También Tú Eres de Sus Discípulos.p.fidel Oñoro
También Tú Eres de Sus Discípulos.p.fidel Oñoro
También Tú Eres de Sus Discípulos.p.fidel Oñoro
INTRODUCCIN
1
Nacido en Baranoa, Atlntico, el 8 de diciembre de 1963. Ordenacin Sacerdotal el 17 de Diciembre de 1988.
Miembro de la Congregacin de Jess y Mara (Padres Eudistas). Magster en Teologa Bblica de la Pontificia
Universidad Javeriana (1988). Licenciado en Ciencias Bblicas del Pontificio Instituto Bblico (1998). Estudios en
Arqueologa Bblica en la Escuela Bblica de Jerusaln (1997). Estudios de Crtica textual en la Universidad de
Birmingham (Inglaterra) (1998). Fue Rector del Seminario Regional Nordeste I, en Fortaleza, Brasil (1991 1994).
Vice-rector Acadmico de la Universidad Minuto de Dios (1998 2001). Fundador y Decano del Instituto Bblico
Pastoral para Amrica Latina de la Universidad Minuto de Dios (2001 2004). Director del Centro Bblico Pastoral
para Amrica Latina del CELAM (2004 hasta la fecha) y presidente de la Asociacin de Escrituristas Catlicos de
Colombia (2005 hasta la fecha). Ha realizado diversas publicaciones como: La formacin en el Nordeste del Brasil
(CNBB, 1992). Introduccin a la Cristologa del Nuevo Testamento /(1993). A la Escucha del maestro. Introduccin
teorco prctica a la Lectio Divina (1996; 10 ediciones). A la Sombra del Espritu. Introduccin al Evangelio de Lucas
(1997). En los Brazos del Padre. Cmo hacer un proyecto de vida a la luz de Mateo (1998). La Pedagoga de Jess en
Juan (2000). Serie de 14 folletos de Lectio Divina con los Evangelio en el Ao Litrgico (2003 2005). Artculos en
revistas bblicas y pastorales.
2
Card. Francisco Javier Errzuris, en la presentacin del Documento Hacia la V Conferencia del Episcopado
Latinoamericano y del Caribe. Documento de Participacin (CELAM; Bogot 2005) 5.
evento como este tambin debe ayudar a responder con orientaciones
pertinentes, positivas y significativas.
2
Grandeza y bajeza estn incluidas una en la otra desde que Cristo,
siendo el ms grande, se hizo el ms pequeo,
desde que l, el primero, ocup el ltimo lugar.
Ser sacerdote significa entrar en esa comunidad de hacerse
pequeos
y, as, participar en la gloria comn de la salvacin6.
1. Un punto de partida
El texto que acabamos de leer nos permite asistir a un drama que deja
percibir la irona y, en el fondo, la verdad de una realidad
tremendamente dolorosa.
3
interpelado por gente sencilla: la portera (18,17) y un grupo de siervos
y guardias (18,18.25). Enseguida viene la respuesta, la cual es idntica
en las dos ocasiones: No lo soy9.
9
La pregunta no es una acusacin directa (la mujer espera que responda no), pero lo cierto es que una respuesta
honesta llevara a Pedro al mismo destino de Jess.
10
Es la firmeza de una declaracin constante. No es sino recordar los anteriores Yo soy del Evangelio (4,26;
6,35.41.48.51; 8,12.24.28.58; 10,7.9.11.14.36; 11,25; 13,19; 14,6; 15,1.5). Jess se expresa con acento soberano y
divino. A propsito comenta R. Schnackenburg: La posicin central de la palabra en el relato seala el cenit: Jess
no es un hombre entregado e indefenso, sino que se entrega a s mismo, proclamando con ello todo su poder (op.
cit., pg. 275).
11
Es mucho ms de lo que nos presentan los sinpticos, quienes en la tercera pregunta a Pedro se basan en el ser
galileo (Mc 14,70; Lc 22,59) o en su acento (Mt 26,73). Lo que identifica a Pedro ahora son dos detalles: (1) el estar
junto con Jess all donde el Maestro reafirm su identidad y (2) su liderazgo en medio de los discpulos al iniciar el
ataque de defensa del Maestro (18,10-11). Cfr. D. Senior, La Pasione di Ges nel Vangelo di Giovanni (Ancora;
Milano 1993) 65-70.
12
La debilidad del apstol haba sido predicha (ver 13,38). El canto del gallo, cual signo obsesionante de la noche,
nos remite a aquel anuncio. Precisamente cuando Pedro haba proclam con vigor su lealtad indefectible a Jess, an
en contrava de las palabras del Maestro: A donde yo voy no puedes seguirme ahora; me seguirs ms tarde
(13,36).
4
compacta de muta pertenencia entre Jess y Pedro ha sido
resquebrajada.
Y la cuestin sigue abierta tambin para nosotros: Juan nos ensea que
el juicio a Jess se repite cada vez que el discpulo es interrogado por
su identidad.
13
Las palabras me seguirs ms tarde se retoman en los relatos pascuales (Juan 20 y 21). El rescate de Pedro
ocurre cuando la triple negacin se repara con la triple ofrenda de amor y el nuevo llamado que le hace Jess (cfr.
21,15-23).
14
Pedro tiene su primer encuentro con Jess en 1,41-42 a partir del testimonio de su hermano Andrs, all es
llamado Cefas. En 6,67-68, lo vemos ya como el ms importante representante de los discpulos: confiesa la fe con
un nosotros. En 13,24, durante la cena, Pedro provoca el desvelamiento del traidor. Luego, en 13,37,
contraponindose a sus palabras, le ofrece a Jess dar su vida por l. En 18,10-11 vemos el episodio de la espada en
el momento de la captura de Jess. Durante el juicio de Jess por parte del Sumo sacerdote, en 18,12-27, Pedro
aparece contrapuesto al testimonio de Jess. En la maana del da de la resurreccin va a la tumba junto con el
discpulo amado (20,2-10). En la segunda conclusin del evangelio, en Jn 21, Pedro aparece en las tres escenas: 21,1-
14 (Pedro y los siete compaeros).15-19 (Pedro y Jess).20-24 (Pedro y el discpulo amado).
15
En las escenas iniciales de llamado al discipulado de Jn 1,35-51, aparece el sgueme dirigido a Felipe (1,43);
de resto, se utiliza las expresiones vengan y vean (1,39; cfr. 1,46) y permanecer (1,39).
5
El comentario del evangelista en el versculo siguiente relee estas
palabras desde la perspectiva del martirio de Pedro. Por lo tanto, el
discipulado es tal cuando hay comunin con la cruz pascual del
Maestro16: el joven Pedro que iba donde quera ha quedado atrs, una
vez que ha superado el escndalo de la cruz y se ha comprometido de
forma incondicional en el camino del Buen Pastor 17. De esta forma se
establece una conexin entre el pastoreo y el discipulado18.
Pedro est en condiciones de dar la propia vida por las ovejas de Jess
cuando llega a viejo (ms exactamente cuando se hace), que en
griego es presbtero.
16
Enfoque que apareci en los sinpticos (cfr. Mc 8,34-35 y par.; Lc 24,25-27).
17
Cfr. F. J. Moloney, El Evangelio de Juan (Verbo Divino; Estella-Navarra 2005) 561.
18
Dice Moloney: Las palabras posteriores de Jess sobre el futuro de Pedro no son sino la consecuencia lgica
del fundamento cristolgico de su pastoreo (op. cit., 561).
19
Por este camino, Jess revel el amor de Dios al mundo (3,16) y en l fue glorificado el Hijo (cfr. 12,28) y el
Hijo le dio gloria al Padre (17,1-5). Cfr. Moloney, op. cit., 561.
6
profundidad de su ministerio 20. Este s total es el seguimiento o
discipulado: el arrojo para recorrer los caminos inditos en
obediencia al Maestro. Entonces la donacin completa y sacrificial de s
mismo se convierte en referente para la comunidad entera, en anuncio
real del amor que la genera, al mismo tiempo que eficazmente la
vivifica21.
20
Smbolo de despojo, de docilidad, de entrega total al Seor.
21
Sugerentes la palabras de C. M. Martini: La comunidad est llamada a reconocer en la continua accin de
Pedro en la Iglesia la continuacin de la accin pastoral de Jess l constituye un signo en el cual estamos
invitados a reconocer la presencia del Seor, para apoyarnos en ella y para hacerla punto de referencia de nuestra
accin (El Evangelio de san Juan [San Pablo; Bogot 1994] 121).
22
Agrega Moloney que incluso Las discusiones sobre el ministerio petrino en la tradicin catlica romana estn
fuera de lugar en la exgesis de este pasaje (op. cit., pg.561). De todas maneras esto no quiere decir que la referencia
al grupo de los discpulos, particularmente a los Doce, no refleje aspectos histricos de la comunidad primera de
Jess. Al respecto cfr. G. Segalla, Dai discepoli di Ges alla comunit cristiana, en Evangelo e Vangeli (EDB;
Bologna 1994) 346-347.
23
Con todo, es interesante el abordaje logrado por C. M. Martini en el captulo La Iglesia de los Presbteros
(pgs.147-157), en su clebre retiro sobre Juan arriba citado.
24
El uso intercalado de los dos verbos en este pasaje es un indicio de la conexin con la alegora del Buen Pastor,
all el pastor ejerce estas dos funciones: l conduce a sus ovejas (10,3-4), las lleva a buenos pastos (10,9-10), les da
vida eterna y las guarda (10,28).
25
Afirma G. Segalla: En el Cuarto Evangelio la autoridad es afirmada sobre el trasfondo del grupo histrico de los
discpulos y se expresa de forma simblica ms que en un lenguaje jurdico. Su significado es, en todo caso
eminentemente cristolgico sea en el origen como en el fin que persigue (op. cit., pg.350).
7
Jess Buen Pastor y aquellos que sern sus representantes, o mejor, los
mediadores de Jess Buen Pastor26. Adems cuando Jess le dice a
Pedro Apacienta mis corderos mis ovejas, queda claro que l no
solamente es un servidor de una comunidad plural sino que su funcin
es ayudarle a cada uno a mantener siempre viva su comunin con
Jess27.
Con estos criterios podemos dar el segundo paso en este estudio
bblico: Cmo aparece, entonces, la figura del discpulo-pastor en el
cuarto evangelio? Cmo se entabla esta relacin con Jess, con la
comunidad y junto con la comunidad con la sociedad?28
8
la comunidad del discpulo amado la llev a buscar hondamente su
identidad. Los desafos que se van presentando influyen ciertamente en
la manera como se perfila el discipulado en esta comunidad.
31
Al respecto: R.E. Brown, La comunidad del discpulo amado (original 1979), resumida con algunas nuevas
precisiones en Introduccin al Nuevo Testamento, Vol.I, pgs. 491-495; O. Culmann, Le Milieu Johannique
(Genve 1975); R. A. Culpepper, The Johannine School (Missoula 1975); J. D. Kaestli - J.M. Poffet -J. Zumstein
(Eds), La communaut johannique et son histoire (Genve 1990) ; F. Vouga, Le cadre historique et lintention
thologique de Jean (Paris 1977); G. Theissen, op. cit., 127-138.Una obra de gran valor al respecto es la de D. Bruce
Woll, Johannine Christianity in Conflict (Chico/California 1981). De gran valor como introduccin mundo del
cristianismo junico: J. Painter, The Quest for the Messiah. The History, Literature and Theology of the
Johannine Community (T&T Clark; Edimburgo 1993).
32
La expresin excluido de la sinagoga, de todo el Nuevo Testamento solamente aparece en Juan.
9
La comunidad cristiana va tomando conciencia progresiva de tener una
identidad propia33. Estamos en una profunda transicin hacia un
cristianismo ms radical perfilado a partir de la confesin de fe en la
divinidad de Jess y en el reconocimiento del mandamiento nico del
amor a la manera de Jess como la Ley (cfr. 13,34-35).
Parecen darse divisiones entre los grupos. Unos se creen mejores que
los otros. A algunos los consideran creyentes dbiles, porque
manejaban una cristologa inadecuada (cfr. 6,60-66). A otros, a los que
crean slidamente en Jess (6,67-69), los consideraban ms fuertes
pero sin tanta profundidad espiritual como los cristianos de su
comunidad, simbolizados en el discpulo amado (cfr. 20,6-9). Con todo,
se nota que albergaban la esperanza de que las divisiones entre ellos y
la comunidad junica se subsanaran y fueran uno (cfr. 10,16; 17,11).
33
Por ejemplo, la manera como se habla de la ley y de las fiestas judas deja ver la conciencia de pertenecer a otro
grupo: 7,19; 10,34; 15,25; 6,4; 7,2. Un dato ms: entre los captulos 5 y 10, que refieren el spero conflicto entre
Jess y los jefes judos de Jerusaln, notamos la toma de distancia de la comunidad junica de la juda. El problema
central es la confesin pblica del mesianismo divino de Jess (cfr. Jn 20,30-31).
10
No slo hay conflictos entre las comunidades, tambin los hay en entre
los lderes. Algo de esto se nota al final del evangelio: un conflicto entre
Pedro y Juan (cfr. 21,20-24)34.
Como vimos, la comunidad del discpulo amado pasa por las vicisitudes
de la maduracin enfrentando el nuevo panorama religioso, socio-
cultural y eclesial. Los conflictos se dan hacia fuera y hacia dentro de
ella.
34
Sobre todo en las cartas junicas se perciben ya conflictos con la autoridad. Hay que ver por ejemplo la figura de
Diotrece en Jn 3 Jn 9-10.
35
Cfr. G. Segalla, op. cit., 350.
36
Cfr. V. Mannucci, Giovanni il vangelo narrante. Introduzione all'arte narrativa del quarto vangelo (EDB;
Bologna 1997).
11
Tengamos presente que el panorama esbozado anteriormente en
rpidas pinceladas nos permite ver que quien est al frente de la
comunidad tiene que vrselas por lo menos, con cinco desafos:
12
3. Hacerse buena oveja para poder ser buen pastor: las
coordenadas del discipulado en Juan
Por lo dems, en Juan hay tres citas en la que se presentan las cartas
credenciales de un discpulo de Jess:
- 8,31: Si os mantenis en mi Palabra, seris
verdaderamente mis discpulos,
- y conoceris la verdad y la verdad os har libres39
- 13,35: En esto conocern todos que sois discpulos mos: si
os tenis amor los unos a los otros
- 15,8: La gloria de mi Padre est en que deis mucho fruto, y
seis mis discpulos
37
Que se refiere al discipulado lo confirman citas como la de 6,45: Todo el que escucha al Padre y aprende,
viene a m. Sobre el valor salvfico de esta entrada en el discipulado: El que escucha mi Palabra y cree en el que
me ha enviado, tiene vida eterna y no incurre en juicio, sino que ha pasado de la muerte a la vida (5,24)
38
Una reformulacin de esta parte central la encontramos en 10,27: Mis ovejas escuchan mi voz; yo las conozco
y ellas mi siguen.
39
Esta cita merece una ejemplificacin. La definicin del discpulo genuino como el que permanece en su palabra
y quien es liberado (8,31-32) se verifica en la curacin del ciego, quien, actuando con base en la palabra de Jess
(9,7.11.15), fue liberado no slo de su enfermedad fsica sino tambin de la tiniebla espiritual al hacerse discpulo de
Jess (9,28) y venir a conocer quin es verdaderamente Jess (9,17.31.35-38). Un excelente estudio sobre este pasaje
y una exploracin del tema del discipulado a partir de l en: O. Muoz, Mathetes. Un estudio exegtico-teolgico en
el cuarto evangelio, a la luz de Jn 8,31-32 (Tesis Pontificia Universidad Gregoriana; Roma 1988).
13
Teniendo presente estas dos anotaciones previas y navegando ahora
dentro de la geografa interna del Evangelio, veamos cmo se va
generando y expandiendo esta relacin con Jess en cinco coordenadas:
(4) Que Juan nos entrega pasajes, que no estn en los sinpticos y en
los cuales Jess dialoga expresamente con sus discpulos: en medio
del relato de la samaritana (4,31-38), al principio del relato del ciego
de nacimiento (9,2-5), en medio del relato de la resurreccin de
Lzaro (11,7-16).
40
Aparece 78 veces en Juan, mientras que en es mucho menos en los otros evangelios (73 en Mateo, 46 en Marcos
y 37 en Lucas). Habra que agregar el trmino con-discpulo (11,16). Adems, discpulo es el cuarto trmino con
mayor frecuencia en Juan, despus de Jess, Padre y Dios.
41
Es notorio que 74 de las 78 veces el trmino se refiera a los discpulos de Jess. Cuatro veces, cuando se refiere
a otros discpulos, sean de Juan bautista (1,35.37; 3,25) o de Moiss (9,28), el trmino es usado en conexin con
algunos de ellos que se hacen discpulos de Jess (1,35.37) o estn dudando (3,25) o estn a punto serlo (9,28). Esta
es una clara indicacin del exclusivo inters del discipulado en Juan. cfr. G. Mlajuzhyil, op. cit, pg. 280.
42
Efectivamente, la presencia de los discpulos se enfatiza en los captulos donde mayormente se refleja el
tiempo de la Iglesia: 12 veces en Jn 6 y 20 veces en Juan 20-21
14
Los discpulos conviven con Jess. Esto lo vemos desde la primera
escena de discipulado en este evangelio: Rabb dnde vives?
Les respondi: Venid y lo veris. Fueron, pues, vieron dnde
viva y se quedaron con l aquel da (1,38-39). El trmino
permanecer indica convivencia prolongada con Jess y la adhesin
vital que poco a poco se le da43.
43
Cfr. M. BRUNINI, Maestro, dove abiti? Donne e uomini alla secuela di Ges nel Vangelo de Giovanni
(Dehoniane; Bologna 2003).
44
Otras citas que refieren la convivencia de Jess con sus discpulos: 2,2.12; 3,22; 6,3; 9,2; 13,5; 18,1-2. O
implcitamente: 2,17.22; 11,7; 12,16.
45
Pero tengamos presente que este aspecto no es tan subrayado por Juan.
46
Cfr. Jn 1,50; 6,69; 14,10-11; 16,30; 17,8
47
Cfr. Jn 11,17.42; 13,19; 17,8.21.
48
Cfr. Jn 3,16.18.18; 6,29.35.40; 7,5.31.38.39.48; 8,30; 11,25.26.45.48; 12,11.36.37.42.44.46; 14,1.12.
49
Cfr. Jn 1,12; 3,16.36; 6,40; 11,25-26.
15
El evangelio de Juan hace notar procesos pedaggicos en camino de la
fe50. Los discpulos van descubriendo poco a poco a Jess como el Cristo
y el Hijo de Dios. As cumple su programa expuesto en conclusin:
Jess realiz en presencia de los discpulos otras muchas
seales que no estn escritas en este libro. Estas han sido
escritas para que creis que Jess es el Cristo, el Hijo de Dios, y
para que creyendo tengis vida en su nombre (20,30-31)51.
50
Cfr. el estudio especfico de la pedagoga de Jess con sus discpulos en el cuarto evangelio a partir del anlisis
de escenas, en: F. Ooro, El encuentro con Jesucristo vivo en la pedagoga de san Juan (CELAM; Bogot-
Santiago-Mxico 2000).
51
G. Mlakuzhyil (op. cit., pg. 300-304) ha hecho notar que en el camino de descubrimiento mesinico de Jess en
Jn 1,35-51 hay doce elementos: (1) Otro da testimonio de Jess (v.36); (2) escuchar el testimonio (v.37); (3)
seguimiento de Jess (v.37-38); (4) buscar a Jess (v.38); (5) Venir y ver por s mismo (v.39); (6) Permanecer con
Jess (v.39); (7) Descubrir la identidad mesinica de Jess (v.41); (8) Buscar a otros (v.41); (9)Anunciar a Jess a
otros (v.41); (10) Conducir a otros a Jess (v.42); (11) Descubrir que se es conocido por el Cristo (v.42); (12)
Transformacin de uno mismo (cambio de nombre) (v.42). Estos se repiten en es el mismo pasaje y a lo largo del
evangelio.
52
Entre ellos: recibir a Jess, venir a Jess, buscar a Jess, escuchar a Jess, guardar la palabra de
Jess, permanecer con Jess.
16
Considerando el evangelio de forma linear podemos notar que no es
igual el discipulado antes y despus de la crisis galilea reflejada
despus del discurso del pan de vida. Un amplio grupo de seguidores se
escandaliza con la propuesta de Jess: Es duro este lenguaje.
Quin puede escucharlo? (6,60). La respuesta de Jess no parece
satisfacerlos y llega momento difcil: Desde entonces muchos de
sus discpulos se volvieron atrs y ya no andaban con l (6,66).
De aqu en adelante el grupo de los seguidores genuinos de Jess, con
contadas excepciones, parece coincidir con el grupo de los Doce53.
A stos Jess les explica una y otra vez y, aunque dicen haber entendido
sus enseanzas y su origen divino (16,29-30), la desercin a la hora de
la pasin mostrar lo contrario: Ahora creis? Mirad que llega la
hora (y ha llegado ya) en que os dispersaris cada uno por
vuestro lado y me dejaris solo (16,31-32).
53
Interesante la anotacin de R. Moreno: A partir de este momento son ellos [hoi dodeka], con toda probabilidad,
los que acompaan a Jess en los restantes episodios en que aparecen los discpulos [mathetai] (art. cit., pg.272).
17
Por esta razn, el discipulado no es completo sin la experiencia pascual.
En este momento54 el discpulo recibe la gua del Espritu Santo: El
Parclito, el Espritu Santo, que el Padre enviar en mi nombre,
os lo ensear todo y os recordar todo lo que yo os he dicho
(14,26).
Jess nunca pide que lo amen, lo que manda es que se amen los unos a
los otros: En esto conocern todos que sois discpulos mos: si os
tenis amor los unos a los otros (13,35).
En esta cita hay que tener en cuenta que:
- El amor de Jess por ellos, que se comprende plenamente en la
Cruz, es el modelo del amor entre los discpulos56.
- Jess no los ama para recibir la contraprestacin, sino para
hacerlos capaces de amar.
- Se trata de una novedad distintiva de los seguidores de Jess57.
54
El Espritu Santo se recibe en la glorificacin de Jess (Cfr. 7,39; 19,30; 20,22).
55
El tema del amor se desarrolla de manera especial dentro el primer y el tercer discurso de despedida: 13,31-
14,31 y 16,4-33. Sobre la disposicin del tema en estos discursos, cfr. Y. Simoens, La gloire daimer. Structures
stylistiques et interprtatives dans le Discours de la Cne (AnBib 90; Rome 1981). Para un tratamiento ms
amplio remitimos a: F. Segovia, Love Relationships in the Johnannine Tradition (Scholars; Chico 1982) y J. C.
Thomas, He Loved Them until the End. The Farewell Materials in the Gospel according to John (Fountain;
Pune-India 2003).
56
Que el amor de Jess por el discpulo tiene la prioridad, lo muestra la forma quismica en que est dispuesta la
frase: Un nuevo mandamiento os doy: (a) que os ameis unos a otros, (b) como yo os he amado, (c) que vosotros
tambin os amis unos a otros (14,34; cfr. 15,12).
57
Como seala G. Mlakuzhyil (op. cit., pg. 286, n.148) esta novedad se comprende si comparamos con la norma
del Levtico: Ama a tu prjimo como a ti mismo (Lv 19,18; citado en Mt 19,19; Mc 12,31). Es claro que quien
18
Como afirma luego, este amor que salva es el fruto abundante que da
gloria al Padre: La gloria de mi Padre est en que deis mucho
fruto, y seis mis discpulos (15,8). Y consiste en esto: Nadie
tiene mayor amor que el que da su vida por sus amigos (15,13).
Por tanto, amando a la manera del Maestro, el discpulo se dona a s
mismo an con el sacrificio de su propia vida.
En fin
ama a otro solamente como a s mismo no necesita morir por esa persona. En cambio, quien ama como Jess ama a
los otros, ama ms que a s mismo (ver, por ejemplo, cmo lo hace con Lzaro: 11,11.15-16.50-52).
58
Esto es tan importante que Jess lo repite 4 veces en 10 versculos (14,15-24: 15.21.23.24).
59
De la misma manera que el amor de Jess por el Padre se revela en el llevar a cabo la voluntad suya expresada
en sus mandamientos (cfr. 4,34; 14,31; 15,10).
60
Cfr. Jn 13,1.24; 15,9.11; 17,23
61
Sobre el amor de los amigos (philos): 11,3.11; 15,15.
19
especialmente desde la Cruz: Cuando sea levando de la tierra,
atraer a todos hacia m (12,32).
La relacin estrecha con Jess tiene como fundamento el amor primero
del Maestro, pero supone el camino de la fe. Juan se encarga de
describir la naturaleza, los modos y los itinerarios de la fe.
4. En conclusin
20
Presbtero creyente
Presbtero mrtir
Presbtero comunitario
Presbtero encarnado en la realidad junto con su pueblo
Presbtero de los signos de vida
Presbtero unificado y unificante (hombre reconciliacin)
Presbtero intrprete del Espritu y guiado por l
21
y mi copa rebosa.
Tu bondad y tu misericordia me acompaan
todos los das de mi vida,
y habitar en la casa del Seor
por aos sin trmino.
22
Nadie me la quita;
yo la doy voluntariamente.
Tengo poder para darla
y poder para recobrarla de nuevo;
esa es la orden que he recibido de mi Padre.
1. Contextualicemos
Los beduinos del desierto nos dan hoy una idea de los era en otro
tiempo la vida cotidiana en las tribus de Israel: en esta sociedad, la
relacin entre pastor y rebao no es nicamente de tipo econmico,
basada en el inters, en el provecho que el pastor le pueda sacar a sus
ovejas para subsistir l y su familia: sacarla la lana, beber su leche,
hacer deliciosos asados con su carne, venderlas cuando necesita dinero,
etc. En otras palabras no es una relacin de propiedad.
En el mundo la Biblia, como sucede tambin hoy con los beduinos del
desierto, entre el pastor y su rebao se desarrolla una relacin casi
personal. Da tras da se la pasan juntos en lugares solitarios
mirndose el uno al otro, sin nadie ms en el entorno. El pastor
termina conociendo todo sobre cada oveja y cada oveja reconoce y
distingue, entre todas, la voz de su pastor, que habla con ella con
frecuencia.
23
les llama pastores, igualmente a los sacerdotes y en general a todos los
lderes del pueblo.
Ams 3,12: Como salva el pastor de la boca del len dos patas o
la punta de una oreja, as se salvarn los hijos de Israel. El
pastor debe salvar todo lo que pueda de su oveja, ni que sean las patas
o la punta de la oreja de su oveja.
24
fauces, y se revolva contra m, lo sujetaba por la quijada y lo
golpeaba hasta matarlo (1 Samuel 17,34-35).
Todo que vimos anteriormente es lo que Dios hace con los suyos. Los
orantes bblicos, como lo hace notar el Salmo 23, encontraban en la
imagen de Dios-Pastor su verdadero rostro: su amor, su premura y su
dedicacin por ellos. En Dios encontraron su confianza para las pruebas
de la vida. Ellos tenan en la mente y arraigada en el corazn esta
conviccin: "S, como un pastor bueno, Dios se la juega toda por m.
Jess en el evangelio retoma este esquema del Buen y del Mal Pastor,
pero con una novedad. l dice: Yo soy el Buen Pastor!. La
promesa de Dios se ha convertido en realidad, superando todas las
expectativas. Jess hace lo que ningn pastor hara, lo que ningn
pastor por muy bueno que sea se atrevera a hacer: Yo doy mi vida
por las ovejas.
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De esta manera, el discurso de Jess sobre el Buen Pastor se va
desarrollando despacio, haciendo anotaciones precisas sobre el hacer
caracterstico de Jess con sus discpulos y conduciendo al lector-
oyente hasta la contemplacin de su gran obra por los suyos: el misterio
pascual y su don.
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(2) Tiene sentido de pertenencia
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Esto es lo que se va a profundizar enseguida en los vv.14-18: la
excelencia del pastor.
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como me conoce el Padre y yo conozco al Padre (10,14-15)
Porque nos conoce nos ama, es decir, nos acepta tal como somos y nos
sumerge en la comunin con l.
Pero hay que ver tambin lo contrario: es necesario que Jess no sea
para nosotros un simple nombre, hay que aprender a conocerlo cada
vez mejor, precisamente como el Buen-bello Pastor y tejer una
relacin profunda y fiel de amor con l.
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La premura de Jess pastor no se limita al pueblo de Israel. l ha
recibido del Padre la tarea de cuidar toda la humanidad, de hacer un
solo rebao, una comunidad de creyentes en l. sta es, en ltima
instancia, su misin. Nadie es excluido de su cuidado pastoral, as la
presencia del amor de Dios en l vale para todos los hombres.
Podemos ver en esta gran unidad dos lneas histricas: (a) una vertical,
que unifica pasado, presente y futuro (comunidad de Israel, comunidad
de los Doce, comunidad de todos los futuros creyentes en Cristo) y (b)
una horizontal, que unifica a los diversos grupos de creyentes en Cristo
y con ellos incluso a los no creyentes.
(3) La fidelidad: raz del amor apasionado y unificante del Pastor Bueno
(Juan 10,17-18)
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Pero observando internamente esta ltima parte, notemos que la
referencia a Dios-Padre enmarca los versculos 17 y 18: Por eso me
ama el Padre... y esta es la orden que he recibido de mi Padre.
La relacin de Jess con el Padre explica su fidelidad y esta fidelidad es
la que sustenta su excelencia:
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4.1. A quin se dirige hoy esta bellsima pgina del Buen Pastor? No
olvidemos que la leemos en cuanto discpulos, en cuanto
comunidad, pero tambin en cuanto Presbteros.
4.2. Qu correlacin hay entre los tres momentos de la vida del Pastor
en Juan 10,1-18 y las etapas de nuestro ministerio?
4.3. Cul es la diferencia entre el Buen y el Mal Pastor? Qu es lo que
identifica a un verdadero pastor? Qu implica particularmente
desde nuestro contexto latinoamericano?
4.5. Cules son los valores en los que se verifica que un Pastor alcanza
un alto grado de excelencia? En qu est basada la excelencia?
5. La oracin de un discpulo-pastor
La Lectio Divina nos conduce poco a poco hacia la oracin. sta brota a
partir del fuego de la Palabra en el corazn. Proponemos aqu una bella
oracin compuesta por un Padre de la Iglesia.
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