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Introduccin
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(2) gAlvAni, Albert: Introduccin en El arte de la guerra Sunzi, pp. 25 y siguientes, editorial Trotta
2002.
(3) Ibdem, p. 35
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(4) Ibdem, p. 47
(5) luttwAk, Edward N.: Parabellum, Siglo XXI Editores, Torrejn de Ardoz (Madrid), 2005.
(6) cholet, E.: El arte militar de los chinos, p. 77, editorial Pleamar, Buenos Aires 1969.
(7) MAo tse tung: La guerra de guerrillas, p. 138, editorial Huemul, S. A., Buenos Aires
1966.
(8) luttwAk, Edwad N.: Parabellum, opus citada.
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(11) shy, John y W. collieR, Thomas: La guerra revolucionaria en pARet, Peter (coord.):
Creadores de la Estrategia Moderna, p. 849, Ministerio de Defensa, Madrid, 1992.
(12) Ibdem, p. 841.
(13) qiAo liAng and wAng XiAngsui: Unrestricted warfare, p. 147, Coleccin Azenai, Toledo,
1983.
(14) gAndhi: Todos los hombres son hermanos, p. 147, Coleccin Azenai, Toledo 1983.
(15) Ibdem, p. 147.
(16) Ibdem, p. 149.
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Todas las escuelas del pensamiento chino antiguo parten de que al princi-
pio de todo era el desorden, hasta que el emperador impuso su voluntad.
l es el demiurgo que acta de mediador entre el macrocosmos y el micro-
cosmos; el desorden en uno implica desorden en el otro (17). Existe pues
una relacin de analoga entre los cosmos. Por ello, de partida, la guerra
representa una perturbacin del orden celestial que no es deseable, lo que
motiva el que ste deba ser restablecido lo ms rpidamente posible.
Para el confucionismo (cuyos principales exponentes son Confucio y
Mencio) que representa la tradicin de los reyes sabios, cada uno debe
acatar y someterse a su posicin inamovible y eterna en el cosmos, el
orden celestial determina el orden moral, cuya manifestacin se expresa
a travs de los ritos, que se constituyen en una frmula de saber dog-
mtico por eso se debe actuar en los asuntos militares conforme a los
ritos y en la sumisin ante los mayores: emperador, padre y esposo.
Ello, en la prctica, supone una inclinacin hacia el inmovilismo y la su-
misin incondicional.
Su propuesta como, la del mozismo, es un sistema poltico basado en
la moral, una moralidad, eso s, de rasgos kantianos. El ideal confuciano
se basa en la compasin, lo que hace al prncipe radicalmente humano y
presume la bondad del hombre. El modelo de relaciones que propone es
la familia y el parentesco.
Esto lleva a Mencio a afirmar que si un prncipe fuera capaz de ejecutar
los principios del Cielo, no necesitara conquistar el mundo, pues todos
vendran a hacerse sus sbditos. El emperador se presenta como el mo-
tor inmvil, que no acta mientras las cosas se mueven como una suerte
de emanacin suya. El emperador no toma decisiones realmente sino
que se apacigua en tanto que se somete; esto se manifiesta en el rito.
Su tarea consiste es elegir a sus ministros, con ello se pone orden en el
cosmos poniendo nombre a las cosas (18).
Mo Ti se manifiesta en desacuerdo con el modelo confuciano por su sis-
tema de relaciones de parentesco; el suyo predica el amor universal, que
es contrario a la jerarqua. Al tiempo, promueve el gobierno de los ms
capaces presentando el cielo como un dios personal y el amor y la justicia
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(19)Mateos, Fernando: Introduccin, en Mo Ti: Poltica del amor universal, p. XXXIX, edi-
torial Tecnos, Madrid, 1987.
(20)Ibdem.
(21)Mo Ti: Poltica del amor universal, opus citada, p. XLII.
(22)Herranz, Manuel: La filosofa poltica china clsica, opus citada.
(23)Mo Ti: Poltica del amor universal, opus citada, p. LVIII.
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(24) sAn gines AguilAR, Pedro: Introduccin, en hAn fei zi: El arte de la poltica, pp. XXX y
siguientes, editorial Tecnos, 1998.
(25) Ibdem, p. XXXII.
(26) AlthousseR, Louis, La Revolucin terica de Marx, p. 171, Siglo XXI Editores.
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ficio, ningn despliegue sin ganancia, ninguna batalla ftil (39). No hay
nada encomiable ni honroso en el obstculo y la fatiga; se debe buscar
lo fcil (40).
Mao en el ao 1930 se libr de la tenaza que Chiang Kai Check pretenda
cerrar sobre l, desplazando sus efectivos a gran velocidad, como un to-
rrente de agua, durante 350 kilmetrros en paralelo a las fuerzas de aquel
con lo cual consigui una superioridad relativa local (41) atacando sus
unidades una por una y con gran rapidez:
Nuestra estrategia es batirnos uno contra diez, nuestra tctica es
batirnos diez contra uno (42). As pudo escribir barrimos al ene-
migo como se enrolla una estera. Alguien gime desilusionado. De
qu sirve un bastin a cada paso? (43).
La naturaleza de pulso del esfuerzo blico la presenta como una suce-
sin y combinacin infinita de fuerza extraordinaria y fuerza normal. De
esta manera se utiliza lo ortodoxo para luchar y lo inslito para ganar la
batalla (44), resolvindose de paso el debate entre Clausewitz (esfuerzo
principal, accin directa y batalla decisiva) y Liddell Hart (esfuerzo se-
cundario, accin indirecta sin batalla decisiva), contemplando a ambos
simultneamente (45). Sun Tsu se convierte as en la suma de Liddle Hart
y Clausewitz, por ms que prefiera al primero.
Para ello es esencial conocer al enemigo de ah el nfasis que hace Sun
Tsu en la inteligencia porque la guerra es una relacin dialctica cuyo
resultado depende de la relacin entre las partes, de su capacidad adap-
tativa y del acierto con la que sta se desarrolla. Por esta razn es capital
obtener informacin sobre el contrario, al tiempo que se debe negar la
(39) sun tsu: El arte de la guerra, p. 103, editorial Biblioteca Nueva, Madrid, 2000.
(40) AlbeRt, Galvani: Introduccin al arte de la guerra Sunzi, pp. 79 y siguientes, editorial
Trotta.
(41)Deca eisenhower: si el enemigo defiende una colina con un batalln y me dan dos
batallones para que tome la colina, efectivamente la tomar, pero a costa de sufrir
muchas bajas. Que me den una divisin y la tomar sin luchar, citado por Nixon
(niXon, Richard M.: La verdadera guerra, p. 124, editorial Planeta, Barcelona,1980.
(42) le boRgne, Claude: La guerra ha muerto, p. 225, Ediciones Ejrcito, Madrid, 1988.
(43) puell, Fernando: Introduccin a sun tsu: El arte de la guerra de Sunzi, p. 14,
opus citada.
(44) Idea en que insiste el pensamiento estratgico chino actual. Por ejemplo, QiAo liAng
and wAng XiAngsui: Unrestricted warfare, p. 134, opus citada.
(45) le boRgne, Claude: La guerra ha muerto, p. 272, opus citada.
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(59) gRiffith, Samuel D.: Introduccin al libro de MAo tse tung: La guerra de guerrillas,
p. 45, opus citada.
(60) Qiao y Wang consideran como principios bsicos de la guerra moderna, el perma-
nente reajuste y control de los procesos, la coordinacin multidimensional y una sin-
cronizacin basada en la gestin de la informacin, por la cantidad de planos que se
ven simultneamente (no secuencialmente como antao) implicados. qiAo liAng and
wAng XiAngsui: Unrestricted warfare, pp. 207 y siguientes, opus citada. Algo que es
capital tambin en el concepto de las operaciones basadas en el efecto.
(61) MAo tse tung: La guerra de guerrillas, p. 103, opus citada.
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(68) pReciAdo, Juan Ignacio: Introduccin en lAo zi: El libro del Tao, opus citada.
(69) Ibdem, pp. XXV y siguientes.
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(70) ARon, Raymond: Paz y guerra entre las naciones, p. 47, Revista de Occidente, Ma-
drid, 1963.
(71) pReciAdo, Juan Ignacio: Introduccin en lAo zi: El libro del Tao, p. LXI, opus citada.
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(76) CLAUSEWITZ, Carl von: De la guerra, T II, p. 553, Ministerio de Defensa, Madrid, 1999.
(77) Ibdem, p. 552.
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colabora para ello; a sensu contrario, actuar contra los elementos que los
ligan es una forma de derrotarlos.
Darwin no hablaba de la supervivencia del ms fuerte, sino del ms apto,
del que mejor se adapta. Los clsicos orientales inciden particularmente
en la adaptacin al enemigo para alcanzar la victoria, acplate al enemi-
go y alcanzaras la gloria, algo que la supremaca tecnolgica y econ-
mica de Occidente haba podido hacer olvidar. Y es que como sostiene
Se Ma:
Un ejrcito pequeo slo puede obtener ventajas pequeas; pero
estas pequeas ventajas multiplicadas le hacen lograr sus fines
un ejrcito pequeo no debe permanecer fijo en un lugar, debe estar
siempre en accin y en marcha en presencia del enemigo debe
volver sobre sus pasos constantemente con el fin de poder fatigar
al enemigo y combatirlo en todas partes (82). En contraste, un
ejrcito grande puede de repente lograr su objeto; pero tambin
puede de repente no conseguir su objeto un ejrcito numeroso
debe estar firme y como inmvil en su campo; no debe cambiar
de lugar a menos que una necesidad absoluta le obligue a ello; no
debe salir de l como no sea para combatir cuando un ejrcito
numeroso se halla en presencia de un enemigo, debe detenerse,
ya para comenzar el combate o para esperar a que el enemigo lo
comience (83). Y es difcil de mantener, de situar, de conducir, de
maniobrar Cuantos hombres nicamente destinados a guardar, a
preparar, a consumir, a vivir y con frecuencia incluso a malversar,
a intimidar, a corromper, a perjudicar de mil modos como en dos
instantes sucesivos puede dar rdenes diferentes y a veces contra-
rias de acuerdo con lo que exigen las circunstancias Ve su error
quiere repararlo; percibe el mal, quiere preservarse de l; eso no es
posible; la mquina est en movimiento, tiene que marchar (84).
El primer paso para abordar un conflicto siempre es comprenderlo en
toda su dimensin y contradiccin interna.
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