BJ Año XII
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BJ Año XII
TEMAS DESTACADOS
CHILE URUGUAY AUSTRALIA
Facultad de Derecho UC, oficina 422. Av. Libertador Bdo. OHiggins 340, Santiago, Chile. Tel.:(+56) 22354 2943 22354 2759. [email protected] derechoyreligion.uc.cl
Directora Centro
Dra. Ana Mara Celis B.
Editor
Ren Cortnez C., S.J.
Investigacin
M. Josefina Silva S.
B. Carta enviada por el Arzobispo de la Santisima Asuncin B. Comunicado del Presidente de la Comisin Pontificia para
Monseor Edmundo Valenzuela, a los jvenes de la la Proteccin de Menores (PCPM), Cardenal Sean Patrick
parroquia San Jos de la ciudad de Limpio con motivo de la OMalley (OFM) por la renuncia de Marie Collins .174
denuncia por acoso sexual contra sacerdote. 148
C. Comunicado de la Comisin Pontificia para la Proteccin
PER de Menores con motivo del trmino de la 8va Asamblea
Plenaria, en que se refieren al trabajo realizado y la renuncia
A. Documentos sobre la polmica generada en torno a la
de Marie Collins. 175
inclusin de contenidos sobre ideologa de gnero en el
Currculo Nacional de Educacin Bsica. 149
D. Prlogo del Papa Francisco al libro Lo perdono, padre
Documento 1: Modificaciones realizadas al
escrito por una vctima de abusos sexuales por un miembro
Currculo Nacional por Resolucin del Ministerio
de la Igleisa, refirindose a su testimonio como necesario,
de Educacin para incorporar contenidos sobre
precioso y valiente. 177
ideologa de gnero y construccin de la identidad
(seleccin). 149
E. Declaracin de los participantes en la Cumbre de la
Documento 2: Nota de prensa del Ministerio de
Pontificia Academia de las Ciencias (PAC) sobre Trfico de
Educacin aclarando su postura sobre los
rganos y Turismo de Trasplantes. 179
contenidos alusivos a ideologa de gnero
incluidos en el currculo nacional (seleccin).152
Documento 3: Comunicado de la Conferencia AUSTRALIA
Episcopal sobre la incorporacin de contenidos A. Dossier sobre un ejemplo de colaboracin institucional:
alusivos a la ideologa de gnero en el currculo Audiencias de la Iglesia Catlica en Australia ante la Royal
nacional por el Ministerio de Educacin.153 Commission Into Institutional Responses. 182
MINISTERIO DE EDUCACIN
REGLAMENTO SOBRE ZONAS TPICAS O PINTORESCAS DE LA LEY N 17.288
Diario Oficial: 4 de febrero de 2017
Visto:
Lo dispuesto en los artculos 32 N 6 y 35 de la Constitucin Poltica de la Repblica de Chile, cuyo texto
refundido, coordinado y sistematizado fue fijado por el decreto supremo N 100, de 2005 del Ministerio
Secretara General de la Presidencia de la Repblica; la Ley N 17.288 de Monumentos Nacionales; la Ley N
19.880, que establece Bases de los Procedimientos Administrativos que Rigen los Actos de los rganos de la
Administracin del Estado; el DFL N 1-19.653 del Ministerio Secretara General de la Presidencia de la Repblica,
que fij el texto refundido, coordinado y sistematizado de la Ley N 18.575, Orgnica Constitucional de Bases
Generales de la Administracin del Estado; el decreto supremo N 484, de 1990 del Ministerio de Educacin; el
DS N 78, de 2013 del Ministerio de Vivienda y Urbanismo; el DS N 47, de 1992, del Ministerio de Vivienda y
Urbanismo; los oficios Ord. N 132, de 16/01/2014 y N 1.288, de 11/05/2015 de la Vicepresidencia Ejecutiva
del Consejo de Monumentos Nacionales y la resolucin N 1.600 de 2008 de la Contralora General de la
Repblica, y
Considerando:
Que, la Ley N 17.288 de Monumentos Nacionales en su artculo 29 dispone que "Para el efecto de mantener el
carcter ambiental y propio de ciertas poblaciones o lugares donde existieren ruinas arqueolgicas, o ruinas y
edificios declarados Monumentos Histricos, el Consejo de Monumentos Nacionales podr solicitar se declare
de inters pblico la proteccin y conservacin del aspecto tpico y pintoresco de dichas poblaciones o lugares
o de determinadas zonas de ellas.";
Que, a su vez, el artculo 30 N 2 de ese mismo texto legal indica "En las zonas declaradas tpicas o pintorescas
se sujetarn al Reglamento de esta ley los anuncios, avisos o carteles, los estacionamientos de automviles y
expendio de gasolina y lubricantes, los hilos telegrficos o telefnicos y, en general, las instalaciones elctricas,
los quioscos, postes, locales o cualesquiera otras construcciones, ya sean permanentes o provisionales.";
Que, se encuentra dentro de las atribuciones y deberes del Consejo: "Proponer al Gobierno el o los Reglamentos
que deban dictarse para el cumplimiento de la presente ley.";
Que, aun cuando la ley N 17.288 fue publicada en el Diario Oficial el 4 de febrero de 1970, hasta esta fecha no
ha sido objeto de regulacin reglamentaria la identificacin, declaratoria, intervencin, supervisin y
conservacin de las Zonas Tpicas o Pintorescas;
Que, el Consejo de Monumentos Nacionales, al pronunciarse sobre la conveniencia de declarar Zonas Tpicas o
Pintorescas, promueve la proteccin del patrimonio en trminos legales y efectivos, con base en los valores y
atributos identificados, as como por su significado, velando por la diversidad y representatividad de los bienes,
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por la mantencin de su carcter ambiental y propio y por el desarrollo de las comunidades asociadas en
armona con el resguardo del rea protegida;
Que, debido al incremento de las solicitudes de declaraciones de Zonas Tpicas o Pintorescas, las que han
aumentado en cantidad y envergadura, as como del inters de la comunidad por conservarlas y la exigencia de
certezas por parte de los interesados en dichas zonas, es que se ha hecho necesaria la dictacin de la presente
normativa, con el propsito de agilizar y uniformar el funcionamiento del Consejo de Monumentos Nacionales,
respecto de las inquietudes o demandas de la sociedad relativas a estas poblaciones o lugares;
Que, en materias que involucran el patrimonio de la comunidad, el derecho de propiedad de los particulares, y
el inters pblico, es necesario contar con un instrumento regulatorio, para que no se produzcan daos
irreparables, descoordinaciones entre organismos y desconocimiento por parte de la ciudadana del proceso de
toma de decisiones;
Que, por lo recin expuesto, se hace necesaria la dictacin de un Reglamento que especifique debidamente la
identificacin, declaratoria, intervencin, supervisin y/o conservacin de las Zonas Tpicas o Pintorescas, de
acuerdo a lo dispuesto en los artculos 29 y 30 de la Ley N 17.288 de Monumentos Nacionales.
Decreto:
Artculo nico: Aprubase el siguiente Reglamento de Zonas Tpicas o Pintorescas de la Ley N 17.288:
Artculo 1.- El presente reglamento establece las disposiciones por las cuales se regir la identificacin,
declaratoria, intervencin, supervisin y conservacin de las zonas tpicas o pintorescas, de conformidad a lo
dispuesto en los artculos 29 y 30 de la Ley N 17.288 sobre Monumentos Nacionales.
Artculo 2.- Para el efecto de mantener el carcter ambiental y propio de ciertas poblaciones o lugares donde
existieren ruinas arqueolgicas, o ruinas y edificios declarados monumentos histricos, el Consejo de
Monumentos Nacionales podr solicitar se declare de inters pblico la proteccin y conservacin del aspecto
tpico y pintoresco de dichas poblaciones o lugares, o de determinadas zonas de ellas. Estas zonas tpicas o
pintorescas tendrn una coherencia de conjunto en trminos de su morfologa, tipologa, materiales utilizados
en ellas, tcnicas constructivas propias de la poca de su origen, o de los paisajes y espacios pblicos, con cuya
conservacin se contribuye al patrimonio cultural de la Nacin.
Artculo 3.- Para los efectos de este reglamento y lo dispuesto en el artculo 29 de la Ley de Monumentos
Nacionales, se entender por:
1. Atributos: Las propiedades, cualidades, elementos y procesos culturales asociados a un monumento histrico
o arqueolgico, as como de las construcciones, poblaciones o lugares que componen la zona tpica o pintoresca,
cuya conservacin y gestin sea prioritaria para la proteccin de sus valores.
2. Carcter Ambiental y Propio: Los elementos arquitectnicos, urbanos, de paisaje u otros que definan las
caractersticas sustanciales de un determinado bien o conjunto y su entorno, que reflejen las fases significativas
de su desarrollo, construccin, utilizacin y transformacin, en los diferentes perodos del tiempo o de su propia
historia.
3. Conservacin: Las medidas o acciones que tengan como objetivo la mantencin de los elementos contenidos
dentro de una zona tpica o pintoresca, ya sean monumentos histricos o arqueolgicos, o las construcciones,
poblaciones o lugares, que la compongan, asegurando su carcter ambiental y propio.
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4. Consolidacin estructural: Obra de conservacin cuyo objetivo est destinado a dotar de estabilidad esttica
y dinmica a una construccin que presente dao en sus elementos estructurales.
5. Demolicin: El derribo programado de estructuras y/ o elementos que tenga por objeto una intervencin a
las que se refiere el presente reglamento. Se debe distinguir entre:
a) Demolicin de Elementos Menores: Derribo o desmonte de elementos que son parte del inmueble, pero que
no sustentan su estructura.
b) Demolicin Parcial: Derribo de algn fragmento o segmento de la estructura del inmueble.
c) Demolicin de Construcciones Anexas: Derribo de construcciones emplazadas dentro del mismo predio o
parte del conjunto de un inmueble ubicado dentro de una zona tpica o pintoresca, pero que no estn unidas a
la estructura mayor.
d) Vaciamiento: Derribo total o parcial de todos los elementos de la estructura interior del inmueble,
manteniendo sus fachadas o contornos.
e) Desarme: Desmonte controlado de elementos que son parte del inmueble que pueden o no ser reutilizados.
f) Demolicin Total: Derribo del inmueble en su totalidad.
6. Entorno: Conjunto de elementos culturales y/o naturales, que estn circundantes a un edificio o conjunto
patrimonial o a una ruina, cuya existencia es importante para mantener la relevancia de stos.
7. Estilo Arquitectnico: Conjunto de caractersticas propias y armnicas de las edificaciones, del espacio pblico
y/o del entorno natural y cultural de determinadas poblaciones o lugares.
8. Intervencin: Proceso que implica la ejecucin de construcciones nuevas, obras de reconstruccin y de mera
conservacin.
9. Mobiliario Urbano: Todo elemento o estructura adicional, propuesta para el espacio pblico tales como
quioscos, glorietas, bancos, postes de alumbrado o de cables telefnicos, puestos de artesana o informacin
turstica, bancos o escaos, postes de iluminacin, paraderos, refugios peatonales, basureros, miradores,
monolitos, alcorques, cabinas telefnicas, grifos, juegos infantiles.
10. Normas de Intervencin: Documento tcnico que contiene los antecedentes generales, estudios
preliminares y lineamientos especficos considerados para la intervencin de una zona tpica o pintoresca,
dictadas por el Consejo de Monumentos Nacionales.
11. Reconstruccin: Proceso de volver a construir total o parcialmente un edificio o reproducir una construccin
preexistente o parte de ella, que formalmente retoma las caractersticas de la versin original.
12. Ruina: Vestigios arqueolgicos o restos de un inmueble que han sido destruidos o que se encuentran en un
avanzado estado de deterioro.
13. Tipologas de inmuebles: Clasificacin, definida por el Consejo de Monumentos Nacionales, en relacin a sus
caractersticas vinculadas a la forma, proporciones, materialidad y dimensiones de sus espacios, procesos
constructivos, superficies y volmenes de los elementos que los definen, su interrelacin estructural y funcional
y su relacin fsica espacial con el predio o entorno circundante.
14. Valor: Cualidad de un bien, de un conjunto o de un rea, asociada a su significado e importancia, que
determina su apreciacin por parte de la sociedad o de determinados grupos de ella, que les proporciona
bienestar, y genera la voluntad de conservarlos.
Artculo 4.- Podrn ser declaradas Zonas Tpicas o Pintorescas, las siguientes poblaciones o lugares sean estos
de propiedad pblica o privada:
a) Entorno de un Monumento Histrico o Arqueolgico.
b) rea o unidad territorial y/o sector representativo de una etapa o significacin histrica de una ciudad o
pueblo o lugares donde existieren ruinas.
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TTULO II: DE LA DECLARATORIA DE ZONAS TPICAS O PINTORESCAS
c) Conjunto edificado o ruinas de valor histrico, arquitectnico, urbanstico y/o social, gestado como un modelo
de diseo integral, con construcciones que combinan, repiten y/o representan un estilo propio.
Artculo 5.- Cualquier persona o institucin pblica o privada, podr solicitar al Consejo de Monumentos
Nacionales que una determinada poblacin o lugar o un sector de ellas, sea declarada zona tpica o pintoresca.
Para estos efectos, los interesados debern ingresar al Consejo de Monumentos Nacionales un expediente de
solicitud de declaratoria en versin papel y digital. Este expediente deber estar conforme a lo descrito en el
formulario tipo que contendr el listado de los documentos mnimos a presentar conforme al artculo 6, para
que la solicitud sea ingresada a tramitacin, siendo aplicable lo previsto en el artculo 31 de la ley N 19.880. El
formulario tipo se encontrar disponible en versin digital en el sitio electrnico del Consejo de Monumentos
Nacionales. Los antecedentes que se incluyen en el expediente, debern identificar el o los elementos a proteger
y dar cuenta de aquellos valores y atributos que sustenten el carcter ambiental y propio de una determinada
poblacin o lugar, o de determinadas zonas de ellas y que justifiquen su proteccin como zona tpica o
pintoresca.
Artculo 6.- La solicitud de declaratoria de una poblacin o lugar, o de determinadas zonas de ellas como zona
tpica o pintoresca deber efectuarse a travs de una carta del interesado o solicitante dirigida al Secretario(a)
del Consejo de Monumentos Nacionales con la siguiente informacin:
1) Identificacin del solicitante o interesado: Nombre, RUT, telfono, correo electrnico y domicilio.
2) Exposicin de los argumentos que motivan la solicitud de declaratoria de zona tpica o pintoresca. La solicitud
de declaratoria dar lugar a la formacin de un expediente que deber contener la siguiente informacin, la cual
podr ser aportada por el solicitante:
A. Carta del solicitante sealada en el inciso anterior.
B. Antecedentes e informacin sobre el lugar o zona:
B.1) Ubicacin geogrfica y poltico-administrativa del rea indicando: Sector, comuna, provincia y regin, con
propuesta de polgono a proteger y superficie implicada.
B.2) Antecedentes histricos, territoriales, urbanos, arquitectnicos, arqueolgicos, paleontolgicos y/o
sociales, o cualquier otro que sea relevante.
B.3) Informacin regulatoria vigente relacionada a Instrumentos de Planificacin Territorial y dems normativa
o instrumentos regulatorios, en caso de existir.
B.4) Plano de catastro, con indicacin de roles y direcciones de los inmuebles, cuando exista.
B.5) Fichas de identificacin de los bienes, componentes y/o atributos contenidos parcial o totalmente en la
poblacin o lugar, de acuerdo al formato disponible en las oficinas del Consejo de Monumentos Nacionales.
B.6) Levantamiento fotogrfico del sector o rea ms representativo de la poblacin o lugar.
B.7) Opinin de los propietarios cuyos bienes inmuebles pertenezcan al sector propuesto, referida a la
declaratoria de zona tpica o pintoresca.
B.8) Opinin de autoridades locales, comunales, provinciales, regionales o de actores locales relevantes que se
estime procedente adjuntar, sin perjuicio de las correspondientes instancias de participacin ciudadana o
consulta indgena que puedan desarrollarse durante el proceso de estudio de la declaratoria de zona tpica o
pintoresca. C. Informe tcnico que identifique los valores y atributos presentes en la poblacin o lugar, que
motivan la solicitud de declaratoria. Los antecedentes que deban o sean voluntariamente entregados por el
interesado o solicitante debern acompaarse en formato impreso y en formato digital. Se dejar constancia de
la recepcin de ellos, en la oficina del Consejo de Monumentos Nacionales.
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Artculo 7.- Una vez ingresados formalmente los antecedentes sealados en el artculo 6, se podrn incluir
otros documentos cuando el Consejo de Monumentos Nacionales as lo requiera durante su revisin. Adems,
los interesados podrn adjuntar documentos adicionales si estiman que son relevantes para el correcto estudio
y tramitacin de la solicitud de declaratoria de zona tpica o pintoresca.
Artculo 8.- Si del mrito de los antecedentes presentados se desprende que los valores o atributos de la zona
postulada para declaratoria pudieren estar amenazados o en riesgo, el Consejo de Monumentos Nacionales
podr poner en conocimiento de la Municipalidad correspondiente y de los dems organismos competentes la
existencia de la tramitacin de un expediente de declaratoria de zona tpica o pintoresca. En virtud del principio
de coordinacin, el Consejo de Monumentos Nacionales podr sugerir que se tomen todas las medidas
preventivas que sean pertinentes, conforme sus atribuciones legales vigentes para evitar o detener su mayor
deterioro.
Artculo 9.- Habindose otorgado nmero de ingreso a la solicitud de declaratoria, el Consejo de Monumentos
Nacionales dispondr la realizacin de los siguientes procedimientos de consulta o informes en los casos que
correspondiere:
a) Consulta en conformidad a lo dispuesto en el artculo 73 de la Ley N 18.575, Orgnica Constitucional de Bases
Generales de la Administracin del Estado. b) Consulta a pueblos indgenas de la zona tpica o pintoresca, que
considere a los interesados en la eventual declaratoria, de acuerdo al Convenio 169 de la OIT y a lo dispuesto en
el decreto supremo N 66, de 2013, del Ministerio de Desarrollo Social. c) Solicitud de informe a instituciones de
carcter pblico o privado que se relacionen con la declaratoria en estudio. La informacin recabada mediante
los procedimientos de consulta ser incorporada al expediente de declaratoria, para su anlisis y consideracin,
no siendo vinculante para el Consejo de Monumentos Nacionales.
Artculo 10.- Una vez efectuado el estudio tcnico respectivo de la solicitud de declaratoria y efectuadas las
consultas sealadas en el artculo anterior, en los casos que as correspondiere, el Consejo de Monumentos
Nacionales se pronunciar en sesin plenaria sobre la solicitud presentada.
Artculo 11.- En caso que el pronunciamiento del Consejo de Monumentos Nacionales fuere negativo, deber
dar cuenta de aquellos aspectos tcnicos que fundamentan su rechazo e informar al interesado. No obstante
lo anterior, la solicitud podr presentarse nuevamente por el interesado o por el propio Consejo de
Monumentos Nacionales, siempre y cuando se adjunten antecedentes que subsanen los fundamentos
mencionados para su rechazo, o se fundamente acerca del cambio en las circunstancias, contexto, perspectiva
o mrito de la poblacin o lugar cuya proteccin se requiere.
Artculo 12.- Los documentos presentados sern devueltos al titular de la solicitud si ste as lo requiriera,
dejndose constancia en el respectivo expediente del retiro. Sin perjuicio de lo anterior, el Consejo de
Monumentos Nacionales deber guardar copia de los antecedentes y documentos presentados, para mantener
un registro de las solicitudes que hayan sido formalmente ingresadas. Dicho material se encontrar disponible
en el Centro de Documentacin de la institucin y podr ser citado tanto interna como externamente, conforme
a la normativa vigente sobre secreto o reserva de la informacin y proteccin de datos personales.
Artculo 13.- El acuerdo del Consejo de Monumentos Nacionales por el cual se pronuncie favorablemente
respecto de la solicitud de declaratoria, deber establecer claramente los valores y atributos de la zona tpica o
pintoresca y el polgono o rea que abarca, los que se establecern en el correspondiente decreto, incluyendo
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un plano con los lmites del rea y su superficie. El Consejo de Monumentos Nacionales, podr fundadamente
acordar proteger una superficie mayor o menor a la propuesta por el interesado.
Artculo 14.- Habindose pronunciado favorablemente sobre la solicitud de declaratoria de una poblacin o
lugar como zona tpica o pintoresca, el Consejo de Monumentos Nacionales remitir al Ministro(a) de Educacin,
el acuerdo tomado en sesin, adjuntando el expediente con todos los antecedentes tcnicos y solicitar la
dictacin del decreto correspondiente.
Artculo 15.- Sin perjuicio de la publicacin en el Diario Oficial del decreto de declaratoria de zona tpica o
pintoresca, el Consejo de Monumentos Nacionales remitir una copia de dicho decreto al solicitante de la
declaratoria, al Ministerio de Vivienda y Urbanismo y a la Municipalidad respectiva. Esta ltima deber tomar
las acciones y resguardos necesarios para cumplir fielmente con la proteccin oficial de dicha rea, sin perjuicio
de las medidas de difusin que por su parte realice el Consejo de Monumentos Nacionales. Desde la publicacin
en el Diario Oficial del decreto que declara una poblacin o lugar o determinadas zonas de ellas, como zona
tpica o pintoresca, las Municipalidades incluirn esta informacin en los Certificados de Informaciones Previas
para dar cumplimiento a lo dispuesto en el artculo 1.4.4 del decreto supremo N 47, de 1992 del Ministerio de
Vivienda y Urbanismo, referido a la Ordenanza General de Urbanismo y Construcciones, sobre inmuebles y reas
comprendidas dentro de una zona tpica o pintoresca, as como la informacin vinculada a lo dispuesto en el
Ttulo III del presente reglamento.
Artculo 16.- El Consejo de Monumentos Nacionales en el ejercicio de la labor de tuicin y proteccin que le
otorga la ley N 17.288, asegurar la existencia de documentos de carcter tcnico, tales como normas de
intervencin u otros que digan relacin con el rea protegida. Estos documentos tcnicos orientarn la
conservacin de las zonas tpicas o pintorescas declaradas, con el objeto de garantizar su proteccin y
mantencin en el tiempo. El Consejo de Monumentos Nacionales podr coordinar con los Ministerios de
Vivienda y Urbanismo, de Bienes Nacionales, de Obras Pblicas, de Interior y Seguridad Pblica, de Defensa, y
con el Servicio Nacional de Turismo, el Consejo Nacional de la Cultura y las Artes, los Gobiernos Regionales, las
Municipalidades y dems instituciones u rganos competentes, las acciones para articular y asegurar la
coherencia entre los Instrumentos de Planificacin Territorial u otros documentos regulatorios con las normas
de intervencin, dictados de acuerdo al presente reglamento, para complementar, compatibilizar y optimizar la
gestin de cada zona tpica o pintoresca, en concordancia con la normativa vigente.
Artculo 17.- Las normas de intervencin definirn las indicaciones o recomendaciones y orientaciones para la
realizacin de intervenciones, en las edificaciones, sitios arqueolgicos o paleontolgicos, en el espacio pblico
y en el entorno natural y cultural tomando en consideracin los valores y atributos identificados en el decreto
correspondiente, as como tambin el carcter ambiental y propio del lugar o poblacin declarada como zona
tpica o pintoresca. Estas normas debern contener antecedentes generales, estudios preliminares y
lineamientos de intervencin. A. Los Antecedentes Generales debern estar conformados por:
A.1) Decreto(s): En que consta la declaratoria de zona tpica o pintoresca, y en caso de existir, el decreto en que
consta la declaratoria del o los monumentos histricos insertos en dicha zona tpica o pintoresca.
A.2) Plano de Lmites: De la respectiva declaratoria de zona tpica o pintoresca.
A.3) Descripcin de los valores y atributos: Que contribuyen al carcter ambiental y propio de la zona tpica o
pintoresca.
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A.4) Fichas de identificacin: De los bienes, componentes y/o atributos de acuerdo a lo dispuesto en el artculo
6 letra B.5) del presente reglamento.
A.5) Antecedentes histricos, socioculturales, territoriales, urbanos y arquitectnicos propios y ms
representativos de la zona tpica o pintoresca.
A.6) Antecedentes del patrimonio arqueolgico y paleontolgico presentes en el rea protegida, con indicacin
de los monumentos arqueolgicos de los que se tenga registro.
A.7) Plano de catastro: Aquel vigente en la Municipalidad respectiva al momento del acuerdo por parte del
Consejo de Monumentos Nacionales de la declaratoria como zona tpica o pintoresca.
A.8) Plano resumen: Representacin grfica de las protecciones vigentes en la poblacin o lugar declarado como
zona tpica o pintoresca. Incluir entre otros, Monumentos Histricos, Pblicos y Arqueolgicos, Inmuebles de
Conservacin Histrica, Zonas de Conservacin Histrica, de conformidad con lo dispuesto en el artculo 60 de
la Ley General de Urbanismo y Construcciones, u otra categora de proteccin patrimonial que coincida en la
zona tpica o pintoresca.
A.9) Plano de estado de conservacin: Representacin grfica en que conste el estado de conservacin por
inmueble y/o por sector de la poblacin o lugar declarado como zona tpica o pintoresca, elaborada por el
Consejo de Monumentos Nacionales.
A.10) Plano de clasificacin de espacios pblicos: Representacin grfica que deber sealar las distintas
tipologas de espacios pblicos presentes en la zona, tales como plazas, parques, miradores, arboledas, vas,
pasajes entre otros.
A.11) Otros antecedentes: Cualquier otro antecedente general que d cuenta o informe acerca de las
atribuciones de otras instituciones en la zona tpica o pintoresca.
B. Los Estudios Preliminares debern estar conformados por:
B.1) Plano de sectorizacin: Deber graficar, cuando corresponda los sectores con caractersticas diferenciadas
y comunes dentro de la zona tpica o pintoresca.
B.2) Plano de calificacin de inmuebles: Deber graficar las siguientes categoras de valoracin: i) De alto valor,
corresponde a inmuebles representativos de los valores y atributos ms destacados identificados en la zona
tpica o pintoresca. Estos inmuebles solo sern objeto de acciones tendientes a su restauracin. ii) De valor
intermedio, corresponde a inmuebles que constituyen un apoyo formal y volumtrico a la unidad de conjunto
de la zona tpica o pintoresca. Estos inmuebles podrn ser objeto de modificaciones, solo si stas contribuyen a
mantener o aumentar los valores o atributos de dicha zona. iii) Sin valor o discordante, corresponde a inmuebles
que por su forma, tamao y composicin alteran la unidad y armona de la zona tpica o pintoresca. Estos
inmuebles podrn ser objeto de modificaciones mayores para mantener o aumentar el valor patrimonial de la
zona tpica o pintoresca. iv) Sitios Eriazos: Son inmuebles que no presentan en su superficie ningn tipo de
construccin. Estos inmuebles podrn ser objeto de edificacin de una obra nueva, siempre y cuando no afecten
el valor de la zona tpica o pintoresca.
C. Los Lineamientos de Intervencin debern consistir en:
C.1) Lineamientos de Intervencin a la edificacin por sector: Corresponden a las indicaciones o
recomendaciones relativas a las caractersticas arquitectnicas, morfolgicas, constructivas, materiales u otras
relevantes que se deben considerar en los proyectos que se realicen dentro de una zona tpica o pintoresca,
para la conservacin de sus valores y atributos.
C.2) Lineamientos para el tratamiento del espacio pblico: Corresponden a las indicaciones o recomendaciones
para el diseo o mejoramiento de reas libres, pavimentos, circulaciones, arborizaciones, e instalacin de
mobiliario urbano de acuerdo a lo dispuesto en el artculo 23 del presente reglamento, el cual deber respetar
los valores y atributos y el carcter ambiental y propio de la zona tpica o pintoresca correspondiente.
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C.3) Lineamientos para el tratamiento de los elementos paisajsticos: Son las indicaciones o recomendaciones
que deben considerarse para realizar intervenciones que afecten al paisaje y a los elementos naturales que se
encuentran insertos en la zona tpica o pintoresca.
C.4) Lineamientos para el manejo del patrimonio arqueolgico y paleontolgico: Son las indicaciones o
recomendaciones relativas a las caractersticas arqueolgicas o paleontolgicas, tipolgicas de formacin y
temporalidad u otras relevantes que se deben considerar para los proyectos que se realicen dentro de una zona
tpica o pintoresca, para la conservacin de los valores y atributos por los cuales as fue declarada y para la
recuperacin, estudio o mantenimiento del carcter ambiental y propio de ella. Lo anterior es sin perjuicio de lo
establecido en el decreto supremo N 484, de 1990, del Ministerio de Educacin, sobre excavaciones y/o
prospecciones arqueolgicas, antropolgicas y paleontolgicas.
C.5) Lineamientos para el tratamiento, diseo e instalacin de publicidad y propaganda: Son las indicaciones o
recomendaciones que determinan la forma y mecanismos de colocacin de la publicidad y propaganda que se
inserta en la zona tpica o pintoresca, de conformidad a lo previsto en el artculo 23 del presente reglamento.
C.6) Lineamientos referidos a lo dispuesto en el artculo 30 N 2 de la ley N 17.288: Corresponden a las
indicaciones o recomendaciones referidas a todas y cada una de dichas materias, que se exigen para que ellas
guarden armona con las caractersticas y valores ambientales protegidos por la zona tpica o pintoresca.
C.7) Cualquier otro lineamiento u orientacin que se establezca para permitir y promover la conservacin de los
valores y atributos especficos de la zona tpica o pintoresca. Artculo 18.- Los lineamientos de Intervencin
especficos para una zona tpica o pintoresca, debern ser aprobados por acuerdo del Consejo de Monumentos
Nacionales, en un plazo que no exceda de seis meses, contado desde la fecha de publicacin del decreto de
declaratoria de la zona tpica o pintoresca a que se refiere el artculo 15 de este reglamento. Un documento
firmado por el Secretario(a) del Consejo de Monumento Nacionales, en su carcter de Ministro de Fe, contendr
los lineamientos de intervencin aprobados, para la zona.
Artculo 18.- Los lineamientos de Intervencin especficos para una zona tpica o pintoresca, debern ser
aprobados por acuerdo del Consejo de Monumentos Nacionales, en un plazo que no exceda de seis meses,
contado desde la fecha de publicacin del decreto de declaratoria de la zona tpica o pintoresca a que se refiere
el artculo 15 de este reglamento. Un documento firmado por el Secretario(a) del Consejo de Monumento
Nacionales, en su carcter de Ministro de Fe, contendr los lineamientos de intervencin aprobados, para la
zona tpica o pintoresca respectiva y ser publicado en el sitio electrnico de dicho Consejo, dentro de los 5 das
hbiles posteriores a la aprobacin del acta en que conste que tales lineamientos fueron aprobados.
Artculo 19.- El Consejo de Monumentos Nacionales, informar a las municipalidades los lineamientos de
intervencin especficos aprobados para las zonas tpicas o pintorescas declaradas en sus territorios, con el
objeto que ellas adecuen o elaboren el instrumento de planificacin territorial compatible con dichas normas,
de acuerdo a lo dispuesto en el artculo 2.1.18 del decreto supremo N 47, de 1992, del Ministerio de Vivienda
y Urbanismo, que establece la Ordenanza General de Urbanismo y Construcciones.
Artculo 20.- El Consejo de Monumentos Nacionales velar por la conservacin del carcter ambiental y propio
de las zonas tpicas o pintorescas, a travs del anlisis previo de las intervenciones a realizar en ellas y su
correspondiente autorizacin. Dichas intervenciones sern autorizadas en tanto no alteren los valores y
atributos por los cuales la poblacin o lugar, a que se refiere el artculo 4 del presente reglamento, fueron
protegidos.
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Artculo 21.- Para los efectos de dar cumplimiento a lo dispuesto en el artculo 30 de la ley N 17.288, referido a
las construcciones nuevas y obras de reconstruccin, se deber presentar ante el Consejo de Monumentos
Nacionales un expediente tcnico, que contenga los siguientes antecedentes: A. Carta del interesado dirigida al
Secretario(a) del Consejo de Monumentos Nacionales incluyendo:
A.1) Nombre, telfono, correo electrnico y direccin.
A.2) Identificacin del o los propietarios del inmueble.
A.3) Identificacin del profesional responsable de las obras a realizar.
B. Memoria explicativa con el siguiente contenido:
B.1) Identificacin del inmueble con indicacin del rol, calle, nmero, y ciudad o del rea objeto del proyecto de
intervencin.
B.2) Antecedentes planimtricos y material grfico e histrico de las construcciones, lugares o sitios a intervenir
y de su entorno.
B.3) Fotografas actuales de las construcciones de su interior y exterior, de las poblaciones o lugares a intervenir
y su entorno inmediato.
B.4) Descripcin de la situacin actual de las construcciones, poblaciones o lugares a intervenir y de su entorno
y mencin de los lineamientos de intervencin recogidos en su propuesta.
B.5) Descripcin de la intervencin propuesta, sus objetivos y mtodos contemplados para implementarla.
C. Copia simple del Certificado de Informaciones Previas y de los antecedentes municipales vigentes para las
construcciones, poblaciones o lugares a intervenir. En caso de existir algn informe o pronunciamiento municipal
previo, se deber acompaar al expediente.
D. Planimetra de la intervencin propuesta, con el siguiente contenido:
D.1) Plano de arquitectura: Contiene las construcciones, poblaciones o lugares a intervenir con entorno
inmediato, plantas, cortes y elevaciones, indicando los elementos que se propone demoler, en color amarillo y
los que se propone construir, en color rojo. Cada nivel o piso debe presentar la situacin existente y la situacin
propuesta.
D.2) Fotomontaje o imagen objetivo.
E. Especificaciones tcnicas, conforme lo dispone la Ley General de Urbanismo y Construcciones y su ordenanza.
F. En caso que la propuesta consista en intervenciones que afecten especies arbreas, jardines o parques
caractersticos de la zona tpica o pintoresca se deber incluir un plan que considere la participacin de
profesionales especialistas en la conservacin y proteccin de dichas especies.
G. Cualquier otro antecedente relevante para la comprensin de la intervencin proyectada y de la condicin
general de las construcciones, poblaciones o lugares a intervenir. Los planos y especificaciones tcnicas debern
incluir la firma del propietario y arquitecto. Todos los antecedentes deben ser entregados en formato impreso
y en formato digital, dejndose constancia de la recepcin de ellos, en la oficina de partes del Consejo de
Monumentos Nacionales.
Artculo 22.- Para la realizacin de obras de mera conservacin dentro de una zona tpica o pintoresca, a que se
refiere el artculo 30 de la ley N 17.288, se deber presentar ante el Consejo de Monumentos Nacionales un
expediente tcnico, el que deber contener los siguientes antecedentes:
A. Carta del interesado dirigida al Secretario(a) del Consejo de Monumentos Nacionales incluyendo:
A.1) Nombre, telfono, correo electrnico y direccin.
A.2) Identificacin del o los propietarios.
B. Memoria explicativa con el siguiente contenido:
B.1) Identificacin del o los inmuebles, con indicacin del rol, calle, nmero y ciudad, o del rea objeto del
proyecto de intervencin.
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B.2) Descripcin de la situacin actual, con apoyo de material grfico. B.3) Descripcin de la intervencin
propuesta, con apoyo de material grfico.
C. Especificaciones Tcnicas:
C.1) Explicacin sucinta de los mtodos constructivos y materiales a utilizar. C
.2) Identificacin del color mediante cdigo catlogo pantone y muestra de color si corresponde, en caso que la
propuesta contenga pintura.
C.3) Identificacin de productos qumicos, mediante su ficha tcnica y ejemplos de aplicacin en la materialidad
objeto de las obras o acciones de conservacin, en caso que la propuesta as lo considere.
C.4) Propuesta tcnica de intervencin que afecte especies arbreas, jardines o parques propios o caractersticos
de la zona tpica o pintoresca, la que deber considerar la participacin de profesionales especialistas en la
conservacin y proteccin de dichas especies.
Artculo 23.- Para aquellas intervenciones que requieran la instalacin de anuncios, avisos, carteles o avisos
publicitarios y de mobiliario urbano e instalaciones elctricas y de iluminacin, a que se refiere el artculo 30 N
2 de la ley N 17.288, se atender a los siguientes criterios:
A. Los proyectos de intervencin debern ser presentados ante el Consejo de Monumentos Nacionales, en
concordancia con la regulacin municipal vigente, para su revisin y autorizacin. Posteriormente, debern ser
tramitados ante la Direccin de Obras Municipales respectiva cuando corresponda.
B. La sealtica urbana, publicidad y sealizacin de todo tipo, debern en todo momento respetar los valores
y atributos identificados para la zona tpica o pintoresca en donde sern emplazados y guardarn armona con
su escala. Lo anterior debe ser considerado para la instalacin de avisos, afiches o carteles de cualquier tipo en
muros, pilares y ventanales o vidrieras. No se podr pintar con marcas publicitarias las fachadas de un inmueble
ubicado dentro de una zona tpica o pintoresca. Tratndose de la ubicacin de avisos publicitarios en las fachadas
exteriores de un inmueble, se estudiar en particular su posicin y medida de acuerdo a las caractersticas C. La
colocacin de los elementos de propaganda o publicidad, sean anuncios, avisos o carteles de cualquier especie,
no podrn afectar las condiciones estructurales, el aspecto decorativo o la composicin general de las
construcciones. Sus dimensiones debern ser armnicas con las caractersticas arquitectnicas propias de dichas
construcciones. D. En casos de publicidad a gran escala y otros mtodos de avisaje aplicados en mallas
protectoras de fachadas, incluidas aquellas que tengan como propsito la restauracin del edificio, se deber
considerar lo siguiente: D.1) La propuesta publicitaria debe supeditarse a las caractersticas arquitectnicas del
edificio, tales como, la integridad de su diseo, materialidad y estructura entre otras. D.2) La estructura
soportante de la publicidad puede adosarse a la fachada, siempre y cuando se garantice que sta no afecta las
condiciones estructurales, funcionales, arquitectnicas y estticas del inmueble protegido. D.3) La malla podr
cubrir la totalidad de la fachada o parte de ella, manteniendo los accesos libres. D.4) En el caso de cubrir la
totalidad de la fachada y con el fin de mantener la imagen del inmueble, en el pao superior se deber utilizar
una imagen de la fachada como fondo, junto con trabajar el lienzo con algn grado de transparencia. La
publicidad asociada deber estar ubicada en la parte inferior de la malla hasta un mximo del 40% del total del
pao. La imagen del inmueble puede ser una fotografa real o intervenida, croquis, dibujo u otro elemento del
edificio, en una escala acorde con lo que se est cubriendo (escala 1:1). La transparencia del lienzo debe ser la
suficiente para que se distingan las imgenes y/o texto insertos en la malla, permitiendo adems que penetre la
luz hacia los recintos interiores. D.5) En el sector inferior, se debe destinar un rea para difusin de las obras de
mejoramiento asociadas, o incorporar un texto o una grfica que aluda a los valores arquitectnicos, histricos
o culturales del bien que se pretende recuperar. D.6) La propuesta publicitaria deber sealar el perodo por el
cual solicita la autorizacin, as como tambin, indicar el compromiso de devolver las instalaciones del edificio
en iguales o mejores condiciones a las que la recibi. E. Los proyectos de mobiliario urbano, que comprende a
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todos aquellos elementos fijos, permanentes, mviles o temporales, ubicados en va pblica o en espacios
pblicos que sirven de apoyo a la infraestructura y al equipamiento urbano y que refuerzan la imagen de cada
zona tpica o pintoresca debern ser acordes a la calidad protegida del lugar y por tanto armnicos con sus
valores y atributos. F. No se podrn instalar quioscos provisorios o permanentes adosados a edificios, salvo de
forma excepcional y cuando respeten en su diseo, materialidad, volumetra y factura, el carcter ambiental y
propio de la zona tpica o pintoresca. G. Los proyectos de iluminacin y de instalaciones elctricas y de
telecomunicaciones debern garantizar las condiciones de seguridad del espacio pblico. Para el cumplimiento
de lo anterior, no debern alterar la arborizacin existente, ni entorpecer la vialidad o la visibilidad de los
entornos patrimoniales.
Artculo 25.- En caso que la intervencin solicitada requiera obras de desarme, demolicin total o parcial de una
estructura emplazada dentro de una zona tpica o pintoresca, el Consejo de Monumentos Nacionales podr
exigir, adems de los antecedentes detallados en el artculo 21 de este reglamento, los siguientes de carcter
complementario:
A) Informe de estado de conservacin del inmueble, justificando la intervencin propuesta y fundamentando
en base a consideraciones tcnicas que otras alternativas de recuperacin no son viables.
B) Informe de clculo realizado por un profesional competente, que d cuenta del estado de la estructura que
se pretende demoler.
C) Documentacin y registro detallado de la estructura que se pretende demoler, para su archivo en el Centro
de Documentacin del Consejo de Monumentos Nacionales.
Artculo 26.- Para un mejor anlisis de la solicitud presentada, el Consejo de Monumentos Nacionales podr
requerir de forma fundamentada y en todo momento, antecedentes y estudios complementarios.
Artculo 27.- Las autorizaciones que otorgue el Consejo de Monumentos Nacionales tendrn vigencia de tres
aos a contar de la notificacin mediante carta certificada al solicitante interesado en el proyecto. Sin perjuicio
de lo anterior, treinta das antes del vencimiento de dicho plazo, el titular del proyecto podr solicitar prrroga
por igual perodo, para la iniciacin de las obras de intervencin. En dicho caso, el Consejo de Monumentos
Nacionales podr requerir los antecedentes que justifiquen el otorgamiento de la prrroga.
Artculo 28.- Una vez autorizada una intervencin, el Consejo de Monumentos Nacionales podr supervisar
tcnicamente la correcta ejecucin de las obras y el cumplimiento del proyecto autorizado. Lo anterior, sin
perjuicio de las facultades que en esta materia correspondan a la Direccin de Obras Municipales de la comuna
en que se encuentre localizada la zona tpica o pintoresca. En caso que el proyecto de intervencin se ejecute
en forma diversa a lo aprobado por el Consejo de Monumentos Nacionales, ste podr, en virtud de lo dispuesto
en los artculos 8 y 30 de la Ley N 17.288, comunicar al titular de la intervencin para los efectos de paralizar
las obras y/o revocar la autorizacin otorgada si lo estima conveniente. Lo anterior deber efectuarse de manera
fundada, sealndose oportunamente las medidas que debern tomarse para la correcta ejecucin de la
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intervencin, a la vez que informar de la situacin al respectivo municipio, con copia a su Direccin de Obras
Municipales, mediante oficio emitido por el Secretario(a) del Consejo de Monumentos Nacionales. Para el
cumplimiento de lo sealado en este artculo, el Consejo podr solicitar el uso de la fuerza pblica si fuere
necesario.
Artculo 29.- Las obras o trabajos que se inicien en una zona tpica o pintoresca, sin la autorizacin previa del
Consejo de Monumentos Nacionales, se denunciarn como obra nueva ante el juez de letras en lo civil. Lo
anterior no impedir la aplicacin de las sanciones que la ley N 17.288, contempla para las conductas que la
contravienen. De acuerdo a lo dispuesto en el artculo 143 del Cdigo Orgnico de Tribunales, la competencia
para conocer de las denuncias de obra nueva, se encuentra radicada en el juez de letras en lo civil del territorio
en que se ubica la zona tpica o pintoresca. En caso que la zona tpica o pintoresca se emplace en varios territorios
jurisdiccionales, se aplicar lo dispuesto en el artculo 143 del Cdigo Orgnico de Tribunales.
DISPOSICIN TRANSITORIA
Artculo nico transitorio.- Las solicitudes de declaratoria de zonas tpicas o pintorescas, que se encuentren en
tramitacin ante el Consejo de Monumentos Nacionales con anterioridad a la fecha de publicacin del presente
reglamento, adecuarn su procedimiento a las disposiciones del presente decreto. Las zonas tpicas ya
declaradas con anterioridad a la publicacin del presente decreto, debern tener aprobados sus lineamientos
de intervencin dentro del plazo de dos aos, contado desde la publicacin del presente decreto.
Antese, tmese razn y publquese.- MICHELLE BACHELET JERIA, Presidenta de la Repblica.- Adriana Delpiano
Puelma, Ministra de Educacin. Lo que transcribo a usted para su conocimiento.- Saluda atentamente a usted,
Valentina Karina Quiroga Canahuate, Subsecretaria de Educacin.
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DECRETOS
MINISTERIO DE EDUCACIN
FIJA MONTO UNITARIO REGIONAL DE ALIMENTACIN E INTERNADO PARA EL AO 2017, A LOS
ESTABLECIMIENTOS EDUCACIONALES SUBVENCIONADOS
Diario Oficial: 10 de febrero de 2017
Visto:
Lo dispuesto en los artculos 32 N 6 y 35 de la Constitucin Poltica de la Repblica de Chile; la ley N 19.464,
que establece normas y concede aumento de remuneraciones para personal no docente de establecimientos
educacionales que indica; la Ley N 20.981, de Presupuestos para el Sector Pblico correspondiente al ao 2017;
el DFL N 2, de 1998, del Ministerio de Educacin; el decreto ley N 3.166, de 1980; el decreto supremo N 19,
de 2001, del Ministerio Secretara General de la Presidencia de la Repblica; los decretos supremos Nos 8.144,
de 1980, y 632, de 1983, ambos del Ministerio de Educacin; el oficio Ord. N 566, de 16 de diciembre de 2016,
del Coordinador Nacional de Subvenciones (S) del Ministerio de Educacin y en la resolucin N 1.600, de 2008,
de la Contralora General de la Repblica, y
Considerando:
Que, en razn de que los montos de alimentacin e internado difieren dependiendo de la ubicacin del
establecimiento educacional que entrega servicio de internado, por efecto del lugar donde est ubicado y por
el costo de alimentacin, se ha determinado fijar el monto unitario por alumno diario de subvencin a nivel de
Regin, de tal manera de asegurar el financiamiento de alimentacin e internado en cada localidad;
Que, la ley N 19.464, modificada por la ley N 20.244, concedi un aumento de remuneraciones para los
asistentes de la educacin de los establecimientos educacionales subvencionados;
Que, con el objeto de financiar dicho aumento se cre, a contar del da 1 de enero de 1996, una subvencin
que debe considerar la subvencin de internado, que se calcular en los trminos del artculo 13, con los
incrementos del artculo 11 del DFL N 2, de 1998, del Ministerio de Educacin;
Que, la Ley N 20.981 de Presupuestos para el Sector Pblico correspondiente al ao 2017, dispone que los
establecimientos educacionales regidos por el decreto ley N 3.166, de 1980, que presten servicio de internado
podrn percibir la subvencin de internado en los mismos montos y condiciones establecidas para los
establecimientos regidos por el DFL N 2, de 1998, del Ministerio de Educacin;
Que, la subvencin de internado debe determinarse anualmente por decreto del Ministerio de Educacin, con
la firma del Ministerio de Hacienda.
Decreto:
Artculo 1: Fjase para el ao 2017 el monto unitario regional, en trminos de Unidad de Subvencin
Educacional, por alumno diario de subvencin por alojamiento y alimentacin, a los establecimientos
educacionales subvencionados con servicio de internado, que se indica a continuacin:
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Los montos sealados precedentemente se incrementarn en el porcentaje de asignacin de zona establecido
para el sector fiscal, segn sea la localidad en que est ubicado el establecimiento en la Regin.
Artculo 2: La Unidad Regional de Subvenciones respectiva proceder a efectuar los pagos correspondientes
por los conceptos antes sealados, conforme al decreto supremo N 8.144, de 1980, del Ministerio de Educacin.
Artculo 3: El gasto que represente la aplicacin del presente decreto se financiar con cargo al Programa
Subvenciones a los Establecimientos Educacionales del Presupuesto del Ministerio de Educacin.
Antese y publquese.- Por orden de la Presidenta de la Repblica, Valentina Karina Quiroga Canahuate, Ministra
de Educacin (S).- Rodrigo Valds Pulido, Ministro de Hacienda.
Lo que transcribo a usted para su conocimiento.- Saluda a usted, Javier Jimnez Daz, Subsecretario de Educacin
(S).
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MINISTERIO DE EDUCACIN
FIJA LMITES DEL MONUMENTO HISTRICO "TEMPLO PARROQUIAL DE LOS SANTOS NGELES
CUSTODIOS", DECLARADO MEDIANTE EL DECRETO SUPREMO N 13, DE 1990, DEL MINISTERIO DE
EDUCACIN PBLICA
Diario Oficial: 13 de febrero de 2017
Considerando:
Que, por decreto supremo N 13, de 12 de enero de 1990, del Ministerio de Educacin Pblica, se declar como
Monumento Histrico al "Templo Parroquial de los Santos ngeles Custodios", que se encuentra ubicado en la
calle Rodolfo Vergara Antnez N 0252, comuna de Providencia, provincia de Santiago, Regin Metropolitana;
Que, los requerimientos de la planificacin territorial y el manejo correcto de la informacin sobre las reas
protegidas por la Ley de Monumentos Nacionales, hacen necesaria la dictacin del presente acto administrativo;
Que, la Comisin de Arquitectura y Patrimonio Urbano del Consejo de Monumentos Nacionales, propuso en la
sesin de 11 de mayo de 2016, la fijacin del polgono de proteccin y los lmites respectivos del monumento
histrico ya citado, incorporando la plaza Jos Manuel Barros, en atencin a que la declaratoria anterior no
consideraba los lmites y que la plaza era originalmente parte del conjunto parroquial;
Que el Consejo de Monumentos Nacionales, aprob en dicha sesin por unanimidad de los presentes, la
propuesta de fijacin de lmites de que trata este acto administrativo, y
Visto:
Lo dispuesto en los artculos 32 N 6 y 35 de la Constitucin Poltica de la Repblica; la ley N 17.288 de
Monumentos Nacionales; el decreto supremo N 19, de 2001, del Ministerio Secretara General de la Presidencia
de la Repblica; el decreto supremo N 13, de 1990 del Ministerio de Educacin Pblica; el oficio Ord. N
4313/16, de 12/12/2016 del Vicepresidente Ejecutivo del Consejo de Monumentos Nacionales; el acta de la
sesin ordinaria de 11 de mayo de 2016 (punto 93), del Consejo de Monumentos Nacionales, y la resolucin N
1.600, de 2008 de la Contralora General de la Repblica,
Decreto:
Artculo nico: Fjanse los lmites del Monumento Histrico "Templo Parroquial de los Santos ngeles
Custodios", as declarado, mediante el decreto supremo N 13, de 12 de enero de 1990, del Ministerio de
Educacin Pblica y ubicado en la calle Rodolfo Vergara Antnez N 0252, comuna de Providencia, provincia de
Santiago, Regin Metropolitana, como a continuacin se indica:
TRAMO DESCRIPCIN
A-B Lmite Norponiente, lnea de solera suroriente de
calle Obispo Prez de Espinoza
B-C Lmite Nororiente, lnea de solera surponiente de
calle Obispo Prez de Espinoza
C-D Lmite Oriente, lnea de solera poniente de calle
Monseor Mller
D-A Lmite Sur, lnea de solera norte de calle Rodolfo
Vergara Antnez
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El rea del polgono tiene una superficie aproximada de 3.154,38 m2, segn se delimita por el polgono A-B-C-
D-A del plano adjunto, que forma parte del presente decreto. Antese, tmese razn y publquese.- Por orden
de la Presidenta de la Repblica, Valentina Karina Quiroga Canahuate, Ministra de Educacin (S). Lo que
transcribo a usted para su conocimiento.- Saluda atentamente a usted, Javier Jimnez Daz, Subsecretario de
Educacin (S).
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MINISTERIO DE EDUCACIN
FIJA LMITES DEL MONUMENTO HISTRICO "IGLESIA PARROQUIAL "NUESTRA SEORA DE LA
DIVINA PROVIDENCIA", CON SU CASA PARROQUIAL Y SUS CONSTRUCCIONES ADYACENTES",
DECLARADO MEDIANTE EL DECRETO SUPREMO N 57, DE 1989, DEL MINISTERIO DE EDUCACIN
PBLICA
Diario Oficial: 13 de febrero de 2017
Considerando:
Que, por decreto supremo N 57, de 13 de enero de 1989, del Ministerio de Educacin Pblica, se declar como
Monumento Histrico a la "Iglesia Parroquial "Nuestra Seora de la Divina Providencia", con su Casa Parroquial
y sus construcciones adyacentes", que se encuentra ubicado en Avenida Providencia N 1619, comuna de
Providencia, provincia de Santiago, Regin Metropolitana; Que, los requerimientos de la planificacin territorial
y el manejo correcto de informacin sobre las reas protegidas por la Ley de Monumentos Nacionales, hacen
necesaria la dictacin del presente acto administrativo; Que, la Comisin de Arquitectura y Patrimonio Urbano
del Consejo de Monumentos Nacionales, propuso en la sesin de 11 de mayo de 2016, la fijacin del polgono
de proteccin y los lmites respectivos del monumento histrico ya citado, en atencin a que la declaratoria
anterior no los consideraba; Que el Consejo de Monumentos Nacionales, aprob en dicha sesin por unanimidad
de los presentes, la propuesta de fijacin de lmites de que trata este acto administrativo, y
Visto:
Lo dispuesto en los artculos 32 N 6 y 35 de la Constitucin Poltica de la Repblica, cuyo texto refundido,
coordinado y sistematizado fue fijado por el decreto supremo N 100, de 2005 del Ministerio Secretara General
de la Presidencia de la Repblica; la ley N 17.288 de Monumentos Nacionales; el decreto supremo N 19, de
2001, del Ministerio Secretara General de la Presidencia de la Repblica; el decreto supremo N 57, de 1989 del
Ministerio de Educacin Pblica; el oficio Ord. N 4312/16, de 12/12/2016 del Vicepresidente Ejecutivo del
Consejo de Monumentos Nacionales; el Acta de la sesin ordinaria de 11 de mayo de 2016 (punto 92), del
Consejo de Monumentos Nacionales y la resolucin N 1.600, de 2008 de la Contralora General de la Repblica,
Decreto:
Artculo nico: Fjanse los lmites del Monumento Histrico "Iglesia Parroquial "Nuestra Seora de la Divina
Providencia", con su Casa Parroquial y sus construcciones adyacentes", as declarado, mediante el decreto
supremo N 57, de 13 de enero de 1989, del Ministerio de Educacin Pblica y ubicado en Avenida Providencia
N 1619, comuna de Providencia, provincia de Santiago, Regin Metropolitana, como a continuacin se indica:
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TRAMO DESCRIPCIN
A-B Lmite Norponiente, lnea de solera surponiente
de Avenida Providencia
B-C Lmite Nororiente, lnea de solera y su proyeccin
hasta Avenida Providencia
C-D Lmite Suroriente, lnea de solera norponiente de
calle Dr. Luis Middleton
D-A Lmite Surponiente, lnea de edificacin de
edificio que enfrenta al monumento histrico
El rea del polgono tiene una superficie aproximada de 5.070,48 m2, segn se delimita por el polgono A-B-C-
D-A del plano adjunto, que forma parte del presente decreto.
Antese, tmese razn y publquese.- Por orden de la Presidenta de la Repblica, Valentina Karina Quiroga
Canahuate, Ministra de Educacin (S). Lo que transcribo a usted para su conocimiento.- Saluda atentamente a
usted, Vivien Villagrn Acua, Subsecretaria de Educacin (S).
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MINISTERIO DE EDUCACIN
FIJA LMITES DEL MONUMENTO HISTRICO "IGLESIA Y CONVENTO DE SAN FRANCISCO", DECLARADO
COMO TAL, MEDIANTE EL DECRETO SUPREMO N 5.058, DE 1951, DEL MINISTERIO DE EDUCACIN
PBLICA
Diario Oficial: 16 de febrero de 2017
Considerando:
Que, por decreto supremo N 5.058, de 6 de julio de 1951, del Ministerio de Educacin Pblica, se declar como
Monumento Histrico a la "Iglesia y Convento de San Francisco", el que se encuentra ubicado en calle San
Francisco N 47, comuna y provincia de Santiago, Regin Metropolitana;
Que, los requerimientos de la planificacin territorial y el manejo correcto de informacin sobre las reas
protegidas por la Ley de Monumentos Nacionales, hacen necesaria la dictacin del presente acto administrativo;
Que, la Comisin de Arquitectura y Patrimonio Urbano del Consejo de Monumentos Nacionales, propuso en la
sesin de 11 de noviembre de 2015, la fijacin del polgono de proteccin y los lmites respectivos del
monumento histrico ya citado, en atencin a que la declaratoria anterior no los consideraba;
Que el Consejo de Monumentos Nacionales, aprob en dicha sesin por unanimidad de los presentes, la
propuesta de fijacin de lmites de que trata este acto administrativo, y
Visto:
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Lo dispuesto en los artculos 32 N 6 y 35 de la Constitucin Poltica de la Repblica, cuyo texto refundido,
coordinado y sistematizado fue fijado por el decreto supremo N 100, de 2005 del Ministerio Secretara General
de la Presidencia de la Repblica; la Ley N 17.288 de Monumentos Nacionales; el decreto supremo N 19, de
2001 del Ministerio Secretara General de la Presidencia de la Repblica; el decreto supremo N 5.058, de 1951
del Ministerio de Educacin Pblica; el oficio Ord. N 187/16, de 19/01/2016 del Vicepresidente Ejecutivo del
Consejo de Monumentos Nacionales; el acta de la sesin ordinaria de 11 de noviembre de 2015 (punto 11), y la
resolucin N 1.600, de 2008 de la Contralora General de la Repblica,
Decreto:
Artculo nico: Fjanse los lmites del Monumento Histrico "Iglesia y Convento de San Francisco", declarado
como tal, por el decreto supremo N 5.058, de 1951, del Ministerio de Educacin Pblica, ubicado en calle San
Francisco N 47, comuna y provincia de Santiago, Regin Metropolitana, como a continuacin se indica:
El rea del polgono tiene una superficie aproximada de 7.748,23 m2, segn se delimita por el polgono A-B-C-
D-E-F-G-H-A del plano adjunto, que forma parte del presente decreto.
Antese, tmese razn y publquese.- Por orden de la Presidenta de la Repblica, Adriana Delpiano Puelma,
Ministra de Educacin.
Lo que transcribo a usted para su conocimiento.- Saluda atentamente a usted, Valentina Karina Quiroga
Canahuate, Subsecretaria de Educacin.
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MINISTERIO DE ENERGA
CREA COMISIN ASESORA MINISTERIAL REGIONAL DENOMINADA "COMISIN REGIONAL DE
DESARROLLO ENERGTICO DE LA ARAUCANA"
Diario Oficial: 27 de febrero de 2017
Vistos:
1. Que, corresponde al Ministerio de Energa elaborar y coordinar los planes, polticas y normas para el buen
funcionamiento y desarrollo del sector energtico.
2. Que el literal l) del artculo 4 del DL N 2.224, de 1978, que crea el Ministerio de Energa y la Comisin
Nacional de Energa establece que es funcin del Ministerio de Energa fomentar y facilitar la participacin de
personas naturales o jurdicas, con o sin fines de lucro, en la formulacin de polticas, planes y normas, en
materias de competencia del Ministerio.
3. Que el sptimo eje de la agenda de energa, "Participacin ciudadana y ordenamiento territorial", seala
dentro de las lneas de accin y metas la creacin de Comisiones Regionales de Desarrollo Energtico para
acompaar el desarrollo de la poltica energtica nacional y los procesos de gestin y ordenamiento regional.
4. Que por su naturaleza intersectorial y sus efectos transversales, el adecuado desarrollo de la poltica
energtica nacional y de los procesos de gestin y ordenamiento regional, requieren de la participacin de
diversos organismos de la Administracin del Estado y de los particulares.
Decreto:
Artculo 1: Crase la Comisin Asesora Ministerial Regional denominada "Comisin Regional de Desarrollo
Energtico de la Araucana", encargada de asesorar al Ministerio de Energa en los procesos de elaboracin de
polticas, planes y programas en materias de sus competencias. Asimismo la Comisin Regional de Desarrollo
Energtico de la Araucana deber apoyar y acompaar las distintas acciones impulsadas por el Ministerio de
Energa y su Secretara Regional Ministerial; acompaar los procesos de Ordenamiento Territorial Energticos
Regionales; apoyar el desarrollo de polticas y/o estrategias de energa a escala regional y/o comunal; y asesorar,
en el mbito de sus competencias, al Ministerio de Energa en toda otra materia que ste le requiera, sin que
esto implique en caso alguno el ejercicio de funciones ejecutivas.
Artculo 2: La comisin referida en el artculo anterior estar integrada por los siguientes representantes de
servicios e instituciones pblicas y representantes de la sociedad civil:
a) El Intendente Regional de la Regin de la Araucana, quien la presidir; b) El Secretario Regional Ministerial
de Energa de la Regin de la Araucana, quien oficiar como Secretario Ejecutivo, correspondindole
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proporcionar el apoyo tcnico y administrativo que requiera la Comisin para el cumplimiento de sus funciones;
c) El Secretario Regional Ministerial de Obras Publicas de la Regin de la Araucana, o una persona propuesta
por esa institucin; d) El Secretario Regional Ministerial de Economa de la Regin de la Araucana, o una persona
propuesta por esa institucin; e) El Secretario Regional Ministerial de Agricultura de la Regin de la Araucana,
o una persona propuesta por esa institucin; f) El Jefe de la Divisin de Planificacin y Desarrollo Regional del
Gobierno Regional de la Regin de la Araucana, o una persona propuesta por esa institucin; g) El Jefe de la
Unidad Regional de la Subsecretara de Desarrollo Regional y Administrativo de la Regin de la Araucana, o una
persona propuesta por esa institucin; h) El Subdirector Sur de la Corporacin Nacional de Desarrollo Indgena,
o una persona propuesta por esa institucin; i) Dos representantes de los pueblos indgenas con presencia en la
Regin de la Araucana; j) Un representante de las Municipalidades de la Regin de la Araucana; k) Un
representante del Consejo Regional de la Regin de la Araucana; l) Tres representantes de las universidades
presentes en la Regin de la Araucana; m) Cuatro representantes de las organizaciones sin fines de lucro
presentes en la Regin de la Araucana; n) Tres representantes de las Empresas Generadoras de Energa Elctrica
con presencia en la Regin de la Araucana; o) Un representante de las Empresas de Transmisin Elctrica con
presencia en la Regin de la Araucana; p) Un representante de las Empresas de Distribucin Elctrica con
presencia en la Regin de la Araucana; q) Un representante de las Empresas de Almacenamiento y Transporte
de Combustibles con presencia en la Regin de la Araucana; r) Un representante de los clientes libres con
presencia en la Regin de la Araucana; y s) Un representante de las asociaciones gremiales empresariales con
presencia en la Regin de la Araucana. Los integrantes de la Comisin Regional de Desarrollo Energtico de la
Araucana sern nombrados por el Intendente conforme a los respectivos procesos de designacin interna o
eleccin que se sealan en el artculo siguiente. Los integrantes durarn en sus funciones un perodo de dos
aos, el que podr prorrogarse por una sola vez. Los integrantes sealados en los literales i) a s) no estarn
obligados a formar parte de la Comisin Regional de Desarrollo Energtico de la Araucana, y nicamente
formarn parte de sta si en los procesos sealados en el artculo siguiente se presentan representantes de esas
entidades interesados en formar parte esta comisin.
Artculo 3: Los representantes sealados en los literales c), d), e), f), g) y h) del artculo 2 precedente, se
nombrarn a propuesta del jefe de servicio del respectivo rgano de la Administracin del Estado, debido que a
ste le corresponde la direccin superior de la correspondiente reparticin pblica. En el caso de los
representantes de las entidades sealadas en los literales j) y k) del artculo precedente, stos debern ser
designados por el Alcalde correspondiente o por el Consejo Regional de la Regin de la Araucana, segn
corresponda, de conformidad a sus procedimientos propios. En el caso que ms de dos municipalidades
presenten representantes para formar parte de la Comisin Regional de Desarrollo Energtico de la Araucana,
el mecanismo de eleccin para ocupar estos puestos corresponder a un procedimiento abierto y participativo
desarrollado por el Ministerio de Energa. El mecanismo de eleccin para los integrantes sealados en los
literales l), m), n), o), p), q), r) y s) del artculo 2 precedente, dado que en estos sectores no existe una estructura
orgnica que permita identificar una autoridad que ejerza un rol directivo sobre su conjunto, corresponder a
un procedimiento abierto y participativo desarrollado por el Ministerio de Energa. Los representantes sealados
en el literal i) del artculo 2 precedente, correspondern a personas con domicilio en la regin, pertenecientes
a alguno de aquellos pueblos, y se nombrarn a propuesta de las instituciones representativas de los pueblos
indgenas presentes en la Regin de la Araucana sobre la base de un procedimiento participativo, liderado por
la Corporacin Nacional de Desarrollo Indgena y el Ministerio de Energa.
26
Artculo 4: Para su adecuado funcionamiento, la Comisin Regional de Desarrollo Energtico de la Araucana
estar facultada para invitar a sus sesiones, a travs de su Secretario Ejecutivo, a funcionarios o representantes
de los rganos de la Administracin del Estado y a representantes del sector privado.
Artculo 5: Las personas designadas o invitadas a participar de la Comisin Regional de Desarrollo Energtico
de la Araucana desempearn sus funciones ad honorem.
Artculo 6: Los costos directos en que deban incurrir los integrantes de la Comisin Regional de Desarrollo
Energtico de la Araucana sealados en los literales i) y m) del artculo 2 precedente, por concepto de
transporte, para participar de las sesiones o llevar a cabo las funciones que se le encomienden sern de cargo
del Presupuesto del Ministerio de Energa y se encontrarn supeditados a la disponibilidad presupuestaria.
Artculo 8: El Ministerio de Energa, a travs de su Secretara Regional Ministerial, otorgar el apoyo tcnico y
administrativo que sea necesario para el funcionamiento de la Comisin Regional de Desarrollo Energtico de la
Araucana.
Artculo 9: Las autoridades y directivos de los rganos de la Administracin del Estado podrn prestar, dentro
del mbito de sus respectivas competencias, la colaboracin que la Comisin Regional de Desarrollo Energtico
de la Araucana les solicite para el mejor cumplimiento de sus funciones.
Artculo 10: La Comisin Regional de Desarrollo Energtico de la Araucana, en su primera sesin, adoptar los
procedimientos pertinentes que conduzcan al eficaz desempeo de sus obligaciones y atribuciones.
Artculo 11: La Comisin Regional de Desarrollo Energtico de la Araucana se reunir en forma ordinaria
semestralmente, en las fechas que acuerden sus integrantes, previa convocatoria de su Secretario Ejecutivo. No
obstante, podr reunirse en forma extraordinaria cada vez que sea necesario, previa convocatoria efectuada
por su Secretario Ejecutivo.
Antese, tmese razn y publquese.- Por orden de la Presidenta de la Repblica, Andrs Rebolledo Smitmans,
Ministro de Energa.- Mario Fernndez Baeza, Ministro del Interior y Seguridad Pblica.- Luis Felipe Cspedes
Cifuentes, Ministro de Economa, Fomento y Turismo.- Marcos Barraza Gmez, Ministro de Desarrollo Social.-
Alberto Undurraga Vicua, Ministro de Obras Pblicas.- Carlos Furche Guajardo, Ministro de Agricultura.
Lo que transcribo a Ud. para su conocimiento.- Saluda Atte. a Ud., Loreto Corts Alvear, Jefa Divisin Jurdica
(S), Subsecretara de Energa.
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MINISTERIO DEL TRABAJO Y PREVISIN SOCIAL
Subsecretara de Previsin Social - MODIFICA REGLAMENTO PARTICULAR QUE CREA EL SERVICIO DE
BIENESTAR DEL CONSEJO NACIONAL DE LA CULTURA Y LAS ARTES, APROBADO POR DECRETO N 13
EXENTO, DE 2011, DEL MINISTERIO DEL TRABAJO Y PREVISIN SOCIAL
Diario Oficial: 10 de marzo de 2017
Visto:
Lo dispuesto en el artculo 134 de la ley N 11.764; en el artculo 24 de ley N 16.395; en la ley N 17.538, artculo
nico; en el decreto supremo N 28, de 1994; en el decreto exento N 13, de 2011; en el decreto supremo N
61, de 2016, todos del Ministerio del Trabajo y Previsin Social; el decreto supremo N 19, de 2001, del
Ministerio Secretara General de la Presidencia; el decreto supremo N 1.727, de 2016, del Ministerio del Interior
y Seguridad Pblica; en la ley N 20.830, que crea el Acuerdo de Unin Civil; en la resolucin exenta N 1.600,
de 2008, de la Contralora General de la Repblica; lo informado por la Superintendencia de Seguridad Social, y
la facultad que me confiere el artculo 32 N 6 de la Constitucin Poltica de la Repblica de Chile,
Decreto:
Artculo nico.- Sustityese en el artculo 11 del decreto exento N 13, de 2011, que Aprueba Reglamento
Particular que crea el Servicio de Bienestar en el Consejo Nacional de la Cultura y las Artes, la letra b) por la
siguiente: "b) Matrimonio o Acuerdo de Unin Civil: Se conceder ayuda al afiliado que acredite haber contrado
matrimonio. Si ambos cnyuges son afiliados, el beneficio le corresponder a ambos. Asimismo, se conceder
ayuda al afiliado que acredite haber celebrado acuerdo de unin civil. Si ambos convivientes civiles son afiliados,
el beneficio le corresponder a ambos.".
Antese, comunquese y publquese.- Por orden de la Presidenta de la Repblica, Gabriela Alejandra Krauss
Valle, Ministra del Trabajo y Previsin Social.- Adriana Delpiano Puelma, Ministra de Educacin.
Lo que transcribo a usted para su conocimiento.- Jeannette Jara Romn, Subsecretaria de Previsin Social.
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MINISTERIO DE RELACIONES EXTERIORES
APRUEBA REGLAMENTO DE CEREMONIAL PBLICO Y PROTOCOLO DE ESTADO (Seleccin)1
Diario Oficial: 16 de marzo de 2017
Vistos:
CAPTULO I
Disposiciones Generales
Artculo 1.- Las disposiciones del presente Reglamento conforman el Protocolo de Estado y Ceremonial Nacional.
Toda duda que se presente en su aplicacin o que se refiera al Ceremonial Nacional ser resuelta por la Direccin
de Protocolo del Ministerio de Relaciones Exteriores.
Artculo 2. - El Ministerio de Relaciones Exteriores, reconoce las siguientes jerarquas diplomticas de Jefes de
Misin establecidas en la Convencin de Viena sobre Relaciones Diplomticas de 1961:
a) Embajadores o Nuncios acreditados ante los Jefes de Estado y otros Jefes de Misin de rango equivalente;
b) Enviados, Ministros o Internuncios acreditados ante los Jefes de Estado;
c) Encargados de Negocios acreditados ante los Ministros de Relaciones Exteriores. Salvo en lo que respecta a la
precedencia y a la etiqueta, no se har ninguna distincin entre los Jefes de Misin por razn de su clase.
Artculo 3. - El Gobierno de Chile reconoce como Decano del Cuerpo Diplomtico al Nuncio Apostlico de Su
Santidad.
Artculo 4.- El Ministerio de Relaciones Exteriores, a travs de la Direccin de Protocolo, es el rgano competente
para el intercambio de comunicaciones oficiales entre las Misiones Diplomticas y las autoridades del Estado.
Los Jefes de Misin son los nicos autorizados para dirigirse por escrito al Ministro de Relaciones Exteriores. Las
comunicaciones que se dirijan al Ministerio de Relaciones Exteriores en idioma extranjero debern llevar anexa
una traduccin no oficial en idioma espaol.
1El documento completo puede consultarse en la pgina web del Centro en el siguiente link:
http://derechoyreligion.uc.cl/es/docman/documentacion/chile/normas-juridicas-1/normas-reglamentarias/1051-aprueba-reglamento-de-
ceremonial-publico-y-protocolo/file
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Artculo 5.- Los agentes diplomticos acreditados ante el Gobierno de Chile debern respetar las leyes y
reglamentos nacionales. Asimismo, al dejar el territorio de la Repblica, cumplirn con las disposiciones
destinadas a proteger el patrimonio artstico de la Nacin de acuerdo con las normas que establece el decreto
N 863, de 13 de septiembre de 1976, del Ministerio de Educacin, publicado en el Diario Oficial de 22 de octubre
de 1976.
CAPTULO II
Recepcin de los Jefes de Misin
Artculo 6.- La Embajada respectiva comunicar oportunamente y por escrito al Ministerio de Relaciones
Exteriores, la llegada del nuevo Jefe de Misin con indicacin de la va, hora de arribo y personas de su familia
que lo acompaan.
Artculo 7.- El Agente Diplomtico ser saludado en el aeropuerto de Santiago, si tuviera rango de Embajador,
por el Subdirector de Protocolo. Si tuviere rango de Encargado de Negocios con Carta de Gabinete, ser saludado
por un funcionario de la Direccin de Protocolo. En caso de que quien arribe sea el Nuncio Apostlico, ser
saludado en el aeropuerto de Santiago por el Director de Protocolo. El Ministerio de Relaciones Exteriores, en
conformidad con lo dispuesto en el artculo 39 de la Convencin de Viena sobre Relaciones Diplomticas, sobre
aplicacin de la reciprocidad, impartir las instrucciones a fin de que se otorguen al Agente Diplomtico las
facilidades aduaneras y otras usuales.
CAPTULO III
Recepcin y Presentacin de las Cartas Credenciales
[]
Artculo 12.- El Director de Protocolo, despus de anunciar al Presidente de la Repblica la llegada del Jefe de
Misin, invitar a ste a entrar con los dems miembros de la Misin que lo acompaan al Saln de Credenciales
en el orden en que hicieron su ingreso al Palacio de la Moneda:
Primera Fila: Jefe de Misin, a su izquierda el Director de Protocolo y a su derecha el Edecn del Presidente de
la Repblica.
Segunda Fila: Detrs del Jefe de Misin, el funcionario extranjero de mayor categora; a su derecha, el
Subdirector de Protocolo y a su izquierda otro funcionario de la Misin.
Tercera Fila: Al centro, el funcionario de la Misin a quien por categora corresponda; a su derecha, un Secretario
de la Direccin de Protocolo, y a su izquierda otro funcionario de la Misin.
Artculo 13.- En el Saln de Credenciales esperar al Jefe de Misin, el Presidente de la Repblica, acompaado
por el Ministro de Relaciones Exteriores. Una vez en el referido Saln, el Jefe de Misin y Comitiva, en un sitio
previamente indicado, efectuarn una inclinacin de cabeza y enseguida avanzarn. Al llegar el Jefe de Misin a
una distancia de dos metros del Presidente de la Repblica, se detendr. A continuacin, el Director de Protocolo
realizar las presentaciones de rigor. En seguida, el Jefe de Misin pronunciar las siguientes palabras: "Tengo
el honor de entregar a Vuestra Excelencia las Cartas Credenciales que me acreditan como Embajador de
.. Luego, entregar al Presidente de la Repblica sus Cartas Credenciales y las de Retiro de su
antecesor, si corresponde, y ser saludado por el Primer Mandatario. A continuacin, el Jefe de Misin solicitar
la venia del Presidente de la Repblica para presentar al personal de la Misin. Seguidamente, el Presidente de
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la Repblica invitar al Jefe de Misin a tomar asiento a la derecha del Silln Presidencial, ocupando el asiento
del lado izquierdo el Ministro de Relaciones Exteriores. El resto de la Comitiva se retirar al saln adyacente.
Artculo 14.- Finalizada la audiencia, el Jefe de Misin se despedir del Presidente de la Repblica. Antes de
retirarse del saln dar media vuelta, el Director de Protocolo y Edecn harn una inclinacin de cabeza.
Artculo 15.- Al retirarse el Jefe de Misin, la Guardia de Palacio le presentar armas en el prtico. En la puerta
de entrada al Palacio de La Moneda, el Jefe de Misin y Comitiva se detendrn. La banda instrumental de la
unidad militar que rinde los honores correspondientes ejecutar el Himno Nacional del pas que el Jefe de Misin
representa. Terminados los honores, el Oficial a cargo de la unidad militar avanzar hacia el Embajador a fin de
expresarle que la ceremonia ha concluido. El Director de Protocolo y el Edecn del Presidente de la Repblica se
despedirn del Jefe de Misin y Comitiva. Para la ceremonia de presentacin de Cartas Credenciales, la tenida
podr ser traje nacional o traje de calle oscuro; seoras, vestido corto o tenida nacional.
Artculo 16.- Cuando presente Cartas Credenciales el Nuncio Apostlico de Su Santidad, el Director de Protocolo
lo ir a buscar personalmente y lo acompaar en los automviles oficiales.
[]
CAPTULO VI
Precedencias
Artculo 25. - En los actos y ceremonias oficiales la precedencia de las autoridades y personalidades chilenas y
extranjeras ser la que a continuacin se indica:
A. En los actos y ceremonias oficiales celebrados en la Regin Metropolitana:
Presidente de la Repblica
Presidente del Senado
Presidente de la Excelentsima Corte Suprema
Presidente de la Cmara de Diputados
Ex-Presidentes de la Repblica
Arzobispo de Santiago, el Presidente de la Conferencia Episcopal de Chile. Cardenales de la Iglesia Catlica 2
Un alto representante de las Iglesias Evanglicas
Presidente del Tribunal Constitucional
Contralor General de la Repblica
Fiscal Nacional del Ministerio Pblico
Presidente del Banco Central
Presidente del Tribunal Calificador de Elecciones
Presidente del Consejo Directivo del Servicio Electoral
Ministros de Estado
- Interior y Seguridad Pblica
- Relaciones Exteriores
- Defensa Nacional
- Hacienda
Subsecretarios de Estado:
[]
Artculo 40. - La precedencia de los Embajadores est determinada dentro de cada categora, por la fecha de
entrega de sus respectivas credenciales, sin perjuicio de que el Nuncio de Su Santidad ocupe el primer lugar en
calidad de Decano del Cuerpo Diplomtico.
La precedencia de los Encargados de Negocios se rige por la fecha de presentacin de las Cartas de Gabinete al
Ministro de Relaciones Exteriores, o por la Nota que le acredita en ese carcter, segn sean en propiedad o
interino, teniendo un rango superior los primeros.
[]
Artculo 42. - Siempre que se trate de determinar la precedencia entre los funcionarios mencionados de una
misma categora, se tomar en cuenta el carcter de la ceremonia, sea ella de orden diplomtico, militar, civil,
religioso, cultural u otro.
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MINISTERIO DE HACIENDA
Subsecretara de Hacienda - EXIME A INSTITUCIN QUE INDICA DEL IMPUESTO A LA RENTA DE
PRIMERA CATEGORA
Diario Oficial: 29 de marzo de 2017
Vistos:
Lo informado por el Servicio de Impuestos Internos mediante el oficio Ord. N 17, de 5 de enero de 2017, los
antecedentes reunidos, y lo dispuesto en los artculos 32 N 6 y 35 de la Constitucin Poltica de la Repblica de
33
Chile, en el N 4 del artculo 40, de la Ley sobre Impuesto a la Renta, contenida en el artculo primero del decreto
ley N 824, de 1974, y en el artculo 1 del decreto supremo N 19, del ao 2001, del Ministerio Secretara
General de la Presidencia,
Decreto:
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MINISTERIO DE EDUCACIN
REGLAMENTA PAGO DE LA SUBVENCIN ESPECIAL DIFERENCIAL Y DE NECESIDADES EDUCATIVAS
ESPECIALES DE CARCTER TRANSITORIO A LOS(AS) ALUMNOS(AS) INTEGRADOS EN CURSOS DE
ENSEANZA MEDIA
Diario Oficial:30 de marzo de 2017
Visto:
Considerando:
Que, es deber del Estado ofrecer en igualdad de condiciones las mejores opciones educativas a los nios, nias,
jvenes y adultos con necesidades educativas especiales, permanentes y/o transitorias, que cursan el nivel de
enseanza media; Que, el decreto con fuerza de ley N 2, de 1998, del Ministerio de Educacin, establece en su
artculo 9 que los sostenedores que cuenten con proyectos de integracin aprobados por el Ministerio de
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Educacin y que integren alumnos(as) que fueren considerados(as) de educacin especial en cursos de
enseanza media, conforme al artculo 9 del decreto supremo N 8.144, de 1980, del Ministerio de Educacin,
podrn obtener el pago de la subvencin especial diferencial por dichos estudiantes; Que, para percibir dicho
pago los sostenedores debern postular ante la Secretara Regional Ministerial de Educacin respectiva, quien
determinar la entrega del beneficio; Que, de acuerdo con la misma norma, mediante decreto anual el
Ministerio de Educacin establecer el nmero mximo de alumnos(as) beneficiados(as), distribucin regional,
plazo de postulacin y antecedentes que deban acompaarse para justificar la solicitud, conforme a las normas
tcnicas y administrativas vigentes para la educacin especial diferencial,
Decreto:
Artculo 1.- Los sostenedores de los establecimientos educacionales subvencionados, que cuenten con
proyectos de integracin aprobados por el Ministerio de Educacin y que integren alumnos en cursos de
enseanza media, que de acuerdo con el artculo 9 del decreto supremo N 8.144, de 1980, del Ministerio de
Educacin, fueren considerados de educacin especial, podrn obtener el pago de la subvencin
correspondiente a Educacin Especial Diferencial o subvencin de Necesidades Educativas Especiales de
Carcter Transitorio, segn corresponda.
Artculo 2.- Los sostenedores de establecimientos educacionales subvencionados que cuenten con proyectos
de integracin aprobados por el Ministerio de Educacin, cuyos alumnos fueron beneficiarios en aos anteriores
de las subvenciones a que se refiere el artculo anterior, debern postular al beneficio enviando una nmina a
la Secretara Regional Ministerial de Educacin de la regin respectiva, donde conste que tales alumnos
continan siendo estudiantes del establecimiento educacional y que cumplen con todos los requisitos a que se
refiere el artculo anterior.
Artculo 3.- Los sostenedores que postulen a estudiantes por primera vez al beneficio del pago de la subvencin
correspondiente a Educacin Especial Diferencial o subvencin de Necesidades Educativas Especiales de
Carcter Transitorio, segn corresponda, debern presentar ante la Secretara Regional Ministerial de Educacin
respectiva, la siguiente documentacin:
a) La postulacin de los(as) alumnos(as), que deber ser presentada en el formato oficial que al efecto disponga
el Ministerio de Educacin, va plataforma electrnica, y
b) Documento que acredite que el (la) alumno(a), es beneficiario(a) de un proyecto de integracin escolar
aprobado por resolucin de la Subsecretara de Educacin.
La documentacin a que se refiere el inciso anterior deber presentarse durante el mes de julio de 2017.
Artculo 4.- Establcese que el nmero mximo de estudiantes de enseanza media beneficiados para el ao
2017 ser de 62.500 alumnos(as), de acuerdo a la siguiente distribucin regional:
35
Artculo 5.- En todos los aspectos tcnicos no previstos en el presente decreto, se aplicarn las normas tcnicas
y administrativas vigentes para la Educacin Especial Diferencial y para el rgimen de subvenciones.
Artculo 6.- El gasto que irrogue al Ministerio de Educacin el cumplimiento del presente decreto ser imputado
al tem: 09-01-20-24-01-255, de la ley N 20.981 sobre Presupuestos del Sector Pblico, correspondiente al ao
2017.
Antese, tmese razn y publquese.- MICHELLE BACHELET JERIA, Presidenta de la Repblica.- Valentina Karina
Quiroga Canahuate, Ministra de Educacin (S).
Lo que transcribo para su conocimiento.- Saluda atentamente a usted, Javier Jimnez Daz, Subsecretario de
Educacin (S).
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MINISTERIO DE EDUCACIN
FIJA REMUNERACIN TOTAL MNIMA PARA LOS PROFESIONALES DE LA EDUCACIN QUE SE
DESEMPEEN EN ESTABLECIMIENTOS EDUCACIONALES SUBVENCIONADOS Y DE ADMINISTRACIN
DELEGADA, PARA EL AO 2017
Diario Oficial:30 de marzo de 2017
Visto:
Considerando:
1.- Que, el artculo 62 del decreto con fuerza de ley N 1, de 1996, del Ministerio de Educacin, en adelante "el
Estatuto", estableci una Remuneracin Total Mnima para los profesionales de la educacin que integren una
dotacin docente o que se desempeen en un establecimiento educacional regido por el decreto con fuerza de
ley N 5, de 1992, del Ministerio de Educacin, correspondiente actualmente al decreto con fuerza de ley N 2,
de 1998, del Ministerio de Educacin, o cuya administracin fuera delegada en virtud del decreto ley N 3.166,
de 1980;
2.- Que, el inciso primero del artculo 31 de la ley N 20.799, estableci que, a contar del 1 de enero del ao
2015, la Remuneracin Total Mnima establecida en el artculo 4 de la ley N 19.933, sera de $636.000, para
aquellos profesionales de la educacin con una designacin o contrato de 44 horas cronolgicas semanales;
3.- Que, el inciso final del artculo citado en el considerando anterior, estableci que, para aquellos
profesionales de la educacin que tengan una designacin o contrato inferior a 44 horas cronolgicas semanales,
su Remuneracin Total Mnima deba calcularse en proporcin a las horas establecidas en sus respectivas
designaciones o contratos;
4.- Que, la ley N 20.903, en su artculo 1, numeral 38, literal c), modific el artculo 62 del Estatuto,
agregndole un inciso final nuevo, modificacin que, de acuerdo a lo establecido por el artculo sptimo
transitorio de la ley N 20.903, rige desde el 1 de abril de 2016, fecha de entrada en vigencia de dicha ley;
5.- Que, el inciso final del artculo 62 del Estatuto, establece que, mediante decretos supremos del Ministerio
de Educacin, firmados por el Ministro de Hacienda, el valor de la Remuneracin Total Mnima sea reajustada
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en enero de cada ao, en la variacin que experimente el ndice de Precios al Consumidor determinado por el
Instituto Nacional de Estadsticas entre los meses de enero a diciembre del ao inmediatamente anterior;
6.- Que, de acuerdo al clculo realizado por la aplicacin de consulta web, del Instituto Nacional de Estadsticas
"INE", "Calculadora IPC" contenida en el sitio http://encina.ine.cl/calculadora/, la variacin del IPC en el
perodo entre enero a diciembre de 2016, fue aproximadamente de 2,7%, puesto que el mismo sitio advierte
que "internamente los clculos con 12 decimales y las variaciones resultantes corresponden a las series
empalmadas para fines de reajustabilidad", y;
7.- Que, por lo anteriormente expuesto, corresponde dictar el acto administrativo que fije el nuevo valor de la
Remuneracin Total Mnima, para el ao 2017;
Decreto:
Artculo primero: Fjase el monto de la Remuneracin Total Mnima, en la suma de $653.224.- (seiscientos
cincuenta y tres mil doscientos veinticuatro pesos), para los profesionales de la educacin que integren una
dotacin docente o que se desempeen en establecimientos educacionales subvencionados conforme al
decreto con fuerza de ley N 2, de 1998, del Ministerio de Educacin, o cuya administracin fue delegada en
virtud del decreto ley N 3.166, de 1980.
Artculo segundo: Establcese la siguiente tabla de clculo de la Remuneracin Total Mnima en pesos, para
aquellos profesionales de la educacin que tengan una designacin o contrato inferior a 44 horas cronolgicas
semanales:
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Antese, tmese razn y publquese.- MICHELLE BACHELET JERIA, Presidenta de la Repblica.- Mara Isabel Daz
Prez, Ministra de Educacin (S).- Rodrigo Valds Pulido, Ministro de Hacienda.
Lo que transcribo para su conocimiento.- Saluda atentamente a Ud., Vivien Villagrn Acua, Subsecretaria de
Educacin (S).
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RESOLUCIONES
MINISTERIO DE EDUCACIN
Extracto de resolucin exenta nmero 186, de 2017.- Establece cobro mensual mximo por alumno
para el ao escolar 2017
Diario Oficial: 2 de febrero de 2017
MINISTERIO DE EDUCACIN
Subsecretara de Educacin / Secretara Regional Ministerial XIII Regin Metropolitana
EXTRACTO
En Santiago, por resolucin exenta N 186, de fecha 24 de enero del ao 2017, de la Secretara Regional
Ministerial de Educacin de la Regin Metropolitana, se establece que:
En virtud de los artculos vigsimo segundo transitorio de la ley N 20.845 y 8 del decreto N 478, de 2016, del
Ministerio de Educacin, que establecen que, a partir del ao escolar 2017, los establecimientos educacionales
de financiamiento compartido que sigan adscritos a dicho rgimen disminuirn los lmites mximos de cobro
mensual por alumno en el mismo monto en que hayan aumentado para cada establecimiento el ingreso por
subvenciones e incrementos.
Por lo anterior, se establece el cobro mensual mximo por alumno para el ao escolar 2017, respecto de los
establecimientos educacionales que permanecen adscritos al financiamiento compartido y que figuran en la
resolucin objeto del presente extracto, disponible en Consulta Pblica en sgd.mineduc.cl.
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MINISTERIO DE EDUCACIN
Extracto de resolucin exenta nmero 190, de 2017.- Establece requisito para impetrar aporte por
gratuidad
Diario Oficial: 2 de febrero de 2017
MINISTERIO DE EDUCACIN
Subsecretara de Educacin / Secretara Regional Ministerial XIII Regin Metropolitana
EXTRACTO
En Santiago, por resolucin exenta N 190, de fecha 25 de enero del ao 2017, de la Secretara Regional
Ministerial de Educacin de la Regin Metropolitana, se establece que:
Para impetrar el aporte por gratuidad en los establecimientos educacionales que impartan enseanza regular
diurna en el primer y segundo nivel de transicin de educacin parvularia, educacin general bsica y enseanza
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media, ser adems requisito que dicho establecimiento est adscrito al rgimen de Subvencin Escolar
Preferencial de la ley N 20.248.
Mediante resolucin exenta N 6.283, de 2016, del Ministerio de Educacin, se ha dispuesto la no renovacin,
a partir de la finalizacin del ao escolar 2016, de los Convenios de Igualdad de Oportunidades y Excelencia
Educativa suscritos entre el Ministerio de Educacin y los sostenedores, respecto de los establecimientos
educacionales sealados en la misma.
Por lo tanto, el trmino al derecho a impetrar la subvencin especial "Aporte por Gratuidad", establecida en el
artculo 49 bis del decreto con fuerza de ley N 2, de 1998, del Ministerio de Educacin, a los sostenedores que
detalla la resolucin exenta N 190, disponible en Consulta Pblica en sgd.mineduc.cl.
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MINISTERIO DE EDUCACIN
Subsecretara de Educacin CANCELA PERSONALIDAD JURDICA Y ELIMINA DEL REGISTRO RESPECTIVO
A LA CORPORACIN UNIVERSIDAD EVANGLICA INTERNACIONAL (EN FORMACIN)
Diario Oficial: 13 de febrero de 2017
Considerando:
Que, con fecha 4 de julio de 2012 la Corporacin de Derecho Privado Universidad Evanglica Internacional de la
ciudad de Santiago, deposit el instrumento constitutivo de la persona jurdica (en formacin), segn escritura
pblica de fecha 20 de junio de 2012, suscrita ante don Alberto Eduardo Rojas Lpez, Notario Pblico Titular de
la Sexta Notara de Santiago;
Que, de acuerdo al artculo 57 del DFL N 2 de 2009, de Educacin, publicado en el Diario Oficial el 2 de julio de
2010, que Fija Texto Refundido, Coordinado y Sistematizado de la ley N 20.370, Ley General de Educacin, con
las normas no derogadas del DFL N 1 de 2005, se procedi a inscribir a la Corporacin Universidad Evanglica
Internacional (en formacin) en el Libro de Registro de Universidades C - N 103, de fecha 4 de julio de 2012,
que mantiene el Ministerio de Educacin;
Que, por ordinario N 6/3344 de fecha 1 de octubre de 2012, el Ministerio de Educacin formul observaciones
al instrumento constitutivo de la Corporacin de Derecho Privado Universidad Evanglica Internacional (en
formacin), otorgando un plazo de sesenta das contado desde la fecha en que le fueron notificadas las
objeciones, para conformar sus estatutos;
Que, mediante carta de fecha 7 de diciembre de 2012, el representante legal de la entidad (en formacin) dio
respuesta a las observaciones formuladas por el Ministerio de Educacin, acompaando escritura rectificatoria
de los estatutos de la Corporacin de Derecho Privado Universidad Evanglica Internacional, acordados en
asamblea celebrada en fecha 14 de junio de 2012 y reducida a escritura pblica con fecha 5 de diciembre de
2012, ante don Alberto Eduardo Rojas Lpez, Notario Pblico Titular de la Sexta Notara de Santiago;
41
Que, de acuerdo al anlisis efectuado al nuevo instrumento constitutivo dentro de los plazos establecidos en el
DFL N 2 de 2009, de Educacin, se pudo comprobar que las observaciones fueron subsanadas en su totalidad,
lo que fue comunicado mediante Ord. N 6/1521 de fecha 19 de marzo de 2013; Que, teniendo aprobada la
persona jurdica Corporacin de Derecho Privado Universidad Evanglica Internacional (en formacin), de
acuerdo a lo dispuesto en el artculo 61, letra a), del DFL N 2, de 2009, de Educacin, la institucin podr
continuar con el trmite correspondiente ante el Consejo Nacional de Educacin;
Que, habiendo transcurrido el plazo de un ao contado desde la fecha de obtencin de la personalidad jurdica,
la nueva universidad no ha dado cumplimiento, por hechos que le son imputables, a los requisitos exigidos por
el DFL N 2, de 2009, de Educacin, para obtener el reconocimiento oficial de la entidad, especficamente no
haber presentado a la fecha de evaluacin del Consejo Nacional de Educacin el respectivo proyecto
institucional, lo que fue informado por dicha entidad mediante su oficio N 146/2016, de 10 de marzo de 2016;
Que, de acuerdo a lo dispuesto en el artculo 59 del DFL N 2, de 2009, de Educacin, publicado en el Diario
Oficial el 2 de julio de 2010, que Fija Texto Refundido, Coordinado y Sistematizado de la ley N 20.370, Ley
General de Educacin, con las normas no derogadas del DFL N 1, de 2005, procede que el Ministerio de
Educacin mediante resolucin fundada cancele su personalidad jurdica y su eliminacin del registro respectivo;
y
Visto:
Lo dispuesto en el artculo 59 del DFL N 2, de 2009, de Educacin, publicado en el Diario Oficial el 2 de julio de
2010, que Fija Texto Refundido, Coordinado y Sistematizado de la ley N 20.370, Ley General de Educacin, con
las normas no derogadas del DFL N 1, de 2005; en la ley N 18.956 y sus modificaciones; en la ley N 20.529 de
2011 del Ministerio de Educacin; en el ordinario N 6/1521 de 2013 del Ministerio de Educacin; el oficio N
146/2016, del Consejo Nacional de Educacin y en la resolucin N 1.600 de 2008 de la Contralora General de
la Repblica:
Resuelvo:
Artculo 1 : Canclase, a contar de la total tramitacin de este acto administrativo, la personalidad jurdica de
la Corporacin de Derecho Privado, sin fines de lucro, denominada Universidad Evanglica Internacional (en
formacin), de la ciudad de Santiago.
Artculo 2: Elimnase del Libro de Registro de Universidades C - N 103 de fecha 4 de julio de 2012 del Ministerio
de Educacin, en que se encuentra inscrita la Corporacin Universidad Evanglica Internacional (en formacin),
de la ciudad de Santiago.
Antese, tmese razn y publquese en el Diario Oficial.- Valentina Karina Quiroga Canahuate, Subsecretaria de
Educacin.
42
Esta Contralora General ha dado curso al acto del rubro, que cancela la personalidad jurdica y elimina del
respectivo registro a la Corporacin Universidad Evanglica Internacional (en formacin), por cuanto se ajusta a
derecho, pero cumple con hacer presente, en relacin con lo dispuesto en el ltimo prrafo de la parte
considerativa, que corresponde al Ministerio de Educacin ordenar la eliminacin del anotado registro, lo que
se ha omitido consignar en la especie.
Con el alcance que antecede se ha tomado razn del instrumento del epgrafe.
Saluda atentamente a Ud., Jorge Bermdez Soto, Contralor General de la Repblica.
A la seora
Subsecretaria de Educacin
Presente.
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(Extracto)
Mediante decreto exento N E-13 de 19 de enero de 2017, el Ministerio de Bienes Nacionales otorg en
Concesin Gratuita, a la "Comunidad Indgena Pukar de Copaquilla", RUT N 75.950.730-4, el inmueble fiscal
ubicado en Valle de Copaquilla S/N, comuna de Putre, provincia de Parinacota, Regin de Arica y Parinacota;
Rol Servicio de Impuestos Internos N 4370-264; amparado por inscripcin global a nombre del Fisco a fojas 25
vta. N 60 del Registro de Propiedad del Conservador de Bienes Races de Arica, correspondiente al ao 1935;
de una superficie aproximada de 0,87 Hs.
La Concesin se otorga por un plazo de 30 aos, contado desde la fecha de suscripcin de la escritura pblica
de concesin. La Concesin se otorga para destinar el inmueble para el funcionamiento y desarrollo del villorrio
comunitario "Copaquilla Marka". El contrato de Concesin deber suscribirse dentro del plazo de 30 das,
contado desde la fecha de la publicacin en el Diario Oficial, del extracto del decreto de Concesin. El decreto
con su texto ntegro se encuentra disponible en el sitio web del Ministerio de Bienes Nacionales.
Autoriza extracto.- Magdalena Badilla Rodrguez, Jefa de Divisin Jurdica.
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MINISTERIO DE DEFENSA NACIONAL
Subsecretara para las Fuerzas Armadas / Fuerza Area de Chile - DETERMINA LA INFRAESTRUCTURA
Y EQUIPAMIENTO DEPORTIVO DISPONIBLE Y DA CUMPLIMIENTO AL ARTCULO 10 DEL DS N 351, DE
21.JUN.2016, DEL MINISTERIO DE DEFENSA NACIONAL, QUE APRUEBA REGLAMENTO DE LA LEY N
20.887, QUE FACILITA INFRAESTRUCTURA Y EQUIPAMIENTO DEPORTIVO DE LAS FUERZAS ARMADAS
A ORGANIZACIONES DEPORTIVAS, ESTABLECIMIENTOS EDUCACIONALES Y PERSONAS JURDICAS SIN
FINES DE LUCRO
Diario Oficial: 17 de febrero de 2017
I.- Vistos:
A.- Lo dispuesto en el artculo nico de la ley N 20.887, que Facilita la Infraestructura y Equipamiento de las
Fuerzas Armadas y de Orden y Seguridad Pblica a Organizaciones Deportivas, Establecimientos Educacionales
y Personas Jurdicas sin Fines de Lucro.
B.- Lo establecido en el Reglamento de la ley N 20.887, aprobado por DS N 351 del Ministerio de Defensa
Nacional, de fecha 21.Jun.2016 y publicado en el Diario Oficial con fecha 12.Dic.2016, que Facilita Infraestructura
y Equipamiento Deportivo de las Fuerzas Armadas a Organizaciones Deportivas, Establecimientos Educacionales
y Personas Jurdicas sin Fines de Lucro.
C.- La Ley N 18.948, Orgnica Constitucional de las Fuerzas Armadas. D.- La Ley N 19.880 que Establece Bases
de los Procedimientos Administrativos que Rigen los Actos de la Administracin del Estado. E.- Lo sealado en
la resolucin N 1.600, de 30 de octubre de 2008, de la Contralora General de la Repblica que fija normas sobre
exencin del trmite de toma de razn.
II.- Considerando:
A.- Que, el artculo nico de la ley N 20.887 faculta a las instituciones que forman parte de las Fuerzas Armadas
para permitir el uso de su infraestructura y equipamiento deportivo a organizaciones deportivas legalmente
constituidas, a establecimientos educacionales en todos sus niveles y a personas jurdicas sin fines de lucro que
se determina en su reglamento; todo ello, en el ejercicio de la misin institucional y de fortalecimiento de las
relaciones cvico-militares. Lo anterior, si no compromete la seguridad de los recintos donde se desarrolla la
actividad deportiva, ni interfiere en el ejercicio de las funciones propias de la institucin, en especial, la
formacin profesional del personal.
B.- Que, conforme lo establecido en el inciso final del citado artculo nico y lo establecido en los Arts. 4 y 10 de
su reglamento, procede nombrar a los Funcionarios Autorizantes, quienes tendrn la facultad de autorizar,
denegar, suspender, celebrar convenios, dar por terminado unilateralmente o por mutuo acuerdo, el uso de la
infraestructura y equipamiento deportivo que regula la Ley N 20.887, como asimismo, determinar la
infraestructura y equipamiento deportivo que podr ser objeto de autorizacin de uso, en los trminos del
reglamento, las fechas y horarios disponibles, la fecha de inicio y trmino para presentar la solicitud de
autorizacin, el lugar donde se deber presentar sta, la tarifa de hora por persona que se deber adelantar
segn lo dispuesto en el artculo 9 del reglamento, la o las cuentas corrientes en las que se deber depositar el
reembolso, y todos los antecedentes necesarios que se requieran para poder optar a la autorizacin de uso.
44
C.- Que se ha establecido la disponibilidad de infraestructura y equipamiento deportivo de la Institucin en
condiciones de mantenimiento y seguridad para ser facilitado a las organizaciones y personas jurdicas
establecidas en la ley N 20.887 y su reglamento, como asimismo, su distribucin geogrfica dentro del pas.
III.- Resuelvo:
A.- Desgnase a los Oficiales que se desempean en los cargos que a continuacin se indican, como Funcionarios
Autorizantes, dentro de la rbita de sus competencias y respecto de los recintos deportivos pertinentes,
quienes tendrn la facultad de autorizar, denegar, suspender, celebrar convenios, dar por terminado
unilateralmente o por mutuo acuerdo, el uso de la infraestructura y equipamiento deportivo que regula la ley
N 20.887 y su reglamento, quienes, en representacin del Fisco - Fuerza Area de Chile, debern extender las
resoluciones y suscribir y celebrar todos los actos administrativos y/o convenios correspondientes.
CARGO
Comandante de la Base Area El Bosque, respecto de la infraestructura y equipamiento
deportivo detallado en Anexo A a la presente resolucin.
Jefe de Deportes de la III Brigada Area, respecto de la infraestructura y equipamiento deportivo
detallado en Anexo A a la presente resolucin
B.- Determnase en Anexo A, que forma parte de esta resolucin, la infraestructura y equipamiento deportivo
disponible de la Fuerza Area de Chile, los das y horarios disponibles, el valor del gasto a reembolsar, el lugar
de pago, la cuenta corriente en la que se deber depositar, y los funcionarios autorizantes.
C.- Dispnese que dentro de los primeros 5 das hbiles correspondientes a los meses de marzo, julio y octubre,
se recibirn las solicitudes de autorizacin de uso de la infraestructura objeto de la presente resolucin. Las
solicitudes de autorizacin para el uso debern estar dirigidas al funcionario autorizante y debern presentarse
en la misma direccin donde se ubica la infraestructura y equipamiento deportivo. Dichas solicitudes debern
hacerse por escrito y suscribirse por el representante legal, en la que deber sealar la infraestructura que
solicita para su uso, los das y horarios para utilizarlos y la cantidad de usuarios que pretenden usar las
instalaciones. Adems, deber acompaar copia del certificado, resolucin o documento respectivo en
conformidad a la ley, cuya vigencia no sea superior a 3 meses, para acreditar la calidad de organizacin deportiva
legalmente constituida, establecimiento educacional o una persona jurdica sin fines de lucro, y acreditar la
personera para actuar de su representante legal. En el caso que sea una organizacin deportiva constituida de
conformidad a otra ley que no sea la ley N 19.712, Ley del Deporte, deber acreditarse que se encuentra inscrita
en el Registro Nacional de Organizaciones Deportivas del Instituto del Deporte de Chile. Los convenios que se
celebren, no podrn exceder del 31 de diciembre del ao en que se suscribieren.
D.- Aprubase el texto de los convenios de uso de infraestructura y equipamiento deportivo y los montos por
gastos de reembolso por el uso, segn detalle Anexo B a la presente resolucin.
E.- Dispnese que formarn parte de esta resolucin los documentos elaborados por los encargados de los
recintos que determinan los gastos a reembolsar.
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Antese, regstrese, publquese la presente resolucin en el Diario Oficial y en la pgina web de la Institucin y
comunquese a quienes corresponda, para su conocimiento y cumplimiento.- Mario Jorquera Sols, Coronel de
Aviacin (AD), Director de Personal y Logstica. Lo que se transcribe para los fines pertinentes.3
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Vistos:
Lo dispuesto en la ley N 18.575, del ao 2001, Orgnica Constitucional de Bases Generales de la Administracin
del Estado; en la ley N 19.880, del ao 2003, que Establece las Bases de los Procedimientos Administrativos que
Rigen los Actos de los rganos de la Administracin del Estado; en la ley N 20.981 que aprueba el Presupuesto
del Sector Pblico para el ao 2017; la Glosa N 05 del presupuesto de la Subsecretara del Interior, del ao
2017; en la ley N 20.430, del ao 2010, que Establece Disposiciones Sobre Proteccin de Refugiados; en el
decreto N 837, que Aprueba el Reglamento de la ley N 20.430; en la resolucin N 1.600 del ao 2008, que
Fija Normas sobre Exencin del Trmite de Toma de Razn y la resolucin N 30, del ao 2015, que Fija Normas
de Procedimiento Sobre Rendicin de Cuentas, ambas de la Contralora General de la Repblica.
Considerando:
1 Que, la Subsecretara del Interior (05.10.01), se encuentra facultada para destinar parte de los recursos
contemplados en la Ley de Presupuestos del ao 2017, especficamente en el subttulo 24, tem de asignacin
002, Asistencia Social ORASMI, Glosa N 05, para efectos de brindar apoyo e integracin en nuestro pas de
refugiados, solicitantes de reconocimiento de la condicin de refugiado en condicin de vulnerabilidad
debidamente acreditada, en los trminos previstos en la glosa de la referida partida presupuestaria,
2 Que, la adecuada distribucin de los recursos pblicos contemplados en la glosa presupuestaria aludida,
requiere de la implementacin de un Programa, denominado "Programa de Asistencia Humanitaria para
refugiados y solicitantes de reconocimiento de la condicin de refugiado, ao 2017",
Resuelvo:
Artculo nico: Aprubese el documento que contiene el denominado "Programa de Asistencia Humanitaria
para refugiados y solicitantes de reconocimiento de la condicin de refugiado, ao 2017", elaborado por la
Subsecretara del Interior, y cuyo tenor es el siguiente:
1.- ANTECEDENTES
El Estado de Chile, a travs del Ministerio del Interior y Seguridad Pblica, contempla recursos en la Ley de
Presupuestos del Sector Pblico del ao 2017, en la Partida correspondiente a la Subsecretara del Interior
(05.10.01), con cargo al fondo ORASMI (24.01.002), para los efectos previstos en su Glosa N 05,
correspondiente al "apoyo e integracin en nuestro pas, de refugiados, solicitantes de refugio (...) en condicin
de vulnerabilidad debidamente acreditada (...)". Los recursos financieros destinados al apoyo de los procesos de
integracin se ejecutan por medio del Programa de Asistencia Humanitaria, el que tiene como objetivo general
para el ao 2017, contribuir a la integracin y proteccin de los solicitantes de reconocimiento de la condicin
de refugiado y refugiados que se encuentren en situacin de vulnerabilidad debidamente acreditada. Este
Programa contempla el apoyo al proceso de integracin de los solicitantes de la condicin de refugiado y
refugiados y sus familias, mediante la entrega de prestaciones humanitarias bsicas, y la recopilacin y
sistematizacin continua de la informacin correspondiente a la ejecucin del mismo, con el objeto de actualizar
las caractersticas de la poblacin beneficiaria; los resultados del Programa; los indicadores de procesos
relevantes; y la satisfaccin de los beneficiarios; datos que sern determinantes al momento de tomar
decisiones, y monitorear su implementacin y gestin. El Programa requiere para su ejecucin la celebracin de
convenios de transferencia de recursos con instituciones pblicas y/o privadas, que no persiguen fines de lucro,
llamadas tambin Agencias Implementadoras, las que son un apoyo complementario a la oferta pblica
existente. Para la ejecucin de este Programa durante el ao 2017 se han destinado $118.000.000.- (ciento
dieciocho millones de pesos), en conformidad a lo indicado en la Ley de Presupuesto del Sector Pblico para el
ao 2017. Los convenios que sean celebrados con las instituciones competentes para su ejecucin debern
contener al menos las actividades y programas a desarrollar, en conformidad a lo indicado en el presente
documento.
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2.- MARCO LEGAL
El Estado de Chile, ratific en el ao 1990, la Convencin Americana sobre Derechos Humanos, denominada
"Pacto de San Jos de Costa Rica", que tal como indica su artculo 1, "Los Estados Partes, se comprometen a
respetar los derechos y libertades reconocidos en ella y a garantizar su libre y pleno ejercicio a toda persona que
est sujeta a su jurisdiccin, sin discriminacin alguna por motivos de raza, color, sexo, idioma, religin,
opiniones polticas o de cualquier otra ndole, origen nacional o social, posicin econmica, nacimiento o
cualquier otra condicin social". Asimismo, en su artculo 22, prev el derecho a buscar y recibir asilo y consagra
el principio de no devolucin: "7. Toda persona tiene el derecho de buscar y recibir asilo en territorio extranjero
en caso de persecucin por delitos polticos o comunes conexos con los polticos y de acuerdo con la legislacin
de cada Estado y los convenios internacionales. 8. En ningn caso el extranjero puede ser expulsado o devuelto
a otro pas, sea o no de origen, donde su derecho a la vida o a la libertad personal est en riesgo de violacin a
causa de raza, nacionalidad, religin, condicin social o de sus opiniones polticas." Con fecha 28 de enero del
ao 1972, el Estado de Chile ratific la Convencin sobre el Estatuto de los Refugiados adoptada en el ao 1951,
instrumento internacional que "constituye la fundacin de la proteccin internacional de los refugiados". En el
ao 1967 se adopt un Protocolo a dicha Convencin, con el objeto de dar proteccin a los refugiados que han
pasado a tener esa condicin como consecuencia de hechos ocurridos con posterioridad al 1 de enero de 1951;
amplindose de esta forma, la proteccin a situaciones ocurridas luego de la fecha lmite establecida en la
Convencin. Este ltimo tratado internacional fue ratificado por nuestro pas con fecha 27 de abril del ao 1972.
A nivel regional, se encuentra la Declaracin de Cartagena adoptada por el "Coloquio Sobre la Proteccin
Internacional de los Refugiados en Amrica Central, Mxico y Panam: Problemas Jurdicos y Humanitarios",
celebrado en Cartagena, Colombia, del 19 al 22 de noviembre del ao 1984. "Se trata de un instrumento regional
no vinculante, que se basa en la prctica generosa de conceder asilo en las Amricas y reitera las importantes
normas y principios del Derecho Internacional de los Refugiados. La Declaracin de Cartagena establece una
serie de recomendaciones para el trato humanitario, y las soluciones duraderas para aquellas personas
necesitadas de proteccin internacional, y es conocida internacionalmente por su recomendacin de ampliar la
definicin de refugiado aplicable en la regin, la cual ha sido incluida en la legislacin de catorce pases, entre
ellos Chile".2 En diciembre del ao 2014, los Gobiernos de Amrica Latina y El Caribe se reunieron en Brasilia
para conmemorar el 30 aniversario de la Declaracin de Cartagena, cita que dio origen a una serie de
recomendaciones y conclusiones con las que se elabor la Declaracin de Brasil y su Plan de Accin, los que en
trminos generales plantean soluciones innovadoras para las personas refugiadas, desplazadas y aptridas,
dentro de un marco de solidaridad y cooperacin. Los tratados internacionales sobre derechos humanos tienen
por finalidad la proteccin de la dignidad humana. En virtud de ello, los Estados y los rganos internacionales
deben, por una parte, efectuar una interpretacin, del contenido y alcance de los derechos humanos, ms
protectora y, por otra, rechazar aquellas visiones restrictivas o que dejen sin efecto los derechos humanos. La
Constitucin Poltica de la Repblica de Chile seala en su artculo 5 inciso 2 que los rganos que integran la
Administracin del Estado se encuentran obligados a dar cumplimiento a los derechos humanos establecidos en
los diversos tratados internacionales ratificados por nuestro pas. Conforme a lo anterior, es que el 15 de abril
del ao 2010 se promulga la ley N 20.430, que Establece Disposiciones sobre Proteccin de Refugiados, y el 14
de octubre de ese mismo ao se dicta su Reglamento (Decreto N 837 del Ministerio del Interior). El artculo 20
de dicho Reglamento seala que "el Ministerio del Interior se encargar de coordinar con los organismos
pblicos del Estado, que se cumpla con lo dispuesto en los artculos relativos a derechos, obligaciones y ayuda
administrativa, incluyendo el acceso a ayuda humanitaria bsica y el apoyo al proceso de integracin de los
refugiados a la sociedad chilena''. Para estos efectos, los organismos del Estado de conformidad con sus
atribuciones legales podrn suscribir convenios de colaboracin con instituciones pblicas o privadas, nacionales
o extranjeras, que tengan reconocida competencia en la materia". El artculo 32 inciso 2 de la ley N 20.430 del
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ao 2010, seala que es deber de la autoridad competente del Ministerio del Interior y Seguridad Pblica,
notificar a los organismos correspondientes, con el fin que provean al solicitante y su familia la asistencia
humanitaria bsica que pudieran requerir en virtud de su situacin de vulnerabilidad. Por lo tanto, con el objeto
de dar cumplimiento a lo establecido en el artculo recin transcrito, y a las obligaciones internacionales de Chile
en materia de integracin de la poblacin solicitante de la condicin de refugiado y refugiada, la Ley de
Presupuestos para el Sector Pblico ao 2017, establece en la partida 05.10.01, subttulo 24.01.002, Glosa 05
Transferencias Corrientes al sector privado-Asistencia Social (ORASMI)" la destinacin de recursos para el
"apoyo e integracin en nuestro pas, de refugiados y solicitantes de refugio", los que sern administrados a
travs de convenios que se suscriban entre el Ministerio del Interior y Seguridad Pblica e instituciones pblicas
y/o privadas sin fines de lucro, en conformidad a lo ya indicado. En la ejecucin del Programa sealado,
participan diversas instituciones que, de acuerdo a los mbitos de su competencia intervienen conforme a lo
que a continuacin se indica:
1) El Departamento de Accin Social, en adelante DAS, creado mediante resolucin exenta N1.328 de 11 de
febrero del ao 2011, es el encargado de establecer el contenido del Programa de Asistencia Humanitaria de
cada ao, de distribuir los recursos anuales establecidos en la Ley de Presupuestos para la asistencia a
solicitantes de la condicin de asilo, refugiados e inmigrantes, en situacin de vulnerabilidad, de supervisar el
trabajo de las Agencias Implementadoras encargadas de la ejecucin del mismo, de definir los criterios para la
calificacin de los beneficiarios, revisar, analizar y aprobar los documentos de la rendicin de cuentas de los
gastos efectuados por dicha institucin.
2) La Comisin de Reconocimiento de la Condicin de Refugiado, instituida por la ley N 20.430 del ao 2010,
que es presidida por el Jefe del Departamento de Extranjera y Migracin del Ministerio del Interior y Seguridad
Pblica. En conformidad con los artculos 19 y siguientes de la ley, esta Comisin es el organismo encargado de
asesorar y proveer al Ministerio del Interior la informacin necesaria para decidir respecto del otorgamiento,
rechazo, cesacin, cancelacin o revocacin de la condicin de refugiado.
Asimismo, tiene, entre otras atribuciones, la de "planificar, promover, y coordinar polticas en materia de
proteccin de solicitantes de la condicin de refugiado y refugiados, relacionndose directamente, para tales
efectos, con cualquier institucin pblica o privada, nacional, internacional o extranjera, que fuese pertinente".
Finalmente, tambin le corresponde "coadyuvar en la bsqueda e implementacin de soluciones duraderas para
los refugiados", dentro de las cuales se encuentra la integracin. El Jefe del Departamento de Extranjera y
Migracin en su calidad de Presidente de la Comisin, dispone de una Secretara Tcnica encargada de asistir a
la Comisin de Reconocimiento. Estas funciones son actualmente asumidas por la Seccin de Refugio y
Reasentamiento (SRR) del Departamento de Extranjera y Migracin, creada mediante Oficio Reservado N 4312
del 15 de abril del ao 2005.
2.1) La Secretara Tcnica tiene entre sus funciones el elaborar y presentar a la Comisin de Reconocimiento los
informes tcnicos de elegibilidad, que sirvan de base para la discusin y evaluacin de las solicitudes de
reconocimiento de la condicin de refugiado, reunificacin familiar y reasentamiento, como asimismo respecto
de la cesacin, revocacin o cancelacin de la condicin de refugiado. Adems asesora a la Comisin de
Reconocimiento, en todo lo relacionado con las soluciones duraderas y la integracin de los solicitantes y
refugiados. 3. La Agencia Implementadora del Programa, es la entidad a cargo de la ejecucin del mismo
conforme a lo establecido en el Convenio de Transferencia de recursos suscrito entre dicha entidad y el
Ministerio del Interior y Seguridad Pblica. Adems, de efectuar la entrega de las prestaciones del Programa,
debe efectuar la entrega de las prestaciones no tangibles dentro de los cuales destacan las actividades
vinculadas a la insercin sociocultural, a las atenciones de orientacin, a las evaluaciones sociales, psicolgicas,
mdicas, psiquitricas y a la asesora jurdica, sean stas por solicitud espontnea de los refugiados o solicitantes
de la condicin de refugiado, a requerimiento del DAS. La Agencia Implementadora deber efectuar la entrega
49
de toda aquella informacin, recopilada durante la implementacin del Programa en relacin a la poblacin
objetivo del mismo, de carcter relevante y necesaria para conocer y/o verificar el cumplimiento de las polticas
pblicas que en materia de refugio, sean requeridas por el Ministerio del Interior y Seguridad Pblica, a travs
del Departamento de Extranjera y Migracin en el marco de la ley N 20.430, y a travs del DAS, en el marco de
la implementacin del presente Programa.
3.- OBJETIVOS
Los beneficiarios del Programa de Asistencia Humanitaria 2017 sern todas las personas, solicitantes de
reconocimiento de la condicin de refugiado y sus familias as como los refugiados reconocidos por el Estado de
Chile, que de acuerdo a su situacin de vulnerabilidad, acreditada a travs de una evaluacin social, y plazo
transcurrido desde la fecha en que ha tenido lugar la formalizacin de la solicitud de reconocimiento y/o desde
la fecha del reconocimiento, por el Estado de Chile de la calidad de refugiado, requieran acceder a las
prestaciones consideradas en el presente Programa. Son solicitantes de la condicin de refugiado aquellas
personas que han formalizado una solicitud de reconocimiento de la condicin de refugiado y que estn a la
espera de un pronunciamiento definitivo sobre la misma. Dicha solicitud se rige por un procedimiento
administrativo fijado por la ley N 20.430 y su Reglamento (Ttulo IV, artculos 35 y siguientes). Son refugiadas,
aquellas personas que fueron reconocidas como tales en conformidad a lo establecido en el artculo 19 de la
ley N 20.430, mediante resolucin exenta del Subsecretario del Interior. Esta misma ley determina, en su
artculo 2, quines pueden ser reconocidos como refugiados, "Tendrn derecho a que se les reconozca la
condicin de refugiado las personas que se encuentren en alguna de las siguientes situaciones:
1. Quienes, por fundados temores de ser perseguidos por motivos de raza, religin, nacionalidad, pertenencia a
determinado grupo social u opiniones polticas, se encuentren fuera del pas de su nacionalidad y no puedan o
no quieran acogerse a la proteccin de aqul debido a dichos temores.
2. Los que hayan huido de su pas de nacionalidad o residencia habitual y cuya vida, seguridad o libertad han
sido amenazadas por la violencia generalizada, la agresin extranjera, los conflictos internos, la violacin masiva
de los derechos humanos u otras circunstancias que hayan perturbado gravemente el orden pblico en dicho
pas.
50
3. Quienes, careciendo de nacionalidad y por los motivos expuestos en los numerales anteriores, se encuentren
fuera del pas en que tenan su residencia habitual y no puedan o no quieran regresar a l.
4. Los que, si bien al momento de abandonar su pas de nacionalidad o residencia habitual no posean la
condicin de refugiado, satisfacen plenamente las condiciones de inclusin como consecuencia de
acontecimientos ocurridos con posterioridad a su salida."
En este sentido, se debe tener presente que un porcentaje importante de los solicitantes y refugiados se ven
afectados por situaciones de vulnerabilidad y de riesgo social. Ellos dejan su pas con el objetivo de proteger su
vida, su libertad, su seguridad y la de su familia, siendo afectados emocionalmente y dejando todo por encontrar
un lugar que les brinde proteccin y seguridad. Muchos salen sin un respaldo econmico, incluso con la
conviccin de haber perdido todo lo material. Ellos requieren de la provisin de condiciones mnimas para lograr
una efectiva insercin socioeconmica y una real integracin a la sociedad de acogida, en el marco de un
resguardo de su seguridad.
La relevancia de abordar la situacin que afecta a los refugiados y solicitantes de reconocimiento de la condicin
de refugiado, se sustenta en el hecho que los refugiados son personas que necesitan proteccin internacional,
que estn imposibilitados de regresar a su pas y que requieren asentarse en un lugar para poder reconstruir sus
vidas.
Considerando lo anteriormente sealado es que las situaciones de vulnerabilidad especficas a abordar, para los
efectos de este Programa en consideracin a las prestaciones que se realizan, se entienden como la dificultad,
transitoria y/o extensa, de hacer frente a requerimientos bsicos y necesarios para mejorar la calidad de vida
de las personas, para lo cual requieren de aportes de tipo econmico destinados a superar una situacin
determinada. Los factores de vulnerabilidad presentes en cada caso se determinarn mediante la aplicacin de
un formulario nico de evaluacin, que deber ser aplicado por los profesionales competentes de la Agencia
Implementadora.
Son beneficiarios de las prestaciones establecidas en este Programa, todos los refugiados y solicitantes de
reconocimiento de la condicin de refugiado, y sus familias, que cumplan con los requisitos establecidos en el
presente Programa.
Para el ao 2017, se considera como marco referencial de personas que sern atendidas con cargo al Programa
de Asistencia Humanitaria, la cantidad de 660.
51
5.1. Forma de Postulacin
Toda postulacin debe efectuarse completando el Formulario de Postulacin que se encontrar disponible, para
su descarga, desde el 27 de febrero del ao 2017, en el sitio web del Ministerio del Interior y Seguridad Pblica
(http://www.interior.gob.cl/). El Formulario de Postulacin y la documentacin requerida en l, debe ser
enviada al correo electrnico [email protected], dentro del plazo de postulacin indicado en
el apartado correspondiente. Se debe indicar en el asunto del correo el nombre completo del Programa al cual
se postula, en este caso, "Programa de Asistencia Humanitaria bsica para refugiados y solicitantes de
reconocimiento de la condicin de refugiado, 2017".
52
Sobre la Organizacin 1. Descripcin de los objetivos, fines o directrices de la institucin postulante. 2. Sealar
hitos relevantes en el desarrollo de la labor institucional. 3. Sealar las actividades que, en los ltimos dos aos,
ha efectuado la institucin con poblacin distinta a la beneficiaria del presente Programa. 4. Sealar las
actividades de sensibilizacin realizadas durante los ltimos dos aos, en materias de proteccin y asistencia a
solicitantes de la condicin de refugiado y refugiados. 5. Indicacin del personal que se desempea en forma
permanente y transitoria en la institucin, incluyendo una descripcin breve de las labores que efecta. 6.
Detallar la infraestructura con la que cuenta la institucin para el desarrollo de sus funciones. 7. Fuentes de
financiamiento de la institucin que le permiten desarrollar aquellas actividades que caracterizan su labor
institucional. 8. Descripcin de los procesos de intervencin que desarrolla con la poblacin en general. Se
valorar que la institucin postulante desarrolle procesos de intervencin sicosocial de los solicitantes de
reconocimiento de la condicin de refugiado y refugiados y sus familias, brindndoles apoyos no tangibles,
dentro de los cuales destacan las actividades vinculadas a la insercin sociocultural, a las atenciones de
orientacin, a las evaluaciones sociales, psicolgicas, mdicas, psiquitricas y a la asesora jurdica, sean stas
por solicitud espontnea de los refugiados o solicitantes de la condicin de refugiado o por derivacin de
instituciones de la red pblica o privada.
9. Indicar las instituciones de la red pblica y/o privada, con las cuales acta en coordinacin con la finalidad de
facilitar la respuesta oportuna a las necesidades de la poblacin beneficiaria del presente Programa.
Se incluyen aquellas instituciones y/o actores pblicos o privados con los que tenga Acuerdos, Convenios y/o
Contratos vigentes, y que en ese marco, puedan llegar a vincularse con la poblacin beneficiaria del Programa
de Asistencia Humanitaria 2017. Debern estos actos contener una clusula de confidencialidad conforme a lo
sealado en el prrafo anterior. En caso de realizarse tal acuerdo con posterioridad, la Agencia deber informar
a la brevedad la celebracin del mismo al Departamento de Accin Social y al Departamento de Extranjera y
Migracin.
1. Sealar los objetivos generales y especficos que la Agencia pretende alcanzar mediante la ejecucin de los
recursos estatales que se transfieren para la implementacin de este Programa, los que en todo caso deben
estar acorde a los lineamientos y exigencias requeridas por el Departamento de Accin Social de la Subsecretara
del Interior, para el ao 2017.
2. Informacin acerca de los recursos humanos, financieros, y materiales con los que cuenta la institucin para
la ejecucin del Programa de Asistencia Humanitaria ao 2017. En relacin a los recursos humanos, se exige
como requisito mnimo que la institucin ejecutora del Programa, cuente con una dupla psicosocial y un abogado
contratado por la Institucin. En forma excepcional se aceptar que la ltima funcin sealada sea efectuada
por alguna institucin de la red pblica o privada que cumpla dicha labor en forma coordinada con la Agencia.
En caso que la funcin jurdica sea efectuada por algn actor de la red privada distinta a la institucin postulante,
se requerir que se acompae al Formulario de Postulacin, el Convenio o Contrato suscrito con dicha
institucin, debiendo ste contener una clusula de confidencialidad de la informacin que la Agencia traspasa
a dichas instituciones en relacin a los beneficiarios del presente Programa, para la ejecucin de las labores
convenidas. En caso de realizarse tal acuerdo con posterioridad o modificarse el existente, la Agencia deber
informar al Departamento de Accin Social y al Departamento de Extranjera y Migracin, a la brevedad la
celebracin del mismo.
53
3. Descripcin del flujo de atencin de los beneficiarios del Programa e indicacin del plazo en que se pretende
efectuar la entrega de las prestaciones, contado desde la fecha en que se realiza la solicitud correspondiente.
4. Entendindose por capacidad instalada, los recursos humanos, materiales y financieros con que cuenta la
institucin postulante, determinar el nmero estimado de personas que seran atendidas por la entidad, en
consideracin al monto de postulacin del proyecto.
5. Presentar Plan de Capacitaciones, en el que deber indicarse los objetivos, criterios de seleccin de
beneficiarios y forma de determinacin de los contenidos.
6. Designacin de la persona responsable de la ejecucin del proyecto, la que deber encontrarse contratada
por la institucin y ser considerada la contraparte tcnica del DAS, para la implementacin del Programa.
7. Indicacin de contacto de la institucin, debiendo especificarse al menos dos correos electrnicos.
8. Acompaar la siguiente documentacin:
a. Acompaar declaracin jurada suscrita por el representante legal de la institucin postulante (Anexo 2).
b. Acompaar Certificado de Vigencia de Directorio y de Personalidad Jurdica emitido por el Servicio de Registro
Civil e Identificacin dentro de los 60 das anteriores a la fecha de postulacin.
c. Acompaar el Certificado de Inscripcin en el Registro de Personas Jurdicas Receptoras de Fondos Pblicos.
d. Acompaar Contratos o Convenios suscritos con instituciones privadas, para el desarrollo de las labores
jurdicas, segn corresponda.
e. Acompaar Contratos o Convenios, suscritos en los ltimos dos aos con instituciones, pblicas o privadas,
con la finalidad de desarrollar asuntos relacionados con la materia del presente Programa, junto con las cartas
de respaldo otorgadas por las instituciones cuyos Contratos o Convenios, se adjuntan.
[].
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Vistos:
Lo dispuesto en la Ley N 18.575, del ao 2001, Orgnica Constitucional de Bases Generales de la Administracin
del Estado; en la Ley N 19.880, del ao 2003, que Establece las Bases de los Procedimientos Administrativos
que Rigen los Actos de los rganos de la Administracin del Estado; en la Ley N 20.981 que aprueba el
Presupuesto del Sector Pblico para el ao 2017; la Glosa N 05 del presupuesto de la Subsecretara del Interior,
del ao 2017 en la Ley N 20.430, del ao 2010, que Establece Disposiciones Sobre Proteccin de Refugiados;
en el decreto N 837, que Aprueba el Reglamento de la ley N 20.430; en la resolucin exenta N 589, de 13 de
febrero del ao 2017, que aprueba documento que contiene el Programa de Asistencia Humanitaria para
54
refugiados y solicitantes de reconocimiento de la condicin de refugiado, ao 2017; en la resolucin N 1.600,
del ao 2008, que fija normas sobre exencin del trmite de Toma de Razn y en la resolucin N 30, del ao
2015, que Fija Normas de Procedimiento Sobre Rendicin de Cuentas, ambas de la Contralora General de la
Repblica.
Considerando:
1 Que, mediante resolucin exenta N 589, de 13 de febrero del ao 2017, se aprob por la Subsecretara del
Interior, el documento que Aprueba el Programa de Asistencia Humanitaria para refugiados y solicitantes de
reconocimiento de la condicin de refugiado, ao 2017. 2
Que, en el apartado 5 de la resolucin exenta singularizada en el considerando anterior, bajo la denominacin
"IMPLEMENTACIN PROGRAMA DE ASISTENCIA HUMANITARIA PARA REFUGIADOS Y SOLICITANTES DE
RECONOCIMIENTO DE LA CONDICIN DE REFUGIADO, AO 2017" se establecen los aspectos que rigen el
proceso de postulacin, que las instituciones pblicas y/o privadas, interesadas en implementar el Programa de
Asistencia Humanitaria, deben cumplir con la finalidad de llegar a obtener la calidad de Agencia/s
Implementadora/s.
3 Que, en dicho acto administrativo, se ha incurrido en una omisin al no sealarse dentro del apartado 5.2.
Formulario de Postulacin, la facultad del Departamento de Accin Social, de la Subsecretara del Interior de
solicitar a las instituciones postulantes la aclaracin de ciertos puntos del Formulario de Postulacin, que
requieran mayor especificidad o de aquellos cuya simple lectura genera dudas, y la aclaracin, correccin y/o
presentacin de cualquiera de los documentos indicados en el nmero 8 de la seccin Sobre Programa de
Asistencia Humanitaria para Refugiados y Solicitantes de Reconocimiento de la Condicin de Refugiado
contenida dentro del apartado titulado, 5.5. Contenido del Formulario de Postulacin.
4 Que, el Sistema nico de Ingreso y Evaluacin de Peticiones (SIEP), establecido en la seccin 5.8. De la
Obligatoriedad del Uso Sistema de Ingreso y Evaluacin de Peticiones (SIEP), de la resolucin exenta N 589, de
febrero de 2017, no se encontrar disponible para su uso por parte de la/s Agencia/s Implementadora/s del
Programa de Asistencia Humanitaria, debido a que an se encuentra en periodo de elaboracin. 5 Que,
conforme a lo anteriormente expuesto, es necesario dictar el acto administrativo correspondiente que autorice
las modificaciones antes descritas.
Resuelvo:
Artculo primero: Incorprese, como prrafo tercero del apartado 5.2. Formulario de Postulacin, de la
resolucin exenta N 589, de 13 de febrero del ao 2017, que Aprueba documento que contiene el denominado
Programa de Asistencia Humanitaria para refugiados y solicitantes de reconocimiento de la condicin de
refugiado, ao 2017, el siguiente texto.
"El Departamento de Accin Social podr solicitar a las instituciones postulantes, mediante correo electrnico,
la aclaracin de ciertos puntos del Formulario de Postulacin, que requieran mayor especificidad o de aquellos
cuya simple lectura genera dudas, y la aclaracin, correccin y/o presentacin de los documentos indicados en
el nmero 8 de la seccin Sobre Programa de Asistencia Humanitaria para Refugiados y Solicitantes de
Reconocimiento de la Condicin de Refugiado, contenida dentro del apartado titulado, 5.5. Contenido del
Formulario. La informacin requerida, deber ser remitida por las instituciones dentro del plazo de 5 das
hbiles, contados desde aquel en que se hubiere efectuado la solicitud".
55
Artculo segundo: Dispngase, para el uso de la/s Agencia/s Implementadora/s del Programa de Asistencia
Humanitaria para refugiados y solicitantes de reconocimiento de la condicin de refugiado, ao 2017, de la
utilizacin del "Registro de Ingreso y Evaluacin de Peticiones", instrumento en que se ingresarn los
antecedentes de identificacin correspondientes a todas aquellas peticiones que requieran ser satisfechas a
partir de la entrega de una prestacin, bien y/o servicio, aun cuando sta no cumpla con los requisitos de entrega
de prestacin establecidos en la resolucin exenta N 589, de 13 de febrero del ao 2017, de la Subsecretara
del Interior.
Es deber de la/s Agencia/s Implementadora/s del Programa de Asistencia Humanitaria, dar cumplimiento a la
obligacin de la actualizacin de la informacin, veracidad, integridad, completitud y confidencialidad indicados
en el apartado 5.8. De la Obligatoriedad del Uso Sistema de Ingreso y Evaluacin de Peticiones (SIEP).
El "Registro de Ingreso y Evaluacin de Peticiones" ser utilizado, por la/s Agencia/s Implementadora/s del
Programa de Asistencia Humanitaria, hasta la fecha sealada en el oficio que para tales efectos remitir el
Departamento de Accin Social, de la Subsecretara del Interior. Dicho momento corresponder a aquel en que
se encuentre disponible para el uso de la/s Agencia/s Implementadora/s, el "Sistema nico de Ingreso y
Evaluacin de Peticiones (SIEP)".
Artculo tercero: Mantngase inalterable, en todo lo dems lo dispuesto en la resolucin exenta N 589, de 13
de febrero del ao 2017, de la Subsecretara del Interior, que aprueba documento que contiene el denominado
Programa de Asistencia Humanitaria para refugiados y solicitantes de reconocimiento de la condicin de
refugiado, ao 2017.
Antese y publquese en el Diario Oficial.- Luis Correa Bluas, Subsecretario del Interior (S).
Lo que transcribo a Ud. para su conocimiento.- Atentamente, Mario Ossandn Caas, Jefe Divisin Gobierno
Interior, Ministerio del Interior y Seguridad Pblica.
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56
MINISTERIO DEL INTERIOR Y SEGURIDAD PBLICA
Subsecretara del Interior - PROGRAMA DE PROMOCIN Y ASISTENCIA SOCIAL DE INMIGRANTES EN
SITUACIN DE VULNERABILIDAD AO 2017 (Seleccin)5
Diario Oficial: 1 de marzo de 2017
Vistos:
Lo dispuesto en el decreto con fuerza de ley N 1 del ao 2001 que Fija el texto Refundido, Coordinado y
Sistematizado de la ley N 18.575, Orgnica Constitucional de Bases Generales de la Administracin del Estado;
en la ley N 19.880, del ao 2003, que establece las Bases de los Procedimientos Administrativos que Rigen los
Actos de los rganos de la Administracin del Estado; en la ley N 20.981 de Presupuestos para el Sector Pblico
ao 2017; la Glosa N 5 del Presupuesto de la Subsecretara del Interior, del ao 2017; en la resolucin N 1.600
del ao 2008, que Fija Normas sobre Exencin del Trmite de Toma de Razn y la resolucin N 30, del ao 2015,
que Fija Normas de Procedimiento sobre Rendicin de Cuentas, ambas de la Contralora General de la Repblica.
Considerando:
1 Que, la Subsecretara del Interior (05.10.01), se encuentra facultada para destinar parte de los recursos
contemplados en la Ley de Presupuestos del Sector ao 2017, especficamente en el subttulo 24, tem de
asignacin 002, Asistencia Social ORASMI, Glosa N 05, para efectos de brindar apoyo e integracin en nuestro
pas a los inmigrantes en condicin de vulnerabilidad debidamente acreditada, que no tengan la condicin de
refugiados ni sean solicitantes de reconocimiento de la condicin de refugiado, en los trminos previstos en la
glosa de la referida partida presupuestaria,
2 Que, la adecuada distribucin de los recursos pblicos contemplados en la glosa presupuestaria aludida,
requiere de la implementacin de un programa, denominado "Programa de Promocin y Asistencia Social de
Inmigrantes en situacin de Vulnerabilidad, ao 2017",
3 Que, la participacin de entidades pblicas y/o privadas en calidad de colaboradoras de la funcin que lleva
a cabo ORASMI, dice relacin con la asistencia directa a las personas inmigrantes, contemplando para ello
procesos de diagnstico que permitan conocer la situacin de vulnerabilidad de stos; la activacin de redes de
apoyo que puedan entregar insumos para el xito de la iniciativa; adems de elaborar informes tcnicos y
financieros respecto de los recursos asignados,
4 Que, en virtud del principio de formalidad que rige a los actos de la Administracin, establecido en el artculo
3 de la ley N 19.880, es necesario aprobar el Programa de Promocin y Asistencia Social para inmigrantes en
situacin de vulnerabilidad, ao 2017, mediante la dictacin del correspondiente acto administrativo,
5 El Decreto sufri modificaciones publicados en el Diario Oficial con fecha 31 de marzo, que publicamos en este mismo Boletn. El texto final,
refundido, coordinado y sistematizado puede consultarse en el siguiente link de la pgina web del Centro:
http://derechoyreligion.uc.cl/es/docman/documentacion/chile/normas-juridicas-1/normas-reglamentarias/1055-programa-de-promocion-y-
asistencia-social-de-inmigrantes-en-situacion-de-vulnerabilidad-ano-2017/file
57
Resuelvo:
Artculo nico: Aprubese, el documento que contiene el denominado "Programa de Promocin y Asistencia
Social de Inmigrantes en situacin de vulnerabilidad, ao 2017", elaborado por la Subsecretara del Interior,
cuyo tenor es el siguiente
1.- ANTECEDENTES
El Estado de Chile a travs del Ministerio del Interior y Seguridad Pblica contempla recursos en la Ley de
Presupuestos del Sector Pblico del ao 2017, en la partida correspondiente a la Subsecretara del Interior
(05.10.01), con cargo al fondo ORASMI (24.01.002), para los efectos previstos en su Glosa N 05, relativo al
"apoyo e integracin en nuestro pas, de (...) inmigrantes en condicin de vulnerabilidad debidamente
acreditada y que no tengan la condicin de refugiados ni solicitantes de refugio (...)". El Programa de Promocin
y Asistencia Social para Inmigrantes en situacin de vulnerabilidad tiene como propsito establecer una lnea de
accin para la entrega de ayuda a inmigrantes vulnerables y/o en riesgo social, esto porque se visualiza como
un apoyo complementario a la oferta pblica existente, y a la labor que realiza la institucin pblica o privada,
con la que se celebran los convenios de transferencia de recursos para la ejecucin del mismo. Mediante su
implementacin se pretende favorecer la gestin pblica y fortalecer la red estatal. La ejecucin de estos
recursos se realizar a travs de convenios de colaboracin financiera que se suscriban entre el Ministerio del
Interior y Seguridad Pblica e instituciones pblicas y/o privadas, que no persigan fines de lucro y que cuenten
con experiencia y capacidad instalada para la atencin y asistencia a la poblacin inmigrante. Dichas
instituciones se denominarn Agencias Implementadoras, las que asistirn directamente a las personas
inmigrantes y sus familias, contemplando para ello procesos de diagnstico que permitan conocer la situacin
de vulnerabilidad que enfrenta el inmigrante y su familia. Adems proveern al Departamento de Accin Social,
en adelante DAS, de la informacin requerida con el objeto de lograr la caracterizacin de la vulnerabilidad que
afecta a la poblacin inmigrante en nuestro pas. Lo anterior sin perjuicio de la obligacin de la Agencia de activar
sus propias redes de apoyo que adems, caracterizan su labor como institucin experta en esta materia.
La ley N 20.507 del ao 2011 que tipifica los delitos de Trfico Ilcito de Migrantes y Trata de Personas y
establece normas para su prevencin y ms efectiva persecucin criminal. Mediante esta ley, se logra:
a) Tipificar el delito de trfico ilcito de migrantes;
b) Tipificar el delito de trata de personas;
c) Establecer la atenuante de cooperacin eficaz;
d) Regular la tcnica del agente encubierto para la investigacin de estos delitos;
e) Otorgar facultades al Ministerio Pblico para la proteccin de las vctimas y
f) Permitir el acceso a la residencia temporal para vctimas extranjeras del delito de trata de personas,
consiguiendo de esta manera, responder de una manera adecuada a las situaciones de vulnerabilidad derivadas
de la circunstancia que enfrenten los migrantes cuando son vctimas de alguno de estos delitos.
El decreto exento N 2.821 del ao 2008, del entonces Ministerio del Interior, que crea la Mesa Intersectorial
sobre Trata de Personas, cuyo fin es disear y coordinar la implementacin de un plan de accin o estrategia
nacional para prevenir y combatir la trata de personas. Esta instancia es liderada por el Ministerio del Interior y
Seguridad Pblica, especficamente por el Departamento de Crimen Organizado, de la Subsecretara del Interior,
quienes cumplen el rol de Secretara Ejecutiva, y el Departamento de Extranjera y Migracin del Ministerio del
Interior y Seguridad Pblica, que asume el rol de Secretara Tcnica.
Convenio Intersectorial que aprueba e Implementa el Plan de Accin Nacional contra la Trata de Personas y el
documento de Recoleccin de datos estadsticos del delito de trata de personas en Chile.
La migracin en Chile es una realidad ineludible ya que desde el Censo del 2002 el crecimiento a la fecha es de
un 123% y segn los datos del Departamento de Extranjera y Migracin, en adelante DEM, del Ministerio del
Interior y Seguridad Pblica, el 2,3% de la poblacin en Chile es migrante, lo que equivale a 410.988 personas.
Los principales pases de origen de esta poblacin migrante son Per, Argentina, Bolivia y Colombia, es decir, el
flujo migratorio en Chile tiene una fuerte presencia de pases fronterizos y andinos. De acuerdo a los resultados
del Primer Anuario Estadstico elaborado por el DEM, entre los aos 2005 y 2014, un total de 222.475
inmigrantes tienen residencia definitiva. La cifra indicada se triplic en los ltimos nueve aos, es decir pas de
11.907 en 2005 a 36.024 en 2014. Las regiones que concentran la mayor cantidad de extranjeros en el pas son
59
la Metropolitana con un 61.5%, seguida por la de Antofagasta y Tarapac, con un 6%, Valparaso con un 5.8% y
finalmente Arica y Parinacota con un 3.3%. Para la implementacin del Programa de Promocin y Asistencia
Social para Inmigrantes Vulnerables, en situacin de vulnerabilidad, el Estado de Chile, a travs del Ministerio
del Interior y Seguridad Pblica, contempla recursos en la Ley de Presupuestos del Sector Pblico del ao 2017,
en la partida correspondiente a la Subsecretara del Interior (05.10.01), con cargo al fondo ORASMI 1
(24.01.002). para los efectos previstos en su Glosa N 5, "apoyo e integracin en nuestro pas de (...) inmigrantes
en condicin de vulnerabilidad debidamente acreditada y que no tengan la condicin de refugiados ni
solicitantes de refugio (...)".
3. ANTECEDENTES
3.1.1.- Objetivo General
Contribuir a la PROTECCIN E INTEGRACIN de la poblacin inmigrante que se encuentra en situacin de
vulnerabilidad, a travs de la ejecucin de Programas de Asistencia desarrollados por instituciones pblicas y
privadas sin fines de lucro. Se excluye de este Programa a la poblacin solicitante de refugio y refugiada, toda
vez que son atendidos a travs de programas especiales del DAS de la Subsecretara del Interior.
3.1.2. Objetivo Especfico
Posibilitar a personas extranjeras, en situacin de vulnerabilidad, el acceso, de manera transitoria, a bienes y
servicios bsicos para su subsistencia en el territorio nacional.
Facilitar la integracin a la vida nacional de personas inmigrantes en situacin de vulnerabilidad.
4. POBLACIN BENEFICIARIA
Este Programa est destinado a colaborar en la proteccin e integracin de la poblacin inmigrante que se
encuentra en situacin de vulnerabilidad, a travs de la ejecucin que de l efectan las Agencias
Implementadoras del mismo Se consideran beneficiarios del Programa a los extranjeros, en situacin de
vulnerabilidad social, que al momento de solicitar el beneficio puedan acreditar su condicin migratoria regular,
acompaando cualquiera de los documentos que a continuacin se indica: 1. Copia de la Cdula de Identidad
para Extranjeros con Visa Vigente (visa de permanencia definitiva, visa temporaria, visa sujeta a contrato, visa
de estudiante) 2. Copia del Permiso de Residencia (temporal o definitiva) otorgada por el Departamento de
Extranjera y Migracin y copia del Pasaporte en el cual fue estampada la visa (visa de permanencia definitiva,
visa temporaria, visa sujeta a contrato, visa de estudiante) 3. Lo anterior, sin perjuicio de los aportes destinados
a financiar la obtencin y regularizacin de documentos requeridos por aquellos y aquellas migrantes que
participen de programas focalizados administrados por el Gobierno e iniciativas relativas a la proteccin de las
personas que presenten especiales condiciones de vulnerabilidad, conforme se indicar ms adelante. En cuanto
a la ltima iniciativa indicada, se requerir que los potenciales beneficiarios cuenten con la Copia de la Solicitud
de Visa En Trmite (Temporaria, Sujeta a Contrato, Estudiante) o Permiso de Residencia. Es deber de la Agencia
Implementadora comprobar la condicin migratoria del beneficiario de este Programa. Sin perjuicio de lo
sealado anteriormente, el DAS se reserva el derecho de confirmar la informacin entregada por la Agencia.
Junto con los documentos recin indicados se requerir que la Agencia Implementadora utilice los siguientes
instrumentos, considerados fundamentales para acreditar la vulnerabilidad:
Informe Social, en formato ORASMI, que deber ser elaborado y suscrito por el profesional competente. (Anexo
4) En casos determinados, y de contingencia, en consideracin al nmero de beneficiarios de la misma
prestacin y previa autorizacin del DAS, este instrumento podr ser reemplazado por una ficha de evaluacin
por cada uno de los beneficiarios de la prestacin que se trate.
Instrumento Tcnico de Evaluacin: La evaluacin inicial de la situacin de vulnerabilidad se efectuar
mediante el ingreso de todas las solicitudes al SIEP.
60
5.- MBITO DE COMPETENCIA
La ejecucin del Programa de Promocin y Asistencia Social de inmigrantes en situacin de vulnerabilidad, se
realiza a travs de la suscripcin de convenios de colaboracin financiera entre el Ministerio del Interior y
Seguridad Pblica e instituciones pblicas y/o privadas, que no persigan fines de lucro y que cuenten con
experiencia y capacidad instalada para la atencin y asistencia a la poblacin inmigrante. En cuanto al territorio
dentro del cual pueden efectuar atenciones con cargo al presente Programa, se debe distinguir:
Las instituciones pblicas que ejecuten este Programa solo podrn entregar beneficios a aquellas personas que
residan dentro de los lmites territoriales que determinan su competencia.
Las instituciones privadas, no se encuentran sujetas al lmite territorial sealado en el prrafo anterior.
Lo sealado anteriormente es sin perjuicio, de la priorizacin que al momento de asignar los recursos se realice
por el DAS con la finalidad de favorecer la gestin pblica y fortalecer la cobertura de la red estatal.
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Vistos:
Lo dispuesto en la Ley N 18.575, del ao 2001, Orgnica Constitucional de Bases Generales de la Administracin
del Estado; en la Ley N 19.880, del ao 2003, que Establece las Bases de los Procedimientos Administrativos
6El Decreto sufri modificaciones publicados en el Diario Oficial con fecha 31 de marzo, que publicamos en este mismo Boletn. El texto final,
refundido, coordinado y sistematizado puede consultarse en el siguiente link de la pgina web del Centro:
http://derechoyreligion.uc.cl/es/docman/documentacion/chile/normas-juridicas-1/normas-reglamentarias/1055-programa-de-promocion-y-
asistencia-social-de-inmigrantes-en-situacion-de-vulnerabilidad-ano-2017/file
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que Rigen los Actos de los rganos de la Administracin del Estado; en la Ley N 20.981 que aprueba el
Presupuesto del Sector Pblico para el ao 2017; la Glosa N 05 del presupuesto de la Subsecretara del Interior,
del ao 2017 en la Ley N 20.430, del ao 2010, que Establece Disposiciones Sobre Proteccin de Refugiados;
en el decreto N 837, que Aprueba el Reglamento de la ley N 20.430; en la resolucin exenta N 589, de 13 de
febrero del ao 2017, que aprueba documento que contiene el Programa de Asistencia Humanitaria para
refugiados y solicitantes de reconocimiento de la condicin de refugiado, ao 2017; en la resolucin N 1.600,
del ao 2008, que fija normas sobre exencin del trmite de Toma de Razn y en la resolucin N 30, del ao
2015, que Fija Normas de Procedimiento Sobre Rendicin de Cuentas, ambas de la Contralora General de la
Repblica.
Considerando:
1 Que, mediante resolucin exenta N 589, de 13 de febrero del ao 2017, se aprob por la Subsecretara del
Interior, el documento que Aprueba el Programa de Asistencia Humanitaria para refugiados y solicitantes de
reconocimiento de la condicin de refugiado, ao 2017.
2 Que, en el apartado 5 de la resolucin exenta singularizada en el considerando anterior, bajo la denominacin
"IMPLEMENTACIN PROGRAMA DE ASISTENCIA HUMANITARIA PARA REFUGIADOS Y SOLICITANTES DE
RECONOCIMIENTO DE LA CONDICIN DE REFUGIADO, AO 2017" se establecen los aspectos que rigen el
proceso de postulacin, que las instituciones pblicas y/o privadas, interesadas en implementar el Programa de
Asistencia Humanitaria, deben cumplir con la finalidad de llegar a obtener la calidad de Agencia/s
Implementadora/s.
3 Que, en dicho acto administrativo, se ha incurrido en una omisin al no sealarse dentro del apartado 5.2.
Formulario de Postulacin, la facultad del Departamento de Accin Social, de la Subsecretara del Interior de
solicitar a las instituciones postulantes la aclaracin de ciertos puntos del Formulario de Postulacin, que
requieran mayor especificidad o de aquellos cuya simple lectura genera dudas, y la aclaracin, correccin y/o
presentacin de cualquiera de los documentos indicados en el nmero 8 de la seccin Sobre Programa de
Asistencia Humanitaria para Refugiados y Solicitantes de Reconocimiento de la Condicin de Refugiado
contenida dentro del apartado titulado, 5.5. Contenido del Formulario de Postulacin.
4 Que, el Sistema nico de Ingreso y Evaluacin de Peticiones (SIEP), establecido en la seccin 5.8. De la
Obligatoriedad del Uso Sistema de Ingreso y Evaluacin de Peticiones (SIEP), de la resolucin exenta N 589, de
febrero de 2017, no se encontrar disponible para su uso por parte de la/s Agencia/s Implementadora/s del
Programa de Asistencia Humanitaria, debido a que an se encuentra en periodo de elaboracin.
5 Que, conforme a lo anteriormente expuesto, es necesario dictar el acto administrativo correspondiente que
autorice las modificaciones antes descritas.
Resuelvo:
Artculo primero: Incorprese, como prrafo tercero del apartado 5.2. Formulario de Postulacin, de la
resolucin exenta N 589, de 13 de febrero del ao 2017, que Aprueba documento que contiene el denominado
Programa de Asistencia Humanitaria para refugiados y solicitantes de reconocimiento de la condicin de
refugiado, ao 2017, el siguiente texto. "El Departamento de Accin Social podr solicitar a las instituciones
postulantes, mediante correo electrnico, la aclaracin de ciertos puntos del Formulario de Postulacin, que
requieran mayor especificidad o de aquellos cuya simple lectura genera dudas, y la aclaracin, correccin y/o
presentacin de los documentos indicados en el nmero 8 de la seccin Sobre Programa de Asistencia
Humanitaria para Refugiados y Solicitantes de Reconocimiento de la Condicin de Refugiado, contenida dentro
62
del apartado titulado, 5.5. Contenido del Formulario. La informacin requerida, deber ser remitida por las
instituciones dentro del plazo de 5 das hbiles, contados desde aquel en que se hubiere efectuado la solicitud".
Artculo segundo: Dispngase, para el uso de la/s Agencia/s Implementadora/s del Programa de Asistencia
Humanitaria para refugiados y solicitantes de reconocimiento de la condicin de refugiado, ao 2017, de la
utilizacin del "Registro de Ingreso y Evaluacin de Peticiones", instrumento en que se ingresarn los
antecedentes de identificacin correspondientes a todas aquellas peticiones que requieran ser satisfechas a
partir de la entrega de una prestacin, bien y/o servicio, aun cuando sta no cumpla con los requisitos de entrega
de prestacin establecidos en la resolucin exenta N 589, de 13 de febrero del ao 2017, de la Subsecretara
del Interior. Es deber de la/s Agencia/s Implementadora/s del Programa de Asistencia Humanitaria, dar
cumplimiento a la obligacin de la actualizacin de la informacin, veracidad, integridad, completitud y
confidencialidad indicados en el apartado 5.8. De la Obligatoriedad del Uso Sistema de Ingreso y Evaluacin de
Peticiones (SIEP). El "Registro de Ingreso y Evaluacin de Peticiones" ser utilizado, por la/s Agencia/s
Implementadora/s del Programa de Asistencia Humanitaria, hasta la fecha sealada en el oficio que para tales
efectos remitir el Departamento de Accin Social, de la Subsecretara del Interior. Dicho momento
corresponder a aquel en que se encuentre disponible para el uso de la/s Agencia/s Implementadora/s, el
"Sistema nico de Ingreso y Evaluacin de Peticiones (SIEP)".
Artculo tercero: Mantngase inalterable, en todo lo dems lo dispuesto en la resolucin exenta N 589, de 13
de febrero del ao 2017, de la Subsecretara del Interior, que aprueba documento que contiene el denominado
Programa de Asistencia Humanitaria para refugiados y solicitantes de reconocimiento de la condicin de
refugiado, ao 2017.
Antese y publquese en el Diario Oficial.- Luis Correa Bluas, Subsecretario del Interior (S).
Lo que transcribo a Ud. para su conocimiento.- Atentamente, Mario Ossandn Caas, Jefe Divisin Gobierno
Interior, Ministerio del Interior y Seguridad Pblica.
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63
CONCESIONES DE RADIODIFUSIN SONORA
Todas las resoluciones y decretos fueron dictados por la Subsecretaria de Telecomunicaciones del Ministerio de
Transportes y Telecomunicaciones.
NORMA MATERIA CONCESIONARIO PUBLICACIN
Decreto nmero 91 de Otorga concesin de Parroquia Santo Domingo de Guzmn 2 de marzo de
2017 radiodifusin comunitaria de La Ligua (RUT N 70.313.001-1). 2017
ciudadana para la Comuna de
La Ligua.
COLECTAS PBLICAS
La autorizacin para efectuar colectas pblicas depende de las intendencias regionales respectivas. Cuando se
realizan en ms de una regin, sta proviene de la Subsecretara del Interior.
NORMA ENTIDAD LUGAR Y FECHA COLECTA DIARIO OFICIAL
Resolucin exenta n 3.422 Fundacin Vida Compartida Todo el territorio nacional; 28 y 29 de 9 de marzo de
de 2016 abril de 2017 2017
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II. Proyectos de Ley en Trmite
SNTESIS DESCRIPTIVA PROYECTOS DE LEY:
Los proyectos se refieren a los derechos y deberes constitucionales y a las normas complementarias a stos. Los
ttulos son los propuestos por sus autores.
D. Igualdad y No Discriminacin
E. Propiedad
Patrimonio Cultural
N CMARA DE ESTADO DE TRAMITACIN BOLETN JURDICO
NOMBRE DEL PROYECTO
BOLETN ORIGEN
Establece el derecho real de 5823-07 Diputados Etapa: Segundo trmite Ao III n6
conservacin constitucional/Senado Abril 2008
Urgencia: Simple
Que deroga inciso final del numeral 9321-12 Senado Etapa: Primer trmite Ao IX n6
24, de Art. 19 de la Carta constitucional/Senado/ Abril 2014
Fundamental y, asegura a todas las Discusin general.
personas, el derecho al agua y a su
acceso en cantidad y calidad Urgencia: Sin urgencia
66
suficientes, para satisfacer las
necesidades individuales y colectivas.
Que Reforma el Cdigo de Aguas 7543-12 Diputados Etapa: Segundo Trmite Ao XII n2
Constitucional / Senado Noviembre 2016
Otros
N CMARA DE ESTADO DE TRAMITACIN BOLETN JURDICO
NOMBRE DEL PROYECTO
BOLETN ORIGEN
Modifica ley N 19.733, sobre 9461-19 Diputados Etapa: Primer trmite Ao IX n 9
Libertades de Opinin e Informacin y constitucional/Senado Julio 2014
Ejercicio del Periodismo, para exigir a
los diarios electrnicos, el Urgencia: Sin Urgencia
cumplimiento de las exigencias
establecidas, para los medios de
comunicacin social.
Modifica la pena para la radiodifusin 10456-15 Senado Etapa: Primer trmite Ao XI n3
no autorizada. constitucional. Discusin Diciembre 2015
general.
G. Educacin
Educacin y su proteccin
N CMARA DE ESTADO DE TRAMITACIN BOLETN JURDICO
NOMBRE DEL PROYECTO
BOLETN ORIGEN
Crea el Sistema de Educacin Pblica 10368-04 Diputados Etapa: Segundo trmite Ao XI n2
y modifica diversos cuerpos legales. constitucional. Pasa a Noviembre 2015
Comisin de Educacin y
Cultura y de Hacienda.
H. Varios
Matrimonio
N CMARA DE ESTADO DE TRAMITACIN BOLETN JURDICO
NOMBRE DEL PROYECTO
BOLETN ORIGEN
Modifica el Cdigo Civil para eliminar 10637-07 Diputados Primer trmite Ao IX n7
el parentesco por afinidad una vez constitucional. Cmara de Mayo 2016
disuelto el matrimonio. Diputados, pendiente
primer informe de la
Comisin de Constitucin,
Legislacin y Justicia.
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68
III. Documentos
A. Fallo de la Corte Suprema que revoca sentencia de la Corte de Apelaciones de Antofagasta en virtud del
recurso de proteccin interpuesto por representantes del Grupo Cristiano Universitario guilas de Jess
contra Instituto Nacional de la Juventud Regin de Antofagasta (INJUV) por discriminacin religiosa7
Vistos:
Se reproduce la sentencia en alzada, con excepcin de sus fundamentos quinto a sptimo que se eliminan.
Primero: Que el acto cuya arbitrariedad reprocha el recurrente es la decisin del INJUV de Antofagasta de
rechazar la inclusin del mural con que participaron en el concurso denominado 100 murales, que buscaba
fomentar la participacin juvenil a travs de la confeccin y diseo de distintos murales.
Segundo: Que no es un hecho discutido que dentro de las bases del concurso se estableci que el diseo sera
libre, en el marco del tema general de la jornada participacin juvenil y no se aceptaran diseos que aludan
a la violencia o discriminacin en cualquiera de sus formas.
Tercero: Que el mural con que particip la recurrente lleva por ttulo: Vulvete a Cristo y la explicacin del
diseo es el siguiente: En una sociedad tan necesitada de Cristo, como jvenes cristianos damos un mensaje
de esperanza, paz y de vida que se encuentra conociendo a Cristo. Si se aprecia el mural participante, se observa
que en un 75% del mismo comprende un contenido cuyo tenor es Vulvete a Cristo acompaado de la frase
Los jvenes con Jess hacemos la diferencia y del logo del INJUV.
Cuarto: Que para la resolucin de este caso lo primero que se debe tener presente es el tenor de la respuesta
entregada por el Coordinador del Instituto Nacional de la Juventud para la exclusin del mural de los recurrentes
dentro de los seleccionados en el concurso, la cual fue del siguiente tenor: La promocin de una visin especfica
dentro de la libertad de conciencia como derecho fundamental constituye una garanta de la persona humana,
respecto a la cual el Estado y sus organismos deben propender, no obstante circunscribirse al plano de la persona
humana. Para los efectos que nos interesa, el hecho que el Estado o sus organismos propendan aquello, no
implica que se haga en una visin, sino que debe realizarse bajo un anlisis ms amplio, que implique no slo
una sino la totalidad de las visiones sobre un asunto. Por tanto, el hecho que se manifieste en un mural, a
propsito del concurso, una sola visin de una temtica amplia como la religiosidad y sus manifestaciones no
puede ser amparado por el Estado y sus organismos, toda vez que se opone a lo inclusivo y no propende al inters
general, fin del Estado manifestado en el artculo 1 de la Constitucin Poltica de la Repblica. Por ltimo y
7 El fallo de la Corte de Apelaciones de Antofagasta puede consultarse en la pgina web del Centro, en el siguiente link:
http://derechoyreligion.uc.cl/es/docman/documentacion/chile/jurisprudencia/1057-fallo-de-la-corte-de-apelaciones-de-antofagasta-que-
acoge-recurso-de-proteccion-interpuesto-por-representante-de-grupo-cristiano-universitario-aguilas-de-jesus-contra-injuv/file
69
atendidas las consideraciones sealadas, resulta recomendable no perseverar con la promocin del referido
mural, cuestin que, por lo dems, se escapa del tema central del concurso, que es la participacin juvenil.
Quinto: Que el artculo 19 N6 de nuestra Carta Fundamental garantiza a todas las personas la libertad de
conciencia, la manifestacin de todas las creencias y el ejercicio libre de todos los cultos que no se opongan a la
moral, a las buenas costumbres o al orden pblico y, al mismo tiempo, confiere a las confesiones religiosas
la facultad de erigir y conservar templos y sus dependencias bajo las condiciones de seguridad e higiene fijadas
por las leyes y las ordenanzas. Lo anterior importa tanto la obligacin del Estado de no perturbar, amenazar o
restringir el ejercicio de la libertad religiosa, como tambin la obligacin de no otorgar preferencia a ninguna
forma particular de expresin religiosa, a fin de asegurar sta a todas las personas, sin distincin.
Sexto: Que, sin embargo, el contenido de dicha garanta no supone que el Estado pueda promover, directa o
indirectamente, una particular forma de religiosidad, como la aludida por el proyecto de mural origen de esta
causa, pues ello supondra una discriminacin que infringira la garanta de la igualdad ante la ley y la finalidad
de promover el bien comn.
Sexto [sic]: Que, en efecto, el Estado tiene el deber de promover el bien comn, para lo cual debe contribuir a
crear las condiciones sociales que permitan a todos y a cada uno de los integrantes de la comunidad nacional su
mayor realizacin espiritual y material posible, con pleno respeto a los derechos y garantas, entre los cuales
se encuentran el ejercicio, en plena igualdad, de la libertad de conciencia, la manifestacin de todas las
creencias y el ejercicio libre de todos los cultos8, segn disponen el artculo 1 y los nmeros 2 y 6 del artculo
19 de la Constitucin Poltica de la Repblica.
Sptimo: Que, en consecuencia, al establecer en las bases del concurso que no se aceptaran proyectos que
aludiesen a la discriminacin en cualquiera de sus formas, el INJUV se encontraba en la obligacin de no aceptar
los que, como el del caso de autos, de manera directa o indirecta, promovieran de forma exclusiva y excluyente
una creencia determinada por sobre otras, lo que se opone a la finalidad del Estado del que forma parte y a la
garanta de igualdad de trato ante la ley.
Octavo: Que, as las cosas, la decisin tomada por la recurrida no obedece a una conducta caprichosa de la
autoridad, sino que la misma aparece suficientemente fundada en su literalidad y se circunscribe a los mandatos
constitucionales y legales que rigen su actuacin
Por estas consideraciones y lo dispuesto en el artculo 20 de la Constitucin Poltica de la Repblica y en el Auto
Acordado de esta Corte sobre la materia, se revoca la sentencia apelada de veintiuno de noviembre de dos mil
diecisis y en su lugar se declara que se rechaza en todas sus partes el recurso interpuesto por Winnie Godoy
Angel, por s y en representacin del Grupo Cristiano Universitario guilas de Jesus.
Acordada con el voto en contra del abogado integrante Sr. Prado, quien estuvo por confirmar el fallo en alzada
y, en consecuencia, acoger el recurso de proteccin en virtud de los fundamentos esgrimidos en la sentencia
que por este acto se revisa.
Regstrese y devulvase.
8 Destacado es nuestro.
70
Redaccin a cargo del abogado integrante Sr. Matus.
Rol N 97.702-2016.
Pronunciado por la Tercera Sala de esta Corte Suprema integrada por los Ministros Sr. Sergio Muoz G., Sra.
Mara Eugenia Sandoval G., y Sr. Manuel Valderrama R., y los Abogados Integrantes Sr. Jean Pierre Matus A., y
Sr. Arturo Prado P. No firman, no obstante haber concurrido al acuerdo de la causa, la Ministra seora Sandoval
por estar en comisin de servicios y el Ministro seor Valderrama por estar con permiso. Santiago, 30 de marzo
de 2017.
[Firmas]
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B. Sentencia del Juzgado de Garanta de Quilpu que condena a los siete imputados en el caso de la secta de
Colliguay (Seleccin)9
PRIMERO: Que el Ministerio Pblico de esta ciudad, representado por el Fiscal Adjunto Fiscal doa JUAN EMILIO
GATICA SIMPSON, en causa RUC 1300335316-2, RIT 1847-2013, ha formulado acusacin conforme
procedimiento Abreviado en contra de; NATALIA GUERRA JEQUIER, cdula de identidad N 16.209.374-6, nacida
el 8 de mayo de 1986, diseadora grfica, soltera, domiciliada en Parcela 3, Pique, representada por el abogado
defensor Penal Pblico, CLAUDIO PREZ GARCA, PABLO UNDURRAGA ATRIA, cdula de identidad N
15.365.307-0, nacido el 20 de junio de 1982, mueblista, casado, domiciliado en Condominio Villa El Trbol, casa
5, Puerto Varas, y CAROLINA ALEJANDRA VARGAS SAN MARTN, cdula de identidad N 15.776.997-9, nacida
el 25 de mayo de 1984, estudios superiores incompletos, casada, domiciliada en Villa El Trbol, casa 5, Puerto
Varas, ambos representados por el defensor Privado, JAVIER ARVALO CUNICH, DAVID FABIN PASTN ROJAS,
cdula de identidad N 15.366.073-5, nacido el 13 de septiembre de 192, publicista, soltero, domiciliado en El
Tanguito, parcela 17, Calera de Tango, representado por el Defensor Privado, JAIME SEPLVEDA OSSES, MARA
DEL PILAR LVAREZ FUENZALIDA, cdula de identidad N 16.657.288-6, nacida el 17 de marzo de 1987,
escritora, soltera, domiciliada en Simn Bolvar N 5835, La Reina, representada por el Defensor Privado, VINKO
FODICH ANDRADE, JOSEFINA ISABEL LPEZ NEZ, cdula de identidad N 16.938.995-0, nacida el 9 de agosto
de 1988, programadora de pginas Web, soltera, domiciliada en Capitn Orella 2820, uoa, representada por
el Defensor Privado, EDUARDO VILLAGRN FIGUEROA, y KARLA FRANCHY ARANA, cdula de identidad N
12.033.031-4, nacida el 8 de agosto de 1978, mdico veterinaria y tripulante de cabina, soltera, domiciliada en
Jos Arrieta N 9970, Pealoln, representada por la Defensora Privada, JOANNA HESKIA TORNQUIST, todos por
la responsabilidad que les cabe en los siguientes hechos: LOS HECHOS: Desde a lo menos el ao 2009, los
imputados formaron un grupo liderado por RAMON GUSTAVO CASTILLO GAETE, quien se haca llamar "Antares
de la Luz", con el fin de vivir en comunidad, consumir drogas y someterse a supuestos rituales de sanacin.
Durante los primeros meses del ao 2012, encontrndose NATALIA GUERRA JEQUIER embarazada del lder de
la agrupacin, RAMN GUSTAVO CASTILLO GAETE, este ltimo decidi dar muerte a su hijo, una vez que ste
naciera. Durante el ao 2012 y bajo las rdenes de CASTILLO GAETE, los imputados utilizaron diversas
propiedades en distintas zonas del pas. As, en la V Regin, el domicilio ubicado en Calle Bellavista N 11, Sector
la Viita, comuna de Los Andes, fue destinado por los imputados para que GUERRA JEQUIER se ocultara durante
el embarazo, siendo custodiada por VARGAS SAN MARTN; la Parcela N 52, del Condominio Santa Adela,
Mantagua, comuna de Quintero, fue destinada por los imputados para la permanencia del resto del grupo y,
finalmente, la parcela ubicada en el Fundo Los Culenes, sector de Colliguay, comuna de Quilpu, fue destinada
por CASTILLO GAETE para efectuar los rituales de la secta y causar la muerte del recin nacido.
El da 18 de noviembre de 2012 GUERRA JECQUIER comienza a sentir los sntomas del trabajo de parto, noticia
que es transmitida por VARGAS SAN MARTN a CASTILLO GAETE, quien se encontraba en el sur del pas, en la
camioneta de marca Nissan modelo D-21, PPU SS-5083, junto a UNDURRAGA ATRIA y LVAREZ FUENZALIDA,
9El documento completo de la Sentencia puede consultarse en el siguiente link de la pgina web del Centro:
http://derechoyreligion.uc.cl/es/docman/documentacion/chile/jurisprudencia/1043-sentencia-del-juzgado-de-garantia-de-quilpue-que-
condena-a-los-miembros-de-la-secta-de-colliguay/file
72
desde donde instruy a GUERRA JECQUIER y VARGAS SAN MARTN de permanecer en el lugar esperando su
arribo. En paralelo, CASTILLO GAETE orden a FRANCHY ARANA que se trasladase a Los Andes a colaborar con
la situacin, cumpliendo todos los mencionados estos cometidos. El da 20 de noviembre de 2012 se renen en
Los Andes, CASTILLO GAETE y UNDURRAGA ATRIA con las mujeres que ya estaban en el lugar, llegando
finalmente PASTN ROJAS, en un segundo vehculo. En tanto, permanecan en la vivienda de Mantagua,
esperando las indicaciones de CASTILLO GAETE, LVAREZ FUENZALIDA y LPEZ NEZ. En horas de la noche de
este da, se trasladan desde Los Andes, CASTILLO GAETE y UNDURRAGA ATRIA en la camioneta, en tanto GUERRA
JECQUIER, VARGAS SAN MARTN, FRANCHY ARANA y PASTN ROJAS en el segundo vehculo hasta el sector de
Colliguay, en Quilpu. Hasta el Fundo Los Culenes suben CASTILLO GAETE, UNDURRAGA ATRIA, GUERRA
JECQUIER y VARGAS SAN MARTN, con la finalidad de que se produzca el parto. En tanto, FRANCHY ARANA y
PASTN ROJAS permanecen a la espera en un sector del camino de acceso al Fundo. Ante la imposibilidad de
que se produjera el parto, CASTILLO GAETE dispone el traslado de GUERRA JECQUIER a la Clnica Reaca de Via
del Mar, internndose en el lugar en compaa de VARGAS SAN MARTN. En tanto, PASTN ROJAS se dirigi a la
casa de Mantagua, en donde comunica la situacin a LPEZ NEZ y LVAREZ FUENZALIDA, mientras que
FRANCHY ARANA retorna a Santiago. Con fecha 21 de noviembre de 2012, a las 06:31 horas, en dependencias
de la Clnica Reaca, Via del Mar, naci vivo el hijo de GUERRA JEQUIER y CASTILLO GAETE, siendo nombrado
JESS GUERRA GUERRA. CASTILLO GAETE, una vez que dan el alta a la madre y al recin nacido, el da 22 de
noviembre, orden el traslado de ambos a la casa de Los Andes, sin que se inscribiera en el Registro Civil el
nacimiento. Con fecha 23 de noviembre de 2012, en horas de la tarde, PASTN ROJAS, VARGAS SAN MARTN y
LVAREZ FUENZALIDA, trasladan desde Los Andes a Colliguay en Quilpu, a GUERRA JECQUIER junto al recin
nacido. A su llegada, ya se encontraban en el lugar CASTILLO GAETE, UNDURRAGA ATRIA y LPEZ NEZ,
quienes se encontraban acondicionando el sitio, preparndolo para la permanencia del grupo hasta el da 21 de
diciembre de 2012. En horas de la noche de ese mismo da se reunieron finalmente en el interior del Fundo Los
Culenes de Colliguay, los imputados RAMN GUSTAVO CASTILLO GAETE, DAVID FABIN PASTN ROJAS, PABLO
UNDURRAGA ATRIA, NATALIA GUERRA JEQUIER, MARA DEL PILAR ALVAREZ FUENZALIDA, CAROLINA
ALEJANDRA VARGAS SAN MARTN, JOSEFINA ISABEL LPEZ NEZ. Con la finalidad de dar muerte a su hijo
recin nacido, CASTILLO GAETE dispuso una hoguera en un hoyo en el suelo en el patio de la casa, ordenando a
UNDURRAGA ATRIA llevar a GUERRA JEQUIER y al recin nacido hasta la hoguera. Mientras, al resto del grupo
CASTILLO GAETE les orden quedarse en las cercanas del lugar, instruyendo a PASTN ROJAS, LVAREZ
FUENZALIDA y a VARGAS SAN MARTN de permanecer a la entrada del predio y a quedarse encerrada al interior
de la casa. Luego, GUERRA JEQUIER, desnud al recin nacido, le puso un calcetn en la boca, la cual tap con
cinta adhesiva, y junto con UNDURRAGA ATRIA lo amarr de pies y manos y lo coloc sobre una tabla de madera,
entregndoselo ambos a CASTILLO GAETE, quien lanz al recin nacido, vivo, al fuego, causndole la muerte en
el lugar. Luego de haber dado muerte al lactante, CASTILLO GAETE orden a UNDURRAGA ATRIA, PASTN ROJAS,
LVAREZ FUENZALIDA, VARGAS SAN MARTN, LPEZ NEZ y a GUERRA JEQUIER tapar la hoguera con piedras
y tierra, permaneciendo en el lugar todos juntos hasta fines de 2012. A fines de noviembre de 2012, FRANCHY
ARANA lleg al fundo Los Culenes, Colliguay, Quilpu, lugar donde tom conocimiento de la muerte del lactante,
permaneciendo en el lugar junto con los otros imputados hasta fines de diciembre de 2012, momento en que
se levanta el campamento y se retiran del lugar, sin que ninguno de los imputados ya individualizados denunciara
la muerte del recin nacido ocurrida el 23 de noviembre del referido ao. Posteriormente, en febrero de 2013,
CASTILLO GAETE orden a PASTN ROJAS y LPEZ NEZ, ocultar lo restos carbonizados del fallecido y un
cuchillo, cuestin a que accedieron los imputados, concurriendo al Fundo Los Culenes, Colliguay, Quilpu, lugar
donde removieron los restos del fallecido y escondieron el cuchillo encontrado en el lugar. Finalmente, durante
el mes de febrero del ao 2013 la imputada FRANCISCA NGELA CERONI ESPINOZA, tom cabal conocimiento
de que NATALIA GUERRA JEQUIER tuvo un hijo de RAMN CASTILLO GAETE, a quien se le atribuy ser el
73
anticristo Lucifer, razn por la cual le dieron muerte luego de nacer junto con UNDURRAGA ATRIA. Esta
informacin fue proporcionada a CERONI ESPINOZA por el propio CASTILLO GAETE, quien adems le indic que
era perseguido por la Polica de Investigaciones de Chile. Una vez tomado conocimiento del hecho, CERONI
ESPINOZA colabor proporcionando la fuga de CASTILLO GAETE a Per, acompandolo al aeropuerto de
Santiago, lugar desde donde ste sali con destino a Per, a bordo de un avin de la empresa LAN, el da 19 de
febrero de 2013, siguindolo posteriormente CERONI ESPINOZA, el da 24 de febrero de 2013 acompandolo
en la Repblica del Per durante su estada, para finalmente regresar a Chile el da 29 de abril de 2013.
SEGUNDO: Que estos hechos a juicio del Ministerio Pblico constituyen el respecto de NATALIA GUERRA
JEQUIER, cdula de identidad N 16.209.374-6, el delito de PARRICIDIO, previsto y sancionado en el artculo 390
del Cdigo Penal, en grado de desarrollo CONSUMADO y correspondindole una participacin en calidad de
AUTOR, segn lo dispuesto en el artculo 15 N 1 del Cdigo Penal. Respecto de PABLO UNDURRAGA ATRIA,
cdula de identidad N 15.365.307-0, el delito de HOMICIDIO CALIFICADO, previsto y sancionado en el artculo
391 N 1 del Cdigo Penal, en grado de desarrollo CONSUMADO y correspondindole una participacin en
calidad de AUTOR, segn lo dispuesto en el artculo 15 N 1 del Cdigo Penal. Respecto a los imputados, DAVID
FABIN PASTN ROJAS, MARA DEL PILAR LVAREZ FUENZALIDA, CAROLINA ALEJANDRA VARGAS SAN MARTN,
JOSEFINA ISABEL LPEZ NEZ y KARLA FRANCHY ARANA, el delito de HOMICIDIO CALIFICADO, del artculo 391
N 1 del Cdigo Penal, en Grado de desarrollo CONSUMADO, y correspondindoles una participacin como
ENCUBRIDORES, segn lo dispuesto en el artculo 17 del Cdigo Penal.
[]
SPTIMO: Que los hechos descritos unidos a los antecedentes reseados en que se ha fundado la acusacin en
el considerando tercero, adems de la expresa aceptacin de los hechos por parte de los imputados permiten
estimar plenamente acreditado el delito, y la participacin de los imputados en los mismos, primeramente, cada
una de las declaraciones que prestaron todos los imputados ante la Polica de Investigaciones de Chile, adems
de las declaraciones de algunos en Fiscala, que de modo general, dan cuenta de cmo se form la agrupacin,
que actividades desarrollaban, lo que crean, la fecha en que se dio a conocer el embarazo de Natalia Guerra, y
las acciones que procedieron a continuacin, el ocultamiento del mismo a las personas ajenas a la secta. Cabe
destacar la declaracin de Natalia Guerra, que renunciando a su derecho a guardar silencio indic que ella saba
que iban a matar al beb. Adems de las declaraciones ledas ante estrados de Pablo Undurraga, que indica con
precisin lo ocurrido ese da, la participacin que le correspondi en la muerte del recin nacido, como se
prepar al nio para el sacrificio, los hechos anteriores y posteriores al delito, como fue su salida de la secta,
etc., asimismo, seal el rol que ocupaba cada de los imputados en la comunidad.
Como prueba de la existencia del nio Jess Guerra Guerra, se agregaron las declaraciones del personal mdico
de la clnica Reaca, matronas Katherine Gross, Mara Soledad Plaza de los Reyes, el mdico Gineco-obstetra
Boris Ancic y la matrona Alejandra Muoz Mayo, entro otras declaraciones de personal de la misma clnica. Todo
ello se ve reforzado con los informes clnicos que dan cuenta del nacimiento, el peso del recin nacido, su estado
de salud, etc., mediante registro de admisin de 21 de noviembre de 2012, ficha de recin nacido, exmenes,
hoja de anotaciones de enfermera, Registro del procedimiento de parto, Registro de fecha 23 de noviembre de
2013, toma de muestras PKU y THS, Registro manual de enfermera y Boleta de servicios en relacin a los gastos
mdicos.
Mediante el Informe pericial N 571, que da cuenta del barrido bucal para hacer el cotejo con la toma de sangre
del nio, se establece la maternidad con 99% de precisin, mediante la repatriacin de los restos de Ramn
Castillo, la muestra biolgica para el cotejo de ste, obteniendo como conclusiones que confirman la paternidad
74
de Ramn Castillo y la maternidad de Natalia Guerra respecto a la persona a quien corresponden las muestras
seas, y respecto a la persona del nio Jess Guerra que corresponde la muestra de sangre.
Todo ello, resulta suficiente a juicio de esta sentenciadora para tener por acreditado el hecho contenido en la
acusacin y la participacin culpable de los imputados en el delito por el cual han sido formalizados, y la
participacin que les ha cabido a cada uno de los mismos.
En primer lugar, se dan todos los elementos del tipo para efectuar la calificacin jurdica de PARRICIDIO respecto
a la imputada Guerra Jequier, por cuanto se cumple con el verbo rector, el que mata a su descendiente lo que
qued demostrado mediante el acta de nacimiento, documento emitido por la clnica Reaca, que indica que la
imputada fue madre, dio a luz a un varn, el da 21 de noviembre de 2012, a las 06:31 horas, que naci sano,
que su peso fue de 3 kilos 480 gramos, adems las pruebas biolgicas de los restos seos encontrados el fundo
Los Culenes, comparados con la sangre que se tom al recin nacido, y la muestra bucal de Natalia Guerra, dan
cuenta que se trata del mismo nio que naci ese da 21 de noviembre de 2012 y a quien corresponden los
restos encontrados en dicho lugar y adems hijo biolgico de la imputada. Es as como se trata de un delito
especial impropio, quedando demostrado que la vctima y el sujeto pasivo del delito y de la accin, el recin
nacido Jess Guerra, era hijo de la imputada, quien procedi a darle muerte.
Como elemento subjetivo del tipo penal, se funda en el conocimiento del agresor del parentesco o de la
relaciones que los ligan con la vctima, por lo que el dolo en este delito, necesariamente es dolo directo, por
cuanto, la madre ha ejecutado la accin, queriendo causar la muerte de su hijo, incluso desde antes de su
nacimiento, ya que ella saba los planes de Antares de la Luz, y prest su consentimiento para ello, tuvo a su hijo
entre sus brazos, lo conoci, lo amamant, tuvo la oportunidad de decidir no ejecutar la accin, sin embargo,
opt por taparle la boca al infante, amarrarlo con cinta adhesiva, dejndolo atado a una tabla, para luego
entregarlo para ser sacrificado.
El bien jurdico tutelado es la vida y el orden de las familias, ya que no se trata de ocasionar la muerte de alguien
simplemente, sino que se trata de causar la muerte de alguien con quien se tiene un vnculo de sangre, un
vnculo de familia, a quien se tuve [sic] en su propio vientre durante casi nueve meses, transgrediendo adems
del derecho a la vida, el principio constitucional consagrado en artculo 1 de nuestra Carta Magna, por cuanto la
familia es el ncleo fundamental de la sociedad, adems, el rol de garante que tena la imputada como madre
del recin nacido.
La conducta tpica, es privar de la vida, siendo un delito de medios y formas indeterminados, ya que la ley no
establece el medio de comisin, pudiendo suceder mediante medios fsicos o qumicos, golpes, empleo de armas
blancas o de fuego, etc. A fin de lograr el resultado tpico, la muerte. En este caso, la forma consisti en
inmovilizarlo, atarlo a una tabla, entregarlo a su verdugo, se desconoce realmente si slo fue lanzado vivo a la
hoguera, o si adems se le infringi alguna herida con el cuchillo de sushi, debido al estado de los restos,
calcinados, y el tiempo transcurrido.
A continuacin, corresponde analizar la concurrencia del delito de HOMICIDIO CALIFICADO, respecto del
imputado Undurraga Atria, quien realiz la conducta tpica y antijurdica y culpable, afectando el bien jurdico
protegido que es la vida, sin embargo, el juicio de reproche es mayor que el homicidio simple, por cuanto se
debe considerar la mayor indefensin de la vctima, de esta manera se evidencia una mayor perversidad en el
hechor y por ende, una mayor culpabilidad.
Los elementos del tipo, al igual que el homicidio simple, lo integran en primer lugar la conducta, matar a otro,
siendo posible la ejecucin mediante diversos medios materiales o inmateriales, sin embargo, cobran especial
importancia en este caso, la alevosa y la premeditacin conocida, la primera de estas, se funda en el actuar
sobre seguro, por cuanto que ms seguridad en atentar contra la vida de una persona que no tiene como
defenderse, si tan solo tenda dos da de vida. Luego, la premeditacin conocida, por la forma en que se han
narrado los hechos y que han sido aceptados por los imputados, existi un plan maestro, la capacidad de trazar
75
un curso de accin y mantenerlo en el tiempo, con la frialdad de nimo en la consecucin de dicho plan, por
cuanto se prepar el lugar, se cav un hoyo, se encendi el fuego, se dispuso con antelacin los elementos,
incluso Undurraga llev al pequeo Jess, para ponerle la vacuna obligatoria, cargando al beb, lo entreg para
que le sea puesta la vacuna, para as no levantar sospechas. Este actuar no es balad, ya que demuestra que en
la conducta hay diversos elementos que dan cuenta de la plena conciencia del hecho que iban a ejecutar, como
buscaban cumplir con sus objetivos, evitando dejar algn tipo de rastro.
Todos estos elementos estn presentes en el actuar de los encubridores, todos ellos tenan conocimiento en el
ilcito, no tomando parte como autores ni cmplices, pero s de forma posterior, en la modalidad de
favorecimiento personal, es decir, albergando, ocultando o proporcionando la fuga a los culpables. Cabe hacer
presente, que solo se acepta la calidad de encubridores en los imputados David Pasten, Mara Del Pilar lvarez,
Carolina Vargas, Josefina Lpez y Karla Franchy, por el slo hecho de no saber con precisin el plan que fraguaba
Ramn Castillo, en concierto con Undurraga y Guerra, ya que no manejaban toda la informacin, aunque s
saban que exista el objetivo de dar muerte al nio, al que se referan como Adefesio o Lucifer, adems el plan
inicial era que el pequeo Jess Guerra iba a nacer el da 21 de diciembre de 2012.
[]
NOVENO: Que el legislador ha establecido como pena para el delito de parricidio, la pena de presidio mayor en
su grado mximo a presidio perpetuo calificado, y respecto al homicidio calificado, la pena asignada es la de
presidio mayor en su grado mximo a presidio perpetuo, de conformidad al artculo 50 del Cdigo Penal. Es as,
como ambas penas constan de dos o ms grados, formadas por dos grados de pena indivisible y un grado de
pena divisible, por lo que, en orden a establecer el quantum de cada pena corporal, por aplicacin del artculo
68 del Cdigo Penal, concurriendo dos o ms atenuantes y ninguna agravante, el tribunal podr imponer la pena
inferior en uno, dos o tres grados al mnimo de los sealados por la ley, segn sea el nmero y entidad de dichas
circunstancias.
Luego, cabe hacer una distincin respecto a los imputados acusados como encubridores, a quienes corresponde
aplicar una pena de conformidad a lo dispuesto en el artculo 52, es decir, corresponde imponer la pena inferior
en dos grados a la que seala la ley para el crimen, por lo que la pena aplicable es la de presidio mayor en su
grado mnimo.
Que en lo referente a la atenuante establecida en el artculo 11 N 1, la doctrina ha precisado que para que sta
concurra debe faltar alguna circunstancia para que sea estimada, es decir, que no concurren todos los requisitos
necesarios para eximir de responsabilidad en sus respectivos casos, esto no quiere decir que sea en trminos de
requisitos numricos, segn explica el Profesor Mario Garrido Montt, si no que en trminos de gradualidad, as
las eximentes conformadas por un solo requisito, este puede alcanzar una mayor o menor intensidad, luego una
eximente para calificarse como incompleta requiere necesariamente de la concurrencia del requisito que le es
fundamental.
Cabe preguntarse si el artculo 10 N 1 es del tipo de eximente que rene ciertos requisitos que la ausencia de
alguno de ellos, permita enmarcarlo dentro de la atenuante solicitada, como sostiene la doctrina, que se trate
de requisitos que permitan gradualidad o divisibilidad en base a criterios materiales o morales.
Es as como este artculo dispone que El loco o demente, a no ser que haya obrado en un intervalo lcido, y el
que, por cualquier causa independiente de su voluntad, se halla privado totalmente de razn. Se trata de
trastornos mentales del tipo de esquizofrenias graves, oligofrenias, trastorno bipolar, Alzheimer, Hidrocefalia
normotensiva, entre otras, luego la doctrina y la ciencia mdica ha presentado como casos de semi-locos y semi-
responsables, a las neurosis, personalidades psicopticas, alcoholismo crnico, debilidad mental, deterioros
seniles y preseniles, defectos esquizofrnicos (esquizofrenias residuales), post-conmociones de crneo,
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epilepsias (equivalentes), toxicomanas, encefalopatas, afasias, etc. Luego resulta incierto si dentro de estas
tipologas de semi-imputabilidad o enajenacin incompleta cabe incorporar al narcisista, al histrico, al
antisocial, al depresivo, incluso al que padece de hipotiroidismo. Como no es posible determinar en el caso en
concreto, mediante un juicio a posteriori, si al momento de los hechos, los imputados se encontraban en un
intervalo lcido o ms o menos lcido, existiendo tal incerteza en la determinacin del estado mental de los
imputados al momento de los hechos, debe considerarse los caracteres del delito y la forma de perpetracin, ya
que por la indeterminacin del concepto mismo existe el riesgo de que quien juzga incluya de forma
indiscriminada dentro de esta categora los supuestos dudosos y que se enmarcan entre la culpabilidad y la
peligrosidad. No nos basta con el simple diagnstico de alguna anomala, sino que debe relacionarse dicha
anomala con el acto concreto que el sujeto ha realizado, para proceder a tener en cuenta o no, la concurrencia
de esta atenuante.
Cabe mencionar, adems, que para la concurrencia de imputabilidad disminuida entendida como demencia
incompleta, esta debe provenir de causas independientes al sujeto, es as como en el caso del ebrio, su
imputabilidad y su capacidad de auto-determinarse se retrotrae al momento anterior al estado de ebriedad, lo
mismo ocurre con el drogadicto que comete delitos, y tambin para el caso de los acusados, que al estar
expuestos al consumo de ayahuasca y otras drogas, tuvieron la capacidad de elegir, tuvieron la capacidad de
optar entre someterse a la droga, tuvieron la capacidad de salir de la secta y tuvieron la opcin de obedecer o
bien, no someterse, por ello, su capacidad se estima, desde el momento que decidieron ponerse en dicha
posicin.
Teoras recientes referidas a inimputabilidad disminuida, plantean que ante la probable disminucin de
capacidades mentales indicadas en el informe pericial deber hacerse un anlisis ms profundo, cuidadoso y
detallado que venga a explicar en qu consiste esa disminucin y, por otra parte, quien juzga deber
determinar, con base en esta prueba y los dems elementos probatorios existentes, si al momento del hecho la
persona imputada tena o no capacidad suficiente para comprender su carcter ilcito o de determinarse de
acuerdo con esa comprensin.
Es por ello que respecto a esta atenuante que ha sido solicitada en favor de los autores de parricidio y homicidio
calificado, la referida en el artculo 11 N 1 en relacin al artculo 10 N 1, ambos del Cdigo Penal, la primera
consideracin que debe hacerse, es que para arribar a un procedimiento abreviado, los imputados deben
encontrarse con plenas facultades mentales para tomar una decisin de forma libre y voluntaria. Que se ha
planteado la concurrencia de imputabilidad disminuida, en base a informes psiquitricos que indicaran que los
imputados se encontraban bajo un episodio de delirio mstico compartido, por lo que al cometer el delito no
habran actuado con sus plenas facultades mentales, luego, se exhibe un informe pericial que analiza los dems
peritajes psiquitricos, que entrega diversas conclusiones, en principio, que no se podra dar por establecida la
existencia del delirio mstico compartido, ya que, requiere de un agente inductor, quien debe padecer de
trastorno psictico, y ante la muerte del lder de la secta, en esta instancia no se puede determinar si el agente
inductor exista, solo existen antecedentes que provienen de los dichos de los imputados, que hacen descartar
la posibilidad que Ramn Castillo o Antares de la Luz sufriera un trastorno psictico o trastorno delirante no
especificado, ya que dentro de este aparente delirio, Antares de la Luz, obtena un provecho personal, en primer
lugar, econmico, ya que obtena dinero de sus seguidores, quienes le provean todo para sus gastos de vivienda,
de alimentacin, de drogas, etc., adems el provecho sexual, ya que tena relaciones sexuales con varias de las
mujeres de la secta, quienes se ponan a su disposicin, mientras que en el delirio real, la ciencia sostiene que
nunca puede buscarse el aprovechamiento de ningn tipo.
Que de los diversos informes exhibidos, arrojan conclusiones disimiles e incompletas, como lo sostiene Otto
Drr, y que sumado al hecho que los imputados se negaron a someterse a evaluacin psiquitrica directa con
este Mdico, da cuenta de un intento de eludir una evaluacin pericial objetiva de un profesional eminente,
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dejando la duda si su evaluacin habra resultado desfavorable para los imputados, es decir, que no admitiera
causales de exculpacin, en comparacin a los sendos informes mdicos tanto pblicos como privados que se
han incorporado.
Cabe tener presente adems, que los informes psiquitricos, son de fechas muy posteriores al acaecimiento de
los hechos. Lo cierto es que a los informes psiquitricos, esta juez no les restar profesionalismo ni veracidad,
pero si no sern vinculantes para tomar una decisin, por ser lejanos en el tiempo, lo que significa que el estado
mental en que se encontraban los imputados no se puede medir a ciencia cierta mediante un juicio ex post,
principalmente por lo que se evala es la mente, la parte ms desconocida e indeterminable del cerebro
humano, por lo que existe una incerteza que no se puede soslayar, adems, si la justicia se fundar en lo que
dicen los psiquiatras y psiclogos, seran ellos los jueces que imparten justicia, por ello, una cosa es conocer lo
que dice la ciencia mdica, y otra distinta es la ciencia jurdica, por lo que los informes incorporados slo pueden
tenerse presentes como opiniones cientficas, pero no como criterio ineludible para tomar la decisin, lo
contrario significara otorgar un poder que slo corresponde a la labor jurisdiccional, en conformidad al mandato
constitucional y adems, conllevara a una desnaturalizacin de la justicia.
Una de las defensas solicit que se reste valor al informe del psiquiatra Drr, por no tratarse de entrevistas
personales directas con los imputados, y se asigne mrito a los dems informes, sin embargo, el Ministerio
Pblico seal que los imputados no accedieron a una evaluacin con Drr. Luego, este informe nos sirve a
modo de contraste, y a fin de prestar atencin en aspectos especficos en los dems informes. Asimismo, no hay
contradiccin entre lo que dice Drr en cuanto a que no se puede saber si Castillo Gaete padeca de delirio
mstico, por el hecho de no haberlo evaluado, mientras que si hace una anlisis de los dos imputados sin haberlos
evaluado, sin embargo, el anlisis que hace Drr es de los otros peritajes que se hicieron a los imputados Guerra
y Undurraga y en base a estos llega a sus conclusiones, lo cual no se pudo hacer respecto al fallecido Antares de
la luz, y es esto lo que quiere decir el mdico cuando menciona que no podremos saber si realmente Ramn
Castillo estaba psictico o no, por lo cual no se le restara valor por tal circunstancia.
Que diecinueve profesionales mdicos, despus de varios meses, de ocurrido los hechos, sostengan que los
imputados se encontraban privados de la razn, por un delirio compartido, no es suficiente como certeza
jurdica, sobre todo, si existen serias crticas a sus informes, tales como que Natalia Guerra demuestra un alto
nivel en el test de sentido comn, y en el de autodeterminacin, lo cual resulta incoherente con el delirio mstico
compartido, que involucra prdida de la voluntad y prdida de conciencia.
Los hechos nos llevan a reflexionar, en cuanto a la imputabilidad disminuida, qu grado de disminucin en la
capacidad de raciocinio estamos dispuestos a aceptar en la comisin de delitos, para que escapen de la accin
de la justicia o aminoren su efecto condenatorio, ello resulta una respuesta del todo incierta, y como la doctrina
y la jurisprudencia ha estimado que una disminucin en la capacidad de comprender el carcter ilcito del hecho
o de auto-determinarse de acuerdo con esa comprensin a causa de un trastorno o anomala mental, surge la
interrogante sobre que tanto comprendan los imputados Guerra y Undurraga los alcances de su conducta, o
que tan limitada se encontraba su capacidad de auto-determinacin. Surge una segunda reflexin, una vez
concretado el ilcito, los imputados se mantuvieron en la comunidad, preparndose para el fin del mundo, que
a partir del da 11 de diciembre de 2012, se mantuvieron bajo los efectos de la ayahuasca, y que llegado el da
que tanto esperaban, el 21 de diciembre de 2012, al darse cuenta que el fin del mundo no ocurri, en el caso de
Undurraga, este decide desertar de la agrupacin, y se decepcion de su mal llamado lder, y qu hizo,
simplemente se fue, tom a su pareja, actual cnyuge y abandon la comunidad, ms impulsado por ella que
por su propia iniciativa, de tal modo que no respondi llamadas telefnicas, cambio su chip de celular, ya que
los dems imputados sostienen que solo podan comunicarse con l mediante correo electrnico. Adems, no
se puede sortear que la mal llamada secta, era una comunidad de menos de 12 personas, siendo su lder, Ramn
Castillo Gaete, y el segundo al mando de la agrupacin, era Pablo Undurraga, recordemos que ste era pareja
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de Natalia Guerra en un principio, y reciban en su casa a Ramn Castillo, y que entre los tres decidieron arrendar
otro lugar, para sus reuniones y seminarios de sanacin como lo describen. Otro aspecto a considerar, es sobre
la mencionada prdida de libertad de Pablo Undurraga, el grado de sometimiento que lo mantena ligado a su
lder, ello no se observa de la forma que lo ha sostenido su defensa, considerando que Undurraga se mova
libremente por el pas, viajaba al sur, se iba de vacaciones, estaba insertado en la sociedad mostrndose tan
normal como lo puede ser el comn de las personas, hablaba libremente con quien quisiera por telfono, su
libertad ambulatoria nunca se vio coartada, por ello, no es equiparable a aquellas sectas destructivas que tienen
como caracterstica esencial el aislamiento de los adeptos del mundo en general y de las relaciones familiares
en particular y se controla toda la informacin que les llega, esto no sucedi en la agrupacin que diriga Antares
de la Luz, ya que sus adeptos trabajaban libremente en sus quehaceres normales, y concurran a las reuniones
o se juntaban los fines de semana. Como se explica hoy que el mismo Pablo Undurraga se haya casado
finalmente con Carolina Vargas, despus de haber vivido lo que vivieron, de haber cometido todas las vejaciones
expuestas y haber permitido que se cometieran otras tantas, cuando quiso se fue de la secta, con su mujer y
nadie lo fue a buscar, nadie lo presion para volver, al contrario, el lder todopoderoso que a todos tena
sometidos, huye slo de la justicia a Per.
En el mismo sentido, llama la atencin el momento en que Guerra y Undurraga, se encontraban atando al beb,
taparon la boca del recin nacido, con un calcetn o un algodn, lo amarraron con cinta adhesiva a una tabla y
taparon sus ojos, para luego entregarlo a Antares de la Luz, mientras esto ocurra ellos lloraban, despus de
entregarlo, se alejaron y estuvieron en la camioneta y lloraban nuevamente, ello no solo demuestra una
manifestacin fsica de sentimientos, si no que una plena conciencia de sus actos, si hubiesen actuado con nimo
fro, sin expresar emociones, podra entenderse que actuaban como autmatas, sometidos por este delirio
mstico compartido, pero no fue as, lloraban porque comprendan plenamente el alcance de sus actos, ms
all de su creencia de que Ramn Castillo era Dios o no, ellos saban que estaban entregando a un recin nacido,
a un inocente, para ser llevado a la ms horrible muerte. Incluso, las teoras psicolgicas recientes sostienen que
el llanto enfatiza en la persona su relacin con la experiencia de impotencia percibida, desde esta perspectiva,
una experiencia subyacente de impotencia puede explicar que la gente llora, porque se siente impotente o
ineficaz para influir en los acontecimientos que estn pasando, por lo que resulta viable concluir, que el llanto
que derramaron Undurraga y Guerra, era una forma de cuestionarse lo que estaban a punto de cometer, sin
embargo conscientes de ello, aun as lo consumaron.
Resulta sorprendente que Natalia Guerra gest al pequeo ser humano en su vientre, por casi nueve meses, en
ese tiempo afloran sentimientos maternos, el beb vive y se mueve dentro de ella, luego a dar a luz, le fue
entregado, lo vio, lo tuvo entre sus brazos, lo amamant, le dio un nombre, por lo que resulta incomprensible
que durante ese tiempo, sta mantuviera este delirio mstico compartido o no, si exista temor o miedo
insuperable a Antares de la Luz, tuvo la oportunidad de pedir ayuda, poda huir, podra haber denunciado lo que
pretendan hacer con su hijo, pero nada hizo, porque, porque segn informes psiquitricos, realizados con fecha
muy posterior a los hechos, dan cuenta de un trastorno de personalidad limtrofe con rasgos histricos y
narcisistas.
Entonces, que tiene esta juez para sentenciar, solo apreciaciones, antecedentes de un estado anterior que por
qu no pensar que se puede aparentar un trastorno mental, dando las respuestas esperadas para llevar a error
y burlar a los profesionales de salud mental, si se trata de evaluar la mente, ello no resulta apreciable con los
sentidos, no hay mediciones cerebrales, ni fsicas que permiten dar respaldo a lo que el evaluado responde en
las entrevistas, sobre todo si las evaluaciones se realizan en pocos das, adems recordemos que los imputados
se volvieron expertos en mentir y ocultar la verdad, a lo que ellos llamaban acecho. Por otra parte, los actos
de Undurraga, que este seal que no trat de ver dentro de la hoguera si estaba el beb, pero saba que estaba
ah muerto y mientras mantena el fuego vio el cuchillo a un costado de los matorrales y lo toma, pero no quiso
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comprobar si tena sangre o no, porque tena plena conciencia de la ilicitud, de igual forma, seal que le result
chocante ver las ropas del beb, por ello las guard para que los dems no las vieran y no pasaran por lo mismo
que l sinti, y luego las bot, nuevamente se demuestra la plena conciencia de la ilicitud. En el mismo sentido,
Natalia Guerra le dice a Carolina Vargas cuando sta quiere ver el fuego para comprobar, que no sea morbosa,
y que quiere decir morbosidad, es la condicin del que se siente atrado por lo desagradable, lo cruel o lo
prohibido, claramente demuestra que Natalia Guerra tena claro que algo cruel haba ocurrido, por lo tanto
conciencia de la ilicitud.
No es menos importante, referirse al carcter del ilcito, la muerte de una persona indefensa, que ni siquiera sus
padres quisieron proteger, y que desde su concepcin, naci para morir, naci repudiado, se le llam Lucifer, se
le apod Adefesio, que significa persona fea o ridcula, desde que se encontraba en etapa de gestacin fue
menoscabada en su dignidad humana, ni siquiera tuvo ropa al momento de su nacimiento, tuvo que permanecer
en paales, fue despojado, adems de su derecho a la vida, de su derecho a una familia, de su derecho a recibir
amor, cario, proteccin, respeto, nada de eso tuvo el recin nacido, Jess Guerra, quien fuera una persona con
existencia real e independiente de su madre, tuvo una identidad. No deja de sobrecoger el hecho que ese
pequeo recin nacido, sano, que pes 3 kilos 480 gramos, que midi 50 centmetros, sinti bienestar
nicamente mientras estuvo en la clnica, luego termina siendo desnudado, atado, asfixiado y amordazado por
su propia madre, puesto en una tabla, para ser lanzado vivo al fuego ardiente, todo eso resulta estremecedor
slo ponerse en el lugar de esa persona que naci para morir, por las razones ms inexplicables posibles. Un
pequeo recin nacido, inocente y libre de todo pecado, tuvo que experimentar en pocas horas de vida el miedo,
ya que, a pesar que el ser humano no recuerda los primeros aos de vida, no quiere decir que no pueda sentir
temor, una emocin primaria que se deriva de la aversin natural al riesgo y se manifiesta tanto en los animales
como en el ser humano, es as como los bebs tambin tienen miedo, desde que nacen. Si tenemos en cuenta
el estado de extrema dependencia en que nace un nio, estos son ms susceptibles al miedo. El vnculo con la
madre que lo cuida y se ocupa de satisfacer sus necesidades, empieza a proporcionar al beb el sentimiento
opuesto al miedo, de confianza y seguridad. La actitud de la madre puede trasmitirle esa confianza o, por el
contrario, traspasarle un estado indefinido de tensin. La tensin por las necesidades no atendidas tendr en el
beb manifestaciones somticas y emocionales diversas, entre ellas el miedo. Las primeras reacciones de miedo
de un beb son expresiones del sentimiento de peligro que un nio experimenta ante la prdida del apoyo fsico,
ante cambios bruscos en el entorno, movimientos, luz, ruidos fuertes o inesperados. Estos sentimientos se
expresan con sobresalto, temblor, gritos y llanto. Frecuentemente se agitan buscando proteccin. Sin embargo,
existi un nio al que llamaron Jess, nacido un 21 de noviembre de 2012, cerca de las seis de la maana, cuya
madre, una mujer con educacin, con una familia bien situada, con buenos ingresos, con buena apariencia, todas
las condiciones para que ese nio tuviera un futuro feliz y ventajoso, pero a pocas horas de vida debe
experimentar el ms espantoso miedo, porque su madre no fue capaz de proteger, sino que lo someti a la peor
experiencia de vida que se puede tener, ser quemado vivo.
En este escenario, se nos plantea la imputabilidad disminuida, qu tan disminuida podemos considerar la
capacidad para matar, pero no para trabajar, para simular, para mentir o para ocultar. Se puede considerar
menos imputable, a quien tena adems una posicin de garante, quien tiene un deber mayor de
responsabilidad, un mayor deber de cuidado.
Que de los diversos alegatos de las defensas, se ha llegado al absurdo de hacer la comparacin entre el grado
de sometimiento de los miembros de la secta con el ejemplo del soldado que va a la guerra y mata en
cumplimiento del deber, lo que resulta del todo insostenible, ms semejante sera compararlos con los hechos
ocurridos en Colonia dignidad, o los actos de militares durante gobiernos en dictadura, en ambos casos al igual
que el caso que hoy se juzga, se trata de violaciones a los derechos humanos, y en aquellos casos, nuestra
jurisprudencia ha sido uniforme en condenar a los partcipes, tanto a los autores, a los cmplices y a los
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encubridores, que al igual que los imputados Guerra, Undurraga, Pasten, Vargas, Lpez, lvarez y Franchy,
respondan a su lder y cumplan rdenes. Por ello corresponde hacer el siguiente alcance, hasta qu punto la
justicia puede darle valor a las teoras psiquitricas, fundadas en el delirio mstico compartido para exculpar o
eximir de responsabilidad a sus participantes, por delitos contra los derechos humanos.
Que se sostuvo que algunos de los imputados estaban sujetos por el miedo insuperable, algunos manifiestan en
sus declaraciones que pensaban que Ramn Castillo los matara, sin embargo, adems de las muertes a una gata
arrojada a un canal, y a un perro, no vieron otras muestras, si Antares de la Luz ni siquiera tena armas, por eso
es que pide el mejor cuchillo que tenan, y Undurraga le dice que es el de sushi, un cuchillo de cocina, la nica
arma. Que se encontraban sometidos, sin embargo, una de sus miembros, Roco Villegas sali de la secta cuando
quiso, y nada le sucedi, lo mismo pas con Undurraga y Carolina Vargas, que al momento en que se dan cuenta
que no ocurri lo que esperaban, el fin del mundo, desertaron, y nadie los sigui, no hay constancia de que
hayan sido amenazados de muerte, al contrario, es Antares de la Luz quien huye, quien sale del pas, y algunos
miembros dijeron en sus declaraciones que sentan pena por l, por todo ello y sin alargar ms este
razonamiento, se puede comprobar que no exista tal miedo insuperable, como se ha querido dar a entender.
Tampoco se da un elemento fundamental propio de las sectas destructivas, cual es, la incomunicacin y el
aislamiento, ya que, todos contaban con telfonos celulares, incluso Natalia Guerra mientras permaneci oculta
en Los Andes, gozaba de internet y televisin por clave, por lo cual, ninguno de ellos estuvo alejado del mundo
ni de la realidad, todos los dems miembros llevaban vidas paralelas, aparentando vidas normales en sus
trabajos, manteniendo lo que ellos llamaban acecho, considerando que todos ellos son personas jvenes, con
recursos, buena educacin, profesionales y con una inteligencia por sobre la media, por qu no pensar que
continan hoy ocultando la verdad, aparentando enajenacin mental. Asimismo, Antares, a quien todos teman
y obedecan, ni siquiera tena una red de contactos que le permitiera cumplir sus amenazas, no tena dinero, se
fue a Per con recursos mnimos, fue albergado por un artesano, les deca a los imputados en su comunicaciones;
manden plata, incluso se haba acabado la droga que usaba para sus alucinaciones, todo ello permite a esta
juez restarle mrito a la tesis de miedo insuperable.
Que a modo general, se ha sostenido que los imputados se encontraban en estado de enajenacin mental, sin
embargo a modo de ejemplo, parafraseando parte de la declaracin de David Pasten, quien le habra sealado
a Ramn Castillo, que la olla se haba destapado y la PDI lo saba todo, ello no da cuenta de enajenacin
mental, sino de la plena conciencia del ilcito, adems en el correo electrnico que le enva Ramn Castillo desde
Per, le haba dado indicaciones que deba cargar al verde cara de nalga, refirindose a Pablo Undurraga, y
respecto a armar cuatica y frikear seala que ello corresponda a desvariar de forma extrema y hablar de la
salvacin del mundo, cosas que nadie en sus cinco sentidos nos creera, Pasten lo explica claramente, porque
tena conciencia del ilcito, si tenan rdenes de desvariar de forma extrema, por qu no podemos pensar que
esa estrategia la han mantenido hasta el da de hoy, y eso es lo que ha quedado plasmado en los peritajes
psiquitricos.
Asimismo, la defensa de David Pasten sostuvo que segn su psiquiatra la pena de privacin de libertad es
perjudicial e innecesaria, esta apreciaciones responden a fines preventivos de la pena de carcter particular, de
acuerdo a teoras relativistas, sin embargo, la fijacin de la penalidad puede fundarse tambin en un carcter
retributivo, es decir, constituir un castigo por el dao al orden social, ello conforme a las teoras absolutistas, de
esta manera aclarando esta distincin, es criterio de este tribunal, una teora mixta, en cuanto a que la pena
debe satisfacer tanto fines retributivos como preventivos, y este ltimo, tanto a nivel particular como general,
es decir, al resto de la sociedad, dentro de un carcter ejemplificador y disuasivo de nuevos delitos.
Por todas estas razones, respecto a la existencia de enajenacin mental al momento de los hechos y de una
posible imputabilidad disminuida, no es factible llegar a una conclusin que permita a esta juez aplicar dicha
atenuante, considerando que los imputados estuvieron siempre con plena libertad de accin, mantenan
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comunicacin con sus familias y con el mundo exterior, desarrollaban otras actividades, tuvieron la oportunidad
de pedir ayuda, demostraron conductas en que claramente eran conscientes del carcter del ilcito, como llorar,
el taparse los odos para no escuchar, evitar ver si el cuchillo tena sangre, ocultar las ropas del recin nacido
para que los dems no pasaran por lo mismo, no es posible acoger la tesis de la atenuante de imputabilidad
disminuida, ya que la indeterminacin del concepto conlleva al riesgo de que quien juzga incluya de forma
indiscriminada dentro de esta categora los supuestos que se enmarcan entre la culpabilidad y la peligrosidad.
Que respecto a la atenuante solicitada por algunas de las defensas, en el sentido que pudiendo eludir la accin
de la justicia por medio de la fuga u ocultndose, se ha denunciado y confesado el delito, considera esta
sentenciadora que no concurre en ninguno de los casos mencionados la atenuante establecida en artculo 11 N
8 del Cdigo Penal, ya que la investigacin se inici por medio de la denuncia que realiz un testigo reservado,
de esta manera se lleg a Natalia Guerra quien declar primero que los dems y fue ella quien llev a la PDI a
lugar donde se encontraban los imputados y dio los otros nombres.
FIJACIN DE LA PENA:
Para el caso de la imputada NATALIA GUERRA JEQUIER, el tribunal le reconocer las atenuantes, del 11 N 6 y
N 9 del Cdigo Penal, por lo cual, concurriendo dos atenuantes, considerando la segunda como muy calificada
por su declaracin prestada y dems contribuciones a las diligencias investigativas, y su aceptacin de los hechos
en conformidad al artculo 409 del Cdigo Procesal Penal, por aplicacin de lo dispuesto en el artculo 68 del
mismo cuerpo legal, que permite al tribunal imponer la pena inferior en uno, dos o tres grados al mnimo de los
sealados por la ley, segn sea el nmero y entidad de dichas circunstancias, y considerando que si la muerte
del beb se hubiera realizado dentro de las 48 horas de nacido, estaramos ante un delito de infanticidio, el que
tiene una pena inferior, por ello se rebajara en tres grados la pena inferior asignada al delito, quedando est en
presidio menor en su grado mximo, especficamente, fijndola en lmite superior de este grado, es decir, cinco
aos de presidio menor en su grado mximo, acogiendo la pena que solicit el Ministerio Pblico.
Respecto al imputado PABLO UNDURRAGA ATRIA, se hace el mismo razonamiento anterior, por lo que el tribunal
rebajara en tres grados al mnimo de lo sealado por la ley, considerando adems que su participacin cont
con la autorizacin de la madre, quien en posicin de garante, no procur la proteccin de la vctima, y por
considerar esta juez, la proximidad con el delito de infanticidio, otorgndole a la imputada una tratamiento ms
beneficioso, lo har extensivo para este imputado, rebajando la pena en tres grados al mnimo sealado por la
ley, quedando sta, en la pena que ha solicitado el Ministerio Pblico, esto es, cinco aos de presidio menor en
su grado mximo.
Finalmente, respecto a los imputados DAVID FABIN PASTN ROJAS, MARA DEL PILAR LVAREZ FUENZALIDA,
CAROLINA ALEJANDRA VARGAS SAN MARTN, JOSEFINA ISABEL LPEZ NEZ y KARLA FRANCHY ARANA, esta
juez les reconocer tambin las atenuantes del artculo 11 N 6 y N 9 del Cdigo Penal, considerando que la
pena para los encubridores es la de presidio mayor en su grado mnimo, por lo que tratndose de una pena de
un grado divisible, conforme lo establece el artculo 67 del Cdigo Penal, al concurrir dos o ms atenuantes y
ninguna agravante, el tribunal podr imponer la inferior en uno o dos grados, segn sea el nmero y entidad de
dichas circunstancias, por lo que reducir la pena en dos grados, fijndola en el lmite superior de dicho grado,
es decir, tres aos de presidio menor en su grado medio, considerando que a pesar de que estos imputados no
participaron como ejecutores en el asesinato, saban o por lo menos tenan las sospechas de lo que se planeaba,
y slo por falta certeza se ha aceptado la calificacin de encubridores, es as como se impondr la pena en tres
aos de presidio menor en su grado medio, manteniendo la pena solicitada por el Ministerio Pblico.
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DETERMINACIN DE PENA SUSTITUTIVA.
Que se han incorporado diversos informes sociales respecto de cada uno de los imputados, todos ellos dan
cuenta que los imputados mantienen una red de apoyo familiar, todos ellos poseen un alto nivel de educacin,
mantienen un trabajo estable, con un buen nivel de ingreso, incluso dos de ellos casados, en general, diversos
aspectos socioeconmicos que los haran merecedores de pena sustitutiva, sin embargo, haciendo un anlisis
lgico y abstracto, la ausencia de estos elementos, significara que entonces no lo son, ergo, personas con una
realidad ms desfavorable, sin educacin, sin una red de apoyo familiar, sin trabajo ni ingresos, personas en
condiciones desventajosas, deberan entonces cumplir una pena efectiva. Esta conclusin resulta del todo
inadmisible, porque ello vulnerara el derecho fundamental de la igualdad ante la ley, que todos estamos
llamados a respetar y defender, por lo cual, los informes sociales no resultaran vinculantes para tomar la decisin
respecto a la aplicacin de pena sustitutiva, sino solo una opinin para considerar o restarle mrito.
Que la ley 18.216 dispone en su artculo 1; La ejecucin de las penas privativas o restrictivas de libertad podr
sustituirse por el tribunal que las imponga la forma verbal podr, significa que es una facultad del juez
otorgarla o no, es decir, es discrecional. A continuacin en el inciso 2 dispone No proceder la facultad
establecida en el inciso precedente ni la del artculo 33 de esta ley, tratndose de los autores de los delitos
consumados previstos en los artculos 141, incisos tercero, cuarto y quinto; 142, 150 A, 150 B, 361, 362, 372 bis,
390 y 391 del Cdigo Penal; , salvo en los casos en que en la determinacin de la pena se hubiere considerado
la circunstancia primera establecida en el artculo 11 del mismo Cdigo. Por lo que el legislador, a esta mayor
flexibilidad que queda en manos del juez, establece un lmite, quedando comprendido en dicho lmite los delitos
de parricidio y homicidio calificado en calidad de autores y en grado de desarrollo de consumados, es decir, el
juez no puede otorgar esa sustitucin, salvo en el caso que se considere una eximente de responsabilidad
incompleta, como lo es la el artculo 10 N 1 del Cdigo Penal, es decir, considerar una imputabilidad disminuida,
sin embargo, esta no ha sido acogida, as que por mandato legal, los imputados Guerra y Undurraga no son
merecedores de penas sustitutivas.
Que respecto a la solicitud que han hecho todas las defensas, en orden a que se conceda la pena sustitutiva de
remisin condicional, siendo una facultad del juez y no un derecho per se de los condenados slo por reunir los
requisitos, atendida la naturaleza, modalidades y mviles determinantes del delito por el cual se les castiga, la
atrocidad del mismo, el bien jurdico protegido, la calidad de la vctima, un infante de tan solo dos das de nacido,
el tiempo en que se mantuvieron encubriendo el delito, la ofensa inexcusable a la dignidad de la persona
humana, el carcter preventivo y retributivo de la finalidad de la pena, y dispuesto en el ltimo inciso del artculo
4 de la ley 18.216, que indica que no proceder la remisin condicional como pena sustitutiva si el sentenciado
fuere condenado por aquellos ilcitos previstos en los artculos 15, letra b), o 15 bis, letra b) quedando
comprendido en estos delitos el homicidio calificado, por lo que no se le conceder a ninguno de ellos, sino que,
nicamente, en virtud de reunir los requisitos que dispone el artculo 15 bis de la ley 18.216, considera esta
sentenciadora, que la libertad vigilada intensiva es ms acorde y proporcional a los cargos por los que se les ha
condenado, por lo que se les conceder este beneficio y no el que han solicitado sus respectivas defensas.
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8. Que se exime de las costas a los condenados por haber renunciado a juicio oral, mximo derecho establecido
en su favor en el contexto del proceso penal y habiendo trado con la aceptacin de los hechos un ahorro de
recursos al Estado.
9. Se ordena de conformidad a lo que dispone el artculo 17 de la Ley N 19.970, la incorporacin de huellas
genticas al Registro de Condenados. Ejecutoriada que sea esta resolucin, dese cumplimiento a lo dispuesto
en el artculo 468 del Cdigo Procesal Penal. Regstrese y Archvese en su oportunidad.
RUC 1300335316-2
RIT 1847 - 2013
Dictada por doa DEISY MACHUCA CABRERA, Juez (S) del Juzgado de Garanta de Quilpu.
Volver al ndice
85
C. Sentencia del Ministro de Fuero seor Juan Manuel Muoz Pardo en el caso Cruz Chellew y otras con
Arzobispado de Santiago (Seleccin)10
Vistos:
Demandan en juicio ordinario a la Iglesia Catlica de Chile, los seores Juan Carlos Cruz Chellew, Jos Andrs
Murillo Urrutia y James George Hamilton Snchez, solicitando que se condene al Arzobispado de Santiago como
su representante, al pago de una indemnizacin por dao moral, por la suma de cuatrocientos cincuenta
millones de pesos. Sostienen haber sido abusados sexualmente por el sacerdote Fernando Karadima y sin
embargo la Iglesia desarroll acciones para encubrir los crmenes. La investigacin eclesistica se detuvo entre
los aos 2006 y 2009. Solo el ao 2010 los actores denunciaron pblicamente los hechos, lo que deriv en el
conocimiento pleno de la comunidad y las consecuentes medidas que se adoptaron.
Mediante presentacin de fojas 63, el Arzobispado contest la demanda y pide su rechazo porque, en su
concepto, no se encubrieron los hechos sino que a travs del proceso cannico pudo establecerse la verdad de
los mismos, acogindose las denuncias de los demandantes. Hace referencia a la investigacin criminal de la
Ministra en Visita doa Jessica Gonzlez y en detalle a la investigacin eclesistica. Explica que los daos sufridos
no han sido consecuencia de los actos u omisiones del Arzobispado. Pide tambin el rechazo de la demanda
subsidiaria en contra de la Iglesia por el hecho de su dependiente (Karadima).
Los escritos de rplica y dplica rolan a fojas 84 y 102, abordando las partes las observaciones a propsito de los
escritos principales. A fojas 111, rola comparendo de conciliacin, suspendindose hasta el 11 de agosto de
2014, la que se llev a cabo segn consta a fojas 136, sin resultados.
Se recibi la causa a prueba a fojas 137, acogindose parcialmente, a fojas 168, las reposiciones deducidas por
las partes, quedando finalmente el auto de prueba definitivo a fojas 174. Se rinde prueba testimonial desde fojas
196 a 204, 206 a 226, 238 a 247, 257 a 263. Informe emitido por don lvaro Vidal Olivares, corriente a fojas 264
y de doa Elizabeth Leiva, psicloga a fojas 276. Contina la prueba testimonial a fojas 295 hasta 303. Se
acompaan documentos a fojas 311 por la demandante. Consta a fojas 315 la testimonial que se indica, que se
prolonga hasta fojas 336. Se acompaan documentos a fojas 337 por la parte demandante. Informe de don
Hernn Corral Talciani, agregado a fojas 348, acompandose junto a otros documentos a fojas 382. Desde fojas
354 hasta 365, consta absolucin de posiciones de don Ricardo Ezzatti y a fojas 448 la misma diligencia para
Fernando Karadima. A fojas 492, rola escrito de observaciones a la prueba de la parte demandante y a fojas 519
la misma diligencia de la parte demandada.
Se decret una medida para mejor resolver a fojas 533, la que se cumpli, disponiendo la citacin para or
sentencia la resolucin de 9 de enero pasado, escrita a fojas 546.
[]
CONSIDERANDO
[]
10Con fecha 28 de marzo de 2017 se interpuso ante el Ministro de Fuero Juan Manuel Muoz Pardo, un Recurso de Casacin con Recurso de
Apelacin. El texto completo de la sentencia puede consultarse en el siguiente link en la pgina web del Centro:
http://derechoyreligion.uc.cl/es/docman/documentacion/chile/jurisprudencia/1043-sentencia-del-juzgado-de-garantia-de-quilpue-que-
condena-a-los-miembros-de-la-secta-de-colliguay/file
86
41 Que la accin ejercida persigue configurar la responsabilidad civil del Arzobispado de Santiago por la
negligencia en que incurri al no otorgar un tratamiento gil, decidido y rpido a las denuncias que efectuaron
los actores por los delitos de abusos sexuales cometidos por el sacerdote Fernando Karadima, en su contra,
individualmente y en diferentes pocas. La espera excesiva e injustificada de la investigacin eclesistica y su
desenlace, provoc sufrimientos adicionales a las vctimas. Subsidiariamente, solicitan que la responsabilidad
del Arzobispado se establezca por los hechos de su dependiente Karadima.
La indemnizacin de perjuicios la fija en 450 millones de pesos, de los cuales 200 millones de pesos son para don
James Hamilton, 150 millones de pesos para don Juan Carlos Cruz y 100 millones de pesos para don Jos Murillo;
42 Que como se indic anteriormente, los dos primeros puntos de prueba se relacionan con la existencia de
vnculo o dependencia entre Karadima y el Arzobispado y si ste representa a la Iglesia Catlica Chilena. Las
probanzas rendidas por los actores, ya reseados en los acpites correspondientes a este fallo, consistentes en
las declaraciones de los sacerdotes Eugenio de la Fuente Lara, Percival Cowleg [sic], Jaime Ortz de Lazcano y
Francisco Javier Astaburuaga, dan cuenta de la dependencia y superioridad jerrquica entre un sacerdote
(Karadima) y el Arzobispado, lo que aparece corroborado en el informe en derecho de don lvaro Vidal Olivares,
quien lo ratifica en el proceso. Los cardenales seores Errzuriz y Ezzati manifiestan que el superior jerrquico
de Karadima es el Arzobispado de Santiago.
En cuanto a la representacin de la Iglesia Catlica por el Arzobispado de Santiago, la parte demandante
acompa el informe aludido de don lvaro Vidal Olivares, quien testific en el proceso, aludiendo que el
Arzobispado de Santiago, representa a la Iglesia Catlica. Asimismo, conforme a lo expresado por el propio
Arzobispado (fojas 36) ste goza de la misma personalidad jurdica de derecho pblico que la legislacin y
jurisprudencia reconoce a la Iglesia Catlica. El hecho de crear apariencias de representatividad de la Iglesia
Catlica Chile encarnada en el Arzobispado de Santiago, es un dato esencial que recogen los medios de
comunicacin y la opinin pblica sin hacer distinciones;
43 Que, sobre este aspecto, la parte demandada afirma que no existe la Iglesia Catlica de Chile sino una nica
Iglesia Catlica Universal. As lo demuestra el estudio del profesor Hernn Corral Talciani, quien concluye que la
Iglesia Catlica Chilena no tiene existencia legal. La Iglesia Catlica Universal tiene un rgano de gobierno, la
Santa Sede. Las personas jurdicas de derecho pblico, entre ellos, el Arzobispado de Santiago no es
representante de la Iglesia Catlica Chilena o de la Iglesia Catlica. Los mismos testigos de la demandante, los
sacerdotes De La Fuente, Cowley, Ortz de Lazcano y Astaburuaga, son enfticos en sostener que la Iglesia
Catlica Chilena es una cosa distinta al Arzobispado de Santiago y no la representa. El profesor seor Vidal basa
su informe en su parte sustancial en la opinin de don Hernn Corral, cuyo parecer, como se indic, es que el
Arzobispado de Santiago, no representa a la Iglesia Catlica Chilena o Universal;
44 Que del tenor de las probanzas reseadas, cabe concluir categricamente que Karadima dependa y estaba
bajo la subordinacin en su ministerio sacerdotal del Arzobispado de Santiago y por lo tanto, el vnculo entre
ambos queda suficientemente establecido en el proceso. No ocurre lo mismo con la representacin que se
invoca del Arzobispado respecto de la Iglesia Catlica Chilena o Iglesia Catlica Universal. Queda en evidencia
que no existe dicha representatividad, ya que el Arzobispado de Santiago responde nicamente por la Iglesia
Catlica de Santiago. La demanda y la accin subsidiaria se dirigen esencialmente en contra del Arzobispado de
Santiago, razones que permiten desechar las alegaciones de la parte demandada respecto del primer punto de
prueba y acoger la restante;
45 Que, seguidamente, corresponde consignar los elementos de cargo y de descargo, en cuanto a la poca en
que se producen los abusos sexuales de que fueron vctima los actores. La demandante, acudiendo al proceso
criminal llevado a cabo por la Ministra de esta Corte, seora Jessica Gonzlez Troncoso, seala las siguientes
fechas:
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a. Don Jos Andrs Murillo - entre los aos 1993 y marzo de 1997.
b. Don Juan Carlos Cruz entre mediados de 1980 y julio de 1981.
c. Don James Hamilton desde mediados de 1983 hasta octubre de 1983.
46 Que, por su parte, la demandada en este aspecto deja constancia que los actores sufrieron los abusos
sexuales denunciados antes de que las autoridades de la Iglesia tomaran conocimiento de las acusaciones. En
este caso, las denuncias contra Karadima se formularon entre los aos 2005 y 2009, y los abusos son anteriores
a dichas fechas. En el caso de Jos Murillo, entre los aos 1993 a 1997, es decir entre sus 18 y 22 aos de edad.
James Hamilton, desde mediados de 1983, cuando tena 17 aos y estaba por cumplir 18 aos. En el expediente
cannico, el seor Hamilton asegur que los abusos comenzaron cuando tena entre 20 y 21 aos de edad. La
diferencia es que en la causa penal aclara que en realidad los abusos se produjeron meses antes de cumplir los
17 aos y continuaron hasta fines del 2003, ya que en Enero de 2004 se produce el quiebre con Karadima. Por
ltimo, don Juan Carlos Cruz, en la sentencia penal, los abusos corresponden al ao 1980 o 1981 y se extendieron
hasta 1987. El ao 2011, el seor Cruz expone que los abusos comenzaron antes de cumplir 18 aos de edad.
En la investigacin eclesistica nunca indic que era menor de edad, lo que es confirmado por el sacerdote Eliseo
Escudero, que recibi la denuncia y que declara a fojas 259: nunca aludi a que era menor de edad y llega la
conclusin que tampoco eran menores;
47 Que, la demandante, al observar la prueba, expresa que el Arzobispado de Santiago se inform de la
existencia de abusos, al menos el ao 2003, en relacin a don Jos Andrs Murillo, el ao 2005 respecto de don
James Hamilton y el 2009 en relacin a don Juan Carlos Cruz . La parte demandada seala que el seor Murillo
envi una nota annima y otra comunicacin previa y denunci el 2005 al Arzobispado, manifestando que entre
los aos 1993 y 1997 el sacerdote Karadima lo abraz en forma rara y le toc sus genitales, lo que se repiti
varias veces y que una vez intent masturbarlo, lo que reprimi inmediatamente. El seor Hamiton, segn
exhorto de la Santa Sede, denunci el 10 de enero de 2006, que desde 1985 a 1986 (cuando tena 20 y 21 aos
de edad), fue objeto de tocaciones en los genitales y masturbaciones mutuas con Karadima. En dicho exhorto,
asimismo consta que el 14 de agosto de 2009, don Juan Carlos Cruz denunci los abusos emocionales y
tocaciones en los genitales. Resulta entonces incuestionable la afirmacin de la parte demandada, referida a
que los abusos sufridos por el actores son anteriores a sus denuncias y que stos eran mayores de 18 aos a la
poca de comisin de los hechos, sin que pueda inferirse que stos se cometieron siendo menores, por falta de
prueba a su respecto, pues solo constan sus declaraciones e incurren en contradicciones.
48 Que, a continuacin del anlisis del proceso y de la causa criminal tenida a la vista, la demandante pretende
configurar la actitud del Arzobispado y de sus autoridades, respecto de las denuncias formuladas por los actores,
conforme a los puntos de pruebas Ns 3 y 5. Las observaciones formuladas estn centradas en: a) excesiva
lentitud en la investigacin de los hechos y falta de medidas concretas de prevencin; b) encubrimiento,
silenciamiento y difamacin por parte de los miembros y autoridades de la Iglesia y c) falta de medidas de
acompaamiento.
49 Que en el primer aspecto, la parte demandante expresa que el Arzobispado tom conocimiento el ao 2003,
ordenando la investigacin el ao 2005 (hubo un retraso en el inicio de la investigacin, demostrando desidia y
negligencia al dolor de las vctimas. El entonces Arzobispo de Santiago M. Errzuriz dej transcurrir dos aos.
Los informes del investigador, el sacerdote Eliseo Escudero, comienzan el ao 2006, paralizndose el
procedimiento hasta el ao 2009. El testigo M. Escudero expone que dud el ao 2004 pero ya no el 2006 ni
el 2009, el Arzobispado tena otras fuentes y l deba decidir. En junio de 2006, el Cardenal Errzuriz enva una
carta al persecutor de justicia don Eliseo Escudero (expediente cannico) en el que la expresa: las declaraciones
de los denunciantes son bastante claras. Nos falta, sin embargo, el testimonio de Monseor Andrs Arteaga que
preside la asociacin sacerdotal y conoce a quienes denuncian.... Agrega el Cardenal que el testimonio de
Arteaga lo dej dudoso porque era contrario a los denunciantes. En este mes de junio de 2006, yo no cierro el
88
proceso sino que lo dejo en suspenso. Para la demandante, la sola declaracin de Andrs Arteaga, tomada por
el persecutor de justicia, decide al Cardenal a paralizar la investigacin durante tres aos. En declaraciones a
una revista, Monseor Errzuriz preguntado por la paralizacin de la investigacin habiendo dos denunciantes,
expresa que comet una equivocacin: ped y sobrevalor el parecer de una persona muy cercana al acusado y
el acusador. Mientras el persecutor de justicia pensaba que era verosmil la acusacin, esta otra persona
confirmaba justamente lo contrario. En comunicacin de 25 de junio de 2005, el Obispo Ezzati le indica a
Francisco Javier Errzuriz la preocupacin respecto a la veracidad de los hechos denunciados por Jos Andrs
Murillo. Se valor ms la opinin de Andrs Arteaga y ello se debi a un error del Arzobispo Monseor Errzuriz,
quien lo ha reconocido, pues ha pedido perdn a las vctimas (El Mercurio, 17 de abril de 2011). Es decir, se
reconoce la negligencia. Tampoco tom una medida cautelar concreta en relacin al sacerdote investigado;
50 Que es el propio Monseor Errzuriz quin admite haberse reunido con cuatro obispos cercanos a Karadima,
informndoles que crea en las denuncias y que era importante que ellos frenaran a quienes trataban de
desacreditar a los denunciantes. Es decir, supo o conoci la existencia de actos de difamacin para silenciar o
callar sus denuncias. El Cardenal agrega que mucho despus supo de una accin para que el doctor Hamilton no
siguiera en la Clnica Alemana. Hubo otro sacerdote del entorno de Karadima quiso que Hamilton excluyera de
sus argumentos la influencia de Karadima en el caso de la nulidad eclesistica de su matrimonio. Se acompaa
tambin un conjunto de cartas enviadas por el sacerdote Rodrigo Polanco Fermandois, Horacio Valenzuela,
Tomislav Koljatic, en los que cuestionaron a los actores, a quienes conocen, agregando que no tienen
antecedentes de conductas abusivas de Karadima. Asimismo, el mismo seor Errzuriz ha hecho gestiones para
que don Juan Carlos Cruz no fuere nombrado en una Comisin Pontificia de Proteccin de Menores, lo que fue
reconocido por el Cardenal. Por otra parte, no hubo medidas de acompaamiento a las vctimas. As aparece
declarado por el sacerdote Jaime Ortiz de Lazcano, quien es categrico para sealar que se acogi a las vctimas,
asegurando que se va a proceder con rigor y que la Iglesia va hacer justicia, ofreciendo ayuda a la vctima, de
carcter psiquitrico, psicolgico y espiritual. Hubo una asimetra en el trato a Karadima y las vctimas, pues la
jerarqua (Monseores Errzuriz y Ezzati fueron deferentes con el sacerdote), el dao emocional y moral sufrido
por los demandantes se prob por los actores;
51 Que, las hiptesis formuladas por los demandantes debe comprobarse, justificndose las razones o motivos
que las sostienen y ello se desarrolla a travs de la valoracin de la prueba consistente en juicio de aceptabilidad
de los enunciados sobre hechos controvertidos.
En este sentido, la parte demandada no rindi pruebas en la causa, limitndose acompaar un informe en
derecho del profesor seor Corral, quien no compareci en la causa para ratificarlo. Sus actuaciones, ms bien,
se han circunscrito a la forma, intencin y resultados que le cupo, en especial a Monseor Errzuriz, como cabeza
del Arzobispado en la poca cuestionada. Es as como no aparecen controvertidas las fechas en que se
produjeron los abusos, aunque sostiene que conforme a las probanzas, stos principiaron siendo las vctimas
mayores de 18 aos de edad, o bien, a los 17 y por cumplir los 18: (seor Hamilton y seor Cruz). La cnyuge del
seor Hamilton denunci a Karadima el 5 de junio de 2004, contra la voluntad de su marido. El 13 de junio de
dicho ao, la madre del seor Hamilton comparece ante el persecutor de justicia seor Escudero, quien le
recomienda que comparezca ante la autoridad eclesial el seor Hamilton. El seor Murillo, por su parte denunci
formalmente los hechos en mayo y julio de 2005 y el seor Hamilton en enero del ao 2006. El Arzobispado
encarg la investigacin al sacerdote Eliseo Escudero como persecutor de justicia. Emiti informes preliminares
en junio de 2004 (denuncias de familiares del seor Hamilton) y abril de 2006. En junio de 2006, el Cardenal
seor Errzuriz le pide al Sacerdote Escudero testimonio del obispo auxiliar Andrs Arteaga porque conoca bien
a los denunciantes y obviamente a Karadima. En este punto, el cardenal Errzuriz admite haberle dado mucho
peso e influencia a la versin de Arteaga. Otro factor que admite es que el ao 2006 el cardenal no haba logrado
conviccin acerca de la verosimilitud de las denuncias (requerida por la legislacin cannica para proseguir la
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investigacin), lo que s ocurri el ao 2009. En este punto, la defensa sostiene que es distinto conocer el
resultado negativo de quien no fue capaz de preverlo, calificndolo como negligente. Ejemplifica lo aseverado
con el testimonio del sacerdote Eugenio de la Fuente, quien fue Vicario Parroquial de El Bosque entre los aos
2001 y 2009, enterndose de los abusos por la prensa el da 21 de abril de 2010, agregando que nunca sospech.
Lo mismo ocurre con el sacerdote Rodrigo Polanco, quien declara en El Mercurio que las denuncias son
calumnias sin fundamento, pero en el proceso dice que Karadima practicaba un estilo de direccin espiritual
abusivo y nosotros no nos dbamos cuenta pero la Iglesia ms o menos conoca su modo de actuar. Es decir, si
estas personas dicen no saber, le atribuyen al Arzobispado conductas que menos estaba en posibilidad de
conocer. El Cardenal Errzuriz deba efectuar el juicio de verosimilitud y el ao 2006 no lo tena aunque -es un
hecho de la causa- no cerr la investigacin a la espera de nuevos datos investigativos. La dificultad mayor -
testimonios de Eliseo Escudero y del propio Francisco Javier Errzuriz- es que tanto el seor Hamilton y el seor
Murillo confirmaron en el proceso eclesistico que los abusos slo comenzaron cuando eran mayores de edad
y que se mantuvo tanto tiempo entre personas adultas, sin que nadie hubiera sospechado nada. Por otro lado,
Karadima tena reputacin de santo por el gran nmero de vocaciones y la masiva concurrencia de fieles.
Unido a lo anterior, haba muchos miembros de su crculo que lo defendan frreamente, descartando la
posibilidad que las acusaciones tuvieran algn fundamento.
52 Que, seguidamente, la demandada hace presente respecto de la verosimilitud de los hechos denunciados,
lo expresado por el seor Hamilton en la causa criminal: pensaba que sto slo me pasaba a m, a pesar que
a esa fecha ya haban sufrido los abusos los otros denunciantes. La cnyuge del mismo seor Hamilton explica
que acompaaba su marido a la Parroquia y de lo que pasaba entre l y Karadima nunca sospech de nada.
Tales antecedentes, segn la demandada hacen suponer que si no se saba la existencia de los abusos por
personas del entorno ms cercano, era ms difcil que se supiera en el Arzobispado. En todo caso, afirma, la
investigacin nunca se cerr y fue la denuncia de don Juan Carlos Cruz el ao 2009 la que permiti condenar al
sacerdote. La misma sentencia de la ministro seora Gonzlez se indica que se adquiri conviccin despus de
2009 por las denuncias de diversas personas en fechas diversas, aparicin posterior de un nmero considerable
de testimonio de sacerdotes y laicos que conforman las denuncias y le dan credibilidad;
La demora en la investigacin signific que los hechos deban probarse y la expectativa de una resolucin
favorable e inmediata puede frustrarse por la tardanza pero ello no constituye un ilcito civil por parte del ente
llamado a juzgar los hechos. El Cardenal Errzuriz pidi perdn a los denunciantes por dicha demora, en todo
caso, agrega, la denuncia del seor Cruz reactiva decididamente el caso y se formulan cargos a Karadima, los
que responde en un extenso documento. El persecutor de justicia Fermn Donoso concluye en que las denuncias
son verosmiles. Hay que agregar, sostiene, la carta denuncia don Fernando Battle Lathrop, quien dijo haber sido
abusado cuando tena entre 14 y 17 aos de edad (1991 a 1994). El Obispo pierde competencia por tratarse de
un menor de edad y pasa a la Congregacin de la Doctrina de la Fe en la Santa Sede. Se remitieron todos los
antecedentes y en noviembre del ao 2010, la Santa Sede condena a Karadima.
53 Que concerniente al supuesto encubrimiento y complicidad de los Cardenales Errzuriz y Ezzati, los
demandantes a travs de la prensa, han tildado de mafiosos y criminales a los nombrados, pero no hay ninguna
prueba en la causa que acredite la supuesta complicidad y encubrimiento. Incurren en una contradiccin los
actores, pues alegan que el Arzobispo Errzuriz no les crey pero luego dicen que es encubridor. Tampoco hay
alguna evidencia que permita presumir que el Arzobispado hubiere adoptado alguna medida para impedir que
los hechos fueran conocidos y sancionados;
54 Que, las conductas de algunos sacerdotes o laicos en defensa de Karadima, iniciando una campaa de
difamacin y amenazas despus de las denuncias, no puede alcanzar al Arzobispado, pues la accin principal es
por el hecho propio, esto es, aquel de los rganos que actan por el Arzobispado de Santiago y por lo tanto, no
puede hacerse responsable por actuaciones de otros si es que fueren efectivas;
90
55 Que el mrito de todo lo expuesto precedentemente, es posible configurar datos fcticos o hechos de la
causa:
a) El Arzobispado de Santiago reconoce y acepta haber incurrido en errores, pues las denuncias debieron
haber sido tramitadas con agilidad y decisin para evitar a las vctimas un sufrimiento adicional derivado
de la larga espera. Asimismo, se dud en un comienzo de la verosimilitud de las denuncias en base a la
forma y reputacin de Karadima y de la opinin favorable de personas cercanas a ste y no se efectuaron
esfuerzos para acompaar a las vctimas durante el proceso de investigacin. El Arzobispado, y as consta
en autos, ha pedido perdn por dichos actos;
b) Los actores no atribuyen al Arzobispado actos delictivos de encubrimiento de complicidad respecto de
los hechos de que han sido vctimas. El cargo que se formula es el de negligencia sistemtica (demanda
de fojas 1 y fojas 492), tardanza excesiva para adoptar las medidas correspondientes por las actuaciones de
Karadima. Las conductas ilcitas estn enfocadas ms bien en personas del crculo cercano a Karadima;
c) Efectuadas las denuncias por los seores Murillo y Hamilton los aos 2005 y 2006, respectivamente, el
Arzobispado dispuso la investigacin eclesistica por el promotor de justicia, el sacerdote don Eliseo
Escudero quien entrega su informe el ao 2006 y hay un intervalo de tres aos en que la investigacin no
avanza pero tampoco se archiva o sobresee hasta que se recibe la denuncia del seor Cruz el ao 2009, con
ello se acelera el proceso, culminando con la sancin aplicada a Karadima por la Santa Sede. El ao 2011,
se inicia el proceso penal en Chile;
d) Las conductas abusivas se produjeron con mucha antelacin a la poca en que se denunciaron. Si bien,
en dos casos se sostiene que faltaban algunos meses para cumplir 18 aos, lo que se controvierte, las
conductas de connotacin sexual se prolongaron en el tiempo, siendo adultos los tres actores;
e) La denuncia a la autoridad eclesistica del seor Cruz es el ao 2009, fecha en que se reactiva el
procedimiento que culmina con la condena de Karadima. El reproche por la tardanza excesiva no se
vislumbra en este caso;
f) En el proceso penal Rol N 110.217, a cargo de la Ministra seora Jessica Gonzlez Troncoso, se sintetizan
las actuaciones de Karadima, afirmando que tena poder moral sobre sus feligreses cercanos para ganar
su confianza en su calidad de confesor y director espiritual de las vctimas, aprovechndose de su
investidura y forma como autoridad religiosa, su poder de convencimiento y la autoridad sin lmites ejercida
al interior de la comunidad religiosa;
g) El Cardenal Errzuriz, al asumir el Arzobispado expone, bajo juramento, que no tena buena opinin de
Karadima por la influencia que ejerca al fomentar una orientacin pastoral distinta de la Arquidicesis,
pero le impresionaba la gran cantidad de vocaciones sacerdotales que surgieron de los jvenes;
h) En relacin a lo sealado en la letra c) precedente, cabe agregar que el ao 2006, el Cardenal Errzuriz
recibi de manos del sacerdote Eliseo Escudero el informe relativo a las denuncias de los seores Murillo y
Hamilton, solicitando al persecutor de justicia que tambin prestara testimonio Monseor Andrs Arteaga
que presida la asociacin o unin sacerdotal de la Parroquia El Bosque y conoca tanto a los demandantes
como a Karadima. La informacin de Arteaga, apoyando a Karadima y quitando peso a las denuncias, no
permitieron lograr el grado de verosimilitud que debe adquirir la autoridad eclesistica y ello, de cierto
modo, dilat la adopcin de progresividad en la tramitacin por el tiempo que se ha indicado, dejando en
suspenso el proceso, sin cerrarlo (observaciones de la demandante a fojas 507);
56 Que corresponde ahora enunciar las hiptesis formuladas por la parte demandante y si estn justificadas las
razones o motivos que las sostienen. Por de pronto, se trata de prueba esencialmente indirecta, necesitndose
la inferencia o razonamiento para establecer el hecho aunque se trata de prueba legal;
57 Que en este sentido, la parte demandante deba acreditar los actos de coercin, difamacin y silenciamiento
por parte de autoridades y sacerdotes de la Iglesia, sufridos por los actores y actitud de stos frente a aquellos.
91
Si el Arzobispado de Santiago habra incurrido en acciones y omisiones, destinadas a encubrir los abusos sexuales
de Karadima a los demandantes, de carcter psicolgico (actos de coercin, difamacin y silenciamiento por
parte de las autoridades y sacerdotes de la Iglesia sufridos por los actores). Actitud del Arzobispado al tener
noticia de las denuncias, fechas y medidas adoptadas. Si la denunciada encubri los abusos sexuales,
psicolgicos y ministeriales en el entorno de Karadima y si existieron intentos de silenciar, acallar y restarle valor
a las denuncias, daos morales;
58 Que en lo que concierne a la primera parte (puntos de prueba 3 y 5), se consigna la excesiva lentitud en la
investigacin de los hechos, falta de diligencia y falta de medidas concretas de prevencin. Como ha sido
sealado anteriormente, el proceso se paraliz entre 2006 y 2009 habiendo dos denuncias hasta ese momento.
Los denunciantes explican esta tardanza acudiendo a las palabras del Cardenal Errzuriz: me pareci necesario
recabar ms antecedentes y comet una equivocacin pues pidi y sobrevalor el parecer de una persona muy
cercana al acusado y a los acusadores, quien no encontraba verosmil las denuncias. Asimismo, el cardenal
valor ms la opinin de Arteaga en vez de la de Ezzati quien le indic al Cardenal su preocupacin respecto de
los hechos denunciados. Segn la demandante, esto constituye un grave error del Cardenal, llegando a pedir
perdn a las vctimas por el sufrimiento que las caus. En sntesis, sostiene que existi una falta de diligencia,
reconocida, dilatando innecesariamente la investigacin, sobrevalorando una declaracin negativa respecto a
los demandantes, procediendo a suspender la investigacin.
59 Que respecto del encubrimiento, silenciamiento y difamacin por parte de miembros y autoridades de la
iglesia, se indica primeramente la versin del Obispo Andrs Arteaga, la reunin del Cardenal Errzuriz con
cuatro obispos a quines les dice que crea en las denuncias y que era importante que los obispos frenaran a
quienes trataban de descreditar a los denunciantes. Errzuriz agrega que supo de una accin en la Clnica
Alemana para que el doctor Hamilton no estuviera all, tambin que se excluyera la influencia abusiva de
Karadima en la causa de la nulidad de su matrimonio. No supo de otra situacin.
Asimismo, se refiere a los testimonios de Rodrigo Polanco, Horacio Valenzuela, Tomislov Koljatic. Todo ello
permite colegir que las autoridades estaban en tanto de las acusaciones y dejaban hacer o bien no saban. En
todo caso, demuestra negligencia. Por ltimo, se traen a colacin las gestiones de los cardenales Errzuriz y
Ezzati para que el seor Cruz no asuma un cargo en una Comisin Pontificia de Protecciones de Menores;
60 Que como ha sido reseado anteriormente, la demandada rebate y controvierte cada una de las
afirmaciones que sealan los actores, explicando que se orden la apertura de una investigacin a cargo del
Promotor de Justicia seor Escudero. Se pidi informe al obispo Arteaga pero se le dio demasiado peso a su
opinin y as ha sido reconocido por el Cardenal. Un hecho cierto y que explica sustancialmente la tardanza
es que no se haba logrado a dicha fecha (2006) la conviccin acerca de la verosimilitud de las denuncias. El
proceso no se cerr, habiendo sacerdotes que avalaban a Karadima. La dificultad que enfrentaba el Cardenal en
ese momento, aparte de la versin del Obispo Arteaga y de otros sacerdotes (Polanco y de la Fuente, que luego
cambiaron su versin), es la situacin de abuso entre personas adultas sin que se haya sopesado que a la sazn
eran mayores de edad (investigacin eclesistica). Es la denuncia de don Juan Carlos Cruz el ao 2009, como se
indic, la que posibilita la reactivacin de la investigacin;
61 Que en la valoracin de la prueba rendida por la demandante, apreciada legalmente en conjunto con los
descargos y argumentos de la demandada, no permiten formarse conviccin acerca de la existencia de coercin,
difamacin y silenciamiento por parte del Arzobispado de Santiago, en desmedro y sufrimiento de los actores,
por insuficiencia probatoria. No resulta posible, asimismo, configurar encubrimiento de los abusos sexuales de
Karadima por parte del Arzobispado, ya que no hay prueba alguna a su respecto. La tardanza en dar tramitacin
progresiva a las denuncias de dos de los actores, ha sido explicada por el Arzobispo de ese entonces, e incluso
ha pedido perdn por dicho atraso. El resultado pronto y favorable de una condena eclesistica ante las
denuncias cursadas, es una situacin expectante, pero si bien la demora, calificada de excesiva en resolverla es
92
frustrante para las vctimas, por s sola no puede constituir ese hecho la tardanza- el origen de la
responsabilidad civil extracontractual que se le atribuye al Arzobispado, generadora de la indemnizacin que se
solicita. El hecho no participa de las caractersticas de un ilcito civil, aunque se trata de una negligencia o
descuido de la jerarqua de la Iglesia de Santiago, que no alcanza a configurar un ilcito civil. El dao moral,
asimismo, que se invoca no resulta posible configurarlo;
62 Que la demanda (fojas 33 y 34) persigue la responsabilidad de la Iglesia (Arzobispado) por el hecho propio
en los trminos previstos en el artculo 2314 del Cdigo Civil. De manera que al haberse atribuido al Arzobispado
las actuaciones individuales de algunos sacerdotes cuestionados por haber provocado una campaa de
difamacin y amenazas en contra de los actores, escapa de la responsabilidad que le podra caber al rgano
metropolitano de la iglesia, ya que no est legitimado pasivamente en este proceso para asumir dicha
responsabilidad. Respecto de la demanda subsidiaria en contra del Arzobispado por los hechos de su
dependiente, cabe desestimarla sin mayor anlisis, por cuanto lo que se persigue en estos autos es la
responsabilidad por la negligencia o encubrimiento del Arzobispado por las conductas abusivas de Karadima,
esto es, un hecho absolutamente posterior a dichas actuaciones delictivas, lo que aparece reafirmado al haberse
dictado sobreseimiento definitivo en la causa criminal seguida en contra del mencionado Karadima por los
hechos que afectaron a los actores;
63 Que la restante prueba que se ha reunido en el proceso, no logra alterar lo que se ha decidido
precedentemente;
Atendido, adems, lo dispuesto en los artculos 2314, 2329, 2332 del Cdigo Civil, 186 y siguientes del Cdigo
de Procedimiento Civil,
SE DECLARA que:
Volver al ndice
93
D. Fallo de la Corte Suprema que rechaza recurso de nulidad y confirma sentencia contra sacerdote Ramn
Caroca Marchant de la Orden de la Merced por apropiacin indebida11
Vistos:
En esta causa Ruc N 1110032477-8 y Rit N 442-2016, el Tribunal de Juicio Oral en Lo Penal de Concepcin, por
sentencia veinticuatro de diciembre de dos mil diecisis, conden a Ramn Luis Caroca Marchant, por su
responsabilidad de autor del delito de apropiacin indebida, en grado de consumado, cometido en la comuna
de Concepcin en el mes de abril de 2010, a la pena quinientos cuarenta y un das de presidio menor en su grado
medio, accesoria de suspensin de cargos y oficios pblicos durante el tiempo de la condena y al pago de una
multa equivalente a once unidades tributarias mensuales, otorgndosele la medida sustitutiva de remisin
condicional de la pena. La defensa del acusado interpuso recurso de nulidad, el que se conoci en la audiencia
pblica del pasado 9 de febrero, citndose a los intervinientes a la lectura del fallo para el da de hoy, segn
consta del acta que se levant con la misma fecha.
Considerando:
Primero: Que el recurso esgrime la causal signada con la letra b) del artculo 373 del Cdigo Procesal Penal, a
saber, cuando en el pronunciamiento de la sentencia se haya hecho una errnea aplicacin del derecho que
hubiere influido sustancialmente en lo dispositivo del fallo, que se relaciona con el rechazo de la hiptesis de la
defensa de encontrarse prescrita la accin penal, fundada en que entre la fecha de comisin del delito y la
formalizacin de la investigacin transcurri el plazo de cinco aos contemplado al efecto en el artculo 94 del
Cdigo Penal, conculcndose la indicada norma y los artculos 93 N 6 y 96 del mismo cuerpo legal y los artculos
172, 233 letra a) y 250 letra d) del Cdigo Procesal Penal, pues lo procedente era dictar el sobreseimiento
definitivo de la causa.
Explica el recurso que los hechos por los que se acus al imputado ocurrieron en abril de 2010, en circunstancias
que la formalizacin de la investigacin, nica manera de suspender la prescripcin, se llev a efecto el 3 de
junio de 2015.
Segn plantea la defensa, el procedimiento se dirige contra el imputado con la formalizacin, pues esta consiste
en hacerle saber de su existencia. Con esta actuacin queda definido cul ser el objeto del proceso, los hechos
imputados e investigados, su fecha y la eventual calificacin de los mismos. Si bastara solo la querella, denuncia
o la iniciacin de oficio -tesis del fallo- todas contenidas en el artculo 172 del Cdigo Procesal Penal, desaparece
la razn de ser de la incorporacin del artculo 233 letra a) al referido texto.
Clarifica el asunto, a su entender, el artculo 248 del Cdigo Procesal Penal, conforme al cual, comunicada la
decisin de no perseverar, queda sin efecto la formalizacin y la prescripcin sigue corriendo como si no se
11El demandado seor Ramn Caroca Marchant presenta una causa anterior en la cual interpuso una demanda por despido injustificado en
contra de la Fundacion Educacional Colegio San Pedro Nolasco de Concepcin, ante el Juzgado de Letras del Trabajo de Concepcin (causa RIT 0-
226-2011). Puede revisar el fallo en la pgina web del Centro:
http://derechoyreligion.uc.cl/es/docman/documentacion/chile/jurisprudencia/1001-sentencia-que-acoge-demanda-en-contra-de-la-fundacion-
educacional-san-pedro-nolasco-de-concepcion/file
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hubiere interrumpido (suspendido), disposicin que resulta ser incompatible con la teora que entiende que la
presentacin de la querella suspende la prescripcin.
Tampoco es posible vincular el artculo 7 del Cdigo Procesal Penal a la materia debatida, pues se llegara al
absurdo de que cualquier gestin suspendera la prescripcin, incluso un mero control de identidad.
Por ltimo se sostiene que la suspensin de la prescripcin debe tener una fecha de trmino determinada o
determinable, posibilidad que no entrega con certeza la interposicin de una querella.
Con tales argumentos, en la conclusin, se solicita la anulacin del fallo para que se dicte el correspondiente de
reemplazo que sobresea total y definitivamente la causa, por encontrarse prescrita la accin penal, en
conformidad al artculo 250 letra d) del Cdigo Procesal Penal.
Segundo: Que el motivo de invalidacin alegado por la defensa, de conformidad al artculo 376 inciso tercero
del Cdigo Procesal Penal, ha sido confiado excepcionalmente al conocimiento de esta Corte Suprema en el
evento que, con ocasin de dicha causal, se invoquen distintas interpretaciones sostenidas en diversos fallos
emanados de los tribunales superiores sobre la cuestin de derecho planteada en el recurso, lo que en la especie
se demuestra con los pronunciamientos que se acompaan a la presentacin en anlisis contenidos en las
sentencias Rol N 69-2013 de la Corte de Apelaciones de San Miguel, de veintitrs de enero de dos mil trece; Rol
N 362- 2015 de la Corte de Apelaciones de Rancagua, de ocho de julio de dos mil quince; y Rol N 490-2010 de
la Corte de Apelaciones de Concepcin, de quince de octubre de dos mil diez, que postulan la tesis de que la
prescripcin de la accin penal se suspende slo con la formalizacin de la investigacin. Por su parte, los fallos
dictados en los autos Rol N 146-2015 de la Corte de Apelaciones de Punta Arenas, de veintids de enero de dos
mil diecisis; Rol N 92-2014 de la Corte de Apelaciones de La Serena, de veinte de marzo de dos mil catorce; y
Rol N 21-2012 de la Corte de Apelaciones de Valparaso, de dieciocho de enero de dos mil trece, los que avalan
la postura que la querella tiene el efecto de suspender la prescripcin de la accin penal.
Tercero: Que, con el fin de resolver los errores de derecho denunciados, es pertinente recordar los hechos
establecidos por la sentencia recurrida, que son los siguientes:
Desde el mes de enero de 2008 hasta el mes de febrero de 2011, el acusado se desempe como sacerdote
superior del convento La Merced en Concepcin y rector del colegio San Pedro Nolasco de la misma ciudad,
establecimiento de la Fundacin Educacional Colegio San Pedro Nolasco de Concepcin.
Como rector del colegio estaba facultado para administrar los dineros de la cuenta corriente N 62-49009-8 del
Banco Santander de la titular, Fundacin Educacional Colegio San Pedro Nolasco de Concepcin, con el fin de
destinarlos a la mantencin y labores propias del Colegio, pudiendo girar cheques de esa cuenta corriente con
su firma y la del sacerdote Hctor Guerrero Pea.
El acusado en el mes de abril de 2010, en virtud de las calidades que tena, orden a la contadora del colegio
llenar un cheque de la cuenta corriente antes sealada por $20.000.000 y le indic que lo registrara en el
cuaderno de cheques como traspaso a terceros, as la contadora complet el cuaderno o chequera segn las
instrucciones y llen el formulario del cheque serie BFH 0000970-440, que ya contena la firma giradora del
Padre Hctor Guerrero, por la suma aludida, entregndoselo al acusado.
El acusado consign como beneficiario del cheque a Banchile Corredores de Bolsa S.A:, agente colocador y
recaudador de las cuotas de fondos mutuos de Banchile Administradora General de Fondos S.A., depositndolo,
y con ese dinero el da 26 de abril de 2010 se efectu, conforme a las instrucciones del acusado, aporte a nombre
de Ramn Luis Caroca Marchant, en el fondo mutuo disponible A cuenta 0017-2.
95
Mediante dichas acciones el acusado se apropi indebidamente de la suma de $20.000.000 de propiedad de
Fundacin Educacional Colegio San Pedro Nolasco de Concepcin, causando un perjuicio patrimonial a la
Fundacin por dicho monto, sin que hasta la fecha haya hecho devolucin o entrega del dinero.
Cuarto: Que sobre el reclamo planteado en el recurso no existe discrepancia en cuanto el lapso requerido para
la extincin de la pretensin punitiva -cinco aos en la especie, de acuerdo con lo dispuesto en el artculo 94 del
Cdigo Penal-, como tampoco que ste comienza a contarse desde la fecha de comisin del delito -artculo 95
del Cdigo Penal-. La discordancia que la defensa esgrime respecto de la resolucin impugnada se vincula con
el efecto suspensivo que sta le otorga a la querella, en circunstancias que considera que slo la formalizacin
de la investigacin tiene tal virtud.
Quinto: Que para resolver este asunto, cabe acudir al texto del artculo 96 del Cdigo Penal, puesto que es la
norma sustantiva que determina el momento en que la prescripcin se suspende, y que dispone que tal
suspensin opera desde que el procedimiento se dirige contra el delincuente.
Sexto: Que es efectivo que el Cdigo Procesal Penal, al normar los efectos de la formalizacin de la investigacin,
seala que uno de estos es suspender el curso de la prescripcin (artculo 233 letra a). Pero an cuando este
precepto se encuentra inserto en la regulacin del procedimiento ordinario, cuya estructura est sentada sobre
la base de un organismo autnomo que dirige la investigacin, y que puede actuar sin requerir de la participacin
de la vctima en el ejercicio de la accin penal, el correcto entendimiento de la norma indica que dicha actuacin
no es la nica que tiene el mrito de suspender la prescripcin, pues ha de adecuarse tambin a delitos para
cuya configuracin se precisa de la actividad de la vctima, en que el afectado cumple con un rol protagnico
dentro de la pesquisa.
En efecto, no de otro modo puede entenderse el derecho de la vctima a deducir una querella criminal, que de
conformidad con lo dispuesto en el artculo 172 del Cdigo Procesal Penal, es uno de los medios idneos para
iniciar la investigacin de un hecho que revistiere caracteres de delito y que para ser admitida a tramitacin
debe contar con la identificacin de quien la deduce, una relacin circunstanciada del hecho con apariencia
delictiva a pesquisar, la individualizacin del querellado, con indicacin de su profesin u oficio, o una
designacin clara de su persona, si se ignoraren tales circunstancias, y la expresin de las diligencias cuya
prctica se solicitare al ente persecutor. Como se ve, su contenido, en trminos de certeza de la imputacin, no
difiere sustancialmente de la formalizacin.
Sptimo: Que de lo que se viene sealando es posible concluir que la querella, adems de constituir una de las
formas de dar inicio al procedimiento, evidencia en quien la formula -asumiendo el rol de querellante- la clara
intencin de cooperar en la actividad desarrollada por el Ministerio Pblico para la investigacin del hecho
delictivo y sus partcipes, todo lo cual permite concluir que, como trmite inicial del proceso, ella produce el
efecto de suspender el curso de la accin penal en los trminos indicados por el precitado artculo 96 del cdigo
punitivo.
Tal conclusin es posible porque, por una parte, el artculo 233 letra a) del Cdigo Procesal Penal, que confiere
a la formalizacin de la investigacin el efecto de suspender la prescripcin, no es una norma de clausura, que
otorgue en forma exclusiva esa consecuencia a la comunicacin al imputado de los hechos que a su respecto se
indagan y, por la otra, porque como se indic previamente, la prescripcin no es una institucin procesal, sino
que es de orden sustantivo, regulada en el Cdigo Penal, cuerpo normativo a cuyas disposiciones ha de ajustarse
el examen de este instituto y que fija como poca de suspensin de su decurso el momento en que el
96
procedimiento se dirige contra el delincuente, frase a la que, en definitiva, hay que dotar de sentido para
resolver la cuestin debatida. En este punto y siendo inconcuso que el proceso se dirige contra el delincuente al
momento de la formalizacin de la investigacin, igualmente lo es cuando se impetra en su contra una querella
criminal que cumple con todas las menciones exigidas por la ley, lo que supera la incerteza que cree ver el
recurrente y, por ende, da comienzo al procedimiento dirigido en contra del querellado.
Octavo: Que, en esas condiciones, no hay un error de derecho en la decisin de los sentenciadores que dan a la
querella el efecto de suspender la prescripcin, puesto que ella, al tenor de lo previsto en el artculo 96 del
Cdigo Penal, tiene el efecto de dirigir el procedimiento contra un determinado sujeto, de modo que el motivo
de nulidad por el cual el recurso ha sido formalizado ser desestimado.
Y visto, adems, lo dispuesto en los artculos 372, 373 letra b), 376 y 384 del Cdigo Procesal Penal, se declara
que se rechaza el recurso de nulidad deducido por la defensa del sentenciado Ramn Luis Caroca Marchant,
contra la sentencia de veinticuatro de diciembre de dos mil diecisis, dictada en el proceso Ruc N 1110032477-
8, Rit N 442-2016 del Tribunal de Juicio Oral en Lo Penal de Concepcin, la que, en consecuencia, no es nula.
Se previene que la ministra seora Muoz y el Ministro seor Cerda tienen presente, adems de lo expresado,
que ayuda a despejar el alcance de la expresin desde que el procedimiento se dirige contra l el delincuente-
que emplea el artculo 96 del estatuto punitivo, el recurso a la historia fidedigna del establecimiento del Cdigo
Procesal Penal.
En sus comienzos, el proyecto del cdigo denominaba formulacin de cargos al instituto que con posterioridad
fuera definitivamente identificado como formalizacin de la investigacin. El primitivo artculo 324, que
formaba parte del Prrafo 7 del TITULO I, que trataba de la Formulacin de cargos, rezaba: Artculo 324.
Concepto. La formulacin de cargos es la manifestacin que realiza el ministerio pblico ante el juez de control
de la instruccin, mediante la cual se comunica al imputado el hecho de encontrarse actualmente desarrollando
una investigacin en su contra respecto de uno o ms delitos determinados. (Mensaje N 110-331 de 9 de junio
de 1.995). En el primer informe de la Comisin de Constitucin, Legislacin y Justicia de la H. Cmara de
Diputados se define la formulacin de cargos como la manifestacin formal realizada por el ministerio pblico
en una audiencia celebrada en presencia del juez de control de la instruccin y de la persona imputada, ms su
defensor, por la cual se le comunica el hecho de encontrarse actualmente desarrollando una investigacin en su
contra Mediante la formulacin de cargos, se delimita el mbito de la persecucin penal Con ella, lo que se
hace, es formalizar la instruccin, hasta ese momento, totalmente desformalizada. Al comentar la
formalizacin de la instruccin -nombre que la Comisin asign a la hasta entonces formulacin de cargos-
se seal que El proyecto de ley concibe la instruccin como una etapa de preparacin del juicio, en que una
de las partes, el fiscal del ministerio pblico, con el auxilio de la polica y otros organismos especializados, debe
investigar el hecho denunciado y recolectar los medios de prueba que, en el momento oportuno, utilizar para
respaldar su acusacin frente al tribunal que deba dictar el fallo. El fiscal del ministerio pblico puede archivar,
provisionalmente, todas aquellas denuncias que no parezcan susceptibles de una investigacin exitosa, o no
iniciar o abandonar la persecucin penal en casos de mnima gravedad, cuando ello resulte conveniente por no
estar comprometido el inters pblico. Si el fiscal no adopta alguna de las decisiones mencionadas, debe llevar
adelante la investigacin, teniendo como lmite los derechos individuales de las personas Se trata de una
institucin procesal que persigue otorgar garantas al imputado en cuanto al conocimiento de la existencia
y contenido de la persecucin penal que se dirige en su contra... El (entonces) artculo 303 da el concepto de
lo que es la formalizacin de la instruccin, que no es otra cosa que la manifestacin que realiza el fiscal ante el
juez de control de la instruccin mediante la cual se comunica al imputado el hecho de encontrarse actualmente
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desarrollndose una investigacin en su contra el instante en el cual el fiscal decide poner en conocimiento
del imputado -a quien se le est siguiendo una investigacin que genera ciertos efectos regulados en el artculo
308-; precepto ste una de cuyas repercusiones consiste en que comienza a correr el plazo para declarar
cerrada la investigacin. (Boletn N 1630-07-1 de 6 de enero de 1.998). En el segundo informe de la Comisin
de Constitucin, Legislacin, Justicia y Reglamento del H. Senado, se repar en la posibilidad que se requiera
autorizacin judicial para practicar diligencias antes de formalizar la investigacin, por lo que ese colegio
legislativo Crey til incluir una norma que permita que en estos casos se pueda solicitar autorizacin judicial
sin formalizar la investigacin, lo que la llev a incorporar el artculo 267, segn el cual las diligencias de
investigacin que requirieren de autorizacin judicial previa podrn ser solicitadas por el fiscal an antes de la
formalizacin de la investigacin. (BOLETIN N 1.630-07 de 20 de junio de 2.000). Pasando a la discusin en Sala
en el H. Senado, se explica que el reemplazo de la instruccin por formalizacin de la investigacin tuvo
por objeto conferir mayor eficacia a la gestin de investigacin, y se permite que, antes de tal formalizacin, el
juez autorice determinadas actuaciones que afecten derechos constitucionales lo que no es slo un tema
semntico, sino que es importante desde el punto de vista de la actuacin. Hay aqu alguna posibilidad de que
el juez y el Ministerio Pblico determinen investigaciones que se realicen inmediatamente de sucedidos los
hechos, con el fin de configurar las pruebas necesarias para iniciar con posterioridad los juicios
correspondientes. ((Discusin en la Sala del H. Senado, de 21 de junio de 2.000). Dgase, como ltima parte de
este furtivo repaso, que ya el Mensaje del proyecto inclua un artculo 282, que devendra 267, que en lo que
estrictamente interesa rezaba: Artculo 282. Autorizacin previa. Cuando la prctica de alguna de las diligencias
de investigacin del ministerio pblico pudiere significar la perturbacin o vulneracin de los derechos
fundamentales del imputado o de alguna otra persona, deber previamente solicitar autorizacin al juez de
control de la instruccin (inciso primero). No obstante lo dispuesto en el inciso anterior, en casos urgentes el
ministerio pblico podr realizar la diligencia en cuestin, informando al juez de control (inciso tercero); este
artculo se convertira en el 9 definitivo, relativo a que Toda actuacin del procedimiento que privare al
imputado o a un tercero del ejercicio de los derechos que la Constitucin asegura, o lo restringiere o perturbare,
requerir de autorizacin judicial previa. En consecuencia, cuando una diligencia de investigacin pudiere
producir alguno de tales efectos, el fiscal deber solicitar previamente autorizacin al juez de garanta. (Oficio
de la Cmara Revisora a la de Origen y de sta al Ejecutivo).
Los previnientes aprecian hermenuticamente tiles la parte de tales intervenciones y antecedentes que se ha
permitido destacar con cursivas, que a su juicio arrojan claridad bastante como para concluir que el legislador
asumi que el procedimiento se ha dirigido contra el imputado desde antes del hecho de la formalizacin
propiamente tal.
Acordado contra el voto del ministro seor Brito, quien estuvo por acoger este motivo de invalidacin, pues en
su entender debi ser declarado que la accin penal prescribi por haber transcurrido el trmino de cinco aos
antes de formalizarse la investigacin, cual es la nica actuacin a la que de manera expresa se le ha atribuido
este efecto extintivo en el apartado a) del artculo 233 del Cdigo Procesal Penal, actuacin que
inequvocamente contribuye a dotar de certeza y seguridad a los presupuestos de aplicacin del ordenamiento
punitivo.
En esta misma lnea argumentativa, es necesario sealar que se trata de no dejar la posibilidad del castigo al
arbitrio de alguno de los intervinientes en el proceso. El legislador del Cdigo Procesal Penal, consciente de la
incerteza jurdica ocasionada por la citada frmula, previ que el acto de formalizacin de la investigacin, esto
es, la noticia que el Estado da al imputado del inicio de una investigacin judicializada, porque desde antes ha
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podido existir pesquisa informal, habra de surtir el efecto de suspender el trmino de prescripcin, ponindose
de esta manera fin a dicha incertidumbre, creada por la norma del Cdigo Penal.
De esta manera, para el disidente, el asunto debi ser sobresedo por prescripcin, circunstancia que constituye
la causal de nulidad del artculo 373 letra b) del Cdigo Procesal Penal y que amerita dejar sin efecto la decisin
recurrida y dictar una sentencia de reemplazo en el sentido recin indicado.
Regstrese y devulvase.
Redaccin del fallo a cargo del Ministro Sr. Knsemller, y de la disidencia y la prevencin, sus respectivos
autores.
Rol N 148-17.
Pronunciado por la Segunda Sala integrada por los Ministros Sres. Carlos Knsemller L., Haroldo Brito C.,
Lamberto Cisternas R., Sra. Andrea Muoz S. y Sr. Carlos Cerda F. No firma el Ministro Sr. Cerda, no obstante
haber estado en la vista de la causa y acuerdo del fallo, por estar con permiso.
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E. Informe Anual de Amnista Internacional 2016-2017, Captulo de Chile, en que se refiere a la situacin de
los pueblos indgenas, el aborto y los derechos de las personas LGBTI (seleccin)
Amnista Internacional
http://amnistia.cl/landing/wp-content/uploads/2017/02/Informe-Anual-Cap%C3%ADtulo-de-Chile.pdf
(Febrero de 2017)
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F. Fallo de la Corte de Apelaciones de Temuco que confirma la prisin preventiva de los imputados por el
incendio del Templo Evanglico La Iglesia del Seor en la comuna de Padre Las Casas
C.A. de Temuco
Temuco, siete de febrero de dos mil diecisiete.
VISTOS:
Atendido lo expuesto por los intervinientes en la audiencia y estimando, por unanimidad, esta Corte que se
mantienen en la especie las exigencias sealadas en las letras a), b) y c) del artculo 140 del Cdigo Procesal
Penal, teniendo en especial consideracin, la naturaleza y carcter de los delitos por los cuales fueron
formalizados los imputados y la sancin legal probable a los mismos, circunstancias todas que permiten concluir
que su libertad constituye un peligro para la seguridad de la sociedad, SE CONFIRMA la resolucin apelada de
fecha uno de febrero del presente ao , que mantuvo la prisin preventiva a los imputados Benito Rubn
Trangol Galindo y Pablo Ivn Trangol Galindo
.
Agrguese a la carpeta digital.
N Reforma procesal penal-122-2017.
Se deja constancia que por tratarse de un delito tipificado en la Ley 18.314 y de acuerdo a lo dispuesto en el art
culo 19 N 7 letra e) y art culo 9 de la Constitucin Poltica, se procedi a formar Sala con la Presidenta Ministra
Sra. Cecilia Aravena Lpez.
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102
G. Entrevista del diario El Mercurio al embajador de Chile en el Vaticano Mariano Fernndez en que se refiere
a las relaciones del Estado con la Santa Sede y al conflicto con Bolivia (seleccin)
[]
-Cmo evala las actuales relaciones entre Chile y el Vaticano?
-Las relaciones entre Chile y la Santa Sede se encuentran en un muy buen pie. El Santo Padre est empeado en
ciertos asuntos de relevancia, como el dilogo interreligioso, el cuidado, proteccin y conservacin del medio
ambiente, una mayor unidad de las iglesias cristianas, la reforma de la Curia y, adems, desarrolla una fuerte
vocacin de apoyo a los excluidos, a los perseguidos, a los pobres y a los migrantes. En todos estos aspectos,
Chile y su gobierno coinciden con estos avances y contenidos de la gestin pontificia.
"Chile en el Vaticano es visto como un pas importante en Amrica Latina, con un despliegue econmico, social
y cultural evidente que lo coloca en la cumbre del continente. La realidad nuestra se observa con menor pasin,
y si bien no creo que se ignoren las dificultades que podamos tener, el juicio es mucho ms positivo que el que
leemos o vemos en los medios de comunicacin, algunos sectores de opinin pblica y las llamadas redes
sociales en el propio Chile".
-Se le ha comunicado o comentado algo por el debate en Chile sobre aborto y matrimonio homosexual, por
ejemplo? Pueden estos temas complicar la relacin?
-Directamente, no; pero s que la Santa Sede sigue el tema muy de cerca y que tiene opiniones que han sido
transmitidas por los cardenales, obispos y prrocos. Dicho esto, no pienso que las decisiones chilenas sean de la
envergadura como para complicar la relacin.
-En su momento, en crculos diplomticos fue muy polmica la visita y declaraciones del Papa en Bolivia. Se
percibi como un triunfo diplomtico de Bolivia. Se super ya ese impasse?
12 Destacado es nuestro.
103
-Como es sabido, estamos en la Corte Internacional de Justicia de La Haya con dos pleitos entre Chile y el
gobierno boliviano. Cuando la opcin ha sido utilizar las vas judiciales, hemos sealado a todos nuestros
interlocutores internacionales que deseamos que la Corte se pronuncie de manera independiente y que
solicitamos evitar intervenciones que confundan a la opinin pblica. Me parece que la Santa Sede est de
acuerdo en ello.
"El Santo Padre fomenta y propone el dilogo para resolver los problemas nacionales e internacionales. Nosotros
compartimos plenamente esa opinin. Sin embargo, cuando se est en los tribunales, el dilogo contina
nicamente por esa va. Es decir, mediante la intervencin de los abogados de las partes que exponen las razones
por las cuales los jueces deben fallar a favor de las causas de sus respectivos defendidos".
-Las autoridades bolivianas han visitado varias veces el Vaticano. Influye esto en una relacin ms cercana o en
una posible simpata con su causa martima?
-Tambin tuvimos reuniones de autoridades chilenas con los representantes de la Santa Sede, y tenemos un
dilogo fluido y directo sobre muchos temas, tambin sobre los mencionados.
[..]
Sobre la discusin del aborto y el matrimonio igualitario: "No pienso que las decisiones chilenas en temas
valricos sean de la envergadura como para complicar la relacin
El Mercurio
http://www.economiaynegocios.cl/noticias/noticias.asp?id=336936
(19 de febrero de 2017)
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104
Argentina
A. Acuerdo de la Corte Suprema de Justicia que desestim la peticin de dejar sin efecto la sentencia dictada
en la causa Fontevecchia y otros c/ Repblica Argentina, a raz del fallo de la Corte Interamericana de
Derechos Humanos que consider que dicha sentencia violaba la libertad de expresin de los peticionantes
Considerando:
1) El 25 de septiembre de 2001 esta Corte Suprema confirm la sentencia de la Sala H de la Cmara Nacional
de Apelaciones en lo Civil que haba hecho lugar a la demanda de daos y perjuicios promovida por el ex
Presidente Carlos Sal Menem contra Editorial Perfil S.A., Jorge Fontevecchia y Hctor D'Amico (causa "Menem,
Carlos Sal cl Editorial Perfil S .A. Y otros si daos y perjuicios sumario" -Fallos: 324: 2895-; en adelante, causa
"Menem"). Esta Corte entendi que la difusin de ciertas notas periodsticas vinculadas con la presunta
existencia de un hijo no reconocido de Menem haba lesionado en forma ilegtima su derecho a la intimidad,
tutelado por el arto 19 de la Constitucin Nacional y por los arts. 17, prrafos 1 Y 2 del Pacto Internacional de
Derechos Civiles y Polticos, y 11, prrafos 2 Y 30, de la Convencin Americana sobre Derechos Humanos (en
adelante, CADH), entre otras normas, y confirm la condena pecuniaria dispuesta por la cmara, reduciendo los
montos de condena.
105
reparaciones admitidas en su decisin internacional (dao material, gastos derivados del trmite del proceso
interno como del procedimiento internacional).
4) En cuanto al punto "b" la medida ha sido cumplimentada -en lo que a este Tribunal compete- mediante la
publicacin instrumentada a travs de dos portales: el Centro de Informacin Judicial y la pgina de
jurisprudencia del Tribunal, mbito donde figura tambin la publicacin de la sentencia dictada por esta Corte
en la causa "Menem".
En relacin al punto "c", vale destacar que las obligaciones all impuestas se encuentran fuera del alcance de las
presentes actuaciones, toda vez que -en esta instancia- no resulta necesaria la intervencin judicial para que el
Estado argentino proceda voluntariamente a su cumplimiento, de acuerdo con la distribucin constitucional de
competencias entre los distintos poderes del Estado.
Finalmente, respecto del punto "a", la Direccin General de Derechos Humanos del Ministerio de Relaciones
Exteriores y Culto de la Nacin remiti a esta Corte Suprema un oficio en el que se hace saber el pedido
formulado por la Secretaria de Derechos Humanos de la Nacin a este Tribunal para que cumpla, en lo que
corresponda y de conformidad con su competencia, la sentencia dictada por la Corte Interamericana de
Derechos Humanos en el caso "Fontevecchia y D' Amico vs. Argentina", en fecha 29 de noviembre de 2011 (fs.
37 del expte. 6439/2012).
5) El Tribunal dio vista de las actuaciones a la seora Procuradora General, quien present su dictamen a fs.
45/48. Posteriormente, de acuerdo a lo sugerido en el punto IV de ese escrito, esta Corte orden dar traslado a
Carlos Sal Menem de la presentacin efectuada por la Direccin General de Derechos Humanos del Ministerio
de Relaciones Exteriores y Culto de la Nacin, por el trmino de diez das, el que fue contestado a fs. 51. All, el
actor expuso que "no ha sido parte en el juicio internacional, cuyo pronunciamiento recay condenando al
Estado Argentino, por lo que nada tiene que expresar al respecto". 60) Se encuentra fuera de discusin que las
sentencias de la Corte Interamericana, dictadas en procesos contenciosos contra el Estado argentino son, en
principio, de cumplimiento obligatorio para este (art. 68.1, CADH) (conf. doctrina de Fallos: 327:5668, voto de
la jueza Highton de Nolasco, considerando
6). Dicha obligatoriedad, sin embargo, alcanza nicamente a las sentencias dictadas por el tribunal internacional
dentro del marco de sus potestades remediales. En efecto, es con ese alcance que el Estado argentino se ha
obligado internacionalmente a acatar las decisiones de la Corte Interamericana.
7) Corresponde analizar en esta instancia, entonces, si la orden contenida en la parte resolutiva de la sentencia
en cuestin (punto 2), en tanto dispone "dejar sin efecto la condena civil impuesta a los seores Jorge
Fontevecchia y Hctor D'Amico" en la causa "Menem" ha sido dictada dentro del marco de atribuciones previsto
por la CADH y puede ser cumplida por esta Corte a la luz del ordenamiento constitucional nacional. La respuesta
negativa se impone por las razones que se expondrn a continuacin.
8) Desde la perspectiva de las obligaciones internacionales asumidas por nuestro pas, deben tenerse en
consideracin los principios estructurales del sistema interamericano de proteccin de derechos humanos, el
que se autodefine como subsidiario. As, se afirma que la CADH crea "una proteccin internacional, de naturaleza
convencional coadyuvante o complementaria de la que ofrece el derecho interno de los Estados americanos"
(Prembulo CADH) Esta subsidiariedad se manifiesta, entre otras, en la exigencia convencional de agotamiento
de los recursos internos en forma previa al acceso al sistema regional (cfr. arts. 46.1.a y 61.2 CADH) y en el
106
principio de que la Corte Interamericana no acta como una instancia ms en los casos tratados por las Cortes
nacionales. La Corte Interamericana no constituye entonces una "cuarta instancia" que revisa o anula decisiones
jurisdiccionales estatales sino que, siguiendo los principios estructurales recordados, es subsidiaria, coadyuvante
y complementaria (vase, entre otros, Corte IDH, caso "Perozo y otros v. Venezuela", sentencia de 28 de enero
de 2009, Serie C, nm. 195, prr. 64).
9) El mismo Tribunal internacional ha sostenido que "la Corte Interamericana no tiene el carcter de tribunal
de apelacin o de casacin de los organismos jurisdiccionales de carcter nacional; slo puede en este caso,
sealar las violaciones procesales de los derechos consagrados en la Convencin que hayan perjudicado al []
afectado en este asunto, pero carece de competencia para subsanar dichas violaciones en el mbito interno
[...]" (Corte IDH, caso "Genie Lacayo", sentencia del '29 de enero de 1997, Serie C, nm. 30, prr. 94). Por su
parte, tambin la Comisin Interamericana de Derechos Humanos ha enfatizado estos principios al manifestar
que la proteccin internacional que otorgan los rganos de supervisin de la Convencin es de carcter
subsidiario y que no puede hacer las veces de un tribunal de alzada para examinar supuestos errores de derecho
o de hecho que puedan haber cometido los tribunales nacionales (conf. Comisin Interamericana de Derechos
Humanos, Informe 39/96. Caso 11.673. Argentina, 15 de octubre de 1996, puntos 48 y 51).
10) Esta comprensin del rol de los tribunales internacionales de derechos humanos como actores subsidiarios
ha sido, adems, abrazada enfticamente por el Tribunal Europeo de Derechos Humanos con sus doctrinas del
margen de apreciacin nacional (desarrollada a partir de los casos "Lawless v. Ireland", sentencia del 1o de julio
de 1961, Y "Handyside v. The United Kingdom", sentencia del 7 de diciembre de 1976, y expresada ms
recientemente en el caso "Lautsi and Others v. Italy", sentencia del 18 de marzo de 2011) y de la "cuarta
instancia" ("Schenk v. Switzerland", 10862/84, sentencia del 12 de julio de 1988; "Tautkus v. Lithuania",
29474/09, sentencia del 27 de noviembre de 2012; entre otros) .
11) A la luz de estos principios, dejar sin efecto la sentencia dictada por esta Corte Suprema en la causa "Menem"
en virtud de la orden de la Corte Interamericana (punto 2 de la parte resolutiva y prr. 105) -lo cual es sinnimo
de "revocar" conforme la primera acepcin de esta palabra en el Diccionario de la Real Academia Espaola-
implicara transformar a dicho tribunal, efectivamente, en una "cuarta instancia" revisora de las sentencias
dictadas por esta Corte, en clara violacin de los principios estructurantes del sistema interamericano y en
exceso de las obligaciones convencionalmente asumidas por el Estado argentino al ingresar a dicho sistema. En
efecto, la idea de revocacin se encuentra en el centro mismo del concepto de una "cuarta instancia", en tanto
una instancia judicial superior supone la capacidad de revisar las decisiones del inferior y, en su caso, dejarlas
sin efecto. Reconocer a la Corte Interamericana tal carcter implicara, por otra parte, la paradoja de que esa
instancia revisora hubiera sido ejercida en un proceso que no reconoce continuidad con el desarrollado por esta
Corte, al ser diferentes sus elementos fundamentales, tales como las partes y la prueba.
12) Por otra parte, la Corte Interamericana, al ordenar dejar sin efecto la sentencia de esta Corte pasada en
autoridad de cosa juzgada, ha recurrido a un mecanismo restitutivo que no se encuentra previsto por el texto
convencional. Este anlisis textual es de fundamental importancia, puesto que la letra de los tratados -en el
contexto de sus trminos y teniendo en cuenta su objeto y fin (art. 31, Convencin de Viena sobre Derecho de
los Tratados)- determina los lmites de la competencia remedial de los tribunales internacionales. Por definicin,
los tribunales internacionales son rganos con competencia limitada de la manera prescripta en los
instrumentos que los han constituido (Michael Reisman, "Has the International Court Exceeded its Jurisdiction",
American Journal of International Law, vol. 80, ao 1986, p. 128) Y carecen de una jurisdiccin inherente e
107
inalterable para seleccionar los remedios que quieran (Chittharanjan Felix Amerasinghe, "Jurisdiction of
International Tribunals", Kluwer Law International, La Haya, 2003, p. 389).
13) En este sentido, la CADH establece que "[c]uando decida que hubo violacin de un derecho o libertad
protegidos en esta Convencin, la Corte dispondr que se garantice al lesionado en el goce de su derecho o
libertad conculcados. Dispondr asimismo, si ello fuera procedente, que se reparen las consecuencias de la
medida o situacin que ha configurado la vulneracin de esos derechos y el pago de una justa indemnizacin a
la parte lesionada." (art. 63.1, CADH) En consecuencia, el tenor literal de la norma no contempla la posibilidad
de que la Corte Interamericana disponga que se deje sin efecto una sentencia dictada en sede nacional.
14) Esta comprensin del art. 63.1 se ve confirmada por los antecedentes que dieron lugar al texto de la
Convencin (conf. arto 32 Convencin de Viena sobre el Derecho de los Tratados). Su examen muestra que este
mecanismo restitutivo no fue siquiera considerado en los trabajos preparatorios de la Convencin Americana
(vase Conferencia Especializada Interamericana sobre Derechos Humanos, San Jos, Costa Rica 7-22 de
noviembre de 1969, Actas y Documentos, Secretara General, Organizacin de los Estados Americanos,
Washington, D.C., OEA/Ser.K/XVI/1.2)
15) A pesar de que la Corte Interamericana ha dispuesto en algunas ocasiones el uso de este remedio
calificndolo como una forma de reparacin, ha reconocido explcitamente que en muchos casos tal remedio es
improcedente. As, ha sostenido que "[p]uede haber casos en que aquella [la in integrum restitutia] no sea
posible, suficiente o adecuada (cfr. Usine de Chorzw, fond, supra 43, p. 48). De esta manera, a juicio de la Corte,
debe ser interpretado el artculo 63.1 de la Convencin Americana" (Corte IDH, la de septiembre de 1993,
"Aloeboetoe y otros v. Surinam", Serie C 15, prr. 49; el subrayado es agregado; en igual sentido, Corte IDH,
"Blake v. Guatemala", 22 de enero de 1999, Serie C 48, prr. 42).
16) En este caso, dejar sin efecto la sentencia de esta Corte pasada en autoridad de cosa juzgada es uno de los
supuestos en los que la restitucin resulta jurdicamente imposible a la luz de los principios fundamentales del
derecho pblico argentino. Desde esta perspectiva constitucional, el art 27 de la Carta Magna prescribe "[e]l
Gobierno federal est obligado a afianzar sus relaciones de paz y comercio con las potencias extranjeras por
medio de tratados que estn en conformidad con los principios de derecho pblico establecidos en esta
Constitucin" (subrayado aadido). Estos principios reseados se traducen en el modo en que deben ser
interpretadas las obligaciones asumidas por el Estado argentino. El constituyente ha consagrado en el arto 27
una esfera de reserva soberana, delimitada por los principios de derecho pblico establecidos en la Constitucin
Nacional, a los cuales los tratados internacionales deben ajustarse y con los cuales deben guardar conformidad
(Fallos: 316:1669; entre otros)
17) Entre dichos principios inconmovibles se encuentra, sin duda alguna, el carcter de esta Corte como rgano
supremo y cabeza del Poder Judicial, conforme surge del arto 108 de la Constitucin Nacional (Fallos: 256:114;
289:193; 318:986; 319:1973; 328:2429; 329:3235, 5913; 330:49, 251; 338:1575; entre muchos otros). Revocar
la sentencia firme dictada por este Tribunal implica privarlo de su carcter de rgano supremo del Poder Judicial
argentino y sustituirlo por un tribunal internacional, en clara transgresin a los arts. 27 y 108 de la Constitucin
Nacional.
18) Esta interpretacin es reflejo de una fuerte tradicin en la prctica constitucional argentina expresada, por
ejemplo, en la denominada "frmula argentina" -sostenida en la Conferencia de Paz de La Haya de 1907 por los
108
delegados Roque Senz Pea, Luis Mara Drago y Carlos Rodrguez Larreta- mediante la cual se excluan de los
tratados de arbitraje obligatorio las cuestiones que afectaban a la Constitucin de cada pas. Esta frmula "ha
nacido de los trminos y del espritu de nuestra Constitucin, los que no podan ser desvirtuados por ningn
tratado sin exponerse a caer en nulidad" (Carlos Saavedra Lamas, "En torno a la Constitucin que nos rige",
Academia Nacional de Derecho y Ciencias Sociales, Buenos Aires, 1957, p. 21).
En el mismo sentido se expres Joaqun V. Gonzlez al sostener que "[u]n tratado no puede alterar la supremaca
de la Constitucin Nacional, cambiar la forma de gobierno, suprimir una provincia o incorporar otras nuevas,
limitar atribuciones expresamente conferidas a los poderes de gobierno, desintegrar social o polticamente al
territorio; restringir los derechos civiles, polticos y sociales reconocidos por la Constitucin a los habitantes del
pas, ni las prerrogativas acordadas a los extranjeros ni suprimir o disminuir en forma alguna las garantas
constitucionales creadas para hacerlos efectivos [...] En cuanto la Constitucin Nacional sea lo que es, el arto 27
tiene para la Nacin significado singular en el derecho internacional. La regla invariable de conducta, el respeto
a la integridad moral y poltica de las Naciones contratantes" (Joaqun V. Gonzlez, Senado de la Nacin, Diario
de Sesiones, sesin del 26 de agosto de 1909, volumen IX, pg. 52). 19) Esta comprensin del arto 27, lejos de
haber sido alterada por la reforma de 1994, ha sido reafirmada con ella. As lo ha entendido el constituyente
argentino cuando al otorgar jerarqua constitucional a la CADH -entre otros tratados internacionales sobre
derechos humanos- ha establecido expresamente que sus normas "no derogan artculo alguno de la primera
parte de esta Constitucin", reafirmando la plena vigencia de los principios de derecho pblico establecidos en
la norma fundamental como valladar infranqueable para los tratados internacionales (doctrina de Fallos:
317:1282). 20) En virtud de lo expuesto, no corresponde hacer lugar a lo solicitado por la Secretara de Derechos
Humanos de la Nacin. Lo dicho hasta aqu no implica negar carcter vinculante a las decisiones de la Corte
Interamericana, sino tan solo entender que la obligatoriedad que surge del arto 68.1 debe circunscribirse a
aquella materia sobre la cual tiene competencia el tribunal internacional (art. 63, CADH arts. 27, 75 inc. 22 y
108, Constitucin Nacional).
Por ello, habiendo dictaminado la seora Procuradora General, se desestma la presentacin de fs.1 Hgase saber
y archvese.
[Firmas]
Ricardo Luis Lorenzetti
Juan Carlos Maqueda
Carlos Fernando Rosenkrantz
Elena I. Highton de Nolasco
Horacio Rosatti
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109
B. Comunicado de la Conferencia Episcopal con las conclusiones del Primer Encuentro anual de Coordinacion
Nacional del Equipo Nacional de Pastoral Aborigen
1. Nos hemos reunido en nuestro primer Encuentro anual de Coordinacin Nacional, agentes de pastoral de
ENDEPA, que hacemos camino articulados y vivimos codo a codo con los Pueblos Indgenas en Argentina.
Tenemos la inmensa alegra de estar con ellos, en actitud respetuosa y fraterna de escucha, de aprendizaje, de
dialogo intercultural, de acompaamiento en la lucha por sus derechos.
2. Vemos que la Madre Tierra, casa comn de todos nosotros, sigue siendo saqueada, devastada y vejada
impunemente. Son numerosos los conflictos por los territorios donde una vez ms constatamos que intereses
poderosos, de empresas extractivasde latifundios en manos extranjeras y locales, de emprendimientos
urbansticos, entre otros, son protegidos por los gobiernos nacional y provinciales [sic].
3. Al mismo tiempo nos preocupa e inquieta ver, la dureza con que son reprimidos los que defienden su derecho
a la tierra y a vivir en un ambiente sano. Muchos de los territorios y comunidades indgenas del pas se
encuentran en reas de conflicto y de conflictos importantes: de tierras, mega minera, petrleo, bosque, agua,
contaminacin de los ros, etc
4. Lo que ha vivido recientemente el Pueblo Mapuche en Cushamen (Chubut) y Guaran en Embarcacin (Salta)
son graves acontecimientos que nos han mostrado las diferentes reacciones de la sociedad y de los gobiernos.
Nos asombra la dura represin a los hermanos Mapuches del Lof de Cushamen. Como Equipo hemos contribuido
para aportar al dilogo.
Los indgenas se hicieron visibles para el pas por estos hechos de represin.
Vemos que resulta necesario repensar ciertos trminos que son muy difundidos por los medios de comunicacin
y no siempre reflexionados por todos.
5. Los pueblos indgenas en Argentina han sufrido un despojo histrico que continua y se consolida con mayor
violencia cada vez que los gobiernos ignoran su relacin vital y espiritual con la tierra y sus reclamos histricos.
Frente a ello, con distintas formas y estrategias de lucha, resisten hace ms de cinco siglos su exterminio en
defensa de su tierra, su cultura
6. Nos preocupa que el conjunto de medidas que toman quienes luchan por sus derechos, se los presente como
si fuera el conflicto en s, sin considerar las verdaderas causas que lo originan.
Creemos que el origen se vincula al despojo histrico, a la falta de espacio para desarrollar la vida comunitaria
y de respeto por las formas propias de ver el desarrollo, a la prepotencia de los intereses econmicos y
connivencia entre sectores de poder, a la falta a la falta de consulta que ignora sus prioridades y aspiraciones, a
la negacin de la identidad indgena, al incumplimiento de las leyes, a la criminalizacin de quienes lideran
reclamos legtimos, entre otros.
7. Como consecuencia, y para legitimar estas acciones, se exponen en grandes medios masivos de comunicacin
acusaciones falaces e infundadas contra los pueblos indgenas, denotando una concepcin de fondo racista y
discriminatorio.
110
8. Por todo ello, hacemos un llamado, en especial a los gobiernos, a abandonar actitudes de violencia y represin
frente a comunidades indgenas, e involucrarse en la superacin positiva de los conflictos en territorios
indgenas, en un marco de respeto por la Verdad y las normas jurdicas vigentes, incluyendo a los indgenas como
parte esencial de la solucin mediante medidas no violentas que propicien el dilogo, la amistad social y la paz.
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C. Columna del obispo de San Francisco de Crdoba Monseor Sergio Buenanueva publicada por la Agencia
Informativa Catlica Argentina (AICA) que reivindica la conduccin del Papa Francisco en los casos de abuso
sexual a menores por miembros de la Iglesia, a propsito de las crticas surgidas13
Das pasados, comenz a circular en los medios argentinos la informacin de que el papa Francisco, apelando
a un criterio de misericordia, habra mitigado las sanciones sugeridas por la Congregacin de la Fe para algunos
sacerdotes abusadores. Aqu la informacin de Clarn
Ante todo, quisiera sealar que se trata de un tema delicado, complejo y sensible. El periodismo hace bien en
investigar y publicar. Romper el silencio sobre este tema ha sido uno de los factores claves para que la Iglesia
enfrente esta crisis, tal vez, la ms fuerte en estos ltimos 50 aos.
El criterio de fondo: dar voz a las vctimas y cuidar el proceso de hacerles justicia y ayudarlas en la sanacin de
sus heridas. Por esto es un tema delicado y sensible: est en juego su bienestar personal, fuertemente herido
por estos delitos.
Abro un parntesis: Estas noticias muestran el valor de comunicadores expertos en temas eclesiales, que con
profesionalidad abordan estas cuestiones. Aunque tambin resultan escasos. Al menos, por estos lares. No se
pretende que sean condescendientes con Ia Iglesia, sino que sepan de qu hablan. Las crticas precisas, basadas
sobre datos rigurosos y contrastados, son ms incisivas y le hacen un enorme bien a la Iglesia, incluso si nos
ponen a parir, como dicen los espaoles. El ejemplo del Spotlight est ah para ser imitado. Cierro el parntesis.
Para formarse una opinin fundada y brindar una palabra responsable sobre los hechos a que alude la noticia,
es necesario poner algunos datos ms sobre la mesa. Me parece que la informacin ofrecida, hasta donde puedo
observar, resulta imprecisa y, en algunos puntos, tambin confusa. La informacin, segn mi criterio, necesita
ser ms especfica: cuntos casos concretos son? Basta hablar de un puado de casos para despus solo referir
uno? Qu caractersticas tuvieron esos delitos? El papa Francisco mitig una sancin ya establecida o eligi,
como est previsto, una pena distinta a la propuesta por la Congregacin de la Fe? Qu circunstancias
aconsejaron este presunto cambio? Se hizo apelacin al criterio misericordia? La mitigacin de una sancin por
esa razn es contraria a la justicia? Tomar semejante decisin en ciertos casos significa, sin ms, bajarle
intensidad a la lucha contra los abusos en la Iglesia? Es confiable la fuente que habra filtrado la informacin?
No tenemos aqu un nuevo episodio de la resistencia al Papa y el deseo de desacreditarlo que, en la Argentina,
encuentra adems un terreno frtil en varios actores que persiguen el mismo objetivo?
13La columna fue escrita con motivo de un artculo publicado el 25 de febrero de este ao por el diario The Seattle Times de Estados Unidos en
que la periodista Nicole Winfield de Associated Press acusa al Papa Francisco de reducir las sanciones a un grupo de sacerdotes pederastas en
atencin a su visin misericordiosa de la Iglesia. Para leer el artculo: http://www.seattletimes.com/nation-world/pope-quietly-trims-
sanctions-for-sex-abusers-seeking-mercy/ [consultado el 10 de marzo de 2017, 11:26]
112
Aqu, sin embargo, nos topamos con una dificultad que proviene de los propios procedimientos eclesisticos:
cmo conjugar la necesaria discrecin con criterios de transparencia igualmente legtimos? Mucho ms en la
sociedad que vivimos y sus estndares de informacin pblica.
Se multiplican las preguntas. Esperemos contar con mejor informacin para poder conocer el tenor real de los
hechos. Opiniones apresuradas corren el riesgo de enrarecer el ambiente y llevar ms zozobra a las vctimas.
No se puede desconocer que, algunos que estn disconformes con el mensaje de Francisco sobre la centralidad
de la misericordia y la compasin, no dejan de sealar el peligro de este acento, sobre todo, por las
consecuencias que tiene para la forma cmo la Iglesia ha de entenderse y configurarse a s misma en el complejo
mundo de hoy. Y este cuestionamiento alcanza diversos campos pastorales: por ejemplo, las nuevas
perspectivas en pastoral familiar, sobre todo los nuevos paradigmas para acompaar situaciones de fragilidad;
la cercana del Papa a los vulnerables y a las periferias; su enfoque de la ecologa integral y el cuidado de la
creacin; hasta llegar a este punto: su acento en la misericordia debilitara la respuesta de la Iglesia a los abusos.
Tambin aqu se lo tiende a contraponer (falsamente, a mi criterio) a Benedicto XVI.
Soy de la opinin de que la guerra contra los abusos en la Iglesia est en curso. Algunas batallas significativas ya
han sido ganadas, y otras vienen siendo dolorosamente perdidas. Un solo caso es ya una tragedia. Creo que se
ha pecado de ingenuidad al creer que semejante problemtica humana e institucional era de rpida solucin.
Que bastaban criterios claros y normas adecuadas. Se estn requiriendo adems: decisin y convencimiento,
capacitar a la mayor cantidad posible de personas en la prevencin, claridad de metas, perspectiva sistmica,
mucha paciencia y una buena dosis de resiliencia. Sobre todo si hay que pensar en un cambio de mentalidad
para afrontar con mayor decisin e inteligencia esta problemtica.
No ha sido fcil afrontar esta crisis, superando formas inadecuadas de pensarla y abordarla, comprendiendo
adems su real dimensin y gravedad. Ha sido realmente muy duro. Es mi propia experiencia personal.
En este contexto, se da hoy en la Iglesia una discusin muy viva y fuerte sobre varios de los puntos que toca esta
informacin: necesariamente la sancin a un cura abusador tiene que ser la dimisin del estado clerical? No
hay que aplicar las penas de manera proporcionada a la configuracin concreta de cada delito como hace el
derecho penal secular? No hay diferencia entre un pederasta serial y uno que no lo es? Qu hacemos con los
curas abusadores, una vez que han expiado sus delitos en la crcel, por ejemplo? Simplemente desligarnos de
ellos? Y los que fueron hallados culpables por la justicia eclesial y exonerados por la secular? No es
conveniente que, reducido el riesgo de contacto con posibles vctimas, la Iglesia ejerza un rol de vigilancia ms
estricta? Si bien hay consenso en las lneas de fondo (tolerancia cero, transparencia, colaboracin con la justicia
secular y, sobre todo, prioridad de la perspectiva de las vctimas), tambin hay legtima diversidad de posiciones
en cuestiones, de suyo, opinables.
No son cuestiones de fcil respuesta. Personalmente me inclino hacia la posicin que sostiene que, en las
actuales circunstancias, la comisin de un solo delito invalida ya al sacerdote para ejercer el ministerio. Por
113
tanto, que la dimisin del estado clerical es la sancin ms adecuada. Aunque no dejo de interrogarme por la
parte de verdad que expresan las otras opiniones, digamos as, ms garantistas.
Una de las batallas ganadas es precisamente que, dentro de la Iglesia, es cada vez mayor el nmero de personas
-laicos, consagrados y pastores- que se involucra con decisin en la lucha contra los abusos. Se intercambia
informacin; se habla, se discute y se acta; se comparten experiencias de prevencin y se exige a los
responsables que sean coherentes con las normas y criterios eclesiales. Una seal esperanzadora de un proceso
que, an con altibajos, no tiene retorno.
Ahora, una palabra sobre la relacin entre misericordia y justicia. Mi opinin es la siguiente: cuando la Iglesia
aborda los casos de abusos, la justicia y la misericordia deben estar presentes, del principio al final del proceso,
aunque por caminos diversos que, llegado el momento tambin pueden entrecruzarse.
Justicia para todos. Misericordia para todos. Esto vale, en primer lugar, para las vctimas, pero tambin para los
victimarios. Sobre estos ltimos concentro mi atencin ahora.
Un cura que es encontrado culpable de abuso sexual debe expiar su delito ante la sociedad. Normalmente, eso
significa: crcel. En esto tiene un rol primario la justicia penal del Estado. Tambin quienes han tenido diversos
grados de responsabilidad de la conducta delictiva de los abusadores han de hacerse cargo de las consecuencias
civiles de esos delitos, es decir: pagar los resarcimientos econmicos que establezca la justicia. Esto vale para
las dicesis, si los delincuentes son del clero secular, o para los institutos de vida consagrada, en el caso de
religiosos o religiosas.
Esto es hacer justicia a la vctima, que, incluso para el difcil proceso de sanacin interior, necesita ver sancionado
a quien le infringi semejante dao. Pero es hacer justicia incluso al victimario que, para su proceso de
rehabilitacin humana, necesita expiar su delito de forma concreta y -digmoslo sin tapujos- tambin dolorosa.
Lo necesitamos tambin como Iglesia, porque hemos de hacernos cargo solidariamente de la responsabilidad
de no haber sabido cuidar a los ms vulnerables que nos han sido confiados. Un verdadero camino penitencial
As, entonces, desde el principio, la justicia. Pero tambin la misericordia ha de tener lugar, desde el comienzo:
es decir, la posibilidad del arrepentimiento y, eventualmente, el perdn como acto espiritual. Apelando a su fe,
un creyente puede leer la dura sancin penal, tanto secular como cannica, como expresin de la misericordia
que busca siempre el arrepentimiento del pecador y la salvacin eterna de su alma. Esa es la ley suprema de la
Iglesia.
No hay que confundir el criterio de misericordia con el juicio acerca de la idoneidad de un sujeto concreto para
ejercer el ministerio pastoral. Un sacerdote delincuente que es tambin un hombre pecador, jams debe dudar
de la misericordia de Dios y de la compasin de la Iglesia. Si se arrepiente tendr el perdn abundante del Dios
misericordioso, cuyo Hijo ha derramado su sangre para arrancar al mundo del poder deshumanizante del
pecado. Incluso si est purgando una justa condena en la crcel. Lo que tambin habr que hacer, e invocando
la misma lgica de misericordia, es ayudar a ese sacerdote a comprender que sus actos han herido tan
profundamente el sacerdocio que, de hecho, ya no podr ejercerlo como la Iglesia quiere que sea vivido: como
expresin visible, pblica y sacramental de la caridad del Buen Pastor.
114
En algunos casos, se tratar de hombres severamente afectados por alguna forma de patologa que,
seguramente, nunca debieron ser admitidos a la vida sacerdotal o religiosa. En otros, tal vez la mayora de los
casos, se trata de una historia de libertad que se fue enredando cada vez ms en un proceso de deterioro
espiritual y moral que termin manifestndose en una conducta sexual depredadora, aunque seguramente
tambin en otras formas de abuso de conciencia, manipulacin emocional de los dems, autoritarismo, abusos
en la gestin de los bienes, descontrol en otros campos de la conducta y un largo y doloroso etctera. Vase, si
no, los casos recientes de algunos fundadores, protagonistas de hechos aberrantes. Benedicto XVI, refirindose
a uno de ellos, habl de verdaderos falsos profetas que, en su momento, sedujeron a muchos, gozaron de un
poder omnmodo y amplia impunidad. Algo que ha de movernos a un serio examen de conciencia en la Iglesia,
especialmente entre quienes somos sus responsables.
El abuso sexual, protagonizado por curas clibes u hombres que no lo son, tanto dentro como fuera de la Iglesia,
es, en definitiva una forma de abuso de poder en lenguaje sexual, que refleja la cada vez ms fuerte incapacidad
de establecer vnculos sanos y verdaderamente humanizantes. Ms que un problema de sexo, el de los abusos,
es un problema de vnculos humanos mal logrados y peor vividos. Como ya he dicho en otra oportunidad, incluso
si la Iglesia optara por el sacerdocio casado no podra dejar de atender a estas dificultades.
Sobre estos temas necesitamos seguir informndonos, discutiendo y, sobre todo, generando un clima eclesial
adecuado que haga que nunca ms (s, nunca ms!) se den estos delitos que tanto dao han provocado en la
vida de demasiadas personas.
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115
Bolivia
A. Proyecto de Ley aprobado por la Cmara de Diputados que ratifica la firma de las convenciones aprobadas
por la Organizacin de Estados Americanos (OEA) Convencin Interamericana Contra toda Forma de
Discriminacin e Intolerancia14 y Convencin Interamericana contra el Racismo, la Discriminacin Racial y
Formas Conexas de Intolerancia15, firmados en 201316
DECRETA:
ARTCULO NICO. De conformidad con el numeral 14 del Pargrafo I del Artculo 158 de la Constitucin Poltica
del Estado, y los Artculos 33 y 37 de la Ley No 401 de 18 de septiembre de 201 3, de Celebracin de Tratados,
se ratifica la "Enmienda de la Convencin sobre Proteccin Fsica de Materiales Nucleares", aprobada el 8 de
julio de 2005, en la Conferencia Encargada de Examinar y Aprobar las Enmiendas Propuestas a la Convencin
sobre la Proteccin Fsica de los Materiales Nucleares, celebrada del 4 al 8 de julio del mismo ao en Viena,
Repblica de Austria, en la Sede del Organismo Internacional de Energa Atmica (OIEA).
Es dado en la Sala de Sesiones de la Cmara de Diputados, a los diecisiete das del mes de enero del ao dos mil
diecisiete.
[Firma]
Dip. Lilly Gabriela Montao Viaa
PRESIDENTA
CAMARA DE DIPUTADOS
[Firma]
DIPUTADO SECRETARIO
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69_discriminacion_intolerancia.asp
16 El Proyecto de Ley se encuentra actualmente en tramitacin en el Senado. Para consultarlo ver: http://senado.gob.bo/legislativa/proyectos-
ley/3812016-17
116
B. Documento sobre la posicin de la Universidad Catlica boliviana San Pablo ante la tramitacin de la
reforma al cdigo penal que modifica el reglamento sobre el aborto
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17 El destacado es nuestro.
117
C. Comunicado de la Secretaria General de la Conferencia Episcopal con motivo del debate sobre el Proyecto
de Ley de reforma del Codigo Penal que modifica el reglamento sobre el aborto
La Secretara General de la Conferencia Episcopal Boliviana, con motivo del debate acerca de la propuesta del
Proyecto de Ley del Cdigo del Sistema Penal, aclara los siguientes aspectos:
1.-Los Obispos de la Iglesia Catlica en Bolivia actuamos en comunin plena con el Santo Padre Francisco en
todos los temas de su magisterio, como Obispo de Roma y Sucesor del Apstol Pedro.
2.-Reconocemos en la enseanza del Papa Francisco una clara y slida posicin a favor de la vida, desde la
concepcin hasta su fin natural, en continuidad con la tradicin de la Iglesia.
3.-Entre sus muchas enseanzas en este tema resalta, por ejemplo, las que pronunci en su Mensaje para la
Iglesia de Inglaterra y Gales, con motivo de la Jornada en defensa de la Vida (25 de Julio de 2015) en el que entre
otras cosas afirm: El grado de progreso de una civilizacin se mide justamente con la capacidad de custodiar
la vida, sobre todo en las fases ms frgiles. La vida humana es siempre inviolable, y no hay una vida
cualitativamente ms significativa que otra. En este mismo mensaje el Papa Francisco denuncia que el
pensamiento dominante propone una falsa compasin que considera un acto de dignidad procurar la eutanasia
En la Exhortacin Apostlica Evangelii Gaudium el Papa se expresa as: Entre esos dbiles, que la Iglesia quiere
cuidar con predileccin, estn tambin los nios por nacer, que son los ms indefensos e inocentes de todos, a
quienes hoy se les quiere negar su dignidad humana en orden a hacer con ellos lo que se quiera, quitndoles la
vida y promoviendo legislaciones para que nadie pueda impedirlo. (EG 213)
4.-El hecho de que el Papa Francisco haya ampliado a todos los sacerdotes la facultad para absolver el pecado
del aborto obedece a su preocupacin de que brille con ms claridad en la Iglesia el rostro de la misericordia de
Dios, siendo fieles a la misin encomendada por Cristo: A quienes perdonen los pecados les quedan
perdonados (Jn 20,23).
5.-No hay nada en la enseanza del Papa Francisco que justifique o avale una reforma del sistema penal como
la que se propone en Bolivia, en los temas referidos a la vida, ni que d lugar a equvocos o interpretaciones,
que slo buscan tergiversar su doctrina, confundiendo al pueblo.
Que Cristo nos haga servidores de la verdad y que su Madre, la Madre de Cristo pobre, interceda por nosotros.
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118
D. Comunicado de la Conferencia Episcopal con motivo del inicio de la tramitacin del Proyecto de Ley del
Cdigo del Sistema Penal que modifica el reglamento sobre el aborto
La Secretara General de la Conferencia Episcopal Boliviana, ante la propuesta de Proyecto de Ley del Cdigo
del Sistema Penal, que va a ser sometida a discusin en la Asamblea Legislativa Plurinacional, llama a los
legisladores y a toda la sociedad a defender el derecho a la vida, que se ve seriamente amenazado con esta
propuesta de reforma, y a participar activamente en el debate pblico sobre estas iniciativas.
El derecho a la vida, en el que se fundan todos los dems, es para todos los seres humanos sin distincin. La
vida es un don de Dios y nadie puede disponer de ella en ninguna circunstancia.
La propuesta de Proyecto de Ley del Cdigo del Sistema Penal plantea como circunstancias justificatorias para
el aborto, durante las primeras ocho semanas, el no contar con recursos para la manutencin del beb o que la
madre sea estudiante y, en cualquier momento de la gestacin, cuando exista un riesgo presente o futuro para
la vida de la madre; prevenir un riesgo presente o futuro para la salud integral de la madre; el detectar
malformaciones fetales; que el embarazo sea consecuencia de una violacin o incesto; o que la embarazada sea
nia o adolescente.
Adems esta propuesta de ley distorsiona el sistema penal introduciendo la pobreza como razn de impunidad
para delitos como el infanticidio y la eutanasia, como si ser pobre fuese justificativo suficiente para violar
cualquier ley.
Este proyecto introduce una colonizacin ideolgica extranjera que descarta a nios y nias por nacer
vulnerables y acepta la triste violencia del aborto como un supuesto camino para solucionar problemas sociales
y econmicos. El aborto, adems, violenta el cuerpo de la mujer, dejando graves secuelas en la psicologa
femenina, como el sndrome postaborto con consecuencias muchas veces irreparables.
Como Iglesia y como sociedad digna no podemos aceptar estos supuestos. El Estado est obligado a crear
polticas pblicas orientadas a mejorar la vida de las personas y polticas educativas de apoyo a la mujer
embarazada y de prevencin de la violencia para que la vida en nuestra sociedad sea posible para todos.
La Iglesia en Bolivia, se hace eco de las palabras del Papa Francisco, en su discurso a los movimientos sociales,
en el que exhortaba a proteger y cuidar a los ms vulnerables y llama a trabajar por la vida y la dignidad de
todos, especialmente de los ms pobres.
Adems, nuestra Constitucin Poltica del Estado recoge en su bloque de constitucionalidad, los acuerdos sobre
derechos humanos, encontrndose entre ellos el derecho a la vida y lo proclama como un derecho
fundamental, confirmando a travs del cdigo civil y el cdigo nia, nio, adolescente, que el derecho se
reconoce desde el momento de la concepcin, por lo que la contradiccin con el Proyecto de Ley es evidente.
Es obligacin de todos interesarnos por las leyes que se proponen en la Asamblea Legislativa Plurinacional, para
que respondan a la tica y moral de nuestras culturas exigiendo de las autoridades pblicas respeto a la vida,
apoyo a las madres embarazadas en riesgo y precautelar los principios y la fe de nuestro Pueblo. Cristo vino para
que todos tengamos vida en abundancia. Que Mara, Madre pobre de Cristo pobre, interceda por Bolivia.
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119
Brasil
A. Ordenanza de la Procuraduria de la Repblica en el Estado de Matto Grosso que ordena a la empresa GOL
apurar la reparacin de los daos sufridos por el pueblo indgena Kayap con motivo de la cada de un avin
en su territorio, en cumplimiento del acuerdo celebrado en octubre de 201618
O MINISTRIO PBLICO FEDERAL, pelo Procurador da Repblica signatrio, com fundamento nos incisos II, III e
V, do artigo 129, da Constituio Federal e na alnea b, do inciso III, do artigo 5, da Lei Complementar n75/93;
Considerando incumbir ao Ministrio Pblico a defesa da ordem jurdica, do regime democrtico e dos
interesses sociais e individuais indisponveis, conforme preceitua o artigo 127 da Constituio da Repblica;
Considerando ser funo institucional do Ministrio Pblico zelar pelo efetivo respeito dos Poderes Pblicos aos
direitos constitucionalmente assegurados, assim como promover inqurito civil e ao civil pblica para a
proteo dos direitos difusos e coletivos, especialmente das comunidades indgenas, tal como determina o
artigo 129 da Constituio Federal;
Considerando, ademais, que a Constituio Federal e a LC n 75/93 incumbem ao Ministrio Pblico a funo
institucional de promover a proteo dos interesses individuais indisponveis, difusos e coletivos, relativos s
comunidades indgenas;
Considerando a necessidade de aprofundar a instruo relativa aos danos gerados em razo da queda de
aeronave na Terra Indgena Capoto Jarina, desmembrando-se tal apurao do bojo do Inqurito Civil n.
1.20.004.000176/2013-14.
DETERMINO:
a) Registre-se e autue-se esta Portaria como Inqurito Civil cujo objeto 6 CCR apurar os danos sofridos
pelo povo Kayap em razo da queda de avio da empresa GOL na Terra Indgena Capoto/Jarina.
b) Aps os registros de praxe, publique-se e comunique-se esta instaurao 6 CCR, para os fins previstos no
art. 4, 1 e 2, art. 5, art. 6 e art. 16, 1, I, da Resoluo CSMPF n 87/2010.
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ndios Kayap recebero indenizao por danos causados aps queda de avio da Gol em 2006
O povo Mebengokre Kayap, que habita a Terra Indgena Capoto/Jarina, regio nordeste do estado de Mato
Grosso, receber indenizao da empresa Gol Linhas Areas por danos ambientais, materiais e imateriais
decorrentes da queda de um avio da companhia na regio, em setembro de 2006. O acordo foi fechado aps
uma srie de reunies entre lideranas indgenas e representantes da empresa, intermediadas pela Cmara de
Populaes Indgenas e Comunidades Tradicionais do Ministrio Pblico Federal.
O avio da Gol operava a linha do voo 1907, entre Manaus e Rio de Janeiro, e caiu aps se chocar com um jato
Legacy que seguia para os Estados Unidos, com sete pessoas a bordo. Ao todo, 154 pessoas morreram no
acidente, entre passageiros e tripulantes.
Aps a queda da aeronave, a rea afetada pelo acidente tornou-se imprpria para o uso da comunidade, por
razes de ordem religiosa e cultural. Segundo as crenas e tradies do povo Kayap, a rea tornou-se uma casa
dos espritos. Naquele lugar ns no vamos caar, no vamos fazer roa, no vamos pescar. Ns respeitamos
os espritos que moram l, explicou o cacique Bedjai Txucarrame.
O representante da Gol destacou que, ao autorizar o pagamento da indenizao, a empresa e seus seguradores
respeitaram o princpio da autodeterminao dos povos indgenas. Segundo ele, a companhia area entendeu
que a mensurao do dano no poderia ser feita por instituio ou agente externos comunidade indgena,
razo pela qual acolheu a proposta feita pela comunidade, com ressarcimento integral do dano.
Para a sociedade branca ainda difcil entender a vida religiosa e espiritual dos povos indgenas. Considerando
a natureza do dano, a concluso da empresa, aps diversas reunies, que somente a prpria etnia Kayap
poderia valorar os danos passados e futuros sofridos pela comunidade. Entendam o acordo como um gesto de
respeito para com a comunidade e a cultura do povo Kayap, pelo qual a empresa, com absoluta boa-f, busca
realizar a reparao integral dos danos decorrentes do acidente areo, ressaltou.
Oficializao A proposta de indenizao aceita pelos ndios foi referendada pelo diretor de Promoo ao
Desenvolvimento Sustentvel da Funai, Artur Nobre Mendes, durante reunio realizada em Braslia em 28 de
outubro. No encontro, o representante da autarquia afirmou no haver restries do rgo indigenista para a
concretizao do acordo.
A reunio foi seguida de diligncia Terra Indgena Capoto Jarina, onde o MPF e representantes da Gol reuniram-
se, em 29 de outubro, com o cacique Raoni e demais lideranas da terra indgena para selar o acordo. Reunidos
na Casa dos Homens, local tradicional de reunio das lideranas Kayap, concluiu-se o acordo, que ser gerido
pelo Instituto Raoni.
Assessoria de Comunicao
Ministrio Pblico Federal
Procuradoria da Repblica em Mato Grosso
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122
Colombia
A. Sentencia de la Corte Interamericana de Derechos Humanos que reconoce el derecho a recibir pensin de
sobrevivencia a pareja homosexual (seleccin)20
[]
VII.
HECHOS.
En el presente captulo se exponen los principales hechos del caso de acuerdo al siguiente orden: a) situacin
de ngel Alberto Duque y su solicitud a COLFONDOS respecto a la pensin de sobrevivencia de su pareja; b)
marco legal del sistema de seguridad social en Colombia; c) acciones de tutela presentadas para solicitar el
reconocimiento de la pensin de sobrevivencia, y d) jurisprudencia posterior de la Corte Constitucional de
Colombia.
A. Situacin de ngel Alberto Duque y su solicitud a COLFONDOS respecto a la pensin de sobrevivencia de su
pareja
68. Es un hecho no controvertido por el Estado que el seor ngel Alberto Duque y el seor J.O.J.G convivieron
como pareja hasta el 15 de septiembre de 2001, fecha en la que seor J.O.J.G falleci como consecuencia del
Sndrome de Inmunodeficiencia Adquirida.
69. El 4 de agosto de 1997 el seor Duque ingres al Programa ETS-VIH/SIDA diagnosticado con infeccin por
VIH C3 y a partir de all, comenz su tratamiento antirretroviral con azt-3ct-idv-rtv (800/100mg), el cual no deba
suspenderse, ya que esa circunstancia podra implicar un riesgo de muerte.
70. El seor J.O.J.G estaba afiliado a la Compaa Colombiana Administradora de Fondos de Pensiones y
Cesantas (COLFONDOS S.A.)49. Ante el fallecimiento del seor J.O.J.G, el 19 de marzo de 2002, el seor Duque
solicit por medio de un escrito que se le indicaran los requisitos que deba gestionar para obtener la pensin
de sobrevivencia de su compaero. El 3 de abril de 2002, COLFONDOS respondi al requerimiento formulado
por el seor Duque indicndole que no ostentaba la calidad de beneficiario de conformidad con la ley aplicable
para acceder a la pensin de sobrevivencia. En particular, COLFONDOS seal lo siguiente: [L]a legislacin
20 La sentencia que publicamos fue dictada el 26 de febrero de 2016. En noviembre de 2916 se solicit una Interpretacion de la Sentencia de
Excepciones Preliminares, Fondo, Reparaciones y Costas que fue admitida y puede consultarse en:
http://www.corteidh.or.cr/docs/casos/articulos/seriec_322_esp.pdf . Los dems documentos del expediente del caso, pueden consultarse en:
http://www.corteidh.or.cr/CF/Jurisprudencia2/ver_expediente.cfm?nId_expediente=209&lang=es
21 Las notas al pie han sido omitidas.
123
colombiana en materia de seguridad social especficamente el artculo 74 de la Ley 100 de 1993 contempla que
son beneficiarios de la pensin de sobrevivencia, el cnyuge o la compaera o compaero permanente
suprstite, sin embargo, esta calidad de beneficiario, la ley la establece de la unin entre un hombre y una mujer,
actualmente dicha legislacin no contempla la unin entre dos personas del mismo sexo.
71. La Ley 100 de 23 de diciembre de 1993 estableci el sistema de seguridad social integral, el cual se entiende
como el conjunto de instituciones, normas y procedimientos, de que disponen la persona y la comunidad para
gozar de una calidad de vida [], para proporcionar la cobertura integral de las contingencias, especialmente las
que menoscaban la salud y la capacidad econmica de los habitantes del territorio nacional, con el fin de lograr
el bienestar individual y la integracin de la comunidad. El artculo 10 de esta ley estipula que el objeto del
sistema general de pensiones es [] garantizar a la poblacin, el amparo contra las contingencias de la vejez,
la invalidez y la muerte [...]y por otro lado, el artculo 15 del mismo cuerpo legal determina que la afiliacin al
sistema de pensiones es obligatoria para aquellas personas vinculadas mediante contrato de trabajo.
72. Asimismo, el artculo 47 de dicha norma, que se encontraba vigente al momento de los hechos, estableca
que eran beneficiarios de la pensin de sobrevivientes [e]n forma vitalicia, el cnyuge o la compaera o
compaero permanente suprstite. Por su lado, el artculo 74 que estaba vigente al momento de los hechos
sealaba que: En caso de que la pensin de sobrevivencia se cause por muerte del pensionado, el cnyuge o la
compaera o compaero permanente suprstite, deber acreditar que estuvo haciendo vida marital con el
causante por lo menos desde el momento en que sta cumpli con los requisitos para tener derecho a una
pensin de vejez o invalidez, y hasta su muerte, y haya convivido con el fallecido no menos de dos (2) aos
continuos con anterioridad a su muerte, salvo que haya procreado uno o ms hijos con el pensionado fallecido
[]
73. Por otra parte, la Ley 54 de 28 de diciembre de 1990 que regula las uniones maritales de hecho y el rgimen
patrimonial entre compaeros permanentes, defina en su artculo 1 la unin marital de hecho en Colombia de
la siguiente forma: [p]ara todos los efectos civiles, se denomina Unin Marital de Hecho, la formada entre un
hombre y una mujer, que sin estar casados, hacen una comunidad de vida permanente y singular. Igualmente,
y para todos los efectos civiles, se denominan compaero y compaera permanente, al hombre y la mujer que
forman parte de la unin marital de hecho.
74. En la misma lnea, el decreto 1889 de 3 de agosto de 1994, el cual es reglamentario de la Ley 100 de 1993,
estableca en sus artculos 10 y 1159: Artculo 10. Compaero o Compaera Permanente. Para efectos de la
pensin de sobrevivientes del afiliado, ostentar la calidad de compaero o compaera permanente la ltima
persona, de sexo diferente al del causante, que haya hecho vida marital con l, durante un lapso no inferior a
dos (2) aos. Tratndose del pensionado, quien cumpla con los requisitos exigidos por los literales a) de los
artculos 47 y 74 de la Ley 100 de 1993. Artculo 11. Prueba de la calidad de Compaero Permanente. Se
presumir compaero o compaera permanente, quien haya sido inscrito como tal por el causante en la
respectiva entidad administradora. Igualmente, se podr acreditar dicha calidad por cualquier medio probatorio
previsto en la ley. En todo caso las entidades administradoras indicarn en sus reglamentos los medios de prueba
idneos para adelantar el procedimiento de reconocimiento respectivo.
75. Con respecto a las afiliaciones a los sistemas de salud, el artculo 157 de la aludida Ley 100 de 1993, existen
dos clases de afiliados al Sistema General de Seguridad Social en Salud. Una de ellas es la de los afiliados
mediante el rgimen contributivo, estando incluidas dentro de esta clase las personas vinculadas mediante
contrato de trabajo, los servidores pblicos, los pensionados y jubilados y los trabajadores independientes con
capacidad de pago60. La otra clase incluye a la poblacin ms pobre y vulnerable del pas, aquellas personas sin
124
capacidad de pago, afiliados mediante el rgimen subsidiado. En esta clase de afiliados, tendrn prioridad las
madres durante el embarazo, parto y postparto y perodo de lactancia, las madres comunitarias, las mujeres
cabeza de familia, los nios menores de un ao, los menores en situacin irregular, los enfermos de Hansen, las
personas mayores de 65 aos, los discapacitados, los campesinos, las comunidades indgenas, los trabajadores
y profesionales independientes, artistas y deportistas, toreros y sus subalternos, periodistas independientes,
maestros de obra de construccin, albailes, taxistas, electricistas, desempleados y dems personas sin
capacidad de pago .
76. El artculo 162 de la norma citada establece los servicios de salud que corresponden a cada rgimen de
afiliacin en los siguientes trminos63: Para los afiliados cotizantes segn las normas del rgimen contributivo,
el contenido del Plan Obligatorio de Salud que defina el Consejo Nacional de Seguridad Social en salud ser el
contemplado por el decreto-ley 1650 de 1977 y sus reglamentaciones, incluyendo la provisin de medicamentos
esenciales en su presentacin genrica. Para los otros beneficiarios de la familia del cotizante, el Plan Obligatorio
de Salud ser similar al anterior, pero en su financiacin concurrirn los pagos moderadores, especialmente en
el primer nivel de atencin, en los trminos del artculo 188 de la presente Ley. Para los afiliados segn las
normas del rgimen subsidiado, el Consejo Nacional de Seguridad Social en Salud disear un programa para
que sus beneficiarios alcancen el Plan Obligatorio del Sistema Contributivo, en forma progresiva antes del ao
2.001. En su punto de partida, el plan incluir servicios de salud del primer nivel por un valor equivalente al 50%
de la unidad de pago por capitacin del sistema contributivo. Los servicios del segundo y tercer nivel se
incorporarn progresivamente al plan de acuerdo con su aporte a los aos de vida saludables.
77. El 26 de abril de 2002, ante la respuesta negativa proporcionada por COLFONDOS, el seor Duque interpuso
una accin de tutela solicitando que se reconociera y se pagara la sustitucin de la pensin a su favor como
mecanismo transitorio mientras se iniciaba la accin judicial respectiva. Para fundamentar la accin de tutela,
se argument, entre otras cosas, que efectivamente formaba una pareja con el seor J.O.J.G, que no tena rentas
propias, que viva con VIH y estaba bajo un tratamiento antirretroviral que no poda suspenderse, que al morir
su pareja perdera la afiliacin a la entidad prestadora de servicios de salud y que en todo caso, al tener acceso
a la pensin de sobreviviente, contara con los servicios de salud que su condicin requera65. Asimismo, el
seor Duque argument que al no otorgrsele la sustitucin de pensin constitua una violacin a los derechos
a la vida, la igualdad, el derecho a constituir una familia, el libre desarrollo de la personalidad, el derecho a la
seguridad social, la prohibicin de tratos degradantes, la libertad de conciencia, la diversidad cultural y la
dignidad humana .
78. El Juzgado Dcimo Civil Municipal de Bogot deneg la tutela promovida el 5 de junio de 2002, al sostener
lo siguiente: [] el accionante, no rene las calidades que la ley exige para entrar a sustituir en pensin al
causante y que ninguna normatividad ni por va jurisprudencial ha reconocido en este sentido, algn derecho a
las parejas de homosexuales, que es un hecho, una realidad de la vida, pero que estn a la expectativa que en
algn momento el legislador se pronuncie, como lo hizo frente a la materialidad que represent[] en alguna
poca las relaciones maritales de hecho. [...] El Despacho concluye, entonces, que la accin es improcedente y
adicionalmente, puesto que la inconformidad del accionante puede resolverse a travs de los procesos judiciales
sealados en la ley, (va contenciosa administrativa) y/o la interposicin de los recursos de reposicin y apelacin
dentro de los trminos legales en contra de la disposicin emanada el 03 de Abril de 2002 de COLFONDOS. El
conflicto que expone el accionante, es de orden legal y no cabe recurrir a la accin de tutela para su resolucin,
para que por esta va se reconozca dicha pensin, a la cual debe acceder por medio de procedimiento ordinario,
para que eventualmente se le reconozca dicho derecho. Al respecto, el artculo sexto del Dec. 2591/91,
125
estableci la improcedencia de la tutela, cuando existen otros mecanismos o medios de defensa judicial. Con
dicha respuesta negativa de la entidad accionada, de ninguna manera se vislumbra vulneracin de alguno de los
derechos invocados por el accionante, toda vez que dicha decisin se encuentra ms que ajustada a derecho,
pues constituye elemental aplicacin de normas de orden legal y constitucional y por ende, no reconocer
derechos que no ha establecido an ni el legislador y la primera carta. Por lo mismo, inaplicar las normas
mencionadas o acceder al amparo solicitado, implica ir en contra de la constitucin y la ley. En este orden de
ideas, se habr de denegar el amparo solicitado, no sin antes indicar al accionante, que si su intencin
adicionalmente, es obtener algn tipo de seguridad social en salud, bien puede acudir a las instituciones de salud
pblica que para el efecto el Estado ha creado con el fin de proteger aquellas personas, sin ningn recurso
econmico, como es el caso del programa ofrecido por el SISBEN.
79. La resolucin anterior fue impugnada por el seor Duque y confirmada en su integridad el 19 de julio de
2002 por el Juzgado Doce Civil del Circuito de Bogot en los siguientes trminos: No s[]lo no se vislumbra la
violacin de alguno de los Derechos Constitucionales Fundamentales sino que se trata de obtener mediante el
amparo Constitucional la proteccin de derechos eminentemente patrimoniales, ni las prestaciones sociales que
ni son ni pueden ser objetos del mismo, por cuanto estos son derechos que tienen su fuente inmediata en la ley;
de manera que, como es apenas lgico, nicamente se otorgan a quienes cumplen los requisitos legalmente
previstos. En este orden de ideas, tuvo razn la entidad de seguridad social cuando emiti concepto negativo a
la pretensin pensional del ciudadano promotor de la accin de tutela, pues la pensin de sobrevivientes tiende
a proteger la familia y, como se entiende, hasta ahora, en nuestro medio, la familia se forma por la unin de
hombre y una mujer nicos potencialmente capaces de conservar la especie, mediante la procreacin de los
hijos. As, la unin homosexual de hombre con hombre o de mujer con mujer, en s misma, no constituye una
familia. Una cosa es la relacin ntima que pueda existir entre las parejas del mismo sexo y otra la relacin que
conforma una familia.
80. El 26 de agosto de 2002 el expediente de tutela fue radicado en la Corte Constitucional, pero no fue
seleccionado para su estudio y revisin.
81. A partir del ao 2007 la Corte Constitucional de Colombia ha reconocido jurisprudencialmente a parejas del
mismo sexo los beneficios de pensin, seguro social y derechos de propiedad. La Corte estableci que la referida
Ley 54 de 1990 (que regula lo relativo a la unin marital de hecho) tambin aplica para las parejas del mismo
sexo y que, por tanto, estas parejas gozarn de dicho rgimen de proteccin en la medida en que cumplan los
requisitos que la ley exige para el reconocimiento de dichas uniones maritales. Posteriormente, la Corte
Constitucional determin que la cobertura del sistema de seguridad social en salud del rgimen contributivo
tambin admita la cobertura de las parejas del mismo sexo y que, para el efecto, la comprobacin de dicha
calidad y de la vocacin de permanencia de la pareja deba regularse por el mismo mecanismo que aplica a las
parejas heterosexuales.
82. En el ao 2008 la Corte Constitucional de Colombia concluy a travs de la sentencia C-336 que las parejas
permanentes del mismo sexo que acrediten dicha calidad tienen derecho a la pensin de sobrevivientes.
Asimismo, desde el ao 2010 ese mismo tribunal Constitucional consider en varias sentencias que el hecho de
que la muerte de uno de los miembros de la pareja del mismo sexo hubiera acaecido antes de la notificacin de
la sentencia C-336 de 2008 no justificaba que pudiese negarse la pensin de sobrevivencia al miembro suprstite
y adems que no era constitucionalmente vlido proveer solo de una va para acreditar su unin permanente a
las parejas del mismo sexo, mientras que las parejas heterosexuales disponan de cinco vas para el efecto y que,
por tanto, deban otorgarse los mismos mecanismos en ambos casos.
126
VIII.
FONDO
83. En atencin a las violaciones de derechos de la Convencin alegadas en el presente caso, la Corte realizar
el siguiente anlisis: 1) el derecho a la igualdad ante la ley y a la no discriminacin; 2) los derechos a las garantas
judiciales y a la proteccin judicial, y 3) el derecho a la integridad personal y el derecho a la vida.
VIII-1. EL DERECHO A LA IGUALDAD ANTE LA LEY Y A LA NO DISCRIMINACIN A. Argumentos de las partes y de
la Comisin.
84. La Comisin aleg que la denegatoria de la pensin de sobreviviente al seor Duque se habra basado
expresa y exclusivamente en que su pareja con J.O.J.G. estaba conformada por personas del mismo sexo, sin
que haya existido referencia a otras razones. Adems consider que, aunque los motivos esgrimidas por las
autoridades administrativas y judiciales para excluir al seor Duque del derecho a la pensin de sobrevivencia
obedecieron a la necesidad de proteger la familia siendo que en el caso colombiano para ese momento, por
familia deba entenderse como la constituida por un hombre y mujer, ese razonamiento podra operar tan slo
sobre la base de un concepto limitado y estereotipado del concepto de familia, que excluye arbitrariamente las
formas diversas de familia como aquellas formadas por parejas del mismo sexo, las cuales son merecedoras de
igual proteccin bajo la Convencin Americana. Agreg que el Estado no demostr un vnculo causal entre el
fin de proteger una forma particular de familia y la exclusin al acceso de las parejas del mismo sexo a la pensin
de sobreviviencia.
85. Del mismo modo la Comisin indic que el Estado no haba desvirtuado la presuncin de inconvencionalidad
de la diferencia de trato y que por el contrario ste reconoci que con anterioridad a la sentencia C-336 de 2008
haba una situacin de discriminacin para las parejas del mismo sexo en cuanto a las posibilidades de acceder
a dicha pensin, que adems calific como ilcito internacional. Finalmente, consider que el Poder Judicial
debe ejercer un "control de convencionalidad" ex officio entre las normas internas y la Convencin Americana.
Como consecuencia de lo anterior, consider que el Estado viol el principio de igualdad ante la ley y no
discriminacin contenido en el artculo 24 de la Convencin Americana, en relacin con las obligaciones de
respetar y garantizar los derechos, contempladas en los artculos 1.1 y 2 del mismo instrumento.
86. Los representantes sealaron que en abril de 2002 las parejas del mismo sexo no tenan reconocimiento
legal de la pensin de sobrevivientes, situacin por la cual habra sido negado este beneficio al seor Duque, por
lo que ab initio existira una discordancia entre la Convencin y el ordenamiento interno colombiano.
Argumentaron que los motivos que se adujeron para negarle la pensin de sobrevivencia al seor Duque no
soportan ningn juicio de razonabilidad y objetividad, tanto la falta de reconocimiento legal del derecho, como
el fin de proteccin de la familia conformada por un hombre y una mujer. Con respecto al alegato del Estado
consistente en sostener que el hecho ilcito internacional haba cesado y habra sido reparado con posterioridad,
reconocieron que la sentencia C-336 de 2008 fue un avance significativo en el inici de la superacin del hecho
de discriminacin en los derechos pensionales de los compaeros suprstites de las parejas homosexuales, pero
fue insuficiente y conllev muchos problemas en su implementacin. Asimismo, respecto de la sentencia T-051
de 2010, soslayaron que esa providencia solamente atae a las partes que se involucraron en el caso (efectos
inter comunis), no a la vctima, aparte que su promulgacin no evit el surgimiento de problemticas iguales74.
Por ltimo arguyeron que aceptando que a partir de la sentencia T-051 de 2010 pudiera colegirse alguna
reparacin, automticamente no se traduce en una sustraccin de la competencia y conocimiento de la Corte.
Esa accin puede tener efectos en la determinacin y monto de las reparaciones pero no se constituye en un
impedimento para decidir el asunto puesto en conocimiento del alto tribunal, mxime cuando fue muy posterior
tanto a los hechos como al inicio del trmite en el sistema interamericano.
87. Los representantes concluyeron que a pesar de los pronunciamientos jurisprudenciales de la Corte
Constitucional, sus presupuestos no se cumplen ni se sancionan efectivamente en el ordenamiento interno.
127
Por tanto, consideraron que el Estado vulner el artculo 24 en relacin con los artculos 1.1 y 2 de la Convencin
Americana, porque falt al deber de adoptar disposiciones en su ordenamiento jurdico interno que evitaran un
trato desigual y discriminatorio por la orientacin sexual. El Estado argument que si bien existi un hecho ilcito
internacional, el mismo ces con la sentencia C-336 de 2010 de la Corte Constitucional que lo declar, y los
efectos de ese hecho que habran subsistido desaparecieron con la sentencia T-051 de 2010 que consolid el
precedente jurisprudencial para la proteccin de los derechos pensionales a las parejas del mismo sexo. De
acuerdo con el Estado, el hecho ilcito internacional en este caso se produce por la vigencia de unas normas, y
no por la actuacin de los jueces que las aplicaron, por lo que el hecho ilcito internacional ces con la
modificacin de dichas normas. Adems, seal que las obligaciones secundarias subsistentes del Estado, en
particular el deber de reparar, seran hoy protegidas por la existencia de recursos internos adecuados y efectivos
a lo interior del Estado; y las razones por las cuales estos recursos no se han activado dependen exclusivamente
del seor Duque, por lo que no podran ser trasladadas al Estado y dependera de la presunta vctima activar
esos recursos.
B. Consideraciones de la Corte
89. A continuacin, la Corte pasa a desarrollar sus consideraciones siguiendo el siguiente orden: a) derecho a la
igualdad y a la no discriminacin; b) el derecho a la igualdad ante la ley en el presente caso, c) la alegada cesacin
y reparacin del hecho ilcito internacional en el presente caso, y d) conclusin.
90. La Convencin Americana, al igual que el Pacto Internacional de Derechos Civiles y Polticos, no contiene una
definicin explcita del concepto de discriminacin. Tomando como base las definiciones de discriminacin
establecidas en el artculo 1.1 de la Convencin Internacional sobre la Eliminacin de todas las Formas de
Discriminacin Racial y el artculo 1.1 de la Convencin sobre la Eliminacin de todas las Formas de
Discriminacin contra la Mujer, el Comit de Derechos Humanos de Naciones Unidas ha definido la
discriminacin como toda distincin, exclusin, restriccin o preferencia que se basen en determinados
motivos, como la raza, el color, el sexo, el idioma, la religin, la opinin poltica o de otra ndole, el origen
nacional o social, la propiedad, el nacimiento o cualquier otra condicin social, y que tengan por objeto o por
resultado anular o menoscabar el reconocimiento, goce o ejercicio, en condiciones de igualdad, de los derechos
humanos y libertades fundamentales de todas las personas .
91. Sobre el principio de igualdad ante la ley y la no discriminacin, la Corte ha sealado que la nocin de
igualdad se desprende directamente de la unidad de naturaleza del gnero humano y es inseparable de la
dignidad esencial de la persona, frente a la cual es incompatible toda situacin que, por considerar superior a
un determinado grupo, conduzca a tratarlo con privilegio; o que, a la inversa, por considerarlo inferior, lo trate
con hostilidad o de cualquier forma lo discrimine del goce de derechos que s se reconocen a quienes no se
consideran incursos en tal situacin. La jurisprudencia de la Corte tambin ha indicado que en la actual etapa de
la evolucin del derecho internacional, el principio fundamental de igualdad y no discriminacin ha ingresado
en el dominio del ius cogens. Sobre l descansa el andamiaje jurdico del orden pblico nacional e internacional
y permean todo el ordenamiento jurdico.
92. Adems, el Tribunal ha establecido que los Estados deben abstenerse de realizar acciones que de cualquier
manera vayan dirigidas, directa o indirectamente, a crear situaciones de discriminacin de jure o de facto80. Los
Estados estn obligados a adoptar medidas positivas para revertir o cambiar situaciones discriminatorias
existentes en sus sociedades, en perjuicio de determinado grupo de personas. Esto implica el deber especial de
128
proteccin que el Estado debe ejercer con respecto a actuaciones y prcticas de terceros que, bajo su tolerancia
o aquiescencia, creen, mantengan o favorezcan las situaciones discriminatorias.
93. La Corte ha establecido que el artculo 1.1 de la Convencin es una norma de carcter general cuyo contenido
se extiende a todas las disposiciones del tratado, y dispone la obligacin de los Estados Parte de respetar y
garantizar el pleno y libre ejercicio de los derechos y libertades all reconocidos sin discriminacin alguna. Es
decir, cualquiera sea el origen o la forma que asuma, todo tratamiento que pueda ser considerado
discriminatorio respecto del ejercicio de cualquiera de los derechos garantizados en la Convencin es per se
incompatible con la misma. El incumplimiento por el Estado, mediante cualquier tratamiento discriminatorio,
de la obligacin general de respetar y garantizar los derechos humanos, le genera responsabilidad internacional.
Es por ello que existe un vnculo indisoluble entre la obligacin de respetar y garantizar los derechos humanos
y el principio de igualdad y no discriminacin.
94. Mientras que la obligacin general del artculo 1.1 se refiere al deber del Estado de respetar y garantizar sin
discriminacin los derechos contenidos en la Convencin Americana, el artculo 24 protege el derecho a igual
proteccin de la ley. Es decir, el artculo 24 de la Convencin Americana prohbe la discriminacin de derecho,
no slo en cuanto a los derechos contenidos en dicho tratado, sino en lo que respecta a todas las leyes que
apruebe el Estado y a su aplicacin. En otras palabras, si un Estado discrimina en el respeto o garanta de un
derecho convencional, incumplira la obligacin establecida en el artculo 1.1 y el derecho sustantivo en cuestin.
Si, por el contrario, la discriminacin se refiere a una proteccin desigual de la ley interna o su aplicacin, el
hecho debe analizarse a la luz del artculo 24 de la Convencin Americana87 en relacin con las categoras
protegidas por el artculo 1.1 de la Convencin.
95. En el presente caso, los representantes y la Comisin alegaron que el Estado haba violado el principio de
igualdad y no discriminacin por dos motivos: a) por la existencia de normas, a saber el artculo 1 de la Ley 54
de 1990 y el artculo 10 del decreto 1889 de 3 de agosto de 1994 (supra prrs. 73 y 74), que impedan al seor
Duque acceder a la pensin de sobrevivencia sin discriminacin al establecer que nicamente pueden ser
considerados como compaeros permanentes, o que pueden conformar las uniones maritales de hecho, las
personas de sexo diferente, y b) por la actuacin de las autoridades administrativas y judiciales que excluyeron
al seor Duque del derecho a la pensin de sobrevivencia (supra prrs. 70, 78 y 79). 96. Con respecto al primer
punto, tomando en consideracin que la alegada discriminacin se refiere a una presunta proteccin desigual
de la ley interna corresponde a este Tribunal analizar ese hecho a la luz del artculo 24 de la Convencin
Americana. En cuanto al segundo punto, el mismo ser analizado en el captulo correspondiente a las garantas
judiciales.
97. Como fuera mencionado, para el mes de abril de 2002, la normatividad colombiana vigente negaba a las
parejas del mismo sexo un reconocimiento legal de la pensin de sobrevivientes, lo cual sera constitutivo de
una violacin del derecho a la igualdad ante la ley contenido en el artculo 24 de la Convencin.
98. La Corte recuerda que el Estado mencion en sus escritos principales y durante la audiencia pblica que
reconoce que existi un hecho ilcito internacional continuado durante al menos parte del perodo de tiempo
[en] que estuvieron vigentes las disposiciones que no permitan el reconocimiento y pago de pensiones a parejas
del mismo sexo el cual tambin fue declarado mediante la sentencia C-336 de 2008. El Estado agreg que ese
hecho ilcito internacional se haba configurado por la mera existencia de normas que no permitan el pago de
pensiones a parejas del mismo sexo y que fueron aplicadas en Colombia. En cuanto a los efectos temporales
de ese hecho ilcito internacional, el Estado no precis el momento exacto a partir del cual esas normas deban
considerarse discriminatorias, nicamente indic que lo anterior fue declarado en el ao 2008 por la Corte
129
Constitucional de Colombia y que adems consideraba que no era necesario determinar ese momento para
efectos de analizar la responsabilidad internacional en el presente caso.
99. Con respecto a lo anterior, este Tribunal toma nota del hecho que el Estado no discute el carcter ilcito y
contrario a la Convencin Americana de las normas internas que no permitan el reconocimiento y pago de
pensiones a parejas del mismo sexo. Sin perjuicio de lo reconocido por el Estado, corresponde a la Corte
determinar si, efectivamente, las disposiciones internas colombianas relativas a las pensiones de sobrevivencia
eran discriminatorias y contrarias al derecho a la igualdad ante la ley contenido en el artculo 24 de la Convencin
Americana al momento de ocurrencia de los hechos del caso, y si fueron aplicadas en el presente caso.
100. A continuacin, la Corte pasa a examinar si las referidas normas (los artculos 1 de la Ley 54 de 1990 y
artculo 10 del decreto 1889 de 3 de agosto de 1994) eran discriminatorias a la luz de lo establecido en el artculo
24 de la Convencin en relacin con el artculo 1.1 del mismo instrumento. Para llevar a cabo ese anlisis,
corresponde a este Tribunal determinar: a) si esas normas establecan una diferencia de trato; b) si esa diferencia
de trato se refera a categoras protegidas por el artculo 1.1 de la Convencin Americana, y c) si esa diferencia
de trato revesta un carcter discriminatorio. B.2.1. La diferencia de trato en los artculos 1 de la Ley 54 de 1990
y 10 del decreto 1889 de 3 de agosto de 1994.
101. En primer trmino la Corte recuerda que el artculo 47 de la Ley 100 de 23 de diciembre de 1993 estableca
al momento de los hechos del caso que eran beneficiarios de la pensin de sobrevivientes [e]n forma vitalicia,
el cnyuge o la compaera o compaero permanente suprstite y que artculo 74 de la misma ley sealaba que
en caso de que la pensin de sobrevivencia se cause por muerte del pensionado, el cnyuge o la compaera o
compaero permanente suprstite, deber acreditar que estuvo haciendo vida marital con el causante por lo
menos desde el momento en que sta cumpli con los requisitos para tener derecho a una pensin de vejez o
invalidez, y hasta su muerte, y haya convivido con el fallecido no menos de dos (2) aos continuos con
anterioridad a su muerte [] (supra prr. 74).
102. Asimismo, la Ley 54 de 28 de diciembre de 1990, que regulaba las uniones maritales de hecho y el rgimen
patrimonial entre compaeros permanentes, defina unin marital de hecho como la formada entre un hombre
y una mujer, que sin estar casados, hacen una comunidad de vida permanente y singular. Igualmente, y para
todos los efectos civiles, se denominan compaero y compaera permanente, al hombre y la mujer que forman
parte de la unin marital de hecho (supra prr. 73). Asimismo, el Decreto 1889 de 3 de agosto de 1994, el cual
es reglamentario de la Ley 100 de 1993, estableca en sus artculos 10 y 11 que para los efectos de la pensin
de sobrevivientes del afiliado, ostentar la calidad de compaero o compaera permanente la ltima persona,
de sexo diferente al del causante, que haya hecho vida marital con l, durante un lapso no inferior a dos (2)
aos (supra prr. 74).
103. La Corte constata que la normatividad interna colombiana que regulaba las uniones maritales de hecho y
el rgimen patrimonial entre compaeros permanentes y el decreto reglamentario de la ley que cre el rgimen
de seguridad social, establecan una diferencia de trato entre por un lado las parejas heterosexuales que podan
formar una unin marital de hecho y aquellas parejas que estaban formadas por parejas del mismo sexo que no
podan formar dicha unin.
B.2.2. La orientacin sexual y las categoras protegidas por el artculo 1.1 de la Convencin Americana
104. La Corte Interamericana ya ha establecido que la orientacin sexual y la identidad de gnero de las personas
son categoras protegidas por la Convencin. Por ello, est proscrita por la Convencin cualquier norma, acto o
prctica discriminatoria basada en la orientacin sexual de la persona. En consecuencia, ninguna norma, decisin
o prctica de derecho interno, sea por parte de autoridades estatales o por particulares, pueden disminuir o
restringir, de modo alguno, los derechos de una persona a partir de su orientacin sexual.
130
105. En ese sentido, el instrumento interamericano proscribe la discriminacin, en general, incluyendo en ello
categoras como las de la orientacin sexual la que no puede servir de sustento para negar o restringir ninguno
de los derechos establecidos en la Convencin. Lo anterior sera contrario a lo establecido en el artculo 1.1. de
la Convencin Americana.
B.2.3. El alegado carcter discriminatorio de la diferencia de trato establecido en los artculos 1 de la Ley 54 de
1990 y 10 del decreto 1889 de 3 de agosto de 1994
106. Con respecto a lo anterior, la Corte ha determinado que una diferencia de trato es discriminatoria cuando
la misma no tiene una justificacin objetiva y razonable90, es decir, cuando no persigue un fin legtimo y no
existe una relacin razonable de proporcionalidad entre los medios utilizados y el fin perseguido. Asimismo, este
Tribunal estableci que tratndose de la prohibicin de discriminacin por una de las categoras protegidas
contempladas en el artculo 1.1 de la Convencin, la eventual restriccin de un derecho exige una
fundamentacin rigurosa, lo cual implica que las razones utilizadas por el Estado para realizar la diferenciacin
de trato deben ser particularmente serias y estar sustentadas en una argumentacin exhaustiva.
107. En el presente caso, el Estado no brind una explicacin sobre la necesidad social imperiosa o la finalidad
de la diferencia de trato, ni sobre por qu el hecho de recurrir a esa diferenciacin es el nico mtodo para
alcanzar esa finalidad.
108. En lo que respecta al derecho a la pensin de las parejas del mismo sexo, el Comit de Derechos
Econmicos, Sociales y Culturales de Naciones Unidas ha indicado que el Pacto Internacional de Derechos
Econmicos, Sociales y Culturales prohbe toda discriminacin, de hecho o de derecho, directa o indirectamente,
por motivos de raza, color, sexo, edad, idioma, religin, opinin poltica o de otra ndole, origen nacional o social,
posicin econmica, nacimiento, discapacidad fsica o mental, estado de salud (incluido el VIH/SIDA),
orientacin sexual, estado civil o cualquier otra condicin poltica, social o de otro tipo que pretenda, o tenga
por efecto, anular o menoscabar el igual disfrute o el ejercicio del derecho a la seguridad social.
109. Asimismo, en su Observacin General No. 20, el Comit de Derechos Econmicos, Sociales y Culturales ha
sealado que en "cualquier otra condicin social", tal y como se recoge en el artculo 2.2 del Pacto Internacional
de Derechos Econmicos, Sociales y Culturales, se incluye la orientacin sexual. Los Estados partes deben
cerciorarse de que las preferencias sexuales de una persona no constituyan un obstculo para hacer realidad los
derechos que reconoce el Pacto, por ejemplo, a los efectos de acceder a la pensin de viudedad. La identidad
de gnero tambin se reconoce como motivo prohibido de discriminacin.
110. Por otra parte, los Principios de Yogyakarta sobre la aplicacin del derecho internacional de los derechos
humanos en relacin con la orientacin sexual y la identidad de gnero, establecen en el Principio N 13 que
todas las personas tienen derecho a la seguridad social y a otras medidas de proteccin social, sin discriminacin
por motivos de orientacin sexual o identidad de gnero. Por lo tanto, los Estados debern adoptar todas las
medidas legislativas, administrativas y de otra ndole que sean necesarias a fin de asegurar el acceso, en igualdad
de condiciones y sin discriminacin por motivos de orientacin sexual o identidad de gnero, a la seguridad
social y a otras medidas de proteccin social, incluyendo beneficios laborales, licencia por maternidad o
paternidad, beneficios por desempleo, seguro, cuidados o beneficios de salud (incluso para modificaciones del
cuerpo relacionadas con la identidad de gnero), otros seguros sociales, beneficios familiares, beneficios
funerarios, pensiones y beneficios relativos a la prdida de apoyo para cnyuges o parejas como resultado de
enfermedad o muerte95 .
111. El Comit de Derechos Humanos ha resuelto que la distincin entre las parejas del mismo sexo que son
excluidas del derecho a la pensin, y las parejas de hecho compuestas por personas de distintos sexos que s
131
reciben el beneficio de la pensin, no es razonable ni objetiva y no existen factores que justifiquen la existencia
de la distincin, por lo que constituyen una discriminacin con base en la orientacin sexual de las personas.
112. A continuacin, el Tribunal se referir a cierta normatividad y jurisprudencia de algunos de los pases de la
regin que han reconocido el acceso a las pensiones de sobrevivencia a las parejas del mismo sexo estableciendo
que las preferencias sexuales de una persona no constituyen un obstculo para hacer realidad los derechos a
acceder a una pensin de sobrevivencia.
113. En el caso de la Ciudad de Mxico, est permitida la sociedad de convivencia de las parejas del mismo
sexo desde el ao 2006 y el matrimonio desde 2009. Este estatuto otorga varios derechos patrimoniales. Por
otra parte, la Suprema Corte de Justicia de la Nacin declar en 2015 que: [l]a ley de cualquier entidad
federativa que, por un lado, considere que la finalidad de[l] [matrimonio] es la procreacin y/o que lo defina
como el que se celebra entre un hombre y una mujer, es inconstitucional. La Suprema Corte seal que vincular
los requisitos del matrimonio a las preferencias sexuales de quienes pueden acceder a la institucin matrimonial
con la procreacin es discriminatorio, pues excluye injustificadamente del acceso al matrimonio a las parejas
homosexuales que estn situadas en condiciones similares a las parejas heterosexuales.
114. En Uruguay, desde el ao 2007, existe una ley sobre la Unin Concubinaria que se aplica a las parejas del
mismo sexo que incluye a los beneficiarios de la pensin de sobrevivencia a las personas que hubieran
mantenido con el causante una convivencia ininterrumpida en unin concubinaria de carcter exclusivo,
singular, estable y permanente, cualquiera sea su sexo, identidad, orientacin u opcin sexual. Por su parte,
Uruguay autoriza el matrimonio de las parejas del mismo sexo desde el 2013.
115. En el caso de Argentina, la ciudad de Buenos Aires autoriza la unin civil de las parejas del mismo sexo
desde el 2002. La Ley 1004 precisa que, en cuanto al ejercicio de los derechos, obligaciones y beneficios, los
integrantes de la unin civil tendrn un tratamiento similar al de los cnyuges. A nivel nacional, el matrimonio
de las parejas del mismo sexo es legal desde el 2010. La ley precisa que el matrimonio tendr los mismos
requisitos y efectos, con independencia de que los contrayentes sean del mismo o de diferente sexo. Adems,
desde el ao 2008, la Corte Suprema de Justicia de la Nacin haba reconocido el derecho a la pensin a los
convivientes del mismo sexo. En 2011, la Corte Suprema de Justicia de la Nacin reconoci el derecho al pago
retroactivo de la pensin por fallecimiento a las parejas del mismo sexo a partir de la muerte de su pareja.
116. En Brasil, el 10 de diciembre de 2010, un decreto ejecutivo reconoci el derecho a las parejas del mismo
sexo a recibir pensin por la muerte de su pareja109. Adems, el 5 de mayo de 2011, el Supremo Tribunal Federal
reconoci las parejas de mismo sexo y les garantiz los mismos derechos que los de las parejas heterosexuales.
Asimismo, el 14 de mayo de 2013, el Consejo Nacional de Justicia declar que no es posible negar el matrimonio
o las uniones de hecho de las parejas del mismo sexo sobre la base del principio de no discriminacin.
117. Del mismo modo, en Chile, a partir de octubre de 2015, los convivientes civiles de mismo sexo tienen los
mismos derechos en materia de pensin que las parejas heterosexuales.
118. Del mismo modo, la Suprema Corte de Justicia de Estados Unidos ha realizado el anlisis de los principios y
tradiciones que deben ser discutidos para demostrar que la proteccin del derecho a casarse aplica con igual
fuerza para las parejas del mismo sexo. En ese sentido, la Corte Suprema ha determinado que si bien los Estados
dentro del territorio estadounidense son, en general, libres de variar los beneficios que confieren a todas las
parejas casadas, a lo largo de la historia se ha agregado al matrimonio una lista en expansin de derechos
gubernamentales, beneficios y responsabilidades. Estos aspectos incluyen: impuestos, la herencia y los derechos
de propiedad, reglas de la sucesin intestada, privilegio del cnyuge en la ley de las pruebas, acceso al hospital,
autoridad para tomar decisiones mdicas, derechos de adopcin, los derechos y beneficios de los sobrevivientes,
certificados de nacimiento y defuncin, normas de tica profesional, restricciones financieras, beneficios de
compensacin laboral, seguro de salud y custodia de los hijos, normas de apoyo y de visita.
132
119. En el caso de Colombia, la Corte Constitucional ha indicado que la posibilidad de obtener la porcin
conyugal no puede estar condicionada por la orientacin sexual de quienes deciden vivir en pareja, en la medida
en que la finalidad de esta figura consiste en equilibrar las cargas propias de la decisin de compartir una vida
en comn.
120. La Corte Constitucional seal en la sentencia C-336 de 2008 sobre pensiones de sobrevivencia a parejas
del mismo sexo que el derecho al libre desarrollo de la personalidad conlleva autonoma para los individuos en
cuanto pueden adoptar la opcin de vida que consideren, el Estado debe brindar las condiciones para su ejercicio
disponiendo tratamientos jurdicos similares para todas las personas independientemente de la orientacin
sexual que ostenten, pues la diferencia de trato ante la ley basada exclusivamente en razn de la orientacin
sexual de las personas, como lo ha recordado esta corporacin, implica la negacin de la validez de su opcin
de vida y la sancin por el ejercicio de una alternativa legtima, que se deriva directamente de su derecho de
autodeterminacin y de su dignidad humana.
121. Con respecto a las pensiones de sobrevivientes indic que corresponde a una garanta propia del sistema
de seguridad social fundada en varios principios constitucionales, entre ellos el de solidaridad que lleva a brindar
estabilidad econmica y social a los allegados al causante; el de reciprocidad, por cuanto de esta manera el
legislador reconoce en favor de ciertas personas una prestacin derivada de la relacin afectiva, personal y de
apoyo que mantuvieron con el causante []. Por esta razn, el ordenamiento jurdico crea un determinado
orden de prelacin respecto de las personas afectivamente ms cercanas al causante, privilegiando a quienes
ms dependan emocional y econmicamente de l. La Corte concluy que [a] la luz de las disposiciones
superiores, no aparece justificacin alguna que autorice un trato discriminatorio en virtud del cual las personas
que conforman parejas homosexuales no puedan acceder a la pensin de sobrevivientes en las mismas
condiciones que lo hacen quienes integran parejas heterosexuales. Con el fin de remover el trato discriminatorio
hacia las parejas homosexuales en cuanto al beneficio de la pensin de sobrevivientes, la proteccin otorgada a
los compaeros y compaeras permanentes de las parejas heterosexuales, debe ser ampliada a los compaeros
y compaeras permanentes de las parejas homosexuales, por cuanto no existe un fundamento razonable y
objetivo suficiente para explicar el trato desigual al que vienen siendo sometidas las personas, que en ejercicio
de sus derechos al libre desarrollo de la personalidad y a la libertad de opcin sexual, han decidido conformar
una pareja con una persona de su mismo gnero.
122. En el mismo sentido, seal que no aparece justificacin alguna que autorice un trato discriminatorio en
virtud del cual las personas que conforman parejas homosexuales no puedan acceder a la pensin de
sobrevivientes en las mismas condiciones que lo hacen quienes integran parejas heterosexuales.
123. Del mismo modo, este Tribunal ha indicado que la falta de un consenso al interior de algunos pases sobre
el respeto pleno por los derechos de las minoras sexuales no puede ser considerado como un argumento vlido
para negarles o restringirles sus derechos humanos o para perpetuar y reproducir la discriminacin histrica y
estructural que estas minoras han sufrido. El hecho de que sta pudiera ser materia controversial en algunos
sectores y pases, y que no sea necesariamente materia de consenso no puede conducir al Tribunal a abstenerse
de decidir, pues al hacerlo debe remitirse nica y exclusivamente a las estipulaciones de las obligaciones
internacionales contradas por decisin soberana de los Estados a travs de la Convencin Americana.
124. En el presente caso, se puede concluir que el Estado no present una justificacin objetiva y razonable para
que exista una restriccin en el acceso a una pensin de sobrevivencia basada en la orientacin sexual. En
consecuencia, la Corte encuentra que la diferenciacin establecida en los artculos 1 de la Ley 54 de 1990 y 10
del decreto 1889 de 1994 con fundamento en la orientacin sexual para el acceso a las pensiones de
sobrevivencia es discriminatoria y viola lo establecido en el artculo 24 de la Convencin Americana.
125. Por tanto, la Corte encuentra que la existencia de una normatividad interna vigente en el ao 2002 que
no permita el pago de pensiones a parejas del mismo sexo, era una diferencia de trato que vulneraba el
133
derecho a la igualdad y no discriminacin, por lo que constituy efectivamente un hecho ilcito internacional.
Adicionalmente a lo anterior, ese hecho ilcito internacional afect al seor Duque, en la medida que esas
normas internas le fueron aplicadas por medio de la respuesta del COLFONDOS a su gestin al respecto y por la
sentencia de tutela del Juzgado Dcimo Civil Municipal de Bogot y la sentencia del Juzgado Doce Civil del
Circuito de Bogot (supra prr. 79).
126. A continuacin corresponde determinar si ese hecho ilcito internacional fue ulteriormente subsanado, al
haber sido dejado sin efecto y reparado, en cuyo caso, no sera necesario reconocer la responsabilidad
internacional del Estado.
[]
VIII-2.
LOS DERECHOS A LAS GARANTAS JUDICIALES Y A LA PROTECCIN JUDICIAL
140. La Comisin indic que el objeto de la tutela interpuesta por el seor Duque era cuestionar la validez de la
exclusin de parejas del mismo sexo del derecho a la pensin de sobrevivencia. Sin embargo, los jueces de tutela
declinaron su obligacin de analizar los cuestionamientos planteados y otorgaron a la tutela un alcance limitado
que resulta contrario a la Convencin y a la propia jurisprudencia constitucional citada por el Estado. La
Comisin consider que en virtud de la remisin a los procesos ordinarios y la supuesta falta de tratamiento de
las cuestiones formuladas, el seor Duque no habra contado con un recurso judicial efectivo para cuestionar la
razonabilidad y proporcionalidad de la disposicin que lo exclua como beneficiario de la pensin de
sobrevivencia de su compaero.
141. Asimismo, seal que los mritos de la accin de tutela - justificacin, razonabilidad y proporcionalidad de
las disposiciones cuestionadas - no fueron debidamente analizados por las instancias judiciales sino que se
rechazaron en base a una interpretacin dogmtica y formalista de la normativa vigente. Consider que los
procesos judiciales perpetuaron con sus decisiones los prejuicios y estigmatizacin de las parejas del mismo
sexo, al reafirmar una percepcin limitada y estereotipada del concepto de familia vinculada exclusivamente
con la conservacin de la especie y la procreacin de los hijos. Concluy que el Estado viol el derecho a las
garantas judiciales y a la proteccin judicial, consagrados en los artculos 8.1 y 25 de la Convencin Americana,
en relacin con la obligacin de respetar los derechos establecida en el artculo 1.1 de la Convencin.
142. Los representantes sealaron que las acciones de reclamacin promovidas por el seor Duque ante las
autoridades pblicas indican que stas no le garantizaron el acceso a un debido proceso, ya que en primer
trmino reafirmaron la falta de legitimidad de las parejas del mismo sexo para acceder a la pensin de
sobrevivientes, y en segundo trmino aduj[eron] que no era procedente para la reclamacin de prestaciones
sociales como la solicitada, agregndose que su finalidad era encaminada al resguardo de la familia conformada
por un hombre y una mujer. Los representantes concluyeron que el seor Duque no tena ninguna posibilidad
de contar con un recurso efectivo que tratara adecuadamente la razn de la exclusin y el tratamiento
diferenciado a su peticin por su condicin sexual.
143. El Estado argument que no habra incurrido en responsabilidad internacional como consecuencia de las
sentencias que decidieron la tutela interpuesta por la presunta vctima en el ao 2002, ya que no habran existido
elementos en el derecho internacional que las exigieran ejercer un control de convencionalidad o aplicar
estndares internacionales para fallar de manera favorable las pretensiones de la presunta vctima.
144. El Estado seal que los jueces que emitieron las decisiones judiciales estaban aplicando las normas que se
encontraban vigentes en Colombia al momento de interponerse el recurso de tutela; tomando en consideracin
134
que para la poca en que fue fallada la tutela, ni la ley ni la jurisprudencia vigente permitan a los jueces apartarse
de la interpretacin vigente, segn la cual no exista derecho a la pensin de sobreviviente para las parejas del
mismo sexo. Adems, el Estado aleg que para el momento de las decisiones de primera y segunda instancia
adoptadas por los jueces en Colombia respecto del caso del seor Duque, no se haba desarrollado una
interpretacin evolutiva de los tratados de derechos humanos vinculantes para Colombia que permitiera el
reconocimiento de derechos pensionales a parejas del mismo sexo.
B. Consideraciones de la Corte
145. La Corte ha considerado que el Estado tiene la obligacin de proveer recursos judiciales efectivos a las
personas que aleguen ser vctimas de violaciones de derechos humanos, conforme al artculo 25 de la
Convencin Americana, recursos que deben ser sustanciados de conformidad con las reglas del debido proceso
legal establecidas en el artculo 8.1 de la Convencin, todo ello dentro de la obligacin general, a cargo de los
mismos Estados, de garantizar el libre y pleno ejercicio de los derechos reconocidos por la Convencin en el
artculo 1.1 de la Convencin a toda persona que se encuentre bajo su jurisdiccin.
146. A continuacin, la Corte realizar las consideraciones referentes a las alegadas violaciones a las garantas
judiciales y la proteccin judicial, para ello analizar: 1) la alegada violacin al artculo 25 de la Convencin por
la alegada inexistencia de un recurso efectivo en Colombia para el reclamo de la pensin de sobreviviente, y 2)
la alegada violacin al artculo 8.1 de la Convencin por la alegada aplicacin de estereotipos discriminatorios
en las decisiones judiciales. B.1. La existencia de un recurso efectivo en Colombia para el reclamo de la pensin
de sobreviviente
147. En lo que respecta al artculo 25.1 de la Convencin, este Tribunal ha indicado que el mismo establece, en
trminos amplios, la obligacin a cargo de los Estados de ofrecer, a todas las personas sometidas a su
jurisdiccin, un recurso judicial efectivo contra actos violatorios de sus derechos fundamentales124. Adems, la
Corte ha sealado que los Estados tienen la responsabilidad de establecer normativamente y asegurar la debida
aplicacin de los recursos efectivos y de las garantas del debido proceso legal ante las autoridades competentes,
que amparen a todas las personas bajo su jurisdiccin contra actos que violen sus derechos fundamentales o
que conlleven a la determinacin de los derechos y obligaciones de stas.
148. La Corte tambin ha establecido que para que el Estado cumpla con lo dispuesto en el artculo 25 de la
Convencin no basta con que los recursos existan formalmente, sino que es preciso que tengan efectividad en
los trminos del mismo, es decir que den resultados o respuestas a las violaciones de derechos reconocidos, ya
sea en la Convencin, en la Constitucin o en la ley. Lo anterior implica que el recurso debe ser idneo para
combatir la violacin y que sea efectiva su aplicacin por la autoridad competente. De igual manera, un recurso
efectivo implica que el anlisis por la autoridad competente de un recurso judicial no puede reducirse a una
mera formalidad, sino que debe examinar las razones invocadas por el demandante y manifestarse
expresamente sobre ella.
149. Asimismo, la Corte ha determinado que para que un recurso sea efectivo, no basta con que est previsto
por la Constitucin o la ley, o que sea formalmente admisible, sino que se requiere que sea realmente idneo
para establecer si se ha incurrido en una violacin a los derechos humanos y proveer lo necesario para
remediarla. No pueden considerarse efectivos aquellos recursos que, por las condiciones generales del pas o
incluso por las circunstancias particulares de un caso dado, resulten ilusorios. En virtud de lo anterior, el Estado
tiene la responsabilidad no slo de disear y consagrar normativamente un recurso eficaz, sino tambin de
asegurar la debida aplicacin de dicho recurso por parte de sus autoridades judiciales.
150. En el presente caso, la Corte recuerda que el 19 de marzo de 2002 el seor Duque solicit a COLFONDOS
que se le indicaran los requisitos que deba gestionar para recibir la pensin de sobrevivencia de su compaero
J.O.J.G. (supra prr. 70). Posteriormente, el 3 de abril de 2002 COLFONDOS respondi al requerimiento
135
formulado por el seor Duque indicndole que no ostentaba la calidad de beneficiario de conformidad con la
ley aplicable para acceder a la pensin de sobrevivencia (supra prr. 70). El 26 de abril de 2002, ante la respuesta
negativa de COLFONDOS, el seor Duque interpuso una accin de tutela solicitando que en 48 horas se
reconociera y se pagara la sustitucin pensional a su favor como mecanismo transitorio mientras se iniciaba la
accin judicial respectiva.
151. El 5 de junio de 2002 el Juzgado Dcimo Civil Municipal de Bogot deneg la tutela promovida y sostuvo
que: la accin es improcedente [] puesto que la inconformidad del accionante puede resolverse a travs de
los procesos judiciales sealados en la ley, (va contenciosa administrativa) y/o la interposicin de los recursos
de reposicin y apelacin dentro de los trminos legales en contra de la disposicin emanada el 3 de Abril de
2002 de COLFONDOS. El conflicto que expone el accionante, es de orden legal y no cabe recurrir a la accin de
tutela para su resolucin, para que por esta va se reconozca dicha pensin, a la cual debe acceder por medio
de procedimiento ordinario, para que eventualmente se le reconozca dicho derecho. Al respecto, el artculo
sexto del Decreto. 2591/91, estableci la improcedencia de la tutela, cuando existen otros mecanismos o medios
de defensa judicial (supra prr. 78).
152. La resolucin de la tutela fue impugnada por el seor Duque y confirmada en su integridad el 19 de julio de
2002 por el Juzgado Doce Civil del Circuito de Bogot, que seal lo siguiente: [n]o s[]lo no se vislumbra la
violacin de alguno de los Derechos Constitucionales Fundamentales sino que se trata de obtener mediante el
amparo Constitucional la proteccin de derechos eminentemente patrimoniales, ni las prestaciones sociales que
ni son ni pueden ser objetos del mismo, por cuanto estos son derechos que tienen su fuente inmediata en la ley;
de manera que, como es apenas lgico, nicamente se otorgan a quienes cumplen los requisitos legalmente
previstos (supra prr. 79).
153. En atencin a lo anterior, la Corte analizar a continuacin: i) si la tutela y la apelacin fueron recursos
efectivos en el presente caso, y ii) si es posible determinar que para el momento de los hechos no existan en
Colombia recursos efectivos para solicitar la pensin de sobreviviente.
154. Respecto a la efectividad de la tutela y la apelacin, la Corte recuerda que ha sido determinado que debido
a la alegada urgencia derivada de la situacin de salud del seor Duque, la accin de tutela era un recurso idneo
(supra prr. 32). No obstante lo anterior, la Corte nota que, al resolver la solicitud del seor Duque, las
resoluciones de tutela y apelacin manifestaron expresamente que de acuerdo al ordenamiento legal no era
posible reconocer la pensin de sobreviviente por va de tutela; indicndole que los recursos que poda
interponer para solicitar la pensin era acudir a la va contenciosa administrativa y, en su caso, a la interposicin
de los recursos de reposicin o apelacin en contra de la disposicin emitida por COLFONDOS.
155. La Corte considera que no cuenta con elementos que le permitan concluir que la accin de tutela y la
apelacin interpuestas por la presunta vctima no fueron recursos efectivos, nicamente porque no tuvieron la
conclusin jurdica que deseaba el seor Duque. Los jueces determinaron que la tutela no era el recurso
adecuado para solicitar la pensin, considerando que la accin de tutela tiene un carcter subsidiario o residual
y slo desplaza los medios ordinarios en ciertos eventos, por ejemplo cuando el demandante acredita una
situacin de urgencia o la posibilidad de un perjuicio irremediable, situacin en la que se determin que no se
encontraba el seor Duque. No obstante lo anterior, los jueces informaron al seor Duque de los recursos que
si seran adecuados e idneos para solicitar la pensin. La Corte recuerda que la obligacin del Estado de
conducir los procesos con apego a la garanta de proteccin judicial consiste en una obligacin que es de medio
o comportamiento y que no es incumplida por el solo hecho de que el proceso no produzca un resultado
satisfactorio o no se arribe a la conclusin pretendida por la presunta vctima. Asimismo, la Corte considera que
no cuenta con elementos para determinar la inexistencia de una voluntad estatal de brindar proteccin jurdica
al seor Duque, tomando en consideracin que las resoluciones de primera y segunda instancia se resolvieron
conforme a la normativa vigente, sealando las vas adecuadas para solicitar la pensin de sobrevivencia.
136
156. Por otro lado, para el anlisis de la alegada inexistencia de recursos efectivos en Colombia es necesario
considerar la existencia de las otras vas a las que hicieron alusin las sentencias de tutela y que no fueron
interpuestas por la presunta vctima. En ese sentido, corresponde recordar que los jueces de tutela estimaron
que el seor Duque no estaba en una situacin de urgencia que le impidiera acudir a los medios ordinarios para
solicitar la pensin de sobreviviente y que por ese motivo decidieron que la tutela no era el mecanismo idneo
para su reclamacin siendo que la accin de tutela tiene un carcter subsidiario o residual y en esa medida slo
desplaza los medios ordinarios en ciertos eventos, como por ejemplo cuando el demandante acredita una
situacin de urgencia o la posibilidad de un perjuicio irremediable.
157. Derivado de lo anterior, la Corte considera que en el presente caso no cuenta con elementos que le
permitan concluir que en Colombia no exista un recurso idneo o efectivo para solicitar el pago de la pensin
de sobreviviente, dado que no es posible realizar un anlisis en abstracto acerca de la idoneidad o efectividad
de los recursos que eran posibles en la va contenciosa administrativa y la reposicin o apelacin en contra de
la disposicin emitida por COLFONDOS, toda vez que estos recursos no fueron interpuestos.
158. Por tanto, este Tribunal estima que no es posible concluir la inexistencia de recursos efectivos en Colombia
derivado nicamente de que la tutela y la apelacin no le concedieron la pensin que reclamaba el seor Duque,
sin que hayan sido interpuestos los otros recursos que le fueron sealados como idneos en las resoluciones de
tutela y apelacin. La Corte concluye que no existen elementos que demuestren que las actuaciones de las
autoridades judiciales implicaron una afectacin en la proteccin judicial del seor ngel Alberto Duque. Por
consiguiente, la Corte estima que el Estado no vulner el derecho a la proteccin judicial, previsto en el artculo
25.1 de la Convencin.
B.2. La alegada violacin al artculo 8.1 de la Convencin por la supuesta aplicacin de estereotipos
discriminatorios en las decisiones judiciales
159. El artculo 8.1 de la Convencin garantiza que las decisiones en las cuales se determinen derechos de las
personas deben ser adoptadas por las autoridades competentes que la ley interna determine y bajo el
procedimiento dispuesto para ello.
160. Ha sido alegado que la accin de tutela y la apelacin no fueron debidamente analizados por las instancias
judiciales sino que se rechazaron con base en una interpretacin dogmtica y formalista de la normativa vigente;
adems se ha sealado que estos procesos judiciales perpetuaron con sus decisiones los prejuicios y
estigmatizacin de las parejas del mismo sexo, al reafirmar una percepcin limitada y estereotipada del
concepto de familia vinculada exclusivamente con la conservacin de la especie y la procreacin de los hijos.
161. Al respecto, el Estado aleg que los jueces aplicaron la normativa vigente al momento de los hechos, sin
que existiera en ese momento jurisprudencia nacional o internacional que estableciera la obligacin de
reconocer pensiones de sobrevivientes a las parejas del mismo sexo.
162. La Corte reitera que el derecho a ser juzgado por un juez o tribunal imparcial es una garanta fundamental
del debido proceso, debindose garantizar que el juez o tribunal en el ejercicio de su funcin como juzgador
cuente con la mayor objetividad para enfrentar el juicio. Este Tribunal ha establecido que la imparcialidad exige
que el juez que interviene en una contienda particular se aproxime a los hechos de la causa careciendo, de
manera subjetiva, de todo prejuicio y, asimismo, ofreciendo garantas suficientes de ndole objetiva que inspiren
la confianza necesaria a las partes en el caso, as como a los ciudadanos en una sociedad democrtica. La
imparcialidad del tribunal implica que sus integrantes no tengan un inters directo, una posicin tomada, una
preferencia por alguna de las partes y que no se encuentren involucrados en la controversia. Ello puesto que el
juez debe aparecer como actuando sin estar sujeto a influencia, aliciente, presin, amenaza o intromisin,
directa o indirecta, sino nica y exclusivamente conforme a -y movido por- el Derecho.
137
163. La Corte reitera que la imparcialidad personal de un juez debe ser presumida, salvo prueba en contrario.
Para el anlisis de la imparcialidad subjetiva, el Tribunal debe intentar averiguar los intereses o motivaciones
personales del juez en un determinado caso. En cuanto al tipo de evidencia que se necesita para probar la
imparcialidad subjetiva, el Tribunal Europeo ha indicado que se debe tratar de determinar si el juez ha
manifestado hostilidad o si ha hecho que el caso sea asignado a l por razones personales.
164. En el presente caso, la Corte advierte que la resolucin de la tutela y de la apelacin presentaron
argumentos respecto a la procedencia legal del otorgamiento de las pensiones a personas del mismo sexo,
basndose en la normativa colombiana vigente al momento de los hechos. La Corte considera que de la lectura
integral de las resoluciones de tutela y de apelacin no se desprende que la fundamentacin de las mismas haya
tomado en consideracin como principal y factor determinante la orientacin sexual del seor Duque o se haya
basado de forma preponderante en un estereotipo en su contra debido a su orientacin sexual. Por el contrario,
consta que los rganos judiciales se remitieron de forma principal a lo establecido en los artculos 1 de la Ley 54
de 1990 y 10 del decreto 1889 de 1994 (supra prrs. 73 y 74) para concluir que al seor Duque no le corresponda
acceder a la pensin de sobrevivencia. Por otra parte, las resoluciones de tutela y apelacin establecieron que
la va de la tutela no era la idnea y sealaron los recursos en la va ordinaria que deban interponerse, sin que
se pueda concluir que el sentido de los fallos tuvo como base principal creencias estereotipadas de los jueces.
165. La Corte resalta que una violacin del artculo 8.1 de la Convencin por la presunta falta de imparcialidad
judicial de los jueces debe establecerse a partir de elementos probatorios especficos y concretos que indiquen
que se est efectivamente ante un caso en el que los jueces claramente se han dejado influenciar por aspectos
o criterios ajenos a las normas legales. En el presente caso, el Tribunal considera que no es posible concluir que
las autoridades hayan actuado esencialmente y de forma principal con fundamento en otros aspectos ms all
de lo expresamente establecido en leyes colombianas. Adems, la Corte no cuenta con elementos que le
permitan considerar que las autoridades judiciales actuaron con ausencia de imparcialidad o conforme a
prejuicios o estereotipos relacionados con la orientacin sexual del seor Duque que habran influenciado de
manera central y decisiva su decisin.
166. En consecuencia, la Corte concluye que el Estado no es responsable por la violacin de las garantas
judiciales establecidas en el artculo 8.1 de la Convencin.
VIII-3.
EL DERECHO A LA INTEGRIDAD PERSONAL Y EL DERECHO A LA VIDA
138
168. Los representantes sealaron que al denegar al seor Duque su derecho a la pensin de sobrevivencia y a
las dems prestaciones sociales asociadas, y en particular en garantas de acceso a la atencin en salud, y dada
su condicin de persona "con diagnstico de infeccin por VIH" con tratamiento antirretroviral, tratamiento
que no debe suspenderse, salvo dictamen mdico, ya que esta circunstancia podra acarrear la muerte", el
Estado vulner el derecho del seor Duque al respeto a su integridad fsica, psquica y moral. Adems, los
representantes alegaron que adems de causarse un perjuicio moral intrnseco por el trato discriminatorio a
que se vio sometido por su orientacin sexual, la integridad fsica del seor Duque estuvo literalmente en peligro
de muerte por la falta de recursos econmicos que le garantizaran el tratamiento adecuado por su condicin de
paciente VIH positivo. Asimismo, resaltaron que el derecho a la integridad personal se encuentra estrechamente
vinculado con el derecho a la preservacin de la salud, consagrado en el artculo XI de la Declaracin Americana
de los Derechos y Deberes del Hombre.
169. Por otra parte, los representantes destacaron la estrecha vinculacin entre el derecho a la vida, el derecho
a la integridad fsica, psquica y moral y el derecho a la preservacin de la salud, consagrado en el artculo XI de
la Declaracin Americana de los Derechos y Deberes del Hombre. Por tanto, sealaron que la negativa de la
pensin de sobrevivencia a Angel Alberto Duque desemboc en que por varios perodos de tiempo estuvo sin la
proteccin que le permitiera atender su grave situacin de salud fsica y emocional como persona con
diagnstico de VIH, lo cual implic que el Estado [] irrespetara el derecho a unas condiciones de vida digna
de ngel Alberto Duque, socavando su dignidad, ya de por si vulnerada con el acto de discriminacin, y
llevndolo a una situacin lmite atentatoria de su propia existencia terrenal, lo cual permite sostener que se
vulner el artculo 4.1 de la Convencin en perjuicio del seor Duque.
170. El Estado argument que cuenta con un marco legal e institucional que cumple con los estndares de
garanta del derecho a la salud del sistema interamericano, en especial con relacin a la poblacin portadora del
VIH-SIDA. Adems, seal que no existe prueba alguna en el expediente que acredite que le fue negado el acceso
al tratamiento del VIH al seor Duque o que los servicios mdicos fueron de alguna manera interrumpidos. El
Estado aleg que existe certeza de que el seor Duque estuvo afiliado al sistema de seguridad social en salud de
manera ininterrumpida, y por tanto tendra acceso a los servicios derivados de dicha afiliacin. Asimismo, el
Estado manifest que los representantes han afirmado que el seor Duque tiene resuelta su situacin de acceso
a los servicios de salud que su condicin de portador del VIH merecen, y que en cualquier caso, si el seor Duque
no hubiera contado con los recursos econmicos para realizar aportes en el rgimen contributivo, habra podido
acceder a los servicios de salud en el rgimen subsidiado que presta servicios de igual calidad para enfermedades
catastrficas, como lo es el VIH.
B. Consideraciones de la Corte
[]
140
el rgimen contributivo y el rgimen subsidiado, pero esto no afecta la cobertura en la prestacin del servicio
para las enfermedades de alto costo.
191. Como consecuencia de lo expuesto, la Corte considera que no cuenta con elementos que le permitan
concluir que en el caso concreto del seor Duque el rgimen subsidiario le hubiera brindado una proteccin de
menor calidad que el rgimen contributivo.
192. Por tanto, la Corte concluye que el Estado no es responsable de la violacin de los derechos a la integridad
personal y a la vida, consagrados en los artculos 4.1 y 5.1 de la Convencin Americana, en perjuicio de ngel
Alberto Duque.
[]
X.
PUNTOS RESOLUTIVOS
Por tanto,
LA CORTE
DECLARA,
4. El Estado no es responsable por la violacin al deber de adoptar disposiciones de derecho interno, establecido
en el artculo 2 de la Convencin Americana, en relacin con los artculos 24 y 1.1 del mismo instrumento, en los
trminos del prrafo 139 de la presente Sentencia.
Disienten los Jueces Ventura Robles y Vio Grossi
5. El Estado no es responsable por la violacin a los derechos a las garantas judiciales y proteccin judicial
reconocidos en los artculos 8.1 y 25 de la Convencin Americana, en relacin con los artculos 1.1 y 2 de la
misma, en los trminos de los prrafos 145 a 166 de la presente Sentencia.
141
Disienten los Jueces Ventura Robles y Vio Grossi
6. El Estado no es responsable por la violacin a los derechos a la vida y a la integridad personal reconocidos en
los artculos 4.1 y 5.1 de la Convencin Americana, en relacin con los artculos 1.1 y 2 de la misma, en los
trminos de los prrafos 171 a 192 de esta Sentencia. Disienten los Jueces Ventura Robles y Vio Grossi
Y DISPONE,
7. Esta Sentencia constituye per se una forma de reparacin. Disienten los Jueces Ventura Robles y Vio Grossi
8. El Estado debe realizar en el plazo de seis meses, a partir de la notificacin de la presente Sentencia, las
publicaciones indicadas en el prrafo 203 de la Sentencia, en los trminos dispuestos en la misma. Esta
publicacin debe mantenerse en una pgina web oficial al menos por un ao.
Disienten los Jueces Ventura Robles y Vio Grossi
10. El Estado debe pagar, dentro del plazo de un ao a partir de la notificacin de esta Sentencia, las cantidades
fijadas en los prrafos 221 y 227 de esta Sentencia por concepto de indemnizacin por dao inmaterial, as como
por el reintegro de costas y gastos.
Disienten los Jueces Ventura Robles y Vio Grossi
11. El Estado debe reintegrar al Fondo de Asistencia Legal de Vctimas de la Corte Interamericana de Derechos
Humanos la cantidad erogada durante la tramitacin del presente caso, en los trminos del prrafo 230 de esta
Sentencia.
142
13. La Corte supervisar el cumplimiento ntegro de esta Sentencia, en ejercicio de sus atribuciones y en
cumplimiento de sus deberes conforme a la Convencin Americana sobre Derechos Humanos, y dar por
concluido el presente caso una vez que el Estado haya dado cabal cumplimiento a lo dispuesto en la misma.
Los jueces Manuel E. Ventura Robles y Eduardo Vio Grossi hicieron conocer a la Corte sus votos disidentes, los
cuales acompaan esta Sentencia.
Roberto F. Caldas
Presidente
Diego Garca-Sayn
Comunquese y ejectese,
Roberto F. Caldas Presidente
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143
B. Carta del Arzobispo de Bogot al Instituto de Bienestar Familiar22, a propsito de la polmica generada en
la Arquidiocesis de Cali por la contestacin del arzobispado a una demanda sobre pederastia23
22 La carta fue enviada con fecha 20 de febrero de 2017 y puede consultarse en:
http://www.eltiempo.com/contenido/politica/gobierno/ARCHIVO/ARCHIVO-16825899-0.pdf [cinsultado el17 de marzo de 2017].
23 Se trata de la contestacin a la demanda realizada por el abogado de la Arquidioceiss de Cali en la demanda por abusos sexuales del
sacerdote William de Jesus Mazo Perez por acceso carnal abusivo. La demanda se encuentra siendo tramitada por el Juzgado 22 Penal del
Circuito, con fecha 30 de enero de 2017.
144
Conferencia Episcopal de Colombia
https://www.cec.org.co/sistema-informativo/destacados/la-protecci%C3%B3n-de-las-ni%C3%B1-ni%C3%B1os-y-adolescentes-es-
prioridad-para-la
(23 de febrero de 2017)
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145
El Salvador
A. Comunicado del Arzobispo de San Salvador en que llama a la ciudadana a apoyar la Ley que busca prohibir
la minera metlica en el pas, que se discute en la Asamblea Legislativa24
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Ante mis expresiones en referencia a la denuncia que involucra al Padre Silvestre Olmedo en la Parroquia de
Limpio, como Arzobispo de la Santsima Asuncin, quiero decir lo siguiente:
Reconozco que no fue del todo correcta la frase utilizada en mi carta a los jvenes de la Pastoral de Juventud de
Limpio, sobre todo por dar pie a otras interpretaciones que crearon confusin por el lenguaje utilizado.
Pido perdn si mi expresin ha sido inadecuada. Afirmo que en ningn caso, fue mi intencin minimizar el hecho.
Por eso, manifiesto mi profundo compromiso en la promocin de la mujer y sus derechos, impulsando ms
adecuadamente su lugar en la Iglesia como nos inspira el Papa Francisco.
Reitero mi compromiso para la defensa y el respeto a toda persona humana, de manera especial los ms frgiles
como son los menores de edad.
La denuncia en el caso del Padre Olmedo tiene su curso tanto en el plano cannico como civil y tendr su
resultado de acuerdo al desarrollo de los procesos.
Valoro el trabajo de los Sacerdotes y los exhorto en la fidelidad a sus compromisos motivados por Jesucristo el
Buen Pastor en servicio al Pueblo de Dios.
Finalmente, expreso mi voluntad en seguir trabajando con ganas, entregando mi vida en bien de la Iglesia y de
todo el Paraguay.
Conferencia Episcopal
http://episcopal.org.py/news-item/a-la-comunidad-catolica-y-la-sociedad-paraguaya/#
(19 de febrero de 2017)
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Queridos jvenes
Una vez acabada la investigacin cannica sobre la denuncia de parte de Alexandra Torres ante un hecho que
motiv su difusin en los medios de comunicacin, me permito subrayarles:
1.- El hecho en s constituye un gesto de indecoro
2.- Debido a esto, hemos retirado al Padre Silvestre de la Parroquia y le hemos dado orientaciones segn los
criterios de la vida presbiterial. El mismo los acept y se dispuso a reparar el dao moral, mediante los ejercicios
espirituales y una vida austera, durante todo el perodo de investigacin cannica.
3.- Les recomiendo para casos similares, conversar previamente y con sentido de respeto, con la persona
interesada y luego con el sacerdote Decano del lugar, hasta llegar al Obispo si fuere necesario.
4.- Debemos cuidar de no hacer de una piedrita, una montaa. Esto quiere decir, que cuidemos la informacin
de un hecho similar para evitar daos mayores, producidos por la difusin en los medios de comunicacin.
En espera de acompaar siempre del buen desarrollo de la pastoral juvenil en esta populosa Parroquia, les
saludo en el Seor Jesus, y nuestra madre Santisima, Virgen de la Asuncin.
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26El texto que transcribimos fue obtenido de una imagen del original publicada por la prensa: http://www.ultimahora.com/acoso-la-iglesia-
arzobispo-pide-no-hacer-de-una-piedrita-una-montana-n1062661.html [consultada el 27 de marzo de 2017]
148
Per
A. Documentos sobre la polmica generada en torno a la inclusin de contenidos sobre ideologa de gnero
en el Currculo Nacional de Educacin Bsica
Si bien aquello que consideramos femenino o masculino se basa en una diferencia biolgica-sexual, estas
son nociones que vamos construyendo da a da, en nuestras interacciones. Si bien las relaciones de gnero
histricamente han perjudicado en mayor medida a las mujeres, tambin existen dimensiones donde perjudican
a los varones. En general, como pas, si tenemos desigualdades de gnero, no podemos hablar de un desarrollo
sostenible y democrtico pleno.
27 La Resolucion del Ministerio de Educacion con todas las modificaciones incorporadas puede consultarse en:
http://www.minedu.gob.pe/curriculo/
[consultado el 17 de marzo de 2017]
28 En nota al pie del documento se indica: Tomado y adaptado de Ministerio de la Mujer y Poblaciones vulnerables (2012). Transversalizacin
de Igualdad de Gnero de las Polticas Pblicas En: Plan Nacional de Igualdad de Gnero 2012 2017, pgina 20.
149
Justicia Disposicin a actuar de Docentes y directivos fomentan la
modo que se d a cada asistencia de las estudiantes que se
quien lo que le encuentran embarazadas o que son
corresponde, en especial a madres o padres de familia.
quienes se ven Docentes y directivos fomentan una
perjudicados por las valoracin sana y respetuosa del cuerpo e
desigualdades de gnero integridad de las personas; en especial, se
previene y atiende adecuadamente las
posibles situaciones de violencia sexual
(Ejemplo: tocamientos indebidos, acoso,
etc.).
[]
IV. COMPETENCIAS, CAPACIDADES Y ESTNDARES DE APRENDIZAJE NACIONALES DE LA EDUCACIN BSICA
[]
A continuacin se presentan las definiciones de las competencias y sus capacidades, as como los niveles de
desarrollo de estas competencias que son los estndares de aprendizaje. Estos tambin definen niveles
esperados al final de cada ciclo de la escolaridad segn las modalidades de la Educacin Bsica.
[]
Vive su sexualidad de manera plena y responsable: es tomar conciencia de s mismo como hombre o mujer, a
partir del desarrollo de su imagen corporal, de su identidad sexual y de gnero, y mediante la exploracin y
valoracin de su cuerpo. Supone establecer relaciones de igualdad entre mujeres y hombres, as como relaciones
150
afectivas armoniosas y libres de violencia. Tambin implica identificar y poner en prctica conductas de
autocuidado frente a situaciones que ponen en riesgo su bienestar o que vulneran sus derechos sexuales y
reproductivos.
[]
GLOSARIO
[]
10. Gnero:
Roles y conductas atribuidas por las diferentes sociedades y culturas a hombres y mujeres, entendidos desde
una dimensin sociocultural, y no exclusivamente biolgica. El concepto de gnero es un elemento clave para
hacer posible relaciones ms democrticas entre hombres y mujeres. Implica establecer las responsabilidades
del individuo, la familia, la comunidad y el Estado en la construccin de las relaciones basadas en la igualdad de
oportunidades y el respeto a las diferencias.
[]
12. Igualdad de gnero:
Es la valoracin igualitaria de los diferentes comportamientos, aspiraciones y necesidades de los hombres y
mujeres. En una situacin de igualdad real, los derechos, responsabilidades y oportunidades de hombres y
mujeres no dependen de su naturaleza biolgica y, por tanto, tienen las mimas condiciones y posibilidades para
ejercer sus derechos y ampliar sus capacidades y oportunidades de desarrollo personal. De esta forma, se
contribuye al desarrollo social y las mismas personas se benefician de sus resultados.
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151
Documento 2: Nota de prensa del Ministerio de Educacin aclarando su postura sobre los contenidos
alusivos a ideologa de gnero incluidos en el currculo nacional (seleccin)
Siete de cada diez violaciones sexuales en el pas ocurren contra nias y adolescentes, seal hoy la ministra
de Educacin, Maril Martens, ante la Comisin de Educacin del Congreso de la Repblica, donde resalt que
el enfoque de gnero que se promueve a travs del Currculo Nacional de Educacin Bsica permitir prevenir
o disminuir estos casos.
Refiri que tambin se busca neutralizar la discriminacin ya que el 40% de las estudiantes no pueden terminar
sus estudios secundarios porque son obligadas a realizar tareas domsticas, mientras que el 36% de los casos
de bullying tienen que ver con la homofobia.
El currculo nacional no promueve la ideologa de gnero ni la homosexualidad, subray la titular del sector al
recalcar que lo que se promueve es la igualdad de oportunidades entre hombres y mujeres. Invit a las madres
y a los padres de familia a leer el Currculo y los programas curriculares publicados en la pgina web del Minedu
http://www.minedu.gob.pe/curriculo/ para que puedan analizar sus contenidos y constatar la formacin que
sus hijos recibirn en las escuelas.
Explic que la construccin de la identidad de gnero se refiere a las capacidades que se fortalecern en los
nios para que se valoren a s mismos y autorregulen sus emociones, viviendo su sexualidad de manera plena y
responsable. Igualmente, se reforzar su autoestima para que reconozcan las cualidades y caractersticas que
los hacen seres nicos, afirm.
Asimismo, indic que desde el 25 de noviembre se han efectuado ms de 20 reuniones con organizaciones civiles
y religiosas para escuchar y esclarecer dudas sobre el enfoque de igualdad de gnero del Currculo. De igual
modo se han realizado sesiones explicativas con padres y madres de familia.
Reiter que la familia es el primer formador y que la escuela es un complemento de la formacin de valores.
Este ao el Currculo Nacional ser implementado en 11,815 escuelas polidocentes urbanas primarias, que
representan el 31% del universo de primaria, agreg []
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152
Documento 3: Comunicado de la Conferencia Episcopal sobre la incorporacin de contenidos alusivos a
la ideologa de gnero en el currculo nacional por el Ministerio de Educacin
Comunicado
Sobre aspectos del currculo nacional
Los Obispos del Per reunidos en la 1093 Asamblea Ordinaria, recogiendo la preocupacin de miles de padres
de familia nos dirigimos a todos Los peruanos, para acompaarlos y animarlos en sus justas exigencias ya que
todos sabemos que 10 que se siembra en el corazn de un nio queda para toda la vida. En este sentido:
l. Hacemos nuestra la preocupacin de los padres de familia que exigen del Estado y de la sociedad el
cumplimiento de su obligacin constitucional de garantizar el respeto a la persona humana ya la familia, sobre
todo en la bsqueda de una sana y verdadera formacin integral de nuestros nios y adolescentes.
2. En consonancia con este principio la Iglesia reafmna [sic] lo que siempre ha defendido y defender: el respeto
por la dignidad de la mujer, la no violencia contra la mujer, la igualdad de oportunidades y derechos de toda
persona humana; la defensa de los nios y su derecho a una educacin integral.
3. Los principios del Currculo Nacional de la Educacin Bsica deben seguir los establecidos en la Ley General
de Educacin y los de la Constitucin Poltica del pas. Reconociendo muchos aspectos positivos del Currculo,
nos llama la atencin que el Ministerio de Educacin haya incluido en este instrumento normativo de rango
inferior nociones que no provienen de la Constitucin sino tomadas de la denominada ideologa de gnero. Este
procedimiento trastoca gravemente el Orden Jurdico Constitucional: una norma de menor rango no puede estar
por encima de una ley, ni contradecir a la Carta fundamental del Estado.
4. De esta manera se ha creado un clima de confusin entre los peruanos respecto a la funcin tutelar que tiene
el Estado hacia la familia y el matrimonio, y se ha vulnerado el derecho de los padres de familia a decidir el tipo
de educacin que quieren para sus hijos.
5. El Papa Francisco ha advertido que la ideologa de gnero niega la diferencia y la reciprocidad natural del
hombre y de la mujer. Esta presenta una sociedad sin diferencias de sexo, y vaca el fundamento antropolgico
de la familia; intentando imponer sus ideas incluso en la educacin de nuestros nios. (Cf. Exhortacin Apostlica
Amoris laetitia N 56)
6. La Iglesia considera que el dilogo amplio, profundo y alturado es fecundo y manifiesta su disposicin al
mismo. Pedimos que este dilogo se inicie entre el Ministerio de Educacin, el Ministerio de Justicia y la sociedad
civil organizada en el marco de los valores constitucionales establecidos. Para el bien de nuestros nios,
adolescentes y las familias peruanas, hasta que se logre un consenso de acuerdo al Orden Constitucional
establecido, urge la supresin en el nuevo Currculo Nacional de aquellas nociones provenientes de la ideologa
de gnero. "Hombre y mujer Dios los cre" (Gn ] ,27). "Por eso deja el hombre a su padre y a su madre y se une
a su mujer y se hace una sola carne" (Gn 2,24). "Lo que Dios uni no lo separe el hombre" (Mt 19,6).
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153
B. Proyecto de Ley de Matrimonio Civil Igualitario presentado por el grupo parlamentario Frente Amplio
por Justicia, Vida y Libertad que Propone modificiar el articulo 234 del Cdigo Civil, regula el matrimonio civil
para que se elimine la barrera legal que impide que las parejas del mismo sexo puedan acceder al mismo29
PROYECTO DE LEY
LEY DE MATRIMONIO CIVIL IGUALITARIO
Artculo 234.- El matrimonio es la unin voluntariamente concertada por dos personas legalmente aptas
para ella y formalizada con sujecin a las disposiciones de este Cdigo, a fin de hacer vida comn.
Ambos cnyuges tienen en el hogar derechos, deberes y responsabilidades iguales.
Todas las referencias a la institucin del matrimonio civil que contiene el ordenamiento jurdico se entendern
aplicables tanto al matrimonio constituido por personas del mismo sexo y al constituido por personas de distinto
sexo.
Ninguna norma del ordenamiento jurdico podr ser interpretada ni aplicada en el sentido de limitar, restringir,
excluir o suprimir el ejercicio o goce de los mismos derechos y obligaciones, tanto al matrimonio constituido por
personas del mismo sexo como al conformado por personas de distinto sexo.
Los matrimonios constituidos por personas del mismo sexo como los conformados por personas de distinto sexo
son formas de familia, independientemente de si tienen hijos/as en comn.
Todo matrimonio regularmente celebrado al amparo de un ordenamiento extranjero tiene la misma eficacia en
el Per, conforme a las reglas del Derecho Internacional Privado. No podr alegarse en ningn caso que el
matrimonio entre dos personas del mismo sexo es en s mismo incompatible con el orden pblico internacional.
29Los autores de dicho proyecto son los parlamentarios: Indira Isabel Huilca Flores, Carlos Ricardo Bruce Montes De Oca, Guido Ricardo
Lombardi Elas, Alberto De Belaunde De Crdenas, Marisa Glave Remy, dgar Amrico Ochoa Pezo, Tania Edith Pariona Tarqui, Alberto Eugenio
Quintanilla Chacn, Horacio Zeballos Patrn, Manuel Enrique Ernesto Dammert Ego Aguirre.
154
Articulo 4. Vigencia de la ley
La presente Ley entrar en vigencia al dia siguiente de su publicacin.
[Firma]
Indira Isabel Huilca Flores
Congresista de la Repblica
[Firma]
Narco Antonio Arana Zegarra
Directivo Portavoz Grupo Parlamentario
Frente Amplio por Justicia, Vida y Libertad
[Firma]
Edgar A. Ochoa Pezo
Congresista de la Repblica
CONGRESO DE LA REPBLICA
Lima, 16 de Febrerio del 2017
Segn la consulta realizada, de conformidad con el
Articulo 77 del Reglamento del Congreso de la
Repblica: pase la Proposicin N961 para su
Estudio y dictamen, a la(s) Comisin(es) de
Justicia y Derechos Humanos.
[Firma]
Jos F. Cevasco Piedra
Oficial Mayor
Congreso de la Repblica
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155
Puerto Rico
A. Carta enviada por el obispo de Arecibo al gobernador de Puerto Rico manifestando su preocupacin ante
las iniciativas de obligar a las escuelas privadas a incorporar contenidos sobre ideologa de gnero en el
currculo 30
30 Carta surgida a raz del documento titulado Acuerdo Colaborativo Num. 2017-000066 presentado por la Procuradura de la Mujer al Consejo
de Educacin Superior, que fue rechazado por el gobernador. La procuradora a cargo de la cartera Ileana Aymat indic, con fecha 10 de marzo
de 2017, que se trataba de un documento no oficial que circul por error, y que no est vigente. No hay informacin al respecto en el sitio de
la Procuradura. Ver noticia: http://www.primerahora.com/noticias/puerto-rico/nota/obispodearecibocondenalaperspectivadegenero-1211107/
156
157
Dicesis de Arecibo
http://www.diocesisdearecibo.org/?id=comunicado615&title=Preocupado%20el%20Obispo%20de%20Arecibo%20ante%20atentado%2
0contra%20libertad%20religiosa&fb=yes
(9 de marzo de 2017)
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158
B. Resolucin presentada por la senadora Nayda Venegas Brown ante el Senado para que se investiguen los
motivos por los cuales se dict la Orden Administrativa OS-2-OAL-OAN-116 del 12 de septiembre de 2016 que
prohbe a la Policia orar en los lugares de trabajo
RESOLUCIN
Para ordenar a la Comisin de Seguridad Pblica realizar una investigacin sobre la implementacin de la Orden
Administrativa, OS-2-OAL-OAN-116 de 12 de septiembre de 2016, Poltica sobre la separacin de Iglesia y Estado,
de la Polica de Puerto Rico, su legalidad, constitucionalidad, y la alegada violacin de la libertad religiosa y
derechos civiles en la Polica de Puerto Rico.
EXPOSICIN DE MOTIVOS
Los derechos fundamentales de los ciudadanos, sean civiles o uniformados, no pueden ser obviados. El derecho
a la libertad religiosa sigue estando vigente cuando los ciudadanos ocupan posiciones laborales, estos derechos
nos acompaan a nuestro trabajo. Hace algn tiempo que en Puerto Rico se ha intentado utilizar la separacin
de iglesia y estado como un mantra o un muro insalvable de total separacin para infringir la libertad religiosa.
Entindase, que para poder disfrutar de este derecho debemos entender el rol del estado en el deber con sus
ciudadanos. El estado no puede favorecer la creacin de leyes ni coaccionar a practicar determinada fe, este es
el espritu de la Constitucin cuando fue escrita la primera enmienda. Tambin debemos tener en cuenta que
de esa misma manera, el estado no podr restringir los derechos constitucionales que tiene el individuo, para
practicar determinada fe. Mucho menos puede dictaminar o restringir de la manera cmo se va a practicar la fe.
Este concepto de un muro total de separacin es incorrecto. Claramente se determin en Lemon V. Kurtzman,
403 US 602 (1971), que lejos de ser una muralla de separacin entre estos 2 la misma es una borrosa, indistinta
y variable barrera que depende de todas las circunstancias de la relacin particular. Una total separacin es
imposible.
Our prior holdings do not call for total separation between church and state; total separation is not possible in
an absolute sense. Some relationship between government and religious organizations is inevitable. Fire
inspections, building and zoning regulations and state requirements under compulsory school-attendance laws
are examples of necessary and permissible contacts. Indeed, under the statutory exemption before us in Waltz,
the State had a continuing burden to ascertain that the exempt property was in fact being used for religious
159
worship. Judicial caveats against entanglement must recognize that the line of separation, far from being a wall
is a blurred, indistinct, and variable barrier depending on all the circumstances of a particular relationship.
El Tribunal Supremo de Puerto Rico, tambin se expres recientemente sobre este asunto. Nos referimos al caso
de la Obispo de la Iglesia Catlica de Puerto Rico - Diocesis de Arecibo v. Secretario de Justicia, 2014 TSPR 86:
p.23 Por otra parte, somos conscientes de que no puede existir una ausencia absoluta de contacto entre la
iglesia y el Estado, pues la complejidad de los asuntos del diario vivir inevitablemente provocan una especie de
interrelacin. Town of Greece v. Galloway 572 US ___ (2014), 5 de mayo de 2014; Waltz v. Tax Commission of
City of New York, 397 US 664 (1970).
Basado en el error jurdico de un muro total de separacin la Polica de Puerto Rico, bajo la administracin
pasada de gobierno, aprob la Orden Administrativa, OS-2-OAL-OAN-116 de 12 de septiembre de 2016.
Fundamentada en la misma crearon un protocolo. Dicho protocolo, violenta la separacin de iglesia y estado.
No solo coarta los derechos constitucionales sino que el protocolo se convierte en una represin absoluta de
estos derechos fundamentales, una coaccin inconstitucional por parte del Estado contra sus ciudadanos.
El Religious Freedom Restoration Act, ley federal que aplica a Puerto Rico por ser territorio estadounidense,
declara que siempre y cuando exista un contexto sincero de parte del creyente, que el estado demuestre que
tiene un inters apremiante y demostrado que ha utilizado el medio menos oneroso; no podr restringir la
participacin de la fe del creyente en su rea laboral. Por el contrario, el estado buscar si existiese algn
conflicto, un acomodo razonable para que el empleado no se vea afectado y as no infringir su libertad religiosa.
Dicho acomodo siempre haba existido en la Polica y aparentemente ha sido restringido.
En la Opinin de la Corte Suprema, emitida por el Juez Douglas, en el caso Zorach v. Clauson, 343 U. S. 306
(1952), se establece que la Primera Enmienda no dice, que en todo y cado uno de los aspectos debe existir una
separacin total de iglesia y estado. No debe existir dependencia uno de otro, que as debe ser el sentido comn
de la misma. Tambin indica que el estado y la religin deben ser aliados el uno con el otro. Contina diciendo
que somos personas religiosas, que presuponemos la existencia de un ser supremo.
Por ello, el hecho de que Jefes de Agencias prohban que empleados oren en un rea pblica pudiera constituir
un discrimen. La Orden Administrativa, emitida prohibiendo orar en las facilidades de gobierno de la Polica de
Puerto Rico, es la expresin ms patente y amplia de violacin de derechos civiles y de libertad religiosa. 4 Al
estado obligar que una persona reniegue de su fe y no pueda actuar conforme a su libertad religiosa, en
facilidades pblicas constituye un discrimen por motivos religiosos. Las personas no pueden ser discriminadas
por el gobierno, que est obligado por la separacin de iglesia y estado a proteger las creencias de todos sus
ciudadanos. Prohibir la oracin de aquellos que creen en ella demuestra una falta de madurez democrtica y la
mera mencin constituye un acto de coaccin e intimidacin.
Esto no es solo la base de la democracia sino la base de la tolerancia. Nuestro Plan programtico de Gobierno
establece en su clausura de la Libertad Religiosa:
Estamos convencidos de que la actual Administracin (en referencia a la pasada administracin), ha implantado
prcticas y polticas pblicas que amenazan y/o coartan la libertad de prctica de la religin de preferencia de
los ciudadanos. Nosotros nos comprometemos a proteger este derecho constitucional de la libertad religiosa de
cada ciudadano y a promover legislacin a tales efectos.
El tomar medidas administrativas contra los miembros de la polica violenta sus derechos y la completa
separacin de iglesia-estado. Va en contra de la Poltica Pblica de esta administracin.
Por ende a la luz de lo expuesto es menester investigar los hechos de discrimen [sic] religioso que alegadamente
estn ocurriendo en la Polica de Puerto Rico y la posible legalidad y/o constitucionalidad de las prohibiciones a
orar y expresar su fe por miembros de la misma, como ejemplos del alegado discrimen. Dichos hechos son de
amplio conocimiento pblico.
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162
Uruguay
A. Sentencia que acoge recurso de amparo interpuesto por el padre de un no nacido para solicitar la
suspensin del procedimiento de interrupcin voluntaria del embarazo
SENTENCIA N 6/2017
VISTOS: Para Sentencia Definitiva de Primera Instancia stos autos caratulados IUE 431-86/2017 B. D., M. C/ O.
N, C. M., ASSE. ACCION DE AMPARO, Y RECURSO DE INCONSTITUCIONALIDAD.
RESULTANDOS:
1-A fojas 1 comparece la parte actora promoviendo el presente accionamiento en virtud de los siguientes
hechos: que entabl una relacin amorosa con la parte co-demandada Sra. O. fruto de la cual concibi al hijo en
comn llevando menos de tres meses de gestacin. Si bien las partes no conformaron a la fecha una pareja con
las connotaciones propias del concubinato, el Sr B. est dispuesto a hacerse cargo de su hijo lo cual hace ya a
partir de la concepcin independientemente de que la madre est dispuesta a ejercer su rol de tal, segn sus
expresiones.
El 25 de enero del corriente ao la Sra. O. comunic verbalmente al actor que estaba llevando adelante un
trmite ante CAMS para poner fin al embarazo no siendo su deseo dar a luz al nio.
El accionante intent por todas formas posibles hacer reflexionar a la demandada para que depusiera su actitud,
lo cual result infructuoso, por lo que tuvo que activar los mecanismos legales tendientes a la proteccin de la
vida del hijo en comn.
Es as que realiza el encuadre jurdico del tema por el que presenta la accin de amparo, analiza sus elementos,
plantea tambin la accin de inconstitucionalidad, y solicita la adopcin de medidas cautelares de proteccin
para salvaguardar la vida de su hijo prohibiendo continuar procedimientos tendientes a poner fin al embarazo
de la accionada, teniendo presente que el bien supremo a proteger es la vida, derecho superior e inalienable,
que se encuentra por sobre cualquier otro derecho de terceras personas y que como tal debe de prevalecer.
Ofrece prueba solicitando que se dispongan las medidas solicitadas.
2- A fojas 7 mediante decreto 358/2017 se dispuso remitir testimonio del escrito presentado ante la Suprema
Corte de Justicia por la accin de inconstitucionalidad presentada.
3- Por decreto 368/2017 a fojas 13, se tuvo por presentada la demanda de accin de amparo y se convoc a las
partes a la audiencia de precepto para el da 15/2/2017 hora 12 y diligenciamiento de prueba ofrecida; llegado
el da de la audiencia se advierte que no se haba notificado a la parte actora de la convocatoria dispuesta. No
tuvo otra solucin la Sede que contando con la conformidad de los restantes participantes del proceso que
convocarla para el otro da atento a la relacin personalsima abogado patrocinante-cliente.
A la audiencia comparecen el da 16 de febrero las partes debidamente asistidas, as como la defensora que, de
oficio design la suscrita al concebido hijo de B.-O..
163
4- Cumplidas las formalidades de rigor que surgen del acta efectuada en dicha oportunidad en que los
codemandados contestaron el traslado que se les confiriera en audiencia agregando por escrito sus
manifestaciones, y abogando los co-demandados por el rechazo de la accin impetrada en autos, se agreg la
prueba dispuesta en autos, fue oda la Sra Defensora, alegaron las partes y se las convoc para el dictado de la
presente sentencia para el da de la fecha 21/2/2017, a la hora 12.
CONSIDERANDOS:
1- Como se ha sostenido en anteriores pronunciamientos se entiende que el instituto del amparo es excepcional,
residual, y reservado para aquellas situaciones extremas en las que, por la ostensibilidad de la violacin de los
derechos fundamentales de reconocimiento constitucional y la falta de otros medios judiciales o
administrativos, peligra la salvaguarda de tales derechos (Conforme RUDP 1/93 caso 773 pg 163; RUDP 3/97
caso 502-503 Pg 383 - 386; RUDP 4/2001 caso 657 pg 622).
2- Que segn lo que dispone el art. 1 de la ley 16.011: "Cualquier persona fsica o jurdica, pblica o privada,
podr deducir la accin de amparo contra todo acto, omisin o hecho de las autoridades estatales, o
paraestatales, as como de particulares que en forma actual o inminente, a su juicio, lesione, restrinja, altere o
amenace, con ilegitimidad manifiesta, cualquiera de sus derechos y libertades reconocidas expresa o
implcitamente por la Constitucin (art. 72) con excepcin de los casos en que proceda la interposicin del
recurso de Habeas Corpus" [.]
A su vez el art. 2 de la ley expresa que la accin de amparo "slo proceder cuando no existan otros medios
judiciales o administrativos que permitan obtener el mismo resultado previsto en el literal B del art. 9 si
existiesen, fueren por las circunstancias, claramente ineficaces para la proteccin del derecho. Si la accin fuera
manifiestamente improcedente, el Juez la rechazara sin sustanciarla y dispondr el archivo de las actuaciones".
En tal sentido entiende la suscrita que es procedente la accin instaurada por la parte actora, entendiendo que
no tienen otra accin o forma legal de obtener reconocimiento a su derecho en tiempo como para evitar la
lesin al derecho humano a la vida de su hijo; se ha constatado la ilegitimidad manifiesta para continuar con el
proceso iniciado en la sociedad mdica por no surgir cumplidos algunos de los requisitos formales establecidos
por la ley 18.987, lo que ms abajo se explicar, accionar que determina ilegitimidad en la continuacin del
procedimiento por dicho incumplimiento a la ley que lo habilita bajo ciertos requisitos. La lesin tiene la
caracterstica de ser inminente, de poder llegar a producirse, por lo que su agresin de continuar el
procedimiento ocurrira configurndose el aspecto de la actualidad e inminencia de la misma.
El amparo es, un instituto excepcional que debe de ser usado de manera cuidadosa, que tiene por finalidad
asegurar derechos que son reconocidos constitucionalmente para "cuyo amparo no existe otro remedio
especfico y no cabe que se utilice como un instrumento de recambio de otras defensas coetneas y/o
subsidiarias". Requiere que la ilegitimidad se encuentre al margen de toda controversia seriamente fundada.
Por eso los jueces deben de actuar con ponderacin y fundamentalmente con prudencia, a efectos de no llegar
a decidir por sta va, cuestiones susceptibles de mayor debate y que corresponde resolver por los
procedimientos ordinarios (Conforme RUDP N 3 /99 caso 470 y 471 pg 503).
El amparo es una garanta de los derechos humanos, tendiente a la proteccin para hacer cesar los efectos de
la amenaza o eventual lesin.
164
En el anlisis de la presente accin y las contestaciones de demanda, y la prueba agregada al proceso,
corresponde hacer lugar a la solicitud de proteccin ante un derecho primordial amenazado por la ilegitimidad
manifiesta de no haberse cumplido con todos los requisitos formales exigidos por la ley 18.987 para su
procedencia y proteccin en el marco de sus disposiciones.
Artculo 72.- La enumeracin de derechos, deberes y garantas hecha por la Constitucin, no excluye los otros
que son inherentes a la personalidad humana o se derivan de la forma republicana de gobierno.
Artculo 332.- Los preceptos de la presente Constitucin que reconocen derechos a los individuos, as como los
que atribuyen facultades e imponen deberes a las autoridades pblicas, no dejarn de aplicarse por falta de la
reglamentacin respectiva, sino que sta ser suplida, recurriendo a los fundamentos de leyes anlogas, a los
principios generales de derecho y a las doctrinas generalmente admitidas.
1. Los Estados partes en esta Convencin se comprometen a respetar los derechos y libertades reconocidos en
ella y a garantizar su libre y pleno ejercicio a toda persona que est sujeta a su jurisdiccin, sin discriminacin
alguna por motivos de raza, color, sexo, idioma, religin, opiniones polticas o de cualquier otra ndole, origen
nacional o social, posicin econmica, nacimiento o cualquier otra condicin social.
2. Para los efectos de esta Convencin, persona es todo ser humano.
ARTICULO 4
Derecho a la Vida
1. Toda persona tiene derecho a que se respete su vida. Este derecho estar protegido por la ley y, en general,
a partir del momento de la concepcin. Nadie puede ser privado de la vida arbitrariamente.
ARTICULO 5
Derecho a la Integridad Personal
Toda persona tiene derecho a que se respete su integridad fsica, psquica y moral.
ARTICULO 19
Derechos del Nio
Todo nio tiene derecho a las medidas de proteccin que su condicin de menor requieren por parte de su
familia, de la sociedad y del Estado.
165
ARTICULO 25
Proteccin Judicial.
1. Toda persona tiene derecho a un recurso sencillo y rpido o a cualquier otro recurso efectivo ante los jueces
o tribunales competentes, que la ampare contra actos que violen sus derechos fundamentales reconocidos por
la Constitucin, la ley o la presente Convencin, aun cuando tal violacin sea cometida por personas que acten
en ejercicio de sus funciones oficiales.
-LEY 16.137 CONVENCION SOBRE LOS DERECHOS DEL NIO. APRUEBASE LA ADOPTADA EN LA CIUDAD DE
NUEVA YORK EL 6 DE DICIEMBRE DE 1989:
EL PREMBULO: .... Teniendo presente que, como se indica en la Declaracin de los Derechos del Nio, "el nio,
por su falta de madurez fsica y mental, necesita proteccin y cuidado especiales, incluso la debida proteccin
legal, tanto antes como despus del nacimiento".
PARTE I
Artculo 1
Para los efectos de la presenta Convencin, se entiende por nio todo ser humano menor de dieciocho aos de
edad, salvo que, en virtud de la ley que le sea aplicable, haya alcanzado antes la mayora de edad.
Artculo 3
1. En todas las medidas concernientes a los nios que tomen las instituciones pblicas o privadas de bienestar
social, los tribunales, las autoridades administrativas o los rganos legislativos, una consideracin primordial a
que se atender ser el inters superior del nio.
Artculo 6
1. Los Estados Partes reconocen que todo nio tiene el derecho intrnseco a la vida.
2. Los Estados Partes garantizarn en la mxima medida posible la supervivencia y el desarrollo del nio.
4- LEGITIMACION DE LA PARTE ACTORA: surge de la declaracin de la Sra. O. que admite y confiesa que el Sr B.
es el padre de dicho ni@.
5- MEDIOS DE PRUEBA CONSIDERADOS PARA LLEGAR A ESTE FALLO: La prueba documental agregada en legal
forma, declaracin de las partes.
166
El acto que ocasiona el dao es actual e inminente dado que la Sra. O. tiene fecha cercana para la realizacin del
procedimiento segn se dijo en la audiencia para el 23/2/2017, el que sera letal para el nio, irreparable, por
los efectos que el mismo ocasiona en su vida, en su integridad fsica.
La Justicia ha de intervenir en proteccin de los derechos individuales afectados, como medio eficaz de
proteccin frente a un procedimiento que configura la lesin a un derecho fundamental de la persona humana,
que no requerira incluso expreso reconocimiento en el ordenamiento jurdico debido a que es inherente a esa
misma condicin humana (arts 7, 44, 72, 332 de la Constitucin). Y esa defensa y preservacin del derecho que
debe de ejercer la Justicia, puede efectivizarse en la va excepcional del amparo, debido a que la continuacin
del procedimiento tal como surge de autos probado sera ilegtimo porque la ley exige determinados requisitos
formales que no se cumplieron, porque no surgen asentados del formulario presentado: constancia de
asesoramiento integral, y en los otros tampoco surge constancia de haberse expuesto las razones que impiden,
ni las que se expresan por la Sra. O. en su declaracin fueron probadas, lo que corresponde porque las normas
aplicables a la prueba en el CGP devienen aplicables a la accin de amparo de derechos humanos.
-Ilegitimidad manifiesta:
Para que el amparo proceda no es suficiente con la existencia de un derecho, hecho u omisin que lesione o
amenace lesionar un derecho o libertad constitucional. Es necesario adems acreditar que ese acto hecho u
omisin es manifiestamente ilegtimo. No existen derechos absolutos, en la actualidad, salvo estrictas
excepciones, todo derecho o libertad puede ser limitado por razones de inters general, ya sea en el orden
nacional, por una ley, y en el orden departamental por un decreto con fuerza de ley. Para que un amparo
prospere no alcanza con que el acto sea ilegtimo. Es necesario que sea manifiestamente ilegtimo, lo que debe
de resultar clara, evidente, e inequvocamente.
Surge probado que hubo una actividad por parte de la asistencial de salud a instancias de la co-demandada, no
se present historia clnica donde deben de surgir determinadas constancias mdicas de todo lo actuado que la
ley le exige, y no resulta eximido porque la misma sea electrnica, se imprime y se presenta todo completo, tal
como lo exige la ley; se present el formulario de IVE, primeramente en fojas simples y luego en legal forma tal
como se solicit. Pero aunque no se le intime dicha agregacin corresponde su agregacin para acreditar lo que
la ley exige.
Y la ilegitimidad obviamente surge de la no aplicacin de la misma en el sentido que se ordena, como en el caso
de autos omite cumplirse con requisitos formales que una vez planteado el proceso en la rbita judicial entiende
la suscrita debe controlar como en todos los procesos, y en el caso concreto, reviste importancia atendiendo a
las consecuencias que derivan de la resolucin que se adopte luego de dicha valoracin.
La ley establece que dentro del plazo de las primeras 12 semanas la mujer debe de concurrir a consulta mdica
ante una institucin del sistema nacional integrado de salud, a efectos de poner en conocimiento del mdico
las circunstancias derivadas de las condiciones en la que ha sobrevenido la concepcin, situaciones de penuria
econmica, sociales o familiares o etarias que a su criterio le impidan continuar con el embarazo en curso.
Estos son los aspectos exigidos que no surgen cumplidos, por no estar registrado dicho extremo, asentados en
el formulario presentado ni por la parte co-demandada Sra. O. Los requisitos exigidos por la ley en su art 3 son
formalidades que deben de cumplirse y registrarse en la historia clnica, vase que hasta cuando se va a realizar
una repeticin de medicamentos los mdicos anotan la medicacin que se repite en la historia clnica del
paciente, cuanto ms debe de asentarse que la paciente explic las razones que a su criterio le impiden continuar
167
con el embarazo en curso; y esos extremos son importantes porque la ley prev que incluso la asistencial
interacte segn el artculo 5 de la ley, con instituciones que brinden apoyo solidario y calificado en los casos
de maternidad con dificultades sociales, familiares o sanitarias. La ley tambin exige que cualquiera que fuera
la decisin que la mujer adopte, el equipo multidisciplinario y el medico gineclogo dejaran constancia todo de
lo actuado en la historia clnica. Obliga la ley a garantizar la confidencialidad, pero todo lo actuado debe de surgir
de la historia clnica [.]
Cuando se contesta la demanda, la Sra. O. solicita se agregue la historia completa a la que despus renuncia en
virtud del tiempo que insumira dicha agregacin, pero la co-demandada podra haber aportado copia en legal
forma de la misma lo que constitua su carga.
La suscrita interroga a la Sra. O., a efectos de verificar si se expusieron esas razones frente al mdico y en su
caso cules fueron, porque la ley no puede entenderse e interpretarse como una operacin matemtica que con
todo respeto parece que se pretende: vio al mdico, vio al equipo, expres razones etapa que no fue asentada-
, est dentro de las doce semanas = corresponde la interrupcin del embarazo.
La propia ley 18.987 en sus principios generales establece la garanta que brinda el ESTADO al derecho de
procreacin responsable y consciente, reconoce el valor social de la maternidad, tutela la vida humana, y que
su normativa no constituye un instrumento de control de los nacimientos.
Tiene presente la suscrita que la Sra. O. trabaja en la propia asistencial, y que se trata de una persona que conoce
el texto legal perfectamente, que para cada pregunta que se formul en audiencia como por ejemplo porqu el
formulario no vena integrado a la historia clnica, ella misma respondi que era por la confidencialidad; cabe
destacar que la confidencialidad no alcanza al poder judicial, mbito en el que se deber de controlar el respeto
a la norma.
Con todo respeto se citan las razones que la Sra. expresa tiene un rechazo natural al embarazo, yo no tengo
ganas de estar embarazada ni soportar que me obliguen, conociendo mis derechos que me otorga la ley pude
acceder al derecho de iniciar el trmite y hacerlo. Aparte de lo natural que no tengo ganas todo lo que es mbito
social, econmico, laboral, sicolgico todo eso me lleva a ratificar la idea de no tenerlo.
La presente es una ley para proteger a la mujer s, y para evitar abortos clandestinos y que como consecuencia
de ello mueran las madres sin la atencin medica debida; pero siendo ilegtimo proseguir con el procedimiento
por el no cumplimiento de requisitos formales exigibles por la ley 18.987, corresponde tener en cuenta que la
CONSTITUCION NACIONAL, leyes internas, y tratados internacionales protegen el derecho a la vida del
concebido, se define nio a todo ser humano hasta que cumple su mayora de edad.
Por lo que claramente el orden jurdico uruguayo interpretado lgico-sistemticamente consagra por sobre todo
el derecho a la vida, los derechos humanos importan todos, estn en el estado que estn, incluso los concebidos
no nacidos, porque son individuos de la especie humana. Desde la concepcin existe una persona en toda su
realidad e individualidad que necesita ser alimentado, y respetado en su derecho a la vida y a su integridad.
Una vez que se solicita la defensa del concebido en la rbita judicial, las normas que rigen el proceso en lo que
refiere a la prueba son las previstas en el CGP.
168
Estima humildemente la suscrita que deben controlarse dichos extremos requisitos- porque si no la ley sera
un pase libre para que se aborten nios entre las primeras doce semanas, solo con pedirlo, y eso no es lo que
dice la ley, desde el momento que exige apoyar las carencias que pueden implicar impedimentos para continuar
con su embarazo a la mujer, y tutelar la vida.
La confidencialidad no abarca como se dijo al poder judicial que debe controlar el respeto de lo establecido, no
es justificacin la confidencialidad para que se pase por alto el cumplimiento de ese requisito de figurar asentado
el cumplimiento de todo lo exigido por ley y de la Sra. O. de probar todo lo necesario a su carga para salir airosa
de la demanda impetrada, probar que se cumpli con todo lo exigido por la ley es un imperativo de su propio
inters. La co-demandada trabaja, tiene ingresos, tiene otro hijo, vive sola con su hijo, en el fondo de la casa de
sus padres, y no paga alquiler por dicho lugar.
Hoy por hoy, permitirse por la suscrita continuar con el proceso implicara una infraccin a la normativa vigente
y aplicable al caso, porque no se cumplen los requisitos formales previstos en el art 3 inc 1, no hay prueba
registrada en la historia clnica de su cumplimiento, rigiendo en este proceso la aplicacin de las normas de la
prueba previstas en el CGP, por lo que firmemente sostiene la suscrita deben controlarse en su prueba porque
de dicho control y valoracin, de estar acreditado que fueron cumplidos, depende nada menos que la
continuacin de los procedimientos destinados a detener el proceso de gestacin, de la vida y la integridad de
un concebido.
Por eso debe de existir seriedad en la aplicacin e interpretacin de esta ley junto a todo el sistema jurdico
nacional, so pena de que quienes son directamente perjudicados queden en estado de autntico desamparo,
en forma irremediable.
Y entonces esto justifica la actuacin inmediata de la justicia, a requerimiento del progenitor, que pide se
protejan los derechos de su hijo y se adopten medidas de proteccin, pues de lo contrario se dejara en la
indebida indefensin los derechos del concebido.
Fundamenta esta necesidad de prueba de dichos extremos porque son circunstancias de la entidad que
realmente si se justifican permiten que la mujer pueda interrumpir voluntariamente su embarazo; no son
razones de ganas, de momentos, de razones sicolgicas no comprobables, dado que tampoco surge prueba de
ello, como se expres en audiencia, que sicolgicamente le perjudique o afecte el embarazo a la Sra. O. como
para considerar esa hiptesis.
Y para desvirtuar su carcter de omisin evidentemente ilegtima porque no se cumple con dichos requisitos
identificados en el art 3 inc 1, no basta en el caso cualquier actividad, sino aquella ajustada a la normativa, que
en el caso concreto reitero era cumplir y dejar asentado en la historia clnica el cumplimiento de todos los
requisitos formales establecidos por la ley 18.987, y de la parte co-demandada tambin probar todo lo atinente
a su inters a los efectos de obtener una sentencia favorable y que esas razones sean las que la ley prev.
-Inexistencia de otra va para prevenir o reponer el dao: lo que aqu importa es que aunque existan recursos o
medios para impugnar los actos lesivos, corresponde el amparo si ellos resultaren por las circunstancias del caso,
claramente ineficaces para la proteccin del derecho. Es ste aspecto el que le da al amparo su carcter de
instrumento extraordinario, excepcional, residual que corresponde cuando dadas las circunstancias los medios
normales de proteccin resultan impotentes. Hay en el amparo una razn de tiempo, de inmediatez, que
169
requiere un actuar sin tardanza, un proceder con urgencia (Conforme LEY DE AMPARO del Dr VIERA pg 20 y
21).
En el caso de autos no cabe duda alguna que es as, una situacin donde el tiempo juega en forma determinante
y es imprescindible un actuar sin tardanza. Ya determinada la ilegitimidad manifiesta, en el caso es
imprescindible un actuar sin tardanza, y aplicable totalmente estando en juego el derecho a la vida e integridad
fsica del concebido.
7- PLAZO DE CADUCIDAD PREVISTO EN LA LEY DE AMPARO: el actor tomo conocimiento sobre mediados de
enero lo que no fue cuestionado por lo que la accin se plante dentro del plazo previsto.
8- En virtud de todo lo expuesto corresponde pues hacer lugar a la accin de amparo y disponer que no se
contine el proceso previsto de IVE por ley 18.987. En sntesis el juez debe de cumplir con sopesar todos los
elementos allegados al proceso, controlar el respeto de lo establecido por la ley, hacer cumplir la CONSTITUCION
y las LEYES, pronunciarse sobre s se han cumplido y probado todos los requisitos formales establecidos en la ley
18.987, que determinarn en su caso que se contine o no con el proceso previsto en la misma para la
interrupcin voluntaria del embarazo.
No surgen del formulario aportado que se hubieran expresado las causas razones o motivos justificantes que le
impiden a la Sra. O. que contine el embarazo, y justifiquen la interrupcin voluntaria del embarazo, al no existir
la misma porque tampoco se aport historia clnica donde debe de figurar todo lo actuado- artculo 3 -, tampoco
se puede apreciar por ejemplo el esfuerzo de la institucin asistencial por tutelar la vida, principios rectores de
la ley, de acuerdo a lo establecido en el art 5 literal c) de la ley 18.987.
No cabe duda que la mujer tiene derecho a decidir sobre su capacidad o autonoma reproductiva, como planear
su familia, a estar libre de interferencias al tomar esas decisiones. Y todos esos derechos pueden ser ejercidos
en plenitud antes del embarazo, al tener la mujer a su disposicin cada vez con mayor amplitud y ms trabajando
la Sra. O. en un centro de salud, informacin sobre prevencin del embarazo, utilizacin de mtodos
anticonceptivos, planificacin familiar, ejercicio de una sexualidad responsable, y los riesgos de la actividad
sexual sin adoptar previamente las medidas preventivas al alcance de todas las mujeres. Una vez producido el
embarazo la situacin es otra porque al haber un ser humano nuevo con derechos inherentes a su condicin de
tal protegidos legalmente, la decisin de interrumpir el embarazo no atae solo a su cuerpo sino que realmente
tambin afecta a otro ser humano, con vida, la vida que tutela en sus principios generales la misma ley 18.987.
Es por esa razn la importancia de las razones que impiden continuar con el embarazo. Porque las normas que
consagran derechos humanos pueden entrar en conflicto, situacin que debe de superarse mediante un juicio
que aplique criterios de razonabilidad, racionalidad y proporcionalidad considerando las circunstancias de cada
caso concreto, concediendo a uno de ellos la primaca.
Encarar con ligereza la procedencia de estos procedimientos destinados a interrumpir la vida de un ser protegido
legalmente, sin cumplir con los requisitos sealados, o dando razones no probadas de ellos, implicara
prcticamente entender al aborto como un medio interruptivo de la vida humana, de fcil y rpido acceso, en
contra de toda la normativa nacional sobre el tema de acuerdo a la interpretacin lgico sistemtica del orden
jurdico.
170
Ante esa falencia, y en el conflicto entre el derecho a la autodeterminacin de la mujer sin razones atendibles
que justifiquen el impedimento para continuar el embarazo de acuerdo a lo expuesto en la audiencia, sin prueba
de afectacion sicolgica, valorando la situacin concreta con criterio de razonabilidad o proporcionalidad, frente
al derecho a la vida del concebido, entiende la suscrita debe primar el derecho a la vida consagrado en nuestro
jurdico.
9- PLAZO PARA EL DICTADO DE LA SENTENCIA: La suscrita sentenciante tratndose de un caso para cuya
resolucin se requera un estudio profundo, detenido, detallado y cuidadoso de la normativa, de su
interpretacin y anlisis de lo presentado en autos, lo que no poda efectuarse al momento de finalizar la
audiencia, ni en el corto plazo de 24 horas, es que fij para el dictado de sta sentencia el da de la fecha, a las
72 horas hbiles de la audiencia dentro de los plazos legales previstos para casos excepcionales.
10- FALTA DE LEGITIMACION DE ASSE: es ajustado a derecho la defensa interpuesta por ASSE, debido a que la
Sra. O. corresponde a FONASA CAMS IAMPP.
11- CONSIDERACIONES FINALES: dado lo opinable y discutible que puede ser el tema, la suscrita quiere dejar
expresado el profundo respeto desde el punto de vista humano y jurdico que por cada uno de los integrantes
del proceso y de sus posiciones siente, y que la decisin a la que se arriba ha sido claramente explicitada y
fundada, sin perjuicio de mejor o diferente opinin obviamente.
CONDENAS PROCESALES: entiende la suscrita que la conducta procesal de las partes as como el tracto procesal
de autos no amerita la aplicacin de condenas causdicas en la instancia.
FUNDAMENTOS DE DERECHO: Se funda el derecho en los art 7, 72, 332, de la Constitucin Nacional, Pacto de
SAN JOSE DE COSTA RICA ratificado por ley 15.737; Convenio sobre los DERECHOS DEL NIO ratificado por ley
16.137; LEY 18.987 Por todo lo expuesto FALLO: I) HACER LUGAR A LA FALTA DE LEGITIMACION DE ASSE. II)
HACER LUGAR A LA DEMANDA DE AMPARO, DISPONIENDOSE LA SUSPENSION POR PARTE DE CAMS IAMPP
DEL PROCESO PREVISTO EN LA LEY 18.987 RESPECTO DE LA SRA. O., DIRIGIDO A LA INTERRUPCION DEL
PRESENTE EMBARAZO ATENTO A LA FALTA DE PRUEBA POR FALTA DE REGISTRO DEL CUMPLIMIENTO DE LOS
REQUISITOS PREVISTOS EN EL ART 3 INC 1 DE DICHA LEY. III) COMUNIQUESE A MSP A LA DIRECCION
GENERAL DE SECRETARIA DE DICHO MINISTERIO - LO RESUELTO A LOS EFECTOS DE SER TENIDO EN CUENTA SI
CORRESPONDIERE. IV) SIN ESPECIAL CONDENACION EN LA INSTANCIA. V) REMITASE COPIA VIA ELECTRONICA
DE ESTA SENTENCIA A LAS PARTES. VI) TENGASE POR NOTIFICADA LA PRESENTE SENTENCIA EN LA AUDIENCIA
EN LA QUE SE HA DICTADO.
VII) TENGA PRESENTE LA OFICINA QUE EL PLAZO DE QUE DISPONEN LAS PARTES PARA LA IMPUGNACION DE
LA PRESENTE SENTENCIA ES DE TRES DIAS HABILES. VIII) HONORARIOS FICTOS 5 BPC.
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171
B. Informe de Amnista Internacionalen que se refiere a los derechos de la comunidad LGBTI y la situacin del
aborot y la objecin de conciencia (seleccin)
[]
DERECHOS DE LESBIANAS, GAYS, BISEXUALES, TRANSGNERO E INTERSEXUALES
En julio, Uruguay alberg la Conferencia Mundial sobre Derechos Humanos de las personas LGBTI. Uruguay
presidi el grupo de debate temtico que pidi incluir a las personas LGBTI en la Agenda 2030 para el Desarrollo
Sostenible. Por primera vez, Uruguay elabor un censo de personas transgnero, para entender mejor sus
circunstancias. A pesar de los esfuerzos y las polticas para mejorar la situacin, la discriminacin mltiple que
sufran estas personas continuaba siendo un problema. Se crearon con xito centros de salud libres de
homofobia; no obstante, la falta de una atencin de salud integral para las personas LGBTI segua siendo un
problema.
Amnista Internacional
https://amnistia.org.uy/wp-content/uploads/2017/02/AIU_Informe-2016-17_Cap-Uy.pdf
(Febrero de 2017)
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31 Dicho informe es del 25 de julio de 2016 y puede encontrarse en: http://acnudh.org/wp-content/uploads/2016/12/N1623341.pdf [consultado
el 17 de marzo de 2017].
172
Santa Sede
A. Comunicado de Marie Collins con motivo de su renuncia a la Comisin Pontificia para la Proteccin de
Menores
I sent my letter of resignation (copied to Cardinal OMalley), from the Pontifical Commission for the Protection
of Minors, to Pope Francis on the 9th February 2017 to have effect from 1st March 2017.
Since the beginning of the Commission in March 2014 I have been impressed with the dedication of my
colleagues and the genuine wish by Pope Francis for assistance in dealing with the issue of clerical sexual abuse.
I believe the setting up of the Commission, the bringing in of outside expertise to advise him on what was
necessary to make minors safer, was a sincere move.
However, despite the Holy Father approving all the recommendations made to him by the Commission, there
have been constant setbacks. This has been directly due to the resistance by some members of the Vatican Curia
to the work of the Commission. The lack of co-operation, particularly by the dicastery most closely involved in
dealing with cases of abuse, has been shameful.
Late last year a simple recommendation, approved by Pope Francis, went to this dicastery in regard to a small
change of procedure in the context of care for victims/survivors. In January I learned the change was refused.
At the same time a request for co-operation on a fundamental issue of Commission work in regard to
safeguarding was also refused. While I hope the Commission will succeed in overcoming this resistance, for me
it is the last straw.
Cardinal Sean OMalley has invited me to continue to be part of training projects including those for the Curia
and new bishops and I am happy to accept. This will be the area on which I will now concentrate.
I wish my colleagues on the Pontifical Commission for the Protection of Minors the very best for the future.
Marie Collins
1st March 2017
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32 La propia autora indica que se extiende en este comunicado en un articulo publicado en el National Catholic Reporter con el titulo "Survivor
explains decision to leave Vatican's abuse commission". Para consultar dicho articulo, ver: http://www.mariecollins.net/news.html [consultado
el 28 de marzo de 2017]
173
B. Comunicado del Presidente de la Comisin Pontificia para la Proteccin de Menores (PCPM), Cardenal Sean
Patrick OMalley (OFM) por la renuncia de Marie Collins
STATEMENT FROM PCPM PRESIDENT, CARDINAL SEN PATRICK OMALLEY, OFM CAP.
(01 March 2017) Vatican City State - On behalf of the Members of the Commission I have expressed to Marie
Collins our most sincere thanks for the extraordinary contributions she has made as a founding member of the
Commission. We will certainly listen carefully to all that Marie wishes to share with us about her concerns and
we will greatly miss her important contributions as a member of the Commission. As the Commission gathers
for the plenary meeting next month we will have an opportunity to discuss these matters. With the members
of the Commission I am deeply grateful for Maries willingness to continue to work with us in the education of
church leaders, including the upcoming programs for new bishops and for the dicasteries of the Holy See. Our
prayers will remain with Marie and with all victims and survivors of sexual abuse.
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174
C. Comunicado de la Comisin Pontificia para la Proteccin de Menores con motivo del trmino de la 8va
Asamblea Plenaria, en que se refieren al trabajo realizado y al caso de la renuncia de Marie Collins33
The Pontifical Commission for the Protection of Minors [PCPM] met for its eighth Plenary Assembly from March
24-26, 2017
A central topic in this Plenary Assembly was the resignation of founding member Marie Collins. The Commission
members expressed strong support for her and her continuing work to promote healing for victims of abuse and
the prevention of all abuse of minors and vulnerable adults. They also expressed their particular gratitude that
Marie Collins has agreed to continue working with the Commissions educational programs for new bishops and
the offices of the Roman Curia.
Commission members have unanimously agreed to find new ways to ensure its work is shaped and informed
with and by victims/survivors. Several ideas that have been successfully implemented elsewhere are being
carefully considered for recommendation to the Holy Father.
The Commission discussed the importance of responding directly and compassionately to victims/survivors
when they write to offices of the Holy See. Members agreed that acknowledging correspondence and giving a
timely and personal response is one part of furthering transparency and healing. They acknowledged that this
is a significant task due to the volume and nature of the correspondence and requires clear and specific
resources and procedures. They have agreed to send further recommendations to Pope Francis for
consideration.
This Plenary Assembly followed the Education Day on March 23, at the Gregorian University, co-sponsored in
partnership with the Centre for Child Protection and the Congregation for Catholic Education. Titled
Safeguarding in schools and homes: learning from experience worldwide, it had a particular focus on Latin
American countries that have large Catholic school systems, and presentations concerning efforts in Australia
and Italy. The academic seminar was attended by more than 150 people. These included prefects and
representatives from Vatican dicasteries including the Secretary of State Cardinal Parolin, seminary rectors,
educators, formators and authorities from Italian State Police and the Vatican gendarme who are all seen as key
collaborators in the PCPMs educational efforts. The Commissioners reiterated their sincere gratitude to the
invited guests and speakers: Fr Friedrich Bechina, FSO, Undersecretary of the Congregation for Catholic
Education; Mnica Yerena Surez - Provincia Marista de Mxico Central; Fr Wilfredo Grajales Rosas, SDB
Director del Instituto Distrital para la Proteccin de Nios, Nias, Adolescentes y Jvenes, Bogot, Colombia;
Juan Ignacio Fuentes, CONSUDEC Argentina; Francis Sullivan, CEO, Truth Justice and Healing Commission,
Australia and Dott. Giovanni Ippolito, Direttore Tecnico Capo Psicologo, Questura di Foggia. The speakers were
also invited to address the opening session of the PCPM Plenary Assembly.
The Commission members continue the work entrusted by Pope Francis to assist local Churches with their
responsibility for the protection of all minors and vulnerable adults (Statutes, art. 1). As our Holy Father wrote
33De acuerdo a los estatutos de la institucin, art.3, la Asamblea Plenaria se rene dos veces al ao y para que sea vlida, se necesita la
presencia de al menos dos tercios de los miembros. Ver Statutes of the Pontifical Commission for the Protection of Minors
http://www.protectionofminors.va/content/tuteladeiminori/en/the-commission_section/history_page/statutes.html
175
to the Presidents of the Episcopal Conferences and Superiors of Institutes of Consecrated Life and Societies of
Apostolic Life, I now ask for your close and complete cooperation with the Commission for the Protection of
Minors. The work I have entrusted to them includes providing assistance to you and your Conferences through
an exchange of best practices and through programmes of education, training, and developing adequate
responses to sexual abuse (2 February 2015). The Commission is also receiving representatives of bishops
conferences around the world who are in Rome for their Ad Limina visits.
Commissioners continue to visit episcopal conferences and local churches throughout the world to assist in
policy development and implementation of best practices to create a safer environment. So far this year, these
include workshops with the Church leadership, formators, catechists and child protection officers in Zambia and
Colombia. Members are currently preparing to present to the first European Conference on Formation and
Prevention in Seminaries co-organized by the Archdiocese of Florence and the Centre for Child Protection of the
Gregorian University, and the upcoming meeting of the Federation of Asian Bishops Conferences in Bangkok,
Thailand this Spring, and the May meeting of the Directors of CELAM and the Presidents of the Episcopal
Conferences of Latin America and the Caribbean Islands.
An essential element of these presentations is the PCPM Guidelines template. The Holy Father wrote, every
effort must also be made to ensure that the provisions of the Circular Letter of the Congregation for the Doctrine
of the Faith dated 3 May 2011 are fully implemented (2 February 2015). Thus, at the plenary meeting, the
members spoke again of their willingness to work together with the Congregation for the Doctrine of the Faith
communicating a Guidelines Template to episcopal conferences and religious congregations, both directly and
through the CommissionWebsite (www.protectionofminors.va).
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176
D. Prlogo del Papa Francisco al libro Lo perdono, padre escrito por una vctima de abusos sexuales por un
miembro de la Igleisa, refirindose a su testimonio como necesario, precioso y valiente
Para quien ha sido vctima de un pederasta es difcil contar lo que ha sufrido, describir los traumas que todava
persisten a distancia de aos. Por este motivo el testimonio de Daniel Pittet es necesario, precioso y valiente.
Conoc a Daniel en el Vaticano en 2015, en ocasin del Ao de la vida consagrada. Quera difundir a gran escala
el libro titulado Amar es darlo todo, que reuna los testimonios de religiosos y religiosas, de sacerdotes y
consagrados. No me poda imaginar que este hombre entusiasta y apasionado de Cristo fuera una vctima de
abusos por parte de un sacerdote. Sin embargo, esto fue lo que me cont, y su sufrimiento me afect mucho.
Vi una vez ms los daos espantosos provocados por los abusos sexuales y el largo y doloroso camino que espera
a las vctimas.
Estoy feliz de que otros puedan leer hoy su testimonio y descubrir hasta qu punto el mal puede entrar al
corazn de un servidor de la Iglesia.
Cmo puede un sacerdote, al servicio de Cristo y de su Iglesia, llegar a provocar tanto mal? Cmo puede haber
consagrado su vida para conducir a los nios a Dios, y acabar, en cambio, devorndolos en eso que he llamado
un sacrificio diablico, que destruye tanto a la vctima como la vida de la Iglesia? Algunas vctimas han llegado
hasta el suicidio. Estos muertos pesan en mi corazn, en mi conciencia y en la de toda la Iglesia. A sus familias
ofrezco mis sentimientos de amor y de dolor y, humildemente, pido perdn.
Se trata de una monstruosidad absoluta, de un pecado horrendo, radicalmente en contra de todo lo que Cristo
nos ensea. Jess usa palabras muy severas en contra de todos los que hacen dao a los nios: Pero si alguien
escandaliza a uno de estos pequeos que creen en m, sera preferible para l que le ataran al cuello una piedra
de moler y lo hundieran en el fondo del mar (Mateo, 18, 6).
Nuestra Iglesia, como record en la carta apostlica Como una madre amorosa del 4 de junio de 2016, debe
cuidar y proteger con afecto particular a los ms dbiles e indefensos. Hemos declarado que es nuestro debe
dar prueba de severidad extrema con los sacerdotes que traicionan su misin, y con su jerarqua, obispos o
cardenales, que los hubieran protegido, como ya ha sucedido en el pasado.
En la desgracia, Daniel Pittet pudo encontrar tambin otra cara de la Iglesia, y esto le permiti no perder la
esperanza en los hombres ni en Dios. Nos cuenta tambin de la fuerza de la oracin que nunca abandon, y que
lo consol en las horas ms oscuras.
Decidi de encontrar a su agresor cuarenta aos despus, y ver en los ojos de ese hombre que lo hiri en lo
profundo del alma. Y le tendi la mano. El nio herido es hoy un hombre de pie, frgil pero de pie. Me
sorprenden mucho sus palabras: Muchas personas no logran comprender que yo no lo odie. Lo he perdonado
y he construido mi vida sobre ese perdn.
Agradezco a Daniel porque los testimonios como el suyo derriban el muro del silencio que sofocaba los
escndalos y los sufrimientos, arrojan luz sobre una terrible zona de sombra en la vida de la Iglesia. Abren el
camino a una reparacin justa y a la gracia de la reconciliacin, y ayudan tambin a los pederastas a cobrar
conciencia de las terribles consecuencias de sus acciones.
177
Rezo por Daniel y por todos aquellos que, como l, han sido heridos en su inocencia, que Dios los vuelva a
levantar y los cure, y que nos d a todos nosotros su perdn y su misericordia.
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178
E. Declaracin de los participantes en la Cumbre de la Pontificia Academia de las Ciencias (PAC) sobre Trfico
de rganos y Turismo de Trasplantes
Declaracin de la Cumbre de la Pontificia Academia de las Ciencias sobre Trfico de Organos y Turismo de
Trasplante
De conformidad con las Resoluciones de las Naciones Unidas y de la Asamblea Mundial de la Salud, la Reunin
Cumbre de los alcaldes de las principales ciudades del mundo en el Vaticano en 2015, la Declaracin conjunta
de los lderes religiosos contra la esclavitud moderna y el Magisterio del Papa Francisco, quien en junio del 2016,
en la Cumbre de Jueces sobre Trfico Humano y Crimen Organizado, estableci que el trfico de rganos y de
humanos con el objetivo de la remocin de sus rganos, son "verdaderos crmenes contra la humanidad que
deben ser reconocidos como tales por todos los lderes religiosos, polticos y sociales, y por las legislaciones
nacionales e internacionales", nosotros, los abajo firmantes, en la Cumbre de la Pontificia Academia de las
Ciencias (PAC) sobre Trfico de rganos y Turismo de trasplante, resolvemos combatir estos crmenes contra la
humanidad a travs de esfuerzos mancomunados que involucren a todas las partes interesadas alrededor del
mundo.
Pobreza, desempleo, y falta de oportunidades socioeconmicas son los factores que hacen a las personas
vulnerables al trfico de rganos y de personas con el propsito de remover sus rganos. Los individuos
afectados son vctimas de programas de trfico de rganos cuando se los induce a vender sus rganos debido a
la bsqueda desesperada por una vida mejor. De la misma manera, estn desesperados los pacientes que estn
dispuestos a pagar importantes sumas de dinero y a viajar a destinos alejados como turistas de trasplante para
obtener un rgano que quizs los mantenga con vida -desconociendo las consecuencias a corto y largo plazo
sobre su condicin de salud producto del trasplante comercial. Intermediarios y profesionales de la salud
inescrupulosos hacen posible el trfico de rganos, menospreciando la dignidad del ser humano. Los
procedimientos quirrgicos se realizan en instalaciones no autorizadas que clandestinamente sirven al turismo
de trasplante. Pero el trfico de rganos tambin puede ocurrir en instalaciones legtimas, en situaciones donde
individuos dispuestos a vender sus rganos se presentan en centros de trasplante como familiares o amigos
altruistas del receptor.
Los medios de comunicacin han realizado una importante contribucin al entendimiento pblico, al resaltar la
situacin de individuos que trafican, publicando sus investigaciones independientes en crmenes asociados al
trasplante y al personal de salud corrupto, como as tambin mostrando instalaciones no reguladas.
Un sinnmero de instrumentos legales internacionales define, condena y criminaliza estas prcticas, entre ellos,
el Protocolo de las Naciones Unidad contra el Trfico de Personas (Protocolo de Palermo), el Consejo de la
Convencin Europea contra el trfico de Seres Humanos, y el Consejo de la Convencin de Europa contra el
Trfico de rganos Humanos.
Nosotros apoyamos estos documentos, que aseveran que aquellos profesionales de trasplante que cometen o
son cmplices de estos crmenes, deben ser detenidos legalmente sin importar si la ofensa tuvo lugar localmente
o en el extranjero.
Los instrumentos legales del pasado reciente son una conexin importante para polticas innovadoras
emergentes en el combate por la inequidad social. El trfico de seres humanos con el propsito de remover sus
rganos y el trfico de los mismos estn son contrarias a la Agenda 2030 de la Asamblea General de las Naciones
Unidas para el Desarrollo Sustentable como un problema de derechos humanos y justicia social, ya que los
pobres son explotados por sus rganos y no seran capaces de recibir un trasplante si ellos sufrieran la falla de
alguno de sus rganos. Jeffrey Sachs escribi que "el desarrollo sustentable argumenta que las polticas
econmicas funcionaran mejor si se focalizaran simultneamente en 3 grandes problemas: primero, en
179
promover el crecimiento econmico y trabajos decentes; segundo: promoviendo justicia social para las mujeres,
los pobres y los grupos minoritarios; tercero: promoviendo la sustentabilidad ambiental". Pases en conflicto y
sin estabilidad domstica pueden ser el sitio para el desarrollo de crmenes relacionados al trasplante.
Profesionales de la salud alineados con la Declaracin de Estambul han realizado avances para restringir el
trfico de rganos. Sin embargo, siguen existiendo mltiples destinos para turismo de trasplante alrededor del
mundo debido a que en ellos no existen leyes para limitar estos crmenes, proteger a los pobres y vulnerables,
o si existen, son escasamente aplicadas. Estas prcticas tambin persisten porque algunos estados han fracaso
en su responsabilidad para cubrir las necesidades de sus ciudadanos para para ser trasplantados.
Por lo tanto, en conocimiento de los Objetivos de Desarrollos Sustentables de las Naciones Unidas, del Protocolo
de Palermo sobre Trfico de Humanos, la Resolucin de la Asamblea Mundial de la Salud (2004 y 2010), la
Convencin del Consejo Europeo contra el Trfico de seres Humanos, la Convencin del Consejo Europeo contra
el trfico de rganos Humanos, la Resolucin de Madrid en Donacin de rganos y Trasplante, la Declaracin
de Estambul, y como resultado de los datos en trfico de rganos presentado en esta Cumbre sobre Trfico de
rganos y Turismo de Trasplante, nosotros los abajo firmantes, nos comprometemos a combatir estas prcticas
ilcitas e inmorales como comunidad interesada y siguiendo las directivas del Papa Francisco en combatir el
trfico de humanos u rganos en todas sus formas condenables.
La siguientes recomendaciones de la reunin Cumbre de la Pontificia Academia de Ciencias sobre Trfico de
rganos y Turismo de Trasplante son propuestas a gobiernos nacionales, regionales y municipales, ministerios
de salud, al poder judicial, a los lderes de las principales religiones, organizaciones profesionales mdicas, y al
pblico en general para su implementacin en todo el mundo:
1. Que las naciones y todas las culturas reconocen el trfico de humanos con el propsito de remover los rganos
para su trfico, incluyendo el uso de rganos de prisioneros ejecutados, el pago a donantes o a familiares de
donantes cadavricos, como crmenes que deben ser condenados a nivel mundial y legalmente a nivel nacional
e internacional.
2. Que los lderes religiosos estimularn la donacin tica de rganos y condenarn el trfico humano con el
propsito de remover sus rganos y el trfico de los mismos.
3. Que las naciones proveern los recursos para alcanzar la auto-suficiencia en la donacin de rganos a nivel
nacional -- con colaboraciones regionales de ser necesario -- a travs de la reduccin de la necesidad del
trasplante con medidas de prevencin y optimizando la accesibilidad a programas de trasplante nacional en
forma tica y regulada.
4. Que los gobiernos establecern los marcos legales que proveern bases explicitas para la prevencin y
persecucin de crmenes asociados al trasplante, protegiendo a las victimas independientemente del lugar
donde los crmenes hayan sido cometidos, por ejemplo: constituyndose adems como participantes del
Consejo de la Convencin Europea contra el trfico de rganos.
5. Que los profesionales de la salud realizarn una revisin tica y mdica de los donantes y los receptores
considerando sus resultados a corto y largo plazo.
6. Que los gobiernos establecern registros de todos los procedimientos de procuracin y trasplantes realizados
en su jurisdiccin como as tambin el de todos los trasplantes que involucren a sus ciudadanos y residentes,
realizados en otra jurisdiccin, y compartirn los datos con bancos internacionales.
7. Que los gobiernos desarrollarn marcos legales para que los profesionales de la salud y otros profesionales
puedan comunicar toda la informacin sobre casos sospechosos de crmenes relacionados al trasplante,
respetando las obligaciones de los profesionales para con los pacientes.
8. Que las autoridades responsables, con el apoyo de los sistemas de justicia, investigarn los trasplantes que
sean sospechosos de criminalidad dentro de su jurisdiccin o cometidos por sus ciudadanos o residentes en otra
jurisdiccin.
180
9. Que las autoridades responsables, proveedores de cobertura en salud y las organizaciones de caridad no
cubrirn los costos de procedimientos de trasplantes que involucren trfico humano con el propsito de
remover sus rganos o el trfico de rganos.
10. Que las organizaciones de profesionales de la salud involucradas con el trasplante promovern entre sus
miembros el conocimiento y cumplimiento de los instrumentos y guas internacionales contra el trfico de
rganos y humanos con el propsito de remover sus rganos.
11. Que la Organizacin Mundial de la Salud, el Consejo de Europa, Agencias de las Naciones Unidas, incluyendo
la Oficina de las Naciones Unidas en Drogas y Crimen, y otros cuerpos internacionales cooperarn en recoger,
en forma completa, toda informacin sobre los crmenes relacionados con el trasplante, para poder entender
en forma clara la naturaleza y caractersticas de las redes de organizaciones criminales involucradas.
Firmantes
[]
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181
Australia
A. Dossier sobre un ejemplo de colaboracin institucional: Audiencias de la Iglesia Catlica en Australia ante
la Royal Commission Into Institutional Responses34
Por parte de los Obispos y los Religiosos catlicos en Australia, se conform desde el mismo ao el Consejo
Verdad, Justicia y Sanacin (Truth, Justice and Healing Council) con el fin de tener una voz que representara
las diversas ogranizaciones eclesiales con los siquientes objetivos: hablar por la Iglesia en materias relacionadas
con la Comisin; coordinar la representacin legal de la iglesia ante la Comisin; identificar fallos institucionales
sistematicos que hayan impedido la proteccin de nios e indicar a la Comisin los procedimientos que se han
puesto en marcha los ltimos 20 aos.36 Sus once miembros de diversas reas de especializacin, adems de
enviar los antecedentes correspondientes a la Comsin, se concentran en impulsar investigaciones que logren
identificar buenas prcticas hacia el futuro as como a ocuparse de la sanacin de vctimas y sobrevivientes de
abuso.
Los Casos de Estudio examinados por la Comisin Real buscan conocer cmo se respondi a las denuncias de
abuso y qu se aprendi con ello. Inicialmente se escucha a las vctimas/sobrevivientes o sus representantes
que pueden ser contrainterrogadas y entregan los antecedentes que tengan. Luego es el turno de las
autoridades religiosas que se relacionan con las situaciones discutidas.
De los 57 Casos de Estudio presentados hasta ahora ante la Comisin Real, veintehan correspondido a
instituciones vinculadas a la Iglesia catlica en Australia. En concreto, se han referido: al examen del proceso al
estilo mediacin creado en Australia -llamado Towards healing-; a las respuestas de la Oficina de Educacin
Catlica en la Dicesis de Toowoomba; a la respuesta de la Arquidicesis de Sydney por la denuncia realizada
por John Ellis; a las respuestas por denuncias en St. Anns Special School en la Dicesis de Adelaida; sobre los
residentes en dependencias de los Hermanos Cristianos; de las respuestas de los Hermanos Maristas ante
denuncias de abusos en sus escuelas; de las denuncias contra John Gerard Nestor en la Dicesis de Wollongong;
lo relativo a la Melbourne Response; sobre la prevencin y respuestas ante el abuso sexual infantil en cuidados
fuera del hogar; en relacin al documento de la Comisin acerca recursos y litigios civiles; sobre las experiencias
de residentes en el orfanato San Jos (Neerkol) entre 1940 y 1975; sobre abusos en escuelas y parroquias en
Ballarat; sobre el testimonio del obispo emrito Geoffrey Robinson; las respuestas de la Arquidicesis de
Melbourne ante denuncias de abusos; acerca de las respuestas de proveedores de servicios de discapacidad;
sobre las denuncias de sacerdotes y religiosos en la regin de Maitland-Newcastle; de las respuestas por abusos
cometidos por John Joseph Farrell; de las respuestas institucionales en escuelas religiosas y gubernamentales
34 Documento preprarado por la directora del Centro, profesora Ana Mara Celis B.
35 Ver: http://www.childabuseroyalcommission.gov.au/about-us [consultado el 27 de Marzo de 2017].
36 Ver: http://www.tjhcouncil.org.au/about-us/about-the-council.aspx [consultado el 27 de Marzo de 2017].
182
para nios con conductas problemticas o sexualmente dainas y sobre el documento de la Comisin Real
acerca de justicia penal.
El Caso 50 es el ltimo relativo a la Iglesia catlica antes de que concluyan los trabajos de la Comisin que
entregar sus recomendaciones y conclusiones en Noviembre. Entre el 6 y 24 de Febrero, depusieron las
autoridades de diversas circunscripciones eclesisticas de la Iglesia catlica en Australia sobre los estndares de
proteccin y seguridad de los nios as como sus respuestas ante denuncias de abuso sexual infantil.37
La particular relevancia de las tres semanas de audiencias en torno al Caso 50, se concentra en el ejercicio de
colaboracin que ste representa, tanto porque los antecedentes proporcionados por la misma Iglesia catlica
en Australia permitieron establecer la extensin de los abusos cometidos por clrigos, religiosos y laicos durante
sesenta aos, como por el intercambio en torno a materias relativas al gobierno y estructura de la Iglesia, su
disciplina celibato, el secreto y la confesin. Los encuentros se dirigieron a indagar acerca de las iniciativas
para responder institucionalmente ante los abusos ocurridos en instituciones eclesiales, a fin de prevenirlos en
el futuro y sanar las heridas.
Los documentos que se acompaan a continuacin constituyen una seleccin del abundante material:
1. Documento de la Royal Commission en el que se describen los temas a tratar durante las audiencias (Issues
Paper 11, Catholic Church Final Hearing, 5 de Mayo de 2016).
2. Extracto de la respuesta del Truth, Justice and Healing Council en la que se anticipa una nueva estructura
eclesial adecuada a los estandares de cumplimiento, transparencia y responsabilidad (Submission in
connection with Case Study 50, Final hearing into Catholic Church authorities in Australia, The Catholic
Church: Then and Now, Diciembre de 2016)
3. Declaracin del Truth, Justice and Healing Council al inicio de las audiencias.
4. Comunicado del Arzobispo Denis Hart, Presidente de la Conferencia Episcopal de Obispos de Australia al
inicio del Caso de Estudio 50 de la Comisin Real (5 de Febrero de 2017)
5. Presentacin inicial de los datos de abuso sexual en instituciones de la Iglesia catlica en Australia (Royal
Commission, Analysis of claims of child sexual abuse made with respect to Catholic Church institutions in
Australia).
6. Comunicado del Arzobispo Denis Hart, Presidente de la Conferencia Episcopal de Obispos de Australia al
trmino del Caso de Estudio 50 de la Comisin Real (24 de Febrero de 2017).
Issues Paper 11
Released 5 May 2016
Catholic Church Final Hearing
ISSUE
The Royal Commission will hold a final hearing regarding the institutional response of the Catholic Church to
child sexual abuse in February 2017.
SUBMISSIONS
The Royal Commission invites submissions from interested individuals and organisations about any factors
which may have contributed to the occurrence of child sexual abuse in Catholic institutions or may have affected
the institutional response of the Catholic Church to child sexual abuse.
184
The Royal Commission particularly welcomes submissions from survivors of child sexual abuse that occurred in
Catholic institutions; advocacy groups; academics or other professionals; past or present clergy; past or present
religious; any other Catholic Church personnel; and individual Catholics
These case study reports are available on the Royal Commission website, at:
http://www.childabuseroyalcommission.gov.au/public-hearings/findings
If you wish to make a submission in response to this issues paper, you do not need to address every issue
outlined above. The Royal Commission encourages you to address issues relevant to your expertise, interests
and experiences.
Submissions will be made public unless the person making the submission requests that it not be made public
or the Royal Commission considers it should not be made public. That will usually only occur for reasons
associated with fairness. Submissions may also be made public with redactions as the Royal Commission
considers appropriate.
Submissions should be made by 1 July 2016, either
electronically to [email protected]
in writing to GPO Box 5283, Sydney, NSW, 2001. Submissions can be anonymous.
If you have participated in a private session and would like your session to be recognised as a
formal, confidential submission to this Issues Paper, please contact the Commission at
[email protected].
Volver al ndice
186
Documento 2: Extracto de la respuesta de Truth, Justice and Healing Council en la que se anticipa
una nueva estructura eclesial adecuada a los estndares de cumplimiento, transparencia y
responsabilidad (Seleccin)38
Submission in connection with Case Study 50: Final hearing into Catholic Church authorities in Australia. The
Catholic Church: Then and Now
22 December 2016
[pp. 2- 6]
Our Commitment
The leaders of the Catholic Church in Australia recognise and acknowledge the devastating harm caused
to people by the crime of child sexual abuse. We take this opportunity to state:
Sexual abuse of a child by a priest or religious is a crime under Australian law and under canon law.
Sexual abuse of a child by any Church personnel, whenever it occurred, was then and is now
indefensible.
That such abuse has occurred at all, and the extent to which it has occurred, are facts of which the
whole Church in Australia is deeply ashamed.
The Church fully and unreservedly acknow
ledges the devastating, deep and ongoing impact of sexual abuse on the lives of the victims and their
families.
The Church acknowledges that many victims were not believed when they should have been.
The Church is also ashamed to acknowledge that, in some cases, those in positions of authority
concealed or covered up what they knew of the facts, moved perpetrators to another place, thereby
enabling them to offend again, or failed to report matters to the police when they should have. That
behaviour too is indefensible.
Too often in the past it is clear some Church leaders gave too high a priority to protecting the
reputation of the Church, its priests, religious and other personnel, over the protection of children
and their families, and over compassion and concern for those who suffered at the hands of Church
personnel. That too was and is inexcusable.
In such ways, Church leaders betrayed the trust of their own people and the expectations of the wider
community.
For all these things the Church is deeply sorry. It apologises to all those who have been harmed and
betrayed . It humbly asks for forgiveness.
The leaders of the Catholic Church in Australia commit ourselves to endeavour to repair the wrongs of
the past, to listen to and hear victims, to put their needs first, and to do everything we can to ensure a
38El texto completo del documento puede consultarse en el siguiente link de la pgina web del Centro:
http://derechoyreligion.uc.cl/es/docman/documentacion/internacional/otros-1/1049-submission-in-connection-with-case-study-50-final-
hearing-into-catholic-church-authorities-in-australia-the-catholic-church-then-and-now-truth-justice-healing-council-royal-commission-into-
institutional-responses-to-child-sexual-abuse/file
187
safer future for children.
The Church is committed to cooperating with the Royal Commission, without reservation or qualification.
In February 2013 the Australian Catholic Bishops Conference (ACBC) and Catholic Religious Australia (CRA) 1
jointly established the Truth Justice and Healing Council (the Council) to coordinate and oversee the Church's
overall response to and appearance at hearings of the Royal Commission.
The Council is a body of 11 people, with expertise spanning such fields as child sexual abuse, trauma, mental
illness, suicide, psycho-sexual disorders, education, public administration, law and governance. The majority of
Council members are lay, two of its members are bishops, and one of its members is a Brigidine sister. Two of
the Council members are either themselves victims of abuse or have immediate family members who are
victims. The Council provides independent advice to the ACBC and CRA, through a Supervisory Group, which is
comprised of the Permanent Committee of the ACBC, and representatives of CRA. The Supervisory Group may
accept or reject the advice.
The members of the Supervisory Group are listed on the Council website here
The Council is chaired by the Hon Neville Owen, former judge of the Supreme Court of Western
Australia and former HIH Royal Commissioner.
190
Mr Stephen Elder OAM, former Member of the Victorian Legislative Assembly and Parliamentary
Secretary for Education and currently Executive Director of Catholic Education for the Archdiocese of
Melbourne
Dr Marian Sullivan, child and adolescent psychiatrist.
The CEO of the Council, Mr Francis Sullivan, has worked in government and private practice and has held
positions as Secretary-General of the Australian Medical Association, Chief Executive of Catholic Health Australia
and consultant to the Pontifical Council for the Pastoral Care of Health Care Workers at the Vatican. He is an
Adjunct Professor at the Australian Catholic University.
The Council oversees the Church's engagement with the Royal Commission, including by:
speaking for the Church in matters related to the Royal Commission and child sexual abuse
co ordinating the Church's legal representation at, and the Church's participation in, the Royal
Commission.
Dioceses and religious institutes (commonly referred to as congregations and orders) have given authorisations
to the ACBC or CRA, authorising those bodies to represent and act for them in the engagement of the Church
with the Royal Commission.
The ACBC and CRA have in turn delegated that authority to the Council. The Council therefore seeks to appear
at the Royal Commission for all the authorising bodies, and speak with one voice for all of them.
Pursuant to these arrangements, the Council acts for all archdioceses and dioceses in Australia, with the
exception of three of the Eastern Rite Eparchies, and for all the major religious institutes. The Council also acts
for a number of other Catholic organisations including Catholic Church Insurance Limited (CCI).
For practical purposes, the Council ordinarily speaks for the whole Church: its dioceses, its religious institutes,
its priests and religious, in the Royal Commission.
The Catholic Church in Australia today is an extensive and diverse religious organisation committed to worship,
prayer and pastoral care. It is involved in providing pastoral, educational, health, human and social services
across Australia.
Notwithstanding that all the dioceses and religious institutes are autonomous and independent, each from the
other, with no one central or controlling authority, and with each free to govern its affairs separately and
191
independently, all are united in their support for the principles stated in the Commitment at the head of this
Submission.
Those principles are also fully shared by all the innocent and high-minded priests and religious whose long years
of devoted and selfless service have been admirable and who are heartbroken by the revelations of sexual abuse
which have emerged in recent decades.
The Council's aim is to do everything in its power to ensure that the Royal Commission has available to it from
the Church all the material that it needs for the work it seeks to do, so as to ensure that a light is shone on dark
places and times and events, and to ensure that nothing is concealed or covered up in respect of what Church
personnel did or failed to do.
The Council seeks to fulfil that role, on behalf of the Church, in a spirit of honesty, openness and genuine
humility.
[pp.90-92]
A related criticism of Towards Healing is that the 'in-house' nature of the process is such that it is not sufficiently
independent from the Church, nor sufficiently transparent or subject to scrutiny. (p. 141)
Another criticism that has been made, also related to the issue of inconsistency of implementation, is that
Towards Healing does not include any mechanism for supervision and enforcement of the process.
and:
Sometimes the criticism is made that individuals involved in dealing with a particular case
have been poorly chosen, or are insufficiently skilled or trained . (p. 143).
192
As a consequence the Council recommended to the Australian Catholic Bishops Conference and Catholic
Religious Australia that a new independently structured company be established to set professional standards
and to monitor and report on their implementation within the Catholic Church.
That company, Catholic Professional Standards Limited (CPS), was formally launched on 23 November 2016. A
copy of its constitution is appended as Annexure C to this submission.
The primary object of the company is to promote the safety of children and vulnerable people and to prevent
abuse and (or) misconduct towards them by persons associated with entities identifying themselves as Catholic
and being accepted by competent authorities as being so. The focus of attention will be on setting, and auditing
compliance with professional standards. It is not envisaged that the company will investigate or deal with
individual complaints of, for example, sexual abuse.
The company will be managed and administered by a board of directors consisting largely of lay persons
appointed by, and removable by, the members. Even though (by reason of the membership) the company will
not be structurally independent of the institutional Church board will be functionally independent, subject to
the reserve powers mentioned in the next paragraph.
The company has the power to establish standards to promote safety, prevent abuse and misconduct towards
any person who has a professional or pastoral relationship with Church entities.
This wide ranging power has been deliberately cast to address the organisational deficiencies recognised in the
Council's submission on Issues paper No. 2 Towards Healing and the cultural elements that have contributed to
the way the Catholic Church has managed child sexual abuse cases.
In a particular attempt to address the criticisms of transparency and accountability, all Church authorities will
be required to enter into a contract with the company whereby they agree to ensure that the Church entities
subject to their authority meet the professional standards. They will also agree to have that compliance audited
by the company and the results to be made public.
Importantly Church authorities will retain responsibility for what occurs in their jurisdiction and under their
competency in the carrying out of ministries and the management of personnel by Catholic entities in the same
way as happens now. This process will enable bishops to insist that if an organisation purports to be Catholic it
must follow the standards and submit to the compliance measures imposed by CPS. These arrangements do not
involve any delegation of responsibilities to the company, rather those responsibilities remain with the relevant
Church authority.
There is no intention that CPS should set standards that duplicate or derogate from standards mandated by
government authorities, for example, in schools.
The company will be at liberty to establish standards in areas where standards are currently absent. For example,
the proper protocols that should apply to seminary training, candidate selection and dismissal would be an area
for standards development and consequent reporting on compliance. So might requirements for clergy
formation, supervision and on-going support.
193
In time, and in a staged and orderly manner, the company will assume all of the tasks presently carried out by
the NCPS, including matters related to Integrity in Ministry. The system is flexible and the scope of activities to
be undertaken by the company can evolve over the ensuing years.
The NCPS has been developing a national framework of indicators to assist with the measurement of
safeguarding practice in church organisational services. This type of work may well be adopted and built on by
CPS.
10.1 Conclusion
Now that CPS has been established, the Council submits that:
i. Compliance with the national professional standards it develops will improve risk management for child safety
and safeguarding across the Church.
ii. The publication of audit reports will enhance transparency and accountability of Church authorities in the
provision of child safe environments.
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194
Documento 3: Declaracin de Truth, Justice and Healing Councill al inicio de las audiencias
Statement from the Truth Justice and Healing Council to the Royal Commission as part of Case Study 50:
Catholic Church authorities in Australia
Statement read by Francis Sullivan, CEO, Truth Justice and Healing Council
Introduction
Commissioners I make this statement on behalf of the Truth Justice and Healing Council. When the Truth Justice
and Healing Council made its first major submission to this Royal Commission in 2013 it included a nine-point
Commitment Statement by the Catholic Church leadership.
This in part said the leaders of the Church in Australia committed themselves to repairing the wrongs of the past,
to listening to and hearing survivors, to putting their needs first and to doing everything the Church can to ensure
a safer future for children.
Over the past four years, as the Church has been through what many would say has been the most intense and
unforgiving examination of almost all aspects of its operations in Australia, the Council has worked hard to hold
the Church leadership accountable to these words.
And having been involved with this Commission from the word go I have seen the Church leadership rise to this
challenge.
From the outset we have positively wanted the Commission process to help to free people to tell their stories,
and we will always encourage them to do so.
We too have also engaged with survivors individually and in support groups to gain a closer and more personal
appreciation of their experiences with the Church.
The general feedback from these many, many survivors ranges across a spectrum from those who found Church
personnel wary and distrustful to others who expressed gratitude for the pastoral and caring response they
received.
For too many the processes to gain redress and support have been protracted and stressful. Some have given
up. Some remain in limbo. Others have said that they have found a more welcoming attitude from Church
Authorities in recent times and a readiness to address the particular circumstances victims faced.
We want to acknowledge that it is never an even playing field when a survivor confronts the size and magnitude
of an institution like the Catholic Church. Neither is it easy in the first instance to come forward and to reveal
what has happened.
We admire and are grateful for the courage of those who have told their stories to us and to the Commission
and on which much of the Commissions work has been based.
195
We acknowledge that around 40 percent of the Commissions private sessions reveal claims of abuse within a
Catholic institution.
Regardless of the histories of other institutions, how the Catholic Church dealt with child sexual abuse is very
much the concern and responsibility of todays leadership.
Painful though it may be, these next three weeks is the chance we all have to explore why the abuse occurred
and what has been done to prevent it happening again.
Let us not forget that every person who has come forward carries with them the suffering, damage and loss,
which child sexual abuse inevitably causes.
They have borne the risk of further traumatisation in order to share their experiences.
The fact that child sexual abuse has been perpetrated by those holding privileged positions of trust within the
Church and the fact that many Church leaders then compounded the damage in various ways including in some
cases covering up the truth, is a tragedy in itself.
The Royal Commission case studies have caused our Church to look deeply at its past, and confront the truth of
what happened.
The stark reality is that the Catholic Church should never have put itself in a position to be at the very centre
and major focus of an inquiry such as this.
The Churchs teaching about the sacred place of children, and about the severity with which any offending
against that teaching should be met, is both famous and fundamental.
So for even one child to have been sexually abused by a Catholic priest or religious is as appalling to all faithful
Catholics, as it is to all within our community.
The hypocrisy involved in these historic failures is grossly unbefitting a church which seeks to be, and should be,
held to its own high standard.
Data
As we heard outlined in Senior Counsel Assistings opening today, the extent of abuse within the Church spans
decades and has occurred in its institutions both small and large.
We are advised that the data does not distinguish those claims that were substantiated from those that were
accepted without investigation.
In an ideal world, the data would distinguish between the number of allegations where offenders made
admissions, or were convicted, and those where an investigation substantiated the complaint.
196
Nevertheless, there can be no doubt that the proportion of priests since 1950 against whom even claims of
abuse have been made undermines the image and credibility of the priesthood.
Likewise the very high proportions of religious brothers with claims of abuse only further corrodes the
communitys trust.
The data tells us that over the six decades from 1950 to 2010 some 1,265 Catholic priests and religious were
the subject of a child sexual abuse claim39.
These numbers are shocking, they are tragic and they are indefensible.
And each entry in this data, for the most part represents a child who suffered at the hands of someone who
should have cared for and protected them.
And lets not forget the ripples of the abuse also felt by their family, friends and carers. These secondary victims
need not only to be acknowledged but to be tangibly supported and compensated for the impact on their lives.
The data is an indictment on the priests and religious who abused these children.
It also reflects on the Church leaders who at the times failed to take steps to deal with the abusers, failed to call
them to order and failed to deal with them in accordance with the law.
Or worse, took steps which had the effect, if not the intent, of enabling them to abuse again.
The data provides, as best it can, a public accounting of what has occurred; a public record of the number of
people coming forward to say they were abused. We recognise that many have not come forward and never
will.
In the interests of a broader understanding of the extent of child sexual abuse across the community it would
also be helpful if this data could be seen alongside similar data from other institutions, particularly government
institutions, where abuse also took place at disturbing levels.
That said, the data and the number of claims it details can only be seen as indicative of the scale of the child
sexual abuse which has occurred in the Catholic Church.
This data, along with all we have heard over the past four years, can only be interpreted for what it is: a massive
failure on the part the Catholic Church in Australia to protect children from abusers and predators, a misguided
determination by leaders at the time to put the interests of the Church ahead of the most vulnerable and, a
corruption of the Gospel the Church seeks to profess.
39 El destacado es nuestro.
197
The present and the future
Part of the Councils role has been to meet and talk with the Catholic Community in its many different settings.
Broadly speaking Catholics identify with the church not as an institution but as a community based on a shared
set of beliefs and values.
What we have seen and heard over the past four years is that Catholics have been profoundly shaken, to the
point of disgust, by the revelations they have heard during Commission hearings.
However it is important to understand that todays Church is significantly different from the one that has been
the focus of most of the Commissions case studies over the past four years.
Once the role of priests and religious was dominant in the life of the Church.
In the modern era, at both governance and operational levels, the organisations that run the education, health
and social services of the Church are predominantly lay led.
This has brought a broader and more sophisticated and professional approach to management. Today, due to
the declining and ageing numbers in religious and priestly life, the culture and participation of lay people in key
roles has changed the face of the Church.
The fact that the Church leadership chose to rely on the Truth Justice and Healing Council a lay led advisory
body and that it has accepted all its policy recommendations is, in itself, a reflection of that change.
This Commission is not only about the past. More importantly it is about today and the future, about ensuring
institutions are as safe as they possibly can be for children.
Later in this hearing the Commissioners will hear from and speak with many leaders of the Church including
archbishops, bishops and leaders of religious institutes to gain a picture of what is in place today to safeguard
children.
It is appropriate now to mention a few of the key changes that have been made over the past four years to
address the issue of abuse and to respond to abuse survivors.
This company, Catholic Professional Standards Limited, will audit and report on the compliance by bishops and
religious leaders with the standards.
It is a not-for-profit public company, with its own governance structure, and with a board made up of lay
professionals.
Professional standards will apply across all aspects of Catholic Church activities and will cover not only children
but anyone who comes into contact with the Church.
198
The Company will audit the performance of bishops and religious leaders on how their services comply with the
standards. The audit reports will be made public. In this way the leaders will be held accountable.
The significance of this change will have ramifications for many years to come.
Revisiting Claims
Over the past four years many dioceses and religious orders have also committed to revisiting past claims,
making adjustments to payments and other compensation provided to abuse survivors.
In November 2014 the TJHC released guidelines for revisiting payments that had been settled under Towards
Healing or at common law, regardless of whether or not a deed of release was entered into.
Claims and payments have now been revisited extensively by many dioceses and religious orders across
Australia.
National Redress
From the early days of the Royal Commission, the Church, through the Council, has been one of the most
consistent voices calling for the adoption of a national, independent child sexual abuse redress scheme, similar
to the one recommended by the Royal Commission in late 2015.
The Church has called for a scheme that would independently determine fair and compassionate compensation
for abuse survivors regardless of where, when or in which institution they were abused.
We have said many times that the days of the Church investigating itself must be over. A national redress
scheme, organised and operated by the Commonwealth but funded by the institutions in which the abuse took
place, if established, will be a lasting legacy of this Commission.
Over the past four years religious orders and dioceses across Australia have introduced many new child
protection policies and procedures.
They have improved their processes, taken on new staff, adopted better practices and principles, and built new
child safeguarding systems, in an effort to embed a culture of child protection at all levels.
Significant changes and reviews have been made by many dioceses and religious orders across Australia.
Conclusion
Much has changed in the Church across Australia over the past 20 years and particularly over the past four years.
Many church leaders will appear before the Commission over the coming weeks.
199
They will do so out of a heartfelt commitment to contribute to a reasoned discussion about better treatment of
those who have been damaged in church institutions and about a better future for those who are entrusted to
the care of the Church.
They will give evidence about the work they have done as a direct result of this Commission, and the initiatives
they have implemented to ensure children are as safe as possible in our parishes, schools, hospitals, social
services and welfare organisations.
As I mentioned earlier the Church leadership and the TJHC published at the start of this Commission in 2013
what has become known as the Catholic Churchs Commitment Statement.
In it, for the first time anywhere in the world, bishops and religious leaders, as one, made a comprehensive
acknowledgement of the crimes and cover-ups of the past. Together they offered an unqualified apology to
survivors of sexual abuse.
This apology included accepting that too often victims had not been believed, that the interests of the church
had been put ahead of young children and that the might of the Church had in many cases been used to silence
and oppress them for many years.
Over the past four years, as the Royal Commission has gone about its work, not one religious leader has backed
away from this statement.
And more significantly all of these bishops and religious leaders have actively worked to address the many issues
highlighted as part of the statement.
It is vital that the culture of the Church that enabled the abuse of privilege and power that led to the crimes and
cover-up be confronted head on, not only by those in positions of authority but also by the Catholic Community
as a whole.
Words are important, but the measure of commitment can only ever be gauged by actions. The wrongs of the
past must be repaired, survivors of abuse must be shown the compassion and justice they have been calling for,
child safety must be embedded in the culture of the Church.
One measure of our success in achieving those goals will be the confinement to history of devastating abuse
statistics of the kind we have heard this morning from Senior Counsel assisting the Commission.
Thank you.
February 6, 2017
200
Documento 4: Comunicado del Arzobispo Denis Hart, Presidente de la Conferencia Episcopal de
Obispos de Australia al inicio del Caso de Estudio 50 de la Comisin Real (5 de Febrero de 2017)
February 5, 2017
I write to you as the final hearing involving the Catholic Church at the Royal Commission into Child Sexual Abuse
commences on February 6, 2017.
For the victims and survivors, for the Catholic community and for many in the wider Australian community, this
hearing may be a difficult and even distressing time, as the Royal Commission reviews the evidence it has already
received and seeks to understand why and how this tragedy has occurred.
Deeply mindful of the hurt and pain caused by abuse, I once again offer my apology on behalf of the Catholic
Church. I am sorry for the damage that has been done to the lives of victims of sexual abuse. As Pope Francis
said recently, it is a sin that shames us.
Over the next three weeks, evidence presented during the Royal Commission hearings will be analysed, statistics
about the extent of abuse will be made public, and the way forward will be explored. Many of our bishops and
other Catholic leaders will appear before the Royal Commission. They will explain what the Church has been
doing to change the old culture that allowed abuse to continue and to put in place new policies, structures and
protections to safeguard children.
Pope Francis has urged the whole Church to, find the courage needed to take all necessary measures and to
protect in every way the lives of our children, so that such crimes may never be repeated.
Throughout the coming weeks, I want to assure you of my thoughts and prayers. I encourage you to turn in
prayer to the one who is always ready to listen: Jesus Christ, who brings healing and hope.
Yours in Christ,
Volver al ndice
201
Documento 5: Presentacin inicial de los datos de abuso sexual en instituciones de la Iglesia catlica
en Australia segun el Informe de la Royal Commission: Analysis of claims of child sexual abuse made
with respect to Catholic Church institutions in Australia (Seleccin)40
Analysis of claims of child sexual abuse made with respect to Catholic Church institutions in Australia
[pp. 4-17]
Introduction
1. The Royal Commission has conducted a comprehensive survey of Catholic Church authorities in Australia to
gather data about the extent of claims of child sexual abuse made against Catholic Church personnel.
2. A significant proportion of the people who contacted the Royal Commission made allegations of child sexual
abuse occurring in Catholic Church institutions. At the time this report was published, of all people who attended
a private session with a Commissioner, 37 per cent reported abuse occurring in Catholic Church institutions
3. Analysis of claims data provides detailed information about claims of child sexual abuse, including information
about where the alleged abuse occurred and when it occurred. The claims data also provides information about
the people who made claims of child sexual abuse and the alleged perpetrators who were subject to the claims
of child sexual abuse. Finally, the claims data provides comprehensive information about aspects of the
institutional response to claims of child sexual abuse, including the outcome of claims for redress.
4. The Royal Commission has conducted a similar survey of Anglican Church authorities in Australia.
40El documetno completo puede consultarse en el siguiente link de la pgina web del Centro:
http://derechoyreligion.uc.cl/es/docman/documentacion/internacional/otros-1/1047-analysis-of-claims-of-child-sexual-abuse-made-with-
respect-to-catholic-church-institutions-in-australia-royal-commission-into-institutional-responses-to-child-sexual-abuse/file
202
6. The Royal Commission contracted Sphere Company to develop each of the surveys necessary for the data
collection; clean and analyse the data; and produce this report. An outline of the data collection and cleaning
process adopted by Sphere Company for the claims data is set out in Appendix 5. The methodology adopted by
Sphere Company to collect and analyse data regarding the number of priests and non-ordained religious who
have ministered in Australia between 1950 and 2010 and the proportion of these priests and non-ordained
religious against whom claims have been made is set out in Appendix 6.
The Truth, Justice and Healing Council and Catholic Church authorities
7. These surveys were undertaken with the full co-operation and assistance of the Truth, Justice and Healing
Council (Council). The Council was established to oversee the engagement of the Catholic Church in Australia
with the Royal Commission.
8. The Royal Commission acknowledges the cooperation and assistance of the Council during the data project,
including the facilitation of our contact with Catholic Church authorities and the assistance to Catholic Church
authorities with the completion of the data surveys. We also acknowledge the cooperation of all Catholic Church
authorities who completed data surveys.
9. Royal Commission officers and Council officers had extensive discussions during the project about the content
of each survey and where necessary, technical aspects of each survey. The Royal Commission provided the
Council with a draft version of the final data report, on which they had an opportunity to comment. Royal
Commission officers ensured provision of all information necessary for Council officers to review the data
analysis. Royal Commission officers carefully considered and responded to all queries regarding the data analysis
and amended this report where necessary.
Key Terms
10. A complete list of terms used in the Catholic Data Project is provided in Appendix 4. Key terms used in this
report include:
Administrative leave: A priest or non-ordained religious is placed on administrative leave when they are not
permitted by their bishop or religious superior to practice public or private ministry. Another term used for
administrative leave is when a priest or non-ordained religious has their faculties removed. The priest or non-
ordained religious remains a member of the diocese or religious institute.
Alleged perpetrator: a person subject to an allegation, complaint or claim related to child sexual abuse.
Catholic Church authorities: These are the organisations responsible for completing the survey being either an
archdiocese, diocese, religious institute, public juridic person, lay association or personal prelature.
Catholic Church personnel: Any current or former priest, member of a religious institute, or any other person
employed in or appointed to a voluntary position by a Catholic Church authority.
Child sexual abuse: Any act that exposes a child to, or involves a child in, sexual processes beyond his or her
understanding or contrary to accepted community standards. Sexually abusive behaviours can include the
fondling of genitals; masturbation; oral sex; vaginal or anal penetration by a penis, finger or any other object;
fondling of breasts; voyeurism; exhibitionism; and exposing the child to or involving the child in pornography. It
203
includes child grooming, which refers to actions deliberately undertaken with the aim of befriending and
establishing an emotional connection with a child, to lower the childs inhibitions in preparation for sexual
activity with the child. It includes the act of obtaining sexually abusive material in relation to a child including
photographic or audio visual material.
Dismissal: Dismissal of a priest or non-ordained religious from their archdiocese/diocese or religious institute is
the most severe disciplinary measure in canon law that can be sought by a Catholic Church authority. A Catholic
Church authority can apply to the Holy See for the dismissal of a priest or non-ordained religious without their
consent. When a priest is dismissed they are dismissed from the priesthood and are no longer permitted to use
the title of priest, wear the attire of a priest or perform any ministry reserved for a priest. Similarly when a non-
ordained religious is dismissed they are no longer permitted to use the term religious, wear religious attire or
perform any ministry reserved for a non-ordained religious.
Dispensation from vows: Dispensation from vows relates to non-ordained religious and is taken to occur when
a non-ordained religious applies to their congregational leader to be relieved from their vows. It is a voluntary
procedure. Following the dispensation from vows the non-ordained religious is considered a lay person.
Incardination:
Incardination: refers to the placement of a priest who was previously ordained to an archdiocese/diocese into
a new archdiocese/diocese which places the priest under the authority of the bishop of the new
archdiocese/diocese. It also refers to the placement of a priest or seminarian under the authority of the bishop
responsible for a particular archdiocese/diocese.
Lay association: An association of lay Catholics which exists to promote public worship, Catholic teaching, or
other social or charitable ends.
Lay people: Teachers, volunteers and other personnel who have neither been ordained as a priest nor professed
vows as members of a religious institute.
Laicisation: Laicisation relates to priests only, and is sought by a priest himself. A request for laicisation can
result in the granting of a dispensation from the priests obligations as a priest, and following laicisation the
priest is considered a lay person.
Other redress process: A process where a claimant seeks redress from a Catholic Church authority directly or
through a solicitor or advocate without using Towards Healing, the Melbourne Response or civil proceedings.
204
Personal prelature: A canonical structure of the Catholic Church which is personal as opposed to territorial.
Personal prelatures are composed of clergy and presided over by a prelate (who may be a bishop). They may
involve lay people in their work. The first and only personal prelature in Australia is Opus Dei.
Priest: A man who is ordained a priest and might also have previously professed vows as part of a religious
institute. They can be categorised further:
a. Diocesan priest: a man who is ordained a priest but not a member of a religious institute.
b. Religious priest: a man who is ordained a priest and is a member of a religious institute (having previously
professed vows).
Redress process: A process where a person makes a claim of child sexual abuse against Catholic Church
personnel through Towards Healing, the Melbourne Response or another redress process and seeks one or more
of the following:
a. Monetary compensation being lump sum, periodic or ex-gratia payments to a claimant.
b. Financial support paid for legal costs and therapeutic or medical consultation or treatment for a claimant.
c. Apology or acknowledgement of wrongdoing to a claimant.
d. Assurance regarding the cessation of an alleged perpetrators position or role within an institution
Redress processes as outlined above include claims for redress that are ongoing, settled, or concluded without
redress.
Religious: A member or members of a religious institute who has professed vows and been admitted into a
religious institute (a religious priest, religious brother or religious sister).
Religious brother: A male member of a religious institute who has professed vows but who is not an ordained
priest.
Religious sister: A female member of a religious institute who has professed vows.
Religious institute: Religious institutes include orders, congregations and societies of apostolic life. Individual
members of these institutes live in community and commit themselves to lead a life of poverty, chastity and
obedience.
Non-ordained religious: A male or female member or members of a religious institute who has professed vows
but who is not an ordained priest. They can be categorised further:
a. Religious sisters
b. Religious brothers
Religious status: The status of the alleged perpetrator being either priest (diocesan or religious); non-ordained
religious (religious brother or religious sister); or lay person.
Claims data
11. The Royal Commission conducted a comprehensive survey of all Catholic Church authorities in Australia,
which sought data relating to all claims of child sexual abuse made against Catholic Church personnel. The survey
205
sought data regarding all claims received by a Catholic Church authority between 1 January 1980 and 28
February 2015. There was no limitation in relation to the date of the alleged incidents of child sexual abuse.
12. A claim includes: a. Claims of child sexual abuse made against Catholic Church personnel by a claimant, or a
solicitor or advocate on their behalf, seeking redress through Towards Healing, the Melbourne Response or
another redress process, including civil proceedings, whether ongoing, settled, or concluded without redress.
a. Claims of child sexual abuse made against Catholic Church personnel by a claimant, or a solicitor or
advocate on their behalf, seeking redress through Towards Healing, the Melbourne Response or another
redress process, including civil proceedings, whether ongoing, settled, or concluded without redress.
b. Complaints of child sexual abuse against Catholic Church personnel made by any person without redress
being sought, that are substantiated following an investigation by the relevant Catholic Church authority or
another body, or otherwise accepted by the relevant Catholic Church authority.
13. The Royal Commission asked Catholic Church authorities who completed the survey only to include claims
regarding alleged perpetrators who held an appointment with them at the time of the alleged incident/s of child
sexual abuse. The alleged perpetrator did not have to be a member of the Catholic Church authority for the
Catholic Church authority to have entered a claim into the survey. For example, a claim may have been made to
a diocese about alleged child sexual abuse by a religious brother who worked at a diocesan school. The diocese
was asked to report the claim on the basis that the alleged perpetrator held an appointment at the diocesan
school at the time of the alleged incidents of child sexual abuse, even though the religious brother was not a
member of the diocese.
14. The Royal Commission asked Catholic Church authorities only to include claims where an alleged perpetrator
was under the age of 18 years if that person also held an appointment with the relevant Catholic Church
authority at the time of the alleged child sexual abuse. For example, a claim would have been included if it
related to allegations of child sexual abuse by a 16 year old youth worker, but not included if it related to
allegations of child sexual abuse by a 16 year old student at a school. Accordingly, the data results did not include
a comprehensive analysis of claims of child sexual abuse where the alleged perpetrator was a child.
15. It is important to note that the survey requested information about claims, irrespective of the outcome of
the claim. The survey gathered information about all claims for redress, including those that were ongoing,
settled, or concluded without redress. The survey sought all claims accepted by a Catholic Church authority;
discontinued before the Catholic Church authority could investigate the allegations; and claims where the
alleged abuse was investigated and was not accepted.
16. The data provided in this report includes all claims of child sexual abuse, whether or not they were accepted
or substantiated by the relevant Catholic Church authority. This report makes clear where it reports on the
number of claims made, and where it reports on the number of claims that resulted in outcomes being provided
to the claimant.
17. The data provided in this report does not indicate the total number of allegations of child sexual abuse made
to Catholic Church authorities in Australia. This is because the claims data survey did not seek data about all
allegations of child sexual abuse but only about claims where the claimant had sought redress, or about
complaints that were accepted by Catholic Church authorities without redress being sought by the claimant.
206
18. The Royal Commissions experience is that many survivors face barriers which deter them from reporting
abuse to authorities and to the institution in which the abuse occurred.
19. A total of 201 Catholic Church authorities completed a claims data survey voluntarily, of which 93 reported
that they had received one or more claims of child sexual abuse.
20. Of the 201 Catholic Church authorities who completed the claims data survey:
a. 101 were female religious institutes
b. 54 were male religious institutes with religious brothers and/or priest members
c. 34 were archdioceses and dioceses with only male priest members
d. nine were public juridic persons with no priest or religious members
e. two were lay associations with no priest or religious members f. one was a personal prelature with priest
and lay members.
21. The survey sought information from Catholic Church authorities about claims of child sexual abuse, including:
a. the number of claims made to each Catholic Church authority
b. the geographical location of the alleged child sexual abuse
c. the institution where the abuse was alleged to have occurred
d. the date range during which the alleged abuse took place.
Information sought about people who made claims of child sexual abuse
22. The survey sought information from Catholic Church authorities about people who made claims of child
sexual abuse, including: a. their date of birth and age at the time of the alleged incident/s b. their gender c. when
they first made a claim.
23. No details were sought about the precise nature of the alleged acts of child sexual abuse that were the
subject of a claim.
24. In relation to each claim, information was sought from the Catholic Church authority about the redress
process/es initiated by the claimant. The survey defined redress as a process where a person makes a claim of
child sexual abuse against Catholic Church personnel through Towards Healing, the Melbourne Response, or
another redress process and seeks one or more of the following:
a. Monetary compensation, being lump sum, periodic, or ex-gratia payments to a claimant.
b. Financial support paid for therapeutic or medical consultation or treatment for a claimant.
c. Apology or acknowledgement of wrongdoing to a claimant.
d. Assurance regarding the cessation of an alleged perpetrators position or role within an institution.
207
Redress processes as outlined above include claims for redress that are ongoing, settled, or concluded without
redress.
25. The Melbourne Response and Towards Healing were set up in late 1996 and early 1997 respectively. The
Melbourne Response is a specific redress scheme set up by the Archdiocese of Melbourne to respond to people
making a claim in relation to child sexual abuse by Catholic Church personnel operating within the Archdiocese
of Melbourne. Towards Healing is a set of policies and procedures that forms the basis of the response of the
Catholic Church in Australia to claims of child sexual abuse. Towards Healing applies to each Catholic Church
authority in Australia, with the exception of the Archdiocese of Melbourne.
26. The survey allowed Catholic Church authorities to enter details of a claimant who made a claim through
multiple redress processes. For example, a claimant may initially have made a claim through Towards Healing
and later pursued a claim through civil proceedings or an other redress process, being some form of negotiation
with a Catholic Church authority by the claimant or their solicitor and/or advocate.
27. The survey sought information from Catholic Church authorities about alleged perpetrators of child sexual
abuse including: a. their date of birth and date of death (if applicable) b. their gender c. their religious status
(whether they were a priest, non-ordained religious or lay person) d. names of seminaries attended, information
about the date of ordination and/or profession of religious vows, and the name of the Catholic Church authority
for which they were ordained and/or professed religious vows e. any treatment undertaken f. any restriction of
ministry or administrative leave taken by a priest or non-ordained religious g. the date, type and number of
canonical applications or referrals to the Holy See made in respect of priests and non-ordained religious.
28. The data survey did not seek details about the specific nature of the treatment undertaken by alleged
perpetrators. Information was sought about whether the treatment was residential or non-residential and which
treatment facility an alleged perpetrator attended. For example, Encompass was a residential treatment facility
available to Catholic Church personnel for issues including child sexual abuse which operated nationwide from
1997 to 2008.
29. The Royal Commission conducted a survey of 10 Catholic religious institutes in Australia with non-ordained
religious members; and 75 Catholic archdioceses/dioceses and religious institutes in Australia with priest
members. The survey sought information about the number of nonordained religious and priest members of
each Catholic Church authority who ministered in Australia in the period from 1 January 1950 to 31 December
2010, and how long each of them ministered. This information, when analysed in conjunction with the claims
data, enabled calculation of what proportion of priest and non-ordained religious members of these Catholic
Church authorities who ministered in the period 1950 to 2010 were alleged perpetrators. These proportions
were calculated using a methodology that takes into account the duration of ministry of all priests and non-
ordained religious members included in the survey.
208
30. The 10 Catholic religious institutes with non-ordained religious members were chosen on the following basis:
a. All of the male religious institutes in Australia which have only religious brothers as members (five in
total). The claims received by these five religious institutes account for 40 per cent of all claims made to
Catholic Church authorities. These five religious institutes are the Christian Brothers, the De La Salle
Brothers, the Marist Brothers, the Patrician Brothers and the St John of God Brothers.
b. Three male religious institutes which have both non-ordained religious and priest members. These three
religious institutes are the Missionaries of the Sacred Heart, the Salesians of Don Bosco and the Society of
Jesus (Jesuits).
c. Two female religious institutes, to allow a comparison between male and female religious institutes.
These two religious institutes are the Sisters of Mercy (Brisbane) and the Sisters of St Joseph of the Sacred
Heart.
32. The survey of 75 Catholic Church authorities regarding their priest members included 33
archdioceses/dioceses and 42 religious institutes. A table of all the Catholic Church authorities with priest
members who were surveyed is provided in Appendix 6. Each Catholic Church authority was asked to include in
the survey:
a. For religious institutes, only those priests who were a member of the religious institute either in Australia
or internationally and who were involved in public ministry in Australia in the period from 1950 to 2010.
b. For dioceses/archdioceses, only those priests who were either ordained to or incardinated into the
diocese.
33. The survey of each of the relevant Catholic Church authorities captured information about the years for
which each member was in ministry, as well as their year of birth, death, and any periods of 12 months or more
when they were not involved in public ministry in Australia. Each relevant Catholic Church authority was asked
only to include in the survey individuals who were either ordained (in relation to the priest ministry data) or
professed initial vows (in relation to the non-ordained religious ministry data) to their religious institute and who
were involved in public ministry in Australia in the period from 1950 to 2010.
34. The Royal Commission developed estimates of the overall number of priests of the 75 Catholic Church
authorities with priest members (priest ministry data) and non-ordained religious members of 10 Catholic
religious institutes (religious ministry data) who ministered in Australia in the period from 1950 to 2010.
209
35. These estimates, when analysed in conjunction with the claims data, enabled calculation of what proportion
of priests and non-ordained religious members of these Catholic Church authorities who ministered in the period
1950 to 2010 were alleged perpetrators, in the 60 year period. These proportions were calculated using a
methodology that takes into account the duration of ministry of all the priests and non-ordained religious
members who ministered in the period 1950 to 2010. The methodology adopted for the cleaning and analysis
of the non-ordained religious and priest ministry data is set out in Appendix 6.
Data collection process
36. The Royal Commission sent the claims data survey to Catholic Church authorities in May 2015 and the initial
responses to the survey were completed by the Catholic Church authorities in October 2015. The Royal
Commission sent the non-ordained religious and priest data surveys to Catholic Church authorities in May and
July 2016 respectively and these were completed and provided to the Royal Commission by late 2016.
37. Throughout the data collection process, the Royal Commission liaised with the Council and with Catholic
Church authorities about the content of each survey and where necessary, technical aspects of each survey.
38. The Council also provided significant support to Catholic Church authorities and assisted the Commission in
contacting the Catholic Church authorities from whom the Royal Commission did not receive a survey response
within the requested timeframe.
39. The Royal Commission provided each Catholic Church authority who completed a claims survey with a copy
of a data set relevant to them, and provided the Council with a complete data set containing data provided by
all Catholic Church authorities who completed a survey.
Summary of results
Claims
40. Of the 201 Catholic Church authorities surveyed, 93 (46%) reported having received one or more claims of
child sexual abuse. The remaining 108 (54%) did not report a claim of child sexual abuse.
41. Of the total number of Catholic Church authorities that received claims of child sexual abuse:
a. 33 per cent were archdioceses/dioceses
b. 28 per cent were female religious institutes
c. 26 per cent were male religious institutes with both priest and religious brother members
d. five per cent were male religious institutes with only religious brother members.
42. Overall, 4,445 claimants alleged incidents of child sexual abuse in 4,765 reported claims to Catholic Church
authorities (some claimants made a claim of child sexual abuse against more than one Catholic Church
authority).
210
b. 37 per cent were received by archdioceses/dioceses (they accounted for 33 per cent of the total number of
Catholic Church authorities that received claims of child sexual abuse)
c. 12 per cent were received by male religious institutes with both priest and religious brother members (they
accounted for 26 per cent of the total number of Catholic Church authorities that received claims of child sexual
abuse)
d. nine per cent were received by female religious institutes with religious sister members (they accounted for
28 per cent of the total number of Catholic Church authorities that received claims of child sexual abuse).
The three Catholic Church authority types above with only male members received 90 per cent of all claims.
44. Eighty-six percent of claims involved alleged child sexual abuse that commenced in the period from 1950 to
1989 inclusive. The largest proportion of first-alleged incidents of child sexual abuse fell in the 1970s (1,245
claims 29 per cent of all claims with known dates). Where this information was reported, in just over 53 per
cent of claims the abuse occurred over a single year. In 13 per cent of claims the abuse occurred over a period
of five years or more.
45. Claims that related to orphanages or residential facilities had the highest average duration of the alleged
child sexual abuse (3.7 years).
46. Of those people who made a claim of child sexual abuse (where gender was reported): 78 per cent were
male and 22 per cent were female.
47. The table below shows the proportion of the claims made against each Catholic Church authority type by
male and female claimants. Of all claims made against male religious institutes with only religious brothers as
members, 97 per cent were made by males. Female religious institutes were the only Catholic Church authority
type that received a higher proportion of claims from female claimants than from male claimants.
48. The average age of the claimant at the time of the first alleged incident of child sexual abuse was:
a. 11.4 years of age for all claimants
b. 10.5 years of age for females
c. 11.6 years of age for males.
211
49. The gap between first alleged incident of child sexual abuse and the date the claim was received was more
than 30 years in 59 per cent of the claims, and more than 20 years in 81 per cent of claims. The average time
between the first alleged incident date and the date the claim was received was 33 years.
Redress
50. Overall 3,066 claims of child sexual abuse resulted in a payment being made following a claim for redress.
Catholic Church authorities made total payments of $276.1 million in response to claims of child sexual abuse
received between 1 January 1980 and 28 February 2015, including monetary compensation, treatment, legal
and other costs.
51. Of this amount, a total of $258.8 million was paid in monetary compensation, at an average of $91,000 per
claim. A total of 2,854 claims of child sexual abuse resulted in monetary compensation following a claim for
redress.
52. The Christian Brothers reported both the highest total payment and the largest number of total payments
(a total of $48.5 million paid in relation to 763 payments at an average of approximately $64,000 per payment).
53. The Jesuits (the Society of Jesus) had the highest average total payment at an average of approximately
$257,000 per payment (of those Catholic Church authorities who made at least 10 payments).
54. The most commonly used redress process was Towards Healing (40 per cent of claims went through this
redress process). Of all redress processes, the Melbourne Response had the highest proportion of claims
resulting in monetary compensation (324 claims or 84 per cent of all Melbourne Response claims).
55. Of all redress processes, the highest amount of monetary compensation paid was through civil proceedings
and other redress processes ($96.6 million and $93.1 million, respectively).
56. Of the claims made through civil proceedings, 640 or 67 per cent resulted in monetary compensation.
Alleged perpetrators
57. A total of 1,880 alleged perpetrators (diocesan and religious priests, religious brothers, religious sisters, lay
employees or volunteers) were identified in claims of child sexual abuse. Additionally, 530 unknown people were
identified as alleged perpetrators. It cannot be determined whether any of those people whose identities are
unknown were identified by another claimant in a separate claim.
59. Of all alleged perpetrators, 90 per cent were male and 10 per cent were female.
60. The table below shows the Catholic Church authorities with the greatest numbers of alleged perpetrators of
child sexual abuse for each religious status.
Catholic Church authorities with highest numbers of alleged perpetrators by religious status
212
Religious status Catholic Church authority Number of alleged
with the highest number perpetrators
of alleged perpetrators
Priest Archdiocese of Melbourne 85
Religious brothers Christian Brothers 301
Lay people Archdiocese of Melbourne 69
61. The Royal Commission conducted a survey of 10 religious institutes in Australia with nonordained religious
members; and 75 archdioceses/dioceses and religious institutes with priest members, regarding the number of
their members who ministered in Australia between 1950 and 2010. This information, when analysed in
conjunction with the claims data, enabled calculation of what proportion of the total number of priests and non-
ordained religious members of these Catholic Church authorities who ministered in the period 1950 to 2010
were alleged perpetrators. These proportions were calculated using a methodology that takes into account the
duration of ministry of all priests and non-ordained religious members included in the survey, over the 60 year
period.
62. For religious institutes with non-ordained religious members, taking into account duration of ministry:
a. The St John of God Brothers had the highest overall proportion of members who were alleged
perpetrators (40.4%).
b. The Sisters of St Joseph of the Sacred Heart and the Sisters of Mercy (Brisbane) had the lowest overall
proportions of members who were alleged perpetrators (0.6% and 0.3% respectively).
63. The five religious institutes with non-ordained religious members with the highest overall proportion of non-
ordained members who were alleged perpetrators, taking into account the duration of ministry, are:
a. Christian Brothers (22.0%)
b. De La Salle Brothers (13.8%)
c. Marist Brothers (20.4%)
d. Salesians of Don Bosco (21.9%)
e. St John of God Brothers (40.4%).
64. Taking into account the duration of ministry, of priests from the 75 Catholic Church authorities with priest
members surveyed, who ministered in Australia between 1950 and 2010, 7 per cent were alleged perpetrators.
The comparable figure for Catholic Church authorities with diocesan priest members was 7.9 per cent. The
comparable figure for Catholic Church authorities with religious priest members was 5.7 per cent.
65. For Catholic Church authorities with priest members, taking into account the duration of ministry:
a. The Benedictine Community of New Norcia was the religious institute with the highest overall proportion of
priest members who were alleged perpetrators (21.5%).
b. The Diocese of Sale was the diocese with the highest overall proportion of priest members who were alleged
perpetrators (15.1%).
c. The Archdiocese of Adelaide and the Dominican Friars had the lowest overall proportions of priests who were
alleged perpetrators (2.4% and 2.1% respectively).
213
66. The five archdioceses/dioceses with priest members with the highest overall proportion of priests who were
alleged perpetrators, taking into account the duration of ministry, are:
a. Diocese of Lismore (13.9%)
b. Diocese of Port Pirie (14.1%)
c. Diocese of Sale (15.1%)
d. Diocese of Sandhurst (14.7%)
e. Diocese of Wollongong (11.7%).
67. The five religious institutes with priest members with the highest overall proportions of priests who were
alleged perpetrators, taking into account the duration of ministry, are:
a. Benedictine Community of New Norcia (21.5%)
b. Marist Fathers Society of Mary (13.9%)
c. Pallottines Society of the Catholic Apostolate (13.7%)
d. Salesians of Don Bosco (17.2%)
e. Vincentians The Congregation of the Mission (8.0%).
Institutions
68. Claims of child sexual abuse were made in relation to 1,049 separate Catholic Church institutions. Of the
1,049 institutions identified, there were 574 institutions (55%) identified in only one claim; 305 institutions (29%)
identified in more than one claim but less than five claims; and 170 institutions (16%) identified in five or more
claims. The institution identified in the highest number of claims of child sexual abuse was a residential care
facility operated by the De La Salle Brothers in Beaudesert, Queensland. There were 219 claims related to alleged
child sexual abuse at this institution.
69. The most common institution types identified in a claim were schools (46%); and orphanages or residential
facilities (29%).
70. Of all claims that alleged incidents of child sexual abuse occurring in schools, 85 per cent involved male
claimants. Of all claims that alleged incidents of child sexual abuse occurring in orphanages or residential
facilities, 81 per cent involved male claimants. Of all claims that alleged incidents of child sexual abuse occurring
in homes, 51 per cent involved female claimants. Of all claims that alleged incidents of child sexual abuse
occurring in a church, 64 per cent involved male claimants.
Volver al indice
214
Documento 6: Comunicado del Arzobispo Denis Hart, Presidente de la Conferencia Episcopal de
Obispos de Australia al trmino del Caso de Estudio 50 de la Comisin Real
Statement from Archbishop Denis Hart, President, Australian Catholic Bishops Conference at the conclusion
of case study 50 of the Royal Commission
24 February 2017
As the Royal Commission into Institutional Responses to Child Sexual Abuse concludes its final hearing into the
Catholic Church, I acknowledge the cooperation of witnesses, agencies, religious institutes and dioceses across
the Church in Australia.
I particularly want to acknowledge the bravery of the survivors of child sexual abuse who have given evidence,
not just in case studies involving the Catholic Church, but across the more than 50 case studies so far that have
examined the many different institutions throughout Australia.
Over the past three weeks, more than 70 Church leaders and professionals have appeared before the
Commissioners sharing expertise, identifying failings and describing best practice for the future of our Church
structure, culture and governance.
The final hearing discussed many aspects and characteristics of Church and clergy life including: Canon Law, the
confessional, celibacy, clericalism, formation, professional support and supervision.
What we have learnt from our involvement in the Royal Commission case studies and our own work in coming
to a better understanding of the many different issues that have contributed to child sexual abuse in the Church
will inform our future policies and practices.
The work of the Commission staff and the Commissioners themselves has no doubt been gruelling and
challenging and, along with the rest of the Australian community, we owe them a debt of gratitude for their
years of service.
I also acknowledge the work of Truth, Justice and Healing Council in responding to the Royal Commission on
behalf of the Australian Catholic Bishops Conference and Catholic Religious Australia. Looking ahead, we turn
our focus to the newly established Catholic Professional Standards Ltd to ensure child protection standards are
set and audited at the highest level.
As the President of the Australian Catholic Bishops Conference I make this commitment to the survivors of child
sexual abuse, the Catholic and broader community: I will do all within my power to ensure the abuse of the past
never happens again, that the reforms my fellow bishops and religious leaders have endorsed over the past
years will be implemented. I reiterate that the Catholic Church in Australia will continue to support the survivors
of child sexual abuse.
The Australian Catholic Bishops Conference looks forward to responding to the final report and
recommendations to Government from the Hon Justice Peter McClellan AM, Chair of the Royal Commission into
Institutional Responses to Child Sexual Abuse, due to be presented at the end of this year.
Volver al ndice
215
Espaa
A. Disposicin del Juzgado de Instruccin N42 de Madrid que ordena la adopcin de la medida cautelar que
prohbe la circulacin del autobs utilizado por la asociacin Hazte Or41 con mensajes contrarios a la ideologa
de gnero
41 Organizacin espaola de la sociedad civil orientada a defender los derechos y libertades relacionadas con la vida humana, la educacin y la
familia. La polmica se gener a fines de febrero con la puesta a circular de un bus con un mensaje que deca Los nios tienen pene. Las nias
tienen vulva. Que no te engaen, en respuesta a la campaa lanzada por la Asociacin de Familias de Menores Transexuales Chrysallis el
pasado enero con el mensaje Hay nias con pene y nias con vulva. Para mas informacin sobre ambas entidades, ver:
http://www.citizengo.org/hazteoir y http://chrysallis.org.es/
216
217
Administracin de Justicia de Madrid
(1 de marzo de 2017)
Volver al ndice
218
B. Proposicin no de ley42 para reclamar la titularidad del dominio o de otros derechos reales
inmatriculados a favor de la Iglesia expuesta por el Grupo Parlamentario Socialista al Congreso de Diputados
Exposicin de motivos
Hasta la reforma del Reglamento Hipotecario, llevada a cabo por el Real Decreto 1867/1998, de 4 de septiembre,
por el que se modifican determinados artculos del Reglamento Hipotecario, los templos destinados al culto
catlico quedaban fuera del Registro de la propiedad al considerarse bienes de dominio pblico y los bienes de
dominio pblico no se adquieren por la posesin en el tiempo. Adems, segn la exposicin de motivos de ese
Real Decreto, la reforma que permiti la rapacera por parte de la iglesia catlica de un ingente nmero de
inmuebles por los que adems no paga tributo alguno, responda a una triple finalidad, adaptacin a reformas
legales, acomodacin del ejercicio de la funcin del Registrador a las nuevas necesidades y regulacin de figuras
carentes de una reglamentacin registral actualizada, finalidades todas que en nada se relacionaban con el uso
que la iglesia catlica, en un abuso claro de derecho, ha hecho de esa modificacin. El efecto combinado del
tenor literal del artculo 206 de la Ley Hipotecaria, y de la derogacin del anterior artculo 5.4 del Reglamento
Hipotecario, operada mediante el Real Decreto 1867/1998, de 4 de septiembre. En esta reforma del Reglamento
Hipotecario se suprimi la excepcin contenida en dicho artculo 5.4 del Reglamento Hipotecario en virtud de la
cual se exclua de la inscripcin registral a los templos destinados al culto catlico, en lo que pareca constituir
una equiparacin al rgimen aplicable a los bienes inmuebles pblicos, que tampoco podan acceder al Registro,
y 4 que paradjicamente, lejos de suponer un privilegio a favor de la Iglesia, supona para la misma la
imposibilidad de gozar de las ventajas de la publicidad registral respecto a esos inmuebles que quedaban fuera
de la inscripcin. La supresin de esta anmala normativa, en virtud de la cual se exceptuaba de la Inscripcin
registral a los templos destinados al culto catlico, vena justificada en la propia Exposicin de Motivos del Real
Decreto 1867/1998, de 4 de septiembre, en su propia inconstitucionalidad. La nueva redaccin dada por el
artculo 1 del citado Real Decreto 1867/1998, a los artculos 4 y 5 del Reglamento Hipotecario, posibilit el acceso
al Registro Hipotecario, de cualesquiera bienes inmuebles, as como de los derechos reales constituidos sobre
los mismos. Hasta la reforma del artculo 5.4 del Reglamento Hipotecario, realizada mediante Real Decreto en
1998, los templos destinados al culto catlico quedaban fuera del Registro al considerarse bienes de dominio
pblico. Conviene recordar que la posesin en el tiempo no sirve para adquirir bienes de dominio pblico y que
la inscripcin es solo la prueba de la existencia de un derecho, no un modo de adquisicin. En consecuencia,
siempre resulta necesaria la existencia de un ttulo material y previo que justifique la titularidad del derecho real
sobre un bien inmueble, que adems debe ser susceptible de propiedad privada. De otra parte, los artculos 206
de la Ley Hipotecaria y 304 del Reglamento Hipotecario, que permitieron las inmatriculaciones a nombre de la
42Se trata de iniciativas parlamentarias a travs de las cuales los grupos parlamentarios formulan propuestas de resolucin a la Cmara, o bien
se insta al gobierno a seguir una poltica determinada o realizar alguna actuacin. Estan reguladas por el Reglamento del Congreso, Titulo X: De
las proposiciones no de ley (artculos 193, 194 y 195). Ver:
http://www.congreso.es/portal/page/portal/Congreso/Congreso/Hist_Normas/Norm/Reglam/T10
219
iglesia catlica, son a todas luces inconstitucionales en cuanto vulneran los artculos 14 y 16 de la Constitucin
espaola. A esta conclusin contribuyen tambin dos Sentencias del Tribunal Europeo de Derechos Humanos
de Estrasburgo que, aunque referidas a supuestos concretos, abren una va de extraordinaria importancia en la
reivindicacin de los bienes inmatriculados por la jerarqua catlica con arreglo al artculo 206 de la Ley
Hipotecaria. En la Sentencia de 20 de diciembre de 2016, por ejemplo, el tribunal muestra su incredulidad ante
el silencio sobre la cuestin de las instancias judiciales espaolas, y declara que los actos realizados a su amparo
vulneran la Convencin Europea de los Derechos Humanos, entre otros argumentos, por tratarse de una norma
arbitraria y difcilmente predecible al privar a otros interesados de las garantas procesales bsicas para la
proteccin de sus derechos. Los criterios jurisprudenciales en la interpretacin de las normas vulneradas son
de obligado cumplimiento para los poderes pblicos espaoles, en virtud del Principio de Primaca del Derecho
Europeo tal como ha establecido el Tribunal Constitucional en STC 61/2013, de 14 de marzo.
Proposicin no de Ley
El Congreso de los Diputados insta al Gobierno a que, en el plazo improrrogable de seis meses desde la
aprobacin de esta Proposicin no de Ley, elabore un estudio en el que se recojan todos aquellos bienes que
desde 1998 han sido inmatriculados a favor de la Iglesia Catlica, y proceda a reclamar la titularidad del dominio
o de otros derechos reales inmatriculados a favor de la misma, si dicha inmatriculacin se hizo sin la necesaria
existencia de un ttulo material y previo que justifique la titularidad del derecho real sobre el bien inmueble de
que se trate, o cuando el mismo sea o haya sido un bien no susceptible de propiedad privada por ser de dominio
pblico, aun en el supuesto de que no est catalogado formalmente como tal, si histricamente goz de esa
presuncin o tratamiento.
Palacio del Congreso de los Diputados, 17 de febrero de 2017.Antonio Hurtado Zurera, Juan Carlos Campo
Moreno y Gregorio Cmara Villar, Diputados.Miguel ngel Heredia Daz, Portavoz del Grupo Parlamentario
Socialista.
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220
C. Propuesta de la Organizacin Mdica Colegial de Espaa (OMC) y de la Sociedad Espaola de Cuidados
Paliativos para la elaboracin de una Ley que regule los derechos de la persona ante el proceso final de la
vida
Consideraciones OMC-SECPAL
La ley reguladora de los derechos de la persona ante el proceso final de la vida no admite ms demoras
-No debe modificarse el artculo 11 de la Ley 41/2002, bsica reguladora de la autonoma del paciente y de
derechos y obligaciones en materia de informacin y documentacin clnica. -Debe incluir el derecho a la
sedacin siempre que est correctamente indicada y no cabe la objecin de conciencia. -Debe garantizarse la
enseanza de cuidados paliativos en todas las titulaciones sanitarias universitarias y la acreditacin oficial de los
profesionales. -Debe hacer efectiva la tramitacin urgente de la dependencia y la concesin de las ayudas
sociales pertinentes. -Debe facilitar la obtencin de permisos laborales para facilitar el cuidado del paciente en
situacin de final de la vida. -Debe aadir el concepto de planificacin anticipada de cuidados que supone un
mayor respeto para la autonoma del paciente. El Grupo de Atencin Mdica al final de la vida de la Organizacin
Mdica Colegial (OMC) muestra su satisfaccin por la iniciativa de los Grupos Parlamentarios que han
presentado los proyectos para legislar en torno a la atencin al final de la vida, cuestin que ya desde hace
muchos aos se viene reivindicando por parte de la Sociedad Espaola de Cuidados Paliativos (SECPAL) y
apoyada por la OMC. Ambas organizaciones sealan con claridad que esta Ley no admite ms demoras. Por este
motivo, consideran pertinente la iniciativa, y entienden que es una oportunidad decisiva para garantizar la
asistencia a los enfermos en situacin de final de la vida, teniendo en cuenta el grave dficit existente en la
sanidad espaola. Cada ao en Espaa 225.000 pacientes y sus familias necesitan atencin paliativa;
estimndose que de stos, 50.000 pacientes necesitan cuidados paliativos avanzados y no los reciben, muriendo
con sufrimiento evitable. Como problemas actuales graves que la Ley podra contribuir a solucionar, cabe
mencionar los siguientes:
Desigualdad en la prestacin de cuidados paliativos tanto entre las comunidades autnomas como dentro de
cada una de ellas.
Desigualdades en la legislacin autonmica sobre atencin al final de la vida. Falta de acreditacin profesional
especfica.
Problemas en el acceso a cuidados paliativos peditricos.
Deficiente formacin universitaria a los futuros profesionales. Por lo tanto, tras estudiar exhaustivamente las
propuestas legislativas muestran su apoyo a las mismas, siempre que se incluyan los siguientes aspectos:
No debe modificarse el artculo 11 de la Ley 41/2002*, bsica reguladora de la autonoma del paciente y de
derechos y obligaciones en materia de informacin y documentacin clnica.
Obviar la Lex Artis, que es la autntica garanta de la buena prctica mdica, supondra modificar sus
fundamentos, basados en el conocimiento cientfico, las bases ticas y las normas legales.
Debe incluirse el derecho a la sedacin paliativa siempre que est correctamente indicada. En estas
circunstancias no cabe la objecin de conciencia, de acuerdo con la Deontologa Mdica espaola.
Debe garantizarse el cumplimiento de la normativa europea que establece la obligacin sobre la enseanza de
cuidados paliativos en todas las titulaciones sanitarias de la universidad espaola.
La formacin en cuidados paliativos en los estudios de grado es clave para el desarrollo futuro de esta atencin.
La formacin de los profesionales y la disponibilidad de equipos especficos debe formar parte de los derechos
de los pacientes.
Es preciso garantizar la acreditacin oficial de los profesionales en el contexto de la Ley 44/2003, de 21 de
noviembre, de ordenacin de las profesiones sanitarias (LOPS). Esta acreditacin es imprescindible para la
221
prestacin de cuidados paliativos avanzados en aquellos pacientes complejos que lo precisen, segn el modelo
descrito en la Estrategia en Cuidados Paliativos en el Sistema Nacional de Salud. Adems, ambas organizaciones
recomiendan que el texto incluya lo siguiente:
Hacer efectiva la tramitacin urgente de la dependencia y la concesin de las ayudas sociales pertinentes.
Facilitar la obtencin de permisos laborales para facilitar el cuidado del paciente en situacin de final de la vida.
Aadir el concepto de planificacin anticipada de cuidados que supone un mayor respeto para la autonoma
del paciente. El impacto de la futura medida legislativa podra beneficiar cada ao a un milln de personas, entre
pacientes y familiares directos, en un momento de especial sufrimiento. Estos datos justifican la urgente
tramitacin de esta ley. El Grupo de Atencin al Final de la Vida de la OMC, creado hace 16 aos, lo componen
los doctores Juan Jos Rodrguez Sendn, Marcos Gmez Sancho, Rogelio Altisent, Jacinto Btiz, Mariano Casado,
Luis Ciprs, lvaro Gndara, Jos Antonio Herranz, Rafael Mota y Javier Rocafort.
*Ley 41/2002, bsica reguladora de la autonoma del paciente y de derechos y obligaciones en materia de
informacin y documentacin clnica.
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222
D. Proyecto de Ley sobre la Eutanasia presentado por el Grupo Parlamentario Confederal de Unidos Podemos
EN Com Podemos En Marea en el Congreso de los Diputados43
PROPOSICIN DE LEY
TTULO I
Disposiciones generales
Artculo 3. Definiciones. A los efectos dispuestos en esta ley se aplicarn las siguientes definiciones:
1. Eutanasia: hace referencia a las acciones realizadas por un mdico, apoyado por un equipo de profesionales
sanitarios, para causar la muerte de manera rpida, eficaz e indolora a una persona con una enfermedad grave
que conduce necesariamente a su muerte o que padece sufrimientos fsicos o psquicos que considera
intolerables. El solicitante formula su peticin de manera libre, expresa, informada y reiterada.
2. Suicidio mdicamente asistido: es la accin de una persona, con una enfermedad grave que conduce
necesariamente a su muerte o que padece sufrimientos fsicos o psquicos que considera intolerables, de
finalizar su vida con la asistencia de un mdico. Este le proporciona los medios para hacerlo y le atiende durante
su proceso de muerte. El solicitante formula su peticin de manera libre, informada, inequvoca y reiterada.
3. Fase terminal de una enfermedad: situacin avanzada e irreversible, incurable, de una enfermedad, con un
pronstico de vida limitado a semanas o meses.
43 Sobre los miembros del Partido y las dems iniciativas parlamentarias presentadas, ver:
http://www.congreso.es/portal/page/portal/Congreso/Congreso/GruPar?_piref73_2912060_73_1339199_1339199.next_page=/wc/composici
onGrupo?idGrupo=203
44 Los fundamentos de la propuesta han sido omitidos. Pueden verse en el link indicado al final del documento.
223
4. Obstinacin teraputica: es la instauracin o continuacin de medidas mdicas carentes de ningn otro
sentido que el de prolongar la vida del paciente cuando este est abocado de manera irreversible a la muerte.
5. Limitacin de las medidas de soporte vital: comporta la estimacin de la futilidad del tratamiento y la
irreversibilidad de una enfermedad por los profesionales sanitarios, as como la conveniencia de retirar o no
iniciar los tratamientos que tengan por finalidad prolongar la vida, manteniendo solo las terapias necesarias
para garantizar al mximo el bienestar del enfermo.
6. Decisin informada para el final de la vida: el enfermo que quiera poner fin a su vida debe poder disponer
en todo momento de la informacin que exista sobre su proceso, las diferentes alternativas y posibilidades de
actuacin, incluida la de acceder a cuidados paliativos. Es una decisin informada aquella que toma una persona
que solicita asistencia mdica para morir bien y que est fundamentada en el conocimiento sobre los hechos
ms relevantes de su proceso, despus de haber sido informado adecuadamente por el equipo sanitario que le
atiende.
7. Documento de instrucciones previas: de acuerdo con el artculo 11.1 de la Ley 41/2002, bsica de la
autonoma del paciente, por el documento de instrucciones previas una persona mayor de edad, capaz y libre,
manifiesta anticipadamente su voluntad, con objeto de que esta se cumpla en el momento en que llegue a
situaciones en cuyas circunstancias no sea capaz de expresarlos personalmente, sobre los cuidados y el
tratamiento de su salud o, una vez llegado el fallecimiento, sobre el destino de su cuerpo o de los rganos del
mismo. El otorgante del documento puede designar adems un representante para que, llegado el caso, sirva
como interlocutor suyo con el mdico o el equipo sanitario para procurar el cumplimiento de estas instrucciones.
8. Objecin de conciencia: es el derecho individual a no atender aquellas demandas de actuacin que resultan
incompatibles con las propias convicciones morales.
9. Mdico responsable: de acuerdo con el artculo 3 de la Ley 41/2002, bsica de la autonoma del paciente,
es el profesional que tiene a su cargo coordinar la informacin y la asistencia sanitaria del paciente o del usuario.
Tiene el carcter de interlocutor principal del mismo en todo lo referente a su atencin e informacin durante
el proceso asistencial, sin perjuicio de las obligaciones de otros profesionales que participan en las actuaciones
asistenciales.
10. Mdico consultor: se tratar de un mdico con formacin en el mbito de las patologas que padece el
paciente y que no pertenece al mismo servicio que el mdico responsable.
TTULO II
Artculo 4. Solicitud de la eutanasia. Una persona podr solicitar que le sea practicada la eutanasia siempre que
cumpla los siguientes requisitos:
1. Ser mayor de 18 aos, capaz y consciente en el momento de la peticin, o menor emancipado legalmente.
2. La peticin se formular de manera voluntaria, por escrito, repitindose de manera general en al menos dos
ocasiones con una separacin de 15 das, y no siendo el resultado de una presin externa. Si el mdico
responsable considera que la muerte de la persona o la prdida de su capacidad para prestar consentimiento
informado son inminentes, se aceptar cualquier periodo menor a 15 das que el mdico responsable considere
en las circunstancias especficas.
3. La persona ha de encontrarse en la fase terminal de una enfermedad o padecer sufrimientos fsicos o psquicos
que considere intolerables.
4. La persona deber haber recibido informacin de todas las alternativas de tratamiento existentes, as como
de los recursos disponibles en el mbito sociosanitario. De todo ello debe quedar constancia en la historia clnica.
224
El derecho a la informacin se regular de acuerdo a la Ley 41/2002, de 14 de noviembre, bsica de la autonoma
del paciente.
Artculo 5. Solicitud de eutanasia por personas sin capacidad de discernimiento mediante un documento de
instrucciones previas o voluntades anticipadas. En el caso de tratarse de una persona sin capacidad de
discernimiento, pero que hubiera realizado con anterioridad un documento de instrucciones previas, de acuerdo
con lo recogido en el artculo 11 de la Ley 41/2002, de 14 de noviembre, bsica de la autonoma del paciente, se
podr llevar a cabo la eutanasia siempre que cumpla los requisitos clnicos recogidos en la presente ley.
TTULO III
Artculo 8. Obligaciones del mdico responsable. El mdico o la mdica responsable que practique la eutanasia,
previa consulta al resto del equipo de profesionales sanitarios que participen en la misma, en especial a los
profesionales de enfermera, deber garantizar en todo caso las siguientes acciones:
1. Informar de su estado de salud y de su pronstico en trminos de calidad y esperanza de vida a quien solicita
la eutanasia, as como de las posibilidades teraputicas y los resultados esperables, incluyendo los cuidados
paliativos.
2. Asegurarse de que se trata de una peticin completamente voluntaria.
3. Si la persona solicitante de eutanasia as lo desea, informar de la peticin a los familiares o allegados que
seale.
4. Constatar que el solicitante padece una enfermedad terminal o un sufrimiento fsico o psquico que l
considera intolerable, as como la reiteracin de su voluntad a la hora de solicitar la asistencia mdica. Esta
reiteracin se ha de constatar en las diferentes solicitudes del paciente.
5. Comunicar al equipo asistencial, si lo hubiere, especialmente a los profesionales de enfermera, la peticin de
eutanasia y el estado del proceso deliberativo.
6. Dirigirse a un mdico consultor, sin intereses en el caso, quien deber confirmar el cumplimiento de las
condiciones sealadas en el apartado anterior. Este mdico consultor, competente en el mbito de las patologas
padecidas por el paciente, deber realizar las mismas comprobaciones realizadas por el mdico responsable y
225
detalladas en los epgrafes 2, 3 y 4 del artculo 8 de la presente ley. Asimismo, deber redactar un informe del
que se dar cuenta a la persona demandante de eutanasia y que pasar a formar parte de su historia clnica.
7. Una vez finalizado el proceso de solicitud y habiendo cumplido los requisitos especificados en el artculo 4 de
la presente ley, el mdico responsable deber garantizar el acceso a la prestacin derivada de la aprobacin de
la presente ley en los plazos que la persona solicitante considere.
8. Registrar en la historia clnica de la persona demandante de eutanasia la realizacin de los aspectos reseados
anteriormente, as como el consentimiento informado por parte de dicha persona.
Artculo 9. Comunicacin a la Comisin de Evaluacin. Una vez realizada la eutanasia, y en el plazo mximo de 4
das hbiles despus de esta, el mdico responsable deber remitir a la Comisin de Evaluacin correspondiente
dos documentos separados e identificados con un nmero de registro.
1. El primer documento, referido como documento 1 a partir de ahora, deber recoger los siguientes datos:
a) Nombre completo y domicilio del solicitante de eutanasia. b) Nombre completo, direccin y nmero de
identificacin profesional (nmero de colegiado o equivalente) del mdico responsable. c) Nombre completo,
direccin y nmero de identificacin profesional de los mdicos consultados sobre la aplicacin de la eutanasia.
d) Nombre completo, direccin y capacidad de todas las personas consultadas por el mdico responsable, y
fechas de dichas consultas. e) Si el solicitante dispona de un documento de voluntades anticipadas y en l se
sealaba a un representante, nombre completo del mismo.
2. El segundo documento, referido como documento 2 a partir de ahora, deber recoger los siguientes datos:
a) Sexo, fecha y lugar de nacimiento del solicitante de eutanasia.
b) Fecha y lugar de la muerte.
c) Tiempo transcurrido desde la primera y la ltima peticin hasta la muerte de la persona que solicit la
eutanasia.
d) Tiempo de relacin clnica del mdico responsable con el solicitante.
e) Diagnstico fundamental y descripcin de la enfermedad grave en fase terminal o del padecimiento constante
e insoportable.
f) Motivo por el que el sufrimiento ha sido considerado como intolerable. g) Informacin sobre la voluntariedad,
reflexin y reiteracin de la peticin, as como sobre la ausencia de presin externa.
h) Si se poda esperar la muerte prximamente y si exista alguna voluntad anticipada.
i) Procedimiento seguido por el mdico responsable y el resto del equipo de profesionales sanitarios para la
eutanasia.
j) Capacitacin de los mdicos consultados y fechas de las consultas.
Artculo 10. Notificacin de solicitudes de eutanasia que sean denegadas. Al denegar una eutanasia, el mdico
responsable deber remitir a la Comisin de Evaluacin en el plazo de 4 das hbiles despus de recibida la
solicitud:
1. Los mismos documentos especificados en el artculo 9, adaptando el documento 2 de modo que incluya los
datos clnicos relevantes para la evaluacin del caso y el motivo de la denegacin.
2. En caso de objecin de conciencia, adems de seguir lo indicado en el artculo 12.3 de la presente ley, deber
especificar el nombre completo y lugar de trabajo de los profesionales a los que la persona solicitante de
eutanasia fue remitida para que pudiera ejercer su derecho a la eutanasia.
TTULO IV
Sobre las garantas en el acceso a la prestacin Artculo 11. Garanta de acceso a la prestacin.
226
1. Los servicios pblicos de salud, en el mbito de sus respectivas competencias, aplicarn las medidas
adecuadas para garantizar el derecho a la prestacin sanitaria derivada del ejercicio del derecho a la peticin de
la eutanasia de acuerdo a lo consignado en la presente ley.
2. Esta prestacin quedar incluida en la cartera bsica de servicios del Sistema Nacional de Salud. Artculo 12.
Medidas para garantizar la prestacin por parte de los servicios de salud. 1. Los componentes bsicos de la
prestacin derivada de la aprobacin de la presente ley debern ser establecidos con el consenso del Consejo
Interterritorial del Sistema Nacional de Salud, con el fin de garantizar la igualdad en el acceso en los diferentes
lugares del territorio del Estado. 2. Los servicios autonmicos de salud debern tener elaborado un plan que
especifique la manera de prestar y garantizar el acceso al derecho derivado de la aprobacin de esta ley en un
plazo no superior a 3 meses despus de su aprobacin.
3. El personal de medicina y enfermera directamente implicado en la prestacin de la eutanasia podr ejercer
la objecin de conciencia, atendiendo a lo siguiente: a) Las instituciones pblicas habrn de garantizar que esto
no resulte en la limitacin del acceso de la persona al ejercicio del derecho a recibirla. b) El rechazo o la negativa
a participar en la realizacin de la eutanasia ser en todo caso una decisin individual del personal de medicina
y enfermera directamente implicado. c) El profesional sanitario que decidiera ejercer la objecin de conciencia
deber comunicrselo a la persona que solicite la eutanasia en el mismo momento de la solicitud y manifestarlo
por escrito a la direccin de la institucin sanitaria responsable. d) El profesional sanitario que decidiera ejercer
la objecin de conciencia estar obligado a ofrecer al solicitante de eutanasia otro mdico que no ejerza la
objecin de conciencia, compartiendo con este la informacin necesaria para el correcto manejo del caso. e) En
la situacin de que el personal mdico o de enfermera ejerciera la objecin de conciencia resultando en un
impedimento efectivo al ejercicio del derecho a la eutanasia, la Comisin de Evaluacin de la presente ley deber
subsanar dicha traba y facilitar el acceso de la persona demandante de la eutanasia a un equipo de profesionales
sanitarios no objetores.
TTULO V
Comisiones de Evaluacin
227
d) Al menos 1 persona procedente de organizaciones de la sociedad civil implicadas en la atencin de personas
con enfermedades o padecimientos incurables.
2. Cada comisin establecer su reglamento de orden interno.
3. Cada comisin deber constituirse en las 4 semanas posteriores a la entrada en vigor de esta ley y renovarse
cada cuatro aos. La renovacin podr llevarse a cabo en dos fases, afectando a la mitad de la comisin en cada
una de ellas.
La presente ley entrar en vigor el da siguiente al de su publicacin en el Boletn Oficial del Estado
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229
E. Proposicin no de ley por la cual el Congreso de los Diputados insta al Gobierno a llevar a cabo las medidas
para establecer la completa autofinanciacin de la Iglesia Catlica
161/001186
A la Mesa del Congreso de los Diputados
Al amparo de lo establecido en el Reglamento de la Cmara, el Grupo Parlamentario Confederal de Unidos
Podemos-En Com Podem-En Marea presenta la siguiente Proposicin no de Ley relativa a la financiacin de la
Iglesia Catlica, para su debate en la Comisin de Hacienda y Funcin Pblica.
El Estado espaol es aconfesional (art. 16.3 de la Constitucin Espaola) y debe tener un trato neutral y de
equidad con las distintas confesiones desde el respeto a la libertad religiosa45 e ideolgica que recoge la
Constitucin Espaola en el mencionado artculo 16 y la igualdad ante la ley que establece el artculo 14.
Ha llegado el momento de hacer realidad el compromiso de autofinanciacin al que la jerarqua catlica se
comprometi en la firma de los acuerdos de 1979 y hacerlo extensivo a todas las confesiones. Esta Proposicin
no de Ley parte de la voluntad de un amplio abanico de sensibilidades sociales, polticas, culturales y religiosas
que quiere vivir en un entorno basado en los principios de libertad, democracia, respeto de los derechos
humanos y de las libertades fundamentales, desarrolladas en el marco de una clara separacin entre Iglesia y
Estado, de acuerdo con los principios constitucionales mencionados.
El Estado entrega a la Iglesia Catlica ms de 10.000 millones de euros anuales entre aportaciones directas e
indirectas: asignaciones tributarias va IRPF, exenciones en distintos tributos, financiacin de personal que
imparte religin catlica y de centros de ideario catlico, transferencias para asistencia sanitaria y obra
social, financiacin de funcionarios capellanes, mantenimiento de patrimonio artstico de su propiedad, y
otras subvenciones y financiacin de eventos religiosos o para asociaciones de mbito local.
Esta situacin privilegiada es contraria al sentido de igualdad y de justicia distributiva de muchos ciudadanos
que no estn comprometidos con la Iglesia Catlica y de los que participan de otras creencias filosficas y
religiosas, y principalmente la de aqullos, creyentes o no creyentes, que defendemos la independencia del
Estado respecto a todas las confesiones religiosas y de las influencias de sus jerarquas, as como la igualdad de
todos los ciudadanos ante el Estado y en el acceso a los bienes pblicos. En todo caso, esta situacin choca
frontalmente con el principio constitucional de no confesionalidad del Estado.
La prctica religiosa no es un servicio pblico que beneficie a toda la ciudadana y son los fieles de cada
confesin quienes, en su caso, deberan contribuir a la financiacin de su culto, clero y actividades religiosas.
Por ello y en base a la separacin iglesia-Estado y al principio de igualdad ante la ley que seala la Constitucin,
se hace necesario suprimir los privilegios fiscales y financieros, como el impago del Impuesto sobre Bienes
Inmuebles (IBI) o la financiacin estatal (ya sea a travs de la casilla del IRPF o de las exenciones fiscales) para la
Iglesia catlica y otras confesiones religiosas.
1. Revisar en ese plazo de adaptacin de cinco aos los beneficios fiscales de los que disfruta la Iglesia Catlica
con el objetivo de su desaparicin, en particular, en lo que respecta a las exenciones en el Impuesto sobre Bienes
Inmuebles (IBI).
2. Suprimir progresivamente la asignacin tributaria a la Iglesia Catlica en el Impuesto sobre la Renta de las
Personas Fsicas (IRPF) en la senda de conseguir la completa autofinanciacin de la Iglesia Catlica a travs de
sus fieles.
3. Establecer mecanismos que prescriban que las distintas subvenciones que reciban las confesiones religiosas,
incluida la Iglesia Catlica, se doten de nitidez y transparencia en el gasto, tal y como se exige a todos aquellos
que reciben dinero del Estado, incluida la intervencin del Tribunal de Cuentas.
4. Denunciar los acuerdos entre el Estado y la Santa Sede, derivados del Concordato de 1953 en parte todava
vigente, para su revisin. Porqu los tratados internacionales se deben ajustar a la Constitucin Espaola de
1978 especialmente en lo que se refiere a los artculos 14, 16 y 27 y tambin, como seala el art. 10.2 de la
misma, a la Declaracin de Derechos Humanos de 1948 especialmente en lo que se refiere a los artculos 2, 18,
19, 20, 25 y 26.
Palacio del Congreso de los Diputados, 16 de enero de 2017.Josep Vendrell Gardees, Portavoz del Grupo
Parlamentario Confederal de Unidos Podemos-En Com Podem-En Marea.
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231
Mxico
A. Pronunciamiento del Sistema Universitario Jesuita y la Asociacion de Universidades Confiadas de la
Compaa de Jesus en Amrica Latina sobre las polticas migratorias del Presidente Donald Trump
Nos encontramos en un momento histrico, en el que nuestras universidades deben contribuir a generar una
conciencia de pertenencia a una ciudadana global, a travs de la integracin del estudiantado, con el objetivo
de hacer tangible la pertenencia a una misma humanidad. Nuestra misin como acompaantes de las y los
jvenes, nos conmina a abrir los espacios universitarios y a hacerlos accesibles a esta poblacin que se encuentra
excluida.
En congruencia con nuestro compromiso por la justicia y la transformacin de la realidad social, declaramos
nuestra innegable proteccin y respeto a todos los estudiantes, sin importar su estatus migratorio, quienes
contribuyen con sus experiencias, cultura e ideas, al enriquecimiento de la sociedad. Los espacios universitarios
deben ser de encuentro e interaccin, nuestra misin es tender puentes, por lo que rechazamos los muros
aislantes.
La Asociacin de Universidades confiadas a la Compaa de Jess en Amrica Latina (Ausjal) y las Universidades
del Sistema Universitario Jesuita en Mxico, hermanadas con las Universidades Jesuitas de Estados Unidos
(AJCU, por sus siglas en ingls), nos comprometemos a asesorar y orientar acadmica y jurdicamente a los
estudiantes que sean deportados o retornen debido a su estatus migratorio, atendiendo a los criterios comunes
que nuestras universidades han establecido para tal efecto, as como cuidar su proceso de llegada e integracin.
232
- Dr. Fernando Fernndez Font, SJ, Rector de la Universidad Iberoamericana Puebla.
- Mtro. Guillermo Prieto Salinas, SJ, Rector de la Universidad Iberoamericana Torren.
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233
B. Comunicado de los Obispos de las dicesis de la frontera entre Texas y el norte de Mxico en que reafirman
su compromiso con los migrantes en la regin, con motivo del encuentro bianual celebrado (seleccin)
CELAM
http://www.celam.org/noticelam/detalle.php?id=MjExMw==
(6 de marzo de 2017)
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.
235
European Court of Human Rights
A. Sentencia que desestima la demanda por discriminacin por motivos religiosos de la ciudadana musulmana
Samira Achbita contra la empresa belga G4S por prohibir el uso del velo islmico en su puesto de trabajo46
Edicin provisional
SENTENCIA DEL TRIBUNAL DE JUSTICIA (Gran Sala)
Procedimiento prejudicial Poltica social Directiva 2000/78/CE Igualdad de trato Discriminacin por
motivos de religin o convicciones Reglamento interno de una empresa que prohbe a los trabajadores llevar
signos visibles de naturaleza poltica, filosfica o religiosa en el lugar de trabajo Discriminacin directa
Inexistencia Discriminacin indirecta Prohibicin a una trabajadora de llevar un pauelo islmico
En el asunto C157/15,
que tiene por objeto una peticin de decisin prejudicial planteada, con arreglo al artculo 267 TFUE, por el Hof
van Cassatie (Tribunal de Casacin, Blgica), mediante resolucin de 9 de marzo de 2015, recibida en el Tribunal
de Justicia el 3 de abril de 2015, en el procedimiento entre
Samira Achbita,
integrado por el Sr. K. Lenaerts, Presidente, el Sr. A. Tizzano, Vicepresidente, la Sra. R. Silva de Lapuerta, los Sres.
M. Ilei y L. Bay Larsen, la Sra. M. Berger y los Sres. M. Vilaras y E. Regan, Presidentes de Sala, y los Sres. A.
Rosas, A. Borg Barthet, J. Malenovsk, E. Levits y F. Biltgen (Ponente), la Sra. K. Jrime y el Sr. C. Lycourgos,
Jueces;
46 En el Boletn Jurdico de Junio de 2016 (BJ Ao XI, N8) publicamos la opinin de la Abogado General del Tribunal de Justicia de la Union
Europea Juliane Kokott sobre el caso. Ver: http://derechoyreligion.uc.cl/es/docman/boletin-juridico/2016/959-boletin-juridico-junio-2016-ano-
xi/file.
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habiendo considerado los escritos obrantes en autos y celebrada la vista el 15 de marzo de 2016;
en nombre del Centrum voor gelijkheid van kansen en voor racismebestrijding, por el Sr. C. Bayart y la Sra.
I. Bosmans, advocaten;
en nombre de G4S Secure Solutions NV, por las Sras. S. Raets e I. Verhelst, advocaten;
en nombre del Gobierno belga, por las Sras. L. Van den Broeck y M. Jacobs, en calidad de agentes;
en nombre del Gobierno francs, por los Sres. G. de Bergues, D. Colas y R. Coesme, en calidad de agentes;
en nombre del Gobierno del Reino Unido, por las Sras. J. Kraehling, S. Simmons y C.R. Brodie, en calidad
de agentes, asistidas por el Sr. A. Bates, Barrister;
en nombre de la Comisin Europea, por los Sres. G. Wils y D. Martin, en calidad de agentes;
odas las conclusiones de la Abogado General, presentadas en audiencia pblica el 31 de mayo de 2016;
dicta la siguiente
Sentencia
1 La peticin de decisin prejudicial tiene por objeto la interpretacin del artculo 2, apartado 2, letra a), de
la Directiva 2000/78/CE del Consejo, de 27 de noviembre de 2000, relativa al establecimiento de un marco
general para la igualdad de trato en el empleo y la ocupacin (DO 2000, L 303, p. 16).
2 Esta peticin se ha planteado en el contexto de un litigio entre la Sra. Samira Achbita y el Centrum voor
gelijkheid van kansen en voor racismebestrijding (Centro para la Igualdad de Oportunidades y la Lucha contra el
Racismo; en lo sucesivo, Centro), por un lado, y G4S Secure Solutions NV (en lo sucesivo, G4S), sociedad
con domicilio en Blgica, por otro lado, relativo a la prohibicin impuesta por G4S a sus trabajadores de llevar
signos visibles de sus convicciones polticas, filosficas o religiosas y de observar cualquier rito relacionado con
dichas convicciones en el lugar de trabajo.
Marco jurdico
Directiva 2000/78
(1) De conformidad con el artculo 6 del Tratado de la Unin Europea, la Unin Europea se basa en los
principios de libertad, democracia, respeto de los derechos humanos y de las libertades fundamentales y el
Estado de Derecho, principios que son comunes a todos los Estados miembros[,] y respeta los derechos
fundamentales tal y como se garantizan en el Convenio Europeo para la Proteccin de los Derechos Humanos y
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de las Libertades Fundamentales y tal como resultan de las tradiciones constitucionales comunes a los Estados
miembros, como principios generales del Derecho comunitario.
[...]
(4) El derecho de toda persona a la igualdad ante la ley y a estar protegida contra la discriminacin constituye
un derecho universal reconocido en la Declaracin Universal de Derechos Humanos, la Convencin de las
Naciones Unidas sobre la eliminacin de todas las formas de discriminacin contra la mujer, los Pactos de las
Naciones Unidas de Derechos Civiles y Polticos y sobre Derechos Econmicos, Sociales y Culturales, as como en
el Convenio Europeo para la Proteccin de los Derechos Humanos y de las Libertades Fundamentales, de los que
son partes todos los Estados miembros. El Convenio n. 111 de la Organizacin Internacional del Trabajo prohbe
la discriminacin en el mbito del empleo y la ocupacin.
La presente Directiva tiene por objeto establecer un marco general para luchar contra la discriminacin por
motivos de religin o convicciones, de discapacidad, de edad o de orientacin sexual en el mbito del empleo y
la ocupacin, con el fin de que en los Estados miembros se aplique el principio de igualdad de trato.
1. A efectos de la presente Directiva, se entender por principio de igualdad de trato la ausencia de toda
discriminacin directa o indirecta basada en cualquiera de los motivos mencionados en el artculo 1.
a) existir discriminacin directa cuando una persona sea, haya sido o pudiera ser tratada de manera menos
favorable que otra en situacin anloga por alguno de los motivos mencionados en el artculo 1;
b) existir discriminacin indirecta cuando una disposicin, criterio o prctica aparentemente neutros pueda
ocasionar una desventaja particular a personas con una religin o conviccin, con una discapacidad, de una
edad, o con una orientacin sexual determinadas, respecto de otras personas, salvo que:
i) dicha disposicin, criterio o prctica pueda justificarse objetivamente con una finalidad legtima y salvo que
los medios para la consecucin de esta finalidad sean adecuados y necesarios; [...]
[...]
5. La presente Directiva se entender sin perjuicio de las medidas establecidas en la legislacin nacional que,
en una sociedad democrtica, son necesarias para la seguridad pblica, la defensa del orden y la prevencin de
infracciones penales, la proteccin de la salud y la proteccin de los derechos y libertades de los ciudadanos.
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Dentro del lmite de las competencias conferidas a la Comunidad, la presente Directiva se aplicar a todas las
personas, por lo que respecta tanto al sector pblico como al privado, incluidos los organismos pblicos, en
relacin con:
[...]
[...].
Derecho belga
7 La wet ter bestrijding van discriminatie en tot wijziging van de wet van 15 februari 1993 tot oprichting van
een Centrum voor gelijkheid van kansen en voor racismebestrijding (Ley de lucha contra la discriminacin y por
la que se modifica la Ley de 15 de febrero de 1993 de creacin de un Centro para la Igualdad de Oportunidades
y la Lucha contra el Racismo), de 25 de febrero de 2003 (Belgisch Staatsblad, 17 de marzo de 2003, p. 12844),
tiene por objeto, en particular, transponer las disposiciones de la Directiva 2000/78.
Existir discriminacin directa cuando una diferencia de trato no justificada de modo objetivo y razonable se
base directamente en el sexo, una supuesta raza, el color de la piel, el origen, la procedencia nacional o tnica,
la orientacin sexual, el estado civil, el nacimiento, el patrimonio, la edad, la religin o las convicciones, el estado
de salud actual o futuro, una discapacidad o una caracterstica fsica.
Existir discriminacin indirecta cuando una disposicin, un criterio o una prctica aparentemente neutros
ocasionen, de por s, efectos perjudiciales para las personas afectadas por alguno de los motivos de
discriminacin enumerados en el apartado 1, salvo que la disposicin, el criterio o la prctica puedan justificarse
objetiva y razonablemente.
10 G4S es una empresa privada que presta, en particular, servicios de recepcin y acogida a clientes tanto del
sector pblico como del sector privado.
11 El 12 de febrero de 2003, la Sra. Achbita, de confesin musulmana, comenz a trabajar como recepcionista
para G4S, en virtud de un contrato de trabajo por tiempo indefinido. Rega en ese momento en el seno de G4S
una norma no escrita con arreglo a la cual los trabajadores no podan llevar signos visibles de sus convicciones
polticas, filosficas o religiosas en el lugar de trabajo.
12 En abril de 2006, la Sra. Achbita comunic a sus superiores jerrquicos que, a partir de entonces, tena la
intencin de llevar un pauelo islmico durante las horas de trabajo.
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13 Como respuesta, la Direccin de G4S inform a la Sra. Achbita de que no se tolerara el uso de tal pauelo
porque ostentar signos polticos, filosficos o religiosos era contrario a la neutralidad que la empresa se haba
impuesto seguir.
14 El 12 de mayo de 2006, tras un perodo de baja por enfermedad, la Sra. Achbita comunic a su empleador
que reanudara su actividad laboral el 15 de mayo y que llevara un pauelo islmico.
15 El 29 de mayo de 2006, el comit de empresa de G4S aprob una modificacin del reglamento interno,
que entr en vigor el 13 de junio de 2006, redactada en los siguientes trminos: Se prohbe a los trabajadores
llevar signos visibles de sus convicciones polticas, filosficas o religiosas u observar cualquier rito derivado de
stas en el lugar de trabajo.
16 El 12 de junio de 2006, en razn de la persistente voluntad manifestada por la Sra. Achbita de llevar, como
musulmana, el pauelo islmico en su lugar de trabajo, sta fue despedida. Percibi una indemnizacin por
despido equivalente a tres meses de salario y las ventajas adquiridas en virtud del contrato de trabajo.
17 Tras ser desestimada la demanda contra el despido presentada ante el arbeidsrechtbank te Antwerpen
(Tribunal Laboral de Amberes, Blgica) por la Sra. Achbita, sta apel contra dicha resolucin ante el arbeidshof
te Antwerpen (Tribunal Laboral Superior de Amberes, Blgica). La apelacin fue desestimada debido, en
particular, a que el despido no poda considerarse improcedente, ya que la prohibicin general de llevar signos
visibles de convicciones polticas, filosficas o religiosas en el lugar de trabajo no supona una discriminacin
directa y no se haba observado ninguna discriminacin indirecta o violacin de la libertad individual o de la
libertad de religin.
18 En cuanto a la inexistencia de discriminacin directa, este ltimo rgano jurisdiccional destac en concreto
que era manifiesto que la Sra. Achbita no haba sido despedida por profesar la fe musulmana, sino por persistir
en su intencin de hacerla patente durante las horas de trabajo llevando un pauelo islmico. Segn dicho
rgano jurisdiccional, la norma del reglamento interno conculcada por la Sra. Achbita tiene un alcance general,
puesto que prohbe a cualquier trabajador llevar signos visibles de convicciones polticas, filosficas o religiosas
en el lugar de trabajo. Ningn hecho permite suponer que G4S haya adoptado una postura ms conciliadora con
algn otro asalariado en situacin anloga, en particular con algn trabajador con otras convicciones religiosas
o filosficas que se hubiese negado repetidamente a respetar esa prohibicin.
20 En apoyo de su recurso de casacin, la Sra. Achbita aduce en particular que, al considerar que la conviccin
religiosa en que se basa la prohibicin dictada por G4S constituye un criterio neutro y al no calificar esa
prohibicin de desigualdad de trato entre los trabajadores que llevan un pauelo islmico y aquellos que no lo
llevan por el hecho de que dicha prohibicin no atae a una conviccin religiosa determinada y se aplica a todos
los trabajadores, el arbeidshof te Antwerpen (Tribunal Laboral Superior de Amberes) no aplic correctamente
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los conceptos de discriminacin directa y de discriminacin indirecta en el sentido del artculo 2, apartado
2, de la Directiva 2000/78.
21 En estas circunstancias, el Hof van Cassatie (Tribunal de Casacin, Blgica) decidi suspender el
procedimiento y plantear al Tribunal de Justicia la siguiente cuestin prejudicial:
Debe interpretarse el artculo 2, apartado 2, letra a), de la Directiva 2000/78 en el sentido de que la prohibicin
de llevar un pauelo como musulmana en el lugar de trabajo no constituye una discriminacin directa si la norma
en vigor en la empresa prohbe a todos los trabajadores llevar en el lugar de trabajo signos externos de
convicciones polticas, filosficas o religiosas?
22 Mediante su cuestin prejudicial, el tribunal remitente pide, en esencia, que se dilucide si el artculo 2,
apartado 2, letra a), de la Directiva 2000/78 debe interpretarse en el sentido de que la prohibicin de llevar un
pauelo islmico dimanante de una norma interna de una empresa privada que impide de forma general el uso
visible de cualquier signo poltico, filosfico o religioso en el lugar de trabajo constituye una discriminacin
directa prohibida por esta Directiva.
23 En primer lugar, de conformidad con el artculo 1 de la Directiva 2000/78, sta tiene por objeto establecer
un marco general para luchar contra la discriminacin por motivos de religin o convicciones, de discapacidad,
de edad o de orientacin sexual en el mbito del empleo y la ocupacin, con el fin de que en los Estados
miembros se aplique el principio de igualdad de trato.
24 A tenor del artculo 2, apartado 1, de la Directiva 2000/78, se entender por principio de igualdad de
trato la ausencia de toda discriminacin directa o indirecta basada en cualquiera de los motivos mencionados
en el artculo 1 de la Directiva. El artculo 2, apartado 2, letra a), de dicha Directiva puntualiza que, a efectos de
lo dispuesto en el artculo 2, apartado 1, de sta, existe discriminacin directa cuando una persona es tratada
de manera menos favorable en relacin con otra persona en situacin anloga por alguno de los motivos
mencionados en el artculo 1 de la misma Directiva, entre los que se incluye la religin.
25 En lo que respecta al concepto de religin que figura en el artculo 1 de la Directiva 2000/78, procede
sealar que esta Directiva no define tal concepto.
47 El destadado es nuestro
241
27 En el mismo considerando, el legislador de la Unin se remite igualmente a las tradiciones constitucionales
comunes a los Estados miembros, como principios generales del Derecho de la Unin. Pues bien, entre los
derechos que proceden de esas tradiciones comunes y que han sido reafirmados en la Carta de los Derechos
Fundamentales de la Unin Europea (en lo sucesivo, Carta), se encuentra el derecho a la libertad de conciencia
y de religin, reconocido en el artculo 10, apartado 1, de la Carta. Con arreglo a esta disposicin, este derecho
implica la libertad de cambiar de religin o de convicciones, as como la libertad de manifestar su religin o sus
convicciones individual o colectivamente, en pblico o en privado, a travs del culto, la enseanza, las prcticas
y la observancia de los ritos. Tal como se desprende de las Explicaciones sobre la Carta de los Derechos
Fundamentales (DO 2007, C 303, p. 17), el derecho garantizado en el artculo 10, apartado 1, de sta
corresponde al derecho garantizado en el artculo 9 del CEDH y, de conformidad con lo dispuesto en el artculo
52, apartado 3, de la Carta, tiene el mismo sentido y alcance que l.
28 Dado que el CEDH y, posteriormente, la Carta recogen una acepcin amplia del concepto de religin, ya
que incluyen en l la libertad de las personas de manifestar su religin, cabe considerar que el legislador de la
Unin sigui el mismo enfoque al adoptar la Directiva 2000/78, de modo que procede interpretar que el
concepto de religin que figura en el artculo 1 de la Directiva cubre tanto el forum internum, a saber, el hecho
de tener convicciones, como el forum externum, a saber, la manifestacin pblica de la fe religiosa.
29 En segundo lugar, es necesario determinar si la norma interna controvertida en el litigio principal ocasiona
una diferencia de trato entre los trabajadores en funcin de la religin o de las convicciones de stos y, de ser
as, si esa diferencia de trato constituye una discriminacin directa en el sentido del artculo 2, apartado 2, letra
a), de la Directiva 2000/78.
30 En el caso de autos, la norma interna controvertida en el litigio principal tiene por objeto el uso de signos
visibles de convicciones polticas, filosficas o religiosas y, por lo tanto, atae indistintamente a cualquier
manifestacin de tales convicciones. Por consiguiente, debe considerarse que dicha norma trata por igual a
todos los trabajadores de la empresa, ya que les impone, de forma general e indiferenciada, especialmente una
neutralidad indumentaria que se opone al uso de tales signos.
31 A este respecto, de los autos que obran en poder del Tribunal de Justicia no se desprende que la aplicacin
de la norma interna controvertida en el litigio principal a la Sra. Achbita haya sido diferente de la aplicacin de
esta norma a cualquier otro trabajador.
32 Por lo tanto, procede concluir que una norma interna como la norma controvertida en el litigio principal
no establece una diferencia de trato basada directamente en la religin o las convicciones en el sentido del
artculo 2, apartado 2, letra a), de la Directiva 2000/78.
33 Dicho esto, segn reiterada jurisprudencia, el hecho de que un rgano jurisdiccional remitente haya
formulado una cuestin prejudicial refirindose nicamente a determinadas disposiciones del Derecho de la
Unin no impide que el Tribunal de Justicia le proporcione todos los criterios de interpretacin que puedan serle
tiles para resolver el asunto del que conoce, aun cuando no haya hecho referencia a ellos al formular sus
cuestiones. A este respecto, corresponde al Tribunal de Justicia deducir del conjunto de elementos aportados
por el rgano jurisdiccional nacional y, especialmente, de la motivacin de la resolucin de remisin, los
elementos del Derecho de la Unin que requieren una interpretacin, teniendo en cuenta el objeto del litigio
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(sentencia de 12 de febrero de 2015, Oil Trading Poland, C349/13, EU:C:2015:84, apartado 45 y jurisprudencia
citada).
34 En el caso de autos, no puede descartarse que el tribunal remitente llegue a la conclusin de que la norma
interna controvertida en el litigio principal establece una diferencia de trato basada indirectamente en la religin
o las convicciones en el sentido del artculo 2, apartado 2, letra b), de la Directiva 2000/78 si se acredita, extremo
que le corresponder comprobar, que la obligacin aparentemente neutra que contiene dicha norma ocasiona,
de hecho, una desventaja particular a aquellas personas que profesan una religin o tienen unas convicciones
determinadas.
35 No obstante, con arreglo al artculo 2, apartado 2, letra b), inciso i), de la Directiva 2000/78, tal diferencia
de trato no constituir una discriminacin indirecta, en el sentido del artculo 2, apartado 2, letra b), de dicha
Directiva, si puede justificarse objetivamente con una finalidad legtima y si los medios para la consecucin de
esta finalidad son adecuados y necesarios.
36 A este respecto, procede sealar que, aunque corresponde, en definitiva, al juez nacional, que es el nico
competente para apreciar los hechos, determinar si, y en qu medida, la norma interna controvertida en el litigio
principal es conforme con las exigencias mencionadas, el Tribunal de Justicia, que debe proporcionar al juez
nacional respuestas tiles, es competente para dar indicaciones, basadas en los autos del asunto principal y en
las observaciones escritas y orales que se le han presentado, que permitan a ese juez resolver el litigio concreto
del que conoce.
37 En primer lugar, en cuanto al requisito de la existencia de una finalidad legtima, procede sealar que ha
de considerarse legtima la voluntad de seguir un rgimen de neutralidad poltica, filosfica o religiosa en las
relaciones con los clientes tanto del sector pblico como del sector privado.
38 En efecto, el deseo de un empresario de ofrecer una imagen neutra ante sus clientes est vinculado a la
libertad de empresa, reconocida en el artculo 16 de la Carta, y tiene, en principio, un carcter legtimo, en
particular cuando el empresario slo incluye en la persecucin de esa finalidad a los trabajadores que, en
principio, van a estar en contacto con sus clientes.
39 La interpretacin de que la persecucin de tal finalidad permite restringir, con ciertos lmites, la libertad
de religin viene corroborada adems por la jurisprudencia del Tribunal Europeo de Derechos Humanos relativa
al artculo 9 del CEDH (TEDH, sentencia de 15 de enero de 2013, Eweida y otros c. Reino Unido,
CE:ECHR:2013:0115JUD004842010, 94).
40 En segundo lugar, en cuanto al carcter adecuado de una norma interna como la controvertida en el litigio
principal, cabe apuntar que el hecho de prohibir a los trabajadores el uso visible de signos de convicciones
polticas, filosficas o religiosas es apto para garantizar la correcta aplicacin de un rgimen de neutralidad,
siempre que dicho rgimen se persiga realmente de forma congruente y sistemtica (vanse, en este sentido,
las sentencias de 10 de marzo de 2009, Hartlauer, C169/07, EU:C:2009:141, apartado 55, y de 12 de enero de
2010, Petersen, C341/08, EU:C:2010:4, apartado 53).
41 A este respecto, corresponder al tribunal remitente comprobar si G4S haba establecido, con anterioridad
al despido de la Sra. Achbita, un rgimen general e indiferenciado de prohibicin del uso visible de signos de
243
convicciones polticas, filosficas o religiosas para los miembros de su personal que estaban en contacto con sus
clientes.
43 En el caso de autos, en lo que respecta a la negativa de una trabajadora como la Sra. Achbita a renunciar
a llevar un pauelo islmico durante el desempeo de sus actividades profesionales en contacto con los clientes
de G4S, corresponder al tribunal remitente comprobar si, tomando en consideracin las limitaciones propias
de la empresa y sin que ello representara una carga adicional para sta, G4S tena la posibilidad, ante tal
negativa, de ofrecer a la Sra. Achbita un puesto de trabajo que no conllevara un contacto visual con los clientes
en lugar de proceder a su despido. Incumbir al tribunal remitente, a la luz de todos los elementos de los autos,
sopesar los intereses presentes y limitar las restricciones de las libertades de que se trata a lo estrictamente
necesario.
44 Habida cuenta de las anteriores consideraciones, procede responder a la cuestin prejudicial planteada
por el tribunal remitente del siguiente modo:
El artculo 2, apartado 2, letra a), de la Directiva 2000/78 debe interpretarse en el sentido de que la
prohibicin de llevar un pauelo islmico dimanante de una norma interna de una empresa privada que prohbe
el uso visible de cualquier signo poltico, filosfico o religioso en el lugar de trabajo no constituye una
discriminacin directa por motivos de religin o convicciones en el sentido de esta Directiva.
En cambio, tal norma interna de una empresa privada puede constituir una discriminacin indirecta en el
sentido del artculo 2, apartado 2, letra b), de la Directiva 2000/78 si se acredita que la obligacin aparentemente
neutra que contiene ocasiona, de hecho, una desventaja particular a aquellas personas que profesan una religin
o tienen unas convicciones determinadas, salvo que pueda justificarse objetivamente con una finalidad legtima,
como el seguimiento por parte del empresario de un rgimen de neutralidad poltica, filosfica y religiosa en las
relaciones con sus clientes, y que los medios para la consecucin de esta finalidad sean adecuados y necesarios,
extremos que corresponder comprobar al tribunal remitente.
Costas
45 Dado que el procedimiento tiene, para las partes del litigio principal, el carcter de un incidente promovido
ante el rgano jurisdiccional remitente, corresponde a ste resolver sobre las costas. Los gastos efectuados por
quienes, no siendo partes del litigio principal, han presentado observaciones ante el Tribunal de Justicia no
pueden ser objeto de reembolso.
El artculo 2, apartado 2, letra a), de la Directiva 2000/78/CE del Consejo, de 27 de noviembre de 2000, relativa
al establecimiento de un marco general para la igualdad de trato en el empleo y la ocupacin, debe
interpretarse en el sentido de que la prohibicin de llevar un pauelo islmico dimanante de una norma
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interna de una empresa privada que prohbe el uso visible de cualquier signo poltico, filosfico o religioso en
el lugar de trabajo no constituye una discriminacin directa por motivos de religin o convicciones en el
sentido de esta Directiva.
En cambio, tal norma interna de una empresa privada puede constituir una discriminacin indirecta en el
sentido del artculo 2, apartado 2, letra b), de la Directiva 2000/78 si se acredita que la obligacin
aparentemente neutra que contiene ocasiona, de hecho, una desventaja particular a aquellas personas que
profesan una religin o tienen unas convicciones determinadas, salvo que pueda justificarse objetivamente
con una finalidad legtima, como el seguimiento por parte del empresario de un rgimen de neutralidad
poltica, filosfica y religiosa en las relaciones con sus clientes, y que los medios para la consecucin de esta
finalidad sean adecuados y necesarios, extremos que corresponder comprobar al rgano jurisdiccional
remitente.
Firmas
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Facultad de Derecho, oficina 422