SPITZER, Leo - Soy Quien Soy PDF
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REVISTA DE FILOLOGA
HISPNICA
AO I NM. 2
a examinar el problema, que no me parece tan evidente como hace quince aos.
1
Hamlet, I, 3: Despus de aconsejar a Laertes que evite los extremos y se man-
tenga en la esfera del justo medio, y despus de ponerle un buen nmero de ejemplos
concretos, Polonio hace culminar sus preceptos en el siguiente: "This above all to
thine own self be true; / A n d it must follow, as the night the day, / Thou canst not
then be false to any man". Verdad es que estas palabras las pronuncia el ms grande
mentiroso de la obra.
2
Dos ejemplos, tomados de la Estrella, v. 2340: " Y o soy quien soy, / y siendo
quien soy me venco / a m mismo con callar, / y a alguno que calla afrento; / quien
es quien es haga obrando / como quien es, y con esto / de aquesta suerte los dos /
como quien somos haremos"; v. 2920: " E l cabildo de Sevilla / es quien es". M u y
frecuentemente, el nombre propio hace las veces del pronombre: v. 1 5 2 9 : "Siendo
Roela y soldado, / me quieres hacer traydor?" La edicin escolar de Rex-Dixon-Hill
(Heath's Modern Language Series, 1931) traduce correctamente el verso 2340: "I am
true to myself"; vv. 2344-5: "let whoever it is proceed by action worthy of h i m " ;
v. 2347:^"as befits us"; slo que con estas tres diferentes traducciones se destruye la
unidad del topos. En suma, es el mismo procedimiento que Martin Buber y Franz
Rosenzweig reprochan a los traductores del Antiguo Testamento: no respetar los leit-
motiv e sugeridos en el original por la identidad de los trminos. En la obra de K E N I S T O N ,
The Syntax of Castilian Prose, Sixteenth Century (15, 721), encuentro un ejemplo de
"siendo quien sois" sacado del Libro de la vida y costumbres de Enriques de Gusmn
(33, 14). N o tengo a mano este texto, pero a juzgar por la traduccin de Glements R.
Markham (London, 1862, The Hakluyt Society) la locucin est muy en su lugar en una
114 LEO SPITZER NRFH, I
Empegar, pues, por estudiar la historia de la frase sum qui sum, e inclu-
sive su prehistoria juda, que slo he llegado a comprender gracias al libro de
Buber y Rosensweig. La escena en que se encuentra la frase es la de la apa-
3
sino que pregunta: " S i voy a los hijos de Israel y les digo: El Dios de vuestros
padres me ha enviado a vosotros y ellos me preguntan: Cul es su nombre?,
qu les responder?" Y Dios dice: Eheye aser eheye. (Septuaginta: 'Ey<b elu-i
)v, Vulgata: Ego sum qui sum). Y agrega: "Dirs a los hijos de Israel:
Eheye (Sept.: Sv, V u l g . : u i est) me ha enviado o vosotros. . . . As dirs
a los hijos de Israel: Jehov (Sept.: KtJQiog, V u l g . : Dominus) el Dios de
nuestros padres, el Dios de Abraham, Dios de Isaac y Dios de Jacob, me ha
enviado a vosotros. ste es mi nombre eterno y sta mi memoria por los siglos
de los siglos." Y en vi, 2, Dios repite su nombre agregando una indicacin de
orden histrico: " Y o soy Jehov (Sept.: KvQioq, V u l g . : Dominus) y me
aparec a Abraham, a Isaac y a Jacob como Dios Omnipotente (hebreo: E l
Shaddai), pero mi nombre Jehov (Sept.: Kvoioc;, V u l g . : Adonai, una sola
vez, en este pasaje) no les ha sido revelado". 6
Es evidente que estamos aqu ante una explicacin etimolgica del nombre
divino en hebreo. E l tetragrammaton hebreo contiene cuatro de las consonantes
esenciales para una palabra hebrea: J H V H . Este nombre sagrado que los judos
no se atreven nunca a pronunciar (y reemplazan en sus oraciones por Adonai,
palabra empleada una sola vez en la Vulgata), la pronuncia aqu Dios mismo
como una palabra de su lengua divina, inaccesible a los hombres, pero que l,
en su infinita bondad, explica a Moiss y al pueblo judo en el idioma de ellos:
las formas verbales del verbo haja, 'ser, llegar a ser*, (esto es, el pasado, el
presente y el futuro) estn, por as decir, embutidos en el nombre de Jehov
obra que contiene discursos como: "Most loyal Spaniards, I deeply regret that you
should have commenced to act in a way which your ancestors would never have thought
of, and I entreat you to return to your companions and to tell them that, as well for
the sa\e of iheir loyalty as for my love, they must embark" (pg. 31). For the sa\e of
their loyalty podra muy bien reemplazarse con: por ser quien(es) son.
3 Die Schrift und ihre Vcrdeutschung, Berln, 1936, pgs. 184-210 y 332-341.
4 xodo, III.
5 x., III, 12.
6 Es sabido que los especialistas de la crtica textual del Antiguo Testamento atri-
buyen x. III, 13, a una versin distinta de la de x. H, 2: el primer pasaje pertenecera
a una versin "elohista" (que evita el trmino Jehov antes de x. vi, 2). Cf. J . S K I N -
NER, The divine ames in Gnesis, 1914, pg. 28, M i colega William Albright cree que
la forma originaria del nombre Jehov es Jahv forma documentada en fuentes
griegas, que contiene un causativo: *el que hace vivir*; nuestra frase eheye aser eheye
tiene en egipcio la forma 'yo har vivir lo que vivir', que sera el patrn original.
Nosotros, naturalmente, slo nos atenemos aqu al texto hebreo tradicional.
NRFH, I SOY QUIEN SOY 115
o Jahv, que es 'el que siempre es, siempre ha sido, siempre ser'. Pronunciando
una de esas formas, ehye, 'yo ser', en el momento de revelar su verdadero
nombre por vez primera a Moiss, Dios da una explicatio nominis et rei: no
slo se l l a m a sino que es el que es, fu y ser.
Mientras que los pueblos paganos creen, de acuerdo con las enseanzas
de la magia primitiva, poseer a sus dioses en cuanto conocen su nombre (arbi-
trario), el Dios judo ensea a su pueblo su propio poder en trminos no
mgicos: el nombre del Dios monotesta expresa su naturaleza, y es esa natura-
leza divina la que difiere de las de los dioses paganos. N o basta conocer su
n o m b r e para poseerlo. Ahondando en la c o s a , en la esencia de su divi-
nidad, el pueblo judo se dar cuenta de la vaciedad de la concepcin mgica e
idoltrica de las divinidades paganas. La misma combinacin de nombre y cosa
se encuentra en el himno triunfal de Moiss: Jehov es un combatiente, Jehov
7
[ = e l que siempre es] es su nombre (la Septuaginta da aqu dos veces KQIOC;,
la Vulgata, ms vacilante, como en vi, 2, dice la primera vez dominus, la
segunda omnipotens). Todas las traducciones destruyen as esa relacin entre
el nombre y la definicin del Dios judo, pero es probablemente ese ejemplo
del Antiguo Testamento, memorable entre todos, el que ha dado origen a la
"poesa etimolgica" de la Edad Media (conforme al principio de nomina con-
sequentia rebus), a que nos hemos referido en ms de una ocasin A . Schiaf-
fini, Mara Rosa Lida y yo mismo. Puesto que Dios haba revelado su esencia
por una etimologa, puesto que se haba hecho etimlogo para darse a entender
al pueblo elegido, cul no deba ser la aureola de la etimologa en la Edad
Media! Revelaba precisamente el etvfiov, la verdad (un pasaje como aquel
en que Petrus recibe su nombre de petra, piedra angular del edificio de la fe,
muestra en el Nuevo Testamento el proceso etimolgico en plena vigencia) . 8
7 x. xv, 3.
f
8
As deben explicarse ciertas frmulas del antiguo francs que confunden la iden-
tificacin de un personaje por su nombre propio y la descripcin de su ser: "J'ai a nom
Escopart, fort et combatant" ( M L N , LVII, pg. 258). Todo nombre propio de la Edad
Media es sinntrdchtig ('portador de sentido', 'fecundo de sentido'), como dicen Buber y
Rosensweig del nombre hebreo de Dios. Los autores medievales no habran aprobado la
concepcin de Saussure que hace de las palabras de nuestras lenguas signos arbitrarios e
inmotivados. Aqu, adems, habra que mencionar tambin el hecho de que en las
Etymologiae de San Isidoro, as como en los lapidarios y bestiarios medievales, palabras
y cosas se presentan siempre en el mismo plano: el nombre de una cosa revela la esencia
de la cosa.
9
La Werdelust alemana no es germnica. Ladislao Mittner, en La lingua tedesca
e lo spirito delV antica poesa germnica (Firense, 1942), demuestra que el concepto de
116 LEO SPITZER NRFH, I
pero la Biblia juda de Ferrara dice: Sea luz, como Calvino: ue la lumire
soitl y la Biblia inglesa: Let there be lightl). La cpula 'es', en hebreo, o bien
no se expresa en absoluto o se reemplaza con pronombres anafricos (hu, hi,
'l', 'ella'). E l Dios judo no puede, pues, definirse por un verbo de existencia;
su esencia no es la estabilidad, sino el movimiento. Por otra parte, la extraa
palabra ruaj, que figura en el texto hebreo del Gnesis, en el pasaje que los
traductores modernos vierten como 'el espritu de Dios flotaba sobre las aguas',
indica tambin, segn nuestros autores, ms bien un viento, un huracn, una
tormenta (traducen Geistgebraus), y en lugar de 'flotar* hay en hebreo un
verbo que significa 'empollar' (y en efecto Raschi, la Biblia inglesa y Goethe
en su juventud emplean ese trmino), verbo que evoca la agitacin de u n ave,
llena de fuerza concentrada y creadora.
E l ehye aser ehye (del x., m, 14) no puede separarse, por lo dems,
de ehye imoj 'yo ser contigo', que dice Dios en x., m, 7. Los dos pasajes
contienen promesas que Dios hace, de ayuda, de compaa, de activa presencia 10
en el futuro. Con el ehye aser ehye el Dios judo promete a su pueblo so-
correrlo de cualquier modo; por la frase de relativo (algo como 'ser contigo,
quienquiera sea'), el Ser Supremo se reserva el derecho de aparecerse a su
pueblo bajo la forma que, llegada la ocasin, le parezca mejor. Es como si
dijera: 'no te preocupes, pueblo de Israel, de la forma en que he de venir;
basta con que sepas que he de venir'. Buber y Rosen^weig traducen as: "Ich
werde da sein ais der ich dasein werde . . . I C H B I N D A schickt mich m
euch!" Ehye, en esta segunda frase, se ha convertido, pues, en nombre propio:
'Yo soy (ser) all'. Por otra parte, esta forma de futuro ha sido extrada,
werden en esa poesa implicaba u n anuncio siniestro del destino (muerte, venganza)
con el cual el hroe se identificaba: 'se volvi (ward) asesino' en vez; de 'asesin' (as
naci el pasivo 'fataF con werden). Slo cuando el espritu cristiano del ^evangelio , de 1
digmoslo as, del trmino Jehov, con su indicacin latente de los tres tiempos
conjugados. La construccin de este nombre propio que, revelado por la voz
de Dios, contiene su primera persona con una forma verbal de la tercera
('Estar-all me enva') ofrece una incongruencia gramatical, grandiosa como
ese mismo Dios, tan personal, tan humano en su omnipotencia: salta por encima
de la gramtica, "que rige hasta a los reyes'\ pero que no puede regir al Rey
de Reyes. Este anacoluto es, por decir as, el rastro lingstico que este Creador
apasionado deja a Israel. Forja su nombre a ojos de su pueblo, para su pueblo,
le habla directamentepor su nombre, que su pueblo podr entender y que
ser verdaderamente una etimologa popular (la ms antigua y venerable de
nuestra civilizacin, tanto que, como es natural, los lingistas modernos ni la
mencionan). Los Setenta, y despus los traductores modernos, han tenido el
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1 1
E n el libro de E . H . Sturtevant recientemente publicado, Introduction to Lin-
guistic Science (pgs. 124 y sigs.), se nos habla de las interdicciones lingsticas de
orden religioso en el mismo plano que las concernientes a las cosas sexuales, la excrecin,
etc. Los polinesios, nos dice Sturtevant, se inclinan particularmente a estas "extraas
inhibiciones". N i la menor mencin del eufemismo judo y cristiano. Sturtevant no puede
dejar de mencionar las "four-letter words of E n g l i s h " ; pero no parece saber que esta
misma expresin viene del tetragrammaton, del "nombre de cuatro letras", como dice
Fray Luis, y que la interdiccin religiosa es l a ms fuerte y la ms universal. Estas
simples verdades son ignoradas por nuestros especialistas ms distinguidos.
1 2
Fray Luis de Len, en esa maravillosa obra teolgico-lingstica, Los nombres
de Cristo, que trata de captar " e l po general de todas las cosas", es decir, la armona
del universo en los nombres del Salvador, no deja escapar nuestro pasaje del A n t i g u o
Testamento, que l armoniza, segn su costumbre, con el N u e v o Testamento (en el
captulo Fazes de Dios, que trata de las revelaciones que Dios ha concedido de su
persona): lo interesante para nosotros es que el principal interlocutor de este dilogo,
M a r c e l o , se remonta al texto hebreo y traduce: "Dles: E l que ser, ser, ser, me
emba a vosotros" (pg. 88 de la edicin de O n s ) , y, cuando Juliano le hace notar que
el texto contiene soy, no ser (puesto que en hebreo el futuro sirve a menudo de
presente), M a r c e l o replica que la enseanza de "que es su [de Dios] perfeccin infinita,
y ser l el mismo que es ser infinito" sera tan accesible a los ngeles como a los demo-
nios, y naturalmente a los sabios y eruditos, "porque es cosa que con la luz natural se
conosce". Pero el sentido de la palabra original (hebraica), es decir el futuro, indica
una verdad inaccesible a la razn natural, una verdad mstica que slo Moiss poda
comprender: la verdad secreta que Dios slo haba revelado a A b r a h a m y a algunos
de sus sucesores (de aqu que en nuestro pasaje se llame " e l Dios de A b r a h a m , Isaac y
J a c o b " ) , esto es, que u n da se hara hombre naciendo de su linaje y salvara a la
humanidad (alusin al Evangelio de San Juan, v m , 59: " A b r a h a m desse ver m i da,
viole y gozse"). As, por los tres futuros del texto hebreo, ser, ser, ser, Dios indic
a Moiss sus tres apariciones en favor de la h u m a n i d a d : " Y o soy el que promet a
vuestros padres venir agora para libraros de Egipto, y nascer despus entre vosotros
para redemiros del pecado y tornar ltimamente en la misma forma de hombre para
118 LEO SPITZER NRFH, I
*el Eterno', que se encuentra por primera vez en un libro apcrifo del Nuevo
destruyr la muerte y perficionaros del todo. Soy el que ser vuestra gua en el desierto,
y el que ser vuestra salud hecho hombre, y el que ser vuestra entera gloria hecho
juez" (pg. 86). Comprendemos que Fray Luis debi escribir los tres ser, "de rengln
seguido", para obtener tres manifestaciones verbales (idnticas) de las tres apariciones
de Dios (idnticas). Vemos en Fray Luis obrar a la vez la lingstica medieval (que
se remonta al etymon y capta el sentido mstico de una expresin literal; cf. sobre este
punto la introduccin de Fray Luis, pg. 38) y la lingstica humanista, que halla este
sentido remontndose a las fuentes (ex fontibus praedicare), en este caso el texto
hebreo (cf. al respecto el programa de Fray Luis citado en Ons, pg. 102, nota 13).
Fray Luis descubrir, pues, en el futuro hebreo el matiz de socorro activo que presta
Dios a la humanidad (no ya al pueblo de Israel): el comentarista cristiano har corres-
ponder, segn su tcnica armonizadora, a los tres ser las tres apariciones de Dios al
hombre, incluyendo en ellas las dos venidas de Cristo. N o destruye el carcter de
nombre propio (Ser me e n r a ) , pero no se da cuenta del carcter dinmico de ehye
(no traduce estar), ni del matiz indefinido de aser (que vierte con el definitorio el
que). Es curioso ver el sentido mstico (cristiano) unindose a la frmula hebraica
(juda). Su traduccin es textualmente idntica salvo un pequeo detalle: el orden
de las palabras a la de la Biblia de Ferrara ( j u d a ) : "Ser el que ser . . . Ser me
embi a vos" (tambin esta traduccin destruye la ecuacin etimolgica, puesto que
sustituye a Jehov con la abreviatura de Adonai: A ; por lo dems, dice tambin: ser
contigo, no estar contigo, en m, 12).
13 Podra sealarse sin duda en este ltimo caso un matiz "fatalista", expresado
por la repeticin de la misma palabra: evidentemente, la "necesidad orgnica" no es la
misma cuando se trata del Creador y cuando de las criaturas. Ese matiz fatalista re-
aparece en clebres versos franceses, como en este de Corneille: Pour grand que soient
les rois, ils sont ce que nous sommes o en este otro de Malherbe: Et rose elle a vcu ce
que vivent les roses; cf. mis Ststudien, 1928, H, pg. 21.
NRFH, I SOY QUIEN SOY 119
actitud platonizante, habran podido muy bien imitar el matiz de 'ayuda activa*
que reconocimos en el hebr. ehye aser ehye con el griego Jtaoayyvea'&ai,
'estar presente, asistir, ayudar' (por ejemplo, en el tribunal: P L A T N , Rep. f
en latn, slo el pretrito formado sobre la raz fu- (= (poum) tiene ese
sentido: ad fuit, fuit ad . . . , etc.
E n adelante, la idea de las posibilidades infinitas, contenida en el relativo
hebreo ('yo estar all [con vosotros] bajo una forma cualquiera', cuya mejor
traduccin espaola sera: 'estar con vosotros como quien fuere') ceder a
la idea de una personalidad definida. Definida precisamente por el hecho de
ser: 'yo soy el que es', aquel cuya cualidad es el ser (no, evidentemente, el
Dios 'que est con su pueblo', el 'Dios de nuestros padres'). Se notar el
desplazamiento del acento que acompaa la traduccin de ehye aser ehye por
sum qui sum. E n la frmula hebrea lo importante era el primer verbo, que
indica la decisin providencial de socorro divino: importante para un pueblo
que espera su redencin e n e 1 s i g 1 o (las encarnaciones posibles, imprevisibles,
aparecen en el segundo verbo, relegado a un segundo plano, y pueden omitirse
en la frase-nombre). E n sum qui sum, es el segundo verbo el que tiene sentido
ms fuerte, un sentido enftico que presenta el ser en su sentido pleno, exis-
tencial: en realidad habra que escribir sum qui SUM (poco ms o menos
como lo que expresa un giro coloquial francs del tipo il est bon, mais la,
vraiement, ce qu'on applle BON) \ y el nombre propio ^JJI-EST contiene
el verbo en su segundo matiz ('que posee verdaderamente el ser'). Segn esta
versin, Dios pudo decir igualmente sum qui est; la primera frase, sum qui
1 4
La Biblia espaola en la versin de Sco de San Miguel, Madrid, 1807, traduce:
" Y o soy el que soy; el que es me ha enviado a vosotros" y comenta: "Esto es: Yo soy el
Ser eterno; el Ser por excelencia; el Principio y origen de todo ser; el solo infinito,
inmutable y necesario; el solo existente por s mismo; el ser que solo puede decir: Y o
soy toda virtud, toda perfeccin, toda excelencia". El nombre expresara la "grandeza
y majestad" de Dios, mientras que "el Seor Dios de nuestros padres" indicara su bon-
dad y misericordia". Para los judos, el primero de estos nombres indica tambin "bondad
y misericordia". Sobre antiguas traducciones francesas de esta frmula, cf. T R E N E L ,
VAnexen Testament et la langue francaise, pg. 4 7 8 .
120 LEO SPITZER NRFH, I
sum, parece ms bien extrada de qui est, que no al revs. E l sum qui est, con
su presente intemporal, hace pensar en el Dios que vive en s mismo, realizando
eternamente su aseidad (aseitas < a se). Su Ser preexiste a su Providencia,
Bondad, Omnipotencia, etc.
Es por cierto en el sentido del ser inmutable como San Agustn explica el
Sum qui sum y el Qui est misit me ad vos (por ejemplo, en De trinitate, v,
cap. n) : "Deus sola incommutabilis essentia"; las otras "esencias" o "sustan-
cias" cambian o pueden cambiar; slo a Dios, que no cambia ni puede cambiar,
pertenece mxime et verissime el esse que se llama essentia, lo que los griegos
llaman ovoa. En De essentia divinitatis, las palabras del profeta Malaquas
15 16
15 M l G N E , XLII, 1200.
16 II, 6.
!7 Summa Theologica, Quaestio xni, articulus xi.
NRFH, I SOY QUIEN SOY 121
II
Pero cmo podramos explicar el extrao hecho de que en los textos del
Siglo de Oro encontremos la frmula de la autodefinicin divina aplicada a
seres humanos? A u n cuando comprendemos perfectamente los atributos divinos
con que el rey apareca en la Edad Media (como imagen de Dios sobre la tierra,
como sol, etc.), habra siempre un hiato entre las p o t e n c i a s terrestres ins-
tituidas por Dios y los s e r e s humanos: por ms que el rey haga las veces
de Dios, no es divino, no podra definirse a s mismo con una frmula que
Jehov haba revelado a Moiss en la zarza ardiente. Si recorremos el sabio
estudio que Mara Rosa Lida consagra a La hiprbole sagrada en la poesa
castellana del siglo X V , advertiremos fcilmente que en las aplicaciones de
1 9
1 8
S i n embargo, durante la E d a d M e d i a se hicieron intentos de encontrar una
definicin para la ecuacin etimolgica de Jehov. E n el Psalterium decem chordarum
de Joaqun de Fioris, encontramos, con motivo de la discusin del sentido mstico de
A y Q , la representacin de la divinidad por dos crculos: el centro de uno se marca
con las palabras Ego sum qui sum, el centro del otro con el nombre Jeve; el comentarista
explica que los dos crculos no son smbolos diferentes, sino que deben ayudar a en-
tender la naturaleza divina. Si tenemos en cuenta que en los msticos judos la yod
( ), o su equivalente, u n simple punto (puesto que la yod hebrea no es ms que u n
p u n t o ) , es el centro del crculo que simboliza a Dios, y que por otra parte la yod ( ** )
es la abreviatura usual del tetragrammaton ( H i r P ), comprenderemos la identidad
originaria de ambos crculos, que en definitiva se remontan a la ecuacin etimolgica
del nombre hebreo de la divinidad. F. Beck ( Z R P h , XLVII, pg. 7 ) supone que Joaqun
de Fioris tom sus dos crculos de la mstica juda. Para la idea del crculo y centro de
la divinidad, cf. tambin DIETRICH M A H N K E , Unendliche Sphre, H a l l e , 1 9 3 7 .
V e o adems una alusin a Jehov, centro de u n crculo, y a la etimologa latente
de-Jehov, en el pasaje del Paradiso ( x v n , 1 6 - 1 8 ) donde Dante dice del alma de
Cacciaguida que puede ver las cosas contingentes en su esencia (in se) antes que se
realicen (en el tiempo) porque est mirando a D i o s : mirando Punto / a cui tutu li
tempi son present. D e la contemplacin del Eterno, pues, es de donde el alma de
Cacciaguida saca su poder d ver las cosas en s, o las ideas, fuera del tiempo. A h o r a
bien, el 'punto' evidentemente es la * ( y o d ) , inicial del nombre Jehov y centr del
crculo, y la frase a cui tutti li tempi son present refleja los tres tiempos implicados en
el nombre y el ser de Jehov. Ms tarde, cuando Dante ve a Dios en medio de las
jerarquas anglicas ( x x v i n , 9 4 ) , lo ve como u n punto alrededor del cual giran las
esferas, y oye los hosannas que cantan los coros de ngeles: " l o sentiva osannar d i
coro i n coro / A l Punto fisso che l i tiene alFubi / E terr sempre, nel qual sempre
f o r o " . U n a vez ms la y o d - p u n t o unida a los tres tiempos contenidos en D i o s .
19 RFH, VIH, 1 9 4 6 , pgs. 1 2 1 y sigs.
122 LEO SPITZER NRFH, 1
completa es yvoi' ofog eool ucttv; la forma abreviada aparece por primera
vez en el antiguo comentador Eustacio. E l comentarista moderno L. R. Farnell 21
Tomando pues la frase como un todo complejo, podemos opinar que toda
su fuerza depende de la distincin entre ytvoai y EIVCH . . . la distincin
es . . . entre la manifestacin extema en acto y la naturaleza interna del
yo. Este uso enrgico de vevoftai, 'mostrar su propio ser en la accin',
aparece en un verso de Sfocles, Trach., 1064: jta, ytvov u.oi ;icg
xr\xvuoq ytyi; (cf. el verso de Shakespeare: "now attest that those whom
you cali fathers did beget you") . . . Los griegos cultos de la poca enten-
dan el contraste, que contiene un germen de pensamiento filosfico. Lo
que Pndaro, pues, quiso decir a Hiern es: "Sabiendo por larga expe-
riencia cul es tu verdadera naturaleza, manifistala en tus actos" ('eres
demasiado grande para que te engaen adulones y calumniadores'). Ex-
presa esto en una frase simple pero profunda, que tiene la brevedad y el
vigor de la lengua griega en su ms alto grado. E l pasaje sigui siendo
memorable para la antigedad tarda: lo tiene presente Galeno (De usu
partium, pg. 22), y Eustacio lo cita con admiracin (Od., pg. 1581,
22).
de valor moral que para l acumul su familia; sus deberes para consigo mismo
coinciden c o n los que tiene para c o n el pasado. Schrder cita un pasaje de u n a
arenga de Tucdides (v, 9, 9 ) : vr)0 yafrg yyvou, oSajreo ae ixg, o v r a
2 j t a o r i T r ) v , "llega a ser hombre perfecto como te corresponde, puesto que
eres espartano'. Y a Eustacio, en su comentario a la Odisea, t a n ledo por los
hombres del Renacimiento, demostr que Pndaro, en su yvoi' og aa
(como dijimos ms arriba, Eustacio abrevia as el pasaje), haba glosado una
frase homrica: el rey de los Feacios, Alcnoo, reconociendo en Ulises, antes
an que relate sus aventuras, un noble digno de casarse c o n su hija, le dirige
las siguientes palabras: * A i yo, Ze3 te nxtQ toiog a)v oog ao, xa te
qpQovcov a t ' eyco Jtep, jtaT5a t ' urjv e^usv... (r] 312) en nombre de Zeus,
l
Lipsio: " L a tranquilidad no pertenece sino a los que se han formado un juicio
inmutable y cierto. Los otros, ya caen, ya se levantan; y en este conflicto de
resoluciones hechas y abandonadas, permanecen siempre fluctuantes. Queris
desear siempre la misma cosa? Pues desead slo la verdad" (ep. xcv) ; " U n o
de los males peculiares de la locura es el estar siempre empezando a v i v i r . . .
Veris cuan vergonzosa es esta ligereza que c a d a d a cambia las bases de la
vida y al borde de la tumba construye nuevos proyectos" (ep. xm) ; " A p r o -
vechad y , ante todo, tened cuidado de seguir estando de acuerdo con vosotros
mismos. Cada vez que hayis hecho algn progreso, ved si vuestros deseos de
ese da son los mismos que los de la vspera" (ep. xxv). Preceptos todos que
mandan al hombre ser constante (De constantia es el ttulo de las obras estoicas
de Lipsio y D u V a i r ) , como es constante la Providencia divina que, despus
de crear el mundo, consiente en seguir rigindolo. Pues bien: la Providencia
quiere que el hombre se conforme a la razn universal; con palabras de D u
2 3
C f . sobre este punto O . SCHRDER, Pindars Pythien, pg. 1 2 3 . E l mismo autor
menciona de paso frmulas condicionales de l a asercin usuales entre los atenienses
como: %or av fie; oloq JIEQ el, v YE og eiui; hallamos aqu, pues, que se repite el verbo
como en hebreo y , adems, que se elude, como en el relativo hebreo aser, una definicin
demasiado estrecha (olog KZQ = 'alguno'). Pero las frases ticas no son definiciones ( p o r
indefinicin) como la frase bblica.
24 Paris, 1914, pg. 199.
124 LEO SPITZER NRFH, I
V a i r (Zanta, pg. 284) : Dios nos ha hecho "naistre pour estre membres de ce
bas monde"; es menester que, mientras estemos en l, "nous tenions nostre
partie ; et que nous gardions, en discordant en nostre particulier, de corrompre
le concert et l'harmonie universelle, par laquelle subsiste la beaut de son
ouvrage. Il nous a appelez chacun certain ministre et office: i l en a fait les
uns Rois, les autres princes, les autres magistrats, les autres particuliers".
As la filosofa estoica de Epicteto insiste en el precepto de "representar
bien el papel" en la vida (que evoca el clebre dicho: Comoedia finita! Plau-
25
dite, amicil) : el vir bonus se exige a s mismo el satisfacer las esperanzas que
los dems han puesto en l, en vista de su nacimiento, de los mritos de su
familia, etc. Hemos entresacado, en el lxico de Cicern, de Merguett, frases
como qualis es, talem te existiment ; ut qualis haberi vellet, talis esset ; ut fa-
cillime, quales simus, tales esse videamur. De este modo la opinin pblica,
puestos siempre los ojos en el individuo romano, le muestra como en u n espejo
el nivel ideal a que debe aspirar.
Volviendo a nuestro soy quien soy espaol, es claro, desde luego, que en
la frase de Pndaro yvoi' oo ooi el verbo yzvoiai 'llegar a ser' no podra
traducirse literalmente en castellano, porque las lenguas romnicas y en par-
ticular el espaol no poseen su equivalente exacto: los alemanes que quieren
traducir su werden en lengua romnica se quedan siempre perplejos ante esta
laguna: el stirb und werde de Goethe tiene que cambiarse en murete y vi-
virs; las formas hacerse, tornarse, volverse, llegar a ser no bastan para ex-
presar el 'devenir exterior e interior' que la frase de Pndaro implica: s quien
eres (con omisin de devenir) sera la nica traduccin posible. Resultar, pues,
muy atrevido admitir que, en tal caso, el yvoi' oo eoa haya dado el soy
quien soy, que en su forma verbal puede evocar la autodefinicin divina, pero
en su espritu se sujeta ms bien a la concepcin pindrica del ser, que realiza
su propia naturaleza noble (reforzada por la idea estoica de que el hombre,
llamado por la Providencia a representar su papel, debe hacerlo bien, conforme
a su naturaleza racional) ?
Pues esa es, precisamente, la situacin que encontramos en los pasajes
espaoles que contienen nuestra frase: un hombre, noble de nacimiento o de
carcter (la nobleza de carcter est generalmente en el mismo plano que la
de nacimiento), en el momento de escoger el curso de su accin se representa
el ideal a que su personalidad debe aspirar, dada su naturaleza congnita. Las
frases " Y o soy quien soy, y siendo quien soy, me veno a m mismo con callar"
y "Siendo Roela ['siendo un hombre que lleva el nombre de Roela'] y soldado,
me quieres hacer traydor?" corresponden exactamente, con su transposicin
a la primera persona y el cambio de 'llegar a ser' por 'ser', a las frases
25 Este concepto de 'papel teatral* implica arbitrariedad: tal o cual actor es llamado
a desempearlo por voluntad del director de escena, que distribuye los papeles (era fcil
reemplazarlo con Dios, y es lo que Caldern hace en su clebre auto). V e o tambin es-
ta misma "arbitrariedad aunque necesaria" en nuestras frases yvoio ooc eoa, soy quien
soy: se debe ser verdaderamente aquello que, por azar del destino (o por voluntad de
D i o s ) , se est llamado a ser. Esta mxima parece ordenar: Sed lo que seis; pero sedlo
de verdad.
NRFH, I SOY QUIEN SOY 125
griegas (en segunda persona) yvoi* oog oo y (XVTJQ ya&c; yyvov... ovra
2 j t a Q T i t T | v . E n rigor aunque no me atrevo a ser muy categrico en este
punto, podra haberse producido un cruce del sum qui sum bblico con el
s quien eres (<Y8voi olog ao) de origen griego, puesto que realmente poda
>
hay que ser quien soy crea, / Despus que he perdido el ser" indican clara-
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mente que la ms dolorosa prdida es para este poeta la del "ser", la de la na-
turaleza noble congnita; es un caso, para este espaol, de propter vitam
vivendi perder causas. Keniston cita otros pasajes del siglo xvi, con un ser
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cargado de sentido: "por amor de Dios y por ser quien soy" (Enriques de
Guzmn), "he cumplido con quien soy" (Lope de Rueda; hay que corregir la
referencia poniendo 89, 27), "mas obligado seras segn quien eres" (Cuestin
de amor de dos enamorados), que nos muestran esta preocupacin por el yo
moral, por el nobleza obliga, por el ser ntimo: noble amor de s mismo, que
sigue inmediatamente al amor de Dios. Cuando leemos una escena como la
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mueso Seor", es deeir, el rey es, como Cristo, figura Dei. Podemos pues con-
cluir que el Dios-Esencia ha inspirado, si no la frase soy quien soy por entero,
al menos el sentido pleno de ser: el ser humano (cualquiera que sea su rango
social, el papel que le haya asignado el director del teatro) debe aspirar, en la
medida de sus fuerzas, a imitar la constancia del Ser divino. A la luz de estas
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ideas, el celo por la limpieza del propio apellido, signo de linaje y testimonio
de nobleza exterior e interior, tal como se manifiesta por ejemplo en La Estrella
de Sevilla ("Si me conocis Tavera, / cmo hablis de esa manera?"; " S i un
Tavera muri, qued un Tavera"), se nos aparecer como un derivado del celo
con que el Dios bblico cuida de su nombre, que lo distingue de las otras divini-
dades. E l nombre de una personalidad es todava, en esta obra del siglo xvn,
indicadora de su ser; "muger, Estrella sois, y sois estrella" no es una vana
ocurrencia, ni un juego superficial de palabras, como pretenden ensearnos
tantos comentaristas, sino una profesin de fe en lo consustanciales que son
en nuestra personalidad el nombre y la cosa.
Werner Krauss el hispanista alemn que, ante la tragedia de su pueblo,
ha dado pruebas de tan inquebrantable carcter ha tratado, mucho tiempo
antes de la segunda guerra mundial, de definir grosso modo las principales
aspiraciones de las tres grandes literaturas romnicas: la francesa, segn l,
sirve a la Razn; la italiana, a la Belleza; la espaola a la Voluntad, al carcter.
Nuestra frase soy quien soy me parece una tpica manifestacin de este rasgo
nacional espaol, derivado del estoicismo cristiano: la preocupacin constante
por el Ser en el Yo humano. Frase singular y especficamente espaola (en los
dos pasajes de Shakespeare antes citados encontramos esa misma idea, pero no
su misma forma), en que, si no llegan a fundirse, confluyen al menos dos
tradiciones: una bblica, judeo-cristiana, y otra estoico-cristiana.
L E O SPITZER.
The Johns Hopkins University.
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No diramos que el clebre retrato del Greco del Caballero de la mano al
pecho, con esa mirada impasible y ese rostro simtrico, es la afirmacin de un ser imper-
turbablemente, cristianamente estoico?