Univercidad y Compromiso Social PDF

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Nueva

poca

Ao 13
Nmero 2
Septiembre 2008

El movimiento
de responsabilidad social
de la universidad:
una comprensin novedosa
de la misin universitaria
REVISTA EDUCACION Y SOCIEDAD
Nueva poca

EditorA
Editor
Hebe Vessuri

Consejo consultivo editorial


internacional
International consulting editorial council
Marcella Mollis (Argentina)
Gustavo Rodriguez Ostria (Bolivia)
Ana Lcia Gazzola (Brasil)
Renato Janine Ribeiro (Brasil)
Mara Jos Lemaitre (Chile)
Xiomara Zarur (Colombia)
Elvira Martin Sabina (Cuba)
Patrick Atti (Hait)
Lus Piscoya Hermosa (Per)
Jorge Landinelli (Uruguay)
Carmen Garca Guadilla (Venezuela)

Director IESALC
director
Jose Renato Carvalho
Instituto Internacional de UNESCO para la Educacin Superior en Amrica Latina y el Caribe
IESALC, 2008
Depsito Legal pp 79-0031 (2da etapa)

ISSN 0798-1228
Publicacin semestral /Tiraje: 500 ejemplares
Coordinacin de produccin:
Grace Guerrero
Mara Fernanda Gutirrez
Ayurami Rodrguez Rodrguez
Diseo grfico y diagramacin:
Mara de Lourdes Cisneros
Impreso por: Minipres
Direccin: Apartado Postal: N 68.394,
Caracas 1062-A, Venezuela.
Telf:+58 (212) 286.1020
Fax:+58 (212) 286.0326
E-mail: [email protected]
www.iesalc.unesco.org.ve
La revista Educacin Superior y Sociedad es una Educacin Superior y Sociedad is a bi-annual
publicacin semestral, editada por el Instituto journal published by the International Institute
Internacional de la UNESCO para la Educacin for Higher Education in Latin America and the
Superior en Amrica Latina y el Caribe (IESALC), Caribbean (IESALC) from UNESCO, located in
con sede en Caracas, Venezuela. Caracas, Venezuela.
La revista Educacin Superior y Sociedad est con- The Educacin Superior y Sociedad is dedicated
sagrada a publicar resultados de investigacin; to publishing research results; identifying
identificar brechas de conocimiento y nuevas knowledge gaps and new research priorities;
prioridades de investigacin; traer al mbito del bringing to the domain of debate current
debate cuestiones y problemas actuales; pro- issues and problems; promoting research
mover la investigacin en y sobre la educacin in and on higher education; disseminating
superior; diseminar informacin sobre polticas information about policies and good
y buenas prcticas; contribuir al establecimiento practices; contributing to establish bridges
de puentes entre los resultados de la investiga- between research results and policy
cin y la formulacin de polticas; facilitar y esti- formulation; facilitating and fostering
mular arenas inter-nacionales e inter-epistmicas international and inter-epistemic arenas
para el intercambio de ideas, experiencias y el for the exchange of ideas, experiences and
debate crtico; estimular la organizacin de redes critical dialogue; fostering the organization
y la cooperacin entre actores, fortaleciendo las of networks and cooperation among social
condiciones para la innovacin en la educacin actors, strengthening the conditions for
superior; fortalecer una plataforma comunica- innovation in higher education; reinforcing
cional para investigadores y un repositorio de a communication platform for research and
investigaciones relacionadas con la educacin a repository of research related to higher
superior en los distintos pases de la regin. education on the countries of the region.

Todos los artculos firmados son responsabilidad All signed articles are the exclusive responsibility
de sus autores y no de la revista, ni de IESALC, of their authors, and not of the journal, IESALC, or
ni de las instituciones a las que pertenecen los the institutions to which they belong.
firmantes.
Nueva
poca

Ao 13
Nmero 2
Septiembre 2008

El movimiento
de responsabilidad social
de la universidad:
una comprensin novedosa
de la misin universitaria

1 La responsabilidad de la universidad en el
proyecto de construccin de una sociedad
The university responsibility in the project of
society building
Cristina de la Cruz Ayuso
Per Sasia Santos 17

2 La responsabilidad social universitaria:


impactos institucionales e impactos sociales
The university social responsibility:
institutional and social impacts
Lus Bacigalupo 53

3 Los retos de la responsabilidad social


universitaria: construyendo paz desde la
universidad
The challenges of university social
responsibility: building peace from the
university
Mariana Delgado Barn
Janeth Anglica Vargas Pedraza
Ivonne Ramos Hendez 63
4 La universidad en el siglo xxi: del conflicto al
dialogo de civilizaciones
The university of the 21st century: from the
conflict to the dialogue of civilizations
Marco Antonio Dias 91

5 Cmo medir la percepcin de la


responsabilidad social en los diversos
estamentos de la universidad?:
una experiencia concreta
How to measure the perception of social
responsibility in the different estates of the
university? A concrete experience
Mnica Jimnez de La Jara 139

6 Aplicaciones de responsabilidad social


universitaria en el contexto de formacin en
Colombia
Applications of university social responsibility in
the educational context in Colombia
Rafael Martnez 163

7 El compromiso social de las universidades de


Amrica Latina y el Caribe
The social commitment of universities in Latin
America and the Caribbean
Miguel Rojas Mix 175

8 Responsabilidad Social Universitaria: una


nueva filosofa de gestin tica e inteligente
para las universidades
University Social Responsibility: a new
philosophy of ethical and intelligent
management for universities
Franois Vallaeys 191
EDITORIAL

LA REFLEXIN SOBRE LA
RESPONSABILIDAD SOCIAL
UNIVERSITARIA -RSU-
Y SU SENTIDO PARA LA
EDUCACIN SUPERIOR EN LA
SOCIEDAD LATINOAMERICANA Y
CARIBEA

XIOMARA XARUR

La Conferencia Mundial de Educacin Superior -CMES- reali-


zada en 1998 luego de casi dos aos de reflexin y debate sobre la educacin
superior en todo el mundo, sus tensiones, problemticas, retos y desafos,
acord la Declaracin Mundial sobre la Educacin Superior en el Siglo XXI: Visin
y Accin y en el Prembulo dej consignada la capacidad de la educacin
superior en impulsar las transformaciones y el progreso de la sociedad. En
consecuencia, entre sus misiones educativas, formativas e investigativas, se
reafirma la misin de contribuir al desarrollo sostenible y el mejoramiento del
conjunto de la sociedad:

b) constituir un espacio abierto para la formacin superior


que propicie el aprendizaje permanente, brindando una ptima
gama de opciones y la posibilidad de entrar y salir fcilmente del
sistema, as como oportunidades de realizacin individual y mo-
vilidad social con el fin de formar ciudadanos que participen
activamente en la sociedad y estn abiertos al mundo, y para
promover el fortalecimiento de las capacidades endgenas y la
consolidacin en un marco de justicia de los derechos humanos,
el desarrollo sostenible, la democracia y la paz

e) contribuir a proteger y consolidar los valores de la sociedad,


velando por inculcar en los jvenes los valores en que reposa la
ciudadana democrtica y proporcionando perspectivas crticas y
objetivas a fin de propiciar el debate sobre las opciones estratgicas
Educacin superior y sociedad / nueva poca / ao 13 / Numero 2 / septiembre 2008

y el fortalecimiento de enfoques humanistas;

Tambin seala esta Declaracin, la importancia de un invo-


lucramiento de la universidad con la sociedad en una perspectiva de largo
plazo y plantea la pertinencia o relevancia de la educacin superior como la
respuesta a las necesidades y expectativas de la sociedad, servir a esa socie-
dad en procura de erradicar la pobreza, la intolerancia, la violencia, el analfa-
betismo, el hambre, el deterioro del medio ambiente y las enfermedades, princi-
palmente mediante un planteamiento interdisciplinario y transdisciplinario
para analizar los problemas1, contribuir en la construccin de una nueva so-
ciedad que excluya las prcticas violentas, vinculada tambin con el mundo
del trabajo y todos los dems sectores sociales.2
Poco tiempo despus, el perodo de sesiones de Naciones Uni-
das realizado en el ao 2000 fue declarado como la Asamblea del Milenio y en
el marco de dicha Cumbre del Milenio fue adoptada la Declaracin del Milenio,
documento en el cual los pases reafirman su confianza en la Carta de Naciones
Unidas para lograr un mundo ms pacfico, ms prspero y ms justo.
Se establecen puntos de acuerdo en diversos temas de inters mun-
dial evidenciando una fuerte coincidencia de opinin entre los lderes del mundo
sobre los retos que enfrenta la sociedad actual y los valores fundamentales para
las relaciones internacionales en el siglo XXI, como son: la libertad, la igualdad, la
solidaridad, la tolerancia, el respeto de la naturaleza y la responsabilidad comn.
Tambin se enfatiz en alentar la paz, la seguridad y el desarme;
lograr el desarrollo y la erradicacin de la pobreza; proteger el medio ambiente;
velar por los derechos humanos, la democracia y el buen gobierno; proteger a las
personas vulnerables; atender las necesidades especiales de frica; disminuir las
enfermedades; reducir la injusticia, la desigualdad, el terrorismo y la delincuencia;
fortalecer a las Naciones Unidas
Y concretaron estas propuestas en ocho objetivos y dieciocho
metas concretas, conocidos como los Objetivos de Desarrollo del Milenio los
cuales se explicitan a continuacin:

Objetivo 1. Erradicar la pobreza extrema y el hambre


Meta 1. Reducir a la mitad, entre 1990 y 2015, el porcentaje de
personas cuyos ingresos sean inferiores a 1 dlar por da
Meta 2. Reducir a la mitad, entre 1990 y 2015, el porcentaje de
personas que padezcan hambre

1 Declaracin Mundial sobre la Educacin Superior en el Siglo XXI: Visin y Accin, artculo 6,
literal b.

2 Se presentan de manera sinttica los principales elementos de los artculos 6 y 7 de la Decla-


racin Mundial sobre la Educacin Superior en el Siglo XXI: Visin y Accin, que recogen elementos
que sustentan principios de la Responsabilidad Social Universitaria.

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EDITORIAL / XIOMARA XARUR / LA REFLEXIN SOBRE LA RESPONSABILIDAD SOCIAL UNIVERSITARIA -RSU- Y SU SENTIDO PARA LA EDUCACIN SUPERIOR EN LA SOCIEDAD LATINOAMERICANA Y CARIBEA
Objetivo 2. Lograr la enseanza primaria universal
Meta 3. Velar por que, para el ao 2015, los nios y nias de
todo el mundo puedan terminar un ciclo completo de ense-
anza primaria

Objetivo 3. Promover la igualdad entre los sexos y la auto-


noma de la mujer
Meta 4. Eliminar las desigualdades entre los gneros en la en-
seanza primaria y secundaria, preferiblemente para el ao
2005, y en todos los niveles de la enseanza antes del fin del
ao 2015

Objetivo 4. Reducir la mortalidad infantil


Meta 5. Reducir en dos terceras partes, entre 1990 y 2015, la
mortalidad de los nios menores de 5 aos

Objetivo 5. Mejorar la salud materna


Meta 6. Reducir, entre 1990 y 2015, la mortalidad materna en
tres cuartas partes

Objetivo 6. Combatir el VIH/SIDA, el paludismo y otras en-


fermedades
Meta 7.Haber detenido y comenzado a reducir, para el ao
2015, la propagacin del VIH/SIDA
Meta 8. Haber detenido y comenzado a reducir, para el ao 2015,
la incidencia del paludismo y otras enfermedades graves

Objetivo 7. Garantizar la sostenibilidad del medio ambiente


Meta 9. Incorporar los principios del desarrollo sostenible en
las polticas y los programas nacionales e invertir la prdida de
recursos del medio ambiente
Meta 10. Reducir a la mitad, para el ao 2015, el porcentaje de
personas que carezcan de acceso sostenible a agua potable
Meta 11. Haber mejorado considerablemente, para el ao 2020,
la vida de por lo menos 100 millones de habitantes de tugurios

Objetivo 8. Fomentar una asociacin mundial para el desa-


rrollo a desarrollo
Meta 12. Desarrollar an ms un sistema comercial y financie-
ro abierto, basado en normas, previsible y no discriminatorio
Se incluye el compromiso de lograr una buena gestin de los
asuntos pblicos y la reduccin de la pobreza, en cada pas y
en el plano internacional
Meta 13. Atender las necesidades especiales de los pases me-
nos adelantados.

11
Se incluye el acceso libre de aranceles y cupos de las exporta-
Educacin superior y sociedad / nueva poca / ao 13 / Numero 2 / septiembre 2008

ciones de los pases menos adelantados; el programa mejora-


do de alivio de la deuda de los pases pobres muy endeudados
y la cancelacin de la deuda bilateral oficial, y la concesin de
una asistencia para el desarrollo ms generosa a los pases que
hayan expresado su determinacin de reducir la pobreza
Meta 14. Atender las necesidades especiales de los pases sin
litoral y de los pequeos Estados insulares en desarrollo (me-
diante el Programa de Accin para el desarrollo sostenible de
los pequeos Estados insulares en desarrollo y los resultados
del vigsimo segundo perodo de sesiones de la Asamblea
General)
Meta 15. Encarar de manera general los problemas de la deu-
da de los pases en desarrollo con medidas
Meta 16. En cooperacin con los pases en desarrollo, elaborar
y aplicar estrategias que proporcionen a los jvenes un traba-
jo digno y productivo
Meta 17. En cooperacin con las empresas farmacuticas, pro-
porcionar acceso a los medicamentos esenciales en los pases
en desarrollo
Meta 18. En colaboracin con el sector privado, velar por que
se puedan aprovechar los beneficios de las nuevas tecnologas,
en particular de las tecnologas de la informacin y de las co-
municaciones.

Estos acuerdos mundiales es obvio que no podran dejar indi-


ferentes a las instituciones de educacin superior, especialmente en Amrica
Latina y el Caribe por las profundas inequidades que afectan a una inmensa
mayora de su poblacin.
Si bien el conocimiento ha tenido siempre un papel funda-
mental en el crecimiento econmico y el bienestar de la sociedad, en los
tiempos de la actual sociedad del conocimiento, su importancia es an
mayor. Y es precisamente la educacin superior que, junto con otros actores
sociales, produce y difunde conocimiento, un elemento clave en el desarro-
llo econmico y social de los pases. Su responsabilidad en este sentido es
incuestionable.
Pero la universidad tiene ante si un nuevo reto que le presen-
ta la sociedad y que va ms all de formar profesionales con capacidades
tcnicas y cientficas. Tiene ante si el desafo de promover una nueva sociedad
para la regin Latinoamericana y Caribea y este es el sentido de su respon-
sabilidad social, tema que atiende el presente nmero de la Revista Educacin
Superior y Sociedad, publicacin del IESALC/UNESCO.
El objetivo de este nmero es contribuir al debate de un tema
que se redimensiona en Amrica Latina y el Caribe y que gana aceleradamen-
te un espacio en la agenda de la educacin superior de nuestros pases.

12
EDITORIAL / XIOMARA XARUR / LA REFLEXIN SOBRE LA RESPONSABILIDAD SOCIAL UNIVERSITARIA -RSU- Y SU SENTIDO PARA LA EDUCACIN SUPERIOR EN LA SOCIEDAD LATINOAMERICANA Y CARIBEA
Sin la pretensin de fijar referentes en esta breve presentacin,
los compromisos asumidos desde la Conferencia Mundial de Educacin
Superior en 1998 y los lineamientos de los Objetivos de Desarrollo del Milenio
marcan de cierta manera un norte al quehacer de la educacin superior. La
universidad Latinoamericana y Caribea viene asumiendo tales desafos. Una
evidencia est explcita en la Declaracin de la Conferencia Regional de
Educacin Superior realizada en Cartagena de Indias, Colombia, del 3 al 6 de
junio de 2008. Varios de sus apartes tienen una marcada relacin sobre la
Responsabilidad Social de la Educacin Superior en Amrica Latina y el Ca-
ribe, especialmente el literal D, que se cita a continuacin:

D / Valores sociales y humanos de la Educacin Superior

1 / Es preciso hacer cambios profundos en las formas de acceder,


construir, producir, transmitir, distribuir y utilizar el conocimiento.
Como ha sido planteado por la UNESCO en otras oportunidades,
las instituciones de Educacin Superior, y, en particular, las Univer-
sidades, tienen la responsabilidad de llevar a cabo la revolucin
del pensamiento, pues sta es fundamental para acompaar el
resto de las transformaciones.

2 / Reivindicamos el carcter humanista de la Educacin Superior,


en funcin del cual ella debe estar orientada a la formacin integral
de personas, ciudadanos y profesionales, capaces de abordar con
responsabilidad tica, social y ambiental los mltiples retos impli-
cados en el desarrollo endgeno y la integracin de nuestros pases,
y participar activa, crtica y constructivamente en la sociedad.

3 / Es necesario promover el respeto y la defensa de los derechos


humanos, incluyendo: el combate contra toda forma de discrimi-
nacin, opresin y dominacin; la lucha por la igualdad, la justicia
social, la equidad de gnero; la defensa y el enriquecimiento de
nuestros patrimonios culturales y ambientales; la seguridad y so-
berana alimentara y la erradicacin del hambre y la pobreza; el
dilogo intercultural con pleno respeto a las identidades; la pro-
mocin de una cultura de paz, tanto como la unidad latinoame-
ricana y caribea y la cooperacin con los pueblos del Mundo.
stos forman parte de los compromisos vitales de la Educacin
Superior y han de expresarse en todos los programas de formacin,
as como en las prioridades de investigacin, extensin y coopera-
cin interinstitucional.

4 / La Educacin Superior, en todos los mbitos de su quehacer,


debe reafirmar y fortalecer el carcter pluricultural, multitnico y
multilinge de nuestros pases y de nuestra regin.

13
5 / Las instituciones de Educacin Superior deben avanzar en la
Educacin superior y sociedad / nueva poca / ao 13 / Numero 2 / septiembre 2008

configuracin de una relacin ms activa con sus contextos. La


calidad est vinculada a la pertinencia y la responsabilidad con el
desarrollo sostenible de la sociedad. Ello exige impulsar un mode-
lo acadmico caracterizado por la indagacin de los problemas
en sus contextos; la produccin y transferencia del valor social de
los conocimientos; el trabajo conjunto con las comunidades; una
investigacin cientfica, tecnolgica, humanstica y artstica fun-
dada en la definicin explcita de problemas a atender, de solucin
fundamental para el desarrollo del pas o la regin, y el bienestar
de la poblacin; una activa labor de divulgacin, vinculada a la
creacin de conciencia ciudadana sustentada en el respeto a los
derechos humanos y la diversidad cultural; un trabajo de extensin
que enriquezca la formacin, colabore en detectar problemas para
la agenda de investigacin y cree espacios de accin conjunta con
distintos actores sociales, especialmente los ms postergados.

6 / Es necesario promover mecanismos que permitan, sin menos-


cabo de la autonoma, la participacin de distintos actores socia-
les en la definicin de prioridades y polticas educativas, as como
en la evaluacin de stas.
Como puede deducirse, es una postura de la educacin superior
que deja de ser autoreferenciada para mirarse desde el prisma de la sociedad a la
cual se debe.
Los temas preparados por los autores reflejan claramente los logros
alcanzados en una temtica que est an en construccin y que puede represen-
tar una esperanza para un mejor futuro de la regin. Estos trabajos han sido es-
critos desde los conocimientos y vivencias de distintos grupos que trabajan pro-
yectos sobre Responsabilidad Social Universitaria con enfoques, posturas y
metodologas diferentes y con miradas distintas, circunstancia que no representa
un obstculo para la reflexin conjunta y propuestas de trabajo colaborativo.

14
EDITORIAL / XIOMARA XARUR / LA REFLEXIN SOBRE LA RESPONSABILIDAD SOCIAL UNIVERSITARIA -RSU- Y SU SENTIDO PARA LA EDUCACIN SUPERIOR EN LA SOCIEDAD LATINOAMERICANA Y CARIBEA
XIOMARA ZARUR MIRANDA:
Nutricionista, formada en la Universidad del
Atlntico con Magster en Nutricin Huma-
na en la Universidad de Chile y Magster en
Direccin Universitaria en la Universidad de los
Andes. Fue Decana de la Facultad de Nutricin
y Diettica (1991 - 1994), Directora de la Oficina
de Planeacin (1994 - 1996) de la Universidad
del Atlntico, en la cual complet su trayectoria
docente alcanzando la categora de Profesora
Titular III. Adems, fue Tutora del Programa de
Magster en Desarrollo Social de la Universi-
dad del Norte (1990); Directora Ejecutiva de
la Asociacin de Instituciones de Educacin
Superior de la Costa Atlntica (Noviembre
1993 Febrero 1998) y actualmente es la
Coordinadora Acadmica en investigaciones
en la Asociacin Colombiana de Universidades
-ASCUN- (Desde febrero de 2000). Entre sus
publicaciones se cuentan: Problemtica de la
Educacin Superior de la Costa Atlntica (1995).
Revista ASIESCA. Vol.1, N 1, p 5-10, 1995; Mo-
delos de Gestin Financiera. (1997) UNESCO/
CRESALC. Serie Polticas y Estrategias N 9, p
71 73; Los Nuevos Proveedores de Educacin
Superior en Colombia (2005) Serie Estudios
sobre educacin superior en Colombia, Vol. 4;
Situacin Actual y Perspectivas de los Medios
de Comunicacin Universitarios en Colombia
(2004) Serie Estudios sobre educacin superior
en Colombia Vol. 7. [email protected]

15
1LA RESPONSABILIDAD
DE LA UNIVERSIDAD
EN EL PROYECTO
DE CONSTRUCCIN
DE UNA SOCIEDAD1

THE UNIVERSITY
RESPONSIBILITY
IN THE PROJECT
OF SOCIETY BUILDING

CRISTINA DE LA CRUZ AYUSO


PER SASIA SANTOS

1 Queremos agradecer a la Asociacin Colombiana de Universidades (ASCUN), y de manera


expresa a Carlos Hernando Forero, la oportunidad que desde 2006 nos brinda para pensar con-
juntamente la universidad.
RESUMEN ABSTRACT
Este trabajo se sustenta en la idea This work is based on the idea that
de que la responsabilidad social de the social responsibility of universi-
la universidad es una estrategia ties is a valid strategy for creating
vlida para el modelo de construc- the sustainable and just develop-
cin sostenible y justa que requie- ment model that our societies
ren nuestras sociedades. Esto require. This involves viewing
implica tener que mirar a la universi- universities from the perspective of
dad desde la ptica de su compro- their commitment to citizenship
miso por construir ciudadana. El building. The article seeks to
artculo propone pensar el papel y consider the role and responsibili-
la responsabilidad de la Universidad ties of universities in Latin America
en Amrica Latina y El Caribe en el and the Caribbean within a social
proyecto de construccin de una construction project. It does so by
sociedad. Lo hace abordando la approaching the theme from the
reflexin desde las coordenadas de viewpoint of ethics, seeking to
la tica, tratando de asentar algunas establish foundations regarding the
bases sobre las condiciones que conditions demanded by the
exige la categora de la responsabili- concept of responsibility applied to
dad aplicada a una institucin como institutions such as universities and
la universidad, y aportando algunas offering some keys to its incorpora-
claves para su incorporacin en los tion into the relationships between
procesos de relacin de la universi- universities and society.
dad con el conjunto de la sociedad. Through this idea, which sees the
A partir de esta idea, que sita como focus of social responsibility of
eje nuclear de la responsabilidad universities in their transformational
universitaria a su valor transforma- role and their duty to place
dor y a su deber de ponerse al themselves at the service of social
servicio de la justicia social, el justice, the article seeks to make
artculo avanza tratando de poner manifest the implications of all this
de manifiesto el alcance que todo and the challenges faced by
esto tiene y el reto que se les plantea universities at such a very propi-
a las universidades en un momento tious time as that afforded by the
de construccin tan rico como es el new Latin American Higher
que propicia el nuevo Espacio de Education Area. Our objective is to
Educacin Superior en Amrica offer some very basic guidelines
Latina. Nuestro objetivo , consiste en regarding the conditions required
ofrecer algunas orientaciones muy for the leadership of Latin American
bsicas sobre las condiciones que se universities to be recognized as
requieren para que sea reconocido responsible institutions of higher
el liderazgo de la universidad en education and agents of social
Amrica Latina como una institucin change.
de Educacin Superior responsable
y como un agente de transforma-
cin de la sociedad.
1 / CRISTINA DE LA CRUZ AYUSO, PER SASIA SANTOS / LA RESPONSABILIDAD DE LA UNIVERSIDAD EN EL PROYECTO DE CONSTRUCCIN DE UNA SOCIEDAD
1.- Ms all de la RSU2
Las sociedades se construyen y reconstruyen continuamente.
Es precisamente su gran dinamismo la cualidad que ms se ha resaltado en
los ltimos tiempos. Y en ese proceso de continuo cambio, de construccin
y reconstruccin de sus estructuras y sus relaciones, encuentran su lugar los
diferentes agentes sociales, protagonistas de un proyecto siempre inacabado
y siempre nuevo. A partir de esta idea, la reflexin que recogemos en estas
pginas propone pensar la responsabilidad de la Universidad en Amrica
Latina y El Caribe en ese proyecto de construccin de una sociedad. Preten-
de hacerlo adems abordando la reflexin desde las coordenadas de la tica,
con el fin de poder asentar algunas bases sobre las condiciones que exige la
categora de la responsabilidad aplicada a una institucin como la universidad,
y tratando de aportar finalmente algunas claves para su incorporacin en los
procesos de relacin de la universidad con el conjunto de la sociedad. Nos
preocupa concretar en qu debe consistir esa presencia de la universidad en
la sociedad en trminos de responsabilidad. Y aunque un poco prematura-
mente, adelantamos aqu parte de la respuesta que trataremos de desbrozar
en las prximas pginas. Esa presencia remite a aquellas realidades de las que
una universidad debe encargarse.
Esta es una respuesta inicial, y por ello mismo sencilla, pero
remite a cuestiones que van mucho ms all de acciones concretas de la
universidad en lugares alejados del campus: habla de presencia de la Univer-
sidad como una institucin que es en s misma, como mostraremos ms
adelante, una red densa de capital social. Una institucin que tiene una po-
sibilidad o potencia importante para enredarse con otros agentes y que
necesita que esas presencias capilaricen (hacia atrs) a toda la organizacin
para formar personas y generar saberes en lnea con las realidades sociales,
no de espaldas a ellas.
Los objetivos que nos hemos propuesto en este trabajo obe-
decen nicamente a esta inquietud a la que, como decimos, intentaremos
dar forma. Detrs de esos objetivos hay bastantes respuestas en torno a la
que nosotros pensamos es la responsabilidad de la universidad en ese pro-
ceso de construccin de una sociedad. Pero tambin hay algunas preguntas.
Las que permiten inaugurar nuestra reflexin son concretamente tres: cul
es el papel que cabe esperar de la universidad en el proyecto de construccin
de una sociedad? Qu es lo que debe hacer una universidad para mejorar
la sociedad? Y, finalmente, qu le exige a una universidad cumplir con esa
funcin social? El objetivo de este trabajo no es responder completamente
a cada una de estas preguntas. S lo es, en cambio, subrayar el valor que la
responsabilidad adquiere en cada una de ellas y su pertinencia para concre-
tar de qu manera esta categora tica moldea la relacin de la universidad

2 RSU son las siglas que se vienen utilizando para hacer referencia a la responsabilidad social
universitaria.

21
con la sociedad y le obliga a responder desde unas claves muy concretas que
Educacin superior y sociedad / nueva poca / ao 13 / Numero 2 / septiembre 2008

son las que intentaremos reflejar en este trabajo.


Antes de hacerlo, en cualquier caso, quisiramos llamar la aten-
cin sobre la naturalidad que, principalmente en el mbito universitario, se
reconoce a esta relacin universidad-sociedad. No faltan voces que sealan
que esta relacin es tan obvia que la referencia a la misma es una insistencia
que no tiene sentido porque ambos trminos, universidad y sociedad, estn
inevitablemente vinculados. As que la relacin es natural, y evidente. Y sin
embargo, suele ser reconocida tambin como una relacin extremadamen-
te compleja y difcil de concretar suficientemente. Aqu tambin es la propia
universidad quien manifiesta que es ella, y no la sociedad que la acoge, la
que mayores dificultades tiene para trazar la hoja de ruta de esa relacin, y,
consecuentemente, para concretar el contenido de su responsabilidad.
Al igual que ocurre en otros mbitos, como el empresarial o el
de las organizaciones sociales, en el propio de la universidad existe tambin
un claro empeo por que prevalezca cierta confusin sobre cul debe ser el
contenido de su responsabilidad en el proyecto de construccin de una
sociedad. No deja de resultar un tanto inquietante que buena parte de las
organizaciones ms significativas de una sociedad, incluida la reconocida
funcin social de las instituciones de Educacin Superior de servir a la so-
ciedad, muestren tantas dificultades para definir y sealar con algo ms que
palabras qu es aquello a lo que, de acuerdo a su mbito de actividad propio,
debe responder.
Algunas aproximaciones a la RSU a veces contribuyen a ali-
mentar esa confusin cuando se obstinan por trasladar a la universidad las
iniciativas de Responsabilidad Social que se estn llevando a cabo en el
mbito empresarial. En otros trabajos3 hemos subrayado las limitaciones in-
trnsecas de esa aproximacin a la responsabilidad de las organizaciones,
incluso en un contexto estrictamente mercantil. Insistimos en este trabajo en
lo errado que nos parecen estos intentos que tratan de replicar en las univer-
sidades las iniciativas asociadas al movimiento RSE dirigidas principalmente
a empresas, e inevitablemente sometidas al yugo del principio de utilidad
econmica. Quienes esto escribimos defendemos la idea de que la universi-
dad necesita un discurso propio sobre responsabilidad, que no solo est en
coherencia con los ejes bsicos de la misin universitaria, sino que sirva ade-
ms de marco de referencia para poder comprender cul es el compromiso
de la universidad por la responsabilidad y de qu manera est respondiendo
a los retos que hoy la responsabilidad le presenta a la universidad en el mar-
co de la sociedad que la acoge.
Quizs sea la intensa colonizacin de la esfera econmica en
todos los dems mbitos de nuestras sociedades o el empuje del movi-
3 Principalmente, en Sasia Santos, P.M. y de la Cruz Ayuso, C. (2008). El deber de responder
en Banca tica y Ciudadana. Madrid: Trotta, pp. 85-126; y en Cruz, C.; Sasia, P. y Guibert, J.M. (2007):
La responsabilidad social en Gipuzkoa por dnde empezar?, en Guibert. J.M. (coord.) Empresa y
Responsabilidad Social en Gipuzkoa. San Sebastin: Universidad de Deusto, pp.23-40.

22
miento de Responsabilidad Social de la Empresa lo que explique el viraje

1 / CRISTINA DE LA CRUZ AYUSO, PER SASIA SANTOS / LA RESPONSABILIDAD DE LA UNIVERSIDAD EN EL PROYECTO DE CONSTRUCCIN DE UNA SOCIEDAD
del asunto RSU hacia los contornos de la gestin de las universidades,
entendidas como organizaciones empresariales. Sea cual sea la razn, el
primer efecto ha sido el riesgo cierto de contraer el alcance de la RSU has-
ta hacerle perder un sentido inicial que se nos antoja bastante evidente y
mucho ms profundo. Las fronteras sobre cmo las universidades deben
gobernar y gestionar sus recursos para hacer frente a la misin universitaria
son mucho ms tenues e imprecisas y el enfoque estrictamente empresa-
rial muestra profundas insuficiencias para ser aplicado en ese contexto. A
pesar de ello, no han faltado intentos de colar por ese hueco modelos de
gestin de la RSE dirigidos a empresas, ligeramente adaptados a un mbi-
to como el universitario. No faltan ejemplos con los que ilustrar este argu-
mento comercial vinculado con gran fuerza a la responsabilidad social de
la universidad.
Tampoco han faltado intentos de derivar la RSU hacia ese otro
escenario que conforma la accin social de la universidad, poblando su m-
bito de intervencin en la sociedad de iniciativas no exentas muchas veces
de un carcter paternalista, meramente asistencial o caritativo. Esta claro que
ni lo uno ni lo otro son la nica cara de la RSU, pero s algunos de sus perfiles
ms insistentes cuando nos acercamos a su realidad en el contexto universi-
tario. All encontramos herramientas para la gestin de la responsabilidad
sobre las prcticas medioambientales o sociales de la universidad, y al paso
aparecen indicadores de diagnstico y evaluacin de dichas prcticas. Esta
es una manera de concretar, e incluso cuantificar, la responsabilidad de una
universidad. El peligro que encierra esta aproximacin a la responsabilidad
social desde este patrn empresarial es que la propia responsabilidad queda
sometida al criterio de la utilidad y esta es una medida a la que es difcil
ponerle un lmite preciso en una institucin universitaria. De hecho, puede
acabar teniendo tal magnitud y fuerza en la gestin universitaria que acabe
sometiendo tambin sus fines al yugo de su utilidad, entendida en este caso
en trminos estrictamente econmicos, donde lo til se identifica con lo
econmicamente rentable. Y este, como decimos, es un armazn muy es-
trecho para las universidades.
Discrepamos de algunas iniciativas de promocin de la RSU
precisamente por la facilidad con la que admiten que la responsabilidad de
la universidad se puede gestionar al igual que se hace en las organizaciones
empresariales, como si adems la responsabilidad pudiera de hecho gestio-
narse. Esta aproximacin, a nuestro juicio, no hace sino oscurecer el verda-
dero alcance que debe tener la responsabilidad de la Universidad ante su
compromiso social. Ni la sociedad, ni la responsabilidad de sus agentes ms
significativos, son abstracciones que pueden quedar atrapadas en sofisticadas
metodologas creadas para ser utilizadas en el tejido empresarial. As que
quizs convenga no poner en valor a los indicadores sobre la responsabilidad
de las universidades, sin antes haber intentado responder algunas preguntas
sencillas, muchas de las cuales todava, a da de hoy, no tienen respuesta. Lo

23
cual no quiere decir que sea imposible responderlas. Responderlas, de hecho,
Educacin superior y sociedad / nueva poca / ao 13 / Numero 2 / septiembre 2008

es solamente una cuestin de voluntad y poder.


Las universidades atesoran lo segundo: son organizaciones
con poder. Utilizamos aqu la palabra poder en su sentido ms primigenio
para referirnos a las condiciones de posibilidad de la universidad, por su le-
gitimidad, por sus recursos,... en definitiva, por su capacidad de interactuar
en la sociedad de la que forma parte. La universidad es responsable de en-
cargarse de aquello en lo que tiene poder. En este trabajo, hablamos del
poder de interaccin y participacin de la universidad en la sociedad desde
una ptica que, como subrayaremos enseguida, tiene una profunda orien-
tacin transformadora. Una orientacin que vincula el quehacer universitario
con las necesidades que nuestras sociedades tienen y para las que la univer-
sidad tiene el poder de responder. Necesidades que no pueden entenderse
sino desde el marco de la justicia social, y que sitan la responsabilidad en el
terreno que le corresponde, que no es otro que el de la reflexin tica. Ese
terreno en el que poder y deber se articulan en la conocida sentencia kan-
tiana: debes, luego puedes. Esto es lo que nos aleja de la necesidad de tener
que justificar que no es paternalismo, ni beneficencia, de lo que estamos
hablando. Estamos subrayando el poder de la universidad en ese proyecto
de construccin de una sociedad. Una vez constatado, el siguiente paso es
preguntar por las condiciones que se tienen que dar para que se haga efec-
tiva y real su voluntad de responder.
Conviene reconocer, de todas maneras, que todo lo que est
ocurriendo en torno a ese movimiento RSU no se limita a constatar un simple
cambio de escenario al que cabe aplicar medidas generales y rgidas para
gestionar la responsabilidad. Todos afirmamos con rotundidad que la uni-
versidad no puede ser considerada nicamente una organizacin empresa-
rial, y que, por ello mismo, no es pertinente aplicarle los mismos modelos de
gestin que al resto de organizaciones de la esfera mercantil. Esto, en todo
caso, no es una cuestin nicamente de sentido comn.
No faltan evidencias para demostrar, tal y como seala de
Sousa, que las universidades en nuestras sociedades estn siendo empujadas
a competir en uno de los mercados ms dinmicos del siglo XXI: el de la
educacin4. El discurso sobre la universidad tiene claro los sntomas y es capaz

4 De Sousa seala que las inversiones mundiales en educacin ascienden a 2 billones de d-


lares, ms del doble del mercado mundial del automvil. Es por esto que es un rea atractiva y de
gran potencial para un capital vido de nuevas reas de valorizacin. Desde el inicio de la dcada
de los noventa, los analistas financieros han llamado la atencin sobre el potencial que tiene la
educacin para transformarse en uno de los ms vibrantes mercados del siglo XXI. Los analistas de
la empresa de servicios financieros Merril Lynch consideran que el sector de la educacin tiene hoy
caractersticas similares a las que tena la salud en los aos 70: un mercado gigantesco, muy frag-
mentado, poco productivo, de bajo nivel tecnolgico pero con una gran necesidad de tecnologa,
con un gran dficit de gestin profesional y una tasa de capitalizacin muy baja. El crecimiento
del capital educativo ha sido exponencial y las tasas de rentabilidad estn entre las ms altas: 1000
libras esterlinas invertidas en 1996 valan 3405 en el 2000, una valoracin del 240 %, enormemente
superior a la tasa de valoracin del ndice general de la Bolsa de Londres, el FTSE: 65% [datos obte-

24
de ofrecer algn diagnstico ms o menos certero. De hecho, sigue aferrado

1 / CRISTINA DE LA CRUZ AYUSO, PER SASIA SANTOS / LA RESPONSABILIDAD DE LA UNIVERSIDAD EN EL PROYECTO DE CONSTRUCCIN DE UNA SOCIEDAD
a esos elementos distintivos y nucleares de la universidad que impiden que,
al menos sobre el papel, pueda ser reconocida sin ms como una empresa.
Sin embargo, conviene recordar y no perder de vista que, siendo todo lo
anterior tan obvio para todos, el rumbo que parece estar tomando la univer-
sidad, habida cuenta de su inters [y urgencia] por ser reconocida como una
organizacin de servicios universitarios, una institucin competitiva en la
economa del conocimiento, que opera en un mercado transnacional de
Educacin Superior. Una institucin de Educacin Superior, en definitiva, que
parece abocada a empresarializar tanto sus procesos de gestin como el
perfil mismo de su actividad docente e investigadora.
Todos afirmamos con cierta rotundidad que la universidad no
es una empresa, pero todos igualmente somos espectadores, ms o menos
implicados y ms o menos responsables, de su imparable proceso de mer-
cantilizacin. Sin entrar ahora a valorar el alcance de esta evolucin, es pre-
ciso sealar, al menos, que esto condiciona notablemente el contenido de
su responsabilidad y la posible respuesta de la Universidad en torno a la
manera en la que quiere responder a la sociedad.
Recordemos de nuevo la pregunta: de qu es responsable la
universidad ante la sociedad? Esta es una pregunta que no debe detenerse
de manera nica y exclusiva en analizar la manera en la que la universidad
hace las cosas. Por eso su respuesta no necesita nicamente de indicadores.
Este es un interrogante que pregunta por el papel que la universidad debe
jugar en el proceso de construccin y transformacin de nuestras sociedades.
Sin duda, la respuesta a esta pregunta, que es de ida y vuelta, no puede
definirla solamente, y de manera unilateral, la propia universidad. Pero no
olvidemos que, aun a pesar de que no le corresponde contestarla nicamen-
te a ella, eso no la exime de tener que responderla, tratando de concretar
adems cul es su compromiso con la sociedad, y de qu manera pretende
hacerse responsable de l.
Intentemos concretar un poco ms esa pregunta sobre la res-
ponsabilidad de la universidad en la sociedad con otras preguntas que surgen
a la luz de las funciones propias de la misin universitaria:

- Respecto a la formacin: La responsabilidad de la Univer-


sidad acaba con sus funciones de docencia y generacin de
conocimiento? La responsabilidad de la universidad consiste
nicamente en la formacin ciudadana y profesional de aque-
llos que pueden acceder a ella? Es responsabilidad entonces

nidos de Hirtt, N. (2003). Au Nord comme au Sud, l`offensive des l`universit, Alternatives Sud, X,
3, p. 20]. En 2002, el Forum EUAOCDE concluy que el mercado global de la educacin se estaba
transformando en una parte significativa del comercio mundial de servicios. En: Sousa Santos, B.
(2005). La Universidad en el siglo XXI. Para una reforma democrtica y emancipadora de la Universi-
dad. Buenos Aires: Mio y Dvila, Coleccin de Libros del Laboratorio de Polticas Pblicas (LPP), pp.
22-23.

25
slo con unos y no con todos? Si la universidad ayuda a cons-
Educacin superior y sociedad / nueva poca / ao 13 / Numero 2 / septiembre 2008

truir ciudadana a qu ciudadana nos estamos refiriendo?


nicamente a la que tiene posibilidades y recursos de acceso
a la universidad?

- Respecto a su segundo mbito de actuacin, la generacin


y transmisin de conocimiento: cmo transmite el conocimien-
to que genera la universidad? Y a quin los transmite? Cules
son los intereses que hay detrs de los programas de investiga-
cin estratgicos de nuestras universidades? A qu esfera estn
mirando? A la esfera publica o a la esfera econmica?

- Respecto a la extensin o proyeccin social: Qu es lo que


le queda a esa llamada tercera misin? Los proyectos sociales?
Acaso se pueden entender estos al margen de la formacin
y de la generacin y transmisin de conocimiento? Qu es-
fuerzos est llevando a cabo la universidad para vincular y dar
coherencia a los distintos mbitos de su misin? Cmo queda
interrelacionada la extensin con la investigacin? Refleja la
extensin el modelo formativo de la universidad? cmo hacer
valer la responsabilidad de las universidades en los procesos
de transformacin de la sociedad en esa economa del cono-
cimiento?

- En definitiva, puede ser la universidad un agente til de


lucha contra la exclusin y la desigualdad en el mercado de la
educacin? Cmo limita esta mercantilizacin su vocacin
por la justicia social, tan presente en la mayor parte de las
declaraciones misionales de estas instituciones?

A nuestro juicio, todo lo que no apunte a una respuesta con-


creta sobre la responsabilidad de la Universidad en un contexto de injusticia,
desigualdad, inequidad, conflicto y exclusin, es un falso debate y una dbil
aproximacin a la responsabilidad de las universidades con la sociedad. Es
un esfuerzo a medias que no apunta, como decimos, a lo ms sustantivo de
lo que debiera ser la RSU. Es responsabilidad de la universidad la promocin
de la justicia social, es decir, la transformacin de las estructuras de injusticia
y desigualdad de nuestras sociedades a partir de los mbitos de actividad
que le son propios. Lo cual implica poner la docencia, la investigacin y la
proyeccin social al servicio de la justicia social. La responsabilidad de las
universidades no consiste nicamente en formar ciudadanos responsables,
en contribuir al desarrollo econmico, social y cultural de nuestras sociedades,
o en generar nuevos saberes a travs de la investigacin y trasmitirlos ade-
cuadamente. Aun siendo parte del contenido de su responsabilidad, cada
una de estas acciones debe tener presente el horizonte de referencia al que

26
deben ir encaminadas. Siendo la universidad una institucin que influye en

1 / CRISTINA DE LA CRUZ AYUSO, PER SASIA SANTOS / LA RESPONSABILIDAD DE LA UNIVERSIDAD EN EL PROYECTO DE CONSTRUCCIN DE UNA SOCIEDAD
la sociedad, es responsable de canalizar esa influencia con una clara orienta-
cin transformadora hacia los mbitos de vulnerabilidad social y econmica
presentes en nuestras sociedades.
No nos dejemos asustar por la palabra influye cuando la re-
lacionamos con la universidad. Reconocemos su legitimidad aplicada a otras
instituciones muy significativas de nuestras sociedades. Nadie parece dudar
de la influencia de la Iglesia en la sociedad. La influencia, e incluso, la coloni-
zacin del mercado en todas las esferas de nuestra vida; la influencia de los
partidos polticos, las redes ciudadanas de creacin de opinin, los medios
de la comunicacin, etc. Sin embargo, cuando decimos que la universidad
influye en la sociedad, se encienden de inmediato todos los dispositivos de
alarma pensando en su posible situacin de privilegio o dominio social, cosa
que no ocurre con la misma intensidad y urgencia ante la reconocida influen-
cia que tienen aquellas otras instituciones en la sociedad y en las esferas de
nuestra vida. Y sin embargo, hay que reconocer que, de todas esas influencias,
la de la universidad no slo es la menos amenazante y peligrosa, sino ms
bien, todo lo contrario.
En la esfera econmica, y concretamente respecto al tejido
empresarial, la universidad da respuesta a las demandas del mercado laboral,
forma a los futuros profesionales, proporciona formacin continua y contri-
buye a la generacin de conocimiento e I+D+i. La universidad participa, en
la esfera pblica, en la construccin de ciudadana, contribuye al desarrollo
de polticas pblicas concretas participando mediante lo que le es ms pro-
pio: formacin y la generacin y transmisin de nuevos conocimientos. En
esa esfera pblica, la universidad es (o debiera ser) un observatorio crtico de
la realidad social y en ella es reconocida como un interlocutor necesario (un
stakeholder) para el dilogo social. La universidad es uno de los agentes que
mayor posibilidad tiene de crear redes de capital social, y con su apoyo y
participacin, da legitimidad a las iniciativas que llevan a cabo esas redes
sociales. No es poco, ciertamente. As que admitamos que la universidad
tambin influye en la sociedad. Lo viene haciendo desde su misma consti-
tucin como institucin de Educacin Superior. Reconozcamos, por tanto,
su valor transformador y hagamos pivotar su responsabilidad precisamente
en l como el ms propio para el desarrollo de su Misin.
A partir de esta idea, que sita como eje nuclear de la respon-
sabilidad universitaria a su valor transformador y a su deber de ponerse al
servicio de la justicia social, trataremos a continuacin de ver el alcance que
todo esto tiene y el reto que se les plantea a las universidades en un momen-
to de construccin tan rico como es el que propicia el nuevo Espacio de
Educacin Superior en Amrica Latina. Nuestro objetivo ser, por tanto,
ofrecer algunas orientaciones muy bsicas sobre las condiciones que se re-
quieren para que sea reconocido el liderazgo de la universidad en Amrica
Latina como una institucin de Educacin Superior responsable y como un
agente de transformacin de la sociedad.

27
Educacin superior y sociedad / nueva poca / ao 13 / Numero 2 / septiembre 2008

2.- Pensar la Universidad desde la


categora de la responsabilidad
Pensar la universidad no es una tarea nueva. Adems, quizs
convenga no dudar del afn de la universidad por pensarse a s misma como
parte del proyecto de una sociedad. Lo que aqu proponemos pensar, en
cambio, es la manera en que la universidad se ha ido resituando en las so-
ciedades que la acogen. Nos interesa, como ya hemos sealado, pensar la
manera en la que la universidad est respondiendo a esas sociedades, y la
manera en cmo cada una de esas respuestas va delineando la manera de
ser y estar de la universidad en la sociedad.
El protagonismo de la reflexin sobre la universidad en un
momento como el actual, de transformacin del espacio de Educacin Su-
perior en Amrica Latina5, se explica precisamente por la definitiva perdida
de hegemona de la universidad en ese contexto y por la necesidad de que
la universidad sea reconocida en l como un agente con un papel significa-
tivo. Se sabe suficientemente que el conocimiento hoy en da se desarrolla
en buena medida fuera de la universidad. La universidad no es una institucin
nica en el mbito de la Educacin Superior. Ni siquiera ha conseguido
mantener el status de ser la ms relevante debido a las dificultades a las que
se ha visto sometida por los bloqueos de su propia estructura, rgida y poco
flexible, para adaptarse a las exigencias del actual mercado del conocimien-
to en nuestras sociedades.
La universidad ha reaccionado ante la necesidad de tener que
ir transformando paulatinamente sus estructuras de gestin, formacin e
investigacin para adaptarlas a las exigencias de este contexto competitivo.
La velocidad con la que se est produciendo este cambio sobrepasa a veces
nuestra capacidad de comprender el alcance de muchas de las cuestiones
que se estn planteando y que estn pasando en ese escenario. La misma
pregunta por la responsabilidad de las instituciones de la Educacin Superior
en nuestra sociedad es una pregunta que constata, hasta cierto punto al
menos, que la universidad es consciente de ese proceso de cambio. Y las
respuestas que est dando son manifestacin de su inters por formar parte
activa de ese proceso y de los mbitos donde se estn decidiendo las lneas
bsicas de actuacin de la Educacin Superior en las prximas dcadas. Pero
tambin es evidente la falta de referencias explcitas de ese proceso que les
permitan vislumbrar a las universidades tanto las distintas estaciones del
camino como el alcance de todo lo que se est planteando para hacer efec-
tivo ese nuevo espacio de Educacin Superior.
En estos contextos de cambio y transicin existen bastantes
claroscuros y demasiados intereses en juego. No olvidemos que, a fin de
cuentas, tenemos que valorar la responsabilidad de la universidad como un

5 A partir de las caractersticas propias de ese espacio en el contexto de Amrica Latina y El


Caribe, que sin duda condicionarn los objetivos de la Educacin Superior en ese espacio, podemos
encontrar bastantes similitudes con la hoja de ruta europea en ese mismo proceso.

28
agente social que tambin opera en la esfera de lo econmico de nuestras

1 / CRISTINA DE LA CRUZ AYUSO, PER SASIA SANTOS / LA RESPONSABILIDAD DE LA UNIVERSIDAD EN EL PROYECTO DE CONSTRUCCIN DE UNA SOCIEDAD
sociedades. Ante esta situacin, suele ser habitual reclamar vivamente la
presencia de la tica. Es posible pensar la universidad como una parte del
proyecto de construccin de una sociedad de espaldas a la tica? La respues-
ta parece evidente para todos, aunque tambin es compleja de articular.
Nosotros pensamos que s es posible pensar la universidad al
margen de la tica. De hecho, no faltan ejemplos que expliquen cmo ha-
cerlo o cmo plantear un modelo de crecimiento en una universidad que
termine situndole en las antpodas de cualquier pretensin tica. Sin em-
bargo, admitimos el generalizado argumento de que es algo que, en cualquier
caso, no podemos permitirnos. Al menos, debemos intentar no perder de
vista el marco de referencia incuestionable que el saber tico supone para el
desarrollo de la misin y de la tarea universitaria. Esta es una idea compartida,
que en cualquier caso -como decimos- es difcil de articular. De hecho, es
fcil arrastrar la dificultad hasta las categoras ticas que se anhelan en ese
proceso: la equidad, la solidaridad, la autonoma, y la responsabilidad como
eje vertebrador de dicho proceso.
A la tica se la reclama con cierta desmesura, sin saber muy
bien qu es aquello que nos ofrece y de qu manera adems podemos
aplicarlo. Esta insistencia por hacer presente a la tica quiere, por un lado,
poner en valor, en momentos de cambio, la vocacin prctica de la tica. La
tica suele aparecer entonces como un muro de contencin de una situacin
que parece desbordar a las propias universidades. Un robusto pilar sobre el
que sustentar la cautela con la que debe construirse ese nuevo escenario
para que no reproduzca de nuevo los errores del pasado o sea capaz de
hacer frente a las consecuencias que supone lidiar en la arena del mercado
de la Educacin. Es fcil caer en la tentacin del carcter moralizante de estas
llamadas a la tica. La mayora de esas llamadas parecen creer que basta solo
con nombrarla para alcanzar todo aquello que necesitamos de la tica para
entender la realidad y para librarnos de todos los males en los que podramos
incurrir sin su lan. La cuestin es convocar sin ms a la tica, aunque
tanta insistencia se haga desde una retrica vaca que no alude a nada con-
creto. Tan slo se la invoca, sin constatar que no todas las ideas, doctrinas o
principios de la tica valen o, al menos, no todas ellas valen para lo mismo.
Tambin es fcil caer en la tentacin de la fuerza normativa de
algunos de sus principios para orientar el rumbo en los procesos de cambio
en la Universidad. Esta idealizacin del carcter normativo de la tica suele
acabar naufragando, y lamentablemente quien peor sale parada siempre de
todo ese fiasco es la propia tica, que es de quien todos terminan descon-
fiando. Tantas esperanzas albergadas en ella, y tanta incapacidad para cum-
plir con lo que promete! Este es un panorama que a los que nos dedicamos
a la tica no nos resulta desconocido. Estas llamadas a la tica son intentos
muchas veces insostenibles que agotan adems con su machacona insisten-
cia el verdadero potencial de la tica aplicada. Son, en fin, llamadas en las
que, por el nfasis de quienes se empean en convocarla, parece que lo que

29
est en juego es todo. Precisamente el falso alcance y las infundadas pre-
Educacin superior y sociedad / nueva poca / ao 13 / Numero 2 / septiembre 2008

tensiones que se tienen en ella son los que terminan haciendo de la tica un
saber tan poco eficaz. Aquello que se le reclama pocas veces se hace desde
un contexto de realidad. Eduquemos en valores, pero qu valores? Cul es
el alcance de cada uno de ellos? Igualdad, s: pero igualdad de qu? Socie-
dades tolerantes y plurales, pero hasta dnde tolerar? Virtudes para la con-
vivencia, pero cules? Ciudadana activa, pero ciudadana para quin?

2.1. Aplicar la tica


Como venimos diciendo, a la tica se le confan expectativas
demasiado abstractas, o demasiado grandilocuentes o demasiado densas, y
robustas. Tambin demasiado idealizadas. A la tica se le piden reflexiones
sobre cuestiones que luego no encuentran su correlato en la realidad por
ninguna parte. La peticin al final parece tener nicamente un carcter de
augurio: como si el solo hecho de repetir palabras como justicia, igualdad,
libertad o responsabilidad, permitiera encarnar esos valores en la realidad.
Pero esa realidad, en la que, no lo olvidemos, slo hay hombres y mujeres, y
nada ms, ha dado suficientes muestras de su poco inters por la justicia, la
igualdad, el sentido, el valor o la responsabilidad. La llamada a la responsabi-
lidad, las exigencias de justicia, el nfasis en trminos como igualdad o sen-
tido no garantizan su efectiva realidad en nuestra sociedad.
La robusta filosofa slo ha conseguido hacerse eco en esa vida
cotidiana constatando los dficits ticos de esa realidad. Anhelamos y re-
clamamos justicia, igualdad, o responsabilidad en un contexto en el que
principalmente slo somos capaces de constatar su ausencia y una incapa-
cidad notable para actualizar esos valores en nuestro entorno. El fracaso est
asegurado desde este enfoque, y el resultado ya lo conocemos: las sospechas
siempre recaen en el lado de la balanza donde est la tica, y asumimos con
cierta indiferencia que efectivamente quizs por eso ya no sea posible hacer
nada. Sospechamos de la tica, apantallando nuestra responsabilidad en una
falsa inocencia, y olvidando demasiado gratuitamente lo que cada uno de
nosotros podemos.
Detengmonos por un momento: cmo puede ser til para
la prctica la tica? [y no desdeemos aqu el trmino til. Entendmoslo en
trminos de servicio, no de resultados]. Quienes esto escribimos defendemos
que una de las tareas ms nobles de la tica consiste en su capacidad para
hacer claros algunos de sus conceptos y de sus categoras, como inmediata-
mente nosotros pasaremos a hacer con la de responsabilidad. Esta, sin duda,
es una labor menor frente a otras de ms contundencia y calado. Sin embar-
go, esta tarea de esclarecimiento nos pone frente a preguntas muy sencillas,
muy concisas, nada abstractas. Y su respuesta tiene muchos ms elementos
para garantizar que el valor del anlisis tico impregne con ms fuerza en esa
realidad, sobre todo porque ayuda a esclarecerla: qu significa ser respon-
sable? De qu es responsable la universidad en la sociedad? Cmo ha de
serlo y por qu? La tica se pone as al servicio de la sociedad, y se ofrece

30
como una herramienta til que permite orientar nuestras decisiones y accio-

1 / CRISTINA DE LA CRUZ AYUSO, PER SASIA SANTOS / LA RESPONSABILIDAD DE LA UNIVERSIDAD EN EL PROYECTO DE CONSTRUCCIN DE UNA SOCIEDAD
nes. La de todos: personas e instituciones. Ciudadanos y organizaciones. La
tica debe ocuparse en este plano de cuestiones tan bsicas como esto. Su
accin quizs no sea muy robusta, pero s que, en cambio, es muy significa-
tiva. Rescatemos el valor de lo que supone ofrecer argumentos slidos, ms
all de los romos criterios de utilidad econmica, entre quienes tienen el
poder de tomar decisiones sustantivas en la vida de las personas, como
ocurre con todas las que se toman en la esfera de lo econmico de nuestras
sociedades. El valor de la tica aplicada estriba en su fuerza persuasiva, y en
su capacidad para interpretar bien las prcticas y los procesos que articulan
los distintos mbitos de la sociedad.
A nuestro juicio, aplicar la tica consiste precisamente en esto.
Al menos en esto debe consistir en primer lugar. Y al menos as es como ella
misma puede comenzar a tener mayores posibilidades de hacerse efectiva
en nuestra realidad social. Cambiemos el rumbo de las preguntas, y encar-
nmosla en la realidad: Cundo y en qu es legitimo pedir responsabilidad
a la universidad? y por qu es legitimo? Qu tipo de responsabilidad se le
exige a la universidad? Podemos pensar en algo ms all del enfoque nor-
mativo, tan gravoso siempre que solo consigue poner a la defensiva a quien
se le solicita el deber de cumplir? Por qu no presentar el lado ms cons-
tructivo de la responsabilidad y la posibilidad de evitar, de ocuparse y encar-
garse que comporta? No permite acaso este enfoque una mayor y ms
significativa institucionalizacin de la tica en organizaciones como la uni-
versidad, a las que no hace falta ponerlas en una actitud reactiva frente a
algo que parecen estar haciendo mal, sin saber muy bien qu? Por qu
no aceptar esta invitacin pensar la universidad desde planteamientos como
el que aqu proponemos de institucionalizacin responsable de la tica en
las organizaciones?

2.2.- La cartografa de la responsabilidad


La cartografa de la responsabilidad debe ser trazada en la vida
cotidiana, en el curso propio de nuestras acciones. La responsabilidad es
inherente a todas ellas. Por eso, para atisbar el alcance de la responsabilidad
de instituciones como la universidad, proponemos analizar la manera como
se organiza esa vida cotidiana, y cmo las personas y las organizaciones nos
ordenamos tambin en ella. Acudir a esa esfera permite evitar los errores a
los que conduce intentar describir el sentido de la responsabilidad hablando
o filosofando sobre ella. De esta manera podremos descubrir los contornos
de esa responsabilidad presentes en las circunstancias concretas de la vida
que atraviesan los diferentes cursos de nuestras acciones y de nuestras de-
cisiones. No slo personales sino tambin institucionales.
Quizs el asunto no consista en sorprender la responsabilidad
a fuerza de aplicar complejsimas y sofisticadas metodologas. Aqu se de-
fiende que su sentido y alcance estn presentes en las diferentes esferas y
niveles de la vida cotidiana, y que basta con ser riguroso con esa realidad para

31
descubrir sus contornos ms precisos. El asunto no consiste en hablar de la
Educacin superior y sociedad / nueva poca / ao 13 / Numero 2 / septiembre 2008

responsabilidad de manera aislada y desencarnada, sino hablar con y desde


la responsabilidad, centrada en el significado que adquiere y que hace que
podamos ser reconocidos bien como personas que actan o deciden res-
ponsablemente, organizaciones empresariales responsables, o universidades
responsables. Intentemos encontrar a la responsabilidad en esos contextos
en los que la pregunta sobre su significado tiene posibilidades reales de
obtener una respuesta.
En esos contextos es precisamente donde encontramos evi-
dencias densas e incontestables de responsabilidad. Y es en ellos tambin
donde podemos observar su dinmica y comprender de qu manera se
despliega. La dinmica de la responsabilidad puesta al servicio de la trans-
formacin social que aqu exigimos como la propia y especfica de la univer-
sidad, no es, sin duda, el nico sentido de la responsabilidad. Existen otras
aproximaciones y otros significados de la responsabilidad. Ser responsable
no siempre va vinculado con la necesidad de transformar. A veces, la respon-
sabilidad se vincula ms con la idea de consenso y deber social. Y otras, la
mayora, con la idea de tener que asumir las consecuencias de lo que hacemos.
Sealemos muy brevemente cules son los tres momentos ms habituales
de la responsabilidad y cul el alcance de cada uno de ellos:
En primer lugar, encontramos el sentido de la responsabilidad
ms clsico, el vinculado con las consecuencias que se derivan de la accin
y que acercan la responsabilidad a aquello que tiene que ver con la imputa-
cin, la culpabilidad, la reparacin, el dao, o la reclamacin. Este sentido de
la responsabilidad es el que hace de ella una categora no slo bastante
antiptica sino alejada de su valor tico. Obligada a albergar su sentido en
los linderos del mbito jurdico, el sentido que adquiere es un sentido reac-
tivo, reparador de algo, un mal que hay que compensar y frente al cual hay
que responder. La esfera del consumo de nuestras sociedades es un ejemplo
claro de su alcance. Reflexionemos hasta dnde puede llegar este sentido
de la responsabilidad en el ejercicio tan mal enfocado de las relaciones de-
rechos-deberes en esa esfera del consumo, y de la juridificacin de las rela-
ciones entre las personas y las organizaciones a las que se est llegando en
ese mbito. El asunto aqu consiste en arbitrar procedimientos por si acaso
pasa algo, por si me engaan o me defraudan, por si no cumplen lo que han
prometido; en este contexto, hay que tener bien claro quin es el sujeto al
que imputar responsabilidades y arbitrar una serie de medidas de antemano
que garantice las posibles indemnizaciones a las que optar en el caso en el
que se incurra en un acto fallido.
Es esta la responsabilidad de la que hablamos cuando recla-
mamos que las universidades sean responsables en el mbito de la Educacin
Superior? Quienes esto escribimos pensamos que no nos estamos refiriendo
a este tipo de responsabilidad. Aun ms, que no conviene referirse nica-
mente a esta dimensin de la responsabilidad cuando la pensamos con un
carcter propositivo para instituciones que albergan la responsabilidad de

32
transmitir, comprender, aplicar, acumular, analizar crticamente y desarrollar

1 / CRISTINA DE LA CRUZ AYUSO, PER SASIA SANTOS / LA RESPONSABILIDAD DE LA UNIVERSIDAD EN EL PROYECTO DE CONSTRUCCIN DE UNA SOCIEDAD
el conocimiento.
La especificidad de instituciones de la Educacin Superior
como la universidad consiste precisamente en que es la nica de todas esas
instituciones que combina conjuntamente todas esas variables. Ninguna otra
institucin de la Educacin Superior lo hace. Y eso es lo que confiere un ca-
rcter muy especial a las funciones asociadas a la Misin universitaria. Tambin,
lgicamente, como ya hemos sealado, corresponde a su tarea la promocin
y la fundamentacin de una razn tica que la convierta tambin no slo en
un agente de conocimiento y transmisin de valores, sino en un agente
humanizador a travs del conocimiento y los valores. La responsabilidad
universitaria as entendida exige necesariamente un talante tico.
Por eso precisamente ese primer sentido de la responsabilidad
es un sentido tan romo para comprender en qu consiste la responsabilidad
universitaria desde este talante tico. La incorporacin del sentido tico al
significado de la responsabilidad universitaria amplia su significado y nos
lleva a tener que describir los mbitos propios de la actividad universitaria
donde se puede decir algo concreto sobre ella: qu titulaciones promove-
mos? Qu competencias fomentamos en nuestros programas de estudios
y a qu estn orientadas? Qu investigamos? y para quin? Cmo se ac-
tualiza la formacin de los profesores? Con qu criterios se les reconoce sus
labores de investigacin? Con quin se relaciona la universidad y cmo?
Cunto de cerca est la universidad de las urgencias de la sociedad que las
alberga? Qu tipo de urgencias atiende en todo caso: las meramente ins-
trumentales u operativas del mercado laboral, las urgencias sociales? Qu
profesionales forma? Y a qu ciudadanos? Qu respuesta da a esas urgencias
en contextos de marginalidad, exclusin y conflicto presentes en su entorno?
Cunto de significativa es la universidad en el proyecto de construccin de
esa sociedad? Y en qu mbitos? Cmo se concreta su participacin en
dicho proyecto? Qu tipo de racionalidad hay detrs de las decisiones que
toman los gestores universitarios? Cunto de hegemnico es el principio de
utilidad econmica en esas decisiones?
La responsabilidad atraviesa cada una de las acciones y deci-
siones que se desarrollan en el marco de su actividad y relaciones con todos
los agentes implicados en el desarrollo del proyecto universitario. Sabemos
lo que significa ser responsable en relacin con aquellos y aquello precisa-
mente con lo que debemos serlo. Y esto no es difcil de entender. El valor de
la responsabilidad as expresada consiste en que nos coloca a la responsabi-
lidad en un contexto en el que vivimos y sobre el que tenemos evidencias
reales. Actuar con responsabilidad en esos contextos de la vida cotidiana, ya
lo sabemos, tiene alcances a una escala global. Aunque el alcance de la
responsabilidad se nos escape en toda su complejidad, hoy sabemos que los
cursos de accin en nuestros propios contextos tienen repercusiones a es-
cala global. La cuestin es no caer en la tentacin de pensar que en esa es-
cala global nada podemos hacer. Las consecuencias globales de la falta de

33
responsabilidad son el resultado de la agregacin de las faltas de responsa-
Educacin superior y sociedad / nueva poca / ao 13 / Numero 2 / septiembre 2008

bilidad a nivel local (a distintos niveles, claro est, pero en la suma entramos
todos, no lo olvidemos).
En segundo lugar, encontramos el significado intersubjetivo
de la responsabilidad: la responsabilidad entendida como deber ante los
dems. La responsabilidad, de acuerdo a este segundo sentido, no remite
nicamente a las consecuencias o los impactos de lo que yo hago, ni tam-
poco nicamente a la obligacin de cargar con esas consecuencias. La
responsabilidad apunta en este caso hacia el deber. Hacia nuestros deberes
para con los dems, en nuestra calidad de sujetos de derechos que, precisa-
mente por serlo, nos reconoce tambin de facto como sujetos de deberes.
Analicemos el alcance de este significado en el mbito de las
universidades. Es fcil advertir que este sentido de la responsabilidad remite
a los deberes de la Universidad y a su obligacin de dar respuesta a las de-
mandas que se le plantean desde las diferentes instancias sociales, ya sean
estas del mbito social, econmico o cultural. Su deber consiste precisamen-
te en responder. Pero esta respuesta de la universidad, su compromiso con
la sociedad, no garantiza en s mismo que tenga un impacto positivo en dicha
sociedad.
La universidad asume la responsabilidad ante su compromiso
social. Es un paso cualitativo importante respecto al sentido consecuencia-
lista de la responsabilidad. Ahora, la disposicin ya no es reactiva, sino que
empieza a responder en el marco de deberes de lo que entiende es propio
de su actividad. La debilidad de este planteamiento estriba en que la univer-
sidad es la que sigue decidiendo qu demandas atender y en base a qu
criterios. Su responsabilidad est demasiado centrada y orientada por el
curso de lo que quiere ser. Y corre el peligro de quedar atrapada por bloqueos
o intereses que poco o nada tienen que ver con aquello de lo que realmen-
te la universidad debe encargarse en una sociedad. Este segundo significa-
do es insuficiente precisamente por este motivo que acabamos de sealar:
basta con que la universidad responda a una sociedad no lo olvidemos-
que sigue excluyendo? Quin decide, y en base a qu criterios, que es
aquello a lo que una universidad debe responder? Cabe acaso pensar que
la universidad es responsable de orientar esa respuesta no solamente para
que intervenga en la sociedad, sino para que la transforme?
Estas preguntas nos acercan hasta el tercer significado de la
responsabilidad. Un significado prospectivo, que si bien se sustenta, como el
anterior, en la idea de deber, entiende este deber desde una perspectiva ms
amplia y descentrada. Quien orienta ese deber, en el caso de la universidad,
no es ella. Es un otro distinto a ella misma que se convierte en los ojos de la
universidad: son los ojos de esos otros necesitados presentes en nuestra
sociedad. La universidad responde en este caso a favor de terceros. Este sen-
tido de la responsabilidad es el que impulsa a cuidar de la sociedad en los
mbitos en los que la universidad tiene poder. All donde sus condiciones de
posibilidad se hacen inevitables. Una responsabilidad que supera la dimensin

34
estrictamente normativa, que busca ser algo ms que restitucin por lo no

1 / CRISTINA DE LA CRUZ AYUSO, PER SASIA SANTOS / LA RESPONSABILIDAD DE LA UNIVERSIDAD EN EL PROYECTO DE CONSTRUCCIN DE UNA SOCIEDAD
cumplido o por el dao causado, y da relevancia a las intenciones futuras, al
largo plazo. Una responsabilidad que se concreta no tanto en aquello a lo que
la universidad decide responder, cuanto aquello a lo que una universidad debe
responder. El objeto de ese deber est fuera de la universidad y el criterio que
determina por qu la universidad debe hacerse cargo de ello le hace pregun-
tarse a la universidad por los efectos futuros de sus actuaciones y por las
consecuencias que se pueden derivar de sus omisiones como institucin que
gestiona un bien publico y que, en cuanto tal, debe estar al servicio de ese
proceso de construccin de una sociedad justa.
Un recorrido rpido sobre la misin universitaria reconoce que,
de manera mayoritaria, casi todas ellas estn en el segundo estadio conven-
cional de la responsabilidad. Pocas apuntan a esta vertiente posconvencional,
a este sentido ampliado y prospectivo de la responsabilidad. Quienes esto
escribimos, -ya lo hemos sealado- defendemos que la responsabilidad de
la universidad debe ser la que recoge este tercer estadio de la responsabilidad.
La transformacin de esas estructuras de inequidad y exclusin debe ser el
ncleo central sobre el que vertebrar la responsabilidad de las universidades;
y esto remite no slo a lo que la Universidad hace en sus distintos mbitos
de actuacin, sino a lo que la Universidad es, o debe ser.
Estos son los tres significados de la responsabilidad. Un primer
significado consecuencialista, que, en el proceso de toma de decisiones,
enfatiza el anlisis de las consecuencias y llama a asumir los posibles impac-
tos que se derivan de ese proceso, principalmente los impactos negativos.
Un segundo significado contractual, que pone en valor el deber de respon-
der que todos, personas y organizaciones, tenemos como actores o agentes
significativos de una sociedad. Y finalmente, un tercer estadio prospectivo
que subraya el a priori de ese deber, y la necesidad de pre-ocuparse y hacer-
se cargo, y que remite a personas u organizaciones que estn dispuestas a
asumir, a travs de sus acciones o de su actividad, la regeneracin de nuestras
sociedades injustas y desiguales.
Si trasladamos estos significados de la responsabilidad hacia
la universidad, esos mismos rasgos que los definen a cada uno de ellos nos
sirven tambin para entender los diferentes niveles o fases en la evolucin
de la responsabilidad en instituciones como la universidad. Veamos breve-
mente cules son esas fases.
El sentido consecuencialista de la responsabilidad, aplicado a
un contexto como la comunidad universitaria, remite directamente a una
responsabilidad asistencial y reactiva, cuya razn de ser se sustenta en el
argumento de que la universidad es responsable de devolver a la sociedad
aquello que ella misma le ha posibilitado. El contenido de la responsabilidad
se entiende en este caso en trminos de deuda con la sociedad y viene a
concretarse en la valoracin de cul es, en trminos cuantitativos, la contri-
bucin de la universidad en la sociedad en trminos de resultados / produc-
tos. El criterio consecuencialista entendido en su sentido ms radical le obli-

35
ga a la universidad adems a valorar aquellos aspectos que en trminos de
Educacin superior y sociedad / nueva poca / ao 13 / Numero 2 / septiembre 2008

utilidad le permiten ser socialmente ms responsable. Cuanto mayor sea su


capacidad de generar resultados positivos, mayor ser su contribucin a la
sociedad y ms pertinente su contribucin con la sociedad. La memorias de
actividades, la presencia en los rankings de universidades excelentes, o la
publicacin de los xitos acadmicos o de investigacin, se convierten en
elementos importantes de valoracin de los resultados de la tarea universi-
taria. La excelencia, en fin, se mide en trminos cuantitativos. Cuestin que
no implica en s misma un juicio moral, pero que nos debe llevar a valorar,
en cualquier caso, las razones que hay detrs de ese enconado inters por
medir la excelencia nicamente desde una perspectiva competitiva, y no
desde una perspectiva social.
Por qu publicitar solamente el porcentaje de xito acadmi-
co o de empleabilidad de los estudiantes de una universidad y no, en cambio,
el porcentaje de disminucin de bolsas de exclusin que ha generado la
universidad en una sociedad? La razn slo es una: hay voluntad de medir
lo primero. No hay voluntad de medir lo segundo. Y lo sustantivo aqu es
saber por qu no se mide lo segundo. Si ese porcentaje fuese muy significa-
tivo, sin duda, existira ya un indicador en las universidades para destacarlo
como factor de xito. Pero poco o nada se dice, al menos suficientemente,
de estas cuestiones en trminos de resultados o de impacto. Se seala el
porcentaje de estudiantes de nuestras universidades que pertenecen a tal o
cual estrato, y cuantos de ellos estudian con becas o crditos universitarios.
Poco se dice de la evolucin del proceso formativo de estos estudiantes, o
de las medidas de accin positiva que es preciso activar para igualar a estos
estudiantes en las mismas condiciones de partida que los restantes, etc.
El sentido contractual de la responsabilidad remite al deber de
la universidad de responder a las demandas de la sociedad. Aqu el concep-
to de compromiso social adquiere una especial significatividad porque
permite poner en valor aquellos elementos que conforman la agenda social
de la universidad, generan motivacin en la comunidad universitaria y tienen
un impacto positivo importante, a pesar del carcter asistencial y paternalis-
ta de muchas de las iniciativas que forman parte de las agendas sociales de
algunas universidades. En este marco y con objetivos motivados por una
clara vocacin social, se disean programas de participacin social o de
voluntariado en los tres mbitos de actuacin propios de las universidades.
La mayor debilidad de estas iniciativas es que, aunque son
manifestacin de su compromiso social e intentan responder a una sincera
voluntad de la universidad por integrarse e interactuar con la sociedad, son
iniciativas que no estn integradas en el marco de polticas integrales de la
universidad, no suelen estar conectadas con sus objetivos estratgicos o en
coherencia con las lneas de actuacin diseadas para el desarrollo de su
misin. Suelen ser, en cambio, iniciativas aisladas, con un enfoque muy a
corto plazo, poco estructuradas en torno a una agenda comn de la univer-
sidad y que no estn integradas ni en cooperacin con otras iniciativas que

36
se suelen ofertar, con los mismos objetivos, desde otros centros de la misma

1 / CRISTINA DE LA CRUZ AYUSO, PER SASIA SANTOS / LA RESPONSABILIDAD DE LA UNIVERSIDAD EN EL PROYECTO DE CONSTRUCCIN DE UNA SOCIEDAD
universidad. Suelen ser adems iniciativas que se planifican para cumplir
objetivos propios de la universidad y que estn poco descentradas respecto
de ella misma. Iniciativas que no se construyen en dilogo con el resto de la
sociedad a la que la universidad trata de responder. Un ejemplo de lo que
estamos diciendo podemos encontrarlo en los programas de voluntariado
de muchas universidades, diseados para los estudiantes como parte de su
proceso de formacin. Admitamos en cualquier caso que este nivel de res-
ponsabilidad supone un avance cualitativo importante respecto al anterior,
sobre todo en lo que se refiere a la disposicin de la universidad frente a su
compromiso social, pero reconozcamos tambin que son iniciativas necesi-
tadas de mayor coordinacin y de mayor compromiso institucional.
La dinmica prospectiva de la responsabilidad remite a un
sentido del deber ampliado, y, en el marco de la universidad, suele estar in-
tegrada dentro de un enfoque en el que la universidad es reconocida en la
sociedad que la acoge como un agente ms de la misma. La interactuacin
e interrelacin de la universidad con la sociedad no persigue objetivos propios
estrictamente vinculados a su actividad, sino que hay una actitud proactiva
de presencia y colaboracin con otros agentes, cada uno, lgicamente, con
sus capacidades y poderes propios. La responsabilidad es aqu un valor
presente en todas las reas del plan estratgico de la universidad. Es decir,
existen en la universidad evidencias reales de planificacin integral de su
compromiso social, y existen acciones coordinadas o referencias al mismo en
todos los mbitos del proyecto universitario. Este nivel de la responsabilidad,
sita a la universidad en una disposicin de apertura al diagnostico y evalua-
cin de terceros, y hace de la transparencia y la colaboracin los valores
centrales con los que poder identificar la manera en la que decide asumir
responsablemente su compromiso con la sociedad.

2.3. El valor social de la responsabilidad y el


reto de la ciudadana prctica para la
universidad
La dinmica de la responsabilidad nos ha permitido, a travs
de sus tres significados, destacar su carcter procesual. Al aplicarlo al mbito
de una institucin como la universidad, hemos convertido el proceso en
evolucin con el fin de destacar las diferentes fases por las que una univer-
sidad puede atravesar en ese camino hacia la responsabilidad. Se puede
afirmar que en todas y en cada una de esas fases de evolucin, la universidad
es una organizacin que responde, es decir, es una organizacin responsa-
ble con la sociedad. A estas alturas, quienes esto escribimos esperamos que
haya quedado claro que una universidad no responde de la misma manera
desde un nivel u otro, y que el impacto de su actividad en trminos de res-
ponsabilidad es, por tanto, bien distinto en uno y otro.
Ahora que ya se nos va haciendo ms claro el significado de
la responsabilidad, cabe preguntarse por el empeo de emparentarlo con

37
el trmino social para tratar de responder ante quin es responsable la
Educacin superior y sociedad / nueva poca / ao 13 / Numero 2 / septiembre 2008

universidad. Qu significado tiene el adjetivo social cuando hablamos de


responsabilidad? Intentemos muy brevemente responder a esta pregunta
para tener as ya aclarados todos los trminos que giran en torno a eso que
se viene llamando RSU. Algo hemos dicho ya en torno a la R. Veamos qu
podemos encontrar detrs de la S.
La exigencia de tener que dar una respuesta global a la nece-
sidad de integrar en un mismo escenario estrategias conjuntas que permi-
tan una articulacin equilibrada entre el estado, el mercado y la sociedad es
lo que dota de un sentido profundo al adjetivo social cuando acompaa a
la responsabilidad: una responsabilidad que asume el reto de perseguir el
desarrollo econmico y social (en definitiva, la gestin de eso que llamamos
el inters comn6) a partir de la interrelacin entre los poderes pblicos, las
empresas mercantiles, y las redes sociales organizadas. Las condiciones es-
tructurales de injusticia y desigualdad de nuestras sociedades slo pueden
superarse mediante la organizacin de estrategias comunes entre los actores
significativos de esas sociedades. Y la universidad es uno de esos actores
significativos y cuya actividad tiene una incidencia incuestionable en la es-
fera econmica, social y poltica. Esto ya se sabe suficientemente.
Tambin se sabe suficientemente que quienes estn ms re-
ticentes en este momento a organizarse para proponer estrategias conjuntas
son las empresas mercantiles. Pensemos por ello tambin si esta idea de la
Responsabilidad Social no viene a camuflar la verdadera responsabilidad que
tienen las empresas en esa tarea compartida de construccin social, y tome-
mos nota para no caer en el mismo error pretendiendo trasvasar de forma
mimtica el enfoque RSE al mbito universitario. Nosotros lo hemos dicho
varias veces a lo largo de este trabajo: la responsabilidad tienen nuevos retos.
Esos retos consisten, a nuestro juicio, en resituar el discurso de la responsa-
bilidad social en el marco que le es propio y que es ese de la democracia
participativa. Esto supone, lgicamente, una redefinicin de las esferas pol-
ticas, sociales y econmicas, una reorganizacin de los mbitos privado y
pblico, una reconsideracin de los intereses particulares y comunes, una
resignificacin de trminos como accin, participacin, intervencin, trans-
formacin, etc.

6 El inters comn, como nos recuerda Victoria Camps, no es el inters real de todos y cada uno
de los ciudadanos, porque tales intereses no son sumables, son distintos. Pero, sobre todo, porque
tambin los intereses de los ciudadanos se conforman a fines que no tienen nada que ver con la
justicia. El inters comn no coincide con los intereses reales: es, ms bien, un wishful thinking,
apunta a aquello que merece (o debiera de merecer) tanto la atencin de los ciudadanos como de
las instituciones pblicas. El inters comn nos habla de los problemas comunes de la sociedad.
No de los problemas que tiene un sector (o de aquello que un sector quiere elevar a la categora
de problema) y que son, por otra parte, los problemas ms manifiestos puesto que los grupos de
presin que los ponen de relieve son los que tienen poder y medios para expresarse y hacerse or.
El inters comn nos habla de los problemas de los menos aventajados, del hambre, de las disputas
tnicas, de la inmigracin, de la vejez, del paro, de las grandes enfermedades, de los desastres eco-
lgicos, etc. En Camps, V. (1999). Paradojas del Individualismo. Barcelona: Crtica, pp. 133-134.

38
Desde ese epicentro, en la esfera econmica, el ombligo no

1 / CRISTINA DE LA CRUZ AYUSO, PER SASIA SANTOS / LA RESPONSABILIDAD DE LA UNIVERSIDAD EN EL PROYECTO DE CONSTRUCCIN DE UNA SOCIEDAD
son las empresas. Tampoco lo son los partidos polticos, en la esfera pblica;
ni tampoco las entidades sociales en la esfera social. En la sociedad, desde
ese epicentro que es la ciudadana responsable, la mirada se centra nica-
mente en la ciudadana: para ella, desde cada una de esas esferas, se cons-
truye sociedad. Y esa ciudadana, no es nicamente una ciudadana legal o
administrativa, tampoco es una ciudadana formal, ni una ciudadana elec-
toral. No est compuesta nicamente por los consumidores, ni tampoco la
ciudadana es eso que hemos venido a llamar sociedad civil: esa ciudadana
es una ciudadana prctica, ella es la que conforma eso que llamamos so-
ciedad. Nuestras sociedades han diluido la separacin tradicional de esferas
de actividad, pero esa dilucin ha trado una preeminencia de la esfera
econmica y un debilitamiento de la presencia ciudadana en la esfera p-
blica, salvo como demandante de derechos. La necesidad de rescatar ese
protagonismo ciudadano en la esfera pblica pasa por una re-instituciona-
lizacin de nuestras sociedades, en las que diferentes agentes asuman res-
ponsabilidades de participacin en la esfera pblica. La universidad (que
no lo olvidemos- impacta en las tres esferas) es un agente participante
necesario en esos procesos de re-institucionalizacin social. Por eso, vincu-
lamos la responsabilidad social con la ciudadana. Creemos que este es el
viraje que requiere la responsabilidad social para que pueda convertirse
ciertamente en una estrategia vlida para ese modelo de construccin
sostenible y justa que requieren nuestras sociedades. Y por eso, miramos a
la universidad, a su responsabilidad social desde la ptica del compromiso
por construir ciudadana.

Si entendemos que uno de los elementos nucleares de


la responsabilidad de la universidad se articula en torno a esa
idea de ciudadana prctica que acabamos de sealar, bien
podemos concluir entonces que el despliegue de esa res-
ponsabilidad convierte a las universidades, como ya hemos
sealado nada ms comenzar este trabajo, en redes de capi-
tal social muy significativas que contribuyen de alguna ma-
nera al proceso de construccin social mediante la promocin
de una ciudadana prctica. Entendemos el Capital Social,
como la agregacin propia de la sociedad organizada de
acuerdo a unos valores y fines que se orientan hacia la con-
secucin de un fin compartido, que tiene una proyeccin
social y que persigue contribuir a la construccin social y, en
algunos casos, a su transformacin. El valor, la importancia y
la incidencia de esas redes de ciudadana agregada en nues-
tra sociedad confieren especial significatividad a la respon-
sabilidad de las universidades, entendidas como redes de
capital social. Veamos brevemente por qu. Detrs de algunas
de estas razones se alberga el sentido de hacer visible en la

39
categora de la responsabilidad aplicada a las universidades
Educacin superior y sociedad / nueva poca / ao 13 / Numero 2 / septiembre 2008

su carcter social.

Las universidades se constituyen en una red, compuesta


por todos los miembros de la comunidad universitaria. Se or-
ganizan adems en torno a una misin que queda concretada
en un conjunto de normas de convivencia y en un proyecto
universitario que define su identidad y sus valores. Se espera
que todos los miembros de la comunidad universitaria asuman,
compartan y promuevan esos valores. Y se espera tambin
que la sociedad reconozca esa identidad y esos valores como
propios de la universidad. Es decir, se espera que la sociedad
legitime lo que la universidad quiere ser y la manera en la que
quiere estar y ser sociedad.

De manera general, podemos decir que las universidades


cumplen un papel que tiene incidencia en primer lugar en la
comunidad universitaria. Pero no slo eso. Todas las acciones
que desarrolla en el marco de su misin persiguen y de hecho
tienen una proyeccin social: se hacen eco de aquellos ele-
mentos de la comunidad no solo universitaria sino social (en
todos sus mbitos y esferas) que son considerados temas, as-
pectos o cuestiones nucleares a las que hay que dedicar cier-
ta atencin o que deben ser integradas entre aquellos aspec-
tos que la universidad debe saber, conocer y quizs tambin
debe responder. De esta manera es como las universidades se
constituyen en otro agente ms de la comunidad universitaria
que contribuye a la construccin de la sociedad mediante el
desarrollo de su Misin. Todos estos elementos son los que
caracterizan a las universidades como redes de capital social,
Y a su responsabilidad como una responsabilidad social.

2.4. Una hoja de ruta sencilla para pensar la


responsabilidad de la universidad en el
proyecto de una sociedad
Hemos intentado trazar con toda la exactitud que nos ha sido
posible la cartografa de la responsabilidad: sus significados, el alcance de
cada uno de ellos y sus distintas fases de evolucin en el contexto de la
Universidad. Finalmente hemos subrayado el valor social de la responsa-
bilidad y lo que esto constituye de oportunidad y reconocimiento para las
universidades en cuanto redes densas de capital social. Trataremos de avan-
zar de aqu en adelante ofreciendo algunas orientaciones que permitan
vislumbrar cul debe ser el contenido de la responsabilidad de la universidad
en el proyecto de una sociedad, teniendo en cuenta que -como ya se ha
sealado- los ejes de dicha responsabilidad se sustentan en su valor trans-

40
formador, y en su deber de orientar el perfil de su actividad hacia la justicia

1 / CRISTINA DE LA CRUZ AYUSO, PER SASIA SANTOS / LA RESPONSABILIDAD DE LA UNIVERSIDAD EN EL PROYECTO DE CONSTRUCCIN DE UNA SOCIEDAD
social. Este es precisamente el sentido ms enriquecedor de la responsabi-
lidad que hemos querido poner de manifiesto hasta ahora en los epgrafes
anteriores.
Con este objetivo, slo nos queda trazar una ltima hoja de
ruta sencilla que nos permita pensar la universidad desde esas claves que
aporta este sentido de la responsabilidad que se defiende en este trabajo.
Proponemos un itinerario sencillo con tan solo dos estaciones:

La primera de ellas consiste en plantear un breve anlisis


sobre el mbito de la Educacin Superior que nos ayude a
comprender cules son los retos de la responsabilidad en la
propia universidad, a tenor de su evolucin y de la manera en
la que ha ido definiendo sus prioridades en relacin a la socie-
dad.

La segunda estacin nos llevar, desde un enfoque ms


propositivo, a plantear una propuesta que permita rescatar el
valor transformador de la universidad y su papel en la definicin
y resolucin de los problemas sociales.

La Universidad es una institucin de nuestras sociedades lla-


mada a dar respuestas a las demandas que recibe de la misma. Y llamada
igualmente a comprometerse con el proyecto de la sociedad que la acoge.
En este marco, es fcil advertir la respuesta de la universidad a las cada vez
ms exigentes demandas del mercado para que produzca conocimiento
econmicamente til y productivo para esa sociedad. Parece que la univer-
sidad est abocada a responder nicamente a las demandas del mercado.
Slo es significativa y pertinente la presencia y la respuesta de la universidad
en esa esfera de lo econmico para el proyecto de construccin de una so-
ciedad? Existen acaso en nuestra sociedad otras demandas ms urgentes
que las propias del mercado a las que la universidad tambin debe responder?
Cules son? Est preparndose la Universidad para dar respuesta a esas
otras demandas? Estas son algunas de las preguntas a las que trataremos de
responder a lo largo de esas dos estaciones.
Finalmente, proponemos acabar la reflexin preguntndonos
por las condiciones que son necesarias para cumplir con este programa en
torno a la responsabilidad de las universidades con la sociedad. El reto, como
sealaremos ms adelante, consiste a nuestro juicio en que la universidad
plantee estrategias que le permitan avanzar desde la necesidad de responder
hacia la urgencia de transformar. No se trata solamente de que la Universidad
deje de ser ella misma tambin un agente de exclusin (que no es poco,
ciertamente), sino que tambin se convierta en un agente de transformacin
de nuestras sociedades, una organizacin efectivamente comprometida en
la tarea de hacer retroceder las fronteras de la injusticia.

41
Educacin superior y sociedad / nueva poca / ao 13 / Numero 2 / septiembre 2008

3.- Algunas claves para pensar la


universidad7
Iniciamos pues el camino que nos va a llevar a delinear en
trazos gruesos el escenario sobre el cual debemos tratar de concretar la
responsabilidad de la universidad. Y ese camino ofrece un paisaje sobre el
que ya hemos adelantado algunos contornos. Es un escenario que exige
transformar la universidad para ponerla en disposicin de competir con otras
instituciones en la esfera de la economa del conocimiento. Lo cual, tambin,
est suponiendo cambios estructurales muy significativos y con una gran
repercusin en el desarrollo de la misin de la universidad, y, consecuente-
mente, en su propia identidad.
De nuestro colega Vicente Albniz8 hemos aprendido que la
identidad de una universidad debe ser dinmica. l lo expresa con una frase
hermosa y contundente: ser siempre ella misma no siendo siempre lo mismo.
La pregunta que nos asalta cuando le escuchamos esto, es de qu manera
sigue siendo ella misma la universidad a partir de lo que se est convirtiendo.
Es cierto que la universidad debe tener en cuenta las seales que recibe por
parte de la sociedad, de sus demandas y de lo que demanda concretamen-
te de ella. Eso es lo que le permite no ser siempre lo mismo. Forma parte de
su responsabilidad no serlo. Y forma parte de ese dinamismo ineludiblemen-
te presente, como decamos al comienzo, en nuestras sociedades. Pero es
importante que veamos de qu manera est teniendo lugar la escucha y qu
respuestas se estn dando a esas demandas.
La sociedad absorbe e integra en sus distintas estructuras la
contribucin de la universidad en su proyecto de sociedad. Por eso, el dialo-
go con esas estructuras es necesario e imprescindible, y la respuesta a sus
demandas tambin. Hay que pensar, no obstante, si esa respuesta no est
siendo demasiado unilateral, y en todo caso, hay que ver el alcance que est
teniendo. A veces, demasiado a menudo, la esfera econmica de la sociedad
asume los productos universitarios de una manera impredecible, distinta
incluso al desarrollo natural para el que estn preparados algunos de ellos.
En este sentido, es llamativo que hoy el mercado laboral slo demande de
la universidad competencias, y conocimientos muy especficos, o titulaciones
genricas asociadas a un curriculum en competencias que es el que hace
hbiles y tiles a las personas.
El inters del mercado por la Educacin Superior ha obligado
a mercantilizar la universidad. Un anlisis del mapa de las titulaciones de
nuestras universidades, por ejemplo, evidencia la tendencia de la universidad

7 Un anlisis ms pormenorizado sobre el conocimiento, la educacin superior y la sociedad


puede encontrarse en el trabajo de Ronald Barnet, del que son deudoras las reflexiones que reco-
gemos en este apartado. Barnet, R. (2001). Los limites de la competencia. Barcelona: Gedisa.

8 Vicente Albniz es asesor acadmico y profesor de la Escuela Colombiana de Ingeniera, Bo-


got. Con l que coincidimos, tan machadianamente, en amistad y en nuestros respectivos enfo-
ques sobre la responsabilidad de la Universidad con la sociedad.

42
por la promocin en la enseanza y en la investigacin de aquel conocimien-

1 / CRISTINA DE LA CRUZ AYUSO, PER SASIA SANTOS / LA RESPONSABILIDAD DE LA UNIVERSIDAD EN EL PROYECTO DE CONSTRUCCIN DE UNA SOCIEDAD
to que tiene un valor de uso real y efectivo en dicha sociedad. Esto est
originando, no es nuevo destacarlo aqu, que haya una priorizacin de reas
de conocimiento operacionales, estratgicas y competitivas, y otros mbitos
de conocimiento que estn quedando en los mrgenes de las universidades,
cuando no excluidos de ellas. Esas otras formas de conocimiento que pueden
equilibrar un poco la balanza de esta tendencia utilitarista de las universida-
des estn siendo orientadas hacia intereses comerciales: las humanidades
son rentables en su vinculacin con la tecnologa de la informacin; la filo-
sofa entra en las empresas o se hace clebre a travs de libros de autoayuda.
Estas reas del saber, tan asociadas desde siempre al proyecto universitario,
estn consiguiendo sobrevivir en nuestras universidades a base de buscar
sus vnculos artificiales con formas de conocimiento tiles. Y en este caso, la
palabra til se refiere a su capacidad para ser demandada por el mercado,
y, consecuentemente, para ser rentable.
El espacio de la Educacin Superior de nuestras universidades
corre el riesgo de convertirse en un espacio en el que slo haya productos
demandados por su utilidad momentnea en el mercado, no por su perti-
nencia para el proyecto de construccin de una sociedad. Y conviene recor-
dar que tambin es responsabilidad de la universidad promover saberes
buenos y tiles para la sociedad que no pasan ni estn sujetos a la lgica
del mercado. El empeo por responder nicamente al mercado est agudi-
zando los posibles bloqueos estructurales de la universidad para dar respues-
ta a otro tipo de demandas que no proceden de esa esfera. La privatizacin
de algunos servicios y la manera en la que se est presionando, incluso en
las universidades pblicas, para que la universidad aumente su capacidad de
generar recursos econmicos propios est obligando a la universidad a
competir en la esfera privada mercantil con otras universidades, con asesoras
y consultoras, con otros departamentos o equipos de la propia universidad,
etc. Lo cual, sin duda, est provocando que disminuya tanto la capacidad
como los recursos de la universidad para integrarse como un agente signifi-
cativo (y legitimo), con capacidad crtica, constructiva y creativa, en esas otras
esferas de la sociedad que tambin demandan de la universidad su presen-
cia, paradjicamente, para hacer frente a las consecuencias que en ellas tiene
el impacto de la esfera de lo econmico a la que tan rendidamente parece
entregada la Universidad.
Hoy en da el capital humano y social que genera la Educacin
Superior aparece empeado no tanto en el conocimiento como en las habi-
lidades necesarias para sacarle el mximo provecho. El escenario es pesimis-
ta, efectivamente, pero no olvidemos que tiene una base de realidad que no
podemos pasar por alto en este anlisis sobre la responsabilidad de la Uni-
versidad. La universidad est respondiendo nicamente a las demandas de
las estructuras econmicas de nuestra sociedad. Y en funcin de sus resul-
tados, y solamente si estos son buenos resultados econmicos, planifica
acciones concretas para dar respuesta a algunas demandas de la sociedad.

43
Lo hace entonces fomentando el voluntariado, por ejemplo; o promoviendo
Educacin superior y sociedad / nueva poca / ao 13 / Numero 2 / septiembre 2008

programas de educacin para la ciudadana, o impulsando la competencia


de la responsabilidad entre los estudiantes, o aportando donaciones econ-
micas para el desarrollo de proyectos sociales. A partir de estas estrategias
es como muchas universidades conforman su agenda de RSU.
No olvidemos el carcter meramente asistencial de buena
parte de estas acciones que poco o nada dicen de la verdadera responsabi-
lidad de una universidad en el proyecto de una sociedad. Ms bien, vienen
a camuflar el verdadero alcance que debiera tener una agenda seria de res-
ponsabilidad puesta al servicio de la justicia social. El problema que vemos
es que las universidades, reconocidas como instituciones claves en esa eco-
noma del conocimiento, cada vez van a tener mayores dificultades, al igual
que las tienen las empresas mercantiles, para superar los bloqueos estructu-
rales a los que les somete esa presin por la explotacin comercial de sus
productos. Y lo que es peor, a nuestro juicio, cada vez van a tener mayores
dificultades para identificar qu servicio prestan a la sociedad a travs de ese
bien pblico que da sentido y razn de ser a su identidad.

4.- La responsabilidad social de la


universidad: de la urgencia de responder a
la necesidad de transformar
Como sealbamos al inicio de este trabajo, un debate serio
y frtil sobre la responsabilidad de las universidades en el proyecto de cons-
truccin de una sociedad pasa por reconocer su valor transformador. Lo cual
implica poner las distintas funciones de la misin universitaria al servicio de
ese valor, es decir, al servicio de la justicia social. La respuesta de por qu esto
debe ser as, hay que ir a buscarla precisamente en esa vocacin social pre-
sente en el corazn mismo de la misin universitaria. Admitir que en eso
mismo, y no en otra cosa, consiste el elemento nuclear de la responsabilidad
de las universidades supone reconocer que la identidad de la propia univer-
sidad, todo lo que ella hace y es, est motivado por esa reconocida vocacin
social y orientado a ese objetivo transformador. Otra cosa es la manera en la
que la universidad luego responde a esa vocacin y qu estrategias planifica
para conseguir ese objetivo. Y otra cosa son tambin las cada vez mayores
dificultades de la universidad para reconocer su valor transformador y para
concretar su vocacin social en proyectos alineados con la justicia social. Pero
ni lo uno ni lo otro desmienten que la responsabilidad de la universidad se
sustenta en su obligacin de transformar.
No apantallemos entonces la responsabilidad de la universidad
en sus dificultades para orientar su funcin social o en sus dudas sobre cmo
es posible concretar todo esto en una agenda concreta que abarque algo
ms que estudiantes haciendo voluntariado. La universidad no es responsa-
ble nicamente de responder a las demandas de la sociedad. Y, mucho
menos, no es responsable de responder slo a algunas de ellas, a las que
provienen de las estructuras de la esfera de lo econmico; y despus respon-

44
der, slo si se puede, o si se sabe o si es posible, a las que provienen de otros

1 / CRISTINA DE LA CRUZ AYUSO, PER SASIA SANTOS / LA RESPONSABILIDAD DE LA UNIVERSIDAD EN EL PROYECTO DE CONSTRUCCIN DE UNA SOCIEDAD
mbitos. Su verdadera responsabilidad, en fin, no consiste nicamente en
responder, sino en cmo responde, a quin responde, de qu manera res-
ponde, etc. El reto transformador de la universidad se la juega en estas pre-
guntas finales, no slo en el hecho mismo de responder.
La transformacin de nuestras sociedades no es una cuestin
que permita nicamente una lectura econmica. Este es un argumento que
ni siquiera, a da de hoy, es vlido para las empresas, y por tanto, mucho
menos para las universidades. Cuando se reconoce (y reclama) la legitimidad
de la universidad y se acude a reconocer su papel como agente de desarro-
llo econmico, social y cultural en el proyecto de una sociedad, conviene
matizar que esta lectura tiene una clave tica y poltica incuestionable para
instituciones como la universidad: dnde estn las prioridades de lo que
una universidad debe encargarse en el proyecto de una sociedad? Qu debe
hacer la universidad para mejorar la sociedad?
Por eso, es necesario que esa vocacin transformadora de la
universidad se canalice y permee en el proceso de planificacin y gestin de
su actividad; que est presente y visible en el desarrollo de las funciones que
le son propias: que se concretice en sus objetivos estratgicos, en acciones
especificas. Si algo se quiere cuantificar y evaluar en las universidades, el
empeo debe ir encaminado no tanto en medir cunto de responsables son,
sino cul es el impacto de su actividad en la sociedad en trminos de trans-
formacin. Aqu est la clave.
Con quien trabaja la universidad en esos procesos de trans-
formacin? Cunto de significativas y robustas son las respuestas que tiene
su presencia en la sociedad? El objeto de la responsabilidad de la universidad
est tambin fuera de la propia universidad. El compromiso por la responsa-
bilidad de las universidades con la sociedad hay que ir a buscarlo ms all de
s misma. Se alberga tambin en aquellas otras demandas que llaman a la
universidad no tanto a competir sino a cooperar y a priorizar, frente al bene-
ficio econmico, el beneficio social resultante del marco de su actividad.
Si de alguna manera, en definitiva, tendramos que concretar
el contenido de la responsabilidad de la universidad, quienes esto escribimos
pensamos que el mismo debiera sustentarse principalmente en tres pilares
fundamentales: identidad, autonoma, y participacin. Veamos muy esque-
mticamente el alcance de cada uno de esos pilares desde la clave de res-
ponsabilidad.

Identidad
Este pilar remite a lo que la Universidad es. Pregunta por cul
debe ser su funcin social. La identidad de la Universidad se pone de mani-
fiesto en su Misin, y se desarrolla a travs de sus distintas funciones. Este, por
tanto es un pilar que seala a aquello que le es propio y consustancial a la
universidad, aquello que las universidades son, y subraya la vocacin por lo
pblico que debe tener el carcter y el alcance de su responsabilidad con la

45
sociedad. Esto implica que esa responsabilidad de lo que una universidad
Educacin superior y sociedad / nueva poca / ao 13 / Numero 2 / septiembre 2008

quiere ser y, de hecho, es, principalmente, ha de ser reconocido en la esfera


pblica de nuestras sociedades; es decir, lo importante de la responsabilidad
no es slo la respuesta sino la significatividad de la misma en ese proyecto de
sociedad. Por eso mismo, es importante e imprescindible preguntar por los
beneficios sociales que aporta la universidad y el nivel de impacto real que
tiene sobre la vida de las personas y el proyecto de una sociedad. Saber, en
definitiva, cunto contribuye y cmo en la reduccin de los contextos de
desigualdad y de exclusin y cul es el impacto en trminos de movilidad
social que facilita. Es necesario valorar la manera cmo la universidad rinde
cuentas a la sociedad. Y si de indicadores se trata, establecer aquellos que
permitan determinar el impacto del papel que tiene la universidad en cuanto
agente de desarrollo econmico, social y cultural. Midamos entonces aspec-
tos que se deben derivar de un impacto social significativo de la universidad
mediante el ejercicio de sus funciones propias: la reduccin del desempleo,
la reduccin de la pobreza y de la desigualdad social, la evolucin en el nivel
medio del conjunto de las personas; la evolucin de la vulnerabilidad y de la
inseguridad de las personas; la calidad para el acceso y ejercicio de los derechos
polticos y sociales; la responsabilidad de los egresados, etc.
La identidad de una universidad en clave de responsabilidad
se sustenta, como vemos, en su valor transformador, es decir, en su capacidad
de ser un laboratorio de innovacin social y de cooperacin con otros agen-
tes sociales que orienta el marco de lo que hace (lo que ensea, lo que in-
vestiga y dnde est presente) hacia la inclusin y la justicia social.

Autonoma
Este pilar no slo apunta al anlisis sobre los recursos y fondos
de la universidad, o a su capacidad y legitimidad en los procesos de toma de
decisin. Si bien remite bsicamente a esos aspectos, su valor transformador
pasa por concretar tambin cul es el alcance que tienen todos estos proce-
sos de autonoma de las universidades, es decir, cul es la lgica y la raciona-
lidad que rige ese proceso de toma de decisiones, cunta presin existe en
la planificacin de sus lneas estratgicas por el corto plazo o cul es la razn
de su urgencia por obtener resultados cuantitativos de aprendizaje e inves-
tigacin. Con quien trabaja la universidad, con qu agentes coopera, y con
qu finalidades? Quines son los clientes de una universidad? Quin ab-
sorbe los beneficios que produce la universidad a travs del conocimiento?
Estas preguntas van abriendo poco a poco la brecha de la que interroga fi-
nalmente por cules son las polticas de inclusin que una universidad pro-
mueve.
La universidad, no lo olvidemos, est limitada a los alumnos
que proceden de una clase social determinada. Dando por bueno el argu-
mento de que limitar el acceso a la universidad es un obstculo al fomento
de la cohesin social en pases que pretenden crear mano de obra con for-
macin adecuada, hay que preguntarse qu mano de obra debe preparar la

46
universidad y si le corresponde formar a toda la mano de obra de una socie-

1 / CRISTINA DE LA CRUZ AYUSO, PER SASIA SANTOS / LA RESPONSABILIDAD DE LA UNIVERSIDAD EN EL PROYECTO DE CONSTRUCCIN DE UNA SOCIEDAD
dad. Y a partir de ah, conviene ir delineando los contornos de su responsa-
bilidad como universidad autnoma en algunas de estas preguntas: Cmo
se hace la admisin? Qu seguimiento se hace de la permanencia de los
estudiantes en la universidad? Qu ayudas econmicas facilita, y en qu
condiciones, y qu garantas exige? De donde proceden los fondos que
destina para las becas o los crditos de los estudiantes? Normalmente la
mayora de las iniciativas para ampliar la participacin y el acceso a la Univer-
sidad son subvencionadas por fondos de proyectos externos a la universidad
que pueden crear problemas para su sostenibilidad a largo plazo, y que, en
cualquier caso, ponen en entredicho la responsabilidad de la universidad con
los estudiantes que estn en una situacin ms vulnerable.
Sigamos preguntando: Cules son los criterios de seleccin
de la universidad? Qu medidas de accin positiva promueve? De qu
manera favorece igualmente la inclusin, o, al menos, evita la discriminacin?
Qu y cmo transmite a travs de la formacin y la investigacin? En la
respuesta que demos a estas preguntas podremos vislumbrar la manera en
la que una universidad, en el curso de sus decisiones concretas y en el ejer-
cicio propio de su autonoma, va moldeando su responsabilidad.

Participacin
Decir que la universidad debe estar al servicio de la sociedad
no significa nicamente que deba estar al servicio de algunas esferas con-
cretas de esa sociedad, precisamente las que ms poder tienen para poder
hacer llegar sus demandas o expectativas. Es importante sealar adems que
no le corresponde nicamente a la universidad decidir dnde y cmo debe
participar y estar presente en esa sociedad. A nuestro juicio, la universidad
no est, ella sola, legitimada para decidir sobre aquello que es necesario
responder, o atender, en nuestras sociedades. No al menos nica y exclusi-
vamente. Por eso, es importante que la propia universidad fomente las con-
diciones y los canales apropiados que se requieren para que tambin una
ciudadana activa y crtica, las redes sociales, o las organizaciones que ateso-
ran la voz de los que no tienen voz en nuestra sociedad puedan formar
parte de esos procesos en los que se decide dnde debe estar presente una
universidad. Estos grupos son los que pueden ayudar a la universidad a
identificar y definir los problemas sociales y a concretar qu se necesita de
ella para resolverlos conjuntamente. Por eso, todos aquellos elementos de
promocin de una cultura de red y cooperacin con todos los agentes sig-
nificativos de la sociedad, incluidas, claro est, las organizaciones empresa-
riales (aunque, no de manera nica), forman tambin parte del contenido de
la responsabilidad de una universidad.
En este sentido, conviene destinar unas breves lneas a recordar
la importancia que tiene el carcter y alcance que se le d en el contexto de
una universidad a la relacin universidad-empresa. Quin est al servicio de
quin y de qu manera lo est? Tal y como sealbamos en el epgrafe ante-

47
rior, existen demasiadas evidencias que muestran cmo, a da de hoy, las lneas
Educacin superior y sociedad / nueva poca / ao 13 / Numero 2 / septiembre 2008

estratgicas de la universidad estn demasiado mediatizadas por la presin


de esa economa del conocimiento y por la urgencia de responder adecua-
damente a las necesidades que surgen de las organizaciones que demandan
servicios y productos concretos de esa esfera. La universidad se est viendo
abocada a comercializar sus productos y los resultados de su investigacin
en ese mercado del conocimiento. Las consecuencias que esto tiene son
extraordinariamente complejas y delicadas, y demandan de la universidad
un sistema de gestin, no solo eficaz, sino tambin responsable, sobre todo
respecto de la investigacin. La responsabilidad en este caso no recae nica
y exclusivamente del lado de la universidad. Requiere apoyo tambin de los
poderes pblicos, apoyo econmico principalmente, que permita liberar a
los grupos de investigacin de las universidades de las presiones econmicas
que pueden llegar a condicionar tanto sus agendas de investigacin como
la posible comercializacin de sus resultados cientficos, patentes, etc.
Compromiso institucional, transparencia, autorregulacin, mo-
delos de gestin de la investigacin responsables, rendicin de cuentas, in-
dicadores cuantitativos y cualitativos que permitan iniciar a las universidades
procesos de mejora continua en todas sus mbitos de actividad: docencia,
investigacin, proyeccin social y gestin organizativa, Acreditacin y eva-
luacin, cultura de red, nfasis en el valor de la comunidad universitaria en
el conjunto de la sociedad, gestin a largo plazo, etc. son contenidos propios
de la responsabilidad de una universidad. Podemos sealar alguno ms, pero
quizs convenga sealar que ninguno de ellos, en cualquier caso, convierte
de facto a una universidad en una universidad responsable. Son facilitadores
para el proceso que ha de llevar a una universidad a ser reconocida en su
sociedad como una universidad responsable. Pero para que esto ocurra, se
necesita tambin de algunas otras condiciones sin las cuales, a nuestro juicio,
es imposible garantizar el xito de ese proceso de responsabilizacin de las
universidades. Dejemos que esas condiciones nos lleven hasta el final de esta
reflexin

5.- Algunas condiciones para la presencia


de una universidad responsable en la
sociedad9
Qu se necesita de las universidades para que asuman este
valor de transformacin que define su responsabilidad? Afrontamos al final
de nuestro anlisis la cuestin sobre aquellos valores que hacen de nuestras
universidades organizaciones capaces de asumir en la prctica este reto
transformador que hemos venido planteando como medida autntica de la
responsabilidad. Valores que permitan, no lo olvidemos, recorrer un camino
9 Un desarrollo pormenorizado de las categoras que se analizan en este apartado final (ac-
cin significativa, sostenibilidad, capacidad, motivacin), as como el correspondiente a la reflexin
sobre el enfoque de las capacidades, pero aplicadas en este caso al mbito de la intermediacin
financiera, ha sido desarrollado por los autores en Sasia, P. y de la Cruz, C. (2008). op. cit.

48
de respuesta que no est sujeto a coyunturas y que se encuentre, por el

1 / CRISTINA DE LA CRUZ AYUSO, PER SASIA SANTOS / LA RESPONSABILIDAD DE LA UNIVERSIDAD EN EL PROYECTO DE CONSTRUCCIN DE UNA SOCIEDAD
contrario, slidamente arraigado en ese lugar propio que la universidad
quiere encontrar en nuestras sociedades.

Pertinencia
La responsabilidad de la universidad implica transformar des-
de dentro de la universidad la manera en la que se plantea su presencia y
participacin en la sociedad. Esto implica tener que canalizar mltiples inte-
reses de la institucin educativa que es hacia esa transformacin, empleando
similares mecanismos de agregacin que aquellos que dan como resultado
los profundos efectos que, en muchos aspectos, producen nuestras decisio-
nes individuales en la esfera pblica. Cuando decimos que una universidad
debe buscar transformar la sociedad, estamos afirmando precisamente que
busca esa misma agregacin de intereses. Asume que el horizonte no es
tanto crear un espacio en la comunidad universitaria para que quien se sien-
ta motivado, se acerque y pueda participar, cuanto conseguir un entramado
en la comunidad universitaria que pueda agregar los efectos de sus progra-
mas y proyectos de transformacin hasta poder generar efectos en escalas
macro. Una universidad debe perseguir, por tanto, desarrollar una accin
significativa, pertinente, que cree estructuras transformadas ms all del
mbito estrictamente universitario. La principal condicin que debe asumir
es la capacidad de agregacin de todas sus acciones, de sus programas y
proyectos desde un enfoque integral para multiplicar acciones aisladas.
Es bien cierto, no obstante, que la capacidad de articular siner-
gias a nivel institucional es difcil y est casi siempre en manos de quienes
tienen poder para hacerlo en la Universidad. Pero la llamada a la significati-
vidad de la presencia de una universidad responsable en la sociedad debe
estar basada en la capilaridad, para que todos los miembros de la comunidad
universitaria y social que participan y estn involucrados en ellos puedan
enredarse y, partiendo de realidades locales, generen efectos de mucha
mayor escala. En este sentido hay que valorar la capacidad de la universidad
para crear y consolidar redes de capital social densas, significativas, que
funcionen hacia dentro, y que estn orientadas hacia fuera, que hagan de
puente, que acerquen y que se acerquen. Esta es una manera de responder
al compromiso de actuar de forma significativa, conformando redes que
articulen lo micro a nivel de cada universidad hasta generar efectos a escala
global.

Sostenibilidad
Una universidad que de forma honesta se plantee una presen-
cia significativa y responsable en los trminos que aqu estamos describien-
do, debe garantizar que es capaz de reconocer esas emergencias y que est
legitimado para hacerlo as, ms all de impulsos personales o corporativos,
arranques filantrpicos desde situaciones de extrema riqueza o clculos de
imagen. Y debe garantizarlo desde el momento de su creacin y mantener-

49
lo mientras se consolida y va creciendo. El reto consiste en mantener una
Educacin superior y sociedad / nueva poca / ao 13 / Numero 2 / septiembre 2008

orientacin preferente hacia los mbitos de vulnerabilidad de nuestra socie-


dad y entender de forma directa y evidente cules son los retos de la justicia,
independientemente de la situacin econmica propia y del entorno, de las
polticas establecidas en un momento determinado por los poderes pblicos,
o de cualquier otra circunstancia que pudiera marcar prioridades al margen
de esos colectivos.

Contextualizacin
Es importante tener en cuenta y no perder de vista que si bien
todas las universidades comparten las mismas funciones presentes en su
Misin, y se concretan y coexisten en el proyecto universitario de cada una
de ellas, no todas ellas son iguales, ni tienen la misma estructura, dimensin
o capacidad. Por eso mismo tambin, es difcil pensar que un armazn con-
ceptual sobre su responsabilidad social que sirva igualmente para todas ellas.
Adems, tenemos que tener en cuenta tambin que las directrices de apli-
cacin de criterios de responsabilidad no sirven de igual manera para todos
los contextos. Incluso las variables culturales y ambientales tienen una inci-
dencia notable en la manera en la que se ha de adecuar el discurso de la
responsabilidad en el contexto de cada universidad.

Capacidad
Cuando hablamos de la responsabilidad de las universidades
en la transformacin social, parece que estamos dando por hecho que la
universidad que asume este reto, tiene conocimientos y experiencia suficien-
te en el mbito de la participacin social como para esperar de la misma un
resultado significativo. Pero, aun siendo importante, no es una condicin de
partida a la hora de buscar aquello que deben responder. En todo caso, ser
una condicin para que de hecho puedan ir respondiendo.
Lo que si es una condicin de partida es la capacidad de asu-
mir los retos que las exigencias de la justicia plantean. Y esa capacidad tiene
que ver en primer lugar, con la ausencia de los bloqueos estructurales que
el carcter lucrativo plantea para asumir esos retos. Junto a esto, las organi-
zaciones capaces deben presentar dos caractersticas de gran importancia.
La primera est relacionada con el conocimiento efectivo de esos retos o, lo
que es ms importante, con la posibilidad real de recibir y escuchar la voz de
quienes son hoy las vctimas de esas injusticias. En el mbito de las universi-
dades, es necesario estar cerca de las realidades de exclusin. Slo as se
estar capacitado para responder. Slo as se podr garantizar que las uni-
versidades comprenden las situaciones de las que es preciso encargarse. ste
no es un tema menor, sobre todo teniendo en cuenta la gran cantidad de
respuestas paternalistas que se dan en algunos programas o proyectos uni-
versitarios.
La segunda caracterstica que capacita para responder est
relacionada con la condicin multidimensional de la lucha contra la injusticia.

50
Las exigencias de la justicia en nuestra sociedad despliegan un mapa com-

1 / CRISTINA DE LA CRUZ AYUSO, PER SASIA SANTOS / LA RESPONSABILIDAD DE LA UNIVERSIDAD EN EL PROYECTO DE CONSTRUCCIN DE UNA SOCIEDAD
plejo, con muchas dimensiones, muchos frentes, muchas respuestas que es
preciso dar. Por eso, son las organizaciones que ya estn trabajando con esas
personas y colectivos las que estn ms capacitadas para garantizar que la
intervencin de la Universidad sea una herramienta efectiva, alineada con
otras muchas intervenciones que es necesario desarrollar en su favor. La
participacin de la universidad en la sociedad no puede desarrollarse al
margen de otro tipo de intervenciones o iniciativas.

Motivacin
Cules son las claves que mantienen a una universidad moti-
vada? (para intervenir, no lo olvidemos, a favor de terceros). Las claves de la
motivacin son mltiples, pero algunas de ellas estn intrnsecamente unidas
a la evidencia de las realidades de exclusin: ser testigos los miembros de la
comunidad universitaria de esas realidades de exclusin. O de la necesidad
de plantear nuevas formas de inclusin. Esas evidencias las traen a la univer-
sidad en buena medida su propia organizacin de estructura: las traen los
docentes, los investigadores, los estudiantes, los agentes que se relacionan
con la universidad, el compromiso misional, los egresados y es imprescindible
que permeen a toda la organizacin. Esto produce algunas consecuencias.
Implica participacin: en sentido denso; entendida la participacin en este
caso, como un mecanismo de mantener a toda la comunidad universitaria
absolutamente consciente de lo que la universidad hace en esta direccin.
Implica tambin tener que descentrarse, con capacidad de enredarse, de
hacer lobby de hacer significativa su presencia en la sociedad.
Ser as o no ser. Universidades motivadas, capaces, autno-
mas, en continuo dilogo con la sociedad. Atentas a las necesidades que
nuestras sociedades plantean. Buscando responder a esa honda pregunta
que colocbamos en algn lugar de este texto: Qu debo hacer para me-
jorar la sociedad? Una pregunta que remite, en primer lugar, a un sentido del
deber que nos coloca de lleno en el terreno de la reflexin tica. Terreno que
no abandonamos, sino que pisamos firmemente, cuando intentamos dibujar
los contornos de una sociedad mejor. Es entre ambos polos, el deber de
responder y el modelo de sociedad que aspiramos a construir con esa res-
puesta, donde nos jugamos el sentido ms hondo de la Responsabilidad
Social de la Universidad.

51
CRISTINA DE LA CRUZ AYUSO:
Doctora en Filosofa, en la actualidad es profe-
sora de tica en la Universidad de Deusto. Ha
sido Directora del Departamento de Filosofa
de la Facultad de Filosofa y Ciencias de la
Educacin desde 2003 a 2006. Miembro de la
Comisin del Aula de tica de la UD, coordina y
forma parte del equipo de investigacin tica
Aplicada. Investigadora principal en varios
trabajos sobre Responsabilidad Social, asesora
a distintas iniciativas sociales en cuestiones
relacionadas con la tica organizacional. Profe-
sora visitante en las Universidades de Aarhus,
Copenhague y Odense (Dinamarca, 2004) y en
la Pontificia Universidad Catlica de Valparaso
(Chile, 2007). Desde 2007, imparte clases en
la Maestra de tica Aplicada del TEC de Monte-
rrey (Mxico). Entre sus publicaciones destacan
La dimensin tica de la responsabilidad
social (Bilbao, 2006); Banca tica y Ciudadana
(Madrid, 2008) y Berdintasuna, bazterkeria eta
hiritartasuna [Igualdad, exclusin y ciudadana]
(Bilbao, 2008). [email protected]

PER SANTOS SASIA:


Doctor en Ciencias Qumicas por la UPV.
Durante 20 aos ha venido desarrollando su
actividad profesional en el mbito industrial,
principalmente en el campo medioambien-
tal y de la salud ocupacional. Durante este
tiempo, ha publicado numerosos trabajos
de investigacin y patentes. En la actualidad,
forma parte del equipo de investigacin tica
aplicada e imparte clases de tica en la Facul-
tad de Ingeniera-ESIDE de la Universidad de
Deusto y en el Programa de Gestin Directiva
de Organizaciones no Lucrativas de la UNED.
Compagina su labor docente e investigadora
con la direccin del proyecto Fiare de Banca
tica. Entre sus publicaciones sobre tica
social y econmica cabe destacar los libros: La
empresa a contracorriente. Cuestiones de tica
empresarial (Bilbao, 2004); El estilo de vida
personal y su incidencia en la erradicacin de
la pobreza (Madrid, 2006); Banca tica y ciuda-
dana (Madrid, 2008). / [email protected]
2
LA RESPONSABILIDAD SOCIAL
UNIVERSITARIA:
IMPACTOS INSTITUCIONALES
E IMPACTOS SOCIALES

THE UNIVERSITY SOCIAL


RESPONSIBILITY:
INSTITUCIONAL AND SOCIAL
IMPACTS

LUS BACIGALUPO
RESUMEN Responsabilidad Social (DARS) que
Las universidades en Latinoamrica remplaz a la antigua Direccin
tienen como principales funciones Acadmica de Proyeccin Social y
tres aspectos, la formacin, la Extensin Universitaria.
investigacin y la extensin, y con Por otro lado, en la PUCP considera-
este ltimo expresa su compromiso mos que la RSU (tal como la hemos
social con el entorno. Sin embargo, conceptualizado) es una gran
el contexto actual exige nuevos oportunidad de consolidar nuestro
retos y demandas a las universida- compromiso social como Universi-
des. En este marco, la Responsabili- dad inspirada en principios ticos y
dad Social Universitaria (RSU) valores catlicos. As, la RSU
representa una forma renovada de procura alinear los cuatro procesos
enfocar este compromiso centrn- universitarios bsicos de Forma-
dolo principalmente en la gestin cin, Investigacin, Gestin y
tica de los procesos institucionales Extensin con las demandas
y en menor medida en la extensin cientficas, profesionales y educati-
concebida como una actividad vas que requiere un desarrollo local
independiente y paralela. Acorde y global ms justo y sostenible.
con esta lnea en el ao 2004 la Finalmente, en el vinculo con la
Pontificia Universidad Catlica del sociedad, creemos que la RSU
Per, asumi la perspectiva de la permite un aprendizaje, al ejecutar
RSU y la inserto como una de sus y evaluar proyectos innovadores, al
polticas institucionales. Asimismo entablar investigaciones aplicadas y
para crear lineamientos y poner en al involucrar a docentes y estudian-
prctica la responsabilidad social, se tes en la solucin de problemas
creo una Direccin Acadmica de reales.
ABSTRACT the former Office of Academic
Latin American universities have Social Outreach and University
three major functions: training, Extension.
research and extension. The latter At PUCP we believe that USR (as we
expresses their social commitment have conceived it) represents a
to their surroundings. However, the great opportunity to consolidate
current context places new our social commitment as a
challenges and demands on university inspired by ethical
universities. Within this framework, principles and Catholic values.
university social responsibility (USR) Thus, USR seeks to align the four
is a new way of looking at this basic university processes of
commitment, placing it principally training, research, management,
in the ethical management of and extension with the scientific,
institutional processes, and to a professional, and educational
lesser degree in extension concei- demands required by more just and
ved as an independent and parallel sustainable local and global
activity. Accordingly, in 2004 the development. Finally, in linkage
Pontificia Universidad Catlica del with society we believe that USR
Per (PUCP) assumed a USR offers a learning experience in the
perspective, making it one of its execution and assessment of
institutional policies. In order to innovating projects, in establishing
create guidelines and put social applied research and by involving
responsibility into practice, it teachers and students in the
created an Office of Academic solution of real problems.
Social Responsibility that replaced
2 / LUS BACIGALUPo / LA RESPONSABILIDAD SOCIAL UNIVERSITARIA: IMPACTOS INSTITUCIONALES E IMPACTOS SOCIALES
A. La Experiencia de la Pontificia
Universidad Catlica del Per
La Responsabilidad Social Universitaria (RSU) es el nombre
de una corriente que ha cobrado presencia en los ltimos aos como ex-
presin del compromiso social de las universidades. La RSU representa una
forma renovada de enfocar este compromiso, centrndolo mucho ms en
la gestin tica de los procesos institucionales y mucho menos en la ex-
tensin concebida como una actividad independiente y paralela. Su pe-
culiaridad radica en que exige una toma de conciencia global de la Uni-
versidad acerca de sus impactos sociales. En realidad, surge como una
alternativa a la extensin que se practica dentro del paradigma del altruis-
mo y la benevolencia.
Desde julio de 2004, la Pontificia Universidad Catlica del Per
asumi la perspectiva de la Responsabilidad Social Universitaria para reformar
su Direccin de Extensin. Para ello, tom la decisin de crear una Direccin
Acadmica de Responsabilidad Social que reemplazara a la antigua Direccin
Acadmica de Proyeccin Social y Extensin Universitaria.
Uno de los primeros pasos de la nueva Direccin fue otorgar
una definicin de RSU que fuese la definicin oficial de la Universidad Cat-
lica. Esta definicin dice que la RSU es un enfoque tico de la gestin univer-
sitaria, basado en los principios de la Responsabilidad Social que han logrado
aceptacin internacional y que actualmente inspiran el proceso de elabora-
cin de la norma ISO 26000.
Por gestin universitaria socialmente responsable se entiende
el manejo de los impactos sociales de la universidad. En el concepto de im-
pacto social se incluyen los mltiples efectos ambientales de la universidad,
es decir, de la organizacin que consume energa, agua, papel, bateras, etc.
Asimismo, se incluyen los efectos ms aparentes de la actividad universitaria
sobre su entorno social, como son la formacin profesional y la aplicacin de
la ciencia y la tecnologa al desarrollo sostenible del pas.
De ese modo se cubre con el concepto de impacto social la
gama entera de los efectos de la institucin sobre la sociedad. Ahora bien, a
pesar de que todos estos son, en un sentido amplio del trmino, impactos
sociales, tratndose de los primeros preferimos hablar de impactos institu-
cionales; y para lo segundo, reservamos la expresin impactos sociales.
Dicho de otra manera, una gestin universitaria inspirada en
el enfoque de Responsabilidad Social, debe afectar las decisiones adminis-
trativas que impactan sobre el medio ambiente y las condiciones laborales
(impacto institucional), as como las repercusiones externas de las actividades
acadmicas de docencia e investigacin (impacto social).
Por ello, las definiciones de RSU que se estn ensayando en
Amrica Latina insisten en subrayar que es una poltica institucional lo que
all est implicado. No se trata de mejoras a veces slo cosmticas a la labor
tradicional de extensin, sino de la incorporacin de nuevas preocupaciones
antes desatendidas.

57
Cuando en la Universidad Catlica decidimos asumir este en-
Educacin superior y sociedad / nueva poca / ao 13 / Numero 2 / septiembre 2008

foque, comprendimos que debamos poner en marcha cuatro procesos en


la vida institucional, que son:

1. Generacin de conocimiento y produccin de conocimien-


tos y tecnologa socialmente pertinentes a travs de la inves-
tigacin aplicada.

2. Formacin integral de ciudadanos conscientes y solidarios


a travs de una docencia articulada con la investigacin apli-
cada.

3. Gestin responsable de los impactos ambientales y del


clima laboral de la institucin mediante una gestin institucio-
nal de calidad.

4. Promocin activa de las Metas del Milenio y el desarrollo


sostenible en el marco de una cultura de respeto a la Dignidad
humana.

Fue as como el enfoque de RSU ingres en el plan estratgico


institucional y se cre la Direccin Acadmica de Responsabilidad Social. La
propuesta de gestin responsable se comprendi perfectamente compatible
con los ideales de una institucin educativa catlica. La necesidad de una
oficina que diera las pautas de manera transversal a la administracin y las
unidades acadmicas tambin result obvia. Para todos estaba claro que el
enfoque de gestin que estbamos asumiendo demandaba altos niveles de
articulacin y coherencia entre los procesos acadmicos y administrativos
para ser eficiente.
En cuanto a la gestin organizacional, era necesario que la
Universidad consolidase los procesos que cumplen con las exigencias inter-
nacionales de calidad, cuidado del medio ambiente y condiciones laborales
dignas. En lo que toca a la gestin acadmica, se trataba de lograr la articu-
lacin real de la docencia y la investigacin con demandas sociales concretas.
Sin embargo, lo que se plantea con facilidad en el discurso no siempre resul-
ta fcil de ejecutar en una institucin como la universidad, que posee hbitos
muy sedimentados.
En el terreno de la articulacin de docencia e investigacin
con demandas sociales reales hace falta todava, en nuestras universidades
en general y en la ma en particular, una buena dosis de creatividad. Se re-
quiere, entre otras cosas, emancipar a los docentes de las tiranas del aula y
de la especialidad, permitindoles desplegarse a nuevos espacios interdisci-
plinarios de aprendizaje-servicio, en los que se espera generar conocimientos,
habilidades y capacidades aplicables al entorno social donde la Universidad
opera.

58
2 / LUS BACIGALUPo / LA RESPONSABILIDAD SOCIAL UNIVERSITARIA: IMPACTOS INSTITUCIONALES E IMPACTOS SOCIALES
B. La RSU como oportunidad de coherencia
En la Universidad Catlica creemos que asumir el enfoque de
RSU, adems de ser una decisin que se condice con los valores institucio-
nales, es una oportunidad que no se puede despreciar en una poca en la
que se habla de crisis mundial de la universidad. Quisiera sealar aqu, bre-
vemente, en qu vemos radicar esta oportunidad.
Un componente de la crisis de la universidad consiste en no
ser capaz de satisfacer plenamente en la prctica lo que ofrece en el discur-
so. En vista de ello, una gestin socialmente responsable permite concretar
en la praxis institucional los principios que la Universidad clsicamente enun-
cia como su misin, particularmente en lo referido a la oferta de una forma-
cin profesional de calidad y una contribucin efectiva del conocimiento al
desarrollo de la nacin.
Tambin se suele mencionar como un componente de la crisis
mundial la marcada fragmentacin del saber de la que adolece la universidad.
En este sentido, el enfoque de RSU promueve el verdadero trabajo interdis-
ciplinario entre profesores y la formacin profesional y tica de los estudian-
tes mediante la articulacin real de docencia, investigacin y demandas so-
ciales concretas. Como ya se ha dicho, esto no se puede llevar a cabo sin la
creacin de nuevos espacios de aprendizaje y servicio, ubicados en entornos
sociales reales.
Por ltimo, la tendencia de la mayor parte de las universidades
de nuestro tiempo a instalar una cultura de la auto-evaluacin regida por
estndares internacionales de calidad, que en s misma se puede ver como
una reaccin frente a la crisis, se ve tambin favorecida por el enfoque de
RSU. Esta nueva propuesta de gestin ayuda a consolidar los procesos nuevos
y a mejorar los existentes tanto en el mbito acadmico como en el organi-
zacional. Con ello, la universidad puede minimizar sus impactos negativos
en su entorno laboral, medioambiental y social, y maximizar sus potenciali-
dades acadmicas para aportar en temas claves como la mejora de la edu-
cacin y de la calidad de vida, entre otros.
C. La Extensin universitaria y la Responsabilidad Social
Una de las primeras preguntas que surgi en la Universidad
Catlica fue la referida a las funciones que le corresponde desempear a una
Direccin Acadmica de Responsabilidad Social, que la diferencian de las
clsicas Direcciones de Extensin. Era claro que si uno de los objetivos prin-
cipales de la gestin socialmente responsable es la articulacin interdiscipli-
naria de la docencia y la investigacin con demandas sociales concretas,
haba que hacer alguna modificacin no slo en el modo de trabajar sino
sobre todo de concebir la Extensin universitaria.
El debate conceptual no nos tom mucho tiempo. Pronto se
comprendi que extensin era una palabra que privilegiaba una visin
unidireccional del vnculo de la universidad con la sociedad, y aunque ello
no deba necesariamente interpretarse as, era conveniente abandonar su
uso. Por ello, el debate en la Universidad Catlica se centr en torno a si la

59
Direccin de Responsabilidad Social deba ser ejecutora de proyectos espe-
Educacin superior y sociedad / nueva poca / ao 13 / Numero 2 / septiembre 2008

cficos vinculados con las demandas sociales o si deba promover y facilitar


el trabajo articulado de las Facultades y los Centros especializados de inves-
tigacin aplicada. Se opt por lo segundo.
En lo referido a los entes ejecutores de los proyectos institu-
cionales de impacto social positivo, estaba claro desde un principio que stos
eran las Direcciones administrativas, y que all tambin se requera de una
instancia transversal a todas ellas. As qued pronto definida la Direccin
como esa instancia transversal que promueve, articula y facilita todos los
esfuerzos de Facultades, Departamentos, Centros, Institutos y Direcciones
dirigidos a transformar a la Universidad en una organizacin socialmente
responsable.
La necesidad de contar con una instancia transversal a todas
las dems unidades de la Universidad qued evidenciada por el terremoto
del 15 de agosto de 2007 ocurrido en la costa sur del Per. Sin habrselo
propuesto de manera explcita, la Direccin Acadmica de Responsabilidad
Social asumi la funcin de coordinar la respuesta conjunta de la Universidad
a la situacin de emergencia, y lo hizo de dos formas. Primero, organiz la
recoleccin y el traslado al sur de la ayuda humanitaria durante un mes y
medio, y en segundo lugar, a inicios de septiembre, dio por concluida la
etapa de emergencia y puso en marcha la etapa de apoyo a la reconstruccin,
planeada para un perodo de tres aos, movilizando las capacidades acad-
micas de la Universidad que tenan una demanda directa en la zona.
En el contexto del terremoto, la Direccin aplic el mismo
principio que debe guiar la gestin de su impacto social en todo momento,
a saber, que la Universidad sea capaz de transferir de una manera eficiente
los conocimientos y la tecnologa relevante, y que en el despliegue de esa
tarea, pueda generar espacios de aprendizaje-servicio en el que confluyan
profesores y estudiantes de diversas especialidades. Concretamente, en el
distrito de El Carmen, provincia de Chincha, se ha conformado un espacio de
trabajo interdisciplinario en el que confluyen todos los elementos que la
teora de la RSU reclama, a saber: propuesta universitaria, participacin ciu-
dadana y alianzas estratgicas con el gobierno local, las empresas, las orga-
nizaciones no-gubernamentales y la cooperacin internacional.
El cauce principal de intervencin de la Universidad Catlica
en la zona de desastre es la aplicacin de una tcnica antissmica, probada
en el laboratorio de estructuras de Ingeniera Civil, que refuerza las paredes
de adobe con una malla de polmero. As reforzadas, las casas de adobe
pueden soportar un sismo de una intensidad similar al sufrido en agosto, sin
colapsar. La transferencia de esta tecnologa implica la construccin de casas
piloto y la capacitacin de los albailes y maestros de obra locales en el uso
de esta tcnica.
A partir de ello se est haciendo confluir las contribuciones
especficas de Arquitectura y Urbanismo, Psicologa y Derecho, y se harn
converger, en los prximos meses, las contribuciones de otras Facultades,

60
Centros e Institutos en el mismo espacio de intervencin. De esta manera, la

2 / LUS BACIGALUPo / LA RESPONSABILIDAD SOCIAL UNIVERSITARIA: IMPACTOS INSTITUCIONALES E IMPACTOS SOCIALES


Direccin procura lograr un mayor impacto del conocimiento y la tecnologa
en la recuperacin de la poblacin afectada y, a su vez, un beneficio directo
sobre la docencia y la investigacin, producido por el factor de retorno que
implica su puesta en la realidad.
Me parece que con este ejemplo queda algo ms claro lo que
expuse lneas arriba. Las funciones de respuesta a las demandas sociales las
asumen directamente las mismas Facultades y Centros de investigacin de
la Universidad, y lo que le corresponde a la oficina de Extensin o, si se quie-
re, a la oficina de Responsabilidad Social, es lograr la articulacin del esfuer-
zo conjunto en zona y el fomento del nuevo conocimiento que la experien-
cia genere.
Es ms difcil presentar ejemplos relativos a lo que hemos lla-
mado el impacto institucional. En la Direccin hemos puesto en marcha un
proyecto llamado Campus sostenible, cuyo primer resultado ha sido el le-
vantamiento de informacin acerca del uso de la energa, el agua, el trata-
miento de la basura, etc. A partir de all, el proyecto contempla el diseo de
un plan progresivo de adecuacin de los procesos administrativos a los es-
tndares internacionales de sostenibilidad.
El desafo es difcil y representa para una Universidad latinoa-
mericana un reto histrico, anlogo, a nuestro entender, al que asumi hace
un siglo. No han sido, sin embargo, cien aos de soledad, sino ms bien una
centuria de extraordinarios avances de la Educacin Superior en nuestros
pases, y por eso podemos estar confiados en que nuestras sociedades sabrn
acompaar todos los esfuerzos que se hagan por brindar una versatilidad
mayor a la contribucin que la Universidad puede hacer al desarrollo de los
pueblos.

61
LUS BACIGALUPO CAVERO-EGSQUIZA
Doctor en Filosofa por la Universidad Libre
de Berln (Freie Universitt Berlin). Licencia-
do en Filosofa por la Pontificia Universidad
Catlica del Per (PUCP). Profesor Principal del
Departamento de Humanidades de la Facultad
de Letras y Ciencias Humanas y docente de la
Escuela de Graduados en la PUCP. Paralela a su
labor docente y de investigacin, asume desde
el ao 2004 el cargo de Director Acadmico
de la Direccin Acadmica de Responsabilidad
Social (DARS) de la Pontificia Universidad
Catlica del Per. Ha publicado diversos
artculos e investigaciones sobre Filosofa, tica
y Derechos Humanos en revistas acadmicas
tanto en Per como en otros pases de Amrica
y Europa. Como investigador, ha sido invitado
a ponencias en instituciones educativas perua-
nas, latinoamericanas y europeas sobre temas
concernientes a su especialidad, poniendo n-
fasis en la Responsabilidad Social Universitaria.
[email protected]
3
LOS RETOS DE LA
RESPONSABILIDAD SOCIAL
UNIVERSITARIA: CONSTRUYENDO
PAZ DESDE LA UNIVERSIDAD

THE CHALLENGES OF UNIVERSITY


SOCIAL RESPONSIBILITY:
BUILDING PEACE FROM THE
UNIVERSITY

MARIANA DELGADO BARN


JANETH ANGLICA VARGAS PEDRAZA
IVONNE RAMOS HENDEZ
RESUMEN Para tal propsito, el escrito se
En el presente artculo se encuentran encuentra organizado en siete
consignadas las principales reflexio- diferentes apartados: La primera
nes que han guiado la ejecucin del seccin de tipo introductoria
proyecto de investigacin sobre el plantea las principales motivacio-
papel de las universidades en los nes y preguntas que alentaron la
procesos de construccin de paz, del formulacin del proyecto y que
Programa de Relaciones Internacio- han posibilitado establecer el
nales de la Universidad de Bogot rumbo acadmico del mismo; en
Jorge Tadeo Lozano1, as como el segundo apartado se formulan
algunos de los principales hallazgos las aproximaciones al concepto de
que han permitido identificar ciertas Responsabilidad social universitaria,
tendencias frente al alcance de la tiles para los propsitos del
Responsabilidad Social Universitaria proyecto; en una tercera seccin se
(RSU) y a la naturaleza de las define el concepto de construccin
iniciativas que algunas universidades de paz a partir del cual se referen-
del mbito internacional, situadas en cia la naturaleza de cada iniciativa a
contextos de conflicto armado considerar; en una cuarta parte se
interno, han adoptado frente a la presentan los seis casos o experien-
construccin de paz. De esta forma, a cias internacionales seleccionados,
travs del artculo se busca socializar cuya caracterstica en comn es la
algunos de los principales interro- variable de conflicto armado
gantes que desde el Programa de interno. En las secciones cinco y
Relaciones Internacionales han seis se presentan respectivamente
motivado la formulacin del el proceso de construccin de la
proyecto de investigacin y que a su base de datos de iniciativas en
vez han sido el motor de ejecucin construccin de paz y el tipo de
del mismo; asimismo, se presenta el iniciativas a considerar en la
proceso de sistematizacin de la muestra. Por ltimo se presentan
informacin relevante que ha algunas consideraciones finales
posibilitado el anlisis de las iniciati- referentes a las principales tenden-
vas gestadas en las universidades y cias en materia de RSU adoptadas
ms ampliamente desde las institu- por las universidades frente a la
ciones de educacin superior (IES). construccin de paz.

1 El proyecto de investigacin El papel de las universidades en los procesos de construccin de


paz fue aprobado en la III Convocatoria Interna de la Direccin de Investigaciones de la Universidad
de Bogot Jorge Tadeo Lozano
ABSTRACT questions that led to formulation of
This article presents the major the project and which have made it
thoughts that have guided execu- possible to establish its academic
tion of the research project on the path. The second section presents
role of universities in processes of definitions of the concept of
peace building within the Interna- university social responsibility
tional Relations Program of the useful for the purposes of the
Universidad de Bogot Jorge Tadeo project. The third section defines
Lozano, as well as offering some of the concept of peace-building used
the major findings that have made to examine the nature of each
it possible to identify certain initiative to be considered. The
trends toward the attainment of fourth section presents the six
university social responsibility (USR) selected international cases or
and the nature of the initiatives that experiences. Their common
some universities in the internatio- characteristic is the presence of
nal area, situated within contexts of armed internal conflict. Sections
armed internal conflict, have five and six present, respectively,
adopted in order to build peace. the peace-building database
Thus, the article seeks to publicly construction process, and the kinds
raise some of the major questions of initiatives considered in the
that, through the International sample. Finally, we present final
Relations Program, have guided the considerations of major trends in
formulation of the research project SRU adopted by universities
and which in turn have been its regarding peace-building.
guiding force. We present here the
process of systematization of
relevant information that has made
possible the analysis of university
initiatives, and more broadly those
from institutions of higher educa-
tion. To this purpose, the work is
organized into seven sections. The
first section is introductory and
presents the major motivations and
3 / MARIANA DELGADO BARN / JANETH ANGLICA VARGAS PEDRAZA / IVONNE RAMOS HENDEZ LOS RETOS DE LA RESPONSABILIDAD SOCIAL UNIVERSITARIA: CONSTRUYENDO PAZ DESDE LAUNIVERSIDAD
Introduccin
Dentro de las iniciativas civiles de construccin de paz, la ac-
tividad de las universidades como actores socialmente responsables frente
a las realidades de su entorno debe dirigirse por un lado al anlisis, reflexin
y debate acerca de los posibles escenarios del posconflicto, mediante una
visin crtica del conflicto, sus dinmicas y actores. Sin embargo, el papel de
las universidades en sociedades que atraviesan (y que atravesaron) situacio-
nes de conflicto armado interno no se agota en el debate y la reflexin, se
sustenta tambin en el papel protagnico que debe asumir la universidad
como agente dinamizador de las transformaciones sociales y promotor de
los Derechos Humanos y de una cultura de y para la paz, como centro de
formacin y capacitacin de tomadores de decisiones y formuladores de
polticas pblicas y como actor directo en la formulacin de iniciativas para
una salida negociada al conflicto y para el establecimiento de una paz es-
tructural.
Comprender, definir y analizar las estrategias de accin de las
universidades frente a los procesos de construccin de paz que se han dado
alrededor del mundo, permite identificar qu tipo de soluciones concretas,
que brinden sostenibilidad a los procesos encaminados a implantar una paz
duradera y estable, pueden generarse desde la academia, particularmente
desde las universidades colombianas.
Es necesario seguir reproduciendo los espacios de encuentro,
debate y reflexin que garantizan una neutralidad bajo la sombrilla que cubre
el espectro de actividades que tradicionalmente ha liderado la universidad,
pero es fundamental reflexionar sobre cmo la universidad se inserta en su
medio y lidera propuestas concretas de desarrollo, en este caso particular
sobre cmo la universidad se consolida como un agente activo de cambio
y transformacin de su entorno a travs de la formulacin de propuestas
especficas enfocadas a la reconstruccin del tejido social.
Entender que autonoma universitaria no equivale a indife-
rencia universitaria es abrir el campo para pensar que su fin social en cuan-
to institucin destinada a reflexionar el conjunto social, ponerlo en tela de
juicio, orientarlo y enriquecerlo en conocimientos y principios ticos de
conducta2est ms vigente que nunca. Dicho fin social es el que posibilita
la reformulacin del contrato universidad- sociedad bajo el contexto parti-
cular del conflicto armado.
La paz, como el referente de un orden social deseado, es el
resultado de un esfuerzo conjunto que involucra actores armados, gobierno
y sociedad civil. La universidad como agente de formacin de ciudadanos es
tambin agente de cambio y transformacin social, y como tal, debe consti-
tuirse en un punto de referencia necesario para la superacin del conflicto.
Es as como el proyecto de investigacin El Papel de las uni-
versidades en los procesos de construccin de paz est orientado por la

2 Curso de tica y capital social del Banco Interamericano de Desarrollo.

67
pregunta sobre el rol que han desempeado las Instituciones de Educacin
Educacin superior y sociedad / nueva poca / ao 13 / Numero 2 / septiembre 2008

Superior dentro de los procesos de construccin de paz en sociedades que


han atravesado situaciones de conflicto armado interno. El proyecto tambin
se dirige a analizar por un lado las iniciativas adoptadas por las universidades,
como parte de su contribucin a los procesos de construccin de paz, y a
identificar lecciones que pueden extraerse de las experiencias internaciona-
les que a su vez puedan ser aplicadas al caso colombiano, a partir de una
categorizacin til para clasificar las diferentes actividades e iniciativas.
Desde las aproximaciones conceptuales a la construccin de
paz, se reconoce que dentro de las diferentes etapas y niveles que componen
el proceso interactan diversos actores, entre los que se seala la academia
y el sector intelectual. De esta forma, se sustenta la necesidad de realizar un
estudio que desarrolle el anlisis del papel de las universidades en los proce-
sos de construccin de paz, y que permita a su vez analizar la efectividad y
el alcance de sus actividades e iniciativas, a partir de experiencias internacio-
nales significativas.
El anlisis de experiencias internacionales en los que la univer-
sidad haya liderado acciones concretas para la construccin de paz, posibi-
lita adoptar y adaptar lecciones que pueden ser apropiadas para las univer-
sidades colombianas. En este sentido, el proyecto no se orienta a la
formulacin de estrategias de educacin, sino que se dirige, desde una
perspectiva ms amplia, al anlisis de las diferentes acciones que desde la
universidad, como sector de la sociedad civil, se han realizado, encaminadas
a contribuir a la construccin de paz en sociedades que han superado o se
encuentran an en una etapa de conflicto armado interno. Cabe resaltar que
dichas iniciativas en construccin de paz sern analizadas tambin desde la
perspectiva de la responsabilidad social universitaria, especialmente frente
al tipo de compromiso social que en ella se inscribe.
Es importante sealar que la diversidad de iniciativas, acciones
y estrategias de las universidades encaminadas a contribuir en la consecucin
de la paz, permite plantear diferentes niveles de compromiso e incluso de
responsabilidad social frente al tema. En este sentido, las iniciativas empren-
didas por las universidades pueden en algunos casos estar guiadas o deter-
minadas por el impacto que el conflicto armado ha generado en stas o por
los principios organizacionales que les otorgan una particular responsabilidad
en la sociedad. En otras palabras, la participacin activa o la apata y reticencia
de las universidades frente a las dinmicas de la construccin de paz puede
depender de qu tanto stas han sufrido los costos del conflicto armado o
de cmo se ha definido desde la institucionalidad su papel en el orden so-
cial.
El anlisis de estrategias adoptadas por las universidades, su
alcance o contribucin a los procesos de construccin de paz, las lecciones
extradas de las experiencias internacionales que pueden ser aplicadas al caso
colombiano y las posibilidades de plantear una categorizacin til para cla-
sificar las diferentes actividades e iniciativas lideradas por las universidades,

68
responde a la necesidad de seguir fortaleciendo y alimentando el debate

3 / MARIANA DELGADO BARN / JANETH ANGLICA VARGAS PEDRAZA / IVONNE RAMOS HENDEZ LOS RETOS DE LA RESPONSABILIDAD SOCIAL UNIVERSITARIA: CONSTRUYENDO PAZ DESDE LAUNIVERSIDAD
sobre la construccin de paz en el pas y sobre el significado de la Respon-
sabilidad Social Universitaria.

Qu tipo de Responsabilidad social


universitaria?
La lgica de la responsabilidad social obedece a la capacidad
y obligacin de responder a la sociedad como un todo3, en el sentido amplio
de contribuir a disminuir las desigualdades estructurales de tipo social, eco-
nmico o poltico que impiden el desarrollo de una sociedad. De esta forma,
la responsabilidad social slo se concreta mediante el ejercicio de actividades
establecidas por un marco moral de accin.
Sin embargo, la definicin de la responsabilidad social de las
universidades en el siglo XXI no slo est ligada a los problemas que enfren-
ta la sociedad en la cual ellas operan, sino que depende tambin de la defi-
nicin que cada una de ellas construya sobre su misin y visin institucional,
lo cual configura en concreto un tipo de conducta moral4.
El marco moral de accin se proyecta a actividades de creacin
de capital social del saber a travs de la continua reflexin, investigacin y
produccin de conocimiento; no obstante, el mismo contrato que se esta-
blece entre universidad y entorno social implica que dicha responsabilidad
se extienda a acciones ms concretas que contribuyan a mejorar situaciones
especficas de comunidades particulares.
El contexto en el cual se encuentran las universidades es el
principal determinante del alcance y compromiso de su responsabilidad
social, existen distintas formas de [interpretar] y asumir el concepto de acuer-
do a la realidad o contexto que la rodea, permitiendo un acercamiento ms
profundo al concepto que est detrs de estas interpretaciones
particulares5.
La responsabilidad social enlaza as una serie de principios
ticos, de auto- organizacin, y de democracia que posibilitan la exterioriza-
cin de preocupaciones sociales especficas a la organizacin comprome-
tida con el desarrollo de su entorno6. La responsabilidad social universitaria
ms especficamente obliga a una articulacin completa entre las diversas

3 Navarro, Saldaa Gracia., Educacin para la responsabilidad social: elementos para la discusin,
Ponencia presentada en el Seminario Educacin para la Responsabilidad Social: la Universidad en su
Funcin Docente, realizado en la Universidad de Concepcin, el 8 y 9 de mayo de 2003, p 1.

4 Universidad Construye Pais, Educando para la responsabilidad social- La universidad en su


funcin docente, 08-09 mayo de 2003, p 65.

5 Fernndez, Carola; Delpiano Catalina y De Ferari Jos Manuel (eds.). Responsabilidad social
universitaria: una manera de ser universidad- Teora y prctica en la experiencia chilena, Proyecto
Universidad Construye Pas, Chantiago de Chile, 2006, p 52.

6 Ibd.

69
actividades que realiza cotidianamente la universidad con la formulacin de
Educacin superior y sociedad / nueva poca / ao 13 / Numero 2 / septiembre 2008

proyectos encaminados al desarrollo del pas. Para el caso particular de la


universidad colombiana, su compromiso debe extenderse a la formulacin
de estrategias para contribuir a la superacin del conflicto armado interno.
Lo anterior permite afianzar la idea de concebir la responsabi-
lidad social de las universidades que se sitan en contextos de conflicto ar-
mado a partir (ms no exclusivamente) de los conceptos de educacin y de
cultura para la paz; en otras palabras, es la responsabilidad social lo que im-
pulsa a las universidades a convertirse en fuerzas de paz. En este sentido,
transformar las entidades formativas en fuerza de paz, requiere [tambin] una
transicin de la investigacin convencional e individualizada, a una investiga-
cin de impacto directo y a la aplicacin de proyectos de aplicacin7.
Es as como el papel por la universidad frente al conflicto ar-
mado, vara entre asignarle a sta una interaccin con las comunidades
desde el conocimiento, o concederle un compromiso decidido con la solu-
cin de los problemas del medio a travs de la accin poltica directa8.
Pretender ignorar el compromiso de las universidades con su
entorno social limita o elimina el carcter reivindicativo del conocimiento y
de la investigacin cientfica y adems niega que lo que acontece por fuera
afecta directamente a la universidad9. Por el contrario, asignarle a la univer-
sidad un papel activo en la sociedad implica que a esta institucin le corres-
ponde cierta dosis de responsabilidad, por accin u omisin, en cuanto a las
formas ms brutales de violencia y degradacin del conflicto armado () La
responsabilidad no se agota en un examen desapasionado del papel jugado
por la universidad frente al conflicto armado y la violencia. Por el contrario,
se proyecta hacia las tareas que la universidad est en condicin de desem-
pear de manera exitosa en relacin con una solucin civilizada y digna al
conflicto armado y las mltiples manifestaciones de violencia10.
Dado lo anterior, parte del anlisis de las experiencias interna-
cionales se deriva de la concepcin dada al principio de RSU que cada una
de las instituciones incluidas en la muestra ha asumido como elemento
propio de su misin y visin organizacional; en este sentido, la categora
sobre compromisos en RSU identificada en la base de datos sobre iniciativas

7 Anita Yudkin Suliveres, Educar para la paz en convivencia solidaria: Hacia una agenda comparti-
da de investigacin en accin, Ctedra UNESCO de Educacin para la paz, Universidad de Puerto
Rico, Trabajo presentado en Operacin Solidaridad: Agenda para la calidad de vida, mayo de 2003.

8 Papacchini Aggelo, Universidad, Guerra y paz, en Daz Carmen, Mosquera Claudia y Fajardo
Fabio (Compiladores), (2002)., La Universidad piensa la paz: obstculos y posibilidades, Universidad
Nacional de Colombia, Direccin Acadmica- Divisin de Extensin, Programa de Iniciativas Univer-
sitarias para la Paz y la convivencia (PIUPC), Bogot, p 17.

9 Ibid, p 20.

10 Ibid.

70
en construccin de paz puede ser entendida a partir de tres diferentes aproxi-

3 / MARIANA DELGADO BARN / JANETH ANGLICA VARGAS PEDRAZA / IVONNE RAMOS HENDEZ LOS RETOS DE LA RESPONSABILIDAD SOCIAL UNIVERSITARIA: CONSTRUYENDO PAZ DESDE LAUNIVERSIDAD
maciones, a saber:

a. Responsabilidad Social Universitaria Tradicional: Labores


de investigacin, docencia y extensin orientadas a la cons-
truccin de paz. Dentro del conjunto de iniciativas clasificadas
bajo esta aproximacin se encuentran acciones de carcter
preventivo dirigidas, como su nombre lo indica, a prevenir
situaciones de conflicto y violencia a travs de difusin de
informacin en seminarios, foros y ctedras en cultura de paz,
que se conciben tambin como espacios de discusin y re-
flexin sobre el posconflicto. En este conjunto tambin se
encuentran las actividades de carcter curricular que tienen
por objeto formar no slo a la poblacin estudiantil, sino a
diversos sectores de la sociedad en temas concernientes a la
situacin de conflicto como el marco jurdico y poltico de los
acuerdos de paz, los derechos humanos, y las experiencias
internacionales significativas en construccin de paz, entre
otros. Para el caso particular de las acciones preventivas se
puede sealar tambin la funcin que cumplen los centros
de investigacin, cuya funcin es la de pensar y analizar des-
de una perspectiva acadmica y del conocimiento las races
estructurales del conflicto y las posibles salidas al mismo.

b. RSU orientada a la resolucin pacfica del conflicto armado.


Acciones de naturaleza paliativa, orientadas a manejar la situa-
cin de conflicto, mediante la bsqueda de salidas o caminos
posibles al mismo. Dentro de este grupo de acciones puede
ser clasificados los esfuerzos de las universidades encaminados
a acercar a las partes en conflicto a travs de una mediacin
, facilitacin, buenos oficios y el arbitramiento, o los esfuerzos
de la institucin cuando sta se declara agente de paz y al
campus universitario un espacio neutral en el conflicto.

c. RSU orientada a: 1. Promover las condiciones pacficas de


existencia de la poblacin durante el conflicto. 2. Garantizar la
sostenibilidad de las condiciones de existencia de la poblacin
en el posconflicto. Acciones de tipo restaurativo: Iniciativas que
se crean con el propsito de contribuir a sanar las heridas o
secuelas del conflicto y en trminos ms amplios a reconstruir
el tejido social a travs de acciones que busquen la reconcilia-
cin no slo entre los actores en conflicto sino entre vctimas
y victimarios. Dentro de estas iniciativas se encuentran tambin
los proyectos enfocados a posibilitar una adecuada reinsercin
de los ex combatientes a la vida civil.

71
Educacin superior y sociedad / nueva poca / ao 13 / Numero 2 / septiembre 2008

Sobre la construccin de paz:


Aproximaciones al concepto
Frente a la construccin de paz se puede sealar que sta
es el conjunto de acciones que identifican y dan apoyo a las estructuras
que tienden a fortalecer y solidificar la paz para evitar una recada al
conflicto11, en este sentido, el concepto de construccin de paz tiene
una dimensin preventiva, paliativa y reparativa12. La construccin de paz
como proceso se compone de tres fases importantes: Prevencin del
conflicto, manejo del conflicto y la etapa del posconflicto, que en su con-
junto se orientan a la completa transformacin de las causas del enfren-
tamiento. El concepto tambin puede ser analizado partiendo de la defi-
nicin que lo vincula con el establecimiento de las condiciones para una
paz sostenible a travs de la diplomacia preventiva, la resolucin de los
conflictos por medio de la va negociada y la misma reconstruccin que
viene con el posconflicto.13
Dentro de las actividades y estrategias empleadas para con-
solidar la paz en el posconflicto, se destacan la desmilitarizacin, el desar-
me, el control y la destruccin de armas, las reformas de carcter institu-
cional, la inversin y el desarrollo social y econmico, el fortalecimiento del
sistema judicial, el constante monitoreo a los Derechos humanos, y an
ms importante, la implementacin de programas centrados en trabajar
por la reconciliacin de la sociedad (Programas de reparacin a las vctimas,
Tribunales de la Verdad, entre otros) y la completa reintegracin de los ex-
combatientes.
Parte de la complejidad para implementar la paz en el pos-
conflicto corresponde a la falta de delimitacin del mismo concepto de
construccin de paz, que deriva de la confrontacin de dos perspectivas
diferentes: La visin minimalista y la visin maximalista.14 La visin mini-
malista plantea la necesidad de diferenciar las agendas de paz y las agen-
das de desarrollo como dos planes destinados a conseguir objetivos dife-
rentes. La construccin de paz, segn los minimalistas, implica acciones
especficas empleadas para superar las consecuencias directas del con-
flicto como la reconstruccin de la infraestructura, la implementacin de
instrumentos judiciales y policivos para impedir la persistencia y reanuda-

11 Organizacin de las Naciones Unidas, An Agenda for Peace: Preventive Diplomacy, Peace-
making and Peacekeeping, Report of the Secretary General, United Nations, 17 de junio de 1992;
disponible en www.un.org/Docs/SG/agpeace.html

12 Rettberg, Angelika, Disear el futuro: una revisin de los dilemas de la construccin de paz
para el posconflicto, en La construccin del posconflicto en Colombia, p 85.

13 Tschirgi, Necla, Post- Conflict Peacebuilding Revisited: Achievements, Limitations, Challenges,


Prepared for the WSP International/ IPA Peacebuilding Forum Conference, 7 October 2004, New
York, p 2.

14 Rettberg, Op. Cit, p 86.

72
cin del conflicto. La paz en trminos minimalistas (y en un sentido ne-

3 / MARIANA DELGADO BARN / JANETH ANGLICA VARGAS PEDRAZA / IVONNE RAMOS HENDEZ LOS RETOS DE LA RESPONSABILIDAD SOCIAL UNIVERSITARIA: CONSTRUYENDO PAZ DESDE LAUNIVERSIDAD
gativo) se resume en un sentido de corto plazo a poner fin a la confron-
tacin armada.
Para los objetivos del proyecto se parte de la visin maxima-
lista que seala la necesidad de realizar cambios estructurales de fondo en
las esferas polticas, sociales y econmicas para garantizar la efectividad de
los procesos de reconstruccin de las estructuras sociales. En otras palabras,
la visin maximalista implica una visin estructural de la paz, en la que sta
slo ser posible si se combaten los problemas de desigualdad, pobreza y
falta de acceso a los mecanismos de participacin poltica. En efecto, segn
los maximalistas, la visin minimalista puede ser una fuente adicional de
conflicto por no abordar los problemas de fondo15.
El planteamiento maximalista al enfocar la construccin de
paz en el apoyo a largo plazo a las instituciones polticas, socioeconmicas
y culturales viables y capaces de solucionar las causas estructurales del con-
flicto y establecer las condiciones necesarias para la paz y la estabilidad ()
[genera una] paz positiva, un equilibrio social estable en el que las nuevas
disputas no escalan para convertirse en violencia y guerra16. Es precisamen-
te a partir del planteamiento maximalista que se analizan las diversas inicia-
tivas llevadas a cabo por las universidades seleccionadas para cada caso o
experiencia internacional como se ver ms adelante.
Por otro lado, existe otra visin situada en el medio de los
anlisis maximalistas y minimalistas. La visin intermedia seala la importan-
cia de acciones que van desde las estrategias de emergencia humanitaria
hasta la formulacin de ayuda a largo plazo destinada a promover desarrollo
y crecimiento econmico, una posicin intermedia parte de la evidencia
emprica que asocia altos niveles de desarrollo con bajos niveles de conflicto,
por un lado, y con mayores posibilidades de superarlo, por el otro17. La visin
intermedia ms que proponer un mayor nfasis y concentracin en la elimi-
nacin de las races del conflicto, se dirige al establecimiento de acciones
concretas encaminadas a una mayor gobernabilidad.
Es importante entender que la participacin de la sociedad
civil en procesos de superacin del conflicto o de restauracin de las condi-
ciones de vida pacfica constituye una dinmica creciente en los procesos de
construccin de paz, lo cual implica reconocer que poseen un potencial
canalizador y movilizador de las demandas sociales que permite proponer
esquemas de construccin de paz mucho ms aproximadas a las necesidades
de las poblaciones afectadas.

15 Ibid, p 88.

16 Ibid.

17 Ibid, p 90.

73
Educacin superior y sociedad / nueva poca / ao 13 / Numero 2 / septiembre 2008

El rasgo comn de las experiencias


internacionales: El conflicto armado interno
Desde la aproximacin de la teora de la resolucin de con-
flictos, y para propsitos del proyecto de investigacin, el conflicto armado
interno se considera como tal cuando confluye con la conformacin de
actores especficamente constituidos para impulsar el desarrollo del con-
flicto, como ocurre con los movimientos insurgentes a nivel interno18. En
este orden de ideas, las caractersticas de los conflictos armados aluden a
la intensidad del enfrentamiento o la confrontacin, la correlacin e inte-
raccin de fuerzas de tipo militar, poltico y social, y a los objetivos estrat-
gicos de cada una de las partes involucradas19. Cabe anotar que los obje-
tivos estratgicos de los movimientos insurgentes pueden ser de
naturaleza poltica, econmica y social como el colombiano o de carcter
tnico- nacionalista como el de Sri Lanka. De esta forma, la violencia inten-
cional de carcter poltico que directamente se concibe como conflicto
armado interno existe cuando se conforman actores cuyo propsito es
desarrollar el conflicto [y cuando] las soluciones negociadas al [mismo] slo
pueden visualizarse desde la perspectiva de los actores y no desde los
condicionamientos de las estructuras sociales, es decir, desde las razones
objetivas, desde las cuales slo pudiera encararse una concepcin maxi-
malista de la paz20.
Por otro lado, bajo la perspectiva del DIH los conflictos armados
internos o no internacionales son aquellos en los que se presentan hostili-
dades entre el Estado y un grupo que se levanta en armas contra l, siempre
que tal grupo no tenga el carcter de movimiento de liberacin nacional o
haya sido reconocido como beligerante21.
De esta forma, es importante aclarar que con el propsito de
identificar y extraer lecciones de las experiencias internacionales para el caso
de las universidades colombianas, las particularidades de los casos seleccio-
nados no son equiparables con las del conflicto colombiano. A pesar de ello,
la riqueza de la caracterizacin y localizacin geogrfica de la muestra radica
en la diversidad de iniciativas adelantadas por las universidades en contextos
de conflicto armado como el caso de Filipinas o Sri Lanka y/o posconflicto
como los tres casos centroamericanos.

18 Bejarano, Jess Antonio; Una agenda para la paz: Aproximacin desde la teora a la resolucin
de conflictos, Tercer Mundo Editores, Bogot, 1995, p 16.

19 Ibid, p 22.

20 Ibid, p 12.

21 Villarraga Sarmiento, lvaro (Compilador); Derecho Internacional Humanitario Aplicado: Los


casos de Colombia, Guatemala, El Salvador, Yugoslavia y Ruanda, Tercer Mundo Editores, Bogot,
1998, p 361.

74
3 / MARIANA DELGADO BARN / JANETH ANGLICA VARGAS PEDRAZA / IVONNE RAMOS HENDEZ LOS RETOS DE LA RESPONSABILIDAD SOCIAL UNIVERSITARIA: CONSTRUYENDO PAZ DESDE LAUNIVERSIDAD
Experiencias internacionales a considerar
Para el caso particular de Colombia es imprescindible tomar
nota de la experiencia centroamericana porque se constituye como un
referente temporal y contextual cercano, y adems por los procesos de paz
adelantados con participacin de algunos pases latinoamericanos. As, la
guerra civil de El Salvador (1980-1993) representa un conflicto armado in-
terno de lucha por el poder poltico, cuyas particularidades de guerra in-
surgente representada en el Frente Farabundo Mart para la Liberacin
Nacional (FMLN) contra la Fuerza Armada de El Salvador (FAES), origin uno
de los confrontaciones ms agudas especialmente para la poblacin civil
afectada por ste.
La superacin del conflicto pas por etapas de escalamiento
y desescalamiento de ste, que influyeron sobre los actores armados para
asumir la imposibilidad de una victoria militar bajo las condiciones poltico-
econmicas originadas por la desintegracin de la Unin Sovitica y el fin de
la Guerra Fra. Este fue el inicio de los dilogos de paz que dieron como re-
sultado la firma del Acuerdo de Paz de Chapultepec el 16 de Enero de 1992,
con el cual se dio origen a una etapa de reconciliacin y reconstruccin en
todas las esferas de la sociedad con expresiones importantes como la refor-
ma al sector militar con la creacin de la Polica Nacional Civil, la creacin de
cuerpos jurdicos y democrticos como la Procuradura para la Defensa de
los Derechos Humanos (PPDH) y an ms importante la Comisin de la Ver-
dad para El Salvador, as como la implementacin de medidas orientadas a
la redistribucin de tierras.
La guerra civil de Guatemala (1960-1996) comparte las mismas
causas que el caso salvadoreo en tanto se clasifica como una guerra insur-
gente de lucha por el poder poltico, as la Unidad Revolucionaria Nacional
Guatemalteca (URNG) como amalgama de diferentes movimientos guerrille-
ros se enfrent al Ejrcito Guatemalteco durante diversos periodos de dicta-
duras militares, lo que gener el surgimiento de nuevos grupos guerrilleros
que prolongaron la confrontacin armada por 36 aos.
Los procesos de negociacin surgieron despus de importan-
tes reformas en los mbitos poltico, econmico, constitucional y judicial del
sistema de gobierno guatemalteco, sin embargo es hasta 1994 cuando se
firman diversos acuerdos sobre derechos humanos, poblacin desplazada,
esclarecimiento histrico y derechos indgenas que se pueden percibir con-
diciones de pacificacin para Guatemala. Finalmente se firma el Acuerdo de
Paz Firme y Duradera del 29 de Diciembre de 1996 el cual consolida la mul-
tiplicidad de acuerdos previos firmados entre las partes, a partir del cual se
establecieron mecanismos de proteccin de derechos humanos, una Comi-
sin de Esclarecimiento Histrico y procesos electorales democrticos que
reconocan y hacan efectivos los derechos de los grupos indgenas guate-
maltecos.
El ltimo de los casos centroamericanos es la guerra civil de
Nicaragua (1979-1990) que, al igual que los otros dos conflictos centroameri-

75
canos, constituye una confrontacin armada interna por el poder poltico
Educacin superior y sociedad / nueva poca / ao 13 / Numero 2 / septiembre 2008

cuyos actores en una primera fase fueron el Frente Sandinista de Liberacin


Nacional (FSLN) y el rgimen de la familia Somoza, que tras un golpe de es-
tado en 1979 es derrocado por el FSLN. Desde este punto se inicia la deno-
minada Revolucin Sandinista que origina una guerra civil protagonizada
por el FSLN en el poder y los llamados contras, que constituan fuerzas ar-
madas contrainsurgentes auspiciadas por el gobierno norteamericano de
Ronald Reagan.
El involucramiento norteamericano en el conflicto produjo la
movilizacin de los mandatarios de la regin centroamericana, con el pro-
psito de promover una solucin negociada a los conflictos en esta parte
del continente americano con los acuerdos de Esquipulas I y II. Para el caso
de Guatemala, Esquipulas II se constituy en el marco de referencia para los
dilogos de paz entre el FSLN y los contras durante 1988 y que finalizaron
ms de una dcada de cruel confrontacin armada; lo que adems se vio
influido por las deplorables condiciones econmicas y sociales en las que
viva la poblacin nicaragense derivadas del embargo econmico que
enfrentaba el pas y los altos costos financieros de la guerra.
De tal forma, la pacificacin de Nicaragua dio paso a una eta-
pa de reconstruccin de la infraestructura poltica, econmica y social de los
estados centroamericanos, as como a un proceso de recuperacin histrica
de la verdad en el que el perdn y la reconciliacin de las sociedades fueron
los pilares del periodo de posconflicto.
Desde otras latitudes, los casos asiticos son muestra de las
complejidades que rodean a las sociedades divididas por factores tnicos,
en tanto los principios de equidad y justicia se tornan difusos cuando se
trata de satisfacer las necesidades de representacin y legitimidad de
comunidades tnicamente diversas e inequiparables. El conflicto interno
de Filipinas (1969 actualidad) posee un carcter tnico-nacionalista en
tanto se enfrenta la minora musulmana al status quo de la mayora
cristiana por medio de grupos insurgentes como The Moro Islamic Libe-
ration Front (MILF), The Moro National Liberation Front (MNLF), The New
Peoples Army (NPA) y las Fuerzas Armadas de Filipinas, y que adems
evidencian el ambiente de tensin poltica y militar alcanzado a lo largo
de ms de tres dcadas de confrontacin y de intentos fallidos por con-
solidar la paz.
Como ejemplo de lo anterior se identifican mltiples ceses al
fuego, treguas y procesos de paz obstaculizados por hechos de violencia y
demostraciones de falta de voluntad negociadora, y que reproducen la
desconfianza entre los actores armados. Con el propsito de atenuar tal
desconfianza se ha consolidado un grupo de pases como observadores
internacionales de los ms recientes dilogos de paz, entre los que se en-
cuentran Estados Unidos, Canad, Japn, Australia, Nueva Zelanda y Reino
Unido. Sin embargo aun les espera un largo y complicado camino para ci-
mentar las bases de una paz estable y duradera.

76
El conflicto interno de Sri Lanka (1983-actualidad) representa

3 / MARIANA DELGADO BARN / JANETH ANGLICA VARGAS PEDRAZA / IVONNE RAMOS HENDEZ LOS RETOS DE LA RESPONSABILIDAD SOCIAL UNIVERSITARIA: CONSTRUYENDO PAZ DESDE LAUNIVERSIDAD
una confrontacin tnico-nacionalista entre la mayora singalesa y la minora
tamil quienes conforman un grupo insurgente denominado Tigres de libe-
racin Tamil (LTTE) que se enfrentan a su vez al Gobierno Nacional predomi-
nantemente cristiano. As mismo constituye un conflicto del tipo territorial-
secesionista por cuanto la minora tamil reclama para s su autonoma
territorial como parte de sus propuestas para una salida negociada al con-
flicto. Despus de dos dcadas de conflicto armado, en el 2002 con la me-
diacin de Noruega se firma un acuerdo de paz propiciado principalmente
por la inclusin de LTTE en la lista de terroristas de la Unin Europea.
Sin embargo, el cese al fuego pactado no ha significado la
pacificacin del pas debido a recientes expresiones de violencia que han
generado la recuperacin por parte del Ejrcito del este del pas, posibilitn-
dose el desarrollo de procesos electorales en esta regin que han llevado a
la victoria a paramilitares de la Faccin-K. As, an resta a la comunidad inter-
nacional reconstruir la confianza entre las partes y a la poblacin cingalesa y
tamil ahondar esfuerzos para lograr una paz sostenible.
Respecto a Europa, el conflicto de Irlanda del Norte (1969-1988)
ejemplifica un conflicto armado interno de carcter tnico-nacionalista cuyas
reivindicaciones nacionalistas surgen de la diferenciacin entre la minora
catlica y la mayora protestante, que a su vez protagonizan una confrontacin
territorial-secesionista por proyectos polticos contrapuestos, el unionista li-
derado por protestantes y el nacionalista o republicano liderado por catlicos.
De tal forma los actores principales de esta confrontacin son el Ejercito
Britnico, la Real Polica de Ulster y grupos paramilitares entre lo que se iden-
tifican el Ejrcito Republicano Irlands (IRA), la Fuerza Voluntaria de Ulster
(UVF) y la Asociacin de Defensa de Ulster (UDA).
Ante la degradacin evidente de las condiciones de vida de
las poblaciones de Irlanda del Norte y la imposibilidad de sus lderes polticos
para lograr un acuerdo sobre el estatus poltico del pas en el Reino Unido,
en 1995 se inicia un proceso de paz que culmina con la firma en 1998 del
Acuerdo de Belfast o Acuerdo de Viernes Santo que retoma el alto al fuego
declarado por los grupos paramilitares para hacerlo efectivo, junto con refor-
mas poltico-legislativas que permitan la representacin de todos los grupos
en el poder como la Asamblea Legislativa de Irlanda del Norte y el Consejo
Britnico-Irlands.

Base de datos Iniciativas de las IES en


construccin de paz
El proceso de identificacin de iniciativas revela un sinnmero
de acciones por parte de las Instituciones de Educacin Superior IES- que
si bien persiguen un propsito enmarcado dentro de los procesos de cons-
truccin de paz, constituyen expresiones diferentes en cuanto a su naturale-
za, contenido temtico, poblacin objetivo, y alcance dentro de la RSU, entre
otras variables.

77
Frente a tal diversidad, el diseo, elaboracin y construccin
Educacin superior y sociedad / nueva poca / ao 13 / Numero 2 / septiembre 2008

de una Base de Datos surge como respuesta a la sistematizacin de informa-


cin que el proyecto exige y se ha transformado en una herramienta multi-
funcional de registro, organizacin y clasificacin de propuestas que desde
la Academia se han gestado.
Cabe mencionar que el registro de experiencias internaciona-
les sin tener presencia en el mbito local donde stas se desarrollan consti-
tuye un desafo. No obstante, la presencia de las plataformas tecnolgicas de
informacin y comunicacin actuales, han permitido utilizar los websites de
las IES y acceder a las fuentes de informacin ya sea de una manera directa
o indirecta. De ste modo, la identificacin de las iniciativas ha provenido
tanto de textos referenciales, documentos oficiales, material multimedia y
finalmente, de la comunicacin interinstitucional con contactos de las IES
seleccionadas.

a. Proceso de Sistematizacin
La informacin descriptiva resultante de la investigacin de
iniciativas, se incluye en la base de datos en 3 etapas.
1. Registro: Se refiere al ingreso de datos a la plataforma digital.
2. Organizacin: Los datos se ajustan a un orden predetermi-
nado que gua y contextualiza al usuario de la base de datos en su proceso
de consulta. Obedeciendo a dicha contextualizacion, primero se ubica la
Caracterizacin del Conflicto, en segundo lugar la Caracterizacin de la IES
y finalmente la Caracterizacin de la Iniciativa.
3. Clasificacin: Los datos son incluidos en listas cuyo conte-
nido se tipifica en lo general y en lo especfico. Lo general, categorizando la
informacin bsica de los 3 captulos (Conflicto, IES e Iniciativa) y lo especfi-
co, reseando las variables analticas que pertenecen a cada uno de los ca-
ptulos ya mencionados. La clasificacin permite una descripcin detallada
y asimismo, la aplicacin de filtros que facilitan una bsqueda personalizada
segn el inters del usuario.

b. Proceso de Anlisis de Informacin


Si bien la base de datos no constituye en si misma un produc-
to que represente el anlisis de las iniciativas, pues su fin ltimo es el descrip-
tivo, si es una plataforma de informacin que permite establecer tendencias
cuantitativas dentro de la esfera global de la muestra.
A continuacin se presentan los resultados preliminares de la
Base de Datos, a la fecha.

78
3 / MARIANA DELGADO BARN / JANETH ANGLICA VARGAS PEDRAZA / IVONNE RAMOS HENDEZ LOS RETOS DE LA RESPONSABILIDAD SOCIAL UNIVERSITARIA: CONSTRUYENDO PAZ DESDE LAUNIVERSIDAD
Observaciones Previas
Ficha Tcnica (preliminar)
Para la elaboracin de la base de datos
Universo: se tomaron como muestra 6 casos de
Instituciones de Educacin Superior -IES-
Muestra: 27 IES
conflictos armados internos, a saber:
El Salvador, Nicaragua, Guatemala, Ir-
CARACTERIZACION DEL CONFLICTO landa del Norte, Sri lanka y Filipinas.
No. Total de Casos: 6
Frente a cada uno de los casos se
El Salvador, Guatemala,
Nicaragua, Irlanda del Norte, consign en la base de datos la infor-
Sri Lanka, Filipinas macin correspondiente a:
Promedio Iniciativas/Caso 36 Caracterizacin del Conflicto:
Caso / Pais
Naturaleza del Conflicto
Denominacin del conflicto
No. tnico-Nacionalistas: 3
Naturaleza
No. Poder Poltico: 3
Actores
No. Territorio-Secesin: 0
Antecedentes
CARACTERIZACION DE LA IES Descripcin
Post-conflicto (cuando aplica)
No. Total de IES: 27 Acuerdos de Paz (cuando aplica)
No. IES Privadas: 21 Medidas Estatales en Construccion de Paz
No. IES Estatales: 6
No. IES Economa Solidaria 0 Caracterizacizacin de la Institucin de
Tipos de IES Educacin Superior:
No. Universidades: 27 IES (Denominacin)
No. Colleges: 0 Origen
No. Politcnicos: 0 Naturaleza
No. Institutos de Tecnologa: 0 Tipo de Institucin

No. de IES por Caso Caracterizacin de la Iniciativa:


Filipinas 6 Iniciativa (Denominacin)
Nicaragua 6 Actividades
El Salvador 4 Carcter
Guatemala 3 Poblacin Objetivo
Sri Lanka 3 Entidad Coordinadora
Irlanda del Norte 2 Alianzas/Socios
Compromisos en Materia de RSU
Promedio Iniciativas/IES 8 Naturaleza
CARACTERIZACION DE LAS INICIATIVAS
La Base de Datos presenta tambien
No. Total de Iniciativas 219
un apartado de recursos multimedia
No. Iniciativas IES Privadas 111
No. Iniciativas IES Publicas 108 (texto, audio y video), donde referen-
cias bibliogrficas y contenidos tema-
Iniciativas por Caso ticos estn disponibles para su con-
Guatemala 20
El Salvador 31 sulta permanente.
Filipinas 40
Irlanda del Norte 40
Nicaragua 44
Sri Lanka 44

79
Educacin superior y sociedad / nueva poca / ao 13 / Numero 2 / septiembre 2008

c. Hallazgos y tendencias iniciales


Partiendo de los datos bsicos (Ver Ficha Tcnica) y teniendo
en cuenta las distinciones realizadas durante la sistematizacin de la infor-
macin, se han identificado algunas tendencias dentro de las 3 esferas que
componen la base de datos; todas en funcin de las iniciativas en construc-
cin de paz.

Acerca de la IES
El 100% de la IES fueron fundadas antes del conflicto y han
operado durante el desarrollo de los mismos hasta la actualidad.
De las 27 Instituciones, el 78% de ellas son de origen privado
y 22% de origen estatal. A la fecha no se han obtenido registros de Institu-
ciones de economa solidaria (Ver Imagen).
En cuanto a la naturaleza de las Instituciones, es decir, la filo-
sofa institucional que se manifiesta en su visin y misin, se refleja que el
64% de las iniciativas esta ligada a la tendencia ideolgica de la institucin,
mientras que el 36% proviene de una congregacin religiosa jesuita (21%),
cristiana (11%) o catlica (4%)

Origen de las instituciones de educacin superior

78% estatales

22% privadas

Iniciativas en costruccin de paz por caso

18% Filipinas

18% Irlanda del Norte

21% Nicaragua

14% El Salvador

9% Guatemala

20% Sri Lanka

80
3 / MARIANA DELGADO BARN / JANETH ANGLICA VARGAS PEDRAZA / IVONNE RAMOS HENDEZ LOS RETOS DE LA RESPONSABILIDAD SOCIAL UNIVERSITARIA: CONSTRUYENDO PAZ DESDE LAUNIVERSIDAD
Acerca de las Iniciativas
Del total de iniciativas, 219, el 51% de ellas proviene de Institu-
ciones Publicas, y 49% instituciones de origen privado.
Nicaragua es el caso que presenta mayor nmero de iniciativas
en Construccin de Paz, le siguen Sri Lanka, Irlanda del Norte y Filipinas. Sin
embargo es necesario tener en cuenta que el nmero de IES por caso es
relativo, por ejemplo: Mientras que en Nicaragua se trabaja con 6 Institucio-
nes, Filipinas contribuye con 8 e Irlanda del Norte con 2; por lo tanto, aunque
el nmero de IES por caso no es determinante dentro del anlisis al que
apunta el proyecto, pero debe tenerse presente.
El Promedio de Iniciativas que se encontraron por caso es de 36.
El Promedio de Iniciativas que se encontraron por Institucin es 8.
Como se resalto en prrafos anteriores, la diversidad de las
iniciativas deviene de la amplitud misma del concepto de construccin de
paz y de la apropiacin que de conceptos como la Responsabilidad Social
Universitaria hacen las IES. Por esta razn, siendo las iniciativas el objeto de
estudio dentro del proyecto, es pertinente abordar su caracterizacin para
comprender de qu manera una IES puede aportar a la construccin de paz
a travs de acciones concretas.

Una Mirada de Cerca a las Iniciativas


La asignacin del carcter de la iniciativa se realiza con el fin
de clasificar, bajo parmetros comunes, las propuestas sobre construccin
de paz identificadas en cada una de las IES que forman parte de la muestra.
Para determinar dicho carcter, los parmetros establecidos se basan en la
relacin de los factores actividad/propsito, ligados a cada iniciativa. As, para
determinar el carcter de una iniciativa, se examina en primera instancia su
objetivo principal y en segunda instancia el tipo de actividades que se desa-
rrollan en torno a ella para alcanzarlo; ambas acciones, en orden de verificar
la correspondencia del campo de accin.
De esta manera, se han distinguido 9 factores de seleccin
para el carcter de la iniciativa, que se nombran a continuacin:

Acompaamiento y Asesora
Capacitacin / Entrenamiento
Curricular / Acadmico
Fortalecimiento Institucional
Intervencin en Resolucin de Conflictos (Facilitacin, Buenos
Oficios, Mediacin, Conciliacin, Arbitramiento)
Investigacin
Movilizacin Social
Programas Especiales
Registro, Anlisis y Difusin de Informacin

81
Siendo el carcter una variable relacionada con el proceso
Educacin superior y sociedad / nueva poca / ao 13 / Numero 2 / septiembre 2008

metodolgico de clasificacin de las iniciativas, y con la intencin de suprimir


espacios de ambigedad conceptuales, a continuacin se describe cada uno
de los factores anteriormente mencionados.

Acompaamiento y Asesora.
Objetivo: Ofrecer un servicio social de consulta y apoyo en
procesos que necesiten de un conocimiento especifico de orden legal, pro-
cesal, tcnico y/o terico.
Actividades Relacionadas: Apertura de oficinas y centros espe-
cializados de asesora, acceso a redes de apoyo, adaptacin de personal para
atender solicitudes especiales, etc.

Capacitacin / Entrenamiento
Objetivo: Brindar espacios para la puesta en prctica de cono-
cimientos y el desarrollo de habilidades especificas, en el marco de una c-
tedra o estudio preliminar.
Actividades Relacionadas: Talleres, capacitaciones, cursos
terico-prcticos, pasantas, etc.

Curricular / Acadmico
Objetivo: Asignar dentro de programas acadmicos, de pre-
grado o postgrado contenidos sobre temticas en Resolucin de Conflictos,
Derechos Humanos, Sociedad civil, Procesos de Paz, etc.; que permitan su
aprehensin y reflexin.
Actividades Relacionadas: Ctedras (abiertas o cerradas), asig-
naturas, electivas o cursos de extensin, diplomados, seminarios, etc.

Fortalecimiento Institucional
Objetivo: Crear reas institucionales y centros especializados
que coordinen actividades en torno a temticas relacionadas con los proce-
sos de construccin de paz. Se busca igualmente, el fomento del estudio,
anlisis, investigacin y desarrollo de proyectos que estimulen a la comunidad
educativa a la reflexin sobre los elementos coyunturales del conflicto arma-
do y a la prctica de medidas preventivas, paliativas o restaurativas.
Actividades Relacionadas: Conformacin de Centros, Institutos,
departamentos o grupos especializados, comprometidos con la proyeccin
social en diferentes sectores poblacionales.

Intervencin en Resolucin de Conflictos


(Facilitacin, Buenos Oficios, Mediacin,
Conciliacin, Arbitramento)
Objetivo: Participar en procesos de resolucin pacifica de con-
flictos, ya sea por iniciativa propia o por voluntad de las partes en conflicto.

82
Actividades Relacionadas: Designacin de reas neutrales para

3 / MARIANA DELGADO BARN / JANETH ANGLICA VARGAS PEDRAZA / IVONNE RAMOS HENDEZ LOS RETOS DE LA RESPONSABILIDAD SOCIAL UNIVERSITARIA: CONSTRUYENDO PAZ DESDE LAUNIVERSIDAD
llevar a cabo dilogos de paz y negociacin entre las partes. Asimismo, las
labores autorizadas a desempear como tercero, de manera voluntaria o por
peticin de las partes pueden ser: Facilitador, Buenos Oficios, Mediacin,
Conciliacin o Arbitramento

Investigacin
Objetivo: Obtener informacin, utilizando mtodos cientficos
que permitan el aporte al conocimiento a partir del estudio, verificacin o
aplicacin de una tesis predeterminada.
Actividades Relacionadas: Investigaciones en curso y publica-
ciones acadmicas derivadas de trabajos de investigacin sobre temticas
relativas a la construccin de paz, los derechos humanos, la resolucin paci-
fica de conflictos, etc.

Movilizacin Social
Objetivo: Generar una participacin de la sociedad civil, a tra-
vs de la convocatoria hacia un propsito determinado que contribuya a
procesos de construccin de paz.
Actividades Relacionadas: Configuracin de redes sociales de
apoyo, actividades de denuncia, realizacin de manifestaciones sociales,
etc.

Programas Especiales
Objetivo: Proporcionar un esquema que involucre actividades
interdisciplinarias, combinando aspectos terico-prcticos dentro de un
mismo proyecto, que por lo general, apelan al desarrollo multidimensional
del individuo.
Actividades Relacionadas: Programas independientes, coordi-
nados por centros especializados dentro de las IES. Proyectos de desarrollo
social, etc.

Registro, Anlisis y Difusin de Informacin


Objetivo: Permitir la sistematizacin y acceso a la informacin,
con el fin de facilitar procesos de reflexin, anlisis, transparencia y propaga-
cin de contenidos a diferentes instancias o comunidades.
Actividades Relacionadas: Publicaciones, bases de datos, Pro-
gramas radiales, espacios televisivos, grupos de estudio, eventos, etc.
En el marco de la descripcin anterior, los resultados sobre
las iniciativas de construccin de paz clasificadas por carcter muestran que
la mayora de iniciativas en construccin de paz, 24% se consignan bajo la
categora de Programas Especiales, pues estn definidos en un esquema
especializado que permite incorporar un mayor nmero de acciones, de
diferente carcter, pero bajo un mismo propsito (Ver Grfico 1).

83
Educacin superior y sociedad / nueva poca / ao 13 / Numero 2 / septiembre 2008

Grfico 1
CArcter de las iniciativas en construccin de paz

Programas Especiales 24%

Investigacin 15%

Fortalecimiento Institucional 15%

Capacitacin 5%

Registro, Anlisis y Difusin de Informacin 15%

Movilizacin Social 1%

Curricular 23%

Acompaamiento y Asesora 1%

Por otra parte, tambin es posible establecer que el sobresa-


liente nmero de acciones curriculares, que representan el 23%, y las inicia-
tivas de investigacin, 15%, representan una tendencia tradicional en el con-
texto de la educacin superior y ms an si nos referimos a la responsabilidad
social universitaria.
Finalmente, aspectos como la Movilizacin Social, la Interven-
cin en Conflictos y el Acompaamiento y Asesora a poblaciones vulnerables,
constituyen elementos a tener en cuenta dentro del debate del nivel de
participacin de las IES en procesos de construccin paz, situndose como
posibles indicadores de RSU en situaciones de conflicto armado interno.
A la luz de los primeros resultados, es notable que las acciones
de las IES dentro de las experiencias internacionales de conflicto armado
interno develen una inclinacin hacia el desempeo en iniciativas acadmi-
cas. No obstante, es necesario resaltar que la formulacin, planeacin y
ejecucin de Programas Especiales, encaminados a la construccin de paz,
representa una prueba fehaciente del inters por desarrollar proyectos de
alto impacto en el tejido social y de la propensin de las IES a reevaluar sus
estndares de compromiso con la sociedad civil.

Consideraciones finales:
Experiencias internacionales de RSU
en construccin de paz
La responsabilidad social de las universidades se orienta, prin-
cipalmente, a ofrecer respuestas a los desafos y necesidades de sus contex-
tos ms inmediatos y apremiantes, lo cual implica que las iniciativas empren-
didas por las instituciones comprendidas en la muestra privilegien el enfoque
integral del desarrollo humano, buscando que las labores curriculares, de

84
investigacin y proyeccin se desarrollen para contribuir a la superacin de

3 / MARIANA DELGADO BARN / JANETH ANGLICA VARGAS PEDRAZA / IVONNE RAMOS HENDEZ LOS RETOS DE LA RESPONSABILIDAD SOCIAL UNIVERSITARIA: CONSTRUYENDO PAZ DESDE LAUNIVERSIDAD
problemticas acuciantes como la pobreza, la marginalidad y exclusin, la
violencia e inseguridad, el analfabetismo, el desempleo o la inestabilidad
poltica y econmica.
Sin embargo, la responsabilidad social universitaria en contex-
tos de conflicto armado enfrenta retos ticos sobre el rol que las universida-
des, principalmente, deben asumir como parte no slo de su labor cotidiana
sino tambin de una labor social que les corresponde en su papel de dina-
mizadores cientficos, sociales y culturales. Frente a esto, los conflictos arma-
dos internos imponen condiciones extremas o lmite de existencia a las co-
munidades afectadas por ste, lo cual implica que el sector de educacin
superior debe no slo formar en la tcnica o el conocimiento cientfico, sino
tambin en valores y conocimiento social sobre las realidades humanas pa-
decidas por tales sociedades en conflicto.
De tal forma, la seleccin de los casos de El Salvador, Guate-
mala, Nicaragua, Filipinas, Sri Lanka e Irlanda del Norte responde a tres crite-
rios bsicos, en primer lugar la existencia de una confrontacin armada de
alta intensidad o impacto sobre la poblacin, en segundo lugar la correlacin
e interaccin de fuerzas de tipo militar, poltico y social, y en tercer lugar, los
objetivos estratgicos de cada una de las partes involucradas22. Entre los
objetivos estratgicos identificados se encuentran las causas derivadas por
el poder poltico, las derivadas de reivindicaciones tnico-nacionalistas y las
derivadas de reivindicaciones territoriales-secesionistas23; aunque no son
excluyentes por cuanto en la mayora de los casos interactan complejizan-
do (an ms) los conflictos armados internos.
En el estudio de dos de las ms importantes universidades de
Irlanda del Norte, la Universidad de Ulster y la Universidad de Queen en Belfast
por medio de centros de investigacin como el International Conflict Research
(INCORE) 24 o el Centre for Study of Ethnic Conflict25 se identifican labores
curriculares, de investigacin y de extensin importantes con un nfasis par-
ticular en el estudio de los conflictos tnicos, lo cual le ha significado para
estas instituciones universitarias una interrelacin con centros de estudio e
investigacin en otros pases como interlocutores vlidos en la reflexin sobre
mecanismos o esquemas de resolucin de conflictos armados.

22 Bejarano, Jess Antonio; Una agenda para la paz: Aproximacin desde la teora a la resolucin
de conflictos, Tercer Mundo Editores, Bogot, 1995, p 16.

23 Vicenc Fisas, Anuario de conflictos armados 2006, Escola de Cultura de Pau, Barcelona: Icaria
editorial p 15.

24 International Conflict Research (INCORE), Universidad de Ulster. Irlanda del Norte. Link: http://
www.incore.ulst.ac.uk/

25 Centre for Study of Ethnic Conflict, Universidad de Queen Belfast. Irlanda del Norte. Link:
http://www.qub.ac.uk/csec/

85
Es interesante resaltar que las iniciativas desarrolladas por estas
Educacin superior y sociedad / nueva poca / ao 13 / Numero 2 / septiembre 2008

universidades se orientan no slo hacia la comunidad acadmica o intelectual,


sino que tambin se proyectan a otros sectores de la sociedad civil como
lderes comunitarios, miembros de ONGs, miembros de los medios de co-
municacin o personal civil y/o militar de las Misiones de Mantenimiento de
Paz de las Naciones Unidas; lo cual indica un grado importante de compro-
miso en Responsabilidad Social Universitaria de estas instituciones frente a
las necesidades particulares de asesoramiento, capacitacin y entrenamien-
to de sectores poblacionales claves en los procesos de construccin de paz
en Irlanda del Norte y el resto del mundo.
Otra tendencia identificada es la articulacin de estos centros
de investigacin con sectores e instancias gubernamentales relevantes para
asesorar en el diseo y planeacin de polticas pblicas sobre problemticas
como la reparacin de vctimas o acciones como el servicio de voluntariado.
Esta labor la acompaan exitosamente con la canalizacin de fondos de
cooperacin internacional que permite la financiacin y por lo tanto la sos-
tenibilidad de las iniciativas, a partir de la concientizacin que suscita el
principio de responsabilidad compartida entre diversos gobiernos y organi-
zaciones alrededor de fenmenos que degradan las condiciones de vida de
la humanidad, tal como sucede con los conflictos armados.
De tal forma, es posible afirmar que existe una tendencia en
Responsabilidad Social Universitaria de las universidades de Irlanda del Nor-
te que corresponde a un nivel importante de interaccin con el contexto, ya
que se orienta a garantizar la sostenibilidad de las condiciones de existencia
de la poblacin en el posconflicto coadyuvando a la formacin y reflexin
sobre temas conexos a los conflictos internos, y a la formulacin y ejecucin
de procesos de intervencin en escenarios particulares a travs de la capa-
citacin en gestin pacfica de conflictos y asesoramiento en el diseo de
poltica pblica.
Las iniciativas identificadas en el caso de Sri Lanka a partir del
estudio de dos importantes universidades, la Universidad de Peradeniya con
el Centre for the Study of Human Rights (CSHR)26 y la Universidad de Colom-
bo con el Centre for the Study of Human Rights (CSHR)27, evidencian una
tendencia importante respecto al inters por la formacin, investigacin y
proyeccin en el tema de Derechos Humanos.
En este sentido, es preciso destacar la labor de capacitacin y
entrenamiento en Derechos Humanos que estas instituciones universitarias
adelantan con diversas poblaciones tales como estudiantes de colegios y
universidades, docentes, comunidades locales, fuerzas armadas y de polica,
personal penitenciario, trabajadores estatales, activistas sociales y miembros

26 Centre for the Study of Human Rights (CSHR), Universidad de Peradeniya. Sri Lanka. Link:
http://www.pdn.ac.lk/cshr/

27 Centre for the Study of Human Rights (CSHR), Universidad de Colombo. Sri Lanka. Link: http://
www.cshr.org/

86
de los medios de comunicacin. Lo anterior permite observar cmo el papel

3 / MARIANA DELGADO BARN / JANETH ANGLICA VARGAS PEDRAZA / IVONNE RAMOS HENDEZ LOS RETOS DE LA RESPONSABILIDAD SOCIAL UNIVERSITARIA: CONSTRUYENDO PAZ DESDE LAUNIVERSIDAD
de las universidades en procesos de construccin de paz se ampla dada la
multiplicidad de sectores poblaciones que acoge en sus actividades y la
importancia del trabajo en Derechos Humanos desde las instancias ms
mnimas de la estructura social para lograr penetrar la dinmica estatal efi-
cazmente.
Otro rasgo observado en las universidades de Sri Lanka es su
interlocucin con otros gobiernos y organizaciones internacionales que
prestan apoyo logstico y financiero para la consecucin de las iniciativas, lo
cual a su vez se complementa con propuestas de difusin de informacin
(sitios web, revistas, programas de radio, campaas publicitarias, reportes,
manuales y libros de texto) que pretenden replicar al mximo el mensaje y
de esta forma garantizar resultados favorables que mantengan los flujos de
cooperacin internacional.
Respecto al alcance de la RSU en el caso de Sri Lanka es posi-
ble rastrear una tendencia orientada a promover las condiciones pacficas
de existencia de la poblacin durante el conflicto, ya que es preciso recordar
que este pas an atraviesa una confrontacin armada interna, lo cual hace
que se privilegien acciones en las reas tradicionales de formacin, investi-
gacin y extensin pero con un norte especfico con relacin a la promocin
de los DDHH como mnimos de convivencia pacfica que deben ser respe-
tados por los actores armados an en medio de la confrontacin.
Para el caso de Filipinas en el que se han considerado 8 dife-
rentes IES, sobresalen las iniciativas lideradas por el Assumption College de
filiacin cristiana que ha venido liderando iniciativas de carcter curricular
como talleres, seminarios y cursos a nivel de pregrado y de posgrado sobre
derechos humanos, educacin para la paz y educacin para la ciudadana, a
la vez que ha impulsado programas de entrenamiento y capacitacin para
profesores sobre los temas mencionados. Por otro lado, la Ateneo de Manila
University, de la congregacin religiosa jesuita, sobresale con iniciativas de
acompaamiento, investigacin y capacitacin en liderazgo sobre derechos
humanos principalmente, a la vez que ha promovido iniciativas de asesora
y acompaamiento dirigidas a la proteccin de los derechos de los nios y
poblaciones indgenas. Por parte de la Philippine Womens University, son
notables las actividades de voluntariado y de trabajo social que directamen-
te involucran a la comunidad acadmica con las realidades sociales de las
poblaciones ms vulnerables, mientras que del Miriam College vale la pena
resaltar que conform el Centro en Educacin para la paz, como iniciativa de
fortalecimiento institucional, declarndose como zona de paz en 1991.
La gran tendencia en materia de RSU en construccin de paz
en las instituciones filipinas, se orienta al fomento de iniciativas curriculares
relacionadas con educacin para la paz, la equidad de gnero y para el res-
peto de los DD.HH, que aunque se enmarcan dentro de una concepcin
tradicional de la RSU, buscan generar una mayor conciencia en diversos

87
sectores de la sociedad frente a temas como la equidad de gnero, la justicia,
Educacin superior y sociedad / nueva poca / ao 13 / Numero 2 / septiembre 2008

el trabajo social o servicio comunitario y el liderazgo.


Frente a los casos centroamericanos de El Salvador, Guatema-
la y Nicaragua, sobresalen las iniciativas de la Universidad Centroamericana
Jos Simen Caas de El Salvador, que se ha convertido en una abanderada
de causas sociales como la atencin y asesora a migrantes, y que a travs de
su centro especializado en Formacin sociopoltica de lderes comunitarios
promueve acciones concretas para promover procesos de organizacin y
participacin desde la base social, que posibiliten la defensa de los derechos
fundamentales, el compromiso con la justicia y la conformacin de redes
sociales cimentadas en los valores democrticos. Adicionalmente la Univer-
sidad Centroamericana Jos Simen Caas, por medio de su Instituto Uni-
versitario de Opinin Pblica coordina dos importantes proyectos28 para
promover programas y polticas de prevencin de la violencia juvenil e im-
pulsar y desarrollar polticas pblicas, integrales e inclusivas de prevencin
de violencia juvenil y promover el respeto de los derechos humanos.
Por su parte, las iniciativas de la Universidad de El Salvador, con
un carcter curricular, se orientan a la formacin en resolucin de conflictos,
mediacin, derechos humanos y Derecho Internacional Humanitario. As
mismo, se destacan las campaas de sensibilizacin, coordinadas desde el
Centro de Estudios de Gnero, y el programa de voluntariado para la paz,
promovido desde el Centro Escuela de Mediacin.
Dentro del conjunto de iniciativas identificadas en las univer-
sidades nicaragenses seleccionadas en la muestra, vale la pena sealar el
papel asumido por la Universidad Politcnica de Nicaragua, de origen priva-
do y naturaleza religiosa (Congregacin Catlica), que ha encabezado acti-
vidades de denuncia, asistencia legal, gestin pacfica de conflictos, educacin
y capacitacin en DD.HH y que a su vez ha liderado el desarrollo de una
cultura de paz en Nicaragua.
Para el caso de Guatemala, a travs de las universidades San
Carlos de Guatemala, Rafael Landivar y Francisco Marroqun se han podido
identificar iniciativas en investigacin sobre estudios de paz a partir de cen-
tros de investigacin y de documentacin como es el caso de la Universidad
de San Carlos, algunos cursos de formacin a nivel de posgrado como el caso
de la Universidad Rafael Landivar, e institutos especializados como el INTRA-
TAPAZ- Instituto de transformacin de conflictos para la paz, de la misma
universidad.
En el caso de las universidades centroamericanas de El Salvador,
Nicaragua y Guatemala las tendencias en materia de RSU son una combina-
cin entre actividades de tipo curricular enmarcadas en el concepto tradi-
cional de la RSU y entre actividades de asesora, acompaamiento y capaci-
28 Nios y jvenes en violencia armada organizada y la Coalicin Centroamericana para la
prevencin de la violencia juvenil, sta ltima iniciativa es una labor conjunta con organizaciones
gubernamentales y no gubernamentales no slo de El Salvador, sino de Guatemala, Nicaragua y
Honduras.

88
tacin a comunidades vulnerables como migrantes, nios, mujeres y
adolescentes. Tambin sobresalen las iniciativas de fortalecimiento institu-
cional mediante la creacin de centros especializados cuyos objetivos se
dirigen a la proteccin de los derechos humanos, principalmente, lo que
permite identificar una tendencia hacia una concepcin de la RSU que com-
prende la promocin de las condiciones pacficas de existencia de la pobla-
cin durante el conflicto y que garantiza la sostenibilidad de las condiciones
de existencia de la poblacin en el posconflicto.
MARIANA DELGADO BARN:
Politloga y Magster en Ciencia Poltica de la
Universidad de los Andes- Colombia, Magster
en Estudios Internacionales de la Universidad
de Birmingham en Inglaterra, Profesora Asocia-
da del Programa de Relaciones Internacionales
de la Universidad de Bogot Jorge Tadeo Loza-
no (UJTL), Investigadora principal del proyecto
El papel de las universidades en los procesos
de construccin de paz financiado por la UJTL,
Prxima a iniciar estudios de Doctorado en
Ciencias Sociales en la FLACSO- Mxico. reas
de inters: Estudios de paz y seguridad, anlisis
de discurso, conflicto armado. marianadelga-
[email protected]

JANNETH ANGLICA VARGAS PEDRAZA:


Profesional en Relaciones Internacionales de la
UJTL; Especialista en Teora y Experiencias en
Resolucin de Conflictos Armados de la Uni-
versidad de Los Andes; candidata a Magister
en Ciencia Poltica de la misma Universidad;
Docente de ctedra en las Universidades de
Los Andes, Sergio Arboleda, UJTL y del Rosario.
Coinvestigadora del proyecto El papel de las
universidades en los procesos de construccin
de paz. reas de inters: Negociacin, conflic-
tos armados, construccin de paz, seguridad y
defensa. [email protected]

IVONNE RAMOS HENDEZ:


Profesional en Relaciones Internacionales de la
UJTL, Investigadora de la lneaen Construc-
cin de Paz del Centro de Estudios Regionales
y de Cooperacin Internacional y Desarro-
llo -CERCID- del Programa de Relaciones
Internacionales. Asistente de Investigacin del
proyecto El papel de las Universidades en los
Procesos de Construccin de Paz. ivonne_ra-
[email protected]
4 LA UNIVERSIDAD EN EL SIGLO XXI:
DEL CONFLICTO AL DILOGO DE
CIVILIZACIONES1

THE UNIVERSITY OF THE 21ST


CENTURY: FROM THE CONFLICT TO
THE DIALOGUE OF CIVILIZATIONS

MARCO ANTONIO DIAS

1 Conferencia de clausura del Congreso Internacional de Rectores Latinoamericanos y Caribe-


os: un Compromiso social de las universidades de Amrica Latina y el Caribe Belo Horizonte-
UFMG- Campus Pampulha- 19 de septiembre de 2007.
RESUMEN consigo la idea de un modelo nico
El comienzo de la dcada de 1960 y el desarrollo de principios de
fue testigo de una gran efervescen- acreditacin que reconozcan como
cia intelectual en toda Amrica del instituciones de calidad aquellas
Sur, basada en la idea de que las que adopten este modelo, en lugar
universidades no pueden permane- de aquellas que respondan a las
cer aisladas de los problemas de las necesidades especificas de la
sociedades. Los movimientos sociedad.
reformistas de ese momento se La Declaracin de 1998 especifica
basaron en la Reforma Crdoba de que la Educacin Superior debe
1918, la cual estableci los elemen- fortalecer sus funciones al servicio
tos bsicos para las actividades en de la sociedad y, ms concretamen-
defensa de la libertad acadmica y te, sus actividades en bsqueda de
la autonoma universitaria. erradicar la pobreza, la intolerancia,
Los acontecimientos ocurridos en la violencia, el analfabetismo, el
mayo de 1968 despertaron a la hambre, preservando el medioam-
sociedad, revolucion las costum- biente y previniendo enfermeda-
bres, y tuvo un gran impacto en la des, principalmente mediante un
organizacin interna de las universi- planeamiento interdisciplinario y
dades - particularmente en la transdisciplinario con el fin de
referente a la existente entre analizar los problemas y las
profesores y estudiantes. A escala situaciones existentes. Hoy, lo que
mundial, esto marco el final de la ms se debe considerar es el
era en donde la educacin se desarrollo de la sociedad con la
reservaba para una minora aislada aparicin de prioridades sociales
de la sociedad. Esto, adems, fue un nuevas reflejadas en los Objetivos
punto esencial de la Conferencia del Milenio.
Mundial de Educacin Superior de Hay dos factores interrelacionados
1998. El riesgo, actual, despus de que parecen ser esenciales en este
ya pasados diez aos, es que la momento: el nuevo orden social
importancia de los conceptos de establecido en 1989 con la consoli-
calidad y pertinencia, siempre vistos dacin de un tipo de globalizacin
en conjunto, y de la Educacin que refuerza el poder de los polos
Superior como bien publico, por tradicionalmente dominantes y el
consiguiente abierta a todos sin avance de las nuevas tecnologas.
ninguna discriminacin, se desva- La globalizacin afecta todos los
nezca. Bien pblico global es un mbitos en la vida de la sociedad y
concepto que algunas personas y la educacin no es la excepcin.
organizaciones apoyan, el cual trae Generalmente, el modelo anglo-
sajn ha tendido imponerse. ABSTRACT
Muchas universidades europeas, The beginning of the 1960s
incluyendo asociaciones de witnessed great intellectual ferment
universidades, siguen la universali- throughout South America, based
zacin de la Reforma de Bologna, la on the idea that universities could
cual en realidad implementa una not remain isolated from the
estructura similar a la implantada problems of societies. The reform
en 1968 en Brasil y en otros pases movements of that time were
de la regin, de acuerdo con el based on the Crdoba reform of
modelo norteamericano. 1918 that established the basic
La cuestin de la autonoma es una elements for activities in the
de las ms complejas y sobre la que defence of academic freedom and
algn control social es necesario. Su university autonomy.
misin debe basarse en ser un The events occurring in May, 1968
importante instrumento para la opened up society, revolutionized
evaluacin de cada institucin. customs, and had a great impact on
Finalmente, otra cuestin es la the internal organization of
actual perspectiva de la educacin universities particularly in regard
internacional y de la educacin to that between teachers and
para la paz en nuestros tiempos. students. On a world scale, this
Qu puede la educacin, y en marked the end of an era in which
particular la educacin superior, education could remain reserved
hacer para fomentar la democracia? for a minority isolated from the
La accin concertada es necesaria, problems of society. This, moreover,
desde la etapa preescolar hasta los was an essential point of the World
cursos de postgrado. La cuestin Conference on Higher Education of
del conflicto de civilizaciones y la 1998. The current risk, after ten
necesidad de una alianza a travs years have passed, is that the
del dialogo, se convierten en importance for the concepts of
factores esenciales en orden a quality and pertinence to always be
establecer mejores relaciones entre viewed together, and that higher
las diferentes comunidades a nivel education is a public good, and
nacional e internacional. De esta therefore should be open to all
forma, en diciembre de 2007, el without discrimination be obscu-
Consejo de Universidades de las red. Global public good a
Naciones Unidas aprob en Espaa concept that some support, brings
la creacin de un Instituto de with it the idea of a single model
Informacin e Investigacin sobre la and the development of accredita-
Alianza de Civilizaciones. tion principles that recognize as
possessing quality the institutions countries of the region, according
that adopt this model, rather than to the North American model.
those that respond to the needs of The question of autonomy is a
specific societies. complex one, and some social
The 1998 declaration specifies that control is necessary. Mission
higher education should streng- definition will be an important
then their functions at the service instrument for the assessment of
of society and, more concretely, each institution. Finally, one must
their activities aimed at eradicating ask what is the current perspective
poverty, intolerance, violence, of international education, of
illiteracy, hunger, preserving the education for peace in our times.
environment, and to prevent What can education, and particu-
disease, principally through an larly higher education do to foster
interdisciplinary and transdiscipli- democracy? Concerted action is
nary focus in order to analyze the necessary, from pre-school up to
problems and issues raised. Today, post-graduate courses. The issue of
one must consider the develop- the conflict of civilizations and of
ment of society with the appearan- the need of an alliance through
ce of new social priorities reflected dialogue thus becomes an essential
in the Millennium Objectives. point in order to establish better
There are two interrelated factors relations between different
that may be seen as essential at this communities on the international
moment: the new social order and national levels. Thus, in
established beginning in 1989 with December, 2007, the Board of the
the consolidation of a kind of United Nations University approved
globalization that consolidated the in Spain the creation of an Institute
power of traditionally dominant of Information and Research on the
poles, and the advance of new Alliance of Civilizations.
technologies. Globalization affects
all levels of life of society, and
education is no exception. Genera-
lly, it is the Anglo-Saxon model that
is attempted to be imposed. Many
European universities, including
university associations, seek
universalization of the Bologna
reform, which in reality implements
a structure similar to that implanted
in 1968in Brazil and in other
4 / MARCO ANTONIO DIAS / LA UNIVERSIDAD EN EL SIGLO XXI: DEL CONFLICTO AL DILOGO DE CIVILIZACIONES
INTRODUCCIN
Segn la leyenda popular, el cisne, que no canta, cuando llega
a viejo, antes de desaparecer, emite un lindo canto. No soy cisne, no tengo
prisa en irme de este mundo y, desafinado como soy, jams tendr la posi-
bilidad de emitir un bello sonido. Quiero, no obstante, agradecer profunda-
mente a los organizadores de este seminario, por darme la oportunidad de,
en este recinto, en esta universidad donde estudi, aqu donde obtuve gran
parte de los fundamentos que inspiraron mis acciones en el campo profe-
sional e intelectual, cerrar una larga fase, iniciada cuando fui estudiante en la
UFMG en los aos sesenta. En los aos setenta, tal vez el perodo ms difcil
de mi vida, trabaj en la UnB como profesor y administrador universitario. A
partir de 1981, una fase que dura ms de veinticinco aos, pas a actuar en
la esfera internacional, hacindolo directamente sobre la definicin de pol-
ticas universitarias prcticamente en el mundo entero, por intermedio de la
UNESCO y de la Universidad de las Naciones Unidas. Es una satisfaccin ver
a las nuevas generaciones asumiendo la responsabilidad del debate sobre
las relaciones entre la universidad y la sociedad. En realidad, las circunstancias
se modifican, no se pueden mantener las mismas personas, ni buscar las
mismas frmulas desarrolladas a lo largo de los ltimos cuarenta aos. La
transferencia de bastn y la renovacin son necesarias.
Mi nivel de accin, ahora, aunque con base en un pasado re-
ciente, es otro. Tuve el privilegio, en diversas fases de la vida, en Brasil y sobre
todo en el campo internacional, de participar de reflexiones, lanzar proyectos,
promover iniciativas de cooperacin focalizando la construccin de una
sociedad mejor. Tuve el privilegio de estudiar en la UFMG, institucin que,
ayer como hoy, siempre se destac como un centro de efervescencia inte-
lectual, con gran nmero de profesores y de estudiantes comprometidos con
la transformacin de la nacin y con la mejora del mundo. Para m, por
cierto, la UFMG es la universidad de Guimares Rosa, de Juscelino Kubitschek,
de Carlos Drummond de Andrade, de Emlio Moura, de Tancredo Neves. Pero
es tambin del perodo en que aqu estuve la universidad de Edgar y de Jos
Carlos de la Matta Machado, de Betinho, Antonio Joaquim Machado, Alusio,
Lermino y Antonio Pimenta, Vinicius Caldeira Brant, Darcy Ribeiro, Israel Vargas,
Theotnio Santos, Jos Francisco Rezek, Jos Paulo Seplveda Pertence,
Antonio Augusto Cintra, Hlcio Costa Couto, Ivan Otero, Fernando Correia
Dias, y Afonso Romano de Sant`Anna, de Hlio Pontes, Glaura Vasquez de
Miranda y de tantos otros. Y es ya en mis tiempos -la universidad de Ana
Lcia Gazzola, la directora del IESALC, la principal organizadora de este en-
cuentro.
Recuerdo siempre que cuando, en nombre de la Universidad
de las Naciones Unidas, propusimos al gobierno de Minas, y en particular al
secretario Murlio Hingel, un programa de formacin de profesores, una de
las manifestaciones de apoyo inmediata vino de la entonces vice rectora de
la UFMG, Profesora Gazzola, a quien entonces no conoca, y que no tuvo
ninguna duda en sumar la universidad a aquello que sera el Programa Vere-

97
das, que dio la oportunidad a cerca de catorce mil profesores idneos de
Educacin superior y sociedad / nueva poca / ao 13 / Numero 2 / septiembre 2008

recibir una formacin universitaria pertinente y de calidad a nivel de grado,


combinando mtodos presenciales con educacin virtual a distancia. Hoy
Ana Lcia representa con garbo a la UFMG y a Brasil en la UNESCO, y es uno
de los elementos claves de la accin de la UNESCO en el campo de la ense-
anza superior. La UFMG es mi universidad y tambin de esto me enorgu-
llezco mucho.

LA REFORMA DE CRDOBA
Al comienzo de los aos sesenta, una gran agitacin intelectual
se desarroll en todo el continente sudamericano, con base en la idea de que
la universidad no podra quedar aislada de los problemas de la sociedad. La
UFMG era el centro vital de este movimiento en Brasil. En la poca y esto es
apenas un detalle- siendo presidente del DCE Edilson de Almeida Jpiter,
lanzamos como bandera de O Binmio, el peridico Tribuna Universitaria, del
cual participaban todas las corrientes progresistas y reformistas de la Univer-
sidad. El movimiento de reformas, que lleg atrasado a Brasil, defenda, entre
otros puntos, el fin de las ctedras vitalicias, peda la apertura de concursos
pblicos para los puestos de profesores universitarios, la instalacin de un
cogobierno del que la huelga por la participacin estudiantil en el Consejo
Universitario fue la expresin ms visible y, sobre todo la participacin activa
de las universidades en las reformas de base que, creamos, se transformaran
para bien del pas. Es difcil medir el impacto de estas acciones. La represin
en la UFMG, los ataques a profesores y alumnos despus de 1964 revelan que,
para los dueos del poder de 1964, fue importante. En este sentido, la histo-
riadora, actual vice rectora de la UFMG, Heloisa Starling, revel en los aos
ochenta la existencia de una lista de personas que seran eliminadas, elabo-
rada por los mismos que organizaron, en su vertiente de Minas Gerais, el
movimiento poltico-militar de 1964. Muchos sobrevivieron soy uno de ellos
- pero algunos, como Antonio Joaquim Machado, fueron efectivamente
eliminados.
En realidad, los movimientos de reforma de aquella poca
tenan su origen en el movimiento de reforma de Crdoba de 1918. Estoy
entre los que consideran que la comunidad acadmica de nuestros das
mucho debe a Crdoba, a los estudiantes argentinos que soaban moder-
nizar una sociedad hasta entonces absolutamente feudal. Es siempre til
recordar la importancia de lo que pas en Crdoba en 1918. En la Conferen-
cia de La Habana, en 1996, preparatoria para la Conferencia Mundial sobre la
Enseanza Superior de 1998, estuve con Carlos Tunnermann, en el origen de
la referencia hecha a Crdoba en la declaracin all aprobada.
Por mi parte, en discurso del primer da de la Conferencia
Mundial, en octubre de 1998, record tambin el significado del movimien-
to de 1918 para Amrica Latina y para el mundo. Crdoba mostr que lo
importante es organizar y sistematizar una serie de principios que se
transforman en marcos de referencia para acciones y para la definicin

98
de banderas para mejorar los sistemas. Crdoba estableci los elementos

4 / MARCO ANTONIO DIAS / LA UNIVERSIDAD EN EL SIGLO XXI: DEL CONFLICTO AL DILOGO DE CIVILIZACIONES
bsicos de una accin para la defensa de las libertades acadmicas y de la
autonoma universitaria, uno de los principios que facilitaron la unidad de las
fuerzas acadmicas y la lucha contra las dictaduras que, en particular en los
aos 60 y 70, dominaron el continente con el sacrificio de las libertades, de
la dignidad humana, de generaciones enteras de latino-americanos.
Crdoba es fruto de una poca. Los principios que all fueron
adoptados eran todos progresistas para la poca, comienzo del siglo XX.
Algunos respondan a cuestiones coyunturales, pasajeras, mientras que otros,
en una visin prospectiva, alcanzaban la esencia de las instituciones acad-
micas. A Crdoba, entre otras cosas, debemos:

I) la consolidacin de la idea de autonoma universitaria en la


regin;

II) la insistencia en la idea de tratar a los estudiantes como


adultos, como sujetos y no como objeto de sus destinos;

III) la necesidad de que las instituciones universitarias manten-


gan vnculos con la sociedad, traten problemas de la sociedad,
encuentren en la sociedad la justificacin principal de su exis-
tencia. Desde Crdoba, en Amrica Latina se sabe que el pro-
fesional formado por las universidades, en particular en los
pases en desarrollo, deben tener responsabilidad social y no
ser apenas una caja registradora.

MAYO DE 1968
Evidentemente, no estuve en Crdoba en 1918... Pero en mayo
de 1968 tengo conciencia de que esto fue un privilegio- estaba en Paris, era
estudiante en un programa de tercer ciclo en Comunicacin de la antigua
Universidad de Pars. Para m no fue sorpresa la multiplicacin de referencias
a Crdoba que hacan los lderes del movimiento de Mayo del 68. En 1968,
como ahora, los europeos tenan mucho que aprender de Amrica Latina, el
sistema universitario francs era considerado por muchos como feudal y
desligado de la realidad, la bsqueda de inspiracin en Crdoba era, real-
mente, un acto de inteligencia. Mayo de 1968 represent un marco en la vida
acadmica mundial. En realidad no era un movimiento revolucionario, ni
tena como base acciones estructuradas. Es difcil hablar de los principios que
orientaron este movimiento porque haba mucha diversidad. Lo que s es
cierto es que Mayo del 68, en particular el Mayo francs, abri las sociedades,
revolucion las costumbres, tuvo gran impacto en la organizacin interna de
las universidades, en particular en la relacin entre profesores y alumnos.
En lo referente al medio acadmico, considero evidente que
Mayo de 1968, en escala mundial, marc el fin de una poca, en que la
educacin poda permanecer reservada a una minora ajena a los problemas

99
de la sociedad. La consecuencia prctica de esa constatacin, cuando se
Educacin superior y sociedad / nueva poca / ao 13 / Numero 2 / septiembre 2008

piensa en reformar la universidad, es que sta no puede ms preocuparse


apenas con la calidad formal de sus programas. Debe articularse ms pro-
fundamente con la sociedad y su accin, para ser considerada de calidad,
tiene que ser pertinente o relevante, o sea, debe focalizarse en la solucin
de los problemas ms importantes de la sociedad, sea en el nivel local,
nacional o internacional. Siguiendo estos principios, creo poder decir que
toda la comunidad acadmica estar de acuerdo con Pierre Calame, presi-
dente de la Fundacin Lopold Mayer para el progreso del hombre, en
Pars, cuando define el principio de base segn el cual es necesario reorien-
tar la enseanza superior con base en un nuevo contrato social entre la
universidad y la sociedad.
La cuestin que muchos ignoran es que estos principios ya
venan de Crdoba. Es bueno recordar que ste fue un punto esencial de
la Conferencia Mundial de 1998. Qued muy claro para los que la organi-
zaron, desde los trabajos preparatorios a nivel regional, que antes de
pensar en reformar una universidad, es necesario definir qu tipo de so-
ciedad se quiere construir. En la conferencia de La Habana, en 1996, la
primera de una serie en preparacin a la Conferencia Mundial, los partici-
pantes sealaban que la enseanza superior es un instrumento esencial
para enfrentar con xito los desafos del mundo actual y para educar
ciudadanos que luego puedan construir una sociedad ms abierta y ms
justa, con base en la solidaridad, en el respeto de los derechos humanos
y en la utilizacin compartidao conjunta del conocimiento y de la infor-
macin.

BIEN PBLICO Y BIEN PBLICO GLOBAL


El riesgo que enfrentarn los que tengan que organizar una
conferencia para celebrar los diez aos de 1998 es justamente el de que, a
travs de manipulaciones, grupos de presin actuantes en la esfera mundial,
intenten burlar el principio del vnculo necesario de la enseanza superior
con la sociedad, de la importancia de que calidad y pertinencia sean vistos
como conceptos que deben estar siempre juntos, que la enseanza superior
es un bien pblico y, por lo tanto, debe tener su acceso abierto a todos sin
discriminacin. Recordemos lo que ocurri en 2003, en la Conferencia de
Pars + 5, cuando se intent incluir, en el informe final, una referencia aparen-
temente anodina a la clasificacin de la enseanza superior como bien p-
blico global. La maniobra fall porque miembros de la delegacin latino-
americana protestaron.
Bien pblico es una cosa. Bien pblico significa que la ense-
anza superior debe tener base en tres principios bsicos:

-Igualdad: El acceso a la enseanza superior debe ser garan-


tizado a todos sin discriminacin;

100
-Continuidad o permanencia El servicio ofrecido debe ser-

4 / MARCO ANTONIO DIAS / LA UNIVERSIDAD EN EL SIGLO XXI: DEL CONFLICTO AL DILOGO DE CIVILIZACIONES
lo de manera continua, sin interrupcin, todo el tiempo.

-Adaptacin o adaptabilidad- La enseanza superior debe


tener la capacidad de adaptarse a las nuevas situaciones, a fin
de garantizar, cualquiera que sea el contexto, la igualdad y la
continuidad.

Bien pblico global, al contrario, trae en su interior la idea de


modelo nico, modelo que, en la actual estructura de fuerzas en las organi-
zaciones internacionales, representa la adopcin de modelos de los pases
ricos, en particular de los pases anglosajones. Bien pblico global justifica la
creacin y el desarrollo de principios de reconocimiento que digan sobre la
calidad de las instituciones que se adapten a estos modelos y no las que
respondan a las necesidades de sociedades especficas2.
En realidad, se debe notar que no es fcil tratar de los vnculos
de las universidades con la sociedad. Todos estn de acuerdo con los princi-
pios generales. Todos dicen que la universidad debe tener un compromiso
con el progreso de la sociedad. Las cosas comienzan a complicarse cuando
se busca definir con precisin el significado de los compromisos y, cuanto
ms concretos son los debates, mayores son los obstculos para alcanzar una
visin comn. De all el cuidado que se debe tener cuando se entrega el
comando de este tipo de reflexin a burcratas o especialistas implicados
previamente con posiciones que, en la prctica, llevan a decisiones opuestas
a un compromiso efectivo con los destinos de la sociedad. En trminos
concretos, imaginar que estos principios puedan ser definidos por organiza-
ciones como la OCDE, el club de los pases ricos con sede en Paris, o el Ban-
co Mundial, la OMC u otras entidades que ven en el mercado, en el comercio,
en el lucro, en la competitividad, en el individualismo, el motor de la cons-
truccin social es, como mnimo, una ingenuidad de las grandes.

2 Exactamente un mes despus de la presentacin de este documento en Belo Horizonte, el


secretario general de la OCDE, Angel Gurra, hablando en una mesa redonda de ministros de la
educacin durante la conferencia general de la UNESCO en Pars, el 19 de octubre de 2007, declar:
I would still like to caution against letting investment in higher education run ahead of investment
in elementary and secondary schools. Higher education is expensive. In OECD countries, a place in
tertiary education can be up to 25 times as expensive as in primary education. Countries at earlier
stages of development should take care of basics before investing heavily in higher education.
For good reasons the Millenium Development Goals call for universal and equal access to primary
and secondary education for boys and girls. Where primary education for all has not become a
reality yet, it may, on balance, be less expensive and more efficient to focus on this area, given the
resources at hand. Students moving on to higher education can have a range of choices and they
may also want to take advantage of higher education offered by outside providers. All of this might
be accomplished as part of development strategies. The Guidelines for Quality Provision in Cross
Border Higher Education, developed by UNESCO and OECD, make it easier to identify high quality
providers on an international level.

101
Insisto siempre esta ser la tnica de este documento en una
Educacin superior y sociedad / nueva poca / ao 13 / Numero 2 / septiembre 2008

idea bsica que estuvo presente en todas las etapas de preparacin de la Con-
ferencia Mundial de 1998: calidad y pertinencia son dos conceptos complemen-
tarios. Calidad en la educacin superior es un concepto multidimensional y la
pertinencia de la educacin superior debe evaluarse en funcin de la adecua-
cin entre lo que la sociedad espera de las instituciones y lo que stas hacen.
Y esto requiere normas ticas, imparcialidad poltica, capacidad crtica y, al
mismo tiempo, una mejor articulacin con los problemas de la sociedad y del
mundo del trabajo, basando las orientaciones a largo plazo en objetivos y ne-
cesidades de la sociedad, incluidas entre ellas el respeto a las culturas y la pro-
teccin del medio ambiente (prrafo 6 de la Declaracin de 1998).
La declaracin de 1998 especifica que la educacin superior
debe reforzar sus funciones de servicio a la sociedad y, ms concretamente,
sus actividades orientadas a la erradicacin de la pobreza, de la intoleran-
cia, de la violencia, del analfabetismo, del hambre, contra el deterioro del
medio ambiente y en oposicin a las enfermedades, principalmente a
travs de un enfoque inter y transdisciplinario para analizar los problemas
y las cuestiones planteadas.
La educacin superior debe aumentar su contribucin al
desarrollo del sistema educativo, en particular mejorando la formacin
del personal docente, elaborando planes de estudio y la investigacin
sobre educacin. Debe orientarse en direccin a la creacin de una so-
ciedad no violenta y de la que est excluida la explotacin del ser huma-
no por el ser humano. Finalmente, en el artculo 7, la declaracin trata de
los principios que tienen por objetivo reforzar la cooperacin con el
mundo del trabajo y el anlisis y la previsin de las necesidades de la
sociedad. Hay que notar, y esto no fue accidental, que la declaracin no
habla de cooperacin con el sector econmico o con las industrias, que
son, obviamente, parte del mundo del trabajo. Simplemente, el mundo
del trabajo es mucho ms amplio, trata de empresas, pero se refiere
a personas y constituye un elemento esencial en la organizacin de
las sociedades.

PROGRESO, PROSPERIDAD Y PAZ


Recientemente, en una reunin en la UNESCO, el da 3 de
noviembre de 2004, Suzy Halimi, relatora de la Conferencia Mundial de 1998,
present un documento con el ttulo de Enseanza superior y su responsa-
bilidad con relacin a la sociedad.
All, la profesora francesa analiza la evolucin actual de la en-
seanza superior, sealando que su evolucin, en los tiempos actuales, debe
tener como base tres elementos que ella llama de las 3 Ps:

-Enseanza Superior y Progreso del Conocimiento;


-Enseanza Superior y Prosperidad
-Enseanza Superior al servicio de la Paz

102
Otro especialista, ste ingls, Michael Shattock, ex-administra-

4 / MARCO ANTONIO DIAS / LA UNIVERSIDAD EN EL SIGLO XXI: DEL CONFLICTO AL DILOGO DE CIVILIZACIONES
dor de la Universidad de Warwick y profesor del Instituto de Educacin de
Londres, en un documento ms antiguo, de agosto de 1990, present al
programa IMHE de la OCDE, en septiembre de aquel ao, un documento con
el ttulo de Evaluacin de la contribucin de la universidad a la sociedad.
Basado principalmente en la experiencia britnica y de los Estados Unidos
de los aos 80, M. Shattock presenta, no obstante, algunos elementos tiles,
en el examen de la cuestin en nivel global. Se trata de un documento que
valdra la pena actualizar y ampliar con el aporte de ejemplos y del examen
de casos en otras regiones del mundo.
Segn Shattock, se deben diferenciar las contribuciones de la
universidad al progreso social, del crecimiento econmico y del desarrollo
cultural. Tratndose de progreso social, tres elementos deben ser tomados
en cuenta: a) el impacto sobre la igualdad social, a travs de una poltica de
acceso democrtico, que incluya los beneficios a minoras tnicas y a mujeres,
la educacin de adultos y la contribucin de la educacin superior a las es-
cuelas (ms tarde, se pas a hablar de la contribucin de la enseanza supe-
rior al conjunto del sistema educativo); b) el impacto sobre la investigacin
c) el impacto en nivel local y regional.
Cuando se examina la contribucin de la enseanza superior
al crecimiento econmico, es necesario ver tambin tres elementos: a) el
impacto en el nivel local y regional, el impacto sobre gastos que beneficien
una economa local, c) el impacto econmico de las actividades de las uni-
versidades. Finalmente, el impacto sobre el desarrollo cultural es difcil de ser
medido, mas est relacionado con la necesidad de formar no slo especia-
listas sino ciudadanos.

OBJETIVOS DEL MILENIO


Hay que considerar tambin la evolucin de la sociedad con
el surgimiento de nuevas prioridades en el orden social. Atenta a este fen-
meno, las Naciones Unidas promovi una reflexin que llev a la elaboracin
de los objetivos del Milenio, definidos por la Reunin de Cumbre del Milenio
realizada en el ao 2000 y que son los siguientes:

Erradicar la extrema pobreza y el hambre (reducir a la mitad,


entre 1990 y 2015, la proporcin de poblacin con renta inferior
a un dlar por da; reducir a la mitad, entre 1990 y 2015, la
proporcin de la poblacin que sufre hambre);

Alcanzar la enseanza bsica universal (garantizar que, has-


ta 2015, todas los nios, de ambos sexos, terminen un ciclo
completo de enseanza bsica);

Promover la igualdad entre los sexos y autonoma de las


mujeres (eliminar la disparidad entre los sexos en la ensean-

103
za primaria y secundaria, si fuera posible hasta 2005, y en todos
Educacin superior y sociedad / nueva poca / ao 13 / Numero 2 / septiembre 2008

los niveles de enseanza, a ms tardar hasta 2015);

Reducir la mortalidad infantil (reducir en dos tercios, entre


1990 y 2015, la mortalidad de nios menores de 5 aos);

Mejorar la salud materna (reducir en tres cuartos, entre 1990


y 2015, la tasa de mortalidad materna);

Combatir el HIV/AIDS, la malaria y otras enfermedades (has-


ta 2015, haber detenido la propagacin del HIV/AIDS y comen-
zado a invertir la tendencia actual, hasta 2015, haber detenido
la incidencia de la malaria y de otras enfermedades importan-
tes y comenzado a invertir la tendencia actual);

Garantizar la sustentabilidad ambiental (integrar los princi-


pios del desarrollo sustentable en las polticas y programas
nacionales y revertir la prdida de recursos ambientales; re-
ducir a la mitad, hasta 2015, la proporcin de la poblacin sin
acceso permanente sustentable al agua potable segura; has-
ta 2020, haber alcanzado una mejora significativa en las vidas
de por lo menos 100 millones de habitantes de barrios de-
gradados);

Establecer un acuerdo mundial para el desarrollo. (avanzar


en el desarrollo de un sistema comercial y financiero abierto,
con base en reglas previsibles y no discriminatorias; atender
las necesidades especiales de los pases menos desarrollados;
atender las necesidades especiales de los pases sin acceso al
mar y de los pequeos Estados insulares en desarrollo; tratar
globalmente el problema de la deuda de los pases en desa-
rrollo, mediante medidas nacionales e internacionales de modo
a tornar su deuda sustentable a largo plazo; en cooperacin
con los pases en desarrollo, formular y ejecutar estrategias que
permitan que los jvenes obtengan un trabajo digno y pro-
ductivo; en cooperacin con las empresas farmacuticas, pro-
porcionar el acceso a medicamentos esenciales a precios ac-
cesibles, en los pases en vas de desarrollo; en cooperacin
con el sector privado, tornar accesibles los beneficios de las
nuevas tecnologas, en especial de las tecnologas de informa-
cin y de comunicaciones).

Esta lista de temas, de una cierta manera, actualiza y comple-


ta lo que fue mencionado en el artculo 6 de la declaracin de la Conferencia
Mundial sobre la Enseanza Superior de 1998 para que pueda desempear

104
su papel en la identificacin y tratamiento de los problemas que afectan el

4 / MARCO ANTONIO DIAS / LA UNIVERSIDAD EN EL SIGLO XXI: DEL CONFLICTO AL DILOGO DE CIVILIZACIONES
bienestar de las comunidades, de las naciones y de la sociedad global, o sea
las necesidades de la sociedad3. Lo mismo se aplica a acciones que deberan
emprenderse mencionadas en el documento Marco de Accin Prioritaria
para el cambio y el desarrollo de la educacin superior que, en su pargrafo
5, establece que cada establecimiento de enseanza superior debera
definir su misin de acuerdo con las necesidades presentes y futuras de
la sociedad, consciente de que la educacin superior es esencial para que
todo pas o regin alcancen el nivel de desarrollo econmico y social susten-
table y racional desde el punto de vista del medio ambiente, una creatividad
cultural nutrida por un conocimiento y una comprensin mejor del patrimo-
nio cultural, un nivel de vida ms alto y la paz y la armona internas e interna-
cionales, fundadas en los derechos humanos, en la democracia, en la tole-
rancia y en el respeto mutuo... Los temas definidos por la Cumbre del
Milenio son amplios y se formulan de manera directa con objetivos definidos.
No obstante, lo esencial a retener aqu es que cuando se discute el compro-
miso de las universidades con la sociedad, estos elementos, tanto los de la
CMES como los de la Cumbre del Milenio, no pueden dejar de ser mencio-
nados.

UNIVERSIDAD DEL FUTURO


Me pidieron que hablara de la universidad del futuro. No lo
har.4 Peter Drucker dijo, un da, que no es difcil prever el futuro, pero agre-
g slo que es intil, a pesar de que hay algunos que hayan previsto y
acertado. Mac Luhan fue ridiculizado por hablar al final de los aos sesenta
de la aldea global. Wilbur Schramm, de Stanford, fue otro que hizo profecas
que se comprobaron. En un congreso mundial sobre comunicacin, en
Mxico, en 1974, tuve la honra de escucharlo decir que vivamos los primeros
pasos de la era de la informacin, un perodo en que circularn tantas infor-
maciones, en que todo ocurrir tan rpido y viniendo de tan lejos que la
capacidad de controlarlas, seleccionarlas, almacenarlas y recuperarlas y, ade-
ms, de reaccionar a ellas rpidamente, puede muy bien transformarse en
un poder comparable al poder militar y econmico del pasado.
Esto no significa que la universidad no deba hacer prospecti-
va. Hoy existen inclusive universidades que desarrollan programas de maes-
tra para formar futurlogos. Tal vez esto sea una exageracin, pero iniciativas
como la de la UnB que cre un laboratorio del futuro tienen sentido y ayudan

3 En su artculo 6, la declaracin de 1998 menciona actividades orientadas a la eliminacin de la


pobreza, la intolerancia, la violencia, el analfabetismo, el hambre, el deterioro del medio ambiente y
las enfermedades.

4 Esta parte del documento, como otros elementos presentados ms adelante, se basan en
la actualizacin de una intervencin no publicada, presentada en Brasilia en diciembre de 2003,
durante el Seminario Internacional Universidad XXI, promovido por el Ministerio de Educacin de
Brasil, con los auspicios de la UNESCO, el Banco Mundial y la Universidad de las Naciones Unidas.

105
a montar escenarios que colaboran con la planificacin universitaria. Adems
Educacin superior y sociedad / nueva poca / ao 13 / Numero 2 / septiembre 2008

de esto, es necesario sealar que la universidad de hoy no es la misma de


algunos aos atrs y que la universidad del futuro prximo ser necesaria-
mente diferente de todo lo que podemos imaginar en los das de hoy. Los
cambios son muy rpidos y difciles de prever o imaginar.
Las nuevas tecnologas propician la renovacin del contenido
de cursos y de mtodos pedaggicos as como la ampliacin del acceso a la
enseanza superior. No obstante, ellas pueden ser instrumento de difusin
de sistemas de franquicia que buscan adaptar a la educacin superior los
principios de los restaurantes tipo fast-food, donde verdaderas cajas negras,
cerradas, son transmitidas a los pases sin ninguna relacin con la realidad
social y cultural de los pases receptores. Estos son mantenidos en una posi-
cin pasiva, sin posibilidad de participar de las decisiones. Su funcin pasa a
ser la de recibir sin crtica paquetes cerrados y, evidentemente, pagar por ellos
en moneda fuerte5.
Pero hay realmente elementos positivos sobre los cuales vale
la pena insistir. Hasta hace poco tiempo se preguntaba si una universidad
cien por ciento virtual era posible. Estaba entre los que decan que no. Hoy,
en el mundo entero, las universidades tradicionales se orientan en direccin
a un sistema dual, con la mezcla de elementos presentes y a distancia, inclui-
dos all en lo virtual. Y muchos se admiran del xito de la UOC Universidad
Oberta de Catalunya- cien por ciento virtual, que, desde su fundacin en
Barcelona en 1995, acumula premios internacionales de excelencia y fue
capaz de desarrollar una metodologa que hace que sus estudiantes tengan
ms contacto entre s y con los profesores de que en las instituciones tradi-
cionales; el grado de satisfaccin de los estudiantes es altsimo y el mercado
de trabajo acepta, sin restricciones, sus diplomados. En realidad, los programas
virtuales, si son bien ejecutados, podrn presentar las siguientes ventajas:

Aprendizaje sin restricciones de tiempo ni de espacio;

Posibilidades de organizar los cursos segn mdulos y


calendarios flexibles y que atiendan a las necesidades
individuales de aprendizaje;

Mayor responsabilidad del estudiante en el proceso de


aprendizaje.

Se debe resaltar, adems, que las dificultades de prever el


futuro no nos impiden, en primer lugar, observar tendencias y mencionar

5 Posteriormente a la elaboracin de este texto, en enero de 2008, el gobierno ingls anunci


la decisin de su primer ministro de autorizar a una compaa de aviacin, otra de transportes fer-
roviarios y a la cadena McDonald de expedir diplomas de high school, dando a sus titulares acceso
a las universidades. Se considera que se trata de un paso hacia la autorizacin del funcionamiento y
reconocimiento, en el Reino Unido, de las universidades McDonald.

106
perspectivas basadas en hechos reales. Como deca Betinho, de quien

4 / MARCO ANTONIO DIAS / LA UNIVERSIDAD EN EL SIGLO XXI: DEL CONFLICTO AL DILOGO DE CIVILIZACIONES
tuve la honra de ser colega y amigo desde los tiempos de estudiante y a
quin encubr en ocasin de su entrada a Brasil, clandestino, viniendo de
Uruguay, al final de 1964 o inicio del 65, la importancia del anlisis a
partir de los acontecimientos es que ellos indican siempre ciertos senti-
dos y revelan tambin la percepcin que una sociedad o grupo social o
clase tiene de la realidad y de s mismo. Fundamentemos, pues, nuestros
anlisis en la situacin presente, sin dejar de lado una mirada sobre todo
al pasado reciente considerando lo que deca el escritor mexicano Octa-
vio Paz, para quien la bsqueda del futuro termina inevitablemente con la
reconquista del pasado. La historia no se repite, pero la historia no acab.
Para avanzar con seguridad, es siempre til mirar hacia atrs, no para
quedar inmvil, sino para avanzar con seguridad en el camino que se
pretende tomar.
Los mismos participantes de la CMES definieron tambin que
la base para la construccin de una nueva sociedad y, en consecuencia de
la reforma de la enseanza superior, debera ser la Declaracin universal de
los derechos humanos, en cuyo artculo primero se define que los hombres
nacen y permanecen libres e iguales en relacin a sus derechos.

PRINCIPIOS BSICOS DE LA CMES DE 1998


Cabe, entonces, en este momento, retomar o rememorar, de
manera sinttica, los que fueron los principios bsicos adoptados por la co-
munidad internacional en 1998, mediante los dos nicos documentos apro-
bados en la CMES (Declaracin y Marco de Accin). En sntesis, lo que adop-
taron los participantes de la CMES de 1998, fue:

El acceso a la enseanza superior deber ser abierto a


todos en plena igualdad en funcin de su mrito. No
puede admitirse ninguna discriminacin. La participacin
de las mujeres debe ser reforzada.

La misin principal de la enseanza superior, hoy, es la de


educar ciudadanos, ofrecindoles un espacio permanen-
te de aprendizaje de alto nivel.

Los establecimientos de enseanza superior deben desa-


rrollar su funcin crtica mediante la verdad y la justicia,
sometiendo todas sus actividades a la exigencia del rigor
tico y cientfico. Para esto, las libertades acadmicas y la
autonoma son indispensables.

La calidad de la enseanza superior es un concepto mul-


tidimensional que debe englobar todas sus funciones y

107
actividades. Deber tenerse un cuidado especial en hacer
Educacin superior y sociedad / nueva poca / ao 13 / Numero 2 / septiembre 2008

progresar los conocimientos a travs de la investigacin.

Los estudiantes deben estar en el centro de las preocu-


paciones de los que toman decisiones a nivel nacional e
institucional. Son ellos los protagonistas esenciales en un
proceso de renovacin de la enseanza superior.

Desde la perspectiva de la educacin a lo largo de la vida,


es esencial diversificar los sistemas, las instituciones y los
programas de estudio. Se impone una poltica vigorosa
de perfeccionamiento del personal.

La enseanza superior debe extraer beneficio de las nue-


vas tecnologas, en particular de las nuevas tecnologas
de informacin cuyo acceso debe ser lo ms amplio po-
sible en el mundo entero.

La enseanza superior debe ser considerada un bien p-


blico.

La dimensin internacional de la enseanza superior for-


ma parte de su calidad y la implantacin de redes cuya
accin se fundamente en la solidaridad y en la igualdad
entre los miembros debe ser estimulada y transformarse
en un instrumento principal de las instituciones y siste-
mas.

La pertinencia debe medirse por la adecuacin entre


lo que hacen los establecimientos de enseanza supe-
rior y lo que espera de ellos la sociedad. En este marco,
la participacin en bsqueda de solucin de los grandes
problemas de la sociedad, una integracin con el mundo
del trabajo donde las necesidades de las sociedades, in-
cluyndose ah el respeto a las culturas y al medio am-
biente, sean consideradas prioritarias y una contribucin
al desarrollo del conjunto del sistema educacional son
esenciales en la accin de los establecimientos y de los
sistemas de enseanza superior.

Sin una educacin superior y sin instituciones de inves-


tigacin adecuadas que formen la masa crtica de per-
sonas calificadas y cultas, ningn pas puede asegurar
un desarrollo endgeno genuino y sustentable ni redu-
cir la disparidad que separa los pases pobres y en desa-

108
rrollo de los pases desarrollados. Compartir conocimien-

4 / MARCO ANTONIO DIAS / LA UNIVERSIDAD EN EL SIGLO XXI: DEL CONFLICTO AL DILOGO DE CIVILIZACIONES
to, la cooperacin internacional y las nuevas tecnologas
pueden ofrecer oportunidades nuevas para reducir esta
disparidad.

GLOBALIZACIN
Es necesario, entonces, para analizar la enseanza superior y
para proponer elementos con vistas a su reforma, verificar en qu contexto
ella est operando, recordando lo que siempre mencionaba, en los aos
cincuenta, el profesor de literatura, Danilo de Lima: las coordenadas de tiem-
po y de espacio. Son dos, a mi modo de ver, los factores inter conectados
que pueden ser considerados fundamentales en este momento: el nuevo
orden mundial establecido a partir de 1989 con la consolidacin de un
tipo de globalizacin que consolida el poder de los polos tradicionalmen-
te dominantes y los avances de las nuevas tecnologas.
El nuevo orden implantado en el mundo en los aos 90, conso-
lidado por el Consenso de Washington implica, en el campo poltico, el dominio
de un pequeo grupo de pases sobre la comunidad internacional. Provoca
cambios en el orden internacional perjudiciales a los pases pobres y en desa-
rrollo que, en los organismos financieros, prcticamente no tienen cmo hacer
prevalecer sus intereses, estimula alteraciones en el mundo del trabajo donde
la estabilidad del empleo desaparece y la llamada flexibilidad se vuelve sinni-
mo de inseguridad para una gran parte de la poblacin, con impacto altamen-
te negativo en la vida de los ciudadanos y, en particular, de los jvenes. Se es-
tableci un sistema de desorden en las relaciones internacionales.
El modelo econmico dominante desde 1990, y condicionan-
te de la sociedad que algunos buscaron establecer desde entonces, fue el
del libre intercambio que, en realidad, beneficia en prioridad a las multina-
cionales que tienen sus sedes en los pases ms ricos. En 1989, el economis-
ta ingls John Williamson haba forjado los principios del mencionado
Consenso de Washington: privatizaciones, apertura de la economa, control
de la inflacin y del dficit pblico, liberalizacin de la economa. Se anun-
ci, entonces, que el comercio traera prosperidad para todos. Mientras los
pases en desarrollo eran obligados a seguir estas prescripciones, los ricos
reforzaban medidas proteccionistas para su agricultura e industrias, muchas
de ellas prcticamente quebradas, los dficits se fueron intensificando al
punto de alcanzar cifras astronmicas en los Estados Unidos.6
Ms grave que esto por sus consecuencias a largo plazo, los
grupos que controlan los mecanismos de poder en nivel internacional buscan

6 En su edicin de 1 de septiembre de 2007 el semanario britnico The Economist en la pgina


70, en la seccin reservada a la resea de libros, afirma: The latest thinker to pick up Hamiltons flint-
lock is Ha-Joon Chang of Cambridge University. According to Mr. Chang, the rich nations that now
hector the poor on the importance of free trade, respect for intellectual property and hospitality to
foreign investors broke all of those rules when they themselves were clambering up the develop-
ment ladder. They are telling the poor world to do as we say, not as we did, he argues.

109
crear una atmsfera de consenso, haciendo que los pases que constituyen los
Educacin superior y sociedad / nueva poca / ao 13 / Numero 2 / septiembre 2008

polos dominados vivan en situacin de sumisin como si ella fuese natural. Es


tambin lo que ocurre dentro de sociedades donde los individuos oprimidos
viven como si estuviesen insertados en un cuadro de libertad total.
La globalizacin se presenta con tres elementos caractersticos
muy claros:

un mercado unificado a escala mundial, con la adopcin


de un modelo nico, la constitucin de una zona nica
de produccin y de distribucin de bienes y servicios;

el desarrollo de empresas mundializadas, que compiten


en escala planetaria, en la concepcin, produccin y dis-
tribucin de sus productos y servicios;

una divisin internacional del trabajo, en que los polos


dominantes se localizan en los pases que controlan el
conocimiento, el saber y los servicios.

La globalizacin afecta todos los niveles de vida de la sociedad;


la educacin, por lo tanto, no le escapa y, al contrario, se convierte en uno
de los grandes mercados de los tiempos modernos. La precariedad se
generaliza en el trabajo y se vive cada vez ms en la inseguridad. Todo
esto, naturalmente, tiene impacto sobre la educacin, su organizacin,
sus contenidos, sus mtodos.
Los individuos tienen que estar ms preparados, la educacin
debe formar a los ciudadanos para enfrentar realidades donde, por ejemplo,
el diploma ya no es ms pasaporte seguro para el empleo, donde el empleo
pblico, con el debilitamiento del Estado, ya no es el puerto seguro de aque-
llos que no aprecian asumir riesgos, donde el conocimiento demostrado por
la obtencin de un diploma muy rpidamente se vuelve obsoleto.
En consecuencia, la educacin debe ayudar a los individuos a
ejecutar tareas para las cuales no fueron entrenados inicialmente, a prepa-
rarse para una carrera no lineal, a mejorar su capacidad de trabajar en grupo,
a usar la informacin independientemente, a desarrollar su capacidad de
adaptacin e improvisacin, as como su creatividad y finalmente a lanzar las
bases de un sistema de pensamiento complejo, vinculado a las duras reali-
dades de la vida prctica (Education and globalization in IIEP Newsletter,
vol. XVI, no.2, April-June 1998- Muriel Poisson).
Esta nueva organizacin de la sociedad hace, incluso, que la
educacin necesariamente tenga que ser permanente y que, en lasaulas
universitarias, los jvenes sean estimulados a tomar iniciativas, a ser empren-
dedores. Hoy, no basta con aprender. Es importante aprender a aprender. Pero
esto tambin ya no es suficiente. Es necesario, como acostumbra a sealar
Federico Mayor, ex-director-general de la UNESCO, aprender a emprender.

110
En sntesis, la globalizacin es irreversible, los establecimientos

4 / MARCO ANTONIO DIAS / LA UNIVERSIDAD EN EL SIGLO XXI: DEL CONFLICTO AL DILOGO DE CIVILIZACIONES
de enseanza superior no la pueden ignorar, vivimos efectivamente en una
sociedad del conocimiento, pero tampoco se puede pasar al margen de
realidades como las que demuestra el informe reciente (19 de julio de 2007)
de la CNUCED Conferencia de las Naciones Unidas sobre el comercio y el
desarrollo, donde se constata, de manera convincente, que la apertura al
comercio internacional no trajo consigo el progreso necesario para arrancar
los pases en desarrollo de la pobreza.

RECHAZO DE MODELOS DOMINANTES


Aqu vale la pena hacer un poco de historia, recordando hechos
que deben servir de leccin en el momento en que se lanzan las bases para
una nueva reforma de la enseanza superior en Brasil y en otros pases de
Amrica Latina. En 1965, se supo que el gobierno militar brasileo haba
decidido recurrir a consultores norteamericanos para reorganizar el sistema
universitario brasileo, al mismo tiempo que el embajador Lincoln Gordon
criticaba a las universidades por seguir modelos europeos, totalmente obso-
letos segn su punto de vista. Fue suficiente para que profesores de la USP
(entre ellos, Fernando de Azevedo, Florestan Fernandes, Octvio Ianni, Luiz
Pereira, Prado Jnior, Azis Simo, Paulo Saraiva, J. Artur Gianotti) lanzaran un
manifiesto, en mayo de 1965, donde, entre otras cosas, decan:

[...] las universidades extranjeras, de no importa qu pas, son como


cualquier institucin, intransferibles en sus estructuras originales:
pues, con ellas, no se transfieren a otros ambientes las condiciones
de vida social y econmica, los recursos, las tradiciones y la atms-
fera cultural que respiran y de las que se sustentan. No se deben
copiar o trasplantar modelos. Lo que s es preciso, es estudiarlos
todos y de ellos extraer lo mejor que tengan y que se pueda integrar
a un sistema, maleable y vivo, adaptado a las condiciones, exigen-
cias bsicas y aspiraciones de sociedades tan complejas como las
nuestras, en transformacin desigual y marcadas por grandes
desniveles econmicos y culturales. Para insertar lo ideal en lo
real, es tan necesario conocer aqul como ste, por cuyo anlisis
se tiene que comenzar.

Hoy, son raros los que defienden la adopcin del modelo


francs, por la simple razn de que los propios franceses, desde la reforma
profunda que hicieron en 1968, se muestran descontentos con sus institu-
ciones de enseanza superior. Todos los gobiernos, cualquiera que sea su
color poltico, lo primero que hacen al llegar al poder es proponer nuevas
reformas, como ocurre ahora con el gobierno Sarkozy y hubiera ocurrido con
Segolne Royal si ella hubiese ganado las elecciones. A pesar de haber al-
canzado altos niveles de acceso a la enseanza superior, pues ms del 70%
de los jvenes llegan a las aulas universitarias, no consiguen esconder la

111
dualidad existente entre instituciones elitistas, las grandes escuelas, y las
Educacin superior y sociedad / nueva poca / ao 13 / Numero 2 / septiembre 2008

universidades para las masas. Pero, incluso entre stas, la elitizacin avanza
a pasos rpidos y no se puede olvidar que prcticamente la mitad de los
estudiantes que acceden a las universidades abandonan las aulas escolares
durante los dos primeros aos de escolaridad. El modelo francs, hoy, no es
copiable, a pesar de todo lo que de positivo pueda obtener un estudiante
en una permanencia en Francia que continua siendo, a pesar de todo, un
modelo de sociedad abierta.
De manera general, es el modelo anglosajn (Inglaterra, Esta-
dos Unidos, Australia, Nueva Zelanda) el que intenta imponerse y es a su al-
rededor que se efectan grandes maniobras en organizaciones como la
OCDE, el Banco Mundial, el FMI, la OMC y tambin en sectores de la
UNESCO.
Veamos un poco el modelo ingls.
En 1998, las universidades inglesas comenzaron a cobrar
anualidades y a transformar becas en prstamos. Al mismo tiempo, el
gobierno reduca sus crditos para la investigacin y para la formacin.
Segn The Economist (16.11.2000), en 1960 uno sobre veinte de los que
terminaban la enseanza secundaria iba a las universidades. En 2003 esta
proporcin ya era de 1 sobre 3. Los gastos por estudiante que eran de casi
8 mil libras en 1990, en 2003 se calculaba que ya eran menos de 5 mil. La
proporcin de estudiantes por profesor que era de 9 a 1 pas, en la misma
poca, a ser de 18 a 1. Se calcula que un profesor nuevo, hoy, gana lo mis-
mo que un nuevo agente de polica. Por eso, las universidades pierden
personal calificado que van a las universidades norteamericanas y contra-
tan a jvenes profesores de Corea, China y Europa oriental. Los edificios y
laboratorios estn decrpitos.
En consecuencia, para satisfacer sus necesidades, las universi-
dades inglesas, desde el tiempo de la Sra. Thatcher, son obligadas a concen-
trar sus esfuerzos en actividades comerciales y a consolidar una filosofa que
tiene por objetivo ms al lucro que el desarrollo del saber o la expansin de
la cultura. Segn el peridico The Guardian de Londres (junio de 1997 Ver
artculo en el Courrier International Pars- 26 de junio de 1997 Les univer-
sits anglaises jouent le merchandising), las universidades inglesas pasan a
buscar recursos con merchandising, firman contratos de franquicias, comer-
cializan agua mineral (Universidad de Exeter), entran en el negocio de super-
mercados (Warwick). etc.
En su edicin del domingo 26 de julio de 1999, el peridico
Sunday Times, llam la atencin para el hecho de que las universidades es-
taban buscando dinero efectivo, cash, con la venta de ttulos honorficos.
Con 10 mil libras en 1996 se consegua un ttulo de doctor honoris causa de
una universidad britnica. Hasta Oxford entr en el esquema, slo que el
precio era ms caro: 250 mil libras.
Ms recientemente, investigadores del Institute of Education de
la Universidad de Londres estudiaron detalladamente la evolucin del siste-

112
ma universitario ingls. Algunos grupos antes excluidos, en particular muje-

4 / MARCO ANTONIO DIAS / LA UNIVERSIDAD EN EL SIGLO XXI: DEL CONFLICTO AL DILOGO DE CIVILIZACIONES
res y representantes de ciertas minoras, mejoraron mucho su participacin
en la enseanza superior, pero es notable la falta de movilidad social con-
cretada por la falta de participacin de jvenes provenientes de sectores
ligados a las clases operarias.
Los resultados de las investigaciones muestran que el sistema
es selectivo y facilita a los ricos el acceso a las instituciones del circuito Ox-
bridge (Oxford + Cambridge), mientras que los que provienen de clases so-
ciales ms bajas acaban en instituciones cuyos diplomas no les abren las
puertas de un mercado de trabajo restringido. Hoy, en Inglaterra, principal-
mente en Londres, cuando un nio tiene siete aos, ya se sabe, segn el
colegio en que estudia, si l, un da, tendr alguna posibilidad de llegar al
supra sumo de la formacin de las clases dirigentes de este pas, situada en
algunas pocas instituciones. Aproximadamente tres aos atrs, pude verificar
personalmente que en una buena escuela primaria los padres tenan que
pagar exactamente 2 830 libras por trimestre. Los padres de estudiantes de
clase media que no haban gastado mucho dinero con la escuela primaria
de sus hijos, ya saban, desde entonces que en el futuro tendran hijos exclui-
dos de instituciones de calidad que todava sobreviven en el pas.
Adems de eso, es odioso el tratamiento dado a los extranjeros;
observen. Al comienzo de los aos 90, los estudiantes pagaban de matrcula,
en la carrera de grado, cerca de 500 libras (en 2003, cerca de mil, hoy segu-
ramente ms todava). Los extranjeros, no oriundos de la Comunidad europea,
pagaban entonces 5 mil libras, o sea diez veces ms que los ingleses y los
europeos. En otras palabras, se encontr una frmula para que los extranje-
ros financien gran parte del sistema. Los chinos son los ms numerosos, pero
rabes, australianos e inclusive muchos brasileos forman parte de este
proceso Es sorprendente, pues, que responsables polticos en los pases en
desarrollo continen enviando sus cuadros para graduarse all, aceptando
este sistema como modelo y financiando, en la prctica, los estudios de la
burguesa inglesa.
En cuanto al sistema norteamericano, permtanme un par de
comentarios:

El sistema que se pretende alterar en Brasil y en otros pases de


Amrica Latina ahora, es justamente aquel implantado por la
reforma de 1968 que, segn el ex ministro Cristvam Buarque,
dio como resultado que la moderna universidad brasilea es
hija del rgimen militar y de la tecnocracia norteamericana.
Para nosotros que representamos el pasado, no hay cmo ol-
vidarnos de que, en la segunda mitad de los aos sesenta, se
form en Brasil, en el marco de un famoso acuerdo entre el
MEC de Brasil y la USAID una comisin para elaborar un estudio
detallado de la universidad, proponiendo, al final, una nueva
estructura para estas instituciones. El grupo se compona de

113
cinco norteamericanos y de dos brasileos... el resultado, entre
Educacin superior y sociedad / nueva poca / ao 13 / Numero 2 / septiembre 2008

otros, fue el predominio desde entonces en Brasil de las insti-


tuciones privadas en el nmero total de alumnos y la prdida
de un proyecto social nacional por parte de ciertas universida-
des pblicas. Puedo estar engaado, pero viendo desde afue-
ra, tengo la impresin de que muchos desean consolidar la
adopcin del modelo norteamericano, concebido para una
realidad diferente de la nuestra. Y, en el momento actual, refor-
zando la idea de que la educacin slo sirve si se orienta a
preparar a los individuos para el trabajo, desde la perspectiva
requerida por las empresas. Se limita o se abandona la pers-
pectiva del compromiso social, de la transmisin y de la creacin
de cultura. El acuerdo MEC/USAID, en la prctica, lanz las ba-
ses para la concepcin de que la enseanza es mercanca.

Muchas universidades europeas e inclusive asociaciones uni-


versitarias estn actualmente muy excitadas con la reforma de
Bolonia, que est efectivamente modernizando el sistema
universitario europeo, dndole una organizacin comn que
facilitar el reconocimiento de estudios y diplomas y, en con-
secuencia, la movilidad acadmica y cientfica necesaria para
la consolidacin de Europa como unidad poltica y cultural.
Algunos, entre los entusiastas de esta reforma de Bolonia, co-
mienzan a decir que Amrica Latina debera adoptar los mis-
mos principios, a fin de facilitar la cooperacin entre los dos
continentes. Lo que ignoran o fingen desconocer los adeptos
de estas medidas es que el sistema que los europeos comen-
zaron a adoptar: cursos semestrales, organizacin de los cursos
en una secuencia que yendo de la graduacin al doctorado,
pasa por la maestra; sistema de crditos, es exactamente el
que fue implantado en 1968 en Brasil y en otros pases de
nuestra regin, siguiendo el modelo norteamericano. Parece
evidente que para Brasil y para Amrica Latina, ms que copiar
experiencias que llegan con atraso de 30 a 40 aos a la regin,
sera necesario analizar lo que de positivo y de negativo hubo
en esta experiencia, insistiendo, s, en algunos principios de
base que fueron destacados en la CMES en 1998:

la educacin en todos los niveles es un derecho humano;

la calidad y la pertinencia son conceptos interconectados.


La calidad no puede ser apenas formal. Debe estar aso-
ciada a la idea de construccin, de creacin de una socie-
dad ms justa y, para esto, es necesario respetar la diver-
sidad cultural y los modelos nicos son inaceptables;

114
la enseanza superior es un bien pblico, independien-

4 / MARCO ANTONIO DIAS / LA UNIVERSIDAD EN EL SIGLO XXI: DEL CONFLICTO AL DILOGO DE CIVILIZACIONES
temente de la naturaleza de los servicios prestados.

OBJETIVOS DEL SISTEMA


En el marco de esta perspectiva, el anlisis de la evolucin de
los centros de educacin superior, observando el recorrido de los ltimos
cuarenta aos, revela que las finalidades bsicas de sta deben estar cada
vez ms relacionadas con cuatro objetivos principales:

la elaboracin de conocimientos nuevos (funcin de in-


vestigacin), lo que implica tambin hacerlos progresar y
cuidar de su aplicacin;

la educacin y formacin de personal altamente califica-


do (funcin de enseanza)

la participacin activa en el progreso de la sociedad, in-


clusive a travs de la prestacin de servicios a la sociedad,
principalmente mediante la contribucin al desarrollo
sustentable, la mejora de la sociedad (extensin) y la crea-
cin y difusin de la cultura;

la funcin tica que implica el desarrollo de la capacidad


de crtica social, favoreciendo la formacin integral y la
formacin de responsables capaces de iniciativas, aptos
para el dilogo y para la construccin de una sociedad
mejor, mediante la promocin de la comprensin, la to-
lerancia, el respeto mutuo y la justicia social.

Otros analistas, inclusive muchos comprometidos con una


visin social de la enseanza, desearan que las universidades pasaran a ser
conducidas como empresas. Es verdad que las universidades pueden o
deben adoptar mtodos eficaces de gestin y para eso deben cuidar de la
formacin de personal calificado en administracin. No obstante, una em-
presa es un organismo, dice Borrero Cabal, especialista colombiano en ges-
tin universitaria. Es una unidad orgnica con objetivos generales y propios.
Para alcanzarlos, debe organizarse. Empresa, entonces es la entidad, la
institucin formal que surge de la comunidad de esfuerzos para perseguir
con eficacia, calidad y estabilidad los fines propuestos. Tener una organiza-
cin visible, estable, eficaz, acenta Borrero Cabal, es esencial para los esta-
blecimientos de enseanza superior, pero no hay que olvidarse que stas
tienen una finalidad colectiva, deben servir al desarrollo de la educacin, de
la cultura y de la ciencia.
Ya mencionamos anteriormente una resolucin de la Confe-
rencia Mundial de 1998 a la cual, hasta ahora, no se le dio la debida impor-

115
tancia. En el artculo 5 del Marco Prioritario de Accin, la CMES decidi que
Educacin superior y sociedad / nueva poca / ao 13 / Numero 2 / septiembre 2008

cada establecimiento de educacin superior debe definir su misin de


acuerdo con las necesidades presentes y futuras de la sociedad..., propuesta
que debe ser tomada en cuenta sin olvidarse que una enseanza superior
de calidad y pertinente es esencial para que un pas pueda alcanzar un nivel
adecuado de desarrollo econmico, social y cultural durable y sustentable.
Debe ser, tambin, ecolgicamente racional y poseer creatividad cultural
alimentada por el conocimiento y la comprensin del patrimonio cultural
que es propio de cada sociedad, cooperando para aumentar el nivel de vida
y para hacer imperar la armona y la paz al interior de los pases y en el mun-
do, con base en los derechos humanos, en la democracia, en la tolerancia y
en el respeto mutuo.
Estas misiones deben, incluso, buscar maneras de implemen-
tar la nocin de libertad acadmica tal como lo expresa la Recomendacin
relativa a la condicin del personal docente de la enseanza superior apro-
bada por la Conferencia General de la UNESCO de noviembre de 1997 y que
es tan poco conocida en los medios acadmicos brasileos y de los pases
en desarrollo en general.

AUTONOMA UNIVERSITARIA
Llegamos a la cuestin tambin delicada de la autonoma. En
muchas constituciones y en gran parte de las leyes relativas a la enseanza
superior, la autonoma es mencionada como una de las caractersticas esen-
ciales del sistema de educacin superior. Mas en los hechos, en cuntos
pases la autonoma es verdaderamente una realidad?
Desde el comienzo de la existencia de las universidades, desde
la Edad Media hasta los das de hoy, la libertad y la autonoma forman parte
del concepto de universidad. Las universidades y los establecimientos de
enseanza superior en general deben tomar sus destinos en las manos, or-
ganizar su gestin, administrar sus recursos, ser libres, investigar y organizar
la enseanza que imparten. La idea de autonoma implica entonces varios
elementos: libertad de investigacin, libertad de enseanza y el poder de
autogestin.
No obstante, no estamos en la Edad Media, cuando estas ideas
comenzaron a ser formuladas. La sociedad ya no est estructurada en cor-
poraciones, la vida social se hizo ms compleja. La autonoma como sinnimo
de soberana, de poder sin restricciones, de rechazo a rendir cuentas a la
sociedad es cada vez ms resistida
La confusin entre autonoma y soberana puede tener efec-
tos negativos para la vida acadmica. En su libro de memorias Le monde
dhier souvenirs dun europen, escrito en Brasil poco antes de su muer-
te en Petrpolis en 1942, Stefan Zweig cuenta que lo que los SS hicieron
por el nacional-socialismo, dispersando reuniones a golpe de bastones de
goma, atacando a sus adversarios durante las noches, amenazndolos y
golpendolos fsicamente, las sociedades de estudiantes tambin lo hicie-

116
ron (en Austria) en favor de los alemanes nazistas, estableciendo con vio-

4 / MARCO ANTONIO DIAS / LA UNIVERSIDAD EN EL SIGLO XXI: DEL CONFLICTO AL DILOGO DE CIVILIZACIONES
lencia, cobijndose en la inmunidad acadmica, un terror sin ejemplos
precedentes.
Para muchos, en Amrica Latina, desde Crdoba la autonoma
se volvi - y es bueno que esto se mantenga, entendida la autonoma como
instrumento para garantizar la libertad crtica y las libertades acadmicas- un
mito. Incluso las dictaduras militares y los gobiernos ms conservadores
decan y dicen querer respetarla. En la prctica, no lo hicieron ni lo hacen,
pero debe agregarse que, en la historia reciente, en el mundo entero, gobier-
nos considerados democrticos tampoco han sido entusiastas de la autono-
ma real, pues la ven como un mero instrumento para liberarse de las respon-
sabilidades financieras en relacin a la enseanza superior. Y esta actitud no
se verifica solamente en Amrica Latina y el Caribe. En los aos 80, se obser-
v que los pases de la OCDE se pusieron a discutir la mejor manera de ad-
ministrar las universidades en un perodo de crecimiento cero. Pero nadie,
entre los participantes de las reuniones de la OCDE, osaba indagar las razones
de esta postura. Y hoy, cuando se habla de autonoma universitaria, en par-
ticular en Europa, no se est hablando de libertad de pensamiento en esto
Europa y en particular Francia no necesitan la leccin de nadie , sino de
instalacin de un sistema que va a terminar liberando a los gobiernos de sus
responsabilidades financieras con las instituciones de enseanza superior.

RENDICIN DE CUENTAS A LA SOCIEDAD


Es cierto que la cuestin de la autonoma es compleja y que
algn control social es necesario para asegurar que el sistema universitario y las
instituciones realmente sirvan a la sociedad. Quin controlar este sistema de
verificacin? Si lo hacen las propias universidades en forma exclusiva, habr
siempre el riesgo de una accin entre amigos y de falta de objetividad. Entregar
un proceso de evaluacin exclusivamente al gobierno tambin es peligroso,
pues habr controles de partidos polticos y all la autonoma acaba no conso-
lidndose. Podra ser el Parlamento? La respuesta sera s, en caso de que se
tuviese seguridad de que el parlamento realmente representa a la sociedad. De
cualquier forma, este es uno de los temas que debe ser llevado a discusin
interna en las universidades y, enseguida, al debate con los diversos segmentos
de la sociedad a quien las instituciones tienen que rendir cuentas.
En este sentido, la comunidad acadmica, en particular en
pases de Amrica Latina y del Caribe, muestra seales de insatisfaccin con
algunas tendencias en esta rea, en el cuadro internacional, debido al hecho
de que varias universidades europeas actan de manera que podramos
considerar esquizofrnica. En sus pases, quieren ser consideradas como
bien pblico prestando servicio pblico, pero cuando llegan a Amrica Lati-
na, actan como si el comercio fuese el nico valor a ser respetado. Su com-
portamiento pasa a ser idntico al de corporaciones comerciales multinacio-
nales y representan lo opuesto de las instituciones europeas ya mencionadas
en esta exposicin.

117
Esta irritacin se agrava con el intento de considerar la educa-
Educacin superior y sociedad / nueva poca / ao 13 / Numero 2 / septiembre 2008

cin superior como un bien pblico global y con el deseo de crear un siste-
ma de crdito internacional controlado por los pases ms ricos del planeta.
La razn de este intento parece provenir de un anlisis hecho en Europa,
segn el cual, si fueran aplicados con rigor todos los principios de la OMC,
ningn pas miembro de esta organizacin, podr rechazar el reconocimien-
to de diplomas expedidos por otros Estados miembros. Esto ser considera-
do una barrera al comercio de servicios educativos. Una solucin entonces
sera la de establecer un sistema internacional de crdito que determinara
cules son las instituciones que tienen calidad. Entonces sas seran recono-
cidas fcilmente.
Los mismos analistas tratan, entonces, de imaginar que el tema
podra ser tratado en el marco de la aplicacin de la convencin europea
sobre reconocimiento de diplomas (Convencin de Lisboa), que les pertene-
ce. Esta podra transformarse en una convencin universal con socios de su
eleccin (significativamente, el primer socio ya aceptado es Australia).

PROYECTO DE NACIN
Y aqu retomamos el tema principal para sealar que la defini-
cin o redefinicin de misiones debera provocar un gran debate dentro de
las instituciones. Este, no obstante, es uno de los puntos sobre los cuales poco
se ha hecho. Incluso en la Conferencia Pars + 5, sus participantes dejaron de
lado esta cuestin que, no obstante, es fundamental. El seguimiento de los
resultados de la CMES no puede limitarse a decisiones de gobierno o de
instituciones globales. Las acciones deben venir de la base, de la comunidad
acadmica y de las instituciones y de la sociedad a la cual se vinculan los
establecimientos de enseanza superior que, juntos, deben buscar alcanzar
los mismos objetivos: mejorar la calidad y la pertinencia de las instituciones
y de los sistemas de educacin superior.
La definicin de la misin ser un instrumento importante para
la evaluacin de cada institucin en funcin de su proyecto, que tomar en
consideracin la situacin internacional globalizantes y su vocacin espec-
fica en funcin de los problemas de la sociedad a la cual est directamente
vinculada. Disponiendo de un documento de esa naturaleza, la institucin
podr organizar, de la manera ms legtima y objetiva, procesos de evaluacin
interna y enfrentar una evaluacin externa que tambin solamente tendr
sentido si lleva en consideracin el objetivo que, autnomamente, se atribu-
y cada institucin. En otras palabras, en lugar de utilizar normas estndar
segn los intereses y conveniencias de cierto grupo de pases considerados
dominantes, tendrn a su disposicin elementos de comparacin basados
en objetivos fijados autnomamente.
En esta lnea, quisiera recordar que Jacques Maritain, filsofo
francs, uno de los creadores de la UNESCO, hablaba de la necesidad de
concebir y de implementar un ideal histrico para cada pas, para cada so-
ciedad. Hoy, estoy seguro, Maritain enfatizara ms el conjunto de naciones

118
que el ideal histrico nacional, como lo hizo cuando la creacin de las Nacio-

4 / MARCO ANTONIO DIAS / LA UNIVERSIDAD EN EL SIGLO XXI: DEL CONFLICTO AL DILOGO DE CIVILIZACIONES
nes Unidas. Y lo que ha hecho, en los ltimos tiempos, el cientfico brasileo
Theotnio dos Santos Jnior, que, ya hace algn tiempo, habla de la necesi-
dad de un proyecto histrico para la humanidad.
As, hablar de reforma de la universidad sin tener presente un
proyecto de nacin, en los das de hoy de una globalizacin humana, y sin
una reflexin sobre las misiones de la universidad en la implementacin de
este proyecto me parece arriesgado. Se puede ir en cualquier direccin, el
proceso corre el riesgo de ser objeto de manipulaciones por quienes desean
todo salvo colocar las universidades al servicio de la nacin. Es preciso, pues,
que las universidades participen activamente, asuman posiciones de lideraz-
go en el proceso de definicin de proyectos de esta naturaleza, en que la
exclusin sea eliminada, en que el problema del hambre se resuelva, en que
el derecho de habitar sea protegido, en que el acceso a la educacin y a la
cultura no sean un privilegio, en que el desarrollo de la ciencia sirva a los
intereses de todo el pas, y no slo a los de grupos estratgicamente situados
en grandes centros urbanos, en fin, a los de todo el pueblo que constituye
la nacin.

TEORAS DEL DESARROLLO


Por cierto, mantener este nivel, guardar esta lnea de orienta-
cin, no es tarea fcil en los das de hoy. Vivimos tiempos de oscurantismo.
Al mismo tiempo en que la ciencia se desarrolla a grandes pasos, el refuerzo
del fanatismo, la precariedad generalizada en el mundo del trabajo y la ex-
plotacin del trabajo infantil, el mantenimiento de altas tasas de analfabetis-
mo en el mundo, las discriminaciones en varios campos y en particular en el
de gnero, las desigualdades sociales de todo tipo son apenas ejemplos para
justificar esta afirmacin.
El pensamiento nico y dominante. Con base en los conceptos
del consenso de Washington y en la accin de un pequeo ncleo de pases
dominantes con personal habilitado incrustado en importantes organizacio-
nes internacionales, se vuelve hoy, en la prctica, a las teoras del desarrollo
segn las cuales el vnculo entre las culturas debe hacerse mediante la do-
minacin de las sociedades ms desarrolladas sobre las primitivas. El progre-
so solamente puede hacerse efectivo por la imitacin de lo que se hace en
un nmero reducido de pases que, efectivamente, controlan los procesos
de interaccin social.
En realidad, a lo que asistimos, hoy, con el consenso de Was-
hington y con los esfuerzos para consolidar un pensamiento nico, es la
vuelta de la teora de la modernizacin de los aos 50 y 60 cuando los gran-
des pases occidentales, en particular Estados Unidos, enviaron al tercer
mundo centenas o millares de expertos, los difusionistas, encargados de
modernizar a los pases atrasados, provocando y estimulando cambios en
sus instituciones para que abandonaran sus valores tradicionales, aceptaran
los valores del mercado de acuerdo con el modelo occidental y modificaran

119
todo tipo de relaciones urbanas, sociales y polticas, buscando una demo-
Educacin superior y sociedad / nueva poca / ao 13 / Numero 2 / septiembre 2008

cracia que debera estar basada en la copia del sistema bilateral ingls dejan-
do de lado toda tradicin de poder local, en frica, por ejemplo. Pero este
fenmeno se desarroll igualmente dentro de pases o estados en Europa,
donde, en varias partes, se busc establecer un estado mono-tnico, mono-
cultural, con el abandono de lenguas y costumbres locales.
Poca gente sabe que algunas semanas antes de su realizacin,
gobiernos de un grupo de pases, en particular pero no exclusivamente los
ms ricos, cuestionaron la realizacin de la CMES y queran que los repre-
sentantes de la comunidad acadmica no tuviesen derecho de participar
de decisiones en el encuentro. Esto hubiera sido sinnimo de un fracaso
total. El problema fue superado. No obstante, se estableci un consenso, la
declaracin contina siendo una referencia. Para asegurar la participacin
de la comunidad acadmica en el seguimiento de la CMES, la UNESCO y la
UNU se asociaron a la Universidad Politcnica de Catalua y crearon la GUNI
Global University Network for Innovation- hoy una realidad mundial y
podemos felicitarnos por el hecho de que, superadas las dificultades im-
previstas, esta red vuelva a completar las funciones para las cuales fue
creada.

OPOSICIN A LOS PRINCIPIOS DE LA CMES


No obstante, varios fenmenos ocurrieron desde 1998, en
oposicin a los principios de la CMES:

Se hizo un silencio sobre la pertinencia, como muy bien ob-


serv en varias ocasiones Rafael Guarga. Se hizo silencio sobre
documentos bsicos de la CMES, por ejemplo sobre el discur-
so de cierre de Celine Saint Pierre, de Canad, una mujer de
visin, que fue capaz de, analizando lo que se haba discutido
en la CMES, prever mucho de lo que vendra enseguida, la
comercializacin de la educacin por ejemplo;

Se pasaron a utilizar, de manera sistemtica, procesos de recu-


peracin. Se habla de respeto a la diversidad cultural, y, al
mismo tiempo, se estimulan prcticas que pretenden el esta-
blecimiento o confirmacin de monopolios, de visin nica
del proceso, de calidad basada en estndares cerrados restric-
tos a ciertos pases y a ciertas realidades.

Justamente en el rea del reconocimiento y de la evaluacin


de instituciones, un proceso que dur por lo menos cuaren-
ta aos, llev a la elaboracin de convenciones regionales
sobre el reconocimiento de estudios y de diplomas do ense-
anza superior y a una recomendacin internacional en 1993,
adoptada por consenso, despus de mucho estudio, reflexin

120
y negociacin. Hoy, existe el riesgo de concentrar todas las

4 / MARCO ANTONIO DIAS / LA UNIVERSIDAD EN EL SIGLO XXI: DEL CONFLICTO AL DILOGO DE CIVILIZACIONES
reformas en la experiencia de la convencin europea de Lis-
boa de 1997 y que no se d la debida importancia a un ele-
mento esencial. En el proceso en curso de reformas de las
convenciones regionales, es fundamental que las comunida-
des acadmicas estn conscientes de esta tendencia y reivin-
diquen algo que es el taln de Aquiles de estos instrumentos.
Sus comits de aplicacin son exclusivamente gubernamen-
tales. No contemplan la participacin de las universidades,
medida lgica, en caso de que se desee respetar el principio
de autonoma.7 Puede notarse que la primera convencin
sobre reconocimiento de estudios y de diplomas de la ense-
anza superior firmada en el marco de la UNESCO fue exac-
tamente la de Amrica Latina y del Caribe a mediados de los
aos setenta. Ella establece principios para el reconocimien-
to que debe llevarse a cabo respetando las leyes nacionales.
Para que stas se ajusten a la realidad y sean aplicadas de
manera objetiva, la convencin previ la existencia de comi-
ts de aplicacin. En Amrica Latina se reunieron pocas veces
y siempre de manera muy dispersa con los gobiernos, fre-
cuentemente enviando funcionarios que no entendan del
asunto. Por otra parte, en algunos pases, los tribunales utili-
zaron los principios de la convencin para obligar a las uni-
versidades de sus pases a matricular estudiantes que no
completaban las condiciones requeridas. Esto hizo, por ejem-
plo que, de manera no reflexionada, el gobierno de Fernando
Henrique Cardoso, cuando era ministro Paulo Renato, denun-
ciase esta convencin regional. Es evidente que es necesaria
una reforma de la convencin. El organismo esencial para la
operatividad de los principios es el comit de aplicacin que
debe ser revisto en su estructura y objetivos y que debe,
imperativamente, contar con la participacin de las universi-
dades autnomas de la regin. Lo que no cabe es reformar,
copiando lo que se est haciendo en Europa, donde la reali-
dad es otra o denunciar un instrumento que puede ser til
para la integracin regional.

7 Para informacin sobre esta cuestin ver el documento que elaboramos en conjunto, el ex
rector de la UNU, Profesor Hans Van Ginkel y yo mismo, con el original en ingls, publicado tambin
en espaol con el ttulo de Retos Institucionales y polticos del reconocimiento universitario en
el mbito internacional. Este documento fue presentado en la Tercera Conferencia de Barcelona
sobre Educacin Superior, organizada por GUNI, en Barcelona, de 27 a 29 de noviembre de 2006 y
fue publicado como captulo del libro La educacin superior en el mundo 2007- Acreditacin para
la garanta de calidad; Qu est en juego? pgs 37 a 57- Ediciones Mundi-Prensa (2006).

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Educacin superior y sociedad / nueva poca / ao 13 / Numero 2 / septiembre 2008

AYUDA, ASISTENCIA,
COOPERACIN, DOMINACIN
Durante mucho tiempo, se hablaba de la ayuda como un
instrumento de cooperacin. Se descubri que la ayuda beneficiaba frecuen-
temente mucho ms a los pases donantes que a los receptores. Se pas
entonces, a hablar de asistencia, pero pronto la experiencia mostr que la
asistencia, basada por ejemplo en las teoras difusionistas, no respetaba ni
la diversidad cultural, ni los intereses de aquellos que de ella se deban be-
neficiar. Hoy se busca vender productos, la cooperacin pasa a ser vista como
sinnimo de comercio (para esto, la OMC y la inclusin de la educacin en
el Acuerdo General de Comercio de Servicios son poderosos instrumentos)
y se busca forzar a los pases en desarrollo a reformar sus sistemas para copiar
modelos tradicionales.
En otras ocasiones8 tuve ocasin de analizar el Acuerdo Gene-
ral de Comercio de Servicios (o GATS), no vale la pena insistir en el tema. Es
til, s, mencionar el peligro que existe ahora al retomarse la Ronda de Doha.
Europeos y norteamericanos dicen aceptar reiniciar las discusiones y anuncian
la posibilidad de reducir sus medidas proteccionistas, en caso de que los
pases en desarrollo acepten abrir ms todava el acceso al control de sus
industrias y servicios. Es difcil imaginar cmo pases como Argentina, Brasil,
Mxico y otros van a ceder todava ms el control de sus ahora limitados
parques industriales.
Mxico pas a ser sede de lo que se llama maquilladoras,
donde slo se juntan piezas provenientes de otros pases, Argentina, Brasil,
Uruguay y otros pases corren el riesgo de volver a formar parte de una dis-
tribucin de la organizacin productiva mundial en que les tocar apenas
producir y exportar productos primarios, sin ningn valor agregado. Por otra
parte, cuando se ve el control de grupos de los pases econmicamente ms
fuertes en las reas de servicio (bancos, finanzas en general, turismo, educa-
cin) es difcil imaginar qu apertura puede hacerse todava. En lo que res-
pecta, en particular, a la educacin, ms concesiones pueden significar sim-
plemente eliminar todo y cualquier control sobre la organizacin de la
educacin al interior de cada uno de estos pases.
Recientemente, principalmente en Nueva York, se celebr el
aniversario del atentado a las torres gemelas, resultado, es cierto, de una
accin de fanticos, pero que provoc, del otro lado, reacciones igualmente
irracionales, un estmulo a la guerra de civilizaciones, el lanzamiento de cru-
zadas cuyos nicos beneficiarios son, como siempre, las grandes industrias
de armamentos.
En el mundo occidental, en general, mientras el crecimiento
econmico beneficia cada vez ms a parcelas reducidas de la poblacin, se
8 Por ejemplo: Educacin superior: bien pblico o servicio comercial reglamentado por la
OMC? conferencia en la Cumbre de Rectores Ibero americanos realizada en Porto Alegre, Brasil,
en 2002 y publicada como captulo del libro editado por la Universidad Federal de Rio Grande do
Sul Universidad un lugar fuera del poder (Wrana Panizzi, organizadora).

122
generaliz una situacin como la que fue descrita en relacin a Francia en

4 / MARCO ANTONIO DIAS / LA UNIVERSIDAD EN EL SIGLO XXI: DEL CONFLICTO AL DILOGO DE CIVILIZACIONES
noviembre de 2005 por el semanario ingls The Economist, que destac:

el desempleo en masa dentro de un sistema que preten-


da estar basado en la solidaridad;

la existencia de guetos tnicos;

la ejecucin deliberada de una poltica dura para la accin


de la polica.

Atribuir a la inmigracin la responsabilidad de los tumultos y


revueltas ocurridos recientemente en varios pases, a la poligamia o a otros
factores como quisieron hacer algunos polticos europeos, es una amalgama
que no se puede aceptar en caso de que no se observen las condiciones
sociales en que vive la poblacin en su conjunto. Y esto es importante pues
la precariedad que se generaliza en el mundo entero merece ser verificada
con ms cuidado.
Y ella alcanza a todos los segmentos de la sociedad, no obs-
tante que los inmigrantes sean los que son ms perjudicados con el fenme-
no. De acuerdo con el diario francs Le Monde (25 de enero de 2006), la
posibilidad de no alcanzar la posicin de cuadro ejecutivo o de tener acceso
a una profesin calificada como intermedia, para los diplomados en educacin
superior, es actualmente de 28.9 % en Francia, de 26.7 % en Italia y de 45%
en Espaa

EL FACTOR CULTURAL
La cultura es un elemento importante que se debe llevar en
consideracin en el anlisis de esta realidad. Cultura aqu es un concepto que
sigue el pensamiento de educadores como Paulo Freire o el socilogo mexi-
cano Rodolfo Stavenhagen, que comprende la cultura como el conjunto de
actividades, smbolos, valores e instrumentos del hombre que identifican un
grupo humano y lo distinguen de los dems. Stavenhagen cita como ejem-
plos de grupo con especificidad cultural a los kurdos, en el oeste de Asia. Son
varios millones, no consiguen tener un estado propio y estn desparramados
en territorios de cinco pases, donde representan siempre una importante
minora tnica. En este encuentro de rectores de Amrica Latina y del Caribe
tuvimos la oportunidad de escuchar la leccin de un ministro boliviano que
explicaba que en su pas, al contrario de lo que ocurre en todas partes, dis-
ponen de un ministerio de educacin y de las culturas (en plural). Bolivia, hoy,
reconoce que es un pas multicultural y, a travs de la denominacin de un
ministerio, revela toda una concepcin de cmo es o puede ser interpretada
la palabra cultura.
El estado, seala tambin Stavenhagen, es no slo el cuadro
jurdico concebido para mantener el orden interno y garantizar la soberana

123
frente a poderes externos. El estado es el elemento esencial para la promocin
Educacin superior y sociedad / nueva poca / ao 13 / Numero 2 / septiembre 2008

del desarrollo econmico y social, el distribuidor de bienes y servicios, el


vnculo necesario entre los mercados nacionales e internacionales. Tiene que
garantizar la satisfaccin de los bienes esenciales a la poblacin entera, pro-
mover el crecimiento y el empleo, redistribuir las riquezas, encargarse de
preservar el medio ambiente y servir de referencia para la integracin social.
Hoy, la realidad que vivimos en Europa, provocada por la ne-
cesidad de trabajadores en todos los niveles de garantizar el desarrollo eco-
nmico, es la de estados con poblaciones culturalmente cada vez ms diver-
sificadas. En estos casos, durante mucho tiempo se busc una asimilacin
que representaba la aceptacin total por los inmigrantes de los principios de
la cultura dominante. Ms tarde y este parece ser el caso de Inglaterra, se
desarroll el multiculturalismo que, en la prctica, llev a la formacin de
guetos donde paquistanes, indios y negros de varias partes viven juntos, con
servicios pblicos de mala calidad y con servicios de educacin que necesa-
riamente llevan al desempleo o a posiciones secundarias en el contexto
nacional. Francia, que era apuntada como ejemplo de asimilacin, parece
estar, por lo menos parcialmente, dominada por este tipo de multicultura-
lismo. Las crisis recientes en los suburbios de las ciudades francesas son
significativas.
Hay, por todas partes, una tendencia a demonizar al otro y
esto no slo en trminos tericos. Frente a los problemas que presenta la
masificacin de la inmigracin clandestina, muchos buscan la solucin en la
intolerancia que jams da buenos resultados.
En Dinamarca, el gobierno liberal conservador adopt, el da
8 de diciembre de 2005, una circular determinando que los candidatos a la
naturalizacin deben someterse previamente a un examen de conocimien-
tos sobre la sociedad, la cultura y la historia danesas. Con esto, el objetivo del
gobierno pareca ser el de reducir por lo menos en 50% el nmero de pedi-
dos de inmigracin. En Francia, adems de crear obstculos al reagrupamien-
to de familias, se anuncia que el nuevo gobierno busca mdicos en reas
especializadas dnde hay carencia en este pas. Es lo que llaman immigration
choisie9
En Inglaterra se anuncia que el gobierno solamente abrir las
puertas a trabajadores calificados, diplomados, especialistas en campos vi-
tales para su economa. Es la aplicacin de modelos aplicados hace mucho
tiempo por pases como Australia y Nueva Zelanda. Se dice s a diplomados
o trabajadores especializados, se dice no a los que necesitan trabajar para
sobrevivir. Son pues bienvenidos los empresarios, ciudadanos con recursos
financieros para abrir empresas, diplomados en reas especficas como inge-

9 En su edicin de 30 de agosto de 2007, la revista semanal francesa Challenges, afirma en su pri-


mera noticia, en la pgina 5, sobre rbrica confidencial: - Les services du ministre de lImmigration,
Brice Hortefeux, planchent sur les moyens de faire venir en France des mdecins des pays du Sud.

124
nieros, mdicos en varias especialidades, especialistas en informtica. Es una

4 / MARCO ANTONIO DIAS / LA UNIVERSIDAD EN EL SIGLO XXI: DEL CONFLICTO AL DILOGO DE CIVILIZACIONES
poltica que beneficia la transferencia de cerebros.
Todo esto es contradictorio. Segn documento de las Naciones
Unidas, elaborado al final de 1999 y divulgado en 2000, para enfrentar la re-
duccin de la poblacin y el envejecimiento del promedio de su poblacin,
la nica salida es la inmigracin. Solamente Francia, necesitara 750 mil inmi-
grantes por ao. Los demgrafos de la Divisin de Poblacin de las Naciones
Unidas consideraron que este era el nmero necesario para mantener el
equilibrio medio actual de 4 a 5 activos por cada jubilado. La tasa de natalidad
en Europa era entonces de 1.5 nios por mujer en la comunidad europea

PROMOCIN DEL DESARROLLO


De cualquier forma, la inmigracin masiva no es aceptada por
muchos ciudadanos y crea una serie de problemas, comenzando con los de
la insercin de los inmigrantes en la nueva sociedad. Toda y cualquier solucin
pasara, tericamente, por la reduccin de la pobreza y por la promocin del
desarrollo en los pases carentes.
En este sentido, provoc un cierto inters la iniciativa del son-
riente Sr. Blair, cuando todava primer ministro del Reino Unido, presidi en
2005 una comisin que acab por proponer medidas visualizando la elimi-
nacin de la pobreza en frica. Parte de las propuestas fueron retomadas por
el conjunto de pases que se arrogan el derecho de decir lo que es conve-
niente para el mundo entero, el GRUPO de los G-8. Se puede ser optimista
con respecto a estas iniciativas?
Sin duda, cualquier iniciativa que provoque la reduccin de la
pobreza es bienvenida. No obstante, como muy bien revel un economista
africano, Demba Moussa Demble, las cosas no son tan simples. Analizando
las decisiones tomadas por el G-8 en Gleneagles (Escocia) de 6 a 8 de julio
de 2005, el Sr. Moussa Dembl record otras iniciativas semejantes que no
salieron del papel o que acabaron teniendo un impacto mnimo. En realidad,
el G-8 adopt un plan de accin para frica en una reunin en Kananaskis
(Canad) que, por lo que se sabe hasta ahora, permanece letra muerta.
La comisin Blair no innova cuando presenta la geografa y la
mala gobernabilidad como factores decisivos de la pobreza en frica. Los
dems factores, como los conflictos, la dependencia de productos de base,
la frgil productividad agrcola, la degradacin de la educacin y del sistema
sanitario, el peso de la deuda externa, la fuga de cerebros cada vez ms es-
timulada por los pases ricos, el deterioro en las polticas de intercambio
comercial, tendran apenas un efecto secundario.
Tampoco son innovadoras las conclusiones de esta comisin
cuando son comparadas con las posiciones tradicionales de especialistas
internacionales basados en organismos multilaterales que ignoran o dismi-
nuyen siempre la importancia de factores externos como los del deterioro
provocado por la fuga de cerebros. El informe de la comisin Blair ignora los
impactos en los indicadores econmicos y sociales de las polticas de ajuste

125
estructural impuestas por el Banco Mundial o por el FMI. La mala goberna-
Educacin superior y sociedad / nueva poca / ao 13 / Numero 2 / septiembre 2008

bilidad es de nuevo apuntada como la responsable principal por todos los


males, sin que se indique la responsabilidad de los antiguos poderes colo-
niales implantados y mantenidos, sobre todo en frica.
Para aliviar los efectos del empobrecimiento en el continente
africano, el informe formula cinco recomendaciones clsicas:
instauracin de buena gobernabilidad
restablecimiento de la paz y de la seguridad
desarrollo de recursos humanos
aceleracin del crecimiento econmico
aumento de las exportaciones

PRODUCTOS NEGATIVOS DE LA COLABORACIN


Los pases donantes siempre recuperan lo que donan median-
te compras de bienes, honorarios de consultores, reembolso de los prstamos.
Todo esto es clsico y anlisis de esta naturaleza se encuentran en todas
partes en autores que buscan verificar, con objetividad, los resultados de la
cooperacin como la aplican muchos pases y organismos multilaterales. La
participacin de los pases vistos como receptores es, adems de esto, con-
dicionada a la liberalizacin creciente de su economa, a la insercin pasiva
en la globalizacin, la privatizacin, la apertura de la economa a las empresas
privadas de los pases donadores.
En realidad, buena gobernabilidad para los pases ricos signi-
fica casi siempre la creacin de condiciones favorables a las inversiones ex-
tranjeras. Es sintomtico que la Comisin Blair establezca que la empresa
privada es el principal motor del crecimiento y del desarrollo! No se hace
ninguna referencia a la funcin del Estado en la redistribucin de las riquezas,
ni al acceso a los bienes y servicios de primera necesidad, como agua, elec-
tricidad y a la lucha contra las desigualdades.
Al contrario, los pases africanos, segn la comisin, deben li-
berar cada vez ms sus polticas comerciales, apoyndose en el G-8, en el
Banco Mundial y en el FMI, para construir la capacidad fsica, humana e ins-
titucional necesaria al comercio, incluyendo all las medidas de facilitacin.
Por qu tratar de este tema en una reunin de rectores de
Amrica Latina y del Caribe? En realidad, en la prctica, los mtodos son los
mismos en todas partes. Los objetivos del milenio, con los que todos se
comprometieron en las Naciones Unidas, estn lejos de realizarse. Los pases
desarrollados aplican por ao 300 mil millones de dlares en subvenciones
y ayudas a sus productos agrcolas. Los gastos militares en el mundo alcanzan
la cifra de 800 mil millones de dlares por ao. La ayuda para el desarrollo,
en la mayora de los casos con muchas imperfecciones como acabamos de
mencionar, resulta entre 50 y 60 mil millones de dlares. En el momento en
que se anunciaba el informe de la Comisin Blair, se divulgaba tambin que
la pobreza se duplic en veinte aos en frica sub-sahariana. El nmero de
pobres pas de 164 a 314 millones.

126
Frecuentemente son las empresas y consultores occidentales

4 / MARCO ANTONIO DIAS / LA UNIVERSIDAD EN EL SIGLO XXI: DEL CONFLICTO AL DILOGO DE CIVILIZACIONES
quenes ms se benefician de los programas de ayuda, asistencia o colabo-
racin. Una ONG, Action Aid, lleg a denunciar que 61% de las inversiones
hechas son fantasmas, no llegando jams a los que deberan ser beneficia-
dos. En pases como Francia y Estados Unidos, en algunos casos, llegaran
al 90%. Los pases ricos se comprometieron a aplicar 0.7% de su PNB en
acciones de ayuda internacional al desarrollo, mas llegaron al inicio del siglo
XXI con la media de 0.25% y, cuando se descuentan los fondos fantasmas
gastados, la mayora de las veces, en consultores de los pases ricos, esta
ayuda se reducira a 0.07% en lo que se refiere a los pases del G7 (Reino
Unido, Francia, Estados Unidos, Alemania, Italia, Canad y Japn). Un ejem-
plo que es siempre citado: en programas de cooperacin recientes, en
Vietnam, mientras que especialistas vietnamitas de alto nivel ganaban entre
1500 y 300 dlares, los extranjeros, dando consejos, ganaban por mes de
18 mil a 27 mil dlares.
Por esto, tiene sentido la iniciativa del Presidente del Gobierno
de Espaa, Sr. Jos Luis Zapatero, que, en un pronunciamiento ante la Asam-
blea de las Naciones Unidas, en Nueva York, en 2004, hizo un llamado en
favor de una alianza de civilizaciones. Su iniciativa, segn explic, se inserta
en un contexto difcil que requiere que gobernantes y responsables imple-
menten medidas apropiadas en escala mundial, especialmente en los terre-
nos poltico y cultural, a fin de evitar que la actual deriva entre los mundos
occidental y rabe e islmico se consolide y pueda llegar a afectar seriamen-
te la paz y la estabilidad internacionales.

FUNCIN DE LAS UNIVERSIDADES


Es conveniente entonces principalmente cuando rectores de
toda una regin se renen para analizar las perspectivas futuras inmediatas
de los establecimientos de enseanza superior desde una perspectiva regio-
nal abierta al mundo- indagar qu pueden hacer estos establecimientos para
solucionar este tipo de cuestiones en el marco de una cultura de paz, que
estimule a que todos deseen vivir juntos, a aceptar al otro como es y no como
copia de nosotros mismos. En otras palabras, cul es la perspectiva de la
educacin internacional, de la educacin para la paz, en nuestros das? Tie-
ne sentido esta preocupacin actualmente y en nuestras regiones? Qu
pueden hacer los establecimientos de enseanza superior en realidades
concretas, cuando los inmigrantes o aquellos provenientes de grupos mino-
ritarios o grupos diferenciados por la cultura, origen o situacin financiera,
son demonizados?
Tuve la ocasin de analizar esta cuestin en varios documen-
tos elaborados recientemente, sea en el marco de reflexiones realizadas en
universidades espaolas, sea en el cuadro de una obra colectiva en prepara-
cin supervisada por la Profesora Roseli Fischmann, de la Universidad de So
Paulo. En varias de estas ocasiones, seal que las universidades, en este
campo, como en otros, tienen tres funciones importantes que ejercer:

127
Analizar la cuestin de la inmigracin y todas las cuestiones
Educacin superior y sociedad / nueva poca / ao 13 / Numero 2 / septiembre 2008

vinculadas: necesidad de aprender a vivir juntos, el desarrollo


de la tolerancia, la reduccin o eliminacin de la pobreza, de
la precariedad y principalmente el desarrollo de una cultura
de paz, asociada a la promocin de la cooperacin internacio-
nal solidaria y de la ciudadana;

Orientar sus programas curriculares considerando los objetivos


de la educacin internacional que alcanza a todos estos ele-
mentos. En este momento, la multidisciplinaridad es una nece-
sidad para la comprensin de los problemas que son de una
complejidad total y no pueden limitarse a disciplinas aisladas;

Desarrollar programas de cooperacin solidaria con institucio-


nes congneres en todos los continentes. Este tipo de coope-
racin es lo que puede facilitar la comprensin mutua. La
tendencia actual, en particular en Europa, donde vivo desde
hace un cuarto de siglo, es la de abandonar la cooperacin
solidaria, transformando la educacin y los intercambios uni-
versitarios en mercaca, lo que, sin duda, va a generar ms
problemas e impedir que un verdadero dilogo se efecte.

Durante los aos 80, discusiones en mbito internacional revela-


ron que especialistas de varios pases pasaron a considerar que el concepto de
educacin internacional debera ser interpretado como debiendo alcanzar todos
los actos educacionales con vistas a una mejor comprensin, un mayor respeto
a las ideas, culturas, costumbres y tradiciones de los dems, a promover una
mejor cooperacin entre naciones con base en las relaciones internacionales y
el respeto al derecho internacional, en la justicia y equidad, con la promocin
de la paz, mediante estudios sobre las causas de los conflictos, sobre la resolucin
pacfica de disputas, sobre el desarme, incluyendo sus relaciones con el medio-
ambiente. Como corolario, tendra que incluir las materias de derechos humanos
y libertad y el respeto a la dignidad de los pueblos, sea en su carcter de indivi-
duos sea como miembros de sus comunidades, especialmente las minoras.
Parece claro que sern ms eficaces en esta tarea si demuestran
competencia en su misin propuesta por la CMES de 1998 de formar ciuda-
danos capaces de comprender los grandes problemas mundiales y de actuar
sobre ellos en una perspectiva democrtica y de respeto de los derechos
humanos, donde la tolerancia es un elemento clave.

EDUCACin Y DEMOCRACIA
Por fin, qu puede hacer la educacin y en particular la ense-
anza superior en favor de la democracia? Qu puede hacer para que la
democracia no sea slo formal y traiga consigo una reduccin de las injusti-
cias y de las desigualdades histricas? Cmo puede colaborar para que

128
pases de regiones como Amrica Latina y el Caribe tengan visiones prospec-

4 / MARCO ANTONIO DIAS / LA UNIVERSIDAD EN EL SIGLO XXI: DEL CONFLICTO AL DILOGO DE CIVILIZACIONES
tivas, dejen de lado intereses inmediatos y, en una visin de largo alcance,
colaboren con el progreso de todos sus componentes?
Es innecesario insistir en la idea de que la educacin pueda
resolver todos los problemas sociales. No lo puede hacer sola. El voluntarismo
no es una solucin. Sin embargo, la educacin es parte de la solucin y una
accin concertada tendra sentido si fuese implementada en todos los nive-
les, desde la escuela primaria hasta la universidad, o quin sabe, desde ma-
ternal hasta los cursos de post-grado.
En 1992, uno de mis ex-colegas en la UNESCO, Marc Gilmer,
deca que en el contexto de un mnimo consenso sobre un proyecto de
sociedad democrtica, tanto las estructuras de la educacin formal como las
de la educacin no formal configuran los instrumentos ms abiertos y rpidos
para la introduccin de diversos mtodos y contenidos de la educacin para
la democracia. Lo mismo se aplica a la educacin para la ciudadana y la
educacin internacional. En realidad, se trata de lanzar elementos para un
nuevo conjunto de actitudes que deben ser estimuladas para la construccin
de una sociedad ms justa, donde todos tengan derechos iguales y sean
respetados en sus diferencias.
Un ejemplo concreto con esta orientacin fue dado por el
Programa Veredas, mencionado al inicio de este texto, y que fue un progra-
ma ejecutado por una red de 18 universidades lideradas por la Universidad
Federal de Minas Gerais, entre los aos 2001 y 2005. Propici la formacin
universitaria de 14 mil profesores de las cuatro primeras series de la ensean-
za bsica en el Estado de Minas Gerais. Proveniente de un proyecto elabora-
do con los auspicios de la Universidad de las Naciones Unidas en el marco
del Programa Anchieta de Cooperacin Interuniversitaria se mezclaban m-
todos tradicionales con la utilizacin de la educacin a distancia. Haba tres
grupos de disciplinas: las de contenido, las de metodologa pedaggica y
temas transversales que iban desde el anlisis del entorno donde funcionaban
las escuelas a problemas globales, como medio ambiente, paz y derechos
humanos. De lo local a lo global fue el camino recorrido por los profesores
que obtuvieron su formacin en el Programa Veredas. Es estimulante verificar
que la Universidad Federal de Minas Gerais, de nuevo liderando a una red de
universidades, pretende retomar su implementacin, formando nuevos gru-
pos de profesores para los cuatro primeros grados de la escuela primaria.

DILOGO DE CIVILIZACIONES
La cuestin del conflicto de civilizaciones y de la necesidad de
una alianza mediante el dilogo se convierte en punto esencial para crear
mejores relaciones entre las diversas comunidades, en el mbito internacio-
nal pero tambin en el nivel nacional. Como seala un documento reciente,
enviado por el gobierno espaol a la Universidad de las Naciones Unidas,
desde la guerra fra, hemos vivido un perodo en que cambios importantes
pueden ser observados en ambas, las micro y las macro-interacciones. En el

129
contexto mundial actual, parece evidente que este punto se est volvien-
Educacin superior y sociedad / nueva poca / ao 13 / Numero 2 / septiembre 2008

do tambin un elemento pertinente para las instituciones de educacin


superior, como componente de su compromiso social con la sociedad.
Hace poco tiempo, las Naciones Unidas estimularon el desa-
rrollo de acciones y de reflexiones en este campo. Es interesante observar
que la regin que tal vez menos se interes por el tema fue justamente la
de Amrica Latina y del Caribe, tal vez porque sus lderes polticos juzgaron,
como los dirigentes de los establecimientos de enseanza superior de esta
regin, que el problema no existe o no es prioritario. Seguramente, muchos,
basados en lo que se lee en los diarios todos los das, consideran que el
tema es vlido slo para Estados Unidos, en funcin del terrorismo interna-
cional, o para Europa a causa de la inmigracin clandestina masiva. Creo
que ah est habiendo falta de perspectiva. Este es uno de los casos sobre
los cuales deberan reflexionar con profundidad organismos como los la-
boratorios del futuro creados en la Universidad de Brasilia y en otras insti-
tuciones.
En documento reciente que elabor a pedido de representan-
tes de la UOC Universidad Abierta de Catalua- seal que hay conflictos
como los que son resultantes de la delincuencia en las grandes ciudades
de la Amrica Latina- que son resultado de la mala prestacin o hasta de la
ausencia u omisin total de los gobiernos locales en campos como educacin,
transporte, servicios de salud, seguridad etc. Esta ausencia u omisin produ-
ce conflictos que alcanzan de manera distinta a los diferentes segmentos de
la sociedad, pero tienen implicaciones para todos. Representa una amenaza
para la paz y la seguridad interna, pero, al final, acaba repercutiendo en las
relaciones con otros Estados.
Vivo en Europa, ms precisamente en Francia, hace ms de
un cuarto de siglo, pero viajo mucho y estoy en permanente contacto con
Amrica Latina y el Caribe que es y ser siempre mi regin de base. La
ausencia del Estado, el control de grandes ciudades por la delincuencia,
como ocurre hoy en da por todas partes, no se justifica, ya que una situa-
cin de stas no permite el desarrollo de relaciones basadas en el derecho
y en la dignidad de los ciudadanos. El hecho de que nuestras elites desa-
rrollen una poltica, una actitud, una cultura de sacar ventajas de todo, de
falta de respeto a los mnimos estndares de tica, donde la corrupcin se
ve por todas partes, hace que hasta elementos de las clases desfavorecidas,
en el momento en que se lanzan programas sociales, o se aprueban leyes
para reducir injusticias, pasan a buscar no la mejora de su situacin con
base en el derecho, sino que buscan aprovecharse, son oportunistas, prac-
ticando muchas veces el chantaje. La palabra tica parece haber perdido
significado en muchas de nuestras sociedades. El ejemplo viene desde
arriba, pero se extiende con rapidez y facilidad en todos los medios y
ambientes.
Por otra parte, y esto debe ser tema de reflexin, ciudadanos
de estos pases se desplazan, en contingentes cada vez ms numerosos,

130
hacia otros pases y regiones. Es el caso de latinoamericanos con destino a

4 / MARCO ANTONIO DIAS / LA UNIVERSIDAD EN EL SIGLO XXI: DEL CONFLICTO AL DILOGO DE CIVILIZACIONES
Estados Unidos, de caribeos a Estados Unidos, Inglaterra, Pases Bajos y
Francia, de ecuatorianos en gran nmero hacia Espaa, de brasileos a Esta-
dos Unidos y Portugal. El fenmeno de la movilidad internacional tiende a
expandirse. Ahora, incluso Brasil y otros pases se preparan, a pedido de las
Naciones Unidas, a recibir refugiados palestinos abandonados en Irak, en
Jordania o en otros pases. Adems de esto, una nueva e importante ruta de
inmigracin clandestina se desarrolla con, por ejemplo, gran nmero de
asiticos que llegan a Buenos Aires o a So Paulo va otros pases de la regin,
donde la entrada es ms fcil.
Hoy, cada vez ms crece la conciencia de que nuestras socie-
dades tienen que ser multiculturales y raciales, aqu tenemos millones de
ciudadanos, muchos de ellos de lejano origen africano, millones de indgenas,
que an viven en situacin de sumisin. Con la nueva movilidad internacio-
nal, las comunidades de la regin deben prepararse para la llegada que
tiende a multiplicarse de ciudadanos de otro color, otra raza, otra religin,
otra civilizacin. Adems de eso, la evolucin de las comunicaciones y de los
transportes es de tal dimensin que la necesidad de conocer al otro, de
aceptarlo con sus diferencias, es esencial para todos los que viven en un
mundo globalizado. En consecuencia, la educacin para la paz y la educacin
internacional como instrumentos para la alianza de civilizaciones y el dilogo
de culturas y para que el ser humano, en todas partes aprenda a convivir, son
hoy una necesidad global y local.
Y, para ejercer un papel en la esfera internacional, es necesario
que la regin se una y sea capaz de definir objetivos comunes. A medida que
dirigentes polticos continen actuando de manera inmediatista y miren, con
prioridad, intereses de grupos poltico-partidarios nacionales, la regin con-
tinuar dependiente y a merced de decisiones tomadas en el exterior. La
regin no podr ser ms decente y ms justa en sus estructuras polticas y
sociales, ni tendr condiciones de enfrentar la competencia econmica y fi-
nanciera que, en tiempos de globalizacin, ser cada vez ms implacable.

UN NUEVO INSTITUTO
Como resultado de discusiones entre la Universidad de las
Naciones Unidas y representantes del gobierno de Espaa, se present re-
cientemente, en julio de 2007, al Bureau del Consejo de la Universidad de las
Naciones Unidas, la propuesta de creacin, en Madrid, de un Instituto que,
tratando de la cuestin de la alianza de civilizaciones, pondra nfasis en la
importancia del dilogo, de la comprensin, de la paz y de la diversidad
cultural.
El Bureau dio seal verde al gobierno espaol y a la Universidad
de las Naciones Unidas para lanzar, inmediatamente, algunas actividades,
entre ellas una serie de investigaciones relacionadas a la cuestin de la de-
mocratizacin y de la inmigracin, y el desarrollo de una red universitaria
capaz de movilizar a la comunidad acadmica mundial sobre estos objetivos.

131
Para eso, se prev el comienzo de actividades concretas de formacin y de
Educacin superior y sociedad / nueva poca / ao 13 / Numero 2 / septiembre 2008

investigacin en 200810.
Fundamentndose en un informe elaborado por un grupo
especial copresidido por Federico Mayor (Espaa) y por Mehmed Aydin (Irn),
el nuevo Instituto se preocupar por cuestiones vinculadas a la prosperidad
de los pases, la seguridad de los individuos, el respeto a la diversidad cultu-
ral. Actividades prioritarias sern implementadas en las reas de educacin,
inmigracin, comunicacin de masas y juventud11. Sern acciones vinculadas
al compromiso social, a la pertinencia de las universidades, a la creacin y al
respeto de valores.
Simplemente a ttulo de informacin relativa a la regin, sea-
lo que la Universidad de las Naciones Unidas, recientemente aprob, incluso,
dos resoluciones que van en la misma lnea:

firm un acuerdo con la Universidad del Noroeste de la Pro-


vincia de Buenos Aires para la creacin de un Instituto de Ges-
tin para el Desarrollo Sostenible que ya est funcionando con
la direccin del Profesor Luis Lima, ex-rector de las Universida-
des de La Plata y de la propia Universidad del Noroeste de la
Provincia de Buenos Aires;

firm acuerdo con el Banco de Brasil para la implementacin


y evaluacin de centenas de proyectos en el campo del desa-

10 Posteriormente a la elaboracin de este documento, en diciembre de 2007, el Consejo de la


Universidad de las Naciones Unidas aprob la creacin, en Espaa, de un Instituto de Informacin y de
Investigacin sobre la Alianza de Civilizaciones. Se espera que esta nueva unidad de la UNU comience
efectivamente a funcionar en 2008 y que sirva de punto de referencia a todas las instituciones en el
mundo que deseen adoptar en sus programas la perspectiva de educacin internacional.

11 Education, to foster a sense of community and solidarity. It must be balanced by knowledge


of global issues and an understanding of other societies and cultures. Civic and Peace Educa-
tion, Global and Cross-cultural Education, Exchanges/ Programs, Media Literacy Education /
Education and Religion / Education and Development / New Technologies and Access to the
Internet / Education for Employment and for Life, are the aspects highlighted by the Report of
the High-level Group
Migration: this issue can be seen as a threat as well as an asset for the host societies. In this
sense, it creates positive dynamics and is a challenge to both the sending and receiving coun-
tries. Possible areas of work in this field are: Coordinated Strategies of Immigration Policies /
Migration and Development / Migration and Cultural Identity / Migration and Leadership.
Medias: as a relevant element in the dissemination of values and in the formation of societys
thinking. The Media are responsible for disseminating local culture and the events that occur
in the world. The Media can be partners in the process of creating solidarity between different
cultures. Some themes could be handled through an approach focusing on Intercultural Dia-
logue: the Production of Knowledge through the Media / Media Liberty and Responsibility /
Impacts of the Cultural Medias / Internet and Communication /Media and Immigration.
Youth: young people should be seen as autonomous actors and partners who can bring ben-
efits through their innovative ideas. This could lead to Cooperative and Exchange Programs /
Youth and Enterprises / Education and Work.

132
rrollo durable. En realidad, estos proyectos forman parte de

4 / MARCO ANTONIO DIAS / LA UNIVERSIDAD EN EL SIGLO XXI: DEL CONFLICTO AL DILOGO DE CIVILIZACIONES
un programa lanzado por el Banco de Brasil con apoyo de un
grupo de universidades pblicas desde 2003 y que trata del
desarrollo regional sustentable, beneficiando a ms de un
milln de familias en regiones menos favorecidas. El programa
busca incentivar actividades productivas que sean econmi-
camente viables, socialmente justas y que respeten el medio
ambiente y la diversidad cultural.

Tanto el proyecto en Argentina como el de Brasil tienen ten-


dencia a regionalizarse buscando colaborar con la integracin de la regin.

CONCLUSIN
Me gustara concluir recordando una afirmacin que hice mu-
cho tempo atrs, en una de mis primeras intervenciones como director de
la Divisin de Enseanza Superior de la UNESCO (1981-1999), en febrero de
1982, en Costa Rica y que creo que es todava actual:
Como alto recinto de reflexin y de estmulo a la accin, la
Universidad debe suscitar hoy una toma de conciencia social y contribuir con
la participacin de la mayor representacin de todas las capas de la sociedad
en la solucin de los problemas de la colectividad, a aumentar la capacidad
de cada pueblo para inventar nuevas ideas, nuevos recursos y nuevas tcni-
cas y facilitar su aplicacin en beneficio de toda la sociedad.
Desde el momento en que la Universidad es libre, sta puede
constituir para los estados y los gobiernos un medio irremplazable para cono-
cer su propia sociedad, su historia, para desarrollar su progreso cientfico en el
sentido de un mejor conocimiento y de un dominio de los desequilibrios na-
cionales e internacionales. La Universidad, al constituir para cada nacin un
instrumento de salvaguardia de su libertad y de su independencia, puede ser
un factor poderoso de cohesin y de entendimiento entre los pueblos, aun
cuando stos pertenezcan a sistemas polticos o sociedades diferentes, o a
sistemas econmicos desiguales. La Universidad puede ser un poderoso re-
medio a la desigualdad, mantenindose, al mismo tiempo, como la expresin
ms alta de las diferencias. Ella puede conducir incluso a enriquecer la diversi-
dad mundial al crear, dentro de la mente de aquellos que estudian, el amor y
el respeto a las diferencias y, de esa forma, conducirlos de manera irreversible
a un apego al respeto a la paz, condicin sine qua non del desarrollo intelec-
tual y cientfico de la comunidad. El pensamiento humano no puede desarro-
llarse sino dentro de un clima de serenidad, de dilogo, y no en medio del
ruido y del furor, incitados por una carrera de armamentos sin control y un
despilfarro de recursos, que podran utilizarse mejor en beneficio de toda la
humanidad.
Quisiera insistir aqu muy especialmente sobre las ciencias
humanas y sociales, las cuales cuestionan al hombre en cuanto a su finalidad,
sondean su conducta, analizan sus costumbres y desprenden principios y

133
leyes que aclaran el funcionamiento de las sociedades, permitindoles as
Educacin superior y sociedad / nueva poca / ao 13 / Numero 2 / septiembre 2008

lograr una armona sin la cual stas no podran desarrollarse y, al mismo


tiempo, permitiendo a los cientficos proporcionar los fundamentos de una
responsabilidad que los conduzca hacia una utilizacin de la ciencia y de la
tecnologa por el bien de todos. La Universidad fallara en su misin si no
contribuyese a dar a la sociedad luces renovadoras sobre los problemas
fundamentales por los que la sociedad atraviesa, dentro de los cuales el de
la paz merece subrayarse muy particularmente.
Realmente, observando lo que pasa en el mundo en los das de
hoy y en particular en nuestra regin, creo que es vlido terminar manifestan-
do la esperanza de que las universidades de Amrica Latina y del Caribe, una
vez ms, retomen sus posiciones histricas en favor de la construccin de una
sociedad ms justa. En 2008, todo el sistema de las Naciones Unidas estar
volcado a conmemorar los 60 aos de la aprobacin y la firma de la Declaracin
Universal de los Derechos Humanos. Creo que ste es un elemento que debe
servir tambin a la reflexin de las universidades de la regin. Est claro que
en un momento en que los centros de poder, una vez ms, intentan mantener
a Amrica Latina y al Caribe ausentes de las grandes decisiones a escala global,
la unin, la integracin de los pases de esta regin y evidentemente de sus
universidades, se hace imprescindible para su sobrevivencia.
En el campo especfico de la educacin superior, es urgente
que por, una vez, Amrica Latina y el Caribe afirmen una posicin comn que
respete sus especificidades para que la regin pueda tener peso en las deci-
siones que sern tomadas en 2009 durante la Conferencia Mundial sobre la
Enseanza Superior, Pars + 10. De nuevo, basados en los principios de la
Declaracin Universal de los Derechos del Hombre, insistan en la idea bsica
del compromiso social de la universidad, en el postulado de que calidad y
pertinencia son conceptos de tal forma interrelacionados que uno no existe
sin el otro, creer en la utopa de que, a pesar de todas las demostraciones en
contrario, es posible conseguir que nuestros pases y nuestra regin sean
decentes, eliminen la corrupcin y que, buscando ser justos, promuevan una
integracin que beneficie a todos.
Concluyo citando al arquitecto Oscar Niemayer, uno de los
creadores de Brasilia, que en noviembre de 2007 conmemor su centsimo
aniversario, y que en una entrevista reciente a una publicacin francesa, hizo
algunas declaraciones que sintetizan todo lo que busqu trasmitir en este
documento.
Lo importante es la vida, la familia, son los amigos, es este
mundo injusto que debemos mudar.
Me gustara que las nuevas generaciones comprendan que es
indispensable cultivar la solidaridad y la fraternidad.
Es necesario soar siempre. Slo el sueo nos hace avanzar 12

12 Niemeyer a la grande chelle - Rencontres Le Monde selon Oscar Niemeyer Air France
Magazine, aot 2007- pgs 80-85

134
4 / MARCO ANTONIO DIAS / LA UNIVERSIDAD EN EL SIGLO XXI: DEL CONFLICTO AL DILOGO DE CIVILIZACIONES
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octubre 1998. Confrence mondiale sur lenseignement suprieur. Rapport final
(Suzy Halimi). Esta publicacin existe tambin en ingls y espaol y contiene
algunos de los principales documentos de la CMES, incluida la Declaracin y el
Marco de Accin Prioritaria. Los textos pueden tambin ser encontrados en In-
ternet en la pgina web de la Unesco -www.unesco.org/education/educprogr/
wche.htm/: Ver tambin, a partir de noviembre de 2007, www.mardias.net
En abril de 2002, la CRUE (Conferencia de Rectores de las Universidades Espaolas) y la Fundacin
Universitaria de Cooperacin Internacional (Madrid), publicaron un libro que
contena, en castellano, los principales documentos de la CMES: Perspectivas de
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Universidad Pontificia Comillas Instituto Universitario de Estudios sobre Migraciones Migracio-
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cit- 4 de junio de 2002- pg. 12

137
MARCO ANTONIO DIAS:
Actualmente representa a la Universidad de las
Naciones Unidas ante la UNESCO, organizacin
de la cual fue Director de Educacin Superior
de 1981 a 1999. En esta funcin, fue responsa-
ble por el lanzamiento del programa UNITWIN/
Ctedras UNESCO y el principal organizador
de la Conferencia Mundial sobre Educacin
Superior en Paris, en 1998. Es presidente de la
Asociacin ORUS Observatorio Internacio-
nal de Reformas Universitarias, desde marzo
de 2007. En los aos sesenta, fue periodista
en Belo Horizonte y So Paulo y en los aos
70 fue profesor, jefe del Departamento de
Comunicacin, Decano de Extensin y Vice-
rector de la Universidad de Brasilia. En este
perodo, fue tutor (patrono) de estudiantes de
diversas carreras en la Universidad de Braslia.
Tras jubilarse en UNESCO (febrero del 1999),
ha participado en encuentros, ha dictado
conferencias, ha colaborado en la elabora-
cin de proyectos en todos los continentes.
Diplomado en Derecho (licenciatura) por la
Universidade Federal de Minas Gerais (1964),
tiene un diploma de postgrado (Tercero Ciclo)
del Instituto Francs de Prensa y de Ciencias de
la Informacin de la Universidad de Paris (1968).
Es autor de varios artculos y captulos de libros
y del libro O fato e a verso do fato um
jornalista nos anos 60 (Edies PUC-MG, 1992):
Fue tambin coordinador y autor de Perspec-
tivas de la educacin superior en el siglo XXI
(FUI-Madrid, 2002). Recibi la condecoracin
de la Lgion dhonneur francesa (1999) y de
la Ordem do Mrito Educativo de Brasil (1993).
Es Doctor Honoris Causa de la Universidad
del Noroeste de la Provincia de Buenos Aires
(Argentina) [email protected] (www.
mardias.net sitio en construccin)
5
CMO MEDIR LA PERCEPCIN
DE LA RESPONSABILIDAD SOCIAL
EN LOS DIVERSOS ESTAMENTOS
DE LA UNIVERSIDAD?:
UNA EXPERIENCIA CONCRETA

HOW TO MEASURE THE PERCEPTION


OF SOCIAL RESPONSIBILITY IN THE
DIFFERENT ESTATES OF THE
UNIVERSITY? A CONCRETE
EXPERIENCE

MNICA JIMNEZ DE LA JARA


RESUMEN La Responsabilidad Social Universi-
El artculo presenta la experiencia taria apela a la conciencia de
de un grupo de universidades responsabilidad respecto de lo que
chilenas que en el marco del la Universidad declara y practica
Proyecto Universidad Construye ante todos quienes son sus grupos
Pas1, liderado por la autora de este de inters (stakeholders) que en
escrito, a partir del ao 2000 ltima instancia es toda la sociedad
construyeron el concepto de en la que la Universidad est
Responsabilidad Social Universitaria inserta.
con el fin de incentivar en las Como responder es algo que debe
universidades chilenas su rol ser verificable, la autora nos
tradicional, de formacin de presenta un instrumento de
profesionales ntegros y socialmen- medicin de la RSU elaborado por
te responsables. Construye Pas y que ha sido
El escrito define a partir de una aplicado en varias universidades
visin de una universidad social- chilenas. En concreto nos presenta
mente responsable un concepto de los datos comparados de medicin
Responsabilidad Social Universitaria de dicho instrumento en la
centrado en la definicin y concre- Universidad Catlica de Temuco,
cin de una serie de principios o donde fue aplicado por el Centro
valores, en el mbito personal, de Etica y Responsabilidad Social
social y propiamente institucional Universitaria en los aos 2005 y
universitario que se deben 2007.
concretar en la gestin, docencia, Este instrumento mide la percep-
investigacin y extensin de las cin que la comunidad tiene de la
universidades. Responsabilidad Social de la
Universidad, de cara a mejorar sus
prcticas y polticas institucionales.

1 Actualmente, estas universidades estn


constituidas como la Red de Universidades Chi-
lenas Construye Pas con el objetivo de difundir
y consolidar las prcticas socialmente respon-
sables de las universidades.
abstract The Social Responsibility of the
The article describes the experience University calls for the participation
of a group of Chilean universities of interest groups and stakeholders
taking part in University Builds a connected to each University.
Country. The project is led by the How to respond is something that
author, who since the year 2000 should be verifiable. The author
developed the concept of social presents us with a measuring
responsibility of the university in instrument of the RSU devised by
order to encourage Chilean Country Building which has been
universities to prepare well-roun- applied in several Chilean universi-
ded professionals with awareness of ties. In concrete terms, it presents
issues related to social responsibili- us with comparative data measure-
ty. The article relates a vision of a ments at the Catholic University of
socially responsible university Temuco, where the instrument was
centered on the concept of Social applied by the Center of Ethics and
Responsibility of the University, Social Responsibility of the Universi-
based on the definition of a series ty in 2005 and 2007. This instrument
of principles or values, in the measures the perception of the
personal, social and institutional community in relation to Social
spheres. Theses principles should Responsibility of the University in
find manifestation in the manage- order to improve practices and
ment, teaching and research areas institutional policies.
of universities. Currently, these
universities are part of the Chilean
Universities Build the Country
Network with the goal of dissemi-
nating and consolidating socially
responsible practices of the
universities.
5 / MNICA JIMNEZ DE LA JARA / CMO MEDIR LA PERCEPCIN DE LA RESPONSABILIDAD SOCIAL EN LOS DIVERSOS ESTAMENTOS DE LA UNIVERSIDAD?: UNA EXPERIENCIA CONCRETA
Visin de una Universidad socialmente
responsable
En concordancia con la Declaracin Mundial sobre Educacin
Superior para el siglo XXI, aprobada en la Conferencia Mundial sobre Educa-
cin Superior organizada por UNESCO y que tuvo lugar en Pars en octubre
de 1998, los acadmicos que participan del Proyecto Universidad Construye
Pas declararon:

Visualizamos una Universidad Socialmente


Responsable

Preservando y creando el capital social del saber y del


pensamiento mediante la reflexin y la investigacin interdis-
ciplinaria y difundindolo por distintos medios: formacin de
intelectuales y profesionales; apoyo a la elaboracin de polti-
cas pblicas; de iniciativas privadas de desarrollo y a las nece-
sidades del movimiento social y cultural de los distintos sec-
tores del pas, para ser efectiva su misin de aportar su
contribucin al desarrollo sustentable y al mejoramiento del
conjunto de la sociedad.

Constituida en una comunidad real de aprendizaje y de


creacin de conocimientos, creando vnculos entre acadmi-
cos, alumnos y funcionarios. Con una vigorosa poltica de de-
sarrollo del personal y de estmulo a la innovacin curricular y
a los mtodos de enseanza aprendizaje.

Formando mujeres y hombres, altamente calificados, nte-


gros e integrales, comprometidos con valores que defienden
y difunden activamente; que ven su profesin como una po-
sibilidad de servicio a los dems y que son capaces de aportar
como ciudadanos a la construccin de la sociedad y de res-
ponder creativamente a los desafos de un proyecto pas.

Incluyendo un curriculum transversal tendiente a asumir


con visin universal la realidad del pas, en toda su riqueza y
ofreciendo oportunidades a equipos de acadmicos y alumnos
para prestar servicios a personas y grupos que no pueden
acceder a los beneficios del desarrollo.

Ofreciendo formacin permanente, facilitando el reingre-


so de egresados a la educacin superior para actualizacin y
complementacin de la formacin, a fin de educar para la
ciudadana y la participacin activa en la sociedad, teniendo

143
en cuenta las tendencias en el mundo del trabajo, y en los
Educacin superior y sociedad / nueva poca / ao 13 / Numero 2 / septiembre 2008

sectores cientficos y tecnolgicos.

Abierta al cambio, valorando e incorporando el conoci-


miento y experiencia del entorno, generando y manteniendo
espacios de debate en el seno de la institucin, buscando,
diciendo y actuando con la verdad.

Qu entendemos por responsabilidad


social1
Al iniciar el trabajo, el grupo de acadmicos reunidos conside-
r indispensable definir ms precisamente qu entendera por Responsabi-
lidad Social, acordando trabajar con un concepto que no pretende ser defi-
nitivo, pero que ofrece los lineamientos necesarios para pensar y actuar con
una orientacin comn.

Entendemos por Responsabilidad Social Universitaria la capa-


cidad que tiene la universidad, de difundir y poner en prctica
un conjunto de principios y valores generales y especficos, por
medio de cuatro procesos considerados claves en la Universi-
dad, como son la gestin, la docencia, la investigacin y la
extensin universitaria. Respondiendo Socialmente as, ante la
propia comunidad universitaria y el pas donde est inserta.

Se trata de definir de qu se es responsable, ante quin se


responde y cmo se es responsable.

De qu se es responsable? Las universidades socialmente


responsables ponen en prctica los principios generales de la
vida universitaria que provienen de la calidad del entorno en
el que ella se desenvuelve y los valores especficos que la orien-
1 El documento original del que obtuvimos esta parte del trabajo es fruto del trabajo conjunto
de integrantes del Equipo Coordinador del Proyecto Universidad Construye Pas con representantes
de las universidades integrantes del Proyecto, en un proceso participativo y de sucesivas revisiones.
Asumiendo el riesgo de dejar nombres fuera, se pueden mencionar entre sus autores a: Mnica
Jimnez, Jos Manuel De Ferari, Catalina Delpiano y Luis Andrade (Equipo Coordinador); Waldo
Valderrama, Luis Hevia (U.Tcnica Federico Santa Mara); Gladis Jimnez, Ezio Passadore, Jorge
Mendoza (U. Catlica de Valparaso); Miguel Reyes, Claudio Valenzuela (U. de Playa Ancha); Gracia
Navarro, Cecilia Collado, Patricia Astroza, Oscar Sez, Albertina Lpez (U. de Concepcin), David
Oviedo, Sergio Araya (U. del Bio Bio); Mara Villanueva, Javier Villar, Cristin Valds (U. Catlica de
Temuco); Reginaldo Zurita, Paula Boero, Pamela Ibarra (U. de la Frontera); Ximena Rojas, Mara Elena
San Martn (U. Austral de Chile); Ximena Gonzlez, Antonio Mondaca (U. de Chile); Carlos Portales,
Andrs Raineri, Andrs Iacobelli, Andrs Domnguez, Jorge Jimnez, Paula Bedregal, Marisa Torres,
Claudia Giacoman, Magdalena Opazo, Mara Teresa Salinas, Sebastin Zulueta (P.U. Catlica de Chi-
le); Francisco Javier Gil (U. de Santiago); Fernando Verdugo, Rodrigo Montserrat, Ana Mara del Valle
(U. Alberto Hurtado).

144
tan. Todos ellos deberan atravesar la gestin y las funciones

5 / MNICA JIMNEZ DE LA JARA / CMO MEDIR LA PERCEPCIN DE LA RESPONSABILIDAD SOCIAL EN LOS DIVERSOS ESTAMENTOS DE LA UNIVERSIDAD?: UNA EXPERIENCIA CONCRETA
tradicionales de docencia, investigacin y extensin.

Ante quin se responde? Primero, se responde ante la pro-


pia comunidad universitaria, ante los acadmicos, funcionarios
y alumnos, ante cada uno en particular y ante todos como
comunidad. Luego se responde al pas, al Chile de hoy y del
futuro, la universidad tiene que visionar el futuro y adelantarse
a la demanda que el pas le har por nuevos servicios. Adems,
en una sociedad globalizada, la universidad tiene que respon-
der a los requerimientos de Amrica Latina y del mundo.

Cmo se es responsable? Por medio del desarrollo de los


procesos claves de gestin, docencia, investigacin y extensin
universitaria, atravesados por instancias de reflexin que le
otorguen la profundidad y la contingencia social que requieren
las respuestas universitarias.

Principios y valores de la Universidad


socialmente responsable
La universidad se realiza a travs de tres funciones tradiciona-
les (docencia, investigacin y extensin) y de una actividad indispensable en
toda organizacin, cual es su gestin. En el centro de estos cuatro procesos
claves se encuentran los principios y valores, como el sol del sistema. Esos
cuatro procesos del quehacer universitario deben estar iluminados por los
Principios y Valores anteriormente definidos. A su vez, en el quehacer univer-
sitario relativo a estos cuatro procesos debe verificarse la prctica de estos
principios y valores. De esta manera, la relacin entre los principios y valores
y los procesos claves se expresa grficamente de la siguiente manera:

Docencia Gestin

PRInCIPIOS y VALORES
GEnERALES y ESPECFICOS
Desarrollo y Difusin

Investigacin Extensin

PROCESOS ClAVES DE lA SOCIEDAD / INTERDEPENDENCIA

145
En el corazn del modelo presentado se encuentran los Prin-
Educacin superior y sociedad / nueva poca / ao 13 / Numero 2 / septiembre 2008

cipios y Valores Generales y Especficos que orientan y constituyen el conte-


nido de la responsabilidad social universitaria. Los principios y valores son
faros que orientan, son guas para el comportamiento humano, son funda-
mentales y permanentes en una universidad socialmente responsable. Los
principios y valores definidos se estructuran en una constelacin o sistema,
que se pueden ordenar en tres planos:

1. Principios y valores del plano personal


Dignidad de la persona: considera a la persona humana como
un ser que nace libre e igual en dignidad, derechos y deberes, viviendo su
pertenencia desde varias dimensiones: fsico-biolgico; psquico-espiritual,
sociocultural; conformando una unidad indisoluble. La persona es un ser
racional, que puede pensar y reflexionar; es un ser capaz de aprender y, por
tanto, capaz de perfeccionarse; tiene voluntad, lo que le permite dirigir su
conducta o comportamiento; tiene afectividad y por tanto tiene sentimien-
tos y puede adherirse a personas, cosas o valores; es consciente de s misma:
puede por tanto relacionarse con otros y con la trascendencia y superar, de
este modo, su inmanencia.
Estas caractersticas esenciales del ser humano permiten
reconocer la dignidad humana de toda persona. Este supuesto se tradu-
ce en la vida de la universidad en la afirmacin terica y prctica de que
el ser humano es un fin en s mismo y no un medio o instrumento para
un objetivo especfico. La labor de la universidad siempre estar orienta-
da a la construccin de personas capaces de autonoma, de razn, de
conciencia y de construir relaciones solidarias en la sociedad a la que
pertenece, y de un saber que apoya este propsito. Para que la dignidad
humana alcance su expresin en la vida universitaria deben crearse con-
diciones en las cuales cada integrante de la comunidad pueda entregar
enteramente su aporte original y propio a las labores de ella. Al mismo
tiempo los propsitos y fines de las actividades universitarias deben
justificarse en la promocin de la dignidad humana en todos los campos
de la vida social.
Libertad: es la potencia de vida de la persona humana por la
cual cada uno es capaz de autorrealizarse en todas las dimensiones de su
dignidad, haciendo efectiva la responsabilidad sobre su propia vida y la de
la sociedad a la que pertenece. La concrecin de este supuesto en la espe-
cificidad de la vida universitaria se expresa en el respeto de los derechos y
libertades de todos los miembros de la comunidad universitaria: libertad de
pensamiento, de conciencia y de religin; de investigacin, de opinin, de
expresin y de enseanza; de reunin y asociacin; de desarrollo de su per-
sonalidad, entre otros.
Integridad: cualidad de personas e instituciones que son co-
herentes con sus principios y valores, tanto en sus declaraciones como en
sus acciones; siendo rectas, transparentes y honestas.

146
5 / MNICA JIMNEZ DE LA JARA / CMO MEDIR LA PERCEPCIN DE LA RESPONSABILIDAD SOCIAL EN LOS DIVERSOS ESTAMENTOS DE LA UNIVERSIDAD?: UNA EXPERIENCIA CONCRETA
2. Principios y valores del plano social
Bien Comn y Equidad Social: conjunto de condiciones ma-
teriales, socioculturales y espirituales que permiten a la sociedad y a quienes
la integran (las personas) acceder a una vida humana digna y a una cada vez
mejor calidad de vida. Igualdad de oportunidades para satisfacer necesidades
y desarrollar las capacidades de personas y grupos, eliminando y apoyando
la remocin de los obstculos de carcter econmico y social, as como los
culturales y polticos que impiden el desarrollo humano.
La concrecin de este supuesto en el mbito universitario
significa el desarrollo equilibrado de todas las unidades que la componen
gozando todas de una participacin equitativa de los recursos humanos
y materiales de la universidad para el desarrollo de sus actividades aca-
dmicas y de extensin. A ello se agrega la necesidad de respaldar, en la
medida de lo posible, la valoracin social de los profesionales formados
en la universidad y de los productos de la investigacin y estudios aca-
dmicos.
Desarrollo Sostenible y Medio Ambiente: proceso que per-
mite que la vida humana pueda continuar indefinidamente; los individuos
humanos y la sociedad puedan participar y prosperar; las culturas humanas
puedan desarrollarse; y los efectos de la actividad humana (econmica) se
mantienen dentro de sus lmites, de modo que no se destruya la diversidad,
la complejidad y el funcionamiento del sistema ecolgico que sirve de sos-
tenimiento a la vida, as como al capital social que asegura la gobernabilidad
democrtica.
Es un desarrollo que satisface las necesidades del presente sin
poner en peligro la capacidad de las futuras generaciones para satisfacer sus
propias necesidades. Intervencin consciente y deliberada para dar solucio-
nes vlidas al problema de la depredacin de la naturaleza y promover ini-
ciativas de proteccin de los procesos naturales que preservan la vida. En la
concrecin de este supuesto en el mbito universitario, la universidad debe
velar por el desarrollo permanente de su capital humano y del perfecciona-
miento de las relaciones internas entre sus distintas unidades y actividades,
buscando crear las sinergias de complementacin y perfeccionamiento.
Junto con ello deber cuidar que la incidencia del aporte de la universidad
a las distintas actividades de la sociedad se traduzca en un fortalecimiento
del desarrollo sostenible y autosustentable.
Sociabilidad y Solidaridad para la Convivencia: dado que los
seres humanos no pueden realizar su originalidad, sino a travs de su parti-
cipacin en la comunidad, debern responder a las obligaciones para la
calidad de la convivencia. Al mismo tiempo, dado el potencial de su libertad,
la persona es capaz de realizar actos en el que se asumen gratuitamente las
necesidades de los otros y as se practica la solidaridad como la dimensin
esttica y creadora de la convivencia.
La concrecin de este supuesto en la vida universitaria implica
el fortalecimiento de la identidad de pertenencia y de afirmacin de s mismo

147
de quienes integran la comunidad universitaria, el reconocimiento explcito
Educacin superior y sociedad / nueva poca / ao 13 / Numero 2 / septiembre 2008

de los aportes de cada uno a su construccin y la consideracin ponderada,


a travs del ejercicio de la crtica positiva, en un dilogo fundado en el com-
promiso solidario con la misin universitaria.
Aceptacin y Aprecio de la Diversidad: capacidad de valorar
al otro e integrar sin discriminacin por razones de raza, sexo, edad, condicin
religiosa, social y poltica.
Ciudadana, Democracia y Participacin: prctica de la per-
sona que se hace consciente de sus derechos y obligaciones, que se adquie-
ren por el mero hecho de pertenecer a una comunidad social y/o poltica,
de carcter nacional, regional o local, y a travs de la cual se contribuye a la
construccin y cambio de la misma comunidad. Forma de gobierno y estilo
de vida. Como forma de gobierno tiene atributos permanentes y atributos
variables. Los atributos permanentes son elementos claves para asegurar la
existencia de un rgimen democrtico, entre los que se distinguen valores
(dignidad de la persona, libertad e igualdad), principios (respeto a los derechos
humanos y autodeterminacin y libre determinacin de los pueblos) y reglas
del juego y compromiso real con el Estado de Derecho en cuanto conjunto
de normas obligatorias bsicas para la convivencia social (gobierno de la
mayora con respeto a la minora; competencia pacfica y con igualdad de
oportunidades a travs de elecciones democrticas; pluralismo ideolgico y
poltico; poder distribuido en rganos diferentes; autonoma relativa de cuer-
pos intermedios).
Los atributos variables son los elementos que permiten de-
terminar la calidad e intensidad del rgimen democrtico, entre ellos est
la intensidad y frecuencia de la participacin de la ciudadana, la distribu-
cin del poder de gestin de la vida social y la satisfaccin de las necesi-
dades bsicas de las personas, grupos y comunidades; fidelidad con que
el sistema electoral representa a los ciudadanos; mecanismos de control
de las autoridades electas; garantas efectivas de los derechos de las mi-
noras; grado de prctica efectiva; progreso de las libertades y derechos
polticos, sociales, econmicos y culturales por los habitantes; y posibilidad
efectiva de organizacin y actuacin de la oposicin para obtener apoyo
ciudadano y presentar sus posiciones. La democracia como forma de vida
democrtica implica una actitud del espritu que llama al respeto al pr-
jimo, al dilogo, a la comprensin, a la no discriminacin, a la tolerancia y
a la lealtad mutua.
El estilo de vida democrtico busca desarrollar el espritu
reflexivo, el desarrollo del juicio personal, la solidaridad fraterna y la actitud
de participacin libre y responsable. La concrecin de este supuesto en
la vida universitaria implica la construccin de un orden fundado en per-
sonas sujetos de derechos y deberes, en un rgimen normativo en que
estos se especifican y la existencia de rganos universitarios en el que se
resuelven bajo los principios de la universidad los conflictos que pueden
generarse

148
5 / MNICA JIMNEZ DE LA JARA / CMO MEDIR LA PERCEPCIN DE LA RESPONSABILIDAD SOCIAL EN LOS DIVERSOS ESTAMENTOS DE LA UNIVERSIDAD?: UNA EXPERIENCIA CONCRETA
3 Principios y valores del plano
universitario
Compromiso con la Verdad: que es el alma del saber. La ver-
dad es el fruto de una relacin de conocimientos y siempre est en progreso.
Ella exige un conjunto de principios ticos para su obtencin: respeto a las
verdades de las distintas dimensiones del conocimiento; la humildad que
nace de que ella siempre se construye al superar las alcanzadas hasta ahora,
la capacidad de dilogo para incorporar los aportes de las distintas disciplinas
en su construccin, la honestidad para declarar los lmites de la verdad alcan-
zada; la prudencia para no hacer de ella un mandato que pone en riesgo la
dignidad humana. El compromiso con la verdad hace primar la gratuidad del
saber y los valores fundamentales, al uso o aplicacin inmediata de ellos.
Excelencia: expresin de calidad o bondad superior que dis-
tingue y hace objeto de especial aprecio al quehacer de personas u organi-
zaciones. Atae tanto a los fines, medios y procedimientos y se expresa en
la gestin y en las funciones universitarias, y es correlato de la responsabilidad
con las que stas se realizan.
Interdependencia y transdisciplinariedad: relacin dinmica
entre la universidad y la sociedad, que reconoce su mutua necesidad y que,
por ello, requiere un dilogo permanente. Por un lado, la sociedad afecta a
la universidad, influye en ella y la condiciona y, por otro, la universidad co-
opera con la sociedad, entrega sus talentos y habilidades para crear conoci-
mientos que la beneficien y le sean tiles.
Adems en una sociedad globalizada la Universidad no se
puede aislar de la realidad internacional y de su vnculo con otras universida-
des e instituciones extranjeras. Esta interdependencia de la universidad tam-
bin se ve complejizada por la necesidad de una mirada transdisciplinaria de
su accin, que incorpora un enfoque que reconoce la complejidad de los
problemas de la sociedad, abordndolos desde la mayor cantidad de puntos
de vista posibles, generando espacios para que cada uno aporte desde la
profundidad de su disciplina integrando las perspectivas del otro, logrando
intersecciones que permitan una comprensin ms holstica de los fenme-
nos y soluciones que contemplan las distintas dimensiones del problema,
desde la fuerza integradora del humanismo y sus exigencias.

Indicadores para su observacin


El ltimo paso para unir el concepto y la prctica fue el desa-
rrollo de indicadores que expresaran conductas concretas que deberan
darse en la universidad para verificar que en ella se estn practicando los
Principios y Valores definidos. Estos indicadores no agotan las conductas
coherentes con ellos en el quehacer de los universitarios, pero contribuyen
a tener un referente que puede servir de espejo para observar, evaluar y
elaborar acciones correctivas en relacin con la responsabilidad social. Se
elaboraron para ser utilizados como una herramienta de gestin en relacin
con la responsabilidad social universitaria. En un comienzo se hizo una lista

149
nica de las conductas verificadoras, pero luego de ser aplicadas en expe-
Educacin superior y sociedad / nueva poca / ao 13 / Numero 2 / septiembre 2008

riencias pilotos se vio la necesidad de hacer tres instrumentos diferentes


destinados a los actores acadmicos, administrativos y estudiantes, los que
se incluyen al final en un anexo.
Esta conceptualizacin aterrizada del concepto de Responsa-
bilidad Social Universitaria ha sido el fruto del trabajo de elaboracin com-
partida de un grupo numeroso de personas con una variada y amplia forma-
cin intelectual y una larga prctica de trabajo universitario. Ese es el
respaldo de este producto que se entrega como un aporte para consideracin
de todas las universidades.

Resultados obtenidos en la Universidad


Catlica de Temuco
La Universidad Catlica de Temuco es una de las Universidades
miembros de la red Construye Pas. Ella se propuso poner en el centro de su
misin la RSU y medir cada dos aos la percepcin que tienen de su vivencia,
los miembros de la Comunidad Universitaria.
La metodologa ocupada consisti en la aplicacin de una en-
cuesta dirigida a estudiantes, acadmicos y administrativos va on-line. Para
ello se elabor un cuestionario tipo, basado en el diseado por Universidad
Construye Pas, y se seleccion una muestra al azar por cada grupo objetivo.
A continuacin presentamos las grficas que nos muestran los
resultados de estas mediciones:

FIGURA 1: Qu nota, del 1 al 10, le pondra Ud. a


su universidad en el tema de la
Responsabilidad Social?

10

6 2005

5 2007

1
Acadmicos Funcionarios Estudiantes

150
5 / MNICA JIMNEZ DE LA JARA / CMO MEDIR LA PERCEPCIN DE LA RESPONSABILIDAD SOCIAL EN LOS DIVERSOS ESTAMENTOS DE LA UNIVERSIDAD?: UNA EXPERIENCIA CONCRETA
FIGURA 2: Cambios en la Percepcin de la RSU.
ACADMICOS UC TEMUCO 2005-2007.

FIGURA 3: Cambios en la Percepcin de la RSU.


ESTUDIANTES UC TEMUCO 2005-2007.

FIGURA 4: Cambios en la Percepcin de la RSU.


FUNCIONARIOS UC TEMUCO 2005-2007.

151
Educacin superior y sociedad / nueva poca / ao 13 / Numero 2 / septiembre 2008

ANEXO 1

CUESTIONARIO PARA ACADMICOS


CUESTIONARIO PARA ADMINISTRATIVOS
CUESTIONARIO PARA ESTUDIANTES

CUESTIONARIO PARA ACADMICOS

1. Dignidad de la persona
Mi Universidad
1. Trata con mucho respeto a sus docentes:
2. Manifiesta preocupacin por el respeto que los profesores dan a sus estudiantes:
3. Invierte para mantener buenas condiciones de trabajo para los docentes:
4. Da apoyo personal a los docentes que estn en dificultad:
5. Ha elaborado criterios y parmetros claros para las investigaciones con seres humanos
6. Invierte en el perfeccionamiento y desarrollo de sus docentes:

2. Libertad
Mi Universidad
7. Respeta las decisiones que toman sus docentes
8. Da espacios para la expresin libre de ideas o creencias:
9. Respeta la libertad de los docentes para utilizar metodologas innovadoras:
10. Da libertad a los docentes para tratar los temas que son de su inters:
11. Acoge las ideas o iniciativas de sus docentes:
12. Promueve la discusin abierta de temas que generan conflicto en la sociedad:

3. Ciudadana, Participacin y Democracia.


Mi Universidad
13. Favorece la participacin de los docentes en instancias de representacin:
14. Tiene inters en conocer las opiniones e inquietudes de los docentes:
15. Incorpora la opinin de los docentes en la definicin de sus tareas y responsabilidades:
16. Se destaca por su formacin para la participacin activa en la sociedad:
17. Le interesa la formacin en el respeto de los derechos humanos:
18. Contribuye a formar opinin sobre temas pblicos relevantes para la comunidad:

4. Sociabilidad y solidaridad
Mi Universidad
19. Incentiva a los docentes a prestar servicios gratuitos a grupos o comunidades de
escasos recursos:
20. Estimula la solidaridad entre los docentes:
21. Promueve un trato respetuoso a todas las personas, sin distincin:
22. Desarrolla actividades de integracin entre sus profesores, funcionarios y estudiantes:
23. Orienta la formacin de los estudiantes para que vean en su profesin
una instancia de servicio a los dems:
24. Da importancia al desarrollo de las habilidades sociales de sus estudiantes:

152
5 / MNICA JIMNEZ DE LA JARA / CMO MEDIR LA PERCEPCIN DE LA RESPONSABILIDAD SOCIAL EN LOS DIVERSOS ESTAMENTOS DE LA UNIVERSIDAD?: UNA EXPERIENCIA CONCRETA
5. Bien Comn y Equidad
Mi Universidad
25. Asigna con equidad los recursos entre sus unidades:
26. Da importancia a la justicia social en la formacin de sus estudiantes:
27. Da facilidades a estudiantes de escasos recursos para que ingresen a ella:
28. Tiene un sistema para ayudar a resolver los problemas econmicos
de sus miembros de escasos recursos:
29. Define su poltica de remuneraciones considerando el criterio de equidad:
30. Tiene una poltica de ascenso clara, transparente y justa:

6. Medio Ambiente y Desarrollo Sostenible


Mi Universidad
31. Capacita a sus miembros en el autocuidado, informando
de como prevenir ciertas enfermedades:
32. Tiene una preocupacin especial por la formacin de sus estudiantes
en el cuidado del medio ambiente:
33. Incentiva permanentemente a sus miembros a economizar el agua , la energa, etc.:
34. Establece normas que limitan el consumo de cigarrillos en espacios pblicos cerrados:
35. Dispone de depsitos para separar la basura segn tipo de material
(vidrio, papel, otros):
36. Crea conciencia en la comunidad universitaria de los problemas
ambientales que enfrenta nuestra sociedad:

7. Aceptacin y aprecio de la diversidad


Mi Universidad
37. Acta con respeto por la diversidad humana que hay en ella
sin discriminar por razas, nacionalidades, culturas, etc.:
38. Da facilidades para que se expresen las diversas tendencias religiosas
de sus miembros:
39. Se preocupa de que las diversas tendencias polticas de sus miembros
sean respetadas:
40. Realiza foros y paneles para que sus miembros conozcan
las distintas posturas que hay frente a problemas de inters nacional:
41. Da facilidad de acceso a grupos especiales (discapacitados, indgenas. etc.):
42. Posee infraestructura especialmente adecuada para discapacitados:

8. Compromiso con la verdad


Mi Universidad
43. Realiza investigacin con apego a la verdad :
44. Desarrolla el espritu crtico de sus estudiantes a travs de sus actividades
de aprendizaje:
45. Realiza una comunicacin interna honesta y transparente:
46. Realiza un marketing honesto y transparente hacia la comunidad:
47. Da reconocimiento al compromiso con la verdad de sus miembros:
48. Estimula la bsqueda de la verdad en las actividades de sus docentes:

153
Educacin superior y sociedad / nueva poca / ao 13 / Numero 2 / septiembre 2008

9. Integridad
Mi Universidad:
49. Cuenta con criterios ticos escritos y conocidos por la universidad
para orientar las conductas de sus miembros:
50. Sus autoridades muestran coherencia entre sus principios y sus acciones:
51. Es estricta frente a conductas de deshonestidad de sus miembros:
52. Controla que sus recursos sean utilizados en forma honesta
para los fines institucionales asignados:
53. Considera equilibradamente aspectos valricos y tcnicos
en la promocin de sus acadmicos:
54. Garantiza el respeto a la propiedad intelectual en sus actividades:

10. Excelencia
Mi Universidad
55. Tiene una poltica clara que posibilita el perfeccionamiento de sus acadmicos:
56. Tiene una poltica de docencia que promueve el desarrollo integral
de los estudiantes:
57. Aplica sistemas de evaluacin del desempeo docente con estndares
de excelencia, conocidos por los acadmicos:
58. Da especial reconocimiento a las actividades de investigacin de sus acadmicos:
59. Promueve la innovacin curricular:
60. Promueve la innovacin de los mtodos de enseanza:

11. Interdependencia e interdisciplinar


Mi Universidad
61. Promueve que los cursos tengan un enfoque interdisciplinario:
62. Tiene mallas curriculares que exigen a los estudiantes tomar cursos
de otras disciplinas:
63. Incentiva a los docentes para que desarrollen trabajos en equipos interdisciplinarios:
64. Busca solucionar los problemas que se presentan con la participacin
de las personas o estamentos directamente afectados:
65. Propicia que las actividades acadmicas traten los desafos o problemas
que enfrenta nuestra sociedad:
66. Promueve el vnculo de las actividades universitarias con la comunidad local:

154
5 / MNICA JIMNEZ DE LA JARA / CMO MEDIR LA PERCEPCIN DE LA RESPONSABILIDAD SOCIAL EN LOS DIVERSOS ESTAMENTOS DE LA UNIVERSIDAD?: UNA EXPERIENCIA CONCRETA
CUESTIONARIO PARA ADMINISTRATIVOS

1. Dignidad de la persona
Mi Universidad:
1. Trata con mucho respeto a sus funcionarios:
2. Manifiesta preocupacin por el trato que las autoridades dan a sus funcionarios:
3. Invierte para mantener buenas condiciones de trabajo para los funcionarios:
4. Da apoyo personal a los funcionarios que estn en dificultad:
5. Exige a sus funcionarios respeto a las persona con las que se tiene que relacionar:
6. Invierte en el perfeccionamiento y desarrollo de sus funcionarios:

2. Libertad
Mi Universidad
7. Respeta las decisiones que toman sus funcionarios:
8. Da espacios para la expresin libre de ideas o creencias:
9. Respeta la libertad de asociacin de sus funcionarios:
10. Valora la expresin de la propia personalidad de sus funcionarios:
11. Acoge las ideas o iniciativas de sus funcionarios:
12. Promueve la discusin abierta de temas que generan conflicto en la sociedad:

3. Ciudadana, Participacin y Democracia.


Mi Universidad
13. Favorece las organizaciones de los funcionarios al interior de ella:
14. Tiene inters en conocer las opiniones e inquietudes de los funcionarios:
15. Incorpora la opinin de los funcionarios en la definicin de sus tareas
y responsabilidades:
16. Promueve la participacin de sus funcionarios en organizaciones sociales
y/o comunitarias:
17. Se preocupa que los derechos de los funcionarios sean respetados:
18. Contribuye a formar opinin sobre temas pblicos relevantes
para la comunidad

4. Sociabilidad y solidaridad
Mi Universidad
19. Incentiva a los funcionarios a prestar servicios gratuitos a grupos
o comunidades de escasos recursos:
20. Estimula la solidaridad entre los funcionarios:
21. Promueve entre sus funcionarios un trato respetuoso a todas las personas,
sin distincin:
22. Desarrolla actividades de integracin entre sus profesores, funcionarios y estudiantes:
23. Orienta a los funcionarios para que vean en su actividad una instancia
de servicio a los dems:
24. Da importancia al desarrollo de las habilidades sociales de sus funcionarios
(Capacidad de escucha, comunicacin efectiva, empata etc.):

155
Educacin superior y sociedad / nueva poca / ao 13 / Numero 2 / septiembre 2008

5. Bien Comn y Equidad


Mi Universidad
25. Asigna con equidad los recursos entre sus unidades:
26. Da importancia a la equidad y la justicia social en sus planteamientos:
27. Da facilidades a estudiantes de escasos recursos para que ingresen a ella:
28. Tiene un sistema para ayudar a resolver los problemas de sus miembros
de escasos recursos:
29. Define su poltica de remuneraciones considerando el criterio de equidad:
30. Tiene una poltica de ascenso clara, transparente y justa:

6. Medio Ambiente y Desarrollo Sostenible


Mi Universidad:
31. Capacita a sus miembros en el autocuidado, informando de como prevenir
ciertas enfermedades:
32. Capacita a sus funcionarios en el cuidado del medio ambiente:
33. Incentiva a sus miembros a economizar el agua , la energa, etc.:
34. Establece normas que limitan el consumo de cigarrillos en espacios pblicos cerrados:
35. Dispone de depsitos para separar la basura segn tipo de material
(vidrio, papel, otros):
36. Crea conciencia en la comunidad universitaria de los problemas ambientales
que enfrenta nuestra sociedad:

7. Aceptacin y aprecio de la diversidad


Mi Universidad:
37. Acta con respeto por la diversidad humana que hay en ella,
sin discriminar por razas, nacionalidades, culturas, etc.:
38. Da facilidades para la expresin de las diversas tendencias religiosas de sus miembros:
39. Se preocupa de que las diversas tendencias polticas de sus miembros
sean respetadas:
40. Realiza foros y paneles para que sus miembros conozcan las distintas posturas
que hay frente a problemas de inters nacional:
41. Da facilidad de acceso a ella a grupos especiales (discapacitados, indgenas. etc.):
42. Posee infraestructura especialmente adecuada para discapacitados:

8. Compromiso con la verdad


Mi Universidad:
43. Entrega la informacin que posee con apego a la verdad sin acomodarla
u ocultarla para satisfacer intereses particulares:
44. Valora el pensamiento crtico entre sus miembros:
45. Realiza una comunicacin interna honesta y transparente:
46. Realiza un marketing honesto y transparente hacia la comunidad:
47. Da reconocimiento al compromiso con la verdad de sus miembros:
48. Estimula la expresin de la verdad por parte de sus funcionarios:

156
5 / MNICA JIMNEZ DE LA JARA / CMO MEDIR LA PERCEPCIN DE LA RESPONSABILIDAD SOCIAL EN LOS DIVERSOS ESTAMENTOS DE LA UNIVERSIDAD?: UNA EXPERIENCIA CONCRETA
9. Integridad
Mi Universidad
49. Cuenta con criterios ticos escritos y conocidos por la universidad
para orientar las conductas de sus miembros:
50. Las autoridades muestran coherencia entre sus principios y sus acciones:
51. Es estricta frente a conductas de deshonestidad de sus miembros:
52. Controla que sus recursos sean utilizados en forma honesta
para los fines institucionales asignados:
53. Considera aspectos valricos en la promocin de sus funcionarios:
54. Cumple los compromisos contrados con sus funcionarios:

10. Excelencia
Mi Universidad
55. Da estmulos para que los funcionarios estn permanentemente perfeccionndose:
56. Tiene una poltica de perfeccionamiento que propicia el desarrollo integral
de los funcionarios:
57. Aplica sistemas de evaluacin del desempeo con estndares de excelencia
definidos, claros y conocidos por los funcionarios:
58. Premia el desempeo de excelencia de sus funcionarios:
59. Capacita a sus funcionarios para la entrega de un servicio de excelencia a los usuarios:
60. Estimula las iniciativas de sus funcionarios para mejorar la calidad de los servicios:

11. Interdependencia e interdisciplinar


Mi Universidad:
61. Incorpora a sus funcionarios en equipos de trabajo para la mejora de sus actividades:
62. Ofrece cursos de perfeccionamiento orientados a ampliar la perspectiva del trabajo
de sus funcionarios:
63. Incentiva el trabajo en equipo de los funcionarios:
64. los problemas que se presentan con la participacin de las personas
o estamentos directamente afectados:
65. Pone a disposicin de la comunidad externa sus instalaciones:
66. Promueve el vnculo de las actividades universitarias con la comunidad local

157
Educacin superior y sociedad / nueva poca / ao 13 / Numero 2 / septiembre 2008

CUESTIONARIO PARA ESTUDIANTES

1. Dignidad de la persona
Mi Universidad:
1. Da un trato personalizado a cada uno de sus estudiantes:
2. Manifiesta preocupacin por el respeto que los profesores dan a sus estudiantes:
3. Invierte para mantener buenas condiciones de estudio para sus estudiantes:
4. Da apoyo personal a los estudiantes que estn en dificultad:
5. Exige el respeto a la persona en los trabajos que se encarga a los estudiantes:
6. Da facilidades para que las alumnas embarazadas o con hijos pequeos
puedan estudiar:

2. Libertad
Mi Universidad:
7. Respeta las decisiones que toman sus estudiantes:
8. Da espacios para que los estudiantes expresen libremente sus propias ideas y creen-
cias:
9. Propicia que los docentes den libertad para que los estudiantes expongan
sus pensamientos frente a los problemas que se ven en clase:
10. Estimula a sus estudiantes a asumir libremente compromisos sociales:
11. Acoge las ideas o iniciativas de sus estudiantes:
12. Promueve la discusin abierta sobre temas que generan conflicto en la sociedad:

3. Ciudadana, Participacin y Democracia.


Mi Universidad:
13. Tiene preocupacin por formar ciudadanos que participen activamente
en la sociedad:
14. Se interesa en conocer las opiniones e inquietudes de los estudiantes:
15. Recoge los aportes de los estudiantes al elaborar sus mallas curriculares:
16. Incentiva que los estudiantes participen en los organismos que los representan,
tal como los centros de estudiantes:
17. Le interesa formar a los estudiantes en el respeto de los derechos humanos:
18. Contribuye a formar opinin sobre temas pblicos relevantes para la comunidad:

4. Sociabilidad y Solidaridad
Mi Universidad:
19. Incentiva a los estudiantes a prestar servicios a personas, grupos o comunidades
de escasos recursos:
20. Estimula la solidaridad entre los estudiantes:
21. Promueve un trato respetuoso a todas las personas, sin distincin:
22. Desarrolla actividades de integracin entre estudiantes, profesores y funcionarios:
23. Orienta la formacin de los estudiantes para que vean en su profesin
una instancia de servicio a los dems:
24. Da importancia al desarrollo de las habilidades sociales de sus estudiantes
(Capacidad de escucha, comunicacin efectiva, empata etc.):

158
5 / MNICA JIMNEZ DE LA JARA / CMO MEDIR LA PERCEPCIN DE LA RESPONSABILIDAD SOCIAL EN LOS DIVERSOS ESTAMENTOS DE LA UNIVERSIDAD?: UNA EXPERIENCIA CONCRETA
5. Bien Comn y Equidad
Mi Universidad:
25. Asigna con equidad sus recursos entre las unidades:
26. Da importancia a la equidad y la justicia social en formacin de sus estudiantes:
27. Da facilidades a estudiantes de escasos recursos para que ingresen a ella:
28. Tiene un sistema para ayudar a resolver los problemas econmicos
de sus estudiantes de escasos recursos:
29. Da apoyos especiales a los estudiantes que tienen problemas de rendimiento:
30. Da apoyo especiales a los estudiantes que tienen problemas emocionales
o psicolgicos:

6. Medio ambiente y desarrollo sustentable


Mi Universidad:
31. Capacita a sus miembros en el autocuidado, informando
acerca de como las personas pueden prevenir ciertas enfermedades:
32. Tiene una preocupacin especial por la formacin de sus estudiantes
en el cuidado del medio ambiente:
33. Incentiva a sus miembros a economizar el agua , la energa, etc.:
34. Establece normas que limitan el consumo de cigarrillos en espacios pblicos cerrados:
35. Dispone de depsitos para separar la basura segn tipo de material
(vidrio, papel, otros):
36. Crea conciencia en la comunidad universitaria de los problemas ambientales
que enfrenta nuestra sociedad:

7. Aceptacin y aprecio a la diversidad


Mi Universidad:
37. Acta con respeto por la diversidad humana que hay en ella
(razas, nacionalidades, culturas, etc.):
38. Facilita la posibilidad de expresin de las diversas tendencias religiosas
de sus miembros:
39. Se preocupa de que las diversas tendencias polticas de sus miembros
sean respetadas:
40. Realiza foros y paneles para que sus miembros conozcan las distintas posturas
que hay frente a problemas de inters nacional:
41. Da facilidad de acceso a ella a grupos especiales (discapacitados, indgenas. etc.):
42. Posee infraestructura especialmente adecuada para discapacitados:

8. Compromiso con la verdad


Mi Universidad
43. Realiza su enseanza con un fuerte apego a la verdad sin acomodarla ni ocultarla
para satisfacer intereses particulares:
44. Desarrolla el espritu crtico de sus estudiantes a travs de sus actividades
de aprendizaje:
45. Realiza una comunicacin interna honesta y transparente:
46. Realiza un marketing honesto y transparente hacia la comunidad:
47. Da reconocimiento al compromiso con la verdad de sus miembros:
48. Estimula las ideas creativas de sus estudiantes:

159
Educacin superior y sociedad / nueva poca / ao 13 / Numero 2 / septiembre 2008

9. Integridad
Mi Universidad
49. Cuenta con criterios ticos escritos y conocidos por la universidad
para orientar las conductas de sus miembros:
50. Sus autoridades muestran coherencia entre sus principios y sus acciones:
51. Los docentes son estrictos frente a conductas de deshonestidad acadmica
de sus estudiantes:
52. La conducta de los docentes es coherente con los criterios ticos
que tiene la universidad:
53. Cumple los compromisos contrados con sus estudiantes:
54. Promueve que los estudiantes respeten la propiedad intelectual:

10. Excelencia.
Mi Universidad
55. Imparte una formacin profesional e intelectual de alto nivel a sus estudiantes:
56. Tiene una poltica de docencia que promueve el desarrollo integral
de los estudiantes:
57. Usa sistemas para que los estudiantes evalen el desempeo docente:
58. Promueve la innovacin y actualizacin de los currculos:
59. Promueve la innovacin de los mtodos de enseanza:
60. Presta servicios de apoyo a la docencia (computacin, bibliotecas, tutoras, etc.)
que son de alta calidad:

11. Interdependencia e interdisciplina


Mi Universidad
61. Promueve que los cursos tengan un enfoque interdisciplinario:
62. Tiene mallas curriculares que exigen a los estudiantes tomar
cursos de otras disciplinas:
63. Incentiva el trabajo en equipo de sus estudiantes:
64. Busca solucionar los problemas que se presentan con la participacin
de las personas o estamentos directamente afectados:
65. Propicia que las actividades acadmicas traten los desafos o problemas
que enfrenta nuestra sociedad:
66. Promueve el vnculo de las actividades universitarias con la comunidad local67.

160
MNICA JIMNEZ DE LA JARA:
Asistente social, con el grado de Magster en
Educacin para el Trabajo Social, fue profesora
y Directora de la Escuela de Trabajo Social
de la Pontificia Universidad Catlica de Chile.
Presidi durante diez aos la Comisin Justicia
y Paz de la Conferencia Episcopal de Chile. En
1989 fue nombrada integrante de la misma
instancia a nivel del Vaticano. En los primeros
aos del regreso a la democracia, integr la
Comisin Verdad y Reconciliacin responsable
del Informe Rettig, texto que dio cuenta de
las violaciones de los derechos humanos que
tuvieron lugar durante el rgimen de Augusto
Pinochet. En 1988 estuvo entre los convo-
cantes para la formacin de la Corporacin
Participa, que promueve la participacin ciuda-
dana, de la que fue Directora Ejecutiva hasta el
ao 2000. Tambin fue fundadora y directora
de la Corporacin Educacional Aprender que
trabaja con establecimientos educacionales en
la periferia de Santiago. En 2000 es creadora
y lder de la Red Universidad Construye
Pas, movimiento que rene a las principales
universidades chilenas en un proyecto de
promocin de la responsabilidad social de las
universidades. En 2004 es nombrada Rectora
de la Universidad Catlica de Temuco, funcin
que desempeaba cuando en junio de 2008
asume el cargo de Ministra de Educacin de la
Presidenta Michelle Bachelet.
6
APLICACIONES DE
RESPONSABILIDAD SOCIAL
UNIVERSITARIA EN EL CONTEXTO
DE FORMACIN EN COLOMBIA

APPLICATIONS OF UNIVERSITY
SOCIAL RESPONSIBILITY IN THE
EDUCATIONAL CONTEXT IN
COLOMBIA

RAFAEL MARTNEZ
RESUMEN ABSTRACT
La presencia de la relacin universi- The university/society relation is the
dad/sociedad es el resultado de result of a wholly-shared history
una historia compartida ntegra- with mutual dependence and
mente, con mutua dependencia y well-known commitment. It comes
notorio compromiso. Proviene from the very origin of universities
desde el origen mismo de la and is linked to their institutional
universidad y se encuentra ligada a missions and nature. Universities
su misin y naturaleza institucional. have always been present and alert
La Universidad ha estado presente to the calls of society each time that
siempre, atenta al llamado de la they have been called upon by
sociedad, cada vez, en cada society in moments of difficulty
momento que ha sido convocada and uncertainty. Today, faced by the
por la sociedad en momentos de conditions of societies with sombre
dificultad e incertidumbre. Hoy, characteristics of unease and
ante las condiciones de una desolation, the call is an urgent one.
sociedad con caractersticas Universities can provide for an
asombrosas de inequidad y improvement of conditions. The
desolacin, el llamado es urgente. wealth of their knowledge, thought,
La universidad puede aportar al and analysis in face of current
mejoramiento de las condiciones; la problems, their causes and possible
riqueza de su conocimiento, solutions, represent an element of
pensamiento y anlisis ante las hope. Here we present a descrip-
problemticas actuales, las causas y tion of Colombian experiences
salidas posibles, constituyen una within the context of university
esperanza. Se presenta una social service and social responsibi-
descripcin de experiencias lity. Although the applications are
colombianas dentro del contexto important in this text, of equal
del Servicio Social Universitario y de importance are the statements of
la Responsabilidad Social Universi- ethical and social principles upon
taria. Si bien las aplicaciones son which they are based.
importantes en este escrito,
igualmente lo son el planteamiento
de los principios ticos y sociales
que las sustenta.
Como muy diversos podemos considerar los enfoques con-

6 / RAFAEL MARTNEZ / APLICACIONES DE RESPONSABILIDAD SOCIAL UNIVERSITARIA EN EL CONTEXTO DE FORMACIN EN COLOMBIA


ceptuales para la construccin de una definicin sobre Responsabilidad
Social Universitaria. Tan variados como el nmero y tipos de instituciones,
quienes plantean el servicio a la sociedad como componente de su Plan
Educativo o desde los enunciados organizacionales. Esta vocacin universi-
taria de responsabilidad social puede, en algunas ocasiones, tener origen en
la naturaleza confesional de la entidad educativa por sus valores religiosos,
tambin podra originarse en su compromiso como organizacin pblica al
servicio de la sociedad en general, o por razones de ciencia, o de filosofa
humanstica; en fin, todas ellas reconocen y ponen de manifiesto un sentido
de pertenencia y pertinencia social.
La universidad es un ente social dada su naturaleza y consti-
tucin. El trmino UNIVERSITAS surgido en la baja edad media para referirse
a la agremiacin de alumnos y maestros, significa en sentido primario una
asociacin, un gremio o una sociedad. Hace referencia al concepto de con-
glomerado, de unidad, de integracin. Esa integracin ha sido sello de la
institucin universitaria a lo largo del tiempo, ha formado parte de su transi-
tar acompaando el destino de los pueblos y el destino y la historia construi-
da por la cultura, por la ciencia, por la educacin como instrumento de de-
sarrollo social y como generadora de una buena parte de la felicidad del
hombre sobre la tierra. La universidad y la sociedad han constituido siempre
integridad nica, ntima, amalgama. Se ha relacionado la universidad con
todos los grupos y sectores que conforman la sociedad de la cual la univer-
sidad es uno ms; los sectores econmicos, el mundo del trabajo, el de los
empresarios y de los gestores de progreso y bienestar.
No es extrao, entonces, ni mucho menos novedoso, que el
tema social regrese por estos tiempos como contenido esencial del pensa-
miento y del quehacer universitario. Si se procura una explicacin, es posible
acotar que la realidad social del mundo actual lastima los sentimientos, rom-
pe el alma, agita el corazn universitario. El clamor de miles y miles de des-
plazados por la enceguecida violencia, o de masas y masas de personas en
condiciones alarmantes de pobreza, hambre e inequidad, obligan a centrar
la mirada sobre lo societal y sobre la responsabilidad que le corresponde a
esta institucin, la cual ha asumido desde siempre un sentir solidario dada
su misin institucional. No es entonces nuevo el tema de la Responsabilidad
Social Universitaria, solamente se trata de un retorno a unos contenidos que
siempre han sido esenciales, pero que ahora, por fuerza de las circunstancias,
las retoma para acompaar desde el quehacer universitario a los desvalidos,
para intentar la construccin de un maana mejor para los hijos y para los
hijos de los hijos, en un mundo que agota el agua, el aire, la tierra, el medio
ambiente y la felicidad.
Corresponde a su vez sealar, que si bien la universidad es una
institucin que se identifica con su sociedad, tambin es cierto que la socie-
dad a su vez se identifica con la universidad, recibiendo e incorporando su
aporte con el fin de adquirir una mayor competitividad como estructura,

167
acrecentando as su capacidad para enfrentarse con otros grupos sociales,
Educacin superior y sociedad / nueva poca / ao 13 / Numero 2 / septiembre 2008

con las realidades naturales o humanas que le retan permanentemente,


exigindole respuestas certeras e imaginacin creativa.
La metodologa utilizada en la universidad primigenia estuvo
orientada de manera especfica para referir a docentes y alumnos hacia el
mundo real.
Es as como se puede retomar de la narracin de los historia-
dores que eran dos fundamentalmente las metodologas de enseanza, la
Letio y la Disputatio. La Letio haca referencia a la enseanza basada en la
exposicin magistral, al mensaje transmitido de maestro a alumno, al apren-
dizaje concebido como una transmisin del conocimiento. Por el contrario,
la Disputatio hizo referencia a una relacin de dinmica grupal, a un dilogo
profundo, a un debate por la bsqueda de la verdad, donde el contenido de
la temtica hizo referencia necesariamente a contenidos sociales, a los prin-
cipales problemas de la comunidad, a la bsqueda de alternativas de solucin
en favor de la sociedad.
La Responsabilidad Social Universitaria es, en consecuencia,
conducir a la universidad a observar con ojos crticos su actuacin frente a
las demandas de la realidad social. Esa realidad le lleva a cuestionarse con
relacin a su misin como organismo social, como organizacin autorizada
por la comunidad para gestionar el conocimiento, para favorecer el desarro-
llo de la ciencia y la tecnologa orientada a las problemticas de los grupos
humanos, a mirar su condicin tica, expresada en trminos de respeto por
los otros. La lleva a observar sus valores y principios y la aplicacin de esos
principios en las funciones de docencia, investigacin y extensin, de cara a
la comunidad, a sus egresados y a sus propios estamentos acadmicos. No
es otra cosa la Responsabilidad Social Universitaria, es ser consecuente en el
accionar de las funciones universitarias, para que la realizacin de las activi-
dades universitarias generen en los profesores, investigadores y estudiantes
de los programas acadmicos, sensibilidad por lo social, solidaridad con los
ms necesitados y responsabilidad por un ejercicio sano, constructivo, trans-
parente y generoso frente a las demandas de la comunidad.
Momentos de gran incertidumbre viven en Latinoamrica la
gran parte de su poblacin. Podemos decir que la carencia del bienestar es
una constante para todos los pases.1 Constante signada por marcadas con-
diciones de inequidad y desigualdad. Algunas cifras sealan alta concentra-
cin de riqueza y desproporciones severas en las cantidades de ingreso de
recursos para pocos y situacin de precariedad para muchos, por salarios
bajos, por legislaciones laborales inequitativas, por carencia de oportunidades,
por las grandes diferencias en la calidad de vida entre las comunidades de
los entornos urbanos y las comunidades campesinas, ancianos sin ayudas de
jubilacin y mujeres cabeza de familia abandonadas a su suerte, con el peso
de la crianza y el sostenimiento de sus hijos. En fin, sin nmero, imposible de

1 CEPAL, Superar la pobreza mediante la inclusin social, febrero, 2008.

168
dar una forma de estructura para comprender lo que realmente ocurre en la

6 / RAFAEL MARTNEZ / APLICACIONES DE RESPONSABILIDAD SOCIAL UNIVERSITARIA EN EL CONTEXTO DE FORMACIN EN COLOMBIA


realidad, la cual a su vez mantiene permanente cambio, con profundizacin
de las problemticas y con la generacin de nuevas demandas sociales a
todos los estamentos en capacidad de aportar respuestas y buscar alterna-
tivas mnimamente esperanzadoras.
La universidad aporta a este escenario un activo de gran ri-
queza y de mayores posibilidades para una comunidad, la riqueza disponible
en su capital intelectual. Esta riqueza conforma un activo real, determinante
en la construccin del destino de los pueblos, es el capital con el cual se
construye con certezas de sostenibilidad, especialmente cuando ese capital
se encuentra conformado por hombres y mujeres, ciudadanos y ciudadanas
de slida formacin profesional y cientfica, entusiasmados por la bsqueda
de una vida mejor para todos y convencidos de su obligacin. Ese tipo social
de ciudadano solamente puede ser conformado en la vida acadmica, cien-
tfica y social propia de las entidades universitarias; por el contrario, la falta
de cumplimiento de ese compromiso por parte de las universidades en la
formacin de seres con sensibilidad y pertenencia social, implica el surgi-
miento de consecuencias desalentadoras, ellas son entre otras, la explotacin
del ms desarrollado hacia el ms dbil, del mayor cultivado intelectualmen-
te al menos informado, del ms privilegiado hacia el ms olvidado, en fin, es
origen de inequidad y explotacin y estas constituyen a su vez, causa de
resentimiento y violencia.
A la universidad le compete ser el ente responsable por la
generacin, aplicacin y difusin del conocimiento, esa es la principal res-
ponsabilidad que la sociedad le ha legado, es su papel frente al conocimien-
to lo que le permite disponer de un estatus de respeto con que la ha dis-
tinguido siempre la sociedad en general. El conocimiento es su razn de
ser, es su legado y su riqueza. En esta direccin, le corresponde asumir su
primer gran compromiso en cuanto hace a la Responsabilidad Social Uni-
versitaria; la universidad Latinoamericana para nuestro caso es la encargada
de producir y difundir un CONOCIMIENTO SOCIALMENTE RESPONSABLE,
entendindose por este conocimiento aquel al cual se le cualifica por su
soporte cientfico y tcnico, con suficiente bagaje terico y con aplicabilidad
social; un conocimiento con capacidad de aportar al mejoramiento de las
condiciones de vida y a la dignificacin de las dolorosas circunstancias que
golpean a un buen nmero de congneres que conviven entre nosotros,
junto a nosotros.
La sensacin de que el futuro es incierto, que la pobreza no
cede, que las instituciones funcionan mal, que el individuo es lo nico que
cuenta, que la democracia no satisface las necesidades, en fin, contribuye a
corroer el sentido de lo colectivo, de pertenencia y, en suma, la cohesin
social2 En este contexto se desempea la universidad, desafortunadamen-
te lo ha hecho durante muchos, pero muchos das, no es la primera vez y

2 Op. Cit. Pgina 9

169
sabe que le corresponde ahora asumir un reto grande, aportar lo suyo a todo
Educacin superior y sociedad / nueva poca / ao 13 / Numero 2 / septiembre 2008

el conjunto de lo aportado por todos, cada uno desde su propia ptica,


desde su sector, desde su habilidad, desde su arte o capacidad; corresponde
a todos aportar con sentido de solidaridad, de pertenencia y con profunda
responsabilidad social.
En Colombia hemos ido generando progresivamente espacios
que permitan conformar acciones de responsabilidad social, visibilizados en
programas y proyectos surgidos desde los contextos universitarios, aplicados
y sistematizados desde la academia. Estos proyectos, con el apoyo y finan-
ciamiento del Ministerio de Educacin Nacional de Colombia como ente
rector y de gobierno, aportando solidariamente al desarrollo de estas inicia-
tivas. Hemos contado, por tanto, con espacios para el pensamiento, pero
antes que nada hemos construido procesos de aplicacin y valoracin del
quehacer social universitario, incorporndonos a las necesidades de las co-
munidades marginadas, o integrndonos a los grandes retos asumidos por
estamentos estatales o por organismos de naturaleza civil o iniciativas comu-
nitarias.
La puesta en marcha a travs de proyectos sociales, han dado
origen al diseo del Sistema de Servicio Social de la Educacin Superior, an
en fase de construccin y de pilotaje, con participacin y debate universita-
rio, fundamentado en el curriculum, con presencia docente e investigativa,
como respuesta ciudadana y tcnica a las demandas sociales con las cuales
podemos contribuir a lo largo del territorio de la patria, con la participacin
de las universidades regionales y muchas veces, en zonas rurales o margina-
les de las grandes capitales. As, la responsabilidad social universitaria es una
filosofa, es una forma de ver y de verse frente a la sociedad, con principios
de solidaridad y compromiso.
En las experiencias colombianas, la puesta en marcha de los
proyectos para el servicio social y los temas de trabajo sobre Responsabilidad
Social Universitaria se han desarrollado desde la Red de Extensin Universi-
taria, la cual se encuentra bajo la coordinacin de la Asociacin Colombiana
de Universidades, ASCUN. La temtica de Responsabilidad Social fue tambin
parte del contenido acadmico del Pleno Universitario de Extensin Univer-
sitaria en el ao 2005, celebrado en Bogot, para lo cual se cont entonces
con la presencia y difusin del proyecto Construye Pas, de Chile.
A su vez, este importante tema es componente del documen-
to estratgico institucional de ASCUN: Polticas para la Educacin Superior
de Colombia 2006-2010, De La Exclusin a la Equidad II. Sobre esta temtica,
ASCUN ha adelantado, entre otros proyectos, trabajos colaborativos con IE-
SALC/UNESCO, con la Alcalda Mayor del Distrito de Bogot, con la Secretara
Ejecutiva del Convenio Andrs Bello, SECAB y de manera especial con pro-
yectos de servicio social universitario con el Ministerio de Educacin Nacional,
en cabeza del Viceministerio de Educacin Superior, de quienes se ha reci-
bido el apoyo tcnico y financiero para adelantar trabajos e investigacin en
aspectos relativos al Servicio Social de la Educacin Superior y el desarrollo

170
de aplicaciones piloto conjuntamente con las instituciones de educacin

6 / RAFAEL MARTNEZ / APLICACIONES DE RESPONSABILIDAD SOCIAL UNIVERSITARIA EN EL CONTEXTO DE FORMACIN EN COLOMBIA


superior en diferentes regiones del pas, en aspectos como: el apoyo a las
vctimas de la violencia, prevencin al consumo de drogas y de la dependen-
cia alcohlica, desarrollo social en zonas deprimidas, alfabetizacin, formacin
de lderes juveniles en comunidades marginadas, desarrollo local y municipal
y programas para la convivencia ciudadana.
Estas expresiones permiten resaltar la orientacin del trabajo
por la RSU en Colombia, como un esfuerzo especialmente orientado a com-
prender este tema como la puesta en marcha de una serie de principios, a
los cuales nos acogemos por consenso mutuo las entidades educativas, con
un fin especifico y un sentido de la educacin y de sensibilizacin por lo
ciudadano en el contexto universitario. Algunos de los principios consensua-
dos, fueron igualmente acogidos en el Taller realizado en Medelln, en la
Universidad de Antioquia, durante los das 13 y 14 de marzo de 2008 y que
cont con la participacin de un grupo de expertos universitarios en Res-
ponsabilidad Social Universitaria, con representatividad local, nacional e in-
ternacional3. Los debates del Taller, las experiencias expuestas y las conclu-
siones logradas, dieron origen a una declaracin, de la cual se presentan a
continuacin algunos de sus ms importantes aspectos:

- En primer lugar, entre sus referentes se tom de la Decla-


racin del Congreso Internacional de Rectores Latinoamerica-
nos y del Caribe convocado por UNESCO-IESALC en Bello
Horizonte lo siguiente: concebir por compromiso social de las
universidades de Amrica Latina y el Caribe la implementacin de
polticas institucionales que tengan por principio a la educacin
como derecho humano, bien pblico, socialmente referenciada,
en consonancia con los valores de calidad, pertinencia, relevancia,
inclusin y equidad.

- Se acogieron los siguientes principios que identifican a una


universidad socialmente responsable y generadora de cono-
cimiento til para la sociedad: Identidad, Autonoma, Integra-
cin curricular, Interdisciplinariedad, Transparencia, Participa-
cin, Pertinencia.

3 Red de Universidades Chilenas Construye Pas, Universidad Catlica de Temuco (Chile), Res-
ponsabilidad Social Universitaria, Pontificia Universidad Catlica del Per en colaboracin con el
Banco Interamericano de Desarrollo, Responsabilidad Social Universitaria, Conceptos puestos en
prctica, Instituto Tecnolgico de Monterrey, Mxico, La Universidad en el proyecto de una so-
ciedad, equipo de investigacin de tica Aplicada Aula de tica, Universidad de Deusto-Espaa,
Proyecto Hacia el Fortalecimiento de la Responsabilidad, tica y Desarrollo, Universidad de Antio-
quia, Colombia, Universidad de Medelln, Politcnico Jaime Isaza Cadavid Medelln, Corporacin
Universitaria Lasallista de Medelln, Universidad Nacional de Colombia Sede Medelln, Universidad
Pontificia Bolivariana- Medelln, Asociacin Colombiana de Universidades

171
- Se declar que La Responsabilidad Social Universitaria es
Educacin superior y sociedad / nueva poca / ao 13 / Numero 2 / septiembre 2008

una filosofa y una poltica institucional para la accin tica, que


convoca y compromete a todas las reas y los grupos de inters
que interacten con la universidad.

- Se identifica el compromiso de la universidad, que como


institucin de educacin superior tiene el compromiso permanen-
te de generar, transferir conocimiento, afianzar e incrementar los
niveles de confianza que la sociedad ha depositado en ella. Para
ello, es indispensable que la universidad, como agente dinamizador
de desarrollo, y como organizacin que aprende, debe observar el
entorno, en lo que hace referencia a las necesidades sociales, los
desarrollos cientficos y tecnolgicos, la innovacin, las tendencias,
entre otras, para que en concordancia con su compromiso social,
proponga y dirija su quehacer, hacia la generacin de efectos visi-
bles y orientaciones precisas para as transformarse y coadyuvar
al desarrollo sostenible.

- Con respecto a la construccin de marcos conceptuales


sobre RSU, acordaron que debe ser construido por cada univer-
sidad a partir de un proceso participativo de todos los actores
externos e internos, teniendo en cuenta una serie de condiciones
y directrices concertadas.

La iniciativa surgida de la experiencia en Colombia, ha contado


con especial dinmica y resonancia dentro de los estamentos universitarios
de la regin conformada por los pases andinos. Semejantes todos en la
historia y la cultura; tambin lo hemos sido en la inequidad y la pobreza.
Aprovechando la oportunidad del surgimiento de la iniciativa para conformar
un organismo de integracin de la educacin superior de los pases andinos
para el trabajo conjunto y que fue creado recientemente en la ciudad de Lima
con el nombre de Consejo Universitario Andino, CONSUAN. Como resultado
de las reuniones para la integracin promovidas y coordinadas por la Secre-
tara del Convenio Andrs Bello, SECAB, con el respaldo dinmico de las
Asociaciones Nacionales Universitarias y con el acompaamiento de orga-
nismos multilaterales, se avanza, bajo la coordinacin de ASCUN, en la ela-
boracin de una propuesta para un trabajo conjunto de las universidades
regionales, contando con la participacin de alumnos, profesores e investi-
gadores como un instrumento efectivo para el trabajo y la produccin uni-
versitaria a partir de la integracin. El proyecto tiene como finalidad la gene-
racin de un modelo de apoyo al desarrollo de comunidades marginadas, el
cual debe ser probado en experiencias piloto por cada uno de los pases,
generando investigacin social, sistematizacin y validacin de una expe-
riencia conjunta, todo dentro del marco y la filosofa de la Responsabilidad
Social Universitaria.

172
El avance de las universidades en el servicio para con la socie-

6 / RAFAEL MARTNEZ / APLICACIONES DE RESPONSABILIDAD SOCIAL UNIVERSITARIA EN EL CONTEXTO DE FORMACIN EN COLOMBIA


dad frente a los problemas ms prominentes, es en todo caso el resultado
de un trabajo que surge de manera conjunta; no es posible pensar que es-
fuerzos sueltos, aislados entre s, muchas veces repetidos pueden generar los
impactos y la presencia universitaria que es deseable. En este sentido se re-
salta la siguiente cita: La presencia universitaria en el anlisis y como copartcipes
de la solucin, tampoco podr ser efectiva si se hace como hasta ahora de ma-
nera aislada e individual, con limitados alcances y sin capacidad de aprendizaje
de las situaciones abordadas; requiere, por el contrario, de la consolidacin de
sistemas universitarios estructurados, diseados para actuar de manera coheren-
te con la realidad social, con suficiencia tcnica y en unin de una serie de actores
fundamentales con el fin de colaborar en la disolucin de problemticas agudas,
por largo tiempo arraigadas y en situaciones paradigmticas para su
tratamiento.4
Surge la necesidad de hacer planteamientos de mayor aplica-
cin, en el sentido de poner claridad sobre la necesidad de comprender que
la universidad no puede adelantar esfuerzos de manera aislada, como ente
solitario y cargado de voluntarismos, por el contrario, requiere armonizar
esfuerzos a los adelantados por todos los estamentos sociales. En este sen-
tido los mismos autores sealan que: Al contar con un marco de polticas ins-
titucionales y estatales sobre esa relacin de la universidad con otros sectores de
la sociedad, se permitira avanzar hacia unos mayores niveles de articulacin y
de complementariedad de las acciones universitarias con otros actores sociales
frente a problemticas especficas, ofreciendo las bases para la puesta en marcha
de sistemas regionales y nacional de extensin universitaria, atendiendo los mapas
sociales de manera estratgica para el logro de verdaderos impactos en los sec-
tores sociales mas necesitados. Esto en el marco de una actuacin ms en la
perspectiva del modo 2 de hacer ciencia planteado por Michel Gibbons, que
obliga a una presencia transdisciplinaria de la universidad, en unin de otras
instituciones, pero cada una con un papel claro, en el marco de su autonoma y
de su identidad institucional.5
En el perodo contemporneo recibimos de la universidad
valiosos aportes acompaando el desarrollo y el progreso en ciencia y tec-
nologa. Son componentes que caracterizan, casi que cualifican la presencia
de la vida moderna. El hombre ha mejorado significativamente la calidad de
su bienestar sobre la tierra a partir del desarrollo del conocimiento cientfico
y tecnolgico, progreso que de ninguna manera puede comprometer el
bienestar de las generaciones futuras. La preocupacin por la calidad de la
educacin superior ha acompaado el esfuerzo y la dedicacin de las insti-
tuciones en la ltima dcada; la calidad significa positivamente el grado de
compromiso con la responsabilidad social de la universidad contempornea,

4 Perspectivas de la responsabilidad social universitaria, Carlos Forero y Rafael Martnez, en


Estudios sobre la Educacin Superior en Colombia 2006, ASCUN, Diciembre 2006.

5 Opus. Cit.

173
el directo afectado por la ausencia de la calidad en el proceso de formacin
e investigacin universitarios es la sociedad en general y todos y cada uno
de sus miembros. No obstante, no puede ser el objeto de la educacin su-
perior el de la calidad por la calidad; esta calidad debe tener un sentido en
el bienestar de la sociedad en su conjunto.

RAFAEL MARTNEZ:
De nacionalidad colombiana, con formacin
profesional como Psiclogo de la Pontificia
Universidad Javeriana y posee una maestra
en Investigacin y Educacin de la misma
universidad. Se ha desempeado como con-
sultor en proyectos para Latinoamrica, para
organismos como la AUPHA de Washington, la
Fundacin Kellogg, la USAID, el BID e INTECH.
Actualmente se desempea como Asesor de
Proyectos en ASCUN y Coordina el Programa
en Servicio Social en fase experimental para el
Ministerio de Educacin Nacional de Colombia.
[email protected]
7
EL COMPROMISO SOCIAL DE LAS
UNIVERSIDADES DE AMRICA
LATINA Y EL CARIBE

THE SOCIAL COMMITMENT OF


UNIVERSITIES IN LATIN AMERICA
AND THE CARIBBEAN

MIGUEL ROJAS MIX


RESUMEN oportunidades. Garanta que
En realidad es un compromiso establece la Constitucin entre las
amplio que se extiende sobre obligaciones del Estado. Otras
diversos campos vinculados a la misiones propias de la filosofa de la
reproduccin y perfeccionamiento universidad republicana, pueden
del modelo social: la equidad, la ser incluso discordantes con la
ciencia, la eficiencia profesional, la voluntad del Estado segn las
cultura y la identidad, el pluralismo circunstancias. En cuanto aparato
ideolgico, la tica social, la ideolgico del Estado, la educacin
conservacin de la memoria reproduce el modelo de sociedad
histrica y de la universalidad del establecido por la Constitucin. En
saber, y la creacin de masa crtica. cuanto espacio de libertad intelec-
Todo esto en el marco de un tual y progreso orienta su accin a
aggiornamento permanente, que desarrollar el bien comn, que es
implica su actualizacin frente al un bien social, y el pensamiento
avance del conocimiento, y nuevos critico incluso en la disidencia en
dilogos con interlocutores que casos de gobiernos dictatoriales-
representan fuerzas de renovacin para formar a los estudiantes en
social. Finalmente, ms all del valores ciudadanos, democrticos y
compromiso nacional, la universi- universales.
dad tiene un compromiso conti- La educacin pblica es la que est
nental. Compromiso que puede al servicio de la nacin. ; es por ello
llegar hasta la integracin, especial- que es un bien pblico. Por cierto
mente en un continente desunido no quiere decir que no est
por la economa y la poltica y igualmente al servicio de la ciencia,
unido por la cultura. Desarrollar la la tecnologa, la cultura y la empre-
cultura es misin de la universidad. sa. Pero el desarrollo de estos
En este sentido ella tiene un papel campos es tambin de inters
protagnico en la integracin. social y nacional. Lo que en
Emana el compromiso social de un definitiva la educacin pblica no
mandato constitucional. El Estado admite ni puede admitir, a riesgo
delega una parte importante de su de ahondar gravemente las
responsabilidad social en el aparato desigualdades sociales, es operar
educacional; en particular en la con los criterios de rentabilidad del
educacin superior. Misin social mercado y transformar su servicio
fundamental de la universidad en mercanca.
pblica es asegurar la igualdad de
ABSTRACT the constitution establishes as a
In fact, broad commitment extends State responsibility. Other missions
over various fields linked to the proper to the philosophy of republi-
reproduction improvement of the can universities may even be
social model: equity, science, discordant with the will of the State,
professional efficiency, culture and depending on circumstances. As
identity, ideological pluralism, social an apparatus of State ideology, edu-
ethics, the preservation of historical cation reproduces the model of
memory and the universality of society established by the constitu-
knowledge, and the creation of a tion. As an area of intellectual
critical mass. All of this within the freedom and progress, they guide
framework of a permanent aggior- their activities toward developing
namento that involves its realization the common good, which is a
in the face of the progress of social good, and toward critical
knowledge and new dialogues with thinking - even as a dissident voice
interlocutors that represent forces in the case of dictatorial govern-
of social renewal. Finally, beyond ments in order to train students in
national commitment, universities democratic and universal civic
have a continental commitment as values.
well. This commitment can end in Public education is that which is in
integration, especially in a continent service to the nation. For this
disunited by economics and politics reason it is a public good. This
and united by culture. Developing certainly does not mean that it is
a culture is the mission of universi- not in the service of science,
ties. In this sense, they have an technology, culture, and enterprise.
active role in integration. But the development of these fields
Social commitment arises from a is also of social and national interest.
constitutional mandate. States Most certainly, what public educa-
delegate a significant part of their tion does not and cannot allow, at
social responsibility to the appara- the risk of gravely increasing social
tus of education particularly to inequalities, is to operate with
higher education. A key social criteria of market profitability and to
mission of public universities is to transform their services into
guarantee equality of opportunity. merchandise.
This guarantee is among those that
Tengo como inveterada costumbre cuando me comprometo

7 / MIGUEL ROJAS MIX / EL COMPROMISO SOCIAL DE LAS UNIVERSIDADES DE AMRICA LATINA Y EL CARIBE
en una conferencia u otro ensayo, acercarme -Diccionarios mediante- a preci-
sar los trminos a que voy a referirme. Siempre me ha resultado iluminador.
As, define el Diccionario de la Real Academia Espaola Com-
promiso: Obligacin contrada, palabra dada, fe empeada. Y Social, diciendo
que alude al verbo socializar, y bajo ste se lee Promover las condiciones
sociales que, independientemente de las relaciones con el Estado, favorezcan
en los seres humanos el desarrollo integral de su persona. Curiosa limitacin
sta. Los acadmicos de verba conservadora impusieron al socializar una
salvaguarda ideolgica, sacaron al Estado, seguramente para evitar que el
concepto deslizara hacia socialismo. Limitacin que no encontramos en
ninguna otra lengua ni siquiera en otro de los grandes diccionarios castella-
nos como es el de Mara Moliner que dice simplemente: Socializar: Promover
la adaptacin e integracin en la vida social de un individuo o de varios.
El slo hurgar en los cdigos del lenguaje me hizo ver que
entraba en un terreno minado, advirtindome cun difcil resulta hablar con
imparcialidad del tema que voy a abordar. Ya en la definicin misma de las
palabras se planteaba la cuestin de la ingerencia o no del Estado.
Los conceptos de Amrica Latina y el Caribe los he tratado
ampliamente en un libro, Los cien nombres de Amrica, al que me remito
cuando aludo a ellos en esta charla
Para cerrar estas reflexiones preliminares es todava necesaria
una reflexin sobre el contexto. En esta jornada, que se realiza en la Univer-
sidad Federal de Minas Gerais con el patrocinio del IESALC (El Instituto de
Educacin superior de la UNESCO para Amrica Latina y el Caribe) resulta
oportuno recordar el mensaje de la UNESCO. Uno de cuyos principios axiales
es promover una educacin de calidad igual para todos. Principio pertinen-
te para esta charla, pues es la base del compromiso social de todas las uni-
versidades. Para comprender su alcance en el marco de la universidad lati-
noamericana es preciso agregar a este principio al menos dos vectores: el de
finalidad y el de identidad. La finalidad de la universidad no es servir al capi-
tal privado, sino al bien pblico, recordando que dentro de ste est el capi-
tal privado, aunque privado de hegemona y condicionado por otras priori-
dades propias de la universidad republicana. La identidad o las identidades
son otro de los caballos de batalla de la UNESCO, las encontramos campan-
tes en la cultura, relacionndose armoniosas en la diversidad cultural y fun-
damentales en la idea de paz...
En qu consiste, pues, el compromiso social de la universidad?
En realidad es un compromiso amplio que se extiende sobre
diversos campos vinculados a la reproduccin y perfeccionamiento del mo-
delo social: la equidad, la ciencia, la eficiencia profesional, la cultura y la
identidad, el pluralismo ideolgico, la tica social, la conservacin de la me-
moria histrica y de la universalidad del saber, y la creacin de masa crtica.
Todo esto en el marco de un aggiornamiento permanente, que implica su
actualizacin frente al avance del conocimiento, y nuevos dilogos con in-

179
terlocutores que representan fuerzas de renovacin social. Finalmente, ms
Educacin superior y sociedad / nueva poca / ao 13 / Numero 2 / septiembre 2008

all del compromiso nacional, la universidad tiene un compromiso continen-


tal -por algo estamos aqu reunidos-. Compromiso que puede llegar hasta la
integracin, especialmente en un continente desunido por la economa y la
poltica y unido por la cultura. Y desarrollar la cultura es misin de la univer-
sidad. En este sentido la universidad tiene un papel protagnico en la inte-
gracin.
Emana este compromiso social de un mandato constitucional.
El Estado delega una parte importante de su responsabilidad social en el
aparato educacional; en particular en la educacin superior. Misin social
fundamental de la universidad pblica es garantizar la igualdad de oportu-
nidades. Otras misiones pueden ser incluso discordantes segn las circuns-
tancias. En cuanto aparato ideolgico del Estado, la educacin reproduce el
modelo de sociedad establecido por la Constitucin. En cuanto espacio de
libertad intelectual y progreso orienta su accin a desarrollar el bien comn,
que es un bien social, y el pensamiento crtico incluso en la disidencia en
casos de Estados dictatoriales- para formar a los estudiantes en valores ciu-
dadanos, democrticos y universales.
La educacin pblica es la que est al servicio de la nacin.
; es por ello que es un bien pblico. Por cierto no quiere decir que no
est igualmente al servicio de la ciencia, la tecnologa, la cultura y la
empresa. Pero el desarrollo de estos campos son tambin de inters
social y nacional.
Funcin esencial de la universidad pblica en Amrica Latina
ha sido desarrollar la democracia. Ofrecer una educacin que sea el principal
factor igualitario de la sociedad moderna. La educacin es el arma clave
contra la desigualdad. Est llamada a eliminar las injusticias sociales en cada
pas y a reducir la distancia entre pases pobres y pases ricos.
La democracia convive mal con el mercado. La concepcin
neoliberal de la democracia parte de la teora del equilibrio que garantiza
que la economa de mercado regida por las leyes de la competencia perfec-
ta tiende hacia el pleno empleo y la asignacin ptima de los recursos, con
la sola condicin de que el Estado no intervenga en este proceso. Condicin
que la democracia tiene que hacer respetar aunque sea negndose a s
misma. Concluyen que este proceso consolida la democracia. Pero la realidad
de los hechos es muy otra. Nunca han existido tantas democracias en el
mundo como hoy, lo que no ha impedido que las disfunciones econmicas,
nacionales y mundiales sean hoy ms graves y numerosas: el paro que no
cesa, el hambre, el aumento de las desigualdades. Muchos son los analistas
que lo constatan. Cass Sunstein (Free markets and social justice, Oxford Press
1997) seala que la mundializacin al operar en un espacio donde no existe
Estado el mundo-atribuye al mercado la totalidad de las funciones que
aseguran el funcionamiento del sistema y al proceder de esta manera radi-
caliza la tendencia liberal de sustituir la democracia por le mercado y lo po-
ltico por lo econmico.

180
A la vez, no se puede olvidar que una poltica educativa que

7 / MIGUEL ROJAS MIX / EL COMPROMISO SOCIAL DE LAS UNIVERSIDADES DE AMRICA LATINA Y EL CARIBE
aspire a la igualdad de oportunidades slo tiene sentido si se consigue man-
teniendo una alta calidad de la enseanza. Tan absurdo sera repartir sin
crecer como igualar por abajo a costa de la calidad. Garantizar la igualdad de
oportunidades es tanto ms importante en Amrica Latina en cuanto esta
es la regin con mayores desniveles de ingresos en el mundo, pero garanti-
zndola con una exigencia de excelencia.
Es evidente que el concepto de calidad vara con el tiempo y
con el cuestionamiento social a que la educacin superior tenga que respon-
der. Si discutimos la educacin desde su funcin integradora, en una comu-
nidad iberoamericana, por ejemplo, la cuestin es saber qu es oportuno
aprender hoy en Amrica Latina. Una educacin de calidad es aquella que
permite a todos aprender lo que necesitan para el momento y la circunstan-
cia en que viven. Aprender a valorar. Debe focalizar en primer trmino la
pertinencia social e individual. Adems de pertinente debe ser eficiente y
eficaz: la eficiencia es una virtud, el talento de lograr un efecto determinado;
la eficacia es una capacidad, la de obrar poderosamente. El modelo educa-
tivo neoliberal slo comprende la educacin en trminos de eficacia, olvida
la eficiencia, la pertinencia y descontextualiza la funcin cognitiva (la separa
de su responsabilidades sociales) en una ptica global multinacional. Y cuan-
do discute calidad de la educacin slo considera factores de eficacia. La
educacin en valores asocia la funcin cognitiva a una funcin formativa
global capaz de promover vnculos con el entorno y entender sus fines en
los contextos sociales y de poca. Apunta, como veremos, a la formacin del
profesional social. Por otra parte le educacin de calidad no termina nunca,
pues el mundo cambia y cada vez ms rpido y el saber debe estar constan-
temente reciclndose porque la exigencia formativa aumenta da a da. Por
ello es necesario que el modelo universitario dote a los estudiantes de la
capacidad de aprender a aprender para que sigan aprendiendo a lo largo
de su vida. La universidad debe constituirse como una aula abierta
Por eso, no slo se justifica la educacin pblica con un argu-
mento de equidad, sino tambin de eficiencia: que la sociedad en la cual uno
vive tenga un alto nivel educativo no slo hace la convivencia ms soporta-
ble, sino que nos enriquece a todos, a travs de una mayor productividad. Es
indispensable hacer del capital humano el principal recurso de todos cuantos
disponemos. Slo as podremos pasar de la sociedad de la informacin a la
sociedad del conocimiento. El capital humano es un elemento clave para
alcanzar mayor productividad y para generar y adoptar nuevas tecnologas.
El conocimiento tiende a tener rendimientos crecientes porque puede con-
servarse, aumentarse, transmitirse y compartirse.
Cualquiera que sea el concepto de desarrollo que se asuma, la
cultura desempea un papel central, lo que confiere a la educacin un valor
esencial para el desarrollo cultural.
Y esto nos lleva al terreno de la cultura. Tres eran las funciones
que Ortega y Gasset atribua a la universidad: la enseanza de las profesiones,

181
la investigacin cientfica y la transmisin de cultura. La Universidad tiene di-
Educacin superior y sociedad / nueva poca / ao 13 / Numero 2 / septiembre 2008

versas funciones culturales. La de difusin es particularmente importante en


pases o ciudades perifricas que tienen una limitada oferta para el esparci-
miento al margen de la universidad. En este caso, el que la universidad cuente
con un aparato cultural que irradie sobre la sociedad es de primera importan-
cia. Instituciones culturales vinculadas a la universidad: editoriales, museos,
teatros, msica y danza tenemos cada vez menos, pero quedan algunas con
enclaves culturales importantes. Esta misma universidad de Minas Gerais as
como UNAM y la de Guadalajara en Mxico son ejemplos destacados.
Pero, sobre todo, es de particular importancia el desarrollo de
la cultura como identidad. La afirmacin de la identidad en los estudios
universitarios debe darle una conciencia critica al estudiante para que no
caiga en una inmadura admiracin por lo nuevo y lo que viene de fuera,
antes de Europa, hoy especialmente de los EEUU. Y comprenda que una
forma colonial del pensamiento y moderna del escolasticismo es repetir
mimticamente como dogma de fe temas y conceptos avalados por autores
centrales. Tambin en la valoracin del pensamiento hay centro y periferia.
Esto obstruye la comunicacin entre las aportaciones clsicas, el pensamien-
to universal y las de la rica y plural cultura latinoamericana.
Hoy, la amenaza de que en un mundo unipolar se imponga la
cultura del hombre unidimensional aparece cada vez ms evidente. Es por
ello que es preciso, sin rechazar la tradicin de las Luces, sin renunciar al
imaginario de la modernidad, dar centralidad a la perspectiva de los mrge-
nes, construir nuevos imaginario forjados en la relacin entre las distintas vas
a la modernidad. Es una pulsin fuerte en Amrica Latina que se manifiesta
en el neobolivarismo venezolano y en el renacer del indigenismo andino.
Ambas tendencias se definen por su rechazo del Consenso de Washington,
que organizaba la integracin de Amrica Latina, en el marco del proceso de
globalizacin. Mrgenes que aparecen como nodos en el sistema global y
que introducen en primer lugar una critica al sistema de etapas de desarrollo,
como nico modelo de crecimiento. Modelo ste que viene con la filosofa
del progreso desde la Ilustracin, con Vico y Herder. Se difunde en el siglo XX
a travs de los modelos civilizatorios occidentalistas, fundados en la morfo-
loga de la historia que anuncian la decadencia con Spengler y Toynbee y
pasan al pensamiento econmico a travs de Rostow.
Respecto a la globalizacin, uno de los grandes temas de nues-
tro tiempo, la universidad debe discernir criterios de pertinencia. Para instau-
rarlos debe formar culturalmente y entender la cultura, la cultura como iden-
tidad. Tal como la defini la Conferencia Mundial de la UNESCO sobre
polticas culturales, celebrada en Mxico en 1982. Slo desde la cultura po-
demos crear criterios de pertinencia. Qu son estos criterios? Simplemente
las herramientas conceptuales, necesarias para saber discernir en ese enorme
caudal de informacin que nos trae la globalizacin aquello que conviene a
nuestro desarrollo y aquello que refuerza nuestra identidad. Slo as podemos
pasar de la sociedad de la informacin a la sociedad del conocimiento, que

182
es la de la informacin seleccionada y procesada. La Sociedad de la informa-

7 / MIGUEL ROJAS MIX / EL COMPROMISO SOCIAL DE LAS UNIVERSIDADES DE AMRICA LATINA Y EL CARIBE
cin es ancha y ajena, pero la sociedad del conocimiento puede y debe ser
nuestra en un estado de derecho, la universidad pblica tiene que ser abier-
ta y pluralista. Abierta a la comunidad sin distincin de razas, clases sociales,
o fortunas. Y, sobre todo, sin distincin de religiones. Una universidad priva-
da, en cambio, puede ser confesional y muchas lo son. La pblica no. El que
una universidad sea confesional forma parte de la libertad de enseanza,
pero no del pluralismo. La universidad pblica tiene que practicar la toleran-
cia activa y, en cuanto servicio pblico, es ella la que puede asumir los prin-
cipios de la UNESCO.
En los estados laicos es el estado el que debe decidir de la
formacin del ciudadano. Formacin no es adoctrinamiento. El tema de la
educacin para la ciudadana ha demostrado en Espaa lo que es el Estado
laico y los peligros de la educacin confesional. Atacando la ley por desterrar
los valores de la cultura catlica -segn decan por imponer un curso de
educacin cvica y dejar como electivo el de religin, la corriente confesional
acusaba: Estamos en el origen de una suplantacin cultural del humanismo
cristiano que ha vertebrado Europa por un humanismo cvico y materialista
que bajo un ropaje democrtico oculta su totalitarismo de origen. La vieja
tradicin en particular de la iglesia espaola- que buscaba la hegemona
dentro del aparato del Estado, parece estar de vuelta. No es de extraar si
pensamos que el pontificado de Benedicto XVI est derivando peligrosa-
mente del conservadurismo al integrismo como se advierte en las constantes
concesiones a los movimientos tradicionalistas, contrarios al Concilio Vatica-
no II. Pero incluso en Estados donde el laicismo no tiene objeciones como
en Francia- es difcil delimitarlo. La querella de los smbolos es un ejemplo
Qu es el laicismo, el ocultamiento de los smbolos, lo que en definitiva es
un ocultamientos del otro, o la convivencia de todos los smbolos que impli-
ca que en un estado multitnico la identidad nacional que consolida el
cuerpos social, puede construirse sobre otras identidades que parten del
respeto a las creencias de cada ciudadano? Este es un tema particularmente
importante en un mundo que se debate entre dos tendencias: la diversidad
cultural que se hace cada vez ms presente por las migraciones y la unifor-
mizacin, a la que se tiende cada vez ms por la globalizacin. La diversidad
cultural tal como lo estableci la convencin de la UNESCO, en octubre del
2005 significa dos cosas: Integracin en un marco ms amplio y aceptacin
de las diferencias culturales. De paso es un claro rechazo a que las activida-
des, bienes y servicios culturales sean tratados nicamente desde la perspec-
tiva de su valor comercial.
El laicismo es fundamentalmente el reconocimiento de la auto-
noma de lo poltico y civil frente a lo religioso. Es tambin una razn republica-
na, una determinada forma de entender la poltica democrtica y una doctrina
de libertad civil. Afirma que todos los hombres son iguales por su capacidad de
participar en la formacin de la voluntad general, independiente de sus carac-
tersticas no polticas (religiosas, tnicas, sexuales, genealgicas, etc.)

183
Giner de los Ros defina la universidad como la conciencia
Educacin superior y sociedad / nueva poca / ao 13 / Numero 2 / septiembre 2008

tica de la vida. La universidad debe revisar permanentemente el compro-


miso tico, a partir de los principios universales y los valores ibero- o latinoa-
mericanos. El respeto a la dignidad de las personas, los derechos humanos y
la libertad, al Estado de derecho, la igualdad y la solidaridad son la base de
nuestra identidad latinoamericana y el fundamento del orden poltico y la
paz social. No son cuestiones estticas sino que se relanzan permanente-
mente como respuesta a la activacin de determinadas pulsiones polticas,
de los efectos derivados de nuevas tecnologas y los movimientos de pue-
blos.
La tica y la formacin en valores van de la mano con el pen-
samiento crtico. Por eso que resulta alarmante advertir -como se est plan-
teando actualmente en Espaa si pueden seguir mantenindose titulaciones
en las que apenas se matriculan alumnos. Expertos analistas universitarios
han manejado el lmite de 125 alumnos para que una titulacin sea viable.
Esto implica la desaparicin de muchas asignaturas. Entre ellas caera la filo-
sofa. Sacar la filosofa de los planes de estudio es una forma de atacarse al
pensamiento crtico. La filosofa tiene comunidad de origen con otra expre-
sin que nos importa especialmente en Amrica Latina: la democracia. Na-
cieron juntas en una plaza de Atenas y lo que una expresa en el terreno de
la poltica la otra lo manifiesta en el terreno del conocimiento. Los ciudadanos
deben saber vivir y pensar racionalmente, sobre muchas cosas, pero en
particular sobre el sentido ltimo de la libertad, la igualdad, la solidaridad
ciudadana y el bien comn, y eso implica ser demcrata y tambin, a ratos,
filsofo.
Desde el punto de vista de los valores la gama de responsabi-
lidades es amplia: una de ellas es propulsar una cultura de paz. Para eso es
necesario enfrentarse a todas las formas de irracionalismo, comenzando por
las dictaduras y siguiendo por el terrorismo, pero tambin el irracionalismo
econmico que altera la paz social. George Lukcs, influyente pensador
hngaro, nos hizo leer en los aos cincuenta El asalto a la razn (Die Zerstrung
der Vernunft, Berln, 1952), un decisivo estudio sobre el irracionalismo en
Occidente. Basta una mirada sobre la actual geopoltica del planeta para
constatar con angustia el resurgimiento del irracionalismo bajo diversas
formas, el irracionalismo tnico religioso, el irracionalismo econmico impe-
rialista, ambos expresados en el choque de civilizaciones. Tambin el irracio-
nalismo del neoliberalismo que privilegia el lucro del mercado por encima
de las necesidades del ser humano.
La conservacin de la memoria histrica es otra responsabilidad
fundamental de la universidad. Para que la nacin exista es necesario que se
cuente. Si no se cuenta no construye una imagen que le permita hacerse. No
hay posibilidades de crear sentimiento nacional sin un relato sobre los orgenes
de la nacin, sus cualidades nicas, sus hroes y sus hazaas; es decir, sin
construir un imaginario. Refirindose al espritu nacional, escriba Hegel que l
se formaba por los pasos singulares que daba cada sociedad. Con la historia

184
ese principio se converta en la determinacin de un peculiar espritu nacional,

7 / MIGUEL ROJAS MIX / EL COMPROMISO SOCIAL DE LAS UNIVERSIDADES DE AMRICA LATINA Y EL CARIBE
que era el que impona un sello comn a su arte, su construccin poltica, su
tica social, su sistema legal y sus costumbres y eventualmente a su religin.
Ese sello es lo que llamamos identidad. Las ars reminescendi que son las
prcticas que recogen y transmiten conceptos, uniendo palabras e imgenes,
se asocian a las ars inveniendi que son las fuerzas que atan, que unen para
crear los teatros de la memoria que sirven para recordar el pasado. Eso si es
necesario analizar cmo se cuenta la nacin. Cada proyecto poltico lo hace a
su manera. Voltaire desconfiaba (pensamiento critico) y adverta Un historiador
es un charlatn que hace triquiuelas con los muertos.
La sabidura alude a la universalidad del saber. Seala Edgard
Morin que la hiper-especializacin generalizada, la divisin de los saberes
segn especialidades cerradas, ms la orientacin de la educacin hacia el
mercado, es decir marcada por el espritu de lucro, provocan la prdida de
la solidaridad social. Es necesario reivindicar la sabidura como forma privile-
giada del conocimiento. El cientifismo maniquesta y la carrera curricular han
llevado a una fragmentacin cada vez mayor del saber. Lo cual no slo nos
aleja de la sabidura, sino que dificulta el pensamiento crtico. Las ciencias se
han vuelto tan especializadas y tecnolgicas que se est perdiendo la pasin
por el conocimiento. La sabidura agrega a la erudicin la experiencia. La
sabidura contiene la memoria histrica. Hoy se quiere sustituir esta memoria
por otra basada en el culto a una inteligencia tecnolgica, numrica, digital,
con lo cual la sabidura pierde su lugar y su hegemona para orientar el co-
nocimiento. La universidad debe responsabilizarse de que ambas inteligen-
cias puedan no solo subsistir, sino que sumarse, puesto que el conocimiento
pertinente se construye con ambas relanzar intelectualmente la universidad
implica generar masa crtica. Y en un doble sentido. En el de pensamiento
crtico, que conduzca a la sabidura de la duda, que es all donde el individuo
se encuentra con el otro, descubre la diversidad cultural, los derechos huma-
nos y la importancia de la paz. Duda que l sea la medida de todas las cosas
y desarrolla el respeto por el mundo entorno, a la vez que descubre la sober-
bia del individualismo y la importancia de la solidaridad ciudadana y la de-
mocracia Qu otra cosa es la democracia sino la duda de que siempre unos
tengan razn y los otros estn siempre equivocados? En definitiva descubre
la sabidura para utilizar el saber en beneficio propio y en el inters de la raza
humana. Pero tambin hay que generar masa crtica para crear y avanzar en
la civilizacin. El saber ser el mayor factor generador de riqueza en este siglo
y, probablemente, en los siguientes. La sabidura que necesita una comunidad
democrtica es la sabidura de toda la nacin. Para ello se requiere una uni-
versidad abierta.
Actualmente un interlocutor cada vez ms presente en la
reflexin universitaria es la empresa. El dilogo universidad empresa parece
indispensable para el aggiornamento de la educacin superior y el desarro-
llo de la economa y tiene importantes consecuencias sociales. En Europa
(estrategia de Lisboa 2000/ Consejo de Barcelona 2002) se les ha dado par-

185
ticular importancia a las plataformas tecnolgicas para mejor el futuro de la
Educacin superior y sociedad / nueva poca / ao 13 / Numero 2 / septiembre 2008

competitividad aumentado el gasto en I+D+i para convertir a Europa en la


economa basada en el conocimiento ms competitiva del mundo. Las
plataformas tecnolgicas plantean un reto especial. Se basan en la capacidad
de las empresas para asumir un papel de liderazgo para identificar necesi-
dades futuras en el mbito de la investigacin y el desarrollo tecnolgico
que permitan definir estrategias a largo plazo. Esto implica un dilogo Em-
presa/Universidad para traducir las necesidades industriales en necesidades
de investigacin y los resultados de la investigacin en aplicaciones tiles
para la empresa. La Unin Europea ha vinculado la creacin del espacio
universitario europeo con los objetivos de Lisboa. Mejorar las salidas labo-
rales de los titulados es uno de los objetivos prioritarios marcados en Londres
en esta lnea.
En el I Encuentro Internacional de Rectores de Universidades,
en mayo del 2005 en Sevilla, el rector de la UNAM, Juan Ramn de la Fuente,
recogi el modelo y abog por la bsqueda de un espacio de educacin
comn que reconozca la diversidad, pluriculturalidad y etnias de todas las
regiones de Amrica Latina. En febrero de este ao, en Madrid, al inaugurar
la fundacin Ibero-UNAM, insisti en la creacin de un espacio iberoameri-
cano del conocimiento que, a modo del espacio europeo, establecera ca-
rreras equiparables que facilitaran a estudiantes y graduados moverse fcil-
mente entre Portugal y Amrica Latina.
La creacin de un espacio universidad empresa ha supuesto
muchas criticas en sectores que temen una universidad al servicio de la
empresa.
Crticas prcticas, que tienen que ver con la imposicin de
criterios comerciales en la vida universitaria. El punto de vista central de la
educacin neoliberal es el de la economa de mercado. Su tesis es que hay
que integrarse a una economa basada en el uso cada vez ms intenso (crea-
tivo) del conocimiento, y en una comercializacin cada vez ms competitiva.
Para lo cual la educacin superior debe considerar criterios de competitividad
y orientar sus curricula por ellos. Criterios como los que entrega el World
Economic Forum (WEF) para ubicar a los pases en un marco de competiti-
vidad global: ndice de innovacin: capacidad de los pases para crear nuevos
productos, ndice de transferencia: capacidad de los pases para absorber
conocimiento tcnico, difundirlo y usarlo.
Criticas filosficas y antropolgicas: la ideologa neoliberal
que pone la tica del enriquecimiento privado por encima y a costa de todo,
reduce la vida humana a un mero anlisis de costes y beneficios que desem-
boca en un individualismo despiadado basado en el clculo de las ventajas
personales. Es el neoindividualismo posesivo y consumista que configura la
base antropolgica y social de nuestra era. Una antropologa que reduce y
simplifica la visin compleja e integral del ser humano. Creando nuevos ex-
cluidos, los parias del mercado, que son prescindibles para el sistema. El
consumismo se convierte en el criterio ms importante de inclusin o exclu-

186
sin. As se destruye la dimensin colectiva solidaria y democrtica. Frente a

7 / MIGUEL ROJAS MIX / EL COMPROMISO SOCIAL DE LAS UNIVERSIDADES DE AMRICA LATINA Y EL CARIBE
esta circunstancia, en el marco de su responsabilidad social, a la universidad,
se le plantea una cuestin tica y curricular. Desarrollar un neohumanismo
que se enfrente a este neoindividualismo, y que forme la conciencia del
profesional social en la tica de la inaceptabilidad de considerar a cualquier
ser humano prescindible.
La consecuencia de esta filosofa es una frase que se le escap
a la reciente ministra de economa del actual gobierno francs, que llam a
los franceses a trabajar ms y pensar menos.
Criticas sociales. El profesionalismo competitivo, idea que orien-
ta la educacin neoliberal, rompe las pasarelas de la solidaridad y puede con-
ducir a la formacin de conductas depredadoras. No hay que olvidar que el
filsofo gua de la economa de mercado es Hobbes Y en su Vulgata!: El Homo
homini lupus y Bellum omnium contra omnes Es de la naturaleza del ser
humano -transmite- estar en continuo estado de guerra con los dems.
Y volvemos a nuestras palabras iniciales con algunas pregunta:
El derecho que quisiera garantizar la UNESCO: una educacin de calidad igual
para todos, Es posible realizarlo si nos confiamos ms y ms en la educacin
privada? Si aceptamos como lo ha declarada la OMC que la educacin supe-
rior es un bien de mercado? Por otra parte si queremos acercarnos a esta idea
en el marco de la responsabilidad social Cul es la finalidad?
El planteamiento central es concebir una educacin moderna,
pero teniendo en consideracin las exigencias de la sociedad y las del merca-
do. Se trata de formar un profesional-social. Intelectualmente preparado para
ejercer con eficiencia destrezas profesionales y conscientemente formado en
sus deberes solidarios de ciudadano, de latinoamericano y de ser humano
Para formar al profesional social son necesarios dos tipos de
contenidos: unos podemos llamarlos saberes y otros habilidades. Los saberes
son la erudicin y se adquieren mediante la instruccin, a travs de las asigna-
turas habituales. Las habilidades, que comprenden hbitos y destrezas, se de-
sarrollan con la educacin que, aunque se basa en la instruccin, tiene que ver
con otra dimensin del conocimiento: la familiaridad. La vividura que hace in-
teligible la erudicin, y genera destrezas personales, dndonos habilidades y
sensibilidades como el dolor ante las injusticias-, desarrolla virtudes cvicas que
nos ayudan a conducirnos en la vida social. Las habilidades no se transmiten
con facilidad mediante las asignaturas porque exigen procedimientos viven-
ciales, donde el afecto, el compromiso y la participacin activa son condiciones
esenciales para su adquisicin. La educacin del profesional social requiere la
formacin en una cultura social, compuesta de valores y abierta al entorno que
predisponga a una participacin social en servicio de la comunidad.
Por otra parte nunca hemos tenido mejores condiciones de
hacer realidad la posibilidad de crear una universidad latinoamericana. Esto
est ahora perfectamente a nuestro alcance si la pensamos como una uni-
versidad virtual, que adems podra establecerse on-line sobre grandes redes
multidisciplinarias de profesores y estudiantes de distintas universidades.

187
Finalmente quisiera proponer 9 constataciones para pensar la
Educacin superior y sociedad / nueva poca / ao 13 / Numero 2 / septiembre 2008

Universidad Latinoamericana del siglo XXI, su compromiso cientfico y su


compromiso social: ya que ambos constituyen su compromiso acadmico:

1. Hay que avanzar mucho ms en el campo de la investiga-


cin, el desarrollo, la innovacin cientfica y tecnolgica.

2. Por otra parte es necesario detener la fragmentacin del


saber que conduce al aislamiento del pensamiento y del aca-
dmico, que quiebra la unidad de las ciencias y escinde el
mundo universitario en universidades literarias y politcnicas.
Los avances del pensamiento y de la ciencia nos muestran una
cada de las barreras del conocimiento fragmentado. El futuro
est en trabajar en redes pluridisciplinarias.

3. Vemos que esta fracasando un sistema educativo que no


es capaz de ir acortando las brechas sociales y las desigualda-
des. Los estudiantes pobres tienen derecho a buenas univer-
sidades pblicas. El pas necesita la inteligencia de todos y no
puede permitirse considerar una parte de la poblacin como
desechable.

4. Constatamos que nuevos mtodos se imponen en la ense-


anza. e-lerning y master on-line estn revolucionando los mo-
dos de aprendizaje. El futuro parece abierto y no podemos to-
dava precisar los lmites de su capacidad educativa, vinculada a
mayores y nuevas destrezas de los cibernautas Qu ocurrir
cuando tengamos jvenes que hayan aprendido jugando? En
diez aos llegar a las universidades la generacin de la videocon-
sola, que sin lugar a dudas buscarn un aprendizaje mucho ms
dinmico, colaborativo y libre. Querrn una educacin sin la li-
turgia de la clase, disciplina ni orden. Crecidos en la interactividad
les resultar difcil volver a la pasividad del puro tomar apuntes.
Por otra parte, ingenuamente hablamos de internet como si
fuese una tecnologa madura, pero en realidad acaba de salir de
la infancia. No sabemos a dnde nos puede llevar.

5. La necesidad de valorar el pensamiento y la cultura propios,


lo que implica afirmar la identidad como barrera contra el
colonialismo intelectual.

6. Si casi hasta la dcada del 90 del siglo pasado el mayor


problema de Amrica Latina era el autoritarismo, el gran pro-
blema actual son las desigualdades. Si ste no se resuelve
pueden surgir nuevamente tentaciones autoritarias.

188
7. Al margen de la universidad neoliberal es preciso encontrar

7 / MIGUEL ROJAS MIX / EL COMPROMISO SOCIAL DE LAS UNIVERSIDADES DE AMRICA LATINA Y EL CARIBE
plataformas de acuerdo entre la universidad y la empresa

8. Falta de motivacin de muchos universitarios ante unos


estudios que a menudo no desembocan en un futuro profe-
sional, lo que los lleva a seleccionar titulaciones de acuerdo a
los mismos criterios de mercado.

9. Finalmente, siempre he lamentado no conocer suficiente-


mente la geografa universitaria latinoamericana. Un Mapa de
la educacin superior de Amrica Latina y el Caribe, como el
que est realizando actualmente el IESALC me resultara del
mayor inters. 10.

189
MIGUEL ROJAS MIX:
Nacido en Chile, escritor e historiador.
Licenciado en Derecho y Profesor de Estado
en Historia de la Universidad de Chile, Doctor
en Filosofa en la Universidad de Colonia
(Alemania) y doctor de estado s lettres en
la Sorbona. Catedrtico de la Universidad de
Chile y Director del Instituto de Arte latinoame-
ricano de la Universidad de Chile. Sale al exilio
en 1973. Desde entonces ha sido profesor en la
Sorbona (Paris), Director de Investigacin en el
Instituto de Altos Estudios de Amrica Latina
y profesor en diversas universidades europeas
y americanas. Es Doctor Honoris Causa de las
Universidades de Crdoba, Rosario, Mar del
Plata, Tucumn, Salta y Entre Ros en Argentina,
de la Universidad Federal Rio Grando do Sul
en Brasil, de la Universidad de Guadalajara en
Mxico, de la Universidad de Santiago en Chile,
de la Universidad de Dresde en Alemania. Ac-
tualmente dirige el CEXECI: Centro Extremeo
de Estudios y Cooperacin con Iberoamrica.
Es autor de numerosos libros. Entre ellos desta-
can: La plaza mayor, el urbanismo instrumento
de dominio colonial, Muchnik, Barcelona 1978;
Los cien nombres de Amrica, Lumen, Barce-
lona, 1991, y Amrica imaginaria, Lumen 1992;
El imaginario civilizacin y cultura del siglo XXI;
Prometeo 2006; Siete preguntas a la educacin
superior del siglo XXI, 2006 y El Dios de Pino-
chet. Taller Tambin cultiva la literatura infantil
y en este gnero su libro ms destacado es La
Tierra de Paloma: Pequea historia de Amrica
Latina para nuestros hijos en exilio. mix@club-
internet.fr / [email protected]
8
Responsabilidad Social
Universitaria:una nueva
filosofa de gestin tica e
Inteligente para las
Universidades

UNIVERSITY SOCIAL
RESPONSIBILITY: A NEW
PHILOSOPHY OF ETHICAL AND
INTELLIGENT MANAGEMENT FOR
UNIVERSITIES

FRANOIS VALLAEYS
RESUMEN ABSTRACT
El movimiento de la Responsabili- The social responsibility movement
dad Social ha llegado a la Universi- has reached universities, and is now
dad y suscita ahora un amplio provoking broad discussion. In
debate. Para no caer en estrechas order not to fall into narrow
visiones ideolgicas en pro o ideological views for or against; but
contra, sino entender desde qu rather to understand both the
exigencia tica se interpela a las IES, ethical demands place upon
y de qu desafos para la gestin institutions of higher education
acadmica y administrativa la RSU and the challenges that the social
nos habla, es bueno tener primero responsibility of universities places
un enfoque terico slido. El on academic and administrative
presente artculo responde a esta management, it is well that one first
necesidad, partiendo de un marco has a solid theoretical focus. The
terico que refiere la responsabili- present article responds to this
dad social a un sistema de gestin need, starting from a theoretical
de los impactos de la universidad, framework that links social respon-
en sus cuatro procesos esenciales sibility to a system of management
que son su Gestin, Formacin of the impacts of universities in
acadmica, Produccin de conoci- their four essential processes of
mientos y Participacin social. Lejos management, academic training,
de ser slo un agregado, o la mera knowledge production, and social
repeticin con otras palabras del participation. Far from being
compromiso social de siempre de merely an aggregate, or the mere
la universidad latinoamericana, la repetition using other words of the
RSU, si se la comprende bien, usual social commitment of Latin
puede ser una oportunidad de American universities, the SRU, if
innovacin acadmica, coherencia well understood, can be an
institucional y pertinencia social. opportunity for academic innova-
tion, institutional coherence, and
social pertinence.
El propsito de este artculo es de ayudar al lector a entender

8 / FRANOIS VALLAEYs / Responsabilidad Social Universitaria:una nueva filosofa de gestin tica e Inteligente para las Universidades
lo que significa la Responsabilidad Social Universitaria (RSU), es decir, com-
prender lo que hay que comprender, renunciar a lo que impide comprender,
y saber cmo seguir despus1. Lo que nos gua en este propsito es nuestra
fe en la bondad y necesidad del enfoque de RSU para las Universidades lati-
noamericanas de hoy, y el afn de seguir el consejo pedaggico del sabio
Baba Dium:
Al final,
Slo recordaremos, aquello que amemos
Slo amaremos, aquello que entendamos
Y slo entenderemos, aquello que nos haya sido enseado
con sabidura

Ojala que las lneas que siguen contengan un poquito de sa-


bidura. Dejamos al lector juzgar de ello, con dos indicadores de evaluacin:
su capacidad de recordar y amar lo que habr ledo.

1. Antecedentes tericos de la
Responsabilidad Social: Gestin de la
ecologa de las acciones y tica de la
Sostenibilidad
La Responsabilidad Social es una exploracin colectiva mun-
dial para definir y practicar una nueva filosofa de gestin de las organiza-
ciones, tomando la palabra gestin en su noble sentido de lo que nos
permite organizarnos, trabajar y convivir juntos, con grandes reglas y peque-
os hbitos, hacer viables nuestras acciones, perennes nuestras instituciones,
habitable nuestro mundo.
Hoy, esta misma habitabilidad del mundo se ve amenazada.
La hipercomplejidad de los intercambios sociales a nivel mundial y los efec-
tos globales de toda la actividad humana acumulada en siglos, empiezan a
dar muestras de insostenibilidad a nivel del conjunto, tanto en el aspecto
social como ambiental. Edgar Morin lo resume todo en una llamativa met-
fora: Estamos en un Titanic planetario2.
El problema no es slo poltico, sino que concierne tambin a
las ciencias administrativas y su incapacidad de responder a los nuevos pro-
blemas con los mtodos de ayer: A las organizaciones, siempre se les ha dicho
de gerenciar sus actividades y recursos ocupndose de lo suyo, dentro del
marco de la legalidad. Jams han tenido que administrar tambin los efectos
colaterales de sus actividades en el entorno. En Economa, los efectos cola-

1 Segn Wittgenstein, comprender es saber cmo seguir despus.

2 Ver el artculo completo de Edgar Morin Estamos en un Titanic en: http://www.iadb.org/


ETICA/SP4321/DocHit.cfm?DocIndex=77 Siguiendo la metfora naval, lo que la humanidad debe
hacer es cambiarse de barco: pasar del Titanic al Arca de No. Hemos tratado este tema en nuestro
blog acadmico de tica y RSU: http://blog.pucp.edu.pe/item/15253

195
terales de las transacciones econmicas se llaman externalidades, y stas
Educacin superior y sociedad / nueva poca / ao 13 / Numero 2 / septiembre 2008

no se facturan ni se administran. Se abandonan a su suerte en el campo


social. As, como todas las organizaciones (con o sin fines de lucro, privadas
como pblicas) funcionan como buenos sistemas de autoafirmacin, aban-
donan por definicin lo que no les incumbe (o lo que aparentemente no les
incumbe) a la suerte de la Providencia: el gobernante proveer para la nacin,
la libre competencia armonizar el mercado, la dialctica histrica nos con-
ducir a la liberacin final, y Dios velar por todos sus hijos. Claro est que la
tica personal nos oblig siempre a un poco de altruismo y a tomar nuestras
responsabilidades polticas de buen ciudadano, buen filntropo o buen
militante. Pero siempre se ha tenido hasta ahora que administrar una respon-
sabilidad o bien personal, o bien jurdica, o bien poltica. Y para cada una de
stas, se ha podido responder a las preguntas responsabilidad de quin,
ante quin, y hasta dnde?
El problema se vuelve ms complicado cuando se trata de
gerenciar lo social: Qu puede significar una responsabilidad social? Quin
se puede o debe responsabilizar por el huracn Katrina y facturarlo como
prdida en sus estados de cuentas anuales? Quin es responsable del retro-
ceso de la lactancia materna en el mundo y se compromete frente a los
efectos colaterales que esto podra significar para la quinta generacin de
bebs por nacer? Quin es responsable de la delincuencia, la drogadiccin
o las migraciones clandestinas masivas? O bien una curiosa pregunta del fi-
lsofo Castoriadis: Cunto costara la reglaciacin de los cascos polares?3
Est claro que no podemos seguir considerando que las orga-
nizaciones son sistemas de autoafirmacin autistas para con su entorno,
generando externalidades no administrables. La Responsabilidad Social es
ante todo eso: un deber tico de internalizar las externalidades, una obli-
gacin moral y epistemolgica de ya no limitar la problemtica de la gestin
organizacional a la mera administracin de los procesos internos. Tambin
hay que considerar los impactos colaterales internos y externos de dicha
gestin, para la sostenibilidad tanto de la organizacin como de su entorno,
sabiendo la gran dificultad que significa en cuanto a la posibilidad de diag-
nosticar y medir dichos impactos, para poder gerenciarlos de verdad (lo que
no se mide, difcilmente se puede mejorar).
La problemtica de la sostenibilidad y de la Responsabilidad
Social que le corresponde desafa nuestras necesidades mentales de nitidez
y nos obliga a desprendernos de muchos lugares comunes, en los que
solamos gozar de nuestras certezas y disfrutar de nuestras rutinas institucio-
nales. Lo ms urgente es abandonar el espritu substancialista que busca
siempre definir, distinguir, etiquetar, simplificar, y acudir ms bien al pensa-
miento complejo en el corazn mismo de nuestra reflexin tica y poltica.

3 Ver: Castoriadis, Cornelius: Reflexiones sobre el Desarrollo y la Racionalidad, disponible en:


http://www.fundanin.org/castoriadis7.htm

196
Edgar Morin, otra vez, nos invita a hacerlo con lo que l nombra el principio

8 / FRANOIS VALLAEYs / Responsabilidad Social Universitaria:una nueva filosofa de gestin tica e Inteligente para las Universidades
de la ecologa de la accin4:

PRINCIPIO DE LA ECOLOGA DE LA ACCIN:


Toda accin escapa cada vez ms de la voluntad
de su autor a medida que entra en el juego
de las inter-retro-acciones del medio en el cual interviene.

Este campo de las inter-retro-acciones en el cual entran nues-


tras iniciativas es justamente el campo social, que define la medida e inten-
sidad de nuestras responsabilidades sociales. Intil de precisar que se trata
de un campo complejo y borroso por excelencia, que no se deja delimitar
claramente, sobre todo desde el momento en que la influencia del ser hu-
mano sobre los grandes equilibrios de la biosfera ha podido ser comproba-
da, entretejiendo para siempre los asuntos humanos (tico-socio-polticos)
con los de la naturaleza (bio-fsico-qumicos). La Responsabilidad Social, en
este sentido, es la disciplina tica que nos recuerda nuestros deberes no slo
para con nuestras acciones, sino para con el campo en el cual se desarrollan,
ensanchando as nuestras obligaciones morales hacia el cuidado de todo el
sistema: la sostenibilidad de toda la casa Tierra, con todos sus habitantes y
todas sus sociedades humanas.
De este principio de la ecologa de la accin, Morin deduce
dos corolarios:

Los efectos de la accin dependen no slo de las intenciones


del autor, sino tambin de las condiciones propias del medio
en el cual se desarrollan dichos efectos.

Se puede considerar o suponer los efectos a corto plazo de


una accin, pero sus efectos a largo plazo son impredecibles5.

Las consecuencias del Principio de la ecologa de la accin y


sus corolarios son numerosas y fundamentales, pero vamos a resaltar aqu 3
puntos:
Primero, la problemtica de la voluntad y la intencionalidad
del sujeto es slo una pequea parte de la problemtica tica, y cada vez
ms pequea a medida que se desarrollan las consecuencias del juego de
las inter-retro-acciones del medio. Con esto, se supera un paradigma tico
estrechamente centrado en la mera voluntad personal y la pureza moral de
sus (buenas) intenciones. La tica que le corresponde a la Responsabilidad
Social no es una tica personal de este tipo que limita la responsabilidad a la
pequea esfera de los actos voluntarios del individuo. Es una tica social,
4 Ver: MORIN, Edgar: La Mthode 6: LEthique, (El Mtodo 6: La tica), Paris, Seuil, 2004.

5 Idem.

197
coordinada y consensuada entre actores sociales para la solucin de proble-
Educacin superior y sociedad / nueva poca / ao 13 / Numero 2 / septiembre 2008

mas sociales.
Segundo, la Responsabilidad ya no puede seguir siendo
concebida en relacin estrecha con la Autora. Con esto, las preguntas
responsabilidad de quin?, ante quin?, pierden su pertinencia, y aprende-
mos a ser responsables por lo que no hemos hecho, pero que constituye
un efecto colateral sistmico de todo lo que hacemos todos: el incremento
de las desigualdades, la persistencia de la pobreza, los problemas medioam-
bientales y sociales en general, etc. Luego, tampoco podemos limitar la
responsabilidad del agente al poder de influencia del agente, la responsabi-
lidad social no se mide ms en relacin al poder, sino al deber. Aqu, vale el
lema kantiano: Si debes, entonces puedes.
Tercero, el carcter tico o no de una accin depende ahora
dramticamente del conocimiento cientfico global de las condiciones
del entorno, pero este mismo conocimiento es, por definicin, limitado
y falible. El segundo corolario de Morin introduce la necesaria humildad en
el conocimiento de las consecuencias e impactos a largo plazo de cualquier
accin, por lo que la contradiccin fundamental de la tica de la Sostenibili-
dad reside en que nos es imprescindible el conocimiento total de los efectos
colaterales de las acciones, para poder determinar si son buenas o no; pero
este mismo conocimiento total nos es imposible (por la complejidad insu-
perable de las condiciones del entorno). Por lo tanto, nunca podremos saber
y decidir ticamente sin incertidumbre, apuesta y riesgo. Aqu reside La
gran responsabilidad global del gnero humano en la Tierra Patria de hoy.

Antecedentes prcticos de la
Responsabilidad Social: experimento
polimorfo y fronteras borrosas
Examinando ahora el desarrollo del movimiento de la Res-
ponsabilidad Social de las organizaciones, uno se da cuenta de que el im-
presionismo terico se ilustra tambin en la prctica. La Responsabilidad
Social, definitivamente, es un experimento colectivo6, que surgi como un
movimiento polimorfo y plural, sin la presencia de un gran terico orientador
(la Responsabilidad Social no tiene ni Gur, ni Biblia). No es un movimiento
propiamente empresarial como parece, sino que sus actores vienen de
muchos sectores sociales como ONG, Organismos internacionales, Empresas,
Sindicatos, etc. No es un movimiento primordialmente ideolgico sino re-
sueltamente prctico y pragmtico que quiere realizar iniciativas, lo que ex-
plica la pobreza conceptual y la pluralidad de enfoques. Es difcil de encon-

6 Minvielle, A. (2006): Les parties prenantes : un objet frontire in Bonnafous-Boucher, M. y


Pesqueux, Y.: Dcider avec les parties prenantes. Approches dune nouvelle thorie de la socit
civile. Paris: La Dcouverte.

198
trarle una fecha de nacimiento7: actores venidos de la sociedad civil, el

8 / FRANOIS VALLAEYs / Responsabilidad Social Universitaria:una nueva filosofa de gestin tica e Inteligente para las Universidades
mundo empresarial, la academia y los organismos internacionales, han em-
pezado a focalizar la atencin sobre la necesidad de un manejo ms racional
de las organizaciones ligado a una tica de la sostenibilidad global y herra-
mientas operativas de gestin. Cada quien llega a la Responsabilidad Social
desde diversas corrientes y tiene intereses diferentes, desde la filantropa
empresarial y la beneficencia social, hasta la gestin de la calidad, pasando
por las reivindicaciones laborales, los derechos humanos, la ecologa o el
comercio justo.
Uno podra fcilmente desconfiar de tal mezcolanza, pero hay
que resaltar al contrario que esta profusin polimorfa es un buen signo,
porque indica que el movimiento global de la Responsabilidad Social es in-
tegrador de diversos intereses y se auto fiscaliza y critica permanentemente
desde una dinmica dialgica. Y aunque nadie lo conduzca, esto no ha im-
pedido que tenga una gran capacidad de autoorganizacin en las ltimas
dcadas. En efecto, si la caracterstica de la Responsabilidad Social es de ser
una exploracin entre muchos actores de diversos sectores sociales, la verdad
es que han sabido encausar el movimiento hacia:

Temticas comunes consensuadas que expresan, por ejemplo,


los 10 principios del Pacto Global de la ONU (Derechos Huma-
nos, Normas laborales, Respeto al medioambiente, Lucha con-
tra la corrupcin, etc.);

Herramientas de gestin de gran difusin como, por ejemplo,


las memorias de sostenibilidad construidas con referencia al
Global Reporting Initiative (GRI) que fija pautas para la rendicin
de cuentas de las organizaciones;

Problemticas innovadoras que ramifican las iniciativas de


Responsabilidad Social y juntan actores sociales muy diferen-
tes en cuanto a su origen ideolgico como son las Inversiones
Socialmente Responsables (ISR) para los medios financieros,
el Consumo Socialmente Responsable (CSR) para los consu-
midores, los Territorios Socialmente Responsables (TSR) para
los gobiernos locales;

Institucionalizacin diversificada de la Responsabilizacin


Social para Empresas: RSE, Universidades: RSU, Administracio-

7 La Enciclopedia Wikipedia es muy ilustrativa al respecto: Algunos autores sealan el origen


del movimiento por la RSC en la dcada de los treinta y otros en los setenta, pero lo cierto es que
desde los aos noventa este concepto ha ido cobrando fuerza y evolucionado constantemente,
tras el advenimiento de la globalizacin, el aceleramiento de la actividad econmica, la conciencia
ecolgica y el desarrollo de nuevas tecnologas (citado en: http://es.wikipedia.org/wiki/Responsa-
bilidad_social_corporativa#Historia).

199
nes pblicas: RSA, dinmica que se encarna hoy en la vasta
Educacin superior y sociedad / nueva poca / ao 13 / Numero 2 / septiembre 2008

negociacin mundial emprendida por la ISO para elaborar una


norma de Responsabilidad Social aplicable a cualquier tipo de
organizaciones: la ISO 26000, y que agrupa a todos los sectores
sociales en la discusin.

Esta capacidad de organizacin y consenso se expresa tambin


en la alta capilaridad del movimiento de la Responsabilidad Social, que
logra transitar fronteras entre los sectores sociales gracias a principios ticos
universales e intereses comunes, provocando inditas asociaciones:

La empresa multinacional IKEA se asocia con WWF, UNICEF y


Save The Children, para gerenciar su cadena de proveedores
en tal forma que no tenga mano de obra infantil en los pro-
ductos que vende, ni maderas provenientes de tala ilegal de
bosques. Las Organizaciones Internacionales sin fines de lucro
aprovechan ah una eficaz fuente de financiacin y persuasin
para sus programas sociales y ambientales.

Al revs, la ONG SETEM compra 120 acciones para hacerse un


hueco en la junta de accionistas de la empresa espaola del
sector textil INDITEX. El objetivo era adquirir el derecho de
exigir a la empresa informacin sobre las condiciones labora-
les de los trabajadores en los pases en desarrollo que fabrican
sus productos. La empresa contesta integrando las exigencias
de la ONG en su quehacer empresarial, desarrolla una verda-
dera poltica de Responsabilidad Social, se vuelve socio fun-
dador de la Mesa Cuadrada, etc.

La Mesa Cuadrada en Espaa es un instrumento puesto al


servicio de la Asociacin Espaola del Pacto Mundial y de las
entidades espaolas adheridas, que tiene como objetivo el
progreso en la implantacin de los diez Principios del Pacto
Global por medio de la va del dilogo. Recibe ese nombre
debido a los cuatro grandes grupos de inters que estn repre-
sentados en cada uno de los lados de la mesa: empresas, ONG,
entidades educativas e instituciones pblicas o sociales.

La Fundacin Empresarios por la Educacin (ExE) en Colombia


ayuda al Ministerio de Educacin de dicho pas en la gestin
de centros educativos pblicos en muchas regiones, canali-
zando as fondos privados de ms de cien empresas para fines
pblicos educativos (lo que es exactamente el contrario de la
definicin de corrupcin: utilizar fondos pblicos para fines
privados).

200
Otros muchos ejemplos podran demostrar cmo las fronteras

8 / FRANOIS VALLAEYs / Responsabilidad Social Universitaria:una nueva filosofa de gestin tica e Inteligente para las Universidades
entre sector lucrativo y sector no lucrativo, sector pblico y sector privado,
sector nacional y sector internacional, se ven permanentemente transitadas
en un sentido u otro por el movimiento de la Responsabilidad Social, articu-
lando los diversos intereses particulares de los sistemas de autoafirmacin
que son las organizaciones, con intereses universales, y sobre todo promo-
viendo la visibilidad pblica de las acciones privadas de las organizaciones,
a travs de la prctica de la rendicin transparente de cuentas (en ingls:
Accountability)8. Parece ser que, dos siglos despus, se va realizando el prin-
cipio de publicidad de Kant que, en su ensayo sobre la Paz Perpetua, sea-
laba que un propsito que necesita de publicidad para lograr su fin, tiene
toda posibilidad de ser justo, mientras que un propsito que necesita del
secreto para lograr su fin tiene mucha posibilidad de ser injusto.
Estas tendencias articuladoras entre sectores hasta ahora se-
parados no deben de conducirnos a ningn entusiasmo ingenuo. La Res-
ponsabilidad Social no armoniza los intereses sociales en conflicto por acto
de magia9, no reemplaza los necesarios sistemas de regulacin jurdicos y
polticos, sino que se conjuga con ellos. Pero, con todo, se expresa en este
movimiento un esfuerzo de recomposicin y articulacin entre lo pblico y
lo privado, entre lo particular y lo universal, a la hora en que las leyes del
Estado nacin pierden poco a poco su influencia y que los problemas glo-
bales se incrementan (tanto social como ambientalmente), exigindonos
inventar nuevas frmulas de auto y hetero-regulacin tanto locales como
globales. Las urgencias ticas globales actuales hacen caducar la oposicin
estricta entre intereses privados e inters general. Cada vez ms el inters
privado tiene inters en no privarse del inters general. O, dicho de otro modo,
con un proverbio bant:

La fuerza del cocodrilo, es el agua

Saliendo de la nebulosa:
definicin de la Responsabilidad Social
La dinmica polimorfa y multisectorial de la Responsabilidad
Social ha sabido consolidarse en los ltimos aos alrededor de principios
rectores, tanto temticos como estratgicos, que permiten hoy por hoy

8 Dos de las ms importantes organizaciones internacionales promotoras de la Responsabili-


dad Social llevan este concepto clave en su mismo nombre: Social Accountability Internacional (SAI)
que maneja la Norma de derechos laborales SA 8000, y AccountAbility (AA) que promueve la norma
AA 1000.

9 Y tampoco todas las iniciativas que se reivindican como socialmente responsables lo son,
empezando por la tremenda confusin, tpica en nuestra Amrica latina, entre Responsabilidad
Social y Accin social filantrpica, que conduce a alabar el asistencialismo, el paternalismo y las
corazonadas de poco alcance. Por eso mismo necesitamos clarificar (pero sin encasillar), consensuar
(pero sin dogmatizar), lo que es y no es la Responsabilidad Social de las organizaciones, y en par-
ticular de las Universidades.

201
distinguir entre las mltiples iniciativas hacia dnde se dirige el experimen-
Educacin superior y sociedad / nueva poca / ao 13 / Numero 2 / septiembre 2008

to colectivo, cules son los callejones sin salida, y por qu caminos se orien-
tar en el futuro, a la luz de las mejores definiciones y herramientas de gestin
socialmente responsables de las organizaciones.
Vamos a tratar de destacar ahora los principales conceptos de
la Responsabilidad Social, que nos permitirn definir despus las grandes
orientaciones de la Responsabilidad Social Universitaria. La idea no es de
encasillar la propuesta en una definicin rgida y dogmtica, sino de brindar
un concepto comprensivo que evoque cmo podemos seguir despus, de
acorde con el dicho: no hay nada ms prctico que una buena teora.

Qu NO es la Responsabilidad Social?
Existen dos errores muy comunes en cuanto a la definicin de
la Responsabilidad Social:
El primer error consiste en confundirla con la accin social
solidaria. Aunque mucha gente lo siga creyendo, Responsabilidad Social
no es sinnima de ayuda social. En ningn caso una organizacin que
practique la beneficencia social puede pretenderse por ese solo hecho so-
cialmente responsable. Al operar esta confusin, la Responsabilidad Social
termina en el mismo blabl de los valores y las buenas intenciones de siem-
pre, pero puramente verbal. Confundir Responsabilidad Social y Accin social
benfica despierta las legtimas sospechas que siempre ha generado la fi-
lantropa puntual, acusada de ser ms un paternalismo asistencialista que
una verdadera promocin del cambio social, y en todo caso una mscara
cosmtica para darle buena conciencia a los directivos de las organizaciones
gracias a algunos actos de ayuda a los necesitados10.
Este primer error es muy comn. Podemos decir que ya forma
parte de los hbitos lingsticos de la gente. Y sin embargo, es preciso resistir
a esta tendencia, porque si seguimos confundiendo la Responsabilidad Social
con estos borrosos conceptos de sensibilidad social, solidaridad social,
compromiso social, palabras fofas que pueden justificar cualquier tipo de
conducta, desde las ms apropiadas hasta las ms paternalistas y demag-
gicas, nunca vamos a poder en el mbito acadmico distinguir adecuada-
mente la RSU de la Extensin social, disear las innovaciones institucionales

10 En el mundo empresarial europeo, est cada vez ms claro que la Responsabilidad Social (o
Corporativa) no puede seguir siendo confundida con la ayuda social: El Editorial del Boletn espaol
de Responsabilidad Social RESPONSABLES.BIZ del 19/02/2008 dice: Hace algunos aos, afirmar
que la Responsabilidad Corporativa era la Accin Social de la compaa podra pasar inadvertido
en medio del nebuloso debate que ha rodeado a la Responsabilidad Corporativa. Sin embargo,
mantener hoy esta ptica, cuando hay un importante nmero de empresas espaolas implica-
das en el Pacto Mundial, incluidas en los ndices de sostenibilidad, desarrollando Mecanismos de
Desarrollo Limpio o sumndose a iniciativas internacionales en este mbito, denota sin duda una
notable ausencia de criterio. As, una actividad oportuna, que podra tener un interesante rdito
social y econmico, se convierte en todo lo contrario: un coste de oportunidad y una iniciativa de
comunicacin que, en el mejor de los casos, confunde y, en el peor, transmite desconocimiento.
Mejor abstenerse. (http://www.responsables.biz/editoriales/Accion-Social-la-parte-por-el-todo )

202
que necesitamos, emprender las reformas universitarias que debemos en

8 / FRANOIS VALLAEYs / Responsabilidad Social Universitaria:una nueva filosofa de gestin tica e Inteligente para las Universidades
vista a los problemas sociales que tenemos.
El segundo error acerca de la Responsabilidad Social es de
tomarla en forma ideolgica segn la oposicin Derecha-Izquierda. Aqu,
segn el color poltico del locutor, a la Responsabilidad Social se le acusar
de ser la astucia del Gran Capital para hacerse pasar por buena gente e im-
pedir que se impongan controles sociales universales a su hegemona. O bien
se la denunciar como la astucia de los Sindicatos, ONGs y movimientos iz-
quierdistas para derrocar a la sociedad capitalista e instituir el Socialismo
mundial11. En ambos casos, una visin ideolgica dicotmica de la Respon-
sabilidad Social negar su aspecto ms valioso: aquel de ser un intento de
promocin del dilogo y consenso entre todas las partes interesadas en el
campo social.
Este segundo error, en el mbito acadmico tradicionalmente
inclinado hacia la izquierda, provoca el rechazo a priori de la RSU, tildada de
ser un discurso empresarial, en el mal sentido de la palabra por supuesto.
Esto se pudo notar en recientes eventos universitarios internacionales como
en el Congreso Internacional de rectores de Belo Horizonte (Septiembre del
2007) o en el IX Congreso Iberoamericano de Extensin Universitaria en
Bogot (Noviembre del 2007). Al abordar la Responsabilidad Social con tales
prejuicios, los acadmicos se condenaran sin embargo a dejar el compro-
miso social sin fuerza de gestin institucional, limitndolo muchas veces a
la mera Extensin universitaria sin impacto hacia dentro, y a repetir as los
problemas de disgregacin de siempre entre la proyeccin social solidaria
por un lado, y la docencia e investigacin por el otro lado. Renunciar a la
Responsabilidad Social Universitaria sera tambin renunciar a instituir los
estndares internacionales de buenas prcticas laborales y ambientales en
la Universidad. Este problema por lo general lo han visto muy bien los estu-
diantes y personal administrativo de las Universidades que hemos podido
estudiar, quienes resaltan con mucha razn las incongruencias de la institu-
cin que habla de ciudadana, democracia y medioambiente, pero no sabe
muchas veces practicar lo que profesa. En las entrevistas, lo que ms sealan
los grupos de inters internos a la Universidad es que la Responsabilidad
Social Universitaria empieza por casa, o no sirve para nada.

Qu es la Responsabilidad Social?
La Responsabilidad Social se define en relacin a tres puntos
esenciales, que no nos encasillan en temas especficos, sino que dibujan
estrategias y protocolos para la responsabilizacin social continua de la or-
ganizacin:

11 Las esferas ultra liberales tienen tanta resistencia en contra de la Responsabilidad Social como
ciertas corrientes de izquierda.

203
Educacin superior y sociedad / nueva poca / ao 13 / Numero 2 / septiembre 2008

A. La Responsabilidad Social es acatamiento de


normas ticas universales de gestin para el
Desarrollo Humano Sostenible (buenas prcticas
organizacionales reconocidas
internacionalmente):
La Responsabilidad Social es un nuevo modo de gestin de
las organizaciones que se basa en estndares ticos internacionalmente re-
conocidos para la promocin de buenas prcticas, tanto en la administracin
interna de la organizacin (gestin laboral y medioambiental) como en su
vnculo con la sociedad (gestin de la relacin social). La bondad de estas
prcticas organizacionales se relaciona con la bsqueda de un Desarrollo
ms humano y sostenible, tal como las Naciones Unidas lo definen. Las me-
jores herramientas y normas de Responsabilidad Social ilustran perfectamen-
te esta afirmacin. Por ejemplo, la Norma SA 8000 sobre buenas prcticas
laborales exige, por parte de la organizacin que decide certificarse con ella,
el cumplimiento del marco normativo internacional siguiente12:

Declaracin Universal de los Derechos Humanos

Convencin de las Naciones Unidas


sobre los Derechos del Nio

La Convencin de las Naciones Unidas sobre la Eliminacin


de toda forma de Discriminacin contra la Mujer

Las siguientes Convenciones y Recomendaciones de la


Organizacin Internacional del Trabajo (OIT):
Convenciones 29 y 105 (Trabajos forzados y esclavitud)
Convencin 87 (Libertad de asociacin)
Convencin 98 (Derecho de negociacin colectiva)
Convenciones 100 y 111 (Igual remuneracin para trabajado-
res y trabajadoras, por trabajo de igual valor; Discriminacin)
Convencin 135 (Convencin sobre los representantes
de los trabajadores)
Convencin 138 y Recomendacin 146 (Edad mnima)
Convencin 155 y Recomendacin 164 (Salud y seguridad en
el trabajo)
Convencin 159 (Rehabilitacin vocacional y empleo de
personas discapacitadas)
Convencin 177 (Trabajo en el hogar)
Convencin 182 (Peores Formas de Trabajo Infantil)

12 SAI: Responsabilidad Social 8000: Norma SA 8000, N.Y., 2001.

204
8 / FRANOIS VALLAEYs / Responsabilidad Social Universitaria:una nueva filosofa de gestin tica e Inteligente para las Universidades
B. La Responsabilidad Social es Gestin de los
impactos y efectos colaterales que genera la
organizacin:
La Responsabilidad Social focaliza la atencin de los directivos
y miembros de una organizacin hacia los impactos (o efectos directos y
colaterales) que sus decisiones y actividades generan hacia dentro y fuera de
la organizacin. Se trata de diagnosticar, cuidar y prevenir los impactos ne-
gativos posibles, y de maximizar los positivos, para que la organizacin pue-
da ser considerada como socialmente pertinente (til y beneficiosa para la
sociedad en todas sus operaciones).
Esta nocin fundamental de gestin de impactos es lo que
permite pasar de una tica personal limitada a las buenas intenciones a una
tica sistmica que tome en cuenta el Principio de la ecologa de la accin
de E. Morin. Al estudiar y cuidar sus efectos colaterales en el entorno, una
organizacin evita el autismo social, internaliza sus externalidades, empie-
za a entender cmo ella es parte del problema que denuncia y tambin como
puede ser parte de la solucin. Esta visin sistmica de los problemas por
resolver explica por qu razn ciertas normas de Responsabilidad Social como
la SA 8000 exigen no slo que la organizacin certificada cumpla con buenas
prcticas laborales, sino tambin toda su cadena de proveedores: porque si
mi organizacin laboralmente responsable hace vivir otras empresas labo-
ralmente irresponsables, pues se vuelve ella tambin irresponsable.
Gerenciar bien el campo total de las relaciones sociales que la
organizacin abarca, en la medida de lo posible, conduce las organizaciones
a buscar nuevas herramientas de gestin e indicadores de medicin. Es
ilustrativo al respecto el caso de la empresa Patagonia, que estudia la huella
ecolgica de sus productos y hace su crnica, resaltando tanto los puntos
positivos como negativos de sus efectos colaterales13. La huella ecolgica
se perfila como una herramienta de medicin para la gestin y toma de
decisin medioambiental de suma importancia en el siglo XXI.

C. La Responsabilidad Social es participacin de las


partes interesadas (los stakeholders) en el quehacer
de la organizacin:

13 Esta empresa expresa su comprensin del Principio de la Ecologa de la accin de Morin en


trminos claros: Cada uno de nosotros comete cada da actos que daan la buena salud de nuestro
planeta. No se trata de actos deliberados, sino slo del hecho de que no le prestamos atencin.
El impacto de estas actitudes irreflexivas es mucho ms importante hoy que antes y, desgraciada-
mente, si no actuamos, esto arriesga sernos fatal. () Vamos a analizar en nuestro sitio Internet las
prcticas y hbitos de Patagonia como empresa. La idea es de prestar atencin y reflexionar a la ma-
nera en que podemos transformar nuestros procesos industriales y sus efectos concomitantes para
tener un menor impacto. Estamos comprometidos desde suficiente tiempo con el medioambiente
como para saber que cuando reducimos o eliminamos un impacto ambiental, logramos atraer a
otras empresas tras de nosotros, demultiplicando as el efecto positivo de nuestra accin a una
mayor escala. (Traduccin del autor) http://www.patagonia.com/web/eu/contribution/patagonia.
go?assetid=23437

205
Asimismo, la Responsabilidad Social invita a integrar dentro de
Educacin superior y sociedad / nueva poca / ao 13 / Numero 2 / septiembre 2008

la poltica de gestin de la organizacin el punto de vista de todos los grupos


de inters (en ingls stakeholders) que pueden, en forma directa o indirecta,
estar afectados por la organizacin y/o afectarla. Desde luego es una filosofa
de gestin profundamente orientada hacia la democratizacin de los proce-
sos de toma de decisin y la lucha contra el egocentrismo organizacional.
Otra vez, aparece aqu la radical incertidumbre ligada a la tica
de la Responsabilidad Social: no es siempre fcil de designar cules son las
partes afectadas e interesadas de la organizacin, tampoco de escuchar su
voz y hacerles partcipes de las grandes decisiones que las afectan. Por ejem-
plo, un grupo de inters afectado por todas nuestras organizaciones pero
con muy poca capacidad de hacerse escuchar, es nada menos que las ge-
neraciones futuras.
La teora de las partes interesadas conduce a muy interesantes
herramientas de gestin socialmente responsables como, por ejemplo, la
Licencia Social para Operar que la Agencia Business for Social Responsibi-
lity (BSR) defini para el sector minero14. BSR construy una serie de requisitos
para obtener esta licencia social que demuestran que la empresa ha logra-
do el respaldo de las partes interesadas comunitarias para la ejecucin del
proyecto, adems de cumplir con los requisitos legales para su explotacin.
Los principales requisitos para obtener esta licencia implican que:

La empresa informe completamente sus operaciones a la co-


munidad
La empresa comunique la informacin necesaria segn las
necesidades de la comunidad local
La comunidad tenga la oportunidad de participar en las deci-
siones que la afectan
El proyecto se lleve a cabo teniendo en cuenta un desarrollo
sostenible

PROCESO DE RESPONSABIlIZACIN SOCIAl DE lAS ORgANIZACIONES

RESPOnSABILIzACIn SOCIAL
DE LAS ORGAnIzACIOnES

Gestin de Participacin de
los impactos los stakeholders

normas internacionales de gestin tica


(Pacto Global de la ONU, Convenciones de la OIT,
Derechos Humanos, Estndares de buenas prcticas
econmicas, laborales, sociales y ambientales, etc.)

Promocin de un desarrollo ms humano y sostenible

14 Ver: http://www.bsr.org/

206
Normas de conducta internacionales, Gestin de impactos y

8 / FRANOIS VALLAEYs / Responsabilidad Social Universitaria:una nueva filosofa de gestin tica e Inteligente para las Universidades
Participacin de los grupos de inters son, pues, los tres pilares de la respon-
sabilidad social que permiten una definicin procedimental (no doctrinaria
sino orientadora de los procesos aplicativos). El siguiente esquema presenta
la lgica de conjunto de este concepto complejo:
Hablamos de Responsabilizacin social, porque es obvio
que nunca una organizacin termina de gerenciar perfectamente todos sus
impactos ni puede agotar el dilogo participativo con todas sus partes inte-
resadas. Luego, debemos entender la Responsabilidad Social en trminos
de mejora continua de la organizacin, y no como un estatus o un califica-
tivo que uno podra adquirir para siempre.
Los tres puntos que estamos mencionando no son frutos de
nuestra imaginacin o de una definicin idiosincrsica de la Responsabilidad
Social, sino que corresponden al consenso mundial que todos los sectores
sociales (pblicos o privados, con o sin fines de lucro, incluyendo ONG y
Sindicatos) estn alcanzando actualmente dentro de la dinmica de nego-
ciacin de la futura norma ISO 26000. En efecto, el ltimo borrador de la ISO
26000 (27/10/2007) define a la Responsabilidad Social como la:

Responsabilidad de una organizacin por los impactos de sus


decisiones y actividades15 en la sociedad y el medio ambiente,
a travs de una conducta tica y transparente que:

- sea consistente con el desarrollo sostenible y el bienestar de


la sociedad;

- tome en cuenta las expectativas de las partes interesadas


(stakeholders);

- cumpla con la legislacin vigente y sea compatible con las


normas de conducta internacionales; y

- sea integrada en toda la organizacin y practicada en todas


sus relaciones.16

En esta definicin, se resalta ntidamente la gestin de impac-


tos como dimensin bsica de la Responsabilidad Social, la participacin de
los stakeholders como medio, y el Desarrollo sostenible y el Bienestar social
como fin. Asimismo, se subraya la importancia de que cada organizacin
cumpla con normativas internacionalmente reconocidas en todas sus acti-

15 Incluyendo productos y servicios, esfera de influencia y responsabilidad en la cadena de pro-


duccin.

16 ISO 26000, Working Draft 3 Rev: Guidance on Social Responsibility, 27-10-2007 (Traduccin
del autor).

207
vidades, incluyendo la zona de influencia indirecta de la organizacin, como
Educacin superior y sociedad / nueva poca / ao 13 / Numero 2 / septiembre 2008

puede ser la cadena de sus proveedores, por ejemplo. Esto ltimo es un as-
pecto importantsimo de la Responsabilidad Social: debe de abarcar toda la
organizacin. Sera bueno que las Universidades que quieran practicar la
RSU no olviden esto antes de reservarla a la Direccin de Extensin.
Como tal, la Responsabilidad Social es aplicable a cualquier
tipo de organizaciones, pblicas o privadas, con o sin fines de lucro. Concier-
ne a todos en todo el mundo, porque promueve una gestin justa y soste-
nible de nuestra vida en el planeta. El hecho de que haya nacido primero
para el medio empresarial no la reserva exclusivamente a las empresas. Nues-
tras administraciones pblicas, nuestras casas de estudios, nuestras asocia-
ciones del tercer sector, ellas tambin deben de ser socialmente responsables
en cuanto organizaciones. Es como la Democracia: naci en Grecia, pero no
est hecha solamente para los griegos.
Tengamos aqu mucho cuidado en no caer en la trampa de
decir: Nosotros somos por definicin desde siempre socialmente responsa-
bles porque el fin esencial de la Universidad es su misin social de atender a
los problemas sociales con sus funciones de docencia, investigacin y exten-
sin. Pues no! Ninguna institucin est a priori inmunizada contra la irres-
ponsabilidad social, puesto que, sin querer, puede generar impactos sociales
negativos, aunque sus fines sociales sean positivos. La Universidad, al igual
que las ONGs o la Iglesia, no tiene ninguna situacin privilegiada a priori en
cuanto a su Responsabilidad Social. Depender de su capacidad de diag-
nosticar sus impactos, dialogar con sus partes interesadas (con transparencia
y accountability), y cumplir con estndares internacionales, cosas que por lo
pronto no constituyen un hbito institucional tan difundido en nuestro
medio.

Qu es la Responsabilidad Social
Universitaria?
Aplicada a la Universidad, la Responsabilidad Social permite
reformular el compromiso social universitario hacia una mayor pertinencia e
integracin de sus distintas funciones, tradicionalmente fragmentadas entre
s. As, la Responsabilidad Social Universitaria procura alinear los cuatro pro-
cesos universitarios bsicos de Gestin, Formacin, Investigacin y Extensin
con las demandas cientficas, profesionales y educativas que buscan un de-
sarrollo local y global ms justo y sostenible.
Si quisiramos definir la Responsabilidad Social Universitaria
en pocas palabras, podramos hacerlo de este modo17:

17 Y aqu s asumimos la responsabilidad personal de esta definicin. Existe hoy un consenso


internacional acerca de las dimensiones bsicas de la Responsabilidad Social. No existe ningn con-
senso generalizado todava en cuanto a la Responsabilidad Social Universitaria. Abogamos por una
definicin que permita evitar tanto el dogmatismo y la rigidez, como el relativismo y la dejadez, y
logre indicar cmo debemos seguir despus (por eso incluimos a las principales estrategias dentro
de la definicin).

208
La Responsabilidad Social Universitaria es una poltica de

8 / FRANOIS VALLAEYs / Responsabilidad Social Universitaria:una nueva filosofa de gestin tica e Inteligente para las Universidades
mejora continua de la Universidad hacia el cumplimiento
efectivo de su misin social mediante 4 procesos: Gestin
tica y ambiental de la institucin; Formacin de ciuda-
danos responsables y solidarios; Produccin y Difusin de
conocimientos socialmente pertinentes; Participacin
social en promocin de un Desarrollo ms humano y
sostenible.

Las estrategias especficas socialmente responsables para


lograr esta mejora son:
1) la participacin integrada de los grupos de inters in-
ternos y externos en el quehacer de la Universidad;
2) la articulacin de los planes de estudios, la investigacin,
la extensin y los mtodos de enseanza con la solucin
de los problemas de la sociedad;
3) el autodiagnstico regular de la institucin con herra-
mientas apropiadas de medicin para la rendicin de
cuentas hacia los grupos de inters.

Ahora bien, tenemos que justificar el por qu de esta definicin,


centrada en el enfoque de la gestin de impactos. Lo primero que tenemos
que hacer cuando queremos comprender de qu trata la RSU es de contes-
tar a la pregunta: Cules son los impactos universitarios? Puesto que son
stos los que debemos administrar en forma tica y transparente.
Nos parece que podemos agruparlos en 4 grandes rubros:

1. Impactos organizacionales: aspectos laborales, ambien-


tales, de hbitos de vida cotidiana en el campus, que derivan
en valores vividos y promovidos intencionalmente o no, que
afectan a las personas y sus familias (Cules son los valores
que vivimos a diario? Cmo debemos vivir en nuestra univer-
sidad en forma ciudadana y responsable, en atencin a la na-
turaleza, a la dignidad y bienestar de los miembros de la co-
munidad universitaria?).

2. Impactos educativos: todo lo relacionado con los proce-


sos de enseanza-aprendizaje y la construccin curricular que
derivan en el perfil del egresado que se est formando (Qu
tipo de profesionales y personas vamos formando? Cmo
debemos estructurar nuestra formacin para formar ciudada-
nos responsables del desarrollo humano sostenible en el
pas?)

209
3. Impactos cognitivos: todo lo relacionado con las orienta-
Educacin superior y sociedad / nueva poca / ao 13 / Numero 2 / septiembre 2008

ciones epistemolgicas y deontolgicas, los enfoque tericos


y las lneas de investigacin, los procesos de produccin y di-
fusin del saber, que derivan en el modo de gestin del cono-
cimiento. (Qu tipo de conocimientos producimos, para qu
y para quines? Qu conocimientos debemos producir y cmo
debemos difundirlos para atender las carencias cognitivas que
perjudican el desarrollo social en el pas?)

4. Impactos sociales: todo lo relacionado con los vnculos


de la Universidad con actores externos, su participacin en el
desarrollo de su comunidad y de su Capital Social, que derivan
en el papel social que la Universidad est jugando como pro-
motora de desarrollo humano sostenible. (Qu papel asumi-
mos en el desarrollo de la sociedad, con quines y para qu?
Cmo la Universidad puede ser, desde su funcin y pericia
especfica, un actor partcipe del progreso social a travs del
fomento de Capital Social?)6.

tipos de impactos universitarios


IMPACTOS ORgANIZACIONAlES
(laborales y ambientales)

IMPACTOS EDUCATIVOS UNIVERSIDAD IMPACTOS COgNITIVOS


(Formacin acadmica) (investigacin, epistemologa)

IMPACTOS SOCIAlES
(extensin, transferencia, proyeccin social)

Es importante subrayar que, en este esquema, el eje vertical


de los impactos organizacionales y sociales es comn a todo tipo de organi-
zaciones (las administraciones pblicas, las empresas, las asociaciones sin
fines de lucro, etc.) puesto que todas emplean personas, tienen una huella
ecolgica y se relacionan con un entorno social. Mientras que el eje horizon-
tal es, en buena medida, especficamente universitario, puesto que las Uni-
versidades son las principales organizaciones encargadas de la formacin
profesional de la nueva generacin y de la definicin y evolucin de la cien-
cia. En todo caso, el falso debate sobre si la Responsabilidad Social Universi-
taria se confunde o no con la Responsabilidad Social Empresarial encuentra
aqu su final: cada tipo de organizacin debe de preocuparse principalmen-
te por sus propios impactos. La diferenciacin de los impactos hace la dife-
rencia en los procesos de responsabilizacin social. Practicar la RSU no signi-
fica entonces nunca confundir la Universidad con una empresa, significa
asumir sus responsabilidades sociales como universitarios.

210
Si analizamos los posibles riesgos de impactos universitarios

8 / FRANOIS VALLAEYs / Responsabilidad Social Universitaria:una nueva filosofa de gestin tica e Inteligente para las Universidades
negativos, quizs aparecern los siguientes puntos (sin pretensin de ex-
haustividad):

POSIBLES IMPACTOS UNIVERSITARIOS NEGATIVOS

Incongruencias ticas institucionales


Maltrato laboral
Falta de democracia y transparencia
Malos hbitos ambientales

ORGANIZACIN

EDUCACIN
Hiperespecializacin (inteligencia ciega) Desvinculacin acadmia-sociedad

COGNICIN
Falta de formacin tica y ciudadana IMPACTOS Irreponsabilidad cientfica
Reduccin de la formacin Fragmentacin del saber
al afn de empleabilidad Carencia de transdisciplinaridad

PARTICIPACIN

Asistencialismo/paternalismo
Mercantilizacin de la extensin
Indiferencia a los problemas sociales

Al contrario, una gestin responsable de la Universidad se


vera reflejada en la promocin de estos posibles impactos positivos (otra vez
sin pretensin a la exhaustividad):

Gestin responsable de los impactos universitarioS

Sistema de gestin tico y transparente


Buenas prcticas laborales
Buensa prcticas ambientales

ORGANIZACIN
EDUCACIN

COGNICIN

Formacin ciudadana y profesional responsable IMPACTOS Promocin de la Inter y Trandisciplinaridad


Aprendizaje socialmente pertinente y solidario POSITIVOS Pertinencia social de la investigacin
Mallas curriculares socialmente consensuadas Responsabilidad social de la Ciencia

PARTICIPACIN

Asistencialismo/paternalismo
Mercantilizacin de la extensin
Indiferencia a los problemas sociales

En todo caso, si dicho anlisis de los impactos universitarios es


vlido, podramos disear 4 polticas articuladas para la promocin de la RSU,
que cada Universidad formulara despus en programas especficos, en vista
a sus propias caractersticas y visin institucional:

1. una Calidad de vida institucional ejemplar (laboral y medio-


ambiental), al promover comportamientos ticos, democrticos y
medioambientalmente adecuados para tener un Campus Respon-
sable y congruente con los valores declarados de la Universidad.

211
2. una Formacin acadmica integral de ciudadanos res-
Educacin superior y sociedad / nueva poca / ao 13 / Numero 2 / septiembre 2008

ponsables y capaces de participar del desarrollo humano


sostenible de su sociedad (mediante la enseanza de los co-
nocimientos esenciales a la vida ciudadana responsable en el
siglo XXI, uso de mtodos de aprendizaje relacionados con la
solucin de problemas sociales, Aprendizaje-Servicio, etc.).

3. una Gestin social del conocimiento capaz de superar la


inaccesibilidad social del conocimiento, y la irresponsabilidad
social de la ciencia, en un mundo en el cual la calidad de vida
depende cada vez ms del acceso al conocimiento pertinente
(seleccin y produccin de conocimientos socialmente tiles
y difundidos adecuadamente hacia la comunidad, con mto-
dos de investigacin participativos y democrticamente ela-
borados).

4. una Participacin social solidaria y eficiente (creacin de


conocimientos y procesos participativos con comunidades
para la solucin de problemas urgentes de la agenda social
del Desarrollo, proyectos sociales y medioambientales, Comu-
nidades de Aprendizaje mutuo para el Desarrollo, creacin de
nuevas redes de Capital Social para la toma de decisin ilus-
trada a favor del Desarrollo Humano Sostenible, etc.).5.

En cuanto a la problemtica de las partes interesadas de la


Universidad (sus stakeholders), la verdad es que es mucho ms difcil desig-
narlas a priori para el mbito universitario que para otros tipos de organiza-
ciones, puesto que el carcter universal de la Universidad hace que casi
todos los grupos de inters tengan algo que ver con ella, directa o indirecta-
mente, y puedan sentirse afectados e interesados en ella, incluso las ge-
neraciones futuras, puesto que son ellas que van a sufrir o beneficiarse con
la formacin que los lderes del mundo habrn recibido en su respectiva casa
de estudios.
Obviamente, se puede mencionar a priori a las partes intere-
sadas internas a la Universidad, como son los estudiantes, docentes, personal
administrativo y obrero, autoridades. Pero ms que de nombrar grupos de
inters, nos parece til situar zonas de influencia y niveles de Responsabilidad
Social Universitaria:
As, por ejemplo, una lnea de investigacin dedicada al tema
del Desarrollo sostenible (nivel externo 2) puede luego dar lugar a la forma-
lizacin de un convenio de la Universidad con una red de municipalidades
(nivel externo 1) para que estudiantes y docentes hagan estudios de impac-
to ambiental desde su carrera (nivel interno).
Es obvio que la inclusin de los grupos de inters internos
(estudiantes, docentes, administrativos) en la gestin de la Universidad es

212
NIVElES DE RESPONSABIlIDAD SOCIAl

8 / FRANOIS VALLAEYs / Responsabilidad Social Universitaria:una nueva filosofa de gestin tica e Inteligente para las Universidades
Y gRUPOS DE INTERS DE lA UNIVERSIDAD

RSu IntERnA
DOCENTES, ESTUDIANTES,
ADMINISTRADORES, AUTORIDADES

RSu ExtERnA 1
UNIVERSIDAD EMPLEADORES, EGRESADOS,
PROVEEDORES, SOCIOS ESTRATGICOS
DIRECTOS (POR CONVENIOS O CONTRATOS)

RSu ExtERnA 2
ESTADO, SOCIEDAD, DESARROLLO,
MEDIO AMBIENTE

muestra de coherencia institucional con el afn de formacin ciudadana


democrtica. Pero tambin lo es la inclusin de los egresados, empleadores,
comunidades locales, en el diseo de los planes de estudios y las lneas de
investigacin de una Universidad que quiere estar al servicio de la sociedad.
La decisin de incorporar tal o cual grupo de inters en el quehacer univer-
sitario ser fundamental a la hora de definir el estilo y el espritu de RSU de
cada institucin.

Qu aporta de nuevo la RSU frente al


compromiso social tradicional de la
Universidad y la Extensin? De la triloga
al cuarteto
Despus de este rpido panorama terico, esperamos que
quede claro que la RSU supera de mucho el mero enfoque de la Extensin
universitaria, y que, como poltica institucional global, debe de abarcar todos
los procesos acadmicos y administrativos de la Universidad. Lo que no hace
de la RSU una enemiga de la Extensin, sino al contrario el motor de una
poltica universitaria que pueda legitimarla, consolidarla y alinear los dems
procesos acadmicos con ella. Al final, la reintroduccin de la problemtica
de la Gestin universitaria (siempre olvidada en el discurso clsico de los 3
pilares de la Universidad) permite integrar hacia una misma misin los otros
3 procesos que son la Docencia, la Investigacin y la Extensin.

ENFOQUE glOBAl
ORGANIZACIN
EDUCACIN

COGNICIN

ORGANIZACIN
RSU
EDUCACIN

COGNICIN

PARTICIPACIN

PARTICIPACIN

EXTENSIN
ENFOQUE PARCIAl
UNIVERSITARIA

213
Tambin debe quedar claro que la RSU introduce nuevos temas
Educacin superior y sociedad / nueva poca / ao 13 / Numero 2 / septiembre 2008

en la agenda universitaria como son por ejemplo la huella ecolgica univer-


sitaria, los Comits de tica y transparencia institucional18 y la problemtica
del Campus como fuente importante de formacin ciudadana y tica de la
comunidad universitaria. Hacer del Campus un lugar responsable y sostenible
es una prioridad tica y educativa de la RSU.
Si la RSU puede aportar un nuevo campo de estudio y de
prctica, es porque promueve estrategias de autodiagnstico y participacin
de los grupos de inters en la vida de la Universidad, estrategias que plantean
retos de congruencia (acordar las acciones con el discurso), transparencia
(diagnosticar qu est pasando en la institucin), y rendicin de cuentas
(comunicar los resultados institucionales a las partes interesadas y promover
la vigilancia ciudadana dentro de la Universidad).
Frente al discurso tradicional del compromiso social de la
Universidad, lo que aporta el enfoque de la Responsabilidad Social es el re-
conocimiento de que la Universidad forma parte del problema tanto como
de la solucin a las situaciones de injusticia, inequidad e insostenibilidad
sociales. La Universidad, siendo una organizacin social al lado de otras, no
puede artificialmente alejarse de la estructura social y echarle la culpa a otros
actores de la sociedad, eximindose de todo reproche en cuanto a su parti-
cipacin en la produccin y reproduccin de los problemas sociales, para
aparecer solamente del lado de los buenos que quieren ayudar, mientras
los malos seran siempre los otros.
En realidad, frente al mal desarrollo que caracteriza nuestras
sociedades, los impactos educativos, cognitivos y sociales de la actividad
universitaria son tambin poderosos factores que retroalimentan a los pro-
blemas sociales, puesto que los lderes sociales (gobernantes, empresarios,
directivos) salen casi todos hoy en da de las Universidades, y piensan como
se les ha enseado a pensar en ellas, con los prejuicios y presupuestos cog-
nitivos adquiridos en ellas, con los hbitos deontolgicos afianzados desde
su formacin profesional universitaria.
Antes que de precipitarse para ayudar en la solucin de los
problemas sociales, las Universidades no pueden dejar de reflexionar sobre
s mismas, y reconocer sus responsabilidades en cuanto a la existencia de
estos problemas: Para poder ayudar a transformar las sociedades injustas,
la Universidad debe primero transformase a s misma, en sus propias in-

18 El mismo ex director del IESALC, Claudio Rama, subraya los problemas ticos que la Univer-
sidad actual (pblica y privada) ha dejado generar en su seno. Ver su artculo: tica y Educacin
superior en el contexto de la mercantilizacin, disponible en: http://www.iesalc.unesco.org.ve/
pruebaobservatorio/documentos%20pdf/articulos%20rama%20para%20el%20observatorio%20
y%20web/Art%EDculo%20-%20Etica%20y%20educaci%F3n%20superior.pdf Claudio Rama resalta
en dicho artculo que si la educacin superior fue durante mucho tiempo libre de cualquier sospe-
cha tica, puesto que se asociaba naturalmente el ejercicio acadmico con el humanismo ilustrado
y la pureza moral, hoy en da, ya no podemos dejar de ver que el mbito universitario est tambin
contaminado por la corrupcin y toda una serie de prcticas que necesitamos vigilar y mejorar.

214
congruencias solapadas que reproducen silenciosamente las injusticias

8 / FRANOIS VALLAEYs / Responsabilidad Social Universitaria:una nueva filosofa de gestin tica e Inteligente para las Universidades
sociales. Se trata de una tarea poltica de largo alcance, que pide mucha
autorreflexin institucional.
La Responsabilidad Social Universitaria facilitar tal autorre-
flexin institucional a travs de las herramientas de autodiagnstico partici-
pativo que se lograr elaborar poco a poco. Desde luego, la RSU no se
presenta en s misma un cuerpo doctrinario que se impone a las Universida-
des. Cada Universidad sigue siendo autnoma en la definicin de su respon-
sabilidad y misin dentro de la sociedad. Pero la RSU ayuda a encauzar los
procesos de mejora continua hacia el cumplimiento efectivo de la misin
institucional, y la firma del nuevo contrato social universitario, facilitando no
slo la apertura hacia la sociedad, sino la congruencia en el cumplimiento
de los deberes para con la sociedad, tanto a nivel acadmico como adminis-
trativo.
Despus de aclarar la responsabilidad social ex ante de la Uni-
versidad (su culpabilidad compartida en cuanto a los problemas sociales
existentes), otra novedad de la RSU frente al discurso del compromiso social
universitario concierne la responsabilidad ex post por la efectividad de la
respuesta institucional congruente frente a la promesa dada: salir de las
meras declaraciones de buenas intenciones, o las acciones aisladas sin
efecto institucional de conjunto y empezar un verdadero camino sin re-
torno que garantice cada da ms la responsabilizacin social de la Uni-
versidad.
Si algo caracteriza a la filosofa de la Responsabilidad Social,
es su insistencia en ser un enfoque de gestin que aterriza al discurso
tico en soluciones concretas dentro de la organizacin, con capacidad de
medir los avances, diagnosticar las resistencias, y garantizar con instrumen-
tos pertinentes la mejora continua de la calidad del desempeo de la ins-
titucin. El acento, pues, est puesto en la gerencia efectiva del compro-
miso social.
Siempre existe el riesgo de que el compromiso social de la
Universidad sea slo unilateral. El hecho de comprometerse no necesaria-
mente implica el dilogo con el otro, sino slo la expresin hacia el otro de
una promesa nuestra. Luego, el compromiso social no es inmune al riesgo
de paternalismo, asistencialismo, y no necesariamente rinde cuentas acerca
del cumplimiento de su promesa (riesgo de lirismo o retrica del discurso
tico). En cambio, en la responsabilidad social est implicado necesariamen-
te el dilogo con el interlocutor, con escucha previa de lo que l nos dice, y
afirmacin posterior de lo que nosotros le contestamos, puesto que se trata
de una respuesta. Luego, no podramos decidir unilateralmente qu vamos
a hacer por el otro y declarar que esto constituye nuestra Responsabilidad
Social. La Responsabilidad Social rehsa por definicin al asistencialismo
unilateral y condescendiente. Y obliga a la rendicin de cuentas en forma
transparente, como garanta de confianza para seguir el dilogo social. Esto
implica que la Responsabilidad Social no puede ser slo un discurso.

215
Educacin superior y sociedad / nueva poca / ao 13 / Numero 2 / septiembre 2008

compromiso y responsabilidad social universitaria

Implica cambios Implica impacto social


en la gestin y accountability
de la Universidad

COMPROMISO SOCIAl

(DIMENSIN GERENCIAL:
gestin del cambio institucional
para poder responder al cambio social
hacia adentro y hacia afuera)

RESPONSABIlIDAD EX ANTE U
RS
IA
AC
(DIMENSIN TICA: Ah
reconocerse parte del problema = TINU
ON
AC
inequidad social, insostenibilidad de
nuestro modo de vida, todo eso en OR
M Ej
estrecho vnculo con nuestros
modos de producir y transmitir el
conocimiento)

Tambin es preciso confesar que quienes se estn comprome-


tiendo cada da ms con el enfoque de Responsabilidad Social Universitaria
no dejan de tener ciertos reparos frente a la Extensin universitaria tal como
se suele practicar habitualmente.
Tradicionalmente, se habla de las 3 funciones substantivas de
la Universidad latinoamericana en trminos de Docencia, Investigacin y
Extensin, y se le encarga prioritariamente a la Extensin la tarea de expresar
la funcin social de la Universidad. Claro est que los actores universitarios
encargados de la Extensin han criticado desde hace buen tiempo las limi-
taciones de un enfoque que compartimentalice las 3 funciones en forma
estanca, dificultando la articulacin entre la enseanza, la produccin de
conocimientos y la participacin social. Se dice que el compromiso social de
la Universidad abarca a todas sus funciones, se lamenta la falta de recursos
y/o de reconocimiento para la Extensin, se aora ms sinergia entre los 3
pilares universitarios, etc. Pero los problemas institucionales y la comparti-
mentalizacin perduran, a tal punto que uno se puede preguntar si sirve
todava pedir ms de lo mismo en los mismos trminos (ms Extensin, ms
recursos, ms compromiso social, etc.). No es que la RSU se oponga a la Ex-
tensin universitaria, al contrario, sino que duda de que pueda extenderse
bien hacia fuera si ni siquiera logra extenderse bien hacia dentro de la
Universidad.
Qu esfuerzos reales hace la Universidad para vincular sus 3
funciones? Qu nivel de inteligencia organizacional logra para cumplir con
su Responsabilidad Social en forma efectiva? Qu procesos exitosos emplea

216
la Universidad para flexibilizar sus estructuras rgidas y permitir la capilaridad

8 / FRANOIS VALLAEYs / Responsabilidad Social Universitaria:una nueva filosofa de gestin tica e Inteligente para las Universidades
de la Responsabilidad Social en su seno? La triloga Docencia, Investigacin,
Extensin es adecuada para definir la Universidad que queremos, con el
nivel de responsabilizacin social que queremos?
En realidad, no nos parece casual si, desde un inicio, los prime-
ros en hablar explcitamente de RSU en Amrica Latina, la Red chilena Uni-
versidad Construye Pas19, definieron su enfoque en relacin no con las 3
funciones sustantivas de la Universidad, sino con los 4 procesos: Gestin,
Docencia, Investigacin, Extensin, reintroduciendo as al cuarto pie que le
faltaba a la mesa, para poder entender la problemtica de la funcin social
universitaria desde dentro como desde fuera de la Universidad.
Es que la gestin universitaria no es un mero problema tc-
nico de apoyo y sustento a las funciones acadmicas. La gestin cotidiana
del campus representa al contrario una muy importante fuente de formacin
tica de la comunidad universitaria, mediante la implementacin de hbitos
rutinarios de convivencia. Desde luego, la Gestin forma parte de la funcin
acadmica de la Universidad. Tambin tiene muchos impactos sociales di-
rectos e indirectos, a travs de su modo de considerar la convivencia entre
las personas (estructuras y procedimientos polticos de toma de decisiones
y solucin de conflictos), su modo de tratar al personal contratado, seleccio-
nar a los proveedores, decidir del diseo del campus (arquitectura, materiales
empleados, acondicionamiento del espacio universitario, etc.), ni qu decir
de su impacto ambiental. Desde luego, la Gestin forma parte de la funcin
social de la Universidad.
Este desplazamiento que opera la RSU, desde las 3 funciones
sustantivas hacia los 4 procesos, permite redefinir la problemtica de la fun-
cin social y acadmica de la Universidad en forma nueva, reintegrando la
Universidad consigo misma en todos sus procesos, en forma compleja, ho-
lstica y hologramtica (no slo la parte est en el todo, sino que el todo est
en la parte). Como tal, la Responsabilidad Social quiere colorear la totalidad
de la Universidad, y rehsa ser un mero rgano institucional encargado de
ciertas metas parciales y separadas. En todo caso, si la funcin de Responsa-
bilizacin social de la Universidad tuviera que ser definida en trminos de
rgano, tendra que ser un sistema inmunolgico.

7. Qu itinerario seguir para el cambio


institucional hacia la RSU?
Lo primordial es comunicar de la manera ms amplia a la co-
munidad universitaria el enfoque de RSU para que las personas puedan en-
tenderlo, quererlo, discutirlo y automotivarse para emprender iniciativas RSU.
El trnsito del paradigma de la extensin universitaria hacia la responsabiliza-
cin social universitaria debe ser claramente explicado a los diversos actores,
autoridades, docentes, administrativos, estudiantes, socios externos

19 Ver su pgina institucional en: http://www.construyepais.cl/home.php

217
Despus, el camino a seguir se basa en la prctica permanen-
Educacin superior y sociedad / nueva poca / ao 13 / Numero 2 / septiembre 2008

te de 3 habilidades por parte de los actores universitarios:

1. Preguntarse siempre: Al hacer lo que estamos haciendo


qu estamos realmente haciendo?, que desarrolla nuestra
habilidad para investigar y diagnosticar los efectos colaterales
de nuestras rutinas institucionales.

2. Decir lo que se hace: practicar la transparencia institucional


y la rendicin pblica de cuentas (accountability)

3. Hacer lo que se dice: ser congruentes con nuestras declara-


ciones de principios, la Misin y Visin universitaria.

El siguiente itinerario20 en 4 pasos puede ser til para visualizar


el camino de mejora continua hacia la responsabilizacin social de la Univer-
sidad, sabiendo que el mismo esfuerzo de autodiagnstico dar lugar a in-
teresantes proyectos de investigacin-accin en el mismo campus, proyectos
en los cuales los estudiantes pueden participar desde sus mismos cursos de
carrera.
1
las 3 C:

Comprender (la RSU)


Convencer (a los actores universitaros)
Comprometer (a la institucin)

2 3
Autodiagnstico participativo: Congruencia Institucional:

Autoexaminar los 4 procesos universitarios: Contrastar (con la misin)


(Gestin, Formacin, Cognicin, Participacin) Planificar (las reas de mejora)
Ejecutar (los proyectos de responsabilizacin)

4
Transparencia y mejora continua:

Rendir cuentas (a los actores)


Reempezar otra vez

A partir del contraste entre lo que diagnosticamos y lo que


declaramos (el discurso misional), podemos planificar las reas de mejora,
siempre con participacin de las partes interesadas, en prioridad los estu-
diantes, docentes y administrativos, y siempre con espritu de mejora continua,
poco a poco, porque ninguna organizacin puede volverse socialmente
20 Concebimos este itinerario en base a la propuesta original de Cristina de la Cruz y Pedro Sasia,
investigadores en la Universidad de DEUSTO (Bilbao) con quienes hemos elaborado recientemente
un Manual de Primeros Pasos para la Responsabilizacin Social Universitaria para la Iniciativa Inte-
ramericana de tica, Capital Social y Desarrollo del Banco Interamericano de Desarrollo (BID).

218
responsable de un da para otro, ni afirmar que tiene controlados todos sus

8 / FRANOIS VALLAEYs / Responsabilidad Social Universitaria:una nueva filosofa de gestin tica e Inteligente para las Universidades
impactos negativos posibles. Pero toda organizacin puede mejorar cons-
tantemente, responsabilizndose y respondiendo cada da mejor a sus diver-
sos grupos de inters y a los llamados de su sociedad.
Finalmente, tambin debe quedar claro que la Responsabilidad
Social, siendo un compromiso institucional con deberes ticos, no es algo
necesariamente cmodo que conforta nuestros hbitos organizacionales
cotidianos, sino todo lo contrario. La filantropa empresarial es siempre pla-
centera, la extensin solidaria universitaria tambin lo es, porque ambas
aportan con generosidad algo a los dems, lo que nos enorgullece sin po-
nernos en tela de juicio. Al contrario, la Responsabilidad Social siempre due-
le. Pero debemos elegir entre asumir y cumplir con nuestra Misin universi-
taria declarada (formacin integral profesional y ciudadana y compromiso
social con el desarrollo y la justicia) o seguir con declaraciones bien intencio-
nadas, pero con pocas ganas de averiguar si realmente hacemos lo que de-
cimos21.

21 Hemos concebido un Blog acadmico para tratar el tema de la tica aplicada a la Responsa-
bilidad Social Universitaria, que puede ser consultado en: http://blog.pucp.edu.pe/eticaRSU . Tam-
bin se puede consultar nuestro CD sobre RSU, realizado con Lus Carrizo en el ao 2006 para la
Iniciativa Interamericana de Capital Social, tica y Desarrollo del BID, en el siguiente enlace: http://
www.udlap.mx/rsu/Default.aspx

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FRANOIS VALLAEYS:
De nacionalidad francesa, es Master en
Filosofa (Universidad de Nantes - Francia).
Residente en el Per desde 1990, y profesor
en la Pontificia Universidad Catlica del Per
desde 1994. Es asesor de la Direccin Acadmi-
ca de Responsabilidad Social (DARS) de dicha
Universidad. Es adems consultor internacio-
nal en Responsabilidad Social Universitaria y
asesor en temas de enseanza de la tica y
Responsabilidad Social Universitaria en la Ini-
ciativa Interamericana de tica, Capital Social
y Desarrollo del Banco Interamericano de
Desarrollo (BID). Autor de un curso internacio-
nal virtual Cmo ensear tica, Capital Social
y Desarrollo en la Universidad? promovido
por el BID y el Portal Educativo de la OEA
desde el ao 2004. Ha publicado con el BID
un CD multimedia de Responsabilidad Social
Universitaria, un Manual de Primeros Pasos en
Responsabilidad Social Universitaria y dirige
un blog acadmico de tica y Responsabilidad
Social. [email protected] (http://blog.
pucp.edu.pe/eticaRSU
INFORMACIN
PARA LOS AUTORES

Tamao: Los trabajos no debieran exceder las 8.500 palabras,


incluyendo figuras, tablas y referencias y excluyendo el resumen. Formato
Times New Roman 12, espacio interlineal 1.5. Todas las pginas deben estar
numeradas.
Primera pgina: antes del texto del trabajo deben aparecer los
siguientes tems como sigue: ttulo del artculo, nombre del autor. No colocar
datos de afiliacin ni direccin electrnica. Estos aparecern en la bionota
correspondiente.
Bionota: datos principales de la autora o autor, de no ms de
diez lneas. Incluir all la direccin electrnica.
Resumen en castellano y abstract en ingls: El texto principal
debiera ser precedido por un resumen en castellano de 250 palabras y su
versin en ingls.
Citas: las citas largas deberan ir a espacio simple y todo el
prrafo claramente destacado con un margen mayor (indentado).
Notas al final del artculo: los autores pueden usar notas explica-
tivas al final del trabajo, con nmeros arbigos superndices en el texto. Los n-
meros superndices en el texto debieran (cuando sea apropiado) aparecer despus
de la puntuacin (por ejemplo, al final de la oracin..3). Las entrevistas no pu-
blicadas, archivos y fuentes en sitios web deben ser referenciados ntegramente
en las notas finales y no ser listados en la seccin de referencias.
Referencias en el texto: entre parntesis, indicando slo el ape-
llido de la referencia citada, el ao de publicacin y la pgina/s citada/s, por
ejemplo, (Casas y Luna, 2001: 45).
Figuras y tablas: las tablas, figuras y destaques deben llevar un
encabezado centrado Tabla1, 2etc., Figura 1, 2o Destaque 1, 2.
Siempre debe citarse la fuente y tanto tablas, como figuras o destaques deben
tener un ttulo despus del encabezado.
Referencias al final del artculo: las referencias debieran listarse
por orden alfabtico bajo el encabezado Referencias. Ejemplos (observar la
puntuacin usada e incluir siempre el volumen y el nmero de la revista y la
editorial y lugar de publicacin para los libros):
Cunha, Luiz A. 2000 Reforma universitria em crise: gesto, estrutura e territrio. Em: Hlgio Trinda-
de (Organizador), Universidade em runas na repblica dos professores. Editora
Vozes/ Petrpolis, RJ y CIPEDES/ Porto Alegre, pgs. 125-148.
Garca-Guadilla, Carmen (Coordinadora) 2004 El difcil equilibrio: La educacin superior como bien p-
blico y comercio de servicios. Implicaciones del AGCS (GATS). Documentos COLUM-
BUS sobre Gestin Universitaria. Universidad de Castilla-La Mancha, Cuenca.
Ordorika, Imanol 2006 La disputa por el campus. Poder, poltica y autonoma en la UNAM. Centro de
Estudios sobre la Universidad, UNAM, Plaza y Valds Editores, Mxico.

Toda comunicacin relacionada con la revista debe dirigirse a


la Editora General, [email protected].

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