La Boda de Los Pequeños Burgueses
La Boda de Los Pequeños Burgueses
La Boda de Los Pequeños Burgueses
Bertold Brecht
TALLER INTERPRETACIN 4A
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La boda de los pequeos burgueses
Bertold Brecht
PERSONAJES
El padre de la novia.
La madre del novio.
La novia, Mara.
Su hermana, Ina.
El novio, Jakob.
Su amigo.
La seora, Emmi.
Su marido.
El joven, Hans Mildner.
Una habitacin blanqueada con una gran mesa rectangular en el centro. Sobre la mesa, un farol de
papel rojo. Nueve sillones de madera anchos y sencillos. Contra la pared, a la derecha un sof y a la
izquierda un armario. Entre los dos, una puerta de cortinas. A la izquierda, al fondo, una mesita baja
con dos sillones. A la izquierda, a un lado, una puerta. A la derecha, a un lado, una ventana. Las mesas,
las sillas y el armario, sin barnizar y en su color natural. Es de noche. El farol rojo est encendido. Los
invitados de la boda estn sentados a la mesa, comiendo.
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cantar pero, como nadie lo sigue, se interrumpe enseguida. Pausa. De pronto la Seora empieza
a cantar.)
EL AMIGO, a media voz: Nosotros no nos la sabemos. Pero el discurso ha estado muy bien.
LA HERMANA. Incomparable! Cmo habla! Tal como un libro!
EL MARIDO. Pgina 85, discursos para bodas! Se la ha aprendido bien!
LA SEORA. No te da vergenza?
EL MARIDO. A m?
LA SEORA. Si, a ti!
EL AMIGO. El vino es extraordinario.
EL PADRE. Bueno, os quera hablar de la cama.
LA NOVIA. Pero si ya nos lo sabemos!
EL PADRE. Sabis cmo muri el to abuelo August?
LA NOVIA. S, S.
EL NOVIO. Cmo muri realmente el to abuelo August?
EL PADRE. No, me habis cortado la ancdota de los huevos, luego la de los inodoros, que es
buensima, y la de Forst, por no hablar de la de Johannes Segmller, que es verdaderamente un
poco larga, aunque no ms de diez minutos como mucho, tal vez ms tarde pueda... As pues:...
LA MADRE. Sirve ms vino, Jakob!
EL PADRE. (Alzando la voz.) El to August muri de hidropesa!
EL MARIDO. Salud!
EL PADRE. Salud!
EL AMIGO. Hidro qu?
EL PADRE. Hidropesa. Primero fue slo un pie, en realidad slo los dedos, pero luego le lleg hasta
la rodilla, fue ms rpido que tener un nio, y luego se le puso todo negro. Tena tambin la
barriga hinchada, y aunque se la vaciaban de lquido afanosamente...
EL MARIDO. Salud!
EL PADRE. Salud, salud!... S, lo vaciaban, pero fue ya demasiado tarde. Y luego vino adems lo del
corazn, que aceler las cosas. As pues, estaba en la cama que yo os quera dar, gimiendo como
un elefante, y tena tambin aspecto de elefante, me refiero a las piernas! Y entonces su
hermana, vuestra abuela, le dijo en sus ltimos momentos, era hacia el amanecer, la habitacin
estaba ya gris -por cierto, creo que hasta las cortinas siguen ah-, as pues, le dijo: August,
quieres un cura? l no dijo nada y mir al techo -llevaba hacindolo siete semanas, no se poda
poner de costado- y dijo: Es la pierna sobre todo. Luego volvi a gemir. Pero madre no se rindi,
porque estimaba que se trataba de un alma, y dijo al cabo de su buena media hora: August,
entonces, quieres un cura? Pero el to ni siquiera la oa y padre, que estaba all, le dijo: Djalo.
Tiene dolores. Padre era muy blando. Sin embargo, ella no quera, aunque slo fuera por su alma,
y tozuda como son todas las mujeres, empez otra vez: August, es por tu alma inmortal.
Entonces, segn contaba luego padre, el to mir desde la pared hacia la izquierda, para lo que
tuvo que ponerse bizco, y dijo algo que no puedo repetir aqu. Un poco basto, como era el to
August en general. Realmente no puedo... En cualquier caso, la ancdota... Tengo que decirlo
porque, si no, no se entiende. Dijo: Chpame un... unchpame un huevo!. Despus de decir
eso, con cierto esfuerzo como cabe imaginar, se muri. Autntico. La cama sigue ah, y la tengo
lista para vosotros en el desvn, todava podis llevrosla. Bebe.
Silencio.
LA HERMANA. Se me ha pasado la sed.
EL AMIGO. Seorita, no hay que tomarse las cosas as. Bueno, salud! Es slo una historia muy
bonita.
LA NOVIA, al novio, en voz baja: Que no haya sido capaz de ahorrarnos todos esos disparates de mal
gusto!
EL NOVIO. Djalo que se divierta!
EL JOVEN. La iluminacin la encuentro magnfica!
LA MADRE. Jakob, no cortes con cuchillo las pastas!
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EL AMIGO. S, vamos a bailar! Ahora quiero bailar yo tambin. Un vals s que sabr tocar! En la
mayor y sptima. Por favor, seora Maria, esta vez me toca a m!
LA SEORA. No quiero bailar ms.
EL NOVIO. Entonces miraremos.
EL PADRE. Maria baila muy bien.
La novia y el amigo bailan.
EL MARIDO, rasgueando la guitarra: La mayor es as.
EL AMIGO, impetuoso: Baila usted maravillosamente. Ms aprisa.
EL NOVIO. No os vayis a caer!
LA SEORA, al novio: As no podra bailar yo.
LA HERMANA. No sabe?
LA SEORA. Eso depende del hombre.
EL AMIGO, detenindose: Esto se le mete a uno en la sangre. Aqu tienes a tu mujer. Baila de
maravilla. Puedo beber algo?
EL PADRE. Por qu no nos sentamos otra vez a la mesa? As no se puede hablar.
EL NOVIO. S, sentaos! A la novia, en voz baja: O quieres bailar ms?
LA NOVIA. Vamos a cambiar de sitio. Al amigo: Sintese aqu! No quiere -a la seora- sentarse
ah? (La seora se sienta junto al novio.) Pap, t en la cabecera.
EL NOVIO, descorchando una botella: Y ahora a beber! Por la buena vida!
EL JOVEN. En el propio hogar!
EL AMIGO. Amueblado con las propias manos!
EL PADRE. Salud! Cuando todava llevabas la falda por la rodilla, Maria, te dieron una vez vino. A tu
abuelo le diverta. Quera que bailases, pero t te quedaste dormida.
LA SEORA. (Con malicia.) Entonces ser mejor que no beba hoy, no?
EL MARIDO. (Al amigo.) Nunca he visto a nadie bailar tan bien!
EL AMIGO. Ahora estoy en forma. Hasta ahora estaba un poco fro. Pero por lo dems, estupendo. Se
pone en pie. Qu es esto? Mira la silla. Me he enganchado en algo.
LA NOVIA. Se ha hecho dao?
EL AMIGO. Es una astilla.
EL NOVIO. No importa.
EL AMIGO. A la silla no. Pero a mis mejores pantalones, si.
EL NOVIO. Te los habas puesto expresamente en mi honor?
EL AMIGO. S, pero ahora voy a cantar.
EL NOVIO. No tienes por qu hacerlo si no tienes ganas.
EL AMIGO, cogiendo la guitarra: Lo hago de buena gana.
EL NOVIO. Quiero decir que, si te has puesto de mal humor...
EL AMIGO. No me he puesto de mal humor.
EL NOVIO. Por los pantalones...
EL AMIGO. El baile me ha compensado.
EL PADRE. La Providencia existe. Forst lo deca tambin!
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No queriendo deshonrarla
l se fue con una puta
y aprendi cmo tratarla
y aprendi que se disfruta.
Pero no era sa su meta
pues tena algo de asceta
y temi perder la ruta.
La seora se re.
EL NOVIO. La conoca. Es una de tus mejores canciones. A la seora: Le ha gustado? Voy a traer
ms vino!
EL AMIGO. S, es muy buena. Sobre todo la moraleja! A la novia: Le ha gustado?
LA NOVIA. Quiz no la haya entendido.
LA SEORA. Claro, claro No va con usted.
EL PADRE, inquieto: Dnde se ha metido Ina?
LA NOVIA. No s...
EL NOVIO. El seor Mildner tampoco est. Por cierto, por qu lo has invitado?
LA NOVIA. Es hijo del portero.
EL NOVIO. Una especie de obra social. Al parecer est de moda entre los altos circulos sociales en
ocasiones sealadas invitar a algn desfavorecido para que, por lo menos ese da, sus
necesidades bsicas estn ms que cubiertas
LA NOVIA. Habrn salido estarn en la cocina.
EL PADRE. Eso est bien, as no habrn odo la cancin. Pero ahora ve a por ellos, Maria!
LA SEORA. A lo mejor es que la han entendido!
EL MARIDO. Su madre est tambin en la cocina, no?
EL NOVIO. S, est haciendo una crema.
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EL MARIDO, que ha salido, vuelve ahora con las cosas de su mujer: Otra vez tengo que disculparme
por tener una mujer as.
EL NOVIO. No tiene por qu hacerlo.
LA SEORA. No me atrevo ir a casa.
El MARIDO. sa es tu venganza! Pero ahora se ha acabado el teatro y empieza la realidad. La coge
del brazo. Vmonos. Se va con su mujer, que lo acompaa en silencio.
EL NOVIO. Ahora se van, despus de atiborrarse. Y nos quedamos solos, cuando slo ha transcurrido
la mitad de la velada!
LA NOVIA. Antes queras que se fueran! Ves como eres muy variable? Y, naturalmente, tampoco
me quieres.
EL AMIGO, entrando malhumorado y con el sombrero puesto: Casi no se puede aguantar el olor!
EL NOVIO. Qu olor?
EL AMIGO. El olor a cola descompuesta, podrida. Y es una falta de vergenza invitar huspedes a ver
semejante montn de basura.
EL NOVIO. Entonces te ruego que me perdones por no haberme gustado tu obscenidad y por haberme
roto la silla.
EL AMIGO. Si no quieres que se rompa te recomiendo la cama del hidrpico. Muy buenas noches!
Sale.
EL NOVIO. Vete al diablo!
EL PADRE. Ser mejor que nos marchemos tambin! De los muebles podemos hablar an, y las
camas estn naturalmente a vuestra disposicin. Siempre he pensado que es mejor contar
ancdotas que no le importan a nadie. La gente soporta muy mal estar a solas. Ven, Ina!
LA HERMANA. Es una pena que una velada tan bonita haya acabado as! Al fin y al cabo, esto es lo
nico que tenemos. Hans dice que luego tiene que enfrentarse uno con la vida.
LA NOVIA. Sin embargo, t no has contribuido mucho. Y desde cundo llamas Hans al seor
Mildner?
EL JOVEN. Gracias otra vez. Para m ha sido una velada muy bonita.
Salen los tres.
EL NOVIO. Gracias a Dios y al diablo que se han ido por fin!
LA NOVIA. Y ahora difundirn nuestra humillacin por toda la ciudad. Qu vergenza! Maana
sabrn todos lo que ha pasado en nuestra casa, y todos se reirn. Nos mirarn desde detrs de las
ventanas y se reirn. Nos mirarn en la iglesia y pensarn en los muebles y que la luz no
funcionaba, y que la crema no estaba buena y, lo peor, que la novia estaba embarazada. Y yo que
pensaba decir que haba sido un parto prematuro.
EL NOVIO. Y los muebles y el trabajo de cinco meses? No piensas en eso? Por qu se revuelcan
de alegra con esas sucias indecencias que cantan? Pues porque t bailas con ellos como en una
casa de putas hasta que las mejores sillas se rompen. Y la peor tu amiga.
LA NOVIA. Y el que cantaba, tu amigo! Que el diablo se lleve esos muebles, que ni siquiera estn
barnizados, porque siempre decas: El aspecto da igual, lo que importa es que aguanten y sean
cmodos! Cinco meses perdidos para terminarlos, tanto tiempo, que se nota mi estado. Esos
trastos, esa porquera, esa chapuza! Por qu nos hemos casado?
EL NOVIO. Bueno, ahora se han ido y empieza nuestra noche de bodas. Es sta!
Pausa. Va de un lado a otro..
LA NOVIA. Por qu has tenido que bailar primero con esa furcia, a la que no conoca y que
consider mi amiga, en contra de todo lo que se suele hacer normalmente? Qu vergenza!
EL NOVIO. Porque haba dicho algo despectivo de los muebles!
LA NOVIA. Y t queras obligarla a decir algo amable! Pues s que eso arregla las cosas!
Pausa.
EL NOVIO. Eso pasa cuando se hace algo que los dems no saben hacer: se enfurruan. Sobre todo
cuando saben que es algo bueno que no han hecho ellos. Entonces se vengan. Naturalmente, no
son capaces de hacer ni uno de estos muebles, ni siquiera de disearlos y cortar la madera. Pero
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ese pequeo error de que la cola estuviera mal les ha dado la razn. Bueno, no quiero pensar en
eso! (Va al armario e intenta abrirlo.)
LA. NOVIA. Te acordars de esto! Nunca me olvidar! (Solloza.)
EL NOVIO. De que la cola estuviera mal?
LA NOVIA. Dios te castigar por tus burlas!
EL NOVIO. Lo est haciendo ya! Al diablo esta maldita cerradura! Ahora todo da lo mismo!
Fuerza la puerta, que se rompe.
LA NOVIA. Has roto el armario slo porque estaba rota la cerradura!
EL NOVIO. Me cambio y a recoger Vamos!... Menuda pocilga de casa La novia, ponindose en
pie, comienza a poner orden. El novio, junto al armario, con la chaqueta de casa, cuenta dinero:
Y no nos ha salido nada barato! El vino del stano no hubiera sido necesario!
LA NOVIA. La mesa cojea, le faltan dos patas.
EL NOVIO. El vino caliente! La cena! Y ahora vendrn las reparaciones!
LA NOVIA. Las sillas, el armario, el sof!
EL NOVIO. Malditos cerdos!
LA NOVIA. Y tus muebles!
EL NOVIO. Hechos con mis propias manos!
LA NOVIA. As se aprende a apreciar lo que se tiene!
EL NOVIO. Se cuida ms!
LA NOVIA, sentndose, con la mano en la cara: Y esta vergenza!
EL NOVIO. Tienes que recogerlo todo vestida de novia? Se te va a estropear: ya tienes una mancha
de vino!
LA NOVIA. Qu poca cosa pareces con esa chaqueta! Tienes un aspecto muy distinto! Pero nada
bueno!
EL NOVIO. Y qu vieja pareces t! Cuando lloras, se te nota!
LA NOVIA. Ya no respetas nada!
EL NOVIO. Es nuestra noche de bodas! Pausa. Luego el novio va hacia la mesa.Se lo han bebido
todo! Y el mantel ha tenido ms suerte que yo! Las botellas estn vacas, pero hay restos en los
vasos! Tendremos que economizar!
LA NOVIA. Pero qu haces?
EL NOVIO. Acabarme los vasos! Aqu tienes uno todava lleno!
LA NOVIA. No tengo ganas!
EL NOVIO. Al fin y al cabo, es nuestra noche de bodas! La novia coge el vaso y bebe. Aunque no
pueda brindar por tu virginidad, dado que ests embarazada...
LA NOVIA. se es el mayor insulto que he recibido hoy! Te has superado! Quin tiene la culpa?
Te me echabas encima como un macho cabro poseido por el demonio!
EL NOVIO, impertrrito: De modo que tenemos todava la noche por delante; en familia y entre
cuatro paredes... La novia se re amargamente. ... debemos multiplicarnos! Un deber sagrado,
por decirlo as.
LA NOVIA. Hablas demasiado.
EL NOVIO. As pues, brindo por ti, querida esposa, y por que nos vaya bien!
Beben.
LA NOVIA. No has estado acertado esta noche, pero en eso tienes razn, hoy es da de fiesta y no hay
que pedir demasiado!
EL NOVIO. Las cosas hubieran podido salir peor.
LA NOVIA. Con ese amigo tuyo!
EL NOVIO. Y con tus parientes!
LA NOVIA. Vamos a seguir pelendonos?
EL NOVIO. No en nuestra noche de bodas!
Beben cada vez ms.
LA NOVIA. Noche de bodas! Se atraganta, se re a carcajadas. Qu divertido! Bonita noche de
bodas!
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