Sindicato Historia
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Yolanda Montiel H.
Diciembre de 2007
YOLANDA MONTIEL H.
Las opiniones contenidas en este libro son responsabilidad de sus autores y no reflejan necesariamente el
pensamiento de la Fundacin Friedrich Ebert. El documento puede ser usado libremente, siempre y cuando
sea sin fines comerciales. Para la solicitud de ejemplares, comunicarse a la direccin y telfonos anotados
arriba.
ndice
Presentacin.............................................................................................. 7
Bibliografa............................................................................................... 48
Presentacin
cana (sterm), que encabez Rafael Galvn, tuve noticia de que el Sindicato de
Volkswagen haba logrado liberarse del dominio de la ctm y se haba afiliado a
la uoi, que entonces tena un funcionamiento promisorio. Las fuerzas sindicales
democrticas de la poca celebramos con beneplcito aquella liberacin.
Al inicio de la siguiente dcada, poco despus de la disolucin de la Tendencia
Democrtica de los Electricistas, en cuya direccin nacional particip, a travs
de Ral Blzquez, quien fuera dirigente de los electricistas poblanos de esta co-
rriente democrtica, me puse en contacto con los legtimos dirigentes del Sindicato
de Volkswagen, Alfredo Hernndez Loaiza y Joel Martnez. Estos lderes mante-
nan ya un franco enfrentamiento con Juan Ortega Arenas, quien haba convertido
a la uoi en su negocio particular y que, como lo relata Yolanda Montiel, pona y
quitaba a su antojo las direcciones de los sindicatos afiliados, negociaba con las
empresas a espaldas de los trabajadores y acrecentaba su jugoso negocio con la
exclusividad otorgada por el Instituto del Fondo Nacional de la Vivienda para los
Trabajadores (Infonavit) para la construccin de unidades habitacionales, a lo que
sumaba la construccin de sus edificios sindicales y el control de sus cooperati-
vas de consumo. Entonces, vinculado ya al sindicato, me toc estar cerca de ese
proceso en el que, tras aquella huelga constitucional, los trabajadores triunfaron y
as se logr la independencia del sindicato, en una primera etapa no exenta de los
problemas propios de su desarrollo.
La dcada de los ochenta en Mxico se caracteriz por una inflacin incontro-
lada, al grado que en las revisiones salariales se llegaba a demandar aumentos de
ms de 140 puntos porcentuales. Durante la revisin de 1985, ciertamente renun-
ci a la asesora del sindicato ante el nuevo Comit Ejecutivo, pero esta decisin
no obedeci a problemas de comunicacin como errneamente le fue informa-
do a la autora de esta investigacin, sino a desacuerdos con la conducta de los
miembros de aquel Comit y de su Comisin Revisora, quienes a pesar de tener ya
una propuesta porcentual en las plticas que se celebraban en la Secretara del Tra-
bajo, dos das antes del vencimiento abandonaron las negociaciones y firmaron la
revisin en privado como acostumbraba hacer Ortega Arenas, con un porcentaje
inferior en dos puntos al de la oferta que ya tenan. Despus vinieron turbulencias
obrero-patronales e intrasindicales. Un conflicto de orden econmico, una prolon-
gada huelga, enfrentamientos violentos entre los trabajadores, defenestracin de
dirigentes y, en 1989, nuevas elecciones en las que result electo como secretario
general Salvador Cano Doumier, con quien reanud la asesora al sindicato, que
conservo hasta la fecha.
En la revisin de 1992, la Comisin Revisora, como era usual entonces, apo-
yada por la mayora de los delegados seccionales (aquellos que Ortega Arenas
usaba para neutralizar a los comits ejecutivos), acept la firma de un marco-com-
B R E V E H I S TORIA DEL SINDICATO INDEPENDIENTE DE VW DE MXICO
Tras el conflicto se abri una etapa de relativa estabilidad sindical, pero con
variaciones productivas que si bien provocaron dificultades en la relacin obrero-
patronal, han podido salvarse sin mayores confrontaciones.
A partir del ao 2000, la direccin sindical encabezada por Jos Luis Rodrguez
Salazar ha enfrentado complicados conflictos productivos que han podido resol-
verse creativamente y sin enfrentamientos crticos. En la bsqueda de una mayor
consolidacin democrtica del sindicato, su direccin emprendi un significativo
salto cualitativo al modificar las reglas internas de decisin sindical en las revisiones
contractuales y salariales. Gracias a ello, ahora se consulta directamente a los traba-
jadores antes de aceptar las propuestas finales o estallar la huelga, y en las revisiones
recientes, la consulta se ha hecho mediante la votacin directa y secreta de todos y
cada uno de los trabajadores.
A travs del voto libre, directo y secreto en las elecciones sindicales, estableci-
do estatutariamente y ahora extendido en la prctica a las consultas fundamentales
en la vida sindical, con las frecuentes asambleas divisionales y departamentales de
su Consejo y su Congreso sindical, as como con los diversos rangos estatutarios y
contractuales de representacin y funcionamiento, el sindicato sostiene su funcio-
nalidad democrtica, no slo en el rubro electoral sino tambin en el participativo.
Estos rganos de representacin y funcionamiento son: Comit Ejecutivo General
(15 secretarios), comisiones de Vigilancia y de Honor y Justicia y dems comi-
sionados permanentes (24), secretarios divisionales (11) de las ocho divisiones
sindicales, todos ellos a tiempo completo, y delegados auxiliares divisionales (32)
a tiempo parcial, que se desempean en las diversas reas de trabajo en las que se
dividen la produccin y los servicios en la planta armadora.
As, desde mi punto de vista no se trata de un sistema democrtico sindical que
se pueda considerar acotado, como lo caracteriza la investigadora opinin que
respeto pero que no comparto, sino que constituye una verdadera estructura social
que se distingue por el ejercicio democrtico que permite que los cerca de 11 mil
trabajadores que laboran en la unidad industrial ms grande del pas estn represen-
tados en lo interno y en lo externo, en condiciones adecuadas, pero desde luego per-
fectibles. Condiciones que ya distinguen al Sindicato Independiente de Volkswagen
de Mxico como el mejor organizado y con un contrato colectivo que garantiza los
salarios y prestaciones ms elevados en su ramo en todo el pas.
Explicaban cmo tratar a los trabajadores, cmo hablarle a la empresa (es decir, a los
supervisores que nos daban las rdenes de trabajo y castigaban; con los alemanes,
nosotros no tratbamos, ellos slo hablan con los supervisores), al estilo ctm, es
decir, que no se le pusiera uno pesado a la empresa, que no se le dijera nada, que no se
le contradijera. Todo era sobre problemas en los departamentos.
Haba otro seminario los domingos, se era con los representantes de todas las fbricas
de la ctm y llegaba Blas Chumacero con un seor Cardel. En VW, entre todos los dele-
gados nombrbamos a uno que tena que ir en representacin del secretario de Trabajo,
pues eran los que iban por lo general al seminario; ah pasaban lista por fbrica, se toma-
ban apuntes, se debatan problemas de cada fbrica y se decan solidaridad en problemas
de huelga. Ah aprend muchas cosas yo, inclusive nos daban la Constitucin, como en
la escuela, nos daban libros de sindicalismo, todos de la ctm. Pero algunos de los pro-
blemas nuestros no los tomaban en el debate; por ejemplo, cuando vimos el artculo 123,
Los testimonios de diversos trabajadores y funcionarios sindicales que se incluyen a lo largo de
este texto provienen de entrevistas realizadas en diferentes momentos y que aparecen en los diversos
textos de la bibliografa anotada al final de este trabajo.
14 YOLANDA MONTIEL H.
Avisaban para que estuviramos todos cambiados, bien rasurados, y que las reas de
trabajo estuvieran limpias.
Las dos primeras planillas contaron con todas las facilidades. Las elecciones
se realizaron en las oficinas de la ctm y fueron vigiladas por representantes de las
planillas, que constataron su limpieza. Se emitieron 1 300 votos para la tercera,
600 para la primera y 400 para la segunda. El resultado no era el esperado: la ctm
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(Crculo Amarillo) se uni con la planilla rosa, pero ni as logr ganar, de modo que
tuvo que suspender el festejo que haba preparado. El nuevo Comit estuvo integra-
do por trabajadores con cinco aos de antigedad (los de la ctm tenan seis aos).
E l nuevo Comit Ejecutivo, asesorado por la uoi, llev a cabo una auditoria
a la gestin anterior y comprob un desfalco por un milln de pesos. Para
denunciar este hecho y tomar las medidas conducentes, se convoc a una asam-
blea general el 15 de abril de 1972, en la que fue necesario sortear acciones de
sabotaje por parte de personas incondicionales de la ctm. Ah, luego de que se
diera a conocer la auditoria, los trabajadores acordaron separarse de la ftp y de
la ctm debido a los fraudes y desfalcos comprobados y a los problemas que stos
les causaban. Asimismo, presentaron a Juan Ortega Arenas como su nuevo asesor
jurdico y cambiaron el nombre del sindicato por el de Sindicato Independiente
de Trabajadores de la Industria Automotriz, Similares y Conexos, Volkswagen de
Mxico (sitiavw). Estas medidas fueron acompaadas de una reduccin de 50%
en la cuota sindical. En forma paralela, acordaron consignar a los responsables
del fraude y realizar la negociacin del contrato colectivo de trabajo en forma
que evidenciara las ventajas de la independencia sindical. Otros objetivos se
En ese tiempo el sindicalismo independiente se decant en diversas vertientes organizativas,
como: la uoi, el Movimiento de Accin Popular (map), el Frente Autntico del Trabajo (fat), la Liga
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Aquella fue una etapa de intensa actividad, con modificaciones importantes, aun
cuando permanecieron algunos problemas y vicios, cuyo origen se remontaba al
periodo de pertenencia a la ctm, como la utilizacin velada de la clusula de exclu-
sin a manera de arma de represin poltica. Una nueva modalidad fue el despido
de las planillas perdedoras en elecciones sindicales y la liquidacin voluntaria de
los integrantes del Comit Ejecutivo que dejaban el cargo. Al mismo tiempo hubo
un avance fundamental en el campo organizativo: el cambio de la direccin sindical
por medio de elecciones representativas y libres. Otros logros fueron la realizacin
de asambleas generales peridicas y la posibilidad de que los trabajadores tuvieran
voz y voto en todos los niveles del sindicato.
Los trabajadores de VW en esta etapa de lucha lograron avanzar en su desem-
peo poltico con sustento en sus acciones ante los problemas econmicos y de
trabajo que haban carecido del apoyo de los dirigentes durante la etapa corpora-
tiva del sindicato. En dicha poca, la oficialista ctm se haba ocupado de man-
tener en el sindicato a dirigentes que no eran obreros ni trabajaban en la fbrica,
cuya presencia era distante, combinada ocasionalmente con actos de ineficacia y
represin, por lo general realizados por la parte de la direccin que s laboraba en
la planta automotriz.
En ese contexto, las acciones obreras se encaminaron a terminar con el cor-
porativismo y retomar en forma directa la vida de su organizacin. Con esa fina-
lidad, se desafiliaron de la ctm central oficial, se afiliaron de inmediato a la
uoi central no oficial, de reciente creacin y se constituyeron en un sindicato
independiente.
Al restablecerse la vida cotidiana de la fbrica, el proceso reorganizativo se
limit estrictamente a la propia organizacin sindical y se dejaron de lado los
aspectos centrales de la problemtica general de los trabajadores de todo el pas.
Esto se debi a que tales aspectos haban quedado cuestionados con las acciones
de esta lucha sindical porque implicaban alternativas a la forma hegemnica de la
institucin sindical en Mxico, signada por el charrismo y el corporativismo de
las centrales oficiales. Pese a tal limitacin, los trabajadores de VW en esta etapa
dieron un paso fundamental para una vida interna, con mayor representatividad y
respeto a sus derechos laborales.
Yo, como obrero en VW, he participado tratando de impulsar una corriente que uni-
fique criterios, que unifique un programa con una tctica y una estrategia nica para
poder alcanzar la democracia sindical en VW. Desafortunadamente, siempre hemos
fracasado pues hay una amalgama de fuerzas dentro de VW que impide esto; todos y
cada uno con su concepcin, con su forma de ver los problemas, pues se viene abajo
ese esfuerzo, no? Yo creo que es algo caracterstico dentro del movimiento sindical:
lo heterogneo de las fuerzas le resta fuerza al movimiento. Con todo, un paso para
superar ese problema se dio en el movimiento de 1981.
Entonces nos colocamos como cierta corriente, totalmente abiertos porque no vea-
mos otra solucin. Ahora creo que fue un error, pero fue un error propiciado por la
coyuntura tan importante que se estaba dando. Dentro de todos los compaeros, de
todos los grupos que habamos realizado acciones conjuntas, el objetivo era segregar
al coordinador de la uoi, que era el dique para el movimiento obrero, y en VW era lo
que nos estaba atrasando totalmente.
Entonces, nosotros, al ver que exista una coyuntura, pues participamos de una manera
amplia. Si nuestra participacin no fue decisiva, s fue una de las principales para gene-
Ver Montiel, 1991, anexo 3, pp. 250-252.
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rar un ambiente propicio en torno al sindicato para salirnos de la uoi. Con todas nuestras
limitaciones, con todas las divergencias que haba entre las gentes en las que existe cierta
inquietud por la democracia, participamos en esa poca.
en contra tuya? Entonces, todos: no, pues todos estamos a favor tuyo, y as obtena
el consenso.
Entraron a la planta con sus autos particulares, dentro de la empresa, con altavoz y
haciendo una agitacin grandsima. Yo llegu a hojalatera y vi pasar una camioneta
de sonido, pues ah adentro, diciendo: compaeros, nos vamos a asamblea en es-
tos momentos a la nave 6?. La que estaban terminando de construir. Todo esto con
la complacencia de la empresa. Los supervisores nos decan: Vyanse!, s, s, no
hay problema, vyanse; pues si los estn llamando, vayan, no? Con nosotros no hay
problema. Entonces haba una clara consigna de parte de la empresa con sus super-
visores para que nos dejaran ir, para que no nos bloquearan; incluso los delegados
que apoyaban a la otra posicin y que en determinado momento trataban de parar a
la gente, fueron denunciados por los mismos supervisores: No, pues fulanito de tal
estuvo parando a la gente. Al otro da esos seccionales fueron despedidos tambin, o
sea, ah hubo un apoyo irrestricto de parte de la empresa a la uoi.
Cuando se nos inform que les haban quitado sus derechos sindicales, que se les ha-
ba despedido aplicndoles la clusula de exclusin, ellos se apostaron a la salida de la
empresa y se pusieron a recabar firmas de apoyo para realizar una asamblea general,
que hubiese elecciones y que el cer no se reeligiera, y toda la gente les firm. Las
firmas superaron fcilmente el nmero de siete mil apoyando a ese grupo. Despus,
afortunadamente la uoi cometi el error de utilizar las firmas no para un apoyo, ni
para la reinstalacin de los trabajadores o para una asamblea general, que era lo que
estaban exigiendo. Como se firmaba en blanco, utiliz todas esas firmas como prueba
de acuerdo de asamblea, para ir a registrar ante la Secretara del Trabajo un Comit
Ejecutivo que respaldara sus intereses y as destituir al Comit reintegrado, y la gente,
la base trabajadora al enterarse de que las firmas haban sido utilizadas para eso, [se
dieron cuenta] que fueron engaados, no? [Entonces] la gente se revierte en contra
del asesor y reacciona de una manera positiva para los intereses del Comit que recha-
zaba el coordinador de la uoi, y negativa para los de ste. Se dice engaada con toda
justeza y se avienta contra la uoi.
El grupo de los chapulines, ya integrado como nuevo Comit Ejecutivo, con el reco-
nocimiento de la Secretara del Trabajo y de la uoi, se present en la planta diciendo a
los obreros: pues ya el otro Comit no existe, ahora somos nosotros. A la gente no le
gust su actitud y se decan: Y a stos quin y cundo los nombr, si no hemos he-
cho asamblea?. Y al ver que haban usado las firmas, la gente se sinti traicionada.
Cuando estbamos en las guardias en la fbrica (haba 10 casetas con guardia) se deca
que llegaran los chapulines a atacarnos. Pareca de pelcula: todos iban corriendo a
recoger su palo y regresaban a su lugar. Haban quedado en que tronaran un cohetn
como seal en caso de que vinieran los chapulines, y todos a la entrada principal a de-
fenderse. Estaban todos tensos en espera, cuando tron un cohetn y ah vamos todos,
y cuando llegamos a la entrada no haba nada, nos explic el encargado que los estaba
probando, no fueran a estar mojados y no sirvieran. Pero con todo y esos problemas,
la mayora asistimos a nuestras guardias.
Yo creo que como en esos das, todos decididos, la gente enojada, activa, ya es muy
difcil que se vuelva a dar.
Entonces fue una diferencia abismal, con lo cual la empresa, querindolo o no, tuvo
que aceptar al Comit Ejecutivo que ante la Secretara del Trabajo fue electo por los
trabajadores; pero no fue porque ella haya querido, fue una obligacin.
El principal motivo fue que ese asesor empez a defender sus intereses antes que los
nuestros, adentro de nuestra organizacin sindical. Al licenciado realmente en lo per-
sonal yo lo admiraba, y en cierta forma lo sigo admirando, porque tiene una capacidad
para envolver a los trabajadores tremenda, si?, pues es una persona que a travs de
los aos ha adquirido una gran experiencia. Entonces nos empezamos a dar cuenta
de cmo manipulaba en las asambleas generales que nosotros tenamos, y tambin a
nuestros dirigentes. Como trabajadores no ramos indiferentes a las anomalas que se
venan presentando. Hasta que en 1981 llegamos a tener un problema interno a nivel
sindical, en donde l quiso manipular, como siempre lo haba hecho, pues quera ser
permanente dentro de nuestro sindicato. Pero gracias a lo bien plantado de los trabaja-
dores en nuestras ideas, pudimos salir adelante, desechando de esa manera a ese seor,
que en verdad trataba de obtener bienes propios en base a mantenernos aislados de
otros trabajadores y con un desconocimiento poltico amplio.
La actividad del sindicato durante la primera mitad de los aos ochenta estuvo en-
marcada por el final de la etapa de sustitucin de importaciones en la economa
mexicana, que estaba en crisis y se reorient hacia una economa de exportacin,
marcada en un primer momento por el ingreso al Acuerdo General sobre Aranceles
Aduaneros y Comercio (gatt por sus siglas en ingls), con el giro poltico neoliberal
del gobierno. En la industria se inici una amplia reestructuracin que tuvo un vasto
apoyo de la poltica gubernamental, especialmente en el aspecto laboral; la rama
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seccionales (de los que 60% ocupaban por primera vez el cargo). Sin embargo,
ante la falta de formacin e informacin de los diversos niveles de representacin
sindical sobre el proceso de cambio industrial, los problemas se abordaron de
manera tradicional, casustica, y constituyeron 90% de su actividad. Tomando en
cuenta estos problemas, se incluyeron de manera inicial algunos talleres de capaci-
tacin y se formaron mesas de trabajo con obreros de comisiones y de base, como
preparacin para la revisin de contrato.
Otro aspecto de esta gestin se relaciona con el asesor jurdico. Cuando iniciaron
actividades se mantuvo al licenciado Hctor Barba en ese cargo, pero en la revisin
de 1985 surgieron diferencias sobre la forma de realizar las gestiones sindicales en
las instituciones jurdicas del pas, adems de constantes fricciones en la comunica-
cin entre la comisin revisora, el Comit Ejecutivo y el abogado. Estas diferen-
cias provocaron que el da anterior al vencimiento de la revisin de contrato, el
asesor jurdico renunciara a su cargo ante la Secretara del Trabajo. La comisin
revisora y el Comit Ejecutivo expusieron en asamblea general esta situacin y
ratificaron la salida de asesor jurdico. A partir de esos hechos no hubo asesor
jurdico permanente en el sindicato, hasta el ultimo ao de gestin, cuando tom
el cargo el licenciado Carlos Fernndez del Real.
Esta direccin sindical dio a su trato con los obreros un estilo con menor pater-
nalismo en relacin con las anteriores gestiones. Sin embargo, al mantener vigen-
tes los lineamientos de la estructura tradicional, con un funcionamiento vertical y
centralizado, propici elementos para una articulacin deficiente entre los traba-
jadores y la propia direccin. A pesar de esto, obtuvo un consenso que le permiti
enfrentar y frenar la ofensiva empresarial que estableci un conflicto de orden
econmico, como se ver enseguida.
Para revisar este conflicto conviene retomar la idea que tena la empresa sobre la
situacin de la fbrica en Mxico. Por una parte, planteaba introducir dos modelos
nuevos en la planta de Puebla en 1987: el Golf A2 y el Jetta A2, que sustituiran
al Caribe y al Atlantic y que fueron aprobados para su exportacin a Estados Uni-
dos y Canad, despus del cierre de la planta de Westmoreland, Pensilvania, en
Estados Unidos. De esta manera, la empresa iniciaba una estrategia a largo plazo,
al construir en Mxico un centro de produccin high-tech para algunos productos,
con vistas a un posible tratado comercial en la regin, que vendra a concretarse
unos aos despus con la firma del Tratado de Libre Comercio de Amrica del
Norte. Por otra parte, requera mejorar la estructura de costos de la planta poblana,
y para alcanzar su objetivo consider, de manera muy convencional que el contra-
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bla, dos en la ciudad de Mxico, bloqueos a las carreteras que llegan a la capital
poblana, el cierre por tres horas a las distribuidoras VW ubicadas en Puebla, y un
plantn en el centro de esa ciudad. Paralelamente se efectuaban las plticas en
la Junta de Conciliacin y Arbitraje, cuyo desarrollo fue lento y tortuoso, pero la
unidad del sindicato le permiti avanzar en sus demandas. Para finales de agosto
logr que la empresa desistiera de su conflicto de orden econmico y negociara el
aumento de salario.
La huelga dur 57 das. A su trmino, los trabajadores obtuvieron un aumento
salarial de 78% (incluyendo revisin salarial y aumentos de emergencia de julio y
octubre), 50% de salarios cados y que la empresa dejara de lado su conflicto de
orden econmico. Es decir, la resistencia obrera permiti frenar la ofensiva de rees-
tructuracin empresarial y vertebrar el sindicato con sus homlogos de otros pases,
como Brasil, Espaa, Italia, Estados Unidos y, particularmente, con sus colegas de
VW en Alemania, que en solidaridad con los obreros mexicanos realizaron una huel-
ga de tres horas en la planta de Salzgitter, en tanto que en otras fbricas se negaron a
producir las partes que habitualmente se hacan en Mxico. Los trabajadores alema-
nes enfrentaron tambin la tarda accin de su propia direccin sindical, que apoy
los actos de sus sindicalizados y los defendi de castigos que la empresa trat de
imponerles. Esta actitud de los trabajadores alemanes tuvo sin duda una importante
influencia en la solucin del conflicto y mostr la fuerza de la participacin interna-
cional ante una reestructuracin que salta las barreras locales o nacionales.
En el mbito nacional, como ya se indic, el sindicato mantuvo su presencia,
sin lograr una articulacin con los sindicatos de la rama que estaban en situacin
de reflujo y dispersin. A esta desarticulacin contribuy la competencia y divisin
entre los sindicatos afiliados a centrales oficiales (ctm) y los independientes. En el
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caso del sindicato de la Ford en Cuautitln, Estado de Mxico, que atraves por un
conflicto de huelga por aquellos das, no se dio una actuacin solidaria y conjunta, a
pesar de varios intentos del sindicato de VW.
Con esta experiencia, los trabajadores del sitiavw construyeron la primera
resistencia exitosa en la rama automotriz del pas, ante la ofensiva empresarial de
los aos ochenta.
En los aos noventa fueron patentes los lmites para mejorar la eficiencia y los
costos a partir de la estrategia de automatizacin flexible que plante el corpora-
tivo VW en 1980, y se dio pie a una nueva estrategia basada en el buen lugar que
mantuvo la empresa en el mercado europeo, lo que le otorgaba recursos para un
ambicioso programa llamado Nueva salida. Este programa retomaba las mejores
prcticas flexibles del modelo japons y destacaba, por un lado, el incremento de
la competencia al interior del consorcio, con ms plantas que fabrican el mismo
producto y compiten entre ellas por volumen y nuevos modelos. Por otra parte,
contemplaba la ampliacin de la perspectiva autoritaria, tomando como punto de re-
ferencia una presin mayor en la relacin local entre la gerencia y el consejo de los
trabajadores; en otras palabras, el alejamiento de las formas de trabajo y relaciones
laborales caractersticas de esta empresa en Alemania, aspecto que de nuevo se re-
lativiz por la fortaleza del sindicato y su participacin en el Consejo de la Unin
Europea. Otro aspecto estratgico fue consolidar su presencia en Amrica Latina,
China y Europa del Este.
Durante esta dcada, en Mxico, pas instalado en la fase exportadora de la rama
automotriz, la planta de VW mantuvo su ubicacin en una sola localidad, a diferen-
cia de las otras empresas automotrices que se descentralizaron hacia el centro-norte
y norte del territorio nacional. En la fbrica se haban iniciado algunos cambios
desde los aos ochenta, como ya se coment; sin embargo, no se instrument una
estrategia global y, por el contrario, se privilegi el aspecto tcnico. Estos cambios
generaron un desfase con la organizacin interna, rezagada ante los nuevos requeri-
mientos productivos de la competencia internacional. Una situacin similar ocurri
en el sindicato, que no contaba con una estrategia que superara lo inmediato o co-
yuntural frente a las modificaciones que requera y ya haba iniciado la empresa,
aspecto que tambin repercuti en sus problemas de democracia interna.
En el mbito productivo, en 1990 se impuls el renacimiento del modelo Se-
dn, por un decreto que lo ubic como auto de consumo popular, y la produccin
tuvo que elevarse rpidamente en 400% para cubrir el mercado. Los trabajadores
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mexicanos motivados por este decreto lograron superar este reto bajo el mando del
doctor Diederich. En tres aos y medio se produjeron un total de 891 032 vehculos
de todos los modelos para el pas y la exportacin; y en el ao de 1992 se alcanz un
ndice de productividad de 11.58 por hombre/ao. En el mismo ao se introdujeron
al mercado mexicano los nuevos modelos, el Golf A3 en marzo y el Jetta A3 en
octubre y, finalmente, se produjeron para la regin de Norteamrica (Volkswagen
de Mxico, 1998, p. 131). Estos modelos implicaban nuevas formas de organizacin
laboral, como los equipos de trabajo en la lnea de ensamble. Con esta orientacin
se dieron plticas iniciales entre la empresa y el sindicato para el cambio en la or-
ganizacin del trabajo. De ah se desprendi una experiencia piloto sobre grupos de
trabajo en el rea de motores y el sistema Justo a tiempo (del ingls Just in time) en
los almacenes. Sin embargo, a mediados de 1992 la empresa impuso una reestructu-
racin drstica con desregulacin sindical, modificando as la estrategia anterior de
cambio paulatino con acuerdo y consenso entre los actores.
En el nuevo contrato colectivo se mantienen algunos logros alcanzados en el anterior, que integra-
ba 20 aos de gestin sindical. Por ejemplo: el monto de los diversos niveles de salario (pero se abrieron
subniveles); la reglamentacin de la jornada laboral en tiempos, das a la semana y turnos (incluyendo
actividades como comida y pausa de enfriamiento); la exclusividad sindical en la contratacin de sindi-
calizados; la secuencia del trato interno para los problemas cotidianos (suprimiendo la decisin final
obligatoria para las partes); los permisos para la representacin sindical, as como la mayor parte de las
prestaciones (aunque en su mayora se aumentaron los requisitos para hacerlas efectivas). Junto a estos
aspectos, hay modificaciones que apuntan a un detrimento del nivel de contratacin y de jurisdiccin
del sindicato, as como del empleo y la gestin sindical. En este sentido, el sindicato se circunscribi a la
actual factora en Puebla; varios sindicalizados con alta especializacin pasaron a ser empleados de con-
fianza; se abri la contratacin a terceros; qued a discrecin de la empresa cubrir vacantes y reingreso
de trabajadores para tener plazas definitivas; quedaron abiertos el ascenso o la temporalidad, igual que
la movilidad horizontal. El ascenso de los trabajadores se integr al sistema de desarrollo de salarios;
se introdujo la filosofa cliente-proveedor para el sistema de trabajo; en este sistema, los objetivos de
las actividades significan tareas acrecentadas e inspeccin en el trabajo de produccin en la lnea. En las
reuniones de alto nivel ya no es obligatorio para la empresa dar al sindicato los programas de produc-
cin. Se rest bilateralidad al sindicato en varias clusulas: en el tiempo extra, en los permisos, en las
normas relativas al trabajo; adems, en el trato entre empleados de confianza, funcionarios y trabajado-
res, se suprimi el derecho de denuncia de estos ltimos. (Un recuento amplio de las modificaciones al
clausulado se encuentra en el diario La Jornada de los das 3 y 4 de septiembre de 1992).
36 YOLANDA MONTIEL H.
manencia del sistema de escalafn y de salario tradicional para reas que quedaron
fuera del sistema de grupos de trabajo (cerca de 400 trabajadores en ese ao, ubi-
cados en general en reas de mantenimiento).
Los convenios tienen una larga tradicin en VW de Mxico y han sido un
medio de flexibilidad entre la empresa y el sindicato en lo que se refiere a la con-
tratacin y la relacin laboral, pero en esta ocasin respondieron exclusivamente
al punto de vista de la empresa y tuvieron un carcter obligatorio gracias al laudo
que los favoreci cuando la patronal los present ante la Secretara del Trabajo.
Por otra parte, dichos convenios son una expresin de la complejidad de esta ex-
periencia de cambio industrial, pues no se dio el paso total y automtico de un
sistema de trabajo a otro, y en ese momento que podemos llamar de adaptacin o
hibridacin, diversos sistemas permanecieron en funcionamiento.
Los acontecimientos descritos ocurrieron durante los meses de julio y agosto,
justo el periodo en que los escolares inician el ciclo anual de clases lo que implica
mayores desembolsos para sus padres, y que en esta ocasin se tradujo en una fuer-
te presin para los trabajadores, pues no contaban con salario ni fondo sindical para
cubrir esos gastos. Por eso, algunos analistas sealaron que en la reanudacin del
trabajo pes ms el hambre y la falta de recursos para sobrevivir, que una conviccin
sobre las ventajas del acuerdo que impusieron la empresa y el Estado (Montiel y
Pries, 1992, p. 37). Este sealamiento es pertinente tambin ante el contexto pre-
vio al momento de la contratacin, que fue precedida por asambleas contradictorias
realizadas por cada grupo en conflicto (en una se apoy al Comit en funciones,
mientras en la otra se destituy por mayora al mismo Comit Ejecutivo, aun cuando
esta decisin no tuvo validez, ya que no cont con la asistencia de las autoridades
del trabajo, que haba sido solicitada por los trabajadores, ni con el depsito de las
firmas recopiladas en la Secretara del Trabajo) y por la vigilancia de la polica en
el permetro de la planta y en los locales en donde se contratara al personal. La
polica ya haba realizado un control violento, auxiliada con perros, de las protestas
que protagonizaban algunos grupos de trabajadores en contra del Comit Ejecutivo.
En este marco, al momento de la contratacin se oblig a los trabajadores a firmar
una carta presentada por la gerencia y la direccin sindical en la que renunciaban
al ejercicio de sus derechos laborales y constitucionales en caso de alguna demanda
a la empresa. Exigencia que cobraba sentido porque en sus acciones la empresa y
el gobierno violaron derechos laborales y la propia legislacin laboral vigente. Los
representantes del grupo que se opuso al Comit Ejecutivo no fueron recontratados
y posteriormente negociaron su liquidacin.
Al lograr la violenta imposicin de la reestructuracin productiva en la planta,
la gerencia obtuvo una victoria; pero al mismo tiempo gener problemas al desa-
rrollo de la produccin, a la disciplina interna y a la adecuacin de los trabajadores
B R E V E H I S TORIA DEL SINDICATO INDEPENDIENTE DE VW DE MXICO 37
Ms que nada, ahora no hay seguridad en tu trabajo, y eso hace que no ponga uno
empeo.
As, la produccin tuvo un bajo nivel, y para superarlo, la gerencia aument tres
horas en cada turno con el propsito de obtener el volumen establecido. Sin embar-
go, hubo un elevado nmero de rechazos (por ejemplo, 900 unidades con problemas
de calidad en el mes de octubre), algunos derivados de acciones de resistencia obre-
ra, como el sabotaje en la pintura de las unidades. Tambin tuvo gran importancia
la falta de personal preparado y calificado, ya que a raz del conflicto numerosos
trabajadores calificados abandonaron la fbrica cuando la empresa ofreci pagar
indemnizacin completa a quienes presentaran su renuncia voluntaria (as, por ejem-
plo, se retiraron 13 de los 21 electricistas que laboraban en las lneas de produccin)
(Montiel y Pries, 1992), lo que oblig a la participacin de un grupo de tcnicos de
las plantas de Alemania para regular la fabricacin. Ante esta situacin, tuvieron que
hacerse varias modificaciones consecutivas a la forma unilateral y autoritaria con
la que se haban iniciado los cambios, pues en el corto plazo fue evidente que se
requera consenso para poder llevarlos a la prctica. Entre otras transformaciones,
se registr la formacin del Grupo de Trabajo Central y los talleres de corta duracin
en las reas laborales, en los que participaron las diferentes gerencias y el sindicato.
Adems se pusieron en marcha cursos intensivos de capacitacin para los trabajado-
res, as como reuniones diarias de informacin en las reas de trabajo. Otro aspecto
consisti en algunos cambios en la estructura administrativa y entre los funcionarios:
para empezar, dejaron su cargo el gerente general y el de produccin; posteriormente
se adelgaz la plantilla de empleados de confianza y se modificaron las funciones de
las gerencias. Tambin se ampli el trabajo de terceros, y los proveedores tuvieron
espacios laborales directamente en las reas de produccin.
Sobre el desconcierto inicial de los empleados y los trabajadores ante la falta
de planeacin para poner en prctica el nuevo sistema de trabajo y la creacin de
un organismo que coordinara su implementacin, un empleado coment:
Para m, en lo personal, el comit sindical antes del conflicto s vio con buenos ojos la
posibilidad para el cambio en grupos de trabajo. Tan es as, que se lleg a un convenio
empresa-sindicato [...] en el cual se estipulaba que conforme se iban dando las condi-
ciones y se iban viendo los beneficios, se podran ir integrando grupos de trabajo en
las diversas reas, o si no hubiese tenido efecto nos regresbamos al sistema anterior.
38 YOLANDA MONTIEL H.
Lo que pasa es que viene un conflicto y como hay un cambio en la relacin obrero
patronal, que se suspende, la empresa toma la decisin de entrar directamente con
grupos de trabajo, lo que en un principio desconcierta tanto a la administracin como
a la propia gente. Por qu? Porque no tenamos preparados los sistemas de soporte.
Toda la filosofa, la teora, todo lo conocamos, lo que pasa es que llega y ahora, cmo
lo medimos?, qu hacemos? Todos estos sistemas no los tenamos contemplados,
los pensbamos ir realizando conforme las reas piloto fueran progresando; entonces
en una rea piloto hay la opcin de ir probando e ir colocando sistemas que permitan
hacer mediciones; en una entrada brusca nos faltaba algo, no tenamos el control del
sistema. De alguna manera era necesario formar un organismo [el grupo de trabajo
central] que permitiera crear eso.
... si hay algn problema en el trabajo, aparte del apoyo de los compaeros, estn los
delegados que pueden sacarnos del problema directamente.
Los principales problemas se dan cuando los jefes quieren modificar reas de trabajo sin
haber una razn para modificarlas, as como el rechazo que se da por parte de los obreros a
cualquier modificacin, aunque algunas veces tenga razn la empresa. Esto se debe a que
40 YOLANDA MONTIEL H.
los compaeros no tienen la informacin necesaria para los cambios o las modificaciones.
[De ah] la importancia de hacer saber a la gente el porqu de las cosas y el porqu de una
informacin a tiempo hacia el seccional por parte del Comit Ejecutivo y la base.
Ahora son secretarios auxiliares y divisionales. S hay quien trabaja, hay que recono-
cerlo, algunos han hecho esfuerzos por jalarse a la gente, pero lo ms comn es que
cuando hay un problema, voy con mi secretario divisional y le explico, y l me dice:
no me han comunicado, no s nada, djame ver; y nos traen vuelta y vuelta sin que
den soluciones. Adems, si t te presentas solo a Relaciones [Industriales], no te hacen
caso. Por eso siento que no hay apoyo, no hay nada.
Ahora el sindicato, cmo te dir?, es una de las cuestiones que se siente mucho,
porque no sientes... no digamos seguridad, porque creo que la seguridad te la da tu
trabajo, sino un apoyo, un respaldo que te haga sentir que al querer hacer valer un
derecho vas a estar apoyado. Ya no digamos un problema, no, sino un derecho, t te
sientes solo, solo completamente.
El simple hecho de decir la palabra sindicato significa fuerza, y no la hay. O sea, por-
que el sindicato somos todos, representados por un Comit Ejecutivo. Ellos no son el
sindicato!, como cree mucha gente que est equivocada, y cuando te dicen pues ve
a ver a los del sindicato, me da un coraje!, pues si somos todos. Ahora, digo que ya
no existe, porque ya no se ve la unin de la gente, la fuerza de la gente, o sea, el grupo
que ante un problema o maltrato se mostraba a no dejarte morir solo. Antes, cuando
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los vigilantes te hacan algo, que se queran pasar de listos, no! Se juntaba la bola y
hasta que no lo dejaban... Y si no, empezaban a aventar las monedas a la caseta de vi-
gilancia, a los cristales, hasta que no soltaban al chavo ese. Se vea la unin, la fuerza,
creo que ese es un sindicato, esa es la agrupacin. Actualmente no se da, te tratan mal
los vigilantes, te jalan, te meten, para qu? Para que al final, como nuestras autorida-
des: dispense usted y ya, te tratan mal y ya. Algunos se quedan, pero ya noms los
mirones, pero no el grupo que se mostraba. No existe ya el sindicato. Eso es trabajo de
la empresa, que en eso nos ha puesto bonito.
Este Comit no tiene reconocimiento de su gente, pero de una u otra manera hemos
logrado perfilar las perspectivas de la empresa para ser competitiva y productiva. Ahora
las gentes del sindicato son ms una colaboracin y no se meten en asuntos de la califi-
cacin a los tcnicos o en el desarrollo de los sistemas, porque desde el principio hubo
un acuerdo de que stos eran asuntos de los coordinadores (anteriormente supervisores)
y que el sindicato no se metera.
... Espero que ahora no cometan los mismos errores que la dirigencia pasada, que
comprendan que estn representando a seres humanos, con las mismas necesidades,
que no representan mquinas. Que tenemos una dignidad que exigimos nos sea respe-
tada. Que comprendemos tener obligaciones pero que tambin sabemos que tenemos
derechos (sitiavw, 1996).
42 YOLANDA MONTIEL H.
Anexo
Bibliografa
que la lectura de las reflexiones de Jos Luis Rodrguez sea ms fluida, hemos
omitido las preguntas y reproducimos nicamente sus respuestas.
Cuando tomamos las riendas del sitiavw, en 2000, nos enfrentamos a una
serie de retos, entre los que destacaba la necesidad de generar un ambiente de
confianza en todos los trabajadores. Tenamos que lograr que la representati-
vidad que se nos acababa de entregar fuera la mejor posible, pues venamos
de una eleccin en la que slo 9% del total de los votos nos favoreci, dado
que haban participado 19 planillas. La imagen y representatividad del nuevo
Comit Ejecutivo se consolid muy pronto; la prueba de fuego fue nuestra
respuesta ante la huelga del ao 2000.
Un segundo reto fue prepararnos para evitar la modificacin del contrato
colectivo de trabajo, que en aquel momento estaba claro era el propsito de
la empresa, que pretenda asestarnos la clsica novatada. No quiero dejar de
mencionar otro reto muy grande, que se present a partir del ao 2002, cuando
la empresa transitaba por un periodo de crisis debido a la baja productividad,
lo que pareca que habra de conducir de modo inminente a una reduccin de
puestos de trabajo. Sin embargo, logramos evitar esa medida.
Como toda crisis es una oportunidad, el ao 2002 fue el antecedente que
llev a consolidar las relaciones nacionales e internacionales del sitiavw, a
generar los contactos necesarios para la solidaridad. Se trataba, entonces, de
remontar la imagen devaluada del sindicato, de pasar de ser un grupo de tu-
ristas a convertirnos en actores reales en el campo global, a ocupar en la prc-
tica los espacios que tena el sindicato en diversas organizaciones nacionales
e internacionales, como la Federacin de Sindicatos de Empresas de Bienes y
Servicios (Fesebs), la Unin Nacional de Trabajadores (unt), la Federacin
Internacional de Trabajadores de las Industrias Metalrgicas (fitim) y el Co-
mit Mundial de VW.
Los logros
Presencia internacional
Equidad de gnero
Asignaturas pendientes
Reflexiones finales
Aprovecho esta oportunidad para sealarte que me siento muy agradecido con
los diferentes integrantes del Comit, que durante ocho aos me acompaaron
y creyeron en mi liderazgo. El equipo administrativo me proporcion mucho
de su tiempo y mucho esfuerzo. Valoro profundamente a los trabajadores que
apoyaron cada una de las propuestas que hicimos y que hoy dejamos para todos.
Ni duda cabe que el mayor reto es conservar el contrato colectivo de traba-
jo; se requiere establecer estrategias viables y razonables que, con la lupa y el
telescopio, vean arriba y abajo, adelante y atrs, juntos y organizados.
Agradezco a la doctora Yolanda Montiel la investigacin que realiz y a
la doctora Svenja Blanke, representante en Mxico de la Fundacin Friedrich
Ebert, la publicacin del libro que, a fin de cuentas, es obra de las y los traba-
jadores de VW Puebla.
Quiero reiterar a la familia VW que el trabajo sigue siendo la fuente de
riqueza, y por ello los recursos humanos deben ocupar un lugar privilegiado
en la poltica empresarial y sindical.
56 E N T R E V I S T A CY
OONL JAONSD AL M
U IOSNRT O
I EDLR H
G. U E Z Z A L A Z A R