El Imperio Español
El Imperio Español
El Imperio Español
Durante los siglos XIV y XV, Venecia constitua un gran imperio comercial que se
extenda entre Europa y el Oriente. En los puertos del Mediterrneo oriental se reunan
especias de las Indias, seda de China, piedras preciosas y finas telas de algodn de la India,
perlas del golfo Prsico, marfil y esmeraldas de la costa oriental de frica, bellas armas de
acero de las forjas de Damasco y otras ciudades musulmanas. A cambio de esas mercancas,
Venecia entregaba cueros, pieles, telas de lana, cobre y muchos otros productos que obtena
en toda Europa.
Todos los aos Venecia enviaba tres grandes flotas comerciales; de ellas, una
atravesaba el estrecho de Gibraltar, se detena en los puertos de la costa occidental europea
y terminaba su travesa en las tierras bajas, en donde intercambiaba sus cargamentos
orientales por las mercaderas que se haban acumulado, procedentes del Bltico y los
pases de Europa septentrional. Los portugueses envidiaban a los venecianos el monopolio
de este rico comercio, pero seguan dependiendo de ellos para obtener las especias y otros
productos a los que se haban acostumbrado.
Enrique el Navegante
A principios del siglo XV, los turcos otomanos, que se haban establecido en Asia
Menor, comenzaron una expansin y una conquista que termin por darles el dominio de
todo el Mediterrneo oriental y los llev hacia el interior de Europa, hasta llegar a las
puertas mismas de Viena. Una vez que establecieron su dominio sobre Siria y Egipto, los
turcos impusieron tales tributos al comercio que los europeos encontraron dificultades cada
vez mayores para comprar productos orientales.
Durante siglos, los portugueses y los espaoles desarrollaron guerras cruzadas contra
los musulmanes de la Pennsula Ibrica y el Norte de frica. Los portugueses y los
espaoles haban persistido, con celo incansable, en sus intentos de quebrar el podero
musulmn y convertir a los infieles al cristianismo.
Dos poderosos motivos se combinaron para impulsar la bsqueda, por parte de los
portugueses, de un pasaje por mar, alrededor de frica, hacia el Oriente. Uno de estos
motivos, el ms comprensible para las mentes modernas, fue la apertura de una ruta
comercial con el Este que evitara el pago de pesados tributos a los turcos musulmanes. El
otro motivo, con frecuencia el ms importante para los hombres del siglo XV, era encerrar a
los turcos y quebrar su dominio sobre Tierra Santa.
La poca de las exploraciones fue anunciada por el infante don Enrique de Portugal
(1394-1460), apodado el Navegante, tercer hijo del monarca Juan I de Aviz. Despus de
dirigir cruzadas contra los musulmanes en el Norte de frica durante su juventud, dedic la
mayor parte de su vida a organizar y promover exploraciones a lo largo de la costa
occidental de frica. Sus capitanes buscaban un paso por mar hacia el este y tambin
procuraban ponerse en contacto con el legendario reino cristiano del Preste Juan, que se
crea situado en el interior del frica. En alianza con este reino, los portugueses esperaban
atacar a los turcos desde el mar Rojo y liberar a Jerusaln.
Hacia el final de la primera dcada de actividades del prncipe portugus, se haban
descubierto las islas de Madeira y las Azores, y se haba iniciado all la colonizacin
permanente. Antes de la muerte del infante, en 1460, se haban explorado unos tres mil
kilmetros de la costa occidental africana.
Despus de la muerte de Enrique el Navegante, la exploracin qued demorada algn
tiempo, pero en 1481, al ascender al trono Juan II, se reanud la obra de su to. En 1488,
Bartolom Daz lleg al Cabo de Buena Esperanza.
Coln
Mientras tanto, un marino genovs, Cristbal Coln, aventur la idea de que se poda
llegar a las Indias navegando hacia el oeste desde Europa. La concepcin de que la Tierra
era redonda no era cosa nueva en la poca de Coln. No importa lo que la mayora de la
gente pensara acerca de la forma de la Tierra: durante toda la Edad Media, hubo estudiosos
que saban que sta era esfrica 1. Pero Coln pensaba que el globo terrqueo era mucho
ms pequeo de lo que en realidad era. Como lo logr obtener el respaldo del rey de
Portugal, Coln se dirigi a Espaa y logr obtener el auspicio de la reina Isabel de
Castilla.
El 4 de agosto de 1492, Coln zarp del puerto de Palos con tres naves bien
equipadas y muy marineras. Como lo probaron los resultados, la empresa fue organizada
con inteligencia. El 12 de octubre, las naves llegaron a la vista de tierras. Coln baj a la
playa y afirm la posesin en nombre de los Reyes Catlicos. Naveg entre las islas y
explor las de Cuba y Hait. El genovs regres a Espaa en la creencia de que las islas
descubiertas estaban en las cercanas del continente asitico. Aunque hizo tres viajes ms a
las Indias antes de morir, es probable que Coln nunca supiera que no haba llegado al
Oriente.
Los monarcas espaoles apelaron ante el papa Alejandro VI para que confirmara su
derecho a las tierras descubiertas por Coln, con objeto de que no se suscitaran conflictos
con Portugal respecto de aspiraciones rivales. En 1493, el Papa decret una lnea de
demarcacin que concedi a Castilla todas las tierras que no estuvieran ya en poder de un
prncipe cristiano situadas ms all de cien leguas al oeste y al sur de las Azores. Todas las
tierras al este de la lnea correspondan por derecho a Portugal. La lnea fue reajustada de
comn acuerdo un ao despus2.
1
Por ejemplo, Juan de Halifax o Juan de Sacrobosco, que vivi a mediados del siglo XIII y cuya obra, impresa
en 1472, fue divulgada a travs de numerossimas ediciones en latn, hebreo y en los idiomas occidentales.
Sin embargo, la teora de la esfericidad de la Tierra era ya conocida por los antiguos egipcios y por los griegos
de la poca clsica. Coln pudo conocerla a travs del Imago Mundi, obra del cardenal Pedro dAylli (N. del
R.).
2
La segunda bula Intercaetera, dada por Alejandro VI, es muy confusa. Haca referencia a una lnea que fuera
de polo a polo y que pasara a cien leguas por el Oeste y el Medioda de cualesquiera de las islas del
archipilago de las Azores y del Cabo Verde. Como tal divisin no satisfizo al rey portugus, ste y los Reyes
Catlicos convinieron por medio de sus embajadores en celebrar al ao siguiente el Tratado de Tordesillas (7
de junio de 1494), que corri la lnea de demarcacin a 370 leguas al oeste de las islas de Cabo Verde.
Dejaba para Portugal todo lo que se encontraba al este de esa lnea, y para Castilla y Aragn que todava no
eran Espaa, las tierras ubicadas al oeste. No sealndose qu leguas se usaran (si castellanas o
portuguesas), ni en cul de las islas de Cabo Verde debera iniciarse la medicin, ni qu pasara cuando
navegando cada cual por su zona se encontraran en el antemeridiano; este tratado fue un semillero de
incidentes hispano-portugueses que se prolongaron hasta el fin de la poca colonial y, en el caso de
Argentina y Brasil, hasta 1828 (N. del R.).
Otras exploraciones portuguesas
3
Mxico Tenochtitln, o sea la ciudad de los mexicas de Tenoch (N. del R.).
Muchos de los hombres murieron. Despus de tres meses y veinte das de estar en el
Pacfico, las naves de Magallanes llegaron a unas islas que ste denomin de los Ladrones,
por la conducta de los nativos. Magallanes descubri luego las Filipinas, que recibieron este
nombre en honor del heredero del trono espaol, el prncipe don Felipe. Aqu Magallanes
encontr la muerte en una disputa con los nativos. Los sobrevivientes siguieron su ruta
hacia el oeste, en la que tocaron Borneo y las Molucas. Por ltimo, en 1522, el nico boque
sobreviviente de la flota de cinco que partiera lleg a Sevilla, despus de haber completado
la primera circunnavegacin del globo4.
Mientras tanto, en Panam, los espaoles supieron de una gran civilizacin que
floreca al sur del istmo, en Sudamrica. En 1524, Pizarro comenz la bsqueda de este
fabuloso El Dorado, la tierra del oro. Despus de tres aos y en un segundo intento, lleg al
Per, al gran imperio de los incas que floreca all. Capitul en Espaa y consum la
conquista en su tercera expedicin. Aunque su fuerza consista en menos de doscientos
hombres y unos cincuenta caballos, Pizarro logr sin embargo someter un vasto imperio
que se extenda por ms de tres mil kilmetros de norte a sur. Permtasenos recordar,
respecto de estas hazaas casi inconcebibles de los capitanes espaoles, que los caballos,
las armas de fuego, las armaduras, los navos, eran cosas nuevas para los indios. Adems,
su civilizacin no era de tipo guerrero. Aun as, los logros de los conquistadores espaoles
hacen vacilar la imaginacin5.
Cuando los espaoles llegaron por primera vez a Amrica, no tardaron en comprender
que sas no eran las tierras que producan las especias, los tintes y los dems productos que
les llegaban del Levante. Pero vieron que el clima era apropiado para el cultivo de esos
productos. En consecuencia, establecieron colonias permanentes, hicieron plantaciones,
experimentaron con una variedad de productos. Los misioneros predicaron el cristianismo a
los naturales, fundaron universidades y, adems de contribuir al desarrollo de la regin de
otros modos, establecieron all la civilizacin europea. Pero el descubrimiento de los
grandes depsitos de oro y plata en Mxico y Per, que atrajo a muchos aventureros hacia
esas regiones, oscureci bastante la obra colonizadora de los espaoles.
La principal diferencia entre los imperios coloniales portugus y espaol estriba en
que el imperio portugus fue comercial; su objeto era negociar con las populosas y
civilizadas tierras de Asia y el Oriente. El espaol, en cambio, fue un imperio colonial. Su
xito est atestiguado por el hecho de que, con la excepcin principal del Brasil, que era
4
Ese nico buque sobreviviente de la flota se llamaba Victoria. Lleg a Sevilla con 31 tripulantes al mando de
Juan Sebastin Elcano, el 7 de setiembre de 1522 (N. del R.).
5
Aun reconociendo que el autor tributa con esta ltima frase un justiciero homenaje a la accin de los
conquistadores espaoles, conviene aclarar que todos los indgenas eran, en mayor o menor grado, belicosos
y muy en particular los aztecas mexicanos, los incas imperialistas del Per y los araucanos de Chile. Por otra
parte, Corts emprendi la conquista de Mxico con slo quince caballos, trece armas de fuego y cuatro
pequeos caones, y algo parecido hicieron Pizarro y Diego de Almagro en Per. Lo que ms favoreci a los
conquistadores fueron las rencillas internas de los indgenas. Por odio a los aztecas, se aliaron a Corts los
totonecas y los tlascaltecas. Pizarro, por su parte, especul con la divisin producida entre los incas
partidarios de Atahualpa y los de Huscar. Cuando los indgenas se unieron, como los araucanos en Chile,
obtener su sumisin llev ms de cien aos. Tampoco se debe exagerar la eficacia de aquellas armas de
fuego frente a las nubes de flechas que disparaban los indios; pero s se debe hacer hincapi en el pavor que
les produca el estruendo de las armas de fuego as como el fogonazo, y la presencia de los caballos y perros.
La tctica y la estrategia de los espaoles fue, evidentemente, superior, mxime teniendo en cuenta que
supieron utilizar con provecho los errores y las supersticiones de los indgenas (N. del R.).
portugus, las vastas tierras situadas al sur de los Estados Unidos son hasta hoy
predominantemente espaolas en cultura y lengua6.
6
Dados los lmites que el autor ha impuesto a este Panorama de Historia Universal, no puede exigirse que
otorgue mayor extensin al tema que termina de tratar, ya que no slo ha sealado las principales
caractersticas de la conquista, sino que mencionado, en sntesis, los ms importantes acontecimientos.
Agregaremos, pues, solamente a ello otros nombres caros a los sudamericanos, como el de Juan Daz de
Sols, descubridor oficial del ro de la Plata, y el de Pedro de Mendoza, primer fundador de Buenos Aires; el
de Diego de Almagro, socio de Pizarro, cofundador con Sebastin de Benalczar de la ciudad de Quito y
descubridor del Norte argentino y chileno, y el de Pedro de Valdivia, fundador de Santiago de Chile; el de
Gonzalo Jimnez de Quesada, fundador de Bogot y el de Diego de Losada, fundador de Caracas. Pensamos
tambin en muchos otros, exploradores y fundadores de ciudades que an hoy subsisten en toda Amrica,
pero comprendemos que la lista se hara desproporcionadamente extensa (N. del R.).