Univercidad y Compromiso Social PDF
Univercidad y Compromiso Social PDF
Univercidad y Compromiso Social PDF
poca
Ao 13
Nmero 2
Septiembre 2008
El movimiento
de responsabilidad social
de la universidad:
una comprensin novedosa
de la misin universitaria
REVISTA EDUCACION Y SOCIEDAD
Nueva poca
EditorA
Editor
Hebe Vessuri
Director IESALC
director
Jose Renato Carvalho
Instituto Internacional de UNESCO para la Educacin Superior en Amrica Latina y el Caribe
IESALC, 2008
Depsito Legal pp 79-0031 (2da etapa)
ISSN 0798-1228
Publicacin semestral /Tiraje: 500 ejemplares
Coordinacin de produccin:
Grace Guerrero
Mara Fernanda Gutirrez
Ayurami Rodrguez Rodrguez
Diseo grfico y diagramacin:
Mara de Lourdes Cisneros
Impreso por: Minipres
Direccin: Apartado Postal: N 68.394,
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La revista Educacin Superior y Sociedad es una Educacin Superior y Sociedad is a bi-annual
publicacin semestral, editada por el Instituto journal published by the International Institute
Internacional de la UNESCO para la Educacin for Higher Education in Latin America and the
Superior en Amrica Latina y el Caribe (IESALC), Caribbean (IESALC) from UNESCO, located in
con sede en Caracas, Venezuela. Caracas, Venezuela.
La revista Educacin Superior y Sociedad est con- The Educacin Superior y Sociedad is dedicated
sagrada a publicar resultados de investigacin; to publishing research results; identifying
identificar brechas de conocimiento y nuevas knowledge gaps and new research priorities;
prioridades de investigacin; traer al mbito del bringing to the domain of debate current
debate cuestiones y problemas actuales; pro- issues and problems; promoting research
mover la investigacin en y sobre la educacin in and on higher education; disseminating
superior; diseminar informacin sobre polticas information about policies and good
y buenas prcticas; contribuir al establecimiento practices; contributing to establish bridges
de puentes entre los resultados de la investiga- between research results and policy
cin y la formulacin de polticas; facilitar y esti- formulation; facilitating and fostering
mular arenas inter-nacionales e inter-epistmicas international and inter-epistemic arenas
para el intercambio de ideas, experiencias y el for the exchange of ideas, experiences and
debate crtico; estimular la organizacin de redes critical dialogue; fostering the organization
y la cooperacin entre actores, fortaleciendo las of networks and cooperation among social
condiciones para la innovacin en la educacin actors, strengthening the conditions for
superior; fortalecer una plataforma comunica- innovation in higher education; reinforcing
cional para investigadores y un repositorio de a communication platform for research and
investigaciones relacionadas con la educacin a repository of research related to higher
superior en los distintos pases de la regin. education on the countries of the region.
Todos los artculos firmados son responsabilidad All signed articles are the exclusive responsibility
de sus autores y no de la revista, ni de IESALC, of their authors, and not of the journal, IESALC, or
ni de las instituciones a las que pertenecen los the institutions to which they belong.
firmantes.
Nueva
poca
Ao 13
Nmero 2
Septiembre 2008
El movimiento
de responsabilidad social
de la universidad:
una comprensin novedosa
de la misin universitaria
1 La responsabilidad de la universidad en el
proyecto de construccin de una sociedad
The university responsibility in the project of
society building
Cristina de la Cruz Ayuso
Per Sasia Santos 17
LA REFLEXIN SOBRE LA
RESPONSABILIDAD SOCIAL
UNIVERSITARIA -RSU-
Y SU SENTIDO PARA LA
EDUCACIN SUPERIOR EN LA
SOCIEDAD LATINOAMERICANA Y
CARIBEA
XIOMARA XARUR
1 Declaracin Mundial sobre la Educacin Superior en el Siglo XXI: Visin y Accin, artculo 6,
literal b.
10
EDITORIAL / XIOMARA XARUR / LA REFLEXIN SOBRE LA RESPONSABILIDAD SOCIAL UNIVERSITARIA -RSU- Y SU SENTIDO PARA LA EDUCACIN SUPERIOR EN LA SOCIEDAD LATINOAMERICANA Y CARIBEA
Objetivo 2. Lograr la enseanza primaria universal
Meta 3. Velar por que, para el ao 2015, los nios y nias de
todo el mundo puedan terminar un ciclo completo de ense-
anza primaria
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Se incluye el acceso libre de aranceles y cupos de las exporta-
Educacin superior y sociedad / nueva poca / ao 13 / Numero 2 / septiembre 2008
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EDITORIAL / XIOMARA XARUR / LA REFLEXIN SOBRE LA RESPONSABILIDAD SOCIAL UNIVERSITARIA -RSU- Y SU SENTIDO PARA LA EDUCACIN SUPERIOR EN LA SOCIEDAD LATINOAMERICANA Y CARIBEA
Sin la pretensin de fijar referentes en esta breve presentacin,
los compromisos asumidos desde la Conferencia Mundial de Educacin
Superior en 1998 y los lineamientos de los Objetivos de Desarrollo del Milenio
marcan de cierta manera un norte al quehacer de la educacin superior. La
universidad Latinoamericana y Caribea viene asumiendo tales desafos. Una
evidencia est explcita en la Declaracin de la Conferencia Regional de
Educacin Superior realizada en Cartagena de Indias, Colombia, del 3 al 6 de
junio de 2008. Varios de sus apartes tienen una marcada relacin sobre la
Responsabilidad Social de la Educacin Superior en Amrica Latina y el Ca-
ribe, especialmente el literal D, que se cita a continuacin:
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5 / Las instituciones de Educacin Superior deben avanzar en la
Educacin superior y sociedad / nueva poca / ao 13 / Numero 2 / septiembre 2008
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EDITORIAL / XIOMARA XARUR / LA REFLEXIN SOBRE LA RESPONSABILIDAD SOCIAL UNIVERSITARIA -RSU- Y SU SENTIDO PARA LA EDUCACIN SUPERIOR EN LA SOCIEDAD LATINOAMERICANA Y CARIBEA
XIOMARA ZARUR MIRANDA:
Nutricionista, formada en la Universidad del
Atlntico con Magster en Nutricin Huma-
na en la Universidad de Chile y Magster en
Direccin Universitaria en la Universidad de los
Andes. Fue Decana de la Facultad de Nutricin
y Diettica (1991 - 1994), Directora de la Oficina
de Planeacin (1994 - 1996) de la Universidad
del Atlntico, en la cual complet su trayectoria
docente alcanzando la categora de Profesora
Titular III. Adems, fue Tutora del Programa de
Magster en Desarrollo Social de la Universi-
dad del Norte (1990); Directora Ejecutiva de
la Asociacin de Instituciones de Educacin
Superior de la Costa Atlntica (Noviembre
1993 Febrero 1998) y actualmente es la
Coordinadora Acadmica en investigaciones
en la Asociacin Colombiana de Universidades
-ASCUN- (Desde febrero de 2000). Entre sus
publicaciones se cuentan: Problemtica de la
Educacin Superior de la Costa Atlntica (1995).
Revista ASIESCA. Vol.1, N 1, p 5-10, 1995; Mo-
delos de Gestin Financiera. (1997) UNESCO/
CRESALC. Serie Polticas y Estrategias N 9, p
71 73; Los Nuevos Proveedores de Educacin
Superior en Colombia (2005) Serie Estudios
sobre educacin superior en Colombia, Vol. 4;
Situacin Actual y Perspectivas de los Medios
de Comunicacin Universitarios en Colombia
(2004) Serie Estudios sobre educacin superior
en Colombia Vol. 7. [email protected]
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1LA RESPONSABILIDAD
DE LA UNIVERSIDAD
EN EL PROYECTO
DE CONSTRUCCIN
DE UNA SOCIEDAD1
THE UNIVERSITY
RESPONSIBILITY
IN THE PROJECT
OF SOCIETY BUILDING
2 RSU son las siglas que se vienen utilizando para hacer referencia a la responsabilidad social
universitaria.
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con la sociedad y le obliga a responder desde unas claves muy concretas que
Educacin superior y sociedad / nueva poca / ao 13 / Numero 2 / septiembre 2008
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miento de Responsabilidad Social de la Empresa lo que explique el viraje
1 / CRISTINA DE LA CRUZ AYUSO, PER SASIA SANTOS / LA RESPONSABILIDAD DE LA UNIVERSIDAD EN EL PROYECTO DE CONSTRUCCIN DE UNA SOCIEDAD
del asunto RSU hacia los contornos de la gestin de las universidades,
entendidas como organizaciones empresariales. Sea cual sea la razn, el
primer efecto ha sido el riesgo cierto de contraer el alcance de la RSU has-
ta hacerle perder un sentido inicial que se nos antoja bastante evidente y
mucho ms profundo. Las fronteras sobre cmo las universidades deben
gobernar y gestionar sus recursos para hacer frente a la misin universitaria
son mucho ms tenues e imprecisas y el enfoque estrictamente empresa-
rial muestra profundas insuficiencias para ser aplicado en ese contexto. A
pesar de ello, no han faltado intentos de colar por ese hueco modelos de
gestin de la RSE dirigidos a empresas, ligeramente adaptados a un mbi-
to como el universitario. No faltan ejemplos con los que ilustrar este argu-
mento comercial vinculado con gran fuerza a la responsabilidad social de
la universidad.
Tampoco han faltado intentos de derivar la RSU hacia ese otro
escenario que conforma la accin social de la universidad, poblando su m-
bito de intervencin en la sociedad de iniciativas no exentas muchas veces
de un carcter paternalista, meramente asistencial o caritativo. Esta claro que
ni lo uno ni lo otro son la nica cara de la RSU, pero s algunos de sus perfiles
ms insistentes cuando nos acercamos a su realidad en el contexto universi-
tario. All encontramos herramientas para la gestin de la responsabilidad
sobre las prcticas medioambientales o sociales de la universidad, y al paso
aparecen indicadores de diagnstico y evaluacin de dichas prcticas. Esta
es una manera de concretar, e incluso cuantificar, la responsabilidad de una
universidad. El peligro que encierra esta aproximacin a la responsabilidad
social desde este patrn empresarial es que la propia responsabilidad queda
sometida al criterio de la utilidad y esta es una medida a la que es difcil
ponerle un lmite preciso en una institucin universitaria. De hecho, puede
acabar teniendo tal magnitud y fuerza en la gestin universitaria que acabe
sometiendo tambin sus fines al yugo de su utilidad, entendida en este caso
en trminos estrictamente econmicos, donde lo til se identifica con lo
econmicamente rentable. Y este, como decimos, es un armazn muy es-
trecho para las universidades.
Discrepamos de algunas iniciativas de promocin de la RSU
precisamente por la facilidad con la que admiten que la responsabilidad de
la universidad se puede gestionar al igual que se hace en las organizaciones
empresariales, como si adems la responsabilidad pudiera de hecho gestio-
narse. Esta aproximacin, a nuestro juicio, no hace sino oscurecer el verda-
dero alcance que debe tener la responsabilidad de la Universidad ante su
compromiso social. Ni la sociedad, ni la responsabilidad de sus agentes ms
significativos, son abstracciones que pueden quedar atrapadas en sofisticadas
metodologas creadas para ser utilizadas en el tejido empresarial. As que
quizs convenga no poner en valor a los indicadores sobre la responsabilidad
de las universidades, sin antes haber intentado responder algunas preguntas
sencillas, muchas de las cuales todava, a da de hoy, no tienen respuesta. Lo
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cual no quiere decir que sea imposible responderlas. Responderlas, de hecho,
Educacin superior y sociedad / nueva poca / ao 13 / Numero 2 / septiembre 2008
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de ofrecer algn diagnstico ms o menos certero. De hecho, sigue aferrado
1 / CRISTINA DE LA CRUZ AYUSO, PER SASIA SANTOS / LA RESPONSABILIDAD DE LA UNIVERSIDAD EN EL PROYECTO DE CONSTRUCCIN DE UNA SOCIEDAD
a esos elementos distintivos y nucleares de la universidad que impiden que,
al menos sobre el papel, pueda ser reconocida sin ms como una empresa.
Sin embargo, conviene recordar y no perder de vista que, siendo todo lo
anterior tan obvio para todos, el rumbo que parece estar tomando la univer-
sidad, habida cuenta de su inters [y urgencia] por ser reconocida como una
organizacin de servicios universitarios, una institucin competitiva en la
economa del conocimiento, que opera en un mercado transnacional de
Educacin Superior. Una institucin de Educacin Superior, en definitiva, que
parece abocada a empresarializar tanto sus procesos de gestin como el
perfil mismo de su actividad docente e investigadora.
Todos afirmamos con cierta rotundidad que la universidad no
es una empresa, pero todos igualmente somos espectadores, ms o menos
implicados y ms o menos responsables, de su imparable proceso de mer-
cantilizacin. Sin entrar ahora a valorar el alcance de esta evolucin, es pre-
ciso sealar, al menos, que esto condiciona notablemente el contenido de
su responsabilidad y la posible respuesta de la Universidad en torno a la
manera en la que quiere responder a la sociedad.
Recordemos de nuevo la pregunta: de qu es responsable la
universidad ante la sociedad? Esta es una pregunta que no debe detenerse
de manera nica y exclusiva en analizar la manera en la que la universidad
hace las cosas. Por eso su respuesta no necesita nicamente de indicadores.
Este es un interrogante que pregunta por el papel que la universidad debe
jugar en el proceso de construccin y transformacin de nuestras sociedades.
Sin duda, la respuesta a esta pregunta, que es de ida y vuelta, no puede
definirla solamente, y de manera unilateral, la propia universidad. Pero no
olvidemos que, aun a pesar de que no le corresponde contestarla nicamen-
te a ella, eso no la exime de tener que responderla, tratando de concretar
adems cul es su compromiso con la sociedad, y de qu manera pretende
hacerse responsable de l.
Intentemos concretar un poco ms esa pregunta sobre la res-
ponsabilidad de la universidad en la sociedad con otras preguntas que surgen
a la luz de las funciones propias de la misin universitaria:
nidos de Hirtt, N. (2003). Au Nord comme au Sud, l`offensive des l`universit, Alternatives Sud, X,
3, p. 20]. En 2002, el Forum EUAOCDE concluy que el mercado global de la educacin se estaba
transformando en una parte significativa del comercio mundial de servicios. En: Sousa Santos, B.
(2005). La Universidad en el siglo XXI. Para una reforma democrtica y emancipadora de la Universi-
dad. Buenos Aires: Mio y Dvila, Coleccin de Libros del Laboratorio de Polticas Pblicas (LPP), pp.
22-23.
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slo con unos y no con todos? Si la universidad ayuda a cons-
Educacin superior y sociedad / nueva poca / ao 13 / Numero 2 / septiembre 2008
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deben ir encaminadas. Siendo la universidad una institucin que influye en
1 / CRISTINA DE LA CRUZ AYUSO, PER SASIA SANTOS / LA RESPONSABILIDAD DE LA UNIVERSIDAD EN EL PROYECTO DE CONSTRUCCIN DE UNA SOCIEDAD
la sociedad, es responsable de canalizar esa influencia con una clara orienta-
cin transformadora hacia los mbitos de vulnerabilidad social y econmica
presentes en nuestras sociedades.
No nos dejemos asustar por la palabra influye cuando la re-
lacionamos con la universidad. Reconocemos su legitimidad aplicada a otras
instituciones muy significativas de nuestras sociedades. Nadie parece dudar
de la influencia de la Iglesia en la sociedad. La influencia, e incluso, la coloni-
zacin del mercado en todas las esferas de nuestra vida; la influencia de los
partidos polticos, las redes ciudadanas de creacin de opinin, los medios
de la comunicacin, etc. Sin embargo, cuando decimos que la universidad
influye en la sociedad, se encienden de inmediato todos los dispositivos de
alarma pensando en su posible situacin de privilegio o dominio social, cosa
que no ocurre con la misma intensidad y urgencia ante la reconocida influen-
cia que tienen aquellas otras instituciones en la sociedad y en las esferas de
nuestra vida. Y sin embargo, hay que reconocer que, de todas esas influencias,
la de la universidad no slo es la menos amenazante y peligrosa, sino ms
bien, todo lo contrario.
En la esfera econmica, y concretamente respecto al tejido
empresarial, la universidad da respuesta a las demandas del mercado laboral,
forma a los futuros profesionales, proporciona formacin continua y contri-
buye a la generacin de conocimiento e I+D+i. La universidad participa, en
la esfera pblica, en la construccin de ciudadana, contribuye al desarrollo
de polticas pblicas concretas participando mediante lo que le es ms pro-
pio: formacin y la generacin y transmisin de nuevos conocimientos. En
esa esfera pblica, la universidad es (o debiera ser) un observatorio crtico de
la realidad social y en ella es reconocida como un interlocutor necesario (un
stakeholder) para el dilogo social. La universidad es uno de los agentes que
mayor posibilidad tiene de crear redes de capital social, y con su apoyo y
participacin, da legitimidad a las iniciativas que llevan a cabo esas redes
sociales. No es poco, ciertamente. As que admitamos que la universidad
tambin influye en la sociedad. Lo viene haciendo desde su misma consti-
tucin como institucin de Educacin Superior. Reconozcamos, por tanto,
su valor transformador y hagamos pivotar su responsabilidad precisamente
en l como el ms propio para el desarrollo de su Misin.
A partir de esta idea, que sita como eje nuclear de la respon-
sabilidad universitaria a su valor transformador y a su deber de ponerse al
servicio de la justicia social, trataremos a continuacin de ver el alcance que
todo esto tiene y el reto que se les plantea a las universidades en un momen-
to de construccin tan rico como es el que propicia el nuevo Espacio de
Educacin Superior en Amrica Latina. Nuestro objetivo ser, por tanto,
ofrecer algunas orientaciones muy bsicas sobre las condiciones que se re-
quieren para que sea reconocido el liderazgo de la universidad en Amrica
Latina como una institucin de Educacin Superior responsable y como un
agente de transformacin de la sociedad.
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Educacin superior y sociedad / nueva poca / ao 13 / Numero 2 / septiembre 2008
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agente social que tambin opera en la esfera de lo econmico de nuestras
1 / CRISTINA DE LA CRUZ AYUSO, PER SASIA SANTOS / LA RESPONSABILIDAD DE LA UNIVERSIDAD EN EL PROYECTO DE CONSTRUCCIN DE UNA SOCIEDAD
sociedades. Ante esta situacin, suele ser habitual reclamar vivamente la
presencia de la tica. Es posible pensar la universidad como una parte del
proyecto de construccin de una sociedad de espaldas a la tica? La respues-
ta parece evidente para todos, aunque tambin es compleja de articular.
Nosotros pensamos que s es posible pensar la universidad al
margen de la tica. De hecho, no faltan ejemplos que expliquen cmo ha-
cerlo o cmo plantear un modelo de crecimiento en una universidad que
termine situndole en las antpodas de cualquier pretensin tica. Sin em-
bargo, admitimos el generalizado argumento de que es algo que, en cualquier
caso, no podemos permitirnos. Al menos, debemos intentar no perder de
vista el marco de referencia incuestionable que el saber tico supone para el
desarrollo de la misin y de la tarea universitaria. Esta es una idea compartida,
que en cualquier caso -como decimos- es difcil de articular. De hecho, es
fcil arrastrar la dificultad hasta las categoras ticas que se anhelan en ese
proceso: la equidad, la solidaridad, la autonoma, y la responsabilidad como
eje vertebrador de dicho proceso.
A la tica se la reclama con cierta desmesura, sin saber muy
bien qu es aquello que nos ofrece y de qu manera adems podemos
aplicarlo. Esta insistencia por hacer presente a la tica quiere, por un lado,
poner en valor, en momentos de cambio, la vocacin prctica de la tica. La
tica suele aparecer entonces como un muro de contencin de una situacin
que parece desbordar a las propias universidades. Un robusto pilar sobre el
que sustentar la cautela con la que debe construirse ese nuevo escenario
para que no reproduzca de nuevo los errores del pasado o sea capaz de
hacer frente a las consecuencias que supone lidiar en la arena del mercado
de la Educacin. Es fcil caer en la tentacin del carcter moralizante de estas
llamadas a la tica. La mayora de esas llamadas parecen creer que basta solo
con nombrarla para alcanzar todo aquello que necesitamos de la tica para
entender la realidad y para librarnos de todos los males en los que podramos
incurrir sin su lan. La cuestin es convocar sin ms a la tica, aunque
tanta insistencia se haga desde una retrica vaca que no alude a nada con-
creto. Tan slo se la invoca, sin constatar que no todas las ideas, doctrinas o
principios de la tica valen o, al menos, no todas ellas valen para lo mismo.
Tambin es fcil caer en la tentacin de la fuerza normativa de
algunos de sus principios para orientar el rumbo en los procesos de cambio
en la Universidad. Esta idealizacin del carcter normativo de la tica suele
acabar naufragando, y lamentablemente quien peor sale parada siempre de
todo ese fiasco es la propia tica, que es de quien todos terminan descon-
fiando. Tantas esperanzas albergadas en ella, y tanta incapacidad para cum-
plir con lo que promete! Este es un panorama que a los que nos dedicamos
a la tica no nos resulta desconocido. Estas llamadas a la tica son intentos
muchas veces insostenibles que agotan adems con su machacona insisten-
cia el verdadero potencial de la tica aplicada. Son, en fin, llamadas en las
que, por el nfasis de quienes se empean en convocarla, parece que lo que
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est en juego es todo. Precisamente el falso alcance y las infundadas pre-
Educacin superior y sociedad / nueva poca / ao 13 / Numero 2 / septiembre 2008
tensiones que se tienen en ella son los que terminan haciendo de la tica un
saber tan poco eficaz. Aquello que se le reclama pocas veces se hace desde
un contexto de realidad. Eduquemos en valores, pero qu valores? Cul es
el alcance de cada uno de ellos? Igualdad, s: pero igualdad de qu? Socie-
dades tolerantes y plurales, pero hasta dnde tolerar? Virtudes para la con-
vivencia, pero cules? Ciudadana activa, pero ciudadana para quin?
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como una herramienta til que permite orientar nuestras decisiones y accio-
1 / CRISTINA DE LA CRUZ AYUSO, PER SASIA SANTOS / LA RESPONSABILIDAD DE LA UNIVERSIDAD EN EL PROYECTO DE CONSTRUCCIN DE UNA SOCIEDAD
nes. La de todos: personas e instituciones. Ciudadanos y organizaciones. La
tica debe ocuparse en este plano de cuestiones tan bsicas como esto. Su
accin quizs no sea muy robusta, pero s que, en cambio, es muy significa-
tiva. Rescatemos el valor de lo que supone ofrecer argumentos slidos, ms
all de los romos criterios de utilidad econmica, entre quienes tienen el
poder de tomar decisiones sustantivas en la vida de las personas, como
ocurre con todas las que se toman en la esfera de lo econmico de nuestras
sociedades. El valor de la tica aplicada estriba en su fuerza persuasiva, y en
su capacidad para interpretar bien las prcticas y los procesos que articulan
los distintos mbitos de la sociedad.
A nuestro juicio, aplicar la tica consiste precisamente en esto.
Al menos en esto debe consistir en primer lugar. Y al menos as es como ella
misma puede comenzar a tener mayores posibilidades de hacerse efectiva
en nuestra realidad social. Cambiemos el rumbo de las preguntas, y encar-
nmosla en la realidad: Cundo y en qu es legitimo pedir responsabilidad
a la universidad? y por qu es legitimo? Qu tipo de responsabilidad se le
exige a la universidad? Podemos pensar en algo ms all del enfoque nor-
mativo, tan gravoso siempre que solo consigue poner a la defensiva a quien
se le solicita el deber de cumplir? Por qu no presentar el lado ms cons-
tructivo de la responsabilidad y la posibilidad de evitar, de ocuparse y encar-
garse que comporta? No permite acaso este enfoque una mayor y ms
significativa institucionalizacin de la tica en organizaciones como la uni-
versidad, a las que no hace falta ponerlas en una actitud reactiva frente a
algo que parecen estar haciendo mal, sin saber muy bien qu? Por qu
no aceptar esta invitacin pensar la universidad desde planteamientos como
el que aqu proponemos de institucionalizacin responsable de la tica en
las organizaciones?
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descubrir sus contornos ms precisos. El asunto no consiste en hablar de la
Educacin superior y sociedad / nueva poca / ao 13 / Numero 2 / septiembre 2008
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transmitir, comprender, aplicar, acumular, analizar crticamente y desarrollar
1 / CRISTINA DE LA CRUZ AYUSO, PER SASIA SANTOS / LA RESPONSABILIDAD DE LA UNIVERSIDAD EN EL PROYECTO DE CONSTRUCCIN DE UNA SOCIEDAD
el conocimiento.
La especificidad de instituciones de la Educacin Superior
como la universidad consiste precisamente en que es la nica de todas esas
instituciones que combina conjuntamente todas esas variables. Ninguna otra
institucin de la Educacin Superior lo hace. Y eso es lo que confiere un ca-
rcter muy especial a las funciones asociadas a la Misin universitaria. Tambin,
lgicamente, como ya hemos sealado, corresponde a su tarea la promocin
y la fundamentacin de una razn tica que la convierta tambin no slo en
un agente de conocimiento y transmisin de valores, sino en un agente
humanizador a travs del conocimiento y los valores. La responsabilidad
universitaria as entendida exige necesariamente un talante tico.
Por eso precisamente ese primer sentido de la responsabilidad
es un sentido tan romo para comprender en qu consiste la responsabilidad
universitaria desde este talante tico. La incorporacin del sentido tico al
significado de la responsabilidad universitaria amplia su significado y nos
lleva a tener que describir los mbitos propios de la actividad universitaria
donde se puede decir algo concreto sobre ella: qu titulaciones promove-
mos? Qu competencias fomentamos en nuestros programas de estudios
y a qu estn orientadas? Qu investigamos? y para quin? Cmo se ac-
tualiza la formacin de los profesores? Con qu criterios se les reconoce sus
labores de investigacin? Con quin se relaciona la universidad y cmo?
Cunto de cerca est la universidad de las urgencias de la sociedad que las
alberga? Qu tipo de urgencias atiende en todo caso: las meramente ins-
trumentales u operativas del mercado laboral, las urgencias sociales? Qu
profesionales forma? Y a qu ciudadanos? Qu respuesta da a esas urgencias
en contextos de marginalidad, exclusin y conflicto presentes en su entorno?
Cunto de significativa es la universidad en el proyecto de construccin de
esa sociedad? Y en qu mbitos? Cmo se concreta su participacin en
dicho proyecto? Qu tipo de racionalidad hay detrs de las decisiones que
toman los gestores universitarios? Cunto de hegemnico es el principio de
utilidad econmica en esas decisiones?
La responsabilidad atraviesa cada una de las acciones y deci-
siones que se desarrollan en el marco de su actividad y relaciones con todos
los agentes implicados en el desarrollo del proyecto universitario. Sabemos
lo que significa ser responsable en relacin con aquellos y aquello precisa-
mente con lo que debemos serlo. Y esto no es difcil de entender. El valor de
la responsabilidad as expresada consiste en que nos coloca a la responsabi-
lidad en un contexto en el que vivimos y sobre el que tenemos evidencias
reales. Actuar con responsabilidad en esos contextos de la vida cotidiana, ya
lo sabemos, tiene alcances a una escala global. Aunque el alcance de la
responsabilidad se nos escape en toda su complejidad, hoy sabemos que los
cursos de accin en nuestros propios contextos tienen repercusiones a es-
cala global. La cuestin es no caer en la tentacin de pensar que en esa es-
cala global nada podemos hacer. Las consecuencias globales de la falta de
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responsabilidad son el resultado de la agregacin de las faltas de responsa-
Educacin superior y sociedad / nueva poca / ao 13 / Numero 2 / septiembre 2008
bilidad a nivel local (a distintos niveles, claro est, pero en la suma entramos
todos, no lo olvidemos).
En segundo lugar, encontramos el significado intersubjetivo
de la responsabilidad: la responsabilidad entendida como deber ante los
dems. La responsabilidad, de acuerdo a este segundo sentido, no remite
nicamente a las consecuencias o los impactos de lo que yo hago, ni tam-
poco nicamente a la obligacin de cargar con esas consecuencias. La
responsabilidad apunta en este caso hacia el deber. Hacia nuestros deberes
para con los dems, en nuestra calidad de sujetos de derechos que, precisa-
mente por serlo, nos reconoce tambin de facto como sujetos de deberes.
Analicemos el alcance de este significado en el mbito de las
universidades. Es fcil advertir que este sentido de la responsabilidad remite
a los deberes de la Universidad y a su obligacin de dar respuesta a las de-
mandas que se le plantean desde las diferentes instancias sociales, ya sean
estas del mbito social, econmico o cultural. Su deber consiste precisamen-
te en responder. Pero esta respuesta de la universidad, su compromiso con
la sociedad, no garantiza en s mismo que tenga un impacto positivo en dicha
sociedad.
La universidad asume la responsabilidad ante su compromiso
social. Es un paso cualitativo importante respecto al sentido consecuencia-
lista de la responsabilidad. Ahora, la disposicin ya no es reactiva, sino que
empieza a responder en el marco de deberes de lo que entiende es propio
de su actividad. La debilidad de este planteamiento estriba en que la univer-
sidad es la que sigue decidiendo qu demandas atender y en base a qu
criterios. Su responsabilidad est demasiado centrada y orientada por el
curso de lo que quiere ser. Y corre el peligro de quedar atrapada por bloqueos
o intereses que poco o nada tienen que ver con aquello de lo que realmen-
te la universidad debe encargarse en una sociedad. Este segundo significa-
do es insuficiente precisamente por este motivo que acabamos de sealar:
basta con que la universidad responda a una sociedad no lo olvidemos-
que sigue excluyendo? Quin decide, y en base a qu criterios, que es
aquello a lo que una universidad debe responder? Cabe acaso pensar que
la universidad es responsable de orientar esa respuesta no solamente para
que intervenga en la sociedad, sino para que la transforme?
Estas preguntas nos acercan hasta el tercer significado de la
responsabilidad. Un significado prospectivo, que si bien se sustenta, como el
anterior, en la idea de deber, entiende este deber desde una perspectiva ms
amplia y descentrada. Quien orienta ese deber, en el caso de la universidad,
no es ella. Es un otro distinto a ella misma que se convierte en los ojos de la
universidad: son los ojos de esos otros necesitados presentes en nuestra
sociedad. La universidad responde en este caso a favor de terceros. Este sen-
tido de la responsabilidad es el que impulsa a cuidar de la sociedad en los
mbitos en los que la universidad tiene poder. All donde sus condiciones de
posibilidad se hacen inevitables. Una responsabilidad que supera la dimensin
34
estrictamente normativa, que busca ser algo ms que restitucin por lo no
1 / CRISTINA DE LA CRUZ AYUSO, PER SASIA SANTOS / LA RESPONSABILIDAD DE LA UNIVERSIDAD EN EL PROYECTO DE CONSTRUCCIN DE UNA SOCIEDAD
cumplido o por el dao causado, y da relevancia a las intenciones futuras, al
largo plazo. Una responsabilidad que se concreta no tanto en aquello a lo que
la universidad decide responder, cuanto aquello a lo que una universidad debe
responder. El objeto de ese deber est fuera de la universidad y el criterio que
determina por qu la universidad debe hacerse cargo de ello le hace pregun-
tarse a la universidad por los efectos futuros de sus actuaciones y por las
consecuencias que se pueden derivar de sus omisiones como institucin que
gestiona un bien publico y que, en cuanto tal, debe estar al servicio de ese
proceso de construccin de una sociedad justa.
Un recorrido rpido sobre la misin universitaria reconoce que,
de manera mayoritaria, casi todas ellas estn en el segundo estadio conven-
cional de la responsabilidad. Pocas apuntan a esta vertiente posconvencional,
a este sentido ampliado y prospectivo de la responsabilidad. Quienes esto
escribimos, -ya lo hemos sealado- defendemos que la responsabilidad de
la universidad debe ser la que recoge este tercer estadio de la responsabilidad.
La transformacin de esas estructuras de inequidad y exclusin debe ser el
ncleo central sobre el que vertebrar la responsabilidad de las universidades;
y esto remite no slo a lo que la Universidad hace en sus distintos mbitos
de actuacin, sino a lo que la Universidad es, o debe ser.
Estos son los tres significados de la responsabilidad. Un primer
significado consecuencialista, que, en el proceso de toma de decisiones,
enfatiza el anlisis de las consecuencias y llama a asumir los posibles impac-
tos que se derivan de ese proceso, principalmente los impactos negativos.
Un segundo significado contractual, que pone en valor el deber de respon-
der que todos, personas y organizaciones, tenemos como actores o agentes
significativos de una sociedad. Y finalmente, un tercer estadio prospectivo
que subraya el a priori de ese deber, y la necesidad de pre-ocuparse y hacer-
se cargo, y que remite a personas u organizaciones que estn dispuestas a
asumir, a travs de sus acciones o de su actividad, la regeneracin de nuestras
sociedades injustas y desiguales.
Si trasladamos estos significados de la responsabilidad hacia
la universidad, esos mismos rasgos que los definen a cada uno de ellos nos
sirven tambin para entender los diferentes niveles o fases en la evolucin
de la responsabilidad en instituciones como la universidad. Veamos breve-
mente cules son esas fases.
El sentido consecuencialista de la responsabilidad, aplicado a
un contexto como la comunidad universitaria, remite directamente a una
responsabilidad asistencial y reactiva, cuya razn de ser se sustenta en el
argumento de que la universidad es responsable de devolver a la sociedad
aquello que ella misma le ha posibilitado. El contenido de la responsabilidad
se entiende en este caso en trminos de deuda con la sociedad y viene a
concretarse en la valoracin de cul es, en trminos cuantitativos, la contri-
bucin de la universidad en la sociedad en trminos de resultados / produc-
tos. El criterio consecuencialista entendido en su sentido ms radical le obli-
35
ga a la universidad adems a valorar aquellos aspectos que en trminos de
Educacin superior y sociedad / nueva poca / ao 13 / Numero 2 / septiembre 2008
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se suelen ofertar, con los mismos objetivos, desde otros centros de la misma
1 / CRISTINA DE LA CRUZ AYUSO, PER SASIA SANTOS / LA RESPONSABILIDAD DE LA UNIVERSIDAD EN EL PROYECTO DE CONSTRUCCIN DE UNA SOCIEDAD
universidad. Suelen ser adems iniciativas que se planifican para cumplir
objetivos propios de la universidad y que estn poco descentradas respecto
de ella misma. Iniciativas que no se construyen en dilogo con el resto de la
sociedad a la que la universidad trata de responder. Un ejemplo de lo que
estamos diciendo podemos encontrarlo en los programas de voluntariado
de muchas universidades, diseados para los estudiantes como parte de su
proceso de formacin. Admitamos en cualquier caso que este nivel de res-
ponsabilidad supone un avance cualitativo importante respecto al anterior,
sobre todo en lo que se refiere a la disposicin de la universidad frente a su
compromiso social, pero reconozcamos tambin que son iniciativas necesi-
tadas de mayor coordinacin y de mayor compromiso institucional.
La dinmica prospectiva de la responsabilidad remite a un
sentido del deber ampliado, y, en el marco de la universidad, suele estar in-
tegrada dentro de un enfoque en el que la universidad es reconocida en la
sociedad que la acoge como un agente ms de la misma. La interactuacin
e interrelacin de la universidad con la sociedad no persigue objetivos propios
estrictamente vinculados a su actividad, sino que hay una actitud proactiva
de presencia y colaboracin con otros agentes, cada uno, lgicamente, con
sus capacidades y poderes propios. La responsabilidad es aqu un valor
presente en todas las reas del plan estratgico de la universidad. Es decir,
existen en la universidad evidencias reales de planificacin integral de su
compromiso social, y existen acciones coordinadas o referencias al mismo en
todos los mbitos del proyecto universitario. Este nivel de la responsabilidad,
sita a la universidad en una disposicin de apertura al diagnostico y evalua-
cin de terceros, y hace de la transparencia y la colaboracin los valores
centrales con los que poder identificar la manera en la que decide asumir
responsablemente su compromiso con la sociedad.
37
el trmino social para tratar de responder ante quin es responsable la
Educacin superior y sociedad / nueva poca / ao 13 / Numero 2 / septiembre 2008
6 El inters comn, como nos recuerda Victoria Camps, no es el inters real de todos y cada uno
de los ciudadanos, porque tales intereses no son sumables, son distintos. Pero, sobre todo, porque
tambin los intereses de los ciudadanos se conforman a fines que no tienen nada que ver con la
justicia. El inters comn no coincide con los intereses reales: es, ms bien, un wishful thinking,
apunta a aquello que merece (o debiera de merecer) tanto la atencin de los ciudadanos como de
las instituciones pblicas. El inters comn nos habla de los problemas comunes de la sociedad.
No de los problemas que tiene un sector (o de aquello que un sector quiere elevar a la categora
de problema) y que son, por otra parte, los problemas ms manifiestos puesto que los grupos de
presin que los ponen de relieve son los que tienen poder y medios para expresarse y hacerse or.
El inters comn nos habla de los problemas de los menos aventajados, del hambre, de las disputas
tnicas, de la inmigracin, de la vejez, del paro, de las grandes enfermedades, de los desastres eco-
lgicos, etc. En Camps, V. (1999). Paradojas del Individualismo. Barcelona: Crtica, pp. 133-134.
38
Desde ese epicentro, en la esfera econmica, el ombligo no
1 / CRISTINA DE LA CRUZ AYUSO, PER SASIA SANTOS / LA RESPONSABILIDAD DE LA UNIVERSIDAD EN EL PROYECTO DE CONSTRUCCIN DE UNA SOCIEDAD
son las empresas. Tampoco lo son los partidos polticos, en la esfera pblica;
ni tampoco las entidades sociales en la esfera social. En la sociedad, desde
ese epicentro que es la ciudadana responsable, la mirada se centra nica-
mente en la ciudadana: para ella, desde cada una de esas esferas, se cons-
truye sociedad. Y esa ciudadana, no es nicamente una ciudadana legal o
administrativa, tampoco es una ciudadana formal, ni una ciudadana elec-
toral. No est compuesta nicamente por los consumidores, ni tampoco la
ciudadana es eso que hemos venido a llamar sociedad civil: esa ciudadana
es una ciudadana prctica, ella es la que conforma eso que llamamos so-
ciedad. Nuestras sociedades han diluido la separacin tradicional de esferas
de actividad, pero esa dilucin ha trado una preeminencia de la esfera
econmica y un debilitamiento de la presencia ciudadana en la esfera p-
blica, salvo como demandante de derechos. La necesidad de rescatar ese
protagonismo ciudadano en la esfera pblica pasa por una re-instituciona-
lizacin de nuestras sociedades, en las que diferentes agentes asuman res-
ponsabilidades de participacin en la esfera pblica. La universidad (que
no lo olvidemos- impacta en las tres esferas) es un agente participante
necesario en esos procesos de re-institucionalizacin social. Por eso, vincu-
lamos la responsabilidad social con la ciudadana. Creemos que este es el
viraje que requiere la responsabilidad social para que pueda convertirse
ciertamente en una estrategia vlida para ese modelo de construccin
sostenible y justa que requieren nuestras sociedades. Y por eso, miramos a
la universidad, a su responsabilidad social desde la ptica del compromiso
por construir ciudadana.
39
categora de la responsabilidad aplicada a las universidades
Educacin superior y sociedad / nueva poca / ao 13 / Numero 2 / septiembre 2008
su carcter social.
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formador, y en su deber de orientar el perfil de su actividad hacia la justicia
1 / CRISTINA DE LA CRUZ AYUSO, PER SASIA SANTOS / LA RESPONSABILIDAD DE LA UNIVERSIDAD EN EL PROYECTO DE CONSTRUCCIN DE UNA SOCIEDAD
social. Este es precisamente el sentido ms enriquecedor de la responsabi-
lidad que hemos querido poner de manifiesto hasta ahora en los epgrafes
anteriores.
Con este objetivo, slo nos queda trazar una ltima hoja de
ruta sencilla que nos permita pensar la universidad desde esas claves que
aporta este sentido de la responsabilidad que se defiende en este trabajo.
Proponemos un itinerario sencillo con tan solo dos estaciones:
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Educacin superior y sociedad / nueva poca / ao 13 / Numero 2 / septiembre 2008
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por la promocin en la enseanza y en la investigacin de aquel conocimien-
1 / CRISTINA DE LA CRUZ AYUSO, PER SASIA SANTOS / LA RESPONSABILIDAD DE LA UNIVERSIDAD EN EL PROYECTO DE CONSTRUCCIN DE UNA SOCIEDAD
to que tiene un valor de uso real y efectivo en dicha sociedad. Esto est
originando, no es nuevo destacarlo aqu, que haya una priorizacin de reas
de conocimiento operacionales, estratgicas y competitivas, y otros mbitos
de conocimiento que estn quedando en los mrgenes de las universidades,
cuando no excluidos de ellas. Esas otras formas de conocimiento que pueden
equilibrar un poco la balanza de esta tendencia utilitarista de las universida-
des estn siendo orientadas hacia intereses comerciales: las humanidades
son rentables en su vinculacin con la tecnologa de la informacin; la filo-
sofa entra en las empresas o se hace clebre a travs de libros de autoayuda.
Estas reas del saber, tan asociadas desde siempre al proyecto universitario,
estn consiguiendo sobrevivir en nuestras universidades a base de buscar
sus vnculos artificiales con formas de conocimiento tiles. Y en este caso, la
palabra til se refiere a su capacidad para ser demandada por el mercado,
y, consecuentemente, para ser rentable.
El espacio de la Educacin Superior de nuestras universidades
corre el riesgo de convertirse en un espacio en el que slo haya productos
demandados por su utilidad momentnea en el mercado, no por su perti-
nencia para el proyecto de construccin de una sociedad. Y conviene recor-
dar que tambin es responsabilidad de la universidad promover saberes
buenos y tiles para la sociedad que no pasan ni estn sujetos a la lgica
del mercado. El empeo por responder nicamente al mercado est agudi-
zando los posibles bloqueos estructurales de la universidad para dar respues-
ta a otro tipo de demandas que no proceden de esa esfera. La privatizacin
de algunos servicios y la manera en la que se est presionando, incluso en
las universidades pblicas, para que la universidad aumente su capacidad de
generar recursos econmicos propios est obligando a la universidad a
competir en la esfera privada mercantil con otras universidades, con asesoras
y consultoras, con otros departamentos o equipos de la propia universidad,
etc. Lo cual, sin duda, est provocando que disminuya tanto la capacidad
como los recursos de la universidad para integrarse como un agente signifi-
cativo (y legitimo), con capacidad crtica, constructiva y creativa, en esas otras
esferas de la sociedad que tambin demandan de la universidad su presen-
cia, paradjicamente, para hacer frente a las consecuencias que en ellas tiene
el impacto de la esfera de lo econmico a la que tan rendidamente parece
entregada la Universidad.
Hoy en da el capital humano y social que genera la Educacin
Superior aparece empeado no tanto en el conocimiento como en las habi-
lidades necesarias para sacarle el mximo provecho. El escenario es pesimis-
ta, efectivamente, pero no olvidemos que tiene una base de realidad que no
podemos pasar por alto en este anlisis sobre la responsabilidad de la Uni-
versidad. La universidad est respondiendo nicamente a las demandas de
las estructuras econmicas de nuestra sociedad. Y en funcin de sus resul-
tados, y solamente si estos son buenos resultados econmicos, planifica
acciones concretas para dar respuesta a algunas demandas de la sociedad.
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Lo hace entonces fomentando el voluntariado, por ejemplo; o promoviendo
Educacin superior y sociedad / nueva poca / ao 13 / Numero 2 / septiembre 2008
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der, slo si se puede, o si se sabe o si es posible, a las que provienen de otros
1 / CRISTINA DE LA CRUZ AYUSO, PER SASIA SANTOS / LA RESPONSABILIDAD DE LA UNIVERSIDAD EN EL PROYECTO DE CONSTRUCCIN DE UNA SOCIEDAD
mbitos. Su verdadera responsabilidad, en fin, no consiste nicamente en
responder, sino en cmo responde, a quin responde, de qu manera res-
ponde, etc. El reto transformador de la universidad se la juega en estas pre-
guntas finales, no slo en el hecho mismo de responder.
La transformacin de nuestras sociedades no es una cuestin
que permita nicamente una lectura econmica. Este es un argumento que
ni siquiera, a da de hoy, es vlido para las empresas, y por tanto, mucho
menos para las universidades. Cuando se reconoce (y reclama) la legitimidad
de la universidad y se acude a reconocer su papel como agente de desarro-
llo econmico, social y cultural en el proyecto de una sociedad, conviene
matizar que esta lectura tiene una clave tica y poltica incuestionable para
instituciones como la universidad: dnde estn las prioridades de lo que
una universidad debe encargarse en el proyecto de una sociedad? Qu debe
hacer la universidad para mejorar la sociedad?
Por eso, es necesario que esa vocacin transformadora de la
universidad se canalice y permee en el proceso de planificacin y gestin de
su actividad; que est presente y visible en el desarrollo de las funciones que
le son propias: que se concretice en sus objetivos estratgicos, en acciones
especificas. Si algo se quiere cuantificar y evaluar en las universidades, el
empeo debe ir encaminado no tanto en medir cunto de responsables son,
sino cul es el impacto de su actividad en la sociedad en trminos de trans-
formacin. Aqu est la clave.
Con quien trabaja la universidad en esos procesos de trans-
formacin? Cunto de significativas y robustas son las respuestas que tiene
su presencia en la sociedad? El objeto de la responsabilidad de la universidad
est tambin fuera de la propia universidad. El compromiso por la responsa-
bilidad de las universidades con la sociedad hay que ir a buscarlo ms all de
s misma. Se alberga tambin en aquellas otras demandas que llaman a la
universidad no tanto a competir sino a cooperar y a priorizar, frente al bene-
ficio econmico, el beneficio social resultante del marco de su actividad.
Si de alguna manera, en definitiva, tendramos que concretar
el contenido de la responsabilidad de la universidad, quienes esto escribimos
pensamos que el mismo debiera sustentarse principalmente en tres pilares
fundamentales: identidad, autonoma, y participacin. Veamos muy esque-
mticamente el alcance de cada uno de esos pilares desde la clave de res-
ponsabilidad.
Identidad
Este pilar remite a lo que la Universidad es. Pregunta por cul
debe ser su funcin social. La identidad de la Universidad se pone de mani-
fiesto en su Misin, y se desarrolla a travs de sus distintas funciones. Este, por
tanto es un pilar que seala a aquello que le es propio y consustancial a la
universidad, aquello que las universidades son, y subraya la vocacin por lo
pblico que debe tener el carcter y el alcance de su responsabilidad con la
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sociedad. Esto implica que esa responsabilidad de lo que una universidad
Educacin superior y sociedad / nueva poca / ao 13 / Numero 2 / septiembre 2008
Autonoma
Este pilar no slo apunta al anlisis sobre los recursos y fondos
de la universidad, o a su capacidad y legitimidad en los procesos de toma de
decisin. Si bien remite bsicamente a esos aspectos, su valor transformador
pasa por concretar tambin cul es el alcance que tienen todos estos proce-
sos de autonoma de las universidades, es decir, cul es la lgica y la raciona-
lidad que rige ese proceso de toma de decisiones, cunta presin existe en
la planificacin de sus lneas estratgicas por el corto plazo o cul es la razn
de su urgencia por obtener resultados cuantitativos de aprendizaje e inves-
tigacin. Con quien trabaja la universidad, con qu agentes coopera, y con
qu finalidades? Quines son los clientes de una universidad? Quin ab-
sorbe los beneficios que produce la universidad a travs del conocimiento?
Estas preguntas van abriendo poco a poco la brecha de la que interroga fi-
nalmente por cules son las polticas de inclusin que una universidad pro-
mueve.
La universidad, no lo olvidemos, est limitada a los alumnos
que proceden de una clase social determinada. Dando por bueno el argu-
mento de que limitar el acceso a la universidad es un obstculo al fomento
de la cohesin social en pases que pretenden crear mano de obra con for-
macin adecuada, hay que preguntarse qu mano de obra debe preparar la
46
universidad y si le corresponde formar a toda la mano de obra de una socie-
1 / CRISTINA DE LA CRUZ AYUSO, PER SASIA SANTOS / LA RESPONSABILIDAD DE LA UNIVERSIDAD EN EL PROYECTO DE CONSTRUCCIN DE UNA SOCIEDAD
dad. Y a partir de ah, conviene ir delineando los contornos de su responsa-
bilidad como universidad autnoma en algunas de estas preguntas: Cmo
se hace la admisin? Qu seguimiento se hace de la permanencia de los
estudiantes en la universidad? Qu ayudas econmicas facilita, y en qu
condiciones, y qu garantas exige? De donde proceden los fondos que
destina para las becas o los crditos de los estudiantes? Normalmente la
mayora de las iniciativas para ampliar la participacin y el acceso a la Univer-
sidad son subvencionadas por fondos de proyectos externos a la universidad
que pueden crear problemas para su sostenibilidad a largo plazo, y que, en
cualquier caso, ponen en entredicho la responsabilidad de la universidad con
los estudiantes que estn en una situacin ms vulnerable.
Sigamos preguntando: Cules son los criterios de seleccin
de la universidad? Qu medidas de accin positiva promueve? De qu
manera favorece igualmente la inclusin, o, al menos, evita la discriminacin?
Qu y cmo transmite a travs de la formacin y la investigacin? En la
respuesta que demos a estas preguntas podremos vislumbrar la manera en
la que una universidad, en el curso de sus decisiones concretas y en el ejer-
cicio propio de su autonoma, va moldeando su responsabilidad.
Participacin
Decir que la universidad debe estar al servicio de la sociedad
no significa nicamente que deba estar al servicio de algunas esferas con-
cretas de esa sociedad, precisamente las que ms poder tienen para poder
hacer llegar sus demandas o expectativas. Es importante sealar adems que
no le corresponde nicamente a la universidad decidir dnde y cmo debe
participar y estar presente en esa sociedad. A nuestro juicio, la universidad
no est, ella sola, legitimada para decidir sobre aquello que es necesario
responder, o atender, en nuestras sociedades. No al menos nica y exclusi-
vamente. Por eso, es importante que la propia universidad fomente las con-
diciones y los canales apropiados que se requieren para que tambin una
ciudadana activa y crtica, las redes sociales, o las organizaciones que ateso-
ran la voz de los que no tienen voz en nuestra sociedad puedan formar
parte de esos procesos en los que se decide dnde debe estar presente una
universidad. Estos grupos son los que pueden ayudar a la universidad a
identificar y definir los problemas sociales y a concretar qu se necesita de
ella para resolverlos conjuntamente. Por eso, todos aquellos elementos de
promocin de una cultura de red y cooperacin con todos los agentes sig-
nificativos de la sociedad, incluidas, claro est, las organizaciones empresa-
riales (aunque, no de manera nica), forman tambin parte del contenido de
la responsabilidad de una universidad.
En este sentido, conviene destinar unas breves lneas a recordar
la importancia que tiene el carcter y alcance que se le d en el contexto de
una universidad a la relacin universidad-empresa. Quin est al servicio de
quin y de qu manera lo est? Tal y como sealbamos en el epgrafe ante-
47
rior, existen demasiadas evidencias que muestran cmo, a da de hoy, las lneas
Educacin superior y sociedad / nueva poca / ao 13 / Numero 2 / septiembre 2008
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de respuesta que no est sujeto a coyunturas y que se encuentre, por el
1 / CRISTINA DE LA CRUZ AYUSO, PER SASIA SANTOS / LA RESPONSABILIDAD DE LA UNIVERSIDAD EN EL PROYECTO DE CONSTRUCCIN DE UNA SOCIEDAD
contrario, slidamente arraigado en ese lugar propio que la universidad
quiere encontrar en nuestras sociedades.
Pertinencia
La responsabilidad de la universidad implica transformar des-
de dentro de la universidad la manera en la que se plantea su presencia y
participacin en la sociedad. Esto implica tener que canalizar mltiples inte-
reses de la institucin educativa que es hacia esa transformacin, empleando
similares mecanismos de agregacin que aquellos que dan como resultado
los profundos efectos que, en muchos aspectos, producen nuestras decisio-
nes individuales en la esfera pblica. Cuando decimos que una universidad
debe buscar transformar la sociedad, estamos afirmando precisamente que
busca esa misma agregacin de intereses. Asume que el horizonte no es
tanto crear un espacio en la comunidad universitaria para que quien se sien-
ta motivado, se acerque y pueda participar, cuanto conseguir un entramado
en la comunidad universitaria que pueda agregar los efectos de sus progra-
mas y proyectos de transformacin hasta poder generar efectos en escalas
macro. Una universidad debe perseguir, por tanto, desarrollar una accin
significativa, pertinente, que cree estructuras transformadas ms all del
mbito estrictamente universitario. La principal condicin que debe asumir
es la capacidad de agregacin de todas sus acciones, de sus programas y
proyectos desde un enfoque integral para multiplicar acciones aisladas.
Es bien cierto, no obstante, que la capacidad de articular siner-
gias a nivel institucional es difcil y est casi siempre en manos de quienes
tienen poder para hacerlo en la Universidad. Pero la llamada a la significati-
vidad de la presencia de una universidad responsable en la sociedad debe
estar basada en la capilaridad, para que todos los miembros de la comunidad
universitaria y social que participan y estn involucrados en ellos puedan
enredarse y, partiendo de realidades locales, generen efectos de mucha
mayor escala. En este sentido hay que valorar la capacidad de la universidad
para crear y consolidar redes de capital social densas, significativas, que
funcionen hacia dentro, y que estn orientadas hacia fuera, que hagan de
puente, que acerquen y que se acerquen. Esta es una manera de responder
al compromiso de actuar de forma significativa, conformando redes que
articulen lo micro a nivel de cada universidad hasta generar efectos a escala
global.
Sostenibilidad
Una universidad que de forma honesta se plantee una presen-
cia significativa y responsable en los trminos que aqu estamos describien-
do, debe garantizar que es capaz de reconocer esas emergencias y que est
legitimado para hacerlo as, ms all de impulsos personales o corporativos,
arranques filantrpicos desde situaciones de extrema riqueza o clculos de
imagen. Y debe garantizarlo desde el momento de su creacin y mantener-
49
lo mientras se consolida y va creciendo. El reto consiste en mantener una
Educacin superior y sociedad / nueva poca / ao 13 / Numero 2 / septiembre 2008
Contextualizacin
Es importante tener en cuenta y no perder de vista que si bien
todas las universidades comparten las mismas funciones presentes en su
Misin, y se concretan y coexisten en el proyecto universitario de cada una
de ellas, no todas ellas son iguales, ni tienen la misma estructura, dimensin
o capacidad. Por eso mismo tambin, es difcil pensar que un armazn con-
ceptual sobre su responsabilidad social que sirva igualmente para todas ellas.
Adems, tenemos que tener en cuenta tambin que las directrices de apli-
cacin de criterios de responsabilidad no sirven de igual manera para todos
los contextos. Incluso las variables culturales y ambientales tienen una inci-
dencia notable en la manera en la que se ha de adecuar el discurso de la
responsabilidad en el contexto de cada universidad.
Capacidad
Cuando hablamos de la responsabilidad de las universidades
en la transformacin social, parece que estamos dando por hecho que la
universidad que asume este reto, tiene conocimientos y experiencia suficien-
te en el mbito de la participacin social como para esperar de la misma un
resultado significativo. Pero, aun siendo importante, no es una condicin de
partida a la hora de buscar aquello que deben responder. En todo caso, ser
una condicin para que de hecho puedan ir respondiendo.
Lo que si es una condicin de partida es la capacidad de asu-
mir los retos que las exigencias de la justicia plantean. Y esa capacidad tiene
que ver en primer lugar, con la ausencia de los bloqueos estructurales que
el carcter lucrativo plantea para asumir esos retos. Junto a esto, las organi-
zaciones capaces deben presentar dos caractersticas de gran importancia.
La primera est relacionada con el conocimiento efectivo de esos retos o, lo
que es ms importante, con la posibilidad real de recibir y escuchar la voz de
quienes son hoy las vctimas de esas injusticias. En el mbito de las universi-
dades, es necesario estar cerca de las realidades de exclusin. Slo as se
estar capacitado para responder. Slo as se podr garantizar que las uni-
versidades comprenden las situaciones de las que es preciso encargarse. ste
no es un tema menor, sobre todo teniendo en cuenta la gran cantidad de
respuestas paternalistas que se dan en algunos programas o proyectos uni-
versitarios.
La segunda caracterstica que capacita para responder est
relacionada con la condicin multidimensional de la lucha contra la injusticia.
50
Las exigencias de la justicia en nuestra sociedad despliegan un mapa com-
1 / CRISTINA DE LA CRUZ AYUSO, PER SASIA SANTOS / LA RESPONSABILIDAD DE LA UNIVERSIDAD EN EL PROYECTO DE CONSTRUCCIN DE UNA SOCIEDAD
plejo, con muchas dimensiones, muchos frentes, muchas respuestas que es
preciso dar. Por eso, son las organizaciones que ya estn trabajando con esas
personas y colectivos las que estn ms capacitadas para garantizar que la
intervencin de la Universidad sea una herramienta efectiva, alineada con
otras muchas intervenciones que es necesario desarrollar en su favor. La
participacin de la universidad en la sociedad no puede desarrollarse al
margen de otro tipo de intervenciones o iniciativas.
Motivacin
Cules son las claves que mantienen a una universidad moti-
vada? (para intervenir, no lo olvidemos, a favor de terceros). Las claves de la
motivacin son mltiples, pero algunas de ellas estn intrnsecamente unidas
a la evidencia de las realidades de exclusin: ser testigos los miembros de la
comunidad universitaria de esas realidades de exclusin. O de la necesidad
de plantear nuevas formas de inclusin. Esas evidencias las traen a la univer-
sidad en buena medida su propia organizacin de estructura: las traen los
docentes, los investigadores, los estudiantes, los agentes que se relacionan
con la universidad, el compromiso misional, los egresados y es imprescindible
que permeen a toda la organizacin. Esto produce algunas consecuencias.
Implica participacin: en sentido denso; entendida la participacin en este
caso, como un mecanismo de mantener a toda la comunidad universitaria
absolutamente consciente de lo que la universidad hace en esta direccin.
Implica tambin tener que descentrarse, con capacidad de enredarse, de
hacer lobby de hacer significativa su presencia en la sociedad.
Ser as o no ser. Universidades motivadas, capaces, autno-
mas, en continuo dilogo con la sociedad. Atentas a las necesidades que
nuestras sociedades plantean. Buscando responder a esa honda pregunta
que colocbamos en algn lugar de este texto: Qu debo hacer para me-
jorar la sociedad? Una pregunta que remite, en primer lugar, a un sentido del
deber que nos coloca de lleno en el terreno de la reflexin tica. Terreno que
no abandonamos, sino que pisamos firmemente, cuando intentamos dibujar
los contornos de una sociedad mejor. Es entre ambos polos, el deber de
responder y el modelo de sociedad que aspiramos a construir con esa res-
puesta, donde nos jugamos el sentido ms hondo de la Responsabilidad
Social de la Universidad.
51
CRISTINA DE LA CRUZ AYUSO:
Doctora en Filosofa, en la actualidad es profe-
sora de tica en la Universidad de Deusto. Ha
sido Directora del Departamento de Filosofa
de la Facultad de Filosofa y Ciencias de la
Educacin desde 2003 a 2006. Miembro de la
Comisin del Aula de tica de la UD, coordina y
forma parte del equipo de investigacin tica
Aplicada. Investigadora principal en varios
trabajos sobre Responsabilidad Social, asesora
a distintas iniciativas sociales en cuestiones
relacionadas con la tica organizacional. Profe-
sora visitante en las Universidades de Aarhus,
Copenhague y Odense (Dinamarca, 2004) y en
la Pontificia Universidad Catlica de Valparaso
(Chile, 2007). Desde 2007, imparte clases en
la Maestra de tica Aplicada del TEC de Monte-
rrey (Mxico). Entre sus publicaciones destacan
La dimensin tica de la responsabilidad
social (Bilbao, 2006); Banca tica y Ciudadana
(Madrid, 2008) y Berdintasuna, bazterkeria eta
hiritartasuna [Igualdad, exclusin y ciudadana]
(Bilbao, 2008). [email protected]
LUS BACIGALUPO
RESUMEN Responsabilidad Social (DARS) que
Las universidades en Latinoamrica remplaz a la antigua Direccin
tienen como principales funciones Acadmica de Proyeccin Social y
tres aspectos, la formacin, la Extensin Universitaria.
investigacin y la extensin, y con Por otro lado, en la PUCP considera-
este ltimo expresa su compromiso mos que la RSU (tal como la hemos
social con el entorno. Sin embargo, conceptualizado) es una gran
el contexto actual exige nuevos oportunidad de consolidar nuestro
retos y demandas a las universida- compromiso social como Universi-
des. En este marco, la Responsabili- dad inspirada en principios ticos y
dad Social Universitaria (RSU) valores catlicos. As, la RSU
representa una forma renovada de procura alinear los cuatro procesos
enfocar este compromiso centrn- universitarios bsicos de Forma-
dolo principalmente en la gestin cin, Investigacin, Gestin y
tica de los procesos institucionales Extensin con las demandas
y en menor medida en la extensin cientficas, profesionales y educati-
concebida como una actividad vas que requiere un desarrollo local
independiente y paralela. Acorde y global ms justo y sostenible.
con esta lnea en el ao 2004 la Finalmente, en el vinculo con la
Pontificia Universidad Catlica del sociedad, creemos que la RSU
Per, asumi la perspectiva de la permite un aprendizaje, al ejecutar
RSU y la inserto como una de sus y evaluar proyectos innovadores, al
polticas institucionales. Asimismo entablar investigaciones aplicadas y
para crear lineamientos y poner en al involucrar a docentes y estudian-
prctica la responsabilidad social, se tes en la solucin de problemas
creo una Direccin Acadmica de reales.
ABSTRACT the former Office of Academic
Latin American universities have Social Outreach and University
three major functions: training, Extension.
research and extension. The latter At PUCP we believe that USR (as we
expresses their social commitment have conceived it) represents a
to their surroundings. However, the great opportunity to consolidate
current context places new our social commitment as a
challenges and demands on university inspired by ethical
universities. Within this framework, principles and Catholic values.
university social responsibility (USR) Thus, USR seeks to align the four
is a new way of looking at this basic university processes of
commitment, placing it principally training, research, management,
in the ethical management of and extension with the scientific,
institutional processes, and to a professional, and educational
lesser degree in extension concei- demands required by more just and
ved as an independent and parallel sustainable local and global
activity. Accordingly, in 2004 the development. Finally, in linkage
Pontificia Universidad Catlica del with society we believe that USR
Per (PUCP) assumed a USR offers a learning experience in the
perspective, making it one of its execution and assessment of
institutional policies. In order to innovating projects, in establishing
create guidelines and put social applied research and by involving
responsibility into practice, it teachers and students in the
created an Office of Academic solution of real problems.
Social Responsibility that replaced
2 / LUS BACIGALUPo / LA RESPONSABILIDAD SOCIAL UNIVERSITARIA: IMPACTOS INSTITUCIONALES E IMPACTOS SOCIALES
A. La Experiencia de la Pontificia
Universidad Catlica del Per
La Responsabilidad Social Universitaria (RSU) es el nombre
de una corriente que ha cobrado presencia en los ltimos aos como ex-
presin del compromiso social de las universidades. La RSU representa una
forma renovada de enfocar este compromiso, centrndolo mucho ms en
la gestin tica de los procesos institucionales y mucho menos en la ex-
tensin concebida como una actividad independiente y paralela. Su pe-
culiaridad radica en que exige una toma de conciencia global de la Uni-
versidad acerca de sus impactos sociales. En realidad, surge como una
alternativa a la extensin que se practica dentro del paradigma del altruis-
mo y la benevolencia.
Desde julio de 2004, la Pontificia Universidad Catlica del Per
asumi la perspectiva de la Responsabilidad Social Universitaria para reformar
su Direccin de Extensin. Para ello, tom la decisin de crear una Direccin
Acadmica de Responsabilidad Social que reemplazara a la antigua Direccin
Acadmica de Proyeccin Social y Extensin Universitaria.
Uno de los primeros pasos de la nueva Direccin fue otorgar
una definicin de RSU que fuese la definicin oficial de la Universidad Cat-
lica. Esta definicin dice que la RSU es un enfoque tico de la gestin univer-
sitaria, basado en los principios de la Responsabilidad Social que han logrado
aceptacin internacional y que actualmente inspiran el proceso de elabora-
cin de la norma ISO 26000.
Por gestin universitaria socialmente responsable se entiende
el manejo de los impactos sociales de la universidad. En el concepto de im-
pacto social se incluyen los mltiples efectos ambientales de la universidad,
es decir, de la organizacin que consume energa, agua, papel, bateras, etc.
Asimismo, se incluyen los efectos ms aparentes de la actividad universitaria
sobre su entorno social, como son la formacin profesional y la aplicacin de
la ciencia y la tecnologa al desarrollo sostenible del pas.
De ese modo se cubre con el concepto de impacto social la
gama entera de los efectos de la institucin sobre la sociedad. Ahora bien, a
pesar de que todos estos son, en un sentido amplio del trmino, impactos
sociales, tratndose de los primeros preferimos hablar de impactos institu-
cionales; y para lo segundo, reservamos la expresin impactos sociales.
Dicho de otra manera, una gestin universitaria inspirada en
el enfoque de Responsabilidad Social, debe afectar las decisiones adminis-
trativas que impactan sobre el medio ambiente y las condiciones laborales
(impacto institucional), as como las repercusiones externas de las actividades
acadmicas de docencia e investigacin (impacto social).
Por ello, las definiciones de RSU que se estn ensayando en
Amrica Latina insisten en subrayar que es una poltica institucional lo que
all est implicado. No se trata de mejoras a veces slo cosmticas a la labor
tradicional de extensin, sino de la incorporacin de nuevas preocupaciones
antes desatendidas.
57
Cuando en la Universidad Catlica decidimos asumir este en-
Educacin superior y sociedad / nueva poca / ao 13 / Numero 2 / septiembre 2008
58
2 / LUS BACIGALUPo / LA RESPONSABILIDAD SOCIAL UNIVERSITARIA: IMPACTOS INSTITUCIONALES E IMPACTOS SOCIALES
B. La RSU como oportunidad de coherencia
En la Universidad Catlica creemos que asumir el enfoque de
RSU, adems de ser una decisin que se condice con los valores institucio-
nales, es una oportunidad que no se puede despreciar en una poca en la
que se habla de crisis mundial de la universidad. Quisiera sealar aqu, bre-
vemente, en qu vemos radicar esta oportunidad.
Un componente de la crisis de la universidad consiste en no
ser capaz de satisfacer plenamente en la prctica lo que ofrece en el discur-
so. En vista de ello, una gestin socialmente responsable permite concretar
en la praxis institucional los principios que la Universidad clsicamente enun-
cia como su misin, particularmente en lo referido a la oferta de una forma-
cin profesional de calidad y una contribucin efectiva del conocimiento al
desarrollo de la nacin.
Tambin se suele mencionar como un componente de la crisis
mundial la marcada fragmentacin del saber de la que adolece la universidad.
En este sentido, el enfoque de RSU promueve el verdadero trabajo interdis-
ciplinario entre profesores y la formacin profesional y tica de los estudian-
tes mediante la articulacin real de docencia, investigacin y demandas so-
ciales concretas. Como ya se ha dicho, esto no se puede llevar a cabo sin la
creacin de nuevos espacios de aprendizaje y servicio, ubicados en entornos
sociales reales.
Por ltimo, la tendencia de la mayor parte de las universidades
de nuestro tiempo a instalar una cultura de la auto-evaluacin regida por
estndares internacionales de calidad, que en s misma se puede ver como
una reaccin frente a la crisis, se ve tambin favorecida por el enfoque de
RSU. Esta nueva propuesta de gestin ayuda a consolidar los procesos nuevos
y a mejorar los existentes tanto en el mbito acadmico como en el organi-
zacional. Con ello, la universidad puede minimizar sus impactos negativos
en su entorno laboral, medioambiental y social, y maximizar sus potenciali-
dades acadmicas para aportar en temas claves como la mejora de la edu-
cacin y de la calidad de vida, entre otros.
C. La Extensin universitaria y la Responsabilidad Social
Una de las primeras preguntas que surgi en la Universidad
Catlica fue la referida a las funciones que le corresponde desempear a una
Direccin Acadmica de Responsabilidad Social, que la diferencian de las
clsicas Direcciones de Extensin. Era claro que si uno de los objetivos prin-
cipales de la gestin socialmente responsable es la articulacin interdiscipli-
naria de la docencia y la investigacin con demandas sociales concretas,
haba que hacer alguna modificacin no slo en el modo de trabajar sino
sobre todo de concebir la Extensin universitaria.
El debate conceptual no nos tom mucho tiempo. Pronto se
comprendi que extensin era una palabra que privilegiaba una visin
unidireccional del vnculo de la universidad con la sociedad, y aunque ello
no deba necesariamente interpretarse as, era conveniente abandonar su
uso. Por ello, el debate en la Universidad Catlica se centr en torno a si la
59
Direccin de Responsabilidad Social deba ser ejecutora de proyectos espe-
Educacin superior y sociedad / nueva poca / ao 13 / Numero 2 / septiembre 2008
60
Centros e Institutos en el mismo espacio de intervencin. De esta manera, la
61
LUS BACIGALUPO CAVERO-EGSQUIZA
Doctor en Filosofa por la Universidad Libre
de Berln (Freie Universitt Berlin). Licencia-
do en Filosofa por la Pontificia Universidad
Catlica del Per (PUCP). Profesor Principal del
Departamento de Humanidades de la Facultad
de Letras y Ciencias Humanas y docente de la
Escuela de Graduados en la PUCP. Paralela a su
labor docente y de investigacin, asume desde
el ao 2004 el cargo de Director Acadmico
de la Direccin Acadmica de Responsabilidad
Social (DARS) de la Pontificia Universidad
Catlica del Per. Ha publicado diversos
artculos e investigaciones sobre Filosofa, tica
y Derechos Humanos en revistas acadmicas
tanto en Per como en otros pases de Amrica
y Europa. Como investigador, ha sido invitado
a ponencias en instituciones educativas perua-
nas, latinoamericanas y europeas sobre temas
concernientes a su especialidad, poniendo n-
fasis en la Responsabilidad Social Universitaria.
[email protected]
3
LOS RETOS DE LA
RESPONSABILIDAD SOCIAL
UNIVERSITARIA: CONSTRUYENDO
PAZ DESDE LA UNIVERSIDAD
67
pregunta sobre el rol que han desempeado las Instituciones de Educacin
Educacin superior y sociedad / nueva poca / ao 13 / Numero 2 / septiembre 2008
68
responde a la necesidad de seguir fortaleciendo y alimentando el debate
3 / MARIANA DELGADO BARN / JANETH ANGLICA VARGAS PEDRAZA / IVONNE RAMOS HENDEZ LOS RETOS DE LA RESPONSABILIDAD SOCIAL UNIVERSITARIA: CONSTRUYENDO PAZ DESDE LAUNIVERSIDAD
sobre la construccin de paz en el pas y sobre el significado de la Respon-
sabilidad Social Universitaria.
3 Navarro, Saldaa Gracia., Educacin para la responsabilidad social: elementos para la discusin,
Ponencia presentada en el Seminario Educacin para la Responsabilidad Social: la Universidad en su
Funcin Docente, realizado en la Universidad de Concepcin, el 8 y 9 de mayo de 2003, p 1.
5 Fernndez, Carola; Delpiano Catalina y De Ferari Jos Manuel (eds.). Responsabilidad social
universitaria: una manera de ser universidad- Teora y prctica en la experiencia chilena, Proyecto
Universidad Construye Pas, Chantiago de Chile, 2006, p 52.
6 Ibd.
69
actividades que realiza cotidianamente la universidad con la formulacin de
Educacin superior y sociedad / nueva poca / ao 13 / Numero 2 / septiembre 2008
7 Anita Yudkin Suliveres, Educar para la paz en convivencia solidaria: Hacia una agenda comparti-
da de investigacin en accin, Ctedra UNESCO de Educacin para la paz, Universidad de Puerto
Rico, Trabajo presentado en Operacin Solidaridad: Agenda para la calidad de vida, mayo de 2003.
8 Papacchini Aggelo, Universidad, Guerra y paz, en Daz Carmen, Mosquera Claudia y Fajardo
Fabio (Compiladores), (2002)., La Universidad piensa la paz: obstculos y posibilidades, Universidad
Nacional de Colombia, Direccin Acadmica- Divisin de Extensin, Programa de Iniciativas Univer-
sitarias para la Paz y la convivencia (PIUPC), Bogot, p 17.
9 Ibid, p 20.
10 Ibid.
70
en construccin de paz puede ser entendida a partir de tres diferentes aproxi-
3 / MARIANA DELGADO BARN / JANETH ANGLICA VARGAS PEDRAZA / IVONNE RAMOS HENDEZ LOS RETOS DE LA RESPONSABILIDAD SOCIAL UNIVERSITARIA: CONSTRUYENDO PAZ DESDE LAUNIVERSIDAD
maciones, a saber:
71
Educacin superior y sociedad / nueva poca / ao 13 / Numero 2 / septiembre 2008
11 Organizacin de las Naciones Unidas, An Agenda for Peace: Preventive Diplomacy, Peace-
making and Peacekeeping, Report of the Secretary General, United Nations, 17 de junio de 1992;
disponible en www.un.org/Docs/SG/agpeace.html
12 Rettberg, Angelika, Disear el futuro: una revisin de los dilemas de la construccin de paz
para el posconflicto, en La construccin del posconflicto en Colombia, p 85.
72
cin del conflicto. La paz en trminos minimalistas (y en un sentido ne-
3 / MARIANA DELGADO BARN / JANETH ANGLICA VARGAS PEDRAZA / IVONNE RAMOS HENDEZ LOS RETOS DE LA RESPONSABILIDAD SOCIAL UNIVERSITARIA: CONSTRUYENDO PAZ DESDE LAUNIVERSIDAD
gativo) se resume en un sentido de corto plazo a poner fin a la confron-
tacin armada.
Para los objetivos del proyecto se parte de la visin maxima-
lista que seala la necesidad de realizar cambios estructurales de fondo en
las esferas polticas, sociales y econmicas para garantizar la efectividad de
los procesos de reconstruccin de las estructuras sociales. En otras palabras,
la visin maximalista implica una visin estructural de la paz, en la que sta
slo ser posible si se combaten los problemas de desigualdad, pobreza y
falta de acceso a los mecanismos de participacin poltica. En efecto, segn
los maximalistas, la visin minimalista puede ser una fuente adicional de
conflicto por no abordar los problemas de fondo15.
El planteamiento maximalista al enfocar la construccin de
paz en el apoyo a largo plazo a las instituciones polticas, socioeconmicas
y culturales viables y capaces de solucionar las causas estructurales del con-
flicto y establecer las condiciones necesarias para la paz y la estabilidad ()
[genera una] paz positiva, un equilibrio social estable en el que las nuevas
disputas no escalan para convertirse en violencia y guerra16. Es precisamen-
te a partir del planteamiento maximalista que se analizan las diversas inicia-
tivas llevadas a cabo por las universidades seleccionadas para cada caso o
experiencia internacional como se ver ms adelante.
Por otro lado, existe otra visin situada en el medio de los
anlisis maximalistas y minimalistas. La visin intermedia seala la importan-
cia de acciones que van desde las estrategias de emergencia humanitaria
hasta la formulacin de ayuda a largo plazo destinada a promover desarrollo
y crecimiento econmico, una posicin intermedia parte de la evidencia
emprica que asocia altos niveles de desarrollo con bajos niveles de conflicto,
por un lado, y con mayores posibilidades de superarlo, por el otro17. La visin
intermedia ms que proponer un mayor nfasis y concentracin en la elimi-
nacin de las races del conflicto, se dirige al establecimiento de acciones
concretas encaminadas a una mayor gobernabilidad.
Es importante entender que la participacin de la sociedad
civil en procesos de superacin del conflicto o de restauracin de las condi-
ciones de vida pacfica constituye una dinmica creciente en los procesos de
construccin de paz, lo cual implica reconocer que poseen un potencial
canalizador y movilizador de las demandas sociales que permite proponer
esquemas de construccin de paz mucho ms aproximadas a las necesidades
de las poblaciones afectadas.
15 Ibid, p 88.
16 Ibid.
17 Ibid, p 90.
73
Educacin superior y sociedad / nueva poca / ao 13 / Numero 2 / septiembre 2008
18 Bejarano, Jess Antonio; Una agenda para la paz: Aproximacin desde la teora a la resolucin
de conflictos, Tercer Mundo Editores, Bogot, 1995, p 16.
19 Ibid, p 22.
20 Ibid, p 12.
74
3 / MARIANA DELGADO BARN / JANETH ANGLICA VARGAS PEDRAZA / IVONNE RAMOS HENDEZ LOS RETOS DE LA RESPONSABILIDAD SOCIAL UNIVERSITARIA: CONSTRUYENDO PAZ DESDE LAUNIVERSIDAD
Experiencias internacionales a considerar
Para el caso particular de Colombia es imprescindible tomar
nota de la experiencia centroamericana porque se constituye como un
referente temporal y contextual cercano, y adems por los procesos de paz
adelantados con participacin de algunos pases latinoamericanos. As, la
guerra civil de El Salvador (1980-1993) representa un conflicto armado in-
terno de lucha por el poder poltico, cuyas particularidades de guerra in-
surgente representada en el Frente Farabundo Mart para la Liberacin
Nacional (FMLN) contra la Fuerza Armada de El Salvador (FAES), origin uno
de los confrontaciones ms agudas especialmente para la poblacin civil
afectada por ste.
La superacin del conflicto pas por etapas de escalamiento
y desescalamiento de ste, que influyeron sobre los actores armados para
asumir la imposibilidad de una victoria militar bajo las condiciones poltico-
econmicas originadas por la desintegracin de la Unin Sovitica y el fin de
la Guerra Fra. Este fue el inicio de los dilogos de paz que dieron como re-
sultado la firma del Acuerdo de Paz de Chapultepec el 16 de Enero de 1992,
con el cual se dio origen a una etapa de reconciliacin y reconstruccin en
todas las esferas de la sociedad con expresiones importantes como la refor-
ma al sector militar con la creacin de la Polica Nacional Civil, la creacin de
cuerpos jurdicos y democrticos como la Procuradura para la Defensa de
los Derechos Humanos (PPDH) y an ms importante la Comisin de la Ver-
dad para El Salvador, as como la implementacin de medidas orientadas a
la redistribucin de tierras.
La guerra civil de Guatemala (1960-1996) comparte las mismas
causas que el caso salvadoreo en tanto se clasifica como una guerra insur-
gente de lucha por el poder poltico, as la Unidad Revolucionaria Nacional
Guatemalteca (URNG) como amalgama de diferentes movimientos guerrille-
ros se enfrent al Ejrcito Guatemalteco durante diversos periodos de dicta-
duras militares, lo que gener el surgimiento de nuevos grupos guerrilleros
que prolongaron la confrontacin armada por 36 aos.
Los procesos de negociacin surgieron despus de importan-
tes reformas en los mbitos poltico, econmico, constitucional y judicial del
sistema de gobierno guatemalteco, sin embargo es hasta 1994 cuando se
firman diversos acuerdos sobre derechos humanos, poblacin desplazada,
esclarecimiento histrico y derechos indgenas que se pueden percibir con-
diciones de pacificacin para Guatemala. Finalmente se firma el Acuerdo de
Paz Firme y Duradera del 29 de Diciembre de 1996 el cual consolida la mul-
tiplicidad de acuerdos previos firmados entre las partes, a partir del cual se
establecieron mecanismos de proteccin de derechos humanos, una Comi-
sin de Esclarecimiento Histrico y procesos electorales democrticos que
reconocan y hacan efectivos los derechos de los grupos indgenas guate-
maltecos.
El ltimo de los casos centroamericanos es la guerra civil de
Nicaragua (1979-1990) que, al igual que los otros dos conflictos centroameri-
75
canos, constituye una confrontacin armada interna por el poder poltico
Educacin superior y sociedad / nueva poca / ao 13 / Numero 2 / septiembre 2008
76
El conflicto interno de Sri Lanka (1983-actualidad) representa
3 / MARIANA DELGADO BARN / JANETH ANGLICA VARGAS PEDRAZA / IVONNE RAMOS HENDEZ LOS RETOS DE LA RESPONSABILIDAD SOCIAL UNIVERSITARIA: CONSTRUYENDO PAZ DESDE LAUNIVERSIDAD
una confrontacin tnico-nacionalista entre la mayora singalesa y la minora
tamil quienes conforman un grupo insurgente denominado Tigres de libe-
racin Tamil (LTTE) que se enfrentan a su vez al Gobierno Nacional predomi-
nantemente cristiano. As mismo constituye un conflicto del tipo territorial-
secesionista por cuanto la minora tamil reclama para s su autonoma
territorial como parte de sus propuestas para una salida negociada al con-
flicto. Despus de dos dcadas de conflicto armado, en el 2002 con la me-
diacin de Noruega se firma un acuerdo de paz propiciado principalmente
por la inclusin de LTTE en la lista de terroristas de la Unin Europea.
Sin embargo, el cese al fuego pactado no ha significado la
pacificacin del pas debido a recientes expresiones de violencia que han
generado la recuperacin por parte del Ejrcito del este del pas, posibilitn-
dose el desarrollo de procesos electorales en esta regin que han llevado a
la victoria a paramilitares de la Faccin-K. As, an resta a la comunidad inter-
nacional reconstruir la confianza entre las partes y a la poblacin cingalesa y
tamil ahondar esfuerzos para lograr una paz sostenible.
Respecto a Europa, el conflicto de Irlanda del Norte (1969-1988)
ejemplifica un conflicto armado interno de carcter tnico-nacionalista cuyas
reivindicaciones nacionalistas surgen de la diferenciacin entre la minora
catlica y la mayora protestante, que a su vez protagonizan una confrontacin
territorial-secesionista por proyectos polticos contrapuestos, el unionista li-
derado por protestantes y el nacionalista o republicano liderado por catlicos.
De tal forma los actores principales de esta confrontacin son el Ejercito
Britnico, la Real Polica de Ulster y grupos paramilitares entre lo que se iden-
tifican el Ejrcito Republicano Irlands (IRA), la Fuerza Voluntaria de Ulster
(UVF) y la Asociacin de Defensa de Ulster (UDA).
Ante la degradacin evidente de las condiciones de vida de
las poblaciones de Irlanda del Norte y la imposibilidad de sus lderes polticos
para lograr un acuerdo sobre el estatus poltico del pas en el Reino Unido,
en 1995 se inicia un proceso de paz que culmina con la firma en 1998 del
Acuerdo de Belfast o Acuerdo de Viernes Santo que retoma el alto al fuego
declarado por los grupos paramilitares para hacerlo efectivo, junto con refor-
mas poltico-legislativas que permitan la representacin de todos los grupos
en el poder como la Asamblea Legislativa de Irlanda del Norte y el Consejo
Britnico-Irlands.
77
Frente a tal diversidad, el diseo, elaboracin y construccin
Educacin superior y sociedad / nueva poca / ao 13 / Numero 2 / septiembre 2008
a. Proceso de Sistematizacin
La informacin descriptiva resultante de la investigacin de
iniciativas, se incluye en la base de datos en 3 etapas.
1. Registro: Se refiere al ingreso de datos a la plataforma digital.
2. Organizacin: Los datos se ajustan a un orden predetermi-
nado que gua y contextualiza al usuario de la base de datos en su proceso
de consulta. Obedeciendo a dicha contextualizacion, primero se ubica la
Caracterizacin del Conflicto, en segundo lugar la Caracterizacin de la IES
y finalmente la Caracterizacin de la Iniciativa.
3. Clasificacin: Los datos son incluidos en listas cuyo conte-
nido se tipifica en lo general y en lo especfico. Lo general, categorizando la
informacin bsica de los 3 captulos (Conflicto, IES e Iniciativa) y lo especfi-
co, reseando las variables analticas que pertenecen a cada uno de los ca-
ptulos ya mencionados. La clasificacin permite una descripcin detallada
y asimismo, la aplicacin de filtros que facilitan una bsqueda personalizada
segn el inters del usuario.
78
3 / MARIANA DELGADO BARN / JANETH ANGLICA VARGAS PEDRAZA / IVONNE RAMOS HENDEZ LOS RETOS DE LA RESPONSABILIDAD SOCIAL UNIVERSITARIA: CONSTRUYENDO PAZ DESDE LAUNIVERSIDAD
Observaciones Previas
Ficha Tcnica (preliminar)
Para la elaboracin de la base de datos
Universo: se tomaron como muestra 6 casos de
Instituciones de Educacin Superior -IES-
Muestra: 27 IES
conflictos armados internos, a saber:
El Salvador, Nicaragua, Guatemala, Ir-
CARACTERIZACION DEL CONFLICTO landa del Norte, Sri lanka y Filipinas.
No. Total de Casos: 6
Frente a cada uno de los casos se
El Salvador, Guatemala,
Nicaragua, Irlanda del Norte, consign en la base de datos la infor-
Sri Lanka, Filipinas macin correspondiente a:
Promedio Iniciativas/Caso 36 Caracterizacin del Conflicto:
Caso / Pais
Naturaleza del Conflicto
Denominacin del conflicto
No. tnico-Nacionalistas: 3
Naturaleza
No. Poder Poltico: 3
Actores
No. Territorio-Secesin: 0
Antecedentes
CARACTERIZACION DE LA IES Descripcin
Post-conflicto (cuando aplica)
No. Total de IES: 27 Acuerdos de Paz (cuando aplica)
No. IES Privadas: 21 Medidas Estatales en Construccion de Paz
No. IES Estatales: 6
No. IES Economa Solidaria 0 Caracterizacizacin de la Institucin de
Tipos de IES Educacin Superior:
No. Universidades: 27 IES (Denominacin)
No. Colleges: 0 Origen
No. Politcnicos: 0 Naturaleza
No. Institutos de Tecnologa: 0 Tipo de Institucin
79
Educacin superior y sociedad / nueva poca / ao 13 / Numero 2 / septiembre 2008
Acerca de la IES
El 100% de la IES fueron fundadas antes del conflicto y han
operado durante el desarrollo de los mismos hasta la actualidad.
De las 27 Instituciones, el 78% de ellas son de origen privado
y 22% de origen estatal. A la fecha no se han obtenido registros de Institu-
ciones de economa solidaria (Ver Imagen).
En cuanto a la naturaleza de las Instituciones, es decir, la filo-
sofa institucional que se manifiesta en su visin y misin, se refleja que el
64% de las iniciativas esta ligada a la tendencia ideolgica de la institucin,
mientras que el 36% proviene de una congregacin religiosa jesuita (21%),
cristiana (11%) o catlica (4%)
78% estatales
22% privadas
18% Filipinas
21% Nicaragua
14% El Salvador
9% Guatemala
80
3 / MARIANA DELGADO BARN / JANETH ANGLICA VARGAS PEDRAZA / IVONNE RAMOS HENDEZ LOS RETOS DE LA RESPONSABILIDAD SOCIAL UNIVERSITARIA: CONSTRUYENDO PAZ DESDE LAUNIVERSIDAD
Acerca de las Iniciativas
Del total de iniciativas, 219, el 51% de ellas proviene de Institu-
ciones Publicas, y 49% instituciones de origen privado.
Nicaragua es el caso que presenta mayor nmero de iniciativas
en Construccin de Paz, le siguen Sri Lanka, Irlanda del Norte y Filipinas. Sin
embargo es necesario tener en cuenta que el nmero de IES por caso es
relativo, por ejemplo: Mientras que en Nicaragua se trabaja con 6 Institucio-
nes, Filipinas contribuye con 8 e Irlanda del Norte con 2; por lo tanto, aunque
el nmero de IES por caso no es determinante dentro del anlisis al que
apunta el proyecto, pero debe tenerse presente.
El Promedio de Iniciativas que se encontraron por caso es de 36.
El Promedio de Iniciativas que se encontraron por Institucin es 8.
Como se resalto en prrafos anteriores, la diversidad de las
iniciativas deviene de la amplitud misma del concepto de construccin de
paz y de la apropiacin que de conceptos como la Responsabilidad Social
Universitaria hacen las IES. Por esta razn, siendo las iniciativas el objeto de
estudio dentro del proyecto, es pertinente abordar su caracterizacin para
comprender de qu manera una IES puede aportar a la construccin de paz
a travs de acciones concretas.
Acompaamiento y Asesora
Capacitacin / Entrenamiento
Curricular / Acadmico
Fortalecimiento Institucional
Intervencin en Resolucin de Conflictos (Facilitacin, Buenos
Oficios, Mediacin, Conciliacin, Arbitramiento)
Investigacin
Movilizacin Social
Programas Especiales
Registro, Anlisis y Difusin de Informacin
81
Siendo el carcter una variable relacionada con el proceso
Educacin superior y sociedad / nueva poca / ao 13 / Numero 2 / septiembre 2008
Acompaamiento y Asesora.
Objetivo: Ofrecer un servicio social de consulta y apoyo en
procesos que necesiten de un conocimiento especifico de orden legal, pro-
cesal, tcnico y/o terico.
Actividades Relacionadas: Apertura de oficinas y centros espe-
cializados de asesora, acceso a redes de apoyo, adaptacin de personal para
atender solicitudes especiales, etc.
Capacitacin / Entrenamiento
Objetivo: Brindar espacios para la puesta en prctica de cono-
cimientos y el desarrollo de habilidades especificas, en el marco de una c-
tedra o estudio preliminar.
Actividades Relacionadas: Talleres, capacitaciones, cursos
terico-prcticos, pasantas, etc.
Curricular / Acadmico
Objetivo: Asignar dentro de programas acadmicos, de pre-
grado o postgrado contenidos sobre temticas en Resolucin de Conflictos,
Derechos Humanos, Sociedad civil, Procesos de Paz, etc.; que permitan su
aprehensin y reflexin.
Actividades Relacionadas: Ctedras (abiertas o cerradas), asig-
naturas, electivas o cursos de extensin, diplomados, seminarios, etc.
Fortalecimiento Institucional
Objetivo: Crear reas institucionales y centros especializados
que coordinen actividades en torno a temticas relacionadas con los proce-
sos de construccin de paz. Se busca igualmente, el fomento del estudio,
anlisis, investigacin y desarrollo de proyectos que estimulen a la comunidad
educativa a la reflexin sobre los elementos coyunturales del conflicto arma-
do y a la prctica de medidas preventivas, paliativas o restaurativas.
Actividades Relacionadas: Conformacin de Centros, Institutos,
departamentos o grupos especializados, comprometidos con la proyeccin
social en diferentes sectores poblacionales.
82
Actividades Relacionadas: Designacin de reas neutrales para
3 / MARIANA DELGADO BARN / JANETH ANGLICA VARGAS PEDRAZA / IVONNE RAMOS HENDEZ LOS RETOS DE LA RESPONSABILIDAD SOCIAL UNIVERSITARIA: CONSTRUYENDO PAZ DESDE LAUNIVERSIDAD
llevar a cabo dilogos de paz y negociacin entre las partes. Asimismo, las
labores autorizadas a desempear como tercero, de manera voluntaria o por
peticin de las partes pueden ser: Facilitador, Buenos Oficios, Mediacin,
Conciliacin o Arbitramento
Investigacin
Objetivo: Obtener informacin, utilizando mtodos cientficos
que permitan el aporte al conocimiento a partir del estudio, verificacin o
aplicacin de una tesis predeterminada.
Actividades Relacionadas: Investigaciones en curso y publica-
ciones acadmicas derivadas de trabajos de investigacin sobre temticas
relativas a la construccin de paz, los derechos humanos, la resolucin paci-
fica de conflictos, etc.
Movilizacin Social
Objetivo: Generar una participacin de la sociedad civil, a tra-
vs de la convocatoria hacia un propsito determinado que contribuya a
procesos de construccin de paz.
Actividades Relacionadas: Configuracin de redes sociales de
apoyo, actividades de denuncia, realizacin de manifestaciones sociales,
etc.
Programas Especiales
Objetivo: Proporcionar un esquema que involucre actividades
interdisciplinarias, combinando aspectos terico-prcticos dentro de un
mismo proyecto, que por lo general, apelan al desarrollo multidimensional
del individuo.
Actividades Relacionadas: Programas independientes, coordi-
nados por centros especializados dentro de las IES. Proyectos de desarrollo
social, etc.
83
Educacin superior y sociedad / nueva poca / ao 13 / Numero 2 / septiembre 2008
Grfico 1
CArcter de las iniciativas en construccin de paz
Investigacin 15%
Capacitacin 5%
Movilizacin Social 1%
Curricular 23%
Acompaamiento y Asesora 1%
Consideraciones finales:
Experiencias internacionales de RSU
en construccin de paz
La responsabilidad social de las universidades se orienta, prin-
cipalmente, a ofrecer respuestas a los desafos y necesidades de sus contex-
tos ms inmediatos y apremiantes, lo cual implica que las iniciativas empren-
didas por las instituciones comprendidas en la muestra privilegien el enfoque
integral del desarrollo humano, buscando que las labores curriculares, de
84
investigacin y proyeccin se desarrollen para contribuir a la superacin de
3 / MARIANA DELGADO BARN / JANETH ANGLICA VARGAS PEDRAZA / IVONNE RAMOS HENDEZ LOS RETOS DE LA RESPONSABILIDAD SOCIAL UNIVERSITARIA: CONSTRUYENDO PAZ DESDE LAUNIVERSIDAD
problemticas acuciantes como la pobreza, la marginalidad y exclusin, la
violencia e inseguridad, el analfabetismo, el desempleo o la inestabilidad
poltica y econmica.
Sin embargo, la responsabilidad social universitaria en contex-
tos de conflicto armado enfrenta retos ticos sobre el rol que las universida-
des, principalmente, deben asumir como parte no slo de su labor cotidiana
sino tambin de una labor social que les corresponde en su papel de dina-
mizadores cientficos, sociales y culturales. Frente a esto, los conflictos arma-
dos internos imponen condiciones extremas o lmite de existencia a las co-
munidades afectadas por ste, lo cual implica que el sector de educacin
superior debe no slo formar en la tcnica o el conocimiento cientfico, sino
tambin en valores y conocimiento social sobre las realidades humanas pa-
decidas por tales sociedades en conflicto.
De tal forma, la seleccin de los casos de El Salvador, Guate-
mala, Nicaragua, Filipinas, Sri Lanka e Irlanda del Norte responde a tres crite-
rios bsicos, en primer lugar la existencia de una confrontacin armada de
alta intensidad o impacto sobre la poblacin, en segundo lugar la correlacin
e interaccin de fuerzas de tipo militar, poltico y social, y en tercer lugar, los
objetivos estratgicos de cada una de las partes involucradas22. Entre los
objetivos estratgicos identificados se encuentran las causas derivadas por
el poder poltico, las derivadas de reivindicaciones tnico-nacionalistas y las
derivadas de reivindicaciones territoriales-secesionistas23; aunque no son
excluyentes por cuanto en la mayora de los casos interactan complejizan-
do (an ms) los conflictos armados internos.
En el estudio de dos de las ms importantes universidades de
Irlanda del Norte, la Universidad de Ulster y la Universidad de Queen en Belfast
por medio de centros de investigacin como el International Conflict Research
(INCORE) 24 o el Centre for Study of Ethnic Conflict25 se identifican labores
curriculares, de investigacin y de extensin importantes con un nfasis par-
ticular en el estudio de los conflictos tnicos, lo cual le ha significado para
estas instituciones universitarias una interrelacin con centros de estudio e
investigacin en otros pases como interlocutores vlidos en la reflexin sobre
mecanismos o esquemas de resolucin de conflictos armados.
22 Bejarano, Jess Antonio; Una agenda para la paz: Aproximacin desde la teora a la resolucin
de conflictos, Tercer Mundo Editores, Bogot, 1995, p 16.
23 Vicenc Fisas, Anuario de conflictos armados 2006, Escola de Cultura de Pau, Barcelona: Icaria
editorial p 15.
24 International Conflict Research (INCORE), Universidad de Ulster. Irlanda del Norte. Link: http://
www.incore.ulst.ac.uk/
25 Centre for Study of Ethnic Conflict, Universidad de Queen Belfast. Irlanda del Norte. Link:
http://www.qub.ac.uk/csec/
85
Es interesante resaltar que las iniciativas desarrolladas por estas
Educacin superior y sociedad / nueva poca / ao 13 / Numero 2 / septiembre 2008
26 Centre for the Study of Human Rights (CSHR), Universidad de Peradeniya. Sri Lanka. Link:
http://www.pdn.ac.lk/cshr/
27 Centre for the Study of Human Rights (CSHR), Universidad de Colombo. Sri Lanka. Link: http://
www.cshr.org/
86
de los medios de comunicacin. Lo anterior permite observar cmo el papel
3 / MARIANA DELGADO BARN / JANETH ANGLICA VARGAS PEDRAZA / IVONNE RAMOS HENDEZ LOS RETOS DE LA RESPONSABILIDAD SOCIAL UNIVERSITARIA: CONSTRUYENDO PAZ DESDE LAUNIVERSIDAD
de las universidades en procesos de construccin de paz se ampla dada la
multiplicidad de sectores poblaciones que acoge en sus actividades y la
importancia del trabajo en Derechos Humanos desde las instancias ms
mnimas de la estructura social para lograr penetrar la dinmica estatal efi-
cazmente.
Otro rasgo observado en las universidades de Sri Lanka es su
interlocucin con otros gobiernos y organizaciones internacionales que
prestan apoyo logstico y financiero para la consecucin de las iniciativas, lo
cual a su vez se complementa con propuestas de difusin de informacin
(sitios web, revistas, programas de radio, campaas publicitarias, reportes,
manuales y libros de texto) que pretenden replicar al mximo el mensaje y
de esta forma garantizar resultados favorables que mantengan los flujos de
cooperacin internacional.
Respecto al alcance de la RSU en el caso de Sri Lanka es posi-
ble rastrear una tendencia orientada a promover las condiciones pacficas
de existencia de la poblacin durante el conflicto, ya que es preciso recordar
que este pas an atraviesa una confrontacin armada interna, lo cual hace
que se privilegien acciones en las reas tradicionales de formacin, investi-
gacin y extensin pero con un norte especfico con relacin a la promocin
de los DDHH como mnimos de convivencia pacfica que deben ser respe-
tados por los actores armados an en medio de la confrontacin.
Para el caso de Filipinas en el que se han considerado 8 dife-
rentes IES, sobresalen las iniciativas lideradas por el Assumption College de
filiacin cristiana que ha venido liderando iniciativas de carcter curricular
como talleres, seminarios y cursos a nivel de pregrado y de posgrado sobre
derechos humanos, educacin para la paz y educacin para la ciudadana, a
la vez que ha impulsado programas de entrenamiento y capacitacin para
profesores sobre los temas mencionados. Por otro lado, la Ateneo de Manila
University, de la congregacin religiosa jesuita, sobresale con iniciativas de
acompaamiento, investigacin y capacitacin en liderazgo sobre derechos
humanos principalmente, a la vez que ha promovido iniciativas de asesora
y acompaamiento dirigidas a la proteccin de los derechos de los nios y
poblaciones indgenas. Por parte de la Philippine Womens University, son
notables las actividades de voluntariado y de trabajo social que directamen-
te involucran a la comunidad acadmica con las realidades sociales de las
poblaciones ms vulnerables, mientras que del Miriam College vale la pena
resaltar que conform el Centro en Educacin para la paz, como iniciativa de
fortalecimiento institucional, declarndose como zona de paz en 1991.
La gran tendencia en materia de RSU en construccin de paz
en las instituciones filipinas, se orienta al fomento de iniciativas curriculares
relacionadas con educacin para la paz, la equidad de gnero y para el res-
peto de los DD.HH, que aunque se enmarcan dentro de una concepcin
tradicional de la RSU, buscan generar una mayor conciencia en diversos
87
sectores de la sociedad frente a temas como la equidad de gnero, la justicia,
Educacin superior y sociedad / nueva poca / ao 13 / Numero 2 / septiembre 2008
88
tacin a comunidades vulnerables como migrantes, nios, mujeres y
adolescentes. Tambin sobresalen las iniciativas de fortalecimiento institu-
cional mediante la creacin de centros especializados cuyos objetivos se
dirigen a la proteccin de los derechos humanos, principalmente, lo que
permite identificar una tendencia hacia una concepcin de la RSU que com-
prende la promocin de las condiciones pacficas de existencia de la pobla-
cin durante el conflicto y que garantiza la sostenibilidad de las condiciones
de existencia de la poblacin en el posconflicto.
MARIANA DELGADO BARN:
Politloga y Magster en Ciencia Poltica de la
Universidad de los Andes- Colombia, Magster
en Estudios Internacionales de la Universidad
de Birmingham en Inglaterra, Profesora Asocia-
da del Programa de Relaciones Internacionales
de la Universidad de Bogot Jorge Tadeo Loza-
no (UJTL), Investigadora principal del proyecto
El papel de las universidades en los procesos
de construccin de paz financiado por la UJTL,
Prxima a iniciar estudios de Doctorado en
Ciencias Sociales en la FLACSO- Mxico. reas
de inters: Estudios de paz y seguridad, anlisis
de discurso, conflicto armado. marianadelga-
[email protected]
97
das, que dio la oportunidad a cerca de catorce mil profesores idneos de
Educacin superior y sociedad / nueva poca / ao 13 / Numero 2 / septiembre 2008
LA REFORMA DE CRDOBA
Al comienzo de los aos sesenta, una gran agitacin intelectual
se desarroll en todo el continente sudamericano, con base en la idea de que
la universidad no podra quedar aislada de los problemas de la sociedad. La
UFMG era el centro vital de este movimiento en Brasil. En la poca y esto es
apenas un detalle- siendo presidente del DCE Edilson de Almeida Jpiter,
lanzamos como bandera de O Binmio, el peridico Tribuna Universitaria, del
cual participaban todas las corrientes progresistas y reformistas de la Univer-
sidad. El movimiento de reformas, que lleg atrasado a Brasil, defenda, entre
otros puntos, el fin de las ctedras vitalicias, peda la apertura de concursos
pblicos para los puestos de profesores universitarios, la instalacin de un
cogobierno del que la huelga por la participacin estudiantil en el Consejo
Universitario fue la expresin ms visible y, sobre todo la participacin activa
de las universidades en las reformas de base que, creamos, se transformaran
para bien del pas. Es difcil medir el impacto de estas acciones. La represin
en la UFMG, los ataques a profesores y alumnos despus de 1964 revelan que,
para los dueos del poder de 1964, fue importante. En este sentido, la histo-
riadora, actual vice rectora de la UFMG, Heloisa Starling, revel en los aos
ochenta la existencia de una lista de personas que seran eliminadas, elabo-
rada por los mismos que organizaron, en su vertiente de Minas Gerais, el
movimiento poltico-militar de 1964. Muchos sobrevivieron soy uno de ellos
- pero algunos, como Antonio Joaquim Machado, fueron efectivamente
eliminados.
En realidad, los movimientos de reforma de aquella poca
tenan su origen en el movimiento de reforma de Crdoba de 1918. Estoy
entre los que consideran que la comunidad acadmica de nuestros das
mucho debe a Crdoba, a los estudiantes argentinos que soaban moder-
nizar una sociedad hasta entonces absolutamente feudal. Es siempre til
recordar la importancia de lo que pas en Crdoba en 1918. En la Conferen-
cia de La Habana, en 1996, preparatoria para la Conferencia Mundial sobre la
Enseanza Superior de 1998, estuve con Carlos Tunnermann, en el origen de
la referencia hecha a Crdoba en la declaracin all aprobada.
Por mi parte, en discurso del primer da de la Conferencia
Mundial, en octubre de 1998, record tambin el significado del movimien-
to de 1918 para Amrica Latina y para el mundo. Crdoba mostr que lo
importante es organizar y sistematizar una serie de principios que se
transforman en marcos de referencia para acciones y para la definicin
98
de banderas para mejorar los sistemas. Crdoba estableci los elementos
4 / MARCO ANTONIO DIAS / LA UNIVERSIDAD EN EL SIGLO XXI: DEL CONFLICTO AL DILOGO DE CIVILIZACIONES
bsicos de una accin para la defensa de las libertades acadmicas y de la
autonoma universitaria, uno de los principios que facilitaron la unidad de las
fuerzas acadmicas y la lucha contra las dictaduras que, en particular en los
aos 60 y 70, dominaron el continente con el sacrificio de las libertades, de
la dignidad humana, de generaciones enteras de latino-americanos.
Crdoba es fruto de una poca. Los principios que all fueron
adoptados eran todos progresistas para la poca, comienzo del siglo XX.
Algunos respondan a cuestiones coyunturales, pasajeras, mientras que otros,
en una visin prospectiva, alcanzaban la esencia de las instituciones acad-
micas. A Crdoba, entre otras cosas, debemos:
MAYO DE 1968
Evidentemente, no estuve en Crdoba en 1918... Pero en mayo
de 1968 tengo conciencia de que esto fue un privilegio- estaba en Paris, era
estudiante en un programa de tercer ciclo en Comunicacin de la antigua
Universidad de Pars. Para m no fue sorpresa la multiplicacin de referencias
a Crdoba que hacan los lderes del movimiento de Mayo del 68. En 1968,
como ahora, los europeos tenan mucho que aprender de Amrica Latina, el
sistema universitario francs era considerado por muchos como feudal y
desligado de la realidad, la bsqueda de inspiracin en Crdoba era, real-
mente, un acto de inteligencia. Mayo de 1968 represent un marco en la vida
acadmica mundial. En realidad no era un movimiento revolucionario, ni
tena como base acciones estructuradas. Es difcil hablar de los principios que
orientaron este movimiento porque haba mucha diversidad. Lo que s es
cierto es que Mayo del 68, en particular el Mayo francs, abri las sociedades,
revolucion las costumbres, tuvo gran impacto en la organizacin interna de
las universidades, en particular en la relacin entre profesores y alumnos.
En lo referente al medio acadmico, considero evidente que
Mayo de 1968, en escala mundial, marc el fin de una poca, en que la
educacin poda permanecer reservada a una minora ajena a los problemas
99
de la sociedad. La consecuencia prctica de esa constatacin, cuando se
Educacin superior y sociedad / nueva poca / ao 13 / Numero 2 / septiembre 2008
100
-Continuidad o permanencia El servicio ofrecido debe ser-
4 / MARCO ANTONIO DIAS / LA UNIVERSIDAD EN EL SIGLO XXI: DEL CONFLICTO AL DILOGO DE CIVILIZACIONES
lo de manera continua, sin interrupcin, todo el tiempo.
101
Insisto siempre esta ser la tnica de este documento en una
Educacin superior y sociedad / nueva poca / ao 13 / Numero 2 / septiembre 2008
idea bsica que estuvo presente en todas las etapas de preparacin de la Con-
ferencia Mundial de 1998: calidad y pertinencia son dos conceptos complemen-
tarios. Calidad en la educacin superior es un concepto multidimensional y la
pertinencia de la educacin superior debe evaluarse en funcin de la adecua-
cin entre lo que la sociedad espera de las instituciones y lo que stas hacen.
Y esto requiere normas ticas, imparcialidad poltica, capacidad crtica y, al
mismo tiempo, una mejor articulacin con los problemas de la sociedad y del
mundo del trabajo, basando las orientaciones a largo plazo en objetivos y ne-
cesidades de la sociedad, incluidas entre ellas el respeto a las culturas y la pro-
teccin del medio ambiente (prrafo 6 de la Declaracin de 1998).
La declaracin de 1998 especifica que la educacin superior
debe reforzar sus funciones de servicio a la sociedad y, ms concretamente,
sus actividades orientadas a la erradicacin de la pobreza, de la intoleran-
cia, de la violencia, del analfabetismo, del hambre, contra el deterioro del
medio ambiente y en oposicin a las enfermedades, principalmente a
travs de un enfoque inter y transdisciplinario para analizar los problemas
y las cuestiones planteadas.
La educacin superior debe aumentar su contribucin al
desarrollo del sistema educativo, en particular mejorando la formacin
del personal docente, elaborando planes de estudio y la investigacin
sobre educacin. Debe orientarse en direccin a la creacin de una so-
ciedad no violenta y de la que est excluida la explotacin del ser huma-
no por el ser humano. Finalmente, en el artculo 7, la declaracin trata de
los principios que tienen por objetivo reforzar la cooperacin con el
mundo del trabajo y el anlisis y la previsin de las necesidades de la
sociedad. Hay que notar, y esto no fue accidental, que la declaracin no
habla de cooperacin con el sector econmico o con las industrias, que
son, obviamente, parte del mundo del trabajo. Simplemente, el mundo
del trabajo es mucho ms amplio, trata de empresas, pero se refiere
a personas y constituye un elemento esencial en la organizacin de
las sociedades.
102
Otro especialista, ste ingls, Michael Shattock, ex-administra-
4 / MARCO ANTONIO DIAS / LA UNIVERSIDAD EN EL SIGLO XXI: DEL CONFLICTO AL DILOGO DE CIVILIZACIONES
dor de la Universidad de Warwick y profesor del Instituto de Educacin de
Londres, en un documento ms antiguo, de agosto de 1990, present al
programa IMHE de la OCDE, en septiembre de aquel ao, un documento con
el ttulo de Evaluacin de la contribucin de la universidad a la sociedad.
Basado principalmente en la experiencia britnica y de los Estados Unidos
de los aos 80, M. Shattock presenta, no obstante, algunos elementos tiles,
en el examen de la cuestin en nivel global. Se trata de un documento que
valdra la pena actualizar y ampliar con el aporte de ejemplos y del examen
de casos en otras regiones del mundo.
Segn Shattock, se deben diferenciar las contribuciones de la
universidad al progreso social, del crecimiento econmico y del desarrollo
cultural. Tratndose de progreso social, tres elementos deben ser tomados
en cuenta: a) el impacto sobre la igualdad social, a travs de una poltica de
acceso democrtico, que incluya los beneficios a minoras tnicas y a mujeres,
la educacin de adultos y la contribucin de la educacin superior a las es-
cuelas (ms tarde, se pas a hablar de la contribucin de la enseanza supe-
rior al conjunto del sistema educativo); b) el impacto sobre la investigacin
c) el impacto en nivel local y regional.
Cuando se examina la contribucin de la enseanza superior
al crecimiento econmico, es necesario ver tambin tres elementos: a) el
impacto en el nivel local y regional, el impacto sobre gastos que beneficien
una economa local, c) el impacto econmico de las actividades de las uni-
versidades. Finalmente, el impacto sobre el desarrollo cultural es difcil de ser
medido, mas est relacionado con la necesidad de formar no slo especia-
listas sino ciudadanos.
103
za primaria y secundaria, si fuera posible hasta 2005, y en todos
Educacin superior y sociedad / nueva poca / ao 13 / Numero 2 / septiembre 2008
104
su papel en la identificacin y tratamiento de los problemas que afectan el
4 / MARCO ANTONIO DIAS / LA UNIVERSIDAD EN EL SIGLO XXI: DEL CONFLICTO AL DILOGO DE CIVILIZACIONES
bienestar de las comunidades, de las naciones y de la sociedad global, o sea
las necesidades de la sociedad3. Lo mismo se aplica a acciones que deberan
emprenderse mencionadas en el documento Marco de Accin Prioritaria
para el cambio y el desarrollo de la educacin superior que, en su pargrafo
5, establece que cada establecimiento de enseanza superior debera
definir su misin de acuerdo con las necesidades presentes y futuras de
la sociedad, consciente de que la educacin superior es esencial para que
todo pas o regin alcancen el nivel de desarrollo econmico y social susten-
table y racional desde el punto de vista del medio ambiente, una creatividad
cultural nutrida por un conocimiento y una comprensin mejor del patrimo-
nio cultural, un nivel de vida ms alto y la paz y la armona internas e interna-
cionales, fundadas en los derechos humanos, en la democracia, en la tole-
rancia y en el respeto mutuo... Los temas definidos por la Cumbre del
Milenio son amplios y se formulan de manera directa con objetivos definidos.
No obstante, lo esencial a retener aqu es que cuando se discute el compro-
miso de las universidades con la sociedad, estos elementos, tanto los de la
CMES como los de la Cumbre del Milenio, no pueden dejar de ser mencio-
nados.
4 Esta parte del documento, como otros elementos presentados ms adelante, se basan en
la actualizacin de una intervencin no publicada, presentada en Brasilia en diciembre de 2003,
durante el Seminario Internacional Universidad XXI, promovido por el Ministerio de Educacin de
Brasil, con los auspicios de la UNESCO, el Banco Mundial y la Universidad de las Naciones Unidas.
105
a montar escenarios que colaboran con la planificacin universitaria. Adems
Educacin superior y sociedad / nueva poca / ao 13 / Numero 2 / septiembre 2008
106
perspectivas basadas en hechos reales. Como deca Betinho, de quien
4 / MARCO ANTONIO DIAS / LA UNIVERSIDAD EN EL SIGLO XXI: DEL CONFLICTO AL DILOGO DE CIVILIZACIONES
tuve la honra de ser colega y amigo desde los tiempos de estudiante y a
quin encubr en ocasin de su entrada a Brasil, clandestino, viniendo de
Uruguay, al final de 1964 o inicio del 65, la importancia del anlisis a
partir de los acontecimientos es que ellos indican siempre ciertos senti-
dos y revelan tambin la percepcin que una sociedad o grupo social o
clase tiene de la realidad y de s mismo. Fundamentemos, pues, nuestros
anlisis en la situacin presente, sin dejar de lado una mirada sobre todo
al pasado reciente considerando lo que deca el escritor mexicano Octa-
vio Paz, para quien la bsqueda del futuro termina inevitablemente con la
reconquista del pasado. La historia no se repite, pero la historia no acab.
Para avanzar con seguridad, es siempre til mirar hacia atrs, no para
quedar inmvil, sino para avanzar con seguridad en el camino que se
pretende tomar.
Los mismos participantes de la CMES definieron tambin que
la base para la construccin de una nueva sociedad y, en consecuencia de
la reforma de la enseanza superior, debera ser la Declaracin universal de
los derechos humanos, en cuyo artculo primero se define que los hombres
nacen y permanecen libres e iguales en relacin a sus derechos.
107
actividades. Deber tenerse un cuidado especial en hacer
Educacin superior y sociedad / nueva poca / ao 13 / Numero 2 / septiembre 2008
108
rrollo de los pases desarrollados. Compartir conocimien-
4 / MARCO ANTONIO DIAS / LA UNIVERSIDAD EN EL SIGLO XXI: DEL CONFLICTO AL DILOGO DE CIVILIZACIONES
to, la cooperacin internacional y las nuevas tecnologas
pueden ofrecer oportunidades nuevas para reducir esta
disparidad.
GLOBALIZACIN
Es necesario, entonces, para analizar la enseanza superior y
para proponer elementos con vistas a su reforma, verificar en qu contexto
ella est operando, recordando lo que siempre mencionaba, en los aos
cincuenta, el profesor de literatura, Danilo de Lima: las coordenadas de tiem-
po y de espacio. Son dos, a mi modo de ver, los factores inter conectados
que pueden ser considerados fundamentales en este momento: el nuevo
orden mundial establecido a partir de 1989 con la consolidacin de un
tipo de globalizacin que consolida el poder de los polos tradicionalmen-
te dominantes y los avances de las nuevas tecnologas.
El nuevo orden implantado en el mundo en los aos 90, conso-
lidado por el Consenso de Washington implica, en el campo poltico, el dominio
de un pequeo grupo de pases sobre la comunidad internacional. Provoca
cambios en el orden internacional perjudiciales a los pases pobres y en desa-
rrollo que, en los organismos financieros, prcticamente no tienen cmo hacer
prevalecer sus intereses, estimula alteraciones en el mundo del trabajo donde
la estabilidad del empleo desaparece y la llamada flexibilidad se vuelve sinni-
mo de inseguridad para una gran parte de la poblacin, con impacto altamen-
te negativo en la vida de los ciudadanos y, en particular, de los jvenes. Se es-
tableci un sistema de desorden en las relaciones internacionales.
El modelo econmico dominante desde 1990, y condicionan-
te de la sociedad que algunos buscaron establecer desde entonces, fue el
del libre intercambio que, en realidad, beneficia en prioridad a las multina-
cionales que tienen sus sedes en los pases ms ricos. En 1989, el economis-
ta ingls John Williamson haba forjado los principios del mencionado
Consenso de Washington: privatizaciones, apertura de la economa, control
de la inflacin y del dficit pblico, liberalizacin de la economa. Se anun-
ci, entonces, que el comercio traera prosperidad para todos. Mientras los
pases en desarrollo eran obligados a seguir estas prescripciones, los ricos
reforzaban medidas proteccionistas para su agricultura e industrias, muchas
de ellas prcticamente quebradas, los dficits se fueron intensificando al
punto de alcanzar cifras astronmicas en los Estados Unidos.6
Ms grave que esto por sus consecuencias a largo plazo, los
grupos que controlan los mecanismos de poder en nivel internacional buscan
109
crear una atmsfera de consenso, haciendo que los pases que constituyen los
Educacin superior y sociedad / nueva poca / ao 13 / Numero 2 / septiembre 2008
110
En sntesis, la globalizacin es irreversible, los establecimientos
4 / MARCO ANTONIO DIAS / LA UNIVERSIDAD EN EL SIGLO XXI: DEL CONFLICTO AL DILOGO DE CIVILIZACIONES
de enseanza superior no la pueden ignorar, vivimos efectivamente en una
sociedad del conocimiento, pero tampoco se puede pasar al margen de
realidades como las que demuestra el informe reciente (19 de julio de 2007)
de la CNUCED Conferencia de las Naciones Unidas sobre el comercio y el
desarrollo, donde se constata, de manera convincente, que la apertura al
comercio internacional no trajo consigo el progreso necesario para arrancar
los pases en desarrollo de la pobreza.
111
dualidad existente entre instituciones elitistas, las grandes escuelas, y las
Educacin superior y sociedad / nueva poca / ao 13 / Numero 2 / septiembre 2008
universidades para las masas. Pero, incluso entre stas, la elitizacin avanza
a pasos rpidos y no se puede olvidar que prcticamente la mitad de los
estudiantes que acceden a las universidades abandonan las aulas escolares
durante los dos primeros aos de escolaridad. El modelo francs, hoy, no es
copiable, a pesar de todo lo que de positivo pueda obtener un estudiante
en una permanencia en Francia que continua siendo, a pesar de todo, un
modelo de sociedad abierta.
De manera general, es el modelo anglosajn (Inglaterra, Esta-
dos Unidos, Australia, Nueva Zelanda) el que intenta imponerse y es a su al-
rededor que se efectan grandes maniobras en organizaciones como la
OCDE, el Banco Mundial, el FMI, la OMC y tambin en sectores de la
UNESCO.
Veamos un poco el modelo ingls.
En 1998, las universidades inglesas comenzaron a cobrar
anualidades y a transformar becas en prstamos. Al mismo tiempo, el
gobierno reduca sus crditos para la investigacin y para la formacin.
Segn The Economist (16.11.2000), en 1960 uno sobre veinte de los que
terminaban la enseanza secundaria iba a las universidades. En 2003 esta
proporcin ya era de 1 sobre 3. Los gastos por estudiante que eran de casi
8 mil libras en 1990, en 2003 se calculaba que ya eran menos de 5 mil. La
proporcin de estudiantes por profesor que era de 9 a 1 pas, en la misma
poca, a ser de 18 a 1. Se calcula que un profesor nuevo, hoy, gana lo mis-
mo que un nuevo agente de polica. Por eso, las universidades pierden
personal calificado que van a las universidades norteamericanas y contra-
tan a jvenes profesores de Corea, China y Europa oriental. Los edificios y
laboratorios estn decrpitos.
En consecuencia, para satisfacer sus necesidades, las universi-
dades inglesas, desde el tiempo de la Sra. Thatcher, son obligadas a concen-
trar sus esfuerzos en actividades comerciales y a consolidar una filosofa que
tiene por objetivo ms al lucro que el desarrollo del saber o la expansin de
la cultura. Segn el peridico The Guardian de Londres (junio de 1997 Ver
artculo en el Courrier International Pars- 26 de junio de 1997 Les univer-
sits anglaises jouent le merchandising), las universidades inglesas pasan a
buscar recursos con merchandising, firman contratos de franquicias, comer-
cializan agua mineral (Universidad de Exeter), entran en el negocio de super-
mercados (Warwick). etc.
En su edicin del domingo 26 de julio de 1999, el peridico
Sunday Times, llam la atencin para el hecho de que las universidades es-
taban buscando dinero efectivo, cash, con la venta de ttulos honorficos.
Con 10 mil libras en 1996 se consegua un ttulo de doctor honoris causa de
una universidad britnica. Hasta Oxford entr en el esquema, slo que el
precio era ms caro: 250 mil libras.
Ms recientemente, investigadores del Institute of Education de
la Universidad de Londres estudiaron detalladamente la evolucin del siste-
112
ma universitario ingls. Algunos grupos antes excluidos, en particular muje-
4 / MARCO ANTONIO DIAS / LA UNIVERSIDAD EN EL SIGLO XXI: DEL CONFLICTO AL DILOGO DE CIVILIZACIONES
res y representantes de ciertas minoras, mejoraron mucho su participacin
en la enseanza superior, pero es notable la falta de movilidad social con-
cretada por la falta de participacin de jvenes provenientes de sectores
ligados a las clases operarias.
Los resultados de las investigaciones muestran que el sistema
es selectivo y facilita a los ricos el acceso a las instituciones del circuito Ox-
bridge (Oxford + Cambridge), mientras que los que provienen de clases so-
ciales ms bajas acaban en instituciones cuyos diplomas no les abren las
puertas de un mercado de trabajo restringido. Hoy, en Inglaterra, principal-
mente en Londres, cuando un nio tiene siete aos, ya se sabe, segn el
colegio en que estudia, si l, un da, tendr alguna posibilidad de llegar al
supra sumo de la formacin de las clases dirigentes de este pas, situada en
algunas pocas instituciones. Aproximadamente tres aos atrs, pude verificar
personalmente que en una buena escuela primaria los padres tenan que
pagar exactamente 2 830 libras por trimestre. Los padres de estudiantes de
clase media que no haban gastado mucho dinero con la escuela primaria
de sus hijos, ya saban, desde entonces que en el futuro tendran hijos exclui-
dos de instituciones de calidad que todava sobreviven en el pas.
Adems de eso, es odioso el tratamiento dado a los extranjeros;
observen. Al comienzo de los aos 90, los estudiantes pagaban de matrcula,
en la carrera de grado, cerca de 500 libras (en 2003, cerca de mil, hoy segu-
ramente ms todava). Los extranjeros, no oriundos de la Comunidad europea,
pagaban entonces 5 mil libras, o sea diez veces ms que los ingleses y los
europeos. En otras palabras, se encontr una frmula para que los extranje-
ros financien gran parte del sistema. Los chinos son los ms numerosos, pero
rabes, australianos e inclusive muchos brasileos forman parte de este
proceso Es sorprendente, pues, que responsables polticos en los pases en
desarrollo continen enviando sus cuadros para graduarse all, aceptando
este sistema como modelo y financiando, en la prctica, los estudios de la
burguesa inglesa.
En cuanto al sistema norteamericano, permtanme un par de
comentarios:
113
cinco norteamericanos y de dos brasileos... el resultado, entre
Educacin superior y sociedad / nueva poca / ao 13 / Numero 2 / septiembre 2008
114
la enseanza superior es un bien pblico, independien-
4 / MARCO ANTONIO DIAS / LA UNIVERSIDAD EN EL SIGLO XXI: DEL CONFLICTO AL DILOGO DE CIVILIZACIONES
temente de la naturaleza de los servicios prestados.
115
tancia. En el artculo 5 del Marco Prioritario de Accin, la CMES decidi que
Educacin superior y sociedad / nueva poca / ao 13 / Numero 2 / septiembre 2008
AUTONOMA UNIVERSITARIA
Llegamos a la cuestin tambin delicada de la autonoma. En
muchas constituciones y en gran parte de las leyes relativas a la enseanza
superior, la autonoma es mencionada como una de las caractersticas esen-
ciales del sistema de educacin superior. Mas en los hechos, en cuntos
pases la autonoma es verdaderamente una realidad?
Desde el comienzo de la existencia de las universidades, desde
la Edad Media hasta los das de hoy, la libertad y la autonoma forman parte
del concepto de universidad. Las universidades y los establecimientos de
enseanza superior en general deben tomar sus destinos en las manos, or-
ganizar su gestin, administrar sus recursos, ser libres, investigar y organizar
la enseanza que imparten. La idea de autonoma implica entonces varios
elementos: libertad de investigacin, libertad de enseanza y el poder de
autogestin.
No obstante, no estamos en la Edad Media, cuando estas ideas
comenzaron a ser formuladas. La sociedad ya no est estructurada en cor-
poraciones, la vida social se hizo ms compleja. La autonoma como sinnimo
de soberana, de poder sin restricciones, de rechazo a rendir cuentas a la
sociedad es cada vez ms resistida
La confusin entre autonoma y soberana puede tener efec-
tos negativos para la vida acadmica. En su libro de memorias Le monde
dhier souvenirs dun europen, escrito en Brasil poco antes de su muer-
te en Petrpolis en 1942, Stefan Zweig cuenta que lo que los SS hicieron
por el nacional-socialismo, dispersando reuniones a golpe de bastones de
goma, atacando a sus adversarios durante las noches, amenazndolos y
golpendolos fsicamente, las sociedades de estudiantes tambin lo hicie-
116
ron (en Austria) en favor de los alemanes nazistas, estableciendo con vio-
4 / MARCO ANTONIO DIAS / LA UNIVERSIDAD EN EL SIGLO XXI: DEL CONFLICTO AL DILOGO DE CIVILIZACIONES
lencia, cobijndose en la inmunidad acadmica, un terror sin ejemplos
precedentes.
Para muchos, en Amrica Latina, desde Crdoba la autonoma
se volvi - y es bueno que esto se mantenga, entendida la autonoma como
instrumento para garantizar la libertad crtica y las libertades acadmicas- un
mito. Incluso las dictaduras militares y los gobiernos ms conservadores
decan y dicen querer respetarla. En la prctica, no lo hicieron ni lo hacen,
pero debe agregarse que, en la historia reciente, en el mundo entero, gobier-
nos considerados democrticos tampoco han sido entusiastas de la autono-
ma real, pues la ven como un mero instrumento para liberarse de las respon-
sabilidades financieras en relacin a la enseanza superior. Y esta actitud no
se verifica solamente en Amrica Latina y el Caribe. En los aos 80, se obser-
v que los pases de la OCDE se pusieron a discutir la mejor manera de ad-
ministrar las universidades en un perodo de crecimiento cero. Pero nadie,
entre los participantes de las reuniones de la OCDE, osaba indagar las razones
de esta postura. Y hoy, cuando se habla de autonoma universitaria, en par-
ticular en Europa, no se est hablando de libertad de pensamiento en esto
Europa y en particular Francia no necesitan la leccin de nadie , sino de
instalacin de un sistema que va a terminar liberando a los gobiernos de sus
responsabilidades financieras con las instituciones de enseanza superior.
117
Esta irritacin se agrava con el intento de considerar la educa-
Educacin superior y sociedad / nueva poca / ao 13 / Numero 2 / septiembre 2008
cin superior como un bien pblico global y con el deseo de crear un siste-
ma de crdito internacional controlado por los pases ms ricos del planeta.
La razn de este intento parece provenir de un anlisis hecho en Europa,
segn el cual, si fueran aplicados con rigor todos los principios de la OMC,
ningn pas miembro de esta organizacin, podr rechazar el reconocimien-
to de diplomas expedidos por otros Estados miembros. Esto ser considera-
do una barrera al comercio de servicios educativos. Una solucin entonces
sera la de establecer un sistema internacional de crdito que determinara
cules son las instituciones que tienen calidad. Entonces sas seran recono-
cidas fcilmente.
Los mismos analistas tratan, entonces, de imaginar que el tema
podra ser tratado en el marco de la aplicacin de la convencin europea
sobre reconocimiento de diplomas (Convencin de Lisboa), que les pertene-
ce. Esta podra transformarse en una convencin universal con socios de su
eleccin (significativamente, el primer socio ya aceptado es Australia).
PROYECTO DE NACIN
Y aqu retomamos el tema principal para sealar que la defini-
cin o redefinicin de misiones debera provocar un gran debate dentro de
las instituciones. Este, no obstante, es uno de los puntos sobre los cuales poco
se ha hecho. Incluso en la Conferencia Pars + 5, sus participantes dejaron de
lado esta cuestin que, no obstante, es fundamental. El seguimiento de los
resultados de la CMES no puede limitarse a decisiones de gobierno o de
instituciones globales. Las acciones deben venir de la base, de la comunidad
acadmica y de las instituciones y de la sociedad a la cual se vinculan los
establecimientos de enseanza superior que, juntos, deben buscar alcanzar
los mismos objetivos: mejorar la calidad y la pertinencia de las instituciones
y de los sistemas de educacin superior.
La definicin de la misin ser un instrumento importante para
la evaluacin de cada institucin en funcin de su proyecto, que tomar en
consideracin la situacin internacional globalizantes y su vocacin espec-
fica en funcin de los problemas de la sociedad a la cual est directamente
vinculada. Disponiendo de un documento de esa naturaleza, la institucin
podr organizar, de la manera ms legtima y objetiva, procesos de evaluacin
interna y enfrentar una evaluacin externa que tambin solamente tendr
sentido si lleva en consideracin el objetivo que, autnomamente, se atribu-
y cada institucin. En otras palabras, en lugar de utilizar normas estndar
segn los intereses y conveniencias de cierto grupo de pases considerados
dominantes, tendrn a su disposicin elementos de comparacin basados
en objetivos fijados autnomamente.
En esta lnea, quisiera recordar que Jacques Maritain, filsofo
francs, uno de los creadores de la UNESCO, hablaba de la necesidad de
concebir y de implementar un ideal histrico para cada pas, para cada so-
ciedad. Hoy, estoy seguro, Maritain enfatizara ms el conjunto de naciones
118
que el ideal histrico nacional, como lo hizo cuando la creacin de las Nacio-
4 / MARCO ANTONIO DIAS / LA UNIVERSIDAD EN EL SIGLO XXI: DEL CONFLICTO AL DILOGO DE CIVILIZACIONES
nes Unidas. Y lo que ha hecho, en los ltimos tiempos, el cientfico brasileo
Theotnio dos Santos Jnior, que, ya hace algn tiempo, habla de la necesi-
dad de un proyecto histrico para la humanidad.
As, hablar de reforma de la universidad sin tener presente un
proyecto de nacin, en los das de hoy de una globalizacin humana, y sin
una reflexin sobre las misiones de la universidad en la implementacin de
este proyecto me parece arriesgado. Se puede ir en cualquier direccin, el
proceso corre el riesgo de ser objeto de manipulaciones por quienes desean
todo salvo colocar las universidades al servicio de la nacin. Es preciso, pues,
que las universidades participen activamente, asuman posiciones de lideraz-
go en el proceso de definicin de proyectos de esta naturaleza, en que la
exclusin sea eliminada, en que el problema del hambre se resuelva, en que
el derecho de habitar sea protegido, en que el acceso a la educacin y a la
cultura no sean un privilegio, en que el desarrollo de la ciencia sirva a los
intereses de todo el pas, y no slo a los de grupos estratgicamente situados
en grandes centros urbanos, en fin, a los de todo el pueblo que constituye
la nacin.
119
todo tipo de relaciones urbanas, sociales y polticas, buscando una demo-
Educacin superior y sociedad / nueva poca / ao 13 / Numero 2 / septiembre 2008
cracia que debera estar basada en la copia del sistema bilateral ingls dejan-
do de lado toda tradicin de poder local, en frica, por ejemplo. Pero este
fenmeno se desarroll igualmente dentro de pases o estados en Europa,
donde, en varias partes, se busc establecer un estado mono-tnico, mono-
cultural, con el abandono de lenguas y costumbres locales.
Poca gente sabe que algunas semanas antes de su realizacin,
gobiernos de un grupo de pases, en particular pero no exclusivamente los
ms ricos, cuestionaron la realizacin de la CMES y queran que los repre-
sentantes de la comunidad acadmica no tuviesen derecho de participar
de decisiones en el encuentro. Esto hubiera sido sinnimo de un fracaso
total. El problema fue superado. No obstante, se estableci un consenso, la
declaracin contina siendo una referencia. Para asegurar la participacin
de la comunidad acadmica en el seguimiento de la CMES, la UNESCO y la
UNU se asociaron a la Universidad Politcnica de Catalua y crearon la GUNI
Global University Network for Innovation- hoy una realidad mundial y
podemos felicitarnos por el hecho de que, superadas las dificultades im-
previstas, esta red vuelva a completar las funciones para las cuales fue
creada.
120
y negociacin. Hoy, existe el riesgo de concentrar todas las
4 / MARCO ANTONIO DIAS / LA UNIVERSIDAD EN EL SIGLO XXI: DEL CONFLICTO AL DILOGO DE CIVILIZACIONES
reformas en la experiencia de la convencin europea de Lis-
boa de 1997 y que no se d la debida importancia a un ele-
mento esencial. En el proceso en curso de reformas de las
convenciones regionales, es fundamental que las comunida-
des acadmicas estn conscientes de esta tendencia y reivin-
diquen algo que es el taln de Aquiles de estos instrumentos.
Sus comits de aplicacin son exclusivamente gubernamen-
tales. No contemplan la participacin de las universidades,
medida lgica, en caso de que se desee respetar el principio
de autonoma.7 Puede notarse que la primera convencin
sobre reconocimiento de estudios y de diplomas de la ense-
anza superior firmada en el marco de la UNESCO fue exac-
tamente la de Amrica Latina y del Caribe a mediados de los
aos setenta. Ella establece principios para el reconocimien-
to que debe llevarse a cabo respetando las leyes nacionales.
Para que stas se ajusten a la realidad y sean aplicadas de
manera objetiva, la convencin previ la existencia de comi-
ts de aplicacin. En Amrica Latina se reunieron pocas veces
y siempre de manera muy dispersa con los gobiernos, fre-
cuentemente enviando funcionarios que no entendan del
asunto. Por otra parte, en algunos pases, los tribunales utili-
zaron los principios de la convencin para obligar a las uni-
versidades de sus pases a matricular estudiantes que no
completaban las condiciones requeridas. Esto hizo, por ejem-
plo que, de manera no reflexionada, el gobierno de Fernando
Henrique Cardoso, cuando era ministro Paulo Renato, denun-
ciase esta convencin regional. Es evidente que es necesaria
una reforma de la convencin. El organismo esencial para la
operatividad de los principios es el comit de aplicacin que
debe ser revisto en su estructura y objetivos y que debe,
imperativamente, contar con la participacin de las universi-
dades autnomas de la regin. Lo que no cabe es reformar,
copiando lo que se est haciendo en Europa, donde la reali-
dad es otra o denunciar un instrumento que puede ser til
para la integracin regional.
7 Para informacin sobre esta cuestin ver el documento que elaboramos en conjunto, el ex
rector de la UNU, Profesor Hans Van Ginkel y yo mismo, con el original en ingls, publicado tambin
en espaol con el ttulo de Retos Institucionales y polticos del reconocimiento universitario en
el mbito internacional. Este documento fue presentado en la Tercera Conferencia de Barcelona
sobre Educacin Superior, organizada por GUNI, en Barcelona, de 27 a 29 de noviembre de 2006 y
fue publicado como captulo del libro La educacin superior en el mundo 2007- Acreditacin para
la garanta de calidad; Qu est en juego? pgs 37 a 57- Ediciones Mundi-Prensa (2006).
121
Educacin superior y sociedad / nueva poca / ao 13 / Numero 2 / septiembre 2008
AYUDA, ASISTENCIA,
COOPERACIN, DOMINACIN
Durante mucho tiempo, se hablaba de la ayuda como un
instrumento de cooperacin. Se descubri que la ayuda beneficiaba frecuen-
temente mucho ms a los pases donantes que a los receptores. Se pas
entonces, a hablar de asistencia, pero pronto la experiencia mostr que la
asistencia, basada por ejemplo en las teoras difusionistas, no respetaba ni
la diversidad cultural, ni los intereses de aquellos que de ella se deban be-
neficiar. Hoy se busca vender productos, la cooperacin pasa a ser vista como
sinnimo de comercio (para esto, la OMC y la inclusin de la educacin en
el Acuerdo General de Comercio de Servicios son poderosos instrumentos)
y se busca forzar a los pases en desarrollo a reformar sus sistemas para copiar
modelos tradicionales.
En otras ocasiones8 tuve ocasin de analizar el Acuerdo Gene-
ral de Comercio de Servicios (o GATS), no vale la pena insistir en el tema. Es
til, s, mencionar el peligro que existe ahora al retomarse la Ronda de Doha.
Europeos y norteamericanos dicen aceptar reiniciar las discusiones y anuncian
la posibilidad de reducir sus medidas proteccionistas, en caso de que los
pases en desarrollo acepten abrir ms todava el acceso al control de sus
industrias y servicios. Es difcil imaginar cmo pases como Argentina, Brasil,
Mxico y otros van a ceder todava ms el control de sus ahora limitados
parques industriales.
Mxico pas a ser sede de lo que se llama maquilladoras,
donde slo se juntan piezas provenientes de otros pases, Argentina, Brasil,
Uruguay y otros pases corren el riesgo de volver a formar parte de una dis-
tribucin de la organizacin productiva mundial en que les tocar apenas
producir y exportar productos primarios, sin ningn valor agregado. Por otra
parte, cuando se ve el control de grupos de los pases econmicamente ms
fuertes en las reas de servicio (bancos, finanzas en general, turismo, educa-
cin) es difcil imaginar qu apertura puede hacerse todava. En lo que res-
pecta, en particular, a la educacin, ms concesiones pueden significar sim-
plemente eliminar todo y cualquier control sobre la organizacin de la
educacin al interior de cada uno de estos pases.
Recientemente, principalmente en Nueva York, se celebr el
aniversario del atentado a las torres gemelas, resultado, es cierto, de una
accin de fanticos, pero que provoc, del otro lado, reacciones igualmente
irracionales, un estmulo a la guerra de civilizaciones, el lanzamiento de cru-
zadas cuyos nicos beneficiarios son, como siempre, las grandes industrias
de armamentos.
En el mundo occidental, en general, mientras el crecimiento
econmico beneficia cada vez ms a parcelas reducidas de la poblacin, se
8 Por ejemplo: Educacin superior: bien pblico o servicio comercial reglamentado por la
OMC? conferencia en la Cumbre de Rectores Ibero americanos realizada en Porto Alegre, Brasil,
en 2002 y publicada como captulo del libro editado por la Universidad Federal de Rio Grande do
Sul Universidad un lugar fuera del poder (Wrana Panizzi, organizadora).
122
generaliz una situacin como la que fue descrita en relacin a Francia en
4 / MARCO ANTONIO DIAS / LA UNIVERSIDAD EN EL SIGLO XXI: DEL CONFLICTO AL DILOGO DE CIVILIZACIONES
noviembre de 2005 por el semanario ingls The Economist, que destac:
EL FACTOR CULTURAL
La cultura es un elemento importante que se debe llevar en
consideracin en el anlisis de esta realidad. Cultura aqu es un concepto que
sigue el pensamiento de educadores como Paulo Freire o el socilogo mexi-
cano Rodolfo Stavenhagen, que comprende la cultura como el conjunto de
actividades, smbolos, valores e instrumentos del hombre que identifican un
grupo humano y lo distinguen de los dems. Stavenhagen cita como ejem-
plos de grupo con especificidad cultural a los kurdos, en el oeste de Asia. Son
varios millones, no consiguen tener un estado propio y estn desparramados
en territorios de cinco pases, donde representan siempre una importante
minora tnica. En este encuentro de rectores de Amrica Latina y del Caribe
tuvimos la oportunidad de escuchar la leccin de un ministro boliviano que
explicaba que en su pas, al contrario de lo que ocurre en todas partes, dis-
ponen de un ministerio de educacin y de las culturas (en plural). Bolivia, hoy,
reconoce que es un pas multicultural y, a travs de la denominacin de un
ministerio, revela toda una concepcin de cmo es o puede ser interpretada
la palabra cultura.
El estado, seala tambin Stavenhagen, es no slo el cuadro
jurdico concebido para mantener el orden interno y garantizar la soberana
123
frente a poderes externos. El estado es el elemento esencial para la promocin
Educacin superior y sociedad / nueva poca / ao 13 / Numero 2 / septiembre 2008
124
nieros, mdicos en varias especialidades, especialistas en informtica. Es una
4 / MARCO ANTONIO DIAS / LA UNIVERSIDAD EN EL SIGLO XXI: DEL CONFLICTO AL DILOGO DE CIVILIZACIONES
poltica que beneficia la transferencia de cerebros.
Todo esto es contradictorio. Segn documento de las Naciones
Unidas, elaborado al final de 1999 y divulgado en 2000, para enfrentar la re-
duccin de la poblacin y el envejecimiento del promedio de su poblacin,
la nica salida es la inmigracin. Solamente Francia, necesitara 750 mil inmi-
grantes por ao. Los demgrafos de la Divisin de Poblacin de las Naciones
Unidas consideraron que este era el nmero necesario para mantener el
equilibrio medio actual de 4 a 5 activos por cada jubilado. La tasa de natalidad
en Europa era entonces de 1.5 nios por mujer en la comunidad europea
125
estructural impuestas por el Banco Mundial o por el FMI. La mala goberna-
Educacin superior y sociedad / nueva poca / ao 13 / Numero 2 / septiembre 2008
126
Frecuentemente son las empresas y consultores occidentales
4 / MARCO ANTONIO DIAS / LA UNIVERSIDAD EN EL SIGLO XXI: DEL CONFLICTO AL DILOGO DE CIVILIZACIONES
quenes ms se benefician de los programas de ayuda, asistencia o colabo-
racin. Una ONG, Action Aid, lleg a denunciar que 61% de las inversiones
hechas son fantasmas, no llegando jams a los que deberan ser beneficia-
dos. En pases como Francia y Estados Unidos, en algunos casos, llegaran
al 90%. Los pases ricos se comprometieron a aplicar 0.7% de su PNB en
acciones de ayuda internacional al desarrollo, mas llegaron al inicio del siglo
XXI con la media de 0.25% y, cuando se descuentan los fondos fantasmas
gastados, la mayora de las veces, en consultores de los pases ricos, esta
ayuda se reducira a 0.07% en lo que se refiere a los pases del G7 (Reino
Unido, Francia, Estados Unidos, Alemania, Italia, Canad y Japn). Un ejem-
plo que es siempre citado: en programas de cooperacin recientes, en
Vietnam, mientras que especialistas vietnamitas de alto nivel ganaban entre
1500 y 300 dlares, los extranjeros, dando consejos, ganaban por mes de
18 mil a 27 mil dlares.
Por esto, tiene sentido la iniciativa del Presidente del Gobierno
de Espaa, Sr. Jos Luis Zapatero, que, en un pronunciamiento ante la Asam-
blea de las Naciones Unidas, en Nueva York, en 2004, hizo un llamado en
favor de una alianza de civilizaciones. Su iniciativa, segn explic, se inserta
en un contexto difcil que requiere que gobernantes y responsables imple-
menten medidas apropiadas en escala mundial, especialmente en los terre-
nos poltico y cultural, a fin de evitar que la actual deriva entre los mundos
occidental y rabe e islmico se consolide y pueda llegar a afectar seriamen-
te la paz y la estabilidad internacionales.
127
Analizar la cuestin de la inmigracin y todas las cuestiones
Educacin superior y sociedad / nueva poca / ao 13 / Numero 2 / septiembre 2008
EDUCACin Y DEMOCRACIA
Por fin, qu puede hacer la educacin y en particular la ense-
anza superior en favor de la democracia? Qu puede hacer para que la
democracia no sea slo formal y traiga consigo una reduccin de las injusti-
cias y de las desigualdades histricas? Cmo puede colaborar para que
128
pases de regiones como Amrica Latina y el Caribe tengan visiones prospec-
4 / MARCO ANTONIO DIAS / LA UNIVERSIDAD EN EL SIGLO XXI: DEL CONFLICTO AL DILOGO DE CIVILIZACIONES
tivas, dejen de lado intereses inmediatos y, en una visin de largo alcance,
colaboren con el progreso de todos sus componentes?
Es innecesario insistir en la idea de que la educacin pueda
resolver todos los problemas sociales. No lo puede hacer sola. El voluntarismo
no es una solucin. Sin embargo, la educacin es parte de la solucin y una
accin concertada tendra sentido si fuese implementada en todos los nive-
les, desde la escuela primaria hasta la universidad, o quin sabe, desde ma-
ternal hasta los cursos de post-grado.
En 1992, uno de mis ex-colegas en la UNESCO, Marc Gilmer,
deca que en el contexto de un mnimo consenso sobre un proyecto de
sociedad democrtica, tanto las estructuras de la educacin formal como las
de la educacin no formal configuran los instrumentos ms abiertos y rpidos
para la introduccin de diversos mtodos y contenidos de la educacin para
la democracia. Lo mismo se aplica a la educacin para la ciudadana y la
educacin internacional. En realidad, se trata de lanzar elementos para un
nuevo conjunto de actitudes que deben ser estimuladas para la construccin
de una sociedad ms justa, donde todos tengan derechos iguales y sean
respetados en sus diferencias.
Un ejemplo concreto con esta orientacin fue dado por el
Programa Veredas, mencionado al inicio de este texto, y que fue un progra-
ma ejecutado por una red de 18 universidades lideradas por la Universidad
Federal de Minas Gerais, entre los aos 2001 y 2005. Propici la formacin
universitaria de 14 mil profesores de las cuatro primeras series de la ensean-
za bsica en el Estado de Minas Gerais. Proveniente de un proyecto elabora-
do con los auspicios de la Universidad de las Naciones Unidas en el marco
del Programa Anchieta de Cooperacin Interuniversitaria se mezclaban m-
todos tradicionales con la utilizacin de la educacin a distancia. Haba tres
grupos de disciplinas: las de contenido, las de metodologa pedaggica y
temas transversales que iban desde el anlisis del entorno donde funcionaban
las escuelas a problemas globales, como medio ambiente, paz y derechos
humanos. De lo local a lo global fue el camino recorrido por los profesores
que obtuvieron su formacin en el Programa Veredas. Es estimulante verificar
que la Universidad Federal de Minas Gerais, de nuevo liderando a una red de
universidades, pretende retomar su implementacin, formando nuevos gru-
pos de profesores para los cuatro primeros grados de la escuela primaria.
DILOGO DE CIVILIZACIONES
La cuestin del conflicto de civilizaciones y de la necesidad de
una alianza mediante el dilogo se convierte en punto esencial para crear
mejores relaciones entre las diversas comunidades, en el mbito internacio-
nal pero tambin en el nivel nacional. Como seala un documento reciente,
enviado por el gobierno espaol a la Universidad de las Naciones Unidas,
desde la guerra fra, hemos vivido un perodo en que cambios importantes
pueden ser observados en ambas, las micro y las macro-interacciones. En el
129
contexto mundial actual, parece evidente que este punto se est volvien-
Educacin superior y sociedad / nueva poca / ao 13 / Numero 2 / septiembre 2008
130
hacia otros pases y regiones. Es el caso de latinoamericanos con destino a
4 / MARCO ANTONIO DIAS / LA UNIVERSIDAD EN EL SIGLO XXI: DEL CONFLICTO AL DILOGO DE CIVILIZACIONES
Estados Unidos, de caribeos a Estados Unidos, Inglaterra, Pases Bajos y
Francia, de ecuatorianos en gran nmero hacia Espaa, de brasileos a Esta-
dos Unidos y Portugal. El fenmeno de la movilidad internacional tiende a
expandirse. Ahora, incluso Brasil y otros pases se preparan, a pedido de las
Naciones Unidas, a recibir refugiados palestinos abandonados en Irak, en
Jordania o en otros pases. Adems de esto, una nueva e importante ruta de
inmigracin clandestina se desarrolla con, por ejemplo, gran nmero de
asiticos que llegan a Buenos Aires o a So Paulo va otros pases de la regin,
donde la entrada es ms fcil.
Hoy, cada vez ms crece la conciencia de que nuestras socie-
dades tienen que ser multiculturales y raciales, aqu tenemos millones de
ciudadanos, muchos de ellos de lejano origen africano, millones de indgenas,
que an viven en situacin de sumisin. Con la nueva movilidad internacio-
nal, las comunidades de la regin deben prepararse para la llegada que
tiende a multiplicarse de ciudadanos de otro color, otra raza, otra religin,
otra civilizacin. Adems de eso, la evolucin de las comunicaciones y de los
transportes es de tal dimensin que la necesidad de conocer al otro, de
aceptarlo con sus diferencias, es esencial para todos los que viven en un
mundo globalizado. En consecuencia, la educacin para la paz y la educacin
internacional como instrumentos para la alianza de civilizaciones y el dilogo
de culturas y para que el ser humano, en todas partes aprenda a convivir, son
hoy una necesidad global y local.
Y, para ejercer un papel en la esfera internacional, es necesario
que la regin se una y sea capaz de definir objetivos comunes. A medida que
dirigentes polticos continen actuando de manera inmediatista y miren, con
prioridad, intereses de grupos poltico-partidarios nacionales, la regin con-
tinuar dependiente y a merced de decisiones tomadas en el exterior. La
regin no podr ser ms decente y ms justa en sus estructuras polticas y
sociales, ni tendr condiciones de enfrentar la competencia econmica y fi-
nanciera que, en tiempos de globalizacin, ser cada vez ms implacable.
UN NUEVO INSTITUTO
Como resultado de discusiones entre la Universidad de las
Naciones Unidas y representantes del gobierno de Espaa, se present re-
cientemente, en julio de 2007, al Bureau del Consejo de la Universidad de las
Naciones Unidas, la propuesta de creacin, en Madrid, de un Instituto que,
tratando de la cuestin de la alianza de civilizaciones, pondra nfasis en la
importancia del dilogo, de la comprensin, de la paz y de la diversidad
cultural.
El Bureau dio seal verde al gobierno espaol y a la Universidad
de las Naciones Unidas para lanzar, inmediatamente, algunas actividades,
entre ellas una serie de investigaciones relacionadas a la cuestin de la de-
mocratizacin y de la inmigracin, y el desarrollo de una red universitaria
capaz de movilizar a la comunidad acadmica mundial sobre estos objetivos.
131
Para eso, se prev el comienzo de actividades concretas de formacin y de
Educacin superior y sociedad / nueva poca / ao 13 / Numero 2 / septiembre 2008
investigacin en 200810.
Fundamentndose en un informe elaborado por un grupo
especial copresidido por Federico Mayor (Espaa) y por Mehmed Aydin (Irn),
el nuevo Instituto se preocupar por cuestiones vinculadas a la prosperidad
de los pases, la seguridad de los individuos, el respeto a la diversidad cultu-
ral. Actividades prioritarias sern implementadas en las reas de educacin,
inmigracin, comunicacin de masas y juventud11. Sern acciones vinculadas
al compromiso social, a la pertinencia de las universidades, a la creacin y al
respeto de valores.
Simplemente a ttulo de informacin relativa a la regin, sea-
lo que la Universidad de las Naciones Unidas, recientemente aprob, incluso,
dos resoluciones que van en la misma lnea:
132
rrollo durable. En realidad, estos proyectos forman parte de
4 / MARCO ANTONIO DIAS / LA UNIVERSIDAD EN EL SIGLO XXI: DEL CONFLICTO AL DILOGO DE CIVILIZACIONES
un programa lanzado por el Banco de Brasil con apoyo de un
grupo de universidades pblicas desde 2003 y que trata del
desarrollo regional sustentable, beneficiando a ms de un
milln de familias en regiones menos favorecidas. El programa
busca incentivar actividades productivas que sean econmi-
camente viables, socialmente justas y que respeten el medio
ambiente y la diversidad cultural.
CONCLUSIN
Me gustara concluir recordando una afirmacin que hice mu-
cho tempo atrs, en una de mis primeras intervenciones como director de
la Divisin de Enseanza Superior de la UNESCO (1981-1999), en febrero de
1982, en Costa Rica y que creo que es todava actual:
Como alto recinto de reflexin y de estmulo a la accin, la
Universidad debe suscitar hoy una toma de conciencia social y contribuir con
la participacin de la mayor representacin de todas las capas de la sociedad
en la solucin de los problemas de la colectividad, a aumentar la capacidad
de cada pueblo para inventar nuevas ideas, nuevos recursos y nuevas tcni-
cas y facilitar su aplicacin en beneficio de toda la sociedad.
Desde el momento en que la Universidad es libre, sta puede
constituir para los estados y los gobiernos un medio irremplazable para cono-
cer su propia sociedad, su historia, para desarrollar su progreso cientfico en el
sentido de un mejor conocimiento y de un dominio de los desequilibrios na-
cionales e internacionales. La Universidad, al constituir para cada nacin un
instrumento de salvaguardia de su libertad y de su independencia, puede ser
un factor poderoso de cohesin y de entendimiento entre los pueblos, aun
cuando stos pertenezcan a sistemas polticos o sociedades diferentes, o a
sistemas econmicos desiguales. La Universidad puede ser un poderoso re-
medio a la desigualdad, mantenindose, al mismo tiempo, como la expresin
ms alta de las diferencias. Ella puede conducir incluso a enriquecer la diversi-
dad mundial al crear, dentro de la mente de aquellos que estudian, el amor y
el respeto a las diferencias y, de esa forma, conducirlos de manera irreversible
a un apego al respeto a la paz, condicin sine qua non del desarrollo intelec-
tual y cientfico de la comunidad. El pensamiento humano no puede desarro-
llarse sino dentro de un clima de serenidad, de dilogo, y no en medio del
ruido y del furor, incitados por una carrera de armamentos sin control y un
despilfarro de recursos, que podran utilizarse mejor en beneficio de toda la
humanidad.
Quisiera insistir aqu muy especialmente sobre las ciencias
humanas y sociales, las cuales cuestionan al hombre en cuanto a su finalidad,
sondean su conducta, analizan sus costumbres y desprenden principios y
133
leyes que aclaran el funcionamiento de las sociedades, permitindoles as
Educacin superior y sociedad / nueva poca / ao 13 / Numero 2 / septiembre 2008
12 Niemeyer a la grande chelle - Rencontres Le Monde selon Oscar Niemeyer Air France
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136
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4 / MARCO ANTONIO DIAS / LA UNIVERSIDAD EN EL SIGLO XXI: DEL CONFLICTO AL DILOGO DE CIVILIZACIONES
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octubre 1998. Confrence mondiale sur lenseignement suprieur. Rapport final
(Suzy Halimi). Esta publicacin existe tambin en ingls y espaol y contiene
algunos de los principales documentos de la CMES, incluida la Declaracin y el
Marco de Accin Prioritaria. Los textos pueden tambin ser encontrados en In-
ternet en la pgina web de la Unesco -www.unesco.org/education/educprogr/
wche.htm/: Ver tambin, a partir de noviembre de 2007, www.mardias.net
En abril de 2002, la CRUE (Conferencia de Rectores de las Universidades Espaolas) y la Fundacin
Universitaria de Cooperacin Internacional (Madrid), publicaron un libro que
contena, en castellano, los principales documentos de la CMES: Perspectivas de
la Educacin Superior en el Siglo XXI).
Universidad Pontificia Comillas Instituto Universitario de Estudios sobre Migraciones Migracio-
nes Nmero 0- 1996-
Van Ginkel, Hans. Dialogue of civilizations: Finding common approaches to promoting peace and
human development. United Nations University, Tokyo, 2001.
Van Ginkel, Hans The wealth of diversity: the role of universities in dialogue and development
UNU, 2006
Zappi, Sylvia La difficile ascensin sociale des diplomes issus de limmigration in Le Monde- So-
cit- 4 de junio de 2002- pg. 12
137
MARCO ANTONIO DIAS:
Actualmente representa a la Universidad de las
Naciones Unidas ante la UNESCO, organizacin
de la cual fue Director de Educacin Superior
de 1981 a 1999. En esta funcin, fue responsa-
ble por el lanzamiento del programa UNITWIN/
Ctedras UNESCO y el principal organizador
de la Conferencia Mundial sobre Educacin
Superior en Paris, en 1998. Es presidente de la
Asociacin ORUS Observatorio Internacio-
nal de Reformas Universitarias, desde marzo
de 2007. En los aos sesenta, fue periodista
en Belo Horizonte y So Paulo y en los aos
70 fue profesor, jefe del Departamento de
Comunicacin, Decano de Extensin y Vice-
rector de la Universidad de Brasilia. En este
perodo, fue tutor (patrono) de estudiantes de
diversas carreras en la Universidad de Braslia.
Tras jubilarse en UNESCO (febrero del 1999),
ha participado en encuentros, ha dictado
conferencias, ha colaborado en la elabora-
cin de proyectos en todos los continentes.
Diplomado en Derecho (licenciatura) por la
Universidade Federal de Minas Gerais (1964),
tiene un diploma de postgrado (Tercero Ciclo)
del Instituto Francs de Prensa y de Ciencias de
la Informacin de la Universidad de Paris (1968).
Es autor de varios artculos y captulos de libros
y del libro O fato e a verso do fato um
jornalista nos anos 60 (Edies PUC-MG, 1992):
Fue tambin coordinador y autor de Perspec-
tivas de la educacin superior en el siglo XXI
(FUI-Madrid, 2002). Recibi la condecoracin
de la Lgion dhonneur francesa (1999) y de
la Ordem do Mrito Educativo de Brasil (1993).
Es Doctor Honoris Causa de la Universidad
del Noroeste de la Provincia de Buenos Aires
(Argentina) [email protected] (www.
mardias.net sitio en construccin)
5
CMO MEDIR LA PERCEPCIN
DE LA RESPONSABILIDAD SOCIAL
EN LOS DIVERSOS ESTAMENTOS
DE LA UNIVERSIDAD?:
UNA EXPERIENCIA CONCRETA
143
en cuenta las tendencias en el mundo del trabajo, y en los
Educacin superior y sociedad / nueva poca / ao 13 / Numero 2 / septiembre 2008
144
tan. Todos ellos deberan atravesar la gestin y las funciones
5 / MNICA JIMNEZ DE LA JARA / CMO MEDIR LA PERCEPCIN DE LA RESPONSABILIDAD SOCIAL EN LOS DIVERSOS ESTAMENTOS DE LA UNIVERSIDAD?: UNA EXPERIENCIA CONCRETA
tradicionales de docencia, investigacin y extensin.
Docencia Gestin
PRInCIPIOS y VALORES
GEnERALES y ESPECFICOS
Desarrollo y Difusin
Investigacin Extensin
145
En el corazn del modelo presentado se encuentran los Prin-
Educacin superior y sociedad / nueva poca / ao 13 / Numero 2 / septiembre 2008
146
5 / MNICA JIMNEZ DE LA JARA / CMO MEDIR LA PERCEPCIN DE LA RESPONSABILIDAD SOCIAL EN LOS DIVERSOS ESTAMENTOS DE LA UNIVERSIDAD?: UNA EXPERIENCIA CONCRETA
2. Principios y valores del plano social
Bien Comn y Equidad Social: conjunto de condiciones ma-
teriales, socioculturales y espirituales que permiten a la sociedad y a quienes
la integran (las personas) acceder a una vida humana digna y a una cada vez
mejor calidad de vida. Igualdad de oportunidades para satisfacer necesidades
y desarrollar las capacidades de personas y grupos, eliminando y apoyando
la remocin de los obstculos de carcter econmico y social, as como los
culturales y polticos que impiden el desarrollo humano.
La concrecin de este supuesto en el mbito universitario
significa el desarrollo equilibrado de todas las unidades que la componen
gozando todas de una participacin equitativa de los recursos humanos
y materiales de la universidad para el desarrollo de sus actividades aca-
dmicas y de extensin. A ello se agrega la necesidad de respaldar, en la
medida de lo posible, la valoracin social de los profesionales formados
en la universidad y de los productos de la investigacin y estudios aca-
dmicos.
Desarrollo Sostenible y Medio Ambiente: proceso que per-
mite que la vida humana pueda continuar indefinidamente; los individuos
humanos y la sociedad puedan participar y prosperar; las culturas humanas
puedan desarrollarse; y los efectos de la actividad humana (econmica) se
mantienen dentro de sus lmites, de modo que no se destruya la diversidad,
la complejidad y el funcionamiento del sistema ecolgico que sirve de sos-
tenimiento a la vida, as como al capital social que asegura la gobernabilidad
democrtica.
Es un desarrollo que satisface las necesidades del presente sin
poner en peligro la capacidad de las futuras generaciones para satisfacer sus
propias necesidades. Intervencin consciente y deliberada para dar solucio-
nes vlidas al problema de la depredacin de la naturaleza y promover ini-
ciativas de proteccin de los procesos naturales que preservan la vida. En la
concrecin de este supuesto en el mbito universitario, la universidad debe
velar por el desarrollo permanente de su capital humano y del perfecciona-
miento de las relaciones internas entre sus distintas unidades y actividades,
buscando crear las sinergias de complementacin y perfeccionamiento.
Junto con ello deber cuidar que la incidencia del aporte de la universidad
a las distintas actividades de la sociedad se traduzca en un fortalecimiento
del desarrollo sostenible y autosustentable.
Sociabilidad y Solidaridad para la Convivencia: dado que los
seres humanos no pueden realizar su originalidad, sino a travs de su parti-
cipacin en la comunidad, debern responder a las obligaciones para la
calidad de la convivencia. Al mismo tiempo, dado el potencial de su libertad,
la persona es capaz de realizar actos en el que se asumen gratuitamente las
necesidades de los otros y as se practica la solidaridad como la dimensin
esttica y creadora de la convivencia.
La concrecin de este supuesto en la vida universitaria implica
el fortalecimiento de la identidad de pertenencia y de afirmacin de s mismo
147
de quienes integran la comunidad universitaria, el reconocimiento explcito
Educacin superior y sociedad / nueva poca / ao 13 / Numero 2 / septiembre 2008
148
5 / MNICA JIMNEZ DE LA JARA / CMO MEDIR LA PERCEPCIN DE LA RESPONSABILIDAD SOCIAL EN LOS DIVERSOS ESTAMENTOS DE LA UNIVERSIDAD?: UNA EXPERIENCIA CONCRETA
3 Principios y valores del plano
universitario
Compromiso con la Verdad: que es el alma del saber. La ver-
dad es el fruto de una relacin de conocimientos y siempre est en progreso.
Ella exige un conjunto de principios ticos para su obtencin: respeto a las
verdades de las distintas dimensiones del conocimiento; la humildad que
nace de que ella siempre se construye al superar las alcanzadas hasta ahora,
la capacidad de dilogo para incorporar los aportes de las distintas disciplinas
en su construccin, la honestidad para declarar los lmites de la verdad alcan-
zada; la prudencia para no hacer de ella un mandato que pone en riesgo la
dignidad humana. El compromiso con la verdad hace primar la gratuidad del
saber y los valores fundamentales, al uso o aplicacin inmediata de ellos.
Excelencia: expresin de calidad o bondad superior que dis-
tingue y hace objeto de especial aprecio al quehacer de personas u organi-
zaciones. Atae tanto a los fines, medios y procedimientos y se expresa en
la gestin y en las funciones universitarias, y es correlato de la responsabilidad
con las que stas se realizan.
Interdependencia y transdisciplinariedad: relacin dinmica
entre la universidad y la sociedad, que reconoce su mutua necesidad y que,
por ello, requiere un dilogo permanente. Por un lado, la sociedad afecta a
la universidad, influye en ella y la condiciona y, por otro, la universidad co-
opera con la sociedad, entrega sus talentos y habilidades para crear conoci-
mientos que la beneficien y le sean tiles.
Adems en una sociedad globalizada la Universidad no se
puede aislar de la realidad internacional y de su vnculo con otras universida-
des e instituciones extranjeras. Esta interdependencia de la universidad tam-
bin se ve complejizada por la necesidad de una mirada transdisciplinaria de
su accin, que incorpora un enfoque que reconoce la complejidad de los
problemas de la sociedad, abordndolos desde la mayor cantidad de puntos
de vista posibles, generando espacios para que cada uno aporte desde la
profundidad de su disciplina integrando las perspectivas del otro, logrando
intersecciones que permitan una comprensin ms holstica de los fenme-
nos y soluciones que contemplan las distintas dimensiones del problema,
desde la fuerza integradora del humanismo y sus exigencias.
149
nica de las conductas verificadoras, pero luego de ser aplicadas en expe-
Educacin superior y sociedad / nueva poca / ao 13 / Numero 2 / septiembre 2008
10
6 2005
5 2007
1
Acadmicos Funcionarios Estudiantes
150
5 / MNICA JIMNEZ DE LA JARA / CMO MEDIR LA PERCEPCIN DE LA RESPONSABILIDAD SOCIAL EN LOS DIVERSOS ESTAMENTOS DE LA UNIVERSIDAD?: UNA EXPERIENCIA CONCRETA
FIGURA 2: Cambios en la Percepcin de la RSU.
ACADMICOS UC TEMUCO 2005-2007.
151
Educacin superior y sociedad / nueva poca / ao 13 / Numero 2 / septiembre 2008
ANEXO 1
1. Dignidad de la persona
Mi Universidad
1. Trata con mucho respeto a sus docentes:
2. Manifiesta preocupacin por el respeto que los profesores dan a sus estudiantes:
3. Invierte para mantener buenas condiciones de trabajo para los docentes:
4. Da apoyo personal a los docentes que estn en dificultad:
5. Ha elaborado criterios y parmetros claros para las investigaciones con seres humanos
6. Invierte en el perfeccionamiento y desarrollo de sus docentes:
2. Libertad
Mi Universidad
7. Respeta las decisiones que toman sus docentes
8. Da espacios para la expresin libre de ideas o creencias:
9. Respeta la libertad de los docentes para utilizar metodologas innovadoras:
10. Da libertad a los docentes para tratar los temas que son de su inters:
11. Acoge las ideas o iniciativas de sus docentes:
12. Promueve la discusin abierta de temas que generan conflicto en la sociedad:
4. Sociabilidad y solidaridad
Mi Universidad
19. Incentiva a los docentes a prestar servicios gratuitos a grupos o comunidades de
escasos recursos:
20. Estimula la solidaridad entre los docentes:
21. Promueve un trato respetuoso a todas las personas, sin distincin:
22. Desarrolla actividades de integracin entre sus profesores, funcionarios y estudiantes:
23. Orienta la formacin de los estudiantes para que vean en su profesin
una instancia de servicio a los dems:
24. Da importancia al desarrollo de las habilidades sociales de sus estudiantes:
152
5 / MNICA JIMNEZ DE LA JARA / CMO MEDIR LA PERCEPCIN DE LA RESPONSABILIDAD SOCIAL EN LOS DIVERSOS ESTAMENTOS DE LA UNIVERSIDAD?: UNA EXPERIENCIA CONCRETA
5. Bien Comn y Equidad
Mi Universidad
25. Asigna con equidad los recursos entre sus unidades:
26. Da importancia a la justicia social en la formacin de sus estudiantes:
27. Da facilidades a estudiantes de escasos recursos para que ingresen a ella:
28. Tiene un sistema para ayudar a resolver los problemas econmicos
de sus miembros de escasos recursos:
29. Define su poltica de remuneraciones considerando el criterio de equidad:
30. Tiene una poltica de ascenso clara, transparente y justa:
153
Educacin superior y sociedad / nueva poca / ao 13 / Numero 2 / septiembre 2008
9. Integridad
Mi Universidad:
49. Cuenta con criterios ticos escritos y conocidos por la universidad
para orientar las conductas de sus miembros:
50. Sus autoridades muestran coherencia entre sus principios y sus acciones:
51. Es estricta frente a conductas de deshonestidad de sus miembros:
52. Controla que sus recursos sean utilizados en forma honesta
para los fines institucionales asignados:
53. Considera equilibradamente aspectos valricos y tcnicos
en la promocin de sus acadmicos:
54. Garantiza el respeto a la propiedad intelectual en sus actividades:
10. Excelencia
Mi Universidad
55. Tiene una poltica clara que posibilita el perfeccionamiento de sus acadmicos:
56. Tiene una poltica de docencia que promueve el desarrollo integral
de los estudiantes:
57. Aplica sistemas de evaluacin del desempeo docente con estndares
de excelencia, conocidos por los acadmicos:
58. Da especial reconocimiento a las actividades de investigacin de sus acadmicos:
59. Promueve la innovacin curricular:
60. Promueve la innovacin de los mtodos de enseanza:
154
5 / MNICA JIMNEZ DE LA JARA / CMO MEDIR LA PERCEPCIN DE LA RESPONSABILIDAD SOCIAL EN LOS DIVERSOS ESTAMENTOS DE LA UNIVERSIDAD?: UNA EXPERIENCIA CONCRETA
CUESTIONARIO PARA ADMINISTRATIVOS
1. Dignidad de la persona
Mi Universidad:
1. Trata con mucho respeto a sus funcionarios:
2. Manifiesta preocupacin por el trato que las autoridades dan a sus funcionarios:
3. Invierte para mantener buenas condiciones de trabajo para los funcionarios:
4. Da apoyo personal a los funcionarios que estn en dificultad:
5. Exige a sus funcionarios respeto a las persona con las que se tiene que relacionar:
6. Invierte en el perfeccionamiento y desarrollo de sus funcionarios:
2. Libertad
Mi Universidad
7. Respeta las decisiones que toman sus funcionarios:
8. Da espacios para la expresin libre de ideas o creencias:
9. Respeta la libertad de asociacin de sus funcionarios:
10. Valora la expresin de la propia personalidad de sus funcionarios:
11. Acoge las ideas o iniciativas de sus funcionarios:
12. Promueve la discusin abierta de temas que generan conflicto en la sociedad:
4. Sociabilidad y solidaridad
Mi Universidad
19. Incentiva a los funcionarios a prestar servicios gratuitos a grupos
o comunidades de escasos recursos:
20. Estimula la solidaridad entre los funcionarios:
21. Promueve entre sus funcionarios un trato respetuoso a todas las personas,
sin distincin:
22. Desarrolla actividades de integracin entre sus profesores, funcionarios y estudiantes:
23. Orienta a los funcionarios para que vean en su actividad una instancia
de servicio a los dems:
24. Da importancia al desarrollo de las habilidades sociales de sus funcionarios
(Capacidad de escucha, comunicacin efectiva, empata etc.):
155
Educacin superior y sociedad / nueva poca / ao 13 / Numero 2 / septiembre 2008
156
5 / MNICA JIMNEZ DE LA JARA / CMO MEDIR LA PERCEPCIN DE LA RESPONSABILIDAD SOCIAL EN LOS DIVERSOS ESTAMENTOS DE LA UNIVERSIDAD?: UNA EXPERIENCIA CONCRETA
9. Integridad
Mi Universidad
49. Cuenta con criterios ticos escritos y conocidos por la universidad
para orientar las conductas de sus miembros:
50. Las autoridades muestran coherencia entre sus principios y sus acciones:
51. Es estricta frente a conductas de deshonestidad de sus miembros:
52. Controla que sus recursos sean utilizados en forma honesta
para los fines institucionales asignados:
53. Considera aspectos valricos en la promocin de sus funcionarios:
54. Cumple los compromisos contrados con sus funcionarios:
10. Excelencia
Mi Universidad
55. Da estmulos para que los funcionarios estn permanentemente perfeccionndose:
56. Tiene una poltica de perfeccionamiento que propicia el desarrollo integral
de los funcionarios:
57. Aplica sistemas de evaluacin del desempeo con estndares de excelencia
definidos, claros y conocidos por los funcionarios:
58. Premia el desempeo de excelencia de sus funcionarios:
59. Capacita a sus funcionarios para la entrega de un servicio de excelencia a los usuarios:
60. Estimula las iniciativas de sus funcionarios para mejorar la calidad de los servicios:
157
Educacin superior y sociedad / nueva poca / ao 13 / Numero 2 / septiembre 2008
1. Dignidad de la persona
Mi Universidad:
1. Da un trato personalizado a cada uno de sus estudiantes:
2. Manifiesta preocupacin por el respeto que los profesores dan a sus estudiantes:
3. Invierte para mantener buenas condiciones de estudio para sus estudiantes:
4. Da apoyo personal a los estudiantes que estn en dificultad:
5. Exige el respeto a la persona en los trabajos que se encarga a los estudiantes:
6. Da facilidades para que las alumnas embarazadas o con hijos pequeos
puedan estudiar:
2. Libertad
Mi Universidad:
7. Respeta las decisiones que toman sus estudiantes:
8. Da espacios para que los estudiantes expresen libremente sus propias ideas y creen-
cias:
9. Propicia que los docentes den libertad para que los estudiantes expongan
sus pensamientos frente a los problemas que se ven en clase:
10. Estimula a sus estudiantes a asumir libremente compromisos sociales:
11. Acoge las ideas o iniciativas de sus estudiantes:
12. Promueve la discusin abierta sobre temas que generan conflicto en la sociedad:
4. Sociabilidad y Solidaridad
Mi Universidad:
19. Incentiva a los estudiantes a prestar servicios a personas, grupos o comunidades
de escasos recursos:
20. Estimula la solidaridad entre los estudiantes:
21. Promueve un trato respetuoso a todas las personas, sin distincin:
22. Desarrolla actividades de integracin entre estudiantes, profesores y funcionarios:
23. Orienta la formacin de los estudiantes para que vean en su profesin
una instancia de servicio a los dems:
24. Da importancia al desarrollo de las habilidades sociales de sus estudiantes
(Capacidad de escucha, comunicacin efectiva, empata etc.):
158
5 / MNICA JIMNEZ DE LA JARA / CMO MEDIR LA PERCEPCIN DE LA RESPONSABILIDAD SOCIAL EN LOS DIVERSOS ESTAMENTOS DE LA UNIVERSIDAD?: UNA EXPERIENCIA CONCRETA
5. Bien Comn y Equidad
Mi Universidad:
25. Asigna con equidad sus recursos entre las unidades:
26. Da importancia a la equidad y la justicia social en formacin de sus estudiantes:
27. Da facilidades a estudiantes de escasos recursos para que ingresen a ella:
28. Tiene un sistema para ayudar a resolver los problemas econmicos
de sus estudiantes de escasos recursos:
29. Da apoyos especiales a los estudiantes que tienen problemas de rendimiento:
30. Da apoyo especiales a los estudiantes que tienen problemas emocionales
o psicolgicos:
159
Educacin superior y sociedad / nueva poca / ao 13 / Numero 2 / septiembre 2008
9. Integridad
Mi Universidad
49. Cuenta con criterios ticos escritos y conocidos por la universidad
para orientar las conductas de sus miembros:
50. Sus autoridades muestran coherencia entre sus principios y sus acciones:
51. Los docentes son estrictos frente a conductas de deshonestidad acadmica
de sus estudiantes:
52. La conducta de los docentes es coherente con los criterios ticos
que tiene la universidad:
53. Cumple los compromisos contrados con sus estudiantes:
54. Promueve que los estudiantes respeten la propiedad intelectual:
10. Excelencia.
Mi Universidad
55. Imparte una formacin profesional e intelectual de alto nivel a sus estudiantes:
56. Tiene una poltica de docencia que promueve el desarrollo integral
de los estudiantes:
57. Usa sistemas para que los estudiantes evalen el desempeo docente:
58. Promueve la innovacin y actualizacin de los currculos:
59. Promueve la innovacin de los mtodos de enseanza:
60. Presta servicios de apoyo a la docencia (computacin, bibliotecas, tutoras, etc.)
que son de alta calidad:
160
MNICA JIMNEZ DE LA JARA:
Asistente social, con el grado de Magster en
Educacin para el Trabajo Social, fue profesora
y Directora de la Escuela de Trabajo Social
de la Pontificia Universidad Catlica de Chile.
Presidi durante diez aos la Comisin Justicia
y Paz de la Conferencia Episcopal de Chile. En
1989 fue nombrada integrante de la misma
instancia a nivel del Vaticano. En los primeros
aos del regreso a la democracia, integr la
Comisin Verdad y Reconciliacin responsable
del Informe Rettig, texto que dio cuenta de
las violaciones de los derechos humanos que
tuvieron lugar durante el rgimen de Augusto
Pinochet. En 1988 estuvo entre los convo-
cantes para la formacin de la Corporacin
Participa, que promueve la participacin ciuda-
dana, de la que fue Directora Ejecutiva hasta el
ao 2000. Tambin fue fundadora y directora
de la Corporacin Educacional Aprender que
trabaja con establecimientos educacionales en
la periferia de Santiago. En 2000 es creadora
y lder de la Red Universidad Construye
Pas, movimiento que rene a las principales
universidades chilenas en un proyecto de
promocin de la responsabilidad social de las
universidades. En 2004 es nombrada Rectora
de la Universidad Catlica de Temuco, funcin
que desempeaba cuando en junio de 2008
asume el cargo de Ministra de Educacin de la
Presidenta Michelle Bachelet.
6
APLICACIONES DE
RESPONSABILIDAD SOCIAL
UNIVERSITARIA EN EL CONTEXTO
DE FORMACIN EN COLOMBIA
APPLICATIONS OF UNIVERSITY
SOCIAL RESPONSIBILITY IN THE
EDUCATIONAL CONTEXT IN
COLOMBIA
RAFAEL MARTNEZ
RESUMEN ABSTRACT
La presencia de la relacin universi- The university/society relation is the
dad/sociedad es el resultado de result of a wholly-shared history
una historia compartida ntegra- with mutual dependence and
mente, con mutua dependencia y well-known commitment. It comes
notorio compromiso. Proviene from the very origin of universities
desde el origen mismo de la and is linked to their institutional
universidad y se encuentra ligada a missions and nature. Universities
su misin y naturaleza institucional. have always been present and alert
La Universidad ha estado presente to the calls of society each time that
siempre, atenta al llamado de la they have been called upon by
sociedad, cada vez, en cada society in moments of difficulty
momento que ha sido convocada and uncertainty. Today, faced by the
por la sociedad en momentos de conditions of societies with sombre
dificultad e incertidumbre. Hoy, characteristics of unease and
ante las condiciones de una desolation, the call is an urgent one.
sociedad con caractersticas Universities can provide for an
asombrosas de inequidad y improvement of conditions. The
desolacin, el llamado es urgente. wealth of their knowledge, thought,
La universidad puede aportar al and analysis in face of current
mejoramiento de las condiciones; la problems, their causes and possible
riqueza de su conocimiento, solutions, represent an element of
pensamiento y anlisis ante las hope. Here we present a descrip-
problemticas actuales, las causas y tion of Colombian experiences
salidas posibles, constituyen una within the context of university
esperanza. Se presenta una social service and social responsibi-
descripcin de experiencias lity. Although the applications are
colombianas dentro del contexto important in this text, of equal
del Servicio Social Universitario y de importance are the statements of
la Responsabilidad Social Universi- ethical and social principles upon
taria. Si bien las aplicaciones son which they are based.
importantes en este escrito,
igualmente lo son el planteamiento
de los principios ticos y sociales
que las sustenta.
Como muy diversos podemos considerar los enfoques con-
167
acrecentando as su capacidad para enfrentarse con otros grupos sociales,
Educacin superior y sociedad / nueva poca / ao 13 / Numero 2 / septiembre 2008
168
dar una forma de estructura para comprender lo que realmente ocurre en la
169
sabe que le corresponde ahora asumir un reto grande, aportar lo suyo a todo
Educacin superior y sociedad / nueva poca / ao 13 / Numero 2 / septiembre 2008
170
de aplicaciones piloto conjuntamente con las instituciones de educacin
3 Red de Universidades Chilenas Construye Pas, Universidad Catlica de Temuco (Chile), Res-
ponsabilidad Social Universitaria, Pontificia Universidad Catlica del Per en colaboracin con el
Banco Interamericano de Desarrollo, Responsabilidad Social Universitaria, Conceptos puestos en
prctica, Instituto Tecnolgico de Monterrey, Mxico, La Universidad en el proyecto de una so-
ciedad, equipo de investigacin de tica Aplicada Aula de tica, Universidad de Deusto-Espaa,
Proyecto Hacia el Fortalecimiento de la Responsabilidad, tica y Desarrollo, Universidad de Antio-
quia, Colombia, Universidad de Medelln, Politcnico Jaime Isaza Cadavid Medelln, Corporacin
Universitaria Lasallista de Medelln, Universidad Nacional de Colombia Sede Medelln, Universidad
Pontificia Bolivariana- Medelln, Asociacin Colombiana de Universidades
171
- Se declar que La Responsabilidad Social Universitaria es
Educacin superior y sociedad / nueva poca / ao 13 / Numero 2 / septiembre 2008
172
El avance de las universidades en el servicio para con la socie-
5 Opus. Cit.
173
el directo afectado por la ausencia de la calidad en el proceso de formacin
e investigacin universitarios es la sociedad en general y todos y cada uno
de sus miembros. No obstante, no puede ser el objeto de la educacin su-
perior el de la calidad por la calidad; esta calidad debe tener un sentido en
el bienestar de la sociedad en su conjunto.
RAFAEL MARTNEZ:
De nacionalidad colombiana, con formacin
profesional como Psiclogo de la Pontificia
Universidad Javeriana y posee una maestra
en Investigacin y Educacin de la misma
universidad. Se ha desempeado como con-
sultor en proyectos para Latinoamrica, para
organismos como la AUPHA de Washington, la
Fundacin Kellogg, la USAID, el BID e INTECH.
Actualmente se desempea como Asesor de
Proyectos en ASCUN y Coordina el Programa
en Servicio Social en fase experimental para el
Ministerio de Educacin Nacional de Colombia.
[email protected]
7
EL COMPROMISO SOCIAL DE LAS
UNIVERSIDADES DE AMRICA
LATINA Y EL CARIBE
7 / MIGUEL ROJAS MIX / EL COMPROMISO SOCIAL DE LAS UNIVERSIDADES DE AMRICA LATINA Y EL CARIBE
en una conferencia u otro ensayo, acercarme -Diccionarios mediante- a preci-
sar los trminos a que voy a referirme. Siempre me ha resultado iluminador.
As, define el Diccionario de la Real Academia Espaola Com-
promiso: Obligacin contrada, palabra dada, fe empeada. Y Social, diciendo
que alude al verbo socializar, y bajo ste se lee Promover las condiciones
sociales que, independientemente de las relaciones con el Estado, favorezcan
en los seres humanos el desarrollo integral de su persona. Curiosa limitacin
sta. Los acadmicos de verba conservadora impusieron al socializar una
salvaguarda ideolgica, sacaron al Estado, seguramente para evitar que el
concepto deslizara hacia socialismo. Limitacin que no encontramos en
ninguna otra lengua ni siquiera en otro de los grandes diccionarios castella-
nos como es el de Mara Moliner que dice simplemente: Socializar: Promover
la adaptacin e integracin en la vida social de un individuo o de varios.
El slo hurgar en los cdigos del lenguaje me hizo ver que
entraba en un terreno minado, advirtindome cun difcil resulta hablar con
imparcialidad del tema que voy a abordar. Ya en la definicin misma de las
palabras se planteaba la cuestin de la ingerencia o no del Estado.
Los conceptos de Amrica Latina y el Caribe los he tratado
ampliamente en un libro, Los cien nombres de Amrica, al que me remito
cuando aludo a ellos en esta charla
Para cerrar estas reflexiones preliminares es todava necesaria
una reflexin sobre el contexto. En esta jornada, que se realiza en la Univer-
sidad Federal de Minas Gerais con el patrocinio del IESALC (El Instituto de
Educacin superior de la UNESCO para Amrica Latina y el Caribe) resulta
oportuno recordar el mensaje de la UNESCO. Uno de cuyos principios axiales
es promover una educacin de calidad igual para todos. Principio pertinen-
te para esta charla, pues es la base del compromiso social de todas las uni-
versidades. Para comprender su alcance en el marco de la universidad lati-
noamericana es preciso agregar a este principio al menos dos vectores: el de
finalidad y el de identidad. La finalidad de la universidad no es servir al capi-
tal privado, sino al bien pblico, recordando que dentro de ste est el capi-
tal privado, aunque privado de hegemona y condicionado por otras priori-
dades propias de la universidad republicana. La identidad o las identidades
son otro de los caballos de batalla de la UNESCO, las encontramos campan-
tes en la cultura, relacionndose armoniosas en la diversidad cultural y fun-
damentales en la idea de paz...
En qu consiste, pues, el compromiso social de la universidad?
En realidad es un compromiso amplio que se extiende sobre
diversos campos vinculados a la reproduccin y perfeccionamiento del mo-
delo social: la equidad, la ciencia, la eficiencia profesional, la cultura y la
identidad, el pluralismo ideolgico, la tica social, la conservacin de la me-
moria histrica y de la universalidad del saber, y la creacin de masa crtica.
Todo esto en el marco de un aggiornamiento permanente, que implica su
actualizacin frente al avance del conocimiento, y nuevos dilogos con in-
179
terlocutores que representan fuerzas de renovacin social. Finalmente, ms
Educacin superior y sociedad / nueva poca / ao 13 / Numero 2 / septiembre 2008
180
A la vez, no se puede olvidar que una poltica educativa que
7 / MIGUEL ROJAS MIX / EL COMPROMISO SOCIAL DE LAS UNIVERSIDADES DE AMRICA LATINA Y EL CARIBE
aspire a la igualdad de oportunidades slo tiene sentido si se consigue man-
teniendo una alta calidad de la enseanza. Tan absurdo sera repartir sin
crecer como igualar por abajo a costa de la calidad. Garantizar la igualdad de
oportunidades es tanto ms importante en Amrica Latina en cuanto esta
es la regin con mayores desniveles de ingresos en el mundo, pero garanti-
zndola con una exigencia de excelencia.
Es evidente que el concepto de calidad vara con el tiempo y
con el cuestionamiento social a que la educacin superior tenga que respon-
der. Si discutimos la educacin desde su funcin integradora, en una comu-
nidad iberoamericana, por ejemplo, la cuestin es saber qu es oportuno
aprender hoy en Amrica Latina. Una educacin de calidad es aquella que
permite a todos aprender lo que necesitan para el momento y la circunstan-
cia en que viven. Aprender a valorar. Debe focalizar en primer trmino la
pertinencia social e individual. Adems de pertinente debe ser eficiente y
eficaz: la eficiencia es una virtud, el talento de lograr un efecto determinado;
la eficacia es una capacidad, la de obrar poderosamente. El modelo educa-
tivo neoliberal slo comprende la educacin en trminos de eficacia, olvida
la eficiencia, la pertinencia y descontextualiza la funcin cognitiva (la separa
de su responsabilidades sociales) en una ptica global multinacional. Y cuan-
do discute calidad de la educacin slo considera factores de eficacia. La
educacin en valores asocia la funcin cognitiva a una funcin formativa
global capaz de promover vnculos con el entorno y entender sus fines en
los contextos sociales y de poca. Apunta, como veremos, a la formacin del
profesional social. Por otra parte le educacin de calidad no termina nunca,
pues el mundo cambia y cada vez ms rpido y el saber debe estar constan-
temente reciclndose porque la exigencia formativa aumenta da a da. Por
ello es necesario que el modelo universitario dote a los estudiantes de la
capacidad de aprender a aprender para que sigan aprendiendo a lo largo
de su vida. La universidad debe constituirse como una aula abierta
Por eso, no slo se justifica la educacin pblica con un argu-
mento de equidad, sino tambin de eficiencia: que la sociedad en la cual uno
vive tenga un alto nivel educativo no slo hace la convivencia ms soporta-
ble, sino que nos enriquece a todos, a travs de una mayor productividad. Es
indispensable hacer del capital humano el principal recurso de todos cuantos
disponemos. Slo as podremos pasar de la sociedad de la informacin a la
sociedad del conocimiento. El capital humano es un elemento clave para
alcanzar mayor productividad y para generar y adoptar nuevas tecnologas.
El conocimiento tiende a tener rendimientos crecientes porque puede con-
servarse, aumentarse, transmitirse y compartirse.
Cualquiera que sea el concepto de desarrollo que se asuma, la
cultura desempea un papel central, lo que confiere a la educacin un valor
esencial para el desarrollo cultural.
Y esto nos lleva al terreno de la cultura. Tres eran las funciones
que Ortega y Gasset atribua a la universidad: la enseanza de las profesiones,
181
la investigacin cientfica y la transmisin de cultura. La Universidad tiene di-
Educacin superior y sociedad / nueva poca / ao 13 / Numero 2 / septiembre 2008
182
es la de la informacin seleccionada y procesada. La Sociedad de la informa-
7 / MIGUEL ROJAS MIX / EL COMPROMISO SOCIAL DE LAS UNIVERSIDADES DE AMRICA LATINA Y EL CARIBE
cin es ancha y ajena, pero la sociedad del conocimiento puede y debe ser
nuestra en un estado de derecho, la universidad pblica tiene que ser abier-
ta y pluralista. Abierta a la comunidad sin distincin de razas, clases sociales,
o fortunas. Y, sobre todo, sin distincin de religiones. Una universidad priva-
da, en cambio, puede ser confesional y muchas lo son. La pblica no. El que
una universidad sea confesional forma parte de la libertad de enseanza,
pero no del pluralismo. La universidad pblica tiene que practicar la toleran-
cia activa y, en cuanto servicio pblico, es ella la que puede asumir los prin-
cipios de la UNESCO.
En los estados laicos es el estado el que debe decidir de la
formacin del ciudadano. Formacin no es adoctrinamiento. El tema de la
educacin para la ciudadana ha demostrado en Espaa lo que es el Estado
laico y los peligros de la educacin confesional. Atacando la ley por desterrar
los valores de la cultura catlica -segn decan por imponer un curso de
educacin cvica y dejar como electivo el de religin, la corriente confesional
acusaba: Estamos en el origen de una suplantacin cultural del humanismo
cristiano que ha vertebrado Europa por un humanismo cvico y materialista
que bajo un ropaje democrtico oculta su totalitarismo de origen. La vieja
tradicin en particular de la iglesia espaola- que buscaba la hegemona
dentro del aparato del Estado, parece estar de vuelta. No es de extraar si
pensamos que el pontificado de Benedicto XVI est derivando peligrosa-
mente del conservadurismo al integrismo como se advierte en las constantes
concesiones a los movimientos tradicionalistas, contrarios al Concilio Vatica-
no II. Pero incluso en Estados donde el laicismo no tiene objeciones como
en Francia- es difcil delimitarlo. La querella de los smbolos es un ejemplo
Qu es el laicismo, el ocultamiento de los smbolos, lo que en definitiva es
un ocultamientos del otro, o la convivencia de todos los smbolos que impli-
ca que en un estado multitnico la identidad nacional que consolida el
cuerpos social, puede construirse sobre otras identidades que parten del
respeto a las creencias de cada ciudadano? Este es un tema particularmente
importante en un mundo que se debate entre dos tendencias: la diversidad
cultural que se hace cada vez ms presente por las migraciones y la unifor-
mizacin, a la que se tiende cada vez ms por la globalizacin. La diversidad
cultural tal como lo estableci la convencin de la UNESCO, en octubre del
2005 significa dos cosas: Integracin en un marco ms amplio y aceptacin
de las diferencias culturales. De paso es un claro rechazo a que las activida-
des, bienes y servicios culturales sean tratados nicamente desde la perspec-
tiva de su valor comercial.
El laicismo es fundamentalmente el reconocimiento de la auto-
noma de lo poltico y civil frente a lo religioso. Es tambin una razn republica-
na, una determinada forma de entender la poltica democrtica y una doctrina
de libertad civil. Afirma que todos los hombres son iguales por su capacidad de
participar en la formacin de la voluntad general, independiente de sus carac-
tersticas no polticas (religiosas, tnicas, sexuales, genealgicas, etc.)
183
Giner de los Ros defina la universidad como la conciencia
Educacin superior y sociedad / nueva poca / ao 13 / Numero 2 / septiembre 2008
184
ese principio se converta en la determinacin de un peculiar espritu nacional,
7 / MIGUEL ROJAS MIX / EL COMPROMISO SOCIAL DE LAS UNIVERSIDADES DE AMRICA LATINA Y EL CARIBE
que era el que impona un sello comn a su arte, su construccin poltica, su
tica social, su sistema legal y sus costumbres y eventualmente a su religin.
Ese sello es lo que llamamos identidad. Las ars reminescendi que son las
prcticas que recogen y transmiten conceptos, uniendo palabras e imgenes,
se asocian a las ars inveniendi que son las fuerzas que atan, que unen para
crear los teatros de la memoria que sirven para recordar el pasado. Eso si es
necesario analizar cmo se cuenta la nacin. Cada proyecto poltico lo hace a
su manera. Voltaire desconfiaba (pensamiento critico) y adverta Un historiador
es un charlatn que hace triquiuelas con los muertos.
La sabidura alude a la universalidad del saber. Seala Edgard
Morin que la hiper-especializacin generalizada, la divisin de los saberes
segn especialidades cerradas, ms la orientacin de la educacin hacia el
mercado, es decir marcada por el espritu de lucro, provocan la prdida de
la solidaridad social. Es necesario reivindicar la sabidura como forma privile-
giada del conocimiento. El cientifismo maniquesta y la carrera curricular han
llevado a una fragmentacin cada vez mayor del saber. Lo cual no slo nos
aleja de la sabidura, sino que dificulta el pensamiento crtico. Las ciencias se
han vuelto tan especializadas y tecnolgicas que se est perdiendo la pasin
por el conocimiento. La sabidura agrega a la erudicin la experiencia. La
sabidura contiene la memoria histrica. Hoy se quiere sustituir esta memoria
por otra basada en el culto a una inteligencia tecnolgica, numrica, digital,
con lo cual la sabidura pierde su lugar y su hegemona para orientar el co-
nocimiento. La universidad debe responsabilizarse de que ambas inteligen-
cias puedan no solo subsistir, sino que sumarse, puesto que el conocimiento
pertinente se construye con ambas relanzar intelectualmente la universidad
implica generar masa crtica. Y en un doble sentido. En el de pensamiento
crtico, que conduzca a la sabidura de la duda, que es all donde el individuo
se encuentra con el otro, descubre la diversidad cultural, los derechos huma-
nos y la importancia de la paz. Duda que l sea la medida de todas las cosas
y desarrolla el respeto por el mundo entorno, a la vez que descubre la sober-
bia del individualismo y la importancia de la solidaridad ciudadana y la de-
mocracia Qu otra cosa es la democracia sino la duda de que siempre unos
tengan razn y los otros estn siempre equivocados? En definitiva descubre
la sabidura para utilizar el saber en beneficio propio y en el inters de la raza
humana. Pero tambin hay que generar masa crtica para crear y avanzar en
la civilizacin. El saber ser el mayor factor generador de riqueza en este siglo
y, probablemente, en los siguientes. La sabidura que necesita una comunidad
democrtica es la sabidura de toda la nacin. Para ello se requiere una uni-
versidad abierta.
Actualmente un interlocutor cada vez ms presente en la
reflexin universitaria es la empresa. El dilogo universidad empresa parece
indispensable para el aggiornamento de la educacin superior y el desarro-
llo de la economa y tiene importantes consecuencias sociales. En Europa
(estrategia de Lisboa 2000/ Consejo de Barcelona 2002) se les ha dado par-
185
ticular importancia a las plataformas tecnolgicas para mejor el futuro de la
Educacin superior y sociedad / nueva poca / ao 13 / Numero 2 / septiembre 2008
186
sin. As se destruye la dimensin colectiva solidaria y democrtica. Frente a
7 / MIGUEL ROJAS MIX / EL COMPROMISO SOCIAL DE LAS UNIVERSIDADES DE AMRICA LATINA Y EL CARIBE
esta circunstancia, en el marco de su responsabilidad social, a la universidad,
se le plantea una cuestin tica y curricular. Desarrollar un neohumanismo
que se enfrente a este neoindividualismo, y que forme la conciencia del
profesional social en la tica de la inaceptabilidad de considerar a cualquier
ser humano prescindible.
La consecuencia de esta filosofa es una frase que se le escap
a la reciente ministra de economa del actual gobierno francs, que llam a
los franceses a trabajar ms y pensar menos.
Criticas sociales. El profesionalismo competitivo, idea que orien-
ta la educacin neoliberal, rompe las pasarelas de la solidaridad y puede con-
ducir a la formacin de conductas depredadoras. No hay que olvidar que el
filsofo gua de la economa de mercado es Hobbes Y en su Vulgata!: El Homo
homini lupus y Bellum omnium contra omnes Es de la naturaleza del ser
humano -transmite- estar en continuo estado de guerra con los dems.
Y volvemos a nuestras palabras iniciales con algunas pregunta:
El derecho que quisiera garantizar la UNESCO: una educacin de calidad igual
para todos, Es posible realizarlo si nos confiamos ms y ms en la educacin
privada? Si aceptamos como lo ha declarada la OMC que la educacin supe-
rior es un bien de mercado? Por otra parte si queremos acercarnos a esta idea
en el marco de la responsabilidad social Cul es la finalidad?
El planteamiento central es concebir una educacin moderna,
pero teniendo en consideracin las exigencias de la sociedad y las del merca-
do. Se trata de formar un profesional-social. Intelectualmente preparado para
ejercer con eficiencia destrezas profesionales y conscientemente formado en
sus deberes solidarios de ciudadano, de latinoamericano y de ser humano
Para formar al profesional social son necesarios dos tipos de
contenidos: unos podemos llamarlos saberes y otros habilidades. Los saberes
son la erudicin y se adquieren mediante la instruccin, a travs de las asigna-
turas habituales. Las habilidades, que comprenden hbitos y destrezas, se de-
sarrollan con la educacin que, aunque se basa en la instruccin, tiene que ver
con otra dimensin del conocimiento: la familiaridad. La vividura que hace in-
teligible la erudicin, y genera destrezas personales, dndonos habilidades y
sensibilidades como el dolor ante las injusticias-, desarrolla virtudes cvicas que
nos ayudan a conducirnos en la vida social. Las habilidades no se transmiten
con facilidad mediante las asignaturas porque exigen procedimientos viven-
ciales, donde el afecto, el compromiso y la participacin activa son condiciones
esenciales para su adquisicin. La educacin del profesional social requiere la
formacin en una cultura social, compuesta de valores y abierta al entorno que
predisponga a una participacin social en servicio de la comunidad.
Por otra parte nunca hemos tenido mejores condiciones de
hacer realidad la posibilidad de crear una universidad latinoamericana. Esto
est ahora perfectamente a nuestro alcance si la pensamos como una uni-
versidad virtual, que adems podra establecerse on-line sobre grandes redes
multidisciplinarias de profesores y estudiantes de distintas universidades.
187
Finalmente quisiera proponer 9 constataciones para pensar la
Educacin superior y sociedad / nueva poca / ao 13 / Numero 2 / septiembre 2008
188
7. Al margen de la universidad neoliberal es preciso encontrar
7 / MIGUEL ROJAS MIX / EL COMPROMISO SOCIAL DE LAS UNIVERSIDADES DE AMRICA LATINA Y EL CARIBE
plataformas de acuerdo entre la universidad y la empresa
189
MIGUEL ROJAS MIX:
Nacido en Chile, escritor e historiador.
Licenciado en Derecho y Profesor de Estado
en Historia de la Universidad de Chile, Doctor
en Filosofa en la Universidad de Colonia
(Alemania) y doctor de estado s lettres en
la Sorbona. Catedrtico de la Universidad de
Chile y Director del Instituto de Arte latinoame-
ricano de la Universidad de Chile. Sale al exilio
en 1973. Desde entonces ha sido profesor en la
Sorbona (Paris), Director de Investigacin en el
Instituto de Altos Estudios de Amrica Latina
y profesor en diversas universidades europeas
y americanas. Es Doctor Honoris Causa de las
Universidades de Crdoba, Rosario, Mar del
Plata, Tucumn, Salta y Entre Ros en Argentina,
de la Universidad Federal Rio Grando do Sul
en Brasil, de la Universidad de Guadalajara en
Mxico, de la Universidad de Santiago en Chile,
de la Universidad de Dresde en Alemania. Ac-
tualmente dirige el CEXECI: Centro Extremeo
de Estudios y Cooperacin con Iberoamrica.
Es autor de numerosos libros. Entre ellos desta-
can: La plaza mayor, el urbanismo instrumento
de dominio colonial, Muchnik, Barcelona 1978;
Los cien nombres de Amrica, Lumen, Barce-
lona, 1991, y Amrica imaginaria, Lumen 1992;
El imaginario civilizacin y cultura del siglo XXI;
Prometeo 2006; Siete preguntas a la educacin
superior del siglo XXI, 2006 y El Dios de Pino-
chet. Taller Tambin cultiva la literatura infantil
y en este gnero su libro ms destacado es La
Tierra de Paloma: Pequea historia de Amrica
Latina para nuestros hijos en exilio. mix@club-
internet.fr / [email protected]
8
Responsabilidad Social
Universitaria:una nueva
filosofa de gestin tica e
Inteligente para las
Universidades
UNIVERSITY SOCIAL
RESPONSIBILITY: A NEW
PHILOSOPHY OF ETHICAL AND
INTELLIGENT MANAGEMENT FOR
UNIVERSITIES
FRANOIS VALLAEYS
RESUMEN ABSTRACT
El movimiento de la Responsabili- The social responsibility movement
dad Social ha llegado a la Universi- has reached universities, and is now
dad y suscita ahora un amplio provoking broad discussion. In
debate. Para no caer en estrechas order not to fall into narrow
visiones ideolgicas en pro o ideological views for or against; but
contra, sino entender desde qu rather to understand both the
exigencia tica se interpela a las IES, ethical demands place upon
y de qu desafos para la gestin institutions of higher education
acadmica y administrativa la RSU and the challenges that the social
nos habla, es bueno tener primero responsibility of universities places
un enfoque terico slido. El on academic and administrative
presente artculo responde a esta management, it is well that one first
necesidad, partiendo de un marco has a solid theoretical focus. The
terico que refiere la responsabili- present article responds to this
dad social a un sistema de gestin need, starting from a theoretical
de los impactos de la universidad, framework that links social respon-
en sus cuatro procesos esenciales sibility to a system of management
que son su Gestin, Formacin of the impacts of universities in
acadmica, Produccin de conoci- their four essential processes of
mientos y Participacin social. Lejos management, academic training,
de ser slo un agregado, o la mera knowledge production, and social
repeticin con otras palabras del participation. Far from being
compromiso social de siempre de merely an aggregate, or the mere
la universidad latinoamericana, la repetition using other words of the
RSU, si se la comprende bien, usual social commitment of Latin
puede ser una oportunidad de American universities, the SRU, if
innovacin acadmica, coherencia well understood, can be an
institucional y pertinencia social. opportunity for academic innova-
tion, institutional coherence, and
social pertinence.
El propsito de este artculo es de ayudar al lector a entender
8 / FRANOIS VALLAEYs / Responsabilidad Social Universitaria:una nueva filosofa de gestin tica e Inteligente para las Universidades
lo que significa la Responsabilidad Social Universitaria (RSU), es decir, com-
prender lo que hay que comprender, renunciar a lo que impide comprender,
y saber cmo seguir despus1. Lo que nos gua en este propsito es nuestra
fe en la bondad y necesidad del enfoque de RSU para las Universidades lati-
noamericanas de hoy, y el afn de seguir el consejo pedaggico del sabio
Baba Dium:
Al final,
Slo recordaremos, aquello que amemos
Slo amaremos, aquello que entendamos
Y slo entenderemos, aquello que nos haya sido enseado
con sabidura
1. Antecedentes tericos de la
Responsabilidad Social: Gestin de la
ecologa de las acciones y tica de la
Sostenibilidad
La Responsabilidad Social es una exploracin colectiva mun-
dial para definir y practicar una nueva filosofa de gestin de las organiza-
ciones, tomando la palabra gestin en su noble sentido de lo que nos
permite organizarnos, trabajar y convivir juntos, con grandes reglas y peque-
os hbitos, hacer viables nuestras acciones, perennes nuestras instituciones,
habitable nuestro mundo.
Hoy, esta misma habitabilidad del mundo se ve amenazada.
La hipercomplejidad de los intercambios sociales a nivel mundial y los efec-
tos globales de toda la actividad humana acumulada en siglos, empiezan a
dar muestras de insostenibilidad a nivel del conjunto, tanto en el aspecto
social como ambiental. Edgar Morin lo resume todo en una llamativa met-
fora: Estamos en un Titanic planetario2.
El problema no es slo poltico, sino que concierne tambin a
las ciencias administrativas y su incapacidad de responder a los nuevos pro-
blemas con los mtodos de ayer: A las organizaciones, siempre se les ha dicho
de gerenciar sus actividades y recursos ocupndose de lo suyo, dentro del
marco de la legalidad. Jams han tenido que administrar tambin los efectos
colaterales de sus actividades en el entorno. En Economa, los efectos cola-
195
terales de las transacciones econmicas se llaman externalidades, y stas
Educacin superior y sociedad / nueva poca / ao 13 / Numero 2 / septiembre 2008
196
Edgar Morin, otra vez, nos invita a hacerlo con lo que l nombra el principio
8 / FRANOIS VALLAEYs / Responsabilidad Social Universitaria:una nueva filosofa de gestin tica e Inteligente para las Universidades
de la ecologa de la accin4:
5 Idem.
197
coordinada y consensuada entre actores sociales para la solucin de proble-
Educacin superior y sociedad / nueva poca / ao 13 / Numero 2 / septiembre 2008
mas sociales.
Segundo, la Responsabilidad ya no puede seguir siendo
concebida en relacin estrecha con la Autora. Con esto, las preguntas
responsabilidad de quin?, ante quin?, pierden su pertinencia, y aprende-
mos a ser responsables por lo que no hemos hecho, pero que constituye
un efecto colateral sistmico de todo lo que hacemos todos: el incremento
de las desigualdades, la persistencia de la pobreza, los problemas medioam-
bientales y sociales en general, etc. Luego, tampoco podemos limitar la
responsabilidad del agente al poder de influencia del agente, la responsabi-
lidad social no se mide ms en relacin al poder, sino al deber. Aqu, vale el
lema kantiano: Si debes, entonces puedes.
Tercero, el carcter tico o no de una accin depende ahora
dramticamente del conocimiento cientfico global de las condiciones
del entorno, pero este mismo conocimiento es, por definicin, limitado
y falible. El segundo corolario de Morin introduce la necesaria humildad en
el conocimiento de las consecuencias e impactos a largo plazo de cualquier
accin, por lo que la contradiccin fundamental de la tica de la Sostenibili-
dad reside en que nos es imprescindible el conocimiento total de los efectos
colaterales de las acciones, para poder determinar si son buenas o no; pero
este mismo conocimiento total nos es imposible (por la complejidad insu-
perable de las condiciones del entorno). Por lo tanto, nunca podremos saber
y decidir ticamente sin incertidumbre, apuesta y riesgo. Aqu reside La
gran responsabilidad global del gnero humano en la Tierra Patria de hoy.
Antecedentes prcticos de la
Responsabilidad Social: experimento
polimorfo y fronteras borrosas
Examinando ahora el desarrollo del movimiento de la Res-
ponsabilidad Social de las organizaciones, uno se da cuenta de que el im-
presionismo terico se ilustra tambin en la prctica. La Responsabilidad
Social, definitivamente, es un experimento colectivo6, que surgi como un
movimiento polimorfo y plural, sin la presencia de un gran terico orientador
(la Responsabilidad Social no tiene ni Gur, ni Biblia). No es un movimiento
propiamente empresarial como parece, sino que sus actores vienen de
muchos sectores sociales como ONG, Organismos internacionales, Empresas,
Sindicatos, etc. No es un movimiento primordialmente ideolgico sino re-
sueltamente prctico y pragmtico que quiere realizar iniciativas, lo que ex-
plica la pobreza conceptual y la pluralidad de enfoques. Es difcil de encon-
198
trarle una fecha de nacimiento7: actores venidos de la sociedad civil, el
8 / FRANOIS VALLAEYs / Responsabilidad Social Universitaria:una nueva filosofa de gestin tica e Inteligente para las Universidades
mundo empresarial, la academia y los organismos internacionales, han em-
pezado a focalizar la atencin sobre la necesidad de un manejo ms racional
de las organizaciones ligado a una tica de la sostenibilidad global y herra-
mientas operativas de gestin. Cada quien llega a la Responsabilidad Social
desde diversas corrientes y tiene intereses diferentes, desde la filantropa
empresarial y la beneficencia social, hasta la gestin de la calidad, pasando
por las reivindicaciones laborales, los derechos humanos, la ecologa o el
comercio justo.
Uno podra fcilmente desconfiar de tal mezcolanza, pero hay
que resaltar al contrario que esta profusin polimorfa es un buen signo,
porque indica que el movimiento global de la Responsabilidad Social es in-
tegrador de diversos intereses y se auto fiscaliza y critica permanentemente
desde una dinmica dialgica. Y aunque nadie lo conduzca, esto no ha im-
pedido que tenga una gran capacidad de autoorganizacin en las ltimas
dcadas. En efecto, si la caracterstica de la Responsabilidad Social es de ser
una exploracin entre muchos actores de diversos sectores sociales, la verdad
es que han sabido encausar el movimiento hacia:
199
nes pblicas: RSA, dinmica que se encarna hoy en la vasta
Educacin superior y sociedad / nueva poca / ao 13 / Numero 2 / septiembre 2008
200
Otros muchos ejemplos podran demostrar cmo las fronteras
8 / FRANOIS VALLAEYs / Responsabilidad Social Universitaria:una nueva filosofa de gestin tica e Inteligente para las Universidades
entre sector lucrativo y sector no lucrativo, sector pblico y sector privado,
sector nacional y sector internacional, se ven permanentemente transitadas
en un sentido u otro por el movimiento de la Responsabilidad Social, articu-
lando los diversos intereses particulares de los sistemas de autoafirmacin
que son las organizaciones, con intereses universales, y sobre todo promo-
viendo la visibilidad pblica de las acciones privadas de las organizaciones,
a travs de la prctica de la rendicin transparente de cuentas (en ingls:
Accountability)8. Parece ser que, dos siglos despus, se va realizando el prin-
cipio de publicidad de Kant que, en su ensayo sobre la Paz Perpetua, sea-
laba que un propsito que necesita de publicidad para lograr su fin, tiene
toda posibilidad de ser justo, mientras que un propsito que necesita del
secreto para lograr su fin tiene mucha posibilidad de ser injusto.
Estas tendencias articuladoras entre sectores hasta ahora se-
parados no deben de conducirnos a ningn entusiasmo ingenuo. La Res-
ponsabilidad Social no armoniza los intereses sociales en conflicto por acto
de magia9, no reemplaza los necesarios sistemas de regulacin jurdicos y
polticos, sino que se conjuga con ellos. Pero, con todo, se expresa en este
movimiento un esfuerzo de recomposicin y articulacin entre lo pblico y
lo privado, entre lo particular y lo universal, a la hora en que las leyes del
Estado nacin pierden poco a poco su influencia y que los problemas glo-
bales se incrementan (tanto social como ambientalmente), exigindonos
inventar nuevas frmulas de auto y hetero-regulacin tanto locales como
globales. Las urgencias ticas globales actuales hacen caducar la oposicin
estricta entre intereses privados e inters general. Cada vez ms el inters
privado tiene inters en no privarse del inters general. O, dicho de otro modo,
con un proverbio bant:
Saliendo de la nebulosa:
definicin de la Responsabilidad Social
La dinmica polimorfa y multisectorial de la Responsabilidad
Social ha sabido consolidarse en los ltimos aos alrededor de principios
rectores, tanto temticos como estratgicos, que permiten hoy por hoy
9 Y tampoco todas las iniciativas que se reivindican como socialmente responsables lo son,
empezando por la tremenda confusin, tpica en nuestra Amrica latina, entre Responsabilidad
Social y Accin social filantrpica, que conduce a alabar el asistencialismo, el paternalismo y las
corazonadas de poco alcance. Por eso mismo necesitamos clarificar (pero sin encasillar), consensuar
(pero sin dogmatizar), lo que es y no es la Responsabilidad Social de las organizaciones, y en par-
ticular de las Universidades.
201
distinguir entre las mltiples iniciativas hacia dnde se dirige el experimen-
Educacin superior y sociedad / nueva poca / ao 13 / Numero 2 / septiembre 2008
to colectivo, cules son los callejones sin salida, y por qu caminos se orien-
tar en el futuro, a la luz de las mejores definiciones y herramientas de gestin
socialmente responsables de las organizaciones.
Vamos a tratar de destacar ahora los principales conceptos de
la Responsabilidad Social, que nos permitirn definir despus las grandes
orientaciones de la Responsabilidad Social Universitaria. La idea no es de
encasillar la propuesta en una definicin rgida y dogmtica, sino de brindar
un concepto comprensivo que evoque cmo podemos seguir despus, de
acorde con el dicho: no hay nada ms prctico que una buena teora.
Qu NO es la Responsabilidad Social?
Existen dos errores muy comunes en cuanto a la definicin de
la Responsabilidad Social:
El primer error consiste en confundirla con la accin social
solidaria. Aunque mucha gente lo siga creyendo, Responsabilidad Social
no es sinnima de ayuda social. En ningn caso una organizacin que
practique la beneficencia social puede pretenderse por ese solo hecho so-
cialmente responsable. Al operar esta confusin, la Responsabilidad Social
termina en el mismo blabl de los valores y las buenas intenciones de siem-
pre, pero puramente verbal. Confundir Responsabilidad Social y Accin social
benfica despierta las legtimas sospechas que siempre ha generado la fi-
lantropa puntual, acusada de ser ms un paternalismo asistencialista que
una verdadera promocin del cambio social, y en todo caso una mscara
cosmtica para darle buena conciencia a los directivos de las organizaciones
gracias a algunos actos de ayuda a los necesitados10.
Este primer error es muy comn. Podemos decir que ya forma
parte de los hbitos lingsticos de la gente. Y sin embargo, es preciso resistir
a esta tendencia, porque si seguimos confundiendo la Responsabilidad Social
con estos borrosos conceptos de sensibilidad social, solidaridad social,
compromiso social, palabras fofas que pueden justificar cualquier tipo de
conducta, desde las ms apropiadas hasta las ms paternalistas y demag-
gicas, nunca vamos a poder en el mbito acadmico distinguir adecuada-
mente la RSU de la Extensin social, disear las innovaciones institucionales
10 En el mundo empresarial europeo, est cada vez ms claro que la Responsabilidad Social (o
Corporativa) no puede seguir siendo confundida con la ayuda social: El Editorial del Boletn espaol
de Responsabilidad Social RESPONSABLES.BIZ del 19/02/2008 dice: Hace algunos aos, afirmar
que la Responsabilidad Corporativa era la Accin Social de la compaa podra pasar inadvertido
en medio del nebuloso debate que ha rodeado a la Responsabilidad Corporativa. Sin embargo,
mantener hoy esta ptica, cuando hay un importante nmero de empresas espaolas implica-
das en el Pacto Mundial, incluidas en los ndices de sostenibilidad, desarrollando Mecanismos de
Desarrollo Limpio o sumndose a iniciativas internacionales en este mbito, denota sin duda una
notable ausencia de criterio. As, una actividad oportuna, que podra tener un interesante rdito
social y econmico, se convierte en todo lo contrario: un coste de oportunidad y una iniciativa de
comunicacin que, en el mejor de los casos, confunde y, en el peor, transmite desconocimiento.
Mejor abstenerse. (http://www.responsables.biz/editoriales/Accion-Social-la-parte-por-el-todo )
202
que necesitamos, emprender las reformas universitarias que debemos en
8 / FRANOIS VALLAEYs / Responsabilidad Social Universitaria:una nueva filosofa de gestin tica e Inteligente para las Universidades
vista a los problemas sociales que tenemos.
El segundo error acerca de la Responsabilidad Social es de
tomarla en forma ideolgica segn la oposicin Derecha-Izquierda. Aqu,
segn el color poltico del locutor, a la Responsabilidad Social se le acusar
de ser la astucia del Gran Capital para hacerse pasar por buena gente e im-
pedir que se impongan controles sociales universales a su hegemona. O bien
se la denunciar como la astucia de los Sindicatos, ONGs y movimientos iz-
quierdistas para derrocar a la sociedad capitalista e instituir el Socialismo
mundial11. En ambos casos, una visin ideolgica dicotmica de la Respon-
sabilidad Social negar su aspecto ms valioso: aquel de ser un intento de
promocin del dilogo y consenso entre todas las partes interesadas en el
campo social.
Este segundo error, en el mbito acadmico tradicionalmente
inclinado hacia la izquierda, provoca el rechazo a priori de la RSU, tildada de
ser un discurso empresarial, en el mal sentido de la palabra por supuesto.
Esto se pudo notar en recientes eventos universitarios internacionales como
en el Congreso Internacional de rectores de Belo Horizonte (Septiembre del
2007) o en el IX Congreso Iberoamericano de Extensin Universitaria en
Bogot (Noviembre del 2007). Al abordar la Responsabilidad Social con tales
prejuicios, los acadmicos se condenaran sin embargo a dejar el compro-
miso social sin fuerza de gestin institucional, limitndolo muchas veces a
la mera Extensin universitaria sin impacto hacia dentro, y a repetir as los
problemas de disgregacin de siempre entre la proyeccin social solidaria
por un lado, y la docencia e investigacin por el otro lado. Renunciar a la
Responsabilidad Social Universitaria sera tambin renunciar a instituir los
estndares internacionales de buenas prcticas laborales y ambientales en
la Universidad. Este problema por lo general lo han visto muy bien los estu-
diantes y personal administrativo de las Universidades que hemos podido
estudiar, quienes resaltan con mucha razn las incongruencias de la institu-
cin que habla de ciudadana, democracia y medioambiente, pero no sabe
muchas veces practicar lo que profesa. En las entrevistas, lo que ms sealan
los grupos de inters internos a la Universidad es que la Responsabilidad
Social Universitaria empieza por casa, o no sirve para nada.
Qu es la Responsabilidad Social?
La Responsabilidad Social se define en relacin a tres puntos
esenciales, que no nos encasillan en temas especficos, sino que dibujan
estrategias y protocolos para la responsabilizacin social continua de la or-
ganizacin:
11 Las esferas ultra liberales tienen tanta resistencia en contra de la Responsabilidad Social como
ciertas corrientes de izquierda.
203
Educacin superior y sociedad / nueva poca / ao 13 / Numero 2 / septiembre 2008
204
8 / FRANOIS VALLAEYs / Responsabilidad Social Universitaria:una nueva filosofa de gestin tica e Inteligente para las Universidades
B. La Responsabilidad Social es Gestin de los
impactos y efectos colaterales que genera la
organizacin:
La Responsabilidad Social focaliza la atencin de los directivos
y miembros de una organizacin hacia los impactos (o efectos directos y
colaterales) que sus decisiones y actividades generan hacia dentro y fuera de
la organizacin. Se trata de diagnosticar, cuidar y prevenir los impactos ne-
gativos posibles, y de maximizar los positivos, para que la organizacin pue-
da ser considerada como socialmente pertinente (til y beneficiosa para la
sociedad en todas sus operaciones).
Esta nocin fundamental de gestin de impactos es lo que
permite pasar de una tica personal limitada a las buenas intenciones a una
tica sistmica que tome en cuenta el Principio de la ecologa de la accin
de E. Morin. Al estudiar y cuidar sus efectos colaterales en el entorno, una
organizacin evita el autismo social, internaliza sus externalidades, empie-
za a entender cmo ella es parte del problema que denuncia y tambin como
puede ser parte de la solucin. Esta visin sistmica de los problemas por
resolver explica por qu razn ciertas normas de Responsabilidad Social como
la SA 8000 exigen no slo que la organizacin certificada cumpla con buenas
prcticas laborales, sino tambin toda su cadena de proveedores: porque si
mi organizacin laboralmente responsable hace vivir otras empresas labo-
ralmente irresponsables, pues se vuelve ella tambin irresponsable.
Gerenciar bien el campo total de las relaciones sociales que la
organizacin abarca, en la medida de lo posible, conduce las organizaciones
a buscar nuevas herramientas de gestin e indicadores de medicin. Es
ilustrativo al respecto el caso de la empresa Patagonia, que estudia la huella
ecolgica de sus productos y hace su crnica, resaltando tanto los puntos
positivos como negativos de sus efectos colaterales13. La huella ecolgica
se perfila como una herramienta de medicin para la gestin y toma de
decisin medioambiental de suma importancia en el siglo XXI.
205
Asimismo, la Responsabilidad Social invita a integrar dentro de
Educacin superior y sociedad / nueva poca / ao 13 / Numero 2 / septiembre 2008
RESPOnSABILIzACIn SOCIAL
DE LAS ORGAnIzACIOnES
Gestin de Participacin de
los impactos los stakeholders
14 Ver: http://www.bsr.org/
206
Normas de conducta internacionales, Gestin de impactos y
8 / FRANOIS VALLAEYs / Responsabilidad Social Universitaria:una nueva filosofa de gestin tica e Inteligente para las Universidades
Participacin de los grupos de inters son, pues, los tres pilares de la respon-
sabilidad social que permiten una definicin procedimental (no doctrinaria
sino orientadora de los procesos aplicativos). El siguiente esquema presenta
la lgica de conjunto de este concepto complejo:
Hablamos de Responsabilizacin social, porque es obvio
que nunca una organizacin termina de gerenciar perfectamente todos sus
impactos ni puede agotar el dilogo participativo con todas sus partes inte-
resadas. Luego, debemos entender la Responsabilidad Social en trminos
de mejora continua de la organizacin, y no como un estatus o un califica-
tivo que uno podra adquirir para siempre.
Los tres puntos que estamos mencionando no son frutos de
nuestra imaginacin o de una definicin idiosincrsica de la Responsabilidad
Social, sino que corresponden al consenso mundial que todos los sectores
sociales (pblicos o privados, con o sin fines de lucro, incluyendo ONG y
Sindicatos) estn alcanzando actualmente dentro de la dinmica de nego-
ciacin de la futura norma ISO 26000. En efecto, el ltimo borrador de la ISO
26000 (27/10/2007) define a la Responsabilidad Social como la:
16 ISO 26000, Working Draft 3 Rev: Guidance on Social Responsibility, 27-10-2007 (Traduccin
del autor).
207
vidades, incluyendo la zona de influencia indirecta de la organizacin, como
Educacin superior y sociedad / nueva poca / ao 13 / Numero 2 / septiembre 2008
puede ser la cadena de sus proveedores, por ejemplo. Esto ltimo es un as-
pecto importantsimo de la Responsabilidad Social: debe de abarcar toda la
organizacin. Sera bueno que las Universidades que quieran practicar la
RSU no olviden esto antes de reservarla a la Direccin de Extensin.
Como tal, la Responsabilidad Social es aplicable a cualquier
tipo de organizaciones, pblicas o privadas, con o sin fines de lucro. Concier-
ne a todos en todo el mundo, porque promueve una gestin justa y soste-
nible de nuestra vida en el planeta. El hecho de que haya nacido primero
para el medio empresarial no la reserva exclusivamente a las empresas. Nues-
tras administraciones pblicas, nuestras casas de estudios, nuestras asocia-
ciones del tercer sector, ellas tambin deben de ser socialmente responsables
en cuanto organizaciones. Es como la Democracia: naci en Grecia, pero no
est hecha solamente para los griegos.
Tengamos aqu mucho cuidado en no caer en la trampa de
decir: Nosotros somos por definicin desde siempre socialmente responsa-
bles porque el fin esencial de la Universidad es su misin social de atender a
los problemas sociales con sus funciones de docencia, investigacin y exten-
sin. Pues no! Ninguna institucin est a priori inmunizada contra la irres-
ponsabilidad social, puesto que, sin querer, puede generar impactos sociales
negativos, aunque sus fines sociales sean positivos. La Universidad, al igual
que las ONGs o la Iglesia, no tiene ninguna situacin privilegiada a priori en
cuanto a su Responsabilidad Social. Depender de su capacidad de diag-
nosticar sus impactos, dialogar con sus partes interesadas (con transparencia
y accountability), y cumplir con estndares internacionales, cosas que por lo
pronto no constituyen un hbito institucional tan difundido en nuestro
medio.
Qu es la Responsabilidad Social
Universitaria?
Aplicada a la Universidad, la Responsabilidad Social permite
reformular el compromiso social universitario hacia una mayor pertinencia e
integracin de sus distintas funciones, tradicionalmente fragmentadas entre
s. As, la Responsabilidad Social Universitaria procura alinear los cuatro pro-
cesos universitarios bsicos de Gestin, Formacin, Investigacin y Extensin
con las demandas cientficas, profesionales y educativas que buscan un de-
sarrollo local y global ms justo y sostenible.
Si quisiramos definir la Responsabilidad Social Universitaria
en pocas palabras, podramos hacerlo de este modo17:
208
La Responsabilidad Social Universitaria es una poltica de
8 / FRANOIS VALLAEYs / Responsabilidad Social Universitaria:una nueva filosofa de gestin tica e Inteligente para las Universidades
mejora continua de la Universidad hacia el cumplimiento
efectivo de su misin social mediante 4 procesos: Gestin
tica y ambiental de la institucin; Formacin de ciuda-
danos responsables y solidarios; Produccin y Difusin de
conocimientos socialmente pertinentes; Participacin
social en promocin de un Desarrollo ms humano y
sostenible.
209
3. Impactos cognitivos: todo lo relacionado con las orienta-
Educacin superior y sociedad / nueva poca / ao 13 / Numero 2 / septiembre 2008
IMPACTOS SOCIAlES
(extensin, transferencia, proyeccin social)
210
Si analizamos los posibles riesgos de impactos universitarios
8 / FRANOIS VALLAEYs / Responsabilidad Social Universitaria:una nueva filosofa de gestin tica e Inteligente para las Universidades
negativos, quizs aparecern los siguientes puntos (sin pretensin de ex-
haustividad):
ORGANIZACIN
EDUCACIN
Hiperespecializacin (inteligencia ciega) Desvinculacin acadmia-sociedad
COGNICIN
Falta de formacin tica y ciudadana IMPACTOS Irreponsabilidad cientfica
Reduccin de la formacin Fragmentacin del saber
al afn de empleabilidad Carencia de transdisciplinaridad
PARTICIPACIN
Asistencialismo/paternalismo
Mercantilizacin de la extensin
Indiferencia a los problemas sociales
ORGANIZACIN
EDUCACIN
COGNICIN
PARTICIPACIN
Asistencialismo/paternalismo
Mercantilizacin de la extensin
Indiferencia a los problemas sociales
211
2. una Formacin acadmica integral de ciudadanos res-
Educacin superior y sociedad / nueva poca / ao 13 / Numero 2 / septiembre 2008
212
NIVElES DE RESPONSABIlIDAD SOCIAl
8 / FRANOIS VALLAEYs / Responsabilidad Social Universitaria:una nueva filosofa de gestin tica e Inteligente para las Universidades
Y gRUPOS DE INTERS DE lA UNIVERSIDAD
RSu IntERnA
DOCENTES, ESTUDIANTES,
ADMINISTRADORES, AUTORIDADES
RSu ExtERnA 1
UNIVERSIDAD EMPLEADORES, EGRESADOS,
PROVEEDORES, SOCIOS ESTRATGICOS
DIRECTOS (POR CONVENIOS O CONTRATOS)
RSu ExtERnA 2
ESTADO, SOCIEDAD, DESARROLLO,
MEDIO AMBIENTE
ENFOQUE glOBAl
ORGANIZACIN
EDUCACIN
COGNICIN
ORGANIZACIN
RSU
EDUCACIN
COGNICIN
PARTICIPACIN
PARTICIPACIN
EXTENSIN
ENFOQUE PARCIAl
UNIVERSITARIA
213
Tambin debe quedar claro que la RSU introduce nuevos temas
Educacin superior y sociedad / nueva poca / ao 13 / Numero 2 / septiembre 2008
18 El mismo ex director del IESALC, Claudio Rama, subraya los problemas ticos que la Univer-
sidad actual (pblica y privada) ha dejado generar en su seno. Ver su artculo: tica y Educacin
superior en el contexto de la mercantilizacin, disponible en: http://www.iesalc.unesco.org.ve/
pruebaobservatorio/documentos%20pdf/articulos%20rama%20para%20el%20observatorio%20
y%20web/Art%EDculo%20-%20Etica%20y%20educaci%F3n%20superior.pdf Claudio Rama resalta
en dicho artculo que si la educacin superior fue durante mucho tiempo libre de cualquier sospe-
cha tica, puesto que se asociaba naturalmente el ejercicio acadmico con el humanismo ilustrado
y la pureza moral, hoy en da, ya no podemos dejar de ver que el mbito universitario est tambin
contaminado por la corrupcin y toda una serie de prcticas que necesitamos vigilar y mejorar.
214
congruencias solapadas que reproducen silenciosamente las injusticias
8 / FRANOIS VALLAEYs / Responsabilidad Social Universitaria:una nueva filosofa de gestin tica e Inteligente para las Universidades
sociales. Se trata de una tarea poltica de largo alcance, que pide mucha
autorreflexin institucional.
La Responsabilidad Social Universitaria facilitar tal autorre-
flexin institucional a travs de las herramientas de autodiagnstico partici-
pativo que se lograr elaborar poco a poco. Desde luego, la RSU no se
presenta en s misma un cuerpo doctrinario que se impone a las Universida-
des. Cada Universidad sigue siendo autnoma en la definicin de su respon-
sabilidad y misin dentro de la sociedad. Pero la RSU ayuda a encauzar los
procesos de mejora continua hacia el cumplimiento efectivo de la misin
institucional, y la firma del nuevo contrato social universitario, facilitando no
slo la apertura hacia la sociedad, sino la congruencia en el cumplimiento
de los deberes para con la sociedad, tanto a nivel acadmico como adminis-
trativo.
Despus de aclarar la responsabilidad social ex ante de la Uni-
versidad (su culpabilidad compartida en cuanto a los problemas sociales
existentes), otra novedad de la RSU frente al discurso del compromiso social
universitario concierne la responsabilidad ex post por la efectividad de la
respuesta institucional congruente frente a la promesa dada: salir de las
meras declaraciones de buenas intenciones, o las acciones aisladas sin
efecto institucional de conjunto y empezar un verdadero camino sin re-
torno que garantice cada da ms la responsabilizacin social de la Uni-
versidad.
Si algo caracteriza a la filosofa de la Responsabilidad Social,
es su insistencia en ser un enfoque de gestin que aterriza al discurso
tico en soluciones concretas dentro de la organizacin, con capacidad de
medir los avances, diagnosticar las resistencias, y garantizar con instrumen-
tos pertinentes la mejora continua de la calidad del desempeo de la ins-
titucin. El acento, pues, est puesto en la gerencia efectiva del compro-
miso social.
Siempre existe el riesgo de que el compromiso social de la
Universidad sea slo unilateral. El hecho de comprometerse no necesaria-
mente implica el dilogo con el otro, sino slo la expresin hacia el otro de
una promesa nuestra. Luego, el compromiso social no es inmune al riesgo
de paternalismo, asistencialismo, y no necesariamente rinde cuentas acerca
del cumplimiento de su promesa (riesgo de lirismo o retrica del discurso
tico). En cambio, en la responsabilidad social est implicado necesariamen-
te el dilogo con el interlocutor, con escucha previa de lo que l nos dice, y
afirmacin posterior de lo que nosotros le contestamos, puesto que se trata
de una respuesta. Luego, no podramos decidir unilateralmente qu vamos
a hacer por el otro y declarar que esto constituye nuestra Responsabilidad
Social. La Responsabilidad Social rehsa por definicin al asistencialismo
unilateral y condescendiente. Y obliga a la rendicin de cuentas en forma
transparente, como garanta de confianza para seguir el dilogo social. Esto
implica que la Responsabilidad Social no puede ser slo un discurso.
215
Educacin superior y sociedad / nueva poca / ao 13 / Numero 2 / septiembre 2008
COMPROMISO SOCIAl
(DIMENSIN GERENCIAL:
gestin del cambio institucional
para poder responder al cambio social
hacia adentro y hacia afuera)
RESPONSABIlIDAD EX ANTE U
RS
IA
AC
(DIMENSIN TICA: Ah
reconocerse parte del problema = TINU
ON
AC
inequidad social, insostenibilidad de
nuestro modo de vida, todo eso en OR
M Ej
estrecho vnculo con nuestros
modos de producir y transmitir el
conocimiento)
216
la Universidad para flexibilizar sus estructuras rgidas y permitir la capilaridad
8 / FRANOIS VALLAEYs / Responsabilidad Social Universitaria:una nueva filosofa de gestin tica e Inteligente para las Universidades
de la Responsabilidad Social en su seno? La triloga Docencia, Investigacin,
Extensin es adecuada para definir la Universidad que queremos, con el
nivel de responsabilizacin social que queremos?
En realidad, no nos parece casual si, desde un inicio, los prime-
ros en hablar explcitamente de RSU en Amrica Latina, la Red chilena Uni-
versidad Construye Pas19, definieron su enfoque en relacin no con las 3
funciones sustantivas de la Universidad, sino con los 4 procesos: Gestin,
Docencia, Investigacin, Extensin, reintroduciendo as al cuarto pie que le
faltaba a la mesa, para poder entender la problemtica de la funcin social
universitaria desde dentro como desde fuera de la Universidad.
Es que la gestin universitaria no es un mero problema tc-
nico de apoyo y sustento a las funciones acadmicas. La gestin cotidiana
del campus representa al contrario una muy importante fuente de formacin
tica de la comunidad universitaria, mediante la implementacin de hbitos
rutinarios de convivencia. Desde luego, la Gestin forma parte de la funcin
acadmica de la Universidad. Tambin tiene muchos impactos sociales di-
rectos e indirectos, a travs de su modo de considerar la convivencia entre
las personas (estructuras y procedimientos polticos de toma de decisiones
y solucin de conflictos), su modo de tratar al personal contratado, seleccio-
nar a los proveedores, decidir del diseo del campus (arquitectura, materiales
empleados, acondicionamiento del espacio universitario, etc.), ni qu decir
de su impacto ambiental. Desde luego, la Gestin forma parte de la funcin
social de la Universidad.
Este desplazamiento que opera la RSU, desde las 3 funciones
sustantivas hacia los 4 procesos, permite redefinir la problemtica de la fun-
cin social y acadmica de la Universidad en forma nueva, reintegrando la
Universidad consigo misma en todos sus procesos, en forma compleja, ho-
lstica y hologramtica (no slo la parte est en el todo, sino que el todo est
en la parte). Como tal, la Responsabilidad Social quiere colorear la totalidad
de la Universidad, y rehsa ser un mero rgano institucional encargado de
ciertas metas parciales y separadas. En todo caso, si la funcin de Responsa-
bilizacin social de la Universidad tuviera que ser definida en trminos de
rgano, tendra que ser un sistema inmunolgico.
217
Despus, el camino a seguir se basa en la prctica permanen-
Educacin superior y sociedad / nueva poca / ao 13 / Numero 2 / septiembre 2008
2 3
Autodiagnstico participativo: Congruencia Institucional:
4
Transparencia y mejora continua:
218
responsable de un da para otro, ni afirmar que tiene controlados todos sus
8 / FRANOIS VALLAEYs / Responsabilidad Social Universitaria:una nueva filosofa de gestin tica e Inteligente para las Universidades
impactos negativos posibles. Pero toda organizacin puede mejorar cons-
tantemente, responsabilizndose y respondiendo cada da mejor a sus diver-
sos grupos de inters y a los llamados de su sociedad.
Finalmente, tambin debe quedar claro que la Responsabilidad
Social, siendo un compromiso institucional con deberes ticos, no es algo
necesariamente cmodo que conforta nuestros hbitos organizacionales
cotidianos, sino todo lo contrario. La filantropa empresarial es siempre pla-
centera, la extensin solidaria universitaria tambin lo es, porque ambas
aportan con generosidad algo a los dems, lo que nos enorgullece sin po-
nernos en tela de juicio. Al contrario, la Responsabilidad Social siempre due-
le. Pero debemos elegir entre asumir y cumplir con nuestra Misin universi-
taria declarada (formacin integral profesional y ciudadana y compromiso
social con el desarrollo y la justicia) o seguir con declaraciones bien intencio-
nadas, pero con pocas ganas de averiguar si realmente hacemos lo que de-
cimos21.
21 Hemos concebido un Blog acadmico para tratar el tema de la tica aplicada a la Responsa-
bilidad Social Universitaria, que puede ser consultado en: http://blog.pucp.edu.pe/eticaRSU . Tam-
bin se puede consultar nuestro CD sobre RSU, realizado con Lus Carrizo en el ao 2006 para la
Iniciativa Interamericana de Capital Social, tica y Desarrollo del BID, en el siguiente enlace: http://
www.udlap.mx/rsu/Default.aspx
219
FRANOIS VALLAEYS:
De nacionalidad francesa, es Master en
Filosofa (Universidad de Nantes - Francia).
Residente en el Per desde 1990, y profesor
en la Pontificia Universidad Catlica del Per
desde 1994. Es asesor de la Direccin Acadmi-
ca de Responsabilidad Social (DARS) de dicha
Universidad. Es adems consultor internacio-
nal en Responsabilidad Social Universitaria y
asesor en temas de enseanza de la tica y
Responsabilidad Social Universitaria en la Ini-
ciativa Interamericana de tica, Capital Social
y Desarrollo del Banco Interamericano de
Desarrollo (BID). Autor de un curso internacio-
nal virtual Cmo ensear tica, Capital Social
y Desarrollo en la Universidad? promovido
por el BID y el Portal Educativo de la OEA
desde el ao 2004. Ha publicado con el BID
un CD multimedia de Responsabilidad Social
Universitaria, un Manual de Primeros Pasos en
Responsabilidad Social Universitaria y dirige
un blog acadmico de tica y Responsabilidad
Social. [email protected] (http://blog.
pucp.edu.pe/eticaRSU
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