J.M. Brucart - El Análisis Sintáctico y Su Terminología en La Educación Secundaria
J.M. Brucart - El Análisis Sintáctico y Su Terminología en La Educación Secundaria
J.M. Brucart - El Análisis Sintáctico y Su Terminología en La Educación Secundaria
SECUNDARIA*
Josep M. Brucart
(Universidad Autnoma de Barcelona)
0. Introduccin
Los contenidos gramaticales no pueden ser el nico componente de los cursos de lengua
en la enseanza secundaria. Por un lado, porque el objetivo bsico en estos niveles tiene que ser
prctico: la mejora de las capacidades de comprensin y emisin de enunciados lingsticos
orales y escritos por parte de los estudiantes.1 Por otro lado, porque incluso cindonos al
captulo de los contenidos, resulta claro que, adems del gramatical, el dominio de una lengua
implica otros componentes: ser un hablante competente de una lengua no solo exige poseer su
lxico y sus estructuras gramaticales, sino tambin saberlos usar para articular un discurso
coherente, adecuado a las finalidades que el hablante se propone conseguir y de acuerdo con el
contexto social en el cual se produce. De aqu proviene el inters creciente que los enfoques
discursivos y pragmticos han ido adquiriendo en el estudio de la lengua.
* Quiero dedicar este trabajo a la memoria de mi padre, Josep Brucart, que nos dej mientras se escriba. Agradezco
a Joan Sol y a Jaume Maci la invitacin a participar en el curso que ha originado este libro y tambin su paciencia y
comprensin ante mis retrasos y dilaciones.
1 Entendemos por enunciado cada una de las unidades sintcticas mediante las cuales se articula un texto o un
discurso. El enunciado se caracteriza por estar delimitado por pausas mximas (equivalentes, en la escritura, a un
punto). Los enunciados pueden ser oracionales o infraoracionales. A estos ltimos tambin se les llama fragmentos.
1
(2) Competencias del dominio lingstico (Canale, 1983)
a. La competencia gramatical (dominio del cdigo lingstico).
b. La competencia discursiva (relacin de cada mensaje con el resto del discurso).
c. La competencia sociolingstica (relacin entre los hablantes, la informacin que
comparten, la intencin comunicativa de los mensajes y el contexto social en el
cual se insertan todos ellos).
d. La competencia estratgica (dominio de las estrategias de comunicacin verbal y
no verbal).2
Como podemos ver en (2), la gramtica en sentido estricto es solo uno de los
componentes de la competencia comunicativa del hablante. Todo esto explica la importancia
creciente de disciplinas como la gramtica del discurso, la sociolingstica o la pragmtica en los
programas de lengua. Ahora bien: creemos que en (2) se adopta implcitamente un concepto
bastante restringido de lo que es y ha sido tradicionalmente la gramtica. Si el dominio de la
gramtica incluye todo lo que est lingsticamente codificado (como de hecho asume el propio
Canale en (2a)), muchos de los fenmenos que a priori podran asociarse a los otros mdulos
pasan a formar parte de la competencia gramatical. A continuacin, veremos un ejemplo
significativo de ello.
Hawkins (1978), al estudiar la determinacin, seala que los enunciados de (3) se pueden
intercambiar en casi todos los contextos, suponiendo que la tabla en cuestin es presente al
contexto situacional en el cual se produce la emisin: 3
Hawkins, no obstante, observa que hay algunos contextos donde la alternancia anterior
deja de funcionar. Uno de ellos se da cuando el oyente es un invidente. En un contexto as, (3b)
dejara de ser un enunciado adecuado, mientras que (3a) continuara siendo totalmente plausible.
Podramos pensar que el fenmeno que acabamos de describir queda fuera del mbito de la
gramtica y que pertenece claramente a la pragmtica. Si lo tuviramos que asociar a alguno de
los dominios de (3) podramos vincularlo con la competencia sociolingstica o bien con la
competencia estratgica. El argumento principal para asumir que no estamos ante un problema
gramatical viene dado por el hecho de que lo que se debate aqu no es la gramaticalidad de la
oracin (3b), sino su adecuacin en un contexto concreto. Dicho en otras palabras: no se trata de
2 Dentro de este mdulo se incluiran los recursos del hablante para compensar las limitaciones de memoria (cuando
no es capaz, por ejemplo, de recordar un trmino) y todas las estrategias para hacer ms efectivo un mensaje (estilo
elocutivo, manera de tratar al oyente, capacidad retrica, etc.).
2
una cuestin de gramaticalidad, sino de aceptabilidad. Por lo tanto, sera un fenmeno de
actuacin (performance) y no de competencia gramatical, en trminos de la dicotoma chomskiana.
Sin embargo, hay argumentos de peso para reivindicar que la gramtica no es en absoluto
ajena al fenmeno que se acaba de plantear. Ntese que (3) constituye un par mnimo, ya que est
formado por dos oraciones que se diferencian nicamente en una de sus unidades. Por lo tanto,
la oposicin que hemos detectado tiene que estar relacionada con el diferente valor gramatical
del artculo y el demostrativo.
Si repasamos algunas de las mejores gramticas tradicionales, nos daremos cuenta de que
el problema que acabamos de mencionar ya formaba parte de las preocupaciones de sus autores.
Un caso paradigmtico es Bello (1847), que dedica al artculo un prrafo magistral:
Del texto anterior se deduce cul es el motivo que hace de (3b) un enunciado
inapropiado cuando el receptor es un invidente: el demostrativo tiene en esta oracin un valor
dectico y, en consecuencia, su funcin es designar un objeto que pueda ser captado visualmente
por el oyente. Por lo tanto, en (3b) el hablante presupone en el oyente una capacidad que, en el
caso concreto que nos concierne, este no tiene. En cambio, el artculo no alude a entidades
visualmente localizables, sino a objetos que el oyente puede identificar mentalmente, ya sea
porque forman parte del trasfondo discursivo, de su conocimiento enciclopdico del mundo o
bien, como en este caso, porque su existencia y presencia inmediata se deduce del propio
enunciado emitido por el hablante.4
En conclusin: el origen de la inadecuacin de (3b) en el contexto que hemos estudiado
reside en la diferencia que hay entre dos tipos distintos de determinantes: el artculo, por un lado,
4 El mismo contraste se da cuando en la puerta de una casa encontramos un cartel con la inscripcin Cuidado con el
perro! En este caso, el uso del demostrativo tampoco sera adecuado porque el animal en cuestin no se percibe
visualmente y porque, adems, la entidad aludida es nica en el contexto enunciativo. En este ltimo caso, la lengua
tambin prefiere la designacin a travs del artculo. Sobre los valores del artculo y la determinacin en general, cf.
Leonetti (1990; 1999) y Lyons (1999).
3
y el demostrativo, por otro. Es obvio que dicha diferencia est codificada en el sistema gramatical
y que, por tanto, se debe asociar al dominio (2a).
2. Gramtica y significado
4
concuerda obligatoriamente con el verbo en nmero y persona, el problema que habamos
detectado desaparece. Es lgico, pues, que las corrientes ms modernas de la lingstica tendieran
a dar prioridad a la forma por encima del significado. Hacia este hubo, durante mucho tiempo,
una desconfianza general La definicin de los significados es el punto ms dbil del estudio de
la lengua y lo seguir siendo hasta que el conocimiento humano avance mucho ms all de su
estado presente, escriba Bloomfield (1933: 9.1).
Naturalmente, la decisin de relegar los criterios del significado, aparte de haber tenido
consecuencias importantes en la investigacin gramatical, tambin ha influido poderosamente en
el aspecto que nos interesa ms aqu: los curricula educativos. As, por ejemplo, los dos conceptos
gramaticales ms bsicos en el anlisis sintctico (las categoras y las funciones) se definen
formalmente, ya sea en funcin de su propia distribucin sintctica o a travs de sus
caractersticas flexivas. Desde esta perspectiva, un verbo es aquella forma lxica que puede
incorporar morfemas flexivos de tiempo y no la parte de la oracin que expresa estado, accin o
pasin y un complemento directo es aquella funcin que puede ser representada por un pronombre
cltico acusativo (Escribi el discurso Lo escribi) y no el elemento que recibe directamente la
accin del verbo. La ventaja ms obvia de esta opcin es que convierte el anlisis sintctico en
un procedimiento bien pautado, con pruebas formales (la pronominalizacin, la concordancia...)
que sirven como gua.
5
inconscientemente domina. Y su competencia le indica que el sujeto de adorar y el complemento
indirecto de gustar tienen algo en comn: el hecho de que expresan la misma relacin temtica
respecto de su predicado (EXPERIMENTADOR).
Plantemonos ahora por un momento cul debe ser el objetivo del anlisis sintctica en
la educacin secundaria. Una posibilidad es concebir esta actividad como un ejercicio
procedimental de identificacin de unidades y relaciones mediante un conjunto de pruebas
formales (es decir, como un anlisis puramente taxonmico). Probablemente, tal actividad es
defendible: de hecho, es as como se ha concebido frecuentemente el anlisis sintctico. No
obstante, este enfoque tiene a nuestro entender algunos peligros graves. El primero es que puede
acabar convirtindose en un proceso mecnico y mimtico de etiquetaje de conceptos que no se
acaban de entender. El segundo, el de concebir la lengua como un mecanismo esttico donde lo
importante es etiquetar palabras y no estudiar los principios en funcin de los cuales se
combinan para formar unidades de orden superior.5 El tercero, y quizs el ms importante, el
hecho de desligar esta prctica de la reflexin sobre la propia competencia lingstica del
hablante. Esta ltima derivacin es la que nos parece epistemolgicamente ms lamentable, ya
que creemos que la principal justificacin del anlisis gramatical tendra que ser la de utilizarse
como un procedimiento a travs del cual el estudiante reflexiona crticamente sobre su
conocimiento implcito de la lengua. Pues bien: creemos que para conseguir dicho objetivo es
absolutamente imprescindible introducir, entre los conceptos bsicos que se utilizan, algunos de
aspecto semntico, para que el acceso a la forma se haga desde el significado y la interpretacin.
Ms adelante presentaremos algunas propuestas en este sentido.
Di Tullio (1997: 11) coincide con este mismo diagnstico respecto de la prctica del
anlisis:
La misma autora plantea, por otro lado, una cuestin interesante sobre la presencia de la
gramtica en las clases de lengua:
5 Sobre esta derivacin del anlisis sintctico y sus limitaciones se puede ver la crtica de Bosque (1989: 1).
6
puede dudar de que el objetivo prioritario de la enseanza de la lengua es que el
estudiante se exprese, oralmente o por escrito, con fluidez, que comprenda textos y
que sostenga sus argumentos coherente y, en lo posible, eficazmente? Lo que resta
probar, sin embargo, es que estas habilidades se adquieren slo haciendo o si,
alcanzado un determinado nivel de desarrollo cognitivo, la reflexin metdica sobre
el funcionamiento de la lengua no acelera y profundiza tal adquisicin. (di Tullio,
1997: 11)
7
(por ejemplo, que el participio normativo de abrir sea abierto y no abrido, que es la forma
producida por el componente de reglas flexivas de la memoria procedimental). Algunos autores
se refieren al conocimiento que deriva de (8c) como conocimiento adquirido, mientras que el que se
asocia a (8b) sera el conocimiento aprendido.
4. Oracin y discurso
6 En la adquisicin de segundas lenguas, se llama interlengua cada uno de los sistemas sucesivos por los cuales pasa un
aprendiz antes de obtener en la lengua que trata de aprender el nivel de competencia equivalente a un hablante
nativo. En la inmensa mayora de los casos, el progreso de estos aprendices no llega a la ltima etapa del proceso de
adquisicin, sino que se queda en algn nivel de interlengua previo.
8
mbito supraoracional. As, por ejemplo, mientras que la relacin que existe entre las dos
proposiciones de (10a) entra perfectamente dentro del enfoque de la gramtica oracional, ya que
la primera se considera subordinada de la segunda, en (10b) la misma combinacin queda fuera
de los lmites tradicionales, por cuanto las dos proposiciones forman oraciones independientes:
Parece claro que esta situacin es insatisfactoria, ya que la presencia de inmediatamente despus en la
segunda parte de (10b) hace que la relacin semntica que mantienen las proposiciones de (10b)
sea la misma que ese da en (10a). Es cierto que entre ambas secuencias hay diferencias formales
que han de ser reflejadas por la gramtica (como ya hemos dicho, en (10b) la primera
proposicin forma una oracin independiente). Pero esto no debera impedir que la teora
gramatical fuera capaz de caracterizar adecuadamente la relacin de contenido que se manifiesta
en (10b) entre la primera oracin y la segunda. Ntese que en este ejemplo la segunda oracin no
se podra interpretar sin la primera.
7 Para una panormica reciente del estudio de los marcadores discursivos en castellano, cf. Martn Zorraquino &
Portols Lzaro (1999) y Martn Zorraquino & Montolo Durn eds. (1998).
8En la tradicin del castellano, Gili Gaya (1943) y Alcina & Blecua (1975) son las gramticas que ms atencin le
dedican, tal como afirma Martn Zorraquino (1998).
9
Por otro lado, el concepto tradicional de oracin resulta inapropiado a la hora de analizar
los enunciados infraoracionales, tanto si estos son de carcter predicativo (Dimisin del Ministro de
Trabajo) como si no (Dos chicas). Los estudios del habla han demostrado que un porcentaje
bastante significativo de los enunciados emitidos no son oraciones, sino construcciones de nivel
sintagmtico inferior. Pensemos, por ejemplo, en la respuesta a una pregunta como Con quin
viajaste? Es bastante improbable que se conteste con una oracin que repita el ncleo del
predicado de la pregunta (Viaj con Mara). Lo ms habitual es que, en razn de la concisin y la
eficacia, la respuesta incluya solamente el complemento comitativo que corresponde al foco de la
pregunta: Con Mara. Pues bien: en la medida en que la gramtica tradicional parta del supuesto
de que la unidad bsica de descripcin tena que ser la oracin, un enunciado como el anterior o
quedaba directamente fuera del mbito de estudio o bien se someta a complejas manipulaciones
para interpretarlo como una oracin elptica. En cualquiera de los dos casos, la solucin
adoptada era insatisfactoria, ya que o bien se ignoraban estas construcciones o bien se tenan que
considerar oracionales contra toda intuicin.
9 El smbolo , que se lee se reescribe, indica cules son los constituyentes que forman la categora que aparece
en la izquierda. A su vez, el smbolo ^ expresa concatenacin, indicando que los constituyentes que vincula estn
ordenados. Por tanto, (12a) dice que una oracin (O) est compuesta de un sintagma nominal (SN) y de un sintagma
verbal (SV), en este orden. Habitualmente, por razones de simplificacin tipogrfica, el operador de concatenacin
se omite en los trabajos generativistas. Las reglas representadas en (12) son de carcter sintagmtico. Adems de
estas, la gramtica generativa usa un segundo tipo de reglas: las transformacionales, que sirven para pasar de la
estructura profunda a la superficial en cada oracin.
10
(13)
O
SN SV
Det N V SN
Det N
Al rbol (13) se le pueden aplicar las reglas de insercin lxica, de manera que
obtengamos una oracin como El vecino quiere una explicacin. Una de las caractersticas ms
importantes del sistema de (12) es su recursividad, es decir, la posibilidad de aplicar ms de una
vez una misma regla en una representacin. As, en (13) la regla (12b) ha sido aplicada dos veces:
una para reescribir el SN inmediatamente dominado por O y otra para expresar la estructura del
SN que cuelga de SV. La recursividad es una de las propiedades ms importantes de las lenguas
naturales, ya que permite obtener un nmero potencialmente infinito de oraciones a partir de la
combinacin de un nmero finito de elementos lxicos.10 As, aplicando este mismo
procedimiento, una oracin como la que acabamos de citar puede aparecer incrustada dentro de
otra: Mara dice que [el vecino quiere una explicacin].
Mientras que tener proyecta un complemento directo (es decir, un SN sin preposicin), el
10 La recursividad est presente fundamentalmente a la sintaxis. Pero tambin aparece en algunos procedimientos
morfolgicos, como los que permiten nombrar la serie infinita de los nmeros naturales. En este caso, son los
procesos de composicin los que actan para obtener un nmero infinito de designaciones a partir de un conjunto
finito de valores primitivos.
11
complemento de constar tiene que ser introducido por la preposicin de (se trata, pues, de un
complemento de rgimen verbal). Por tanto, la forma que adoptan los complementos depende
de las condiciones que impone el ncleo.
Concebir la sintaxis como una proyeccin de las dependencias lxicas implica asumir que
las unidades sintcticas complejas se forman composicionalmente a partir de la combinacin de
elementos lxicos. Y, por otra parte, significa dar relevancia a la nocin de seleccin semntica:
los argumentos son seleccionados por los predicados y los complementos por sus ncleos.
Desde esta perspectiva, la oracin ya no es el punto de partida de la sintaxis, sino uno de los
posibles puntos de llegada. Plantemonos, por ejemplo, la naturaleza de un enunciado como
Dimisin del Ministro de Trabajo, un posible titular periodstico que no constituye oracin. Desde el
punto de vista categorial, se trata de un SN que consta de un ncleo dimisin y de un
complemento de este nombre introducido por la preposicin de. Desde el punto de vista
semntico, es una predicacin, con un ncleo predicativo dimisin, que selecciona un argumento:
el Ministro de Trabajo. Por tanto, el valor comunicativo del enunciado que estamos comentando es
parecido al que correspondera a la oracin Ha dimitido el Ministro de Trabajo, si bien este ltimo
incluye unas especificaciones temporales que son caractersticas de la oracin y que estn
ausentes en el enunciado infraoracional.12 Podemos decir que las diferencias entre ambos
enunciados vienen dadas por la distinta naturaleza del verbo y del nombre. El primero requiere
afijos temporales y concordancia con su sujeto. El nombre, en cambio, est falto de
especificacin temporal y realiza su argumento como complemento introducido por de. Sin
embargo, uno y otro enunciado tienen algo importante en comn: una seleccin argumental
idntica, lo que explica la relacin de parfrasis que existe entre los dos. En conclusin: concebir
la sintaxis como una proyeccin de las dependencias lxicas permite incorporar al estudio
gramatical los enunciados infraoracionales y obliga a otorgar importancia a las relaciones de
11 Como estudiaremos ms adelante, los predicados indican acontecimientos o estados, mientras que los argumentos
sirven para designar los individuos u objetos que participan en ellos. La gramtica tradicional ya haba debatido
ampliamente la existencia de predicados que no seleccionan ningn argumento, como sucede con los verbos
meteorolgicos (cf. Bello 1847: 773). Para regularizar su situacin se haban propuesto dos soluciones: la presencia
implcita de un agente externo (Dios, el tiempo, la naturaleza) o bien la de un argumento interno incorporado en el
propio significado del verbo (la lluvia). Segn esta ltima idea, que hoy parece ms defendible que la otra opcin, una
oracin como llueve equivaldra a cae la lluvia, de una manera parecida a como retratar implica hacer un retrato.
12 Lo que permite que un enunciado sin ninguna especificacin temporal pueda aparecer como ttulo de una noticia
es el hecho de que esta informacin se deduce del carcter de actualidad que requieren las informaciones
periodsticas. Esto explica igualmente el uso generalizado del presente para referirse a acontecimientos que ya se han
producido: Dimite el Ministro de Trabajo.
12
seleccin de argumentos por parte del predicado.
Concebir la sintaxis como una proyeccin de las dependencias lxicas tambin permite
enfocar fenmenos como el que estudibamos en (10), tradicionalmente desatendidos por los
planteamientos limitados a la oracin. El adverbio despus ubica el acontecimiento que constituye
la oracin principal como posterior a otra. En (10a) los dos acontecimientos forman parte de la
misma oracin: el que expresa la precedencia aparece como complemento del adverbio
introducido por la conjuncin que o por la preposicin de (Despus de cenar, hablaremos) y el que se
ubica a continuacin se realiza como predicacin principal de la oracin. En (10b), en cambio, el
acontecimiento precedente se formula como oracin independiente situada inmediatamente
antes de la oracin que contiene el adverbio. Los esquemas respectivos son, pues, los de (16):
13
(16) a. Despus de que X, Y.
b. X. Despus, Y.
14
de reducirse a un nico patrn preestablecido, tal como suele suceder con el anlisis rutinario de
las oraciones consistente en identificar las categoras gramaticales y las funciones sintcticas. Esta
prctica no es la nica manifestacin posible del anlisis gramatical, y en la medida en que se
centra en la forma y desatiende el contenido, resulta insuficiente como actividad gramatical
exclusiva en el aula de secundaria.
Un recurso habitual para detectar los lmites de los principios gramaticales consiste en
contraponer oraciones gramaticales con secuencias agramaticales, tal como hemos hecho en (17)
y (18). Otra posibilidad es plantear problemas en forma de preguntas de eleccin mltiple, tal
como se hace en Bosque (1994), un cuaderno que presenta un conjunto de 124 ejercicios de
gramtica con las correspondientes soluciones que se deben contestar en clave de gramtica
tradicional. El autor justifica la eleccin de la gramtica tradicional como marco terico de la
13 Es ms fcil describir el fenmeno que explicarlo. Parece que los SNs sujetos o complementos directos cuyo
ncleo es un nombre discontinuo no pueden aparecer sin un determinante o un cuantificador que contribuya a
delimitarlos. El plural tiene valor cuantificacional y, por lo tanto, delimita estos nombres. En cambio, los sustantivos
no contables no admiten delimitacin, por lo que pueden aparecer en singular.
15
obra con las siguientes palabras:
(19) Frente a lo que algunas veces se dice, las teoras gramaticales ms modernas no
consideran equivocado [el] enorme corpus de doctrina [que proporciona la gramtica
tradicional], sino ms bien todo lo contrario. Lo consideran imprescindible, y a la vez, y
sin que exista contradiccin, insuficiente. [...]
No siempre se ha utilizado entre nosotros la gramtica tradicional en toda su
capacidad, es decir, como un conjunto de recursos que convenientemente
aprovechados permiten un primer acercamiento a la gramtica que puede tener
consecuencias didcticas nada desdeables. [...](Bosque, 1994: 9-10)
Di Tullio (1997: 13) presenta una lista de actividades que pueden servir para reflexionar
sobre el lenguaje:
Es habitual que el anlisis gramatical en el aula tenga carcter inductivo. Es decir, se toma
como base una determinada oracin o enunciado y se hace el anlisis. Pero existe tambin la
posibilidad de proponer ejercicios que funcionen deductivamente. En estos, la respuesta consiste
en construir una oracin o enunciado que se ajuste a las pautas que marca el enunciado del
ejercicio. En (21) y (22) se recogen ejemplos de formulacin de ejercicios inductivos y
deductivos:
16
d. Compare los enunciados siguientes. Explique las diferencias de contenido
existentes entre ambas a partir de sus diferencias de estructura.
Una ventaja de los ejercicios de carcter deductivo es que el estudiante debe poner en
prctica su capacidad productiva una vez ha comprendido el patrn formal que plantea el
ejercicio. Por lo tanto, se trata de una actividad que proyecta sobre la actuacin los
conocimientos gramaticales aprendidos. Adems, los ejercicios de tipo deductivo permiten
comprobar que a un mismo esquema estructural le corresponde un gran nmero de oraciones y
que el anlisis no es meramente un procedimiento pasivo que solo se aplica sobre enunciados ya
dados a la misma formulacin del ejercicio.
Antes de concluir este apartado, querramos tratar brevemente sobre la actitud que debe
tener el estudiante a la hora de enfrentarse a los ejercicios de anlisis. Ya hemos dicho que una de
las justificaciones de esta prctica en la secundaria es hacerlo reflexionar sobre su competencia
lingstica. La actitud inicial del alumno a la hora de resolver los problemas de anlisis que se le
plantean ser, pues, la propia del hablante, es decir, la de una persona que puede tener intuiciones
sobre el sistema lingstico que habitualmente utiliza, pero que no es capaz de expresar
formalmente todo su conocimiento porque este ha sido interiorizado por mecanismos de
adquisicin y no de aprendizaje consciente. A medida que el estudiante progrese en el
aprendizaje de los contenidos gramaticales que se le transmiten a travs de la clase llegar a
formalizar lo que en un primer momento no eran ms que intuiciones de hablante. Dicho de otra
manera, pasar de tener la actitud del hablante a alcanzar la actitud propia del gramtico. A lo
largo de este proceso aprender unos conceptos y una terminologa y los procedimientos
formales sustituirn las intuiciones pretericas. As, por ejemplo, de un estudiante universitario
de primer curso que empiece a estudiar lingstica se espera que ya haya recorrido el camino que
separa una perspectiva de la otra. Pero es importante tener en cuenta que este camino no se
puede recorrer sin que en un primer estadio el estudiante aprenda a hacer preguntas muy bsicas
sobre su competencia lingstica. Si no adquiere esta sensibilidad, el paso al estadio de la
formalizacin o bien no se dar o bien el anlisis se convertir para l en un ejercicio
memorstico totalmente desconectado de su habilidad lingstica.
Intentar expresar lo que entiendo por actitud del hablante y actitud del gramtico con un
ejemplo extrado de un examen parcial que hicieron mis estudiantes en un curso de sintaxis
castellana de primer ciclo de filosofa y letras (especialidad filologa). Una de las preguntas de la
17
prueba deca lo siguiente:
Las respuestas que dieron los estudiantes se podran clasificar en tres grupos. El primero,
afortunadamente el menos numeroso, lo forman los que contestaron errneamente que el
elemento en cursiva formaba un constituyente. El segundo, bastante ms numeroso, contestaba
correctamente que la secuencia no formaba constituyente, pero a la hora de justificar su eleccin
daba un argumento elaborado desde su perspectiva de hablante: estos elementos no podan
formar constituyente porque las narices de que habla la oracin no son las del hijo, sino las de
Mara. No es necesario decir que el tercer grupo contestaba correctamente la pregunta y aduca la
prueba formal citada ms arriba. Creo que esta distribucin en tres grupos refleja adecuadamente
las diversas tipologas del estudiante que se enfrenta al anlisis gramatical. La primera clase est
formada por aquellos que o bien no han entendido los conceptos bsicos (en este caso, lo que es
un constituyente) o bien no utilizan su competencia de hablantes como manera de averiguar el
funcionamiento de los datos. La segunda es la de aquellos que no contestan como gramticos,
sino como hablantes. Es decir, no dominan la tcnica de la argumentacin gramatical, pero saben
guiarse por su competencia de hablantes para contestar la pregunta. Finalmente, la tercera clase
est formada por estudiantes que han alcanzado el nivel terico adecuado y saben contestar
tcnicamente.
18
Uno de los objetivos bsicos del anlisis gramatical practicado en la enseanza secundaria
ha de ser conectar el conocimiento que el alumno tiene como hablante con los conceptos
tericos que progresivamente fueron incorporados a las asignaturas de lengua. Es conveniente,
pues, que los conceptos ms bsicos tengan una correlacin clara con las intuiciones del
hablante. Eso significa que han de ser capaces de reflejar no solo las relaciones formales que
caracterizan el sistema, sino tambin su funcin de mecanismo comunicativo transmisor de
contenidos.
Determinar la terminologa que se tiene que usar en una disciplina obliga a plantearse, en
primer lugar, cules han de ser sus conceptos primitivos. La lengua es un mecanismo que
combina unidades simples para formar unidades ms complejas, segn unos principios
estructurales que establecen los lmites de esta combinatoria. Metafricamente, podramos decir
que se trata de un enorme juego de construccin (un lego) formado por piezas que encajan
unas con otras para formar edificaciones complejas. El almacn donde se guardan las piezas que
servirn para construir los edificios sintcticos es el lxico. No todas las piezas tienen la forma
idntica ni sirven para lo mismo. Para distinguir las piezas en funcin de sus propiedades
intrnsecas utilizamos el concepto de categora gramatical o clase de palabra. Este es el concepto ms
bsico de la tradicin gramatical greco-latina. La organizacin interna de las gramticas
tradicionales responde al estudio de las diferentes categoras de la lengua: el nombre, el verbo, el
adjetivo, etc.
Los criterios utilizados para definir las categoras gramaticales han sido de carcter
diverso. En general, la gramtica tradicional daba prioridad a las caractersticas semnticas sobre
las formales a la hora de caracterizar cada clase categorial, pero tambin usaba sus propiedades
morfolgicas. Mucho menos habitual era incorporar en la definicin de las categoras
gramaticales sus propiedades sintcticas.
19
Partes invariables de la oracin: preposicin, conjuncin y adverbio.
b. Sintcticos: propiedades combinatorias
El adjetivo acepta la cuantificacin de grado: muy alto, muy verde.
El adjetivo puede modificar un ncleo nominal: un problema mdico.
c. Semnticos: propiedades de designacin
Nombre: parte de la oracin que designa personas, animales o cosas.
Verbo: parte de la oracin que expresa estado, accin o pasin.
De los tres criterios que se recogen en (25) el semntico es, sin duda, el ms
problemtico, a pesar de ser el ms utilizado por la gramtica tradicional. As, la definicin de
nombre que se recoge en (25c) obliga a considerar impropiamente cosas la designacin de
nombres abstractos como idea, desconfianza o fe. A su vez, la manera en que se define el verbo en
este mismo apartado hara que lo fueran estado, accin o pasin, que son en cambio nombres
sustantivos. Lo mismo pasa con los nombres deverbales, como dimisin, permanencia o asesinato,
que expresan indudablemente acciones o estados, a pesar de no ser verbos. Esto ha hecho
descartar las nociones semnticas como criterio definitorio bsico de las categoras gramaticales.
En (26a), el SN los almendros hace de sujeto del infinitivo y por eso no necesita ningn nexo
preposicional. Por lo tanto, florecer funciona en este ejemplo como verbo. En cambio, en (26b)
florecer aparece acompaado de un complemento introducido por la preposicin de. En este
ejemplo se comporta, pues, como sustantivo, ya que tenemos que suponer que de los almendros es
complemento del nombre porque el verbo florecer no selecciona ningn complemento
introducido por esta preposicin (cf. *Florecen de los almendros).
Es habitual que una sola prueba no sea suficiente para determinar toda una categora
gramatical. As, a la hora de caracterizar el adjetivo se puede recurrir a la posibilidad que este
presenta de aceptar la gradacin morfolgica de superlativo: buensimo, altsimo. Pero es evidente
que no todos los adjetivos admiten esta clase de flexin. Tenemos blanqusimo y negrsimo, pero no
*marronsimo ni *grissimo, ya que la lengua usa en estos casos solo el superlativo analtico: mucho
20
verde y muy gris.14 Adems, hay toda una subclase de los adjetivos, los llamados relacionales,15 que
no admiten la gradacin morfolgica. El contraste de (27) refleja la diferencia entre un adjetivo
en uso calificativo y otro relacional:
Alimenticia tiene la funcin en (27a) de sealar una cualidad de la comida en cuestin. En cambio,
alimentaria en (27b) expresa la clase de productos fabricados (= la industria de la alimentacin).
Solo en el primer caso es posible la gradacin del adjetivo: Esta comida es muy alimenticia / *Aquella
industria es muy alimentaria. Hay adjetivos que pueden desarrollar ambas funciones: as, familiar es
calificativo cuando significa conocido (Aquel me resultaba un argumento familiar) y relacional
cuando designa relacin con la familia (Asist a una reunin familiar).
El hecho de que no todos los miembros de una misma categora gramatical respondan de
igual manera a las pruebas de diagnstico hace que sea necesario establecer subclases en casi
todas ellas. Este es el caso de los adjetivos: las gramticas los clasifican en determinativos,
calificativos, relacionales y adverbiales.16 De todos modos, siempre suele haber alguna prueba que
delimita de manera bastante clara la extensin de la categora gramatical correspondiente. En el
caso del adjetivo, se combinan aspectos sintcticos y morfolgicos: el adjetivo es una categora
capaz de acompaar un ncleo sustantivo, concordando en gnero y nmero.
14Ntese que la posibilidad de aceptar un cuantificador de grado externo ya no es una propiedad exclusiva de los
adjetivos. La comparten algunos sustantivos abstractos (mucho inters), algunos verbos (se divierte mucho) y los adverbios
(muy a menudo). Por otro lado, la posibilidad de llevar el sufijo de superlativo la comparten tambin algunos adverbios
cuantificadores de grado, como tantsimo o muchsimo.
15 Mientras que los adjetivos calificativos designan una propiedad del sustantivo al que especifican, los relacionales
establecen una conexin entre el sustantivo y otras entidades externas a este. Frecuentemente, los adjetivos
relacionales pueden ser sustituidos por SP: una ciudad alemana (= una ciudad de Alemania), un avance qumico (=un
avance de la qumica). Para los diferentes tipos de adjetivos, cf. Bosque (1993) y Demonte (1999).
16 Los adjetivos adverbiales expresan contenidos relacionados con la modalidad o punto de vista del hablante (el
verdadero culpable de la situacin, un mero problema terminolgico), con la cuantificacin (la reiterada protesta) o con la
ordenacin espacial o temporal (la siguiente puerta, el prximo presidente del gobierno).
17 No obstante, autores como Bello (1847) sealan el carcter adjetivo del artculo, en virtud de su concordancia con
el nombre.
21
indefinidos y cuantitativos forman la categora de los cuantificadores. Hay otras que renen
todos estos paradigmas en la clase de los determinantes, juntamente con el artculo. El cuadro
que sigue recoge las diferentes agrupaciones:
Es bien sabido que las lenguas no tienen las mismas categoras. El latn careca de artculo
y lo mismo pasa, por ejemplo, con las lenguas eslavas (excepto el blgaro) y el japons. Por otra
parte, la distincin entre dos categoras puede diferir de una lengua a otra. Una prueba de esto
nos la proporcionan el cataln y el castellano por lo que respecta a la distincin entre preposicin
y adverbio. En castellano, la frontera entre ambas clases es ntida: las preposiciones no pueden
aparecer sin su complemento, mientras que los adverbios siempre pueden carecer de
complemento. Estableciendo un paralelismo con los verbos, podramos decir que las
preposiciones son transitivas, ya que han de llevar obligatoriamente un complemento, mientras
que los adverbios son intransitivos.
Hay una segunda diferencia entre ambas categoras en castellano: cuando un adverbio
lleva un complemento, este tiene que ir introducido por una preposicin. Los ejemplos de (29)
prueban lo que acabamos de decir:
Sobre es una preposicin y por tanto ha de llevar un complemento. Encima es un adverbio y por
eso puede aparecer sin complemento. Cuando lo lleva, este tiene que ir introducido por la
preposicin de. Ntese que este criterio lleva a considerar preposiciones formas como durante y
excepto, que originariamente eran un participio de presente y un participio de pasado,
respectivamente, ya que ambas introducen su complemento directamente: durante la clase, excepto
los nios.
En cataln las cosas son un poco ms complicadas. Como indica Badia (1994: 023.1),
formas como dins o darrere, que pueden concurrir sin complemento, admiten que este, cuando
aparece, vaya precedido o no de preposicin: darrere la taula / darrere de la taula. Esto hace que los
diccionarios caractericen estas formas indistintamente como adverbios (cuando no van seguidos
de complemento: El vaig deixar darrere) o preposiciones (cuando tienen: El vaig deixar darrere (de) la
22
taula). Por otro lado, formas como darrere funcionan tambin como sustantivos. El DLC recoge
esta acepcin y da el ejemplo siguiente: les rodes del darrere. Pero la misma obra clasifica como
adverbial el uso de esta misma forma a Qu hi ha al darrere? Una posibilidad que parece plausible
es considerar que, cuando va precedido del artculo, darrere se comporta como sustantivo (ho vaig
deixar al darrere de la taula). Ntese que en estos casos el complemento tiene que ir precedido de la
preposicin de, como se deduce de la naturaleza sustantiva del ncleo: Qu hi ha al darrere del cotxe?
ante *Qu hi ha al darrere el cotxe? Finalmente, dins y darrere pueden aparecer precedidos de la
preposicin a: El vaig deixar a dins / Qu hi ha a darrere?
A partir de los datos se podra hacer la siguiente propuesta: (a) darrere es sustantivo
cuando aparece precedido del artculo; (b) darrere y dins son preposiciones cuando llevan un SN
complemento que no va precedido de la preposicin de; (c) en todos los otros casos, son
adverbios.18 Un caso especial es el que se plantea cuando el complemento es un posesivo: Anava
darrere seu. Ntese que el posesivo tiene un valor intrnsecamente genitivo, como lo demuestra el
hecho que se puede conmutar por un SP introducido por de: Anava darrere den Joan. Por lo tanto,
en los dos ejemplos anteriores darrere funcionara como adverbio.
Una crtica parecida a la que acabamos de hacer se puede dirigir a la tendencia que
muestran muchas gramticas a la proliferacin de locuciones conjuntivas. Para poner un ejemplo,
Badia (1994: 023.1) indica que un adverbio + que se convierte en conjuncin. Este sera el
caso del adverbio antes en (30c):
Segn este enfoque, en (30a) abans es un adverbio, en (30b) abans de es una preposicin y en (30c)
18Para una propuesta globalizadora desarrollada en el marco de la gramtica generativa, vase Bartra & Suer (1992).
En 13 estudiaremos los principios que determinan cundo un complemento debe ir introducido por una
preposicin.
23
abans que es una conjuncin. Ya hemos argumentado que no hay razn para suponer que en
(30b) ha cambiado el valor adverbial de la expresin temporal. Lo nico que sucede es que el
adverbio lleva un complemento introducido por una preposicin. Lo mismo pasa en (30c): en
este caso el complemento del adverbio es una subordinada completiva introducida por que.
Como es bien sabido, el cataln normativo rechaza la presencia de una preposicin cuando sigue
una subordinada completiva. Por este motivo la preposicin de no aparece entre el adverbio y la
subordinada en (30c), a diferencia del castellano, que la acepta (antes de que viniera), aunque no la
impone (antes que viniera).19 As pues, segn el anlisis que estamos defendiendo, abans es siempre
un adverbio, que puede aparecer sin complemento (30a), con un complemento nominal
precedido por de (30b) o con un complemento oracional introducido por que (30c).
Es evidente que la caracterizacin categorial de las piezas lxicas que forman una oracin
no es sino una parte minscula del anlisis sintctico. Como una oracin no es meramente una
suma de palabras ordenadas linealmente, el anlisis tendr que reflejar cul es el proceso de
formacin de categoras sintcticas complejas que hacen de intermediarias entre aquella y las
unidades lxicas. Consideramos las oraciones de (31):
Es obvio que en (31a) la oracin se forma uniendo las dos palabras que la componen: la primera
hace de sujeto y la segunda, de predicado. La nica diferencia que plantea (31b) es que el
predicado es ms complejo que el de la primera oracin, ya que adems del verbo selecciona un
SN que le hace de complemento directo. A la vez, este SN contiene un determinante y un ncleo
nominal. Los cambios que se han introducido en (31c) son del mismo tipo. El sujeto es ahora un
constituyente ms complejo, ya que est formado por un sintagma que, adems del ncleo,
contiene un complemento y un especificador. Y al SN que aparece a la derecha del verbo le
19 Esta diferencia entre el cataln y el castellano tambin se pone de manifiesto cuando la subordinada complementa
un nombre: el fet que vinguessin / el hecho de que vinieran. El cataln se comporta en estos casos como la mayora de las
lenguas romnicas (italiano, francs...) y como el ingls. La cada de la preposicin se debe al hecho de que la
conjuncin ya indica por s misma el carcter subordinado del complemento oracional, sin que la preposicin como
marca adicional sea necesaria.
24
hemos aadido tambin un complemento. Finalmente, (31d) muestra que las posibilidades de
expansin (o proyeccin) de la oracin son an mayores, ya que al predicado le hemos aadido
un complemento adjunto de modo y el sujeto tiene ahora dos complementos del ncleo. Lo que
es importante retener es la idea de que, a pesar de su mayor complejidad aparente, (31d) no es
esencialmente diferente de (31a), porque los procedimientos de expansin que se han aplicado
siguen una pauta comn. De hecho, el sujeto an podra aumentar su complejidad mediante la
adicin de ms complementos: el equipo de ftbol de Francia que ayer jug contra Escocia. El rbol
estructural de (32) refleja la manera como se han ido uniendo los constituyentes:20
(32)
O
SN SV
Det N V SP
N SP V SN P SN
N SP Det N Q N
P SN
P SN N SP
P SN
N N
Det N
determinante (Det). Los sintagmas toman como caracterstica el smbolo que corresponde a su ncleo: SN (sintagma
nominal); SV (sintagma verbal) y SP (sintagma preposicional). Sobre la propuesta de un sintagma cuantificador (SQ) y de un
sintagma determinante (SDet), cf. la nota 33. De forma provisional (cf. 8), en (32) representamos la oracin como O.
Los smbolos N y V representan, respectivamente, proyecciones nominales y verbales que no constituyen sintagma.
25
otro lado, el rbol de (32) contiene dos clases de constituyentes: los que son categoras lxicas y
los que constituyen categoras sintcticas. Los primeros ocupan los nudos terminales (es decir,
aquellos en los cuales se introducen directamente las piezas lxicas), mientras que las categoras
sintcticas son constituyentes ms complejos que resultan de la proyeccin sintctica de una
categora lxica.
Esp N Esp V
N SAdj V SN
(c)
SAdj (d) SP (e) SAdv
Adj SP P SN Adv SP
26
quien determina la naturaleza de todo el sintagma.21 Por contra, ni el complemento ni el
especificador son estructuralmente necesarios, aunque su presencia puede convertirse en
obligatoria por motivos lxicos. As, por ejemplo, todas las preposiciones requieren que su
complemento se realice, porque no tienen independencia lxica ni fontica (son formas clticas).
En cambio, los sustantivos ftbol y Francia forman ellos solos en (32) sendos SN.
Una vez el ncleo se ha unido con todos sus complementos, se le aade el especificador
para formar el sintagma. Las unidades que ocupan la posicin de especificador tienen que ver
con la determinacin, la cuantificacin y la modalidad. Por este motivo, es habitual utilizar las
etiquetas Det y Q en lugar de Esp para el SN, tal como hemos hecho en (32). Ntese que los
especificadores no afectan nicamente al ncleo del sintagma, sino a la combinacin de este con
todos sus complementos. Si digo En este despacho hay dos mesas metlicas, el cuantificador dos no se
aplica nicamente sobre mesas, sino sobre mesas metlicas, como lo demuestra el hecho de que la
anterior oracin se puede emitir en un contexto en el cual el despacho en cuestin haya otras
mesas, con la condicin que no sean metlicas. Siempre que sea morfolgicamente posible, entre
el especificador y el ncleo se establecen relaciones de concordancia.
21 El ncleo puede aparecer fonticamente vaco (es decir, elidido). As, una oracin como Tienes razn contiene un
sujeto pronominal nulo de segunda persona del singular. En ciertas ocasiones, el ncleo puede aparecer vaco, pero
el especificador o el complemento tienen realizacin fontica. Si digo El discurso del ministro me gust ms que el del
presidente, el SN el del presidente contiene un especificador y un complemento fonticamente realizados, mientras que
su ncleo nominal (representado como ) est elidido. La interpretacin de las unidades elpticas se hace
decticamente, como en el primer caso, o anafricamente, con un antecedente oracional o discursivo que fija el valor
de la unidad fonticamente vaca. Este es el caso del segundo ejemplo, donde el ncleo nominal elidido tiene como
antecedente el sustantivo discurso. El ncleo del SV tambin puede aparecer elptico: Juan tiene un hermano y Mara una
hermana. Ntese que en el segundo miembro de la coordinacin hace falta suponer que se ha elidido la forma verbal
tiene.
22 La teora que parte de la hiptesis de que todos los ncleos lxicos se proyectan estructuralmente de forma
idntica se conoce como teora de la X con barra y fue desarrollada por el generativismo a partir de Chomsky (1970).
27
(34)
Una conclusin importante que se deriva de (34) es que solo los sintagmas pueden
funcionar como complementos o adjuntos. Dicho de otra forma: las relaciones sintcticas no se
establecen directamente entre las piezas lxicas, sino entre los sintagmas, que son proyecciones
sintcticas de estas. Eso implica que los dos constituyentes de la oracin de (31a), Francia ganar,
no pueden ser un N ni un V, sino que necesariamente tienen que alcanzar el nivel del sintagma
correspondiente.
Otra cuestin que se suscita a la vista del esquema general de (34) es si la oracin es
tambin un sintagma que se ajusta al patrn general, o bien si constituye una excepcin.
Naturalmente, lo deseable es tratarla como un caso ms de sintagma. Lo primero que debe
plantearse, pues, es cul es su ncleo, ya que todos los sintagmas deben tener uno. El contraste
entre los enunciados de (35) ha llevado a los gramticos generativistas a defender que el ncleo
de la oracin es el elemento temporal que se manifiesta a travs de los morfemas del verbo:
28
Mientras que en (35a) los morfemas verbales estn marcados positivamente por lo que se refiere
al tiempo, en las otras dos secuencias esta informacin es defectiva y, en consecuencia, a los
correspondientes enunciados les falta la autonoma que da el anclaje de la predicacin en unas
coordenadas temporales decticas.23 Por otra parte, la informacin temporal de la oracin ejerce
una funcin discursiva de primer orden, por cuanto articula la cohesin narrativa en relacin a un
tiempo de referencia. Esto es lo que explica que el estudio de las correlaciones temporales en el
discurso sea uno de los aspectos ms importantes cuando se estudia un texto.
Esp T
T SV
Plantemonos ahora cul es la posicin que tiene que ocupar el verbo en (36). Como
ncleo del SV, tiene que aparecer dentro de este sintagma. Pero, al mismo tiempo, como
portador de los rasgos flexivos de tiempo, es el representante de T en la oracin. Por lo tanto,
podemos decir que cumple una doble funcin. Por un lado, es el ncleo del predicado y, por el
23 El tiempo verbal es dectico porque se interpreta en funcin de un punto de orientacin que normalmente
24 En la bibliografa generativista la proyeccin del tiempo que introduce la oracin tambin recibe el nombre de
Flexin, de manera que ST se puede representar igualmente como SF(lexin).
29
otro, lleva afijados los rasgos temporales que dan autonoma sintctica a la oracin. La existencia
de unidades con doble funcin no se limita al verbo. Como veremos ms adelante, hay otras
formas, como los pronombres interrogativos o los relativos, que comparten esta caracterstica,
que es una de las ms relevantes de la sintaxis de las lenguas.25 Las unidades que desarrollan una
funcin doble presentan caractersticas comunes. Por una parte, son piezas con contenido lxico
que ejercen la funcin de predicado, argumento o adjunto dentro de la predicacin donde son
seleccionadas. Por otra parte, tienen adems una funcin como unidades gramaticales
relacionadas con la temporalidad, la modalidad, la determinacin o la cuantificacin. La
gramtica generativa utiliza el concepto de transformacin para representar la doble funcin de
estas unidades.26 As, en el caso que estamos considerando, el verbo nacera en la posicin de
ncleo del SV y se trasladara posteriormente al ncleo de ST para contrastar sus rasgos de
tiempo, persona y nmero.
Los sintagmas que no representan proyecciones de las categoras lxicas mayores, como
es el caso de ST, se llaman proyecciones funcionales, enfrente de los otros, llamados proyecciones lxicas.
El ST no es la nica proyeccin funcional del espaol. Otra muy importante es la que acoge el
material en cursiva de (37), donde t representa la huella que ha dejado en su posicin originaria el
elemento coindizado que se ha movido:
25 La existencia de unidades con doble funcin es una fuente importante de variacin lingstica, pues es posible que
otros sistemas lingsticos codifiquen cada una de ellas con piezas lxicas diferentes. As, hay lenguas como el
euskera donde los rasgos de tiempo del verbo aparecen sistemticamente en un auxiliar, desligados del predicado
principal de la oracin.
26 La necesidad de representar la doble funcin sintctica de algunas entidades es una de las razones que justifica que
se propongan operaciones transformacionales. Hay otra, de la cual hablaremos ms adelante: el hecho de que
algunos argumentos hayan de desarrollar su funcin sintctica en una posicin diferente a aquella en que han
recibido su papel temtico, como sucede con el sujeto de una oracin pasiva. Las transformaciones son operaciones
de traslado a una posicin estructuralmente ms prominente en la estructura de la oracin (es decir, hacia una
posicin ms alta en el rbol). Cuando una categora se traslada, se supone que deja una huella coindizada (t) en la
posicin de partida, como muestra de que la entidad trasladada est vinculada a tal posicin. Como acabamos de
decir, hay transformaciones de ascenso, pero no de descenso. Esto se explica por el hecho de que la unidad
trasladada ha de poder mandar-c (mando de constituyente) la huella que ha dejado. Un nudo A del rbol manda-c a otro
B si y solo si el primer nudo ramificado que domina a A domina tambin a B. Para una presentacin tcnica
asequible de estos conceptos y del modelo de principios y parmetros, cf. Haegeman (1991).
30
o adjuntos de la oracin que se proyectan a la primera posicin porque son a la vez marcas de
modalidad interrogativa o exclamativa. Este desplazamiento tiene que ver con su carcter de
marcadores de la modalidad del enunciado. La doble funcin que tienen en la oracin se
representa en (37) por su vinculacin a dos posiciones sintcticas: la perifrica que acaban
ocupando y la que corresponde a su huella al interior del ST.
27Este fenmeno, que recibe el nombre de verbo en segunda posicin (V2), solo se aplica en cataln y en castellano a las
oraciones interrogativas y exclamativas parciales. En alemn, en cambio, se da tambin en las oraciones principales
de modalidad aseverativa.
28 La gramtica tradicional ha tenido tendencia a interpretar este que como relativo. No obstante, hay pruebas que
sugieren el carcter de nexo completivo de dicha unidad: la inversin obligatoria del orden sujeto-verbo (que no se
da nunca a las relativas), la imposibilidad de encontrar otros pronombres relativos en estas construcciones (cf. *Qu
cosas con las cuales se entretiene!), el hecho de que (37e) tiene un valor oracional y no de sintagma nominal, como
correspondera si hubiera una relativa, y finalmente la posibilidad de suprimir el nexo subordinante sin que cambie el
significado (Qu cosas dices!). Para el anlisis de estas oraciones, cf. Brucart (1993).
29 El nombre complementador proviene de la traduccin literal del ingls complementizer, que equivale ms bien a
subordinante. Ntese que, en efecto, la funcin de esta proyeccin sintctica es subordinar la oracin para hacerla
funcionar como argumento de otra predicacin o bien asignndole una modalidad marcada.
31
(38)
SC
Esp C
C ST
SV
Las diferencias sintcticas que se pueden apreciar en (39) derivan de que solo en el primer caso
se ha producido el traslado sintctico del elemento enftico contrastivo a la posicin de
especificador de SC. Esta operacin genera, a su vez, el efecto de inversin del orden sujeto-
verbo, al cual ya nos hemos referido antes. En (b), en cambio, el elemento enftico contrastivo
conserva su posicin argumental bsica y, en consecuencia, no hay ningn efecto sintctico que
diferencie esta oracin de otra aseverativa no enftica. Por lo tanto, el traslado sintctico de esta
clase de elementos enfticos es solo opcional, a diferencia de lo que sucede con los elementos
interrogativos y exclamativos.31
30La construccin enftica de (39a) no se debe confundir con la topicalizada correspondiente (En Olot veranea Mara),
que estudiaremos en el cf. 15.
31Hay una clase de construcciones, llamadas interrogativas de eco, en las cuales el pronombre o adverbio interrogativo
no se traslada al principio de la oracin: Ayer viste quin? Es importante notar, sin embargo, que no se trata nunca de
preguntas neutras, sino que son oraciones que solo se pueden emitir en contextos en que el hablante o bien quiere
expresar sorpresa o bien quiere comunicar a su interlocutor que no ha sido capaz de procesar la informacin emitida
por aquel. Otro caso en que los pronombres y adverbios interrogativos pueden quedarse en su posicin bsica es el
de las interrogativas mltiples, donde hay ms de una unidad interrogativa: Quin dijo qu? En estos casos solo uno de
los interrogativos puede trasladarse al especificador de SC. El otro se queda in situ.
32
que, precediendo el nexo que, marcan la modalidad de la oracin, como verdad: Verdad que Mara
dijo que vendra?
Las entidades que pueden ocupar la posicin de ncleo de SC son de dos clases: nexos de
subordinacin como que y si, que tienen como funcin convertir una oracin en argumento de
otra, y ncleos verbales que deben acceder a ella para cumplir el requerimiento que el verbo
ocupe la segunda posicin estructural en las oraciones interrogativas y exclamativas parciales (y
tambin en las contrastivas con traslado sintctico del elemento enftico al especificador de SC).
ST Temporalidad
Temporalitat
SV Predicaci
Predicacin
32 Tal como se indica en el esquema de (40a), el traslado de qu se lleva a cabo en dos etapas: primero se proyecta en
la posicin de especificador de SC de la oracin subordinada y, despus, asciende a la misma posicin del SC de la
principal. Por esta razn aparece en la representacin una segunda huella (ti ).
33
El dominio del SV corresponde a la predicacin que toda oracin necesariamente ha de
contener. Naturalmente, este SV puede incorporar otros dominios oracionales subordinados, en
funcin de la propiedad recursiva del lenguaje. Adems, como ncleo de la predicacin principal
de la oracin hace falta un verbo. Este requerimiento no deriva del hecho de que los verbos sean
las nicas unidades lingsticas que puedan funcionar como predicados, que no lo son (muchas
otras categoras pueden desarrollar esta funcin semntica), sino que se deduce de los
requerimientos que impone el dominio inmediatamente superior: el ST.
A lo largo de este apartado hemos hecho uso de diagramas arbreos para representar la
estructura de los elementos de la oracin. En la enseanza es frecuente hacer lo mismo, con el
modelo que hemos usado aqu o con algn otro diferente. Pero es importante no confundir en
ningn momento los esquemas de representacin formal del anlisis con el propio anlisis.
Como ya hemos dicho antes, es perfectamente posible hacer anlisis gramatical sin tener que
dibujar esquemas estructurales. En cambio, lo que resulta fundamental es entender que la
33 Adems de las proyecciones funcionales ST y SC, propias de la oracin, algunos autores han propuesto otras que
afectaran el anlisis del SN. Las ms importantes son SDet (sintagma determinante) y SQ (sintagma cuantificador). Si se
aceptan estas proyecciones, la msica clsica se ha de analizar como un SDet cuyo ncleo es el artculo, con un
complemento SN formado por msica clsica. De la misma manera, en algunos chicos de la clase, algunos sera el ncleo del
SQ, mientras que chicos de la clase funcionara como SN complemento. En Aquellos cuatro chicos, la estructura sera la
siguiente: [SDet Aquellos [SQ cuatro [SN chicos ]]], donde el SN es complemento del SQ y este, del SDet. Una ventaja
de esta teora es que permite expresar la condicin categorial que requieren los sujetos preverbales en cataln y en
espaol: tienen que ser SDet o SQ, pero no pueden ser simplemente SN (*Trenes llegaron a les siete). Considerar que en
estas proyecciones el ncleo es el determinante o el cuantificador no resulta antiintuitivo, porque son precisamente
estas las entidades las que condicionan la naturaleza referencial de los argumentos. Naturalmente, si se acepta la
distincin entre SDet y SN, los nombres propios y los pronombres han de considerarse como SDet y no meramente
como SN. Una manera de conseguir esto es suponer que los nombres propios tienen un rasgo lxico [+Det] que les
permite trasladarse desde el ncleo de N, donde se generaran, hasta el ncleo de Det. Por lo que se refiere a los
pronombres personales, seran determinantes y se generaran directamente en esta posicin. Esto explicara el orden
de sintagmas como estos cuatro, ya que el cuantificador funcionara como complemento del determinante.
34
combinacin de las distintas piezas lxicas que componen una oracin tiene que respetar unos
patrones sintcticos que derivan de principios combinatorios mximamente simples. Como dice
Eduardo Benot, miembro destacado de la corriente de la gramtica filosfica, dominante a
principios del siglo XX: La ciencia del hablar no ha de buscarse en las palabras aisladamente,
sino en su combinacin y en la combinacin de sus combinaciones. [...] Sin piedras, sin ladrillos,
sin hierro, sin materiales, en una palabra, no hay casas ni edificios de ninguna clase. Pero los
materiales no son casas. Lo que constituye los edificios es la forma especial que resulta de la
CONSTRUCCIN hecha con sus materiales (Benot, 1910: 26-27).
35
infraoracionales.
Es evidente que (43a) no sirve como criterio distintivo de lo que es una oracin, ya que
esta condicin la superan otros tipos de predicacin no oracional. As, la misma predicacin que
en (44a) se formaliza a travs de una oracin subordinada, en (44b) se formula mediante la
relacin entre un complemento predicativo y el complemento directo:
La gramtica tradicional ya haba sealado que otras formas adems del verbo podan funcionar
como ncleos predicativos. Los atributos y los llamados complementos predicativos desarrollan
precisamente esta funcin. As pues, en (44b) el segmento en cursiva constituye una predicacin,
pero en cambio no forma una oracin. Trataremos con ms detalle el concepto de predicacin
en el prximo prrafo.
Resta, finalmente, plantearse cul tiene que ser el papel de la condicin de (43d) a la hora
de definir la oracin. Los enunciados de (45) reflejan la importancia de esta ltima condicin:
36
Es obvio que (45a) contiene una oracin, pero no es menos cierto que el enunciado entero no es
oracional, ya que la oracin es una subordinada completiva que funciona como complemento del
adjetivo contento. Por lo tanto, (45a) es sintcticamente un SAdj y no una oracin. Lo mismo pasa
en (45b) con la conjuncin porque: la oracin se subordina a esta, de manera que lo que tenemos
es un enunciado infraoracional que se ha de interpretar como complemento circunstancial de
causa de algn predicado aparecido en el discurso previo.34 El caso de (45c) merece un
comentario especial. Por un lado, es innegable que el enunciado es oracional, ya que su
proyeccin sintctica mxima es el ST que corresponde a la oracin de infinitivo. Pero, por otro
lado, resulta igualmente claro que no se trata de una predicacin independiente, ya que los rasgos
de temporalidad de la oracin son defectivos. Ntese que, de hecho, (45c) tiene el valor de un
argumento ms que no el de predicacin, ya que puede emitirse como respuesta a la pregunta
Qu es lo que ms deseas? Lo mismo pasa con (45d), aunque en este caso los rasgos de
temporalidad aparecen realizados. En este caso es la presencia del nexo subordinante que el
elemento que convierte la predicacin en un argumento, de manera que el enunciado podra ser
la respuesta a una pregunta como Qu te ha dicho mi madre? Finalmente, (45e) tiene dos valores
posibles. Una opcin es que, como en los dos casos anteriores, constituya la respuesta a una
pregunta (Qu es lo que ms deseas?). La otra, ms frecuente, es que sea una oracin de modalidad
desiderativa. En este caso, el que introductor es un marcador de modalidad, mientras que en la
otra lectura hace de conjuncin completiva.
Los ejemplos de (45) reflejan la necesidad de distinguir entre oracin principal y oracin
subordinada. Solo las primeras son entidades sintcticamente autnomas. Las segundas, en
cambio, a pesar de cumplir las condiciones formales para constituir una oracin, carecen de
autonoma sintctica porque aparecen subordinadas a alguna otra unidad del enunciado (45a,b),
porque presentan una temporalidad defectiva (45c) o bien porque aparecen introducidas por un
nexo de subordinacin ((45d) y una de las interpretaciones de (45e)). En los tres casos, el
enunciado es un argumento o un adjunto de algn predicado emitido previamente en el discurso.
En cambio, en su interpretacin desiderativa, (45e) siempre se ha considerado una oracin
principal, aunque con una modalidad marcada (es decir, no aseverativa).
34 La conjuncin porque parece provenir de la unin de la preposicin por con la conjuncin completiva que. Esto
explica la alternancia entre preposicin y conjuncin en casos como el siguiente: Lo hice porque quera / Lo hice por
salir del paso.
37
subordinadas les corresponde el de clause. En la tradicin hispnica ha habido intentos de
proponer una distincin parecida, contraponiendo el trmino oracin (que en este sentido ms
restringido sera equivalente a oracin principal) a los de clusula (propuesto, por ejemplo por Rojo
(1978)) o proposicin (trmino usado por Bello (1847)). No obstante, estos trminos no han
acabado de imponerse y parece preferible, como opcin operativa, continuar manteniendo a la
enseanza los trminos tradicionales de oracin principal y oracin subordinada. Es fundamental, no
obstante, entender que la relacin entre la principal y la subordinada es siempre de inclusin de
esta en la primera, y no de sucesin lineal. En la oracin Lus cree que Mara tiene razn, la
subordinada completiva es una parte de la principal (su complemento directo). Por lo tanto, es
un error grave suponer que en la anterior oracin la principal es solo la secuencia Luis cree, ya que
a esta le falta uno de sus constituyentes.35
Hay otros trminos relacionados ntimamente con el de oracin que merecen algn
comentario. En primer lugar, nos referiremos a las oraciones con verbo no personal: oraciones
de infinitivo, de gerundio y de participio, representadas sucesivamente en (46):
35 Un problema que plantea el uso de las denominaciones oracin principal y oracin subordinada reside en el hecho de
que a veces se usa el primer trmino con un valor relativo, como equivalente de oracin matriz. As, en Creo que
Mara dijo que Juan no vendra, se podra decir impropiamente que la oracin de dijo es principal respecto de la de
vendra y subordinada en relacin a la de creo. Para evitar confusiones, en estos casos sera preferible usar etiquetas
como la de oracin matriz u oracin regente para referirse a la oracin del rango jerrquico inmediatamente superior a
una subordinada.
36 Cuando la oracin de infinitivo es seleccionada por un predicado, su sujeto es elptico () y se debe interpretar
como correferente con alguno de los argumentos del predicado regente. As, por ejemplo, el verbo querer impone
que el sujeto del infinitivo se interprete como correferente con su propio sujeto (tcnicamente, se dice que querer es
un verbo de control de sujeto). Hay verbos de control de complemento directo (Juan invit a Marai [a i bailar un
tango]) y de complemento indirecto (Juan prohibi a su hijai [i salir con ese chico]). A pesar de la coindizacin que existe
en estos casos entre la categora elptica y el elemento de la oracin principal, no se ha producido ninguna
transformacin de traslado, ya que cada uno de los dos elementos representa un argumento diferente seleccionado
por un predicado distinto. Por lo tanto, no es una huella, sino un argumento elptico distinto del que corresponde
a su antecedente. Cuando el sujeto del infinitivo no tiene un antecedente en la oracin principal, recibe una
interpretacin inespecfica (llamada arbitraria): Es peligroso [ asomarse]. Las oraciones de infinitivo solo pueden
llevar un sujeto lxicamente realizado cuando funcionan como adjuntos circunstanciales (46b) o, en condiciones
excepcionales, cuando actan de sujeto: [Salir l del cine] y [comenzar la gente a chillar] fue todo lo mismo. El sujeto lxico de
un infinitivo siempre debe aparecer pospuesto al verbo, lo cual se suele explicar por la subida obligatoria del verbo
desde T al ncleo del SC. Lo mismo sucede con los sujetos lxicos de las otras formas no personales del verbo (cf.
46d). Las oraciones de gerundio y de participio siempre desarrollan la funcin de adjunto respecto de la principal.
38
La etiqueta oracin reducida se utiliza en el marco de la gramtica generativa para designar
la relacin predicativa que se establece entre los constituyentes en cursiva de (47):
Otra distincin que afecta al trmino oracin es la que establecen algunos autores entre
oracin compuesta y oracin compleja. As, las oraciones coordinadas seran compuestas, mientras que las
que contienen oraciones subordinadas seran complejas. La distincin es bastante razonable, pero
no se debe olvidar que el trmino no marcado de la oposicin con oracin simple es oracin
compuesta, por lo cual muchos gramticos engloban tanto la coordinacin como la subordinacin
dentro del concepto de oracin compuesta. Por lo tanto, parece recomendable reducir al mximo la
proliferacin de trminos tcnicos y hablar de oracin compuesta por coordinacin y de oracin compuesta
por subordinacin, descartando la etiqueta oracin compleja.
10. La nocin de predicacin y otros conceptos semnticos bsicos (argumentos, operadores y cuantificadores)
37 No sera ya impersonal la variante no normativa concordada: #Haban nios en el patio, ya que aqu el sujeto sera
nios. Marcamos con el smbolo # el hecho de que se trata de una variante no normativa.
39
lingsticas. En lo que se refiere al mbito de la oracin, la nocin semntica fundamental es la de
predicacin. De hecho, la diferencia fundamental entre las oraciones y los enunciados
infraoracionales es que solo las primeras constituyen predicaciones:
Parece obvio que (48c) no es una predicacin, sino un argumento. De aqu que la
interpretacin de este fragmento solo pueda hacerse vinculndolo a alguna predicacin del
contexto.38 Podra parecer que el caso de (48b) es substancialmente diferente, pero hace falta
tener cuidado al juzgar su naturaleza. Es cierto que (48b) contiene una predicacin, pero el
enunciado en su integridad no constituye una predicacin, ya que el nexo subordinante que que la
introduce hace que su valor semntico sea el de un argumento. Esto explica que la nica manera
de interpretar correctamente este enunciado sea vinculndolo a una predicacin anterior (por
ejemplo, como respuesta a la pregunta Qu te ha dicho Pedro?).
Los predicados son elementos relacionales que seleccionan argumentos. As, hacer es un
predicado de tres argumentos: un AGENTE, un TEMA (aquello que se hace) y un DESTINATARIO
(cf. 11, donde presentaremos con ms detalle la nocin de argumento y de papel temtico).
Supongamos que queremos formar la oracin Pedro dio un beso a Mara. Como ya hemos estudiado
antes (cf. (41)), la temporalidad es un elemento de la oracin externo a la predicacin. Por tanto,
podemos representar la predicacin de esta oracin como Pedro dar un beso a Mara. El
predicado es el verbo dar y los tres SN seleccionados son el sujeto, el complemento directo y el
complemento indirecto. El proceso de formacin de una predicacin a partir del predicado se
hace progresivamente: primero, el predicado identifica sus argumentos internos (aquellos que
dependen del SV) y finalmente se le une el argumento externo (el sujeto) para formar la
predicacin. En (49) se refleja el proceso composicional, donde las variables x, y y z representan
los tres argumentos seleccionados (que se realizarn sintcticamente como sujeto, complemento
directo y complemento indirecto, respectivamente):
pasara si este fragmento se utilizara como presentacin al oyente de la persona designada o si el enunciado fuera el
ttulo de una novela. En cualquier caso, el SN no se interpretara como una predicacin entera, sino como uno de
sus trminos (Esta es Mara).
40
c. dar un beso a Mara (x) predicado complejo
d. Pedro dar un beso a Mara predicacin
(49) refleja que una predicacin es una entidad formada por un predicado con todos sus
argumentos sintcticamente identificados.39 La combinacin del predicado con sus argumentos
internos da lugar a predicados complejos, como dar un beso. La prueba del valor predicativo de
estas combinaciones es que la misma combinacin de rasgos corresponde a un verbo simple
(besar: Pedro bes a Mara).
Como ya hemos dicho, los predicados complejos tambin pueden contener adjuntos. As,
en una predicacin como dar un beso a Mara delante de todo el mundo, el adjunto locativo
delante de todo el mundo se combinara con el predicado complejo de (49c) para formar a su vez el
predicado complejo dar un beso a Mara delante de todo el mundo (x). El SP delante de todo el
mundo contiene un argumento (todo el mundo), que es seleccionado por el adverbio. La gramtica
tradicional consideraba el verbo como el predicado por antonomasia, pero admita que tambin
los adjetivos podan formar predicados cuando funcionaban como atributos de una oracin
copulativa. As, en Lus es listo, el predicado que selecciona como argumento externo Lus es el
adjetivo listo. Tambin las preposiciones y algunos adverbios tienen la capacidad de seleccionar
argumentos, como acabamos de ver en el caso de delante de todos. Finalmente, sealaremos que
tambin los nombres pueden llevar a cabo la seleccin de argumentos: en su opinin de Luis, el
sustantivo opinin selecciona un argumento interno (el PACIENTE: Luis) y uno externo (el
AGENTE: el posesivo su, que contiene los rasgos de persona de quien emite la opinin). As pues,
el SN su opinin de Lus es un argumento (cf. Su opinin de Lus es absolutamente negativa), pero a la
vez contiene internamente una predicacin el ncleo de la cual es el sustantivo opinin.
39 Tcnicamente, se dice que un predicado que ha identificado todos sus argumentos es un predicado saturado. La
40En muchos casos hay proximidad entre los operadores y los predicados. Ntese, por ejemplo, que (50c) podra
formularse convirtiendo en predicado principal el elemento modal: Es probable que Juan no conociese la noticia.
41
(37): adems de su naturaleza argumental (como complemento directo de la oracin), el
pronombre interrogativo qu funciona como operador interrogativo con funcin oracional.
Tambin hay operadores que inciden nicamente sobre alguno de los elementos de la
oracin:
Las unidades que aparecen en cursiva en (52) multiplican el acontecimiento a que hace
referencia el predicado. Ntese, en efecto, que estamos hablando, respectivamente, de dos
experiencias vitales mas, de un conjunto de votaciones favorables, de dos o ms aprobados, de
seis empates, de todo una serie de fracasos, de la lectura cotidiana del diario y del estndar de
vida en Barcelona. Los numerales, los cuantitativos y los indefinidos son las categoras
gramaticales a las cuales pertenecen los cuantificadores ms tpicos, pero los procedimientos de
multiplicacin de las lenguas son muy complejos, de manera que tambin otras unidades tienen
valor cuantificacional, como la interpretacin habitual del presente de indicativo (52g), los nexos
de coordinacin copulativa (52c), los morfemas de plural (52d) o el se impersonal (52h).41
41 Los numerales, la coordinacin y el plural son cuantificadores no intrnsecos, ya que admiten alternativamente una
interpretacin colectiva o de grupo y otra distributiva. As, la oracin Lus y Mara viajaron a Suiza admite dos lecturas:
en una de ellas ha habido solo un viaje hecho conjuntamente por dos personas (interpretacin colectiva) y en la otra
se informa de dos acontecimientos de viajar a Suiza (interpretacin distributiva). Ntese que solo la lectura
distributiva implica la multiplicacin del acontecimiento. Hay predicados que imponen la lectura distributiva, porque
expresan cualidades o acontecimientos tpicamente individuales (Luisa y Mara llevaban un vestido azul), y otras que
42
Aunque no producen la multiplicacin del acontecimiento, tambin son cuantificadores
los indefinidos como algn, todo o cualquier, ya que sus caractersticas lxicas hacen que funcionen
como variables42 y puedan referirse a un nmero indeterminado de individuos. As, puedo decir
Alguien llama a la puerta incluso en el caso que sean dos o ms las personas que estn llamando.
De la misma manera, una oracin como Cualquier periodista sabe lo que es un lead predica de todo el
conjunto de los periodistas y no de uno solo.
En funcin del alcance de su referencia, los cuantificadores pueden ser universales (todo,
cada, siempre) o bien existenciales (algn, tres, a menudo). Una subclase especial de cuantificadores es
la de los partitivos (mayora, mitad, X por ciento) y los multiplicativos (doble).
11. La seleccin de argumentos por parte de los predicados: los papeles temticos o funciones argumentales
Como una oracin puede contener ms de una predicacin, la primera operacin que
hace falta llevar a cabo es determinar la relacin entre predicados y argumentos. Se debe sealar
que en este punto la gramtica tradicional presenta insuficiencias, ya que no siempre fue capaz de
reconocer ciertos tipos de predicaciones. As, las oraciones de (53) muestran predicaciones
secundarias que se aaden a la principal:
exigen la lectura colectiva (Estos cuatro versos forman una estrofa). A diferencia del comportamiento de estos
cuantificadores, los indefinidos en singular, como todo o cualquier, son cuantificadores intrnsecos, ya que solo admiten la
interpretacin distributiva.
42 Los SN algn lingista, todo lingista y cualquier lingista tienen valor de variable lgica porque no designan ningn
lingista en particular, sino miembros no especficos de la clase de los lingistas. La diferencia entre estos
cuantificadores es que algun tiene valor existencial (alude a la existencia de como mnimo un miembro de la clase),
mientras que todo y cualquier son cuantificadores universales (designan distributivamente todos los miembros de la
clase).
43
f. Con tu madre en casa, nos divorciaremos.
Por lo respecta a (53d), resulta obvio que crea selecciona una proposicin que consta de
un predicado episdico de vacaciones y el argumento de este, que es el pronombre cltico de
segunda persona que aparece adjunto al verbo. La parfrasis tambin avala en este caso el
anlisis: Crea que estabas de vacaciones.
gramatical tiende a suponer que estas construcciones no son propiamente atributivas, ya que el locativo no
pronominaliza por lo. Por lo tanto, se considera que el verbo estar es aqu un verbo intransitivo y que el
complemento locativo es un circunstancial. A nuestro entender, este anlisis es totalmente insatisfactorio, porque ni
el locativo se puede omitir, como sera de esperar si fuese un circunstancial, ni parece que el significado de estar sea
diferente en estas oraciones. Creemos que se trata de oraciones atributivas y que el locativo es el predicado que
selecciona el sujeto. El complemento temporal es un adjunto de la predicacin locativa.
45De expresa frecuentemente cualidades no permanentes, como demuestra el contraste entre Es ingeniero (cualidad
permanente) y Trabaja de ingeniero (cualidad episdica).
44
por la preposicin con. En la primera de estas oraciones, el verbo ver selecciona una proposicin,
formada por las unidades que aparecen en cursiva en el ejemplo. Dentro de esta, el predicado es
la preposicin con, que selecciona a su vez un argumento interno (un vestido nuevo) y uno externo
(Mara). De aqu que (53e) sea equivalente a Vi que Mara llevaba un vestido nuevo. Analizar con un
vestido nuevo como complemento circunstancial sera absurdo: equivaldra a decir que para ver a
Mara ha hecho falta ponerse un vestido nuevo. En (53f) la proposicin encabezada por con
forma un adjunto equivalente a la prtasis de una oracin condicional: Si tu madre se est en casa,
nos divorciaremos.
El verbo abrir selecciona dos argumentos: uno interno y otro externo. El interno recibe el
papel temtico de TEMA (lo que se ha abierto), mientras que el argumento externo puede ser un
AGENTE, como en (54a), o un INSTRUMENTO, como en (54b). Si el argumento externo de abrir es
un AGENTE, el INSTRUMENTO se puede incorporar a la predicacin como un adjunto, como
sucede en (54a). Ntese que en este caso es la preposicin instrumental con es la que asigna el
papel temtico a la llave. En cambio, cuando el argumento externo recibe el papel temtico de
INSTRUMENTO, el AGENTE no puede incorporarse a la predicacin como adjunto (cf. *La clave
abri la puerta {para / con} Lus). Esto se debe al hecho que los papeles temticos estn
jerarquizados, de manera que el AGENTE tiene preferencia sobre el INSTRUMENTO. Por lo tanto,
45
si la predicacin incorpora un AGENTE, el INSTRUMENTO solo puede aparecer como adjunto.46
Lo que tienen en comn (54d, e) es que sus verbos pertenecen a la clase de los
predicados psicolgicos, ya que expresan el estado anmico que experimenta un individuo ante
un cierto estmulo. Tanto adorar como gustar seleccionan los mismos argumentos: un TEMA (el
estmulo que provoca el estado psquico) y un EXPERIMENTADOR (el individuo que experimenta
la sensacin psicolgica). No obstante, uno y otro verbo se comportan sintcticamente de
manera muy diferente: mientras que el sujeto de gustar es el TEMA, el de adorar es el
EXPERIMENTADOR. El contraste entre estos verbos parece indicar que no hay una
correspondencia unvoca entre la seleccin de los argumentos y su realizacin sintctica.47
(55) a. El agua hirvi. / Luis hirvi el agua. / Luis hizo hervir el agua.
b. El vaso se rompi. / Mara rompi el vaso.
c. El dolor disminuy (con el calmante). / El calmante disminuy el dolor.
d. La bomba explot. / El terrorista hizo explotar la bomba.
e. El consejero ces. / El presidente destituy al consejero.
En todos los ejemplos anteriores se produce una alternancia entre una variante
46 No es frecuente que un predicado acepte indistintamente como argumento externo un AGENTE o un
INSTRUMENTO. Un verbo como hablar acepta un instrumental como adjunto (El profesor hablaba con un micrfono), pero
no como argumento externo (cf. *El micrfono hablaba). Es cierto que la anterior oracin puede ser gramatical, pero
solo en el caso que se asigne a el micrfono un comportamiento propio de los seres animados, de manera que se
interprete como AGENTE. En cambio, la oracin La llave abri la puerta puede interpretarse perfectamente sin atribuir
a la llave rasgos de animacidad.
47 Conviene decir, sin embargo, que algunos lingistas proponen establecer diferencias entre los papeles temticos
que asignan estas dos clases de verbos psicolgicos. Segn estos investigadores, mientras que la clase de adorar
asignara TEMA y EXPERIMENTADOR, la de gustar seleccionara un EXPERIMENTADOR y una CAUSA. As, Me gusta la
msica equivaldra a La msica me produce gusto. La ventaja que presenta este anlisis es que permite mantener la
idea de que hay una correspondencia entre la red argumental (o temtica) de los verbos y su realizacin sintctica.
46
anticausativa, que proyecta el TEMA a la posicin de sujeto, y otra causativa, que realiza el TEMA
como complemento directo y coloca como sujeto un AGENTE o una CAUSA. Algunos verbos,
como hervir admiten indistintamente la construccin anticausativa y la causativa. En cambio,
otros como romper marcan la anticausatividad mediante la adicin de un cltico (formando lo que
la tradicin llama conjugacin pronominal: romperse). No todos los verbos admiten la variante
causativa. Puedo decir El consejero ces por sus declaraciones a la prensa, pero no puedo colocar la causa
como sujeto: *Sus declaraciones a la prensa cesaron al consejero. Tampoco sera correcto decir *El
terrorista explot la bomba, ya que explotar no admite la variante causativa. En estos casos, la lengua
cuenta con la posibilidad de recurrir a una perfrasis con hacer o dejar: Sus declaraciones a la prensa
hicieron cesar al ministro48 o El terrorista {hizo / dej} explotar la bomba. De hecho, la perfrasis
causativa tambin es posible con los verbos que admiten que la CAUSA aparezca como sujeto, tal
como muestran (55a, c).
No hay una lista establecida de papeles temticos o funciones argumentales que sea
aceptada por todos los lingistas. En cambio, s que hay acuerdo respecto de la mayora de ellos,
ya que expresan relaciones semnticas primitivas de alcance universal en las lenguas. Haegeman
(1991: 3.2.3) propone las siguientes definiciones para algunos de los ms importantes:
48De toda manera, en este caso sera preferible nominalizar el predicado: Sus declaraciones a la prensa provocaron el cese del
ministro.
49 Los papeles temticos se representan tambin como papeles , usando la theta griega como abreviatura del
adjetivo.
47
por el predicado). [El paquete lleg tarde; Juan ha escrito
una novela]
EXPERIMENTADOR: entidad que experimenta un cierto estado psicolgico
expresado por el predicado. [Mara teme la reaccin de
Pepe; Le parece poco claro]
BENEFACTIVO: entidad que se beneficia de la accin expresada por el
predicado. [Lo hice para Mara]
DESTINATARIO o META: entidad hacia la cual se dirige la actividad expresada por
el predicado. [Di un libro a Mara; Iremos a Olot]
FUENTE u ORIGEN: entidad desde la cual se mueve alguna cosa como resulta
do de la actividad expresada por el predicado. [Viene de
Pars; Lo hace as desde que era joven]
LOCATIVO: lugar donde se sita la accin o estado expresado por el
predicado. [Lo dijo en la piscina]
Hay autores que reducen la lista anterior, fusionando PACIENTE y TEMA. Por otro lado,
parece claro que se tendran que aadir otros papeles, como CAUSA (El fro la mat),
INSTRUMENTO (Estudi con el manual que le dejaste), MANERA (Conduca con mucha precaucin),
TIEMPO (VINO la semana pasada), DURACIN (Permaneci tres horas), COMPAA (Fue con Mara),
etc. Adems, hace falta decidir si hay papeles especficos para los argumentos proposicionales
(se ha propuesto uno llamado PROPOSICIN) o bien si estos se consideran una variante de los
individuales (de manera que se pudiera hablar de un TEMA PROPOSICIONAL o de una CAUSA
PROPOSICIONAL, por ejemplo). En cualquier caso, la utilizacin en la enseanza secundaria de la
nocin de papel viene avalada por la tradicin gramatical, que los us ampliamente, aunque
asocindolos errneamente con las funciones sintcticas.50 Desde la perspectiva que estamos
defendiendo, los papeles son una herramienta conceptual imprescindible para llevar a cabo el
estudio de las propiedades predicativas de las oraciones y para abordar el anlisis del contenido
en la llamada gramtica oracional.
50 Algunos manuales de enseanza secundaria han incorporado los papeles como conceptos del programa de
lengua. Para poner solo un ejemplo, en Pascual, Alcalde & Castro (1996) se presentan los ms importantes.
48
de correspondencia entre los papeles temticos que un predicado selecciona y la funcin que
estos desarrollan en la oracin.
Una manera de reflejar esta correspondencia parcial consiste en suponer que la posicin
de los argumentos en la estructura sintctica inicial (la estructura profunda) depende del papel
temtico que reciben. As, la posicin de argumento externo puede ser ocupada por un conjunto
reducido de papeles temticos: AGENTE (Mara hizo el examen), EXPERIMENTADOR (Mara teme el
examen), INSTRUMENTO (La llave no abri la puerta) o CAUSA (La crisis ha afectado gravemente la
economa). A su vez, la posicin de argumento interno, cuando est presente, tiende a
corresponder al TEMA o PACIENTE (Mara hizo el examen; Mara critic al Decano) o, en funcin
de la semntica del propio predicado, a algn otro papel , como puede ser el de LOCATIVO
(Mara reside en Santiago) o el de ORIGEN (El ruido proceda de la cocina). Como ya hemos
comentado antes, entre los diversos papeles parece haber una jerarqua, de manera que si dos
de ellos compiten por una misma posicin siempre hay uno que tiene preferencia. As, ni la
CAUSA ni el INSTRUMENTO ni EXPERIMENTADOR pueden ser argumentos externos si hay un
AGENTE. Por lo que respecta al argumento interno, se debe tener en cuenta que puede haber ms
de uno, pero lo que tiende a aparecer ms ntimamente vinculado al verbo es el de TEMA o
PACIENTE. Otros papeles pueden hacer de segundo argumento interno, como el de
DESTINATARIO (Lus dio un libro a Mara) o el de ORIGEN (Sac el coche del garaje).
Parece claro que ninguno de los sujetos de (57) es agentivo. De hecho, la relacin que los cuatro
mantienen con su predicado respectivo puede clasificarse como TEMA.
La gramtica tradicional distingua entre verbos transitivos (los que cuentan con sujeto y
complemento directo) e intransitivos (que tienen sujeto, pero no complemento directo). Por lo
tanto, desde el punto de vista de esta clasificacin todos los verbos de (57) se consideran
intransitivos. Ahora bien: hay otros intransitivos que tienen un sujeto agentivo, como los de (58):
49
b. Marina menta.
c. Tu hermano asinti.
d. Pedro lloraba.
Los verbos transitivos seleccionan un argumento interno, como mnimo, y uno externo.
Como ya hemos visto, el papel que asignan prototpicamente a las dos posiciones son el de
TEMA y AGENTE, respectivamente. Los inergativos solo seleccionan el argumento externo y no
realizan el interno. Por lo tanto, el nico papel que asignan es el de AGENTE. Los verbos de
los ejemplos de (58) corresponden a esta clase. Un aspecto interesante de muchos de estos
predicados es que pueden pasar a la clase de los transitivos si aaden un acusativo interno como
complemento directo. As, bailar es un verbo que admite el rgimen intransitivo (Mara baila muy
bien), pero que puede construirse tambin transitivamente (Mara baila muy bien los tangos). Lo
mismo sucede con llorar: El chico lloraba lgrimas amargas. La reclasificacin de estos predicados
como transitivos es factible porque la posicin de argumento interno, tal como muestra (59b.i)
sigue disponible.
Finalmente, la clase de los verbos inacusativos51 tiene como caracterstica el hecho de que
no selecciona ningn argumento externo. De aqu que sean siempre predicados no agentivos,
51Grcia (1989) estudia las propiedades de estos verbos en cataln. Sobre la misma clase en castellano, cf.
Mendikoetxea (1999).
50
como los de (57). De hecho, algunos de estos verbos se construyen sintcticamente sin sujeto:
Lo que tienen de caracterstico todos estos ejemplos es que el predicado es en todos ellos un
verbo inacusativo y que su argumento interno no se proyecta sintcticamente como sujeto
superficial de la oracin. Esto solo sucede cuando el argumento interno es inespecfico, ya que en
el caso de que sea especfico se produce la promocin a la posicin de sujeto: Arribaran els parents
(Llegarn los parientes). Como es lgico, ningn verbo inergativo puede aparecer en
construcciones como las de (61): *Plorava nens (lit.: Lloraba nios).
Segn lo que se ha visto en el 11, algunos verbos admiten indistintamente una variante
anticausativa y otra causativa. Estos predicados son inacusativos que incorporan una causa como
argumento externo en su lectura causativa, dejando como complemento directo el argumento
interno. Por lo tanto, se trata de verbos que, a pesar de pertenecer al esquema (59b.ii), admiten
su conversin en predicados transitivos:
un verbo. En otros casos, el afijo pronominal parece estar relacionado con el origen de la accin (as, irse alude al
inicio del movimiento, mientras que ir se relaciona con la meta: *Fui desde all, enfrente de Me fui de all). En el caso de
los verbos que adoptan obligatoriamente la conjugacin pronominal (quejarse, abstenerse), el valor del cltico parece
ms cercano a esta ltima nocin de origen que a la de inacusatividad (cf. Me quejo de esto = Esto es el origen de mi queja).
51
pasivas, que son un procedimiento sintctico para obtener construcciones inacusativas a partir de
predicados transitivos: El ministro firm la orden Se firm la orden La orden fue firmada.
Finalmente, conviene sealar que la clase de los inacusativos incluye tambin verbos
como ser, estar, parecer o resultar. La particularidad de estos predicados es que seleccionan como
argumento interno una predicacin (ya sea una oracin subordinada o una predicacin
secundaria). Su sujeto superficial, cuando est presente, es el argumento externo de la
predicacin secundaria seleccionada, que se ha elevado en la sintaxis. En (63) ejemplificamos este
proceso, donde representa la posicin vaca del argumento externo, como corresponde a los
verbos inacusativos:
Como se puede ver, la caracterstica comn de todas las oraciones de (63) es que el verbo ha
seleccionado como argumento interno una predicacin. Cuando esta contiene un verbo
conjugado, no hay ninguna necesidad de cambios sintcticos en el interior de la subordinada. La
gramtica tradicional considera que en estos casos (63a, c, e) la subordinada es el sujeto del verbo
principal. Si as fuera, tendra que experimentar en todos estos ejemplos el ascenso que se indica
en el esquema (59b.ii). No obstante, no est claro que la completiva se haya movido de su
posicin de argumento interno en todos estos casos.53 Por otra parte, cuando la proposicin
seleccionada por estos verbos inacusativos es una predicacin secundaria, el sujeto de esta tiene
que elevarse a la posicin de sujeto verbal, como se pone de manifiesto en (63b, d, f). La subida
se debe a la necesidad de que este SN desarrolle una funcin sintctica respecto del verbo. Esta
funcin no puede ser la de complemento directo, ya que estos verbos no son transitivos. Por lo
tanto, la nica opcin disponible es que pasen a ocupar la posicin de sujeto de la oracin.
Lo que hemos intentado demostrar en este apartado es que los esquemas bsicos de
seleccin de argumentos por parte de un verbo estn fuertemente constreidos, segn muestran
los tres patrones representados en (59). Por otra parte, hemos visto que hay mecanismos
53 En castellano existe la posibilidad de que parecer y resultar seleccionen una oracin de infinitivo:
(i) Parece [Juan tener razn] Juani parece [ti tener razn].
Como se comprueba en (i), en estos casos el argumento externo del infinitivo ha de proyectarse como sujeto del
verbo principal. El movimiento se debe al hecho de que el infinitivo no puede asignar ninguna funcin sintctica al
SN, ya que el infinitivo solo puede legitimar sujetos preverbales que sean elpticos. Como ya se ha dicho, tampoco
existe la posibilidad de que Juan pueda contar como complemento directo de parece, porque no es un verbo
transitivo. La subida a la posicin de sujeto es, pues, la nica manera de conseguir que este SN pueda desarrollar una
funcin sintctica vlida.
52
morfolgicos o sintcticos que permiten relacionar los diferentes esquemas bsicos de seleccin
y que hacen posible que ciertos predicados se adapten a un rgimen de seleccin diferente del
que lxicamente les corresponde. Sin embargo, las posibilidades de modificacin de la red
argumental de un predicado son tambin reducidas y se ajustan a unos pocos principios de
aplicacin general. Desde el punto de vista pedaggico, el inters de introducir la nocin de papel
reside en el hecho de que esta nocin permite relacionar las propiedades de las piezas lxicas
con su funcionamiento sintctico. Sirve, por lo tanto, para vincular el estudio del lxico, el
dominio del cual es uno de los objetivos prcticos bsicos de los programas de enseanza, con la
sintaxis.
La funcin sintctica es, pues, una marca que permite asociar cada SN con su papel .
Como indica di Tullio (1997), metafricamente se puede decir que la funcin sintctica es el
vestido que ha de llevar cada personaje en la obra escrita por el predicado. En la tradicin, la
funcin sintctica ha estado ligada a la nocin de caso, ya que las marcas de funcin en muchas
lenguas se manifiestan como afijos morfolgicos colocados en el propio SN. Esto sucede en las
lenguas que tienen declinacin, como el latn. En esta lengua, el orden de las palabras era
bastante libre, pero no se generaban confusiones a la hora de interpretar el papel de cada
argumento porque cada SN llevaba una marca morfolgica de caso que informaba de su funcin
sintctica. As, Pedro quiere a Mara poda decirse indistintamente Petrus Mariam amat, Petrus amat
Mariam, Mariam Petrus amat o Mariam amat Petrus.54
54 Esto no quiere decir que cada una de estas oraciones pudiera usarse en cualquier contexto. Como estudiaremos en
el prximo apartado, en estos casos en que la gramtica permite diferentes rdenes de palabras, la eleccin del ms
adecuado en cada contexto depende de la estructura informativa de la oracin (en general, el elemento que expresa
53
Las lenguas romnicas no tienen el sistema de declinacin que posea el latn clsico55 y,
por lo tanto, han de marcar las funciones mediante procedimientos diferentes del caso
morfolgico. Uno de ellos, el ms utilizado, consiste en utilizar las preposiciones como marca de
funcin: Juan present Mara a su padre. Aqu, la preposicin a marca el SN su padre como
destinatario de la presentacin, atribuyendo la funcin de complemento indirecto. Un segundo
procedimiento es la concordancia con el verbo, que sirve para identificar el sujeto. En latn, este
procedimiento tambin exista, singularizando el sujeto del resto de los argumentos. Finalmente,
un tercer procedimiento al que recurren otras lenguas (como el cataln) es el orden de palabras.
Este ltimo recurso es poco usado como marca de funcin y solo se aplica en casos como el de
la oracin anterior para diferenciar el sujeto y el objeto directo cuando la concordancia con el
verbo no resuelve la ambigedad potencial.56 As, la versin catalana de Mara insult a Juan no
incluye una preposicin para el complemento directo: La Maria va insultar en Joan.
55De este solo queda como residuo el sistema pronominal tono, que mantiene la distincin entre acusativo y
dativo.
56 Sin embargo, en algunos casos, el sistema produce situaciones de ambigedad que se tienen que resolver mediante
el discurso o cambiando la estructura de la oracin. As, a una pregunta en cataln como Qui va matar al general? el
pronombre interrogativo puede representar el sujeto (Quin mat al general?) o el complemento directo (A quin mat
el general), indistintamente. No es extrao, por lo tanto, que haya tendencia en estos casos a colocar una preposicin
como marca de acusativo (A qui va matar el general?), a adjuntar a la derecha o a la izquierda el sujeto (Qui va matar, el
general? o El general, qui va matar?) o, finalmente, a adjuntar el complemento directo y reproducirlo en el interior de la
predicacin mediante un pronombre cltico (El general, qui el va matar? o Qui el va matar, el general?). En todos estos
casos, la ambigedad ha desaparecido.
54
b. *La resolucin el problema.
A pesar de conservar la misma red temtica del verbo del cual deriva, el sustantivo deverbal
resolucin no puede habilitar la funcin de complemento directo para su argumento interno, ya
que solo los verbos pueden asignar caso acusativo. En cambio, la funcin que s pueden asignar
los nombres es la de complemento nominal, que en castellano se manifiesta a travs de la
insercin de una preposicin de de genitivo: la resolucin del problema.57 Los sustantivos, los
adjetivos y los adverbios no tienen la capacidad de habilitar por s solos una funcin para su
argumento interno, de manera que es necesario introducir una preposicin que marque la
dependencia de sus complementos respecto del ncleo: casa de Mara; fiel a s mismo; antes de la
guerra. En cambio, los verbos y las preposiciones pueden asignar caso directamente a su
argumento interno: conocimos a Mara; contra la explotacin.58 Los verbos solo pueden asignar una
vez caso acusativo. Por lo tanto, cuando tienen ms de un argumento interno, los dems tienen
que llevar una marca preposicional de caso: dar el libro a Mara; convidar a Mara a la fiesta; colocar el
libro dentro del cajn.59
(66) a. El fet que la Maria digus aix no importa./El hecho de que Mara dijera eso no
importa.
c. Cal marxar abans que la Maria torni. / Hay que irse antes (de) que Mara vuelva.
d. Cansat que el menyspreessin, va marxar. / Cansado de que lo menospreciaran, se fue.
e. La idea consisteix que redueixin el nombre de grups./ La idea consiste en que reduzcan el
nmero de grupos.
57 El posesivo manifiesta su funcin de complemento nominal sin la necesidad de ninguna preposicin porque tiene
un valor lxico intrnsecamente genitivo (un alumno suyo). Adems, establece concordancia de gnero y nmero con el
ncleo que lo selecciona.
58 En algunos casos, los verbos pueden seleccionar, por motivos lxicos, una preposicin para introducir su
argumento interno: pensar en Mara, ir a Barcelona; abstenerse de votar. La funcin que corresponde a estos argumentos
se llama complemento preposicional de rgimen o complemento de rgimen verbal. Ms all de la denominacin que se adopte, lo
importante es tratarlos como complementos y no como adjuntos, que era lo que tenda a hacer la gramtica
tradicional calificndolos de complementos circunstanciales.
59No constituye propiamente una excepcin el caso de nombrar a Pedro presidente de la empresa, ya que el SN presidente de
la empresa hace aqu de complemento predicativo y no de argumento, como lo prueba el hecho de que este
complemento no admita determinante: *nombrar a Pedro el presidente de la empresa.
55
tiene su propio marcador de subordinacin (la conjuncin que la introduce) y, adems, porque la
preposicin no es necesaria para evitar ambigedades. Recuerde que la presencia de la
preposicin ante los argumentos tiene una finalidad primordialmente diferenciadora. Pues bien:
hay poqusimos predicados que puedan seleccionar dos subordinadas completivas, de manera
que la identificacin del papel que desempean no puede provocar confusin. La nica clase
de verbos que puede seleccionar dos subordinadas de esta clase es la de los implicativos: implicar,
suponer, significar, querer decir. Ntese que una caracterstica fundamental de estos verbos es que
exigen un orden fijo: la causa ha de preceder necesariamente a la consecuencia.60 Por tanto, una
oracin como Que hubieras de dimitir implicara que la prensa te considerara culpable no tiene la misma
interpretacin que Que la prensa te considerase culpable implicara que tuvieras que dimitir, ya que la causa
y la consecuencia cambian en cada caso.
Que una de las funciones de las preposiciones marcadoras de caso es la de evitar posibles
ambigedades lo demuestra el acusativo preposicional del castellano. En esta lengua, el
complemento directo va precedido de la preposicin a cuando es animado y especfico61: Luis vio
a su hermano. En cambio, cuando el complemento directo es inanimado, aparece sin ninguna
preposicin: Luis vio el coche de su hermano. Este contraste se debe seguramente al hecho de que las
oraciones que pueden provocar ambigedad son precisamente aquellas que presentan un sujeto y
un complemento directo animado, como sucede con la primera de las oraciones anteriores.
Ntese, en cambio, que en la segunda no hay peligro de confusin del papel que corresponde
a cada uno de los argumentos del verbo, ya que un ente inanimado no puede interpretarse como
AGENTE ni como EXPERIMENTADOR.
De todos los SN, los que ms dificultades tienen para recibir caso son los que funcionan
como argumentos externos de un predicado. Esto se debe a que son elementos que quedan fuera
del mbito de reccin del ncleo predicativo que los selecciona, de manera que solo pueden
superar el requerimiento de llevar caso si se cumplen condiciones adicionales en su seleccin
argumental. Ya hemos visto que el sujeto de la oracin recibe el caso de los rasgos temporales
afijados morfolgicamente al verbo. Cuando estos rasgos son defectivos, no puede aparecer un
sujeto lxico: *Luis ir al teatro.
60 Los papeles que asignan estos predicados son CAUSA y TEMA, respectivamente. Sobre la cada de las
preposiciones en cataln, cf. Sol (1972-1973: I; 1994: 4).
56
b. Este fin de semana, tenemos que dejar [trabajar al nio].
c. Haremos [ensayar el lied a Mara].
d. Sent [cantar un lied a Mara].62
En las oraciones anteriores, la subordinada que aparece entre corchetes funciona como
argumento interno del verbo principal (cf. Vi que Mara sala del teatro; Tenemos que dejar que el nio
trabaje este fin de semana; Haremos que Mara ensaye el lied; Sent que Mara cantaba un lied). Como en
los cuatro casos tenemos una subordinada no temporalizada, el argumento externo de esta no
puede recibir caso nominativo. La solucin que se da a los casos anteriores no es homognea,
pero tiene en comn un detalle fundamental: es el verbo principal quien asigna caso al
argumento externo de la subordinada.
En primer lugar, conviene distinguir (67a) de los otros casos. En la primera oracin, el
verbo ver, como transitivo que es, asigna caso acusativo a Mara: La vi saliendo del teatro. En (67b, c,
d) las cosas son un poco ms complicadas. Lo primero que debe decirse es que dejar y hacer son
predicados que forman construcciones causativas de infinitivo.63 Esto significa que las dos
formas verbales actan en estas oraciones como una unidad funcional a los efectos de la
asignacin de caso. Lo que aportan dejar y hacer a la perfrasis es su capacidad de asignar acusativo
y dativo (cf. Le he dejado el libro o Le he hecho un pastel). Cul de los dos sea el caso que se haya de
asignar al argumento externo del infinitivo depende de los argumentos internos de este. Si no hay
ninguno que tenga que recibir caso acusativo, este ser el caso que reciba del complejo verbal el
argumento externo del infinitivo: esto es lo que sucede en (67b), donde el nio funciona como
complemento directo de la perfrasis. Como es lgico, al no ser complemento directo del
infinitivo, el cltico que representa tal funcin no puede afijarse a la forma no personal del verbo,
sino solamente al ncleo de la perfrasis: Le tenemos que dejar trabajar, pero no *Tenemos que dejar
trabajarle. En (67c) la situacin es diferente, porque el infinitivo tiene un complemento directo
que tiene que recibir acusativo. Por lo tanto, el argumento externo recibe en este ejemplo caso
dativo del complejo verbal: Le haremos ensayar el lied, pero no *Haremos ensayarle el lied. En
cambio, el cltico del complemento directo, como argumento interno que es del infinitivo, puede
afijarse a este (Haremos ensayarlo a Mara) o al complejo verbal (Lo haremos ensayar a Mara).64
A pesar de que no son verbos propiamente causativos, los verbos de percepcin como
62 Esta oracin tiene otra interpretacin, que no interesa aqu, segn la cual Mara es la destinataria del lied. En esta
lectura, Mara es el segundo argumento interno del predicado de la subordinada y recibe caso dativo de este
(funcionando, por tanto, como complemento indirecto de cantar). Ntese que en este caso el sujeto del infinitivo es
una categora elptica que recibe una interpretacin arbitraria equivalente a alguien. Por otro lado, (67a) no se debe
confundir con otra estructura donde el sujeto de saliendo es correferente con el sujeto de ver: i vi a Mara [i saliendo
del teatro]. En esta ltima estructura, la oracin de gerundio forma un adjunto predicativo del sujeto de la oracin.
64Que el cltico de la subordinada pueda afijarse al verbo principal es un fenmeno que se da incluso en casos en los
que no hay perfrasis: Ven a verme / Venme a ver.
57
ver o sentir presentan un comportamiento parecido a ellos cuando seleccionan subordinadas de
infinitivo. As, en (67d), Mara recibe caso dativo: Le o cantar un lied. Hace falta anotar, no
obstante, que los hablantes dudan a la hora de pronominalizar, ya que algunos atribuyen caso
acusativo al argumento externo del infinitivo: La o cantar un lied. En cambio, colocan la
preposicin cuando realizan este constituyente como SN.
El caso de (53c) (Hay das que se hacen interminables) es ligeramente diferente: el predicado
haber es impersonal y esto impide el ascenso de cualquier argumento a la posicin de sujeto.
58
Algunos autores suponen que haber no asigna propiamente caso acusativo, sino partitivo. Este
caso lo recibiran los complementos directos inespecficos y los sujetos postverbales inespecficos
de verbos inacusativos (Llegan trenes a la estacin), que son los que pronominalizan en cataln por
el cltico partitivo en: Los hay que se hacen interminables/ Nhi ha que es fan interminables. Ambos casos
estn asociados a la misma posicin de argumento interno del verbo.
En este apartado nos limitaremos a comentar algunos aspectos que tienen que ver con la
definicin tradicional de algunas funciones sintcticas y con las decisiones que conviene adoptar
cuando la tradicin posee ms de una etiqueta para el mismo concepto funcional. Empezaremos
refirindonos a las funciones que expresan la dependencia de un argumento o adjunto respecto
del verbo. La primera diferenciacin que hace falta hacer es la que opone los complementos del verbo
65 En el sistema de Alarcos el sujeto se llama sujeto lxico; el complemento directo, implemento; el complemento
indirecto, complemento, y el complemento de rgimen verbal pronominalizable por un pronombre personal, suplemento.
Dada la importancia de la escuela de Alarcos en los estudios del castellano, algunos manuales de secundaria utilizan
su terminologa. En una de las ltimas obras del autor (Alarcos, 1994) su sistema terminolgico se usa junto con el
tradicional. En los estudios del cataln, el uso de la terminologa de Alarcos ha sido prcticamente nulo.
59
a los adjuntos. La distincin corresponde al contraste entre argumentos seleccionados y adjuntos.
Por lo tanto, dentro de los complementos del verbo hace falta incluir el complemento directo, el
indirecto y el de rgimen verbal. Normalmente, se considera que el sujeto no se integra en este
grupo, ya que no forma parte propiamente del SV. En cambio, se suele incluir dentro de los
complementos del verbo el atributo, aunque como hemos estudiado lo que seleccionan los
verbos copulativos es ms bien la predicacin secundaria que contiene el atributo y su argumento
externo. Tambin seran complementos del verbo, segn este criterio, los complementos
predicativos seleccionados por el verbo (por ejemplo, inteligente en Considero a Mara suficientemente
inteligente), aunque tambin en este caso lo que selecciona el verbo es ms propiamente toda la
predicacin secundaria de la cual es ncleo el complemento predicativo. El trmino adjunto
corresponde a lo que la gramtica tradicional llamaba complementos circunstanciales. La ventaja ms
obvia del trmino adjunto es que permite distinguir estos elementos de los complementos, que seran
elementos seleccionados por el verbo. Si se mantiene la denominacin tradicional, la oposicin
se establecera entre complementos del verbo y complementos circunstanciales. No obstante, esta distincin
no parece suficientemente clara, pues muchos adjuntos son de hecho modificadores del verbo
(por ejemplo, rpidamente en Fue rpidamente). Si se les caracteriza como complementos, no resulta
intuitivo segregarlos del conjunto de complementos del verbo. En cambio, la etiqueta adjunto evita este
problema y adems permite asignar diferentes niveles de dependencia a estos elementos (adjunto
del verbo, como en el ejemplo anterior; adjunto de modalidad oracional, como seguramente en
Seguramente, vendr ms tarde, etc.).
Como se puede ver, tanto complemento como objeto se atestiguan, pero hay una ligera
preferencia por el primer trmino. La nica ventaja que tiene el trmino objeto es que permite
contraponer los complementos seleccionados por el verbo y los que son adjuntos (complementos
circunstanciales, pero nunca objetos circunstanciales). Ahora bien: para que este criterio fuera coherente
60
resultara imprescindible hablar de objeto de rgimen verbal. En cambio, para denominar esta funcin
encontramos habitualmente complemento de rgimen verbal o complemento preposicional (de rgimen) del
verbo.66 Por lo tanto, si esta funcin tiene que llevar la etiqueta de complemento, no hay ninguna
razn para hablar de objeto en los otros casos. Adems, como ya hemos dicho, para establecer la
distincin entre elementos seleccionados y no seleccionados es preferible usar la oposicin
complemento / adjunto.
De todos los complementos del verbo, es sin duda el indirecto el que plantea ms
problemas de delimitacin. Ante todo, hace falta aclarar que en la tradicin hispnica el uso que
se hace del trmino complemento indirecto no tiene ninguna relacin con el que ha consagrado la
tradicin gramatical francesa, donde se aplica a todo complemento del verbo introducido por
una preposicin. Tanto en la gramtica del cataln como en la del castellano, el complemento
indirecto es todo aquel sintagma preposicional que se pueda conmutar por un cltico dativo. Esta
definicin, sin embargo, plantea un problema importante, ya que las lenguas romnicas han
conservado variantes del dativo latino que representaban argumentos no seleccionados por el
verbo. En (69) recogemos algunos de los usos ms habituales del dativo en castellano:67
En los anteriores se podran aadir otras variantes que ejemplifican usos ms residuales
del dativo latino. En cualquier caso, parece claro que ni (69b) ni (69c) corresponden a funciones
de argumentos seleccionados por el verbo y, por lo tanto, no se les debera aplicar la
66 Jaume Maci me hace notar que algunos libros de texto hablan de objeto preposicional para referirse al complemento
preposicional de rgimen. Sin embargo, creemos que el primer trmino puede generar confusin con el significado que
tiene en la tradicin gramatical del castellano, donde suele designar el complemento directo precedido de la
preposicin a.
67 Conviene sealar, sin embargo, que la confusin terminolgica a la hora de etiquetar los diferentes usos del dativo
hace que las denominaciones que usamos en (69) varen considerablemente entre los lingistas. As, lo que
nombramos dativo tico aparece en algunos autores como dativo de inters. Otras incluyen el dativo de participacin o de
intensificacin (Me beb una cerveza).
61
denominacin de complemento indirecto, en la medida en que este se considera uno de los
complementos del verbo. Esto ha hecho que algunos autores hablen de dativo posesivo y dativo tico a la
hora de referirse a estos dos usos, diferencindolos de la nocin de complemento indirecto, que
queda reservada para (69a). Creemos que esta es la opcin ms coherente, aunque debemos
reconocer que gran parte de la tradicin incluye el resto de los valores que se pueden expresar
mediante un cltico dativo en esta etiqueta.
Lo que conviene evitar es incluir dentro de la funcin de complemento indirecto los SP que,
encabezados por para, indican finalidad o benefactivo.68 Este es un error que proviene
probablemente de la proximidad semntica existente entre la nocin de DESTINATARIO y las de
BENEFACTIVO y FINALIDAD. Pero las pruebas formales permiten deslindar claramente el
comportamiento sintctico de los complementos con a de los que llevan para. Comparemos las
oraciones de (70):
Una caracterstica distintiva del cataln y del castellano es que permiten la reduplicacin del
complemento indirecto mediante la pareja cltico-SP. La segunda oracin de (70a) muestra que,
cuando esto sucede con un SP encabezado por a, el cltico y el SP tienen que interpretarse como
correferentes. Es decir, que ambos aluden al mismo individuo, tal y como resulta natural en dos
elementos que representan la misma funcin.
En cambio, todas las pruebas de (70b) indican que el SP introducido por para no llevan a
cabo la funcin de complemento indirecto. Para empezar, la primera oracin de este ejemplo
suena incompleta, en contra de lo que se esperara si el complemento con para fuera el segundo
argumento interno del verbo y desarrollara la funcin de complemento indirecto. Cuando se
aade un verdadero complemento indirecto (al bedel), la oracin resulta perfectamente gramatical,
lo cual tampoco tendra que pasar si ambos elementos representasen la misma funcin. Pero
adems, cuando introducimos la duplicacin mediante el cltico, resulta que este no puede ser en
ningn caso correferente con el complemento introducido por para, lo que demuestra que el
dativo es incompatible con esa preposicin. Finalmente, si eliminamos el SP con a y
mantenemos el cltico, este representa un individuo diferente de aquel al que refiere el adjunto de
68En Badia (1994: 021.4.III.2a) se incluyen entre las caractersticas formales del complemento indirecto las siguientes:
(a) En catal duu una de les dues preposicions a o per a; [...] (b) s complement indirecte aquella paraula o frase que,
expressada en singular [...], pot ser substituda pel pronom personal ton li. En nuestra opinin, el cltico dativo
nunca sustituye ni se asocia a un SP encabezado por per a. Entre los ejemplos que Badia presenta como casos de
complemento indirecto se incluyen oraciones subordinadas de infinitivo que expresan finalidad: Tots feien plans per a
guanyar les eleccions (Badia, 1994: 146.1. ex. 6a); Han vingut per veuret o Ha firmat el manifest per no quedar
malament (idem, 247.5, ex. 38a, 39). Es obvio que ninguno de los elementos en cursiva admite la
pronominalizacin por un cltico dativo.
62
finalidad. Todo esto permite concluir que ningn SP introducido por para funciona como
complemento indirecto. Se trata de un adjunto de finalidad que puede expresar la nocin de
beneficiario del acontecimiento, pero que en ningn caso indica la meta del movimiento
expresado por el verbo. En (70b) a quien le doy las flores es al bedel, por ms que la finalidad
con que lo haga sea la de que l las traslade a Mara.
En los apartados anteriores hemos intentado separar las funciones argumentales de las
funciones sintcticas y nos hemos mostrado favorables a introducir las primeras a la enseanza
secundaria como una forma de conectar, por un lado, el conocimiento lxico con el gramatical y,
por el otro, el contenido con la forma lingstica, representada en la tradicin por las funciones
sintcticas. Pero las oraciones no son unidades aisladas, sino que se articulan en un discurso que
tiene como funcin fundamental la transmisin de informacin y que tiene que cumplir ciertos
requerimientos de coherencia y cohesin. En este apartado defenderemos la conveniencia de
introducir algunas nociones que pertenecen a lo que se ha llamado estructura informativa de la
oracin. El objetivo de esta parte de la gramtica es estudiar cmo influye en la forma de cada
oracin el conjunto de informacin que es compartido por el oyente y por el hablante. La lengua
tiene medios para indicar si una determinada informacin es conocida por los dos interlocutores
o no. As, la diferencia entre las dos oraciones de (71) reside en que solo en el segundo caso se
supone que el oyente tena informacin previa de un atraco, ya que el artculo definido solo se
puede utilizar cuando se presupone que el oyente puede identificar al individuo u objeto referido:
69En algunos casos, la unidad que fija la interpretacin de la entidad anafrica aparece detrs de esta. En estos casos
se habla de catfora: Para poder hablar con l, el Decano pide que se le presente un impreso de peticin. Aqu la referencia del
pronombre l aparece posteriormente en su emisin.
63
unidades variables que se interpretan en funcin de la situacin enunciativa: son las formas
decticas, como los pronombres de primera y segunda persona (Yo te tengo mucho aprecio), los
demostrativos en la mayor parte de sus usos (Por qu no lees este libro?), los posesivos (Te presento
a mi padre), los tiempos verbales primarios (Ha salido) y algunos adverbios locativos (Ha salido
de aqu) y temporales (Se va maana).70
70 Ntese que la diferencia entre las expresiones temporales maana y al da siguiente es que la primera se interpreta
decticamente (en funcin del momento en que se emite el enunciado: Ingresar maana al hospital), mientras que la
segunda requiere un punto de orientacin anafrico (Ingres al hospital y al da siguiente sali con el alta). Naturalmente,
para que una entidad dectica pueda ser debidamente interpretada por el oyente hace falta que este tenga acceso a
todas las coordenadas espacio-temporales en que se emite el enunciado. No tendra sentido, por ejemplo, decir Un
momento, que cojo aquel bolgrafo cuando nos dirigimos a un interlocutor telefnico, porque este no tiene control visual
sobre el contexto situacional del hablante. De la misma manera, una pintada que diga Hoy manifestacin a las 8 en plaza
de Catalua tiene poco poder de convocatoria si a continuacin no consta la fecha en que se ha hecho.
71 Para evitar cualquier confusin con el papel de TEMA, utilizaremos nicamente el trmino tpico para referirnos
a la informacin conocida por el oyente.
72 De hecho, como el castellano admite la elisin del sujeto, la respuesta podra prescindir completamente del tpico
sin que se produjese prdida informativa de ninguna clase: Es el pas ms poblado del mundo. En cambio, la omisin de
una parte del rema implicara un empobrecimiento de la informacin transmitida.
64
parecera adecuada si China recibiese relevo entonacional contrastivo: CHINA es el pas ms poblado
del mundo. Con una entonacin no enftica, (72a) no es una buena candidata en este contexto.
Aunque no es frecuente, toda la oracin puede ser remtica. Supongamos que, a la vista
de un alboroto de gente en la calle, preguntamos a un viandante bien informado Qu ha pasado?
Cualquier informacin que este emita ser completamente remtica, a no ser que la respuesta
comience con la reiteracin del verbo de la pregunta (Ha pasado que...), lo cual es bastante
improbable. La falta de informacin previa compartida hace que el intercambio sea altamente
remtico. As pues, la frontera entre el tpico y el rema puede cambiar segn el contexto: en una
oracin como Pedro piensa alquilar un piso en el barrio de Ribera puede ser rema toda la oracin (en
una situacin como la que hemos diseado antes), el predicado (Y qu har ahora, Pedro?), la
secuencia formada por el complemento directo y el adjunto locativo (Qu me dijiste que piensa
alquilar, Pedro?) o solo el adjunto locativo (Dnde piensa alquilar un piso, Pedro?).
Los elementos topicalizados de (73) tienen que formar parte de la informacin al alcance del
oyente, ya sea porque han sido previamente nombrados en el discurso o porque son
directamente accesibles en el contexto situacional. Cuando la funcin que les corresponde dentro
de la oracin cuenta con un pronombre cltico, los elementos tematizados requieren que este
aparezca en el interior del predicado. As, en (73a) la oracin contiene la combinacin del cltico
acusativo con el dativo, como corresponde a los dos elementos topicalizados. En cambio, en
(73b) no hay ningn pronombre cltico en la oracin porque las funciones de los elementos
topicalizados no son representadas por ningn cltico en cataln.
65
La topicalizacin tambin puede suponer adjuncin al SC: A Mara, quin le dio el libro?, donde el
elemento topicalizado incide sobre una oracin interrogativa (por tanto, sobre un SC). Tambin
existe la posibilidad de topicalizar a la derecha. Esta construccin resulta, sin embargo, ms
enftica: Se lo he dado a Mara, el libro. Adems, la topicalizacin a la derecha no admite
recursividad.
Llamamos foco al elemento remtico de la oracin que lleva una marca lxica, sintctica o
entonacional. Son focales los elementos interrogativos y exclamativos, los elementos que
incorporan la negacin, los constituyentes dotados de nfasis contrastivo, los elementos
afectados por ciertos operadores como tambin, tampoco, nadie, incluso, solamente y otros. Como
llevan marcas especficas que los identifican, los constituyentes focales no deben necesariamente
aparecer en el extremo derecho de la oracin. As, por ejemplo, los elementos interrogativos y
exclamativos, en virtud de su naturaleza de operadores de modalidad tienen que aparecer al inicio
de la oracin. Los elementos focalizados de (75) tampoco ocupan la ltima posicin de la
oracin:
66
(76)a. Quin regal un libro a Mara por Sant Jordi fue Pedro.
b. Lo que Pedro regal a Mara por Sant Jordi fue un libro.
c. A quien Pedro regal un libro por Sant Jordi fue a Mara.
d. Fue por Sant Jordi cuando Pedro regal un libro a Mara.
e. Regalar un libro a Mara por Sant Jordi fue lo que hizo Pedro.
Podra parecer que la propuesta de introducir conceptos como los de tpico, rema y foco en
los programas de la enseanza secundaria supondra aadir complejidad conceptual a una materia
que ya en su orientacin actual, ms reducida por lo que respecta a los contenidos, plantea
problemas de asimilacin de los conceptos bsicos. Creemos, no obstante, que se trata de
conceptos que pueden ser fcilmente asimilados para la intuicin de los hablantes (como
mnimo, los de tpico y rema) y que sirven de vnculo de unin entre los conceptos de la gramtica
oracional y los del discurso. Por lo tanto, contribuyen a dar coherencia a lo que de otra manera
parecen dos dominios independientes.
En este apartado nos limitaremos a exponer sumariamente algunas de las ideas que
hemos intentado defender:
Para poder conectar los conceptos gramaticales con la intuicin del estudiante se
debe dar relevancia al estudio del contenido y acceder a la forma desde este.
Conviene potenciar el uso de pares mnimos que sirven para aislar los fenmenos
sobre los que se plantean las actividades del anlisis.
67
temticos y estructura informativa de la oracin, principalmente).
REFERENCIAS BIBLIOGRFICAS
ALARCOS LLORACH, Emilio (1970): Estudios de gramtica estructural del espaol. Madrid. Gredos.
_____________________ (1994): Gramtica de la lengua espaola, Madrid. Espasa Calpe.
ALCINA FRANCH, Juan & Jos Manuel BLECUA (1975): Gramtica espaola. Esplugues de
Llobregat. Ariel.
BADIA I MARGARIT, Antoni Maria (1994): Gramtica de la llengua catalana. Descriptiva, normativa,
diatpica, diastrtica. Barcelona. Proa.
BARTRA KAUFMANN, Anna & Avellina SUER GRATACS (1992): Functional Projections meet
Adverbs. Catalan Working Papers in Linguistics 1992 (Bellaterra): 45-85.
BELLO, Andrs (1847): Gramtica de la lengua catellana destinada al uso de los americanos, ed. crtica de
R. Trujillo con notas de R.J. Cuervo, Madrid. Arcolibros, 1988.
BENOT, Eduardo (1910): Arte de hablar. Gramtica filosfica de la lengua castellana. Barcelona.
Anthropos, 1991.
BLOOMFIELD, Leonard (1933): Language. Holt. New York.
BOSQUE, Ignacio (1989): Las categoras gramaticales. Madrid: Sntesis.
_____________ (1993): Sobre las diferencias entre los adjetivos relacionales y los
calificativos, Revista Argentina de Lingstica (Buenos Aires), 9: 9-48.
____________ (1994): Repaso de sintaxis tradicional. Madrid: Arcolibros.
____________ & Violeta DEMONTE (eds.) (1999): Gramtica descriptiva de la lengua espaola.
Madrid: Espasa Calpe, 3 vol.
BRUCART, Jos Mara (1993): Sobre la estructura de SComp en espaol, en A. Viana (ed.)
(1993), pgs. 59-102.
CANALE, Michael (1983): From communicative competence to communicative language
pedagogy, en J. Richards & R. Smith eds. (1983). [Traducido en M. Llobera et alii (1995:
68
63-81)]
CHOMSKY, Noam (1970): Remarks on Nominalization, en R. Jacobs & P. Rosenbaum (eds.)
(1970), pgs. 184-221. [Traduccin castellana en V. Snchez de Zavala (ed.) (1974), pgs.
133-187]
DEMONTE, Violeta (1999): El adjetivo: Clases y usos. La posicin del adjetivo en el sintagma
nominal, en I. Bosque & V. Demonte (eds.) (1999), pgs. 129-215.
DI TULLIO, ngela (1997): Manual de gramtica del espaol. Buenos Aires: Edicial.
ELLIS, Richard (1994): The Study of Second Language Acquisition. Oxford: Oxford University Press.
FABRA, Pompeu (1956): Gramtica catalana. Barcelona: Teide.
GILI GAYA, Samuel (1943): Curso superior de sintaxis espaola. Barcelona: Biblograf, 19699.
GRCIA, Llusa (1989): Els verbs ergatius en catal. Ciutadella de Menorca: Institut Menorqu
dEstudis.
HAEGEMAN, Liliane (1991): Introduction to Government and Binding Theory. Oxford: Blackwell.
HAWKINS, John A. (1978): Definiteness and indefiniteness. London: Croom Helm.
HYMES, Dell (1971): On Communicative Competence. Philadelphia: University of Philadelphia.
JACOBS , Roderick & Peter ROSENBAUM (eds.) (1970): Readings in English Transformational
Grammar. Waltham: Ginn.
LEONETTI JUNGL, Manuel (1990): El artculo y la referencia. Madrid: Taurus.
____________________ (1999): Los determinantes. Madrid: Arcolibros.
LLOBERA, Miquel et alii (1995), Competencia comunicativa. Documentos bsicos en la enseanza de lenguas
extranjeras. Barcelona: Edelsa.
LYONS, Christopher (1999): Definiteness. Cambridge: Cambridge University Press.
MARTN ZORRAQUINO, Mara Antonia (1988): Los marcadores del discurso desde el punto de
vista gramatical, en M. A. Martn Zorraquino & E. Montolo Durn (eds.) (1998), pgs.
19-53.
______________________________ & Estrella MONTOLO DURN (eds.) (1998): Los
marcadores del discurso. Teora y anlisis. Madrid: Arcolibros.
______________________________ & Jos PORTOLS LZARO (1999): Los marcadores del
discurso, en I. Bosque & V. Demonte (eds.) (1999), pgs. 4051-4213.
MENDIKOETXEA, Amaya (1999): Construcciones inacusativas y pasivas, dins I. Bosque & V.
Demonte (eds.) (1999), pg. 1575-1629.
MCLAUGHLIN, Barry (1990): Reestructuring. Applied Linguistics (Oxford), 11: 113-128.
PASCUAL, Jos Antonio, Luis ALCALDE & Ladislao CASTRO (1996): Lengua castellana. 2 vol.,
Madrid: Santillana.
RAE (1973): Esbozo de una nueva gramtica de la lengua espaola. Madrid: Espasa Calpe.
RICHARDS, Jack C. & Richard W. SMITH eds. (1983): Language and Communication. London:
Longman.
RIGAU, Gemma (1991): On the Functional Properties of AGR. Catalan Working Papers in
Linguistics 1991 (Bellaterra): 235-260.
69
ROJO, Guillermo (1978): Clusulas y oraciones. Santiago de Compostela: Universidad de Santiago.
SOL, Joan (1972-1973): Estudis de sintaxi catalana. 2 vol., Barcelona: Edicions 62.
________ (1987): Qestions controvertides de sintaxi catalana. Barcelona: Edicions 62.
________ (1994): Sintaxi normativa: estat de la qesti. Barcelona: Empries.
SNCHEZ DE ZAVALA, Vctor (ed.) (1974): Semntica y sintaxis en la lingstica transformatoria, I:
Comienzos y centro de la polmica. Madrid: Alianza.
VIANA, Amadeu (ed.) (1993): Sintaxi. Teoria i perspectives. Lleida: Pags.
70