Coll y Martin - Constructivismo, Innovacion Didactica y Aprendizaje en Las Aulas
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APRENDIZAJE
A1 igual que sucede con otros procesos de cambio analizados en este nmero
monogrfico de SIGNOS, no es posible todava pronunciarse de una manera
rotunda sobre estas y otras cuestiones relacionadas con una de las fuentes de
referencia de la reforma educativa impulsada por la LOGSE: la que tiene que ver
con la visin subyacente de cmo aprenden los alumnos y cmo conseguimos los
profesores y profesoras ayudarles a que aprendan ms y mejor. Entindasenos
bien. No es posible en el sentido de pronunciarse con argumentos slidos y
fundamentados en datos empricos que atiendan a la heterogeneidad y complejidad
de niveles y dimensiones implicadas en las cuestiones precedentes. S lo es, por
supuesto, a partir de impresiones ms o menos subjetivas o de experiencias
parciales y, por ello, necesariamente limitadas. Slo que, en este ltimo caso, las
respuestas, sean de uno u otro signo, deben ser necesariamente matizadas y
limitadas en cuanto a su generalizacin.
Hacen falta estudios rigurosos de evaluacin que informen con detalle y precisin
sobre el impacto real de las reformas educativas emprendidas en el transcurso de
las dos ltimas dcadas en nuestro pas. Esta afirmacin, vlida con carcter
general, lo es an ms si cabe en relacin con los cambios promovidos por la
LOGSE, que no slo estn pendientes de evaluacin, sino que en algunos niveles
educativos Educacin Secundaria Obligatoria, Bachillerato, Ciclos Formativos de
Formacin Profesional estn an pendientes de una implantacin generalizada. Pero
adems hace falta tiempo, ms tiempo que el transcurrido desde que en los
primeros aos de la presente dcada se promulgara la LOGSE y se establecieran los
currculos de los diferentes niveles educativos. Los procesos de cambio que ataen
a las dimensiones ms cualitativas del quehacer educativo, como son los
relacionados con las cuestiones anteriormente enunciadas, requieren de perodos
de tiempo relativamente dilatados para instalarse y mostrar sus efectos. De ah la
necesidad no slo de poner en marcha un dispositivo riguroso de evaluacin sino
tambin de mantenerlo durante un perodo de tiempo suficientemente largo.
1. Tal vez no sea superfluo comenzar con una consideracin previa dirigida a
precisar de qu estamos hablando exactamente cuando hablamos de la concepcin
constructivista de la enseanza y del aprendizaje. Como hemos argumentado en
otras ocasiones (Coll, 1996 y 1997), cabe distinguir entre constructivismo, teoras
constructivistas del desarrollo y del aprendizaje, planteamientos constructivistas en
educacin e intentos dirigidos a proporcionar una explicacin constructivista de los
procesos educativos escolares. Conviene reservar el trmino constructivismo para
referirse a un determinado enfoque o paradigma explicativo del psiquismo humano
que subraya la importancia de la actividad mental constructiva de las personas en
los procesos de adquisicin del conocimiento y que, proyectado al mbito de la
educacin, conduce a una visin del aprendizaje escolar corno un proceso de
construccin que los alumnos y las alumnas llevan a cabo a partir de sus
conocimientos y experiencias previas, y a una visin de la enseanza como una
ayuda a este proceso de construccin. El constructivismo como enfoque o
paradigma explicativo del psiquismo humano es compartido por un amplio elenco
de teoras psicolgicas, entre las que se encuentran por supuesto algunas de las
teoras actuales del desarrollo y del aprendizaje que gozan de mayor aceptacin. En
cuanto a los planteamientos constructivistas en educacin son, en su inmensa
mayora, retazos de explicaciones que tienen su origen en dichas teoras del
desarrollo y del aprendizaje y que permiten dar cuenta de determinados aspectos
de la educacin escolar. La concepcin constructivista de la enseanza y del
aprendizaje, por su parte, es uno de estos planteamientos cuya especificad reside
en el intento de pergear una explicacin constructivista global de los procesos
educativos escolares.
Al margen de que se juzgue como ms o menos acertado este aspecto concreto del
planteamiento curricular de la LOGSE, lo que nos interesa subrayar aqu es que en
la solucin finalmente adoptada convergen de hecho opciones de diferente
naturaleza entre las cuales ocupan sin lugar a dudas un lugar importante, pero en
ningn caso nico o exclusivo, las que tienen su origen inmediato en la concepcin
constructivista. Junto a ellas, o mejor dicho, articuladas con ellas, juegan un papel
no menos importante otras opciones relativas a las funciones que debe cumplir la
educacin bsica y obligatoria en nuestra sociedad, a la responsabilidad que tienen
en el cumplimiento de estas funciones los diferentes agentes e instancias
implicados en el sistema educativo o a la manera de concebir el ejercicio de la
profesin docente.
Es pues en las actuaciones concretas que llevan a cabo los profesores y profesoras
en los centros docentes y en las aulas con el fin de ajustar su actividad docente a
los procesos de construccin de significados y de atribucin de sentido en los que
estn inmersos sus alumnos y no en sus declaraciones de aceptacin o rechazo de
los principios constructivistas, ni en la aplicacin generalizada de mtodos de
enseanza calificados con mayor o menor propiedad de "constructivistas" donde
hay que buscar a nuestro juicio los indicadores del impacto real de los principios e
ideas fuerza de la concepcin constructivista. Lo que cabe esperar no son pues
cambios globales y repentinos, de todo o nada, sino ms bien transformaciones
parciales y paulatinas.
A ttulo puramente ilustrativo, y con todas las cautelas que preceden, he aqu
algunos aspectos de la prctica docente en los centros y en las aulas en relacin
con los cuales se estn produciendo a nuestro juicio algunos cambios que es posible
relacionar con la concepcin constructivista.
(v) Una mayor sensibilidad con respecto al hecho de que los alumnos tienen
distintos ritmos y maneras de aprender y de que no es suficiente planificar
la enseanza de acuerdo con las necesidades tericas de un "alumno medio"
que no existe en realidad.
Conclusiones
Notas
(1) Recurdese, por ejemplo, el artculo publicado por Antonio Muoz Molina en un
conocido diario madrileo en el que comparaba la pedagoga con la astrologa y la
buena acogida del mismo entre determinados docentes expresada en la seccin de
Cartas al director del mismo diario.
Referencias bibliogrficas