Homilia M Auxiliadora
Homilia M Auxiliadora
Homilia M Auxiliadora
AUXILIADORA
24
de
Mayo
2012
Textos
Apocalipsis
12,
1-17
Glatas
4,
4-7
Evangelio
segn
San
Juan
2,
1-11
Celebramos la Eucarista en esta fiesta de Mara Auxiliadora, madre de
Jess. Ella, como hemos escuchado en el evangelio, siempre est
diciendo haced lo que l os diga.
1
nuestra Seora del Rosario. En este altar rezaron Domingo Savio, Don
Ra y tantos santos salesianos de la primera poca.
Con el pasar de los aos Don Bosco entiende que su obra debe
traspasar los lmites estrechos de Valdocco. Jvenes necesitados hay en
todo el mundo. No siempre la situacin de los jvenes, o la situacin que
vive la Iglesia, es fcil. La Iglesia, y en ella los
jvenes necesita el auxilio, la ayuda de la madre del
Seor. Este es el momento de la construccin de la
baslica de Mara Auxiliadora, de la fundacin del
instituto de las hijas de Mara Auxiliadora
(monumento vivo en recuerdo de la madre de
Jess), de la expansin de la obra salesiana a favor
de los jvenes en el mundo entero.
Tres
caractersticas
de
nuestra
devocin
mariana
De esta breve historia entresaco algunas
caractersticas importantes de la devocin a Mara
Auxiliadora.
En primer lugar quiero subrayar que la
devocin de la virgen nos hace mejores discpulos
de Jess. Haced lo que Jess os diga es la eterna invitacin de la
virgen. Hoy tambin le preguntamos cada uno al Seor: qu quieres de
m? Hoy tambin confesamos nuestra fe en l y le manifestamos nuestro
amor.
En segundo lugar, la devocin a Mara Auxiliadora, nos une a la
Iglesia. Don Bosco siempre nos quiso unidos a la Iglesia, a nuestros
obispos y al Papa. Somos hijos de esta Iglesia que invoca el Auxilio de
Mara. Dentro de pocos meses recordaremos el inicio del Concilio
Vaticano II. El 11 de octubre de 1962 el Papa Juan XXIII inauguraba
este transcendental acontecimiento con un hermoso discurso que
acababa con estas palabras: Oh Mara, auxilum chistianorum,
intercede por todos nosotros.
En tercer lugar, la devocin a Mara Auxiliadora, nos estimula una
y otra vez a la misin juvenil. A ella encomendamos a nuestros nios y
jvenes, as como pedimos luz para educar a tantos jvenes, y les
ayudemos a ser honestos ciudadanos y buenos cristianos.
Mara auxiliadora de los cristianos ruega por nosotros.
Koldo Gutirrez, sdb