Estudio1 Alonso Olea
Estudio1 Alonso Olea
Estudio1 Alonso Olea
C uando mi colega el Prof. Fernando las ms complejas del mundo jurdico actual;
Surez me invit a estar con ustedes Derecho colectivo del trabajo, comprendiendo
y a pronunciar esta conferencia o en- la exposicin del sistema de organizaciones de
tretener esta charla, pens mucho cul po- empresarios y de trabajadores, y las de stos in-
dra ser tema adecuado. ternas y externas a la empresa sindicatos y
comisiones del personal y la contemplacin
El primero que se ofrece naturalmente en laboral de sta, de la empresa, as como sus re-
esta circunstancia a un jurista de oficio, es un laciones mutuas de composicin a travs de
tema jurdico; pero quiz nos ocurra a quie- convenios colectivos, y de pugna a travs de
nes dentro del oficio de juristas tenemos la conflictos colectivos, desde la eleccin de repre-
concreta especialidad de tratar de ensear sentante de personal en empresas de menos de
Derecho que, llegados los meses de junio o ju- cincuenta trabajadores hasta los efectos sobre
lio, al final de un largo curso acadmico, sen- la relacin de trabajo de la participacin activa
timos la necesidad de disiparnos hacia otros en una huelga ilegal; Derecho procesal del tra-
temas que sirvan de alivio transitorio a los de bajo, con todo un sistema u orden jurisdiccional
explicacin ntegra, lo que siempre ha sido mi a su servicio, una ley procesal propia y una in-
caso, del programa de la asignatura. gente masa jurisprudencial de desarrollo. Y, si
aun esto fuera poco, Derecho de la seguridad
Tanto ms sentimos esta necesidad si el pro-
social en la que la imponente masa de recursos
grama es uno de los de contenido ingente, casi
econmicos que se destina a su sostenimiento,
monstruoso, caracterstico de lo que como Dere-
guarda correspondencia con la masa normativa
cho del Trabajo hay que explicar en un curso or-
imponente dedicada a su regulacin.
dinario en nuestras Facultades de Derecho de
plan clsico, como lo es la ma, la Facultad de Deca, pues, que acabada la exposicin de
Derecho de la Universidad Complutense de Ma- un programa con este abrumador contenido,
drid: Derecho individual del trabajo, relacin con la exposicin en la ltima leccin de las
directa entre trabajador y empresario, una de prestaciones asistenciales del extinguido Fon-
do Nacional de Asistencia Social, restan po-
*
Dedicado monogrficamente el presente nmero cos nimos al expositor para volver sobre su
de la Revista del Ministerio de Trabajo y Asuntos Sociales exposicin seleccionando alguno de los temas
al tema de Derecho y Empleo, ningn estudio podra ya expuestos. Cabra, es claro, la profundiza-
introducir en tal materia con mayor autoridad que este cin sobre alguno de ellos en concreto, pero
clsico ensayo del Maestro Alonso Olea, que constituye
esto es ms bien propio de un seminario jur-
el texto ntegro de la conferencia que pronunci el da
15 de julio de 1982 en el Crculo de Empresarios.
dico y por lo mismo es impropio del tipo de
**
Catedrtico de Derecho del Trabajo. Emrito de reunin que hoy me trae ante ustedes.
la Universidad Complutense de Madrid. Acadmico de
Nmero de las Reales Academias de Legislacin y Juris- As es que, dejando a un lado lo que estricta-
prudencia y de Ciencias Morales y Polticas. mente me otorga mi calificacin profesional, lo
que puedo y debo saber hacer por razn de mi estar ocupado, en lo que Aristteles hubiera
oficio, como dijera Surez otro Surez aho- llamado el negocio, demasiadas horas; la de
ra, Francisco, he optado por reflexionar ante que dejando a un lado la carga ideolgica o
ustedes y con ustedes sobre uno de los grandes politica, razonable o demaggica, de su for-
temas sociales de nuestra era, lo que en el fondo mulacin la duracin del trabajo oprima y
es tambin, si bien se mira, un tema jurdico, quitaba tiempo necesario para la cultura y el
habida cuenta de que lo jurdico es una vertien- esparcimiento del trabajador, cuando no, al
te integrante de la realidad social, de lo que invadir el tiempo de descanso, aliada como lo
pasa en la calle, como en boca del profesor de estaba la invasin con condiciones insalubres
retrica pusiera Antonio Machado, el tipo de e inseguras de trabajo, acortaba o arriesgaba
conductas allende las de simple moral y las de su vida misma.
urbanidad simple que la sociedad reputa como
necesarias y que por ello exige, como dice el Si dirigimos ahora, en los das en que nos
maestro Guasp. Quizs ello, dicho sea de paso, si encontramos, y no mucho antes, insisto, la
no siempre justifica, al menos sirve para expli- mirada hacia estos mismos problemas, en
car la ubicuidad del jurista o del abogado do- primer lugar constataremos su similitud su-
quiera se plantean problemas sociales. perficial externa: se sigue hablando de que las
horas de trabajo anuales, semanales o diarias,
Supongo que esta introduccin larga por deben ser reducidas progresivamente, dismi-
dems es suficiente, probablemente es inclu- nuyendo las jornadas diarias, aumentando la-
so excesiva, para que me tengan ustedes aho- longitud de los fines de semana o ampliando
ra aqu hablando sobre el tema de El trabajo los perodos de vacaciones.
como bien escaso; como es ya tiempo de inten-
tar penetrar en l. Pero una contemplacin que, por lo dems,
no necesita ser profunda en exceso, pero s
En nuestra experiencia histrica, en la de que penetre algo bajo la superficie, revela un
ustedes y en la ma, hasta quiz hace apenas giro radical en las motivaciones de fondo, por
unos aos, experiencia adems que hemos expresarme de algn modo, de la insistencia
compartido con las generaciones que nos han sobre la reduccin de los tiempos de trabajo.
precedido desde hace siglo y medio o dos si-
glos, en Espaa y en general en el Occidente Probablemente ya no se piensa que, en ge-
europeo, en el tiempo histrico, si son menes- neral, cada uno sobre todo si trabaja por
ter fechas y episodios concretos, transcurrido cuenta ajena y no lo hace precisamente en
desde que se instalaran las primeras mqui- trabajos directivos o puramente intelectua-
nas eficientes de vapor patentadas por Watt les, puesto que en stos los tiempos de trabajo
para mover husos y telares, desde, por decirlo siguen creciendo, aparte de que en ellos y lo
de una vez, la explosin histrica de la Revo- mismo en el trabajo por cuenta propia, no hay
lucin industrial, desde entonces, hasta po- fronteras tan claras entre tiempo de trabajo y
ca recientisima, cuando hemos hablado de los tiempo de esparcimiento, entre ocio y nego-
tiempos de trabajo siempre lo hemos hecho con cio ya no se piensa, digo, que cada uno, con
el subconsciente puesto en la necesidad de su las salvedades hechas, trabaje excesivamen-
reduccin. La cuestin de la jornada de trabajo, te, menos an que lo haga durante tiempos
con apellidos cualesquiera normal, m- abrumadores, no vindose entonces que en
xima, legal ha sido una forma sincopada virtud de esta causa antigua, operante a lo
de expresar la conveniencia o necesidad de la largo del perodo a que me he referido, haya
reduccin de los tiempos de trabajo. una necesidad social estricta de nuevas re-
ducciones; lo que por otro lado debiera ser ob-
La idea matriz era la de que se trabajaba vio al contemplar cmo las jornadas mximas
demasiado; la de que se forzaba al hombre a se han reducido, digamos en lo que va de si-
glo, las doce o diez diarias, seis das a la se- los hechos que se constatan y en los proble-
mana, esto es, setenta o setenta y dos duran- mas duros y esenciales que de ellos derivan.
te sta, a las cuarenta o cuarenta y dos
semanales actuales y ya aprovecho para Resumidos en su formulacin, estos pro-
decir que la semana ha sustituido al da en la blemas se reducen al que presta su rbrica a
fijacin de las jornadas legales y normales estas palabras que estoy pronunciando: El
que pueden darse hoy como medias; por no trabajo y su escasez, o El trabajo como bien
hablar del aumento de las vacaciones (simb- econmico escaso, quedando as justificado el
licamente desde los siete das del artculo 35 ttulo de esta conferencia.
de la Ley de Contrato de Trabajo de 1944 a
En efecto, la crisis econmica actual, la si-
los 23 das del Estatuto de los Trabajadores
tuacin crtica por la que atraviesan las rela-
de 1980), o de las reducciones ulteriores de
ciones sociales industriales y econmicas de
unas y ampliaciones de las otras a travs de
los pases desarrollados, entre otras cosas, es
las normas sectoriales de las ordenanzas la-
una crisis de escasez o falta de trabajo en re-
borales y de los convenios colectivos.
lacin con las personas dispuestas a trabajar
y con el sistema de necesidades que satisface
Formulmonos, pues, la pregunta que lo
el aparato productivo actual al que pretenden
hasta aqu tan brevemente expuesto exige:
incorporarse.
por qu, situado ya en lmites reconocida-
mente razonables, se sigue pidiendo, y aun La mutacin desde un trabajo cuya reduc-
con insistencia acrecentada, la reduccin del cin se peda por su carcter abrumador y ex-
tiempo de trabajo? cesivo, a un trabajo reducido y soportable,
pero del cual sigue an pidindose su reduc-
Anticipando ideas, la respuesta hay que cin, ahora por la necesidad o el deseo de su
trasladarla desde cada persona o trabajador reparto, ha sido relativamente sbita, porque
aislado, a la colectividad de personas o traba- no ha sido claramente aparente la evolucin
jadores y hacerla en contemplacin del hecho origen de la mutante, supuesto que estos si-
de que unos tienen trabajo al que dedicar su miles biolgicos sean utilizables en este con-
tiempo y otros carecen de l. Dicho escueta- texto.
mente y con claridad, sin perjuicio de lo que
seguir exponiendo, creo que no se trata de Suponiendo que lo sean, o que se me per-
que cada uno deba tener menos trabajo y de mita su uso metafrico, varios factores u r-
que por consiguiente todos trabajen menos, denes genticos han convergido en el tiempo
sino de que unos trabajen menos para que el para producir la mutante, son a saber:
trabajo que as liberan pueda ser apropiado
En primer lugar, la aparicin y desarrollo
por otros; dicho de otra forma, de lo que se
de tipos de tecnologa caracterizados por el
trata no es tanto de operar sobre el tiempo to-
nmero de personas comparativamente redu-
tal de trabajo disminuyndolo, como de man-
cido para su aplicacin y manejo prcticos.
tener, y aun de aumentar, el tiempo total
distribuyndolo. Respecto de la gran Revolucin industrial,
ya se percataron sus testigos de que uno de
La constatacin de que efectivamente ste sus caracteres esenciales era el de que una
es el enfoque actual sera de gran sencillez sola mquina efectuaba el trabajo de miles de
ante la abundancia de testimonios; no voy a hombres, como dijera Owen. Pero tambin
hacerla aqu, entre otras cosas por no ser mo- se percataron los contemporneos de la evo-
roso en exceso, aparte de por tenerla hecha lucin sucesiva del sistema industrial abierta
en otros lugares. En lo que s quisiera dete- a finales del XVIII y principios del XIX, de
nerme es en la naturaleza y en el carcter de que a plazo medio y largo las mquinas gene-
daderas y nicas grandes revoluciones de los portamientos que tiene como premisa. Ver la
modos materiales de vivir del hombre en solucin en la guerra en las postrimeras del
nuestro planeta. siglo XX y, por tanto, en la necesidad primero
de construir, para destruir despus y para des-
Inventado el sistema de necesidades, pus reconstruir lo destruido aun dejando a
transcurren decenios o siglos para su satis- un lado los tipos terrorficos de destruccin hoy
faccin, perodos de desarrollo econmico y posibles, con lo que la solucin carece incluso de
actividad productiva intensos; seguidos de realismo o razonar histricamente que las
perodos mucho ms dilatados, habr que de- epidemias de peste en el siglo XIV, y las ms
cir por desgracia, de necesidades satisfechas suaves sucesivas, solventaron durante largo
y de estancamiento hasta la invencin de un tiempo los problemas demogrficos europeos,
sistema de necesidades nuevo. pensar de este modo, digo, es creer que la so-
La tesis es, pues, que el sistema de necesi- lucin pasa por la catstrofe previa; si la gue-
dades inventado por la Revolucin industrial rra y la peste al fin han de solventar todo,
ha quedado ya satisfecho, y que los perfeccio- segn la frase implacable de Tomas Hobbes,
namientos tcnicos sucesivos menores no satis- para qu pensar y por qu afanarse?
facen nada nuevo o satisfacen poco, suscitan
Slo que la razn humana pide soluciones
la glotonera y tras sta el hasto; como suscita-
racionales; del mismo tipo de las que Tomas
ron una y otro, aunque de otro tipo, el estan-
Hbbes quiso buscar, dicho sea de paso; y s-
camiento y la satisfaccin de las necesidades
tas piden la paz con la que, dijo el padre Ma-
pre-industriales.
riana, significamos todos los bienes, como con
Se me dir inmediatamente que no es cier- la guerra significamos todos los males.
to que todas las necesidades actuales estn
En tercer y ltimo lugar y ms bien por
satisfechas en todas las regiones del mundo,
no hacer inacabable esta lista de causas, pues
lo que por supuesto es verdad. Volver sobre
alguna otra podra traerse a colacin ese
esto.
oscuro motor de la historia que es la demo-
No voy a volver, en cambio, sobre una obje- grafa sigue actuando, ahora como siempre, y
cin posible a este segundo factor, que quiz en los pases desarrollados industrialmente
podra formularse diciendo que todo esto no hacindolo ahora de forma especial, distinta
ha podido ocurrir de un da para otro, o que la desde luego al incremento numrico de la po-
historia prxima o muy prxima las dos d- blacin.
cadas comprendidas entre 1950 y 1970, por
ejemplo muestra perodos de desarrollo in- La Revolucin industrial lleg en su da
tenso, o de satisfaccin intensa de necesida- a la biologa, a la farmacologa y a la medici-
des insatisfechas, y que esta situacin no se na, generando tanto descensos perpendicula-
compagina con el esquema que estoy descri- res de la mortalidad infantil como aumentos
biendo. La respuesta a la objecin es que ta- asimismo espectaculares en la duracin pro-
les necesidades no eran nuevas y que la media de la vida humana, con lo que la pobla-
necesidad del desarrollo aparente para su sa- cin envejecida y anciana, con posibilidades
tisfaccin, surgi de las destrucciones masi- decrecientes de ocupacin a medida que crece
vas del aparato productivo consecuencia de la el envejecimiento, es un porcentaje cada vez
guerra, como inmediatamente antes el equi- mayor.
pamiento para sta haba reactivado ficticia-
Passim, ste es el problema esencial ac-
mente la actividad econmica.
tual de la seguridad social, aqu traducido
La objecin se destruye as sin ms que re- como incremento espectacular y continuado
flexionar sobre la irracionalidad de los com- del costo de las pensiones de vejez cada vez
hacia las regiones subdesarrolladas encon- Que de nuevo este ingrediente para la so-
traran en stas un mbito muy amplio de po- lucin sea utpico, ms utpico an que el re-
sibilidades no agotadas de uso y consumo. lativo al nuevo sistema de necesidades, se
admite sin ms. No es, sin embargo, incohe-
Imagino que las dificultades para caminar rente, est dentro de la capacidad humana el
en este sentido, esto es, para internacionali- conseguirla y, desde luego, est dentro de la ca-
zar o globalizar el sistema productivo, son b- pacidad humana el no montar los intercambios
sicamente las dos siguientes: con los pases en vas de desarrollo en parte im-
portante sobre bienes no de produccin sino de
En primer lugar, que el tirn inicial hacia
destruccin para la reconstruccin penosa des-
este tipo de satisfaccin universal del actual
pus, si acaso, de lo destruido; pero de esto ya se
sistema de necesidades puede producir esca-
ha hablado en trminos generales.
seces de todo menos de trabajo, parece, di-
cho sea de paso en los pases desarrollados No pasa de ser una constatacin la de que,
suministradores, ante la falta de medios de en los pases desarrollados, una parte cada
pago o de intercambio de los en vas de desa- vez ms cuantiosa de las demandas tiene por
rrollo suministrados. Se me ocurre que hay objeto aquellos tipos de bienes no tangibles y
que considerar que esta situacin sera tran- muy difcilmente cuantificables a los que lla-
sitoria, y que como tal debe ser aceptada, mamos servicios. Ms de la mitad de la de-
aparte de que pueda haber problemas en la manda privada se ha dicho se dirigir [en
depreciacin intencionada de los bienes que la dcada comprendida entre 1981 y 1990] ha-
los pases subdesarrollados puedan ofrecer cia el sector terciario, ofrecindosenos en
para el trueque. La depreciacin histrica de consecuencia como una de las imgenes gene-
los combustibles lquidos, de la que slo se ha rales del futuro econmico y social la de una
tomado conciencia con su apreciacin sbita sociedad postindustrial orientada hacia los
y coactivamente impuesta por los producto- servicios.
res, es ejemplo bien significativo; como lo es
que el ataque a la multinacional como instru- Por otro lado, lo formidable del rendimien-
mento tcnico de facilitacin de intercambios, to de las actividades de produccin de bienes,
cuando no est condicionado ideolgicamen- creciente sin descanso con la aplicacin de
te, o de otra forma ms cruda, slo es reflejo nuevas tecnologas, y su tendencia paralela a
de una actitud anacrnica y arcaizante, ca- reducir constantemente los perodos de trabajo,
rente de comprensin de los problemas actua- como se ha razonado ya abundantemente, a la
les. vez pide y genera una demanda creciente de
bienes y, sobre todo, de servicios, de entrete-
En segundo trmino, la inseguridad en nimiento y esparcimiento en los pases indus-
cuanto al pago, no hablemos en cuanto al ren- trializados, donde estos fenmenos se dan. A
dimiento de lo invertido, si de inversin se menor tiempo de trabajo mayor tiempo de
trata, en pas que sin estructuras administra- ocio, y necesidad creciente de dedicar ste a
tivas firmes de autocontrol no se controla po- alguna forma de actividad para el comn de
lticamente. Y, probablemente y sobre todo, el las gentes para las que la actitud meramente
riesgo de que la intranquilidad caracterstica contemplativa entre otras cosas porque
de muchos de estos pases desemboque en la sta exige dotes especiales y preparacin pre-
guerra abierta. La paz universal y perpetua via es muy difcil de asumir, durante largas
que Kant quera y predicaba, o una razonable horas al menos.
aproximacin a ella, es as condicin indis-
pensable para la internacionalizacin gene- Puede que las manos invisibles de las que
ral de los intercambios en la forma en que tan como rectoras del acontecer econmico habla-
brevemente ha quedado expuesta. ba Adam Smith, estn ya operando sobre es-
tos presupuestos, encaminando las inversio- Es cierto que los servicios han sido siem-
nes hacia los servicios en general y, dentro de pre el refugio caracterstico del subempleo o
ellos, hacia los de ocupacin del tiempo cre- paro larvado, ocupando a ms personas de las
ciente de ocio en particular. De donde se saca necesarias. Pero la produccin de servicios
que no se puede contemplar con una sonrisa puede ser racionalizada tambin, como lo es
indulgente, menos an con actitud de menos- la produccin de bienes y, en definitiva, conclu-
precio, el destino de recursos hacia este tipo yendo con ello esta parte, que se recomienden
de acitividades que, por lo dems, son fuentes las inversiones encaminadas hacia los servicios
generadoras de importancia suma de traba- no equivale sino a poner de manifiesto la auto-
jos y, por consiguiente, de creacin de puestos rrecomendacin que, a s propias, se vienen ha-
para su satisfaccin. ciendo las economas nacionales industriales
avanzadas desde hace ya bastantes aos. En
Decenas de millones de personas movin- Europa, en concreto, desde que concluy el
dose en vacaciones o durante los fines de perodo postblico de reconstruccin.
semana; o durante los puentes ocasionales
que acompaan y amplan stos fuera de Deca hace un momento que con lo ante-
sus hogares y demandando servicios distintos rior conclua esta parte, llammosla general,
de los habituales y en contextos tambin dis- de la exposicin; me corrijo a mi mismo inme-
tintos de los habituales, exteriorizan necesi- diatamente para hacer algunas consideracio-
dades cuya satisfaccin se pide cada vez con nes adicionales.
ms amplitud, que es preciso satisfacer, y que
bueno es satisfacer aunque slo fuera por la La primera sera que la distincin entre
creacin de los puestos de trabajo nuevos que tiempo de trabajo y tiempo de ocio, tan clara
su satisfaccin exige. Por no hablar de ocasio- en determinados supuestos tpicamente en
nes universales de festividad o diversin ma- los del trabajador manual que trabaja por
sivas, de las que el Mundial 82 es ejemplo cuenta ajena, bajo un contrato de trabajo,
excelente y prximo para nosotros y para fuera de su domicilio, en un tajo o en un ta-
muchos otros, si son aproximadamente cier- ller deja de serlo en otros, y en alguno de
tas, y no hay motivo para creer que no lo ellos se difumina casi por completo hasta el
sean, las horas de escucha y visin del pbli- punto de no poderse decir con exactitud ante
co que se nos ofrecen multirrepetido en actividad dada si sta implica la prestacin
otros tiempos y lugares. de un trabajo productivo o el entretenimiento
del ocio. No tengo ninguna certeza sobre cul
Si se quiere levantar el punto de mira y evi- sea su propia reflexin acerca de la naturale-
tar toda tentacin de condescendencia un za del tiempo que tan benvolamente estn
gravsimo pecado ste, en Economa como en invirtiendo ustedes ahora y aqu en escuchar-
todo mbito de relaciones sociales, pinsese me; dudo mucho que piensen ni sientan que
en las necesidades crecientes de bienes y ser- se estn divirtiendo, pero tampoco me es fcil
vicios culturales que piden personas cada vez creer que ustedes crean que estn ahora tra-
con ms tiempo libre; y que si no se satisfacen bajando, en el sentido usual de la expresin.
de este modo, ya se encargar la criminalidad Mi caso, por dar las dos vertientes de nuestra
organizada de fomentar modos patolgicos de circunstancia comn, sera la del profesor de
satisfaccin, desde el juego ilcito a la droga; humanidades o ciencias sociales, que ha de
quizs incluso, por algn defecto bsico de leer como parte de su trabajo y que adems
comprensin, del que la permisividad social descansa y se entretiene leyendo o cree que lo
es fruto, estn ya consumiendo estos servicios hace.
asociales o claramente antisociales recursos
econmicos ingentes. Las manos aqu estn Si se llega a la conclusin de que el ocio exige
sucias y son bien visibles. un tipo de actividad completamente distinto
del normal de trabajo y en ambiente por com- de trabajo. Es un poco el haremos... lo que se-
pleto distinto del normal, podra resultar pamos con que el Gobernador de Toledo mani-
que, paradjicamente, el tiempo de ocio de las fest su perplejidad cuando se le pidi que
profesiones no manuales no slo no ha au- practicara la inslita diligencia de prueba que
mentado, sino que ha tendido a disminuir; ta- narra el inmortal romance de Jos Zorrilla.
les son las exigencias actuales de formacin y Son, quiz, los que se van a exponer, los peque-
conocimiento generales y especializadas, en os, ms bien los parciales remedios, al lado
continuo cambio, que se exigen del trabajador de los grandes o ms bien generales.
intelectual.
Sobre el primero que viene a la mente, el
Si el trabajador intelectual es, adems de de ulteriores reducciones de la jornada de
ello, un directivo u ocupa cargo de esta natu- trabajo, no quiero insistir especialmente, por
raleza, lo borroso de la distincin entre su cuanto de hecho se estn produciendo. No ya
trabajo y su ocio aumenta, por lo mismo que la historia legislativa general de la jornada
la preocupacin por la direccin es perma- mxima a la que ya me refer lo demuestra
nente en el directivo como permanente y con- as, sino tambin la reduccin paulatina del
tinuada es la reflexin sobre sus tareas y sus nmero anual normal de horas de trabajo
problemas. Sin necesidad de ser heredero de efectivo que puede apreciarse estudiando las
una tica de trabajo sin reposo ni descanso, normas sectoriales, sealadamente los conve-
son las compulsiones propias de su puesto las nios colectivos, del ltimo decenio, por no re-
que le llevan a la que en trminos acadmicos montarnos ms lejos.
se calificara de dedicacin plena y exclusiva.
Alguien, en todo caso, ha de tener la aptitud Este es el lugar, por cierto, para sealar
y a alguien ha de corresponder en una socie- cmo la expresin jornada ha desnaturaliza-
dad la tarea de la produccin sin cesar de bie- do su etimologa a travs de su uso. Jornada
nes y de servicios, de los que la subsistencia no tanto alude ya, o no slo alude ya, al nmero
de la propia sociedad depende; lo que, passim de horas que se trabajan o al trabajo prestado
justifica sus recompensas sociales. durante un da, que es lo que originariamente
quiso significar, como al de las horas que se tra-
La segunda consistira en decir que existen bajan durante la semana sta es la unidad de
formas sumamente satisfactorias de inversin tiempo hoy ms relevante para conjugar traba-
del ocio por parte de quien puede disfrutar de jo y descanso y aun al de las que se trabajan
l; las actividades ociosas expanden la persona- durante el ao. Lo que tiene su importancia
lidad, pueden ms y ms humanizar al hombre porque permite una flexibilizacin y acomodo
y, por consiguiente, la desviacin de recursos mucho mavor de los tiempos de trabajo que la
hacia su satisfaccin cumple con la finalidad que consenta el sistema ms antiguo de fija-
general de alcanzar grados determinados de cin rgido de una jornada diaria. De hecho,
bienestar que, en fin de cuentas, es uno de los en general, hoy nueve horas diarias, y an
objetivos que deben proponerse los hombres vi- ms en determinadas actividades, estn den-
viendo en sociedad. tro de la jornada ordinaria o normal, siem-
pre que no se excedan los lmites semanales o
La ltima parte de esta exposicin va a de- anuales, lo que permite tipos de distribucin
dicarse a temas en parte ms concretos, en de tiempos antes impensables o muy difciles
parte ms prximos a la realidad de cada da, al confeccionar los calendarios (que adems
todos ellos relacionados con medidas que, ais- de calendarios suelen ser horarios, dicho sea
ladas o combinadas, pueden adoptarse, y, en de paso) anuales las empresas.
medida varia, estn siendo adoptadas en
nuestro pas y fuera de l, para afrontar la si- Pero, deca, esta reduccin del tiempo de
tuacin crtica actual de escasez de puestos trabajo se est produciendo, y a bastante ve-
locidad, a travs de las normas sectoriales; gando con la elasticidad que consienten las
una reduccin general imperativa, sin tener jornadas semanales y anuales, a diferencia
en cuenta o tratando de uniformar stas, se- de las diarias, y la posibilidad de traslado
ra hoy perturbadora y probablemente inne- de unos a otros das de los domingos y feria-
cesaria. Puede, en cambio, pensarse en un dos.
aumento general del tiempo de vacaciones
anual, si ste no implica el cierre de la planta Es claro que dar entrada a un tercero o
o establecimiento durante la vacacin, por- cuarto turno, implica la admisin de personal
que ello permite la apertura de puestos tem- nuevo y adicional y puede, por ello, tropezar
porales de trabajo para suplir a los que se con las reticencias generales acerca de la am-
hallan en turno de vacaciones mientras stas pliacin de plantillas, que se agudizan en
duran, frmula de trabajo temporal muy pocas de crisis. Para, en parte, contrarres-
aceptable para paliar algunas vertientes del tarlas, no parece que haya otro sistema sino
desempleo juvenil, sobre el que deben concen- el de la flexibilizacion del empleo y de la du-
trarse los esfuerzos; represe que en Espaa racin de los contratos de trabajo, combinado
los jvenes -entre diecisis y veinticuatro con un sistema adecuado de prestaciones de
aos son ms de la mitad de los parados (el paro forzoso.
57,5 por 100 exactamente en 1979); ms de la Los que nos ocupamos de estos temas des-
cuarta parte de los jvenes est parada (el de su perspectiva jurdica, venimos sealan-
25,2 por 100 exactamente en 1979). do desde hace tiempo la presencia, junto a
normas estructurales centradas sobre la es-
La reduccin de los tiempos de trabajo, si
tabilidad y permanencia en el puesto de tra-
ha de cumplir con la finalidad que ahora se
bajo que se tiene, de normas coyunturales
propone para ella de generar nuevos puestos,
centradas sobre la facilitacin de la adquisi-
frente a la tradicional de evitar el agotamien-
cin del puesto de trabajo que no se tiene.
to del trabajador, no debe tener como conse-
Hoy parece finalidad social dominante y, so-
cuencia -como no debe tenerla el aumento
bre todo, ms urgente, en vista de lo que tan
de las vacaciones, segn se dijo, pero aqu en
sumariamente se ha dejado dicho, crear nue-
grado mucho mayor an la inactividad del
vas posibilidades de trabajo que mantener in-
establecimiento o planta sino, por el contra-
definidamente los trabajos que se tienen; de
rio, su funcionamiento continuado, lo que im-
ah que la coyuntura tienda a convertirse en
plica la utilizacin cada vez ms intensa del
estructura. Influye decisivamente sobre ello la
sistema de turnos de trabajo.
concentracin del paro sobre los que por prime-
Imagino que seguir siendo verdad la fra- ra vez pretenden obtener un empleo, sealada-
se que o hace ya mucho tiempo de que no hay mente sobre los jvenes; por dar alguna
mquina ni instalacin, ni en general inver- referencia reciente: el estado persistente de
sin, que resulte cara si se la puede hacer depresin econmica en que vivimos tanto en
funcionar das tras da las veinticuatro horas los pases industrializados como en los en de-
del da hasta su completo desgaste o amorti- sarrollo, tiene efectos cada vez ms negativos
zacin. para la situacin de millones de jvenes que
se encuentran indefensos, sin empleo, sin in-
Los turnos de trabajo son, mirando el pro- gresos, sin proteccin social...; el desempleo
blema desde el personal, el sistema ms ade- es el ms crtico de los problemas sociales y
cuado para cumplir con esta finalidad. No el econmicos de la juventud; las dificultades de
sistema de doble turno conocido de antiguo, empleo de los jvenes continan agravndose
ni aun el de tres existente en algunas fbri- en todo el mundo ...[inscritas]... por doquier en
cas. Se puede pensar en un cuarto turno de un contexto econmico generalmente depri-
trabajo, acomodando los horarios diarios y ju- mido (Memoria del Director General a la 68
Conferencia Internacional de Trabajo, Gine- aadir las que respondan a un aumento mo-
bra, junio, 1982, pgs. 2, 7 y 43). mentneo y ocasional de trabajo o a una ur-
gencia verdaderamente imprevista de ste.
Pero todas estas cuestiones habran de ser Su necesidad es tan evidente que no merece
el tema de otra charla o conferencia, no de la pena que sea discutida.
sta que ya va resultando larga en exceso. Me
limito pues, con la breve referencia sistemti- Y, de otro lado, habra que comenzar di-
ca que queda hecha, a dejar apuntada una ciendo tambin que con seguridad las horas
cuestin que podria formularse as: en pocas extraordinarias no se reducen recargando los
de trabajo escaso, como las actuales lo son, la salarios por el trabajo realizado durante las
coexistencia de cuadros fijos con cuadros m- mismas. Es ms, puede darse hoy como gene-
viles o eventuales de personal y la ampliacin ralizado el parecer de que el mayor salario
para stos de las posibilidades de trabajo que normalmente se obtiene por las horas ex-
temporal o por tiempo no indefinido, parecen traordinarias compensacin, por lo dems,
necesarias; desgraciadamente necesarias, si del mayor esfuerzo que en ellas se invierte
se quiere hablar as, o mal menor frente al incentivan stas, en el sentido de que genera
mayor actual de que los puestos de trabajo no presiones fortsimas por parte de los trabaja-
se creen. Quiz por ello, en una norma bien dores para su establecimiento, especialmente
reciente, de apenas hace unos das, la contra- all donde los salarios son bajos o estn ero-
tacin temporal se concibe y regula como me- sionados por la inflacin; aunque la mera
dida de fomento del empleo. apetencia de los bienes que el mercado ofrece
por s sola es ya causa de incentivacin.
Lo que ocurre es que, aislar este tipo con-
creto de reflexin o esta clase especfica de En cuanto a lo primero, lo que procedera
decisiones presentndolas como soluciones en consecuencia sera limitar las horas ex-
nicas, constituye el profundo error implcito traordinarias a las que, contempladas desde
en una visin parcial de un problema general; el trabajo que durante ellas se ejecuta, efecti-
uno y otras deben colocarse en el contexto vamente lo fueran, eliminando por consi-
amplio que ha querido presidir mi exposicin guiente aquellas horas extraordinarias que
hasta ahora, y coordinarse con reflexin y de- de tales tienen slo el nombre, en el sentido
cisiones de otro tipo, a su vez tambin parcia- de que corresponden bien a actividad ordina-
les, en las que a partir de ahora entro. ria habitual, bien a actividad anormal aun-
que fcilmente previsible y de hecho prevista,
Modalidad especial de la reduccin del la estacional por ejemplo. Las prcticas ex-
tiempo de trabajo es la prohibicin o limita- tendidas tcitamente, y en ms de un conve-
cin del trabajo en horas extraordinarias, nio colectivo explcitamente, muestran la
tema al que, no obstante ser conocido y discu- presencia de las paradjicamente llamadas
tido de antiguo, hay tambin que aproximar- horas extraordinarias habituales, que en lo
se con las precauciones propias de toda nico que consisten en realidad es en un alar-
reflexin sobre cuestiones sociales. gamiento con mayor salario de las jornadas
normales, alargamiento no debido a trabajo
Por lo pronto habra que dejar a un lado y anormal o extraordinario.
fuera de consideracin las horas verdadera-
mente extraordinarias, por expresarme de al- En cuanto a lo segundo, esto es, en cuanto
gn modo; esto es, las que el Estatuto de los a la forma de limitar las horas extraordina-
Trabajadores siguiendo por lo dems una rias, como quiera que una prohibicin drsti-
larga tradicin legislativa prev, para pre- ca aparte de suscitar hondos y complejos
venir o reparar siniestros u otros daos ex- problemas jurdicos de muy alto nivel y de di-
traordinarios y urgentes; a las que cabra fcil solucin sera probablemente contra-
producente, dejarla de tener en cuenta los ca- cunstancia posible de algn abuso formal en
sos en que las horas extras son verdaderamen- cuanto a la forma de retribuir estos tipos de
te necesarias y forzara, quizs, a un sistema trabajo, especialmente en cuanto a las cuotas
pesado y poco prctico de inspeccin; en vista de seguridad social que deberan girarse so-
de todo esto, digo, la va por la que ya se va bre las mismas.
avanzando es la de encarecerlas, pero no a tra-
vs de aumentos salariales, sino de cargas adi- Aqu tambin, la prohibicin radical de
cionales, fiscales o de seguridad social, que se que una persona se pluriemplee, esto es, de que
hagan pesar sobre los salarios que se hayan convierta en trabajo todas sus horas y todos sus
pagado sobre las mismas; es una va acepta- das, quiero decir que dedique a trabajos remu-
ble, parece que eficaz, y sobre la que se podra nerados al servicio de ms de un empresario
seguir insistiendo, reforzndola incluso. tiempos en exceso de los normales, atentara a
su esfera de libertad y probablemente sera
Sobre todo, sin embargo, lo que hace falta inviable; no tanto si el pluriempleo es en s
es la conviccin de los perjuicios comunitarios mismo abusivo, esto es, si alguno de los tra-
que, para la posibilidad de creacin de em- bajos supuestos est encubriendo tiempo de
pleos adicionales, derivan de la admisin de ocio, o se estn solapando dos o ms trabajos
las horas extraordinarias, tanto ms agudos y en realidad no ejecutando ninguno o alguno
cuanto ms laxo se es al respecto. Conviccin de ellos.
que podra ser ayudada por un mtodo tcnico
Salvo en estos ltimos infrecuentes casos, se
en virtud del cual resultara de costes iguales o
tratara, como respecto de las horas extraordi-
similares, o superiores, utilizar el trabajo ex-
narias, de desincentivar el pluriempleo, bonifi-
traordinario de un trabajador ya empleado, que
cando los trabajos a tiempo parcial de quienes
utilizar el ordinario de un trabajador nuevo al
no disfruten de otro empleo y recargando, en
que se emplee a tal efecto. La cuestin de los
cambio, los costes de quienes estn ya en po-
contratos de trabajo por tiempo determinado o
sesin de l.
no indefinidos, incide tambin sobre estos
problemas, no como solucin alternativa, sino El trabajo a tiempo parcial debe situarse
conjuntamente utilizada con la del crecimien- precisamente dentro de este contexto, porque
to indirecto de las horas extra. si se autoriza o protege sin restricciones se
corre el riesgo de, precisamente, incentivar el
Por supuesto, una nueva e importante
pluriempleo, finalidad contraria a la perse-
vertiente para abordar mediante reparto la
guida o a la que debiera perseguirse.
escasez de trabajos, es la contemplacin y
correccin de los fenmenos de pluriempleo. Represe ltimamente, en cuanto al punto
que ahora estoy considerando, en que, con-
Quizs stos no sean importantes respecto centradas donde lo estn las situaciones de
de los trabajos manuales, los de tajo, fbrica, pluriempleo, segn lo recin expuesto, una
obra o taller, no sabria decirlo con exactitud, adecuada regulacin de ste servira para pa-
aunque la chapuza, hablando en trminos vul- liar el desempleo all donde ste es ms gra-
gares, o el sector no estructurado de las econo- ve, segn he dejado dicho, esto es, entre los
mas urbanas, si se prefiere la terminologa jvenes que por primera vez acceden al mer-
culta, no parece que tenga ninguna tendencia cado de trabajo.
a desaparecer.
En suma, si no podemos hacer lo que no
En cambio, es impresin generalizada la sabemos, hemos de hacer al menos lo que
de que s son importantes estos fenmenos en sabemos; y desde luego dejar de hacer lo
las tareas subalternas, administrativas y tc- que sabemos que es contrario a lo que nos
nicas, empujando hacia el pluriempleo la cir- proponemos.
humano y por la solidaridad que une a los de 1982; Actas provisionales de la 20 Sesin,
seres, de encontrar soluciones justas y efi- pg. 21/6).
caces al problema esencialmente humano
que es el del empleo (Alocucin de Su San- He dicho.
tidad Juan Pablo II a la 68 Conferencia In-
ternacional del Trabajo, Ginebra, 15 de junio Muchas gracias.
RESUMEN Este clsico estudio aborda el problema de la reduccin del tiempo de trabajo no desde el
punto de vista tradicional la jornada laboral debe reducirse porque se trabaja dema-
siado sino desde una nueva ptica, la de que al no haber trabajo para todos el tra-
bajo existente debe ser repartido. El autor enlaza una serie de sugerentes reflexiones
socioeconmicas y jurdicas, expresadas desde su perspectiva de jurista eminente, pero
tambin, como l mismo dice, desde la de un humanista o profesional de ciencias sociales.
Desde ese plural observatorio, se detectan los factores que vienen determinando cuando
el ensayo fue escrito y tambin hoy, veinte aos despus la escasez del trabajo: el desarro-
llo de las nuevas tecnologas que provoca que se produzca cada vez ms con menos personas,
la saturacin de los mercados en los pases desarrollados, el envejecimiento de la pobla-
cin... Al mismo tiempo se proponen frmulas sociales y jurdicas para el reparto del trabajo
y nuevas vas de creacin de empleo trabajos a favor de los pases subdesarrollados, acti-
vidades en las industrias de ocio, etc. que coinciden con lo que bastantes aos ms tarde
se ha venido a conocer como nuevos yacimientos de empleo.