Cerebro y Conducta
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Concepto
1. CEREBRO Y CONDUCTA
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quedando en los niveles inferiores las reas sensoriales y motoras y en los niveles ms
elevados las reas de asociacin (cortezas temporal-parietal y prefrontal), cuya
capacidad funcional demostr ser cada vez ms compleja. La evolucin del cerebro
permiti a algunos mamferos representarse no solo el mundo presente, sino
el pasado y el futuro y organizar sus acciones en consonancia con estas
representaciones.
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aportaciones de Broca y Wernicke sobre los centros cerebrales del lenguaje (Luria
1974; Barroso 1994) contribuyeron a la aceptacin creciente de una
organizacin cerebral con reas especializadas. Curiosamente, Flourens no fue
un localizacionista, sino un unitarista que crey en la unidad funcional de la corteza
cerebral (Changeux 1985). Sin embargo, fue Jackson, neurlogo de finales del siglo
XIX, quien plante un modelo de organizacin cerebral en el que los procesos mentales
complejos dependan de niveles, ms que de reas particulares de la corteza (Luria
1974; Changeux 1985; Milner y White 1987). De este modo, para Jackson, la
localizacin de la lesin no poda identificarse con la localizacin de una funcin, ya
que cuanto ms complejo era un proceso, ms territorios cerebrales implicaba. Uno de
los psiclogos ms influyentes, Lashley, mantuvo toda su vida una postura unitarista,
pero tambin anticonexionista (Kandel 1996). Lashley no crey nunca en las
subdivisiones especializadas de la corteza cerebral y pens que lo importante para la
funcin era la masa cerebral global. Las consecuencias de una lesin cerebral
dependan, para Lashley, de la cantidad total de tejido cortical destruido. La
aplicacin de esta concepcin al estudio de las bases cerebrales del aprendizaje
produjo un enfrentamiento dialctico entre Lashley y Pavlov, en relacin a la teora de
la accin refleja condicionada (Pavlov 1932). Lashley opinaba que la teora de la accin
refleja era determinista y un obstculo para el conocimiento de la funcin cerebral
(citado por Pavlov 1932). Pavlov disenta de este planteamiento unitarista. Para
Pavlov, la ausencia de efecto de las lesiones de zonas localizadas de la corteza en el
aprendizaje de las ratas en un laberinto, podra perfectamente deberse a la
utilizacin, por parte de los animales, de distintas seales ambientales para
orientarse en dicho laberinto. De este modo, y ya que la representacin y anlisis
sensorial estn muy extendidos en la corteza, deca Pavlov, es lgico que la lesin de
una zona no afecte a la ejecucin de la prueba, porque los animales podran utilizar
rutas sensoriales alternativas para su orientacin (Pavlov 1932).
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Resumiendo, la visin actual del cerebro que gua el trabajo de los psicobilogos
y de los neurocientficos en general, implica un conjunto de sistemas funcionales
jerarquizados que permiten llevar a cabo, tanto las funciones homeostticas, como las
funciones cognitivas complejas requeridas para la adaptacin de esa especie a su
entorno.
el cerebro puede tener muchos pasos intermedios en los circuitos que median entre
el estmulo y la respuesta y seguir careciendo de mente, si no cumple una condicin
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ORGANISMO
Ejecucin
SISTEMAS DE RESPUESTA:
del
comportamiento MOTOR; VEGETATIVO Y
ENDOCRINO
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An, me gustara referirme a otros dos enfoques que Riviere (1995) engloba
como dualismo funcionalista, pero que, sin embargo, Bunge (1988) sita dentro de las
posturas monistas representadas por el materialismo eliminativo. Estos enfoques
estn representados por las propuestas de Turing (1950) y la corriente filosfica
funcionalista de Fodor (1981). La mente es, para ambos, un sistema de cmputo
simblico, que puede ser desarrollado por humanos, ordenadores o espritus
incorpreos (Fodor 1981). Cierto es, como seala Riviere (1995), que las propuestas
de Turing y de Fodor supusieron un importante desafo a la barrera entre el mundo
fsico y la mente, porque desde esta perspectiva, lo que produce la actividad mental
puede ser un soporte, tan fsico, como una mquina computadora. Lo que define que
un sistema pueda o no tener actividad mental es su organizacin, no el material del
que est hecho (Fodor 1981). Veremos ms adelante que esta ltima idea ha sido
asumida por las visiones monistas ms actuales.
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asumen un paralelismo entre lo mental y lo fsico (Bunge 1988): Por ejemplo, lo tengo
en la mente; es un problema mental, no fsico. Quizs, como ha sealado Simn
(1994), en el comienzo de la concepcin dualista de la mente humana se encuentre la
experiencia misma del pensamiento, que como experiencia subjetiva tiene apariencia
de algo no material. Por tanto, si yo percibo en mi mismo esa vivencia a la que
concibo no material, tambin los dems, seres humanos como yo, deben de
experimentar vivencias similares, y por tanto poseer un principio inmaterial que las
sustente. De esto se debi dar cuenta Descartes cuando escribi .... he advertido que
hay en m ciertos datos de conciencia que no proceden de los objetos externos ni de la
determinacin de mi voluntad, sino exclusivamente de mi facultad de
pensar........(citado por Simn 1994).
La historia del monismo es casi tan antigua como la del dualismo. En los
presocrticos, Hipcrates y la escuela hipocrtica, espritu y materia no se
diferenciaban (Changeux 1985). Por ejemplo, para Demcrito la sensacin y el
pensamiento tenan una base material, conformada por los tomos psquicos; y para
Hipcrates el cerebro era el lugar de las pasiones. Aristteles tambin fue un monista,
pero un monista psquico. Consideraba que la psique era la responsable de todos los
aspectos biolgicos, incluida la conducta, y por esta razn, cuando el cuerpo mora y la
psique le abandonaba el cuerpo se disolva (Vanderwolf 1998). El problema fue que
situ la psique en el corazn, en sintona con la ms pura tradicin homrica
(Changeux 1985).
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El SNC traduce las distintas energas fsicas del mundo mediante el impulso
nervioso. Los estmulos son as representados por patrones de actividad neural segn
un cdigo espacial y temporal. Muy recientemente, se ha descubierto que en la
codificacin de determinadas frecuencias musicales bajas (62,5 Hz; nota Do), las
neuronas del tracto auditivo tienen un patrn temporal de mxima activacin cada 16
ms (Griffiths y col. 1998). Este patrn temporal no es arbitrario, ni tiene nada de
simblico, sino que representa los ciclos de mxima y mnima descompresin de la
onda sonora, que a nivel de cclea son codificados como movimientos laterales de sus
clulas ciliadas. Muy probablemente, frecuencias distintas sean representadas por
otros patrones temporales. Otro ejemplo, referido al sistema visual lo tenemos en un
trabajo de Tootle y cols. (1988) quienes demostraron, mediante la tcnica de c-2-
desoxy-d-glucosa, que cuando un mono ve un estmulo formado por tres crculos
concntricos atravesados radialmente por lneas, la actividad de la corteza visual
estriada se organiza topogrficamente, con una pauta muy semejante a la forma del
estmulo que el mono est viendo. Por tanto, y al menos respecto a los estados
iniciales del procesamiento, el cerebro parece trabajar con representaciones
topogrficas.
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para ello no se debe concebir el SNC como un sistema fsico, sino como un sistema
biolgico, dotado de propiedades y organizacin peculiares. La peculiaridad en la
organizacin del SNC est en la forma en que se comunican sus elementos celulares;
en cmo se asocian en redes neuronales; en las posibilidades de reorganizacin de la
estructura y actividad de estas redes; en su capacidad de autoprogramacin; y en la
redundancia con la que se llevan a cabo algunas funciones. Esta intrincada
organizacin es capaz de llevar a cabo, tanto funciones homeostticas, como mentales.
As pues, los estados mentales y la conducta estn producidos por la estructura del
cerebro y realizados en sta (Searle 1985), y dependen en ltimo trmino, de la
integridad de los sistemas neurales que los sustentan (Pueyes 1996).
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Las teoras, no solo nos permiten integrar un nivel inferior en otro de mayor
complejidad, sino que muchas veces, la teora elaborada en un nivel ms molar,
resulta ser una gua inestimable para una bsqueda adecuada en el nivel molecular
(Hull 1943). Cmo se podran entender, e incluso obtener, la neuroimagen funcional
de un proceso atencional, sin una formulacin terica adecuada de los que es atencin
y que tipos de atencin existen?. Cmo se hubieran orientado los estudios
moleculares sobre la habituacin en invertebrados sin una formulacin previa de qu
es la habituacin y sin un conocimiento previo del proceso y las tcnicas de conducta
para medirla?. Otro ejemplo claro de lo expresado anteriormente, lo tenemos en las
teoras neurobiolgicas sobre el aprendizaje de Donald Hebb. Hebb parti de los datos
conductales y busc los datos neurobiolgicos que encajaran con ellos. Si an no
haban sido encontrados estos datos, Hebb los propona como hiptesis sobre el
funcionamiento cerebral (Milner y White 1987). Sin sus formulaciones tericas, muy
probablemente, la historia de la neurobiolologa del aprendizaje hubiera sido
diferente.
1.3.3. Gentica-Ambiente
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La cuestin de fondo, sea cual sea la forma o nombre que tome este debate, es
cul es el origen de las diferencias individuales y de la variabilidad en el
comportamiento entre los individuos?.
Por lo que respecta al genotipo, no hay ninguna duda de cules son los factores
responsables la variabilidad. La teora evolutiva nos ensea que las variaciones se
deben por un lado, a la recombinacin de genes en la reproduccin y por otro, a las
mutaciones aleatorias que permiten la adquisicin de nuevos caracteres (Ve 1982).
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autoinformes clsicos de personalidad muestran que las correlaciones para los gemelos
dicigticos son aproximadamente la mitad que para los gemelos monocigticos,
situndose los ndices de heredabilidad entre un 0.49 y un 0.35.
A pesar del consenso entre los genticos del comportamiento en cuanto a los
datos expuestos, estos no estn exentos de crticas. Uno de los argumentos utilizados
contra la interpretacin que muchas veces se hace de estos estudios es la inadecuacin
del ndice de heredabilidad como una medida de la causacin gentica del
comportamiento (Roubertoux y Carlier 1997). Heredabilidad y hereditario no son
sinnimos. Un caracter es hereditario si se puede predecir su transmisin a las
generaciones siguientes, siendo, por tanto, un concepto causal (Roubertoux y Carlier
1997). Sin embargo, la heredabilidad es un concepto estadstico que refleja la
covariacin entre un rasgo fenotpico y las caractersticas de un determinado genoma
(Roubertoux y Carlier 1997). Se puede calcular la heredabilidad porque hay
variabilidad gentica. Es decir, si un fenotipo estuviera determinado para toda una
poblacin por el mismo genotipo, el ndice de heredabilidad sera 0 porque no habra
variacin, entonces ese rasgo se transmitira a las generaciones siguientes de forma
idntica y el fenotipo resultante sera el mismo. Por tanto, no es una medida de
determinacin gentica, sino del porcentaje en el que en una poblacin la variabilidad
fenotpica depende de la variacin en el genotipo.
La mayor reaccin contra los resultados de los estudios sobre gentica del
comportamiento la provocan los argumentos a favor de una influencia irrelevante del
ambiente familiar sobre la conducta (Rose 1995). No hay que olvidar que una buena
parte de la tradicin psicolgica est basada en la demostracin de que el
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pasa por tanto, a formar parte de la informacin relevante para el control del
comportamiento.
Por qu, entonces, sigue estando esta polmica abierta, si lo arriba expuesto
no parece revestir ningn problema para ser aceptado por la psicologa?. Quizs
porque como Ferrs (1996; 1998) apunta, esta cuestin atae al problema de la
libertad. Atae, en definitiva, a la antigua creencia sobre el libre albedro y la
indeterminacin de la conducta humana. Lo cierto es que cuantos ms asuntos
humanos abarque un campo cientfico, ms probabilidad existe de que sus teoras
entren el conflicto con las tradiciones y creencias (Jacob 1982). De hecho, muchos de
los aspectos de este debate no son realmente cientficos, sino sociales e ideolgicos.
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