Richard Idemon - Las Relaciones
Richard Idemon - Las Relaciones
Richard Idemon - Las Relaciones
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1.16
ASTROLOGA D E LAS RELACIONES
que nos abracen y nos acaricien. Echad una mirada a la sala donde nos
encontramos y veris que cada uno se mantiene a una distancia segura
de todos los dems. Si furamos miembros de una tribu africana o un
grupo de lemures (de los cuales somos descendientes no muy lejanos),
la mayor parte de la sala permanecera vaca, y todos estaramos amon-
tonados en un rincn. A fines de los aos sesenta y durante los setenta
hubo una terapia de grupo, llamada de contacto, cuyo objetivo era que
la gente redescubriera su cuerpo y reconociera su necesidad de tocar y
de que la tocaran. Como nuestra actitud con respecto a la epithemia (la
fuerza de Tauro bsica y arquetpica) est tan deformada, las otras tres
formas de amor que distinguan los griegos -phitia, eros y agape- tam-
bin estn sometidas a deformaciones. Nuestra sociedad consumista y
orientada hacia el placer est rebosante de sublimacin. Si os sents an-
gustiados o solos, los anuncios de la televisin y las revistas os dirn
que os sentirais mucho ms satisfechos y completos si os compraseis tal
o cual coche, o simplemente si cambiarais de marca de cigarrillos. Os
habis fijado en cuntos anuncios de cigarrillos se valen de la sensuali-
dad (Tauro) para vender su producto, o muestran a sus modelos fuman-
do en un bellsimo paisaje al aire libre? Estos anuncios recurren a Afro-
dita o a Gea, la diosa de la Tierra, y nos dicen (o poco menos) que si nos
sentimos solos y perdidos y andamos en busca de alguna clase de con-
tacto, podemos satisfacer nuestra necesidad filmndonos un cigarrillo.
Estados Unidos muestra la sociedad de consumo arquetpica, con la
ideologa de que la manera de sentirse seguro y cmodo es comprar y
comprar cada vez ms. Segn Freud, nuestra primera sensacin de pla-
cer nos llega por la boca. No es interesante que tantas adicciones, entre
ellas la comida, el alcohol y las drogas, estn relacionadas con la boca?
Lo que realmente querramos estar haciendo es besar, chupar, lamer,
morder o mordisquear, pero con frecuencia nos privamos de estas activi-
dades porque no se considera que sean aceptables. Entonces, nos bus-
camos gratificaciones sustituas que pueden conducirnos a la adiccin.
Os habis fijado alguna vez en cmo traban contacto tos animales? Van
directamente al grano, o no? Comparad esta actitud con lo que hace-
mos los seres humanos durante un primer encuentro.
Oyente: Las reglas del lenguaje corporal son muy diferentes en Oriente
Medio, donde la gente se amontona lo ms posible en un ascensor, hasta
el punto de que al cerrarse las puertas queda algo de ropa fuera.
Oyeme: Quieres decir que una de las cosas que representa Venus es el
deseo de unirse con algo diferente de uno mismo?
relacin con la amistad que Acuario, el signo al que solemos asociar con
ella. Leo tiene que ver con laphilia porque el amor de Leo implica en-
contrar a alguien especial, a esa persona que le colma a uno el corazn
de amor. Los griegos dividan el amor en dos partes, el del amante y el
del amado. Al amante se le llamaba ralos, y al amado eromenos. Les
correspondan dos papeles diferentes: el del eromenos era ser el ideal al
cual aspiraba el ralos. Dicho de otra manera, el amado serva como
fuente de inspiracin para el amante. Beatriz inspir a Dante para que
escribiera su obra maestra, aunque l slo la hubiera visto dos veces en
su vida. Los griegos habran reconocido en esto la conexin clsica entre
un eratos y un eromenos. No importa que entre Dante y Beatriz no haya
existido jams una relacin compartida; aun as, ella tena la capacidad
de encender el fuego en l. La philia, el amor leonino, es un amor fogo-
so, as como la epithemia es un amor terreno. Incluso hoy es frecuente
que los escritores, poetas y msicos dediquen su trabajo a un ser amado,
como si ese amor fuera la inspiracin que libera su creatividad y les per-
mite un florecimiento que los convierte plenamente en s mismos. La
autoestima del ser amado se refuerza por el hecho de ser digno del amor
de alguien a quien se siente como maravilloso. De esta manera, el ser
amado puede crecer y mejorar como persona. Si os fijis bien, una de las
cosas que acompaan al enamoramiento es el sentimiento que se podra
definir como: Me gusta quien soy cuando estoy contigo, y me gusta lo
que creo que puedo ser cuando estoy contigo. No me parece que se
pueda separar la epithemia de la philia, o, para decirlo de otra manera, la
philia no es posible sin la epithemia. A muchas personas les gustara
dejar de lado la epithemia e ir directamente a la philia, pero no es posi-
ble llegar as a ella. Si estamos desconectados de nuestro cuerpo, no se-
remos capaces de tener la experiencia del amor en el nivel de la philia.
La amistad no tiene que incluir el sexo, pero s necesita dejar margen a
la posibilidad de tocar o abrazar a la otra persona.
Tradicionalmente, la philia empieza a fortalecerse en la poca de
la adolescencia. Puede presentarse en la forma de culto al hroe y tam-
bin puede ser el tipo de amor que un varn siente por otro o una mujer
por otra. Durante la adolescencia, los muchachos idealizan los mode-
los masculinos, como pueden ser los hroes deportivos, y las chicas se
enamoran de quienquiera que en ese momento simbolice el ideal de
mujer. De nada de esto infiero una relacin homosexual ni una condi-
cin de bisexualidad, aunque estos son temas que trataremos luego. En
lo que insisto ahora es en la idea de descubrir quin es uno, modeln-
1.16 ASTROLOGA DE LAS RELACIONES
zos del siglo pasado. La mujer del cuento es una cantante de pera, be-
llsima, rica y famosa, a quien todo el mundo admira, pero que se siente
muerta por dentro porque no es capaz de sentir amor. La nica manera
que tiene de lograrlo es romper el contrato con el diablo, lo que por su-
puesto significa que tendr que enfrentarse con la muerte. En otras pala-
bras, no puede sentir amor a menos que acepte el hecho de que tendr
que morir. Encuentra entonces a una joven que est dispuesta a cargar en
su nombre con la maldicin diablica, y esto permite que la famosa can-
tante se enamore y muera. Para poder amar ha tenido que aceptar la ine-
v Habilidad de la muerte.
LazyxwvutsrqponmlkjihgfedcbaZYXWVUTSRQPONMLKJIHGFEDCA
philia no es lo mismo que el amor. En la philia hay una diferen-
cia entre el amante y el amado. Por ejemplo, una parte natural de la cul-
tura griega era el amor entre hombres. En este tipo de amor, frecuente
entre los griegos de clase alta, se esperaba que un joven a quien se iden-
tificaba como eromenos tomara como amante a un hombre mayor, que
se converta entonces en el eratos. Tanto Platn como Scrates crean
que Eros era el mayor de los maestros, y lo entendan muy al pie de la
letra. Claro que, en Inglaterra, los maestrosyvutsrponmligedcbaVTSRPOLIDCBA
Victorianos expurgaron de
inconveniencias las traducciones de las obras griegas y transformaron el
amor ertico en amor platnico, es decir, en una versin idealizada y
asexuada del amor. La mentalidad cristiano-victoriana de entonces no
poda afrontar ni siquiera la idea de una relacin ertica entre hombres.
Adems, como enseaban a escolares, teman las consecuencias de per-
petuar el erotismo entre miembros del mismo sexo. Sin embargo, en la
Grecia antigua era con frecuencia el padre del adolescente el que asuma
la tarea de escoger al eratos, el amante masculino adulto que se encarga-
ra de educar al muchacho para que ste asumiera su Jugar en el sistema
poltico del Estado. Se lo consideraba como una parte natural del proce-
so de crecimiento. A medida que el eromenos se haca mayor, se conver-
ta a su vez en un eratos, una figura que se ocupaba del despertar de al-
guien ms joven. Para los griegos, este tipo de iniciacin en la sociedad
se limitaba normalmente a las relaciones entre hombres, pero en ocasio-
nes poda suceder entre hombres y mujeres. En realidad, el arquetipo a
que nos referimos tambin poda existir fcilmente entre un hombre y
una mujer. Es lo que sucedi en la pica romntica medieval, que enten-
da el amor entre el hombre y la mujer como una fuerza inspiradora y un
despertar. En la philia empezamos a interiorizar o recuperar gradual-
mente nuestra proyeccin del hroe y la herona ideales, y, al hacerlo,
avanzamos hacia el proceso de individuacin o de despertar del yo. Este
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Qu es eso que llamamos amor ? zyxwvutsrqponmlkjihgfedcbaZYXWVUTSRQPONM
llaman al orgasmozyxwvutsrqponmlkjihgfedcbaZYXWVUTSRQPONMLKJIHGFEDCA
la petite mort, la pequea muerte. Tambin nosotros
tenemos el concepto de la depresin postcoito, que sobreviene cuando
nuestra condicin de seres aparte vuelve a asomar la cabeza, una vez
que ha pasado la intensidad de la intimidad. Quisiramos encontrar me-
diante el amor alguna manera de vivir con otra persona en un xtasis
perpetuo. El eros es esa clase de amor que implica morder la manzana,
de la misma manera que la mordi Eva y las cosas nunca ms volvieron
a ser lo que eran en el Edn. La historia de Persfone expresa algo simi-
lar, Como ella haba mordido una granada en el mundo subterrneo, no
le estaba permitido regresar permanentemente a la superficie. Hay una
clara relacin entre la manzana del Jardn del Edn y la granada. En rea-
lidad, ni siquiera haba manzanas en esa parte del mundo donde se origi-
n el relato del Edn, de manera que lo ms probable es que la fruta que
mordi Eva fuese una granada. La granada es una fruta muy interesante,
porque cuando la abrimos, sangra. Abrir o romper la granada representa
simblicamente la prdida de la virginidad, y en Persfone eso simboli-
za la ruptura del vnculo que la une a su madre, Demter, y por lo tanto
se relaciona con el corte del cordn umbilical. Cuando Eva come la
manzana, est desobedeciendo a Dios y siguiendo el consejo de la ser-
piente, uno de los rostros de Lucifer. Comer la manzana es como cortar
el cordn umbilical con el padre para contraer matrimonio con Adn.
Eva ya no es solamente la hija de Dios; ahora es la mujer de Adn. Des-
pus del episodio de la manzana, Adn y Eva deben abandonar el Edn,
de la misma manera que cuando un hombre y una mujer se unen en ma-
trimonio, cada uno deja la casa de sus padres para establecerse en una
nueva, en su propio hogar.
Lo que sucedi en el mito de Demter y Persfone es similar al rela-
to del Jardn del Edn, y en este momento me gustara verlo con ms de-
talle. Demter era una de esas diosas a quienes no les interesan particu-
larmente los hombres. De acuerdo con la mayora de los mitos que se
refieren a ella, no tuvo ms que una relacin con un hombre; hay quie-
nes dicen que era Zeus, y otros que se trataba de Poseidn. Fuera quien
fuese el padre, Demter dio a luz a Core, que en griego significa don-
cella. Demter y Core vivan juntas en aquel jardn ednico y primiti-
vo. Demter (conocida como Ceres en la mitologa romana) era una
diosa de la Tierra, una madre Tierra primitiva, responsable de las cose-
chas y de todo el reino vegetal. Un da, Core est en el campo cogiendo
flores. Recordis cul fue la flor que escogi? No, no margaritas, sino
un narciso. Core viva en un estado de unidad narcisista con su madre,
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Qu es eso que llamamos amor ? zyxwvutsrqponmlkjihgfedcbaZYXWVUTSRQPONM
2. La escarificacin, que significa cortar o hacer una incisin, se referira aqu al ri-
tual de romper el himen de una virgen como preparacin para el matrimonio.
Qu es eso que llamamos amor ?zyxwvutsrqponmlkjihgfedcbaZYXWVUTSRQPONMLK
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cin en lo ertico van asociados con cosas dolorosas. Una relacin erti-
ca y exttica implica inevitablemente dolor. O sea que lo que estoy di-
ciendo es que la experiencia ertica pertenece al dominio de lo religioso,
lo mstico y lo creativo. Es un sentimiento tremendamente poderoso,
que puede ser abrumador. La sociedad necesita disponer de maneras se-
guras de canalizarlo, y una forma de conseguirlo es contar con una casta
sacerdotal. En otras palabras, los sacerdotes son las personas en quienes
hemos delegado el poder del eros. Son ellos quienes anuncian cul es el
tipo de sexualidad permitido y quienes tratan los asuntos que tienen que
ver con la muerte, con las ceremonias de renacimiento y de iniciacin, y
con las pocas de generacin y regeneracin. Por supuesto, estamos en-
cantados de cederles este poder, que consideramos excesivo para asu-
mirlo directamente.
La civilizacin occidental est tan en contra del eros como de la epi-
themia. De hecho, creo que es probable que el eje Tauro-Escorpio sea,
psicolgicamente, el rea ms poderosa, ms peligrosa y por lo general
menos integrada de una carta. Esto tambin es vlido para Venus, regen-
te de Tauro, y para Plutn, regente de Escorpio. A casi todos se nos ha
enseado a negar, reprimir o rechazar a Venus y a Plutn, o a compensar
de alguna manera indirecta estas energas. Considerad vuestra propia
carta bajo esta luz, fijndoos en las casas que tienen a Tauro y a Escor-
pio en la cspide, localizando los planetas emplazados en estos signos y
examinando la posicin de Venus y de Plutn por signo, casa y aspectos.
Creo que Plutn es el planeta ms representativo del eros. Si no abrs el
alma a la energa exttica simbolizada por Plutn (una relacin exttica
en la que la unin es anloga a la muerte), el planeta funcionar de una
manera inconsciente e invisible. Si lo reprims, ya encontrar el modo de
arrastraros a los abismos del mundo subterrneo, a vosotros y a cual-
quier planeta que est en aspecto con l. Por eso hay tantas personas que
van por la vida como zombis. Habis notado que hay quienes tienen
una carta realmente viva e interesante y, sin embargo, andan por el
mundo como momias? Es que se han desconectado del eros, y, por ello,
estn como sin vida, como si por dentro no les sucediera nada. Si les
preguntis cmo les va, se limitarn a responder que todo anda bien.
Preguntadles por sus relaciones: mascullarn que eso tambin va perfec-
tamente. Y cmo era su relacin con sus padres? Oh, muy buena, estu-
penda. Preguntadles qu es lo que quieren de la vida, y os respondern
que en realidad no lo saben. En mi opinin, a esas personas Plutn les ha
arrebatado el alma y se la ha llevado al mundo subterrneo. Y el alma
1.16
ASTROLOGA DE LAS RELACIONES
slo puede ser recuperada mediante un profundo dolor; por eso, Jung in-
sista en que no cambiamos mientras no hayamos sufrido lo suficiente.
ElzyxwvutsrqponmlkjihgfedcbaZYXWVUTSRQPONMLKJIHGFEDCA
eros nos dice que respetemos el hecho de que en el amor va im-
plcito el dolor, de que parte de l es renunciar a uno mismo, morir como
yo al unir la propia alma con alguien diferente de uno mismo. Slo
entonces podremos renacer, y Jung se refera a las personas que han pa-
sado por este proceso como las dos veces nacidas. Deca tambin que
en el mundo hay poqusimos dos veces nacidos, y yo estoy de acuerdo
con l. Tanto en el pasado como en el presente, el objetivo de los rituales
religiosos y de los ritos de iniciacin es ayudar a la gente a superar el
proceso de muerte y renacimiento que va asociado con el eros. Es como
si la sociedad nos estuviera diciendo que hay un momento en que se ha
de dar ese paso, y que estos son los rituales y los ritos que nos ayudarn
a darlo. Un buen ejemplo de ello son las saturnales y las bacanales, de
las que nos quedan algunos vestigios en el carnaval brasileo. Sabais
que, segn ciertas versiones del mito, Dionisos (Baco para los romanos)
era hijo de Plutn y Persfone? Dionisos era una figura crstica, una es-
pecie de precursor de Cristo, el que desciende a las profundidades y re-
nace para salvar al gnero humano. Lo interesante es que para referirse
al sacrificio y la muerte de Jess en la cruz (en que Dios entrega a su
nico hijo al sufrimiento y a la muerte para salvar a la humanidad) no se
habla de la epithemia de Cristo ni de la philia de Cristo, sino de su Pa-
sin. En otras palabras, la muerte y la resurreccin de Jess son un acto
simblico del eros, que nos muestra a Dios cortando el cordn umbilical
con su hijo al ofrecrselo al mundo. O sea que, en este sentido, el ritual
de la comunin es bsicamente ertico. Despus de todo, qu es lo que
implica el acto de la comunin? Es el momento en que, simblicamente,
el creyente come el cuerpo y bebe la sangre de Cristo, en virtud de lo
cual participa en su pasin, su muerte y su redencin. Cristo muri por
nuestros pecados, y mediante la comunin morimos unificndonos con
l, comiendo su carne y bebiendo su sangre. Las sociedades ms primiti-
vas omiten este paso intermedio de comer la hostia y beber el vino, y en
lugar de ello, literalmente comen el cuerpo y beben la sangre. Me conta-
ron una historia que tiene relacin con esto. Una tribu, no s si de Ghana,
de Guinea o de dnde, se reuni y decidi enviar al joven ms inteligen-
te de su pueblo a estudiar a la Universidad de Oxford. All, el muchacho
se desempe muy bien y lleg a doctorarse en derecho. Cuando regres
a su pas, los miembros de su tribu lo pusieron en un caldero, lo cocina-
ron y cada uno comi un trocito de l. Pensaban que, al hacerlo, toda la
r.Qut'' c.v es(> (/( IIanuimos amor? zyxwvutsrqponmlkjihgfedcbaZYXWVUTSRQPONM
* * *
Richard: S, creo que la gente intenta hallar el eros en las relaciones per-
sonales ntimas, y que as es muy difcil experimentarlo con continui-
dad. Lo que sucede es que se desgasta en una relacin apasionada, y en-
tonces vamos en busca de otra relacin, de un amante mejor con el que
podamos reanudar la vivencia del eros. Asociamos demasiado el eros
con el enamoramiento..., ya sabis, el pequeo Cupido lanza la flecha y
uno exclama: Oh, es ella, ah est mi anima, la mujer de mis sueos.
Y sin embargo, tras eso generalmente volvemos a la relacin vertical y
esttica entre el padre o la madre y el nio. Un hombre puede pensar que
se est casando con su amante, cuando en realidad se est casando con
su madre. Se habla muchsimo de cmo mantener vivo el romance en el
matrimonio. Hay quien dice que una mujer casada debe seguir tratando
de mostrarse atractiva y seductora para mantener vivo el inters de su
marido. Otros quiz piensen que leerse el Kama Sutra y practicar las
posturas que sugiere (en el estilo de Hoy podramos probar la 17b) es
la manera de mantener vivo el eros en el matrimonio. Y hay quien se
imagina que si su mujer estuviera ms delgada o su marido fuera ms
carioso, o si pudiera expresar ms fcilmente sus necesidades sexuales,
podra vivir en un estado permanente de xtasis ertico. Si estos intentos
fallan, la relacin se rompe, y uno necesita entregarse a la bsqueda de
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un nuevo amante que sea capaz de invocar en su interior el misterio del zyxwvutsrqponmlkjihgfedcbaZY
eros. Incluso puede suceder que tenga xito y encuentre, efectivamente,
a alguien que durante un breve tiempo lo consiga, pero, por desgracia, es
un hecho que la familiaridad apaga el fuego ertico. Es verdad que cuan-
do te enamoras de alguien, puedes sentir que la tierra se estremece y
tiembla, y eso es fascinante. Ah est tu amada, temblorosa, con los la-
bios hmedos, estremecindose, deshecha, sin poder siquiera comer, y te
sentirs incluso compadecido de ella. Pero esta situacin no se puede
mantener en una relacin amorosa a largo plazo, porque el eros se nutre
del misterio, de lo desconocido. Eros es el dios del mundo subterrneo
que mora en el mbito de lo invisible. Slo por mediacin de la oscuri-
dad y el misterio, hundindose a plomo en lo desconocido, puede darse
lo ertico. Uno trata de mantener cierto misterio en su matrimonio, pero
eso es ms fcil decirlo que hacerlo. Antes, a nadie se le ocurra pensar
que su cnyuge fuera su mejor amigo. Pero ahora, esperamos que nues-
tra pareja no slo se haga cargo de la epithemia, sino que adems sea
nuestro mejor amigo o nuestra mejor amiga, el ser amado en el sentido
de la philia. Y para coronarlo todo, tambin ha de ser quien perpetua-
mente despierte nuestro inters romntico, quien siempre nos haga tem-
blar y estremecemos y, en la medida en que haga todo eso, conserve viva
en nosotros la atraccin ertica. Cmo se puede mantener vivo el mis-
terio con alguien que es tu mejor amigo? Realmente, es demasiado.
Finalmente, se supone que adems de la epithemia, la philia y el
eros, t y tu pareja habis de compartir el agape, que es una clase de
amor tierno, divino y desapegado del que hablar extensamente ms ade-
lante. Aplicado al matrimonio, el agape os pide algo realmente difcil:
que tengis una relacin abierta, que vuestra pareja debe amaros lo sufi-
ciente para dejaros tener relaciones con otras personas, y arreglrselas
para no sentir celos. Pero, cmo podemos erotizamos si no nos pone-
mos celosos? Veis a qu me refiero? El hecho es que estamos pidiendo
demasiado de una nica relacin. Al incluir el agape, el deseo de conec-
tarse con lo divino por mediacin de una pareja, hemos impuesto a la si-
tuacin conyugal cuatro variantes diferentes del amor, y no creo que nin-
gn matrimonio pueda cargar con semejante peso.
Hay tambin algo bsicamente trgico en las relaciones plutonianas
o erticas, por la sencilla razn de que no se puede vivir perpetuamente
en xtasis. Por eso Romeo y Julieta tuvieron que morir jvenes. Os po-
dis imaginar a esta pareja como un matrimonio mayor con una docena
de bambinil A Julieta se le han ensanchado un poco las caderas y
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Qu es eso que llamamos amor ? zyxwvutsrqponmlkjihgfedcbaZYXWVUTSRQPONM
Oyente: Lo que ests diciendo es que los griegos tenan formas de cana-
lizacin que permitan a la gente experimentar el eros, entre ellas la ca-
tarsis compartida por el pblico que asista a la representacin de una
tragedia. Y adems, dices que como nosotros no tenemos esas formas de
canalizacin en nuestra sociedad, buscamos el eros en una relacin o in-
tentamos arrebatarle toda esa energa a una sola persona. Yo todava no
estoy seguro de por qu al eros se lo elabora mejor mediante una expe-
riencia de grupo.
Richard: S, supongo que eso puede suceder, pero lo que has dicho me
trae a la memoria el adagio segn el cual la esperanza es lo ltimo que
se pierde. Lo siento, pero casi todos creemos todava que en alguna
parte existe esa persona especial y nica que ser todo lo que necesite-
mos. Ya sabis a qu me refiero: la idea de que una vez en la vida, o
quiz dos si la primera no acaba de funcionar, encontraremos a esa per-
sona, que nos cambiar para siempre, y el romance tendr un final de
cuento de hadas, es decir que viviremos eternamente felices, o por lo
menos juntos. De acuerdo, podra suceder. Pero lo que quiero sealar es
que es muy difcil. Para que eso ocurra, hacen falta dos personas que
hayan pasado por el proceso de individuacin y que, en un nivel u otro,
estn en contacto con todas las diferentes formas de amor de las que
hemos hablado. Hacen falta dos personas que vivan como adultos,
que en alguna medida hayan cortado el cordn umbilical o estn canali-
zando parcialmente la intensidad del eros en su trabajo o en una activi-
dad creativa, o que tengan fuera del matrimonio amigos que se hagan
cargo de la philia, y tambin necesitaran estar en contacto con la
epit hernia en la medida necesaria para canalizarla hacia el cuidado del
propio cuerpo. No conozco a muchas personas as, pero estoy de acuer-
do contigo, porque no quiero renunciar a la esperanza. De hecho, en
cierto sentido, s quisiera renunciar a la esperanza, porque, como dice
M. Scott Peck en Un camino sin huella, para amar de verdad tenemos
que desenamorarnos. Permitidme decir, parafraseando su expresin,
que para enamorarnos tenemos que desenamorarnos del amor. Y eso es
precisamente lo que os animo a hacer. No os estoy diciendo que las re-
laciones sean algo imposible ni que jams tengis otra en la vida. Sim-
plemente os aconsejo que, en vez de hacerlo a ciegas, os aventuris en
este mbito con los ojos abiertos.
Me gustara dedicar algn tiempo ms a hablar del agape. A estas
alturas ya debis de haberos dado cuenta de que es un concepto que yo
asocio con Acuario y Urano. Creo que la importancia arquetpica y mi-
tolgica del signo de Acuario ha sido muy mal entendida. Para los grie-
gos, agape significaba literalmente el amor de dios por el hombre.
Ahora bien, si nos fijamos en cmo amaban los dioses griegos a los sim-
ples mortales, veris que no era en modo alguno un amor asexual. Pero
1.16
ASTROLOGA DE LAS RELACIONES
con su madre. Un beb no ama a su madre porque sea una persona vir-
tuosa, bien educada, simptica y comprensiva. Le gusta su madre por-
que significa tibieza, leche, alguien que lo tiene en brazos y lo mima, y
seguridad. Estas son las razones por las que un beb ama a su madre. El
amor del beb por su madre es lazyxwvutsrqponmlkjihgfedcbaZYXWVUTSRQPONMLKJIHGFEDCA
epithemia en su versin ms pura y
sincera, y es algo bueno y que est bien. Toda relacin incluye en mayor
o menor grado la epithemia. Habis odo hablar de las feromonas? Son
hormonas sexuales que todos segregamos y que se distinguen por su
olor. Los animales descubren mediante el olfato por quin se sienten
atrados, y de hecho los humanos tambin, pero hoy en da el problema
reside en los desodorantes, perfumes y lociones para despus del afeita-
do que los anuncios nos instan a usar y que ocultan y disimulan el olor
de las feromonas. Lo que quiero decir es que tambin nosotros descu-
briramos por el olfato quin es la persona que nos atrae si los fabrican-
tes de perfumes y cosmticos no se hubieran esforzado tanto por con-
vencernos de que ellos saben mejor cmo debemos oler. El olfato es el
sentido primario que yo asocio con Tauro y con la epithemia. Las perso-
nas por quienes nos sentimos atrados son aquellas cuyo olor nos gusta.
El olfato es uno de los puntos de contacto originarios. Cuando estamos
sexualmente excitados, desprendemos un olor muy fuerte, pero despus
de habernos puesto el desodorante, ese olor natural queda desterrado. O
sea, que nuestra herencia cultural nos dice que la gente no debe oler a
gente, en especial no debe oler a gente sexualmente excitada.
Tengo que decir algunas cosas ms sobre el agape. La imagen aso-
ciada con Acuario es el aguador, un dios que vierte agua u otra sustancia
lquida de una vasija. La vasija y su contenido representan el amor como
un don de los dioses. El agape nos despierta y nos libera al mismo tiem-
po, y por eso considero que Acuario es el signo que simboliza el arque-
tipo del Santo Grial; ms especficamente, del Grial vertido. Los hroes
y heronas, y tanto da que nos estemos refiriendo a Parsifal como
a Jess, tras culminar su viaje heroico, regresan trayendo los dones de
la verdad, la libertad, la iluminacin, la purificacin y la redencin, para
compartirlos con la humanidad. El hroe parte en un viaje o se somete a
una prueba, pero luego regresa para compartir lo que ha aprendido o lo
que ha obtenido de su experiencia. El agape nos impulsa a convertir en
una ofrenda de amor lo que hemos aprendido en el transcurso de nuestro
viaje individual y mediante nuestro sufrimiento. Leo, la philia y el Sol
representan al hroe que se vuelve consciente de su carcter divino y se
embarca en un viaje hacia la redencin; pero este viaje no se completa
Qu es eso que llamamos amor ?zyxwvutsrqponmlkjihgfedcbaZYXWVUTSRQPONMLK
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Oyente: Antes has dicho que como mejor se tiene la vivencia del eros es
por medio de un grupo de personas para conectar a tierra esa podero-
sa energa. Yo creo que el grupo sirve tambin para encender la chispa
del eros.
Oyente: Puedes decir algo sobre el papel del agape en la situacin tera-
putica?
* * *
Richard: S. En todos nosotros hay una parte que tiende hacia lo divino,
pero como los antiguos preceptos religiosos ya no tienen vigencia para
nosotros, ahora traducimos la idea medieval del amor romntico en tr-
minos de la bsqueda de un ser viviente y encarnado que llegue y nos
transforme la vida. El otro da os cit una lnea del subttulo de una pel-
cula que deca algo as como que un da llegara a tu vida alguien capaz
de transformarla para siempre. Hace quinientos aos, un sentimiento
como este se habra referido a un encuentro con Dios o con Jess. Como
ya he dicho, el problema est.en que buscamos lo transpersonal en lo
interpersonal. Seguimos esperando que podremos encontrar y experi-
mentar lo mgico, lo mstico y lo numinoso en una relacin con otra
persona. Y no slo eso, sino que queremos que esta experiencia de lo
numinoso se mantenga continuamente viva en nuestro matrimonio. Ah
est el problema. Seguimos buscando no slo nuestro Yo ms profundo,
sino tambin a Jess y la redencin en una relacin amorosa de persona
a persona. Seguimos buscando un amor que nos transforme, que nos
sane, que nos ayude a descubrirnos a nosotros mismos y nos devuelva
nuestra totalidad. Seguimos esperando esa relacin que haga desapare-
cer todos nuestros dolores y nos conduzca a la autorrealizacin. Pensa-
mos que cuando esa persona finalmente llegue a nuestra vida, nos traer
la iluminacin, y seguimos buscndola para que haga esto por nosotros,
para que nos convierta en seres plenamente humanos. Esperamos, ansia-
mos y anhelamos un amor de esta naturaleza, y, cuando no lo encon-
tramos, pensamos que si nos teimos el pelo de otro color tal vez eso
cambie nuestra suerte y nos acerque a esa persona especial y divina.
En la historia de Tristn e Isolda hay algunos puntos que quiero co-
mentar. Tristn tiene una experiencia celestial cuando conoce a Isolda y
se enamora de ella, pero no puede conseguirla porque est casada con el
rey de Cornualles, o sea que es intocable. Su inaccesibilidad es precisa-
mente lo que mantiene encendido en l el fuego ertico. Podra tener a
otra mujer, pero no la quiere, y la razn de que no la quiera es que puede
Qu es eso que llamamos amor ? zyxwvutsrqponmlkjihgfedcbaZYXWVUTSRQPONM
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Algo similar sucede cuando estis en pleno xtasis creativo, slo que en
este caso la forma del daimon que os posee es ligeramente diferente. El
amor apasionado y la creatividad apasionada son cosas erticas a las que
no es posible aferrarse de forma permanente. Cuando habis terminado
de escribir un libro, tenis que soltarlo, tenis que entregrselo a los edi-
tores. Una experiencia ertica es como el hlito de Dios que fluyera a
travs de vosotros, pero slo podis hallar inspiracin en esta intensa vi-
vencia plutoniana si estis dispuestos a no tenerla. Tal es la paradoja de
todo esto. S que lo que os he estado diciendo ha desencadenado much-
simas cosas dentro de vosotros, y estos son precisamente los temas que
me gustara que tratarais en vuestros grupos de trabajo. Para todo esto
no hay respuestas correctas ni errneas. Yo no estoy diciendo que tenga
razn; lo que s digo es que esta es mi experiencia, mi vivencia, la forma
en que yo veo las cosas. Haced con ello lo que queris.
Ascendente. Es una mujer muy hermosa que siempre se las arregla para
complicarse la vida metindose en tringulos amorosos. En realidad, no
deberamos hablar de tringulos, sino de cuadraturas en T. Es habilsima
para complicarse en configuraciones como esta, donde ella siempre es el
punto focal. Por ejemplo, estaba saliendo con dos hombres, ambos ena-
morados de ella y dispuestos a casarse. De alguna manera se las arregl
para citarse con los dos la misma noche. Cuando ambos llegaron al
mismo tiempo, ella sugiri que era posible que Jos tres se amaran los
unos a los otros y salieran juntos. A ellos no les gust la idea. Joe dijo
algo as como: Escucha, te comprometiste a salir conmigo, y este otro
to ya puede ir hacindose humo. Y Sam le dijo: Mira, ahora o nunca;
decdete, porque estas cosas no te las pienso aguantar. Entonces, ella se
quej de la situacin terrible en que la ponan; dijo que simplemente no
entenda por qu ellos dos no podan encontrar una solucin de comn
acuerdo. Y por supuesto no era la primera vez que le pasaba una cosa
as. Se podra decir que a Afrodita le entusiasma Ja sangre. Despus de
todo, escogi a Ares, el dios de la guerra, para que fuera su amante. A
ella le encantan los conflictos, y est constantemente provocndolos. O
sea que la autntica Afrodita es alguien que no ha integrado a su propio
Marte y por eso Jo busca en un hombre.
ciones son como los aspectos de una carta, y los aspectos son como ca-
denas de energa. No puedes tener un trnsito sobre un planeta sin que
afecte a cualquier otro planeta que est en aspecto con l. Una dinmica
similar se da en las relaciones. Si a ti te sucede algo, ello provoca una
reaccin en cadena que afecta a todas las personas con las que te relacio-
nas, y aquellas que tienen un vnculo ms estrecho contigo (en conjun-
cin o en oposicin) son las que se vern ms afectadas por tus cambios.
Lo nico que puedo deciros es que cambiar y crecer suelen ser procesos
muy difciles, muchas veces dolorosos, y sin embargo, tambin espentn-
zadores. No olvidis que a vuestro alrededor hay personas que os ayuda-
rn a superarlos. Estamos todos en el mismo barco, en el proceso de bs-
queda de una mayor integracin, y ni uno solo de nosotros ha llegado
todava a una completa realizacin. Por eso, os ruego que seis muy con
siderados con vosotros mismos en este proceso.