Formato para Vigilia de Oración PDF
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Renuvanos Seor!
ORDINARIO DE LA VIGILIA
RITOS INICIALES
Presidente.
La comunidad
R/ Amn.
Hermanos, hoy nos hemos reunido como una sola familia que comparte la Espiritualidad
agustiniana. Unidos con un solo corazn y una sola alma dirijamos a Dios nuestra oracin
para que renueve nuestras comunidades y nos conceda la gracia de ser luz en medio de las
tinieblas de este mundo. Con la mirada puesta en el Seor, y como verdaderos miembros de
la Ciudad de Dios, oremos unos juntos para que nuestro Padre de bondad tenga misericordia
y renueve con su Santo Espritu las fuerzas de nuestros corazones, encendindolos en amor
como el de san Agustn.
1. ORACIN INICIAL
Se recomienda que esta oracin la tengan todos para proclamarla a unsono
Seor Dios mo, haz que mi corazn te desee, y te busque desendote, te encuentre
buscndote, te am encontrndote, y amndote sea redimido de mis males, y no recaiga en
los pecados perdonados. Inspira, Dios mo, a mi corazn la penitencia, a mi espritu la
contricin, a mis ojos el torrente de las lgrimas, a mis manos la generosidad de la limosna.
Seor, Rey mo, extingue en m los deseos de la carne y enciende el fuego de tu amor.
Redentor mo, expulsa de m el espritu de soberbia y concdeme propicio el tesoro de tu
humildad. Salvador mo, aleja de m el furor de la ira y otrgame benigno el sereno espritu
de la paciencia. Creador mo, arranca de m el rencor del alma, y otrgame, Seor, la dulzura
de un alma mansa. Concdeme, Padre Clementsimo, una fe slida, una esperanza bien
ordenada, una caridad permanente. Seor, mi gua soberano, aleja de m la vanidad, la
inconstancia de la mente, la divagacin del corazn, la ligereza del lenguaje, el orgullo de la
vista, la glotonera del vientre, todo ultraje contra el prjimo, los pecados de detraccin, el
afn de la curiosidad malsana, el deseo de las riquezas, la usurpacin de las dignidades, el
apetito de vanagloria, el mal de la hipocresa, la vergenza de la adulacin, el desprecio de
los pobres, la opresin de los dbiles, el ardor de la avaricia, el orn de la envidia y la muerte
de la blasfemia.
(San Agustn, Meditaciones)
2. SANTO ROSARIO
MONICIN
Esta monicin, as como comenzar el rosario y terminarlo, la hace quien preside la vigilia.
Hermanos, (as) la Santsima Virgen Mara es modelo se seguimiento y de fidelidad, por eso,
encomendmonos a Ella con el rezo del santo rosario para que nos acompae es esta noche
de oracin como acompa a los discpulos en Pentecosts, y por su intercesin, el Seor nos
conceda la gracia de ser fieles a los votos que hemos profesado.
Credo
Acto de contricin
Jess, mi Seor y Redentor: Yo me arrepiento de todos los pecados que he cometido hasta
hoy, y me pesa de todo corazn, porque con ellos, ofend a un Dios tan bueno. Propongo
firmemente no volver a pecar, y confi en que, por tu infinita misericordia, me has de
conceder el perdn de mis culpas y me has de llevar a la vida eterna. Amn.
Misterios
Se eligen con anterioridad 5 hermanos (as) para que entonen cada uno de los misterios y se
procede en cada misterio de la siguiente manera:
1. Se proclama el misterio
2. Se lee el texto bblico
3. Se lee la meditacin agustiniana
4. Se ofrece la intencin de misterio
5. Padre nuestro, 10 Avemaras y Gloria
6. La persona que dirige el misterio lee la jaculatoria y la comunidad responde de la
manera indicada
Si se cree conveniente recomendamos intercalar con cantos a la Virgen Mara cada uno de
los misterios.
PRIMER MISTERIO:
La anunciacin del Arcngel San Gabriel a Mara Santsima y la encarnacin del Hijo
de Dios.
Lc 1, 26-38
"Al sexto mes fue enviado por Dios el ngel Gabriel a una ciudad de Galilea, llamada
Nazaret, a una virgen desposada con un hombre llamado Jos, de la casa de David; el nombre
de la virgen era Mara. Y entrando, le dijo: Algrate, llena de gracia, el Seor est contigo.
Ella se conturb por estas palabras, y discurra qu significara aquel saludo. El ngel le dijo:
No temas, Mara, porque has hallado gracia delante de Dios; vas a concebir en el seno y vas
a dar a luz un hijo, a quien pondrs por nombre Jess. El ser grande y ser llamado Hijo del
Altsimo, y el Seor Dios le dar el trono de David, su padre; reinar sobre la casa de Jacob
por los siglos y su reino no tendr fin. Mara respondi al ngel: Cmo ser esto, puesto
que no conozco varn? El ngel le respondi: El Espritu Santo vendr sobre ti y el poder
del Altsimo te cubrir con su sombra; por eso el que ha de nacer ser santo y ser llamado
Hijo de Dios. Mira, tambin Isabel, tu pariente, ha concebido un hijo en su vejez, y este es
ya el sexto mes de aquella que llamaban estril, porque ninguna cosa es imposible para Dios.
Dijo Mara: He aqu la esclava del Seor; hgase en m segn tu palabra. Y el ngel
dejndola se fue."
Meditacin
La encarnacin es una prueba de la grandeza humana. El verbo poda haber tomado
un cuerpo etreo; sin embargo se mostr entre las personas como verdadero hombre, pues
convena que fuese tomada la naturaleza humana que iba a ser liberada. Y para que ninguno
de los sexos se creyera despreciado por el Creador, se present en forma de varn, nacido
de mujer (De verdadera religin 16, 30). La Virgen le formo en su seno; formmosle nosotros
en nuestro corazn. La Virgen estuvo encinta por la encarnacin de Cristo; que nuestra alma
est encinta por la fe en Cristo. La Virgen dio a luz la salvacin y la alabanza. No seamos
estriles. Seamos frtiles para el Seor. (Sermn 189, 3,3).
Ofrecemos este misterio para pedir la gracia de la perseverancia en nuestro voto de
castidad; para que el Seor nos conceda un corazn puro y casto como el de la santsima
Virgen Mara en donde l pueda habitar.
SEGUNDO MISTERIO:
La Visita Mara Santsima a su prima Santa Isabel
Lc 1, 39-45
"En aquellos das, se levant Mara y se fue con prontitud a la regin montaosa, a
una ciudad de Jud; entr en casa de Zacaras y salud a Isabel. Y sucedi que, en cuanto
oy Isabel el saludo de Mara, salt de gozo el nio en su seno, e Isabel qued llena de
Espritu Santo; y exclamando con gran voz, dijo: Bendita t entre las mujeres y bendito el
fruto de tu seno; y de dnde a m que la madre de mi Seor venga a m? Porque, apenas
lleg a mis odos la voz de tu saludo, salt de gozo el nio en mi seno. Feliz la que ha credo
que se cumpliran las cosas que le fueron dichas de parte del Seor!"
Meditacin.
Esta visita es un ejemplo vivo de servicio, que es primeramente docilidad y disponibilidad a
la voluntad de Dios, que se manifiesta por su palabra y por los signos de los tiempos.
Palabra que nos llama a servir a Dios en los hermanos y a los hermanos en su camino hacia
Dios. Es, Por ello, servicio a la realizacin integral de las personas, grupos y pueblos.
Servicio que es entrega desinteresada y gratuita, disponibilidad pronta y alegre al trabajo,
responsabilidad y sacrificio por el bien de los hermanos, de la comunidad y de toda la
fraternidad humana y cristiana, al estilo de Jess, que no vino a ser servido sino a servir.
Servir exige austeridad de vida, pero enriquece la vida del servidor. Y es muy difcil encontrar
a uno tan pobre que no tenga nada que ofrecer a otro. (Sermn 91,9)
TERCER MISTERIO:
El nacimiento del nio Jess en el portal de Beln.
Lc 2, 1-7
"Sucedi que por aquellos das sali un edicto de Csar Augusto ordenando que se
empadronase todo el mundo. Este primer empadronamiento tuvo lugar siendo gobernador de
Siria Cirino. Iban todos a empadronarse, cada uno a su ciudad. Subi tambin Jos desde
Galilea, de la ciudad de Nazaret, a Judea, a la ciudad de David, que se llama Beln, por ser
l de la casa y familia de David, para empadronarse con Mara, su esposa, que estaba encinta.
Y sucedi que, mientras ellos estaban all, se le cumplieron los das del alumbramiento, y dio
a luz a su hijo primognito, le envolvi en paales y le acost en un pesebre, porque no tenan
sitio en el alojamiento."
Meditacin
Reposa en un pesebre, pero contiene al mundo; se nutre de pechos humanos, pero l es
alimento de ngeles; est envuelto en paales, pero viste a las personas de inmortalidad; no
encuentra morada, pero hace su morada en el corazn de los creyentes; para que la debilidad
se hiciera fuerza, la misma fuerza se hace debilidad (Sermn, 3,4). Se hizo Dios con nosotros
para que nosotros fusemos dioses con l. El que para estar con nosotros, se hizo uno de
nosotros, hace que nosotros estemos con l hacindonos uno con l (Comentario sobre el
salmo 145,1)
Ofrecemos este misterio para pedir la gracia de la perseverancia en nuestro voto de pobreza;
para que el Seor, que se hizo pobre, nos haga pobres y lo tengamos a l como nuestro bien
comn y nuestra nica riqueza.
CUARTO MISTERIO:
La presentacin del nio Jess en el templo y la purificacin de su Santsima Madre
Lc 2, 22-249
"Cuando se cumplieron los das de la purificacin de ellos, segn la Ley de Moiss, llevaron
a Jess a Jerusaln para presentarle al Seor, .como est escrito en la Ley del Seor: Todo
varn primognito ser consagrado al Seor .y para ofrecer en sacrificio un par de trtolas o
dos pichones, conforme a lo que se dice en la Ley del Seor."
Meditacin
Celebremos, pues, con gozo el da en que Mara dio a luz al Salvador; la casada, al autor del
matrimonio; la virgen, al prncipe de las vrgenes; la entregada al marido, pero no hecha
madre por el marido; ella virgen antes del matrimonio, virgen en el matrimonio, virgen
durante el embarazo, virgen cuando amamantaba. En efecto, el hijo todopoderoso de ningn
modo quit, al nacer, la virginidad a su santa madre, elegida por l antes de nacer. Buena es
Intercede por nosotros oh virgen Madre para que el Seor nos haga castos, pobres y
obedientes.
R/ Acompanos todos los das y aydanos a ser fieles para lleguemos un da a gozar contigo
de la gloria eterna.
QUINTO MISTERIO:
La prdida y hallazgo del nio Jess en el Templo
Lc 2, 42-50
"El nio creca y se fortaleca, llenndose de sabidura; y la gracia de Dios estaba sobre l.
Sus padres iban todos los aos a Jerusaln a la fiesta de la Pascua. Cuando tuvo doce aos,
subieron ellos como de costumbre a la fiesta y, al volverse, pasados los das, el nio Jess se
qued en Jerusaln, sin saberlo sus padres. Pero creyendo que estara en la caravana, hicieron
un da de camino, y le buscaban entre los parientes y conocidos; pero al no encontrarle, se
volvieron a Jerusaln en su busca. Y sucedi que, al cabo de tres das, le encontraron en el
Templo sentado en medio de los maestros, escuchndoles y preguntndoles; todos los que le
oan, estaban estupefactos por su inteligencia y sus respuestas. Cuando le vieron, quedaron
sorprendidos, y su madre le dijo: Hijo, por qu nos has hecho esto? Mira, tu padre y yo,
angustiados, te andbamos buscando. l les dijo: Y por qu me buscabais? No sabais
que yo deba estar en la casa de mi Padre?. Pero ellos no comprendieron la respuesta que
les dio."
Meditacin
La experiencia agustiniana nos ensea que la conversin es un proceso, a veces largo y
costoso, obra siempre de la gracia de Dios, a la que respondemos con la bsqueda sincera de
la verdad, el bien y el amor. Movidos por la esperanza, como caminantes y peregrinos
(Sermn 169, 15-18), nos esforzamos por hacer realidad el designio de Dios en nuestra vida
personal, es nuestra comunidad, en la Iglesia y en el mundo. Intentando siempre hacer
realidad el amor a Dios y a su Reino como nico absoluto, que nos convierte en ciudadanos
de la Ciudad de Dios peregrina en la historia. Pidamos a Dios Por intercesin de la virgen
Mara el Don de la Conversin interior, personal y comunitaria, para reconocer
humildemente nuestros pecados y limitaciones, y cambiar nuestros modos de ver, ser y
actuar, en coherencia con el evangelio.
Ofrecemos este misterio para pedir la gracia de la perseverancia; para que el Seor nos
conceda ser files a nuestros votos y al llamado que no ha hecho.
Padre Nuestro, 10 Avemaras y Gloria
Jaculatoria
Intercede por nosotros oh virgen Madre para que el Seor nos haga castos, pobres y
obedientes.
R/ Acompanos todos los das y aydanos a ser fieles para lleguemos un da a gozar contigo
de la gloria eterna.
ORACIN.
Te rogamos nos concedas,
Seor Dios nuestro,
gozar de continua salud de alma y cuerpo,
y por la gloriosa intercesin
de la bienaventurada siempre Virgen Mara,
vernos libres de las tristezas de la vida presente
y disfrutar de las alegras eternas.
Por Cristo nuestro Seor.
Amn
3. MEDITACIN
Para esta parte de la vigilia se recomienda que cada hermano tenga los textos para la
meditacin a fin de que cada uno pueda hacer su reflexin y compromisos de manera
personal.
Se meditar sobre cada uno de los votos de la siguiente manera:
1. Un hermano (a) previamente escogido enuncia el voto desde el ambn y lee el texto
bblico.
2. Durante 10 o 15 minutos se medita en silencio el texto y cada hermano (a) segn su
meditacin va escribiendo las faltas en las que considere que ha cado y hace unos
compromisos personales.
3. Terminado este espacio de meditacin, otro hermano lee desde el puesto la reflexin
del papa francisco y se contina con el siguiente voto.
Monicin
Esta monicin la hace quien preside la vigilia
Hermanos, despus de invocar la intercesin de la Santa Madre de Dios, reflexionemos ahora
sobre la manera como estamos viviendo nuestros votos y pidamos al Seor la gracia de
arrepentirnos de nuestras faltas pasadas y de tomar las precauciones para no volver a caer, y
oremos para que se nos perdone la deuda y no caigamos en tentacin (Cf. Regula, VIII, 49)
POBREZA
Mt 19, 16-24
"En esto se le acerc uno y le dijo: Maestro, qu he de hacer de bueno para conseguir vida
eterna? .l le dijo: Por qu me preguntas acerca de lo bueno? Uno solo es el Bueno. Mas
si quieres entrar en la vida, guarda los mandamientos. Cules? - le dice l. Y Jess dijo:
No matars, no cometers adulterio, no robars, no levantars falso testimonio, honra a tu
padre y a tu madre, y amars a tu prjimo como a ti mismo. Dcele el joven: Todo eso lo
he guardado; qu ms me falta? Jess le dijo: Si quieres ser perfecto, anda, vende lo que
tienes y dselo a los pobres, y tendrs un tesoro en los cielos; luego ven, y sgueme. Al or
estas palabras, el joven se march entristecido, porque tena muchos bienes. Entonces Jess
dijo a sus discpulos: Yo os aseguro que un rico difcilmente entrar en el Reino de los
Cielos. Os lo repito, es ms fcil que un camello entre por el ojo de una aguja, que el que un
rico entre en el Reino de los Cielos.
Faltas.
Compromisos
muro porque protege la vida consagrada, y una madre porque la ayuda a crecer y la gua
por el justo camino. La hipocresa de los hombres y mujeres consagrados que profesan el
voto de pobreza y, sin embargo, viven como ricos, daa el alma de los fieles y perjudica a la
Iglesia.
CASTIDAD
1 Cor 7, 24- 35
"Hermanos, permanezca cada cual ante Dios en el estado en que fue llamado. Acerca de la
virginidad no tengo precepto del Seor. Doy, no obstante, un consejo, como quien, por la
misericordia de Dios, es digno de crdito. Por tanto, pienso que es cosa buena, a causa de la
necesidad presente, quedarse el hombre as. Ests unido a una mujer? No busques la
separacin. No ests unido a mujer? No la busques. Mas, si te casas, no pecas. Y, si la joven
se casa, no peca. Pero todos ellos tendrn su tribulacin en la carne, que yo quisiera evitaros.
Os digo, pues, hermanos: El tiempo es corto. Por tanto, los que tienen mujer, vivan como si
no la tuviesen. Los que lloran, como si no llorasen. Los que estn alegres, como si no lo
estuviesen. Los que compran, como si no poseyesen. Los que disfrutan del mundo, como si
no disfrutasen. Porque la apariencia de este mundo pasa. Yo os quisiera libres de
preocupaciones. El no casado se preocupa de las cosas del Seor, de cmo agradar al Seor.
El casado se preocupa de las cosas del mundo, de cmo agradar a su mujer; est por tanto
dividido. La mujer no casada, lo mismo que la doncella, se preocupa de las cosas del Seor,
de ser santa en el cuerpo y en el esp1ritu. Mas la casada se preocupa de las cosas del mundo,
de cmo agradar a su marido. Os digo esto para vuestro provecho, no para tenderos un lazo,
sino para moveros a lo ms digno y al trato asiduo con el Seor, sin divisin."
Faltas
Compromisos
OBEDIENCIA
De la regla de san Agustn
Ejercicio de la obediencia y de la autoridad
Obedeced al Prior (cf. Hb 13,17) como al Padre, respetando su dignidad, para no ofender a
Dios en l (cf. Lc 10,16); obedeced an ms al Presbtero, a cuyo cuidado pastoral estis
confiados. As, pues, ser incumbencia principalmente del Prior que se cumplan todas estas
cosas y, si alguna no lo fuera, no se pase por alto por negligencia, sino que se procure
enmendar y corregir. Por lo mismo, remita al Presbtero, que tiene entre vosotros mayor
rango, lo que sobrepasa su cometido o capacidad. Por su parte, el que os preside no ponga su
felicidad en dominar desde el poder, sino en servir desde la caridad (cf. Lc 22,25-26; Ga
5,13). Respecto a vosotros, que os preceda por honor; a los ojos de Dios, est postrado a
vuestros pies por temor (cf. Si 3,20). Mustrese a todos como ejemplo de buenas obras (cf.
Tt 2,7): corrija a los indisciplinados, aliente a los abatidos, sostenga a los dbiles, sea paciente
con todos (cf. 1Ts 5,17). Lleve con agrado mantener la disciplina, infunda temor. Pero,
aunque una y otra cosa sean necesarias, desee ms ser amado por vosotros que temido,
pensando siempre que ha de dar cuenta a Dios de vosotros (Hb 13,17). Por lo cual,
obedecindole diligentemente, os compadecis no slo de vosotros mismos (cf. Si 30,24),
sino tambin de l, porque, entre vosotros, cuanto ms elevado es el lugar que uno ocupa,
tanto mayor es el peligro en que se halla.
Faltas
Compromisos
Reflexin del Papa Francisco
La experiencia de la misericordia de Dios, alimentada por la oracin y la comunidad, debe
dar forma a todo lo que ustedes son, a todo lo que hacen. Su castidad, pobreza y obediencia
sern un testimonio gozoso del amor de Dios en la medida en que permanezcan firmes sobre
la roca de su misericordia. ste es ciertamente el caso de la obediencia religiosa. Una
obediencia madura y generosa requiere unirse con la oracin a Cristo, que, tomando forma
de siervo, aprendi la obediencia por sus padecimientos (cf. Perfectae caritatis, 14). No hay
atajos: Dios desea nuestro corazn por completo, y esto significa que debemos
desprendernos y salir de nosotros mismos cada vez ms.
4. PETICIONES
Esta oracin la dirige quien preside la vigilia.
Dirijamos nuestras plegarias a Dios, que en esta noche nos ha reunido como una sola familia
bajo una misma Regla de vida comn, y supliqumosle para que por intercesin de san
Agustn nos conceda la gracia de renovar nuestro compromiso y ser en verdad signos de su
amor. Decimos todos:
2. Para que el Seor de infinita bondad perdone nuestras faltas cometidas, sane
nuestras heridas, y nos permita gozar del consuelo de su misericordia.
Seor de la Vida, escchanos.
Oremos. Dios y Padre de nuestro Seor Jesucristo, que has enviado a tu Hijo al mundo para
sanar las heridas que caus el pecado en nuestras almas, danos la gracia de tu perdn para
que al experimentar el gran amor que nos tienes, seamos testigos ante el mundo de tu
misericordia y tu amor. Por Jesucristo nuestro Seor.
4. Por todos los religiosos y las religiosas del mundo para que el seor les conceda
el don de la perseverancia en su vocacin y sean instrumentos dciles de su
voluntad.
Seor de la Vida, escchanos
Oremos: Dios Padre, que has querido revelarte a los hombres en la Persona de Jesucristo,
concede a tus hijos los consagrados a una vocacin de amor que puedan perseverar fieles a
su vocacin y logren ser signo visible de Ti en la tierra. . Por Jesucristo nuestro Seor.
Para terminar se hace la oracin por la revitalizacin de nuestras comunidades a una sola
voz
ORACIN FINAL
Jess, Hijo amado del Padre, que viviste entre los pobres amando y
sirviendo a todos los hombres: aydanos a convertirnos
pastoralmente, a renunciar a ejercer nuestro ministerio como una
instancia de Poder, para ejercerlo con amor, como un servicio a los
hermanos. Jess, Buen Pastor, T eres nuestro nico modelo. Que
celebremos los sacramentos para promover la vida; aydanos a
consultar a todos los que trabajan pastoralmente con nosotros, y
mediante la reflexin de tu Palabra, a consultarte a Ti en nuestro
interior, donde T eres el Maestro, para que con la colaboracin de
todos, llegue tu Reino a la tierra, para nuestra salvacin y la del
mundo entero.
Oremos: