Rezo de La Pasión y Muerte de Nuestro Señor Jesucristo

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REZO DE LA PASIN Y MUERTE DE NUESTRO SEOR

JESUCRISTO

Por la seal de la Santa Cruz, de nuestros enemigos, lbranos


Seor, Dios Nuestro. En el Nombre del Padre del Hijo y del Espritu
Santo. Amn.

ACTO DE CONTRICIN

Haz de saber, OH alma ma! Que tu Divino Jess encendido en


divino llamas y abrasado con el fuego de tu caridad voluntariamente
se entreg a padecer por tu amor a sus crueles enemigos. Estos le
prendieron de noche como a un ladrn facineroso, y dndole golpes
y empeotes le derribaron en tierra, y lo arrastraron y acosaron y
pusieron debajo de sus pies, y all en el suelo, estando el Seor
boca abajo, le ataron las manos atrs y apretaron tan fuertemente
los lazos corredizos que desollndole las muecas, empez a correr
la sangre. Echaron al cuello una cadena tan gruesa y tan pesada
que le impeda la respiracin, y as preso y maniatado le llevaron
con rabiosa furia y gritera de tribunal en tribunal. En casa de Ans
levant un sayn la mano que tena armada con guante de hierro, y
dio terrible golpe y tan recia bofetada en el venerable rostro de
Jess que, derribndole en tierra le hizo brotar la sangre por las
mejillas, los ojos, las nariz, boca y odos. Caifs lo trata de
blasfemo, y escupindole all su hermosa cara, le tiran unos de su
venerable barba y otros arrancan sus cabellos, dndole pescozones
y bofetadas todos le condenan y tienen por digno de muerte, luego
que amaneci el viernes, se lo llevaron a Pilatos y ste le tuvo por
inocente; y no hallando en el Seor culpa ni causa de muerte se lo
remiti a Herodes. Aqu en este tribunal lo tratan y visten de loco y
con burlas y risotadas se lo vuelven a Pilatos. Viendo ste que
Jess es tenido por la chusma por peor que Barrabs lo mand
azotar; y como a vil y miserable esclavo desnudo y atado de pies y
manos a una columna, le dieron millares de azotes, ya con garfios,
con que abrindole la carne se la arrancaron a pedazos, hasta
llegar a ver los huesos y las costillas descarnadas y habiendo
cortado los cordeles cay tu Seor en el lago de su sangre, sin
aliento y casi sin vida. All en sus llagadas carnes OH qu dolor! le
dieron de puntapi, y repiten ms y ms azotes. Despus obtenida
la licencia para coronarle por Rey de burlas le ponen sobre los
hombros llagados un pedazo de manta colorada, desecho y lleno de
basura. Sentndole en una mala silleta, y con fiesta e irrisiones le
pusieron la corona apretndole reciamente con unos pulos de modo
que entraban las agudas espinas, unas hasta llegar a los huesos,
otras rompiendo la carne salan por la frente y entrecejos; y dice
Santa Brgida, que qued toda la cabeza como ni hubieran metido
en una tina de sangre, pusironle por centro una caa en mano,
doblando una rodilla delante del Seor le decan con vilipendios y
oprobios: Dios te salve Rey de los Judos, le escupan a la cara,
otros le daban de puntillones, otros se quitaban los zapatos y le
daban con la suela en la boca y en su Divino Rostro y otros
quitndole la caa le daban con ella sobre la corona, con que le
apretaban ms y ms clavndole las espinas, y fue tanto el dolor
que el Seor sinti en ese martirio que empez a llorar y a derramar
lgrimas no de agua sino de sangre. Al mirarle en el balcn vestido
de burlesco Rey con las manos atadas, hecho una viva llaga todo
su cuerpo y goteando sangre de la corona, y tan desfigurado que no
pareca hombre, en vez de compadecerse de Jess, es tan
aborrecido, que sin poderle ver, piden todos a voces: que muera,
que muera crucificado; por lo cual Pilatos lo sentenci a muerte de
Cruz y dndose prisa aquella vil canallada desnudan al Seor y le
ponen su propia vestidura y cargndole el pesado madero lo llevan
por las calles pblicas de Jerusaln, llamando la atencin las
trompetas para or el clamor de los falsos pregones que lo publican
traidor, falsario y blasfemo.

Mralo ya caminar con las rodillas temblando, el cuerpo inclinado


con el peso de la Cruz, la cabeza y la frente claveteada con agudas
y penetrantes espinas, desgreado y lleno de sangre y cabello y por
partes arrancado, con una soga a la garganta tirando de ella un
sayn fiero; los pies descalzos y llagados, y con el rostro de la
sangre que deja, va diciendo por donde va.

Mira alma ma cual va caminando el ms hermoso de los nacidos!,


mrale a la cara y vers lo que te quiere; mrale por tu amor afeado,
renegrido, pinchado, lleno de sangre, de polvo y asquerosa salivas;
mrale abofeteado y sembrado de sangrientos cardenales, mira su
cuello con el collar del spero y nuevo espanto, que entrndosele
por la carne ya se detiene en el hueso! Mira cmo cae con la Cruz
dando contra las piedras; se baa la boca de sangre; se clavan ms
las espinas de la corona y se renuevan todas su llagas mralo cado
y arrastrado por el suelo en presencia de su pobrecita Madre; y que
en lugar de darle la mano le dan crueles puntillones tratndolo de
embustero. Medio arrastrado y casi muerto lleg al calvario y
desnudndole con rabiosa furia sale la carne pegada a la tnica y
queda el Seor desnudo y avergonzado a la vista del pueblo y su
santsimo cuerpo desollado y todo manchado de sangre.

Oh alma ma! Mira cual est en el monte de los amantes, el ms


amado y Divino Jess. Mira cuanto le cuesta quererte y que lleno
est de sangre por amarte, y ahora con sentimiento de corazn,
mira como recuesta las espaldas llegadas y desgarradas con azotes
sobre un madero tosco y sin labrar; con cuanto amor extiende el
brazo derecho y poniendo un sayn fiero la punta de un clavo en la
mano descarga tan recias martilladas que hacen estremecer y
temblar al Creador del Universo; y atando unos cordeles a la
siniestra y haciendo hincapi en el costado en el costado del Seor
tiran hasta que descoyuntndole llega la mano al barreno y la
clavan con repetidos golpes, lo que a un mismo tiempo lastima el
corazn de su pobrecita Madre; lo mismo hicieron al clavar los pies
barrenndolos primero, como dice San Buenaventura y para
remacharles los clavos, vuelcan la Cruz, quedando su majestad
boca abajo entre el pesado madero y la tierra llena de piedras,
huesos y espinas. Levantando en alto dejan caer el pie de la Cruz
en el hoyo de un peasco, y abrindosele las carnes con el golpe,
corren ya de nuevo fuentes de sangre. Mralo bien una muchas
veces ms, alma ma, mralo desencajado sus huesos, abiertas sus
carnes, llagado y destrozado todo su cuerpo.

Mralo otra vez, y no hallars otra cosa que clavos, cruz, llagas,
sangre y espinas. Mira a su amado y querido Jess Nazareno
hecho un retablo de dolores, sediento, blasfemado, escarnecido y
en medio de ladrones como si fuera Capitn de ellos.

Vulvele a mirar alma ma, y vers un cuerpo colgado de tres clavos


con mil cuatrocientas sesenta y cinco heridas sin las mil de la
cabeza; su rostro bello y hermoso denegrido y afeado con seales
de muerte; sus ojos cubiertos de sangrientas lgrimas; las mejas
hundidas, la boca abierta y acicarrada con hiel y vinagre; la lengua
ensangrentada, los odos atormentados con blasfemias; la garganta
lastimada con la soga; su corazn partido de dolor y cubierto de
angustia y agona mortales; de Dios Padre desamparado y cercado
por sayones; y cumplida la obra de la redencin del mundo, est ya
Jess para morir y slo falta expirar. El sol se oscurece ya y qued
el mundo en las tinieblas; el velo del tiempo se rompe y las piedras
dan unas con otras al dar Jess la vida por amarte, muriendo
crucificado.
HAZ CON PAUSA ESTA ORACIN

Oh Jess de mi alma! Y qu caro Seor, os ha costado mi amor!


Oh Jess de mi vida!, si yo de veras os amara y sintiera vuestra
pasin, cmo muriera con Vos a golpes de amor! Ablandadme en
esta hora este corazn para que se parta de sentimiento. Dad
lgrimas a mis ojos para que lloren mis culpas causa de vuestras
penas y tormentos.

Oh Jess mo! Quien siempre os hubiera amado y quien nunca os


hubiera ofendido! Seor, porqu, tened misericordia de mi y
libradme por vuestra sangre, pasin y muerte de la repentina e
impenitente muerte para no experimentarla eterna en la crcel del
infierno. En lance tan terrible y tremenda lucha de agona mortal
mirando misericordioso atendedme benigno dndome las luces de
vuestro conocimiento, concedindome las llagas de vuestro amor, y
tiempo para recibiros Sacramentado y que muera con la asistencia
de vuestra Madre, dando la ltima respiracin de mi vida ante esas
amorosas y dulces llagas para eternamente amaros en la gloria.-
Amn.

REZARAS EL CREDO Y LA SALVE

Oh t, que acabas de leer esta oracin dolorosa y sabes que haz


de llegar al terrible lance de la muerte Quieres tenerla buena y
dichosa? Pues mira que el Seor Prometi a Santa Gertrudis que
mirara benigno en su ltima hora a quien con devocin lo mire
crucificado. Y en otra ocasin le dijo. Cuando veo a los agonizantes
que alguna vez se acordaron fielmente de mi pasin, o en memoria
de mis penas hicieron alguna obra de meritoria, en el trance de su
muerte me muestro a ellos tan amable y benigno que les concedo
tal condicin que hacen aptos para la salud eterna. Y San Juan
Evangelista revel Mara Santsima como su Santsimo Hijo
concede tres privilegios a los que con frecuencia meditaron en su
pasin. El primero, construccin verdadera en sus culpas; el
segundo, la asistencia de la misma Seora en su ltima hora; y el
tercero, que su Santsimo Hijo le concedi que impetrase lo que la
Seora pidiera para estas almas. Y as te aconsejo que con toda la
devocin posible, hicieras todos los das la oracin dicha, pasando
por la vista de la consideracin lo que con tanto amor padeci el
Seor por la salud de tu alma. Y si tienes familia hazla juntar todos
los viernes del ao, arrodillados delante de una imagen de Jess
persignndose y purificadas las conciencias con el acto de
contricin, leers o hars leer dicha oracin.

Y para que veas tambin si as lo haces, lo que inters de riquezas


para tu alma, oye lo que dice San Alberto Magno. Una sencilla
memoria o consideracin en la pasin del Seor vale ms que si
uno ayunara a pan y agua todos los viernes del ao, ms que as
cada semana se disciplinar hasta derramar sangre, y ms que si
rezara todos los das el Salterio de David. Es ms mrito dice San
Agustn, que ir a visitar tierra Santa. Y San Gregorio Magno dice
que es seal de predestinacin. Dime, si te ruego Querrs perder
tanta dicha y riqueza, tantas para la pobrecita de tu alma,
excusndote con tener lugar? Despierta, y abre los ojos, vers que
no es as. Mira cunto tiempo pierdes y malgastas te afana, sudas y
desvelas por los intereses de la tierra, que haz de dejar; ten
presente lo breve de la vida, y que haz de verte en el amago lance
de la muerte, agonizando entre terribles angustias, temores y
amarguras, y entones te alegrars de lo que el Seor mirndote
amable, benigno y misericordioso, te conceda tal condicin, que te
haga opto para tu eterna salvacin. Entonces te alegrars de tener
la asistencia y compaa de Mara Santsima, y entonces te
alegrars de haber tomado mi consejo.

Y porque deseo saborees con frecuencia este sabroso y dulce plato


de la pasin del Seor, te lo ofrezco con los versos siguientes para
que su msica despierte tu devocin.

Mi Dios y Redentor
En quien espero y confo.

Por tu Pasin Jess mo

Abrasadme en vuestro amor.

Escucha con atencin


Lo que padeci Jess
Desde el Huerto hasta la Cruz
En su sagrada pasin;
Lgrimas de contricin
Nos d a todos el Seor.

Por tu Pasin Jess mo


Abrasadme en vuestro amor.

Afligido y angustiado
Lo vers en la oracin,
Y sintiendo su pasin
Sangre en el Huerto ha sudado
Hasta la tierra ha llegado
Lo copioso del sudor.

Por tu Pasin Jess mo


Abrasadme en vuestro amor.

En la pasin lo arrastraron
Y los brazos con cordeles,
Echndole brazos crueles,
La sangre le revent
Como a un hombre malhecho.
Por tu Pasin Jess mo
Abrasadme en vuestro amor.

A la mejilla inocente
Con mano de hierro armada
Dan tan recia bofetada,
Que hacen en sangre reviente
Mi Dios, pues el alma siente
Ser causa de tal rigor.

Por tu Pasin Jess mo


Abrasadme en vuestro amor.

Oh quien estuviera all


Dulce amante dueo mo
Y al golpe de aquel judo
Pusiese el rostro por ti!
Toda la culpa est en m
Y vos pagas Seor.

Por tu Pasin Jess mo


Abrasadme en vuestro amor.

Con furia y rabia es llevado


De uno en otro tribunal,
Y lo miran tan mal,
Que de loco han tratado:
Y con Barrabs comparado
Dicen que Jess es peor.

Por tu Pasin Jess mo


Abrasadme en vuestro amor.

Desnudo est, azotado


Con tan terrible fiereza,
Que desde el pie a la cabeza
Lo vers todo llagado;
Oh que caro le ha costado
El querer al pecador!

Por tu Pasin Jess mo


Abrasadme en vuestro amor.

Con penetrantes espinas


Coronaron tu cabeza
Y aprentnsedola con fuerza
Rompe las sienes divinas;
Abrindose as las minas
De oro de ms valor.

Por tu Pasin Jess mo


Abrasadme en vuestro amor.

En el balcn asomado
ECCO HOMO dice Pilatos;
Y responde el pueblo ingrato
Que muera crucificado,
Que an verlo tan llagado
No est saciado el rencor.

Por tu Pasin Jess mo


Abrasadme en vuestro amor.

Insta el pueblo porfiado


Sobre que Jess muriera
Oh mi Dios, quien tal creyera
De que fueses sentenciado
A morir crucificado,
Siendo de la vida autor.
Por tu Pasin Jess mo
Abrasadme en vuestro amor.

Con un pesado madero


Descalzo y todo llagado,
Va de espinas coronado
El manssimo cordero
Tambin tira de sayn fiero
De la soga con furor.

Por tu Pasin Jess mo


Abrasadme en vuestro amor.

El cuerpo va inclinado
Las mejillas hermosas
Con salivas asquerosas,
Y el rostro acardenado
Denegrido y afeado
Ya que al verlo es un dolor.

Por tu Pasin Jess mo


Abrasadme en vuestro amor.

Se oye el falso pregonero


Que al eco de la trompeta
Estando todos alerta,
Dice: que es un embustero
Y que muera el hechicero
En una cruz por traidor.

Por tu Pasin Jess mo


Abrasadme en vuestro amor.

Ya lo han cado a empellones


Con rigor fiero e Inhumano
Y en vez de darle la mano
Le dieron de puntillones;
Y con golpes e irrisiones
Levantan a tu Seor.

Por tu Pasin Jess mo


Abrasadme en vuestro amor.
Al encuentro le ha salido
La madre que lo pari
Y entre sayones le vio
Arrastrado y escupido
Su corazn fue partido
Con espada de dolor.

Por tu Pasin Jess mo


Abrasadme en vuestro amor.

Un Cirineo han hallado


Que ayuda a llevar la cruz
Porque temen que Jess
Muera y no crucificado,
Por esto se lo han buscado
No por piedad ni por favor.

Por tu Pasin Jess mo


Abrasadme en vuestro amor.

Lleno de polvo y sudado


La Vernica lo ha visto,
Y limpiando el rostro a Cristo
En el lienzo fue estampado
Bien se lo pag el cuidado
Porque es muy buen pagado.

Por tu Pasin Jess mo


Abrasadme en vuestro amor.

Lleg con la Cruz pesada


Al Calvario y con presteza
Le quitaron con fiereza
La vestidura sagrada,
La carne sali pegada
La tnica interior.

Por tu Pasin Jess mo


Abrasadme en vuestro amor.

Desnudo y arrodillado,
A la vista de su Madre
Se ofrece por ti a Dios Padre
En caridad abrasada,
Hiel y vinagre le han dado
Para tormento mayor.

Por tu Pasin Jess mo


Abrasadme en vuestro amor.

En la cruz ya recostado
Vers de clavo tirado
La punta de su diestra mano
Y un martillo levantado;
Golpe que da descargado
Que hace temblar al Creador.

Por tu Pasin Jess mo


Abrasadme en vuestro amor.

A la siniestra le echaron
Lazos con unos cordeles;
Y tirando muy crueles
Los huesos desencajaron
Nuevos golpes resonaron
Al clavarlo con furor.

Por tu Pasin Jess mo


Abrasadme en vuestro amor.

Tambin las piernas ataron,


Y estando el cuerpo encogido
Tiran tanto que extendiendo
Todo le descoyuntaron;
Los pies se los barrenaron
Para clavar mejor.

Por tu Pasin Jess mo


Abrasadme en vuestro amor.

Despus que as lo clavaron


Como tan mal lo quisieron
Boca abajo lo volvieron
Y clavos remacharon
Las llagas las arrastraron,
Sin piedad y sin temor.

Por tu Pasin Jess mo


Abrasadme en vuestro amor.

En lo alto est levantado,


Blasfemado por sayones
En medio de dos ladrones
Sediento y desamparado
Su cuerpo est destrozado
Y denegrido el color.

Por tu Pasin Jess mo


Abrasadme en vuestro amor.

El sol est oscurecido,


La tierra se ve temblando;
El velo se ve rasgado,
Y las piedras hacen ruido,
El mundo est conmovido
Cuando muere el Salvador.

Por tu Pasin Jess mo


Abrasadme en vuestro amor.

Un atrevido soldado,
Viendo que Jess ha muerto
Con una lanza le ha abierto
El Santsimo costado;
Agua y sangre ha derramado
Para el bien del pecador.

Por tu Pasin Jess mo


Abrasadme en vuestro amor.

Haced: Seor Soberano


Que esta llaga de amor
Se abrase en divino ardor
Todo corazn cristiano,
Y todo el gnero humano
Os confiese Redentor.

Por tu Pasin Jess mo


Abrasadme en vuestro amor.

Y haced mi Jess amado


Que mis ojos hechos fuentes
Lloren lgrimas ardientes
De lo mucho que he pecado
Y pues tanto he costado
Y sois liberal dador.

Por tu Pasin Jess amado


Abrasadme en vuestro amor.

OFRECIMIENTO

Suplcote Padre Eterno que por tu infinita misericordia, y por los


mritos de Nuestro Seor Jesucristo sean servido de mirar por feliz
estando de la Santa Iglesia y el Prelado que la gobierna; por la paz
y sosiego entre los prncipes cristianos; por la extirpacin de las
herejas; conquista de la Tierra Santa; victoria contra el prncipe de
las tinieblas; y conversin de los infieles, herejes y pecadores al
gremio de nuestra sagrada Religin. Concdenos, Seor, la
intencin del Sumo Pontfice, el tesoro de estas indulgencias, el
descanso de las nimas benditas del Purgatorio y la fortaleza a los
cautivos cristianos, y a nosotros perseverancia en vuestro santo
servicio, hasta el fin de la vida. Amn.

NUEVE PROVECHO

Ludovico Blosio (Cap. 23 y 25) en los dichos de los Padres refiere:


que el Seor dijo a un siervo suyo estas palabras:

No hay cosa que ms agrade, que ver a alguno pensar de mi pasin


con devocin y humildad. Y aquellos que se ocuparen en leerla o
meditarla, sacarn nueve provechos.

El primero, es que se limpiarn de todos sus pecados, por


merecimientos, se suplirn y repararn todos sus devotos.

El segundo, que cobrarn tanto nimo para resistir a los enemigos


que no podrn triunfar ellos; porque aunque por su flaqueza caigan
alguna vez, pongo yo mi mano derecha debajo, para que se
lastimen y condenen.
El tercero, que cobrarn nuevas fuerzas para hacer cualquier obra
buena y ejercitarse en diferentes virtudes.

Cuarto, que aunque con un pensamiento muy breve considere mi


Pasin, sern sus almas renovadas en mi gracia.

El quinto, que de muy buena gana moro yo en el alma que con


devocin se acuerde de mi Pasin.

El sexto, que los secretos de mi Padre me mostr a m se los


mostrar yo a ellos.

El sptimo, que har yo antes de su muerte me agraden y despus


de ella los premiar como mis queridos amigos.

El octavo, que ninguna cosa que pida razonable y decente les


negar.

El noveno, que en su muerte hallar presente contra sus enemigos,


y los har ciertos y seguros de la vida eterna.

El mismo Blosio (Joyo Espl. Cap. I) dice: que l revel la Seora


Santa Gertrudis, que cualquier persona podra tomar nimo y
respirar con la esperanza del perdn (aunque sea malsimo)
ofendiendo a Dios Padre, la pasin y muerte de su Hijo, y que tenga
por cierto el pecador, que por este medio alcanzar el fruto del
perdn saludable, porque no se puede hallar en la tierra otro medio
ms eficaz contra los pecados que la memoria de la pasin del
Seor. Puede haber mayor ganancia, cristiano, ni otra cosa que
desear?

A la Santa Brgida le manifest Mara Santsima (Libro 2, Captulo


27) que le agradaba mucho la procesin del Calvario por las
palabras: Hija ma, no hay cosa que mas me agrade que mis
devotos, que en meditar y hacer la estacin de la Va Sacra. Y
desde entonces fue la Santa muy frecuente en esta devocin del
Va Crucis, y que en ella recibi del Seor grandes merecimientos.

LAUD DEUS

INDULGENCIAS
El Ilustrsimo y Reverendsimo Seor Obispo de la Dicesis de
Len, Nicaragua Doctor Don Manuel Ulloa y Calvo (R.I.P.) concedi
cuarenta das de indulgencia a todos los que rezaren devotamente
el Credo y la Salve que en el indican, esta es, por cada una de
estas oraciones.

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