: a) presentar un mapa semivaco (un mapa con con
ceptos y ciertos espacios en blanco para ser llenados por otros conceptos) y solicitar que sea
completado, y b) pedir a los alumnos que a partir de varios micromapas (presentados por
el maestro o, en su caso, aquellos que los alumnos hayan elaborado previamente) integren
un mapa (o macromapa) que los incluya especificando las relaciones. En la situacin del inci
so a), evidentemente la evaluacin se basa en gran medida en el reconocimiento y no en el
recuerdo.
El caso b puede ser especialmente til para observar cmo los alumnos han ilprendido
a relacionar las diferentes temticas (por ejemplo, varios ternas del programa) revisadas en
clase, al tiempo que especifican la manera en que stas se relacionan. Cuando se trate del
caso de micromapas que se han venido elaborando en varios momentos instruccionales pre
vios y que han sido guardados, por ejemplo, en un portafolios, se puede solicitar que los alum
nos los integren en un macromapa analizando la creatividad y precisin en las integracio
nes, adems de otros aspectos tales como apreciacin de la jerarqua, precisin conceptual, etc
tera.
Cada una de estas modalidades evaluativas pueden aplicarse en forma individual o grupal y
exigen que los alumnos conozcan y se hayan familiarizado de antemano con la tcnica de elabora
cin de mapas. Tal vez sera mejor si se solicita a los alumnos que los acompaen con una explica
cin escrita (u oral), ya que pueden proveer ms informacin para la evaluacin,
Para la valoracin de los mapas, lo ms recomendable es establecer una serie de criterios en los
que se atienda, segn el tipo de estrategia seleccionada, lo que ms interese evaluar.
Jerarqua
Nivel 1
Nivel 2
conexin
Nivel 3
ejemplo ejemplo
Nivel 4 I I
objeto objeto
Puntuacin de acuerdo con este modelo:
conexin cruzada
Relaciones (si son vlidas) =14
Conexiones cruzadas
(si son vlidas y significativas) 10 X 2 = 20
Ejemplo (si son vlidas) 4x1=4
= 58 puntos en total
(Tomado de Novak y Gowin , 1988).
Modelo De acuerdo con Novak y Gowin (vase figura 8.2), es posible proponer W1
de plm trttlciII de puntaje arbitrario del modo siguiente:
mapas cOJ1ceptTmlcs
2. En el caso de los ejemplos correctos: la mitad del valor que en las relaciones correctas o igual
valor.
3. Para los niveles jerrquicos bien puestos: de tres a diez veces lo que vale W1a relacin correcta.
4. En el caso de las relaciones cruzadas correctas: dos Vf'ces el equivalente a un nivel jerrquico
bien puesto.
Tambin podra obtenerse un coeficiente porcentual con respecto a un mapa conceptual "ex
perto", por ejemplo, con el establecimiento de W1 cociente entre el puntaje total del mapa del alum
no (obtenido por medio de los distintos aspectos mencionados en el prrafo anterior) y el puntaje
total del mapa "experto" (realizado por el profesor) .
o bien, podra establecerse W1a valoracin intraalumno al comparar los mapas elaborados an
tes, durante y despus de la secuencia de enseanza que se quiera evaluar, para determinar el
progreso de la construccin de los aprendizajes. Estos mapas pueden integrarse en un portafolios y
estar sujetos a evaluacin formativa con estrategias de evaluacin docente y autoevaluacin.
Varios autores (Ontoria, 1992; Ontoria, Molina y Luque, 1996) sostienen que los profesores de
ben experimentar sus propios criterios y escalas de pW1tuacin. Para ello, lo importante es saber
qu es lo que se considera ms importante a ser evaluado (pueden tomarse como base los criterios
recomendados en el inicio de esta seccin), en funcin de qu estrategia (cualquiera de las tres
presentadas con sus variantes) y con qu finalidad.
Los mapas tambin sirven como guas de entrevista o de observacin en clase. En este caso el
profesor puede construir primero el mapa (el mapa "experto") y, con base en l, conformar una
entrevista con W1a serie de pregW1tas clave sobre conceptos y proposiciones centrales de una tem
tica. Por medio de las pregW1tas dirigid as a los alumnos individualmente es posible hacer Lma
valoracin de sus concepciones o ideas. Sin duda, este recurso puede resultar muy til para tareas
de exploracin e investigacin, o cuando se considere necesario efectuar un anlisis del manejo que
los alumnos tienen de temticas o conceptos complejos.
9tro tipo de instrwnentos de evaluacin formal son las llamadas pruebas de desempeilo o de ejecllcin.
Estas consisten en el diseo de situaciones donde los alumnos demuestran sus habilidades aprendi
das ante tareas genuinas tales como aplicar una tcnica de primeros auxilios, escribir un texto per
suasivo, ejecutar una pieza musical, hacer W1 experimento, ejecutar una estrategia cognitiva com
pleja, solucionar problemas matemticos, etctera (vase Arends, 1998; Gage y Berliner, 1992).
Puede decirse que esencialmente son situaciones de evaluacin donde interesa que el alumno
ponga en accin el grado de comprensin o significatividad de los aprendizajes logrados. As, se
afirma que intentan valorar el uso fW1cional y flexible de lo aprendido, y que constituyen una alter
nativa interesante a la trdicional evaluacin de lpiz y papel.
AW1que se ha considerado que este tipo de pruebas es muy til para la evaluacin de conteni
dos procedimentales, tambin lo pueden ser para los conceptuales y los actitudinales.
Las evaluaciones del desempeo tienen la ventaja de plantear situaciones menos artificiales
que las propuestas por las pruebas escritas; asimismo, permiten evaluar aspectos que las tpicas
pruebas objetivas simplemente no pueden. De hecho, se considera que este tipo de evaluacin por
medio de tareas autnticas llega a tener mayor sentido para los propios alumnos, quienes, al obser
varse a s mismos como poseedores de una habilidad o destreza que les permite solucionar tareas o
resolver problemas cotidianos, la perciben como algo motivante, que los hace sentirse competentes
y con una sensacin de logro.
A continuacin se presentan algunas carnctersticas deseables que deben tener las tareas involu
cradas en las pruebas de ejecucin (vase Herman y cols., 1992):
Que la tarea demandada represente el contenido y los procedimientos que se esperan conseguir
en los estudiantes.
Que la tarea permita a los estudiantes demostrar su progreso y sus habilidades implicadas.
En la literatura especializada muchas veces aparece que la evaluacin del desempeo es sinni
mo de evaluacin autntica. De hecho, lUlO de los problemas con este tipo de evaluacin es que no
existe lUla terminologa precisa, pues diferentes autores utilizan tambin otras expresiones tales
como evaluacin de portafolios (vase atrs), evaluacin alternativa o evaluacin directa (estas l
timas empleadas para diferenciarlas de la evaluacin con pruebas de lpiz y papeL que se considera
como tradicional e indirecta).
Sin embargo, algunos autores han intentado I.:'stablecer una distincin entre la evaluacin del
desempeo y la evaluacin autntica (vase Arends, 199ti; \1eyer, 1992; cuadro 8.7).
Dos de las crticas ms recurrentes que se han dirigido a la evaluacin del desempeo se refie
ren: 1. a su dificultad de diseo y uso para los maestros, y 2. que aquejan problemas de validez y
confiabilidad.
y evaluacin autntica
Caso 1
Cada lIles de I/ lI1 IJO el distri to escolar " X " rea liza ulla evalllacin directa de escritum. Por cllatro
das todos los es'tll diGl ztes eH los g mdos selecciol/ados participall ell L/ na serie es talldar i: ada de
Ilc t .'idll de~ para prodll cir I/lll es l ms de su cO lI/posicill escri tll. Usa lldo llI L 11 ltl I llI tl 1cllidadost7 I/I l' IZlc
discado, mda dll lo~ ll/ aestro' mfrelltllll a la' e-t lldill ntes a situlldoll e_ de em l ullcilll'oll lIs trIl C
c io l l('~ li/llitadas !I tie/ll po s l ~tT iell te pal't7 qlle ellos escr iall (lra sta 45 II ll lll o~): i ll t rod ll ccill al
ttpico y prt't'scritllra !priilll' r da), elaboraci/l del bormdor (seg zlIldo da), l'e'> isill yedicilI (tl're,r
da ), correccitm6 y ue l"sin fil/tl l (C lla r to da), La ['(>(JIll acilI cIa/'ll Illl'll tc apoya la ell seiitll l:t7 de la
cOl/lpos icill escrita ('is ta COI/ lO UIl proceso.
Caso 2
El distrito ,scola/' " Y" talll bin cO lldu ce 1II1t7 ,mlu acilI de la lO ll/pos icill t'scri ta alllznllllt' llte t'Il el
IIII!S de l/ll lfO , Cada l's tlldiallte tielle llllll asesora con Sil /Ilaes tro pam dcte/'lllllt1r CIU! escrito de 511
portl~fulio; se sometert a propsitos de (,(,alllaci n. Los t'scritos en t::l portafolios 110 Izllll <;ido genem
dos bajo cO ll dicioncs e;:.tandari::.adtls sino , lilas biC/l, repre'it'nttlll el t rn /Jao 11 progre -.) de los stl/
dimItes dumllte el mio lectil'o. Todos los escritos f ucro /! de~a rrol/ndJs por los cst lldia llt('~ CO II el
tie/llpo lI ecesario pam ejeclItar enrla ulla de In.; etapas de la co /llposicin ('su'ita <,isll CO I/l O lll l
proCl.'so.
conductas especficas que sern evaluadas: para demostrar que pueden e~c ribir, los estu
estudiantes ( ... ).
So bre el primer pu nto, hay que acep tar que las pruebas d e desempeo tienen una corta tradi
cin en los escl'nJ rios escolares y m uchos p rofesores no estn familia rizados con ellas . En la medida
en que vayan tomJndo un mayor pro tagonismo y los p rofesores se decid an a p roba r y expl'rimen
tar en s u diseo y uso, paulatinamente s ir desarrollando una experiencia complr tida que mitiga
r el temor q ue se tiene ante lo desconocido. En lo que resp ec ta al seg und o punto, el problema de la
validez p uede resolverse en gran medida si se cuen ta con d istin ta s tareas equi valen tes para valorar
las habilidades y destrezas del dominio de inters (validez de criterio); sobre la cuestin de la con-
fiabilidad se requiere que se definan con claridad los criterios que permitan valorar con precisin
las habilidades, destrezas o caractersticas de los productos. El uso de las rbricas, las listas de
control y las escalas puede contribuir a subsanar adecuadamente muchos de los problemas de con
fiabilidad y objetividad en la evaluacin del desempeo. A continuacin abordaremos el uso de
dichos instrumentos como elementos indispensables para la realizacin de este tipo de evaluacin;
no obstante, hemos querido presentarlas en rubros aparte por derecho propio, para abordarlas con
mayor grado de detalle.
Rbricas
Las rbricas son guas de plmtaje que permiten describir el grado en el cual un aprendiz est ejecu
tando un proceso o lm producto (Airasian, 2001). Algunas de las caractersticas m s importantes de
las rbricas como instrumentos de evaluacin son las siguientes:
De acuerdo con Airasian (ob. cit.) son ocho los pasos para disear y usar las rbricas. Dichos
pasos son presentados a continuacin con un ejemplo ilustrativo (vase Airasian, 2001, p. 264):
1. Seleccione un proceso o producto a ensear. Por ejemplo, las respuestas a preguntas sobre un texto
de una revista en nios de quinto grado.
2. Identifique los criterios de desempeo para el proceso o el producto. Los siguientes son algunos crite
rios a considerar para evaluar las respuestas:
Excelente (3): Respuestas que son muy completas y adecuadas. La mayora de las respues
tas estn apoyadas con informacin especfica de las lecturas e incluyen citas directas. La
estructura de los enunciados es variada y detallada. Los aspectos mecnicos de la escritura
son apropiados, incluyendo la ortografa, el uso de maysculas y la puntuacin.
Bueno (2): Las respuestas son regularmente completas y adecuadas. Dichas respuestas es
tn apoyadas con informacin especfica de las lecturas, La estructura de los emmciados es
variada. Los aspectos mecnicos de la escritura son generalmente correctos, incluyendo
ortografa, uso de maysculas y pw1tuaciones.
Necesita mejorar (1): Las respuestas son de parcial a completamente adecuadas. Estas res
puestas requieren estar apoyadas con ms informacin especfica de la lectura. La estructu
ra de los enunciados es variada. Los aspectos mecnicos de la escritura precisan de mejoras
en lo que respecta a la ortografa, el uso de maysculas y la puntuacin apropiada.
Pobre (O): Las respuestas son inadecuadas o apenas esbozadas. La estructura de los enun
ciados con frecuencia es incompleta. Los aspectos mecnicos de la escritura requieren de
una mejora significativa,
Un aspecto clave para el uso y diseo de las rbricas radica en la definicill de los niveles de
ejecucin. Para poder establecer niveles de desempeo apropiados se requiere que los criterios estn
claramente establecidos, y que a partir de ellos se vayan definiendo modos graduales en que stos
puedan manifestarse, desde un estado inferior en que no sea posible cumplirlos hasta un estado
superior en que se satisfagan adecuadamente (comprense al respecto los cuatro niveles de ejecu
cin del ejemplo, por los criterios que expresan) ,
Como se seala en los pasos 4 y S, los criterios de ejecucin definidos en los objetivos pueden
ser identificados por medio de una ejecucin "completa o experta" (compuesta de varios criterios
de ejecucin) a la que se quiere llegar, y a partir de al se pueden ir graduando diferencias en la
forma de ejecutarlo de modo que se identifiquen avances y progresos en los procesos y/o los pro
ductos del desempeo que interesa evaluar.
Existen dos mtodos bsicos de evaluar con rbricas: holstico y el analitico (Airasian, 2001). El
holstico se emplea sobre la ejecucin completa de un alumno usa~do todos los criterios de ejecu
cin (en el ejemplo anterior se aplic una evaluacin de tipo holistica). En cambio, la evaluacin
analtica se utiliza para valorar a partir de cada criterio de ejecucin sealado en la rbrica; es decir,
cada criterio de forma separada usando los diferentes niveles de ejecucin ya determinados. Por
ejemplo, en el caso de los dos primeros criterios puestos en el ejemplo, una forma de evaluar anal
ticamente sera:
Primer criterio
3 o generalmente
2 o parcialmente
1 o incipientemente
O o rara vez
B o parcialmente
C o casi nunca
Ntese que para cada criterio es posible utilizar niveles con cdigo alfabtico, numrico o des
criptivo.
Para finalizar, las rbricas pueden ayudar a los maestros y a los alumnos de las siguientes
formas (Airasian, 2001 , p . 268):
Contar con argumentos para la evaluacin debido a criterios y niveles de desempeo cla ros .
Proveer descripciones del desempeo del alumno que sean informativas a padres y alunmos.
A los n/lln11l0S n:
Aplicadas conjuntamente con las pruebas de desempeo, las listas de control y las escalas pueden
utilizarse para realizar observaciones en aulas de distinto tipo, e igualmente como recursos para
dirigir la atencin a los aspectos relevantes (Herman y cols., 1992; TenBrink, 1993).
Estos instrumentos, al igual que las rbricas, pueden servirle al profesor para determinar el
grado de adecu acin con que las ejecuciones involucradas en las tareas o situaciones de prueba
estn siendo realizadas por los aprendices.
Las listas de control son instrumentos diseados para es timar la presencin o nllsf' llcin de una serie
de caractersticas o atributos relevantes en la ejecucin (por ejemplo, el manejo de un instrumento,
produccin escrita, aplicacin de una tcnica quirrgica, etctera) y/ o en el producto (dibujos , pro
ducciones escritas, diseos grficos, etctera) realizados por los alumnos.
3. Establecer un orden lgico esperado con base en la aparicin y secuencia de las actividades
involucradas en la ejecucin; el orden puede no ser tan estricto para el caso de la eva luacin d e
productos.
Se recomienda adems que la lista de control no sea muy extensa, que los tems sean enunciados
con claridad y se cen tre n en l pectos relevantes, y que se deje n espacios entre reactivos, para aii.adir
algunos comentarios adicionales posibles sobre la naturaleza de la accin o d el procedimiento rea
lizado y/o del producto final.
R.egistre si
Procedilllien to se observa COII/elltarios
Tipo de estrategia
seleccionada
Utilizacin correcta
del equipo
Medicin adecuada
Umpieza despus dl
e, perimento
Si bien las listas de control permiten obtener informacin til sobre la presencia o ausencia de
determinados atributos de las ejecuciones o productos, no proporcionan informacin de naturaleza
cualitativa sobre la forma en que han sido realizados. Las escalas aportan alternativas para la solu
cin de este problema.
Podemos definir las escalas como instrumentos que permiten establecer estimaciones cualitativas
dentro de un continuo sobre ejecuciones o productos realizados por los alumnos.
Dentro de las escalas se pueden distinguir varios tipos: escalas formales de actitudes (Likert,
Thurstone, Guttman), escalas tipo diferencial semntico, escalas de estimacin y escalas de produc
cin escolar (Bisquerra, 1989). Cada una de ellas tiene importantes aplicaciones en los escenarios
educativos; aunque sin duda son relevantes las dos ltimas. Su elaboracin es, por supuesto, ms
compleja que la de las listas de verificacin, aunque pueden seguirse bsicamente los mismos pasos
necesarios para el diseo de stas, pero se agrega la confeccin de escalas-continuo para cada di
mensin relevante de la ejecucin o producto que interese evaluar (vase cuadro 8.9) .
Los continuos de las escalas pueden tener distintos puntos o segmentos donde pueda calificar
se la caracterstica o dimensin particular de que se trate, y ubicarla entre dos polos: uno positivo y
otro negativo. Para ello, no existe una regla preestablecida; pero al menos pueden hacerse las si
guientes sugerencias:
Que los puntos sean siempre m s de dos (una escala de cinco o incluso siete puntos es ms
confiable).
de los aprendizajes
El nmero de puntos depender del tipo de decisiones que se desee tomar con los estudiantes
para la conducta, procedimiento o proceso a evaluar.
El nmero de puntos deber permitir identificar diferencias claras para establecer algn tipo de
comparacin (intraalumno, intergrupo, etctera).
Las escalas tambin pueden ser utilizadas por los alumnos (u otras personas involucradas, por
ejemplo: padres, hermanos, etctera) y no slo por los profesores. Para ello es necesario asegurarse
de que la escala propuesta est bien diseada (que tengan suficiente claridad en sus reactivos o
(tenzs, en sus continuos-escalas, en sus opciones, etctera).
No deseamos terminar esta seccin sin haber incluido un cuadro integrador basado en Her
man, Aschbacher y Winters (1992), en el que se exponen las tendencias y nuevas propuestas
que han aparecido en los ltimos aos sobre la evaluacin de los aprendizajes escolares (vase
cuadro 8.10).
TIPOS DE EVALUACiN
Cada una de estas tres modalidades de evaluacin deben, de hecho, considerarse como necesa
rias y complemelltarias para una valoracin global y objetiva de lo que est ocurriendo en la situacin
de enseanza y aprendizaje.
En seguida haremos una descripcin concisa sobre cada uno de los tipos de evaluacin mencio
nados a partir de las tesis plasmadas en la seccin anterior.
EVALUACiN DIAGNSTICA
Cuando se trata de hacer una evaluacin de inicio a un grupo o a un colectivo se le suele deno
minar prognosis, y cuando es especfica y diferenciada para cada alumno lo ms correcto es llamarla
diagnosis Gorba y Casellas, 1997).
La evaluacin diagnstica tambin puede ser de dos tipos: inicial y puntual (Rosales, 1991).
Evaluacin diagnstica i/licial. Entendemos por evaluacin diagnstica inicial, la que se realiza de
manera nica y exclusiva antes de algn proceso o ciclo educativo amplio. Para la evaluacin
REGULACiN
diagnstica de tipo macro, lo que interesa es reconocer especialmente si los alumnos antes de iniciar
un ciclo o un proceso educativo largo poseen o no una serie de conocimientos prerrequisitos para
poder asimilar y comprender en forma significativa los que se les presentarn en el mismo. Otras
cuestiones complementarias que tambin se evalan, por su importancia para el aprendizaje, son el
nivel de desilrrollo cognitivo y la disposicin para aprender (afectivo-motivacional) los materiales o
temas de aprendizaje (Luchetti y Verlanda, 1998)
La eva luacin diagnstica inicial se ha entendido en una doble interpretacin quiz, por encon
trarse asociada con dos referentes tericos distintos (Miras y Sol, 1990).
Una primera illterpretacill la define como aquella que se realiza con la intencin de obtener
informacin precisa que permita idelltificar el ~ rado de adecuaci de la s capacidades cngl/itiva s gencrales
y especificas de 105 estudiantes, ell relacill eOll el prograllla pedaggico al qlle se vall a illcorporar.
1. Los que manifiestan que los alumnos son cognitivamente competentes y pueden, en conse
cuencia, ingresar sin ningn problema al proceso escolar correspondiente.
2. Aquellos otros donde un nmero significativo de los alumnos demuestran no poseer las aptitu
des cognitivas mnimas necesarias para abordar con 'x ito el proC' o, para lo cual, a su yez, e
suelen tomar dos tipos de medidas:
a) Modificar la programacin impuesta tanto como sea posible para que haya una mejor ade
cuacin entre la capacidad cognitiva y el programa escolar.
b) Que los alumnos participen en algn curso o en una serie de lecciones preliminares de
carcter propedutico o remedia!, o que se les excluya del ingreso al ciclo educativo.
Cuando despus de aplicar la evaluacin diagnstica (sea por prognosis o diagnosis) nos en
contramos en la situacin 1, se considera que es innecesario realizar adaptaciones en el programa
curricular al cual ingresarn los alumnos. Con base en tales resultados, se tendrn razones suficien
tes para considerar que los alumnos se sintonizarn adecuadamente con el programa escolar tenta
tivo, y se podr partir de que stos poseen los prerrequisitos (conocimientos previos pertinentes,
habilidades cognitivas de lffi determinado estadio de desarrollo) necesarios para el logro de apren
dizajes posteriores a incluirse en el arreglo programtico.
Respecto de la situacin 2, las decisiones que pueden tomarse son de naturaleza pedaggica
y / o social (sobre todo en la opcin del inciso b). En la opcin del inciso a, la propuesta estriba en
hacer un ajuste didctico vlido consistente en la modificacin del programa (por ejemplo, incluir
el aprendizaje de los prerrequisitos faltantes al inicio del mismo u otras acciones pedaggicas alter
nativas en funcin de las capacidades cognitivas manifestadas por los alumnos).
Dicho ajuste pedaggico, sin duda, permitir que los alumnos, al ingresar al ciclo o proceso de
enseanza, encuentren un grado mayor de significatividad psicolgica y lgica de los contenidos
curriculares reorganizados, y que ello repercuta de forma positiva en su rendimiento y aprendizaje
escolar. Evidentemente, la decisin en este caso es exclusivamente pedaggica porque las decisio
nes tomadas a partir de la evaluacin repercutirn sobre los procesos de aprendizaje de los alum
nos.
Hay que recordar que para realizar lo anterior debe partirse de la idea de sostener una postura
flexible sobre la organizacin de los programas o planes de enseanza para hacer, en lo posible,
algunas modificaciones tratando de atender a la diversidad de los allU11nos (Oruubia, 1993).
Aun cuando no sea la mayora de los alumnos sino ms bien una minora quienes no posean los
saberes prerrequisitos, pueden proponerse algunas actividades adaptativas compensatorias (expe
riencias pedaggicas o ejercicios de recuperacin y/o prctica sobre los prerrequisitos faltan tes) sin
necesidad obligada de incluir al grupo-clase en su totalidad.
Hay que tener presente que los conocimientos previos que registren los alumnos al inicio de un
ciclo asumen las siguientes tres formas distintas:
2. Conocimientos previos desorganizados y / O parcia lmente relacionados con los nuevos que ha
brn de aprenderse.
Los tres tipos de conocimiento previo exigen estrategias didcticas distintas Yt de cualquier
manera, es necesario que el profesor los identifique utilizando distintos instrumentos evaluativos,
pues todos son tiles de una u otra forma para ayudarle al alumno a construir sobre ellos, o con
ellos, los contenidos escolares.
AS, una tarea prioritaria para toda actividad de enseanza radica en que el profesor identifique
la naturaleza de los conocimientos previos pertinentes (sin duda los ms tiles por su relacin con
los temas o contenidos nuevos) que poseen los alumnos luego de diagnosticarlos (y activarlos) por
medio de una tcnica O i.nstrumento evaluativo sensible a ellos, y que luego estos conocimientos
puedan ser recuperados intencionalmente en el proceso de enseia nza para establecer relaciones significativas
con la informacin nueva a aprenderse (Miras, 1993).
Evaluacin diagnstica pUlltual. Debe entenderse como una evaluacin que se realiza en distintos
momentos antes de iniciar una secuencia o segmento de enseanza perteneciente a un determinado
curso.
Est claro que la funcin principal de la evaluacin diagnstica puntual consiste en identificar y
1ltilizar contin1lamente los conocimientos previos de los all/mnos luego de que se inicia una clase, tema,
unidad, etctera, siempre que se considere necesario. Tambin llega a coadyuvar en el grado de
ajuste de la programacin a nivel micro, por ejemplo, de las sesiones o de temas particulares.
Qu y cmo hacer las eval1laciones diagnsticas? En primer lugar, como aclara Jorba y Ca sellas (1998),
los objetos de la evaluacin diagnstica inicial estarn determinados por un anlisis lgico de los
contenidos (disciplina, asignatura, mdulo, etctera) del programa de que se trate, y un anlisis
psicopedaggico de cmo y cul es la mejor manera de que stos sean aprendidos. As podrn
identificarse para un determinado programa escolar (o para varios dentro de una propuesta curricular
amplia) cules son los prerrequisitos (conocimientos y procedimientos previos, nivel de desarrollo
cognitivo, etctera) sobre los que se habr de dirigir la evaluacin.
Para el caso de la evaluacin diagnstica puntuaL el anlisis ser mucho menos formal y corre
r a cargo del docente, quien tiene la ventaja de interactuar directamente con los alumnos, cono
ciendo con cierta profundidad el programa.
En seguida se proponen seis pasos para realizar una evaluacin diagnstica formal (vase
Luchetti y Berlanda, 1998):
1. Identificar y decidir qu contenidos principales son los que se proponen para el ciclo/unidad
temtica.
2. Determinar qu conocimientos previos se requieren para abordar / construir los contenidos prin
cipales propuestos en el paso anterior. De los dos primeros pasos se podra construir una tabla
como la del cuadro 8.11 que sirva para integrar la informacin:
CUADRO 8.11
COl/tellidos propuestos
tell ta t mlllcn tc COllOcill l iClztos
. .
ell el programa prel'/05 l1t'ce ~ Inos
4. Aplicar el instrumento.
Cabe sealar que la exploracin realizada en los dos tipos de evaluacin diagnstica no slo
d ebe ceirse al caso de los conocimientos declarativos, sino que puede extenderse tambin a otros
tipos de saberes previos que poseen los alumnos, como por ejemplo: expectativas y metas previas,
habilidades y estrategias pre\ias, actitudes previas, etctera.
Tcnicas informales: observacin (por medio de listas de control), entrevistas, debates, exposi
cin de ideas.
Los cuestionarios abiertos o cerrados y de redes sistmicas son ms difciles de construir que los
cuestionarios KPSI. Consisten en pruebas elaboradas a partir de los contenidos prerrequisito, para
saber cules conocen los alumnos y en qu grado. Tambin pueden identificarse estrategias, modos
de razonamiento, hbitos y actitudes asociadas (cuadro 8.13).
A continuacin tienes una lis ta d e unos cua nt os materiales metlicos y plsticos (columna
\'ertical ) y d e cada uno de ellos se preg unta sobre s u aspecto, propied ad es y aplicaciones
(filas h orizon tales).
En cada uno d e los tems debes escribir un nmero seg n el sig uiente cdigo:
1 = No lo s.
2 = Lo s Wl poco,
3 = Lo s ba tante bien.
4 = Lo s bien.
5 = Lo podril explicar a otra persona .
Los sabras
distingllir por Sil Conoces SI/S COl1oces _liS
Materinle5 ASPECTO? PROf1IEDADES ? APLICACiON ES ?
FWldicin ,
I
Acero
Bronce
Liltn
Aluminio
Celuloide
Poliuretano
Fenlico
Aminoplstico
Poli\"inilo
Polietileno
Polister
Aade otr !> materiales que cree que d bera 'onocer o ll u t interesara conocer:
Parrilla de resultados
Aspecto Propiedades
Materiales
4 5 1 2 3 4
1 2 3 5
Fundicin 14 7 3 3 1 14 9 4 1 O
Acero 1 9 9 7 2 2 14 8 4 O
Bronce 4 510 5 4 7 13 5 3 O
Latn 9 12 1 3 3 15 18 2 3 O
Aluminio 1 2 11 9 5 2 11 8 6 1
Celuloide 14 9 2 3 O 19 8 1 O O
Poliuretano 24 1 1 2 O 25 1 2 O O
Fenlico 28 O O O O 27 1 O O O
Aminoplstico 24 4 O O O 24 4 O O O
Polivinilo 23 5 O O O 27 1 O O O
Polietileno 27 1 O O O 26 2 O O O
Polister 25 3 1 O O 24 4 O O O
Aplcaciones
1 2 3 4 5
Fundicin 11 8 5 3 1
Acero 1 9 11 6 1
Bronce 3 12 9 2 2
latn 8 15 3 2 O
Aluminio O 3 17 5 3
Celuloide 16 7 4 O 1
Poliuretano 23 2 3 O O
Fenlico 28 O O O O
Aminoplstico 25 3 O O O
Polivinilo 25 3 O O O
Polietileno 25 2 1 O O
Polister 21 S 2 O O
Cobre (10), oro (9), plata (9), hierro (6), titanio (5), cermica (5), platino (3), zinc (3),
estao (3), vidrio (3), ni10n (3), metaailato (2), aomo (2), vanadio (2), fibra de vidrio (2),
plstico (2), madera (2), roca (2), p e, baque1ita, barro, cemento, yeso, goma, polister,
diamante, cuarzo, grafito, mercurio y plutonio.
Hoy nos plantearemos algunos de los aspectos que podemos conocer sobre la luz y sobre
los fenmenos que estn relacionados con ella . No lo podremos estudiar todo en este
tema. Al final de la actividad concretaremos los aspectos que trabajaremos.
1) Seguramente habris observado muchas veces que en los das soleados, vuestro cuer
po proyecta una sombra en el suelo.
a) Cuando el Sol est detrs vuestro, dnde est vuestra sombra Por que? Hacer
un dibujo que lo explique.
Explicar con detalle qu pasa entre sus ojos, la lmpara y el libro. Podis hacer un esque
ma y todo aquello que os ayude en vuestra explicacin.
Red sistmica
Cdigo All/mnos
La 50mbra es t:
D elante 1
Detrs 2
Aliado 3
Razones:
El cuerpo no deja pasar la luz del Sol 4
Otras 5
Razones de las 9 h:
El Sol est ms bajo 8
Otras 9
No lo justifica 10
Razolles de las 12 h:
Hace ms luz, es ms intensa 11
El Sol est ms alto 12
Otras 13
No lo justifica 14
Esquema:
Luz de la lmpara al libro, y de la lmpara alojo 15
Luz entre el ojo y el libro, sin indicar direccin 16
Otros tipos de dibujos 17
No dibuja ningt"m esquema 18
Ideas:
La luz viaja:
- Se refleja desde el libro alojo 19
- Entra en el ojo 20
- Otras 21
No se refiere al camino que sigue la luz:
- El sentido de vista nos permite ver 22
- La luz de la lmpara permite ver 23
- Otras 24
11lcodificables 25
Cdigos
NOM BRE
A LUMNOS 1 2 3 4 5 6 7 8 9 10 11 12 13 14 15 16 17 18 19 20 21 22 23 24 25
1 x x x x
2 x x x x x x
3 I X X X X X
I
4 x x x x x x
5 x x x x x x
6 x x x x x X
I
7 x x x 'x x
8 x x x x
9 x x x x x 'x
10 x x x x x
11 x x x x x x
12 x x x x x
13 x x x x x
14 x x x x x x
15 x x x x x x
16 x x x x x x
17 x x x x x x
18 x x x x x x
TOTA LES 17 O 1 8 5 9 8 3 4 2 -l O 3 1 1 1 O 16 O O O 1 11 1 2
Depen diend o de la finalida d d iagn stica para la que se q uiera evaluar, algunos ins trumentos o
tcnicas p ro porcionarn informacin m s valiosa que o tros . Sin embargo, tambin algunos son de
elaboracin y calificacin m s costosas q ue otros . En ocasion es bas tar con una observacin guiada ;
en otras, con una entrevista; mientras que en o tras situac iones ser necesario utilizar una tcnica
ms formal.
Desd e el punto de vis ta d el alumno, la aplicacin de las evaluaciones d iagns tica inicial y pun
tual puede ayudarle en v arios sentidos: a tomar con cien cia d e s us conocimientos previos, a conocer
qu es lo que realmen te sabe y qu es lo que crea saber y p or d esgrac ia n o fu e as; a recon ocer sus
modos d e razonamiento y los obs tculos o dificultad es que tiene p ara comprender cier tos tem as; en
fin, la evaluacin d iagns tica le permite tomar conciencia del lugar en q ue se encuen tra d e cara al
programa o tema que va a enfrenta r.
Por otro lado, pueden crear en los alunmos una serie de expectativas sobre lo que a continua
cin se va a aprender (Shuell, 1988), lo cual, a su vez, contribuye sensiblemente en proporcionarles
un contexto (set) que repercuta de modo favorable en la atribucin del sentido de los aprendizajes
que posteriormente irn consiguiendo,
No debe perderse de vista el hecho de que los resultados de las evaluaciones previas muchas
veces degeneran en prejuicios o expectativas negativas, que afecten sensiblemente la forma de con
ducirse del profesor con determinados alunmos (proporcionndoles mayor o menor atencin, inte
rs, etctera, segn sea el caso, en forma discriminada; vase, por ejemplo, el "efecto pigmalin" y
las profecas de autocumplimiento revisados en el captulo sobre motivacin).
Evaluacin formativa
Esta forma de evaluacin es aquella que se realiza concomitantemente con el proceso de enseanza
aprendizaje por lo que debe considerarse, ms que las otras, como una parte reguladora y consus
tancial del proceso. La finalidad de la evaluacin formativa es estrictamente pedaggica: regular el
proceso de ensea nza-aprendizaje para adaptar o ajustar las condiciones pedaggicas (estrategias, acti
vidades) en servicio del aprendizaje de los alunmos (Allal, 1979; Jorba y Sanmart, 1993; Jorba y
Ca sellas, 1997). Este tipo de evaluacin, como ya lo preconizara desde los sesenta M, Scriven, parte
de la idea de que se debe supervisar el proceso del aprendizaje, considerando que ste es una acti
vidad continua de reestructuraciones producto de las acciones del alunmo y de la propuesta peda
ggica. Por tanto, no importa tanto valorar los resultados, sino comprender el proceso, supervisarlo
e identificar los posibles obstculos o fallas que pudiera haber en el mismo, y en qu medida es
posible remediarlos con nuevas adaptaciones didcticas in situ .
Tambin importan los "errores" cometidos por los alunmos, que lejos de ser meramente sancio
nados son valorados (vase Astolfi, 1999; vase cuadro 8.14 sobre concepcin de los errores desde el
punto de vista constructivista), porque ponen al descubierto la calidad de las representaciones y
estra tegias construidas por ellos, as como lo que a stas les faltaran para refinarse o completarse en
el sentido instruccional propuesto.
Quisiramos compartir con el lector un extracto de un artculo de Allal (1979), donde se expresa
de manera muy clara lo que hemos intentado decir en los prrafos anteriores:
En una evaluacin formativa se intenta ante todo comprender el funcionamiento cognitivo del alumno
frente a la tarea propuesta. Los datos de inters prioritarios son los que se refieren a las representaciones
que se hace el alumno de la tarea y las estrategias o procedimientos que utiliza para llegar a un determinado
resultado, Los "errores" son objeto de In estudio particular en la medida en que son reveladores de la natura
leza de las representaciones o de las estrategias elaboradas por el alumno (las cursivas las hemos aadido
nosotros),
En la evaluacin formativa , tambin existe un inters por enfatizar y valorar los aciertos o lo
gros que los alumnos van consiguiendo en el proceso de construccin, porque se considera que
En un interesante texto sobre la concepcin de los errores desde el punto de \'isra constructivista,
J. P. Astolfi (1999) seala lo siguiente:
"Los modelos COllstructivista ... se esfuerzan... por no eliminar el error y darle un esta tus
mucho ms posjtivo. Puntualicemos: el objeti que se persigue es llegar a erradicarlos en las
producciones de los alumnos, pero se admite que, como medio de conseguirlo, hay que dejar
que aparezcan -incluso provocarlos-- si se quiere llegar a tratarlos mejor ... En los modelos
constrllctivistas los errores no se consideran faltas condenables ni falLos de programa lamenta
bles: son sntomas interesantes de los alumnos. 'Vuestros errores me interesall', parece pensar el
profesor, ya que estn en el mismo centro del proceso de aprendizaje que se quiere conseguir
e indican los progresos conceptuales que deben obtenerse" (p. 14, las cursivas son del autor).
Astolfi (ob. cit.) en su discusin propone el siguiente cuadro que nos permite distinguir la
forma tan diferente de entender los errores desde el punto de vista de los modelos tradicional
transmisivo, conductista y constructivista.
"noimportaquismo"
castigarlo
Modalidades de evaluacin formativa. Son tres las modalidades de evaluacin formativa que se em
plean para que ocurra la regulacin del proceso enseanza-aprendizaje (vase Jorba y CaseUas
1997): '
Regulacin interactiva
Regulacin retroactiva
Regulacin proactiva
Por medio de los distintos intercambios y las estrategias discursivas que usan los enseantes en
el aula (vase captulo 5) es posible observar y dar seguimiento a las representaciones construidas
por los alumnos. El profesor observar e interpretar lo que dicen y hacen los alumnos, decidir el
uso de ciertas estrategias tales como confirmaciones, repeticiones, rechazos, elaboraciones; har
recapitulaciones; propondr ejemplos alternativos; o incluso decidir el uso de ciertas estrategias
de enseanza, para mejorar la organizacin de la informacin, para mejorar la codificacin, etc
tera.
Este tipo de regulacin se realiza principalmente mediante tcllicns de evaluacin de tipo informal
(observaciones, entrevistas, dilogos), ya sea por medio de la evaluacin, de la coevaluacin con el
profesor, y de la autoevaluacin y la evaluacin mutua con otros compaeros.
En la regulacin retroactiva los resultados arrojados por la evaluacin puntual demuestran que
algunos alumnos no han logrado consolidar ciertos aprendizajes, y la regulacin retroactiva preten
de constituir una nueva oportunidad de actividades de refuerzo, para ayudar a solventar las difi
cultades encontradas. Tambin puede ser el caso de que el profesor suponga su necesidad, dadas
ciertas evaluaciones realizadas, por considerar que no se ha logrado consolidar el aprendizaje sufi
cientemente bien en el episodio pedaggico ya consumado. Dos opciones para proporcionar la
regulacin son: a) repetir los ejercicios ya elaborados por todo el grupo clase, o b) repetir el proceso
de forma simplificada. o obstante, Jorba y Casellas (1997) sealan que otra opcin puede ser la
que se describe en los pasos siguientes: a) se designa una hora semanal para tareas de regulacin;
b) en esta hora , se convoca a los alumnos agrupados por tipologas de dificultades; c) se realizan
entrevistas en las que se identifican las dificultades, y se negocian las formas de regulacin ms
apropiadas (esto puede hacerse por medio de un contrato didctico).
La regulacin proacliva est dirigida a prever actividades futuras de instruccin para los alum
nos, con alguna de las dos intenciones siguientes: lograr la consolidacin o profundizacin de los
aprendizajes, o bien, buscar que se tenga la oportunidad de superar en un futuro los obstculos que
no pudieron sortearse en momentos anteriores de la instruccin.
Las regulaciones proactivas son adaptaciones sobre lo que sigue; es decir, operan "hacia ade
lante". En el caso de los alumnos que no tuvieron problemas en la secuencia inmediata anterior, se
pueden reprogramar nuevas actividades para ampliar lo aprendido; y para aquellos que encontra
ron ciertos obstculos, se pueden proponer actividades especiales que no ofrezcan dificultades adi
cionales (sobre todo si estn relacionadas) para que progresen con mayor facilidad.
La figura 8.4 muestra una propuesta de Allal (1988, citado por Jorba y CaselIas, 1997), donde se
integran los tres tipos de evaluacin formativa de una manera esquemtica.
-_
La regulacin interactiva constituye la modalidad por excelencia de la /:?lJalllacill fOr/nat iva; mien
tras que las regulaciones retroactiva y proactiva son recursos alternativos que en un momento de
terminado pueden y deben utilizarse cuando la primera no ha funcionado adecuadamente por
diversos factores (sea porque el grupo es demasiado extenso o porque no haya podido realizarse
una regulacin interactiva continuada) .
Para proporcionar los distintos tipos de regulacin se requiere del uso de formas alternativas de
evaluacin, Los profesores mucha s veces comentan que evaluar formativamente es muy costoso y
casi impracticable; sin embargo, Jorba y Casellas (1997) aducen que deben tomarse en cuenta dos
cuestiones:
Para la evaluacin formativa debe buscarse un equilibrio filtre la illtuicin ((orll/as de e'ualllacin
informal) y la illstrll1nentacin (fo rmas de evaluacin semiformal o forma/). En el caso de la regulacin
interactiva, sta se encuentra en muchas ocasiones integrada en el acto de enseanza.
Deben buscarse tambin estrategias didcticas alternativas que faciliten la evaluacin forma ti va.
Existen otros mecanismos de regulacin adicionales a la evaluacin formativa: la autorregulacin
de los aprendizajes realizados por los alumnos y la interaccin social con sus pares.
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Figura 8.4 Descripcin ~!qu(m,itiCl1 de una posiblt aricul"cn di- Ia.s m's modlJlidadrs ' r1!gu/cin.
AS, tomando como base las aportaciones de Nunziati (1990, citado por eoil y Martn, 1996), la
evaluacin formadora consiste en ayudar a que el alumno aprenda, desde la heterorregulacin
evaluadora del docente, a apropiarse de los criterios para aprender a autorregularse en su evalua
cin y en su aprendizaje. La evaluacin formadora es una propuesta para lograr el traspaso de la
responsabilidad de la evaluacin y del aprendizaje por medio de estrategias e instrumentos de
autoevaluacin (Marchesi y Martn, 1998; Quinquer, 1999) (figura 8.5).
LO MEJOREN PROGRESIVAMENTE
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Son elementos clave del proceso
de las REPRESENTACIONES
La evaluacin mutua: que se refiere a las evaluaciones de un alumno o un grupo de alumnos que
pueden hacerse sobre las producciones de otros alumnos o grupos de alumnos.
Ahora bien, cmo hacer que los alumnos aprendan a regular su propia actividad evaluativa?
(figura 8.5). Segn Jorba y Casellas (1998) es necesario que se trabajen en el aula los siguientes
aprendizajes:
1. Que se comuniquen los objetivos y que se compruebe la representacin que los alumnos hacen
de ellos, lo cual quiere decir que los alumnos necesitan conocer cules sern los propsitos
educativos y, dentro de ellos, los criterios principales que guan la enseanza y la evaluacin
(vase captulo 5 donde se argwnenta a favor de los objetivos como estrategias de enseanza).
La apropiacin de los objetivos que se desea alcancen los alumnos, por medio de una negocia
cin constante fincada en la comunicacin, coadyuvan a que ellos vayan comprendiendo el
porqu y el cmo de las evaluaciones y de la regulacin, ya sea cuando stas sean iniciadas por
el docente o por ellos mismos.
2. Que se logre que los alumnos vayan dominando las operaciones autorreguladoras de anticipa
cin y planificacin de las acciones. En el captulo 6 veamos la importancia de la actividad de
planificacin metacognitiva (identificar el problema o la meta, predecir resultados, generar un
plan estratgico, y representar y anticipar las acciones) como central para el proceso global de la
autorregulacin. Asimismo, destacamos la importancia no slo de la planificacin, sino tam
bin de la supervisin de las operaciones y del proceso global. Se sabe que los alumnos que son
capaces de desarrollar estas habilidades autorreguladoras son ms eficaces en su aprendizaje;
igualmente, se tiene conocimiento de que tales habilidades son aprendibles por mediacin de
alguien que sabe ms (que puede modelarlas y mostrarlas en forma visible).
3. Que los alumnos se vayan apropiando de los instrumentos y criterios de evaluacin que usan
los profesores. Es deseable que los docentes compartan con los alumnos cules son los criterios
que usarn para evaluar sus aprendizajes, para que vayan comprendindolos y progresiva
mente hacindolos suyos (de hecho importa verificar que los que logren representarse sean
aquellos que el profesor quiso comunicar). Existe evidencia de que los alumnos que mejor in
terpretan los objetos, y los criterios de evaluacin que al profesor le interesa tomar en cuenta
para la evaluacin, son aquellos que mejor salen adelante en las evaluaciones, porque muy
probablemente autodirigen su actividad de aprendizaje en funcin de ellos.
Para el caso de la apropiacin del uso de los instrumentos, las actividades de autoevaluacin,
coevaluacin y evaluacin mutua son imprescindibles.
Cmo hacer la evaluacin formativa? Consideramos que la evaluacin formativa tal y como acaba de
ser descrita y gracias a los aportes de los investigadores francfonos (Allal, NW1.Ziati, Cardinet,
BoruUol, etctera), se ve enriquecida por los aportes que propone el marco constructivista, y que de
alguna manera la colocan en un primer plano dentro de todo el proceso de enseanza yaprendiza
je, pues llega a ser parte integral de ste.
1. Los procesos de construccin realizados por los alurrmos sobre los contenidos escolares, para
saber si se encuentran en el camino sealado por las intenciones educativas.
2. La eficacia de las experiencias y estrategias pedaggicas que el profesor ha planeado y/o ejecu
tado durante el proceso mismo , en relacin con el aprendizaje de los alwnnos, y que tiene como
finalidad que stos logren en forma autnoma el manejo de los contenidos. o debemos olvi
dar que la evaluacin formativa es una actividad imprescindible para realizar el ajuste de la
ayuda pedaggica, tan necesaria para el logro de una enseanza verdaderamente adaptativa.
El ajuste pedaggico en servicio de la actividad constructiva de los alurrmos no ser posible si
no se realizan actividades continuas de observacin y vigilancia para saber si se est logrando o
no lo que se planific en un principio y si estn ocurriendo los progresos en el aprendizaje en la
direcci n esperada. Cuando gracias a dicho seguimiento que permite la evaluacin formativa
se tienen elementos suficientes para considerar que las actividades, experiencias y estrategias
de enseanza no estn resultando lo suficientemente efectivas de acuerdo con lo esperado, se
requerir de la orquestacin y arreglo de ciertas ayudas o ajustes en la actividad docente.
Para la realizacin de la eva luacin formativa pueden utilizarse los tres tipos de tcnicas mencio
nadas en el apartado anterior. Algunas d e las que mencionamos en la evaluacin informal y semiformal
resultan de pLlrticular importancia para episodios didcticos br ves y para la forma continua de
implementacin. Por ejemplo: los continuos intercambios por medio de preguntas y respuestas, la
observacin intuitiva o dirigida mediante rbricas o listas de cotejo, los ejercicios y tarca.; cotidianos,
incluso formas ms complejas como los diarios de clase o registros anecdticos, etctera.
Mientras que, para episodios didcticos ms amplios, varias de las tcnicas de eVilluacin for
mal mencionadas sern sin duda las m s adecuadas, tales como: trabajos ms estructurados, prue
bas de desempeo, portafolios, m ap as conceptuales, cuestionarios, solucin de problemas y ensa
yos, entre otros.
En fin, como ya sealamos, debe buscarse un equilibrio entre la "intuicin" y la " instrumenta
cin". Aunque quiz desde este enfoque resulte evidente que se opta por una visin intersubjetiva
de la evaluacin (yen este sentido ms por la intuicin que por la instrumentacin) basada en los
continuos intercambios entre los docentes y los alumnos, tal y como lo atestigua la siguiente cita:
La evaluacin [ ... ] ya no es, en esta concepcin, la simple comparacin del trabajo del alumno con
una norma previa. Es un esfuerzo de comunicacin intersllbjetiva, en el que el maestro y el alumno ,e I!sfuer
zan por analizar las representaciones de la otra parte y comprenderlas para hacerlas converger. La correccin
de los ejercicios permite este intercambio acerca del objeto de estudio, que los "errores" de los alum
nos permiten analizar mejor (Cardinet, 1987, cit. por Amigues y Zerbato-Poudou, 1999, p. 225, las
cursivas son nuestra s). .
Evaluacin sumativa
La evaluacin swnativa ha sido considerada como la evaluacin por antonomasia, al punto que
cuando se habla de evaluacin en las comunidades escolares, inmediatamente se le asocia con ella.
Como ya lo han expresado varios autores, su fin principal consiste en verificar el grado en que
las intenciones educativas han sido alcanzadas. Por medio de la evaluacin sumativa el docente
conoce si los aprendizajes estipulados en las intenciones fueron cumplimentados segn los criterios
y las condiciones expresadas en ellas. Pero, especialmente, esta evaluacin provee informacin que
permite derivar conclusiones importantes sobre el grado de xito y eficacia de la experiencia educa
tiva global emprendida.
Si bien debe reconocerse que la evaluacin asume una importante funcin social, hay que sea
lar de inmediato que la evaluacin sumativa 110 necesariamellte debe ser sillllimo de acreditacin.
CoU y Martn (1993) sealan que tan criticables son las posturas que intentan vincular y confun
dir la evaluacin sumativa con la acreditacin, como aquellas otras que pretenden lograr una total
disociacin entre ellas (a final de cuentas, la acreditacin es necesaria en el caso de la finalizacin de
ciclos completos), de manera que puedan tomarse decisiones sobre la acreditacin a partir de ins
trumentos que evidentemente no evalan la significatividad de los aprendizajes.
La solucin que estos autores plantean se basa en la propuesta de establecer una coherencia
entre ambas basada en una concepcin constructivista, que matice por igual los asuntos acadmico
curriculares y los relativos a las cuestiones de tipo institucional-normativos.
La evaluacin sumativa puede tener un sentido diferente cuando, por ejemplo, se realiza con el
propsito de obtener informacin para saber si los alumnos sern o no capaces de aprender otros
nuevos contenidos (en un nuevo ciclo posterior) relacionados con los ya evaluados (Coll, 1987) y, en
caso necesario, buscar realizar ajustes pertinentes aun cuando se trate de un curso nuevo, o bien,
para derivar conclusiones sobre la eficacia de las experiencias y estrategias pedaggicas propuestas
en el proceso o ciclo terminado. En el primer caso, las consecuencias, pueden recaer sobre los mis
mos alumnos en el prximo ciclo; y en el segundo, los beneficios repercutirn no sobre los alumnos
evaluados sino sobre una generacin nueva de alumnos que podran interactuar con un programa
mejorado gracias a las conclusiones obtenidas en dicha evaluacin.
Coll y Onrubia (1999) sealan una serie de propuestas para recuperar y reforzar la funcin
pedaggica de la evaluacin sumativa, a saber:
Vincular la evaluacin sumativa de los aprendizajes con la evaluacin del proceso de enseanza
aprendizaje. Y procurar que los resultados de la evaluacin sumativa repercutan en las mejoras
del proceso de enseanza-aprendizaje. Como ya se mencionaba, la informacin arrojada por la
evaluacin sumativa en un momento dado puede contribuir a una mejor adaptacin del progra
ma nuevo al cual se integrarn los alumnos, y/o le permitir al docente reflexionar y derivar
conclusiones globales sobre la propuesta pedaggica que sigui en dicho proceso o ciclo.
Buscar formas alternativas de comunicar a los padres y a los alumnos los resultados de la eva
luacin sumativa que procuren disminuir el componente acreditativo. En tal caso, habra que ir
ms all del mero dato calificativo o comparativo, y en su lugar proveer informacin que desta
que la dimensin pedaggica de la evaluacin. As, por ejemplo, podra ser ms ilustrativo
proporcionar un informe que incluya un "conjunto de valoraciones, explicaciones y orientacio
nes especficas y contextualizadas" (Coll y Onrubia, ob. cit., p. 149). Dicho informe podra ser
vir como una pauta orientadora para los padres y para los docentes de los prximos ciclos
(diferenciada segn el caso), para que ellos analicen las capacidades y progresos de los alum
nos, y a partir de dicho informe tomen un referente para potenciar sus prximos avances.
Que la evaluacin sumativa asuma su funcin acreditativa slo al trmino de un ciclo completo
(por ejemplo, al final de la educacin primaria, media, etctera).
Por su propia naturaleza, la evaluacin sumativa atiende principalmente a los productos del
aprendizaje como consecuencia del proceso de enseanza global. Por ello, la mayora de los instru
mentos de tipo formal constituirn los recursos ms utilizados para valorar la calidad de la ensean
za y de los aprendizajes logrados al trmino del ciclo. Los cuestionarios, las pruebas abiertas y
cerradas, las pruebas de desempeo, los portafolios, los trabajos complejos -tales como ensayos,
monografas, etctera-, son instrumentos muy utilizados en las evaluaciones sumativas.
No obstante, es importante tomar en cuenta que la seleccin o diseo de las estrategias e instru
mentos de evaluacin que se utilicen, aun cuando tengan funciones de tipo acreditativo o promocio
na!, deben siempre enfatizar la amplitud y profundidad de los aprendizajes logrados, as como la
funcionalidad y flexibilidad de los mismos como indicadores importantes de los aprendizajes signi
ficativos conseguidos.
EVALUACiN DE CONTENIDOS
En primer lugar, se debe partir de la idea bsica de que as como las estrategias de enseanza y
aprendizaje deben ser distintas para el aprendizaje de los contenidos factuales (datos, hechos) y
conceptuales (conceptos, principios), las prcticas de evaluacin para ambos tipos de aprendizaje
declarativo requieren ser diferentes (vase Pozo, 1992; Blsquez, Gonzlez y Montanero, 1998b).
En forma breve podemos mencionar que la evaluacin del aprendizaje factual tiene las siguientes
caractersticas:
1. La evaluacin debe atender a la simple reproduccin de la informacin (ya sea por la va del reconoci
miento o del recuerdo literal de la informacin aprendida). Esto es, los datos y los hechos slo
pueden aprenderse al "pie de la letra", por lo que la mejor forma de evaluarlos es solicitar a los
alwnnos que los reconozcan (como en los reactivos de apareamiento, falso-verdadero, ordena
cin, opcin mltiple) o que los recuerden tal cual fueron aprendidos (como reactivos de
completa miento o de respuesta breve).
2. Evaluacin de "todo o nada". Los datos y los hechos tan slo pueden o no aprenderse, por lo que
su evaluacin tambin resulta de "todo o nada"; es decir, las preglffitas slo intentarn averi
guar si los alwnnos saben o no la informacin requerida de datos o hechos segn sea el caso.
3. Evaluacin de tipo cuantitativa. La evaluacin del conocimiento factual, dado el plmto anterior,
facilita que se realice la cuantificacin al asignar plffitos a las respuestas correctas y luego stas
puedan ser contabilizadas.
Para este tipo de evaluacin, las prcticas evaluativas por medio de pruebas objetivas construi
das mediante reactivos muy estructurados (opcin mltiple, complementacin, falso-verdadero,
respuesta breve, etctera) pueden utilizarse sin ninglffia dificultad, El grado de significatividad
evaluado es muy reducido.
Hay que recordar que el aprendizaje factual es til y necesario en ciertos casos, sobre todo
cuando tiene importancia flfficional para el aprendizaje de declaraciones posteriores, y cuando se
relaciona con conceptos de soporte que les ofrezcan lffi cierto sentido.
Por otro lado, el conocimiento conceptual exige el uso de estrategias y de instrumentos ms complejos.
Asimismo, evaluar la comprensin o asimilacin significativa es mucho ms difcil que el simple
recuerdo de datos o hechos. La evaluacin de conceptos puede basarse en varios tipos de estrate
gias:
Solicitar la definicin intensiva de un concepto o principio. En este caso debe pedirse no la mera
reproduccin de la definicin sino su comprensin (lo esencial del concepto o principio), de
esta manera el alwnno se ver comprometido a ir ms all de ellos; por ejemplo, parafraseando
la informacin, buscando ejemplos, aadiendo explicaciones, etctera.
Reconocer el significado de un concepto entre varios posibles. Como en los reactivos de opcin mlti
ple donde se parafrasea la opcin correcta y el alumno debe identificarla de entre otras posibles.
Trabajar con ejemplos. En este caso se le puede solicitar explcitamente que proponga ejemplos
ilustrativos, seleccione los ejemplos positivos de entre varios posibles, o los categorice por su
tipicidad. Conviene solicitar que adems aada explicaciones que justifiquen su proceder.
Relacionar los conceptos COIl otros de mayor o menor co mplejidad (clasificacin, organizacin,
jerarquizacin) por lIledio de recursos grficos (mapas conceptuales, diagramas). Lo importante
aqu es analizar cualitativamente cmo relaciona los conceptos, tratando de identificar con ello
la riqueza semntica de sus propias construcciones.
Emplear la exposicin temtica. En este caso, tambin los conceptos deben ponerse en relacin y
saber utilizarse en el plano discursivo. Puede solicitarse a travs de la construccin de explica
ciones por medio de una redaccin (por ejemplo, pruebas de ensayo, resmenes, ensayos, tra
bajos monogrficos, etctera) o de la exposicin oral (exmenes orales, discusiones y debates en
clase, etctera) .
A plicar los conceptos a tareas de solucin de problemas. En esta estrategia de evaluacin lo que se
requiere es que el alumno utilice el concepto o el principio aprendido para solucionar un pro
blema o realizar una aplicacin del mismo en forma estratgica, Constituye sin duda una de las
formas ms completas de evaluar un contenido conceptual porque involucra valorar su uso
funcional y flexible.
Para la evaluacin del aprendizaje conceptuaL lo que se requiere es seguir una aproximaci n
cualitativa, porque se trabaja esencialmente sobre cmo se interpreta el concepto, o cmo se usa en
explicaciones y aplicaciones. La asimilacin de un concepto o principio no est sujeto a la ley del
"todo o nada" como en el caso de un hecho o un dato; esto es una cuestin de grado, por lo que hay
que tener definidos claramente los criterios que permitan la valoracil1 cualitativa, los cuales diferirn en
funcin de lo que queramos enfatizar en su aprendizaje o evaluacin.
Los instrumentos que permiten la evaluacin de los contenidos conceptuales son las pruebas
objetivas (limitadas para valorar la complejidad conceptual), las pruebas de ensayo o abiertas, la
elaboracin de resmenes, el desarrollo de monografas o ensa yos, la resolucin de tareas de solu
cin de problemas conceptuales, la categorizacin y organizacin de la informacin conceptual por
medio de ma pas conceptuales o redes semnticas; o si se trata de algn texto y los alwnnos conocen
las estructuras textuales, se les puede animar a construir el esquema textual del texto, etctera.
El docente debe demostrar una coherencia total (y hacrselo entender as a sus alumnos por
diversas vas) entre el tipo de contenido declarativo que intenta promover (factual o conceptual)
con los procedimientos de enseanza y, sobre todo, con las actividades y tcnicas de evaluacin. Si
esta coherencia no se consigue en todo el ciclo de enseanza, se corre el riesgo de que los alumnos
generen aprendizajes que el profesor no haya querido promover de manera intencionaL que sin
embargo ha provocado indirectamente (vase Garca Madruga, 1990).
2. Debe evaluarse la significatividad de los aprendizajes. Dos cuestiones esenciales en este senti
do son, sobre todo para el caso de procedimientos no necesariamente algortmicos, la funciona
lidad y la flexibilidad.
Para lograr una valoracin integral de los procedimientos, deben contemplarse las siguientes
dimensiones (vase Valls, 1998):
El sentido otorgado al procedimiento. Que los alumnos sean capaces de valorar su actuacin al
ejecutarlo, dndole un sentido. Se denomina la dimensin valorativa del procedimiento.
Si se desea que lUl procedimiento sea aprendido en forma completa, debern contemplarse en
su enseanza todas las dimensiones (de manera que el aprendiz las llegue a ejecutar de forma
autnoma y autorregulada) y por ende, en la evaluacin debern tomarse en cuenta todas ellas o las
que a juicio del docente se deseen enfatizar.
Sobre la primera dimensin, el conocimiento del procedimiento, pueden utilizarse las siguien
tes estrategias de evaluacin:
Evaluacin indirecta por observacin . En lo que el profesor puede centrarse aqu es en identificar si
el alumno conoce los pasos del procedimiento; por ejemplo, verificar si al plantear lUl problema
en fsica o matemticas, se sigue el procedimiento adecuado (conocimiento de los pasos) para
llegar a su solucin.
Solicitar a los alumnos directamente que nombren los pasos del procedimiento. En este caso interesar
saber si se mencionan todos los pasos y en el orden adecuado.
Solicitar a los alumnos directamente que se refieran a las reglas que rigen el procedimiento o a las condi
ciones principales que Iwy que atender para su ejecucin. Tanto sta como la anterior se pueden
llevar a cabo de forma verbal o por medio de lUla prueba escrita.
Solicitar que los alumnos expliquen a otros el procedimiento. Permitir observar si el alumno indica
de forma adecuada los pasos; si sigue correctamente las instrucciones, las reglas, las condicio
nes, el manejo de errores posibles, las recomendaciones, etctera.
2. El grado de automaticidad de la ejecucin. En este caso se requiere que el alumno llegue a dominar
el procedimiento al grado de ser capaz de automatizarlo (para algunos procedimientos no es
necesario alcanzar un grado de automatizacin).
Para esta segunda dimensin pueden utilizarse las siguientes estrategias evaluativas:
Observacin y seguimiento directo de la ejecucin del procedimiento. Durante la enseanza del proce
dimiento la evaluacin formativa y formadora debe resultar crucial para que el alumno vaya
aprendiendo a ejecutarlo. En tal caso, los continuos intercambios y el seguimiento atento se
dirigirn a aspectos tales como: ejecucin de todas las acciones o pasos, precisin y ajuste de las
mismas, errores comunes, eficacia lograda, etctera. La observacin podr ser informal o
sistematizarse mediante rbricas, listas de control diseadas ex profeso para evaluar el procedi
miento, y aplicarse durante la enseanza del mismo, o despus de ella, para valorar el grado de
apropiacin logrado.
Observacin y anlisis de los productos logrados gracias a la aplicacin de los procedimientos. Ser
posible evaluar los productos logrados despus de aplicar los procedimientos utilizando una
serie de criterios claramente definidos sobre los que ms interesa valorar. Cuando se trata de
procedimientos muy complejos que requieren un largo tiempo de aprendizaje, puede utilizarse
una estrategia evaluativa que conjunte los productos y los pueda comparar temporalmente,
para valorar los progresos en la ejecucin (por ejemplo, la evaluacin de portafolios). Evidente
mente aqu como en la anterior pueden utilizarse estrategias de autoevaluacin, de coevaluacin
y de evaluacin mutua.
Plantear tareas que exijan la aplicacin flexible de los procedimientos. Se plantearn tareas donde se
solicite a los alumnos que utilicen el procedimiento en nuevos contextos de aplicacin, valoran
do el grado de generalizacin y adaptacin logradas (evaluacin del desempeo).
Por ltimo, en relacin con la dimensin valorativa del procedimiento que se refiere al grado de
implicacin personal del alumno en su aprendizaje y ejecucin, pueden emplearse estrategias simi
lares a las anteriores:
En ambos casos, lo que interesa en esta dimensin es valorar el esfuerzo, el grado de inters
mostrado, el gusto por ejecutar la tarea, la implicacin personal, el cuidado en la ejecucin, la per
sistencia o el afn de superar dificultades; todos estos aspectos, que el alumno va demostrando o ya
puso en evidencia despus de Lm cierto periodo de aprendizaje, le indicaran al docente el sentido
del aprendizaje atribuido por el alumno al procedimiento.
Se sabe que la evaluacin de las actitudes y los valores es menos comn que la de los contenidos
declarativos y los procedimentales. Una razn de ello radica en la gran complejidad que tiene la
evaluacin de este tipo de contenidos curriculares. Otras razones tienen que ver con el respeto a la
diversidad personal y con los propios sesgos que el evaluador en un momento dado puede inducir
en estos dominios (vase Zabalza, 1998).
En la medida en que la evaluacin de las actitudes y los valores se haga una prctica comn
dentro de las aulas, los mismos alumnos comenzarn a reconocer que este tipo de contenidos son
tan relevantes o ms que los otros en los escenarios escolares y, al mismo tiempo, se percatarn de
que ellos tambin se encuentran realizando una serie de aprendizajes actitudinales y valorativos
cruciales para su proceso de desarrollo personal y social. Asimismo, permitir que los alumnos rea
licen autoevaluaciones har posible que ellos logren un mayor autoconocimiento y exploracin de
s mismos y de sus relaciones con los dems.
Para la evaluacin de las actitudes y los valores es necesario contar con instrumentos y tcnicas
poderosas para poder valorar con veracidad la forma en que stas se expresan ante objetos, perso
nas o situaciones.
Un aspecto relevante a tomar en consideracin sobre la evaluacin de las actitudes y los valores
es no quedarse en una valoracin a nivel declarativo que se quede simplemente en el nivel del
discurso. En su lugar hay que tratar de orientar la evaluacin de modo tal que permita valorar la
coherencia entre el discurso y la accin, es decir, la coherencia entre lo que los alumnos dicen en
relacin con ciertas actitudes o valores y lo que realmente hacen respecto de las mismas.
Registro anecdtico
Rbricas, listas de control, escalas de observacin
Diarios de clase
Triangulacin (con otros profesores)
Escalas de actitudes:
Escalas tipo Likert, Thurstone y Gutman
Escalas de diferencial semntico (cuadro 8.15)
Escalas ex profeso para valorar las actitudes hacia conocimientos cientficos (cuadro
8.16)
Importante -3 -2 -1 O +1 +2 +3 Trivial
Divertido -3 -2 -1 O +1 +2 +3 Aburrido
Agradable -3 -2 -1 O +1 +2 +3 Desagradable
Fcil -3 -2 -1 O +1 +2 +3 Difcil
Justo -3 -2 -1 O +1 +2 +3 Injusto
3. El amlisis del discurso Ij la solucill de problemas, Pueden realizarse anlisis de lo que los aluIlli10s
dicen y opinan de manera incidental o ante tareas estructuradas, Es tambin pertinente b uscar
formas de relaci onar lo que dicen con lo que hacen, en los distintos momentos de interaccin
que se tienen con ellos en el aula, En este rubro podemos encontrar los siguientes tipos de
instrumentos o tcnicas:
Entrevistas
Sociometra
Por ltimo, sobre la interpretacin de la exploracin o valoracin de las actitudes, Sarabia (1992)
presenta un cuadro integrador donde se engloban las dimensiones que deben considerarse para
una evaluacin integral de las actitudes (tiempo, lugar, circunstancia, lenguaje, etctera; vase cua
dr08,18),
14. Compartir 1 s hecho cientficos que con zco hace que m sienta bien.
Nofa: Los tems 1,2, 3,5,6,7,10, 13, 15, 18,21 Y 22 son negativos.
DILEMA MORAL
2. Debe una persona decir la verdad cuando sabe que ser castigada? Por qu?
Como no salen los responsables, el profesor castiga a toda la clase a estar una semana sin
recreo.
3. Est bien que sea el profesor el que toma una medida cuando no se cumplen las
normas? Por qu? Quin y cmo debera tomar medidas?
Luis, que estaba tranquilamente en clase charlando con otros compaeros, no quiere ser
castigado, y le dice al profesor quines han estado jugando.
Circuns tancia Est asociado con Se siente de Cmo actan los alumnos
roles y grupos? De distinta manera en en grupos diferentes?
qu manera? diferentes roles y
acontecimientos?
Tuvo un inters particular analizar los tres tipos centrales de la evaluacin psicoeducativa: las
evaluaciones diagnstica, formativa y sumativa, Desde nuestro punto de vista, la evaluacin
forma tiva constituye el recurso ms valioso del profesor desde el marco interpretativo constructivista,
por las posibilidades que abre para la regulacin del proceso de enseanza-aprendizaje y para la
autorregulacin del propio aluITU1ado,
Sin intentar hacer una presentacin tcnica y exhaustiva, se presentaron en el captulo algunas
estrategias, tcnicas e instrumentos para evaluar los aprendizajes de los alumnos, con el objetivo de
hacer reflexionar a los docentes sobre las cuestiones tcnicas y pedaggicas de la evaluacin en el
aula.
1. A partir del anlisis de este captulo, describa y analice el papel que le ha otorgado usted a las
actividades de evaluacin dentro del proceso de enseanza-aprendizaje. Reflexi one tambin
sobre el papel alternativo que puede desempear, desde el marco constructivista.
2. Reflexione sobre las distintas estrategias, procedimientos y prcticas evaluativas que conoce y
utiliza, a partir de lo siguiente:
Cul es el grado de informacin valiosa que proporcionan sobre la efectividad de los proce
dim ientos y estrategias de enseanza que usted ha utilizado .
En qu medida pueden ayudarle para proporcionar una ayuda ajustada a los procesos cons
tructi vos d e los alumnos en los distintos niveles de la enseanza.
3. Reflexione de manera crtica sobre las actividades de evaluacin formal, semiformal e informal
que usted utiliza en su actividad docente (la tabla siguiente puede serie til en este sentido).
Eva luacin
diagnstica
Evaluacin
formativa
Evaluacin
sumativa
Analogas Estrategia de enseanza que consiste en establecer una comparacin entre la informa
cin nueva a aprender (casi siempre de mayor nivel de abstraccin y complejidad) con otra infor
macin conocida (familiar y ms concreta para el aprendiz), para facilitar el aprendizaje y la com
prensin de la primera . Las analogas tambin pueden ser estrategias de aprendizaje si es el alumno
quien las origina y elabora.
Aprendizaje repetitivo Ocurre cuando la informacin nueva por aprender se relaciona con la
estructura cognitiva del aprendiz de manera arbitraria o al pie de la letra, debido a que aqul no
tiene conocimientos previos pertinentes, manifiesta una actitud de memorizar o porque el conteni
do por aprender no posee significacin lgica.
Aprendizaje significativo Ocurre cuando la informacin nueva por aprender se relaciona con la
informacin previa ya existente en la estructura cognitiva del alumno de forma no arbitraria ni al
pie de la letra; para llevarlo a cabo debe existir una disposicin favorable del aprendiz, as como
significacin lgica en los contenidos o materiales de aprendizaje.
Autoevaluacin Aquella valoracin que el alumno realiza acerca de sus propias producciones
y / o procesos de aprendizaje.
Autorregulacin Se refiere a las actividades de con trol y regulacin del conocimiento. Es de natu
raleza inestable, no necesariamente constatable y su ocurrencia depende de la tarea o del dorrUnio
de conocimiento ms que de la edad.
Composicin de textos Proceso cognitivo complejo que consiste en textualizar ideas, pensamien
tos y afectos en lUl discurso escrito coherente, dentro de un contexto comunicativo determinado.
Implica aspectos estructurales (actividades de planificacin, textualizacin, revisin) y funcionales
(saber qu, a quin, cmo, cundo, por qu y para qu escribir).
Contenidos actitudinal-valorales Inciden en el mbito del saber ser. Las actitudes son experien
cias subjetivas (cognitivo-afectivas) que implican juicios evaluativos, que se expresan en forma ver
balo no verbal, que son relativamente estables y que se aprenden en el contexto social. Las actitu
des son lUl reflejo de los valores que posee una persona. A su vez, un valor es una cualidad por la
que lUla persona , una cosa o hecho despierta mayor o menor aprecio, admiracin o estima. Los
valores morales o ticos y los cvicos, relacionados con la educacin de los derechos humanos, para
la paz o el cuidado del ambiente, han constituido el foco de los cambios recientes en el currculo
escolar.
Contenidos declarativos Es un saber que se dice, que se declara o que se conforma por medio del
lenguaje; se refieren al saber qu , al conocimiento de datos, hechos, conceptos y principios. Dentro
del conocimiento declarativo hay una distincin taxonmica con consecuencias pedaggicas: el
conocimiento factual y el conocimiento conceptual.
Desesperanza aprendida Sensacin experimentada por los alumnos que les sugiere que, sin im
portar lo que hagan, estarn condenados al fracaso. Llegan a creer que los eventos y resultados de
su vida son en su mayora incontrolables, por lo que carecen de coIianza en s mismos y manifies
tan apata o derrotismo, as como indefensin. Constituye una autopercepcin o creencia adquirida
principalmente por alumnos con historias de fracaso escolar o problemas acadmicos, cuyo origen
est en un manejo escolar poco consistente e inadecuado, en los mensajes sarcsticos y en las crticas
personales que reciben de sus profesores.
Discusin guiada Como estrategia de enseanza consiste en un intercambio de ideas entre profe
sor y alumnos acerca de un tema determinado. Por lo comn, es originada por el enseante y se
utiliza como estrategia de enseanza preinstruccional para activar y/o generar conocimientos pre
vios pertinentes.
Docencia del sentido comn Se refiere a las llamadas ideas espontneas del docente, en las que se
manifiesta una visin simplista de la enseanza y el aprendizaje, pues se considera que ensear es
algo sencillo, cuestin de sentido comn o de apropiarse de algunas tcnicas o recetas. Se considera
como algo "natural" el fracaso de los estudiantes en las materias cientficas, por una visin fija o
prejuicio de sus capacidades intelectuales, su sexo o su extraccin social. Adems, se atribuyen las
actitudes negativas y la poca motivacin de los estudiantes hacia el conocimiento cientfico a causas
externas, ignorando el papel del profesor.
Esquemas Abstracciones o generalizaciones que los individuos hacen a partir de los objetos, he
chos y conceptos, y de las interrelaciones que se dan entre stos.
Estrategias autorreguladoras Estrategias de alto nivel que permiten regular procesos de aprendi
zaje y de solucin de problemas. Dentro de este rubro se consideran a las siguientes: identificacin de
la meta de aprendizaje, planificacin, supervisin y evaluacin.
Estructura cognitiva Integra los esquemas de conocimiento que construyen los individuos; se
compone de conceptos, hechos y proposiciones organizados jerrquicamente, de manera que existe
informacin que es menos inclusiva (subordinada), la cual es subsumida o integrada por informa
cin ms inclusiva (supraordinada).
Estructura de autoridad en un grupo Grado de autonoma que los alumnos tienen a la hora de
decidir y organizar las actividades y contenidos escolares y, en consecuencia, tambin se refiere al
grado de control que al respecto es ejercido por parte de los profesores u otros adultos.
Estructura de participacin y aprendizaje competitiva Situacin donde los objetivos que persi
gue cada alumno no son independientes de lo que consigan sus compaeros, porque en la medida
en que los estudiantes son comparados entre s y ordenados (del mejor al peor), el nmero de re
compensas (calificaciones, privilegios, halagos) que obtenga un alumno depender del nmero de
recompensas distribuidas entre el resto de sus compaeros. En una estructura competitiva, el estu
diante obtiene una mejor calificacin cuando sus compaeros rinden muy poco que cuando la ma
yora muestra un buen rendimiento.
Evaluacin autntica Aquella evaluacin del desempeo que demanda que los aprendices de
muestren sus habilidades, destrezas o conductas aprendidas en situaciones genuinas de la vida
real.
Evaluacin diagnstica La evaluacin realizada antes de cualquier ciclo o proceso educativo con
la intencin de obtener informacin valiosa, respecto a valorar las caractersticas de ingreso de los
alumnos (conocimientos, expectativas, motivaciones previas, competencia cognitiva general, etc
tera). La informacin que se obtiene de la evaluacin diagnstica puede utilizarse para realizar al
menos W1 ajuste en la organizacin y secuencia de las experiencias de enseanza y aprendizaje.
Evaluacin formadora Se refiere a aquella evaluacin que est orientada a promover que el alum
no sea quien aprenda a regular sus propios procesos de aprendizaje. Consiste en ayudar a que el
alumno aprenda, desde la heterorregulacin evaluadora del docente, a apropiarse de los criterios
para aprender a autorregularse en su evaluacin yen su aprendizaje.
Evaluacin infonnal Actividades o procedimientos que utiliza el profesor y que suelen confun
dirse (no hay W1a delirnitacin clara) con acciones didcticas, lo cual provoca que los alumnos no
perciban con claridad que estn siendo objeto de evaluacin. sta es muy utilizada en la evaluacin
formativa.
Evaluacin mutua Son las evaluaciones que W1 alumno o W1 grupo de alumnos realizan sobre las
producciones de otro alumno o grupos de alumnos, y viceversa.
Funcin social de la evaluacin Se refiere a los usos de la evaluacin que van ms all de la
situacin de enseanza y aprendizaje y que tienen que ver con cuestiones tales como la promocin,
la acreditacin, la certificacin y la informacin a otros de los resultados de la evaluacin.
Grupo Coleccin de personas que interactan entre s y que ejercen W1a influencia recproca que
implica intercambios mutuos en W1a interaccin comunicativa, donde se intercambian seales (pa-
Idea-fuerza constructivista De acuerdo con Csar Coll, se trata de un principio explicativo bsi
co, comn a todos los enfoques constructivistas en educacin, que si bien difieren en otros aspectos
importantes, tienen su punto de convergencia y complementariedad en la idea que resulta ser la
ms potente y tambin la ms ampliamente compartida. Consiste en destacar la importancia de la
actividad mental constructiva del alumno en la realizacin de los aprendizajes escolares, por lo que
conduce a concebir el aprendizaje escolar como un proceso de construccin del conocimiento a
partir de conocimientos y experiencias previos, y a la enseanza como una ayuda a tal proceso de
construccin.
Igualdad (en un grupo) Grado de simetra entre los roles desempeados por los participantes en
una actividad grupal.
Ilustraciones Recursos pictricos que sirven para representar relaciones espacia les de tipo
reproductivo sobre objetos, conceptos, procedimientos y procesos. Como estrategias d ' enseanza
pueden distinguirse diversos tipos y generalmente sirven para apoyar los procesos de codificacin
de la informacin a aprender.
Interaccin educativa Implica situaciones donde los protagonistas actan simultnea y recpro
camente en un contexto educativo determinado, en torno a una tarea o un contenido de aprendiza
je, con el propsito de lograr ciertos objetivos definidos y compartidos en mayor o menor grado.
Ley de la doble formacin Enunciada por Vigotsky se refiere a que toda funcin psicolgica su
perior aparece en el desarrollo cultural del individuo dos veces; primero en lo interpsicolgico (en
el plano de lo social) y posteriormente en lo intrapsicolgico (en el plano individuaL dentro del
individuo) .
Macroestructura Representacin semntica y abstracta sobre los aspectos ms relevantes del tex
to. Su construccin implica en especial la aplicacin de las macrorreglas y de la superestructura del
texto.
Mapas conceptuales Recursos grficos que permiten visualizar las relaciones entre conceptos y
explicaciones (proposiciones) sobre una temtica o campo de conocimiento declarativo particular.
Mecanismos de influencia educativa Procesos interpsicolgicos mediante los cuales los docentes
consiguen, cuando esto es posible, promover y orientar el aprendizaje de sus estudiantes, ayudn
dolos de manera ajustada a construir significados y a atribuir sentido a los contenidos escolares.
Este concepto articula otros ms: anda miaje, participacin guiada y enseian zll recprocll (vase las defi
niciones respectivas) .
Metacurrculo Acciones educativas deliberadas y planeadas que se encaminan a dotar a los alum
nos de habilidades que les permitan aprender a aprender significativamente en cada curso escolar
yen vinculacin con reas de contenido o dominios conceptuales especficos. Incluye aspectos como
habilidades cognitivas y de pensamiento, aprendizaje estratgico, estrategias efectivas y motiva
cionales de apoyo, repertorios autorregula torios, habilidades personales e interpersonales, as como
habilidades instrwnentales (redaccin, expresin oral y escrita, bsqueda y anlisis de informacin
automatizada, manejo de segundo idioma, etctera).
Metas de ejecucin Son aquellas que involucran principalmente el ego de los alumnos, en el sen
tido de que su preocupacin fundamental est puesta en preservar sus autopercepciones positivas
y su reputacin pblica, de manera que el quedar bien y/o evitar el fracaso son ms relevantes que
el aprender en s.
Metas de evitacin al trabajo En relacin con el tipo de motivacin escolar de los alumnos, se
refieren a aquellas situaciones en las que stos rehsan adoptar los desafos inherentes a la tarea
acadmica que tienen que realizar y tratan de minirrzar el tiempo y esfuerzo que le dedican.
Microprocesos En sentido estricto son los procesos de bajo nivel que, ms all de la decodificacin
(alfabtica y lxica), ocurren en la lectura y estn relacionados directamente con el procesamiento
de la microestructura, como son la deteccin y / o construccin de microproposiciones, la determi
nacin de la coherencia local y referencial, el seguimiento de la progresin temtica -relaciones
tema-comentario-, etctera. Los rnicroprocesos son de ejecucin automtica, mientras que los
macroprocesos son de ejecucin relativamente consciente.
Modelo de "decir el conocimiento" Modelo propuesto para describir la forma de redactar textos
de los compositores inexper tos o inmaduros, el cual consiste bsicamente en escribir "lo que se
sabe" sobre un tema (solicitado o elegido por el redactor), sin tomar en cuenta cuestiones relativas
Motivacin Se deriva del vocablo movere que significa moverse, poner en movimiento o estar listo
para actuar. Es W1 factor cognitivo afectivo que determina los actos volitivos de los sujetos. En el
plano pedaggico se relaciona con la posibilidad de estimular la volW1tad, inters y esfuerzo por el
aprendizaje.
Motivacin extrnseca Motivacin que depende ms bien de lo que digan o hagan los dems
respecto a la actuacin del alumno, o de lo que ste obtenga como consecuencia tangible de su
aprendizaje.
Motivacin intrnseca Motivacin que se centra en la tarea misma yen la satisfaccin personal
que representa enfrentarla con xito.
Organizadores grficos Como estrategias de enseanza son todos los recursos viso-espaciales
que el agente de enseanza utiliza para apoyar la comunicacin de la estructura lgica de la infor
macin que va a aprenderse. Si son elaborados por los aprendices fW1cionan como estrategias para
mejorar su propio aprendizaje. Se incluyen aqu a cuadros, /laves, diagramas, organizadores textuales,
etctera.
Pistas tipogrficas Se refieren a las sealizaciones de tipo extra textual utilizadas ampliamente
por los diseadores de textos instruccionales; por ejemplo, uso de negrillas, de vietas, subrayados,
sombreados, logotipos, notas al margen, etctera.
Portafolios Instrumento de evaluacin que consiste en realizar una agrupacin de trabajos o pro
ductos de aprendizaje durante un ciclo educativo determinado. La evaluacin de portafolios per
mite una evaluacin de los procesos y de los productos del aprendizaje en su evolucin diacrnica.
Igualmente, permite la reflexin conjunta docente-alumno sobre los productos incluidos y sobre los
aprendizajes logrados.
Procesamiento superficial de la informacin Aquel que atiende los aspectos menos relevantes
de un mensaje visual, oral o escrito que se le presenta al aprendiz (se centra en aspectos episdicos
de la presentacin del mensaje y no se realiza ningn tratamiento conceptual del mi smo). Tiene que
ver directamente con el aprendizaje memorstico y las estrategias de recirculacin de la informa
cin.
Profeca autocumplida Expectativa que se cumple slo porque se le espera, aunque en realidad lo
que sucede es que al predisponer a la persona, la induce a un curso determinado de accin o de
interaccin con los otros, que es precisamente lo que conduce a su cumplimiento.
Profesin Desde una visin sociocultural, constituye una cultura o comunidad de practicantes o
profesionales de un mbito particular, quienes comparten no slo un conocimiento de ndole cien
tfica, metodolgica o tcnica, sino creencias, lenguajes, actitudes, valores, formas prcticas o
artesanales de hacer las cosas y, por supuesto, intereses gremiales determinados. El conocimiento
profesional experto es dinmico, estratgico, autorregulado y reflexivo.
Profesor constructivista Profesional reflexivo que reali za una labor d e mediacin entre el conoci
miento y el a prendi2.~ je de sus alumnos, al compartir experiencias y saberes en un proceso de nego
ClaClon o construcClon co~junta del conocimiento escolar. Promueve el aprendizaje significativo y
presta una ayuda pedagoglCa ajustada a la diversidad de necesidades, intereses v situaciones en
que se involucran sus e tumnos. '
Puente cogn itivo Ideas, conceptos o apoyos que permiten enlazar la estructura cognitiva con los
contenidos por aprender, de manera tal que orientan al alumno de forma regulad<l el detectar las ideas
fundamentales, organizarlas e integrarlas significa tivamente en su estructura de conocimientos.
Reflexin Ac tividad dinmica que realiza el aprendiz para elaborar inferencias o conclusiones
sobre las acciones de aprendizaje rea liza das, ya sea durante ellas o al trmino de las mismas. Juega
un papel importante en la atribucin de sentido del aprendizaje logrado y en el establecimiento de
los enlaces entre el conocimiento metacognitivo y las acciones autorreguladoras.
Rbricas Guas de puntd j ~ que permiten describir el grado en el cual un aprendiz est ejecutando
un proceso o un producto.
Sentido Se refiere al carc ter experiencial del aprendizaje escolar. Involucra el conjunto de facto
res motivacionales, relacionales y afectivos que desempean un papel crucial en la movilizacin del
conocimiento previo y en la construccin de significados.
Sealizaciones Como estrategias de enseanza son toda clase de sea les o avisos que son utiliza
dos por el agente instruccional para facilitar el aprendi:lje v la comprensin de un discurso oral o
escrito. Generalmente no aaden informacin al discurso dunde se utilizan, ms bien orientan al
aprendiz sobre la informacin ms relevante del mismo o sobre la forma de organizacin que el
discurso posee,
Superestructura De acuerdo con van Dijk, se refiere a las formas de organizacin estructural que
poseen los distintos tipos de textos. Mientras que la macroestructura est relacionada con los aspec
tos ms importantes d el contenido semntico de un discurso, la superestructura se refiere a la for
ma u orymizacin en que el discurso se presenta. Algunos autores prefieren los trminos "patrones
textuales" o "estructuras textuales" para referirse a la superestructura.
Teora de la atribucin Desa rrollada en los ochenta por B, Weiner, postula la forma en que las
representaciones, justificaciones y exc usas de los individuos (atribuciones causales) influyen en su
motivacin, explicando para s los resultados que obtienen en la escuela, en particular sus xitos y
fracasos acad micos. Afirma que las atribuciones causales se pueden diferenciar en funcin de si
son emplead<ls para explicar el xito o el fracaso percibido por la persona . Se ha encontrado que el
esfuerzo y la persistencia son mayores cuando el alumno atribuye su desempeo a causas internas
y controlables, en comparacin a causas externas e incontrolables.
Teora de la elaboracin Desarrollada por Reigeluth, es una teora de diseo instruccional aplica
ble al establecimiento de secuencias de ap rendizaje tanto en programas amplios como en unidades
didcticas especfica s. La teora de la elaboracin propone presen tar en un principio los elementos
ms simples, generales y fundamentales del contenido, y despus pasar a elaborar cada uno de
ellos mediante la introduccin de informacin detallada y cada vez ms compleja. Es to propicia un
aprendizaje en espiral, porque cada vez que se reelabora uno de los elementos iniciales, se vuelve al
punto de partida con el propsito de enriquecer y ampliar el contenido en cuestin.
Texto Vehculo o instrumento sociocultural que transmite significados y que posee una
estructuracin discursiva (cohesividad, coherencia, superestructura, gnero). Un texto es por defi-
Zona de desarrollo prximo (ZDP) Permite establecer la existencia d e un lmite inferio r dado por
el nivel de ejecucin que logra el alumno que trabaja independ ien tem ente y sin ayuda; mientras
que existe un lmite s uperior al que el alumno puede acceder de forma progresi va con ayuda de un
docente capacitado o un compaero ms avanzado.
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Wray, D. Y Lewis, M. (2000). Aprender a leer y escribir textos de informacin. Madrid: Morata.
Actitud,57
controversias del, 121
importancia del, 58
estrategias del, 122, 123, 124, 125, 126, 127, 128
definicin de, 57
evaluar el, 128
y valor, 57
y el docente, 111, 113
Actividad
Y la evaluacin, 120,
Aguilar, 260
de las actitudes, 57
AluITU10,35
dimensiones del, 55, 56
significativo en el, 41
en equipos de estudio, 123
Ames, Carol, 88
individualista y competitivo, 105
Analogas, 206
por descubrimiento, 35, 36, 38, 39, 222, 224
Anderson, 157
por recepcin, 36,37,38,39,41,222
Ansiedad, 81, 82
significativa, 36, 38
en el aula, 82
repe titivo, 243
Aronson, 123
significativo, 30, 35, 39, 40, 41, 42, 43
Aprendizaje, 35
condiciones para el, 41, 42, 43
115
papel del docente en el, 41 ,42
, , ,. ~
Ap rox imacin
prosocia l, li5
Arends, 123
definicin de, 195
Atkinson, 67
actitudinal-l'al ora l, 52
202, 224
concep tual, ~~ 53 ,5 4
Autoel'dluacin , 370
declarativo, 52, 53, ')4, 56
Ayuda pcd,gllgica, 6
es tratg ico, 241
Balluerka, 179
metacognitivo, 242, 248
Bednar,58
previo, 40, 49, 51
Belmont, 7, 238
procedimental, 52, 56
Bolea, 155
Contenidos curriculares
Brilhart, 122,126
rea - bs icas d e, 52, 53, 54
Brune r, 6, 264
Constructivi s mo, 25, 28,30, 35
defini in de, 14
deiinicin del, 27
en e l proceso ensCl'i.anza-aprendizaje, 36
Ca mpione, 261
en seii.anza de p rocedimientos d el, 56,
Caedo, 165
orIgenes d el, 25
Carras cosa, 4, 11
Yen"ea nza de ,'alares, 60
Castaeda, 239
Co-op Co-op, 125,126
Cazden,103
Coo k, 180
Clark, lO
Cooperac in, 107
CI,1se,6
g uiada o estructurada , 126
Cognicin
C uad ros sinpticos, 186
Co llins,33
recomendaciones para el uso de, 191, 192
Composicin escrita
Curtis, 206
333,334,335,336,337,338,342 , 343
Dag her, 296, 207
2~6, 297,298,299,300,301,302,303,
Del Olmo, 105
304
Del\'a l, 25, 27
Diao;ramas
esrra t gica, H3, 223
de rb o l, 1'13
si tuacin de la, 2b4
Diehl, 260
mtod o Ll tcnici\s en e\' 2b5, 266
Diln~ I"l"- l \.lnt...:'~ cte \\ infrmac:i\H\., 37, R informado con a utorregulacin, 2bl
1n6
cara cterstica_ de las, 15 J
Disc usin
cogniti\ as, 2-101
guiada, 153
de apoyo, 242
como m edidor, 3, 2 8
definiciones, 238
constructi\'ista, 9, 17,19, 20
para contenidos declara ti\'os, 245, 241
experto, 15
de confirmacin, 163
48
de nse,mza , 1-!5, 146
ro les d el, 3, 7, H
v mode los, 227, 228
267, 268
para organizar la informacin, 182
Driver, 11
preinstruccionales, 147
Duguid,33
postinstruccionales, 147, 148
cognitiva, 39, 40
Ejercitacin , 26b
de incentiv 5, 129
Elliot,75
de la autoridad , 107
Enesco,105
del reconocimiento, 107
Enseanza, 6, 144
E\'a IUi\cin
de discusin-exposicin , 222
constructi\'ista, 363, 364, 365, 366
425
diferencial, 370, 371 Hanesian, 35, 224
escolar, 361 Hartley, 168, 173,202
dimensiones de la, 36 1 Hayes, 260
formativa, 411 ,412,413,414,415,416,417 Hernndez, 158, 175, 179, 181 ,220
sumativa, 417, 418, 419, 420, 421 H ewson, l1
tcn icas e instrumen tos de, 371, 372, 373, 374, 375, Holley, 196
376,377,378,379,381,382,383,384,386 Holubec, 102, 109, 111, 115, 119
tipo de funciones de la, 359, 360 Hoostein, 92
tradi cional, 362 Horowitz, 209, 221
y el proceso de enseanza y aprendizaje, 371
y regulacin de la enseanza, 368 Idea-fuerza, 29
Evaluar, 355 Ilustraciones, 168
aprendizajes contextualizados, 369 algortmicas, 173
aspectos centrales, 358 construccionales, 171, 172
definicin, 355 descriptivas, 169, 170, 171
Experiencias metacognitivas, 248, 249 expresivas, 171
funcionales, 172
Farmer, 145, 186, 196 funciones de las, 173, 174
Fernndez Berrocal, 123, 129 tipos de, 168, 169, 170, 171, 172, 173
Filosofa educativa, 30 uso y recomendaciones de, 175, 179
Flavell, 249, 254, 256, 258 Imitacin reflexiva, 18
Formacin docente, 4, 5, 6, 7, 8, 11, 13, 14 lntra psicolgico, 103
principios constructivistas para la, 20 Interaccin educativa, 103
problemas en la, 13, 14, 15, 17 Interpsicolgico, 103
proceso de, 19
Furi, 4,11 Jacobson, 67
Johnson, David, 102, 105, 107, 109, 110, 111, 115,
Galanes, 122, 126 119, 124, 128, 129
Grate, 220, 221 Johnson, Roger, 102, 105, 107, 109, 110, 111, 115, 119,
Garca Madruga, 40, 49,158,162,175, 179,181,202, 124, 128, 129
281 Jones, 143, 196,223
Gardner, 7 Jorba, 357
Garner, 240, 256
Gil, 4,11,17, Kagan, 125
Gimeno, 16, 17 Kant, 25
Glosario, 449 450, 451, 452, 453, 454, 455, 456, 457, Kauchak, 22,176
458,459 Kieras, 157, 158
Glynn, 206, 207 Kintsch, 165, 182,209
Gowin, 35, 40,195 Kluwe, 251
Grficas, 177 Kohlberg, Lawrence, 60
tipos de, 177, 178 Kozulin,238
Ysus fWlCiones en un texto, 178
Graves, 213 Lectura, Componentes de la, 283, 284
Grupo, 102 Lemke, 162, 163
definicin de, 102 Levie, 58, 174, 175
de alto rendimiento, 109 Lewin, Kurt, 112, 129
de aprendizaje cooperativo, 109, 115 Lewis, 154, 191
principios, 118 Lder, 122
beneficios, 118 objetivos de un, 122
de aprendizaje no cooperativo, 109 Lluvia o tormenta de ideas, 126, 127
de enfoque, 127, 128 Lo dado, 165
evaluacin de, 120 definicin de, 165
investigacin en, 125 en relacin con, 167
Lomax, 209
y la informacin de los profesores, 86
Lo nuevo, 165
actividades para la , 93
Muri,106
Navarro, 162
Martnez-Torregrosa , 4, 11
Novak, 11,35,40, 195, 224
Marx, 25
MasIO\N, A., 67
Objetivos o intenciones, 155
Mediacin, 3
Onrubia, 6, 359
Mensajes, 85, 86
Organizacin de contenidos, 48
Metas, 73
tipos de, 186
de aprendizaje, 75
Organizadores previos, 202
de ejecucin, 75
funciones de, 202
de evitacin al trabajo, 75
recomendaciones para elaborar, 205
252
Palincsar, 143, 196, 223
Metacurrculo, 270
Pars, 254, 257, 259
Modelo TARGET, 67
Postigo, 168
Moore, 67,80
constante en el, 16
Motivacin, 65
formacin de un, 15
cambios evolutivos en la , 83
Prcticas sucedneas, 33
definicin de, 67
clasificacin de, 180
escolar, 68
favorecen los procesos, 180
por el aprendizaje, 84
y aculturacin, 33
y el conductismo, 67, 69
afectivo-relacionales, 111
'"
enseanza -aprendizaje, 7
Sarabia, 52, 57, 8
Profesin, 15
definicin, 15
Schraw, 287, 288
d e la docencia , 15
Secundino, 162
Pintrich, 269
Se lig man, 80
SeaJiZlciones, 157, 1
l
Pozo, 52, 154, 168, 242, 269
Rilcionalidad tcnica , 14
eje mplo del 158
Recapi tulaciones
en te tos, 157
reconstructivas, 165
Sharan, E5
Recursos instruccionales, 56
Sheard, 209
de tipo procedimen tl l, 56
Shuel l, 11,43, 47, iE5
446,447
Situ acin escola r, 10
Reflexin de la accin, 18
competitiva, 103, 107, 108
problemtica en la, 18
individualista, 105, 107, 108
Reigeluth, 206
Y motiva cin, 105
Relacionabilidad,41
Skinner, 67
no iHbit raria, 41
Slil ter, 213
sustancial, 41
Slaton, 218
Relaciones
Slavin, Robert, 107, 123, 129
psicosociales, 107
Sole, 103, lO.!, 1-14, 358
socioafectivas, 110
Sthenhouse, 14
Resnick, 11, 33
Supuesto motivacional , 33
Resumen, 182
o macroestructura, 182
comparativo, 216
Retroalimentacin, 180
comprensin de, 281
Rogoff,7
estrategias de composicin de, 314, 315, 316,
Roja::.-Drummond, 220
317,318,319
Roles, 119
estructura del , 221
Rompecabezas, 123
expositiv, 213
Rosales, 165
caractersticas del, 213
Rosenthal, 67
tipos de, 213
narrativo, 210, 21 1
Sanmart, 357
funcin del, 210
Sapon-Shevin, l13
procesamiento del, 281, 282, 283, 285
Underwood, 2~2
supe res tructuras del , 209
Textualiza cin, 23
Valls, 52, 54, 262
Transferencia, 7, 261
constructi\"ismo y y en c.a nza d e, 60
y la motivacin, 67, 68
Van Dijk, 165 . 182, 209
Teora de la atribucin, 75
postulados de la, 75
Waller, 168
Teora de la elaboracin, 48
Wallan,29
33
Weins t in, 242
y la motivacin, 7,68
Woofolk,67,80, So, 122, 123