La Marca de Caín de Tierra de Barros Por Fermín Mayorga Huertas
La Marca de Caín de Tierra de Barros Por Fermín Mayorga Huertas
La Marca de Caín de Tierra de Barros Por Fermín Mayorga Huertas
FERMN MAYORGA
Han sido muchas las noticias, que a lo largo de la historia de los pueblos que conforman
la actual Comarca de Tierra de Barros, se han escrito y estn guardadas en los distintos
archivos estatales, eclesiales, municipales y otros que se encuentran repartidos por toda
la piel de toro. Noticias que nos hablan de entregas de fortalezas, pleitos, fundaciones de
conventos, obras pas, de donde se desprende la importancia de dicho territorio en su
momento.
Ejemplos tenemos muchos, solo tenemos que bucear en los legajos y manuscritos que
nos ofrecen los archivos nacionales, y encontraremos en los mismos, elementos ms que
suficientes que nos pondrn de manifiesto todas estas realidades. Pero amn de estas
vivencias pasadas, las cuales, seguro algn investigador desarrollar en otro momento
ms oportuno, existieron noticias trgicas donde algunos ciudadanos de Tierra de Barros
van a ser los sufrientes protagonistas de una persecucin puesta en marcha por la
monarqua y la Iglesia Catlica.
Familias de las distintas villas van a ser puestas en evidencia por su forma de pensar, de
actuar, de vestir, de comer etc. Van a ser perseguidas y condenadas por seguir un estilo
de vida diferente a las familias tradicionales cristianas. Su nico error o pecado cometido
fue, seguir una senda distinta a la de los seguidores de Jess de Nazaret, desde la cual
crean, conseguiran la salvacin de su alma a travs de su Dios. Sus oraciones, sus ritos
y ceremonias, las hacan en honor de Ala y su profeta Mahoma, Moiss, o simplemente
sern condenados por decir algo malsonante o blasfemo. Por ese libre pensamiento sern
encarcelados, torturados, desterrados, condenados a galeras y en ltimo trmino,
expulsados de su patria en nombre del Nazareno. Una realidad histrica que pone de
manifiesto, la violacin ms contundente por parte de la Iglesia y la monarqua de los
mandamientos de la ley de los cristianos. No tomars el nombre de Dios en vano, no
codiciars los bienes ajenos, no matars y otros del declogo, van a ser olvidados para
testimoniar lo contrario a lo pedido por Moiss en el monte Sina o el mismo
Crucificado.
El Tribunal encargado de acorralar a stos extremeos, de llevar a efecto su posterior
encarcelacin y condena va a ser el Tribunal de la Inquisicin de Llerena, el cual, pondr
sus crceles secretas y todo su arsenal al servicio de la monarqua, y con ello, colaborar a
la expansin del catolicismo por tierras de Extremadura. Todo un rosario de personajes
extremeos con nombres y apellidos, que sufrirn en sus carnes el escarnio cruento del
Santo Oficio extremeo. Temible tribunal eclesistico, que con su particular modo de
actuar, dejar marcado de por vida en los pueblos de Tierra de Barros las fauces de su
siniestro y maloliente mensaje. Sello dogmatizador que har que los vecinos de la
comarca, apliquen a sus vidas el conocido refrn de con el Rey y la Inquisicin Chitn,
razn ms que suficiente para que en todas las villas la sumisin y el miedo al Santo
Oficio fuese una realidad perenne.
Pero antes de adentrarnos en el fatdico mundo de los personajes a seguir, hagamos un
poco de historia recordando el nacimiento del tribunal de la Inquisicin en tierras de
Extremadura.
La Inquisicin de Llerena
1. Lo primero hallar VA que sta Inquisicin despus de haber andado muchos aos
por todos los lugares del distrito, y haber hecho experiencia de lo que cada uno era,
mand V. A., por carta de 20 de marzo del ao de 1527 cuyo traslado va con sta: que
hiciese su asiento en Llerena, y as se hizo con mucho acuerdo, deliberacin y
experiencias.
3. Lo otro hallar VA que por estar esta Inquisicin situada a donde est, siempre ha
tenido que hacer en complicidades de secta o ley, en los lugares circunvecinos. Porque
por los aos de 1490, se descubri la gran complicidad judaizante de Fregenal donde
se castigaron a ms de mil herejes, luego por los aos de 1520, la complicidad de
Guadalcanal que fue de gran nmero de judaizantes. Por los aos 1550 las
complicidades de Badajoz y Mrida, por los aos 1560 otra vez resucito la complicidad
de Mrida Badajoz y Alburquerque. Por los aos 1570 y 1580 la complicidad de los
Alumbrados, que al no estar tan cerca el remedio de la Inquisicin pudiera ser que hoy
da no estuviera extinguido, pudiendo haber cundido a toda Espaa segn era de
pegajosa. Por los aos 1595, las complicidades de Moriscos que han corrido por mi
mano, de Mrida, Trujillo, Zafra, Caamero, Zurita, El Puerto Santa Cruz y de otras
muchas partes, que su V. A. tiene noticia pues ha pasado en su tiempo. Puedo decir y es
verdad, que si se juntasen todas las inquisiciones de Espaa, todas juntas no
alcanzaran en 30 aos los castigos a herejes que sta de Llerena ha hecho en 15, no
quiero con esto ser premiado.
En este tiempo he mudado 16 inquisidores, y suplico a VA mande advertir lo que ahora
dir para lo que toca a la mudanza de esta Inquisicin. Si se hallare que de cien aos a
esta parte, se habrn castigado 20 herejes de secta o ley de tierras de Plasencia y sus
comarcas, o digo que VA mande pasar la Inquisicin, porque si no es de San felices de
los Gallegos, Coria, Ciudad Rodrigo, y algunos de Plasencia, no se hallar
complicidad en forma como en Extremadura. De suerte que lo que toca aquella tierra,
se puede remediar con las visitas ordinarias como as se hizo, y al resto de
Extremadura con la Inquisicin.
Lo otro hallar VA que el Seor Don Pedro Ponce de Len Obispo de Plasencia
Inquisidor General, luego que tom la posesin del oficio, lo primero que mand fue
que se pasase la Inquisicin a aquella ciudad. Todo motivado porque se llevaba mal
con sus capitulares, querindoles echar encima a stos la Inquisicin, esto es lo que o
por palabra formales al alcaide viejo Antonio Ramrez, el cual vivi ms de 90 aos, 60
de ellos fue Oficial. Fue su ilustrsima Inquisidor General poco ms de un ao,
entrando luego en el Oficio el Cardenal Quiroga, y la primera cosa que mand
juntamente con VA fue que se vendiese la casa y materiales de Plasencia, esto fue ao
1575. Carta de VA de junio de 1575, de suerte que el ao 1572 se mand mudar a
Plasencia y ao 1575 se mand no se mudase y se vendiesen los materiales y casas.
Llerena 5 de marzo de 1610.
Cuando los serensimos Reyes Catlicos entraron a reinar, encontraron sus reinos de
Castilla y Len en el estado ms infeliz y deplorable. Muertes violentas, desolacin de
pueblos, relajacin de costumbres, sacrilegios, desorden y confusin de todas clases.
Fueron funestos objetos que se presentaron a sus ojos en el vasto mapa de sus
dominios, pero la espina ms punzante y que penetr hasta lo ntimo de sus religiosos
corazones, era ver inundados sus reinos de moriscos mal convertidos, judos, apostatas
y herejes que con sus feos y abominables errores llenaban de escndalo a los que se
conservaban en la pureza de nuestra santa fe, gimiendo stos, bajo el duro yugo y
tirana dominacin, con vejaciones inauditas por ser dueos de la mayor parte de las
haciendas y caudales. Y deseando con las ms vivas y eficaces ansias poner remedio a
tantos males, y a la perdicin y ruina de su Estado, y liberar a sus fieles y Catlicos
vasallos, de tan infame servidumbre. Inspirados de Dios pensaron, que solo podran
lograr dicho propsito estableciendo en sus reinos el Tribunal de la Santa Inquisicin.
Que ya de ms antiguo se ejerca en los reinos de la Corona de Aragn por religiosos
Una vez instaurados todos los tribunales, haba que dotar a estos de todos los materiales
posibles para su buen funcionamiento, unas casas apropiadas, y las suficientes crceles
donde meter los delatados herejes. La casa primitiva de la Inquisicin de Llerena fue
comprada a D. Francisco Zapata Portocarrero, esto consta en un memorial y declaracin
de dicha casa, que el Santo Oficio de la provincia de Len compr a dicho personaje.3
El Santo Oficio, para ejercer su jurisdiccin sobre el territorio que configuraba el distrito
inquisitorial de Llerena, contaba con una organizacin de personal igual a la del resto de
los Tribunales que existan en toda Castilla. En la sede de Llerena, ejercan sus funciones
los ministros y oficiales que constituan el cuerpo central de la organizacin. Fuera de
all, distribuidos por las localidades del distrito, prestaban sus servicios comisarios,
notarios, frailes, sacerdotes, familiares etc. A diferencia de los funcionarios del Tribunal
de Llerena, estos cargos locales no contaban con remuneracin salarial. Los beneficios
que reportaban a quien los desempeaba eran los del prestigio social y los privilegios
fiscales y forales que se les concedan. La misin a desarrollar por este elenco de
personajes, ser la de trabajar por la pureza de la fe en tierras de Extremadura, y aportar
su tiempo a una causa comn, el auto de fe.
El Vaticano, daba indulgencias y otros favores a todo noble que acudiese al acto,
despertando en los mismos un destacado fervor religioso. Muchos varones nobles
encendidos con el ferviente celo de la fe, se ofrecieron a servir y defender a tribunal tan
sagrado, aunque fuese a costa de sus propias vidas, hasta conseguir que los inquisidores
fuesen obedecidos y respetados y la causa de la fe defendida. Los Santos Pontfices les
remuneraron con muchas gracias e indulgencias; y entre otras, les concedieron el
privilegio de que trajesen a los pechos la cruz del tribunal como insignia de profesin.
Ello significaba convertir a los nobles en familiares del Santo Oficio, los llamados
crucesignatos de la poca de las cruzadas, concedindoles jurisdiccin temporal y
proteccin pontificia, llamndoles soldados de San Pedro Mrtir, constituyendo un
grupo esencial en los autos pblicos de fe, como servidores incondicionales del Santo
Oficio.
Los que accedan a la familiatura tenan que ser casados, y de sangre limpia no infectada,
no poda descender de judo ni moro ni haber tenido algn miembro de su familia
condenado por la Inquisicin. Este es un requisito que la Inquisicin comparta con los
restantes poderes pblicos y con determinadas entidades corporativas. De hecho, la
Inquisicin no fue precisamente pionera en lo que se refiere a la exigencia de limpieza de
sangre a la hora de acceder a los distintos cargos inquisitoriales. La primera actuacin
importante en este sentido lo fue la Sentencia Estatuto de Toledo de 1449, por la que se
destitua a todos los conversos que estaban ocupando cargos relevantes.4
Por lo que se refiere a los familiares del Santo Oficio, ya en 1545 el consejo empez a
pedirles limpieza, aunque lo cierto es que en las primeras pocas este asunto no es el
primordial en los procedimientos de otorgamientos de familiaturas. Luego se dieron
diversas disposiciones en el mismo sentido como, por ejemplo, la carta acordada de 20
Otros personajes de Almendralejo que decidieron abrazar las Ordenes Religiosas fueron
los siguientes.
Estos han sido algunos personajes que decidieron adentrarse dentro del mundo de las
Ordenes Militares, pero otros muchos escogieron por su trayectoria un camino segn
los poderes fcticos del momento, equivocado.
Fueron bastantes las personas de Tierra de Barros, que sufrieron la persecucin de la
Inquisicin por no ser descendientes directos de cristianos de raza. La sangre tena que
estar limpia, sin macula, para poder ser un hombre honrado y tener todos los derechos
que las leyes del momento ordenaban. Si descendas de herejes, las puertas se te cerraban
para siempre, no podas vestir de color carmes, ni usar oro ni plata, montar a caballo, ni
viajar a Indias, no podas trabajar en trabajos pblicos, y no podras escoger una vida
religiosa. Los Inquisidores para averiguar todo esto, mandaban a los sacerdotes de las
villas revisasen los sambenitos de los reos, los cuales, estaban colgados en las Iglesia de
las villas que conformaban Tierra de Barros y en las de toda Extremadura. La misin de
los mismos sera, perpetuar la infamia del reo y la de todas sus generaciones,
convirtindose los templos en verdaderos humilladeros pblicos.
Esta norma a seguir, amn de otras, venan especificadas en las instrucciones de la
Inquisicin, de hay, que el tribunal de Llerena aplicase las mismas y fuesen stas las que
marcasen las pautas a seguir por el tribunal extremeo y otros tribunales inquisitoriales
del reino. Estas compilaciones o instrucciones comenzaban de la siguiente forma.
El Alguacil tomar de los bienes del secuestro los dineros que parezca son menester
para llevar el preso hasta ponerle en la crcel, y seis u ocho ducados ms de lo que l
por su persona comiere, y lo que gastare la bestia, o bestias, en que llevare a l y a su
cama, y ropa.
Preso el reo, el Alguacil le pondr a tal recaudo, que ninguna persona le pueda ver, ni
hablar, ni dar aviso por escrito, ni por palabra, y lo mismo har con los presos, si
prendiere muchos, que no los dejar comunicar unos con otros: salvo si los
Inquisidores le hubieren avisado, que de la comunicacin entre ellos no resultar
inconveniente, en lo cual guardar la orden que por ellos le fuere dada. Y no les dejar
en su poder armas, ni dineros, ni escrituras, ni papel, ni joyas de oro, ni plata: y a este
recaudo llevar los presos a la crcel del Santo Oficio, y los entregar al Alcalde, l
cual en los mandamientos de prisin, qu el Alguacil llev para prender los dichos
reos, firmar, y asentar como los recibe, el da y la hora ( para la cuenta de la
despensa ) y el mandamiento se pondr en el proceso: y el Alguacil dar cuenta a los
Inquisidores de la ejecucin de sus mandamientos. Y la misma diligencia har el
Alcalde con cualquier preso, antes que le aposente, catndole, y mirando todas sus
ropas: porque no meta en la crcel cosas de las susodichas, ni otra que sea daosa, a
lo cual estar presente alguno de los Notarios del Oficio. El Alcalde no juntar los
dichos presos, ni los dejar comunicar unos con otros, si no por la orden que los
Inquisidores le dieren, guardndola fielmente.
Puesto el preso en la crcel, cuando a los Inquisidores parezca, mandaran traerle ante
s; y ante un Notario del secreto, mediante juramento, le preguntaran por su nombre,
edad, oficio, y vecindad, y cuanto ha que vino preso. El preso se sentar en un banco o
silla baja, para que con ms atencin puedan tratar sus causas, aunque al tiempo que
se les pone la acusacin han de estar en pie.
Muchas veces los Inquisidores sacan al tablado algunos reos que por estar negativos,
se determinan de relajarlo: y porque en el tablado antes de las sentencias se convierten
y dicen sus culpas, los reciben a reconciliacin y sobreseen la determinacin de sus
causas. Y parece cosa muy peligrosa y de que se debe sospechar lo hacen ms con
temor de la muerte que con verdadero arrepentimiento, parece que se debe hacer pocas
veces y con muy particulares consideraciones. Y si alguno notificndole la noche antes
del auto que se confiese, porque ha de morir, confesare judicialmente sus delitos en
todo, o en parte, de tal manera, que parezca conviene sobreseer la ejecucin de la
sentencia, que estaba acordado, no le saquen al tablado, pues su causa no se ha de
determinar. Y de salir al tablado, teniendo cmplices en sus delitos, se siguen muy
grandes inconvenientes: porque oye las sentencias de todos, y ve cuales son
condenados, y cuales reconciliados, y tiene tiempo de componer su confesin a su
voluntad: y a semejantes personas se les debe dar muy poco de lo que de a fe en lo que
dijeren contra terceras persona, y se debe dudar mucho si mismos confesaren, por el
grave temor de muerte qu hubieron.
Si el reo estuviere negativo, y est testificado de s, y de otros cmplices, dado caso que
haya de ser relajado, podr ser puesto a cuestin de tormento in caput alienum y en
caso que el tal venza el tormento, pues no se le da para que confiese sus propias culpas,
estando legtimamente probadas, no relevar de la pena de la relajacin, no
confesando, y pidiendo misericordia: porque si la pide, se ha de guardar lo que el
derecho dispone. Deben mucho considerar los Inquisidores, cuando deba darse el dicho
tormento. Y la sentencia se pronunciar declarando en ella la causa del tormento, de
tal manera, que el reo entienda que es atormentado como testigo, y no como parte.
Pasadas veinticuatro horas despus del tormento, se ha de ratificar el reo en sus
confesiones, y en caso que las revoque, ha de usarse de los remedios del derecho. Y al
tiempo que el tormento se da, el notario debe asentar la hora, y asimismo a la
ratificacin: porque si se hiciere en el da siguiente, no venga en duda si es despus de
las veinticuatro horas, o antes. Y ratificndose el reo en sus confesiones, y satisfechos
los Inquisidores de su buena confesin, y conversin, se le podr admitir a
reconciliacin, sin embargo de que haya confesado en el tormento.
Siempre que los Inquisidores saquen de la crcel algn preso para enviarle fuera, en
cualquier manera que vaya, si no fuere relajado, mediante juramento le preguntarn
por las cosas de la crcel, si ha visto, o entendido, estando en ella, algunas
comunicaciones entre los presos, o otras personas fuera de la crcel, y como ha usado
su oficio el Alcalde, y si lleva algn aviso de algn preso. Y si fuere cosa de
importancia, lo proveern, y mandarn, con graves penas que tenga secreto, que o diga
cosa de las que ha visto pasar en la crcel. Y esta diligencia se pondr por escrito en su
proceso, y se asentar como el preso lo consiente; y si supiere firmar, lo firme, por si lo
quebranta.
Estando los procesos de los presos votados, y las sentencias ordenadas, los Inquisidores
acordarn el da feriado que se debe hacer el Auto de la Fe, el cual se notifique a los
Cabildos de la Iglesia, y Ciudad, y donde haya audiencia, Presidente, y Oidores, los
cuales sean convidados para que lo acompaen, segn la costumbre de cada parte. Y
procuren los Inquisidores que se haga a tal hora, que la ejecucin de los relajados se
haga de da, por evitar inconvenientes.
Los sambenitos de los reos condenados vivos, y difuntos, presentes o ausentes, se ponen
en las Iglesia donde fueron vecinos, y parroquianos al tiempo de la prisin, de su
muerte o fuga: y lo mismo se hace en los de los reconciliados, despus que han
cumplido sus penitencias, y se los han quitado, aunque no los hayan tenido ms de por
el tiempo que estuvieron en el tablado, u les fueron ledas sus sentencias, lo cual se
guarde inviolablemente: y nadie tiene comisin para alterarlo. Y siempre se encarga a
los Inquisidores que los pongan, y renueven sealadamente en los partidos que
visitaren; porque siempre haya memoria de la infamia de los herejes, y de su
descendencia en los cuales se ha de poner el tiempo de su condenacin, y si fue de
Judos, o Moros su delito, o de las nuevas herejas de Martn Lutero, y sus secuaces.
Pero no se han de poner sambenito de los reconciliados en tiempo de gracia, porque
como un capitulo de la dicha gracia es, que no le pondran sambenitos, y no los
tuvieron al tiempo de su reconciliacin, no se les deben poner en las Iglesias, porque
sera contravenir a la merced que se les hizo al principio.19
Una vez conocidas las instrucciones de la Inquisicin, pasemos a conocer a los herejes de
Tierra de Barros, una comarca donde los herejes ms numerosos condenados por el
Santo Oficio van a ser los judaizantes. Hombres y mujeres que van a seguir y poner en
practica los ritos y ceremonias de la ley de Moiss, fe y costumbres que aprendieron de
sus antepasados los Judos de la zona. Conoceremos expedientes inquisitoriales de
bigamia, sodoma, alumbrados, blasfemos hechiceras y otros personajes, que por su
comportamiento transgresor se vern abocados a una deshonra inminente y duradera.
. Fueron varios los procesos abiertos contra vecinos de dichas poblaciones, hombres y
mujeres que por pensar de forma diferente van a sufrir en sus carnes el escarnio cruento
del Santo Oficio extremeo. La misin de dicho tribunal eclesistico ser, la de luchar
por la pureza de la fe en tierras de Extremadura, y con ello, ayudar a extender la
expansin del cristianismo en dicho territorio. Toda una trgica epopeya en nombre del
crucificado, que pone de manifiesto una realidad histrica con nombres y apellidos, la
marca de Can sobre algunos habitantes de Tierra de Barros.
ALMENDRALEJO.
VIOLANTE ENRIQUEZ. Soltera e hija de los dichos Mateo de Silva y Felipa Lpez,
vecina de Almendralejo de 22 aos de edad, sali en el mismo auto que sus padres por
hereje judaizante. Confes haber guardado la ley de Moiss desde los ocho aos hasta
que fue presa, y haber hecho por su observancia en cada ao cuatro o seis ayunos en
diferentes das y tiempo como lo hacen los judaizantes. Que haba guardado los sbados
por fiesta, no trabajando en ellos, vistiendo camisa limpia los viernes en la noche, en los
cuales limpiaba los candiles. Fue condenada a ser reconciliada en forma, se le
confiscaron sus bienes, llevase sambenito, crcel por un ao y cumplido el mismo fuese
desterrada de Llerena, Almendralejo y Madrid diez leguas en contorno por dos aos.24
MARA BAEZ. Alias Lpez, mujer del anterior reo y vecina de la villa de Almendralejo,
de treinta tres aos de edad, sali al auto junto a su marido por seguir los ritos y
ceremonias de judaizantes. Confes haber guardado la ley de Moiss desde los ocho
aos hasta que fue presa, haciendo por su observancia varios ayunos en diferentes das y
tiempo. Guardaba los sbados por das de fiestas, los viernes limpiaba toda la casa y
pona ropa limpia en su cuerpo y cama, limpiando los candiles y poniendo torcidas
nuevas en los mismos. Fue condenada a ser reconciliada en forma, se le confiscaron sus
bienes, sambenito, crcel por un ao y cumplidos estos fuese desterrada de Llerena
Almendralejo y Madrid diez leguas en contorno por tiempo de dos aos.26
22 AHN. Seccin Inquisicin de Llerena, leg 1987, n 40. Relacin de los reos y sus
causas que han salido al auto pblico de fe que se celebr en la Inquisicin de Llerena el
domingo 23 de abril de 1662, da del glorioso y bendito mrtir San Jorge.
23 Ibdem.
24 Ibd.
25 Ib.
26 Ib.
JOSEFA LVAREZ CARVAJAL. Vecina de Almendralejo de 40 aos de edad, fue
condenada por hereje judaizante en el auto que se celebr en el tribunal de la Inquisicin
de Llerena, el 17 de diciembre de 1702. Fue condenada en 200 ducados y desterrada por
dos aos de Madrid, Llerena, Salamanca, Badajoz, Cceres, y Almendralejo.27
33 Ibdem.
MARA SNCHEZ. Viuda vecina de Almendralejo y Mara Snchez alias la escudera,
fueron delatadas de hechiceras por carta rubricada el 1 de agosto del ao pasado de
1731.34
VILLALBA.
34 Ibd.
35 Ibdem. Legajo 1988. Relacin de las causas despachadas en el Santo Oficio de la
Inquisicin de Llerena fuera de auto desde el 29 de mayo de 1580 hasta el 24 de mayo de
1581.
36 Ibdem.
37 AHN, leg, 1988, N 57. Relacin de las causas despachadas en el auto de fe celebrado
RIVERA
JUAN LPEZ. Clrigo, vecino de la villa de Ribera, de 29 aos de edad, fue testificado
por otros tres clrigos presbteros de que estando jugando a las quiolas y porfiando
sobre si haba pagado o no cierto dinero de una de las manos que haba perdido, haba
dicho: que su verdad era ms verdad que Dios. Se calific por blasfemia heretical,
siendo mandado parecer y que se hiciese su causa con l, confesando se cierto lo dicho
dando muestra de arrepentimiento. Dijo que adems lo comento con enojo y clera, pero
que segua creyendo que Dios era el nico verdadero y a quin se debe. Concluy su
causa definitivamente, y vista en consulta de fe con el ordinario se vot en conformidad,
fuese reprendido en la sala de la audiencia y que estuviese recluso en la parroquia de la
dicha villa por tiempo de un mes, y pagase mil maravedes para gastos extraordinario de
este Santo Oficio.40
JUANA GUARDADA. Gitana vecina de Rivera, fue delatada de hechicera por sumaria
que remiti el comisario de dicha villa, recibindose en este tribunal el 26 de marzo de
este ao 1735. La rea estaba presa por la justicia real en la crcel de Rivera, se tomo
declaracin a los testigos y uno de ellos result ser falso, por todo ello se mand
suspender la causa.41
HINOJOSA.
46 Ib. f, 86r-87r
48 Ibdem.
HERNANDO DE ECIJA. Vecino de Villafranca, clrigo, fue preso por junio de 1575
por est en asuntos de la secta de los alumbrados.. Est negativo. Su causa recibida a la
prueba, ratificados los testigos y pasados a su proceso. Confes haber tenido
deshonestidades graves con las beatas, sus hijas de penitencia. Se le dio tormento sobre
las disminuciones y cont, que una de sus beatas estando en su contemplacin
trasportada con los quebrantamientos, ahncos y desmayos que les daba deca, que se le
haba aparecido un perro, que era el Espritu Santo; peda a las que confesaba con quin
haba cometido el pecado las proposiciones de los alumbrados. Fue sentenciado a que
abjure de Levi, sea degradado y depuesto, y sirva al remo sin sueldo a Su Majestad por
tiempo de cuatro aos precisos, y una vez cumplidos vuelva y tenga otros cuatro recluso
donde se le sealare.50
PEDRO MEJAS. Vecino de Villafranca, fue testificado por 4 testigos varones mayores ,
que tratando de dos caballos cual era mejor el uno o el otro, haba respondido, voto, o
juro a Dios, que hace tanta ventaja un caballo al otro como le hace Dios a los ngeles.
Fue ratificado por todos los testigos y se calific como proposicin errnea y
escandalosa, se suspendi la causa.51
ACEUCHAL
LORENZO SNCHEZ. Vecino de Aceuchal, fue testificado por dos testigos mayores
de que habra tres aos, estando en un molino del dicho Lorenzo Snchez haba dicho,
no era pecado tener acto carnal con una mujer del mundo pagndoselo. Fue
reprendido y el testigo dice que dijo las palabras referidas, que no era pecado tener
acceso carnal con una mujer del mundo pagndoselo aunque estaba en duda. Y en lo
que no lo est, es que su amo se lo reprendi y ri. Visto en el tribunal se mand llamar
y hacer su causa.53
52Ibdem.
53 Ibd.
audiencia eclesistica de Mrida. Y preguntaba Juan Vzquez que si se poda tener
copula antes que se despachase, a lo cual dijo un testigo, que se pecara mortalmente, y
se tendra que traer otra bula. Y si se mora con aquello se lo llevara el diablo, porque un
hombre por un pecado mortal se iba al infierno, y a esto respondi el acusado, por eso
no se ha de ir al infierno. Un testigo le dijo que aquello era negocio de Inquisicin, el reo
vino a delatarse pidiendo perdn y misericordia, con pesares de haberlo dicho. Con fecha
5 de septiembre se vot a que fuese llamado al tribunal y sin sentencia, fuese reprendido
y advertido para adelante a cerca de lo testificado y confesado.54
LUIS DEL VALLE. Vecino de Aceuchal, sin oficio, de 29 aos de edad, hermano del
anterior reo, soltero, tambin huy a Francia, donde utiliz el nombre de Jacob, fue
condenado por hereje judaizante en el mismo auto de 1718, teniendo la misma sentencia
que su hermano.56
56 Ibdem.
SALVATIERRA
ANTONIO DAZ RAPOSO. Vecino de Salvatierra, fue delatado de hechiceras por dos
cartas, la una del comisario de Salvatierra recibida el 14 de enero de 1698, dndosele
traslado al fiscal. El mismo el da 15 pidi comisin que la justificara, se examinaron los
testigos y una vez escuchadas sus declaraciones el fiscal mand suspender la causa.61
62 Ibdem.
63 AHN, leg, 1988. Relacin de las personas testificadas en la visita que hizo el seor
HORNACHOS
ISABEL MARIA MNDEZ. Mujer del anterior reo de 47 aos de edad fue condenada
por judaizante, vecina de Hornachos fue presa en las crceles secretas del Santo Oficio
de Llerena con sus cinco hijas y su yerno el 19 de abril de 1719. Fue condenada a auto
de fe con sambenito de media aspa; abjuro de vehementi y fue condenada en perdimiento
de la mitad de su bienes, absuelta ad cautelan y desterrada de la villa de Madrid,
Hornachos y esta ciudad de Llerena por seis aos, ocho leguas en contorno, y en 200
azotes.67
69 Ib.
70 Ib.
71 Ib.
72 Ib.
73 IB.
aos. Ocho leguas en contorno. Se le diesen 200 azotes y encargado de persona docta
que le instruya y fortifique en los misterios de nuestra Santa Fe.74
SANTA MARTA
GABRIEL DE TORRES. Hijo de Isabel Lpez de Paz vecino de Santa Marta. Se vot
su prisin con secuestro de bienes por una testificacin de Pedro de la Pea, testigo
formal cmplice, en abril de 1718. En audiencia voluntaria de 8 de junio de 1718,
confes su culpa y testific a algunos individuos, y en otra, que tuvo lugar el 8 de
agosto, testific a su madre entre otras muchas personas. Su causa se vot a
reconciliacin el 22 de septiembre y, aunque fue ratificado por el Consejo, se mantuvo
preso junto a los otros reos de la complicidad.77
Estos han sido algunos de los herejes de Tierra de Barros, hay muchos ms que daremos
ha conocer en otro momento, cundo las vidas de estos personajes queden plasmadas en
un libro titulado La marca de Can en Tierra de Barros que espero, salga a luz pblica
durante el nuevo ao 2010. Que este pequeo aperitivo con sabor a documentacin de
Extremadura, contribuya a desenmascarar a los verdaderos herejes de la historia,
74 IB.
75 A. H. N. Seccin Inquisicin. Legajo 2764 N. 134.
76 Ibdem, leg, 2764, n, 77.
77 Ibd.