Pedro Figari:

el hombre mltiple
 Mi pintura no es
una manera de hacer pintura,
sino un modo de ver,
de pensar, de sentir y sugerir.
Pedro Figari

Abogado, pedagogo, poltico, periodista, fil-

sofo, poeta, pintor: Pedro Figari (Montevideo,
1861-1938) fue muchos hombres en uno. En
todas las ramas del conocimiento en las que
despleg su incansable imaginacin, cosech
triunfos y pesares. En todas ellas dio duras
batallas para mantenerse fiel a sus ideales hu-
manistas.
La exposicin Pedro Figari: El Hombre Mltiple,
pretende abordar las distintas facetas de este
genial creador a sabiendas de que no es posible
disociarlas por completo: debemos acercarnos
a ellas como a complejas y dinmicas voca-
ciones de un individuo que durante toda su vida
propendi a una concepcin integral del ser
humano.
Pues Figari posea una visin amplia y rica de
la historia. En sus pinturas dio cobijo a los hu-
mildes y a los desplazados, reivindic el humor,
construy una utopa posible fundada en el
placer del trabajo, en el conocimiento del hom-
bre y la naturaleza.
Foto: Archivo Luis del Castillo Figari

El hombre de mltiples saberes que fue, no se

desdice del ser integral que hoy reconocemos
y admiramos. Esta aproximacin nos ayudar a
comprender mejor aquellos aspectos de su per-
sona que han quedado relegados por el xito de
sus pinturas y el envolvente halo de la leyenda.
 En la noche del 14 de octubre de 1895, en la esquina de la calle
Chan y Arenal Grande es asesinado de un balazo en la frente, el
joven militante nacionalista Toms Butler. No hay mviles claros, ni
el homicida es hallado, pero todos parecen ponerse de acuerdo en

Abogado
la culpabilidad de un joven alfrez llamado Enrique Almeida. Contra
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las presiones polticas que desde la prensa irrumpen pretendiendo
confundir y hallar rpidamente a un culpable, contra la voraz opinin
Estoy obligado a analizar este pblica que parece encendida por la atrocidad del crimen, contra la
proceso como se diseca un tumor,
por ms repugnante que sea. tramoya urdida por la fiscala, el joven abogado Pedro Figari ante-
(Pedro Figari, Un error judicial, 1899.) pone un sistema racional de deducciones. Como Defensor de Oficio
optar por un criterio cientfico, severo y transparente.
La causa de El crimen de la calle Chan, como se le denomin en
la poca, le demandar cuatro aos de ardua labor. Pero el devela-
miento de la verdad, la inocencia del Alferez Almeida, ser el logro
irrefutable y lo tornar clebre en el Montevideo finisecular.
Al mismo tiempo que este hecho le otorga notoriedad, lo afianza en
su proceder y le da seguridad para los nuevos caminos que pronto
emprendera: la poltica -como diputado del Partido Colorado-, la
labor periodstica -como asiduo colaborador en distintos rganos
de prensa-, la legislacin, como creador y propulsor de numerosos
2 proyectos de ley.

Pedagogo
ombrado director de la Escuela de Artes y Oficios en
1915, y en poco ms de un ao, Figari impulsa una se-
rie de reformas innovadoras: cambia el rgimen de in-
ternado de los alumnos por el de externado, elimina los
castigos, duplica la poblacin escolar que se integra a un
rgimen mixto, modifica los talleres para que entre la luz
y se aproveche mejor la energa motriz. Con una lgica
nativista e integradora de la produccin industrial, Figari
recurre a las materias primas locales y se inspira en la
flora y la fauna autctona, as como en los diseos prehis-
pnicos. Pero las modificaciones ms profundas refieren 3

a la dignificacin del obrero-artesano y a la valorizacin

de su inventiva como eje central de la produccin. Fuertes
intereses polticos y econmicos ponen fin a este episodio
de su vida, que implica, sin embargo, el inicio de aquel
otro que lo torna clebre, la aventura pictrica.
Nos quedan sus escritos pedaggicos, de una vigencia
asombrosa, y el ejemplo vivo de la casa de Vaz Fer-
reira -decorada por el colega Milo Beretta segn criterios
figarianos- que se conserva ntegramente en la actualidad
como un museo de sitio. 4
 Formado en las ideas positivistas y evolucionistas que
campeaban en la Universidad de Montevideo a fines del si-

Filsofo
glo XIX, este singular exponente de la generacin del 900,
como lo calific Arturo Ardao, fue durante el transcurso
de su vasta actividad intelectual, un apasionado filsofo. No
slo a causa de la aparicin inesperada para sus contem-
porneos de Arte, Esttica, Ideal (Montevideo, 1912), un
vigoroso tratado de 600 pginas que da cuenta de su pecu-
liar visin del lugar del hombre en el cosmos.
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Tambin debido a su intensa produccin de obras de teatro y
cuentos, ms morales que costumbristas; o a sus razonados
poemas reunidos en El Arquitecto (Pars, 1928) e ilustrados
por graciosas vietas; o a razn del que ser su ltimo y
probablemente ms afortunado proyecto literario, Historia
Kiria (Pars, 1930), una novela utpica en la que sienta las
bases para una sociedad feliz y desprejuiciada. Figari se
manifiesta como un filsofo perspicaz y consecuente, capaz
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de articular un pensamiento original, ntegro, desmitificador.

Humanista
El Humanismo en Figari no se manifiesta como una vocacin ms. Se va gestando un ideal
propio de acuerdo con una concepcin integral del hombre y de la utopa como proyecto. En
la revolucin nacionalista de 1904, siendo diputado del Partido Colorado, Figari es nombrado
Presidente de la Junta Central de Auxilios, que se encargar de la asistencia a los heridos y el
pago de subsidios de guerra luego de la Paz de Acegu. Durante ocho aos ocupar el cargo
de Defensor de Pobres en lo Civil y en lo Criminal con un desempeo intachable que incluye
la resolucin del difcil caso Almeida, en el que prueba la inocencia del inculpado y obtiene su
libertad. Entre 1903 y 1906 dictar conferencias y escribir una serie de artculos contra la pena
de muerte que sern determinantes para la aprobacin de ley abolicionista de 1907. 8

Quin puede creer que una guillotina, un garrote, un hacha, un fusilamiento, producen tiles enseanzas a la sociedad?
Nadie, nadie de los que presencian una ejecucin sale de all enaltecido, moralizado.
(Pedro Figari, La pena de muerte, 1905.)

En sus varios proyectos educativos Figari contempla siempre a los sectores sociales ms
desfavorecidos, con especial nfasis en la situacin de la mujer y la pobreza en el campo.
En su vida afectiva, tras la separacin marital, opta por una paternidad activa y conse-
cuente: sus hijos lo siguen y l a ellos. Finalmente, en sus pinturas y en sus poemas, dar
cobijo a los humildes elevndolos a un sitial de leyenda, pero sin las grandilocuencias de
la historia con maysculas: una epopeya de lo cotidiano, de lo humano en su sentido ms
9 primordial y autntico.
 Todo es vida en la realidad. Todo lo que ha existido existe, y no puede dejar de existir, de una u otra manera,
por cuanto no puede haber creacin ni destruccin de substancia, ni tampoco creacin o destruccin de energa.
Estos dos elementos por lo dems, inseparables substancia, energa , son la vida, pues; vale decir, lo que ES.
Enteramente inmutables, en cuanto a su esencia, lo nico que puede ocurrir, es que
se transformen dentro de su propia aspiracin insaciable, desbordante, perpetua.
(Pedro Figari, Arte, Esttica, Ideal,1912.)
Pintor

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En apenas quince aos, comenzando a los 60 de edad, Pedro Figari pint aproximadamente cuatro mil cartones. Cuentan
quienes lo vieron en accin, que pintaba enrgica y febrilmente. No haca bocetos previos, ni preparaba con fondo blanco el
soporte. Atacaba directamente con el pincel cargado la superficie seca del cartn, que asoma aqu y all entre los campos
cromticos, como un color ms, amalgamando el conjunto orgnico de sus composiciones. En su juventud haba tenido
un acercamiento al taller del pintor italiano Goffredo Sommavilla. Pero no acus su influencia a la hora de entregarse de
lleno a esta, su vocacin consagratoria. Y lo hizo al renunciar a encargos polticos y proyectos pedaggicos, desde el exilio
voluntario, primero en Buenos Aires y luego en Pars. Fue, en esencia, un pintor autodidacta, que sac provecho de la
frecuentacin de los museos y las colecciones. Del impresionismo retom la mancha, el trazo ligero y envolvente, pero con
estos elementos concibi un estilo nuevo y personal. Una pintura danzante, evocativa, celebratoria. Una paleta encendida
de humor y simpata por los seres que evoca desde una memoria ntima y fundante.

Figari, que formul una teora esttica, no se molest en explicar

su oficio. Con excepcin de su hijo Juan Carlos que muri joven,
no tuvo seguidores, no form escuela. Celebr al negro y sus can-
dombes, al gaucho, sus danzas y duelos, al hombre primitivo, a
las corridas de toros, a los paisajes de Venecia, a los jugadores
de bochas, a los bailes en los tiempos de la Colonia, a los circos.
Dio vida y expresin a las piedras, a los paisajes nocturnos, a
los cuarteles y los velorios. Imagin la pampa vibrando en un
medioda eterno y pletrico. En sus recuerdos, la inmanencia de
12 la historia se hace presente.

1. Fragmento de vieta Un error judicial con retrato de Toms Butler. Actualidad Uruguaya. Dibujo de Sanuy, 1899. 2. Pedro Figari, autorretrato. 3. Figari junto a su hijo Juan Carlos en
un taller de la Escuela de Artes y Oficios, 1916. 4. Quinta Vaz Ferreria, escritorio, 1920. 5. Pedro Figari ca. 1930 6. Pedro Figari El Arquitecto Le livre libre, Pars, 1928. 7. Pedro Figari,
dibujo de portadilla de Historia Kiria. Le livre libre. Pars, 1930. 8. Pedro Figari, 1887. 9. Dibujo de Historia Kiria. Le livre libre. Pars, 1930. 10. Pedro Figari En sociedad leo sobre
cartn 70 x 51 cm sin fecha. Coleccin Museo Histrico Nacional. 11. Pedro Figari Emigracin leo sobre cartn 61 x 81,5 cm 1932. Coleccin Museo Histrico Nacional. 12. Pedro
Figari Bailongo leo sobre cartn 62 x 82 cm sin fecha. Coleccin Museo Histrico Nacional.
Museo Figari Ministerio de Educacin y Cultura

Coordinacin Ministro
Pablo Thiago Rocca Ricardo Ehrlich
Produccin Subsecretaria
Martn Barea Mara Simon
Marcos Medina
Director General
Archivo Pablo lvarez
Jimena Hernndez
Director Nacional de Cultura
Administracin
Hugo Achugar
Judith Crosignani
Gustavo Piegas Director de Proyectos Culturales
Gua de Sala Alejandro Gortzar
Paola Puentes
Comunicacin
Juan Carlos Ivanovich
Diseo
Elosa Ibarra
Colaboradora en Conservacin
Raquel Pontet

El Museo Figari es un una institucin al servicio de la sociedad y abierta al pblico, que se ocupa de la con-
servacin, investigacin y comunicacin del patrimonio constituido por la obra de Pedro Figari. Adems de ex-
posiciones se realizan visitas guiadas para escolares y liceales, talleres, conferencias y proyectos tendientes
a reflexionar en torno al pensamiento y al quehacer de nuestro artista.
El museo promueve diferentes actividades que extienden sus lmites fsicos y permite acceder a pblicos vari-
ados, presentando nuevas oportunidades para profundizar en el maravilloso legado de Pedro Figari.

Horario:
Martes a viernes de 13:00 a 18:00 hs.
Sbados de 10:00 a 14:00 hs.

www.museofigari.gub.uy
[email protected]
(598) 2915 7065 / 2915 7256 / 2916 7031
Juan Carlos Gmez 1427 - Montevideo, Uruguay