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    El Hombre Ecuanime

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    El hombre ecuánime era dueño de un caballo que desapareció, luego regresó con otro caballo. Más tarde, su hijo se cayó del caballo y se fracturó la pierna, lo que lo eximió de ser movilizado a la guerra que estalló poco después. A pesar de los cambios en su fortuna, el hombre siempre mantuvo la calma y respondió "Sí, sí, así es" a los comentarios de sus vecinos.

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    El hombre ecuánime era dueño de un caballo que desapareció, luego regresó con otro caballo. Más tarde, su hijo se cayó del caballo y se fracturó la pierna, lo que lo eximió de ser movilizado a la guerra que estalló poco después. A pesar de los cambios en su fortuna, el hombre siempre mantuvo la calma y respondió "Sí, sí, así es" a los comentarios de sus vecinos.

    Descripción original:

    Filosofia

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    El hombre ecuánime era dueño de un caballo que desapareció, luego regresó con otro caballo. Más tarde, su hijo se cayó del caballo y se fracturó la pierna, lo que lo eximió de ser movilizado a la guerra que estalló poco después. A pesar de los cambios en su fortuna, el hombre siempre mantuvo la calma y respondió "Sí, sí, así es" a los comentarios de sus vecinos.

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    El hombre ecuánime era dueño de un caballo que desapareció, luego regresó con otro caballo. Más tarde, su hijo se cayó del caballo y se fracturó la pierna, lo que lo eximió de ser movilizado a la guerra que estalló poco después. A pesar de los cambios en su fortuna, el hombre siempre mantuvo la calma y respondió "Sí, sí, así es" a los comentarios de sus vecinos.

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    El hombre ecunime

    Esta es la significativa historia del hombre ecunime. Era dueo de un caballo, pero cierto da por la
    maana se despert, fue al establo y comprob que el caballo haba desaparecido. Entonces vinieron
    los vecinos a condolerse y decirle:
    Qu mala suerte has tenido! Slo tenas un caballo y se ha marchado.

    Y el hombre dijo:

    S, s, as es, as es.
    Pasaron unos das y una maana el buen hombre se encontr con que en la puerta de su casa no
    solamente estaba su caballo, sino que haba trado otro. Vinieron los vecinos y le dijeron:

    Qu buena suerte la tuya! Ahora eres dueo de dos caballos.


    El hombre repuso:
    S, s, as es.

    Ahora, al disponer de dos caballos, el hombre poda salir a montar a caballo en compaa de su hijo.
    Pero un da, el hijo se cay del caballo y se fractur una pierna. Vinieron los vecinos y le dijeron:

    Mala suerte, muy mala suerte! Si no hubiera venido ese segundo caballo...
    El hombre, tranquilamente, dijo:

    S, as es.
    Pas una semana y estall la guerra. Todos los jvenes fueron movilizados, menos el hijo herido al
    caer del caballo. Y vinieron de

    Mala suerte, muy mala suerte! Si no hubiera venido ese segundo caballo...
    El hombre, tranquilamente, dijo:

    S, as es.
    Pas una semana y estall la guerra. Todos los jvenes fueron movilizados, menos el hijo herido al
    caer del caballo. Y vinieron de nuevo los vecinos a verle y le dijeron:

    T s que tienes buena suerte! Tu hijo se ha librado de la guerra.


    S, s, as es repuso serenamente.

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