La Cosmovision Del Periodo Clasico

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LA COSMOVISION DEL PERIODO CLASICO.

Mximo Chaparro1

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Mximo R. Chaparro, Ral A. Nez: El hombre y la cultura, Santa Fe, Del Litoral, 1985. 158
pgs.
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Ya hemos dicho que en el perodo clsico el espritu griego llega a su madurez.


Intentaremos describir ahora la "visin del mundo" de este perodo, la que pareciera estar
determinada, bsicamente, por dos elementos el descubrimiento de COSMOS y el
descubrimiento RACIONALIDAD del hombre; a esto se debe agregar el modo de entender
al hombre en relacin a lo Divino y a la Comunidad Poltica.

l. El descubrimiento del cosmos: El trmino "cosmos" es una palabra griega y


significa "orden armona" y con ms precisin: designa el "orden bello", ya sea de un
discurso bien hecho, o de la excelente disposicin de una casa, o de las costumbres
virtuosas de una comunidad poltica. Se contrapone al trmino "caos" que es lo
desmesurado, lo informe y temible.

Pues bien, el gran descubrimiento del hombre griego es que lo real, las cosas, la
tierra y el cielo, la Divinidad y el hombre, no son un "caos" sino justamente lo contrario,
constituyen un cosmos", La Realidad es "orden", "armona", un conjunto armonioso de
entes.

A este concepto de "cosmos" se asocia otro concepto, el de "ley". Existe una


legalidad en los seres, en el Universo entero. Los fenmenos naturales o las cosas de la vida
no estn regidos por el capricho o la voluntad misteriosa de seres personales, sino por leyes
inmanentes.

Ambos conceptos se sintetizan en el de "Naturaleza" Este trmino difcil de explicar


en pocas palabras, significa aproximadamente lo siguiente: es el Principio ltimo de todas
las cosas; es una fuerza ordenadora y legislante que se manifiesta en todos los seres; es
tambin un valor, una perfeccin, que no puede ser producido ni por los dioses ni por los
hombres sino que existe por s mismo. La Naturaleza es algo autosuficiente, existe por s
misma, es absoluta y eterna, regulada por una legalidad racional y necesaria.

El descubrimiento que la Realidad es "cosmos", que es un "orden armonioso",


puede valorarse adecuadamente si se compara la actitud que de all deriva con actitudes
humanas de otros pueblos. As por ejemplo, la actitud mgica de los pueblos ms
primitivos ve poderes e intenciones personales que operan en las cosas y a los cuales se
debe contrarrestar. Relacionada con la actitud mgica, pero sin confundirse con ella, est la
actitud mtica que no percibe lo que en s son las cosas, sino ms bien lo que ellas
significan, o pueden simbolizar as por ejemplo, el fuego - el poder; las tinieblas - el mal; la
luz - Dios, etc.
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El hombre griego supera ambas actitudes sin negar la validez cognoscitiva que
pueda tener la segunda; sino hubiese sido as, le hubiese resultado imposible la
construccin de la Filosofa y, ciencias particulares.

Si comparamos la actitud griega con la actitud tpica del hombre hebreo, veremos
con mayor claridad lo que venimos diciendo. El pueblo hebreo es llamado "el pueblo
elegido". Desde los orgenes bblicos aparece como el pueblo con quien Dios hace una
Alianza y a quien entrega la misin de consumar los planes divinos. Para este pueblo el
Universo no es naturaleza, sino creacin; es decir, "obra" libremente querida por Yavh.
Entre Dios Creador y sus creaturas hay una distancia infinita. La fuente de inteligibilidad de
las cosas no est en ellas mismas, sino que est en la esfera inaccesible de Yavh. Por otra
parte, la Alianza con Dios result una gravosa carga para la conciencia hebrea: por un lado
fue un sello de dignidad pero por otro gener una escisin entre su misin sobrenatural y su
voluntad humana de realizacin. Esta desproporcin entre "misin" y realizacin recorre la
dolorosa historia de Israel. De all que "la voz de Dios" se manifieste permanentemente con
signos fuertes e inequvoco.

No sucede lo mismo en la '''visin del mundo" de los griegos: la inteligibilidad est


en las cosas mismas; la Naturaleza es una estructura perfectamente racional (no quiere decir
que los griegos fuesen ateos, sino simplemente que su concepcin de Dios estaba ligada a
su visin del "cosmos" como una totalidad perfecta y eterna). Por otra parte la conciencia
griega sabe que toda su realizacin histrica debe hacerse desde s y por s misma.

La idea de la realidad como "cosmos" adquiere perfiles casi visuales en la imagen


cosmolgica y astronmica que elaboran.

Ante todo, el Mundo es un todo finito y bien ordenado; es semejante a una esfera. El
"infinito" pertenece a las Matemticas pero no a la Fsica. Si el Universo es orden y
armona puede ser infinito; pues si as fuera sera indefinido, indeterminado e imperfecto.
El concepto de infinito es vlido para el espacio geomtrico pero no para el espacio real de
la Fsica.

En este todo finito y ordenado existe una jerarqua de seres que va desde lo menos
perfecto a lo ms perfecto (minerales, plantas, animales, hombres, hroes, dioses, Dios).
Esta idea de la "jerarqua de los seres" se har ms que problemtica con la idea de
infinitud y homogeneidad del Universo de la fsica que se inicia en el siglo XVII.

El centro de esta esfera es la Tierra, la cual es el mbito de los seres corruptibles.


En torno el1a se mueven las esferas y las estrellas con un movimiento circular y eterno (en
la cosmologa aristotlica y ptolemaica existen 54 esferas de compleja deduccin fsico-
matemtica). El Universo es un orden bello, inmutable y eterno.
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Romano GUARDINI describe de este modo la cosmovisin griega en su clebre


libro "El ocaso de la Edad Moderna":
"El hombre antiguo no trasciende lmites del mundo. Su sentimiento de vida, sus imgenes y sus
pensamientos se mantienen dentro de la estructura de aquel y pasan por alto la cuestin de si acaso pudiera
existir algo fuera y por encima del mismo", (Op. Cit. pg. 21).

"Para l el mundo es Simplemente el TODO en qu iba entonces a apoyarse esa superacin de l."

"La respuesta pudiera ser la siguiente: en la experiencia de una realidad divina que trascendiera este
Todo y que, por consiguiente, estuviese "fuera" del mismo ofreciendo as un punto de apoyo frente al mundo
a aquel que creyese en ella. Ahora bien, el hombre antiguo ignora una realidad de tal naturaleza."

"Pero su fe religiosa conoce, por supuesto, un supremo padre de los dioses y de los hombre, pero
ste pertenece al mundo, lo mismo que la bveda celeste. Sabe que el poder del Todo - domina a todos,
incluso a los dioses ms altos; conoce una justicia rectora y un orden racional, que dirigen y regulan todo
acontecer. Sin embargo todos estos poderes omnmodos no son algo contrapuesto al mundo, sino que
constituyen su orden supremo"

"El hombre antiguo nada sabe de lugar alguno exterior al mundo. Por ello tampoco puede llevar a
cabo ningn intento de contemplarlo y darle forma desde tal punto exterior; sino que; por el contrario, vive en
l con sus sentimientos y sus imgenes, su accin y sus creaciones."

"... No contempla el mundo "desde afuera", en ningn sentido del concepto, sino nicamente "desde
adentro". La imagen que de l se forma es el resultado de una autolimitacin que rechaza lo catico-infinito y
renuncia a lo que supera toda medida y de un sentimiento de armona que percibe lo existente como un
"cosmos", como algo estticamente ordenado" (Op. Cit., pgs. 23 Y 24).

2. El descubrimiento de la racionalidad de hombre: En el lapso de tiempo que va


desde fines del siglo VIII A.C. al siglo VI A.C. se produce un acontecimiento espiritual
simultneo y paralelo al descubrimiento del cosmos, y por lo dems estrechamente
relacionado al mismo.

El hombre percibe el poder del pensamiento, su capacidad sin lmites. No es que el


hombre anterior o de otras culturas no haya percibido y valorado el pensamiento como una
de sus caractersticas distintivas. Pero lo que sucede en la Grecia de estos siglos es algo
distinto se cae en la cuenta que el pensamiento est sujeto a leyes, que si se respetan estas
leyes se puede descifrar el enigma de las cosas, incluso las ms lejanas e invisibles. Se
descubre en una palabra, la armona entre el pensamiento y las cosas, como si fueran dos
semicrculos que encajan perfectamente el uno en el otro. Con el pensamiento se puede
recorrer el tiempo y el espacio y penetrar hasta la esencia de lo real.

Lo dicho significa que hay correspondencia entre inteligencia y Ser (que es


inteligible o lo que es lo mismo entre "razn" y lo Real (que es racional). La inteligencia
logra su perfeccin y su plenitud con lo Inteligible. En la medida que la inteligencia se aleja
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de lo inteligible se pierde en el caos y en lo irracional. De aqu surge el ideal del sabio, que
no es una vocacin que slo tienen algunos; todo hombre est inclinado por naturaleza a la
sabidura. Todo hombre potencialmente es sabio. Pero la Sabidura no es un regalo que
viene de arriba sino que es una conquista que el hombre debe hacer desde s mismo y por s
mismo. A la verdad se accede por un esfuerzo trabajoso y lento con avances y retrocesos
sin otra garanta que la "evidencia".

La actitud juda, en cambio, fue muy distinta. La verdad se abre lo Alto, por
Revelacin.

Este doble descubrimiento que realiza el espritu griego le posibilita construir esos
admirables sistemas constituidos por la Filosofa y las dems ciencias particulares. No es
azaroso el hecho de que los pueblos orientales (algunos de ellos de larga y sabas
tradiciones, como el hind y el chino) ni los de medio Oriente (como el hebreo) no hayan
descubierto la Filosofa ni las ciencias particulares. El modo del despertar del hind o el
hebreo le imposibilita la admiracin y el acto cognoscente que le lleva a Ciencia, actitud
tpica, por otro lado, del hombre griego y del occidente posterior.

3. El hombre y lo Divino: Otra caracterstica esencial a la visin del mundo de los


griegos es su "religiosidad".

Nos encontramos por un lado con una religiosidad popular, que viene desde los
orgenes de la comunidad. Esta religin es esencialmente mtica. El mito no es sinnimo de
leyenda o falsedad, significa simplemente lo siguiente: la humanizacin imaginada de la
Divino. La distancia entre el hombre y lo Divino es recorrida por el mito, pues el hombre
necesita representarse lo Divino, necesita personificaciones sagradas, que sean el objeto de
la piedad y la adoracin. Muchos historiadores de la cultura la denominan "politesta"
(recurdese los dioses del Olimpo); sin embargo la cosa no es tan simple. Si entrar en esta
compleja y difcil cuestin, digamos slo que la religiosidad griega admite lo Divino, como
algo simple y absoluto, que existe desde siempre; los dioses son sus representaciones y
personificaciones

Dentro de la historia de la religiosidad griega debe sealarse tambin al movimiento


de la "religin rfica" cuyos orgenes se diluyen en Oriente y que entra en Grecia durante el
Siglo VII A.C. Esta religin traa motivos nuevos, como por ejemplo: la inmortalidad del
alma, la concepcin del cuerpo como algo negativo, la visin de la muerte como liberacin.
etc. Esta religin repercute hondamente en el espritu griego y especialmente en algunos
filsofos.

Los filsofos a menudo emprendieron una dura crtica a estas representaciones


mitolgicas de la religin popular, hasta el punto de ser considerados a veces "ateos" por
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sus contemporneos. Sin embargo en ellos se manifiesta una religiosidad mucho ms


depurada, adems del esfuerzo de llegar "racionalmente" a demostrar la existencia y
naturaleza de lo Divino (Platn, Aristteles).

Para nuestro estudio orgnico de la cultura de Occidente es necesario que


retengamos y reflexionemos especialmente sobre un punto de este tema. Y es el siguiente:

Para la cosmovisin griega lo Divino no es "otro" del Mundo como lo es por


ejemplo para el judasmo, donde existe Yavh reinando en su infinita soberana y por otro
lado sus creaturas. Entre el mundo, el hombre y lo Divino hay una cierta unidad.

De lo dicho se desprende que el mundo clsico no distingui taxativamente "lo


natural" de "lo divino". Por ello no poda desarrollarse en Grecia el espritu de "dominio"
sobre el mundo, no obstante el desarrollo de las ciencias. Deban esperarse nuevos
principios espirituales para que esto fuese posible.

4. El hombre y la Comunidad Poltica: otro de los rasgos de la cosmovisin griega


es su valoracin de la Comunidad Poltica y la esencial insercin en ella del individuo.

El hombre solitario, que se basta a s mismo, no existe por ser algo antinatural; sera
un dios o una bestia, dice Aristteles, pero no un hombre.

En la misma naturaleza individual de cada hombre hay una tendencia innata a lograr
su propia perfeccin, es decir, su bien y felicidad.

Pero esta perfeccin no puede lograrla el hombre en el estado de aislamiento. El


hombre, como se ha dicho, no es bestia ni dios; es decir, no est hecho para la vida de gozo,
como los animales, ni para la vida contemplativa, como es la vida divina; la una se
encuentra por debajo de l y le es indigna, la otra le est por encima y no puede vivirla,
dada su condicin humana. La vida propiamente humana es la vida social y poltica.

Qu significa esto? Aristteles lo ha explicado magistralmente.

La sociedad no es algo artificial, sino natural, de tal modo que puede definirse al
hombre como animal sociable por naturaleza, o mejor: como "animal poltico" es decir,
como un animal que est hecho para vivir en la "polis" y slo en ella puede vivir
humanamente.

Existen diversos tipos de agrupaciones como la familia, la aldea y la ciudad (polis) o


sea la Comunidad Poltica. Histricamente sta apareci ltima, sin embargo estaba
implcita en todas las formas anteriores de sociedad. Es decir, la Polis es el fin a que
tienden las dems agrupaciones, por ser la Polis la "sociedad perfecta, independiente y que
se basta a s misma".
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La Comunidad Poltica es un todo integrado por partes heterogneas. El todo se


divide en partes, y stas en sus elementos atmicos (indivisibles) las partes pueden ser los
diversos grupos sociales, y los elementos atmicos son las familias y los individuos.

Por ello dice Aristteles que la Comunidad Poltica, por naturaleza es anterior a la
familia y al individuo, ya que el todo es necesariamente anterior a la parte. Cuando el todo
se destruye o se suprime ya no se puede hablar de partes, as como sucede con el cuerpo
humano que, destruido, ya no haya manos ni pies, salvo en sentido equvoco.

La Comunidad Poltica debe tener una unidad de tipo orgnico, de orden, en la cual
permanezcan sus partes distintas con funciones propias y diferentes.

Qu finalidad posee la Comunidad Poltica? El fin debe ser naturalmente algn


bien, pues toda comunidad se constituye en vista de algn bien; y siendo la Ciudad la
comunidad perfecta debe tender a un bien mximo o ms importante que las dems
asociaciones.

La Comunidad Poltica tiene por fin no slo vivir, sino vivir bien. Por "vivir bien"
no hay que entender solamente la abundancia de bienes materiales, sino la vida conforme a
la virtud, especialmente a la Justicia, que es la virtud fundamental de la Comunidad
Poltica.

Las familias y los individuos participando de estos bienes comunes pueden vivir
bien, obrar bien, o sea lograr la felicidad posible a la naturaleza humana.

Esta concepcin de la Comunidad Poltica, orgnicamente expuesta por Aristteles,


responde al espritu de la tradicin helnica. No se puede hablar de un individualismo
griego como se habla por ejemplo de un individualismo moderno: El hombre griego creaba
obras de cultura para la Ciudad, pues ella era el mbito donde el hombre se educaba, se
haca griego. Todos los sectores de la cultura griega, regin, arte, ciencia, costumbres,
instituciones, etc., son manifestaciones de la vida de la Comunidad Poltica, y al mismo
tiempo son obras realizadas para configurar al Ciudadano, para hacerlo ms hombre y ms
griego.

El ideal heroico de la vida

El desarrollo sociocultural depende en gran medida de la conciencia de los valores


que rigen la vida humana y de la autovaloracin que la comunidad tiene de s misma.
Platn, en la Repblica, afirma que hay tres partes en el alma humana: una parte que desea,
otra que razona y una tercera que denomina thymos (nimo o coraje)

Gran parte de las acciones humanas puede explicarse por el deseo y la razn, el
deseo impulsa a la bsqueda afanosa de cosas externas al hombre, la razn indica la forma
y mtodos para lograrlas, as como juzga acerca de los valores que las mismas poseen.
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Pero la vida humana no puede explicarse totalmente sin el tercer elemento, o sea sin el
nimo o coraje para vivir segn un ideal que, llevado a cabo, genere la autoestima, y la
admiracin y reconocimiento de los otros. Y ello a nivel individual y a nivel colectivo.

Quien se deja dominar por el deseo es esclavo de las pasiones y de la avidez


insaciable. No puede ser amado y est impedido de vivir comunitariamente.

El ideal es el dominio de s mediante la fortaleza del cuerpo, la fortaleza del carcter


y la nobleza interior. Ello genera el autorespeto y es posible el amor y la amistad, y la vida
comunitaria. Para ello hay que ser heroico. El hombre que se estima a s mismo, segn lo
afirma Aristteles, debe ser incansable en la defensa de los amigos, sacrificarse hasta dar la
vida si es necesario en honor de la patria y apropiarse con vehemencia de la belleza del
alma.

Sin el thymos, la actitud heroica ante la vida, es imposible la formacin de una


personalidad armoniosa, que sintetice diversos aspectos: robustez y armona del cuerpo
(para ello estaban los gimnasios y las palestras; no les interesaba formar "atletas" por el
atletismo; el ejercicio fsico, los juegos y la competencia, adems de incrementar la
resistencia fsica, permitan el desarrollo de otros valores: hbitos de disciplina, nimo
forjado para resistir fatigas y sufrimientos, sensibilidad ante la aprobacin o desaprobacin
de los amigos y ciudadanos, acrecentamiento del sentimiento del honor, etc.

Robustez de la vida moral; solamente el hombre virtuoso puede ser libre y vivir
libre y dignamente en la ciudad. La robustez de la vida moral hace al ciudadano obediente y
respetuoso' de la ley en cuyo cumplimiento se obedece a s mismo; tiene fidelidad a la
palabra empeada, ama la justicia, es incansable en la defensa de los amigos, y
fundamentalmente: est dispuesto a los mayores sacrificios para el agradecimiento y el
honor de la comunidad; desarrollo de la inteligencia y de la conciencia histrica (en todas
las Ciudades-Estados se cuidaba este aspecto, especialmente la formacin de la conciencia
histrica; en Atenas el gramatista enseaba escritura; lectura y matemticas; haca leer a los
poetas griegos, especialmente Homero y Hesodo, para la incorporacin de las grandes
gestas de la comunidad y de sus hroes dentro de la propia personalidad); desarrollo
esttico (la formacin musical, como ya se dijo, posea una gran importancia, el ideal
consista, en este aspecto, en formar una sensibilidad abierta a las cosas bellas como camino
para la belleza del alma). El coraje de vivir segn estos ideales produce la autoestima y
respeto personal y colectivo. El desprecio de s lleva a la autodestruccin (es interesante
comparar este elemento de la cosmovisin griega con la ideologa de la barbarie
latinoamericana tan extendida en el siglo XX y de hondas repercusiones en el nuestro).

"Quien se sienta impregnado de la propia estimacin, dice Aristteles, preferir


vivir en el ms alto goce que una larga existencia en indolente reposo, preferir vivir un ao
slo por fin noble, que una larga vida por nada, preferir cumplir una sola accin grande y
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magnfica, a una serie de pequeeces insignificantes". Y Jaeger comenta: "En estas palabras
se revela lo ms peculiar y original del sentimiento de la vida de los griegos: el herosmo"
(Jaeger, W. Paideia. Mxico, F.C.E, 1967, pg. 28 y29).

Como puede advertirse, este aspecto de la cosmovisin helnica es el regulativo de


la accin, tal como se ha analizado en el primer captulo.

El sentido de la libertad

Esta es otra ladera del espritu griego, naturalmente vinculada a los dems
elementos de esta cosmovisin.

Una pequea obra del P. A. J. Festugiere, Libertad y Civilizacin entre los griegos.
Buenos Aires, Eudeba, 1972, constituye un admirable anlisis sobre este punto. Con cierta
libertad, seguiremos su exposicin. .

De entrada seala con razn el autor que "la idea griega y la idea cristiana de
libertad son, indudablemente, dos de las piedras fundamentales de la civilizacin
occidental". En qu consiste la peculiaridad de la idea griega acerca de la libertad
humana?

En primer lugar es necesario advertir que, segn esta concepcin, la libertad no es


un valor absoluto, sino relativo: es decir, se es libre de algo y para algo. Ser hombre libre
significa estar liberado, pero liberado de qu o de quin? En principio, liberado de toda
tutela ajena para poder disponer de s. En segundo lugar es necesario tener presente que en
la idea de la polis. (Op. cit. pg. 9), el ciudadano del estado griego, orgulloso de la libertad
que posea dentro de su comunidad, combati con todas sus fuerzas "por la libertad de su
patria, la cual no forma ms que una sola cosa con su propia libertad".

De este modo la libertad, tal como fue experimentada y concebida por los griegos,
esencialmente es la libertad poltica y civil. Por eso la nocin de la libertad se halla
directamente ligada a la democracia, una "bella conquista del hombre clsico" (para
entender mejor lo dicho hay que tener en cuenta que en el perodo homrico el pueblo no
cuenta; los pequeos campesinos libres tenan un libertad precaria; podan ser vendidos
como esclavos con su familia incluida si no pagaban una deuda a la desptica "oligarqua".
De este modo la libertad la tenan solamente los ricos. Pero lentamente se fue constituyendo
un "demos" o pueblo, solidario en metas e intereses, e impuso la democracia). Este rgimen
de gobierno exige la participacin activa del pueblo en todo lo referente a la vida
comunitaria.

La relacin entre libertad y democracia implica dos cosas: por un lado el ciudadano
tiene garantas para con su persona y sus bienes mientras no transgreda la ley; es la libertad
civil. Por otro lado, todo ciudadano puede acceder a cualquier cargo pblico, y de hecho es
quin accede; es la libertad poltica.
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Este ideal de vivir libremente en comunidad es radicalmente distinto al rgimen


oligrquico o aristocrtico como el rgimen monrquico o tirnico (aqul reconcentra en
poder a la clase de los ricos o de los que se llaman los mejores, ste concentra el poder en
uno solo, lo que necesariamente conduce a llenarlo de insolencia y de envidia, segn
expresin de Herodoto). La teora poltica tanto de Platn como de Aristteles formulan
distintas clasificaciones de los regmenes polticos, y en el caso platnico se propone un
modelo no coincidente con el ideal clsico de la cultura griega.

La libertad no consiste en vivir como a cada uno se le ocurra, sin lmite alguno, sino
en ser al mismo tiempo sbdito y gobernante, siervo de la ley que ha dictado la comunidad,
es decir uno mismo; solamente as se es gobernante de s mismo.

En la obra Los persas de Esquilo, ante la pregunta de un persa: "dnde se halla


Atenas? ... Quines son pues esos atenienses? Qu jefe los gua al combate y los gobierna
como dspota?... los ancianos contestan: los griegos no se dicen esclavos de ningn
hombre, ni obedecen a nadie".

He aqu el legtimo orgullo griego: no ser esclavo de ningn hombre. Disponer de s


y de sus cosas, sujeto a la ley: tal es el sentido de la libertad.

El hombre y la Historia

El pueblo griego ha posedo un modo de ver la historia, en muchos aspectos


emparentado con la comprensin del tiempo de las grandes culturas antiguas incluidas las
americanas. Esta semejanza existente en la visin del tiempo que llega a muchos pueblos de
nuestros das, posee una excepcin en la antigedad: el pueblo de Israel. Este hecho es de
una importancia decisiva para la historia de Occidente y de Amrica latina, como se ver
ms adelante.

Cul es la comprensin del tiempo de la cosmovisin helnica? Una observacin


aguda de los procesos de la naturaleza permite detectar un orden que se manifiesta en todo;
tambin en la sucesin temporal y en la alternancia de estados y procesos (da-noche;
invierno-verano; nacimiento-desarrollo-muerte) que se repiten del mismo modo. La
naturaleza es un orden permanente cuyo movimiento y desarrollo se dan en ciclos (desde
los pequeos, como la eterna sucesin de da y noche, hasta los ms grandes como la
periodicidad del ao solar, o el movimiento perfecto y circular de las estrellas en torno al
eje de la tierra).

El hombre tambin es naturaleza. La vida humana est sujeta a este tiempo que se
da en ciclos Por qu no entender la historia con el mismo esquema?
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Surge as una visin del devenir histrico como proceso circular en el cual
eternamente se repite lo mismo. Quienes de forma directa o indirecta tenemos sobre
nuestras espaldas la modernidad europea, la comprensin cclica nos resulta bastante
extraa. Sin embargo la circularidad de la historia es el primer gran paradigma histrico de
Occidente.

Que eternamente se repita lo mismo no quiere decir, por supuesto, que el


acontecimiento que "hoy se vive" ya se haya dado en los ciclos pasados. La historia es la
sucesin de hechos, personas, generaciones. Pero el futuro no producir nada nuevo en
sentido absoluto o radical, ser un futuro segn el modelo que nos brinda toda la historia
humana.

Nada nuevo hay bajo el sol; en apariencia las variaciones y los cambios son muchos,
sin embargo, todos se realizan dentro de un proceso idntico. Siempre es la misma
naturaleza humana que lucha con las mismas cosas.

La mitologa y religiosidad griega condensan en el tiempo original de los comienzos


toda la historia humana. Por ello, si se corta el hilo con el pasado se produce un hibris
(orgullo insolente, fuerza destructiva); el desorden y el caos que ella genera es convertido
nuevamente en orden por la ley csmica de compensacin; el equilibrio de las fuerzas
histrico-naturales es restaurado por Nmesis (diosa de la venganza; incoercible vengadora
de la maldad, del orgullo y del amor ultrajado; diosa: fuerza que est ms all de la
voluntad del hombre).

En el pasado est el sentido del presente y del futuro. El pasado es el centro o foco
de la historia y nos ensea lo que va a acontecer. Una segunda caracterstica de la
interpretacin helnica de la historia consiste en que es esencialmente poltica. En el
sentido que lo significativo de lo histrico est dado por los acontecimientos y gestas de la
polis o Comunidad, as como por sus proyectos. Para que haya Comunidad tiene que existir
participacin en un proyecto comn y una cierta igualdad dentro de sus miembros. No es
posible la amistad entre desiguales. Por ello no es concebible para un griego la amistad con
el extranjero (con el brbaro) si no solamente con el ciudadano.

Con el extranjero se pueden entablar relaciones diplomticas, de conveniencia, pero


nunca de amistad. Y menos an si es poderoso.

No se trata aqu de la amistad como virtud personal, sino como virtud poltica
(relacin de los ciudadanos entre s, y de la ciudad con otras naciones).

Si en Grecia alguien hubiese afirmado que el enemigo es el ciudadano y amigo es el


extrao, seguramente hubiese sido juzgado por la Asamblea y condenado a muerte por
traicin a la patria. Habran violado la legalidad primaria de la historia. (En los fenmenos
de dominacin de una nacin sobre otra se puede llegar a alterar estos trminos como puede
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advertirse, algunas veces, en la mentalidad latinoamericana colonizada) y la tercer


caracterstica del tiempo histrico es la experiencia e idea del destino, como ley ineluctable
que todo lo rige de forma inviolable. El acontecer est fatalmente pre-ordenado; el futuro
est oculto para la inteligencia humana, pero los orculos y los presagios pueden develarlo.
La ley del destino se transmutar en providencia en la segunda gran concepcin de la
historia que posey Occidente.

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