Bartolome Ruiz, C M M-Arqueología de La Mímesis Humana PDF
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Resumen
Abstract
1. Introduccin
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mmesis es una prctica humana abierta a la potencia de la accin que puede direc-
cionarse en uno u otro sentido.
El alcance del estudio arqueo-genealgico que proponemos en este ensayo debe
ser comprendido desde la interpelacin de nuestro presente, en el cual la dimensin
mimtica vuelve a actualizarse de diversas formas. Especficamente, se ha proble-
matizado el mimetismo en varios contextos contemporneos, entre ellos el marco
de la biopoltica, que no cesa de utilizar la mmesis como medio para alienar com-
portamientos, normalizndolos a travs de la imitacin. Pero tambin, y paradjica-
mente, la mmesis puede revelarse como una forma de insurgencia biopoltica que
aprende imitando e imita aprendiendo.
2. La mmesis pre-socrtica
2. Cuando Platn escribe, la mmesis ya era una temtica con una larga historia
de problematizaciones. Ni Platn ni aristteles definieron propiamente el trmino
mmsis. El propio significado del trmino griego mmsis tiene acepciones diver-
sas que pueden inducir a comprensiones diferentes sobre la accin que designa1. la
expresin mimtikai tkhnai (artes mimticas), acuada por Platn en el Sofista, y
que sirvi de base para su problematizacin filosfica, est precedida por una his-
toricidad que no puede ser desconsiderada. aunque el legado platnico de la mme-
sis tuvo una influencia mayor, autores como Homero, Sfocles, Esquilo, Eurpides,
Demstenes, Gorgias, aristfanes, Herdoto, tucdides, Demcrito o Jenofonte,
entre otros, tratan del tema en sus obras. Para entender el legado semntico que reci-
bimos sobre la mmesis, es necesario escavar en su reflexin pre-platnica, como
arkh de la mmesis en nuestra tradicin filosfica y cultural.
El substantivo mmesis deriva del verbo mimesthai que a su vez procede del
substantivo mmos2. Hasta donde se ha conseguido saber, el vocablo mmos se
origin en Sicilia vinculado a las representaciones teatrales que los personajes rea-
lizaban, de tal forma que el substantivo designaba alguien que se asuma como per-
sonaje similar o semejante a otro3. Es probable que los mmoi se realizasen en forma
de danza, msica o artes escnicas intentando traer para la escena un modelo que
era conocido de todos4. lo que el trmino originario mimos designaba era el arte
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se con el otro, ser otro9. Disimular o emular son posibilidades de la mmesis, ambas
son prcticas mimticas que reflejan las posibilidades abiertas, incluso contradicto-
rias, del ser de la mmesis. En ellas aparece la condicin paradjica de la mmesis
que puede operar de forma polivalente permaneciendo como accin mimtica.
la escenificacin mimtica trae a la luz la tensin que existe entre semejanzas
y diferencias, proximidad y distancia. Esta tensin tambin es paradjica porque al
imitar no se anula la diferencia, sino que, en la imitacin, algo se hace semejante de
forma diferente. lo diferente de lo semejante caracteriza la accin mimtica como
original y no como mera copia. De igual modo, la imitacin mimtica es agonsti-
ca porque aproxima el sujeto de su modelo imitado, acorta la distancia pero no la
anula. la accin mimtica no anula la distancia entre el sujeto y su modelo, caso
contrario no habra imitacin sino identificacin absoluta; el sujeto es distante y
diferente de su modelo en el arte de imitarlo como l mismo. la mmesis aproxima
distancias, pero no las anula. la distancia es constitutiva de la mmesis y permite
crear aproximaciones diferenciadas. la mmesis se construye en el cruce de la pro-
ximidad distante y de la identidad diferente, no es pura identidad, pues no imitara,
ni puede ser mera diferencia porque no reflejara nada de lo que pretende imitar.
Ella es una prctica humana histrica que reconstruye una identidad semejante en
lo diferente: imita diferenciando, diferencia imitando. Desde los orgenes de su
tematizacin, vemos entrelazarse sus componentes agonsticos y paradjicos de la.
Este cruce original de la prctica mimtica se mantendr como un polo de tensin
arqueolgico permanente e insuperable a lo largo de su historia.
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(posis) de objetos. En este segundo escaln imitativo tambin rige el verbo poien,
un verbo peculiar para la produccin de cosas que, a travs de la tkhn, imita las
ideas originales. Para Platn, existe un tercer y ms bajo escalafn imitativo (poi-
tiks) representado por el arte. El arte, en todas sus manifestaciones, existe como
imitacin de la imitacin, mmesis de la mmesis. imita al cosmos y a las obras pro-
ducidas por el ser humano.
En el dilogo Sofista afirma a propsito de todo lo que antes no es y que
alguien, despus, lo lleva a ser, decimos con cierto sentido, que quien lo lleva a ser
lo produce (poien) y que lo que es llevado al ser es producido (poiesthai)10. De
esta clasificacin deduce Platn que los as denominados sofistas, adems de ense-
ar por dinero la verdad ms conveniente, son capaces de realizar imitaciones que
tienen el mismo nombre que las cosas reales (mimmata kai omnyma tn nton)11.
El sofista es capaz de imitar las cosas reales dndoles una apariencia de verdaderas
y con ello iluden las personas. El arte ilusionista del sofista est asociado a su domi-
nio magistral de la mmesis12.
Para Platn, existe una autntica jerarqua de la posis cuyo pice primero est
en el Demiurgo o artfice divino que hizo todas las cosas con su naturaleza; en un
segundo grado estn los seres humanos que necesitan producir las cosas a partir de
lo que el artfice divino hizo. Habra un tercer grado de produccin imitativa propia
de los artistas, a los que denomina de seudo artfices. Platn concibe la mmesis en
un doble juego, verticalmente es la obra que se produce cuando imita a la idea ori-
ginal y su naturaleza, horizontalmente reproduce una imagen (edlon) que copia la
apariencia externa de la cosa y por ello es ms imperfecta.
5. aunque la lectura de la mmesis que Platn realiza hunde las races en su
modelo ontolgico y epistemolgico, su objetivo es tambin poltico. las implica-
ciones polticas de la mmesis aparecen, entre otros, en el dilogo La Repblica, en
la fase adulta del autor. Ya fue ampliamente comentada por muchos autores la
importancia del cap. X de esta obra por la crtica que hace de la mmesis. aunque
la sentencia ms conocida de este captulo es que: El poeta debe renunciar a la poe-
sa como un amante que renuncia a una pasin que no le hace ningn bien13, la
argumentacin de Platn contra la mmesis tiene una preocupacin eminentemente
poltica. Platn critica muchas formas de mmesis que ponen en entredicho su onto-
loga de la forma primera o idea perfecta. la disputa platnica contra la mmesis es
tambin una disputa poltica contra los sofistas. El proyecto democrtico de estos
puede ser denominado por Platn de demaggico porque utilizan el arte de las apa-
riencias, tambin, en la poltica. la poltica de los sofistas, que en muchos casos es
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Por tal motivo no debemos ofrecer entrada al arte en una ciudad con buenas leyes, por-
que despierta y alimenta el vicio y, dndole fuerzas destruye tambin el principio de lo
racional, no de otro modo que lo hara cualquier ciudadano que, revistiendo de autori-
dad a los malvados, traicionase a la ciudad. Y destruyese a los bien dotados, hay lugar
para decir que el poeta imitativo introduce en el alma de cada uno un rgimen misera-
ble, complaciendo a la parte irracional de aquella, que no es capaz de distinguir lo gran-
de de lo pequeo y s de pensar las mismas cosas unas veces como grandes y otras veces
como pequeas, forjndose as nuevas apariencias alejadas por completo de la verdad.16
Entre los peligros que la mmesis ofrece a la ciudad, Platn destaca a los trgi-
cos y los poetas. Para el autor, la mmesis puede abarcar una parte de la poesa o
toda ella. En la divisin propuesta en su obra Politeia, III, Platn clasifica la poesa
en tres estilos: el primero es la narrativa simple (hapl digsis) que se encuentra
representada por el ditiritambo, en esta narrativa el propio poeta habla17; el
segundo estilo es la mmesis representada por la tragedia y la comedia, en ella el
poeta profiere un discurso como si fuese otra persona18; el tercer estilo es el que
denomina de narrativa mista (diamphotron), que es lo propio de la poesa pica,
en este estilo el poeta hace una composicin producida por una mezcla de la narra-
tiva simple con la mmesis.19
Volviendo al captulo X de La Repblica, Platn trae para la escena a Homero
y Hesodo, y se pregunta si su arte imitativa en tercer grado ha contribuido en algo
para crear leyes en alguna plis, o al menos ha ayudado en la educacin de ciuda-
danos20. la respuesta es negativa, ya que la poesa imitativa tiene por objeto el
mero placer, algo fugaz que pasa sin dejar rastro y pervierte el verdadero conoci-
miento racional de lo real.
6. Platn analiza el sentido de la mmesis bajo el aspecto de la imitacin del
modelo, la reproduccin de la igualdad, la construccin de lo idntico, la copia en
imgenes de la esencia del Ser. En la medida en que la mmesis nunca consigue
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sis tradicional que se caracteriza por la mimetizacin superficial de los objetos, por
la imitacin de las apariencias sin captar lo que tienen de verdadero25; esta posis
contiene una naturaleza falsa y engaadora26. Para Platn, habra otro tipo de po-
sis que es la propia del filsofo y se caracteriza por tornarse, por medio de la mme-
sis adecuada, lo ms semejante posible a las realidades ordenadas por la razn.
Segn esta divisin, el filsofo tambin es un mimts, sin embargo su posis se
diferencia de las otras formas mimticas porque l se gua por la razn, por lo que
Platn denomina al filsofo de ordenado y divino: ordenado y divino, tanto cuan-
to es posible un hombre venir a serlo27.
En el dilogo Sofista tambin desarrolla la misma tesis, segn la cual habra una
mmesis ms autntica que consigue reproducir con mayor fidelidad las formas ide-
ales, esa es la mmesis filosfica28. En contraposicin, existen las otras mmesis que
slo reproducen simulacros y sombras engaadoras de lo real29. Despus de definir
al sofista de cinco formas diferentes, en la sexta definicin, Platn muestra al sofis-
ta como un disputador (antilgousin) que se presenta como portador de una ciencia
aparente basada en la mera opinin (doxastikn). El sofista es capaz de realizar imi-
taciones (mimmata) que contienen el mismo nombre de las cosas reales30. Por ser
capaz de imitar las apariencias e iludir con ellas, el sofista es denominado de ilusio-
nista (gonta) y prestidigitador (thaumatopoin)31. Concluye Platn afirmando que
existen dos formas de producir imgenes (eidlopoiik), una primera produce una
re-figuracin (ekastiken) de lo real a travs do lo que sera una verdadera imitacin.
una segunda forma consiste en producir apariencias, espejismos, que se reproducen
a travs de simulacros fantsticos de lo real (phantastik)32. El sofista pertenece a
esta segunda clase de imitadores ilusionistas y simuladores, en cuanto el filsofo
pertenece a la primera clase, pues consigue imitar con precisin y veracidad la ver-
dad de las formas ideales33.
la argumentacin de Platn se apoya en la tesis de que la mmesis es un tipo de
actividad (posis) humana paradoxal. aunque prevalecen los aspectos crticos de la
mmesis, Platn no desconoce dimensiones positivas de esta facultad humana. la
comprensin mimtica de la posis de Platn est influida por el significado que el
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4. Conclusiones abiertas
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puta poltica donde se deslindan las formas polticas de resistencia. la mmesis tam-
bin juega un papel relevante en el aprendizaje y en la reproduccin creativa de
estas nuevas formas de resistencia adaptadas a contextos y coyunturas diferentes.
incluso, las formas de emancipacin contemporneas tambin utilizan tcnicas
mimticas que reproducen tcticas de accin y tcnicas alternativas a los dispositi-
vos de control dominantes. la reproduccin creativa de las formas de resistencia
posibilita adaptar tipos de accin a coyunturas diferentes y reproducir innovadora-
mente tcticas diferentes en contextos diferentes. la versatilidad de los movimien-
tos sociales contemporneos obedece mucho a su capacidad mimtica de reprodu-
cir creativamente antiguas tcticas de accin en nuevos contextos polticos.
la condicin paradjica de la mmesis posibilita sus diversos modos de ser
impidiendo el reduccionismo unilateral. El punto crtico de la mmesis no se
encuentra en la disyuntiva de elegir entre alguna de sus posibilidades histricas,
sino en la potencialidad abierta por la tensin agonstica que la atraviesa. Esta pers-
pectiva nos permite comprender su naturaleza histrica, sin que por ello el sentido
de la mmesis se agote en la mera descripcin sociolgica de sus modos de ser. Su
potencia se manifiesta en el eje tensional que le permite constituirse histricamen-
te como potencialidad de la accin humana que cristaliza de formas diversas, inclu-
so contradictorias. No hay una verdad nica de la mmesis, o una mmesis verdade-
ra e otra falsa, sino que la condicin paradjica le permite expresarse en algunos
casos como imitacin alienante de sombras y en otros como imitacin creativa de
semejanzas. la verdad de la mmesis no est en una de las disyuntivas, sino en la
posibilidad de crear disyuntivas o de crearse histricamente como una forma hist-
rica diferente. la condicin paradjica del ser humano hace posible que la mmesis
se exprese como convergencia tensional capaz de asimilar al otro mimticamente o
prctica que le permite distinguirse de l a travs de la diferenciacin mimtica. las
repercusiones tico-polticas de esta perspectiva agonstica quedan evidentes, as
como sus implicaciones estticas.
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