La Ciencia en El Aula Capítulo 1 PDF
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Gabriel Gellon
Elsa Rosenvasser Feher
Melina Furman
Diego Golombek
Paids
Buenos Aires Barcelona Mxico
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EL MUNDO DE LOS FENMENOS
1. Afirmar cientficamente implica que la afirmacin cumple con varios requisitos que
iremos dilucidando a lo largo de este libro. Hay otros tipos de afirmaciones, por ejemplo, las
que se basan en una doctrina o fe religiosa, en un sistema legal o en un credo artstico. stas
no son menos vlidas que las cientficas, pero son diferentes.
28 LA CIENCIA EN EL AULA
nal. Es ms, el alumno sabe que el docente conoce ese camino y espera, por
lo tanto, que le sea revelado o, por lo menos, ser guiado hacia l.
Como el camino est trazado, es fcil olvidar en el aula los orgenes
empricos de las ideas cientficas y quedarse con el resultado final, sin te-
ner en cuenta cmo esas ideas se conectan con evidencias en el mundo de
los fenmenos (o, incidentalmente, olvidando tambin sus bases histricas
y las posibles controversias que hubieran aparecido en el trayecto). Esto se
da en extremo si se utiliza una forma declarativa de enseanza de las cien-
cias, en la que el docente (o el libro de texto) les cuenta a los alumnos cmo
es la realidad. En este caso, la fuente fundamental del saber no es la ob-
servacin o el experimento, sino la palabra consagrada en el libro de texto
o en la autoridad del docente.
Si queremos, por lo tanto, llevar adelante clases de ciencias con espritu
cientfico, deberemos volcar gran parte de nuestros esfuerzos en basar el
aprendizaje en los fenmenos y evitar la palabra revelada como fuente de
conocimiento. Por otro lado, sabemos que es imposible que los estudiantes
redescubran por s mismos aquello que las mentes ms brillantes de la hu-
manidad tardaron siglos en develar. Estamos por lo tanto frente a un com-
plejo problema: cmo preservar un aspecto fundamental de la actividad
cientfica en el contexto del aula.
otras sustancias tambin son capaces de estos cambios. Los chicos de hoy
rara vez han visto con sus propios ojos cmo se funde un metal. Cuando un
trozo de parafina se derrite, con frecuencia llaman a la cera derretida agua.
As, cuando hablamos de cambios de estado y su interpretacin molecular,
nos estaremos refiriendo a una teora alejada de las vivencias de los alum-
nos. Y por eso consideramos fundamental que, en la medida de lo posible,
los alumnos adquieran experiencia de primera mano sobre los fenme-
nos que queremos explicar.
Al observar fenmenos es importante dar a los estudiantes la oportu-
nidad de formar sus propias ideas sobre lo que ocurre y de dar sus propias
explicaciones antes de introducir la explicacin cientfica. Es deseable
tambin inducirlos a formular predicciones, especialmente aquellas que
se puedan verificar experimentalmente. He aqu un ejemplo. En el patio
de la escuela cada alumno tiene una tarjeta en la que ha hecho un peque-
o agujero redondo y, de espalda al sol, mira la sombra de la tarjeta en el
suelo y la luz en forma de crculo en el medio. Preguntamos: Qu va-
mos a ver en medio de la sombra de la tarjeta si hacemos un agujero cua-
drado pequeo?. Predicciones: Un cuadrado, dicen los que opinan que la
forma de la imagen es la del agujero; Un crculo, dicen los que opinan que
la imagen es redonda como el objeto luminoso (el sol).3 Ahora, y slo cuan-
do los alumnos estn comprometidos con su prediccin explicada, se hace la
prueba.
sta es, en parte, la estrategia de los museos de ciencias participativos,
que surgieron para contrarrestar la tendencia centrada en los libros, terica
y abstracta, que invada las escuelas. Los mdulos ms exitosos en estos
centros participativos son aquellos que ponen al visitante en contacto di-
recto con fenmenos bsicos de la naturaleza y dan suficiente flexibilidad a
las manipulaciones como para que el visitante se haga preguntas del tipo
Qu pasara si muevo esto ac o si pongo esto otro all?, y pueda con-
testarlas all mismo, interactuando con el mdulo. Estos mismos criterios
pueden ser usados exitosamente para el diseo de actividades dentro del
aula.
Otra estrategia interesante es exponer a los alumnos a fenmenos llama-
tivos para los que no hay una explicacin evidente. Por ejemplo, mostrarles
una mesa que levita sobre cuatro globos inflados, uno bajo cada pata,
sosteniendo el peso de dos alumnos sentados sobre ella. Estos fenmenos
4. Esta definicin asume que tenemos tambin definiciones operacionales de los trmi-
nos reaccin qumica y descomposicin, pero ambas definiciones son posibles sin utili-
zar el trmino elemento.
El mundo de los fenmenos 35
puede comenzar usando una definicin simple del concepto de fuerza, ba-
sada en la sensacin fsica de nuestros msculos. Luego puede introducirse
una definicin dentro del marco aristotlico de pensamiento, como aque-
llo que mueve las cosas o sin fuerzas no se puede sostener el movimien-
to. sta puede evolucionar a tiempos galileanos aceptando el principio de
inercia: una fuerza es aquello que inicia o detiene el movimiento pero no
es necesaria para mantenerlo. As, a travs de refinamientos puede llegar-
se a una definicin que introduzca las leyes segunda y tercera de Newton y
haga referencia a la aceleracin. Normalmente los cursos de la escuela se-
cundaria se detienen en esta definicin como la correcta, pero un estudian-
te acostumbrado a percibir que las definiciones van cambiando a medida
que refinamos nuestras ideas no se sorprender si en el futuro es necesario
cambiarla una vez ms para introducir ms refinamientos tericos (por
ejemplo, fuerza es aquello que cambia la cantidad de movimiento de un
objeto, considerando a la masa como funcin de la velocidad).
Mostrar que los trminos evolucionan en su significado es otra manera
de bajar a las palabras de su pedestal de autoridad y convertirlas de a poco
en nada ms ni nada menos que herramientas de pensamiento y comunica-
cin. Nuestros alumnos debern apreciar que las palabras estn al servicio
de nuestro pensamiento y no al revs.
Hemos dicho que la secuencia que usamos para desarrollar una idea
puede tener impacto en cun ajustada estar la clase a los aspectos emp-
ricos de la ciencia. Esto es especialmente cierto en el caso de las prcti-
cas de laboratorio. Una prctica de laboratorio en la cual solamente se
verifica lo que se estudi previamente en la clase terica no promueve un
pensamiento emprico. Por el contrario, sugiere que la verdad est en los
libros o en la cabeza del profesor y que los experimentos son simplemen-
te maneras de comprobar una de esas verdades, no una forma de descu-
brirlas. Una buena prctica en el aula es la de desarrollar ideas a partir de
experiencias o prcticas de laboratorio y no al revs; en otras palabras, no
utilizar las prcticas de laboratorio para demostrar o confirmar ideas de-
sarrolladas en el pizarrn. Esta forma de proceder tiene la virtud de des-
terrar del aula la frase: el experimento me dio mal. Cmo puede dar
mal un experimento? Solamente si se sabe de antemano cul debera
36 LA CIENCIA EN EL AULA
Son numerosos los aspectos del trabajo en el aula que promueven la ver-
dad revelada y hacen difcil un acercamiento emprico a la ciencia. Algu-
nos son verdaderamente sutiles. Por ejemplo, el manejo de los tiempos
puede tener un impacto considerable en la construccin de ideas de los
alumnos. Pensar requiere tiempo, sobre todo en relacin con la elaboracin
de explicaciones y de predicciones a la que nos referamos ms arriba. Y
este tiempo no es uniforme: algunos alumnos requieren ms tiempo que
otros. Al trabajar con dilogos y preguntas orales es importante tener en
cuenta la labor de la investigadora y docente estadounidense Mary Budd
Rowe (1978), quien sostuvo, sobre la base de mltiples estudios, que luego
de hacer una pregunta es necesario que el docente espere por lo menos tres
segundos antes de volver a hablar y otros tres segundos despus de la res-
puesta del alumno. Estos tiempos de espera mejoran mucho la calidad de
los dilogos durante el proceso de indagacin ya que le permiten al alumno
interpelado elaborar su respuesta y, despus de formularla, ampliarla y agre-
gar comentarios. Sin embargo, las investigaciones muestran que muy po-
cos docentes cumplen con estos tiempos de espera y que, cuando los ponen
en prctica, acostumbrados a esperas de menos de un segundo, esos tres
segundos les resultan increblemente largos.
Qu pasa con las brevsimas pausas que se les suelen dar a los alumnos
para elaborar contestaciones? Sucede que, al no tener tiempo para pensar
en una respuesta adecuada, la pregunta del docente se vuelve retrica y es
seguida por la respuesta dada por el mismo docente. As es como, al no dar
lugar al proceso de construccin por parte del alumno, las ideas toman el
carcter de verdades reveladas. Esto muestra hasta qu punto la dinmica
de la relacin entre alumno y docente desempea un papel importante en el
aprendizaje.
mentos que extienden nuestros sentidos (por ejemplo, telescopios para de-
tectar lo que est muy lejano, microscopios para detectar lo que es muy
pequeo, termmetros para detectar temperaturas muy altas o muy bajas).
La ciencia actual describe la naturaleza de galaxias lejanas, el inicio del
Universo, temperaturas impensables, velocidades inauditas, cosas que pa-
san dentro de nuestras clulas y que no podemos ver, y fuerzas que somos
incapaces de experimentar con nuestro cuerpo. Sabemos ahora que la luz
tiene colores (como el ultravioleta) que no somos capaces de distinguir con
nuestros sentidos, porque nuestras investigaciones, teoras e instrumentos
nos dicen que as es. El docente de ciencias debe ser extremadamente du-
cho (y al mismo tiempo cauto) para proveer la evidencia suficiente a fin de
convencer al estudiante de que esas cosas invisibles existen.
Cmo respetar el aspecto emprico de la ciencia en el caso de fenme-
nos que no podemos observar en el aula? El hecho de que no podamos ob-
servarlos no significa que no podamos describirlos. En todos estos casos,
deberemos siempre hacernos estas sencillas preguntas: Cmo sabemos
que esto es as? y Cul es la evidencia que sostiene esta o aquella afir-
macin?. A veces las evidencias empricas de las ideas que afirmamos son
fciles de evocar o de imaginar, pero otras no. Por ejemplo, explicamos los
fenmenos que vemos en circuitos elctricos diciendo que se deben a un
flujo de electrones dentro del cable. Cmo sabemos que son electrones los
que fluyen dentro del cable (o, para el caso, cmo sabemos que hay algo
que fluye)? Una excelente prctica para todo docente de ciencias es tratar
de indagar cules son las evidencias empricas de cada concepto que se
quiere ensear. Esto muchas veces nos llevar a analizar en detalle los he-
chos histricos que condujeron a esas ideas.
La historia de la ciencia brinda ejemplos riqusimos acerca de cmo las
ideas cientficas se construyen a partir de la observacin y exploracin de
fenmenos. Estos ejemplos histricos le dan vida al tema y muestran el dra-
ma y la pasin del descubrimiento. Por supuesto, no basta con decir que
Boyle vivi en tal poca y descubri esto y aquello sobre los gases. Tendre-
mos que ver cules eran las preguntas que se haca, por qu eran relevantes,
qu saba y qu no poda saber, qu decan sus contemporneos, qu mos-
traron sus experimentos, qu cosas sus experimentos no mostraron pero eran
en principio posibles. Esto ayudar a mostrar que los cientficos no consi-
guen las respuestas simplemente pensando: de alguna manera deben obte-
nerlas de la realidad.
En suma, para poder aprender a pensar cientficamente los estudiantes
deben comprender cmo los investigadores formulan ideas para explicar la
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realidad que percibimos. No basta con decirles a los estudiantes que la cien-
cia es emprica; es necesario modelar ese empiricismo en cada paso que
demos en el aula. Al mismo tiempo, deberemos estar alertas acerca de qu
tipo de conductas del docente contradicen el espritu emprico de la labor
cientfica. Hemos identificado algunas de esas actitudes y hemos propues-
to, a lo largo de este captulo, formas de crear actividades y ambientes en el
aula que promuevan tal espritu.
Para finalizar, resumiremos en el siguiente apartado estas sugerencias, a
las cuales cada docente podr agregar las propias. En los captulos 2 y 3 dis-
cutiremos en detalle dos ejemplos concretos de cmo introducir el aspecto
emprico en el aula de ciencias. El captulo 2 gira en torno del mundo de los
fenmenos en la clase de qumica. En el captulo 3 se brinda una gua de
preguntas para enmarcar actividades destinadas a construir el concepto de
carga elctrica.