Juan Andres Larrinaga y Leonardo Peluso (2009) - La Educacion de Personas Sordas

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XXVII Congreso de la Asociacin Latinoamericana de Sociologa.

VIII Jornadas de
Sociologa de la Universidad de Buenos Aires. Asociacin Latinoamericana de
Sociologa, Buenos Aires, 2009.

La educacin de personas
sordas.

Juan Andrs Larrinaga y Leonardo Peluso.

Cita: Juan Andrs Larrinaga y Leonardo Peluso (2009). La educacin de


personas sordas. XXVII Congreso de la Asociacin Latinoamericana de
Sociologa. VIII Jornadas de Sociologa de la Universidad de Buenos
Aires. Asociacin Latinoamericana de Sociologa, Buenos Aires.

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La educacin de
personas sordas

Juan Andrs Larrinaga


Universidad de la Repblica
[email protected]

Leonardo Peluso
Universidad de la Repblica
[email protected]

EL ESPACIO DE LAS RELACIONES INTERCULTURALES

Las personas sordas viven, en Uruguay, una situacin de bilingismo, segn la cual co-existen dos
lenguas: la lengua de la mayora, el espaol, funcionalmente vinculada a los usos formales y a la cultura
escrita; y la Lengua de Seas Uruguaya (LSU), la lengua de la comunidad sorda, con caractersticas de
lengua minoritaria y minorizada, funcionalmente vinculada a contextos no formales (familiares) y en la
que se desarrolla la oralidad.

Debido a la presencia de dos lenguas y de dos culturas diferentes vinculadas a stas, los sordos viven
inmersos en un contexto de relaciones sociales de tipo intercultural, en el que se colocan o son
colocados en posicin minoritaria y minorizada, lo que supone la generacin de fronteras y zonas de
contacto.

En estos casos siempre se actualizan imgenes de los "otros", que son parte de un sistema de
prejuicios, desde donde los otros son vistos como diferentes y ajenos, y que opera en la construccin

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del "nosotros" que hace a cada grupo sentirse perteneciente a "algo". Obviamente, en nuestra sociedad
urbana las pertenencias sociales diferentes no se reducen de forma exclusiva a las diferencias "soy
sordo" en contraste con "soy oyente", pero stas, en tanto diferencias lingsticas, culturales y de
pertenencias sociales, cobran un papel de relevancia en el entramado social/interactivo que viven a
diario las personas sordas.

EDUCACIN BILINGE PARA LAS PERSONAS SORDAS

Actualmente, luego de varias dcadas de encarnizadas discusiones se ha llegado al consenso claro


de que la educacin de las personas sordas debe ser bilinge. En este mbito, la lengua de seas
funciona como la lengua primera y natural y la lengua oral como la segunda lengua. Anteriormente
el modelo hegemnico era el oralismo, segn el cual slo se admita a la lengua oral como nica
lengua posible y por lo tanto se trabajaba para la insercin de las personas sordas a la sociedad de
forma que se parecieran lo ms posible a las personas oyentes. El enfoque bilinge supone que la
educacin de las personas sordas pasa a ser una educacin de frontera (cultural y lingstica) y por
lo tanto es una educacin pluricultural, en la medida en que se propone el respeto por la diversidad
cultural de sus alumnos.

Algunos principios generales que subyacen a un modelo de educacin bilinge para las personas
sordas son:
- Por educacin bilinge podemos entender, a nivel general, un tipo de programa educativo
en el que se usan dos lenguas. Ambas lenguas se utilizan en contextos diferenciales para que los
alumnos logren manejarlas de forma separada. Asimismo, la enseanza de dos lenguas supone la
insercin en dos marcos culturales diferentes, por lo que una educacin bilinge es necesariamente
una educacin bicultural.
- En el caso de la educacin de las personas sordas es evidente que dicho modelo surge del
reconocimiento de que las lenguas de seas son lenguas naturales, al igual que el espaol o el
francs, y que son las que se ajustan a las caractersticas psicofsicas de stas. En el caso Uruguay,
supone el reconocimiento de la Lengua de Seas Uruguaya (LSU) como la lengua hablada por la
Comunidad Sorda Uruguaya.
- Por otra parte, esta modalidad educativa implica un corrimiento de la visin de la sordera
desde lo discapacitado hacia la problemtica de los grupos minoritarios, hablantes de una lengua de
bajo prestigio social. Este tipo de educacin rescata el lugar que ocupa la lengua de seas en el

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desarrollo de nios sordos y se muestra como una pedagoga culturalmente sensible frente a
aquellos estudiantes en situacin minoritaria, es decir una pedagoga que toma en cuenta las
particularidades culturales y lingsticas sin definirlas como dficit.

LAS INSTITUCIONES DE ENSEANZA BILINGE EN URUGUAY

Los sordos en Uruguay tienen, en la actualidad, la posibilidad de ser atendidos en sus


particularidades lingsticas, en tanto hablantes nativos de LSU, a nivel de Educacin Primaria, de
Educacin Secundaria y de la Universidad.

A nivel de Educacin Primaria, Montevideo cuenta con una escuela para sordos que pertenece a
Educacin Especial, al igual que Salto, Rivera y Maldonado. Dichas escuelas antiguamente eran
exclusivamente oralistas, pero desde el ao 1987 vienen realizando un proceso hacia un programa
bilinge LSU-espaol. En los dems Departamentos, salvo en Flores, existe una clase para sordos
dentro de una escuela comn. En estas clases el proyecto de bilingismo an no ha avanzado del
mismo modo que en las escuelas para sordos.

Esta situacin de pertenecer a la Educacin Especial no ocurre en Educacin Secundaria. De


primer a tercer ao los sordos asisten al Liceo 32 y de cuarto a sexto ao al Liceo IAVA. En el
interior del pas no existe una experiencia de bilingismo a nivel de Secundaria, tal como ocurre en
estos liceos montevideanos.

El Liceo No. 32 fue el primer liceo pblico en Uruguay en incorporar, en 1996, la LSU a su
programa educativo. En dicha institucin los grupos sordos trabajan con profesores oyentes que
hablan espaol y cuentan todo el tiempo con una intrprete LSU/espaol, si bien ya algunos de
ellos imparten sus clases directamente en LSU (idioma espaol -como segunda lengua-, fsica y
literatura). A partir del ao 2007 una profesora sorda se hizo cargo de la Asignatura de Biologa,
que la imparte directamente en LSU. Asimismo una profesora sorda tiene a su cargo la clase de
LSU como lengua materna (similar, tanto en sus objetivos, como en metodologa y carga horaria, a
lo que sera la clase de idioma espaol como lengua materna para alumnos oyentes
hispanohablantes). La propuesta educativa del liceo es un bilingismo en el que una de las lenguas
se usa en la oralidad (LSU) y la otra preponderantemente en la escritura (espaol).

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En el Liceo IAVA en cuarto ao los grupos de sordos tienen las mismas caractersticas que los del
Liceo No. 32, pero en quinto y sexto los sordos se integran con intrprete a los grupos de oyentes.
Esto no ocurre por una decisin metodolgica, sino por el escaso
nmero de alumnos sordos que ingresan a las diferentes opciones que se abren en quinto y sexto,
lo que hace inviable la formacin de grupos exclusivamente para sordos que atiendan sus
particularidades lingsticas.

En la Universidad de la Repblica la concurrencia de sordos con su lengua es muy reciente (desde


el ao 2003 a esta parte). Distintas Facultades a la que asisten sordos ofrecen servicios de
intrpretes, contratados a nivel central.

EDUCACIN BILINGE Y ALGUNAS PROBLEMTICAS SIN RESOLVER

La educacin bilinge de los sordos se enfrenta a algunas problemticas bsicas que an resultan
difciles de resolver:
- Las dos lenguas que estn en juego no se encuentran, en la actualidad, con el mismo grado
de estandarizacin. As, el espaol es una lengua histrica, de alta difusin, con mucho prestigio,
largamente estandarizada (con esto queremos decir, bsicamente, que est acuada en gramticas y
diccionarios y que cuenta con un lxico y una sintaxis intelecualizados) y que forma parte de una
cultura letrada que se instituye en torno a su representacin mediante un sistema de escritura. El
espaol es una lengua adaptada a los contextos formales. Por su parte la LSU es una lengua con
escasa historicidad, minorizada y minoritaria, de muy baja difusin, poco prestigio y poca
estandarizacin, y no forma parte de una cultura letrada (no tiene an escritura por las
caractersticas de la materialidad de su significante). La LSU recin se est adaptando a os contextos
formales y no cuenta con textualidad en dicha lengua.
- Las propias caractersticas grafas de la LSU es uno de los factores que han llevado a que
no exista una textualidad en dicha lengua que recoja los aspectos culturales de la misma. De esta
forma la educacin bilinge se enfrenta al desafo de que no cuenta con textos que hagan posible
trasmitir, a nivel conceptualizado, los elementos culturales ms relevantes de la cultura sorda (con
esto hacemos referencia a la existencia de textos que traten la historia de los sordos, su distribucin
geogrfica, su literatura, etc.). Esto dificulta enormemente que la educacin bilinge se constituya
efectivamente en una educacin pluricultural y cae en el riesgo de convertir a la lengua minoritaria
en un instrumento pedaggico. Es decir, el riesgo de que se deje de lado la concepcin de que la

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LSU es una lengua que forma parte de una identidad y de una cultura, lo que significa que es un
objetivo educativo en s misma y no un mero instrumento para trasmitir mejor los contenidos
curriculares establecidos.
- La LSU no cuenta con escritura, por lo que la enseanza de la escritura a los alumnos
sordos es, tambin la enseanza de una segunda lengua. As los sordos aprenden que la LSU se usa
exclusivamente para la oralidad y que el espaol se especializa en la escritura. An no se ha logrado
consolidar un potente mtodo de enseanza de escritura, como enseanza de una segunda lengua
en la escritura, que ayude a los alumnos sordos en este proceso de aprendizaje.

Como es posible apreciar, todas estas problemticas son educativas pero tambin interpelan
fuertemente a las polticas lingsticas, que en Uruguay, en general, no han ido de la mano con la
puesta en prctica del programa bilinge para la educacin de los sordos (que ya data de fines de los
aos ochenta), en el marco de este particular contexto de relaciones interculturales y de minorida.

Necesariamente la educacin de los sordos (que al ser bilinge es ya una accin de poltica
lingstica) debera ser parte de otras acciones que se enmarquen dentro de esa misma poltica
lingstica y que apunten a la estandarizacin de la LSU y a la elaboracin de una textualidad en
LSU en la que se registren contenidos de cultura sorda. Esto ltimo podra darse a travs de las
nuevas formas de registro (fundamentalmente, con esto, hacemos referencia a las
videograbaciones).

INTEGRADOS Y DES-INTEGRADOS

Un tema que surge recurrentemente en el mbito de la sordera es el problema de la integracin,


fundamentalmente ligado a la tradicin educativa, para la que la integracin supone, entre otros
aspectos, el desmantelamiento de la Educacin Especial y la integracin de los nios diferentes a
clases comunes. Dentro de este marco surgen estas preguntas para el caso de los sordos y el
modelo bilinge: los sordos estn integrados o viven en un mundo aparte?, la LSU los asla?, la
educacin bilinge los coloca en un gueto?

Desde el marco educativo, se piensa la integracin en trminos de que los diferentes y los
minoritarios deben integrarse a la mayora, la minora debe asimilarse a la mayora (tal vez, en
Uruguay, como herencia de la vareliana tradicin de escuela como homogeneizadora de las

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diferencias sociales y eje de la movilidad social). Con este criterio los sordos necesitaran, para su
mejor integracin, aprender el espaol, lengua de la mayora.

Detrs del concepto de integracin, que paradojalmente sostiene esta lgica de


integrados/desintegrados que aparentemente quiere combatir, subyace no slo la ilusin de una
mayora receptora homognea a la que es posible integrarse, sino tambin que el mero aprendizaje
del espaol habilita automticamente a los sordos a integrarse a esa mayora.

Desde nuestra posicin, pensamos que la integracin de los sordos, en tanto son colocados en
clases comunes en espaol, es doblemente imposible y violatoria de sus derechos lingsticos. Por
un lado, porque no parece claro que en los hechos exista una mayora oyente como algo
homogneo a lo que integrarse (una mayora oyente es una construccin ilusoria que se instituye en
el propio contexto intercultural sordo-oyente). Por otro lado, la integracin mediante el aprendizaje
de espaol por parte de los sordos choca con la insorteable dificultad que tienen stos para usar
espaol en la oralidad, lo que tiende a dejarlos aislados en los contextos conversacionales entre
oyentes. Por ltimo, es violatoria de sus derechos lingsticos dado que, al haber sido reconocida
oficialmente la LSU como la lengua de las comunidades sordas, el Estado debe garantizar a sus
miembros una educacin bilinge y bicultural en la que coexistan tanto la lengua del grupo
minoritario de pertenencia como la lengua mayoritaria, que est vinculada a las funciones del estado
y de la cultura letrada.

Las respuestas que muchas veces dan los propios alumnos sordos brindan otras pistas: tal vez sean
los oyentes quienes, en la medida en que no tienen dificultades fsicas para aprender/adquirir la
LSU, pueden avanzar en la integracin (en el sentido de inclusin social y no de asimilacin)
aprendiendo esta lengua. Aquellos oyentes que quieren estar con sordos pueden aprender LSU para
que las relaciones sean posibles y de esta forma seran stos quienes podran integrarse a la
comunidad sorda (en el sentido de pasar a formar parte de su institucionalidad) por un proceso de
ensordecimiento identitario y lingstico.

ACCESIBILIDAD

Teniendo en cuenta lo antedicho proponemos que resulta mucho ms potente pensar en una
educacin para la accesibilidad que en una educacin para la integracin o la inclusin.

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Una educacin para la accesibilidad es aquella que instituye mecanismos, en el marco de las
relaciones interculturales, para que aquellos que pertenecen a las minoras, o que son minorizados,
puedan adquirir una competencia intercultural que les permita interactuar en cualquier contexto en
el que deseen hacerlo.

Una educacin de esta naturaleza, en el caso de los alumnos sordos, como ya fue planteado, debe
ser necesariamente bilinge, dado que la nica forma de adquirir tal competencia intercultural, es
adquiriendo ambas lenguas y profundizando en la autoestima que se desprende de ser hablantes
nativos de su lengua de seas y de pertenecer a una comunidad que la siente como propia, en tanto
comunidad de habla con sus particulares patrones culturales y su rica historia.

Pensado desde esta perspectiva, la educacin se centra en la internalizacin de competencias que


habiliten la libre eleccin de en qu contextos sociales se desea estar. Se cambia as el vector: en la
integracin se lucha para que los contextos mayoritarios puedan recibir a los diferentes y para que
los diferentes se puedan incluir en stos; en la educacin para la accesibilidad se promueve la
internalizacin de instrumentos intelectuales, el autoconocimiento y el dearrollo de la autoestima a
efectos que habiliten, en los individuos, su libre eleccin acerca de cules son los contextos a los
que les interesa pertenecer o en los que desean participar. De esta manera, en tanto estamos ante
una educacin que empodera a las personas y les brinda instrumentos que las colocan en una
posicin crtica frente al entorno y que potencializa su consciencia socio-histrica, estamos ante una
educacin que estara formando para la libertad.

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