San Luis Guanella
San Luis Guanella
San Luis Guanella
PROVIDENCIA
(Fuente: Portal CATHOLIC.NET)
Luis Guanella naci en Fraciscio, fraccin del
municipio de Campodolcino, dicesis de Como, el 19
de diciembre de 1842. Al da siguiente le fue
administrado el sacramento del Bautismo.
Los padres, Lorenzo y Mara Bianchi, fueron cristianos
ejemplares, entregados a la familia, al trabajo de los
campos y la ganadera. Acostumbraban a rezar en
familia el Santo Rosario y lean juntos la vida de los
santos, experiencia que caracteriz la actividad
apostlica de su existencia.
Siempre ms.
La confianza en la Providencia
S. Luis Guanella no fue ms que un pen de la
providencia. Era simplemente
un instrumento, uno que prestaba sus manos y
que se pona a disposicin,
pero era la Providencia quien actuaba.
Palabras de San Luis Guanella
sobre la confianza en la
Providencia
"La divina Providencia ayuda en todo; hay
que confiar en ella. Las casas
que comienzan de la nada son las que
prosperan".
"Para recibir a dos manos de la Providencia
es necesario dar a cuatro
manos a los pobres de la Providencia".
"Cuando se ha hecho todo lo que se poda y
se ha sufrido, entonces la
Providencia interviene".
"Debajo de las tejas hay mucha oscuridad:
hay que mirar por encima de
ellas. Si no tenemos confianza, nuestra casa
se derrumba".
19
"Dos cosas hacen que la Providencia no
acte: el pecado y la falta de
confianza".
"Al Seor no le cuesta nada dar los medios
necesarios para construir
casas e iglesias! Se necesita fe!"
"La Obra es de la Divina Providencia; no
tenemos que ser tan
calculadores, porque entonces la Providencia
divina dejara su lugar a la
previsin y a la providencia humana".
Ejemplos de San Luis Guanella
sobre la confianza en la
Providencia
1. Las matemticas de Don Guanella
Visitando una casa que estaba saliendo adelante
con muchas dificultades, don
Guanella se encontr con algunas hermanas y
varias novicias abatidas. Sus
fuerzas no daban abasto para sacar adelante el
trabajo que cada da era mayor
y ms exigente ante tantas y tan necesarias
solicitudes.
Las hermanas manifestaron su estado de nimo
y las dificultades que tenan y
don Guanella les pregunt:
- Tontitas del Seor... Cuntas sois?
Las hermanas se contaron y respondieron:
- Quince.
- Y si escribiramos un cero al lado, en cuntas
os convertirais?
- En ciento cincuenta.
- Y con otro cero?
- Pero, Don Guanella, hoy
tiene ganas de bromear?
20
- Ni mucho menos. Es ms, voy a decirlas lo que
pienso: si un hombre se limita
a ser un cero, no es nada y nunca har nada. En
cambio, si se esfuerza por ser
algo y hace todo lo que est en sus manos, se
transforma en algo positivo
Luego, no tiene ms que pedirle a la Providencia
que ponga un cero, dos
ceros, tres ceros junto a su pequeo nmero y
enseguida las cosas pequeas
se hacen grandes. Pero la Providencia no puede
hacer nada cuando alguien se
limita a ser un cero, con quien no pone primero
su pequeo capital de buena
voluntad y de caridad. Por lo tanto, hagan lo que
puedan y ofrezcan el trabajo y
el sacrificio a Dios y pdanle a la Providencia que
multiplique sus pocos panes y
sus pocos peces. En la casa de la Providencia
nadie est para hacer nmero
sino para ser patrimonio de amor.
Entiendes?: aprende a no ser un cero, sino a
ser algo, lo que puedas ser.
Luego la Providencia pondr los ceros junto a tu
pequeo nmero.
2. Pan de la Providencia
Un da llegaron a Como unos peregrinos
milaneses y don Guanella decidi
ofrecerles un desayuno; las hermanas estaban
disgustadas porque haba poco
pan. Entonces don Guanella dijo: "Me encargo
yo". Tomo el pan y comenz a
cortarlo en rodajas para que lo fueran
repartiendo. Las hermanas repartan y
repartan, mientras que ese poco pan en las
manos de don Guanella no se
terminaba nunca, siendo suficiente para saciar a
todos los peregrinos. Cada da
la amable Providencia multiplicaba los panes
para todos los pobres.
3. Operaciones financieras
Ante un notario, del que por caridad cristiana no
decimos ni su nombre ni su
apellido, estaba depositado un pagar por 2.500
liras firmado por don Guanella.
El notario no esconda su antipata por los frailes
y se declaraba hombre de
hechos y no de palabras. Cuando vio a ese
humilde pobre cura se imagin que
ese pagar habra terminado en impago, ya que
el aspecto de esa figura le
deca que muy difcilmente podra juntar dicha
cifra.
Cuando se encontr con don Guanella, poco
antes del vencimiento del pagar,
el notario crey que su deber era recordarle la
deuda y le dijo: "Reverendo, Ya
tiene el dinero que avale su firma?". A lo que don
Luis respondi: "Mire, seor
notario, quisiera que usted estuviese tranquilo:
hoy no tengo una lira, pero
tengo una gran confianza en la Providencia. Esto
debera tranquilizarlo." El
notario sospech que este argumento terminara
en una solicitud de prrroga y
con una sonrisa maligna, le respondi: "Querido
padre, me importa un comino
su Providencia y puede quedarse con toda la
confianza que dice tener en ella;
solo s que si dentro de la fecha de vencimiento
no me trae el dinero, el pagar
seguir el camino que deba seguir; y usted
tambin seguir el camino que me
parece ya ha emprendido".
21
El da del vencimiento don Guanella se present
ante el notario con 2.500 liras
y cancel, como haba dicho, el pagar. El
notario no disimul su sorpresa ante
un hecho que echaba por tierra todas sus
previsiones y dijo: "Reverendo, me
sorprende su puntualidad! Nunca habra
imaginado que el banco del que me
hablaba fuese tan generoso y puntual." Y don
Guanella respondi enseguida:
"Tampoco a mi me sorprende su sorpresa porque
usted no tiene confianza en
la Providencia de Dios, y por lo tanto, es lgico
que la Providencia tenga poca
confianza en usted y le trate como trata
normalmente a todos los bancos; yo
solo tengo esta confianza, y quizs por eso la
Providencia a menudo muestra
su confianza en m y no me abandona".
Dicen que el notario qued muy perplejo aunque
no sabemos si lo suficiente
como para cambiar el curso de sus teoras
financieras.
SUS ULTIMOS AOS Y SU POSTERIOR
CANONIZACION.
Como sabemos, Don Guanella tuvo una vida de
altos y bajos contrastes, pero su entusiasmo
desbordante y su apego a la Divina Providencia,
lograron que venciera toda adversidad.
Escribi libros como Advertencias Familiares,
una carta pastoral dedicada a los campesinos y
sus familias, que fuera censurada por el gobierno
italiano, por encontrarlo subversivo y
revolucionario, este libro no fue publicado hasta
despus de su muerte, en 1925, y reeditado en
1964, ao en que el Beato Papa Pablo VI lo
beatific. Luego, viaja a los EE.UU, a fundar
casas de los Guanelianos y Guanelianas en
dicho pas, para los inmigrantes italianos.
De regreso a Italia, Don Guanella cae enfermo de
parlisis y angina de pecho combinados, que
causara su posterior muerte.
San Luis Guanella, muri en Como, Italia, el 25de
octubre de 1915, a la edad de 73 aos,
invocando a la Divina Providencia a favor de sus
hijos espirituales, los Siervos de la Caridad y las
Hijas de Santa Maria de la Providencia, diciendo
sus ltimas palabras: Aqu estoy, siervo fiel.
Su causa de beatificacin se abri en 1925, fue
declarado Venerable en 1954, por el Papa Pio
XII, beatificado en 1964, por el Beato Papa Pablo
VI, y canonizado por el Papa Francisco I en
2016, sus restos incorruptos fueron trasladados
desde la catedral de Como hasta la casa
generalicia de los Siervos de la Caridad
(Guanelianos), en la misma ciudad italiana.
Su legado se expandi por todo el mundo, los
Guanelianos y Guanelianas tienen millares de
casas de acogida, hospederas, colegios, asilos
de ancianos y nios hurfanos, en Italia, y sobre
todo, en Latinoamrica, partiendo por Chile.