Eugenio Espejo El Amanecer de La Infectología de América
Eugenio Espejo El Amanecer de La Infectología de América
Eugenio Espejo El Amanecer de La Infectología de América
Retrato de Eugenio Espejo. Siglo XVIII. Oleo en latn. Museo Jacinto Jijn y Caamao. (PUCE) Quito. Fo-
tografa del Autor
3
EUGENIO ESPEJO : El amanecer de la Infectologa de Amrica
En 1785, ao en el que hubo una importante Espejo construye su obra mdica como una
epidemia de viruelas en la Audiencia de Quito respuesta cientfica a las propuestas de con-
que provoc de 5 a 8 mil muertes, el Cabil- tencin de las epidemias de viruela con un
do de Quito aprovechando la llegada de unos mtodo de aislamiento propuesto por el Dr.
ejemplares de La Disertacin Fsico Mdica Gil. Considerando que el aislamiento de los
en la cual se prescribe un mtodo seguro para enfermos virolentos en una casa de salud
preservar a los pueblos de viruelas hasta lo- localizada fuera de las ciudades se haba
grar la completa extincin de ellas en todo probado como el mejor mecanismo de control
su reino. cuyo autor es el Dr. Francisco Gil, de un brote epidmico de viruelas. Espejo, de
Mdico de Cmara y que luego de su publi- esta manera, redacta un manuscrito con una
cacin en 1784, fue recomendado por el Rey profundidad cientfica nica en su poca. Es
para que se distribuyera en su reinado y se capaz de sustentarse en decenas de referen-
pueda, de esta manera educar a los mdicos cias bibliogrficas que las describe minucio-
acerca del mecanismo de control de las vi- samente como elementos de sustento para el
ruelas2. Bajo esta circunstancias el Cabildo anlisis histrico de las enfermedades trans-
de la Ciudad de Quito solicita al Dr Espejo misibles y a la vez formula una doctrina de
realice un comentario a las recomendaciones pensamiento cientfico que le permite superar
mdicas propuesta por el Dr. Gil. Por lo que la doctrina europea en boga de los humores
al poco tiempo Espejo entrega su manuscrito y miasmas como justificativo de las enferme-
el 11 de noviembre de 1788, al que lo titula: dades transmisibles, superando el concepto
Reflexiones sobre la virtud, importan- medieval de la doctrina del contagio por el
cia y conveniencias que propone, don aire, para afirmar que es la presencia de mi-
Francisco Gil, cirujano del real monaste- croorganismos la causa de las enfermedades
rio de san Lorenzo y su sitio, e individuo infecto-contagiosas y que el aire es solo un
de la real academia mdica de Madrid, vehculo de los mismos.
en su disertacin fsico-mdica, acerca
Para el anlisis de la Reflexiones se tomar la
de un mtodo seguro para preservar a
ltima edicin de la Casa de la Cultura Ecua-
los pueblos de las viruelas.
toriana publicada en el ao de 2009, y se
analizarn sus contenidos desde una visin
biomdica de la Infectologa moderna3.
Clnica Infectolgica
Es muy evidente la descripcin clnico-dife-
rencial, que hace Espejo, entre dos patolo-
gas infecciosas: la viruela y el sarampin.
En el sarampin son contingentes las
perniciosas resultas: en las viruelas casi
son esencialmente necesarias. En el
primer contagio es una la terminacin
Las Reflexiones de Espejo. Manuscrito del Colegio
febril; en el segundo son muchos los
Meja. Quito. Fotografa del Autor estados y graduaciones de su constitu-
4
Byron Nez Freile
cin morbosa. En aquel; despus de la impresin perniciosa, que las vuelve in-
erupcin regular, se sigue las ms veces dciles a tomar los medios de preservar-
la seguridad. En ste, despus del pri- se propuestos en la Disertacin. El autor
mer paso que pareci feliz, viene, o una del proyecto, para hacerlo indudable-
supuracin funesta, o una maturacin mente asequible, alega las autoridades
gangrenosa, o una desecacin imper- de los ms clebres autores mdicos,
fecta, desigual, maligna, o un retroceso que han afirmado ser las viruelas con-
instantneo de las materias hacia el tagiosas. Aun cuando no atendisemos
centro, con muerte casi repentina de los sino al origen de stas, y a su modo de
virolentos; y, en fin, otros fatales consec- propagarse en Europa, debamos quedar
tarios anexos a la primera efervescencia, en la inteligencia de que lo eran, y que
que se suscita dentro de los lquidos de es indispensable el contacto fsico de la
la mquina humana. Una corta deten- causa al cuerpo humano, para que en l
cin de las postillas hacia los pulmones se ponga en accin un fermento peculiar,
acarrea una pronta sofocacin. Si la na- homogneo y correspondiente a la natu-
turaleza es vigorosa para volverlas a la raleza del efluvio varioloso.5
periferia, deja an sus impresiones per-
Insiste en el anlisis del aire como causal de
judiciales, enosis, aftas, tisis o fiebres
las epidemias.
hcticas de por vida.4
Si atendemos a lo que han atribuido de
Transmisibilidad dao o de provecho al aire los mdicos,
En una poca y en un entorno alejado del puede decirse que, en solo este ele-
desarrollo cientfico como en Europa, Espejo mento y sus mutaciones se debe hacer
plantea la teora del contagio como preludio consistir la causa de las enfermedades
para la explicacin microbiana de la causa de epidmicas. Y a la verdad, la atmsfera,
las epidemias. que nos circunda, debe tener un influjo
muy poderoso sobre nuestros cuerpos
Sguense ahora los oficios del ciudada- para causarles sensibilsimas alteracio-
no como fsico. Antes de todo es preciso nes.6
que el pueblo est bien persuadido por
ste, que las viruelas son una epidemia Profundiza en la teora de los humores y
pestilente. Esta sugestin era ociosa miasmas como causal de las enfermedades
en Europa en donde estn persuadidas contagiosas.
generalmente las gentes, que no se con- Ahora, pues, si a esta atmsfera se le
traen, sino por contagio. Ac las nues- une una porcin de vapores podridos,
tras parece que estn en la persuasin ser inevitable que contraiga una natu-
de que es un azote del cielo, que enva a raleza maligna y contraria a la constitu-
la tierra Dios en el tiempo de su indigna- cin de la sangre: esto bastar para que
cin. Por lo mismo, hacindose fatalistas se suscite una enfermedad epidmica,
en lnea de un conocimiento fsico, creen cuyos sntomas correspondan a la cali-
que no le pueden evitar por la fuga, y dad propia del veneno inspirado por los
que es preciso contraerlo o padecerlo pulmones y derramado en todas las en-
como la infeccin del pecado original; traas. La generacin de las enfermeda-
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EUGENIO ESPEJO : El amanecer de la Infectologa de Amrica
des contagiosas pide principios peculia- slidas, explican fsica y mecnicamente
res que las caractericen. De all vienen la que se da de un cuerpo a otro, y de un
las disenteras, las anginas, los clicos, pueblo a otro en las viruelas: antes bien
las perineumonas y las fiebres que rpi- en esta opinin se concibe claramente,
damente han acometido a la mayor parte por qu al tiempo de la supuracin, co-
de una ciudad.7 munica el virolento su contagio ms que
en el del principio, erupcin y aumento.
Se plantea el anlisis de las estructuras
Porque entonces los insectos estn ya
pestilenciales ( microbios) y su relacin con
en el ardor de su propagacin, y en el de
los tejidos.
su mayor movimiento y capacidad para
Quin podr comprender el misterio desprenderse y correr hasta la distancia
de que en semejantes ocasiones el aire que les permite el determinado volumen
venenoso dirija a ciertas partes del cuer- de su cuerpecillo. Nada hay aqu de ex-
po, y no a otras, sus tiros perjudiciales? trao o extravagante, que choque ni a la
Los filsofos se esfuerzan a atribuir este razn ni a los sentidos.10
efecto a la diversa configuracin de las
molculas pestilenciales y a la capaci- La Microbiologa
dad diverssima de los dimetros que En este segmento destroza la teora de los
constituyen la superficie de las fibras del humores y miasmas como causa de las enfer-
cuerpo. Un glbulo, pues, entrar bien medades transmisibles, para demostrar que
por un poro orbicular; un corpsculo el aire es solo un vehculo de la transmisin y
cuadrado, por un dimetro de la misma que los microorganismos en conjuncin trans-
figura, etctera.8 miten la enfermedad infecciosa.
Y la capacidad de estos elementos causales De esta manera, toda la masa del aire
de transmitirse a todos los humanos gene- no es ms que un vehculo apto para
rando las epidemias. transmitir [hacia diversos puntos la he-
Lo ms que se puede inferir de aqu es terogeneidad de que est recargado]en
que hay tsigos en la atmsfera ade- vago. Luego el aire mismo no es la causa
cuados a los individuos de cada especie inmediata de las enfermedades, [espe-
racional o bruta, pero habr estacin en cialmente de las epidmicas]; y esas
que el aire contraiga una pestilencia que partculas, que hacen el contagio, son
ataque simultneamente a hombres y otros tantos cuerpecillos distintos del
brutos, a vivientes e insensibles: enton- fluido elemental elstico, que llamamos
ces la epidemia ser universal.9 aire. Luego es necesario [la conmistin
de aquellos y de ste para que] resul-
Define el mecanismo de contagio a partir
ten esos maravillosos fenmenos, que
del aire a los respectivos tejidos, al resto de
aparecen de cuando en cuando para el
personas y otros pueblos, pero tambin se
temor [terror] y ruina de los mortales.11
adelanta a definir su causa real: los microor-
ganismos. Espejo se pregunta acerca de la forma de
los microorganismos que son transportados
Su comunicacin al aire, a la sangre,
en el aire.
al sistema nervioso, a todas las partes
6
Byron Nez Freile
Vase aqu cmo la infeccin que ad- sectos que se le pegan y le son como
quiere con las partculas extraas que naturales, con particularidad, el aire, el
fluctan dentro del aire, causa todos los agua, la tierra, las flores, los frutos, los
estragos que se advierten en todas las palos, los mrmoles, los peces, las telas;
epidemias. Cmo hemos de saber qu en fin, el microscopio ha descubierto un
figura tengan ellas o qu naturaleza?12 nuevo mundo de vivientes que se anidan
proporcionalmente en todas las cosas.
Para finalizar con una visin integradora, cau-
Entre todas, el hombre es el ms acome-
sal y dinmica de las patologas transmisi-
tido de muchsimas castas y familias de
bles
estos huspedes molestos, en todas, o
Parece que por una coaccin de esas las partes ms principales de su cuerpo.
que hace una cadena de conjeturas el Fuera de otros insectos propios a cada
entendimiento, debemos atribuir a stos entraa, los anatomistas han hallado
la causa de la viruela, y que, si se ha de los que parecen comunes a todas, que
asignar alguna, sea aquella que conten- son las lombrices, en el cerebro, en el
te, cuando menos, a la curiosidad del es- hgado, en el corazn, en la vejiga, en
pritu, inquieto siempre por saber lo que el ombligo y en la misma sangre. No se
no puede alcanzar.13 hable de las lceras y de los efectos del
cutis, en los que encuentra la vista arma-
Y ahora aprestmonos a leer la portentosa
da del microscopio un hormiguero, o por
afirmacin sobre la causa microbiana de las
mejor decir, un torbellino de tomos vo-
enfermedades infecciosas. Desde el Quito
races y animados. Y viniendo a nuestro
centenario, en el centro del mundo, en el
asunto, el famoso Berrillo ha observado
ao de 1785: !Un siglo antes de Pasteur!
gusanillos de cierta configuracin en las
En la casi infinita variedad de esos ato- postillas de la viruela, por medio del mi-
millos vivientes, se tiene un admirable croscopio y Pedro de Castro los ha visto
recurso para explicar la prodigiosa mul- en la peste napolitana, cuyos bubones
titud de epidemias tan diferentes, y de hormigueaban de insectos. As no hay
sntomas tan varios que se ofrecen a la mucha justicia en improbar la sentencia
observacin.14 de tantos mdicos que asientan la causa
Mas nuestro cientfico no solo afirma la razn de todas las enfermedades epidmicas
causal de las infecciones, penetra, junto al en los dichos animalillos.15
microscopio, en la ciencia de los ecosistemas; El conformismo cientfico no es parte de nues-
en la relacin de las bacterias con la natu- tro mdico, e invita a investigar ms all del
raleza, con los seres vivos, con el husped conocimiento de los sabios de la poca va-
humano, lo que hoy llamamos nuestra flora lindose de la herramienta del microscopio,
residente, microbiota o microbioma humano. acompaado de la dinamia del crecimiento
A la vez, afirma la especificidad que tienen los bacteriano para as poder entender la razn
microorganismos con cada especie y hasta de las enfermedades infecciosas.
con cada rgano y tejido.
Si se pudieran apurar ms las observa-
Cada cuerpo, de cualquier gnero que ciones microscpicas, an ms all de lo
sea, tiene su peculiar especie de in-
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EUGENIO ESPEJO : El amanecer de la Infectologa de Amrica
que las adelantaron Malpigio, Reaumur, Igualmente digamos dos puntos sobre
Buffon y Needham, quiz encontrara- este artculo. Primero: que no es ajeno
mos en la incubacin, desarrollamiento, de este papel hablar de la causa de las
situacin, figura, movimiento y duracin viruelas tan a la larga; pues esto no es, ni
de estos corpsculos movibles, la regla puede ser indiferente a los mdicos an-
que podra servir a explicar toda la na- tes, en vista de lo que se ha tratado aqu,
turaleza, grados, propiedades y sntomas y con el deseo de adelantar algo sobre
de todas las fiebres epidmicas, y en la materia, estudiarn en entender a los
particular de la viruela.16 mayores autores que han escrito acerca
de ella, que no es pequeo inters. Se-
Plantea la posibilidad de interaccin biolgi-
gundo: que sea cual fuere la causa de las
ca entre los microorganismo y los posibles
viruelas, se debe estar en la suposicin
resultados que ello pueden tener en su vi-
de que su contagio se comunica por me-
rulencia.
dio de un contacto fsico prximo, que
Podra suceder y suceder efectivamen- se hace inmediatamente de un cuerpo a
te, que tambin entre los insectos, como otro, el cual no se difunde con la misma
entre los dems animales que vemos, violencia, rapidez y direccin que el aire.
haya mezcla de un insectillo de una es- Y saber todo esto contribuye felizmente
pecie con otro de distinta; de cuyo acto al establecimiento del mtodo preserva-
generativo resulte una tercera entidad o tivo de don Francisco Gil. Aun cuando no
un monstruo en aquella lnea; entonces le sea fcil al pblico el saberlo, le ser
se hace necesario que si esta nueva cas- ms fcil gozar de sus ventajas, que re-
ta es venenosa y se introduce en el cuer- conocerlas.19
po del hombre, le cause nueva molestia
o nueva enfermedad no conocida en los Patognesis
tiempos anteriores.17 Luego de haber cimentado los conceptos
Por lo tanto afirma que la viruela tiene un bsicos de las enfermedades transmisibles:
factor causal, los microorganismos. el agente causal, el vehculo y el husped;
Espejo plantea los probables mecanismos
A mi corto juicio nada satisface tan
patognicos de las enfermedades infeccio-
completamente a la razn filosfica,
sas. A partir de la va inhalatoria plantea la
como la causa de la viruela explicada del
bacteriemia y los efectos especficos a nivel
modo que se acaba de establecer .18
tisular.
Terminando de afirmar que lo dicho se sus-
Ahora, pues, si a esta atmsfera se le
tenta en preceptos previamente establecidos
une una porcin de vapores podridos,
y justificando el mecanismo de transmisin
ser inevitable que contraiga una natu-
de la viruela a travs del contacto y no del
raleza maligna y contraria a la constitu-
aire. Dando de esta manera otro sustento
cin de la sangre: esto bastar para que
cientfico a las recomendaciones del Dr. Gil
se suscite una enfermedad epidmica,
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Byron Nez Freile
cuyos sntomas correspondan a la ca- todos los que no probaron su contagio,
lidad propia del veneno inspirado por y perdonando tambin a casi todos los
los pulmones y derramado en todas las que ya la haban padecido. Adnde
entraas. La generacin de las enferme- est el ingenio ms luminoso que pue-
dades contagiosas pide principios pecu- da penetrar estos arcanos? Aqu no
liares que las caractericen.20 hay sino humillarse a confesar nuestra
debilidad y nuestra ignorancia. Pero no
Y para la explicacin del efecto patognico
solamente lo que pasa con la viruela
tisular especfico por parte de los agentes
debe causar nuestra humillacin: todas
causales, plantea la relacin del tamao,
las enfermedades, y, para decir mejor,
forma y especificidad del agente causal con
todas las cosas de la naturaleza, ofrecen
la estructura tisular afectada.
a cada paso un conjunto casi infinito de
Quin podr comprender el misterio prodigios y misterios. Quin conoce la
de que en semejantes ocasiones el aire causa del constante perodo de la ter-
venenoso dirija a ciertas partes del cuer- ciana? Quin penetra la naturaleza del
po, y no a otras, sus tiros perjudiciales? contagio del vial de rabia, que suele es-
Los filsofos se esfuerzan a atribuir este conderse dentro del cuerpo humano por
efecto a la diversa configuracin de las muchos meses y aun por muchos aos,
molculas pestilenciales y a la capaci- sin manifestar o sin poner en movimien-
dad diverssima de los dimetros que to su veneno; y as mismo con todas las
constituyen la superficie de las fibras del enfermedades, sus perodos, sus inter-
cuerpo. Un glbulo, pues, entrar bien valos, sus graduaciones y todas sus vi-
por un poro orbicular; un corpsculo cua- cisitudes? [] Esto no quita que por la
drado, por un dimetro de la misma figu- verosimilitud que presta la naturaleza de
ra, etctera. As las cantridas insinan los insectos, se juzgue que stos son la
sus partculas en los rganos que sirven causa de las viruelas.22
a la filtracin de la orina: el mercurio
Menciona la necesidad de cierta predispo-
donde quiera que se aplique, sube a las
sicin para adquirir algunas enfermedades
fauces y a las glndulas salivales, a pe-
especficas a partir de la virulencia de los
sar de su conocida gravedad: el alcbar
agentes causales.
se fija ms bien en el hgado, que no en
el bazo, etctera. Y as respectivamente Rhazis, el ms antiguo de los mdicos
con los venenos y los medicamentos su- mahometanos y el mejor de ellos, [...] se-
cede lo mismo.21 ala por causa de esta enfermedad una
especie de contagio innato. Pensamien-
Inmunologa to atrevido y jams escuchado hasta
Espejo plantea la inquietud de la proteccin entonces en la medicina! Este contagio
inmunitaria a partir de la exposicin previa a es cierto gnero de levadura en la san-
la viruela as como de la inmuno-patognesis gre, semejante a aquel que hay en el
de la rabia. vino nuevo, la cual fermenta, y despus
de los movimientos de la fermentacin
La dificultad ms insuperable es la que se purifica ms tarde o ms temprano,
causa la viruela, acometiendo a casi arrojando fuera de s las materias morb-
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EUGENIO ESPEJO : El amanecer de la Infectologa de Amrica
ficas o pecantes por las glndulas de la sin de la viruela a todos los pobladores de
piel. Esta patologa de las viruelas la si- la Audiencia de Quito.
guieron Avicena, Mesue, y los dems de
3. Los sarampionientos y virolentos.
su nacin, acerca de la causa de stas,
De estos segundos ya se ha tratado
y la siguieron otros muchos modernos,
prolijamente, dndose las razones por
aplicndola a la que suscita las dems
que deben ser separados a una casa
fiebres en general. Ahora bien, qu
distante de la ciudad; pero porque en
quieren decir esas predisposiciones para
este muy Ilustre Cabildo se suscit por
recibir las enfermedades, que se hallan
un miembro suyo, deseoso de saber las
en el cuerpo, y esas potencias nocivas
cosas a fondo, la dificultad de cul re-
que tienen actividad para producirlas en
medio sera conveniente aplicar, cuan-
un cuerpo que se halla con las dichas pre-
do la epidemia variolosa se empezase
disposiciones? Parceme que semillas y
a encender en uno de los que llaman
potencias vienen a dar en aquel contagio
pueblos de las cinco leguas, con quie-
innato arbigo, inventado desde el siglo
nes es indispensable el trato y comercio
dcimo de nuestra era; pues que esto
de nuestros quiteos; doy lugar aqu en
abraza igualmente que la disposicin na-
este artculo a estos enfermos. El reparo
tural del cuerpo, la potencia nociva an-
consiste en la siguiente reflexin siendo
loga a ella, capaz de poner alguna vez en
la viruela contagiosa, suceder como ha
conocido movimiento su efecto, que es
sucedido en otras ocasiones, que desde
la viruela. []. Por ms alteraciones que
la mayor distancia, verbi gratia, desde
padezcan sus humores con la edad, con
Popayn se traslade ac su pestilencia;
la mutacin de alimentos, de pases y de
nosotros la evitaremos llevando nues-
vida, y an con el notable trastorno que
tros virolentos a la casa destinada. Pero
se experimenta en las enfermedades, ni
acontecer, que verbi gratia en Guailla-
se evacua, ni se disminuye, ni menos se
bamba, Zmbiza, Cotocollao o Tumbaco
pone en accin de producir viruelas, has-
se prenda en aquellos que no la haban
ta que se le mezcle aquel determinado
padecido. Ahora, en pueblos como s-
miasma contagioso, que le es anlogo...
tos, no solamente miserables, sino por
Ni se crea que Gaubio y don Francisco
la mayor parte de indios brbaros an y
Gil sealen dos principios, cuando Rha-
salvajes, que no son capaces de entrar
zis asigna slo uno.23
en conocimiento de lo que les conviene,
La prevencin de la viruela no hay como poner una casita separada,
para depositar a los contagiados. Por
Espejo es conocedor del valor a la inoculacin otro lado estos indios tienen necesidad
(vacuna) en contra de la viruela, ante la im- de venir a poblado, en efecto vienen y
posibilidad de construir casas de aislamiento entran a la ciudad; ninguno ser capaz
en los pueblos de toda la Audiencia; veinte de impedrselo, porque son varias las
aos antes de la llegada de Salvany con la Ex- entradas; y menos traen en la frente el
pedicin Filantrpica de la Vacuna en contra sello de aquel contagio. Los quiteos,
de la viruela. Establece la necesidad de la espaoles, mestizos e indios, o van a sus
inoculacin ante la posibilidad de la transmi- haciendas o van a sus cambios, o van
10
Byron Nez Freile
a visitar a sus parientes: quin puede las lceras de la boca, que serpean; los
embarazarlo? Luego se hace necesaria la tubrculos o bubones en las ingles etc-
infeccin universal de la provincia, y el tera. Pues todos estos sntomas los trae
proyecto de la preservacin de las virue- Hipcrates describiendo el estado pesti-
las, queda frustrado. Esta es la terrible lencial de Grecia25
objecin que viene aun acompaada de
un pensamiento demasiado triste. Dice, Lepra.
pues, mejor sera en este caso, valernos De manera sinttica nos habla de la causa mi-
de la inoculacin, practicarla con los ni- crobiana y transmisin del mal de Hansen as
os tiernos, y no esperar que la viruela como de la presencia de lo microorganismos
se aparte de nuestro territorio por algu- a nivel de la superficie de la piel
nos aos, para venir despus a caer con
estrago universal sobre una juventud ya . porque el contagio de la lepra no
bien constituida, educada y til a la so- es un aire que nos est rodeando; sino
ciedad.24 una corrupcin de humores que produ-
ce cierta especie de insectos, que se
Sfilis. anidan debajo de la cutcula, y roen el
cutis mismo, y todas las partes carnosas
Del mal venreo hace una amplia descrip-
internas. Esta corrupcin de humores se
cin histrica, concluyendo en su origen, en
deber llamar disposicin inmediata de
el viejo mundo. A la vez hace una breve des-
padecer la lepra, pero ella misma, no hay
cripcin clnica de la misma:
duda que viene de fuera en las aguas,
Cuando nos acordamos de la mayor an- alimento, ropa y trato de personas que la
tigedad, vemos que el grande Hipcra- padecen.26
tes la conoci, e hizo su pintura, trayen-
do sus peculiares sntomas, que para los Epidemiologa
mdicos traen la razn completa, para De manera particular, Espejo plantea el cl-
constituir los que llaman signos patog- culo estadstico de la mortalidad de la epide-
nomnicos, y yo llamar los caracteres mia de viruela y su impacto social en Quito.
de las enfermedades. [] Las postillas
grandes, que, cubriendo todo el cuerpo, Pero no, es esta la mayor ventaja que
salen con mayor copia, en la cabeza, las resulta de abolir en este reino la epi-
llagas ms sucias cerca del pubis y los demia variolosa. La ms excelente es
lugares ms secretos y vergonzosos del que se da la vida a innumerables que
cuerpo; las inflamaciones erisipelatosas; perecen al cuchillo de las viruelas. Esta
las evacuaciones del vientre, el horror a ventaja se puede calcular matemtica-
la comida; la consuncin de las carnes, mente, slo con hacer el cotejo de los
con calentura o sin ella; la corrupcin de que han muerto hoy con la epidemia del
los huesos; toda especie de afliccin de sarampin. En medio de un corto pueblo
los miembros, con podredumbre de ellos; como el de Quito, que no pasa de veinte
la cada de los cabellos, las inflamacio- mil habitadores, la prdida de tres mil
nes de los testculos, los dolores ms personas, es un atraso considerabilsimo
acerbos entre los desvelos de la noche; a la poblacin. Ahora, pues, el saram-
11
EUGENIO ESPEJO : El amanecer de la Infectologa de Amrica
pin, por maligno que sea, no mata tan- por escrito a los Magistrados la denun-
tos, como mata la epidemia ms benigna cia de ella, averiguados sus nombres,
de viruelas.27 calidades y ejercicios que tengan en la
ciudad.29
De la misma manera plantea a los colegas
mdicos de Quito la realizacin de un estu- La siguiente es la copia de la carta que Es-
dio epidemiolgico de leprosos en la ciudad. pejo escribi a todos los mdicos en ejercicio
para realizar un anlisis epidemiolgico acer-
.y para participar la noticia al sabio
ca de la prevalencia de la viruela y la lepra en
Gobierno, o al Muy Ilustre Cabildo, co-
la ciudad de Quito.
rr carta de oficio a todos los Mdicos,
para que me avisaran del nmero de Casa, y octubre 8 de 1785.
lazarinos que hubiesen reconocido en la
Muy Seor mo:
ciudad, cuya copia vendr al fin de este
papel. Y un slo individuo, aun sin ser de Para verificar el papel que el Muy Ilus-
la profesin mdica, tuvo la urbanidad tre Cabildo se sirvi mandarme ayer que
de darme razn en su respuesta de las hiciera, me es indispensable saber hoy
personas que juzgaba ser leprosas. En mismo cuntos virolentos y leprosos se
coyuntura tan desgraciada es que deben hallan en el barrio a que usted ha sido
tener lugar las leyes del Reino, y como destinado, el nombre de la calle, el n-
nuestras municipales han provedo muy mero que corresponde a las casas, quie-
poco, como luego veremos, acerca de nes son los dueos de stas, el sexo de
este punto, sin duda porque la lepra no los contagiados y las dems circunstan-
haba parecido con abundancia en las cias que usted juzgase conveniente co-
Amricas, es preciso recurrir segn el municarme. En lo que creo se halla moti-
orden de nuestra jurisprudencia a las vo de cooperar a las intenciones del Rey,
leyes de Castilla.28 y har usted un favor a su muy atento
servidor que besa su mano.
Es muy concreta la afirmacin de Espejo
para el control de la lepra partiendo de una Doctor Francisco Eugenio de Santa Cruz
activa vigilancia epidemiolgica de la misma: y Espejo.30
En cuanto al exterminio del mal de le- La Salud Pblica
pra, parceme que ahora se presenta la
ocasin ms favorable a conseguirlo por En cumplimiento de las recomendaciones
muchas razones: de Francisco Gil, Espejo detalla el tipo de
casa de aislamiento de portadores de en-
Primera. Estn los mdicos y cirujanos, fermedades contagiosas, su lugar, el clima
con motivo del sarampin y sus resultas, y los ambientes naturales adecuados que la
visitando todas o casi todas las casas de rodean. Da soluciones en el contexto de la
la ciudad. Dbeseles, pues, mandar que Salud Pblica de la poca.
cada uno de ellos note con especialidad
al sujeto, o sujetos que hallare con la le- El celo de estos profesores ha meditado
pra, y que tomando razn individual de maduramente la cosa, y ha hallado una
barrio, casa y cuarto donde viven, den casa de campo llamada vulgarmente el
12
Byron Nez Freile
Batn de Piedrahta, ha anunciado a este fbrica posterior mucha comodidad. En
muy Ilustre Cuerpo, el da siete de este fin, parece haber nacido esta casa para
mismo mes de octubre, las proporciones este efecto de depositar en ella a todos
que sta tiene para servir de un cmodo los infectos de enfermedades contagio-
hospital de virolentos. La tal casa parece sas.31
que llena todas las ideas que propone y
Espejo plantea la posibilidad de establecer
desea el autor de la disertacin. Est a
una polica mdica que vigile y administre
competente distancia del poblado con
este tipo de actividades de control.
ms de un cuarto de legua, y separada
absolutamente de los trnsitos comu- A vuelta de esto, veo que en Quito se
nes. El aire que la rodea es de benigna van a practicar todos los medios concer-
constitucin; los vientos, que de tiempo nientes a la salud pblica; de manera
en tiempo, o, segn las estaciones de que en esta ciudad llamaremos al tal
primavera e invierno, experimentamos proyecto, la clave que franquee las puer-
ac, y baan la casa, por lo regular se tas a la polica mdica32
dirigen de Este a Sur o al contrario, sin
Al describir las particularidades de la Ciu-
mudar de direccin, ni tocar a esta ciu-
dad de Quito analiza en detalle las malas
dad, porque sta respecto de aqulla
condiciones sanitarias de la ciudad. Inicia con
est al Sudeste, y porque, cayendo en
la descripcin del mal aire por la presencia
sitio profundo, viene a dar en un para-
de cerdos, mala eliminacin de excretas y la
lelo, con el que corresponde al terreno
escasez de agua.
de Quito; pero intermediando el cordn
de una gran colina bien levantada, que AIRE POPULAR.- ste es demasiado
separa a uno de otro, sirviendo de an- ftido y lleno de cuerpos extraos po-
temural a los hlitos que la mala fsica dridos, y los motivos que hay para esto,
de nuestros quiteos teme inconsidera- son: 1. Los puercos, que vagan de da
damente que se levanten de la casa de por la calle, y que de noche van a dormir
campo citada, y vengan a esta ciudad. dentro de las tiendas de sus amos, que
Tiene agua propia a muy corta distancia, son generalmente los indios y los mes-
como de veinte pasos comunes, para el tizos. 2. Estos mismos, que hacen sus
uso de la bebida; y para purificar la ropa, comunes necesidades, sin el ms mni-
corre en la parte inferior el pequeuelo mo pice de vergenza, en las plazuelas
ro de Machngara. Para bajar a ste hay y calles ms pblicas de la ciudad. 3.
una calzada que hace fcil y natural el Los dueos de las casas, que, teniendo
descenso. Las piezas que hoy se encuen- criados muy negligentes y de psima
tran, hoy mismo, por la necesidad, estn educacin, permiten que stos arrojen
aptas para el servicio de los enfermos y las inmundicias todas al primer paso que
para su aposentamiento; pero debern dan fuera de la misma casa; de manera
a poca costa tener despus otra figura que ellas quedan represadas y fermen-
y aptitud, as para la comunicacin de la tndose por mucho tiempo. 4. La poqu-
luz como del aire que las debe ventilar. sima agua que corre por las calles de la
Hay dos huertecillos y dos especies de ciudad.33
atrios imperfectos, que ofrecen para la
13
EUGENIO ESPEJO : El amanecer de la Infectologa de Amrica
Describe las malas condiciones de produccin al comn de las gentes de esta ciudad.
y almacenamiento de alimentos: trigo, pan, A pesar del saludable clima de Quito,
licores y vveres. en el cual se juzga no hallarse de esas
graves dolencias, que tan frecuente-
COMIDA Y BEBIDA.- Todo buen esta-
mente se padecen en la Europa y las
blecimiento tiene (quiz como en todas
dems partes del mundo, no se dude que
partes), sus dificultades en esta ciu-
no se vean aqu algunas de ellas, en el
dad. Lo que acabo de decir acerca del
ms alto punto, o de su actividad o de
antecedente artculo, parecer a mis
su malicia. El fuego, que llaman de San
compatriotas un alegre delirio en que la
Antn, el cual por cierto no es una sim-
imaginacin corre sin freno por donde le
ple fiebre erisipelatosa, le he visto aqu
place. Pero diga el mundo lo que quie-
en dos o tres personas con particular
ra; sus preocupaciones no me han de
asombro. Hay, pues, Hcticas Pthises,
impedir hablar la verdad, y todo lo que
mal venreo, y otros muchos afectos que
convenga a su mayor felicidad, pues, no
se comunican con facilidad unos y otros.
podra callarlo sin delito. En el presente
Sobre los que los padecen manifestar
artculo trato de la comida y bebida en
cules deben ser separados de la Socie-
cuanto una y otra pueden perjudicar a la
dad, y cules no. Deba aqu hablarse de
salud. Es muy cierto que si ellas estn
todo gnero de gentes, que atraen algn
en algn grado de corrupcin, ocasionan
dao universal al pblico; pero me con-
muchas enfermedades, y las ms de
tentar con decir que slo causan: 1.
ellas contagiosas. Pero los principales
Los que padecen mal venreo. 2. Los
captulos que acerca de esto noto, son
tsicos y hcticos. 3. Los sarampionien-
1. Mal trigo; 2. mal pan; 3. confeccin
tos y virolentos. 4. Los leprosos. 5. Los
venenosa de licores espirituosos; 4. es-
falsos mdicos.36
casez de vveres.34
Hace las recomendaciones de salud pblica
Puntualiza la mala higiene del hospital, mo-
para el control del Mal Venreo (sfilis e in-
nasterios e iglesias.
fecciones de transmisin sexual) junto a una
LIMPIEZA LOCAL DE QUITO.- A esta se descripcin del cncer uterino:
opone, constantemente la suciedad de
Viniendo a objeto ms interesante,
algunas casas, que son los depsitos de
debo aadir que, aunque no se pueda
las inmundicias. 1. Los monasterios. 2.
hacer separacin de esta especie de
El hospital. 3. Los lugares sagrados.35
contagios; pero, cuando menos, la bue-
Tambin puntualiza en los hbitos higinicos na polica ordenar que los mdicos
de las personas y los enfermos, por lo que den aviso secreto a los magistrados de
recomienda su aislamiento aquellas personas que estuviesen ms
infectas, y que, no querindose sujetar
LIMPIEZA PERSONAL DE QUITO.- Pare-
a una curacin radical, pueden viciar a
ce que as debe llamarse la que deben
toda la juventud; ya para que se est a la
observar las personas, manifestando
mira de contener su liviandad, y ya para
igualmente las que, padeciendo alguna
que en caso de que tome otros pestilen-
enfermedad contagiosa, pueden daar
14
Byron Nez Freile
tsimos progresos el accidente, obliguen De la misma manera para el control de los
por fuerza a que se retiren a un hospital. tsicos y hcticos ( tuberculosis)
Este reglamento mira ms directamente
2. Los tsicos y hcticos.- Tampoco con
a las mujeres prostitutas, de las cuales
estos, se debe tratar de alejarlos de
ha habido algunas tan venenosas, que o
nuestra poblacin a una casa de cam-
han hecho perder la virilidad o la vida a
po o a un hospital. Aunque su dolencia
muchos hombres, poco despus, o en el
es contagiosa a juicio de los mejores
mismo acto de la junta torpe: tanto ma-
fsicos, no son sus hlitos tan activos
yor debe ser el celo en este asunto cuan-
y voltiles que puedan ocasionar dao
to hoy se experimenta, que por causa del
en alguna distancia. Federico Hoffman
contagio venreo mueren muchas muje-
hablando de la tisis, y preguntando si
res jvenes, con un mal que se les ha he-
es trascendental afirma que s en ciertos
cho familiar, y ellas llaman agua blanca,
casos, y es que sigue la costumbre de los
los mdicos vulgares no han conocido
mdicos anteriores en hacer semejante
esta enfermedad, y de ordinario la han
cuestin, y tambin en el modo de resol-
confundido con la que se denomina flujo
verla. No hay duda que toda materia po-
blanco, que es una especie de gonorrea
drida, que manan las llagas malignas es
mujeril; y, a la verdad, en mi corto juicio
contagiosa; y Riverio trae el ejemplo de
no es otra cosa que cancro uterino. Otros
una criada que se volvi tsica, cuidando
le han dado el nombre de sangre-luvia
a su ama que tambin lo era: l mismo
y si, como debe ser, entienden por esto
habla de una muchacha que la contrajo
la hemorragia uterina, se han engaado
de una hermana suya, la cual tambin
mseramente; porque sta puede ser una
la incurri por haber dado la leche de su
simple solucin de los vasos de la ma-
pecho a un hombre infecto de la misma
triz, y el otro es un tumor que, manando
enfermedad. Sehenckio nos advierte,
siempre sanguaza o materia ichorofa y
que la saliva de los tsicos confirmados
a veces sangre ya viva, ya denegrida,
es tan contagiosa, que un mdico se vol-
causa acerbsimos dolores por toda la
vi tal, tan solamente por haberla llega-
regin hipogstrica umbilical y ischidi-
do cerca. Los acadmicos de Leipsig nos
ca, extendindose por las ingles y el pu-
dan ejemplos de lo mismo. Poco ms o
bis. Debe encargarse a los mdicos que
menos pasa con los hticos otro tanto.
atiendan a este objeto y se conformen en
De unos y otros deben dar noticia los
este pensamiento del cancro, por medio
mdicos a los seores alcaldes ordina-
de las observaciones anatmicas. Sobre
rios, para que, cuando llegue su falleci-
todo deben avisar al Magistrado quines
miento, entienda la autoridad de los jue-
lo padecen, para que se entienda en la
ces en hacer que se quemen las ropas y
abolicin de sus ropas por el fuego, pues
utensilios que ms usaron los enfermos;
he visto que es sumamente contagioso y
mandando con apercebimientos que ha-
que personas de vida devota he observa-
gan constar los parientes, herederos y
do, que le han contrado por haber usado
albaceas, no de la quema de las cosas
de la alfombra de otra que lo padeci. Mi
dichas, que sta la presenciar la jus-
madre muri de esta enfermedad, por un
ticia; sino de que han hecho blanquear
contagio semejante.37
15
EUGENIO ESPEJO : El amanecer de la Infectologa de Amrica
con cal el aposento donde murieron los anodino), por el espacio de quince das
tales hticos y los tsicos.38 cuando ms: siendo que en esta prctica
se versan el servicio de Dios, el beneficio
Y el control de la viruela en la casa de aisla-
a la patria, la caridad al prjimo, en una
miento con las recomendaciones alimenticias
palabra, el cumplimiento de las obliga-
para el cuidado a los enfermos
ciones indispensables de los prrocos y
RESPUESTA.- Por ms especiosa que ministros de Jesucristo, parece que se
parezca la dificultad, me era la cosa ms ha desvanecido por s misma la obje-
fcil del mundo desembarazarme de ella. cin.39
Y cmo? Remitiendo a los lectores a la
Realiza las recomendaciones de tipo pre-
segunda, tercera y cuarta lectura de la
ventivo ante la llegada de la viruela desde
misma disertacin de don Francisco
cualquier lugar de la Audiencia hacia la ciu-
Gil. A lo menos ya no pienso perder el
dad de Quito y el consecuente asilamiento de
tiempo; por lo que deber aadir que, si
los infectados en la casa de aislamiento.
se conociese en algunos de los pueblos
citados el contagio varioloso, mande el A ms de esto, lo regular es que el
muy Ilustre Cabildo a los Tenientes pe- contagio se enciende precisa y primaria-
dneos bajo de muy recias penas, y en mente en esta capital, sea que vengo de
donde no los hay, a los mismos indios Lima, o sea que de la ciudad de Popayn.
Gobernadores que se hagan cargo de no Porque l no viene (como piensan algu-
permitir la entrada de persona alguna nos necios), en caballeras y siguiendo
en la casa del virolento, a excepcin de las mismas jornadas de los viajeros tra-
sus padres o parientes que viven con l. ficantes ni menos da un salto por medio
Por otra parte pedir al muy reverendo del aire de un lugar a otro, sino que se
seor Obispo, que libre una Pastoral cir- introduce en alguna ropa o le trae alguna
culatoria a todos los curas de la Dice- persona, que poco antes le ha padecido.
sis, acordndoles las obligaciones que As sucede en nuestra provincia, que se
tienen de visitar a sus ovejas enfermas, oye la noticia de que la viruela est verbi
la de socorrerlas con todo lo necesario, gratia en Santa Fe, en Popayn y Pasto,
y en particular mande que todo cura de mucho antes que llegue hasta nosotros,
indios, en caso semejante de esta epi- y esto mismo pasa con las dems pro-
demia, no permita que en la casilla con- vincias de las Amricas. Si el que verti
tagiada entren otras personas que l y la siguiente noticia, no fuese el hombre
las dems expresadas, siendo que las ms mendaz y falto de reflexin que co-
casitas de estos indios no estn unidas, nozco, la apoyara en confirmacin de mi
sino muy dispersas por lo general. Sien- propsito. Deca ste, que se hall en la
do que los contagiados, comnmente, al ciudad de Pasto a tiempo que all haca
principio no pasan de tres o cuatro. Sien- el sarampin sus ordinarios progresos,
do que el cura no puede gastar arriba de y que, siendo contagiado un sirviente
cuatro pesos en suministrar un pedazo suyo, le trajo a Quito antes de que ter-
de carnero, de pollo de su cocina y de minara la calentura; no dejndole parar
azcar, (con lo que hay bastante para la en parte alguna, y que este comunic a
medicina ditica que consiste en caldos Quito el cruel contagio de que vena heri-
tenues, y tal cual cocimiento pectoral y do a principios del mes de julio. Si fuese
16
Byron Nez Freile
verdadera esta noticia, primero alabara pared sino con la distancia de algunos
la compasin, misericordia y caridad de pasos, con patio, que a cada una le fuese
este buen amo, que as trajo a su po- peculiar; con puertas que no sean comu-
bre sirviente enfermo. Lo segundo me nes sino peculiares, con oficinas respec-
servira oportunamente para decir, que tivas a cada uno de los contagios, y en-
slo de este modo se hace comunicable fermedades qu tiene de irracional, de
el veneno de las viruelas. Ha de haber, arriesgado, ni extravagante? Decir que
pues, necesariamente o ropa contami- la proximidad de los corpsculos que na-
nada o persona que consigo la traiga. dan en el fluido del aire, y que forman un
Ahora pues, no es en algn misrrimo ambiente comn respirable de virolentos
pueblo de los nombrados, que se abran y leprosos causa el peligro, es no osten-
los fardos, que se vendan las ropas ni tar ni un tomo de fsica, y a su ignoran-
en ellos es que los mercaderes hagan su cia se debe, que en caso igual se quiera
mayor estancia. Pasan muy luego, y de atribuir al aire la causa del contagio.41
all es que el contagio se comunica en
Determina la susceptibilidad intrnseca a
esta ciudad primeramente, y despus,
los microbios as como a las condiciones
segn el ms frecuente, trato con los in-
medioambientales.
dividuos de las cinco leguas, se propaga
a stos. En este caso nuestro Batn de La naturaleza de los insectos ms ma-
Piedrahta, que llamaremos en adelante lignos, por un orden regular de la com-
la Casa de la salud pblica, libertar a posicin sublunar, o, por mejor decir, por
toda la provincia de las viruelas y el sa- una sabia e infinitamente misericordiosa
rampin.40 Providencia que vela en nuestra conser-
vacin, es muy delicada, fcil de extin-
El Control de la Infeccin Noso- guirse y perecer, e igualmente de movi-
comial miento progresivo muy tardo y perezoso.
Parece que es lo mismo salir a un aire
Ante la duda que genera la afirmacin de libre, nuevo y refrigerante, cuando ha
si es factible agrupar en la misma Casa de experimentado su ultima destruccin y
la Salud Pblica (hospital de aislamiento) a ruina. Aunque se conciba que la materia
leprosos y virolentos, Espejo profundiza en los del contagio de la lepra que la ocasio-
probables mecanismos de transmisin de las na, no sean insectos, sino otra cosa, sea
infecciones en el entorno nosocomial, fortale- cual fuere, ella es dbil, insubsistente a
ciendo su doctrina microbiana como causal de presencia del ambiente fro, y capaz de
la patologa infecciosa. perder luego su fuerza venenosa. No hay
Si yo hubiese dicho que en una misma duda, que, pegndose al cuerpo humano,
sala, o que en unos mismos aposentos e introducindose en sus poros, es ella
deban estar alojados virolentos y lepro- activa en su vigor, en su voracidad, en
sos, est muy justo, que se tuviese por su propagacin. Del mismo modo abriga-
intolerable mi propuesta. Pero decir que da y anidada en telas de lana y algodn,
la misma casa, con pared muy doble que vive en estas por mucho tiempo, y halla
divida una sala de otra, y no slo con en las mismas su pbulo y subsistencia;
17
EUGENIO ESPEJO : El amanecer de la Infectologa de Amrica
pero como hemos dicho la pierde fuera lo repetir siempre que se ofrezca), ha
de ellas al menor soplo.42 hecho desconocer a la mayor parte de
las gentes esta necesidad que todos
Cuenta de una experiencia personal y otra
tenemos de hacer los mayores y ms
junto a su padre en el Hospital de la Miseri-
dolorosos sacrificios al bien de la Pa-
cordia de Quito, en donde concluye acera de
tria. Por acaso se oye proferir a algunos,
la poca transmisibilidad de la lepra por parte
como un orculo misterioso, la siguiente
de estos pacientes.
proposicin: El bien comn prefiere al
Hace muchos aos ha que vi y emprend particular. Pero en la prctica se ve ms
la curacin del doctor Palacios, cura de comnmente que el inters del pblico
Zaraguro, leproso elefancaco, tocndole es sacrificado al inters del individuo.
el pulso y observando muy de cerca su Por todas partes no se presenta ms
deplorable situacin de que muri. Vi al que una multitud insensible de egostas,
mismo tiempo personas que le tocaban cuyo cruel designio es atesorar riquezas,
muy de cerca, por parentesco, que se solicitar honores y gozar de los placeres
le llegaban con frecuente trato, y hasta y comodidades de la vida, a costa del
ahora no he visto que alguna de estas Bien Universal; en una palabra, ser los
se haya inficionado notablemente. El ao nicos depositarios de la felicidad; olvi-
de 62, en que yo tena 14 aos, de edad; dando enteramente la de la Repblica.
ya porque viva dentro del Hospital de As a todos nuestros compatriotas de-
mujeres, mucho ms, por mi genio dedi- bera el Filsofo, que sirve de antorcha
cado a las observaciones fsicas, advert a la ciudad, inculcarles frecuentemente
que una mulata, esclava del Tesorero estas nociones generales, pero dignas
de estas casas, don Salvador Pareja, de su atencin y conocimiento.44
que estaba en la cama n. 15, enferm
El siguiente es un enunciado del despren-
de lepra, y, con slo la precaucin que
dimiento personal por la salud colectiva. La
prescribi mi padre, Luis de Santa Cruz
solidaridad.
y Espejo, cirujano y administrador de
aquella casa, de que nadie se le llegara De donde he juzgado importante repe-
con familiaridad, se logr que a nadie tir, que el oficio de cada uno de nosotros
contagiara.43 para con la Patria es (porque lo demanda
as la gravsima calamidad que amena-
Medicina Social zan las viruelas), prescribir el honor, des-
Espejo enuncia los principios morales, ticos preciar la fortuna, sacrificar los hijos, y
y filosficos del bien comn, pblico y social. prodigar la misma vida en cambio de una
muerte suave, por coronada de la gloria
3. Descubrindole ciertos secretos de de haber servido al Estado.45
la Economa Poltica, por la que en cier-
tos casos es preciso que algunos parti- Para terminar con la afirmacin del trabajo
culares sean sacrificados al bien comn. y desprendimientos de todos los ciudadanos
La falta de educacin en este pas (como por el bien de la salud de la sociedad
18
Byron Nez Freile
El rico indolente podr contribuir con versidad de San Gregorio, en el anlisis de
algunas sumas de dinero: el sujeto de este perodo histrico, es el porqu? de la
talentos concurrir con un torrente de investigacin en este campo especfico de las
luces para los aciertos e ilustraciones: el ciencias biolgicas por parte de los jesuitas
pobre sacrificar sus fuerzas, y las unir quiteos. Ya que es menester considerar, que
a otros tantos brazos fuertes pero pron- el conocimiento microbiolgico de la grego-
tos y expeditos a tomar a la mano, los riana fue la respuesta acadmica para pre-
materiales del edificio, y en una palabra tender entender y dar solucin a la presencia
a fabricarse el templo de la salud para persistente de epidemias que causaban una
sus hijos, parientes y amigos; tal debe altsima morbi-mortalidad en la Audiencia y
ser el efecto que siga al conocimiento de predominantemente en la poblacin indgena,
una materia de tan grave inters.46 lo que llevaba a una disminucin continua de
la recaudacin de impuestos y falta de mano
Conclusin: Hacia una nueva vi- de obra en las haciendas, mitas y obrajes
sin de la historia de la infecto- tanto de la corona como de la misma orden
jesuita.49
loga ecuatoriana
El aporte cientfico continuo, que en un cuarto
Hay que partir de una nueva visin de la his- de siglo se genera en la Universidad de San
toria de la medicina ecuatoriana para poder Gregorio, no es un aporte individual o casual
tener una interpretacin integradora del de- de investigadores aislados, sino la respuesta
sarrollo histrico de la infectologa en el siglo de la academia a un determinado momento
XVIII; desde una perspectiva holstica en don- histrico de la colonia, que en el caso qui-
de, a ms de analizar los hechos cientficos, teo, se ve representado por un grupo de
se deben integrar las realidades histrico- sacerdotes-catedrticos influenciados por la
sociales, la cosmovisin de la comunidad, las Ilustracin, las nuevas ideas cientficas de
culturas, los saberes ancestrales locales y as la Misin Geodsica y la ruptura del pensa-
poder dar un verdadero significado al desa- miento escolstico opresivo, absolutista y
rrollo cientfico que se dio en una poca de colonial con nuevas corrientes de pensamien-
la historia de la Real Audiencia Quito.47 Esta to humanistas, ilustradas y emancipadoras.
nueva forma de ver la historia de la medici- De esta manera, en Quito se da una ruptura
na del Ecuador, determinada por la unin de la entre el pasado y la modernidad en muchos
historia de su pueblo y su quehacer cientfico, campos del conocimiento. Fundamento que la
mediante la interrelacin de los factores so- convierte en ciudad primigenia de las ciencias
ciales, culturales, psicolgicos, ambientales, en Amrica, en la que el desarrollo cientfico
epidemiolgicos, religiosos, polticos y de po- no se detuvo y luego se reflej en la creacin
der, de un momento determinado, nos permi- de una institucin acadmica conformada por
tir dimensionar la trascendencia de nuestro la intelectualidad quitea, junto a los jesuitas
glorioso pasado dentro de las ciencias de las de la Universidad de San Gregorio, a la que se
enfermedades infecciosas en el mundo.48 le denomin Academia Pichinchense como
Un aspecto muy importante a tomarse en una expresin superior del desarrollo social,
cuenta, aparte de la razn de ser de los con- comunitario, cientfico y porqu no decirlo,
tenidos cientficos-microbiolgicos de la Uni- hasta libertario por parte de los quiteos.50
19
EUGENIO ESPEJO : El amanecer de la Infectologa de Amrica
La presencia de Eugenio Espejo dentro del vez, en una herramienta emancipadora del
entorno cientfico quiteo liderado por la Uni- Imperio Espaol y de ruptura de un paradigma
versidad de San Gregorio, se convierte en el cientfico.52 Como lo seala el mdico-filsofo
cimiento doctrinario para que sea capaz de Ludwik Fleck, quien al estudiar la historia de
construir un estilo de pensamiento cientfico la sfilis concibe la enfermedad como una
en torno a las enfermedades infecciosas; co- construccin y un acontecer histrico-cultural
nocimiento infectolgico nico en el mundo, que trasciende los conceptos especializados
ya que el sabio ecuatoriano integra todo el temporales de los fenmenos patolgicos;
saber cientfico existente hasta la poca de adems abarca la comprensin de la totalidad
la escritura de su manuscrito, en el campo de de los acontecimientos sociales, culturales y
la naciente microbiologa, la epidemiologa, la cosmovisin del mundo en el cual esos
la antomo-patologa, la inmunologa, la pa- fenmenos patolgicos se presentan, gene-
tognesis y dems ciencias conexas que en la rando una interpretacin diferente de stos
actualidad son los pilares cientficos para la en cada poca y por cada grupo social.53 Ya
comprensin de las enfermedades transmisi- que no se puede concebir un estilo de pen-
bles. Como lo afirma Keeding: Espejo reuna samiento o una doctrina cientfica -como la
como propiedad suya una biblioteca privada, construida por Espejo- sin establecer su in-
que lo que refiere a las ciencias exactas, terdependencia con una realidad cultural, so-
no dejaba nada que desear: [] tratados cial, poltica, econmica, ecolgica y, porqu
acerca de las ciencias modernas, a parte de no decirlo, liberadora.54
los numerosos libros de medicina y farmaco-
Para finalizar, se puede concluir que en la
loga, nos dan prueba evidente que el hecho
Real Audiencia de Quito, durante un pero-
de Eugenio Espejo durante los diez aos antes
do de medio siglos, desde la llegada de la
de su muerte, se formaba en primer lugar por
Misin Geodsica Franco-Espaola en 1736,
escritos editados en Pars, Laussanne, Leiden,
hasta la escritura de las Reflexiones de Espejo
Venecia y Marburgo (Alemania).51
en 1785, hubo una corriente de pensamien-
Pero Espejo no se detiene en lo meramen- to cientfico nica en Amrica que permiti
te biolgico, y viaja al futuro de la medicina construir de manera paulatina desde el claus-
planteando aspectos doctrinarios de la salud tro universitario con profesores de altsimo
pblica, la salud colectiva y la medicina social nivel acadmico una doctrina de pensamien-
para solucionar los problemas de salud de su to en torno a las enfermedades infecciosas,
comunidad. Conceptos que en la actualidad con las que el Dr. Eugenio Espejo es capaz
se halla en boga como parte de la medici- de culminar de manera genial un proceso de
na moderna y que, por desgracia, aun no se construccin y sistematizacin cientfico con-
visualizan en el quehacer de la salud pblica ceptual, adelantndose al mundo europeo, en
ecuatoriana. Espejo de esta manera se con- torno a una problemtica de salud, como son
vierte en un precursor de la medicina social las epidemias, que asolaban a los pobladores
y su conocimiento cientfico se vuelve, a la de la Real Audiencia de Quito.
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