Spilimbergo

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ESPACIO DE ARTE

la vida
de emma
en el Taller de
Spilimbergo
la vida
de emma
en el Taller de
Spilimbergo

Curadora
Diana B. Wechsler

Del 29 de junio
al 11 de agosto de 2006
El Taller: obrador
y laboratorio de ideas
Diana B. Wechsler

Una libreta negra de tapas blandas fue mi primer espacio de encuentro


con el mundo privado de Spilimbergo. Fechada en 1919, haban quedado
all algunas de las preocupaciones del joven artista. Comprar telas,
preguntarle a Po Collivadino por cuestiones tcnicas del aguafuerte,
armar un mtodo de vida. Luego aparecieron otros rastros. Papeles,
agrupados en una suma innumerable de cajas, fueron revelando poco a
poco fragmentos de los caminos que Spilimbergo haba recorrido.
De cada uno de estos escritos de cada carta, de cada boceto emerge
una clave para descifrar. Unas veces la indicacin de una fecha en alguno
de los bordes de la hoja o la reiteracin del tamao encontrado en varios
papeles, una numeracin en un ngulo, los asocian y ayudan a reconstruir
una secuencia. Otras, las seales son ms oscuras y la clave de
interpretacin se hace esperar. Este conjunto de materiales variados entre
los que no faltaron un boleto de tren a Don Torcuato (de 1933) que lleva
escrito al dorso el clculo de la proporcin de los elementos para una
pintura mural, recortes de prensa con distinto tipo de artculos (crticas de
arte, ensayos, poemas, policiales...) y fotos, infinidad de fotos de obras,
retratos propios y ajenos fue abriendo las puertas al mundo mental del
artista y a su taller. Son sitios privilegiados de la memoria en palabras
de Gabriela Siracusano1 que exhiben las huellas de los combates librados
a diario entre la voluntad de representacin y las limitaciones que se
interponen.
Esta frondosa coleccin hace posible imaginar la cotidianidad de un
trabajo programado e intenso, poblado de ensayos y reflexiones previas a
la concrecin de cada obra. Marcas, recuadros a manera de recordatorios
o destaques, superposiciones tanto de palabras como de imgenes,
tachaduras, comentarios son algunos de los vestigios de la deriva del
pensamiento creador.

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Entre tanto, los recortes de prensa2 arman un dilogo complementario,
exhibiendo la seleccin que el artista haca cada da de la realidad y las
maneras en que sta iba alimentando visual y conceptualmente sus
proyectos. Son indicios que permiten recuperar las piezas al menos
algunas de ellas de un plan que fue desplegndose en el tiempo y que es
posible develar no slo con la lectura de sus resultados finales, las obras,
sino tambin con la mirada puesta en estos bancos de datos. As, textos
e imgenes nos llevan a descubrir las gavetas del taller: sus materiales de
trabajo, las fuentes de muchas de sus ideas, sus mtodos y tcnicas, la
obstinacin en cada proyecto.
El taller, obrador y laboratorio de ideas, es el sitio donde se pueden
recobrar aspectos poco transitados de la produccin de un artista, como
la gnesis y desarrollo de un trabajo. se es el propsito de este ensayo:
recuperar las trazas de un proceso ms o menos extenso, solitario unas
veces, compartido otras, que da lugar a la emergencia de una obra.

1
Gabriela Siracusano ha dado especial relieve al tema del taller como espacio desde donde desmontar
aspectos de la produccin tanto material como simblica de la obra de un artista en Mel, Buenos
Aires, Fundacin Mundo Nuevo, 2005.
2
Se superponen, por ejemplo, una nota de La Nacin sobre la edicin antes que en Francia del libro
de Andr Gide Retoque a mi regreso de la URSS (Buenos Aires, Sur, 1937), una pgina ilustrada de
los rotograbados de La Prensa sobre el comienzo de las clases en las escuelas primarias y una foto
arrancada de la publicidad de un cabaret. Asimismo, crticas y ensayos de arte procedentes de
distintos medios abundan en el archivo de Spilimbergo.

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1. El proyecto Emma 1

Tras la muerte de alguien se produce siempre como una


estupefaccin, puesto que es muy difcil comprender esa venida
inesperada de la nada y resignarse a creer en ella.
Gustave Flaubert, Madame Bovary
Parte III, captulo IX

Las noticias llegan cada da contando muertes: distintas pero todas


desoladoras. Cada una alberga una historia, unas veces de orden pblico,
otras de carcter privado. De distintas formas, a su vez, unas van
remitindose a las otras para narrar entre todas un costado trgico de la
realidad. Producen perplejidad, suspenden el tiempo, resultan muchas
veces inexplicables. Aparecen entonces algunos ensayos en busca de
sentido. Repasan una y otra vez los datos tratando de encontrar alguna
explicacin.
Situndose desde la prctica artstica como un espacio de investigacin
social, ste es quizs el esfuerzo que hizo Spilimbergo cuando se plante
contar la Breve historia de Emma.

13 de agosto de 1936.
Noticia de polica.
Anoche la mujer Emma Scarpini de 30 aos de edad autorizada
para ejercer la prostitucin se suicid arrojndose desde el noveno piso
de un hotel. Era conocida en el bajo fondo por Lola. El cadver fue
transportado a la morgue para su autopsia, an nadie se ha presentado
a reclamarlo. Se hall en su habitacin una carta para sus padres que
deca: Siempre fui buena... no soy yo la culpable.

Escritos febrilmente, en desorden como un campo de batalla, cada uno


de los papeles que se suma en la mesa de trabajo refleja una preocupacin.
Una y otra vez se repite la noticia de polica. Spilimbergo la transcribe,
Guin para Breve historia de Emma.
Manuscrito de Spilimbergo.
subraya algunas frases, suprime otras. Piensa en Emma, en su historia.
Archivo Fundacin Spilimbergo (A.F.S.) Una breve historia. La imagina.

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L A V I D A D E E M M A E N E L TA L L E R D E S P I L I M B E R G O

Tena treinta aos, anota. Slo 17 aos de su historia, agrega. Selecciona


algunos momentos: desde los 13, en la cotidianidad de un barrio del
suburbio, hasta su solitario final en la morgue. Hace cuentas, para asociar
la edad de Emma con distintos tiempos, quizs contrastndolos
inevitablemente con los de su propia historia: 1919, tena 13 aos;
1923; tena 17...
Spilimbergo elabora varios guiones en los que apunta caractersticas y
vivencias del personaje: era obediente y servicial, cuidaba el jardn, de buena
conducta y aplicacin, a los 15 aos trabaj en un taller de planchado, a los
16 en una casa de modas, un da la invitan a subir a un auto (ao 1923),
la llevaron al cabaret, tena 17 aos...
Como guiado por las certezas de una historia ya otras veces narrada,
el recorrido seala el paso de Emma por las manos de un malandrn, la
relacin con una amiga, la droga (morfina, asienta Spilimbergo), el
hospital, su frecuentacin de los bares tuguriosos del Paseo de Julio, un
Boceto para Breve historia de Emma. burdel en San Fernando, el suicidio, la morgue. En todas estas versiones,
28,3 x 19,2 cm. A.F.S. la historia concluye con la noticia de polica. Aquella noticia que lo dej
estupefacto en palabras de Flaubert con la necesidad de comprender
esa venida inesperada de la nada, que habra dado origen a la serie.
Sin embargo, esa noticia no aparece. Los diarios de la poca no la
registran. No se publican suicidios el da que indica en sus papeles.
Tampoco los das anteriores o posteriores.2 Pero hay otras noticias de
polica vinculadas a este tipo de muertes que enmarcan el relato creado
por Spilimbergo, aunque no son stos los nicos materiales.

Trazos vagos que van dando forma a algn rostro se superponen con
textos escritos a modo de recordatorio, que consignan la necesidad de
investigar: buscar un libro documental cientfico sobre los vicios sexuales
masculinos y femeninos. El guin est adems atravesado por otras marcas,
unas ligadas a exploraciones tcnicas tintas litogrficas - comprar negro
intenso - rojo - amarillo citrn, hacer pulir planchas para monocopias
(Batlle), otras a bsquedas icnicas: crear el tipo de mujer, una calle bien
nuestra, una voiturette, conseguir fotos, libros pornogrficos.

Hacia mediados de los aos treinta, Spilimbergo cuenta ya con un


repertorio de temas, formas y soluciones plstico-simblicas maduro que
viene explorando desde comienzos de la dcada. Entre ellos, las alegoras

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EL PROYECTO EMMA

tratadas tanto en pinturas como en la obra sobre papel ocuparon su atencin entre los aos
1929 y 1931. Un conjunto de fuerte carcter experimental aparece en las obras sobre papel
dibujos en lpiz, tintas, monocopias y algunos grabados. All, el tema del cuerpo y el paso
del tiempo ocupa un lugar central, y con l los del orgullo, la vanidad, la fidelidad y la
infidelidad.
El compadrito, la cortesana, la esposa honesta, la infiel, son algunos de los personajes a los
que apela el artista en estos aos ensayando series de dibujos, quizs versiones preliminares
para grabados que no lleg a concretar. Lo que vemos es otro de los conjuntos que realizados
en estos primeros aos treinta actualizan la vanitas barroca. La belleza y su fugacidad se
presentan como advertencias severas frente a la banalidad. Ideas que expone a travs de
representaciones bifrontes, en donde el desdoblamiento de los rostros crea imgenes
complejas, mujeres-calavera, damas-muerte, pobladas por una ambigedad inquietante que
se trasladar, aos ms tarde, a otras obras. La erosin de los cuerpos, los rostros mscara, los
perfiles calavera se integrarn como memoria formal disponible en el proyecto Emma primero
y en el Interlunio luego.
Esta suma de imgenes se acrecienta con la sucesin de recortes de prensa ilustraciones,
fotos, artculos, otras fuentes de documentacin para una investigacin que Spilimbergo va

Guiones para Breve


historia de Emma.
Manuscritos de
Spilimbergo. A.F.S.

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L A V I D A D E E M M A E N E L TA L L E R D E S P I L I M B E R G O

a desplegar durante largo tiempo. Emma forma parte de muchas historias


en las que se cruzan la desdicha, el dolor, la transgresin, la soledad, la
injusticia social.
En este sentido, no es posible desconocer como marco de enunciacin
de este extenso trabajo de Spilimbergo el hecho de que, desde fines del
siglo XIX y de manera creciente y sostenida a partir de la dcada del
Recorte de prensa y boceto
veinte, se asiste a un proceso de emergencia de la mujer como un sujeto
para Breve historia de Emma.
29,2 x 25 cm. A.F.S. social que empieza a disputar, frente al modelo instituido, un nuevo

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EL PROYECTO EMMA

espacio de insercin. Esto puede registrarse particularmente a travs de


la prensa. Tambin en la literatura, las encuestas de las revistas, la
publicidad, las propuestas de modificaciones en la legislacin, la creciente
presencia femenina en distintos mbitos y la formacin de agrupaciones
de mujeres.3
El relato de Emma se alimenta adems en el espacio creciente que la
prostitucin, como problema social, fue alcanzando en los primeros aos
treinta en Buenos Aires: la denuncia de redes como la Zwi Migdal en
1929 y su desarticulacin en 1931, la publicacin de libros como el de
Albert Londres El camino de Buenos Aires (1927) y el de Julio Alsogaray
Triloga de la trata de blancas (1933), entre otros datos de relieve
entonces.4 Si las noticias de polica que a diario reiteran los suicidios y las
muertes por amor o por desolacin estn entre los recortes del taller de
Spilimbergo, las notas de otras secciones tambin colaboran en la
recuperacin de un espacio posible desde el cual el artista estuvo por dos
aos pensando y desarrollando la serie de monocopias: desde Madame
Bovary hasta los bovarismos ledos en Orlando, de Virginia Woolf.5

Ella no ha existido, ha dicho Flaubert de Bovary. Lo mismo podra haber


Boceto para la alegora Lo que vemos,
26,6 x 11 cm dicho Spilimbergo de Emma. Una y otra encuentran varios referentes en
la realidad pero no se corresponden idnticamente con ninguno,
constituyen un tipo real, construido para transitar una historia verosmil.
La literatura para el primero, la plstica para el segundo son lugares desde
donde examinar e interpelar lo social.
Literatura, cine, prensa, fotografas, tango, folletn, ensayos y leyendas
urbanas6 se encuentran productivamente en el taller de Spilimbergo para
dar paso a esta serie que exhibe un nico propsito: denunciar ante la
sociedad burguesa a travs de la zaga de Emma la srdida exclusin a que
se ven sometidas algunas mujeres de las clases bajas. Ellas, como imagina
Spilimbergo en la carta que le hace escribir a su personaje, no son
culpables, sino vctimas de la exclusin social.
sta es una serie de monocopias armada a partir de un guin, de un
programa que organiza las imgenes en una secuencia narrativa. Si en la
sucesin de escritos puede verse parte del proceso de elaboracin de este
proyecto, en el vasto conjunto de bocetos que alberga el archivo del artista
aparece otro costado de este extenso trabajo.
Modificaciones, ajustes y reajustes se vern finalmente plasmados en
las imgenes en que la historia alcanza su formato definitivo. En pequeas

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L A V I D A D E E M M A E N E L TA L L E R D E S P I L I M B E R G O

hojas dibujadas con rapidez y numeradas hace los primeros ensayos, en


donde estudia la eficacia de la secuencia: desde la niez hasta su final,
presagiado en varias piezas por siniestros personajes calavera. All aparecen
los hitos de la vida de una mujer de clase baja que, educada en la escuela
pblica y destinada a las labores de asistencia en el hogar cuando nia, se
ve forzada tempranamente a trabajar. Las tareas que se le ofrecen son las
que estaban disponibles para estos sectores: servir en otra casa, como
mucama o cocinera, o bien trabajar como lavandera o planchadora.
Trabajos que podan realizarse dentro del mbito domstico. La otra
alternativa era la que supona la sumisin del cuerpo: la prostitucin.
Spilimbergo construye para Emma una zaga en la que ella recorre
todos estos caminos cultivando las distintas dimensiones que describen
lo femenino. En el comienzo de la serie, planteado dentro del hogar:
sumisin, abnegacin, laboriosidad, sencillez y ternura. Luego, en el
tramo ms extenso, aparece la contracara de estos valores a travs de la
representacin de Emma como un cuerpo por someter primero y
sometido ms tarde, que se instruye para dar placer y se atormenta al
negarse la libertad y con ella la posibilidad del propio goce.
En los bocetos, Emma pasa de la nia dcil que cuida su jardn a la
seorita que a los 15 aos sale a trabajar en el taller de planchado, a los 16
en una casa de modas y a los 17 es invitada a subir a un auto. Otra escena
sita un conjunto abigarrado de personajes en la galera de un recinto
prostibulario. Un breve texto recoloca la escena dentro de la voluntad de
informar-denunciar una realidad: San Fernando, $1. Recordemos que en
este municipio del norte de Buenos Aires existi uno de los centros ms
importantes de prostitucin de la poca. Slo dos aos bastaron en esta
historia para que Emma cayera presa de su condicin social y de gnero.

Este recorrido pormenorizado que gobierna los bocetos desaparece en la


versin impresa de la Breve historia de Emma de la que hoy disponemos.
El salto de la niez a la juventud es ms rpido. El paso a la prostitucin
se da casi sin alternativas intermedias. La que asumimos como versin
final integrada por 34 monocopias tiene un corte abrupto entre las
primeras escenas y las que siguen, vinculadas a la vida en el burdel.
En las seis primeras piezas, Emma participa de espacios ms o menos
amplios, de fcil identificacin: el interior de la casa, el barrio, el jardn.
En ellos se describe la sencilla austeridad de un hogar de clase baja. Es en

16
EL PROYECTO EMMA

este primer tramo donde el artista establece los rasgos que permitirn
reconocer al personaje, a pesar de sus modificaciones, a lo largo de toda la
serie: de ojos grandes y mirada lnguida, Emma luce una melena corta,
con un moo de lado y un collar al cuello. Este tramo concluye con dos
escenas: la imagen de la nia arreglando su jardn, regida por una
composicin de clara lectura centrada en ella, y aquella que la retrata a

Bocetos para Breve historia de Emma:


En el taller de planchado..., 28,5 x 19,3 cm
La invitan a subir a un coche..., 28,5 x 19,3 cm
San Fernando, $ 1,00..., 19,3 x 28,5 cm

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punto de salir disfrazada para el carnaval de 1919, dos momentos


placenteros del final de la niez.
Las dos obras que siguen adquieren una configuracin diferente: desde
un punto de vista alto, y una perspectiva que no favorece el ingreso en el
espacio sino que reenva la mirada hacia el primer plano, Spilimbergo
rebate la cama en donde Emma est sentada, abatida, con los hombros
cados, los brazos vencidos, los cabellos despeinados y sin su moo,
asistiendo a lo que se entrev como uno de los momentos de su iniciacin.
Luego, la nica monocopia color retoma el motivo anterior redefinindolo
plsticamente al operar con contrastes fuertes de negros, blancos y rojos.
La planimetra en el tratamiento de esta pieza logra una estetizacin que
alivia en parte la tensin dramtica alcanzada en la anterior.
La iniciacin se completa en la escena siguiente con el acondicionamiento
de la imagen personal para la nueva tarea. Cierta amabilidad se reencuentra
Foto de prensa, escolares. A.F.S. en el clima de este cuadro. Emma y su compaera aparecen en una
habitacin descrita con detalle: la cmoda con la palangana y el espejo,
la jarra en el piso, la ventana por donde entra la luz, la pared con un
empapelado muy decorado, la puerta, los listones de la madera del piso.
Emma, acodada en la cabecera de bronce de una cama que entra en el
espacio, mira cmo su compaera se arregla el cabello ante el espejo.
Pero esta presentacin de una condicin casi domstica, que tiende a
naturalizarse en el personaje, el cual parecera quizs resignado
a esta nueva suerte a la que est sometido, no se mantendr.
Emma espera a sus clientes. Una sucesin de personajes calavera
encarna las imgenes de los cafishos, de los clientes; en suma, de la
decadencia de una sociedad que necesita a los prostbulos como las
ciudades a las cloacas.7 Asimismo, estos seres inquietantes aluden a todo lo
que este trabajo a destajo, realizado sobre el propio cuerpo, representa.
Tambin estas imgenes presagian el final.
Emma se muestra, se muestran sus compaeras. Lejos de coincidir con
perspectivas como las del comisario Alsogaray, quien, en su libro de 1933,
a la vez que denuncia la red de prostitucin polaca instala en su anlisis
todos los prejuicios antisemitas, Spilimbergo provee una galera de
diferentes tipos de mujer, sealando el vasto alcance que esta forma de
explotacin tena.
Asimismo, los modos de figuracin que va eligiendo contribuyen al
crescendo dramtico del relato. Si de lo que se trata es de representar el

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EL PROYECTO EMMA

Bocetos para Breve


sometimiento y la esclavitud, los espacios se reducen hasta quedar
historia de Emma.
Emma nia: remitidos a la mnima rea de la cama. Los cuerpos pierden su estabilidad,
Comiendo, 29 x 27,2 cm
se inclinan, tratan de mantener el equilibrio para no caer en el foso del
Con sifn, 28,8 x 15,7 cm
En la escuela, 29 x 37 cm que sale, triunfal, la muerte (monocopia XI). Se suceden las escenas
A.F.S.
donde los cuerpos se exhiben y muestran una y otra vez su condicin.
Unas presentan un abigarramiento de formas y contrastes en conjuntos

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L A V I D A D E E M M A E N E L TA L L E R D E S P I L I M B E R G O

inestables (monocopias XIII y XVI, por ejemplo). Otras exponen cuerpos


que se enlazan y son difciles de separar, representados como formando
uno parte del otro (XXIV y XXV, por ejemplo). La presencia de dos o tres
mujeres va repitindose en distintas frmulas: tocndose, solas o entre s;
contemplndose. Entre todas se distingue la obra XXI, la nica escena
amorosa entre un hombre y una mujer. Una mirada desde afuera aunque
no voyeurista, de quien no est participando del acto sino asistiendo a
una situacin, se reconoce en todo el conjunto. Asimismo, la manera en
que las mujeres estn mostrndose registra un narrador omnisciente,
alguien capaz de interpretar, presentar y representar los estados por los que
pasan estos personajes.
Finalmente, la imagen XXIX implica un quiebre. Emma est sola en
Boceto para Breve
historia de Emma, 26 x 24,6 cm. A.F.S.
su cama, acurrucada, no se deja ver, sino que se envuelve tratando de
ocultarse, de esconder su condicin. A continuacin, en las ltimas piezas
est en el suelo o en la cama, negndose y negndonos el rostro con un
gesto espantado: con los brazos en alto, las manos le cubren la cara.
El punto de vista cercano y la ausencia casi total de determinaciones de
espacio son una constante. Emma, que aparece diferenciada con su
melenita y su collar, se va disolviendo entre otras mujeres a lo largo de la
serie. Sobre el final es muy difcil distinguirla: es quien se muestra con
apata impudorosa, es quien se cubre el rostro avergonzada.
En el cierre del ciclo, en vez de la noticia de polica, como Spilimbergo
haba previsto en el guin escrito, se repone nuevamente la imagen de
Emma. Es el mismo tipo de retrato que coloca al comienzo: frontal, con
el cabello corto, el moo de lado y el collar al cuello. Tena treinta aos
marca el fin. Emma est demacrada. El paso del tiempo aparece en sus
facciones, las marcas silenciosas del sometimiento y el abandono se dejan
ver. Pero la clave est en la mirada. Pas de una serena contemplacin a la
angustia melanclica.
Spilimbergo cuenta episodios de una vida a partir de una noticia en la
que se ha constatado la muerte. Una muerte singular, del algn modo
elegida, el suicidio. De todas las que rondan su escritorio en novelas,
artculos, notas de polica tom sta como parte de la argumentacin
escrita, seguramente porque el suicidio se asocia con la desesperacin, el
escape, el sacrificio. En este caso, quizs todas estas ideas entran en juego.
Sin embargo, recordemos, el suicidio no aparece en las imgenes, s la
desesperacin y, con ella, el agobio, la vergenza, la negacin de la propia

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EL PROYECTO EMMA

imagen en ese proceso de disolucin de la identidad que se da en Emma a


medida que se avanza en la secuencia.

Dos aos de investigacin guiaron al artista en la realizacin de este


extenso encadenamiento de piezas. Spilimbergo: un hombre que asume la
denuncia de una de las formas de sometimiento destinada a las mujeres.
No deja de ser una mirada masculina, tampoco se ocultan sus fuentes
documentales, iconogrficas; sin embargo, es una visin particular de la
historia, una entre cientos. Un relato construido desde fuera, aunque con
la capacidad de reconocer el sufrimiento de quienes lo viven. Es una
narracin que no presenta ningn tipo de reclamo o censura sobre Emma
o el conjunto de mujeres que la acompaan. Por el contrario, est contada
para interpelar a la sociedad burguesa, aquella que hizo odos sordos a
una realidad oscura y que con serena hipocresa aval la redaccin de leyes
que regularon y naturalizaron este tipo actividades.
El proyecto Emma integra as dos aspectos de la figura militante de
Spilimbergo: el esttico y el poltico. Ambos son en este caso de difcil
separacin. La eleccin del tema, la investigacin desplegada, la
observacin cuidadosa del punto de vista desde donde contar la historia
y, con l, la toma de posicin frente al debate contemporneo lo muestran
con una clara voluntad de diferenciarse de otras posturas. No condena a
las prostitutas. Tampoco asume una actitud paternalista como la de

Boceto para Breve historia de Emma,


19,3 x 28,6 cm. A.F.S.

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L A V I D A D E E M M A E N E L TA L L E R D E S P I L I M B E R G O

Lino Enea Spilimbergo

Figura
1933, 41,1 x 27,2 cm

La bailarina
ca. 1936, 32 x 21 cm

quienes, en la bsqueda por entender y denunciar estas situaciones,


convierten a las mujeres en seres que inocentemente caen en la trampa.
En este sentido, la Carpeta de Emma guardada en el taller del artista
aporta ms elementos. Spilimbergo esboza una primera versin de la
noticia de polica que enmarcara esta historia. All le hace escribir a Emma
una carta para sus padres que dice: Siempre fui buena... no soy yo la
culpable. Entre la segunda y la tercera versin, en el texto de la nota agrega
el dato de que Emma estaba autorizada para ejercer la prostitucin, dando
entrada con esto al Estado como responsable de una la ley que avalaba
estas prcticas. Adems escribe nuevamente el texto de la carta y tacha
luego la primera parte, dejando simplemente: no soy yo la culpable. Esta
sentencia y el agregado del respaldo legal reenvan el problema a la
sociedad.
Finalmente, Spilimbergo es un artista, y como tal hace selecciones
vinculadas a su propia prctica que suman sentido al proyecto de
mostracin de una realidad que muchos se negaban a reconocer. Trabaja
cada imagen con austeridad. Regula el uso de las lneas que trazan, secas y
cortantes, los perfiles de los personajes representados, castrando su

22
EL PROYECTO EMMA

Lino Enea Spilimbergo

Figura con libro


1933, 44 x 27,2 cm

Figura habitual ductilidad para modular las formas con ellas. Plantea netos
1936, 31,9 x 20,9 cm
contrastes de valores, evitando casi siempre las inflexiones que podran
Figura conceder cierta blandura a las imgenes. Cada elemento est
s/d, 44 x 27,2 cm
cuidadosamente observado, afirmando la presencia de los mnimos
elementos indispensables para que la propuesta de cada cuadro resulte
eficaz con el sentido que se desea dar a ste y al conjunto. Entre tanto,
de las opciones disponibles, Spilimbergo se impuso la monocopia, una
tcnica de impresin que, en tanto estampacin sobre papel de una
imagen que se ha realizado previamente en otro soporte, comparte
aspectos del grabado. Sin embargo, no permite la copia de ms de un
ejemplar por placa. Por qu limitar la serie a la monocroma propia del
grabado? Por qu reducirla a la nica alternativa de estampacin que
admite slo una copia?
La monocroma refuerza la severidad con que cada imagen se afirma.
Elegir el grabado como soporte para este trabajo est en consonancia con
la historia del recurso: la facilidad de circulacin social a partir de la
reproducibilidad y el uso poltico que se ha hecho de l.8 Pero contradecir
esto eligiendo la nica alternativa que impide la multiplicacin estara

23
L A V I D A D E E M M A E N E L TA L L E R D E S P I L I M B E R G O

Boceto para Breve historia


de Emma: Emma cuando
tena 30 aos...,
28,5 x 19,3 cm. A.F.S.

24
EL PROYECTO EMMA

buscando plantear otra cosa. Es indiscutible que la unicidad de la serie da


una condicin aurtica a estos papeles que otras tcnicas de estampacin
no hubieran permitido, tal vez con la voluntad de reponer simblicamente
un aura a personajes a quienes la realidad de sus existencias les haba
negado todo respeto. Asimismo, la imposibilidad de replicar la serie
encierra quizs una de las apuestas de este proyecto: terminar con este tipo
de esclavitud moderna.
Investigacin, tcnica y modos de representacin elegidos dan cuenta
de las elecciones esttico-polticas que el artista hizo para llevar a cabo su
proyecto. Una apuesta realizada con el deseo de intervenir en la sociedad,
que tendr que esperar varios aos para ser expuesta completa. Y cuando
esto ocurre en 1949 en Tucumn, la muestra es censurada por la Iglesia,
confirmndose con este gesto represor la intensidad de la denuncia de la
que estas obras son portadoras.

1
Esta parte del trabajo se enriqueci durante el proceso de elaboracin y escritura con los
comentarios de Mariel Huernos Wechsler y las charlas sostenidas con ella.
2
Agradezco la colaboracin de Nora Arrechea en la pesquisa hemerogrfica, as como sus
comentarios.
3
Cfr. Duby, G. y Perrot, M. (dirs.), Historia de las mujeres, Madrid, Taurus, 1993; Gil Lozano, Fernanda
(comp.), Historia de las mujeres en la Argentina. Siglo XX, Buenos Aires, Taurus, 2002.
4
Recientemente se publicaron varios trabajos referidos al tema de la prostitucin en la Argentina.
Remito al lector al de Donna J. Guy El sexo peligroso, Buenos Aires, Sudamericana, 1991, como
texto clave de referencia.
5
Entre los papeles de Spilimbergo se observan recortes de prensa que remiten a la lectura del drama
psicolgico Napolen, de Maurice Reynal, en donde cont la historia del personaje entrando en
aspectos relativos a su conflictiva vida amorosa. Aparece tambin entre sus papeles la crtica al libro
Orlando, de Virginia Woolf, editado por Sur en 1937. El tema de la muerte pasional est en varios
artculos de diferentes fechas reunidos en el archivo del artista. Dada la resonancia de la novela de
Flaubert Madame Bovary en los textos mencionados y la eleccin del suicidio como forma de muerte
para Emma, es posible imaginar el encuentro de Spilimbergo con esta obra.
6
Algunos de quienes trataron a Spilimbergo sealan que Emma era una mujer a quien l haba
conocido. Ms all de la posible existencia de Emma, no se ha podido encontrar en la prensa de la
poca la noticia de polica que Spilimbergo escribe como parte del proceso de armado del guin de
la serie.
7
Parafraseando la idea de Santo Toms de Aquino, quien afirm: Los prostbulos son a la ciudad lo
que la cloaca al palacio, respaldando con esta sentencia la necesidad de este tipo de instituciones
para el funcionamiento social. Citado en una entrevista de Pgina/12 por Elsa Drucaroff, autora de
El infierno prometido (Buenos Aires, Sudamericana, 2006), Buenos Aires, 15 de febrero de 2006.
8
Sobre estos aspectos en relacin con la produccin de este y otros artistas argentinos del perodo,
ver Gen, M., Dilogos entre buriles y gubias, en Territorios de dilogo. Entre los realismos y lo
surreal, Mxico, Munal, 2006; Wechsler, D., Imgenes en el campo de batalla, en Fuegos cruzados,
Crdoba, Espaa, Fundacin Rafael Bot, 2005, y Dolinko, S., Arte para todos. La difusin del
grabado como estrategia de popularizacin del arte, Buenos Aires, Fundacin Espigas, 2003.

25
Breve historia de Emma

26
ii. Interlunio, un proyecto compartido

Junio 2 1937
Amigo Spilimbergo: -
Le escribo estas lneas para rogarle que me hable por telfono
(41-0498) el viernes o el sbado, de 1-1/2 a 2-1/2,
o de 9 a 10 de la noche, pues tengo un proyecto que, aunque
vago, puede resultar interesante para los dos.-
Lo saluda con toda estimacin y simpata.-
Oliverio Girondo

El poeta que en los aos veinte pensaba en una modernidad que lo


deslumbraba y abrumaba a la vez, tanto que al cruzar la calle se vea
obligado a abandonar el lastre que su sombra representaba,1 emprende en
1937 un proyecto que recupera esa dimensin agobiada de la experiencia
urbana moderna. Interlunio es el ttulo del texto que ese ao Girondo
publica por editorial Sur.2
Un texto plagado de imgenes complejas que remiten a realidades
encontradas en el cruce ms o menos arriesgado de elementos, dando paso
a representaciones nuevas: una voz llena de holln, el aliento de cama
deshecha, el susurro con el que crece la barba de los muertos. Estas imgenes
participan de la descripcin del personaje sombro que habita el relato de
Girondo. Un texto escrito desde la ms profunda interioridad del
protagonista, un poeta europeo que llega a Buenos Aires en busca de
nuevos horizontes y va narrando la manera en que el entorno es percibido
por l. Los ruidos, las luces, la presencia de los otros afectan su
subjetividad, lo van cercando, enloqueciendo poco a poco, obligndolo
a huir hacia los bordes de la ciudad para reencontrarse all, alucinando.
Esta historia, a pesar de su deriva oscura y de un clima surreal, no pierde
ocasin para anclar en aspectos muy caros a su autor, como su
identificacin con Buenos Aires. Resulta placentero encontrar los pasajes
en los que seala a la ciudad y a la pampa como espacios en donde es

47
L A V I D A D E E M M A E N E L TA L L E R D E S P I L I M B E R G O

Tres pruebas de artista que analizan


calidades de lneas, texturas,
condiciones para el desarrollo plstico
expresivo de la serie, y primera
pgina de Interlunio, en donde se
plantea la relacin texto-imagen.
A.F.S.

posible an que la historia prosiga. Es as como (se refiere al poeta), antes


de embarcarse para la Argentina, ya se la representaba como una enorme vaca
con un milln de ubres rebosantes de leche, y como, a los pocos das de
ambular por Buenos Aires, haba comprendido que, a pesar de su apariencia
bombardeada, la pampa acababa de aproximarse al ro para parirla. Frente
a ella, la vieja Europa es algo podrido y exquisito. La tierra ya no da ms.
Es demasiado vieja. Est llena de muertos. Y lo que es peor an, de muertos
importantes. En vano se trata de eludirlos. Se tropieza con ellos en todas
partes. No hay un umbral, un picaporte que no hayan desgastado.3
Se escurre, dentro del texto de Girondo, un anhelo de refundacin en
estas y otras menciones a las diferencias entre Europa y Amrica y
particularmente a la Argentina. Este relato est invadido por el clima de
desazn creciente que emerge de la amenazante situacin internacional.
Tambin por la zozobra que, dentro del mbito nacional, generaban la
censura y la represin de los gobiernos que, a partir del golpe del 6 de
septiembre de 1930, se sucedieron a lo largo de esa dcada. Sin embargo,
admite ciertas filtraciones. Es quizs desde este espritu utpico que el
poeta decide ensayar un proyecto compartido e invita a Spilimbergo a
participar de una idea que cree que puede ser interesante para ambos.

No te da vergenza? Cmo es posible? Qu has hecho para llegar a ese


estado? Ya ni siquiera puedes vivir entre la gente?... Estas preguntas que la

48
I N T E R L U N I O , U N P R O Y E C T O C O M PA R T I D O

madre vaca hace al protagonista de Interlunio, ledas por el Spilimbergo


que estaba acabando el proyecto Emma, podan hacer que se reencontrara
con algunos de los trminos de aquel largo emprendimiento. La historia de
Emma era compleja, sombra, torturada. La del protagonista del texto
de Girondo tambin. Sin embargo, otro era el origen y otro el punto de
partida de este trabajo. Tambin fueron otros los tiempos en que se
desarroll.
El texto vena dado. Las imgenes, de algn modo sugeridas.
Se presentaba un nuevo desafo. Para Girondo representaba renunciar a
ilustrar l mismo, cosa que haba ensayado en otras oportunidades, y tener
un primer lector que analizara su trabajo con el propsito central de
imaginarlo, darle forma y construir las representaciones figurativas para
este relato. Para Spilimbergo, significaba un ejercicio de imaginacin
disciplinada, ya que sus figuraciones tenan que adecuarse y poder estar en
perfecta sintona con el texto que las originaba.

Cmo van los dibujos?, preguntaba Girondo en una carta a Spilimbergo.


Aunque no quiero manifestar ninguna impaciencia, le agradecera que me
hable cuando crea oportuno que yo los vea. La tipografa ya est decidida y
cuando Ud. acepte el papel, quedara establecido el formato.4 No slo
tendran que manejar la impaciencia sino que adems sera necesario
poder vibrar en la misma frecuencia para lograr imaginar de manera

49
L A V I D A D E E M M A E N E L TA L L E R D E S P I L I M B E R G O

Interlunio, pruebas de artista que analizan


calidades de lneas, texturas, condiciones para convergente cada figura. Girondo le sugiere en una carta que el
el desarrollo plstico expresivo de la serie. A.F.S. protagonista tenga ojos claros, pues alcanzara con ellos la expresin
alucinada del personaje.5 Ya su texto arrancaba diciendo: Lo veo, recostado
contra la pared, los ojos casi fosforescentes, y a los pies, una sombra ms
titubeante, ms andrajosa que la de un rbol.6
Nuevamente, en el taller de Spilimbergo se dieron dos acciones
simultneas: componer las imgenes, en este caso de algn modo de
a dos, y explorar las tcnicas ms apropiadas para lograr el mximo
de posibilidades en cada pieza.
Se suceden en pocas semanas los bocetos. Los intercambios con
Girondo. Los ajustes de las versiones. Las selecciones. Spilimbergo gener
ms imgenes de las que finalmente quedaran. Fue su responsabilidad
final elegirlas. Girondo expresaba en una carta que no estaba en l
seleccionarlas, ya que por diversos motivos me gustan todas.7

50
I N T E R L U N I O , U N P R O Y E C T O C O M PA R T I D O

Bocetos para Interlunio, 9 x 11 cm


y 13,5 x 11,5 cm. A.F.S.

Simultneamente se va probando el material. Numerosos recibos de


compra de papeles, tintas, gubias, rodillos indican la experimentacin con
cada uno de ellos hasta encontrar el que resultara apropiado para este
trabajo. Los ensayos conservados registran desde la prueba de resistencia
del papel a la presin de la prensa con la placa de cobre hasta su capacidad
de albergar todas las calidades de lneas y texturas aterciopeladas que con
el aguafuerte es posible lograr. Se miden los tiempos de mordiente del
cido para lograr distintas texturas. Se ensayan diversos tipos de trazos con
varias gubias diferentes hasta que finalmente se halla el repertorio ajustado
para llevar al grabado las imgenes pensadas.
Boceto donde se encuentran Los bocetos, en tanto, muestran la manera en que se dio el encuentro
virtualmente Interlunio y Emma,
15,7 x 12,8 cm. A.F.S.
ms o menos virtual de los mundos de Emma y de Interlunio. En un
papelito pequeo, dividido en dos registros, se ve el croquis de un bar.
En el primer plano, un rtmico juego lineal a partir de las formas de las
sillas Thonet, que aparecer luego en una de las planchas para la obra de
Girondo; en el ltimo, se dibuja una figura de mujer, desnuda, que recrea
el ambiente del cabaret. Abajo Spilimbergo escribi deseo. Sentimiento
que a uno y otro personaje le aparece de distintas formas negado.
Como los bocetos, algunos grabados de Interlunio albergan a Emma y
recogen los ensayos figurativos de Spilimbergo de este perodo. A manera
de summa iconogrfica, la plancha VI est armada a partir de la idea de
montaje. Sobre la fachada horadada de un edificio de varias plantas, se
yuxtaponen algunas de las alegoras de finales de la dcada del veinte y
comienzos de la del treinta. Cada una de las microescenas remite, a modo
de cita, a alguna otra que est presente en la misma serie, o bien a otras

51
L A V I D A D E E M M A E N E L TA L L E R D E S P I L I M B E R G O

Interlunio VI, prueba de artista,


14,2 x 10,6 cm. A.F.S.

Esquema preliminar para Interlunio VI,


27,5 x 18,5 cm

realizadas con anterioridad, como Toilette de la cortesana, los esqueletos de


Idilio, la alegora de la Fidelidad. En esa misma composicin, en el primer
nivel, a la izquierda, Emma se convierte en un habitante ms de aquella
atormentada construccin.
Interlunio adquiere la doble condicin de proyecto compartido y
proyecto personal, ya que rpidamente pasa a integrarse dentro del

52
I N T E R L U N I O , U N P R O Y E C T O C O M PA R T I D O

mundo mental y figurativo de Spilimbergo. En el desenlace, el personaje,


a fin de cuentas un migrante moderno, habitante de ningn sitio, se
extrava entre las distintas versiones sobre su destino. Quizs habra
regresado a Pars, tal vez el espionaje ruso lo hizo fusilar despus de
encomendarle una misin en China, tal vez permanezca en el mismo sitio,
en algn caf, procurando resistir. Esta ltima imagen en donde el
protagonista se desvanece adopta en la figuracin de Spilimbergo un
aspecto aterrador. Un perfil sorprendido se desdobla para ir mutando en
rostro aterrado primero y calavera luego. La imagen espectral pone fin a
esta extraa historia. El presagio de un tiempo gobernado por las
prdidas, el desmoronamiento y el caos queda planteado.

1
En la terraza de un caf hay una familia gris [] el ruido de los automviles destie las hojas de los
rboles. En un quinto piso, alguien se crucifica al abrir de par en par una ventana [] Pienso en
dnde guardar los quioscos, los faroles, los transentes, que se me entran por las pupilas.
Me siento tan lleno que tengo miedo de estallar Necesitara dejar algn lastre en la vereda. Al llegar
a la esquina, mi sombra se separa de m y de pronto se arroja entre las ruedas de un tranva.
Apunte callejero, de Oliverio Girondo, en Veinte poemas para ser ledos en el tranva, Pars, 1922.
2
La edicin original de Interlunio se public por editorial Sur. Bajo la direccin artstica y el cuidado
inmediato del autor se han impreso de este libro doscientos veinte ejemplares cuyas caractersticas
se especifican a continuacin: se hicieron 14 ejemplares numerados de I a XIV, sobre papel Fabriano
con once aguafuertes, grabadas y tiradas por Lino Spilimbergo, y una serie de stas firmadas por el
artista, impresas con tinta color azul oscuro sobre papel especial para aguafuertes fabricado por Carl
Schleicher y Schhl, Dren. Cuatro ejemplares idnticos a los anteriores, fuera de comercio; tres de
los cuales llevan la firma del autor, y el otro, destinado a ste, una carpeta adjunta con los dibujos
originales del artista y un estuche con las once planchas de cobre utilizadas en la tirada y que no
volvern a emplearse en ninguna otra. Veintin ejemplares numerados de XV a XXXV, sobre el mismo
papel y con las mismas aguafuertes, pero sin la serie que acompaa a aqullos. Seis ejemplares
iguales a stos, fuera de comercio, firmados por el autor; y ciento setenta y cinco ejemplares:
sesenta y cinco numerados de 1 a 65 y ciento diez fuera de comercio, sobre papel Hammermill,
con la reproduccin de las aguafuertes originales, por Guillermo ngel. Ral E. Lagomarcino corrigi
las pruebas. Juan R. Colombo tir el texto y los grabados. Alejandro Zampieri ejecut la
composicin. Dada la dificultad de encontrar esta edicin, el texto de Interlunio y una introduccin
referida a la obra del autor pueden leerse en Oliverio Girondo, Obra completa, coordinador Ral
Antelo, Pars, UNESCO, 1999.
3
Ambas citas pertenecen a Interlunio; no se consignan nmeros de pgina, ya que se ha trabajado
con la edicin original, que carece de ellos.
4
Oliverio Girondo a Spilimbergo, carta escrita a lpiz sin indicacin de fecha ni lugar, slo Viernes.
En Archivo Spilimbergo, Buenos Aires, Argentina.
5
Ibd.
6
Ibd., nota 12.
7
Oliverio Girondo a Spilimbergo, carta escrita a lpiz sin indicacin de fecha ni lugar, slo Jueves
(noche). En Archivo Spilimbergo, Buenos Aires, Argentina.

53
iii. La enseanza como proyecto

El taller, centro de produccin e investigacin para el artista, es tambin


un espacio para la transferencia de experiencias y conocimientos. En plena
etapa de desarrollo de su proyecto creador, en el curso de los aos treinta,
ms precisamente a partir de 1934, Spilimbergo inicia su actividad como
maestro de artistas. Una imagen ampliada del taller aparece en este
momento. La reflexin autocrtica de qu y cmo trabajar se impone a la
hora de tener que pensar la transferencia de conocimientos. Se suceden las
preguntas. Qu contenidos y cmo seleccionarlos? Por qu, para qu y
desde dnde ensear arte en la Argentina de los aos treinta? Preguntas
que se reeditarn una y otra vez en distintos momentos de su trayectoria
docente.
Sin dudas, para poder ensear es necesario estar en posesin de cierta
madurez en el desarrollo del propio trabajo. Tambin la enseanza puede
presentarse como una alternativa econmica posible para un artista que
como Spilimbergo, al igual que sus contemporneos, actuaba en un medio
en donde el mercado del arte estaba todava orientado centralmente al de
origen europeo. Pero esta actividad, que comienza en el Instituto
Argentino de Artes Grficas en 1934, lo acompaar toda la vida, lo que
permite imaginar un especial inters por dedicarse a la formacin de
nuevas generaciones.
l se haba formado en la Academia de Bellas Artes en tiempos de
Po Collivadino, Carlos Pablo Ripamonte y otros maestros que haban
sido los responsables de transmitir el canon, los recursos de la tradicin
plstica, la norma. Con esa caja de herramientas Spilimbergo trabaj hasta
alcanzar el premio del Saln, que le permiti desarrollar su experiencia
europea. All el encuentro con la tradicin y con el arte moderno fue el
responsable de ajustes en el modo de pensar las imgenes y de la
incorporacin de nuevas piezas para aquella caja de herramientas forjada
en Buenos Aires.
L A V I D A D E E M M A E N E L TA L L E R D E S P I L I M B E R G O

La exploracin de los recursos del arte moderno, la recuperacin del


respeto por el oficio desde una nueva perspectiva, la asuncin de un
partido figurativo contemporneo ligado a las figuraciones de nuevo cuo,
la pintura metafsica y las interferencias surreales aparecen a su regreso de
Europa como los nuevos instrumentos de su accionar. Con ellos, despleg
las diferentes lneas de trabajo de los aos que siguieron: los leos y
temples planteados entre los realismos y la metafsica; las tintas y grabados
en tensin entre un realismo expresionista y lo surreal.
Pero no ser exactamente este patrimonio esttico el que Spilimbergo
elija para transmitir a sus discpulos. No se trata de transferir una
manera sino de poder ofrecer las herramientas para la elaboracin de un
pensamiento visual propio. En este sentido, otra vez los cajones del taller
de Spilimbergo ofrecen materiales que permiten reconstruir su seleccin de
contenidos para la formacin de otras generaciones.
Anales Grficos, publicacin Un papel que parece ser un apunte de clase hace pensar en un artista
del Instituto Argentino de Artes Grficas. que retoma sus experiencias de formacin, las revala y selecciona de ellas
Enero de 1937. Archivo Eolo Pons.
los contenidos a transmitir. Al dorso de esta hoja en donde est analizada
la estructura compositiva de una obra, se encuentran los pasos para poder
realizar esta tarea. En un borde se inscribe el nombre de Andr Lothe.1
La secuencia de esquemas compositivos seala varios momentos. En el
primero se indica la necesidad de identificar las direcciones dominantes
siguiendo el criterio de paralelismo. El segundo busca la pirmide
convergente. El tercero suma las direcciones y pirmides convergentes y
los ngulos opuestos, describiendo un esquema formado por dos
tringulos equilteros superpuestos e invertidos. Otra opcin para el
anlisis es el crculo que se inscribe dentro de un cuadrado. Adems, se
han de observar el balance entre superficies dinmicas y estticas y la
manera en que se distribuyen luces y sombras. Un elemento gobierna la
lectura: el nmero de oro, la seccin urea leda en el libro de Matyla
Ghyka, Esthtique des proportions, publicado en 1927. Tambin circulaban
entonces los textos de Ozennfant y Jeanneret, que postulaban un nuevo
orden cuya fuente estara en la arquitectura clsica, y los de Carr y de
Chirico, que proponan la recuperacin del oficio. La serie de terrazas de
Spilimbergo realizadas entre 1929 y 1931 podra leerse en sintona con
ambas direcciones: por un lado, como exploracin de las proporciones y
observaciones compositivas sealadas por los franceses y, por otro, como
ensayo tcnico con materiales preparados artesanalmente, como el temple.

76
LA ENSEANZA COMO PROYECTO

Spilimbergo, estudio
de composicin,
22,5 x 30,5 cm. A.F.S.

Abajo, esquemas para


el anlisis compositivo,
22,5 x 30,5 cm. A.F.S.

77
L A V I D A D E E M M A E N E L TA L L E R D E S P I L I M B E R G O

Reproduccin de Mujeres corriendo en la playa,


de Pablo Picasso (obra que integr la muestra
del artista en Buenos Aires en 1934), sobre la
cual Eolo Pons ensay el anlisis compositivo
(arriba a la derecha, 13 x 15 cm; abajo, 17 x
25,5 cm) segn los esquemas aprendidos en las
clases
de Spilimbergo. Archivo Eolo Pons.

Estudiar el nmero de oro, analizar conceptualmente el plano sobre el


que se va a trabajar, examinar descarnadamente los modelos hasta alcanzar
una lectura de sus estructuras elementales son los principios con los que
Spilimbergo encara sus primeras clases en el Instituto de Artes Grficas,
principios que lo acompaarn en su extensa carrera docente.
Eolo Pons, uno de los primeros alumnos de Spilimbergo, guarda en su
taller estos primeros ensayos. En 1934 haba tenido lugar en Buenos
Aires, en la galera Mller, la primera gran muestra de Pablo Picasso.
Haban estado disponibles 72 obras para que los artistas, estudiantes y el
pblico las contemplaran. El recorte de una reproduccin de Mujeres
corriendo en la playa, una de las obras que haba sido exhibida, sirvi a
Pons como motivo para ensayar el anlisis compositivo propuesto por su
maestro. Los resultados favorecan el cotejo de la tradicin artstica con el
arte moderno. La obra poda ser reducida, en trminos abstractos, a la
forma de una estrella.
Junto a estos estudios, los de composicin libre abren un panorama de
trabajo creativo en donde la disciplina que se est aprendiendo se convierte

78
LA ENSEANZA COMO PROYECTO

rpidamente en instrumento para dar va a la subjetividad. Con Pons


asistieron a estas primeras experiencias de formacin Leopoldo Presas,
Luis Lusnich, Mario Loza y varios ms . La traduccin del libro de
Ghyka, la edicin de una revista del Instituto que incluyera obra de los
alumnos seleccionada con el aliento del maestro, instalaban una nueva
forma de entender la enseanza artstica en nuestro medio.
La fama de Spilimbergo como maestro fue creciendo. Especialmente
interesaba el rigor con el que transmita las que ya se reconocan como
herramientas del arte moderno. Muchos participaron de sus clases; otros,
como Luis Barragn, se acercaron al Instituto para compartir las
enseanzas desde afuera. El trabajo comenz a alcanzar una expansin que
super rpidamente el marco estrecho de las aulas taller de aquella
institucin. Ingres luego a la Academia de Bellas Artes como profesor de
dibujo. Son numerosos los artistas que hoy tienen, aproximadamente,
entre setenta y ochenta aos que consignan en sus biografas haber
asistido a sus clases: Albino Fernndez, Alfredo de Vincenzo, Juan Mel,
entre tantos. Otros, como Carlos Gorriarena, vieron frustrada su
Albino Fernndez, expectativa de tener a Spilimbergo como docente al llegar a 4 ao, ya que
Homenaje a Lino
Spilimbergo V
ste renunci en 1948. Ello los condujo a abandonar la formacin
1964 sistemtica para continuarla en alguno de los talleres libres de la poca: el
79 x 53 cm
de Emilio Pettoruti, el de Horacio Butler, el de Demetrio Urrucha. Entre
tanto, otros prefirieron viajar a Tucumn, en donde se gestaba un nuevo
proyecto: la formacin del Instituto Superior de Artes de la Universidad
Nacional de Tucumn. Participaron en diferentes secciones de este
emprendimiento Vctor Rebuffo, Lajos Szalay, Lorenzo Domnguez y
Ramn Gmez Cornet.
Por invitacin de Guido Parpagnoli, director de ese Instituto,
Spilimbergo se hizo cargo de la seccin de pintura. Se presentaba aqu una
nueva ocasin para repensar la prctica artstica desde la perspectiva de la
transmisin de contenidos a nuevos estudiantes.
Se suma ahora a los materiales ya instalados entre sus alumnos los
temas derivados de la composicin a partir de la seccin urea, el anlisis
profundo de las formas, etc. la posibilidad de desarrollar artistas capaces
de trabajar en equipos. En un intento por recuperar el ensayo de trabajo
grupal, efectuado aos antes con Siqueiros, cuando juntos realizaron el
Ejercicio plstico (1933), con la participacin adems de Antonio Berni y
Juan Carlos Castagnino, Spilimbergo dise un programa para la seccin

79
L A V I D A D E E M M A E N E L TA L L E R D E S P I L I M B E R G O

que tuvo como finalidad lograr la perfeccin esttica, terica y prctica,


valindose para ello de todos los recursos de la investigacin, desde estudiar los
secretos de las leyes de la pintura y la prctica de la composicin mural, con
experimentacin de todos los materiales nuevos, modernos utilizables para los
estudiantes. Este objetivo marco estaba acompaado por la voluntad de
constituir equipos capaces de realizar pinturas murales a fin de establecer el
contacto con el pueblo por medio de obras de calidad artstica. Se decorarn
por ejemplo, los muros de hospitales, los de salas de conferencias, bibliotecas
populares, escuelas, campos de deportes, etc. Todo edificio que el pueblo
frecuente. Con respecto a los programas iconogrficos indicaba: los temas
sern tomados de nuestro pasado histrico, de noble contenido y de
acontecimientos ms representativos del momento actual, y remata diciendo:
ponerse en contacto con la vida.2
El Instituto Superior, por su posicin geogrfica, nucle no slo a
aquellos que como Albino Fernndez, Alfredo de Vincenzo, Susana Soros,
Carlos Alonso, Retrato Leonor Vasena y Eduardo Audivert, entre otros, lo siguieron desde Buenos
de Spilimbergo, 1959
65 x 46 cm.
Aires, sino que sum adems a numerosos estudiantes de la regin, entre
quienes estuvieron Carlos Alonso, Miguel Dvila, Carlos Torrallardona,
Juan Carlos de la Mota, Alfredo Portillos, Eugenio Hirsch.

Como se advierte en la seleccin de pequeas series de trabajos signadas


por la fuerte marca de un proyecto de identidad personal de varios de los
que fueron sus discpulos,3 y como lo revelaron las entrevistas sostenidas
con cada uno de ellos, ser alumno de Spilimbergo implicaba comprender,
desde la severidad del maestro, la necesidad de aprehender la ley, esa gran
ley del artista que seala disciplina en la tarea diaria, investigacin en las
posibilidades de las formas, las tcnicas y los temas.

1
Recordemos que Lothe era el maestro del arte moderno, que funcionaba como referente para los artistas
latinoamericanos que hacan su migracin moderna a Pars.
2
Lino Enea Spilimbergo, prrafos del proyecto para la seccin pintura del Instituto Superior de Artes
de la Universidad de Tucumn, 1949, en Archivo Spilimbergo, Buenos Aires.
3
Agradezco a Micaela Bianco su colaboracin en la catalogacin de la obra de estos artistas.

80
El taller como espacio de formacin 1

Lograr la perfeccin esttica, terica y prctica, valindose para ello


de todos los recursos de la investigacin, de estudiar los secretos de las
leyes de la pintura y la prctica de la composicin mural, con
experimentacin de todos los materiales nuevos, modernos, utilizables
para los estudiantes.
Spilimbergo, 1948

Se rene aqu una breve seleccin de artistas que fueron discpulos de


Lino Enea Spilimbergo o que se reconocen como tales. Las obras elegidas
dibujos, tintas, grabados exhiben un recorte acotado pero significativo
del trabajo de cada uno de ellos. Partiendo de la idea de que el dibujo es
algo ms que un simple primer paso y ha llegado a adquirir dentro del
arte moderno una autonoma antes desconocida, para convertirse en una
propuesta plstica acabada, esta seleccin ofrece otras miradas, despojadas
y potentes, sencillas y profundas a la vez, que registran aspectos y
percepciones de lo contemporneo.
Lneas sutiles y moduladas unas veces, secas y austeras otras, atraviesan el
plano, se encuentran y describen formas sensibles que configuran trabajos
en los que estos artistas aparecen a travs de sus gestos, la pureza de los
trazos y la sntesis con que resuelven el problema esttico al que se
enfrentan en cada obra.

1
Las biografas de los artistas seleccionados no pretenden dar cuenta de sus extensas trayectorias, sino que
funcionan como marcos de referencia para ubicarlos en el taller de Spilimbergo.

83
Eolo Pons
(Buenos Aires, 1914)

La Academia Nacional de Bellas Artes fue cada uno de ellos el desarrollo de una
su primer espacio de formacin, propuesta plstica con identidad propia.
abandonado despus de haber militado en En este sentido pueden ser vistos los
la huelga de estudiantes de 1934, en la que trabajos de la serie de fuerte impronta
se promova la modificacin de los planes surreal que Pons realiz entre 1935 y 1939.
de estudio. En 1935 pas a los talleres del Aos ms tarde, Spilimbergo convoc a
Instituto Argentino de Artes Grficas, Pons que regresaba de una intensa
donde conoci a Lino Enea Spilimbergo, experiencia en Bolivia como uno de sus
quien apareca ya como uno de los colaboradores para el proyecto que
maestros deseados por los estudiantes, que desarroll en el marco de la Universidad
comenzaban a identificarlo como un Nacional de Tucumn. Por razones
referente del arte moderno y del artista familiares, Pons no pudo incorporarse; sin
comprometido con su prctica y con la embargo, su breve paso por Tucumn
sociedad. seal otra de las lneas de su extensa labor:
Con l se form en la disciplina del trabajo la propuesta muralista. Se presentan aqu
en el taller, fundada en la labor cotidiana, algunos estudios que realiz en el curso de
la observacin rigurosa y el anlisis los aos cincuenta. En ellos es posible
compositivo. registrar tanto el rigor del dibujo y la
En suma, seala Eolo Pons, fue con construccin compositiva como algunas de
Spilimbergo con quien aprend la ley, con l las etapas de este tipo de trabajos: desde el
estudi el nmero de oro, la proporcin urea, anlisis pormenorizado de las figuras
nos introdujo a la lectura de varios tratados, individualmente consideradas hasta el
como los de Andr Lothe y Matyla Ghyka. estudio general de direcciones, tensiones y
La normativa del maestro, sin embargo, no estructura del conjunto iconogrfico
se reflej, en su caso (como en el de los diseado.
dems discpulos), en la construccin de un
tipo de figuracin a imagen de la de aqul.
Por el contrario, el rigor de la propuesta
analtica de las formas transmitido por
Spilimbergo, as como la invitacin
permanente a que sus alumnos ensayaran Escaleras
composiciones libres, promovieron en 1938
30 x 22 cm

84
Leopoldo Presas
(Buenos Aires, 1915)

Tempranamente comenz su formacin en


el taller del dibujante y grabador Adolfo
Sorzio, quien preparaba alumnos para
ingresar a la Academia Nacional de Bellas
Artes. En 1934 se inscribi en el tercer ao
de dicha escuela pero, debido a la huelga de
estudiantes que propona una modificacin
de los tradicionales mtodos de enseanza,
termin abandonando este espacio para
migrar al Instituto Argentino de Artes
Grficas. All trabaj con Spilimbergo.
Hacia 1939 se integr, junto con Luis
Barragn, Ideal Snchez, Vicente Forte,
Bruno Venier, Alberto Altalef y Juan
Fuentes, en el Grupo Orin. Amparados
por el soporte terico-crtico del escritor
Ernesto B. Rodrguez, avanzaron sobre la
exploracin de las propuestas plsticas
surrealistas. Como grupo realizaron slo
dos exposiciones, la primera en la Sociedad
Argentina de Artistas Plsticos y la segunda
en la Galera Mller.
Quizs a partir de su opcin surrealista,
quizs por la impronta de su maestro, la Retrato de Garabito
obra de Presas est signada por una fuerte s/d
filiacin figurativa, cuyo rasgo de identidad 60 x 45 cm

es la dinmica de las formas, aspecto que se Mujer


observa particularmente en la serie de 1973
retratos-figuras aqu reunidos, en los cuales 65 x 45 cm

la lnea recorre una y otra vez cada una de


las formas, otorgndoles una sutil
vibracin.

90
Albino Fernndez
(La Habana, 1921)

La crisis de 1929 llev a la familia serie Canto a la libertad y un conjunto de


Fernndez fuera de Cuba. Emigr a Espaa grandes monocopias que despliegan algunas
primero, para llegar en 1932 a Buenos de sus exploraciones abstractas y, con ellas,
Aires. Ya instalado, entr en la Academia de una de las dimensiones fuertes de su obra.
Bellas Artes, pasando a integrar las filas Finalmente, de la serie de Homenajes se
de alumnos que esperaban llegar a 4 ao seleccion el potente Homenaje a Lino
para asistir a las clases de dibujo de Spilimbergo, en el que da un registro de su
Spilimbergo. Fernndez estableci una admiracin hacia l, as como de la
estrecha relacin profesional con su independencia en la que se form.
maestro, la cual lo llev a convertirse en su
ayudante durante buena parte de la gestin
que ste realiz en Escuela de Artes de la
Universidad Nacional de Tucumn, a partir
de fines de los aos cuarenta.
Fernndez es un animador cultural que
logr contribuir con eficacia en la
organizacin del taller de Spilimbergo en
Tucumn y promovi exposiciones de los
que entonces eran sus alumnos, as como la
antolgica muestra de Spilimbergo de
1949, en donde, entre otras piezas, se
exhibi por primera vez completa la serie
Breve historia de Emma.
Desarroll adems una extensa e intensa
labor grfico-editorial, impulsando, entre
otras iniciativas y junto con varios
colegas, la organizacin del Club de la
Estampa. Su dedicacin al grabado, en sus
diferentes tcnicas, puede verse en esta
pequea pero representativa muestra de
algunas de sus series. Se exhiben aqu piezas Sin ttulo
que integran la frondosa serie Amrica, la 1962
83 x 50 cm

92
Alfredo de Vincenzo
(Buenos Aires, 1921)

En l946 egres como profesor de grabado de la vida rigen para el grabado. Luchar,
de la Escuela Nacional de Bellas Artes luchar siempre, con fuerza y sin renuncios.
Prilidiano Pueyrredn y hacia l948 se La entrega debe ser total porque es
integr en el proyecto de la Universidad de insospechable la fuerza que pone una plancha
Tucumn, donde vivi hasta 1955. Centr de zinc; no se deja doblegar, no quiere
su bsqueda en el grabado y la exploracin participar, el artista debe apelar a sus grandes
de sus posibilidades tcnicas. Asimismo, reservas espirituales, a su tenacidad, a su fe.
desde 1969 despleg una extensa labor Las obras seleccionadas sealan dos
docente, constituyendo un taller de grabado momentos de su produccin: el primero
modelo tanto para la formacin como para signado por las xilografas de gran tamao,
la investigacin de estas tcnicas. y el segundo, por el grabado en chapa, en
Una formacin que, en palabras de donde pone en juego la superposicin de
De Vincenzo, supone que las mismas reglas varias tcnicas en una misma pieza.

La ciudad
1962
72 x 125 cm

96
Carlos de la Mota
(San Juan, 1924)

Estudi en la Escuela de Bellas Artes de la ruinas y abandonos, estas obras presagian


Universidad de Cuyo. Como en otras el pasaje de la escultura a la pintura.
biografas aqu reunidas, la de De la Mota En paralelo, la pequea maqueta dialoga
pasa por Tucumn, que se haba convertido desde el espacio real con aquellas formas
en un foco de inters para los artistas en imaginarias abandonadas.
formacin. De la Mota, entre tantos otros
jvenes, eligi participar de este proyecto.
Fue entre los ltimos aos cuarenta y los
primeros cincuenta cuando se form
dentro un grupo de artistas-estudiantes que
migraban a Tucumn en busca de una
formacin renovada. Si bien su primera
opcin fue el taller de escultura de Lorenzo
Domnguez, rpidamente se convirti en
uno ms dentro del entorno de
Spilimbergo. La pregnancia de este maestro
hizo que prestara especial inters a sus
enseanzas.
Su obra incluye una primera y muy
productiva etapa como escultor, que se
extiende hasta comienzos de los aos
noventa, y una segunda etapa gobernada
por la pintura. La serie que se ve a
continuacin seala varios de los rasgos
particulares de su trabajo y permite apreciar
aspectos vinculados a uno y otro momento
de su propuesta plstica. Esta serie de
Fragmentos esparcidos expone la mirada
mgica del artista. Se trata de una secuencia
de tintas en las que en unos paisajes Maqueta para
serenos, casi metafsicos, irrumpen unas escultura
formas escultricas imaginarias. Entre ca. 1989
47,5 x 15 x 15 cm

100
Miguel Dvila
(La Rioja, 1926)

Despus de haber realizado su primera


formacin con Enrique Policastro, se
integr a las filas del Instituto Superior de
Arte de la Universidad de Tucumn. All,
como discpulo de Spilimbergo y Pompeyo
Audivert, adquiri una slida y rigurosa
forma de trabajar, alcanzando hacia los
aos sesenta su identidad plstica. Como l
seala, reforzando su filiacin con el
maestro, me cost sacarme a Lino
Spilimbergo, y agrega: l me dio la
estructura, las bases de las leyes de las artes
plsticas y el conocimiento profundo. Dueo
de una slida figuracin, avanza sobre lo
abstracto integrndolo en composiciones
que ofrecen una nueva sntesis visual, que
constituye lo que Dvila reconoce como su
propio pensamiento visual.
Hacia los aos sesenta este artista es Autorretrato II
identificado dentro de la neofiguracin. 1950
64 x 49 cm
El grupo de obras que aqu se exhiben
por primera vez est integrado por
trabajos de comienzos de aquellos aos.
En ellos es posible seguir las huellas de la
exploracin de una expresividad gestual en
donde se busca dar cabida al accidente,
a lo aleatorio, como forma de quebrar
la ley para reencontrarla desde una nueva
perspectiva.

104
Susana Soro
(Buenos Aires, 1927)

En 1949 egres de la Escuela Nacional de


Bellas Artes y eligi continuar su formacin
en uno de los talleres faro del Buenos Aires
de aquellos aos, el de Emilio Pettoruti,
para proseguirla al ao siguiente en el
Instituto Superior de Arte de la
Universidad Nacional de Tucumn, por
entonces un espacio especialmente
estimulante para el aprendizaje y el trabajo.
Como integrante del semillero tucumano,
estudia con Spilimbergo. Uno y otro
maestro dan a Soro la norma para pensar
las formas. Su exploracin en ellas la
conduce a la bsqueda de algo que no
estaba dentro de las preocupaciones de
ninguno de ellos: el movimiento.
La dinmica de los cuerpos en el espacio es
la clave de la propuesta de esta artista, que
a partir de 1964 centr su trabajo en series
como Ftbol de la que aqu se exhibe un
dibujo, que, en palabras de Ezequiel
Martnez Estrada, aparece en la obra de
Soro no como un juego sino [como] un
espectculo semejante a una ceremonia
religiosa con que los pueblos antiguos
clamaban la necesidad de arrojar de s a los
espritus de la ciudad sometidos por la
disciplina y las normas de la convivencia
social. As, el tema elegido funciona como
parbola de una bsqueda artstica que
transita por la disciplina de las normas
aprendidas para transgredirlas y establecer
nuevos parmetros para sus obras.

108
Carlos Alonso
(Mendoza, 1929)

En 1944 ingres en la Academia de Bellas form artistas capaces de integrar equipos


Artes de la Universidad Nacional de Cuyo que pudieran producir grandes obras
y hacia 1950 viaj a Tucumn para murales al servicio del encuentro del arte
integrarse en el proyecto que se desarrollaba con el pueblo.
en la Universidad. Como se vio, maestros y Alonso reconoce que fue en Tucumn, a
discpulos fueron atrados por este nuevo partir de esta experiencia, donde recibi la
polo que, bajo la conduccin de Guido formacin de Spilimbergo: tanto en las
Parpagnoli, director del Instituto Superior enseanzas formales del taller como en las
de Arte de dicha universidad, convoc a los extensas y clidas mesas compartidas
ms destacados artistas, a la sazn despus de cada jornada. Cuando le
expulsados de otras escuelas de bellas artes preguntan acerca de la imagen que tiene de
como las de Mendoza o Buenos Aires. Spilimbergo, seala la admiracin que me
Spilimbergo, a cargo de la seccin pintura, despertaban su entereza, su honestidad, su
volc all todas las ideas y proyectos que dignidad.
fragmentariamente haba ido aplicando en Su virtuosismo y su vastsima produccin
sus cargos anteriores: incorpor las aparecen aqu representados en una serie de
enseanzas de Lothe, trabaj a partir de los tintas poderosamente expresivas agrupadas
principios armnicos de Matyla Ghyka, bajo el ttulo de Una costilla menos.

110
Eduardo Audivert
(Buenos Aires, 1931-1998)

Hijo del grabador Pompeyo Audivert,


comenz tempranamente a trabajar en un
taller tipogrfico. Entre tanto, se formaba
en el estudio de Demetrio Urrucha. All
conoci a Juan Carlos Castagnino, Manuel
Colmeiro, Antonio Berni y Spilimbergo,
entonces integrantes del Taller de Arte
Mural, abocados a la tarea de preparacin
de los bocetos para la cpula de las Galeras
Pacfico.
En 1949 su padre, que poco antes haba
regresado de una prolongada estancia en
Mxico junto a los integrantes del Taller de
Grfica Popular, se incorpor a la
Universidad de Tucumn. Eduardo lo
acompa y estuvo all durante tres aos. Chapa de cobre para
Entre sus maestros estuvieron Spilimbergo, grabado, 1977
Lajos Szalay y Pompeyo, su padre. Fue 34 x 27,5 cm

durante este perodo cuando adquiri la


disciplina y el dominio tcnico que se
convirtieron en marcas de identidad de su
obra. En buena parte de su produccin
estuvo dedicado a explorar la dura y austera
precisin del buril, y para esta muestra se
seleccion un grupo de grabados que, junto
a una de sus chapas de cobre, permiten un
acercamiento a las sutilezas tcnicas de este
artista que, entre fines de los aos sesenta y
ya en los setenta, despleg una esttica en
donde construye inquietantes
composiciones que ofrecen una compleja
versin de lo real.

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