Relatos Andinos - Antología Huamachuco
Relatos Andinos - Antología Huamachuco
Relatos Andinos - Antología Huamachuco
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RELATOS ANDINOS
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Antologa
Relatos andinos
Elaborada por
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Antologa elaborada por Meregildo Samuel Blas Garca,
Teresa Margot Gutirrez Aranda y
Silvia Rosa Avila Osorio
Relatos andinos
Agradecimiento especial a la
Municipalidad Distrital de Curgos.
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NDICE
11 Noche fra
13 Ms all del sueo
15 Un viaje a Maray
17 Aquella vez del viaje
19 De broma y de verdad
20 En un bosque
21 El fantasma
22 Juan Osillo
24 El ogro encantado
26 Cerro Huaylillas
27 De mal en peor
29 Luz y sombra
30 El pueblo abandonado
32 Entre perros y gatos
34 Historia de Santiago
36 Pasin final
37 Prdida invalorable
38 Sufrimiento
39 Centro de la vida
40 Incendio
41 El muchacho que quera a su perro
42 El lago encantado
43 La promesa del cazador
44 El riachuelo y los pececillos
45 Querer es poder
46 Los caminos lejanos
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47 Amor, tragedia y reconciliacin
48 El bosque fantasma
49 Ahogado
50 Esperanza
51 Rompe cadenas y vuela ms que el viento
53 El nio que amaba la vida
54 Por la mujer amada
55 Los nios y el len
57 El caso de Roberta
58 Origen de amor
59 El cerro grande de Curgos
60 Owin, el hermano tonto
62 En el campo
64 El campesino y el ladrn
65 Los tres hermanos y el len
66 El mejor anhelo
67 El miedo a la oscuridad
68 Un pacto de amigas
69 Espritus liberados
70 El esposo holgazn
71 La trampa
72 El campesino y su nieto
73 Familia feliz
74 El leador y la lluvia milagrosa
75 El caballo con espritu indomable
76 Los tres amigos y el diablo
77 Inundacin
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PRLOGO
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NOCHE FRA
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Prefiero morir ahogado a que me coman esos
enfermos dijo Juan saltando al agua.
Lucas vio como la laguna engulla a su hermano. Entre
lloroso y colrico, agarr un tronco duro y empez a golpear
a diestra y siniestra; y sigui golpeando cuando la sangre de
sus perseguidores ya estaba coagulada.
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MS ALL DEL SUEO
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mano; quise salir por la ventana, mas no poda porque se iba
acercando haca m; entonces vi la puerta libre y corr; afuera
encontr a un beb que me dijo: Ven, juega conmigo. Se
me erizaron los pelos; luego se acerc una seora vestida de
negro me quiso coger de la mano, mas no me dej.
Entonces, vi que varias personas de blanco me rodeaban
y me suban a una cama con ruedas y, como si fuera poco,
una de ellas me coloc como una bolsa blanca en la nariz y su
voz lejana me hablaba: Vivirs!
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UN VIAJE A MARAY
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Al bajar en la plaza de armas de Sarn, mi to se fue a traer
el pan para que desayunemos.
Servimos la chufla en tres tazas y lo acompaamos con
dos panes para cada uno. Cuando despus fuimos a preguntar
al dueo de un camin si iba a Maray, dijo que nos dejara
cerca, pues l iba a Cochas. En el trayecto, una alpaca
caminaba con la cabeza erguida; me sorprend por ver una
por primera vez.
Ya en Maray, me met por un huchaque y me moj el
pantaln. Mi to Julin nos llev a la choza del seor Faustino
Quiliche, quien nos prest unas botas. Encantados salimos a
contar las alpacas y haba ms de ochenta y dos. Mi primo
Denis entr en ese terreno grande cercado por alambre y
dijo, volvindose:
Apuesto a que atrapar una.
Lo vi corriendo como un loco tras ellas; de pronto, una
se resbala cayndole encima, demorando en levantarse. Corr
hacia l y sus ojos muy redondos miraban el aguacero que
empezaba a caernos. Trat de moverlo, pero su cuerpo
manchado de sangre se tambaleaba como una masa de hacer
pan.
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AQUELLA VEZ DEL VIAJE
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Estamos aqu esperando al mecnico que ya viene.
De pronto los pasajeros muertos se levantaron de las
aguas del ro y empezaron a acorralarnos. Abran la boca y
eructaban; tenan dientes puntiagudos como espinas de
penca. El carro de los primeros se fue; en tanto que uno de
los que nos miraban gordo y viejo cogi a mi padre y
estaba por morder su cuello cuando el sol de la maana los
hizo volar como si fueran ceniza.
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DE BROMA Y DE VERDAD
Haba una vez un chico y una chica que eran vecinos y vivan
en un pueblo de nombre Chotamalca. l era muy travieso y
le encantaba asustar a su amiga.
Un da en que el cielo estaba nublado y pareca que iba a
llover, la joven se fue a recoger su ropa de su tendedero que
quedaba detrs de su casa. Ya cuando estaba de vuelta, vio
sentado en una piedra a un seor vestido todo de blanco. Se
asust al inicio, pero luego se acerc y le peg una cachetada
tan fuerte que el sombrero cay lejos.
Ya no me asustars otra vez le dijo. Pero al darse
cuenta que su amigo estaba en la puerta de su casa, se fue
avergonzada.
A la semana siguiente, el seor, que no era otro ms que
un fantasma, segua sentado en la piedra, pero sin el
sombrero. Un viejito que pasaba por ah dijo que la nica
manera de que el fantasma se fuera era que la chica le pusiera
el sombrero que le haba tumbado; entonces la chica sali
temerosa de su casa y le puso el sombrero.
Mis compaeros se han marchado hace das, ya no
podr alcanzarlos dijo en tono melanclico el fantasma,
desapareciendo en la inmensa nubosidad que soplaba el
viento.
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EN UN BOSQUE
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EL FANTASMA
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JUAN OSILLO
Haba una vez dos seores que tenan una hija que se llamaba
Juana; ella todas las maanas se levantaba e iba a las tunas y
volva casi a las ocho. Pero sus paps le decan: No vayas
porque el oso te va a llevar.
As pasaban los das: yendo y viniendo. Mas un da se fue
a las cinco de la maana y a las diez no volva; entonces el
pap se fue a buscarla y encontr slo los pelos en las tunas.
El oso la haba llevado a una pea muy alta: a la cueva donde
viva.
Ya estaba un mes y el oso le traa de todo, menos sal.
Cuando ella le peda que traiga sal, l traa colpa; la mujer
coma as noms. Pasaron nueve meses y tuvo un hijo al que
llam Juan Osillo; ste tena todo su cuerpo lanado; slo sus
pies, sus manos y su cara eran de persona. Cuando el oso
chiquito estaba de dos aos, ya mova la piedra inmensa que
estaba en la entrada de la cueva. A los tres aos le dijo a su
mam:
No llores, maana en la maana nos vamos.
La mujer mand al oso a traer agua en una canasta de una
laguna muy lejana. l parti bien de maana; ellos esperaron
que se pierda detrs de un cerro y Juan Osillo lanz la piedra
al abismo y sac una soga; amarr la punta de una piedra de la
pea. El oso no poda traer el agua; as se pas todo el da.
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Volvi en la tarde muy molesto y al hallar que la piedra
no estaba en su sitio y su mujer tampoco, se enfureci ms y
se fue por el rastro. La mujer con su hijo llegaron a una
carretera y cogieron una carreta a la ciudad; all se encerraron
bajo siete puertas. El oso lleg olfatendolos y con un golpe
iba rompiendo las puertas y cuando rompi la ltima puerta,
Juan Osillo le mand el pual por el pescuezo y la mujer le
dio un hachazo por la frente y el oso muri.
Ella se pas la vida lavando platos y su hijo fue a la
escuela; pero ste todo lo que pescaba lo rompa. Entonces la
mujer regal su hijo a un cura y el cura le dijo que toque la
campana todos los das a las diez de la maana, mas l tocaba
a cualquier hora y la gente se reuna en balde hasta que
dejaron de ir a la iglesia. El padre mand a hacer unos
espantajos de carrizo y los puso en la campana; pero l fue y
los bot. Aqul pag a unos hombres para que lo maten.
stos lo agarraron de los pies y lo aventaron del campanario,
pero se volte y cay parado; volvi y a todos los mat.
Escuch al padre enojado:
Te dar una barreta, un casco blanco y una alforja y te
irs al cementerio; cuando escuches llorar en las sepulturas
dejas tu pauelo y al otro da vas a escarbar.
En la noche escuch que lloraban y se fue, dej su
pauelo y al otro da fue a escarbar y sacaba harta plata; as
estaba un ao y volvi al cura y le dijo:
Toma esta alforja llena de plata, que ella pague la vida
de los que mat.
Nunca ms se supo de Juan Osillo.
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EL OGRO ENCANTADO
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localizarlos y cuando estaba a punto de arrastrarlos, un hada
sali del ro, con un gran reflejo de luz y dijo:
No teman, yo estoy aqu para ayudarles.
Sac una varita y apunt hacia el ogro para destruirlo. l
no se dio por vencido y quiso luchar; sin embargo, al entrar
al ro se convirti en una trucha deforme y ya no pudo salir
nunca ms.
Minutos despus amaneci. El hada desapareci y los
jvenes continuaron su viaje
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CERRO HUAYLILLAS
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DE MAL EN PEOR
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deshaca de la correa que sujetaba su pantaln. Al ver a la
joven vencida, finalmente, sonri haciendo coro a las
carcajadas de sus cmplices. De repente, una patrulla
silenciosa que estaba rodando por las calles ms peligrosas se
estacion en una esquina; de ella bajaron tres policas con
revlveres en las manos. Los alcohlicos se apartaron apenas,
pero su jefe no quera quedarse con las ganas y articul toda
clase de improperios ante los intrusos quienes se vieron
obligados a disparar al aire.
Sbanla! orden la mujer que pareca ser superior a
los otros dos policas.
Juana, debilitada por los golpes y el maltrato, daba gracias
a sus salvadores una y mil veces. Cruzaron unas calles
estrechas y las luces iban quedando atrs, atrs en la ciudad.
Luego, un basural y una casa gigante iluminada. Vio, al
ingresar, las caras de muchachos curiosos que le sonrean.
Llegaron a una mujer de vestido negro que tena decenas de
llaves amarradas a la cintura.
Cudala, estar lista para la noche dijo la mujer con
uniforme de polica encaminndose hacia la puerta.
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LUZ Y SOMBRA
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EL PUEBLO ABANDONADO
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A medianoche, Carlos tuvo sed y se levant a buscar algo
de beber en la cocina, y un ruido extrao que vena del
stano lo hizo botar la taza con agua. Atemorizado llam a su
hermano: Cristian, Cristian, Cristian! Estaban
volviendo a su habitacin y una sombra que cruz
rpidamente los paraliz: un esqueleto de viejo con un hacha
en la mano y la sombra de una vieja destentada con un gran
cuchillo les cayeron encima. La sangre manaba a borbotones
del cuerpo de Cristian. Como sea, su hermano lo arrastr por
las calles muertas hasta llegar a un bosque. All cayeron en un
hoyo muy profundo.
Tres das despus, sus cuerpos destazados colgaban en
una cocina.
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ENTRE PERROS Y GATOS
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de papas y la mula que llevaban; como no quisieron darle,
porque era la cosecha para la semana, empez a transformarse
en un deforme perro gigante y que les atac ferozmente. La
peor parte se la llev el padre que destrozado por todos lados,
muri desangrado. El perro mordi al nio que, al sentir un
dolor en la pierna, grit desesperadamente; de pronto,
escuch el sonido de pasos de unos pobladores que pasaban
por all; ellos se asustaron al ver al nio que se converta en
monstruo. Empezaron a llegar ms pobladores y corretearon
a balazos al deforme que huy inmediatamente. El nio
convertido en monstruo decidi vivir en el cementerio para
no hacer dao a la poblacin y tener como sus guardianes a
los gatos para que lo protejan de su enemigo el anciano que
se converta en perro. De pronto, mientras el monstruo est
relatando su historia se escucha una gran batalla entre las
tumbas. Sale con un rayo que asesina a los perros uno a uno.
El anciano, al verlo, se convierte rpidamente en un perro
gigante, lanza chorros de humo lacrimgenos y huye. Contra
l el rayo no hace efecto; as que su atacante cierra la cueva
con piedras gigantes y mientras el perro se sacude con todas
sus fuerzas, al llegar a la puerta, un alud de piedras le cae
encima, sepultndolo.
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HISTORIA DE SANTIAGO
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Sporboys Centro; fue un gran goleador. As pas toda su
juventud. Como anhelaba ser dirigente de su casero, lo
nombraron teniente gobernador. Al poco tiempo muri
ahogado tratando de salvar a una nia que s qued en la otra
ribera de la quebrada cargada por el aguacero.
35
PASIN FINAL
36
PRDIDA INVALORABLE
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SUFRIMIENTO
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CENTRO DE LA VIDA
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INCENDIO
Haba una vez un nio llamado Juan quien era muy travieso.
Un da sus padres le enviaron a traer lea del campo. l se
puso a jugar prendiendo fuego a unas chamizas. Cuando las
lenguas de fuego iban creciendo, regres corriendo y se
encerr en su cuarto.
Juan, qu es lo que te pasa? dijo su madre. Abre,
quiero hablar contigo.
En esos momentos los vecinos corran aterrados gritando:
Incendio!
Dios mo, ha llegado el fin del mundo!
Abre repeta la madre, dime qu te han hecho,
hijito.
Afuera las llamas arrasaban las primeras casas.
40
EL MUCHACHO QUE QUERA A SU PERRO
41
EL LAGO ENCANTADO
42
LA PROMESA DEL CAZADOR
43
EL RIACHUELO Y LOS PECECILLOS
44
QUERER ES PODER
45
LOS CAMINOS LEJANOS
46
AMOR, TRAGEDIA Y RECONCILIACIN
47
EL BOSQUE FANTASMA
48
AHOGADO
49
ESPERANZA
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ROMPE CADENAS Y VUELA MS QUE EL VIENTO
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Rompe Cadenas y Vuela ms que el Viento. Los pusimos
sobre los caballos y nos fuimos.
Al siguiente da, por la tarde, cuando regresamos del
colegio, vimos a mi padre junto a la perrera. Abrazamos
fuertemente a nuestros perros en agona; sus miradas perdidas
se fueron apagando. Nosotros aterrorizados echamos a llorar
y nos dormimos junto a ellos. Pero al despertar, nuestras
humildes mascotas ya haban sido enterradas cerca de la
hacienda.
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EL NIO QUE AMABA LA VIDA
53
POR LA MUJER AMADA
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LOS NIOS Y EL LEN
55
El nio sale corriendo obedientemente, pero despus de
unos pasos regresa y carga con la vieja escopeta. Busca y
busca, mas slo las ovejas le salen al encuentro. l mira por
todas partes. En la pendiente del otro lado, descubre una
mancha negra subida en una gran piedra de difcil acceso.
Un llanto y un rugido llegan ntidos a sus odos. Se coloca
detrs de unas piedras, ante un nuevo rugido. Dispara y,
ante la luna tierna, la sombra de un felino corre en su
direccin; pero le faltan fuerzas y cae jadeante.
Evergisto, eres t?! se escucha la voz de Margarita
El nio sigue mirando al gigante len tirado sobre su
propia sangre ya coagulada.
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EL CASO DE ROBERTA
57
ORIGEN DE AMOR
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EL CERRO GRANDE DE CURGOS
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OWIN, EL HERMANO TONTO
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El perejil nunca le ha hecho dao; ser que a mi Jeis ha
llegado a su momento de morir.
Owin dijo Guadalupe, pensativa y triste, qu
tanto has echado de perejil?
Todas las presas.
Qu?! dijeron los dos hermanos aterrados.
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EN EL CAMPO
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El monstruo cogi a mi mam y se la comi.
Nuevamente volv a gritar, a llorar desesperadamente; pero
ahora con tristeza y rabia a la vez; mas fue intil, l segua
devorando uno a uno a los integrantes de mi familia; al fin
me ech al aire y abri su boca.
Despus sent un dolor inmenso en mis costillas, como si
fueran trituradas. La sangre goteaba por mi rostro.
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EL CAMPESINO Y EL LADRN
64
LOS TRES HERMANOS Y EL LEN
65
EL MEJOR ANHELO
66
EL MIEDO A LA OSCURIDAD
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UN PACTO DE AMIGAS
As empez todo:
Cierto da, cuatro amigas decidieron hacer una pijamaza;
una de ellas invitara a unos amigos. Empezaron jugando
Cinco minutos en el paraso; le toc a Robert y a Linda
irse a un cuarto; como demoraron demasiado fueron a llamar
a la puerta, mas nadie sali.
Pasaron los das y Linda iba sintiendo mareos y vmitos.
Sus amigas la llevaron a un doctor, y l diagnostic
embarazo. Ellas acordaron dar en adopcin al beb cuando
naciera y nadie se enterara. Un da, en la madrugada, la
mam de Linda escuch en la habitacin de su hija llorar un
beb. Linda confes la verdad.
Linda y sus amigas hicieron un pacto: que siempre diran
la verdad a sus mejores amigos que son sus padres.
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ESPRITUS LIBERADOS
69
EL ESPOSO HOLGAZN
70
LA TRAMPA
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EL CAMPESINO Y SU NIETO
72
FAMILIA FELIZ
73
EL LEADOR Y LA LLUVIA MILAGROSA
74
EL CABALLO CON ESPRITU INDOMABLE
75
LOS TRES AMIGOS Y EL DIABLO
76
INUNDACIN
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OTRAS COLECCIONES
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Este libro se termin de imprimir en los
talleres grficos de Ediciones OREM.
Trujillo Per.
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