¿Qué Es Una Sociedad - Una Sociedad Es Un Organismo Herbert Spencer
¿Qué Es Una Sociedad - Una Sociedad Es Un Organismo Herbert Spencer
¿Qué Es Una Sociedad - Una Sociedad Es Un Organismo Herbert Spencer
Spencer, Herbert
Qu es una sociedad? Una sociedad es un organismo
Reis. Revista Espaola de Investigaciones Sociolgicas, nm. 107, 2004, pp. 231-243
Centro de Investigaciones Sociolgicas
Madrid, Espaa
Qu es una sociedad?
Una sociedad es un organismo*
Herbert Spencer
* Cf. The Principles of Sociology, Part II, The inductions of Sociology, en The Works of Herbert Spencer, vol. VI, Otto Zeller,
Osnabrck, 1966; I. What is a society?, p. 435; II. A society is an organism, p. 437. Las cursivas y comillas reproducidas fi-
guran en el texto original.
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QU ES UNA SOCIEDAD?
212. sta es una pregunta que ha de ser hecha y contestada desde el primer momen-
to. La idea que nos hacemos de qu sea una sociedad permanecer borrosa mientras no
decidamos si es o no necesario ver en ella una entidad, y resolvamos la cuestin de si al
considerarla una entidad hemos de clasificarla como absolutamente diferente de todas las
dems o como parecida a algunas de ellas.
Se puede decir que una sociedad no es ms que un nombre colectivo para referirse a cier-
to nmero de individuos. Llevando a otro terreno la controversia entre nominalismo y realis-
mo, un nominalista podra afirmar que de igual modo que lo nico existente en una especie
son los miembros que la componen, con lo que la especie considerada independientemen-
te de sus miembros carece de existencia, as tambin las unidades de una sociedad seran
lo nico que existiese, siendo puramente verbal la de aqulla. El nominalista podra aducir
como ejemplo el de los estudiantes que escuchan a un profesor, que constituyen un agre-
gado que desaparece al acabarse la clase: no seran, por tanto, una cosa, sino un mero
conjunto de personas. Pues bien, podra argir que lo mismo sucede con los ciudadanos
que forman una nacin.
Pero sin entrar a discutir los primeros trminos del razonamiento, puede negarse sin em-
bargo el ltimo. En el caso de la clase el agregado es temporal, mientras que el de la so-
ciedad es permanente. Y es la permanencia de las relaciones entre las partes que lo com-
ponen lo que constituye la individualidad del conjunto como diferente de la individualidad
de sus partes. Una masa rota en pedazos deja de ser una cosa; por el contrario, las pie-
dras, ladrillos y maderas que estn inicialmente separados, se convierten en la cosa que
llamamos una casa si se los rene de manera apropiada.
Del mismo modo es razonable considerar a la sociedad como una entidad, porque, aunque
formada de unidades discretas, la permanencia de las relaciones que tienen lugar entre
ellas implica una cierta condicin de conjunto concreto del agregado que forman. Y eso es
lo que nos conduce a nuestra idea de sociedad. Por ello rehusamos dar ese nombre a los
grupos siempre cambiantes que forman los hombres primitivos, y lo aplicamos slo cuando
una cierta duracin en la relacin entre las partes resulta de una vida estable.
213. Pero ahora, mirando a una sociedad como una cosa, qu clase de cosa diramos
que es? Parece que no se asemeja a ninguno de los objetos que conocemos a travs de
nuestros sentidos. Si alguna semejanza parece tener con otros objetos, no lo pone as de
relieve la observacin, sino slo la razn. Si la permanencia de la relacin entre sus partes
hace de ella una entidad, surge la pregunta de si esas relaciones permanentes son pareci-
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das a las que existen entre las partes de otras entidades. El nico parecido concebible en-
tre una sociedad y cualquier otra cosa ha de deberse al paralelismo de los principios que
articulan sus componentes.
Hay dos grandes clases de agregados con los que puede compararse el agregado social:
los inorgnicos y los orgnicos. Pues bien, los atributos de una sociedad, son de alguna
forma como los de un cuerpo no viviente, como los de un cuerpo viviente, o quizs no se
parecen en nada a unos u otros?
214. Cuando decimos que el crecimiento es un fenmeno comn a los agregados so-
ciales y orgnicos, ello no implica excluir por completo que haya algo de comn entre
aqullos y los agregados inorgnicos. Algunos de stos, como los cristales, crecen de
modo visible; y todos, en la hiptesis de la evolucin, han surgido por integracin en un
momento u otro. Sin embargo, cuando se les compara con las cosas que llamamos inani-
madas, los cuerpos vivos y las sociedades muestran de una manera tan clara su aumen-
to de masa, que hemos de considerarlo una caracterstica propia de ambos. Muchos or-
ganismos crecen a lo largo de sus vidas, y el resto durante parte considerable de ellas.
El crecimiento social se prolonga habitualmente hasta el momento en que las socieda-
des se dividen o son destruidas.
ste es, pues, el primer carcter que vincula a las sociedades con el mundo orgnico, y
que las distingue sustancialmente del inorgnico.
215. Otro carcter de los cuerpos sociales, como de los cuerpos vivos, es que segn
crecen en tamao lo hace tambin su estructura. En el embrin de un animal superior,
como en el de uno inferior, hay pocas partes diferenciadas: pero a medida que va adqui-
riendo una masa mayor, sus partes se multiplican y diferencian. Lo mismo sucede con una
sociedad. Al principio, las diferencias entre sus grupos de unidades no llaman la atencin ni
por su nmero ni por su grado, pero a medida que la poblacin aumenta, las divisiones y
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Es verdad que en ciertos agregados inorgnicos, como en el sistema solar y en cada uno
de sus miembros, las diferenciaciones estructurales acompaan la integracin, pero de
manera tan relativamente lenta y simple que pueden ser desdeadas. Por el contrario, la
multiplicacin de partes en los cuerpos polticos y en los cuerpos vivientes es tan grande
que constituye sustancialmente un carcter comn que los separa de los cuerpos inorg-
nicos.
216. Esta comunidad entre sociedades y cuerpos vivos ser ms evidente si observa-
mos que la progresiva diferenciacin de estructuras viene acompaada por una progresiva
diferenciacin de funciones.
Las divisiones primaria, secundaria y terciaria que tienen lugar en un animal que se desa-
rrolla no se producen para facilitar su mayor o menor adecuacin a un determinado pro-
psito, ya que junto a la diversidad de formas y composiciones se produce tambin una
diversificacin de las acciones que llevan a cabo: crecen rganos diferentes que desem-
pean tareas diferentes. Asumiendo ntegramente la funcin de absorber los alimentos al
mismo tiempo que desarrolla sus caractersticas estructurales, el sistema digestivo devie-
ne gradualmente diferenciado en partes separadas, teniendo cada una de ellas una fun-
cin especial que forma parte de la funcin general. O un miembro instrumental para la lo-
comocin o la actividad prensil experimenta divisiones y subdivisiones, cada una de las
cuales lleva a cabo sus respectivas tareas, principales o subsidiarias, en la funcin de que
se trate.
Igual sucede con las partes en que se divide una sociedad. La aparicin de una clase do-
minante no slo la diferencia del resto de la sociedad, sino que asume su control; y cuan-
do esta clase se divide en una ms dominante y otra que lo es menos, comienzan a distri-
buirse distintas partes de dicho control. Y con las clases cuyas acciones son controladas
pasa lo mismo: los varios grupos en que se fraccionan tienen diversas ocupaciones, y
cada uno de dichos grupos termina teniendo menor diferenciacin interna y menor varie-
dad de tareas.
De este modo vemos ms claramente cmo las dos clases de cosas que estamos compa-
rando se distinguen de las cosas de otras clases; porque las diferencias de estructura que
aparecen lentamente en los agregados inorgnicos no van acompaadas de lo que pode-
mos llamar diferencias de funcin.
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La evolucin establece en ambos no meras diferencias, sino diferencias unidas entre s por
una relacin definida, de suerte que cada una de ellas hace posible las dems. Las partes
de un agregado inorgnico estn relacionadas de tal manera que una de ellas puede cam-
biar mucho sin afectar apreciablemente al resto. Las cosas son muy distintas en un agrega-
do orgnico o social: en los dos supuestos los cambios en las partes estn mutuamente
determinados, y las acciones que resultan son mutuamente dependientes. En ambos, de
igual modo, dicha interdependencia se incrementa segn la evolucin avanza. El tipo ms
elemental de animal es todo estmago, todo superficie respiratoria, todo miembro locomo-
tor. El desarrollo de un tipo con apndices para moverse o para apoderarse de su comida
slo tiene lugar si esos apndices, perdiendo la facultad de absorber directamente su nutri-
cin de los cuerpos circundantes, la reciben de partes que la conservan. Una superficie
respiratoria que haya de ser ventilada por circulacin de fluidos puede formarse slo a con-
dicin de que la prdida que sufra de la facultad de proveerse por s misma de los materia-
les necesarios para su conservacin y crecimiento sea compensada por la funcin de una
estructura que los aporte.
Pues de modo similar sucede en una sociedad. Lo que llamamos acertadamente su orga-
nizacin implica necesariamente caractersticas anlogas. Mientras es rudimentaria, en
una sociedad todos son guerreros, todos cazadores, todos constructores de chozas, todos
hacedores de herramientas: cada miembro de la sociedad se basta a s mismo. El progreso
hacia una fase caracterizada por un ejrcito permanente slo se produce si surgen disposi-
ciones para que el resto de la sociedad lo provea de alimentos, pertrechos y municiones
para la guerra. Si en un lugar la poblacin se ocupa slo de la agricultura y en otro de la mi-
nera, si unos producen manufacturas y otros las distribuyen, ha de ser a condicin de que
a cambio del servicio prestado por cada parte a las dems, stas entreguen la debida pro-
porcin de sus servicios.
Esta divisin del trabajo, puesta de manifiesto por los economistas como un fenmeno so-
cial, ha sido reconocida por los bilogos como un fenmeno propio de los cuerpos vivos
con la denominacin de divisin fisiolgica del trabajo, y es lo que tanto en el caso de la
sociedad como en el de un animal los constituye como un conjunto viviente. Nunca insistir
bastante en el hecho de que, a este respecto, un organismo social y uno individual son por
completo anlogos. Cuando vemos que en un mamfero el cese de la actividad pulmonar
pone fin a la actividad del corazn, o que si el estmago falla en su funcin todas las otras
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partes del animal cesan de actuar; que la parlisis de sus miembros condena a muerte a
todo el cuerpo por falta de nutricin o por no permitirle escapar del peligro; que la prdida
de unos rganos tan pequeos como los ojos priva al resto de un servicio esencial para su
conservacin; es forzoso, pues, admitir que la mutua dependencia de las partes es una ca-
racterstica esencial de los organismos individuales. Y cuando en una sociedad vemos que
los trabajadores del acero se ven obligados a interrumpir su tarea si los mineros no sumi-
nistran materias primas, que los fabricantes de vestidos no pueden trabajar en ausencia de
quienes hilan y tejen para ellos, que los manufactureros cesan en su actividad a menos
que quienes producen y distribuyen los alimentos lleven a cabo su trabajo, que los poderes
pblicos (gobiernos, oficinas, jueces, polica) no pueden mantener el orden cuando las co-
sas necesarias para la vida no les son proporcionadas por quienes corresponde hacerlo,
entonces, pues, hemos de decir que esta dependencia mutua de las partes en una socie-
dad es tan rigurosa como la de las partes de un cuerpo vivo. Por diferentes que sean des-
de otros puntos de vista estos dos tipos de agregados, se parecen en este carcter funda-
mental de interdependencia de sus partes, as como en otras propiedades implicadas por
l.
218. Cmo es que las acciones combinadas de las partes mutuamente dependientes
constituyen la vida del conjunto, y cmo de aqu resulta un paralelismo entre la vida social
y la vida animal? Vemoslo an ms claramente mostrando que la vida de todo organismo
descansa sobre la vida de unidades tan pequeas que no se ven a simple vista.
Un ejemplo innegable es el que ofrece el extrao orden de los micomicetos. Las esporas o
grmenes producidos por uno de esos seres se transforman en unidades ciliadas que, tras
algn tiempo dedicado a la locomocin, cambian a la forma de amebas, se mueven de un
lado a otro, se alimentan, crecen, y se multiplican por fisin. Entonces esas amebas indivi-
duales se juntan, empiezan a constituir grupos, y esos grupos se unen a otros formando
una masa apenas visible, pero que en ocasiones es tan grande como una mano. Este plas-
modio irregular, frecuentemente reticulado y sustancialmente gelatinoso, presenta movi-
mientos de sus partes parecidos a los de un gigantesco rizpodo que se arrastra lenta-
mente sobre la superficie de cuerpos en descomposicin, e incluso sobre los tallos de las
plantas. He aqu cmo la unin de muchos individuos vivos diminutos forma un agregado
relativamente grande, en el que sus individualidades estn aparentemente perdidas, pero
es evidente la vida que resulta de la combinacin de sus vidas.
En otros casos, en lugar de unidades que despus de haber tenido una vida separada pier-
den su individualidad por agregacin, vemos unidades que, surgiendo por multiplicacin
del mismo germen, no se separan unas de otras, pero sin embargo muestran con claridad
que tienen vidas separadas. Una esponja en crecimiento tiene sus fibras crneas revesti-
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das de una sustancia gelatinosa, que el microscopio muestra que est compuesta de uni-
dades que se mueven. Es innegable la vida de la esponja como un todo, pues muestra ac-
ciones propias de un cuerpo; las unidades amiboides que la recubren pierden en parte su
individualidad fundindose en una capa protectora o piel; el armazn de fibras que les sirve
de soporte es producido por la accin conjunta de las unidades en cuestin, as como es
su accin combinada la que produce las corrientes de agua que penetran por los pequeos
orificios y son expelidas por los grandes. Pero si en la esponja slo se aprecia dbilmente
la vida del agregado, las vidas de la miriada de sus unidades integrantes estn escasa-
mente subordinadas a la del agregado: estas unidades forman, por as decirlo, un conjunto
social en el que las funciones estn escasamente subdivididas. O, en palabras del Profesor
Huxley, la esponja representa una especie de ciudad subacutica en la que la gente est
distribuida a lo largo de las calles y carreteras, de tal modo que pueden fcilmente obtener
su alimento del agua que circula por ellas. Y de nuevo, en el caso del plipo hidroide mi-
riotela, una serie de procesos pseudopodiales tienen lugar constantemente en las pare-
des del canal alimentario, dirigidos hacia la cavidad digestiva, procesos que el Dr. Allman
considera caractersticos de las clulas que forman las paredes, que obtienen su alimento
del mismo modo en que las amebas lo hacen. Y lo mismo puede apreciarse en ciertos gu-
sanos.
Incluso en los animales superiores puede observarse esta relacin entre la vida del agre-
gado y las vidas de sus unidades componentes. La sangre es un lquido en el cual, junto a
las sustancias nutritivas, circulan innumerables seres vivientes, los corpsculos de la san-
gre, cada uno de los cuales tiene su propia historia. Durante el primer perodo de su vida,
cada uno de ellos, conocido entonces con el nombre de glbulo blanco, se mueve libre-
mente como una ameba, y si se alimentan con algo de color, se ve cmo lo que comen se
acumula en su interior, y en algunos casos se ha visto cmo los glbulos blancos devo-
ran a sus diminutos compaeros, los glbulos rojos. Pero no es slo por signos fciles de
constatar, como son los movimientos de un corpsculo que flota en un lquido, lo que nos
permite probar su existencia individual. Por ejemplo, algunas superficies mucosas, como
las de las vas respiratorias, estn recubiertas por lo que se llama epitelio ciliado, una capa
de pequeas clulas alargadas dispuestas una junto a otra con varios cilios en un extremo,
los cuales estn continuamente en movimiento; la ondulacin de los cilios es como la de
las clulas que viven en los conductos del cuerpo de la esponja, y del mismo modo que la
accin conjunta de dichas clulas impulsa la corriente de agua, la de las clulas ciliadas de
los epitelios impulsa las secreciones mucosas que las cubren. Y si hace falta una prueba
adicional de que esas clulas epiteliales tienen vida independiente, la encontramos en el
hecho de que cuando se extraen y se colocan en un medio lquido apropiado se mueven
con considerable rapidez durante algn tiempo, debido a las continuas vibraciones de los
cilios con que estn provistas.
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De esta forma, ya que un organismo vivo puede ser considerado como un conjunto de uni-
dades con vida propia individual, muchas de ellas con un grado considerable de indepen-
dencia, tendremos menos dificultad en considerar un conjunto de seres humanos como un
organismo.
219. La relacin entre la vida de las unidades y la del agregado presenta otro carcter
comn: la vida del agregado puede ser destruida por una catstrofe, sin que ello afecte ne-
cesariamente a las vidas de sus unidades, mientras que, por otra parte, si ninguna cats-
trofe la destruye, la vida del agregado tiene una duracin mayor que las de sus unidades.
En un animal de sangre fra las clulas ciliadas realizan sus movimientos con una perfec-
ta regularidad mucho despus de que el ser viviente al que pertenecan haya dejado de
moverse. Las fibras musculares conservan su capacidad de contraerse bajo los efectos
de un estmulo adecuado. Las clulas de los rganos de secrecin continan emitiendo su
producto si se les suministra sangre artificialmente, y los componentes de un rgano com-
pleto, como el corazn, continan trabajando conjuntamente muchas horas despus de
su extraccin. Del mismo modo, la interrupcin de las actividades comerciales, o de las
gubernamentales, etc., que constituyen la vida del conjunto de una nacin, puede tener
por causa, por ejemplo, una incursin de los brbaros, sin que ello paralice las actividades
de todas las unidades: algunas de ellas, especialmente las ms dispersas que se dedi-
quen a la produccin de alimentos, pueden sobrevivir largo tiempo llevando a cabo sus
actividades.
Por otra parte, los diminutos elementos vivientes que componen un animal superior se de-
senvuelven cada uno de por s, llevan a cabo sus actividades, mueren y son reemplazados,
mientras que el animal como un todo contina su vida. En las capas profundas de la piel
las clulas surgen por fisin, y cuando crecen son desplazadas hacia el exterior, se aplas-
tan para formar la epidermis y acaban por ser exfoliadas, mientras que las ms jvenes si-
tuadas debajo ocupan su sitio. Las clulas del hgado, que crecen absorbiendo los materia-
les que utilizan para la produccin de la bilis, cuando mueren son sustituidas por otra
generacin que ocupa el lugar que dejan vacante. Incluso los huesos, tan densos y apa-
rentemente tan inertes, estn permeados por vasos sanguneos que aportan materiales
para reemplazar los viejos componentes por otros nuevos. El reemplazo, rpido en ciertos
tejidos y lento en otros, se lleva a cabo al ritmo apropiado para que durante la existencia
del cuerpo cada porcin de l haya sido producida y destruida muchas veces. Igual sucede
con una sociedad y sus unidades. La integridad del conjunto, como la de cada una de sus
grandes partes, se mantiene pese a la muerte de los ciudadanos que la componen. La f-
brica que en una ciudad manufacturera produce mercancas para uso nacional sigue exis-
tiendo un siglo despus, aunque los patronos y obreros que trabajaban en ella cien aos
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atrs hayan desaparecido. Y sucede lo mismo incluso a partes ms pequeas de esta es-
tructura industrial: una empresa que tuvo su origen generaciones atrs, y que todava con-
tina su actividad bajo el nombre de su fundador, ha visto cambiar a todos sus miembros y
employs uno a uno, quizs varias veces; sin embargo, la empresa contina estando en el
mismo sitio, y mantiene las mismas relaciones con compradores y vendedores. Y por todas
partes volvemos a encontrar lo mismo. Los cuerpos gobernantes, tanto el nacional como
los locales, las corporaciones eclesisticas, los ejrcitos y las instituciones de todo tipo,
como gremios, clubes, asociaciones filantrpicas, etc., muestran una continuidad de vida
que excede de la de las personas que las constituyen. Y no es eso todo. Como parte de la
misma ley, vemos que la existencia de la sociedad en su conjunto dura ms que la de sus
partes. Las asociaciones privadas, los organismos pblicos locales, las instituciones na-
cionales, las ciudades industriales, pueden desaparecer, mientras que la nacin mantiene
su integridad y evoluciona en volumen y estructura.
Tanto en el caso del organismo vivo como en el de la sociedad, cada una de las funcio-
nes mutuamente dependientes est compuesta por las acciones de muchas unidades,
que cuando van muriendo una por una son reemplazadas sin que la funcin en que par-
ticipan se vea afectada. En un msculo, cada una de las fibras de su tejido es removida
una vez agotada su capacidad, y sustituida mientras que el resto contina llevando a
cabo sus contracciones como de ordinario; y la jubilacin de un funcionario o la muerte
del empleado de una tienda perturba inapreciablemente la actividad o el negocio del que
formaba parte.
Por consiguiente, en el organismo social y en el individual existe una vida del conjunto
completamente diferente de las vidas de las unidades que los forman, por ms que la vida
del conjunto sea producto de las vidas de las partes.
220. Pero de ese parecido entre el organismo social y el individual hemos de pasar
ahora a sealar una extrema desemejanza: las partes de un animal forman un todo concre-
to, mientras que las de una sociedad forman un todo discreto. Mientras que las unidades vi-
vas que componen el animal estn unidas en estrecho contacto, las que forman la socie-
dad son libres, no estn en contacto, sino ms o menos dispersas. Cmo podemos, pues,
hablar de algn paralelismo entre ambos casos?
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Puede argirse que el cuerpo de un animal no est compuesto en toda su extensin por
unidades con vida propia, sino que en buena medida incluye partes diferenciadas que, ha-
biendo sido formadas por las unidades vivas, llegan a ser slo semi-vivientes, y en algunos
casos no vivientes. Tomemos por ejemplo la capa de protoplasma que hay bajo la piel,
compuesta de unidades vivas, pero que produce clulas que, transformndose en esca-
mas epiteliales, son estructuras protectoras inertes: las uas, el pelo, las crneas, los dien-
tes nacen de dicha capa y son partes componentes del organismo, pero sin vida propia.
Llevando ms lejos el argumento, vemos que el cuerpo presenta por todas partes tales ca-
pas protoplsmicas, las cuales dan origen a los tejidos que componen los rganos; dichas
capas permanecen vivas en tanto que, por el contrario, las estructuras que surgen de ellas
pierden su vitalidad en la medida en que se trate de estructuras especializadas: los cartla-
gos, los tendones, el tejido conjuntivo as lo ponen de manifiesto. De todo ello puede con-
cluirse que si bien el cuerpo forma un todo coherente, sus unidades esenciales tomadas en
s mismas articulan un conjunto que slo es coherente en el plano protoplsmico.
Cabe, pues, afirmar que los hechos muestran que el organismo social, adecuadamente
concebido, es mucho menos discontinuo de lo que parece. Puede argumentarse que en el
caso del organismo individual incluimos, junto a las partes plenamente vivas, las menos vi-
vas y las que sin estarlo cooperan en las actividades del todo; del mismo modo, en el orga-
nismo social hemos de incluir no slo las unidades ms llenas de vida, los seres humanos,
que son quienes determinan el fenmeno social, sino tambin las varias clases de anima-
les domsticos, situados en un punto ms bajo de la escala de la vida y que bajo el control
del hombre cooperan con l; e incluso estructuras inferiores, como las plantas, que propa-
gadas por la actividad humana aportan materiales para la actividad de animales y hom-
bres. En defensa de este punto de vista puede sealarse hasta qu punto estas clases in-
feriores de organismos, que coexisten en la sociedad con el hombre, afectan a las
estructuras y actividades sociales: hasta qu punto, por ejemplo, los rasgos de una socie-
dad pastoril dependen de la clase de animales que se cran en ella, o cmo en una socie-
dad sedentaria el tipo de plantas alimentarias, o las que producen materia prima para las
fbricas textiles, determinan ciertas modalidades y acciones sociales. Tras de lo cual pode-
mos insistir en que, dado que los caracteres fsicos y mentales y las actividades cotidianas
de los seres humanos estn parcialmente moldeadas por sus relaciones con esos anima-
les y vegetales, los cuales viven gracias al hombre y le ayudan a vivir y tienen tal presencia
en la vida social que debe incluso ser regulada por la ley, esas formas inferiores de vida no
pueden ser excluidas de la concepcin del organismo social. Puede, pues, llegarse a la
conclusin de que cuando, junto con los seres humanos, incorporamos al espacio cubierto
por la sociedad a esos seres animales y vegetales inferiores en la escala de la vida, resul-
ta un agregado que ostenta entre sus partes una continuidad prxima a la de un organismo
individual, al que se parece en que est compuesto de agregados locales formados por
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Pero sin necesidad de aceptar esta forma de ver las cosas, y admitiendo que la condicin
discreta del organismo social contraste fuertemente con la condicin concreta del organis-
mo individual, todava puede oponerse a la objecin una respuesta satisfactoria.
221. Aunque la coherencia entre las partes sea un requisito para la cooperacin que
hace posible la vida de un organismo individual, y aunque los miembros de un organismo
social no formen un todo concreto en el que la cooperacin pueda llevarse a cabo por me-
dios fsicos propagados directamente de una parte a otra, dicha cooperacin tiene lugar
por otro medio: aunque no estn en contacto, las partes influyen unas en otras pese al es-
pacio que las separa, tanto a travs de un lenguaje emocional como por el de la inteligen-
cia, sea oral o escrito. Para llevar a cabo acciones mutuamente dependientes es preciso
que los impulsos que hayan de provocarlas, convenientemente ajustados en sus clases, in-
tensidades y tiempos, se transmitan entre las partes. Este requisito se lleva a cabo en los
cuerpos vivos gracias a ondas moleculares, que son indefinidas y difusas en los organis-
mos inferiores, pero que estn conducidas en los superiores a travs de canales definidos
(cuya funcin ha sido significativamente denominada internuncial). En las sociedades, esta
funcin es llevada a cabo por los signos expresivos de los sentimientos y de las ideas
transmitidos de una persona a otra, al principio de una forma poco precisa y slo en distan-
cias cortas, pero luego de manera ms definida y a distancias ms largas. Es decir, la fun-
cin internuncial, que no se logra por transferencia de estmulos fsicos, tiene lugar sin em-
bargo por el lenguaje, tanto emocional como intelectual.
Esta mutua dependencia de las partes que constituye la organizacin viene establecida en
el agregado social a travs de su naturaleza de conjunto discreto, no concreto, lo que no
impide su configuracin como un todo viviente.
222. Pero ahora, siguiendo la lnea de pensamiento abierta por la objecin y su res-
puesta, llegamos a una diferencia de gran calado que afecta fundamentalmente a nuestra
idea de los fines que han de ser logrados gracias a la vida social.
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que los pequeos ganglios dispersos existen en beneficio de otras estructuras, en los su-
periores, por el contrario, la concentracin de ganglios constituye la estructura en beneficio
de la cual puede decirse que existe el resto del organismo. Un sistema nervioso as consti-
tuido dirige las acciones del conjunto del cuerpo para proteger su propia integridad: el bie-
nestar del sistema nervioso es el objetivo de todas las acciones. El dao que sufra cual-
quier otro rgano ser ms o menos serio en la medida en que inmediata o remotamente
implique dao o prdida de placer para el sistema nervioso. Pero la naturaleza discreta de
una sociedad impide que la diferenciacin llegue a tal extremo. En un organismo individual
las diminutas unidades vivientes, muchas de ellas permanentemente confinadas en un de-
terminado lugar, crecen, trabajan, se reproducen y mueren cada una en su sitio, y de una
generacin a otra son configuradas para el cumplimiento de sus respectivas funciones, por
lo que unas son sensibles y otras insensibles. Pero en un organismo social las cosas son
diferentes. Las unidades que lo componen, sin contacto entre s y sin estar ligadas en su
posicin respecto de las dems, no podran diferenciarse tanto como para llegar unas a ser
insensibles, monopolizando otras la sensibilidad. Hay, sin duda, rasgos de tal diferen-
ciacin. Los seres humanos difieren por la intensidad de las sensaciones y emociones que
producen en ellos causas parecidas: en unos casos se caracterizan por su insensibilidad,
en otros por su susceptibilidad. Las unidades vivientes que actan mecnicamente y tienen
una vida ms precaria son menos sensibles que las que actan mentalmente y estn ms
protegidas. Pero en tanto que ciertas estructuras reguladoras del organismo social tienden,
como las del individual, a especializarse como sensibles, tal tendencia se ve obstaculizada
por la falta de cohesin fsica entre las partes, cohesin que conducira a la fijeza de fun-
ciones. Otro factor se le opone tambin, y es la continua necesidad de sensibilidad en las
unidades que actan mecnicamente para la adecuada realizacin de sus funciones.
Existe, por consiguiente, una diferencia bsica entre las dos clases de organismos. En el
organismo individual la conciencia est concentrada en una pequea parte del conjunto.
En el social, est difundida a travs de todo l: todas las unidades poseen capacidad para
experimentar felicidad o desdicha, si no en el mismo grado, s de manera parecida. As
pues, al no existir un rgano social que concentre la sensibilidad, el bienestar del conjunto
como algo aparte del de las unidades que lo componen no es una finalidad que haya de
ser perseguida. La sociedad existe para beneficio de sus miembros, no sus miembros para
beneficio de la sociedad. Y ha de recordarse que por muy grandes que sean los esfuerzos
hechos para la prosperidad del cuerpo poltico, sus demandas no significan nada en s mis-
mas, sino slo en la medida en que incorporan las demandas de sus componentes indivi-
duales.
223. Pero dejemos esta cuestin, que es ms una disgresin que parte del argumento,
y resumamos las razones que tenemos para considerar la sociedad como un organismo.
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