35 - La Psicología en Ajedrez. - Krogius PDF

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PROLOGO

Este libro no es un curso sistemtico de psicologa ajedrecista.


An no es el momento de escribir una obra de tanta importancia,
pues la ciencia psicolgica est muy en sus principios a este
respecto.

Este libro no es ms que la exposicin y divulgacin de ciertos


problemas que interesan al amplio crculo de aficionados al ajedrez.

Conviene advertir que la prctica de este arte ha reunido


un sinfn de datos caractersticos de la psicologa. Muchos aje
drecistas emplean diversos procedimientos psicolgicos para me
;orar el juego.

Pero este material, rico en datos, no ha sido lo bastante


divulgado, ni ha dado todava a la enseanza del ajedrez la
utilidad que puede dar, por sr an pertenencia de la experiencia
individual.

El autor intenta explicar ciertas particularidades tpicas del


pensamiento y la atencin en la lid ajedrecista, y lo hace con la
esperanza de que esta obra ayude al ajedrecista a conocer lo
eficiente y lo deficiente de su juego, y le oriente en su preparacin.

Posiblemente, al lector le parezcan discutibles muchos puntas


tratados aqu, lo cual es lgico, pues no se ha realizado una in
vestigacin exhaustiva de sus aspectos. Y as, cuanto ms aune
mos nuestros esfuerzos para investigarlos, ms pronto prestar
la psicologa su valioso servicio al perfeccionamiento del aje
drecista.

7
OBJETO DE LA PSICOLOGIA AJEDRECISTA

La psic.ologia y el ajedrez

Todo ajedrecista cifra en la psi. ga aplicada a la ingeniera han apli


cologa la esperanza de que le ayude cado el entendimiento al ajedrez;
a conocer sus cualidades personales, lo consideran como un modelo ejem
imprescindibles para realizar un jue plar para el estudio de la imagina
go ms eficaz, y a investigar la re cin creadora del hombre, y ven en
gularidad del proceso de .formacin el conocimiento de sus secretos la
y desarrollo de estas propiedades forma de descifrar el enigma de la
psquicas de la personalidad. actividad creadora del individuo.
Estos dos objetivos determinan Con todo, hasta aqu no ha sido
problemas relativamente ms parti muy notable el progreso de los
culares: anlisis psicolgico de las cientficos en la confeccin de pro
particularidades del juego del opo gramas ajedrecistas para el juego
nente; determinacin de los mto realizado por computadores electr
dos de adiestramiento, teniendo en nicos. La causa de eUo ha de atri
cuenta la individualidad del ajedre buirse a que hasta hace poco los
cista; estudio de Jos procedimientos confeccionadores de tales programa.s
de la meditacin racional; lucha ignoraron especficamente la capa
contra la falta de tiempo, y as su cidad humana para dirigir el juego,
cesivamente. Por lo tanto, la in o sea la importancia de los momen
vestigacin psicolgica puede y debe tos emocionales y volitivos y la in"
ser aplicada para mejor perfecciona tuicin, por haberse ocupado slo
miento de la maestrla del ajedrecis en el anlisis lgico de la teora del
ta y para desarrollar y mantener sus ajedrez.
facultades deportivas. En los trabajos de las psiclogas
Pero eso no es todo. La psicologl soviticas O. Tijomirova y V. Pusch
conviene al ajedrecista, y el ajedrez kina queda bien determinada la di
cautiva la atencin de la psicologla ferencia entre la mentalidad del aje
general. Aqu es oportuno se.iialar drecista y la de la mquina. Estas
la Importancia que este arte tiene dos autoras advierten, por ejemplo,
en la formacin del carcter de la que en muchos programas confec
persona, y la influencia positiva que cionados para computadores, 1a bs
ejerce en la mente, la voluntad y los queda de movimientos se efecta
sentimientos de la misma. De poco por reduccin de las variantes cexa
tiempo a esta parte, cibernticos, ma minadasa. Bn cambio, el individuo
temticos y especialistas en psicolo- reflexiona de un modo distinto: al
principio, tambi deja a un lado tros no pudteron contestar inmedia
las variantes que no le sadsface.n; uunente a la pregunta acerca del
pero si el movimiento propuesto no color de tal o cual c<billa del tablero.
le conviene, amplia en seulda la Al parect-r, en aquel titmpo, Binet
zona de exploracin o bsqueda y tena poca experiencia en las sutile
anali:z.a nunas posibilidades. zas del ajedrez, pues crey en las

El acadmico V. Gluscbltov sea palabras de uno de los sometidos a


la que es necesario plantear nueva examen, quien le dijo que era capaz
mente la realUacin de dich pro de calcular de antemano quinientos
gramas, y escribe: Acaso el estudio movimientos.
de los procesos del pensamiento bu En 1925, los participantes en el
mano sea la nica forma convenien Torneo Internacional celebrado en
te para conocer a fondo la tcruca Mosc, fueron someudos a u n exa
de programacin de las funeiones men psicol&JCO. L Dtakov, N. Pe
ms complicadas en la esfera del tra trovslti y P. Rudnik publicaron un
bajo intelectual del hombre. A libro sobre dtchos experimentos. En
este rc.specto ya existen trabajos, los ajedrecistas, comparados con los
como la competicin de prO(ramas habituales sometidos a eumen. se
de ajedrez entre la URSS y EE UU, apreci un alto desarrollo de las
reaUzada el ao 1967, y las intere cualidades dinmicas de la atencin
santes prOl)Oiciones que M. Bot }' el pensamiento, y tambin la pre
vinnik ofrece en su libro El algo senciil de memoria exclusivamente
ritmo del juego en el ajedrez especffica. Los tres autores en cues
La intensa actividad desplegada tin propusieron asimismo el llaDlll
en la programacin de referencia do psicograma del ajedrecista; es
impone la slgwente pregunta: Tcr to es, las d1ecisis cualidades que
minar4 la existeotia del ajedrecista determinan, segn ellos, el xito en
cuando la mquina haya aprendido el ueo. A este respecto, muchas
a jugar? de sus tesis -como domlnio de s!
Al parecer, ya existe la posibili mismo, fuerza sinttica del pensa
dad, terica y de principio, de fabri miento, voluntad disciplinada, y asf
car un supermaestro electrnico, suces.vamente-- no ofrecen duda al
por cuanto el ajedrez posee una in guna; pero otras son ducutibJes,
formactn grande y finita. Pero no pues sostienen que el desarrollo del
vamos a formar jwcto probable de pensamiento del ajedrecista no es
los campeones electrnicos, sino de dectamente proporcional al nivel
los de carne y hueso; cuanto ms medio de su cultura. Desde luego,
que a los ajedrecistaS y cibernticos la pr.lcl.lca ba demostrado convin
interesa el material acumulado por centemente que tal juicio es con
la psicologa ajedrectsta. trario a la verdad; pues el nivel cul
La primera lnvestipcin en este tural alto contribuye de un modo
campo se debe al psiclogo franc mportante al desarrollo de la capa
A. Blnet, y data del ailo 1894: estu cidad del ajedrecista. Que dichos
di el llamado e juego a ciegas, y ob autores afirmasen que no se descu
tuvo interesantes dAtos que le permi bri la presencia de talento esencial
tieron sacar la justa conclusin de y comn en los &nndes maestros
que la imaen visual del ajedrecista (recordamos que Lasker, Reti, Tu
tjene, findamentalmente, carcter takover, Torr y otros, estuvieron
mental. Por eJemplo, ciertos maes- entre los sometidos a e-xamen psi-

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colico}. puede atribuirse solamen la directa percepcin de la poltura
te a lo limitado del procedmiento en el tablero. De aqll que M& oec:e
euido CD la Investipcin. sario verllic:ar todo .moVmlano, por
El dtacado maestro y psic:loao evidente que parezca en un princi
V. Blumenfeld ha c:ootribuido seila pio.
ladamente al estudio de los proble De poco tiempo a esta parte, ae
mas psicolgicos refenntes al pen
han publicado varios trabaJos sobre
aamiento en el ajedrez. y ha demos la pticolo&la aplicada al ajedrez. En
trado que el modo de pensar del u Jibro Psicologa del afedreClSta.,
ajedrecista se distinJUe por su evi Fine anaUza la obra de Morphy,
denda, matiz exclusivamente emo Stelnitt, Laslter, Capablanca, Alek
Cional y tensin volitiva; sdala, bine, Euwe, Botvinnilc y otros maea
adems, el carcter prctico de dicho tros, y atribuye el desarrollo del
pensamiento, por cwanto la idea Y la arte y destreza en el ajedrez al papel
accin (el movimaeoto) est c:rec que representan en los Impulsos
tamente relacionadas en 1. La tasa reprimidoh, usando la terminolosa
cu1n del tiempo eo la contienda rreudiana, y otras tesis poco firmes
competiti'-a intenS.fica el proceso del psicoanihsis. Por desracia, Fane
mental y fuen.a al pensamiento a no ha insertado en c:cbo bbro su
trabaJar con medios m4s econmicos. valiosa experiencia adquirida en los
Este autor propuso por primera torneos.
vez una serie de interntu proce
La anvesUgaon de las perspec
dlmlentos a seguir en la investiga
tivas de los jvenes ofrece interl!s
cin psicolgica de\ arte ajedrecista.
con ayuda del examen IntroduCido
Por eJemplo, introdujo la medicin
por el checoslovaco L. Cheml: al
del tiempo con el cronmetro, la
jugador sometido a prueba se le
cua\ ya es popular; el m!todo de
peda, por ejemplo, que hiciese aVIJl
reconstruccin de las partidas u
zar con la mxima rapidez un caba
pdas en otro tiempo; la anotacin
llo blanco situado en el escaque
de las consideraciones del ajedre
llO: tru haberlo realiudo, se si
cut' en el transcurso del juego: et
tuaban cuatro peones nearoe en l os
dtera.
escaques 3AD, 6AO, 3AR y 6AR,
tualmente trat de investigar las respectivamente, y volva a pedrsele
formas iotuJtivas del pensarruent o que efectuase la misma operacin,
ajedrecista. En este aspecto, es m&
partiendo del escaque antedicho,
na de atencin su tesis de la (ntul
pero sin saltar a las caSillas ocupa
cln producida por el recuerdo de
da.s por dichos peones ni a Ju do
an&enes de posiciones anteriores
minadas por eUos. En estos y otros
a la que 'e analiza en un momento
ensayos se midi con un cronme
dado y anilogas a sta.
tro el tiempo empleado en ellos: se
Y dao muchos conseja prcticos
tuvo en cuenta la preCISin de l os
y vahOS05, como, por ejemplo, pri
movimientos o el menor nmero de
mero ha de hacerse el movimiento
errores. y se atendi a la peneve
formso lueao entrep.rse a la medi
ranca del srido a prueba y su
taCin,')' no a la IJlVtrSI. Indic
que. al dectuar u.o dlculo. oo M decisin. Aunque las pruebas efec
debe riar slo en las represeota tuadas por Chcrni apenas ofrecen
clunes vasuales de la Imasinacin, un material completo y obJetivo para
por cuanto son mis desvadas que poder formar juicio del talento del

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ajedrecista, son dlpas de atencin aftos, predijeron el gran porvenir de
como base ble para otros pro V. Gorta como maestro de ajedrez.
eotos a aeuir en la investi no obstante haber sido considerado
gacin. Es curioso que los aperl uno de los ajedrecistas menos pro
mentos realizado:. por l, hace varios metedores de los sometidos a prueba.

El ajedrecista y la psicologa

La opinin de destacados ajedre y no piz:as de madera. Estudi


cistas, sus comentarios sobre parti detalladamente el estilo, los aciertos
das, artculos y Ubros constituyen y Jos fallos de sus contr10cantes, a
un valioso material para el psic fin de servirse, en la prcca, de las
logo. Pero, al analizarlo, ba de te conclUSiones deducidas. A menudo,
nene en cuenta Jo siguiente: pri no hizo objetivamente Jos mejores
mero, la mayor parte de los maestros movimientos, sino subjetivamente
de ajedrez no son psiclogos profe los m4s desagradables para sus ad
sionales y, por lo mismo, los trmi versarios.
nos que usan no siempre concuerdan En una entrevista de prensa ex
con el punto de vista cientfico; y puso: cl.a partida de ajedrez es una
segundo, son remisos en contar sus lucha en que participan factores muy
ideas e Impresiones vivas. A este diversos. Por eso, conocer los de
respecto, Alclchlne se lamenta con fectos y virtUdes de Jos oponentes,
razn: -A mi modo de ver, sera en este aspecto, tiene mucha impor
conveniente, para los millones de afi. tancia. Para citar un ejemplo, seila
clonados al ajedrez y para el propio laremos que Maroczi mantfiesta en
JUego, que el maestro fuese ms sus partidas una tendenoa a dden
expl!cito aJ referir las causas que le der-se cautamente y a atacar sola
han forzado a optar por determina mente si se ve foaado a ello: Ja
dos moVlmientos cuando comenta novslt.i, en las suyas, pone de man
sus parodas ; pues cuando el
... fiesto una incUnacin a prose&ulr
llUiestro describe los momentos psi el jue&o, aunque lo tenga sobrada
colicos de la lid, puede darse por mente ganado; esto hace que acabe
seguro que es un sincero entendido perdiendo la partida. Resumiendo,
en este asunto. se pueden sacar muchas conclusio
Emanuel Lasker fue el primero nes del estudio minucioso de las
en apreciar que, tras la vida de las partidas del adversario.
piu..a.s, est el individuo con su ca En los torneos, aprovech maps
rcter; y que no se pueden com tralmente la particularidad psicol
prender Jos secretos de la contienda &ica de sus oontrinca.ates y les im
ajedrecilta si se prescinde de la puso lo que pan ellos era ajeno al
psicolo&{a, las inclinaciones y el ca espfritu evolutivo de la partida. Fue
ricter del indiVIduo en el tranScurso el pnmero en establecer que el btiJo
de esa coni.Jenda. aJedrecista refleja el carcter del In
Estim que el ajedrez es, ante dividuo, y demostr la verdad de
todo, una lucha entre dos personaU esta tesis en la prctica.
dadea, entre dos intelectos, y dijo: Su mtodo no fue entendido de
En el tablero compiten hombres, bidanlente por sus coetneos de

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principios de &1glu. Entonces se es pen5amlento l&co (el modelo, el
cribfa con recuencla aarca de !a dinamismo, e tc.).
inexplicable csuerte de Lasker. co Con todo, el discutible intento
mo SJ bta se debiera a una suges de La.sJter de clasificar Jos estilos n o
tin hipntica que l infundiese a h a perdido vigencia; pues, ya en
sus oponentes. Hoy en dia, el modo 1925, emple la tradicional divi
psicolgico de abordar el estudio sin del estilo en combmatorio y de
del adversario est4 my divulgado. posicin.
Es verdad que, con antelacin a Veamos cmo est actualmente el
Lasker, el maestro francs Amaud estudio de este asunto; circunstan
de Rivihe afirm que el carcter, cia mu.y importante en el adiestra
el temperamento y la personalidad miento del ajedrecista para enlren
del ajedrecista se pueden definir por tarse con un oponente. Adems de
el estilo de su juegoa. Sin etnharso. cierto) avances logrados en la es
este juicio no fue argumentado y, fera de la aplicacin prctica (el
por lo tanto, pas inadvertido. match Sp a s s.lu-T a l, 1965, y
Eo cambio, LasJter elabor deta Spasski-Ge.ller, 1968), las in\'tsti&a
lladamente la clasificacin de los clones han progresado mucho. En la
estilos, indicando las siguientes ten btera[ura ajedrecista actual, como
dencias creadoras del ajedrecista: e.n la de antes, con frecuencia se ba
1) el estilo clsico, basado e.n que bia de dos estilos: el combinatorio
el plan de jueo no se elige a ciegas, y el de posicin.
sino racionalmente y de acuerdo con Al primero pertenecen los aje
los principios del csentido comn ; drecistas que tienden al juego ti
2) el estilo maquinab, e.n que se rante y tctico con sacrificios y com
efect\\an los movimje.ntos segn el binaciones. Se estima que el ajedre
modelo estereoupado retenido e.n la cina de estilo combinatorio posee
memoria; 3) el estilo 56lido, en el un elevado desarrolo l de la imagina
cual se refueru la posicin y se cin creadora y una profunda capa
espera que el adversario cometa un cidad para el c;Ucuto; dicha imagi
error; 4) el estilo eo que se usa nacin se manifiesta panicularmen
de ardides o artifici os para engaar en las poSJciones del medio juego.
aJ contrincante; y S) el estilo com puesto que en ellas la mayor pane
binatorio. de las pteus brinda mltiples posi
Esta clasificacin es discutible, bilidades de elegir un movimiento
por ser demasiado extensa la inter determinado. A este estilo hace re
pretacin que se da al sentido co lacin el juego de Andersen, Mor
mn Pues si el avalo de la po phy, Chigorn, Alekhme, Tal, Larseo
sJcin slo es exacta cuando se hace y Bronstein.
por intuicin, entonces es poco pro Los de estilo de posicin se carac
bable que dicho avalllo pueda apli terizan por plante.u de un modo
carse a Jos representantes de un fundamental y ms sereno la r
esulo determinado. Tampoco hay tida; en su. juego prevalece el buen
priocipzos nicos que determinen la concepto que se tiene de los prin
divisin de Jos estilos, incluyendo cipios generales de la estrategia, y
en ella los rasgos del carcter (tc el avalo de la poSlCin e funda
tica de engaar con ardides o arti en deducciones lgicas. La genera
ficios y de esperar cualquier comi lizacin de lo condicional, lo con
sin de errores) y la naturaleza del secuente y los indicios aislados es

u
su credo artisuco. El coilculo concre zar en estos componentes del arte
to es ms reducido en el proeeo de creador.
la bsqueda meoul. Estos ajedre Comparemos el juego de d
asw cons i deran el ajedrez como maestros de estilo eombiratorio:
i
una disciplina ctenfica con sus Toluscb y NesbmetdiDov; s bte
correpondientes leyu. Se1n los suele calcular exacta y escrupulosa
comentaristas. SteiDttz, Capablanca, mente las vartantes concretas, aqul
Rubmtem. Botvinnik, Smislov y funda, frecuentemente, sus intencio
Petrosian fonun el llderato de los nes e.n intuicin de las amenazas
maestros de esttlo de posicin. combinatorias. Si se parte del exis
Ho> en da, se babia de un tercer tente supuesto de que el fuerte de
est1lo llamado universal: en Q se los aj-tdrtcisW de estilo combina
suponen, combinados annnte:amen torio es el clculo concreto, podra
te, elementos combinatorios y de suponerse que Tolusch y Neshmet
poictn. y a 1 penenecen el jueo dmov no se diferencian mucho en la
de Spaki y de Keres.
forma de calcular. Pero la ve rda d
es que el primero no es tan prc:ctso
Segn nuestro modo do ve r. la
como el segundo en lo referente al
tradicioral clasificacin de los esti
clculo de movuruentos.
los no se asienta todava en un
La actual clasificacin de a;ulos
ido estudio de la inspiracin aje
no contrsbuye a disti.ngujr y detallar
drecista. E.ta clasificacin ha !lido
mejor la caracterstica de los ajc:dre
e.fectha en el drrollo do la cultu
cistas. Lo cual puede inductr a error
ra del ajedrez, y tiene an c1erto
en cuanto al trabajo preparatorio y
valor positivo; gracias a ella, aunq ue
a In eleccin de la tctlca que debe
en el aspecto general, puede hallarse
emplearse en el enfrentamiento com
el procedtmiento a o;e,ulr en la tn
petitivo. Se ha convenido en estunar
\'Uti.actn del conjunto de cuah
que el jugador de posicin es mis
dadet que consritu)en al ajedrec:ta.
fuerte en el avalo de toda situa
Po esto no es suficiente en la a c
cin, y que el de combmacin cal
tualidad.
cula me1or los elementos concretos
Consideramos que uno de los de de la posicin. Sin embaro, Peno
fectos fundamentales de dicha clast sl an es bastante preciso en llevar a
ftcacin es baber definido loa er.tilos tlrmino operaciones Uctlcu, no
sen el pnncipso, excesivamente obstante estar incluido dentro del
generalizado, de la estrategta 'J la rupo de los maestros de esolo de
tctica: Jo que aracteriu COJ'I de pocicin. No en nno, Spas5ki se
masiada rectitud el espintu creador dala que se equivocan qwencs su
del ajedrtcina, y no manifsuta mu ponen que el ex-campen del mundo
chas de las cancteriStlcat etencia no tiene una visin combinatoria
les que dtstinguen su juego. precisa. Y el ejemplo de Petrosian
Dentro de cada grupo de ajedre no es una excepcin, pues Capablan
cistas de uno de los tres e.stilo$ se ca, Sclllechter y otros m.aestroc de
pueden hallar importantes diferen juego de posicin se hao diStincuido
cias en la forma de pensar, analiur por la fueru de su modo de pensar
Y calcular. Haber aceptado la co concreto.
rrelacin entre la estrateJia y la Por lo visto, los conceptos estilo
ctica como nico indicio de la combinatorio y cestilo de posi
dlviln de estilos impide profundl- cin no son precisos y no han sido

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estudiados suficientemente; Lampoco Para C1Lar un cemplo, sealamob que
est muy claro cmo entender el el de Spasski ha sufrido camb1os
trmino cestilo del ajedrecista. esenciales en Jos ltimos aos. Re
Por lo general, y en l a amplia firindose a ello, Korchnoi escribe:
c(lmpensacin filosfica de este tr Empez como ajedrecista con juego
mino, estilo es el conjunto de pro de posicin; su talento tctico des
cedimientos y formas del conoci lumbr tras haber salido a la arena
miento usados con cierta constan internacional, y su JUtgo es mis aca
cia por el individuo en su. actividad. dmico en el lllmo qumquenio. Por
lnrentemos concretar un pooo ms el nmero de derrotas sufridas en
este concepto aplicado al ajedrez. un ao, Spasski puede situarse al
Para lo cual, supongamos cierta si lado del 'impenetrable' Petrosian.
tuacin en el tablero que brinda una La literatura ajedrecisla olrece
combinacin forzosa y gananciosa: trabajos en que se argamenta el
todos los ajedrecistas la realizarn carcter de la evolucin que han ex
de unt> sola forma, sin que se note perjmentado el esJo de Xeres, Lar
ninguna derencia en su realizacin. sen y .Boleslavsk. Pero lo ms fre
Las particulandades del estilo se cuente es que el espritu creador del
11l11rufiestan cuando la posicin ad ajedrecisLa sea estable y permanezca
mite varias soluciones y otras tantas invariable largo tiempo. As!, vemos
formas de juego equivalentes. Por los importantes cambios que ha ex
tanto, la originalidad estilstica se perimentado el Juego de Simagin.
descubre en situaciones problem quien bu estado considerado como
ticas. 110 brillante estilista combinatorio
Al propio tiempo, el ajedrecista en el transcurso de unos decenios,
aislado valora con cierta estabilidad a110que en ms de 110a ocasin l no
muchas posiciones anlogas. Es fcil haya admitido tal consideracin. La
advertir en todo maestro determi causa de tan esttica postura ante
nadas inclinaciones en cada etapa la c}Volucin estliistica del ajedre
de la partida; y ase, cierta constan cista debe buscarse por lo comun
cia en el avalo de la posicin tam en la dificultad del anlisis; dlficul
bin es un componente del estilo. tad que se agrava a consecuencia de
Partiendo de lo dicho, puede ad la definicin, general e impTecisa,
mitirse que el estli o es una parti de la clasificacin de los estilos.
cularidad cnstante y privativa de Donde ms se advierte esta evolu
valorar las posiciones problemticas, cin es en el juego de Jos ajedrecis
y su naturaleza viene deteaninada tas jvenes. Y la ei'ISeanza moderna
por varios factores: el modo de pen del ajdrez encuentra ciertas dilical
sar, el grado de emotividad y las tades en formar I1D p110to de vista
cualidades de la voluntad, la aten propio y justo, debido a los criterios
cin y el ca.nicter. En el estilo de de1'1l11siado generaJlzados que se
algunos ajedrecistas se descubren asientan en la tradicional clasifica
rasgos comunes, lo que nos aatorlza cin de referencia
para hablar de grupos relativamente Por lo visto, establecer ana cla$i
anlogos a este respecto. ficac1n general de los estlos
i plan
Igualmente debe tenerse en cuen tear un problema con perspectivas
ra que la estabilidad estillstica no poco favorables si no se estudian los
es un fenmeno invariable, pues el componentes de dicho problema,
estilo se perfecciona y desarrolla. como el carcter de la capacidad

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e.mooional y volitiva del ajedrecista sus autores, cautivados por el efec
y las cualidades de su pensamiento. tismo, no hacan ms que aliviar l a
Hace unos aos que el autor de situacin d e sus respectivos con
estas lneas efectu investigaciones trincantes, y dijo que tales casos
en este sentido: se intent distin recordaban la resurreccin de un
guir los tipos caractersticos de la muerto con el nico fin de volver
actividad mental de los ajedrecistas, a vencerlo.
apoyndose en el anlisis comparado Con todo, advirti que la eleccin
de las particularidades lgicas y for de un movimiento es, no slo una
mas intuitivas del pensamiento y la deduccin lgica fundada en los
ImagiDacin. Sobre este particular, principios de la estrategia y del
recomendamos al lector el libro clculo, sino tambin una forma de
cProble:mas de la psicologa en el remisin a la teora de las probabi
arte, publicado en Saratov el ao lidades: conocer las inclinaciones del
1968, en el cual se toca este tema. adversario vale tanto como prever
As, pues, las ideas de Lasker su respuesta a un movimiento de
sobre la propia preparacin psicol terminado.
gica para combatir al adversario son Por tanto, en su idea del ajedrez
valederas e.n la actualidad. Dicha se combinan la lucha psicolgica y
preparacin tiene ms valor, actual el juego con sentido comtu, ba
mente, por haber mejorado sustan sado en las deducciones de la teora.
cialmente la clase del juego y ha Capablanca, clebre competidor
berse producido u n a nivelacin de Lasker, no se distingui con tan
esencial de las diversas fuerzas de profunda y psicolgica clarividencia.
los ajedrecistas. No se puede contar Ms que polarizar en el juego de sus
con el xito deportivo si se deses adversarios, lo hizo en sus propias
timan Jos factores psicolgicos; por ideas. Las p!rtidas del gran maestro
ello. las ideas laskerianas sobre los cubano manifiestan exclusivamente
estilos exigen una profunda y ulte el carcter racional de su pensamien
rior investigacin. to; su lema fue eliminar todo lo
Lasker tambin emiti importan artificioso y lo superfluo.
tes juicios sobre las virtudes del Por ello, la obra de Capablanca
pensamiento ajedrecista y la estruc contiene un material ricamente pe
tura del proceso mental durante la daggico que permite formar juicio
eleccin de un movimiento; dijo sobre los procedimientos de la me
que la indispensable virtud del mo ditacin racional tras el tablero. In
do de pensar del ajedrecista suponfa dic los siguientes mtodos que le
un ahorro de esfuerzos, y, al exa sirvieron de gura en el proceso del
minar la recproca relacin entre la juego:
belleza y la lgica, escribi: cSlo 1) Es necesario atender a la ac
una inclinacin alterada puede dar cin conjunta de las fuerzas ajedre
la preferencia a lo superfluo y no cistas. En el tablero, la operacin de
a Jo simple. Entre dos movimientos piezas y peones debe completarse.
igualmente racionales, el individuo A este respecto escribi : Muchos
sano eligir el ms re<:tillneo, el ms ajedrecistas intentan atacar cuando
claro o, para decirlo mejor, el menos sus piezas estn diseminadas por el
paradjico. a tablero y la postura de ellas no con
Someti a crtica las llamadas cuerda con las operaciones a que se
cpartidas briOanteu; demostr que les destina; y as, tales ajedrecistas,

16
sorprendidos, trl\tan de avexiguar cin. Sin embargo, estas dos apti
dnde han eometido error e.n la par tudes, que aplicadas debidamente
tida. No se debe olvidar que el deban situarlo como artista en una
prl.ncipio fundamental del juego es altura poco menos que inaccesible,
coordinar la accin de las piezas., en realidad, y de un modo sorpren
2) Se debe optar siempre por las dente, lo condujeron a unos resulta
resoluciones ms econmicas esto dos totalmente opuestos: a un punto
concierne al ahorro de fuerzas asr muerto; a la conviccin de que este
e.n el ataque como en la defensa. El arte haba agotado sus posibilidades.
empleo de un mayor nmero de pie Por qu ocurrla esto?
zas es aconsejable cuando se ataca aPara poder contestar a esta pre
contra el rey. Aconsej: Ha de gunta es necesario detenerse en
tenerse en cuenta cada movimiento aquellos peligros psicolgicos que
que gane o ahorre tiempo. entrafia la primera de las antedichas
3) Todo movimiento previsto n o aptitudes de Capablanca. Las mani
debe dlferirse, sino realizarlo en se fiestas ventajas que da la rapidez de
guida: otHay que ser decidido en comprensin (capacidad de ver casi
los propios juicios; esto es, si se simultneamente una serie de mo
considera que el movimiento elegido mentos tcticos, que ofrece toda
es conveniente, debe efectuarse. La situacin complicada, debido a la
prctica es el mejor maestro. Mu econoaa del pensamiento y, por
chos imaginan un plan durante el Jo tanto, a la confianza en s mismo)
juego y lo estiman opo.rtuno; pero son, hasta cierto punto, peligrosas:
temen llevarlo a trmino. Hay que el ajedrecista puede llegar a la err
decidirse sin vacilacin alguna a nea conclusin de que Jos mejores
realizar Jo que se estime conve movimientos s o n indudablemente
nientel aquellos que l advierte en seguida
Alekhine desarroll las ideas las al analizar la posicin; con Jo cual,
kerlanas sobre la necesidad de cono su espfritu creador pierde en pro
c.er el carcter psicolgico de la per fundidad lo que gana en flexibilidad.
sonalidad del contrincante. Las pre aPor efecto y consecuencia de
cisas e interesantes caractersticas todas las observaciones y consid
de Jos ajedrecistas, elaboradas por raciones, llegu a la conclusin, apa
l, son el resultado de u.n profundo rentemente paradjica, de que en el
estudio de Jos adversarios con quie momento de competir con l (1927)
nes se enfrent, y constituyen una su tendencia a la tctica cedi mu
gua prctica para actuar en el ta cho ante la estrategia; por Jo cual
blero. no me pude otfiar de l en el medio
Ofrecemos unos fragmentos de los juego, es decir, hube de verificar
comentarios que h i z o de Capa minuciosamente cada uno de sus
blanca: propsitos tcticos, pues no se el(
Durante la fase de la partida en clu1a la posibilidad de que come
que el preciso saber cede el sitio al tiese errores.
puro arte, Capablanca manifest con Estas deducciones le permitieron
evidente claTidad aquellas aptitudes aprovechar Jos descuidos de Capa
que le dieron fama casi legendaria: blanca en la competicin valedera
exclusiva rapidez en comprender el para el Campeonato del Mundo. La
estado de Ja posicin, e indudable caracterstica psicolgica del gran
comprensin intuitiva de la situa- maestro cubano fue exacta el an-

17
hsts de las partidas que conJ.tituyen deducida de la lgica opinin alek
dicba competicin ponen de mani hiniana obre la necesidad de adivi
Cesto que ella le facilit a div inM nar cJ se"' la tendencia terica y
m o menos las intenciones de su la preparacin psicolgica del opo
oponente. nente.
Su opinin tiene asimismo inte Alekhine seilal la importancia
res cuando habla del peliro de pro instructiva que tiene el ajedre-t, y
ducirse ciertos rasgos neganvos en el estJm que ti logro de grandes xi
c:artcrer del ajedrecista al valorar tos en este arte depende del cultivo
intuttivamente la posicin de las virtudes positivas del carie
En cuanto al aspecto psic:oJgjco ter, y la ellmtDacin de las negatl\as.
de la lucha ajedrecista, fue mucbo En este sentido, es demostrntivo
ms teJos que Laslter, pues estim su ejemplo personal, sobre el que
oecesruo tener en cuenta no slo Retl escribi: Al cOJJU enzo de su
las particularidades del juego y el carrera, sorprendi a todo:. con la
cter de sus adversarios, sino abundante fantasa y la volitiva ten
tambibl prever la preparacin psico sjn de sus ataques borrascosos.
laica de stos para enfrentarse con Pero el hecho de no permttir que
J. Comprendi la impoi'Ullcia de la su talento natural, que cautiv a
relacin directa e inversa de tal pre aantos admiradores su}. se incli
paracin. Por ejemplo: al prepararse nase a la fantasa y someterlo a. la
para djsp ura r con Capablanca el razn, le permiti alcanzar la cum
Campeonato del Mundo, previ que bre de la maestra.
el maestro cubano tratarla de utili Alelch.ine dijo sin rodeos: Me
zar la estrategia un poco arriesgada diante el ajedrez, he culclvado m i
para las negras que con frecuencia cartcter este arte ensea a ser ob
le sirvt de gua en aquel perodo. jetivo, y en il puede uno ltepr a
Despus de la competicin, escri ser gran maestro s1 reconoce su&
bi: Jupndo las negras, usi el defectos y errores...
mismo mtodo de simplificaCin que Y en una sere de artlculos se re
Capablanca adopt en la defensa. firi, aunque de una forma breve, a
A pesar de que tal estrategia era las particularidades que araeteri
nue\'a para AJekhine, su efecto psi un el curso del proceso mental
colgico qued probado en aquel! al analizar un movimiento. Sobre e l
disputa. ju ego sin mirar a l tablero, escribi:
El mitodo ale1ctuniano tiene se El jupdor no trata de reproducu
guidores entre los ajedreCIStas ac en la tmaginacin todo el tablero
tuales. Para citar un ejemplo, me con sus piezas y casillas blancas y
remito a un hecho ocurrido en el negras, como suJ)One la mayor parte
transcurso de mi preparacin con de los profanos en esta materia, sino
junta con el aran maestro Averbach. de recordar nicamente un movi
Manipulando en e1 fichero de ste, miento caracterstico, Ja configura
descubr un cuaderno ntulado aY. L. cin de una parte del tablero.. .

Avnlxu:ha junto con las caracterfs Esto es una importantsima ad


tica.s y anotaciones dt partidas de vertencia de que en toda posictn
una serie de ajedrecistas, PQ6ibles deben destacarse constantemente los
futur05 adversarios. Reunir e l propio elementos ms valiosos >' stgntfica
legajo de documentos ajedrecistas tivos, y, segn nuestras observacio
es una forma racional de prepararse, nes, refleja el contenido de l.a actl-

18
,.,dad selectiva al eleg1r un movi p.alml!nte en el dlc:ulo, cmo ele
miento en el uego a la vl. Sir un movimiento7 Rell uuma que
interesante! b menctn del mo todo ajedrecista. sea destJicado o

vlmlento ccaracterhucoo, porque mediocre, posee, conscaente o in


af1rma una vez mols la verdad del COIUCICOtemente. prinCIJ)OS de los
juicio emitido por Blumenfeld sobre cuales se sirve para seleccionr los
el carcter demostrativo del pensa movimientos : el jugador mediocre
miento del ajedrecista. El avalo ge qulz se cle a principlos &encillos. . .,
neral de la situacin no se puede y se conforma con poder dar jaque
concebir como una forma de pen.o;a a .;u adversario.
miento desligada de las 1deas aisla Sorprende que los confeccionado
da y de la unagen concreta de las res de programas para compudores
piezas. La unidad de lo sensitivo y no haya.n tenido en cuenta t!>th lDl
lo lgico. lo concreto y lo bstracro portantes observaciones de Reti ;
en el pensamiento ajedrecista se hasta ahora, han intentado resolver
manifiesta en que la valoracin ge los probl<:mas del juego de ajedrez
neral, las ideas y dems generaliza por medio de la seleccin de varian
Clones actan conjuntamente al pen tes, es decir, medlaote el clculo
sar un movimiento detemunado, o concreto y continuo. Y sus Intentos
una serie de movimientos (la va no han resultado dicaces.
rt;tnte). Los trabajos de Sp1elmann y Torre
Ret1 hizo unas interesantes obser ofrecen interesantes datos en orden
vaciones sobre el carllcter del pensa a los estados l'SicoJ&ICOS del ae
miento en cuestin. Puesto que su drecista. Torre analu minuciosa
mentalidad era abstracta, subra.Y la mente el problema de la formacin
importancia d.e las valoraciones ge del estilo, y establece cUAtro pero
nenles en el juego, y previno contra dos en la evolucin del mismo : 1)
el peligro de aficionuse excesiva la forma; 2) la expresin del juego;
mente al c.lculo concreto y al inge 3) el eatilo; y 4) el pan estilo. Re
nuo intento de explicar el arte del calca la idea de que, aunque la obra
maestro por el grado de su capaci de cada maestro es propia y original,
dad para ccalcularo. Sus observacio las particularidades de su juego se
nes son acaso demasiado categricas. asientan indudablemente en lo acu
si bien no contradicen la Idea de la mulado por el desarrollo del arte
riqueza de imigenes de dicho pen del ajedrez y por la experiencia de
ll..alie.nto, y demuestran que estas mucb05 afedrectstas de dhersa.s na
imqenes pueden Rr diversas, o sea, ciorWidades.
m o menos eneraliuda.s. Los SOVItiCOS han Cl>tudiado y
Y escribi: Los profanos en este desarrollado los mtodos de prepa
asunto creen que la superioridad racin psicolgica promovidos por
del maestro es directamente propor Lasker y Alekhlne.
cional a su capacidad para calcular En eUo, el ejemplo de Botvinnk
previamente. Tales ajedrecistas se ha lUdo lmportantfsmo; CJl .u sis
sorprenden cuando, tras haberme tema de preparacin y perfecciona
preguntado e u t n t o s movimientoS miento psicolgico destacan los si
suelo calcular en mil combinacio guientes momentos : estudiar la ca
nes, les contesto con sinceridad que, racterCstica psicolgica del oponen
por lo comn, no calculo ninguno. te, el estado ptimo de su capacidad
Pero si no nos apoyamos princi de trabaJo durante la partida, y su

19
predisposicin psicolgica a la com mejor rendimiento. Una preparacin
peticin. especial le ha capacitado para lu
Ha hecho un anlisis detallado y char contra la aparicin de emocio
psicolgico del juego de sus opo nes negativas. Pero su serenidad en
nentes, en el cual observa no slo el juego no significa indifttencia,
Jos defectos y aciertos palpables, pues tiene una considerable reserva
sino tambin los detalles sin impor de cmaUcla deportiva., en el buen
tancia, como movimientos clargos, sentido de la expresin. Cree estar
'1Ue Euwe frecuentemente deja es obligado a luchar hasta el final, y
capar. Adems, tiene una extraordi poner toda su capacidad y tensin
naria capacidad para tran&formar los nerviosa en la partida. En ocasiones
datos obtenidos en concretos esque perd1 partidas en la undcima y
mas de apertura y en una forma ge decimotercera rondas por causa de
neral de desarrollar la lucha ; esta la fatiga fsica; pero, comnmente,
circunstancia es, de un modo sub su total entrega al trabajo artstico
jetivo, Jo ms desagradable para sus ha dado resultados positivos en la
conttincantes. La profundidad con prctica.
que comprende a su adversario como Ha estudiado Jos problemas refe
ente humana, se maniesta notable rentes al rgimen de las competi
mente en los match-revancha con ciones, el mtodo de analizar las
Smislov y Tal. partidas suspendidas, los elementos
Ciertamente, no es dado a fiarse que causan la falta de tiempo y de
de las primeras m i presiones; pre ms. El mtodo de perfeccionamien
fiere reunir un nmero suficiente to usado por l ha servido durante
de observaciones psicolgicas antes muchos al'!os de ejemplo para la pre
de sacar conclusiones. Posiblemente paracin de los ajedrecistas sovi
sta es la razn de que jugase con ticos.
ms seguridad en las competiciones Sin embargo, Averbach observ
desquite que en las precedentes. justamente que no siempre dio los
Ha comprendido hace tiempo que, resultados apetecidos, pues fue adop
en el aspecto psicolgico, al Indi tado a ciegas por maestros y prepa
viduo le resulta difcil pasar inme radores, a pesar de que su autor
diatamente de una actividad a otra; advirtiese: ePosiblemente este sis
digamos, para citar un ejemplo, a
tema de preparacin no sea prove
una partida de campeonato. Con el choso para ciertos ajedrecistas ; ca
fin de estar mejor predispuesto a la
da maestro debe abordarlo con cau
competicin, de movilizar sus reser
tela, y usarlo teniendo en cuenta sus
vas de energa volitiva y sustraerse
propias cualidades y costumbres pri
de cuanto no est relacionado con
vativas.
la partida, suele darse un paseo y
entrar en la sala de juego unos diez Actualmente, los maestros sovi
o quince minutos antes de sentarse ticos se plantean la cuestin de crear
al tablero. Este procedimiento Je un sist.ema de preparacin que ge
.PeTmite abstraerse de toda impresin neral1ce, as la experiencia personal
ajena al acto deportivo y concen de los grandes especialistas en aje
trarse por entero desde que se pone drez. como los datos objetivos y
en marcha el reloj. cientficos logrados con el esfuerzo
Seliala tambin que la serenidad de psiclogos, fisilogos, pedagogos
es condicin indispensable para dar y mdicos.

20
.t'ara alcanzar este objetivo se dis so podrfa consistir en una intensa
pone de inmensas posibilidades. L<s preparacin, mediante sesiones de
artculos y comentarios de partidas juego simultneo.
de Petrosian, Tal, Bronstein, Aver Este asunto depende mucho de la
bach, Korcbnoi, Simagin, Bijovski y penetrabjjjdad psicolgica del prepi\
otros grandes maestros ofrecen va rador. Bondarevski supo descubrir
liosas observaciones psicolgicas. Es en GeUer y Spasski cierta indolencia
hora de analizar con todo detalle al comienzo de la lucha competitiva.
estos materiales e incluirlos en un Por lo que aconsej a Geller reali
sistema cientfico. zar una sesin de juego simulrneo
Igualmente es instructiva la e.xpe contra reloj entre unos cuantos can
riencia acumulada por los prepara didatos a maestro la spera de su
dores ; pero stos la divulgan muy competicin con Smislov (Mosc.
poco. Un ejemplo de ello es la in 195..5), y Spasski no ces de prepa
teresante pregunta : Cundo se da rarse .basta el momento de empezar
por terminado eL perodo de prepa su duelo con Tal (Tbilisi, 1965). El
racin para un torneo? Cuntos resultado fue que los dos pupilos de
das hay que descansar antes de to Bondarevskj mostraron una excelen
mar parte en l? te preparacin deportiva desde el
Basndose en la experiencia, Bot comienzo de la competicin.
vlanik dice que conviene dejar toda Los preparadores Rojlin. Neshmet
actividad ajedrecista cinco das an dinov, Voronkov, Ravinski, Koblenz
tes de la competicin. Pero la prc y otros. ofrecen muchos mtodos
tica ha demostrado que esto no es interesantes para reflexionar racio
valedero para todos, pues hay aje naimente en el transcurso de la par
drec istas que en seguida se hacen tida.
al ritmo de la lucha competitiva, Se espera mucho de la psicologa
para los cuales cinco das de des deportiva, particularmente de la aje
canso son suficientes. Pero hay otros drecista. Es de esperar que el es
que, por lo comn, empiezan el tor tudio de los problemas psicolgicos
neo con vacilacin, y pierden valio no tarden en prestar una ayuda
sos puntos durante el perodo de esencial a la enseanza y prtica
..adaptacin; para stos el desean- del ajedrez.

21
EL PENSAMIENTO EN EL AJEDREZ

La incgnita de las imgenes ajedrcci!ltas

El estudio de las cuahdade:. que con que e valoran las varias posi
dan carcter 3.J peosam1ento del aje cione...
drecista es quiz eJ problema mdos Gracias a los conocimientos y la
importante y que ms inquieta a experiencia pnlctlca, el ajedrecista
pr ct1COS ' a pedagog06 del ajedrez. valora numerosas y dhen.as posi.
E<>te problema aun no ha sido estu cioo por su semejanza coo otras
diado debidamente: por otra parte. anteriores; con ello sabe aproxima
su tn\esugacin presenta dificulta damente cmo debe proceder. Sobre
des. El obJemo primordial es deter la base de estas po;iciones se produ
minar los defectos tpicos de la ac cen 1m.genes ms generalizadas;
t1V1d11d intelectual en el transcurso pero muchas de ellas no pueden va
de la paruda )' hallar un pr<>t:cd lorarse debidamente, no obitante ser
maento que eleve su dec:-uvdacl anlogas a otras anteriores y tener
Como se tul dicho, el pensam.ento ciertos elementos de Ja valoracin:
del ajedrecista es mayormente ima posicin Clracterstica de varias pie
&inIIJ\'O, zas, peligro de doble amenaza, etc.:
;Qu sisnfica el concepto ima aunque estos elementos son, por el
gen ajedrec1sta ? momento, fragmentos de ulteriores
V . Malkin l o define como una valoraciones generales.
posican modelo que se propone y Esta es una imagen os concreta,
StJUe para valorar. Desde luego, por diferenciarse esencialmente de
aqu se recalca la idea de que dicha la posiCin modelo.
imagen no slo es un cuadro e\i Veamos la naturaleza dlnimica de
dente de la posicin en el tablero, las imgenes del pensamjento en el
sino tambin su avalo ; es decir, la ajedrez, desde cuyo punto de vista
generahzacin que abarca las parti las djvidiremos en residuales, iner
culandades d e la postura redproca tes y precursoras.
de las ptezas y sus posables acciones.
Con todo. nos parece que no slo las
postcones modelo conruoona.o la
mantfestacin de 1as un4enes, pues
toda posicin se refleJa como una Es la traslaain (ntegra del avalo
imaen en la condencia. Slo varea de una posicin anterior o del de Ja
el arado de enerallzacin; o sea, accin de unas piezas a la nueva
varean la profundidad y exactitud situacin creada en el tablero. Viene

22
a ser la continuidad de lo pasado en la partida que jug con Rosseto
e.a lo praeote continuidad que a (Amsterdam, 1964).
veces oc:upa el lupr de la realidad. IlinSbe.aeV5ld ya hablaba de tales
La presencia de imqeoes residualeo c:a.sos el aAo 1928.
causa la invariabilidad en el pezua.
miento y disminuye la variabilidad
DzgNZ111a nm. ?
de la atencin.
Para citar un ejemplo, ofrecemos
el final de la primera partida del en
c:ue.atro ":"1 Gligoric {Bel&rado,
1968).

D1a1rama nm. 1

En esta posicin (IlinShene\.slu


Nenarolcov, Mosc, 1922), las blan
c:as tienen u.n ataque decisivo. Pro"i

gu. l . A7A+, RlA; 2. D6T+1,


RXA; 3. T6A+ , RlC, ) la \'entaja
pas inesperadamente a las nearas.
En el clculo preliminar, las blancas
La &ituacln de las blancas u po
contaron slo con l , RIR; 4.
co envidiable. Tal acaba de tomar la
OSA+, R2D; S. D7C+ y 6. TIA,
dama con el movimiento 37. C X D +,
mate.
aunque con ello no se comperuoa de
Por qu no a d v e r t el Stm
la pdida m:ueriaJ.
pie movim.Le.ato 3 . . . .. RIC?
A este respecto, Koblenx cscri cribe lltn-Shenevslt. 1 PuCj muy ICJl
bl: Despu6i de t. partac, el pro callo! Obsrvese la posicin anicial :
pio Tal confes habrsele fiaurado el escaque 1CR negro bt atacado
atacar &imultJnumente al rey y la por dos paeza.s, o sea por el alfal
torre IR, con lo cual cont recu 3CD y la dama aituad.l en 5CR. Al
pera.r una c:allcd y llevar a tml.Do calcular la c:ombinadn. se me fa
su superioricd rnatenal en un final gur que el rey no pod!a retirarse
de torTea. Pero err el olpe 1 Pues a la casilla 1CR.
la torre de Gliaoric ya estaba si Ciertas particularidades de la po
tuada en el escaque SR y amenuaba sicin anterior (dominio en la casa
mue. Ita l CR de las negras, etc.), fueron
La misma causa, esto es, el -re ua:Jadadas ntegra y mentalmente a
sistro mental de las piezas, bazo la nueva situacin cread.1 en el 18
que Tal volvlese a incurrir en errot blero. Las blancas, por eemplo, pe.

21
dlan bober manteni do la ventaja de modo que, al tomar la dama negra
su posicin, haciendo l. &XA; pero mi al.fiJ, ctef que Jo haba hecho pa
Ja imaJ'en residual, o 1ea la serurf l&l)do por encima de dlcbo peo.
dad en d dominio del escaque de Un ejemplo de la influencia nep
referencia, fren la variabilidad de tla que puede e:n:e.r la ima&e.o re
la atencin y dificult eomprobar a{dual lo ofrece el joego de lu bla.D
con objetavldad la situacin. c:;s en la partida Sozin-KUillov (Mos
Vamos aoa posicin de otra par ctl. 1931).
tida llJl.Shentvskl-Nenarokov (Mos.
cll, 1923). Diograma mm, 4

Diagrama nm. 1

Aqu! se prosigui 26. A X P1 A


la'> Cuen.u esUn rn o menos este respecto, Sozin escribe: Desde
eqwhbradas. llit-Shene\'sll:i comen el punto de vista psic:olico, el error
ta el ulterior curso de la contienda es comprensible en cierto modo: en
asf : Con objeto de bacume con la us dkulos. las bl.a.ncas no contaron
inictativtl, decid abrir la vertic:aJ AR con la posible respuesta T2D; mo
e hice l. TJA, PlCR; l. DlB, ClB. vimiento anteriormente imposible,
Despu6 de to, pareci que nada por la amenaza de mate coo Ja ju
impcdb llevar a tfrm1no mi prol6- pda 08CR.. w blancas pnaban
sito, ) pre&eguf 3. P4AR; puo re$U) Ucdmente c:on U. Tl'R; r.ru su
t6 Jo sl&atente: l. ..., PX P; 4. D x P, error. la partida finaliz en tablas.
D x A. Esto no formaba parte de ml En el caso que acabam01 de ver,
plan; habia abieno la vertica.l de la ima&en de la posicin antmot
refencia, pero perdi UN pieza. OI fue tan estable, que infuod a So
rn que soy un pap:Nt.al. En electo: t.in la conviccin de que sus supo
pero la psicoloia de t'>te tambi4!n siciones anteriores eran justas.
resulta interesante. Ftaoillldo mi La ima&en residual pueden crearla
plan )' m1raodo el tablero, vi que el una pieza dete:rminada con las fun.
pen ne&ro en el escaque 4R era dones Inherentes a ella o una cui
como UM 56lida partd entre la dama lla, y tambim un &f11po de piezas o
ad\'ersar1a y m1 alCil Indefenso. Esta euUJ.u con funciones m comple
idea se afsrm en mi conciencia, de jas. No slo ple.zas, casUJas y mo-
vlmJeotos a!tladot, sino tambi ridades de la postura de las tres
ldt.aa tAc:tleu 1 tnat6lcu que b&D piezas atacantes (el alfil, la torre y
sido obfdo de ua profUDda medJ. la dama) co fueron objeto de u.oa
tae6a puedal penDI..DeCCI' COD IU IUia rcflaio en la SIJWCDIC jup
upeeto relatiYUDate U:avariable u da cuudo la SUWidG h1bl.t cam
la coadmcJ. durante la partida. biado vorable.mt11te.
EDmlnemos la posicin del en Se dan casos. aunque relatha
cuentro Cbejovu-Modd (ra mente poco frecuentes, en que la
do, 19ll). existencia de la l.rnAeo residual de
la po.Ici6a utuior eo la coDCiaacia
Dittr;rcmG mim. 5 causa ories DusloMs 69c:u e
im'&eoe de plczu que >-. ao est
ea el tablero. C impolibUH CODCCD
tra:r d pcASamlento eo otroa ele.meo
to1 de la nueva posicin, por cu1nto
1 cartcrer de la accin de dichas
pina, en el perlodo anterior del
desarrollo de la paruda ha lido muy
importante y ha exi&do meba aten
en.
Vdmoslo en la partida Subo
Bronstein (ZUrieh, 19Sl).

Diasrtma nm. 6

Chejover escribi: Aqu no con


duela a oada la continuacla 29.
A1T+, RlA; 30. DlT+, porque
30. . , DlD; 31. PSA, D1:R. Partien
do de ene supuesto, refiuioo ao
bre la 19. T7T, OSO; 30. D4T, PlCR;
)1. D6T y 1 'ubsiuleotes DlOVI
aucotos T4A y HTR, y para huir
el mate hlce 19. .PlTR. A Jo que
Model tontC$t clesacenac:b.meute
cou lY , D18.1, trb lo c:ua.l la

conunuaeicSn 30. A1T+, RIA; ll.


DlT+, T2B; ll. AlD daba UUDC
diatamente la victoria Pero, ea la
nueva situad6n, no pe4K en el mo El alfil de aslllas negras es la
vimiento A7T+, y juu de otto p1tL1 fwlda.meoUIJ en el ataque de
modo. La partida finaliz ea
bla$
las bluca.s: por ello, Bron teln Jo
Vem que la conclusin de que elimina: 36. ..., TXA; l1. D6T,
el plan A1T+ y DlT+ ca.reda de PlA; ll. PXT, nC'! (e) mejor
efieach se af1rm6 canto en el espf R2A): )9. TIDI, DXT; 40. D8T+,
rltu de Chejover que las partlcura- y lns blancas &;naron pronto.

25
Respecto de su errneo movmien Diag'l'ama nm. 7
to 38 . . ., T2.C? con que lr\ttult ce
rrar una 'ez m:ls la peligrosa diago
nal ITDBTR, Bronsttun comenta:
.Hasta entonces, las negras lucharon
contra el alfil adversario situado en
JAD. y efectuaron este movimiento
parque continuaban luchando contra
la sombra del mismo.
Estos ejemplos nos aurorlutn a
considerar la presencia de la imagen
residual como una considerable In
suficiencia del pensamiento del aje
drecista. El papel negativo de tal
imagen crea una situacin parad
jica cuando los aspectos importantes
de dicho pensamiento, es decir, la
profundldad y tendencia precisas,
parecen debilitarse. Por otra parte, En ella, las negras se propusieron
esto reafirma Jo de Aiustadme esas responder a 16. OC con eJ sacrifi
medidas. pues, en los casos analiza cio de una caUdad: 16. . . .. T4R; 17.
dos, se ha observado que .las cosas P4A, TXA; 18. PXT, C5C, con
no se hicieron en la debida propor buen juego por las casillas negras.
.cin en cuanto n la profundidad y La partida prosigui 16. D4A, T4R;
dinamismo del sobredicho pensa 17. ClC, C61>; 18. D4T, C X PC; 19.
miento. P4A; aqu realiz Neshmetdinov el
Con todo, dtcha m i agen no siem sacrificio propuesto anteriormente :
pre es un impedJmento en el proceso 19 . . ., TXA; lO. P X T, CSCI Y la
creador: pueden observarse valores posicin de las negras ofrece buenas
poslt\oS en ella si se regulan cons perspectivas de ataque.
cientemente la atencin y el domlnto En este caso, la idea de sacrificar
de s mismo. porque las ideas ori una calidad al decimosexto movi
ginadas anteriormente en la partida miento nos recuerda la accin de un
no se coo\'ierten en axiomas inva dueo previsor al abastecerse con
riables. smo que se hace uso de tiempo de lo necesario. NeshmetdJ
ellos modl!Jcandolos conforme a las nov consider esta idea, la aprob
nuevas circunstancias de la posi y la deri para una ocasin ms
etn; aquf. la presencia de las im prop1cia.
genes nsiduales es muy til. por La presencia de la imagen resi
cuanto asegura una reOexin conse dual permite pugnar consecutiva
cuente, gracias a lo cua} se crean mente por la realizacin de un plan
las premisas para una mejor suce determinado o idea concreta ajus
SIn de las etapas del desarrollo de tados a todo cambio de situacin
la paruda, y el uego es ms Integro que se produzca en la partida.
y sistemtico. Veamos un ejemplo de ello en la
Ofrecemos seguidamente la posi segunda partida del encuentro "Bot
cin de la parllda Novotlelnov-Nesh vinnk-Loweniiscb (Mosc-Leningra
metdinov tSaratov, 1953). do, 1937).

26
DiQBrama nm. 8 Jeza velada, y es ventajoso realizar
la : pero no inmedJatamente, flino
en. el momento oportuno; de lo
contrario, no reportar ninguna ven
taja. En tales casos, el ajedrecista la
retiene en la memoria, y tfecta
manlobras de espera durante cieno
tiempo. con objeto de encubrk su
ardid e infundir a su adversario Ja
sensacin de seguridad en la posi
cin. En este aspecto, es caracters
tica la experiencia de Bronstein, que
reiteradamente ha empleado con
xlto tal procedimiento pscolgico;
son memorables los finales de su
encuentro con Resbevski (Zricb,
1953) y con Mikenas (Talln, 1965).
Todo intento de aprovechar las
Lowenfiscb se propuso romper el posibilidades prcticas, por insigna
centro de las blancas por medio del ficants que sean, es una medida
movamlento P3A; pero no pudo justificada. En su libro sobre el tor
realit.arlo en seguida. A este respec neo celebrado en Nueva York el ao
to escribe : Tem, despus de 14. 1927, Alekhine reprocha justamente
. . ., P3A, la continuacin 15. PAXP, a Spielmann haber aceptado las ta
PRXP; 16. P6R, TXP; 17. PSA, blas en varias partidas donde, aunque
PX P; 18. A XP, TlR; 19. DST, ClA; mnimas, tuvo probabilidades de
lO. AJTD, DlA; ZJ. P4R, P X P; ll. ganar.
C X P, con fuerte ataque... Sin aban Por tanto, al atender consciente
donar esta m i portante idea esrra mente a los momentos variables de
tica, efecta la siguiente manio la situacin y al comparar lgi
bra de pie?.aS : 14. . . ., DlR; lS. camente la posicin ruuerior con la
P X P, PR XP 16. P4Rl (las blancas presente. la Imagen l'esidual influye
nuevamente impiden el movimiento de un modo positivo en la eficacia
deseado, PSD; 17. ClC, P4AD; 18. de la activjdad meotal y facilita
C2D (aquJ uunpoco es posible: la tomar decisiones con rapidez y
proyecuda ruptura, debido a 19. exactitud.
P6R y 20. P5A: pero la idea de la En las caractersticas contradicto
misma n.o abandona a las negras). rias de las imgenes residuales arri
P4CR!; 19. P3C, PC X P; 20. PXP, ba citadas. se manifiestan dos ten
RlT; 21. C4A, TICR U. BlT, dencias del pensamiento del ajedre
PlA! 1 Por fin ha podido .realizarse cista : por u o lado, los mo..-imientos
la idea formada anteriormente, y en aislados se consideran como los ele
el nlomento ms oportuno! Luego mentos del desarrollo de la partida
de 23. C6D, PXP; 24. CXA, P X P, relacionados entre sf (valor positivo
las negras obtuvieron dos peones de dichas imgenes, alto desarrollo
por el alfil y cootraposibilidades de la dinmica del pensamiento y la
muy eficaces. atencin), y por otro se observa una
Con frecuencia, la idea formada tendencia a dlvldir Ja partida en
con antelacin contiene una suti- etapas aisladas, al tiempo que las

27
imgenes residuales estticas o in extraordinaria ni ventiva y dinamis
variables pasan automticamente de roo de pensamlento que Spasskl mos

una etapa a otra. tr durante la competicin con su


Qu medidas deben tomarse para adversario; por lo menos, no se apre
eliminar la influencia de las susoc:U ci en l nlnguna ilusin ptica en
chas imgenes? Entre las recomen el manejo de las piezas.
daciones puramente ajedrecistas Como medio de preparacin tam
merece atencin el juego a ciegas. bin puede servir la lectura d e tra
Se estima que ste es nocivo para bajos sobre ajedrez sin verificarla
la salud y no contribuye al desarro en el tablero, entrenamiento que
llo de La atencn del ajedrecista. Korchnoi, practica asiduamente.
Asimismo es muy til plantearse
No vamos a discutir la justa afirma
cin de que el entusiasmo por las mentalmente la siguiente pregunta
sesiones de juego a ciegas no tiene en el discurso de la partida : qu
otro fin que la publicidad y no re cambios se han producido en el ta
porta ningn beneficio. Sin embar blero, despus del movimiento efec
go, nuestro consejo se refiere a u n tuado por el adversario? Qu se
pequeflo nmero d e partidas ju amenaza1 Este procedimiento fue
adoptado en los torneos por los aje
gadas de este modo como procedi
miento de preparacin. Lo cual no drecistas de Saratov, y dio resulta
resultar fatigoso para un ajedrecista dos positivos. Unos cuantos de pri
formado. El juego a ciegas quizs es mera categora aprovecharon el ci
el mejor procedi.mlento de prepara tado consejo, y dljeron que ya no
cin para perfeccionar las propie vean las piezas en su postura ante
dades dinmicas del pensamiento y rior m variar la situacin; esta in
la atencin; el carcter de tal juego suficiencia se babra observado ante
exige una constante y exacta com riormente en ellos.
paracin de las imgenes anteriores
con la posicin presente, y una sis Imagen inerte
temtica verificacin e imposicin
de esfuerzos volitivos para determi Se caracteriza por considerar el
nar la atencin abstracta. Sobre to avalo como el resultado definitivo
do, es importante no perder de vista de la partida, porque mentalmente
la postura exacta de las piezas. Pue se estima terminada, aunque en rea
de decirse que la pereza de pensa dad contina. El ajedrecista Ima
miento no es compatible con el jue gina que el logro del objetivo re
go a ciegas. Adems de lo expuesto, quiere poco esfuerzo intelectivo, por
tal ejercicio facilita el desarrollo de cuanto slo quedan pequeos obs
la visin combinatoria. tculos que vencer. Y as!, lo presen
Conviene advertir que los pre te (a menudo, lo valorado con error)
paradores ms perspicaces usan este pasa a ser automticamente lo veni
procedimiento en su trabajo. De esta dero.
manera, Bondarevski aconsej a Esto hace que menge la objeti
Spasski que realizase a ciegas una vidad de previsin y la exactitud de
sesin de juego simultneo en ocho clculo con que se analiza la situa
tableros contra los ajedrecistas ms cin creada en el tablero. En la prc
fuertes de Sochi la vfspera de su tica, la imagen inerte corre pareja
competicin con Tal (Tbilisi, 1965). con la incorrecta y precipitada de
Por ventura deba atribuirse a ello la duccin de que la superioridad ma-

28
al o de posicin, o el conoci
teri Petrosian refiere el posterior cur
miento de que se ha producido una so de la lucha : cEstuve bastante
posicin modelo, predetermina el tiempo convencido de que mi posi
resultado de la partida. cin era superior a la de mi contrin
En cuanto aparece la imagen iner cante ; a ms de esto, toda la fase
te, rusminuye el esfuerzo, y se pro anterior de la contienda, que dej a
duce un estado de relajamiento. La Korchnoi constre.fiido, me infunru
excitacin que ha movido a luchar la creencia en el resultado favora
por el logro de un objetivo trazado ble de la partida... ; pero comet el
de antemano se transforma en un inconcebible y e r r o de hacer :u.
autososiego, y hasta en apat(a, cuan T X P1? Escap a mi penetracin el
do rucho objetivo parece haberse peligro que supona el avance P6A,
logrado. Consecuentemente, la con acaso por contrastar excesivamente
templacin apacible de la posicin con la indefendlbJe situacin de las
ocupa el Jugar de la responsabilidad, negras. Estoy convencido de que,
y la variabilidad de la atencin y la si un maestro destacado no ve en
facultad previsora descienden brus seguida semejantes amenazas, no las
camente; este descenso de la acti ver despus, por ms que analice
vidad n i telectiva suele ir acompa la posicin.
ado de errores. A consecuencia de Tras 3S. TXP, la partida prosigui
ello, es frecuente no ganar partidas 3S. . . ., P6A; 36. RSC, RlR, y las
que ya estn ganadas y perder otras negras ganaron.
que son irremisiblemente tablas.
En este ejemplo se observa que
Conviene se.alar que las imge la i.magen inerte estuvo ligada con la
nes inertes se distinguen por su ten valoracin definitiva de la posicin;
dencia a hacer que se valore defini por ello, Petrosian disminuy lgi
tivamente la posicin y por su alto camente su vigilancia al considerar
grado genetalizador. que la lucha estaba decidida.
En la partida Petrosian-Korchnoi
Pero el castigo no hizo esperarse!
(Mosc, 1963) se produjo la siguien
Se perru6 una partida que se tenia
te posicin :
ganada. Este hecho confinna una vez
ms el viejo dicho ajedrecista : La
Diagrama nm. 9 partida se considerar ganada cuan
do el ganador haya anotado su punto
en la tabla de la clasificacin.
Es discutible la afianacin, de
Petrosian, de que en tales casos no
es posible hallar el movimiento con
veniente, por ms que se analice la
posicin. Naturalmente, Ja imagen
inerte se distingue por su elevado
carcter esttico, puesto que est
relacionada con la manifestacin de
un constante y emocional estado de
exceso de seguridad sin embargo,
esos estados psquicos pueden ser
superados por la voluntad del in
dividuo, mediante una critica y con-

29
cienzuda verificacin de las Ideas el escaque 8T; esto pone de refieve
propios. la constante y enorme influencia que
Volv<tmOS sobre otrOS ejemplos ejuci la magen de la posican re
que no:. ofrece la prctica del aje flejada en este oagrama, y que, aJ
drez. valorarla, las blancas pensaron n
He aqur la posicin de la partida eamente en defenderse. El movi
Gabltkov51o -S i m a & 1 n (Sza\no miento 37. P8T=D+ fue calculado
Zdruy, 1950). y hecho con la posibilidad defensiva
de situar la dama en el escaque 6TD,
sin relacionarlo con otras particu
Diagrama mim. JO
laridades de la situacin. Despus
de la partida. Gablilc:ovskJ do
j que
no pudo advenir la posibilicbd de

sacrificar inmediat.amvue la sell.un


da dama por cuanto atendi sola
.

mente a la pehgrosa situacin en


que se encontraba su rey en la ca
silla lAR.
El siguiente ejemplo ha sido to
mado de lA partida Ivko\-Vasiulcov
(competicin U R S S - Yugosla\'ia,
1962).
Diagrama nm. 11

Las bl3ncas enen una considera


ble superioridad material: una ca
lidad de mts y la rnevitable conver
sin del pen 7T en dama Pero Ga
.

bliko..,sld polariz su atencin slo


en cmo asegurar la defensa de su
rey. Desde luego, la amenua de las
neyas es tan poderosa y la valora
cin del momento, expresada en el
grito de Salvar al reyh, {ue tan
dominante, que las blancas se puie
ron mmediatamente a la defensl\'a:
37. P8T=D+, RZT; 31. D6TD, El aaque del maestro yugosla\'o
D7C+; 39. RlR, C7A+; 40. R2D, es decisivo; en el cual uno de los
C X D, )' la partida termin en tablas. componentes imponantes es el pen
Con todo, las blancas sanaban con el 6A, que as l negras no pueden eli
&gu1ente e inesperado contraata minar de momento, porque est4 de
que: 38. D8T+I (en vez del tmido fendido por su alfiL Al valorar la
movuniento 38. D6TD), R X D; 39. posicin como favorable, Jo que no
D6T+, y as sucesivamente. Gabll oirece duda, lvkov intenta ganar
k.ovski no pens en las posibilidades inmediatamente la partida, y no
que le ofreca la segunda dama en atiende a los posibles cambios de la

30
misma ni a que su principal triun Las blancas estn en un apuro,
fo, el pen de referencia, pueda ser pues su adversario lleva ulUI. piet.a
cltmlnado. Prosigui 19. nT, P4TR; de ventaa, y amenaza seriamente
20. T X P?? Esto es un grave error. contra el rey. Por lo visto, estas
Con el mavimiento 20. DXPT y, consMeraciones parecaeron tan cla
luego, P4CR, e podfa mantener un ras y ev identes a Reshevski, que, al
fuerte ataque. El yerro cometido por calcular su prximo movimiento, lo
hlcov puede apreciarse en la va consider como una valoracin es
riante 20. , DXP; 21. TIT+, table en lo sucesivo; si no. hubie:>e
R X T; 22. D4T+, RlC; 2J, D6T, prestado atencin a los pequel\06,
DST + : 24. RlD, DXC+; 25. RlA, pero esenciales, e a m b i o s que se
A X PA, r de repente se aclara que produciran en el tablero, caso de
pen 6A, pnnctpal sopone de la tomar el pen blanco 3C. Esto es,
posicin de las blancas, pudo ser tos dems peones blancos no pueden
elminado impunemente. De esa ma avanzar, el rey se halla en situacin
nera, se dmoron el fundamento de ahogado y la postura de las
en que se asentab3 el avalo de la dos pieus blancas en 8AD y 7AR
posicin, y cuya solidez en el uJte brinda la posibilidad de forzar el
rior desarrollo de la partida asegur empate con el sacrlficto de las mts
la imagen, surgida por inercia. mas.
La creencia en que los elementos Pero la con1ianza en la victoriosa
constilutt\'OS de la valoracin de una reaJizacin del ataque fue tan gran
determinada posic1n son estables, de, y la atencin estuvo tan fija en
y en el siguiente periodo del juego, los elementos posillvQs de la sltua
runto con la insuficiente variabili cln en el tablero, que Reshevski
dad de la atencin, son las causas cometi la imprudencia de tomar
psicolgicas que impiden prever las el mencionado pen. Despus de
llamadas combinaciones que pro 48. . . ., D X PC7?, los defectos del
ducen el empate. juego por lnercth se manifestaron
El si guiente dtagrama refleja la rpidamente. Prosigul 49. DSC+,
situacin de Ja partida Evans-Re R X D; 50. TXP+, y hubo que acep
she\slo (Nueva York, 1965). tar el empate.
Si bubtera atendtdo a los cambio)
Diagrama nm. 12
que poda introducir el movimiento
48. . . ., DXPC, sin duda habra pre

visto la comblll3cin de su adver


sario, y jugado de otra manera; por
eemplo: 48. , DlC; 49. TIA,
DlR; 50. PXC, TSR+ y 51. ...,
D7T+, lo que le daba. inmediAta
mente la victoria.
Se advierte que las imilgene) iner
tes suelen presentarse cuando el
ajedrecista logra aventajar a su con
trincante en la posicin esto hace
que no prevea postbles camb1os en
la misma, incluso los mts pnrad
jlcd!;, y se guJe sin reflexin por In

31
persistnte imagen del avalo lavu Lbwcnfl$ch escribe sobre el enor
rable de dicha posicin. me sentido cruco del pen.s.amiento
Al $Urgir la persistente lmaen wkerlano: cAnalizar en compaiila
inerte, hasa el ajedrecista mis des de La.sku era un placer. tCuintaS
tacado pasa automocamente los caracterisncas de su estilo, dtversas
rasgos de la situacin presente a la y a menudo convmcentes, he odo
futura aborda de manen trivial la en rrus dlasl ... Subrayo solamente

valora in de las condiciones veni un ndtsculible rasgo de J : su es
deras. Por consiguiente, las imge cepticismo y fe en la defensa. Nos
nes inertes dificultan la bsqueda pon/amos a analizar una variante de
de nuevas posibilidades, y reducen determinada apenura, que a mi ver
al mnimo los elementos de la Jma no convena a las nqras. Pero I.as
ginacln creadora. ku empezaba a buscar ngeniosa
mente contraposibllidades lnad'-'U
A dl!erencia de Jas imtgenes resi
tidas, y se descubra que dicha va
duales, que se presentan con valor
riante era aceptable e irrebatible.
positivo y negativo, las inertes son
Durante la partida conv1eoe, a
equivalentes, pero, condicionadas
veces, abstraerse de los prop1os in
por el desequilibrio de la dinimica
tentos; cruzar la lnea del frente,
del pensauent.n, intervtenen siem y tratar de ruar por el ad\ersano.
pre como factores negativos.
Caso de introducirse profundamente
La disminucin del pensamiento en Jos intereses de l, pueden des
y de Ja variabilidad de la atencin cubrirse ideas que suelen escapar a
est.i relacionada principalmente con la penetracin cuando se piensa uni
Jos r:sgos volitivos del carcter. lateralmente; de ese modo, se ase
Para ubsa.nar los defectos de la gura un tratamiento ms objetivo
atencin, como presencia de la ima del avalo de la posicin.
gen estable cpor lnerc1u que hemos
visto anteriormente, es necesario
lma&eo precursora
culnvar la autocrltica y el dominio
de sC mismo.
Se produce al pensar en los posi
Ejercitarse en el hallazgo de so
bles cambios de Ja situacin futura ;
luciones paradicas,
j esforzarse por
en ello, se sobreestima la importan
descubrir toda excepcin de la regla
cia de los inmlnentes acontecimien
y desarrollar Jo concreto del pensa
tos en la partida, de suerte que el
miento son condiciones indispensa
ajedrecista los coma. casi por reales
bles para Juchar contra las imtge
y wstentes. Blumenfe.ld escribi:
nes inertes. En las partidas de pre
cA juzgar por mi propia experiencia,
paracin es til aplicar las varian
hay momentos en que la Idea, for
tes de apertura m dlf:lclles, con el
mada por la fantasa visual, ocupa
fin de ver el objetivo principal, no
el sitio de la realidad.
en el resultado, sino en Ja bdsqueda El papel negativo de las imgenes
de los recursos ocultos de la defensa. precursoras es doble. En unos casos,
Con ello, el ajedrecista se contamina se atribuye existencia real a posibles
inadvertidamente con el espritu del amenazas del adver&arlo. con fre
escepticismo en cuanto a la valora cuencia imaginarias, que se engeran
cin, por contrastable que sea. Tam y se convierten en amenazadores gi
bim puede servir el estudio de las gantes legendarios en la conciencia ;
partidas de Lasku y Korchnoi. la pel'JPectiva lejana es objeto de

32
culto supersticioso, y se toma por Pero la maniobra PSAR tmpresio
factor real del avaho de una posi o tanto a Flor, que, sin considerar
c:n que e.x.Jste slo en Ja mente. Y, otras pattlcularidades de lA posicin,
en otros casos, e da demasiada im su respuesta fue dictada por la idea
portancia a posibles y actJas ma fija de impedir el avance del pen
niobru de las propias p iezas en el de referencia.
futuro, y no se considera con la Prosigui 28. . .. , P4AR? .. 9.
debida claridad si 5U realizacin es PXP. a.p., C X P6A 30. PSARI Las
o no oportuna; al contrario, a la neras salieron inesperadamente de
valoracin de la posicin real se le lo malo y entraron en lo peor. La
al5adcn automticamente castillos imagen precursora hizo que las me
al airea, formados por la fantasa. didas profilcticas, tomadas con
Esta falta de sentido traslativo de tra las posibles amenazas en un
una situacin supuesta a otra per futuro lejano, se conviniesen en una
ceptible conduce a casos de mana amenaza real y efecd\'G en Jo pre
de hacer proyectos, a una irreal sente. Las blancas cousiuleron una
planificacin de las operaciones men ventaJa evidente, medlante 30. . .. ,
tales en ti tablero. P4CR; 31. CST, CXC; ll. DXC.
Veamos seguda.mente la posicia Examinemos la posicin del en
del encuentro Bondarevsk.i-Flor fl'.s cuentro Capablanca-Aiexander (N>t
tocolmo, 1948). tlngham. 1936)

Diagrama 11m. lJ Diagrama ntim. H

Las blancas tienen ciertas posi Prosiui 26. . . , DlR? Ce'\ mo


bilidades de ataque; de ellas, la ro;b tivo de este mo\imiento, Alekbine
eficaz acaso es el avance del pen ecribl: <No slo se ha perdido
4AR, aunque, por Jo pronto, no un tiempo valioso, sino que se b1io
entra15a peligro para las negras. Lo d3 a las blancas la J)0$1bilidad de
cual puede probar, por ejemplo, la desatascar a su aUil de la darra. Por
siguiente variante : 28. . ., TlRI;
cuanto el adversario no amenauba
29. PSA, l>XPR; 30. P X P, l'A XP; inmmentemcnte, las negras hubie-
11. D7A+, RJT. Esto es el avalo 5tn podido iniciar el ataque en el
real de la po<icin. flanco de la dama, mediante 26 . . .,

3'3
AJT y el subsiguiente avanco del P4D, P4D; 1. P4AD, PJR; 3. CJAD,
pen 3C. Tras lo cual, el resultado ClAR; 4. P x P, PXP; S. A,C, AlR;
de la paruda habra sido totalmente 6. P3R, P3AD; 7. C3A, ClClD; 8.
indefirudo. AJD, 0..0; 9. DlA, TJR; JO. 0--0,
P05iblemente, las medidas defen ClA; 11. TlTlC, P4TD; 11. P3TD,
swas de las negras estuvieron con CJC; U. P4CD, P X P; 14. P X P,
dicionadas por la sobreesumacin de CSR; B. A X A, DxA; 16. PSC1
la ilusoria amenaza DST. La panida ASC; 17. A X Cl, PXA; 18. ClD,
continu 17. P4CRI, D3C; 28. PXP, P4AR; 19. PXP, pxp, las amenaz.as
TXP 19. T X T, DXT+; 30. RlT, del bando negro D4C y CST f1jaron
TlAR; 31. DIT, y las blancas e la atencin del blanco. Estas ame
hic1eron con la loiciauva. nazas parecieron tan reales y peh
Reshe,sJ tambi se priv de osas, que forzaron a ponerse a la
su niCO y activo plan(PSCD) al defensiva: 20. PJT?, A4T; 11.
temer el movimiento de ruptura TlCIR?, CST; :U. Clll, con lo que
P4TD adversario, poco eficaz para se cedi la iniciativa a las neg.ras.
ste en la situacin dada (Spasski En vez de dejarse influir por la
Reshevski, Amsterdam, 1965). accin de la imagen precursora, ctm
venfa h ber c.alc.ulado la variante
10. T6C, CST; 21. TI-lC, D4C; 12.
Diagrama mim. IS PlC, con lo que Jas blancas adelan
tan a su adversario en la ofensiva.
Por ejemplo : 17. . .., C6A+; l3.
C X C, AXC; l4. TXP, D4T; l.S.
CSC, D6T; 26. D4A+ y DlAR.
En los ejemplos que acabamos de
ver se han observado casos de sobre
estimacin de futuras amena.tas del
adversario y de subestimacin de
las posibilidades de la posicin pro
pia; ea ellos se eludieron volunta
riamente y sin motivo las operacio
nes activas y se pas a la defens1va.
Tal pasividad, producida por auto
sugestin, hace que disminuya c<tn
siderablemente la produc1bilidad
del pensamiento, y se emp1ece una
Aqui las negras hic1eron 33. . ., lucha contra molinos de viento.
PST. Y al rem3te de H. DlR, DlD En casos as, se observa insuficiente
3S. PlCR, las blancas aumentaron variabilidad de la atencin. que se
su superiondad, porque aqullas no
flja principalmente en un futuro le
pudieron actuar eficazmente; como
jano y huye de la posicin real en
se ha dicho, se prh-aron de su nico
el tablero.
y activo plan al anal7.ar la reali%3-
cin de la amenaza P4TD del ad Niemowltsch define acenada
\ersario. mente estas propiedades de la ima
Un caso por el estilo ocurri en gen precursora en su conocido afo
la part1da Krogius-Shujovski (So rismo : La amenaza parece mayor
eh!, 1967), en que, al cabo de 1. que su realizacin.

14
Con frecuencia aparece la otra tro, para Jo cual convena haber he
cara de la imagen en cuestin ; esto cho U. ... , DlC. La partida prosigui
es, ae exageran las probabilidades, J4. AlA, OlA; J.5. ClC, 0-0-0; 16.
y la atenCJn se fija unicamente en C3A, A3T; 17. DlR, TlDJR; 18.
considerar las posibllldades de las P4CDI, AlC; U. P4TD, PJA?
propias piezas, por Jo que no se Las negras continan en su irrea
justiprecian las respuestas del opo lizable proyecto. La magen pre-
nente. cursora de poder atacar al rey blan
Veamos un fragmento de la parti co fue tan fume que, incluso en la
da Krogius-Bronstein (Tblisi, 1967). posicin actual, donde el ataque de
las negras no ofrece njnguna pers
pectiva, Bronstein real!%& el cseudo
Dragrama nm. 16
activot avance PlA, y no cuenta
con el brusco empeoranuento que
ha experimentado su Sttuac1o, por
que persiste en su mftico ataque
contra el rey.
lO. RlC, DlD; ll. TlTI, PST;
u. AlC, PXP1 lnllwdas por la una
gen precul"Sora, las negras han efec
tuado de nuevo unos movimientos
carentes de acuvidad, y el ltimo
de ellos es un error decisivo. Al
principio, las blancas han tenido po
sibilidad de reallzar el plan PlCR,
T2CR y, luego, P4C; pero, ahora,
lograr;!n una ni iciativa amennzadora
en el otro extremo del tablero. Por
lo dems, repetimos. la serie de
En eua posicin, Bronsteln se errores de las neras no es fortuita,
propuso atacar al rey adversario con pues la atencin de Bronstein bace
el movimiento PST y. si se diera el rato que es cautiva de supuestos
caso, con los P3A y P4CR. Estas irre.alizables.
activu posjbilldades de las propias Continu 23. PDXPI Despus de
pieus cautivaron tanto a arencin la partida, Bronstein marufest que
de Bronsteln, que consider sus haba esperado que su adversario
supuestas am poco menos que hiciese %3. PA XP. tEsto pone de
tlnica.s y efea.ivas para vaJorar la relieve cmo el cilculo de la po&i
posicin. Por ello, sucedi 13. .. . cin dada estuvo sometido a la in
P$A1 Este movimiento es ineficaz, fluencia del pensamiento, concentra
porque, entre otras desventajas, tie do en los dese:tdos cambios de la
ne la de liberar a las blancas en el poslon futura 1 Al seguir una di
centro y en el flanco de la dama ; reccin cdeterminadaa, Impuesta
sin embargo. BroJlStein polariz su por la imagen precursora, cupo es-
atencin en atacar al rey, por pare perar los siguientes movimientos:
cerle Ja accin que mayores peTspec ZJ. ..., ClC; %-4. AJR, CJA; lS.
bvas le ofreda. Con todo, adverti DlA, T; 16. PJC, P3C; 17. P.5T,
mos que el avah1o de la posicin re RlC; 18. AXC, PCXA; 19. P X P,
quiere seguir presiooando en el cen- PXP; 30. TlAIT, DlA; 31. C4D,

3S
TlT; ll. CSC, TXT; Jl. D x T, )' S decir, de la comenaencla de res
las oeru se rind1eron. petar los valores materiales y los
l..t ima&en precursora suele ac prancipios de la esu-ate&ia. Por ello,
tuar cuando el ajedrecista cree en toda posleio saturada de adeas no
la aceptacin trrecusable del gc estereotipadas confunde 1ncluso al
Cacio o cambio de pieus que propone ajedred$ta ms oriinal.
a su contrincante. Vumos la partida Niemlowitsch
Vdmoslo en el siulente frag Aiekbine (Dresde, 1926).
mento de la partida LsebcnlOhn-Tai
manov (Tbilisi, 1961). Diagrarru1 num. JI

Dzg1VI1UJ naim. 17

Las neras hicieron JS . , TlAD.


Y Aleltbine escribi al respecto:
e dricne la acci n de la lmagen Esta innecesaria suuleza pone en

prt orsora e!l el clculo de Tauna duda la ictoria. Debla haberse pro
nov, ulen crey en lo Irrecusable seuado 3S , AXPC; 34. AXC,
. .

de 1 variante 3S. .. , T x C; 36.


DXA; 37. A X P, P6D; 38. A X A,
P X 1 , TID+, lo cual redutlda en P X T, y las neglb obtenfan una
betldu::o de las nearu. y que dec cahdad por un pen. Pero se me
bvamente sucedi en la partida. S1n (Jur que el movimiento efectuado
eutbaro, las nera DO prevaeron en la partida era ms eficaz y me
el movimiento intermedjo 36. D6AI. reportarla un final hvorable dentro
que alteraba la valoracin de SU5 de cuatro e
ovimi
m ...
ntos
intencaones. Debe ad\ertirse que en Suceda 36. AXC, DXA 37.
lo ptlcolgico es diftcil prever los nADI, A X PC; 38. A X P, P6D; Jt.
llrnados movimientoc intermedios 'OA, P7DI 40. DlAJ cNo previne
Y &elapados. porque comnmence este movlmaeoto defensivo -prosi
se rdacaonan con la nepciva de ue diciendo Alek.bine-; slo cont
&aruJr materaal lnmedlatameore ) con la toma del pen, lo cual me
con la infraccin de los, aparente daba la ventaja. El jueo prociui
mente eidentes, avalos de la posi. 40 ., AXA; 41. TXA, TXT; 42.
cin: en cambao, la pr,ctlca con D X T, TJAD; 43. DZR, DJC+; 4-4.
vence al ajedrecista de lo contran,.,, DlA, DXD+; 4S. R X D, T7A 46.

36
R2R, y, tras unos movimientos, e dera la superioridad de la posicin
OJcord dejarlo en tablas. propia; ello hace que disminuya la
En asiones, al med1tar sobre una esfera de lltencin del ajedrecista,
situacin futura, la atencin se esta que se sustrae de lo dentis y siue
biliza hasta el punto de ignorar por unicamente lo que inquleta sus
entero la realidad; el ajedrecista ideas; canto es el entuSiasmo por lo
crea en la imaginacin movimientos complicado que n menudo se efecta
venideros, y no advierte el peligro el clculo como 51 el adversario no
inmediato de perder un3 peza i o existiese.
un pen. Por consiguiente, la forma de
Sobre eSte particular, el maestro pensar condicionada por la imagen
Riumin dice : precursora negativa se presenta en
dos planos : en uno, Ja insuficiencia
Diagrama nm. 19 de dinamismo del pensamiento in
duce a una excesava circunscin
cuando Se abren demasiado los ojos
ante el pelro, y en otro a una
audacia sin lmite, a una presuncin
exagerada, y hasta a una mnfa de
hacer proyectos.
A pesar de eso, e:o necesario se
liala.r el valor positivo de la imagen
precursora en el desarrollo de la
fantasfa del ajedreclst.a.
Bn la obra de Tal, Larsen, Korch
not, Neshmetdnov y otro. la fan
taSa est, por lo general, relaciona
da con la realidad mediante un nn
lsis crtico; gracias a la consciente
variabilldad de la atencin, esta
mezcla de f.antasfa y percepcin ayu.
1 AJ reflexionar, advert de pron. da a ser previsor y exacto en el
to una combinacin: 26 . , C4A;
. .. clculo y a h.allar ideas originales.
11 . DXT+ y 28
, . , C6D+, con
.. Veamoe la posicin de una par
lo que pn.aba una torre 1 Situ el tida Nesbmetdino,Kasparian (Rip.
caballo en el escaque de referencia 1955).
y par el reloj, sin esperar la res
puesta de Capablanca. (Vase diarama nm. 20)
Pero la verdad es que Riumin no
se dio cuenta de que Capablanca le Aqu $e le ocurri a Neshmetdi
tena amenazada la dama, porque nov dar un bello mate al rey negro.
su atencin estuvo conentrada en Esta ide: se refuerza con el ctlculo
la bsqueda de futuras operaciones. preciso y se convierte en realidad.
Como \'emos, atender extrem.ada Atendamos a las dificultades que
mente a las posibles ventajas que presenta su anlisis, por cuanto la
pueda ofrecer la accin futura de posicin es complicada y tirante por
las piezas prop1as tambin influye uno y otro lado.
negativamente en el avalo positivo Sucedi 38. A6RI, TlT+; 39.
de la situacin, por cuanto se pon- AJT (el sentido del movimiento 38.

37
Diagrama nm. 20 vimiento, conviene dar otra ojeada
al tablero para cerciorarse de si el
adversario amenaza con otro im
previsto. Generalmente, es acertada
la idea de que todo movimiento
debe hacerse en cuatro compases:
trazarlo, registrarlo, verificarlo y
realizarlo; de ese modo se comprue
ba todo intento, por ms evidente
que parezca.
Para combatir las imgenes pre
cursoras de carcter negativo reco

mendamos ensayar el mtodo de


dinales intermedios. Este mtodo
consiste en proponer al ajedrecista
que solucione un complicado pro
blema de muchos movimientos, pero
sin mover las piezas. As que ba
A6R est relacionado con la variante dado con la solucin, se le quita el
38 . ... , TXT+; 39. DXTI, T7D; tablero y se le propone que diga
.W. A X D), CXP; 40. T7A+, R3T; la posicin exacta de cada pieza a
41. DXC+!, y las negras se rindie partir, por ejemplo, del segundo
ron, porque se les da mate dentro movimiento de la combinactn, deJ
de seis movimientos. quinto, y as sucesivamente.
Por t.aJlto, las imgenes precurso Este procedimiento de prepara
ras pueden ser un factor importante cin tiene cualidades fundamenta
para desarrollar la capacidad de les; entre ellas la de que muchas
prever los acontecimientos en el ta imgenes precursoras se manifiestan
blero. Pero ,cmo eliminar las de como incgnitas de valor tntutivo.
carcter negativo? En la incgnita intuitiva, el ajedre
A este respecto, Blumenfeld da cista advierte el momento culminan
Jos siguientes consejos prcticos: te en que se realiza una idea, pero
Por ms poderosa que sea la ima omite los eslabones n i termedios.
ginacin reproductora, In represen El siguiente fragmento de la par
tacin mental es sin duda menos tida Sberbakov-Bijovski ilustra fiel
viva que la percepcin visual. Por mente el nlor de dicho mtodo.
ello, cuando el adversario ha efec
tuado un movimiento, incluso el es (Vase dlagrama nm. 21)
perado, conviene reflexionar bien,
salvo en el caso de extremada falta Bijovski comenta: Meditando
de tiempo, sobre la respuesta pre sobre esta posicin, bastante abru
parada de antemano, porque sta madora para m, vi de pronto la
ha sido ideada en el momento en siguiente serie de movimientos : 1.
que la posicin tena existencia slo .. , CXPA; l. CXA, C6T+; 3. RlT,
.

en la mente. D6A + ; 4. Dl-2C, C7A+; S. RlC.


Aunque interesen las ideas bellas C6T+ ; 6. DXC, T1T; 1. A X T,
y las maniobras efectistas, nunca se r X A. .Esta variante pas veloz por
debe olvidar la aprosa en la vida mis olos, Y la mente fil slo la
ajedreclsta. Antes de hacer un mo posicin final. Volv a analizarla, y

38
Dia(rama mim. 21 . , C X PA, y experiment un gran
aliv1o cuando Sherbakov continu
l. CXA, C6T+; J. RlT. Mientras
pensaba la respue.,ta, V dos va
riantes : una empezaba con D6A+
y la otra con T7T. Trat de profun
dizar en ellas; pero me lo impidi
13 idea de poder lograr un empate
ba!ltante sul. A consecuencia de
tal cpensamlentoa, deduje que am
b.lS variantes conduelan a un mismo
fin, e hice 3 , D6A+?, a lo que
..

sigui 4. DllC, C1A+; S. RIC,


C6T + ; 6. DXC, T7T; 1. ASD!, y
las negras se rindieron. Si no
hub1eran trocado el dlculo por la
.visin y hubieran fijado la posi
cin en la mente despus de cada
descubr que las blancas no podan mov1m.iento, habran logrado fcil
eludir el jaque continuo; pero, al mente las tablas, mediante 3. . ..,
calcularla detenidamente, hall que T7n,
aqullas dispon!an de ta contunden Al an3liza.r las particulari dades
te respuesta 3. RZ.C y que, luego de dinimicas del pensamiento, hemos
3. .. , D6A+ ; 4. R XC, las negras
. aludido inadvertidamente al proble
no podfan resarcirse de la conside ma de sus componentes. Veamos,
rabie prdida materi.al. Como ta elec pues, una de las formas ns com
cin era limitada, resolvf hacer l. plejas del proceso intelectivo.

La intulcln en el ajedrez

Se llama ni tuicin la percepcin aun cuando se olv1de con frecuen


clara, instantnea de una 1dea o cia. Me refiero a la tntu1cin o, si
verdad como SJ se tuviera a la vista. lo prefieren, a la fantasfa ajedre
Este concepto acaso es uno de los cista.. La intuicin ha sido y es uno
que han suscitado mis vivas discu de los principios del arte del aje
siones; hasta el punto de intentar drez.
excluirlo totalmente del uso. Las Este autor se mcUna pOr la n i
discusiones en cuestin tambin se tuicin. aunque 13 compara COll la
han referido al ajedrn. fantasfa del ajedrec.iSUI.
Por tanto, cabe la Intuicin en En su Ubro El ataque, Panov dice:
el arte ajedrecista? El trmlno intuicin es, desde lue
En su libro Torneo int.macional co. impreciso y, como se sabe, el
d los grrmd's mcutros, B.ronstein preferido de la fosoa Idealista,
labia de los componentes de dicho la cual lo define como la percepcin
arte, y entre otras cosas dice: Con clara de una verdad; una especie
todo, hay un cuarto componente de crevelacl1u de arribe .. El aje
que por venrura es el m atrayente. drecista debe guiarse del oHato, el

39
cual le prueba si e tli iuutiCOldu el l>ll l.t tesis expuestas se deduce
sacrifJclo de materlnl en pos1cione:; que la mtuldn en general y la aje
donde no es pos1ble calcular todas drecista en particulu son un com
las variantes... ponente del pensamiento perfecta
Vemos que Pano' en m contra mente dd1mdo. A difercnc1a del
de la intuicin y en pro del olfato anlisis lgico, en la conclusin in
ajedreclrou. Posteriormente se ver tuhl\'a lie comprende slo el rnul
comprobado que esto, ms que la tado final de las operaciones intelec:
manifesracin negativa de una con livas, y el proceso precedente de la
clusin combinatoria sin calcularla bsqueda es, en ese momento, :In
exactamente, o de una anbCJp;da y comprenstble.
amonlou &ene de deduc:cione5 en En el ano del ajedrez, la o i tui
1 ajedrecista, es un malentendido cin se presenta al modo de haiJaz.
terminolgico. go lnstantneo, en cu)o momento
En el libro Su juo pre{endo? el ajedrecista no comprc:nde d pero
tE/ ajedrt:l. Linder dice : Toda do preparativo para Uepr a una con
partida es, del principio al fin. un clusin.
conjunto de deducciones unida, l Como en la conclusin intulti\'a
gicamente unas con otras. tJene plena conciencia de un re
Este autor patentiza la 1dea de que r;ultado <ision de una serie de
toda partida es siempre un proc mO\'tmient06 O de una maniobra) y
consciente, deutro del cual no tiene se omiten de uo modo ubconscieote
lugar Jo irracioual o lo inconsciente. 1 detalles o eslabones de la ca.
Veam()!; lo que la teorfa marxilta dena del razonamiento, el ajedre
del conOCimiento nos dice acerca cisca ndmlte dicha concluin como
de la tntulcln, cuyo justo entendi algo (ntegro, generalizado. A este
miento losftco ayudad a delcc re<pecto, A. Binet dijo : La com
minar su puesto en el arte del aje prendo (la SJtuacin en el tablero)
drez. del miSmo modo que el musico com
En uno de sus renombrados me prende un acorde.,
dios, Pavlov dice: c A mi modo Ad,ertimOi que el objeto de Ja
de ver, la ni tuicin no es m que intuicin pueden ser elementoa de
lo ultimo que el hombre recuerda la comb inacin o de la posicin
del camino preparado y recorrido de la contienda ajedrecista.
por J. y que exclu>e en ese mo A tulo de ejemplo nos remitimos
mento., a la grandloaa combinacin que se
En el Dicconario
i filos6{ico, edi produjo en la partida Polupiev,ld
cin de 1963, leemos : aLa intuicin Neshmetdinov (Socbi, 1958) y a Ja
repree nta un papel auxiliar en el profunda clanndencia de Cbiaorm,
proceso del conocimiento. En ru quien demostr que los caballos
lidad, detr:b de la facultad de per eran suficientemente potentes para
cibir instantlineamente la verdad, luchar contra los alfiles eo su me
se acumula la experiencia adquirida morable partida con Lasker (Has
anteriormente. Los resultadO$ del tings, 1895).
conocimiento iotuio no neceslQD Estimamos que aaibuir el olfato
un criterio particular de la verdad, ajedrecista uclusivamente a los
como autoevidencia. etc.; pero momentos combinatorios y a los sa
tamb itn 4le demuestran y verifican crificios empobrece el concepto de
16cieamente en la pnlctiea. otuicin ajedrecista. Por otra p;r-

40
te, u i ncorrecto 1denufu:ar la ID IZurtch, 1953), e le hubiera ocu
tuicin con la (antaSia. Pues la fan rrido instantneamente a su autor
c.asra del ajedrecista, la previsin de unos movimientos de$pu. habra
futuros cambios en el tablero, no va producido indudablemente un pesar
necesariamente acomp:ftada de la wdio. En el tcblero se deben buscar
percepcin instantinea de una solucione$ lncaraablemcnte, 6ln dlfe
idea, porque, en el anliSIS de un rirla5 para luego, y en ello ha de
plan trazado, es posible un clcu ponerse cierto esfuerzo volitivo. Lo
lo exacto o la comprentn de todu cual produce. durante la partida, una
las fases lgicas. exclusiva tensin en los procesos
Asimismo, debemoa tratar con menl.dles.
&entido critico el Juicio em1tido por Creemos necesario obetar a Blu
Linder; si toda panida es, del menCdd, quien, en su artJculo El
princsp1o al fm, un conjunto de de carcter del pensamiento ajedreci&
ducciones unidas lgicamente unas ta, dice que el pensamiento intui
con otras, dnde situar la conje tivo es involunlllrio tras el tablero,
tura )' la bsqueda? por cuanto los dO$ oponentes pien
san normalmente. Aceptar tal ju i
En . estimamos que el ane
del ajedrez es un trabajo n
i telectual cio li&mfica desorientar snfundada
y consciente en donde hay. o em mente al ajedrecista, pues resulta
bargo, componentes inconscientes que no u necesario aspirar al loro
que incluyen el pensamiento ntulti de un objetivo determinado, que la
vo del ajedreciS!a. ainspracino vendr de r;uyol

Cu"es son las particularidades


Tercero: la conclusin intuitiva
de la intuicin en el ajedrez.? acertada corre pareja can fuertes
emociones positivas, sensacin de
Primero : es necesario dl-'cinguir placer artstico, seguridad, triunfo.
la nluiva rapidez con que se suce BrolUtein dice acertadamente: aLa
den las conclusiones intuitivas en el Intuicin. ha dado al arte .del aje
juqo.
drez. Lu m6s bellas combinaciones,
Seaundo: la intwcio del ajedre y ha permJtsdo aJ ajedrecista sentir
cista tiene UD caricter totalmente el verdadero placer que proporciona
voluntario, y cada movimiento es el arte.
una operacin que inclure UD fm Cuarto: el caric:ter prictico y
determ10ado, o tea, en UDO& casos efectivo del pensamiento en el aje
el ataque, y la defensa en otros; por
drez se manifiesta cuando el ajedre
eso mio;mo, aqu no puede esperar
cista experimenta intuitivamente el
el momento favorable que le ilumi
csendo del momento; siente,
ne art:oticamente o que le inspire,
por ejemplo, el instante en que toda
como ocurriera con Arqurmedes y
dUacln sig.nlfica la muerte, y debe
con Newtoo.
Inmediatamente atacar, retirarse, sa
En todo instante, el aledneata
crificar un pen, etc.
no necesita otra idea, por oriinal
que sea, sino aquella que resuelve El sentido del momento se ma
una aituacin dada: y asr, el valor nifiesta en el ajedrecista que posee
de cada conjetura que forma depen un perfecto csentldo del pell&ro.
de de su momento oponuno. Si la Kotov clice: cPrt\'er el peliJTO vale
idea de sacrif1car la dama, en el tanto como evitarlo, y u la prantia
conocido encuentro Averbacb-Kotov del xito en las compctlclonea. Esta

41
t<ualidad &e apdltda senttdo del pe Dtagrama mim, 22
Ugro en el Rjedrez.
Vamos a detenemO$ en las cir
cunstancllls que determinan la ma
,. fetaCIO de las conclusiones intUi

thas en el proceso de considerar un


movtmtento. El acto intuitivo suele
seguir a un anlisis lgico de la
posicin en el tablero; en Hte as
pecto, la Jntutcin es secundaria res
pecto de la consctente bsqueda de
un movimiento. Stn embargo, el pro
ceso del razonaauento t i 1 o el

clculo preciso de vanantes no siem


pre permiten el acto selectivo, por
que el ajedrecista duda a menudo,
y presiente que no satisfactor
la continuacin que le dtcta el an4-
lisis l&ico. La hmitac1n de tiem eAqul e me ocurn de pronto la
po a que es suieto el pensanuento idea del mov1miento CXP, rru b:a
pooe aun mis de relieve la unp0$i berme conHtru:ido de que \'a.nU
bilidad de ctairse al rido mtodo continuaciones lgicas no me satis
de las operaciones lgicas.
facfnn, por cuanto refor:z.aban la po
En momentos asl se recurre a la sicin de las negras.
intuiCin. En este aspecto, el psi
Y asl, p r o s i g u i ll. C X P,
clogo Ponomariev dice : El acier
TlTlAD; 24. DXP, TxP; lS. PlTD,
to de toda conchain intuitiva de
RlT; U. T3CD, RJT; 27. A7C + ,
pende de cmo se logre alejarse de
'/ Jas ncras !le riOdiCIOO,
lo comtln, convencerse de la n
i uti
dad de ciertos med.Jos conocidOi Partida Ke:-es- SaMIO\' (ZU.ricb,
antes y mantener el entusiasmo por 1953).
Jos problemas.
Diagrama nm. ZJ
El pao de la lica a la intuicin
causa un sinular estado emocio!W
en que se observa una combinacin
de emoaones opuestas. Por un lado,
el ajedrecista no se siente satidecbo
del curso del anlisis lgico (emo
iones neativas), y por otro man

hrne la tendencia a la bsqueda o


a.t tnter" en ella (emociones po&l
IJ\ "'
\..amos unos ejemplos que ilus
tran d carcter csecundarioo de la
intut.in.
Encuentro K r o g i u s G e U e r
(XXVJI Campeonato de la Unin
Sovitica).
Acerca del decimononu movimien y, lueo, veri1cada por los procedl
to de las negras, Bnlll.ttean comenta: mientas usuales... La intuicin no
Estuve mucho rato pensndolo nos dis de hacer una demastra
-d i j o posteriormente Smislov-, cin exacta, o, por lo menos, muy
pues me tentaba tomar la torre: aproximada.
cuanto ms que no veia que las Pudiera parecer que subestun.amos
blancas pudiesen ganar. Quin des y empobrecemos la importancia de
perdicia la ventaja de una torre! la intulc1n. No es as. La tntuicin
No obstante, y despus de un pro es un amportante componente del
longado anlisis del mov1m1ento 19. pensamiento del ajedrecista, si bien
.. , PXT, las negras h ic1eron 19. . .., no se debe ponderQJ' su sigruficacan;
P X PI Esto fue una conclus in intui
no es una fuerza misteriosa, cuya
thJ, )'a que no era posible calcular
procedencia se desconozca y cuyas
todas las variantes. 1 De esa manera,
sugerencias sean SJempre precisas:
primero se efectllo el anlisis y, lue
depende del consciente trabajo men
go, se lleg a la conclusin intuitiva 1
tal del ajedrecista, y se manifiesta
La conjetura que se ha formado
a travcs del anlisls consc1ente y
> la conclusin intuitiva vuelven a
l&aco. por el cual se comprueba.
Los lfmites del antlisis lico, en el
cual e verifican. Acerca de esta Se nos puede replicar diciendo
partida, Bronsrein contina dicien que hay casos en que la idea se
do: La 1ntuic:1n no enga a manifiesta mtuitivamente despus de
Sm1slo,, quien hizo el mejor movi la respuesta del oponente. No obs
miento. lo cual pudo comprobarse tllnte, nos parece que la POSICin
en el anlisis efectuado despus del que se produce tras dicba respuesta
encuentro. Resulta que, Juego de posiblemente se ha previsto con bas
19 , PXT; 20. DxP, TIR, las
... tante precisin. y ha tomado {orma
blancas cortaban la retirada del reJ a modo de antlisis lgico de la po
negro con 21. P4TD! sicin futura y como acthidad de
Por lo ,.isto, puede dec1rse que las buueda intuniva en los movimien
formas lgicas del pemamiento son tO) predentes.
la condicin indispensable para ma En la intuicin deben distinguirse
nifestar la intuicin y para determi ciertas operaciones mentales, que eJ
nar lo justo de la idea intuitiva. Las ajedrec1sta realiza en cierto modo
conjeturas mtuitivas del ajedrecista automticamente. y que casi no
toman cuerpo en los movimientos se perciben en el proceso del juego.
r planes sobre el roblero, tras una Por eJemplo: el conocimiento exacto
ver1f1cacin ms completa por medio de una posicin de un final de par
del anliSIS l&ico. Sobre la necesi tida o una vanante de apertura, sim
dad de \erJic:ar toda conclusin in ples procedimientos tctico y t
tuitiva, el psiclogo M. Bunge dice: ntco. A c:onsecuencta de mltiples
Ella (la intu1on) puede predispo repeticiones, se produce cierto auto
nernos a fa\or de una teora o m: matismo en la aplicacin de tales
todo en perjuicio de otros procedi procedimientos; puede obsenarse
rruentos o teoras. Pero la sospecha con frecuencia como la torre se si
no es una demostracin. La hip ta detnls de un pen libre. los
tesis fundada Intuitivamente necesi peones se disponen en Jos escaques
ta ser estudiada conforme a la razn de color contr.Jro al de los del alfil

43
propio cu3lldo apremia la fall:l de Diagrama nt1m. 24
tiempo, y asl sucesivamente. En rea
Udad, estas reacciones automdticas
son particularidades de la habitud
del pensamiento y se caracterizan
por su forma nica: en ellas falta
el elemento creador.
En cambio, el contenido de los
procesos intuitivos es muy djstinto.
La intuicin es un proceso creador
cuando descubre cosas nuevas y ori
ginales: aunque su mecanismo pro
cede, al parecer, de la comparacin
de posiciones semejantes que el aje
drecista recuerda, esta comparacin
no sirve, ru mucho menos. para re
petir inconscientemente un modelo
conocido.
e Esta posicin se produjo trae; el
Tambin conviene observar que es vigsimo primer movimiento de las
dilcll establecer una diferencia en negras. Bogoliubov hall la siguiente
tre la parte lgica y la intuitiva del combinacin : n. A x P, P x A; 13.
piento, porque las dos estn TXP+. R X T; 24. D6A+, RJC; ZS.
estrechamente ligadas en un proceso TIC+, DSC; 26. TXD, PXT; '%7.
nico de percepcin. PSA, lo que da a las blancas una
Hemos visto que la Intuicin no superioridad definitiva . Esta com
..

es una misteriosa crevetacln de binacin requiri un mjnucioso cl


arriba, sino un componente necesa culo y un avalo correcto de la po
rio y perfectamente definido del sicin. Pero todo esto es cuesun
pensamiento creador del ajedrecista. de tcruca y experiencia.
Dado esto por sentado y existente, El valor fundamental de la idea
prescribir diversos procedimiemos de esta combinacin estriba en el
para acrecentar la capacidad intu movimiento 22. A X P, pues el pen
tiva podra ser un asunto interesante. samiento puramente esquemtico y
Pero, hay tales recetas? basado slo en los principios gene
Veamos el problema fundamental rales no es capaz de concebirla; en
que explica el mecanismo de la in ella ntervino
i indudablemente cierta
Luicin; problema en que est muy asociacin. No se excluye la posi
n
i teresada la CJencla moderna. ln biUdad de que a su hallazgo contri
tentemos analizar las presuntas cir buyese, aunque de una forma in
cunstancias que originan las conclu consciente para el propio Bogoliu
siones intultivas en el arte del aje bo\', la conocida combinacin que
Morphi hizo contra Bird !Londres,
drez.
1885).
Primeramente, conozcamos las ob Vdmosla.
servaciones que Blumeneld hace so
bre la partida Bogollubov- Mises (Vase diagrama nm. 25)
(Baden-Baden, 1925); observaciones
que, a nuestro modo de ver. son Sucedi 17. . , TXPA; 18. A X T,
..

interesantsimas. DJ-3Tl, con un ataque ,-ictorioso.

44
Diarama nm. 15 prdcrt.ntemente se apoya el ajedre
ci'ta cuando medita sobre un mo
vimiento o combinacin. Esto ucx
autoriza a admitir que unos aedre
dstas, en primer lugar .) de un modo
subconsciente, tienen en cuent:t los
elementos que engloban mucs pP..
lclonc y por tanto confuman la

reg.la, mientras que otros h llan ex


cepcione:. y momcm01 contrastan
tes con tu regla,, Por tanto. en un
Cl$0$ acta el mecanismo de asocia
cin por semcjanu. y en otros por
contraste. Aclartmos es tdea me
diante unos ejemplos.
En el encuentro Celler-Kere (ZU
rich, 1953), tras Jos movimientos de
apertura l. P.JD, CJAR; l. P4AO,
Por tanto, el principio de la con PlR; l. C3AD, P4D; 4. CJA, P-IA;
clusin combinatoria Intuitiva se ex 5. PX PO, PAXP; 6. OXP, PXP;
plica por cotejo de una posicin dada 1. P4R, ClA; S. ASCO, C X P; !).
con las ideas que la memoria retiene 0.0, ClA; 10. TlR+, AlR, ucedi
de una experiencia anterior. En el 11. DSR. Posiblemente esta Idea no
'ubconsciente proctto de compara llam fortuttamente la atencin de
cin se man1flestan In diferencia y Geller, pues un motivo anlogo se
los elementos de semejanza de la halla en l>U partida con Jolmov
pos1c1n pre.,ente con la pasada. CXVH Campeonato de la Untn So
El mecanismo comparativo de lo vidca), aunque en aqulla las ne
presente con lo pasado qui per &ras loraron defenderse efecuva
manece asimismo invariable en el mente con la maniobra T2TD. luego
hallazo de ideas intuitivas de orden del corrw;poodiente avance de Jos
e!itratico ms general. En el en peones.
cuentro Wiuelky - Krogius (Socbi, Vol\'iendo sobre la pareada en
1967}. las negras sacrificaron iJ:Itui cuestin. era m;ls efectho el mOYi
u,amente una calidad, apondose miento 1 1 . AXC+, P X A y, despul!s.
en diversas impresione anteriores n. OSR y b amenu.& C40. Keres
acerca del nlor del alfil en la de consigui Ubrarse de la atadura me
fensa india cJisu:a, diante 11. . , 0-01 Y a 12. A X C
.

Con todo, y a pesar de la supuesta sucede Jl. ..., AJO. Postblememe.


naturaleza comn del pnncipio de Geller no hizo JI. AXC+ porque
las conclusiOnes lntuiuvas, en la formara intuith-amente otra ao;o
priictica $C manifiestan de un modo ciacin por semejanu coo la partida
daferente e Individual. Por ejemplo: de dicho campeonato: no cooperar
la Intuicin de Petr011an se dife eo nln&tln movimiento de 1 peone.'
rcnca esencialmente de la de Tal o adersarlos del flanco de la dama.
de Bronstem. lEn que! consine1 Po- por cuanto ello redunda en benefi
5iblemeote en que la d1versidad de cio de las negra
furmas del pellSilmiento intuitivo se Veamos la postcin de la partida
deba al tipo de asociacan en que Tai-Keller (Zrich, 1959).

45
Diagnrma nm. 26 Ya que bemoa b.ablado tanto de
que las concluaione3 intuitiva de
penden de la experiCDcia antuior,
la respuesta parecerla muy sencilla :
analizad muchas partidas, leed m
artfcuJoa sobre teorfa; de esa ma
nera tcndrtls ast&UI'8da una buena
porcin de olfato ajedrecista. Pero
esto no es tan ficil en la realidad.
Capablanca se dewc relativamente
poco al estudio del ajedrez, pero
posey en rado sumo la facultad
intuitiva: en cambio, los maestros
actuales tlenen conodmlentos encl
cloic:os, pero temen a la intuicin
Y no saben confiar en ella.
Desde Juego, los conoc:untentOli
cotituyen un locro meritorio; pero
Puede aseaural$e que todo ajedre lo Importante no consiste en su am
cista que apoya su rtflexin en ideas plitud, sino en la racional orpniza.
halladas antes en po:>iciones ancilo c::,on de los mismos.
g;u a tsta, habra proseguido mis o Hemo dtcho QUe la intulcin se
menos as!: 14. C4TD, ClD; 15. basa en comparaciones y asociacio
PXP, P X P; 16. C4D, 0.0-0; 17. nes ; esto significa que es neceurio
AXP. hallar la relacin entre posiciones,
ideb )' variantes aisl.ldas. compa
Pero Tar b wt.;nto; su conclu
rarl.ls y tratar de descubnr lo Cunda
sin (seguramente Jntwtiva. por
mental que las une y djstinue La
cuanto no fue poJble demostrar 0
nperiencta anterior ha de elaborar
calcular con la deb1da precisin)
se, comprenderse y generalizarse mis
contra$18 con una experiencia ante
acuvamente.
rior y contiene una invitac1n wrec
E5 preferible poseer una pequ
ta a d1cha experiencia. HiZO 14.
P x PI?; esto no es un caso excep suma de conocimientos, flexible, en
cJon.al en L Sus partidas, con lo tendid.l y 'Jitematizada a una enor
que de pasada menctonamos el aru me maq de factores a.tslad01 que
representan un 1 i n u 1 a r capital
creador de Lasker, Korchnoi y otros
muerto ajedrecista. Pues leerse uno
maestros, estn saturadas de hallaz
tras otro J artlcul011 de un diCCJo
gos intuitivos que contradicen lo
narlo enciclopdico no es el mejor
que aprueba la experiencia anterior ;
mtodo ra dearrollar el intelecto.
Y asf, resulta que la JnruJcJn estJ
Capablanca tuvo una habilidad eJC
en des..cuerdo con ella misma, in
traordinaria para comparar )' descu
cluso en un tipo de jue,o y aalento brir lo comn en las situaciones m
equivalente:.. Por consiguiente' cad.l complicadas y contradictorias. Re
tipo de pensamiento intuitivo tiene cordamo su relato de cmo apren
z.us defr<:t05 y vinude.\. di a upr al ajedrez:
Pero, cmo debe el ajedrecista AJ tercer dCa de observar el jue
combatir los defectos de su olfato o, mi padre, aficionado sin expe
Y desarrollar las virtudes del mlSDlo7 riencia, movi un caballo de un

46
ataque blaoco a otro del m1smo su elevada intuicin que posterior
color... Tras haber uado la parti mente Je dieron fama.
da. le dije que era un tramposo y Se nos objetar diciendo que esto
me rd de l. Despus de una peque. no es un ejemplo tpico, ya que el
a discusin... , le mostr cmo haba gran ajedrecista cubano posey u n
movido dicho cabaUo. Me pregunt ran talento. Pero no vamos a di:>eu
qu entenda yo de ajedrez y dnde tir sobre la importancia del talento;
lo haba aprendido. Contest dicien hemos citado u n fragmento de su
do que si jugaba una partida con biogra.Ua con el nico propsito de
Dl.IJO se la ganara. D1jo que C$0 era demostrar la grandtOA llllportancia
imposible, pues seguramente no saba que tiene la eficaz y sintetizada ac
ni siquiera colocar las p1ezas. Nos iv
t idad en adqu1rir conocimientos
sentamos frente al tablero, y le gan ajedrecistas.
la partida. Este (ue mi estreno en Y en lo relativo al acertado desa
el ajedrez. rrollo de las aptitudes es necesario,
Sorprende que un nilio de cuatro sobre todo, trabajar tenaz y orga
aos manifestase tanta capacidad a nizadamente. Por elJo, la Intuicin
los tres dias de observar el juego; puede y debe evolucionar, mdepen
advirti la semejanza de los movi dientemente del ra.do de talento
mientos de las p iezas, hasta entonces natural, y se forma mejor mediante
desconocidas para l, y sac conclu un trabajo consciente y perse\erante
siones (conoci las reglas del juego, en el cual se comparan, analizan y
y hasta adivin que el caballo salta generalizan las partidas y los datos
de una casilla blanca a otra negra y tericos. JJor lo general, cuanto ms
viceversa). estrecha y profundamente estlln uni
La manifestacin de estas cuali dos los conocimientos anteriores,
dades en su tierna infcia explican ranto m abonado estar el terreno
la economa de su pensamiento y para el desarrollo de la intuicin.

47
LA ATENCION

Todo consiste en el reconcentramiento!

El! fama que el ajedrectsta llene cho incrmento. Fijar la atencin es


una gran capacidad de reconcenU11 un ejercicio imprescinruble para co
miento. Cuando comete un acto de sechar XltO$ en las competiciones.
nqhgencia en su ctividad laboral Y no excrai\a que N. Cirekov, P.
cotidiana, se oye con frecuencia la Rudnilt y otros autores afirmen jus
sincera exclamacin : e Cmo puede t.amente que eJ ajedrez es un medo
una persona capaz de calcular com eficaz para combatir la rustra<:cn.
plicadas variantes no advertir cosas considernda como uno de los trastor
tan simples como sa 7 nos ms graves de la atencin. El
Por lo dems, est convencido de primero de eUos dice :
poseer dicha capacidad ; este con 1.3 aptitud paza concentrar, pro
,enctmtento se manifiesta en mu lonpda y profundamente, la aun
chos de nuestros colegas al consi cin en Jo que sucede en eJ tablero
derar los descuidos e inad\'enencas de ajedrez es una adquisicin valiosa
como una ctrcunstancia fortuita y para todo aquel que es propenso a
no c.tracterlstica del clan de los aje dlsc.raerse o a padecer trastornos en
drecistas. Pues es frecuente que, des la atencin.
pus de haber perdldo una partida, Despus de muchos ailos dedj
traten de demostrar no slo con va cado a observar este fenmeno, no
rirunes, ino tambin con la expre serfa arriesado afirmar que muchos
sin de su rostro, que ban jugado casos de brusca mengua de la dis
excelentemente, 1 y que, de no ser tracctn en los nios y adolescentes
por la fatal casualidad. 1 coincide con eJ comienzo de su afi
Entonces, son fortuitos los erro cin al juego del ajedrez, el cual
res que no se pueden atribuir a la n
i llu)'e, sin duda, en la mentalidad
poca cxperiencta o a los rudimen de ellos.
tarios conoc:mentos del maestro? Sto embargo, y a pesar del rela
Dedt lueo, no nos proponemos tivamente alto nivel de atenctn de
nepr el papel positivo que eJ aje lo:; aJedrecistas, los errores y des
drez reprenta en el incremento de cuidos traShuman de torneo a tor
la atencin. La continuidad de Jos neo; lo cual podra parecer incom
cambios que se producen en el ta patible con la clase de juqo de sus
blero y la obligacin de calcular participantes. Realmente. esto oo se
toda posibilidad, por mnima que puede atribuir al desconocimiento ni
sea, Indudablemente favorecen a di- a la Incomprensin. En efecto ; ex
prndose en el lenguaje de la Cl atl!tlcln Igualmente Cavorece a la
berntica, sera risi ble hablar de fa!. profundidad y estabilidad de las im
ta de informacin del maestro cuan presiones emocionales del sujeto, y
do no advierte, por ejemplo, que su no se puede reducir a un proceso
adversario le amenazar la dama en psicolgico aislado, pues el simple
el siguiente movimiento. reconcentramiento no basta para co
No siempre son conincentes los nocer una nueva variante de aper
intentos de explicar que tales hechos tura ni levantar el Jljmo combativo.
se deben a Ja !alta de tiempo o la Por orra parte, la atencin no da
ftUJga. Pero no ofrece duda de que ningn conocilllento ni produce
estos dos factores influyen bastante emociones, si bjen es un necesario e
en el descenso de la atencin; con importante aliado de todos los pro-
todo, son ms bien un terreno abo cesos psquicos, y proporciona a cada
nado para la comisin de yerros, uno de ellos una particularidad psi
aunque poco nos aclaran sobre la colgica cuantitativa.
naturaleza de los ml&mos. Pues sera La atencin se manifiesta estre
injusto atribuir las causas de un de clwnente unida al pensamiento del
lito a la oscuridad de la noche, al ajedrecista; esto da facultad ))ara
mal tiempo, a la desolacin deJ lu hablar de la naturaJeu intelectual
gar )' a otras circunstancias, por el de ella. A la actividad ajedrecista
simple bech() de que ello contribuya pueden incluirse sin reserva alguna
a crear una situacin tan desfavora estas palabras de Juan Petrovich
ble a la vctima. Pavlov : ..Todo consiste en el recon
La clave del enigma de muchos centramiento. La regla fundamental
descuidos y errores, ainexplicables del pensamiento es filar la atencin.
a primera vista, consiste, al parecer, La del ajedrecista tiene, eviden
en estudiar las caractersticas de la temente, un caricter voluntario;
atencin de cada ajedrecista; tam cada movimiento entraa un fin
bin estos defectos personales, y bas determinado, y l aplica consciente
tante tfpicos como podr compro- mente los esfuerzos volitivos a pro
barse. de Ja atencin se. manifiestan fundizar en el trabajo y cumplir me
por lo comtin y con ms intensidad jor el fin seliaJado. Los rasgos voli
en condiciones desfavorables; o sea, tivos del carcter regulan el nivel de
en la falta de tiempo, en Ja fatiga, la concentracin. La n i tensidad, ta
etctera. capacidad y la variabilidad de la
En primer Jugar, veamos cmo de atencin aumentan o disminuyen en
fine la ciencia psicolgica este con ra%n directa de la potencia y la di
cepto: Atencin es el estado activo reccin de Jos procesos volitivos.
de la mente e inseparable de todos La importancia de Ja voluntad co
Jos procesos, mediante los cuales el mo regulador de la concentracin se
Individuo verifica diversos aspectos observa particularmente al comparar
de su actividad. En igual medida, el la capacidad de pensar, durante la
reconcenrramiento es necesario, as panlda, con el wlisis efectuado en
en la percepcin como en la reten casa ; en ello, la diferencia de los
can, reproduccin y actividad del estados emocionales representa tam
pensamiento y la imainacin en bj6n un importante papel. En igual
todas las etapas del acto volitivo: dad de tiempo, pensar en el trans
proponer el objetivo, reallz.ar la ac curso de la partida resulta m4s efec
dn y verificar su cumplimiento. La tivo, por cuanto en ella se detenni-

49
nan con ms claridad Jos objetJvos de subto y con gran sorprClia, que
concretos de la lucha. y se observa me enfrentaba no con u.n ad,eio
un mayor poder de las impre..oaones lndlfernte y descoJtCertado, lotno con
emocionales. uno que iosstJa en lograr la victoria.
Las emociones del ajedrecista ejer Este error es imperdonable si se tiene
cen una gran influencia en el grado en cuenta que hace muchos allos
de atencin. Se sabe que tl enojo, que lo conozco, y ms de una vez
la desiluS.in y el temor tmpiden re me ha sorprendido Ja tenacidad con
concentnrse y profundizar ep el que lucha hasta eJ final, especial
anillsis. Por el conrrario, la con mente con los que encabeun la cla
fianD y el iego permiten man sificacin, aun cu.ando le ,ayan mal
ner la vigilancia durante la con eo el torneo.
tienda. Vasiulcov llev la partida con li.r
El SOSiego no es 01 mucho menos meza y precisin, y la gan mere
una cosa decorativa; la cabeza me cidamente. Tras esta derrota, perd
funciona meior cuando estoy tran la posibilidad de participar en el
quilo. Por eso, be procurado desa torneo interzonaJ.
rrollar tal estado anmico: especial Estos casos de inadvertencia psi
mente para participar en los tor colgica pueden obsenoarse en el
neosa, dice Botvlnnik en fU libro periodo de preparacin y en el trans
sobre el XI Campeonato de la Unin corso de una partida de competicin.
Sovitica. Cuando el ajedrecista pierde su es
A ms de esto, la atencin se pecial contacto psicolgico con el
manifiesta espontneamente no slo contrincante y deja de observar las
al elegir un movimJento, sino tam alteraciones del estado de nimo de
bin al saber observar los estados ste. suele caer en la trampa. Se dice
psicolgicos de los demis. La im que Najdorf es un. especialista en
portancia de tal clarividencia psico cazar a Jos oponentes confiados.
l.ica es inestimable en la prepara Ingeniosamente, Tal aprovech la
cin del aJedrecista. 1 Culfntos erro tnsuflciente clarividencia psicolgica
res se bao cometido en el tablero de Fiscber (torneo de candidatos,
por no saber o no querer observar Yuosl.avla, 1959). V. VasHiev refiere
el estado psicolico del adversario! este episodio:
Un eJemplo de ello es la ftnal del Se produjo una situacin en la
XXIV Campeonato de la Ul\SS, en cual P1scher pudo haber puesto a Tal
que el aspecto deprimldo del &rm en serios aprietos, con el movimien
maestra Vasiukov, quien comnmen to de Ja torTe. En aquel momento
mente es risueilo y alegre, me con. dramioco, eJ maestro sovitico pa
fund1. Me caus la impresin de seaba por el escenario... ; de pronto,
estar dsgustado por sua fracasos y por el rabiUo del ojo, advirti que
precedentes; de importarle un comi el otro anotaba su movimiento, y
no el resuJtad de sus partidas si con cierta e incomprensible insisten
guientes y de querer terminar cuan cia pona el impreso en el lado de
to antes el torneo. No comprend la mesilla ocupado por l; evidente
debidamente la conducta de este mente tntaba de que ste mirase la
maestro moscovita, por lo cual tom anor.acln. Qu pretenda con ello?
Jo deseado por realidad. A conse Bueno; Tal mir el im'}>reso, y vio
cuencia de esto, empectS con bastante que Fiscber babra anotado el movi
imprudencia Ja partida; pero advert, miento que le tenla tan preocupado.

50
1 Aqu comprendi que .Fischer lo teriza un amplio reconcentramiento
somca a prueba 1 l.Qu: hacer? y permite determinar con mayor pre
Fruncir el entrecejo? Pero eso no cisin la diferencia personal entre
hara mlls que confirmar lo que Fis Jos ajedrecistas; por ejemplo: dife
cber se propona. Sonrerse? Esto renciar su capai)dad de llevar mejor
pod!a contribuir a que se diese cuen el juego en uno de los flancos; en
ta de la man iobra... Por ello, Tal todo el tablero, caso de abrirse eJ
continu pasendose con el rostro centro, y asf sucesivamente.
serlo como si tal cosa. Y entonces La estabilidad y la variabiJjdad
Fiscber, desconcertado por la inmu son las cualidades dinmicas de la
tabilidad de su adversario, cay en atencin ; la primera es la duracin
su propia ttampa . . . Estim errneo del apoyo necesario que una tuerza
su plan originario y movi otra determinada presta a la meditacin
pieza. til, a la intensidad de la atencin,
Pro este caso evidente no debe y no se maniesta como un estado
confundir al lector. Porque no se esttico, sino formando conjllnto con
puede fiar por entero en la obser Ja variabilidad y las oscilaciones de
vacin del estado de nimo deJ ad la atencin. Estas oscilaciones re
versario, por profunda que sea. Des presentan d l v e r s a s distracciones,
de Juego, es necesario observar su producidas espontlneamente (ruido
comportamiento psicolgico; pero en la sala de la competicin, falta
no debe considerarse como un medio de tiempo en la mesilla vecina, etc.).
universal para competir en el aje EJ signo distintivo de la variabili
drez, no obstante ser un factor im dad es su cacter consciente ; aqu
portante. el reconcentramiento pasa intencio
nadamente a otro flanco, al cilculo
Volvam05 sobre Jos problemas,
de otra variante, al avalo de otta
cuya de.'
.;
c ipcin es ms precisa. Nos
r
amenaza. La variabilidad consciente
detendremos en el anlisis concreto
es el mecanismo fundamental de la
de las particularidades de la aten
ditWnica intelectiva en la actividad
cin que frecuentemente se presen
del ajedrecista.
tan en la prctica. Las propiedades
Hemos investigado las particulari
fundamentales de la attncin del
dades de la atencin mediBDte el
individuo son : intensidad, capaci
anilisis de partidas y comentarlos
dad de reconcentramiento, estabili
sobre eDas, la observacin del curso
dad y variabilidad.
de las competiciones, y una serie de
La intensidad es el ndice de re ottos experimentos. Se ha loa.rado
concentramiento en un objeto, y la establecer, en los ajedrecistas. alu
premisa psicolgica necesaria para nos defectos tpicos en orden al sra
profundizar en la actividad ajedre do de intensidad. capacidad y dlni
cista. Puede suponerse que la inde mlca de la atencin, cuyos casos
bida intensidad com})lica la sucesin de alteracin examinamos detallada
y sistematizacin del pensamiento mente, pues prevenlrlos dene un va
del ajedrecista y, por lo mismo, la lor pricdco muy import&Dte. Asi
claridad con que se analiza la po mismo, se ha tratado de relacionar
sicin. los defectos tpicos citados arriba
La capacidad es el nmero de ob con las particularidades individuales
Jetos que la atencin abarca en un de Ja actividad mental de cada aje
momento dado: esta cualidad carac- drecista.

51
lne.o;t;bilidad de la atencin

EX"aminemos la situacin de la ustificase. el bando negro modific


partida Kaspari#n-Mazel (Vll Cam su plan tres veces en el transcurso
peonato de la Unin Sovitica). de sets movimientos; o sea, la aten
cin pas de una pane del tablero
a otra. Y as. las blancas obtuvieron
Diagrama nm. 27
ventaja al trmino de 19. CZAR y
la subsiguiente ruptura P4R.
Ilin-Sbenevsld refiere un caso ins
tructivo que le sucedi en el trans
curso de su vida ajedrecista:
Suele darse la circunstancia de
poder elegir entre dOs planes de jue
go, y lo peor es tratar de rea!Jzarlos
a la vez, porque se produce una con
fusin de ideas, y no se lleva mn
guno de los dos a leliz termino.

Diagrama nm. 28

El juego de las negras podrC$ con


sistir en Jos siguientes movimientos:
P4AR, P4R o bien P4AD. Al prin
cipio, Mazet polariz su atencin en
el lgico P4R, para lo cual hi10 el
movimiento preparatorio 11. .. .,
TlAlR.
Al cabo de 13. P3C, AlC; 14.
AlC, las negras modificaron repen
tinamente su plan ; rehusaron su
primera idea, e hicieron 14. . .. , CSR;
lS. InA, P4AR. Tras la reahzacln
del nuevo plan P4AR, se aclara que
Aqu (encuentro IJin-Sbenevski
el movimiento 12 .. .. ., TlAJR no fue
Grigorlev, Mosc, 1919) se me ofre..
lgico.
cieron dos continuaciones : una era
Prosigui 16. CtR, ClDlA; 17. aprovechar la mala situacin de la
P3A, C4C; 18. C3D, P4AI? Otra torre negra, por medio de l. AlA,
sorpresa 1 Las negras han vuelto a TST; 2. D2R y la amenaza D5C, o
modificar su plan, sin haber Uevado bien 2. AlD y los subsiguientes mo
a trmino el Iniciado anteriormente. vimientos .A2A o D2R en cuyo caso
Como se ha visto, sin nada que lo las piezas del flanco de la dama ne-

52
1ra se baua"rtn en una situacin mente con rasgos del c:anlcter, como
nada envidiable: y la otra consi)a t.llceso de confianza en s mismo e
ca aprovechar el debiltamiento de irrenuin.
In Bpertura del pen ne&ro 4D, me
La inestabilidad de la atencin
diante 1. P4A, P3CR; l. P4C y, lue
est :relacionada con Ciertas particu
IO, PSA. Pero la<> dos c:ontiDuaciODCl laridades del pensamiento ; aqu(. el
ae fsinaron, e hice l. P3T7 (este
ajedrecista cree mayormente en la
movmuento es totalmente meficaz,
valoracin general lntuiti\"a o en la
ya que el alfil ne&ro no puede situu
rvisin momentinea de ,ariant6.
se en el escaque SCR, debido a 1a
lo cual es contrario al an&lisis l
respuesta A X P4D), P4CD; l. P4A
gico )' clrcuostaDCiado. Es cierto que
(tra haber perd1do un valioso tiem
este modo de jupr comnmente
po, opt por la seunda continua
libra de la falta de tiempo; pero no
cin, aunque ya era demasiado tarde
es menos cierto que reduce el dia
para poder llevarla a tirmino), MC;
pasn artCstico.
l. P X P, P X P; 4. AlA (be aquf la
_ PO$iblemente la caaa pnmaria de
pnera continuacin o, por mejor
estas insuficiencias estriba en la na
dec1r, una parodia de ella), PXA; s.
turaleza del caricter iad1vidu.
A X T, DXA; 6. P X P, A X P, y den
Qu6 hacer para auperarlas7 Culti
tro de unos movimientos hube de
var la decisin y f1rmeu en orden
rendirme.
a la eleccin de un mo\imienco.
A estas palabras de Jlin-Sbenevaki
Esto trae a la memoria lo que Brons
debe alladirse que el insuficiente re
tein dice: e.A menudo, realizar un
concentramiento en cada una de
plan defectuoso ea mds conveniente
dlcbas continuaciones y la excesiva
que puar brusu e nmotlvadamente
rapidez con que se pas de una a
de una idea a otra.,
otra y viceversa produjeron la dis
persin o fra&mentacin del curso Podrfan darse al&unos COI15Cjos
de los procesos mentaJes. para Incrementar la Utabildad de
la atencln. A nuestro modo de ver,
Por tanto, la Inestabilidad de la
lo aprop1ad o serfa leer trabaos aje
atencin 1e ma.nifiesta cuando el pea.
drecisw y solucionar composicio
amiento pasa apruuradamente de
nes sin la presencia del tablero, y
un punto a otro de la posicin, y
tambin jupr partidas de prepara.
hace que se carezca de la continui
cio con los oJ01 vendados; esto
dad n para poder tomar una
conclusin lltil: poc coasicuiente, \lltimo eleva el arado de reconcen
tramiento en la J)Oitura de las piezas
1e altera la &llcesin en el iue&o, los
7 en cada idea que va Jurendo ea
planes e ideas se mezclan y se rea
el tran&curso de la l)artJda. La repre
liJan desacertadamente.
sentacin mental es men01 viva que
La lnestabilldad de la atencin se
la percepcln visual, y, sin embaro,
caracterka por la renuncia a buscar
eleva la facultad de verificar toda
Lis pobllidades ori.inales y encu
conclusin tomada y uie reflexio
biertas que pueda ofrecer la po&l
nar con exactitud y ordenacin.
cin. En ello, el ajedrecista suele
tener fe en el avalo o cilculo pri Mi c.xperiencia me faculta para
mero, no obltante ser a 1u veces aconsejar que durante la partida 1e
superficial, por peucerle que todo es formulen mentalmente las liJuientes
sencillo y claro: esto hace que la preauntu: Me habr precipitado
lnesta.bllldad se combine frecuente- en valorar la posicin, el plan o la

Sl
1dea? Habr lermlnado demasiado pues l propone analizar una posi
pronto el anlisis de la variante? Y cin complicada, sin mover las paez.as
asC suceshamente. y empleando veine o treinta miou
Los renombrados consejos de Ko tos en ello, como medio para ejerci
rov tienen importancia pedaggica; tar la visin combinatoria.

Est-rechez de la atencin

Alekhine, Botvinnik y otras auto fragmento de la partida Romanovs


ridades ajedrec opinan que el ki-Kasparian (Leningrado, 1938).
jugador no puede abarcar simult
neamente todas las complejas y re
Diagrama nm. 29
cfpocas relaciones de las piezas
separa mentalmente una parcela del
tabte'ro, un grupo de piezas, una va
riante aislada o un plan, en calidad
de principal objeto de la rnedttacln.
El ajedrecista no presta atencin a
ciertas piezas; en sus Clllculos par
ticipan de tres a seis de las veinti
cinco o ueirita de que dispone, dice
Botvinnik.
De esa manera, es psicolgicamen
te comprensible y explicable que sea
necesaria cierta estrechez de la aten
cin del ajedrecista; cierta divisin
mental de) tablero en parcelas prin
cipales y secundarias.
La elevada variabilidad de la aten
cin no es un defecto si se ejerce Las perspectivas del bando blanco
domlnio sobre ella, ya que no se ob son poco prometedoras; tiene un
serva ninguna disconformidad entre pen de menos, y est sometido a
la tendencia a meditar debidamente un fuerte ataque del adversario, que
sobre una variante y a saber cundo puede pna.r de varias maneras la
es necesario y oportuno poner la partida. Sln embargo, Kasparian de
atencin en otro objeivo. cide dar mate con el fin de terminar
pronto La contienda, para lo cual
Pero el ajedrecista esti a veces tan
polariza su atencin en formar una
sumergido en una idea determinada
ted de mate con ayuda de la dama y
que no puede apartarse de ella. La
el caballo. Esta idea lo absorbe basta
insuficiencia de dominio de s mismo
el punto de no advertir la postura
estabUiu la estrechez de la atencin; de las dem piezas; el obJeto de
limita la amplitud del pensamiento; su atencin es la parcela del tablero
conduce a un avalo no objetivo de limitada por la lnea ST-SC6A-8R.
la posicin, y hace que se cometan Prosiui Sl. . .., Dlll + {aquJ
errores. anunci Ka.sparian dar mate dentro
Para citar un ejemplo veamos un de t r e s movimientos); S3. R%1',

54
T x P+1; S4. A x T, C6A..+.+7111 rlantes: 1S. ..., P x C; 16. p x P+,
Este ltimo movimieDto se efectu RxP: 17. TIC+, RlA; 11. DXC,
en la parti; con &ran confusin, con un ar:aque contundente, o bien
Romancrnki dijo a su competidor lS. ..., PSR; l6. PXP+, RXP; 17.
que tenia atado el c:aballo : cAl pnn T X P, TXT; l&. DXT, PXC; lt.
cspio no eotc:udi lo que le deca ; D4C+, lo cual situaba a las blancas
comprendi su error cuando l e K en una posicin muy ICII\1.
ftal 6 1a diqonal lTD-8TR con la ma Pero Schabanov contbt con 15.
no, y volvi el cabaJJo a la casilla . . ., DxP+I Esto es una fuerte e
4R. inesperada rlica en el otro naneo 1
tas negras fijaron la atencin Las blancas, sumergidas en la 1dea
en una estrecha parcela del tablero, de atacar contra el rey, i&noraron
de modo que lo dem dej de exis totalmente la existencia de la otra
tir para ellas ! Esto produjo el cu mitad del tablero. Prosigui 16.
rioso caso de faltar a las reglas del D X D, T X D; 27. CSC+, PXC; 1&.
jueao del ajedrez. P><P+, RXP; 19. R x T, P6C; 30.
La estrechez de la atencin u PSA, PSR; 31. HD, P6R; 31. P7D7,
particularmente peligrosa cuando bay TIC+: 33. IUA, PXT; 34. TIR,
posibilidad de emprender acciones P7C, )' las blancas se rindieron.
por todo el tablero. Con razn se Un caso parecido ofrece lhnShe
dsce que lo mis diUcl es jugar en nevki al citar un ejemplo de la
ambos flancO$. partida Alekhine . Blackburn (San
Lo cual ilustra esta posicin del Petersburgo, 1914).
encuentro ZaltseSchabanov (Kru
noiarks, 195).
Diagrama m4m. JJ

Aqul hizo Alekhine l. ClD, a lo


La. acootecunJentos se deiarro que sud.i6 L ..., D4T; %. P.fTD,
llaron asi: 14. P4C, PXP; 25. PST. PlTD, y se pierde el alfil blanco.
Cmo deben continuar las nenas7 T Jo cual le preunt:
Sean Frieun, participante en el -LCmo ba poddo tener seme
posterior a.tlisis de esta posicin, Jante dwdo?
Znltsev examin las siguientes va aContest :

55
-Puu muy sencillo: be olvidado Lu nelfiS hicieron lt. . , PSC?

la existencia de este alfil. en lupr de lt. .., PX P, con mejor


Olvidar la existencia de ciertas jueco. No o{rece d1ula de que Ser
pieus propias es un fenmeno bas icvw tuvo en cuenta solamente la
taJlte frecuente. respuesta lt. ClCD, lo eu&l era ven
En este eJemplo, lu blancas fija la]OIO para SU posicin trU lt. . . , .

ron la atencin en operar activamen TIAlD, y polariz en esta. continua


te por el centro, para lo cual la cin, que, a primera vista, parece
moviliuc:in del caballo cautiv el
fon..oca.
inimo de Alelchlne: tanto que olvid Los escaquea -tTD y SD blancos
por entero el flanco de 1& dama. Y las otras parcelas del tablero r
A par de los ejemplos que acaba
basaron los limites de la atencin
de las oeru, por cuanto a su modo
mos de ver, en que el objeto de la
atencin ha $ido un plan o una com
de ver no resolvan el problema de
la salvacin del caballo s1tuado en
binacin, se dan frecuentemente ca
3AD.
sos de polarizar en un movimiento
Por ello, la brillante respuesta de
aislado; sobre todo si l!ste forma
Joda, 21. C4n fue inesperada para
pute de UIUI accin ofensiva o de
fensivi ni mediata. Seraievski .El sacrificio de este ca

Ello produce un slnular atado baUo ofreci la posibilidad de un


fuerte ataque. ProsipJ lt. . ..,
de engallo a sf mismo, puea se ati
C X CJ 21. D7D+, C2Jt; 12. D6R,
forzosa la defensa de una pieza o

retirada, cuando es atacada, sin ue P4T; 23. P4CR, C4D; lA. D1D+,
C2R; 25. PXPT, D4A; U. D6R, y
se tengan en cuenta otras poslbUI
dades. En raJes casos, Jos lnitu es las blancas pnaroo pronto la par
paciales de la atene1n son muy re tida.
En el encuentro Soltolski Jlin
ducidos; tanto que a menudo se

lrmtan a unas caSilla'l. Sheoevslti (Leningrado, 1937) ae


Esto puede verse en la posicin produjo esta complicada posicin.
de la partida JodosSeraievskl (Vo
ronesb, 1959). DiQtrama nm. JJ

Dtarama nm. )2

Sokolski dice: <En esto hice 15.


P5T1, inducido por las variantes 2-S.

56
, DXPT; l6. TlT, D5C; '1.1. TXPI es lo mismo. a comprender mds Y
y no e puede contestar con 17. ..., melor la idea que les alrae.
1 R X T, porque sucede 28. OC+, o Las partidas rp1das pueden ser
15 . . ., C5A+; 16. AXC, PXA; 'l7. un medio eficaz para combuir 1<11
TJTR, PXP 28. T4T. Por un ofus defecto. Porque la rapidez con que
amiento incomprensible, ni llin cambian las situaciones n esta suer
Shenevskl ni yo nos dimos cuenta te de juego impide extremar la pro
de la simple respuesta 15. .. ., fundidad en el anlisis de un plan
C X P + , tras lo cual Jas blancas ha determinado, pues los problemas se
bdan ten1do que rendirse. plantean continuamente en todo el
Hemos \isto otro caso de estre tablero y exigen que la atencin va
chez de la atencin en que el an rfe constantemente.
lisis mental abarca slo dos posibili Por otra parte, y rernititndome a
dade.. : la toma del pen ottac:ante mi prictica de preparador, estimo
y la lica retirada del caballo, como oportuno aconsejar que las sesiones
si no existiese una lercera posibili de jueao simulnlneo con hmuacin
dad; o sea, el fuertfsimo conlra de tiempo (jugar contra ocho o diez
aolpe de las neras que decida in tableros, disponiendo de cuarenta a
medata.Jllente la partida. sesenta minutos para efeetuu cua
Al estabilizarse la estrechez de la r e n t a movimientos) contribuyen
atencin, no se advierten a menudo efectivamente a aumentar la capaci
los llamados movimientos interme dad de la atencin.
dios, ni otras inesperadas rplicas taualmente ha dado buenos resul
del adversario en las parcelas -se tados el siguiente ensayo: se mostr
cundarias. del tablero. a un grupo de ajedrecistas de pri
En los ajedrecistas, cuya estrechez
mera categora y aspirantes a maes
de la atencin suele ser estable, he
tro posici,nes complicadas ; drspus
mos pod1do observar un relativo
de h.abl-.r pasado la vista por ellas
atraso en comprender la dinmica
durante unos veinte segundos, se
de la lucha en el tablero comparado
con su elevada capacidad de ana.li.zar retir tJ tablero, y se les pidi que
pro/unda y detalladamente una idea estableciesen mentalmente la pOSi
o una variante. Posiblemente, tsles csn y djesen por separado la carac
jedrecistas tienden en parte a un ter(stica general de la lucha en uno
exceso de escrupulosidad, o Jo que y otro flanco.

Dispersin de la atmcl6n

Con este trmino se designa la hace que las ideas, dirigidas hacia
excesiva amplitud de la ate.ncio, o el antlisis de numetoS<ls variantes
tendencia a abarcar lo inabarcable concretaS, se dispersen con frecuen
en el tablero: desparramar su po cia, y la consideracin sobre el plan
duo por los incontables elementos teamiento general y estratico pase
de una posicin complicada menos al plano posterior.
caba el reconcentramiento en la par Tal entusiasmo por los momentos
te principal y decisiva de la lucha, Y concretos, en detrimento de las con
dificulta valorar la situacin. Esto sideraciones generales, es la causa

S7
de que no se adviertan lo:. prmcipa rundamentaJes del bando nero...
les indicios determinantes de la po Aqu quise dtraerme un poco. En
sicin, maduren las circunstancias el rranscurso de la contienda, las
favorables a la Wta de tiempo y se Ideas de Jos oponentes discurren de
valore la pos1cio sin la debida ob modo distinto. Muchos ajedrec1SW.
jetividad, por cuanto se Incurre en particularmente los de la nueva ge
exceso de pormenores. nerclo, se ocupan fundamental
Conviene subrayar la diferenCJa mente en hacer clculO$ durante las
esencial entre las paroculalldades Cinco horas que dura el juego, '! su
de la inestabilidad de la atenc1n y trabajo e.n el proceso de la p3rt1da
su excedente variabilidad cuando se reduce ms o menos a esto: si
aqulla se pulveriza. En el caso de hago eso, l hilr eso otro, etc.
inestabilidad de la atencin, el pen 1 Cunto esfuerzo 1 Para ilustrarlo,
...

u.miento pasa consecutivamente de quisiera insertar el dWoao que sos


un objeto, importante en un momen tuve con Botvlnnik despus de la
to dado, a orro; y en el de pulveri partida. Cuando empec6 a desembu
zacin se observa una tendencia a char cual una Ametralladora las va
abarcar toda la diversidad de deta riantes calculadas en el discurso d(;
lles de la situacin que se produce, la partida que demostraban la bueoa
mediante un acto simulneo de per posiCJo de las negras, Botvlnmk
cepcin. respondi: cAl prinCIPIO, esta posi
Tal describe justamente el estado cin me pareci ser lo ms conve
de puherizacin de la atencin en niente a las blancas; pero Juego des
el comentario que hace sobre la no c:uhrf un plan eficaz. CODSlSte.nte en
vena paruda de su encuentro con cambiar las torres y conservar las
Bot\innik (Mosc, 1960). damas. E.n principio, esta valora
cin me pareci totalmente abstrac
ta; pero en cuanto volv{ a analizar
Diagrama nm. J4
las numerosas variantes de referen
cl3, hube aceptar que la opinin

de Botvinnik: era justa.


Lo curioso es que Tal cometi un
error decisivo en la fue posterior
de la partida, pues, sumergido en
un mar de variantes concretas, no
advirti la principal idea estratgica
de esta compleja posicin: el cam
bio de torres era desventajoso a las
blancas. Pudo haber hecho 2.1. P4AR
y 22. T.SR, formando un puesto avan
zado en la critica vertical R; pero
esta pocjbilidad se le escap a su
penetracin, seguramente por esti
mar demasiado costoso profundizar
en las operaciones slo por dicha
Asl que la torre del rey negro vertical.
neutraliz la presin que las blancas En este aspecto es instructivo el
ejercen en Ja vertical R, pudieron comienzo de la partida Leln-Steln
darse por superadas las dificultad (Tbillsi, 1966) : l. P4D. CJAR: l.

SS
CJAR, P3D; 3. ClCll>, ASC; 4. este encuentro. La dispersin del
PlA., PlA; S. DlA., ClClD; 6. P3R, curso de las ideas y la pulverizacin
P4R; 7. P X P, P X P; l. A4A, AlR; de la atencin recibieron su rpido
9. 0.0, 0-e; 18. TlR, D1A; 11. y merecido castigo.
P3TD, P4CD; U. Alll, P4TD; U. Los casos de dspers1n de la aten
PlCD, C4A.; 14. P4C, CST; lS. P4R, Cin nos recuerdan en parte a los
TlTlC; 16. P4A., PT X P; 11. AlA, computadores electrnicos, e u y o
Tl-1A.; 18. PA.XP, PXP; 19. D X D, funcionamiento se basa en la selec
T X D; 20. C X P, A3R; lL CJD, cin de variantes. Este inemo cal
P6C. cula mucho y con rapidez; pero no
Di4grama nm. 15 puede distinguir lo principal de Jo

secundario.
Desde luego, dicha dispersin que
branta lo slaterruidco del proceso
creador del ajedrecista, y te no
puede formar el plan estratgico
t1nlco que constituye, desde el prin
cipio hasta el fin, la p3rtida de aje
drez.
El dc:sarroUo de la capacdad t.axa
tiva del ajedrecista es un med10 efi
caz para superar la dispersin de la
atencin. Por eUo, al analizar una
posicin en todo trabajo de adiestra
miento, conviene ante todo hallar
una respuesta clara a la pregunta
LQU bacerh y no a la ccmo
hacerlo?
El estado de las blancas causa Un ejerdcio pnlctico es la solu
uo.a impresin deplorable. Si se ana cin de posiciones sobre el tema
lizan Jos movimientos efectuados por cH4llese un plan para las blancas o
Leln, es fcil advertir que cada uno para las negras. Por desgracia, los
de eUos no parece desacertado y manuales de ajedrez carecen de tales
concuerda con la resolucin de un problemas, salvo los de Lisitsin.
problema concreto; pero careci de En mi trabajo docente con ajedre.
un plan general de jueo. cistas de primera categora be prac
La falta de tal supone la disper ticado el procedimiento de valorar
sin o fragmenracln de los proce rpidamente posic iones; los asisten
sos del pensamiento y la atencin. tes deban fundar sus deducciones
En el caso que acabamos de ver, la e indicar Jas principales ideas tcti
causa principal del trutorno de la cas y estratgicas de la posicin en
atencin de las blancas ha de atri el transcurso de tres a diez minutos.
buirse, por lo visto, al estado emo Los primeros n i tentos en este sen
cional de Lein. Pues el resultado de tido arrojaron un resultado positivo;
esta partida supona mucho para e ; pues los mis propensos a dispersar
caso d e ganarla, puede clarse por su atenc in en toda suerte de menu
seguro que hubiese participado en dencias empezaron a mediur con
el torneo ntenonas. Su extraordi bastante disciplina, hasta el punto
naria atencin estuvo ausente en de tener que combatir el enremo

59
opuesto, es decir, la tendencia a combatir la sobredicha dispersin.
solucionar toda posicin por medio E.n sus partidas se advierte con cla
de deducciones exclusivamente l ndad que La atencin es orientada
gicas. hada un objetivo determjnado, ya se
El estudio de la obra de Rub.ins trate de un plan estratgico de largo
teto. Capablanca, Botvinnik, Smislov alcance o de una breve operacin
y Petrosian puede ser muy util para para mejorar la postura de una pieza.

Particularidades individuales de la atencin

Al in\'e&tigar estas particularida Diagrama m1m. 16


des, ha de tenerse en cuenta que el
carcter selectivo del reconcent:ra
mtento depende de los conocimien
tos, la experiencia y el punto de
vista esttico del ajedrecista, cuya
esencia y propiedad de carcter, pro
pensin e ni ters contribuyen consi
derablemente a orientar la atencin,
Vamos a pec.ificarlo.

La ateru:in depende de los


conocimiento tericos
y de la experiencia

Y suele fijarse en un elemento de


la posicin o pasar a otros elemen
tos movida por el conocimiento y
la expenencta; o sea, por el hallazgo P4CR, cautiv la atencin de Capa.
de una semejanza entre posiciones blanca. Prosigui 8. .. ., P'JTR; 9.
conoc1das antes y la presente en el A4T?, P4A; 10. C5D?, P4CR; 11.
tablero. La eXJ)eriencia viene a ser C x C + , DXC; 12. AlC, ASCR
un semforo para la atencin del aje U. P'JTR, AXC 14. DXA, D X D;
drecista: la elu:t verde seflala re l.S. PXD, PlAR.
cuerdos agradables, y la aroja. in Basta dar una ojeada al tablero
djca el peligro que entraila la aso para ver que las blancas tienen prc
ciacin de dificultades halladas an ticamente un alfil de menos. es
teriormente. cribe Capablanca.
Veamos a modo de ejemplo Ja fase Posiblemente. al maestro cubano
de la apertura del encuentro Winter fij la atencin en las operctciones
Capablanca (Hastings, 1919). del flanco del rey, por asociacin
con una serie de partidas preceden
(Vase diagrama nm. 36) tes en que l realiz ideas semejan
tes a la antedicha ; esto puede verse
La idea de excluir el alfil blanco en los primeros movimientos de la
del teatro de las operaciones, me pardda que jug con M o r r l s o n
diante los movimientos PlTR y (blancas) en Nueva York un ao

60
antes: l. P..R, P..R; l. CJAR, CJAD; rallza vcrb.llrnente. Pues la palabra,
l. AK, PJD; 4. CJA, All>; S. ,...D, incluida la referente a Jas posicio
P X P; 6. CXP, PlCR 7. CJA. AlC; nes en el ajed!"ez. permite comparar
l. ASC, ClA; 9. DJD, PJTR; 18. y disrinauar mejor lo prmcapal; hacer
A4TR?, o.t; 11. o-t-0, Tia; U. deducciones prictlcas. La ormula
TlTlR, P4CI; 13. AlC. C4TR; 14. cln verbal de muchos aconteclmien
CSD, P3T, y el alftl blanco 3CR no ros ajedrec:Litas ofrece la pos.abllidad
p;arlicipa en las operaciones. de alcanur un nivel de c:ilculo puro:
Indudablemente, loa conocimien YO por ah( y t!l por all4; yo de
tos regulan en cierto modo la aten nuevo por al, etc.. Lo cual e muy
da del ajedrecista; pero estima importante para el desarrollo de la
mos necesario advenir que lo mejor capacidad u.xativa.
para regularla son aquellos conoci Desde luego, no pretendemos ne
meotos que bao sido suficiente gar la importancia de tu im4aeoes
mente comprendidos. visuales en el estudio de la experlen
Esto confirma una vez m lo pl'o cia anterior; slo queremos decir
vechoso que es anahz.v las partitbs que el recuerdo visual y el mental
propia. y hacerlo pormenorizando deben desarrollarse con annonia y
) con sentido crtico a fin de descu simultaneidad.
brir los c-ambi05 bruscos de la con El aper1mento realir.ado por no
tienda y los errores cometidos en otros con uo yupo de diu ajedre
ella. Korchnol indica que el W cistas de primera categorla y candi
hsis de las partidas propias ha de datos a maestro confinna la m i por
hacerse como si fuee un trabaSo tancia que la nocin visual tiene
para publltarlo. para el acto de fijar la atencin. A
Por desracia, en muchos ajedrc dichos ajedrecistas &e les dio que
cio;cas no se ob$erva este detalle ; valorasen la posJcan y formasen un
en el meJor de tos casos, los tat01 plan de jaeo en una \'ariante de la
de us partidas esttn cubiertos de defensa india clsica que les era fa.
polvo en los etante. de su librer!a miliar. En el tablero se n
i trodujo un
esperando ser objeto do uo estudio detalle nuevo y, al parecer, insiJDl
crhico flcante : ae cambi el color de las
Es claro que tambin debe cono piezas y peones, pero sin variar la
ceroe la el!periencia de otros ajedre posicin que ocupaban.
citas; en este aspectv. el cuadro Aunque el sentido de la posicin
parece ms \'Orable. Pues se estu no \'llri,los resultados del ensayo
dian los artcul05 tericos )' las par fueron anespaados; en el transcurso
tidas de los maestros destacados de CJ, que dur unos qulnce minu
''" embaro, tambin aquC se recuer
tos, la mayor pane de los someti
da con facihd.ld toda p.mida rpida
dos a prueba no lleg n comprender
que aparece en las colecciones de
claramente la equivalencia de las
partidas de torneo, aunque falta el
dos idones, y form planes poco
an4lisis serio. Nos parece que 105
rarridarios de mi procedimiento nf. {recuentes y desacertados. Con ello
pido no adquieren conocimientos quedaba comprobado de nuevo que.
con ello, sino el defecto de la aten en el arte del aJedrez. el c:onoci
cin di:r.persa. miento de la posicin tiene anno
La t:omprensn del material es nfa y cononancia con el acto de la
tudiado es ms efectiva sl se gene perct!pcin de la mtsmn.

61
La atucJ6a depeacle 1967; aeftala que seis aiedrklaw
de la corri..re utfst.Jca de clivei'1U te.odenciu arttleas ct.
sateAdiUOD poslbilidadu antlopa a
C.da ajedrecista tieM su ruao las arriba dtadu, buscaron coa Ul
penoaal. En d ane se distiquen ter y ha1l&roa en las pan;du ideas
grupos de caracteres semejantes que ticticu y estrat m modunu
forman lo que llamamos estUo. que se emplean ltimamnte.
A pesar de haber varios estilos,
muchos ajedrecistas se hallan balo
La atelld6a clepude del puato
la influencia de la corriente artfsd
ea que eti de moda. de lm Httlco
De esa manera, y en su dfa, la
Un bello sacrificio y una Idea ex
doctrina de Steinizt. los puntos de
traordinaria, com.mnente llaman la
vista de Tarrascb, las Ideas de C.pa
atencin de Jos ajedrectstas de di
blanca y de otros grandes maestros
versos estilos; en ello se observan
inlluyeron en el repertorio de aper
clertu dificultades al pasar la aten
turas y en los procedimientos tk
cin de una variante efectista a
rucos empleados por muchos aiedre
otra proaiea, au.n.que sea efl
clstu, de diversos estilos, coetineos
c:u esto se debe a la enorme in
suyos.
fluencia que Jos momentos enticos
Hoy en d1a ocu.rre m o menos eje.n:e.n en d ju;ador. A la vez, se
lo mismo cuando en la apertura de exi&e un serio esfuerzo vohtlvo, Jo
la d efensa india clica y de la sici cual auele observarse ea. los aJedre
liana, y particularmente en el medio cistas con mucha imaglnacln, a fin
jueo, predominan las populares y de desestimar una maniobra mJs
pic:u posiciones con presin dlni efectiSta, pero menos eficaz, Y optar
mica en d centro o con asalto de por la simple prosa que lleva m
peooea a la fortaleu dd rey, me prorto al objetiYo propuesto.
diante el apoyo flanqueado dd alfil. Muchos maestros parecen esur
Por ello, y sen nuestras oblet coovencidot de que lo racional es
vacione, en la actual fase evolutiva la belleza auprema en este arte; sin
del aJedrez hay numerosas posicio embar&o, en su interior alienta el
nes con estructUras de peones slm sentunlento de que sacricr la da
tricas en el centro (para citar unos ma y aanar dentro de c111co mov
ejemplos ldalamos las que se pro mientos es prefenDle a loarar la
ducen en la defensa ortodoxa y la ''ictoria sin complicaciones y dentro
eslava) que se hallan al tnaren de de cuatro, por ejemplo.
la atencin de muchos ajedrecistas Pol>iblemente, esta 1dea se debe
y que se desestiman por considerar a la prolonpda y extensa publici
las aburridas, y hast.t conducentes a dad en favor de los sacrificios y
un aimple empate; en cambio. se riesaos en el tablero de ajedre7. sin
atiende a estructuras de plez:ss m:i.s duda, la idea en cuest1n es discu
o modernas. tible. Pero qu4 se va a hacer ai el
1 No es un tributo a la moda 1 roma.nticismo sigue oponjt!ndoce al
A este particular, es <;ignificativo realismo en la literatura a1edreci5ta,
lo que cuenta el gran maestro Tai Ve&oslo en d siguiente frqmen
manov acerca del semanario para to de la partida Krosius-Kuz.nitaov
Jvenes maestros que dirigi el ao (Essentukl, 1962).

62
Diagrama ntlm. 37 movimiento C2D era ms defensivo);
28. C X P, PXP; l9. C.SC+, RJC;
30. A7A+, R4A; 31. T5R+ , BXP;
32. P3C+, y las negras se rindieron.

La tensin depende de las


caracterfsdcas del juego
del adversario

La actividad ajedrecista supone


meditar sobre la poslcJn propia y
a la -vez pronosticar la direccin del
pensamiento del competidor. La
eleccin de cada movimiento plan
tea la siguiente pregunta : Qu
piensa el contrincante, y qu pre
rende?
La.s blancas tienen muchas posibi Por eso, la atencin del jugador
lidades. El simple movimiento 14. debe estar gobernada por el conoci
RlT y el s11bsigulente P5A les dan miento de los lados fuerte y naco
la victoria. Pero a qu ajedrecista del oponente y por la penetracin
no le da un vuelco el corazn cuan en las particularidades de su estilo.
do ve la posibilidad de sacrificar la Ofrecemos la efemplar opinin de
dama? El bando blanco fij la aten Larsen sobre la siguiente posicin
de una de sus partidas del encuentro
cin en su casilla 4D ; las dems
posibilidades (RlT) flotaron en el con Ivkov (Bied, 1965).
pensamiento, y se esfumaron en se
Diagrama nm. J8
guida. Tambin a m me dio un
vuelco el corazn, e hice 14. D X A.
Aunque no me cuento entre los par
tidarios de la tendencia romntica,
los momentos estticos se apodera
ron incomprensiblemente de m en
esta parda. En resumen, las blancas
ganaron, si bien no por el mdio di
recto. Como se ha dlcho, el movi
miento 14. RlT daba inmediata
mente la victoria. La partida prosi
gui 14. ..., C X D, lS. C6D+, RlA;
16. CXA, DST; 17. P3CD, CXP;
18. P x Cl (este nuevo sacri!icio tam
bien contribuy a la eleccin del
decimocuarto movimiento de las
blancas), D X T; 19. AlR, D7C; lO.
A X P + , P3D; :U. AXP+, RlC; Aqu hicieron las blancas lS. CSD,
ll. C1R+, RlA; 13. TlRI, P4TR; a lo que sucedi lS. ., D x P.
..

14. C6C+, RlC; ZS. T8R+, B.lT; Como se ha dicho, la atencin es


26. C X T, DSD+; l7. RlAJ P3T (el un proceso selectivo; es la tria de

63
ciertos objetos, a fo de recooce.o En su segundo encuentro con TaJ
tratse eo ellos y abstraerse de lo. (Moscd, 1961), Botvinnik orient
demcts. En el presente caso, la aten con acierto au atencin, cuyo sis
cin de Larsen estuvo orientada tema docaJlzadou se fij principal
hacia el cilculo de la po6icin des mente en el cAlculo de las posibili
pus del cambio de damas. mucho dades tlfctlcas y aresivas de su com
antes de que el bando blanco pen petidor.
sase hacer J.J. CSD. El lector se pre En la prctica pueden verse mu
guntard : Y por qu no lo estuvo chos casos de acertada tendencia de
hacia el movlmlento 15. . . ., D X P1 la atencin hacia posibles respuestas
Sobre la posibilidad de dicho mo del adversario, condicionadas por
vimiento, Larsen dice : lvkov no las particularidades del estilo. lo
acostumbra tomar tal pen; estuve cual ilustra el juego de Spasski en
convencido de ello; por eso no ana sus encuentros con Geller (Sujumi,
Jic las consecuencias de este acep. 1968) y con Tal (Tbllsi, 1965).
table movimiento. tHaY que ahorrar
Podra decirse que hemos anali
tiempo en la medltacin 1
zado detalladamente las particulari
De ese modo, Larsen no profun
dades individuales de la atencin
diz en el clculo de las variantes
del ajedrecista. & lmportante la pre
relacionadas con 15. . .., D X P. Lo
gunta metdica y prctica: Cmo
cual ba de atribuirse al conocimiento
de las caracterrsticas del juego de relacionar las particularidades de re
lvkov, que tiene por norma no acep. ferencia con los varios estilos de
tar el sacriflcio de los peones del juego?
extremo del tablero, aun cuando Al parecer, no se puede dar una
tenga que ceder la iniciativa a su respuesta concreta. Porque en el arte
adversario. del maestro se observa la presencia,
Pero si esro hubiera ocurrido en relativa y a Ja vez condicionada, de
un encuentro con Korchnoi, es in puntos flacos y !uertes en orden
dudable que Larsen hubiese orien al reconcentramiento. Con todo, pa
tado su atencin hacia el clculo
rece ser que eJtisten determinadas
del movimiento 15. . ... D X P, pues,
tendencias que relacionan el estilo
tomo se sabe, aqul acepta casi todo
del juego con ciertos (ndices cuali
sacrificio, por ms arriesgado y du
tativos de la atencin. Pero este pro
doso que parezca. En este ejemplo
Jtlema actual es por el momento in
vemos cmo las particularidades de
soluble
la ntenctn y del pensamiento se
adaptan al estilo individual del con Confimoslo a los futuros inves.
trincante. rigadores.

64
LA FALTA DE TIEMPO

Un fenmeno psicolgico

Esta expresin S1g01Cica que no der con precisin, por tratarse d e


hay tiempo suf1cumte para meditar, u n concepto relauvo y, e n cierta
y ste es un factor importante en lo med1da, subjerivo. En unos casos se
prctica del ajedrez, pues el pensa dispone slo de unas decenas de
miento, la voluntad, los senumien segundos para hacer dieciocho o
tos } otras paruculandades de la veinte movtmlentos: en otros, ocho
per!lon31ioad del aje<lrec1sta no <e o diez mmutos para efectuar cinco
IThJnifestan en una <>ltuacin nonnaJ. o &etS de ellos: tamb1en se considera
Mno exuaordmaria. y que ex1ge Jle falta de uempo, s.a la situacin es
sar mmed1atamente a una conclu complicada. El origen de este fen
SIn en condiciones de uego a la meno se determina con frecuencia
,ez mu} complejas. por las impresiones ubjetivas del
(1 conocimiento de las parlicula ajedrecista, que relaciona el valor
rid.ades del juego es importante de la reserva de uempo con su ex
cuando falta tiempo, y tiene cieno per1enc1a mdividual, el carcter de
valor psicolgico por cuanto aumen la posicin, las panlculandadcs del
ta esencialmente In caracter{stlca es juego de su competidor, etc. Por
pecfu:a del pensamiento del ugodor ejemplo: Korchnoi estima normal
y los componentes volttios ) emo hacer cmco o ses mOvimientos en
c1onales de su carcter. ues minutos; en cambio, ello es
Como se vera comprobado m una considerable falta de uempo pa
adelante, este fenmeno se semeja ra jolmov o Zaitse\, Nos cel11rerno\
u una serie de situaciones ex.traor
al parecer de los Jueces rbitros.
din:ras que suelen darse en la \'ldl
qu1ene d1cen que debe c:omlderar
coudiana, ) cuya o;oluc1n tambin
se falta de tiempo cuando se dis
esta hmitada por el uempo. Por esa
pone de tantos mmutos como mo\i
razn. nos detendremos en las cau
mumtos quedan por hacer hasta lle
sas que Jo producen, y analizaremo
las particularidade fundrunentale!i gar al lim1te del tiempo sealado:
del curso de los procesos mentalelt adems, la resena de ttempo no debe
que tienen Jugar en J. sobrepasar lo.o; diez minutos. Recor
Primeramente hlly que darle una damos que en las competiciones se
defmicin formal; esto es, l qu lf. dan do horas y media para efec
mne de uempo puede cons1derarse tuarcuarenta mo\tmientos, lo cual
como falta de tal? Es d1fc1l respon <;upone una media de tres minutos

65
y cuarenta y c:inco segundos pan sobre la posicin, aunque su rendi
cada movimiento. miento es menor.
El reloj usado en el ajedrez es el Aqu( se plante.a otra prqunta :
atributo indispensable de los tor por cuanto la norma a que se ba de
neos, y la prctica. ha demostrado ajustar el empleo del tiempo ha sido
que es imprescindible. Su ausencia establecida objetivamente, no es de
origin desigualdad de condiciones masiado severa1 Pues en toda ronda
en las contiendas de antatlo y llev de cualquier competicin pueden ob
a emplear irracionalmente el tiempo; servarse muchas partidas que trans
asr, en la celebrada en Nueva York curren en condiciones de extrema
el ailo 1857, las ocho partidas juga falta de t1empo. ZetniScba, Benko,
das entre Morpby y Paulsen dura Reshevski, Alatortsev, Veresova, Sa
ron sesenta y dos horas, y en ellas bona y otros se cuentan entre los
se efectuaron solamente tresc1entos aJedrecistas que uperimentan SISte
once movimientos. 1.3 panida Mor mticamente la falta de tal.
pbyL6wental (Londres, 1858) se pro Creemos que dicha norma con
long veinte horas y se hicieron se cuerda m o menos con las necesi
senta y siete movimientos. Los cir dades obeti\'as del edrecista; esto
cunstantes dijeron que los adversa lo prueba el hecho de que la am
rios de Morphy pensaban tres o pliacin del lfmite de uempo no ha
cuatro movimientos en una unidad contribuido a remediar este fen
de tiempo, mientras ste pensaba meno.
uno, si bJen ello no les reportaba Un ejemplo de ello nos lo ofrece
nmguna ventaja. el torneo internacional, celebrado en
Bled el ai\o 1931; en 1!1, se dteron
En el torneo de Nuremberg ( 1 906)
dos horas y media para realitar
c;e estableci una norma, &n la
tremta y cinco movimientos; a pe
rual habra que hacer qumce movi
sar de ello, dicho fenmeno persts
mientos en una hora ; cada minuto
t con todas sus consecuencias. A
que Pb35e de dicho limite se casti
este respecto. Korcbno1 dijo: Por
pba con la prdida de la p;art.Jda
ms uempo que se d, siempre ba
o se impon/a una multa. Pero este
br4 jugadores a quienes apremte la
intento de disciplinar el pensamiento
falta de l en un momento dado.
de los jugadores fue un fracaso, pues,
Las razones expuestas nos auto.
transcurndos unos das, muchos par
nzan para suponer que la causa de
ticipant hubieron de declararse
eUo tiene carcter psicolgico. Vea
insolventes. Ante el inminente peli
mos el juicio emitido por los es
gro de disolverse el torneo, hubo de
pecialistas en esta cuestin. Botvin
prolongarse y cancelar dicha norma;
nik dice :
por lo cual dur ms uempo de lo
regular. 1 Lo curioso es que el Cndice A menudo, el ajedrecista mal&aS
art(stico no fue ni mucho menos ta su valioso t1empo en calcular va
superior al de otros torneos donde riantes que son de antemano ina
tomaron parte los m1mos ajedrecis decuadas, o en continuaciones que.
tas y en que se adopt el reloj ! Por aunque tentadoras, no reportan nm
ello. SpielmaJUl sei\al acertadamen guna \'C:ntaja. Hace uempo, propuse
te que el torneo de Nurembcrg di a nuestros maestros, que sistem4h
<;ip la duda de si era conveniente camente se ven apremiados por
el uso del reloj ; resulta que sin l, falta de llllmpo. un procedimiento
los ajedrecistas meditan ms tiempo para combatir este defecto: es ne-

66
cesarlo jugar part1das de preparacin por Ciento debe incluirse al autor
atendindo sobre todo al reloj y no de dicho mtodo.
a la calidad del Juego ni a sus resul El Juicio de Abervach relaciona la
tados, y proseguir estos ejercidos manifestacin de la falta de tiempo
llasta habituarse a distribuir conve con las particularidades individuales
nientemente el tiempo para poder del carcter del ajedrecista y da, a
calcular todas las variantes necesa nuestro modo de ver, una explica
rias. cin ms completa sobre la naturale
Aunque hace mencin de ciertas za del fenmeno de la misma.
premisas psicolgicas, el consejo Nuestras observaciones (que in
prctico y concreto de Botvinnik se cluyen los siguientes torneos : Not
reduce a jugar partidas de adies tingbam, 1936 Mosc, 1936; La
tramiento; pero, no obstante su va Raya-Mosc, 1948; Ziirich. 1953;
lor metruco, poco dice acerca del el de pretendientes, celebrado e.n
contenido psicolgico de la falta de Yugoslavia el ao 1959; la compe
tiempo y de Jo que la origina. De la ticin Unin Sovitica-Yugoslavia,
impresin de que sta ha de buscar 1956-1966; el XXXIV Campeonato
se solamente en la insuficiencia de de la URSS, y orros con un total
preparacin. Puede decirse que nu de ms de quinientas partidas: ade
merosos ajedrecistas han seguido u ms de haber observado el curso de
consejo muchos ai\os, y, con todo, todas las competiciones soviticas e
no han podido superar este defecto. internacionales desde 1965 hasta
Abervach dice: 1968. y cambiado impresiones con
sus participantes) nos facultan para
Mi propia experiencia manifiesta
que Ja falta de tiempo no es ni mu destacar determinadas causas obje
tivas y subjetivas que producen la
cho menos falta de hablldad para
distribuirlo convenientemente, sino falta de tiempo. Veamos las obje
tivas.
un defecto del carcter ligado con
la mdecisi.n; un defecto de la prc
tica relacionado con la vacilacin. Insuficiente preparacin terica
El ajedrecista se halla falto de tiem
po no por no saber distribuirlo, sino El escaso conocimiento de las po
porque no est suficientemente se siciones tpicas del medio juego y de
guro de sf mismo, no confa en su los finales, y particularmente de los
clculo y, por lo tanto, comprueba esquemas de desarrollo y variantes
un sinfn de veces la misma variante. de apertura, hace que se emplee ms
aCon ser el mtodo de Botvi.nnilc tiempo en meditar sobre la posicin.
Polugaievslti dice que su frecllellte
tan sencillo, esto es: jugar partidas
falta de tiempo se debe a la insufi
de p.reparacin atendiendo sobre
ciente preparacin, en orden a las
todo al reloj , a mf me parece poco
aperruras. En el torneo internacio
efectivo y demasiado superficial. El
nal en memoria de Chigorin (1965),
propio Botvinnik dice que con este
el autor de estas lfneas tambin la
mtodo se cura por entero el no experiment, a pesar de que gene
venta por ciento de los que .. adole ralmente no adolece de tal defecto,
cen de falta de tiempo . Si esto es por la misma causa que Polugaievslti
cierto, entonces yo pertenezco. por expone.
lo visto, al diez por ciento restante; La insuficiente y endeble infor
y me parece que en este ultimo tanto macin terica hace que vacilemos ;

67
de aquf que se verWquen con ex nentes del pensamiento, o los bJbl
cuo las hipteSis que se producen t05 paniculares e intelectuales, que
durante la bsqueda de un movi esencialmente limitan la inversin
mjento. de tiempo en el clculo y alucin
En este sentido es Ulteresante la de los problemas concretos y ticti
opinin de la fsiloga P. Sunonova, cos, y no que disminuya la capacubd

quien atribuye el origen de las emo de valorar intuitivamente Ja potl


ciones negativas a la lnsullciencin cin.
de lnlormacin. Por ejemplo: el in
dividuo que desconoce las normas
de la circulacin rodada experime.nta ObJetiva complejidad de la sltuacia
una sensac1n de temor al cruzar
unJ v(a concurr1da. Por lo visto, el Las situaciones complejas, din
ajedrecista e.:<perimenta una sensa mie:s e indefirudas reqweren una
cin parecida cuando, con su escaso meditacin meticulosa y detallAda
caudal de conocimientos, trata de una profunda bsqueda del plan de
cruzar la cartera pnnc1pal del aje jueo. Y lo mismo requieren las po
drez; esto es, se decide a eleir un siciones en que se producen cambios
movimiento en posJciones analizadas esenc1ales e mespe:rados.
por la teora. Botvinnik dice : Durante la par
tida se producen momentos en que
hay que estudiar minuciosamente la
Falla de preparacin pnlctlc:a posicin, lo cual eKige invertir veinte
o treinta minutos, y, despus, hacer
Una prolongada inactividad tam con rapidez los movimientos que
biEn <;uele reducir la capacidad de quedan basta el lmite del tiempo
trabajo mental del ajedrecista Por establecido. Esto es una fallll de
dio. es necesario jugar unas partidas tiempo normal, y que yo no trato
preparator ias cuando se ha de par de sunar.
ticipar en una competicin. Estas Este ju1cio tiene importancia, por
partid;.; crean las premisas impres cuanto manifiesta que la objeuva
cindibles para que l se adapte Ci complejidad de la posicin es direc
cilmcnte al ambiente de la lucha tamente proporcional al t iempo em
competitiva. y contribuyen a que se pleado en resolverla. Y asf, parecen
manifieste la original y dinmica LD&enuas las siguientes consideracio
habitud en su juego. nes que an perduran entre los aje
Los consejos de Botvmnik arriba drecistas: Invertir no ms de trelnt.l
citados pueden ser un med1o efJCI% minutos en la apertura, o dlvidtr el
para combatir la falta de tiempo en tiempo por el nmero de movimien
Jos casos de insuficiente preparacin tos a fin de fijar el que ha de in
prctica: igualmente pueden serlo vertirse en meditar sobre cada uno
unas esiones de partidas rp1das. de ellos.
Al ajedrecista suele {altarle el tiem Debemos abordar crrucamente el
po, especialmente al comienzo de la consejo de Spielmann, segn el cual
competicin, si no ha realizado un conviene reservar cinco minutos pa
pre\io trabajo prepar:norio. ra el ltimo movimiento, por SI aca
Debe advertirse que la falta de o son nece.-.arios.. La reduccin men
preparac1n prcuca hace que dis tal del tiempo a cinco minutos tiene
minuyan los automatizados compo- cierta importancia como medio de

68
.autoverificacln en el proceso evo puesto. Suetin logr ventaja en la
lutivo de la partida; pero se&uirlo apertura y, a consecuencia de ello.
al pie de la letra puede Uevarnos a reforz la presin en el medio juego.
invertir el tiempo donde no sea ne Pero Korcbnoi, por su parte, provo
cesario, o no lo exija la partida. c la falta de tiempo; y asf consi
ta objetiva complejidad de la elec gui apartar a su contrincante del
cin produce con relativa frecuencia pausado ritmo de la partida. Este
la falta de tiempo, si uno de los dos form un concepto equivocado en
bandos se encuentra en una situa cuanto a la posibilidad de una vic
cin embarazosa. El que lleva ven tona rpida : empew a precipitarse,
taja comprueba con mucho cuidado cometi errores graves }' perdi la
sus planes. por temor a cederla, y partida. Gracias a su oportuna ofalra
el que se defiende busca salir del de tiempo, Korchnoi logr una im
atascadero con ms tenacidad de lo portante victoria.
habitual. La falta de tiempo premeditada
se aplica cuando se ha aolizado de
talladamente el conjun to de causas
Falta de tiempo premeditada objetivas (una posicin diHcill y sub
evas lla individualidad del opo
Esto se observa cuando, insatis nente, la posibilidad de que mcurra
fecho del curso de la partida, el en errores, etc.).
jugador la prov oca y la usa como Hemos incluido las especies por
un procedimiento psicolgiCO de lu las que se entra en conocimiento de
cha. Ello suele dar resulta.dos posi la falta de tiempo premeditada en el
tivos. Pues al querer aprovechar grupo de las causas obje tiva que la
nuestra falta de tiempo en benefi originan, puesto que la especie de
CIO propio, el adversario se excita terminante es auf un criterio per
y pierde la capacidad ncces.1ria para fecamente
t objetivo: la posicin no
abordar crfucamente la siruac1n; satasfactorja,
el car.lcter objetivo de l>U meditacion La falta de tiempo tambin la pro
e transforma en arrebatos lmpulsi
ducen causas subjeuvas: la manifes
"OS. Se pierde el sentido de la obje tacin de determinadas cunlidades
tividad ; el dominio sobre las emo indvaduales del pensamiento. la vo
ciones propias lleva a la comisin luntad y el carcter emoti\'O del
de errores. y a menudo justifica el aedrecista. El plttclogo TiepiO\' di
procedimiento en c uesun. ce que la unidad de la mente y la
Debe sealarse la posibilidad psi voluntad tiene mucha importancia en
colgica de que uno cometa errores, la acttvidad prcuca del pensamien
debido a la falta de oempo del ad to. Esta lesis puede incluirse por
versano, ya que desciende l a actitud entero en la esfera deponlva del
crCtica ante los propsitos de ste Y ajedre7.. El quebruntamiento de la
se subestiman sus posibilidades de unidad entre el contenido del pensa
profundizar en la posicin. miento y su rigruosa orientacin ha
Se afmna que Reshevski usa tal cai los Hmites de una lucha intensiva
proceduniento. A este respecto, es es una de las causas prmclpales de

tnstructi\'o el encuentro Korchnoi esta falta de empo. En la prctica,


Suetan que, en la final del XXVIT tal quebrantamiento produce una
Campeonato de la Unin Sovitica SIStemtica renuncia a tomar conclu
(leningrado, 1960). decidi el primer siones, una incertidumbre en valorar

69
Ja pcJd6a y u.aa iDevitable teodeu drecaa&Aa vuelve a orientar 101 ldf'U
dll a proiOQPr Ja eleccin de u Y aeatiaa.ieatos hacia la c401petiri6o
mov111a1i uo forzoso. en que pllrtlcipa. La lentuud de
En alau.noa ajedrecistas la inape Broostein y de Grionev al camieu
tencia y falta de habilidad para to zo del jueo puede interrretarse

mar una conclusin se convienen corno una particularidad 1ndiv1duat


en bblto y en postura slstemdca. de su mentalidad. y, ante todo, in
Bronstein suele meditAr mucho, in sufclente dominio de sr mt'mo er
cluso sobre los pnmeros movunien el momento de comenur la contien
t06; en su partida con Steln (X:XVI11 da ; los dos pueden reconctne
Campeooaro de la URSS) invirti en la partida una nz iniciada la lu
ve inte minutos en hacer el primer cia. Esra circunstancia ilu.ma el de
movl.mJento. Y aunque consi&t sacuerdo entre la mente } 1.1 voltln
situarse en una posJcin con buenas tad, menctonado antenormente.
perspectivas, todo su esfuerzo fue Por analoga, es oportuno mser
desvalorado por la Wta de tiempo; tar aqu/ Jo que Tieplov c1t.1 acerca
cometi una serie de errores, y per. de Napolen, quien dljo del rnarilcaJ
di la partida. Abervacb cuenta: Massma que era iDcapa de trazar
JBroastein invirti una vez cuann con antelacin el plan de una bata
ta m lnutoa en hacer el pnmer movi !la y que m.mifestaba su ap.1tidad
miento l o Y Panov ora a Grigorie de estratep slo cuando la artillera
al referir casos de meduacin pro empezaba a retumbar.
loncada al com1enzo del juego. Hemos visto que existen ciertas
En elos ejemplos se observa una causas subjetivas que aumentan la
inversin ucesva de tiempo en efec inver&in del tiempo en la medita
tuar Jo primeros movimle.ntoa, sin Cin y, por Jo mismo, contribuyen
serias causas objetivas que la moti a que se marufieste su falta. Como
&e ha dicbo, estas causas e deben
vasen, pue5 los sistema de apertura
y sus primeras jupdas son sobrada a la renuncia a tomar conc:luslone:>,
mente conoc:idos de todo ajedrecista y entraftan inseguridad e indt"Cisin.
calificado; adems, en las partidas Los ntptivos rasgos volitivos del
citadas, n1 Bronstein n i Grioriev carcter, que hemos e'lalado, son
descubrieron nada eJrtraordinarlo en producidO$ por dudas y \'acilacones
la fase de la apertura, sino que se de canttnido vario. Por ello, al de
limitaron a elegir sistemas conoci terminv lllli diversas causu subJe
dos. Cabe &uponer que la prolonp nvu que dan Jugar a la falta de
da meditacin de est do maestros tiempo, nos deten dremo .. en analiur
se interpret como un momento !u dudas que tiene el aedrec!c.a.
subjetivo que determmaba por un Y que ayudan a descubnr la natu
lado el problema de Lqu esquema raleza de estas causas.
de apertura ser ms desagradable o
resultm menos atra>enre al con
trincante ? ; o lo que es Jo IDWno,
por una parte trazaba el contorno de presentan cuando se In te en
una lucha psicolgica, y por otra hallar el moimiento mejor, nico y
superaba el estado de r.obreexci exclusivo casi en cada posicin. Esto
cn propia y de nseur idad, y se hace que una variante aceprable no
predispona a trabajar normalmente. p;muca bastante eficaz ; se quiere
Como se ve, la mayor parte de aje. encontrar nlgo ms contundente. A

70
cunsecuencia de lo cual, el aedte cric> tW.lar la medida razonable
CJsta contina la bsqueda y se le en el diapasn de la baaqueda y el
despierta la duda, lo cual le entor Haute del tiempo, disminuyendo la
J)e la capacidad loelectJHI. Se pro calidad de Ja partida sa e5 necesario.
duce una smgular e alusor1a busca Y asf, el divulgado aforismo Es pre
de: la verdad. Spjelm:mo dice : e Des ferible un pJan deficiente a carecer
de el principio, tal ajedrecasta est de l tiene importancia en la pre
condenado al iunesto mtodo de la visin de la lalta de tiempo. Aunque
escrupulosidad exagerada. En cada no tratamos de recusar la opinin
:.atuaca6n busca objetivamente el me de Alek.bine -quien dijo que es
jor movm1iento, si baeo no r::arda m peli&roso fiar en la primera m i pre
perder la posibilidad de orientarse sin del avalo innaitivo sin verifi
en el caso de tod05 los pros y los carlo y que conviene atender al b.l
contras posibles. El vloso tiempo llazo del mejor movamiento--, no
transcurre inconteniblcmeote, y, a la debemos tomarla por absoluta, sino
postre y en la mayor parte de los compaglnarla con Jas posibilidades
casos. tiene que decidil'!!e por un mo reales y electivas.
VImiento dictado por el untido, ms SpielllWUl da unos consejos prc
que por el clculo materM.tico. Pero ticos y acertados: 1 No Jugufu con
en ese momento su sentido est en apresuramiento 1 rl.ovestipd todo
venenado por 1nfinadad de dudas y, movimaento, por m lico que
por lo mismo, le dieta un movimien parezca! Huid de t<XU quimera!
to desacertado. 1 Si tras un breve anlisis os con
Spielrnann quiuls es demasiado vencis de que el movimiento pre
categrico; pero caracteriza justa visto os conviene, hacedlol Si
mente a los ajedrecistas que tienden tenis que elegir entre varios movi
a bu1;ca.r siempre la mejor solucin. mientos equivalentes, no profundi
Debe advertirse que erta tendenc1a ciis en comparaciones o.fini i tas 1
e:., tericamente, Inconsistente. La No ol\'idis que en la mayor parte
diHrsidad de posibilidades hace que de posiciones hay slo ciertas con
la pr:icttca del ajedrez sea inagota tanuaciones aceptables ; pero debis
ble; por eso, querer abarcar lo ina elegir una de ellas ; si no, sed de
barcable es punto menos que impo masiado tarde! No busquis siem
sable en la mayorfa de posiciones.
pre y objetivamente el meJor movi
Es claro que los maestros no Ue.. miento, pues en realidad no suele
san a tal extremo; pero, en la pnc
existir, ya que, &eneralmente, es
uca, a menudo Intentan descifrar cue5tin de gusto; buscad simple
por entero las particularidades de
mente ano que os convena 1
una posicin compleJa. Y cuando
Debe advertirse que en la c:aza
ven comprobado que eiJo es impo
ible, empieza la duda de cmo con de cmir1os blancos el ajedrecista
. analiza un nmero de variantes re
unuar, y la lalta de tiempo se c1eme
50bre ellos. Muchas partidas de Bo lativamente grande y trata de calcu
risenlto. lCotov y Udovcbich ilus lar prolong.adamente cada una de
tran 1.1 duda de carcter a.naltico. ellas : en esto manafiesu su deseo
Refirandose a esta forma inefica-z de no ni terrumpir el c::4Jculo y valo
de abordar la bsqueda de un mo rar crfticamente la posicin que o
vamiento, Botvnnlk dice que es ne ina dacbo clculo.

71
Oudu ea roada de MbrcutJear das las p.rt1d.as jupdas antericr
el car,ctu estlllstko del adversario mente con aquel
Lo masmo le suceda a Balek en
Oc,pertadas por la caracterstica su p.rtcb con Taimano\ (Budapest,
no nbtctJ\ia del contrincante ) por el 1965): en el transcurso de ella. d
regJstro exclusivo del lado fuerte mabtro bunaro c.1lcul numern-,as
de su juego, etas dudas hacen que varaantes contundentes y posables
e subbtimen las propias posibili por parte de su competidor. Dpu
dades, se piense de un modo pas&vo del encuentro, se pudo comprobar
y se manalieste el complejo de emo que el recelo de Bilek carecia de
ciones negauvas: e!.to Cl>, el temor, fundamento. Pues Taimano' dtjo
la ap.'ltia o la ampulsiudad, la vaci que no qUl'IO complicar el juqo.
lac&n y la sujectn. En ute caso, Sino hmi tare a sostener su pequea
las id.. no se dastinuen por un supenoridad en la po:,ican.
clculo profundo m por un amplio El uceso de creenCJa en J fuerza
diapun de ,ariantes. El numero de
del adversano, o Jo que es lo mi!lmo.
variantes comparadas en el anlisis
la sobrees11macin de us posibili
es reducado ; y el clculo concreto
dades, es cuacterstico en Bron<acm.
es menos profundo de lo normal.
quien daec! que con frecuencia re
Las hipte:.is que surgen al tomar
hus conunua;aone5 anterentCsimu
una c:onclusan definlth e \eri
porque 'efa lo:. oculto:, recuro:, de
hcan muchas veces, y se decta el
fensivos de sus competidore:,. ,En
mO\imiento tras una comprobacin
suma, Bronstem huyo objeti,'llmente
mmuciosa que uage un asto de
de po aball<bdes muy efictentb )
tiempo considerable. opt evidentemente por mo\'lmaen
De esa manera. muchos oponentb t menos eficaces, con lo cu,l f;ci
de Tal (por ejemplo: Smislov, en htaba el JUeo de su compeudor:
el torneo de pretendientu del ao mtc:ntras el uempo tr.anscurr en la
1959: Polugaievski. en el XXVI bsqueda de posibilidades ocultas y
Campeonato de la Unin Sovanca. en la Idea de si su adversarao pod&a
y otrO&) anduvieron escasos de tiem defenderse de ellas, el autor de esta
po, debido a la minuciosidad con busqueda nndaba falto de tiempo.
que comprobaron lti reales. y a la
vez no tan reale1., pos1b1hddes tc
ucas de su oponente. Daba La &m Dudat ea (uacla de la lmporuacia
prestn de que ellos buab;m ame del resultado de la partida
nazas y la.s hallaban donde objeti

vamente no eJtisdan. El temor sub Hay partid3i que tienen uru lm


portancJa deponiva muy particular:
jetivo a la capac&dad combmatoria
es necrio .anar para er el vence
de Tal fue la causa de la inseguri
dor del torneo; hacer tabl:u para
dad, la duda y el reiterado clculo
cumphr la norm.ltiva de mae:,tro o
de dc i hos ajcdreci$tas.
p.Jra partcipar en la siguiente fase
En su partida cQn lein (SocbJ. de lb c:ompeticiooes lectivas, et
196n. Zattsev, cuyo iueao es bu c:c!tera. Con frecuencia, las conside
tante rptdo, anduvo escaso de tiem racione5 deportivas producen una
po; la causa de ello fueron las du emoctn, una vacilacin y un sen
das eo CWIDlO a la \'er&Codad de SUS tido de rcsponabilidad ellccsav06 y
C<ilculos. porque babea perdido to- crettn uo estado de cobibican.

72
Aumenta la amportanc1a de cada dades en mo\'imient06 anteriores.
movamlento, ya que cualquier error Esta anuut meditacin sobre unas
puede ser decisavo para tomar pane variantes que bubiese.n podido rea
en un torneo. En to1les casos. alguno. hz.arse no toac:e mis que dastraer la
ajedreci.uas saben domao.arse. El re atencin, disminuir bl capacidad
sultado de la paruda puede influtr competatava y absorber un tiempo
mucho en el curso de las ideas y en vuhosoo.
la opcin de uno u otro movimien A esta oportuna caracterrstlca da
to. Aquf, las dudas causantes de la da por Panov, aadiremoa que las
falta de tiempo :.uelen estor en fun ducl.u producidas por lo eipertmcn
ci<lD de cierca subesunudn de Jo. tado en la partida y el recuerdo de
valores de .b pos1can propia y de los errores causan bl falta de uem
sobree timacin de la del ad,ersa po. En el encuenrro lvaschao-Kro
rao. Por citar un ejemplo menciona aus (Yar01lavl, 1949), las neras
mos la partida Danov-Sajarov (Ir llevaban ventaja : hubo un momen
kutk. 1966}; Ja victoria supona to en que pudieron acelerar efecti
para Sajarov participar en la final vamente In victoria; pero, al exa
del Campeonato de la Umn Sovi miflJr esta posabihdad, ced1eron la
tica. En el med1o jueao consi&ui ventaja ea cutin, y la partida
aventajar a su contrincante en un lle6 a uo final equilibrado )' co
pen: en circunstancias norma.Jes, mun. Mientras medataban sobre el
iblemente hubiese optado por re dascurso de aquel 5tmple final, re
forzar la posicin y pna.r pac;o a cordab.ln Ll posibilidad omitid.. lo
paso la partida: pero, ante la res cual les df'icult la eleccin de mo
ponqbilldad del resultado de aquel VImientos y, de ese modo, se produjo
encuenrro. empez a dudar de s1 la falta de tiempo. Y, en una posi
las maniobras lent.&S conduciran al Cin de simples tablu. tu nearas
objetivo propuesto: forz los acon no adv1rtleron que habfa terminado
tecimientos. y, apremaaao por la el tiempo rqlamentarlo, y aun les
falta de tiempo. perdi la partida.. faltaba hacer un movimiento.
Un cuadro anJtoao ot.erva en En el encuentro Schamko\ich
las partidas Stein-Gort (Los Anetes, Wittelky (Socbi, 1967), y en el me
1968) y Geller - Spassk1 (Sujumi, dio uego, las negras habrfan podi
1968), en que la duda estuvo en do loarar una ventaja aplastante
funcin del resultado de lu atismas; mediante un bello golpe !Jctlco. AJ
produjo la Wta de tiempo, y, por advenir esta posibilid.d un movi
COnSIIUieDte. la comisin de serios miento despus, Wttelky se de
errores. sazon. Segn 1. sus Ideas no se
apartaban de aquella omisin. lo
cual se reflej muy pronto en el
Dudas en luJicln de lo posterior desarrollo de la partida;
experimentado ea la partida Intervino la falta de tiempo, y el
bando nearo perdi un encuentro
Se manifiestan cuando uno se da que habra jupdo excelentemente
cuenta. de haber cometido un error basta d momento referido. Se po
u omitido una pos1bllid.d. Panov dran citar muchos eJemplos como
dice: El peor defecto de much06 te.
ajedrec:iuas es lamenta.rse, durante Se ha visto que esta suerte de
el juqo, de haber omhido posibili- dudas no slo cauun un aasto de
tiempo suplemenf4lr&o, sino tambin 4. 0.0, CJA; 5. C X P, C X P ; CS. D2R,
un estado de emoci ones neptivu CXC; 7. DXC. DlR: 8. P..O, OC.
que hace que mencue bllLSC&IDente 1uv1eron uno:. cinte aunuos
lo eficacia de la actividad mental y, meditando sobre si tomar el pcon:
por ello, se emplee m tiempo en ademlls, el contenido del proceso
recordar el error cometiao que en intelectual no tStl en un an.i
solucionar les problemas &imples. lisi5 Circunstanciado de la forzosa
1 Cuin perfectamente casa este g4! \" a r l a n t e . A X P + . A. X A ; 10.
nero de dudas ton el habitual con D X P, 0-0; 11. PXA, D X P, sino
ufo de Convena haber hecho tal en la vacilacin condictonada por la
y 1al coa l Por lo demis. este con circunstanc de que nadie habfa
seio se ca en el momento en que jupdo as en esQ variante. recono
toda lamenracin no tiene sentido: oda y aprobada por otra parte,
en que ya es demasiado tarde pan infiufa el incontenible de eo de ga.
enmendar las cosas y, por tanto, hay nar un pen. Al remate se tmpuso
que meditar profundamente sobre la te en la irrevocabilid.ld de la
Jos problemas que plantea la nu teor{a, y las blancas h1cteron 9.
situacin. Esta pequel\a digresjn D X D + ; eote movtmlento fue m
confirma una 'e mts que la ncila nos eCcaz que 9. A X P+, lo cual
cin radica sobre todo en la na se vio comprobado en el an:Uis.is
turaleu del canlcter del individuo hecho despus. Los veinte mmutos
que dirie los mo,imientos de las pstados en vacilar acerca del no
piezas. Al combatir toda lamenta veno mov m.ento e reflea j ron en el
cln relativa a los yerros cometidos curso de In partida ; debe advertirse
durante la partida, no merece la que este tiempo no e invirti ni
pena preuntane <: nos dejamos mucho men015 en comp.uar la varian
arrastrar por las n
i t1les lamenf4lcio te A x P + con la D x D + . sino en
nes acerca de la suerte adversa no la abstncta idea de d etaba hmi
slo tru la mesilla de ajedrez? ficada la fe en la teora.
Esta suerte de dudas ,e manifiesta
con frecuencia en los ajedrec:tSta$
Oudu en fuado de la uperltllcla que creen demasiado en lo conocdo
Individual y lo aceptado por todos ; cuando
hallan una posibilidad ortmal e in
El conocimiento de los esquemas esperada. la reciben con precaucin
de evolucin de las aperturas y de y recelo, lo que da lupr a la du<U:
Jos proctdiaueut05 para desarrollar cruzar el umbral de Jo conocido y
las posiciones pica.s del med1o jue Jo se&uro o decidirse por una pers
ao y del fin.al, sin relacionvlo crfti pectiva atrayente, aunque poco cla
c:amente con la experiencia y los co
ra? En la prctica, toda duda suele
nocimientos propios, puede ser mo decldir!le en favor de las alternati
tivo de duda en 1 proce.o de la me vas aprobadas por 13 cxpenencia
ditacin y de falta de t1empo.
antenor. Seftalemos que toda duda
En la partida KrolusSpasski (Le seria en solucionar un problema, se
n i nrado, 1960), las blancas advir conffe o no en la autoridad de la
tieron de pronto la pnancia de un teorfa, eleva la inversin del tiempo
pen ' A. X P+ en la siuiente e y produce la falta del mismo.
1nvestipda apertura: l .P4R, P4R: Esto puede verse comprobado en
l. CJA.R, ClAD; 3. A5C, A4A; d encuentro Rlumtn - L<Swenfisch

74
(MOISc, J936); al decir de RiumUl, ademds de la n i ftuencia de algunas
las negras medilaron treinta minutos de las eau.-;as antes mencionadas,
sobre el e6c:u y contundente, aun tambin a cierto carcter tpico y
que un poco extrafio en la posicin determinado de la posicin que se
de la paruda, movimiento 14. . . ., produce. Por lo comn, los ajedre
TSD que entraaba el sacrificio de cistas experimentan la falta de tiem
una cahd3d. A pesar de esto, en la po cuando se encuentran con posi
partida se efectu el habitual movi ciones ajenas a su estilo, lo cual
miento del caballo. Riumin dijo no les crea subjetivamente grandes di
haber entendido la decisin to.nada ficultades.
por su competidor. Comentando el encuentro Botvin
NOIS pnreee que la prolongada nilt-Bronstein (Mosc, 1951}, Panov
meditacin de LOwenscb sobre di dice que la falta de tiempo de Bot
cbo movimiento se debe, ms que vinnik se produjo, por regla general,
a un m i nucioso anlisis de las dos en posiciones dinmicas y comple
variantes antedichas y su compara jas, e.n las cuales la singularidad y
cin, a dudas de orden general: odginalidad de los problemas no le
merece la pena mererse en compli permitieron apoyarse en la lgica
caciones poco claras si con el habi de las consideraciones estratgicas.
tual movimiento del caballo se re Estas situaciones fueron subjeti
cupera un pen y se garantiza una vamente desagradables a Botvi.nnik,
posicin ms o menos slida7 porque no se correspondan del todo
La indecisin y la duda en Jos con las principales eltigencias de su
ejemplos que acabamos de ver se estilo: estructura lgica de los pla
deben a la falta de independencia nes, integridad de la partida., fe en
del pensamiento. la consecuencia cientffica y causa
De ese modo, el Insuficiente sen de la variacin de los hechos que
tido critico en el anlisis y la cos se desarrollan en el tablero.

tumbre de apoyarse en lo habitual A este respecto, Botvin:nik dijo


entorpecen Ja aplicacin di.ntnica ms de una vez que su juego adole
y artstica de la experiencia. Al con ci de poca visin combinatoria.
m.deciJg la inseguridad objetiva de Las posiciones dinmicas y de es
la situacin con la tendencia subje tructura estratgica itdefinida fue
tiva del ajedrecista a no considerar ron bastante diffciles de resolver,
esta inseguridad y a fundarse en lo incluso para el propio Botvinnik.
c
aprobado y lo omn facilita que se Esto se debi a las particularidades
manifiesten la indeciSin y la duda. individuales de su estilo, y fue la
Lo cual wnbin produce la falta de causa de la prolongada meditacin
tiempo. y falta de tiempo que hicieron que
cometiese serios errores en algunas
partidas.
Dudas en fuocl6n de las Panov sellala igu31mente que la
pardcularldades illdJ'I'Iduales falta de tiempo de Bronstein, de sen
del estilo tido opuesto a la de Botvinnik, fue
de orden tcnico y se produjo en
SI se analiza sistemticamente posiciones con pocas piezas, en las
toda partida e.n que a uno de los cuales su advenario tuvo cieru pre
jugadores le haya faltado ti6Dpo, ponderancia. TambiM observamos
podr observarse que eUo se debe, aqu una relacin directa entre el

75
gasto de tiempo en meditar y las caz. Y su conjetra se vio compro
particularidades del estilo del aje bada, pues Gligoric, confuso por
drecista. Las situaciones que reque el modo de jugar al cmargen d
rfan una realizacin precisa y ofre toda regla, medit mucho; anduvo
dan menos posibildades para efec falto de tiempo ; cometi errores, y
tuar ideas combina[ol'ias originales perdi la panida.
resultaban elctraas, aburridas y
anormales a la abundante fantasa Diagrama nm. ]9
artstica del estilo de Bronstein.
Puede afirmarse que Botvinnik
combatia mejor la falta de tiempo
en posiciones con pocas piezas ; po

siciones que, en cambio, e'an para


Bronstein La piedra de toque.
Pueden citarse o t r o s casos.
Neslunetdinov, por e j e m p 1 o, se
orientaba con b a s t a o r e rapidez
en toda complicacin tctica; por
el contrario, anduvo escaso de tiem
po en la lucha de maniobra menos
compleja y ms reposada. Y Korch
noi invin16 ms tiempo en calcular
posibilidades de ataque que en la
defensa de posiciones cliffciles. Es
tos casos confirman la presencia de
una relacin causa-efecto del origen En esto sucedi 26. .. ., P XC!?
de la falta de tiempo con las par Acerca de ello, Gligoric dice: Eso
ticularidades 1ndividuales referentes es caracterstico de Tal. La conti
a los puntos flacos de la actividad nuacin 26 . . ., D X C ; 21. D X D,
mental. P X D; 28. TXT, C X PD era ms
El conocimiento de las propieda segura y objetiva para las negras,
des individuales del estilo del ad porque las blancas habran tenido
versario que, en ciertas posiciones, que conformarse con el logro de
le predisponen a meditar prolonga unas tablas... Pero las negras, con

damente, a menudo sirve de proce tando con la falta de tiempo del


dimiento de lucha psicolgica en oponente, optan por una posicin
la prctica. Vemoslo en la partida contundente para uno y otro bando,
GHgoric-Tal {torneo de pretendien en la cual las blancas se privan de
tes, ronda vigsimo tercera, 1959). su plan de juego.
e logr una pequea ventaja en Prosigui 27. T X D, T X T; 28.
el vigsimo sexto movimiento ; pero P3C, C7R +; 29. R2A, RllC; 30.
era dificil sacar provecho de eUa, C3R? (30. P4AI, TlR; 31. O X P),
debido al curso metdico y sose CSD; 3L P4A, T5R; 32. P4CR?,
gado de la partida. Considerando la T X P + ; 33. R2C, P X P, y las negras
tendencia de Gligoric a una lucha ganaron pronto.
basada en la lgica, Tal eligi una Adems de las sobredichas cau
continuacin arriesgada y contun sas subjetivas que originan la falta
dente para uno y otro bando, aun de tiempo, y que, a nuestro modo
que objetivamente fuese menos efi- de ver, son Jas ms importantes,

76
..
e alamos otras : las dudas relacio y cuve que hacer un enorme esfuerzo
nadas con los puntos de vista est para conseguir la victoria.
ticos, con ciertas posiciones y pro Cmo prevenir la enfermedad
cedimientos de juego modernos, et de la falta de tiempo, llamada acer
ctera. A modo de ejemplo, citamos radamente azote de este arte? Por
lo que Abervach recuerda de una de el breve relato de las causas que la
sus partidas que tena ganada, y en originan, se ha pod1do ver q11e los
1:.1 que vio dos posiblidades de ases signos de ella abarcan una extensa
tar el golpe definitivo; pero, en vez zona emocional y volitiva del ca
de verificarlas, empez a reflexionar rcter del ajedrecsta. El anlisis de
abstractivamente sobre cul era el las causas concretas que Ja produ
cen ayudar a determinar u n diag
medio ms correcto en orden a lo
nstico ms preciso en cada caso
esttico : la belleza elemental o la
particular, y esperamos que contri
clara y simple continuacin? Co.n
buya a combatir con ms eficacia
cluye diciendo: cA la postre, llegu
y mayor amplitud este complejo fe
a la lgica conclusin de que el sa
nmeno mental. Pues la falta de
crificio es una belleza innecesaria, y
tiempo no es la consecuencia for
opt por lo seg11ndo, porque me p:.l zosa de meditar sobre los secretos
reci mejor. Pero luego se vio com del arte del ajedrez, sino. mayor
probado que en dicha variante no mente, el resultado de la indebida
advertf la prdida de una pieza ; el postura del sujeto ante estos se
juego se complic extremadamente, cretos.

El pensamiento y la falta de tiempo

Hemos analizado la dinmica de Cuando falta el tiempo y hay


los procesos mentales. la aptitud del abundancia volitiva y desarrollo
ajedrecista para generalizar, y Las emocional, a menudo se obser\'a una
propiedades del sentido crCtico y de contradiccin entre la subjetha tP.n
la independencia del pensamiento dencia a elevar al mximo el e(eoto
cuando hay dficit de tiempo. de la actividad menntl y la objetiva
imposibilidad de comprender debi
Ante todo, debe advertirse que tal
damente la posicin y de solucio
dficit exige mucha agilidad de pen
narla. En suma, la solucin negativa
samiento. y pone extremamente en
de dicha contradiccin. como pr
tensin a los componentes emocio
dida material, decuido y error. hace
nales y voHtivos del carcter, por
que descienda bruscamente el tono
cuanto las acciones y movimientos emocional y vqlilivo del ajedrecista
deben realizarse sin dilacin. La ra por un perodo largo. La falta de
pidez con que cambian las situacio .tiempo somete el carcter a una
nes despierta el sentido de la res prueba diflcil, y jugar sistemtica
ponsabilidad en cada hiptesis, y mente sometido a ella facilita la
produce un estado de temor e inse tendencia a un descenso general de
guridad ante los propuestos y acep las cualidades volitivas y a una ele
tados medios de solucin. vacin de la excitabilidad emocional.

77
DirunJc:a de los proeesos mentales Diagrama mhn. 40

Por lo comn, cuando bay falta


de tiempo, dismlouye la aptitud para
verificar crtica y objetivamente los
cambios de situacin, y aumenta el
sostn en que se apoya la bsqueda
de una solucin en los elementos
estticos y relativamente constantes
de la posicin. Estas particularida
des del pensamiento se presentan de
dos form.as.
1) La tendencia a1 aspecto externo
de la evidencia, la derechura y la
naturalidad de las soluciones ele
gidas; esta tendencia se caracteriza
por una considerable reduccin del
nmero de alternativas examinadas.
.En una posicin saturada de posibi r.un movuDlento cualquiera. pue
lidades tcticas, el objeto de la me de ser e1 ataque directo contra una
ditacin suele ser una alternativa de las p iezas ms importantes del
que lleva en sf amenaza inmediata adversario, en un extremo dficit
o que facilita el rechazo de otra de tiempo. Entendemos que esta
amenaza. De esa manera, el ataque opcin no fue casual. Por cuanto
directo contra una pieza produce otro movimiento que rechazase la
una reaccin favorable a defenderla. amenaza contra el pen 4A (28. ...

La eleccin de un movimiento, con P x P ; 29. TXC) no satisfizo a las


dicionada por un motivo determina negras, y Reshevski eligi l8. . , .,
do, tambin suele ser una tendencia A4AD de entre los movimientos que
a atacar en seguida: amenaza de to hacen relacin a dicho principio. La
mar una pieza, dar mate, y as su . .., C4C1 propuesta
sutil variante l8
cesivamente; pues eJ juego se plan por Keres, daba a las negras una
tea con frecuencia segn el pcnci evidente superioridad; pero no pudo
pio de atacar vale tanto como de
fonnar parte deJ anlisis porque, en
fenderse.
extremas circuDStancias de falta de
Vemoslo en este fragmento de la
tiempo, no responda a ninguna de
partida Botvinnilc-.Reshevski (La Ha
las dos exigencias de la. soluc1n:
ya-Mosc, 1948).
la defensa y el ataque inmediatos.

(Vase dia&rama nm. 40) En una contundente lucha tc


tica. y si apremia el tiempo, la ne
Sobre esta posicin, Keres comen cesidad de atacar o defenderse in
ta: ePor faltarles tiempo, las negras mediatamente induce a un Jncons
no dan con una respuesta oportuna ciente, en cuanto al avalo objetlvo
Y hacen un movimiento cualquiera, de la posicin que va a producirse,
el cual les priva de las ventajas de cambio de piezas.
su posicin y, por consiguiente, de Vmoslo en la siguiente posicin
ganar la partida.. Resbevski hizo de la partida Boleslavskl-Pirts (Hl
28. . .., A4AD?? Lo curioso es que sinki, 1952).

78
Diagrama nm. 41 Diagrama mm. 42

Acuciado por el tiempo, Boleslavs Falto de tiempo, Reshevski opt


ki adopta automticamente un por la variante l9. A6A +?, C X A;
procedimiento lgico, y cambia u n 30. P XC, CSAI Por lo vislo, este
pen : 40. P X P? El anlisis pos intermedio y eficaz movimiento es
cap a su consideracin al estimar
terior demostr que este cambio era
obligatona la respuesta 30. . . ., D x P
errneo con 40. P.SC se ganaba la
lo que daba a las blancas la prepon
partida. El juego acab en un em
derancia despus de 31. TIC3R.
pate.
Casos como este, o parecidos, se
El clculo concreto se caracteriza dieron en las partidas Kan - Flor
por un ampllo diapasn de ramifi (Mosc, 1936) y Soetin - Krogius
caciones examinadas, pues a menu (Tbilisi, 1967); en ellas. flor y SuP...
do se omiten movimientos inter tin. escasos de tiempo, basaron su
medios y vanantes accesorias. Lo clculo en que el adversario debr::
cual mdica que la atencin no est aceptar el sacrico que le ofreefan
distribuida suficientemente cuando La tendencia a resolver directa
mente las posiciones que se desarro
falta tiempo. En cl clculo se des
Uan con relativa lentitud >" mamo
cubre un descenso de la capacidad
bra se manifiesta en. la elecci n d'
dlnlimica del pensamiento; en mu
movimientos asentada en meditb
chos ejemplos hemos observado que
tcnicos autorizados. Tal e.s la
los ajedrecistas cslculaban variantes
natural psicolgica de s i t u a
como si se guiasen por las reglas del
aUtotruitieamente peones en esea
juego de damas esto es, la obliga ques de color distinto del de los al
cin de aceptar el sacrificio de toda files ; de abrir unn salida en la po
pieza y pen. sicin deJ enroque, y asf sucesiva
A este respecto ofrecemos la si ente.
guiente posicin del encuentro Res cNo nos dejemos mfl11ir nWlca
hevski-Botvlnnik (La Haya - .Mosc, por el aparente bienestar que produoJ
1948). cen los movimientos lgicos, ad-

79
vierte Alekhlne. Esta advertencia da con JJ. P6A. Pero como el tiem
debe tenerse en cuenta cuando el po no permiti a Slmagin entrete
tiempo apremia. nerse en valorar las posibilidades
2) La tendencia a apoyarse en los dinmicas y ocultas que ofrecfa su
elementos estticos y relativamente posicin, &te tendi6 a restablecer
constantes de la posicin destaca cuanto antes el equilibr io material,
sobre todo cuando se intenta obte e hizo 33. C6A. Acerca de ello, dice:
ner ventaja material, Puede per Este ineficaz y catastrfico movi
derse la iniciativa; pero queda b miento no se me borra de la me
pieza ganada. La ventaja material moria. Por lo general, no acos
es una cosa segura. Esto es Jo que tumbro establecer en seguida el
ms o menos piensa el ajedrecita eqwlibrio matenal, despus de haber
que anda escaso de tiempo. Todo realizado una combinacin. . Los l
jugador tiende a romar cualquier timos minutos decidan el resuludo
pen que se le ofrezca cuando el del encuentro ; por ello, me preci
tiempo acucia, dice Bronsten. Los pit. E1 encuentro termin en un
momentos dinmicos que determi empate.
rum el valor de las piezas pasan a En tal sentido, tambin es ejem
segundo trmino. pues, carente de plar la partida Benko-GJlgorlc (Yu
tiempo, eJ a/edrecista no puede cal goslavia, 1959).
cular objetivamente el valor de ellas.
relativo por que vara de un movi
miento a otro; y asJ, Se gula por la Diagrama nm. 44
determinacin exterior del valor for
mal y absoluto de las mismas.
Vemoslo en esta posicin de la
part1da Simagin-Udovchichi, Belgra
do, 1961).

Diagrama nm. 4J

Benko experimenta falta de tiem


po. Al ver que las negras amenazan
con ganar un pen, mediante 34. . . .,
TlT, decide mantener r;:ipidamente
el equilibrio material, l o que .mo
mentneamente es oportuno. Pro
sigui 34. P3T, P X P; 3S. A 'X P,
Las blancas lograron un uerte T4B; 36. A6D? Esto ya es un error,
ataque, tras haber sacrificado dos aunque comprensible si se tiene en
calidades. Aqu se ganaba en segui- cuenta la tendencia de las blancas

80
a no J)f!rmitr ninguna prdida ma Diagrama nm. 45
terial. Era mejor sacrificar por bre
ve tiempo un J)f!n: 36. AlA, T4CD;
37. AZD, TXP; 38. AXA, PXA;
l!l. TJA, Y las blancas acercan el
rey a dicho pen y lo ganan. En la
pan1da, Gllgoric logr una posicin
\'tntajosa.
Por iguales consideraciones que
en la tendencia a consegUir ventaja
matenol, el ajedrecista procura ocu
par un punto importante con una
p1eza, asegurar a su rey un buen
refugio. etc.
Las dos tendencias en cuestin
hacen que se sobreestime la impor
tancia de Jos elementos estticos de
la posiCin y se valoren con escasa
objeuvidad las posibiUdades dm En los encuentros Euwe-Reshevski
mtcas. En la prctica esto supone y SmisJov-Keres (torneo La Haya
un descenso de la capacidad de pre Mosc, 1948) abundan las sorpresas
\'er cualquier truco tctico y r producidas por la falta de tiempo.
plica inesperada del adversario. Ta
les trucos y trampas suelen dar
buenos resultados cuando el tiempo La aptitud del ajedrecista para
se agot:l : pero no por su objetividad. generallzar y abstraerse
sino por su sorpresa. Y generalmente
se basan en la evidente y lgica res Bronstein dice : A medida que
puesra del competidor, que cae en se acerca la !alta de tiempo dismi
la trampa al no advertir el encu nule la estrategia y aumenta la tc
bierto peligro que puede entraar tica. Conviene sdalar que, al faJ.
un mo,imiento ingenuo. tar tiempo, se tiende a rt'SOiver los
Lo cual puede verse en la partida problemas que plantean determina
Resbevski Keres (La Haya . Mosc, dos objetivos concretos: las c:onsi
1948). deraclones sobre la integridad de
un plan estratgico nico y el ava
<Vase diarama num. 45) ho general de la posictn pasan al
plano posterior. y el contenido de
las Ideas tcricas se empobrece sen
Con motivo del movimiento 3S.
siblemente, porque el cllculo uene.
PST, Keres d1ce: t.Es un truco habi
un carcter ms reducido al estar
tual cuando escasea el tiempo. >.
las negras pican en el anzuelo. Ob orientado hacia eJ logro de obfedvos
inmediatos y fciles de comprobar
jetivamente era mejor 35. C5D.,
Despu.!s de la evtdente, pero err por el anlisis; y as, los elementos
nea, respuesta JS. . ., P4CR (era
.
tcticos y estratgtcos no se mani
ms lgico y eficaz 3 5. .. , P X P),
.
fiestan con tanta claridad como
con la cual Reshevski cont, las cuando se juega en condtclones nor
blancas llevaron una ventaja deci ma)es. Sm embargo. Bronstein est
siva y ganaron pronto la partida. en lo cteno, pues. cuando elige un

81
movimiento, caracteri2a una impor dj el cambto de damas. Posible
tante particul3ridad del ajedrecista mente, tal de<:istn fue motivada por
compelido por el tiempo; el des la falta de tieml'()...
censo de la e3pacidad para valorar Sobre w causas de la simpWca
toda la posicin, y Ja tendencia a cin, Bro.osteln opina: Ya no bab(a
sen>lrse de los elementos particu tiempo para calcular la variante;
lares y a las veces aislados de la por ello, se comprende que Resbevs
misma ; en ello, la tlctica resulta ki optase por una continuacin ms
ser un componente surior a la simple... Acerca de la posicin del
estrategia, incluso aur d o n d e el encuentro SJmag.in - Udovc:hich, el
clculo de la variante es reducido. cual hemos visto, Simagin dice que
En la falta de tiempo, estas parti decidi forzar la simplificacin de la
cularl<bdes de la actividad mental partida por faltarle tiempo; y asl,
se caracterizan por lo siguiente: se le malogr la victoria.
1) La tendencia a simplificar, o Pero se dan casos en que la ob
lo que es lo mismo, a desbrozar y
jetiva exigencia de la posicin y las
reducir la posicin, se debe a la particularidades de la falta de tjem
objetiva necesidad y comprensin de po no se contradicen cuando el aje
que es de todo punto m pos{ble re drecista tiende a simplilic.ar la luc:ba.
solver satisfactoriamente los proble Comnmente, estos casos son carac
mas que plantean las situaciones tersticos de una posicin con ven
complejas y dntnicas. taja material o con ciertas posibili
La simplificacin de la posicin dades estratgicas.
se logra con el cambio o la limita Vemoslo en este fragmento de
cin de la movilidad de las piezas la partida Ragozin-Taimanov (tenia
del oponente, y suele precipitarla grado, 1956).
aquel que lleva ventaja o su posicin
equ1vaJe a la de su contrincante. Por Diagrama nm. 46
l o general, el mtodo de simpUflca
cin no se aplica a las posiciones
demasiado diffciles, por cuanto pue
de brindar al adversario la posiblJi
dad de realizar su preponderancia.
Las ms de las veces, dicha tenden
cia no es objetivamente correcta, y
est dictada por las dudas de carc
ter emocional negativo que ocasiona
la escasez de tiempo.
Con motivo del cambio de damas
propuesto por Benko en su partida
con Keres (Yugoslavia, !959), Ra
gozin djce : Al disponer armnica
mente sus piezas, las blancas pre
ponderaron de un modo considera
ble en la posicin. Y las neras es Las blancas se hallan en una (alta
tuvieron reducidas en el centro y de tiempo extrema y, por lo mismo,
privadas de todo contrajuego. Se deciden simpilicar
1 la pos1C16n, con
poda reforzar la presin, haciendo formtndose con restituir al adver
23. C4AR. De pronto, Benko deci- sario una parte de su ventaja mate-

82
rial: H. TIA, C'A+'; 35. T XC, de tiempo agobiadorns ; por lo cual
T X T, ) ganaron pronto la partida. ambos contendientes se limitaron a
2) La tendencia a simpb1ic:ar la hacer JUpdas neutrales, con el fm
poslc1n sobcevie junto coa la de no menoscabar su posicin eon
renuncia a tomar dec:i$iooes compli nl&un movimiento des3certado.a
c:adas : en tal caso, se adopta la tic
Esta!> palabras reflejan que es di
11ca de espera durante la falta de
Hcll psicolgu:amente tomilr una de
tiempo.
terminacin cuando el empo esca
Esto se observa cuando el ajedre sea. porque no se puede medttar en
c1 ta valor. co.o bastante acierto su debida forma sobre ella. y su valo
suuacin: s i la considera desespe racin depende de los momentos
ranudora, entonces acepta cualquier circuntanciales. En este mlmo sen
complcacn con tal de hallar una tido s.e manifiesta Bronstem al aoa
salida. hur la partida Stah1ber&Boleslavski
La 6igu1ente posicin pertenece a (ZUrlch, 1953): .. No se puede hacer
la partida Nedelkovicb WohJpert t:1l variante cuando el tiempo apre
(Belsrado, 1961). miA.
Las parucbs que Sm.-Jov fu con
Euwe, Gelle.r y Petro.".an (torneo de
DzgTflmll mim. 47
pretendientes, Zilrich, 1953), Y en
las que repiti una serat de movi
mientos con el fin de tomar una

determinacin despus de haber re


cuperado el tiempo, son de Impor
tancia y utilidad para comprender
las particularidades del pensamen
to que "enimos refiriendo.
En los casos a.oalizados se ha po
dJdo observar un descenso de la
acuvadad mental y la pruencaa de
lrreolucin. En la pctlca se pro
ducen lo) llamados laques por fal
de uempo, a consecuencia de que
la act1tud de espera mbi.!n depen
de del contrincante, que trata de
frustrarla. Dichos jaqu no "e deben
A&obiadas por el tiempo, las bla.o mayormente a u.o plan determinado,
cas dlfmeron para m tarde la bs donde el jaque es uno de suo esla
queda de un plan que les permitiese bones. 5100 al propsto de demorar
realizotr su preponderancia en la po loa pl:lnes del adverio y a prolon
sacan: por lo cual el rey blanco pr la toma de cualquaer decisin
baUJ diez movam.aentOI por el cua prop11, y con frecuencl.a son errores
dndo '3A-4A-4D-'3D. que empeoran consderablemente la
Sobre una de sus partidas de la posicin de aquel que los c.
c:ompeucin del afio 1948, Keres Lo cual puede verse en e!ote frag
comenta: oLos ltimos movimien mento de la parlada Winter-Capa
tos Cueron hechos en circunstancias blnnca (Nottingham, 1936).

83
Diagrama nm. 48 pen; pero despus se entretuvieron
en maniobrar con las torres por sus
escaques lAD, lAR, lAD, 2AR,
SAR, 2AR y lAR en vez de recha
zar metdicamente las amenazas,
poco peligrosas. del adversario. Cada
una de estas maniobras fue un acto
defensivo u ofensivo de una jugada
y no el eslabn de un plan nico. Y
las negras pronto perdJeron su pre
ponderancia.
Una situacin anloga se ve en
el encuentro Benko-Ker.es (Yugos
lavia, 19S9).

Diagrama nm. 49

La situacin de las negras em


peorarla despus de 37. D4A. Pero
a Winter se le agota el tiempo, y
decide dar jaque a fin de recupe
rarlo y luego analizar la posicin.
Prosigui 31. D7T+11, y las blancas
hubieron de rendirse, porque el rey
negro dio inesperadamente con un
refugio seguro, mientras que su co
lega blanco estaba indefenso de la
amenaza de mate.
En su partida con Geller (Belgra
do, 1961), Udovchicb tambin per
di al da! un iaque por falta de
tiempo en espera de poder tomar
una decisin. Prosigui 39. P6A +, RXP. Aqui
Hemos visto que la tendencia a era de esperar 40. AJT, porque en
simplificar, a emplear la tctica de ello se basa el sentido del sacrifi
espera y a eludir las soluciones com cio del pen ; pero Benko no llev
plicadas e importantes causa la frag a rmino su idea, sino que jug
mentacin del pensamiento y la in 40. D3R1, y perdi luego de 40. . . .,
consecuencia del juego; se altera el P1C. Be acu( un caso de fragmen
lgico enlace entre los movimientos tacin total del pensamiento 1
aislados, se contradicen Jos proyec Las partidas Olafsonn-Tal y Gl
tos posteriores con Jos anteriores, y goric- Smjslov, pertenecientes tam
se produce una confusin de ideas. bin al torneo yugoslavo, son un
Por Jo comn, eJ juego con falta de ejemplo de fragmentacin del pen
tiempo consta de planes de un solo samJento y de inconsecuencia del
movimiento desligados u o o s de juego por falta de tiempo.
otros. Nos parece que la inconsecuen
En la partida Kan-Ragozin (Mos cia del juego no se produjo casual
c, 1936), las negras ganaron un mente en los numerosos ejemplos

84
citados antes : la lru:llnacn a re racteriza por rehuir, en Jo posible,
'
solver los problemas retativamente las operaciones activas que impli
aislados ocup el lugar del plantea quen cualquier riesgo. Acerca de su
miento estratgico de la partida; partida con .Botvinnik (torneo La
planteamiento que reune las opera Haya-Mosc, 1948), Keres dice que
ciones tcticas aisladas y las cQm el apremio del tiempo no le permi
pacta. Ello motiva que, poco a poco ti calcular una variante compleja
y con ayuda de la falta de tiempo, y activ ; y as opt por una defensa
se altere la sucesin de las etapas pasiva. En el anlisis posterior se
de la partida y desaparezca la con pudo comprobar que dicha variante
tinuidad, o motivacin lgica de las aseguraba el empate; pero .Keres
resoluciones estratgicas fundamen perdi la partida. Igualmente, en el
tales. encuentro Botvinnik Smislov, per
teneciente a aquel torneo, l.as blan
c.as, acuciadas por el tiempo, no se
Particularidades del sentido
decidieron a que su rey hiciera una
critico del pensamiento
incursin activa relacionada con el
en la falta de tiempo
sacrificio de un pen, y perdieron
la posibilidad de ganar.
Ya hemos sealado que el ajedre
La siguiente posicin es del en
cista agobiado por el tiempo tiende
cuentro Flor - Capablanca (Mosc,
a rebuil' toda decisin importante,
1936).
a simplificar y a sostenerse e n los
elementos estticos y relativamente Diagramt nzm. 50
constantes de Ja posicin; con ello
est ntimamente relacionado el des
censo del sentido crftico del pen
samiento. Por un lado, esto se ma
nifiesta con excesiva pasividad de
las ideas, falta de fe en las posibi
lidades activas y renuncia a tratar
el contenido de la posicin propia ;
por otro, con la exageracin del
poder de los planes activos del ad
versario. De esa manera, se produce
una actitud carente de sentido cr
tico ante las posibilidades del con
trincante y de las propias. La ca
rencia de dicho sentido sobreviene
a menudo junto con la estrechez de
la atencin y del pensamiento. La
idea exagerada del poder de las ame Las blancas llevan la venfaja de
nazas adversarias produce con fre una calidad. EJ movimiento 30.
cuencia una sobreexcitacin, que in T7AI decidfa la partida, por cuanto
duce a tomar decisiones m
i pulsivas armonizaba perf-ectamente con la
y arriesgadas. Veamos ms detalla postura atacante de las otras piezas.
damente 1as particularidades en ApremiadD por el tiempo. Flor de
cuestin. cidi, sin embargo, reagrupar sus
1) La tendencia a elegir continua piezas cerca del rey para defenderlo.
ciones relativamente pasivas se ca- Prosigui 30. A4C?, CXA; 31. PXC,

85
RlC )l. TlD? (era mJs eficaz 32. poco de H. .. ., T8A+. El movi
T7A;, AlT; )). OSA+, Y la partida miento H. D3T era un medio de
term1n pronto en tablas. fen..'iv
i o; pero no lo tendra en cuen
Un caso anlogo ocurri en el en ta, por causa del aislanuento de sus
cuentro Kl'ogius-Korcbnoi (Tbilisl, fuerzas.
1967). Las blancas calcularon las En la falta de ttempo se observa
consecuencias del atrayente S3crifi una clara tendencia a renovar el
cio de una torre; tanto, que la falta seguro de vida. Esto es, a situar
de uempo se cerni sobre ellas y las piezas segn el pnncapio: eNo
hubieron de etegtr una continu..cin hace falta mucho; basta con que se
menos contundente, pero ms segu. defiendan unas a otras.
ra; a la postre se produjo el empate. No pretendemos ni mucho menos
La tendencia a la pasividad se ma c-ensurar los racionales mtodos de
mesta frecuentemente al querer lucha aprobados por la prctica.
aegurar la defensa mutua de un Los ejemplos que hemos citado so
grupo de piezas. lo cual ha de atn bre este tema, y sobre otros, mues
buirse a la esuechez del pensamien trnn solamente los casos de comisin
to y de la reconcentracin produ de errores por causa de falta de
Cida por 111 falta de tiempo. El temor tiempo, y su objeto es nicamente
a perder una de las piezas disemina ilustrar nuestra opinin de que la
das por el tablero obliga a reagru aptitud de la actividad mental dis
parl:ls. en lo posible, al objeto de minuye por la misma causa.
distribuir mejor la atencin. 2) La tendencia a sobreestimar el
Ve:imosJo en este fragmento de efecto de las posibilidades activas
la pilrtida Euwe-Keres (La Haya del adversario distingue por lo ge
Moscu, 1948). neral a muchos ajedrecistaS, y la
falta de tiempo le da un impulso
Diagrama nm. 51 coosjderabJe. En circunstancias de
juego normales, el jugador precavi
do valora con ms o menos objeu
vidad un peligro; pero cuando no
tiene tiempo para analizar, busca
una respuesta p3ra defenderse in
mtamente y no para rechnar
los propsitos del adversario.
Esto se ve Uusuado en la posicin
de Ja panida Chirich-Pologaaevsk.i
(Vmiacbka Bania, 196S).

(Vwe diagrama nm. 52)

Aqu(, Cbarich jug errneamente


40. TlRlD. A este respecto, dice:
Apremiado por el tiempo, me pa
reci peligrosfsima la amenaza del
Con el fin de rugrupar sus pie adversario en su diagonal 1TD-
en el centro, Euwe hizo 34.
'Za.S 8TR; por eso hice ese eeficaz
D4D7, olvidando que su rey estaba movimiento en vez de 40. TX PCD;
en peligro, y hubo de rendirse o de haber hecho ste, y no el otro,

86
Dwgrama nm. 52 remito al encuentro Kroglus-O:mos
(Tbilisi, 1967). En J. las blancas
quisieron acelerar el empate des
pu& de bar analizado b posicin
que se iba a producir ; jugada tras
jugada 1ban convencindoe de que
su ctlculo era exacto y dando cada
vez mayor importancia a las ame
na-zas del adversario, hasta qoe de
pronto mudaron de propsito: ini
ciaron un ataque a la \entura y
perdieron la partida. Lo ctW se
de a la fuerte impresin que les
causaron las amenaus avance de
-

los peones libres deJ centro del com


petidor ; Impresin que produjo una
reaccin emocional ncgatha e hizo
Que de$cendiese bruscamente el sen
el resultado de la partida no ofrecfu ico del pensamiento.
tido c:rCt
duda. Tras cotejar las caracterCstiC3S del
La inseguridad en el valor de la estado psCquJco del uJeto cuando
posicin propia y la sobreestimacin est a la defensiva y cuando a la
del de las posibilidades activas del ofensiva, se ha comprobado que
competidor producen las dedsiones le es ms dltccil sus acciones defen
Impulsivas y el juego al azar cuan sivas. El estratega M. V. Frunze
do falta tiempo. Y esto no es segu dice : Considero que el ataque ac
ridad na audacia, sino jugar a la ta siempre en la psicologfa del ad
ventura para librarse de la tensin versario, de modo que ello basta
olltiva y emocional. Esto nos trae para incrementar la libertAd de ac
a la memoria cuando a veces se CJn. Este criterio es aplicable al
presentan serias dificultades en la ajedrez : por esa razn, la tenden
vida cotidiana y el sujeto se e-cansa Cia a la pasividad, a la defensa, oca
de luchar con ellas, entonces se sionada por Ja faltA de tiempo, di
cruza de brazos o acta impulsiva ficulta gownar las acciones y fa
mente y al azar con el lm de salvar clita el desarrollo de la carencta de
las como sea y librarse de su nervio sentido crtico, de n i dependencia;
sidad .En tal estado se encuentra a
. y de otros defectos del pensamiento.
veces el ajedrecista apremiado por Los casos que hemos examinado
el tiempo. Una serie de entrevistas no se deben estimar inevitables en
reallzadas despu de una sesin de toda contienda en que mterviene la
juego han mostrado que los maestros escasez de tiempo, pues cualqwer
tJtpuimentados no pueden explicar epusodio concreto de sta tambil!n
el por qul! de ciertos movimientos contiene sutilezas espec:ficas que
contradictorios con el sentido co dependen de las circun!it<ncias y de
mn, y afirman que, en general, los los competidores, Nos hemos dete
han hecho contraviniendo a su con rudo slo ea cierw tendencias ,e.
cepcn del ajedrez, y en particular nerales que, a nuestro modo de ver,
a los designios formados durante la son importantes para todo posterior
partida. Para citar un ejemplo me estudio de este complejo problema.

87
La io.Ouencla negativa de la falta de tiempo

En el examen de las partlculatt dice : Temiendo cometer un error,


dades del pensamiento en circuns por faltarte tiempo, Reshevslti deci
tancias de carencia de ue.mpo se ba di de antemano hacer los movi
descubierto una tendencia eneral a mientos TJA. TJD, TJ-70 y T7AR,
descender el rendimiento de la ac lo cual era realizable si el pen ne
cividad mental. Esto suscita dos pre gro continuaba en la casilla 6C;
guntas interesantes: es regular el pero daba a las negras la posibilidad
descenso de la capacidad de trabajo de salvarse si dicho pen consegula
del pensamiento?. y quE valor tie situarse n la 7C.
nen Jos componentes mentales, como La partida prosigui 34. T3A,
lgica, intuicin e imaginacin ar P7C; JS. TJD, AlA; 36. TI7D (era
dstica, en tales casos? mejor T8D, por cuanto las negras
Para contestar a ellas conviene estaban salvadas, ttas haber adelan
primero detenerse en las particula tado el pen ; pero Resbevski pro
ridades de la relacin recproca en sigui en su plan), A4A; 37. T8D+,
tre la experiencia general del aje AlA; 38. T8.SC, y las negras aban
drecista, la particular del asunto que donaron el juego.
se ha desarrollado anteriormente en
En el anlisis de este ejemplo se
la panida, y el juego de aqul.
advierte que el juego de las blancas
Para lo cual nos remitimos al si
se apoy mayormente en el Cllculo
guiente fragmento de la partida Res
hecho con antelacin, es decir, en
hcvski-Boleslavski (Zrlch, 1953),
la maniobra T3A, T3D, T)-70, y
en la previa valoracin general de
Diagrama ntim. SJ
las posiciones que se produjesen.
De ese modo, dicho juego estuvo
darectamenle relacionado con la ex
periencia del asunto desarrollado
anteriormente en la partida. aunque
Cue errnea la previa conclusin de
que la maniobra T3-7D era efectiva;
o sea, cas
i se baha previsto lo que
iba a suceder en medio de la falta
de tiempo.
Sin embargo, con frecuencia se
observan casos en que las ideas tc
ticas o estratgicas previstas ya en
La apertura, o al comienzo del medio
fuego. no se realizan en seguida, sino
mucho despus y en circUIIStancias
de escasez de tiempo. Por ejemplo :
Reshevski andaba apurado de en el encuentro Flor-Ragozin (Mos
tiempo. Para comprender el poste c, 1936), las negras trazaron un
rior curso de la lucha es imprescin plan, consistente en el enrgico mo
dible considerar lo que Bronstein vimiento PSD en el transcurso de los

88
movlmJentos decunospumo y vige comnmente se consideran idnti
simoqumto; slo consiguieron rea cas; en Ja primera, el juego no tie
lizarlo en el rrlgesimotercero, des ne la experiencia parucutar del
pus de diversos cambios de situa asumo que se ha desarrollado an
CIn y cuando intervenia la falta de teriormente; en la segunda, por eJ
oempo. Desde luego, las considera contrario, eJ juego ofrece ms posi
ciones sobre las ventajas y des.ven bilidades de abordar la eleccin ar
taias de dicho plan, hechas unos tstica de una solucin, grac1as a las
veinte movuruentos antes, inlluye etapas precedentes del desarrollo de
ron en la decisin de las negras. la posicin. Pue. al producirse la
Las mI presiones emocionales falta de uempo, la posicin ya tiene
ferentes al curso nterior de la par su estructura y se reahzan planes
tida y la experiencia emocional de consecutivos } operacJones ccucas,
encuentros anteriores con el opo al contrario de la partida rpida en
nente a quien volvemos a enfren que predomina el cambio cru>U.JI de
tarnos actan mfluyendo en la obje situaciones en el tablero, y la expe
tividad del anlisis si el tiempo riencia anterior del ajedrecista se
apremia. En su partida con Keres reproduce de modo fragmentario y,
(Tallin, 1965), Korchnoi no advir mayormente, se reduce a estblecer
ti a tiempo la configuracin del una relacin de semejaiWl entre los
ataque que su adversario iba a em ndicios exteriores de la posicin.
pezar, por un lado por encontrarse S en la falta de tiempo el ajedrecis
bajo los efe<'tos del desarrollo de ta apoya su medJtacin en lo:. cono
su iniciativa en la primera mitad de cimientos anteriores y los relaciona
la panida, y por otro influyeron en con todo el curso del juego presente,
l los anteriores encuentros con su en la partida rpida tales conoci
competidor, los cuales haban re mientos no son ms que recuerdos
dundado en beneficio de ste. incompletos. Y Ja caracter(tica de
Por tanto, se puede fundadamen estos dos fenmenos tambit:n es di
tc .J!irmar que la falta de tiempo ferente. Bronstein dice que es mu
e una !ase de la partida y, por Jo cho ms fc1l jugar una partida
mismo, est mmterrumpidamente li rpida en un minuro que halJar un
gada con la evolucin precedente, movimiento eficaz en cinco o dju
pues en ella se conserva, en cieno minutos en una part1da seria. La
modo, la sucesin de planes traza falta de uempo Implica una exclu
dos anteriormente, de ideas tcticas Siva saturacin de procesos \'ohu
y de avaJos de la posicin e inter vos y emocionales que ponen en
viene la experiencia anterior del aje tensin a la actividad mental. El
dreciSta en una forma artstica re citado autor dice fundadamente :
hecha y aplicable a las nuevas cir No es ningn secreto que cada uoo
cunstancias concretas. Por ello, di de nosotros olvida por entero el mo
cha experiencia, concretada en la vimiento nnotado en el transcurso
nueva fase de la partida, influye de los diez primeros minutos, des
considerableml!nte en el pensamien pus de haberse librado feJim.ente
to de aqul y le ayuda o le estorba de la falta de tiempo. Y puede \'el
cuando acucia el tiempo. ver a meditar una vez se le han
Debe seftaJarse la diferencia fun calmado los nervios.. La part1da
damental que hay entre la partida rpida no causa tan profundas y
rpida y In falta de tiempo, porque firmes impresiones, y su juego pro-

89
duce con lrcuenc; un relajauuento una poslc1D predomio.ante en el C.
emocional: esto noc fac:ulta a no c:aque 40; adem, amenau el avan
c:o.uiderarla como un medio efic:u ce P4AR nearo. etc:itua) que no

pera ejerclta.rK en el uqo


j c:oD 61Jta constituyen uu deduccin Jeocral.
de tiempo; en cambio, es muy til La capacidad pan bacer una
para preparar a loe ajedrecistas que loracln 1enerat y lsic:a de b si
llevan mucho tiempo ain haber par tuacln suele disminuir considera
ticipado en torneos, pues les ayuda blemente cuando Do hay tempo. So
a restablecer la pric:tic:a y a refor bre este partic:ular, Korchnoi co
zar los procedimientos tknicos. menta : cLo m importante y dt
As{, pues. hemos setlalado la re lfcil ea decidir dnde las piezas
lac1n de la Wta de tiempo con la estao mejor situadas o qui re
uperiencia del uunto que la ha Jrupamlanto. conviene que hap el
precedido, y la aran importancia que oponente; dicho de otro modo, dar
estA nptriencia tiene cuando el una valoracin estrat&lca a las po
tiempo apremia. Antes de examinar slcloncs que van a producir las va
el papel que represenra.o los par riantes caJcul.adas.a
ticulares compooentes del pensa Por lo comn, el d.lculo de VI
miento en circunstancias de falta riantes es bastante reducido; se
de dempo, debe advertirle que todos analizan lu s\mples y no las c:om.
ellos tienen un ndice de producti plcadas esto es. las de dos o tre
vidad m elevado cuando la esca movimientos que presenten Inmi
sn de tiempo estll mds ligada con las nentes amenar.as del competidor o
posiciones de las etapu precedentes posibilidades evidentes de la posi
de la partida. Podr!an Citarse varios cin propia. Tambin el nmero de
eJemplos de partidas en que lO$ ale variantes que abarca la atencin se
drec:isw acuciadoa por el tiempo reduce a d01 o tres alternativas.
realizan un juego ex.celente. Sin em Por esa razn. al. imprevisto movi
bato, el aa.tlsis de estas partidas miento del adversario sucede una
demuestra que en ellas los varios ruc:cin mlnima; o sea, se rupon
i de c:on un movuniento que ha 11do
estilos tenen wu misma tendencia :
previsto para otra combinacin. Con
se observa meJor calidad de Juego
todo, el dlculo de variantes, a pepr
cuando la falta de tiempo aparece
de su estreche y limitacin. es uno
paularirwnente y sin cambios brus
i
de los nstrumentos fuodamentalu
cos en el rranscuno de la partida.
del pensamiento cuando se experi
menta falta de tiempo, porque aqul
las consideraciones generales paan
LOS COIIIIpollCIItes del llSI.IDitatO
al plano posterior y el objetivo fun
damental es resolver los problemas
La escasez de tiempo dificulta va
partlcularea de la posicin.
lorar la posicin mediante deduccio
nes. En 106 casos en que las valora
ciones del perfodo precedente a la La laualcl6a
Wta de tiempo dejan de actuar. el
avahlo lic:o de la posicin es con Se manifiesta precisamente en las
frecuencia un.t combinacin de jui posiciones 5imilares a s1tuac:ioDti
ci06 liSiados (en el fbDc:o de la da que han sido el objeto del anthsls
ma -;e tiene UD pen de m's: en en el pedodo precedente a la falta
cambio, el cnbo.Uo adversario ocupa de tiempo; pero en ellas la com

90
probacin de las h.P6tesia intuiti yen la imaginacin; o sea1 lo tma
vas, mediante el aruUsis lgico y glllaein b3sada hasta cierro punto
consecutivo, tampoco se re3liza con en los conocimientos anterores. Y
la debida exactitud. All dond la as(, puede afirmarse, por ms para
l&ica conunuidad de la panida se djco que paruca. que los mtod05
quebranta, no se produce por lo e- estereotipados de juego on. en cier
neral la suposicin mtultlva. Sin to modo, convenientes para salir
embargo, en la falta de tiempo airoso de la falta de tiempo. En ello,
puede observar a menudo la rptda no hacen falta grandes de.scubrimten
evisln de amenazas cucas y tos; lo importante es hacer los mo
otros elementos de la posicin y la vimientos en su momento oportuno.
elecCJn de movimientos sin medJ Incluso partiendo del breve resu
W' previamente. El psiclogo Pooo men de las particularidades del pen
mariev no incluye Qt.as operaciones samiento, de Lt intuicin }1 de la
en la intuicin creadora. Conveni fantasa lgtcos, se puede admitir
mos totalmente con su cr iteri o l..a
. que la capacidad creadora del aje
mstantinea .visin de combinacio drecista disminuye en cU"cunSt3n
nes, de matices de la poslctn, no cas de falta de tiempo; en ellas, el
supone un hallazgo de nuevas y on hbito, los procedJmtentos estereo
ginales ideas de la estrategia y la tipados y el reducido clculo con
tifclica del ajedrez, ni una intuicin creto de la variante determinan el
creadora, sno. como se ha <IJcbo. conterudo del juego; no la bsqueda
unos componentes aautomauzados de lo nuevo y lo orgmal. Por con
del pensam1ento; hbitos intelectua siguiente, se observa cierta estre
les propios y pnvauvos del ajedre chez en la dtnamica ardstca. Como
CISta. Tale:. 1deas tcticas, o sutile :;e sabt, el valor relativo de las pic
zas de la posicin, han sido estudia
us y 1 escaques y el colbtante
das en otro tiempo y convertidas cambio de la .;ituacin en el ta
en procedimientos automatizad()!
blero son elementos que unen las
tras una aplicacin prolongada en la
correlactones temporales y espada
pnicuca.
le. En la accin dinmica del pen
D1chos hbitos intelectuales m snmiento se reflejan la unidad y la
btn son Importantes en el ajedrez. dependencia reciproca del concepto
por cuanto SJn ello. no sera posible
de tiempo y espacio en el juego de
orientarse en la diversidad de va
ajedret.. En la falta de tiempo, y
riantes. ni distinguir lo conocido de
con el descenso de la din.n:uca del
lo desconootdo, o comparar y anali
pensamiento y la atencn. se que
zar. Eo la falta de uempo adquieren
branta la obithidad pel'l:epuva dt
panicular importancia debido a que
las correlacion espaciotiempo.
la intuicin y la abstraccin llttca
pierden efectividad. Por Jo mismo,
la imaginacin del jedrecista Im
El estilo y la (altll de tltmpo
pelido por el tiempo no trcne gene
ralmente carcter creador. La previ
Como ya se ha seffalado, la falta
sin abarca la perpectiva ms in
de tiempo es un estado mental del
mediata (comnmente dos o rres
ajedrecista y \e produce por una
movimientOii) y se funda en el lc:u
u otra c!Wdad indhidual.
lo de la variante. Por o. predomi
nan los mecansmO!l que reconstru Por ello, es muy importante in

91
umur establecer la relacin entre el El arte de Borvnnik y de Por
e:oulo del aedrecista ) su predtspo ush ofrece un cuadro distinto; es
stcn a la falla de tiempo Y el buen tos dos maestros expenmentan con
btto del juego en la misma. Se frecuencia {alta de tiempo produ
pu.ede hablar con pl'Optedad de la cida por una situacin compleja y
presenci:J de tal relacin. pues el dnumJca c:arada de movos comba
esttlo del ajedrecist.J refteja en gran natorios, entre los cuales el brusco
parte los rascos de su carcter y cambio de los aconteciJDJentos y el
temperamento. garo de la partida son un catahu
Durante la 1 V Espartacada de la dora poderoso, y en ella joean con
RFSSR rLeningrado. 1967) hicimos menos espntu prctico y cometen
utttl encueln referente a este asun ms errores.
to. Los caento vemticuatro cuestlo En cambio, la causa de la falta
n.trio. rellenados por los partica de tiempo de Korchnoi es dsunta :
pantes en dicha comperic1n. con las tempestades combinatorias no le
ttenen intereantes dltos que per antranqualizan demasiado; medata
miten hablar con caerta seguridad ms sobre el ataque., para lo cual
de que e\bte una relacin entre el quema :.us naves, o sobre Situacio
e,uJo el apeo a la falt: e uempo. nes en que el c41culo concreto de
Basta dar una ojeada a la obra la variante no es posable, y que re
de los repruentanw: del arte aje quaeren una valoracin bastante ab:.
drecista. de 1 grand ltlllesuos de tracta
di\ ersas tendencias .lrtfstrcas, para No es frecuente ver a Spasski
\llr cierta regularidad en su actitud acucaado por el tiempo si lo est,
ante la falta de tiempo. se debe. ms que a la posicin, a la

Carabl:lnca y Petrosian se pare sorpresa psacolgaca que le da su


cen mucho en el estilo de juego advel'$1no. La uruvel'$1Jidad de su
abundante antuicn, dominio per esttlo le permite jugar las ms di
fecto de la tctica, tendenCJ.a a la versas satuacones y le ofrece mu
smpliddad y claridad de los a, chas \'entajas. como forur al ad
lua,\: adems. les une la poco !re \lergrao a que juegue en posiciones
cuente falta de tiempo en sus p3r que no 'Ion de su agrado. 1 Pueto el
tda<;. Si al&una \tz la han tenado. prop1o Spasski no conoce poscro
debe principalmente a la necer nes de..agradablesl Pero cuando no
d.ad de solucaonar nue,os .) complt lo consague y se ve forzado a encau
cadn\ problemas e:.tratgicos. Lo zar la paruda por la estrecha ces
cual puede 'erse en 1.1 pllttidas de peclallzac1n de su con trancantc,
Capablanca en el torneo de A. V empieza n vacilar ms de lo habitual
R O. 1 1918) y las de Petrosan en y. 3 veces. anda escaso de tiempo.
sus encuen1ro con Botvinnik (196)) Y as, puede afirmarse que cada
) con Spasskl ( 1 9661. Por lo gene ajedrecista tiene su estilo y su falLa
ral. los do han jug:tdo excelente de tiempo propios y pravativos.
mente en la falta de uempo, pue Como es d1Licil valorar la importan
en ella han m::rufestado un perfecto caa pracuca de un ulterior estudio
dommao de los hb1tos de juego y de este problema. debe considerarse
proceduniento tcnicos. asunto de futuras investigaciones.

92
Con cjos prcticos

Las parucularidades psicolttlcas en la falta de uempo: cometi un


del juego prec:o cuando al compe error, ) perdi la panula. Sobre otro
tidor se le acota el uempo, y los caso l&ual, ocurndo en la pruda
problemas que plante;a librarse FlorNovoteloov (Mosc, 1950), Pa
oportunamente de la falta de uem nov comenta: oNo\otelnov expcri
po prop1a. uenen mucha importancia ment falta de uempo en el vtge ,.
prdcuca. mo movimiento, y disponla slo de
SI al oponente le apremia el tlem cmco minutos para efectuar veinte
po, e!i nece-.ano ante todo parur movimientos. A pesar de su prt
del avaJuo obJcuvo de la pos1cin ponderancta y de 10bra de uempo,
) no sobrcestlmarlo. Flor trat de aprovechar la situa
c1n de su adversario: sacrific un
La indnac1n a acelerar el ntmo
alfil al objeto de tenderle un lazo :
del juego prop1o para impedir que
el contncante medite oa costa aje iu& precipitadamente, J no pudo
na. es un error psicolgico muy ex recuperar la p1eza.a Flor perdi la
panida.
tendido, en el cual se produce una
mvelacin real del tiempo y no se En htos dos ejemplos, la esa
tiene en cuenta que la tendencia se de tiempo del oponente excit
emoc1onal del compcudor e!; ur.ar hasta el punto de producir un
de prisa, nl que comprende prrfec tado emocional en la consecucin
tamente la Importancia de cada mo. rpida de la victoria: la suces1n de
,.1m1ento que tfecra. Por el con las operac1ones mentales e quebran
t:ano. el ajedrecista que tiene tlem t, la conciencia no pudo dominar
po de sobra e encuentra en una los Impulsos, y el jedrecl!lta se
si tuacin deifavorilble cuando em hall en un estado arecuvo.
piet3 a prcc:lpllilrse, pues no se La ralta de uempo del adversario
halla en el m1mo estado vohuvo debe aprovecharse de un modo mJs
que su oponente, ni comprende las racional. Pira ello, teniendo en
dificulr.des pu:
ol&cas de su sit\13 cuenta b tendencia de Jo.; proce:.o
cin : en suma, quebranta con fre menr.ales a solucionar eneriormente
cuenc1a la contmudad de las ideas, los problemas paniculares y a veri
juega calculando con una o d os ficar los factores estticos de la PO
juadas de antelacin, no verifica el slcin, es necesario examinar pro
anihi. d1sm1nu)'e eJ <>enudo crti fundamente y comprobar una varan
co de su pensamiento y se deja lle te de c1nc:o o seiS mov1m1entos ca
''ar por una lucha demas1ado arnes paz de hacer que cambie la Situa
pda. cin, )' Juego dectuariOI con rapi
Prec1Silmente, Tal emple esta dez: en W caso, puede esperaue
desacertada ticuca en la OCta\a par que el adversario cometa errores si
tida de su encuentro con Botvnn1k ello le coge despreven ido.
!Mosc, 1960). Al estar mejor suua Desde luego, conviene tener en
do, quiso acelerar la victona y ub cuenta las particularidades indivi
estlm la capac1dad de su compcti duales del estilo del oponente. Vea
dor para hallar movimientos precisos mos un ejemplo: en su encuentro

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con Botvlnnik (MOSC\1, 1951), Bron:. no les report n1nguna 'en taja, pues
tc:an U5 con acierto y frecuencia el Botvlnnilt rechaz con tirmez.a el
procedlmiento de complicar an ms juego ImpulSIVO, y se haT.o con Ja
Ja:. complicaciones tcticas: en una victoria.
de sus parudas de dacho encuentro Durante la propia falta d..- tieml>')
perdi una torre. aunque en la falm se manifiestan e 1 a r a m e D 1 e las
de tiempo supo agravar la posicin p\lrucularidades de la personalidad
de tal suerte que consigui hacer del ajedrec1sla en reaccionar a las
tablas. Por u parte, Bottinnk, en dificultades obeti,as; del dommro
sus encuentros con Bronstein )' Tal, de sl mismo depende lJ acertada
aprovech acertadamente la relatha superacin de la falta de tiempo, en
incertidumbre del juego de sus dos la cual es necesario abstraerse de
oponentes en posiciones simplifica las Ideas ajenas a la p\lrtida > re
das, no obsunte vcperamenur falta concentrarse en ella. Nue\lras ob
de tiempo. servactones nos !acuitan a suponer
En las situaciones en que el com que un mtodo tl es aqu 1a auto
petidor anda escaso de tiempo, pero sugest1n, expresada en la forma 'er
prepondera en la posicin. no con bal de cautoorden. Al meditar. es
viene \'anar el ritmo del juego, y necesario atender a las flucwaconeo
los movimaentos deben hacerse n un de la atencin que se obsef\ an du
comps normal. A este respecto no rante el clculo de vanantes. Hay
estamos de acuerdo con el jwcio que que regular la variab1hdad de l.:t
Panov enute en su hbro aEI ataque, atencin en el clculo de '.ls alter
si bten est en lo cierto cuando afir nativas sigutentes, nicamente des
ma que ha de procurarse confundir pus de haber determinado el 'alor
al adversario en este momento. Pero de la variante calculada P'iamc:n
complicar la siroactn no ha de ser te. S1 ya se ttene un p!Jn trazado y
i
el resultado de un de:.eo mpulsivo, bien examinado, no debe rechazar
ino el producto de un anlisis ob se: si raJ plan no existe, es convc.
jetivo y crtico de ella. Por eso, la niente reducr. como ensea la
tendencia a complicar brusca.mente prctica. a la tctjca de espera, pro
la posicin debe basarse en Jos fac curando no menoscabar la estruc
tores objetivos de ta, hallados por tura estratgica de Ja po,ic1n y re
medio del anilisis. Estimamos que nunciando a toda resolucin impor
lo ms racional es aquf el procedi rante .) comprometedora.
maento de lucha indicado anteraor En toda Situacin en que se rna
mente; esto es, tra1.ar cuidadosa nlrteste la falta de tiempo proptn
mente el plan de una variante de conviene veralic3r conscaente y si:.
c1nco o sels movimientos, compro temticamente las accione-;. Lo cual
barla, y lue&o efectuarlos con ra se logra preguntndose mentalmen
pidez. te: l Qu se amenaza? Qu incon
En la partida Botvlnnik-Resbevs venientes puede este mo'imiento
ki (La Haya-Mosc, 1948), las ne poner al adverario? Tambtn debe
Sr:ts plantearon su fue&o de acuerdo \'en6carse repetidamente la eleccton
con el criterio de Panov : hallndose de toda resolucan propia.
en peor situacin que su adversario, En resumen, la falta de tiempo
el cual experimentaba falta de t1etn es una prueba d1fcil para 13 psicolo
po, efectuaron los movimientos casi gfa del ajedrecista, y la manifta
sin meditar sobre ellos. Pero esto cln de tal falta estriba fundamen-
talmente en causas subjeuvas: dts de 1 v1da y la reaccin ante ellas.
minucn de lb cualidades volitivas Las dificultades de la vida, segun
e insuficienCia de sentido cr(tico del Pavlov, ora producen sobreexcita
pensatmento. etn, ora depresin. Las dificultades
El ajedrecista puede combatirla objetivas de la &Ita de tiempo en
y debe hacerlo, teniendo en cuenta el aedrez conciernen al grupo de
que es un fenmeno psicolgico. dllicultades de la vida superables,
para lo cual hace falta perfeccioMr y pueden ser superadas con el per
las facultades del carjcter, de la fecCJolUmiento de ciertos rasgos del
voluntad )' de la atenc:itl, adems carkter: paciencia, s0$Jeco, refre
de los ejercicios puramente ajedre namiento de la sobreexcitacin o
cistas. depresin. Todo esto facihta la ma
La (alta de tiempo es un impedi nestacln de la falta, no obstante
mento perfectamente salvable, pues la presencia d.e causas objetivas y
la prctica ba mostrado que puede subjetivas.
superarse e impedir su manifesta Creemos que existe una relacin
cin cuando hay orentacn y sen pslcoljc.a entre la falta de tiempo
tido critico. y otras situadones de la v1da comn
El pretexto de la falta de tiempo que producen una sistemJtica .re
no es jusuficable, del mismo modo nuncia a tomar decisiones: como
que no lo es el recurso del delia dejar las cosas para luma hora en
Cliente al alegar que esba bebido el trabajo, diferir la prep;aracn a
en el momento de cometer el dell:o. exmenes para la vspera de los
Ln Incapacidad del maestro experi mismos, etctera.
mentado para atenerse al tiempo es El conocimiento de la$ particu
un defecto como incurrir en error.. laridades de la falta de tiempo en
dice Alekbine. el ajedrez puede ser lDlportante para
Como se ba dicho, el esrudio de el planteamiento de los problemas
la !alta de oempo tiene gran impor concretos a fin de perfeccionar el
tanCia de canfcter psJcolJ.ICO gene carcter.
ral con objeto de mvestigar el es Pues se dJce rundadamente que,
tado de frustracin : o sea, ela pa detemunar un defecto del carcter
ciencia en cuanto a las dificultades supone medio xito en combatirlo 1

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