Nacidos para Triunfar

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NACIDOS PARA TRIUNFAR

1. TRIUNFADORES Y PERDEDORES

Cada ser humano nace como algo nuevo, como algo que no exista antes; como un ser distinto
dotado de todo lo necesario para triunfar en la vida. Individualmente, cada persona puede ver, or,
tocar, gustar y pensar por s misma.

Adems, cada una tiene sus propias potencialidades, sus capacidades y limitaciones. Por derecho
propio, cada una puede ser una persona importante, pensante, consciente y productivamente
creadora; en una palabra, posee todos los atributos necesarios para ser un triunfador.

Las palabras triunfador y perdedor tienen varios significados diferentes. Cuando nos referimos
a un triunfador, no queremos decir que un individuo vence a otro derrotndolo. Nuestro empleo de
la palabra triunfador est restringido a aquel individuo que responde autnticamente: aquel que en
su comportamiento es veraz, confiable, sincero y sensible, tanto en su condicin de individuo como
de miembro de una sociedad. Un antiguo cuento que Martn Buber ha recontado resume esta idea.
En su lecho de muerte, un rabino se ve a s mismo como perdedor y se lamenta de que, en el otro
mundo, no le preguntarn por qu no fue Moiss, sino por qu no fue el mismo; es decir, por qu no
fue autntico.

Pocas personas son totalmente triunfadoras o perdedoras; es una cuestin de grado. No obstante,
una vez que el individuo se halla camino de convertirse en triunfador, sus probabilidades de serlo
son mucho mayores.

TRIUNFADORES

Los triunfadores tienen diferentes potencialidades. Tener xito no es lo ms importante; s lo es ser


autntico. La persona autntica tiene la experiencia de su propia realidad al conocerse a s misma, al
ser ella misma y al convertirse en alguien sincero y sensible. La persona autntica es la que realiza
su propia unicidad, hasta entonces desconocida, y aprecia la unicidad de los dems.

El triunfador no consagra su vida al servicio de lo que imagina que debe ser, sino, por el contrario,
se esfuerza por ser l mismo y, como tal, no consume sus energas en representaciones dramticas,
ni en falsas pretensiones, ni tampoco en manipular o inducir a otras personas en sus propios juegos.
El triunfador puede revelarse como realmente es, en lugar de proyectar imgenes que agraden,
inciten o seduzcan a los dems; tiene conciencia de que existe una importante diferencia entre ser
carioso y actuar cariosamente, entre ser estpido y actuar estpidamente, entre ser inteligente y
actuar inteligentemente. El triunfador no necesita esconderse detrs de una mscara; se despoja de
sus propias imgenes irreales de inferioridad o de superioridad y no se deja atemorizar por la
autonoma.

Curso: Desarrollo de Competencias Personales Docente: Psic. Jefferson Olivera Poccomo


Cada persona tiene sus propios momentos de autonoma, aunque sean transitorios. Sin embargo, el
triunfador puede mantener su autonoma durante perodos cada vez ms largos; en ocasiones, puede
perder terreno o aun fracasar, pero, a pesar de ello, conserva la fe bsica en s mismo.

Un triunfador no se atemoriza de pensar en s mismo ni de usar sus propios conocimientos; puede


distinguir entre hechos y opiniones y no pretende tener todas las respuestas. Escucha a los dems;
evala lo que tienen que decir, pero se reserva el derecho de llegar a sus propias conclusiones;
admira y respeta a otras personas, pero no se deja definir, abatir, limitar o atemorizar por ellos.

Un triunfador no practica el juego del desamparado como tampoco el de echar la culpa; por el
contrario, siempre asume la responsabilidad de su propia vida. No otorga a nadie falsa autoridad
sobre s porque sabe que l es su propio jefe.

El triunfador posee un justo sentido del tiempo. Responde adecuadamente a cada situacin, de una
manera apropiada al mensaje enviado, y en todo caso preserva la importancia, el mrito, el bienestar
y la dignidad de las personas con quienes se comunica. Sabe que hay una oportunidad para cada
cosa y un momento para cada actividad.

Para un triunfador el tiempo es valioso; por consiguiente, no lo malgasta. Vive aqu y ahora. Vivir
en el presente no quiere decir ignorar neciamente su pasado o desperdiciar la oportunidad de
prepararse para el futuro; ms bien, como conoce su pasado, es consciente del presente y vive en l
y espera el futuro con optimismo.

Un triunfador aprende a conocer sus sentimientos y limitaciones y no los teme; tampoco se deja
intimidar por sus propias contradicciones o ambivalencias. Sabe cundo est enojado y puede
escuchar cuando los dems se enojan contra l. Tambin puede dar y recibir afecto, o amar y ser
amado.

Un triunfador puede ser espontneo; no tiene que responder de una manera rgida o preestablecida.
Puede cambiar sus planes cuando sea necesario. Al triunfador le entusiasma la vida: goza con su
trabajo, el juego, la comida, las otras personas, el sexo y la naturaleza. Goza de sus triunfos sin
sentimientos de culpabilidad, y de las realizaciones de los dems sin envidia.

Aunque el triunfador puede gozar libremente, tambin es capaz de posponer el disfrute de su placer;
puede disciplinarse en el presente para gozar ms intensamente despus. No teme buscar lo que
desea, pero lo hace de una manera apropiada; no reside su seguridad en el control sobre los dems y
no se dispone a ser perdedor.

Como el triunfador se preocupa por el mundo y sus habitantes, no se asla de la sociedad y sus
problemas; se preocupa, siente compasin y se compromete en esfuerzos por el mejoramiento de la
calidad de vida. Aun en la adversidad nacional o internacional, no se considera totalmente
indefenso. Hace todo lo que est a su alcance para hacer de ste un mundo mejor.

PERDEDORES

Aunque el individuo nace para triunfar, no es menos cierto que nace indefenso y dependiente por
completo del medio ambiente. Los triunfadores hacen con xito la transicin desde la incapacidad
total a la independencia y desde sta a la interdependencia. No ocurre lo mismo con los perdedores;
en algn momento durante su vida, los perdedores empiezan a eludir la responsabilidad de s
mismos.

Curso: Desarrollo de Competencias Personales Docente: Psic. Jefferson Olivera Poccomo


Como ya lo hemos dicho, pocas personas son totalmente triunfadoras o perdedoras; la mayora de
los individuos triunfa en algunos aspectos de la vida y pierde en otros. El que triunfe o fracasen
depende, en parte, de lo que les haya acontecido en la infancia.

La falta de respuesta a las necesidades de dependencia, la malnutricin, la brutalidad, las relaciones


infelices, las enfermedades, las desilusiones continuas, el cuidado fsico inadecuado y los
traumatismos son algunas de las muchas experiencias que pueden contribuir a que un individuo se
convierta en perdedor. Tales experiencias interrumpen, detienen o impiden el progreso normal de
una persona hacia su propia autonoma y realizacin. Para poder hacer frente a las experiencias
negativas, el nio tiene que aprender a manipular y a manipular a los dems. Estas prcticas son
difciles de desterrar ms tarde en la vida y se convierten a menudo en normas establecidas. El
triunfador busca la manera de deshacerse de ellas; el perdedor se aferra a ellas.

Algunos perdedores se consideran a s mismos como exitosos pero ansiosos, exitosos pero
atrapados o exitosos pero infelices. Otros se refieren a s mismos como totalmente derrotados, sin
objetivos, incapaces de avanzar, medio muertos o muertos de aburrimiento. El perdedor no puede
reconocer que, en gran medida, l mismo ha cavado su propia fosa, construido su propia jaula y es
el nico responsable de su propio aburrimiento.

El perdedor raramente vive en el presente; lo destruye ocupndose con recuerdos del pasado o con
expectativas del futuro.

Cuando el perdedor vive en el pasado, medita sobre los felices das de antao o sobre sus desgracias
pretritas: con nostalgia, se aferra a la idea de cmo solan ser las cosas o se lamenta de su mala
suerte; siente lstima de s mismo y carga a los dems de la responsabilidad de su propia vida
insatisfactoria. Culpar a los dems y disculparse a s mismo son juegos favoritos del perdedor.
Cuando vive en el pasado, el perdedor suele lamentarse de s...:

Cuando por el contrario, el perdedor vive en el futuro, espera el milagro que, como en cualquier
cuento de hadas, podr hacerle vivir por siempre feliz: en lugar de buscar su propia vida, espera;
se dedica a esperar el rescate mgico: Qu maravillosa ser la vida cuando:

En contraste con las personas que viven con la ilusin de un rescate mgico, algunos perdedores
viven bajo la constante amenaza de una catstrofe: qu pasar s...

Cuando una persona hace girar su vida alrededor del futuro, experimenta ansiedad en el presente; le
domina la ansiedad por aquellas cosas que prev, ya sean reales o imaginarias: exmenes, cuentas
por pagar, aventuras amorosas, crisis, enfermedades, jubilacin, las condiciones climticas, etc. La
persona que est excesivamente ocupada en el futuro deja pasar de largo las oportunidades reales
del presente; como se ocupa demasiado con cosas irrelevantes, su ansiedad le desva de la realidad
y, en consecuencia, es incapaz de or, ver, sentir, gustar, tocar o pensar por s misma.

Como el perdedor es incapaz de utilizar la potencialidad total de sus sentidos y aplicarla a las
situaciones inmediatas, sus percepciones son incorrectas o incompletas. Se ve a s mismo y ve a los
dems como a travs de uno de esos prismas que deforman las imgenes; su habilidad para tratar
eficazmente el mundo real se ve entorpecida.

El perdedor gasta una buena parte de su tiempo en representaciones dramticas; imagina, y perpeta
antiguos roles de la niez; gasta su energa en mantener su mscara, con la cual presenta a menudo
una apariencia engaosa. Para el perdedor comediante, su representacin es a menudo ms
importante que la realidad.

Curso: Desarrollo de Competencias Personales Docente: Psic. Jefferson Olivera Poccomo


El perdedor reprime su capacidad de expresar espontnea y adecuadamente todo el rango
de su posible comportamiento; puede no darse cuenta de que existen otros caminos
para encauzar de nuevo el camino que ha escogido no le lleva a ninguna parte. Tiene
miedo de probar algo nuevo; se mantiene dentro de su propio statu quo y es un repetidor
que no slo repite sus propios errores, sino que repite a menudo los de su familia y los de
su cultura.

El perdedor tiene dificultad en dar y recibir afecto; no establece relaciones ntimas,


honradas y directas con otras personas; muy por el contrario, trata de manipularlas para
que vivan de acuerdo con sus propias expectativas y canaliza sus esfuerzos para
corresponder a las de los dems.

Cuando un individuo es un perdedor, no usa su inteligencia adecuadamente; hace mal uso


de ella cuando racionaliza o cuando intelectualiza; en el primer caso, ofrece disculpas
para hacer que sus actos sean admisibles; en el segundo, intenta engaar a los dems con
su verbosidad. En consecuencia, muchas de sus posibilidades permanecen latentes,
irrealizadas e ignoradas. Es como el prncipe-rana del cuento de hadas; est hechizado
y vive la vida de algo que no le corresponde ser.

Curso: Desarrollo de Competencias Personales Docente: Psic. Jefferson Olivera


Poccomo

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