Arostegui. SOCIEDAD Y TIEMPO. LA TEORÍA DE LA HISTORIA
Arostegui. SOCIEDAD Y TIEMPO. LA TEORÍA DE LA HISTORIA
Arostegui. SOCIEDAD Y TIEMPO. LA TEORÍA DE LA HISTORIA
4 SOCIEDAD Y TIEMPO. LA TEORA DE LA HISTORIA capta, cmo se conceptualiza el movimiento de la historia, no son cues-
tiones privativas de la filosofa, en modo alguno, pero s son cuestiones
En este orden de cosas, al filsofo no le queda otro tericas. Ahora bien, no puede haber una seria prctica historiogrfica
recurso que intentar descubrir en este absurdo decur- sin teora y ella empieza en temas como estos, propios, segn hemos
so de las cosas humanas una intencin de la Natura- dicho, de su teora constitutiva. En el presente captulo se tratar de es-
leza, a partir de la cual sea posible una historia de te tipo de, teora, la que intenta poner en claro qu significa la existencia
criaturas tales que, sin conducirse con arreglo a un de la historia, cul es su realidad ontolgica, para tratar en captulos
plan propio, s lo hagan conforme a un determinado posteriores de su realidad emprica. Para ello, buscaremos una defini-
plan de la Naturaleza. cin de lo histrico, intentando presentar la historia como una realidad
IMMANUEL KANT, Idea para una historia universal inteligible, distinta de todas las dems y, finalmente, intentaremos carac-
terizar la historia tal como el historiador puede captarla: como proceso
Como hemos expuesto ya en el captulo 1 y en la Introduccin a esta global, total, o como conjunto de procesos sectoriales o localizados terri-
Seccin segunda, una teora de la historiografa, o lo que es lo mismo, torialmente. Slo despus de haber expuesto este tipo de teora podre-
una teora del conocimiento de la historia, se compone de dos partes mos abordar en los captulos siguientes cmo capta realmente el histo-
esenciales, una constitutiva y otra disciplinar. La teora historiogrfica riador lo histrico, cmo lo explica y cmo lo escribe.
constitutiva es la que se ocupa de analizar la naturaleza precisa del ob-
jeto de estudio, es decir, de aquello que la historiografa conoce o pre- 1. SOCIEDAD E HISTORIA
tende conocer. En otras palabras, es la que tiene que pronunciarse
acerca de qu es lo histrico. Por tanto, establecer qu es la historia La historia es, en ltimo anlisis, la cualidad temporal que tiene todo
constituye la primera condicin para elaborar la parte sustancial de la te- lo que existe y tambin, en consecuencia, la manifestacin emprica -es
ora historiogrfica, o lo que es lo mismo, para dejar establecida una teo- decir, que puede ser observada-, de tal temporalidad. Dado que ser o
ra cientfico-constitutiva de la historiografa. tener historia es algo que caracteriza a todo ser humano, a todo ser
Siendo la pregunta Qu es la historia? una cuestin bsica y siendo social, la investigacin sobre la naturaleza de la historia lo es, igualmen-
tambin, sin duda, su respuesta imprescindible para poder construir una te, sobre la naturaleza de la sociedad. Muchas teoras de lo social, aun-
rigurosa disciplina historiogrfica, son cosas a las que, por extrao que que no todas, se fundamentan en la absoluta indisociabilidad de lo so-
parezca, no han dedicado frecuente atencin los historiadores. Es decir, cial y lo histrico. Por ello partiremos aqu de una proposicin como es-
los profesionales de la historia rara vez han hecho teora de la historia. ta: es preciso establecer de qu idea de sociedad se parte para llegar a
Tanto la pregunta como la respuesta han sido dejadas durante mucho una idea de la historia. Se trata, a nuestro entender, de dos especulacio-
tiempo como cuestin propia de los filsofos. La tradicin de la historio- nes indisolublemente unidas1. Sociedad e historia son, en definitiva, rea-
grafa positivista entendi que esto eran filosofas, ajenas al oficio
de historiador. Esta posicin, ya lo hemos advertido antes, es un gravsi- 1
Lo que se expone en este apartado 1 del presente captulo acerca de la sociedad
mo error cuyo coste ha sido y puede seguir siendo el de la incapacidad como componente esencial de toda concepcin de lo histrico, puede y debe
completarse con lo que se dice tambin sobre sistema social, estado social y
de la historiografa para alcanzar el nivel de una disciplina bien constitui- movimiento social, en el apartado 2 del captulo 5, que trata del objeto de la
da. historiografa. Estos dos prrafos son, como puede suponerse, estrechamente
complementarios.
lidades inseparables, aunque en forma alguna idnticas, que, en conse- hombre construye su propia realidad social3; pero ello tampoco le se-
cuencia, pueden ser diferenciadas en el anlisis. para radicalmente de la naturaleza.
Para discutir la naturaleza de lo histrico deben definirse previamente, La segunda, la de que la existencia de movimiento es una constatacin
por tanto, dos conceptos clave, el de sociedad y el de tiempo, por una ineludible en la explicacin del mundo de la naturaleza as como del
razn que es tambin esencial: porque la confluencia de esas dos reali- mundo privativo del hombre. La existencia del movimiento es la premisa
dades, tan distintas entre s, es la que configura la historia. Tampoco la en la que se sustenta el cambio social. El movimiento es consustancial
naturaleza de lo social ni la del tiempo suelen ser, por desgracia, temas con la naturaleza fsica y tambin con la humana.
habituales entre historiadores. Y, sin embargo, ambos son asuntos inex- La tercera, la de que la idea de sociedad adquiere un perfil ms preciso
cusables para poder conceptualizar lo histrico. al hablar del sistema social. La existencia de un sistema social puede
asimilarse a la idea de que la sociedad en abstracto y las sociedades
La sociedad, sujeto de la historia histricas concretas funcionan como un sistema, es decir, como un to-
do en el que al modificarse alguna de sus partes o elementos necesa-
La historia se encuentra plasmada en la sociedad humana. La historia riamente se modifica el conjunto de relaciones que las unen.
es algo que le ocurre, que caracteriza a la sociedad o sociedades con- Todo esto tiene una consecuencia terica ms. Puesto que toda reali-
cretas. Para hablar de la historia es imprescindible, pues, hablar de la dad natural, humana y no humana, est inmersa en el movimiento, en lo
sociedad. Existen tres connotaciones que son de particular inters para que se ha llamado la flecha del tiempo, un tiempo acumulativo e irre-
analizar la dimensin histrica de lo social. versible, puede decirse, como punto de partida, que todo el universo tie-
La primera, la de que la naturaleza y la sociedad, lejos de ser realidades ne historia. En principio, tal proposicin es correcta, si por historia enten-
contrapuestas, que necesitan o son susceptibles de tipos distintos de demos un comportamiento temporal sin ms. Pero, evidentemente, no
conocimiento, forman un continuum sin ruptura insalvable. La historia es la misma historia la de los seres dotados de mente, que la de los que
contina el plan de la naturaleza, deca Kant. Las ciencias biolgicas y no lo estn. Por ello es ms pertinente un lenguaje que limita el uso co-
las del comportamiento establecen hoy que el hombre es una parte ca- mn de la palabra historia para designar el contenido y el comporta-
racterstica de la naturaleza2 y, recprocamente, que la sociedad es un miento temporal propio de las sociedades humanas4. En este sentido li-
hecho natural. El carcter natural de las sociedades humanas, no mitado, que es el que por ahora adoptamos aqu, la historia, el ser hist-
obstante, en nada afecta a la afirmacin verdadera tambin de que el rico, es algo que se realiza en, y slo en, la sociedad.
3
El libro clsico sobre este tema es el de P. Berger y T. Luckmann, La construccin
2 social de la realidad, Amorrortu, Buenos Aires, 19847.
La bibliografa que puede citarse sobre el problema de la relacin de lo humano y lo
4
biolgico es muy abundante. Las aportaciones de la sociobiologa y de la ciencia Las relaciones entre la historia natural y la historia humana son objeto, como es
cognitiva resultan, en todo caso, problemticas, pero se orientan en el sentido que aqu saldo, de la reflexin de Marx, quien entiende que la del hombre es una parte de la
sealamos. Queremos indicar dos lecturas interesantes y sencillas: L. Stevenson, Siete historia del universo. La historia de la naturaleza y la historia de los hombres se
teoras de la naturaleza humana, Ctedra, Madrid, 1990, y R. Dawkins, El gen egosta. condicionan recprocamente, dir en La ideologa alemana. Sin duda, el pensamiento
Las bases biolgicas de nuestra conducta, Salvat, Barcelona, 1993. Esto no significa muy anterior de Kant se inserta tambin en la idea de que no hay una ruptura radical
que hayan de aceptarse las tesis sociobiolgicas, pero s que nuestras posiciones son entre desarrollo natural, o plan de la naturaleza, y desarrollo humano o plan de la
en lo esencial contrarias al dualismo radical naturaleza-cultura. Vase tambin la obra historia. La unicidad lgica de la historia natural y la historia humana es tambin
colectiva de E. Lamo de Espinosa y J. E. Rodrguez Ibez, Problemas de teora social nuestra posicin, pero ello nada tiene que ver con la existencia de ciencias diferentes
contempornea, CIS, Madrid, 1993. para su estudio.
El hecho de que la historia encarna en la sociedad y de que toda so- es ya un punto de partida para la explicacin de lo histrico como pro-
ciedad tiene historia es lo que produce una relacin indisoluble entre ceso global de lo humano.
esas dos realidades -sociedad e historia-, una relacin que permite ha- La naturaleza humana es, pues, social e histrica. Pero debe prestarse
blar de un concepto abstracto, terico, de sociedad frente a unas socie- mucha atencin al hecho de que la sociedad y la historia, entidades en
dades histricas, concretas, que se desenvuelven en el espacio-tiempo. las que se plasman o materializan esos dos caracteres de lo humano a
Ninguna teora social ni ninguna ciencia de la sociedad desconoce el he- que aludimos, pertenecen ciertamente a rdenes distintos de la realidad.
cho evidente de la variedad de las formas sociales y de la relacin que As, mientras que la idea de sociedad tiene aspectos de su contenido
ellas tienen con el factor tiempo, que es lo que les concede su carcter que son materiales, institucionales, que son organizaciones de las
histrico. Lo que establece de hecho diferencias entre unas teoras y que si no podemos decir que son cosas s podemos decir que es po-
otras es que algunas ponen un especial nfasis en sealar que todas las sible entenderlos como cosas, en el caso de la historia, sin embargo, es-
sociedades son temporales, mientras que otras pretenden analizar el tamos ante una entidad no materializable. La historia no puede ser en
hecho social como una estructura universal y constante. Las teoras so- forma alguna entendida como cosa. La historia objetiva es una di-
ciales ms formalistas parten del axioma de que por encima del desarro- mensin, cualidad o extensin, que reside en, y es impensable fuera de,
llo de fases distintas de la historia, o al margen de l, la realidad socie- la sociedad. Estas son ideas no fciles a las que dedicaremos algo ms
dad tiene rasgos constitutivos permanentes. Otras teoras se niegan a de atencin en este captulo. La historia es algo que reside en la natu-
aceptar esta formalizacin intemporal y o bien niegan la posibilidad de raleza humana, no es ella misma una naturaleza. Lo cual significa
definir una sociedad al margen de lo histrico, o proponen la idea de mantener una posicin distinta de la expresada por Ortega y Gasset pa-
resultante, o de realidad emergente, para explicar precisamente los ra quien el hombre no tiene naturaleza, sino que tiene historia6.
cambios en las sociedades existentes. Pues bien, esta cualidad de atributo que la historia tiene, de ser algo
Tal vez una de las formas ms eficientes de superar la dicotoma entre que afecta a otra cosa, es una conceptuacin de tal importancia que no
el modelo abstracto de sociedad y el reconocimiento de las sociedades es posible entender lo que pretende la historiografa sin tenerla en cuen-
histricas sea la formulacin clebre hecha por Marx en la que estable- ta. As, dado que la sociedad es el sujeto real y nico de la historia, en
ca que: en la produccin social de su existencia, los hombres entran cuanto que la sociedad experimenta el proceso histrico, es por lo que
en relaciones determinadas, necesarias, independientes de su voluntad; la primera fundamentacin sobre la que debe basarse una teora vlida
estas relaciones de produccin corresponden a un grado determinado de lo histrico es la que establezca cul es la propia naturaleza de lo so-
del desarrollo de las fuerzas productivas materiales...5. La base, por cial y cules son las formas y mecanismos observables en ella. La teora
tanto, de un modelo de sociedad que fluctuara en funcin del estado de de la historia empieza, en consecuencia, por la teora de la sociedad, si
las fuerzas productivas materiales sera la existencia siempre de unas puede hablarse as. Teora de lo social y teora de lo histrico son dos
precisas relaciones de produccin. Eso es lo que se encierra en la ex- cuestiones indisolublemente imbricadas. Pero, en contra de lo que dice
presin citada de Marx grado determinado de desarrollo de las fuerzas J. Habermas, creemos que lo mismo que puede concebirse una teora
productivas. La extrema objetivacin de la realidad social que expresan
los conceptos de fuerzas productivas y de relaciones de produccin 6
Entre los diversos textos donde Ortega expone esta idea desde distintos puntos de
vista, hay uno de especial belleza y claridad, Historia como sistema, en Historia como
sistema y otros ensayos de filosofa, Revista de Occidente-Alianza Editorial, Madrid,
5
K. Marx, Contribucin a la crtica de la economa poltica, Alberto Corazn, Madrid, 1981. Hay muchos pasajes citables, pero vanse especialmente las pp. 48-50 de ese
1970, p. 37. La versin traducida es la de Dietz, Stuttgart, 1920. libro.
de la sociedad puede tambin concebirse otra de la historia7. Lo que dual, pero que tiene primaca lgica sobre lo individual. Esta posicin es
ocurre es que una teora de la sociedad y una de la historia no pueden representada ms bien por Montesquieu y su investigacin sobre el es-
ser isomorfas porque tienen objetos de distinta clase, como hemos visto. pritu de las leyes.
Lo histrico es una categora que atribuimos a lo social, y se nos mani- La visin dinmica de la sociedad, en su reproduccin o transformacin,
fiesta universalmente a travs del cambio de las formas sociales o, co- se impone hoy como principio metaterico en la casi totalidad de las teo-
mo mostraremos en su momento, de los estados sociales. Se infiere, ras sociales. La consideracin de la sociedad como producto histrico
pues, sin dificultad, que no existe, naturalmente, ninguna explicacin de gana terreno visiblemente. El papel concedido por las teoras sociolgi-
la historia que no contenga en si misma una explicacin de la realidad cas a la atribucin histrica como elemento conformador de lo social
social. Es preciso, sin embargo, tener en cuenta que si bien la sociedad es de la mxima relevancia para una teora de lo histrico 8. No slo se
y la historia son dos realidades inseparables no se confunden si son co- piensa hoy que la sociedad es siempre un producto histrico, sino tam-
rrectamente definidas. En todo caso, el conocimiento de lo histrico, co- bin que no es posible entenderla sino como devenir permanente, como
mo dijo Pierre Vilar, es condicin de todos los dems conocimientos so- agendum, por lo que ms que hablar de la persistencia de una estructu-
ciales; ello quiere decir tambin que l mismo supone todos los dems. ra social debe hablarse de un devenir social o llegar a ser social,
como una continua estructuracin. De otra parte, las teoras de la dife-
El anlisis de la sociedad como sujeto histrico renciacin representan, en fin, una respuesta ms elaborada al proble-
ma de la creciente complejidad de las sociedades.
Las teoras sociales, desde la Ilustracin para ac, segn se ha seala- En las comentes tericas activas hoy, pues, la naturaleza de la sociedad
do muchas veces, han puesto su nfasis en una u otra de estas confron- se analiza y explica a travs de unas pocas grandes categoras, en fun-
taciones fundamentales: individuo/colectividad, accin/estructura, con- cin de cuyo uso y nfasis pueden caracterizarse y diferenciarse tam-
flicto social/orden social, cambio/permanencia. Todo ese conjunto de ca- bin las propias corrientes tericas. Las categoras esenciales de que
tegoras contrapuestas tiene una decisiva importancia para la explica- hablamos son, cuando menos, la de accin humana - human agency- , la
cin del proceso socio-histrico. Pero en la teora social actual ninguna de estructura, la de reproduccin, la de conflicto y la de cambio. Pero in-
orientacin es tan importante como la que concibe la sociedad como dudablemente, como hemos visto, pueden incluirse algunas ms. Ahora
permanente proceso de estructuracin, como un hacerse continuo, es imprescindible que nos detengamos algo ms en el anlisis de esas
ms que como una realidad estable. En ese sentido se pronuncian teor- categoras metatericas porque su importancia para el anlisis histrico
as como la de Marx, la de la estructuracin, de Giddens, o la del llegar no es dudosa.
a ser social (social becoming), de Sztompka.
O bien la sociedad es entendida en su esencia como el agrupamiento de Accin y estructura en la conformacin de la sociedad
los individuos, como reunin de seres individuales que deciden vivir en Las teoras sociales con vigencia actual, fundamentalmente la estructu-
comn para conseguir determinados objetivos, posicin que es arquet- racionista, la funcional-sistmica, de la accin racional -o una expresin
picamente la de Rousseau; o bien se piensa que la sociedad es antes de ella como la teora de la human agency- , la interaccionista, y otras en
que nada el colectivo humano, dentro del cual el individuo queda coarta- la lnea de un marxismo renovado9, tienden a poner el nfasis en la rela-
do, colectivo en cuyo seno se construye y afirma la personalidad indivi- cin dialctica y virtual entre agencia, decisin humana - human
7 8
J. Habermas, La reconstruccin del materialismo histrico, Taurus, Madrid, 1981, pp. Cf. P. Sztompka, The Renaissance of Historical Orientation in Sociology,
181 y ss. lnternational Sociology, 1, n. 3 (septiembre de 1986), pp. 321-337.
agency en ingls10- y estructuras, entre el sujeto y la situacin histri- El problema del cambio social
ca dada. O lo que es lo mismo, entre las acciones transformadoras que Ahora bien, parece evidente que ms all de los problemas de la gne-
los individuos o los colectivos emprenden y la resistencia al cambio de sis social, de la estructura, de la accin social eficiente, la cuestin teri-
las relaciones sociales preexistentes. Una teora como la de la estructu- ca ms intrincada de todas es la del cambio social. Y ste es tambin,
racin, de Giddens, parece de especial inters por reunir en la explica- obviamente, crucial para la teora de la historia12. El cambio social no es
cin de lo social la competencia y consciencia de los sujetos sociales slo cuestin esencial para la historiografa, sino que es en ese nivel
y la aparicin de estructuras como obra de esa accin rutinizada11. preciso donde historiografa, sociologa y antropologa, entre otras cien-
Desde luego, el problema de si lo definitorio en el anlisis de la sociedad cias sociales, pueden hallar sus puntos de contacto ms visibles. Si la
es la estructura social o es la accin del hombre constituye un de- historia es arquetpicamente resultado del comportamiento de las socie-
bate perenne de la teora y la metateora sociales. En la jerga sociolgi- dades en el tiempo, lo propio de la historiografa ser, en consecuencia,
ca anglosajona se les ha llamado respectivamente el problema de el anlisis de los estadios temporales, cuyos dos extremos son la per-
Durkheim y el problema de Weber. Tradicionalmente, unas teoras manencia (duracin), y el cambio. El reflejo del cambio constituye la his-
han puesto el nfasis en las decisiones humanas, en la conciencia ac- toria, aunque el cambio mismo no es la historia. La historiografa es la
tuante del hombre, para explicar toda creacin social como producto de ciencia especial de la cantidad de cambio social observable.
la voluntad, de la bsqueda de fines conscientes. Esta es la fundamental Cules son las mutaciones que han de darse para que podamos hablar
idea aportada por Max Weber que luego recogera Talcott Parsons. de cambio social?, cules son los factores desencadenantes del cam-
Frente a ello, la tradicin marxista, con la que coincidira en lo funda- bio?, qu papel juegan los sujetos y cul las estructuras en el origen,
mental la posicin de mile Durkheim entre otros, puso nfasis en lo desenvolvimiento y resultados del cambio social? Estas son preguntas
que la realidad externa, las estructuras en las que el individuo se inserta, esenciales entre algunas ms. Para explicar el cambio social se han
tienen de determinante en la creacin del hecho social, independiente- propuesto multitud de teoras de las que ha hecho una excelente pre-
mente de la voluntad del individuo mismo. sentacin R. Boudon13. Ninguna de tales teoras, en ninguno de los tipos
en los que las clasifica Boudon, es tenida por la sociologa actual como
satisfactoria. No por ello deja de hablarse de teora del cambio social
9
Adems de las visiones de la historia de la teora sociolgica contenidas en los libros ni de pensarse que una bsqueda de ese tipo es perfectamente perti-
citados anteriormente, pueden verse tambin J. L. Rodrguez Ibez, La perspectiva
sociolgica. Historia, teora y mtodo, Taurus, Madrid, 1992; G. Ritzer, Teora
nente y obligada.
sociolgica contempornea, McGraw-Hill, Madrid, 1993. Un repaso, por lo dems de Si no es posible encontrar una teora adecuada del cambio social, no es
muy desigual valor, de los principales problemas de la teora sociolgica actual en E.
Lamo de Espinosa y J. E. Rodrguez Ibez, eds., Problemas de teora social
difcil prever que tampoco lo es encontrarla del cambio histrico. Co-
contempornea. mo seala igualmente Boudon, es, por una parte, muy poco plausible
10
El trmino ingls agency, que puede ser traducido en principio por accin o quizs pretender encontrar relaciones condicionales que permitan hablar de
mejor por actuacin, se ha puesto de moda en sociologa desde los desarrollos ms
recientes de las teoras de la accin social. Cf. M. Archer, Culture and Agency: The Place
la aparicin precisa de un proceso de cambio dadas ciertas condicio-
of Culture in Social Theory, Cambridge University Press, 1988, pp 34 y ss. Vase tam- nes. Tampoco resulta plausible esperar que dadas ciertas estructuras
bin P. Sztompka, Society in Action. The Theory of Social Becoming, Polity Press, Cam-
bridge, 1991, el captulo The evolving focus on agency.
12
11
A. Giddens, The Constitution of Society. Outline of the Theory of Structuration, Polity A efectos de la teora propiamente historiogrfica ese problema deberemos abordarlo
Press, Cambridge, 1984. La versin francesa es La constitution de la socit. lments de nuevo en el captulo 5.
13
de la thorie de la structuration, PUF, Pars, 1987 (hay trad. cast.: Amorrortu, Buenos R. Boudon, La place du dsordre. Critique des thories du changement social, PUF,
Aires, 1995). Pars, 19912.
vayan a evolucionar dinmicamente en un sentido predeterminado, con haz y el envs de un mismo pao, sino este pao mismo en todo el es-
lo que se pone en duda el fundamento del pensamiento marxiano sobre pesor de sus hilos16.
el cambio. La oposicin tradicional entre individuos y totalidades sociales se ha re-
La idea de Robert Nisbet es ms terminante: no hay ninguna caracters- formulado en un lenguaje ms moderno: relaciones entre acciones y es-
tica esencial en las estructuras sociales que permita considerar que el tructuras. Ello tiene igualmente una trascendencia decisiva para la con-
cambio es componente determinante de la sociedad misma14. Pero si cepcin del sujeto de la historia. Las posiciones sociolgicas actuales
esa posicin puede mantenerse en cuanto se relaciona con la transfor- evidencian una nueva preocupacin por la dialctica como elemento ex-
macin social, no puede decirse lo mismo del movimiento social que es plicativo en los fenmenos sociales. Y hay una serie de conceptuacio-
un proceso recursivo, redundante, inseparable de la idea misma de so- nes: habitus, historicidad, representacin, movilizacin, anomia, duali-
ciedad. Es cierto que cambio no es mera interaccin, movimiento, movi- dad de estructura, agencia, emergencia, que muestran comprensiones
lidad. El movimiento y la movilidad son consustanciales con la sociedad, nuevas del problema de la ontologa de lo social y, de paso, de su natu-
pero nada de ello presupone necesariamente cambio. Es por este cami- raleza histrica.
no por el que Nisbet va a introducir importantes diferencias entre las no- El hombre pertenece a una sociedad y se expresa a travs de la socie-
ciones de movimiento y cambio, extremadamente tiles para la concep- dad. Slo tenemos existencia individual virtual; virtual porque el indivi-
cin misma del cambio histrico, como veremos ms adelante15. duo no puede concebirse nunca sino en relacin con el colectivo. Exis-
tencia individual virtual quiere decir tambin figurada, no real. Pero, rec-
La concepcin global de lo social- histrico procamente, sin las acciones individuales no hay totalidades sociales.
Las sociedades estn hechas de individuos y existen solamente a travs
Para concluir, la tesis que quiere fundamentarse aqu, en definitiva, es la de los individuos. Los objetos que llamamos sociales, pues, slo tie-
de que en el plano ontolgico no existe posibilidad de comprensin de lo nen existencia social virtual. Virtual, de manera recproca a la anterior,
histrico sino desde el interior mismo de la naturaleza social del hom- porque todo colectivo se compone de individuos tangibles. Los colecti-
bre. En manera alguna ello quiere decir que los individuos en s mismos vos son tambin abstracciones, porque aquello que podemos materiali-
no tengan tambin historia; lo que queremos decir es que individuo es zar son los individuos17. Esta concepcin de la estructura de lo social
ya uno de los componentes de lo social. De manera recproca, se quiere es extremadamente importante para una explicacin de la historia, del
argumentar tambin que, como no hay posibilidad de que ningn fen- movimiento histrico, como veremos en su momento.
meno social carezca de dimensin temporal -cuestin esta que veremos
ms de cerca en el siguiente apartado-, es imposible una concepcin de Una sntesis final
la sociedad sin historia. Esta inseparabilidad de lo social-histrico, en la En definitiva, una definicin posible de sociedad es la que la presenta
que hemos insistido, no equivale, sin embargo, a que ambos planos se- como una estructura de reglas, roles, prcticas y relaciones que condi-
an indistinguibles en el terreno del conocimiento; la sociologa y la histo- ciona causalmente la accin social y que es el resultado tanto pretendi-
riografa tienen sus propios objetos de estudio definidos, si bien sean, do como no pretendido de la accin y el pensamiento estructurante que
como escribi F. Braudel, una sola y nica aventura del espritu, no el
16
F. Braudel, Historia y sociologa, en La historia y las ciencias sociales, p. 115.
14
R. Nisbet, T. S. Kuhn et al., Cambio social, Alianza Editorial, Madrid, 1988. Vase en 17
Estas ideas estn tomadas de las que expone P. Sztompka, La ontologa del llegar a
esta obra R. Nisbet, El problema del cambio social, pp. 12-51. ser social. Ms all del individualismo y el holismo, en M. T. Gonzlez de la Fe, ed.,
15
En el captulo 5. Sociologa: unidad y diversidad, CSIC, Madrid, 1991, pp. 67 y ss.
proviene del pasado; es una definicin basada en la teora de la estruc- tructuras. Hoy est claro que no es posible tratar de las estructuras sin
turacin18. En una definicin de este tipo, de la que podran mostrarse incluir al otro polo dialctico de toda realidad social: el sujeto y su ac-
otros ejemplos parecidos, han venido a cristalizar arrastres tericos di- cin. La historia, pues, ha de captarse de esta forma dialctica tambin.
versos que van desde el marxista al estructuralista y a la teora de la ac- La dialctica de superacin de contradicciones es constante. La perma-
cin. Pero el elemento esencial es el estructuracionista combinado nencia de la sociedad representa la resolucin continua del conflicto.
con el agencial, que hacen de la sociedad una realidad en devenir, Por ello resulta de inters hablar de un proceso dialctico, a travs de
con orden inteligible y en perpetua modificacin por la accin de indivi- contradicciones siempre superadas, para que la sociedad pueda pervi-
duos y grupos. vir.
No es nada fcil, y seguramente no es ni posible, concluir con una idea b) La sociedad puede ser entendida desde la idea de sistema social.
completa y sencilla del mundo social del hombre que sea adecuada al Sistema social es, sobre todo, una idea instrumental: para que haya
punto de vista que se propone explicar tericamente la naturaleza de la sociedad tiene que haber unas relaciones globales que la definan. La
historia. Parece claro que en lo que la sociedad acusa o manifiesta concepcin sistmica, prescindiendo de elementos de ella que hoy pue-
ms inmediatamente su historicidad es en la creacin y destruccin de den considerarse intiles o superados, define bien, como plantea Niklas
estructuras, dando a este concepto el alcance exacto que hemos pro- Luhmann, qu es lo que la sociedad significa como bsqueda de senti-
puesto lneas arriba y entendiendo que las estructuras no son cosas si- do en un mundo contingente. El sistema social, desde luego, no es una
no esencialmente relaciones, que se encaman en las instituciones, la or- realidad efectiva, ontolgica, sino que debe entenderse como un instru-
ganizacin social, aunque no se identifican con ellas, pero se represen- mento de anlisis del funcionamiento de una entidad compleja, dentro
tan tambin en smbolos, en pensamiento y comunicacin. La produc- de la cual, a su vez, pueden detectarse muchos sistemas, o subsiste-
cin y destruccin de estructuras tienen siempre un agente, el hombre; mas.
la historicidad social se manifiesta, por tanto, desde un punto de vista re- c) El cambio social es sustancial en el entendimiento del proceso histri-
cproco al anterior, en la continua accin creativa del sujeto. La sociedad co, pero no se identifica con l. La historia es algo ms que el cambio
tiene una realidad, en todo caso, acumulativa. La historia es el resultado social, desde luego. El cambio social es explicado desde distintas posi-
del cambio social y ese cambio es siempre acumulativo. ciones que fluctan entre atribuir su origen a la naturaleza constitutiva-
Tras todas estas someras indicaciones, intentemos reunir ya en unas mente contradictoria de la sociedad, que es la idea propia de las doctri-
cuantas proposiciones sintticas lo que es, a nuestro modo de ver, de nas conflictivistas, hasta la suposicin de que en las estructuras sociales
acuerdo con posiciones sociolgicas recientes, el fundamento del ser no existe ninguna condicin natural que obligue al cambio, de forma que
social como sujeto de la historia: ste deber ser interpretado como el producto de acciones externas al
sistema. En todo caso, movimiento social y cambio social son constan-
a) La sociedad se entiende como un proceso o confrontacin dialctica tes histricas.
entre estructuras y accin social. La sociedad es, pues, no una estructu- d) Al ser la sociedad un proceso, el sistema de lo social se halla siempre
ra o estado sino un proceso. Y esos dos elementos estructurantes no modificado por el acontecimiento, sujeto a la invencin y relacionado
son otra cosa que realidades virtuales. La sociedad se configura a tra- con el medio. La sociedad no es sino que deviene. La necesidad de
vs de la accin eficiente de los sujetos sociales y se objetiva en las es- recoger junto a la idea sistmica de lo social, la expresin del proceso y
el cambio reales ha dado lugar a nuevas formulaciones que permiten
18
C. Lloyd, The Structures, p. 128. hablar de que lo histrico ha sido reinsertado, y debe serlo en todo caso,
en la explicacin de lo social. Cabe decir, naturalmente, que lo contrario, mismo relato no es ya, como pretende Paul Ricoeur, la configuracin
es decir, la explicacin de la historia como manifestacin del proceso so- misma del tiempo21.
cial, no slo es igualmente cierto, sino que no tiene otra formulacin po- En ese sentido, la primera aseveracin que debemos establecer de ma-
sible. nera inequvoca es la inconsistencia o inexactitud de la pretensin de
que existe un tiempo fsico y otro histrico o social. Ella representa no
2. TIEMPO E HISTORIA ms que una formulacin banal, o tal vez potica, difundida por autores
que no han cuidado de analizar con rigor el problema de la realidad ob-
Ser histrico es ser en el tiempo, segn ha establecido el pensamien- jetiva del tiempo frente a su percepcin subjetiva. La realidad del tiempo
to filosfico antiguo y moderno y tal como se sostiene hoy tambin por no es, y no puede ser, objetivamente ms que una. Otra cosa es la per-
las posiciones ms comunes en la ciencia, la natural y la social. El tiem- cepcin sensorial, no intelectual, del tiempo por el hombre, cuyos perfi-
po es, en consecuencia, una de las variables esenciales, si no la absolu- les psicolgicos son ajenos al concepto cosmolgico de lo temporal22. Si
tamente esencial, entre las que integran la definicin de la realidad his- no procede hablar de un tiempo fsico y otro histrico, ello no debe ser
trica. El proceso que llamamos temporal es el que configura como es- confundido con la necesidad de distinguir entre un tiempo de reloj y
pecfica, incomparable con ninguna otra, la existencia humana. Slo el un tiempo existencial23, entre los clsicos chronos y kairos.
hombre, como ser autorreflexivo, lleva dentro de s el tiempo. Pero, en Desde otro punto de vista, la cuestin de la construccin sociolgica
realidad, como si fuera una paradoja, el proceso temporal envuelve no del tiempo presenta algn mayor inters: en todos los ncleos sociales
slo lo humano, sino todo lo que existe. El hombre participa del tiempo histricamente existentes el tiempo es una institucin que se construye y
de la naturaleza, pero hace tambin del tiempo una construccin pro- que tiene funciones precisas24. Sin embargo, lo que interesa para una
pia19. construccin de la idea de historia es, en realidad, la manera en que
El tiempo es una variable, hemos dicho, o una dimensin, como aadire- puede captarse y explicarse por nosotros de forma objetiva la significa-
mos ahora, esencial, que configura lo histrico integrada en las realida- cin del tiempo como un componente interno, inserto realmente en las
des sociales. Decimos integrada porque no hay realidades sociales cosas: de qu forma el tiempo acta sobre la existencia de las cosas y
sin tiempo. La temporalidad es, sin embargo, una realidad tan imbricada se manifiesta en el proceso histrico.
en nuestra mecnica psicolgica y social, en el proceso de socializacin La manera en que la historia es conceptualmente una dimensin o
de cualquier ser humano, que puede perfectamente aparecer como algo cualidad, hemos dicho, de lo social tiene su explicacin tambin por la
dado, indiferenciado, incluso innato, una categora a priori como quera existencia de esta otra condicin o dimensin previa: porque todo lo que
Kant, ms all de cualquier reflexin e incluso de cualquier experiencia. existe est inmerso en el tiempo, aunque esta sea una manera meta-
En efecto, el tiempo aparece como algo intuitivo cuya percepcin, sin 21
P. Ricoeur, Tiempo y narracin, Cristiandad, Madrid, 1987, 2 vols., de los que ya
duda, progresa con la maduracin psicolgica, como mostr Piaget20, al- hemos citado antes el 1. Slo hay versin espaola de los dos primeros volmenes de
go dado y supuesto para el sentido comn, y como algo supuesto su los tres de que consta la obra original.
22
consideracin especfica est ausente del relato histrico, si es que ese E. Jaques, La forma del tiempo, Paids, Buenos Aires, 1984. Vase especialmente a
nuestro efecto, dentro de este excelente y completo libro de un psiclogo, el captulo 4:
La experiencia consciente, preconsciente e inconsciente llamada tiempo.
19 23
Vase despus sobre esto el apartado 3 del captulo 5. J. Hassard, The Sociology of Time, Macmillan, Londres, 1990, p. 10.
20 24
Son bien conocidos los estudios de J. Piaget en sus tudes d'pistmologie gntique N. Elias, Sobre el tiempo, FCE, Madrid, 1989, un ensayo sobre la construccin social
sobre el desarrollo de la percepcin del tiempo en los nios y tambin del mismo autor del tiempo. Vase tambin B. Adam, Time and Social Theory, Polity Press, Cambridge,
es el estudio Le dveloppement de la notion de temps chez l'enfant, PUF, Pars, 1946. 1990. Tambin el ya citado J. Hassard.
la experiencia? Y, por fin, con alguna mayor precisin de lenguaje, c-
5 EL OBJETO TERICO DE LA HISTORIOGRAFA mo conceptualiza el historiador lo histrico?
Ciertamente, responder a ese tipo de preguntas es lo que nos propone-
La forma del objeto es la posibilidad de su ocu- mos al buscar el objeto terico de la historiografa. Para dilucidar cues-
rrencia en estados de cosas. tiones de este gnero, se dice, en las disciplinas acadmicas, y en el
LUDWIG WITTGENSTEIN, Tractatus Logico- Philosophicus lenguaje de la teora del conocimiento en general, es preciso delimitar el
campo y el objeto de un conocimiento. Son las mismas cosas a las que
En una sociedad dada cualquiera no podremos llamamos tambin objeto material y objeto formal del conocimiento. De
entender las partes a menos que entendamos su ellas hemos de ocuparnos de inmediato. Al intentar determinar la reali-
funcin y su papel en su relacin mutua y en su dad concreta en la que hay que buscar lo histrico, y la forma en que
relacin con el total. podemos presentar esa historia, entramos en el corazn mismo de lo
E. P. THOMPSON, Lucha de clases sin clases?
que es la teora disciplinar de la historiografa. Se trata de establecer, en
definitiva, qu es lo que el historiador presenta como resultado de su in-
En el captulo 4, primero de esta Seccin, hemos abordado la parte fun-
vestigacin sobre la historia: una sucesin de eventos, una determina-
damental de la teora constitutiva de la historiografa: la de la naturaleza
cin de las estructuras sociales en un momento dado, los cambios so-
de lo histrico. Nos queda ahora por desarrollar y concretar aquella par-
ciales, los pensamientos, intenciones y acciones de las gentes?... Estas
te de la teora historiogrfica que hemos llamado disciplinar. La teora son las cuestiones a responder y aqu intentaremos responderlas en lo
disciplinar es propiamente la teora del conocimiento de lo histrico y de- posible.
be determinar, en nuestro caso, en qu grado es posible un conocimien-
to de un cierto campo de la realidad como es el de la historia de las so- 1. LA CONFORMACIN DEL OBJETO DE LA HISTORIOGRAFA
ciedades y hasta qu punto esa posibilidad se encuentra realizada en el
estado actual de nuestra disciplina. El objeto de la historiografa, o sea, aquello que el historiador busca
En los ltimos prrafos del captulo anterior nos esforzbamos en dar con su actividad, es una cuestin discutida. Lo que el historiador presen-
una idea precisa de qu es la historia. Concluamos, en definitiva, que, ta o debe presentar como historia es un asunto sobre el que se han
en un plano abstracto, historia es la atribucin que hacemos a las cosas pronunciado opiniones cambiantes en la historia de la historiografa. No
de que tienen tiempo, de que estn sujetas al tiempo. La historia refleja, est dilucidado si la historia es cosa de los individuos o las colectivida-
en definitiva, el comportamiento temporal de las sociedades. Pongmo- des, de los lderes o de las masas, o, en suma, quin hace la historia,
nos ahora, como corresponde, en el punto de vista del historiador en su ni menos an lo est qu se debe contar de ella. En esta situacin, es
trabajo, y entonces la pregunta surge de inmediato: cmo busca, y fcil advertir ya que una de las grandes dificultades, si no la bsica, de
dnde encuentra en definitiva, el historiador esa atribucin de la tempo- la definicin del objeto de la historiografa estriba precisamente en la ex-
ralidad de la que hablamos en la realidad emprica misma (en sus fuen- traordinaria globalidad, el significado de totalidad, que la historia tiene.
tes, segn acostumbramos a decir)? Expuesto en otras palabras, qu Por eso ha habido en la teora de lo histrico un problema constante, y
es exactamente esa realidad que el historiador investiga y a la que se di- falso, en torno a lo que debe entenderse por hecho histrico y en tor-
rige en su bsqueda?; dnde y cmo se nos manifiesta lo histrico en no a la necesidad, falsa tambin, de seleccionar los hechos histricos.
Discutir el objeto de la historiografa no puede confundirse con una es- Esta es la primera constatacin que tiene para nosotros extremada im-
peculacin filosfica -por ejemplo, descubrir el sentido de la historia-, portancia. Para mantener la tesis de que la historiografa es una ms de
ni tica -hacer de la historia, o su conocimiento, un instrumento de la las ciencias sociales, y frente a los que niegan esto, es preciso mostrar
justicia o la construccin de la sociedad perfecta...-. Dar cuenta del pro- que su campo no es otro sino el campo comn de las ciencias sociales.
ceso socio-temporal tiene que ser una propuesta inteligible como resul- El conjunto de las ciencias sociales, en efecto, se vuelca sobre un cam-
tado de una prctica investigadora, pero semejante propuesta no ser po de conocimiento que abarca aquello que podemos llamar de forma
plausible si no se establece la forma de materializarla, es decir, un pro- metafrica el fenmeno humano. Sobre ese campo comn se consti-
cedimiento para hacerla y un medio de comunicacin de los resultados. tuyen disciplinas, parcelas estructuradas del conocimiento, que tienen
La construccin de una historia slo puede basarse en la experiencia su propia dinmica, alimentada por un conjunto de caracteres diferencia-
investigadora y en la reflexin crtica sobre ella. La respuesta acerca del dores que permiten hablar de ciencias distintas en un nico campo. Aho-
objeto de la historiografa tiene mucho que ver con el propio tipo de con- ra bien, debe tenerse muy en cuenta que aquello que define una discipli-
tribucin historiogrfica que una investigacin concreta pretende y repre- na esencialmente no es su campo sino su objeto.
senta. As difieren en su presupuesto y en su orientacin tipos de traba- En efecto, aunque operen sobre un mismo campo, no todos los tipos de
jos orientados monogrficamente, de aquellos otros globalizados, en conocimientos pretenden saber las mismas cosas en relacin con el
tanto que tambin difieren exploraciones de nuevos asuntos o de nue- campo en cuestin, es decir, no persiguen el mismo objeto de conoci-
vas fuentes, frente a lo que son revisiones de la ciencia establecida. Ob- miento. El ejemplo que hemos puesto antes del fenmeno humano
jeto de la historiografa, en resumen, no hay ms que uno, pero tiene di- puede ser bastante til para aclarar esto. El hombre puede ser entendi-
versas caras. do como un cuerpo fsico-qumico, como un ser vivo, como un animal ra-
cional, como ser social, como poseedor de una mente, o como un ani-
Campo y objeto de la historiografa mal poltico, segn dijera Aristteles, entre otras cosas. Todas ellas se
integran en el fenmeno de lo humano, pero est claro que unas de
Todo conocimiento, sea comn o cientfico, parte de una realidad emp- esas apelaciones son comunes a otros seres no humanos, y que todas
rica, de experiencia. La idea de campo que manejamos aqu hace refe- ellas pueden ser diferenciadas entre s. En consecuencia, lo humano
rencia a un mbito de experiencia observable, perteneciente a la reali- puede ser entendido segn dimensiones o manifestaciones diversas. En
dad exterior, en la que se ejerce esa observacin de determinados fen- un mismo campo de conocimiento que sera el del fenmeno humano
menos. Un campo puede definirse como el conjunto finito de hechos pueden establecerse, en definitiva, diversos objetos de conocimiento. O,
que constituyen la base emprica de un conocimiento1. La investiga- como se ha dicho tambin, en un mismo campo pueden identificarse di-
cin de lo social-histrico, de acuerdo con esto, como cualquier otra in- versos tipos de problemas.
vestigacin, opera sobre una parcela de la realidad. Cul es sta? Una Pues bien, en el lenguaje clsico de la metodologa de las ciencias se
primera respuesta parece sencilla: el historiador, obviamente, no puede dice que lo que establece principalmente la identidad de una disciplina
trabajar sino sobre las sociedades humanas concretas, reales, que exis- cientfica es su objeto, en pareja medida, o en mayor, que la especifici-
ten, o bien que han existido. Es decir, su campo coincide con el de aquel dad que le concede su mtodo. As, diversas ciencias pueden compartir
conjunto de disciplinas que llamamos ciencias sociales. un mismo campo e, incluso, una parte significativa de su mtodo. Pero
lo que las ciencias no pueden compartir es un nico objeto pues enton-
1
J. Montserrat, Epistemologa, pp. 300-301. ces la distincin entre ellas carecera de sentido. Desde luego, estas ca-
tegorizaciones que hacemos, aparentemente tan sencillas, resultan ser El problema de la historiografa es que no puede limitar su campo a un
ms complejas a medida que se penetra en ellas. solo nivel, o sector de la actividad humana, sino que como cada uno de
Por lo pronto, un campo de estudio no es algo que se presenta sencilla- esos niveles o sectores tiene un tiempo, la historiografa -no cada histo-
mente ante nuestra vista; para que la realidad simple de la experiencia riador en concreto, claro- tiene que analizarlos todos. Dijimos ya que la
cotidiana nos diga algo -algo ms que el mero conocimiento de senti- historia no era una dimensin material del hombre, sino una atribucin,
do comn- tiene que ser primero roturada, delimitada, por una elabora- un condicionamiento y, al mismo tiempo, el producto de su propia activi-
cin terica. En cuanto al objeto de una disciplina el problema es an dad. El objeto de la historiografa es distinto del de cualquier otra ciencia
mayor porque su definicin ocupa a veces ms trabajo que la propia in- social y, de hecho, mucho ms problemtico que el de todas y cada una
vestigacin de la realidad. Este hecho es muy evidente en determinadas de ellas. Pero no se debe dejar de sealar, y esto es esencial tambin
ciencias sociales y se presenta con claridad en la historiografa. Las para nuestro anlisis, que el hombre, y, por tanto, el historiador, asimila
ciencias no nacen sino cuando hay un fenmeno, un problema especfi- lo histrico como materialidad a la existencia de huellas, de restos, o si
co, del que ocuparse; pero tambin ese fenmeno o problema va siendo se quiere decir de una manera ms directa, a la presencia en la expe-
definido en el curso de su conocimiento2. riencia del hombre de realidades a las que se les pueden atribuir tiem-
El historiador maneja y analiza realidades cuya entidad es naturalmente pos diversos, o sea, atribuir un pasado. Se trata de la existencia de re-
social, pero tales realidades son de una extraordinaria heterogeneidad. alidades que pueden ser caracterizadas de reliquias y que pueden pa-
El hecho social ni excluye el tratamiento de los individuos mismos y, por sar a integrarse en la realidad cultural de los relatos3.
tanto, de la psicologa, ni las bases materiales de la existencia humana,
ni las dimensiones del comportamiento colectivo. El historiador se en- Cmo se conceptualiza lo histrico: la falacia del hecho histrico
frenta a realidades como la demogrfica, la econmica, la de las relacio-
nes entre individuos y grupos derivadas de sus intereses (ideologas), la Hemos dicho ya que el historiador trabaja con todo lo que son huellas,
poltica, las simbologas culturales, etc. Ninguno de los mbitos de acti- reliquias, restos de cualquier tipo, que acreditan que la actividad del
vidad humana es ajeno a la historiografa. La complejidad de las relacio- hombre se desenvuelve conforme al tiempo y por ello est sujeta a la
nes entre los hombres es esencial para comprender cules son las prin- perduracin o al cambio. Pero el historiador no puede limitarse a trans-
cipales dificultades de la construccin explicativa que el historiador pre- cribir sin ms lo que dicen los documentos -aunque por desgracia hay
tende presentar como historia. La complejidad de las relaciones hu- algunos que s lo hacen...-. El historiador tiene que explicar. Por tanto
manas es, sin duda, el problema esencial del objeto historiogrfico. El cmo puede convertir su anlisis de los documentos en conceptos?
historiador pretende establecer cmo se comportan en el tiempo las rea- Cmo expresa el historiador lo que hay y lo que ocurre en eso que l
lidades del hombre; sin excluir ninguna. El objeto de la historiografa es llama una historia?
una sola de las dimensiones de lo humano, pero que afecta a todas las Durante mucho tiempo, la respuesta a estas preguntas se expres de la
dems. forma ortodoxa que dej establecida la preceptiva historiogrfica metdi-
co-documental de la que son buenos ejemplos estas expresiones: la
2 historia se hace con documentos y luego: la historia, para constituirse
La idea de Gustavo Bueno de un cierre categorial es semejante a esta de un
campo o marco terico. Vase G. Bueno, Idea de ciencia desde la teora del cierre como ciencia, debe elaborar los hechos que encuentra en bruto, segn
categorial (s. l.), Santander, 1976, y M. Castell, y E. de Ipola, Metodologa y
3
epistemologa de las ciencias sociales, Ayuso, Madrid, 1975, La formalizacin del G. Bueno, Reliquias y relatos: construccin del concepto de "historia fenomnica",
campo terico, pp. 41 y ss. El Basilisco (Oviedo), 1 (1978), p. 5.
deca con rotundidad el manual de Langlois-Seignobos4. Por tanto, el por tanto, lo que el historiador busca, son los hechos histricos es una
historiador, como cualquier otro cientfico segn la idea positivista, forma de entender las cosas enteramente inadecuada hoy da pero que
perseguira hechos en bruto, hechos que despus podran y, desde en forma alguna ha sido desterrada del todo. Veamos cmo se lleg a
luego, deberan, ser elaborados. Alrededor de cincuenta aos despus esa formulacin de que el objetivo del historiador era el hecho histri-
las cosas haban cambiado bastante: Qu hay detrs de la palabrita co.
"hecho"? Pensis que los hechos estn dados en la historia como rea- A finales del siglo XIX se desenvolvi la poca de la fundamentacin de
lidades sustanciales que el tiempo ha enterrado... ?, escriba Lucien un mtodo de la historiografa, la ya comentada historia documental,
Febvre5. Todava quince aos ms tarde, Edward Hallett Carr navegaba en la que puede verse un evidente reflejo del esfuerzo paralelo que se
casi por las mismas aguas: Qu es un hecho histrico? Es esta una produce en la ciencia de la sociedad por antonomasia, la sociologa, pa-
cuestin crucial en la que debemos fijamos algo ms atentamente?... ralelismo en el que, a nuestro entender, no se ha reparado lo suficiente.
Ante todo, los hechos de la historia nunca nos llegan en estado "puro"... La relacin entre la sociologa y la historia, especialmente en la Francia
y es que los hechos no se parecen en nada a los pescados en el mos- de principios de siglo, fue intensa y un tanto tormentosa8, como mues-
trador del pescadero6. tran los debates que tuvieron por protagonistas a Durkheim, Simiand,
El historiador busca hechos, diran los clsicos. Pero qu es un Seignobos, Lacombe, Lalande, etc. Franois Simiand habl expresa-
"hecho" y, especialmente, qu es un "hecho histrico"?. La sutil irona mente, en 1903, del conflicto que sostienen entre ellas la historia tradi-
de Febvre sobre una cierta manera de entender el trabajo de la historio- cional y la nueva ciencia social. Con referencia a qu, pues, el mtodo
grafa debera y podra ejercerse todava hoy, sin duda, en relacin con histrico y la ciencia social tienen un asunto en comn?9. Para enten-
ciertos sectores y actitudes dentro de nuestra disciplina. El origen de la der las posiciones de la historiografa del hecho histrico es preciso
concepcin del trabajo del historiador basado en la idea de hecho his- tener en cuenta que donde se dice hecho histrico quiere decirse, natu-
trico a la que, desde la formulacin que se hizo en la escuela de los ralmente, realidad histrica ms primaria. Es el sentido mismo en que
Annales, se ha identificado con la histoire vnementielle, puede y mile Durkheim emplea la expresin hecho social.
debe ser mejor explicado7. Porque decir que lo que la historia expone y, En tal perspectiva cabe entender mejor lo que significaba el intento de
4
basar la ciencia de la historia en la conceptualizacin de un tal hecho
Lo primero en la pgina 1 de su op. cit., lo segundo en la 281, todo ello de la edicin
histrico. Y uno de los ejemplos seeros de ese intento es el que se re-
espaola.
5
En la recensin del libro de L. Halphen, Introduction l'Histoire que aparece en flejaba en el clebre manual francs de Langlois y Seignobos, aparecido
Combates por la historia, pp. 175 y ss. Los captulos del libro de Halphen se titulan L'- en 1898, como vimos. Resulta, pues, que para entender la fundamenta-
tablissements des faits, L'expos des faits, etc. La obra y la recensin de Febvre
aparecieron en 1946.
cin ms conocida y persistente que se ha hecho de la naturaleza de la
6
E. H. Carr, Qu es la historia?, Ariel, Barcelona, 1983 (edicin definitiva). Las citas historia y del objeto de la historiografa desde el punto de vista del positi-
estn tomadas de las pginas 60 y 76-77 dentro del captulo fundamental de este libro vismo, es preciso hablar primero de lo que signific ese mismo tipo de
El historiador y los hechos. La obra original se public en 1961 y tuvo un gran xito.
Aunque alguien haya hecho de Carr en algn momento el apstol de una nueva visin
empresa en la sociologa, que le precedi, y de la que con toda seguri-
de la historia, la verdad es que no representa sino una renovacin de la vieja manera dad tom aqulla su modelo.
positivista, que ahora piensa que los hechos han de seleccionarse e interpretarse
por el historiador. E. H. Carr rechaza la historia positivista de hechos, pero al no
8
poseer una alternativa clara a ella, no hace sino remozarla. No me parece mucho ms Algo de esto intenta explicar, sin conseguirlo del todo, el artculo de M. Reberioux, Le
que un precedente de los historiadores del sentido comn en la lnea de Hexter o dbat de 1903: historiens et sociologues, en C. 0. Carbonell, ed., Au berceau des An-
Elton y, en algn modo, de Stone. nales, Institut des tudes Politiques, Toulouse, 1983.
7 9
Vanse las referencias que hemos hecho ya a ello en el captulo 3. F. Simiand, Mthode Historique, p. 113 de la recopilacin de M. Cedronio, ya citada.
tencia a causa de su repeticin. Su poder de expansin no es la causa
Durkheim y el hecho social de su carcter sociolgico, sino consecuencia del mismo, dice Durkh-
La obra clave en la metodologa sociolgica de Durkheim, Les rgles de eim en contra de la tesis de G. Tarde sobre la gnesis y difusin de los
la mthode sociologique, es de 1894, cuatro aos anterior, por tanto, a hechos sociales a causa de la imitacin.
la paralela de Langlois-Seignobos que comentamos10. En el pensamien- Esta exposicin sustentadora de todas las dems tesis de Durkheim
to positivista tpico, la existencia de una ciencia se encuentra legitima- acababa con un doble intento de definicin sinttica del hecho social. Di-
da por la existencia previa de un hecho especfico, distinguible e irre- r primero que es un hecho social todo modo de hacer, fijo o no, que
ductible a cualquier otro. Ello equivale a que slo es posible hablar de puede ejercer una coercin exterior sobre el individuo y despus que
una ciencia y de la fundamentacin de un mtodo en el caso en que sea se trata de: [un hecho] que es general en todo el mbito de una socie-
posible definir un hecho emprico, por lo cual Durkheim comienza su dad dada y que, al mismo tiempo, tiene una existencia propia, indepen-
estudio de las reglas del mtodo sociolgico preguntndose qu es un diente de sus manifestaciones individuales. Eran, ms bien, categoriza-
hecho social. El asunto es claro: existe un tipo de hecho, lo que quie- ciones teidas de una tendencia clara a la externidad, justamente ten-
re decir realidad, que justifique el calificativo de social como distinto dentes a destacar su presencia como cosas, ms que a designar su
de todo otro tipo de hechos o realidades? La respuesta de Durkheim es, sustancialidad, que tenan una naturaleza holista evidente y que fun-
naturalmente, positiva, pero acto seguido afirma que la calificacin de damentaban toda la sociologa.
social se emplea con notable imprecisin.
Segn sus palabras textuales, los sociales son un orden de hechos Langlois-Seignobos y el hecho histrico
que presentan caracteres muy particulares: consisten en modos de ac- En 1898, poco tiempo despus de la aparicin de la obra de Durkheim,
tuar, de pensar, de sentir, exteriores al individuo y que estn dotados de fue publicado el manual de Langlois y Seignobos. No es difcil estable-
un poder de coercin en virtud del cual se imponen a l. No pueden cer que la fundamentacin de la historiografa apareca como un intento
confundirse con los fenmenos orgnicos, ni con los psquicos. Son una paralelo al desarrollado en la sociologa. Y que ambos tienen al menos
nueva clase de ellos a los que hay que darles el nombre de sociales. una cosa en comn: su empeo en definir y caracterizar un hecho,
Son hechos que no pueden estar incluidos en ninguna otra categora de sociolgico o histrico, como legitimacin de una disciplina. Pero nece-
ellos que ya est constituida y tenga una definicin. Los hechos sociales sariamente esa fundamentacin tena que ser distinta y Langlois-Seig-
pueden ser reconocidos por la difusin que alcanzan dentro del grupo, nobos lo captan as con claridad. Coinciden en que es preciso encontrar
por la coercin que ejercen sobre los individuos y porque existen inde- un tipo de hecho, pero, dirn, la conceptuacin de hecho histrico
pendientemente de las formas individuales que tomen al difundirse. El no hay que creer que se aplica a una especie de hechos. No hay he-
hecho social es distinto de sus repercusiones individuales, es un es- chos histricos como los hay qumicos. El mismo hecho es o no histrico
tado del grupo que se impone a los individuos. Y, desde otro punto de segn la manera como se le conoce. No hay ms que procedimientos
vista, los hechos sociales son maneras de obrar que adquieren consis- histricos de conocimiento... El carcter histrico no est, pues, en los
hechos, sino tan slo en el modo de conocerlos11.
10
Hay diversas ediciones espaolas de esta obra, cosa que contrasta ya con lo sucedido Nadie negara que esta primera proposicin es de una notable lucidez.
a la de Langlois-Seignobos que slo fue traducida una vez, hace ya ochenta aos. Cf. .
Durkheim, Las reglas del mtodo sociolgico y otros escritos de filosofa de las ciencias
En efecto, no hay ningn tipo de realidad a la que de forma discriminato-
sociales, Alianza Editorial, Madrid, 1988, edicin bastante completa. En ella se
11
transcribe alguna de las polmicas citadas entre historiadores y socilogos y de ella C. Langlois y C. Seignobos, Introduction, p. 66. Las cursivas son nuestras. Todas las
proceden todas las citas textuales que hacemos a continuacin. citas utilizadas aqu son de esa obra.
ria podamos llamar hecho histrico, en el sentido en que podemos ha- marcado fuertemente, y de forma muy negativa, hasta muy entrado el si-
cerlo de un hecho social, o fsico. No hay ningn tipo de hecho que glo XX, el proceso de la construccin de una teora historiogrfica ms
sea histrico por su naturaleza especfica. Los hechos humanos son acorde con el estado general de la ciencia y con los progresos de la pro-
histricos todos. No hay, pues, hechos histricos en sentido estricto y pia investigacin histrica. Tanto es as que toda la concepcin neoposi-
en sentido cientfico, sino conocimientos histricos. La decisiva im- tivista de lo que es la historiografa, al igual que la concepcin que ma-
portancia de lo dicho aqu estriba en la afirmacin rotunda de que no neja la filosofa analtica que se ha ocupado de la naturaleza de la expli-
existe una especie de hechos histricos. Este argumento ser bsico cacin histrica, sigue teniendo al hecho histrico en el sentido en
en la doctrina de Langlois y Seignobos. De ello deducirn, en principio que lo defini Seignobos, al acontecimiento, como el objeto real de la
con absoluta congruencia, que al no haber una especie o naturaleza es- ciencia de la historia. Esto ocurre con W H. Walsh, con Carl G. Hem-
pecfica de hechos histricos no puede haber una ciencia de la pel, con Ernest Nagel, con Patrick Gardiner, y, por supuesto, con Karl R.
historia. Popper, entre bastantes otros13.
Sin embargo, pocas pginas despus, en su disertacin nuestros auto- Y pensar que hoy, aun despus de todas las transformaciones de la
res se olvidaran por completo de las consecuencias ms coherentes de prctica y la reflexin historiogrfica durante los ltimos cincuenta aos,
su hallazgo. Sorprendentemente, seguirn hablando de hecho histri- la concepcin de la historiografa del hecho histrico est definitiva-
co y de ciencia de la historia. Toda su argumentacin se basa en un mente abandonada es desconocer la realidad. No slo tiene influencia
equvoco fundamental. Un equvoco que tiene una explicacin social evi- un libro como el de E. H. Carr, sino que pasan por vlidas algunas refle-
dente: la necesidad de constituir la historiografa precisamente como xiones de las que podran ser ejemplo las de una autora como Helge
ciencia frente a la sociologa. Kragh que no hace sino recoger claramente la enseanza de aqul.
As, por tanto, no hay hechos histricos por su naturaleza sino por su Kragh expone todava hoy aqu y all cosas como slo unos cuantos
posicin (en el tiempo). Una vez ms, haba aqu una apreciacin ente- hechos del pasado logran tener una condicin de "histricos"; condi-
ramente correcta: no hay, en realidad, otras cualidades de lo histrico cin que se la otorga el historiador; los acontecimientos del pasado
distintas de su posicin. En efecto, la verdadera caracterizacin de un pueden ser convertidos en acontecimientos histricos. Y si no fuese
hecho como histrico la da su condicin de temporal. Un hecho que no porque repite la frase E. H. Carr de que cuando emprendemos una [sic,
tiene otra naturaleza especfica que la de ser identificable por su posi- por emprendemos la lectura de una] obra de historia, nuestro primer
cin en el tiempo, o sea, por ser pasado, es fcil que, como en efecto inters no deberan ser los hechos que contiene, sino el historiador que
ocurri, fuese asimilado de inmediato a una cosa aparentemente simple: la escribi, podramos creer que seguamos leyendo a un Charles
un acontecimiento. Los hechos histricos son, pues, sencillamente co- Seignobos empeorado14.
sas que ocurren, cambios, acontecimientos, en definitiva.
Kegan Paul, Londres, 1971, que habla de falacias de la indagacin, de la explicacin y
La falacia del hecho histrico de la argumentacin. Al menos las dos primeras cuadran aqu.
Esta nocin de hecho histrico establecida por la historiografa met- 13
De Popper y de Nagel hemos hablado ya y de Hempel volveremos a hablar. El trabajo
dico-documental como objetivo del historiador no es difcil establecer aludido de W. H. Walsh es Introduccin a la filosofa de la historia, ya citado. De P.
Gardiner es sealable su La naturaleza de la explicacin histrica, UNAM, Mxico, 1961,
que es una falacia;12 no tiene ninguna consistencia. Sin embargo, ha y la compilacin de dos importantes obras colectivas, Theories of History y The
Philosophy of History, ambas muy representativas de la lnea de trabajo de la filosofa
12
En la que se renen casi todos los gneros de falacias de las que acusa a los analtica acerca del conocimiento histrico. Tambin hablaremos ms de ello en el
historiadores un libro como el de David H. Fischer, Historians' Falacies, Routledge and captulo 6 a propsito de la explicacin histrica.
De la afirmacin muy correcta en principio de que a un hecho -se trate ciencia del tiempo, del espacio, etc., y no slo ciencias de hechos mate-
de una realidad estructural, de una idea o de un evento- nicamente rializables. El comportamiento de lo social en el tiempo es uno de esos
puede calificrsele de histrico en funcin de su posicin, se extrajo una hechos, de esos fenmenos, que no tienen una cosificacin autno-
doble consecuencia errnea. Primero, que una posicin histrica te- ma posible, aunque son perfectamente inteligibles. Cmo captar, pues,
na que remitir inevitablemente y nicamente a la cronologa y, por ende, esa cualidad de tener historia en forma de conocimiento bien caracteri-
al pasado, sin otro sentido de lo que significa lo temporal. Y, segundo, zado? Es posible hacerlo a travs de la fijacin de la naturaleza de los
que por hecho histrico, que es algo desprovisto de naturaleza especfi- estados sociales y a travs de la dialctica que se desarrolla en ellos en-
ca, habra de entenderse entonces suceso, acaecimiento, evento, en de- tre permanencia y mutacin.
finitiva mero cambio, y todo ello en el terreno de las cosas observables, La historiografa sera as, de forma aproximada, algo ya sugerido por
de las cosas objetivas, externas al sujeto. Paul Veyne: una sociologa que tuviera necesidad de analizar siempre el
En definitiva, no haba ni hay posibilidad de una rigurosa teora del cono- tiempo15. Y algo establecido tambin con claridad por el etnlogo B. Ma-
cimiento de la historia si se entiende que sta se manifiesta en los acon- linowski al decir que en la verdadera ciencia el hecho es la relacin con
tecimientos y nada ms, pues los acontecimientos pueden ser descritos, tal que sta sea realmente determinada, universal y cientficamente de-
pero no pueden ser explicados por s mismos sino echando mano de re- finible16. Se trata de una idea central en el funcionalismo al que se ads-
laciones que son externas a ellos. Para poder explicar los acontecimien- criba Malinowski y tambin en otras posiciones tericas: no pueden de-
tos hay que relacionarlos con los estados, o, en definitiva, con el an- finirse los hechos sin las relaciones.
lisis del cambio. Ahora bien, hacer sinnimos hecho histrico y cualquier La vieja idea de hecho histrico de tradicin positivista no defina, pues,
tipo de cambio eventual, de cambio de estado, de acontecimiento, es fuera del lenguaje vulgar, ninguna realidad inteligible y vlida por s mis-
una falacia cognoscitiva que se ha constituido en el mayor impedimento ma como expresin de lo histrico17. La nocin de hecho histrico sobre
para que la historiografa acadmica en el siglo XX pudiese construir la la cual la metodologa de inspiracin positivista quiso construir una cien-
armazn slida de una disciplina de la historia, fundamentada, de la mis- cia de la historia al hacer de ella el objeto de la historiografa debe ser
ma forma que en otras ciencias sociales, sobre un autntico y elaborado sustituida por otro mecanismo de conceptualizacin. Cmo y dnde se
objeto de conocimiento sustantivo. Y ello a pesar de los esfuerzos en tal capta entonces lo histrico y cmo se conceptualiza? Qu es definitiva-
sentido que desarrollaron en la segunda mitad del siglo algunas corrien- mente eso que el historiador escribe?
tes importantes del pensamiento historiogrfico.
15
P. Veyne, Cmo se escribe la historia. Ensayo de epistemologa, Fragua, Madrid,
Cmo se conceptualiza lo histrico: estados y cambios sociales 1972. Esa afirmacin la hace Veyne en diversas partes del texto, pero vase, en
relacin con la sociologa, su captulo XII y ltimo Historia, sociologa, historia
completa. El trabajo de Veyne tuvo una respuesta de Cmo el historiador escribe la
De cualquier manera, la afirmacin de que no existe un hecho histri- epistemologa. A propsito del libro de Paul Veyne, en R. Aron, Introduccin a la
co, sino un atributo de otros hechos, no obstaculiza la fundamenta- filosofa de la historia, Siglo XX, Buenos Aires, 1984, 2, pp. 178 y ss. Sobre P. Veyne
vase tambin A. Morales Moya, La epistemologa histrica de Paul Veyne, Arbor,
cin de una ciencia que trate de ello. Seignobos y los positivistas se CCXXIV (julio de 1986), pp. 79-95.
equivocaban. Para que exista una ciencia no tiene que haber necesaria 16
B. Malinowski, Una teora cientfica de la cultura, Sarpe, Barcelona, 1984. Vase el
y nicamente un hecho especfico que la justifique. Puede haber una captulo II, Una definicin mnima de ciencia para el humanista, pp. 27 y ss.
17
Otra cosa es que se llame histrico a algo clebre, sonado, decisivo, memorable o
14
H. Kragh, Introduccin; las citas son de las pginas 64-65. La cursiva es de la propia sencillamente pasado. Nada de eso puede definir el campo de un conocimiento
autora. especfico.
En principio, la pregunta acerca de dnde se capta la historia tiene canismo estado socialacontecimientonuevo estado es aplicable a la
una respuesta que ya hemos sugerido: en la observacin del comporta- explicacin de cualquier tipo de fenmeno histrico. La delimitacin del
miento temporal de las sociedades. Pero, en definitiva, cmo puede mbito en el que el historiador cree que puede encontrarse la suficiente
ser puesto de manifiesto tal comportamiento? La respuesta no ofrece inteligibilidad es un problema distinto del que aqu tratamos y que abor-
tampoco en principio mayor duda: a travs del cambio, efectivamente, daremos despus.
del acontecimiento. Un acontecimiento que, conviene insistir, nada tiene En realidad, si estas lneas precedentes han conseguido clarificar algo la
que ver con el hecho histrico. El acontecimiento es, a un tiempo, el cuestin, el objeto terico de la historiografa ha sido ya presentado. Pe-
mecanismo y la expresin ltima del cambio. Pero por l mismo no pue- ro tambin parece claro, desde luego, que toda esta argumentacin so-
de ser el objeto de la historiografa, contra lo que durante mucho tiempo bre el objetivo del historiador es an excesivamente sumaria. Necesita,
mantuvo implcitamente la concepcin tradicional de la historiografa. creemos, de una explicitacin suficiente de todos sus trminos, sus de-
Por qu no puede serlo?; porque el acontecimiento, que es un cambio, sarrollos y sus implicaciones. A ello dedicamos el apartado siguiente,
tiene que ser explicado desde aquello mismo que cambia; el aconteci- central, de este captulo.
miento es movimiento y el movimiento tiene que explicarse desde aque-
llo mismo que se mueve. 2. SISTEMA, ESTADO SOCIAL Y ACONTECIMIENTO
As, pues, captamos que una sociedad cambia a travs de los aconteci-
mientos, en efecto, pero los acontecimientos ni describen suficientemen- Hemos sealado hasta ahora la existencia de dos categoras bsicas en
te el cambio ni dan cuenta completa de las transformaciones operadas la explicacin de la historia: la de estado social y la de acontecimien-
en la sociedad, es decir, en la red de relaciones sociales existente pre- to- cambio. Sin embargo, los estados que una sociedad atraviesa pue-
viamente. Es el nuevo sistema de relaciones creado por un cambio el den ser definidos slo por referencia al hecho de que esa sociedad est
que verdaderamente expresa el proceso histrico operado. El verdadero estructurada mediante un conjunto de relaciones que son definibles. Ni
objetivo del historiador tienen que ser, pues, los estados sociales, pero los estados sociales ni los acontecimientos que los hacen cambiar pue-
para dar cuenta de ellos tiene que describir y explicar el paso de unos a den tener una descripcin y una explicacin coherentes y suficientes sin
otros, o si se quiere decir de forma ms rigurosa, tiene que explicar es- el uso, al menos como recurso de mtodo, de una categora ms, que
tado y cambio, el uno por el otro, la transformacin o, por el contrario, la envuelve lgicamente a las otras dos, que les da su base. Nos referimos
duracin de tales estados sociales. Con ello, la pregunta acerca de c- a la categora de sistema. Al hacer uso de ella, la conceptuacin global
mo se conceptualiza lo histrico tiene ya tambin una respuesta precisa del objeto historiogrfico se completara por medio de tres niveles preci-
aunque sea en una primera aproximacin: lo histrico es el movimiento sos de categorizacin: el de sistema social, el de estado de una socie-
de los estados sociales. dad y, en fin, el de acontecimiento. Esas tres categoras permiten dar
Y este aparato explicativo con el que el historiador intenta dar cuenta de cuenta del movimiento histrico.
tres cosas: cmo se manifiesta lo histrico (el acontecimiento), dnde es
preciso investigarlo (los estados sociales) y cul es el concepto de ello Sistema y estados sociales, presupuestos del anlisis histrico
(el cambio de los estados sociales), no debe creerse en modo alguno
que est referido slo y exclusivamente a los sistemas sociales globa- Desde la poca griega, el conocimiento de la naturaleza, y, por exten-
les, a sistemas extensivos, y que, por tanto, no puede tener otra aplica- sin y analoga, el del hombre, estuvo siempre determinado por una
cin que no sea en la explicacin macrohistrica. Al contrario, el me- concepcin atomstica. El mundo material y el social estaran compues-
tos por la agregacin de un cierto tipo de partculas elementales e igua- pueden ser explicadas de forma aislada sino en relacin con las caracte-
les -en sentido genrico, los tomos- cuya reunin formara los conjun- rsticas del todo que constituyen. El funcionamiento de un ser vivo es un
tos reales que vemos formados por una pluralidad de esas partculas. La claro ejemplo de ello, el sistema solar, o tambin las relaciones entre
ciencia clsica, como ha dicho Edgar Morin, se basaba en la idea de emisor-receptor en un flujo de informacin. Determinadas teoras socio-
que la complejidad era la apariencia de lo real, y la simplicidad su natu- lgicas, como vimos, han hablado de un sistema social.21
raleza misma18. Pero este atomismo en el enfoque de la realidad na- Sin embargo, nuestra consideracin aqu del pensamiento sistmico tie-
tural, que ha sido durante mucho tiempo la posicin propia de las cien- ne una carcter slo genrico y, sobre todo, metodolgico. No pretende-
cias fsicas, ha demostrado tener mayores problemas aplicado a la cien- mos, desde luego, proponer una real metodologa sistmica con aplica-
cia social. cin de modelos, sino algo ms flexible. La propuesta prctica se basa,
Los fenmenos sociales de toda ndole tienen tal grado de complejidad a su vez, en un supuesto tambin explcito: el de que no postulamos la
en sus componentes que ningn anlisis de ellos puede ignorarlo. En existencia de la sociedad como un sistema de manera real, ontolgica,
consecuencia, una idea distinta ha acabado abrindose paso: la de que sino el uso de la categora sistema y el modelo que de tal sistema
la realidad social y cultural es un complejo, formado igualmente por indi- puede elaborarse como construcciones del investigador, como artificio
viduos19, pero que no puede ser entendido por mera referencia a las pro- instrumental, que pueden dominarse en mayor o menor grado, y que
piedades de cada uno de ellos, sino por las propiedades mismas que el pueden reflejar adecuadamente lo que son las relaciones sociales. Lo
complejo tiene como tal y que no se encuentran en los individuos consi- que afirmamos es que en la realidad social pueden analizarse fenme-
derados aisladamente. Ese tipo de propiedades del todo que no tie- nos y estados entendiendo que sus partes pueden funcionar como las
nen sus componentes suelen ser llamadas propiedades emergentes. de un sistema22. La idea de sistema se har operativa en la definicin,
Pues bien, la suposicin de que el conjunto, totalidad o complejo, forma- descripcin y explicacin de los concretos estados socio- histricos que
do por un determinando nmero de elementos no puede ser explicado el historiador encuentre.
en funcin de sus componentes individuales, sino que posee una natu-
raleza de otro orden, es la base de la concepcin sistmica de la reali- Los estados socio-histricos
dad. En trminos sencillos, podemos hablar de un estado social como de
El pensamiento sistmico se basa en la asuncin de que las entidades aquella configuracin de las estructuras y las fuerzas sociales, las rela-
complejas no pueden ser mejor entendidas por el hecho de reducirlas a ciones sociales, las instituciones y, en definitiva, los subsistemas que
sus partes ms simples20. Afirmar que algo es un sistema, que tiene es- componen una determinada sociedad, en un momento cronolgico pre-
tructura sistmica o que funciona sistmicamente, es establecer que se ciso. En cualquier sociedad histrica, la Roma antigua o el Imperio azte-
trata de una entidad en la que pueden discernirse partes, pero que no ca, el Califato de Crdoba o la Espaa de la poca de Franco, es posi-
ble distinguir en un estudio atento distintos estados sociales a los que
18
E. Morin, Ciencia con consciencia, Anthropos, Barcelona, 1982, p. 357. podramos denominar tambin estados histricos y de forma an ms
19
Entendiendo aqu por individuos no slo hombres sino todo tipo de unidades en comprehensiva estados socio- histricos. Por supuesto, la idea de esta-
las que los fenmenos sociales puedan descomponerse: acciones, palabras, nmeros,
cosas materiales, smbolos culturales de cualquier gnero, etc.
21
20
Idea esta que es clave en la concepcin de Edgar Morin. Cf. E. Morin, La ecologa de Vase J. W. Lapierre, L'analyse de systmes. L'application aux sciences sociales,
la civilizacin tcnica. De la nocin de medio tcnico al ecosistema social, Revista Syros, Pars, 1992, o R. Lilienfeld, Teora de sistemas. Orgenes y aplicaciones en
Teorema, Valencia, 1981. Las primeras pginas de este texto exponen la concepcin ciencias sociales, Trillas, Mxico, 1984, entre la abundante bibliografa sobre el tema.
22
social sistmica de Morin. J. W. Lapierre, op. cit., pp. 54 y ss.
do social y, sobre todo, la determinacin de sus caractersticas estticas de un rgimen poltico inalterado, de una coyuntura internacional muy
y dinmicas, lo mismo que la duracin de ese instante temporal que fija- determinada, de unos antecedentes bien definidos en la monarqua de
mos para analizarlo,23 son cuestiones que quedan abiertas a la decisin la Restauracin y un consecuente que es el rgimen del general Franco.
y al mtodo del investigador. Todas estas determinaciones son perfectamente inteligibles. Existe un
Aunque normalmente lo haga de forma implcita, la investigacin histo- momento de inteligibilidad claro, no ambiguo, representado por la Se-
riogrfica se basa en la definicin de estados sociales o histricos, esta- gunda Repblica, que permite enfocar su estudio desde esta plataforma.
dos socio-histricos, y la comparacin de ellos a travs de lapsos de Pero tambin puede entenderse perfectamente que el investigador dis-
tiempo. El orden secuencial de lo histrico, incluso aunque se exprese tinga muy diferentes estados sociales en un periodo de no ms de diez
de forma primaria a travs de una simple narracin, contiene la idea de aos de historia. Y ello ser perfectamente posible si se atiende a una
estados socio-histricos y de transicin de unos a otros. Es evidente que variable nica especfica o a un conjunto delimitado de variables distin-
la historia que un historiador investiga puede representar un conjunto tas. As, desde el punto de vista del funcionamiento poltico existen va-
de estados sucesivos; la historia general, referida a un mbito cual- rias etapas muy distintas del periodo republicano y, especialmente, des-
quiera, es de este tipo: historia de Espaa, historia del reino de NpoIes de el punto de vista de la historia general, existe un periodo de guerra ci-
o historia del reino nazar de Granada; tambin lo son las historias sec- vil que comienza en 1936 y que, naturalmente, en la historia poltica, so-
toriales o temticas de amplio espectro cronolgico: historia de la fami- cial e internacional, permite u obliga a hablar de un estado distinto. Tam-
lia, del movimiento obrero, historia econmica de la Espaa contempo- bin es posible distinguir coyunturas econmicas y diferencias institucio-
rnea. Existen, por el contrario, investigaciones histricas que pueden nales.
interpretarse como el anlisis de un nico y concreto estado socio-hist- La descripcin de un estado social puede comenzar con el anlisis de
rico: la Atenas de Pericles, el Primer Congreso de la Internacional Obre- las estructuras sociales existentes. Tales estructuras incluyen no slo
ra en Espaa, el Frente Popular en Francia, etc. parmetros referentes a las relaciones entre las personas como seres
De la misma forma que lo son las categoras de sistema y de aconteci- sociales, o a las bases materiales, sino tambin referentes a las condi-
miento, la de estado socio- histrico es un instrumento conceptual que el ciones mentales, al lenguaje, al mundo de las representaciones. Slo
investigador aplica de una forma escalar. Es el propio investigador el despus de ese anlisis de las estructuras podr proceder el historiador
que, con un concepto terico claro del instrumento que quiere aplicar y al anlisis de las acciones de los sujetos. Es preciso tener en cuenta
haciendo explcitos sus criterios, define la escala, los lmites de un siste- que la nocin de estructuras sociales la empleamos incluyendo siempre
ma social, de un estado y de un acontecimiento. As, pues, en cualquier el mundo de la cultura, o lo que en trminos marxistas seran las su-
investigacin por muy puntual que sea, el historiador puede establecer perestructuras o un sector de ellas.
la existencia de varios estados distintos y secuenciales: depende del Las estructuras, por tanto, deben identificarse y describirse a travs de
conjunto de variables que elija para definirlos. As, la historia de la Se- muchas variables, que sean no ambiguas sino perfectamente definidas,
gunda Repblica Espaola, entre 1931 y 1939, podr ser considerada de naturaleza econmica, social, poltica y cultural -sobre todo si habla-
un estado socio-histrico si el historiador la considera desde un punto mos de un trabajo de historia general-. El tipo de economa y las formas
de partida o momento inicial bien determinado, considera la existencia de produccin, as como el sector dominante en ellas, los grupos socia-
les y su naturaleza, la dominacin social, el sistema y el rgimen polti-
23
Al problema de los intervalos temporales en el anlisis histrico, cosa que est en co, etc. La idea de estado social desde la que el historiador puede enfo-
relacin con la cronologa y con la periodizacin, nos referimos ms adelante en el
epgrafe espacio de inteligibilidad.
car su investigacin es esencial para poder abordar la verdadera natura-
leza del cambio de las relaciones sociales, para poder entender el valor cada muchas veces25. Esa relacin est mediada, justamente, por lo que
y significacin de los acontecimientos y la profundidad de los cambios. se llama el acontecimiento y a ello nos referiremos en nuestro apartado
No es posible hablar de cambio sin la idea correlativa de estado. prximo.
El ejemplo de los estudios de historia local global es adecuado para
ilustrar la manera de entender este punto bsico del objeto historiogrfi- El evento o acontecimiento
co. En las pequeas agrupaciones humanas que tienen unos lmites
bien precisos y tambin unas precisas relaciones con su entorno -los Existen suficientes razones para afirmar que el acontecimiento es el n-
municipios, el antiguo concejo, las aldeas en culturas ms primitivas, la cleo decisivo y el elemento determinante del proceso histrico. El acon-
pequea comunidad campesina, etc.-, la delimitacin en un mbito so- tecimiento es, metafricamente hablando, el agente de la historia. Pero,
cial y espacial abarcable de las caractersticas propias y adecuadamen- claro est, una cosa es el acontecimiento y otra muy distinta pretender
te relevantes de una situacin social dada permite una investigacin his- identificar la historiografa con la historia de los acontecimientos. La
trica que puede ser bien sometida a control metodolgico. Se parece importancia, en suma, de que el historiador tenga una idea muy bien de-
esto al procedimiento de la descripcin densa (thick description) prac- finida de lo que representa en el mundo histrico el acontecimiento nun-
ticada por el antroplogo Clifford Geertz, por ejemplo, en su famoso es- ca podr ser exagerada. Es absolutamente crucial.
tudio de las peleas de gallos en Bali?24 La similitud no puede negarse; el La diatriba constante que la escuela de los Annales mantuvo desde su
historiador debe describir lo ms densamente posible las caractersticas fundacin contra la Histoire vnementielle, contra la historia histori-
de las situaciones sociales bajo estudio. Pero la descripcin no equivale zante que se basaba en el hecho histrico tomado por acontecimiento,
a la interpretacin ni, mucho menos, a la explicacin no ya de la identi- tena plenamente sentido. Pero era, y es, un dislate completo cualquier
dad de un estado social, sino de lo que es propiamente el objetivo histo- concepcin de la historia que no tenga una doctrina del significado del
riogrfico: la creacin y transformacin temporal de tales estados. acontecimiento. En los aos setenta se asisti, en la historiografa fran-
Precisamente la idea de estado pretende disipar esa impresin co- cesa especialmente, al surgimiento de lo que Edgar Morin llam nuevo
mn de que las cosas no cambian. La relacin entre los elementos de eventualismo, pero notando claramente que el nuevo eventualismo
un sistema est cambiando continuamente sin que podamos decir que [vnementialisme] no tiene sentido sino en, y en relacin a, un sistema
la estructura del sistema desaparece. Para la idea de movimiento social, de referencia26. El retorno del acontecimiento a la teora de lo social y
de la que trataremos despus, esta afirmacin de que los elementos y lo histrico se haca en el seno de una nueva concepcin de la materia
relaciones de un sistema estn en continuo movimiento sin que la es- socio-histrica. Pero sin factores acontecimientales, eventuales, no pue-
tructura de tal sistema cambie resulta esencial. Esa capacidad de capta- de haber historia27.
cin del cambio dentro de la permanencia es lo que podemos asimilar
a la capacidad de captar y definir los estados sociales dentro de un sis- 25
Un caso especialmente notable por lo que tiene de inters para lo histrico es el de
tema dado. En definitiva, estado y movimiento han sido dos nociones las consideraciones que hace K. R. Popper en La miseria, cuyo captulo 27 se titula
aplicadas al mundo fsico y social cuya relacin intrnseca ha sido desta- Existe una ley de la evolucin?, pp. 129 y ss.
26
Esta frase est contenida en la presentacin de E. Morin del nmero extraordinario de
la revista Communications, 18 (1972), dedicado ntegramente a L'vnement. El
nmero contiene un conjunto de colaboraciones de gran inters sobre el asunto entre
24 las que destacan las del propio Morin, Henri Atlan, Anthony Wilden, Henri Laborit,
C. Geertz, La interpretacin de las culturas, Gedisa, Barcelona, 1992 (original de
1973). Su parte primera lleva por ttulo Descripcin densa: hacia una teora Emmanuel Le Roy Ladurie, etc. Haremos uso de este texto en lo que sigue.
27
interpretativa de la cultura. E. Morin, Le retour de l'vnement, Communications, n. 18, p. 18.
surada polisemia de su significacin a la que slo da unidad, precisa-
La nocin de evento o acontecimiento mente, la idea de cambio.
Qu es un acontecimiento, evento o suceso?28 Parece como si definirlo Acontecimiento, podemos aadir, significa la expresin tangible y, al
fuese una tarea ftil, ociosa, dada la nocin intuitiva que todos posee- tiempo, en cierto sentido, la unidad mnima identificable de movimiento.
mos de ello. Sin embargo, a nadie se oculta tampoco la inmensa varie- Todo movimiento se compone de un conjunto de acontecimientos. El ti-
dad de acepciones que la palabra posee, el gran nmero de situaciones po de movimiento que llamamos proceso es igualmente una secuencia
a las que puede aplicarse la conceptuacin de acontecimiento y el uso de acontecimientos que, hablando rigurosamente, estn sujetos a una
particular que la ciencia hace, a veces, de la palabra29. Una definicin l- ley de comportamiento. La existencia del acontecimiento y, como conse-
gica y fsica ha sido elegantemente formulada por G. H. von Wright al cuencia, del movimiento, es, sin duda, la condicin necesaria y suficien-
decir que un acontecimiento consiste en un par de estados te del cambio, aunque el acontecimiento no es el cambio mismo. Casi la
sucesivos30. Esta sencilla formulacin ensea ms sobre el carcter del misma dificultad que presenta el anlisis del tiempo, la presenta igual-
acontecimiento que muchas pginas de disquisiciones retricas. El mente el anlisis del acontecimiento porque, no es preciso insistir, el
acontecimiento, viene a decir Von Wright, puede analizarse [definirse] acontecimiento es tambin el factor primordial de la construccin del
mediante la nocin de estado de cosas. Estado y acontecimiento tiempo.
son, en consecuencia, dos situaciones correlativas que podemos consi- Pero, en todo caso, el evento tiene por lo general un matiz de aleatorie-
derar dialcticamente entrelazadas al no tener significado la una sin la dad, de azar31. Se ha dicho que el acontecimiento es justamente el azar,
otra. Acontecimiento es tambin, en ese caso, el agente del cambio de es el movimiento no regulado. Porque no todo movimiento que est in-
estado. Acontecimiento significa ruptura, solucin de continuidad, el cluido en las reglas de un sistema puede ser tenido por un aconteci-
punto final de la permanencia, de la duracin. miento. Y esta es otra vertiente de la mxima importancia en la concep-
Un acontecimiento no adquiere su sentido sino en el preciso contexto tuacin del acontecimiento. En efecto, un problema a despejar es el de
del estado y el sistema donde se produce. En sentido lgico, el aconteci- qu tipo de movimiento o de cambio puede llamarse acontecimiento. Es
miento podra ser asimilado al instante, pero el concepto de aconteci- claro que acontecimiento es siempre movimiento, pero slo aquel tipo
miento incluye ms cosas que el de instante, puesto que, en buena ma- de l que engendra cambio de estado. De la idea de acontecimiento de-
nera, el acontecimiento es la atribucin de unidad en el tiempo y en el be excluirse, por tanto, todo el tipo de movimientos que llamamos recu-
significado a una ruptura cuyo equivalente temporal no es fijo. As, lla- rrentes, movimientos cclicos, recursivos, repetitivos, rutinizados, que
mamos acontecimiento a la cada de un cuerpo, al aumento de un con- tienen una funcin clara en la estructura pero que no producen alteracio-
junto en una unidad, al salto de un segundo de la aguja de un reloj, pero nes estructurales que permitan hablar de cambio de estado. En sentido
tambin llamamos as a una batalla, a una revolucin, a la publicacin socio-histrico estricto, en consecuencia, acontecimiento es cualquier ti-
de una novela y a la muerte de una celebridad. La expresin aconteci- po de cambio pero no cualquier tipo de movimiento. Ocurre un aconteci-
miento deriva en la prctica su extraordinaria complejidad de la desme- miento cuando podemos denotar un cambio de estado. En caso contra-
rio tenemos movimientos recurrentes.
28
Se entiende que tomamos aqu esos tres vocablos como perfectamente sinnimos, a
los que se podran aadir algunos ms, como acaecimiento o avatar.
29
Acontecimiento histrico
En la fsica, por ejemplo, suceso es una situacin dada, un supuesto en cualquier
proceso bajo anlisis.
30 31
G. H. von Wright, Explicacin, p. 31. E. Morin, op. cit., p. 19.
La diferencia entre movimientos recurrentes y movimientos de cambio zan en el cruce de los ejes en torno a los cuales se organizan las expe-
es de mxima importancia tambin para la idea de acontecimiento hist- riencias humanas en la sociedad. Porque toda la experiencia social con-
rico. R. Nisbet ha afirmado que el acontecimiento en sentido histrico verge en los sucesos y en ellos esta experiencia se hace histrica. Los
-que evidentemente l relaciona con acontecimiento en sentido de cosa sucesos construyen las estructuras.
importante- es aquello que tiene el efecto, por breve que sea el tiempo,
de suspender, o al menos de interrumpir lo normal. Todo acontecimiento La naturaleza doble del movimiento social
representa una intrusin32. Tambin se ha tendido a definiciones ms Por fin, en el anlisis correcto del acontecimiento reside, a su vez, el sig-
antropomrficas de acontecimiento como la que seala que es la ac- nificado de una historiografa basada en el movimiento de los estados
cin del sujeto individual o colectivo, en la medida en que dicha accin sociales. Con la denominacin movimiento social (expresin que es
es conocida e interpretada por un sujeto ajeno al primero33. preciso no confundir con lo que en historia social llamamos movimien-
La expresin acontecimiento histrico ha sido, sin duda, una fuente tos sociales como actuaciones colectivas que persiguen alguna finali-
de equvocos y ello se ha debido a dos cosas: primero, a la errnea pre- dad social concreta a travs de determinados medios: movimiento obre-
tensin, que ya hemos estudiado, de considerar que hay acontecimien- ro, feminista, de protesta, etc.) nos estamos refiriendo a la actividad so-
tos que son histricos y otros que no lo son. Despus, a que la am- cial total en un grupo humano considerada en un lapso de tiempo dado.
plitud temporal y morfolgica de lo que se considera acontecimiento es Realmente, la idea de movimiento social tiene dos sentidos diferencia-
definida por el historiador o investigador mismo. El acontecimiento es dos, el primero asimilable a la nocin de vida cotidiana, el segundo a
una situacin en un proceso, el histrico en este caso, que tiene diver- la de cambio social. Vemoslos.
sos valores. No todos los acontecimientos valen igual, no todos pro- En su primera acepcin, nos referimos a la vida y permanencia de las
ducen el mismo cambio. Y esto, que es un hecho innegable, es otra sociedades, a la produccin social, donde se incardinan la relacin
fuente de equvocos. Lo que determina que un acontecimiento sea hist- del hombre con el medio y con los otros hombres. Nos referimos al tra-
rico no es, en modo alguno, que figure o no en el relato de un historia- bajo y a la divisin del trabajo, todo lo cual se basa siempre en un conti-
dor. Un acontecimiento es tal no por eso sino porque produce cambio, nuo movimiento, en un ir y venir en la actividad humana normalizada,
grande o pequeo. individual y colectiva: el mantenimiento fsico, el trabajo diario, la rela-
El acontecimiento es un elemento de la experiencia cuya explicacin s- cin laboral y afectiva, el mercado, el acopio de recursos, el conocimien-
lo encuentra el significado posible si lo integramos en la estructura mis- to, etc., es decir, todo aquello que podemos entender como normal en
ma de la realidad a la que modifica. El acontecimiento histrico se ha el desenvolvimiento de cualquier grupo. Se trata exactamente de lo que
interpretado tambin diciendo que constituye el ms pequeo elemento Anthony Giddens ha llamado, en su teora de la estructuracin, la ruti-
de la realidad social. Porque el tomo indivisible, diramos, de la realidad nizacin de las actividades de los sujetos, que es condicin indispensa-
social lo componen los sucesos34. La sociedad est compuesta de suce- ble para la existencia de vida social y la creacin de estructuras, de rela-
sos sociales. Cmo puede decirse esto? Porque los sucesos se locali- ciones35.
32
R. Nisbet, El problema del cambio social, en T. S. Kuhn, L. White et al., Cambio
Pero hay otro tipo de movimiento, que es el productor real de aconteci-
social, Alianza Editorial, Madrid, 1988, p. 35. mientos, constituido precisamente por aquellas acciones humanas que
33
P. Aubert, El acontecimiento, en C. Garitaonaindia, dir., La prensa de los siglos XIX introducen alguna forma de modificacin en la estructura dedo existente,
y XX. Metodologa, Universidad del Pas Vasco, Lejona, 1988, p. 50. Aubert se inspira
para esta definicin en M. Bunge. 35
A. Giddens, La structuration de la socit, pp. 109-113, y en general todo el captulo
34
P. Sztompka, La ontologa, p. 66. 2 (empleamos esta versin francesa).
como hemos comentado antes. Se trata de acciones o sucesos extraor- una creacin de relaciones estructurales, en el pensamiento de Bergson
dinarios por no ser habituales y que en ciertos casos no pueden tener lu- acerca de la duracin, en el de Heidegger, e, igualmente, en la concep-
gar ms que una vez en la experiencia humana: el nacimiento o la muer- cin de Braudel acerca de una historia con ritmos. diferentes, uno de los
te, por ejemplo. Los acontecimientos extraordinarios tienen tambin cuales es, precisamente, el de la larga duracin.
diverso valor en s mismos, presentan una gradacin en cuanto a los re-
sultados que producen. Pero la fundamental diferencia entre los movi- La historiografa como anlisis del movimiento de los estados
mientos estriba, por tanto, en que unos producen acontecimientos, cam- sociales
bios, y otros no. Hay un movimiento recurrente y un movimiento trans-
formador. Tal diferencia ha sido el origen de los mltiples malentendidos Con lo expuesto hasta ahora creemos que puede fundamentarse ya la
tambin en los que ha embarrancado la concepcin del objeto de la his- afirmacin de que la historiografa tiene como objeto terico el movi-
toriografa. miento de los estados sociales. Es decir, tiene como objeto el comporta-
La idea de movimiento es connatural con la de realidad socio-histrica. miento de las relaciones sociales en funcin de sus movimientos recu-
Y aqu el smil fsico puede ser ilustrativo. En el mundo fsico, existe un rrentes o sus movimientos transformadores. Ahora bien, qu significa
movimiento que no produce transformacin, que es estacionario, porque que las sociedades o sus subsistemas se mueven? Cul es la relacin
se trata del movimiento, de la comunicacin, que asegura el manteni- precisa entre lo histrico y el cambio en las sociedades?
miento de las caractersticas del sistema. Este es el movimiento que re- Cuando hablamos del cambio de los estados sociales, adems, y, en su
alizan los planetas en torno al sol, o el movimiento de la sangre en el in- caso, del cambio de los sistemas, le damos siempre a la expresin so-
terior del organismo vivo, o los movimientos cclicos de muchos siste- cial un sentido que va ms all del hecho social. Nos referimos en-
mas, como el del agua, por ejemplo, en la naturaleza. El smil con lo so- tonces tambin al conjunto de todos los subsistemas que integran la so-
cial no es difcil ni disparatado: la vida social se compone en sus niveles ciedad. De ah que el problema esencial del objeto de la historiografa
ms bsicos de un conjunto de movimientos recurrentes, es decir, de sea su irreductible globalidad, adems de la exigencia constitutiva de
movimientos repetitivos, que contribuyen precisamente al mantenimiento tratar con un objeto dinmico. Pierre Vilar lo dijo con insuperable maes-
en su estado de todo el sistema social en su conjunto y, en cada caso, tra: estamos ante la nica ciencia global y dinmica de las
el de sus partes o subsistemas. Todo el sistema de la comunicacin en sociedades. Por ello, una disciplina como la historiografa no tiene ms
el interior de la realidad social se basa en un gran mecanismo de recu- remedio que acudir a la secuenciacin temporal, a la sectorializacin te-
rrencia. mtica y a la territorializacin espacial.
Esta peculiaridad recurrente de la vida social es la que la investigacin
de la historia ha despreciado siempre y ha considerado como no hist- El movimiento histrico y el cambio
rica. Pero la importancia de los movimientos de recurrencia para la vida La historia se materializa y se denota en el hecho universal del cambio
histrica, el significado propiamente histrico de la duracin, ha sido social. Pero la historia no es meramente el cambio social, como el movi-
tambin destacado por algunos pensadores. Aparece en los escritos de miento no es el tiempo, y por razones homlogas en ambos casos. La
Marx sobre la produccin material en las sociedades 36, entendida como historia se manifiesta en el cambio social como el tiempo se manifiesta
36
asimismo en el movimiento. Pero es sealable que la historia contiene
Tal como se expone en textos como la parte primera de La ideologa alemana o el
ms cosas que el cambio social. Contiene, primero, el hecho de que ese
Prefacio a la Contribucin a la crtica de la economa poltica, textos a los que ya nos
hemos referido.
cambio es acumulativo y, despus, el hecho tambin de que la historia estructura social organizada en torno a un grupo de factores g. Mientras
se compone de los cambios pero tambin de las duraciones. que en el momento t2 la estructura espacial se aglutinara en torno a g +
En ltimo extremo, y dicho en forma pragmtica, la funcin de la histo- n factores, donde n sera positivo o negativo (factores agregados o fac-
riografa empieza por medir los cambios, por dar cuenta de la cantidad tores desaparecidos). Dicho en otros trminos, se tratara de definir un
de cambio y de sus ritmos. Y esto se mide en los acontecimientos. Ms estado de un sistema en un tiempo t1 y ver cul era el estado en un
acontecimientos significan ms cambios. Pero para medir los cambios tiempo t2 y comparar ambas situaciones. En Moraz, la idea de sistema
no hay ms camino que el de definir los estados previamente. El objeto y la de estado de un sistema eran aplicadas de forma sencilla. Pero la
ltimo de la historiografa es, pues, absolutamente especfico de ella: el eficiencia de ese anlisis de la evolucin histrica de las estructuras, de-
anlisis y explicacin de los estados resultantes de determinadas canti- ca Moraz, slo quedara asegurada cuando la bsqueda se hiciese en
dades de cambio. Ah se justifica la existencia de la disciplina historio- la escala de lo mundial. En este caso la historia comparada, podramos
grfica y ello es lo que permite que podamos hablar de un objeto terico aadir, sera el recurso a emplear.
especfico.
Pero la historia incluye tambin ese movimiento sin cambio, el movi- Cambio histrico y acumulacin
miento estacionario-recurrente, o sea, la duracin, la permanencia, de Ahora bien, cada estado social no es sustituido por otro en virtud del
los que ya hemos hablado. As, la historiografa ha progresado desde el proceso histrico sino que queda absorbido por el nuevo, acumulado
anlisis de los eventos hasta el anlisis de los estados. Esta idea ha tar- en l. Muchos de los elementos que existan siguen existiendo, aunque
dado mucho tiempo en imponerse y en forma alguna podemos conside- en una nueva disposicin. La sucesin histrica no es nunca, ni puede
rarla enteramente impuesta. Lo histrico es una construccin categorial serlo lgicamente, de destruccin completa de un estado social y de cre-
fundamentada en tres realidades, momentos o componentes, lgica- acin de otro sino de evolucin diferenciada de sus componentes. Por
mente secuenciales, segn hemos ya sugerido: ello, en la historiografa y en el anlisis del cambio social se seala
siempre el desfase temporal entre la transformacin que sufren unas u
estado socialacontecimiento (cambio)nuevo estado otras partes del sistema social. Sobre ello volveremos en el apartado si-
guiente de este captulo. El marxismo ha visto ese desfase como el fun-
El historiador trabaja sobre el complejo entramado social: sobre las es- damento de la contradiccin interna entre fuerzas y relaciones de pro-
tructuras o morfologas de las instituciones, las acciones, las relaciones, duccin, que acaba produciendo el cambio histrico.
los conflictos, las mentalidades y las actitudes. Hace bastante tiempo No es posible dilucidar los caracteres del cambio, de cualquier cambio,
que, al menos en el terreno de los supuestos epistemolgicos, la histo- sino con el referente de lo que permanece. El cambio acumulativo, que
riografa ha rechazado que la historia sea captable simplemente como la responde a la idea de un tiempo irreversible, es un principio fundamental
descripcin de los acontecimientos que alteran la vida de las socieda- en el entendimiento de lo que significa el curso histrico y este es tam-
des. Fue Charles Moraz quien esboz en los aos descollantes de la bin uno de los fundamentos del concepto mismo de cambio social. La
hegemona de Annales la idea de definir un estado y analizar su com- acumulacin es, en un sentido, una especie de mecanismo de regula-
portamiento temporal a travs de la captacin de unas estructuras tem- cin de las relaciones con el entorno. Mediante la acumulacin de expe-
porales37. Segn esta idea, en un momento del tiempo t1 existira una riencias es posible la elaboracin de las culturas, un arsenal de respues-
37
tas de que el hombre dispone para su adaptacin al mundo. La acumu-
C. Moraz, Las estructuras temporales, en R. Bastide, C. Lvi-Strauss, D. Lagache
et al., Sentidos y usos del trmino estructura en las ciencias del hombre, Paids, Buenos Aires, 1971, pp. 101 y ss.
lacin histrica es el mecanismo que posibilita la elaboracin de la cultu- tiene de atribucin a las cosas, sino en cuanto que la historiografa tiene
ra. que captar el tiempo y hacer de l una entidad emprica que permita su
Pero no hay una ciencia del cambio sin que sea ciencia de lo que cam- medida, el anlisis de su significado, y, en definitiva, muestre que la his-
bia. Al historiador le interesa absolutamente todo lo que existe y sucede toria misma es un encadenamiento temporal inteligible y explicable. Nos
en el mundo del hombre. Y ello muy contrariamente a lo que mantuvo la interesa ahora ver cmo la historiografa explica el tiempo de las cosas,
vieja historiografa, que podemos ejemplificar ahora con provecho en porque sin ello no hay real explicacin de lo histrico. De hecho, segn
Eduard Meyer y sus cuatro conclusiones sobre el objeto historiogrfico, vamos a exponer en este apartado, el historiador da cuenta del tiempo
a saber: que la historia no estaba interesada en los factores generales histrico a travs de tres tipos de categoras: 1) la cronologa; 2) el anli-
de la vida humana, que slo se ocupaba de los pueblos civilizados, sis del cambio o duracin (el tiempo interno); 3) la determinacin de los
que los estados de cosas existentes no son nunca objeto de la histo- espacios de inteligibilidad.
ria sino en cuanto adquieren un relieve histrico y, por ltimo, que los La explicacin del tiempo histrico empieza por la determinacin del
factores individuales slo pertenecen a la historia, como igualmente sentido exacto de la cronologa, el tiempo de la historia en relacin al
los fenmenos de masa, en cuanto que sea necesario para com- tiempo astronmico. Tiene luego que pasar a determinaciones del tiem-
prender el suceso histrico concreto38. Sera hermoso poder afirmar po ms sutiles y ms precisas. El tiempo interno, el marcado por el cur-
que estas ideas estn completamente olvidadas. so de los acontecimientos, se refleja en el tiempo diferencial. El tiempo
en este sentido tiene que ver con las regularidades y con las rupturas en
3. EL ANLISIS DE LA TEMPORALIDAD el desarrollo de las sociedades. Y, por fin, llega al terreno de la periodi-
zacin histrica, de la fijacin de pocas en el devenir de la humanidad,
Se ha dicho que una originalidad destacada de la historiografa se en- lo que equivale ahora al intento de establecer un concepto de espacio
cuentra exactamente en que su objeto real permanece ms oculto que de inteligibilidad de los procesos histricos.
el aparente: la exploracin de los mecanismos temporales es lo que
debe constituir la contribucin particular de la historiografa, segn se ha Tiempo y cronologa
sealado. O bien, el tiempo es quizs el nico verdadero objeto de la
historia39. Estas afirmaciones, que compartimos plenamente, conceden Qu significa la explicacin histrica del tiempo? En realidad, se trata
todo su valor, en efecto, a lo que es un elemento especificador, diferen- de mostrar empricamente que es el propio comportamiento histrico el
ciador, en toda explicacin histrica: la determinacin y la explicacin que determina al tiempo y no al revs. O, como se ha sugerido ya, que
del tiempo histrico. el tiempo existe porque existe la historia. Explicar el tiempo es, por muy
El tiempo comprende una serie de fenmenos y problemas absoluta- paradjico que parezca, explicar el comportamiento histrico.
mente ineludibles para comprender la naturaleza de lo histrico y la fun- Ahora bien, el anlisis temporal de la sucesin de los estados sociales
cin de la historiografa, a algunos de los cuales nos hemos referido ya. empieza sobre una primera experiencia que no es otra que la que esta-
La cuestin del tiempo debemos verla ahora no en el sentido de lo que blece la cronologa. La cronologa es la primera y ms elemental de las
tcnicas y de las determinaciones que regulan la investigacin histrica
38
E. Meyer, La teora y metodologa de la historia, en su obra EL historiador y la temporal. Pero cul es el significado ltimo de la cronologa? Una de
historia antigua, FCE, Mxico, 1955, pp. 42-46. El texto de lo transcrito es de 1910.
39 las definiciones posibles de cronologa es la que la presenta como un
Histoire et Sciences Sociales, un tournant critique, en Annales. .S.C., 44, 6 (1989),
p. 1.318, Introduccin al volumen. mtodo para ordenar el tiempo y situar los eventos en la secuencia en