Adolescencia y Otras Cuentas Pendientes - Luis Vicente de Aguinaga
Adolescencia y Otras Cuentas Pendientes - Luis Vicente de Aguinaga
Adolescencia y Otras Cuentas Pendientes - Luis Vicente de Aguinaga
ISBN xxxxxxxx-
a Lucas
Csar Moro
11
No parece mentira
que pasen veinte o veinticinco aos:
parece la ms fiel de las verdades,
verdad como el azcar en un postre
o el polvo en las persianas de la sala...
Con estas moralejas
hay fbulas por miles, por milenios:
ms azcar, ms polvo,
ms aos y mayor la urgencia
de cantarlo sin dicha y con falsete,
mejor de ser posible con traje azul marino
y versos escandidos con metrnomo.
12
13
Descubr corazones
en el follaje de la higuera,
desigual en el verde,
negro definitivo a la distancia.
Dos o tres eran pjaros
que se abrieron de golpe, como frutos,
y agitaron las ramas al erguirse
dando voces de alarma o de victoria.
Los dems palpitaban sin angustia,
sin despecho, sin ira
ni ms alteracin que la del viento.
14
En pocas horas
las hormigas y el sol
cruzan el parque.
Naranjas, trinos,
canciones de muchachas:
luz de verano.
El nio. El pan.
Y nunca una paloma,
sino cuarenta.
Pausas de agosto:
la estatua y el mendigo
duermen la siesta.
15
Uvas, racimos:
hay, en las telaraas,
gotas de lluvia.
Larga es la sombra
de tu brazo apoyado
sobre la hierba.
16
Frgil penumbra
del corredor... Al fondo,
una ventana.
De noche, a solas,
reconoces, de pronto,
mi voz, tu nombre?
Tiempo en espera:
tras la noche, otra noche
aguarda un da.
17
La mesa. Nadie.
Unos granos de sal.
Unas migajas.
La casa. Nadie.
La sombra del guayabo da la hora.
El cielo. Nadie.
Ni la sal.
Ni la sombra.
Ni la hora.
18
Impalpables partculas
de claridad se asientan,
resisten y se obstinan y se adhieren
a la sombra en el fondo de las aguas.
19
20
Mejor no preguntarse
por qu, siendo tan breve un ao,
tan milimtrica la escala
de la noche y el da,
ciertos lunes parecen infinitos,
interminables las maanas de los martes
y robustos los mircoles en horas de oficina.
21
22
23
Ninguno tiene
64 aos: dos nunca
los cumplieron, dos
ya los rebasaron desde cundo.
Y los cuatro,
aunque pudieran repartirse
de a dos los ocho das de la semana,
prefieren desafiar la lluvia
y el enero de Londres
en azoteas incomprensibles
gritndonos a todos que volvamos.
27
This Song
Devils Radio
28
Simply Shady
Pisces Fish
Ves el reflejo
del humo de las fbricas
en el estanque?
Bajo el signo del pez
el agua se respira.
29
30
33
34
A suntos de cosmtica:
el jaguar,
encaramado en una jacaranda,
no es amarillo y negro
sino violeta y verde.
35
La ballena y el tmpano,
expertos en la sal,
merodean por las olas al ritmo de la siesta.
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37
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44
47
48
Apareces,
te asomas de la nada,
y el sol, tras la tormenta,
parece respaldarte como un cmplice.
49
El ruibarbo
L
as hojas del ruibarbo,
Lntulo, son medicinales;
las races, en cambio, venenosas.
Mastica un par de hojas, Lntulo,
cuando leas mis poemas:
enfermars de ira.
Devora luego las races:
mis palabras difieren de las tuyas
como el cuerpo de un joven
difiere de una momia.
En vano
50
De plagiarios
51
52
Sic:
no han mantenido
ningn contacto con el ser humano.
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54
55
56
Almuerzo en la hierba
Adolescencia11
Coto de caza 14
A destiempo15
Vista del cielo 18
El fondo19
Saint-Denys Garneau20
Otra vez con lo mismo 21
Dos canciones22
3, Abbey Road
Get back27
El pez de Piscis 28
There is no such thing as a corny poem 30
El octavo da
Empate33
Curso elemental de toponimia 34
Una maana en el zoolgico 35
Romance de frontera 36
Just for the record 37
57
Dnde buscarme47
Luis Cardoza y Aragn 48
De la nada 49
Rome, sweet Rome 50
Neverland52
Lectura de la prensa 53
Tempo largo55
La pelea del siglo 56
58