Primer Encuentro Peruano-Chileno-Uruguayo de Derecho Del Trabajo PDF
Primer Encuentro Peruano-Chileno-Uruguayo de Derecho Del Trabajo PDF
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PERUANO-CHILENO-URUGUAYO
DE DERECHO DEL TRABAJO
PRIMERA EDICIN
FEBRERO 2015
500 ejemplares
Prohibida su reproduccin
total o parcial
DERECHOS RESERVADOS
D. Leg. N 822
DISEO DE CARTULA
Y DIAGRAMACIN DE INTERIORES
Martha Hidalgo Rivero
SOCIEDAD PERUANA
DE DERECHO DEL TRABAJO
Y DE LA SEGURIDAD SOCIAL
RUC N 20108098512
Av. Vctor Andrs Belaunde N 395
San Isidro, Lima
Impreso en:
Imprenta Editorial El Bho E.I.R.L.
San Alberto 201 - Surquillo
Lima 34 - Per
NDICE
Presentacin .......................................................................................................13
Inauguracin.......................................................................................................17
PONENCIAS
ARIEL NICOLIELLO
La responsabilidad penal por infracciones a la normativa sobre seguridad
laboral en Uruguay........................................................................................ 27
DANIEL RIVAS
Responsabilidad penal del empleador. El delito de peligro contra la vida o
la salud del trabajador................................................................................... 79
5
Sociedad Peruana de Derecho del Trabajo y de la Seguridad Social
AMALIA DE LA RIVA
El proceso de ejecucin laboral uruguayo.................................................... 221
GUSTAVO GAUTHIER
Problemtica de Derecho Individual y de Derecho colectivo en el grupo de
empresas........................................................................................................ 277
6
Primer Encuentro Peruano-Chileno-Uruguayo
HCTOR BABACE
Legislacin penal del trabajo en Uruguay.................................................... 383
BEATRIZ DURN
Responsabilidad penal del Estado como empleador a la luz de la Ley
N 19.196. Una mirada desde la ptica de la prevencin............................. 403
EDUARDO GOLDSTEIN
Las eximentes de responsabilidad del empleador en el delito de peligro por la
no prevencin en los accidentes de trabajo instaurado por la Ley N 19.196
denominada de responsabilidad empresarial en la Repblica Oriental del
Uruguay......................................................................................................... 453
7
Sociedad Peruana de Derecho del Trabajo y de la Seguridad Social
SESIN DE LA MAANA
La responsabilidad penal del empleador. Situacin y perspectivas
Ponencias oficiales
Dr. Javier Arvalo Vela................................................................................. 561
Dr. Jorge Ogalde........................................................................................... 568
Dr. Ariel Nicoliello........................................................................................ 578
Panel
Dr. Daniel Ulloa............................................................................................ 585
Dr. Jorge Ogalde........................................................................................... 590
Dr. Daniel Rivas............................................................................................ 593
Intervencin de los participantes
Dr. Csar Abanto Revilla.............................................................................. 598
Dr. Ral Saco Barrios................................................................................... 601
Dra. Beatriz Durn........................................................................................ 603
Dr. Hctor Babace......................................................................................... 606
Dr. Leonardo Slinger..................................................................................... 608
Dr. Martn Ermida......................................................................................... 610
Dr. Gustavo Gauthier.................................................................................... 613
Dra. Patricia Fuenzalida................................................................................ 614
SESIN DE LA TARDE
Medidas cautelares y ejecucin de sentencia en el proceso laboral
Ponencias oficiales
Dr. Fernando Elas Mantero.......................................................................... 617
8
Primer Encuentro Peruano-Chileno-Uruguayo
9
Sociedad Peruana de Derecho del Trabajo y de la Seguridad Social
CLAUSURA
10
SOCIEDAD PERUANA DE DERECHO DEL TRABAJO
Y DE LA SEGURIDAD SOCIAL
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Sociedad Peruana de Derecho del Trabajo y de la Seguridad Social
12
PRESENTACIN
13
Sociedad Peruana de Derecho del Trabajo y de la Seguridad Social
14
JUEVES 24 DE JULIO DE 2014 3.30 p.m.-4.00 p.m. Dr. Fernando Elas Mantero
(Per)
8.00 a.m.-8.40 a.m. Registro de participantes 4.00 p.m.-4.30 p.m. Dra. Rocio Garca de la Pastora
8.40 a.m.-8.55 a.m. Inauguracin (Chile)
Dr. Jaime Zavala Costa: Presi- 4.30 p.m.-5.00 p.m. Dra. Rosina Rossi (Uruguay)
dente de la SPDTSS 5.00 p.m.-5.45 p.m. Panel
Dra. Mara Loreto Fierro: Presi- Dr. Michael Vidal Salazar (Per)
dente de la SCHDTSS Dra. Mara Eugenia Montt (Chi-
Dr. Hugo Fernndez: Presidente le)
de la AUDTSS Dra. Amalia de la Riva (Uru-
8.55 a.m.-9.00 a.m. Pautas de organizacin del En- guay)
cuentro 5.42 p.m.-6.00 p.m. PAUSA CAF
Dr. Csar Gonzles Hunt: Se- 6.00 p.m.-7.30 p.m. Intervencin de los participan-
cretario de Relaciones tes
Internacionales SPDTSS 8.15 p.m. Coctel de Bienvenida
Lugar: Deck del Restaurante La
Sesin de la maana Huaca Pucllana
9.00 a.m.-1.00 p.m. Primer Tema La responsabili- Sito en Huaca Pucllana, Mira-
dad penal del empleador: situa- flores
cin y perspectivas
Director de Sesin: Dr. Pedro VIERNES 25 DE JULIO DE 2014
Morales Sesin de la maana
Ponencias Oficiales 9.00 a.m.-1.00 p.m. Tercer Tema Problemtica de
9.00 a.m.-9.30 a.m. Dr. Javier Arvalo Vela (Per) derecho individual y de derecho
9.30 a.m.-10.00 a.m. Dr. Luis Lizama (Chile) colectivo en el Grupo de empre-
10.00 a.m.-10.30 a.m. Dr. Ariel Nicoliello (Uruguay) sas
10.30 a.m.-11.15 a.m. Panel Director de Sesin: Dr. Hctor
Dr. Daniel Ulloa (Per) Babace.
Dr. Jorge Ogalde (Chile) Ponencias Oficiales
Dr. Daniel Rivas (Uruguay) 9.00 a.m.-9.30 p.m. Dr. Elmer Arce Ortiz (Per)
11.15 a.m.-11.30 a.m. PAUSA-CAF 9.30 a.m.-10.00 p.m. Dra. Irene Rojas (Chile)
11.30 a.m.-1.00 p.m. Intervencin de los participan- 10.00 a.m.-10.30 p.m. Dr. Gustavo Gauthier (Uruguay)
tes 10.30 a.m.- 11.15 a.m. Panel
1.15 p.m.- 3.15 p.m. Almuerzo: Hotel Sonesta El Oli- Dr. Miguel Canessa (Per)
vars Dr. Rodrigo Palomo (Chile)
Dr. Hugo Barreto (Uruguay)
Sesin de la Tarde 11.15 a.m.-11.30 p.m. PAUSA CAF
3.30 p.m.-7.30 p.m. Segundo Tema Medidas Cau- 11.30 p.m.-1.00 p.m. Intervencin de los participantes
telares y ejecucin de sentencia
en el proceso laboral 1.00 p.m.-1.15 p.m. Clausura
Director de Sesin: Dr. Emilio Dr. Jaime Zavala Costa: Presi-
Morgado. dente de la SPDTSS
Ponencias Oficiales 2.00 p.m. Almuerzo de Confraternidad
SPDTSS-SCHDTSS-AUDTSS
PRIMER ENCUENTRO PERUANO-CHILENO-URUGUAYO
Lima, Per 24 y 25 de julio de 2014
RELACIN DE PARTICIPANTES
PER CHILE URUGUAY
PER: 30
CHILE: 20
URUGUAY: 22
INAUGURACIN
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Sociedad Peruana de Derecho del Trabajo y de la Seguridad Social
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Primer Encuentro Peruano-Chileno-Uruguayo
el ao pasado 25 aos de fundada. Sociedad que fue fundada por Luis Aparicio
Valdez, que ya no nos acompaa; Mario Pasco, recientemente fallecido, que to-
dos ustedes seguramente conocieron; y Roger Zavaleta, trujillano. Y por ltimo,
un ejemplar novsimo del Segundo Congreso Internacional de Derecho Proce-
sal del Trabajo que recoge fielmente y tal cual todo lo sucedido en este congre-
so el ao pasado, en el mes de noviembre, en Piura, al norte del pas, que tuvo
gran xito realmente.
Adems debo decir, en honor de la verdad, como siempre lo he dicho,
que en gran parte este congreso se debi a la iniciativa que me dio mi gran
amigo Mario Pasco. El mismo da que jur como presidente de la sociedad y
me dijo hay que hacer un congreso de Derecho Internacional. En la comida
de festejo por esta nueva junta directiva que tena la sociedad, recog la idea
y esa misma noche le contest, le dije: Mario, hoy mismo empieza la orga-
nizacin. Y este es el resultado de este evento, que estoy seguro que les va
a gustar y les va a ser muy til a todos ustedes porque adems tiene la contri-
bucin de amigos chilenos, uruguayos, brasileos, colombianos, venezolanos,
ecuatorianos y de muchos participantes a travs de las ponencias libres, todo
eso est en este libro.
Finalmente, quisiera, obviamente, agradecer la participacin de todos us-
tedes y solamente remarcar que les voy a pedir que hagamos un esfuerzo de pun-
tualidad para todos los eventos, para cumplir con el programa tal cual lo tienen
a la vista. Eso implica la asistencia a las horas del evento, a la hora del almuer-
zo, estn todos invitados el da de hoy a disfrutar de un almuerzo limeo, que es-
toy seguro que les va a gustar, que va a ser en este mismo hotel, arriba, en la te-
rraza, en la prgola, donde hay una hermosa vista de todo el parque El Olivar de
San Isidro. Y en la noche, un coctel que les da la Sociedad a todos ustedes en la
Huaca Pucllana que es un sitio arqueolgico, el ms visitado, el ms turstico del
distrito de Miraflores. Van a disfrutar del local con vista de las pirmides; ya ha-
blaremos de eso un poco, en ese momento. Lo acompaaremos con alguna msi-
ca sorpresa para ustedes que estoy seguro que les va a gustar y la comida perua-
na, por cierto. As que nada ms y muchas gracias nuevamente por su asistencia
y continuemos con el programa. Gracias.
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Sociedad Peruana de Derecho del Trabajo y de la Seguridad Social
20
Primer Encuentro Peruano-Chileno-Uruguayo
21
Sociedad Peruana de Derecho del Trabajo y de la Seguridad Social
cuatro ediciones hasta ahora, podramos decir que este es el quinto encuentro,
el quinto encuentro de una manera distinta, pero una edicin posiblemente con-
secutiva de aquellas.
Con los amigos chilenos estamos en la tercera edicin y comenzamos en el
2007. Es efectivamente cierto me parece, lo pongo a consideracin de la sala que
est consolidada esta actividad: el encuentro de las escuelas chilena, peruana y
uruguaya es un hecho acadmico consolidado, parangonable con hechos consoli-
dados tradicionales del laboralismo internacional, solamente que en este caso re-
lativos a la iniciativa, al impulso y a la enseanza de viejos y queridos maestros
que tenemos la obligacin, dira yo, de corresponder, siguiendo el camino del in-
tercambio cientfico, objetivo, constructivo, sobre estas realidades que el mundo
del trabajo nos presenta.
Hoy a la entrada nos decan estamos pensando en el segundo encuentro,
todava no comenzamos el primero pero estamos organizando el segundo, lo cual
me parece que efectivamente no es ninguna posicin desubicada, estamos conso-
lidando un camino que efectivamente se va a desarrollar ms all de este evento
que estamos comenzando hoy. Por tanto, termino agradeciendo, saludando y se-
guramente pensando en que cuando terminemos el viernes en la tarde esta activi-
dad nos iremos todos satisfechos del trabajo realizado. Muchas gracias.
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Primer Encuentro Peruano-Chileno-Uruguayo
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PONENCIAS
LA RESPONSABILIDAD PENAL POR INFRACCIONES
A LA NORMATIVA SOBRE SEGURIDAD LABORAL EN
URUGUAY
ARIEL NICOLIELLO(1)
INTRODUCCIN
(1) Profesor Adjunto de Derecho del Trabajo y de la Seguridad Social en la Facultad de Derecho de la
Universidad de la Repblica Oriental del Uruguay.
(2) En su artculo 1 establece: El empleador, o en su caso, quien ejerciendo efectivamente en su nombre
el poder de direccin en la empresa, (que) no adoptaren los medios de resguardo y seguridad laboral
previstos en la Ley y su reglamentacin, de forma que pongan en peligro grave y concreto la vida, la
salud o la integridad fsica del trabajador, sern castigados con tres a veinticuatro meses de prisin.
27
Sociedad Peruana de Derecho del Trabajo y de la Seguridad Social
Una vez planteada la iniciativa, se gener una posicin alternativa que pro-
puso el reforzamiento de la responsabilidad patrimonial del empleador incumpli-
dor de la normativa de prevencin, as como de los procedimientos de investiga-
cin y denuncia de los accidentes cuando surgen elementos que permitan presu-
mir un delito culpable.
Finalmente, la negociacin poltica llev a un proyecto que aunaba todos
estos elementos, pero atenuaba al mismo tiempo las posiciones originales (se eli-
min la figura penal proyectada en su modalidad culpable, y se mantuvo la indem-
nizacin integral solo en caso de dolo o culpa grave). La nueva ley contiene, por
esa razn, tanto la creacin de un delito de peligro, como normas sobre procedi-
mientos administrativos y jurisdiccionales y el reforzamiento de las consecuencias
econmicas adversas para el empleador cuando opera su dolo o culpa grave (pr-
dida del seguro y recuperacin de gastos por el ente pblico asegurador en forma
preceptiva, ya no facultativa).
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Primer Encuentro Peruano-Chileno-Uruguayo
(3) TERRADILLOS BASOCO, J. M. Los delitos contra la vida y salud de los trabajadores: diez aos de
vigencia (diez cuestiones controvertidas en los tribunales y RAMREZ BARBOSA, P. Breves notas
sobre la proteccin penal de la vida y salud de los trabajadores en el Cdigo Penal: arts. 316 y 317 CP.
En: Terradillos, J.M. y Acale, M. (dir.). Estudios jurdicos sobre siniestralidad laboral. Sevilla, 2006,
pp. 280-285.
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Sociedad Peruana de Derecho del Trabajo y de la Seguridad Social
(4) TERRADILLOS BASOCO, J. M. El Derecho penal del trabajo una opcin pertinente?. En: Derecho
Laboral. T. XLIX, N 223, Montevideo, 2006, pp. 508-509; BABACE, H. Responsabilidad penal del
empleador en caso de accidentes de trabajo. En: Derecho Laboral. T. LVI, N 250, Montevideo, 2013,
p. 333 y ss.
(5) Expresin utilizada por el sociolgo Ulrich Beck (Risikogesellschaft) como ttulo de su obra de 1986.
Aunque Beck centra su obra en los aspectos sociales de la posmodernidad (inestabilidad de las relaciones
sociales y econmicas), su teora tambin ha sido aplicada a los cambios cientficos y tcnicos de las
ltimas dcadas y el creciente riesgo de la humanidad y la naturaleza.
(6) CASTRONUOVO, D. Salud y seguridad en el trabajo en el Derecho Penal europeo y comparado.
30
Primer Encuentro Peruano-Chileno-Uruguayo
En: Terradillos, J.M. y Acale, M. (dir.). Estudios jurdicos sobre siniestralidad laboral. Sevilla, 2006,
pp. 205-206.
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Sociedad Peruana de Derecho del Trabajo y de la Seguridad Social
Nuestra ley tambin guarda similitudes con una de las modalidades previs-
tas en el apartado 26 de la Ley de Salud y Seguridad Ocupacional alemana (Ar-
beitsshutzgesetz) que pena con un ao de prisin a quien infrinja reiteradamen-
te una disposicin de la normativa reglamentaria de prevencin de accidentes, o
al que, incumpliendo la misma, ponga en peligro deliberadamente la vida o la sa-
lud de los trabajadores.
Los antecedentes citados, como la figura introducida por la Ley N 19.196,
constituyen delitos de peligro concreto que se configura cuando se renen dos ele-
mentos: el incumplimiento de la normativa legal o reglamentaria de prevencin,
y la puesta en peligro de la vida o la salud. Se diferencian de aquellos otros orde-
namientos que penan el incumplimiento de las normas de prevencin, con inde-
pendencia de la prueba de la existencia de un peligro concreto, ya sea porque pre-
sumen el peligro o porque protegen a la seguridad laboral como un bien jurdico
autnomo de la vida o la salud de los trabajadores. Tambin se diferencian, desde
luego, de los que solo penan el resultado lesivo (muerte o lesiones).
32
Primer Encuentro Peruano-Chileno-Uruguayo
trabajo en que haya peligro para los operarios refleja el concepto de una activi-
dad econmica, con fin lucrativo(7).
Es posible encontrar el mismo elemento econmico en el concepto de
empresa utilizado en otras ramas del Derecho: la normativa comercial (Ley
N 18.387 sobre concursos) considera actividad empresaria a la actividad pro-
fesional, econmica y organizada con finalidad de produccin o de intercambios
de bienes o servicios, y en materia tributaria la Ley N 18.083 considera empre-
sa a toda unidad productiva que combina capital y trabajo para producir un re-
sultado econmico, intermediando para ello en la circulacin de bienes o en la
prestacin de servicios.
Si se consulta el sentido corriente de la expresin empresa es posible lle-
gar a conclusiones similares. De acuerdo al Diccionario de la Real Academia Es-
paola, empresa es la unidad de organizacin dedicada a actividades industria-
les, mercantiles o de prestacin de servicios con fines lucrativos. El fin lucrativo
es un elemento imprescindible de este concepto de empresa.
Es posible concluir que tanto en aquellas normas jurdicas que definen el
concepto de empresa como en el sentido corriente de la expresin el concepto de
empresa supone la existencia de una organizacin productiva (industrial, comer-
cial, de servicios, agropecuaria, minera, etc.) que combina capital y trabajo, y que
persigue un fin econmico(8): la generacin de utilidades o ganancias.
Si se comparte esta interpretacin, la responsabilidad penal del empleador
estara limitada a las empresas que tienen una finalidad econmica(9) y no a las
asociaciones civiles u otras organizaciones sin fines de lucro. Por la misma razn,
no sera aplicable al empleador domstico.
En lo que refiere al Sector Pblico, la utilizacin del criterio expuesto per-
mitira, en principio, concluir que la aplicacin a las empresas incluira a aquellas
de propiedad estatal o no estatal, no as al resto del Estado. Sin embargo, la men-
cin del poder de direccin, concepto extrado del Derecho del Trabajo priva-
do, podra apuntar en la direccin de excluir a todo el sector pblico del mbito
(7) Es necesario sealar, sin embargo, que la normativa de nivel reglamentario comprende tanto a las acti-
vidades con fines de lucro, como a aquellas que no persiguen ese fin (Dec. 406/988, Dec. 291/007, etc.).
(8) En la doctrina espaola, J. Terradillos se inclina por una definicin eminentemente econmica de
la empresa, como organizacin de capital y de trabajo destinada a la produccin o a la mediacin de
bienes o servicios para el mercado (Derecho Penal de la empresa. Trotta, Madrid, 1995, p. 13).
(9) Esta interpretacin, que excluye de los posibles sujetos activos al trabajo domstico y a la Administracin
Pblica, con excepcin de las empresas del dominio industrial y comercial del Estado, fue sostenida por
el Prof. Langn ante la Comisin del Senado en la intervencin citada.
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Sociedad Peruana de Derecho del Trabajo y de la Seguridad Social
(10) ALAGNA, R. I reati in tema di sicurezza sul lavoro previsti dal Codice Penale. En: Mazzacuva, N.
(dir.). Diritto del lavoro, Vol VII, Il Diritto Penale del Lavoro, UTET, 2007, p. 237.
(11) ARROYO ZAPATERO, L. Manual de Derecho Penal del Trabajo. Madrid, 1998, p. 61.
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Primer Encuentro Peruano-Chileno-Uruguayo
(12) Sostenida por AGUADO LPEZ, S. El delito contra la seguridad en el trabajo: artculos 316 y 317 del
Cdigo Penal. Valencia, 2002, p. 109.
(13) TERRADILLOS BASOCO, J. M. Los delitos contra la vida y salud de los trabajadores: diez aos
de vigencia (diez cuestiones controvertidas en los tribunales. En: Terradillos, J.M. Acale, M. (dir.),
Estudios jurdicos sobre siniestralidad laboral. Sevilla, 2006, pp. 125-126; CUENCA GARCA, M.
J. Prevencin penal y extrapenal de la siniestralidad laboral. En Estudios Penales y Criminolgicos.
Vol. XXXIII, 2013, pp. 5-7.
(14) En el ordenamiento espaol, el reenvo a la normativa extrapenal para determinar quines son los
legalmente obligados ha generado dificultades interpretativas. La jurisprudencia ha delimitado el
crculo de los sujetos posibles a quienes tengan un dominio suficiente de hecho, porque el elenco de los
obligados por la normativa de prevencin es muy amplio. Vase: GARCA FIGUEROA, F. Los sujetos
activos de los delitos contra la seguridad y salud en el trabajo. Tesis doctoral, Universidad Carlos III
de Madrid, 2011.
35
Sociedad Peruana de Derecho del Trabajo y de la Seguridad Social
Podr haber un ejercicio del poder de direccin por los miembros de sus r-
ganos directivos, administradores o encargados, pero la norma no excluye la dele-
gacin del poder de direccin hacia empleados subordinados en la estructura je-
rrquica de la empresa. El poder de direccin, en lo que refiere a la seguridad la-
boral, puede desmembrarse, distribuirse o delegarse, de modo que pueda identifi-
carse ms de un responsable, dependiendo de las obligaciones respectivas.
Se nos plantea, por lo tanto, el problema de determinar las condiciones bajo
las cuales se puede entender que la delegacin es vlida y eficaz, y existe un ejer-
cicio efectivo del poder de direccin. La delegacin de poderes desde el titular
de la empresa podr ocurrir tanto en el caso del empleador persona fsica como
cuando se trata de una persona jurdica.
El criterio de la efectividad del ejercicio del poder de direccin que ha uti-
lizado nuestro legislador recoge los desarrollos legislativos, doctrinarios y juris-
prudenciales de los pases europeos donde existe la responsabilidad penal por in-
cumplimiento de la normativa sobre seguridad laboral.
En este aspecto, el Derecho Penal del trabajo debe armonizar los princi-
pios penales y laborales: para que el delegado sea responsable debe poseer el su-
ficiente dominio fctico, pero al mismo tiempo debe tenerse presente que el de-
legante mantiene la obligacin de supervisar al delegado y conserva facultades de
control(15).
En la doctrina espaola se ha sostenido que para delimitar con precisin
el crculo de posibles responsables debe constatarse si el sujeto tiene o no la fa-
cultad de adoptar por su cuenta autnomamente las medidas de seguridad de que
se trate(16). La interpretacin del deber de seguridad debe ser fctica, no formal,
atendiendo a los que de hecho son los encargados, es decir, a los que efectivamen-
te asumen y ejercen el poder de direccin empresarial(17).
En tal sentido, se ha entendido que para que la delegacin resulte eficaz y
pueda desplazar la responsabilidad desde el delegante al delegado, es necesario
que se verifiquen los siguientes requisitos: a) eleccin de persona adecuada para
(15) LASCURAN SNCHEZ, L. La imputacin penal del accidente de trabajo. En: AA.VV. La tutela
penal de la seguridad en el trabajo. Universidad de Deusto, Bilbao, 2006, p. 45.
(16) ARROYO ZAPATERO, L. Delitos contra la seguridad en el trabajo (art. 348 bis del Cdigo Penal).
En: Cobos del Rosal (dir.). Comentarios a la legislacin penal. T. V, La reforma penal de 1983, vol 2,
pp. 845-860; BAYLOS, A. y TERRADILLOS, J. Derecho Penal del Trabajo. Trotta, Madrid, 1990,
pp. 115-116.
(17) BOIX REIG, J. y ORTS BERENGUER, E. Consideraciones sobre el artculo 316 del Cdigo Penal.
En: Arroyo Zapatero, L - Berdugo, I. (dir.). Homenaje al Dr. Marino Barbero Santos in memriam.
Ediciones de la Universidad de Castilla-La Mancha - Universidad de Salamanca, Cuenca, 2001, p. 64.
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Primer Encuentro Peruano-Chileno-Uruguayo
(18) LASCURAN. Ob. cit., pp. 267-285; GARCA FIGUEROA, F. Los sujetos activos de los delitos contra
la seguridad y salud en el trabajo. Ob. cit., pp. 133-134.
(19) PADULA, A. Tutela civile e penale della sicurezza del lavoro. 2 ed., CEDAM, 1998, pp. 59-60; ALAG-
NA, R. I reati in tema di sicurezza sul lavoro previsti dal Codice Penale. En: Mazzacuva, N. (dir.).
Diritto del lavoro. Vol VII, Diritto penal del lavoro, UTET, Miln, 2007; MONGILLO, V. La delega
di funzioni in materia di sicurezza del lavoro alla luce del DL n. 81/2008 e del decreto correttivo. En:
Diritto Penale Contemporaneo, 2010, <www.penalecontemporaneo.it>.
37
Sociedad Peruana de Derecho del Trabajo y de la Seguridad Social
(20) PLISSIER, J.; SUPIOT, A. y JEAMMAUD, A. Droit du travail. 21 ed., Dalloz, Pars, 2002, pp. 1092-
1093; BABIN, M. Sant et scurit au travail. Lamy, Pars, 2011; MAYAUD, Y. Responsables et
responsabilit. En: Droit Social, N 11, Pars, noviembre 2000, pp. 945-947.
38
Primer Encuentro Peruano-Chileno-Uruguayo
39
Sociedad Peruana de Derecho del Trabajo y de la Seguridad Social
El criterio del control efectivo (se responde por la omisin propia, cuando
se poda y deba actuar para evitar el peligro) permite precisar, adems, la distri-
bucin de responsabilidades en los casos de subcontrato, suministro de mano de
obra o intermediacin laboral. Cada empresario (principal, subcontratista, sumi-
nistrador de mano de obra o intermediario) podr ser penalmente responsable en
la medida que posea el control de los lugares de trabajo, la maquinaria, el equipo,
los agentes qumicos, fsicos y biolgicos y las operaciones y procesos. No ser
responsable, en cambio, por las acciones imprevisibles e independientes de terce-
ros, incluidas las del trabajador, cuando renan estas caractersticas y no puedan
imputarse objetivamente al empleador principal.
6. Conducta tpica
El delito se comete cuando el sujeto activo omite adoptar los medios de res-
guardo y seguridad laboral previstos en la ley y su reglamentacin, y, como con-
secuencia de esa omisin, pone en peligro grave y concreto la vida, la salud o la
integridad fsica del trabajador.
(21) Citado por JIMNEZ DE ASA, L. Tratado de Derecho Penal. T. III, Ed. Losada, Buenos Aires, 1958,
p. 467.
40
Primer Encuentro Peruano-Chileno-Uruguayo
Tambin pueden dividirse los delitos de peligro, segn este sea indivi-
dual, o se presente con el carcter de colectivo, general o comn. Son
delitos de peligro individual aquellos que protegen contra el riesgo la
vida o la salud de una persona. En los delitos de peligro general o co-
lectivo, en cambio, se pone en riesgo la vida, la salud de un nmero
indeterminado de personas(23). Este parece ser el caso de la disposicin
comentada.
Delito de omisin
(22) LANGN CUARRO, M. Curso de Derecho Penal y Procesal Penal, T. II, Ed. Del Foro, Montevideo,
2001, p. 28.
(23) JIMNEZ DE ASA, L. Tratado de Derecho Penal. T. III, Ob. cit., pp. 468-469.
(24) BAYLOS, A.; TERRADILLOS, J. Derecho Penal del Trabajo. Ob. cit., p. 116.
41
Sociedad Peruana de Derecho del Trabajo y de la Seguridad Social
(25) MUOZ CONDE, F. y GARCA ARN, M. Derecho Penal. Parte General. 3 ed., Tirant lo Blanch,
Valencia, 1998, p. 123.
42
Primer Encuentro Peruano-Chileno-Uruguayo
(26) Sent. 3/1988, citada por Muoz Conde y Garca Arn, en obra citada; sents. 127/1990 y 120/1998, citadas
por Terradillos en Los delitos contra la vida y salud de los trabajadores: diez aos de vigencia (diez
cuestiones controvertidas en los tribunales. Ob. cit., p. 131.
(27) GARCA FIGUEROA, F. Los sujetos activos de los delitos contra la seguridad y salud en el trabajo,
Tesis doctoral, Universidad Carlos III, Madrid, 2011, p. 86.
(28) LICCI, G. Ragionevolezza e significativit come parametri di determinatezza della norma penale.
Giuffr, Miln, 1989, pp. 118-121.
(29) AMATO, Sufficienza e completezza della legge penale. En: Giurisprudenza Costituzionale, 1964,
p. 494, citado por Licci, en: Ob. cit., p. 117.
(30) Sent. 1876-90 de 19/11/1990, citada por el Presidente de la Sala Constitucional G. Armijo, en su obra
Del control poltico al control constitucional: el principio de legalidad penal, en sitios.poderjudicial.
go.cr/sala constitucional.
43
Sociedad Peruana de Derecho del Trabajo y de la Seguridad Social
Concluye la Suprema Corte que La amplitud con que una norma des-
cribe una figura, ya sea mediante otra Ley o a travs de normas de na-
turaleza administrativa, no colide con la Constitucin, siempre que se
advierta en forma inequvoca que est dentro del sistema de significa-
ciones que la propia Ley consagra (). Modernamente, se admite
que exista colaboracin reglamentaria de la Ley sancionadora, pero
condicionada a que en la Ley queden suficientemente determinados los
elementos esenciales de la conducta (). En general, pues, se admite
la validez de la Ley penal en blanco siempre que no deje a los ciuda-
danos cierta incertidumbre sobre la licitud o ilicitud de sus actos. La
Ley penal en blanco es aceptable cuando tiene caracteres capaces de
asegurar al ciudadano el conocimiento cabal de los mandatos y prohibi-
ciones protegidos por una norma penal(31).
44
Primer Encuentro Peruano-Chileno-Uruguayo
sustantiva cuando la norma penal fija con suficiente precisin los ele-
mentos del delito y la pena correlativa(33).
No sera razonable exigir que el tipo penal contenga todos los posibles
comportamientos contrarios a la normativa de seguridad laboral, cuan-
do en nuestro ordenamiento esa normativa es principalmente de fuen-
te reglamentaria, por decisin expresa del legislador, reenvo fundado
en cuanto la normativa de prevencin supone efectuar especificaciones
tcnicas, variables segn la poca, el sector de actividad y el lugar de
trabajo (Ley 5.032).
Por otra parte, debe tenerse presente que la penalizacin del delito de
peligro supone adelantar la barrera de proteccin penal, que ya existe
en el delito de dao (homicidio, lesiones). Y la modalidad culpable de
esas figuras penales de dao se produce, conforme al artculo 18 del
Cdigo Penal, cuando media imprudencia, impericia, negligencia o
violacin de leyes o reglamentos. Aqu hay una referencia a la regla-
mentacin que no ha sido objeto de tacha por inconstitucionalidad. Si
el delito de dao a la vida o la integridad fsica puede producirse, bajo
la modalidad culpable, por violacin de los reglamentos de seguridad
laboral, anteponer la barrera de proteccin supone penar el peligro con-
creto generado por incumplimiento de esa normativa antes de que se
produzca el dao.
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Sociedad Peruana de Derecho del Trabajo y de la Seguridad Social
(34) TERRADILLOS BASOCO, J. M. Los delitos contra la vida y salud de los trabajadores: diez aos de
vigencia (diez cuestiones controvertidas en los tribunales. Ob. cit., p. 135.
(35) FERNNDEZ, G. D. Reflexiones sobre la determinacin normativa del concepto de peligro. En:
Cuestiones actuales de Derecho Penal. FCU, Montevideo, 2014, p. 99.
(36) Ibdem, p. 101.
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Primer Encuentro Peruano-Chileno-Uruguayo
El hecho de la vctima
7. Aspecto subjetivo
Se trata de un delito penado cuando se comete dolosamente. De acuerdo al
principio de culpabilidad nadie puede ser castigado por un hecho que la ley pre-
v como delito, si no es intencional, ultraintencional o culposo, cometido adems
con conciencia y voluntad; la imputacin a ttulo de culpa o ultraintencin re-
quiere norma expresa (arts. 18 y 19). De la coordinacin de ambos preceptos, se
concluye que la figura prevista por el artculo 1 de la Ley N 19.196 requiere el
dolo del agente para ser punible.
El dolo de peligro consiste en la voluntad consciente de poner en peligro el
bien jurdico, sin querer el dao de ese bien. En los delitos de peligro se prev el
resultado de peligro, el mismo es representado mentalmente en el autor, pero no
se tiene la intencin de causar el dao. El dolo debe ser vinculado con la probabi-
lidad del dao y no con el dao mismo(37).
En cualquier concepcin, el dolo tiene como mnimo conciencia y volun-
tad de la realizacin del tipo. Ello implica que no puede haber voluntad sin la con-
ciencia y representacin de las consecuencias que producir la conducta(38), que
en este caso es el peligro concreto para la vida, la salud o la integridad fsica de
uno o ms trabajadores. Si el peligro es un elemento del delito, por regla general,
debe ser objeto del dolo.
El Cdigo Penal contiene disposiciones especiales para el dolo en los deli-
tos de peligro (arts. 20 y 21). El artculo 20, que trata del rgimen del dolo y de
la culpa en los delitos de peligro, prev: Cuando la ley manda o prohbe ciertos
actos en defensa de un determinado bien jurdico, el dolo o la culpa se aprecian
con relacin a los actos mandados o prohibidos y no con relacin al bien jurdico
que se pretende salvaguardar. No se requiere que el autor del delito haya tenido
la intencin de daar, basta la conciencia y aceptacin del peligro.
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Sociedad Peruana de Derecho del Trabajo y de la Seguridad Social
8. Concurso de delitos
Cuando el incumplimiento de las normas de prevencin produzca un resul-
tado lesivo (la muerte o las lesiones del trabajador), el delito de resultado absor-
ber al de peligro, siempre que no haya otros trabajadores que hayan corrido gra-
ve peligro por el mismo incumplimiento.
Cuando, en cambio, la infraccin a la normativa de prevencin haya pues-
to en peligro a dos o ms trabajadores, pero provocado una lesin o la muerte a
alguno o algunos de ellos, habr concurso de delitos, de peligro y de resultado.
Entendemos que se trata de un concurso formal: el mismo hecho (infraccin a la
normativa de prevencin) se traduce en la configuracin de ms de un delito, apli-
cndose la pena del delito mayor (art. 57 del Cdigo Penal).
En los pases donde existen figuras penales para proteger a los trabajado-
res en su seguridad laboral, se ha constatado su escasa aplicacin, que frustra, en
gran medida, su eficacia.
(39) CAIROLI MARTNEZ, M. Curso de Derecho Penal uruguayo. 2 ed., FCU, Montevideo, 1990,
pp. 311-313.
(40) BOIX REIG, J. y ORTS BERENGUER, E. Consideraciones sobre el artculo 316 del Cdigo Penal.
Ob. cit., p. 68.
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Primer Encuentro Peruano-Chileno-Uruguayo
(41) El Banco de Seguros del Estado es un ente estatal autnomo que tiene el monopolio legal del seguro
obligatorio de accidentes de trabajo y enfermedades profesionales.
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Sociedad Peruana de Derecho del Trabajo y de la Seguridad Social
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Primer Encuentro Peruano-Chileno-Uruguayo
A MODO DE CONCLUSIN
51
LA RESPONSABILIDAD PENAL DEL EMPLEADOR.
UNA MATERIA TODAVA NO DEBIDAMENTE
ESTUDIADA
(1) Abogado. Magster en empleo, relaciones laborales y dilogo social en Europa (Universidad Castilla-
La Mancha). Profesor ordinario de derecho del trabajo en la Pontificia Universidad Catlica del Per y
docente en la Universidad ESAN.
(2) Ver el link del 13 de mayo de 2014 <http://laley.pe/not/1341/empleadores-irian-a-prision-si-no-depositan-
aportes-para-afp/> que detalla el Proyecto de Ley N 3476/2013-CR, el cual se puede leer en <http://
es.scribd.com/doc/223899201/Pl-03476080514>.
(3) Ver la noticia publicada el 8 de junio de 2014 en <http://peru21.pe/actualidad/acoso-sexual-laboral-
alistan-propuesta-tipificarlo-como-delito-2186788>.
(4) BAYLOS Antonio y TERRADILLOS Juan. Derecho Penal del Trabajo. Trotta, Madrid, 1990, p. 58.
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Sociedad Peruana de Derecho del Trabajo y de la Seguridad Social
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Primer Encuentro Peruano-Chileno-Uruguayo
(5) YON RUESTA, Roger. El juez penal y el control difuso: anlisis a partir de dos leyes. En: Revista
Derecho. Pontificia Universidad Catlica del Per, N 53, ao 2000, pp. 961-1012.
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Sociedad Peruana de Derecho del Trabajo y de la Seguridad Social
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Primer Encuentro Peruano-Chileno-Uruguayo
(7) Puede verse la bibliografa incluida en el artculo elaborado por CORCOY BIDASOLO, Mirentxu.
Derecho Penal Laboral. En: Derecho Penal Econmico y de la Empresa. IDEMSA, Lima, 2013,
pp. 237-286.
(8) Uruguay ha aprobado en abril ltimo la Ley N 19.196 que establece la responsabilidad penal de cualquier
empleador que ponga en riesgo la vida, salud o integridad fsica de sus trabajadores por el incumplimiento
de las normas de seguridad y salud laboral.
(9) El Poder Ejecutivo ha elaborado un proyecto y este, luego de estudiarse, debe ser aprobado en el Con-
greso.
(10) En: <http://gestion.pe/economia/gerentes-iran-carcel-cuando-no-cumplan-ley-seguridad-trabajo-
intencionalmente-2100344>.
(11) CORCOY BIDASOLO, Mirentxu. Ob. cit., p. 245.
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Sociedad Peruana de Derecho del Trabajo y de la Seguridad Social
que toda muerte est generando, automticamente, una multa de la autoridad ins-
pectiva de trabajo, supone revisar de mejor manera la forma en que est actuando
dicha dependencia, ms an cuando las actas de infraccin o las resoluciones ad-
ministrativas que las confirman, son utilizadas sin mayor discusin o cuestiona-
miento en los procesos judiciales de pago de indemnizacin de daos y perjui-
cios, al presumirse vlidas o como documentos que merecen fe(12).
As, una muerte en el centro de trabajo, sea de un trabajador propio o de
uno de una empresa de intermediacin o tercerizacin, que no necesariamente se
haya producido por algn incumplimiento normativo supone, luego de realizar el
aviso respectivo:
- La condena penal.
Si bien cada mbito debera suponer una aproximacin diferente a los he-
chos (en virtud de los diferentes principios que los inspiran), en la prctica los
dos ltimos se basan en el primero, confundiendo los principios y las conductas,
resultando as un supuesto de triple sancin cuyo resultado de correccin no pa-
recera razonable.
En efecto, dado que el Derecho Penal debe justificarse por la prevencin de
delitos y por minimizar la violencia de las reacciones frente a los delitos(13) sin que
deba o pueda convertirse en un derecho de la mayora(14) y ser en realidad un De-
recho Penal mnimo(15), resulta preocupante que se mantenga la idea de que sola-
mente el Derecho Penal puede corregir la comisin de ciertas conductas o de ga-
rantizar el cumplimiento de determinadas normas.
(12) Artculo 47 de la Ley General de Inspeccin del Trabajo, Ley N 28806. No obstante, recientemente el
Tribunal Constitucional ha establecido que el contenido de un acta de infraccin debe evaluarse con
otros medios probatorios (ver sentencia emitida en el Expediente N 967-2013 de fecha 18 de marzo de
2014).
(13) FERRAJOLI, Luigi. Garantas y Derecho Penal. En: Garantismo y Derecho Penal. Temis, Colombia,
2006, p. 5.
(14) Ibidem, p. 9.
(15) FERRAJOLI, Luigi. El paradigma del Derecho Penal mnimo. En: Garantismo y Derecho Penal.
Temis, Colombia, 2006, p. 63.
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Primer Encuentro Peruano-Chileno-Uruguayo
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RESPONSABILIDAD PENAL DEL EMPLEADOR
EN EL SISTEMA JURDICO CHILENO.
SITUACIN Y PERSPECTIVAS
I. INTRODUCCIN
61
Sociedad Peruana de Derecho del Trabajo y de la Seguridad Social
(1) Un catlogo de tales bienes se encuentra, por ejemplo, los artculos 312 al 316 del CP espaol, o en los
artculos 437 y 451 del Cdigo Penal italiano.
(2) La Ley de Jornada de Trabajo alemana, citada por HERNNDEZ, Hctor. Derecho Penal Laboral.
Julio Csar Jaira (editor), 2011, p. 72.
(3) Hasta ahora nicamente la Ley N 20.393 de 2009 considera tal posibilidad, pero limitada al lavado de
dinero, financiamiento del terrorismo y soborno o cohecho activo. La posibilidad de responsabilidad
penal de personas ficticias no es pacfica, y solo sera comprensible en la medida que sean instrumen-
talizadas por personas naturales para cometer ilcitos.
(4) Nos referimos a abogados y estudios jurdicos chilenos, pero que suponemos existen en todos los pases
convocados a este encuentro, que se han dedicado, con gran xito econmico, a perseguir responsabilidad
civiles y penales de empleadores o sus agentes.
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Primer Encuentro Peruano-Chileno-Uruguayo
Dejando de lado algunas pocas figuras en las que podra incurrir un traba-
jador, solamente hemos identificado tres materias de contenido laboral que empe-
cen al empleador y que han sido objeto de alguna preocupacin doctrinaria y le-
gislativa desde el Derecho Penal:
(5) Especficamente, conviene traer a colacin el Procedimiento de tutela laboral considerado en el proceso
laboral contenido en la Ley N 20.087 de enero de 2006, para la defensa de garantas constitucionales
del trabajador (arts. 485 y siguientes del Cdigo del Trabajo).
63
Sociedad Peruana de Derecho del Trabajo y de la Seguridad Social
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Primer Encuentro Peruano-Chileno-Uruguayo
(7) Cdigo Penal chileno: Artculo 467. El que defraudare a otro en la sustancia, cantidad o calidad de las
cosas que le entregare en virtud de un ttulo obligatorio, ser penado:
1. Con presidio menor en sus grados medio a mximo y multa de once a quince unidades tributarias
mensuales, si la defraudacin excediera de cuarenta unidades tributarias mensuales.
2. Con presidio menor en su grado medio y multa de seis a diez unidades tributarias mensuales, si
excediere de cuatro unidades tributarias mensuales y no pasare de cuarenta unidades tributarias
mensuales.
3. Con presidio menor en su grado mnimo y multa de cinco unidades tributarias mensuales, si ex-
cediere de una unidad tributaria mensual y no pasare de cuatro unidades tributarias mensuales.
Si el valor de la cosa defraudada excediere de cuatrocientas unidades tributarias mensuales, se aplicar
la pena de presidio menor en su grado mximo y multa de veintiuna a treinta unidades tributarias men-
suales.
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Sociedad Peruana de Derecho del Trabajo y de la Seguridad Social
(8) No se prevee que pueda desparecer, dada la alta morosidad que presenta el sistema previsional chileno,
en particular en las cotizaciones de AFP para vejez, aun con la presencia del tipo penal. El indicador
porcentaje promedio de recuperacin o aclaracin de morosidad presunta de la superintendencia de
pensiones para el periodo mayo-agosto de 2012, da cuenta que la AFP con mejor desempeo en Chile
tena una tasa de 48,82 % de recuperacin y la de peor una tasa de 24,25 % (<www.spensiones.cl>).
(9) En Espaa, el artculo 307.1 del CP: El que, por accin u omisin, defraude a la Seguridad Social elu-
diendo el pago de las cuotas de sta y conceptos de recaudacin conjunta, obteniendo indebidamente
devoluciones de las mismas o disfrutando de deducciones por cualquier concepto asimismo de forma
66
Primer Encuentro Peruano-Chileno-Uruguayo
No puede pasarse por alto las dificultades que en nuestro contexto america-
no puede generar el artculo 7.7 de la Convencin Americana de Derecho Huma-
nos(10): nadie ser detenido por deudas. Este principio no limita los mandatos de
autoridad judicial competente dictados por incumplimientos de deberes alimenta-
rios. Mucho ms categrica y estricta que el artculo 5.1 b del Convenio Europeo
de Derechos Humanos y que otros pactos que distinguen las obligaciones legales
de las contractuales y no solamente el especfico caso de obligaciones alimenta-
rias. Evidentemente, podra hacerse un esfuerzo interpretativo de la expresin de-
beres alimentarios, en sentido de abarcar obligaciones establecidas con miras a
asegurar la subsistencia futura de determinadas personas, como lo ha hecho hasta
ahora el Tribunal Constitucional chileno para los efectos de apremio por no pago
previsional, pero no puede desconocerse que es necesario extremarse para ello.
indebida, siempre que la cuanta de las cuotas defraudadas o de las devoluciones o deducciones indebidas
exceda de 120 000 euros ser castigado con la pena de prisin de uno a cuatro aos y multa del tanto al
sxtuplo de la citada cuanta.
(10) Lo que nos lleva a materias constitucionales por el valor de dichos acuerdos sobre derechos fundamen-
tales, conforme al artculo 5 inciso 2 de nuestra Constitucin, que les reconoce rango constitucional.
(11) Chile avanz mucho de la mano de ley de accidentes del trabajo del ao 1968 que incentiva la adopcin de
medidas de proteccin (cotizacin bsica de 0,9 % y diferenciada de hasta 3,4 %, organismos bipartitos;
objetivizacin de responsabilidad de la mantencin del trabajador en caso de imposibilidad temporal
de trabajar por accidente y recuperacin de su salud), pero sin un mecanismo de reparacin de daos
morales (que queda entregado al proceso civil o laboral, segn el caso). Sin embargo, est dando eviden-
cias de agotamiento (no cobertura del trabajo informal e independiente, salvo excepciones, diferencias
de resultados entre grandes empresas y pequeas, incumplimiento de deber de informar, presiones al
sistema por la parte empresarial, etc.). Por otra parte, la actividad estatal tambin tiene limitantes, tanto
en su variante preventiva (falta de recursos y temor a ahogar el funcionamiento empresarial), como en la
represiva o sancionatoria (tambin supone recursos y las dificultades para conocer los casos que ocurren
puertas adentro, aunque esto es cada vez ms factible: indemnidad). La otra lnea de prevencin que
apunta a la autoproteccin tambin tienen limitantes estructurales dada por la escasa participacin e
incidencia sindical en la organizacin empresarial, aunque existen ciertas frmulas, como ocurre con
los Comits Paritarios de Seguridad, as como los limitados instrumentos con las que las organizaciones
sindicales cuentan para ello.
(12) En el Cdigo Penal chileno: artculo 490. El que por imprudencia temeraria ejecutare un hecho que, si
mediara malicia, constituira un crimen o un simple delito contra las personas, ser penado:
1. Con reclusin o relegacin menores en sus grados mnimos a medios, cuando el hecho importare
crimen.
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Sociedad Peruana de Derecho del Trabajo y de la Seguridad Social
Los casos de persecucin penal con resultados (condenas) han tenido cerca-
na espacio-temporal entre la conducta imprudente y el resultado daino (con-
centrando adems responsabilidad en mandos medios)(13).
Adems, se requiere de un resultado daoso, pues el mero riesgo no satis-
face los tipos penales clsicos que se aplican. En caso de estar frente a riesgos
contamos con un arsenal de normas (dentro y fuera del Cdigo del Trabajo) que
conllevan a responsabilidades administrativas (multas) a cargo de diferentes en-
tes controladores, mas no sanciones penales.
Pero no puede desconocerse que, desde una perspectiva prctica, la aplica-
cin de tipos penales comunes en situaciones de infracciones a la seguridad con
resultados de muerte o lesiones se ha transformado en una herramienta poderosa
de investigacin (facultades con que cuenta al efecto el Ministerio Pblico(14)) y
de presin (posibilidad de suspensin condicional de procedimiento y de acuer-
dos reparatorios con inculpados que pueden comprometer la responsabilidad ci-
vil del empresario por hecho del dependiente(15)), aunque pocas veces con conde-
nas y esto no solo por las salidas alternativas del Cdigo Procesal Penal, sino
tambin por las dificultades para configurar el tipo del cuasidelito por el que pue-
den ser juzgados penalmente los empleadores o sus agentes, adems de las diver-
sas defensas que, desde un anlisis jurdico-penal, suelen ofrecerse(16). En un sis-
tema garantista como el nuestro, la prueba que se rinda en el proceso penal debe
provocar en el juez (que es un Tribunal colegiado) la ntima conviccin, ms all
2. Con reclusin o relegacin menores en sus grados mnimos o multa de once a veinte unidades
tributarias mensuales, cuando importare simple delito.
Artculo 492. Las penas del artculo 490 se impondrn tambin respectivamente al que, con infraccin de
los reglamentos y por mera imprudencia o negligencia, ejecutare un hecho o incurriere en una omisin
que, a mediar malicia, constituira un crimen o un simple delito contra las personas.
(13) HERNNDEZ, Hctor. Ob. cit., pp. 64-65.
(14) Artculos 77 y ss.; 180 y ss. del Cdigo Procesal Penal chileno.
(15) Artculos 237 y ss. del Cdigo Procesal Penal chileno.
(16) En este punto, solo a ttulo de muestra, cabe mencionar la construccin penal alemana de mediados del
siglo pasado, vinculado al trfico vehicular y a los accidentes ocurridos en l, en que la jurisprudencia
penal alemana forj lo que hoy se conoce como principio de confianza. Conforme a l, quien participa
en el trfico vehicular puede confiar, dentro de ciertos lmites razonables, que los dems se comportarn
correctamente. Por ende, la conducta incorrecta de los dems no es previsible. La cuestin es relevante a
la hora de establecer la responsabilidad culposa, puesto que la culpa exige como presupuesto la previsi-
bilidad del resultado. Hoy el principio de confianza ha extendido su aplicacin a otros mbitos de la vida
social, entre los que se cuenta el de los accidentes laborales que afectan la vida, integridad corporal y
salud de los trabajadores, aun cuando dicho principio no tiene regulacin en la legislacin nacional. Esto
exige delimitar hasta donde llega el deber de cuidado del empresario, del principal, del contratista, del
trabajador, de uno y otro, pues son interrogantes cuyas respuestas pasan por el principio de confianza,
considerando adems que las relaciones entre los sujetos sealados pueden ser horizontales, es decir,
entre pares, o, por el contrario, verticales, esto es entre sujetos especializados y subespecializados, y
en ambos casos jerarquizadas.
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Primer Encuentro Peruano-Chileno-Uruguayo
Hasta ahora, para bien o mal, hemos convivido en un Estado que ha deci-
dido replegarse en materias econmicas y sociales, incentivando la participacin
de particulares en tales materias, lo cual tambin ha incidido en el Derecho Penal
chileno, sin que pueda siquiera hablarse de Derecho Penal del Trabajo.
Sin embargo, ha habido proyectos de normas (algunas de ellas al calor de
circunstancias o ambientes polticos especiales). Hemos identificado cuatro en la
ltima dcada:
(17) Lo que existe en la actualidad es la responsabilidad penal de las personas jurdicas pero se vincula
con delitos de engao respecto de sus patrimonios y no con su comportamiento como empleador.
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Sociedad Peruana de Derecho del Trabajo y de la Seguridad Social
(18) El proyecto de Ley propone las siguientes incorporaciones al Cdigo Penal, las que, como se ver en
las frases subrayadas, no cumpliran con la estrictez que requiere la determinacin de un tipo, para que
pueda ser aplicado dentro del debido proceso:
Artculo 341 bis.- Los que con infraccin de las normas de prevencin de accidentes de trabajo, no faciliten
los medios necesarios para que los trabajadores desempeen su actividad con las medidas de seguridad
e higiene adecuadas, de forma que pongan as en peligro grave su vida, salud o integridad fsica, sern
castigados con las penas de presidio menor en su grado medio y multa de 500 a 3000 UTM.
En caso que se produjere la muerte, sern castigados con la pena de presidio mayor en su grado medio.
En caso que se produjeren las lesiones a que se refieren los artculos 396, 397 o 399 del Cdigo Penal,
sern castigados con las penas establecidas en dichos artculos, aumentadas en un grado (Proyecto ao
2008-Boletn 5708-13).
Artculo 341 ter: Cuando el delito a que se refiere el artculo anterior se corneta por imprudencia grave,
ser castigado con la pena inferior en grado. (Proyecto ao 2003-Boletn 3332-07, artculo 493 F).
Artculo 341 quater : Cuando los hechos previstos en los artculos anteriores se atribuyeran a perso-
nas jurdicas, se impondr las penas cor porales sealadas a los administradores o encargados del
servicio que hayan sido responsables de los mismos y a quienes, conocindolos y pudiendo remediarlo, no
hubieren adoptado medidas para ello. Sin perjuicio de lo anterior, la pena de multa impuesta ser aplicada a
las personas jurdicas quienes para estos efectos, sern penalmente responsables (Proyecto ao 2003-Boletn
3332-07, artculo 493 G).
(19) Artculo 184 bis: El empleador, contratista, subcontratista o superior jerrquico que no provea a los tra-
bajadores que mantiene a su cargo, los implementos y condiciones necesarias para que estos desempeen
sus actividades con las medidas de seguridad e higiene adecuadas, exponindolos a riesgos que pongan
en peligro su vida, salud o integridad fsica y psquica, sern sancionados con las penas contenidas en
el artculo 341 bis del Cdigo Penal.
Artculo 184 bis A: La persona jurdica legalmente representada por la persona natural que resulte
condenada por los hechos previstos y sancionados en el artculo precedente en calidad de empleador,
contratista, subcontratista o superior jerrquico, ser sancionada con la pena establecida en el artculo
341 bis y 341 quarter del Cdigo Penal.
(20) En efecto, el proyecto de ley plantea 5 objetivos:
a. Otorgar proteccin penal a los bienes jurdicos protegidos por la ley de accidentes del trabajo y
seguridad social, que resulten afectados con ocasin de la comisin de delitos, ocurridos en el
contexto de una relacin contractual laboral, hacindolos atribuibles al empleador, sea este persona
natural o persona jurdica.
b. Regular especficamente los tipos penales con resultado de daos en los bienes jurdicos de los
trabajadores, que por accin u omisin del empleador o su representante, tengan como resultado
poner en riesgo dichos bienes jurdicos, provocando con ello dao a la sociedad toda.
c. Establecer un sistema de responsabilidad penal hacia arriba, que haga responsable al empleador
por la comisin de delitos culposos de terceros subordinados o dependientes ocurridos con ocasin
de su falta de idoneidad para desempear el cargo o de la falta de supervisin de sus superiores.
d. Instaurar un sistema reforzado de sanciones, que contemple penas de privacin de libertad y otras
sanciones accesorias.
e. Establecer el derecho de la vctima a entablar demanda civil de indemnizacin de perjuicios den-
tro del procedimiento abreviado y simplificado, conjuntamente con el deber del juez de garanta,
respecto de resolver la demanda civil, al dictar sentencia penal.
Estos objetivos, que a simple vista podran parecer del todo necesarios y lgicos, resultan, en su aplica-
cin, ineficaces e incluso atentatorios de las garantas constitucionales. En efecto, cuando se pretende
tipificar un delito, no puede hacerse de manera ambigua. De lo contrario, se atenta contra el debido
proceso y contra la igualdad ante la Ley. En este caso, el hablar de negligencias inexcusables que
70
Primer Encuentro Peruano-Chileno-Uruguayo
puedan ser cometidas por el empleador o alguno de sus dependientes, o referirse a la falta de medidas
necesarias sin precisar cules seran las mismas dejan en un marco de ambigedad que imposibilita
la determinacin de un tipo penal.
Luego, en materia de autora, atribuir la posibilidad de autora de un homicidio o lesiones a una persona
jurdica no resulta adecuado. Quienes cometen los delitos contra las personas naturales son personas
naturales. Una empresa no puede lesionar a un trabajador. Quien lo haga ser su representante, alguna
de sus jefaturas u otro trabajador. Cosa distinta es el alcance de la responsabilidad patrimonial por dicho
acto u omisin, pero para ello no debe incorporarse a la persona jurdica como responsable en el tipo
penal, basta con modificar la normativa de responsabilidad patrimonial en la Ley de Accidentes del
Trabajo.
(21) Ttulo VIII: Delitos contra el orden socioeconmico
1. Delitos contra los trabajadores
Art. 351. Omisin del pago de cotizaciones previsionales. El empleador que, habiendo descontado de la
remuneracin del trabajador el valor de las cotizaciones previsionales o de seguridad social de cargo de
este, no las enterare en la respectiva institucin previsional, ser sancionado con prisin de 1 a 3 aos
y multa.
El delito previsto en este artculo solo ser perseguible a requerimiento del trabajador afectado por el
descuento o por la respectiva institucin previsional.
Art. 352. Exencin de responsabilidad. Quedar exento de responsabilidad penal el que regularice su
situacin de pago ante la respectiva institucin previsional antes del inicio del procedimiento penal.
(22) Art. 355. Atentado contra la seguridad en el trabajo. El empleador que, con infraccin de sus deberes
legales o reglamentarios en materia de prevencin de riesgos laborales, expusiere a sus trabajadores a
un peligro grave para su vida, su salud o su integridad fsica, ser castigado con reclusin o prisin de
1 a 3 aos y multa.
Lo dispuesto en este artculo se aplicar sin perjuicio de las penas que correspondieren por las muertes
o lesiones a que dieren lugar las condiciones peligrosas de trabajo.
(23) El anteproyecto inclua: Art. 182. Presupuestos de la responsabilidad penal. Las personas jurdicas sern
penalmente responsables por los delitos a que se refiere el inciso segundo cuando fueren cometidos por
personas naturales que se desempearen en o para ellas, cometidos, al menos en parte, en su inters o
para su provecho, y siempre que la comisin del delito se hubiere visto favorecida o facilitada por la falta
de implementacin efectiva, por parte de la persona jurdica, de un modelo adecuado de prevencin de
su comisin.
Los delitos por los cuales pueden ser penalmente responsables las personas jurdicas son los siguientes:
1 los delitos de homicidio y lesiones imprudentes previstos en los artculos 220 y 226, cuando fueren
cometidos con infraccin de los deberes del empleador relativos a la seguridad en el trabajo o como
consecuencia de la infraccin de deberes del fabricante de productos de consumo masivo ()
71
Sociedad Peruana de Derecho del Trabajo y de la Seguridad Social
cont con el apoyo del Ejecutivo solo considera un delito por omisin de pago
de cotizaciones previsionales, dejando restringida la legislacin propuesta, en lo
que nos interesa, a un delito especial relacionado con el no pago de cotizaciones
previsionales que son de cargo del trabajador, vinculndose con una forma de
apropiacin indebida.
72
Primer Encuentro Peruano-Chileno-Uruguayo
Todo indica que estn dadas las condiciones para ello: se trata de sancio-
nar conductas que representan un alto grado de daosidad social y, por otra parte,
afectan a un grupo social normalmente vulnerable y en condicin de dependencia
respecto de quien incurre en la conducta o podra evitarla. As lo evidencia, ade-
ms, la legislacin comparada.
Sin embargo, cabe preguntarse si es efectiva la proteccin penal especial
en estos casos, ms all de los tipos penales clsicos (apropiacin indebida, ho-
micidio, lesiones, etc.). En otras palabras resulta idneo construir tipos penales
especficos?
No creo que quepa duda alguna de la necesidad de sancin penal para quie-
nes hagan negocio con el trfico y explotacin de personas. La rentabilidad que
puede implicar para quien, al margen del Derecho y de la moral, recurra a esta
forma de trabajo es tan alta que una mera sancin administrativa difcilmente di-
suadir este comportamiento antijurdico.
Para empleadores que no cumplen con el pago de obligaciones previsio-
nales comprometiendo la subsistencia futura del trabajador quizs resulte prefe-
rible mejorar sistema de apremios, toda vez que los intentos de tipificar delitos
por esta conducta han terminado en la construccin de tipos vacos, sin real apli-
cacin prctica.
Para empleadores refractarios a las sanciones administrativas por incum-
plimientos en sus deberes de proteccin al trabajador debe buscarse mecanismos
que impidan la reiteracin de conductas lesivas de la seguridad. A fin de cuentas
se trata de tener las herramientas jurdicas para que ello no ocurra. Esto pudiera
justificar abordar penalmente este problema, en la medida que se concuerde que
no se satisface con la sola aplicacin de delitos de resultado, como actualmente
opera, y siempre que la construccin del tipo penal sea adecuada.
73
Sociedad Peruana de Derecho del Trabajo y de la Seguridad Social
Hay que evitar las reacciones penales desmedidas que acercan la respon-
sabilidad penal a una responsabilidad objetiva, o que en la prctica se presu-
ma, pues estos tipos penales, cuando son posibles, terminan siendo de muy esca-
sa aplicabilidad. Por ello estimo que debe procurarse limitarla a casos en que no
se cumple con un mnimo estndar de proteccin.
Recordemos que un tipo penal debe contener los elementos objetivos nor-
mativos en la descripcin completa de la conducta penada, del hecho y de las obli-
gaciones incumplidas que provocan a la persona incurrir en ese hecho, pues, de lo
contrario, pudiera atentarse contra garantas constitucionales como la legalidad en
materia penal e, incluso, el debido proceso.
Debe entonces evaluarse cuidadosamente la frmula a utilizar. A continua-
cin, algunas opciones posibles y aspectos a considerar en cada caso:
74
Primer Encuentro Peruano-Chileno-Uruguayo
daosos solo se producirn despus de largo tiempo (como ocurre, v. gr., con las
enfermedades profesionales).
Sin embargo, los delitos de peligro, en especial cuando son de peligro abs-
tracto, pueden vulnerar los principios de ofensividad o lesividad en cuanto sancio-
nan conductas (acciones u omisiones) sin que se haya afectado realmente el bien
jurdico protegido, sostenindose incluso que pueden llevar a una presuncin iure
et de iure de la peligrosidad de una accin(24).
Aun dando por superado discusiones de legitimidad (en aras de obtener la
mxima seguridad), y aceptando que se trata de bienes jurdicos supraindividua-
les que se protegen, todo en aras de la relevancia social (y personal) que tiene la
proteccin de la seguridad en el trabajo, todava subsiste una crtica fundada en la
eficacia prctica que pueda tener. As, por ejemplo, su eficacia en Espaa ha sido
prcticamente nula, probablemente porque se trata de conductas tpicas que se de-
sarrollan puertas adentro en las que pesa el inters de conservar el empleo o de
no perjudicar la fuente de trabajo, al menos hasta que no se produzca un resulta-
do daino concreto en que pueda tener aplicacin un delito de imprudencia, con
lo que se reconduce a la situacin anterior, ya que podra haber un concurso ideal
de delito de peligro y delito de lesin, aumentando la pena de este(25).
Adems, todava desde el punto de vista crtico, cuando se trata de delito
de peligro concreto, el dolo del autor debe extenderse al resultado tpico, esto es,
el peligro concreto, lo cual, salvo casos groseros, ser difcil de satisfacer, rena-
ciendo la crtica en orden que tambin tendra una limitada capacidad motivado-
ra de conductas.
El delito de peligro abstracto, en cambio, no requerira de un peligro concre-
to al que deba extenderse el dolo del autor, pero en este caso nuevamente es difcil
que la conducta realmente permita predicar una suficiente capacidad motivadora.
Como se trata de delitos a fin de cuentas dolosos, pero en los que se ha ade-
lantado el momento consumativo de un delito imprudente por lesin, son verdade-
ras tentativas imprudentes especialmente tipificadas con el objeto de hacerlas pu-
nibles con prescindencia de la produccin del resultado lesivo en el caso concre-
to. Por ello se discute que tenga una capacidad de motivacin significativamente
mayor que el delito imprudente en s mismo (se prescinde de la confirmacin de
(24) PALMA, Mara Josefina y TORO, Nicols Alejandro. La nocin de riesgo e materia de responsabilidad
del empleador por accidentes del trabajo y enfermedades profesionales. Proyecto de ley sobre respon-
sabilidad penal del empleador por accidentes del trabajo. Memoria para obtener grado de licenciado
en ciencias jurdicas y sociales, Universidad de Chile, 2012, p. 103 y ss.
(25) HERNNDEZ, Hctor. Ob. cit., p. 75 y ss.
75
Sociedad Peruana de Derecho del Trabajo y de la Seguridad Social
VII. CONCLUSIONES
(26) Aunque aqu, en el trnsito vehicular, el sujeto asume riesgo ajeno y propio, en tanto que en la infraccin
de deberes de seguridad solo asume riesgo ajeno, pero en ambos sigue confiando en que nada pasar.
(27) Por ello, Hctor Hernndez sostiene en la obra citada que si se opta por delito de peligro concreto, por
las dificultades en la comprobacin del dolo que debe alcanzar el resultado tpico del peligro concreto,
debiera combinarse con un delito imprudente; no as si se trata de un delito de peligro abstracto, pero
en tal caso se requerira de precisin y delimitacin de las conductas tpicas relevantes.
76
Primer Encuentro Peruano-Chileno-Uruguayo
77
Sociedad Peruana de Derecho del Trabajo y de la Seguridad Social
78
RESPONSABILIDAD PENAL DEL EMPLEADOR
El delito de peligro contra la vida o la salud del trabajador
DANIEL RIVAS(1)
INTRODUCCIN
(1) Profesor adjunto de Derecho del Trabajo y de la Seguridad Social de la Facultad de Derecho de la Uni-
versidad de la Repblica. Profesor de Derecho del Trabajo y de la Seguridad Social de la Facultad de
Economa de la Universidad de Montevideo.
(2) GARMENDIA ARIGN, M. Eficacia prctica de las normas laborales. FCU, Montevideo, 2005,
pp. 64-74.
(3) NICOLIELLO RIBEIRO, A. La responsabilidad por accidente de trabajo o enfermedad profesional.
FCU, Montevideo, 2006, pp. 35-47.
79
Sociedad Peruana de Derecho del Trabajo y de la Seguridad Social
(4) Si bien En el Uruguay, no existe una legislacin que corresponda al periodo represivo, pero no puede
dudarse que, por lo menos, el clima social imperante, era ms bien favorable a la represin, como lo de-
muestra el clebre documento de los obreros de la Fbrica West, despedidos en masa por su empleador, en
el ao 1867, en oportunidad del primer conflicto obrero que recuerda la historia del sindicalismo uruguayo
(BARBAGELATA, H.H. Panorama de la legislacin del trabajo. FUECI, Montevideo, 1952, p. 16).
En el Cdigo Penal uruguayo, entre los delitos contra la Administracin Pblica, an hoy figura el delito de
abandono colectivo de funciones: Los funcionarios pblicos que abandonaren colectivamente la funcin,
en nmero no menor de cinco, con menoscabo de su continuidad y regularidad, sern castigados con pena
de tres a dieciocho meses de prisin. Este delito se aplicara, nicamente, cuando la huelga deviniera ilcita
(BAYARDO BENGOA, F. Derecho Penal uruguayo. T. IV, vol. I, FCU, Montevideo, 1971, p. 251).
(5) BARBAGELATA, H.H. Manual de Derecho del Trabajo. Facultad de Derecho, Montevideo, 1965,
p. 14, recuerda, que el grupo de normas de contralor del periodo del lanzamiento de la legislacin social
en el Uruguay, no fue muy numeroso, aunque hay que reconocer que, como accesorios de las princi-
pales leyes tuitivas, se previeron mecanismos de contralor y que la ley de ocho horas dot a la hasta
80
Primer Encuentro Peruano-Chileno-Uruguayo
entonces anmica Oficina del Trabajo, de un cuerpo de inspectores. Al ao siguiente, la Ley N 5427 de
29 de mayo de 1916 estableci los procedimientos para hacer efectivas las penas por infraccin a las leyes
obreras y es de sealar que en estos, que son particularmente sumarios, se dio intervencin a la justicia
correccional y no a la civil o comercial. Recuerda Garmendia, en: Eficacia prctica de las normas
laborales. FCU, Montevideo, 2005, p. 68, que el artculo 8 de la referida ley dispona: Consentida la
sentencia de primera instancia, si no se efectuase el pago de la multa en el acto de la notificacin o dentro
del tercero da, deber decretarse el arresto sustitutivo, de acuerdo con lo establecido en el artculo 396
del Cdigo de Instruccin Criminal. Lo mismo se har en el caso en que, notificado el cmplase de la
sentencia, no se hubiere efectuado el pago de la multa dentro del tercero da. El artculo 9 dispona, en
caso que la infraccin fuese cometida por una persona jurdica, que el juicio ser seguido () con el
representante o gerente que tenga a su cargo la direccin del trabajo y en el cual se har efectiva la pena.
La inefectividad de la ley (no alcanza los objetivos que pretende) se sum a las fallas del Instituto N.
del Trabajo, que no han hecho sino acrecerse entre otras causas, por el retaceo de la aplicacin de los
procedimientos expeditivos () de esta ley. (Manual Ob. cit., p. 30).
(6) BAYLOS, A. y TERRADILLOS, J. Derecho Penal del Trabajo. Trotta, Madrid, 1991, p. 34.
81
Sociedad Peruana de Derecho del Trabajo y de la Seguridad Social
(7) PREZA RESTUCCIA, D. En el Uruguay de hoy es necesario un Derecho Penal en las relaciones
de trabajo?. En: Langon Cuarro, M. (Director). Derecho Penal Econmico. Ponencias del curso de
Posgrado 2008. Facultad de Derecho, Universidad de Montevideo, Montevideo, 2009, pp. 152, 154, 155.
En el mismo sentido, ALLER, G. Responsabilidad penal del Empleador (Ley N 19.196). En: Doctrina
& Jurisprudencia. T. XXVII, CADE, junio 2014, p. 73
(8) CAIROLI, M. El Derecho Penal uruguayo y las nuevas tendencias dogmticos penales. T. 1, 2 ed.,
FCU, Montevideo, 2001, pp. 34 y 35
(9) Ibdem, p. 35.
(10) BABACE, H. Responsabilidad penal del empleador en caso de accidentes de trabajo. En: Revista
Derecho Laboral, T. LVI, N 250, abril-junio 2013, pp. 337-353.
(11) El Derecho Penal del Trabajo una opcin pertinente?. Ob. cit., pp. 499-511.
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Primer Encuentro Peruano-Chileno-Uruguayo
Por ello, reclama, para que el sistema legal cumpla sus objetivos
una mayor y mejor implicacin del Ministerio Pblico, potenciar
la presencia activa de los trabajadores y sus sindicatos como agen-
tes institucionales ante la justicia penal, desde la denuncia, y en el
proceso, asumiendo, el sindicato, la funcin de parte acusadora, una
polica judicial especializada, y en lo dogmtico, lograr consensos
para distinguir lo penalmente relevante, partiendo de una doctrina
consistente que le d contenido al principio de seguridad jurdica,
definiendo y acotando lo tpico y garantizando que, constatada la
presencia de los elementos del delito, se dicte una sentencia ade-
cuada que valide la vigencia fctica de la ley(12).
(12) TERRADILLOS BASOCO, J. El Derecho Penal del Trabajo una opcin pertinente? Ob. cit.,
pp. 510-513.
83
Sociedad Peruana de Derecho del Trabajo y de la Seguridad Social
(13) GARMENCIA, M. Eficacia prctica de las normas laborales. Ob. cit., pp. 72-73.
(14) CASSINELLI MUOZ, H. Proteccin en el goce de los bienes humanos fundamentales y accin de
amparo. En: Revista del Colegio de Abogados del Uruguay. T. XXVI, noviembre de 1993, p. 5 y ss.:
La satisfaccin de un inters se define como goce de un bien, empleando esta palabra en el sentido de
los penalistas cuando hablan del bien jurdico protegido (...).
Entre esos bienes humanos, hay algunos que han merecido proteccin jurdica, configurndose as las
situaciones jurdicas de inters legtimo en el goce del bien o de derecho subjetivo al goce del bien que,
por esa circunstancias, queda calificado como bien jurdico. Entre () aquellos bienes humanos se
destacan algunos que se consideran esenciales a la naturaleza humana, cuya insatisfaccin sera inhumana,
y que por ende, enfocando el ser humano como persona en sentido jurdico, dan nacimiento a la categora
jurdica de derechos subjetivos inherentes a la personalidad humana (art. 72 de la Constitucin).
A su vez, entre aquellos bienes humanos que nuestra Constitucin reconoce como jurdicamente prote-
gidos en virtud de una fuente supraconstitucional (arts. 72 y 332) y que no podra dejar de reconocerlos
sin infringir el jus cogens internacional, el art. 7 de la Constitucin enuncia 6 de ellos, la vida, el honor,
la libertad, la seguridad, el trabajo y la propiedad. Advirtase que esa enunciacin no es una enuncia-
cin de derechos, es una enunciacin de bienes humanos, y como tal debe ser interpretada. Es decir que
estamos hablando de la vida, no del derecho a la vida; del honor, no del derecho al honor; de la libertad
como posibilidad de opcin, no del derecho a la libertad; de la seguridad, no del derecho a la seguridad;
del trabajo como aplicacin de energas intelectuales o corporales incluyendo la posibilidad de ganar el
sustento mediante el desarrollo de una actividad econmica (art. 53 de la Constitucin), no del derecho al
trabajo; y de la propiedad como seoro fctico sobre los elementos del patrimonio posedo, entendindose
la posesin en el sentido del art. 232 de la Constitucin como posibilidad material de uso y disponibilidad
y no como titularidad del derecho de dominio o propiedad definido en el Cdigo Civil.
84
Primer Encuentro Peruano-Chileno-Uruguayo
Esos bienes humanos figuran en el art. 7 como objeto del goce por parte de los habitantes de la Rep-
blica. No se dice all que los habitantes tenga derecho a la vida, al honor, a la libertad, a la seguridad,
al trabajo o a poseer un patrimonio. No son estos los derechos consagrados en el art. 7. Este artculo no
regula el derecho a la vida sino el derecho a ser protegido en el goce de la vida (). Por lo tanto, cuando
la segunda oracin del mismo artculo 7 de la Constitucin prev la privacin de estos derechos, se
refiere a los nicos derechos mencionados en la primera oracin del artculos, esto es, al derecho a ser
protegido en el goce de la vida (), etc..
(15) BARBAGELATA, H.H. Derecho del Trabajo. T. 1, vol. 1, FCU, Montevideo, 2002, pp. 135-137; ER-
MIDA URIARTE, O. Derechos Humanos Laborales en el Derecho Uruguayo. En: Barreto Ghione,
Hugo. Investigacin sobre la aplicacin de los principios y derechos fundamentales en el trabajo en
Uruguay. OIT, Lima, 2006, pp. 16-17 (la lista mnima comprende la proteccin especial del trabajo,
que incluye el derecho al trabajo, el derecho a trabajar, a la libre eleccin del trabajo y a la formacin
profesional, especialmente a favor de quienes actan dentro de una relacin de trabajo. El derecho, sin
discriminacin de especie alguna, a condiciones equitativas y satisfactorias que aseguren, en especial
la justa remuneracin, condiciones de existencia digna, incluyendo el derecho a la inviolabilidad de la
conciencia moral y cvica, salud, seguridad e higiene del trabajo, estabilidad y promocin en el empleo,
limitacin de la jornada, descanso semanal, vacaciones anuales y el aprovechamiento y disfrute del
tiempo libre y la reglamentacin y proteccin especial del trabajo de las mujeres y menores de 18 aos.
El Derecho sindical que comprende la libertad sindical, el derecho a la accin sindical, a la negociacin
colectiva y a la huelga. El Derecho a la seguridad social, comprensivo de la proteccin contra el desem-
pleo, invalidez, viudez, vejez, y otros casos de prdida de medios de subsistencia independientemente
de la voluntad, y el derecho a vivienda decorosa. La lista finaliza con los derechos inespecficos).
(16) Arts. 310, 314, 317 y ss. (en Anexo Normativo).
(17) Tribunal de Apelaciones en lo Penal de 3 Turno, Sentencia 34/013-3, confirmatoria parcial de la Sen-
tencia N 20/07/3013-5 del Juzgado Letrado de Primera Instancia en lo Penal de 5 turno, que conden
a veinticuatro meses de prisin por un delito complejo de homicidio culpable al arquitecto director de la
85
Sociedad Peruana de Derecho del Trabajo y de la Seguridad Social
Lo propio ocurre con los delitos que atacan la libertad individual, fsica
o psquica, como la adquisicin, transferencia y comercio de esclavos
y reduccin de otros hombres a la esclavitud, la privacin de liber-
tad, la violencia privada y las amenazas(19).
obra, cuyo derrumbe produjo la muerte de varios trabajadores. Consider el Tribunal que el encausado
revesta la calidad de arquitecto proyectista, director de obra y jefe de obra y tena a cargo, entre otras,
la planificacin y organizacin del trabajo; asignacin de tareas; coordinacin de asesores; suministro
y control de personal; suministro y control de cantidad y calidad de materiales; (); cumplimiento
de normas de seguridad; (), pues le corresponda () la ltima palabra en todas las cuestiones que
hacan al desarrollo de la construccin, incluso el llamado de otros profesionales de ser necesario (v.gr.
calculista, prevencionista) () En suma, era al encausado apelante a quien corresponda el dominio
del hecho, concurriendo en tal calidad todos los das a la obra y a veces en ms de una oportunidad al
da, supervisando y revisando la ejecucin de la tarea y dando indicaciones para las que se deban reali-
zar. () cabe concluir atendida la multifuncin del encausado, su asistencia permanente y su control
continuo y de cerca, que un actuar profesional diligente, perito y prudente habra importado la orden
inmediata de suspensin de tales trabajos, lo que en el caso no aconteci ().
(18) Art. 365, 6 (Anexo normativo).
(19) Arts. 280, 281, 282, 288 y 290 (Anexo normativo).
(20) Arts. 296 y 297 (Anexo normativo).
(21) Leyes Ns 12.570 de 23/10/1958, 12.793 de 17/11/1960, 12.839, de 22/12/1960 y 13.551 de 26/10/1966.
(22) MAZZ, A. Curso de Derecho Financiero y Finanzas. T. 1, Vol. 2, FCU, Montevideo, 2007, p. 642.
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Primer Encuentro Peruano-Chileno-Uruguayo
(23) SALDAIN, R. Los riesgos del trabajo y la seguridad social. Normativa y principios de seguridad y
salud ocupacional para una cultura de trabajo seguro. En: Doctrina & Jurisprudencia. T. XXVII, junio
2014, p. 38 y ss.
(24) Comandadas por le Ley N 5.032, que establece la obligacin del patrono de adoptar medios de preven-
cin y resguardo. SALDAIN, R. Ob. cit., pp. 38-42; DONO, L. Prevencin de Riesgos en la Salud del
Trabajador. Normas Nacionales e Internacionales. En: Revista Relaciones Laborales. N 24, enero-
diciembre 2011, pp. 11-32, y Algunos aspectos de la Ley N de Responsabilidad Penal del Empleador.
En: Doctrina y Jurisprudencia. T. XXVII, CADE, 2014, pp. 56-60.
(25) Informe en minora Frente Amplio. En: Poder Legislativo de la Repblica Oriental del Uruguay,
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Sociedad Peruana de Derecho del Trabajo y de la Seguridad Social
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Primer Encuentro Peruano-Chileno-Uruguayo
En Espaa, el precepto del artculo 316 del Cdigo Penal, seala Arroyo
Zapatero(30), se configura como un delito de peligro concreto para tres
(29) TIEDEMANN, Klaus. Manual de Derecho Penal Econmico. Parte general y especial, Ob. cit.,
pp. 473-474, 479.
319. Puesta en peligro en una construccin.
(1) Quien en el planeamiento, la direccin o la ejecucin de un edificio o la demolicin de una edifi-
cacin infrinja las reglas tcnicas generalmente reconocidas poniendo en peligro la vida o la salud
de otros ser castigado con pena privativa de libertad de hasta cinco aos o multa.
(2) Igualmente ser castigado quien en el ejercicio de un oficio o profesin en el planeamiento, la di-
reccin o la ejecucin de un proyecto, el montaje de instalaciones tcnicas en una construccin o la
modificacin de instalaciones ya construidas infrinja las reglas tcnicas generalmente reconocidas
poniendo en peligro la vida o la salud de otros.
(3) Quien ocasiona el peligro imprudentemente ser castigado con pena privativa de libertad de hasta
tres aos o con multa.
(4) Quien en los casos del apartado primero y segundo acta imprudentemente y ocasiona el peligro
imprudentemente ser castigado con pena privativa de libertad de hasta dos aos y con multa.
(30) ARROYO ZAPATERO, Luis. Responsabilidad administrativa y penal en seguridad y salud laboral.
Especial consideracin de la responsabilidad penal de los profesionales de la prevencin. En: Revista
Accidentes de Trabajo y enfermedades profesionales. Madrid, mayo 2000, pp. 189-202, consultado
en <http://www.cienciaspenales.net>, p. 7. BOIX REIG, J. y ORTS BERENGUER. Consideraciones
sobre el artculo 316 del Cdigo Penal. En: Arroyo Zapatero, Luis y Berdugo Gmez de la Torre, Ig-
nacio (Dir.). Homenaje al Dr. Marino Barbero Santos in memoriam. Ed. Universidad de Castilla - La
Mancha y Universidad Salamanca, Cuenca, 2001, consultado en <http://www.cienciaspenales.net>,
p. 60, cuestionan la efectividad del nuevo precepto como el de su antecedente, el 348 bis del anterior C.P.,
cuando afirman que Otra cosa es que la creacin en su da del precepto en cuestin, y su continuidad
con algunos retoques en el Cdigo en vigor, haya contribuido en algo a aminorar el gravsimo problema
de la siniestralidad laboral (vid. al respecto Lascuran).
Artculo 316. Los que con infraccin de las normas de prevencin de riesgos laborales y estando legal-
mente obligados, no faciliten los medios necesarios para que los trabajadores desempeen su actividad
con las medidas de seguridad e higiene adecuadas, de forma que pongan as en peligro grave su vida,
salud o integridad fsica, sern castigados con las penas de prisin de seis meses a tres aos y multa de
seis a doce meses.
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Sociedad Peruana de Derecho del Trabajo y de la Seguridad Social
Artculo 317. Cuando el delito a que se refiere el artculo anterior se cometa por imprudencia grave, ser
castigado con la pena inferior en grado.
Artculo 318. Cuando los hechos previstos en los artculos de este ttulo se atribuyeran a personas ju-
rdicas, se impondr la pena sealada a los administradores o encargados del servicio que hayan sido
responsables de los mismos y a quienes, conocindolos o pudiendo remediarlo, no hubieran adoptado
medidas para ello. En estos supuestos la autoridad judicial podr decretar, adems, alguna o algunas de
las medidas previstas en el artculo 129 de este Cdigo.
(31) ASMAT COELLO, Diana M. La estructura del tipo penal. Atentado contra las condiciones de seguridad
e higiene industriales (artculo 168-A del Cdigo Penal peruano), consultado en <www.cedpe.com/
blogs/temas_de_ derecho_ penal_ economico/?p=27>.
(32) Art. 168-A. Atentado contra las condiciones de seguridad e higiene. El que, infringiendo las normas de
seguridad y salud en el trabajo y estando legalmente obligado, no adopte las medidas preventivas necesarias
para que los trabajadores desempeen su actividad, poniendo en riesgo su vida, salud o integridad fsica,
ser reprimido con pena privativa de libertad no menor de dos aos ni mayor de cinco aos.
Si, como consecuencia de la inobservancia de las normas de seguridad y salud en el trabajo, ocurre un
accidente de trabajo con consecuencia de muerte o lesiones graves, para los trabajadores o terceros, la
pena privativa de libertad ser no menor de cinco aos ni mayor de diez aos.
(33) Artculo 168-A. Atentado contra las condiciones de seguridad y salud en el trabajo. El que, delibera-
damente, infringiendo las normas de seguridad y salud en el trabajo y estando legalmente obligado, y
habiendo sido notificado previamente por la autoridad competente por no adoptar las medidas previstas
en stas y como consecuencia directa de dicha inobservancia, ponga en peligro inminente la vida, salud
o integridad fsica de sus trabajadores, ser reprimido con pena privativa de libertad no menor de uno
ni mayor de cuatro aos.
90
Primer Encuentro Peruano-Chileno-Uruguayo
Si, como consecuencia de la inobservancia deliberada de las normas de seguridad y salud en el trabajo,
se causa la muerte del trabajador o terceros o le producen lesin grave, y el agente pudo prever este
resultado, la pena privativa de libertad ser no menor de cuatro ni mayor de ocho aos en caso de muerte
y, no menor de tres ni mayor de seis aos en caso de lesin grave.
Se excluye la responsabilidad penal cuando la muerte o lesiones graves son producto de la inobservancia
de las normas de seguridad y salud en el trabajo por parte del trabajador.
(34) ALLER, G. Responsabilidad penal del Empleador (Ley N 19.196). Ob. cit., p. 73.
91
Sociedad Peruana de Derecho del Trabajo y de la Seguridad Social
Puesto que la denuncia del delito de peligro creado por la Ley N 19.196
la puede hacer cualquiera, () la norma se inscribe en una poltica (de
alguna manera hay que llamarla), de ley y orden, que viene a alterar la
economa de la proteccin penal de la integridad fsica, salud, etc., don-
de lo habitual es requerir denuncia del ofendido para habilitar su per-
secucin (art. 322 CP), resultando paradjico que figuras ms graves,
como el traumatismo o las lesiones ordinarias dolosas, o an las graves
culposas se persigan a denuncia de parte, y esta figura anticipatoria de
responsabilidades se persiga de oficio o, lo que es muy llamativo, a de-
nuncia popular.
92
Primer Encuentro Peruano-Chileno-Uruguayo
(37) GAUTHIER, G. Responsabilidad penal empresarial. Anlisis de la Ley N 19.196. En: Doctrina &
Jurisprudencia. T. XXVII, CADE, Montevideo, junio 2014, pp. 6 y 7; en el mismo sentido LARRA-
AGA ZENI, N. Comentarios sobre la ley de responsabilidad penal del empleador. En: Doctrina y
Jurisprudencia. Ob. cit., pp. 20 y 21.
(38) GAUTHIER. Ob. cit., p. 21, con cita de Fernndez, G. Cuestiones actuales de derecho penal. Papeles
para el debate. FCU, Montevideo, 2014, p. 61. Sin embargo, entiendo que G. Fernndez no considera
en su estudio la cuestin de la necesidad de reforzar los medios de prevencin y seguridad en el trabajo
y, a partir de las circunstancias que menciona, puede ser cuestionable que la conclusin referida com-
93
Sociedad Peruana de Derecho del Trabajo y de la Seguridad Social
12. El bien jurdico protegido. El precepto protege los bienes jurdicos in-
dividuales como son la vida, la salud o la integridad fsica(39) del traba-
jador concreto, cuyos intereses se hubieren puesto en riesgo con rele-
vancia penal(40).
prenda dicho tpico, sin perjuicio de que las caractersticas de esa suerte de panpenalismo (p. 61) se
puedan encontrar en la Ley N 19.196, y en el Colofn pudieran encontrarse argumentos en el sentido
referido por Gauthier (vase, Los dilemas del Estado de derecho y de la justicia penal. En: Fernndez,
G. D. Cuestiones Actuales de Derecho Penal. Papeles para el debate. FCU, 2014, pp. 53-70, en especial
pp. 57, 60-63, 69-70).
(39) Es posible considerar que los bienes protegidos son la vida y la salud, pues la integridad fsica estara
comprendida dentro de la salud, como surge del artculo 316 C.P. que define la lesin personal como
cualquier trastorno fisiolgico del cual derive una enfermedad del cuerpo o de la mente (art. 316 C.P.);
de all la utilizacin de la o denotando equivalencia (LANGON CUARRO. Ob. cit., p. 70).
(40) Ibdem, p. 66. En el mismo sentido ALLER, G. Ob. cit., p. 76.
(41) LANGON CUARRO. Ob. cit., p. 66.
94
Primer Encuentro Peruano-Chileno-Uruguayo
Se trata de las personas que desde 1914 deben () tomar las medidas
de resguardo y seguridad para el personal de trabajo, a efecto de evi-
tar los accidentes originados en la utilizacin de mquinas, engranajes,
etc., as como para deficiencias en las instalaciones en general (Ley
N5.032).
(42) CONTRA LARRAAGA ZENI, N. Comentarios sobre la ley de responsabilidad penal del empleador.
En: Doctrina y Jurisprudencia. T. XXVII, CADE, Montevideo, junio 2014, p. 23.
(43) Vase TIEDEMANN. Manual de Derecho Penal econmico. Ob. cit., p. 37. Por la limitacin penal del
concepto de empleador, ALLER, G. Responsabilidad penal del Empleador (Ley N 19.196). Ob. cit.,
p. 78: Habr que estar al concepto del Derecho Laboral acerca del empleador y trabajador, pero ello sin
obstar que el Derecho penal se rige por el principio de realidad y que se deber en cada caso concreto
revisar la asignacin de estos roles, pudiendo surgir alguna diferencia conceptual o interpretativa entre
ambos campos jurdicos; GAUTHIER, G. Ob. cit., p. 7. SPANGENBERG, M. Ob. cit., p. 40; () pese a
la reconocida extensin acordada al vocablo [empleador] en el Derecho laboral, el mismo no puede ser
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Sociedad Peruana de Derecho del Trabajo y de la Seguridad Social
trasladado sin ms hacia el Derecho Penal; circunstancia que exige, en forma impostergable, atribuirle
a la mentada voz, un contenido propiamente jurdico-penal, (), conforme al cual, el A. refuerza su
conclusin respecto a la consideracin del sujeto activo como el empleador-empresario.
(44) PL RODRGUEZ, A. Curso de Derecho Laboral. T. I, vol. 1, ACALI, Montevideo, 1979, pp. 145 y 146.
(45) Este concepto amplio no ha sido recibido en las Leyes Ns 18.099 y 18.251 sobre proteccin de los tra-
bajadores en los procesos de descentralizacin, que caracterizan al empleador de manera restrictiva. Es
empleador quien contrata o emplea al trabajador, dirige su trabajo o designa al beneficiario inmediato
de los servicios, quien dirigir el trabajo, lo remunera y debe cumplir las dems obligaciones laborales
que le son inherentes.
De este modo, la nocin se aproxima a la que puede extraerse de la definicin del contrato de trabajo,
pues empleador es la parte del contrato que se beneficia de la actividad que presta el trabajador, la dirige
y la retribuye. Sin embargo, esta nocin solamente tiene el alcance limitado a la responsabilidad laboral
regulada por la ley 18.099 (Ley N 18.251, art. 1).
(46) Aunque en la poca de la sancin de la Ley N 5.032, se utilizaban otras denominaciones para identificar
al empleador: Los empresarios de establecimientos industriales, los directores de construcciones de
todas clases, los que explotan minas y canteras o cualquier otro trabajo en que haya peligro para los
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Primer Encuentro Peruano-Chileno-Uruguayo
operarios, quedan obligados, (), a tomar las medidas de resguardo y seguridad para el personal de
trabajo, a efecto de evitar los accidentes originados en la utilizacin de mquinas, engranajes, etc., as
como para deficiencias en las instalaciones en general.
El artculo 9 de la ley, referida a la sancin administrativa, menciona, como era habitual en la poca, a
Los establecimientos que descuiden () pagarn una multa (), mientras que el art. 11 le imputa la
responsabilidad civil derivada del incumplimiento () de las disposiciones dictadas por los reglamentos
relativos a la aplicacin de esta ley, en caso de accidente, al empresario o patrono ().
El artculo 10 incluye como obligados a Las reparticiones del Estado o municipales ().
La Ley N 16.074 de 10 de octubre de 1989, arts. 2 y 3, al referirse a los responsables civiles de los acciden-
tes o enfermedades profesionales que ocurran a sus obreros y empleados a causa del trabajo o en ocasin
del mismo, utiliza la expresin patrono y la define, a los efectos de la ley, como () toda persona, de
naturaleza pblica, privada o mixta, que utilice el trabajo de otra, sea cual fuere su nmero; (), definicin
que se completa, en la definicin legal de obrero o empleado, con la referencia a la sujecin al poder de
direccin del patrono, y se ampla mediante la referencia a los aprendices y personal a prueba, los trabajado-
res a domicilio, los serenos, vareadores, jockeys etc., ocupados en los hipdromos y studs y, en este ltimo
caso, mediante la atribucin de la calificacin de patrono a las instituciones que explotan hipdromos.
(47) LANGON CUARRO. Ob. cit., p. 66: La expresin disyuntiva en su caso, habilita a pensar que no
siempre estaremos en presencia de una empresa, y que el empleador, primer titular de la conducta, bien
puede ser toda persona que tenga a otra en relacin de dependencia o subordinacin laboral, lo que alcanza
a cualquiera que cumpla estos requisitos, tales como el dueo o duea de casa que contrata servicio doms-
tico, un pintor, un jardinero, etc.; ALLER, G. Responsabilidad penal del empleador (Ley N19.196).
Ob. cit. p. 78: En suma, el agente de la conducta penal imputable es toda persona que d trabajo a otra
en los trminos de una relacin laboral. Es un sujeto indeterminado pero acotado por la situacin de ser
dador de trabajo. DEMARCO, I, y MONTORO, M. Responsabilidad penal por incumplimiento a la
normativa de seguridad laboral. En: La Justicia uruguaya. T. 149, mayo 2014, p. 86.
Por un concepto ms acotado se ha pronunciado Gauthier, G. Ob. cit., pp. 8 y 9, quien, apoyndose en
la expresin empresa contenida en la descripcin del eventual sujeto activo, cuando el empleador no
es una persona fsica, sostiene que solamente puede ser sujeto activo del delito el empleador empre-
sario, descartndose a todos los empleadores que carecieran de esa condicin (empleador del servicio
domstico, una copropiedad en relacin con el portero, otras sociedades con o sin personera jurdica
que no ejerzan actividad empresarial, calificada por la obtencin de ganancias). SPANGENBERG, M.
Ob. cit., pp. 31-34, sostiene que la referencia a la empresa contenida en la descripcin tpica de la norma,
determina que la nocin de empleador resulta inescindible del concepto de empresa, all tambin
contenido. De donde, la expresin empleador habr de ver reducido su alcance interpretativo al
empleador-empresario, esto es, al empleador que gobierna una empresa (p. 33).
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(48) CONTRA LARRAAGA ZENI, N. Comentarios sobre la Ley de Responsabilidad Penal del Empleador.
Ob. cit., p. 23, quien postula un concepto formal de empleador como el que contrata a uno o varios traba-
jadores en rgimen de dependencia o subordinacin jurdica, le fija las condiciones de trabajo, remunera la
prestacin del servicio y ejerce las facultades de direccin y de disciplina.. Por consiguiente, la empresa
usuaria no es empleadora de los trabajadores puestos a su disposicin, lo que la excluye de la responsabilidad
penal. En virtud de la obligacin de la empresa usuaria de colaborar con la suministradora de personal
en la aplicacin de las medidas de prevencin de riesgos laborales, esta ltima tendra que vigilar que la
usuaria cumpla las normas referidas en relacin con los trabajadores puestos a su disposicin.
(49) Ibdem, p. 25.
(50) FLORES DAPKEVICIUS, R. Estado empresario y responsabilidad penal empresarial resulta aplicable
a la Administracin la Ley N 19.196?. En: Doctrina y Jurisprudencia. T. XXVII, CADE, junio de 2014,
p. 91 y ss. El A. finaliza sealando que la ley no arroja soluciones de relativa certeza y, los jueces debern
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determinar, en funcin de los criterios que propone, la eventual responsabilidad de los funcionarios
jerarcas de las Administraciones Pblicas empresarias, en cada caso concreto (Ob. cit., p. 100).
(51) GAUTHIER. Ob. cit., p. 8.
(52) ROTONDO, F. y PEZZUTTI, M. Ley de responsabilidad penal del empleador y el Estado. En: Doctrina
y Jurisprudencia. T. XXVII, CADE, junio de 2014, p. 87 y ss.
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(53) LANGON CUARRO, M. Aspectos jurdicos-dogmticos de la Ley N 19.196/014. Ob. cit., p. 67.
(54) LARRAAGA ZENI. Ob. cit., p. 24. Se pronuncian a favor de la concepcin ms amplia de empleador,
incluyendo el empleador del sector pblico: DEMARCO, I, y MONTORO, M. Ob. cit., p. 86.
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(59) GMEZ MARTN, V. El enigmtico Art. 318 CP: diez cuestiones controvertidas. En: Mir Puig, S. y
Corcoy Bidasolo, M. (Directores), Hortal Ibarra, J. C. (Coordinador). Proteccin penal de los derechos
de los trabajadores. Seguridad en el trabajo, trfico ilegal de personas e inmigracin clandestina,
pp. 244-245. SPANGENBERG, M. Ob. cit., p. 43.
(60) LANGON CUARRO. Ob. cit., p. 67); FERNNDEZ, G. Autora mediata por dominio de organizacin
con instrumento doloso?. En: Cuestiones Actuales. Ob. cit., pp.205-208; ALLER, G. Responsabilidad
penal del Empleador (Ley N 19.196). Ob. cit., p. 78.
(61) Arts. 60 y 61 (Anexo normativo).
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(65) BOIX REIG y ORTS BERENGUER. Ob. cit., p. 66; MORALES, Oscar. Responsabilidad penal asociada
a la siniestralidad laboral. En: XVI Jornadas Catalanas de Derecho Social, febrero 2005, consultado
en <http://www.uoc.edu/symposia/dretsocial/esp/index.html>, p. 2.
(66) BOIX REIG y ORTS BERENGUER. Ob. cit., p. 66.
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Debe evaluar los riesgos de la empresa. Debe garantizar que los lugares
de trabajo, la maquinaria, el equipo y las operaciones y procesos que
estn bajo su control sean seguros y no entraen riesgo alguno para la
seguridad y salud de los trabajadores. Debe tomar medidas de protec-
cin adecuadas para que los agentes y sustancias qumicas, fsicos y
biolgicos que estn bajo su control no entraen riesgos para la salud.
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(78) LANGON CUARRO, M. Ob. cit., p. 68; SPANGENBERG, M. Ob. cit., p. 62.
(79) LANGON CUARRO, M. Ob. cit., p. 68.
(80) Cdigo Penal y leyes complementarias de la Repblica Oriental del Uruguay, Libro I, Parte General,
comentado, sistematizado y anotado por Prof. Dr. Miguel Langon Cuarro, 4. Ed., Universidad de
Montevideo, 2014, pp. 147-149, comentarios al artculo 20: El legislador prohbe conductas objeti-
vamente peligrosas, castigando no la mera desobediencia del derecho (interdictada por el art. 3 C.P.),
sino a causa de la real posibilidad de la puesta en riesgo del bien, criminalizando entonces conductas
desencadenadoras de situaciones de riesgos.
La atribucin de un resultado de peligro al agente (igual que si fuera un resultado lesivo), depender,
antes que nada de la creacin de un riesgo desaprobado por el derecho (o en el incremento del mismo
ms all del riesgo permitido), y en la concrecin de ese riesgo en el resultado.
El peligro es una nocin, un ente, eminentemente normativo, que depende de una apreciacin valora-
tiva, conforme a criterios de normalidad, de conocimiento de la vida y la experiencia cotidiana, segn
el buen sentido comn.
El dolo en la corriente mayoritaria de la doctrina actual, consiste simplemente en la voluntad de rea-
lizacin del tipo objetivo, pretendiendo el actor, en este caso, la causacin de un resultado de peligro,
que se concreta en la voluntad de realizar lo prohibido o de omitir lo mandado, en definitiva, en saber
lo que hace, concretndose en el ejemplo paradigmtico del delito de incendio doloso (art. 206 C.P.), en
suscitar consciente y voluntariamente una llama peligrosa (p. 148).
Comentarios al art. 21: La cuestin de la presuncin del dolo (y de la culpa) en este tipo de delitos, queda
reducida a considerar acreditada prima facie la conciencia y voluntad de realizacin del tipo objetivo
(lo que se vincula con lo dispuesto en el artculo anterior), o sea la voluntad de realizar lo prohibido o
de omitir lo mandado, en saber lo que se hace () (p. 149).
(81) LANGON CUARRO, M. Ob. cit., p. 68.
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VI. CONCLUSIONES
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ANEXO NORMATIVO
CDIGO PENAL URUGUAYO
Libro I
Parte General
Ttulo I
De los delitos
Captulo I
Principios generales
Art. 3. (Relacin de causalidad). Nadie puede ser castigado por un hecho
previsto por la ley como delito, si el dao o el peligro del cual depende la exis-
tencia del delito, no resulta ser la consecuencia de su accin o de su omisin. No
impedir un resultado que se tiene la obligacin de evitar, equivale a producirlo.
Art. 4. (De la concausa). No se responde de la concausa preexistente, su-
perviniente o simultnea, independiente del hecho, que no se ha podido prever.
La que se ha podido prever y no se ha previsto, ser tenida en cuenta por el Juez
para rebajar la pena, segn su criterio, de acuerdo con las circunstancias del caso,
y lo dispuesto en el artculo 18.
Captulo III
De la culpabilidad
Art. 19. (Punibilidad de la ultraintencin y de la culpa). El hecho ultra-
intencional y el culpable solo son punibles en los casos determinados por la ley.
Art. 20. (Rgimen del dolo y de la culpa en los delitos de peligro). Cuan-
do la ley manda o prohbe ciertos actos en defensa de un determinado bien jurdi-
co, el dolo o la culpa se aprecian con relacin a los actos mandados o prohibidos
y no con relacin al bien jurdico que se pretende salvaguardar.
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Art. 21. Si para responder por los actos ordenados o prohibidos en los de-
litos a que se refiere el artculo anterior basta la culpa, se castiga tambin el dolo,
pero si se requiere el dolo, no se imputa la culpa.
El dolo y la culpa se presumen en esta clase de delitos, sin perjuicio de la
prueba en contrario.
Art. 24. (Error de derecho). El error de derecho se presume voluntario sin
admitirse prueba en contrario, salvo tratndose de las faltas, en que segn su na-
turaleza, dicha prueba pueda tener acogimiento.
El error de derecho que emane del desconocimiento de una ley que no fue-
ra penal, exime de pena solo cuando hubiere generado un error de hecho, acerca
de alguno de los elementos constitutivos del delito.
Ttulo IV
Del concurso de delitos y delincuentes
Captulo I
De la reiteracin
Art. 56. (La concurrencia, fuera de la reiteracin). Los delitos que sirven
de medio o facilitan, permiten sacar provecho o se ejecutan para facilitar u ocul-
tar otros delitos, cuando no se hallan contemplados en la ley como circunstancias
constitutivas o agravantes del delito central, se juzgan con sujecin al artculo 54.
Art. 57. (Concurrencia formal). En caso de que un solo hecho, constituya
la violacin de dos o ms leyes penales, se le impondr al agente la pena del deli-
to mayor, salvo que de la naturaleza misma de las leyes violadas o de las circuns-
tancias propias del atentado, se desprenda la conclusin de que su intencin con-
sista en violarlas todas.
Captulo II
Del concurso de delincuentes
Art. 59. Son responsables del delito adems del autor, todos los que concu-
rren intencionalmente a su ejecucin, fuere como coautores, fuere como cmplices.
En los delitos culpables, cada uno responde de su propio hecho. La parti-
cipacin de tres o ms personas en todos aquellos delitos en los que, para su con-
figuracin, no sea indispensable la pluralidad de agentes, se considerar circuns-
tancia agravante y los lmites de la pena se elevarn en un tercio.
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1. Los que fuera del caso comprendido en el inciso 2 del artculo anterior,
determinan a otros a cometer el delito.
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2. La prdida de un sentido
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Ley N 19.196 de 21 de marzo de 2014
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MEDIDAS CAUTELARES Y DE EJECUCIN
EN EL PROCESO LABORAL PERUANO
I. INTRODUCCIN
(1) Doctor en Derecho (UNMSM-1973). Profesor de la Facultad de Derecho de la USMP desde 1971.
Miembro Honorario de la Sociedad Peruana de Derecho del Trabajo y de la Seguridad Social.
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(2) No existen estadsticas oficiales con respecto a la cantidad de procesos que todava existen y que se
iniciaron bajo las disposiciones del D.S. N 007-71-TR que continuaron tramitndose bajo estas reglas
pues cuando se dict la Ley N 26636, los procesos que iniciaron su trmite bajo esta norma comenzaron
a tramitarse de acuerdo con las reglas procesales que ella estableci.
(3) Ver artculos 96 al 101 del CPC.
(4) El ltimo prrafo del artculo 608 del CPC seala que : La medida cautelar tiene por finalidad garantizar
el cumplimiento de la decisin definitiva.
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Primer Encuentro Peruano-Chileno-Uruguayo
(5) Referencia jurisprudencial: La medida cautelar es un instituto procesal, mediante el cual se busca
proteger y garantizar el resultado de un proceso judicial iniciado o por iniciarse a fin de evitar que
el derecho de fondo controvertido, siendo verosmil, se convierta en iluso en satisfaccin, debido al
inevitable transcurso del tiempo hasta que se expida el fallo favorable al sujeto que interviene como
demandante del proceso, en el cual se discute dicho derecho de fondo, para lo cual nuestra normatividad
procesal en su artculo 611 y la doctrina de la Teora del Proceso, establece ciertos requisitos comunes (o
regulares) de toda cautela, esto es: la apariencia del derecho invocado o fumus bono iuris, un real peligro
de irreparabilidad en la demora o periculum in mora, y, el ofrecimiento de contra cautela idnea para
asegurar al afectado con la decisin urgente los daos que pueda ocasionarle su ejecucin, y adems,
la apreciacin de que lo pedido resulta adecuado para garantizar la eficacia de la pretensin, lo que
constituye tcnicamente un cuarto requisito (Apelacin N 1300-2007).
(6) As, por ejemplo, el artculo 100 de la Ley N 26636 precisaba: cuando la pretensin principal es apre-
ciable en dinero, se puede solicitar embargo bajo la forma de inscripcin o administracin. Asimismo,
de acuerdo con el artculo 101 de la misma norma, el juez podra dictar medidas temporales sobre el
fondo, como era el caso del pago de una asignacin provisional.
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La redaccin del pedido debe ser muy detallada, porque se hace nece-
sario que el juez forme conviccin por la sola solicitud con sus pruebas
presentadas.
3. Indicar, si fuera el caso, los bienes sobre los que debe recaer la medida
y el monto de su afectacin.
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Sociedad Peruana de Derecho del Trabajo y de la Seguridad Social
frente al efecto daoso que podra haber generado la aplicacin de una medida
cautelar sin fundamento.
La pregunta que formulamos con respecto a esto es si procede la contra-
cautela como requisito para que el trabajador pueda obtener una medida caute-
lar, habida cuenta que por la propia naturaleza del reclamo laboral este se en-
cuentra dentro de uno de los beneficios paradigmticos del Derecho Laboral que
es la gratuidad? Dentro de esta lgica, si se le exige al trabajador una contracau-
tela econmica, se estar atentando contra este principio. Consideramos que la
ley ha debido regular este tema con el objeto de evitar discusiones innecesarias y
eventualmente que se desestime la medida. Una posibilidad podra ser el conce-
derle el derecho a la caucin juratoria independientemente de la cuanta en dis-
cusin o simplemente no exigir este requisito para la concesin de una medida
cautelar. La situacin podra variar con respecto a la solicitud de medida caute-
lar presentada por un sindicato. Debe este tener el mismo tratamiento sugerido
para el trabajador en funcin al principio de gratuidad o debe el sindicato asumir
los gastos de este proceso?(8).
(8) Referencia jurisprudencial: un pronunciamiento judicial dictado durante la vigencia de la Ley N 26636
declar inadmisible un recurso de casacin planteado por una organizacin judicial que no pag la tasa
judicial que corresponda a dicho recurso por considerar que estaba beneficiado por la gratuidad que la
ley haba concedido expresamente para el trabajador. La Corte Suprema consider en dicho pronuncia-
miento que al no haberse exonerado a los sindicatos expresamente de dicha tasa, ellos se encontraban
obligados a pagarla como condicin de admisin del recurso. Este problema subsiste con la NLPT ya
que no se le ha dado a los sindicatos un tratamiento similar
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Primer Encuentro Peruano-Chileno-Uruguayo
2. Toda medida cautelar implica una valoracin subjetiva con cierto gra-
do de subjetividad por parte del juez, que tiene que tomar en consi-
deracin lo que hemos sealado como los requisitos para el otorga-
miento de la medida cautelar su otorgamiento. Lo que hace el juez es
un primer prejuzgamiento, pero sobre bases diferentes de las que
se tomarn en cuenta en el juzgamiento definitivo, que viene con la
sentencia y que implica que el juez tome en cuenta los elementos exis-
tentes en el momento de emitir su decisin cautelar, que no necesaria-
mente son los mismos que existirn en la decisin final. En la primera
tomar en cuenta la probabilidad de su eventual fallo sobre la base de
los elementos de juicio que tenga en dicho momento y en la segunda
tendr en consideracin el criterio que se sustenta en todo lo actuado.
De all que si declara infundada la demanda se derrumbar el sustento
de la medida cautelar.
(9) Referencia jurisprudencial: Apelacin N 34-2004-Lima: La apariencia del derecho invocado requiere la
verosimilitud de su existencia en base a la prueba presentada; el peligro en la demora exige la presencia
de un peligro inminente e irreparable; y, por ltimo la contra cautela tiene por objeto asegurar al afectado,
con una medida cautelar, el resarcimiento de los daos y perjuicios que pueda causar su ejecucin.
Referencia Jurisprudencial: La apariencia del derecho invocado, consiste en una comisin sumaria,
limitada a un juicio de probabilidades y de verosimilitud. El resultado de esta condicin sumaria sobre
la existencia del derecho tiene pues, en todos los casos, valor no declaracin de certeza sino de hiptesis;
solamente cuando se dicte la providencia principal se podr ver si la hiptesis corresponde a la realidad
(Expediente N 996-2001).
(10) Periculum in mora.
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(11) Estas por su naturaleza son pretensiones de segunda categora pues su existencia exige un pronuncia-
miento favorable con respecto a la pretensin principal de la que dependen.
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Sociedad Peruana de Derecho del Trabajo y de la Seguridad Social
de las pretensiones de la demanda. Si bien es cierto que este dispositivo est re-
ferido a la competencia del juez para dictar medidas cautelares, es un claro indi-
cador de que no hay restriccin con respecto a las pretensiones sobre las cuales se
puede aplicar la medida cautelar.
b) El secuestro.
c) La anotacin de la demanda.
En lo que se refiere a medidas temporales sobre el fondo tenemos la repo-
sicin provisional y la asignacin anticipada que merecern un comentario espe-
cial en atencin a su aplicacin especfica en los procesos laborales.
Finalmente, nos encontramos ante otra clase de medidas como son: a) las
innovativas; b) las de no innovar; y c) las genricas.
(12) Artculo 617.- A pedido del titular de la medida y en cualquier estado del proceso puede variarse esta,
sea modificando su forma, variando los bienes sobre los que recae o su monto, o sustituyendo al rgano
de auxilio judicial.
La parte afectada con la medida puede efectuar similar pedido, el que ser resuelto previa citacin a la otra parte.
Para resolver estas solicitudes, el Juez atender a las circunstancias particulares del caso. La decisin
es apelable sin efecto suspensivo.
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(13) Artculo 621.- Si se declara infundada una demanda cuya pretensin estuvo asegurada con medida
cautelar, el titular de esta pagar las costas y costos del proceso cautelar, una multa no mayor de diez
Unidades de Referencia Procesal y, a pedido de parte, podr ser condenado tambin a indemnizar los
daos y perjuicios ocasionados.
La indemnizacin ser fijada por el Juez de la demanda dentro del mismo proceso, previo traslado por
tres das.
La resolucin que decida la fijacin de costas, costos y multa es apelable sin efecto suspensivo; la que
establece la reparacin indemnizatoria lo es con efecto suspensivo.
(14) La mayor parte de los casos en que se han dado medidas cautelares polmicas han sido en servicios
pblicos como el transporte de pasajeros, el que por mandato judicial se han concedido permisos de
operacin a empresas de transporte a las que se le haba cancelado el mismo.
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Es por esta razn que la medida cautelar que se analiza es de gran impor-
tancia y puede permitirle al trabajador regresar al empleo hasta que se dilucide su
situacin a travs del proceso de manera ms o menos rpida.
La primera posibilidad de actuacin del juez en casos como los sealados,
se puede dar cuando se d cumplimiento a los requisitos ordinarios que son los es-
tablecidos en el CPC a los que nos hemos remitido anteriormente (apariencia del
buen derecho y peligro en la demora). Existen, adems, ciertas situaciones espe-
ciales a las que la ley les ha dado un reconocimiento especial que son:
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Asignacin provisional
En el artculo 56 de la NLPT se establece una nueva regulacin de la asig-
nacin provisional que estuvo regulada inicialmente en el artculo 43 de D.S.
N 001-97-TR, en los siguientes trminos:
En caso de impugnacin de un despido nulo por cualquiera de las
causales previstas expresamente por la Ley, la compensacin por
tiempo de servicios y sus intereses podr ser entregada al trabajador
(17) Este podra ser el caso de la demanda de nulidad de despido o de reposicin en la que se invoca la exis-
tencia de un despido arbitrario sin mencionarse dentro de la fundamentacin de la demanda que existe
una carta de despido invocndose falta grave como justificacin del mismo.
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1. Se trata de una medida cautelar especfica que es parte del proceso cau-
telar y no necesariamente ser eficaz en todos los pedidos en que se
pretenda la reposicin.
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3. Los laudos arbitrales firmes que, haciendo las veces de sentencia, re-
suelven un conflicto jurdico de naturaleza laboral.
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a) Ejecucin de sentencia.
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III. CONCLUSIONES
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(18) Muchas veces, la tctica procesal del demandante una vez obtenida una medida cautelar es tratar de
demorar el proceso para presionar al demandado. Esto se ha apreciado en un importante nmero de pro-
cesos constitucionales en el que la medida cautelar ha permitido mantener el statu quo de una situacin
irregular.
(19) Este beneficio se aplica con cargo a la Compensacin por Tiempo de Servicios (CTS). Es de eficacia
relativa ya que este es un beneficio proporcional a la antigedad del trabajador en la empresa y a los
retiros que pudiera haber realizado.
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LAS MEDIDAS CAUTELARES EN EL PROCESO
LABORAL
(1) Abogada. Profesora del Departamento de Derecho del Trabajo de la Pontificia Universidad Catlica de
Chile.
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(3) CORTES DOMINGUEZ V., GIMENO, MORENO y ALMAGRO. Derecho Procesal, Tomo I, Volumen
II, Tirant Lo Blanch, Valencia, 1989, p. 470.
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(4) BLASCO PELLICER. A. Las medidas cautelares en el proceso laboral. Civitas, 1996, p. 27.
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(5) Art 24.1 CE Todas las personas tienen derecho a obtener la tutela efectiva de los jueces y tribunales en
el ejercicio de sus derechos e intereses legtimos, sin que, en ningn caso, pueda producirse indefensin.
(6) Se han utilizado por el Tribunal Constitucional expresiones como el derecho a la tutela jurisdiccional,
tutela jurisdiccional de derechos y el derecho de acceso a la jurisdiccin.
(7) Doctor en Derecho, decano de la Universidad Austral de Chile y profesor de Derecho Constitucional.
Dentro de su trabajo ha propuesto la siguiente conceptualizacin:
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Sociedad Peruana de Derecho del Trabajo y de la Seguridad Social
(8) CALDERN CUADRADO, M P. Las medidas cautelares indeterminadas ante el Tribunal Constitu-
cional. Colex, Madrid, 1993, p. 28.
(9) BAZ TEJEDOR, J. La tutela judicial de los derechos fundamentales en el proceso del trabajo. Lex
Nova, Valladolid, 2006, p. 254.
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Primer Encuentro Peruano-Chileno-Uruguayo
por la ley para la tramitacin del proceso, contemplando, evidentemente, las di-
laciones propias del mismo, mas no las que escapen de este.
Por esto, como se est interfiriendo en los derechos de alguien que aun no
es condenado, y de quien existe la posibilidad de que no reciba condena, no bas-
ta la sola peticin del demandante, se deben dar, adems, una serie de presupues-
tos que fundamenten una medida cautelar y que, en la esfera laboral, se tradu-
cen en: fumus boni iuris, periculum in mora y pendencia de un proceso principal.
(10) ORTELLS RAMOS, M., con MONTERO, GOMEZ y MONTON. Derecho jurisdiccional, T. II, Vol 2,
Bosch, Barcelona, 1991.
153
Sociedad Peruana de Derecho del Trabajo y de la Seguridad Social
Periculum in mora
Para Calamandrei el peligro no es el genrico peligro de dao jurdico, el
cual podemos obviar en ciertos casos con la tutela ordinaria, sino el peligro es-
pecifico de aquel ulterior dao marginal que puede derivarse del retraso, conse-
cuencia inevitable del proceso ordinario(11).
As, el presupuesto es que el retraso, necesario o no, pueda importar la ine-
ficacia de la sentencia. Sin el peligro no hay ineficacia en la sentencia que nece-
site medidas cautelares.
El peligro, segn Calamandrei, no es siempre el mismo, distinguiendo en-
tre pericolo de infruttuosit y pericolo di tardivit. El primero es el peligro de
infructuosidad, entendido como el riesgo de que, durante el desarrollo del proce-
so, se produzcan hechos que hagan imposible o de extrema dificultad el cumpli-
miento de la sentencia (este peligro se atiende con medidas conservativas). El se-
gundo, peligro de demora, importa un perjuicio por prolongar el estado de insa-
tisfaccin del derecho (se atiende con medidas innovadoras).
Ortells(12) es ms especfico, distinguiendo:
(11) CALAMANDREI. Introduzione allo studio sistemtico dei provvedimenti cautelari. Cedam, Pavoda,
1936, citado por BLASCO PELLICER, A. Las medidas cautelareas Ob. cit., p. 40.
(12) ORTELLS RAMOS, M., con MONTERO, GMEZ y MONTN. Derecho jurisdiccional II Ob. cit.,
pp. 265-266.
154
Primer Encuentro Peruano-Chileno-Uruguayo
155
Sociedad Peruana de Derecho del Trabajo y de la Seguridad Social
caso, deber notificarse la demanda dentro de los diez das siguientes de dicta-
da la medida, bajo sancin de quedar esta sin efecto por la sola llegada del plazo.
Fuera de la posibilidad de decretar medidas prejudiciales o previas a la tra-
ba de la litis, la ley impone al juez como una de sus funciones, la de cautelar me-
diante la determinacin de todo tipo de medidas, dependiendo del derecho que se
pretenda proteger y del peligro que se quiera evitar.
En los procedimientos declarativos sobre problemticas no relacionadas
con vulneracin de derechos fundamentales podemos ver la aplicacin de medi-
das cautelares clsicas en cuanto a su objetivo (asegurar el resultado de la accin)
aunque innovadoras en cuanto a su alcance, ya que dependern de la naturaleza de
lo debatido, sin tener ms restricciones que resultar proporcionales a la cuanta del
juicio (si se tratase de medidas patrimoniales) y tener un fundamento razonable.
En cuanto a la oportunidad para ser decretadas, procedern en cualquier
estado del juicio, estableciendo la ley solo como restriccin que aquellas decre-
tadas con anterioridad a la celebracin de la audiencia preparatoria de juicio oral
sean objeto de anlisis para decidir su continuidad.
156
Primer Encuentro Peruano-Chileno-Uruguayo
157
Sociedad Peruana de Derecho del Trabajo y de la Seguridad Social
IV. CONCLUSIN
La cautela procesal laboral es, sin duda, una de las mejores manifestacio-
nes de la tutela judicial efectiva que el Estado debe garantizar a los trabajadores,
ello por las atribuciones que se otorgan al juez para decretarlas y por no existir,
dentro del marco del debido proceso, limitacin alguna para la adopcin de las
mismas. Esto cobra especial relevancia en el procedimiento de tutela de derechos
fundamentales, al poder ejercer el juez la facultad de suspensin del acto presun-
tamente lesivo con la sola presentacin de indicios suficientes.
En el escenario de cumplimiento de obligaciones patrimoniales, la ejecu-
cin laboral aparece, hasta ahora, con la adopcin de la medida cautelar de reten-
cin de dineros provenientes de devoluciones de impuestos, que por costumbre
se decreta de forma genrica al inicio del proceso, pero que, por los tiempos de
respuesta de los servicios pblicos involucrados, no logra cumplir con la celeri-
dad pretendida. Ello sumado a la problemtica que ha presentado la implementa-
cin de sistema de ejecucin y que ha llevado incluso a la discusin sobre la ne-
cesidad de contar con jueces en dichos tribunales, dificultan el cumplimiento del
mandato del legislador y provocan una necesidad imperiosa de mejora para que
este sistema de proteccin sea eficaz, sea efectivo.
158
EL DERECHO LABORAL PROCESAL URUGUAYO.
PROCESO CAUTELAR
(1) Profesora de Derecho del Trabajo y de la Seguridad Social de la Universidad de la Repblica. Montevideo,
Uruguay. Ministra integrante del Tribunal de Apelaciones de Trabajo de 1er. Turno.
(2) La constitucin constituye un cdigo de valores principios que se proyectan a todo el ordenamiento
jurdico. RISSO FERRAND, Martn. Derecho Constitucional. T. I. p. 25.
159
Sociedad Peruana de Derecho del Trabajo y de la Seguridad Social
(3) Fue publicada el 08/10/2009 y entr en vigencia el 08/09/2009. Por Ley N 18.623 fue suspendida su
vigencia desde el 13/11/2009 hasta el 31/01/2010.
(4) Fue publicada el 08/12/2011 y entr en vigencia el 18/12/2011.
(5) ROSENBAUM RMOLO, Jorge. La recreacin de un proceso laboral autnomo. En: Derecho Laboral.
N 236, p. 765.
(6) Como, por ejemplo, el artculo 23 de la Ley de Licencias N 12.590 que estableca reglas de procedimiento
admitiendo la acumulacin de pretensiones entre la licencia y la indemnizacin por despido y fijaba la
competencia por razn de cuanta.
(7) COUTURE, Eduardo. En: Proyecto de Cdigo de procedimiento civil. Montevideo, 1945, p. 58, excluye al
proceso laboral de su proyecto. La razn surge explicitada en Algunas nociones de de Derecho procesal
del trabajo. En: Estudios de Derecho procesal civil. T. I, Buenos Aires, 1948 p. 288; en tanto seala que
el conflicto de trabajo exige el apartamiento de todas las caractersticas tradicionales del proceso civil.
Ante l, ni uno de sus postulados clsicos queda en pie. Por eso debe haber un nuevo derecho procesal,
extrao a todos los principios tradicionales sin exceptuar uno solo de ellos.
(8) COUTURE, Eduardo. En: Proyecto de Cdigo de procedimiento civil. Montevideo, 1945, p. 58, excluye
al proceso laboral de su proyecto. La razn surge explicitada en Algunas nociones de Derecho procesal
del trabajo. En: Estudios de Derecho procesal civil. T. I, Buenos Aires, 1948 p. 288 en tanto seala que
el conflicto de trabajo exige el apartamiento de todas ls caractersticas tradicionales del proceso civil.
Ante l, ni uno de sus postulados clsicos queda en pie. Por eso debe haber un nuevo derecho procesal,
extrao a todos los principios tradicionales sin exceptuar uno solo de ellos.
(9) PL RODRGUEZ, Amrico. Los principios del Derecho del Trabajo. 3 ed., Depalma, 1998, p. 35;
RACIATTI, Octavio. Los principios del derecho procesal del trabajo en la Ley N 18.572. En: XX
Jornadas Uruguayas de Derecho del Trabajo y de la Seguridad Social. Montevideo, diciembre 2009,
p. 215; BARRETTO GHIONE, Hugo. Principios de igualdad y proteccin en el proceso laboral. En:
Derecho Laboral. N 237, p. 57.
160
Primer Encuentro Peruano-Chileno-Uruguayo
(10) El Dec. Ley N 14.188 del 05/04/1974 previ un proceso laboral desligado del proceso civil pero
operando este como fuente supletoria, con plazos especiales y abreviados bajo la modalidad del
extraordinario que otorg mayores poderes al juez para la averiguacin de la verdad de los hechos y
admiti parcialmente la inmediacin. Si bien al tiempo de su instalacin la doctrina le reproch no
haber realizado declaracin de principios ni regular otros aspectos medulares y particularizantes del
proceso laboral (AA.VV. Nuevo Proceso Laboral Uruguayo. Colegio de Abogados del Uruguay. Fun-
dacin de Cultura Universitaria. 1974.), el saldo crtico de los operadores al tiempo de su derogacin
con el advenimiento del Cdigo General del Proceso fue positivo. PL RODRGUEZ, Amrico. Las
lneas directrices del nuevo rgimen procesal laboral. En: Derecho Laboral. N 94, p. 193; RACIATTI,
Octavio. Trascendencia procesal de los principios del Derecho del Trabajo. En: Derecho Laboral.
N 196, p. 845.
(11) RACIATTI, Octavio. Principios del Derecho Laboral en el Derecho Procesal del Trabajo. En: AA.VV.
Derecho Procesal del Trabajo. 30 Estudios. Grupo de los mircoles. Editorial Fundacin de Cultura
Universitaria. 2005 p. 17 y ss.
(12) ROSENBAUM RMOLO, Jorge. La recreacin de un proceso laboral autnomo. En: Derecho Laboral.
N236, p. 765. REYES OHENINGER, Alberto. Medidas cautelares en el llamado proceso laboral.
En: Revista Uruguaya de Derecho Procesal. 4/2006 p. 701.
161
Sociedad Peruana de Derecho del Trabajo y de la Seguridad Social
tensin entre principios especiales (sustantivos y procesales del Derecho del Tra-
bajo) y disposiciones normativas (del Derecho Procesal comn).
As, la Ley N 18.572 no solo aport las estructuras especiales sino que se-
ll la autonoma procesal abrazando las disposiciones anteriores y tambin las que
vendrn a travs de un blindaje articulado entre: principios especiales procesa-
les que opt por recoger(13) en ntima unin y recproca alimentacin con los prin-
cipios del Derecho del Trabajo; reglas de interpretacin cuidadoras de la efecti-
va realizacin de los principios que informan las disposiciones; y de integracin
que provocan un minucioso control de incorporacin y vnculos con el resto del
ordenamiento jurdico.
Las Leyes Ns 18.572 y 18.847 compaginan el sistema sobre tres pilares: la
autonoma del Derecho Procesal comn, los principios y las reglas de aplicacin-
de interpretacin y de solucin de los casos no previstos y de ligazn con el res-
to del ordenamiento jurdico. A estos pilares se suman dos estructuras procesales,
y soluciones comunes a ambas.
El primero. Se consolida la autonoma del Derecho Procesal comn, que ex-
presamente se ve desplazado para todos los asuntos de la materia laboral.
El segundo de los pilares. La Ley N 18.572 presenta un elenco de prin-
cipios procesales, unos expresos y otros implcitos. Estos comulgan con los
identificados previamente por la doctrina laboral, y se concretan en reglas es-
peciales pautando soluciones de desigualdad compensatoria con el propsito
de proteger el trabajo tambin la relacin procesal. De all que el gran ausen-
te en comparacin con el Derecho Procesal comn, es el principio de igualdad.
No hay igualdad en el sistema, aunque s bilateralidad en cuanto a las oportu-
nidades de defensa.
Y el tercero, que refiere a las reglas de aplicacin del Derecho Laboral pro-
cesal interpretacin e integracin cumple la funcin de custodio de la unidad y
coherencia del sistema, constriendo la labor del operador de modo que no le est
permitido apartarse del conjunto de principios procesales y sustantivos del De-
recho del Trabajo. En efecto. El artculo 30 le ordena cmo deber ser el camino
interpretativo de la disposicin procesal, indicndole adems que el producto in-
terpretado deber armonizar perfectamente con los principios del artculo 1 y con
(13) Es preciso sealar que a pesar de los inconvenientes que haba destacado Pl Rodrguez en ob. cit., p.34,
el legislador, continuando una tendencia relativamente reciente, opt por recoger los principios en el
texto. Ya lo haba hecho en las Leyes Ns 17.940 sobre proteccin de la libertad sindical, 18.508 sobre
relaciones laborales en el sector pblico, y 18.566 sobre negociacin colectiva.
162
Primer Encuentro Peruano-Chileno-Uruguayo
(14) Dispone el artculo 30 (Interpretacin).- Las normas procesales debern ser interpretadas conforme
a los principios enunciados en el artculo 1 de la presente ley y a los principios y reglas que integran el
bloque de constitucionalidad (arts. 72 y 332 de la Constitucin de la Repblica, Constitucin Vigente).
(15) Dispone el artculo 31 (Integracin).- Todo lo que no est previsto en la presente ley se regir por lo
dispuesto en las disposiciones especiales en materia laboral y en el Cdigo General del Proceso en cuanto
sea aplicable, se ajuste a lo dispuesto en los artculos 1 y 30 de esta ley y no contradiga los principios
del Derecho del Trabajo DE 6430.
(16) Hugo Barretto Ghione, analizando los fundamentos de la declaracin de inconstitucionalidad sobre el
punto, le reprocha la consideracin de la igualdad como igualdad formal. Y expresa que la proteccin
especial del trabajo prevista en el artculo 53 de la Carta obliga a infundir al nivel legislativo un sentido
tutelar y generador de capacidades para las personas que les permita alcanzar un sentido tutelar y gene-
rador de capacidades, que les permita alcanzar el valor de la dignidad humana en la situacin de trabajo
por cuenta ajena. Citando a Oscar Ermida seala que por mandato constitucional el proceso laboral no
puede sino ser protector y compensador de desigualdades. Si no lo fuera, caera en la ineficacia y en la
inconstitucionalidad. Constitucin y proceso laboral (notas sobre la sinuosa argumentacin de un fallo
de la Suprema Corte de Justicia) en Rev. Derecho Laboral. N 238 p. 227.
163
Sociedad Peruana de Derecho del Trabajo y de la Seguridad Social
(17) Sentencias publicadas en texto ntegro en Rev. Derecho Laboral Ns 238 y 239.
(18) El artculo 14 de la Ley N 18.572 declarado inconstitucional indicaba: (Audiencia nica.) Las partes
debern comparecer a la audiencia en forma personal, salvo que a juicio del Tribunal exista un motivo
justificado que habilite la comparecencia por representante. La inasistencia no justificada del actor a
la audiencia determinar el archivo de los autos. En caso de inasistencia no justificada del demandado
el Tribunal dictar sentencia de inmediato, teniendo por ciertos los hechos afirmados por el actor en la
demanda y estando a la prueba obrante en autos con anterioridad a la audiencia () CAD.
(19) El artculo 17 declarado inconstitucional indicaba que () Si la sentencia fuera de condena, el apelante
deber depositar el 50 % (cincuenta por ciento) del monto a la orden del Juzgado y bajo el rubro de autos.
En caso de no cumplirse con este requisito la apelacin ser rechazada sin ms trmite y se tendr por
desistido al apelante ().
(20) El artculo 21 declarado inconstitucional dispona que () (Traslado de la demanda y convocatoria a
audiencia nica).- Interpuesta la demanda y dentro de las cuarenta y ocho horas de recibida, el Tribunal
proveer: 1) Ordenando el traslado y emplazamiento del demandado, previnindolo que deber concurrir
a la audiencia nica munido de toda la prueba que pretenda ofrecer. 2) Convocando a las partes a la
audiencia nica en un plazo no mayor a los diez das contados a partir de la fecha de la presentacin de
la demanda...Examinando los medios probatorios ofrecidos por el actor ordenar el diligenciamiento
de los que corresponda, instrumentando todos los mecanismos necesarios para que ello se agote en la
audiencia nica (). CADE 6430.
(21) Sentencia publicada en el N 238 de la Rev. Derecho Laboral, p. 359 y ss.
(22) Editorial de Rev. Derecho Laboral, N 239, pp. 443 y 447.
164
Primer Encuentro Peruano-Chileno-Uruguayo
(23) Efectivamente, la exposicin de motivos de la Ley N 18.572 erradica el concepto de igualdad formal,
plantea la aspiracin de la igualdad sustancial asegurando sin embargo, la bilateralidad, en tanto expresa:
La aparicin de un proceso laboral diferenciado encuentra su explicacin en la particularidad del con-
flicto que constituye su objeto. La identificacin de una clase de conflictos (diferentes de los conflictos
de Derecho privado) y el reconocimiento de la autonoma cientfica del Derecho laboral conducen na-
turalmente a la especializacin de la justicia del trabajo (PL RODRGUEZ, Amrico.Los conflictos
del trabajo. Necesidad de crear para ellos una justicia especializada, Montevideo, 1947 [ponencia
aprobada en la 2 Conferencia Nacional de Abogados, Salto, setiembre de 1947]; BARBAGELATA,
Hctor-Hugo. Las iniciativas sobre justicia del trabajo. En: Revistade Derecho Laboral. T. XVII,
p. 201). El Derecho laboral es una disciplina jurdica autnoma que opera como un ordenamiento
compensador o igualador, y que necesita de un proceso judicial igualmente autnomo, adecuado a sus
particularidades y por tanto, distinto del proceso comn del Derecho Civil. El proceso autnomo de la
material laboral, tiene su razn de ser en la adecuacin del mismo a los objetivos, finalidades, principios
y normas del Derecho sustantivo. Couture representa este pensamiento en estos trminos: Un nuevo
derecho procesal, extrao a todos los principios tradicionales, sin exceptuar uno solo de ellos, ha debido
surgir para establecer mediante una nueva desigualdad, la igualdad perdida por la distinta condicin
que tienen en el orden econmico de la vida, los que ponen su trabajo como sustancia del contrato, y
los que se sirven de l para la satisfaccin de sus intereses (Estudios de derecho procesal civil. T. III,
Depalma, Buenos Aires, p. 288).
(24) BARRETTO GHIONE, Hugo. Constitucin y proceso laboral (notas sobre la sinuosa argumentacin
de un fallo de la Suprema Corte de Justicia). En: Rev. Derecho Laboral. N 238, p. 226.
165
Sociedad Peruana de Derecho del Trabajo y de la Seguridad Social
(25) Ob. cit., Los principios p. 64; SARTHOU, Helios. Los principios del Derecho laboral y el nuevo
procedimiento para la solucin de las controversias del trabajo. En: Nuevo Proceso Laboral Uruguayo.
Colegio de Abogados del Uruguay. Ed. Fundacin de Cultura Universitaria. 1974, p. 179; ERMIDA
URIARTE, Oscar. Ob. cit., La constitucionalidad de los nuevos . En: Rev. CADE. Tomo 6, ao 2,
abril 2010, p. 5.
(26) Entre siete y ocho meses en el ao 2010, disminuyendo la duracin del trmite de la inconstitucionalidad
en el ao 2011.
166
Primer Encuentro Peruano-Chileno-Uruguayo
que los concretaban y que la Suprema Corte de Justicia haba entendido incons-
titucionales(27).
(27) ROSSI ALBERT, Rosina. Primera lectura de la ley 18.572 sobre abreviacin de los procesos laborales.
En: Rev. Derecho Laboral. N 235, p. 445 y ss.; Pensando modificaciones a la ley 18.572. En: XXII
Jornadas Uruguayas de Derecho del Trabajo y de la Seguridad Social. p. 63 y ss.
(28) KELSEN, Hans. Teora general del Derecho y del Estado. Edit. Universitaria, Mxico, 1949, p. 137. El
ordenamiento jurdico todo es un sistema de normas generales e individuales enlazadas de acuerdo al
principio del que el derecho regula su propia creacin.
(29) PREZ AMORS, Francisco. Justicia efectiva, igualdad y rapidez procesal: por un derecho del trabajo
procesal. En: Rev. Derecho Laboral. N 237, p. 7 y ss. ERMIDA URIARTE, Oscar. Introduccin.
En: AA.VV. Derecho Procesal del Trabajo. Ed. FCU, octubre 2005, p. 14.
(30) El nuevo sistema laboral procesal emigr, aunque no se independiz totalmente, del Cdigo General
del Proceso. Ello no constituye una novedad en el ordenamiento nacional. Sino que, a los que el propio
sistema del Cdigo General del Proceso excluy, a poco tiempo de su vigencia se fueron sumando
otros que, como en el caso del que se analiza, la especialidad del derecho sustantivo provoc la salida.
(RACIATTI, Octavio. Los principios del derecho procesal del trabajo en la Ley N 18.572. En: XX
Jornadas Uruguayas de Derecho del Trabajo y de la Seguridad Social. Montevideo, diciembre 2009.
(31) Sobre normas relativas a procedimiento judicial en materia de Derecho del Trabajo. NICOLIELLO,
Nelson. Cdigo de Procedimiento Laboral Montevideo. Amalio Fernndez, 1977 citado por Raciatti,
Octavio. Ob. cit., Los principios p. 216.
167
Sociedad Peruana de Derecho del Trabajo y de la Seguridad Social
(32) PREZ AMORS, Francisco. Justicia efectiva, igualdad y rapidez procesal: por un derecho del trabajo
procesal. En: Rev. Derecho Laboral. N 237, p. 7.
(33) BARBAGELATA, Hctor Hugo. Particularismo del Derecho del Trabajo y los Derechos Humanos.
Ed. Fundacin de Cultura Universitaria, marzo 2009, p. 20 y ss.
(34) RACIATTI, Octavio. Ob. cit., Los principios del derecho procesal del trabajo en la Ley N 18.572.
En: XX Jornadas Uruguayas de Derecho del Trabajo y de la Seguridad Social. Montevideo, diciembre
2009, p. 216.
(35) ERMIDA URIARTE, Oscar. La constitucionalidad de los nuevos procesos laborales autnomos (ley
18.572). En: Rev. CADE. Tomo 6, ao 2, abril 2010, p. 5. BARBAGELATA, Hctor Hugo. Sobre la
abreviacin de los juicios laborales. En: Rev. Derecho Laboral. N 221 p. 19; El particularismo del
Derecho del Trabajo y los derechos humanos laborales. Editorial Fundacin de Cultura Universitaria,
marzo 2009, p. 251 y ss.; PL RODRGUEZ, Amrico. Los conflictos de trabajo. Necesidad de crear
para ellos una justicia especializada. En: LJU. T. XV p. 37; SARTHOU, Helios. Proposiciones sobre
un derecho procesal laboral autnomo. En: Rev. Derecho Laboral. N 104, p. 852; GIGLIO, Wagner.
Direito Processual do Trabalho. Ed. Saraiva, Sao Paulo 2005 p. 76.
(36) BARBAGELATA, Hctor Hugo. El bloque de constitucionalidad de los Derechos Humanos. En: El
particularismo del Derecho del Trabajo y los Derechos Humanos. Ed. Fundacin de Cultura Universi-
taria, marzo, 2009, p. 223 y ss.
168
Primer Encuentro Peruano-Chileno-Uruguayo
169
Sociedad Peruana de Derecho del Trabajo y de la Seguridad Social
declaracin (b) o con el propsito de modificar la situacin de hecho antijurdica (c), est signada, men
todo caso, por la urgencia en su adopcin, lo que impide posponerla por meras formalidades que no
responder al fin superior de la Justicia. La eficacia de la Justicia. Un valor supremo del Procedimientoen
el rea de la cautela. En: Revista Uruguaya de Derecho Procesal. N 4, p. 541.
(43) BARBAGELATA, Hctor Hugo. Sobre la abreviacin de los procesos laborales, En: El particularismo
Ob. cit., p. 252.
(44) COUTURE, Eduardo J. Proyecto de Cdigo de Procedimiento Civil. Citado por Hctor Hugo
Barbagelata. En: El particulrismo Ob. cit., p. 252; Ensayos de Derecho Procesal Civil. T. I
p. 271; GIUZIO, Graciela. Fundamentos de Derecho Procesal Civil. Editorial Depalma, 1988,
pp. 43-44. El principio de celeridad y el proceso laboral en el Uruguay. En: AA.VV. Derecho Procesal
del Trabajo. Treinta Estudios, Grupo de los Mircoles, p. 109.
(45) PERYRANO, Jorge. Medidas cautelares innovativas. Editorial Depalma, 1981 p. 13.
(46) CALAMANDREI, Piero. Medidas cautelares en los procesos colectivos. Citado por ngel Landoni
Sosa-Santiago Gonzlez Miragaya. En: Revista Uruguaya de Derecho Procesal. Ob. cit., 4/2006,
p. 617. Las clasifica como providencias instructorias anticipadas ; providencias dirigidas a asegurar la
ejecucin forzada; anticipacin de providencias decisorias; y las cauciones procesales.
170
Primer Encuentro Peruano-Chileno-Uruguayo
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Sociedad Peruana de Derecho del Trabajo y de la Seguridad Social
Solo del ao 2010 la estadstica del Poder Judicial releva cifras en forma
discriminada y plantea los tiempos de duracin de los procesos tramitados bajo las
reglas del proceso laboral autnomo e iniciados en dicho ao: 4 meses(50).
La apreciacin de los nuevos tiempos de tramitacin del proceso laboral se
ven claramente dificultados porque la ltima informacin estadstica de la prime-
ra instancia, data del ao 2011 y de la segunda de 2012(51).
En primera instancia:
Ao Promedio duracin
2009 15,9 meses
2010 13,9 meses
2011 14,1 meses
Para los procesos de menor cuanta, cuya estructura no admite la doble ins-
tancia, se cie a las pretensiones de hasta $81 000, y no reconoce antecedentes en
la materia laboral, la informacin refiere a los aos 2010 y 2011.
Proceso de menor cuanta (nica instancia)
Ao Promedio duracin
2010 1,6 meses
2011 3,9
(50) Esta forma de procesar los datos no se repite ni en aos anteriores ni posteriores.
(51) Todos los datos anteriores al ao 2013 fueron obtenidos de la pgina web del Poder Judicial .
172
Primer Encuentro Peruano-Chileno-Uruguayo
del nmero de asuntos totales, por procesos cautelares y por procesos de ejecu-
cin de sentencias(52).
(52) Se trata de una compulsa de datos no cientfica, solicitados a los juzgados con especial competencia
en materia laboral de Montevideo, proveniente de los informes oficiales que para la elaboracin de las
estadsticas oficiales remite cada uno a la Divisin Estadsticas del Poder Judicial.
Sin perjuicio de lo sealado, y a efectos de valorar la representatividad de la muestra, resulta de inters
sealar que en Montevideo existe justicia laboral orgnicamente especializada, contando hoy por hoy
con 22 juzgados que actan tanto en procesos de nica instancia como de doble instancia. La mayor
parte de los consultados, proporcion de sus registros los datos que aqu se manejan en torno al nmero
total de asuntos, nmero de procesos cautelares y nmero de procesos de ejecucin de sentencia del ao
2013.
(53) 6,3 % Informacin de la pgina web de la Direccin Nacional de Estadstica y Censos.
(54) Como se advierte, se apunta a la diferencia entre proceso y reglas de procedimiento, aludiendo el primero
a una secuencia concatenada, organizada y teleolgica de reglas de procedimiento.
173
Sociedad Peruana de Derecho del Trabajo y de la Seguridad Social
(55) La disposicin indica que () El tribunal dispondr si correspondiere, el cese inmediato de los actos
discriminatorios cuando a juicio del tribunal los hechos sean notorios.
174
Primer Encuentro Peruano-Chileno-Uruguayo
(56) Dispone el artculo 31 de la Ley N 18.572 Todo lo que no est previsto en la presente ley se regir
por lo dispuesto en disposiciones especiales en materia laboral y en el Cdigo General del Proceso en
cuanto sea aplicable, se ajuste a lo dispuesto en los artculos 1 y 30 de esta ley y no contradiga con los
principios del Derecho del Trabajo.
(57) Barrios De ngelis, analizando el artculo 15 del Decreto Ley N 14.188, indicaba que si bien en el
texto las dos fuentes se hallaban en pie de igualdad, de encontrarse sobre el mismo punto una solucin
distinta en ambas, en aplicacin del precepto que la ley general no deroga a la especial, debera primar
la regulacin de la disposicin especial. Los poderes del juez letrado de trabajo. En: AA.VV. Nuevo
proceso laboral uruguayo. Colegio de Abogados del Uruguay. Fundacin de Cultura Universitaria.
1974, p. 144.
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Sociedad Peruana de Derecho del Trabajo y de la Seguridad Social
procedimiento cautelar, que sin regular un proceso, habilita la facultad del tribu-
nal de disponer el cese inmediato del acto discriminatorio si surge de hechos no-
torios y sin que sea imprescindible la produccin de prueba(58). Lo que significa
que las facultades cautelares del tribunal se hallan limitadas a las situaciones en
las que los actos discriminatorios deriven de hechos notorios.
Ahora bien, la Ley N 17.940 no define a los hechos notorios, lo que en-
frenta la necesidad de la interpretacin de su alcance. El mismo cuerpo norma-
tivo realiza una declaracin de principios en el artculo 3 literal C, en tanto in-
dica que el proceso se ajustar a los principios de celeridad, gratuidad, inmedia-
cin, concentracin, publicidad, buena fe y efectividad de la tutela de los dere-
chos sustanciales. De all que tributando a la funcin interpretativa que cum-
plen(59), operen como orientadores en la determinacin de cuando habra he-
chos notorios que habilitaran la actuacin cautelar del tribunal sin que me-
diaran otras exigencias a satisfacer. En tal sentido, la efectividad de los dere-
chos sustanciales encamina a preferir la interpretacin ms favorable a la ha-
bilitacin del poder cautelar que derivara de su antecedente legislativo directo
el artculo 7 de la Ley N16.011 y no del concepto del artculo 138 del CGP
que se presenta ms restrictivo(60), lo que en consonancia arroja que bastar la ocu-
rrencia de hechos segn relato de la demanda o de otro acto procesal que a crite-
rio del tribunal y sin produccin de prueba reclamen su inmediata actuacin pro-
visoria, para habilitarla.
De all que el procedimiento cautelar previsto por el artculo 2 numeral 1 de
la Ley N 17.940 para el proceso ordinario de tutela de la libertad sindical se ha-
lla confinado a aquellas situaciones de violacin de la libertad sindical por actos
discriminatorios que se deduzcan de hechos notorios que por tales no requieran
de actividad probatoria. Ello bastar para habilitar el ejercicio del poder cautelar
(58) La disposicin parece replicar una de similar tenor de la accin de amparo prevista por el art. 7 de la Ley
N 16.011, que expresa. Si de la demanda o en cualquier momento del proceso resultare, a juicio del juez
la necesidad de su inmediata actuacin, este dispondr con carcter provisional, las medidas que corres-
pondieran en amparo del derecho o libertad presuntamente violados. Lo propio podra decirse del art. 49
del Cdigo de la Niez y Adolescencia que dispone que El juez al proveer la demanda y atendidas las
circunstancias invocadas, fijar alimentos provisionales procurando satisfacer anticipadamente y en forma
provisoria la pretensin que conforma el objeto principal del proceso y esa tutela anticipada se justifica
en aras de la eficacia de la tutela jurisdiccional, teniendo presente la demora nsita en todo proceso y la
naturaleza impostergable de las necesidades alimentarias del nio. Garderes, Santiago. Ejecucin de las
providencias cautelares provisionales en: Ob. cit., Revista Uruguaya N 4/2006, p. 6.
(59) PL RODRGUEZ, Amrico. Los principios del Derecho del Trabajo. Depalma, 1998, p. 22.
(60) En el artculo 7 de la Ley N 16.011 basta con que la necesidad de la inmediata actuacin cautelar surja
del relato de la demanda o de cualquier otro acto del proceso; en el artculo 138 del CGP en cambio, el
hecho notorio reclama que no constituyan el fundamento de la pretensin y que sean admitidos por las
partes.
176
Primer Encuentro Peruano-Chileno-Uruguayo
a travs de una decisin fundada que ordene el cese de los actos discriminatorios
provisoriamente y durante el tiempo de tramitacin del proceso(61).
Ahora, cabe plantear la posibilidad de que esta disposicin especial sea
til para la integracin del proceso cautelar no previsto por las Leyes Ns 18.572-
18.847.
La naturaleza de la regla del artculo 2 numeral 1 de la Ley N 17.940
una regla de procedimiento dirigida a la urgente proteccin de la libertad sindi-
cal violentada derecho fundamental, inscripta en un proceso sumario de ampa-
ro, desautoriza su vocacin integradora de un proceso cautelar adosado a un pro-
ceso ordinario.
A ello se suma la limitacin de su admisibilidad a la existencia de hechos
notorios que no reclamen produccin de prueba, por lo que marginara todas
aquellas hiptesis en las que la tutela cautelar sera necesaria pero que la discrimi-
nacin o la lesin, no surgiera de hechos que no requirieran respaldo probatorio.
(61) Cabra cuestionarse si la violacin o amenaza de violacin de otros derechos humanos laborales podra
determinar la aplicacin del proceso de amparo especial de la Ley N 17.940 y con ello el procedimiento
cautelar analizado o la del proceso de amparo general previsto por la Ley N 16.011, y con ello el pro-
cedimiento cautelar del artculo 7 de la misma.
(62) Debate que provena de la interpretacin de los artculos 17 y 18 de la Ley N 18.572, pero que, con la
aprobacin de la Ley N 18.847 y la modificacin operada al artculo 18, logr la unanimidad de opinio-
nes en torno a la apelabilidad con efecto suspensivo de la decisin cautelar amparatoria o denegatoria.
Entre otras, sentencias anteriores a la reforma Ns 200/2011 y 269/2011, del TAT 1ro. redactadas por el
Dr. Julio Posada Xavier; y N 142/2011 del TAT 2do. redactada por la Dra. Nanci Corrales.
177
Sociedad Peruana de Derecho del Trabajo y de la Seguridad Social
(63) Que estuvo vigente desde el ao 1974 y hasta la aprobacin de la Ley N 15.982 recogida en el Cdigo
General del Proceso.
178
Primer Encuentro Peruano-Chileno-Uruguayo
o a peticin de parte todas las medidas cautelares que se estimen del caso. En su
momento, parte de la doctrina haba interpretado que al no tratarse de una norma
de procedimiento sino atributiva de poderes al juez, no habra quedado atrapa-
da por la derogacin general dispuesta por el artculo 544 de la Ley N 15.982(64).
Ahora bien, esencialmente dos son los aspectos de la regulacin del proce-
so cautelar del Cdigo General del Proceso que merecen ser destacados para alen-
tar al operador para interpretarlos desde el principio protector como indica el ar-
tculo 30 de la Ley N 18.572.
(64) REYES OHENINGER, Alberto. Ob. cit., p. 705. VIERA, Luis Alberto. Proceso laboral y Cdigo
General del Proceso. En: Rev. del Colegio de Abogados del Uruguay. T. XVII, diciembre 1990 p. 14
y ss. MARIEZCURRENA, Patricia. Medidas cautelares y su adopcin de oficio en el proceso laboral.
En. XVIII Jornadas Uruguayas de Derecho del Trabajo y de la Seguridad Social. p. 87 y ss. ETLLIN,
Edgardo. Sobre medidas cautelares y preparatorias en el proceso laboral. En: XVIII Jornadas Urugua-
yas de Derecho del Trabajo y de la Seguridad Social. p. 43. PEREIRA CAMPOS, Santiago y PEREZ
DEL CASTILLO, Santiago. Las medidas cautelares en materia laboral. En: Curso sobre medidas
cautelares. pp. 94-97. En contra: STEPHANICI,C Emma; VALENTN, Gabriel. Citados por Ettlin,
Edgardo. Ob. cit., p. 43.
(65) SIMN, Luis Mara. Ob. cit., p. 585.
(66) REYES OHENINGER, Alberto. Ob. cit., p. 704.
(67) Aunque ello ha sido apreciado en forma negativa por parte de la doctrina procesalista, como expone
Vescovi en: Los motivos fundados para eximir de contracautela en: Revista Uruguaya de Derecho
Procesal. N 4/2000, p. 547. En similar sentido, SIMN, Luis Mara. Ob. cit., p. 593.
179
Sociedad Peruana de Derecho del Trabajo y de la Seguridad Social
VIII. CONCLUSIONES
(68) Sentencia N 120/2007 del TAC 6to. Turno citada por Landeira Raquel-Pereyra Cap Natalia en
Tendencias jurisprudenciales sobre medidas cautelares en Revista Uruguaya de Derecho Procesal
N4/2006 p. 679. La Suprema Corte de Justicia a la hora de valorar el peligro de frustracin del derecho
reiteradamente invoca las reglas de la experiencia comn; entre otras, sentencias Ns. 639/2006, 631/1992,
661/1997, 144/2000, y 37/2004 citadas en ob. cit., Tendencias jurisprudenciales. p. 683.
(69) VESCOVI, Enrique. Replanteo del proceso cautelar. En: Revista Uruguaya de Derecho Procesal.
N 1/1985 pp. 11 y ss.
(70) Sobre la prueba de los requisitos de admisibilidad en materia laboral, REYES OHENINGHER, Alberto.
Ob. cit., p. 704.
180
Primer Encuentro Peruano-Chileno-Uruguayo
vaya a importar sale exitosa del examen de compatibilidad con los principios pro-
cesales y sustantivos del Derecho del Trabajo.
No relevndose disposiciones especiales en materia laboral que se adapten
al vaco normativo, es vlido consultar el Cdigo General del Proceso. En tanto
el proceso cautelar constituye un instrumento de eficacia del Derecho del Traba-
jo, y en tanto la regulacin del derecho comn concilia pero no favorece especial-
mente la realizacin de aquel, el punto se presenta como una tarea pendiente del
legislador. Vale decir, regularlo desde el Derecho del Trabajo.
Ello a pesar de la sensible disminucin de los tiempos de duracin del pro-
ceso ordinario y de menor cuanta que sin duda disminuyen los riesgos de que el
derecho sustantivo sucumba por la mora procesal.
181
MEDIDAS CAUTELARES Y LA POSIBILIDAD
DE LA EJECUCIN DE LA SENTENCIA
EN LA REFORMA PROCESAL LABORAL PERUANA
Desde nuestro punto de vista, toda reforma procesal debe tener un objetivo
principal: una mayor tutela jurisdiccional efectiva. Para ello, dicha reforma debe
contener una serie de cambios o ajustes que permitan un fortalecimiento o la in-
troduccin de instituciones que permitan, a quien recurre al proceso, obtener una
verdadera satisfaccin de sus intereses.
Con relacin a la tutela jurisdiccional efectiva, existe mucha discusin so-
bre su definicin y alcances, originada fundamentalmente por su relacin con el
derecho a un debido proceso(2). En nuestro caso, nos gustara partir de una defini-
cin clsica y complementarla con otras ms descriptivas. Al respecto, nos pare-
ce destacable la definicin de Monroy Glvez segn la cual la tutela jurisdiccional
(1) Profesor de la Pontificia Universidad Catlica del Per y miembro de la Sociedad Peruana del Derecho
del Trabajo y la Seguridad Social.
(2) Sobre el particular, puede revisarse PRIORI POSADA, Giovanni. La efectiva tutela jurisdiccional de
las situaciones jurdicas materiales: Hacia una necesaria reivindicacin de los fines del proceso. En Ius
et veritas N 26. Lima, 2003, pp. 283-284.
183
Sociedad Peruana de Derecho del Trabajo y de la Seguridad Social
efectiva es aquel derecho que tiene toda persona (por el solo hecho de serlo) de
exigir al Estado que haga efectiva su funcin jurisdiccional(3). Eso s, se trata de
una definicin que involucra mucho ms de lo que parece. Desde nuestro punto
de vista, no est vinculada al solo hecho de activar el aparato jurisdiccional para
hacer valer un derecho, sino a todo lo que involucra tal activacin.
En efecto, la funcin jurisdiccional del Estado no puede limitarse a permi-
tir a un afectado recurrir a los rganos de justicia existentes. Tal actividad invo-
lucra tambin una serie de elementos que deben permitir que sea realmente efec-
tiva. As pues, Bustamante Alarcn seala que la tutela jurisdiccional efectiva es
aquel derecho que tiene todo sujeto de derecho, por el solo hecho de serlo, de
acudir a los rganos jurisdiccionales del Estado a solicitarles proteccin o ampa-
ro jurdico eficaz o efectivo para solucionar o evitar un conflicto intersubjetivo de
intereses, eliminar una incertidumbre jurdica, vigilar la constitucionalidad nor-
mativa o controlar las conductas antisociales delitos o faltas(4). Se apunta en-
tonces a que el litigante pueda acceder a un proceso eficaz, a una tutela efectiva,
a un pronunciamiento final ejecutable.
Para que ello sea posible, deben existir una serie de garantas que involu-
cran a su vez derechos al interior de la tutela jurisdiccional efectiva, la cual en-
tonces debe ser considerada como un derecho complejo. En esa lnea, destaca-
mos la posicin de Priori Posada, para quien la tutela jurisdiccional efectiva agru-
pa a su vez los siguientes derechos: (i) al acceso a los rganos jurisdiccionales;
(ii) a un proceso con garantas mnimas; (iii) a una resolucin fundada en derecho; y
(iv) a la efectividad de las resoluciones judiciales(5).
Este ltimo derecho, que podra ser considerado como el ms esencial, es
definido por el citado autor como el derecho que tienen las partes a que lo de-
cidido por el rgano jurisdiccional sea cumplido, agregando que para ello, se
debe proveer al ciudadano de todos los medios adecuados para que se garantice la
efectividad de las resoluciones judiciales: medidas cautelares (6). Si bien, la defi-
nicin mencionada vincula a este derecho, parte de la tutela jurisdiccional efecti-
va, fundamentalmente con la tutela cautelar, su alcance se extiende a nuestro en-
tender a cualquier otra figura que garantice la ejecucin de la sentencia definitiva.
(3) MONROY GLVEZ, Juan. Introduccin al proceso civil. Tomo I. Santa Fe de Bogot: Themis, 1996.
p. 245.
(4) BUSTAMANTE ALARCN, Reynaldo. El derecho fundamental a probar y su contenido esencial.
En: PRIORI POSADA Giovanni y BUSTAMANTE ALARCN, Reynaldo. Apuntes sobre Derecho
Procesal. Lima: ARA, 1997. p. 74.
(5) PRIORI POSADA, Giovanni. Ob. cit., p. 289.
(6) Ibdem, pp. 290-91.
184
Primer Encuentro Peruano-Chileno-Uruguayo
(7) SERRA DOMINGUEZ, Manuel y RAMOS MENDEZ, Francisco. Las medidas cautelares en el proceso
civil. Barcelona, 1974. p. 12
(8) Sentencia del Tribunal Constitucional Espaol 14/1992.
185
Sociedad Peruana de Derecho del Trabajo y de la Seguridad Social
(9) PRIMERA.- En lo no previsto por esta ley son de aplicacin supletoria las normas del Cdigo Procesal
Civil.
(10) En nuestro pas la LPT hablaba de medidas cautelares dentro de un proceso (artculo 96), mientras
la LPL espaola liga la solicitud del embargo preventivo a la presentacin de la demanda y a cualquier
momento posterior pero anterior a la sentencia (artculo 79).
186
Primer Encuentro Peruano-Chileno-Uruguayo
Sin embargo, consideramos que no existe razn alguna para que, en esta
materia se establezca una regulacin distinta a la del proceso civil. Por el contra-
rio, lo sealado por el artculo 96 de la LPT implicaba un obstculo para el ejerci-
cio idneo de la tutela jurisdiccional efectiva de los accionantes en el proceso la-
boral, toda vez que gozaran de una tutela cautelar limitada.
Asimismo, la limitacin citada implicaba un atentado flagrante contra el
derecho de igualdad ante la ley (artculo 2 inciso 2 de la Constitucin de 1993)
del accionante que recurre a la va laboral con respecto al que recurre a la va ci-
vil, en la medida que no tenan la misma proteccin de su derecho a tutela juris-
diccional efectiva, a pesar de estar consagrado en la Constitucin a favor de cual-
quier persona (sin distinciones).
187
Sociedad Peruana de Derecho del Trabajo y de la Seguridad Social
(11) As lo establece el CPC cuando en su Primera Disposicin Complementaria y Final seala que Las
disposiciones de este Cdigo se aplican supletoriamente a los dems ordenamientos procesales, siempre
que sean compatibles con su naturaleza (el resaltado es nuestro). Ello ha sido reconocido adems por
el Pleno Jurisdiccional Laboral de 1997, el cual acord que la aplicacin supletoria del Cdigo Proce-
sal Civil a los procesos regulados por la Ley N 26636, Ley Procesal del Trabajo, se efectuar cuando
exista una remisin expresa o una deficiencia de esta ltima que tenga que ser cubierta por el primero
siempre que se trate de una materia regulada y exista compatibilidad con la naturaleza del proceso
(el resaltado es nuestro).
188
Primer Encuentro Peruano-Chileno-Uruguayo
(12) BLASCO PELLICER, ngel. Las medidas cautelares en el proceso laboral. Civitas, Madrid, 1996. p. 69.
(13) Ibdem, p. 71.
(14) ROMERO MONTES, Francisco Javier. Derecho Procesal del Trabajo. Lima, 1977. pp. 236-237.
(15) BAYLOS GRAU, Antonio, CRUZ VILALLN, Jess, y FERNNDEZ, Mara Fernanda. Instituciones
del derecho procesal laboral. Trotta, Madrid, 1991, p. 598.
189
Sociedad Peruana de Derecho del Trabajo y de la Seguridad Social
exige la pensin para su hijo, o del litigante de escasos recursos econmicos que
reclama por su nica propiedad.
Lo importante en este caso es considerar la finalidad de la contracautela. En
ese sentido, una inadecuada y permisiva regulacin de la contracautela, en cual-
quier mbito del Derecho, puede llevar a convertir a las medidas cautelares, se-
gn Serra Domnguez y Ramos Mndez, en poderosas armas al servicio de los
litigantes de mala fe(16). Por ello, una opcin media podra ser ms til, otorgan-
do al juez la facultad de decidir si exige o no contracautela al demandante (aten-
diendo a la situacin que se presente en cada caso en particular).
De otro lado, en su artculo 97, la LPT estableca cuatro requisitos para la
solicitud de una medida cautelar: (i) exponer los fundamentos y modalidad de la
pretensin cautelar; (ii) indicar, si fuera el caso, los bienes sobre los que debe re-
caer la medida y el monto de su afectacin; (iii) ofrecer contracautela, que pue-
de ser reemplazada (de considerarlo admisible el juez), por una caucin jurato-
ria; y, (iv) designar el rgano de auxilio judicial correspondiente. Dentro de estos
requisitos encontrbamos a los presupuestos de toda medida cautelar. En tal sen-
tido, al momento de exponer sus fundamentos, el demandante deba sustentar la
apariencia del derecho y el peligro en la demora. Asimismo, como expresamente
se exiga, deba ofrecer la contracautela correspondiente o, de ser el caso, la cau-
cin juratoria que la reemplazar.
La LPT estableca adems, en su artculo 98, supuestos en que la pretensin
cautelar se acreditaba y el peligro en la demora se presuma. Dichos casos eran: (i)
cuando un acta de inspeccin elaborada por la Autoridad Administrativa de Tra-
bajo constata el cierre no autorizado del centro de trabajo, y (ii) cuando el em-
pleador ha sido denunciado penalmente por el Ministerio Pblico por delito con-
tra la libertad de trabajo en los supuestos de simulacin de causales para el cierre
del centro de trabajo y de abandono de este para extinguir las relaciones laborales.
Tambin podamos encontrar en la LPT un caso especial de procedencia,
regulado por el artculo 99, en el cual se sealaba que la medida cautelar proce-
da cuando la sentencia de primera instancia haba sido favorable al demandante,
aunque la misma fuera impugnada. A diferencia de lo previsto por el artculo 615
del CPC, en este caso el legislador haba quedado en deuda al no mencionar las
consecuencias de que exista una sentencia favorable al demandante. En efecto, la
disposicin del CPC mencionada indica que en el supuesto descrito, no es nece-
sario cumplir con acreditar la verosimilitud del derecho, ni ofrecer contracautela.
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Primer Encuentro Peruano-Chileno-Uruguayo
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Sociedad Peruana de Derecho del Trabajo y de la Seguridad Social
(18) Por ejemplo, el Dcimo Segundo Juzgado Laboral de Lima declar Improcedente una medida cautelar
de embargo en forma de retencin, considerando que la medida cautelar no estaba contemplada en la
Ley 26636, conforme se aprecia de la del artculo 96 y 100 de la misma norma legal (Resolucin de
fecha 16 de marzo del 2001) Expediente N 4662-98, Cuaderno Cautelar). En ese sentido tambin se
expresa la Resolucin de fecha 27 de diciembre de 1999 (Expediente N 4781-97).
(19) En efecto, existen realidades que hacen necesaria la aplicacin de medidas cautelares reguladas por el
CPC, y no por la LPT. Es el caso, por ejemplo, del embargo en forma de retencin (artculo 658 del CPC),
de gran utilidad para un trabajador si demanda una pretensin dineraria. Algo similar sucede en el caso
del embargo en forma de intervencin en informacin, por la cual el demandante podra controlar el
movimiento econmico de la empresa demandada. La citada insuficiencia lleva adems a la necesidad
de dejar abierta la posibilidad de solicitar medidas cautelares de innovar (artculo 682 del CPC) y de no
innovar (artculo 687 CPC), o incluso la conocida medida cautelar genrica (artculo 629 del CPC),
por la que el demandante puede solicitar una medida cautelar no regulada expresamente.
(20) Considerando ello, en oportunidades anteriores hemos defendido la aplicacin supletoria del CPC a
partir de la utilizacin de los principios constitucionales de fuerza normativa de la Constitucin y
de interpretacin conforme a la Constitucin, los cuales permitiran una interpretacin flexible del
artculo 96 de la LPT, considerando su contenido como meramente enunciativo y no como prohibitivo
(VIDAL SALAZAR, Michael. Las medidas cautelares en el proceso laboral. En: Revista Jurdica del
Per. N 84. Febrero, Lima, 2008, pp. 520-533).
(21) Resolucin de la Corte Superior de Lima, de fecha 30 de octubre de 1998 (Expediente N 541-98). En
ese mismo sentido, la Resolucin de fecha 18 de mayo del 2001 (Expediente N 654-2000).
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Primer Encuentro Peruano-Chileno-Uruguayo
(22) Resolucin de fecha 8 de abril de 1999 (Expediente N 1034-98-Lima) y Resolucin de fecha 17 de abril
de 2000 (Expediente N 573-00-Lima).
(23) Artculo 629: Adems de las medidas cautelares reguladas en este Cdigo y en otros dispositivos
legales, se puede solicitar y conceder una no prevista, pero que asegure de la forma ms adecuada el
cumplimiento de la decisin definitiva.
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(25) PRIORI POSADA, Giovanni F. y otros. Comentarios a la Nueva Ley Procesal del Trabajo. ARA Edi-
tores, Lima, 2011, pp. 146-147.
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LA EJECUCIN EN EL PROCESO LABORAL
I COMENTARIOS PREVIOS
(1) Profesora de Derecho del Trabajo y de la Seguridad Social. Magster de Derecho de la Seguridad Social.
Universidad de Chile.
(2) Magster de Derecho del Trabajo. Universidad Adolfo Ibez. Jueza del Segundo Juzgado de Letras del
Trabajo de Santiago.
(3) Vera Luca Feil Ponciano (2008), p. 343.
(4) dem.
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Sociedad Peruana de Derecho del Trabajo y de la Seguridad Social
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Primer Encuentro Peruano-Chileno-Uruguayo
empresa, sin que existan tampoco canales normativos para poder discutir inciden-
cias relativas a los grupos de empresa o transformaciones empresariales durante la
ejecucin(10).
Por otro lado, sabemos que el proyecto de Cdigo Procesal Civil presen-
tado, propone cambiar al rgano de ejecucin, lo que aparece como novedoso y
obliga a revisar la ejecucin laboral como legislacin supletoria.
(10) Cfr. DAZ, Paola. La ejecucin laboral: el elefante en la cristalera. En: Revista Laboral Chilena,
Santiago, agosto de 2011.
(11) Art. 235 N 4 de la Real Decreto Legislativo 2/1995, de 7 de abril, por el que se aprueba el Texto Refun-
dido de la Ley de Procedimiento Laboral.
(12) GAZMURI, Consuelo. Proyecto Orgnico Laboral y la Creacin de los Tribunales de Cobranza, en
curso: Normas Internacionales de Trabajo y Reforma a la Judicatura Laboral y Previsional para Magis-
trados, Juristas y Docentes en Derecho, Academia Judicial-OIT, Santiago, 2004, p. 29.
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Sociedad Peruana de Derecho del Trabajo y de la Seguridad Social
4. La necesidad de readecuacin
La ejecucin laboral, implementada con la Ley N20.087, es apuntada por
muchos usuarios como uno de los problemas no resueltos de la reforma, princi-
palmente porque la eficiencia y disminucin de los plazos en la fase declarativa
genera una legtima expectativa de eficiencia y disminucin del plazo de ejecu-
cin; sin embargo, ello no ha ocurrido as, creemos principalmente por las si-
guientes razones:
a) El rgano ejecutor
En Chile, como en todos los pases del cono sur, la ejecucin se encuen-
tra judicializada a tal punto, que el tribunal tiene que invertir mucho
tiempo en firmar resoluciones de mero trmite tendientes a la liquida-
cin y remate de bienes inmuebles, sin resolver ningn asunto contro-
vertido entre partes. Esta situacin se traduce en una sobreacumulacin
de trmites y escritos, que saturan las unidades de ejecucin y los tribu-
nales de cobranza en el pas.
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Primer Encuentro Peruano-Chileno-Uruguayo
207
Sociedad Peruana de Derecho del Trabajo y de la Seguridad Social
4. De la ejecucin de oficio
Es aquella que se genera tan pronto se cumplen los presupuestos proce-
sales expresamente sealados, mediante el impulso de oficio del tribunal que
pronunci la sentencia a ejecutar y sin necesidad de intervencin del acreedor
del crdito que se debe ejecutar.
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b) Pacto de pago
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Sociedad Peruana de Derecho del Trabajo y de la Seguridad Social
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Primer Encuentro Peruano-Chileno-Uruguayo
e) De la notificacin de la liquidacin
La liquidacin del crdito solo puede objetarse por las causales que
taxativamente establece el artculo 469 del C del T y ellas son errores
de clculo numrico, alteracin en las bases de clculo o elementos o
incorrecta aplicacin de los ndices de reajustabilidad o de intereses
emanados de los rganos competentes.
g) De la oposicin de excepciones.
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Sociedad Peruana de Derecho del Trabajo y de la Seguridad Social
i) De la impugnacin
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Primer Encuentro Peruano-Chileno-Uruguayo
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Sociedad Peruana de Derecho del Trabajo y de la Seguridad Social
Es el inciso primero del artculo 473 el que establece que a falta de nor-
ma expresa dentro de esta ejecucin son aplicables las disposiciones de
los ttulos I y II del Libro Tercero del Cdigo de Procedimiento Civil,
esto es, todo lo regulado para la ejecucin de las obligaciones de dar,
hacer y no hacer, siempre que dicha aplicacin no vulnere los principios
que informan el procedimiento laboral.
Las sentencias ejecutoriadas. Esto es, a las mismas que les estableci
una ejecucin de oficio, segn se coment precedentemente.
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Primer Encuentro Peruano-Chileno-Uruguayo
Las actas firmadas por las partes y autorizadas por los inspectores del
trabajo y que den constancia de acuerdos producidos ante estos o que
contengan el reconocimiento de una obligacin laboral o de cotizacio-
nes de seguridad social, o sus copias certificadas por la respectiva ins-
peccin del trabajo. Esta disposicin tiene como fuente lo dispuesto
en el antiguo artculo 462 del Cdigo del Trabajo, disposicin que a la
poca fue una gran contribucin para la solucin rpida y efectiva de los
acuerdos laborales entre partes ante las inspecciones del trabajo.
Cualquier otro ttulo a que las leyes laborales o de seguridad social otor-
guen fuerza ejecutiva. Tenemos dos nuevos ttulos ejecutivos de gran
importancia que caen dentro de este numeral. El primero es la carta
comunicacin del despido por invocacin de la causal de necesidades
de la empresa, establecimiento o servicio, siempre que cumpla con los
requisitos exigidos en el artculo 162, inciso cuarto del C del T y segn
lo dispone el inciso final de la letra a) del artculo 169 del mismo cuerpo
legal. El segundo corresponde al pacto a que se puede llegar entre las
partes del juicio laboral, iniciada que sea la ejecucin, segn lo dispues-
to en el artculo 468, ya referido precedentemente.
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(13) As se anuncia en el Mensaje del Proyecto de Ley del Nuevo Cdigo Procesal Civil, p.3.
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Primer Encuentro Peruano-Chileno-Uruguayo
BIBLIOGRAFA
(14) Prez (2010), p. 1125. En el mismo sentido Vargas (2011) p. 483 y Prez y Silva (2009).
219
Sociedad Peruana de Derecho del Trabajo y de la Seguridad Social
10.
Proyecto de Ley de Nuevo Cdigo Procesal Civil. Disponible
en:<http://rpc.minjusticia.gob.cl/estudios-y-documentos/file/1
-proyecto-de-ley-del-codigo-procesal-civil?lang=es.>
220
EL PROCESO DE EJECUCIN LABORAL URUGUAYO
AMALIA DE LA RIVA
I. INTRODUCCIN
221
Sociedad Peruana de Derecho del Trabajo y de la Seguridad Social
II. QU SE EJECUTA?
(1) Artculo 377. (Procedencia).- Procede la ejecucin en va de apremio cuando se pida en virtud de los
siguientes ttulos, siempre que traigan aparejada la obligacin de pagar cantidad de dinero lquida o
fcilmente liquidable y exigible:
1) Sentencia pasada en autoridad de cosa juzgada. La ejecucin corresponder una vez que quede
firme la sentencia, transcurrido el plazo o cumplida la condicin que se hubiere establecido, sin
perjuicio de la ejecucin provisoria en el caso de los Artculos 260 y 275.
2) Crdito hipotecario inscripto, en cuya escritura el deudor haya renunciado a los trmites del juicio
ejecutivo. El crdito hipotecario para vivienda se regir por la normativa especial vigente y sus
modificativas.
3) Crdito prendario inscripto.
4) Laudo arbitral no pendiente de recurso de nulidad.
5) Transaccin aprobada judicialmente.
6) Convenio celebrado en el acto de la conciliacin judicial o administrativa legalmente equiparada
a la primera, tales como en materia laboral y en materia de derechos del consumidor.
En el caso de los numerales 2) y 3), el ttulo se conformar por la documentacin de la cual resulten el
crdito principal y la garanta real y se regir en cuanto a su ejecucin por las normas atinentes a esta
ltima.
En el caso de que una sentencia u otro ttulo disponga la realizacin de la venta judicial de un bien,
la preparacin, realizacin y liquidacin del remate, as como la entrega del bien al mejor postor, se
realizarn conforme con lo establecido para la va de apremio. Asimismo, se aplicarn las disposiciones
de la liquidacin del crdito y el rgimen de prioridades para el cobro del producido de la venta, en lo
pertinente.
222
Primer Encuentro Peruano-Chileno-Uruguayo
(2) Mucho se discuti en la redaccin anterior que no contemplaba la suma fcilmente liquidable, si an as,
ella estaba contenida bajo el rubro ms genrico de suma lquida. Pues bien, buena parte de la doctrina
procesalista admita a la par de la suma lquida aquella fcilmente liquidable, es decir, aquella que te-
niendo sentadas las bases de clculo, le eran de aplicacin las reglas matemticas que sin duda llevaban
a un nico resultado posible. As, aunque con matices, se pronunciaron TARIGO, E. Lecciones de
Derecho Procesal Civil, T.III, pg. 43, ABAL OLI en Estudios sobre el Cdigo General del Proceso,
T.III pg. 160, y buena parte de la jurisprudencia. La ley 19090 despeja la discusin insertando a texto
expreso la procedencia del ttulo con suma fcilmente liquidable.
(3) Cf. URIARTE AUDI, G. Via de apremio. Algunos ttulos y preparacin de la misma. En: Estudios sobre el
proceso de ejecucin en homenaje a Enrique E. Tarigo, Montevideo, 2 edicin, 2009, p. 105.
223
Sociedad Peruana de Derecho del Trabajo y de la Seguridad Social
consagrado para la efectiva tutela de los derechos sindicales, sentencias que bsi-
camente ordenen la reinstalacin en el lugar de trabajo.
En virtud de lo cual, y atento a que el tema propuesto para estas Jornadas
refiere al proceso de ejecucin de sentencias, ceiremos entonces nuestras apre-
ciaciones a la ejecucin de aquellas que traen aparejada la obligacin de pagar una
cantidad de dinero, o bien de aquellas que hacen lugar a la reincorporacin en el
puesto de trabajo en razn de tutela sindical segn la Ley 17.940.
Debe apuntarse finalmente que existe la posibilidad muy pocas veces ejer-
citada de promover ejecucin de sentencias an pendientes de recursos, en el caso
de la denominada ejecucin provisional. Respecto de ella, bsicamente solo cabe
apuntar como especificidad la posibilidad de la reparacin de daos y perjuicios
irrogados, as como la prestacin de fianza para solventarlos, y la posibilidad de
solicitar la suspensin del procedimiento (art. 265 CGP). Lo dems corre por los
carriles de la ejecucin de sentencia definitiva pasada en autoridad de cosa juzgada.
224
Primer Encuentro Peruano-Chileno-Uruguayo
Pero aun cuando la realidad indica claramente que es el actor vencedor to-
tal o parcialmente quien luego de la obtencin del ttulo promueve su ejecucin,
existen otras situaciones que pueden configurarse.
As, cabe preguntarse, si quienes a su vez son sus acreedores pueden iniciar
el proceso de ejecucin. A va de ejemplo, puede un acreedor comn o un acree-
dor por pensiones alimenticias iniciar el proceso de ejecucin de una sentencia la-
boral en el que su deudor result vencedor en el litigio?
Por otra parte, puede el deudor laboral iniciar proceso de ejecucin de la
sentencia que le es adversa? Puede iniciar proceso de ejecucin el empleador?
Veamos someramente estos tpicos.
No existe norma que a texto expreso indique quin ser el encargado de so-
licitar la ejecucin, sin perjuicio de lo cual el artculo 379 en cuanto edicta al pro-
mover la ejecucin, el acreedor presentar el ttulo y solicitar las medidas caute-
lares (), parecera dar a entender que quien tiene derecho al cobro de los cr-
ditos reclamados es quien se encuentra legitimado para iniciar el proceso. Pero
solamente?
Entiendo que puede ensayarse una interpretacin inclusiva por cuanto si bien
la norma se refiere al acreedor, lo hace as, pues abarca la casi totalidad de los ca-
sos y naturalmente as es como se ve su funcionamiento en la prctica cotidiana.
Pero no dice que nicamente l puede hacerlo, ni radia especialmente a nin-
gn otro. Ms an cuando el artculo 371(5) en sede de legitimados para promover
la ejecucin habla de parte interesada.
En consecuencia, entiendo puede sostenerse que cualquier interesado (no
necesariamente la parte vencedora en el juicio de conocimiento) es capaz de de-
mostrando este inters en la causa promover la ejecucin.
Otra cosa distinta es qu puede hacer y quin puede hacer qu, en relacin
al fruto obtenido de la ejecucin. Es decir, una cosa es provocar que ingrese el di-
nero a la esfera de disponibilidad de un sujeto y otra cosa es el destino final que
habr de tener ese dinero.
(5) Artculo 371 - (Iniciativa).- Solo proceder la ejecucin en virtud de los ttulos previstos en el Artculo
377, a pedido de parte interesada y una vez transcurrido el plazo o cumplida la condicin que se hubiere
establecido.
225
Sociedad Peruana de Derecho del Trabajo y de la Seguridad Social
Dicho de otro modo, y mirando hacia delante en el camino, que los crdi-
tos sean inembargables para la mayora de los acreedores del trabajador(6) no im-
pide que se pueda llevar adelante la ejecucin de la sentencia. En todo caso, y se-
gn el caso, podr tal circunstancia impedir que el interesado que llev adelante
la ejecucin pueda hacerse del dinero obtenido.
Son dos cosas distintas. Una es generar que el dinero llegue al patrimonio
del acreedor y otra diferente tener el poder de cobrarse sobre ese dinero.
Ejemplifiquemos.
El beneficiario de pensiones alimenticias, entiendo, tiene el poder de pro-
mover la va de apremio logrando que el dinero a que se ha hecho acreedor su
deudor pensionario (segn sentencia que obligue a pagar suma de dinero lquida
o fcilmente liquidable y exigible) ingrese a la esfera patrimonial de este, una vez
hecho lo cual podr embargar hasta la tercera parte o la mitad, segn el caso, y
cobrarse sobre dichas cifras, siempre que cuente con una pensin alimenticia de-
cretada judicialmente.
Por su parte, un acreedor comn del litigante victorioso(7) podr promover
la ejecucin en va de apremio de principio a fin, pero no podr embargar los di-
neros obtenidos por cuanto gozan de la inembargabilidad relativa dispuesta en el
artculo 388 numeral 1 del Cdigo General del Proceso.
En suma, es posible entender que los acreedores de quien a su vez es ven-
cedor en juicio declarado por sentencia pueden promover la ejecucin del ttu-
lo, logrando que en definitiva el dinero ingrese al patrimonio del sujeto. Sujeto
que reviste una doble calidad: en la relacin jurdica ventilada en el proceso de
(6) Artculo 381. (Bienes inembargables).- No se trabar embargo en los siguientes bienes:
1) Las remuneraciones, por cualquier concepto, de los empleados pblicos y privados; las pensiones,
jubilaciones y retiros; as como las pensiones alimenticias, salvo en este ltimo caso que sean
suntuarias.
No obstante, podrn afectarse las remuneraciones, pensiones, jubilaciones y retiros en los siguientes
casos:
a) Cuando se tratare de deudas por tributos o de pensiones alimenticias decretadas judicialmente,
podrn embargarse hasta la tercera parte; en los casos de pensiones alimenticias en favor de menores
e incapaces servidas por sus ascendientes, sern embargables hasta la mitad.
b) Cuando una ley habilite el embargo o afectacin por retencin, por orden judicial, en cuyo caso
regir el lmite de la tercera parte.
Cuando hubiere ms de un embargo o afectacin por retencin, ser aplicable el rgimen de la Ley No.
17.829, de 18 de setiembre de 2004, y sus modificativas ().
(7) Lo mismo vale para quien tiene acuerdo transaccional aprobado judicialmente o laudo arbitral o convenio
celebrado en instancia de conciliacin administrativa.
226
Primer Encuentro Peruano-Chileno-Uruguayo
(8) La muy reciente ley de inclusin financiera de 29 de abril de 2014 permite realizar nuevas reflexiones
en torno a la inembargabilidad de las sumas. Ello por cuanto, a la luz del artculo 20 de la ley 19.210 la
proteccin solamente alcanza a las cifras hasta los 180 das posteriores al depsito en cuenta bancaria,
vencido el cual la inembargabilidad cae. Artculo 20 (Inembargabilidad).- Las sumas acreditadas en
cumplimiento de las disposiciones establecidas en los Captulos I, III y IV del presente Ttulo tendrn
el rgimen de inembargabilidad previsto en el numeral 1) del artculo 381 de la Ley N 15.982, de 18 de
octubre de 1988 (Cdigo General del Proceso), en la redaccin dada por el artculo 1 de la Ley N19.090,
de 14 de junio de 2013, por el trmino de ciento ochenta das corridos a contar desde la fecha en que
se realiz la acreditacin. A efectos del conocimiento de las sumas acreditadas a que refiere el inciso
anterior, ser de aplicacin lo previsto en el artculo 3 de la Ley N 18.139, de 15 de junio de 2007. La
reglamentacin establecer el criterio para determinar cul es el saldo a computar como de naturaleza
salarial.
Elimnase el numeral 12) del artculo 381 de la Ley N 15.982 (Cdigo General del Proceso), en la
redaccin dada por el artculo nico de la Ley N 19.153, de 24 de octubre de 2013.
227
Sociedad Peruana de Derecho del Trabajo y de la Seguridad Social
Por lo tanto, puede entenderse que ningn otro tercero interesado podra
eficazmente promover esta ejecucin, ni an la organizacin sindical que tuvo in-
tervencin como litisconsorte activo necesario.
Pues bien, habiendo pasado revista a la situacin del acreedor como actor
en la ejecucin, a la intervencin que en la misma puede caber a algunos terceros,
detengmonos un instante en observar la situacin del deudor perdedor.
El deudor que ha resultado vencido y, consecuentemente, condenado a pa-
gar una suma de dinero, lquida, fcilmente liquidable y exigible tambin puede,
a mi juicio, promover la ejecucin, aunque no resulta en modo alguno prctico,
ni corriente, ni razonable. En puridad, pagar o realizar oblacin y consignacin
de la suma debida o en el caso de cifras fcilmente liquidables realizar las opera-
ciones aritmticas, abonar y dar cuenta al juez. No se trata exactamente del ejerci-
cio de la accin de ejecucin en va de apremio sino del cumplimiento de la sen-
tencia de condena.
Ahora bien, con relacin a la obligacin de hacer que lo grava en el mbi-
to de la ley de fuero sindical, considero adecuado concederle aptitud para la eje-
cucin. En particular, ya que la sentencia que impone el reintegro supone de por
s que el trabajador tambin cumpla con ingresar al trabajo, hiptesis en la cual la
intimacin de cumplimiento es vital tanto como inicio del procedimiento de eje-
cucin cuanto como prueba del cumplimiento observado. Es decir, que de acuer-
do a lo dispuesto en el artculo 372.3(9) CGP procede a los efectos probatorios
la previa intimacin requiriendo que se cumpla la sentencia, y ella puede ser he-
cha por el empleador perdidoso.
(9) 372.3 Tratndose de las condenas previstas en los artculos 397, 398 y 399, la intimacin constituir el
inicio del proceso de ejecucin y su plazo se fijar por el tribunal, no pudiendo ser menor a diez das,
salvo que el plazo de cumplimiento hubiere sido establecido en la sentencia de condena, en cuyo caso
la intimacin no ser necesaria.
(10) Esta redaccin es ligeramente diferente a la anterior que refera al tribunal que hubiere dictado la sentencia
de primera instancia. La nueva redaccin tiene la virtud de contemplar el caso del laudo arbitral que,
228
Primer Encuentro Peruano-Chileno-Uruguayo
ble la cosa juzgada si se encuentran en las categoras que indica el artculo 218
CGP(12), es decir, el caso de los codeudores solidarios, los socios comuneros y los
ha de ejecutarse por un rgano jurisdiccional, agregando claridad, aunque la cuestin estaba resuelta
especficamente en el artculo 494 y por remisin de los arts. 498.1, y 507 CGP que establecan la
competencia del tribunal que habra conocido del asunto si no hubiere mediado el compromiso arbitral.
(11) Artculo 35 - (Sucesin de la parte).-
35.1 Ocurrida la muerte o ausencia declarada de la parte que acta por s misma y salvo el caso de
proceso relativo a derechos personalsimos, este debe continuar con los sucesores, el cnyuge, si
correspondiere, o el curador de la herencia yacente, en su caso.
La contraparte podr solicitar el emplazamiento de estas personas sin necesidad de trmite suce-
sorio, procedindose en la forma prevista para la demanda y con las mismas consecuencias. La
comparecencia del emplazado como sucesor no podr tomarse por s sola como aceptacin de la
herencia.
El fallecimiento de la persona o personas que constituyen una parte no suspende el curso del
procedimiento si esa parte actuaba por representante; el proceso continuar con este hasta que se
apersone parte o representante legtimo.
35.2 En caso de trasmisin por acto entre vivos de la cosa litigiosa, el sucesor podr sustituir a la parte
en el proceso salvo que se oponga la contraria, en cuyo caso el tribunal resolver.
Ello sin perjuicio de la subrogacin y del derecho a comparecer como tercero o litisconsorte de la
parte, si se dan las circunstancias requeridas por este Cdigo.
35.3 En caso de extincin de la persona jurdica, el proceso continuar con quienes la sucedan en su
patrimonio.
(12) Artculo 218 - Eficacia de la sentencia frente a terceros.-
218.1 - La cosa juzgada alcanza a las partes y a sus sucesores a ttulo universal. C A D E 6065.
218.2 - Tambin alcanza a:
229
Sociedad Peruana de Derecho del Trabajo y de la Seguridad Social
terceros de cuyos derechos dependen los de las partes o aquellos cuyos derechos
dependen del acto o contrato cuya validez o eficacia haya sido juzgada en el pro-
ceso de conocimiento.
Entonces tambin ellos, aunque no hayan sido parte especficamente en el
proceso en algn caso la norma exige que hayan tenido noticia y en otros casos
esto es indiferente, podrn ver su patrimonio afectado como resultado del juicio.
Las hiptesis de casos en que se ha promovido ejecucin frente a terceros,
muchas veces quienes no han sido partes, ni citados en garanta ni emplazados en
el juicio de conocimiento cuya sentencia se pretende ejecutar se ha circunscripto
a los casos de conjunto econmico, sucesin del empleador, transferencia de em-
presa, absorcin de empresa, responsabilidad solidaria de socios de SRL, y casos
de subcontratacin(13).
En general, es admitido por la jurisprudencia la extensin de la cosa juzga-
da, la ejecucin de la sentencia contra ellos, siempre que cuando la norma exige
el conocimiento del pleito lo hayan tenido, en salvaguarda adems de su derecho
a defensa. Sin embargo, en la hiptesis en que el artculo 218 no requiere noticia,
la responsabilidad se ha hecho valer, y se ha hecho extensiva, como el caso de los
socios de la SRL(14) respecto de quienes siquiera se exige conocimiento, mucho
menos emplazamiento.
230
Primer Encuentro Peruano-Chileno-Uruguayo
ordenan el pago de una suma, y aquellas que contienen obligaciones de dar algu-
na cosa que no sea dinero fungible, hacer o no hacer.
Es conveniente tambin, en esta instancia referida al tracto procedimental,
distinguir segn el obligado sea un sujeto privado o una persona pblica en sen-
tido amplio.
Dado que el nuevo proceso laboral contiene la previsin de que siempre en
todo caso se pronunciar una sentencia que contenga la obligacin de pagar suma
lquida o fcilmente liquidable segn posicin doctrinaria y jurisprudencial y re-
cientemente adems recogida a texto expreso en los trminos de la Ley 19.090
no corresponde concurrir al incidente de liquidacin.
La materia laboral se ha apartado del proceso liquidatorio, otrora punto de
abuso y elongacin frecuente del trmite(15). De modo tal que una vez finalizada la
etapa de conocimiento, la sentencia que contiene la obligacin de pagar suma l-
quida, fcilmente liquidable y exigible, permite se transcurra por la va de apremio.
Dicha va comienza, siempre que el deudor sea un particular, con la inti-
macin para cumplimiento de la sentencia en plazo de tres das. Las defensas del
ejecutado son limitadas, siendo nicamente pago e inhabilidad de ttulo, tenien-
do tambin las vas recursivas francamente disminuidas en atencin a que en esta
etapa lo que se busca es un rpido cumplimiento de la orden jurisdiccional.
Con ese mismo designio es que la reforma que se introduce en el proceso
general que no otro es aplicable a la materia laboral en sede de ejecucin segn
ya fue apuntado abre la posibilidad de la denominada averiguacin de bienes(16)
al tiempo que perfora el secreto bancario.
(15) La demanda debe contener la liquidacin del crdito, as como las operaciones aritmticas y base de
clculo para arribar a la suma pretendida, la que habr de ser adicionada con ilquidos (reajustes, inte-
reses, multa y daos y perjuicios). De esta manera se produce una especie de incorporacin de la etapa
de ejecucin a la va del conocimiento de modo de facilitar la emisin de una sentencia de condena
lquida. La Ley 18.572 en su artculo 8 expresa:.- (Demanda).- La demanda se presentar por escrito en
la forma prevista en el Artculo 117 del Cdigo General del Proceso. Deber incluir el valor total de la
pretensin y la liquidacin detallada de cada uno de los rubros reclamados, lo que deber ser controlado
por el Tribunal, que dispondr se subsanen los defectos en el plazo de tres das con apercibimiento de
tener por no presentada la demanda. C A D E 6065.
(16) 379.6 Declaracin de bienes y derechos. Al promover la ejecucin prevista en los numerales 1), 4), 5) y
6) del artculo 377 el ejecutante podr solicitar, siempre que los bienes conocidos del ejecutado no fueran
suficientes para cubrir la suma debida y sus ilquidos, la intimacin al ejecutado, con plazo de cinco
das, para que presente una declaracin de bienes y derechos de los que sea titular y resulten suficientes
para hacer frente a la ejecucin. El incumplimiento de ese deber, as como en caso de declaracin de
bienes que resulten insuficientes o en caso de ocultamiento de gravmenes o afectaciones de los bienes
o derechos, habilitar al ejecutante a impulsar ante el tribunal la averiguacin de bienes prevista en el
ordinal siguiente.
379.7 Averiguacin de bienes. El tribunal podr dirigirse a los organismos y registros pblicos pertinentes
231
Sociedad Peruana de Derecho del Trabajo y de la Seguridad Social
a fin de que faciliten la relacin de todos los bienes o derechos patrimoniales del ejecutado de los que
se tuviere constancia. Ello, sin necesidad de otra identificacin que el nombre completo de la persona
fsica o nombre y clase de persona jurdica, conjuntamente con un nmero identificatorio oficial.
El tribunal de la ejecucin podr solicitar informe de los saldos de cuentas y depsitos que pueda tener
el ejecutado en las entidades del sistema de intermediacin financiera.
(17) Por ejemplo, por ser condenado en virtud de una relacin de tercerizacin.
(18) Si bien el artculo 400.1 no remite a suma fcilmente liquidable debe entenderse que se encuentra incluida
en la previsin normativa. Cf. Prieto Silvera, D. y GONZLEZ CAMEJO, D. Primera aproximacin
al nuevo proceso de Ejecucin contra el Estado. En: Judicatura, T. 55, noviembre 2013, p. 102.
(19) Establecido en el artculo 400 CGP para la Administracin Central y en el 401 para Gobiernos Depar-
tamentales, Entes Autnomos y Servicios Descentralizados.
(20) Segn sostiene Ettlin, E. Con la reforma de los arts. 400 y 401 CGP ya no es necesaria la intimacin
de cumplimiento previo de sentencia, terminando en el particular con el sistema de los Arts. 372.2 del
CGP, ya que se va directamente a una demanda de ejecucin-liquidacin (arts. 400.2 y 401.2 del CGP).
232
Primer Encuentro Peruano-Chileno-Uruguayo
233
Sociedad Peruana de Derecho del Trabajo y de la Seguridad Social
(23) Artculo 14. (Audiencia nica).- La audiencia se iniciar con la acreditacin de las partes o sus representantes
y ser presidida por el Tribunal bajo pena de nulidad que compromete su responsabilidad funcional.
Iniciada la audiencia, se cumplirn las siguientes actividades:
()
2) El Tribunal dictar sentencia definitiva parcial ordenando el pago de los rubros o montos no controver-
tidos con las condenas accesorias preceptivas y los recargos, reajustes e intereses que correspondan y
tentar la conciliacin en los dems. Esta resolucin ser apelable sin efecto suspensivo y constituir
ttulo de ejecucin. La apelacin se regir por el rgimen aplicable a las sentencias definitivas.
().
(24) Cf. URIARTE AUDI, G. Via de apremio. Algunos ttulos y preparacin de la misma. En: Estudios sobre
el proceso de ejecucin en homenaje a Enrique E. Tarigo, 2 edicin, Montevideo, 2009, p. 108.
234
Primer Encuentro Peruano-Chileno-Uruguayo
Dentro del concurso: sin exigir que los crditos hayan sido verificados por
el sndico ni reconocidos por sentencia pasada en autoridad de cosa juzgada.
Y fuera del concurso: en caso de cierre, abandono, desmantelamiento o clau-
sura de la empresa siempre que exista sentencia firme laboral, sin estar obligados
a esperar la iniciacin ni las resultas del proceso concursal.
Todo ello de acuerdo a lo dispuesto por la Ley 18.387 artculo 62 en la re-
daccin dada por la Ley 18.593 artculo 1(25).
IX. CONCLUSIONES
(25) Artculo 62.- (Situacin de los crditos laborales).- Existiendo recursos lquidos suficientes o bienes
fcilmente realizables en la masa activa y siempre que la disposicin de los mismos no afecte la viabilidad
de la continuacin del giro del deudor, el sndico o el interventor previa autorizacin judicial dispondr
el pago anticipado de los crditos laborales de cualquier naturaleza que se hubieran devengado y no
estuvieran prescriptos. C A D E 6065.
En este caso, no ser necesaria la verificacin del crdito en el concurso ni sentencia laboral previa que
lo reconozca. La solicitud de pago anticipado podr ser denegada, total o parcialmente, solamente en
los casos en que los crditos laborales no surjan de la documentacin del empleador o cuando existan
dudas razonables sobre el origen o legitimidad de los mismos. C A D E 6065.
Cuando el crdito laboral hubiera sido verificado en el concurso o hubiera recado sentencia firme de la
judicatura competente reconociendo su existencia, el sndico o el interventor procurarn la obtencin
de los recursos necesarios para la cancelacin de los mismos, pudiendo solicitar autorizacin al Juez
para la venta anticipada de activos del concurso, si fuera necesario, siempre que la disposicin de dichos
recursos no afecte la viabilidad de la continuacin del giro del deudor. En caso de que los bienes de la
masa activa fuesen insuficientes para la cancelacin de los crditos laborales, se aplicar lo dispuesto
en el Artculo 183. C A D E 6065.
235
METODOLOGA DE REGULACIN
DE LOS GRUPOS DE EMPRESA EN EL DERECHO
INDIVIDUAL DEL TRABAJO
(1) Profesor de Derecho del Trabajo de la PUCP. Doctor en Derecho por la universidad de Cdiz, Espaa.
(2) CASTELLS, M. La era de la informacin: economa, sociedad y cultura. Tomo I, captulos 3 y 4, Madrid, 1997.
237
Sociedad Peruana de Derecho del Trabajo y de la Seguridad Social
I. EL CONCEPTO DE EMPLEADOR
(3) CRUZ VILLALN, J. Los cambios en la organizacin de la empresa y sus efectos en el derecho del
trabajo: aspectos individuales. En El empleador en el Derecho del Trabajo, XVI Jornadas Universitarias
Andaluzas de Derecho del Trabajo y Relaciones Laborales, 1999, p. 31 y ss.
(4) CRUZ VILLALN, J. Notas acerca del rgimen contractual laboral de los grupos de empresa. En TL,
1996, p. 32.
238
Primer Encuentro Peruano-Chileno-Uruguayo
(5) CRUZ VILLALN, J., Los cambios en la organizacin de la empresa y sus efectos en el derecho del
trabajo: aspectos individuales. En El empleador en el Derecho del Trabajo, XVI Jornadas Universitarias
Andaluzas de Derecho del Trabajo y Relaciones Laborales, 1999, p. 33.
239
Sociedad Peruana de Derecho del Trabajo y de la Seguridad Social
de planta), pero no tienen autonoma econmica para tomar decisiones, por lo que
no se les puede tomar en cuenta como empleadores.
En consecuencia, estos cambios han convertido a la figura del empleador
en una figura tambin relevante para las legislaciones laborales. Su bsqueda den-
tro de las nuevas formas organizativas del capital ha revalorizado su importan-
cia. Como venimos repitiendo, en el marco de un grupo de empresas no est cla-
ro si el empleador es la sociedad matriz, la sociedad filial o el entramado empre-
sarial. Un trabajador que firme un contrato con una empresa del grupo puede te-
ner dudas acerca de quin es en realidad su contraparte contractual, ya que desde
el punto de vista empresarial el grupo tendra tambin un funcionamiento unitario.
Antes de que los grupos de empresa tuvieran auge, el Derecho del Trabajo
miraba sobre todo dos niveles empresariales donde poda jugar el poder de direc-
cin. Uno era el centro de trabajo y el otro la empresa. El centro de trabajo es re-
conocido como un ncleo bsico de agrupacin de trabajadores a efectos de cons-
tituir una organizacin laboral autnoma. Se le dota al centro de trabajo de una
autonoma tcnico-organizativa desde el punto de vista de la direccin de perso-
nal, sin que ello pueda entenderse como una independencia de tipo econmico y
menos an de tipo jurdico. Es ms, el poder de direccin le llega va delegacin.
Por el contrario, la empresa se diferencia del centro de trabajo porque pre-
cisamente los agrupa y ostenta capacidad para tomar decisiones ltimas en ma-
teria de gestin y direccin de personal. Es decir, el nivel empresarial es el nico
poder que puede decidir el destino econmico de la organizacin productiva. Con
ello, nos queda claro que la empresa adems de tener en origen el poder de direc-
cin, tiene autonoma jurdica (personalidad jurdica) y autonoma econmica.
Lo que tambin debe quedar claro es que en el nivel de empresa, donde se
ostenta el poder de direccin originariamente, representa la figura del empleador
en la medida que es la empresa la que representa a la contraparte contractual del
trabajador. El jefe o director del centro de trabajo, aunque puede dirigir prestacio-
nes laborales, siempre lo har por delegacin, por lo que no ser sujeto empleador.
Ahora bien, resta diferenciar a la empresa del grupo. Se entiende que el gru-
po es un conglomerado de empresas, sin embargo, lo que lo diferencia de una sim-
ple agrupacin de empresas es que aquel las somete a una direccin econmica
240
Primer Encuentro Peruano-Chileno-Uruguayo
unitaria. De esta forma, el grupo tiene su propia actividad empresarial, solo que
deber existir un doble respeto de mnimas autonomas econmicas. Me explico.
La actividad empresarial del grupo no puede desaparecer la actividad empresarial
de cada empresa singular, porque ello convertira al grupo en una simple aparien-
cia que terminara transformndolo en una empresa sola y nica (grupos fraudu-
lentos); de otro lado, la actividad empresarial de las empresas singulares deben
respetar la autonoma de la direccin empresarial del grupo si no queremos trans-
formar al grupo en una simple suma de empresas con personalidad jurdica. Por
eso, el respeto de uno y otro poder es sumamente importante en la estructura gru-
pal. Y, es ms, cuando decimos que debe existir autonoma econmica esta auto-
noma no debe ser simblica ni meramente contable, sino debe representar una
verdadera autonoma en la gestin empresarial.
En consecuencia, la actividad empresarial que encarna la direccin unitaria
de un grupo de empresas debera reconocerse como mbito abonado para la exis-
tencia de un empleador. Es decir, se ejerce un poder de direccin y de manera au-
tnoma en lo econmico. Esto debera convertir al grupo en contraparte contrac-
tual (empleador), sin embargo, la legislacin no lo toma en cuenta como tal sobre
todo porque no tiene personalidad jurdica.
Los lmites del derecho para regular las nuevas formas de organizacin em-
presarial.
El hecho de que las nuevas formas de organizacin empresarial son una de-
cisin de corte econmico ms que jurdico no significa que el derecho sea ajeno
a sus condicionamientos. No solo del Derecho del Trabajo se ha visto implicado
en particular, sino tambin del Derecho en general (bsicamente, desde el punto
de vista del Derecho Mercantil que regula la organizacin del capital y las relacio-
nes entre empresarios). Me parece interesante iniciar nuestro anlisis por aqu, en
la medida que no es suficiente conocer a los grupos de empresa como nuevos fe-
nmenos empresariales. Es cierto que se debe conocer el nuevo fenmeno que ha
venido a alterar la estructura de las empresas, pero tambin es necesario estudiar
la naturaleza de los conceptos jurdicos tradicionales que vienen a constituir lmi-
tes para la regulacin de estas nuevas realidades. Desde mi punto de vista, el de-
recho est atado a sus propias invenciones, que se traducen en conceptos jurdicos
inmutables, y son esos rezagos de su propia historia los que le impiden adaptarse
241
Sociedad Peruana de Derecho del Trabajo y de la Seguridad Social
(6) En trminos similares, CRUZ, VILLALN, Jess. Los cambios en la organizacin de la empresa y
sus efectos en el derecho del trabajo. En: VV.AA. El empleador en el Derecho del Trabajo. Madrid,
Tecnos, 1999, pp. 35-36.
242
Primer Encuentro Peruano-Chileno-Uruguayo
243
Sociedad Peruana de Derecho del Trabajo y de la Seguridad Social
(7) Se ignora, en otras palabras, lo que Wilfredo Sanguineti ha denominado una divisin del trabajo entre
empresas en principio distintas, en tanto que cada una cuenta con su propia organizacin de medios y su
propio personal, pero dentro de la cual aquella que es titular del proceso global de produccin asume por
lo general una posicin de dominio de hecho o de derecho sobre las auxiliares con el fin, de asegurarse la
consecucin de sus objetivos estratgicos (SANGUINETI RAYMOND, Wilfredo. Descentralizacin
productiva, subcontratacin y calidad del empleo: trminos incompatibles?. En Revista de Derecho
Social, N 33, 2006, p. 224).
(8) Este hallazgo terico ha sido planteado por Jess Cruz Villaln, por cuanto afirma que en la esfera de
lo laboral y en lo que afecta a los poderes organizativos pervive la dualidad simplificadora del contrato:
empleador titular del conjunto de los poderes organizativos y empleado a su servicio en las condiciones
predeterminadas por la actuacin de esos poderes; dualidad a la que es ajena por completo la presencia de
otras empresas o instancia que estn estrechamente conectadas en lo organizativo pero que se presentan
de todo punto independientes en la formalidad contractual laboral. En esa formalidad jurdica laboral,
el trabajador solo est sometido al poder de direccin de su empleador, de modo que no puede recibir
rdenes ni instrucciones de terceros ajenos a esa relacin contractual bilateral (Poder de direccin y
nuevas estructuras empresariales. En VV.AA. (coordinados por Ricardo Escudero), Monogrfico de
Relaciones Laborales. 2006, pp. 220-221).
244
Primer Encuentro Peruano-Chileno-Uruguayo
(9) CRUZ VILLALN, J. Notas acerca del rgimen contractual laboral..., p. 37.
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(12) MONEREO PREZ, J. L., Introduccin al nuevo Derecho del Trabajo, 1996, p. 17.
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Sociedad Peruana de Derecho del Trabajo y de la Seguridad Social
Dado que las dos opciones metodolgicas presentadas para solucionar los
problemas laborales que se presentan en el grupo de empresa pueden ser deficien-
tes a efectos de brindar soluciones completas, en algunas normativas se ha explo-
rado una nueva va para imputar responsabilidades al grupo como tal. Digamos
que esta tercera opcin toma de la primera el respeto a la personalidad jurdica
como elemento fundamental de la figura del empleador; sin embargo, da respues-
tas especficas a problemas que se plantean en la dinmica de grupo, cuestin que
importa mucho a la segunda opcin metodolgica.
Esta tercera opcin metodolgica impide que los trabajadores pasen de una
empresa con personalidad jurdica que conforma el grupo a otra empresa con per-
sonalidad jurdica que tambin conforma el grupo. Impide las cesiones de mano
de obra que el grupo pueda decidir unilateralmente y solo se admitiran supues-
tos de novacin contractual donde confluya un nuevo acuerdo de voluntades; no
obstante, la ley puede regular algunas soluciones que permitan que evitar perjui-
cios laborales a los trabajadores. Estas regulaciones deben estar dirigidas a paliar
efectos nocivos en el mbito de la responsabilidad patrimonial.
Pongamos un ejemplo. Un trabajador firma contratos sucesivos con tres em-
presas de un grupo y, por consiguiente, trabaja en cada una de ellas. Desde esta
perspectiva metodolgica, cada persona jurdica que firm el contrato sera su em-
pleador por el tiempo que dur su relacin contractual individual. En consecuen-
cia, el trabajador tendra tres empleadores sucesivos. No obstante, una legislacin
que atienda a la presencia de un grupo, podra sealar que el tiempo trabajado por
ese trabajador debe sumarse como si fuera uno, a pesar de haberlo hecho para tres
empleadores distintos. En ese caso, estaramos corrigiendo el perjuicio de quebrar
la antigedad del vnculo laboral. Dicho de otra forma, estaramos brindando una
proteccin especfica que evite al trabajador un perjuicio.
250
Primer Encuentro Peruano-Chileno-Uruguayo
251
LOS GRUPOS DE EMPRESAS EN EL SISTEMA
JURDICO LABORAL CHILENO(1)
I. INTRODUCCIN
253
Sociedad Peruana de Derecho del Trabajo y de la Seguridad Social
empresa como entidad en que se ejercen los derechos laborales. Ambos fenme-
nos plantean consecuencias en el ejercicio de los derechos individuales y colec-
tivos del trabajo. En efecto, en el plano de las relaciones individuales se pueden
eludir o diluir las responsabilidades empresariales y, adems, hacer ineficaces al-
gunos los derechos laborales, como son los que se configuran en razn de la di-
mensin y/o de los resultados econmicos de la empresa. Asimismo, en el nivel
de las relaciones colectivas se modifica el mbito de ejercicio de los derechos co-
lectivos, disminuyndolo incluso en referencia a un sujeto jurdico la sociedad
y no el de la entidad econmica real, con el consecuente fraccionamiento y debi-
lidad del actor laboral.
En el caso chileno, esta incidencia de los grupos de empresas en las relacio-
nes laborales plantea un mayor impacto a travs de dos particularidades del siste-
ma de relaciones laborales.
En primer lugar, por la masificacin de una manifestacin patolgica de
descentralizacin productiva, la que se relaciona estrechamente con los grupos de
empresas, y este es el Multirut. Esta expresin plantea la existencia de una sola
empresa que se presenta a todos o algunos efectos, entre ellos los laborales, como
una multiplicidad de personas jurdicas de ah la referencia al RUT(4), generan-
do la imagen de que cada persona jurdica corresponde a una empresa. En mi opi-
nin, este fenmeno es diverso al que se analiza; el grupo de empresas est cons-
tituida por diversas empresas, la particularidad es que ellas estn estrechamente
vinculadas y que responde a una sola direccin, por lo que presenta una fisono-
ma de una sola empresa.
En segundo trmino, por la restriccin del nivel de ejercicio de los derechos
colectivos, en cuanto el modelo normativo chileno restringe el ejercicio de los de-
rechos de sindicacin y de negociacin colectiva al mbito de la empresa. As, y
al margen de la discusin sobre la configuracin de una vulneracin al principio
de libertad sindical y a los derechos que integran a este(5), el problema que plan-
tean los grupos de empresas en Chile es que desconocen el mbito definido por
(4) El RUT es una sigla que aluda al Rol nico Tributario, instrumento de identificacin de las personas
naturales y jurdicas en Chile a efectos tributarios.
(5) Tal como ha sostenido la doctrina de la Organizacin del Trabajo, OIT, y la doctrina cientfica en el
Derecho comparado. As, el Comit de Libertad Sindical de OIT (La Libertad Sindical, Recopilacin
de decisiones y principios del Comit de Libertad Sindical del Consejo de Administracin de la OIT,
Cuarta edicin revisada, Oficina Internacional del Trabajo, Ginebra, 1996, p. 184) ha sostenido que
(...) la determinacin del nivel de negociacin colectiva debera depender esencialmente de la voluntad de
las partes (...) y (...) la legislacin no deber obstaculizar la negociacin colectiva a nivel de industria....
Vase, en tal sentido, de ROJAS M. Las contradicciones entre el modelo normativo de negociacin
colectiva y el principio de Libertad Sindical. En Anuario de Derecho del Trabajo y Seguridad Social
N 1/2000, Santiago de Chile, pp. 119-131.
254
Primer Encuentro Peruano-Chileno-Uruguayo
255
Sociedad Peruana de Derecho del Trabajo y de la Seguridad Social
(10) El concepto legal de empresa es relativamente nuevo, se plantea con este modelo normativo impuesto
por el Plan Laboral.
Sin embargo, en los aos anteriores del rgimen militar ya se haban dados algunos conceptos legales
de empresa. En efecto, el D.L. N 1006 de 1975, sobre el estatuto Social de la Empresa, la defini en su
art. 7 como la entidad destinada a la produccin, comercio o distribucin de bienes o a la prestacin
de servicios que, bajo una direccin unitaria, persigue una finalidad econmica y social y se encuentra
organizada con el concurso de trabajadores e inversionistas. Sin embargo este concepto jurdico laboral
de empresa no tuvo vigencia, pues el citado D.L. 1006 de 1975 nunca entr en vigencia.
(11) Sin perjuicio que el ordenamiento jurdico en alguna oportunidad ha presentado a la empresa como
sujeto, identificndola al efecto con el titular de la misma, procediendo por tanto a su subjetivizacin e
incurriendo por consiguiente en una incorreccin; en trminos generales, este ordenamiento jurdico
plantea un concepto objetivo de la misma.
256
Primer Encuentro Peruano-Chileno-Uruguayo
(12) As, y por todos el D.D.T. 1484/078, 11.03.94 (BODT, n. 63 de abril de 1994, pp 34 y 35), que se pronuncia
sobre el mbito de negociacin colectiva plantea que () a la luz de los antecedentes acompaados con-
sistentes bsicamente en copias de escrituras pblicas de constitucin de sociedades y sus modificaciones
y respectivas inscripciones, (), es posible apreciar que las empresas Sociedades de Transportes y
Servicios Mecnicos tienen cada una de ellas una individualidad legal determinada, configurada en
las correspondientes escrituras de constitucin (). As, y dado algunos otros elementos, como son el
distinto giro de cada una de estas sociedades, aunque indudablemente relacionado, que identifican a las
sociedades en el cumplimiento de los requisitos tributarios, este dictamen finalmente plantea que todo
lleva a concluir que se trata de empresas distintas. Sin embargo, existen claros indicios de constituir
una sola empresa, como son los siguientes: Primero, que una persona natural sea uno de los inversio-
nistas en ambas sociedades (no se entregan antecedentes del porcentaje de la participacin) y, a la vez
el representante legal de una de ellas y el gerente general de la otra. Segundo, que ambas sociedades
funcionan administrativamente en el mismo domicilio, tal como informa el D.D.T 5.421/254, 13.05.94.
que Complementa Ord. D.D.T. 1484/078, 11.03.94
(13) S.C.A. de Santiago, de 1 de agosto de 1989; revista Fallos del Mes, n. 397, agosto de 1991, p. 802.
(14) Paradigmtica resulta en tal sentido, el pronunciamiento judicial relativo al ejercicio por parte de los
trabajadores del derecho de sindicacin y de negociacin colectiva en el Conservador de Bienes Races
257
Sociedad Peruana de Derecho del Trabajo y de la Seguridad Social
De otro lado, en una postura bastante ms realista, otra doctrina plante que
el concepto de empresa en materia de legislacin laboral es ms amplio que el
de sociedad ()(15); as concluye que constituyen una sola empresa dos socie-
dades que, con medios que ambas proporcionan, ordenadas bajo una misma ge-
rencia, concurrentes al logro de un fin econmico comn, se dedican, la una, al
transporte de valores y la otra al conteo y envase de monedas y a la liquidacin y
pago de remuneraciones, ya que no es posible concebir el transporte de valores,
sin que previamente las monedas hayan sido contadas y envasadas ni es tampo-
co posible suministrar el servicio de pagadores sin que el dinero para efectuar el
pago sea transportado al lugar en que este se efecta.
Con posterioridad, y a partir del ao 2000, la doctrina jurisprudencial tra-
dicional ha sido superada, en cuanto en el orden laboral se reconoce la empresa
como una entidad independiente de su titular y, por ende, no identificable con la
organizacin jurdica que tiene dicho titular. As, en una de las primeras senten-
cias que acoge esta tesis jurisprudencial, en un supuesto de direccin unitaria y
por aplicacin del principio de primaca de la realidad, la Corte Suprema sostie-
ne que las distintas sociedades que concurren a constituir un holding, constitu-
yen una sola unidad econmica. As, resuelve que (), se evidencia que en el
caso de autos se est en presencia de un holding. En efecto, ya est dicho que las
empresas individualizadas, aparte de tener la calidad de relacionadas, se ordenan
bajo una misma direccin, lo que las hace actuar ante los trabajadores y terceros
como unidad econmica(16). Adems, plantea que son indistintamente responsa-
bles de las obligaciones laborales que se debaten(17).
En todo caso, que el grueso de los conflictos jurdicos laborales que cono-
cen los tribunales de justicia en la actualidad en nuestro pas, estn referidos a de-
rechos individuales una vez que ha terminado el contrato de trabajo(18); por con-
siguiente, el reconocimiento de los grupos de empresas debera tener una fuerte
incidencia en la jurisprudencia judicial. Sin embargo, el problema que subyace
que, como es sabido, en Chile es una entidad auxiliar a la Administracin de Justicia, cuyo objetivo
principal es el registro oficial de los bienes inmuebles. El problema planteado es si esta entidad consti-
tuye empresa a fin de que los trabajadores de la misma puedan constituir un sindicato de empresa y los
trabajadores puedan ejercer el derecho a la negociacin colectiva. Al respecto, los tribunales de justicia
plantean posiciones diversas.
(15) S.C.A. de Santiago, de 6 de junio de 1991. Revista de Derecho y Jurisprudencia y Gaceta de los Tribu-
nales; Tomo LXXXVIII ao 1991; Segunda parte, Seccin Tercera, p. 84.
(16) S.C.S. de 13 de agosto del 2003, Rol 4005-02, ya citada; Considerando sexto
(17) S. Corte Suprema de 19 de julio del 2001, en Revista Laboral Chilena, febrero-marzo del 2002, pp 48.
(18) Como sostiene el estudio de TAPIA G. La necesidad de reforma procesal laboral y provisional: una
constatacin emprica. En Anuario de Derecho del Trabajo y Seguridad Social, 2/2001, Santiago, 2001,
p, 17 y ss.
258
Primer Encuentro Peruano-Chileno-Uruguayo
1. Antecedentes
La jurisprudencia de los tribunales de justicia ha reconocido los grupos de
empresas en el mbito de las relaciones laborales, planteando que las empresas
relacionadas que se organizan de tal manera que las hace actuar ante los traba-
jadores y terceros como una unidad econmica. Y en la actualidad se ha conso-
lidado esta doctrina jurisprudencial de la unidad econmica, en cuanto el gru-
po de empresas se organiza de tal manera que constituyen una unidad econmica
Respecto de los fundamentos que han tenido los tribunales de justicia para
concluir la existencia de una unidad econmica entre estas empresas relacionadas,
estos se refieren principalmente a la actuacin de las distintas sociedades, en cuan-
to frente a los trabajadores se presentan como una sola entidad y ello tanto en el
plano de los recursos humanos como en la perspectiva administrativa financiera(19).
Por consiguiente, de esta primera parte de la doctrina jurisprudencial que
reconoce el grupo de empresas para efectos laborales debe concluirse que las so-
ciedades relacionadas constituyen un grupo de empresas al someterse a una direc-
cin unitaria, lo que las hace actuar frente a los trabajadores y terceros como una
unidad econmica, lo que se manifiesta a travs de una serie de indicios, que en
definitiva verifican esa apariencia de constituir una sola entidad.
Son tres los elementos a analizar: primero, cules son las exigencias para
constituir la unidad econmica; segundo, cul es el alcance jurdico de la unidad
econmica; tercero, cules son los efectos jurdicos laborales de la unidad econ-
mica, tanto en el mbito de las relaciones individuales como en el de las colectivas.
(19) As emana de las diversas sentencias analizadas. En el caso B, se sostiene que las sociedades X, Y y Z
() tiene una gestin comn, los trabajadores son traspasados de una empresa a otra, y los activos
son los mismos. (S.C.S. de 13 de agosto del 2003, Rol 4005-03, ya citada; considerando segundo); o,
como ha resuelve el tribunal de instancia en tal caso (S. Segundo J.T. de Santiago, de 2 de abril del 2001,
Rol L.7661-1999, Considerando 12) () los trabajadores laboraban indistintamente para cualquiera de
las tres antedichas sociedades, cuyo representante legal y socio era la misma persona y tenan igual
domicilio, ()..
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Sociedad Peruana de Derecho del Trabajo y de la Seguridad Social
(20) S.C.A. de Rancagua, de 25 de enero de 2012,Rol 134 de 2011, considerando quinto, pronunciada en
recurso de nulidad,.
(21) S.C.S. de 21 de agosto de 2008, Rol 2899 de 2008, considerando sptimo, pronunciada en recurso de
casacin en el fondo.
(22) Ibdem, considerando octavo.
(23) Sentencia de Primer J.T de Santiago de 23 de enero de 2014, Rit O 4100 de 2013, Sentencia de Primer
J.T de Santiago de 26 de julio de 2013, Rit O 1369 de 2013; Sentencia de Segundo J.T de Santiago de 10
de julio de 2013, Rit O 4491 de 2012; Sentencia de Primer J.T de Santiago, 3 de diciembre de 2010, Rit
O 2446 de 2010.
(24) C.S. de 21 de agosto de 2008, Rol 2899 de 2008, ya identificada.
(25) S. de Segundo J.T. de Santiago de fecha 9 de enero de 2012, Rit. O-3374 de 2011.
(26) As se plantea que el tema de fondo es () si las empresas susceptibles de ser declaradas co empleadoras
y que en conjunto conforman una nica empresa para todo efecto laboral en los trminos del artculo
3 del Cdigo del Trabajo (S. de Segundo J.T. de Santiago de fecha 9 de enero de 2012, ya citada.
Considerando undcimo).
260
Primer Encuentro Peruano-Chileno-Uruguayo
De una parte, se rescatan los cuatro elementos que plantea el concepto le-
gal de empresa y que ha identificado la doctrina administrativa de la Direccin del
Trabajo: Una organizacin de personas y de elementos materiales e inmateria-
les; Una direccin bajo la cual se ordenan estas personas o elementos; La prosecu-
cin de una finalidad que puede ser de orden econmico, social, cultural o benfi-
co; que esta organizacin est dotada de una individualidad legal determinada(27).
De otra parte, se plantean dos elementos: La coordinacin hacia la consecucin
de ciertos objetivos comunes y la concurrencia de una individualidad legal(28).
No obstante ambas definiciones coinciden. De una parte, para verificar la
presencia de la entidad que es la unidad econmica se requiere la presencia de una
organizacin de carcter econmico, la que a su vez se sujeta a una direccin y
persigue objetivos comunes, ya sean iguales o complementarios. De la otra, para
explicar la referencia legal de la identidad requerida.
Para la verificacin de la organizacin econmica se exige la presencia
de diversas manifestaciones, que en su conjunto y coherentemente acreditan una
direccin comn de elementos tras objetivos iguales o complementarios. As, y a
va de ejemplo, en un caso(29), de acuerdo a los antecedentes(30) se resuelve que En
este proceso ha quedado establecido que las empresas demandadas estn en los
hechos, bajo una direccin comn, comparten un giro complementario, al igual
que el proceso productivo, utilizan los mismos recursos naturales, si es necesa-
rio ()(31). En otro caso(32) y de acuerdo a los datos(33), () se ha acreditado de
(27) Sentencia de Segundo J.T de Santiago de 16 de marzo de 2010, Rit O 3721 de 2010, considerando sptimo
(28) Por todas S.C.S. de 21 de agosto de 2008, Rol 2899 de 2008, Considerando Octavo, ya citada. En el
mismo sentido, S. Segundo J.T de Santiago de 16 de marzo de 2010, Rit O 3721 de 2010.
(29) Sentencia de Primer J.T de Santiago, 3 de diciembre de 2010, Rit O 2446 de 2010, ya citada.
(30) En el que de acuerdo a los antecedentes, () Exista una administracin general y comn a todas las empresas;
que ellos reciban instrucciones y prestaban servicios indistintamente para cualquiera de las demandadas; que
tenan a su cargo trabajadores tanto de Vivaldi como de las dems demandadas, sin que se hiciera diferencia
a cuanto a si los trabajadores se encontraban contratados por una u otra empresa; que se establecan planes
y proyectos de carcter general, aplicndose a todas la demandadas como si fueran una sola; que exista una
oficina central de las empresas, ubicada inicialmente en calle San Pablo y posteriormente en calle Teniente
Bissot y que en dicha oficina central se encontraban los sistemas contables, de ventas, comerciales y de inven-
tarios de todas las empresas; que exista una unidad financiera en cuanto pagos hechos a una empresa podan
destinarse a otras, dependiendo de las necesidades especficas de cada una en un momento determinado; que
las empresas tienen un fin comn y este es la venta de sus productos y servicios.
(31) Ibdem, considerando octavo.
(32) Sentencia de Segundo J.T de Santiago de 10 de julio de 2013, Rit O 4491 de 2012
(33) De acuerdo con el considerando octavo: Que las demandadas funcionan en un mismo domicilio, cual
es XX.
Tienen un mismo casino para todos sus trabajadores, las mismas dependencias de servicios sanitarios,
un sector de ingreso y salida comn, y un tarjetero de asistencia nico para ambas sociedades.
Que el giro de las empresas es diferente en tanto la demandada principal se encarga de la mantencin y
reparacin de maquinarias como elaboracin de moldes o matrices, mientras que la demandada solidaria
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Sociedad Peruana de Derecho del Trabajo y de la Seguridad Social
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Primer Encuentro Peruano-Chileno-Uruguayo
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Sociedad Peruana de Derecho del Trabajo y de la Seguridad Social
En otro caso (S. Noveno J.T. de Santiago de 21 de agosto de 2002, Rol 5628-2002, ejemplar fotocopiado)
la existencia del holding de empresas no es objetada por la parte demandada, y dado que el actor prest
servicios en todas las sociedades demandadas, por lo que la sentencia declara que () las sociedades
demandadas agrupadas bajo la organizacin (...) Group, por lo que todas ellas sern solidariamente
responsables en las deudas que mantengan con el actor. Sin embargo, esta solidaridad es rechazada
en la sentencia de apelacin, sin indicar fundamento alguno para revocar en esta parte la sentencia de
instancia (S.C.A. de Santiago, de 4 de julio de 2003, Rol5109-02, ejemplar fotocopiado; fs.278). A su
vez, la sentencia de casacin no se pronuncia sobre tal materia (S.C.S. de 27 de octubre de 2003, Rol
3248-03, ejemplar fotocopiado).
En un caso contemporneo al anterior, la sentencia de instancia declara que () las demandadas Mer-
cantil A S.A., A S.A. y Corporacin de Inversiones y Desarrollo Financiero A S.A., corresponden a
una misma empresa y son responsables conjuntamente de las obligaciones de sus trabajadores (S. Noveno
J.T. de Santiago, de 26 de marzo del 2002, (en Centro de Datos de Lexis Nexis, Nmero Identificador:
26.361). sentencia que es confirmada en recurso de apelacin S.C.A. de 23 de diciembre del 2003, Rol
2547-2002 (en Centro de Datos de Lexis Nexis, Nmero Identificador: 26.361).
(43) Artculos 1511 y 1526 de Cdigo Civil
(44) Por todas, y entre otras, S. de Segundo J.T. de 10 de marzo de 2011, Rit. O 3721 de 2010, y S. de Primer
J.T. de 2 de marzo de 2011, Rit. O 3157 de 2010 .
(45) S.C.S. 833 de 28 de septiembre de 20095, Rol 833-2004, Sentencia de Reemplazo, pronunciada en
Recurso de Casacin, Considerando Tercero.
(46) Ibdem, considerando, sexto.
(47) Como sostiene Solange Mena Responsabilidad Laboral en el Grupo de Empresas, Trabajo en seminario
de Titulacin, Magster en derecho del Trabajo y Seguridad Social, Universidad de Talca - Universidad
de Valencia, Agosto de 2012, p. 22) () entendemos que la expresin indistintamente implica que una
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Primer Encuentro Peruano-Chileno-Uruguayo
u otra empresa queda obligada, es decir tendra el mismo efecto prctico de la solidaridad.
(48) C.S. 833 de 28 de septiembre de 20095, Rol 833-2004, ya citada, Considerando Sexto.
(49) S.C.A de Santiago, de 10 de junio de 2013, Rol 219 de 2013, pronunciada en recurso de nulidad.
(50) Al respecto, la sentencia de reemplazo S.C.A de Santiago, de 10 de junio de 2013, Rol 219 de 2013,
plantea:
Que el juez de grado, al concluir en el fundamento octavo de su sentencia que ambas demandadas
() constituan una unidad econmica, (), no pudo condenarlas al pago de la obligacin de manera
simplemente conjunta de conformidad a lo dispuesto en el artculo 1511 del Cdigo Civil, puesto que
no son muchos los obligados, sino uno solo (Considerando Primero de Sentencia de Reemplazo).
Ms adelante, se plantea que () se declara que las demandadas () quedan ambas condenadas al pago
de lo adeudado a los actores, montos que se determinarn en las etapa procesal pertinente, en forma
solidaria (considerando segundo de sentencia de reemplazo).
(51) Por todos, la S.C.A. de San Miguel, de 23 de enero del 2001, Rol 204-00 y S.C.S. de 22 de febrero de
2001, Rol 569-01 (en Centro de Datos de Lexis Nexis, Nmero Identificador: 18.138). Asimismo,S.C.A.
de Santiago, de 24 de junio del 2002, Rol 2415-2002 y S.C.S. de 18 de julio del 2002 Rol 2447-2002 (en
Centro de Datos de Lexis Nexis, Nmero Identificador: 24.866).
(52) Sin perjuicio de estar presente diversas manifestaciones que concurren a verificar la presencia de una
unidad econmica.
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Sociedad Peruana de Derecho del Trabajo y de la Seguridad Social
As, en el caso en que se pronuncia la S.C.A. de San Miguel, de 23 de enero del 2001, ya citada el infor-
me de fiscalizacin de la inspeccin del trabajo, que, adems, no es impugnado en el juicio respectivo,
presenta dos antecedentes que llevan a dicha conclusin: A) Que X Limitada y X S.A. son sociedades
que tienen el mismo representante legal, Seor Y, prestan indistintamente servicios laborales en las
mismas dependencias ubicadas en calle (), ocupan los mismos baos y comedores y se encuentran
sometidos al mismo control de asistencia, realizando idnticas jornadas de trabajo y utilizando los mismos
uniformes; y B) Que entre las sociedades X Limitada y X S.A., se suscribi un contrato de prestacin
de servicios, en virtud del cual la primera se oblig a proveer de trabajadores a X S.A., en virtud del
cual Los trabajadores debern ajustarse a las normas, horarios, procedimientos e instrucciones que se
convengan con X S.A. y X Limitada.
En el caso en que se pronuncia la S.C.A. de Santiago, de 24 de junio del 2002, ya citada, el Informe de
la Inspeccin plantea: (-) La existencia de cuatro razones sociales del holding A. (-) Que la facultad de
dirigir, organizar, controlar y supervisar las labores es ejercida por un superior jerrquico contratado por
Servicios A Ltda., generalmente el agente de sucursal, y que dentro de sus facultades est la administra-
cin del personal, la contratacin, finiquito y gestin comercial, todas las cuales son ejercidas respecto
de los trabajadores formalmente contratados por Capacitaciones Ocupacionales Sociedad Ltda. (-)
Que existe completa similitud de las labores que cumplen los trabajadores de ambas empresas. (-) Que
los trabajadores de las referidas entidades registran asistencia y rinden cuenta en un mismo domicilio y
frente al supervisor contratado por Servicios A Ltda.. (-) Que todas las jefaturas pertenecen a la citada
empresa, sin que exista jefe directo de capacitaciones Ocupacionales Sociedad Ltda.. (-) Que toda la
documentacin administrativa laboral de ambas entidades est concentrada en el domicilio legal en
cada de las sociedades en donde se verific la fiscalizacin, y que la misma es controlada y modificada
por el superior jerrquico contratado por la recurrente.
(53) S.C.A. de 7 de marzo de 2013, Rol 38.496 de 2012, pronunciada sobre recurso de proteccin.
(54) De acuerdo a las exigencias sealadas
(55) Particularmente relevantes es a estos efectos el pronunciamiento de la S.C.A. de Santiago, de 6 de sep-
tiembre de 2013, Rol 137 de 2012, Santiago, que en esta materia, frente al Recurso de nulidad interpuesto
por la demandada en el caso de S. de Segundo J.T. de Santiago, de 28 de diciembre de 2011, Rit. O- 1601
de 2011, resuelve:
Que el razonamiento efectuado por el tribunal y las conclusiones fcticas a que arrib la sentenciadora,
a la luz de los elementos del juicio, aparece correcto y acertado.
En efecto, esta Corte, consciente del impulso econmico y expansin de las empresas, advierte la
interrelacin existente entre diversas compaas, que por las caractersticas de tales vinculaciones y
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Primer Encuentro Peruano-Chileno-Uruguayo
para efectos de certeza jurdica laboral, en definitiva resulta contener elementos comunes que permiten
catalogarlas como una unidad econmica, concepto doctrinal y jurisprudencial arraigado en el Derecho
Laboral chileno, conforme al desarrollo mercantil referido.
(56) Sentencia de Primer J.T de Santiago de 26 de julio de 2013, Rit O 1369, Considerando vigsimo tercero.
(57) S. de Segundo J.T. de Santiago, de 28 de diciembre de 2011,
(58) Que adems, agrega la sentencia () Ha incurrido subterfugios previstos en el inciso segundo del
artculo 507 del Cdigo del Trabajo.
(59) Asimismo, la S. de Segundo J.T. de Santiago, de 7 de septiembre de 2012, Rit. O 2017 de 2012, resuelve
que: Se declara la existencia de unidad econmica entre cada una de las demandadas de autos, las que
al tenor de lo previsto en el artculo 3 del Cdigo del Trabajo, conforman una sola empresa, lo que
importa que el Sindicato demandante pueda negociar con esta nica empresa y que pueda incorporar
como socios a trabajadores de esta nica empresa, sin perjuicio de cul de las demandadas aparezca
como empleador formal o de origen
En sentido similar, la S. del Primer J.T.- de Santiago de 28 de enero de 2013, Rit O-3770-2011.
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Sociedad Peruana de Derecho del Trabajo y de la Seguridad Social
presenta en los diversos sistemas jurdicos, en el caso chileno constituye una prc-
tica que se ha masificado y que es conocida como Multirut. Esta expresin plan-
tea la existencia de una sola empresa que se presenta a todos o algunos efectos,
entre ellos los laborales, como una multiplicidad de personas jurdicas de ah la
referencia al RUT(60), generando la imagen de que cada persona jurdica corres-
ponde a una empresa.
La particularidad en el sistema jurdico chileno es que podra sostenerse
que existiran bases jurdicas para sostener al Multirut, en cuanto sera la misma
ley laboral, que al otorgar el concepto de empresa identificara a esta con el titu-
lar de la misma, es decir, la persona natural o jurdica que dirige la empresa. Por
lo dems, esta fue la doctrina administrativa y jurisprudencial que se sostuvo en
el pasado, hasta fines de la dcada del noventa(61) y, aunque dicha tesis ha sido su-
perada tanto en el seno de la doctrina jurisprudencial como administrativa, aun
se plantea como posicin en algunos sectores, y que se ha manifestado en recur-
sos y acciones judiciales, tanto ante el Tribunal Constitucional(62) como ante los
tribunales de justicia(63).
Por lo dems, el ordenamiento jurdico establece especiales infracciones la-
borales cuando se configuren manifestaciones ilcitas de descentralizacin produc-
tiva, referidas tanto a la versin ilegal la externalizacin laboral, es decir, la cesin
ilegal de trabajadores, definida como la contratacin de trabajadores a travs de
terceros, como el subterfugio laboral. Precisamente esta ltima infraccin laboral
comprende el ilcito del Multirut en cuanto se establece que quedan comprendidos
dentro del concepto de subterfugio cualquier alteracin realizada a travs del es-
tablecimiento de razones sociales distintas, la creacin de identidades legales, la
divisin de la empresa, u otras que signifiquen para los trabajadores disminucin
o prdida de derechos laborales individuales o colectivos ()(64) ,
La doctrina jurisprudencial as ha asumido este ilcito laboral, en el que des-
pus de verificar los antecedentes se resuelve la configuracin del subterfugio(65),
(60) El RUT es una sigla que aluda al Rol nico Tributario, instrumento de identificacin de las personas
naturales y jurdicas en Chile a efectos tributarios.
(61) En efecto, tanto la doctrina jurisprudencial como administrativa.
(62) As lo plantearon los senadores de la Alianza por Chile, quienes requirieron de inconstitucionalidad de
art. 183 ter de la Ley sobre subcontratacin que estableca un nuevo concepto de empresa, Rol 534 de
2006.
(63) As lo plantea la parte recurrente, Recurso de Unificacin de Jurisprudencia, Rol de la Corte Suprema,
en presentacin efectuada ante la C.A. de Santiago, con fecha 24 de diciembre de 2013.
(64) Art. 507, inciso tercero del CT.
(65) As, la S.C.A. de Talca, de 29 de junio de 2010, Rol 50 de 2010, pronunciada, en recurso de nulidad.
Asimismo, la S.C.A. de Valparaso de 21 de junio de 2013, Rol 138 de 2013, tambin pronunciada en
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Primer Encuentro Peruano-Chileno-Uruguayo
recurso de nulidad. Que los hechos que se han dado por acreditados en el considerando precedente,
demuestran mala fe de los integrantes de las personas jurdicas sealadas, al suscribir un finiquito en
nombre de Comercial C A Ltda., actualmente Empresa C A E.I.R.L., comprometindose a pagar indem-
nizaciones a favor de los actores, con pleno conocimiento de su carencia de bienes para responder con
las obligaciones contradas en l, lo que demuestra que el nico objetivo de la subsistencia de Comercial
C A Ltda., actualmente Empresa C A E.I.R.L., es sencillamente la elusin de sus obligaciones para con
los actores. Que los hechos que se han dado por acreditados en el considerando precedente, demuestran
mala fe de los integrantes de las personas jurdicas sealadas, al suscribir un finiquito en nombre de
Comercial C A Ltda., actualmente Empresa C A E.I.R.L., comprometindose a pagar indemnizaciones
a favor de los actores, con pleno conocimiento de su carencia de bienes para responder con las obligacio-
nes contradas en l, lo que demuestra que el nico objetivo de la subsistencia de Comercial C A Ltda.,
actualmente Empresa C A E.I.R.L., es sencillamente la elusin de sus obligaciones para con los actores.
Que los hechos que se han dado por acreditados en el considerando precedente, demuestran mala fe de
los integrantes de las personas jurdicas sealadas, al suscribir un finiquito en nombre de Comercial C
A Ltda., actualmente Empresa C A E.I.R.L., comprometindose a pagar indemnizaciones a favor de los
actores, con pleno conocimiento de su carencia de bienes para responder con las obligaciones contradas
en l, lo que demuestra que el nico objetivo de la subsistencia de Comercial C A Ltda., actualmente
Empresa C A E.I.R.L., es sencillamente la elusin de sus obligaciones para con los actores. Que los
hechos que se han dado por acreditados en el considerando precedente, demuestran mala fe de los inte-
grantes de las personas jurdicas sealadas, al suscribir un finiquito en nombre de Comercial C A Ltda.,
actualmente Empresa C A E.I.R.L., comprometindose a pagar indemnizaciones a favor de los actores,
con pleno conocimiento de su carencia de bienes para responder con las obligaciones contradas en l,
lo que demuestra que el nico objetivo de la subsistencia de Comercial C A Ltda., actualmente Empresa
C A E.I.R.L., es sencillamente la elusin de sus obligaciones para con los actores. Que los hechos que se
han dado por acreditados en el considerando precedente, demuestran mala fe de los integrantes de las
personas jurdicas sealadas, al suscribir un finiquito en nombre de Comercial C A Ltda., actualmente
Empresa C A E.I.R.L., comprometindose a pagar indemnizaciones a favor de los actores, con pleno
conocimiento de su carencia de bienes para responder con las obligaciones contradas en l, lo que
demuestra que el nico objetivo de la subsistencia de Comercial C A Ltda., actualmente Empresa C A
E.I.R.L., es sencillamente la elusin de sus obligaciones para con los actores. Que los hechos que se
han dado por acreditados en el considerando precedente, demuestran mala fe de los integrantes de las
personas jurdicas sealadas, al suscribir un finiquito en nombre de Comercial C A Ltda., actualmente
Empresa C A E.I.R.L., comprometindose a pagar indemnizaciones a favor de los actores, con pleno
conocimiento de su carencia de bienes para responder con las obligaciones contradas en l, lo que
demuestra que el nico objetivo de la subsistencia de Comercial C A Ltda., actualmente Empresa C A
E.I.R.L., es sencillamente la elusin de sus obligaciones para con los actores. Que los hechos que se
han dado por acreditados en el considerando precedente, demuestran mala fe de los integrantes de las
personas jurdicas sealadas, al suscribir un finiquito en nombre de Comercial C A Ltda., actualmente
Empresa C A E.I.R.L., comprometindose a pagar indemnizaciones a favor de los actores, con pleno
conocimiento de su carencia de bienes para responder con las obligaciones contradas en l, lo que
demuestra que el nico objetivo de la subsistencia de Comercial C A Ltda., actualmente Empresa C A
E.I.R.L., es sencillamente la elusin de sus obligaciones para con los actores. Que los hechos que se
han dado por acreditados en el considerando precedente, demuestran mala fe de los integrantes de las
personas jurdicas sealadas, al suscribir un finiquito en nombre de Comercial C A Ltda., actualmente
Empresa C A E.I.R.L., comprometindose a pagar indemnizaciones a favor de los actores, con pleno
conocimiento de su carencia de bienes para responder con las obligaciones contradas en l, lo que
demuestra que el nico objetivo de la subsistencia de Comercial C A Ltda., actualmente Empresa C A
E.I.R.L., es sencillamente la elusin de sus obligaciones para con los actores.
(66) As, la sentencia de C.A. de San Miguel, de 4 de julio de 2013,Rol 188 de 2013, en cuanto se plantean
diversas posibilidades de ocultamiento del patrimonio, como es en el caso que se trata de contratacin
de familiares del empleador sin que haya prestacin de servicios.
269
Sociedad Peruana de Derecho del Trabajo y de la Seguridad Social
1. Antecedentes
El proyecto aprobado tiene su origen en una propuesta del ao 2006 formu-
lada frente al rechazo del Tribunal Constitucional sobre el nuevo concepto de em-
presa en la Ley de Subcontratacin(67). En este Proyecto original se pretende que
el concepto legal de empresa incorpore a los grupos y, a la vez, elimina la identi-
ficacin de la empresa con el titular de la misma(68).
Sin embargo, este proyecto fue objeto de indicaciones que modificaron drs-
ticamente la propuesta inicial. Entre las principales se plantean la efectuada por
el Ejecutivo en el ao 2012(69), y la planteada por el Ejecutivo, durante este ao
2014 constituyendo esta ltima la propuesta que en definitiva resulta aprobada en
el Congreso Nacional, tras una rpida tramitacin(70).
En conformidad a lo sealado en la fundamentacin de esta indicacin, esta
propuesta pretende que la libertad y autonoma de organizacin empresarial no
afecten negativamente los derechos individuales y colectivos de (los) trabajadores
(67) Sobre la materia, vase de AYLWIN, Andres, Declaracin de inconstitucionalidad del concepto de
empresas incluido en el Artculo 183 terdel proyecto de ley sobre subcontratacin laboral y suministro
de trabajadores. Revista Estudios Laborales, N 1, 2007, pp. 5-20.
(68) Proyecto presentado el 5 de septiembre de 2006 por el Diputado D. Sergio Aguil (vase, Historia de
Proyecto de Concepto de empresa, ya citado), el que establece:
Artculo nico. Sustityase el inciso 3 del artculo 3 del Cdigo del Trabajo por el siguiente: Para
todos los efectos de legislacin laboral se entender por empresa aqul capital o conjunto de capital
perteneciente a una persona natural o jurdica, o bien, a un grupo de personas naturales o jurdicas que
se dediquen a una misma actividad comercial o a actividades comerciales relacionadas entre s, est
o no el capital subdividido en una o ms sociedades de cualquier clase, y debiendo estar destinado a
producir algn tipo de utilidad a travs de la prestacin de servicios personales de personas ajenas a la
propiedad de dicho capital.
(69) Siendo Presidente de la Repblica D. Sebastin Piera, quien lidera un gobierno de centro derecha.
(70) La indicacin es presentada el 21 de abril de 2014 y es totalmente aprobada con fecha 17 de junio. Con
esa fecha se enva Oficio N 11.337, por el que se remite proyecto para promulgacin1 de junio se enva
Oficio
Vase Historia de Proyecto de concepto de empresa, ya citada.
270
Primer Encuentro Peruano-Chileno-Uruguayo
(). A la vez, se plantea que esta Indicacin recoge () los criterios relevan-
tes que los actores laborales han propuesto en el marco del Acuerdo de Volunta-
des entre la Central Unitaria de Trabajadores y la Confederacin de la Produccin
y el Comercio celebrado en el ao 2012(71).
(71) Como plantea la Declaracin de voluntades CPC-CUT de 31 de enero de 2012, en su Apartado 6, referido
al Multirut (visto con fecha 28 de junio sw 2014, en <http://www.cpc.cl/wp-content/uploads/2012/06/32-
Laboral_2012.pdf>).
La CPC y la CUT expresan su voluntad comn de que, para efectos de todos los aspectos de las relaciones
laborales, dos o ms empresas deban ser consideradas como una, cuando concurran los requisitos que
a continuacin se indican respecto de ellas: tengan un mismo controlador; presten los mismos servicios
o fabriquen productos similares; y tengan una direccin laboral comn. Estos requisitos debern ser
calificados por un tercero por definir, a requerimiento de alguna de las partes interesadas.
Dentro de este marco, proponen que cuando dos o ms empresas sean calificadas como una, los trabaja-
dores puedan constituir si as lo desean un nico sindicato con todos los Rut, y/o los distintos sindicatos
integrar un solo proceso de negociacin colectiva y, el (los) sindicato(s) inter-empresa que agrupen solo
a trabajadores de esos Rut, puedan negociar conforme a las reglas de la negociacin de empresa.
(72) As, se agrega como inciso cuarto del artculo tercero del C.T:
Dos o ms empresas sern consideradas como un solo empleador para efectos laborales y previsio-
nales, cuando tengan una direccin laboral comn, y concurran a su respecto condiciones tales como
la similitud o necesaria complementariedad de los productos o servicios que elaboren o presten, o la
existencia entre ellas de un controlador comn.
271
Sociedad Peruana de Derecho del Trabajo y de la Seguridad Social
(73) En este sentido, EMBID I. J. Introduccin al derecho de los grupos de sociedades, Ed. Comares, Gra-
nada, Espaa, 2003. En sentido similar, Blat G., F. Anlisis Jurdico-Laboral de la Descentralizacin
Productiva, Tesis Doctoral, Universidad de Valencia, Espaa, 1989, Valencia, pp. 374-375.
272
Primer Encuentro Peruano-Chileno-Uruguayo
En efecto, a travs del reemplazo del artculo 507 del Cdigo de Trabajo
se elimina el precepto que establece la infraccin referida a la contrata-
cin de trabajadores a travs de terceros y al rgimen jurdico relativo
a la especialidad de la infraccin, las responsabilidades empresariales
y los plazos de prescripcin. As, sin fundamento alguno se suprime la
regulacin sobre la infraccin laboral referida a la falsa subcontratacin
y al suministro ilegal de trabajadores, y que es la contratacin de traba-
jadores a travs de terceros; figura por la que se encubre al empleador
real y, por tanto, se elude su responsabilidad empresarial y se confunde
la unidad econmica en la se inserta el trabajador, con todos los efectos
de desconocimiento de derechos individuales y colectivos.
Al efecto, debe recordase que desde los orgenes del Derecho del Trabajo la
interposicin de mano de obra ha sido rechazada por los diversos sistemas
jurdicos, dejndola fuera del trfico jurdico o prohibindola directamente,
e inclusive, sancionndose como tipo especial del delito de trfico de mano
de obra. Sin embargo, el sistema jurdico chileno tard en efectuar est
exclusin expresa, ya que solo veinte aos atrs, con ocasin de la primera
reforma laboral que se plantea con el retorno al sistema democrtico (Ley
N 19.250 de 1993), se establece la especial infraccin laboral referida a la
contratacin de trabajadores a travs de terceros, la que posteriormente es
modificada por la denominada segunda reforma laboral (Ley N19.759,
de 2001), la fin de mejorar su rgimen jurdico. Posteriormente, parte de la
eficacia de la denominada Ley de Subcontratacin laboral (Ley N 20.123
de 2006) se plantea en base a esta infraccin, en cuanto los ilcitos laborales
que define la citada ley es decir, la falsa subcontratacin y el suministro
ilegal de trabajadores generan dos efectos: de una parte, la imputacin del
contrato de trabajo con el real empleador y, de la otra, la configuracin de
la infraccin que se analiza.
273
Sociedad Peruana de Derecho del Trabajo y de la Seguridad Social
(74) Recurdese que dichas infracciones fueron establecidas por Ley N 19.250 CE 1993 y Ley N 19.759 de
2001.
274
Primer Encuentro Peruano-Chileno-Uruguayo
275
PROBLEMTICA DE DERECHO INDIVIDUAL
Y DE DERECHO COLECTIVO EN EL GRUPO
DE EMPRESAS
GUSTAVO GAUTHIER(1)
I. INTRODUCCIN
(1) Magster en Derecho Orientacin, Derecho del Trabajo y de la Seguridad Social de la Facultad de Derecho
de la Universidad de la Repblica. Profesor adjunto de Derecho del Trabajo y de la Seguridad Social
en la Facultad de Derecho de la UDELAR. Vicepresidente de la Asociacin Uruguaya de Derecho del
Trabajo y de la Seguridad Social.
277
Sociedad Peruana de Derecho del Trabajo y de la Seguridad Social
(2) SEMPERE NAVARRO, Antono V. y ARETA MARTNEZ, Mara. El Derecho del Trabajo y los Gru-
pos de Empresas: inventario. En: Revista del Ministerio de Trabajo y Asuntos Sociales. Madrid, 2004,
p. 97.
(3) DE LUCA-TAMAJO, Raffaele y PERULLI, Adalberto. Informe general presentado al XVIII Congreso
Mundial de Derecho del Trabajo y de la Seguridad Social. Pars, setiembre 2006, cit. por GARCA,
Hctor Omar. La responsabilidad laboral en el marco de las nuevas relaciones interempresariales en
la Argentina. En: AA.VV. La descentralizacin empresarial y la responsabilidad laboral en Amrica
Latina y Espaa. Coord. por Toms Sala Franco, Cristina Mangarelli y Francisco Tapia Guerrero, Tirant
lo Blanch, Valencia, 2011, p. 42.
278
Primer Encuentro Peruano-Chileno-Uruguayo
(4) CASTELLO, Alejandro. Grupo de empresas y derecho del trabajo. FCU, Montevideo, 2006, p. 99.
(5) La Ley N 20.760 que sustituy el inciso final del artculo 3 del Cdigo de Trabajo, establece que Dos
o ms empresas sern consideradas como un solo empleador para efectos laborales y previsionales,
cuando tengan una direccin comn, y concurran a su respecto condiciones tales como la similitud o
necesaria complementariedad de los productos o servicios que elaboren o presten, o la existencia entre
ellas de un controlador comn.
279
Sociedad Peruana de Derecho del Trabajo y de la Seguridad Social
dems que viene a ser subordinadas o subsidiarias; d) debe existir cierto control
sin perjuicio de la forma en que se ejerce(6).
Ms adelante, Pl Rodrguez propuso como definicin de grupo de empre-
sas, siguiendo a Champaud, al conjunto de empresas aparentemente autnomas
pero sometidas a una direccin econmica nica, entendida esta como la posibi-
lidad de sustituir la voluntad de la entidad miembro por otra voluntad(7).
Por su parte, Ermida Uriarte, defini al grupo de empresas como el con-
junto de empresas, formal y aparentemente independientes, que estn, sin embar-
go, recprocamente entrelazadas, al punto de formar un todo complejo pero com-
pacto, en cuanto responde a un mismo inters. El poder econmico se sita a ni-
vel del grupo y no a nivel de cada empresa componente, aun cuando los derechos
y obligaciones respecto de los terceros nazcan a nivel de cada una de ellas. Existe
unidad profunda bajo la pluralidad de personas aparentemente distintas. Por ello,
el grupo se convierte, en definitiva, en la nica y verdadera empresa subyacente(8).
Tal unidad segn Ermida, est dada por el inters o realidad econmica
subyacente y por la estrategia nica y comn, reflejadas en la unidad de decisin a
la cual se someten las partes integrantes del grupo, sea espontneamente mediante
la colaboracin, se compulsivamente mediante la subordinacin(9).
En otro orden, Ser ha definido al conjunto econmico como aquel com-
puesto por una pluralidad de personas fsicas o jurdicas que, aunque formalmen-
te independientes entre s, estn sujetas a un poder de decisin nico constituyen-
do una unidad econmica compleja que responde a un inters comn () sin que
exista necesariamente nimo de fraude(10).
Por su parte Castello, en el estudio ms profundo y completo que se regis-
tra en la doctrina uruguaya sobre esta materia, define al grupo de empresas como
aquel que se constituye cuando dos o ms empresas se relacionan por vnculos es-
tables de dominacin o control, sea este directo o indirecto, interno o externo, o se
encuentran bajo la influencia dominante de una o ms personas fsicas o jurdicas,
(6) PL RODRGUEZ, Amrico. Curso de Derecho Laboral. Tomo 1, vol. 1, Ed. Acali, Montevideo 1979,
p. 150 y ss.
(7) PL RODRGUEZ, Amrico. Los grupos de empresas. En: Revista Civitas. N 6, abril-junio 1981,
Madrid, pp. 187-188.
(8) ERMIDA URIARTE, Oscar. Empresas multinacionales y derecho laboral. Ed. Amalio Fernndez,
Montevideo 1981, p. 73.
(9) ERMIDA URIARTE, Oscar. Empresas multinacionales Ob. cit., p. 88.
(10) SER, Jorge. Curso de Derecho Laboral. Tomo I, Ed. Del Foro, Montevideo 2004, p. 67.
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Primer Encuentro Peruano-Chileno-Uruguayo
(11) CASTELLO, Alejandro. Grupo de empresas y derecho del trabajo. Ob. cit., p. 151.
(12) En la legislacin argentina, por disposicin de la Ley N 21.297 de 1976, se exige la demostracin de
la existencia de maniobras fraudulentas o conduccin temeraria, para que opere la responsabilidad
solidaria de las empresas integrantes de un mismo grupo econmico, Conf. GARCA VIOR, Andrea
E. Los sujetos de la relacin de trabajo. En: Relacin de Trabajo. Dir. Hctor Omar Garca, Tomo I,
p. 108.
(13) CASTELLO, Alejandro. Ob. cit., pp. 145 y 146.
(14) Ibidem, p. 150.
(15) Cfr. dem.
(16) ERMIDA URIARTE, Oscar. Empresas multinacionales , Ob. cit., pp. 58-59.
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Sociedad Peruana de Derecho del Trabajo y de la Seguridad Social
282
Primer Encuentro Peruano-Chileno-Uruguayo
(21) Cit. por MANTERO DE SAN VICENTE, Osvaldo. Ob. cit., p. 36.
(22) dem.
(23) Idem.
(24) PL REGULES, Mara Josefina. La personera laboral del empleador. En: Rev. Derecho Laboral,
Tomo XIX, N 101, Montevideo, enero-marzo 1976, p. 131.
283
Sociedad Peruana de Derecho del Trabajo y de la Seguridad Social
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Primer Encuentro Peruano-Chileno-Uruguayo
285
Sociedad Peruana de Derecho del Trabajo y de la Seguridad Social
(32) CASTELLO, Alejandro. Grupo de empresas. En: AA.VV. Las transformaciones de la empresa en el
derecho del trabajo. Compilado por Mario Ackerman y Diego Tosca, Rubinzal-Culzoni, Santa F, 2007,
p. 555.
(33) CASTELLO, Alejandro. Grupo de empresas y derecho del trabajo. Ob. cit., p. 125.
(34) CAMPS RUIZ, Luis Miguel. Problemtica jurdico-laboral del grupo de empresas: puntos crticos. En:
AA.VV. Grupos de empresas y Derecho del trabajo. Antonio Baylos y Luis Collado (Editores). Ed. Trotta,
Madrid, 1994, p. 87, cit, por CASTELLO, Alejandro. Grupo de empresas y derecho del trabajo. Ob. cit.,
p. 82.
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Primer Encuentro Peruano-Chileno-Uruguayo
(35) CASTELLO, Alejandro. Ob. cit., p. 143; SALA FRANCO, Toms. Descentralizacin laboral y
responsabilidad empresarial en Espaa. En: AA.VV. La descentralizacin empresarial Ob. cit.,
p. 203; ROJAS MIO, Irene y AYLWIN CHIORRINI, Andrs. Los grupos de empresas en el Derecho
chileno del Trabajo. Legal Publishing, Santiago 2007, p. 21; LPEZ FERNNDEZ, Diego. La empresa
como unidad econmica. Abeledo-Perrot, Santiago 2010, p. 50; BUENO MAGANO, Octavio. Los gru-
pos de empresa en el Derecho del Trabajo. En: Rev. Civitas. Revista espaola de Derecho del Trabajo,
N 6, Madrid, abril-junio 1981, p. 171.
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Sociedad Peruana de Derecho del Trabajo y de la Seguridad Social
(36) JAVILLER, Jean Claude. Derecho del Trabajo. Instituto de Estudios Laborales y de la Seguridad So-
cial, Madrid, 1982, cit. por CASTELLO, Alejandro. Grupos de empresa y derecho del trabajo. Ob. cit.,
p. 86.
(37) LPEZ FERNNDEZ, Diego. La empresa como unidad econmica. Ob. cit., p. 49.
(38) Ibdem, p. 53.
(39) CASTELLO, Alejandro. Grupo de empresas y derecho del trabajo. Ob. cit., p. 143, en el mismo sentido
se han pronunciado ROJAS MIO, Irene y AYLWIN CHIORRINI, Andrs. Los grupos de empresas
Ob. cit., p. 22.
(40) Conf. CASTELLO, Alejandro. Grupo de empresas y derecho del trabajo. Ob. cit., pp. 148-149.
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Primer Encuentro Peruano-Chileno-Uruguayo
(41) ROJAS MIO, Irene y AYLWIN CHIORRINI, Andrs. Ob. cit., p. 23.
(42) CASTELLO, Alejandro. Grupo de empresas y derecho del trabajo. Ob. cit., p. 149.
(43) PL RODRGUEZ, Amrico. Curso de Derecho Laboral, Ob. cit., p. 151; CASTELLO, Alejandro. Ob.
cit., p. 151.
(44) ERMIDA URIARTE, Oscar. Empresas multinacionales Ob. cit., p. 88; SER, Jorge. Curso de Derecho
Laboral. Ob. cit., p. 67.
(45) Conf. MANGARELLI, Cristina, Ob. cit., p. 353.
289
Sociedad Peruana de Derecho del Trabajo y de la Seguridad Social
este directo o indirecto, interno o externo, porque en definitiva las empresas diri-
gidas se encuentran siempre y en alguna medida bajo la influencia dominante de
la empresa que ejerce la direccin unitaria.
Lgicamente que la influencia o dominacin puede reconocer diversos gra-
dos en cuanto a su intensidad, siendo menor en aquellos grupos de empresas por
coordinacin donde cada una de ellas en principio en un plano de igualdad resuel-
ve voluntariamente someterse a un poder de direccin unificado, que en los gru-
pos de empresas por subordinacin donde los lazos de dominacin o control son
ms fuertes y, por lo general, estn acompaados de otros elementos que acen-
tan la dependencia, por lo general vinculados a la titularidad de las distintas em-
presas que conforman el grupo.
(46) MANTERO DE SAN VICENTE, Osvaldo. Derecho del trabajo en los pases del Mercosur. Un estudio
de Derecho comparado. Primera parte. FCU, Montevideo, 1996, p. 422.
(47) BUENO MAGANO, Octavio. Manual de Direito do Trabalho. V. II, 2, LTr, Sao Paulo, 1986, p. 78.
(48) LOPEZ FERNNDEZ, Diego. La empresa como unidad econmica. Ob. cit., p. 53.
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Primer Encuentro Peruano-Chileno-Uruguayo
(49) dem.
(50) CASTELLO, Alejandro. Grupo de empresas Ob. cit., pp. 196-197.
(51) Sentencia N 480/2011 de 26 de octubre de 2011, del Tribunal de Apelaciones del Trabajo de 1 Turno,
caso N 114 del Anuario de Jurisprudencia Laboral 2011.
291
Sociedad Peruana de Derecho del Trabajo y de la Seguridad Social
Una de las dificultades con las que se enfrenta el intrprete, es que cuando me-
nos el grupo no suele presentarse como tal frente a terceros, sin perjuicio de los casos
donde se presenta deliberadamente bajo la apariencia de entidades jurdicamente in-
dependientes, extremo que torna no siempre fcil la tarea de acreditar su existencia.
Tratndose de una figura que carece de una regulacin legal especfica a
los efectos laborales y que se encuentra an en etapa de construccin, no es ex-
trao que para su deteccin tanto la doctrina como la jurisprudencia recurran a la
tcnica de los indicios para determinar la existencia de un conjunto econmico o
de un grupo de empresas.
(52) GODINHO DELGADO, Mauricio. Curso de Direito do Trabalho, 11 ed., LTr, Sao Paulo 2012, p. 413.
(53) MANGARELLI, Cristina. Descentralizacin empresarial y responsabilidad laboral en Uruguay. Ob. cit.,
p. 357.
(54) CASTELLO, Alejandro. Grupo de empresas Ob. cit., p. 186.
292
Primer Encuentro Peruano-Chileno-Uruguayo
(55) CASTELLO, Alejandro. Grupo de empresas Ob. cit., p. 172. El autor enumera los indicios que suele
manejar la jurisprudencia uruguaya para determinar la existencia de un conjunto econmico o un grupo
de empresas: coincidencia de directores o administradores, identidad de accionistas, lazos de parentesco
entre los socios, accionistas y directivos de las empresas, confusin patrimonial, utilizacin de mismo
asiento fsico y domicilio comn, intercambio o utilizacin comn de bienes, maquinarias, tiles de
trabajo, identidad de organizacin administrativa o comercial, trasiego de personal, trasiego de merca-
deras, compartir personal comn cumplimiento de tareas indistintamente para varias empresas, pago
de deudas de otra empresa del grupo, asistencia financiera entre el grupo y traslado de quebrantos y
beneficios entre s, asesores profesionales y apoderados comunes, representantes comunes, utilizacin
del mismo logo distintivo, apariencia externa unitaria, aplicacin del mismo reglamento de trabajo in-
terno, emisin de instrucciones y directivas de una empresa hacia la otra o de una persona fsica sobre
varias empresas, planificacin centralizada de los negocios de todas las empresas, unidad de direccin,
similitud, analoga o identidad de giros por concomitancia o sucesividad o giros complementarios,
recepcin de rdenes laborales por parte de varias empresas de forma indistinta.
(56) Puede ser el caso de la existencia de una sociedad, comnmente denominada holding, que posee la
totalidad o la mayora de las acciones de las empresas que conforman el grupo.
293
Sociedad Peruana de Derecho del Trabajo y de la Seguridad Social
(57) Conf. SEMPERE NAVARRO, Antonio V. y ARETA MARTNEZ, Mara. El derecho del trabajo y los
grupos de empresas: inventario. Ob. cit., p. 102.
(58) dem.
(59) CASTELLO, Alejandro. Grupo de empresas Ob. cit., p. 171.
294
Primer Encuentro Peruano-Chileno-Uruguayo
(60) SEMPERE NAVARRO, Antonio V. y ARETA MARTNEZ, Mara. El derecho del trabajo y los grupos
de empresas: inventario. Ob. cit., pp. 102-103.
(61) MOLINA NAVARRETE, C. La regulacin jurdico-laboral de los grupos de sociedades problemas y
soluciones. Comares, Granada 2000, pp. 182-183 y MORENO GEN, J. Aspectos jurdicos-laborales de
las empresas filiales. La identificacin del empresario responsable. Tecnos, Madrid, 2003, pp. 256-264,
cit. por SEMPERE NAVARRO, Antonio V. y ARETA MARTNEZ, Mara. El derecho del trabajo y
los grupos de empresa: inventario. Ob. cit., p. 108.
(62) FERNNDEZ LPEZ, Mara Fernanda. Las transformaciones del empleador y sus consecuencias en
Derecho del Trabajo. Una jurisprudencia lenta y suave. En: Revista La Mutua. N 21, Madrid 2009,
pp. 71-72.
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Sociedad Peruana de Derecho del Trabajo y de la Seguridad Social
(63) FERNNDEZ LPEZ, Mara Fernanda. Las transformaciones del empleador y sus consecuencias en
Derecho del Trabajo. Una jurisprudencia lenta y suave. Ob. cit., p. 75.
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Primer Encuentro Peruano-Chileno-Uruguayo
(64) SEMPERE NAVARRO, Antonio V. y ARETA MARTNEZ, Mara. El derecho del trabajo y los grupos
de empresas: inventario. Ob. cit., pp. 102-103.
(65) Conf. CASTELLO, Alejandro. Grupo de empresas Ob. cit., pp. 205-206.
297
Sociedad Peruana de Derecho del Trabajo y de la Seguridad Social
3. El tiempo de trabajo
Siendo que en los hechos el trabajador puede prestar servicios en forma si-
multnea o sucesiva durante la jornada de trabajo para ms de una de las empre-
sas integrantes del grupo, se impone determinar las consecuencias que ello puede
tener en relacin al tiempo de trabajo y su remuneracin.
Aqu tambin puede plantearse si tal alternativa resulta jurdicamente admi-
sible o en otros trminos si el empleador tiene la prerrogativa de exigir los servicios
298
Primer Encuentro Peruano-Chileno-Uruguayo
4. La antigedad
El desempeo en forma sucesiva o alternada para empresas integrantes
del mismo grupo, considerado este como nico, empleador, lleva a la conse-
cuencia natural de que la antigedad del trabajador debe ser el producto de la
sumatoria de todos los periodos en que se prestaron servicios para empresas in-
tegrantes del grupo.
Ello puede impactar no solo a los efectos del clculo de una indemnizacin
por despido o cesanta cuya cuanta suele depender de la antigedad del trabaja-
dor en la empresa, sino a efectos de generar otros derechos o beneficios como das
adicionales de vacaciones, primas salariales de acuerdo a la antigedad, prioridad
para acceder a determinados cargos o para conservar el empleo, etc.
La jurisprudencia brasilea y uruguaya, han aceptado este criterio(68).
Vinculado con la permanencia del trabajador en la empresa se encuen-
tra la procedencia del periodo de prueba cuando aquel lleva ya tiempo pres-
tando los mismos servicios en otra empresa del grupo; en estos casos es cla-
ro que la sucesin formal de empleadores generada por las vicisitudes de la
relacin entre empresas no alcanza a romper la unidad real de las prestacin
de servicios(69).
299
Sociedad Peruana de Derecho del Trabajo y de la Seguridad Social
300
Primer Encuentro Peruano-Chileno-Uruguayo
tipo de actividad que se desarrolla y que, por lo tanto redunde en una desprotec-
cin del trabajador frente a determinadas condiciones de trabajo.
1. La libertad sindical
El anlisis del ejercicio del derecho de libertad sindical debe partir del con-
cepto amplio de libertad sindical consagrado en el artculo 2 del Convenio Inter-
nacional del Trabajo N 87 el cual establece que Los trabajadores y empleadores,
sin ninguna distincin y sin autorizacin previa, tienen derecho a constituir las or-
ganizaciones que estimen convenientes, as como el de afiliarse a estas organiza-
ciones, con la sola condicin de observar los estatutos de las mismas.
Castello ha sealado que la frmula del artculo 2 del Convenio N 87, in-
cluye la libertad para fijar el mbito espacial y geogrfico de formacin y actua-
cin del sindicato(71), lo que tornara jurdicamente vlida la organizacin de sin-
dicatos tanto a nivel de una nica empresa como de un grupo de empresas. En
este ltimo caso, el sindicato, aunque representativo de los trabajadores del gru-
po empresarial, continuara siendo un sindicato de nivel de empresa, a todos los
efectos y fundamentalmente de la negociacin colectiva de salarios y dems con-
diciones de trabajo.
Si al anterior temperamento se suma la consideracin del grupo de empre-
sas como empleador nico, no deberan existir obstculos para la conformacin
de un nico sindicato a nivel del grupo, susceptible de reunir y representar a los
trabajadores de las distintas empresas que lo conformen, ms all incluso de la
301
Sociedad Peruana de Derecho del Trabajo y de la Seguridad Social
2. La negociacin colectiva
En este caso tambin conviene tener presente como punto de partida la pre-
visin de los Convenios Internacionales del Trabajo N 98 y N 154 que estable-
cen el alcance del derecho de negociacin colectiva, en el sentido de que debe-
rn adoptarse las medidas adecuadas a las condiciones nacionales para estimular
y fomentar entre los empleadores y las organizaciones de empleadores, por una
parte, y las organizaciones de trabajadores, por otra, el pleno desarrollo y uso de
procedimientos denegociacin voluntaria, con objeto de reglamentar, por medio
decontratoscolectivos, las condiciones de empleo.
Las medidas que deben adoptarse para fomentar la negociacin colectiva,
de acuerdo a lo previsto en el artculo 5 del Convenio N 154, debern tener por
objeto, entre otros fines, que la negociacin colectiva no resulte obstaculizada por
la inexistencia de reglas que rijan su desarrollo o la insuficiencia o el carcter im-
propio de tales reglas.
El extremo de que el grupo de empresas constituya un nico empleador a
los efectos laborales no solo no impide el ejercicio del derecho de negociacin
colectiva a efectos de que pueda existir un convenio colectivo nico para que rija
para todas las empresas integrantes del grupo, sino que no deberan existir reglas
que obstaculizaran esta posibilidad, en virtud, precisamente, de la existencia de
diversas empresas formalmente independientes.
Lgicamente que la experiencia del Derecho comparado indica que el de-
sarrollo de la negociacin a nivel de grupo de empresas, enfrenta una serie de ba-
rreras y obstculos que hasta el presente han impedido su difusin(72).
(72) En este sentido puede verse CRUZ VILLALN, Jess, La negociacin colectiva en los grupos de
empresas. En: Grupos de empresas y Derecho del Trabajo y Terradillos. Edurne, La representacin
302
Primer Encuentro Peruano-Chileno-Uruguayo
En este sentido una de las primeras interrogantes que se han planteado fue
la determinacin de si el conjunto econmico puede actuar como parte en la ne-
gociacin colectiva(73). Si bien justo es reconocer que no siempre ser sencilla la
identificacin de los representantes del empleador nico con facultades para re-
presentar vlidamente a todas las empresas del grupo, consideramos que la res-
puesta debe ser afirmativa. Para admitir esta posibilidad habr que aceptar, asi-
mismo que la eficacia jurdica del convenio colectivo alcanza a todas las empre-
sas del grupo hayan o no participado de la negociacin y/o de la suscripcin del
convenio colectivo y ello con base en que todas ellas se encuentran bajo la direc-
cin unificada de la empresa dominante que normalmente ser, de existir una ne-
gociacin a nivel del grupo, la que lleve adelante la misma.
Tampoco ser fcil, en los casos de agrupaciones de empresas que tengan
actividades y giros diferentes y, consecuentemente, regmenes laborales distintos,
establecer una nica negociacin o un nico convenio colectivo que regule los as-
pectos salariales y las condiciones de trabajo, sobremanera en aquellos sistemas,
como el uruguayo, por ejemplo, donde la negociacin colectiva de empresa se en-
cuentra subordinada a la negociacin colectiva por rama de actividad. Tambin
podran existir dificultades a la hora de aplicar o articular diversos convenios co-
lectivos que puedan regir a nivel de las distintas empresas el grupo.
3. La autotutela
Las diversas formas en que el recurso a la huelga de los trabajadores es regu-
lado en los distintos pases torna imposible su abordaje dentro de los lmites del pre-
sente estudio, por lo que la referencia se efectuar respecto del Derecho uruguayo.
El reconocimiento amplio del derecho de huelga contenido en el artculo 57
de la Constitucin de la Repblica que concibe a la misma no solo como un de-
recho sino como una libertad, puede ser ubicado en los denominados modelos di-
nmicos o polivalentes, como ha sealado Mantero Alvarez, donde no existen li-
mitaciones a su ejercicio en relacin a los sujetos, las motivaciones o los intere-
ses tutelados, ni en la materialidad del hecho de la huelga(74).
En esta lnea y aplicando estos conceptos a las modalidades de autotute-
la que podran verificarse en un grupo de empresas, seran admisibles tanto las
colectiva de los trabajadores en los grupos de empresas, cits. por Castello, Alejandro, Grupo de empre-
sas, Ob. cit., pp. 214-215.
(73) MANTERO DE SAN VICENTE, Osvaldo. La teora del conjunto econmico Ob. cit., p. 30.
(74) MANTERO ALVAREZ, Ricardo. Lmites al derecho de huelga. Ed. Amalio Fernndez, Montevideo 1992,
p. 52.
303
Sociedad Peruana de Derecho del Trabajo y de la Seguridad Social
huelgas que tengan como objetivo ejercer presin sobre una sola de las unidades
o empresas integrantes del grupo, llevadas adelante exclusivamente por los tra-
bajadores que prestan servicios en la misma o por todos los trabajadores de to-
das las empresas del grupo, como las medidas gremiales destinadas a presionar
al empleador nico o empresa dominante, que tambin podran ser adoptadas ex-
clusivamente por los trabajadores de la empresa dominante o por la totalidad de
los trabajadores del grupo.
Por esta razn, coincidimos con Castello en cuanto a que tratndose de gru-
pos de empresas, los trabajadores poseen amplia libertad para concretar las for-
mas y modalidades de autotutela, tanto en relacin a su mbito especial como a
su contenido, con las nicas limitaciones referidas al mantenimiento de los servi-
cios esenciales y su carcter pacfico(75).
IX. CONCLUSIONES
304
Primer Encuentro Peruano-Chileno-Uruguayo
la figura, que medie fraude o nimo de ocultar la realidad y que deba existir una
jerarqua o subordinacin entre las empresas integrantes del grupo.
El elemento verdaderamente caracterizante del grupo es la direccin uni-
taria o unificada que si bien no constituye una nocin jurdica proviene del cam-
po empresarial e implica la interferencia en la actividad decisoria de otra empre-
sa, de forma que esta consienta que la empresa dominante condicione su gestin
de forma estable. Las reas en que normalmente opera la direccin unificada pue-
den ser amplias, aunque la doctrina refiere normalmente a las de ndole financie-
ra, comercial, productiva y la de decisin sobre la poltica de personal.
La consecuencia ms relevante de considerar que el grupo de empresas cons-
tituye un nico empleador se encuentra en el campo de la responsabilidad, donde
las empresas que forman el grupo responden por los crditos laborales de los tra-
bajadores de cualquiera de las empresas integrantes del grupo.
Finalmente, en el anlisis de la problemtica de Derecho Individual y
Colectivo en los grupos de empresa, no debera haber inconveniente dogm-
tico en aceptar un criterio ponderado y flexible, en funcin de la finalidad que
cada precepto o instituto posea, extremo que permitir realizar una lectura te-
leolgica de su alcance y entender que concuerda mejor con la proteccin de
los derechos del trabajador en el grupo de empresas concebido este como un
empleador nico.
305
LA NEGOCIACIN COLECTIVA PERUANA
EN LOS GRUPOS DE EMPRESA
INTRODUCCIN
(1) Abogado y socilogo por la Pontificia Universidad Catlica del Per. Doctor en Derecho por la Universidad
Carlos III de Madrid. Profesor de la Maestra de Derecho del Trabajo y Seguridad Social de la PUCP.
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Sociedad Peruana de Derecho del Trabajo y de la Seguridad Social
(2) Una de las primeras investigaciones que muestran los profundos cambios que se venan produciendo
en la organizacin del trabajo la encontramos en: PIORE, Michael J. y SABEL, Charles F. La segunda
ruptura industrial. Alianza Editorial, Madrid, 1990.
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Primer Encuentro Peruano-Chileno-Uruguayo
(3) Cfr. CASTELLS, Manuel. La era de la informacin. La sociedad red. Vol. 1. 2 ed., Alianza Editorial,
traduccin de Carmen Martnez Gimeno y Jess Albors, Madrid, 2002, p. 226.
(4) Cfr. URREA GIRALDO, Fernando. Globalizacin, subcontratacin y desregulacin laboral. Una re-
visin bibliogrfica parcial. En: ARANGO, Luz Gabriela y MARINA LPEZ, Carmen (compiladoras).
Globalizacin, apertura econmica y relaciones industriales en Amrica Latina. Universidad Nacional
de Colombia, Bogot, 1999, pp. 56-57.
309
Sociedad Peruana de Derecho del Trabajo y de la Seguridad Social
310
Primer Encuentro Peruano-Chileno-Uruguayo
311
Sociedad Peruana de Derecho del Trabajo y de la Seguridad Social
(7) GIANIBELLI, Guillermo. Transformaciones de la empresa y el Derecho del Trabajo. En: Las trans-
formaciones de la empresa en el Derecho del Trabajo de Mario Ackerman y Diego Martn Tosca,
Rubinzal-Culzoni Editores, Buenos Aires, 2007, pp. 813-814.
(8) FERNNDEZ BRIGNONI, Hugo. Las mutaciones de las empresas en el inicio del siglo XXI En: Las
transformaciones de la empresa en el Derecho del Trabajo de Mario Ackerman y Diego Martn Tosca.
Rubinzal-Culzoni Editores, Buenos Aires, 2007, pp. 300-301.
312
Primer Encuentro Peruano-Chileno-Uruguayo
(9) Cfr. RIVERO LAMAS, Juan. La descentralizacin productiva y las nuevas formas organizativas de
trabajo. En: AA.VV. La descentralizacin productiva y las nuevas formas organizativas de trabajo.
Ministerio de Trabajo y Asuntos Sociales, Madrid, 2000, p. 20.
(10) Cfr. ALONSO OLEA, Manuel y CASAS BAHAMONDE, Mara Emilia. Derecho del Trabajo. Vigsimo
cuarta edicin revisada, Thomson-Aranzadi, Madrid, 2006, p. 251.
(11) Cfr. MENNDEZ CALVO, Remedios. Negociacin colectiva y descentralizacin productiva. Consejo
Econmico y Social, Madrid, 2009, p. 23.
(12) CORTE SUPREMA DE CANAD. Case of Pointe Claire (City) v. Quebec (Labour Court) 1. SCR,
1997, pp. 1015, 1055.
313
Sociedad Peruana de Derecho del Trabajo y de la Seguridad Social
314
Primer Encuentro Peruano-Chileno-Uruguayo
315
Sociedad Peruana de Derecho del Trabajo y de la Seguridad Social
(18) Cfr. DEAKIN, Simon. Commentary. The changing concept of employer in Labour Law. En: Industrial
Law Journal. Vol. 30 (1), University Press, Oxford, 2001, p. 72 y FUDGE, Judy. The legal boundaries
of the employer, precarious workers, and labour protection. En: DAVIDOV, Guy y LANGILLE, Brian
(Editores). Boundaries and frontiers of Labour Law. Goals and means in the regulation of work. Hart
Publishing, Oxford and Portland, 2006, p. 314.
(19) dem.
(20) Cfr. ARCE ORTIZ, Elmer. Imputacin de cargas laborales en la subcontratacin persiguiendo un
gigante o a un molino de viento?. En: Alcances y eficacia del Derecho del Trabajo: tercerizacin,
inspeccin y derechos colectivos. Sociedad Peruana de Derecho del Trabajo, Lima, 2008. pp. 26-27.
(21) Cfr. DAVIDOV, Guy. Joint employer status in triangular employment relationships. En: British Journal
of Industrial Relations. Vol. 42 (4), Wiley-Blackwell, Oxford, 2004, p. 727.
316
Primer Encuentro Peruano-Chileno-Uruguayo
317
Sociedad Peruana de Derecho del Trabajo y de la Seguridad Social
(22) TRIBUNAL CONSTITUCIONAL DEL PERU. Sentencia del 26 de marzo de 2003 (Expediente N 00261-
2003-AA/TC).
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Primer Encuentro Peruano-Chileno-Uruguayo
(23) COMIT DE LIBERTAD SINDICAL. Informe N 338 Caso 2375 (Per). Oficina Internacional del
Trabajo, Ginebra, noviembre 2005, prrafo 1226.
319
Sociedad Peruana de Derecho del Trabajo y de la Seguridad Social
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Primer Encuentro Peruano-Chileno-Uruguayo
(25) COMIT DE LIBERTAD SINDICAL. Informe N 343, Caso 2375 (Per). Oficina Internacional del
Trabajo, Ginebra, noviembre 2006, prrafo 181.
321
Sociedad Peruana de Derecho del Trabajo y de la Seguridad Social
(26) NEVES MUJICA, Javier. El nivel de la negociacin en la actividad portuaria. En: Revista Asesora
Laboral. Ao XVII, N 196, Estudio Caballero & Bustamante, Lima, abril 2007, p. 17.
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324
Primer Encuentro Peruano-Chileno-Uruguayo
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Sociedad Peruana de Derecho del Trabajo y de la Seguridad Social
(30) CASTELLO, Alejandro. Grupo de empresas. En: Ackerman, Mario y Tosca, Diego M. (Compiladores).
La transformacin de la empresa en el Derecho del Trabajo. Rubinzal-Colzoni Editores, Buenos Aires,
2007, p. 536.
(31) Ibdem, p. 538.
(32) RAGUSA, Azucena Beatriz. Los grupos de empresas. En: Ackerman, Mario y Tosca, Diego M. (Com-
piladores). La transformacin de la empresa en el Derecho del Trabajo. Rubinzal-Colzoni Editores,
Buenos Aires, 2007, p. 514.
326
Primer Encuentro Peruano-Chileno-Uruguayo
(33) La consolidacin de las leyes del trabajo brasilea lo establece en su artculo 2, 2 y el artculo 31 de la
Ley de Contratos de Trabajo argentina.
(34) Cfr. ERMIDA URIARTE, scar. Empresas multinacionales y Derecho Laboral. Ediciones Jurdicas
A.M. Fernndez, Montevideo, 1981, pp. 147-151.
(35) La reciente reforma del Estatuto de los Trabajadores espaol regula la legitimacin de los trabajadores
en una negociacin colectiva del grupo de empresa en su artculo 87, 1er tercer prrafo.
327
Sociedad Peruana de Derecho del Trabajo y de la Seguridad Social
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Primer Encuentro Peruano-Chileno-Uruguayo
(38) Previamente fue adquirida la Compaa Nacional de Cerveza que contaba con tres plantas (Senz Pea,
Modelo y Trujillo).
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Sociedad Peruana de Derecho del Trabajo y de la Seguridad Social
(39) Aunque la jurisprudencia espaola ha calificado que la suscripcin de tres empresas de un mismo conve-
nio colectivo conjuntamente evidencia la existencia de un grupo de empresas. Cfr. MARTNEZ GIRN,
330
Primer Encuentro Peruano-Chileno-Uruguayo
Jess. La jurisprudencia laboral sobre negociacin colectiva y grupos de empresas. En: Martnez Girn,
Jess (Coordinador). La negociacin colectiva en grupos de empresas: procedimientos de negociacin y
experiencias negociales. Ministerio de Trabajo y Asuntos Sociales, Madrid, 2003, p. 27.
(40) Cfr. CANESSA MONTEJO, Miguel F. La negociacin colectiva en el contexto de la descentralizacin
productiva peruana. En: Cuaderno de Trabajo del CICAJ N 8, Nueva Serie. Departamento Acadmico
de Derecho de la PUCP, Lima, 2013, p. 32 y ss.
(41) Las empresas presentaron una accin contencioso-administrativa contra la Resolucin Directoral del
Ministerio de Trabajo, de modo que la negociacin colectiva contina paralizada hasta que el Organismo
Judicial se pronuncie de manera firme sobre el tema.
(42) MINISTERIO DE TRABAJO. Resolucin Directoral General N 021-2011-MTPE/2/14 de 4 de noviembre
de 2011, considerando 20.
331
Sociedad Peruana de Derecho del Trabajo y de la Seguridad Social
REFLEXIN FINAL
332
Primer Encuentro Peruano-Chileno-Uruguayo
333
LOS GRUPOS DE EMPRESAS
Y LOS DERECHOS COLECTIVOS EN CHILE.
EVIDENCIA DE LA FRAGILIDAD
DEL SISTEMA NORMATIVO VIGENTE
I. CUESTIONES PRELIMINARES
1. Planteamiento
La descentralizacin productiva, fenmeno ya instalado en nuestros pases,
ciertamente est implicando una serie de importantes efectos en diversos mbitos,
como la economa, la tecnologa y, por cierto, el Derecho.
En este ltimo mbito, el referido fenmeno ha significado poner a prueba
los sistemas normativos desde la ptica de diversas disciplinas jurdicas, como lo
son el Derecho Comercial, el Derecho Tributario y, en lo que nos compete, el De-
recho del Trabajo. En efecto, la reestructuracin de la empresa (y de la produccin)
ha trado consigo nuevas formas de organizacin del trabajo, con sendos efectos
jurdicos, constituyendo un nuevo escenario para el ejercicio de los derechos de-
rivados de las relaciones laborales.
Los grupos de empresa constituyen una de las diversas manifestacio-
nes de la descentralizacin productiva, y han evidenciado mltiples problemas
(1) Profesor de Derecho del Trabajo en la Facultad de Ciencias Jurdicas y Sociales de la Universidad de
Talca, Chile. Director de la Sociedad Chilena de Derecho del Trabajo y Seguridad Social. Correo elec-
trnico: [email protected].
335
Sociedad Peruana de Derecho del Trabajo y de la Seguridad Social
y efectos jurdico-laborales en nuestro pas, los que han sido atendidos funda-
mentalmente por la doctrina y la jurisprudencia, en particular desde inicios de
la dcada del 2000.
Primeramente, se ha debido atender a la configuracin jurdica de los gru-
pos de empresas a efectos del Derecho del Trabajo, es decir, a la determinacin
del constructo jurdico que permite sostener la existencia de un grupo empre-
sarial en este mbito. Acto seguido, ha sido necesaria la determinacin de sus
efectos respecto del reconocimiento y ejercicio de los derechos laborales, tan-
to individuales como colectivos. Se trata, como podr advertirse, de una mate-
ria de exquisita complejidad jurdica que bien servira para comentar el entero
funcionamiento del sistema de fuentes del Derecho del Trabajo en Chile e ilus-
trar sus falencias.
La ponencia oficial de Chile en este tema, presentada por la Prof. Dra. Irene
Rojas Mio, expone una documentada visin sobre el tema, aportando una pers-
pectiva panormica respecto de la existencia e incidencia de los grupos de em-
presa en las relaciones laborales de nuestro pas, marcada particularmente por la
relevancia de la empresa (y su controvertido concepto legal) en la definicin del
sistema normativo vigente.
Los comentarios que siguen se concentran en una de las mltiples aristas
problemticas expuestas en la mencionada ponencia. Tras algunas ideas prelimi-
nares de contexto, el anlisis que sigue desarrolla especialmente las implicancias
de la existencia de grupos de empresa en el ejercicio de los derechos colectivos.
Respecto de estos derechos, en efecto, los grupos de empresas han significado
una evidencia clara de la fragilidad del sistema normativo laboral impuesto du-
rante la dictadura militar (denominado Plan Laboral), y que en esencia persiste
hasta nuestros das, pese a las reformas operadas tras el retorno a la democracia.
Concretamente, se da sinttica cuenta de las bases normativas sobre las que
se sostiene nuestro Derecho Colectivo, donde la empresa aparece como un con-
cepto neurlgico, para luego comentar las respuestas (jurisprudenciales y legales)
al fenmeno de los grupos de empresa en dicho mbito.
336
Primer Encuentro Peruano-Chileno-Uruguayo
la realidad material y las formas jurdicas(2). Con todo, es necesario distinguir, de-
bido a su diversa fundamentacin jurdica y complejidad de anlisis, a los grupos
de empresas de otras manifestaciones de la descentralizacin productiva, pese a
que en muchos casos se presentan de manera simultnea en los sistemas contem-
porneos de relaciones laborales(3).
Respecto del caso chileno, la ponencia oficial presentada por la Prof. Ro-
jas desarrolla la distincin y posterior relacin de las nociones de empresa y gru-
po de empresas, teniendo presente que el primero es un concepto definido expre-
samente por el legislador nacional, y que el segundo es una entidad econmica
real, pero que an no ha sido definida por la ley laboral, con la prevencin que se
plantea en la ltima parte de este trabajo(4). Con esta primera constatacin, la ci-
tada ponencia avanza hasta la determinacin del elemento distintivo de un grupo
de empresas, cual es la existencia de una unidad econmica.
Ahora bien, pese al aporte que significa la referida determinacin para
la configuracin jurdica de un grupo empresarial, esta primera arista del pro-
blema no queda del todo solucionada, toda vez que en la prctica estos gru-
pos presentan diversas estructuras, lo que reubica la cuestin en la opcin por
una concepcin amplia o restringida del elemento tipificante, es decir, la direc-
cin unitaria(5).
En definitiva, se advierte que para solucionar el problema de la configura-
cin jurdica de los grupos de empresa se ha echado mano principalmente al De-
recho comparado y, en especial, a su doctrina, toda vez que en los sistemas nor-
mativos comparados tampoco es comn encontrar un reconocimiento legislati-
vo expreso de estos grupos para efectos laborales. De esta manera, la dotacin de
contenido fctico al elemento que define a un grupo de empresas como centro de
imputacin normativa ha venido dada por un trabajo casustico que han realizado
(2) SALA, Toms. Derecho del Trabajo. Tirant Lo Blanch, 2000, p. 241. Este es el concepto que habitual-
mente utiliza la doctrina y jurisprudencia nacional.
(3) As puede ocurrir, en el caso chileno, respecto de supuestos de grupos de empresas que involucren
relaciones de subcontratacin (la legislacin vigente permite subcontratar incluso actividades del giro
de la empresa principal) o sucesin de empresas. En el caso del suministro de trabajo, en cambio, la
regulacin vigente prohbe que se solape con un grupo de empresas. El art. 183-I del Cdigo del Trabajo
(en adelante, CT) establece, en este sentido, que las empresas de servicios transitorios no podrn ser
matrices, filiales, coligadas, relacionadas ni tener inters directo o indirecto, participacin o relacin
societaria de ningn tipo, con empresas usuarias que contraten sus servicios.
(4) Sin embargo, los grupos de empresas s han recibido tratamiento normativo en otras disciplinas jurdicas,
como son el Derecho Comercial y Tributario.
(5) Un claro ejemplo de las diferencias estructurales de los grupos de empresas es dado por el Derecho
Comercial chileno, donde el legislador distingue entre sociedades matrices y filiales cuando existe
control, ya sea por patrimonio o por administracin, y entre sociedades coligantes y coligadas, cuando
hay vinculacin societaria, pero no alcanza a haber control.
337
Sociedad Peruana de Derecho del Trabajo y de la Seguridad Social
338
Primer Encuentro Peruano-Chileno-Uruguayo
dogmtica, la distincin entre los grupos de empresa lcitos y aquellos que se con-
figuran recurriendo al fraude de la personalidad jurdica.
En el primer caso, se trata de complejos empresariales que adoptan una or-
ganizacin plural desde el punto de vista comercial, existiendo, sin embargo, una
unidad econmica o direccin unitaria. En estos supuestos, no se plantea una elu-
sin de la figura del empleador (por el contrario, se reconoce la pluralidad de em-
pleadores), sino que el problema principal radica en encontrar (y reconocer) un
centro de imputacin laboral que aglutine al grupo.
Por otra parte, el cuestionado concepto legal de empresa ha dado espacio
para la proliferacin de fragmentaciones empresariales formales, que en los hechos
mantienen una sola estructura laboral de subordinacin respecto de los trabajado-
res. Estas manifestaciones patolgicas de la descentralizacin productiva, espe-
cialmente visibles en el sector del retail, exigen la identificacin del verdadero em-
pleador en cuanto centro tradicional de imputacin normativa en materia laboral(9).
Con todo, y como se ver, estas distinciones no siempre han estado claras
en las respuestas jurisprudenciales, y ahora legales, sobre los grupos de empresa
y sus efectos laborales.
(9) Al respecto, vase UGARTE, Jos Luis. El concepto legal de empresa y el derecho laboral: cmo salir
del laberinto. En: Revista Chilena de Derecho Privado. N 20, 2013, pp. 185 a 213.
339
Sociedad Peruana de Derecho del Trabajo y de la Seguridad Social
adecuada y oportunamente una realidad cierta, como son los grupos de empresas
y sus efectos jurdico-laborales. Asimismo, evidencian que nuestro sistema nor-
mativo ha entrado en jaque y que requiere de soluciones efectivas en aras de la
proteccin de los derechos de los trabajadores.
Como se ha dicho, la ausencia de reconocimiento de los grupos de empresas
y de sus efectos jurdicos por parte del legislador laboral ha forzado una respuesta
jurisprudencial a estos problemas. En efecto, en nuestro pas ha sido la jurispru-
dencia judicial la que ha llevado adelante el proceso de recepcin de los grupos
de empresas para efectos laborales, principalmente a travs de sentencias en cau-
sas sobre terminacin de contratos individuales de trabajo, donde han establecido
la responsabilidad solidaria de las empresas que integran un grupo por las obliga-
ciones laborales pendientes o derechamente incumplidas.
De esta forma, se ha avanzado desde la primaria identificacin de la empre-
sa con su titular(10) hasta el reconocimiento de los grupos de empresas para efec-
tos del Derecho Individual del Trabajo, asumiendo que la empresa es una unidad
que no necesariamente se identifica con la organizacin jurdica de su titular. Asi-
mismo, se plante la existencia de una suerte de transicin en que se identific a
la empresa con el titular de la misma, pero sin exigir que se tratara de sujetos con
personalidad jurdica, bastando con que tuviera una individualidad legal determi-
nada, concepto amplio que admite manifestaciones diversas (asociaciones, comu-
nidades, sociedades de hecho, corporaciones, etc.)(11).
En definitiva, cabe insistir en que la jurisprudencia judicial ha venido sos-
teniendo en la ltima dcada una postura bastante ms realista, que plantea que
el concepto de empresa en materia de legislacin laboral es ms amplio que el
de sociedad. Esta lnea jurisprudencial se basa principalmente en la aplicacin de
uno de los principios propios del Derecho del Trabajo, cual es el principio de su-
premaca de la realidad.
En este orden de cosas, hacen mucho sentido las palabras del Prof. Jos
Luis Ugarte, quien ha insistido en la importancia del silencioso retorno, despus
de dcadas de silencio durante la era de la flexibilidad laboral, a los tan clsicos
(10) Utilizando una concepcin restringida y subjetiva del concepto de empresa, cuestionada de forma casi
unnime por nuestra doctrina. Por todos, UGARTE, Jos Luis. El concepto legal de empresa en el derecho
laboral chileno: mucho ruido, pocas nueces. En Revista Laboral Chilena. N 98, 2001, pp. 60 a 71.
(11) Tngase presente, adems, que en ocasiones la jurisprudencia judicial restringi an ms el concepto de
empresa, agregndole un nuevo elemento: la capacidad para ser transferida. Paradigmticos resultan, en
tal sentido, ciertos pronunciamientos judiciales relativos al ejercicio, por parte de los trabajadores, del
derecho de sindicacin y de negociacin colectiva en los oficios de los conservadores de bienes races,
que en Chile son entidades auxiliares de la administracin de justicia.
340
Primer Encuentro Peruano-Chileno-Uruguayo
como olvidados principios del Derecho del Trabajo(12). Ciertamente, uno de los
conceptos que ha requerido la aplicacin de los principios del Derecho del Traba-
jo es el de empresa para efectos jurdico-laborales.
Los tribunales han ensamblado, entonces, una triloga con elementos tan-
to dogmticos como prcticos para aceptar la existencia de los grupos de em-
presas y reconocer sus efectos jurdicos en las relaciones laborales, con el alcan-
ce indicado. Esta triloga est compuesta por el principio de primaca de la reali-
dad, la doctrina del levantamiento del velo de la personalidad jurdica(13) y la apli-
cacin del mtodo indiciario(14).
1. Planteamiento
El reconocimiento de los derechos colectivos por el sistema normativo la-
boral actual se plantea en torno a la empresa. Con las prevenciones que siguen no
se reconoce el grupo de empresas como nivel de ejercicio de estos derechos. Por
ello, como se adelant, las implicancias del grupo de empresas en la eficacia de
los derechos colectivos resultan determinantes.
En lo que respecta al derecho de sindicalizacin, la ley laboral permi-
te la constitucin de diversos tipos de sindicatos, algunos nominados por ella
misma en el artculo 216 CT. En efecto, atendiendo a la unidad de constitucin
los sindicatos podrn ser de empresa, si agrupan a trabajadores de una misma
empresa, o interempresa, cuando agrupen a trabajadores de dos o ms emplea-
dores distintos.
Si bien la Ley N 19.759 de 2001 ampli los mrgenes del derecho de sindi-
calizacin, permitiendo la constitucin de sindicatos innominados o de plena auto-
noma, se ha comprobado que dicha modificacin legal ha tenido escasa incidencia
prctica, toda vez que el derecho de negociacin colectiva sigue estando asociado
en los hechos al nivel de empresa, que es donde se consagra el deber de negociar.
(12) UGARTE, Jos Luis. El silencioso retorno de los principios del Derecho del Trabajo. En La Semana
Jurdica, Ao 5, N 246, Chile, p. 16.
(13) Al respecto, vase LPEZ, Patricia. La doctrina del levantamiento del velo y la instrumentalizacin de
la personalidad jurdica. LexisNexis, Chile, 2003.
(14) Esta misma triada, aunque con algunas diferencias de nfasis, ha sido la base de la construccin juris-
prudencial para recepcionar la existencia de los grupos de empresas y reconocer sus efectos en materia
laboral en varios sistemas normativos comparados.
341
Sociedad Peruana de Derecho del Trabajo y de la Seguridad Social
(15) La norma referida establece que las modificaciones totales o parciales relativas al dominio, posesin
o mera tenencia de la empresa no alterarn los derechos y obligaciones de los trabajadores emanados
de sus contratos individuales o de los instrumentos colectivos de trabajo, que mantendrn su vigencia
y continuidad con el o los nuevos empleadores.
(16) En su momento, el Prof. Tapia lleg a sostener que dicha mutacin operaba de pleno derecho (TAPIA,
Francisco. El concepto de empresa y los derechos sindicales en el Derecho chileno del Trabajo. En
Caamao, Eduardo; Pereira, Rafael (Dir.). Estudios de Derecho del Trabajo y Seguridad Social. Vol.
V. Ed. Abeledo-Perrot, Chile, 2012, p. 316).
(17) En el mismo sentido, vanse tambin los dictmenes Ord. N 5047/220, de 26 de noviembre de 2003; y
Ord. N 3228/051, de 21 de julio de 2010.
(18) En lo pertinente, el art. 19 N 16 de la Constitucin establece que la negociacin colectiva con la empresa
en que laboren es un derecho de los trabajadores, salvo los casos en que la ley expresamente no permita
negociar.
342
Primer Encuentro Peruano-Chileno-Uruguayo
2. La respuesta de la jurisprudencia
Habida cuenta de la radicacin de los derechos colectivos en la empresa,
sea por la norma, sea que resulte as en los hechos, el problema consiste en defi-
nir empresa para estos efectos.
En un primer momento, la Direccin del Trabajo asumi la tesis restringida
del concepto legal de empresa, asocindola a la existencia de personalidad jurdi-
ca y rol nico tributario. En tal sentido, estim que sociedades relacionadas eran
(19) Al respecto, vase tambin: ROJAS, Irene. Manual de Derecho del Trabajo, Derecho Individual. Editorial
LexisNexis, Chile, 2004, p. 74 y ss.
(20) GAMONAL, Sergio. La libertad sindical y los grupos de empresa. En Revista Laboral Chilena. Chile,
noviembre, 2000, p. 56.
343
Sociedad Peruana de Derecho del Trabajo y de la Seguridad Social
(21) Por todos, vanse los dictmenes de la Direccin del Trabajo Ord. N 1157/52, de 14 de febrero de 1995;
Ord. N 1750/74, de 20 de marzo de 1995; y Ord. N 1754/78, de 20 de mayo de 1995.
(22) As ha ocurrido, por ejemplo, respecto de empresas del Grupo LAN (Dictamen Ord. 1281/021, de 17
de marzo de 2006); y de empresas del Grupo Periodstico COPESA (Dictamen Ord. 0373/010, de 24 de
enero de 2007).
(23) En este sentido, vanse por todas las sentencias de la Corte Suprema de 22 febrero de 2001, Rol 569-
2001, y de 18 de julio de 2002, Rol 2447-2002.
Entre los autores, ha defendido esta tesis PALAVECINO, Claudio. El concepto de empresa y su pro-
blemtica. En Revista Laboral Chilena, N 168. 2008, pp. 83 a 85.
En contra de la misma, por estimar que el uso desviado de la accin de proteccin () impone una
camisa de fuerza al derecho colectivo nacional, vase GAMONAL, Sergio. Los grupos de empresa
en Chile: tensiones y problemas. En Revista Laboral Chilena. N 150, 2006, pp. 68 a 75. Asimismo,
asumiendo esta tesis, vase la Sentencia de la Corte de Apelaciones de Santiago, Rol N 38496-2012,
de 7 de marzo de 2013.
344
Primer Encuentro Peruano-Chileno-Uruguayo
los trminos del artculo 3 CT, a efectos de definir fehacientemente la base del de-
recho de sindicalizacin y negociacin colectiva.
Recurriendo al acervo doctrinal y jurisprudencial inicialmente construido
respecto de la vigencia de derechos individuales en el contexto de grupos empresa-
riales, los tribunales han empezado a aceptar la tesis de la unidad econmica tam-
bin respecto de derechos colectivos, cuando as se colige de los indicios o ma-
nifestaciones concretas en los supuestos de hecho sometidos a su conocimiento.
Concretamente, esta jurisprudencia ha reconocido los derechos de sindica-
lizacin y negociacin colectiva en el marco de grupos de empresas. As, ha reco-
nocido la facultad de los sindicatos de empresa demandantes de incorporar como
socios a trabajadores actuales o futuros de las distintas sociedades que la confor-
man. Bajo la misma lgica, ha sostenido que los trabajadores contratados por cual-
quiera de las sociedades del grupo pueden conformar en conjunto otro u otros sin-
dicatos de empresa, cumpliendo los dems requisitos legales.
En lo referido a la negociacin colectiva, estos fallos han declarado el dere-
cho de los sindicatos de empresa para negociar con el grupo empresarial, entendi-
do como una unidad econmica o una sola empresa, cumplindose por cierto los
dems requisitos legales. Asimismo, esta nueva doctrina jurisprudencial entien-
de que tal reconocimiento alcanza para que dichos sindicatos puedan representar
a cualquier trabajador en calidad de afiliado o adherente, que mantenga relacin
laboral con cualquiera de las empresas del grupo respectivo, al momento de en-
contrarse en un proceso de negociacin colectiva.
Es ms, los sindicatos han demandado tambin que el reconocimiento de
la unidad econmica suponga que ostentan la representacin de cualquier traba-
jador de las empresas del grupo, para el respeto, proteccin y promocin de sus
derechos laborales reconocidos en la legislacin vigente; sin embargo, sobre esta
arista no se han pronunciado los fallos judiciales en comento(24).
(24) As, se ha declarado respecto de empresas del Grupo AMEC (Sentencia del Segundo Juzgado de Letras
del Trabajo de Santiago, RIT O-1601-2011, de 28 de diciembre de 2011; y Sentencia del Primer Juzgado
de Letras del Trabajo de Santiago, RIT O-3770-2011, de 28 de enero de 2013); y de empresas del Grupo
Hites (Sentencia del Segundo Juzgado de Letras del Trabajo de Santiago, RIT O-2017-2012, de 7 de
septiembre de 2012).
Tngase presente que las sentencias referidas al Grupo AMEC fueron recurridas de nulidad, resultando
rechazados dichos recursos (Sentencias de la Corte de Apelaciones de Santiago, Rol N 137-2012, de
6 de diciembre de 2013; y Rol N 268-2013, de 8 de noviembre de 2013, respectivamente). Asimismo,
contra estas sentencias se han interpuesto sendos recursos de unificacin de jurisprudencia, los que a
la fecha de cierre de este trabajo estn pendientes de resolucin (Ns de ingreso a Corte Suprema 1806-
2014 y 16310-2013, respectivamente, vistos de manera conjunta en la referida Corte). Con todo, vale
anotar aqu que lo que se pretende unificar es la procedencia legal de la tesis de la unidad econmica
en la interpretacin del concepto de empresa, pero no sus especficos efectos respecto de los derechos
laborales de ndole colectiva.
345
Sociedad Peruana de Derecho del Trabajo y de la Seguridad Social
Por la relevancia que supone, en cuanto abri esta incipiente doctrina juris-
prudencial, vale la pena citar un extracto de la sentencia pronunciada por el Ma-
gistrado lvaro Flores (RIT O-1601-2011, ya identificada):
Los derechos colectivos del sindicato demandante estn per se afec-
tados a partir de la pura constatacin de que aquello que acta en la
vida econmica con una pura direccin y con unos identificables y
centralizados fines productivos, se presenta escindido para el ejerci-
cio de los derechos colectivos de los trabajadores de esa realidad par-
celada desde la direccin del propietario () Se lesiona as la mem-
bresa sindical, la fuerza negociadora del colectivo sindical, al afec-
tarse la posibilidad de crecimiento hacia quienes son naturalmen-
te los socios, sin perjuicio de las formas jurdicas con las que estn
vinculados contractualmente.
No obstante, en sentido contrario, y frente a un supuesto de hecho sustan-
cialmente idntico a los que motivaron las sentencias anteriores, se ha estimado
que las diversas sociedades de un grupo de empresas no constituyen una unidad
econmica para efectos laborales. Al efecto, el tribunal, en un planteamiento muy
discutible por carecer de soporte legal, exigi la concurrencia copulativa de di-
versos indicios, lo que no ocurra en dicho caso(25).
En la doctrina, por su parte, se ha planteado la discusin sobre si es posi-
ble aplicar doctrina del levantamiento del velo a efectos del reconocimiento de
derechos colectivos en el grupo de empresas. En general, conforme se ha seala-
do, dicha tesis pretende asimilar al grupo de empresas a una unidad econmica y,
por consiguiente, a una empresa, con el objeto de hacer que todas entidades que
integran el grupo respondan (solidariamente) por derechos individuales pendien-
tes de pago. Pero es posible aplicar el mismo fundamento para descubrir la ver-
dadera empresa a efectos de definir el ejercicio de derechos colectivos? En este
punto, los autores se han mostrado divididos entre quienes apoyan la aplicacin
(25) El grupo en cuestin era el Grupo Copesa. El rechazo a la existencia de una unidad econmica en este
caso se fund en que no concurran copulativamente los siguientes indicios: 1. Confusin, identidad o
relacin de patrimonios entre sociedades del grupo, 2. Empresas comparten representantes, o directores,
o ejecutivos, 3. Domicilio comn, funcionamiento en el mismo inmueble, 4. Apariencia externa de unidad
empresarial, 5. Gestin comn, direccin o administracin de alguna o algunas de las sociedades por
otra, 6. Prestacin de servicios simultnea o sucesiva en las empresas del grupo (personal indiferenciado)
y, 7. Ejercicio del mismo rubro o giros complementarios (Sentencia del Primer Juzgado de Letras del
Trabajo de Santiago, RIT O-1369-2013, de 26 de julio de 2013).
346
Primer Encuentro Peruano-Chileno-Uruguayo
c. La respuesta legal
Las dificultades (y carencias) de la reinterpretacin jurisprudencial del con-
cepto legal de empresa sirvieron de sustrato al reclamo y consiguiente discusin
sobre la necesidad de una modificacin legal en la materia.
Habiendo transcurrido ms de una dcada en este dilatado debate, desde la
doctrina se advirti sobre los alcances que deba considerar una inminente reforma
legal. Deba atender solo al problema del uso fraudulento de personalidad jurdi-
ca en materia laboral (sin alcanzar a los grupos de empresas lcitos), y la frmula
legal que se definiera deba exhibir una alta rigurosidad lingstica para lograr el
objetivo deseado por el legislador(28). Ninguna de las dos prevenciones fue tenida
en cuenta, segn se comenta enseguida.
Por estos das, se encuentra a puertas de entrar en vigencia una ley que mo-
difica el contenido del art. 3 CT, cuyo propsito ha sido regular el fenmeno co-
loquialmente denominado Multirut, esto es, empresas que pese a funcionar bajo
una direccin comn, se fraccionan formalmente mediante la utilizacin de ml-
tiples RUT (Rol nico Tributario).
Se trata de un proyecto de ley presentado originalmente por el diputado Ser-
gio Aguil en 2006 (N de Boletn 4456-13), tras la declaracin de inconstitucio-
nalidad del nuevo concepto de empresa que inclua el entonces proyecto de Ley
de Subcontratacin(29). El proyecto original recibi varias indicaciones, siendo las
(26) En esta posicin, vase ROJAS, Irene. El peculiar concepto de empresa para efectos jurdico laborales:
implicancias para la negociacin colectiva. En Revista Ius et Praxis. N 2, Universidad de Talca, Chile,
2001, pp. 409 a 422; y UGARTE, Jos Luis. El concepto legal de empresa en el derecho laboral chileno:
mucho ruido, pocas nueces. En Revista Laboral Chilena, N 98, 2001, pp. 60 a 71.
(27) En apoyo de la negativa, vase SBOCCIA, Eduardo. El holding o grupo de empresas y la negocia-
cin colectiva. En Revista de Derecho de la Empresa. Universidad Adolfo Ibez, N 6, Chile, 2006,
pp. 41 a 64; y POBLETE, Carlos; PALAVECINO, Claudio. La empresa frente a las pretensiones co-
lectivas de trabajadores ajenos. En Revista Actualidad Jurdica. Universidad del Desarrollo, N 20,
Chile, 2009, pp. 675 a 694.
(28) Una reforma en esta materia no puede derivar en una sustitucin normativa ms compleja e inde-
terminada que la anterior, que genere mayores espacios para la discrecionalidad judicial, porque eso
comporta un alto riesgo que frustre el objetivo legislativo buscado (UGARTE, Jos Luis. El concepto
legal de empresa y el derecho laboral: cmo salir del laberinto. En Revista Chilena de Derecho Privado.
N 20, 2013, p. 203 y ss.).
(29) El Proyecto de Ley de Subcontratacin inclua, en efecto, un nuevo concepto legal de empresa, que
sera aplicable al mbito previsto por dicha ley. El nuevo concepto consista, en trminos generales,
en el mismo que contiene el artculo 3 CT, sin la referencia a la identidad legal determinada. Dicho
concepto, sin embargo, fue declarado inconstitucional por el Tribunal Constitucional, por una cuestin
de forma, por lo que la Ley N 20.123 de 2006 fue aprobada sin dicha norma.
347
Sociedad Peruana de Derecho del Trabajo y de la Seguridad Social
principales las presentadas por el presidente Sebastin Piera (2012), y por la pre-
sidenta Michelle Bachelet (abril, 2014), esta ltima en el marco de las 50 medi-
das comprometidas para los primeros 100 das del Gobierno de la Nueva Mayo-
ra. En efecto, esta ltima indicacin fue la que dio la redaccin final al proyec-
to aprobado por el Congreso, de lo que se colige que su contenido definitivo tuvo
una tramitacin express(30).
En lo que respecta al contenido de este trabajo, la nueva regulacin legal
que modifica el art. 3 y sustituye el art. 507 CT establece que:
Dos o ms empresas sern consideradas como un solo empleador
para efectos laborales y previsionales, cuando tengan una direccin
laboral comn, y concurran a su respecto condiciones tales como la
similitud o necesaria complementariedad de los productos o servi-
cios que elaboren o presten, o la existencia entre ellas de un contro-
lador comn(31).
Adems de definir los supuestos en que se configura el Multirut, el texto
legal aprobado establece los efectos que plantea su existencia respecto de los de-
rechos colectivos:
Los trabajadores de todas las empresas consideradas como un solo
empleador podrn constituir uno o ms sindicatos que los agrupen,
o mantener sus organizaciones existentes; podrn, asimismo, nego-
ciar colectivamente con todas las empresas que han sido considera-
das como un empleador, o bien con cada una de ellas. Los sindicatos
interempresa que agrupen exclusivamente a trabajadores dependien-
tes de empresas que hayan sido declaradas como un solo empleador
podrn presentar proyectos de contrato colectivo, siendo obligatorio
para el empleador negociar con dichos sindicatos(32).
Como primera cuestin, me parece que hay que valorar esta reforma legal
en su justo mrito y no pretender que con ella vayan a solucionarse problemas de
mayor calado que subsisten en nuestro sistema normativo, heredados en buena
medida del Plan Laboral.
(30) A la fecha de cierre de este trabajo, el proyecto se encuentra a la espera de ser promulgado como Ley de
la Repblica. En efecto, con fecha 17 de junio de 2014 el Congreso ofici a la Presidenta en tal sentido.
(31) La norma aprobada aclara que la mera circunstancia de participacin en la propiedad de las empresas
no configura por s sola alguno de los elementos o condiciones sealados en el inciso anterior.
(32) En todos estos casos, agrega la nueva ley, la presentacin y tramitacin de los proyectos de contrato
colectivo se regirn por las normas de la negociacin colectiva reglada de empresa.
348
Primer Encuentro Peruano-Chileno-Uruguayo
Desde tal perspectiva, resulta valorable que se consiga una respuesta legal
ante un fraude que ya parece encostrado en la realidad empresarial de varios sec-
tores productivos, y que ha demostrado tener efectos nefastos respecto de diver-
sos derechos laborales tanto individuales como colectivos.
Si bien los tribunales ya haban reaccionado ante estas malas prcticas em-
presariales, la respuesta jurisprudencial, como se ha sealado, segua siendo par-
cial o incompleta. En este sentido, y asumiendo guste o no nuestra fuerte tra-
dicin legalista, destaco el esfuerzo regulador en esta materia, aunque el texto fi-
nalmente aprobado merezca importantes cuestionamientos, tanto en lo referido a
la configuracin jurdica del Multirut como a la definicin y alcance de sus efec-
tos jurdico-laborales.
Respecto de lo primero, se mantiene el concepto laboral de empresa del ar-
tculo 3 CT (con un mnimo cambio que no altera su esencia), que es el que dio
origen a este desaguisado del multirut(33). Adems, se asimilan los grupos de em-
presa y los Multirut, reconocindoles los mismos efectos. Por ltimo, se relativi-
zan las nociones de empresa y empleador.
Celebro, con todo, que no se haya insistido en la idea de incorporar una co-
misin de expertos, como la que apareca en la propuesta del Gobierno anterior,
y que en cambio sea la Direccin del Trabajo la principal llamada a informar al
juez en caso de controversias sobre la interpretacin de la normativa que se acaba
aprobar. Ms an si la Ministra del Trabajo ha comprometido la creacin de una
institucionalidad especializada para estas materias dentro de la entidad de admi-
nistracin laboral(34).
En la ptica referida, es decir, analizando la nueva regulacin en s mis-
ma (y no pretendiendo que consiga lo que no compromete ni pretende como tal),
creo que el principal punto dbil dice relacin con la forma en que la regulacin
recientemente aprobada define la existencia del Multirut. Y ello, por dos razones.
(33) UGARTE, Jos Luis. Multirut: mortalmente parecidos. Diario electrnico El Mostrador, 24 de abril de
2014: <http://www.elmostrador.cl/opinion/2014/04/24/multirut-mortalmente-parecidos/>. Por lo mismo,
el autor ha sostenido que el proyecto aprobado es polticamente miedoso (Ley de Multirut: de vuelta
a los gloriosos 90. Diario electrnico El Mostrador, 23 de junio de 2014: <http://www.elmostrador.cl/
opinion/2014/06/23/ley-de-multirut-de-vuelta-a-los-gloriosos-90/>).
(34) En este sentido, el nuevo texto del art. 3 del Cdigo del Trabajo establece que los conflictos que suscite
la nueva regulacin legal se sustanciarn por el juez del trabajo, conforme al procedimiento de aplica-
cin general, quien resolver el asunto previo informe de la Direccin del Trabajo, pudiendo requerir
adems informes a otros rganos de la Administracin del Estado.
Criticando esta definicin, vase a MORALES, Sergio. Multirut: indicaciones y nuevas dudas. Pgina
web del Instituto Libertad y Desarrollo, revisada el 22 de mayo de 2014: <http://www.lyd.com/centro-
de-prensa/columnas/2014/05/multirut-indicaciones-y-nuevas-dudas-2/>.
349
Sociedad Peruana de Derecho del Trabajo y de la Seguridad Social
(35) Sobre este punto, la doctrina prev que la aplicacin de la nueva normativa generar una avalancha
de juicios (); ante la pretensin de los sindicatos de invocar esta norma para iniciar una negociacin
colectiva, es fcil imaginar que la respuesta de las empresas involucradas ser judicializar el tema y,
aqu, las consecuencias prcticas son impredecibles y podran significar que la interpretacin de la
norma ofrezca respuestas para todos los gustos, profundizando la inseguridad jurdica (CAAMAO,
Eduardo. Proyecto de ley sobre Multirut: no ms parches curitas, por favor. En La Semana Jurdica.
N96, 28 de abril a 2 de mayo, Chile, 2014, p. 6).
(36) En la misma lnea, se ha sostenido que se pierde, ya sea por ineficacia, o por apuro, una buena opor-
tunidad de buscar una mejor tcnica legislativa que establezca elementos objetivos para poder efectuar
calificaciones como las referidas al Multirut. Se deja a un lado, una vez ms, el debate sobre cmo hacer
mejor una legislacin tan importante para el mundo laboral (AGUAYO, Cristian. Multirut, nueva au-
sencia de debate. Diario electrnico El Mercurio Legal, 28 de mayo de 2014: <http://www.elmercurio.
com/Legal/Noticias/Opinion/2014/05/28/Multirut-nueva-ausencia-de-debate.aspx>).
(37) Vase el Programa del actual Gobierno de Chile en <http://michellebachelet.cl/programa/>.
350
Primer Encuentro Peruano-Chileno-Uruguayo
(38) De esta manera, ya no debera hablarse de grupos de empresas, sino simplemente de empresas, entendidas
estas en su real dimensin.
351
Sociedad Peruana de Derecho del Trabajo y de la Seguridad Social
de atencin se volc en los posibles correctivos legales. Ahora, con la nueva re-
gulacin legal, parcial y todo, los ojos vuelven a los tribunales. Es el eterno men-
digar de los derechos colectivos(39).
(39) Aun reconociendo los avances en esta materia desde comienzos de la dcada del dos mil, y destacando
especialmente el rol de la jurisprudencia judicial, la conclusin general hoy no es muy distinta a la que
se planteaba por aquel entonces. Ms all de los intentos de nuestra jurisprudencia administrativa
y judicial, en nuestro sistema jurdico carecemos de instrumentos que muestren eficacia frente a las
distorsiones que pueden producir esta forma de organizacin empresarial en los derechos de los traba-
jadores (GAJARDO, Mara Cristina. Grupos de empresas y empresas transnacionales en Chile: un
nuevo desafo al Derecho del Trabajo. En Revista Laboral Chilena. N 109, 2002, p. 70).
352
LA RESPONSABILIDAD PENAL
DEL EMPLEADOR EN EL PER:
SITUACIN Y PERSPECTIVAS
El empresario que infringe la normativa laboral
teme mucho ms la visita del Inspector de Tra-
bajo que una citacin judicial (penal).
Miguel Bajo Fernndez, 1978
(1) Abogado y maestro en Derecho por la Universidad de San Martn de Porres. Profesor de Derecho
Previsional en la Maestra de Derecho del Trabajo de la Universidad de San Martn de Porres, y de
Instituciones de la Seguridad Social en la Maestra de Derecho del Trabajo y de la Seguridad Social de
la Pontificia Universidad Catlica del Per.
(2) Como reconocen, por todos: RENDN, Jorge. Derecho del Trabajo. Teora General I. 2007; y BLAN-
CAS, Carlos. La clusula de estado social en la Constitucin. Anlisis de los derechos fundamentales
laborales. 2011.
(3) Si bien esta Constitucin se orient hacia temas coyunturales de la poca, hay que recalcar que se abord
un tema fundamental relacionado al Derecho Laboral: la abolicin de la esclavitud. La erradicacin
formal de la esclavitud no dio lugar a la eliminacin del trabajo forzoso, pues en el siglo XIX nuestra
economa era esencialmente agrcola y minera, con un esquema casi feudal.
(4) Esta Constitucin no contena disposicin alguna relativa a los derechos laborales.
(5) En su artculo 158 se sealaba que todos los ciudadanos pueden ser admitidos a los empleos pblicos,
sin otra diferencia que la de sus talentos y virtudes, precepto que puede ser entendido como una con-
cepcin inicial del derecho a la igualdad de oportunidades.
(6) Esta Constitucin contiene algunas disposiciones genricas de ndole laboral. En primer lugar, se reitera
en el artculo 159 lo previsto en la Carta Magna de 1828 sobre el derecho a la igualdad; en segundo
353
Sociedad Peruana de Derecho del Trabajo y de la Seguridad Social
1860 y 1867(7) hacia una de carcter intermedio en 1920, para llegar a una nor-
matividad tuitiva en 1933 y 1979 que fuera parcialmente desarticulada por la
influencia liberal en 1993.
Como nos recuerda valos(8), las luchas sociales y la disconformidad de la
poblacin a inicios del siglo XX dieron lugar a numerosas huelgas, como la de
los trabajadores textiles, del 23 de diciembre de 1918, que llev a la paralizacin
de Lima y el Callao durante tres das, originando la aprobacin del Decreto Su-
premo del 15 de enero de 1919, que estableci la jornada mxima de las ocho ho-
ras diarias. En dicho contexto se promulga la Carta Magna de 1920, que es con-
siderada por algunos autores(9) muy limitada y tmida, pese a que incluy por
primera vez en un texto constitucional un ttulo referido a las garantas sociales,
que reconoca algunos derechos laborales.
Posteriormente, la Constitucin de 1933, que ha sido la norma fundamen-
tal con mayor tiempo de vigencia en nuestra historia (hasta hoy), acentu algunos
preceptos en el tema laboral, incorporando nuevas disposiciones, como consta en
sus artculos 43, 44 y 45, as como en el artculo 48, en materia de seguridad social.
La Constitucin de 1979, que antecedi a la que actualmente nos rige, fue ela-
borada en una etapa de transicin de una dcada de dictadura militar hacia la resti-
tucin de la democracia. Producto de un consenso de las fuerzas polticas predomi-
nantes en esa poca, tiene una tendencia ideolgica socialista moderada, que procura
priorizar las normas de proteccin al trabajador, otorgando rango constitucional a di-
versos derechos laborales, que adquieren entonces la condicin de fundamentales.
Se estableci una proteccin prioritaria entre otros derechos a la remu-
neracin, a una jornada ordinaria de trabajo de ocho horas diarias, al descanso se-
manal y anual, al pago de la compensacin por tiempo de servicio, a participar
en la gestin y utilidades de la empresa, a la estabilidad laboral(10), a la sindicali-
lugar, se regula dos aspectos adicionales en esta materia: el artculo 162 estableca que es libre todo
gnero de trabajo, industria o comercio, a no ser que se oponga a las buenas costumbres o a la seguridad
y salubridad de los ciudadanos, o que lo exija el inters nacional, previa disposicin de una ley, y en el
artculo 170 se indic que no se reconocen empleo ni privilegios hereditarios, ni vinculaciones laicales.
Estas dos ltimas normas son de especial relevancia, pues empiezan a delimitar de alguna manera lo que
actualmente conocemos como la libertad de trabajo y la igualdad de oportunidades.
(7) Las Constituciones de 1839, 1856, 1860 y 1867 repitieron, casi de forma idntica, los preceptos que
fueran establecidos en la Carta Magna de 1834.
(8) VALOS, Oxal. La historia y evolucin del Derecho Laboral Individual peruano: Desde la Constitucin
Poltica de 1823 hasta la fecha. 2012, s/d.
(9) BLANCAS, Carlos. Ob. cit., p. 117.
(10) El trabajador solo poda ser despedido por causa justa, sealada por ley y debidamente probada: ante
un despido injustificado la regla general era la reposicin.
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1993 no otorga una tutela directa contra el despido injustificado, pues establece que
la ley otorga al trabajador adecuada proteccin contra el despido arbitrario(13).
En cuanto a la jornada de trabajo tambin existe una diferencia casi imper-
ceptible pero importante en relacin a la regulacin anterior, y es que esta Consti-
tucin establece la observancia de un solo lmite, en tanto la Carta Magna de 1979
prevea dos lmites: las ocho horas diarias y las cuarenta y ocho horas semana-
les. Esta situacin ha dado a conflictos relevantes, como el resuelto por el Tribu-
nal Constitucional en el Expediente N 04635-2004-AA/TC(14).
Es en el escenario previo a la Constitucin de 1993 que se produce una re-
forma que origina la dacin del Cdigo Penal de 1991, que regula un ilcito espe-
cial en materia laboral (artculo 168); veinte aos despus, en el 2011, la Ley de
Seguridad y Salud en el Trabajo (Ley N 29783) ha incorporado en dicho cdigo
sustantivo el delito de atentado contra las condiciones de seguridad e higiene in-
dustriales (artculo 168-A).
El objetivo del presente estudio no se limita a analizar exegticamente di-
chas normas, sino a revisar, desde un ngulo crtico, su contenido, alcances y efec-
tividad, partiendo de una evaluacin de la conveniencia de su inclusin en el m-
bito jurdico penal.
(13) Esta disposicin ha dado lugar a problemas de interpretacin, pues como la ley impone el pago de una
indemnizacin como reparacin por el despido injustificado, y solo excepcionalmente la reposicin,
en muchos casos ello resulta insuficiente, al punto que el Tribunal Constitucional ha inaplicado la norma
constitucional en cuestin.
(14) Proceso de amparo seguido por el Sindicato de Trabajadores de Toquepala contra Southern Per Cooper
Corporation. Fallo publicado en la pgina web del Tribunal el 29 de abril de 2006.
(15) En otros pases, algunos especialistas en ambas materias han elaborado ensayos conjuntos, por ejemplo:
BAYLOS, Antonio y TERRADILLOS, Juan. Derecho Penal del Trabajo. 1991.
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Primer Encuentro Peruano-Chileno-Uruguayo
(16) Por todos: GAMARRA, Ronald y ROJAS, Norma. Violacin de la libertad de trabajo, p. 127.
(17) ELAS, Fernando. Delitos contra la libertad de trabajo, p. 17.
(18) ARVALO, Javier. La criminalizacin en el mbito de las relaciones laborales, p. 26.
(19) BAYLOS, Antonio y TERRADILLOS, Juan. Ob. cit., p. 8.
(20) CARO, Carlos. El Derecho Penal Laboral en el Per, p. 232.
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de antigua data, ya que la primera norma que tuvo carcter punitivo fue la Ley
N1183 del 23 de noviembre de 1909, es decir, hace ms de un siglo.
El artculo 2 de dicha norma sealaba que las autoridades polticas que por
s o por medio de sus tenientes enganchasen o reclutaran indios para cualquier tra-
bajo pblico o de particulares sufriran pena de crcel por un ao.
Casi setenta aos despus, el Decreto Ley N 22126 del 31 de marzo de
1978, sobre estabilidad laboral, regul expresamente tres supuestos delictivos:
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1. Integrar o no un sindicato.
con prisin no mayor de cinco aos, siempre que el causante hubiere infringido un deber impuesto por
su funcin, profesin o industria (). Ibdem, p. 87.
(24) ABANTO, Csar. El delito de apropiacin ilcita de las aportaciones de la seguridad social en materia
de pensiones. La necesidad de una ley sobre delitos previsionales, p. 115.
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1. Integrar o no un sindicato.
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(32) REYNA, Luis. Los delitos contra los trabajadores en el Cdigo Penal peruano. 2001, s/d.
(33) Por todos: UGAZ, Jos. El delito contra la libertad de trabajo, p. 104.
(34) CARO, Carlos. Ob. cit., p. 234.
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Sociedad Peruana de Derecho del Trabajo y de la Seguridad Social
(35) Cdigo Penal (1991) Artculo 27.- El que acta como rgano de representacin autorizado de una persona
jurdica o como socio representante autorizado de una sociedad y realiza el tipo legal de un delito es
responsable como autor, aunque los elementos especiales que fundamentan la penalidad de este tipo no
concurran en l, pero s en la representada.
(36) ARVALO, Javier. Ob. cit., pp. 47-48.
(37) CARO, Carlos. Ob. cit., pp. 234-235.
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(39) Que conforme a la Vigsimo Segunda Edicin del Diccionario de la Lengua de la Real Academia Es-
paola (<www.rae.es>) significa: recompensa o pago de algo.
(40) Los conceptos detallados en los artculos 19 y 20 de la Ley de Compensacin por Tiempo de Servicios
(Decreto Supremo N 001-97-TR) no son remuneraciones para ningn efecto legal.
(41) En la actualidad S/. 750.00 Nuevos Soles, de acuerdo al Decreto Supremo N 007-2012-TR.
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(51) ARVALO, Javier. Ob. cit., p. 60. Este autor coincide con la opinin de Lus Lamas, en crtica directa
a la tesis de Ramiro Salinas.
(52) Cdigo Penal (1991) Artculo 50.- Cuando concurran varios hechos punibles que deban considerarse como
otros tantos delitos independientes, se sumarn las penas privativas de libertad que fije el juez para cada
uno de ellos hasta un mximo del doble de la pena del delito ms grave, no pudiendo exceder de 35 aos.
Si alguno de estos delitos se encuentra reprimido con cadena perpetua se aplicar nicamente esta.
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Primer Encuentro Peruano-Chileno-Uruguayo
En tal sentido, la accin tpica prevista por este supuesto consiste en la si-
mulacin(53) de dichas causales por parte del empleador con la finalidad dolosa
de que ello origine el cierre (fraudulento) del centro de trabajo.
Pese a que algunos penalistas consideran que esta figura tipifica el lock out(54),
resulta ilustrativa la diferenciacin realizada por Morales(55), en el sentido de que
el lock out tiene un alcance ms reducido y est referido al acto del empleador de
impedir el ingreso de los trabajadores al centro de trabajo (temporalmente), como
medio de presin para que estos acepten determinadas modificaciones o cambios
en las condiciones laborales, en sus remuneraciones, o simplemente como repre-
salia. Es una huelga del empleador.
La diferencia esencial es que en el lock out la intencionalidad del emplea-
dor no est dirigida a obtener la ruptura del vnculo laboral.
Gamarra y Rojas consideran que para la consumacin de este delito basta
con que se constate la simulacin de las causales que originen el cierre del centro
de trabajo, as sea un medida total, parcial, temporal o definitiva, pudiendo recu-
rrir los trabajadores de forma directa ante el Ministerio Pblico para formular la
denuncia respectiva, sin tener que esperar la conclusin del procedimiento admi-
nistrativo iniciado por el empleador, para la validacin de dicha medida(56). Nues-
tra opinin es contraria, pues para que sea determinada la simulacin, debe exis-
tir la revisin y calificacin previa de la legalidad del acto, por parte de la autori-
dad administrativa de trabajo.
Al igual que en la conducta prevista por el inciso 2, estamos ante una norma
penal en blanco, pues debemos remitirnos a la normativa laboral para determi-
nar cules son las causales que habilitan un legtimo cierre del centro de trabajo.
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Sociedad Peruana de Derecho del Trabajo y de la Seguridad Social
Al igual que en los casos anteriores, solo es punible la conducta del emplea-
dor cuando tenga por finalidad la extincin de las relaciones laborales existentes.
Como correctamente indica Reyna(57), carece de relevancia si el empleador
cumpli (o no) con el pago de las remuneraciones a sus trabajadores por las la-
bores realizadas, pues el injusto se centra en la violacin del derecho a la estabi-
lidad laboral.
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()
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(59) PEA, Alonso. El delito de atentado contra las condiciones de seguridad e higiene industriales, p. 153.
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Si bien hay ciertos empleos que suponen algunos riesgos, tanto para los tra-
bajadores que los realizan como para terceros, estas labores para ser toleradas o
permitidas se deben desarrollar conforme a unos estndares o controles que re-
duzcan al mnimo el impacto negativo. El problema se presenta cuando superan
los lmites previstos por la norma laboral, configurando una amenaza para la vida
o la salud de los trabajadores.
Como precisa Or(60), el artculo 47 de la Constitucin de 1979 reconoca la
obligacin del Estado de dictar medidas sobre higiene y seguridad en el trabajo,
y si bien la Carta Magna de 1993 no recoge una frmula semejante, la responsa-
bilidad estatal en dicha materia es irrenunciable, a la luz de los tratados interna-
cionales suscritos por el Per, como el Pacto Internacional de Derechos Econ-
micos, Sociales y Culturales, o el Protocolo Adicional a la Convencin America-
na sobre Derechos Humanos, razn por la cual el legislador ha considerado ade-
cuado otorgar tutela penal a estos derechos.
(60) OR, Eduardo. Delito de atentado contra las condiciones de seguridad e higiene industriales, pp. 145-146.
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Sociedad Peruana de Derecho del Trabajo y de la Seguridad Social
infraccin grave o leve que est en aptitud de generar un peligro cierto y posible,
no uno abstracto(61).
Para Vlchez(62), el artculo 168-A del Cdigo Penal peruano y el artculo
316 del Cdigo Penal espaol son idnticos, salvo por dos elementos:
(61) CALDERN, Leonardo. La incorporacin del Art.168-A en el Cdigo Penal como consecuencia de la
Ley de Seguridad y Salud en el Trabajo, pp. 120-121.
(62) VLCHEZ, Ronald. Revisin de los delitos de peligro a propsito de la proteccin de los trabajadores
en el Derecho Penal, pp. 151-152.
(63) CALDERN, Leonardo. Ob. cit., p. 122.
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Saba que era su obligacin adoptarlas, y que esa omisin poda causar
un resultado daoso; y,
(65) ASMAT, Diana. La estructura del tipo penal de atentado contra las condiciones de seguridad e higiene
industriales, p. 164.
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BIBLIOGRAFA
(66) Cdigo Penal (1991) Artculo 106.- El que mata a otro ser reprimido con pena privativa de libertad no
menor de seis ni mayor de veinte aos.
(67) Cdigo Penal (1991) Artculo 121.-El que causa a otro dao grave en el cuerpo o en la salud, ser reprimido
con pena privativa de libertad no menor de cuatro ni mayor de ocho aos. Se consideran lesiones graves:
1. Las que ponen en peligro inminente la vida de la vctima.
2. Las que mutilan un miembro u rgano principal del cuerpo o lo hacen impropio para su funcin,
causan a una persona incapacidad para el trabajo, invalidez o anomala psquica permanente o la
desfiguran de manera grave y permanente.
3. Las que infieren cualquier otro dao a la integridad corporal, o a la salud fsica o mental de una
persona que requiera treinta o ms das de asistencia o descanso, segn prescripcin facultativa.
En estos supuestos, cuando la vctima es miembro de la Polica Nacional del Per o de las Fuerzas
Armadas, magistrado del Poder Judicial o del Ministerio Pblico, miembro del Tribunal Constitu-
cional o autoridad elegida por mandato popular, en ejercicio de sus funciones o como consecuencia
de ellas, se aplica pena privativa de libertad no menor de seis aos ni mayor de doce aos.
Cuando la vctima muere a consecuencia de la lesin y si el agente pudo prever este resultado, la
pena ser no menor de ocho ni mayor de doce aos. En este caso, si la vctima es miembro de la
Polica Nacional o de las Fuerzas Armadas, magistrado del Poder Judicial o del Ministerio Pblico,
miembro del Tribunal Constitucional o autoridad elegida por mandato popular, en ejercicio de sus
funciones o como consecuencia de ellas, se aplica pena privativa de libertad no menor de doce ni
mayor de quince aos.
(68) OR, Eduardo. Ob. cit., pp. 151-152.
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Primer Encuentro Peruano-Chileno-Uruguayo
ASMAT, Diana. La estructura del tipo penal de atentado contra las condiciones de seguridad
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381
LEGISLACIN PENAL DEL TRABAJO EN URUGUAY
HCTOR BABACE(1)
1. Por primera vez en Uruguay se ha sancionado una ley penal del tra-
bajo(2). El trmite parlamentario del proyecto fue extenso y en todo su
trascurso no cont con un consenso que le asegurara las mayoras ne-
cesarias para ser aprobado. El proyecto fue duramente criticado por las
cmaras empresariales y finalmente pudo aprobarse por la mnima ma-
yora simple resultante del voto en bloque de todos los legisladores del
partido de gobierno, otorgado en el marco de la presin resultante de
movilizaciones sindicales lideradas por el sindicato de la industria de la
construccin y seguramente, en muchos casos, por disciplina partidaria.
(1) El autor es profesor agregado (grado 4) de Derecho del Trabajo y de la Seguridad Social dela Universidad
de la Repblica.
(2) Paralelamente, tampoco se encuentran en la doctrina laboralista uruguaya estudios sobre estos aspec-
tos del Derecho Penal. Todas las referencias existentes son efectuadas al tratar como tema principal la
cuestin de los siniestros laborales o ms ampliamente la eficacia del derecho del trabajo, y tenemos
conocimiento de la existencia de un solo trabajo especfico sobre el Derecho Penal del Trabajo, aun
indito. COLOTUZZO, Natalia. Derecho penal del trabajo Una alternativa adecuada?.
383
Sociedad Peruana de Derecho del Trabajo y de la Seguridad Social
Adems no puede afirmarse que esta norma cuente con suficiente acep-
tacin en la sociedad uruguaya, influyendo en ese sentido en la opi-
nin pblica la campaa meditica que promovieron sus opositores.
Los cuestionamientos que se efectuaron no refieren a la finalidad de la
iniciativa, punto en el que hay consenso, sino a que se le atribuye ine-
ficacia prctica para lograrla, a que se entiende que no es necesaria por
considerar que son suficientes las medidas pre penales preventivas, las
que en todo caso deben ser mejoradas, y a su falta de adecuacin a la
tcnica penal que corresponde en un Estado democrtico y constitucio-
nal de derecho.
2. Las crticas que se efectuaron desde que la iniciativa tom estado par-
lamentario, y que se han mantenido tambin despus de aprobada la
norma, refieren por una parte a la inexistencia de justificacin para in-
criminar mediante una nueva figura delictiva una conducta que, segn
se sostiene, ya est prevista en el Cdigo Penal mediante los delitos de
homicidio y de lesiones graves, y por otra a diversas inconstitucionali-
dades que se atribuyen a la norma.
En este segundo aspecto debe sealarse que hay consenso en que esta ley
tipifica un delito de peligro que la misma ley califica como peligro con-
creto, cuya conducta tpica es de comisin por omisin, que establece
una responsabilidad por imputacin objetiva de la conducta punible, y
que utiliza un texto incompleto que constituye una norma en blanco.
(3) El principio de legalidad est consagrado en el artculo 1 del Cdigo Penal, que recoge la mxima
nullum crimen sine lege, por lo que no debe haber delito sin una ley previa, que lo establezca en forma
determinada y precisa. Esta disposicin desarrolla en materia penal lo dispuesto en al artculo 10 de
la Constitucin, segn el cual nadie puede ser obligado a hacer lo que la ley no manda, ni privado de
hacer lo que la ley no prohbe.
384
Primer Encuentro Peruano-Chileno-Uruguayo
El Derecho Penal Laboral forma parte del Derecho Penal, por ello es
que no propone la elaboracin de conceptos autnomos ni cuestiona los
principios de esta rama jurdica, siendo su nica particularidad que se
refiere y aplica a una realidad diferenciada, distinta y especfica, que es
la existente en mbitos donde se cumple trabajo subordinado(5).
(4) Segn el artculo 18 del C. Penal todo delito debe ser cometido con conciencia y voluntad.
(5) BAYLOS GRAU, Antonio y TERRADILLOS BOSOCO, Juan Mara. Derecho Penal del Trabajo.
Madrid, 1991; y Derecho Penal del Trabajo. Una Reflexin general a partir de la normativa espaola.
En: Revista Latinoamericana de Derecho Social. N 7, jul-dic. 2008, pp 3-26.
(6) ALLER, German. Responsabilidad penal del empleador. Doctrina y jurisprudencia. Tomo XXVII,
CADE, junio 2014, p. 75.
385
Sociedad Peruana de Derecho del Trabajo y de la Seguridad Social
(7) BECK, Ulrich, La sociedad del riesgo, hacia una nueva modernidad. Ed. Paids, Barcelona, 1986.
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Primer Encuentro Peruano-Chileno-Uruguayo
(8) CAIROLI MARTNEZ, Milton. El derecho penal uruguayo y las nuevas tendencias dogmtico pena-
les. Tomo I La ley - el delito, p. 262.
387
Sociedad Peruana de Derecho del Trabajo y de la Seguridad Social
Como lo seala Germn Aller Habr que estar al concepto del Derecho
laboral acerca del empleador y trabajador, pero ello sin obstar que el
(9) En la doctrina espaola se ha sealado que el principal obligado en materia de seguridad en el trabajo
es el empresario, quien se identifica como la persona que ostenta el poder de direccin sobre los tra-
bajadores, pues tiene la capacidad de dar instrucciones y de asegurar el cumplimiento de las mismas.
Y la determinacin de otras personas obligadas se rige por criterios materiales atendiendo a quienes
de hecho son los que efectivamente aceptan y directamente ejercen el poder de direccin empresarial.
ARROYO ZAPATERO. La proteccin penal de la seguridad en el trabajo, 1981, p 167.
388
Primer Encuentro Peruano-Chileno-Uruguayo
Por tanto, aquellas relaciones jurdicas en las que se trabaje sin que
exista subordinacin ni trabajo por cuenta ajena quedan excluidas del
tipo penal. Esto ocurre con todos los contratos comerciales y los arren-
damientos de servicios, siempre que no encubran la existencia de su-
bordinacin con el contratista principal o con el aparente arrendatario
de los servicios. Por consiguiente en el caso de la subcontratacin la
responsabilidad penal se desplaza al empleador subcontratado respecto
de todos sus empleados.
Esta exclusin del tipo legal puede resultar dudosa teniendo en cuenta
las disposiciones contenidas en el Convenio Internacional de Trabajo
N 155 y decretos reglamentarios que hacen responsables de la seguridad
a todos los empleadores que tienen trabajadores subordinados laborando
en el mismo mbito de trabajo, normas por las que se establecen obliga-
ciones de colaboracin y de coordinacin, no obstante, consideramos que
el texto legal en examen permite sostener la conclusin que antecede(11).
9. Por tratarse de una norma penal, para ser aplicada requiere de parte
del autor, conciencia y voluntad de haber incurrido en la violacin de
389
Sociedad Peruana de Derecho del Trabajo y de la Seguridad Social
Por este motivo es que el legislador dispuso que (...) en su caso, (...), esto
es si el empleador es una persona jurdica, ser autor del delito quien ejer-
za en nombre de la persona jurdica, efectivamente el poder de direccin.
Poder de direccin que aunque es nico para cada empleador, puede ejer-
cerse por delegacin, la que puede recaer en muchas personas diferentes
pues se trata de una delegacin originada en la estructura de la organizacin
jerarquizada que caracteriza a las empresas y, en general, a la figura laboral
del empleador. De este modo puede ser autor quien ejerce efectivamente
dicho poder con fundamento en la delegacin referida(13).
10. Finalmente, debe tenerse presente que para la determinacin del autor, as
como tambin ocurre para otros aspectos que configuran este delito, debe
recurrirse a las normas reglamentarias por remisin de la propia ley penal.
390
Primer Encuentro Peruano-Chileno-Uruguayo
(16) Al respecto se ha dicho que no hay reglamentacin para el servicio domstico, afirmacin discutible pues
el Decreto 406/988 se refiere a todas las actividades de cualquier naturaleza, entre ellas la de servicios
en general.
(17) LASCURAN SNCHEZ. La proteccin penal de la seguridad e higiene en el trabajo, Civitas,
Madrid, 1994, p. 336 y ss.
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Sociedad Peruana de Derecho del Trabajo y de la Seguridad Social
(18) Existe un estndar de cuidado debido cuyo cumplimiento libera al obligado y excluye toda posible ca-
lificacin de imprudencia. No obstante, se aclara que este estndar est tan vinculado a cada situacin
concreta que no puede ser descrito exahustivamente de modo general.
392
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Sociedad Peruana de Derecho del Trabajo y de la Seguridad Social
(21) El principio de prioridad o de prelacin de opciones protectoras se halla explicitado en varias normas
reglamentarias, artculo 7 CIT 155; artculo 28, CIT 167; artculo 6 CIT 176, artculo 5 (a) Decreto
291/007, artculos 1, 15, 19, 20 23 y 26 Decreto 406/988, artculos 5 y 6 Decreto 309/007
(22) El principio de adaptacin se encuentra inserto en varias disposiciones, artculo 5 (b) C IT 155, artculo
5 (g) CIT 161, artculos 48 a 52 captulo IV, Decreto 406/988, artculo 2 (b) y 4 (f) decreto 127/014
(23) DE VICENTE MARTNEZ. Seguridad en el trabajo y derecho penal. Bosch, Barcelona, 2001, p. 97.
Este autor critica la ambigedad de la frmula legal remisiva y limita el contenido de la facilitacin
394
Primer Encuentro Peruano-Chileno-Uruguayo
de medios a que alude la ley espaola, a los de proteccin personal. En cambio HORTAL IBARRA.
Proteccin penal de la seguridad en el trabajo. Atelier, Barcelona, 2005, p. 271, incluye en el concepto
legal adems del suministro de equipos de proteccin individual, el aseguramiento de las mquinas,
herramientas e instalaciones, y la formacin e informacin de los trabajadores. No incluye la exigencia
de utilizacin de los medios facilitados ni la paralizacin de la actividad en casos de riesgo grave. No
obstante, predomina la tesis de que el trmino medios refiere tanto a los materiales como a los inma-
teriales por lo que se propone una interpretacin comprensiva de los medios personales, intelectuales,
materiales y organizativos. TERRADILLOS BASOCO. Delitos contra la seguridad y la salud de los
trabajadores. Tirant lo Blanch, Valencia, 2002, p. 72, 8 y ss.
(24) La doctrina espaola atribuye al delegante un deber de correccin y de vigilancia remanente de su
deber de facilitacin de medios de seguridad. Se fundamenta en que negar la tipicidad en estos casos,
sera abonar una estrategia empresarial de exoneracin artificial de responsabilidad en sus estratos ms
elevados. LASCUARAIN SANCHEZ. Seis tesis sobre la autora del delito. En: AA.VV. Proteccin
penal de los derechos de los trabajadores. BdeF, Buenos Aires, 2009
395
Sociedad Peruana de Derecho del Trabajo y de la Seguridad Social
(25) El deber de formacin y capacitacin emana de varias normas; artculo 5 (c), artculo 10, artculo 12 (b),
artculo 14 y artculo 19 (d) del CIT 155; artculos 28 y 52 del cap. IV del Decreto 406/988; artculo 4
num.9 del Decreto 83/996; artculo.5 (d), artculo 14 (b) y artculo 15 (e) del Decreto 297/007; artculo
10 Decreto 309/007 y artculo 4 (h) Decreto 127/014
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(26) Cfm. LANGN CUARRO, Miguel. Aspectos Jurdico-Dogmticos de la ley 19.196/014. En: Doctrina
y jurisprudencia. Tomo XXVII, CADE, junio 2014, p. 68.
(27) Corresponde colacionar que Langon Cuarro, examinando el bien jurdico protegido, ha dicho que la
figura en examen protege bienes jurdicos individuales del trabajador concreto cuyos intereses (vida,
integridad fsica, salud) se han puesto en peligro con relevancia penal, y que subsidiariamente se protege
el inters colectivo de todos los trabajadores, por lo cual sostiene que si no hay un trabajador concreto
no se habr incurrido en el delito. Ob. cit., p. 66.
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Sociedad Peruana de Derecho del Trabajo y de la Seguridad Social
Siendo este el caso, las figuras previstas en el Cdigo Penal respecto del
homicidio y de las lesiones graves son aplicables, porque el resultado,
muerte o lesiones graves, se produce por una omisin que implic su
no evitacin, de tal modo que al omitir el agente una conducta a la que
estaba obligado, prevista precisamente para que dicho resultado no se
produjera, produjo el resultado que es reprimido penalmente como in-
justo por los artculos 310 y 316 del Cdigo Penal, respectivamente.
(28) En el proceso de discusin parlamentaria el proyecto tuvo varias modificaciones, una de ellas precisa-
mente consisti en suprimir la redaccin que tipificaba un delito de resultado.
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21. De lo que antecede resulta que la misma y nica conducta omisiva del
autor puede configurar simultneamente dos delitos: el delito de peligro
concreto previsto en la Ley 19.196 y el delito de homicidio o el de le-
siones graves, que son delitos de resultado o de daos previstos respec-
tivamente en los artculos 310 y 316 del Cdigo Penal, lo que da lugar a
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4. La autopuesta en peligro
22. La hiptesis de autopuesta en peligro no refiere al delito colectivo de
peligro sino al individual de resultado, pues supone la identificacin
de la conducta de un trabajador concreto que sufri una lesin grave o
result muerto.
(31) Corresponde recordar que Germn Aller considera que es dudoso que el delito de dao (homicidio o
lesiones) absorba el delito de peligro porque la imprudencia requiere un previo acontecer ilcito como
lo establece para los delitos culposos el artculo 18 del Cdigo Penal. Ob. cit., p. 79.
401
Sociedad Peruana de Derecho del Trabajo y de la Seguridad Social
402
RESPONSABILIDAD PENAL DEL ESTADO COMO
EMPLEADOR A LA LUZ DE LA LEY N 19.196. UNA
MIRADA DESDE LA PTICA DE LA PREVENCIN
BEATRIZ DURN(1)
I. INTRODUCCIN
(1) Profesora de Derecho del Trabajo y de la Seguridad Social, Poltica Social y Administracin del Trabajo
de la Universidad de la Repblica. Se desempea como asesora de Presidencia de la Repblica (ONSC)
y actualmente en la Presidencia de la Administracin de Usinas y Trasmisiones Elctricas del Estado
(UTE). Las opiniones vertidas en el presente trabajo se realizan a ttulo personal y no comprometen a
las instituciones referidas.
(2) El artculo primero de la ley dice: El empleador, o en su caso, quien ejerciendo efectivamente en su
nombre el poder de direccin en la empresa, no adoptaren los medios de resguardo y seguridad laboral
previstos en la ley y su reglamentacin, de forma que pongan en peligro grave y concreto, la vida, la
salud o la integridad fsica del trabajador, sern castigados con tres a veinticuatro meses de prisin.
403
Sociedad Peruana de Derecho del Trabajo y de la Seguridad Social
(3) Segn datos del banco de Seguros del Estado en el ao 2010 hubo unos 50.000 accidentes, 50 trabajadores
muertos y 500 incapacitados permanentes. Lo cual signific 1.400.000 jornadas perdidas. (<http://blogs.
montevideo.com.uy/blogsubcategora_17986_1_1.html>).
(4) SUPERVIELLE, Marcos, ZAPIRAIN, Hctor. Construyendo el futuro con trabajo decente. OIT-ANEP,
2009.
(5) Expresiones del Dr. Pablo Chargoia, en Informes en minora y proyectos presentados en la Comisin
de Legislacin del Trabajo, de la Cmara de Representantes. Memoria del Director General (OIT) Con-
ferencia Internacional del Trabajo del ao 1999. Se cita al trabajo: Trabajo Decente: () la finalidad
primordial de la OIT es promover oportunidades para que hombres y mujeres puedan conseguir un
trabajo decente y producido en condiciones de libertad, equidad, seguridad y dignidad humana. Este
documento se interpreta como la expresin de una perspectiva crtica al embate del neoliberalismo y
la globalizacin y su nefasta incidencia en las relaciones laborales. Citado por SUPERVIELLE, M y
ZAPIRAIN, H. Ob. cit., p. 96.
(6) Trabajo decente, dice OIT, es trabajo seguro. Ver OIT Programa de Seguridad y Salud en el Trabajo y
medio Ambiente.
(7) En: <www.parlamento>.
(8) En nuestro pas la tasa de siniestralidad es alta a pesar de los controles. Los conflictos extrapenales ac-
tuales no son suficientes. Hay responsabilidad administrativa (art. 412 de la ley 16.736), responsabilidad
civil por accidentes de trabajo (ley 16.074), responsabilidad civil de administradores y directores (art.
83 de la ley 16.060) (en Distribuido 2501/2013 del 12/11/2013 de la Comisin de Asuntos Laborales y
Seguridad Social).
(9) Se convoc a la ctedra de Derecho Laboral que plante la necesidad de buscar alternativas entorno a
la legislacin comparada, a la legislacin que existe en varios pases que tipifican el delito de peligro,
404
Primer Encuentro Peruano-Chileno-Uruguayo
no esperar a que se produzca la lesin, el accidente, la muerte del trabajador sino tipificar el delito para
avanzar en los mecanismos de prevencin.
(10) Destacados penalistas uruguayos como la Dra.Cecilia Salm, (<http://www.elpais.com.uy/tag/ley-de-
responsabilidad-penal>) ha sealado que la ley de responsabilidad penal empresarial, de nada contribuye
a la reduccin de la accidentalidad laboral ().
(11) La Cmara de la Construccin elabor una gua con recomendaciones para sus afiliados donde se indica
cmo se deben realizar los procedimientos en una empresa a la luz de la nueva ley, dijo el presidente
de la agremiacin empresarial, Ignacio Otegui.
(12) Expresiones en la Comisin de Legislacin del Trabajo del Subsecretario del Ministerio de Trabajo y
Seguridad Social.
(13) En <http://www.elpais.com.uy/economia-y-mercado/responsabilidad-penal-del-empleador.html>.
405
Sociedad Peruana de Derecho del Trabajo y de la Seguridad Social
406
Primer Encuentro Peruano-Chileno-Uruguayo
El artculo 2 de esta ley le da nueva redaccin al artculo 7 dela Ley 16.074. De ahora en adelante, cuando
existe dolo o culpa grave, el empleador no podr eximirse de responsabilidad acreditando la celebracin
del contrato de seguros con el BSE, y deber reparar integralmente el dao causado. Adems, el banco
podr excluir el accidente de su cobertura y recuperar los gastos asumidos en la asistencia mdica pres-
tada y las sumas de dinero necesarias para atender la totalidad de las indemnizaciones. Y por adems
de esto, siempre constatado el dolo o culpa grave del empleador, los funcionarios actuantes del banco
actuantes debern dar cuenta de tal circunstancia al inspector general de trabajo y de la seguridad social,
quien bajo su estricta responsabilidad funcional, deber denunciar ante el juzgado penal competente,
los hechos que configuren un presunto delito contra la vida o la integridad fsica de los trabajadores.
Por ltimo, el artculo 3 de la presente ley otorga una nueva redaccin al 83 del Cdigo del Proceso
Penal (Decreto-Ley N 15.032 del 7 de julio de 1980), creando una nueva definicin legal de denunciante,
se establecen formalidades para la presentacin de la denuncia ante el juzgado penal, y se le consagra
legalmente la posibilidad de acceder al expediente durante todo el desarrollo del presumario, al dam-
nificado, denunciante y al tercero civilmente responsable.
(16) Expresiones en la Comisin de Legislacin del Trabajo del Subsecretario del Ministerio de Trabajo y
Seguridad Social, Dr. Loustaunau.
(17) Ley N 5032 dirigida a los empresarios de establecimientos industriales, los directores de construcciones
de todas clases, los que explotan minas o canteras o cualquier otro trabajo en que haya peligro para los
operarios. Ley 18.387 de concursos seala que la actividad empresaria es la actividad profesional,
econmica y organizada con finalidad de produccin o de intercambios de bienes o servicios. Ley 18.083
expresa que la empresa es toda unidad productiva que combina capital y trabajo para producir un re-
sultado econmico, intermediando para ello en la circulacin de bienes o en la prestacin de servicios.
(18) Conforme al Diccionario de la Lengua Espaola de la Real Academia, empresa es la unidad de organizacin
dedicada a actividades industriales, mercantiles o de prestacin de servicios con fines lucrativos.
(19) NICOLIELLO, Ariel. La responsabilidad penal por infracciones a la normativa sobre seguridad laboral
en Uruguay. 2014.
407
Sociedad Peruana de Derecho del Trabajo y de la Seguridad Social
(20) dem.
(21) El concepto utilizado, empleador, es confuso pero se puede incluir a la Administracin Pblica cuando
esta acta como empresa. Asimismo, el Estado puede participar en actividades industriales, agrope-
cuarias o comerciales, de empresas formadas por aportes obreros, cooperativos o capitales privados,
cuando concurra para ello el libre consentimiento de la empresa y bajo las condiciones que se convengan
previamente entre las partes. Por tanto, es posible la aplicacin de la ley de responsabilidad penal del
empleador a los empleadores de la Administracin Pblica.
(22) Nicoliello observa que la mencin de la ley al poder de direccin, concepto extrado del Derecho del
Trabajo privado, podra apuntar en la direccin de excluir a todo el sector pblico del mbito de aplicacin
de la norma penal.
(23) FLORES DAPKEVICIUS, Ruben. Estado empresario y responsabilidad penal empresarial en Uruguay. En:
<http://www.monografias.com/trabajos101/estado-empresario-y-responsabilidad-penal-empresarial-
uruguay/estado-empresario-y-responsabilidad-penal-empresarial-uruguay.shtml#ixzz36AcIxOON>.
(24) FLORES DAPKEVICIUS, Ruben. Tratado de Derecho Constitucional. Tomo I, La ley, Montevideo.
2010.
(25) El concepto de Estado aparato, o Estado en sentido orgnico, surge de lo establecido en el artculo 24
de la Constitucin.
(26) Es decir, que en la misma desarrollan funciones los obreros y empleados
408
Primer Encuentro Peruano-Chileno-Uruguayo
(27) MAYER, Otto. Derecho Administrativo alemn. Tomo IV, Depalma, Bs. As., 1982, pp. 107 y 179 y ss,
El escrito es de 1904.
(28) En virtud de perseguir el fin ltimo: el bien comn.
(29) La creacin de este tipo de empresas se produce por la Constitucin o la ley y depende del tipo de Estado.
(30) Administracin Pblica es el conjunto de rganos y sistemas orgnicos administrativos que cumplen una
actividad para el logro de un fin de inters general (que no excluye el lucro), regulada en su estructura
y funcionamiento fundamental, de principio, por el Derecho Administrativo.
(31) FLORES DAPKEVICIUS, Ruben. Estado empresario y responsabilidad penal empresarial en Uruguay.
Ob. cit.
409
Sociedad Peruana de Derecho del Trabajo y de la Seguridad Social
(32) Por esta clasificacin delictiva se entiende que son aquellos que tipifican conductas que no causan un
dao efectivo, pero que tienen potencialidad de causarlo. En el caso del texto analizado, bastara con
que incumpliendo con normas de seguridad laboral se ponga en peligro grave y concreto el bien
jurdico tutelado (vida, salud e integridad fsica del trabajador). No es necesario que se cause un dao
efectivo a un trabajador.
410
Primer Encuentro Peruano-Chileno-Uruguayo
peligro. En esta ley estamos ante un tipo penal de peligro concreto que se carac-
teriza por requerir el tipo penal la concreta puesta en peligro del bien jurdico, es
decir, el peligro concreto es el resultado tpico(33). La ley exige el peligro concre-
to de la vida, la salud o la integridad fsica del trabajador.
El delito se comete cuando el sujeto activo omite adoptar los medios de res-
guardo, prevencin y seguridad laboral previstos en la ley y su reglamentacin
y por ello pone en peligro grave y concreto la vida, la salud o la integridad fsi-
ca del trabajador.
El texto legal remite a su vez a las normas reglamentarias para determinar
la conducta exigible, al disponer que son responsables quienes () no adop-
taren los medios de resguardo y seguridad laboral previstos en la ley y su re-
glamentacin, de forma que pongan en peligro grave y concreto (). Al ti-
pificar este delito el legislador ha impuesto al intrprete recurrir a las disposi-
ciones reglamentarias para establecer los aspectos que definen la diligencia de-
bida exigible al empleador para no incurrir en las conductas que lo haran au-
tor del delito(34).
Seala el citado autor, que en primer lugar deber identificarse el modelo
de seguridad implantado, lo que permitir determinar los riesgos a cuyo respecto
deban adoptarse los recaudos debidos, luego los medios de resguardo y seguri-
dad debidos por el empleador, y finalmente el estndar de diligencia exigible para
adoptar estos medios de resguardo, cuyo traspaso har incurrir al empleador en
infraccin del deber objetivo de cuidado que pesa sobre su conducta. Expresa
adems que existe un estndar de cuidado debido (vinculado a cada situacin con-
creta), cuyo cumplimiento libera al obligado y excluye toda posible calificacin
de imprudencia. Asimismo, agrega que para incurrir en falta a la diligencia debi-
da se requiere previsibilidad y evitabilidad en relacin al riesgo, empleando el
criterio de la mxima seguridad tecnolgicamente factible.
(33) FERNNDEZ, Gonzalo. Los delitos de peligro. Epilogo en Baign, David. Los delitos de peligro y
la prueba del dolo. B de F, Montevideo-Bs-As, 2007, pp. 47-48.
(34) BABACE, Hctor. Legislacin penal del trabajo en Uruguay. En Rev. DL. N 253, 2014.
411
Sociedad Peruana de Derecho del Trabajo y de la Seguridad Social
412
Primer Encuentro Peruano-Chileno-Uruguayo
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Sociedad Peruana de Derecho del Trabajo y de la Seguridad Social
(39) Artculo 7.- (Alcance de la responsabilidad de la empresa principal).- Las obligaciones laborales a
que refiere el incisoprimero del artculo1 de la Ley N 18.099, de 24 de enero de 2007, comprenden
aquellas derivadas de la relacin de trabajo que surgen de las normas internacionales ratificadas, leyes,
decretos, laudos o decisiones de los Consejos de Salarios, o de los convenios colectivos registrados o de
la informacin que surja de la documentacin a la que refiere el literalD) del artculo4 de la presente
ley, as como el deber del patrono o empresario principal de colaborar en la aplicacin de las medidas
previstas en el artculo1 de la Ley N 5.032, de 21 de julio de 1914, sus decretos reglamentarios y con-
venios internacionales del trabajo vigentes.
Las obligaciones previsionales respecto del trabajador contratado comprenden las contribuciones espe-
ciales de seguridad social (patronales y personales), excluyendo las multas, los recargos, los impuestos
y adicionales recaudados por los organismos de seguridad social. Tampoco estn comprendidas las
sanciones administrativas por concepto de infracciones a las normas laborales, las que se regularn en
funcin del grado de responsabilidad que a cada empresa corresponda por el incumplimiento.
(40) En el proyecto de ley se estableca en el Artculo 2.- (Subcontratacin, intermediacin y suministro de
mano de obra). Quedan comprendidos en el rgimen de responsabilidad penal previsto en la presente
ley, tanto el empleador principal como el subcontratista, intermediario o suministrador de mano de
obra (Ley N 18.099, del 24 de enero de 2007 y N 18.251, del 6 de enero de 2008). El artculo segundo
del proyecto de ley al establecer que quedan comprendidos en la responsabilidad penal, adems del
empleador principal, el subcontratista, el intermediario o el suministrador de mano de obra, tampoco
estara agregando nada nuevo al rgimen penal vigente. Finalmente no qued redactado de esta forma.
Si se comprueba que el responsable de la violacin a las normas de seguridad laboral, cuya infraccin
ocasion la muerte o las lesiones graves de un trabajador, no fue el empleador sino el subcontratista,
ser este ltimo el responsable penal mediante la imputacin penal del resultado a su conducta tpica,
antijurdica y culpable.
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Primer Encuentro Peruano-Chileno-Uruguayo
(41) BABACE, Hctor. Legislacin Penal del Trabajo en Uruguay. Ob. cit.
(42) NICOLIELLO, Ariel. Responsabilidad y accidentes de trabajo. Panorama normativo en el Uruguay.
En RDL. Tomo LVI, N 251, julio-setiembre 2013, pp. 466 a 475.
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Sociedad Peruana de Derecho del Trabajo y de la Seguridad Social
(43) Las leyes de tercerizacin se aplican a las actividades pblica y privada. El inciso 2 del artculo 1 de la
Ley 18.099 dispone expresamente su aplicacin al Poder Ejecutivo, Poder Legislativo, los organismos
comprendidos en los artculos 220 y 221 de la Constitucin de la Repblica, las Intendencias Munici-
pales, las Juntas Departamentales y las personas pblicas no estatales. La Ley N 19.196 como vimos
tambin se aplica en el sector pblico.
(44) ROSENBAUM, Jorge y CASTELLO, Alejandro. Subordinacin e Intermediacin laboral. 3 ed., F.C.U,
julio 2012, p. 185.
(45) BARBAGELATA, H-H. Derecho del Trabajo, Tomo I, 2 ed., Vol. F.C.U, Montevideo, 1999, pp. 170 a 174.
416
Primer Encuentro Peruano-Chileno-Uruguayo
(46) ROSENBAUM, Jorge y CASTELLO, Alejandro. Subordinacin e Intermediacin laboral. Ob. cit,
p. 199 y ss.
(47) BARBAGELATA, H. H. Descentralizacin: desregulacin y regulacin. En Rev. Derecho Laboral.
Tomo L, N 225, Montevideo, enero-marzo 2007, p. 250.
(48) ROSENBAUm, Jorge y CASTELLO, Alejandro. Subordinacin e Intermediacin laboral, ob. cit, p. 64.
417
Sociedad Peruana de Derecho del Trabajo y de la Seguridad Social
Por lo mismo, creemos que hay que delimitar la responsabilidad de las em-
presas en relacin a los medios de resguardo y medidas de seguridad laboral, con
anticipacin al desarrollo de los trabajos. Consideramos que lo ms conveniente
en los casos de tercerizacin es que la empresa principal ya sea pblica o priva-
da establezca de antemano los criterios y medidas de prevencin que se determi-
naran de acuerdo a los trabajos planificados, as como las exigencias que consi-
dere necesarias y los controles que a estos efectos se proyecten para cumplir con
lo exigido en las normas. Si es una empresa pblica, este control en la preven-
cin y seguridad en el trabajo estar enmarcada en las polticas de prevencin en
las que el Estado como empleador es el principal propulsor, de manera que el res-
ponsable penal ser el que viol las normas de prevencin de seguridad laboral.
La aprobacin de esta ley de responsabilidad penal empresarial trajo como
consecuencia que tanto las empresas pblicas como privadas tomaran recaudos
ante su eventual responsabilidad. La Asociacin Cristiana de Dirigentes de Em-
presa (ACDE), a travs de expertos en la materia, en un foro denominado: Cmo
posicionarse ante la ley de responsabilidad penal empresarial(49), seal que los
empleadores deberan buscar un mayor involucramiento de los trabajadores en la
prevencin de accidentes e impulsar protocolos de seguridad por rama de activi-
dad para adaptarse al impacto de la recientemente promulgada ley de responsabi-
lidad penal del empleador.
Por su parte las empresas estatales han comenzado a revitalizar sus sistemas
de seguridad y sus asesores a recomendar distintas opciones al respecto. Se consi-
deran medidas preventivas la exigencia de un sistema de gestin de seguridad(50) que
genera los anlisis de riesgos y, por tanto, los medios para el resguardo de los posi-
bles accidentes. Otra posibilidad es la solicitud de certificacin de competencias de
quien vaya a realizar los trabajos encargados a modo de definir responsabilidades.
Se aconseja que:
418
Primer Encuentro Peruano-Chileno-Uruguayo
uy/noticia/274857/siete-consejos-a-empleadores-para-cumplir-con-la-ley-penal-empresarial/>. Advierten
a los empresarios que lo ideal ser que acudan a tcnicos prevencionistas, brinden charlas de seguridad
y realicen controles de espirometra y consumo de marihuana.
(52) Un informe del estudio jurdico Guyer & Regules analiza varios casos concretos y cmo se aplica all
la ley de responsabilidad penal. Recomienda a los empresarios que revisen las normas de seguridad y
prevencin que les son aplicables. Asegur que deberan comprobar el efectivo cumplimiento de esas
medidas. Sin duda que, a estos efectos un Tcnico Prevencionista o un especialista en seguridad son
figuras que pueden ayudar mucho a las empresas que estn en condiciones de contratarlos.
(53) Leonardo Slinger en un informe de Guyer & Regules, consider que tambin es necesario sensibilizar
a los trabajadores en la importancia del efectivo cumplimiento de las normas de seguridad; exigir el
uso de todos los elementos de proteccin, y sancionar los incumplimientos que se constaten. Agreg
que en este sentido los sindicatos debieran asumir su papel.
Los sindicatos tienen que dar importancia de este tema y actuar sobre sus afiliados, sensibilizndolos de la
relevancia de la seguridad y el cumplimiento de las normas en la materia. Asimismo, las comisiones bipartitas
de Salud Laboral de las empresas parecen el mbito natural para discutir paritariamente estos temas.
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Sociedad Peruana de Derecho del Trabajo y de la Seguridad Social
(54) Decreto 500/991 para la Administracin Central y distintos Estatutos y normas internas de las empresas
pblicas del Estado.
(55) Asimismo, Leonardo Slinger recomienda verificar o controlar si los trabajadores se encuentra en
estado de poder cumplir sus tareas. Si existe alguna duda o presuncin de que el trabajador pueda
haber ingerido alcohol o consumido alguna droga, el empleador estara facultado para pedir que el tra-
bajador se someta al chequeo respectivo para verificar su estado, estim. Considero que el trabajador
no podr negarse, ya que no hay una violacin a la su intimidad, sino que lo que se busca es verificar
que est en condiciones aptas para el trabajo, y evitar el eventual acaecimiento de un accidente.
Este tipo de controles suele ser resistido por los trabajadores y que es muy difcil realizar espi-
rometras en el mbito laboral (porque) hay fuertes resistencias por parte de muchos sindicatos.
Si bien se pueden hacer controles sobre el alcohol, no hay una forma rpida de saber si consumi mari-
huana. Muchas veces los sindicatos cuestionan este tipo de exmenes por ser invasivos de la privacidad.
En algunos lugares ya se emplea la espirometra, pero con la marihuana, que ser prximamente de venta
legal, no hay una forma de control inmediato por parte de los empleadores y, si ocurre un accidente, esto
podra, quiz, constatarse a posteriori mediante la intervencin mdica o del Banco de Seguros del Estado.
420
Primer Encuentro Peruano-Chileno-Uruguayo
421
BREVIARIA APROXIMACIN
A LA REGLAMENTACIN LEGAL URUGUAYA
SOBRE RESPONSABILIDAD PENAL EMPRESARIAL
(LEY 19.196)
I. BREVE INTRODUCCIN
(1) Procurador y doctor en Derecho y Ciencias Sociales. Docente de la Facultad de Derecho de la Universidad
de la Repblica, desde el 2007. Integrante del Instituto de Derecho del Trabajo y de la Seguridad Social
de la Facultad de Derecho de la Universidad de la Repblica. Integrante de la Asociacin Uruguaya de
Derecho del trabajo y de la seguridad social (AUDTSS).
423
Sociedad Peruana de Derecho del Trabajo y de la Seguridad Social
(2) La resistencia encuentra su explicacin para aquellos de nosotros que no dejamos de reconocer como
obviedad que vivimos en una denominada sociedad de riesgos, adems, en que somos partcipes
de la concepcin de Derecho Penal mnimo o de ltima ratio, y nos cuesta aceptar un Derecho Penal
mximo. Es que en ltima instancia, las libertades deben ser la regla y las limitaciones de la libertad
una excepcin.
(3) Empero, no resulta menos cierto que ante la apariencia de bilateral (trabajador-empleador), la relacin
de trabajo resulta trilateral (trabajador-empleador-Estado).
Los sujetos principalsimos son el trabajador y el gremio, sindicato u organizacin profesional.
Los sujetos principales son el empleador (y sus organizaciones profesionales) y el Estado (que interviene
en las relaciones laborales como legislador; como administracin del trabajo MTSS; a travs de la
funcin judicial y jurisdiccional; como empleador; o como actor en las relaciones internacionales Tra-
tados, Convenios, Pactos, Convenciones, etc.).
Mientras tanto, los sujetos secundarios son: i). los grupos, organismos e instituciones (nacionales e
internacionales); ii). los operadores jurdicos; la opinin pblica; y iii). la opinin sectorial o del crculo
ms prximo a las relaciones individuales.
424
Primer Encuentro Peruano-Chileno-Uruguayo
(4) Debe observarse que ello no estara impedido ni prohibido, pues el Derecho es uno, compuesto por varias
ramas. A su vez, se trata de un tpico en el que confluirn al menos dos ramas de un mismo Derecho, y
por tanto, debera ser abordado desde esa doble ptica. Empero, resulta claro que se tratar de la confluen-
cia de las dos ramas ms atpicas del Derecho, lo que potencia y maximiza las dificultades. Advirtase
que tanto la penal como la laboral, son las dos ramas con mayores particularidades y especialidades del
Derecho todo. A su vez, no puede olvidarse que la analoga no est admitida en sede penal.
(5) Nos referimos en concreto a la figura del empleador, el que desde el Derecho del trabajo suele ser con-
ceptuado de diferentes formas, casi de tantas como autores se han dedicado a ello. Advirtase que en
una (no tan) breve mencin, podemos referir a:
Pl Rodrguez: se trata de aquel sujeto para quien se trabaja (acreedor de trabajo) y, por consiguiente,
quien remunera al trabajador (deudor de salario).
Martins Catharino: es el sujeto principal desde el punto de vista econmico. Pero desde el punto de vista
del carcter tuitivo del Derecho Laboral, pasa a ocupar un lugar secundario. El Derecho Laboral y todo
el ordenamiento jurdico del trabajo se construye, en principio, con el objeto de proteger al trabajador
(Const.: el Trabajo est bajo la proteccin especial de la ley).
De Buen: hoy asistimos, sin embargo, a una transformacin en los fines perseguidos por el Derecho del
Trabajo. Este se encamina ms a la proteccin del empleo (puesto de trabajo), que a la proteccin del
sujeto que desenvuelve el trabajo (trabajador).
De la Villa: seala que el concepto de empleador (o de empresario, que es la denominacin que recoge
el estatuto de trabajadores), a los efectos laborales, es un concepto meramente traslativo o reflejo del
concepto de trabajador. Este ltimo es el que se convierte en el concepto de referencia bsico para la
configuracin del mbito de aplicacin de las normas del Derecho Laboral.
Cammerlynck - Lyon Caen: es el propietario (o titular) de los instrumentos de trabajo; quien remunera
y da las rdenes.
Por nuestra parte, modestamente, desde hace un tiempo nos hemos permitido sostener una definicin
o conceptualizacin amplia de empleador, pues se trata de aquel sujeto que otorga trabajo a otro sujeto
(dador de trabajo), emplendolo y remunerndolo (acreedor de trabajo), por ser el propietario o titular
de la empresa o el jefe de la empresa (patrono o empresario). Ntese empero, que las definiciones de
trabajador y de empleador, giran siempre una entorno de la otra. Tal como si se tratara de espejos
enfrentados. Se define uno en relacin al otro, y viceversa.
(6) Ergo, estamos fuera del Derecho Civil y sus institutos. Nada tiene que ver esa rama del Derecho, en este
tema, con el Derecho Laboral.
425
Sociedad Peruana de Derecho del Trabajo y de la Seguridad Social
(7) Por persona moral cabe entender toda aquella organizacin que no tenga ningn tipo de personera. Ergo,
no se trata de personas fsicas ni jurdicas (quedando exceptuadas las personeras civiles y comerciales
y/o societarias). Se trata, entonces, de organizaciones o agrupaciones fcticas, momentneas, como
una comisin barrial o una mera asociacin entre profesionales (no formal), o una mera asociacin de
empleadores.
426
Primer Encuentro Peruano-Chileno-Uruguayo
(8) Breviariamente, puede decirse que las teoras que intentan explicar la naturaleza jurdica de la empresa,
son:
i). Teora clsica (o negativa), que se sustenta en la concepcin liberal; cuyos conceptos principales
son la propiedad y el contrato; y sus fundamentos son: la oposicin de intereses, el predominio del
capital, la asuncin de los riesgos por el empleador, y el carcter fungible de los trabajadores).
ii). Teoras afirmativas (a. Teora institucionalista; b). Teora social; c). Teora comunitaria; d). Teoras
de la persona jurdica naciente y de la persona moral).
iii). Teoras marxistas.
(9) Ms ampliamente, vase: BALLARN MARCIAL, Alberto. Derecho Agrario. Madrid, 1965, p. 243.
(10) Ms ampliamente, vase: SOLDEVILLA, Antonio. La empresa agraria. Valladolid, 1982, p. 50.
(11) ROSENBAUM, Jorge. Sujetos del Derecho del Trabajo, material an indito, preparado para el dictado
de cursos en la Facultad de Derecho.
427
Sociedad Peruana de Derecho del Trabajo y de la Seguridad Social
(12) En idntico sentido se pronuncia el Prof. PL RODRGUEZ. Curso de Derecho laboral. T. 1, vol. 1,
Ed. Idea, , Montevideo, 1990, pp. 159 y 160, donde llega a distinguir seis acepciones posibles para el
trmino establecimiento en su relacin con la empresa.
(13) Podr haber quien imparta rdenes en representacin del empleador. Podr haber quien por ser su cargo
o por habrsele indicado por el empleador, dirija las tareas o actividades de otros trabajadores. Pero
difcilmente habr quien sufra la mengua de rentas y/o utilidades como el empleador.
Empero, no es menos cierto que en la intentio legislativa radic responsabilizar penalmente a quien
contrate a un trabajador en relacin de dependencia o subordinacin. A su vez, amplifica la responsa-
bilidad sobre cualquiera que ejerza el poder de direccin o el ius variandi; sin distinguir si se trata de
persona fsica o jurdica, pblico o privada.
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Primer Encuentro Peruano-Chileno-Uruguayo
(14) Ms ampliamente, vase ERMIDA FERNNDEZ, Martn. El empleador complejo, el conjunto econ-
mico y el grupo de empresas. En: Doctrina & Jurisprudencia, Tomo XVII, CADE, Montevideo, junio
2012. Vase tambin, CASTELLO, Alejandro. Grupo de empresas y Derecho del Trabajo. Ed. FCU,
Montevideo, 2006.
(15) Externalizacin, descentralizacin y tercerizacin son el gnero. Como especies aparecen la interme-
diacin, el suministro de mano de obra y la subcontratacin (impropia).
429
Sociedad Peruana de Derecho del Trabajo y de la Seguridad Social
de presentacin. Empero, no lo ha conseguido. Resulta ser que nos hemos dado cuen-
ta que, en definitiva, se trata de un muy viejo conocido nuestro: la contratacin atpica.
La tercerizacin se nos presenta, pues, como la ms burda y peligrosa mer-
cantilizacin del trabajo y del trabajador(16).
Si se nos permite la analoga, la externalizacin (outsourcing) es el cajn
de cervezas o el nombre del equipo de ftbol. Cada una de las botellas o de
los jugadores que integran ese cajn o equipo de ftbol, son: triangularidad,
tercerizacin(17), intermediacin, subcontratacin impropia, precarizacin, flexibi-
lidad, desregulacin, desconcentracin, deslocalizacin, descentralizacin, fuga,
huda, exclusin, expulsin, deslaboralizacin, subempleo, suministro de mano
de obra, informalidad, cooperativas de trabajadores, sociedades de trabajadores,
personas jurdicas, falsos autnomos, fraude, simulacin, trasvestismo, exteriori-
zacin, desintegracin vertical, falsos empleadores, segmentacin laboral.
Otra falencia de la Ley N 19.196 sub exmine, radica en el hecho de des-
conocer el principio penal contenido en el artculo 85 del Cdigo Penal uruguayo:
nulla poena signe lege (...). Advirtase que tras la creacin de una nueva figura
penal, se remite a los medios de resguardo y seguridad laboral previstos en la ley
y su reglamentacin. Con esto, se genera una remisin a una norma en blanco,
lo que grava las crticas que puede recibir esta nueva tipificacin penal. La nica
(16) La extrenalizacin, descentralizacin o tercerizacin son inconstitucionales per se, por consistir en
un disvalor jurdico en s mismos. No sucede lo mismo con la subcontratacin, salvo que esta encubra
formas de intermediacin o suministro de mano de obra (subcontratacin impropia). En la intermedia-
cin y suministro de mano de obra, el disvalor jurdico est en convertir el trabajo en una mercanca.
Se lucra con el trabajo. El objeto que comercializan, que ofrecen al cliente es la efectiva prestacin de
un trabajo o tarea. No importa la persona del trabajador que preste esa actividad, tarea o trabajo. El
trabajador queda relegado a un segundo plano. Lo nico que interesa es la efectiva prestacin del trabajo,
tarea o actividad. Al recurrir a estas formas de contratacin atpicas, lo que se ofrece y por lo que se
paga es por la efectiva prestacin del trabajo, sin importar en lo ms mnimo la persona del trabajador
que desempea ese trabajo; a tal punto esto es as, que si el trabajador no es del agrado de la empresa
usuaria, esta se contacta con la empresa principal e ipso facto, el trabajador es cambiado, pero sin que
la efectiva prestacin de trabajo se vea interrumpida. Esto no es un dato menor, puesto que estamos en
presencia del sujeto principal por antonomasia (principalsimo); y si partimos de ello, la relegacin a
un segundo plano de la persona del trabajador, constituye en s un segundo disvalor jurdico.
(17) Debe tenerse cuidado de no confundir tercerizacin con tercierizacin y subcontratacin (propia), pues
estas ltimas nada tiene de malo. La terciarizacin siempre supone una transferencia de actividades
del sector industrial o secundario al sector terciario o de servicios mientras que la tercerizacin puede
darse dentro del mismo sector industrial. Es que en un sentido ms amplio, la tercerizacin puede ser
entendida como la transferencia o la contratacin externa de cualquier tipo de actividad. Actividades que
anteriormente eran desarrolladas internamente, dentro de la estructura de la empresa, se externalizan
o sea pasan a ser realizadas en el exterior de la empresa por terceros. Cuando el empleador recurre a
la externalizacin, en realidad est transfiriendo los riesgos al trabajador, quebrando as la estructura
medular del contrato de trabajo, y sobre todo, violando su fundamento tico. La subcontratacin propia,
supone la contratacin de otra empresa para que desarrolle a favor de la contratante, obras o servicios,
pero a su costo y riesgo. Empero, la subcontratacin impropia, resulta ser aquella subcontratacin que
funciona como mscara, velo o encubrimiento de situaciones de intermediacin laboral o de suministro
de mano de obra.
430
Primer Encuentro Peruano-Chileno-Uruguayo
solucin posible (que no vaya contra los cimientos penales patrios) es entender
que la remisin est hecha a leyes y reglamentaciones que se hubieran dictado con
anterioridad a la sancin y promulgacin de la presente reglamentacin legal (ley
19.196). Mas nunca a reglamentaciones (infralegales) posteriores.
Se desconoce pues, adems, el principio penal de la irretroactividad.
Otros planteamientos ya no tanto jurdicos, sino fcticos, es posible es-
bozar.
Resulta claro que el empleador est en la cspide de la empresa(18), y que
por debajo existen jerarquas intermedias(19). Qu sucedera si, por ejemplo, el
empleador adquiriera los mecanismos de seguridad y fuera el capataz quien no los
entregara a los trabajadores; podramos acaso sostener la culpabilidad o el dolo
de ese empleador? Tambin realizaramos un reproche penal al empleador ante
un accidente laboral en el que el trabajador afectado estaba alcoholizado o bajo
el efecto de estupefacientes?
Entendemos que hay que ser cautos a la hora de interpretar el concepto de
no adoptaren los medios de resguardo y seguridad laboral () de forma que pon-
gan en peligro grave y concreto la vida, la salud o la integridad fsica del traba-
jador. Quizs, la piedra angular se encuentre en el peligro grave y concreto.
El ltimo extremo al que haremos referencia es el referente al Estado.
As como las personas jurdicas no son pasibles de reproche penal, tampoco
lo seran los organismos estatales, pero s sus soportes, representantes y autoridades.
(18) Este no resulta un dato menor, pues si pensamos en una empresa familiar, o en una empresa de pequeo
o mediano porte, el empleador es (ms o menos) fcilmente detectable.
Los problemas para detectar al empleador comienzan a surgir en las sociedades comerciales. Quin
es el empleador en esos casos. Lo es el titular de la empresa (cuando es una persona fsica)? Lo es el
titular de la persona jurdica? Lo son los socios (personas fsicas y/o jurdicas) de la sociedad (persona
jurdica)? Lo son los representantes y socios o accionistas de la persona jurdica? Lo son los integrantes
(personas fsicas y/o jurdicas) de la sociedad de hecho?
Y a todo este entramado complejo podramos agregar otra dificultad, la que refiere a los fenmenos de
externalizacin laboral (contratacin atpica laboral, flexibilidad, flexibilizacin, fuga o exclusin de la
subordinacin, tercerizacin, cuarterizacin, intermediacin, subcontratacin impropia, suministradoras
de mano de obra temporal, entre otros).
Resulta pues que, tras una deficiente seleccin del sujeto penal activo, se produce un efecto amplifica-
dor del sistema de responsabilidad. Si no se tiene cuidado, todos terminaremos siendo captados por el
sistema penal. Advirtase que la ambigedad utilizada por la norma, permitira que el empleador de
personal domstico (si este ltimo sufriera un accidente laboral), fuera captado por el sistema penal.
Lo mismo sucedera con un maestro, un secretaro, un ferroviario, un trabajador rural, un trabajador
sexual, o cualquier otra profesin u oficio en la que se pueda pensar.
(19) En el caso concreto, nos referimos a los gerentes, directores, jefes de cuadrillas, capataces, jefes de
seccin, jefes de personal, y toda otra autoridad o jerarqua intermedia entre el trabajador u operario y
el empleador.
431
Sociedad Peruana de Derecho del Trabajo y de la Seguridad Social
(20) ERMIDA FERNNDEZ, Martn ASSE y la reforma de la Salud: aproximacin fctico jurdica. Cap.
XVI.6, Ed. FCU, Montevideo, abril del 2013, p. 141 y ss.
(21) ERMIDA FERNNDEZ, Martn. El nuevo sistema de negociacin colectivo uruguayo (Leyes
Ns 18.508 y 18.566). Ed. FCU, Montevideo, julio del 2012, p. 61.
(22) dem.
(23) dem.
432
Primer Encuentro Peruano-Chileno-Uruguayo
433
Sociedad Peruana de Derecho del Trabajo y de la Seguridad Social
(27) Ergo, los trabajadores. Los trabajadores comprendidos por el seguro de accidentes de trabajo y enfer-
medades profesionales.
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Primer Encuentro Peruano-Chileno-Uruguayo
Pues bien, lo cierto es que ello sucede y es el propio BSE el que, consta-
tado el dolo o culpa grave deber dar cuenta al Inspector General del Trabajo y
de la Seguridad Social, para que bajo su estricta responsabilidad funcional, radi-
que la denuncia penal del presunto delito contra la vida o la integridad fsica de
los trabajadores.
Si se presta atencin, aparece otra inconsistencia: si ya se haba establecido
la existencia de reproche en base al dolo o culpa grave, cmo es que la IGTSS
radica denuncia penal de hechos con apariencia delictiva, o lo que es lo mismo
hechos que configuren un presunto delito contra la vida o la integridad fsica de
los trabajadores?
Pero ms an, la norma se olvid de la salud. En puridad, pues, solo se po-
drn denunciar por la IGTSS hechos presuntamente delictivos contra la vida o la
integridad fsica, pero nunca aquellos que aparentemente hayan atentado contra
la salud de los trabajadores.
435
Sociedad Peruana de Derecho del Trabajo y de la Seguridad Social
(28) De lo que viene de manifestarse, queda claro que los controles preventivos, aleatorios y no invasivos
tienen por finalidad el contralor de situaciones en que los trabajadores pueden estar afectando el haz
obligacional que les compete en la relacin de trabajo. A su vez, se constituye como un mecanismo de
resguardo para el empleador, en tanto coadyuva a su alejamiento respecto de eventuales responsabi-
436
Primer Encuentro Peruano-Chileno-Uruguayo
lidades y reproches penales y laborales, en caso de siniestralidad laboral. En caso que estos controles
dieran positivos, al tenor de la norma, parecera que se estara configurando una nueva causal de notoria
mala conducta, con todo lo que ello implica. Ante todo ello, un recuerdo nos asalta y es el que refiere
a las concausas laborales (en el que no nos detendremos por ser ajeno a las pretensiones del presente
ensayo, y que en todo caso, podr ser objeto de otro trabajo), pues quizs, esta norma traiga aparejado
el resurgimiento de discusiones y construcciones doctrinario-jurisprudenciales que haban quedado
superadas, como la denunciada.
437
Sociedad Peruana de Derecho del Trabajo y de la Seguridad Social
438
Primer Encuentro Peruano-Chileno-Uruguayo
11. De la recta interpretacin del artculo 2 surge que solo se podrn denun-
ciar por la IGTSS, hechos presuntamente delictivos contra la vida o la
integridad fsica, pero nunca aquellos que aparentemente hayan atenta-
do contra la salud de los trabajadores.
14. Debe advertirse, adems, que este tipo de normas se prestan para el
abuso del sistema y los mecanismos judiciales, a travs de la radicacin
de denuncias falsas e infundadas.
15. La ley sub exmine olvid (como requisito previo), recurrir a instancias
de dilogo social y negociacin bi y tri partitas. Tambin olvid plasmar
mbitos de solucin de conflictos.
16. Tampoco podemos dejar de observar, antes de cerrar este trabajo, que
contamos con una rama del Derecho que ha sabido sobrevivir y evolu-
cionar sin necesidad de verdaderas reformas profundas. Los principios
del Derecho del trabajo fueron y son los pilares del mecanismo evoluti-
vo del Derecho Laboral. Son ellos los que hacen a la reforma y revisin
constante de esta rama del Derecho. Son esos principios y sus colorarios
los que permiten el contralor mutuo de todos y cada uno de los operado-
res jurdicos; e incluso, del propio sistema laboral. No ser que estamos
buscando innecesariamente, reformar algo que naturalmente se autore-
visa, evoluciona y reforma de manera constante y silenciosa, gracias
a los operadores jurdicos y a los principios del Derecho del trabajo?
439
Sociedad Peruana de Derecho del Trabajo y de la Seguridad Social
19. Desde hace por lo menos una dcada, en Uruguay, se asiste a un pro-
ceso legislativo donde la tcnica resulta ciertamente defectuosa. Se ad-
vierte sin dificultades una proliferacin normativa que, a poco tiempo
de entrar en vigencia, necesita de otra norma que corrija los defectos.
Pareciera que se legisla de manera poco mentada y sin tener claros los
(29) ERMIDA FERNNDEZ, Martn. El proceso laboral autnomo. Ed. FCU, Montevideo, 2013.
(30) Extracto de nuestra ponencia oficial en el XI ELAT, organizado por la ALAL en Medelln - Colombia, los
das 6 al 8 de noviembre de 2013, bajo el ttulo Externalizacin laboral: una nueva carta de presentacin,
de un viejo conocido; publicado en <http://alalincludente.blogspot.com.br/2013/11/a-alal-e-seu-xi-elat-
o-professor-martin.html>; <http://blogdotarso.com/2013/11/12/terceirizacaotercerizacion/>; < h t t p: //
www.glosalaboral.cl/wp-content/uploads/2012/11/Mart%C3%ADn-Ermida-Externalizaci%C3%B3n-
laboral.pdf>.
440
Primer Encuentro Peruano-Chileno-Uruguayo
24. Al tenor del inciso octavo in fine del artculo 42 de la Ley N 19.172,
el trabajador afectado en sus capacidades por el consumo de cannabis
psicoactivo no incurrira en notoria mala conducta; su suspensin de
tareas, y retiro de la empresa no podr contar con sancin disciplinaria
alguna y, por tanto, tampoco podr descontarse monto alguno del sala-
rio, pues ello supondra una sancin encubierta.
441
DERECHO DEL TRABAJO Y COERCIBILIDAD PENAL
I. INTRODUCCIN
(1) Magster en DTSS (FD - UR-Uruguay). Profesor agregado (gr. 4) de DTSS (FD-UR-Uruguay). Profesor
Titular de Derecho del Trabajo (FD - CLAEH, Punta del Este, Uruguay).
443
Sociedad Peruana de Derecho del Trabajo y de la Seguridad Social
5. Por eso se hace imprescindible que los preceptos jurdicos vayan acom-
paados de un mecanismo que les permita sortear la resistencia de quie-
nes deberan acatarlos(4). Se trata de la coercibilidad, que algunos juris-
tas han destacado como el elemento verdaderamente definidor de las
normas jurdicas(5). A travs de la misma, el Derecho amenaza con una
sancin para que el destinatario de la norma se sienta inclinado a cum-
plirla, incluso cuando de ello no resulten satisfechos sus intereses o sus
convicciones. La norma jurdica procura despertar en el individuo un
inters real en respetarla: debe hacerlo para evitar que sobre l recaiga
una consecuencia no deseada.
(2) KELSEN, H. Teora pura del Derecho. Eudeba, Bs. As., 1960, p. 142. CARNELUTTI, Francisco. Teora
General del Derecho. Ed. Revista de Derecho Privado, Madrid, 1941, p. 54.
(3) NINO, Carlos. Introduccin al anlisis del derecho. 2 ed. ampliada y revisada, 12 reimpresin, Ed.
Astrea, Bs. As., 2003, p. 4.
(4) CARNELUTTI, F. Ob. cit., p. 62.
(5) KELSEN, H. Teora. Ob. cit., p. 81 y tambin: Validez y eficacia del derecho. Ed. Astrea, Bs. As., 2005,
pp. 50 y 51.
444
Primer Encuentro Peruano-Chileno-Uruguayo
7. Ahora bien, tambin parece bastante claro que no todas las normas
jurdicas son capaces de despertar la misma vocacin de acatamien-
to espontneo y que, consecuentemente, algunas de ellas necesitan ser
acompaadas de un mayor nfasis de coercibilidad. En alguna ocasin(8)
ilustramos esta idea comparando el artculo 256 del Cdigo Civil uru-
guayo(9) con las normas que imponen a los contribuyentes la obligacin
de pagar tributos. El ejemplo es interesante porque permite apreciar la
distancia que existe entre una y otras en cuanto a las motivaciones que
pueden determinar el acatamiento por parte de sus destinatarios. Y, por
lo tanto, tambin permite comprender la diferente intensidad de coerci-
bilidad que ser necesario que acompae a unas y otras a los efectos de
asegurar su cumplimiento.
445
Sociedad Peruana de Derecho del Trabajo y de la Seguridad Social
9. Por este motivo rpidamente se advirti que la norma laboral que pre-
tendiera contar con alguna chance de ser aplicada en la prctica deba
ir acompaada de un sistema que se asegurara de controlar su cumpli-
miento. Y fue as que una ley inglesa de 1833 (la denominada Factory
Act) cre el primer cuerpo de inspectores de trabajo (inspectorate of
factories)(12); instrumento que fue introducido en Uruguay a travs de la
Ley N 5.350, del 17 de noviembre de 1915, conocida como la ley de las
8 horas, que as parece haber sido la primera que demostr verdadera
vocacin de ser efectivamente aplicada a la realidad prctica(13).
Por estas razones resulta evidente que las normas laborales necesariamente
deben ir acompaadas de mecanismos de control de su cumplimiento y
que, en definitiva, aquella que no cuente con adecuados instrumentos de
constriccin, padecer un defecto que muy probablemente condicionar su
(11) OLSZAK, N. Histoire du Droit du Travail, Histoire du Droit du Travail. Ed. Econmica, Pars, 2011,
p. 52.
(12) Vide <http://www.parliament.uk/about/living-heritage/transformingsociety/livinglearning/19thcentury>.
DURAND, Paul y JAUSSAUD, R. Trait de Droit du Travail. T. I, Dalloz, Pars, 1947, p. 75; PREZ
BOTIJA, Eduardo. Curso de Derecho del Trabajo, 6 ed., Tecnos, Madrid, 1960, p. 61.
(13) BARBAGELATA, Hctor-Hugo. El Derecho del Trabajo en Amrica Latina, MTySS, Madrid, 1985, p. 55.
(14) Cfe. BLANC-JOUVAN, N. Il caso francese in Lavoro e Diritto. Ao I, N 3, VII, 1987, p. 543, cit. por
BARBAGELATA, Hctor-Hugo. El particularismo del Derecho del Trabajo y los Derechos Humanos
Laborales. FCU, Mdeo., 2009, p. 119.
(15) PL RODRGUEZ, Amrico. El Derecho del Trabajo en Amrica Latina. Sus crisis y sus perspectivas.
En: Rev. Derecho Laboral. T. XXI, N 110, abril-junio 1978, p. 139; ERMIDA URIARTE, scar. Las
relaciones de trabajo en Amrica Latina. Coleccin Crtica & Comunicacin, N 2, OIT, Lima, 1991,
p. 9; DEVEALI, Mario L. En: La integracin del Derecho del Trabajo. Publ. de ILADTSS, Santa Fe,
1969, p. 71, cit. por BARBAGELATA, H. H. El Derecho del Trabajo en Amrica Latina. Ob. cit., p.
45; DE LA CUEVA, Mario. El Nuevo Derecho mexicano del Trabajo, 19 edicin, tomo I, Ed. Porra,
Mxico, 2003, p. 540.
446
Primer Encuentro Peruano-Chileno-Uruguayo
(16) BARBAGELATA, H. H. Derecho del Trabajo. T. I, vol. 2, 3 ed. actualizada con la colaboracin de
Daniel Rivas, FCU, Mdeo., 2007, pp. 10-11.
(17) DESDENTADO BONETE, Aurelio. Prlogo a la obra de Baylos Grau, Antonio y Terradillos, Juan,
Derecho Penal del Trabajo. Ed. Trotta, Madrid, 1990, p. 8.
(18) Del autor: Eficacia prctica de las normas laborales. Ob. cit., p. 59 y ss.
447
Sociedad Peruana de Derecho del Trabajo y de la Seguridad Social
15. Lo que se ha dado en llamar Derecho Penal del Trabajo se ubica dentro
de los mecanismos de control de cumplimiento que hemos llamado di-
rectos (control / sancin).
16. Lo primero que se debe sealar tiene que ver con la ambivalente rela-
cin histrica que han mantenido el Derecho del Trabajo y el Derecho
Penal(19). Es difcil encontrar alguna otra disciplina jurdica cuyos ins-
titutos fundamentales hayan merecido un tratamiento tan variable de
parte del Derecho Penal.
(19) DE BUEN, Nestor. Derecho del Trabajo. T. I, 17 ed., Ed. Porra, Mxico, 2005, p. 127.
(20) BAYLOS, A. y TERRADILLOS, J. Ob. cit., p. 15.
(21) El proceso de despenalizacin se produjo en momentos diferentes segn cada pas. En Gran Bretaa se
reconoci la libertad de asociacin en 1824; en Francia, se derogaron en 1884 las normas penales que
sancionaban la formacin de sindicatos y las huelgas (los delitos haban sido tipificados en el Cdigo
Penal de 1810, arts. 414 a 416); mientras que en Alemania algunos Estados levantaron las prohibiciones
entre 1841 y 1859, pero no fue sino hasta 1872 que una ley del recin unificado imperio generaliz las
libertades. Cfe. DE LA CUEVA, M. Ob. cit., p. 17.
(22) BAYLOS, A. y TERRADILLOS, J. Ob. cit., p. 34.
448
Primer Encuentro Peruano-Chileno-Uruguayo
449
Sociedad Peruana de Derecho del Trabajo y de la Seguridad Social
23. La mejor doctrina penal se ha ocupado desde siempre por dejar seala-
do el riesgo que supone la profusin desmesurada de definiciones delic-
tivas, fenmeno que se ha dicho (...) tiene su causa en la mana de
450
Primer Encuentro Peruano-Chileno-Uruguayo
24. En el caso del Derecho Penal del Trabajo, es probable que el defecto se
haya traducido en una frecuente inaplicacin prctica de muchos tipos
delictivos, siendo comn encontrar comentarios que destacan su poca
proyeccin en la realidad, al punto que ha llegado a sealarse que no
es ms que una convencin lingstica, mal valorada doctrinalmente,
difcilmente apreciada por la interpretacin jurisprudencial, ignorada
por los sindicatos y utilizada parcialmente por la Administracin(30).
451
Sociedad Peruana de Derecho del Trabajo y de la Seguridad Social
VI. CONCLUSIN
Se ha dicho con razn que la sancin penal de tales conductas sirve para
generar el mensaje de que las conductas de este tipo, sobre todo cuando
ponen en riesgo la integridad fsica del trabajador, s son y deben reco-
nocerse como graves en el marco del Estado social y democrtico de
Derecho(35).
28. En cualquier caso, tambin resulta esencial tomar los recaudos perti-
nentes para no dejarse ganar por los planteamientos moralistas aboca-
dos a la siempre inoperante huda al Derecho penal, mera coartada del
legislador, tantas veces lamentada (...)(36).
452
LAS EXIMENTES DE RESPONSABILIDAD
DEL EMPLEADOR EN EL DELITO DE PELIGRO
POR LA NO PREVENCIN EN LOS ACCIDENTES
DE TRABAJO INSTAURADO POR
LA LEY N 19.196 DENOMINADA
DE RESPONSABILIDAD EMPRESARIAL
EN LA REPBLICA ORIENTAL DEL URUGUAY
EDUARDO GOLDSTEIN(1)
I. PRESENTACIN
1. Consideraciones generales
1. La novel Ley N 19.196(2), denominada en el foro como de responsabi-
lidad empresarial, instituy (a esta altura para el debate acadmico tanto
en sede penal como laboral no hay dualidad de criterios), un delito de
peligro concreto(3) en su artculo 1, que castiga con una pena de tres a
(1) Magster en Derecho, Orientacin Derecho del Trabajo y la Seguridad Social. Escuela de Posgrado de la
Facultad de Derecho de la Universidad de la Repblica. Docente de Derecho del Trabajo y la Seguridad
Social en la Universidad de la Repblica Grado 1. Direccin de correo electrnico: dredugoldstein@
gmail.com.
(2) Promulgada por el Poder Ejecutivo el 01/04/2014.
(3) No cabe duda alguna, que tal como est redactado el texto del artculo 1, el legislador ha erigido un
delito de peligro concreto, entendido este como la puntualizada puesta en peligro del bien jurdico que
se pretende proteger (especficamente la vida, la salud o la integridad fsica del trabajador). En otras
palabras, el peligro concreto es la consecuencia directa y tpica prevista por la figura penal. La doctrina
453
Sociedad Peruana de Derecho del Trabajo y de la Seguridad Social
espaola exhibe como ejemplo del delito de peligro concreto a la contravencin de conduccin temeraria
cuyo tipo exige, junto a la conduccin con temeridad manifiesta; que se pusiere en concreto peligro
la vida o integridad de las personas.
(4) Texto del artculo 1 sic.
454
Primer Encuentro Peruano-Chileno-Uruguayo
(5) Cfr. MANGARELLI, Cristina. Responsabilidad del empleador por accidentes de trabajo y enferme-
dades profesionales. En Revista de la Facultad de Derecho. N 31, julio - diciembre 2011, Montevideo,
FCU, p. 204.
(6) Artculo 310.
(7) Artculo 314.
(8) Artculo 316.
(9) Artculo 317.
(10) Artculo 318.
(11) Artculo 319.
455
Sociedad Peruana de Derecho del Trabajo y de la Seguridad Social
3. Otro aspecto a tener en cuenta a nuestro juicio respecto del nuevo delito
que se crea, ms all de las discusiones de su dudosa legalidad y cons-
titucionalidad por remitirse a normas reglamentarias y administrativas,
sobre todos las que se dicten con posterioridad a la entrada en vigencia
de la ley y refieran a la proteccin de la salud e integridad sicofsica del
trabajador , lo que en una primera lectura podra entenderse que refleja
una trasgresin al principio cardinal del Derecho Penal liberal en el cual
nuestro ordenamiento jurdico se asienta nullum crimen, nulla poena
sine praevia lege(12); en el plano estrictamente cientfico, aparecen un
par de aspectos que surgen del propio espritu y texto de la norma, de
los cuales uno ameritar(13) su estudio en el presente trabajo. Por ello lo
plantearemos entre signos de interrogacin:
(12) El artculo 1 del Cdigo Penal recoge este principio cuando precepta: Es delito toda accin u omisin
expresamente prevista por la ley penal.
Para que esta se considere tal, debe contener una norma y una sancin.
(13) Vide supra Lit A, Nral. 2, Subcap. I.i.
(14) Dispone la norma: No se responde de la concausa preexistente, superviniente o simultnea, indepen-
diente del hecho, que no se ha podido prever.
456
Primer Encuentro Peruano-Chileno-Uruguayo
(15) Cfr. CORIGLIANO, Eduardo Mario. Delitos de peligro. Hacia una definicin poltico criminal y sis-
temtica. La frontera de lo punible en el Derecho Penal. En Revista Internautca de Prctica Jurdica.
N 18, Espaa. sitio web: <www.ripj.com>, consultado el 10/04/2014.
(16) Von ROLHAND, W. Citado por Corigliano, Eduardo Mario. Ob. cit.
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Sociedad Peruana de Derecho del Trabajo y de la Seguridad Social
(17) Oscar Ermida Uriarte utilizaba este trmino que tomaba de los debates parlamentarios del legislador
Martn Recaredo Echegoyen, cuando se refera a cuestiones dudosas o poco claras.
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Primer Encuentro Peruano-Chileno-Uruguayo
artculo 316 del Cdigo Penal de dicho pas(18), los que a nuestro juicio
pueden trasladarse a nuestra realidad.
(18) Establece su texto: Los que con infraccin de las normas de prevencin de riesgos laborales y estando
legalmente obligados, no faciliten los medios necesarios para que los trabajadores desempeen su acti-
vidad con las medidas de seguridad e higiene adecuadas, de forma que pongan as en peligro grave su
vida, salud o integridad fsica, sern castigados con las penas de prisin de 6 meses a 3 aos y multa de
6 a 12 meses.
(19) Vide supra lit. B, nral. 1, subcap. I.i.
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Sociedad Peruana de Derecho del Trabajo y de la Seguridad Social
460
Primer Encuentro Peruano-Chileno-Uruguayo
461
Sociedad Peruana de Derecho del Trabajo y de la Seguridad Social
(25) El artculo 84 de la Ley N 15.750 del 24/06/85, (Ley Orgnica de la Judicatura y Organizacin de los
Tribunales), en su primera parte establece: Los miembros de la Judicatura sern absolutamente inde-
pendientes en el ejercicio de la funcin jurisdiccional .
462
Primer Encuentro Peruano-Chileno-Uruguayo
(26) Cfr. GUZMN, Leonardo. Mrtires del Derecho. En Diario El Pas, edicin digital del 04/04/2014,
en sitio web: <www.elpais.com.uy> fecha de consulta: 04/042014.
463
LA LEY URUGUAYA DE RESPONSABILIDAD PENAL
DEL EMPLEADOR
I. ASPECTOS GENERALES
(1) Profesor de Derecho del Trabajo y Seguridad Social (1983-2012). Autor de 15 libros y de ms de 120
artculos y notas de doctrina. Su ms reciente libro en curso de impresin se llama Las relaciones
laborales colectivas uruguayas. Director del Departamento Laboral y Seguridad Social de FERRERE
Abogados. [email protected]
465
Sociedad Peruana de Derecho del Trabajo y de la Seguridad Social
constituya delito. Esta falta se castiga con una pena de siete a treinta das de tra-
bajo comunitario(2).
(2) Artculo 6, que da una nueva redaccin al artculo 365 del Cdigo Penal. La falta sealada en el texto
est regulada en el numeral 6 del citado artculo 365.
466
Primer Encuentro Peruano-Chileno-Uruguayo
(3) Por ejemplo, la Ley 16.074 sobre accidentes de trabajo y enfermedades profesionales definen al emplea-
dor y al trabajador. Estas definiciones son de aplicacin a los efectos exclusivos de esta Ley y no tienen
vocacin de generalidad.
(4) El artculo 1 del Cdigo Penal establece: Es delito toda accin u omisin expresamente prevista por
la ley. El sujeto que lleva a cabo la accin u omisin debe estar expresamente determinado.
(5) Cdigo del Proceso Penal, artculos 125 (auto de procesamiento) y 245 (sentencia definitiva).
467
Sociedad Peruana de Derecho del Trabajo y de la Seguridad Social
(6) Artculo 7.
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Primer Encuentro Peruano-Chileno-Uruguayo
(7) Armonizando los artculos 3 y 18 del Cdigo Penal, se concluye que ambas normas hacen referencia a
las personas fsicas en tanto son las nicas que pueden desarrollar conductas de accin o de omisin, y
es a ellas las que se les puede imputar el delito a ttulo de dolo, ultraintencin o culpa.
469
Sociedad Peruana de Derecho del Trabajo y de la Seguridad Social
2. Sujetos excluidos
En nuestra opinin, no deberan ser penalmente responsables todas aque-
llas personas que no revestan la calidad de empleador del trabajador que fue ex-
puesto a la situacin de peligro penada por la nueva ley.
470
Primer Encuentro Peruano-Chileno-Uruguayo
(8) Artculo 2.
(9) Artculo 1, literal A).
(10) Artculo 1, literal C).
471
Sociedad Peruana de Derecho del Trabajo y de la Seguridad Social
472
Primer Encuentro Peruano-Chileno-Uruguayo
(12) En el diccionario de la RAE, uno de los significados de la palabra medida es: Disposicin, prevencin.U.
m. en pl.Tomar, adoptar medidas (<www.rae.es>).
(13) <www.rae.es>.
473
Sociedad Peruana de Derecho del Trabajo y de la Seguridad Social
(14) Artculo 1.
(15) Se han aprobado Decretos para: industria en general, comercio y servicios (N 406/988); construccin
(Nmeros 89/995 y 179/001. Estos dos Decretos fueron Derogados por el reciente Decreto 125/014, del
7 de mayo de 2014, el cual regula todos los aspectos de seguridad, salud y medio ambiente en la cons-
truccin, y entra en vigencia a los 90 das de su publicacin en el Diario Oficial, salvo dos disposiciones
que tiene vigencia inmediata); qumica (Nmeros 306/000, 307/009 y 128/014); forestal (N 372/999);
rural (N 216/012); explotaciones agropecuarias (N 321/009) y Call Centers (N 147/012).
(16) Artculo 16.1. Este Convenio fue ratificado por Uruguay por la Ley N 15.965, de 28 de junio de 1988.
(17) Artculo 2.
474
Primer Encuentro Peruano-Chileno-Uruguayo
C. NEXO CAUSAL
La nueva ley establece que solo es punible la conducta de no adoptar las
medidas de resguardo y seguridad laboral previstas en la ley y la reglamenta-
cin, en la medida que la misma haya puesto en peligro grave y concreto la vida,
la salud o la integridad fsica del trabajador. La expresin legal de forma re-
fiere al nexo de causalidad que tiene que existir entre la conducta omisa del su-
jeto penalmente responsable y la puesta en peligro de la vida, salud o integri-
dad fsica del trabajador.
475
Sociedad Peruana de Derecho del Trabajo y de la Seguridad Social
Los bienes jurdicos tutelados por la norma son la vida, salud o integri-
dad fsica, los que debieron ser puestos en peligro grave y concreto por
la conducta omisa del sujeto penalmente responsable. Por tanto, no toda
situacin de peligro es punible, sino la que tiene estas caractersticas.
(20) Artculo 3.
(21) En el proyecto de ley original de noviembre de 2012 se estableca un delito de resultado en la medida que
el empleador tena que incumplir las normas de seguridad y salud en el trabajo y ese incumplimiento
tuvo que ser la causa de la muerte o lesin grave o gravsima del trabajador (artculo 1).
(22) Cdigo Penal anotado y concordado. Ob. cit., p. 48.
476
Primer Encuentro Peruano-Chileno-Uruguayo
477
Sociedad Peruana de Derecho del Trabajo y de la Seguridad Social
3. La ley tampoco precisa cules son las medidas de seguridad cuyo in-
cumplimiento puede poner en peligro grave y concreto la vida, salud
e integridad fsica del trabajador. Sin duda que esto deber ser objeto
de una valoracin concreta de las circunstancias del hecho denunciado
y las pruebas que se recaben en el momento que se dio la situacin de
peligro de dichos bienes jurdicos.
(25) Artculo 8.
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Primer Encuentro Peruano-Chileno-Uruguayo
(26) Artculo 9.
(27) Artculo 18, inciso 2 del Cdigo Penal
(28) dem, dem, nota anterior.
(29) Artculo 21, inciso final del Cdigo Penal.
479
Sociedad Peruana de Derecho del Trabajo y de la Seguridad Social
(30) Recordemos que segn la Real Academia, la palabra intencin significa: Determinacin de la voluntad
en orden a un fin.
480
Primer Encuentro Peruano-Chileno-Uruguayo
D. SANCIN
La ley prev que si se configura el delito de peligro, el sujeto penalmen-
te responsable ser castigado con tres a veinticuatro meses de prisin. Es de-
cir, que esta persona, si es procesada con prisin, puede ser recluida en una pri-
sin del Estado.
En la medida que el delito se pena con prisin, el sujeto que ha sido pro-
cesado con prisin preventiva puede solicitar la excarcelacin en cualquier esta-
do de la causa(33).
481
Sociedad Peruana de Derecho del Trabajo y de la Seguridad Social
Con carcter general y para todo tipo de delitos, la nueva ley establece que
cualquier persona puede denunciar ante el juzgado competente los hechos que a
su juicio constituyen delito(34).
El denunciante deber hacer un relato de los hechos y agregar los elemen-
tos de prueba que disponga, y si correspondiere, solicitar su diligenciamiento. El
mismo tendr acceso al expediente durante el presumario y podr proponer que
se diligencien nuevas pruebas(35).
Por tanto, cualquier persona, trabajador o no del empleador en cuestin, ten-
ga o no conocimientos suficientes sobre riesgos laborales, puede formular una de-
nuncia y someter a la o las personas denunciadas a un presumario penal.
El denunciante debe saber que si va por el camino de la denuncia direc-
ta puede ser pasible de responsabilidad penal por calumnia o simulacin de deli-
to(36). La ley castiga con pena de prisin a la persona que ante la autoridad judicial
o policial denuncie un delito que no se ha cometido, o que simule los indicios de
un delito, y que por ello se inici un procedimiento penal para su averiguacin(37).
482
Primer Encuentro Peruano-Chileno-Uruguayo
483
PRIMERAS REFLEXIONES SOBRE LA LEY PENAL
EMPRESARIAL
VERNICA SCAVONE(1)
VIRGINIA GINARES(2)
I. INTRODUCCIN
485
Sociedad Peruana de Derecho del Trabajo y de la Seguridad Social
de trabajo. A su vez, cientos de trabajadores quedan con secuelas de por vida. Esto
se da en el marco de los miles de accidentes laborales que suceden anualmente en
nuestro pas. La accidentalidad no es producto de la casustica, sino consecuencia
de los procesos de organizacin del trabajo en que las patronales tienen poder dis-
crecional. Las comisiones bipartitas de seguridad en el trabajo estn lejos de ser
una realidad nacional. La represin llevada adelante durante aos ha logrado que
en gran parte de las empresas de diversas ramas de actividad no estn constitui-
das o sean inoperantes. Los esfuerzos permanentes del MTSS, a travs de la Ins-
peccin General del Trabajo, han logrado mejorar en forma sustantiva los cuer-
pos inspectivos y la recepcin de denuncias. Sin duda que abordar la accidentali-
dad requiere un enfoque integral. No existen recetas mgicas. Es imprescindible
abordar la situacin tanto desde el punto de vista de encarar una gran campaa
nacional de sensibilizacin sobre el tema, haciendo nfasis en los aspectos cultu-
rales, como asimismo en el estricto cumplimiento de la normativa vigente en ma-
teria de salud, seguridad e higiene en el trabajo. A la vez estamos convencidos de
la importancia de avanzar en materia legislativa incorporando en nuestra legisla-
cin el presente proyecto de Legislacin Laboral Penal, como existen en legisla-
ciones avanzadas a nivel internacional. Ejemplos de esto encontramos en pases
como Espaa, Italia e Inglaterra. Partimos de la base de que existe una dificultad
objetiva a la hora de analizar el tema con la seriedad debida. No existen en el pas
estadsticas oficiales sobre siniestralidad laboral desde el ao 2001. Por tanto, el
conocimiento que existe en el pas sobre el tema es imperfecto, se basa en infor-
maciones parciales y muchas veces se realizan afirmaciones sin ningn respaldo
tcnico. Trabajos de tcnicos prevencionistas basados en cifras que provienen b-
sicamente del Banco de Seguros y que han sido cruzadas con datos sobre perso-
nal ocupado y PBI sirven para analizar la evolucin de los accidentes de trabajo
en nuestro pas. En base a estas consideraciones podemos afirmar que en los lti-
mos aos los siniestros atendidos por el BSE (Banco de Seguros del Estado) han
crecido ms que el PBI y la cantidad de trabajadores en actividad. Tanto los ac-
cidentes como los das de temporaria crecieron en mayor proporcin que los ni-
veles de actividad. El presente proyecto que ponemos a consideracin del parla-
mento tiene por objetivo ser un aspecto que contribuya a avanzar desde un pun-
to de vista integral en la superacin de la grave situacin planteada. Avanzar en
una normativa de estas caractersticas es un reclamo de larga data del movimien-
to sindical uruguayo(3).
(3) As resulta del Trmite Parlamentario a la ley en anlisis conforme Carpeta ingresada el 7 de noviembre
de 2012 en consulta a <www.parlamento.gub.uy>.
486
Primer Encuentro Peruano-Chileno-Uruguayo
En tan solo tres artculos ha logrado concitar mltiples reparos que pueden
analizarse en variadas publicaciones doctrinarias, foros y artculos de prensa(5).
(4) RISSO FERRAND, Martn. Algunas garantas bsicas de los derechos humanos. Ed. F.C.U., citado
por la Dra. Mabel Rivero en Personas. Su Dignidad.
(5) A va de ejemplo: en: Doctrina & Jurisprudencia CADE, Tomo 26, ao 6, abril de 2014, La nueva ley
de responsabilidad penal del empleador, G. Gauthier (p. 5), en: Profesionales & Empresas CADE, Tomo
XXV, ao 6, mayo de 2014 Nuevo escenario para los empleadores: se aprob la ley de responsabilidad
penal, Dres. A. Cibils e I. Lpez; Nociones preliminares respecto a la Ley N 19.196 que establece la
responsabilidad penal del empleador, Cmara Nacional de Comercio y Servicios del Uruguay, Dres.
Mailhos, Jones y Yarza; Ley de responsabilidad penal empresarial: es preferible una ley inconstitu-
cional a que no haya ley, Dr. P. Durn; Ley de responsabilidad penal empresarial: los desafos de este
nuevo escenario, Dr. C. Daz; en: Doctrina & Jurisprudencia CADE, Tomo 27, ao 6, junio de 2014,
Responsabilidad penal empresarial. Anlisis de la Ley N 19.196, Dr. G. Gauthier; Comentarios
sobre la ley de responsabilidad penal del empleador, Dr. N. Larraaga; Algunos aspectos de la ley
de responsabilidad penal del empleador, Dra. L. Dono; Ley de responsabilidad penal del empleador
487
Sociedad Peruana de Derecho del Trabajo y de la Seguridad Social
Definir el sujeto activo del tipo penal que crea el artculo 1 enfrenta desde el ini-
cio dos perspectivas de anlisis de cada rama del derecho involucradas.
La falta de libertad inicial del trabajador al contratar, partiendo de la pre-
misa que en las relaciones de trabajo se entabla un vnculo con clara disparidad
de poder en favor del empleador genera un marco mnimo de proteccin con cua-
tro manifestaciones concretas: la regla in dubio pro operario, la irrenunciabili-
dad de derechos, la continuidad o estabilidad laboral, y la primaca de la realidad.
En cuanto a la determinacin de la figura del empleador, seguramente esta ltima
vertiente tiene relevancia. Para el Derecho Laboral la duda opera a favor del ope-
rario y aunque no alcance la materia probatoria ni para dar acreditada la relacin
laboral, en caso de controversia; importa que en caso de existencia de dos normas
que resulten aplicables, se aplica la que ms favorezca. Al decir de Pl si una
norma puede entenderse de varias maneras, debe preferirse aquella interpretacin
ms favorable al trabajador, por lo cual seguramente el juez convocado a aplicar
la norma, se enfrenta al desafo de determinar qu incidencia tiene este principio
de tanto arraigo en el Derecho Laboral; muy especialmente cmo conciliarlo con
los especficos de la materia penal, porque esta es una ley que determina la ac-
tuacin del juez penal. A nuestro criterio quizs puedan extrapolarse criterios la-
borales, para determinar quin es el empleador y quin no lo es, o quin hace las
veces de tal (en la terminologa legal), pero siempre y cuando esta interpretacin
no afecte los principios de legalidad e in dubio pro reo del Derecho Penal. Porque
para el Derecho Penal el mismo principio elemental de garanta procesal es que
la duda favorece al indagado, y en su mrito se exilia la integracin analgica o la
amplificacin de la responsabilidad si no es por definicin de la misma ley penal.
En similar tensin de oposicin se encontrarn los principios de legalidad
y tipicidad del Derecho Penal, los cuales se transforman en un muro estricto que
contiene los embates dinmicos de un Derecho Laboral, esencialmente flexible
a la casustica de las relaciones que se establecen con el sujeto de la proteccin,
partiendo siempre de la norma constitucional que establece la proteccin del tra-
bajo (art. 53). El sujeto activo de la figura penal, la existencia de una norma penal
en blanco, el alcance a las empresas pblicas, culpa, dolo y/o dolo eventual, la re-
iteracin delictual con otros tipos penales, las definiciones terminolgicas de la
ley laboral, la integracin de normas de diversa jerarqua incluyendo Convenios
de OIT plantean a todos los estudiosos ms preguntas que certezas, con el ries-
go de modificar con el paso del tiempo la perspectiva que se haya considerado en
488
Primer Encuentro Peruano-Chileno-Uruguayo
(6) Estos temas fueron expuestos recientemente por las Dras. Rosina Rossi y Mariana Malet en videocon-
ferencia a integrantes del Poder Judicial con una claridad y contundencia que merecen una difusin an
mayor.
489
Sociedad Peruana de Derecho del Trabajo y de la Seguridad Social
garantizar el trabajo como un derecho y deber social, con dignidad para quien
lo realiza, en condiciones que aseguren la vida, la salud y un nivel econmico
decoroso para el trabajador y su familia(7). La Declaracin Socio-laboral del
Mercosur del ao 1998, en su art. 17 consagra el derecho de todo trabajador
de ejercer sus actividades en un ambiente de trabajo sano y seguro, que pre-
serve su salud fsica y mental y estimule su desarrollo y desempeo profesio-
nal, debiendo los Estados formular, aplicar y actualizar polticas y programas
en materia de salud y seguridad con el fin de prevenir los accidentes de tra-
bajo y las enfermedades profesionales, promoviendo condiciones ambienta-
les propicias para el desarrollo de las actividades de los trabajadores. En m-
bito especifico de la OIT, reseamos la Declaracin de Filadelfia, que en su
pargrafo III literal g reconoce la obligacin de la OIT de fomentar entre los
Estados, programas que protejan adecuadamente la vida y al salud de los tra-
bajadores en todas las ocupaciones. Uruguay ha ratificado a la fecha 15 Con-
venios Internacionales sobre normas de seguridad y salud en el trabajo, de
los cuales dos se encuentran denunciados y, por ende, no estn en vigor (CT
Ns 45 y 62). En tal sentido, destacamos los CIT N 120 sobre higiene en co-
mercios y oficinas ratificado por Ley N 16.643, CIT N 148 sobre protec-
cin de los trabajadores sobre riesgos profesionales debidos a la contamina-
cin del aire, ruido y las vibraciones en el lugar de trabajo ratificado por Ley
N 15.965, CIT N 155 sobre seguridad y salud de los trabajadores y medio
ambiente del trabajo ratificado por Ley N 15.965, CIT N 161 sobre servi-
cios de salud en el trabajo ratificado por Ley N 15.965, CIT N 167 sobre se-
guridad y salud en la construccin ratificado por ley nacional; CIT N 176 so-
bre seguridad y salud en las minas ratificado recientemente el 5 de junio de
2014, CIT N 184 sobre seguridad y salud en la agricultura ratificado por Ley
N 17828. En materia de reparacin, se destaca el CIT N 121, ratificado por
Ley N 14.116, relativo a las prestaciones en caso de accidentes de trabajo y
enfermedades profesionales. En el mbito nacional nuestra Constitucin de la
(7) Ver adems entre otros instrumentos internacionales y regionales: CEDAW art. 11 nal. 1 literales e y
f sobre derecho a la seguridad social, a la proteccin de la salud y a la seguridad en las condiciones
de trabajo, incluso la salvaguardia de la funcin de reproduccin, nal. 2 lit. d, proteccin de la mujer
durante el embarazo, art. 12. Nal. 1, servicios apropiados al embarazo, parto y lactancia; Convencin
Interamericana de Belm do Par en sus arts. 1, 2, 3, 4 y 9 que, entre otros tpicos, ordena la prevencin
del dao en toda situacin de vulnerabilidad de una mujer; Convencin sobre los Derechos del Nio, art.
32 por el cual es obligacin del Estado proteger al nio contra el desempeo de cualquier trabajo nocivo
para su salud, educacin o desarrollo, con edades mnimas de admisin de empleo y reglamentando las
condiciones del mismo; el Protocolo de San Salvador por el cual se reconoce como derecho humano
la salud ocupacional y la Declaracin Sociolaboral del Mercosur de Ro de Janeiro. Esta ltima norma
en su artculo 17 establece que se debe reconocer el derecho a trabajar en un ambiente de trabajo sano
y seguro, que preserve la salud fsica y mental y estimule el desarrollo y desempeo profesional del
trabajador.
490
Primer Encuentro Peruano-Chileno-Uruguayo
Repblica reconoce en sus artculos 7, 10, 36, 41, 44, 47, 53, 54, 55, 56, 67,
72 y 332 un elenco de derechos humanos bsicos y en progresin, los que con-
templan no solo las situaciones de vulnerabilidad por edades, gnero, circuns-
tancias sociales, sino tambin la salud, seguridad social, dignidad laboral, me-
dio ambiente sano, y la doble perspectiva de derecho y deber en lo que respec-
ta al trabajo y la salud6.
Por su parte, la Ley N 5.032 que data del 21 de julio de 1914, estableci la
obligacin de tomar medidas de resguardo y seguridad para el personal de trabajo
a efectos de evitar accidentes, terminologa que adopta tambin la recientemen-
te sancionada Ley N 19196 en su artculo 1(8). En el ao 1989 se sanciona la Ley
N 16.074, que declar obligatorio el seguro sobre accidentes de trabajo y enfer-
medades profesionales (art. 1), previendo la responsabilidad civil de todo patro-
no por los accidentes que ocurran a los obreros y empleados a causa del trabajo
o en ocasin del mismo (art. 2), pronuncindose por un concepto amplio de pa-
trono y de obrero o empleado, salvo excepciones (arts. 3, 4 y 6) y estableciendo
que la cobertura comprende los derechos expresamente contemplados en la mis-
ma ley, salvo que hubiere mediado dolo o culpa grave del patrono en el incumpli-
miento de normas sobre seguridad y prevencin (art. 7). Si el patrono asegur a
su personal, el accionamiento debe dirigirse contra la institucin del Estado (art.
7 inc. 2), y si el patrono no cumpli con tal obligacin, igualmente corresponde
(8) Artculo 7: Los habitantes de la Repblica tienen derecho a ser protegidos en el goce de su vida,
honor, libertad, seguridad, trabajo y propiedad (), art. 10: Las acciones privadas de las personas
que de ningn modo atacan el orden pblico ni perjudican a un tercero, estn exentas de la autoridad
de los magistrados (), art. 36: Toda persona puede dedicarse al trabajo () o cualquier actividad
lcita, salvo las limitaciones de inters general que establezcan las leyes, art. 41: La ley dispondr las
medidas necesarias para que la infancia y juventud sean protegidos contra () la explotacin, art. 44:
El Estado legislar en todas las cuestiones relacionadas con la salud e higiene pblicas, procurando el
perfeccionamiento () Todos los habitantes tienen el deber de cuidar su salud, as como el de asistirse en
caso de enfermedad (), art. 47: La proteccin del medio ambiente es de inters general. Las personas
debern abstenerse de cualquier acto que cause depredacin, destruccin o contaminacin graves al
medio ambiente (), art. 53: El trabajo est bajo la proteccin especial de la ley. Todo habitante de la
Repblica, sin perjuicio de su libertad, tiene el deber de aplicar sus energas intelectuales o corporales
en forma que redunde en beneficio de la colectividad (), art. 54: La ley ha de reconocer a quien se
hallare en una relacin de trabajo o servicio, como obrero o empleado, la independencia de su conciencia
moral y cvica; la justa remuneracin; la limitacin de la jornada; el descanso semanal y la higiene fsica
y moral, art. 55: La ley reglamentar la distribucin imparcial y equitativa del trabajo, art. 56: Toda
empresa cuyas caractersticas determinen la permanencia del personal en el respectivo establecimiento,
estar obligada a proporcionarle alimentacin y alojamiento adecuados (), art. 67: Las jubilaciones
generales y seguros sociales se organizarn en forma de garantizar a todos los trabajadores, patronos,
empleados y obreros, retiros adecuados y subsidios para los casos de accidentes, enfermedad, invalidez,
(), art. 72: La enumeracin de derechos, deberes y garantas hecha por la Constitucin, no excluyen
los otros que son inherentes a la personalidad humana o se derivan de la forma republicana de gobierno
y art. 332: Los preceptos de la presente Constitucin que reconocen derechos a los individuos, as como
los que atribuyen facultades e imponen deberes a las autoridades pblicas, no dejarn de aplicarse por
falta de reglamentacin respectiva, sino que sta ser suplida, recurriendo a los fundamentos de las
leyes anlogas a los principios generales de derecho y a las doctrinas generalmente admitidas.
491
Sociedad Peruana de Derecho del Trabajo y de la Seguridad Social
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Primer Encuentro Peruano-Chileno-Uruguayo
(9) Artculo 1, Ley N 5032: Los empresarios de establecimientos industriales, los directores de construc-
ciones de todas clases, los que explotan minas y canteras o cualquier otro trabajo en que haya peligro
para los operarios, quedan obligados, desde la promulgacin de la presente ley, a tomar las medidas
de resguardo y seguridad para el personal de trabajo, a efecto de evitar los accidentes originados en la
utilizacin de mquinas, engranajes, etc., as como para deficiencias en las instalaciones en general.
Estas medidas sern las indicadas para la reglamentacin que comete al Poder Ejecutivo, la que deber
ser especial para cada industria o grupo de industrias anlogas. Esta reglamentacin ser revisada
peridicamente para incluir en ella las modificaciones y ampliaciones que aconsejen la ciencia y la
prctica.
(10) En: <http://eur-lex.europa.eu/LexUriServ/LexUriServ.do?uri=CONSLEG:1989L0391:20081211:ES:
PDF>.
493
Sociedad Peruana de Derecho del Trabajo y de la Seguridad Social
riesgos laborales exige una actuacin en la empresa que desborda el mero cum-
plimiento formal de un conjunto predeterminado, ms o menos amplio, de debe-
res y obligaciones empresariales y, ms an, la simple correccin a posteriori de
situaciones de riesgo ya manifestadas. La planificacin de la prevencin desde el
momento mismo del diseo del proyecto empresarial, la evaluacin inicial de los
riesgos inherentes al trabajo y su actualizacin peridica a medida que se alte-
ren las circunstancias, la ordenacin de un conjunto coherente y globalizador de
medidas de accin preventiva adecuadas a la naturaleza de los riesgos detectados
y el control de la efectividad de dichas medidas constituyen los elementos bsi-
cos del nuevo enfoque en la prevencin de riesgos laborales que la Ley plantea.
Y, junto a ello, claro est, la informacin y la formacin de los trabajadores diri-
gidas a un mejor conocimiento tanto del alcance real de los riesgos derivados del
trabajo como de la forma de prevenirlos y evitarlos, de manera adaptada a las pe-
culiaridades de cada centro de trabajo, a las caractersticas de las personas que en
l desarrollan su prestacin laboral y a la actividad concreta que realizan. Por su
parte el artculo 42 regula sobre las responsabilidades estableciendo que El in-
cumplimiento por los empresarios de sus obligaciones en materia de prevencin
de riesgos laborales dar lugar a responsabilidades administrativas, as como, en
su caso, a responsabilidades penales y a las civiles por los daos y perjuicios que
puedan derivarse de dicho incumplimiento (). Recurdese que la exposicin
de motivos de la ley uruguaya haca referencia a esta norma europea que acumula
las sanciones civiles, administrativas y penales, y considera incluido tanto a tra-
bajadores privados, con excepcin del servicio del hogar familiar, como a los de-
pendientes de las administraciones pblicas, con las particularidades del caso y
excluyendo a las funciones de polica, seguridad, resguardo aduanero, militar y
de guardia civil, operativos de seguridad civil y peritajes forenses en catstrofes
o calamidades. Asimismo, encomienda considerar particularmente las pequeas
y medianas empresas en la posibilidad de implementar medidas de seguridad, y
el trabajo especialmente protegido de mujeres y discapacitados10.
Tomando como ejemplo los ejes orientadores de la ley espaola as como
la introduccin que efecta la ley peruana N 29.783(11), considerando el contexto
(11) En su Exposicin de Motivos hace referencia que el artculo 40.2 de la Constitucin Espaola enco-
mienda a los poderes pblicos, como uno de los principios rectores de la poltica social y econmica,
velar por la seguridad e higiene en el trabajo. Este mandato constitucional conlleva la necesidad de de-
sarrollar una poltica de proteccin de la salud de los trabajadores mediante la prevencin de los riesgos
derivados de su trabajo y encuentra en la presente Ley su pilar fundamental. En la misma se configura
el marco general en el que habrn de desarrollarse las distintas acciones preventivas, en coherencia
con las decisiones de la Unin Europea que ha expresado su ambicin de mejorar progresivamente las
condiciones de trabajo y de conseguir este objetivo de progreso con una armonizacin paulatina de esas
condiciones en los diferentes pases europeos.
494
Primer Encuentro Peruano-Chileno-Uruguayo
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Sociedad Peruana de Derecho del Trabajo y de la Seguridad Social
V. ASPECTOS PRCTICOS
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Primer Encuentro Peruano-Chileno-Uruguayo
(12) Puede verse adems en Chile previsiones de los artculos 68 y 69 de la Ley N 16.744 y sus modificativas
o el Cdigo Sanitario, decreto con fuerza de ley N 725 en su art. 82 de 1967 y sus modificativas; en Per
Ley N 29.783/2011 de Seguridad y Salud en el Trabajo, con un proyecto modificativo N 3330/2013
a estudio desde abril 2014 conforme resulta de la pgina web del Parlamento peruano.
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Sociedad Peruana de Derecho del Trabajo y de la Seguridad Social
5. Sujeto activo del tipo penal. Desde las posiciones ms restrictivas que solo
consideran al empleador directo y en la actividad privada hasta la ms am-
plia que considera como posible la imputacin del ilcito a todo empleador
en cualquier actividad, se debatir uno de los puntos ms crticos de la
aplicacin de la ley. Nuevamente, la cuestin probatoria sobre quin tena
poder de direccin, si ese poder de direccin es considerado en forma ge-
nrica o solo en lo atinente a la salud y seguridad laborales, a qu persona
fsica de la persona jurdica empleadora alcanza, as como la determina-
cin del nexo causal entre la puesta en peligro y la omisin imputable a
498
Primer Encuentro Peruano-Chileno-Uruguayo
6. Legitimacin para denunciar. Sin dudas, el sujeto activo del tipo penal ge-
nera mltiples interpretaciones, pero en nuestra perspectiva, y apropindo-
nos de los principios establecidos tentativamente en esta exposicin, existe
otra pregunta importante respecto a quin est legitimado para denunciar.
Tomando en consideracin que el principio de prevencin es primordial
en la interpretacin de esta norma, si existieren incumplimientos de parte
de algn sujeto objeto de la proteccin en vida, salud e integridad, cabe
preguntarse si el empleador estara legitimado para denunciar a quienes
con poder de direccin en su empresa incumplan con adoptar medios de
resguardo y seguridad laboral que aquel ha ordenado, analizado o estipula-
do necesarios. La primera respuesta parece ser negativa por cuanto el em-
pleador sera el hacedor del delito, sin embargo, si existiere una dicotoma
entre quien es titular de la empresa y quien tiene direccin de ella, adems
de las observaciones administrativas internas, cabra considerar plausible
la denuncia penal respectiva.
499
Sociedad Peruana de Derecho del Trabajo y de la Seguridad Social
Toda nueva regulacin legal nos enfrenta al desafo de los cambios en es-
tructuras jurdicas que pretenden seguridad, estabilidad y previsibilidad. La din-
mica laboral, la casustica empresarial y la bsqueda del rdito econmico finan-
ciero no pueden hacer perder de vista que el trabajador merece una proteccin es-
pecial como ser humano. El objetivo ideal es que por conviccin de los decisores
se alcance el objetivo tuitivo. Para el caso contrario, la respuesta penal como l-
tima ratio pretender restaurar el orden debido.
500
DEBE RENDIRSE CAUCIN POR EL SOLICITANTE
DE UNA MEDIDA PREJUDICIAL PRECAUTORIA
EN EL PROCESO LABORAL?
(1) Abogada. Licenciada en Ciencias Jurdicas y Sociales de la Universidad de Concepcin, Chile y alumna
del programa de Magster en Derecho del Trabajo y Previsin Social de la misma universidad.
501
Sociedad Peruana de Derecho del Trabajo y de la Seguridad Social
(2) A va de ejemplo pueden citarse los planteamientos vertidos en causa Rit T-58-2014, caratulada Rebolledo
con Constructora Alma Fuerte Limitada. De ingreso del Juzgado de Letras del Trabajo de Concepcin,
donde el solicitante del alzamiento de la medida cautelar prejudicial precautoria decretada argument
que como no existe reglamentacin en el Cdigo Laboral en cuanto a las medidas prejudiciales, necesa-
riamente cobra aplicacin las reglas contenidas en el Ttulo V del Libro II del Cdigo de Procedimiento
Civil, especficamente el artculo 279 del texto procesal civil ().
502
Primer Encuentro Peruano-Chileno-Uruguayo
(3) En Historia de la Ley N 20.087, pp. 7-8 En: <www.bcn.cl> (consulta efectuada el 2 de junio de 2014).
(4) Ibdem, p. 9.
(5) Ibdem, p. 10.
503
Sociedad Peruana de Derecho del Trabajo y de la Seguridad Social
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(8) Inciso primero del artculo 444, del Cdigo del Trabajo.
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(9) Historia de la Ley N 20.087. Segundo Informe de la Comisin de Trabajo y Previsin Social, recado en
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Primer Encuentro Peruano-Chileno-Uruguayo
CONCLUSIONES
Sin perjuicio de las conclusiones a las que ya hemos llegado del anlisis de
la historia fidedigna de la ley, estimamos que no es posible exigir caucin al su-
jeto activo de una medida prejudicial precautoria, esto es, al trabajador, porque
dicha exigencia atenta contra los principios que informan el Derecho Laboral,
el proyecto de ley, en segundo trmite constitucional, que sustituye el procedimiento laboral contemplado
en el libro V del Cdigo del Trabajo. Boletn N 3.367-13. Senado, 17 de octubre de 2005. Cuenta Sesin
42, Legislatura 353, pgina 556.
(10) Historia de la Ley N 20.087. Discusin en Sala, p. 801.
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Sociedad Peruana de Derecho del Trabajo y de la Seguridad Social
BIBLIOGRAFA
HISTORIA DE LEY N 20.087, Mensaje del Ejecutivo, p. 7 y ss. En: <www.bcn.cl> (con-
sulta efectuada el 2 de junio de 2014).
(11) MARN GONZLEZ, Juan Carlos. Las medidas cautelares en el proceso chileno. Doctrina, Jurispru-
dencia y Derecho Comparado. Editorial Jurdica de Chile, Santiago, 2004, p. 187.
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Primer Encuentro Peruano-Chileno-Uruguayo
CDIGO DEL TRABAJO, Dcimo quinta edicin oficial. Editorial Jurdica de Chile, fe-
brero de 2013.
MARIN GONZLEZ, Juan Carlos. Las medidas cautelares en el proceso chileno. Edito-
rial Jurdica de Chile, Santiago, 2004, p. 187.
509
EL CONCEPTO DE EMPRESA EN LA JURISPRUDENCIA
ADMINISTRATIVA DE LA DIRECCIN DEL TRABAJO
DE CHILE Y SUS IMPLICANCIAS EN EL DERECHO
COLECTIVO
INTRODUCCIN
(1) Abogado por la Universidad de Chile. Magster en Derecho la Empresa por la Pontificia Universidad
Catlica de Chile y doctor (c) en Derecho por la Pontificia Universidad Catlica de Valparaso; josfran-
[email protected].
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(2) LIZAMA PORTAL, Luis. La Direccin del Trabajo: una explicacin de su facultad de interpretar la
legislacin laboral chilena. Santiago de Chile, 1998, p. 35.
(3) Segn el profesor Guzmn Brito, a la fecha, los casos positivos de atribucin de potestad interpretativa
a instituciones pblicas en Chile son 20. Ver GUZMN BRITO, Alejandro. La interpretacin admi-
nistrativa en el Derecho chileno. Santiago de Chile, 2014, p. 55.
(4) LIZAMA PORTAL, Luis. Ob. cit., p. 36.
(5) GUZMN BRITO, Alejandro. Ob. cit., p. 2.
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Sociedad Peruana de Derecho del Trabajo y de la Seguridad Social
En esta parte del trabajo haremos una descripcin de los principales pro-
nunciamientos jurdicos que en esta etapa hizo la Direccin del Trabajo, los cua-
les reflejan cul era el sentido que esta institucin le daba a la definicin de em-
presa del artculo 3 del Cdigo del Trabajo.
En el ao 1993 se le solicit a la Direccin del Trabajo, mediante presen-
tacin, un pronunciamiento acerca de la procedencia de que los trabajadores de
la empresa Tecnoplstica Ltda. se afiliaran al sindicato constituido en la empre-
sa Manufacturas de Polietileno S.A., en consideracin a que entre estas empre-
sas existan vinculaciones comerciales, de supervisin de la produccin y mon-
taje de maquinarias.
A travs del Ord. N 5499/325, de 8 de octubre de 1993, la Direccin del
Trabajo dictamin que no resultaba jurdicamente procedente que los trabajado-
res de la primera empresa mencionada integraran el sindicato de la otra, ya que
segn la legislacin vigente sindicato de empresa era aquel que agrupaba a traba-
jadores de una misma empresa. Para determinar lo que se entenda por empre-
sa, segn este dictamen, se deba recurrir al inciso final del artculo 3 del Cdigo
del Trabajo, que estableca:
Para los efectos de la legislacin laboral y de seguridad social, se
entiende por empresa toda organizacin de medios personales, ma-
teriales e inmateriales, ordenados bajo una direccin, para el logro
de fines econmicos, sociales, culturales o benficos, dotada de una
individualidad legal determinada.
De este concepto de empresa se desprende, segn lo sealado por la Direc-
cin del Trabajo, que esta se encuentra constituida por los siguientes elementos:
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unidad econmica Ripley, en especial respecto del derecho que le asistira a per-
manecer afiliados a la organizacin de trabajadores constituida en la primera de
las nombradas y la oportunidad en que estos dependientes pueden iniciar sus pro-
cesos de negociacin colectiva.
No obstante lo especfico de la consulta del sindicato, la investigacin reali-
zada por la Direccin del Trabajo estuvo dirigida a determinar si exista o no res-
pecto de todos los trabajadores de las personas jurdicas asociadas al consorcio
denominado Ripley una estructura de mando y subordinacin comn, indepen-
dientemente de las declaraciones o acuerdos formales que aparecieran efectuan-
do las partes involucradas en la relacin laboral respectiva.
Como ocurre habitualmente, la Direccin del Trabajo realiz una fiscali-
zacin investigativa antes de emitir el pronunciamiento jurdico, y del respecti-
vo informe de fiscalizacin se pudo colegir que un nmero importante de perso-
nas jurdicas identificadas en un listado anexo al dictamen, conformaban el con-
sorcio Ripley e, inequvocamente, ms all de la existencia de varias sociedades,
la estructura de mando y subordinacin efectiva de los trabajadores pertenecien-
tes a las distintas personas jurdicas que lo componan, entre las que se encontra-
ban por cierto las empresas CAR S.A. y Evaluadora de Crditos Ltda. GESIC,
era una misma y estaba dirigida directa e inmediatamente por la empresa princi-
pal, Comercial Eccsa S.A., a travs de su Gerente General de Recursos Humanos
y del representante legal, de quienes dependa jerrquicamente todo el andamiaje
productivo y laboral en el que se desempeaban los trabajadores.
En efecto, segn lo establecido por el informe de fiscalizacin, la lnea de
mando y supervisin a las distintas personas jurdicas que componan el Consor-
cio se iba disociando desde el Gerente General de Recursos Humanos, quien de-
penda jerrquicamente del Vicepresidente Corporativo de la Sociedad Annima
del Retail, hacia cada local y tienda Ripley a travs de las respectivas Subgeren-
cias de Relaciones Laborales.
Segn seala la Direccin del Trabajo en el Ord. 4480 de 2007, esta reali-
dad que determina el vnculo de dependencia respecto de la empresa que organi-
za y administra la respectiva actividad laboral, no resulta alterada por la sola cir-
cunstancia de que los mismos trabajadores pueden aparecer formalmente vincu-
lados a las distintas personas jurdicas mencionadas en el listado adjunto y ello
porque, en todo caso, dicho acuerdo en cuanto expresin de voluntad, resulta ju-
rdicamente irrelevante para configurar una situacin contractual respecto a las re-
laciones laborales que efectivamente se producen da a da con la empresa Eccsa
S.A. Tal como lo ha sealado la Corte Suprema, en aplicacin del citado prin-
cipio de primaca de la realidad, en la legislacin laboral las cosas se califican
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3 del Cdigo del Trabajo. No obstante ello, en los ltimos aos el campo de ba-
talla sobre este tema se ha traslado, por una parte, a los tribunales de justicia, ya
que en diversas sentencias judiciales(6) se ha comenzado a reconocer la existen-
cia de una unidad econmica entre diversas empresas formales, para el ejerci-
cio de los derechos colectivos por parte de sus trabajadores. Por otro lado, tam-
bin la discusin se instal en el Congreso Nacional, donde se haban presentado
algunas mociones parlamentarias sobre el tema. En abril de este ao el Ejecuti-
vo formul una serie de indicaciones al proyecto de ley que se encontraba en es-
tudio sobre el concepto de empresa, llegndose a la aprobacin final del proyecto
durante el mes de junio. Un breve comentario sobre el contenido de esta prxima
ley ser el objeto del ttulo siguiente de este trabajo.
(6) Podemos citar, entre otras, la sentencia del 2 Juzgado de Letras del Trabajo de Santiago, en causa RIT
O 2017-2012, de fecha 7 de septiembre de 2012, y la sentencia de la Corte de Apelaciones de Santiago,
Rol 1814-13, de fecha 5 de mayo de 2014.
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Por otro lado, en cuanto los derechos colectivos, cuando el tribunal deter-
mine que un conjunto de empresas deben ser consideradas como un solo emplea-
dor, los trabajadores de todas esas empresas podrn constituir uno o ms sindica-
tos que los agrupen, o mantener sus organizaciones sindicales ya existentes. Po-
drn, asimismo, negociar colectivamente con todas las empresas que han sido con-
sideradas como un empleador, o bien con cada una de ellas por separado. Respec-
to de los sindicatos interempresas que agrupen exclusivamente a trabajadores de-
pendientes de empresas que hayan sido declaradas como un solo empleador, ellos
podrn presentar proyectos de contrato colectivo, siendo obligatorio para el em-
pleador negociar con dichos sindicatos.
Creemos que con esto se fortalecen los derechos colectivos de los trabaja-
dores, al poder dotarse de organizaciones y negociar colectivamente ms all de
la empresa formal o razn social a la que se encuentran vinculados, para que su
contraparte sea su verdadero empleador.
No profundizaremos ms sobre los dems alcances de esta nueva normati-
va legal referida al concepto de empresa, ya que hacerlo significara exceder los
lmites de este trabajo. Solo queremos agregar que, a la fecha y en ejercicio de la
funcin administrativa de la Direccin del Trabajo que identificamos al inicio de
este texto, dicho servicio se encuentra preparando el dictamen marco que fijar el
sentido y alcance de esta nueva legislacin, y que permitir aclarar diversas du-
das que pueden surgir sobre la misma.
CONCLUSIONES
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Primer Encuentro Peruano-Chileno-Uruguayo
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LA SUBCONTRATACIN EN LOS GRUPOS
DE EMPRESAS
a) Los grupos permiten a las empresas que los conforman que posean ne-
cesidades de financiacin conseguir el capital dentro del grupo lo cual
evita las complicaciones del mercado externo.
(1) Abogado por la Pontificia Universidad Catlica del Per. Magster en Derecho del Trabajo y la Seguridad
Social por la misma Casa de Estudios. Docente en la Facultad de Derecho de la Pontificia Universidad
Catlica del Per y en la Universidad ESAN. Miembro de la Sociedad Peruana de Derecho del Trabajo
y de la Seguridad Social.
(2) EMBID IRUJO, Jos Miguel. El significado jurdico de los grupos de sociedades. La corporate gover-
nance. En: Ekonomiaz. Revista Vasca de Economa. N 68, ao 2008, p. 85.
(3) Cf. GARMENDIA LAZKANO Aitor y DEL ORDEN OLASAGASTUI, Olga. Estructuras de propie-
dad y grupos empresariales en Espaa. En: Ekonomiaz. Revista Vasca de Economa. N 68, ao 2008,
pp. 105-106.
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Sociedad Peruana de Derecho del Trabajo y de la Seguridad Social
f) Los grupos pueden hacer uso del mercado de trabajo interno para faci-
litar la transferencia del conocimiento entre las filiales.
(4) BAZ RODRGUEZ, Jess. Las relaciones de trabajo en la empresa de grupo. Editorial Comares,
Granada, 2002, p. 16.
(5) Cf. FRISCH PHILIPP, Walter. Grupos de sociedades. En: Las sociedades annimas. Cuadernos del
Instituto de Investigaciones Jurdicas, Ao 1, N 3, UNAM, setiembre-diciembre de 1986. p. 1069.
Tomado de: <http://biblio.juridicas.unam.mx/>.
(6) Cf. ARCE ORTIZ, Elmer. La circulacin de trabajadores en el grupo de empresas. Editorial Mergablum,
Madrid, 2003, p. 72.
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Primer Encuentro Peruano-Chileno-Uruguayo
(7) Nuestro legislador no abandona el criterio personalista para determinar al empleador pues asocia su
figura a la de una persona individual, sea natural o jurdica, pero no a una pluralidad de personas.
(8) Cf. ARCE ORTIZ, Elmer. Grupo de empresas y Derecho Laboral. En: Ius et veritas. Revista editada
por estudiantes de la Facultad de Derecho de la Pontificia Universidad Catlica del Per. Ao XIII,
N 26. p. 258.
(9) Cf. CAMPS RUIZ, Luis Miguel. Problemtica jurdico-laboral del grupo de empresas: puntos crticos
En: AA.VV. Grupos de empresas y Derecho del Trabajo. Ed. Trotta, Madrid, 1994, p. 87.
(10) MARTN VALVERDE. Tratado Prctico de Derecho del Trabajo y de la Seguridad Social. Editorial
Aranzadi, Navarra, 2005, p. 388.
(11) Cf. ARCE, Grupo de empresas Ob. cit., p. 249.
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Sociedad Peruana de Derecho del Trabajo y de la Seguridad Social
tcnica, administrativa e incluso hasta un objeto social propio, debe poseer inde-
pendencia econmica limitada a la actuacin de la direccin econmica comn.
Esta independencia econmica mnima es necesaria toda vez que su ausencia lle-
var al entendimiento de que no existen empresas para formar un grupo sino una
sola empresa cuya formalizacin jurdica es grupal(12).
En cuanto a la tipologa o clasificacin de los grupos de empresas, los mo-
delos de mayor difusin son dos, los grupos por coordinacin u horizontales, y
los grupos por subordinacin o empresariales.
Los grupos por subordinacin incorporan en su organizacin a una empresa
que posee el dominio o control sobre las dems. Este control se deriva de la exis-
tencia de vnculos financieros o corporativos entre las empresas debido a la po-
sesin de una mayora en el capital social o por el control en la toma de decisio-
nes de la sociedad. Esta estructura de grupo empresarial es la que evidencia con
mayor claridad el funcionamiento integrado, siendo su mxima expresin la exis-
tencia de una sociedad holding, la cual controla o domina a las dems a travs de
la posesin de todas o la gran mayora de las acciones representativas del capital
social de las mismas(13).
Como variantes en la estructura de los grupos por subordinacin podemos
mencionar a los denominados grupos en forma radial o de estrella en los cua-
les una o varias empresas poseen acciones de las filiales o empresas dominadas, y
grupos en forma piramidal o en cadena, en estos las empresas dominantes tie-
nen participacin en el capital de otras empresas que a su vez ostentan la titulari-
dad del capital social en otras sociedades del grupo y estas a su vez en otras su-
cesivamente.
Los grupos por coordinacin se caracterizan por la ausencia de una socie-
dad dominante o que ejerce el control en las dems. () En estos casos la ac-
tuacin integrada de las empresas o entidades afectadas puede ser el flujo igual-
mente de una pura coordinacin de hecho y estrategia comn, o de la existencia
de conexiones financieras, orgnicas, personales o funcionales entre las mismas,
bien porque unas empresas tengan participacin en el capital de otras, bien por-
que tengan en comn algunos de sus directivos o miembros de los rganos de go-
bierno y administracin sociales ()(14).
(12) Ibdem.
(13) MARTIN VALVERDE. Ob.cit., pp. 388-389.
(14) Ibdem, p. 389.
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Primer Encuentro Peruano-Chileno-Uruguayo
(15) Tomado de SEMPERE NAVARRO Antonio y ARETA MARTINEZ Mara. El Derecho del Trabajo y
los Grupos de Empresas: inventario. En: Revista del Ministerio de Trabajo y Asuntos Sociales. N 48,
Madrid, 2004, p. 100.
(16) ARCE. La circulacin p. 48.
(17) dem.
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Sociedad Peruana de Derecho del Trabajo y de la Seguridad Social
(18) Vid ARCE. La circulacin Ob. cit., pp. 48-58. En una reciente sentencia emitida el 23 de octubre
de 2012 (STS 7296/2012), la Sala de lo Social del TS ha sealado lo siguiente en relacin al grupo de
empresas: () La cuestin ha sido abordada por esta Sala en numerosas sentencias en las que viene
manteniendo una constante doctrina. As , en la sentencia de 8 de junio de 2005, recurso 150/04 , establece:
En el marco de laresponsabilidad compartida por los integrantes del grupo, en la aludida sentencia, en
la de 21 de diciembre de 2000 (recurso 4383/99 ) y otras posteriores, hemos declarado que para extender
la responsabilidad no basta la concurrencia de que dos o ms empresas pertenezcan al mismo grupo,
para derivar de ello, sin ms, una responsabilidad solidaria, sino que es necesaria la concurrencia de
otros elementos adicionales, como la confusin de plantillas; la confusin de patrimonios sociales; la
apariencia externa de unidad empresarial y la direccin unitaria de varias entidades empresariales; por
consiguiente, los componentes del grupo tienen, en principio un mbito de responsabilidad propio, como
personas jurdicas independientes que son.
En sntesis, la unidad real del grupo como ente empresarial nico requiere: unidad de actividades; tras-
vase de fondos y cesiones inmobiliarias; movilidad de los trabajadores en el seno del grupo; estrategia
unificadora y prestaciones laborales indiferenciadas, es decir, que los trabajadores realicen su presta-
cin de modo simultneo e indiferenciado en varias sociedades del grupo. Por su parte la sentencia de
3 de noviembre de 2005, recurso 3400/04 seala: Es doctrina jurisprudencial reiterada de esta Sala
de lo Social del Tribunal Supremo que el grupo de empresas a efectos laborales no es un concepto de
extensin equivalente al grupo de sociedades del Derecho Mercantil. El reconocimiento del grupo de
empresas en el ordenamiento laboral, cuyos efectos se manifiestan sobre todo en la comunicacin de
responsabilidades entre las empresas del grupo, exige la presencia de una serie de factores atinentes a la
organizacin de trabajo; y estos factores, sistematizados en la sentencia de 3 de mayo de 1990 y en otras
varias posteriores como la de 29 de mayo de 1995 , la de 26 de enero de 1998 y la de 26 de diciembre
de 2001 , configuran un campo de aplicacin normalmente ms restringido que el del grupo de socie-
dades. En concreto, estos factores especficos del grupo de empresas en el ordenamiento laboral
consisten en la existencia de un funcionamiento integrado de la organizacin de trabajo, o en la
prestacin de trabajo indistinta o comn a las empresas del grupo, o en la bsqueda artificiosa
de dispersin o elusin de responsabilidades laborales. En consecuencia, de acuerdo con la propia
doctrina jurisprudencial, la mera presencia de administradores o accionistas comunes (STS 21/12/2000,
rec. 4383/1999 ; STS 26/12/2001, rec. 139/2001), o de una direccin comercial comn (STS 30/04/1999,
rec. 4003/1998), o de sociedades participadas entre s (STS 20/01/2003, rec. 1524/2002 ) no es bastante
para el reconocimiento del grupo de empresas a efectos laborales. () (nfasis nuestro).
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Primer Encuentro Peruano-Chileno-Uruguayo
(19) Vid. M.J. HERRERA DULCE: Los grupos de empresas en el ordenamiento jurdico espaol. Cisspraxis,
Valencia, 2000. p. 39, PEREZ DE LOS COBOS ORIHUEL. El desvelo de los grupos de empresa. En:
Revista Aranzadi Social. N 5, 1998. Citados por; BAZ. Ob. cit., p. 66.
(20) BAZ. Ob. cit., p. 69 y ss.
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Sociedad Peruana de Derecho del Trabajo y de la Seguridad Social
En primer lugar, se sugiere una aplicacin autnoma del artculo 1.2 del
Estatuto de Trabajadores espaol(21) a los grupos de empresas sosteniendo que es
posible imputar la cotitularidad del contrato de trabajo a dos o ms empresarios
que formen parte de un grupo sin verificar una conducta fraudulenta, sino aten-
diendo al beneficio simultneo o sucesivo que perciban de la prestacin de servi-
cios de un trabajador.
Este planteamiento pone su atencin en los derechos y obligaciones que se
derivan de una relacin laboral, citando como ejemplo el ejercicio del poder de
direccin por una instancia comn a varias empresas del grupo orientando el tra-
bajo a la consecucin de objetivos compartidos; las funciones que se encomien-
dan al trabajador a favor de varias empresas del grupo, constituyendo el mbito
funcional de la relacin laboral y generando la cotitularidad del contrato de tra-
bajo entre dichas empresas; el contenido de los pactos contractuales entre las par-
tes que pueden evidenciar la presencia de una nica relacin laboral, entre otros.
La utilizacin de este criterio interpretativo, manifiesta el autor, permitir aplicar
el artculo 1.2 del E.T. a los grupos verdaderos y no solamente fraudulentos, y
adems restringir el uso desmedido de los elementos indiciarios planteados por el
TS, en particular el de plantilla nica pues para el autor la movilidad del traba-
jador al interior del grupo no supone necesariamente la existencia de una organi-
zacin laboral nica.
Compartimos la inquietud doctrinaria de comprender en el anlisis a los gru-
pos de empresas verdaderos y no solamente a aquellos de corte fraudulento pero
nos queda la duda de la pertinencia de invocar el artculo 1.2. del ET en tanto este
contiene una tipificacin de empresarios que no comprende al grupo de empre-
sas. Sobre el particular, Arce reconoce la existencia de una laguna en el artculo
1.2 ET(22) que impide que los grupos de empresas estn automticamente com-
prendidos en sus alcances. Sin perjuicio de esto ltimo, es menester advertir que
Baz evidencia en su teora que, como lo sealamos anteriormente, existirn gru-
pos empresariales con implicancia laboral si la direccin nica es la que toma las
decisiones de poltica laboral.
En segundo lugar, se sugiere considerar al grupo como una unidad empre-
sarial en funcin de una interpretacin teleolgica de las normas, es decir, busca
(21) Artculo 1.2. ET: A los efectos de esta Ley, sern empresarios todas las personas, fsicas o jurdicas, o
comunidades de bienes que reciban la prestacin de servicios de las personas referidas en el apartado
anterior, as como de las personas contratadas para ser cedidas a empresas usuarias por empresas de
trabajo temporal legalmente constituidas.
(22) ARCE. La circulacin Ob. cit., p. 38.
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Sociedad Peruana de Derecho del Trabajo y de la Seguridad Social
1. Ley del Impuesto a la Renta, cuyo Texto nico Ordenado ha sido apro-
bado mediante Decreto Supremo N 179-2004-EF (en adelante, LIR)
Su artculo 32 se refiere al valor de mercado en el caso de transacciones a
efectos de gravar las mismas con el Impuesto a la Renta.
La norma seala textualmente que en los casos de ventas, aportes de bie-
nes y dems transferencias de propiedad, de prestacin de servicios y cualquier
otro tipo de transaccin a cualquier ttulo, el valor asignado a los bienes, servi-
cios y dems prestaciones, para efectos del Impuesto, ser el de mercado. Si el va-
lor asignado difiere al de mercado, sea por sobrevaluacin o subvaluacin, la Su-
perintendencia Nacional de Administracin Tributaria - SUNAT proceder a ajus-
tarlo tanto para el adquirente como para el transferente. ().
En la determinacin del valor de mercado, el artculo 32-A considera que
() dos o ms personas, empresas o entidades son partes vinculadas cuando
una de ellas participa de manera directa o indirecta en la administracin, control
o capital de la otra; o cuando la misma persona o grupo de personas participan
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Que una persona natural o jurdica posea ms del treinta por ciento
(30 %) del capital de otra persona jurdica, directamente o por interme-
dio de un tercero.
Que ms del treinta por ciento (30 %) del capital de dos (2) o ms
personas jurdicas pertenezca a una misma persona natural o jurdica,
directamente o por intermedio de un tercero.
En cualquiera de los casos anteriores, cuando la indicada proporcin del
capital pertenezca a cnyuges entre s o a personas naturales vinculadas
hasta el segundo grado de consanguinidad o afinidad.
El capital de dos (2) o ms personas jurdicas pertenezca, en ms del
treinta por ciento (30 %), a socios comunes a estas.
Las personas jurdicas o entidades cuenten con uno o ms directores,
gerentes, administradores u otros directivos comunes, que tengan poder
de decisin en los acuerdos financieros, operativos y/o comerciales que
se adopten.
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Ms del treinta por ciento (30 %) del capital de dos (2) o ms personas
jurdicas pertenezca a una misma persona natural o jurdica, directa-
mente o por intermedio de un tercero.
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(25) () La solidaridad no se presume. Solo la ley o el ttulo de la obligacin la establecen en forma expresa
().
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en forma sucesiva o simultnea para ms de una empresa del grupo, ni que exis-
ta confusin patrimonial como lo hace el TS espaol. En otras palabras, parece-
ra que no se apunta nicamente a los grupos fraudulentos.
Lamentablemente, los magistrados no profundizan las razones por las que a
su criterio se fija la responsabilidad solidaria en caso de detectar un agrupamien-
to empresarial y, adems, al considerar una consecuencia similar (responsabilidad
solidaria) a situaciones de fraude laboral, se evidenciara una aparente contradic-
cin con lo sealado en el prrafo precedente.
Tampoco se recogen los criterios para determinar la existencia de un gru-
po de empresas, por lo que entendemos que procedera la recurrencia al ordena-
miento comn glosado en el acpite anterior.
En este punto es interesante comentar a la Casacin N 328-2012-LIMA,
publicada el 28 de febrero de 2014, en la cual la Corte Suprema seala que las
prcticas corporativas de holdings no son prohibidas por el Derecho, () y en
el campo del Derecho del Trabajo el grupo solamente adquiere significacin ju-
rdica cuando a travs de su existencia se vulnerar derechos laborales es ostensi-
ble fraude a la ley ().
La Corte Suprema en este pronunciamiento parecera inclinarse por una vi-
sin fisiolgica y no patolgica de los grupos de empresas, nicamente atribuyen-
do implicancia laboral ante la existencia de fraude a la ley, el cual supone que la
conformacin del mismo ha tenido por objeto la afectacin de los derechos labo-
rales del personal que trabaja para el grupo.
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(26) La intermediacin laboral en nuestro pas se encontr proscrita hasta el ao 1978 cuando fue permitida
por el Decreto Ley N 22126, en cuyo artculo 27 autoriz la prestacin de servicios a quien no era
empleador directo aunque solamente para ejecutar labores complementarias (mantenimiento, limpieza,
seguridad).
Posteriormente, en 1986, la Ley N 24514, norma que derog al Decreto mencionado anteriormente,
ampli el mbito de la intermediacin laboral a labores especializadas. Se entenda como tales a aquellas
no comprendidas en las actividades principales que ejecuta la empresa usuaria pero para cuya realizacin
se requiere personal altamente calificado.
Luego, en 1991, la tristemente clebre Ley de Fomento del Empleo, ampla el terreno de la intermediacin
laboral (hasta ese momento para labores complementarias y especializadas) a labores principales pero
de naturaleza temporal. Para ello adems de las empresas de servicios complementarios se sumaron
las empresas de servicios temporales y las cooperativas de trabajadores (cooperativas de fomento del
empleo y de trabajo temporal). Es interesante comentar que el texto original del Decreto Legislativo
N 728 estableci como lmite cuantitativo al personal destacado al 20 % de la planilla de la empresa
usuaria, tope ampliado al 50 % en 1996 por el Decreto Legislativo N 855.
(27) Es interesante comentar que a partir de lo dispuesto en estas normas no es posible subcontratar personas
naturales sino nicamente personas jurdicas constituidas de acuerdo a la Ley General de Sociedades.
En efecto, el artculo 2 de la Ley N 27626 seala que la intermediacin laboral solo podr prestarse por
empresas de servicios constituidas como personas jurdicas de acuerdo a la Ley General de Sociedades
o como Cooperativas conforme a la Ley General de Cooperativas, y tendr como objeto exclusivo la
prestacin de servicios de intermediacin laboral. Vase: ARCE ORTIZ, Elmer. Subcontratacin entre
empresas y relacin de trabajo en el Per. Palestra Editores, Lima, 2006, p. 41.
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Primer Encuentro Peruano-Chileno-Uruguayo
(28) El artculo 4 del Decreto Supremo N 003-97-TR contiene una presuncin a favor de la contratacin
indefinida al sealar que, () En toda prestacin personal de servicios remunerados y subordinados,
se presume la existencia de un contrato de trabajo a plazo indeterminado.
(29) Mediante el Decreto Supremo N 008-2007-TR, se precisaron las definiciones de actividad principal y
complementaria para efectos de la intermediacin laboral, entendindose como actividad principal: de la
empresa usuaria aquella que es consustancial al giro del negocio de la misma. Siendo considerada como
tal toda actividad sin cuya ejecucin se afectara y/o interrumpira el funcionamiento y desarrollo de la
empresa usuaria o principal. Este tipo de intermediacin laboral (para cubrir actividades principales) es
la ms restringida por nuestro ordenamiento, toda vez que se la limita a los supuestos de ocasionalidad
(eventualidad) y suplencia (reemplazo) y se la limita cuantitativamente pues los trabajadores destacados
a la usuaria no deben exceder del 20 % de la totalidad de su personal.
(30) El artculo 1 del D.S. N 003-2002-TR, entiende como actividad complementaria a aquella de carcter
auxiliar, no vinculada a la actividad principal, y cuya ausencia o falta de ejecucin no interrumpe la
actividad empresarial, tal como las actividades de vigilancia, seguridad, reparaciones, mensajera ex-
terna y limpieza. La actividad complementaria no es indispensable para la continuidad y ejecucin de
la actividad principal de la empresa usuaria.
(31) Denominacin de nuestro ordenamiento para la subcontratacin de bienes o servicios.
(32) Es importante comentar que la norma reglamentaria permite que la empresa que presta servicios de
tercerizacin o realiza obras desarrolle actividades con equipos y herramientas que le hubiera cedido
su cliente (principal) u otra empresa en administracin integral, si estn vinculados directamente al
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(38) MOLINA NAVARRETE, Cristbal. La regulacin jurdico-laboral de los grupos de sociedades: pro-
blemas y soluciones. Editorial Comares, Granada, 2000, p. 66.
(39) La empresa individual es parte de un grupo cuyas decisiones econmicas en materia de personal o
poltica laboral las ejerce cada empresa y no el grupo como un conjunto. En este supuesto el empleador
es la empresa individual y no el grupo en su conjunto.
(40) Vase Ley N 29245, Decreto Legislativo N 1038 y D.S. N 006-2008-TR.
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(41) Debemos precisar que no nos oponemos a la posibilidad mencionada en cualquier esquema de subcontra-
tacin distinto al estructurado con otra filial en el seno de un grupo de empresas. Esta exigencia obedece
a la necesidad de otorgar solidez al esquema bajo anlisis en tanto existe un nivel natural de coordinacin
o subordinacin en el grupo empresarial pese a que, en este primer supuesto, existe autonoma entre la
filial y el grupo en lo que a poltica de personal se refiere.
(42) Esto supone que el personal reciba indicaciones y sea supervisado o sancionado en forma exclusiva y
excluyente por su empleador y no por el grupo empresarial.
(43) Puede ocurrir que el desplazamiento (circulacin) al interior del grupo tenga incidencia en las re-
muneraciones y beneficios sociales del personal de la subcontratista en tanto el servicio constituya
una intermediacin laboral pues como lo seala el artculo 7 de la Ley N 27626, el personal de las
empresas de servicios y de las cooperativas cuando fueren destacados a una empresa usuaria, tienen
derecho durante dicho periodo de prestacin de servicios a percibir las remuneraciones y condiciones
de trabajo que la empresa usuaria otorga a sus trabajadores. Esto ocurrir si existe personal en la
usuaria que realice funciones similares, salvo que se aplique la excepcin contemplada en el artculo
5 del Reglamento (Decreto Supremo N 003-2002-TR), la cual dispone que no son extensivos los bene-
ficios que se otorguen por la existencia de una situacin especial objetiva, inherentes a calificaciones
personales, desarrollo de actividades especficas, particularidades del puesto o el cumplimiento de
condiciones especficas.
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(44) Es importante comentar que la circulacin incidir en las condiciones de seguridad y salud en el trabajo
del trabajador que se desplace a ms de una empresa comitente pues podra ocurrir que las condiciones
en que desarrolle sus labores no sean similares. De acuerdo a la Ley de Seguridad y Salud en el Trabajo
(Ley N 29783) es el comitente quien debe garantizar un ambiente de trabajo seguro no solamente a
su personal sino a los trabajadores de terceros que realicen labores en sus instalaciones (artculo 68).
Creemos que este dispositivo no exime al empleador a cumplir con el deber de garantizar la seguridad y
salud a su personal durante el desempeo de sus labores, por lo que deber verificar que las condiciones
sean adecuadas antes del desplazamiento y mientras este se efecte.
(45) Supuesto en el cual la direccin unitaria es quien posee el poder de decisin a efectos laborales.
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CONCLUSIONES
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PRIMER ENCUENTRO
PERUANO-CHILENO-URUGUAYO
SPDTSS-SCHDTSS-AUDTSS
SESIN DE LA MAANA
Muy buenos das. El primer tema es: La responsabilidad penal del em-
pleador. situacin y perspectivas. Tenemos a tres ponentes oficiales, al doctor
Javier Arvalo del Per, a Jorge Ogalde de Chile y Ariel Nicoliello del Uruguay.
PONENCIAS OFICIALES
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convenios OIT y otros tratados. El Derecho Penal nos dice que antes de ir a la re-
presin penal debemos verificar el agotamiento de los medios de control social.
Primer paso antes de que el legislador recurra a la ley penal: debe ver si los me-
dios de control social, formal o informal nos permiten evitar ir a la ley penal. Me-
dio de control social formal, el Ministerio de Trabajo, la inspeccin del trabajo,
como se llame en cada pas, es efectivo o no es efectivo.
En el caso peruano pareciera que no, pareciera digo porque yndonos al caso
al que vamos a entrar ms adelante, de accidentes de trabajo, pues no es una rare-
za que estos ocurran en cantidad, una serie de empleadores informales y situacio-
nes que ocurren casi siempre. Los controles informales no se dan, pareciera que
es un poco la autorregulacin o la regulacin que pueden hacer las entidades pro-
pias de los empleadores. Por ejemplo, nunca hemos visto que las mismas organi-
zaciones de empleadores pudieran denunciar aquellos empleadores que violan las
normas laborales, una autorregulacin, o que las organizaciones sindicales tuvie-
ran algn tipo de presin para evitar que se den estos problemas laborales que ori-
ginan accidente. No se da. Entonces nos encontramos que el control social infor-
mal no funciona y el control social formal, no penal, no funciona. Qu nos que-
da? Recurrir al Derecho Penal.
El control social ha fracasado en nuestro medio, tanto en el mbito formal
no penal como el mbito informal. Se justifica entonces recurrir al mbito penal
y si se justifica recurrir al mbito penal, se justifica en nuestro pas aplicar san-
ciones penales a quien viole las normas de trabajo. Hoy en da ya no existira una
discusin si es que debemos sancionar a los empleadores, que veremos despus
que la ley no es clara en esto, por la violacin de las leyes de trabajo. Y esto no
solo es en el Per, se da en los diversos pases; veremos que en el Derecho com-
parado, la gran mayora de pases; poco a poco, ha ido avanzando hasta la repre-
sin penal otros consideran que no. Sin embargo, la represin penal incluso se re-
conoce en algunos convenios de OIT. Por ejemplo, para el trabajo infantil, para el
trabajo forzoso se acepta la ley penal como un medio de control social para aque-
llos empleadores que la violan.
En nuestro medio tenemos dos tipos de contingencia laborales: accidentes
de trabajo y enfermedades profesionales. Como hemos ya concluido que los me-
dios de control social no penal no son suficientes para evitar este tipo de contin-
gencias tenemos que recurrir a la represin penal, no solo ac en el Per, en otros
pases tambin se da esto. Vemos que el empleador tiene responsabilidad admi-
nistrativa, civil y penal, y optamos por la penal sin perjuicio de la administrativa
y la civil. Y la pregunta es, por qu debe responder el empleador penalmente?
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Creo que la penalidad han cambiado, se han bajado las penas, la verdad yo
creo que las penas, ms o menos pena, no influye, lo importante respecto de las
penas es la efectividad. Entonces si ha bajado de 2 a 1 y de 5 a 4, dado el tipo de
delincuente que se ubicara en los delincuentes de cuello blanco, yo creo que si la
pena es efectiva, yo creo que el monto o la intensidad de la pena est en un quan-
tum adecuado. Muchas gracias.
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pero est muy limitada, naturalmente est en una primera etapa y apunta bsica-
mente al lavado de dinero, al financiamiento del terrorismo y al cohecho activo.
Pese al panorama de que no hay normas penales especficamente para em-
presarios salvo un par de excepciones, quiero puntualizar que si tiene mucha im-
portancia prctica, en Chile al menos, a lo mejor mis colegas aqu chilenos me
pueden contradecir, pero la verdad es que an sin tener tipos penales que afecten a
los empresarios existe persecucin penal en contra de los empleadores como ocu-
rre ac en Per, por lo que he escuchado recin. Y esa persecucin penal se hace
con base en tipos penales comunes, tipos penales, digamos, no especficamente la-
borales. Estamos hablando de homicidio o lesiones en su vertiente culposa, como
dice nuestro Cdigo Penal, cuasi delitos que en realidad son delitos imprudentes
de negligencia que acarrean como resultado la lesin o la muerte. Y esa persecu-
cin penal, con base en normas generales tiende a ser bastante efectiva, al menos
mis amigos que se dedican a esto, efectiva no solo para los trabajadores sino para
los abogados que los defienden.
Conozco un par de casos en Concepcin que se han hecho ricos persi-
guiendo responsabilidades penales de empleadores sabiendo que probablemen-
te no van a tener ninguna condena, pero que, finalmente, a travs de ese medio
logran obtener una indemnizacin civil porque resulta, como voy a explicar des-
pus, en una presin importante para el empleador para llegar a un arreglo, por-
que nadie quiere estar procesado, encausado, ni estar sometido a estar firman-
do o cualquier otra medida cautelar. Voy a regresar sobre eso ms adelante, y
termino esta puntualizacin diciendo que no hay que olvidar la importancia de
los procedimientos administrativos, laborales, en nuestro caso tenemos proce-
dimientos de tutela que defienden derechos fundamentales y que han resultado
por lo menos en los aos que tiene la aplicacin, que no son muchos una he-
rramienta bastante eficiente, a mi juicio, porque permite obtener indemnizacio-
nes para la vctima, para el afectado.
Otro tema ser discutir la naturaleza jurdica de esa indemnizacin. Aqu
hay algunos profesores que han entrado en un debate sobre aquello, pero pasan-
do por sobre eso, la importancia que tiene para la vctima de obtener una indem-
nizacin a travs de un procedimiento de tutela, rpido, concentrado y efectivo
con una garanta que le permita actuar sin temor a represalias, que eventualmen-
te igual pueden haber, pero por lo menos hay cierta proteccin legislativa al res-
pecto, ha hecho que este procedimiento resulte eficaz a la hora de proteccin de
esos derechos fundamentales.
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Tambin habra que revisar este verbo rector de apropiarse o distraer por-
que en realidad lo que se quiere sancionar, seamos sinceros, es el no pago, es el
no pagar las cotizaciones. Para qu se enreda el legislador con estos verbos de
quien se apropia o distrae dinero, algunos distinguen entre especie o gnero pero
ms all de eso, el problema es el no pagar y el tipo penal debiera ser el no pago
o el incumplimiento a la obligacin de pago. Ahora, si es el no pago el tipo penal,
si es el verbo rector el no pagar, hay que tener cuidado porque, en general, las le-
gislaciones que as lo reconocen, como la espaola, le agregan algunos elemen-
tos que le dan cierta subjetividad hacia el no pago. No es solo no pagar, es el no
pagar; maliciosamente, entre comillas, pero no se atreve a decir maliciosamente
porque tambin es difcil decir, a no pago a propsito, teniendo el dinero no qui-
so pagar; entonces hablan, usan expresiones como defraudar, eludir que suponen
perjuicio, sugieren engao, etc., que es muy difcil de configurar en alguien que
simplemente no lleg y no pag. Por qu no pago, llegar a dilucidar la motiva-
cin intrnseca del empleador que incurra en esa conducta es sumamente com-
plejo para un juez penal y, por ltimo, algo que es comn a todos nosotros, a los
que estamos aqu presentes, hay que tener en cuenta la Convencin Americana de
Derechos Humanos que como todos saben, sostiene que nadie ser detenido por
deudas y eso ha generado en Chile discusin al menos con el problema del apre-
mio, por qu, porque la norma o la convencin seala que este principio no limi-
ta los mandatos de autoridad judicial competente dictado por incumplimiento de
deberes alimentarios. Esto ha dejado a salvo las prisiones por incumplimiento de
pensin alimenticia.
Pero qu pasa con el no pago de cotizaciones previsionales, el no pago de
cotizaciones previsionales calzar dentro de estos deberes alimentarios? Nuestro
Tribunal Constitucional sostuvo que s, pero no a propsito del delito porque no
se ha llegado a discutir el tema del delito. A propsito del apremio por no pago
de cotizaciones previsionales, se lleg hasta el Tribunal Constitucional para di-
lucidar si era lcito o no, constitucional o no hago un parntesis, esta norma de
derechos fundamentales de la Comisin Americana tiene rango constitucional en
nuestro pas porque la Constitucin las recoge como derechos fundamentales y,
por tanto, estn sobre la ley. Eventualmente, si el Tribunal Constitucional hu-
biese dictaminado que no poda, por el tema previsional, apremiarse una persona
con arresto por el no pago, habra quedado sin la aplicacin el apremio.
El Tribunal Constitucional acept hacerlo entendiendo como deber alimen-
tario tambin el tema previsional. As, la proyeccin futura que iba a tener el tra-
bajador, que podra haberse mitigado, afectado por el no pago a las cotizaciones,
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y se nota en muchas cosas, sobre todo en materia penal, pero en los ltimos diez
aos est empezando haber un cambio de mirada, y este cambio de mirada se ha
transformado en este punto de la infraccin de deberes en materia de seguridad
del trabajo en cuatro proyectos de ley.
El primero es del ao 2003 que fue archivado el 2009, no voy a entrar en
detalle, con ello solamente quiero mencionarlo y me voy a quedar con el ltimo.
El ao 2003 se tipifican conductas atentatorias contra derechos de los trabajadores
estableciendo un ttulo nuevo en el Cdigo Penal chileno. No pas nada con esa
ley y se archiv en el ao 2009; all muri. El ao 2008 se ingresa un nuevo pro-
yecto que tipifica delitos contra la seguridad en el trabajo. Este proyecto del 2008
termina archivado el 2010, nada tampoco. Cundo empieza haber ms preocu-
pacin? El ao 2010, a das del rescate de un accidente no s si tuvieron noticia
ustedes, quedaron sepultados 33 mineros muy famoso en Chile y en otras par-
tes tambin, que finalmente, y voy a hablar sobre ese punto, no les pas prctica-
mente nada pero estuvieron all de morir.
A raz de eso, 35 das despus del hecho se presenta un proyecto de ley,
el ao 2010, que tipifica delitos contra la seguridad en el trabajo y agrega nor-
mas procesales que facilitan esto y facilitan adems el ejercicio de la accin ci-
vil. Supera algunos problemitas que tiene el Cdigo Procesal Penal para el ejer-
cicio de la accin civil facilitando esto en el mismo proceso penal. Ese proyec-
to recogi los dos anteriores, los tom y los perfeccion. En una transparen-
cia que no voy alcanzar a mostrarles estn los artculos del proyecto para entrar
en ms detalle pero no tiene mucho sentido porque ese proyecto tambin mu-
ri. Por qu muri? Porque el ao 2014, en marzo, se ingres un nuevo Cdi-
go, un proyecto de nuevo Cdigo Penal al Congreso chileno que supuestamen-
te, la verdad dudo mucho que sea as, va a reemplazar al Cdigo Penal que te-
nemos vigente en Chile y que data de 1874, yo creo que el ms antiguo de la re-
gin, que est vigente, imagnese usted la cantidad de parches que tiene, bueno
se trata de actualizar ese Cdigo Penal tanto en la parte dogmtica, en la par-
te general y en la parte de los delitos especiales y se propone all en este nuevo
proyecto incorporar delitos contra la seguridad en el trabajo, incorporar respon-
sabilidad penal de personas jurdicas y modificar un poco en el mismo sentido
que les deca hace un momento, este delito de apropiacin de los dineros previ-
sionales de los trabajadores.
Pero el anteproyecto, formulado en una comisin que trabaj durante un ao
que era la segunda comisin que se haca, propone estas tres cosas. El Presiden-
te de la Repblica de la poca, esto fue en el ltimo da de su mandato, modifica
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Entonces, la pregunta que me hago y que nos hacemos en Chile es: se re-
quieren normas penales especiales? Y esto es lo que voy a tratar de que me ilus-
tren en este congreso, en qu sentido, pareciera que s, hay factores que ya se men-
cionaron en la presentacin anterior que haran necesaria esta tipificacin penal;
en delitos como el trfico y explotacin de personas no hay muchas dudas, en los
incumplimientos previsionales hay intentos, estos intentos que les mencionaba de
normas pero que no han tenido aplicacin prctica y quizs se debera mejorar el
sistema de apremio que no funciona tan bien, quizs probablemente por proble-
mas operacionales ms que de construccin, sino que en la prctica no funciona;
y en cuanto de incumplimiento a los deberes de proteccin al trabajador, yo creo
que s en la medida que se concluya que no son suficientemente eficientes los ac-
tuales delitos de resultado de dao y siempre que la construccin del tipo penal
sea adecuada.
Voy a dejar algunas cosas para no extenderme. Por los problemas que tiene
la construccin penal, solamente una reflexin. Hay que tener cuidado con el tema
penal, el tema penal no es nuestro, es de especialistas en Derecho Penal y quienes
al final van a terminar accionando, defendiendo y juzgando son penalistas no la-
boralistas, y son ellos los que tienen que construir el delito de manera tal que sea
eficiente, con la colaboracin del Derecho Laboral, porque, evidentemente, ellos
no saben, no tienen por qu saber, cules son los bienes jurdicos y las formas
ms gravosas que resultan en la prctica de esa parte. Les agradezco la atencin.
Muy bien, muchas gracias. Ahora le toca el turno a Ariel Nicoliello del
Uruguay.
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plantea en el Derecho espaol. Como el peligro tiene que ser un peligro concreto
a la vida, a la integridad fsica o la salud de los trabajadores seran bienes jurdi-
cos individuales segn la posicin. Segn otra interpretacin existe una dimensin
colectiva que trasciende a la constatacin concreta del peligro, porque all habla
del trabajador, pusiera en peligro el trabajador y esta expresin genrica nos tra-
duce una dimensin colectiva, ms all de que adems hay un fundamento cons-
titucional de esta disposicin legal y es la necesidad de proteger la seguridad en
el trabajo que no podra obviarse, sin llegar a sostenerse que, salvo algunas posi-
ciones, que estamos ante la seguridad en el trabajo como bien jurdico que tras-
ciende a los trabajadores en particular.
Cul es el sujeto activo entonces? El empleador o quien ejerce efectiva-
mente el poder de direccin, porque el empleador podra ser una persona jurdi-
ca, las personas jurdicas no tienen responsabilidad penal en el Derecho urugua-
yo, pero adems se usa un principio general del Derecho Penal, no hay responsa-
bilidad, sino hay un nexo causal entre la accin y el resultado, por tanto, un em-
pleador que no tiene un control efectivo y cuyas omisiones no son las que estn
causando, tenemos que pensar en las mltiples modalidades operativas que tienen
las empresas, los tamaos de las empresas, las estructuras.
Esto nos plantea el problema de que el empleador entonces va a ser respon-
sable cuando sea persona fsica y adems ejerza efectivamente el poder de direc-
cin, una hiptesis que se dara en una microempresa, pero en empresas de cier-
ta envergadura, lo que se da es una delegacin de responsabilidades, hay una dis-
tribucin desde el propietario de la empresa, los directores de la empresa hacia
la gerencia, de la gerencia hacia las jefaturas hacia los encargados especficos de
la seguridad laboral, de estos hacia los capataces, etc., de modo que el poder de
direccin se desmembra, se distribuye en una empresa, en un conjunto de perso-
nas, algunas de las cuales lo ejercen a nombre de otro, a nombre del propietario
de la empresa y aqu aparece un problema que no est desarrollado en la legisla-
cin uruguaya, yo dira en general en el Derecho comparado no est desarrolla-
do y es entonces si admitimos la validez de la delegacin de responsabilidades,
qu lmites tiene esa validez?; qu condiciones?; cundo es vlida la delega-
cin de responsabilidades? Porque si no esto podra implicar que el empleador
como posicin ms fuerte traslada sus responsabilidades penales a quienes estn
en una situacin de subordinacin y esto es muy peligroso. Este es un problema
muy complejo de resolver, armonizar, al mismo tiempo este concepto de que no
puede haber responsabilidad penal sino por accin propia con el concepto de que
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PANEL
Muy bien. Entonces vamos a pasar al panel. Le pido a los participantes
una brevsima resea para identificarse con el pblico. En primer lugar, Daniel
Ulloa. Tiene quince minutos.
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entonces al Derecho Penal; a pesar de que segn se nos dice el Derecho Penal debe
ser la ltima ratio, la ltima medida, pero yo creo que una primera caracterstica
de la legislacin peruana es que comprende sanciones de conductas ya estableci-
das en la va administrativa, pero que son trasladadas al Cdigo Penal sin respe-
tar el denominado principio de lesividad, principio de lesividad que est presente
en el Cdigo Penal, en el artculo 7, esto es, tienen que ir al Derecho Penal sola-
mente aquellas conductas graves, groseras, como sealaba el doctor Arvalo, los
derechos laborales fundamentales deberan estar en el Cdigo Penal; yo no s si
debera ser as, en todo caso, simplemente, lo que les comento es que en Per hay
esta lgica, no funciona lo administrativo, no funciona lo laboral, que vaya al De-
recho Penal y a ver si all los empleadores se portan bien.
Y yo no s si esa sea una tcnica legislativa adecuada porque, repito, te-
nemos un primer escollo en el principio de lesividad. Hay tres tipos penales que
tienen que ver con el Derecho Laboral, el primero de ellos, tal cual lo explic el
profesor chileno, tiene que ver con la retencin, mejor dicho, con la retencin in-
debida o la apropiacin ilcita de los pagos al sistema privado de pensiones; y
yo no s si eso fue copia o no del modelo chileno, pero existe en nuestra legisla-
cin y se sanciona que sin perjuicio de las sanciones, multas o intereses morato-
rios que pudieran recaer sobre el empleador, por la demora o el incumplimien-
to de los pagos. La AFP, o sea, la entidad privada o la Superintendencia que vigi-
la a estas entidades privadas, pueda accionar penalmente, dice la norma, por de-
lito de apropiacin ilcita en el caso de que en forma maliciosa se incumpla; este
es el tipo que existe, y claro, genera en primer lugar el inconveniente ya seala-
do por el profesor chileno.
No hay retencin, no hay apropiacin ilcita porque no es que el trabajador
le da el dinero al empleador, es al revs, entonces hay un primer problema donde
los penalistas se burlan de nosotros los laboralistas peruanos, porque nos dicen
mira, tu tipo no funciona, no hay, no es apropiacin ilcita tienes que modificarlo
y por all hay un proyecto que busca modificarlo, pero esta norma ya est vigente
desde el ao 1997. Cuntos empleadores han sido denunciados? No lo sabemos,
pero aparece esta redundancia, sin perjuicio de las sanciones multas o intereses
yo te puedo denunciar penalmente. Adems, el otro inconveniente de esta norma
es que es una ley penal en blanco y al revs. Como dicen los penalistas, la ley pe-
nal en blanco es aquel tipo que no define y que necesita otras normas de otros or-
denamientos para su definicin. Y esta norma que les he ledo es una ley penal en
blanco y, adems, al revs porque es una norma penal que remite a normas labo-
rales y no sabes cmo completarla. Adems, dice, necesitas una conducta mali-
ciosa del empleador y cmo entras a la subjetividad para poder definir este tema.
Otra carcajada de mi amigo penalista con este tipo de norma laboral.
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El segundo tipo penal est en el artculo 168 del Cdigo, porque la norma
anterior est en el Texto nico Ordenado de la Ley del Sistema Privado de Pen-
siones; y para acabar con esa norma, me haba olvidado que es un tipo penal que
dice que protege al trabajador y sus fondos pensionarios, pero, es curioso, sola-
mente para el que aporta al sistema privado, el empleador del que aporta al siste-
ma nacional no va merecer una consecuencia penal, entonces all yo creo que el
inters ha sido de las entidades privadas de hacer ms grave el incumplimiento al
pago de los aportes a la entidad porque recordemos que los aportes al sistema pri-
vado de pensiones no solamente es el aporte para el trabajador sino tambin las
comisiones, que son el ingreso de la AFP y tambin las primas de seguro, enton-
ces aqu se est favoreciendo no creo que al trabajador sino a los intereses de es-
tas empresas para hacer ms grave el incumplimiento.
El segundo tipo penal es el clsico que es el que sanciona con pena privati-
va de la libertad no mayor de dos aos, el que obligue mediante violencia o ame-
naza a que una persona integre un sindicato, vulneracin a la libertad sindical in-
dividual o prestar trabajo personal sin la correspondiente retribucin, trabajo for-
zoso, dos de los derechos laborales fundamentales segn la declaracin de OIT
de 1998. El trabajo infantil y la igualdad de no discriminacin no estn en el tipo
pero son, reitero, los clsicos que aparecen creo en la mayora de ordenamientos.
No dice el empleador sino cualquier persona que obligue a otra a que alguien se
afilie a un sindicato, que no se afilie o que trabaje de manera forzosa. Yo creo que
eso no merece mayor discusin, pero como tambin seal el doctor Arvalo no
hay casos donde se pueda ver en la prctica cmo ha ejercido esta situacin que
adems reitera nuevamente proteccin de derechos ya unnimes. El tercer tipo es
el que ya han comentado tanto el doctor Arvalo, profesor chileno y el profesor
uruguayo, el que tiene que ver con la ley de seguridad y salud en el trabajo, y aqu
de repente la interpretacin histrica nos puede ayudar porque la ley original fue
publicada el 20 de agosto del 2011.
Ollanta Humala asume el poder en julio de 2011. Es por eso que si uste-
des leen la Ley N 29783, la Ley de Seguridad y Salud, van a encontrar muchsi-
ma participacin de las organizaciones sindicales en diferentes partes de la con-
formacin de discusiones del Comit de Seguridad y Salud, la vigilancia de la se-
guridad y salud y, en la parte final, el tipo penal, un tipo penal muy mal elaborado
porque, por ejemplo, plantea la responsabilidad objetiva. Hay un caso en el Mi-
nisterio de Trabajo donde se pretenda imputar responsabilidad penal al emplea-
dor, a pesar de que la fiscala archiv el caso de la muerte de un trabajador sea-
lando que haba ocurrido por autopuesta en peligro. Sin embargo, el supuesto de
la ley original no prevea esta situacin, con lo cual poda haber responsabilidad
administrativa, no responsabilidad, por un lado, pero si yo empleador resultaba
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darse en un Estado que dice ser democrtico y que complica en todo caso la po-
sibilidad de poder explicarles a ustedes qu es lo que est detrs de cada norma.
Porque solamente con el tema de seguridad y salud, repito, tenemos un cambio de
derecha izquierda o de izquierda derecha, como lo quieran ver, en solo tres aos
y que al empleador o al trabajador no le deja claro cules son las reglas o cules
son los preceptos que se debe seguir en el pas. Muchas gracias por su atencin.
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tipificacin extremadamente clara y precisa que no ocurre con la ley penal en blan-
co. Lo que se dice de cualquier incumplimiento reglamentario, cualquier cosa no
puede ser, tiene que ser algo concreto, que sea fcil de tomar, de que se entienda,
que se comprenda. Ejemplo, el delito de peligro abstracto tpico que se ensea en
clase: el manejo en estado de ebriedad. El manejo en estado de ebriedad se san-
ciona, se tipifica la conducta ilcita que es manejar en estado de ebriedad. Delito
de peligro, abstracto. No s sabe si va a pasar algo o no. Disuade? S, probable-
mente disuade, pero porque la conducta est especfica y claramente definida y se
entiende. El conductor podr decir, bueno yo manejo, total no creo que pase nada.
l est asumiendo el dolo de ese peligro, de ese delito de peligro y merece la san-
cin penal. Pero si le decimos al mismo conductor, oiga lo vamos a sancionar si
usted incumple la ley del trnsito, que es ms o menos lo mismo que decir que no
cumple con las normas reglamentarias de seguridad, estoy seguro que ese delito
cae en nada porque finalmente nadie entiende bien en qu consiste la conducta que
se va a sancionar al nivel solo de que se produzca la situacin de peligro abstracto.
Termino diciendo, y reitero que en la prctica creo yo que es donde tenemos
que mirar en materia de proteccin de accidentes del trabajo, de proteccin de se-
guridad en el trabajo, yo creo que no podemos renunciar a que exista proteccin
penal. La proteccin penal creo que sera til como la que existe en Chile, que es
la mnima, como la que existe ahora en Uruguay, que es ms avanzada, como la
que existe en Per, no lo s. Lo que s s es que hay que mirar cmo funcionan,
cmo funciona cada ordenamiento y cmo esto de verdad sirve o no, ms que en
la teora, en la prctica, para prevenir y evitar que se produzcan, en mayor medi-
da estos accidentes que tanto cuestan y que tanto sufrimiento causan a las vcti-
mas y a las personas relacionadas con l. Gracias.
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eso voy a plantear esta pequea exposicin de la siguiente manera, primero bre-
vemente, si es necesario un Derecho Penal del Trabajo en el Uruguay. En segun-
do lugar, es necesario el adelantamiento de la barrera de proteccin penal de la
vida, de la salud en el trabajo? En tercer lugar, las cuestiones ms controvertidas
de este nuevo delito, del novel delito creado por la Ley N 19196, para finalizar
con breves conclusiones.
En primer trmino entonces, es necesario un Derecho Penal del Trabajo
en el Uruguay? Y voy apelar a instancias superiores a m, voy a apelar a los pena-
listas, a dos profesores de Derecho Penal que a su vez fueron jueces penales. Uno
termin siendo ministro de tribunal de lo contencioso administrativo, el doctor Ed-
gardo Presa y el otro ministro de la Suprema Corte de Justicia, el doctor Gairoli.
Estos dos penalistas tienen posiciones contrarias. En primer lugar, Presa dice que
no es necesario un Derecho Penal del Trabajo, los conflictos que suelen plantear-
se en las relaciones laborales pueden encararse desde la aplicacin de los princi-
pios generales y de una concepcin democrtica y garantista del Derecho Penal.
La constitucionalizacin de los derechos laborales y sus garantas demuestra que
el Derecho Penal no debe tener cabida en el mbito del relacionamiento social.
En el otro extremo, Milton Gairoli. La justificacin de la proteccin por la
ley penal del bien jurdico trabajo est dada por la importancia que este bien jur-
dico tiene para la comunidad, y para Gairoli est dada tambin porque la protec-
cin extrapenal es insuficiente. En este panorama de los aos 2006, 2008 se plan-
tea el adelantamiento de la barrera de proteccin penal del trabajo y este adelan-
tamiento de la barrera de la proteccin penal de trabajo en el Uruguay se plantea
en momentos en que no existen normas penales del trabajo y las que eventualmen-
te existieron, o si se quiere, lo que existe es una norma absolutamente inefectiva
que tiene que ver con la no aportacin o la apropiacin por parte del patrono de
los aportes que retiene del trabajador y debe revertir al Banco de Previsin Social.
Un delito que no se aplica, desde hace muchos aos existe pero no tiene aplica-
cin prctica. Entonces es inefectivo, no se obedece la ley y esa falta de obedien-
cia no tiene aplicacin prctica, no lleva a una sancin. La responsabilidad penal
del empleador s existe en el Cdigo Penal, en los delitos tpicos previstos ya en
el cdigo penal del 31 que recoge el Cdigo Penal italiano.
En definitiva, hablbamos de que los penalistas hoy hablan en alemn, bue-
no el Cdigo Penal uruguayo sigue teniendo una fuerte impronta del Cdigo Pe-
nal italiano, en el cdigo Rocco aunque los penalistas comenzaron hablar en ale-
mn. Lo cierto es que en el Cdigo Penal estn los delitos contra la personalidad
fsica y moral del hombre, que son los delitos de homicidio y lesiones personales,
prcticamente, como se ha sealado, en muy pocas oportunidades se han aplicado.
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esa pena no se cumple. Entonces, como mencionaban tambin los profesores que
expusieron el tema, este es un Derecho Penal simblico, es solo un smbolo. Solo
est la tutela penal porque tiene que estar, no lo que mencionaba Daniel Ulloa en
el sentido de tengo que tipificar el tema penal laboral porque tengo que tipificar-
lo como una suerte de amenaza, que est all pendiente, latente.
El profesor Arvalo justo conversaba con uno de los colegas, tiene una te-
sis sobre el tema, una tesis de maestra que es la proteccin penal de los reos la-
borales. Y entiendo que sobre esa tesis es que ha desarrollado su exposicin y lo
ms importante de esa tesis es un anlisis estadstico que realiza el profesor Ar-
valo. l recorri durante cinco aos, en el periodo 2003 a 2008, los juzgados pe-
nales de Lima y las salas superiores penales y arroja una cifra que es muy muy
clara sobre el tema. En cada ao las condenas por el delito de violacin de la li-
bertad de trabajo, que estaba vigente, en esa poca no exista todava el artculo
168-A, no suban de veinte casos, es decir, no ms de veinte empleadores fueron
sancionados penalmente cada ao por este delito y la pregunta es cuntos em-
pleadores fueron multados? Muchsimos ms. Cul es la eficiencia de esta nor-
ma? Realmente es eficiente?
Entonces eso es lo que un poco que habra que ver y no solo a la luz del de-
lito contra la libertad de trabajo, sino sobre todo este nuevo delito, este delito que
hasta hace algunos unos das, porque recientemente ha sido modificado, como bien
precisaba el profesor Ulloa, estableciendo ciertas condiciones adicionales, cier-
tas exigencias que realmente cumplan la finalidad del Derecho Penal. El Derecho
Penal est para sancionar cuando el Derecho Administrativo, en este caso, Labo-
ral, no cumpli, no sirve, es insuficiente porque adems si a un empleador lo est
sancionando con multa por haber incumplido las normas de seguridad ciudada-
na en el trabajo, ya lo ests sancionando, tambin lo tienes que procesar penal-
mente por el mismo hecho? La mayora de penalistas dicen, oye all tu estas vul-
nerando la prohibicin del ne bis in idem, a una persona no la puedes sancionar
por dos hechos. No, dices, pero es que una cosa es Penal y otra cosa es Adminis-
trativo, pero no necesariamente porque es Derecho Administrativo sancionador y
la jurisprudencia del Tribunal Constitucional y la Corte Suprema dice el debido
proceso se aplica tanto en lo judicial como en lo administrativo. Entonces se esta-
blecen ciertos nexos entre ambas ramas. Ese tema, por ejemplo, es algo que pude
ser discutido. Otro tema discutido es lo que mencionaba tambin Daniel Ulloa,
este tema de quin es el sancionado?
Nosotros tenemos como prctica, y seguramente en sus pases tambin
es muy comn, que cuando un penalista recibe una denuncia por estos temas a
quin denuncia? Al directorio, al presidente del directorio, al gerente general, en
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la norma uruguaya estoy viendo que dice el empleador, lo que podra ser un poco
discutible, no es cierto? El empleador quin es? El gerente de recursos huma-
nos, el gerente encargado de lo que es el rea de Seguridad y Salud en el Trabajo,
que en todo caso sera el responsable directo; el empleador podra ser el concepto
ms amplio, el que te contrat, el gerente. Entonces eso pone en riesgo mucho el
tema de la aplicacin de esta norma y lo que me parece, para cerrar esta interven-
cin, lo ms delicado es saber si los inspectores de trabajo en el Per, por el lado
laboral, la Polica Nacional, el Ministerio Pblico, los fiscales, los jueces penales
conocen la materia. El inspector de trabajo no sabe nada de Derecho Penal, el fis-
cal, la Polica y los jueces penales no saben casi nada de Derecho Laboral, enton-
ces al final estamos, como mencionaba en un principio, somos laboralistas discu-
tiendo temas penales y los penalistas se burlan de nosotros.
Pero la realidad es que cuando ellos formulan sus denuncias o los jueces pe-
nales abren instruccin por casos que no tienen pies ni cabeza, pues yo creo que
tambin nosotros tenemos derecho a burlarnos de ellos, porque estn aplicando la
norma laboral de manera indebida. Y ese es el problema cuando se tipifican nor-
mas en blanco no es cierto?, se tiene que utilizar normas laborales para aplicar
una sancin penal, y repito los inspectores, los fiscales, los jueces no estn ni in-
formados ni mucho menos formados. Entonces a m me parece que ac en el Per
hay una grave deficiencia en ese aspecto en cuanto a la formacin real de los ope-
radores administrativos y de justicia, y sobre todo es una norma, que por lo me-
nos en lo que se refiere al delito de violacin de la libertad de trabajo no ha mos-
trado una eficiencia real. Si realmente lo que se quera era reducir las infracciones
irregulares yo creo que no se ha logrado y sinceramente tengo serias dudas de que
vaya a ocurrir respecto del nuevo tipo penal. Entonces habra que evaluar qu tan
cierto es que se requiere una proteccin penal. Los penalistas consideran que no
se requiere una proteccin penal. Los laboralistas creen que s.
En Espaa, para cerrar, hace muchos aos se llev a cabo un trabajo, se
llama Derecho Penal del Trabajo, si mal no recuerdo, en que un penalista re-
conocido y un laboralista reconocido, hablo de Antonio Baylos y Juan Terradi-
llos, hicieron un estudio conjunto del tema. Yo creo que es fundamental que en
el Per se lleve a cabo algo similar al igual que en Uruguay y en Chile. Es de-
cir, realmente analizar desde una perspectiva conjunta esta problemtica. Te-
mas amplios como quin es el culpable, el directorio, el gerente, el jefe de re-
cursos humanos; quin es el agraviado, por ejemplo, en el artculo 168. Los pe-
nalistas dicen el colectivo de los trabajadores, otros dicen el Estado, pero hay
una serie de particularidades que imagino que los dems colegas podrn acotar
sobre el tema. Gracias.
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tanto reacios a recurrir a esa atribucin suya de perseguir de oficio ese delito con-
tra la libertad de trabajo: el incumplimiento de una sentencia firme.
Una tercera reflexin concierne al delito de apropiacin ilcita, utilizado,
creo que con frecuencia, para perseguir al empleador que no hace trasladar a la se-
guridad social las aportaciones retenidas a los trabajadores. Se puede debatir des-
de el punto de vista tcnico, desde el punto de vista conceptual si efectivamen-
te cabe all la aplicacin del tipo penal. Pero yo me pregunto, al margen de cual-
quier disquisicin o debate doctrinario, no es acaso manifiestamente inmoral y
eventualmente hasta delictivo retener un dinero o no pagar la aportacin a la se-
guridad social en perjuicio de derechos fundamentales del trabajador y de su ex-
pectativa respecto a percibir una pensin de vejez o una pensin de invalidez, por
ejemplo; o de la viuda, en caso del fallecimiento del trabajador respecto a la pen-
sin de sobrevivencia?
Dos comentarios ms: uno formal y otro anecdtico. Me permito recordar
que la Ley General de Sociedades de Per refiere que el gerente es el responsa-
ble del cumplimiento de la ley; entonces, quizs eso s se puede vincular con las
normas que bien refiri Daniel, a propsito de la seguridad y salud en el trabajo, a
propsito del artculo 168 del Cdigo Penal y otro ms que no recuerdo. Y lo que
sucede a veces en la prctica: en un caso que tuve, una empresa fue denunciada
porque los trabajadores sufran neumoconiosis y alegaban que jams les haban
dado las mascarillas de proteccin. El gerente legal de la empresa me contaba que
s les haban dado las mascarillas de proteccin, pero como la mina era de soca-
vn, es decir, una mina de profundidad, los trabajadores se sentan incmodos y
sencillamente tiraban la mascarilla y no se la ponan porque los haca transpirar;
y varios aos despus formulaban una reclamacin.
Por ltimo no s si tambin Daniel Ulloa lo mencion o alguno de los ami-
gos de la mesa, los trabajadores, por mandato del empleador, se cuidan ahora en-
tre ellos mismos. En el caso de Antamina, una empresa minera muy importante,
me parece que entre los mismos trabajadores deben apercibirse; uno fiscaliza al
otro: ponte el casco, ponte tal cosa, porque parece que el tema de seguridad
y salud en esa empresa es realmente bastante bien llevado.
Vamos a dar prioridad a los que han presentado ponencias libres. La si-
guiente intervencin es de Beatriz Durn, del Uruguay.
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nuestro entender, segn quien tenga que cumplir con la obligacin de tomar me-
didas de resguardo y seguridad laboral.
Segundo, por lo mismo creemos que es conveniente delimitar la responsa-
bilidad de las empresas, con relacin a los medios de resguardo y medidas de se-
guridad laboral con anticipacin al desarrollo de las actividades y de los trabajos
y finalmente lo que hemos notado es que en la prctica se ha constatado que des-
pus de la aprobacin de esta ley la consecuencia fue que tanto empresas pblicas
como privadas toman recaudos ante una eventual responsabilidad. Las empresas
estatales han comenzado a revitalizar sus sistemas de seguridad y sus asesores a
recomendar distintas opciones al respecto. Se consideran medidas preventivas, la
exigencia de un sistema de gestin de seguridad, lo que es altamente importante
para nuestro pas, ya que obviamente ese estudio genera los anlisis de riesgos y,
por lo tanto, los medios para el resguardo de posibles accidentes.
Otra posibilidad es la solicitud de certificacin de competencia para quien
va a realizar y a desempear los trabajos encargados a modo de definir las respon-
sabilidades. Qu aconsejamos? Tanto asesores en el mbito pblico como con-
sultoras en el mbito privado aconsejan que cada organismo o empresa dentro del
Estado o empresas en el sector privado revise y adece su normativa interna y que
a su vez establezca sanciones para su cumplimiento; la conveniencia de la contra-
tacin de expertos en materia de salud y seguridad en el trabajo y riesgos y con-
trol, generalmente son tcnicos prevencionistas; tambin la exigencia de procedi-
mientos preestablecidos y protocolos de actuacin en el control del cumplimien-
to de las normas en materia de seguridad por profesionales encargados; el reque-
rimiento de controles ms estrictos en la cantidad necesaria de implementos de
seguridad y su conservacin; elaboracin de documentos con estudios y mapeo
de riesgos; informacin y capacitacin de las medidas de seguridad a adoptar en
caso de los trabajadores, mandos medios y niveles gerenciales, es decir, todos los
trabajadores involucrados ms all de su jerarqua en las empresas, son el Estado.
Es necesario que los sindicatos tomen participacin en las instancias de capacita-
cin y formacin, y tambin de sensibilidad para los trabajadores.
La metodologa puede ser variada, se pueden utilizar talleres, encuentros,
folletera, cartelera y todo tipo de publicidad, dependiendo de los lugares y las
tareas de cada trabajador dentro de la organizacin o de las empresas. Se debe di-
vulgar a todos los involucrados las disposiciones, rdenes y normativas internas
y leyes a fin de su acatamiento, y hacemos hincapi de la consecuente sancin en
caso de incumplimiento. Existe un procedimiento disciplinario en el Estado para
los trabajadores y funcionarios que no adopten las medidas de prevencin y se-
guridad laboral poniendo en riesgo su vida o la de sus compaeros, configurando
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una falta grave pasible de responsabilidad disciplinaria, en cuyo caso los jerarcas
debern tomar medidas correspondientes para sancionar dicha inconducta.
Asimismo, se establece en los distintos estatutos y reglamentaciones inter-
nas la obligacin de que otros trabajadores denuncien a sus superiores responsa-
bles las irregularidades que observaran. Finalmente, el compromiso institucional
y sindical para la formacin de comisiones de seguridad. No quiero terminar sin
decir algo que se incorpor ltimamente y que me parece muy importante: la in-
corporacin de indicadores con relacin a la seguridad vinculados a los sistemas
de gestin de las empresas del Estado y en los compromisos de gestin. Esto es
innovador, atar para los compromisos de gestin el indicador de seguridad. Mu-
chas gracias.
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La segunda tiene que ver tal vez con una idea de la filosofa del Derecho,
es decir, en las sucesivas intervenciones estamos viendo interpretaciones que se
hacen de las normas que hay en nuestros pases, y siguiendo a Riccardo Guasti-
ni y a su maestro Giuseppe Tarelli me parece que es importante sealar que cual-
quier esfuerzo interpretativo que se haga parte de la base de que hay siempre una
norma y una disposicin. La norma es el texto pero la disposicin es el conteni-
do del significado que le da el intrprete, de modo que lo que interpretemos labo-
ralistas o penalistas o interdisciplinariamente siempre va a ser una interpretacin
subjetiva, ex post, para resolver el caso concreto; y caer en esa tentacin es muy
fcil y anteponer casos concretos al anlisis es frecuente.
Y en esta materia, en el Derecho Laboral especialmente, porque no pode-
mos desconocer de que hay un constante conflicto de intereses entre las partes de
la relacin de trabajo que modestamente entiendo que se refleja en las opiniones
que todos tenemos de estas normas. Yo con esas dos premisas quiero decir que me
parece que dos aportes que tiene que hacer nuestra disciplina, y que deberan ser
considerados desde la perspectiva penal, son: cul es la diligencia debida exigi-
ble y el problema de la autopuesta en peligro. Hay ms pero solamente me quie-
ro referir a estos, y cuando hablamos de diligencia debida exigible no podemos
pensar que no haya una norma en blanco, no podemos pensar que es inconstitu-
cional una norma que no tenga todos los avances tecnolgicos al da porque eso
no es tarea del legislador y la norma en blanco, como deca Nicoliello, la Supre-
ma Corte de Justicia ha entendido que no es inconstitucional cuando el tipo legal
est correctamente definido.
Esto me permite recordar que el Derecho Penal del Trabajo no es distinto al
Derecho Penal, tiene sus propios principios dogmticos y adems debe ser y res-
ponder a los principios de legalidad, de culpabilidad, de que el delito se imputa
subjetivamente y que tiene una actividad humana, etc., no estamos discutiendo
eso, pero s sealamos que cuando el tipo penal uruguayo y otros tipos penales
de otros pases, entre los que estamos presentes aqu, ocurre lo mismo se refiere
a la reglamentacin, est haciendo una ampliacin necesaria y que no es desco-
nocida para el Derecho Penal, y la diligencia debida exigible est pautada por lo
menos por tres aspectos: la proteccin general de los lugares de trabajo, eso sur-
ge de examinar las normas reglamentarias de las distintas actividades, en cuanto
al uso, mantenimiento de las maquinarias, herramientas, fuentes de energa; en la
organizacin del lugar de trabajo, en el manipuleo, almacenamiento de substan-
cias peligrosas y para esto no solo hay que proporcionar elementos de proteccin,
tambin hay que capacitar a los trabajadores y hay que ordenarles y exigirles que
cumplan con esas obligaciones. Creo que la auto puesta en peligro lo dejar para
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dado, que se va aplicar en el mbito del Derecho del Trabajo; los convenios solo
prevn la obligacin de colaboracin entre las empresas.
S creo que es de aplicacin el suministro porque hay una figura de emplea-
dor complejo donde, en definitiva, la empresa usuaria tambin es empleadora y
entonces ya no va por el lado de la tercerizacin, de la descentralizacin empre-
sarial, sino por su propia condicin de empleador. Y para terminar, simplemen-
te a manera de conclusin, creo que ms all de estos aspectos que cuestiono del
texto, creo que la norma ha tenido un efecto positivo y es centrar la atencin en el
tema de la seguridad en el trabajo. Pretender empezar a generar una cultura de la
siniestralidad en el Uruguay, creo que en esto ha habido responsabilidad en el Uru-
guay de las dos partes de la relacin laboral, no creo que solamente los emplea-
dores no se preocupen de la seguridad por un tema de costo, creo que tambin los
trabajadores nunca han tenido una verdadera preocupacin, la prueba ms cabal
est en la industria de la construccin, donde en forma bipartita desde hace unos
aos trabajadores y empleados, y sindicato, han empezado a trabajar en el tema y
se han reducido sensiblemente los ndices de siniestralidad.
Ms all de este efecto positivo que le veo a la norma, creo que no es a tra-
vs de la responsabilidad penal que se van a reducir los siniestros y se va a gene-
rar cultura, sino a travs justamente de generar en el mbito de las empresas res-
ponsabilidad o centrar la importancia en estos temas. Y para esto tenemos otras
normas, adems de lo que es la herramienta de la negociacin colectiva, un ins-
trumento propio que son comisiones de seguridad laboral, que en Uruguay resul-
tan obligatorias para todas las empresas en virtud de lo establecido por un decre-
to del ao 2007. Muchas gracias.
Ahora es el turno de Martn Ermida que, por lo que veo, est siguiendo los
pasos de su padre, nuestro recordado scar Ermida. Adelante.
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all estn sus prestaciones, pero ms bien insuficientes; como esas son ms bien
insuficientes; pasamos a la segunda etapa, a la etapa de la responsabilidad indem-
nizatoria que es donde entramos a analizar la culpa.
Y como sabemos que, uno, las prestaciones de la ley en materia de segu-
ridad social son insuficientes; y dos, que efectivamente los jueces del trabajo, al
menos hablo a ttulo personal, tenemos una responsabilidad en ordenar, en elevar
el estndar en materia de seguridad y que las sentencias que se dicten son impor-
tantes para ellos, se puede hacer en ocasiones un anlisis ms bien laxo de la cul-
pa del empleador e incorporar situaciones como, por ejemplo, el caso en que no
se fiscaliza adecuadamente que el trabajador no se saque la mascarilla o no se le
capacita debidamente, en que yo comparto que podra ser discutible si eso es tan
una culpa del empleador y no tanto del trabajador.
Me parece entonces que el Derecho Penal debera dejar fuera ese tipo de
hiptesis, es tarea, responsabilidad penal para situaciones realmente claras donde
hay una ceguera dolosa frente a la obligacin de proteccin, pero creo que para
esos casos, que quizs son los menos, s es necesario y s es importante; y a pro-
psito de comentarles sobre un delito de dao o peligro, creo que tiene que ver
justamente con eso, saber qu es lo que le vamos a pedir al Derecho Penal, para
qu queremos el Derecho Penal y cules son los lmites, porque de eso depender
la respuesta a la pregunta de cmo se establece un delito. Pero creo que s puede
ser una buena herramienta para ir mejorando las condiciones de trabajo, de justi-
cia a las personas para quienes las meras sanciones administrativas o las indemni-
zaciones no son suficientes porque como ya se ha visto muchas veces es ms ba-
rato pagar aquello que hacerse cargo efectivamente del problema. Gracias por la
invitacin y felicitaciones a los expositores, realmente interesantes las ponencias.
SESIN DE LA TARDE
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PONENCIAS OFICIALES
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el proceso cautelar implica empoderar, por utilizar un trmino que se viene gene-
ralizando, al juez, darle unas facultades excepcionales para que pueda tomar deci-
siones en aras de cautelar, como el nombre lo indica, la posibilidad de que la sen-
tencia sea ejecutada en su momento, y esa es la razn por la cual creo, y ratifico
el concepto, que mientras ms demore el proceso, se hace ms necesaria la me-
dida cautelar para poder satisfacer la medida de ejecucin. Entonces vamos a en-
contrarnos con un juez que tiene una gran facultad discrecional, una facultad dis-
crecional en la valoracin de los elementos necesarios para conceder o denegar la
medida cautelar, pero esto no significa que esta facultad discrecional no tenga que
ser debidamente fundamentada; en esto ya hay jurisprudencia abundante, la dis-
crecionalidad del juez, que es una discrecionalidad en la decisin, tiene necesa-
riamente que ser fundamentada porque esa es una de las garantas esenciales que
nuestra Constitucin seala con respecto a toda decisin judicial.
Pues bien, cules son las caractersticas de este proceso cautelar? Creo que
estas caractersticas son familiares porque son caractersticas universales. Todos
finalmente bebemos de la misma fuente jurdica y adems como estos son pro-
cedimientos prcticamente mecanizados en su ejecucin, indudablemente los re-
quisitos son comunes. En primer lugar, y esto es caracterstica de la medida cau-
telar, se inicia a pedido de parte y no de oficio; creo que ese es el primer requi-
sito. En segundo lugar, ya lo hemos dicho, responde a una decisin discrecional
del juez, porque el juez al otorgar o denegar una medida cautelar se coloca en una
situacin de prejuzgamiento, pero en una situacin especial de prejuzgamiento,
que es diferente de la situacin que se da en el juzgamiento definitivo en el cual
los medios probatorios ya se han actuado. En esta primera etapa, el juez toma su
decisin por el solo mrito de lo planteado por el demandante o por quien pide la
medida cautelar y de las pruebas ofrecidas, porque no le corre traslado de pedi-
do a la parte contraria, ya que esa es la otra caracterstica fundamental de la me-
dida cautelar, que es sin conocimiento de la parte contraria, para evitar esa reac-
cin evasiva natural que se dara con respecto a cualquiera al que se le plantea
una demanda de este tipo.
Entonces, la medida est fundamentalmente referida a cautelar, a asegurar
que la sentencia se pueda hacer efectiva en un momento determinado en el fu-
turo. Y esa es la consideracin final y principal que debe tener en cuenta el juez
cuando toma una decisin con respecto a una medida cautelar, debe pensar ni-
ca y exclusivamente en la eficacia conservativa de su medida, para que en su mo-
mento se pueda hacer efectiva la decisin final, porque el error del juez en esta
etapa puede conducir tambin a una mala ejecucin del momento de la ejecucin
de la sentencia. De otro lado, la medida cautelar, en cuanto a la oportunidad de
planteamiento, tiene dos oportunidades, esto tambin es universal, pero vamos a
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aclarar algo importante, cmo se desarrolla nuestra prctica procesal con respec-
to a la medida cautelar? En primer lugar se puede plantear antes del inicio del pro-
ceso, y en segundo lugar ya durante el desarrollo del proceso, y podramos agre-
gar en algunos casos en ciertas etapas especiales del proceso. Pero en la prctica
observamos algo, rara vez se plantea una medida cautelar en materia laboral an-
tes del proceso, esto en lo civil se da con mucho mayor frecuencia, pero en lo la-
boral, un estudio estadstico emprico permite ver que no son muchos los casos
de peticin de una medida cautelar antes del inicio del proceso. Pero tambin un
estudio del tema nos lleva a la conclusin de que en ciertos procesos las medidas
cautelares se presentan con ms frecuencia que en otros, por ejemplo, cuando se
plantea una demanda contenciosa administrativa contra una decisin de la autori-
dad administrativa de trabajo; generalmente el empleador, a travs de una medida
cautelar, trata de suspender la aplicacin de esa decisin administrativa, entonces
vamos a ver que las medidas cautelares sern ms o menos utilizadas de acuerdo
con el tipo de proceso que se est ventilando. Esa es la razn por la cual plantea-
mos esta observacin con respecto a la oportunidad.
Ahora bien, en cuanto al trmite, cmo se desarrolla el trmite de la me-
dida cautelar dentro de nuestra realidad laboral? En primer lugar, se ejecuta sin
conocimiento del demandado, se resuelve sobre la base de la solicitud presenta-
da por el peticionante y esto en la prctica, desde una perspectiva de redaccin
forense, nos lleva de una manera especial a fundamentar adecuadamente el pedi-
do cautelar. Hay que realizar un esfuerzo para convencer al juez sobre la necesi-
dad de que tome una decisin conservativa porque sabemos nosotros, lo vamos a
recordar ahora a continuacin, cules son los requisitos fundamentales para que
el juez conceda esta medida. Lo importante dentro de nuestro sistema, y posible-
mente tambin dentro de los dems sistemas, es que la medida cautelar tiene un
primer momento de ejecucin. Hay que ejecutar la medida cautelar y mientras la
medida no sea ejecutada el demandado, o sea, aquel contra el cual se solicita la
aplicacin de la medida cautelar, no tiene mayor posibilidad de reclamo.
El recurso o la accin que tendr que tomar es la oposicin a la medida cau-
telar, y en este sentido, la oposicin a la medida cautelar tiene fundamentalmen-
te como objetivo que el propio juez revoque su decisin y esto se podra lograr a
travs de la prueba que le quite o le reste mritos a los fundamentos del pedido
cautelar. Por ejemplo, si la fundamentacin bsica del pedido cautelar es la vero-
similitud de la obligacin y en el recurso de oposicin el demandado o el empla-
zado puede desvirtuar este fundamento, el juez indudablemente podr revocar su
decisin declarando fundada la oposicin, porque adems todos sabemos que las
medidas cautelares son medidas no definitivas, movibles, que van cambiando con-
forme cambia el proceso. El proceso cautelar es una especie de satlite que gira
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para que merezca la tutela cautelar, porque el objeto de la tutela cautelar es evitar
la desaparicin del objeto que podra servir como base de ejecucin. Por eso in-
sistimos mucho en la naturaleza conservativa de la medida cautelar.
Pero la ley tambin le da otras caractersticas, que son las que le dan la po-
sibilidad de que la medida cautelar se vaya transformando durante el desarrollo
del proceso. En primer lugar es provisoria, no es definitiva y el ejemplo ms cla-
ro lo tenemos en lo que dice el propio Cdigo Procesal Civil que se asimila per-
fectamente a la Ley Procesal de Trabajo y esa es la situacin de la procedencia de
la medida cautelar cuando la sentencia de primera instancia es favorable. Es de-
cir, la existencia de un pronunciamiento en primera instancia favorable al deman-
dante, ya de por s constituye mrito suficiente para pedir la aplicacin de la me-
dida cautelar. Por qu? Porque la obligacin ya es verosmil pero con una vero-
similitud oficial planteada por el juez. Es instrumental porque depende de la prue-
ba que se presente y sobre todo es variable, conforme se transforma el proceso se
puede transformar la medida cautelar.
Les voy a relatar una experiencia sucedida en lo judicial. Un grupo de tra-
bajadores plante una demanda de amparo para obtener su reposicin en el em-
pleo. En primera instancia la pretensin fue amparada y como consecuencia de
ello este grupo de trabajadores, que eran 40 o 50, pidieron una medida cautelar y
el juez se la concedi y tuvo que reponerlos en el empleo provisionalmente, le si-
gui todo el procedimiento de induccin, todo el trmite para que se incorpora-
ran a la empresa. Tres, cuatro, seis meses despus en la Corte Superior se produ-
ce una revocacin de la medida, la empresa decidi, a mrito de la medida de se-
gunda instancia, revocar el ingreso de esos cincuenta trabajadores y los volvi a
sacar de la empresa. El expediente lleg al Tribunal Constitucional, un ao des-
pus el Tribunal Constitucional confirm la sentencia de primera instancia y esos
trabajadores volvieron a la empresa a mrito del pronunciamiento final, que si el
Tribunal Constitucional hubiese resuelto en sentido contrario se hubiesen queda-
do afuera definitivamente. Y esta es una situacin que se presenta bastante en ma-
teria laboral, justamente porque la caracterstica fundamental en nuestro sistema
es que la medida es variable.
Yendo a lo ya dicho, estos son los efectos de la medida cautelar dentro del
desarrollo del proceso, la obtencin de una sentencia favorable en primera ins-
tancia justifica que el demandante solicite una medida cautelar porque ya hay una
apariencia de buen derecho. Por eso hay dos situaciones: cuando la demanda se
declara fundada y si se declara infundada, la medida cautelar aplicada por el juez
antes de la sentencia queda automticamente sin efecto porque esa decisin del pro-
pio juez est variando el criterio que tuvo para poder conceder la medida cautelar.
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visto lo importante es esta situacin de que todo ello se deriva bajo el efecto de
la cosa juzgada.
Solamente quiero hacer una brevsima referencia a algunas expresiones
del Tribunal Constitucional con respecto a la etapa de ejecucin de sentencia.
Partimos de la idea de que la etapa de ejecucin de sentencia es fundamental
porque de eso depende el xito o fracaso de todo el proceso judicial previo y,
en este sentido, el Tribunal Constitucional ha planteado una serie de declara-
ciones con respecto a la etapa propiamente de ejecucin, porque no solo se con-
creta la ejecucin de las resoluciones del propio Tribunal Constitucional, sino
en trminos generales a todo el proceso, y de manera especial, me voy a refe-
rir a una resolucin del ao 2009 en la cual prcticamente se sienta un princi-
pio importantsimo. Lo que dice este fallo en buena cuenta es que el derecho a
la ejecucin de las resoluciones judiciales exige, respecto a los jueces, un par-
ticular tipo de actuacin.
Ahora, la pregunta final que me planteo con respecto a esta necesidad de
que el juez de ejecucin sea un juez eficaz, es si debemos dejar la ejecucin al juez
ordinario, al juez de trmite, al juez que est embarcado en el proceso de conoci-
miento, al juez que vive el da a da en las audiencias, el juez que tiene que sen-
tenciar. En algn momento el Poder Judicial opt por la va de los jueces de eje-
cucin y yo creo que en materia laboral no podra ser una idea mala pensar en la
posibilidad de que la ejecucin se le entregue a jueces especializados.
Principales problemas. Hay problemas en la ejecucin y hay problemas
que ya en algunos casos estn tratando de resolver, tambin con la intervencin
del Tribunal Constitucional. Un problema es los casos de disolucin y liquida-
cin de la empresa. Si una empresa liquida en el camino, se disuelve en el cami-
no, pues hay que tener la suficiente previsin de poder impedir esa situacin a tra-
vs de las medidas que la propia legislacin nos da. En segundo lugar, hay gran-
des dificultades, que est tratando de resolver el Tribunal Constitucional a travs
de su jurisprudencia, en los casos de ejecucin contra el Estado. El Estado tradi-
cionalmente ha invocado el privilegio presupuestario para demorar los pagos. In-
clusive, el Tribunal Constitucional emiti hace poco una sentencia o una resolu-
cin indicando que era abusivo que el Estado pretendiera pagarle a una persona
demandante que tena ochenta aos de edad en diez aos, porque no tena posi-
bilidades de sobrevivir a la deuda. Y, finalmente, la eventual insolvencia del em-
pleador. La gran ventaja es que el trabajador tiene un privilegio: las deudas labo-
rales son preferenciales para el trabajador. Con eso seor, moderador termino mi
exposicin. Muchas gracias.
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ms que una parte. Qu fue lo que regul? Regul las fuentes para integrar y en-
tonces dice, las fuentes de la integracin van a ser o las disposiciones especiales
en materia laboral, esas que estn dispersas en el ordenamiento jurdico nacional,
o el Cdigo General del Proceso que es el representante del Derecho Procesal co-
mn. Es posible integrar soluciones con algunas previstas en el Cdigo General
del Proceso, pero antes de hacer esa importacin del Derecho comn al Derecho
especial hay que hacer un test, es decir, que esa norma que voy a traer del Derecho
comn sea conciliable con los principios procesales, pero tambin con los princi-
pios sustantivos del Derecho del Trabajo, y ac el legislador uruguayo ha hecho
una innovacin bien interesante y es enlazar el Derecho Procesal al Derecho sus-
tantivo del Trabajo. Los principios procesales y sustantivos son los que contro-
lan la legitimidad de lo que se incorpora al procedimiento laboral. Trascendencia
de estos pilares, colaboran con la sistematizacin del Derecho Laboral procesal,
plantean cules son los filtros de paso del Derecho Procesal comn, plantean un
sistema de control de legitimidad a la labor del intrprete y, de algn modo, enla-
za principios sustantivos y principios procesales.
La parte segunda, las medidas cautelares. Las medidas cautelares, como de-
ca el profesor Mantero, tienen una finalidad especfica que es la de conjurar los
efectos del tiempo del proceso, es decir, tratar de evitar que el tiempo del proce-
so provoque daos al eventual crdito del trabajador. Es esa la idea de la medida
cautelar. En definitiva, asegurar la tutela efectiva. Est qu significa, que el tiem-
po en el proceso es un riesgo. Como deca el profesor Couture, el tiempo vale oro
y no cualquiera puede tolerar el paso del tiempo. Esta es la finalidad, digamos,
universal de la medida cautelar.
Ahora, en atencin a esta relacin tiempo-riesgo, me parece interesante po-
nernos a pensar cmo funciona, hoy por hoy, el tiempo en el proceso laboral en el
Uruguay. Entonces, para esto, para pensar en el tiempo, consider algunos datos,
pero, claro, ac ustedes vieron que puse datos sucios, son sucios no porque ven-
gan de la divisin estadstica del Poder Judicial del Uruguay, sino porque el pro-
ceso laboral en esta poca, 2009, 2010, 2011, no se presentaba en forma pura, por-
que todava se tramitaban las excepciones de inconstitucionalidad, que al princi-
pio insuman seis o siete meses de paralizacin del proceso, entre que iba a la Su-
prema Corte de Justicia, quin tiene competencia, y volva al juzgado de prime-
ra instancia y a medida que pas el tiempo, la Suprema Corte de Justicia cuando
tuvo jurisprudencia fue reducindolo. Pero, de todos modos, podan ser dos o tres
meses. Quiere decir que estos tiempos de duracin del proceso en primera instan-
cia hasta el ao 2011, catorce meses, son datos sucios. Y llego hasta 2011 porque
las estadsticas del Poder Judicial uruguayo llegan hasta 2011. No hay estadsti-
cas ms adelante en el tiempo. Esto en cuanto a la primera instancia. La segunda
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instancia lleg hasta 2012. Aqu no tenemos datos sucios porque habitualmente
las inconstitucionalidades se planteaban en la primera instancia y no en la segun-
da, entonces el tiempo de duracin de los procesos, ustedes ven all que yo distin-
gu tres tribunales de apelaciones, hasta 2012 haba tres, hoy por hoy hay cuatro
que tenemos competencia en todo el pas. Y el tiempo de duracin de los procesos
hasta 2012 era un promedio de dos meses y medio, aproximadamente.
Y queda por ver el proceso de menor cuanta, que es un proceso de ni-
ca instancia pensado justamente para los asuntos de una cuanta menor, de has-
ta unos cuatro mil dlares. Este es el tiempo de duracin, uno con 6 meses y tres
con 9 meses hasta 2011. Pero lo interesante era saber cunto tiempo duraba en el
presente, sin datos sucios, el proceso laboral para poder apreciar qu tan impor-
tante es el proceso cautelar. Y entonces como no haba datos estadsticos resol-
v hacer una bsqueda emprica con todos los riesgos que ello conlleva. Hice una
seleccin aleatoria de once juzgados letrados de primera instancia de Montevi-
deo. En Montevideo hay 22 juzgados especializados y en un sondeo juzgado por
juzgado, pidindole a cada uno de los titulares los tiempos de duracin. La con-
clusin que saqu es que hoy por hoy en Montevideo la primera instancia demo-
ra seis meses; de la segunda instancia est difcil sacar un promedio. De los cua-
tro tribunales, hay dos que cumplen estrictamente la ley y emiten la sentencia en
treinta das y hay otros dos que no la cumplen y estn alrededor de cuatro me-
ses para emitir la sentencia de segunda instancia. Y el proceso de menor cuanta
est demorando alrededor de un mes y tres das. Estos son datos empricos, ahora
en estos tiempos de duracin del proceso tambin me interesaba ver cuntos pro-
cesos cautelares y cuntos procesos de ejecucin se promovan, porque de algu-
na manera tena que apreciar cules son los efectos de que la ley laboral procesal
no haya previsto expresamente la regulacin del proceso cautelar y del proceso
de ejecucin, lo que supone traer la reglamentacin de otro lado. Y tambin hubo
que hacer una investigacin emprica, manual, en esos once juzgados con datos
aportados por los titulares.
Los resultados son estos: ao 2013, promedialmente en los juzgados de pri-
mera instancia se promovieron 272 causas laborales. De las 272 causas promedio,
proceso cautelar 3 con 6, proceso de ejecucin 9 con 5. Esto significa, en porcen-
taje, que en el 2013, el 1,13 % de los asuntos iniciados son procesos cautelares,
en un total de 272 en promedio; y el 3,49 % de procesos de ejecucin. Quizs este
sea un dato que distingue a Uruguay de otros pases de Latinoamrica. En el pri-
mer aspecto, el acortamiento de los tiempos, quizs explique por qu tan reduci-
do el nmero de los procesos cautelares; y en el segundo dato de procesos de eje-
cucin da para ponerse a pensar que adems de la eficacia del acortamiento de los
tiempos hay en Uruguay una cultura de cumplimiento de la sentencia, claramente.
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Fuera de este proceso hay un proceso corto que se llama monitorio, que bus-
ca regular materias de cuanta baja, inferiores a diez ingresos mnimos de nuestra
moneda y, volviendo a que el Derecho Procesal es herramienta del Derecho sus-
tantivo, ese procedimiento le da al juez la atribucin de acoger la demanda inme-
diatamente presentada sin necesidad de escuchar al demandado y el demandado si
quiere reclamar ello tendr que presentar una reclamacin, valga la redundancia,
dentro del plazo de diez das desde que se le notifica esta sentencia. Si eso ocu-
rre, se citar a una audiencia nica, donde se contestar, rendir la prueba y falla-
r la causa. Contra esa sentencia solo proceder el recurso de nulidad y no existi-
r la opcin de llegar a la Corte Suprema, como s existe en el procedimiento de-
clarativo de aplicacin general.
Fuera de esos procedimientos declarativos vamos a tener el procedimiento
ejecutivo de cobranza, al que Mara Eugenia se va a referir en detalle, y bsica-
mente lo que me interesa hacer hincapi es en la funcin cautelar que el juez tiene
dentro del proceso laboral, y les digo funcin cautelar porque es la ley, con esas
mismas palabras, lo que le indica al juez que dentro de su funcin cautelar adop-
tar todas las medidas que sean necesarias. El juez tiene atribucin de oficio, pre-
sentada la demanda que sea para decretar medidas cautelares. Esto, sin duda, ha-
ciendo eco de la necesidad de efectividad de la tutela judicial que buscamos tener
en Chile, es una atribucin importantsima para el resguardo de los derechos, no
tan solo para esos derechos que pretendemos hacer cumplir en la sentencia, sino
que muchas veces para conservar el estado, conservar la situacin en que se en-
cuentra un trabajador, que probablemente de no intervenir el juez va a ver afecta-
do sus derechos fundamentales de manera irreversible.
Dentro del proceso de tutela de derechos fundamentales, el juez puede dis-
poner en la primera resolucin que dicte, tras recibir la denuncia y solamente ana-
lizando los antecedentes que le presente el trabajador denunciante o la organiza-
cin denunciante, la paralizacin inmediata o dejar sin efecto de inmediato el acto
que, segn esos antecedentes, es vulnerar derechos fundamentales. Con este es-
tado de conservacin se logra una tutela efectiva, a mi parecer, del derecho recla-
mado, porque probablemente el asegurar el resultado de la accin en un caso de
derecho fundamentales, en un caso de prctica antisindical, en un caso donde pro-
bablemente estemos afectando la presencia de un trabajador en la empresa, en una
poca donde se debe votar una huelga, sin duda requiere una tutela especial y el
juez tiene la atribucin. Como tambin tiene la atribucin, en un sistema de valo-
racin indiciaria, de hacer un traspaso probatorio y de hecho dar por establecida
una vulneracin de derechos fundamentales con los antecedentes que le presente
el demandante. Si un trabajador junto con su denuncia de vulneracin acompaa
indicios suficientes que logren conviccin en el juez de que existe una vulneracin,
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PANEL
A continuacin, invito al profesor Michael Vidal, abogado por la Pontifi-
cia Universidad Catlica del Per y profesor en la Facultad de Derecho de esa
universidad. Es, adems, asesor laboral y abogado litigante de reconocido pres-
tigio en el pas.
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que ver cul es la interpretacin que nos ayuda, adems, a estar conciliados con
lo que es el derecho a tutela jurisdiccional efectiva y el otro tema interesante que
se presenta en este caso es el supuesto en el cual se deja de lado el anlisis de dos
elementos fundamentales en la teora general del proceso para las medidas caute-
lares, que son el peligro de la demora y la contra cautela, dejndose solo el an-
lisis de la verosimilitud del derecho y que est vinculado a los supuestos en los
que se discute un despido de un dirigente sindical, un menor de edad, una madre
gestante, una persona con incapacidad o se est gestionando la conformacin de
una organizacin sindical.
En esos casos, la ley introduce un supuesto especial bastante interesante,
en el cual solo se exige para esos supuestos la verosimilitud del derecho. Esto es
todo lo que encontramos, las cosas principales que encontramos en cuanto a me-
didas cautelares, pero el tema de la reforma no se agota en eso, en materia de eje-
cucin de la sentencia. Hay dos figuras interesantes, ms all de que se ha recor-
tado el tiempo de los procesos, de pensar en un proceso por audiencia, que lo hace
ms corto, y de toda la problemtica que hay en materia de poltica jurisdiccional,
con el tema de la cantidad de jueces que puedan haber o los problemas que se les
presenta, hay dos temas que son trascendentes y que me gustara compartirlos,
adems porque hay personas de otros pases, de otros ordenamientos jurdicos.
El primero est referido a la ejecucin de la sentencia de segunda instancia.
La Nueva Ley Procesal del Trabajo establece que el recurso de casacin que est
regulado, no suspende los efectos de la sentencia de segunda instancia y solo en
los casos de reclamos econmicos, se da la posibilidad de pedir la suspensin si
es que hay a cambio una carta fianza, un depsito judicial. El tema es sumamente
importante, en su momento con el proceso anterior, un proceso laboral poda de-
morarse uno o dos aos en primera instancia, uno o dos aos en segunda instan-
cia, de dos a tres aos en casacin. No pudindose ejecutar adems, yo poda ha-
ber ganado primera y segunda instancia y no poder ejecutar mi sentencia, porque
me haban interpuesto un recurso de casacin que poda tomar en la Corte Supre-
ma alrededor de dos, tres, inclusive en algunos casos hasta cuatro aos. Adems
con un procedimiento de casacin ms complejo del que existe hoy y que termi-
naba suponiendo pues una falta de tutela jurisdiccional efectiva y evidente. Hoy
da la sentencia de segunda instancia, como regla se ejecuta, con esa excepcin
que hay en los temas patrimoniales y en segundo lugar, el tema de los derechos
individuales homogneos.
Hoy da el artculo 18 de la Nueva Ley Procesal del Trabajo seala que cuan-
do en una sentencia se declare la existencia de afectacin de un derecho que corres-
ponde a un grupo o categora de prestadores de servicios con contenido patrimonial,
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o sea, tiene que ser econmico, los miembros del grupo o categora, o quienes in-
dividualmente hubiesen sido afectados, pueden iniciar sobre la base de dicha sen-
tencia, procesos individuales de liquidacin del derecho reconocido. Siempre y
cuando la sentencia declarativa haya sido dictada por el Tribunal Constitucional o
la Corte Suprema y tenga calidad de cosa juzgada. Es decir, hoy da existe la po-
sibilidad, lo que se conoce en doctrina como derechos individuales homogneos,
de poder obtener, de ir a un proceso mucho ms corto, a pedir la liquidacin si es
que alguien de mi categora o mi grupo ya lo obtuvo antes. Eso definitivamente te
lleva a un procedimiento ms corto y de ejecucin casi inmediata frente a lo que
tendra que haber hecho dentro de un procedimiento ordinario comn.
Solo para acabar, creo que si bien hay un muy buen tratamiento del tema
de tutela jurisdiccional efectiva en estos aspectos, en la reforma hay algo que ha
quedado pendiente, que es el tema de la fase de ejecucin en el proceso laboral.
La fase de ejecucin del proceso laboral se sigue sometiendo al Cdigo Procesal
Civil para la ejecucin, con lo cual se sigue trayendo los problemas que hay en
toda etapa de ejecucin de un proceso civil. Tal vez hubiera sido la oportunidad
para la regulacin propia de una etapa de ejecucin o inclusive, como menciona-
ba Fernando, revisar la posibilidad de que haya jueces de ejecucin que puedan
tratar el tema. Les agradezco mucho.
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El artculo 462 manda ejecucin de oficio, los plazos son cortsimos, cinco
das para llegar al pago. Obviamente, aqu tenemos un juzgado de cobranza y si
no hay juzgado de cobranza se va al mismo tribunal que dict la resolucin. Aho-
ra, tenemos cuatro juzgados de cobranzas solamente que son Valparaso, dos en la
regin metropolitana que es San Miguel y Santiago, y uno en Concepcin y volve-
mos al mismo tema de cuando tenamos Corte de Apelaciones, en que haba una
Corte de Apelaciones Especial Laboral en Valparaso, Santiago y Concepcin, y
como nuestro pas es una larga y angosta faja de tierra quedaron unas partes muy
grandes sin tener esa atencin.
Pero qu es lo que ha pasado nuevamente que los Tribunales de Cobranza
se han convertido en Tribunales de Cobranza Previsional y con todo el problema
del lucro en la previsin; y entonces las AFP a travs de estudios grandes tienen
los Tribunales de Cobranzas, que se dedican especialmente a la cobranza previ-
sional. Entonces por eso una de las propuestas es sacar la cobranza digamos de la
sentencia hacia el tribunal que dict la resolucin. Ahora voy a ir diciendo las pro-
puestas de la comisin nueva que hizo un estudio para hacer la reforma previsio-
nal. El plazo es muy corto deca, queda ejecutoriado en la sentencia todos de ofi-
cio, se certifica por el tribunal, se manda a cobranza; si paga no hay problema, va
a ejecucin en el plazo de cinco das, ya sea al tribunal propio que dict la reso-
lucin o al de cobranza y entra en juego aqu una cautelar que hay que decir, no-
sotros siempre nos vamos a sentir orgullosos de esta cautelar, porque es una cau-
telar que protege las deudas previsionales y las deudas laborales.
Pero el legislador es goloso, tambin protege deudas de familia, deudas
de crdito universitario para estudios de carrera y ahora que hay una posibilidad
que la gente que boletea, como decimos nosotros, que trabaja honorarios a par-
tir de este ao tiene que empezar a cotizar su 10 % de acuerdo al boleteo, tam-
bin est en la fila de espera para los efectos que pague con ese monto que tiene
retenido en la tesorera, las cotizaciones. En consecuencia, ya esto es como una
pila de agua bendita, todos los que van a pedir perdn se bautizan y entonces hay
que hacer un orden, una prelacin de crditos porque ya es una vergenza. Bue-
no, pero va a aparecer otro crdito por all y de nuevo le van poner esta garanta
que es cautelar tambin.
Se manda la unidad de liquidacin y el plazo de nuevo, maravilloso, tres
das para que se efecte la liquidacin y esa liquidacin se notifica por carta certi-
ficada, porque hoy da el patrocinio de poder se da para la etapa declarativa de la
ejecucin, no hay que pedir cumplimiento del fallo, ninguna cosa. En consecuen-
cia, hasta aqu vamos bien. Se notifica esta liquidacin del crdito y desde el mo-
mento en que se tiene que practicar la notificacin por carta certificada, hay que
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contar das desde que se fue a correo, etc., pero que sern unos diez das a lo ms,
hay posibilidad por supuesto de pagar, y si no paga seguimos con nuestro cuento.
La primera posibilidad es de hacer un pacto. El legislador en el artculo 468
establece esta posibilidad de pacto, nuevamente una buena cautelar, bastante efec-
tiva si es que no logra llegar a ese pacto porque eso se sac del principio de la pri-
maca de la realidad. O sea, los abogados fueron creando esta va. Se llega a un
pacto en que las cuotas deben tener los reajustes e intereses del periodo que com-
prenden. Va con clusula de aceleracin, es decir, si no se paga, se entiende el to-
tal de plazo vencido. Eso se copi por supuesto del rea bancaria y adems hay
una sancin pecuniaria como clusula penal, porque dice se podr solicitar al mis-
mo tribunal incidentalmente que haya un incremento del crdito, de la parte que
no se paga, del total o parte que dej de pagar, hasta en un 150 %.
Entonces esa es una excelente cautelar tambin, configurada no cierto, a
travs del tribunal. Nuevamente nos encontramos conque el procedimiento es r-
pido porque tenemos una limitacin absoluta en la objecin de las liquidaciones.
El artculo 469 da solamente estas tres posibilidades: errores de clculo numri-
co, alteracin de las bases de clculo o incorrecta aplicacin de IPC. O sea, son
absolutamente improcedentes otras alegaciones y el tribunal resuelve sin escuchar
a la contraria. Estara absolutamente limitada la oposicin de excepciones, sola-
mente acepta pago de deuda, remisin, novacin y transaccin. Y esas excepcio-
nes hay que oponerlas acompaando, como dice el legislador, antecedentes escri-
tos de debida consistencia. Le sala mucho ms rpido decir con los antecedentes
que acrediten la efectividad de la excepcin que est oponiendo, pero hay que de
repente redactar ms difcil a efectos de quedar ms importante que uno que esta
copiando, bueno as es la vida.
De esas excepciones se da un traslado de tres das y haya o no evacuado
el traslado, el tribunal resuelve sin ms trmite y encuentra esa resolucin, sola-
mente procede apelacin en ambos efectos. Ustedes vern que hasta aqu la cosa
es bien rpida, es fantsticamente rpida, y aqu empiezan los problemas enton-
ces, porque aqu los primeros problemas son los siguientes. Aplicacin supleto-
ria, todo lo que hemos visto hasta aqu es la ejecucin de la sentencia dictada por
el mismo tribunal, que la est siguiendo en su ejecucin o que lleg a cobranza y
aqu cuando no hay norma expresa lo remite a las normas del CPC, pero a un ttulo
del libro primero, que es aquel que se refiere al cumplimiento de las resoluciones
judiciales que no sean las sentencias definitivas ni las interlocutorias que pongan
termino al juicio y que si ustedes revisan por all el artculo 231 o 232, son amo-
nestacin verbal, escrita, multa, etc., y al arresto no se puede llegar porque aplica
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el Pacto de San Jos de Costa Rica y por deuda no hay, as es que hasta all lle-
gamos, yo no lo he visto aplicar nunca.
Dije que el problema era la aplicacin supletoria para el cumplimiento de
la sentencia, ahora que nos vamos al juicio ejecutivo se remite a los ttulos pri-
mero y segundo del libro tercero del CPC, o sea, nos lleva al Cdigo de Procedi-
miento Civil de frentn y all es donde van a empezar todos los problemas por-
que, en primer lugar, quiero dejar en cuenta, ese cuadrito chico que hay all abajo
es el artculo 472. Alguien se quejaba aqu que haba pocas normas, crea enten-
der alguien que dijo tiene solamente 100 artculos esta ley, que era de ejecucin
pero despus me confund porque dijo solamente son dos artculos, pero, bueno,
le parecan pocos 100. En este procedimiento hay 11, 12 con el primero que dijo
ejecucin de oficio, que viene del final del prrafo anterior, as es que yo encuen-
tro que esto ya es la miseria misma entonces.
Pero el artculo 472 es enftico en decir que las resoluciones que se dicten
en el curso de estos procedimientos, vale decir el del cumplimiento de la senten-
cia como el de los ttulos ejecutivos, todas esas resoluciones durante el curso son
inapelables. Y si todo el mundo tuviera en cuenta eso, que son inapelables, no nos
veramos con los retrasos en que nos vemos, que se apelan problemas de terce-
ra, que se apelan impugnaciones, que los embargos, entonces se empieza a apli-
car totalmente el CPC y toda la buena voluntad, la buena intencin y los princi-
pios van a otra parte. Qu pasa con los ttulos ejecutivos? Aplica casi completa-
mente. Solamente dice que las notificaciones son distintas porque hace ingresar
una demanda ejecutiva, con un ttulo ejecutivo diverso de la sentencia que inclu-
so, excluye el artculo 473 de la sentencia, porque dicen que todas tienen que ir
de oficio nada ms. No hagamos ms comentarios porque vamos a perder tiempo.
Antes de notificarla se procede a la liquidacin, igual como se hizo anteriormente
con la sentencia definitiva y se notifica ahora la demanda con la liquidacin, pero
de acuerdo a las normas del Cdigo del Trabajo; en consecuencia, es muy rpida
porque la personal se transforma de pleno derecho en personal especial y se no-
tifica a cualquier persona del domicilio incluso se puede dejar fija y sigue el pro-
cedimiento exactamente igual como lo habamos conversado.
El Cdigo del Trabajo tiene el artculo 444 que seala que el juez dentro del
ejercicio de sus facultades tiene que adoptar todas las resoluciones que sean per-
tinentes para poder asegurar el resultado de la accin, debe proteger el derecho
que se reclama, identificar a los obligados al pago y singularizar el patrimonio de
forma suficiente para llegar a ese cumplimiento. O sea, si ustedes leen el artculo
444 tienen etapas fundamentales que son carga del tribunal. Pasa que el sujeto
tiene que cumplir los requisitos de acreditar suficientemente y fundadamente las
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Muchas gracias. Quisiera llamar la atencin de que tres panelistas son dis-
tinguidas amigas laboralistas. Debo comunicarles que la Sociedad Chilena de De-
recho del Trabajo tiene un directorio de nueve personas, actualmente cinco son
mujeres y la presidenta, por supuesto, mujer. Vale decir estamos en la onda de la
reivindicacin de los derechos de la mujer, muchas gracias.
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hacer este breve parntesis y recordar a nuestro amigo Mario que, est donde est
yo s creo en que hay algo en el ms all, seguramente nos escuchar y creo que
esta ocasin es vlida para que todos los que lo conocimos, y los que no lo cono-
cieron en persona pero a travs de sus obras, sus referencias, le dediquemos este
espacio en recuerdo a su persona. Agradezco a la Sociedad Chilena, agradezco a
la Sociedad Uruguaya por este espacio para nuestro amigo Mario Pasco Cosm-
polis. Muchas gracias.
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de la tutela que est en el artculo 273 del CPC de Brasil, permite la adopcin de
medidas de carcter preliminar en situaciones de urgencia o evidencia y los jui-
cios laborales en Brasil vienen utilizando muchsimo esa disposicin, para reins-
talar empleadas embarazadas, empleados accidentados, empleados que han sufri-
do un despido discriminatorio, adems de otras circunstancias que casi siempre
tienen que ver con una utilizacin abusiva del poder directivo patronal, es decir,
una utilizacin abusiva por el empleador.
Fundamentalmente, esas son las circunstancias generales que marcan las me-
didas cautelares en el proceso laboral de Brasil. Lo ideal, naturalmente, sera que
tuviramos una disciplina ms consistente y a ese respecto me parece que la nor-
mativa peruana actualmente est muy bien. El artculo 55 de la Nueva Ley Proce-
sal de Trabajo de Per tiene un contenido que de cierta manera es muy coinciden-
te con la realidad terica y prctica de Brasil, como si el legislador peruano hu-
biese positivado nuestra realidad brasilea. Entonces sera para nosotros un exce-
lente ejemplo a seguir. Por su paciencia muchsimas gracias.
A continuacin ofrezco la palabra al doctor Vctor Ferro, expresidente de
la Sociedad Peruana de Derecho del Trabajo y Seguridad Social.
Dr. Vctor Ferro
Una intervencin muy puntual para relevar el alcance de los procesos de
ejecucin en materia laboral. Estos gozan de la indudable legitimidad de hacer
efectivos derechos laborales, de restitucin de derechos laborales que han podido
ser afectados y de ese punto de vista nada ms que reconocer su validez y efica-
cia. Sin embargo, no podemos soslayar el hecho de que en el afn de cautelar de-
rechos laborales, podemos incurrir en algunos excesos cuando estos son mal apro-
vechados por empleadores maliciosos.
Por ejemplo, en un proceso de ejecucin laboral se presenta un acta de con-
ciliacin, que en nuestro ordenamiento tiene una naturaleza de ttulo ejecutivo.
Esta acta de conciliacin administrativa ante el Ministerio de Trabajo goza de ple-
no mrito ejecutivo y, por ende, se procede a su ejecucin en la va judicial, y por
tratarse de crditos laborales, gozan de prelacin absoluta respecto de otros cr-
ditos, incluso de aquellos que han sido debidamente inscritos mediante garantas
reales y premunidos de publicidad ante Registros Pblicos. Pues bien, estos cr-
ditos laborales son as oponibles ante terceros, sin ninguna restriccin. Sin em-
bargo, cabe la posibilidad que estos crditos laborales, as reconocidos mediante
un acta de conciliacin extrajudicial, una conciliacin administrativa del ministe-
rio de trabajo o por otras vas, sean simplemente actos maliciosos del empleador,
destinados a burlar acreedores de buena fe.
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Sociedad Peruana de Derecho del Trabajo y de la Seguridad Social
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Primer Encuentro Peruano-Chileno-Uruguayo
No hay una controversia, simplemente hay que lograr que alguien pague
lo que debe. Y, sin embargo, y lo vemos en materia laboral, tenemos jueces que
estn dedicados en la etapa de ejecucin a cuestiones que son meramente admi-
nistrativas, preocupados de resoluciones de una cuanta de dos dlares, de ocho
dlares y un despliegue, por lo tanto, de recursos. Puede ser un poco fro decir-
lo, pero el juez es un recurso caro para el Estado y, por lo tanto, surge esto, y que
opera en otros sistemas comparados, la figura del oficial de cobranza, que es un
oficial que puede ser parte del sistema del Poder Judicial pero no ejerce jurisdic-
cin y solo interviene el juez cuando hay una controversia propiamente, por ejem-
plo, una excepcin y, por lo tanto, hay que pronunciarse por alguien que est in-
vestido de jurisdiccin. Esa es una cuestin, es decir, cmo repensar y creo que
fue uno de los errores en el momento del foro de la reforma procesal laboral que
la etapa de ejecucin no pens el rediseo del sistema de ejecucin sino que fue
ms bien para hacer algunos ajustes como crear tribunales especializados en ma-
teria de cobranza laboral y previsional.
De ah salta otro tema, la pregunta es la especializacin. Primera pregunta,
esta idea de separar labores de los jueces propiamente jurisdiccionales y el resto
de labores para los oficiales de cobranza; y lo segundo, la especialidad, si es es-
trictamente necesario contar con jueces especializados para la cobranza laboral.
Si cuando ya estamos en el estadio de esa etapa, a lo mejor la cobranza civil y la
laboral no tienen propiamente diferencia sustantiva y si vemos las estadsticas, en
nuestro pas, los juicios laborales deben alcanzar, no s me corregirn mis com-
paeros, un 2 o 3 %, o tal vez menos, del total de juicios que hay en todo Chile.
Y la cobranza civil, sin duda, es muy superior a aquella.
Entonces, si va haber un rediseo del mbito civil y en la etapa de cobran-
za, debemos preguntarnos tambin si se requiere la especialidad, y a lo mejor se
requerir especialidad en aspectos, tal vez, muy puntuales, cuando hay disputas
sobre la persona del empleador, eventualmente. Esas son el par de preguntas, es
decir este rol de los oficiales de cobranza y segundo la necesaria especialidad o
no, en materia de cobranza. Muchas gracias.
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Sociedad Peruana de Derecho del Trabajo y de la Seguridad Social
procesal penal tuvo un aporte, dira yo, de 45 mil millones, ms menos, 15 mil
la reforma familiar y 5 mil la reforma laboral, esos eran los montos, ms menos.
Entonces la idea era tener un tribunal a quo tripartito, como tena el proceso pe-
nal, y eso hizo entender que poda ser nulidad. Llegar a la ejecucin; obviamen-
te que desde mi punto de vista creo que tiene que tener especializacin porque si
pensamos que el juez que va a ejecutar, va a ser tan fro o imparcial como el ci-
vil y no va a saber la naturaleza jurdica del crdito, es volver muchos miles de
kilmetros ms atrs.
En segundo lugar tenamos en la mente hace tiempo, y lo tenemos todava,
conocemos cules son los resultados de los auxiliares de la administracin de jus-
ticia, o sea, en ejecucin, no solamente es la problemtica de que los tribunales
son verdaderas agencias de cobranzas, si tu miras la estadstica, los juzgados ci-
viles, uno entra cualquier da, en los fallos, en las tablas y dice Banco Fallabella,
Banco Fallabella, Banco de Chile, Bancos y Bancos, Instituciones, y de repente
as despus de cientos de causas hay una causita as de Perico de los Palotes con
Juan Pistola, no hay ms que eso, yo digo esos nombres para que los alumnos no
se sientan que los estoy aludiendo porque estn demandados algunos, no.
Lo otro es que hemos tenido que lidiar con problemas de receptores, costos,
martilleros, tasadores, entonces hay que hacer un cambio fundamental y por eso
creo yo que era mucho mejor ir a lo que quera ms dejar en claro, que si yo tengo
un procedimiento laboral, en que ese artculo 444 le da facultades al juez, uno ten-
dra que exigirle al demandado que all haga todas sus declaraciones para que des-
pus no venga con objeciones, terceras, y esa declaracin se tendr como cierta,
una manifestacin del principio de la buena fe, y si despus incurre en falsedades,
la sancin debera estar establecida. Pero la especialidad me parece fundamental.
Ahora, sacar la cobranza a un oficial de cobranza y que qued solamente
en esa instancia, como en Chile est lleno de chilenos, no me cabe duda de que
todo el mundo se va a oponer y va a objetar. Va ir a dar al tribunal, porque sola-
mente el oficial de cobranzas va a operar, siempre que no haya oposicin, defensa
u objeciones no es verdad? Todo el mundo va a objetar y se va a defender para
ir a dar a los tribunales y que se demoren, esa es nuestra idiosincrasia, creo yo.
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son la cosa ms importante del universo, para pensar que todos los crditos re-
conocidos por una sentencia pasaron a una autoridad de cosa juzgada son la cosa
ms importante del universo.
Y entonces, si yo tengo eso como idea, el proceso civil, el proceso de ejecu-
cin de sentencia civil tiene que acercarse lo ms posible a lo que es hoy da, que
es el ideal del proceso de ejecucin de una sentencia laboral. Porque es el derecho
que est reconocido, eso primero; lo segundo, un juzgado de ejecucin especiali-
zado. Yo no veo que en Uruguay esto sea importante. Uruguay no tiene una his-
toria de juzgados especializados. Sin embargo, en este momento estn aprobados
dos juzgados de ejecucin de sentencia penal para Montevideo. En esta situacin
puede ser un poco ms, si se quiere, ms lgico, por qu, porque la ejecucin de
la sentencia penal es casi, en la general de las situaciones, la privacin de libertad.
Entonces, no tengo que andar averiguando bienes y andar haciendo mucha
tramitacin, tengo que estar seguro de que esa persona cumple la sentencia que
tiene que cumplir, que se va liquidar con otras, etc. Eso en cuanto al tema, no le
veo una gran importancia. No creo que funcione mal el proceso en Uruguay, so-
bre todo en este momento que, como dije, creo que el escollo es el secreto tribu-
tario, es el secreto bancario, y cierto es que cuando se aprueba la nueva ley de re-
forma procesal, por lo nico que se puso el grito en el cielo es porque en este mo-
mento despus de tener una sentencia y despus de que yo intimo al deudor a que
me pague y no me paga, y despus de que yo le digo, bueno usted dgame qu
bienes tiene, as yo ejecuto y no me los dice o me dice insuficiente, puedo averi-
guar a travs de la red bancaria y a travs de los registros pblicos qu bienes tie-
ne; bueno este fue el gran cataclismo de la ley.
Hasta el da de hoy, en este ao que lleva, ha sobrevivido, y no he encontra-
do muchas ms reacciones que estas. Esto es cuanto tengo que decir sobre el tema.
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Sociedad Peruana de Derecho del Trabajo y de la Seguridad Social
conocimiento dictada, de condena del caso por la creacin, viejo debate del labo-
ralismo, de institutos de garanta del pago de los crditos laborales, que pueden pa-
sar por la construccin de un sistema de seguridad social que incluya dentro de las
prestaciones la cobertura de estas contingencias derivadas de procesos judiciales.
Y, en tercer lugar, sin estas cosas que parecen demasiado revolucionarias,
en principio pareceran que fueran medidas difciles de concretar en los hechos.
De alguna manera, en algunos casos, la historia demuestra que estas ideas no se
pudieron plasmar efectivamente, como en el caso del fondo de garanta salarial
y que cuando se plasm tuvo algunas dificultades de aplicacin como en Brasil.
Dentro de la estructura del proceso de conocimiento es posible crear mecanismos
o institutos o medidas que de alguna manera eliminan la ejecucin de la senten-
cia y, eventualmente, eliminan tambin las medidas cautelares.
Nosotros tuvimos en el proceso ordinario laboral y de menor cuanta, tam-
bin en el proceso monitorio, una disposicin que planteaba, por ejemplo, que
cuando se dispona el perdido a la apelacin, debera depositar el valor de la con-
dena, como requisito para poder apelar, en cuyo caso si se confirmara la sentencia
en primera instancia, con un segundo o tercer auto, no s, una decisin, una pro-
videncia judicial subsiguiente a la confirmacin de la sentencia, estara expedi-
to el pago de la condena. De esta manera, a travs de estos mecanismos se logra-
ra eliminar, cuantitativamente hablando, una cantidad muy importante de proce-
sos de ejecucin, esto fue objeto de estudio por parte de la corte y consider que
esta medida era inconstitucional porque no corresponda con el principio de igual-
dad en el criterio de la Suprema Corte de Justicia uruguaya. Pero es un mecanis-
mo til, desde el punto de vista de la creatividad del Derecho, para lograr que los
procesos de ejecucin sean muy pocos o prcticamente nulos en trminos de rea-
lidad prctica procesal. Parece que hay que pensar tambin que la solucin a estos
problemas no es generar ms procesos, ms burocracia judicial sino precisamen-
te recorrer el camino contrario. Desde el laboralismo, institutos que generen un
pronto pago, que sea administrativo, instituciones que garanticen el pago o even-
tualmente dentro de la estructura del proceso del conocimiento, formas de asegu-
rar el pago una vez confirmada la sentencia. Muchas gracias.
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en la ley desde hace mucho tiempo. Es terrible para el apelante que fuera el traba-
jador, pero muy raro que ocurra, muy raro, en casos muy excepcionales, pero esa
es una posibilidad, hay que traer varias normas de la Ley de Cobranza Previsio-
nal, ah tambin hay arrestos [...] Claro, entonces aplicar la consignacin obliga-
toria, para objetar, oponer excepciones o para apelar, impugnar de cualquier ma-
nera, es importante y no hay imposibles.
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Sociedad Peruana de Derecho del Trabajo y de la Seguridad Social
todos felices al Saln [...] y mi profesor Ricardo Lagos nos abraz, sacamos una
foto que no vimos nunca y nos entregaron el proyecto, casi nos morimos, s o
no?, porque era espantoso, porque tu trabajas en un foro y haces proyectos y des-
pus pasa a este ministerio, al otro, entonces es lo ms desilusionante porque el
monstruito uno no lo vio antes. Y entonces es como que le cambian la guagua, yo
siempre dije eso: me cambiaron la guagua. Y tanto fue as que hicimos un infor-
me y sali la 20260 que despus que peleamos mucho, Panchito, y se modific el
cuarenta y tantos por ciento de la ley.
Entonces no fuimos ni flojos ni nada, trabajamos a veces un poco de ms,
porque haba otra gente que podra haberlo hecho; si se modific tanta cosa es por-
que no lo hicieron antes. As que nosotros no fuimos los flojos.
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retrocesos que a veces se obtienen con las reformas y estar llamando la atencin
a los poderes pblicos acerca de cul es la opinin del organismo especializado.
Ac tengo entendido y s, porque he tenido el honor de la fundacin de la Socie-
dad Peruana de Derecho del Trabajo, fui nombrado miembro honorario y he se-
guido muy de cerca el desarrollo y ac la Sociedad peridicamente invita a las au-
toridades a sus reuniones de trabajo, en donde se le hace saber a la autoridad del
momento cul es la opinin de los tcnicos.
Ahora que la tomen o no eso es problema del que ocupa el poder pblico en
cada momento histrico. Nuestro presidente actual fue Ministro de Trabajo y con-
sult tambin a los distintos estamentos, no s si siempre le hizo caso, pero en todo
caso consult y se enriqueci seguramente su visin del tema laboral y de seguri-
dad social con las consultas hechas. Dicho esto, el tema de la reforma laboral en
Chile, evidentemente, es un tema no acabado. Es un tema que est en permanente
debate y que ahora tambin forma parte sino prioritaria de los grandes objetivos
del actual gobierno, s est en la agenda de materias laborales sujetas a revisin.
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Sociedad Peruana de Derecho del Trabajo y de la Seguridad Social
SESIN DE LA MAANA
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Primer Encuentro Peruano-Chileno-Uruguayo
regulaciones desde el punto de vista laboral, que nos hayamos quedado en las re-
gulaciones sobre todo tributarias, mercantiles, y que este sea, utilizando una fra-
se del profesor Juan Rivero Lamas, un tema endiablado.
Ms all del ttulo que se le ha colocado a este tema, Problemtica de
Derecho Individual y de Derecho Colectivo en el grupo de empresa, quiero re-
tratarlo como Metodologa de regulacin en los grupos de empresa, metodo-
loga de regulacin porque creo que nos hemos quedado siempre en la situa-
cin de decir es que no tenemos nada, mira como hay desenfoque de la regu-
lacin actual, ordinaria, que fue construida sobre la base de un paradigma dis-
tinto de empresa y necesitamos una regulacin o lo que el legislador quiera dic-
tar. Pero creo que poco se ha hecho en intentar hacer una reflexin desde qu
perspectivas pueden haber de regulacin y qu temas positivos o negativos pue-
de tener cada una de ellas.
Cada vez que un laboralista se enfrenta al tema de los grupos de empresa,
siento que que la sensacin es de estar desarmado, y hay dudas existenciales que
se plantean como, en primer lugar, qu aspecto debe regularse del grupo de em-
presas porque no todos los aspectos son iguales. El Derecho Individual nos obli-
ga ms que todo a identificar al empleador, y dentro del Derecho Individual, ade-
ms, no todos los problemas son iguales. Una cosa puede ser identificar al em-
pleador a efectos de responsabilidad patrimonial y otra cosa puede ser identificar
al empleador a efectos de, por ejemplo, un cese colectivo.
Y cmo debe regularse? Me da la impresin, y esta es una tesis que des-
pus intentar explicarla y fundamentarla, de que el gran problema viene en una
tradicin o un mito que existe en el Derecho Laboral, en que el empleador es una
contraparte contraactual. Claro, el empleador normalmente desde la perspectiva
de la empresa tradicional, esta persona jurdica que sintetizaba todo el ciclo pro-
ductivo, ha terminado siendo esa contraparte contractual y creo que la prueba de
eso es que las legislaciones, de los tres pases que estamos aqu discutiendo siem-
pre dejaron de lado al empleador, lo marginaron o lo olvidaron, porque lo que in-
teresaba era poner el punto de inflexin sobre el trabajador. Cul es el mbito de
aplicacin del Derecho del Trabajo? Prestacin personal, remuneracin, subordi-
nacin y una vez que encontrbamos al trabajador, mirbamos por efecto reflejo
a quien tena enfrente, ese era su empleador, la contraparte contractual.
No obstante, el grupo cuando nace, y creo que todos tenemos una idea de qu
cosa es un grupo de empresa, desde el punto de vista econmico, un conglomera-
do de personas jurdicas que tienen una direccin econmica unitaria, econmica
o empresarial, el grupo viene a romper esta visin contractualista del empleador.
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Sociedad Peruana de Derecho del Trabajo y de la Seguridad Social
Por qu? Desde dos frentes, en primer lugar el grupo no es la empresa matriz de
un grupo subordinado, el grupo es un ente sin personalidad jurdica, o sea, que
est encima de todas estas personas jurdicas que integran el mbito grupal. Es un
poder de direccin que muchas veces no tiene una personalidad jurdica concre-
ta, entonces esta entelequia sin personalidad jurdica viene a probar algo que an-
tes no exista en el Derecho del Trabajo, un ente sin personalidad jurdica que no
firma contratos y que, sin embargo, puede ejercer poder de direccin. Primer de-
rrumbe del mito del contractualismo.
Segundo lugar, los centros de trabajo de las empresas filiales tambin ejer-
cen poder de direccin, pero curiosamente esos no tienen autonoma econmica
porque los centros de trabajo son mbitos de ejercicio de poder de direccin, pero
desprovistos de autonoma econmica, desprovistos de toma de decisin final. Para
la doctrina son mbitos de organizacin, un poder de direccin que tiende hacia
la organizacin del trabajo, pero curiosamente los centros de trabajo en los lti-
mos tiempos se han vuelto tambin centros de imputacin de normativa laboral
y les pongo ejemplos; si, por ejemplo, un jefe de centro de trabajo da una orden
y esa orden choca con principios de seguridad y salud en el trabajo, obviamente,
la normativa de seguridad y salud en el trabajo tiene que regular ese poder de di-
reccin. Es un poder de direccin de un empleador? En principio no, porque no
tiene autonoma econmica absoluta, pero s tiene autonoma organizativa y por
esa razn el centro de trabajo tambin rompe ese criterio genrico del empleador
como contraparte contractual.
Cruz Villaln por eso dice en un grupo tenemos que distinguir tres nive-
les: el nivel de centro de trabajo, que es un mbito de ejercicio del poder de direc-
cin pero con autonoma organizativa; el nivel de empresa, que es un ejercicio del
poder de direccin, pero con autonoma econmica, y el nivel de grupo, donde la
diferencia entre nivel de grupo y nivel de empresa va a estar tambin en funcin
de la autonoma econmica, y por eso l dice, si es que en el nivel de empresa,
a la empresa le quitamos su autonoma econmica, la transformamos en un cen-
tro de trabajo y el grupo terminara siendo un grupo donde no existe grupo, don-
de sera un grupo fraudulento.
Entonces visto el tema hasta aqu, han habido diferencias de visiones en-
tre mercantilistas y laboralistas, porque casi todos cuando hemos empezado a
estudiar el tema de los grupos, hemos empezado por las doctrinas mercantilis-
tas, pero me parece un camino equivocado, porque los mercantilistas tienen
una visin histrica del Derecho Mercantil completamente distinta a la del De-
recho Laboral.
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casi en todos lados, y no puede ser de otra manera, ha dicho la regla general es
que si yo tengo contratos con cada persona jurdica, ese es tu empleador y hay una
suerte de irrelevancia del grupo econmico alrededor. Es irrelevante que exista un
grupo. Las vinculaciones econmicas son irrelevantes, lo que debe existir es rela-
cin directa con la persona jurdica y con el empleador.
Entonces, por ejemplo, el Tribunal Constitucional en ms de una ocasin
ha dicho, tu empleador es el sujeto con el que firmaste el contrato y por va ex-
cepcional se ha declarado el fraude, cuando hay un fraude a la personalidad jur-
dica. Entonces son dos caras de la misma moneda. Yo digo, la persona jurdica es
la que va a reconocer la calidad de empleador y cuando hay un abuso de la per-
sonalidad jurdica, all es donde entra la jurisprudencia, pero fjense que este es
un razonamiento netamente mercantil, aqu el Derecho del Trabajo no entra para
nada. O sea, el fraude de la personalidad jurdica es teora general del Derecho.
Y qu ha dicho, por ejemplo, la Corte Suprema en varias sentencias, ha ido
buscando sobre todo supuestos de caja nica, por ejemplo, la Casacin N 3069-
2009-La Libertad, en el caso de Telefnica, declar que exista grupo, que haba
responsabilidad solidaria cuando las dos codemandadas tenan el mismo domici-
lio, ese puede ser un indicio de fraude, pero no podran ser determinantes, anun-
cios periodsticos donde se presentan como grupo; aqu volvemos a la misma dis-
cusin, pero si son un grupo tendran que presentarse como grupo. Ya el solo he-
cho de tener vinculacin econmica dara pie a que yo pueda denunciar un frau-
de, podra ser exagerado este indicio y utilizan un argumento interesante que es
que la misma persona firma la boleta en una empresa y luego firma el contrato de
otro trabajador como apoderado en otra empresa del grupo. Entonces dice, claro,
esta persona tiene participacin en temas laborales, en ambas empresas del gru-
po. Habra que explicar bien o investigar bien qu es lo que sucedi en ese caso,
porque podra ser muy peligroso decir que por el solo hecho de tener vinculacio-
nes personales o vinculaciones econmicas o accionariales, que todos los grupos
lo tienen, automticamente el grupo ya debe ser el empleador. Eso terminara des-
naturalizando la propia formula de visin del grupo.
Casacin N 3733-2009. El Grupo RPP, dice, es grupo porque pertenecen a
un mismo grupo econmico y empresarial, participacin de una persona en el ac-
cionariado de ambas empresas, relacin familiar de los accionistas, o sea, ya la re-
lacin familiar que tienen los accionistas tambin sirve para declarar un grupo de
empresa y funcionan en el mismo local. O sea, imaginemos que puede haber un
centro empresarial y una empresa de pronto alquila dos oficinas y estn dentro del
mismo local, eso ya tendra que condicionar la existencia de un grupo, creo que
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cumplen sus funciones casi de la misma manera, entonces podramos decir que
hay una unidad organizativa laboral. Hay otros grupos donde no existe unidad or-
ganizativa laboral; sacando este tema de la minera, por ejemplo, un grupo de dis-
tribucin una empresa que tiene relacin con los proveedores, les compra a los
proveedores y despus esa empresa vende a unas filiales que van a llevar esos pro-
ductos a los clientes; all, por ejemplo, no hay relevancia de tipo de poder de di-
reccin, entonces lo que estamos esperando es que la ley tome una decisin en de-
finitiva. Entro, como ltimo tema, al de las metodologas.
Habra una primera metodologa, que es el empleador es solamente aquel
que tiene personalidad jurdica y que puede firmar contratos. Cul es su lado ne-
gativo? Por ejemplo, derechos de antigedad; el trabajador que va saltando de una
empresa a otra, que tiene contratos diferentes, no puede unificar sus periodos de
trabajo (no tengo responsabilidades patrimoniales unificadas; solamente mi em-
pleador con el que firm el contrato es el responsable econmico). Positivo? Si
tengo empresas que son autnomas, pasar un trabajador de una empresa a otra,
eso sera una cesin de mano de obra, entonces habra una limitacin.
Segunda metodologa, donde se necesitaran cambios legislativos. El gru-
po va a ser el centro de imputacin, lo que comentbamos hace un ratito. Temas
negativos, el grupo comenzara a transferir a los trabajadores de una empresa a
otra por su sola decisin. Pasaran de personas jurdicas a personas jurdicas por
la decisin del grupo, acabaramos probablemente con los temas de regulacin de
transmisiones de empresa, acabaramos con temas de responsabilidad solidaria
porque ya no nos importara, o sea, el grupo decide, lo cual podra ser muy peli-
groso. Qu es lo positivo? Que unifica, por ejemplo, criterios de antigedad; que
nos podra dar la razn de quin podra ser el sujeto responsable econmico res-
pecto de las deudas con los trabajadores.
Sin embargo, creo que hay una tercera postura que puede ser la ms inte-
resante a estas alturas, que sera la de asumir que el empleador sigue siendo el
empleador de personalidad jurdica, pero tener elementos correctivos, por ejem-
plo, responsabilidad solidaria; yo digo este es tu empleador con el que firmaste
el contrato pero todas las empresas por donde pasaste tienen que ser responsa-
bles solidarias con tu empleador formal; participacin en las utilidades, o sea,
el caso de la minera es clarsimo, si la empresa matriz empieza a tener mayo-
res utilidades y las otras se van quedando sin utilidades, si estamos dentro de
un grupo, que por lo menos se equilibre la participacin en las utilidades de las
filiales con la matriz. La Corte Suprema ha reconocido muchas veces respon-
sabilidad solidaria.
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los trabajadores. A este efecto, y solamente para sintetizar, para manejar un con-
cepto, voy a dar el concepto general que maneja la doctrina en los sistemas com-
parados y que en la doctrina cientfica y en la doctrina jurisprudencial y adminis-
trativa tambin se maneja, es grupos que estn formados por empresas que sien-
do formalmente independientes actan, sin embargo, bajo una direccin unitaria,
lo que les proporciona ms all de aquella pluralidad, una cierta unidad econmi-
ca originando una separacin, entre la realidad material y la forma jurdica. Con-
cepto, en todo caso, que yo adopto de mi profesor en este caso Tomas Salas Fran-
co, pero bueno en Chile es el concepto que se ha manejado.
Ciertamente, todos sabemos que la incidencia que tiene el grupo de empre-
sa en el mbito de las relaciones de trabajo es trascendental, toda vez que pone
en riesgo la vigencia de los derechos laborales de los trabajadores vinculados a
las empresas del grupo. De una parte, confunde la identidad de una de las partes
del contrato del trabajo, es decir, el empleador; y de la otra confunde el mbito y
dimensin de la empresa como entidad en que se ejercen los derechos laborales.
Ambos fenmenos plantean consecuencias en el ejercicio de los derechos indivi-
duales y colectivos de trabajo. No me voy a referir a eso porque es materia cono-
cida por todos. Sin embargo, la particularidad es que esta incidencia de los gru-
pos de empresa en las relaciones laborales plantea un mayor impacto en el siste-
ma chileno y ello es por dos fenmenos: en primer lugar, por la masificacin de
una manifestacin patolgica de los grupos de empresa y este es, entre comillas,
el Multi Rut.
Esta expresin se las voy a explicar de inmediato. Plantea la existencia de
una sola empresa que se presenta a todos o algunos efectos, entre ellos obviamen-
te los laborales, como una multiplicidad de personas jurdicas, por ello la referen-
cia al Rut, el Rut es la identificacin de las personas naturales y jurdicas en Chi-
le para efectos tributarios, entonces una sola empresa, aqu no hay un grupo de
empresas sino que una sola empresa se divide en mltiples personas jurdicas, en
mltiples sociedades y as se presenta. Para qu efectos? En los laborales, elu-
dir el cumplimiento de obligaciones laborales, particularmente el ejercicio de de-
rechos colectivos y eso mismo es precisamente, este el segundo fenmeno que se
plantea en el sistema de relaciones laborales en Chile, por restriccin a nivel legal
se ha limitado el ejercicio de los derechos de sindicacin y de negociacin colec-
tiva en el mbito de empresa, norma que proviene del plan laboral que es el mo-
delo normativo impuesto durante la dictadura militar a fines de la dcada del se-
tenta y que en mi opinin, y en la de varios de mis compaeros, no ha sido mo-
dificado hasta ahora.
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ese concepto pueda quedar vaco porque los grupos se van modificando y van tra-
tando de burlar justamente las regulaciones.
Por eso parecera que el esfuerzo en esta materia debe orientarse antes que a
la bsqueda de un concepto, una definicin de lo que podra conocerse como gru-
po de empresas, a la identificacin de principios cardinales sealados por la doc-
trina y la jurisprudencia, o lo que nosotros modestamente hemos llamado las l-
neas de tendencia de regulacin, derivadas de la jurisprudencia, que marcan al in-
trprete un norte hacia dnde ir, hacia dnde orientar el esfuerzo de la proteccin,
que el Derecho del Trabajo debe a los trabajadores, que seguramente al intrprete
o al aplicador del Derecho le resulte una herramienta mucho ms dctil a la hora
de capturar una realidad que nos viene dada, no desde el punto de vista jurdico,
sino fundamentalmente del econmico, recurrir a principios y conceptos informa-
dores, susceptibles de amoldarse y alumbrar, por lo general, una salida a las per-
manentes y renovadas dificultades propias de un fenmeno en continua evolucin.
Cules son las tendencias que uno puede marcar? Luego de haber revisado
un poco no solamente la realidad nacional, sino, por ejemplo, el Derecho compa-
rado y la jurisprudencia de los pases que estamos aqu representados y tambin
de la doctrina, ms all de Chile, Per y Uruguay, el primero que se puede sealar
es la pluralidad de sujetos jurdicamente independientes. Estamos hablando aqu
de personas jurdicas o incluso personas fsicas o naturales que tienen personera
jurdica propia y que se le presentan al intrprete o al aplicador del Derecho como
un problema, en orden a establecer quin de todos ellos reviste la calidad de em-
pleador, ms all de la forma jurdica, esto es, ms all del sujeto que formalmen-
te contrat o trab la relacin laboral con el trabajador. Este es un elemento que
puede afirmarse que es absolutamente comn, en toda la doctrina y en toda la ju-
risprudencia. Y asimismo, el fundamento para entender esto est en el principio
de primaca de la realidad.
Esto ha sido reconocido en Uruguay, por supuesto, pero hasta donde s en
la jurisprudencia chilena esto est dicho con todas las letras y Lavilliers, justamen-
te, le marca al Derecho del Trabajo esta impronta que en esta materia el Derecho
del Trabajo se interesa necesariamente por la realidad econmica del empleador,
por lo que ms all de las estructuras jurdicas es preciso comprender dnde radi-
can los centros de decisin.
En sentido similar, Diego Lpez, en Chile, haciendo referencia al princi-
pio de igualdad, afirma que este principio es til no solo para dejar en evidencia
al empleador, que se esconde detrs de otro aparente, sino tambin para dilucidar
la responsabilidad legal, que le corresponde una pluralidad de sociedades, que se
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tener en el plano colectivo, dejo a Hugo Barreto para que pueda explayarse en su
tiempo sobre estos temas. Muchas gracias.
PANEL
Dr. Miguel Canessa
Ante todo, agradecer a la Sociedad Peruana de Derecho del Trabajo la
oportunidad de poder estar aqu en esta mesa con distinguidos colegas labora-
listas y yo muy contento que justamente haya coincidido mi estancia en Lima
con la posibilidad de participar aqu esta maana. La idea de un panelista no es
la de presentar su ponencia sino que est ms en la lnea de hacer una serie de
comentarios a partir de las discusiones que nos han planteado esta maana. En-
tonces, conversando con Elmer le dije que me pareca, dado que l iba hacer, y
sin duda lo ha hecho, una brillante exposicin, no tendra el menor sentido te-
ner una perspectiva parecida. Entonces lo que yo les planteo en estos minutos
es tratar de ver el fenmeno social y no solamente como una forma jurdica, y
para ello plantearles lo que el compaero va a sealar como una figura de la de-
pendencia funcional, para tratar de desvelar la naturaleza, yo no dira solo como
en el trabajo planteado, el grupo de empresa, sino de otros fenmenos empresa-
riales en los cuales nos abocamos.
Y se van a dar cuenta de que la denominacin dependencia funcional pue-
de ser utilizada o ha sido utilizada por otros autores bajo otros trminos. Enton-
ces, tampoco seamos tan rigurosos en establecer las fronteras de la dependencia
funcional y para hacerlo reitero la idea: van a ser dos criterios centrales, por un
lado tratar de verlo desde la Sociologa y verlo desde un Derecho Laboral com-
parado, tratando de ser lo ms preciso posible. Pues bien, lo que nosotros hemos
estado acostumbrados como laboralistas es a tener este tipo de relacin, es la re-
lacin bilateral, hay un empleador, una empresa y hay un trabajador y a partir de
los elementos que ya Elmer ha sealado se da la subordinacin o la ajenidad, que
es el criterio que utilizan los espaoles.
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que tena el empleador tradicional, tratar de buscar si se puede extender esa res-
ponsabilidad civil a esa relacin triangular. Pero pasa que lo que mayormente, y
aqu la legislacin peruana me parece que es el ejemplo apropiado, utilizamos
como criterio es la idea de la actividad principal de la empresa o el core business.
Es decir, la empresa, la que tiene la actividad de la empresa, es la que puede dar
seales claras de que gobierna todo el proceso productivo.
Pero, desafortunadamente, en ese criterio me parece que nos quedamos cor-
tos con lo que se ha sealado, como Gustavo acaba de decir hace unos minutos,
la propia dinmica de la economa conduce a que las empresas vayan modifican-
do. Y ac hay un ejemplo muy claro para darnos cuenta por qu se pone en cues-
tin la actividad principal de la empresa, el core business. Una empresa multina-
cional textil, podemos imaginar cualquiera, Nike, Adidas, Puma, etc., se dedica a
subcontratar a otras empresas a nivel mundial, no solo en un espacio local, con-
trata empresas que se dedican al diseo de la prenda de vestir, contrata empre-
sas para que se dediquen a la compra del algodn, el hilo, el tinte, subcontrata las
maquilas de Bangladesh, en Dakar o en Centroamrica, o en el norte de Mxico,
no es as? Y estas maquilas, luego de elaborar la prenda de vestir, estn obliga-
das a colocar el producto en el puerto. En el puerto de Nueva York, en el puerto
de San Francisco, Rotterdam, donde ustedes se les ocurra y luego esa misma em-
presa multinacional tiene una empresa que distribuye el producto a nivel global.
Y podemos encontrarnos en Montevideo sin el menor problema, adems de la ca-
miseta de Suarez de Nike, podemos encontrar la de Alexis Snchez tambin en
Chile y la de la Farfn, bueno la Umbro en este caso, ser por eso que no hemos
llegado al mundial, en Lima.
Qu es lo que tenemos entonces? Si nos preguntamos, cul es la activi-
dad principal? Ustedes van a responder pues la maquila, porque es la maquila la
que ha elaborado la prenda de vestir y claro inmediatamente reflexionamos, la
maquila de Bangladesh es la que realmente organiza todo el proceso productivo?
Y claro, los laboralistas muchas veces tratamos de plantearnos limitar a la empre-
sa RED o a los grupos de empresa y eso me parece correcto, dado que en realidad
en Amrica Latina hemos visto este fenmeno ms como una patologa y como
una patologa porque las empresas han buscado, a travs de los resquicios de las
regulaciones, tratar de evitar pagar impuestos, tratar de asumir obligaciones labo-
rales. Pero lo cierto es que los grupos de empresa van a continuar, que las empre-
sas RED con su cadena productiva van a continuar y no debemos verlo en trmi-
nos patolgicos, sino enfrentar el reto y buscar una forma como regularlas, desde
la racionalidad y el Derecho del Trabajo.
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Y eso supone, y por eso all reitero lo que seal al principio, quitarnos los
lentes, nosotros como abogados o juristas quitarnos los lentes de las formas jur-
dicas y ver el fenmeno social. Es decir, cmo se nos presenta en la realidad? Y
all recupero lo que sealaba Gustavo, yo encuentro un puente muy claro, y me
ha motivado hacer una investigacin, es el puente entre el Derecho y la sociolo-
ga a travs del principio de la primaca de la realidad.
En este momento hay dos modelos hegemnicos en la descentralizacin
productiva. Por un lado, la empresa RED, la cadena productiva, una empresa
principal y toda una cadena de subcontratacin, independientemente de la for-
ma jurdica que adquiera y lo que hemos estado hablando esta maana, el fa-
moso grupo de empresas, una empresa matriz y una constelacin de empresas
alrededor de ella. Utilizando un criterio sociolgico, yo les planteo utilizando
en este caso a Niklas Luhmann, un socilogo alemn ya fallecido, que analiza
la sociedad como un sistema.
Y qu es lo que vemos cuando nos enfrentamos al proceso productivo?
Primero, que hay una empresa que dirige el proceso productivo, est arriba; y en
segundo lugar es la que obtiene el beneficio del trabajo. Elmer nos dio el ejemplo
muy claro de las mineras peruanas y tanto Irene como Gustavo nos lo han plan-
teado desde la realidad chilena y uruguaya. Pues bien, estas son las caractersticas
que uno puede entender del sistema productivo dentro de este modelo hegemni-
co. Pensemos entonces sobre esas caractersticas y planteemos la idea de esta fi-
gura de la dependencia funcional.
Entonces, ahora s regresamos a nuestro mbito comn, que es el del De-
recho del Trabajo y aqu voy a utilizar el Derecho Laboral comparado y comien-
zo con los anglfonos, los que escriben en ingls, con el profesor Simon Deakin
de la Universidad de Cambrigde, hace unas semanas tuvimos la suerte de tener a
Adrin Goldin aqu y Wilfredo Sanguineti y yo pudimos estar juntos. Y Goldin nos
dijo algo que, sin duda, yo corroboro, si hay dos juristas en este momento a nivel
internacional que realmente son luces, por un lado es este profesor de Cambridge,
Simon Deakin, y el otro es nuestro conocido Alain Supiot de Francia. Pues bien,
qu es lo que dice Simon Deakin, y fjense la fecha, el ao 2001, sin tratar de eso,
desvirtuar que ellos no han enfrentado el reto de discutir el tema y lo hace a par-
tir de la jurisprudencia; mire lo que planteaba Elmer, la discusin es quin es el
empleador?, y lo que l plantea es que hay tres criterios supuestos y complemen-
tarios. Uno es la coordinacin, y ojo en los trminos que utiliza la palabra coor-
dinacin, quin es la que asume el riesgo y un punto importante, que el principio
de equidad debe ser respetado en toda la unidad productiva.
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Pues bien, en esa lnea tenemos a otra profesora canadiense, Jodie Foch, les
pongo la foto para que vean que tiene nuestra edad, ella es canadiense de la Uni-
versidad de Kent, y a m me parece y fjense el ao, 2006, ella seala justo mucho
lo que hemos conversado esta maana. Fjense, en primer lugar, debemos ir ms
all de la figura de anlisis contractual y es ms, debemos ir ms all de la forma
corporativa, es decir, cmo se ha organizado la produccin?; para qu? (...) en-
tonces all van construyendo la idea de la dependencia funcional.
Finalmente, ac utilizamos al profesor Guy Davidov, l es israel y ensea
en la Universidad de Jerusaln, l va ms all, dice que el enfoque funcional, pue-
de ser vlido, correcto, pero insuficiente. Lo que debemos ver, nuevamente utiliza
un anlisis sociolgico, es responder al dficit democrtico y de dependencia eco-
nmica que experimentan los trabajadores en ese contexto, ao 2004.
Y ahora deben estar pensando, vamos Canessa no necesitas irte hasta
Inglaterra, Canad o Israel, porque ese tema tambin lo hemos abordado en
nuestra lengua. Y aqu estoy pensando rpidamente, a ver para que el tiem-
po no me gane, el famoso congreso de los espaoles en la dcada de los no-
venta cual famoso trabajo de Rivero Lamas y a partir de all una serie de en-
sayos que lo sealan. Los espaoles ya comenzaron a tratar el tema, ustedes
los uruguayos, y ac le agradezco a Hugo, porque solo lo tena en fotocopia,
yo no suelo respetar la propiedad intelectual, entonces lo tena en fotocopia,
pero me ha trado el libro famoso del Grupo de los Mircoles, cuando ustedes
en el 99 y en el 2000 lo publican y reflexionan el tema. Los colegas chilenos
tambin lo han hecho y los peruanos tambin, aunque no estuve presente, por
supuesto, es en el Congreso de la Sociedad Peruana del Derecho del Trabajo
donde se ha tocado el tema.
Pues bien, si ustedes perciben ese anlisis rpido y concreto, permtanme
seleccionar a un autor que ya Gustavo ha sealado y este autor, tiene para m la
singularidad, cmo aborda el tema y en qu momento aborda el tema? Es alguien
que todos nosotros conocemos, el maestro Oscar Ermida y Oscar Ermida plantea,
fjense en 1981, y en eso me parece clarividente Oscar, plantea, fjese el grupo de
empresas, debe ser considerado como una empresa nica. No nos refugiemos en
las formas jurdicas y l debe ser el nico empleador por una razn de coherencia
lgica y ya no quisiera repetir lo que ya Gustavo claramente nos ha sealado de
la reflexin del maestro Ermida.
Hay una serie de interrogantes, que yo dejara planteado y de alguna ma-
nera se han venido resolviendo a lo largo de las exposiciones, pero yo me quiero
quedar con esta, si solo la proteccin de los derechos salariales y seguridad social,
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Muchas gracias, profesor Canessa. Segn dicen, los retos implican desa-
fos pero albergan oportunidades. Sera el momento de escuchar entonces al tam-
bin compaero uruguayo, compaero de la Universidad de la Repblica, profe-
sor de Derecho del Trabajo, doctor Hugo Barreto.
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Vamos a comenzar la parte que nos queda pendiente. Vamos a dar prio-
ridad a los compaeros que presentaron ponencias libres y, por lo tanto, con-
vocamos al doctor Jos Francisco Castro de Chile para que haga uso de la
palabra.
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del Trabajo, que termina esa definicin con las palabras: dotada de individuali-
dad legal determinada.
Lo que ha hecho o hizo a travs del tiempo que se entendiera la empre-
sa como la forma societaria, la razn social o el Rut que ya tena, el Registro
nico Tributario, una existencia meramente formal. En mltiples ocasiones a
la Direccin del Trabajo se le ha solicitado a travs del tiempo pronunciarse so-
bre qu constituira la empresa en cada caso particular, que se le ha solicitado
un pronunciamiento, porque la Direccin del Trabajo en Chile es una institu-
cin que tiene varias funciones. La principal y ms caracterstica es la inspec-
cin del trabajo, de fiscalizar el cumplimiento de la legislacin laboral, pero ade-
ms tiene atribuciones en materia de relaciones laborales, de solucin alterna-
tiva de conflictos y tambin una funcin interpretativa, fijar el sentido y alcan-
ce de la legislacin laboral.
Eso se realiza a travs de los dictmenes que emite la Direccin del Tra-
bajo, que pueden ser de oficio o a solicitud de parte, que ha sido mayormente los
casos en materia de concepto de empresa. Esta funcin interpretativa es una cosa
bien peculiar de Chile, que la tienen alrededor de veinte instituciones pblicas, la
mayora instituciones fiscalizadoras. Esa es la importancia que tiene la prctica
y que adems ese sentido y alcance que se fija en la legislacin laboral es la que
despus se aplica en la fiscalizacin.
En este tema ha habido una evolucin a travs del tiempo. Yo lo sealo en
la ponencia que ustedes podrn ver y hago referencia a los dictmenes respecti-
vos y pasamos de una primera etapa, donde podra haber una interpretacin ms
bien formal. Qu pasa? Por qu adems lo enlazo con el Derecho Colectivo?
Porque el modelo de negociacin colectiva en Chile es un modelo descentraliza-
do, donde hay una negociacin colectiva bsicamente a nivel de empresa. La ne-
gociacin colectiva arreglada, que le llamamos nosotros, obligatoria para el em-
pleador es una negociacin colectiva de empresa. En consecuencia, qu enten-
demos por empresa? Tiene mucho impacto en materia de Derecho Colectivo tan-
to para la constitucin de las organizaciones sindicales como para la negociacin
colectiva. Ah est el punto donde yo me centro en la ponencia.
Entonces, durante todo lo que podramos llamar la dcada del noventa, in-
cluso viene de antes porque esta definicin de empresa, como se seal, viene de
la dictadura, de la dcada del ochenta pero los dictmenes que emite la Direccin
del Trabajo a travs del tiempo y de los que hay registro, tambin en la dcada del
noventa, sea una definicin meramente formal, en la cual se pone el nfasis, en
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objetivo regular los grupos de empresa, sino que es ms bien una forma de hacer
frente a esta irregularidad, de que una empresa, que es materialmente una empre-
sa, se divide formalmente a travs de distintas razones sociales. O sea, nunca cupo
la duda de que Ripley era una empresa o que Copesa o que LAN, en los ejemplos
que le puse. Lo que pasa es que esta empresa y otras, tenemos muchas en Chile,
Fallabela es otro ejemplo que le podemos citar, se dividen artificialmente en dis-
tintos Rut y la idea era combatir esos abusos.
En consecuencia, no est en el objetivo de la ley hacer una regulacin sis-
temtica de los grupos de empresa. Se pone el nfasis en el poder de direccin
laboral o la direccin laboral comn como elemento determinante, y es un con-
cepto bsicamente material y, claro, evidentemente lo sealaba Francisco, est la
preocupacin de que pudiera haber riesgos, en el sentido de que por la va de la
ficcin las empresas creen en forma de fachada direcciones laborales distintas, a
travs de, por ejemplo, crear cuatro jefes de personal o cinco jefes de personal,
pero en esto, y quiero redondear la idea, tambin acudir a lo que ha sido la juris-
prudencia de la Direccin del Trabajo que tambin ha sido recurrido por tribuna-
les, que ha dicho, entre otras cosas, que el poder de direccin laboral es una serie
de facultades o prerrogativas que tienen por objeto el logro del referido proyecto
empresarial en lo que al mbito laboral se refiere y que se traducen en la libertad
para contratar trabajadores, ordenar las prestaciones laborales, aptas a la necesi-
dad de mercado, controlar el cumplimiento y ejecucin del trabajo convenido. O
sea, en definitiva, es un concepto material y que va a estar basado con fuerza en
lo que es el principio de primaca de la realidad, que adems se seala en los an-
tecedentes de la historia legislativa de la ley. Muchas gracias.
La verdad, muchsimas gracias a los compaeros peruanos que nos han re-
cibido, en forma por dems hospitalaria como es caracterstico y es un placer es-
tar con ustedes y con los compaeros chilenos en estas jornadas.
Brevemente, quera hacer alguna mencin a un tema al cual refiri en su
intervencin Hugo Barreto, que es la figura del empleador complejo que es una
figura que tiene vinculacin con el tema de los grupo de empresas o del conjunto
econmico, que es el trmino que ms se usa en Uruguay; es bastante comparable
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econmicas y solidarias, pues la que tiene el control de los recursos es que asig-
na a las empresas contratistas.
De tal manera, que creo que desde el punto de vista conceptual tenemos
que ser tremendamente estrictos y muy claros. Porque en algunas intervenciones
transitbamos de la afirmacin de grupo de empresas a nico empleador sin
hacer todas las precisiones conceptuales que es necesario. Y ahora referirme al
tema del caso chileno.
Mis colegas han puesto el foco, no es cierto, y si usted ha ledo algunas
columnas de opinin, en nuestro pas se ha puesto un fuerte foco en el tema de
la Ley del Multirut, la verdad es que en mi opinin es una ley, del punto de vis-
ta de los cambios que pueden producirse en nuestro sistema de relaciones labo-
rales, relativamente de una menor entidad, lo que viene, y esto es para dar noti-
cia del contexto, es una reforma del Derecho Colectivo y eso s puede ser muy
importante, no s qu tanto, pero puede ser en la medida de los contenidos que
tenga esa reforma.
La Ley del Multirut no tiene como objetivo regular los grupos de empre-
sas, su objetivo fundamental es superar el fraude laboral. Tcnicamente tiene se-
rios problemas, eso no lo discuto, pero su objetivo es superar el fraude del ocul-
tamiento del verdadero empleador y hay figuras, se ha citado el caso de Falabe-
lla, me parece que es muy claro, donde cada tienda aparece como una sola per-
sona jurdica, como una sola empresa, bueno eso debiera superarse y el conjun-
to de tiendas que hay en el pas debiera ser declarado como un nico emplea-
dor, por ejemplo.
Y para terminar, y a propsito del problema tcnico de esta ley, el profesor
Barbagelata en sus escritos nos ha sealado que una caracterstica de la ley labo-
ral es que es una ley que es producto de una negociacin poltica y no negocia-
ciones tcnicas. La ley laboral como tiene consecuencia en la distribucin del po-
der social, est tremendamente tensionada en su proceso legislativo y eso expli-
ca los graves problemas tcnicos que habitualmente tienen las leyes laborales, y
particularmente aquellas que buscan entrometerse en la decisin del capital, de
cmo organizar sus empresas y eso explica las tensiones y las dificultades legis-
lativas, para llegar a una ley que tcnicamente, sin dudas, tiene cuestionamientos,
pero debiera permitir resolver, a pesar de todas las dificultades, el problema del
fraude del verdadero empleador. Muchas gracias.
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De este modo cerramos esta mesa y les sealo que estoy muy complacido
de haber dirigido esta mesa y agradezco se me haya dado esta responsabilidad,
y agradezco tambin a todos los panelistas.
CLAUSURA
Dr. Jaime Zavala Costa
En realidad, tratndose del Primer Encuentro Peruano-Chileno-Uruguayo
yo le ped que hablaran justamente los presidentes de las tres asociaciones, pero
ellos han declinado en aras del tiempo y han pedido que sea yo el que les dirija
unas breves palabras. Y lo primero que quiero decir es que hoy se cierra este pri-
mer encuentro que tuvo su origen en un congreso regional de trabajo, realizado
en Guayaquil, en septiembre del ao pasado, a iniciativa de Hugo Fernndez, que
nos transmiti esta propuesta y comoquiera que estbamos all presentes, el que
habla en nombre de la Sociedad Peruana de Derecho del Trabajo y tambin esta-
ba Mara Loreto, bueno la cosa fue muy simple. Prcticamente se decidi, no por
consenso, que esa era la forma de trabajar en adelante y hoy este primer encuen-
tro se ha hecho realidad. Se gest meses atrs, se ha concretado y esperamos, por
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cierto, que este proyecto siga adelante, se consolide, se refuerce y tenga un gran
desarrollo y porvenir.
En segundo lugar quiero agradecer, de manera muy especial, a todos los po-
nentes oficiales, a todos los panelistas, a todos los directores de sesin y, por cier-
to, a todos ustedes, porque sin la presencia de ustedes no habra encuentro. Yo creo
que esto es muy importante. Hemos tenido una concurrencia realmente entusiasta
y muy por encima de nuestras expectativas y las tres sociedades deben congratu-
larse porque hemos logrado realmente un objetivo que no es fcil conseguir y eso
nos alegra, nos satisface, pero tambin como ocurre en todo congreso nos com-
promete ms adelante, porque de un evento a otro uno siempre quiere ir un poco
ms all. Y hablando del ms all, voy al tercer punto, como todos saben uste-
des, en un congreso, no es solamente creo yo, la parte acadmica que nos convo-
ca, tambin existen otros factores que uno no puede dejar de lado, como son, por
ejemplo, conocer la ciudad, a su gente, hacer nuevos amigos en un evento acad-
mico y, por cierto, consolidar o acentuar la amistad ya existente. Y creo que eso
tambin se ha logrado y tambin es un mrito de este Primer Encuentro Peruano-
Chileno-Uruguayo y nos felicitamos por eso.
Por ltimo, simplemente agradecerles ya como Sociedad anfitriona de este
evento a todos ustedes. Realmente nos quedamos sumamente satisfechos, conten-
tos de que, por lo que hemos escuchado, haya un reconocimiento de una buena or-
ganizacin, los temarios, los ponentes, hasta los eventos sociales y, por cierto, la
gastronoma, creo que han respondido con creces a las expectativas y de eso to-
dos nos felicitamos. No tengo nada ms que decir. Para quienes se han registrado,
nos vemos en el almuerzo y para los que no, nos veremos en una prxima y espe-
ro cercana ocasin y les pedira cerrar este evento con un fuerte aplauso para las
tres sociedades: peruana, chilena y uruguaya.
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