Importancia de Las Relaciones Interpersonales
Importancia de Las Relaciones Interpersonales
Importancia de Las Relaciones Interpersonales
Preguntas y respuestas
Esta seccin va dirigida tanto a padres como a educadores en general. En ella se puede
encontrar informacin sencilla en torno a diecisis preguntas bsicas que, de manera
espontnea, pueden asaltarle a un padre o una madre preocupado/a por las relaciones
sociales de su hijo/a, a un profesor que pretende mejorar el clima social de su aula o a
un monitor de un club de ocio que quiere favorecer las relaciones entre los participantes
del mismo.
Las habilidades sociales son las conductas o destrezas sociales especficas requeridas
para ejecutar competentemente una tarea de ndole interpersonal. Se tratan de un
conjunto de comportamientos aprendidos que se ponen en juego en la interaccin con
otras personas (Monjas, 1999).
De acuerdo con Prieto, Illn y Arniz (1995), centrndose en el contexto educativo, las
destrezas sociales incluyen conductas relacionadas con los siguientes aspectos, todos
ellos fundamentales para el desarrollo interpersonal del individuo:
2. Por qu son tan importantes?, por qu actualmente todo el mundo les otorga
tanta importancia?
Las habilidades sociales o de relacin interpersonal estn presentes en todos los mbitos
de nuestra vida. Son conductas concretas, de complejidad variable, que nos permiten
sentirnos competentes en diferentes situaciones y escenarios as como obtener una
gratificacin social. Hacer nuevos amigos y mantener nuestras amistades a largo plazo,
expresar a otros nuestras necesidades, compartir nuestras experiencias y empatizar con
las vivencias de los dems, defender nuestros intereses, etc. son slo ejemplos de la
importancia de estas habilidades. Por el contrario, sentirse incompetente socialmente
nos puede conducir a una situacin de aislamiento social y sufrimiento psicolgico
difcil de manejar.
Todas las personas necesitamos crecer en un entorno socialmente estimulante pues el
crecimiento personal, en todos los mbitos, necesita de la posibilidad de compartir, de
ser y estar con los dems (familia, amigos, compaeros de clase, colegas de trabajo,
etc.). Baste recordar los esfuerzos que, tanto desde el mbito educativo como desde el
entorno laboral, se realizan para favorecer un clima de relacin ptimo que permita a
cada persona beneficiarse del contacto con los dems, favoreciendo as un mejor
rendimiento acadmico o profesional.
3. Cuntas habilidades sociales hay?, son todas igual de necesarias?, cules son
bsicas e imprescindibles?
Existen numerosas habilidades sociales, algunas de ellas muy bsicas y que son
aprendidas a edades muy tempranas (frmulas de cortesa como saludar, dar las gracias
o pedir las cosas por favor), hasta otras habilidades mucho ms complejas exigidas en el
complejo mundo de los adultos (saber decir que no, negociar, ponerse en el lugar del
otro, formular una queja sin molestar, etc.).
Prieto y cols. ofrecen una relacin de las habilidades que debe poseer el nio con
necesidades educativas especiales y poner en prctica en el aula. Dichas habilidades le
reportan refuerzo social y favorecen una relacin gratificante con los dems
compaeros.
Asimismo, existe una clasificacin, ya clsica pero aun vigente, de las posibles
habilidades sociales, elaborada por Goldstein y sus colaboradores (1980), que se
recogen en el Programa de Aprendizaje Estructurado de habilidades sociales para
adolescentes, y que resulta sumamente til para revisar qu habilidades son manejadas
adecuadamente por un joven o adulto y cules de ellas requerirn de un entrenamiento
especfico. Se tratan de las siguientes habilidades:
1. Iniciacin de habilidades sociales:
Atender
Comenzar una conversacin
Mantener una conversacin
Preguntar una cuestin
Dar las gracias
Presentarse a s mismo
Presentar a otras personas
Saludar
Pedir ayuda
Estar en compaa
Dar instrucciones
Seguir instrucciones
Discutir
Convencer a los dems
Pedir permiso
Ayudar a los otros
NegociarUtilizar el control personal
Defender los derechos propios
Responder a la amenaza
Evitar pelearse con los demsImpedir el ataque fsico
6. Habilidades de planificacin
Lgicamente, tratar de entrenar todas ellas al mismo tiempo resultara una tarea
improductiva. As pues, de acuerdo con la edad, las caractersticas de la persona, sus
aprendizajes previos, etc. ser oportuno comenzar asegurando un buen aprendizaje de
las habilidades ms bsicas (frmulas de cortesa, pedir ayuda, adecuado contacto
ocular, iniciar y mantener una conversacin sencilla, preguntar por un familiar, etc.)
hasta otras habilidades ms complejas (ser asertivo, ser discreto, solucionar una disputa
con un amigo, etc.).
Lgicamente, hay que tener en cuenta que, como el resto del mundo, nos encontraremos
con personas con sndrome de Down ms abiertas, extrovertidas, con facilidad para
entablar relaciones en entornos nuevos, y otras que, por contra, se mostrarn ms cautas,
ms reservadas e introvertidas ante situaciones sociales. Es importante conocer a la
persona en particular y respetar su personalidad y su manera de ser en sociedad. No
todos somos iguales en nuestros mbitos sociales.
Ahora bien, las personas con sndrome de Down, al igual que el resto de las personas,
pueden manifestar en algn momento de su vida, dificultades en el mbito de las
relaciones sociales. Estas dificultades dependern de sus historias de aprendizaje,
vivencias, experiencias positivas y negativas en el contacto con los dems,
oportunidades o barreras de carcter social, etc.
En general, podemos observar limitaciones en el repertorio de habilidades sociales
debidas a las siguientes situaciones:
Por supuesto, como ya hemos comentado, las habilidades sociales son conductas
concretas que se aprenden si se dan las condiciones adecuadas para dicho aprendizaje.
Existen numerosos programas de entrenamiento especficos para ensear a una persona
a ser socialmente habilidoso. En ocasiones, es til comentar con algn profesional de
confianza la posibilidad de ayudarse de alguno de estos programas ms estructurados,
sobre todo, si la persona con sndrome de Down manifiesta dificultades en diversos
mbitos de su vida (con los amigos, en la escuela, en el trabajo, etc.) o si estas
dificultades le provocan un malestar significativo en su vida cotidiana (tristeza por no
tener amigos, problemas en el trabajo, conflictos con los hermanos, etc.). En estos
casos, el profesional junto con los familiares podr delimitar con precisin qu
dificultades concretas manifiesta la persona y qu habilidades se deben entrenar,
partiendo de las ms sencillas para ir abordando progresivamente otras ms complejas.
En definitiva, las habilidades sociales, al igual que muchas otras conductas, se aprenden
observando a los dems, ponindolas en prctica y normalmente no requieren de una
instruccin mediada. Ahora bien, en ocasiones mostrar explcitamente unas pautas
concretas, sencillas y adecuadas a su edad y capacidad, puede favorecer y optimizar el
aprendizaje de dichas habilidades. Si las limitaciones o dificultades son importantes y
preocupan a los familiares lo oportuno es contrastar esta inquietud con algn
profesional, quien determinar si se precisan de pautas ms especficas para abordar esta
situacin.
Ante situaciones de dificultad en el mbito social que resulten muy limitantes para la
persona con sndrome de Down, que perduren en el tiempo, o que no se resuelvan
progresivamente con medidas ms sencillas en el mbito domstico, escolar, familiar,
etc. lo oportuno es consultar con un profesional, quien determinar si es preciso una
intervencin ms sistemtica, como ya se ha indicado. Lgicamente, existen muy
diversas tcnicas que pueden aplicarse ante estas situaciones, y que dependern de una
valoracin pormenorizada de cul es la dificultad y qu factores pueden estar
ocasionando la misma.
Algunas lneas de intervencin que se puede plantear el profesional son las siguientes:
Las tcnicas conductuales son apropiadas cuando la persona no tiene una o varias
habilidades sociales en su repertorio. A travs de estas tcnicas, la persona con sndrome
de Down puede adquirir las destrezas requeridas inicialmente en contextos muy
controlados y estructurados para posteriormente generalizarlos a otros entornos y
situaciones. Normalmente estas tcnicas resultan asequibles para cualquier familiar y
educador, no implican materiales excesivamente sofisticados y sus resultados pueden
ser altamente exitosos. La clave est en su aplicacin sistemtica e intencionada.
Para que esta tcnica sea realmente eficaz, la persona con sndrome de Down debe
mostrar una actitud activa y participativa, olvidarse de la vergenza y ponerse en
situacin. Esta tcnica es muy adecuada para el entrenamiento de una amplia escala de
habilidades sociales; por ejemplo, responder de manera activa, saber decir no ante
una demanda injusta, etc. En estos casos, el entrenamiento de esta habilidad puede
tener un valor preventivo ya que se trata de adquirir la habilidad en situaciones ficticias
para que, llegado el momento o situacin real, se tenga adquirida la habilidad
correspondiente para manejar dicha situacin. La puesta en prctica de esta tcnica de
entrenamiento puede implicar la colaboracin de varias personas y es sumamente
importante describir con detalle la situacin simulada, el objetivo a conseguir y la
conducta a exhibir. Durante las representaciones, el educador o padre supervisa las
ejecuciones, orienta, presta ayuda y dirige el ensayo de la conducta hasta que se
adquiere soltura. Si es necesario, se puede ayudar de estmulos visuales o auditivos que
favorezcan la utilizacin de frases - tipo, gestos, etc.
Para que un refuerzo/autorrefuerzo sea realmente eficaz debe ser aplicado de manera
claramente relacionada con la conducta-objetivo. Es decir, debe aparecer
inmediatamente despus y el joven debe saber con claridad qu habilidad o conducta le
ha permitido obtener el refuerzo. Asimismo, debemos considerar cundo y cunto
refuerzo vamos a aplicar. Por ejemplo, en las primeras fases del entrenamiento de una
nueva habilidad o conducta, es eficaz aplicar refuerzos con ms frecuencia.
Posteriormente, podemos reforzar de manera intermitente, ya que est demostrado que
este tipo es ms eficaz para el mantenimiento de la conducta o habilidad.
10. Qu otras tcnicas son apropiadas en el caso de que la persona con sndrome
de Down se sienta incompetente socialmente o muestre ansiedad ante situaciones
sociales?
Pensamiento medio-fines o capacidad para planificar los pasos necesarios para lograr
una meta interpersonal
11. Qu aspectos del ambiente debo tener presentes para mejorar las habilidades
sociales de un nio, joven o adulto con sndrome de Down?, qu actividades
pueden ser tiles?
12. Cmo puedo ayudar o entrenar a un nio, joven o adulto con sndrome de
Down a manejar un problema de carcter interpersonal?
Existe una secuencia de pasos que resulta sumamente til para ayudar al nio, joven o
adulto con sndrome de Down a analizar, manejar y resolver una situacin problemtica
en el mbito de las relaciones interpersonales: un enfado con un amigo, un problema
disciplinario en el aula, una conducta inapropiada ante terceros, sentirse molestado por
los compaeros, etc. Estos pasos son los siguientes:
Identificaciones de soluciones
Exposicin a un modelo
Se gua verbalmente a la persona a travs de los pasos consecutivos para que realice la
habilidad.
Se representa lo aprendido tomando situaciones reales.
Autoinstruccin y autoevaluacin
Se pide al nio, joven o adulto que piense en voz alta durante el entrenamiento viendo
al modelo.
Se modifican las autoafirmaciones que reflejan un modo de pensar o sistemas de
creencias distorsionados.
Las sesiones de entrenamiento incluyen un cambio gradual de instrucciones en voz alta
a instrucciones pensadas y no verbalizadas.
13. Qu puedo hacer yo, como padre, madre o familiar, para mejorar las
habilidades sociales de mi hijo/a o familiar con sndrome de Down?
Como ha quedado patente, las relaciones sociales son un instrumento vital para estar en
sociedad; pocos mbitos de la vida diaria se escapan a la necesidad de tener que
mostrarse socialmente habilidoso. Sentirse incompetente en este mbito puede ocasionar
limitaciones a veces importantes en el mbito educativo, laboral, afectivo, etc. As pues,
los familiares de las personas con sndrome de Down deben tener en cuenta desde las
primeras etapas de vida, la importancia de esta dimensin interpersonal, tan importante
como otros mbitos ms formales o acadmicos. Aprender a hacer amigos es tan vital, o
ms si cabe, que aprender a leer a escribir o resolver clculos matemticos. As pues,
desde este convencimiento, los familiares de las personas con sndrome de Down
pueden aprovechar las mltiples oportunidades sociales que se van dando de manera
espontnea para proporcionar oportunidades de aprendizaje, modelos de conducta,
reflexionar conjuntamente lo qu es ms apropiado en cada caso, corregir pacientemente
y con decisin las conductas inapropiadas y mostrar alternativas ante las mismas. De la
misma manera que se emplea energa, esfuerzo, tiempo y recursos econmicos para
proporcionarles los mejores aprendizajes acadmicos, debemos considerar la
importancia de proporcionales los mejores aprendizajes sociales.
Por otro lado, tambin es importante tener en cuenta que cada persona es singular e
irrepetible, es decir, al igual que ocurre con otros hijos o familiares, las personas con
sndrome de Down va a diferir en su personalidad, grado de sociabilidad, etc. Es
importante respetar estas particularidades y no pretender que todas las personas con
sndrome de Down sean lderes sociales, afables, socialmente extrovertidos, etc. Si bien
existe una extendida creencia de que las personas con sndrome de Down se
caracterizan por su amabilidad, simpata, etc. no podemos atribuir dichas cualidades a
todas las personas con sndrome de Down por el mero hecho de tener dicho sndrome.
Sin embargo, como hemos visto en anteriores apartados, en ocasiones hay que mostrarse
alerta ante posibles dificultades reales y tratar de abordarlas con sentido comn,
paciencia y apoyo profesional si es preciso.
As pues, el sentido comn nos lleva a establecer unas pautas muy sencillas:
14. Y con los ms pequeos, cmo puedo fomentar sus habilidades sociales?
Tanto las primeras relaciones de apego entre el nio con sndrome de Down con los
adultos como el posterior estilo educativo de los padres son elementos que modulan el
desarrollo efectivo y social del nio. Factores como el grado de madurez exigido, la
consistencia en la comunicacin, las manifestaciones de afecto, etc., influyen
directamente en este desarrollo.
En otro orden de cosas, es importante tener en cuenta el grado en qu los padres aceptan
las limitaciones de su hijo. Este aspecto sumamente complejo y dinmico, puede
condicionar sutilmente las formas de relacin con el hijo/a con sndrome de Down,
provocando actitudes que oscilen desde un claro rechazo hasta otras de sobreproteccin
compensadora. Esta actitud sobreprotectora puede limitar las experiencias sociales del
nio o nia por miedo a posibles peligros, a que no sea capaz de arreglrselas por s
mismo/a, etc. Recordemos que la principal va de aprendizaje y la ms significativa es la
propia experimentacin. El nio y el adolescente necesita vivir las aventuras propias de
su etapa vital, poner en prctica habilidades cada vez ms complejas y, por supuesto,
aprender de sus propios errores.
La no aceptacin de las limitaciones del hijo con sndrome de Down pueden llevar a los
padres a crear expectativas desmedidas ante las cuales el nio se encuentre desbordado
y aparezca un sentimiento de infravaloracin.
Por tanto, si importantes son las expectativas que el propio nio o adolescente tiene
sobre s mismo, no menos importantes son las que sus padres, como figuras
significativas, depositan en l. Si los padres se fijan nicamente en las dificultades e
interpretan su discapacidad intelectual como una condicin limitante a todos los niveles
y dimensiones, el nio acabar plegndose a esta percepcin. En esta situacin, el nio
puede desarrollar sentimientos negativos y hostiles hacia s mismo y tambin hacia sus
propios progenitores.
Numerosos estudios evidencian que las interacciones entre los nios con necesidades
educativas especiales integrados en la escuela ordinaria y sus compaeros no son
siempre positivas. El sentimiento de ser rechazo y de no pertenencia al grupo son
algunas de las experiencias a las que el nio con discapacidad debe hacer frente en su
escuela. Y no parece fcil, a priori, manejar estos sentimientos. Muchos son los factores
que pueden influir en la mayor o menor calidad de las interacciones en la escuela.
Veamos algunos de estos factores.
Los nios con discapacidad pueden provocar diferentes reacciones y sentimientos en sus
compaeros: claro rechazo, burla, lstima o franca simpata, entre otros. El grado en
que los compaeros poseen informacin veraz y ajustada sobre la discapacidad pueden
condicionar su respuesta ante la misma. Estrategias didcticas novedosas como las
tutoras entre iguales estn demostrando ser una manera eficaz para lograr un mayor
autoconocimiento y de respeto mutuo.
Tanto las relaciones con los compaeros como con el profesor se dan en un contexto
determinado, en una estructura organizativa concreta con unas demandas y exigencias
especficas. Las coordenadas espacio-temporales pueden ayudar o limitar las
habilidades sociales del nio con sndrome de Down. Por ello es importante tener en
cuenta los siguientes aspectos:
La ubicacin fsica del alumno con sndrome de Down en el aula. Hay sitios en los que
el nio va a estar ms perdido o se va a distraer ms. Al contrario, una ubicacin ms
prxima al profesor o a la fuente de informacin (vdeo, proyector, etc.) le ayudar a
estar centrado e inmerso en la dinmica de la clase, podr ser partcipe de la misma y
evitar que desarrolle conductas disruptivas ante los primeros sntomas de aburrimiento.
Introduccin
Los tericos de la educacin reconocen que el modelo del docente autoritario en las
aulas conlleva a una situacin inadecuada para garantizar el buen aprendizaje y
desarrollo personal, social y emotivo de los alumnos, pues Los tradicionales
esquemas de enseanza, concebidos desde la perspectiva del docente, estn
saturados de relaciones autoritarias e inflexibles y descontextualizadas de los
acontecimientos sociales, econmicos y polticos. (Uribe, Castaeda y
Morales,1999, 22). A pesar de todo, son muchas las escuelas que todava funcionan
desde la pedagoga tradicional, manteniendo estos modelos obsoletos, anticuados
para las caractersticas socio-culturales del presente, contribuyendo de este modo a
generar en los escolares: descontento, desmotivacin, aburrimiento, alejamiento de
la realidad escolar, rebelda, rechazo hacia las normas escolares, etc. todo esto
depara a su vez en un aumento de las situaciones disruptivas y de violencia en la
escuela.
Para finalizar resaltar que el conflicto escolar, al igual que los sucesos violentos
requieren un anlisis multicausal de los factores que intervienen en el origen de
estos comportamientos. En este sentido el Informe del Defensor del pueblo sobre
violencia escolar contempla que el maltrato entre iguales, que se produce en la
escuela, tampoco puede explicarse slo mediante las variables relativas al propio
centro. Junto con los factores ms relacionados con el medio escolar y con el grupo
de amigos, existen otros factores sociales y culturales implicados en el fenmeno
cuyo conocimiento permite la comprensin del mismo en toda su complejidad
(Defensor del pueblo, 1999, 30)
2.1.Indice de conflictividad
Segn los datos que se contemplan en el Informe del Defensor del Pueblo (1999)
sobre la percepcin que tienen los alumnos de la incidencia de los comportamientos
violentos en el centro escolar demuestran que la mayora de los alumnos se
consideran testigos de situaciones de violencia, mientras que una minora estn
implicados directamente en las dinmicas de agresin victimizacin, siendo mayor
el numero de agresores que el de vctimas. Del mismo modo, en el estudio llevado
a cabo por el grupo de investigacin GICA en la Comunidad Valenciana revela que
la mayora del alumnado se considera competente moralmente y capaz de resolver
sus problemas y conflictos sin recurrir a la violencia, slo una tercera parte de los
mismos empleara la violencia como mejor recurso en algunas ocasiones, pudiendo
ser preocupante que un 5% de los alumnos no respeten en absoluto al profesor, se
peleen con los compaeros sin buscar otra va de solucin a los problemas, se
reconozcan claramente intolerantes y no piensen en el dao que ocasionan a los
dems (Garca Lpez y Martnez Cspedes, 2001).
Maltrato fsico
- Amenazar con armas (directo)
- Pegar (directo)
Maltrato verbal
- Insultar (directo)
- Acosar sexualmente
Exclusin social
- Ignorar a alguien
2.3.Lugares
En lo referente a la percepcin que tienen los alumnos del lugar donde suelen
cometerse los actos de violencia, el informe del Defensor del Pueblo contempla el
lugar donde con mayor frecuencia se manifiesta cada una de las situaciones
violentas expuestas anteriormente. De manera que el patio es el lugar donde
suelen producirse las peleas, las agresiones fsicas directas, aunque este tipo de
conductas tambin tienen una fuerte presencia en la clase. Por otro lado, el aseo es
el lugar idneo para esconder cosas y los alrededores del centro para amenazar con
armas. Sin embargo, el lugar donde suelen cometerse con mayor frecuencia
insultos, poner motes, acosar sexual a algn compaero/a, romper o robar cosas es
en el aula, resultando curioso que el lugar donde se supone que debe haber mayor
vigilancia es donde se de una mayor variedad de situaciones conflictivas. Estos
datos difieren mucho de los obtenidos por el grupo Gica de Valencia, ya que el lugar
donde se suelen cometer las peleas es en los alrededores del centro escolar, al
menos as lo cree un 42% de los encuestados frente al 12% de los alumnos que
componen la muestra del informe del defensor del pueblo. El segundo lugar ms
conflictivo es el patio, mientras que los pasillos y los aseos son de los lugares ms
seguros del centro.
2.4.Genero
Para concluir este apartado, me gustara resaltar que los datos de los que
disponemos, a pesar de no ser tan alarmantes como en otros pases, nos permiten
determinar y justificar la necesidad de elaborar programas educativos que
contribuyan a que estas situaciones de agresividad desciendan considerablemente
llegando a desaparecer de los centros escolares.
- Desarrollo y fomento del dilogo. El dilogo debe ser entendido como el elemento
posibilitador de una gestin pacifica de los conflictos escolares. A travs del dilogo
el conflicto puede ser entendido como connatural a toda relacion, ya que permite su
gestin pacfica e inteligente (Uribe, Castaeda y Morales,1999). El profesorado
debe tomar conciencia de las posibilidades educativas del dilogo y acabar con
pedagogas tradicionales que condenaban a los alumnos al silencio.
- Gestin democrtica del aula. Segn Trianes (1996), para conseguir alcanzar el
primer objetivo de su programa: el cambio en la percepcin y experiencia de la
convivencia cotidiana en el aula se hace necesario hacer al alumno participe de la
gestin de la vida de la clase. La gestin democrtica en el aula consiste en facilitar
el autogobierno de los alumnos, de forma que ellos mismos elaboren sus normas a
travs de procedimientos democrticos y participen en la autodireccin de la vida
colectiva del centro escolar colaborando en la toma de decisiones (Prez, 1996).
AUTOR
Universidad de Murcia
BIBLIOGRAFIA
- Defensor del pueblo (1999). Informe del Defensor del Pueblo sobre violencia
escolar. http://www.defensordelpueblo.es/documentacin/informesespeciales