Las Raíces de La Modernidad en La Edad Media
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Las raices de la modernidad en la Edad Media
HERBERT FREY
LA CONSTITUCION DE LA MODERNIDAD
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4 REVISTA MEXICANA DE SOCIOLOGfA
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LAS RAfCES DE LA MODERNIDAD EN LA EDAD MEDIA 5
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6 REVISTA MEXICANA DE SOCIOLOGfA
La crisis del siglo xiv coincidia con la crisis de un pensamiento feudal raciona-
lizado, cuyo representante mas destacado fue Santo Tomis. La radicalizaci6n del
nominalismo, que sac6 de esta crisis sus conclusiones te6ricas, consisti6, hablando
en forma exagerada, en ver en la racionalidad no algo acabado, sino un resultado
de la construcci6n humana. Por primera vez en la historia de Occidente, el sujeto
apareci6 en esta filosofia como un elemento que daba cohesi6n al mundo exterior
un nivel de reflexi6n que fue superado solamente por la vuelta copernicana d
Kant en el siglo xvIII.
A lo largo de nuestro analisis encontramos todos los elementos del pensamient
moderno que nace en el medioevo. La epoca moderna tuvo que radicalizar y
elaborar estos conceptos, para ser entedidos como modernidad.
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LAS RAfCES DE LA MODERNIDAD EN LA EDAD MEDIA 7
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8 REVISTA MEXICANA DE SOCIOLOGfA
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LAS RAfCES DE LA MODERNIDAD EN LA EDAD MEDIA 9
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10 REVISTA MEXICANA DE SOCIOLOGfA
presenta como algo que trae la iluminaci6n; el hombre es objeto de esta verdad,
sin embargo, no tiene ninguna influencia sobre la busqueda y la posibilidad de
producirla. Dios es el sujeto de toda actividad; el hombre es s61o su receptor pasivo.
Desprotegido, de la misma manera en que estaba expuesto a sus conocimientos de
la naturaleza, era solamente objeto de las decisiones divinas impredecibles.
El neoplatonismo de Plotino habia radicalizado el idealismo de Plat6n, decla-
rando que la materia es el caos y elevando el orden del espiritu a un principio unico.
El universo se consider6 como el gran fracaso de su modelo ideal y el cuerpo
aparecia como la carcel del alma. S6lo si se liberaba la idea de la materia y el alma
del cuerpo, parecia posible que se reconstituyese el orden espiritual original. La
materia, que en el neoplatonismo se declar6 como el no-ser del bien, parecia ser
la base verdadera de todo mal.
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LAS RAICES DE LA MODERNIDAD EN LA EDAD MEDIA 11
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12 REVISTA MEXICANA DE SOCIOLOGfA
historia. Para Agustin, lo que importa no es la comprensi6n del proceso real e hist6rico,
sino exclusivamente la meta de ese proceso, la cual, sin embargo, redunda en la
anulaci6n de la historia. La historia universal se convierte, seguin interpretaci6n
de Agustin, en historia de la salvaci6n; segun esta posici6n, solamente la salvaci6n
reviste importancia, mas no el desarrollo interno.
El uinico sentido de la historia, segun la comprende Agustin, es un sentido que
no se desarrolla dentro de ella sino que aparece ante ella desde el exterior. Es la
conclusion definitiva de la historia con el triunfo de la Civitas Dei sobre la Civitas
terrena.
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LAS RAICES DE LA MODERNIDAD EN LA EDAD MEDIA 13
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14 REVISTA MEXICANA DE SOCIOLOGfA
3 La ciudad del Occidente medieval, por otro lado, se encerraba dentro de la protecci6n de sus mura
que separan al habitante urbano del campesino. Por la seguridad que le conferfan sus derech
privilegios ("el aire de la ciudad nos libera"), la ciudad presenta un mundo particular, un mundo ag
que practica un intercambio desigual con toda tenacidad. Es tambien la que con mas o menos vital
segfin tiempo y lugar, va asegurando el auge generalizado (Braudel, 1986, p. 98).
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LAS RAICES DE LA MODERNIDAD EN LA EDAD MEDIA 15
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16 REVISTA MEXICANA DE SOCIOLOGfA
sus acciones pero que, en contraste con su primera naturaleza, resulta ser un
producto social.
La ciudad no era s61o el terreno para el intercambio de mercancias, sino tambi6n
del pensamiento abstracto y racional que se volvia en contra de la tradici6n. Los
portadores de este pensamiento fueron aquellos hombres que se habian despren-
dido cada vez mas de las relaciones sociales de la tradici6n. Pues la formaci6n de
las ciudades da lugar tambien a una nueva divisi6n del trabajo que iba de la mano
de una diferenciaci6n social creciente. Parecia que el mundo se habia puesto en
movimiento. Habia campesinos que huian de sus sefiores feudales a las ciudades;
se iban generando nuevos caracteres sociales, como los vagabundos y los clerigos
ambulantes. En breve, aquella divisi6n tripartita rigida de la sociedad feudal ya no
abarcaba a toda la poblaci6n. Habia individuos que se encontraban fuera de lo
estamentos feudales, y que eran conscientes de su existencia individual. Las
ciudades que se habian desarrollado en las zonas intermedias del orden feudal, no
eran s61o los lugares de la divisi6n creciente del trabajo, sino de un proceso
creciente de individualizaci6n. En los siglos VII y XIII, ocurre que se va delineando
el germen de aquello que mAs adelante se llamarfa el sujeto burgues.4
A la economia primitiva de la etapa precedente le correspondia una sociedad
estAtica, guiada por la tradici6n. Alli no habia lugar para la individualidad y la
ambici6n personal, pues la actividad propia no era capaz de transformar la posici6
social dentro de la jerarquia de los estamentos. Hasta que se inicia la producci6n
de mercancias y la ampliaci6n de la esfera de la circulaci6n mediante el comercio
a larga distancia, se hace posible el principio de la competencia del hombre y su
economia racional. La orientaci6n respecto de las situaciones del mercado, e
cAlculo de las posibilidades de ganancia y la adaptaci6n al trato con el dinero
estimulan la formaci6n de una nueva vision del mundo, pero tambien la autono-
mia del espiritu, el creciente individualismo, la separaci6n del hombre y, finalmen
te, el pensamiento racional en la filosofia y en la ciencia naciente.5
Pero la esfera urbana no fue la unica en la que se observaron procesos definidos
de individualizaci6n. Tambien en el desarrollo social de la aristocracia podia
percibirse estas tendencias. La creciente separaci6n de los bienes de la noblez
4 En palabras de Bayer: "No podra pasarse por alto la correlaci6n entre el individualismo creciente
del hombre durante la transici6n a la alta Edad Media, la creciente independencia de sus fuerza
racionales y afectivas y los procesos sociales reales. A causa del avance continuo de la urbanizaci6n,
hombre fue alejado del Estado arcaico, de su dependencia social, convirtiendose en un individuo cada
vez mas autosuficiente, como consecuencia de sus ocupaciones dentro de una divisi6n del trabajo y d
la diferenciaci6n social (Bayer, 1976, p. 188).
5 "Este desarrollo socioecon6mico conlleva... tanto las tendencias tempranas del individualismo o bien
voluntarismo del siglo xII, como tambien el nominalismo de Ockham y el individualismo de la Edad Medi
tardia con sus elementos de escepticismo crftico, si bien el racionalismo urbano naciente en tiempos
Abelardo tendia a otra fndole, es decir, era mAs fuertemente religioso y comunitario de lo que fueron la
posiciones individualistas y pragnmticas del siglo xiv que salian de los despachos de los comerciantes d
la Hansa y del Rhin, la skrive kamere, como retorta de maneras utilitarias de pensar que fuero
penetrando en todos los campos de la cultura de la Edad Media tardla" (Bayer, 1976).
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LAS RAICES DE LA MODERNIDAD EN LA EDAD MEDIA 17
Es caracteristico del nuevo individualismo del caballero del siglo XII, su conce
de la aventura, el cual se distingue principalmente por la acci6n de armas
individuo aislado frente al heroismo colectivo de las Chanfons de Geste.
Tambien a partir del siglo XII comienza a perfilarse un nuevo sitio en donde
expresa este afan de fama personal; es el torneo. Dentro del torneo entran
contacto las relaciones mercantiles y el mundo de la aristocracia con el de
burguesia. Pues como premio en el torneo, no s61o podia esperarse el dine
ofrecido a cambio de enemigos presos, sino tambi6n era posible alcanzar la ma
de una rica dama heredera del castillo.
En el siglo XII el torneo era aun la lucha entre dos equipos, sujetos al mando de los
hijos de sefiores feudales famosos, quienes velaban por su fama personal y la de
sus principados. Pero el factor personal tuvo un papel en el torneo desde un principio,
aun cuando solo dos siglos despu6s fue librado por luchadores individuales.
Las cualidades personales eran las que decidian en el torneo si habria victoria o
derrota y capacitaban de manera creciente a los contendientes a verse como
individuos. Ademas, el dinero y la fama estaban vinculados intimamente en el
torneo y los nombres de los participantes mas destacados de lasjustas eran famosos
en toda la comarca (cfr. Duby, 1986, pp.157/158).
Al poner en marcha los procesos de individualizaci6n, debido a su forma de
produccion y divisi6n del trabajo, la ciudad se convirti6 tambien en el lugar donde
se desarrollaban nuevas formas de pensamiento que ponian a la tradicion en el
tapete de la critica. Lo existente no podia confirmar sus pretenciones de valor,
haciendo valer exclusivamente la autoridad de la tradici6n. El racionalismo de la
producci6n de mercancias tenia su contraparte en el pensamiento y el exame
critico de la tradicion, y la buisqueda de posibles contradicciones en el fundamento
tradicional de la Iglesia, se volvi6 una obligaci6n.
Los monjes, guardianes de la tradici6n, de todo lo que se habia trasmitido con
respeto, se percataron muy pronto de que la novitas se expandia de maner
peligrosa en el suelo urbano, tomando la forma de pensamiento racional y critico
Para los monjes, la ciudad era el sitio de las tentaciones, de los pecados; ella era la
nueva Babilonia de la que habia que huir. Al fundarse la nueva orden de lo
cisterciences, se intento una vez mas que el campo fuese elevado, con su sencillez
al centro de sus actividades. El trabajo manual, en su faceta de actividad agricola y
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18 REVISTA MEXICANA DE SOCIOLOGfA
6 "La casa de David y del sabio Salom6n". (Philipp de Harvenat.) Johan de Salisbury escribe en una
carta a su arzobispo Thomas Becket en 1164, sobre sus impresiones en Paris: "Me he puesto a observar
la ciudad de Paris y cuando vi la abundancia de comestibles, la alegria de la gente, el profundo respeto
del que gozan aquf los clerigos, el esplendor de la Iglesia y las miltiples actividades de los fil6sofos, me
querfa parecer que contemplaba la escalera de Jacob que Ulegaba por un extremo hasta el cielo y que los
Angeles se movian sobre ella apresuradamente, subiendo y bajando. Con entusiasmo me vi necesitado a
constatar... el Sefor estaba alf y yo no lo habfa sabido"(cita segin Le Coff, 1986, p. 38).
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LAS RAICES DE LA MODERNIDAD EN LA EDAD MEDIA 19
7 "De toda la filosoffa, la 16gica es la que mas me atrae; por sus armas he dado las armas del caballero
para tan s61o librar justas del espfritu. Por el estudio de la 16gica me dirigf a todos aquellos sitios de los
que obtuve alabanzas, sitios encumbrados de la ciencia, y asf me convertS en un fil6sofo deambulante en
el sentido como se expresa en la antigiiedad" (Abelard, 1979, p.9).
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20 REVISTA MEXICANA DE SOCIOLOGfA
a Corbeil, en las cercanias de Paris, para desde alli poder atacar mejor a Guillermo.
Aun cuando Guillermo pudo evitar por un tiempo que Abelardo siguiera impar-
tiendo ensefianza, sin embargo sufri6 tal desgaste y descredito a causa de esta lucha,
que finalmente se retir6 de Paris, pues habia perdido el aprecio de sus discipulos.
De alli en adelante, Abelardo se dedic6 mas a la teologia, y continu6 sus estudios
con Anselm de Laon. Pero los metodos de este, la menci6n de las autoridades
desprovista de una posici6n critica, le parecieron poco utiles y encaminadores. El
enfrentamiento fue inevitable y asi es c6mo Abelardo regres6 a Paris, en donde se
le confi6 la direcci6n de la escuela de Notre Dame. Abelardo lleg6 aqui a la cumbre
de su fama, antes de que el asunto amoroso con Eloisa durante los afios 1117 y
1118 cortara su carrera de manera abrupta. Despues de su castraci6n se retir6,
avergonzado, al convento de St. Denis y a partir de 1119 comienza su vida de
monje.
Pero la historia de la pasi6n de Abelardo no termina con su entrada al convento.
Su espiritu critico, aunado a la indole belicosa de su estamento de origen, origina
el desafio a los correligionarios de St. Denis, al comprobar Abelardo que el patrono
del convento no es identificable con Dionisio, el discipulo del ap6stol. Este cuestio-
namiento critico del mito fundador del convento, lo obliga nuevamente a huir, a
lo cual se agrega la sentencia por sospecha de herejia, en ocasi6n del Sinodo de
Soisson. Durante los afios 1123 a 1126, Abelardo se encuentra en el yermo de
Paraclet, dando ensefianzas a muchos de sus estudiantes que lo siguieron hasta alli.
Cuando Abelardo regresa a vivir a un convento de la Bretafia entre los afios
1126 a 1132, su vida nuevamente corre peligro a consecuencia de sus intentos
estrictos de reforma. Tambien este episodio de la vida de Abelardo termina con su
huida de la abadia. Una vez mas visita al Mont Ste. Genevieve en Paris, y su
actividad de ensefanza se ve nuevamente coronada por el 6xito.
Pero esta vez choca con Bernhard de Clairvaux, el monje cisterciense y gran
mistico del siglo XII. Bernhard, como carece de la fuerza necesaria para enfrentarse
abiertamente a Abelardo, utiliza todo lo que encuentra a su disposici6n para lograr
la sentencia en contra de su opositor, aun antes de que este haya sido escuchado.
En el Concilio de 1140, se proclama la condena de varias ensefianzas de Abelardo,
atribuidas a su pluma y ni siquiera la apelaci6n ante el papa puede invalidarla,
debido a la intervenci6n anticipada de Bernhard (Borst, 1988, pp. 351-376).
Nuevamente siguen afnos de huida para Abelardo, hasta que el abate de Cluny,
Petrus Venerabilis, ofrece albergue al sentenciado. Este sigue escribiendo y leyen-
do y continua su labor en sus obras postreras. Abelardo muri6 en Cluny, en 1142.
8 Elofsa, por su parte, tambi4n tom6 el habito. El epistolario entre Abelardo y Eloisa, que cada uno
escribi6 desde su celda, pertenece a los documentos mas valiosos de la literatura amorosa del continente
europeo. Elofsa desiste del matrimonio con Abelardo por la carrera intelectual de este, pues es consciente
de que una relaci6n duradera con Abelardo podrfa destruir la vida libre de fil6sofo. Al mismo tiempo
esta relaci6n es tambien un ejemplo de elecci6n libre e individual, y de renuncia en una epoca en que
amor y matrimonio no tenlan relaci6n alguna. El grado de desarrollo individual se refleja precisamente
en el epistolario de Abelardo y Eloisa, como relaci6n personal, mas alia de todo convencionalismo.
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LAS RAICES DE LA MODERNIDAD EN LA EDAD MEDIA 21
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22 REVISTA MEXICANA DE SOCIOLOGfA
Pero con esto, Abelardo expres6 una conducta independiente frente a la tradi-
ci6n. La tradici6n y las autoridades no representaban la soluci6n de los problemas
sino que eran la materia con la que la ratio tendr'a que ejercitarse. Pero con esto
se habia convertido el exegeta de la tradici6n, el sujeto que interpretaria la
tradici6n, en la ultima instancia ineludible. Era el sujeto el que conferia, por medio
de su interpretaci6n, la verdadera coherencia a la tradici6n, la cual habia procla-
mado como suya desde siempre.
La posici6n del sujeto, del maestro libre que se encuentra fuera de la ordenaci6n
de los estamentos y utiliza las armas de su intelecto, se refleja tambi6n en la posici6n
que toma Abelardo en el debate de los universales. Las disputas escolasticas
medievales se acaloraban ante la pregunta de si los universales o conceptos
generales existen igualmente de manera independiente de la individualidad. De
manera implicita, la existencia del sistema feudal dependia de estas cuestiones,
pues si se empezaba a entender los asuntos individuales, uno por uno, como
supeditados a la servidumbre y al poder feudal, entonces se daria por sentada su
inmutabilidad hasta el fin de los tiempos. Las contestaciones que Abelardo da a
estas preguntas son francamente irreales, las desarrolla frente a su maestro
Guillermo de Champeaux y se acerca a aquello que posteriormente se llam6 la
posici6n nominalista. Lo general no existe realmente. Es la serial para las cosas
particulares que existen por separado, por cuya experiencia sensorial se inicia el
conocimiento. Lo general es una ficci6n uitil, producto de nuestra actividad de
abstracci6n y de la raz6n.9
Con esto Abelardo afirma, sin embargo, que los universales son producto de la
actividad humana, convenciones lingiiisticas que tienen la capacidad de reunir
fen6menos individuales en una organizaci6n.
Pero este es un punto de vista revolucionario para la cuestion de los universales.
Todo lo que constituye la realidad no se hizo por medio de leyes, reglas universales
y estamentos, sino por individuos particulares. Frente al mundo estan solamente
los individuos, los unicos que tienen realidad, vinculados entre ellos por el universo
que es el lenguaje. Asi que el lenguaje es el medio por el cual se efectua el
intercambio entre humanos, ha sido hecho por el hombre y es el medio para su
mutua comprensi6n (Alessio, 1975, p. 412).
Si bien Abelardo ya habia renovado la met6dica y la 16gica, su 6tica se convirti6
en otro punto angular de oposicion y ataque. Y es que la subjetividad juega un
papel importante para la moral de Abelardo, la que lo ubica frente a las realidades
puramente objetivas.
9 "Despues de sefialar las razones por las cuales las cosas no podran nombrarse ni particulares ni
reunidas de manera general, es decir, declaradas por varios, resta inicamente que tal generalidad se la
adjudicamos unicamente a las palabras ...
"Sin embargo, la universal, es una palabra que sirve, ya desde su invenci6n, para que se nombre de
parte de varios, cada vez de manera particular, asi como el nombre 'hombre' (Mensch, generico, N.d.T.) que
puede vincularse con nombres especiales de hombres, en correspondencia con las entidades de las cosas que
tienen en su base, a las cuales se le confiere el nombre" (Abelardo, cit. segin Flasch, 1982, p. 245).
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LAS RAICES DE LA MODERNIDAD EN LA EDAD MEDIA 23
10 "Es la moral de la intencionalidad la que ocasiona este shock subversivo. Moral de la intenc
significa que el valor de nuestras acciones no se dirige hacia los objetivos.... sino hacia el consen
interior que les damos a aquellas" (Chenu, 1969, p. 18).
11 Abelardo encontr6 en Bernhard de Clairvaux, el monje cisterciense, representante segfi
constituci6n del espfritu feudal, belicoso y campirano, a su mas implacable enemigo. Este pred
las Cruzadas no es capaz de comprender la inteligencia urbana que esta representada por Abel
que entiende como ataque frontal contra el ideal monastico. En este duelo se enfrentan dos p
del espfritu, dos epocas, ciudad y campo, racionalidad y mistica. "La rafz del mal la ve Bernh
orgullo del saber que abriga Abelardo, y que lo convierte en insensato: En que 1e conoce y sabe
el cielo y en la tierra, solamente desconoce una palabra, 'necio' ('eso no lo se'), y asf su 'th
vuelve una'stultilogia"' (Borst, 1988, p. 362).
Pero con esto, la interpretaci6n racional de los sectores de la fe, de parte de Abelardo, se c
en el punto principal de la crftica para Bernhard. Pero no s61o la importancia que Abelardo
la acci6n de la raz6n humana resulta inaceptable para la visi6n monastica del mundo de p
Bernhard; tambien las consecuencias morales de la etica de Abelardo son contrarias a la
conceptualizaci6n de los cisterciences.
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24 REVISTA MEXICANA DE SOCIOLOGCA
El siglo XIII fue un siglo de reacci6n ante los retos del siglo XII, una epoca en la
que ciudad y el campo se conciliaron una vez mis, cretndose agrupaciones
secundarias en forma de cofradias, gremios y hermandades que se incorporaban
al sistema feudal. La ciudad aparecia de ahora en adelante como parte constitutiv
del sistema y las escuelas catedralicias, que con sus maestros libres representaban
un foco de agitaci6n, se transformaron en universidades que con sus estatutos y su
organizaci6n gremial ya no dejaban espacio para la individualidad del maestr
libre. El control de la Iglesia sobre sus feligreses se fortalecia. En el Cuarto Concili
de LetrAn se declar6 obligatoria la confesi6n pascual. A partir de 1215 se transfor-
ma, por lo tanto, la confesi6n que anteriormente habia sido colectiva y publica, e
un asunto individual, que de alii en adelante transcurre en el retraimiento del
12 Abelardo lleg6 a representar un peldaiio del proceso de individualizaci6n que Bayer describi6 en
su ensayo Sobre la sociologia del proceso medieval de la individualizacidn, como sigue: "S61o el hoinbr
(Hombre-Mensch, en aleman en el sentido de 'humano', N.d.T.) que vive a partir de la raz6n, es el qu
vive de manera verdaderamente individual, porque obedecer a la raz6n quiere decir obedecer tan s61
a sf mismo, a diferencia de la obediencia absoluta frente a lo que es tradicional, que significa que se
reciben las directivas y reglas no a partir de tradiciones y prescripciones generales, sino que del prop
coraz6n. Por lo tanto, el despliegue sin obstaculo de la raz6n te6rica y practica da ...siempre una eti
aut6noma, como consecuencia que puede manifestarse tanto en su mayor interiorizaci6n del mundo
social de los valores, como tambien en una orientaci6n subersiva, exclusivamente antropocentrica".
(Bayer, 1976, p. xIvO/4.)
13 "El siglo xiii fue el siglo de la organizaci6n. La sociedad cristiana era controlada de manera creciente
En el campo econ6mico aparecian -desde la antiguedad- los primeros escritos sobre agronomia
reglamentaciones numerosas en las ciudades que ponfan en la mira a los oficios, las industrias en ciernes,
la construcci6n y los textiles, el comercio y los bancos. La vida publica estaba sujeta a un control adn mis
efectivo: las cofradias vigilaban el mundo del trabajo, las hermandades, el ambito de la fe. Las institucione
politicas de las ciudades y, sobre todo, el Estado monarquico, ejercian una presi6n creciente, segfin s
demuestra en el ejemplo de Francia y la monarqufa papal, y de manera menos marcada, tambien en lo
Estados Ibericos y en Inglaterra. La organizaci6n se manifestaba sobre todo en el mundo intelecual en
el que las universidades, las escuelas de las 6rdenes mendicantes y de las escuelas urbanas canalizaban
fijaban y ordenaban las ideologfas y ensefianzas del siglo XII, entonces en estado efervescente. Te6log
y cientificos del derecho (el derecho romano se estaba reelaborando y se creaba el derecho can6nigo
escribian summae, creaban sistemas de discusi6n, de decisi6n y de aplicaci6n para darle un orden al saber
y a sus campos de aplicaci6n" (Le Goff, 19874, p. 287). Segin lo describi6J. Le Goff en El nacimiento d
purgatorio.
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LAS RAfCES DE LA MODERNIDAD EN LA EDAD MEDIA 25
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REVISTA MEXICANA DE SOCIOLOGIA
dad de Palermo tuvo un papel importante, por el encuentro que en ella ocurria
la civilizaci6n griega, arabe, judia y latina, y a Bolonia correspondia una posici6
central por la cienciajuridica, sin embargo, fue Paris en donde la teologia escola
tica lleg6 a florecer. En la Facultad de Artes tenia lugar una catedra de interpret
ci6n aristotelica a la que Averroes conferia su sello distintivo; la personalidad m
notable en la misma fue Siger de Brabant, mientras que la Facultad de Teologia
era el basti6n principal de la critica ante esta interpretaci6n, por lo que fu
ampliada con este fin, siendo Tomis de Aquino su mentor mas notable.
En la lucha que se libraba entre la Facultad de Artes y la de Teologia, se expres
no s6lo el contraste entre filosofia y teologia sino tambi6n el que mediaba entr
los maestros seglares, pertenecientes a la corporaci6n universitaria, y los monj
mendicantes. El siglo XIII no es, por cierto, s61o la 6poca en la que se confie
especial importancia a las 6rdenes de monjes mendicantes en su papel de luchad
res contra la herejia, sino tambidn es el siglo en el que los dominicos y l
franciscanos conquistan las universidades. Despu6s de su llegada a Paris (l
dominicos llegaron en 1217 y los franciscanos en 1219), comenzaron a dominar
en la Facultad de Teologia y a interpretar la vida espiritual de la cristiandad latin
Ya se habia cumplido el tiempo de los maestros libres e individuales y las 6rden
monacales arrebataron a aqu6llos la supremacia intelectual.
La teologia filos6fica de Aquino intenta una vez m,is integrar la novedades d
siglo XII en un sistema teol6gico, sin atacar los fundamentos del sistema soc
gobernante. Su teologia es reactiva, es decir, responde a los grandes retos de su
14 "Las obras de Arist6teles no pudieron, como ninguna otra idea, erradicarse del mundo por med
de decretos y de continuo iban ganando terreno hasta culminar en las sintesis tomistas. Cuando sobrevin
la gran condenaci6n del afio 1277, 6sta no se dirigIa solamente contra Arist6teles, sino igualmente contr
la interpretaci6n del mismo de parte de Averroes y sus adeptos en Paris" (Leff, 1958).
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LAS RAICES DE LA MODERNIDAD EN LA EDAD MEDIA 27
15 El dualismo de la Civitas Dei y la Civitas terrena da el paso a lajerarqula de los estamentos, y el mund
se convierte, transformando el sitio del pecado en un elemento del piano universal divino, limpiament
ordenado (Borkenau, 1934, p. 23).
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28 REVISTA MEXICANA DE SOCIOLOGfA
Si las formas que finalmente emergen como formas puras del pensamiento de
Dios, llegan a alcanzar un peso mayor, entonces Tomas podra conferirle ciert
existencia independiente al mundo material que no existiria sin la forma que Dios
le ha seiialado. Como la materia no puede existir como potencialidad pura y s61o
se actualiza por medio de una forma que le ha sido dada, resulta que para Tomas
tambien el dogma cristiano, referido a la creaci6n del mundo por Dios, es compa-
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LAS RAICES DE LA MODERNIDAD EN LA EDAD MEDIA 29
tible con la filosofia de Aristoteles. Empero, contra este dogma se volvia la lec
de Arist6teles, de Averroes y de Siger de Brabant. Porque Arist6teles habia v
que la materia posee formaciones previas que la limitan en cuanto a la formac
acufiada desde el exterior (Arist6teles, Metafisica vii. 7. 1032 a).
El aristotelismo de "izquierda" entiende esta preformaci6n de la hyle como
capacidad de la materia para realizar una autoactualizaci6n. Cuando la ma
puede realizar por si misma la determinacion enteletica, la natura naturat
convierte en la natura naturans. Con esto, la creatio mundi se convierte en un
que el mundo puede realizar por si mismo, paso por paso. Para Averroes, de a
se concluye que la suposici6n de un Dios que da origen al mundo se vue
prescindible.
Los averroistas latinos que Tomas combatia en la Universidad de Paris -Siger de
Brabant y Boetius de Dacia-, retomaron esta teoria y la fueron desarrollando. Al
negar la inmortalidad del alma y partiendo de la eternidad del mundo, llegaron a
posiciones filos6ficas que habian dominado durante la antiguedad (Pepin, 1973, p. 70).
El peso que Siger le dio a la invariabilidad y eternidad del mundo, lo imposibilit6,
al mismo tiempo, para trazar una verdadera historia de la humanidad. En contra
a esto, Tomas rechazo terminantemente la teoria que aparece en los escritos de
Arist6teles referente a la eternidad del mundo. Al mismo tiempo concedia que el
pensamiento de la creaci6n del mundo no podria rebatirse de manera evidente por
medio de una posici6n basada puramente en la raz6n y que, por consiguiente, el
pensamiento de la creaci6n del mundo no habria de obtenerse forzosamente a
partir de la raz6n, sino de la revelacion (Grabmann, 1914, p. 74). La relaci6n entre
Dios y el mundo se establecio, segun Tomas, pasando por la acci6n divina de la
creaci6n. Si bien aceptaba ciertos derechos propios, sostenidos por la causalidad
del mundo, porque habia considerado anteriormente a la creaci6n como produc-
tora de todo ser.
La idea determinante en todo su sistema es aquella, segun la cual, toda cosa finita se
compone de acto y potencia, esencia y existencia. La existencia transporta la potencialidad
de la esencia a la actualidad, pero esta, ella misma, limitada por esta potencia. Esta
diferenciaci6n de esencia y existencia es vital, es el Shibboleth del tomismo. Lo es por la
raz6n de que Dios es una entidad existente a partir de el mismo, sin una diferenciaci6n
entre su esencia y existencia. Es la perfecci6n total y, en ultima instancia, partimos de las
cosas finitas para deducir a partir de estas, la existencia de Dios. Nada de lo que tengamos
conocimiento es un ser fundado en si mismo, un "ens a se", de modo que ha de depender
de una causa que existe a partir de si misma (Knowles, 1982, p. 263).
Esta fue al mismo tiempo la base para que Tomas pudiera ordenar raz6n y fe
entre si, sin que hubiese una contradicci6n sistematica. Pero tambien a la natura-
leza creada no le Ilega una necesidad a partir de ella misma, segun la filosofia
tomista. A causa del axioma, adoptado por la fisica aristotelica, que ve la causalidad
que no conoce el proceso como presencia demarcada, haciendo necesaria la acci6n
de un factor causal para cada transformaci6n en particular, Tomas aseguro la
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30 REVISTA MEXICANA DE SOCIOLOGfA
Si bien qued6 defendido el marco teologico por Tomas ante los averroista
tambien llev6 lajustificaci6n de la raz6n y de la ciencia a una rehabilitaci6n parcia
del instinto cientifico humano. Al adoptarse la argumentaci6n aristotelica, tambie
la curiositas experimenta, por lo tanto, una revaloraci6n que diferencia a Tomas
de Agustin tambien en esta cuesti6n. Para los tomistas, la primera sentencia de la
metafisica aristotelica ha sido elevada a uno de los principios francamente valid
del pensamiento escolastico. La naturalidad del saber implica la valoraci6n: omni
sciencia bona est (vease Blumenberg, 1973, pp. 129-130).
Tal vez sea precisamente aqui, en la defensa de la curiosidad te6rica y en
justificaci6n de las estructuras racionales, que encontremos la aportaci6n q
Tomas ha realizado al origen de la modernidad. Fueron las tendencias del siglo X
las que estuvieron "resguardadas", por decirlo asi, en el sistema de la teolog
tomista. Sin embargo, por lo que se refiere al campo de su filosofia social y a s
posici6n frente al problema de los universales, toma posiciones que se queda
rezagadas respecto de los inicios del individualismo. En la cuesti6n de los univer
sales mantiene la posici6n realista, es decir, sostiene la existencia de los concept
generales ante rem. En la discusi6n acerca de los universales, Tomas estaba
acuerdo con el fil6sofo arabe Avicena.
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LAS RAICES DE LA MODERNIDAD EN LA EDAD MEDIA 31
16 "Si corresponde, por lo tanto, a la determinaci6n natural del hombre de que viva en so
muchos, entonces ha de haber algo entre ellos por lo que puedan gobernarse los muchos
hubiese muchos hombresjuntos y cada uno s61o se abocase a aquello que le pareciese adecuad
la sociedad se disolveria en diferentes direcciones si no estuviera precisamente alguien q
cuidado por aquello que se refiere al bien de la sociedad. Igualmente se disolveria el cuerpo
y de cualquier criatura, si no existiera una fuerza comun dentro del cuerpo que lo dirige q
bien comin de todos los miembros. Seguramente es eso lo que quiso decir Salom6n cuando d
11, XIV) 'Donde no hay regente, el pueblo se disemina"' (Tomas de Aquino, 1981, I, ip. 7).
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32 REVISTA MEXICANA DE SOCIOLOGfA
Con esta posici6n critica frente a la burguesia que practica el comercio, Tomis
de Aquino adopta una posici6n clara para hacerle frente al movimiento urbano de
su tiempo y sus tendencias individualistas. Esto se expresa tambi6n en la cuesti6n
del inter6s tributario que TomAs representaba con una posici6n tipicamente
clerical feudal. Pues con todo lo prescindible que pudiera considerarse la exigencia
de los intereses en el campo de la economia feudal, se habia vuelto imprescindible
para la economia crediticia urbana. La exigencia de los intereses se habia implan-
tado desde hacia mucho tiempo, pese a las prohibiciones de la Iglesia, cosa que se
expresaba con frecuencia en el derecho urbano. Sin embargo, Tomas representaba
en lo esencial la interpretaci6n eclesiastica que se manifiesta en el titulo de la
investigacion 78 de la Summa Theologica, "El pecado censal". Tambien el trabajo es,
para Tomas, de una manera muy medieval y nada burguesa, el castigo hecho dolor
a consecuencia del pecado original (Troeltsch, 1922, p. 313).
Si ademAs tenemos presente que Tomas mantiene en su teoria del Estado una
prepotencia incondicional de la Iglesia sobre el Estado seglar, entonces parece
justificarse la conclusi6n de que la teoria tomista, no obstante su aparente giro que
la aleja de la posici6n medieval, en realidad llega otra vez, por medio de un circulo
de su pensamiento, a la ideologia de la Edad Media.
Mientras que Tomas retrocede para ligar las tendencias individualistas del siglo
XII a las comunidades supraindividuales, vinculandose con este siglo unicamente
por su reconocimiento de la estructura de la racionalidad, los herederos mas
consecuentes de las conquistas mas progresistas del siglo XII son los filosofos de la
Facultad de Artes de Paris. Si bien no nos han legado una teoria social, sin embargo
defendieron los derechos del individuo que argumentaba con racionalismo, y Siger
de Brabant, cabeza de esta posici6n, desapareci6 en las mazmorras de la Inquisicion
a causa de su defensa de estos derechos.
Las apreciaciones del "averroismo latino" sufrieron un golpe notable por part
de la jeraquia eclesiastica, a consecuencia de la condenaci6n de las 219 tesis d
obispo Tempier, el 7 de marzo de 1277, una de las condenaciones mis decisivas a
la filosofia de la Edad Media, de la que dificilmente pudo reponerse. Si bien est
condenaci6n toc6 tambien a siete tesis de Aquino, su santificaci6n a principios de
siglo XIV, demostr6 que el tomismo solo habia sido tocado de manera perif6ric
por dicha condenaci6n. La lista de los 219 errores que se condenan, es un
documento tipico de la situaci6n intelectual del ultimo tercio del siglo xII. Se vuel
directamente en contra de las intenciones que defienden la autonomia de la razon
frente a la teologia, contra el derecho de critica de la religi6n cristiana y contra
enfasis de un derecho de felicidad en la vida terrenal. La condenaci6n del "ave-
rroismo latino" se vuelve directamente contra una tendencia naturalista y
nalista, segun se habia desarrollado en la Facultad de Artes en Paris y que co
a la filosofia un primado sobre la teologia. No se ha comprobado si Siger de B
y Boetius de Dacia representaron realmente esta postura en un sentido dir
pero fueron tesis, no personas, a las que condenaba el obispo de Paris y en la
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LAS RAfCES DE LA MODERNIDAD EN LA EDAD MEDIA 33
creia registrar una tendencia nueva, una nueva mentalidad. Desech6 el principio
de que un filosofo no debera aceptar ninguna tesis que no haya sido comprobada
a partir de la raz6n (Tesis 13 y 150, cit. segun Flasch, 1982, p. 359).
"Tesis 150: El hombre no deberi guiarse por ninguna autoridad, para llegar a
la certeza de alguna cuesti6n" (cit. seguin Flasch, 1982, p. 362).
Pero al lado de la critica de la racionalidad, lo que en principio constituye el
afan individualista es aquello que resulta ser el verdadero contenido de los errores
averroistas. Es el elemento antropocentrico, destacado de las tesis reprobadas y
con esto, cierto nivel del proceso de individualizaci6n, lo que ha de condenarse.
La etica que se apoya en los "errores" ya se basa en una experiencia empirica de
la realidad y de la visi6n realista del mundo, que se orienta con lo que todo hombre
puede percibir, raz6n por la cual lo que es conceptual general o, en su caso, lo
aprioristico, pierden su posici6n dominante. Se preferira una felicidad basada en
las virtudes intelectuales en la vida terrenal, a la promesa de una felicidad en el
mas alla.
"Tesis 176: La felicidad se posee en esta vida no en otra" (Flasch, 1982, p. 362).
"Tesis 15: Despues de la muerte, el hombre pierde todo lo bueno" (Flasch,
1982, p. 359).
"Tesis 144: Todo lo bueno que le es posible al hombre consiste en sus virtudes
intelectuales" (Flasch, 1982, p. 362).
El constraste que media entre la legalidad y la libertad, el "ordo" de la voluntad
de Dios y la afirmaci6n de la individualidad se convierten mas y mas en un conflicto
abierto.
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34 REVISTA MEXICANA DE SOCIOLOGfA
relativistas y la tesis de que el hombre es la medida de todas las cosas, apenas media
un paso. Fue asi como el "averroismo latino" continu6 las tendencias que entroni-
zaron al individuo como medida de lo existente, confiriendole una soberania que
ponia en duda a las autoridades medievales.
Tal vez no sea una exageraci6n constatar que los viri philosophici de la Facultad
de Artes de Paris en el siglo XIII, fueron un grupo unido por la profesi6n y el
pensamiento, y que daba prioridad a la individualidad y a la subjetividad mis
fuertemente que nadie, y pueden por tanto considerarse como los precursores de
la Ilustraci6n (Le Goff, 1984, p. 87).
La fase de auge general que habia caracterizado el siglo XII y tambien la primera
mitad del siglo XIII, perdi6 su fuerza alrededor del anio 1300. Las experiencias de
los hombres a principios del siglo XIV se diferenciaban de manera fundamental de
las de dos siglos anteriores. La expansi6n territorial de Europa habia llegado a sus
limites y los productos de las tierras que aun podian cultivarse, disminuian en forma
creciente.
Por otra parte crecian las exigencias de renta por parte de la nobleza, que
buscaba poder sostener el nivel de vida habitual. El sistema feudal habia llegado
con esto a un punto en el que las fluctuaciones climaticas a corto plazo tenian que
ocasionar una crisis a largo plazo. Este momento habia llegado entre 1315-1316,
cuando en breves intervalos se malograron las cosechas, ocasionando hambrunas
en grandes regiones de Europa. La muerte negra, la peste, que fue llevada a Europa
entre 1347 y 1348, se llev6 en brevisimo tiempo al 40% de la poblaci6n europea
total y complet6 asi la imagen del siglo XIV como 6poca de crisis. Pero no s6lo fueron
factores naturales los que ocasionaron la inestabilidad de este siglo. Tambi6n l
organizaci6n social medieval empezaba a tambalearse. Tanto en la ciudad como
en el campo crecian las protestas contra el empeoramiento de las condiciones de
la vida. Los artesanos menores de Gent se pronunciaron en 1309, con un levanta-
miento, y vencieron cerca de Courtrai a una armada de nobles. En 1378 se declar
la famosa sublevaci6n de los Ciompi en Florencia, la lucha de las capas sociale
bajas contra los patricios urbanos y las cofradias. Las sublevaciones campesinas son
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LAS RAICES DE LA MODERNIDAD EN LA EDAD MEDIA 35
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36 REVISTA MEXICANA DE SOCIOLOGfA
mundo que parece real y en el que todo traspaso de las fronteras de lo sensorial
resultaria ser simple especulaci6n. De ahora en adelante Dios ya no era un sujeto
de la raz6n para esta teologia sino de la fe. Asi que, si la raz6n no podia alcanzar la
fe, habia que conferirle a la raz6n una esfera independiente de la fe para que alli
pudiera desarrollarse. Por otro lado, la fe se basaba en dogma y revelaci6n y no
era alcanzable por ninguna confirmaci6n racional ni requeria de ella.
Una tercera tendencia, que partia de este pensamiento que les conferia prioridad
a los objetos individuales frente a los conceptos generales, fue la relaci6n empiris-
mo-nominalismo, la cual marcaria la direcci6n de una investigaci6n consecuente.
Tal vez sea Ockham el que represente de manera mSs fuerte esta tendencia que
buscaba la aclaraci6n de los conceptos y abrir nuevos campos de acci6n para el
pensamiento en las ciencias naturales. Hay autores que ven en la condenaci6n de
las 219 tesis de Averroes, la apertura del campo de acci6n legitimo de las ciencias
naturales que van allanando el camino a la concepci6n de la soberania absoluta
de Dios, liberando a la naturaleza para la observaci6n humana (para la discusi6n de
estas tesis, vease B. Nelson, 1977, pp. 108-111). Si se ha de seguir esta defensa
extrema de tal punto de vista o no, seguramente la condenaci6n de la posici6n
averroista cre6 un campo de acci6n para aquello que no se condenaba y en donde
el espiritu humano podia confirmarse por medio de la observaci6n de la naturaleza
(cfr. Blumenberg, 1973, p. 149).
En la discusi6n sobre la tendencia espiritual decisiva del siglo XIV emerge
siempre un nombre que, si bien no domina la escena de manera incuestionable,
pertenece sin embargo a uno de aquellos espiritus que senalaron direcciones en la
concepci6n teol6gica nueva de ese siglo y que allan6 el camino a la investigaci6n
moderna de las ciencias naturales. Hablamos de Wilhelm de Ockham.
Bajo la presi6n de la critica nominalista de parte de Wilhem de Ockham se
rompi6 aquella teologia metafisica, aquella sintesis de fe y saber que habia repre-
sentado el punto de culminaci6n de la teologia tomista del siglo XIII. Las contra-
dicciones que ahora campearon por sus derechos entre el saber y la fe, ya no
pudieron pacificarse por medio de ninguna unidad arm6nica.
Como el nominalismo negaba un contenido de realidad a los universales, y ya
no concebia los conceptos generales como entidades universales sino como t6rmino
abstracto que no podia deducirse de las cosas sino s61o a partir del pensamiento
humano, fund6 con esto una teoria de la verdad, mAs orientada por la gramatica
que por la ontologia.'7
La confusi6n que rein6 dentro de la teoria del realismo en el mundo del lenguaje,
del discurso y de la ciencia, por un lado, y del mundo real, por el otro, es decir, la
17 De esto se diferencia lo universal convencional. Asf, el sonido del lenguaje expresado que, seguin su
ndmero, es una cualidad, resulta universal porque es un signo convencional para el significado de vario
signos. Asf como, por lo tanto, el sonido se considera general, tambien podra llamarse universal. Pero
esta cualidad no la tiene s61o por su naturaleza sino por la voluntad de aquellos que han implantado e
lenguaje (Ockham, Summa Logicae I, XIV, 1984, p. 67).
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LAS RAICES DE LA MODERNIDAD EN LA EDAD MEDIA 37
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38 REVISTA MEXICANA DE SOCIOLOGfA
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LAS RAfCES DE LA MODERNIDAD EN LA EDAD MEDIA 39
La teoria politica y social de Ockham tiene una relaci6n intima con su absolu-
tismo teologico y con la posici6n que habia tomado frente a la cuesti6n de los
universales (Kys, 1969, p. 112). Para el, la pretenci6n papal de la supremacia
finalmente es usurpadora porque limita la voluntad de Dios de una manera que
no concuerda con la omnipotencia divina, entregando esa voluntad a la interpre-
taci6n curial. De alii se origina la politica antipapal de Ockham, con todas sus
consecuencias. Al mismo tiempo se refleja tambien en la filosofia nominalista el
desmoronamiento de las relaciones de la comunidad que lleg6 a la peor crisis que
hubo hasta entonces en el siglo XIV. En relacion con esto, el nominalismo es
tambien un reflejo filos6fico de la liberaci6n social y la individualizaci6n del
hombre. Si la realidad consiste solamente en hechos individuales, esto tendra
como consecuenica para la sociedad que el todo solo podra originarse a partir de
los individuos. Para Ockham no hay nada en la realidad que verdaderamente
corresponda a nuestros conceptos de "clase", "ordo", "jerarquia" o totalidad. Si
en la tradici6n del realismo, la Iglesia y las corporaciones aparecian como
entidades que hacian su aparici6n fuera e independientemente de sus miembros,
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40 REVISTA MEXICANA DE SOCIOLOGfA
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LAS RAfCES DE LA MODERNIDAD EN LA EDAD MEDIA 41
CONCLUSIONES
La tesis central de este trabajo es la siguiente: las diferentes fases del sistem
feudal se expresaron no solamente en cambios socioecon6micos, sino que repre
sentaron igualmente progresos en el proceso de individuaci6n. Estos procesos
ven reflejados en el pensamiento medieval, que intenta conceptualizarlo
continuaci6n intentamos demostrar cuales te6logos medievales representa
simbolizan mejor las diferentes fases del mundo feudal. Entendemos la g6nesi
las estructuras de la subjetividad y la formaci6n de la individualidad como
proceso intimamente vinculado a transformaciones sociales como el desarrollo
la ciudad, el aumento de la circulaci6n de dinero y la producci6n para el merc
El crecimiento de la diferenciaci6n social produce nuevos agentes sociales com
comerciantes, banqueros y los maestros libres de las universidades. Estos t
sociales, que se distancian por sus actividades cada vez mas de la colectivi
medieval, tienen por esto la posibilidad de desarrollar una identidad del
incipiente.
La finalidad de este ensayo consiste igualmente en demostrar de que manera la
teologia de la alta Edad Media refleja todavia una identidad colectiva agraria, a la
cual se opone a partir del siglo XII un pensamiento critico, basandose en su
subjetividad como instancia critica.
San Agustin, quien escribe y actuia a finales del mundo antiguo, tenia una
influencia clave en el pensamiento del medievo temprano. Su pensamiento, que
defendia a ultranza a las autoridades de la Iglesia, se adecu6 bien a un tiempo que
habia perdido sus parametros. Para este tiempo, que tuvo que crear una nueva
civilizacion, la fe significaba todo, mientras la raz6n ocupaba un espacio bastante
reducido. A partir de lo anterior, no puede asombrarnos que el augustinismo se
haya transformado en la interpretaci6n casi uinica de una sociedad basada en la
economia natural. Fue esta sociedad la que vio en la autarqufa del monasterio y de
la villa sefiorial el ideal de la vida terrestre.
El pensamiento de San Agustin era adecuado a una sociedad guiada por una
identidad colectiva, que no conocia la critica del orden establecido y en la cual el
individuo aparecia totalmente subordinado al cuerpo social.
Las transformaciones sociales del siglo XII, cuestionaban esta interpretaci6n del
mundo y se reflejaban en los sistemas teologicos de los pensadores de este siglo.
Los procesos de una diferenciaci6n y especializaci6n separaban a los seres humanos
cada vez mas de los colectivos. La teoria teol6gica no producia el individuo, pero
le daba su lugar te6rico en su sistema.
Si existe un pensador que se anticipa en su vida y obra a la modernidad es Pedro
Abelardo. El es uno de los primeros maestros libres de la universidad del siglo XII
que vive de su ensefianza. Para Abelardo el yo se transforma en una instancia
critica, capaz de revisar la tradici6n y de cuestionarla. Con esto, el es el repre-
sentante de la critica de las ciudades a la vision del mundo feudal.
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42 REVISTA MEXICANA DE SOCIOLOGfA
Ahora bien, la finalidad de este trabajo es, a trav6s de una exposici6n de los
diferentes sistemas de pensamiento de los te6logos medievales, elaborar las fases
del desarrollo de la modernidad, para la cual, la individualidad y el pensamiento
critico son constitutivos.
BIBLIOGRAFfA
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LAS RAfCES DE LA MODERNIDAD EN LA EDAD MEDIA 43
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44 REVISTA MEXICANA DE SOCIOLOGIA
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