Richard Idemon - Las Relaciones

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Qu es eso que llamamos amor?

Ese es el tema que vamos a estudiar ahora: qu es eso que llamamos


amor. Vamos a poner el amor sobre la platina del microscopio, para com-
parar ei concepto que nuestra sociedad actual tiene del amor con la
forma en que se lo entenda en la antigua Grecia. Fijaos bien en el ner-
viosismo que muestra la mayora de vosotros al orme pronunciar la pa-
labra amor, como si fuera algo malo. Basta con que anuncie que
vamos a ocuparnos en profundidad del amor para que inmediatamente
los papeles empiecen a crujir, los pies cambien de posicin y un montn
de manos temblorosaszyxwvutsrqponmlkjihgfedcbaZYXWVUTSRQPONMLKJIHGFEDCA
se tiendan para servirse un vaso de agua. Todo
esto nos muestra que la palabra amor est emocionalmente tan carga-
da, en nuestra sociedad, que incluso nos da miedo pronunciarla. Me
gustara empezar nuestra exploracin del amor evocando la visin que
tenan de l los antiguos griegos. Creo que intuitivamente ellos com-
prendan mejor que nosotros el hecho de que el amor tiene muchos ros-
tros diferentes. Hoy lo asociamos en general con el concepto del amor
romntico, y creemos que es una vivencia que todos deberamos tener y
tambin que el hecho de estar enamorado debe conducir al matrimonio.
Hemos crecido creyendo en el amor romntico y en el matrimonio, tal
vez sin darnos cuenta de que, histricamente hablando, los hombres y
las mujeres de nuestro moderno Occidente somos casi nicos en cuanto
a la forma en que perpetuamos el mito de que un hombre y una mujer
deben enamorarse, casarse y vivir felices comiendo perdices, y de que la
intensidad romntica y ertica que compartieron al principio de su rela-
cin es algo que debe mantenerse por siempre jams. Es una especie de
cuento de hadas, como Cenicienta. Nos hemos hartado de leer novelas
gticas, cuya tradicin se remonta a la poca de los romances cortesanos

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ASTROLOGA D E LAS RELACIONES

y los trovadores y juglares, luego pas a las hermanas Bront, conzyxwvutsrqponmlkjihgfedcbaZYXWVUTS


Jane
Eyre y Cumbres borrascosas, y despus a Thomas Hardy y su Te ss of
the d' Urbervilles, sin olvidar a Scarlett y Rhett en Lo que el viento se
llev, para acabar en el tipo de cosas que se escuchan y se ven hoy da
en los seriales radiofnicos o televisivos, o que se pueden leer en las re-
vistas y libros baratos que contienen lo que se suele denominar relatos
romnticos para mujeres. Es evidente que el concepto que tiene nuestra
sociedad del amor apela a algo muy bsico que hay en nosotros, pero
quiero insistir en que esto es muy peculiar de nuestra poca y de nuestra
cultura. No es universal. Es verdad que todas las sociedades tienen sus
ideas sobre el romance y lo que ste significa, pero son muy pocas las-
que esperan que uno se case con el objeto de sus ilusiones romnticas.
Supongo que algunos de los presentes habris ledo The Road Less
Traveledde M. Scott Peck. Es un buen libro y deberais echarle un vis-
tazo. Un punto que destaca muy claramente es que para aprender a amar
a alguien tenis que empezar por desenamoraros de esa persona. Seme-
jante enfoque puede parecer paradjico a quienes creen que el amor ro-
mntico significa enamorarse de alguien y consumar su amor en el ma-
trimonio, tras lo cual se supone que el resto de la vida transcurrir en
una nube de rosada beatitud, lo cual, simplemente, no es verdad. Hace
poco vi el anuncio de una pelcula que francamente me revolvi el est-
mago. Mostraba una foto de los dos protagonistas en una especie de pose
romntica en que hacan ademn de llamarse el uno al otro. El subttulo
deca algo parecido a esto: Slo una vez en tu vida encontrars a esa
persona nica que te har cambiar para siempre. Me parece que la idea
que tiene nuestra sociedad del amor romntico y del matrimonio se ha
mezclado con (o ha sido contaminada por) ei concepto cristiano de a
salvacin. Desde el punto de vista de un cristiano carismtico, el subt-
tulo de la pelcula podra haberse referido a Jess. En una palabra, creo
que hemos confundido el amor personal con el amor interpersonal y
con el amor transpersonal. Hay un amor que es totalmente personal, otro
que es interpersonal y otro que es transpersonal. El lo se arma cuando
mezclamos los tres y esperamos que se den simultneamente en una
nica relacin.
Veamos ahora cmo entendan el amor los antiguos griegos. Por su-
puesto, ellos no utilizaban la misma palabra que nosotros. Se referan al
amor de diversas maneras, y uno de los trminos que empleaban para

I. Vase ms arriba, pg. 58, nota.


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Qu es eso que llamamos amor ? zyxwvutsrqponmlkjihgfedcbaZYXWVUTSRQPON

nombrarlo era epithemia, que podramos traducir como excitacin se-


xual. Para ios griegos, la epithemia era 2o que el hombre tena en
comn con los animales: un instinto que nos impulsa a tocamos y acari-
ciarnos, y que se expresa a nivel corporal como una tensin interior que
es necesario aliviar. No es nada romntico, ni siquiera ertico. A la epi-
themia se la aceptaba como algo natural, sin juzgarla, y difcilmente se
asociaba con ella ninguna dimensin moral. Lo que decan en realidad
los griegos era que el cuerpo tiene sus propios impulsos, necesidades y
deseos que deben ser respetados. En trminos arquetpicos, yo relaciono
la epithemia con Tauro, que en mi opinin es el signo fundamentalmente
sexual (no Escorpio, como podrais pensar muchos de vosotros). Tauro
es el signo camal, el signo de la sensualidad indiscriminada. Es muy pri-
mitivo (recordad que estoy hablando de arquetipos, de modo que los na-
tivos de este signo no tenis que identificaros personalmente con todo
esto, a menos que queris hacerlo o que pensis que la descripcin os
cuadra). Freud tena cuatro planetas, entre ellos el Sol, en Tauro, y le ob-
sesionaba el sexo. Deca que todos somos perversos polimorfos de naci-
miento, lo que significa que todos nacemos con la capacidad potencial
de excitarnos con cualquier cosa. La asociacin del amor y el sexo con
la perversidad polimorfa no slo apunta a los rasgos de Tauro del propio
Freud, sino que tambin condensa los puntos de vista de la sociedad en
que l viva. Freud era un judo de clase media que vivi en Viena en el
siglo xix, y su eleccin de la expresin perverso polimorfo nos dice
mucho sobre la tpica actitud victoriana con respecto al sexo y la epi-
themia. En todo caso, este era un problema de Freud, y adems, algo
que vino muy bien, porque lo llev a establecer algunos elementos
bsicos para a construccin dei pensamiento psicolgico. El hecho de
haber tachado a la epithemia de perversa tambin revela la actitud del
mundo judeoeristiano en relacin con Afrodita, la diosa que personifica-
ba la lascivia y la que est ms estrechamente relacionada con Tauro.
En realidad, los dioses y las diosas de los griegos jams se enamoraban
de verdad, ni eran capaces de hacerlo. Afrodita, por ejemplo, tena mu-
chos contactos sexuales tanto con dioses como con mortales, pero no se
puede decir que se enamorara tal como lo entendemos hoy en da. En la
mayora de los casos, Afrodita, Zeus, Ares, Apolo y otras deidades grie-
gas estaban motivados por la epithemia, por un impulso innato que
dice: Yo lo quiero, y mi deseo es algo natural que debe ser satisfe-
cho. Si os fijis en las primeras personificaciones de la Afrodita grie-
ga, como Inanna, Ishlar, Astart y otras diosas del amor en Oriente
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ASTROLOGA DE LAS RELACIONES

Medio, os encontraris con que son deidades an ms primitivas, y que


reclaman su derecho a explorar su cuerpo mediante el contacto sexual
y la masturbacin.
De manera que Tauro, el primer signo de tierra, no discrimina. En
realidad, ninguno de los cuatro primeros signos (los personales) lo hace,
y se relacionan con una especie de condicin infantil y primitiva que a
decir verdad es muy ingenua. Para m, tanto Aries como Tauro tienen
que ver con la supervivencia, y este ltimo especficamente con la su-
pervivencia mediante la percepcin de los sentidos. Los nios pueden
tener todo lo que necesitan en el mundo, pero aun as se mueren si nunca
se los toca, se los toma en brazos o se los acaricia. En la Alemania
nazi se hicieron experimentos con hurfanos de guerra: a algunos de
estos nios se los tocaba y se los tomaba en brazos regularmente, y a
otros jams. Casi todos estos ltimos murieron. La misma necesidad de
contacto se puede ver en los animales, pero en este caso se habla de aci-
calamiento. No es algo meramente sexual. Si los observis, veris que
los animales estn siempre lamindose y acaricindose entre s. Fijaos
durante un rato en un grupo de monos. Y ms interesante an es obser-
var a un grupo de seres humanos mirando a un grupo de monos: veris
cmo toda esa parte de Tauro de nuestra naturaleza ha sido relegada a la
sombra. Parece que la civilizacin judeocristiana no quisiera participar
en este aspecto de la vida. Afrodita es una diosa desterrada; no hay lugar
para ella. La cultura judeocristiana cree que, incluso en la forma de
Mara Magdalena, las mujeres son las portadoras del pecado y tientan a
los hombres a hacer el mal. El relato del Jardn del Edn, que refleja la
cada del hombre, carga las culpas sobre Eva, haciendo de ella la porta-
dora de lazyxwvutsrqponmlkjihgfedcbaZYXWVUTSRQPONMLKJIHGFEDCA
epithemia. Incluso hoy, en muchas sociedades fundamental is-
tas musulmanas, las mujeres deben mantener cubiertos el peio y el cuer-
po. Ahora bien, si las mujeres excitan a los hombres, por qu 110
se habra de obligar a stos a ir con los ojos tapados? Pero no, es a la
mujer a quien se ve como culpable, acusndola de incitar al hombre a
la lascivia.
La sociedad occidental moderna (en la cual incluyo tambin al
islam) tiene una visin muy deformada de la funcin de la epithemia y,
por consiguiente, de las caractersticas generales de Tauro. El cristianis-
mo no tiene ni la ms remota idea de qu hacer con este aspecto del
amor, como no sea apremiarnos a que lo sublimemos. Toqu este punto
el otro da, cuando habl de las adicciones. Las adicciones venusianas se
relacionan con el hecho de que estamos vidos de que nos toquen, de
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que nos abracen y nos acaricien. Echad una mirada a la sala donde nos
encontramos y veris que cada uno se mantiene a una distancia segura
de todos los dems. Si furamos miembros de una tribu africana o un
grupo de lemures (de los cuales somos descendientes no muy lejanos),
la mayor parte de la sala permanecera vaca, y todos estaramos amon-
tonados en un rincn. A fines de los aos sesenta y durante los setenta
hubo una terapia de grupo, llamada de contacto, cuyo objetivo era que
la gente redescubriera su cuerpo y reconociera su necesidad de tocar y
de que la tocaran. Como nuestra actitud con respecto a la epithemia (la
fuerza de Tauro bsica y arquetpica) est tan deformada, las otras tres
formas de amor que distinguan los griegos -phitia, eros y agape- tam-
bin estn sometidas a deformaciones. Nuestra sociedad consumista y
orientada hacia el placer est rebosante de sublimacin. Si os sents an-
gustiados o solos, los anuncios de la televisin y las revistas os dirn
que os sentirais mucho ms satisfechos y completos si os compraseis tal
o cual coche, o simplemente si cambiarais de marca de cigarrillos. Os
habis fijado en cuntos anuncios de cigarrillos se valen de la sensuali-
dad (Tauro) para vender su producto, o muestran a sus modelos fuman-
do en un bellsimo paisaje al aire libre? Estos anuncios recurren a Afro-
dita o a Gea, la diosa de la Tierra, y nos dicen (o poco menos) que si nos
sentimos solos y perdidos y andamos en busca de alguna clase de con-
tacto, podemos satisfacer nuestra necesidad filmndonos un cigarrillo.
Estados Unidos muestra la sociedad de consumo arquetpica, con la
ideologa de que la manera de sentirse seguro y cmodo es comprar y
comprar cada vez ms. Segn Freud, nuestra primera sensacin de pla-
cer nos llega por la boca. No es interesante que tantas adicciones, entre
ellas la comida, el alcohol y las drogas, estn relacionadas con la boca?
Lo que realmente querramos estar haciendo es besar, chupar, lamer,
morder o mordisquear, pero con frecuencia nos privamos de estas activi-
dades porque no se considera que sean aceptables. Entonces, nos bus-
camos gratificaciones sustituas que pueden conducirnos a la adiccin.
Os habis fijado alguna vez en cmo traban contacto tos animales? Van
directamente al grano, o no? Comparad esta actitud con lo que hace-
mos los seres humanos durante un primer encuentro.

Oyente: Y cuando tocamos a alguien, lo ms frecuente es que nos dis-


culpemos.

Richard: S, como si hubiramos hecho algo malo. Habis observado


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ASTROLOGA DE LAS RELACIONES

alguna vez a la gente en un ascensor repleto? Es realmente asombroso,


todos ah de pie, rgidos, sin que nadie mire nada. En vez de comentar:
Qu cantidad de energa que hay aqu!, todo el mundo est pregun-
tndose cundo llegar de una vez a su piso. zyxwvutsrqponmlkjihgfedcbaZYXWVUTSRQPONMLKJIHGFED

Oyente: Las reglas del lenguaje corporal son muy diferentes en Oriente
Medio, donde la gente se amontona lo ms posible en un ascensor, hasta
el punto de que al cerrarse las puertas queda algo de ropa fuera.

Richard: S, cada sociedad tiene sus reglas particulares. En Oriente


Medio o en Egipto, por ejemplo, los hombres pueden tocarse entre s en
pblico, lo mismo que las mujeres entre s, pero hombres y mujeres,
aunque estn casados, no se tocan publicamente unos a otros. En Grecia
es una maravilla ver a los marineros caminar por la calle cogidos de la
mano o abrazados. Y las chicas griegas caminan en lnea con los brazos
entrelazados. En nuestra sociedad tenemos nuestros tabes. Las mujeres
pueden tocarse entre s y tocar a los hombres, y stos pueden tocar a las
mujeres, pero no pueden tocarse entre s. Jung dijo una vez que tende-
mos a sentir que todos los dems son como nosotros, o que deberan
serlo. A m me encanta mirar lo escandalizados que se quedan muchos
estadounidenses cuando andan por Oriente Medio y ven por primera vez
que los hombres van por la calle tomados de la mano, se besan y bailan
entre ellos. Claro que tambin es divertido ver cmo la gente de la India
o de Oriente Medio que viene por primera vez a Europa se espanta al ver
que los hombres y las mujeres se tocan en pblico. En Rusia, los hom-
bres se besan en la boca. Provengo de una familia de judos rusos y re-
cuerdo cmo me despidieron mi padre y mi hermano en el aeropuerto,
con besos y abrazos, y todos los blancos anglosajones protestantes nos
miraban sin entender nada. Una vez yo estaba en el aeropuerto de Frnc-
fort, y algunos jeques con su vestimenta blanca fueron corriendo al en-
cuentro de dos hombres de negocios alemanes, pulcros y formales, que
ios esperaban, y empezaron a abrazarlos, besarlos, darles palmaditas y
pellizcarlos. Los dos alemanes estaban molestsimos, como si aquello
fuera a cambiar totalmente y para siempre su vida.
Los antiguos griegos crean que los deseos del cuerpo eran buenos,
no una expresin de maldad. Fijaos cmo al hermoso relato del Jardn
del Edn se lo ha deformado hasta convertirlo en la cada del hombre. Y
la cada del hombre est asociada con el despertar de la epithemia.
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Oyente: Y todo por culpa de Eva.

Richard: S, todo por culpa de Eva. En la sociedad cristiana, hace dos


mil aos que las mujeres estn viviendo con esa carga, as que se entien-
de que puedan sentirse esquizoides. Por una parte, se les dice que si
quieren pescar a un hombre y vivir el gran sueo romntico, tienen que
ser esbeltas, hermosas, fascinantes y tentadoras; por otro lado, a las
que actan de esa manera se las considera putas. De acuerdo con el
cristianismo, las mujeres son las hijas de Eva, llenas de maldad y peca-
do. Es obvio que cuando hablo del cristianismo no me refiero a las ense-
anzas de Cristo, que eran muy diferentes, sino a lo que ensearon los
Padres cristianos, desde san Pablo (que evidentemente tena un proble-
ma grave y debera haberse sometido a una psicoterapia intensiva) en
adelante. Tambin san Agustn y santo Toms de Aquino, en mi opinin,
eran enfermos que, en nombre del cristianismo, pusieron el rtulo de
perversas a las necesidades naturales del cuerpo. Desde su punto
de vista, Afrodita es la consorte del demonio. Pero yo creo que todos pa-
gamos un precio altsimo por la prdida de la diosa, especialmente las
mujeres, que viven en una sociedad esquizofrnica donde, hagan lo que
hagan, se las acusa de no tratar debidamente a los hombres. La cultura
judeocristiana nos lleva a creer que el arquetipo de lo femenino se divi-
de en dos clases de mujeres: la virgen y la prostituta. No puedo deciros
la cantidad de hombres con quienes he hablado, en nuestros tiempos, y
que me han dicho que no se casaron con su novia porque se haba acos-
tado con ellos. En otras palabras, la clase de mujer que se deja seducir
por ti no es la clase de mujer con quien debes casarte.
Otra creencia sobre la epithemia es que se trata de algo infantil, que
deberamos superar cuando crecemos. Freud concede que la perversi-
dad polimorfa es natural en cierta etapa primitiva de la infancia, pero
afirma que estamos hechos para seguir creciendo y dejar atrs esa etapa.
Y no hace tanto que los mdicos y los psiclogos dejaron de decir que la
masturbacin causaba demencia. Ya veis cmo reaparece, una y otra
vez, la idea de que el placer del cuerpo y el pecado son equivalentes.
Los griegos tenan algunos mitos referentes a la epithemia. Os contar el
que se refiere a Apolo y Dafne. Apolo era el dios del Sol, y Dafne, una
hermossima ninfa del ro, una virgen por quien ardan de deseo muchos
de los dioses. (En realidad, la mayor parte de los dioses ardan de deseo
por cualquier cosa que se quedara quieta durante el tiempo suficiente
para desearla!) Apolo empez a perseguirla, y aunque Dafne corra muy
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ASTROLOGA DE LAS RELACIONES

rpidamente, como l era el dios de la luz y el aire, termin por alcan-


zarla. Entonces empez a rogarle que se diera la vuelta para que viera
quin la persegua, pero ella no quiso. En el momento en que l estaba a
punto de atraparla, Dafne invoc el auxilio de su padre, Peneo, quien in-
mediatamente la convirti en un laurel. En Roma se puede ver una her-
mosa escultura de Bernini que muestra a Apolo en el momento en que
extiende la mano para tocar a Dafne, mientras a ella el pelo se le est
convirtiendo en hojas de laurel, los dedos de los pies en races, y los bra-
zos en ramas. Desde entonces, a Apolo se lo vio siempre con una corona
de laurel. Y ms adelante, cuando los Juegos Olmpicos empezaron a
hacerse en honor de Apolo, a los ganadores se los coronaba con laurel.
El mito de Dafne y Apolo transmita a los griegos ms de un mensaje.
Uno de ellos era que s negabas lazyxwvutsrqponmlkjihgfedcbaZYXWVUTSRQPONMLKJIHGFEDCA
epithemia (que fue lo que hizo Dafne
al escapar para que no la tocasen) estabas negando el poder de la natura-
leza y te convertiras, por lo tanto, en algo que ya no sera humano.
Dafne no se dio, vuelta para ver que era el dios de la luz quien la perse-
gua, lo que expresa la creencia griega en que si uno niega la epithemia,
es decir, las necesidades corporales instintivas y bsicas, est negndose
al despertar de la conciencia que le aportara el dios de la luz. Otra cosa
que destaca este relato es que la hija indiferenciada que sigue unida a su
padre por el vnculo umbilical no puede llegar a ser plenamente humana.
En otras palabras, como Dafne recurri a su padre en busca de ayuda, en
vez de volverse para ver quin la persegua, perdi la ocasin de sepa-
rarse de su padre y llegar a ser una persona por derecho propio, y se con-
virti, en cambio, en un rbol, es decir, en algo inferior a un ser humano.
Un tema similar se trata en la historia de Ulises y Circe. En su viaje
de regreso a Itaca, Ulises conoci a Circe, una magnfica representacin
del anima voraz, negativa y aterradora que llevan dentro de s los hom-
bres. Circe era una hechicera, y se vali de su sexualidad para fascinar a
la tripulacin de Ulises y convertir a los marineros en cerdos. Al igual
que el mito sobre Dafne, tambin este relato hace pensar que la epithe-
mia no integrada nos reduce a una condicin inferior a la del ser huma-
no. Ms adelante, los puritanos pondran punto final a todo esto prohi-
biendo lisa y llanamente que nadie sintiera lascivia. Dicho sea de paso,
mi definicin de un puritano es la de alguien que teme que por ah en el
mundo pueda haber quien se lo pase bien. Estados Unidos carga con una
pesada sombra de puritanismo, que sigue emergiendo una y otra vez de
su inconsciente colectivo, tal como se puede ver en el movimiento de los
cristianos renacidos y en personas como Jerry Falwell. En los libros
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de historia aprendimos que los puritanos tuvieron que huir de Inglaterra


porque all estaban sometidos a encarnizadas persecuciones. Pues no, no
fue eso lo que verdaderamente sucedi. En realidad, los puritanos tuvie-
ron que irse de Inglaterra porque estaban intentando convertir a todo el
pas a su manera de pensar. Insistan en que todos deban tener los mis-
mos valores que ellos, de manera que, naturalmente, las cosas se les fue-
ron poniendo feas, y fue entonces cuando tuvieron que huir para estable-
cer la forma de vida que ellos queran, fundando una nueva Inglaterra en
Amrica.
De lo que estoy hablando es, pues, de la deformacin de la epithe-
mia, una corrupcin del deseo natural de Tauro, Afrodita y Venus de
tocar, de disfrutar de la sensualidad y la intimidad. El impulso funda-
mental de Venus es establecer contacto con lo que no es uno mismo.
Venus es el deseo de conectar con aquello que no somos nosotros mis-
mos. En el nivel de la epithemia, Venus es muy semejante a Afrodita.
Est vida de placer y contacto, lo cual significa olfatear, saborear, tocar
y escuchar todas las cosas que hacen que uno se sienta bien, y en ello va
incluido el placer del cuerpo. Los animales son naturalmente sexuales, y
lo saben. Tambin los nios son naturalmente sexuales, pero los padres
y la sociedad se ocupan muy bien de educarlos de tal manera que crez-
can con una sexualidad deformada. Desde pequeos aprendemos a repri-
mir, negar o sublimar nuestra sexualidad. Cuando negamos las necesida-
des de nuestro cuerpo, las sublimamos convirtindolas en otras: en
necesidad de beber demasiado, de fumar en exceso, de comer compulsi-
vamente, en vez de permitirnos esa forma de bienestar y de sanacin que
puede darse cuando tocamos el cuerpo de otra persona o cuando recibi-
mos sus amorosas caricias. Al desconectar nuestro cuerpo de algunas de
sus necesidades ms bsicas, hacemos que enferme, literalmente. En
muchos casos, la enfermedad y el malestar fsico son la forma en que
Gea y Afrodita se vengan de nosotros por no escuchar ni reconocer lo
que necesita nuestro cuerpo. Otra cosa que hacemos es confundir la pa-
sin con el romance, intentando hacer de ambos lo mismo. Antes de se-
guir, quisiera saber si tenis que preguntar o comentar algo sobre lo que
he dicho hasta ahora.

Oyeme: Quieres decir que una de las cosas que representa Venus es el
deseo de unirse con algo diferente de uno mismo?

Richard: S, Venus es la percepcin de que somos seres aparte, y de la


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ASTROLOGA DE LAS RELACIONES

comprensin de este hecho proviene el deseo de sanar esta separacin


unindonos con otra persona. En un nivel muy primitivo, la Venus de
Tauro es el deseo del cuerpo de unirse con la madre en el tero. Sin em-
bargo, la Venus de Libra es el deseo esttico o idealizado de conectar
con el otro, algo que se aproxima ms al concepto griego de lazyxwvutsrqponmlkjihgfedcbaZYXWVUTSR
philia,
que yo asocio principalmente con el signo de Leo. Recordaris que con-
sidero a Leo el primero de los signos sociales, el que representa la toma
de conciencia de la existencia de otras personas en el mundo. Aries nos
hace percatamos de nuestro ser personal, y Sagitario nos abre los ojos
a nuestro ser universal, pero Leo nos pone en presencia de nuestro
ser social.
Lo explicar de otra manera. Aries es el fogoso entusiasmo que nos
provoca el descubrimiento de que existimos. Leo tiene el mismo tipo de
despertar entusiasta, pero en su caso se trata del entusiasmo que nos in-
vade al descubrir que tambin hay otras personas en el mundo. El des-
pertar asociado con Leo depende, sin embargo, de que hayamos llevado
a cabo el proceso canceriano de cortar el cordn umbilical. Si no hemos
roto el vnculo umbilical, no podemos llegar a la philia. En un nivel ar-
quetpico, Leo es el jbilo, el entusiasmo y la excitacin de descubrir la
existencia de un otro. As como la epithemia es la forma de amor que
corresponde a Tauro o a Venus-Afrodita, la philia es el tipo de amor de
Apolo, el amor solar, el amor que se basa en la conciencia. No es casua-
lidad que conectemos a Leo con el Sol ni que relacionemos el Sol con la
conciencia y con la percepcin consciente de nuestro yo. Soy alguien
distinto de los dems, dice el Sol. Este es el verdadero comienzo del
proceso de individuacin. Es interesante que el signo anterior a Leo sea
Cncer, regido por la Luna, que representa a la madre y el cordn umbi-
lical que debemos cortar para poder llegar a Leo. No estoy seguro de
cuntos llegamos alguna vez a cortar el cordn, ni en qu medida. Afe-
rrarse al vnculo umbilical significa que seguimos dependiendo de nues-
tros padres y asumiendo la carga del mito familiar. Las personas que no
cortan el cordn no quieren renunciar' a su vnculo umbilical ni a su tras-
fondo bsico, y sin embargo, al mismo tiempo quieren tener el amor y el
romance. Entonces fantasean con el amor, se hartan de telenovelas y
piensan que si fueran mayores, o ms jvenes, o ms listas, o ms fuer-
tes, o rubias o morenas, podran experimentar esa cosa maravillosa que
llaman amor. Recordad a Dafne, que no pudo trascender su vnculo um-
bilical con su padre y termin siendo menos de lo que era.
Philia significa, bsicamente, amistad. En mi opinin, Leo tiene ms
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relacin con la amistad que Acuario, el signo al que solemos asociar con
ella. Leo tiene que ver con laphilia porque el amor de Leo implica en-
contrar a alguien especial, a esa persona que le colma a uno el corazn
de amor. Los griegos dividan el amor en dos partes, el del amante y el
del amado. Al amante se le llamaba ralos, y al amado eromenos. Les
correspondan dos papeles diferentes: el del eromenos era ser el ideal al
cual aspiraba el ralos. Dicho de otra manera, el amado serva como
fuente de inspiracin para el amante. Beatriz inspir a Dante para que
escribiera su obra maestra, aunque l slo la hubiera visto dos veces en
su vida. Los griegos habran reconocido en esto la conexin clsica entre
un eratos y un eromenos. No importa que entre Dante y Beatriz no haya
existido jams una relacin compartida; aun as, ella tena la capacidad
de encender el fuego en l. La philia, el amor leonino, es un amor fogo-
so, as como la epithemia es un amor terreno. Incluso hoy es frecuente
que los escritores, poetas y msicos dediquen su trabajo a un ser amado,
como si ese amor fuera la inspiracin que libera su creatividad y les per-
mite un florecimiento que los convierte plenamente en s mismos. La
autoestima del ser amado se refuerza por el hecho de ser digno del amor
de alguien a quien se siente como maravilloso. De esta manera, el ser
amado puede crecer y mejorar como persona. Si os fijis bien, una de las
cosas que acompaan al enamoramiento es el sentimiento que se podra
definir como: Me gusta quien soy cuando estoy contigo, y me gusta lo
que creo que puedo ser cuando estoy contigo. No me parece que se
pueda separar la epithemia de la philia, o, para decirlo de otra manera, la
philia no es posible sin la epithemia. A muchas personas les gustara
dejar de lado la epithemia e ir directamente a la philia, pero no es posi-
ble llegar as a ella. Si estamos desconectados de nuestro cuerpo, no se-
remos capaces de tener la experiencia del amor en el nivel de la philia.
La amistad no tiene que incluir el sexo, pero s necesita dejar margen a
la posibilidad de tocar o abrazar a la otra persona.
Tradicionalmente, la philia empieza a fortalecerse en la poca de
la adolescencia. Puede presentarse en la forma de culto al hroe y tam-
bin puede ser el tipo de amor que un varn siente por otro o una mujer
por otra. Durante la adolescencia, los muchachos idealizan los mode-
los masculinos, como pueden ser los hroes deportivos, y las chicas se
enamoran de quienquiera que en ese momento simbolice el ideal de
mujer. De nada de esto infiero una relacin homosexual ni una condi-
cin de bisexualidad, aunque estos son temas que trataremos luego. En
lo que insisto ahora es en la idea de descubrir quin es uno, modeln-
1.16 ASTROLOGA DE LAS RELACIONES

dose en funcin de un ideal. Es probable que para descubrir al hroe o


la herona interior, uno tenga que enamorarse de un hroe o una hero-
na exterior. Pensadlo: de quin querais ser amigos en vuestra poca
de estudiantes? De la hermosa animadora de pelo rubio y ensortijado?
De aquel chico con pinta de Tarzn que capitaneaba el equipo de ft-
bol de la escuela? Como representaban ideales heroicos, esas eran con
frecuencia las personas con las que habramos querido entablar amis-
tad en la adolescencia. A la luz que irradiaban, nos sentamos mejor.
La etapa siguiente a esta sola ser la interiorizacin de esa luz, la vi-
vencia de que la luz irradiaba de nuestro propio interior. Cuando uno
ha conseguido incorporar esa luz, entonces puede pasar del papel del zyxwvutsrqponmlkjihgfedcbaZYXW
eratos al del ramenos, el que ofrece a los dems una fuente de amor y
de luz.
Al igual que el signo de Leo, la philia es el impulso hacia la creati-
vidad. Es el sentimiento de que el amor y la luz estn dentro de ti, la sen-
sacin de que tu copa desborda, de que el mundo es maravilloso y t
tambin lo eres, y de todo ello proviene el deseo de compartir con otra
persona ese amor y esa luz. Este es el mundo del eratos. El eromenos es
el que est all, dispuesto a recibir tu amor y tu luz. La philia es diferen-
te de la epithemia en cuanto ve a la otra persona como distinta de uno
mismo. La epithemia est dispuesta a usar a la otra persona con el pro-
psito de satisfacer la propia necesidad de tocar y ser tocado, pero no
llega a ver a esa persona como algo aparte y diferente de uno mismo.
Con la philia hay una conciencia de la separacin, que es lo que seala
el comienzo de toda la idea del festejo y el cortejo, parles fundamentales
de la philia que en buena medida se han perdido en nuestra sociedad,
donde ya no nos cortejamos ni nos festejamos. A cuntos de vosotros
os han escrito ltimamente un poema de amor? Alguien ha odo, bien
entrada la noche, tocar la mandolina bajo su ventana? Los dioses griegos
estaban ms o menos limitados a la epithemia, y jams experimentaban
realmente la philia. La capacidad de amar se relaciona de una forma di-
recta con la percepcin de que uno es un ser aparte, y con la conciencia
de la propia mortalidad, y como los dioses griegos eran inmortales, no
tenan aptitud para la philia. La nica excepcin era el dios Eros, que se
enamor al herirse accidentalmente con una de sus flechas. Al parecer,
los seres humanos somos los nicos anmales que saben que han de
morir. Por eso podemos conjeturar que los animales no experimentan la
philia. Muchos filsofos han definido a los seres humanos como la nica
especie animal que tiene conciencia de su propia muerte. La conciencia
Qu es eso que llamamos amor ?zyxwvutsrqponmlkjihgfedcbaZYXWVUTSRQPONML
1Hl

de nuestra mortalidad es lo que nos proporciona el deseo de cerrar la


brecha que nos separa de los dems.
Yo asocio el despertar de la conciencia con Leo y el Sol. El Sol nos
da la capacidad de reconocer que somos individuos separados. El sm-
bolo del Sol, un punto encerrado en un crculo, es un smbolo de indivi-
dualidad, que dice que yo soy una entidad aparte, con mis propios obje-
tivos y mi propio futuro. Y es el proceso de cortar el cordn umbilical y
de definirnos como personas aparte lo que nos da la conciencia de la
muerte. De paso, digamos que a algunos esa toma de conciencia no les
llega hasta la muerte de sus padres, que a menudo tiene lugar bastante
tarde en la vida. Cuando nuestros padres han desaparecido, nos damos
cuenta de que somos hurfanos, de que el cordn umbilical, por lo
menos fsicamente, se ha roto para siempre. Pero es triste que con fre-
cuencia hayamos de esperar a que sea tan tarde en la vida hasta poder
cortar el vnculo umbilical y abrir el camino a las relaciones basadas en
la philia. Uno de los arquetipos de Leo es el hroe, la persona que va
en busca de la verdad o que tiene aventuras que le permiten llegar al
autodescubrimiento. Parte del viaje del hroe consiste en descubrir quin
eres. Leo sigue a Cncer, de modo que no podrs descubrir quin eres
como persona por derecho propio mientras no hayas cortado el cordn
umbilical. Este es el tema de muchos relatos heroicos. Parsifal es un
buen ejemplo de ello: tiene una madre que se empea tenazmente en im-
pedirle que marche por la senda del hroe. La madre de Parsifal no quie-
re que ste salga al mundo a afrontar su destino. No quiere que su hijo
corte el cordn umbilical, porque una vez que lo haga, tendr que en-
frentarse a la inevitabilidad de la muerte. En cierto sentido, la madre le
est diciendo: Apuesta por la seguridad, qudate conmigo y sers in-
mortal. En otro nivel, Leo representa el despertar del chakra del cora-
zn. El impulso creativo se genera en el corazn, de modo que el des-
pertar del chakra del corazn es necesario para inspirarnos y llevamos
hacia la creatividad. La bsqueda de lo bueno, de lo verdadero y de lo
bello est relacionada tambin con el instinto apolneo o leonino que
hay en nosotros.
Ahora me ha venido a la cabeza una obra teatral, despus convertida
en una pera, titulada El secreto de Makropoulos, escrita por Karel
Capek, un dramaturgo checo. En ella, una mujer le vende el alma al dia-
blo. El trato era que as tendra asegurada la vida eterna, siempre y cuan-
do jams se enamorase. Podra tenerlo todo: poder, xito, fama, belleza,
talento..., pero enamorarse le estaba vedado. El relato se inicia a comien-
1.16
ASTROLOGA DE LAS RELACIONES

zos del siglo pasado. La mujer del cuento es una cantante de pera, be-
llsima, rica y famosa, a quien todo el mundo admira, pero que se siente
muerta por dentro porque no es capaz de sentir amor. La nica manera
que tiene de lograrlo es romper el contrato con el diablo, lo que por su-
puesto significa que tendr que enfrentarse con la muerte. En otras pala-
bras, no puede sentir amor a menos que acepte el hecho de que tendr
que morir. Encuentra entonces a una joven que est dispuesta a cargar en
su nombre con la maldicin diablica, y esto permite que la famosa can-
tante se enamore y muera. Para poder amar ha tenido que aceptar la ine-
v Habilidad de la muerte.
LazyxwvutsrqponmlkjihgfedcbaZYXWVUTSRQPONMLKJIHGFEDCA
philia no es lo mismo que el amor. En la philia hay una diferen-
cia entre el amante y el amado. Por ejemplo, una parte natural de la cul-
tura griega era el amor entre hombres. En este tipo de amor, frecuente
entre los griegos de clase alta, se esperaba que un joven a quien se iden-
tificaba como eromenos tomara como amante a un hombre mayor, que
se converta entonces en el eratos. Tanto Platn como Scrates crean
que Eros era el mayor de los maestros, y lo entendan muy al pie de la
letra. Claro que, en Inglaterra, los maestrosyvutsrponmligedcbaVTSRPOLIDCBA
Victorianos expurgaron de
inconveniencias las traducciones de las obras griegas y transformaron el
amor ertico en amor platnico, es decir, en una versin idealizada y
asexuada del amor. La mentalidad cristiano-victoriana de entonces no
poda afrontar ni siquiera la idea de una relacin ertica entre hombres.
Adems, como enseaban a escolares, teman las consecuencias de per-
petuar el erotismo entre miembros del mismo sexo. Sin embargo, en la
Grecia antigua era con frecuencia el padre del adolescente el que asuma
la tarea de escoger al eratos, el amante masculino adulto que se encarga-
ra de educar al muchacho para que ste asumiera su Jugar en el sistema
poltico del Estado. Se lo consideraba como una parte natural del proce-
so de crecimiento. A medida que el eromenos se haca mayor, se conver-
ta a su vez en un eratos, una figura que se ocupaba del despertar de al-
guien ms joven. Para los griegos, este tipo de iniciacin en la sociedad
se limitaba normalmente a las relaciones entre hombres, pero en ocasio-
nes poda suceder entre hombres y mujeres. En realidad, el arquetipo a
que nos referimos tambin poda existir fcilmente entre un hombre y
una mujer. Es lo que sucedi en la pica romntica medieval, que enten-
da el amor entre el hombre y la mujer como una fuerza inspiradora y un
despertar. En la philia empezamos a interiorizar o recuperar gradual-
mente nuestra proyeccin del hroe y la herona ideales, y, al hacerlo,
avanzamos hacia el proceso de individuacin o de despertar del yo. Este
1H l
Qu es eso que llamamos amor ? zyxwvutsrqponmlkjihgfedcbaZYXWVUTSRQPONM

despertar, asociado con la philia, conduce de una forma natural al eros,


la categora siguiente del amor.
El eros se da cuando dos o ms entidades separadas se combinan de
tal manera que la experiencia las transforma totalmente. No es terrible
lo que hemos hecho con la maravillosa palabra ertico? Pensamos que
ertico significa sexual, pero es mucho ms que eso. Yo asocio el
eros con Escorpio y con Plutn, con el carcter acuoso del amor, de un
amor que lleva implcito el sufrimiento. El eros es el deseo de fundir
nuestra alma con la de otra persona. En una dimensin arquetpica, a la
epithernia de Tauro le interesa especficamente la unin de los cuerpos.
El eros de Escorpio, sin embargo, quiere la unin de las almas y de las
psiques, y a eso se debe que pueda ser tan doloroso. A veces confundi-
mos el eros con la epithemia. El eros puede surgir entre un maestro y un
estudiante, o entre un terapeuta y un cliente, y como no sabemos cul es
la diferencia entre eros y epithemia, creemos que lo que sentimos por la
otra persona es lascivia, que lo que queremos es tener contacto sexual
con ella. Muchos de nosotros nos vemos privados de la epithemia, del
contacto fsico. Como nos encontramos en un estado de excitacin se-
xual o de lascivia, conocemos a una persona que nos excita y creemos
que nos hemos enamorado de ella. Estoy apasionadamente enamorado
de ti, le decimos, pero lo que en realidad le estamos diciendo es que
nos gusta su cuerpo y que nos encantara tocarla y abrazarla. Cuntos
de los que mantenis una relacin no deseis a veces nada ms que abra-
zar, tocar o acariciar a !a otra persona, y no llevar a su trmino un con-
tacto sexual? Y esto vale tanto para los hombres como para las mujeres.
El mito dice que los hombres estn siempre calientes, y que las muje-
res siempre prefieren la sensualidad. Y es absolutamente falso. Los
hombres tambin estn vidos de que los abracen, los toquen y los acari-
cien, y quieren poder disfrutar de esas cosas sin tener necesariamente
que consumar el acto sexual. Claro que los hombres se dejan vender el
mito que supone que ellos son sumamente sexuales, y a las mujeres se
las engatusa con el cuento de que estn hechas para ser ms bien sensua-
les que sexuales. De acuerdo con los mitos de nuestra sociedad, no se
espera que las mujeres sean lascivas ni abiertamente sexuales, como
tampoco cabe siquiera imaginarse que piensen: A ver si te dejas de
preliminares y vamos de una vez al plato fuerte!.
El eros implica que el amor y el dolor van juntos. En el contacto er-
tico hay un matiz de sufrimiento, porque ese momento de xtasis, ese
instante de unin psquica, no puede eternizarse. Por eso los franceses
1.16
ASTROLOGA DE LAS RELACIONES

llaman al orgasmozyxwvutsrqponmlkjihgfedcbaZYXWVUTSRQPONMLKJIHGFEDCA
la petite mort, la pequea muerte. Tambin nosotros
tenemos el concepto de la depresin postcoito, que sobreviene cuando
nuestra condicin de seres aparte vuelve a asomar la cabeza, una vez
que ha pasado la intensidad de la intimidad. Quisiramos encontrar me-
diante el amor alguna manera de vivir con otra persona en un xtasis
perpetuo. El eros es esa clase de amor que implica morder la manzana,
de la misma manera que la mordi Eva y las cosas nunca ms volvieron
a ser lo que eran en el Edn. La historia de Persfone expresa algo simi-
lar, Como ella haba mordido una granada en el mundo subterrneo, no
le estaba permitido regresar permanentemente a la superficie. Hay una
clara relacin entre la manzana del Jardn del Edn y la granada. En rea-
lidad, ni siquiera haba manzanas en esa parte del mundo donde se origi-
n el relato del Edn, de manera que lo ms probable es que la fruta que
mordi Eva fuese una granada. La granada es una fruta muy interesante,
porque cuando la abrimos, sangra. Abrir o romper la granada representa
simblicamente la prdida de la virginidad, y en Persfone eso simboli-
za la ruptura del vnculo que la une a su madre, Demter, y por lo tanto
se relaciona con el corte del cordn umbilical. Cuando Eva come la
manzana, est desobedeciendo a Dios y siguiendo el consejo de la ser-
piente, uno de los rostros de Lucifer. Comer la manzana es como cortar
el cordn umbilical con el padre para contraer matrimonio con Adn.
Eva ya no es solamente la hija de Dios; ahora es la mujer de Adn. Des-
pus del episodio de la manzana, Adn y Eva deben abandonar el Edn,
de la misma manera que cuando un hombre y una mujer se unen en ma-
trimonio, cada uno deja la casa de sus padres para establecerse en una
nueva, en su propio hogar.
Lo que sucedi en el mito de Demter y Persfone es similar al rela-
to del Jardn del Edn, y en este momento me gustara verlo con ms de-
talle. Demter era una de esas diosas a quienes no les interesan particu-
larmente los hombres. De acuerdo con la mayora de los mitos que se
refieren a ella, no tuvo ms que una relacin con un hombre; hay quie-
nes dicen que era Zeus, y otros que se trataba de Poseidn. Fuera quien
fuese el padre, Demter dio a luz a Core, que en griego significa don-
cella. Demter y Core vivan juntas en aquel jardn ednico y primiti-
vo. Demter (conocida como Ceres en la mitologa romana) era una
diosa de la Tierra, una madre Tierra primitiva, responsable de las cose-
chas y de todo el reino vegetal. Un da, Core est en el campo cogiendo
flores. Recordis cul fue la flor que escogi? No, no margaritas, sino
un narciso. Core viva en un estado de unidad narcisista con su madre,
1H l
Qu es eso que llamamos amor ? zyxwvutsrqponmlkjihgfedcbaZYXWVUTSRQPONM

pero cuando cogi el narciso, su mundo urobrico qued destruido.


Dicho sea de paso, quien haba plantado el narciso que cogi Core era
Afrodita. Esto es importante, porque Afrodita y Plutn se cobrarn su
venganza si el vnculo entre el padre o la madre y el hijo obstaculiza el
crecimiento de ste que le permitir convertirse en una persona por dere-
cho propio y, por lo tanto, capaz de establecer una unin con alguien
distinto de su progenitor. En opinin de Afrodita y de Plutn, la prolon-
gada proximidad de Demter y Core era antinatural y malsana. Cuando
Core cogi el narciso, la tierra se abri y Plutn secuestr a la doncella
y, pese a sus gritos y protestas, se la llev a sus dominios del mundo sub-
terrneo, donde la viol,
Demter pas entonces por un tremendo periodo de depresin y
duelo, que es exactamente lo que les sucede a las madres que se obsti-
nan en mantener el vnculo umbilical cuando ya ha llegado el momento
de dejar marchar al hijo. Como manera de intentar que Core regresara,
Demter recurri al chantaje. Anunci que, si no le devolvan a su hija,
no permitira que nada creciera sobre la Tierra y dejara que el mundo
entero se muriese de hambre. A los dioses esto les molest muchsimo,
no porque amaran tanto a la humanidad que no quisieran ver sufrir a la
gente, sino porque, si no haba comida, terminara por no haber mortales
que les rindieran culto. Fueron a protestar ante Zeus, el padre de los dio-
ses, para pedirle que hiciera algo con esa apremiante situacin. Zeus in-
tervino y oblig a Plutn a devolver a Core, que ahora se llamaba Pers-
fone (que significa la amante de la oscuridad o la que destruye la
luz), a su madre. Sin embargo, como mientras estaba en el mundo sub-
terrneo la joven se haba comido seis granos de la granada, se la consi-
deraba oficialmente desposada con Plutn, de modo que no le estaba
permitido abandonar para siempre el mundo subterrneo. Plutn y De-
mter llegaron a una solucin de compromiso: cada ao, durante seis
meses, Persfone vivira con Plutn como reina del mundo subterrneo,
y los seis meses restantes los pasara junto a Demter. Durante el tiempo
que Persfone permaneciera con su madre, es decir, en primavera y ve-
rano, se daran abundantemente las cosechas, pero cuando ella regresara
al mundo subterrneo, Demter reiniciara su duelo y, durante esos
meses, es decir, en otoo e invierno, no podran madurar las cosechas.
Es un hermoso relato, ya que no slo describe un fenmeno de la natura-
leza, sino tambin un proceso arquetpico de crecimiento, evolucin y
desarrollo de la conciencia de uno mismo. O sea, que lo que implica
abrir la granada es la prdida de la virginidad. De hecho, en muchos ma-
1.16
ASTROLOGA D E LAS RELACIONES

trimonios tribales, as como durante la Edad Media, despus de la noche


de bodas se inspecciona el lecho matrimonial en busca de los indicios de
la consumacin del matrimonio. Lo que une definitivamente a un hom-
bre y una mujer no es el intercambio de los anillos ni el S, quiero,
sino la prdida de la virginidad de la mujer.
En Japn se practica una operacin, conocida como trasplante de
himen, para reparar la virginidad perdida. Incluso hoy, en una boda japo-
nesa como es debido, la novia se somete a un examen ginecolgico rea-
lizado por las familiares femeninas del novio. Si la virginidad no queda
comprobada, la boda se cancela. Crase o no, me figuro que hay muchas
mujeres occidentales que van a Japn a someterse a ese trasplante, aun-
que no s de dnde sacarn donantes. Tambin le no hace mucho en el
peridico una terrible historia que sucedi en Grecia, sobre una mujer
que enloqueci porque se haba pasado veinticinco aos encadenada en
un stano. A los 17 aos haba tenido un amante, y aquello fue tan igno-
minioso para el honor de la familia que la confinaron en el stano. Toda
la aldea saba lo que le estaba pasando, pero no hicieron nada para impe-
dirlo. Pensamos que vivimos en una poca moderna y civilizada, pero
no es del todo cierto.
ElzyxwvutsrqponmlkjihgfedcbaZYXWVUTSRQPONMLKJIHGFEDCA
eros va acompaado por un sentimiento exttico, casi una especie
de xtasis religioso. En Grecia, los grandes misterios de Eleusis tenan
un cariz de Escorpio o Plutn que tiene mucho que ver con el eros, al
que tambin evocan el misterio y el ritual cristianos con su concepto de
la unin con el amado. Hay un carcter devorador simblico que va aso-
ciado con el eros, Escorpio y Plutn. Plutn es fundamentalmente el vio-
lador o el seductor, el que nos arranca del Edn (la totalidad urobrica
con uno de los padres), adonde jams podremos regresar. El eros es una
iniciacin: la experiencia ertica nos traslada de la condicin de nios a
la de adultos. Los ritos y rituales asociados con el eros se basan princi-
palmente en el dolor. Esto podra implicar una misin heroica como la
de matar un len, o bien la escarificacin' de una joven doncella an-
tes de que sea entregada en matrimonio. En el caso de un hombre, est
en disposicin de que se lo vea como adulto o de casarse, y entonces se
lo circuncida sin anestesia. Me han dicho que el ritual de las bodas ju-
das, durante el cual el hombre rompe la copa con el pie, se cumpla ori-
ginariamente estando descalzo. El corte del cordn umbilical y la inicia-

2. La escarificacin, que significa cortar o hacer una incisin, se referira aqu al ri-
tual de romper el himen de una virgen como preparacin para el matrimonio.
Qu es eso que llamamos amor ?zyxwvutsrqponmlkjihgfedcbaZYXWVUTSRQPONMLK
1H l

cin en lo ertico van asociados con cosas dolorosas. Una relacin erti-
ca y exttica implica inevitablemente dolor. O sea que lo que estoy di-
ciendo es que la experiencia ertica pertenece al dominio de lo religioso,
lo mstico y lo creativo. Es un sentimiento tremendamente poderoso,
que puede ser abrumador. La sociedad necesita disponer de maneras se-
guras de canalizarlo, y una forma de conseguirlo es contar con una casta
sacerdotal. En otras palabras, los sacerdotes son las personas en quienes
hemos delegado el poder del eros. Son ellos quienes anuncian cul es el
tipo de sexualidad permitido y quienes tratan los asuntos que tienen que
ver con la muerte, con las ceremonias de renacimiento y de iniciacin, y
con las pocas de generacin y regeneracin. Por supuesto, estamos en-
cantados de cederles este poder, que consideramos excesivo para asu-
mirlo directamente.
La civilizacin occidental est tan en contra del eros como de la epi-
themia. De hecho, creo que es probable que el eje Tauro-Escorpio sea,
psicolgicamente, el rea ms poderosa, ms peligrosa y por lo general
menos integrada de una carta. Esto tambin es vlido para Venus, regen-
te de Tauro, y para Plutn, regente de Escorpio. A casi todos se nos ha
enseado a negar, reprimir o rechazar a Venus y a Plutn, o a compensar
de alguna manera indirecta estas energas. Considerad vuestra propia
carta bajo esta luz, fijndoos en las casas que tienen a Tauro y a Escor-
pio en la cspide, localizando los planetas emplazados en estos signos y
examinando la posicin de Venus y de Plutn por signo, casa y aspectos.
Creo que Plutn es el planeta ms representativo del eros. Si no abrs el
alma a la energa exttica simbolizada por Plutn (una relacin exttica
en la que la unin es anloga a la muerte), el planeta funcionar de una
manera inconsciente e invisible. Si lo reprims, ya encontrar el modo de
arrastraros a los abismos del mundo subterrneo, a vosotros y a cual-
quier planeta que est en aspecto con l. Por eso hay tantas personas que
van por la vida como zombis. Habis notado que hay quienes tienen
una carta realmente viva e interesante y, sin embargo, andan por el
mundo como momias? Es que se han desconectado del eros, y, por ello,
estn como sin vida, como si por dentro no les sucediera nada. Si les
preguntis cmo les va, se limitarn a responder que todo anda bien.
Preguntadles por sus relaciones: mascullarn que eso tambin va perfec-
tamente. Y cmo era su relacin con sus padres? Oh, muy buena, estu-
penda. Preguntadles qu es lo que quieren de la vida, y os respondern
que en realidad no lo saben. En mi opinin, a esas personas Plutn les ha
arrebatado el alma y se la ha llevado al mundo subterrneo. Y el alma
1.16
ASTROLOGA DE LAS RELACIONES

slo puede ser recuperada mediante un profundo dolor; por eso, Jung in-
sista en que no cambiamos mientras no hayamos sufrido lo suficiente.
ElzyxwvutsrqponmlkjihgfedcbaZYXWVUTSRQPONMLKJIHGFEDCA
eros nos dice que respetemos el hecho de que en el amor va im-
plcito el dolor, de que parte de l es renunciar a uno mismo, morir como
yo al unir la propia alma con alguien diferente de uno mismo. Slo
entonces podremos renacer, y Jung se refera a las personas que han pa-
sado por este proceso como las dos veces nacidas. Deca tambin que
en el mundo hay poqusimos dos veces nacidos, y yo estoy de acuerdo
con l. Tanto en el pasado como en el presente, el objetivo de los rituales
religiosos y de los ritos de iniciacin es ayudar a la gente a superar el
proceso de muerte y renacimiento que va asociado con el eros. Es como
si la sociedad nos estuviera diciendo que hay un momento en que se ha
de dar ese paso, y que estos son los rituales y los ritos que nos ayudarn
a darlo. Un buen ejemplo de ello son las saturnales y las bacanales, de
las que nos quedan algunos vestigios en el carnaval brasileo. Sabais
que, segn ciertas versiones del mito, Dionisos (Baco para los romanos)
era hijo de Plutn y Persfone? Dionisos era una figura crstica, una es-
pecie de precursor de Cristo, el que desciende a las profundidades y re-
nace para salvar al gnero humano. Lo interesante es que para referirse
al sacrificio y la muerte de Jess en la cruz (en que Dios entrega a su
nico hijo al sufrimiento y a la muerte para salvar a la humanidad) no se
habla de la epithemia de Cristo ni de la philia de Cristo, sino de su Pa-
sin. En otras palabras, la muerte y la resurreccin de Jess son un acto
simblico del eros, que nos muestra a Dios cortando el cordn umbilical
con su hijo al ofrecrselo al mundo. O sea que, en este sentido, el ritual
de la comunin es bsicamente ertico. Despus de todo, qu es lo que
implica el acto de la comunin? Es el momento en que, simblicamente,
el creyente come el cuerpo y bebe la sangre de Cristo, en virtud de lo
cual participa en su pasin, su muerte y su redencin. Cristo muri por
nuestros pecados, y mediante la comunin morimos unificndonos con
l, comiendo su carne y bebiendo su sangre. Las sociedades ms primiti-
vas omiten este paso intermedio de comer la hostia y beber el vino, y en
lugar de ello, literalmente comen el cuerpo y beben la sangre. Me conta-
ron una historia que tiene relacin con esto. Una tribu, no s si de Ghana,
de Guinea o de dnde, se reuni y decidi enviar al joven ms inteligen-
te de su pueblo a estudiar a la Universidad de Oxford. All, el muchacho
se desempe muy bien y lleg a doctorarse en derecho. Cuando regres
a su pas, los miembros de su tribu lo pusieron en un caldero, lo cocina-
ron y cada uno comi un trocito de l. Pensaban que, al hacerlo, toda la
r.Qut'' c.v es(> (/( IIanuimos amor? zyxwvutsrqponmlkjihgfedcbaZYXWVUTSRQPONM

tribu tena la oportunidad de participar en ia educacin recibida por la


vctima del sacrificio.

* * *

Durante la pausa, muchos de los presentes habis venido a plantearme


preguntas muy interesantes. Lo nico que puedo decir es que ojal pu-
diera hablar doce horas diarias dei tema del amor, porque es tanto lo
que hay para decir que. por ms tiempo que tengamos, siempre me
quedo con la sensacin de que me dejo muchas cosas en el tintero, y
aunque mi espritu este dispuesto, me temo que mi cuerpo no podra
continuar. Como suele decirse, el espritu quiere, pero la carne es dbil.
Una cuestin que se plante haca referencia a lo que distingue el amor
de Tauro del amor de Escorpio. Arquetpicamente, para Tauro la otra
persona no existe en absoluto, o bien es un objeto que se equipara con
el placer. La razn de esto es que Tauro es un signo personal y todava
no ha llegado a diferenciar el yo de lo que no lo es. Tauro busca el pla-
cer por el placer mismo, y los dems estn ah para ayudarle a lograrlo.
Es una perspectiva muy diferente de la de Escorpio, que establece una
diferenciacin entre s mismo y los dems, y por consiguiente puede
ver al otro como a una persona, hombre o mujer, por derecho propio.
Para Escorpio, el placer no es solamente darse el gusto. Para este signo,
el contacto ertico implica encontrar maneras de dar placer a otra per-
sona. Escorpio se inspira y se estimula al incitar y despertar a otro ser.
Pero tambin podemos ver todo esto de una manera desconectada de la
sexualidad. Por ejemplo, la relacin entre un terapeuta y su cliente es
ertica en un sentido escorpiano, porque entre el sanador y ei sanado
se va dando una danza que no es del todo diferente de la que tiene lugar
entre el amante y el amado. Si la terapia funciona adecuadamente, el
eros se da tanto por parte del terapeuta como del cliente. Su intencin
no es ser una relacin jerrquica en la que el terapeuta funciona slo
como la fuente de poder, y el cliente nicamente como un receptor. Lo
mismo es vlido para la relacin entre maestro y estudiante. Aqu, yo
tambin quiero ser un receptor, y por eso he venido con mi antena,
o como queris llamarla. Dicho sea de paso, no es mi intencin juzgar
a Tauro cuando digo que usa como objeto a la otra persona. Esta es.
fundamentalmente, la manera de ser de Tauro, y no por eso se lo ha de
considerar bueno ni malo.
Otra cuestin que se plante durante la pausa se refera a la historia
1.16
ASTROLOGA DE LAS RELACIONES

de Persfone. Alguien me pregunt por qu terminaba volviendo con su


madre, aunque slo fuera durante seis meses al ao. Hay dos maneras de
encarar la cuestin. En primer lugar, cortar el cordn umbilical no signi-
fica dejar para siempre a nuestros padres, sin poder volver nunca ms
con ellos. Lo que esto sugiere es que, a fin de relacionarnos en un plano
de igualdad con nuestros padres, es decir, de mantener con ellos una re-
lacin de adulto a adulto, debemos habernos fortalecido mediante el pro-
ceso de abandonar el hogar paterno para establecer una relacin que tras-
cienda el mbito de la familia. Esto es una parte necesaria del viaje o la
bsqueda del hroe. Slo despus de haber cortado el cordn umbilical
podemos establecer una relacin de igualdad con nuestros padres. La
otra manera de considerar el vnculo entre Demter y Persfone es re-
cordar que al principio ambas estuvieron unificadas. En cierto sentido,
Demter y Persfone son dos fases de lo mismo. Originariamente son
una, luego se separan y slo despus de eso el ciclo se completa cuando
ambas vuelven a reunirse. Al principio formaban una unidad, pero en-
tonces Core emprende su heroico viaje al mundo subterrneo y se con-
vierte en Persfone, una mujer por derecho propio y ya no una doncella
casada con su madre. El viaje al mundo subterrneo confiere a Persfo-
ne un poder que le permite reunirse con su madre, pero de manera muy
diferente de antes.
Las sociedades primitivas trataban con el impulso ertico recurrien-
do a rituales religiosos y tribales cuya prctica ya no est tan difundida,
y que se basaban en la necesidad plutoniana de buscar la regeneracin
mediante la muerte y el renacimiento. O, para decirlo de otra manera, en
estos rituales estaba involucrado un proceso de catarsis, un acto de puri-
ficacin que sigue formando parte del cristianismo y tiene mucho que
ver con todo lo que significa Plutn. Es ms, a su manera, el contacto
sexual puede ser un ritual catrtico y purificador. Tambin el teatro y el
drama empezaron siendo rituales religiosos basados en los ritos de Dio-
nisos, otra figura que renaci tras haber realizado un viaje por el mundo
subterrneo. Aristteles escribi que la funcin del teatro consiste en zyxwvutsrqponmlkjihgfedcbaZYX
proporcionar catarsis y purificar. Observ que la catarsis se produce
cuando se tiene la experiencia de la compasin y el terror compartidos, y
que esto es vlido tanto para la tragedia como para la comedia. La nica
diferencia est en que la tragedia tiene un final desdichado y la comedia
un final feliz. Cuando alguien resbala al pisar una piel de pltano, nos
asustamos con esa persona y nos compadecemos de ella. Como es una
comedia, sabemos que no va a romperse la espalda ni a morirse del
1H zyxwvutsrqponmlkjihgfedcbaZYXWVUTSRQPONMLKJIHGFEDCA

Qu es eso que llamamos amor ? 1H l

golpe, y podemos rernos de su desdicha. La funcin de la catarsis es de


limpieza, y constituye un elemento bsico de los rituales religiosos y
de grupo. Yo creo que gran parte del trabajo plutoniano se ha de hacer
en grupo, y por eso en este seminario hemos establecido talleres para
trabajar en pequeos grupos. La purificacin y la catarsis no se dan por
lo comn slo en un nivel intelectual. Podrais preguntaros, con razn,
por qu los griegos iban tanto al teatro, si ya estaban familiarizados con
todas las obras y.sus argumentos. Se saban perfectamente cul era el
destino de Clitemnestra, Agamenn, Orestes o Edipo, y sin embargo
jams se cansaban de ver esas obras una y otra vez. En el teatro grie-
go, el pblico se identificaba con el ncleo arquetpico de aquellos
dramas y por eso podan participar, como grupo, en el proceso de depu-
racin y purificacin generado por la representacin de las obras.
Y esto nos conduce a plantearnos algo muy importante en relacin
con nuestra sociedad y con lo que ha hecho del drama: nos hemos olvi-
dado del papel que desempea la compasin y hemos empezado a enfa-
tizar, en cambio, el papel del terror. Hemos olvidado el elemento de
compasin para concentramos ms bien en el del horror, algo que proba-
blemente tenga mucho que ver con la forma en que vemos nuestro
mundo: un mundo en donde estamos perpetuamente al borde del desas-
tre nuclear, en el que por todas partes hay guerras y revoluciones. Los
poderes que mandan en Hollywood dan la impresin de pensar que lle-
var la escalada del terror al mximo posible es la nica manera de pro-
vocar una reaccin catrtica en el pblico, y as no queda mucho lugar
para la compasin. Es casi como si nos hubiramos olvidado de cmo
compadecernos. Hace muchos aos vi a Irene Pappas representar Las
troyanas, de Eurpides, en un teatro de Broadway. Fue una actuacin
asombrosa. Gran parte del pblico que va al teatro en Nueva York tiende
a abonarse; son personas, con frecuencia hombres de negocios y sus mu-
jeres, que vienen del condado de Wetchester y de Long Island porque
quieren apoyar a! teatro. Las troyanas es un argumento griego clsico.
Tras haber conquistado Troya, los griegos han matado a casi todos los
hombres y han dejado a Jas mujeres para que sobrevivan como puedan.
El nico superviviente varn es el nieto de Hcabe, la reina de Troya.
Como los griegos no quieren que haya ningn superviviente del linaje
real, arrebatan al beb de los brazos de su madre y lo arrojan por encima
de las murallas de Troya. Ya no quedan ms que mujeres abandonadas,
viudas y madres. Es una situacin muy arquetpica. Pensad simplemente
en lo que sucede en la guerra. Por lo general, las mujeres se quedan solas
164 ASTROLOGIA DB LAS RELACIONES

para llorar la muerte de sus maridos y sus hijos. A m me conmovi


mucho el coro dezyxwvutsrqponmlkjihgfedcbaZYXWVUTSRQPONMLKJIHGFEDCA
Las troyanas. En el drama griego, el coro representa al
espectador y asume el papel plutoniano de dolerse o regocijarse, es decir,
lo que siente el espectador al asistir a la representacin. El coro grita y a
todo el pblico se le ponen los pelos de punta. El coro habla directamen-
te con los espectadores, invitndolos a participar en la terrible historia
de esas mujeres que han sobrevivido a la muerte de sus hombres. Y esos
refinadsimos aficionados al teatro de Nueva York estaban ah sentados,
sollozando y gritando durante toda la representacin. Lo interesante es
que, una vez terminada la tragedia, uno realmente sala sintindose puri-
ficado por lo que haba visto y experimentado. A pesar de que es una
historia horrible, lo deja a uno con la sensacin de lo importante y mara-
villosa que es la condicin humana. Uno se siente renovado y purificado
por la tragedia, porque la representacin ha evocado los principios
arquetpicos de la compasin y el terror. Eso es el eras en su funcin
ms pura.
Aristteles seal otra funcin del eros relacionada con el hecho de
compartir la compasin y el terror. El filsofo crea que vinculaba a la
comunidad en una unidad al hacer que sus miembros participaran en
la misma tragedia o en el mismo ritual, En cierto sentido, esto es lo
mismo que se expresa mediante el ritual cristiano de la comunin,
cuyo mismo nombre sugiere la unin de la comunidad. Claro que no s
cuntas de las personas que participan en la comunin cristiana consi-
guen efectivamente sentir la compasin y el terror que ese ritual debera
evocar, pero estoy seguro de que esta fue originariamente la intencin
que o animaba. Tampoco s en qu medida hoy en da el teatro llega a
suscitar la compasin y el terror que en sus orgenes debi de evocar.
Sin compasin y sin terror, no hay comunin a nivel de grupo. Como
este mundo nuestro que llamamos civilizado ya no tiene acceso a esos
rituales en los que se da la representacin de lo ertico a nivel de grupo,
tal como suceda en las saturnales romanas o en las bacanales griegas,
estamos casi totalmente desconectados del eros. An podemos verlo en
parte en rituales como los funerales judos, donde la gente se desgarra
las vestiduras, se cubre la cabeza de ceniza y hace otras cosas por el esti-
lo, pero, en general, nuestra sociedad no est en contacto con el eros. Lo
que sucede, por lo tanto, es que su fuerza queda bloqueada o estreida, y
entonces empezamos a buscarlo en nuestras relaciones personales, por-
que no podemos encontrarlo en ningn otro aspecto de nuestra vida. De
modo que terminamos por asociar la compasin, el terror y la catarsis
Qu es eso que llamamos amor ?zyxwvutsrqponmlkjihgfedcbaZYXWVUTSRQPONMLK
1Hl

con nuestros amores. El eros queda totalmente encerrado, canalizado en


el estrecho espacio de las relaciones personales. Lo buscamos en la
unin ertica con un amante, basada en el placer sexual, y no hay rela-
cin que pueda soportar una presin semejante. Este desplazamiento del
eros explica por qu andamos por el mundo cargando con semejantes
expectativas de lo que es enamorarse y tener una relacin apasionante.
Nos parece que deberamos conocer a alguien y sentir que la tierra tiem-
bla, verdad? Quiero decir que basta con leer el material trrido y dra-
mtico de las novelas o las revistas romnticas: El conde de Oxford
entra en la habitacin y el corazn de la herona aletea como un pjaro
prisionero en su pecho, y ella siente que el suelo se le hunde bajo los
pies cuando levanta los ojos y se encuentra con la mirada de l, firme,
apasionada y viril. Este es el tipo de cosa que se vende.

Oyente: Me parece que lo que dices es que al no tener los rituales de


grupo adecuados para evocar el eros, tenemos que buscarlo en las rela-
ciones personales; pero, eso significa tambin que es imposible experi-
mentarlo de un modo continuado en una relacin de persona apersona?

Richard: S, creo que la gente intenta hallar el eros en las relaciones per-
sonales ntimas, y que as es muy difcil experimentarlo con continui-
dad. Lo que sucede es que se desgasta en una relacin apasionada, y en-
tonces vamos en busca de otra relacin, de un amante mejor con el que
podamos reanudar la vivencia del eros. Asociamos demasiado el eros
con el enamoramiento..., ya sabis, el pequeo Cupido lanza la flecha y
uno exclama: Oh, es ella, ah est mi anima, la mujer de mis sueos.
Y sin embargo, tras eso generalmente volvemos a la relacin vertical y
esttica entre el padre o la madre y el nio. Un hombre puede pensar que
se est casando con su amante, cuando en realidad se est casando con
su madre. Se habla muchsimo de cmo mantener vivo el romance en el
matrimonio. Hay quien dice que una mujer casada debe seguir tratando
de mostrarse atractiva y seductora para mantener vivo el inters de su
marido. Otros quiz piensen que leerse el Kama Sutra y practicar las
posturas que sugiere (en el estilo de Hoy podramos probar la 17b) es
la manera de mantener vivo el eros en el matrimonio. Y hay quien se
imagina que si su mujer estuviera ms delgada o su marido fuera ms
carioso, o si pudiera expresar ms fcilmente sus necesidades sexuales,
podra vivir en un estado permanente de xtasis ertico. Si estos intentos
fallan, la relacin se rompe, y uno necesita entregarse a la bsqueda de
166 ASTROLOGIA DB LAS RELACIONES

un nuevo amante que sea capaz de invocar en su interior el misterio del zyxwvutsrqponmlkjihgfedcbaZY
eros. Incluso puede suceder que tenga xito y encuentre, efectivamente,
a alguien que durante un breve tiempo lo consiga, pero, por desgracia, es
un hecho que la familiaridad apaga el fuego ertico. Es verdad que cuan-
do te enamoras de alguien, puedes sentir que la tierra se estremece y
tiembla, y eso es fascinante. Ah est tu amada, temblorosa, con los la-
bios hmedos, estremecindose, deshecha, sin poder siquiera comer, y te
sentirs incluso compadecido de ella. Pero esta situacin no se puede
mantener en una relacin amorosa a largo plazo, porque el eros se nutre
del misterio, de lo desconocido. Eros es el dios del mundo subterrneo
que mora en el mbito de lo invisible. Slo por mediacin de la oscuri-
dad y el misterio, hundindose a plomo en lo desconocido, puede darse
lo ertico. Uno trata de mantener cierto misterio en su matrimonio, pero
eso es ms fcil decirlo que hacerlo. Antes, a nadie se le ocurra pensar
que su cnyuge fuera su mejor amigo. Pero ahora, esperamos que nues-
tra pareja no slo se haga cargo de la epithemia, sino que adems sea
nuestro mejor amigo o nuestra mejor amiga, el ser amado en el sentido
de la philia. Y para coronarlo todo, tambin ha de ser quien perpetua-
mente despierte nuestro inters romntico, quien siempre nos haga tem-
blar y estremecemos y, en la medida en que haga todo eso, conserve viva
en nosotros la atraccin ertica. Cmo se puede mantener vivo el mis-
terio con alguien que es tu mejor amigo? Realmente, es demasiado.
Finalmente, se supone que adems de la epithemia, la philia y el
eros, t y tu pareja habis de compartir el agape, que es una clase de
amor tierno, divino y desapegado del que hablar extensamente ms ade-
lante. Aplicado al matrimonio, el agape os pide algo realmente difcil:
que tengis una relacin abierta, que vuestra pareja debe amaros lo sufi-
ciente para dejaros tener relaciones con otras personas, y arreglrselas
para no sentir celos. Pero, cmo podemos erotizamos si no nos pone-
mos celosos? Veis a qu me refiero? El hecho es que estamos pidiendo
demasiado de una nica relacin. Al incluir el agape, el deseo de conec-
tarse con lo divino por mediacin de una pareja, hemos impuesto a la si-
tuacin conyugal cuatro variantes diferentes del amor, y no creo que nin-
gn matrimonio pueda cargar con semejante peso.
Hay tambin algo bsicamente trgico en las relaciones plutonianas
o erticas, por la sencilla razn de que no se puede vivir perpetuamente
en xtasis. Por eso Romeo y Julieta tuvieron que morir jvenes. Os po-
dis imaginar a esta pareja como un matrimonio mayor con una docena
de bambinil A Julieta se le han ensanchado un poco las caderas y
1H l
Qu es eso que llamamos amor ? zyxwvutsrqponmlkjihgfedcbaZYXWVUTSRQPONM

Romeo anda persiguiendo a chicas jvenes, y cuando llega a casa, antes


de tirarle una sartn a la cabeza, ella lo saluda dicindole: h! Te pasa
algo?. Con esto quiero decir que en el eros siempre est implcita la
muerte, y que el dolor es inherente a toda relacin ertica.
Una interaccin similar se da entre el terapeuta y su cliente. El tera-
peuta invita al cliente a ir ms all de su trasfondo bsico. Le ofrece su
ayuda para dar este paso, pero darlo es como morder la manzana: una
vez que lo has. hecho te resultar muy difcil volver a ser como eras, ser
muy duro regresar otra vez a casa. Estas son cosas que slo pueden su-
ceder cuando hay un vnculo ertico entre terapeuta y cliente. Y en este
caso, al hablar de ertico no me refiero a nada explcitamente sexual.
El terapeuta debe convocar el poder de Plutn para ayudar a su cliente a
romper los resistentes vnculos que lo atan a sus mitos familiares y a su
pasado, permitindole as que siga avanzando. El terapeuta es como Vir-
gilio, que gui a Dante hasta el noveno abismo del infierno. Y si recor-
dis el relato, el descenso al infierno era tan doloroso para el gua como
para la persona a quien guiaba. El terapeuta que no comparte o no quiere
compartir ese viaje tiene miedo de invocar a Eros, y eso significa que no
est en contacto consigo mismo. Slo los que saben en carne propia lo
que es estar herido y daado pueden guiar a otra persona en su descenso
a las profundidades..., y esto nos lleva al concepto del sanador herido.
Dante escogi a Virgilio como su gua en el descenso a los infiernos por-
que a Virgilio se lo conoca como el poeta del corazn roto.
Si vuestro deseo es guiar a otras personas por lugares sombros,
primero deberis tener el corazn roto. Esto, y no otra cosa, es el eros\
esto es lo que nos ensea. Cul es el smbolo de las tarjetas de San
Valentn? Pues el corazn rolo, el corazn que ha sido atravesado por
las flechas de Eros. Cuando estuve en Sudfrica me contaron algo inte-
resante relacionado con esto, una historia sobre los rituales del cortejo
entre los bosquimanos que viven en el desierto de Kalahari. Cuando un
bosquimano ve a una mujer y desea cortejarla, le dispara una minscu-
la flecha en el trasero. Si ella no se la quita, significa que lo acepta. Si
se la quita y la tira a) suelo, es expresin de rechazo. De manera que
aqu vemos el amor y el cortejo simbolizados, muy al pie de la letra,
por el dolor y la herida de una flecha. Eros atraviesa el corazn. Tam-
bin podemos ver este smbolo en la iconografa cristiana, cuando a
Jess y a veces a Mara se los representa con el corazn herido y san-
grante. El cristianismo ha adoptado estas antiguas estructuras, aunque
en ocasiones tambin las ha deformado.
1.16
ASTROLOGA DE LAS RELACIONES

Cmo vuela el tiempo! An me queda mucho por decir, pero qui-


siera saber si tenis algo que preguntarme. zyxwvutsrqponmlkjihgfedcbaZYXWVUTSRQPONMLKJIHGFEDC

Oyente: Crees que la imagen del corazn sangrante es una especie de


proyeccin cultural?

Richard: S. se la podra ver como una proyeccin neptuniana. Jess es


muy neptuniano al predicar la compasin y el hecho de ofrecer la otra
mejilla. Quizs el corazn sangrante sea una manera de curtirnos o en-
durecernos, de equilibrar el exceso de compasin o de blandura.

Oyente: Si todos tenemos que pasar por perodos de muerle y renaci-


miento, no ser que nos pasamos gran parte del tiempo cortejando
a Eros?

Richard: S, es verdad que pasamos por perodos de muerte para renacer


de nuevo, pero tambin es cierto que a la mayora no nos gusta nada la
idea de la muerte, en la forma que sea. A casi todos nos aterroriza, y
la mayora queremos que todas las cosas sean bsicas y fciles. Quere-
mos nadar y guardar la ropa. Vivimos en una sociedad que no nos ofrece
suficientes canalizaciones para el eros. As como el cristianismo convir-
ti a Afrodita en una pecadora, una prostituta, a Plutn lo transform en
Satn. A los griegos jams se les habra ocurrido ver al dios del mundo
subterrneo como una figura satnica. Pero la cultura judeocristiana con-
virti tanto a Afrodita como a Plutn en parias. Por eso, cuando hablo
del eje Tauro-Escorpio lo llamo el eje oscuro. Para nosotros es muy
difcil integrar este eje en nuestra vida de manera positiva. Lo que quie-
ro subrayar ahora son los riesgos y dificultades con que tropezamos al
tratar de encontrar todos los tipos y niveles diferentes de amor en una
sola relacin. Algunas personas se casan porque tienen una necesidad
muy fuerte de acariciar y ser acariciadas; en otras palabras, el matrimo-
nio debe cargar con el poder de la epithemia. Y esto me recuerda algo.
Tengo un primo ms o menos de mi edad, y cuando contbamos vein-
tin aos, dijo que se iba a buscar una esposa. Cuando le pregunt poi-
qu, me respondi que la necesitaba porque viva en una excitacin se-
xual permanente y estaba cansado de tener que salir todos Los sbados
por la noche a buscar, en los bares de solteros, a alguna mujer para acos-
tarse con ella. Como se senta solo y Je gustaba dormir con alguien, pen-
saba que era el momento de casarse. En menos de una semana, encontr
Qu es eso que llamamos amor ?zyxwvutsrqponmlkjihgfedcbaZYXWVUTSRQPONML
1Hl

a una chica que tena inclinaciones semejantes a las suyas y, tras un ao


de noviazgo, como se estilaba entonces, se casaron y todava siguen jun-
tos. No estoy diciendo que su matrimonio sea bueno ni malo, sino que
hay mucha gente que se casa por las mismas razones que mi primo, para
aliviar su soledad y contar con alguien a quien puedan tocar, abrazar,
acariciar y tener al lado cuando duermen.
As como podramos casarnos para obtener la epithemia, tambin
podramos hacerlo teniendo como meta el eros. Como nuestra sociedad
supuestamente civilizada nos ofrece muy pocos canales para la satisfac-
cin ertica, buscamos una pareja matrimonial que satisfaga esa necesi-
dad. Y tambin buscamos una pareja matrimonial de quien podamos ser
amigos, y que sea igualmente una especie de ser divino que nos redima.
De modo que ya veis que el matrimonio es realmente un tema muy car-
gado. Tenemos la esperanza de llegar a conocer todas esas formas dife-
rentes de amor por medio del matrimonio, pero en realidad es imposible
que una sola persona pueda estar a la altura de semejante variedad de
exigencias, y por eso tanta gente termina decepcionada. Entonces, o bien
rompen la relacin para buscar a alguien que satisfaga mejor sus necesi-
dades y fantasas, o constantemente tratan de conseguir que su pareja
cambie; que adelgace o que engorde, que sea ms fuerte o ms indepen-
diente, que demuestre ms pasin o que sea menos exigente, que les aca-
ricie ms o que no lo haga tanto, etc. Creen que si pudiera transformarse
mgicamente, entonces sera ms capaz de satisfacer sus deseos.

Oyente: Lo que ests diciendo es que los griegos tenan formas de cana-
lizacin que permitan a la gente experimentar el eros, entre ellas la ca-
tarsis compartida por el pblico que asista a la representacin de una
tragedia. Y adems, dices que como nosotros no tenemos esas formas de
canalizacin en nuestra sociedad, buscamos el eros en una relacin o in-
tentamos arrebatarle toda esa energa a una sola persona. Yo todava no
estoy seguro de por qu al eros se lo elabora mejor mediante una expe-
riencia de grupo.

Richard: El eros, la energa ctnica del mundo subterrneo, es tan po-


tente que muy fcilmente puede hacerte saltar un fusible. Una energa
tan poderosa es muy difcil de contener en el seno de una relacin perso-
nal, y esto es algo que no debera sorprender a nadie que alguna vez haya
tenido una relacin realmente ertica, tan intensa que puede llegar a que-
marte. Para la energa del eros, la mejor toma de tierra es experimentarla
1.16
ASTROLOGA DE LAS RELACIONES

en un grupo o rodeado por varias personas. Cosas como la msica, la


danza, el canto y el ritual ayudan tambin a conectar con la tierra y dis-
persar ese intenso poder. Lo nico que puedo decir es que la energa del zyxwvutsrqponmlkjihgfedcbaZYXW
eros es demasiada para una relacin de persona a persona. Incluso den-
tro de la situacin teraputica implica graves riesgos, y por eso sta
tiende a ser muy estructurada, porque esa estructura es necesaria. El
terapeuta necesita ser muy consciente de los tipos de transferencia y con-
tratransferencia que se evocan por medio del proceso de sanacin erti-
ca constituido por la terapia o el psicoanlisis.

Oyente: Un buen partido de ftbol, podra servir como una forma de


canalizar y concentrar el eros?

Richard: Bueno, s; sin duda en los que comparten la experiencia de pre-


senciar un partido interesante se da en cierta medida una catarsis, pero
yo hablara ms bien de una vivencia marciana indirecta, ya que no im-
plica en la medida suficiente ni la compasin ni el terror que van asocia-
dos con Piutn. Pienso que una corrida de toros se acerca ms a un
enfrentamiento con Piutn. Recordad que las corridas de toros se origi-
naron en la antigua danza cretense del toro, un smbolo de muerte y
transformacin. En este sentido, una corrida es mucho ms realista y sa-
tisfactoria que un partido de ftbol. Creo que quiz la razn de la violen-
cia en los partidos de ftbol no tenga otro origen que la pura frustracin:
las multitudes acuden en busca de una especie de catarsis piutoniana,
pero como no hay ni terror ni compasin, tienen que conformarse con
Marte.

Oyente: Pero, Richard, seguro que hay algunos matrimonios excelentes


y estables en donde se d tambin la vivencia de la compasin y el
terror.

Richard: T conoces alguno?

Oyente: Estoy pensando en matrimonios en los que las dos personas se


permiten cambiar y crecer. Se debe de sentir mucha ansiedad y mucho
miedo ante la incertidumbre de si la relacin podr sobrevivir a tales
cambios o si uno cambiar y dejar de querer a su pareja, o viceversa.
Me parece que de hecho una relacin estable o un matrimonio incluye
esas cuatro clases diferentes de amor, pero que se las experimenta en
Qu es eso que llamamos amor ?zyxwvutsrqponmlkjihgfedcbaZYXWVUTSRQPONM
1H l

distintas etapas o fases de la relacin, es decir, en un perodo se vive in-


tensamente la epithernia, en otro laphilia, en otro el eros... No ser este
tipo de cambios lo que mantiene el misterio y el inters?

Richard: S, supongo que eso puede suceder, pero lo que has dicho me
trae a la memoria el adagio segn el cual la esperanza es lo ltimo que
se pierde. Lo siento, pero casi todos creemos todava que en alguna
parte existe esa persona especial y nica que ser todo lo que necesite-
mos. Ya sabis a qu me refiero: la idea de que una vez en la vida, o
quiz dos si la primera no acaba de funcionar, encontraremos a esa per-
sona, que nos cambiar para siempre, y el romance tendr un final de
cuento de hadas, es decir que viviremos eternamente felices, o por lo
menos juntos. De acuerdo, podra suceder. Pero lo que quiero sealar es
que es muy difcil. Para que eso ocurra, hacen falta dos personas que
hayan pasado por el proceso de individuacin y que, en un nivel u otro,
estn en contacto con todas las diferentes formas de amor de las que
hemos hablado. Hacen falta dos personas que vivan como adultos,
que en alguna medida hayan cortado el cordn umbilical o estn canali-
zando parcialmente la intensidad del eros en su trabajo o en una activi-
dad creativa, o que tengan fuera del matrimonio amigos que se hagan
cargo de la philia, y tambin necesitaran estar en contacto con la
epit hernia en la medida necesaria para canalizarla hacia el cuidado del
propio cuerpo. No conozco a muchas personas as, pero estoy de acuer-
do contigo, porque no quiero renunciar a la esperanza. De hecho, en
cierto sentido, s quisiera renunciar a la esperanza, porque, como dice
M. Scott Peck en Un camino sin huella, para amar de verdad tenemos
que desenamorarnos. Permitidme decir, parafraseando su expresin,
que para enamorarnos tenemos que desenamorarnos del amor. Y eso es
precisamente lo que os animo a hacer. No os estoy diciendo que las re-
laciones sean algo imposible ni que jams tengis otra en la vida. Sim-
plemente os aconsejo que, en vez de hacerlo a ciegas, os aventuris en
este mbito con los ojos abiertos.
Me gustara dedicar algn tiempo ms a hablar del agape. A estas
alturas ya debis de haberos dado cuenta de que es un concepto que yo
asocio con Acuario y Urano. Creo que la importancia arquetpica y mi-
tolgica del signo de Acuario ha sido muy mal entendida. Para los grie-
gos, agape significaba literalmente el amor de dios por el hombre.
Ahora bien, si nos fijamos en cmo amaban los dioses griegos a los sim-
ples mortales, veris que no era en modo alguno un amor asexual. Pero
1.16
ASTROLOGA DE LAS RELACIONES

s era un amor sexualzyxwvutsrqponmlkjihgfedcbaZYXWVUTSRQPONMLKJIHGFEDCA


desapegado; los dioses y las diosas jams se casa-
ban ni establecan relaciones permanentes con un mortal. Pero llegaron
los cristianos y desvirtuaron el agape ms o menos de la misma manera
que desvirtuaron la epithemia, la philia y el eros, ponindolos todos
patas arriba. Ahora, cuando hablamos de agape en el sentido cristiano
del trmino (o de caritas, que es lo mismo en latn), vemos el amor
de Dios por los seres humanos como un amor asexual. Despus de todo,
Dios no tiene esposa, y Yahv era soltero; la nica mujer en su vida fue
la Virgen Mara, quien concibi de un modo inmaculado, lo cual signifi-
ca que jams la toc siquiera. Es ms, a todo lo que fuera sexual y tctil
se lo consideraba tan malo que incluso a la madre de la Virgen se la vio
como santa y virtuosa, con lo cual el concepto de la inmaculada concep-
cin se hizo extensivo a la generacin anterior. Es decir que para la tra-
dicin judeocristiana nada que sea sexual forma parte de la condicin di-
vina, sino que es algo aparte, algo que, por cierto, es el resultado de la
labor de Satn y de la cada de Eva. Es decir que en el cristianismo tene-
mos la idea de que la condicin divina es asexual, mientras que los grie-
gos dejaban en ella margen para la sexualidad. En la mitologa griega,
los dioses tenan contacto sexual con los mortales a fin de brindarles al-
guna especie de don o de despertar, como poda ser una lluvia de oro. Y
con frecuencia, el resultado del contacto sexual de un dios o de una diosa
con un mortal era el nacimiento de un hroe o de una herona.
El agape no es una forma de amor asexual, ni Acuario es un signo
asexual. Acuario lleva consigo todo lo que se ha aprendido gracias a la
epithemia, la philia y el eros, pero va un paso ms all al incorporar y
asumir el sentimiento de amar lo suficiente a otra persona para dejar que
sea quien es. A eso me refiero al hablar de un amor desapegado. Es el
amor que siente el que promueve el despertar por aquel que despierta. El
agape, o amor acuariano, es uraniano, introduce en la relacin ese deste-
llo del despertar y de la toma de conciencia que hace trizas al yo y lo
desintegra. A su manera, puede ser tan doloroso como el amor ertico
y plutoniano, porque, al desintegrarte, hace que tomes conciencia de
verdades referentes a ti mismo de las que no habas tenido ni el menor
atisbo. Para m, Acuario no es el signo de los amigos. Si habis conoci-
do de verdad a algunos acuarianos, habris observado que son superfi-
cialmente sociales, saben jugar a los juegos de sociedad. El ms aficio-
nado a las fiestas es Libra, un signo mucho ms social que Acuario, cuyo
sentimiento es ms bien ste: Prefiero estar solo o comprometido con
la comunidad mundial en su totalidad, en lugar de enredarme en for-
r

Qu es eso que llamamos amor ? 1H l zyxwvutsrqponmlkjihgfedcbaZYX

mas de relacin que no son ms que chachara superficial entre dos


personas. Como acabo de decir, Acuario representa el agape, esa forma
de relacin desapegada que existe entre el que despierta y quien lo des-
pierta. El agape es una forma de amor que dice: Te amo ms cuando
eres quien eres, incluso si eso significa que tengas que dejarme. EJ eras
no podra soportar esta sinceridad, y por eso el agape est un paso
ms all del eras. Para que un terapeuta deje ir a un cliente, debe ser
capaz de experimentar el sentimiento del agape en relacin con su clien-
te. La mejor expresin de mi amor es liberarte, dice el agape, y hay
por ah terapeutas que no pueden hacerlo: Tienes que seguir viniendo
aunque ya lleves veinticinco aos de terapia, porque todava estamos
trabajando con material muy oscuro y profundo. El eras puede trans-
formarse en una relacin para toda la vida si es capaz de alcanzar el
nivel del agape, una forma de amor ms area que el eros, que est
hecho de agua. Te amo lo suficiente para proporcionarte espacio y
distancia, dice el agape. Pero la cuestin es si la distancia no implica
romper completamente la relacin. Parece como si esto les sucediera
hoy, en nuestra cultura, a la mayora de las personas: creen que cuando
en un matrimonio empieza a haber distancia, eso significa el final de
la relacin conyugal. Qu ha sucedido con e! fogoso perodo de cor-
tejo de la phitia'l Adonde se ha ido la poderosa conexin emocional y
sexual del eros'? Una vez desaparecidos estos dos elementos, parece
como si la relacin hubiera terminado. La relacin verdaderamente
perdurable debe incluir el agape, es decir, el amor desapegado. Pero
esto no quiere decir que la relacin no haya de ser sexual. El agape sig-
nifica amar lo suficiente a la otra persona para dejar que sea, de forma
ms plena y completa, quien realmente es. Y de hecho, cuanto ms
plena y completamente sea ella misma, mayor ser nuestro amor por
ella, porque as tambin nosotros podremos ser ms plena y completa-
mente quienes somos. Veis qu diferente es esto de la philia La philia
dice: T debes ser mi hroe o mi herona, debes ser ese hermoso dolo
all instalado, esa visin arquetpica de lo ms recndito de mi corazn,
y jams debes caerte de ese pedestal porque hacerlo sera destruir a ima-
gen que yo tengo de quin soy yo y de quin eres t. De modo que
Acuario es sexual, pero sigue siendo desapegado.
Acuario y el agape son muy diferentes del eros, que es posesivo por
naturaleza, porque su empeo est siempre puesto en mantener los senti-
mientos de xtasis con l asociados. La epithemia es posesiva de la
misma forma en que un perro lo es con su hueso, o como un nio lo es
1

174 ASTROLOOA DE LAS RELACIONES

con su madre. Un beb no ama a su madre porque sea una persona vir-
tuosa, bien educada, simptica y comprensiva. Le gusta su madre por-
que significa tibieza, leche, alguien que lo tiene en brazos y lo mima, y
seguridad. Estas son las razones por las que un beb ama a su madre. El
amor del beb por su madre es lazyxwvutsrqponmlkjihgfedcbaZYXWVUTSRQPONMLKJIHGFEDCA
epithemia en su versin ms pura y
sincera, y es algo bueno y que est bien. Toda relacin incluye en mayor
o menor grado la epithemia. Habis odo hablar de las feromonas? Son
hormonas sexuales que todos segregamos y que se distinguen por su
olor. Los animales descubren mediante el olfato por quin se sienten
atrados, y de hecho los humanos tambin, pero hoy en da el problema
reside en los desodorantes, perfumes y lociones para despus del afeita-
do que los anuncios nos instan a usar y que ocultan y disimulan el olor
de las feromonas. Lo que quiero decir es que tambin nosotros descu-
briramos por el olfato quin es la persona que nos atrae si los fabrican-
tes de perfumes y cosmticos no se hubieran esforzado tanto por con-
vencernos de que ellos saben mejor cmo debemos oler. El olfato es el
sentido primario que yo asocio con Tauro y con la epithemia. Las perso-
nas por quienes nos sentimos atrados son aquellas cuyo olor nos gusta.
El olfato es uno de los puntos de contacto originarios. Cuando estamos
sexualmente excitados, desprendemos un olor muy fuerte, pero despus
de habernos puesto el desodorante, ese olor natural queda desterrado. O
sea, que nuestra herencia cultural nos dice que la gente no debe oler a
gente, en especial no debe oler a gente sexualmente excitada.
Tengo que decir algunas cosas ms sobre el agape. La imagen aso-
ciada con Acuario es el aguador, un dios que vierte agua u otra sustancia
lquida de una vasija. La vasija y su contenido representan el amor como
un don de los dioses. El agape nos despierta y nos libera al mismo tiem-
po, y por eso considero que Acuario es el signo que simboliza el arque-
tipo del Santo Grial; ms especficamente, del Grial vertido. Los hroes
y heronas, y tanto da que nos estemos refiriendo a Parsifal como
a Jess, tras culminar su viaje heroico, regresan trayendo los dones de
la verdad, la libertad, la iluminacin, la purificacin y la redencin, para
compartirlos con la humanidad. El hroe parte en un viaje o se somete a
una prueba, pero luego regresa para compartir lo que ha aprendido o lo
que ha obtenido de su experiencia. El agape nos impulsa a convertir en
una ofrenda de amor lo que hemos aprendido en el transcurso de nuestro
viaje individual y mediante nuestro sufrimiento. Leo, la philia y el Sol
representan al hroe que se vuelve consciente de su carcter divino y se
embarca en un viaje hacia la redencin; pero este viaje no se completa
Qu es eso que llamamos amor ?zyxwvutsrqponmlkjihgfedcbaZYXWVUTSRQPONMLK
1H l

mientras no regrese de l con algo valioso y se lo ofrezca a todos para


que lo compartan. Repito que el agape no es asexual; puede ser sexual,
pero de una manera desapegada. Creo que ya he dicho lo que quera. De-
diquemos ahora algn tiempo a las preguntas.

Oyente: Me parece interesante que asocies la idea griega de las cuatro


clases de amor con los cuatro signos fijos.

Richard: S, y la razn es que los signos fijos son signos de manifesta-


cin. Se concentran en algo que se inicia en un signo cardinal y que cam-
biar y se transformar en otra cosa, en un signo mutable.

Oyente: La forma sexual del agape, contiene el elemento de dolor que


va asociado con el amor ertico?

Richard: Si ambos miembros de la pareja estn en contacto con l, el


agape no debera generar dolor, tericamente por lo menos. Pero s
puede ser doloroso. Esto me recuerda que Grnewald pint un trptico
de la Anunciacin, es decir, la escena en que el ngel desciende a la Tie-
rra para decirle a la Virgen Mara que va a tener un hijo, y que ser el
hijo de Dios. Este fue un tema muy popular entre los artistas del Renaci-
miento. Normalmente, en estos cuadros el ngel est de pie, dndole la
buena noticia a Mara, pero en la versin de Grnewald el arcngel Ga-
briel est mirndola de una manera muy semejante a como Lucifer mira-
ba a Eva. De hecho, el ngel le est diciendo: Esto os cambiar la vida
para siempre, seora. Es un don de Dios, pero no os resultar fcil so-
brellevarlo. Urano puede tener sobre nosotros un efecto Humpty-
Dumpty; nos da un golpecito y nos caemos del muro. El don de Dios
transformar a Mara, pero es una espada de doble filo. Dicho sea de
paso, la Virgen Mara que pinta Grnewald es bastante apetitosa: volup-
tuosa y de pecho generoso, viste una tnica de escote tan bajo que sus
senos casi se salen de ella. No es para nada la imagen de esa criatura es-
trecha, delgada y con cierto aspecto de lombriz que se estilaba en las
versiones medievales de la Virgen Mara. En el cuadro de Grnewald
se puede ver muy bien por qu le gustaba a Dios! Est sentada ante su
tocador con un espejo en la mano, como buena hija de Afrodita, volvin-
dose para mirar por encima del hombro a ese ngel de la Anunciacin
que mgicamente se manifiesta en su tocador, y su reaccin es tender la
mano en un ademn que sugiere que est ms bien alarmada por el lo en
1.16
ASTROLOGA DE LAS RELACIONES

que se ha metido. Mara, lazyxwvutsrqponmlkjihgfedcbaZYXWVUTSRQPONMLKJIHGFEDCA


Moler Doloroso, la madre perpetuamente su-
friente, padeci muchsimo a causa de ese ambiguo don que le otorg
Dios. O sea que s, el agape puede tener matices dolorosos. Y deberais
recordar que ninguna relacin es de una sola manera, de modo que en la
vuestra podra haber algo de agape mezclado con algo de eras, y esta l-
tima parte explica los celos que podis sentir. En realidad, muchas per-
sonas no se dan cuenta de que estn enamoradas mientras no sienten
celos, lo cual significa que han definido el amor en funcin del eros, y
cuando ya no sienten celos, dan por sentado que la relacin debe de ha-
berse terminado. Pero quiz no; tal vez eso significa que han pasado a la
fase del agape.

Oyente: Antes has dicho que como mejor se tiene la vivencia del eros es
por medio de un grupo de personas para conectar a tierra esa podero-
sa energa. Yo creo que el grupo sirve tambin para encender la chispa
del eros.

Richard: S, es verdad, y me alegro de que hayas sacado este tema. La


razn de que necesitemos a un grupo de personas es que para evocar
algo de ndole plutoniana se precisa una masa crtica de energa. Supon-
go que puede haber una masa crtica de dos personas, y en algunos
casos, de slo una. Estoy pensando en Miguel ngel, que deca que la
razn que lo llevaba a esculpir era liberar la forma oculta en el interior
de la piedra, y desde luego esto implica un eros en activo. O sea que
puede darse una relacin ertica entre el creador y sus creaciones. Nor-
malmente, sin embargo, es necesaria una cierta cantidad de gente para
estimular en su plenitud la energa de Plutn y del eros. Lo podis ver
ahora mismo, en esta habitacin; en este grupo se siente el chisporroteo
del eros. Y eso se puede percibir tambin en las escenas en que intervie-
ne una muchedumbre, o cuando el pnico se apodera de una multitud. El
teatro exige un pblico. Habis ido alguna vez al cine cuando no haba
ms de tres o cuatro personas? Quiz la pelcula fuera muy emocionan-
te, pero seguro que encontrasteis a faltar algo. Si veis la misma pelcula
rodeados de un montn de gente, la vivencia ser mucho ms intensa.
Podis contar con toda seguridad con que una multitud se entusiasme y
se movilice, pero no siempre se puede contar con que eso suceda en una
situacin de persona a persona. Otra cosa que quera sealar, ya que ha-
blamos del eros, es que el amor romntico es muy frecuentemente un
amor prohibido. Romeo y Julieta no llegaron a pasar demasiado tiempo
Qu es eso que llamamos amor ?zyxwvutsrqponmlkjihgfedcbaZYXWVUTSRQPONMLKJ
1H l

juntos. El eras se nutre del tab, de lo prohibido. Si puedo estar contigo


en cualquier momento, el xtasis del encuentro y el dolor de la separa-
cin se pierden. El concepto del amor romntico floreci en la poca
medieval, pero era un romance basado en la frustracin.

Oyente: Puedes decir algo sobre el papel del agape en la situacin tera-
putica?

Richard: Los terapeutas pueden establecer una contratransferencia fuer-


temente ertica con sus clientes, pero es de esperar que dispongan del
agape necesario para amar a sus clientes sin querer retenerlos. El tera-
peuta debe tener conciencia de la energa ertica que se da entre el sana-
dor y el paciente, y es responsabilidad suya asegurarse de que la situa-
cin est siempre bajo el control del agape. Si no fuera as, podra
quedar atrapado en una contratransferencia ertica que no hara ms que
obstaculizar el proceso teraputico.

* * *

Vamos a completar ahora nuestro anlisis de los cuatro tipos de amor: la


epithemia de Tauro, laphilia de Leo, el eros de Escorpio y el agape de
Acuario. S que es bastante doloroso comprender y aceptar el hecho
de que no vamos a satisfacer continuamente todos estos niveles del amor
con la misma persona, y sin embargo, tengo que deciros que es as. Sole-
mos pensar que si encontrramos a la persona adecuada, o si pudiramos
llegar a ser ms evolucionados, o nos las arreglramos para resolver
todos nuestros problemas, podramos tener, simultneamente y con la
misma persona, la vivencia de todos los niveles del amor. Lo siento, pero
no creo que eso sea posible, aunque s pienso que la nica manera de
que algo as pueda llegar a suceder sera renunciando a la idea de seme-
jante posibilidad. Como dije antes, para encontrar el amor hay que dese-
namorarse de l, y eso significa renunciar a la expectativa de que para
nosotros habr, all donde termina el arco iris, una especie de olla llena
de oro, muy especial. Con frecuencia, al estar tan embobados con los
ideales romnticos de cmo debera ser una relacin, nos perdemos la
belleza y las oportunidades que tenemos ante nuestras propias narices.
Es posible tener la vivencia de todas estas formas del amor, pero no todo
el tiempo ni con la misma persona. O quiz podamos lograrlo con la
misma persona, pero no todo el tiempo. Si realmente estamos en medio
1.16
ASTROLOGA D E LAS RELACIONES

de un proceso, si vamos creciendo y evolucionando, debemos esperar y


aceptar que ei cambio forme parte de la vida.
El problema de Demter era que no poda aceptar el cambio, y por
eso tuvo que perder a su hija. Y segn cmo se mire, ese fue tambin el
problema de Yahv en el Antiguo Testamento. Cre a Adn y Eva con la
esperanza de que vivieran eternamente felices en el Jardn del Edn, pero
a ellos esto no les dejaba mucho margen para crecer y cambiar. Una re-
lacin puede iniciarse teniendo como tnica lazyxwvutsrqponmlkjihgfedcbaZYXWVUTSRQPONMLKJIHGF
philia, pero la idealiza-
cin recproca no puede durar para siempre. Lo que quiero decir es que
las relaciones van pasando por distintas fases, y que debemos respetar la
fase que en cada momento domine. Una relacin que se inicia en un
clima muy ertico puede cambiar de rostro para convertirse en otra ba-
sada ms bien en el agape, en esa forma de amor que se brinda con la
mano abierta, sin celos y sin nimo posesivo. Siempre he pensado que el
smbolo de Escorpio, el signo del amor ertico, se parece a una montaa
rusa, con sus cumbres y sus valles, llena de altibajos. Cuando el eros
abandona una relacin, jams deberamos tratar de recuperarlo de un
modo artificial ni por la fuerza. Paradjicamente, la nica forma de re-
cuperar el eros es renunciar al deseo predominante de tenerlo en nuestra
relacin principal. Si estamos llevando una vida de relativa autorrealiza-
cin, tendremos un trabajo que nos interesa, otras relaciones significati-
vas e importantes con la familia y con los amigos, una aficin que nos
fascine u otra manera de canalizar nuestra creatividad, y tambin alguna
forma de vida espiritual. Quien posea todo esto no tendr que empearse
en satisfacer todas sus necesidades por mediacin de una sola persona
nica y especial, una persona que, desde luego, no imponga a la relacin
demasiadas exigencias y deje a la otra en libertad de ser quien realmente
es. Una vez dicho todo esto, reconozco que an sigue siendo muy difcil
renunciar a la idea de que finalmente pueda llegar alguien que cambie
nuestra vida para siempre.
El mito del amor romntico se remonta al concepto medieval y rena-
centista del amor corts, transmitido por los trovadores y juglares. Me
encantara detenerme ms en todo esto, pero es que ya no nos queda
tiempo. Os sugiero que leis el libro de Robert Johnson We [Nosotros], 1
donde se considera el amor corts como la fusin o mezcla del concepto
del romance con los ideales del cristianismo. Por ejemplo, la idealiza-

3. Robert Johnson, We: Undersictnding ihe Psychology ofRomantic Love, Harper-


Collns, San Francisco, 1985.
1H l
Qu es eso que llamamos amor ? zyxwvutsrqponmlkjihgfedcbaZYXWVUTSRQPONMLK

cin de una mujer inalcanzable es similar a la adoracin de la Virgen. Se


podra decir que el anima colectiva de la poca medieval y renacentista
fue esta Virgen divina e intocable. Lo extrao de todo esto es que a la
Virgen se le permiti casarse. Aunque este es un tema del que no se ha
hablado demasiado, Mara se cas efectivamente con Jos. En general,
sin embargo, hubo tres reglas principales impuestas al amor romntico o
corts, y se las puede ver en relatos como el del tringulo entre el rey
Arturo, Lancelot y la reina Ginebra, o en la historia de Tristn e Isolda.
La regla nmero uno es que jams debe haber contacto sexual entre los
amantes, de modo que el amor corts nunca poda consumarse, de forma
muy semejante a como nuestro amor por la Virgen Mara jams puede
consumarse. Dios nunca consum su amor por la Virgen Mara; esto
qued a cargo de un tercero, el ngel. A diferencia de Zeus, Dios no se
encam en un toro o un cisne, ni tom la forma de una lluvia de oro para
unirse a una mortal. No tener contacto sexual con la persona objeto de
vuestro amor significa que ella seguir siendo siempre inmaculada. No
importa que despus se case con otro y tenga relaciones sexuales con l;
por lo que a vosotros se refiere, seguir siendo inmaculada y perfecta.
La segunda regla es que los amantes jams deben casarse entre s; es
ms, generalmente se casan con otras personas. Y la tercera regla es que
deben permanecer para siempre consumidos por la pasin.
Es interesante ver cmo funcionan juntas estas tres reglas: podis
estar perpetuamente ardiendo de pasin, siempre y cuando no tengis
contacto sexual ni lleguis a uniros en matrimonio con aquel o aquella a
quien vuestro corazn desea. Estas son las reglas, y en todo ello hay tam-
bin implcito un elemento de sufrimiento. El llamado amor romntico
es una situacin sumamente neptuniana, en la cual jams podis consu-
mar ni satisfacer por completo todos vuestros deseos. Hay, eso s, un
cortejo perpetuo, pero las cosas no van mucho ms'all. Podis imagi-
nroslo? El buen caballero elega a su hermosa dama y segua rindindo-
le culto y adorndola eternamente, alimentando esa pasin devoradora
durante cincuenta o sesenta aos. Ahora bien, en gran parte esto se ge-
nera en el ideal cristiano segn el cual es mejor sublimar algo que vivir-
lo, con lo cual nos remontamos directamente a san Pablo, quien al pare-
cer se senta bastante mal con su propia sexualidad. Deca que era mejor
no tener relaciones sexuales, aunque especificaba tambin que si el ansia
sexual resultaba muy fuerte, era mejor casarse que quemarse en el in-
fierno. Lo que parece haber querido decir san Pablo es que el contacto
sexual conyugal es preferible a las relaciones fuera del matrimonio, de
1.16
ASTROLOGA DE LAS RELACIONES

modo que si habis de sentir deseo, por lo menos debis canalizarlo de


una manera ordenada y aprobada por Dios, o al menos por un rabino o
un sacerdote. De esa manera se contiene o se atena la condicin
desordenada o destructiva de la sexualidad desenfrenada y sin control.
A los romnticos les gustaban ambas cosas. Queran casarse con una
persona y consumirse de amor por otra; as conseguan mantener encen-
dida la llama del deseo, lo cual no molesta en absoluto alzyxwvutsrqponmlkjihgfedcbaZYXWVUTSRQPONM
eros, porque se
nutre de los impedimentos y le encantan los tringulos. Si hubierais de
representar el eros como una configuracin astrolgica, tendra la forma
de una cuadratura en T con vosotros como punto focal. El ideal cristia-
no de sublimar el impulso sexual para convertirlo en algo de orden supe-
rior tuvo una importante influencia en la naturaleza del amor romntico.
En la poca medieval, nadie esperaba consumar un romance. En la le-
yenda artrica, todos, incluyendo al rey Arturo, saban que Lancelot y
Ginebra estaban locamente enamorados, y aquello no era considerado
algo malo. Lo que s estaba mal era que consumaran la relacin. Y lo
otro que hicieron mal fue dejarse atrapar hacindolo. Semejante consu-
macin del amor corts se consideraba un acto de traicin, y por eso Gi-
nebra fue condenada a morir en la hoguera. Lo punible no era que estu-
vieran enamorados, sino el hecho de que rompieran el estricto cdigo
asociado con el amor corts.
En nuestra sociedad tendemos a ver el romance como un preludio
del matrimonio. Y no hay nada de malo en eso, salvo por el hecho de
que casi todos nosotros creemos tambin que los miembros de la pareja
han de mantener vivo el romance incluso despus de haberse casado. Y
si ya no seguimos sintindonos romnticos despus de haber contrado
matrimonio, pensamos que algo anda mal en nuestra relacin de pareja.
Pero no se puede mantener viva esta forma de romance en el matrimo-
nio, porque lo que mantiene vivo el romance es la frustracin, la priva-
cin, el sufrimiento, la distancia y la sublimacin que se generan en el
hecho de no poder consumar la relacin y vivir con la persona que ama-
mos. Veis lo que hemos hecho? Hemos establecido un doble vnculo
que es esencialmente imposible de resolver. Estamos vidos de esta idea
del romance. Mirad la clase de relatos que aparecen en las revistas ro-
mnticas y que siempre terminan con los amantes viviendo eternamente
felices despus de casarse. Los escritores y los editores de estas historias
no nos cuentan cmo evoluciona realmente la relacin despus del ma-
trimonio, porque no quieren que lo sepamos. Dicho de otra manera, estas
publicaciones se nutren de la idea de que el romance conduce siempre
Qu es eso que llamamos amor ? 1H l zyxwvutsrqponmlkjihgfedcbaZY

mgicamente al matrimonio y a eso que se resume en la frase vivieron


felices y comieron perdices. Francamente, mientras no podamos dejar
de lado semejantes ideas, no podremos tener una relacin autntica. Este
ideal del amor romntico interfiere tambin en otras relaciones que po-
damos tener, porque si estamos tan pendientes de buscar y esperar que
llegue esa persona nica y especial que se har cargo de nuestra epi-
themia, nuestra philia, nuestro eros y nuestro agape, no ser mucho lo
que podamos dar a nuestros amigos ni dedicar al cultivo de los aspectos
creativos de nuestra naturaleza.
Evidentemente, hoy es mi da de pinchar burbujas, y espero que lo
que estoy diciendo no os parezca demasiado negativo ni deprimente. Me
gustara que lo vierais, al contraro, como algo esperanzador. Para m lo
es, porque la individuacin y la disposicin a asumirse como adulto con-
sisten en parte en ser capaz de renunciar a las falsas ilusiones de la niez
y la adolescencia.
Otra burbuja que me gustara hacer estallar se relaciona con el mito
sobre la familia tal como la conocemos desde la poca en que estbamos
todos amontonados en cavernas, sirvindonos una pierna de tigre de
dientes de sable. Esa clase de familia est en vas de extincin. Cuando
hablamos de familia, nos referimos normalmente a una madre, un padre
y sus hijos, pese al hecho de que ahora, en Estados Unidos, al 26 por
ciento de los nios los cra uno solo de los padres, y la tasa de divorcios
supera con creces el 50 por ciento. Se calcula que en el ao 2000, el
50 por ciento de los nios estarn viviendo con (y por lo tanto siendo
educados por) uno solo de los padres, con toda probabilidad la madre.
El cincuenta por ciento, es decir, la mitad! Por lo general, cuando ha-
blamos arquetpica o astrolgicamente de la familia, lo hacemos en tr-
minos histricos, con la vieja nocin de la familia basada en las tribus y
los clanes formados por personas relacionadas entre s y que viven todas
en el mismo territorio. Hablamos de tos y tas, de abuelos y abuelas, de
primos y primas cada vez ms lejanos. En otras palabras, todava segui-
mos viendo a la familia como esa gran masa de gente unida afectiva-
mente por un vnculo de parentesco. Hoy en da, en la mayora de los
casos en lo que hemos dado en llamar el Primer Mundo (Estados Uni-
dos, Europa Occidental, Australia y posiblemente tambin en alguna
medida Japn), esta idea anticuada de lo que es la familia est empezan-
do a desmoronarse por razones que no me pondr a analizar detallada-
mente ahora, pero que incluyen el fracaso de la religin estructurada y la
tremenda expansin de las comunicaciones, los viajes y los transportes.
1.16
ASTROLOGA DE LAS RELACIONES

junto con la idea, cada vez ms difundida, de que la manera de indivi-


dualizamos y encontramos a nosotros mismos es abandonar el nido y a
la familia para descubrir quines somos de verdad. Entonces, nos pone-
mos el sombrero, cogemos la maleta y decimos: Adis, familia, voy a
ver si me encuentro a m mismo. Por todas estas razones se est desin-
tegrando la familia. No digo que esto sea ni bueno ni malo, sino slo que
as estn las cosas en estos momentos.
La desintegracin del antiguo modelo de red familiar es otra de las
razones de que tengamos dificultades en nuestras relaciones. El otro
idealizado, ese personaje que aparece para hacerse cargo de todo lo que
nos concierne, tiene que ser ahora padre y madre para nosotros, adems
de nuestro mejor amigo y compaero, crtico y maestro, la pantalla
donde podamos proyectar, segn el caso, nuestrazyxwvutsrqponmlkjihgfedcbaZYXWVUTSRQPONMLKJIH
anima o nuestro ani-
mus, y adems la persona que nos ayude a resolver todos los problemas
que no hemos aclarado con nuestros padres, al mismo tiempo que nos
concede graciosamente la libertad de descubrirnos a nosotros mismos.
Y para coronar todo esto, tambin queremos que la relacin sea abierta
(lo cual generalmente significa que quiero que t respetes mi libertad
pero no que yo vaya a respetar la tuya), aunque no nos molesta que de
cuando en cuando nuestra pareja se ponga celosa, porque eso demuestra
cunto nos sigue amando. Veis las horribles paradojas en que nos
hemos metido? Lo que quiero sealar es que estamos exigiendo que
nuestra relacin con esa persona nica y especial cargue con ms peso
del que puede soportar, y que una relacin tan sobrecargada no puede
menos que derrumbarse estrepitosamente, lo cual explica por qu tene-
mos cifras de divorcio tan elevadas. Nuestra tremenda fantasa sobre el
hallazgo de una relacin tan idealizada nos mantiene perpetuamente en
busca de esa nica persona adecuada.

Oyente: Entonces, lo que dices es que nuestra sociedad ha construido


este mito del encuentro con ese ser nico. No existen mitos similares
en otras culturas?

Richard: No creo que sea un mito, sino ms bien una esperanza, el


hecho de tomar los deseos por realidades, y eso es algo muy diferente
de un mito. Pero dejadme hablar muy brevemente del aspecto cultural.
El concepto del romance existe ciertamente en casi todas las culturas,
y el del eros en la mayor parte de las sociedades. Pero la mayora de
las culturas no suponen que caigamos presas del amor romntico por la
Qu es eso que llamamos amor ? 1H l zyxwvutsrqponmlkjihgfedcbaZYXW

persona con quien finalmente tendremos que casarnos y compartir la


vida. Esto se debe a que no consideran que el enamoramiento sea
la razn principal para casarse y convivir. En muchas partes del
mundo, al matrimonio se lo ve ms bien como un compromiso jurdi-
co, un acuerdo que tradicionalmente establecen los padres. El padre es
el dueo de su hija; ella es una propiedad suya, y por lo tanto puede
drsela a quien l elija. En la India todava muchos matrimonios se
arreglan astrolgicamente, y la eleccin de pareja depende tambin del
sistema de castas o de la posicin social de los padres. El prncipe Car-
los no es un caso tpico, pero es alguien que ha tenido muy poco mar-
gen para casarse siguiendo los dictados de su corazn. Recuerdo que
mi abuela sola preguntar qu era todo ese asunto de casarse por amor.
Deca que en su juventud, los padres se reunan y establecan un arre-
glo, que era de esperar que te buscaran a un buen muchacho y que con
un poco de suerte ambos irais aprendiendo, poco a poco, a amaros.
Recordis aquella hermossima cancin que cantan Tevye y su mujer,
Golda, en El violinista en el tejado? Tienen tres hijas en edad de casar-
se y, cosa extraa para la poca, todas quieren casarse por amor. Qu
significa eso? Y qu hay de la tradicin? Despus llega la gran escena
con su mujer, cuando l le pregunta: Golda, me amas?. Y ella le
contesta algo parecido a esto: Que si te amo? Hace veinticinco aos
que vivo contigo, que me acuesto contigo, que cro a tus hijas y te hago
la comida. Qu quieres decir con eso de si te amo?. Y finalmente los
dos coinciden en que si no es amor, entonces, qu es? Los matrimo-
nios arreglados son la norma en la India, en China, en la mayor parte
de frica y en otras culturas tribales, y probablemente en casi todo el
mundo islmico. Para la mentalidad occidental, esto puede parecer es-
candaloso y atrasado, pero en realidad el concepto de romance y la idea
de que la gente ha de casarse por amor constituyen un fenmeno mo-
derno y relativamente raro.
Es interesante considerar las diferentes casas astrolgicas en funcin
de la clase de amor que se corresponde con ellas. La casa ocho, que tiene
que ver con el eros, la pasin, la muerte y la transformacin, y con otros
peligros de esta naturaleza, no es lo mismo que la quinta, que describe el
deseo de nuestro corazn, el despertar del amor romntico y lo que
hemos dado en llamar autoexpresin creativa. La quinta es la casa donde
es ms probable que se exprese la philia, y su significado es muy dife-
rente del de la sptima, la que normalmente se asigna al matrimonio. El
signo que es el regente natural de la casa siete es Libra, asociado con
1.16
ASTROLOGA DE LAS RELACIONES

contratos y negociaciones diplomticas, como puede ser un acuerdo ma-


trimonial cuidadosamente pensado y evaluado. zyxwvutsrqponmlkjihgfedcbaZYXWVUTSRQPONMLKJIHGF

Oyente: A m me parece que mucha gente va en busca de una experien-


cia de lo divino o lo transpersonal por mediacin de una relacin amo-
rosa, y no siguiendo un camino religioso de devocin a la idea de Dios.
Es as?

Richard: S. En todos nosotros hay una parte que tiende hacia lo divino,
pero como los antiguos preceptos religiosos ya no tienen vigencia para
nosotros, ahora traducimos la idea medieval del amor romntico en tr-
minos de la bsqueda de un ser viviente y encarnado que llegue y nos
transforme la vida. El otro da os cit una lnea del subttulo de una pel-
cula que deca algo as como que un da llegara a tu vida alguien capaz
de transformarla para siempre. Hace quinientos aos, un sentimiento
como este se habra referido a un encuentro con Dios o con Jess. Como
ya he dicho, el problema est.en que buscamos lo transpersonal en lo
interpersonal. Seguimos esperando que podremos encontrar y experi-
mentar lo mgico, lo mstico y lo numinoso en una relacin con otra
persona. Y no slo eso, sino que queremos que esta experiencia de lo
numinoso se mantenga continuamente viva en nuestro matrimonio. Ah
est el problema. Seguimos buscando no slo nuestro Yo ms profundo,
sino tambin a Jess y la redencin en una relacin amorosa de persona
a persona. Seguimos buscando un amor que nos transforme, que nos
sane, que nos ayude a descubrirnos a nosotros mismos y nos devuelva
nuestra totalidad. Seguimos esperando esa relacin que haga desapare-
cer todos nuestros dolores y nos conduzca a la autorrealizacin. Pensa-
mos que cuando esa persona finalmente llegue a nuestra vida, nos traer
la iluminacin, y seguimos buscndola para que haga esto por nosotros,
para que nos convierta en seres plenamente humanos. Esperamos, ansia-
mos y anhelamos un amor de esta naturaleza, y, cuando no lo encon-
tramos, pensamos que si nos teimos el pelo de otro color tal vez eso
cambie nuestra suerte y nos acerque a esa persona especial y divina.
En la historia de Tristn e Isolda hay algunos puntos que quiero co-
mentar. Tristn tiene una experiencia celestial cuando conoce a Isolda y
se enamora de ella, pero no puede conseguirla porque est casada con el
rey de Cornualles, o sea que es intocable. Su inaccesibilidad es precisa-
mente lo que mantiene encendido en l el fuego ertico. Podra tener a
otra mujer, pero no la quiere, y la razn de que no la quiera es que puede
Qu es eso que llamamos amor ? zyxwvutsrqponmlkjihgfedcbaZYXWVUTSRQPONM
1H l

tenerla. Bsicamente, el problema principal del amor romntico es que


una vez que el enamorado consigue al ser que ama, ste pierde el aura
romntica. Lo que nos mantiene sobre ascuas es aquello que no pode-
mos tener; tan pronto como lo conseguimos, el aura mgica se pierde.
Es lo que nos sucede cuando proyectamos lo transpersonal sobre otra
persona. Lo transpersonal es infinito e ilimitado. Es una injusticia tratar
de imponer el carcter numinoso de lo transpersonal a algo que es bsi-
camente relativo, finito y material. En su libro Nosotros, Robert Johnson
define el pecado como el acto de darle a algo un nombre que no le co-
rresponde.
Otra cosa que pasa con el amor romntico es que no implica necesa-
riamente que uno quiera la felicidad del ser amado. Tristn no quiere
que Isolda sea feliz en su matrimonio; sufre porque no puede tenerla, y
le gustara que ella sufriera tanto como l. Eso no es amor. No es el
agape, que dice: Te amo tanto como para dejarte ir. En el mejor de los
casos, el amor de Tristn por Isolda es muy esquizofrnico. Como l
sufre mucho, ella tampoco tendra que ser feliz. Lo nico que dara solaz
a Tristn sera ver que ella es tan desdichada como l. Algo similar suce-
de al final de la leyenda artrica. Hace mucho tiempo que el rey Arturo
ha muerto, y Ginebra ha ingresado en un convento. Hace muchos, mu-
chos aos que no ve a Lancelot, hasta que finalmente l cede a la com-
pulsin de buscarla. Para l es importante saber que ella todava sigue
sufriendo tanto como l. Sin embargo, cuando se encuentran, Ginebra le
dice que ha encontrado la salvacin por la va de la devocin a Jess,
algo que san Pablo habra aplaudido sin reservas. Finalmente, Ginebra
haba dado en el blanco, porque el nico lugar adecuado para depositar
lo transpersonal es lo transpersonal, y no es posible encontrarlo en lo in-
terpersonal, porque son dos cosas diferentes. Leo, Virgo, Libra y Escor-
pio son signos sociales, interpersonales. Sagitario, Capricornio, Acuario
y Piscis son signos transpersonales. Nos gustara encontrar lo transper-
sonal en lo interpersonal, pero las cosas no funcionan as. Quiz pensis
que habis hallado lo numinoso y lo transpersonal en una relacin ro-
mntica, pero puedo aseguraros que se trata de una proyeccin. Este
sueo que tenemos de encontrar a la persona que pueda satisfacer nues-
tra necesidad de lo numinoso se resiste a morir. Y oigo muchos pataleos
y gritos relacionados con ello.

Oyente: No podramos encontrar lo transpersonal en la ms importante


de todas las relaciones, la que tenemos con nosotros mismos?
1.16 ASTROLOGA DE LAS RELACIONES zyxwvutsrqponmlkjihgfedcbaZYXWVUTSRQPO

Richard: S, a eso precisamente iba a llegar. No podemos encontrar


todos los diferentes niveles y formas de amor en un nico ser humano.
Si lo intentis, estaris condenados a la infelicidad, porque buscaris
siempre fuera de vosotros mismos algo que no existe. Si queris seguir
aferrndoos a ese sueo, muy bien, es asunto vuestro. Mucha gente no
sabe que est viva a menos que tenga esa especie de esperanza sufriente.
No quiero decir que no debis amar con pasin ni de un modo ertico,
sino que no debis tratar de aterraros para siempre a ese tipo de amor. El
problema en nuestra sociedad es que se nos plantea una doble cuestin.
Empezamos por pensar que realmente podemos encontrar una relacin
que satisfaga a la vez todas nuestras necesidades amorosas, y en segun-
do lugar, creemos que cuando la hayamos encontrado podremos mante-
nerla permanentemente. No quiero decir que haya nada de malo en que
el dios Eros nos traspase con su flecha. Es ms, considero que cuando
esto nos sucede, es un gran don de los dioses. Este tipo de amor apasio-
nado puede darse entre dos amantes; puede darse entre un maestro y un
estudiante, y se dio entre Beethoven y su msica. Beethoven tena tal
apego por su msica que haba que engaarlo para hacerle salir de casa
con el fin de que alguien se llevara las partituras de las que l se negaba
a separarse.
Os dais cuenta de lo que os estoy diciendo? Lo que os digo es: salid
y tened la experiencia del eros. Id en su busca, arriesgaos. Sentid tan
profundamente como podis. Si tenis la suerte de ser elegidos por los
dioses para disfrutar de una experiencia como esta, aprovechadla. Estis
entre los bienaventurados si habis sido escogidos para que os atraviese
una de las flechas de Eros. Es una vivencia maravillosa. Pero tambin os
digo que no debis abrigar la esperanza de casaros y vivir eternamente
as, porque eso no pertenece a la naturaleza del amor ertico. Una gran
parte del sufrimiento y la decepcin que sentimos en nuestras relaciones
tiene que ver con el hecho de que abrigamos la esperanza de capturar la
intensidad del amor ertico y mantenerla para siempre. Si efectivamente
consegus capturar el eros, no ser ms que durante un fugaz momento,
porque los dioses no permitirn que sea de otra manera. Entonces, ben-
decid ese momento, sumergios completamente en l, entregaos a l. Re-
cordad, sin embargo, que no podris entregaros al momento si segus
procurando desesperadamente aferraros a l y retenerlo para siempre.
Aceptadlo con las manos abiertas, y no las cerris: dejad que se vaya li-
bremente. Cuando tengis esta vivencia, estaris experimentando lo que
los griegos llamaban locura divina, os poseer una especie de daimon.
Qu es eso que llamamos amor ?zyxwvutsrqponmlkjihgfedcbaZYXWVUTSRQPONML
1H l

Algo similar sucede cuando estis en pleno xtasis creativo, slo que en
este caso la forma del daimon que os posee es ligeramente diferente. El
amor apasionado y la creatividad apasionada son cosas erticas a las que
no es posible aferrarse de forma permanente. Cuando habis terminado
de escribir un libro, tenis que soltarlo, tenis que entregrselo a los edi-
tores. Una experiencia ertica es como el hlito de Dios que fluyera a
travs de vosotros, pero slo podis hallar inspiracin en esta intensa vi-
vencia plutoniana si estis dispuestos a no tenerla. Tal es la paradoja de
todo esto. S que lo que os he estado diciendo ha desencadenado much-
simas cosas dentro de vosotros, y estos son precisamente los temas que
me gustara que tratarais en vuestros grupos de trabajo. Para todo esto
no hay respuestas correctas ni errneas. Yo no estoy diciendo que tenga
razn; lo que s digo es que esta es mi experiencia, mi vivencia, la forma
en que yo veo las cosas. Haced con ello lo que queris.

Bien, sigamos. Ahora me gustara hablar de la forma en que la Luna,


Mercurio, Venus y el Sol se introducen arquetpicamente en la experien-
cia de la relacin. Ya nos hemos ocupado bastante del tipo de amor
lunar, que es una especie de amor umbilical, incluso en los adultos. Lo
que dice el amor lunar es que, si me amas, encontrar en ti mi alimento
emocional, t sers mi mam o mi pap. Me sorprendi muchsimo que
me dijeran que Reagan llama Mami a su mujer. No estara tan mal si
ella lo llamara Papi, pero lo llama Ronnie, y a m eso me hace pen-
sar que tienen un buen problema. No hay nada de malo en el amor lunar,
que es uno de los componentes de toda relacin. Tenemos necesidad de
brindarnos nutricin emocional los unos a los otros, y si nuestra pareja
no satisface esa parte afectiva lunar, no podemos sentirnos seguros, ama-
dos ni reconfortados. En las conferencias siguientes veremos con ms
profundidad la sinastra, pero por el momento me limitar a decir que
uno de los planetas ms importantes que hay que considerar en los as-
pectos por sinastra es la Luna, porque representa a nuestro nio interior,
que necesita que lo alimenten. El amor lunar slo se vuelve problemti-
co si nos dejamos atrapar por l a expensas de otras formas de amor, o
de otras facetas de nuestra naturaleza ms solares, mercurianas o venu-
sianas, es decir, si todava estamos tan atados al cordn umbilical que lo
nico que queremos de la relacin es que la otra persona nos d conti-
nuamente todo el alimento emocional que necesitamos. En las relacio-
1 .1 6 zyxwvutsrqponmlkjihgfedcbaZYXWVUTSRQPONMLKJIHGFEDCBA
188 ASTROLOGA DE LAS RELACIONES

nes amorosas tambin hay un nivel mercuriano. El amor de Mercurio


acta por ensayo y error. Es cuando experimentamos sin sentimiento,
para descubrir quines somos, y lo hacemos probando diversas relacio-
nes. Es lo que yo llamo la relacin como sndrome teraputico, es
decir que no s realmente quin soy mientras no paso tiempo con otra
persona y, mediante la experimentacin, el proceso de ensayo y error y
el esfuerzo por entender las cosas, empiezo a descubrir no slo algo re-
ferente a esa otra persona, sino tambin algo referente a m.
El amor lunar acta en el nivel del nio pequeo (fijaos en que evito
usar la palabra infantil, que suena un poco como un juicio de valor),
mientras que el amor mercuriano se correlaciona con lo que hay en no-
sotros delzyxwvutsrqponmlkjihgfedcbaZYXWVUTSRQPONMLKJIHGFEDCA
puer y de la puella, las versiones masculina y femenina de la
eterna juventud. Esta es la etapa en que somos Peter Pan o Alicia en el
Pas de las Maravillas. Peter Pan es un puer clsico, porque no quiere
demasiada proximidad ni dependencia en las relaciones, y sin embargo,
continuamente est atrayendo y arrastrando hacia s a la gente. Pinocho
es otro puer: es artificial, una marioneta, y su sueo es convertirse en un
nio de verdad. Esta fase mercuriana de encontrarnos a nosotros mismos
mediante un proceso de ensayo y error es una etapa muy normal de todas
nuestras relaciones: lo hacemos en la niez, con los primeros amigos
que tenemos, y es probable que lo hagamos tambin en nuestros prime-
ros contactos sexuales. La etapa mercuriana es la que se da cuando un
nio y una nia de siete aos, o dos nios del mismo sexo, se van al gra-
nero a jugar a los mdicos. Tienen curiosidad por sus recprocas dife-
rencias, por ver qu es lo que tiene el otro: Ensame lo tuyo y yo te
ensear lo mo. Es diferente de la etapa de Venus, que podra darse
hacia los diecisis aos, cuando los dos se van al granero no slo para
ver cules son sus diferencias, sino tambin para unirlas. En serio, esta
es la distincin entre el amor de Mercurio y el de Venus. Mercurio sigue
estando separado, y lo impulsa el deseo de entender el mundo. Al estar
conectado arquetpicamente con Gminis, un signo de aire, el amor de
Mercurio dice: Quiero tomar distancia y observarme en diferentes si-
tuaciones para descubrir quin soy, y la mejor forma de hacerlo es la
comparacin: comparando una cosa con la otra, o comparndome con
Jos dems. Virgo hace algo similar en un nivel terrenal: Necesito
tomar distancia, discernir y comparar una cosa con otra para decidir qu
es qu y cul es cul. Yo asocio a Venus con la fase del amor adoles-
cente, un perodo en el que se nos despiertan los ideales. Venus, espe-
cialmente por su conexin con Libra, es muy sensible a lo que nuestra
Qu es eso que llamamos amor ? 1zyxwvutsrqponmlkjihgfedcbaZYXW
Hl

cultura considera ideal o hermoso, y esto es lo que buscamos en una pa-


reja, porque queremos sentimos completos, sentirnos bien con nosotros
mismos. Por ejemplo, si uno de vosotros fuera un muchacho de fines del
siglo pasado o de comienzos de ste, probablemente soara con una
mujer con una cintura de avispa, anchas caderas y enormes pechos. Mae
West era el prototipo de esta clase de figura. Sin embargo, un chico de
hoy preferira a una mujer con aspecto de anorxica, porque esto es lo
que constituye actualmente para nuestra cultura el ideal divino. Los ado-
lescentes de ambos sexos, que estn todava en el proceso de descubrir
quines son, se muestran sumamente sensibles a este tipo de presin de
los chicos de su edad. Entonces, el hroe deportivo de la escuela y la
rubia animadora de ojos azules son aquellos de quienes casi todos los
dems adolescentes se enamoran. l carga con la proyeccin del animus
de la mayora de las chicas de la escuela, y ella es la depositara del
anima de la mayor parte de los muchachos. Y generalmente cada uno de
ellos dos va en busca del otro. Y cuando se casan, todo el mundo suspira
y dice que era inevitable, que ya se saba. Por lo que a m se refiere, me
parece perfecto que estos hermosos adolescentes se busquen y se unan
mientras todava estn viviendo la etapa venusiana de intensa proyec-
cin ertica. Pero las cosas se ven de otra manera cuando l empieza a
tener barriga y no puede encontrar un buen trabajo, y la"Ve a ella con los
rulos puestos y se empieza a dar cuenta de que tiene sus rasgos de arpa,
adems de no ser tan buena cocinera. Es decir que este tipo de relacin
idealizada tiene tendencia a desmoronarse a medida que pasan los aos.
Romeo y Julieta son el ejemplo perfecto de la fase venusiana arque-
tpica de la relacin, durante la cual buscamos nuestro ideal de belleza
en otra persona. Por supuesto, Shakespeare tuvo que matarlos a los dos
para que siguieran viviendo, tan bellos como siempre, en nuestra imagi-
nacin. La verdad es que esta fase venusiana de proyeccin del ideal
simplemente no puede durar para siempre. Sin embargo, hay muchas
personas que intentan aferrarse de por vida a esta fase en sus relaciones,
as como hay muchas otras que siguen empendose en vivirlas en el
nivel del nio pequeo. Si nos quedamos atascados en la fase lunar ba-
sada en la infancia, andaremos en busca de alguien que sea para noso-
tros el pap perfecto o la mam ideal. Si nos quedamos en la fase venu-
siana, nos aferraremos a los ideales adolescentes en la relacin, y
estaremos diciendo que para sentirnos completos necesitamos que el
otro sea perfecto. El amor venusiano est enganchado en buena medida
a los ideales fsicos y superficiales de lo que debe ser una persona. l
190 ASTROLOGA DE LAS RELACIONES

tiene que ser alto y de hombros anchos, un moreno de personalidad sub-


yugante y voz grave, y ganar muchsimo dinero como ejecutivo o en
algn cargo igualmente importante. Ella debe ser siempre joven y her-
mosa. Continuamente uno se encuentra con este panorama a su alrede-
dor: los hombres proyectan su Venus sobre las mujeres, mientras que
ellas proyectan sobre los hombres no slo su Venus, sino tambin su
Marte. Pero, qu sucede cuando un hombre proyecta su Venus sobre
una mujer y ella empieza a envejecer? Con frecuencia, la deja por una
ms joven, y como bien sabis ese es uno de los temores clsicos que al-
bergan muchas mujeres. En trminos generales, los hombres no recono-
cen su propia Venus, lo cual significa que no estn en contacto con la
belleza que ellos mismos llevan dentro ni con su posibilidad de atraer
amor, y por lo tanto buscan todo esto en el exterior, en una pareja que
pueda cargar con la proyeccin de su Venus. Como esta es el arquetipo
de una mujer joven, en edad de merecer, la proyeccin de Venus se vuel-
ve imposible cuando la mujer se hace mayor o empieza a mostrarse de-
masiado maternal. De hecho, muchos hombres se desenamoran de su
mujer cuando nace su primer hijo, porque al convertirse en madre ya no
le cuadra el arquetipo de Venus. Un hombre puede ser bastante feliz te-
niendo una esposa de tipo maternal, pero para encontrar a su Venus ten-
dr que beber en otras fuentes. Creo que, en algn nivel, las mujeres lo
saben, y saben tambin que esto las pone en una posicin muy difcil.
Cmo pueden ser a la vez la Luna y Venus? Cmo pueden ser la madre
de alguien y al mismo tiempo seguir siendo la perpetua Afrodita?
Un hombre que consigue reivindicar su propia Venus libera a su
compaera o a su mujer de tener que cargar con semejante fardo, y le
permite, por lo tanto, que envejezca y cambie. Y lo mismo pasa tambin
con la mujer y su Marte. Si una mujer proyecta a su Marte en un hom-
bre, l tiene que ser el hroe que la conquiste, el caballero montado en
su corcel blanco, el que sale a enfrentarse con el mundo para defenderla
y protegerla de los mltiples dragones que en su fantasa la estn ace-
chando continuamente. Y si siente que l no est a la altura de sus ex-
pectativas, provocar un conflicto para ver si la ama lo suficiente para
luchar por defenderla. Afrodita, que en su forma pura era un elemento
verdaderamente perturbador, se pasaba la vida provocando a los hom-
bres para que asumieran el papel del guerrero, siempre dispuesto a tra-
barse en lucha con sus rivales para conseguir el amor de ella. Una amiga
ma es un buen ejemplo de esto. Tiene el Sol en conjuncin con MartezyxwvutsrqponmlkjihgfedcbaZYXWV
y
Plutn en Leo en la casa doce, con Venus tambin en Leo justo sobre el
Hl
1zyxwvutsrqponmlkjihgfedcbaZYXW
Qu es eso que llamamos amor ?

Ascendente. Es una mujer muy hermosa que siempre se las arregla para
complicarse la vida metindose en tringulos amorosos. En realidad, no
deberamos hablar de tringulos, sino de cuadraturas en T. Es habilsima
para complicarse en configuraciones como esta, donde ella siempre es el
punto focal. Por ejemplo, estaba saliendo con dos hombres, ambos ena-
morados de ella y dispuestos a casarse. De alguna manera se las arregl
para citarse con los dos la misma noche. Cuando ambos llegaron al
mismo tiempo, ella sugiri que era posible que Jos tres se amaran los
unos a los otros y salieran juntos. A ellos no les gust la idea. Joe dijo
algo as como: Escucha, te comprometiste a salir conmigo, y este otro
to ya puede ir hacindose humo. Y Sam le dijo: Mira, ahora o nunca;
decdete, porque estas cosas no te las pienso aguantar. Entonces, ella se
quej de la situacin terrible en que la ponan; dijo que simplemente no
entenda por qu ellos dos no podan encontrar una solucin de comn
acuerdo. Y por supuesto no era la primera vez que le pasaba una cosa
as. Se podra decir que a Afrodita le entusiasma Ja sangre. Despus de
todo, escogi a Ares, el dios de la guerra, para que fuera su amante. A
ella le encantan los conflictos, y est constantemente provocndolos. O
sea que la autntica Afrodita es alguien que no ha integrado a su propio
Marte y por eso Jo busca en un hombre.

Oyente: No fue Afrodita quien provoc indirectamente Ja guerra de


Troya?

Richard: S, la guerra de Troya es un buen ejemplo de Jo que quiero


decir. Es probable que ya conozcis la historia, pero la repasaremos r-
pidamente. Dos mortales se casan y todos los dioses estn invitados a
la boda, salvo Eris, la diosa de las peleas y la discordia. Para vengarse,
cuando todos los dioses y diosas se disponen a participar en el festn
de bodas, Eris echa a rodar sobre la mesa una manzana de oro donde se
lee: Para la ms hermosa, y que va a detenerse a mitad de camino
entre Hera, Atenea y Afrodita. Las tres tienden la mano al mismo tiem-
po. Se plantea, pues, un problema. Zeus, desentendindose del asunto
como es su costumbre, decide resolver la cuestin encargando a Pars,
un mortal, que decida cul de las tres diosas es la ms hermosa y mere-
ce, por lo tanto, la manzana de oro. No es una casualidad que sea Paris
el elegido para ser juez en ese pleito. La historia cuenta que a Pramo,
elyvutsrponmligedcbaVTSRPOLIDCBA
Tey de Troya, un orculo le dijo que tendra un hijo que sera causa
de la cada y destruccin de su ciudad y de toda su familia. En un intil
192 ASTROLOGA DE LAS RELACIONES

intento de impedir que se concrete ese destino, Pramo abandona en la


montaa a Paris, su primer hijo varn, a quien finalmente adoptan unos
pastores que lo cran tan lejos de todo otro contacto humano que el mu-
chacho jams ha visto a una mujer joven y hermosa. Como es tan puro
e inocente en este aspecto, Zeus lo elige como juez en el improvisado
concurso de belleza. Las tres competidoras se empean en sobornarlo
para influir en su eleccin. Hera le ofrece hacerlo muy poderoso, con-
virtindolo en gobernador de toda Asia: Atenea le dice que, si la elige,
ella lo convertir en el mayor guerrero que jams haya existido, y
Afrodita se limita a ponerse de pie y, aflojndose el cordn de la tni-
ca, que deja caer con gesto seductor por debajo de la cintura, le dice
que, si la escoge, ya se ocupar ella de que tenga por esposa a la mujer
ms bella del mundo. Por supuesto, Paris le da a ella la manzana de
oro. (No s si sabais que a Afrodita se la representa con frecuencia
con un espejo en una mano y una manzana de oro en la otra, dando a
entender que era la clsica narcisista, totalmente enamorada de s
misma.) La mujer ms hermosa del mundo en aquel momento era He-
lena, que estaba casada con Menelao, el rey de Esparta. Valindose de
su cinturn mgico, Afrodita dispone las cosas de modo que Helena y
Pars se encuentren y se enamoren. Paris se lleva a Helena a su ciudad
natal, y as se desencadena la guerra de Troya: doce aos de tragedia y
destruccin provocados por el deseo de Afrodita de ganar a cualquier
precio el concurso de belleza.
Creedme que hay que guardarse mucho de aceptar esta idea, que
tanta gente tiene, de que Venus es pura dulzura y claridad, bombones y
caramelos. Se trata de un gran error, porque Venus (Afrodita) tiene un
lado muy oscuro, que es esencial aceptar para poder afrontarlo y elabo-
rarlo, en vez de expresarlo de forma inconsciente o indiscriminada. Se
podra decir que Marte sin su opuesto (Venus) es un monstruo, y que
tambin puede ser monstruosa Venus sin su opuesto (Marte). Junto con
la Luna, Venus es para los hombres la principal figura delzyxwvutsrqponmlkjihgfedcbaZYXWVUTSRQPON
anima, mien-
tras que, para las mujeres, la figura predominante del animus es Marte.
Lo que impide que Venus y Marte lleguen a ser destructivos es su inte-
gracin y su equilibrio. Digamos de paso que esto es vlido tambin para
todas las otras parejas arquetpicas de planetas complementarios. La in-
tegracin de la Luna con su opuesto. Saturno, los despoja a ambos de su
carcter de monstruos. Lo mismo vale para las otras parejas de planetas
complementarios, es decir, el Sol y Urano, Mercurio y Jpiter, Mercurio
y Neptuno, y Venus y Plutn. Si no encontramos una manera de integrar,
Qu es eso que llamamos amor ?1zyxwvutsrqponmlkjihgfedcbaZYXWVUTSRQPONML
Hl

equilibrar y armonizar cada uno de estos pares de planetas, es probable


que nuestro comportamiento se vuelva patolgico.

Oyente: Entonces, las parejas de planetas complementarios se basan en


los regentes planetarios de signos opuestos.

Richard: S, Venus rige a Libra y Marte rige a Aries, de manera que


Venus y Marte se complementan el uno al otro porque son los regentes
de signos opuestos. El Sol rige a Leo y Urano rige a Acuario, as que el
Sol y Urano son planetas complementarios que hay que equilibrar. La
Luna rige a Cncer y Saturno a Capricornio, de modo que ambos plane-
tas son contrarios y complementarios. Como Saturno es el corregente de
Acuario, tambin podramos incluir al Sol y a Saturno en nuestra lista
de complementarios. Si los dos lados de una pareja planetaria no estn
recprocamente integrados y equilibrados, el lado ms descuidado se pro-
yectar al exterior y el nativo lo encontrar externamente. A un planeta
no integrado se lo experimenta por lo general de forma mtica o arquet-
pica y, con mucha frecuencia, sumamente monstruosa. En cualquier caso,
parte del proceso de sanacin consiste en integrar los arquetipos de los
seis pares de signos complementarios y de las parejas de planetas regen-
tes que les corresponden. Por ejemplo, s Core, que arquetpicamente era
una inocente figura de Venus, hubiera estado en contacto con su Plutn,
no habra necesitado la experiencia de convocarlo para que saliera de ma-
nera tan monstruosa del mundo subterrneo. Hasta podramos interpretar
la violacin y el rapto como un don de los dioses, porque le permitieron
tomar contacto con una parte de su psique cuya existencia ella an no
haba reconocido ni incluido en su vida. Venus (en la forma de Core) atra-
jo a su opuesto, Plutn, de manera muy semejante a como Eva atrajo a su
opuesto en la forma de Lucifer. Si Eva ya hubiera aceptado e integrado a
su propio Plutn, y se hubiera comido un trozo de manzana por su propia
voluntad, no habra polarizado ni manifestado la necesidad de un ser
como Lucifer que la tentara a hacerlo. Y una dinmica similar est viva y
goza de excelente salud en el seno de muchsimas relaciones.
Yo dira que el amor solar es un amor adulto. Y os ruego que no pen-
sis que con esto quiero decir que es una forma de amor buena o mejor
que las otras; simplemente es una ciase diferente de amor. El amor solar
dice: Soy adulto, s quin soy y conozco mis lmites. El smbolo del
Sol expresa algo similar: Estoy en el centro de mi ser, aunque en al-
gunos casos esto tambin puede significar egocentrismo. Si tomamos el
194 ASTROLOGA DE LAS RELACIONES

smbolo del Sol y lo atravesamos con doce lneas, lo habremos converti-


do en la carta astral, y si os imaginis de pie en el centro de la carta, en
cualquier direccin en la que os volvis estaris viendo otra parte de vo-
sotros mismos. Quien est en el centro de su ser como adulto es capaz
de establecer una forma adulta de relacin, que dice: Yo s quin soy, y
no te necesito para que me definas. No necesito asumir contigo el papel
de madre, ni de padre ni de nio. Tampoco te estoy usando como un ex-
perimento para descubrir quin soy yo. Como ya expliqu antes, el
amor mercuriano, a diferencia del amor solar, usa la velacin como una
terapia, como una manera de crecer: Dios mo, esta relacin es terrible,
pero realmente estamos aprendiendo muchsimo de ella. Y el amor
solar no es como el amor venusiano, que est lleno de proyecciones e
idealizaciones, y que puede basarse en cosas superficiales que no son ni
siquiera tangibles. El amor solar no se parece al amor que va asociado
con Mercurio o con Venus; el amor solar no dice: Te necesito, sino
Te escojo. La Luna, Mercurio y Venus necesitan de la otra persona,
mientras que en el amor solar somos nosotros quienes, conscientemente,
escogemos a una pareja desde nuestro propio centro.
Ahora bien, nadie experimenta el amor pura y exclusivamente en el
nivel del Sol. Slo podemos llegar al nivel solar cuando nos hemos vuel-
to hacia nuestro propio interior para recuperar e integrar nuestras pro-
yecciones lunares. En realidad, debera decir que slo podemos llegar al
nivel solar cuando hemos integrado el eje Luna-Saturno, porque debe-
ramos considerar a los planetas como parejas de complementarios. Es
decir que cuando el eje Luna-Saturno est integrado y equilibrado den-
tro de nosotros, y ya podemos cuidar razonablemente bien de nuestro
nio interior, es cuando estamos ms preparados para el amor solar. Y
cuando tenemos superada una buena parte de la fase experimental mer-
curiana del amor como proceso de ensayo y error, hemos integrado en
alguna medida a Venus y Marte, y ya no enviamos proyecciones dema-
siado fuertes sobre el otro idealizado, entonces estamos empezando a
ser lo suficientemente libres para sintonizar la frecuencia del amor solar.
Las personas que estn sintonizadas con ella son totalmente capaces de
sentirse contentas y felices estando solas. Reconocen que son personas
aparte, individuos por derecho propio, y que nozyxwvutsrqponmlkjihgfedcbaZYXWVUTSRQPONMLKJI
tienen que estar con
nadie en especial. Esta es, para la mayora de nosotros, una posicin
muy difcil de alcanzar, porque las partes de nosotros que corresponden
a la Luna, Mercurio y Venus necesitan estar con alguien. Podis estar
solos sin encender el televisor? Podis estar solos sin necesidad de leer
Hl
1zyxwvutsrqponmlkjihgfedcbaZYXW
Qu es eso que llamamos amor ?

algo que os mantenga ocupados? Podis estar simplemente solos con


vosotros mismos? No es nada fcil. El amor solar adulto no slo dice
que podemos estar solos, sino tambin que, bsicamente, nos gustamos
tal como somos. Esto no significa que estemos negando el hecho de que
necesitamos cambiar y crecer en algunos sentidos, sino que, esencial-
mente, nos amamos y nos aceptamos tal como somos. En otras palabras,
no necesitamos de nadie ms que nos ame para demostrarnos que somos
dignos de amor. El amor solar no dice: Te necesito, sino: Te escojo,
y es capaz de ver y aceptar los fallos de su pareja, porque las personas
que estn en el nivel solar del amor son capaces de seguir amndose a s
mismas con sus propias imperfecciones. Y eso significa: S puedo
aceptar mis imperfecciones y seguir amndome, tambin puedo aceptar
las tuyas y seguir amndote.
Si todava proyectis aspectos y rasgos de vosotros mismos por
todas partes, no podris comprender el amor solar. Muchas personas
viven aferradas al mito de que en realidad no pueden amar a nadie ni
dejar que nadie las ame mientras no hayan logrado la perfeccin: mien-
tras no hayan perdido esos cinco kilos de ms, o no hayan terminado su
carrera universitaria, o no estn ganando suficiente dinero, o no hayan
conseguido hacer lo que sea. Todo sigue continuamente esperando ese
mgico momento de perfeccin que, como es natural, jams llega.
Mucha gente vive tambin con la engaosa ilusin de que el amor tiene
que esperar hasta que ellos encuentren a esa persona perfecta que lo
rena todo, sabidura y belleza.

Oyente: He estado pensando que Woody Alien nos ha ofrecido un tipo


de hroe completamente nuevo. Es muy abierto en lo que respecta a s
mismo, y no tiene miedo de mostrarse tal como es en su obra, en espe-
cial cuando se trata de sus debilidades en el tema del amor. No se me
ocurre un nico arquetipo astrolgico que defina lo que hace. No es el
Sol, ni Mercurio, y decididamente, no es Marte.

Richard: Si quieres que te diga lo que realmente pienso, la verdad es que


a m Woody Alien me saca de quicio. Confieso que soy neoyorquino, y
por eso me saca de quicio. Aunque lo considere un genio, creo que es un
hombre demasiado psicoanalizado, que constantemente le est metiendo
por las narices a todo el mundo su viaje psicoanaltico. Y a m eso me
aburre. Cuando veo sus pelculas, me siento atrapado y forzado a mirar
cmo se masturba psicolgicamente, algo que puede ser interesante una
196 ASTROLOGA DE LAS RELACIONES

o dos veces, pero cuando se abusa de ello es demasiado. Creo que en


muchos sentidos es muy divertido, y estoy de acuerdo contigo en que
contacta con alguna especie de arquetipo, pero me parece que ese arque-
tipo tiene que ver con un inters por s mismo total y absoluto. Creo que
es un completo narcisista. Sin embargo, no deja de ser educativo ver
algo de lo que hace. Es un hombre sumamente creativo, yzyxwvutsrqponmlkjihgfedcbaZYXWVUTSRQPON
Annie Hall me
pareci una pelcula maravillosa, pero tardo muy poco en cansarme de
verlo mirarse el ombligo.
S que muchas de las cuestiones referentes al amor y a las relacio-
nes que hemos estado viendo y analizando en los ltimos das rvo son f-
ciles de aceptar. Se trata de cosas de elaboracin difcil, lenta y dolorosa.
Yo dira, sin embargo, que la mitad de la batalla est ganada con ese
Ah, s con que reaccionis tras haberos sentido sacudidos por una
nueva comprensin intuitiva, es decir, por una nueva toma de concien-
cia. Ello se debe a que estn actuando Urano, Neptuno y Plutn, a que
dentro de vosotros algo se ha sacudido, se ha disuelto o ha reventado, y
con frecuencia hay un largo perodo entre el impacto y el Ah, s, entre
el hecho de darse cuenta de algo y el cambio que se produce como resul-
tado de esa toma de conciencia. Durante este perodo es importante que
uno sea paciente y amable consigo mismo. No os castiguis pensando
que sois estpidos por no haber entendido algo antes. No sirve de nada
hacerse ese tipo de reproches. Muchas personas piensan que el cambio
sigue inmediatamente al hecho de haberse dado cuenta, pero no es as.
Una buena parte de lo que sucede en el proceso psicoteraputico es que
damos vueltas y ms vueltas alrededor de nuestro trasfondo bsico hasta
que hemos explorado todos los parmetros del material que llevamos
dentro. Y despus de muchas vueltas, finalmente decimos: A ver, un
momento, esto ya lo conozco. Ya he recorrido este espacio, de modo
que, por qu estoy de nuevo dando vueltas por aqu?. Aunque quizs
estemos temblando y muertos de miedo, lo que en el fondo necesitamos
es dar un paso muy pequeo fuera de los parmetros de nuestro crculo
habitual y observar qu es lo que hay ms all de l. Una vez llegados a
este punto, es realmente til contar con un aliado, ya sea un amigo, nues-
tra pareja o nuestro terapeuta. En la Edad Media, cuando se crea que la
Tierra era plana, los cartgrafos solan dibujar dragones fuera de la su-
perficie marcada por los lmites del mundo. Pensaban que cuando uno
llegaba al borde del mundo poda caerse e ir a parar a un lugar terrible,
espantoso. En este sentido somos como conejos, nos aterroriza ir ms
all del mundo conocido. Creo que es verdad que ah fuera hay drago-
Hl
1zyxwvutsrqponmlkjihgfedcbaZYXW
Qu es eso que llamamos amor ?

nes, y que no son meras ficciones de nuestra imaginacin. El dragn


puede ser vuestra madre, o el hecho de tomar conciencia de que estis
creciendo y de que ya es hora de reconocer y recuperar vuestras proyec-
ciones, o de integrar vuestros planetas. No importa de qu manera que-
ris decirlo: hay dragones ah fuera, ms all de las fronteras de vuestro
mundo conocido, y para enfrentaros a ellos necesitis actuar con autnti-
co coraje.
Uno de mis primeros profesores de psicologa sola decir que nos
podemos pasar la vida dando vueltas en el tiovivo en una bsqueda in-
terminable del porqu. Perpetuamente andamos dando vueltas en crcu-
lo en busca del porqu. No quiero decir en modo alguno que uno de
nuestros objetivos no deba ser buscarlo, sino que la perpetua bsqueda
del porqu puede interponerse en el camino que nos llevara a salir del
crculo mgico para entrar en el mundo, donde nos esperan los verdade-
ros dragones. Lo que os digo es que seis pacientes con vosotros mis-
mos. En casa, en la pared de la sala donde atiendo a mis clientes, he
puesto en letras grandes una cita tomada de Hamlet. Dice simplemente:
Con estar dispuesto basta. A veces, uno slo tiene que dejar las cosas
como estn, pero si habis iniciado el proceso, confiad en que llegar el
momento en que estis preparados para empuar una espada e ir en
busca de vuestros dragones particulares. De todos modos, es un miste-
rio: en realidad no sabis si llegaris a ese punto, ni cundo; ni siquiera
los trnsitos y las progresiones pueden decroslo de manera segura.
Puede ser que un trnsito o una progresin indique que una deidad est
llamando a vuestra puerta; pero, quin puede saber si estaris o no en
casa para abrrsela?
Espero que estis empezando a ver, o que yo est empezando a ex-
plicar con ms claridad, que el camino de la integracin, en trminos as-
trolgicos por lo menos, consiste en que reconozcamos dentro de noso-
tros mismos los pares de planetas y de signos complementarios. Si un
lado est desequilibrado, el otro tambin debe de estarlo; pero si empe-
zis a integrar un lado, automticamente se integrar el otro. Entendis
a qu me refiero? Tomemos a la Luna y Saturno, por ejemplo: cuanto
ms integris a vuestro propio padre (y supongamos que se trate de un
padre afectuoso), tanto ms estaris integrando al nio vido que est en
el otro lado. O tomemos al Sol y Urano: cuanto ms cmodos estis con
vuestra forma de ser, ms podris aceptar la experiencia uraniana de ha-
ceros trizas, desmoronaros y reconstruiros despus. A pesar de que vues-
tro ego pueda haberse hecho aicos debido a un avance o una toma de
198 ASTROLOGA DE LAS RELACIONES

conciencia, sabis que volver a reorganizarse de alguna otra manera.


No voy a recorrer ahora con vosotros todos los pares de opuestos; sim-
plemente, recordad que cada signo y cada planeta tiene su contrario, que
tambin es su complementario.
A todo esto, cmo podis saber dnde estis? Empezad por obser-
var atentamente vuestra vida, y tambin vuestras relaciones. Recordad
que las personas que hay en nuestro mundo son espejos de nosotros mis-
mos, Como es muy difcil ser al mismo tiempo subjetivo y objetivo, no
es fcil que uno se vea a s mismo con claridad y objetividad. Pero es un
hecho que el mundo objetivo est representado muy claramente por la
clase de personas que hemos escogido para que formen parte de nuestra
vida. Una indicacin de que nos estamos embarcando en un proceso de
cambio e integracin se da cuando varias relaciones importantes en
nuestra vida empiezan a debilitarse o a romperse. El proceso no es fcil,
porque a una parte de nosotros le gustara mantenerse dentro de nuestro
trasfondo bsico, una parte que no quiere cambiar ni crecer, ni renunciar
a nuestras proyecciones. Jung dijo una vez que el cambio es difcil y do-
loroso. Quiz no cambiemos mientras no hayamos sufrido lo suficiente.
Cuando uno empieza a crecer, cambiar e integrarse, es probable que cier-
tas relaciones se desmoronen o que pasen por un perodo de prueba muy
difcil. Esto no significa necesariamente que esas relaciones hayan de
disolverse o terminar, pero podra ser que estemos ya preparados para
asumir lo que hemos proyectado en ellas. Cuando recuperamos cosas
que hemos estado proyectando en otra persona, es posible que esa perso-
na ya no pueda seguir nuestro mismo camino. Lo explicar ms detalla-
damente. Al recuperar nuestras proyecciones, nos integramos y equili-
bramos ms. Digamos que eres una mujer que ha estado jugando al
juego de la nia o de la novia infantil en tu relacin con un hombre que
actuaba como si fuera tu padre. Dicho de otra manera, t eras la Luna y
l. Saturno. Y digamos que en tu vida llega finalmente un momento en
que ests preparada para convertirte, en alguna medida, en tu propio
padre y tu propia madre. Descubres entonces tus objetivos, ambiciones y
metas, y tambin un destino que es exclusivamente tuyo, que se extien-
de ms all de los parmetros de tu matrimonio o de tu familia. Enton-
ces, lo que sucede es que, si recuperas tu Saturno, tu marido deber re-
cuperar su Luna, que hasta ese momento haba proyectado sobre ti. Y si
no est a la altura de las circunstancias y no lo hace, a ti no te quedar
otra alternativa que decirle: Mira, o cambias conmigo, o tendr que ha-
cerlo sola, y esto puede significar una separacin muy difcil. Las rea-
Hl
1zyxwvutsrqponmlkjihgfedcbaZY
Qu es eso que llamamos amor ?

ciones son como los aspectos de una carta, y los aspectos son como ca-
denas de energa. No puedes tener un trnsito sobre un planeta sin que
afecte a cualquier otro planeta que est en aspecto con l. Una dinmica
similar se da en las relaciones. Si a ti te sucede algo, ello provoca una
reaccin en cadena que afecta a todas las personas con las que te relacio-
nas, y aquellas que tienen un vnculo ms estrecho contigo (en conjun-
cin o en oposicin) son las que se vern ms afectadas por tus cambios.
Lo nico que puedo deciros es que cambiar y crecer suelen ser procesos
muy difciles, muchas veces dolorosos, y sin embargo, tambin espentn-
zadores. No olvidis que a vuestro alrededor hay personas que os ayuda-
rn a superarlos. Estamos todos en el mismo barco, en el proceso de bs-
queda de una mayor integracin, y ni uno solo de nosotros ha llegado
todava a una completa realizacin. Por eso, os ruego que seis muy con
siderados con vosotros mismos en este proceso.

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