Dimensión Pastoral de La Teología y Teología Pastoral
Dimensión Pastoral de La Teología y Teología Pastoral
Dimensión Pastoral de La Teología y Teología Pastoral
TEOLOGA PASTORAL
RAMIRO PELLITERO
1. Vid. J.L. ILLANES, Sobre el saber teolgico, Madrid 1978, pp. 22ss. Cita en p.
51.
2. Y. CONGAR, La fe y la teologa, Barcelona 31981, p. 320. La corriente agustiniana
pervivi en la escuela franciscana. En el tema que nos interesa cabe destacar a S. Bue-
naventura y al Beato Duns Scoto. Cfr. J. RATZINGER, Die Geschichtstheologie des hlg. Bo-
naventura, Munich-Zurich 1959; J.L. ILLANES, Estructura y funcin de la teologa en Juan
Duns Scoto, en Scripta Theologica 22 (1990) 49-86.
3. Cfr. J. RATZINGER, Qu es teologa?, en IDEM, Teora de los principios teolgicos.
Materiales para una teologa fundamental, Barcelona 1985, pp. 382ss. El autor sostiene
que la ocupacin central de la teologa es Dios; por tanto su tema ltimo y autntico
Que la teologa tiene una dimensin pastoral tambin quiere decir en-
tonces que desde su mismo ncleo, como fe que busca entender, la teologa na-
ce, vive y se finaliza en relacin con la misin salvadora de la Iglesia.
La teologa, toda ella, es desarrollo de la fe cristiana, que es una fe in Ec-
clesia, que se da y vive en la Iglesia y a su servicio. La razn de ser del telogo
se escribi en los aos del Concilio Vaticano II no es la curiositas que mue-
ve a saciar el ansia personal de saber, sino un servicio consciente a la Iglesia (...).
Los doctores en la Iglesia no agotan su misin en la contemplacin de la ver-
dad. El rigor de su investigacin se ordena, por naturaleza, in aedificationem
Corporis Christi. La teologa lleva hincada en su propia esencia una funcin ke-
10. Cfr. Y. CONGAR, La fe y la teologa, o.c., pp. 291ss. En su opinin, aunque la teo-
loga debe renovar su comprensin del misterio cristiano a partir de la experiencia exis-
tencial del hombre o su bsqueda de sentido, no puede renunciar a una metafsica del
ser por una pura fenomenologa de las intenciones y de las relaciones espirituales (ibid.,
p. 350).
rigmtica (...). Este sentido social y pblico de la sacra doctrina delimita el es-
tatuto del telogo en la vida eclesial como una diakona, como un servicio res-
ponsable 11.
Segn esto, no podra asimilarse simplemente lo pastoral a lo eclesial ? Se
trata de una tendencia en los textos que tratan de temas teolgico-pastorales.
Nuestra opinin es que, siendo legtima esa equiparacin en la perspectiva del
carcter pastoral tanto del Concilio Vaticano II como de la teologa, en el mo-
mento actual conviene atenerse a la tradicin eclesiolgica, reservando el tr-
mino pastoral para lo que hacen los Pastores, es decir, los miembros de la je-
rarqua. Toda accin pastoral es apostolado en sentido amplio, pero no toda
accin de apostolado, o accin eclesial, es accin pastoral.
Dicho todo lo anterior, habra que aadir enseguida: no hay que dar por
supuesto que la dimensin pastoral de la teologa se manifieste automticamen-
te y fructuosamente con slo comprender en qu consiste. Lgicamente, el ar-
gumento desembocara en una cualificacin de la teologa misma, para que ten-
ga sus plenas dimensiones.
El redescubrimiento de la dimensin pastoral de la teologa ha venido
impulsado, en buena parte, por las necesidades pastorales se nos dispense ya
de las comillas. Es decir: por las necesidades de la Iglesia y de la transmisin de
la fe en una situacin de fin del rgimen de cristiandad y extensin de la des-
cristianizacin. Esto apunta a que la Iglesia misma, que se comprende como
misin, no puede vivir ya sin sus plenas dimensiones; entre ellas, la corres-
ponsabilidad de todos a la hora de contribuir a su edificacin, que se enraza en
la Comunin.
25. En la lnea de lo que Danilou denominaba ya en 1946 una visin total del hom-
bre cristiano (cfr. J. DANILOU, Les orientations prsents de la pense religieuse, en tudes
249 [1946] 5-21). En ese mismo lugar escriba: Ha pasado ya el tiempo de las especula-
ciones tericas, separadas de la accin y que no comprometen la vida (p. 7). Y conclua:
Es preciso que surjan para ello hombres que unan, a un sentido profundo de la tradicin
cristiana, a una vida de contemplacin que les d la inteligencia del misterio de Cristo, un
agudo sentido de las necesidades de su tiempo y un amor ardiente por las almas de sus
hermanos; hombres (que sern) tanto ms libres respecto de todas las formas humanas
cuanto ms estrechamente unidos estn por el vnculo interior del Espritu (p. 21).
como tarea aadir sensibilidad a la Dogmtica desde fuera, sino porque re-
presenta e impulsa la sensibilidad pastoral de la dogmtica, al menos en la pers-
pectiva del Concilio Vaticano II.
Acabamos de aludir a la unidad de la teologa. Conviene insistir en que la
sensibilidad pastoral es de por s, o debe ser, una dimensin pastoral de todas las
materias teolgicas. Por eso no puede decirse que los intereses de la Eclesiologa,
u otras ramas de la Dogmtica, se reduzcan a las esencias. Los grandes culti-
vadores de la teologa la han elaborado siempre con la mirada puesta en la vida
de la Iglesia, y no de un modo puramente conceptual. Al mismo tiempo, es pre-
ciso reconocer que la vida de la Iglesia, como lugar teolgico sistemtico, no ha
entrado en el mtodo teolgico sino recientemente. En todo caso, la Teologa
pastoral extrae muchos de sus fundamentos de la teologa Dogmtica, sin ser
una pura aplicacin de sus principios 27. Tampoco ha de esperarse que la Teolo-
ga pastoral proporcione, como si fueran recetas, unos criterios concretos para
una accin que consistira en la aplicacin de esas normas. Su papel puede ver-
se, ms bien, en la formacin de las disposiciones y actitudes, precisamente en
orden a la accin del cristiano. Por lo dems, se entiende bien que la Teologa
pastoral tenga una relacin estrecha con la Teologa moral y espiritual 28: sta tra-
ducira la sensibilidad de la teologa en el orden de la unin personal con Dios.
En definitiva, la Teologa pastoral, bien sea concebida en un sentido es-
tricto como teologa del ministerio pastoral (perspectiva ms clsica) o bien sea
como teologa de la accin de toda la Iglesia (lo que parece ms acorde con el
enfoque del Concilio Vaticano II), va ms all de ser la conciencia pastoral de
la teologa, y los mismos requerimientos de la misin eclesial la han ido dotan-
do de unos contenidos fundamentales.
Despus de varias dcadas de incertidumbre, y dejando abierta la posible
diversidad de grandes zonas de la disciplina, parece haber llegado el momento
de proponer la fundamentacin de la Teologa pastoral (particularmente ecle-
siolgica) y definirla como ciencia teolgica con un objeto y mtodo propios,
en la lnea que apuntan los prrafos precedentes 29. Esa fundamentacin debe-
30. Cfr. los interesantes estudios reunidos en AA.VV., Teologia pastorale in Europa.
Panoramica e approfondimenti, G. TRENTIN-L. BORDIGNON (a cura), Padova 2003.
(Vase en este mismo volumen de Scripta Theologica la seccin de recensiones).
31. Cfr. W. KASPER, Zur Wiessensschaftspraxis der Theologie..., o.c., pp. 250ss.
32. Vid. R. PELLITERO, Teologa pastoral. Introduccin a una teologa de la accin ecle-
sial, Instituto Superior de Ciencias Religiosas, Universidad de Navarra, 2003.
gacin de la teologa misma, de la teologa como tal. Una dimensin que, si bien
no tiene por qu ponerse en primer plano de continuo, ha de estar presente pa-
ra que la teologa cumpla su funcin en la Iglesia: servir al anuncio y la trans-
misin de la fe.
Ramiro PELLITERO
Facultad de Teologa
Universidad de Navarra
PAMPLONA