Psiquiatría Forense

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Psiquiatra Forense

La psiquiatra forense como parte de la psiquiatra y esta a su vez de la Ciencia Mdica,


estudia el comportamiento normal y anormal del individuo, su tarea es evaluar,
diagnosticar y emitir el dictamen relacionado con la sanidad mental o con los trastornos
del comportamiento o patologas mentales, las cuales tienen diversos orgenes entre los
que destacan factores genticos, fsicos, qumicos, psicolgicos y socio ambientales.
Implica nociones mdico-legales de orden psiquitrico, donde lo clnico se transforma en
un lenguaje aplicable para colaborar en las diferentes reas jurdicas: penal, civil, laboral.
Respondiendo a los cuestionamientos de las autoridades judiciales, siendo el mdico
psiquiatra denominado "perito" quien debe emitir un informe escrito en el cual se
establece la capacidad mental de la persona evaluada, lo que la autoridad competente
podr considerar como un elemento en el proceso, para orientar su conducta jurdica.

La intervencin del perito muchas veces puede hacerse de forma inmediata, lo que
permite que el perito psiquiatra dictamine acerca del estado mental del presunto
responsable. En otras ocasiones son indispensables estudios de mayor profundidad para
no incurrir en errores que influyan negativamente en el juicio de la autoridad y que
afectaran la situacin jurdica de una persona.

Las actividades a grandes rasgos del psiquiatra forense se pueden describir de la siguiente forma:
En el Derecho Penal:
La elaboracin de un informe sobre el estado de salud mental de un acusado, lo que engloba
fundamentalmente: Si reconoce el valor de sus actos y si es capaz de actuar conforme a ese
conocimiento, en ocasiones la valoracin del potencial delictivo y como consecuencia de ello si se
puede inferir una anulacin o una disminucin de su imputabilidad.
En el Derecho Civil:
Dictaminar si determinada persona presenta alguna anomala, deficiencia o enfermedad mental, que
pueda constituir alguna de las causas de restriccin de sus capacidades jurdicas.
En el Derecho Laboral:
Demostrar la existencia de una o varias alteraciones psquicas en un accidente de trabajo y para valorar
como incapacidad una secuela psquica en un accidente. Tambin en la investigacin de la simulacin
de enfermedad mental.
En general la intervencin del psiquiatra forense tiene como elementos a investigar en su prctica dentro
del mbito legal:
a) La salud mental del procesado.
b) El tipo de enfermedad mental que presenta.
c) El curso de dicha enfermedad aguda o crnica y si esta es reversible e irreversible.
d) Si acto no bajo los efectos de alguna enfermedad mental, estado emocional patolgico.
e) Su grado de peligrosidad.
f) Su dao moral o psicolgico.
g) Si tiene o no capacidad de querer y entender las consecuencias de sus actos.
h) Si es imputable o inimputable.
i) Si se encuentra capacitado o no para conducirse en sus actos civiles y/o jurdicos.
j) Si requiere hospitalizacin inmediata y/o tratamiento psiquitrico de forma temporal o
permanente.
El Instituto de Ciencias Forenses, dispone de personal especializado en Psiquiatra para atender a las
autoridades judiciales que as lo soliciten mediante el siguiente procedimiento:
1.- El Magistrado, Juez o Ministerio Pblico, enviar un oficio de solicitud a la Direccin del
INCIFO, la cual es canalizada a la Subdireccin de Servicios Periciales.
2.- La Subdireccin de Servicios Periciales, agenda la fecha para la prctica del estudio,
informando a la direccin el psiquiatra que atendera la solicitud.
3.- El psiquiatra, se presenta con su oficio de notificacin al juzgado y procede a tomar el cargo
o en su caso a la practica del estudio.
4.- Dependiendo del caso, dar su resultado de inmediato al comparecer en el juzgado o
presentara su dictamen en el tiempo que acuerde el juzgador.

Psiquiatria forense criminal


Publicado: 11 mayo, 2011 en Autopsia psicolgica, Psicologa forense
Etiquetas:cadver, cdigo Penal Argentino, culpabilidad, imputabilidad, mentes criminales,psicologa
forense, psicopatologa, Psiquiatria forense criminal, salud mental
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La psiquiatria forense criminal esta orientada a evaluar y analizar hechos criminales en un contexto de salud

mental. Las actividades principales son la determinacion del estado mental al momento de los hechos o

imputabilidad y la determinacion de competencia para ser juzgado o la procesabilidad.

IMPUTABILIDAD

Es definir de manera general la acepcin idiomtica que se refiere al tema y as imputar es atribuir a otro

una culpa o delito (Diccionario de la Real Academia Espaola), de manera que con este verbo se descarta la

atribucin a s mismo, esto es, en especial, la confesin, la ostentacin del hecho, el vanagloriarse del mismo,

etctera, donde corresponde la expresin atribuirse. Tanto en esa atribucin como en la afirmacin personal

radica la informacin esperada del mdico asistencial, la posibilidad de que esa atribucin sea de

caractersticas psicopatolgicas. Ese servicio, que mencion antes, le da una caracterstica informativa al

testigo mdico asistencial.

Es sabido que para juzgar se parte de la imputacin moral, es decir el juicio previo a la accin, sobre si sta

resiste la calificacin de accin buena o mala. Para nuestra interpretacin ese juicio previo a la accin no

involucra el hecho, sino su mecanismo o desenvolvimiento; abarca ms el comprender el acto, valorarlo, que

dirigir su persona que es ms cercana al hecho, salvo en los hechos premeditados de los normales o de los

enfermos mentales, circunstanciales o de permanencia mayor.

Si el planteo se hace desde el lado opuesto, el de la inimputabilidad, el concepto de Jimnez de Asa de que la

inimputabilidad est presente cuando el acusado no pudo discriminar la naturaleza ilcita de la accin, de

modo tal que toma trascendencia la posibilidad discriminatoria que estimo mayor que entre lo bueno y lo

malo, ya que esa posibilidad puede transitar como problema tico individual. La informacin psiquitrica

deber referirse forzosamente no slo a la enfermedad psiquitrica o aun a la normalidad psiquitrica habitual

de una persona y que supere lo genrico del encuadre patolgico reconocido; se hace necesario saber si ese

sujeto tiene o no capacidad de comprender su actuacin y si tiene o no libertad como capacidad de dirigir

esa actuacin, a la que podra agregarse que es la capacidad de querer la accin. He mencionado

repetidamente la accin como acto, a sabiendas que esto solo no es el hecho. La accin o la omisin estn

en el acto, conducta tpica descripta previamente como delito, pero el acto circunscripto as, pasa a ser un

hecho que tiene mayor duracin que aquel, puesto que debe relacionarse el momento que se realiza con el
momento que ocupan las condiciones psquicas, como relacin de causalidad.

Disiento con aquellos que afirman que la condicin psquica que se mencion no deba ser provocada

intencionalmente por el autor, puesto que tal provocacin puede estar tanto dentro de la normalidad como

dentro de una determinada patologa, y en este caso se presenta como un eslabn ms dentro de la patologa

psquica existente y que ha modificado la tpica forma de reaccin del individuo sin la patologa actual. Es

decir, hay una intencionalidad del sujeto en normalidad y hay otra intencionalidad en el sujeto con

psicopatologa. Quiz tendra que mencionar que la costumbre de un dolo referido al sujeto normal deba ser

contrapuesto, a veces muy cerca, con un dolo de caractersticas psicopatolgicas (dolo psicopatolgico).

Muchos de los conceptos que la medicina aport al derecho deben ser cambiados ya: tal el caso de homologar

conciencia con memoria. Un error cientfico ha unido la perturbacin de la conciencia en sus distintos grados

con la perturbacin de la memoria, cuando en realidad en el problema de la inimputabilidad la memoria del

hecho no es incompatible con comprender la criminalidad del acto o dirigir sus acciones.

Es indudable que el peritar en muchos casos choca por un lado con la duda judicial sobre la psiquiatra

asistencial y una presunta liviandad sobre el juicio de cese de peligrosidad y la reinsercin social del

inimputable, y por otro lado la necesidad de venganza social en la sentencia, de acuerdo con las expresiones

populares y de los denominados comunicadores, que sentencian en tribunales populares por peligrosidad y

no por el hecho en s, incluyendo en ello las consultas populares.

Tambin me he formulado ya antes dos alternativas: Debe estudiarse siempre la posibilidad de imputabilidad

como una circunstancia fehaciente, antes de considerar presente la inimputabilidad? Dnde queda la vigencia

del principio in dubbio pro reo?

Quien tiene o tuvo una patologa psquica, fracciona el problema penal y por consiguiente el mdico legal o

psiquiatra forense, sea como diagnstico del estado actual, sea como diagnstico en el momento del hecho,

sea como diagnstico en personas vivas o en ya fallecidas, pero en el mejor de los casos, ya slo con un

estado actual a distancia y una referencia a valorar slo en la sentencia de la conducta descripta en los autos

en las personas, como referencia o como testimonio en relacin con un delito, sea como acusado, sea como

vctima. En el cadver se dan las circunstancias de haber cometido un hecho delictuoso: la de ser vctima de

un hecho de ese carcter, el suicidio, la muerte de causa dudosa en muerte sbita o luego de coma o de

abandono de persona, etctera.


Nuestro pas se ha caracterizado por una educacin bsica ligada a anuencia religiosa, donde no se ensean

los delitos, pero s los miedos, no se posibilita el desarrollo de responsabilidad social, persiste en muchos la

confusin entre delito y pecado. No debe olvidarse que este ltimo es un producto individual, mientras que el

delito necesita de la norma social previa, de la ley que castiga el hecho porque lo ha definido como delito, lo

tipifica, lo declara antijurdico (contrario al inters jurdico tutelado) y sanciona a su autor por ser culpable.

La imputabilidad en la enfermedad psquica se fundamenta en el texto del art. 30, en cuyo primer prrafo se

cubren alternativas diagnsticas del tema: Defecto mental, alteracin morbosa de las facultades y el estado de

inconsciencia. Pero la expresin que le precede, ya sea, indica alternativas, puesto que el tema de la

imputabilidad no pertenece a la medicina con la imposicin de un diagnstico, sino que es un tema

plenamente legal y judicial, fundamentado en dos alternativas posibles:

1) Sufrir de un defecto mental al momento de los hechos

2) Posibilidad de comprender la criminalidad del acto, al momento de los hechos;

3) Posibilidad de controlar sus acciones a mandato de ley.

Si los ya sea fueran limitativos, en primer lugar la sentencia sera mdica, y en segundo lugar en muchos

casos habra contradiccin con las dos alternativas de inimputabilidad que da el Cdigo Penal.

Sostuve en Alcoholizacin2 que la Medicina no es una ciencia exacta y tampoco con conocimientos e

interpretaciones permanentes o al menos durables, razn por la cual no puede ser base para interpretaciones

judiciales que se fundamenten en entidades nosolgicas que los conocimientos van cambiando y alterando en

ubicaciones o clasificaciones. Mal podra entonces obligar un concepto mdico que carece de consistencia

cronolgica al juez que debe dictar una sentencia de sancin en aos.

He citado anteriormente los actos realizados accin, y debemos referirnos brevemente a la no realizacin

de actos debidos omisin, para llegar a la confirmacin que en algunos hechos no hubo acto humano y

que la no comprensin del deber del acto no es imputable, as como en algunos casos tal un catatnico la

imposibilidad de dirigir la accin. En una ubicacin alienista como ha sido la interpretacin de la norma

durante largo tiempo se reduce la situacin, como lo hicieron H. y A. Fingarette3 al afirmar que el peor
efecto psictico es la prdida de racionalidad, porque al perderla tambin deja de comprender y valorar las

leyes de su existencia social. No es sta la situacin de mayor inters en la labor psiquitrico-forense, aunque

considero que invade la norma, como en el caso de inimputabilidad del delirante celoso al matar el objeto de

sus celos, y la condena de ese delirante si en ncleo ajeno a su delirio roba, hurta o estafa. A. Goldstein4

seal la exigencia del cumplimiento de las reglas de N. Naghten, es decir la prueba de que en el momento

del hecho la accin se cometa bajo la influencia de un defecto de la razn debido a una enfermedad mental, y

el sujeto imputado no saba la naturaleza ni la calidad de la misma, y si lo saba ignoraba que lo que haca

estaba mal hecho. Estas reglas tienen adhesin a las facultades intelectuales cognoscitivas (de las clsicas tres

esferas o facultades de la actividad psquica, la intelectual, la volitiva y la afectiva), donde el criterio de

enfermedad mental, que no es mdico sino legal, admite desde lo temporal a lo permanente y desde una de las

facultades a alguna de las otras dos volitiva y afectiva y aun su conjunto. A. Brooks5 seala

comprensivamente a su vez tres excusas de inimputabilidad: Yo no saba lo que haca, Yo no me pude

controlar y Yo estaba loco cuando lo hice. Es indudable que la variable de la primera es Yo no saba que

lo que haca era contrario a la ley, con lo que se acerca a la necesidad del conocimiento de la ley para que

el reproche de culpabilidad sea eficiente. La ley nunca debera penar la ignorancia, sino en todo caso repararla

o contemplarla.

Por otra parte no existen dificultades frente a la prdida de un control argumentada, si es que no se encuentran

razones en el comportamiento global del sujeto, en razn de su unidad y de su personalidad o individualidad,

que siempre se debe tener presente, al igual que si no lo pude resistir se discute en la accin, y no lo quise

resistir se discute en la omisin. Este conocimiento psiquitrico forense guarda relacin con las exigencias

legales, como por caso seala E. Mezger,6 es imputable el que posee al tiempo de la accin las propiedades

exigibles para la imputacin a ttulo de culpabilidad.

Sobre la propia base del juzgamiento de inimputabilidad del Cdigo Penal Argentino, debieran circunscribirse

las razones psiquitrico-forenses de inimputabilidad, al encontrarse en situacin psicobiolgica de no disponer

de la capacidad para valorar y comprender la ilicitud del acto o para dirigir su persona, en la accin u omisin.

Quedan involucrados as no slo el conocer sino tambin el valorar (querer) y una definida direccin

voluntaria.
En un discutir jurdico puro se entiende la imputabilidad como capacidad de culpabilidad y a su vez

culpabilidad como el reproche personal por la infraccin del deber. En ese nivel hasta puede aceptarse una

capacidad de deber (como refera J. Crdoba Roa),7 como un concepto que en el momento de calificar

circunstancias de inimputabilidad en la discusin pericial, puede ser trascendente para salir de una utopa

moral en una alteracin del funcionamiento biolgico, que coloca al sujeto en la imposibilidad de exigirle

abstenerse de verificar la conducta reprochable o prohibida. Por ello, capacidad de obligacin o de deber

son explicativas una de otra y coinciden para el anlisis del caso. El error principal, en el estudio pericial,

sera considerar que hubo eleccin del actuar en un inexistente libre albedro psiconeuroendocrinolgico del

comportamiento.

La conciencia del ser libre existe en la normalidad, sin duda, pero nunca puede afirmarse en la patologa

psiquitrica, ya que sta constituye por s misma la mayor prdida de la libertad. En este tema influyen mucho

los presupuestos morales de una decisin de actuar o no en contra de la ley, y por otra parte el fin de la

sancin penal, y que constituyen concilibulos psicolgico-jurdicos sobre dominio y decisin (dominio

sobre la decisin).

No contemplo la posibilidad de salir del fundamento que se ha dado al Cdigo Penal Argentino; su

concepcin clsica y de defensa social aparta las concepciones ms modernas, donde la fundamentacin de la

pena es para motivar a que se obre dentro de la norma jurdica y por consiguiente estara exento de tal sancin

quien no puede ser motivado por ella, sabiendo desde ya que la teora de la sancin por motivacin del

sancionable se parece mucho a una doma, incompatible con el derecho moderno y por consiguiente con el

Estado.

Tambin debe contemplarse, siempre a los fines de anlisis de la imputabilidad, que puede existir

coincidencia entre las normas jurdicas, expresadas como proteccin de los valores fundamentales de la

sociedad (siguiendo a F. Muoz Conde)8 y la escala de valores del individuo, y tambin es justo sealar desde

ya que puede existir incompatibilidad entre el sujeto y la norma, casi siempre como un problema de

subcultura, y en cuyo caso no debe haber anlisis pericial, pues no es del caso o del hecho, sino de una tica

individual o del grupo de pertenencia, a quien igual se le pide que no agreda la norma genrica de convivencia

o configuracin social y que la respete, con lo cual queda a salvo el derecho de opinin y disenso.
Si recurriera a la codificacin penal italiana y la invocara para aclarar, lograra los trminos capacidad de

querer y capacidad de entender. La primera frase guarda relacin como la intelectualmente elegida, como

opcin mejor, o tambin como la autodeterminacin de hacer o no hacer. Capacidad de entender se

relaciona con el mundo de valores de la realidad externa y por consiguiente la aptitud para representarse y

valorar la propia conducta y prever sus efectos.9

M. Cabaleiro Gos10 define al hombre como el poseedor de libertad. Se ha aceptado la libertad como la

facultad y posibilidad humana de elegir: el hombre, decidiendo entre varias opciones, decide su vida y

existencia en cada una de las circunstancias en que hubo posibilidad de decisin. La existencia del clsico

libre albedro nos lleva a la posibilidad de hacer o no hacer, de elegir o no elegir, de decidir o no decidir. Si

se toman los conceptos de San Agustn puede sealarse el libre albedro como la facultad de la razn y de la

voluntad por medio de la cual es elegido el bien, mediante el auxilio de la Gracia, y el mal por la ausencia de

ella. Sin embargo, la decisin es psicolgicamente independiente de la voluntad. La libertad no es tal por la

eleccin o por la simple decisin, sino que por el contrario es la libertad la que hace posibles las decisiones y

slo as puede darse la responsabilidad, tanto por la eleccin como por la decisin. Pero la libertad es frgil,

necesita la condicin de disponer de s misma para la decisin, y tambin de una segunda condicin que est

dada porque las circunstancias no le cercenan camino en su posibilidades.

H. Ey11 expresa que las enfermedades orgnicas son amenazas a la vida, las enfermedades mentales son

atentados a la libertad, y agrega que en efecto, el proceso mrbido entorpeciendo, disolviendo la actividad

psquica disminuye la libertad y la responsabilidad del enfermo mental, atribuyendo a la prdida de

autonoma de la razn y de la personalidad, al regreso subintegrado de la actividad psquica a ciclos cada vez

ms automticos y determinando precisamente esa prdida de la libertad. Afirma que la Psiquiatra es una

patologa de la libertad, es la Medicina aplicada a los debilitamientos de la libertad.

El caso concreto y particular frente a cada hombre interferido en su libertad por la enfermedad, por la

intoxicacin o por ambas actuando simultnea o sucesivamente, continuada o intermitentemente, es el que

demuestra precisamente la trascendencia de la alteracin morbosa de su libertad, en el elegir y decidir su

accin. Es lugar comn el ejemplo ya mencionado del delirante celoso que puede no ser responsable

penalmente en el homicidio de su mujer y s ser lo en un robo o en una estafa, delitos ajenos a la


sistematizacin delirante que padece. Comprender relaciona los motivos y los actos que integran el hecho y

no se debe confundir comprensin con explicacin causal.

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