Juan Vasen
Juan Vasen
Juan Vasen
Habra que apuntar, adems, que la enseanza mut su dinmica: ya no sigue ms las reglas de un
"moldeado" unilateral, los chicos no llegan como libros en blanco, saben muchas cosas. Lo que llev a que la
educacin se torne cada vez ms interactiva. Pero, para esto, debe despertar el inters del alumno y no
slo solicitarle obediencia y quietud como antao. Entonces, la atencin pasa ser tan o ms importante que la
obediencia.
Y eso se ve en la consulta psicolgica y psiquitrica, ya que antes lo que ms haca "cortocircuito" en la
escuela eran los trastornos de conducta. Ahora -sin que esto haya desaparecido ni mucho menos- la "vedette"
pasaron a ser los trastornos de la atencin.
Sin tener en cuenta estas consideraciones cualitativas que afectan la cotidianidad de los chicos, hay una
psiquiatra (que no es la nica pero s la ms "meditica") que se apoya en los manuales diagnsticos y
estadsticos de los trastornos mentales (DSM) que nos da una respuesta extremadamente simplificadora. No
se detiene en lo cualitativo, sino que plantea las cosas de modo cuantitativo: si los chicos no atienden es
porque tienen un dficit de atencin, y ese dficit se debe al dficit de un neurotransmisor, la dopamina.
La desatencin es, entonces, cosificada como dficit y la inquietud que la acompaa, tematizada slo
como exceso. No es una comprensin "demasiado simptica" para con los chicos. Considerarlos
deficitarios porque no nos prestan atencin a lo que les decimos padres y docentes es ms bien un modo de
evaluacin "enojado", cuantitativamente grosero y que se realiza casi siempre por una breve observacin de
pocos minutos, sin escuchar al chico y sus intereses, utilizando escalas (la ms popular era el Test de
Conners) que presentan un margen de error sideral.
///// 8 cosas para decirles a tus hijos antes de que crezcan /////
En medio de la "cultura" del consumo y del rendimiento, asistimos a un predominio demasiado poco crtico de
tcnicas de clasificacin que recurren luego, como estrategia, y tambin con demasiada facilidad a los
psicofrmacos y con temeridad al empleo de estimulantes, como el metilfenidato u otros medicamentos
derivados de las anfetaminas.
Es preocupante que en nombre de estas comprensiones se lleve a las infancias a aceptar que las
experiencias educativas son algo que hay que padecer. Como algo que debe ser incorporado, para no
atragantarse, con un medicamento como digestivo. Una cosmtica del comportamiento que deja intactas las
preguntas que un educador tico debera hacerse.
No parece demasiado pedir que, antes de restaurar un rendimiento, se profundice sobre los porqus de la
disfuncin. Millones de chicos desatentos en el mundo no pueden explicarse por una mutacin
gentica que haya alterado sus cerebros. Hay algo ms. Y, ms que ponerles las pilas para que vuelvan a
atender y aprender, tal vez deberamos preguntarnos algo al respecto.
Mientras tanto, no parece errado restaurar ciertos filtros y pautas que acoten el bombardeo consumista e
"informativo", recuperar un vnculo ms directo y menos mediatizado, reflotar las dimensiones narrativas. Lo
contrario de "enchufarlos" a una tablet es donar el tiempo que implica un cuento o una charla compartida.
La atencin dispersa, extendida en superficies varias y no en profundidad, no es un avance sino un retroceso.
Slo cuando el hombre pudo asegurarse la supervivencia y distraerse de lo inmediato (que no se lo coman,
por ejemplo) fue cuando pudo asegurarse con la agricultura un perodo de descanso y ocio se inicia el pasaje
de la supervivencia a la vida.
Hoy no es cuestin de "tips", es cuestin de que se abra en la escuela las necesarias transformaciones que
repiensen las posibilidades de formar al alumno de hoy, no al del siglo pasado. Y esto se logra con presencia
y cercana. Sacndonos y sacndoles las pilas.
Por Juan Vasen, miembro del Comit Cientfico y expositor de la Jornada sobre Neoliberalismo y
Patologizacin de la Infancia que se llevar a cabo el 15 de Agosto en Tecnpolis de 9 a 18hs.