Audre Lorde - La Hermana, La Extranjera
Audre Lorde - La Hermana, La Extranjera
Audre Lorde - La Hermana, La Extranjera
la extranjera
Audre Lorde
Artculos y conferencias
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nudando su intimidad
za p e-tica do r e ;
biara la manera en que v>v;:
s cambios que prete ra e r
ti con nuestro vivir
Audre Lorde
LA HERMANA, LA EXTRANJERA
artculos y conferencias
Titulo original: Sisier Outsider
N o t a a la e d ic i n e s p a o l a .......................................................................................... 5
I n t r o d u c c i n ......................................................................................................................... 7
L a p o e s a n o e s un l u jo .................................................................................................... 13
L a t r a n s f o r m a c i n d e l s il e n c io en l e n g u a je y a c c i n ................................. 19
A r a a n d o i.a s u p e r f ic ie :
APUNTES SOBRE LAS DIFICULTADES DEL AMOR ENTRE MUJERES.............................. 25
C a r t a a b ie r ta a M a r y D a l y ............................................................................................. 57
E l HOMBRE NIO:
RESPUESTA FEMINISTA DE UNA MADRE NEGRA Y LESBIANA........................................ 65
E n t r e v is t a : A u d re L o r d e y A d r ie n n e R i c h ........................................................... 77
L a s h e r r a m ie n t a s d e l a m o n u n c a d e sm o n t a n la c a s a d e l .a m o ................. n 5
E d a d , r a z a , c l a s e y s e x o : l a s m u je r e s r e d efin en la d if e r e n c ia ................. 12 1
A p r e n d e r de l o s s e s e n t a .................................................................................................. 15 1
R e t o r n o a G r a n a d a : un in f o r m e p r o v i s i o n a l ................................................... 2 11
A p u n t e s d e un v ia je a R u s i a .......................................................................................... 231
5
Introduccin
La poesa no es un lujo1
Querida Mary;
Ahora que he encontrado un espacio de tiempo en esta
salvaje y sanguinaria primavera3, quiero comunicarte los
pensamientos que me has llevado a concebir. Confiaba en
que nuestros caminos se cruzaran y tuviramos ocasin de
sentarnos a charlar, pero no ha sido as.
Te deseo fuerza y alegra en la victoria que sin duda
conseguirs contra las fuerzas represivas de la Universi
dad de Boston. Me alegra mucho que tantas mujeres asis
tieran al mitin y confo en que esta demostracin de fuer
za genere mayores espacios para que podis crecer y
estableceros.
58
Hermanas:
Diez aos de convivencia como pareja lesbiana inte
rracial nos han enseado los peligros que entraa una
perspectiva excesivamente simplista sobre e carcter y las
73
I
Conozco (a ira que albergo en mi interior como conoz
co los latidos de mi corazn y el sabor de mi saliva. Es ms
fcil enfadarse que hacer dao. La ira es lo que mejor se
me da. Es ms fcil estar furiosa que anhelante. Ms fcil
crucificarme en vosotras que competir con el amenazador
universo blanco, reconociendo que nos merecemos amar
nos unas a otras.
Como mujeres Negras hemos compartido muchas
experiencias similares. Por qu no nos acercan y nos
unen, y en lugar de eso nos incitan a degollarnos con
armas bien afiladas por el uso continuo?
La ira con la que reacciono cuando otra mujer Negra se
desva lo ms mnimo de mis necesidades inmediatas, mis
deseos o mi idea de lo que es una respuesta adecuada, es
una ira profunda y daina, una ira elegida slo por deses
peracin, por esa desesperacin que te vuelve temeraria.
Esa ira enmascara mi dolor por estar separadas las que
ms unidas deberamos estar -m i dolor- porque quiz ella
no me necesite tanto como yo la necesito, o podra verme
a travs de los ojos afilados de los que odian, esos ojos que
tan bien conozco por mis propias y distorsionadas imge
nes de ella. Aniquila o s aniquilada!
179
17eo odio
estoy sumergida en !, ahogndom e
casi desde eprin cipio de mi vida
ha sido e aire qu e respiro
a com ida que com o, e contenido de mis percepciones,-
e nico h ech o constante en mi vida
es su od io ...
soy dem asiado joven para tener tanta historia43
II
Una mujer Negra afanndose ao tras ao, compro
metida con la vida mientras la vive, los hijos alimentados y
vestidos y amados como puede con una fortaleza que no
Ies permite enquistarse como frutos amargos; sabiendo
todo el tiempo y desde el principio que o bien tendr que
matarlos, o bien llegar el da en que habr de enviarlos al
territorio de la muerte, al laberinto blanco.
Me siento a la mesa e! da de Accin de Gracias, escu
chando a mi hija hablar de (a universidad y de los horrores
de la decidida invisibilidad. Llevo aos tomando nota de
sus sueos de morir a manos de ellos, sueos a veces mag
nficos, otras veces insulsos. Mi hija me habla de los profe
sores que se niegan a comprender las preguntas sencillas,
de que la miran como si fuera un tumor benigno -poco
184
Querida Leora-.
Para dos mujeres Negras entablar una relacin analti
ca o teraputica, significa comenzar un recorrido inseguro
y bsicamente desconocido. No hay prototipos, ni mode
los, ni un cuerpo de experiencias objetivamente accesible;
slo estamos nosotras para examinar la dinmica especfi
ca ce nuestra interaccin como mujeres Negras. Ahora
bien, dicha interaccin puede influir en el resto del mate
rial psquico al que prestamos una atencin profunda. Bus-
189
III
Ultimamente me he visto rodeada de tantas muertes y
prdidas, sin metforas ni smbolos redentores, que a
veces me siento atrapada en una sola palabra: sufrimiento;
y su corolario: soportar. Y tengo el mismo problema con la
ira. La ira se cuela en mis principales tratos con el mundo
porque, en los ltimos tiempos, he tenido que procesar
grandes dosis de ira, o tal vez porque la maquinaria con
que la proceso se est volviendo ms lenta o menos eficaz.
191
IV
Qu hace falta para ser dura? La crueldad aprendida?
Ahora resulta indispensable que se alce una voz dicien
do que las mujeres Negras siempre nos hemos ayudado las
unas a las otras, no es verdad? Y sa es la paradoja de
nuestro conflicto interno. Contamos con una poderosa y
antigua tradicin de relaciones y apoyo mutuo, y las hue
llas de esa tradicin viven en cada una de nosotras, opo
nindose a la ira y a la desconfianza engendradas por el
odio a nosotras mismas.
195
V
Una serie de falacias sobre la manera de protegerse a
una misma nos mantienen separadas y engendran dureza
y crueldad donde ms necesitamos dulzura y compren
sin.
i. Que la cortesa y las buenas maneras exigen que no
nos miremos directamente y slo nos dirijamos disimula
das miradas para juzgarnos. Debemos evitar a toda costa la
imagen de nuestro miedo. "Qu boca tan bonita tienes ,
bien se podra escuchar como: Mira qu labios tan gran
des. Mantenemos una discreta distancia entre nosotras
tambin porque esa distancia me convierte menos en ti y
te convierte menos en m.
i 98
XI
El lenguaje con el que nos han enseado a desconfiar
de nosotras mismas y de nuestros sentimientos es el
mismo lenguaje que empleamos para desconfiar las unas
de las otras, Demasiado guapa... o demasiado fea. Dema
siado Negra... o demasiado blanca. Intil. Eso ya lo s.
Quin lo dice? Eres poco de fiar como para que te escu
che. Hablas SU lenguaje. No hablas SU lenguaje. Quin te
has credo que eres? Te crees mejor que las dems? Desa
parece de mi vista.
Nos negamos a prescindir de la distancia artificial que
nos separa y a analizar nuestras diferencias reales para
establecer un intercambio creativo. Somos demasiado
diferentes para comunicarnos. Lo cual quiere decir que
debo definirme por oposicin a ti. Y el camino de la ira est
200
V III
Teorizar sobre la propia vala no sirve de nada, Ni tam
poco fingir. Las mujeres que han vivido con un gesto inex
presivo en sus hermosos rostros pueden morir entre gran
des tormentos. Yo me puedo permitir miraime de frente,
arriesgarme al dolor de experimentar lo que no soy y
aprender a saborear la dulzura de quien soy. Puedo enta
blar amistad con as distintas parcelas de mi ser, tanto si
me gustan com o si no me gustan. Reconocer que la
mayora de los das soy ms amable con el estpido mari
do de mi vecina que conmigo misma. Puedo mirar al
2 0 6 >
Notas
" This Bridge Called My Back: Writings by Radical Women of Color, edi
tado por Cherrie Moraga y Gloria Anzaldua (Kitchen Table: Women of Color
Press, Nueva York, 1984). primera edicin: 1981.
3,De "From Each of You", publicado por primera vez en A Land Where
People Uve (Broadside Press, Detroit, 1973), y recogido en Chosen Poems:
Old and New (W.W, Norton and Company, Nueva York. 1982), pg. 42.
57Esta conferencia se dio durante el Fin de Semana de Malcolm X. Uni
versidad de Harvard, febrero de 1982.
34En Essence, voi. 14, n. 6 (octubre de 1983), se public una versin
abreviada de "Mirndonos a los ojos". Quiero dar las gracias a toda una serie
de mujeres sin cuyo apoyo y conocimientos no habra podido terminar este
ensayo: Andrea Canaan. Frances Clayton, Michelle Cliff. Blanche Wiesen
Cook, Clare Coss. Yvonne Flowers. Gloria Joseph, Adrienne Rich, Charlotte
Sheedy, Judy Simmons y Barbara Smith. Dedico esta obra a la memoria de
Sheila Blackwell Pinckney, 1953-1983.
wDe un poema de Gloria Joseph.
*Articulo de SameKa Lewis.
41 De "Letters from Black Feminists. 1972-1978. de Barbara Smith y
Beverly Smith, Conditions: Four (1979).
be! IChing.
45De! poema "Nigger", de Judy Dothard Simmons, publicado en Decent
Intentions (Blind Beggar Press, P.O. Box 437. Williamsbridge Station, Bronx.
Nueva York 10467, 1983).
44Del I Ching.
This Bridge Called My back.- Writings by Padical Women of Color, edi
tado por Cherrie Moraga y Gloria Anzaldua (Kitchen Table: Women of Color
Press, Nueva York, 1984).
40Del I Ching.
47De "Every Woman Ever Loved A Woman, de Bernice Johnson Rea-
gon. cancin interpretada por Sweet Honey in the Rock.
48Del fChing.
211
Notas
I
El vuelo a Mosc dur nueve horas, y, por lo que pude
observar en el avin, el trato entre los rusos es tan antip
tico como entre los estadounidenses e igual de poco servi
cial.
Haba una magnfica mujer de unos setenta y tantos
aos, de rostro abrupto y cansados ojos azules, que lleva
ba un paoln a la cabeza y un enorme abrigo. Todos los
pasajeros, menos yo, iban provistos de gruesos y enormes
abrigos. Cuando sal de! avin al fro de Mosc comprend
por qu. Aquella mujer ocupaba el asiento delante de m.
Viajaba sola y su baja estatura le dificultaba a labor de
manejar el abrigo. Lo intent una vez, y otra, y ai final me
levant y la ayud. El avin iba lleno hasta los topes, nunca
haba visto una cabina tan atestada. La anciana se volvi y
me dirigi una mirada. Era evidente que no hablaba ingls,
porque antes yo haba murmurado algo sin obtener res
puesta. En sus ojos vi una mirada desprovista de todo ren
233
II
En Mosc hace mucho fro. El da que llegu nev por
la maana, y hoy ha vuelto a nevar, aunque estamos a 16
de septiembre. Mi gua, Heen, hizo un comentario muy
acertado al respecto. Dijo que la vida en Mosc es una
lucha constante contra el fro y que vivir es una victoria
sobre la muerte por congelacin. A causa del fro, o quiz
por la escasez de alimentos en los aos de la guerra, todo
el mundo come muchsimo. Esta noche, debido a un
pequeo error cometido por la camarera, a Heen le han
servido dos cenas, y no ha puesto el menor reparo en dar
cuenta de todo. Y nadie est desproporcionadamente grue
so, lo que supongo que de alguna manera se explica por el
clima. Esta noche hemos bebido vino con la cena; por lo
visto, se recurre mucho al vino para soltar la lengua. Casi
se dira que es una prescripcin. Siempre hay tres vasos
por cabeza en la mesa dispuesta para cenar; uno para agua,
otro para vino y el tercero para vodka, que corre como el
agua, y segn parece con escasos efectos en los rusos.
Un grupo de asistentes a la conferencia hemos salido
hoy a hacer turismo acompaados de nuestros guas. Resul
ta difcil creer que es domingo porque la ciudad entera, cen
trada en sus objetivos, desborda vida como cualquier otro
da y se dira que la semana laboral se ha alargado un da.
Hemos visto el Museo del Convento Novagrodski, cuyas
audaces y brillantes torres en forma de cebolla hicieron que
238
III
Para asistir a la conferencia viajamos hacia el sur hasta
Uzbekistn, un viaje de cinco horas que se convirtieron en
siete debido a los retrasos. Ya era de noche cuando llega
mos a Tashkent, tras un vuelo agotador. Como ya he
comentado, ios aviones rusos estn increblemente aba
rrotados, los asientos ocupan hasta el ltimo centmetro
disponible. Los rusos aprovechan al mximo su espacio
areo. Incluso el viaje de Nueva York a Mosc fue una
especie de desplazamiento areo de masas. Y el vuelo de
Mosc a Tashkent ciertamente lo fue, ya que los pasajeros
eran 150 asistentes a la Conferencia de Escritores Africanos
y Asiticos, yo misma, un observador, los intrpretes y el
personal de prensa. En conjunto, un grupo de unas 250
personas, toda una multitud a la hora de desplazarse por
un pas al menos cuatro o cinco veces mayor que los Esta
dos Unidos (y en un avin comn y corriente, no particu
larmente amplio).
Haca un calor delicioso cuando descendimos del
avin en Tashkent, y ola como en Accra, Ghana. AI menos
esa fue la impresin que me dio durante el corto trayecto
del aeropuerto al hotel. La carretera de la ciudad estaba
rodeada de rboles y anchas avenidas de blanco mrmol,
y brillantes farolas. La ciudad entera de Tashkent haba sido
reconstruida despus del terremoto de 1966. Llegamos
cansados y acalorados a un recibimiento de los que te
dejan el corazn en suspenso y luego lo llenan de regoci
jo. Puedes imaginarnos, 250 personas exhaustas, agarro
tadas, sedientas, desorientadas, hartas de hablar y mal ali
mentadas? Haba cado a noche. Salimos del avin y
243
IV
Tashkent est dividida en dos partes. La parte vieja que
sobrevivi al enorme terremoto de 1966 y la parte nueva,
situada en torno al ncleo de la vieja Tashkent. Es muy
nueva y muy moderna, fue reconstruida en un plazo muy
breve despus de que el terremoto prcticamente arrasara
la zona. En su reconstruccin participaron trabajadores de
toda la Unin Sovitica. Vino gente de Ucrania, de Bielo-
rrusia, de cada una de las regiones, y entre todos recons
truyeron la ciudad. Y hay muchos estilos arquitectnicos
en la parte nueva, pues cada grupo que acudi construy
a su manera. Es casi un monumento conmemorativo a lo
que un gran grupo de personas puede hacer cuando une
sus esfuerzos. Fue uno de los detalles que ms me impre
sion durante mi estancia en Tashkent. La parte vieja, que
es realmente el centro de Tashkent, se parece mucho,
muchsimo, a una dudad de Ghana o de Dahomey, como
Kumasi o Cotonou. A la luz del da, su parecido con algu
nos lugares de frica occidental es tan grande que apenas
poda dar crdito a lo que vea. De hecho, si Mosc es
Nueva York en otro espacio, con otros matices -porque
tanto Nueva York como Mosc tienen una poblacin que
supera los ocho millones de habitantes y aparentemente
deberan compartir los mismos problemas, pero Mosc
parece haberlos afrontado de una manera muy distinta-, si
Mosc es Nueva York, Tashkent es Accra. Es africana en
muchos aspectos: los puestos callejeros, la mezcolanza de
viejo y nuevo, los ondulados tejados de hojalata sobre las
casas de adobe. El olor a trigo de las plazas, aunque stas
eran ms modernas que las de frica occidental. Incluso
algunos rboles y flores, como las calas. Pero el aroma a
laterita roja de la tierra era distinto.
Los pobladores de Tashkent, que est bastante cerca de
la frontera iran, son muy diversos, y me sorprende su apa
245
V
Ya de vuelta en Mosc, durante los ltimos das, cono
c a una mujer que me haba llamado la atencin durante
toda la conferencia. Era esquimal. Se llamaba Toni y perte
neca al grupo de los chufewos. Estos esquimales habitan
en la regin de Rusia ms prxima a Alasfea, la regin que
los rusos no vendieron, al otro lado del estrecho de Bering.
Toni no hablaba ingls y yo no hablaba ruso, pero la ltima
noche tuve la sensacin de que estbamos haciendo el
arnor a travs de nuestras intrpretes. No s si ella se dara
cuenta de lo que estaba sucediendo, pero sospecho que s.
Su ponencia, presentada aquel da, me haba conmovi
do profundamente. A la hora de la cena compartimos
mesa, junto con otras diez personas, y Toni entabl con
versacin conmigo por mediacin de nuestras intrpretes.
Dijo que mientras hablaba en pblico no haba dejado de
buscar mi mirada entre la multitud porque senta que esta
ba hablndole a mi corazn. Y que la pequea cancin que
enton haba sido un canto de esperanza a un amanecer
para nuestros pueblos. Y aquella mujer, no lo dudes, lanz
un hechizo muy poderoso. Hoy da slo sobreviven cuatro
mil personas del pueblo chufewo. Toni dijo durante su
charla: Es muy triste que un pueblo entero deje de existir".
Y a continuacin enton aquella cancin, diciendo que su
pueblo la cantaba cuando suceda algo nuevo. Sus oscuros
ojos redondos y su espesa cabellera de criatura marina
destellaban y se mecan al ritmo de la msica. En aquel
momento me recorri un escalofro, porque aunque los
estadounidenses Negros sumemos una poblacin de 21
millones de personas, yo tambin tengo la sensacin de
257
VI
Otra vez en Mosc, todava fro y lluvioso. Por encima
de los tejados baados de lluvia, Mosc es una visin ms
o menos tan deprimente como Hueva York, con (a dife
rencia de que el horizonte est cruzado por enormes
gras. Al parecer, en Mosc hay muchsimas obras en mar
cha, Lo mismo sucede en Nueva York, pero no se nota
tanto al contemplar el horizonte. Aqu no se construyen
bloques que ocupen manzanas enteras como en Nueva
York. Puede haber un par de grandes edificios de aparta
mentos por manzana, situados en ngulos diferentes, y
258
VII
Necesitar mi tiempo y muchos sueos para digerir
todo lo que he visto y sentido en estas dos agitadas sema
nas. Ni siquiera he comentado la gran afinidad que sent
con algunos escritores africanos y lo difcil que resultaba
conocer a otros. No tengo motivos para pensar que Rusia
sea una sociedad donde se vive en libertad. No tengo moti
vos para pensar que Rusia sea una sociedad sin clases,
Pero el pan cuesta unos cuantos copes por barra y a nadie
259
ISBN 84-87715-93-1
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