Las Purgas Del Partido Comunista (B) de La URSS en La Década de 1930 Mario Sousa PDF
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Mario SOUSA
EDITORES
NG
Pedro Jos Madrigal Reyes
Bitcora de un NICARAGENSE
KBML 1917
Manifiesto COMUNISTA
K. MARX y F. ENGELS
Extracto del libro La lucha de Clases en la Unin Sovitica Durante los
Treinta
Introduccin-----------------------------------------------------------------------pg.01
El orden bolchevique--------------------------------------------------------------pg.13
El discurso de Stalin--------------------------------------------------------------pg.20
Aplicando el leninismo-----------------------------------------------------------pg.24
Conclusin y Notas----------------------------------------------------------------pg.36
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Introduccin
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Este fue el marco en el que se dio lucha de las clases en la Unin Sovitica en la
dcada de 1930 y debe tenerse en cuenta al leerse este folleto.
El auge de la Unin Sovitica durante la dcada de 1930, entonces, fue vital. Fue
la base de la victoria de la Unin Sovitica sobre la Alemania nazi durante la
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Bitcora de un NICARAGENSE
Segunda Guerra Mundial. La lucha contra las deficiencias dentro del Partido
Comunista y las purgas fueron esenciales para el propsito de lograr el xito en
el desarrollo de la produccin y asegurar la defensa del pas. Los historiadores
burgueses a penas mencionan esto.
Los archivos de Smolensk son bastante grandes. Con algunas pocas excepciones,
todos los asuntos importantes del Partido Comunista de la regin occidental
estn recopilados ah, desde registros de los militantes y dirigentes polticos
hasta extractos de discusiones y debates en las asambleas, incluyendo aquellos
de la institucin principal del rea, especficamente, el Bur de Organizacin.
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Todos los aspectos de la vida poltica estn mencionados, desde las polticas
agrcolas y estrategias industriales hasta el planeamiento de las vacaciones
anuales de los obreros. Los documentos que tratan sobre las purgas del Partido
en la regin occidental tambin estn ah. Los archivos de Smolensk son una
mina de oro para aquellos que buscan un mejor entendimiento del
funcionamiento de la sociedad sovitica. Sin embargo, los archivos de Smolensk
han sido utilizados muy poco.
No fue hasta 1985 que se public un libro basado en un estudio autntico de los
archivos de Smolensk. Este libro lleva el nombre de Orgenes de las Grandes
Purgas El Partido Comunista Sovitico Reexaminado, 19331938 [1], escrito
por el profesor de historia norteamericano J. Arch Getty. Este libro proporciona
estadsticas y otros documentos de gran valor para el estudio de la historia de la
Unin Sovitica.
Getty es un autor burgus que tiene una capacidad limitada para comprender
las condiciones de la lucha de las clases en la Unin Sovitica. En un libro
posterior, El camino hacia el terror, que se supone demuestra que los
bolcheviques se exterminaron entre ellos durante la dcada de 1930 como
resultado de peleas, por ejemplo, no hay ni una sola mencin de los desarrollos
sociales ms grandes dentro de la historia de la humanidad que se dieron en la
Unin Sovitica durante la dcada de 1930. Ni una sola palabra sobre eso!
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Esto result ser un trabajo muy difcil. Los burcratas corruptos conocan varios
trucos para escapar de las crticas y las situaciones difciles. La mayora de
expulsados, en cambio, fueron militantes comunes y corrientes que a menudo
no podan defenderse contra las acusaciones de pasividad, ignorancia poltica o
malos hbitos con la bebida, que les imputaron los secretarios del Partido.
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Cuadro 1
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Bitcora de un NICARAGENSE
dirigentes locales del Partido. No tuvieron en cuenta que las condiciones de vida
hacan difcil la participacin de estos militantes en las actividades del Partido.
Cuadro 2
La purga de 1929
Porcentaje
Razones de la expulsin
Pasividad 17%
Otras 22%
Total 100%
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Durante la dcada de 1930, el Partido pas por tres purgas: 1933, 1935 y 1937-
1938.
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Los dirigentes del Partido dejaron claro que las purgas deban efectuarse en una
atmsfera de camaradera y que no se deba entrometerse mucho en las vidas
privadas de las personas. Ms an, la direccin del Partido incentiv a los
militantes a criticar abiertamente a los burcratas locales y advirti a los
dirigentes locales del Partido que no expulsaran a los militantes bajo los cargos
de pasividad o ignorancia poltica. No deban repetirse los errores de 1929. Se
deba prestar atencin especial al desarrollo general de los militantes y se
estableci que los militantes del Partido podan ser degradados a la condicin de
candidatos o simpatizantes hasta que mejoraran su entendimiento poltico o
aumentaran su participacin en las actividades del Partido, segn el caso. La
expulsin deba ser evitada en la medida de lo posible.
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Cuadro 3
Pasividad 23,2%
Otros 17,9%
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La purga de 1933 revel que haba problemas muy serios en el Partido, a lo largo
de todo el pas. La lista de militantes no guardaba ninguna relacin con la
realidad. En muchas partes del pas, el nmero de militantes no concordaba con
la cantidad de la lista. Muchos militantes se haban mudado, haban
abandonado el Partido, haban sido expulsados o haban muerto, sin que todo
esto haya quedado reflejado en las lista de militantes. Los secretarios locales del
Partido estaban desbordados por el trabajo econmico, es decir, por el
cumplimiento del plan quinquenal y la colectivizacin. Por esa razn, o
simplemente como resultado de negligencia o falta de inters, las listas de
militantes no eran actualizadas. Como consecuencia de esto, los registros
financieros del Partido tambin estaban en desorden. Cuando esto fue
descubierto, y el centro del Partido se enter de la desastrosa situacin que
prevaleca en la seccin de registro de militantes, se hizo evidente que era
esencial verificar todos los documentos del Partido.
Como pronto se vio, los problemas eran demasiado grandes para ser resueltos
por Ostrovsky. Los representantes del Comit Central enviados a otras partes
del pas tuvieron la misma experiencia. A finales de abril de 1935, se haba
progresado muy poco en la reinscripcin. Un informe del comit de la ciudad de
Smolensk mostraba que en el proceso de investigacin de los documentos del
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Los lectores de este folleto pueden considerar todo esto difcil de creer. Los
medios de comunicacin burgueses han llevado a la mayora de la gente en el
mundo occidental a creer que en el Partido Comunista (b) Sovitico reinaba una
disciplina totalmente ciega, donde todo y todos estaban sujetos a registro y
cuidadoso control, donde todo era registrado de preferencia varias veces en
largas listas, sin que nadie estuviera libre de este control generalizado y
permanente un control, dicho sea de paso, que hubiera sido muy costoso de
mantener, donde los burcratas del Partido estaban investidos con amplios
poderes.
Los carns del Partido eran, por regla general, guardados en un escritorio
normal o en un armario de fcil acceso en los locales del Partido, y en todo el
pas solan desaparecer a millares. De la misma irresponsable manera, los
carns del Partido eran entregados a todo el que dijera que haba perdido el
suyo. Por lo general, no se haca ninguna investigacin para averiguar qu haba
pasado con el carn perdido. Incluso aquellos que haban sido expulsados del
Partido conservaban sus carns sin que nadie les exigiera que lo devuelvan.
Cuando algn militante falleca, la familia, por lo general, no devolva el carn el
Partido, lo que a menudo resultaba en el mal uso del carn de la persona
fallecida. La produccin fue creciendo de manera tan abrumadora que los
dirigentes locales del Partido estaban convencidos que tan pronto hubiera
excedentes se barrera con todas las dificultades.
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El orden bolchevique
Ya era hora de poner orden bolchevique en nuestra propia sede del Partido.
El Comit Central se dirigi especialmente a los dirigentes locales del Partido,
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Resulta que muchos de los secretarios locales del Partido que eran responsables
de la implementacin del control no tomaron la tarea muy en serio. Ellos no le
dieron a esa tarea la prioridad que el Comit Central haba exigido. Empezaron
a llegar informes al Comit Central mostrando que hubo una tendencia general
a realizar un rpido control y terminar con l. A menudo, el compromiso de los
secretarios locales del Partido con la tarea era prcticamente cero. Los
problemas de la regin occidental eran muy evidentes. El subsecretario del
Partido en la regin, A. L. Shilman y el jefe local de la comisin de control,
Kiselev, fueron sometidos a una crtica pblica severa por el Comit Central y
los pusieron como ejemplo de cmo no deba realizarse el control de los carns.
El secretario del Partido, Stepanov, jefe de un distrito en la regin occidental,
fue expulsado del Partido. En su campaa de verificacin, haba dedicado un
mximo de cinco minutos por militante a la investigacin de su autenticidad. El
Comit Central exigi el compromiso personal en la ejecucin de esta campaa
muy importante, pero este secretario del Partido se ocup slo de mostrar un
alto porcentaje de militantes cuya situacin se haba revisado y el nmero de
militantes falsos que haba detectado. El Comit Central se opuso a esta forma
burocrtica de cumplir con la tarea. Ellos queran una investigacin exhaustiva
para que se pueda estar seguro de que los militantes en la lista eran miembros
reales.
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Cuadro 4
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Los juicios polticos [2] y las purgas en el Partido Comunista fueron dos cosas
distintas y no tuvieron directamente nada que ver entre s. Los miembros del
Partido que fueron expulsados y juzgados en los tribunales por haber
participado en actividades contrarrevolucionarias y criminales representaban
una pequea minora en relacin con el total de expulsados.
En 1937 se hizo evidente que haba que enfrentar dos grandes problemas y
encontrarles una solucin para continuar con la construccin del socialismo en
la Unin Sovitica. Uno de estos problemas fue sacado a la luz por los juicios por
traicin de Zinviev-Kmenev y Piatakov-Rdek. Estos demostraron que la vieja
oposicin no haba depuesto las armas. Las anteriores autocrticas de estos
elementos no haban sido ms que una demostracin para las galeras, una
manera de asegurarse el regreso a los importantes cargos que haban ocupado
previamente. Las actividades clandestinas de la oposicin haban seguido sin
interrupcin desde el comienzo de la dcada de 1930, y el nmero de los
involucrados era poco conocido. El otro problema era la lucha contra el
burocratismo, la corrupcin y el oportunismo en el Partido. Se refera sobre
todo a los potentados locales y regionales que los militantes de base no podan o
no se atrevan a denunciar, dirigentes que por lo tanto mantenan sus puestos
estables y seguros en las direcciones locales y regionales.
El Comit Central convoc a una sesin plenaria en febrero de 1937 con el fin de
tratar estas dos cuestiones principales. Este encuentro result ser el punto de
partida de una lucha en el Partido que se realiz entre 1937 y 1938. Al comienzo
del Pleno estuvieron presentes Bujarin y Rkov, miembros del Comit Central.
Se les acus de haber colaborado con los enemigos del Partido y tambin de
haber sido, con Trotsky, parte de una organizacin contrarrevolucionaria cuyo
objetivo era derrocar al gobierno de la Unin Sovitica. Las acusaciones se
basaron en material que haba salido a la luz durante las investigaciones del
recientemente concluido juicio de Piatakov-Rdek. Las acusaciones contra
Bujarin y Rkov fueron presentados por Piatakov y Rdek durante el juicio.
Bujarin y Rkov intentaron defenderse pero fueron sealados como traidores
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por el Comit Central y expulsados del Partido. Su caso fue entregado a las
autoridades correspondientes para su investigacin y enjuiciamiento.
Volveremos ms adelante con el juicio de Bujarin, Rkov y los dems en su
organizacin.
El discurso de Stalin
Stalin pas a enumerar una lista de actos de sabotaje y espionaje durante los
aos precedentes y, despus de referirse a la carta de advertencia del Comit
Central para a las organizaciones del Partido, continu:
Los hechos han demostrado que nuestros camaradas, frente a estas seales y
advertencias, hicieron odos sordos. Esto lo atestiguan con elocuencia los
hechos conocidos por todos que sucedieron durante la campaa de verificacin
y canje de documentos del Partido. Cmo se explica que estas advertencias y
seales no tuvieran el efecto deseado?
... Tal vez nuestros camaradas del Partido hayan perdido las cualidades que
tuvieron anteriormente, se hayan vuelto menos conscientes y menos
disciplinados? No, ciertamente, no.
Tal vez hayan comenzado a degenerarse? No, tampoco. Tal suposicin carece
de fundamento.
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Han olvidado que el Poder de los Soviets ha triunfado slo en una sexta parte
del globo... y que existe, adems, una gran cantidad de pases, pases
burgueses, que continan realizando un gnero de vida capitalista y que
cercan la Unin Sovitica esperando una ocasin para atacarla, destruirla o,
en todo caso, sabotear su poder y debilitarlo.
Ha sido demostrado, como dos y dos son cuatro, que los estados burgueses se
envan mutuamente a sus retaguardias, espas, saboteadores, agentes
diversionistas y algunas veces hasta sus asesinos; les dan como tarea
infiltrarse en los establecimientos y empresas del Estado y formar agentes y en
caso de necesidad, destruir la retaguardia de estos Estados para
debilitarlos... Actualmente en Francia y en Inglaterra hormiguean los espas y
agentes diversionistas alemanes; e inversamente, los espas y agentes
diversionistas anglo-franceses, por su parte, en Alemania. En los Estados
Unidos de Amrica hormiguean los espas y agentes diversionistas japoneses y
en el Japn, los espas y agentes diversionistas americanos.
Por qu los estados burgueses tendran que tener una actitud ms delicada y
de mejor vecindad hacia el Estado sovitico socialista, que la que tienen hacia
los Estados burgueses de su mismo tipo? Por qu tendran que enviar a la
retaguardia de la Unin Sovitica menos espas, saboteadores, agentes
diversionistas y asesinos, de los que tienen en su retaguardia los Estados
burgueses congneres? De dnde habis sacado eso? No sera ms justo
suponer, desde el punto de vista marxista, que los Estados burgueses deben
enviar a la retaguardia de la Unin Sovitica una cantidad dos veces o tres
veces mayor de saboteadores, espas, agentes diversionistas y asesinos, de los
que envan a la retaguardia de no importa qu Estado burgus?
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stas eran, segn Stalin, las circunstancias importantes que los camaradas
dirigentes haban olvidado, y esa era la razn de por qu el sabotaje y el
espionaje haba sido inesperado para muchos de ellos. Los logros econmicos
explicaban la laxitud y la despreocupacin. Los grandes pasos en la construccin
socialista haban dado lugar a una tendencia a alardear, a una tendencia a
sobrestimar las propias fuerzas y a subestimar las fuerzas del enemigo. Los
grandes xitos haban dado lugar al ambiente de los xitos xito sobre xito,
realizacin sobre realizacin, superacin de planes sobre superacin de
planes engendra tendencias al descuido y a la satisfaccin de s mismo, se
crea una atmsfera de solemnidad, de aparatosidad y de felicitaciones mutuas
que matan el sentido de la proporcin y embota el olfato poltico, desaniman a
los hombres y los incita a dormirse en sus laureles.
El cerco capitalista
Stalin pas a explicar una serie de errores del trabajo del Partido y las medidas
que eran necesarias para corregir los errores que haban surgido. Concluy
presentando una propuesta de estudio organizado que deban seguir los cuadros
dirigentes del Partido, desde los dirigentes de clulas hasta los dirigentes de las
regiones y de las organizaciones del Partido de las repblicas soviticas.
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Por ltimo:
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En la mayora de las veces, los militantes son escogidos, no segn sus ndices
objetivos, sino segn sus ndices fortuitos, subjetivos, estrechos y mezquinos.
La mayora de las veces se elige a lo que se llama sus conocidos, sus amigos,
sus compatriotas, hombres personalmente devotos, maestros especializados en
el arte de exaltar a sus jefes, sin tener en cuenta sus capacidades polticas y
prcticas.
Ms adelante Stalin habl sobre la necesidad de que los dirigentes del Partido
sean controlados no slo por sus superiores, sino, ms importante an, tambin
por los militantes de base.
Aplicando el leninismo
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Por ltimo, Stalin inst a los lderes de las organizaciones del Partido a escuchar
la voz de las masas, una manera segura de practicar el liderazgo correcto. Critic
firmemente la actitud formalista y secamente burocrtica de algunos de
nuestros comunistas hacia la suerte de tal o cual miembro del Partido, hacia
las exclusiones del Partido, o la reintegracin de los excluidos, de sus derechos
como miembros del Partido.
Segn Stalin los dirigentes tienen que llegar a conocer a los militantes, su
desarrollo y su forma de vida para poder hacer un juicio justo e individual de
cada uno. Sin ese conocimiento, ellos actan habitualmente al azar: o bien los
alaban en bloque y sin medida, o bien los golpean, tambin as en bloque y sin
medida, los excluyen del Partido por miles y por docenas de miles. Stalin se
opuso a todas las expulsiones por supuesta pasividad o sobre la base de que los
militantes en cuestin no haban entendido correctamente el programa del
Partido. Slo marxistas probados y tericamente avanzados podan comprender
plenamente el programa del Partido.
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El jefe del NKVD de Belyi, Vinogradov, lleg en ayuda de Kovalev. Pidi a los
militantes no discutir el trabajo del Partido. Segn l, las directivas del Pleno del
Comit Central de febrero establecan que los militantes deban discutir la
campaa de la siembra de primavera. Kovalev, por su parte, trat de desviar la
crtica hacia los niveles ms bajos del Partido, las clulas del Partido. Segn su
opinin, era ah donde deban buscarse los errores, no en el distrito. Incluso
Golovashenko, el representante del Obkom (el comit regional) sali en
respaldo de Kovalev. Trat de calmar el debate y atac a los militantes que
haban criticado severamente a Kovalev. Pero nada pudo ayudar a Kovalev. Las
crticas de los militantes continuaron sin cesar durante toda la reunin y la lista
de acusaciones se hizo ms y ms larga. La reunin termin cuando los
militantes destituyeron a Kovalev y eligieron a Karpovsky como Primer
Secretario Distrital del Partido.
La historia no termina aqu. El jefe del NKVD local trat de ayudar a Kovalev; el
representante regional hizo lo mismo. Una decisin de la secretara regional
anul el nombramiento del secretario distrital, Karpovsky, y propuso en su lugar
a otro miembro, Boradulin, para el puesto. Otra asamblea de gran nmero de
militantes declar que Boradulin era an ms incompetente que Kovalev y eligi
nuevamente a Karpovsky como secretario distrital. Esto ocurri a pesar de que
el propio Karpovsky inst a los miembros a aceptar la propuesta de la secretara
regional.
Esa era la atmsfera despus del Pleno del Comit Central de febrero. Con el
Discurso de clausura del Pleno de Stalin en sus manos, los militantes de base
inmediatamente comenzaron a echar a los arribistas y burcratas corruptos y
eligieron a sus propios dirigentes, independientemente de los deseos de las
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Las elecciones se realizaron en abril de 1937. Los dirigentes locales fueron muy
criticados durante las reuniones electorales. Anteriormente, las reuniones
partidarias de discusin y crtica siempre haban sido un foro para la crtica a los
miembros de base por la poca disciplina partidaria y mala conducta. Ahora, la
situacin se invirti. Esta vez, los dirigentes locales fueron el centro de las
crticas. Por regla general, se nombraron muchos militantes para las juntas de
esas reuniones del Partido. Las discusiones fueron largas y cuidadosamente
transcritas en actas. Las elecciones secretas se realizaron al final. Hay muchos
documentos en los archivos de Smolensk sobre las elecciones partidarias,
incluidas las cdulas de votacin.
Los resultados nacionales de las elecciones del Partido fueron informados por la
prensa ms tarde. De las 54 000 organizaciones del Partido cuyos resultados
electorales fueron conocidos en mayo de 1937, el 55 por ciento haba cambiado a
la antigua direccin. Este fue un resultado increble. Puso de manifiesto, en
primer lugar, que la falta de confianza en los antiguos liderazgos se haba
difundido bastante, y, en segundo lugar, que los militantes de base en la prctica
tenan la fuerza colectiva necesaria para expulsar a los polticos que eran
incompetentes o haban abusado de su poder. Evidentemente, el Pleno del
Comit Central le haba dado voz a una causa basada en la insatisfaccin.
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Las elecciones del Partido, sin embargo, tambin tuvieron otro aspecto. La
mayora de los dirigentes expulsados operaban a nivel local, en los distritos y las
clulas, el nivel donde los miembros comunes y corrientes fcilmente podan
decidir lo que estaba bien y lo que estaba mal y descubrir la corrupcin, el abuso
de poder y el sabotaje. Ms arriba, en los comits municipales y regionales, las
elecciones del Partido no dieron resultados similares. Los dirigentes regionales
del Partido demostraron una gran facilidad para sobrevivir a las crticas. A nivel
regional, hubo varios casos de polticos corruptos, conocidos por ser propensos
a comportarse como pequeos reyes, que sin embargo se las arreglaron para
asegurar una votacin a su favor. Los militantes comunes y corrientes no
tuvieron la misma oportunidad para evaluar el trabajo de estos dirigentes como
lo tuvieron en el caso de los dirigentes locales. Hubo otro factor que trabaj en
contra de los militantes comunes y corrientes: los secretarios regionales y
municipales corruptos e incompetentes siempre se rodearon de un grupo que
los apoyaba sin importar lo que pasara. No fue fcil para los miembros comunes
y corrientes superar todo esto en su bsqueda de la verdad.
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Fue en la poca de las conferencias regionales del Partido cuando tuvo lugar un
acontecimiento decisivo para el futuro de la sociedad sovitica. El 11 de junio de
1937, Pravda anunci que el mariscal Tujachevski y los generales Putna, Yakir,
Uborevich, Feldman, Kork, Primakov y Eideman haban sido arrestados y
acusados de traicin. Los generales haban sido detenidos el 26 de mayo de
1937, acusados de entrega bsica y habitual de secretos militares a un cierto
poder fascista hostil, y de trabajar como espas para lograr la cada del Estado
sovitico y restaurar el capitalismo, durante largo tiempo.
Una vez que tuvo conocimiento de los planes de un golpe de estado, el gobierno
sovitico actu rpidamente. El 8 de mayo, se aprob una importante
resolucin: se reinstalaron los comisarios polticos en todos los niveles del
ejrcito. El sistema de comisarios polticos que supervisan a los oficiales y las
decisiones militares haba sido abandonado diez aos antes, el 13 de mayo de
1927, a instancias de Frunze, un viejo bolchevique y cuadro del Partido
altamente ubicado que se haba convertido en uno de los principales oficiales
del ejrcito. Aboli los comisarios polticos y restableci el poder de los oficiales.
El 11 de mayo de 1937, el mariscal Tujachevski fue depuesto de su cargo de
vicecomisario de guerra y enviado en una misin menor en la zona del Volga. El
general Gamarnik, uno de los conspiradores (que posteriormente se suicid),
fue depuesto, el mismo da, de su cargo de vicecomisario de guerra. Los
generales Yakir y Uborevich fueron tambin degradados, mientras que los
generales Kork y Eideman fueron detenidos, acusados de espiar para la
Alemania nazi. Los conspiradores perdieron as los medios prcticos para dirigir
un golpe militar.
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Central decidi luchar contra esta traicin y terror blanco de una manera
determinada.
La tarea de dar seguimiento a las pistas reveladas por el intento de golpe de los
traidores estuvo a cargo de la polica de seguridad, el NKVD, bajo la direccin de
Yezhov. En todo el pas, se investig a gente que se saba que haba tenido
contacto con los conspiradores del grupo Piatakov y con los generales. Muchos
fueron arrestados. La situacin poltica era insegura y todava no estaban claros
los contactos extranjeros de los conspiradores. Los generales haban revelado
secretos de defensa de la Unin Sovitica y no estaba claro hasta qu punto esto
haba debilitado el pas.
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El mito acerca del terrible ao de 1937 que la burguesa ha hecho uno de sus
tpicos favoritos como es lgico a travs del agente de polica Robert Conquest
y la CIA/MI5, los verdaderos padres del mito, es desenmascarado por las
estadsticas sobre las purgas durante toda la dcada de 1930 [ver Cuadro 5].
Cuadro 5
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El objetivo de las purgas fue echar a burcratas corruptos y traidores fuera del
Partido y el ejrcito. Esta lucha de largo alcance, que involucr a millones de
militantes del Partido, no pudo llevarse a cabo sin errores. Viejas diferencias
personales pueden llevar a decisiones injustas. La fuerte desconfianza poda
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surgir de todos los cuadros del Partido y poda propagarse fcilmente cuando se
demostraba que un alto dirigente del Partido era un burcrata corrupto. El
Comit Central era consciente de estas dificultades y advirti desde el principio
contra las exageraciones.
En algunos lugares, este principio fue difcil de cumplir. Militantes del Partido
que, por ejemplo, tenan trabajos administrativos y no haban demostrado un
inters genuino en la vida del Partido fcilmente podan ser expulsados, a pesar
de su lealtad al socialismo ya demostrada por su trabajo. El Comit Central se
opuso a esto y corrigi las injusticias al or las apelaciones de los que haban
sido expulsados. En octubre de 1937, durante una recepcin a los cuadros
tcnicos del Donbas, Stalin personalmente critic a aquellos que cuestionaban a
todos los cuadros dirigentes. De acuerdo con Stalin, los nuevos tcnicos (de
cuello blanco) y economistas de la Unin Sovitica provenan del proletariado y
merecan el respeto de la gente.
Conclusin
Notas
[1] Arch Getty, J, Origins of the Great Purges - The Soviet Communist Party
Reconsidered, 1933-1938, Cambridge, Cambridge University Press, 1985.
[2] El texto del que se extrajo este folleto toca en detalle los procesos de Mosc.
El texto original est disponible en sueco y francs de [email protected].
Alternativamente, Trotskismo o Leninismo?, de Harpal Brar contiene una
seccin importante sobre los procesos de Mosc [disponible en
[email protected]]
FIN
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Editado el 04 de Marzo del 2013
Reeditado el 27 de Octubre del 2013
NG
Pedro Madrigal
Bitcora de un NICARAGENSE
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