Con Mucho Tacto

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Con mucho tacto

Carlos Chvez Toro


Carlos Chvez Toro

Con mucho tacto

Grupo Editorial Arteidea


Con mucho tacto
Manual para hacer el amor
2da. edicin. Lima, Per. 2009

Carlos Chvez Toro


[email protected]

Arteidea editores
Moquegua 416-5, Lima
Telfs. 4261727-4267268
[email protected]

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Hecho el Depsito Legal en la


Biblioteca Nacional del Per N 2009-01968
A Brbara
al tiempo feliz en que
siendo verbo se har carne
y habitar entre nosotros.
Entre el erotismo y la estupidez
Foreplay
(A modo de prlogo)

Escribe Armando Robles Godoy

Siempre que leo un texto relacionado con la


sexualidad o el erotismo, que son dos cosas
relacionadas pero completamente distintas,
le busco automticamente las pulgas al piojo.
Casi siempre se las encuentro; y a veces en tal
cantidad que el piojo se pierde de vista cubierto
por un manto repulsivo de ignorancias, lugares
comunes, prejuicios, moralina hipcrita (valga
la redundancia), terrores, dogmas y, sobe todo,
estupidez soberana.
Al recibir la invitacin de Carlos Chvez Toro
para participar en el prembulo de esta fiesta
deliciosa que es su libro, me puse, como es
natural, a buscar las infaltables pulgas; y de
pronto me encontr con que haba terminando
la primera lectura y ni una vez tuve que
rascarme.
No conoca a Carlos (ahora mismo slo lo
conozco a travs de dos breves conversaciones
telefnicas), pero ya lo considero mi prjimo
en el terreno de la comprensin del erotismo;
de lo que se puede deducir que tambin lo
considero mi prjimo en el terreno de la prctica
ertica, ya que es imposible alcanzar un nivel de
comprensin, sin un desvergonzado, jubiloso,

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insaciable, imaginativo, potico y robusto
ejercicio de la sexualidad al servicio exclusivo
del placer.
En trminos muy amplios, la vida tiene dos
caras: placer y dolor. El uno no puede existir sin
el otro, y viceversa. A veces pienso que son la
misma cosa, y que en realidad la vida tiene una
sola cara, terrible y maravillosa. Y en este caso
el erotismo y el arte son dos mani-festaciones
de esa sntesis vital.
En la dimensin de simples mortales que
aspiramos a echar abajo a los dioses (a todos),
descubrimos que el placer ms intenso, profundo
e inagotable que est a nuestro alcance, es el
placer ertico; pero tambin descubrimos que
el terror ms espantoso que nos jode la vida es
el terror al placer ertico.
Como es natural, la caracterstica que predomina
estadsticamente en la especie humana es la
estupidez, y debido a ello es abrumadoramente
mayoritario el nmero de dignos ciudadanos
que se oponen tozudamente al placer por
el placer mismo, como si ste fuera un mal
necesario que acompaa, por desgracia y en
distintas magnitudes de inconveniencia, a
fenmenos humanos de la ms alta categora,
como por ejemplo la reproduccin, o el amor.
De ah el terror generalizado a la sexualidad
en general, como fuente de este placer que
no hace adivinar que somos algo ms que
animales, y que cuando tiramos, la inmensa
mayora de las veces no lo estamos haciendo
para reproducirnos, como los animales, o por
amor, como lo dioses, sino para disfrutar del
simple y sublime gozo de una experiencia

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humana y artificial, incompresible para
los animales y para los dioses. Y para los
idiotas.
Artificial viene del arte, y es todo aquello
que resulta de la creatividad del ser humano,
incluyendo lo que ste hace con la naturaleza.
En este caso llamo erotismo al arte de la
sexualidad, lo que significa que el fenmeno
sexual humano tiene en trminos muy generales,
dos dimensiones: la natural, que se relaciona
esencialmente con la reproduccin, y la artstica,
que se relaciona esencialmente con el placer.
Pero, entendmonos, no placer como esa
sacudida orgsmica inconsciente e involuntaria
que acompaa incompresi-blemente al sexo, sino
placer en su sentido ms elevado de vivencia
incomparable, que proviene de la profundidad
ms rica, positiva y hermosa que duerme en la
humanidad de hombres, mujeres y nios, y que
se despierta gracias a ese otro misterio que se
llama creatividad o artificialeza.
El erotismo es, por lo tanto, un arte. Y no todo
ser humano es artista, aunque, en el campo de
la sexualidad, todo ser humano puede serlo. Y
por qu no los son todos entonces? Las razones
son numerosas, variadas y variables, y van desde
la ignorancia hasta los dogma-tismos impuestos,
desde el temor hasta el terror, desde el fanatismo
hasta la patologa, y desde la estupidez hasta la
imbecilidad.
Desde luego que todo ser humano tiene el
perfecto derecho de no ser un artista ertico,
ya sea por las razones expuestas en el prrafo
anterior, o por otras que provienen de metas
evolutivas o sobrenaturales. Las comprendo y
las respeto. Pero lo que no comprendo, respeto
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ni acato, es el afn, muchas veces activo,
de quienes no se interesan en el erotismo y
pretenden imponer su actitud y su modo de vida
sobre los dems. Esto es, simple y llanamente,
intolerancia, que casi siempre va acompaada
de un fanatismo autoritario y desptico, que,
cuando las circunstancias lo han hecho posible,
desemboca en inquisiciones y otros crmenes.
En concordancia con esto ltimo, Carlos Chvez
Toro habra sido quemado en la hoguera
gracias a su exquisito, erudito y alegre libro
hace apenas un par de siglos, por lo que me
felicito, y lo felicito, por no haber nacido en las
vecindades de Galileo, Bruno o Coprnico.
La obra de Carlos, y resisto la tentacin de
llamarla obrita por cario y agradecimiento, y
no debido a su poca importancia, puede leerse
cmodamente en una hora; y es una suerte,
porque permite sucesivas lecturas, totales o
parciales, en cualquier momento y en cualquier
rincn, como furtivas y gozosas pajitas.
La vida sexual de la humanidad es bastante
miserable, debido, en buena parte, a la falta
de voluntad o de capacidad de esa misma
humanidad para acceder al nivel noble del
erotismo; este libro de Carlos Chvez Toro
constituye un excelente manual para iniciar,
metdicamente, la bsqueda fascinante de ese
jardn de maravillas y placeres.
Es, resumiendo, un recetario breve y completo,
documentado sin ser fastidiosamente erudito,
excitante y ajeno por completo a la pornografa,
alegremente serio y risueamente profundo,
afrodisaco de la imaginacin, creativa, antdoto
eficaz de la castidad, vacuna contra la virginidad

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y la continencia, preservativo de la moralina y
ardiente defensor de las virtudes del pescado,
sin sus fastidiosas e intiles penitencias.

Una oracin para todas las noches.

Lima, enero de 1995

14
Una explicacin para este libro

Hacer el amor es uno de los actos ms sagrados que


existen. Uno de los ms universales tambin.Sin
embargo, en los medios de comunicacin serios, se
escribe poqusimo sobre este acontecimiento o se trata,
exclusiva y framente, sobre los aspectos biolgicos
del mismo.
Un da, contando con el valioso apoyo de mi editora en el
diario de La Repblica, Maritza Espinoza respaldo,
adems, imprescindible, porque de otra forma no
hubiera tenido donde publicar, empec a escribir,
firmando con mi propio nombre, una columna
llamada Punto G, cuya nica temtica era el goce
de la sexualidad.
Sabamos que nos arriesgbamos a la incomprensin,
la censura o la burla, pero tambin eso nos resultaba
un aliciente un reto a superar.
Creo que salimos victoriosos. Durante los diez meses
que dur esta aventura, los lectores no nos enviaron
ni una sola carta de reprobacin y, por el contrario,
tuve el placer de conocer a muchas personas que me
aseguraron, ente turbadas y agradecidas disculpen
la inmodestia que, junto con sus parejas, lean la
columna y hasta que la coleccionaban.
Adicionalmente, tuve la emocionante experiencia de
que el Instituto Peruano de Paternidad Responsable
(INPPARES) una institucin a la que desde ado-
lescente he respetado mucho por su dedicada labor, en
una ceremonia muy clida, me concediera un diploma
en reconocimiento por lo que escriba en la columna
Punto G.
Por esta razn, y por sugerencia de buenos amigos,
decid juntar todo este material, ordenarlo y publicar

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el libro que ahora usted tiene entre sus manos.
Buena parte de los textos que aparecen a continuacin
fueron publicados en el Suplemento VSD del diario La
Repblica, entre febrero y noviembre de 1994, en la
columna Punto G. He tratado de que se conserven
tal como fueron publicados y slo algunos, muy pocos,
han sido adaptados a la estructura general del texto y
han cambiado de ttulo.
Siempre o que publicar un libro era igual que tener un
hijo. Es cierto. Se lo engendra con placer (en noches
tibias y apasionadas), pero parirlo es complicado y
tenso. Sin embargo, creo que ha valido la pena el
esfuerzo.
Pues, aqu lo tiene, espero que usted y su pareja disfruten
de la lectura de este libro. Ha sido escrito por alguien que
realmente cree que hacer el amor es uno de esos actos de
la vida a los que hay que entregarse en cuerpo y alma, con
gozosa persistencia y mucha creatividad.
Ojala los datos que he podido acopilar y mis propias
reflexiones le sean tiles.

Carlos Chvez Toro

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CAPITULO I
Manual para hacer el amor
10 lecciones bsicas

Ningn arte puede aprenderse de golpe.


Y la tcnica amorosa es un arte
sublime que exige la prctica si se
quiere que sea verdadero y significativo.

Charlie Chaplin
Leccin uno

Una aclaracin importantsima

Lo siento. No se necesita un manual para hacer


el amor.
De todas formas, le agradezco haber comprado
este material; con su aporte econmico usted ha
hecho posible que un escritor pueda desarrollar
su sensualidad en lugares ms confortables que
techos de edificios, ascensores sospechosamente
trabados, hoteles malolientes o las caras oscuras
de algunos rboles.
Tenga la completa seguridad que ha contribuido
a una de las causas ms nobles que existen.

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Leccin dos
(Por si no se convenci y quiere seguir
leyendo este libro)
Qu es hacer el amor?

Hacer el amor no tiene casi nada que ver con


el sexo.
El sexo es un sencillo acto que ejecutan
paquidermos, primates y equinos (es decir
cerdos, humanos y asnos), entre otros, por
el cual el rgano sexual del macho introduce
en la cavidad sexual de la hembra un fluido
fecundador.
Hacer el amor, en cambio, es una deliciosa
demencia voluntaria, a la que se entregan
unicornios, pegasos y dragones (es decir
enamorados puros, solitarios fugitivos y
adlteros asustados), entre otros, por la cual
se realizan expediciones largusimas a los
continentes desconocidos que todos tenemos
sobre la piel y debajo de ella.
Hacer el amor es ms que recibir o entregar lquidos
de consistencia viscosa y sabor agrio. Es lo que lo
rodea, lo precede y contina. Y se empieza mucho
antes de entrar a una habitacin, muchsimo antes
de ocupar una cama.
Se comienza a hacer el amor con la mirada y
la voz. Y cuando esto resulta insuficiente se
contina con cada una de las neuronas, con cada
nervio, con cada arteria, con el calor de los labios,
con la ternura de las yemas de los dedos, con la
ansiedad de las uas, con la humedad cristalina
de la punta de la lengua, y finalmente se hace
el amor con cada trozo de recuerdo, con cada

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sstole del corazn, con cada distole, con cada
frustracin y deseo.
Hacer el amor es utilizar el sexo para
desintegrarnos por unos momentos y volvernos
a reconstruir renovados.
El sexo es un acto de la naturaleza. Necesario
para asegurar la continuidad de la especie.
Hacer el amor, en cambio, es una creacin de
la sensibilidad humana. Sin ninguna finalidad
prcticaigual que la msica, la poesa y el
ftbol.

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Leccin tres
Con quin se debe hacer el amor?

La pregunta es difcil de contestar y la nica


respuesta que se me ocurre es: se debe hacer el
amor con alguien a quien podamos mordisquear
los pies sintindonos felices.
(Naturalmente, ese alguien debe sentir que
puede hacer lo mismo con usted).
Pero si descubre que no podra deslizar
lentamente su lengua por la planta del pie de
su pareja. Y luego mordisquear delicadamente
sus bordes. Y despus besar cada uno de sus
dedos. Y finalmente succionar alguno con
dulzura, entonces usted no debe hacer el amor
con esa persona.
Y si resulta que siente que puede hacer esto, pero
es demasiado joven o no est casado, tambin
puede hacer el amor?
Tambinsi sus convicciones no se lo
impiden.
Nunca es demasiado joven para dar o recibir
placer. Hablan de las restricciones de la juventud
los decrpitos (de cuerpo o alma) que ya
agotaron su capacidad de sentir o que nunca la
tuvieron.
Insisten en las restricciones para lo jvenes, los
que slo conocieron el frugal sexo y que jams
se enfrentaron con su propio yo desencadenado,
furioso e insoportablemente bello.
Y, se siente mayor placer cuando se hace el
amor despus de haber firmado un contrato

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matrimonial?
No.
Nada tiene que ver el matrimonio con hacer el
amor.
Es el sexo el que est relacionado con el
casamiento. Ambos, sexo y casamiento, sirven
para garantizar la continuidad y la supervivencia,
en el primer caso de la especie y en el segundo
de la sociedad.
Hacer el amor es un gesto de libertad.
El sexo no lo es. Tiene que desarrollarse dentro de un
marco legal porque conduce a la multiplicacin de
los seres. A los hijos. Y ellos es justo- deben nacer
protegidos por las leyes y la sociedad.
Por eso, cuando encuentre a alguien que le haga
sentir capaz de escapar de todos sus pudores,
prejuicios y temores, alguien a quien crea que
puede mordisquear los pies sintiendo felicidad,
entonces haga el amor.

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Leccin cuatro
Dnde hacer el amor?

Hay muchos que creen que slo en lugares llenos


de comodidad se puede hacer el amor.
Se equivocan.
Existen dos tipos de lugares para hacer el
amor.
Primero, aquellos sitios donde la privacidad
es total donde se puede hacer el amor con
la misma delicadeza y pausa con que el sol va
pintando el cielo en un atardecer de otoo, y
aquellos lugares donde se debe hacer el amor
con la espontaneidad y turbulencia del caudal
de un ro bajando por un can.
Ambos ambientes son propicios para entregar el
aliento y la fiebre, pero en cada uno, una parte
distinta de nuestra naturaleza asoma su rostro.
En los lugares privados la pareja puede entregarse
a la exploracin de sus propias sensaciones, a la
bsqueda con abundancia de placer- de sus
zonas ms sensibles, al gozo de encontrar un acto
de exaltacin y repetirlo, repetirlo, repetirlo
hasta que agote sus posibilidades.
La privacidad permite la maravilla de quedarse
quieto(a) largamente, slo sintiendo como las
yemas de los dedos conquistan cada orilla de
piel, cada loma, cada lago de aguas tibias.
Pero hay otros lugares, aquellos donde la audacia
es el argumento. Donde el placer no slo surge
de las sensaciones de nuestra piel, sino tambin
de la embriaguez de nuestro cerebro.

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Se trata de esos sitios donde, en teora,
no se debera hacer el amor: un ascensor
intencionalmente detenido entre dos pisos, una
butaca en lo profundo de un cine, una orilla
solitaria de una playa al caer la noche, un bao
en una fiesta o una carpa al lado de un ro.
All lo importante es la aventura de la entrega.
Es donde demostramos lo libre que es nuestro
espritu y el mucho o poco deseo que despierta
en nosotros nuestra pareja.
En ambos ambientes se puede hacer el amor.
Slo tratemos que este acto tan hermoso no se
convierta en parte de nuestra ajustada agenda,
sino en esos cinco minutos o dos horas de
demencia (sorpresiva y apasionada o relajante
y tierna, segn el lugar) que nos limpien de las
oscuras tensiones de la vida.

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Leccin cinco
Primer toque

Los labios estn hechos para transmitir seales


y deseos.
Son el primer test que le hacemos al otro y por
el que pasamos para saber si existe esa chispa
mgica que hace que una piel extraa no sea ms
amada que la nuestra.
El beso nos narra en apretado resumen
qu tanta pasin es capaz de sentir y puede
transmitir su remitente. Qu tanta ternura y
cunta tibieza.
Pero en esto de besar hay lo vulgar y lo
sublime.
Hay el beso sin gracia, sin pasin, sin
humedad.
Un beso que es una prolongacin de la impersonal
mano. Que slo es como un buenos das o un
gracias, pero no informa de nada ms.
Esos besos son un desperdicio.
No sirven para nada y en el mejor de los casos
conducen a un amor gris, que puede ser
bueno como cualquier otro si es lo que uno
est buscando.
Pero hay los otros. Esos que son el prembulo de
la primavera, la antesala del arco iris, el cuarto-
creciente de las sensaciones.
Son los besos donde se pone la ternura y el fuego
y que surgen cuando se ha encontrado a alguien
que comparte nuestras mismas ansiedades y
nuestros mismos miedos.

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Es el beso que no se da con los labios cerrados,
sino en el cual se abre el universo de nuestro
calor y las profundidades de nuestra entrega.
Es el beso que nada en fluidos de consistencia
dulce.
Que se acompaa con mordiscos y suspiros.
Que nos advierte que no se est entregando los
labios, sino lo sueos. Y que nos invita a la feliz
furia de la entrega.
Va a besar hoy? Ya sabe a qu atenerse.

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Leccin seis
Cuestin de tacto

Acariciar no es lo mismo que manosear. Como


brillante no es lo mismo que brilloso.
Hay cierta poesa que distancia a cada uno de
estos trminos y tratndose de hacer el amor,
eso puede ser la diferencia entre el clido xito
o el ms frgido fracaso.
Pero cmo y dnde se debe acariciar a la hora
de hacer el amor?
Segn investigaciones mdicas, las mujeres y los
hombres son distintos en este terreno.
Las mujeres pueden experimentar impulso
sexual en varias partes del cuerpo e inclusive
en todo l.
La excitacin sexual de la mujer no queda
limitada a su cltoris. Y hacen mal quienes
por pereza, olvido o ignorancia se dirigen
directamente a l y despus de algunas breves
caricias que en algunos casos estn bastantes
cercanas al simple manoseo- proceden a la
penetracin.
En este campo el comn de los hombres podra
aprender mucho de las lesbianas, quienes, segn
los sexlogos Master y Johnson (que estudiaron
parejas homosexuales, lesbianas y heterosexuales
y publicaron el resultado de sus investigaciones
en 1979), han hecho de eso todo un arte.
Segn ese trabajo, las lesbianas abrazan, besan
y acarician sin prisa todo el cuerpo de su pareja.
Lo saborean todo y slo entonces se dedican a
los pechos de la amante, estimulndolos manual

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y oralmente.
Cuando pasan el juego genital contina
explicando, primero acarician la parte interna
de los muslos, el monte de Venus, los labios y la
salida vaginal, antes de acercarse al cltoris.
Por supuesto, los hombres tambin necesitan el
mismo cuidado de parte de sus parejas.
En esto de hacer el amor la clave del xito es
la reciprocidad. Es decir, dar, dar y dar, para
recibir, recibir y recibir.

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Leccin siete
Un poco de fantasa

No hay nada que nos haga admirar ms a una


persona que descubrirla creativa.
Que encontrar que no es una repetidora de
aburridos procedimientos convencionales sino
un ser pensante que desarrolla su imaginacin y
su fantasa.
Por supuesto, cuando estas cualidades son
utilizadas sobre nuestro propio ser, el resultado
es que terminamos fascinados y felices.
Pero qu se puede hacer? Acaso no est ya todo
inventado?
Quiz, pero nunca est dems tomarse dos minutos
para pensar algo nuevo.
Eso fue lo que hizo Carole Lombrad actriz de
Hollywood, amante de Clark Gable (que actu
como Rett Butler en Lo que el viento se llev).
A ella le encantaba jugarle bromas a Gable. Por
ejemplo, una tarde le dej en su camerino una
curiosa prenda de lana, era un calienta pene de
punto y estaba envuelto en un paquete de regalo
con una nota que deca: No dejes que se enfre,
tremela a casa caliente.
Sin duda, Gable debe haber sentido un deseo
desesperado de volver inmediatamente a casa.
Tambin en Cien aos de soledad, de Garca
Mrquez encontramos algunos buenos ejemplos
de este tipo de fantasa:
Mientras l amasaba con claras de huevos
los pechos erctiles de Amaranta Ursula, o

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suavizaba con manteca de coco sus muslos
elsticos y su vientre aduraznado, ella jugaba a la
muecas con la portentosa criatura de Aureliano,
y le pintaba ojos de payaso con carmn de labios
y bigotes de turco con carboncillo de cejas y le
pona corbatines de organza y sombreritos de
papel plateado.
Una noche ambos se embadurnaron de pies a
cabezas con melocotones en almbar, se lamieron
como perros y se amaron como locos en el
piso del corredor y fueron despertados por un
torrente de hormigas carniceras que se disponan
a devorarlos vivos.
Por supuesto, como asegura el buen Chaplin
en la cita que abre este captulo: Ningn arte
puede aprenderse de golpe. As que tmelo
con calma.
Y, si piensa intentar lo de los melocotones,
asegrese de tener un buen hormiguicida a la
mano.

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Leccin ocho
Un placer oral

El comer y el cocinar pueden llegar a ser ejercicios


de sensualidad.
Por supuesto, esto no tiene nada que ver con
el montono procedimiento de ingresar a
una restaurant y devorar en un ambiente
impersonal y rodeado de desconocidos algo
preparado con el nico objetivo de ocupar el
espacio vaco en nuestro estmago.
No. Para que sean actos de sensualidad es
necesario un ambiente de intimidad y calma,
en el que la preocupacin sea el dar placer y
producir bienestar.
En esos casos, cocinar deja de ser una actividad
de mujeres u hombres que huelen a ajos y cebolla
aderezada, para convertirse en un ejercicio de
creatividad y lujuria.
Porque, qu cosa puede ser ms excitante que
observar a la persona que deseamos preparando
un platillo que adems de alimentarnos est
concebido para que todos nuestros sentidos
(vista, olfato, gusto) gocen?
Y qu hay ms apasionado que asaltarla a besos
en ese instante y acariciarla, mientras con voz
dbil suplica: para, por favor, para, que se va a
quemar el pollo!
Nuestra recordada Cleopatra, reina de Egipto,
conoca la carga de sensualidad que puede tener
una comida preparada para el goce y consumida
de la forma ms plcida.
Por esa razn, para conquistar a Marco Antonio
35
despleg durante varios das complicados
banquetes durante los cuales la msica y una
buena conversacin terminaron por enamorar
al romano.
Tambin, el rey Eduardo VII, monarca de Gran
Bretaa desde 1901 hasta 1910, era un aficionado
a la buena mesa, pero su variante preferida
ocurra cuando, muy lleno para poder gozar de
los placeres de la cama, se sentaba en una silla
para que su amante le practicara la felacin. Una
deliciosa experiencia.
Sin duda, al cocinar usted puede, dependiendo
de su estado de nimo, trasmitir desde la ms
dulce ternura, hasta la ms elaborada lascivia.
La eleccin es suya.
En todo caso le mencionamos un platillo que
puede intentar si tiene la suficiente audacia se
lo sirvieron al rey Eduardo VII: Se coloc
delante del prncipe una enorme bandeja
cubierta. Al retirar la tapadera, descubri que
le haban ofrecido a una hermosa mujer, vestida
slo con una ramita de perejil y un collar de
perlas.

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Leccin nueve
La primera vez

Muchos hombres sienten una peculiar fascinacin


por las mujeres vrgenes.
Charles Chaplin, por ejemplo, fue un infatigable
catador de hmenes sin estrenar.
De las cuatro mujeres con las que se cas, tres
eran adolescentes y fueron iniciadas por l en las
lides del amor. La primera y la segunda tenan
apenas quince aos y la tercera slo diecisiete.
Sin embargo y quiz usted ya lo sepa por
experiencia propia, esa primera vez no
siempre es un lecho de rosas.
Excepto que usted sea un sdico o se sienta bien
en el papel de Pedro Picapiedras del sexo, hay
una gran cuota de paciencia y delicadeza que se
debe pagar para ingresar al reino de la tibieza.
Lo primero, por supuesto, es establecer qu
mtodo anticonceptivo se va a usar para evitar
complicaciones innecesarias.
Muchos, por cuestiones de lubricacin tan
importante siempre que se hace el amor, pero
especialmente esa primera vez, desechan el
preservativo y usan pastillas o inyectables.
(Si usted lo hace as asegrese de no tener SIDA,
para no perjudicar a nadie).
Lo segundo, es saber que, ciertamente, el acto
sexual puede producir en la mujer un cierto dolor
e incluso una ligera hemorragia al distenderse
y desagarrarse el himen con la penetracin del
pene.
Sin embargo, algo puede hacerse para disminuir
37
la cuota de sufrimiento. Segn el Dr., James
Bevan (director del libro El sexo y la salud): Los
tampones o la masturbacin suelen estirar el
himen antes del primer coito evitando de esta
manera el dolor del desga-rramiento.
Es decir, si usted desea que todo sea ms
plcido, puede estirar fcilmente el himen por
su cuenta, dndole frecuentes y leves masajes
con un dedo.
Claro, a la hora de la verdad, quiz todos estos
consejos sean completamente intiles porque,
como dice Gabriel Garca Mrquez en El amor
en los tiempos del clera:
El amor antes que nada es un talento natural.
O se nace sabiendo o no se sabe nunca.

38
Leccin diez
Persistencia y permanencia
Hace aos tuve una amiga que sostena y
llevaba a la prctica la divertida tesis de que
si se le daba plena y apabullante satisfaccin
sexual a un hombre antes de salir de su casa,
ste no buscara aventuras en otras partes.
Su amante a quien tambin conoc en aquella
poca estaba extenuado todo el tiempo a causa
de esto, pero tena un aspecto bastante feliz.
Aseguraba ella que no slo el hecho de tener
satisfechas sus fantasas erticas lo alejara de
otras mujeres sino que, en el caso de que alguna
lo atrajera agregaba riendo el pobre no
tendra fuerzas suficientes con las cuales ser
infiel.
Hace poco me encontr con aquel hombre, y, a
pesar de que ya no posee el aire juvenil que tena
cuando lo conoc, me sorprendi que mantuviera
intacto su aspecto extenuado, pero feliz.
Por supuesto, me sorprendi mucho ms el saber
que an no haba sido infiel.
As que recurr a aquella amiga para tratar de
conocer el secreto de la eterna mejor digamos,
larga fidelidad.
Me repiti aquello que me dijo hace aos, pero
agreg algo que me pareci muy importante:
Es cierto, comer siempre lo mismo aburre. As
que la nica solucin es: cada da disfrazar de
una manera distinta el mismo plato y cada vez
agregarle un placer nuevo.
Mi curiosidad me llev a pedirle una lista de
placeres que se podan ir agregando y enumer

39
(por supuesto con trminos ms domsticos):
posiciones excitantes, felatio, lectura de revista
para adultos, sexo anal, ver videos erticos,
usar espejos, hacerlo en la ducha, en el carro,
bailando, etc, etc, etc.
Agreg que una mujer que quisiera tener un
hombre fiel debera poder hacer lo mismo que
hace cualquier buena striptisera o cualquier
experta cortesana y que para eso se requera
tener, adems de un espritu sensual, un buen
estado fsico.
Le creo. Sobre todo porque en su caso ha
producido el efecto esperado. Pero tambin creo
que existen poqusimas personas que le dedican
creatividad y fantasa a su vida ertica.
No saben lo que se pierde.

40
CAPTULO II

Ms, ms, ms
sobre lo mismo.

Cul sera su ideal de vida?


le pregunt un periodista
a la pintora mexicana Frida Kahlo.
Ella respondi:
-Hacer el amor, tomar un bao, hacer el amor,
tomar un bao, hacer el amor, tomar un bao.
quiere que contine?
El placer fsico
Los que ven intenciones feas en cosas bellas,
estn corrompidos
Oscar Wilde

En Occidente, el placer fsico es algo proscrito,


se le margina de la sociedad y se le ignora. No es
decente que un hombre o una mujer muestren
inters en aprender y practicar ritos o caricias
erticas. Y est mal visto que se hable de estos
temas entre amigos o conocidos.
Subvaluado el ejercicio del placer fsico, su
prctica se reserva casi exclusivamente a mujeres
marginales que lo ejercen sin ninguna vocacin
y con rudimentarios conocimientos. Ms como
una labor de supervivencia que como un arte.
Pero, afortunadamente, otras culturas lo han
reivindicado y le han dado el lugar que se
merece.
Por ejemplo, en Japn las mujeres que ejercen
esta actividad son las geishas.
Por supuesto, una geisha japonesa no es lo
mismo que una afanosa prostituta del jirn
Cailloma. Geisha viene de Gei, que significa
persona, y sha que significa cultura. Es
decir una geisha es una persona de cultura.
Desde los seis aos es educada en escuelas
especiales para dar compaa y placer, no slo
fsico sino tambin intelectual.
Para comprender plenamente la existencia
de las geishas hay que entender que en Japn
el matrimonio es, por tradicin, concertado
y en l difcilmente hay pasin. Entonces, es
lgico que el placer fsico se busque fuera del
matrimonio.

45
Un cigarrillo da todo su cuerpo y se hace besar
por su dueo hasta convertirse en cenizas. Yo
ser tu cigarrillo seor, dice uno de los cantos
que las geishas de Japn (Kioto) aprenden en la
escuela.
Es cierto, dar placer fsico es algo que
requiere un cuidadoso entrenamiento, que,
desafortunadamente, poqusimos de nosotros
recibimos. Pero, no se deje vencer por eso, an
le queda una alternativa: sea autodidacta.
Total, no dicen que nunca es tarde para
aprender?

46
Himen de la discordia

Es raro encontrar una mujer que no defienda


terica y tozudamente- la virginidad.
A pesar de la modernidad y el liberalismo
econmico, el himen sigue siendo una de esas
cosas (cositas, diramos, para ser ms exactos)
sagradas, sobre las que se prefiere no tener
opinin para evitar mayores explicaciones.
Sin embargo, por lo menos en nuestro pas, las
cosas no siempre fueron as. El Padre Cobo, por
ejemplo (autor de la crnica titulada: De las
costumbres ms generales en que se conforman
los indios), no dice:
(Los indios) nunca conocieron el resplandor y la
hermosura de la virginidad para hacer estima de
ella; antes les era muy ofensiva la virginidad en
sus mujeres, porque decan que las que estaban
doncellas no haban sido de nadie queridas
Y por librarse de la infamia en que las
castas solan incurrir, slo porque lo eran, ellas
fcilmente se dejaban desflorar.
Esta prctica horroriz a los bizarros y
catlicos castellanos (sin que esto les impidiera
usufructuar, jadeante y gozosamente, de tal
costumbre).
Un decreto promulgado por el Virrey Toledo
consigna el siguiente revelador dato: Hay
costumbre entre los indios, de no casarse sin
primero haber hecho vida maritable y les
parece que si el marido no conoce primero a la
mujer despus de casados no pueden tener
paz, contento y amistad entre s.

47
Sin duda, la virginidad era una cosa bastante
venida a menos entre los antiguos peruanos.
Y el Servinacuy (la convivencia antes del
matri-monio), fue su expresin social ms
importante.
No se trata de que los habitantes del Tawantinsuyo
fueran dados al libertinaje sexual, de ninguna
manera; sino que haban comprendido que el
conocimiento prctico, no slo en el terreno
sexual (hablamos tambin de los temperamentos,
de la capacidad de trabajo), era importantsimo
para la supervivencia de la pareja.
En fin, la virginidad puede ser un buen tema
para escribir una columna, pero, sin lugar a
dudas, no es un asunto para discutir al iniciar
una relacin amorosa. En esos casos (como los
sheriffs del viejo oeste) es mejor disparar primero
y despus hacer las preguntas.

48
Castidad vigilada

Sin duda, la castidad nunca ha sido un atributo


propio de la juventud.
Una prueba contundente de ello, es la aparicin
del Cinturn de Castidad. Un mtodo que,
dando por sentado lo irresistible del impulso
sexual, en vez de tratar de encauzarlo, pretenda
reprimirlo de la manera ms brbara.
En el libro A Medical Treatise (1848), el doctor
John Moodie, haca una explicacin de las
bondades de un Cinturn producto de su
moralsimo ingenio.
Adems de impedir el coito, va destinado
deca sobre todo a evitar que las mujeres
jvenes y las solteras utilicen cuerpos artificiales
en la vagina para obtener sensaciones lascivas,
licenciosas y placenteras que son causadas por la
friccin y la presin efectuada en los costados de
este canal nervioso o paso altamente sensible.
Este preocupado doctor, pensaba que las nias
deban tener ya un Cinturn al llegar a la edad de
siete u ocho aos y que deba de ser usado hasta
el matrimonio, o hasta que la joven adquiera
un gobierno sobre sus sentimientos y tuviera el
valor moral nece-sario para resistir.
Algo difcil de conseguir, sin duda, a juzgar por
las medidas de seguridad que se tomaban.
El Cinturn consiste, bsicamente en una rejilla
de marfil forrada con cuero o goma, sobre la
vulva, destinada a permitir el libre paso de la
orina, pero que al mismo tiempo impeda la
insercin de cualquier instrumento, incluso la

49
punta de un dedo.
Se mantena en su lugar mediante un ancho
cinturn o unos tirantes cuyos extremos
quedaban asegurados con un candado.
Afortunadamente, ya no hay padres persiguiendo
a sus jvenes hijas con Cinturones de Castidad.
Desgraciadamente, tampoco hay muchos
siguindolas con libros serios sobre la sexualidad
o dialogando con ellas sobre estos temas.
Mientras tanto, el impulso sexual sigue all,
fresco y siempre irresistible en cada nueva
generacin.

50
Culto flico

El pene siempre ha sido un objeto de


veneracin.
Ya lo era durante la edad de bronce, cuando
los afanosos etruscos (llegados del Asia Menor
a Italia hacia 1200 a. de C.) le tributaban un
emocionado culto y lo adoraban pblicamente
en imgenes tridimensionales e inmensas.
All, en desenfrenadas y bulliciosas orgas, todos los
habitantes de los poblados etruscos se entregaban
al acto sexual con la pareja que tuvieran a la mano,
pues entre ellos las mujeres pertenecan a todos los
hombres en edad de procrear (es decir con un pene
en capacidad de erectarse).
Los tiempos han cambiado; sin embargo, la
llegada de la civilizacin no logr quitarnos esa
fijacin por el pene. La mantenemos.
Su tamao, por ejemplo, ha sido motivo de
orgullo para personajes tan notables como
el famoso pintor francs Henri de Toulouse-
Lautrec, quien a pesar de medir slo un
metro cincuenta y tres (a causa de dos cadas
en su adolescencia en las cuales quebr los
dos fmures), tena unos rganos sexuales
inslitamente bien desarrollados.
Sus genitales resultaban tan desproporcionados
con el resto de su cuerpo, que l mismo se
describa como una cafetera con un gran
pico.
Tambin el cmico Charles Chaplin, citado ya otras
veces en este libro, estaba orgulloso de la fama de la
que gozaba en Hollywood a causa del exagerado

51
tamao de su pene, y ese rumor era uno de los
argumentos que usaba para sus seducciones.
El aprecio por este rgano lleg ser tan poderoso
en el pintor mexicano Diego Rivera (1886-1957),
que al ser informado que padeca cncer al
miembro, se neg a permitir una amputacin,
aunque ello mejoraba sus posibilidades de
supervivencia.
Por supuesto, investigaciones recientes han
demostrado que el tamao del pene no tiene
ninguna importancia durante el acto sexual.
Un pene totalmente erecto, sea cual sea su
tamao, es perfectamente adecuado para un coito
satisfactorio, puesto que con la excitacin sexual,
la vagina se contrae alrededor del pene, segn
sostiene el doctor Peter Dally, psiquiatra consultor
del Westminster Hospital del Londres.
Bien, ya lo sabe, la veneracin por el pene no ha
muerto. En el fondo de nuestro subconsciente
el pene sigue siendo un Dios que exige,
cotidianamente, su cuota de tibieza y humedad.
Recurdelo la prxima vez que tenga que tratar
con uno. Ah!, saltese la parte de las reverencias
y el inciensoy ponga manos a la obra.

52
El centro del universo

La vagina es, sin duda, el centro del universo.


Lo es porque transitamos por ella asustados
y sollozando en el momento en que nacemos
y porque retornamos a ella nuevamente
asustados y sollozando al alcanzar la edad
del deseo.
(En el fondo, la sepultura no es ms que la
clida vagina de la madre-tierra que nos recibe
al morir).
Sin embargo, difcilmente la oiremos mencionar
en una conversacin, nunca nos explican cmo
es y cul es la manera apropiada de tratarla y
sealarla en pblico como uno hace con un
barrito en el rostro o hasta con un diente sera
impensable.
Por qu ser? Lo ignoro.
A pesar de esto, cuando uno hace el amor, siente
el imperioso y humano deseo de brindar ternura
y placer incluso a este delicado rgano, tratado
con tanta indiferencia en pblico, pero cuando
lo intenta se choca con su esplendorosa y slida
ignorancia cerrndole el paso.
He aqu un par de datos interesantes para evitar
eso.
Anteriormente se sostena que haba dos clases
de orgasmo femenino, el vaginal y el clitordeo,
pero los experimentos en el laboratorio de
Master y Johnson demostraron slo haba uno,
aquel que surge de la estimulacin del cltoris.
Claro, en otra investigacin, la de Fisher, mujeres

53
casadas comunicaron dos tipos muy diferentes
de experiencia sexual, una que parta de la
estimulacin del cltoris y otra de la estimulacin
de la vagina.
Estas mujeres decan que la primera produca
xtasis, cosquilleos, electricidad y pinchazos
y la segunda profundidad, pulsaciones,
suavidad, relajamiento.
Sin duda, esto depende de cada persona, pero es
bueno saber que hay posiciones que permiten la
estimulacin conjunta del cltoris y la vagina, por
ejemplo, aquella donde la mujer se sienta sobre
el hombre que est echado boca arriba y es
ella la que se mueve.
Intntelo con su pareja. Tiene usted un largo fin
de semana por delante.
Y que el placer sea con vosotros.

54
Lecho celestial

La cama siempre ha sido el lugar predilecto de


los placeres.
Por supuesto, cuando se trata de sensualidad,
no slo la cama sirve; sin embargo, a ella nos
remitimos cuando hablamos de hacer el amor.
De all el sonoro trmino encamarse.
Por eso, quiz, siempre ha existido el deseo de
hacer de la cama el hogar de las exquisiteces.
Comenz con los griegos. Se contaba, por
ejemplo, la historia de un habitante de Sbaris, un
pueblito clebre por su inclinacin a la buena
vida ubicado en el empeine de esa bota que
hoy llamamos Italia, que dorma en una cama
cubierta de ptalos de rosas.
Segn la leyenda, este plcido hombre como
que consumado sibarita que era una maana
se quej a sus amigos de no haber podido dormir
bien; la causa: uno de los ptalos de rosa estaba
arrugado.
En 1771, un extravagante charlatn ingles,
llamado James Graham, atrajo la atencin de
todo el pas cuando fund un establecimiento
en Londres con un lecho para el uso de parejas
sin hijos para curar la impotencia.
En palabras de su creador, la cama posea
influencias mgicas que ahora son famosas de
polo a polo y del sol naciente al poniente.
Estaba apoyada por 40 columnas de exquisito
trabajo en colores ricos y variados, mientras
una bveda por encima de la cabeza contena

55
sortilegios aromticos, olores y esencias que
constituyen la gran reserva de las influencias
revitalizadoras y vigorizantes que son exhaladas
por el aliento de la msica y por la fuerza
embriagadora del poder elctrico.
El colchn, aunque no era de plumas, estaba
relleno con oloroso y nuevo trigo o paja
combinado con hojas de rosa espliego y especies
orientales.
Las sbanas estaban perfumadas a la manera
oriental con rosas Tudor y con ricas gomas o
blsamos.
Sin duda, una cama como para no quedarse
dormido ni un solo instante.
A propsito quiz ya es hora de ir hacindole
algunos cambios a su humilde camita, no?

56
Los pies y su encanto

Del puente a la alameda menudo pie la lleva


por la vereda que se estremece al ritmo de
sus caderas, dice una de las canciones ms
populares de Chabuca Granda.
El prrafo es revelador, y nos remite a uno de
los temas que ms dolores ha hecho pasar a
las mujeres en otros tiempos: el tamao de los
pies.
Cree que el tema de los pies femeninos no tiene
importancia? Pruebe usted a preguntarse si
compartira su lecho con una mujer que tuviese
los pies como un delantero del Alianza Lima.
Ya ve que s le importa?
Aunque parezca increble, los pies femeninos
siempre han sido un punto de inters para los
hombres. La razn? La ignoramos dado que,
a nuestro particular modo de ver, las mujeres
tienen varias zonas de mayor atractivo.
Sin embargo, el tema ha dado mucho que hablar
y para ilustrarnos al respecto, baste mencionar
el zapatito de cristal de la Cenicienta, que nadie
poda calzar porque era muy pequeo (pie
minsculo de la pobre) y que el desgraciado
prncipe ador como un tesoro cuando ella
desapareci.
En otras partes, como la China, los pies
femeninos llegaron a tener tal importancia, que
su tamao podra ser causal para anular un
compromiso de matrimonio.
Un chino de clase superior, peda que su futura
esposa tuviera los pies lo ms cortos posibles.
57
Los pies extralargos de una china no podan
pasar de los nueve centmetros, bajo el riesgo de
quedarse soltera hasta el fin de sus das.
El tamao se obtena vendndole los pies desde
que la nia cumpla los 5 aos de edad, con tiras
de algodn que un da se apretaban un poco y
al da siguiente un poco ms y siempre un poco
ms, hasta que los huesos se rompan y los dedos
se podan doblar para abajo, posicin en la que
el hueso se soldaba.
Slo las campesinas y las criadas tenan los pies
grandes, lo cual prueba que ste, adems, era un
asunto de jerarqua social y status.
Con la revolucin de Mao en China, esta costumbre
qued oficialmente abolida, sin embargo es muy
posible que an se practique en las provincias ms
alejadas de ese inmenso pas.
Tambin en el Per, durante el siglo pasado,
tener los pies pequeos fue un asunto de vida
o muerte para las mujeres; zapatos fuertemente
ajustados que usaban desde nias (y que era los
que produca una dolorosa deformacin en los
pies llamada popularmente juanetes), fue lo que
permiti a Chabuca Granda graficar a la mujer
limea que caminaba del puente a la alameda
con menudo pie.
Francamente, toda esta despiadada lucha contra
el tamao del pie era un intil desperdicio de
esfuerzo. Sobre todo porque el pie es una zona
muy sensible y lo que tenemos que hacer con
l es acariciarlo delicadamente hasta que su
propietaria desmaye de placer.

58
Amor sin palabras

El sexo oral es algo que en la actualidad forma


parte, ms o menos cotidiana, de la actividad
ertica de muchas parejas.
Pero no es una prctica reciente. Se han encontrado
imgenes de gente realizando fellatio (el sexo
oral al hombre) o cunnilingus (a la mujer) en
pergaminos chinos que datan del ao 200 a. de C.;
tambin en figuras escultricas aparecidas en los
primeros templos de la India y hasta en huacos
peruanos prehispnicos.
A pesar de su antigedad, a principio de los
60 el sexo oral era ilegal en la mayora de los
estados norteamericanos, incluso practicado en
la intimidad por parejas casadas1.
En Connectitud, por ejemplo, alguien acusado
de practicar sexo oral poda ser condenado a 30
aos de crcel. En Ohio a 20 aos. En Georgia a
prisin perpetua y trabajo forzados.
En nuestro pas, por fortuna, no existen leyes
semejantes.
Curiosamente, en el Kamasutra (un libro religioso
hind que trata sobre el placer fsico) se habla
escasamente del cunnilingus y abundantemente
sobre el fellatio (cosas del eterno machismo).
El texto, explica el modo correcto de practicar
el fellatio: Manteniendo el lingam (palabra
con la que se denomina al pene) con su mano
comienza a explicar el texto y colocndolo
entre sus labios lo roza con su boca.
Ms adelante, agrega: despus de haberlo
besado lo acaricia por todas partes con su lengua
59
especialmente en la extremidad del mismo
modo, introduce la mitad en su boca, lo besa y
chupa con fuerza.
Finalmente, introduce el lingam enteramente
en su boca y lo comprime hasta la raz.
Por supuesto, todas estas cosas deben hacerse
con la mayor delicadeza.
Vatsyayana el compilador del Kamasutra
dice sobre este tema algo con lo que nos
identificamos plenamente: en materia de amor,
cada cual puede hacer lo que le parezca de
acuerdo con las costumbres de cada pas y con
sus inclinaciones.
Sin duda, en esto del sexo oral.las palabras
sobran.

1
La mujer de tu prjimo. Gay Talese. 1980.

60
Poder dormido

He descubierto que existe una conspiracin


contra el cunnilingus.
En diferentes publicaciones he podido encontrar
explicaciones clarsimas de cmo se debe
realizar un buen fellatio, fotos, dibujos y hasta el
testimonio de agradecidos usuarios masculinos,
pero por ningn lado nada del cunnilingus.
Es ms, ltimamente, el publicitado libro de
Jaime Bayly trata el tema del fellatio con bastante
detalle, pero hasta hoy tampoco he ledo, en los
extractos que han aparecido, nada acerca de
cunnilingus.
Una explicacin a tan notable omisin puede ser
la que ofrece Gay Talese en su libro La mujer de tu
prjimo: Ningn matn machista y callejero
haba admitido jams que se permita hacerlo.
No era de hombres, aparte de que no era limpio.
Adems pona al hombre en una actitud de
sometimiento a la mujer.
Obviamente, se trata de una cuestin de simple
machismo.
Sin embargo, igual que el fellatio, el cunnilingus
es una variante sexual bastante comn en
nuestros tiempos.
All tenemos el caso de Alvin Goldstein, el co-
fundador en 1968- del primer peridico semanal
de sexo de Estados Unidos (el Screw), que era
un entusiasta ejercitador de sus habilidades
orales.
Goldstein se inici en este difcil arte con su
primera enamorada.
61
Cuando tena la cabeza entre las piernas de ella
refiere Talese y su lengua le acariciaba el
cltoris y los labios de la vagina y tena las manos
firmemente prendidas de su nalgas, movindola
a su voluntad, senta ms poder sobre ella que
en cualquier otra circunstancia.
Tambin Henry Miller, en sus libros prohibidos
por largo tiempo Trpico de cncer y Trpico de
capricornio, narra con bastante detalle cmo se
realiza un buen cunnilingus.
En resumen, se trata de dar la misma dedicacin
y delicadeza que se espera recibir. Y de utilizar,
en toda su potencia, el poder dormido que todos
tenemos en la punta de la lengua.

62
El perfume del amor

El olor del semen vuelve locas a las mujeres.


La afirmacin vena de alguien cuyos mtodos
cientficos estn bastante cuestionados, Mario Poggi,
as que decid, antes de lanzarla en esta respetable
columna, tratar de confirmar su veracidad.
Y buscando, buscando, encontr que Eric
Maple, sostiene en su libro La magia del perfume
(publicado en Inglaterra en 1973) que es un
hecho cientfico que los perfumes ms activos
son siempre aquellos que ms se aproximan a
los olores de la secrecin sexual.
En ms, aparentemente, los perfumes antiguos
de mayor xito y de mejores efectos afrodisacos
eran aquellos que se extraan de animales.
Era el caso del Almizcle, que en forma natural
se obtena de una glndula del ciervo almizclero
que habitaba en las reas montaosas de la
China, la India y el Tibet.
Otro perfume famoso era la Algalia, que se
sacaba de una glndula de la civeta y el Ambar
gris, que provena de una secrecin del esperma
de ballena.
Sin duda, sean o no seminales, los perfumes
han embriagado siempre a las personas. Los
us la reina Cleopatra para seducir al romano
Marco Antonio que llegaba a sojuzgar al pueblo
egipcio.
Segn el historiador Plutarco, en aquel primer
encuentro entre ambos personajes, las velas
del barco de Cleopatra estaban tan perfumadas
que:

63
Los vientos se hallaban enfermos de amor
(cuando) desde la barca un perfume extrao
e invisible golpe los sentidos de los muelles
adyacentes.
Ya se sabe cmo termin esa historia: Marco
Antonio se enamor de Cleopatra y termin
defendiendo con ella Egipto.
He consultado otros libros tratando de encontrar
algo ms sobre este supuesto poder afrodisaco
del aroma seminal. Nada he hallado.
De todas formas, no pierde nada siguiendo el
consejo de Poggi: chate unas gotitas de semen
bajo cada oreja y la chica se alocar por ti.
Si ya lo intent todo lo peor que le puede pasar
es que la mujer de sus sueos le diga, frunciendo
la nariz: Te has baado?

64
Duchas doradas

Es posible que usted haya tenido alguna vez una


fantasa sexual que lo ha asustado por lo audaz
o por lo extraa y que, por esta causa se haya
sentido, de pronto, un pervertido.
No debera preocuparse tanto, es probable que
existan miles de prcticas sexuales que superen
largamente la que a usted le ha parecido la ms
retorcida.
Uno de esos extraos casos es el llamado
urolagnia, es decir, el placer sexual obtenido
al ver orinar a una mujer.
Henry Havelock Ellis, un contemporneo
menos famoso- de Freud, que escribi un
libro (Studies in the Psychology of sex) que lo
convirti en figura central del pensamiento
sexual moderno, no slo era partidario de la
urolagnia sino que la elogiaba pblicamente.
Generalmente seala el doctor J.G Weir,
psiquiatra consultor del St. Marys Hospital de
Londres la mujer orina de pie sobre su marido
cuando toman un bao juntos
La mujer goza con ello, aunque slo sea
como declaracin de su libertad a partir de las
restricciones de la sociedad, y de retorno a una
libertad infantil, y el hombre tambin, contina
Weir.
Segn este mdico, las duchas doradas o
deportes acuticos (como suele llamarse a
estos juegos) son totalmente inofensivos, porque
la orina es estril.
Sin embargo, cuando esto se convierte en el nico

65
modo de alcanzar el placer sexual (que era lo
que le pasaba al pobre Havellock) el asunto se
torna problemtico y es necesario recurrir a un
especialista. Afortunadamente, esto suele ocurrir
en casos muy excepcionales.
Ya ve cmo no era usted un pervertido?

66
Letras de fuego

Hay un mundo ordinario, del que no hay que ocuparse,


y otro extraordinario, del cual debemos hablar
Oscar Wilde

Ha tenido usted alguna vez un pensamiento


terriblemente lujurioso?
Algunas ideas le han producido tal ansiedad
que realmente se ha sentido un manitico o una
manitica sexual?
Pues escrbalas. A las personas les encanta que
sus amantes (cnyuges, enamorados(as), parejas,
etc.) sientan un deseo desenfrenado por ellas y
lo plasmen en un papel.
Es un delicioso afrodisaco personal, cuyo efecto
perdura aun cuando usted no est y que han
practicado muchos grandes escritores.
James Joyce, por ejemplo, el autor de Ulises,
sostuvo una sustanciosa correspondencia de este
tipo con su esposa Nora.
Cito una de sus cartas:
La cosilla ms pequea me produce una gran
ereccin. Un movimiento como de puta de tu
boca, una pequea mancha parda en tus bragas
blancas sentir tus labios calientes y lujuriosos
chupndome, follar entre tus dos globos rosados,
correrme en tu cara y desparramar mi leche
sobre tus ojos y mejillas calientes, meterla entre
las mejillas de tu culo y follarte.
Guau! Como que quita el aliento no? Como ya
lo dijo H. L. Mencken hace algn tiempo: Los
grandes artistas del mundo jams son puritanos,
67
y muchas veces ni siquiera respetables desde el
punto de vista normal.
Vamos, no sea modesto! Desde algn punto de
vista, usted es un gran artista del mundo. De
otra manera no leera el VSD y mucho menos
esta columna.

68
Tcnicas de seduccin

Quin no se ha cruzado alguna vez con uno de


esos varoniles muchachos, que quieren atraer la
atencin de la mujer que les gusta con la airosa
brutalidad del mamacita, que buenas piernas
tienes!?
Como tcnica de seduccin, lo ms seguro es
que ese esforzado pescador no capture nada,
excepto uno que otro bagre (que mejor hubiera
sido dejar pasar noms).
Igual que esa, hay otras muchas tcnicas de
seduccin populares.
Est desde el que lleva a la chica al cine y all le
estruja la manito con pasin justo durante una
escena amorosa hasta aquella que la invita a
comer y a bailar y luego quiere cobrarle la cuenta
en especies.
En fin, no somos nadie para juzgar las tcnicas
ajenas. Lo que s podemos hacer, es ofrecerles
las experiencias de un par de hombres que
aparentemente al menos entendan del
asunto.
El primero es James Dean (el muchachito
sex-simbol de los 50) y su tcnica preferida
de seduccin que segn sus propias afirma-
ciones jams fallaba consista en acurrucarse,
apoyando la cabeza en el regazo de una mujer
para que ella le acariciara.
Todas la mujeres te quieren mimar deca
James. Si les das una oportunidad, alcanzas
tu objetivo en un abrir y cerrar de ojos.
El segundo es Gary Cooper (actor ganador de
69
dos oscares). Su tcnica de seduccin nos la
describe el director de cine Howard Hawks:
Si alguna vez lo vea en compaa de alguna
muchacha agraciada, arrastrando los pies, con
aire muy tmido y con la mirada baja, me deca:
vaya, la serpiente vuelve a atacar. Su actitud
de muchachito tmido le daba muy buenos
resultados.
Una buena amiga me sugiere un par de cosas
que tambin la seduciran: que le regalen una
taza con forma de cara de osito o que l prepare
con sus propias manos una comida para
ella solita.
Al parecer, no es la agresividad lo que seduce a
las mujeres. Aunque con ellas nunca se sabe.

70
Estimulacin adicional

Cuenta la historia que un afrodisaco convirti a


Julia, la enamorada mujer de Tiberio (que luego
sera emperador de Roma), en una manitica
del sexo.
Tan desaforada lleg a ser su pasin que,
despreciada por su marido, organiz escan-
dalosas orgas nocturnas en la plaza del Mercado
de la capital romana, razn por la cual fue
desterrada a una desolada isla, acompaada
de una guardia compuesta exclusivamente de
eunucos, para evitar fogosas reincidencias.
Desde entonces en el sano y comprensible afn
de entibiecer algunos espritus glidos, se han
popularizado muchsimos afrodisacos.
Entre nosotros tenemos a la socorrida yombina,
un preparado destinado a estimular a las frgidas
e indolentes vacas durante los perodos de
apareamiento, que algunos jovenzuelos utilizan
como ltimo y desesperado recurso en sus
conquistas amatorias.
Por supuesto, la pobre y apasionada Julia no
usaba yombina. Su extico afrodisaco era un
destilado de los cuerpos triturados de ciertas
moscas verdes procedentes de Espaa.
Otro estimulante reconocido en el pasado era la
nuez de coco.
Ibn Batuta, una especie de periodista viajero,
que en 1325 estuvo entre los rabes, sealaba
que del coco y el pescado los isleos sacan un
vigor corporal incomparable. Yo mismo tuve en
aquel pas cuatro esposas legtimas, aparte las

71
concubinas. Todos los das las visitaba, adems
de pasar toda la noche con la que tocaba de
turno.
Hay quienes creen que el alcohol es tambin
un estimulante sexual. Se equivocan. Como
bien deca Shakespeare: Provoca el deseo pero
elimina la disponibilidad.
Inicialmente parece despertar el apetito sexual
porque reduce las inhibiciones y permite que
expresemos lo que en realidad estamos deseando.
Pero a la vez disminuye la produccin de
hormonas sexuales, haciendo declinar lentamente
la contundencia para el ataque.
Es innegable que los afrodisacos pueden ser
buenos como parte del juego del amor, sin
embargo nosotros, como Errol Flynn, creemos
que slo hay algo que puede estimularlo a uno
hasta quitarle el aliento: aquella mujer especial
que te gusta tocar, ver, oler y estrujar.

72
Contranatura

Se ha dado en llamar contranatura a las


relaciones sexuales realizadas por va anal.
En el libro La sexualidad en el Per pre-colombino,
el doctor Artidoro Cceres, incluye las repro-
ducciones de dos huacos encontrados en la costa
norte del Per, en los cuales se puede apreciar a
parejas en evidente penetracin anal.
La pacfica actitud de los amantes parece indicar
que no se trataba de ningn acto especialmente
doloroso o humillante.
Una cosa muy diferente ocurra en la Roma de
los Csares.
All, el Emperador Claudio lleg a asesinar a
su yerno Pompeyo, porque su hija, Antonia, se
quej ante l de que su esposo la usaba de la
forma ms ruin posible.
Aunque la ley que penaba las ofensas
Contranatura haban cado en desuso muchos
aos antes en Roma, porque ningn jurado
pareca dispuesto a condenar a los acusados,
legalmente, Pompeyo mereca morir, opino
Claudio del caso.
Hoy, muchas personas siguen considerndolas
algo malo, especialmente porque el ano es el
conducto por el cual transitan las heces.
Sin embargo, segn los especialistas, slo hay
una enfermedad que podra producirse a causa
de la penetracin anal, y se le llama Sndrome
intestinal del Gay. Pero, .donde el agua es
potable y la poblacin no es propensa a padecer
las infecciones intestinales, al menos en gran
nmero, el sndrome es relativamente raro1.
73
Hoy, son numerosas las parejas que practican
el sexo anal sin ningn tipo de complicaciones.
Como en cualquier otra variacin sexual, aqu
lo que cuenta es el gusto, la pasin y la audacia.
Si no posee alguna de estas virtudes no lo
intente.

1
Segn el doctor Brian J. Ford (bilogo y cientfico
investigador, miembro del Court of Gopvernors,
University College, Cardiff).

74
Malleus Maleficarum

Toda la brujera procede de la lujuria carnal,


deca un libro religioso publicado en 1486.
Y ya que cada ao celebramos el da de las brujas,
vamos a probar su cultura ero-brujeril:
Sabe usted qu era un ncubo o un sccubo?
No, no son los nombres de algunos platillos
exticos, son demonios; el ncubo tena sexo con
mujeres y el sccubo seduca a los hombres.
Durante 1400, estos diablillos fueron muy
populares y quiz por esa causa, el 9 de diciembre
de 1484, el Papa Inocencio VIII, emiti una bula,
la Summis desiderantes affectibus (Deseando
con los sentimientos ms profundos), en la cual
se deca:
ltimamente ha llegado hasta nuestros odos, sin
dejar de afligirnos con amarga pena, que muchas
personas de ambos sexos, despreocupadas de su
propia salvacin y apartndose de la fe catlica se
han entregado a los diablos ncubi y sccubi y, acto
seguido, nombraba a dos profesores de teologa
como inquisidores de todas estas perversidades,
a quienes se le deba otorgar todas las facilidades
para erradicarlas.
Estos dos telogos (Henry Kraemer y James
Sprenger, alemanes) para iniciar su empresa
publicaron, en 1486, en libro Malleus Maleficarun
(Martillo de brujas), que lleg a convertirse en el
manual de jueces y magistrados en casos de
brujeras.
Los autores afirmaban en el libro que los diablos,

75
y sus patas las brujas, tienen seis formas de
perjudicar a la humanidad (tres de las cuales se
referan a temas sexuales). La primera es inducir
a un amor pecaminoso en un hombre por una
mujer o en una mujer por un hombre. La segunda
es provocar odio o celos en cualquiera. La tercera
es embrujarla de tal manera que una persona
no puede realizar el acto sexual o, de diversas
manera, procurar un aborto.
Sin duda, se trataba de una cruzada contra el
sexo; de qu otra forma explicar las siguientes
aseveraciones del libro:
Toda brujera procede de la lujuria carnal, que
en la mujer es insaciable. Vase Proverbios 30:
Hay tres cosas que nunca se ven satisfechas y,
ciertamente, una cuarta que nunca dice basta!,
es decir, la boca del vientre. Por eso, con el fin
de satisfacer sus lujurias copulan incluso con
los diablos.
Terribles los teologuillos.
Ya lo sabe, cuidado con ese ncubo que la anda
persiguiendo. Aunque no estara nada mal
que todo eso terminara en una buena hoguera,
no?

76
Cuestin previa

Si usted tiene que adquirir algo de gran valor,


con el que tendr que pasar un gran tiempo,
encontrar poqusimas personas que le digan
que se lo lleve sin probarlo.
Si se trata de un carro, por ejemplo, todos le
recomendarn que pruebe los frenos, que revise
el motor y que, en fin, se cerciore de que todas
y cada una de las piezas correspondan a lo que
usted ha soado.
Sin embargo, si se trata de algo tan
trascendental y permanente como elegir
una pareja para casarse, habr muchos que le
aconsejarn que no la pruebe antes, primero
deber adquirirla para toda la vida y despus
recin podr saber si funciona como usted
so.
(Por supuesto, en este tipo de transaccin no se
aplica aquello de su completa satisfaccin o la
devolucin de su dinero)
Siempre se dice que todo tiempo pasado fue
mejor y por lo menos en este caso el refrn
es cierto. Antes, usted no tena que llevarse
la mercadera sin probarla. En el Imperio
Incaico a esta etapa de prueba se le llamaba
Servinacuy.
Pero el Per no es el nico lugar donde esto se
practic o se practica; actualmente existe lo que
se llama matrimonio tradicional africano.
Este matrimonio tiene lugar por etapas,
la primera de las cuales es, por supuesto,
la convivencia de los futuros cnyuges y,

77
oficialmente, concluye con el nacimiento del
primer hijo.
Este tema se ha puesto de moda porque la Iglesia
Catlica Africana, desde este 10 de Abril de 1994
discutir sobre si eso es contrario a la fe.
En una declaracin reciente un sacerdote de esa
regin, Chukwuma James Oyoke, declar que
este tipo de relaciones no estn necesariamente
en contra del evangelio, pero precis a
continuacin que se refera a aquellas donde la
convivencia no incluye relaciones sexuales.
Desgraciadamente, este tipo de experiencia busca
que poner a prueba todas las capacidades de los
futuros esposos, incluyendo la compatibilidad
sexual, como ocurre entre los nmades de
Uganda en el continente africano.
Sin duda se trata de probar el producto a fondo.
De lo contrario la experiencia no sera completa.
Casarse sin haber convivido es como comprarse
zapatos sin saber de qu nmero son.

78
El matrimonio y el amor

El matrimonio feliz y eterno es uno de los


grandes mitos de nuestra sociedad.
Amor para siempre y fidelidad a toda prueba
son las caractersticas ideales (idlicas?) de todo
buen esposo y toda buena esposa.
Pero no todas las culturas tienen o tuvieron
esta misma aspiracin. Por ejemplo, en China, el
amor no tiene nada que ver con el matrimonio,
los padres casan a sus hijos muy jvenes y el
problema del amor no se plantea se juzga
inconveniente toda manifestacin de ternura
entre marido y mujer.1
En la India, segn narra el poeta Rabindranath
Tagore, Manu da el nombre de Gundharva al
casamiento por mutua eleccin y muestra su
desaprobacin estigmatizndolo como nacido
del deseo. El camino hacia el matrimonio que es
mostrado por la antorcha de la pasin opinan-
no tiene por fin el bienestar de la sociedad, sino
la satisfaccin del deseo.
Havelock Ellis, cuenta que los griegos, a
excepcin de los ltimos, no mostraron ningn
reconocimiento del amor como elemento del
matrimonio. Theognis compar el matrimonio
con la crianza del ganado.
Agrega que tanto los griegos como los romanos
pensaron en la crianza como el hecho reconocible
del matrimonio; cualquier otra cosa era mero
desenfreno y debera mejor, pensaban, ser
buscada fuera del matrimonio.
Entre nosotros en cambio, el amor dentro
del matrimonio es casi una obsesin. Y la

79
consiguiente fidelidad, una meta a la que todos
se lanzan esperanzados, pero a la que muy pocos
logran llegar.
Sin duda, lo prueba la experiencia la suya
incluida-, amor y matrimonio son conceptos
difciles de mantener unidos. Quizs si
aceptramos eso, nuestras relaciones seran
menos angustiosas y nuestra vida ms feliz.

El amor y occidente, Buenos Aires, 1959, Rou-gemont,


1

D.
80
La sensualidad del vestido

Recuerdo que cuando era nio, lo ms excitante


que nos poda ocurrir con una mujer, era verla
desnuda. Con la finalidad de alcanzar esa
inigualable experiencia fatigamos cerraduras
de bao, cortinas mal cerradas y revistas para
adultos.
Pero, cmo es ms provocativa una mujer?
Desnuda o vestida? Al margen de la belleza
del cuerpo (que puede definir el resultado en
ambos casos), estoy casi seguro que, a travs
de los siglos, ms hombres han sido seducidos
por mujeres adecuadamente vestidas, que por
estriptiseras profesionales o simples calatas
aficionadas.
La capacidad de seduccin de las mujeres vestidas
fue reconocida por personajes tan notables como
el Virrey Mrquez de Guadalczar, que el 4 de
diciembre de 1624 emiti la siguiente resolucin
contra nuestras abuelitas las tapadas limeas:
Ninguna mujer de cualquier estado, calidad
o condicin puede andar ni estar tapada con
manto o de otra manera yendo por las calles
de esta ciudad, sino que todas deben traer
el rostro descubierto para que puedan ser
vistas y conocidas. Las que contravengan esta
disposicin, perdern el manto con el que se
tapan, tendrn una multa de sesenta pesos de a
ocho reales y diez das de crcel.
La razn de esta disposicin no tiene
absolutamente nada que ver con el costo de
la tela, sino con la cantidad de alborotos
que venan ocasionando las tapadas, con su

81
coquetsimo vestir. Slo se les permiti seguir
tapndose a las prostitutas, con lo cual se le
reconoca su calidad de vestimenta adecuada
para el ejercicio sexual.
El doctor Carlos Alberto Segun nuestro
clebre sicoanalista se preguntaba si todos los
objetos que nos excitan porque se nos ocultan de
la vista, no nos hubieran dejado fros y tranquilos
tras una contemplacin perpetua. Sin duda, lo
desnudo provoca menos curiosidad que lo que
est por revelarse.
Esto lo comprobamos en el caso hawaiano. Los
hawaianos, antes de ser conocidos por el mundo
occidental, caminaban desnudos, se baaban
desnudos y hacan todas sus actividades en
pacfica desnudez, sin causar a nadie mayor
conmocin hasta que llegaron los misioneros
cristianos Laura Judd y Hiram Brigham a
convencerlos que todo eso era inmoral y
vergonzoso.
Laura invent un atuendo, de mangas largas y
amplio como un camisn de dormir que hasta
hoy se usa en ese pas, para ocultar el cuerpo de
las hawaianas y que adems de terminar con su
sosegada calatera, aport un nuevo elemento
a la sociedad hawaiana: los voyerista maosos
(toda la pandilla de mi infancia), cuya mxima
experiencia era ver a una mujer desnuda.
Este es un buen dato para las mujeres que quieren
mantener el encanto en las relaciones ntimas con
su pareja: Vstase apenas le sea posible! Lo que
se observa sin ninguna dificultad, termina por
causar indiferencia.

82
Tiburones

He escuchado con frecuencia la frasecita: Yo


llevo mi condn en la billetera, por si acaso. Y
me ha producido algo de lstima el tipo de vida
sexual que debe llevar esa persona.
Aquello de siempre cargo mi casco, porque
cualquier hueco es trinchera, es una de las cosas
que ms empobrecen la vida ertica (adems que
daa el preservativo al aplastarlo con el trasero,
pudiendo producir roturas en el mismo).
Es cierto, como dice el doctor Alex Conform, en
su libro The joy of sex, que tal como necesitamos
una dieta alimenticia regular y no demasiado
abundante, tambin un cuerpo verdaderamente
sano se beneficiar con una dieta de sexo regular,
tal vez diaria.
Pero, esto no quiere decir que tengamos que
andar gastando plvora en gallinazo o comer,
como los tiburones, todo lo que nos sale al paso.
De ninguna manera.
Adems, hacer el amor con belleza requiere de
cierta planificacin (msica, vino, luz suave) y de
que se haya creado entre la pareja el ambiente de
ternuracomplicidad-deseo que no se consigue
en una conversacin de cinco minutos.
Adicionalmente, hay que entender que las
mujeres son ms propensas a distraerse durante
el acto sexual, si no se ha creado el ambiente
adecuado.
Segn el doctor J. G. Weir, el hombre tiene
una mayor concentracin durante una jornada
amatoria, las distracciones se ignoran y
83
conforme se acerca el orgasmo, ms se cierra l
respecto a su entorno.
Pero las mujeres son distintas. Para ellas el
momento apropiado, el lugar apropiado y
las cosas ms propicias tienen la mayor im-
portancia.
Y esto se ha demostrado en pruebas de
laboratorio.
Pngase un trozo de queso al lado de un par
de ratas que estn copulando seala el doctor
Weir- y la hembra lo coger y lo devorar, en
tanto que el macho lo ignorar.
Lo reitero: La forma en que hacemos el amor
es una demostracin de la sensibilidad que
poseemos. Y adems, como deca Oscar Wilde,
slo lo sagrado merecer tocarse...

84
Sueos de humedad

Todos hemos tenido alguna vez un sueo


ertico.
Uno salvaje, por ejemplo, en el cual nuestra
fantasa ms acariciada, parece real por un instante.
Freud sostena que los sueos eran un reflejo
de nuestro subconsciente, de aquellas cosas
que reprimimos mientras estamos despiertos,
para evitarnos, probablemente, la tortura de
enfrentarnos con nuestros verdaderos deseos, a
veces imposible de alcanzar.
Por supuesto, la teora de Freud ha sido cuestionada
por muchos investigadores modernos menos
poticos ellos que piensan que los sueos slo
son el resultado de algunos aburridos procesos
qumicos que siguen ocurriendo en el cerebro
mientras uno duerme.
Sin embargo en tiempos ms remotos, estos
sueos eran explicados de otras maneras. En
la Antigua Mesopotamia, por ejemplo, los
sueos erticos ya estaban interpretados antes
de que ocurrieran. He aqu alguna de esas
interpretaciones:
Si un hombre se excita durante el sueo y tiene
una perdida seminal, ese hombre padecer una
prdida econmica.
Si un hombre se excita durante el sueo y
despierta durante la noche al tener un orgasmo,
este hombre ganar mucho dinero.
Si durante el sueo un hombre se pasea
desnudo con su miembro en ereccin, este
hombre no tendr problema alguno.

85
Si un hombre durante su sueo copula con una
animal salvaje, su matrimonio prosperar.
Si durante el sueo el pene del hombre es largo,
no tendr rivales.
Ya lo sabe, si ha tenido alguno de estos sueos,
es posible que aqu encuentre una explicacin
para el mismo.
La otra posibilidad es escuchar a Freud; en
ese caso, tal vez sera mejor prestarle odos al
consejo de Oscar Wilde: El nico medio de
desembarazarse de una tentacin es cediendo
a ella. Si la resistimos, nuestras almas crecern
enfermizas, deseando las cosas que se han
prohibido a s mismas.

86
Del sexo y el amor

Dicen que el orden de los factores no altera el


producto.
Pero, qu ocurre cuando tratamos de aplicar
este concepto a las cuestiones de la sensualidad
y el amor? Tambin el orden en que aparecen
los factores no altera el producto?
Las reflexiones de Paul Gauguin (1848-1903),
considerado el mejor pintor post-impresionista de
Francia, quien tuvo una intensa y sorprendente
vida amorosa y sexual, tal vez nos ayuden a
comprender mejor este tema.
Hasta la edad de 35 aos, Gauguin, era un prs-
pero agente de bolsa, con una esposa, cinco hijos
y diez aos de matrimonio, pero repentinamente
decidi dejarlo todo y dedicarse a la nica cosa que
le apasionaba en la vida: pintar.
Su familia lo repudi, as que decidi embarcarse
hacia Tahit, donde sus noches y sus das
cambiaron por completo.
Para comenzar, disfrut durante largo tiempo
de la costumbre local de recibir cada noche en
su choza a una nativa distinta.
Pero, cosas de la naturaleza humana, lleg
a cansarse de esto y dese tener una mujer
permanente.
As que eligi a una nativa adolescente llamada
Tehura, por la cual se sinti atrado apenas la
vio.
Tras un matrimonio a prueba, que para ellos
apenas dur una semana, Tehura accedi a
quedarse permanentemente y Paul se sinti feliz

87
de que as fuera.
La conclusin de su experiencia fue esta frase:
En Europa, el acto sexual entre los hombre y
las mujeres es una consecuencia del amor. En
Oceana el amor es un resultado del acto sexual.
Qu es los ms correcto?.
Le pasamos de taquito la pregunta.

88
Buscar para conseguir

De qu depende que una mujer consiga un


orgasmo durante el acto sexual?
Por qu el 25% de las mujeres no consiguen uno
solo durante su primer ao de matrimonio?1
Para tratar de responder a estas preguntas,
Margaret Mead, public en 1939 un libro
titulado Studies of adolescence and sex in primitive
societes, en el cual investig las actitudes y la
conducta sexual de las mujeres en Nueva Guinea
y observ que el hecho de que una mujer lograse
o no orgasmos dependa, sobre todo, de la
sociedad de que proviniera.
Descubri que la mayora de mujeres de una
tribu tenan orgasmos, pero en otra, la mayora
de ellas no los consegua.
En la primera tribu las mujeres igual que los
hombres eran muy sexuadas, saban lo que era
un orgasmo y lo buscaban con la misma libertad
que sus compaeros.
Pero para las mujeres tranquilas de la otra tribu,
el orgasmo era un fenmeno desconocido.
Esto demostr que es la ignorancia sobre la
naturaleza del orgasmo y cmo se consigue lo
que hace que muchas mujeres no lo experimenten
jams.
El orgasmo es el momento cumbre del acto sexual.
Parece implicar todo el cuerpo de la mujer con
sensacin de flotacin y vuelo, una sensacin
expandida, distendida y distorsionada, borrosa
toda distincin entre las partes del cuerpo y

89
perdido el control, segn el doctor J. G. Weir.
En Childern and parents, Judith Kestenberg lo
describe como ondas gradualmente ascendentes
y descendentes de profunda tensin en la vagina
que se funden con espasmos y sensaciones de
todo el cuerpo y terminan con una aminoracin
de la conciencia.
Por supuesto, algo tan precioso se consigue slo
con un delicado trabajo de reconocimiento y
exploracin del ritmo y las caricias que la mujer
amada necesita para elevarse a tales alturas.
Es que hacer el amor es un acto por el cual
ambos miembros de la pareja se entregan a la
adoracin del otro, a la bsqueda de su placer,
a la materializacin de sus sueos y en ese reino
el orgasmo es un regalo ms aunque no el
nico.

1
Informe Kinsey. Conducta sexual de la Mujer.

90
Infieles por naturaleza?

Aun cuando ame profundamente, el hombre


puede ser infiel.
Suena extrao, pero es as.
La infidelidad est profundamente arraigada en
la psiquis del hombre y es ms fuerte que ellos,
asegura la psicloga israel Nitsa Abarbanel en
un libro que acaba de publicar.
Y su razonamiento resulta lgico si uno parte
del hecho de que la sociedad ha introducido
dentro del cerebro de los hombres dos conceptos
totalmente opuestos de mujer y de amor.
Una es la mujer fiel, moral, responsable del
hogar y los hijos, que representa la seguridad y la
continuidad, y a sta le reserva el amor puro.
La otra es la mujer ertica, deseada, inteligente
y astuta, que representa la aventura y la
inseguridad, en la que el hombre busca el
amor sensual y la sexualidad, segn explica la
psicologa.
Y esto nos viene desde tiempos inmemoriales.
Segn una leyenda juda, por ejemplo, que se
remonta al siglo I de la era cristiana, despus de
crear a Adn, Dios creo a Lilit de la tierra, como
haba hecho en el caso del primer hombre.
Pero enseguida comenzaron a pelearse: Adn
le dijo a Lilit que ella deba yacer debajo de l, y
la mujer que deba ser al revs porque somos
iguales dado que ambos hemos sido creados de
la tierra
Al negarse Adn, Lilit se enfad y pronunci

91
el nombre de Dios con todas sus letras (algo
prohibido entre los judos), tras lo cual levant
vuelo y termin por hundirse en el mar Rojo.
Luego, Dios creo a Eva de una de las costillas de
Adn, porque sta es una de las partes menos
importantes del hombre, lo que explica que Eva
sea sumisa e insignificante en comparacin con
Lilit.
Los hombres deseamos ambos tipos de mujer y
quiz la nica solucin sea fundir en una sola
estas dos imgenes femeninas.
nicamente una mujer maternal y tierna y a la
vez ertica e inteligente puede exigir fidelidad
sin estar pidiendo algo absurdo.
Pero existe esa mujer?

92
Evitando problemas

Sorprende saber que han existido hombres que


pudiendo acostarse prcticamente con cualquier
mujer, prefirieron hacerlo con prostitutas.
Es el caso del emperador romano Claudio,
quien, a pesar de lo encumbrado de su cargo
y estando casado con una horrible mujer,
vivi una pacfica vida sexual con una prostituta
que habitaba de forma permanente en su casa.
Se llamaba Acte.
Quince aos estuvo a su lado. Era una prostituta
profesional y una mujer muy honrada. Nunca
tuve problemas con ella, lleg a decir Claudio.
Cuando ella se fue la sucedi otra prostituta
llama Calpurnia.
Antes de Claudio, ya algunos clebres hombres
griegos haban competido por las atenciones de
una prostituta llamada Lais.
A ella, Mirn autor de la famosa escultura El
Discbolo le ofreci toda su fortuna a cambio
de sus favores, y el orador Demstenes, 10 mil
dracmas por una noche.
Ella los rechaz
Mejor suerte tuvo Digenes, el empobrecido
filsofo buscador de un hombre honrado
aquel que segn se dice viva en un tonel,
Lais se le entreg a cambio de nada.
En tiempos ms recientes el pintor holands
Van Gogh, vivi con una prostituta durante
ms de un ao y Henri de Toulouse Lautrec, el
famoso pintor francs, lleg a vivir de forma casi

93
permanente en un burdel y a compartir su vida
con las mujeres que trabajan all.
Cul puede ser la causa de esta inclinacin por
las prostitutas?
El actor de cine Clark Gable, ganador de un
Oscar, que tambin prefera acostarse con
prostitutas de lujo, a pesar de que poda tener,
prcticamente, a cualquier mujer, contest la
pregunta:
Me acuesto con ellas porque puedo pagarles
para que se vayan. Las otras se quedan all,
quieren un gran idilio y unas relaciones
amorosas de cine. Yo no quiero ser el mayor
amante del mundo.
Entonces es cierto lo que deca Garca Mrquez
(en El amor en tiempos de clera): siempre andamos
buscando algo que sea como el amor, pero sin
los problemas del amor.
Lo hallaremos?

94
Ctedra magistral

En 1660, la cortesana ms famosa de Pars, Anne


de Lenclos, ms conocida como Ninon, abri una
Escuela de Galantera.
En ese momento, Ninon era prcticamente una
leyenda.
Habis sido amada por los hombres ms
honorables del mundo y habis amado lo
suficiente como para haber saboreado todos los
placeres, le dijo en algn momento de su
vida su amigo Saint-Evremond.
Los ms grandes y famosos llegaban a su casa,
entre ellos Moliere y Voltaire (que entonces slo
tena 13 aos).
Y segn todos los que la conocan, era la primera
autoridad en materia de amor en toda Francia.
Por eso su escuela tuvo mucho xito.
Los temas tratados por Ninon incluan el cuidado y
el manejo de la esposa o la amante, la forma correcta
de iniciar un galanteo y una seduccin, las maneras
aceptables de dar por terminada una relacin y la
fisiologa y la habilidad del acto sexual.
Nadie tom notas de las lecciones de Ninon,
as que es poco lo que nos ha llegado de su
abundante sabidura. Sin embargo an se
recuerdan algunos de sus consejos:
Est muy bien guardar la comida para el
otro da, pero el placer hay que tomarlo segn
viene.
Hblale constantemente a la mujer de ella
misma y raras veces de ti. Ten por seguro que

95
a ella le interesa cien veces ms los encantos
de su propia persona que toda la gama de tus
emociones.
Recuerda que hay momentos en que las mujeres
prefieren ser tratadas con un poco de rudeza ms
que con exceso de consideracin.
Los hombres suelen experimentar la derrota
ms por su falta de habilidad que por la virtud
de una mujer.
Si cesas t primero de querer, concdele a la
mujer la ventaja de que sea ella, quien rompa y
parezca cruel. Una mujer que ya est harta de
un hombre, lo abandonar por cualquier cosa
excepto por (o para que se lo lleve) otra mujer.
Ninon muri hace ms de dos siglos a la edad
de 85 aos, sin embargo sus consejos an
sorprenden.
Entre otras cosas, porque, aunque ahora se
brindan amplios y especializados cursos sobre:
la utilidad de la caca de vaca como fertilizante
o sobre como limpiarle el potito a los bebes, an
no existe un pequeo cursito sobre el amor y sus
complicaciones.

96
Captulo III

Ms vale prevenir que abor


perdn, lamentar

Los individuos desean, ante todo,


el placer sexual.
Independientemente de la procreacin.

Wilhelm Reich
Abstenerse, la nica alternativa?

El aborto es un tema antiguo.


Ya en la Roma de los Csares, los mdicos griegos
los mejores por aquellas pocas saban librar a
cualquier mujer de cualquier hijo no querido en
dos o tres das, y nadie quedaba en peor situacin
ni se enteraba de nada.1
Por supuesto, el aborto es un tema que requiere
una profundizacin que no se puede lograr en
tan poco espacio.
Sin embargo, queremos hacer notar un par de cosas
al respecto. La primera es que no se puede prohibir
todo y cerrar todas las puertas a las personas.
Es decir, no se puede estar en contra del aborto
y tambin de los mtodos anticonceptivos de
mayor efectividad (proponer actualmente el
mtodo del ritmo es como invitarnos a ir a New
York montados en burro, en la poca de jet). Es
absurdo.
Precisamente, es el desconocimiento sobre
los mtodos de planificacin familiar lo que
produce que mucha gente elija esa otra opcin
que es el aborto.
Hay, claro, otra alternativa: exigir a todos que se
abstengan de tener las relaciones sexuales, hasta
que quieran tener un hijo.
Qu le parece la idea?
Desafortunadamente, siendo esta una columna
dedicada al disfrute del amor y del placer fsico,
esa propuesta est reida con nuestros ms
sagrados y razonables principios.

100
Siempre estaremos en conflicto con actitudes
que nos podran conducir a apoyar cosas como
uno de los primeros actos de gobierno de Hitler:
prohibir la gua sexual Matrimonio ideal, porque
recomendaba el goce a las parejas y explicaba
los mtodos de planificacin familiar.
Afortunadamente, la ternura y el placer que
son indisolubles, nunca podrn ser abolidos
por decreto. Gracias a Dios.

1
Yo Claudio Robert Graves
101
La pldora

Bravo! Decidi hacer el amor. Y como persona


responsable que es, y adems porque desea
disfrutar plenamente de sus nuevas experiencias,
est buscando un anticonceptivo eficaz.
Felicitaciones.
He aqu un mtodo que segn todas las
investigaciones es uno de lo ms seguros: la
pldora.
La pldora se utiliza desde 1960, cuando la Food
and Drung Administration de Estados Unidos
autoriz su venta al pblico.
Durante estos 35 aos ha demostrado un nivel
de proteccin anticonceptiva, que se aproxima
al cien por ciento, y la gran variedad de marcas
en el mercado ha eliminado casi por completo
los efectos secundarios.
Lo que hace la pldora en el organismo es sustituir
a dos hormonas naturales: los estrgenos y la
progesterona. Aunque contina el ciclo normal,
la produccin de hormonas por el ovario se
reduce a un mnimo y, al mismo tiempo, no
se produce el desarrollo mensual del folculo
que contiene el vulo1. Al no haber el vulo
maduro no puede haber fecundacin y no hay
embarazo.
La pldora debe tomarse diariamente durante
21 das de preferencia a la misma hora. Si
por casualidad la usuaria olvida tomar un
da la pldora y el retraso es superior a doce
horas, podra haber embarazo. En esos casos
lo aconsejable es seguir tomando las pastillas,

102
pero adoptar precauciones adicionales. Use
preservativos por ejemplo.
Existen otros dos mtodos anticonceptivos con
el mismo principio hormonal de la pldora: los
inyectables y los implantes.
La ventaja de los inyectables es que se aplican una
sola vez y protegen durante uno o varios meses. Los
implantes, el Norplant, por ejemplo (unos tubitos
o cpsulas muy finas que se introducen debajo de
la piel del brazo) tienen un efecto ms prolongado
an: protegen durante cinco aos.
Como ya sabemos, no es bueno automedicarse.
Lo mejor es que usted acuda a un gineclogo si
esta interesada en un mtodo anticonceptivo.
Si desea puede visitar el centro de atencin
INPPARES (Gregorio Escobedo 115-145, Jess
Mara) donde un mdico especialista en este
tema la atender por una mdica suma.
Y bien, qu esta esperando? Le repito la arenga
de un general a sus soldados en la batalla de
Ayacucho: Adelante, y paso de vencedores!.

Dr. Jane Kilvington, miembro del Instituto de


1

Medicina Psicosexual de Londres.


103
Desmemoria protegida

Podra ser usted de esas personas que lo olvidan


todo. Desmemoriadas y a veces felices
inocentes, pero odiadas por todos los que
recuerdan normalmente los cumpleaos, los
aniversario o simplemente que da es.
Si es su caso (o es usted una simple olvidadiza de
pacotilla), este mtodo anticonceptivo es el que
se adapta a su personalidad y deber hacerlo a
su cuerpo.
Se llama dispositivo intrauterino (sus siglas
son DIU) y se trata de un anticonceptivo hecho
generalmente de un tipo especial de plstico
(polietileno o propileno radiopaco), que se coloca
dentro del tero de la mujer.
Su capacidad protectora tambin es bastante alta.
Actan interfiriendo la implantacin del vulo
fecundado en la pared del tero1. Pero a pesar de
eso, a veces los embarazos ocurren por lo cual
es mejor utilizar un mtodo de refuerzo durante
los das frtiles (condn, vulos, etc.), lo cual el
riesgo de embarazo es casi nulo.
Es mejor para la mujer que ya ha tenido
hijos. Quienes no se encuentran en este caso
pueden considerar incmodo el dispositivo y
experimentar una regla ms dolorosa; por esta
razn los mdicos no recomiendan el uso de DIU
a las mujeres sin hijos.
El DIU lo coloca en mdico en cuestin de pocos
minutos. De preferencia debe instalarse durante
el periodo menstrual o poco despus del mismo.
Cuando DIU ya est en su lugar, un hilo sujeto al
dispositivo cuelga por el canal cervical, para que la
104
mujer pueda tocarlo y verificar su presencia.
Puede aparecer una incomodidad y una leve
hemorragia en los 28 das siguientes a ser colocados.
A veces ser necesario tomar analgsicos para superar
el dolor, pero casi siempre las molestias desaparecen
antes de un mes.
Actualmente ya existe un DIU que libera
progestgenos (una hormona); con ellos no slo
apenas habr riesgos de embarazos no deseados,
sino que se reducirn al mnimo los problemas
de la menstruacin y la probabilidad de un
embarazo ectpico (en el que el vulo fecundado
se queda en la delgada trompa de Falopio y debe
ser extirpado antes que la rompa).
El DIU permanece sin cambiarse por un lapso
de tres a cinco aos, dependiendo de su tipo, y
slo requiere una revisin mdica anual.
Bueno, querida desmemoriada, basta de sufrir
poniendo relojes despertadores a horas inslitas
o colocando avisos en todas partes- para recordar
que debe tomar la pldora. Colquese un DIU y
a disfrutar se ha dicho!

1
Dra. Jane Kilvington.
105
El futuro de los anticonceptivos

El embarazo es uno de los mayores temores


de quienes tienen una vida sexual activa y no
desean tener hijos.
Y, aunque no nos parezca porque la informacin
sobre este tipo de cosas nos llega tarde o nunca,
los cientficos del mundo siguen tras el mtodo
anticonceptivo cien por ciento eficaz y sin ningn
efecto secundario inadecuado.
En Suecia, por ejemplo, los investigadores que
estaban buscando un medio de ayudar a las
mujeres estriles, descubrieron el anlogo LRH.
Es una variante de una hormona natural LRH
que inhibe la ovulacin.
Se utilizara como spray nasal, y aunque
la menstruacin se interrumpe durante su
utilizacin ha demostrado ser eficaz en el cien
por ciento de los casos. Claro, antes de que se
pueda utilizar ampliamente se debe estudiar sus
efectos a largo plazo.
Otro sistema nuevo es el calentador
testicular.
La teora es la siguiente: los testculos del hombre
se hallan fuera del cuerpo porque el esperma
tiene que almacenarse a una temperatura inferior
a la corporal para conservar la fertilidad.
Entonces, el hecho de calentar los testculos
unos pocos grados es suficiente para disminuir
provisionalmente la fertilidad sin ningn
efecto secundario. Los mdicos japoneses han
inventado incluso un aparato para calentar el
escroto.

106
Aunque el mtodo ha resultado eficaz, los
mismos investigadores han sealado que no se
espera que sea muy popular.
Tambin se ha demostrado que las ondas de
ultrasonido de frecuencia tan elevada que son
imperceptibles por el odo humano cuando
se dirigen sobre los testculos producen una
esterilidad temporal, reduciendo el recuento de
esperma.
Aunque parece un mtodo perfectamente
inofensivo y completamente reversible, es difcil
saber si los ultrasonidos podran ser asequibles
para uso generalizado, y en eso andan los
cientficos.
Lo ve? La ciencia sigue trabajando para que
usted y su pareja puedan gozar en paz de su
amor.

107
Un problema de salud

Es el SIDA el cuco de los 90?


ltimamente, con ocasin del da internacional
del SIDA, se nos ha dicho que hay en el Per ms
de 40 mil infectados con este mal.
Sin embargo, las estadsticas oficiales slo
registran 1200 casos.
De dnde salen los casi 39 mil restantes? De la
multiplicacin de estos 1200 infectados con las
20 30 personas que cada uno se supone
puede haber infectado.
1200 casos registrados en los ltimos once aos
(desde 1983) nos habla de una enfermedad,
oficialmente, menos mortal que las combis
asesinas o que la tuberculosis.
Pero el problema con el SIDA no es que haya
muchos o pocos casos, el problema es que mata,
porque an no se ha descubierto una forma de
curarlo.
Qu hacer entonces para protegerse de este
mal?
Hay quien ha sugerido que la nica solucin
es la fidelidad o la castidad, mezclando,
innecesariamente, problemas de salud con
problemas de moral.
Si el SIDA fuera un problema de moral de
fidelidades traicionadas o pubis transitados
entonces la mayora de las prostitutas
reiteradamente infieles cada da seran el
gremio con ms infectados, pero no es as.
Este es un problema de salud y si usted lo ve as,

108
hay un par de cosas que protegern la suya.
La primera es usar preservativo cuando no
puede verificar que su pareja est sana.
La segunda y ms segura es que si usted
piensa tener relaciones sexuales con una persona,
de la misma manera que ambos deberan elegir,
comprar y utilizar un mtodo anticonceptivo
(para evitar la paternidad irresponsable),
tambin ambos deberan hacerse una prueba de
ELISA para detectar el SIDA.
De esta forma, que ella (o l) nos diga con
ternura, mientras nos da un beso, hagmonos
una prueba de ELISA?, tendr el mismo
emocionante significado que: quieres hacer el
amor conmigo? Pero ser ms seguro.
Es cierto, el SIDA existe, como existen los rayos
ultravioleta provenientes del sol (que podran
producirle cncer a la piel). Pero no por eso
vamos a renunciar a la sensualidad o la playa.
Se trata slo de tomar mayores precauciones
antes de despojarnos de la ropa o despus.

109
Finalmente

Toreando al torero
(Y quin diablos es Carlos Chvez Toro?)

Escribe Julio Villanueva Chang


Periodista de El Comercio

Lo primero que supe de Chvez Toro fue su


nombre de ganado vacuno. Lo segundo fue
que no tena fachada de toro sino de amigo: su
sonrisa es un primer abrazo a la distancia; sus
anteojos, una consecuencia de una temprana
devocin por personajes como Oscar Wilde;
su estatura, la herencia de pap y mam.
Lo tercero que supe es que critica de frente y
elogia por la espalda. Por eso no me incomoda
que Carlos me haya puesto una pistola en la
conciencia: escribe algo sobre m, me dijo por
telfono.
Eso de tocarle la puerta a un compaero de ruta
para pedirle unas palabras es como escribirse una
carta de amor por encargo. La vieja costumbre
consiste en alabar con emocionante erudicin
al solicitante para que el lector que desespere
por ser su amigo o enemigo. Pero con Carlos
Chvez Toro, lo que suele ser una obligacin de
perfumera se transforma en placer carnal.
S que a los 17 dirigi un boletn en Ventanilla que
se llamaba Yaya. Aprendi a no tener miedo a
opinar y el sudor de ser periodista de barrio.
Estudi Comunicacin Social en la Universidad
de San Marcos hasta que se aburri de los
profesores mediocres (No lo son todos pero

110
hay tantos) y de las huelgas. No terminar la
carrera fue, paradjicamente, su despegue como
periodista: a partir de su renuncia sin boleros a
ser un profesional de universidad, desfil por las
redacciones de La Repblica y Caretas, y termin
de reportero en Esta Noche de Canal 9.
Despus pasara por Canal 2, Canal 7 y la revista
SI. Cuando fue hijo de Umberto Jara (Un
excelente periodista) en Panorama, aprendi
que no haba aprendido nada de periodismo y
huy (antes de salir volando por una ventana)
del programa en una noche de gara. Como en
las pelculas.
Chvez Toro es tambin autodidacta de la
informtica, que estudi fervorosamente en
esos manuales que se venden por kilos en la
Av. Wilson, y por largo tiempo lo han oprimido
un par de temas: el suicidio y la Conquista del
Per (No nos derrotaron los espaoles; slo
nos dividimos y perdimos por huevones,
lleg a esta conclusin tras aos de eruditas
investigaciones).
La poltica la mira como a un insecticida (O eres
un truhn o eres un mrtir. Lo malo es que slo
los primeros sobreviven).
Fiel a los ltimos dictados del Papa, el sexo es
para Chvez Toro, fundamentalmente, pro-
creacin (Porque hacer el amor es un producto
de la sensibilidad humana aclara).
Si usted quiere ser su amigo, slo tiene que
estar en capacidad de sostener con Carlos una
conversacin inteligente durante toda la noche.
(Mis amigos son a los que veo menos, pero con
los que hablo ms, confiesa).

111
Ser su enemigo es ms sencillo: nicamente tiene
que saber que Chvez Toro le teme al olvido y
a las cucarachas.

112
NDICE
Dedicatoria ...................................................................8

Entre el erotismo y la estupidez. Foreplay


(A modo de prlogo), Armando Robles Godoy..........10

Una explicacin para este libro, Carlos Chvez Toro ........


.......................................................................................16

CAPITULO I
Manual para hacer el amor. 10 lecciones bsicas.20

Leccin uno
Una aclaracin importantsima ...............................22
Leccin dos
(Por si no se convenci y quiere seguir leyendo este
libro)
Qu es hacer el amor? .............................................23
Leccin tres
Con quin se debe hacer el amor? .........................25
Leccin cuatro
Dnde hacer el amor? ..............................................27
Leccin cinco
Primer toque ...............................................................29
Leccin seis
Cuestin de tacto ......................................................31
Leccin siete
Un poco de fantasa ...................................................33
Leccin ocho
Un placer oral .............................................................35
Leccin nueve
La primera vez ...........................................................37
Leccin diez
Persistencia y permanencia ......................................39

CAPTULO II
Ms, ms, ms sobre lo mismo............................44
El placer fsico ...........................................................45

Himen de la discordia ...............................................47


Castidad vigilada .......................................................49
Culto flico .................................................................51
El centro del universo .............................................. 53
Lecho celestial ............................................................55
Los pies y su encanto ................................................57
Amor sin palabras .....................................................59
Poder dormido ...........................................................61
El perfume del amor ..................................................63
Duchas doradas .........................................................65
Letras de fuego ...........................................................67
Tcnicas de seduccin ...............................................69
Estimulacin adicional .............................................71
Contranatura .............................................................73
Malleus Maleficarum.............................................75
Cuestin previa ..........................................................77
El matrimonio y el amor ...........................................79
La sensualidad del vestido .......................................81
Tiburones ...................................................................83
Sueos de humedad .................................................85
Del sexo y el amor .....................................................87
Buscar para conseguir ...............................................89
Infieles por naturaleza? .......................................... 91
Evitando problemas .............................................93
Ctedra magistral ......................................................95

Captulo III
Ms vale prevenir que abor perdn, lamentar 99
Abstenerse, la nica alternativa? .........................100
La pldora ..................................................................102
Desmemoria protegida ...........................................104
El futuro de los anticonceptivos ............................106
Un problema de salud .............................................108

Toreando al torero
(Y quin diablos es Carlos Chvez Toro?),
Julio Villanueva Chang ..............................................110
Con mucho tacto,
de Carlos Chvez Toro,
se imprimi en agosto de 2009
en los talleres del Grupo Editorial Arteidea.

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