Francisco Tosta García, Don Secundino en París

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DONSECUNDINO EN PARIS
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PRLOGO

CARACA S

1895
1
6
",: 1,

J->ROLOGO ri ~
.

Fue en PiliS, c:1 el saloncllo de una casa de


la r1te Baudm. que hab itaha transitOriamente
1
el entonces Em,wdo Extraordinario y J'lis-
tro Plmip(Jtcnriario de Venezuela en los Pages
Bajos, q uc: conoLimos DoN SECU~Dl~O BE-
V ERRO, el ingnuo viajero cuya amable odi,ea
fo rm a este lllll(l.
D igimos mal, no fue Dox SEcc:xoixo
quitn conoctmo, ::.ino sus avenruras, ledas
por boca mi~ma del autor.
As, c:mre dos siestac; de diplomc'l:ico abu-
r .ido, naci c..,te libro. gozcso, intencionadt'.
llen o de ingenio y con ole. r ~eha pat ra ....
IIY l'RLOGO

N o imit Tosta Garca la generalidad'


de sus ilustres coleg<ls de Amrica, que re-
:gresan al terru o trayendo frutos del pas en
que estuvieron r novedades de la moda pa-
risiense
Yo ~ de mu rhos que en el luga r suyo
lhabran tra~d o de Holanda un queso y de
rars un Jlu.x. T osta Garca trajo de [ Iolanda
un Tratado muy bien hecho y de Pars u n
libro muy bien escri to. D os fruLO ~ dignos
de su talento mltiple.
(Que perdure el Tratado; 'f que se estime
-el 1iJ.) ro.

Qu g rande es la risa sana y hon rada!


L a e 11fcrmedad de este siglo hostezador y
anarquist' es el te dio, el eo;pantoso tedio de
la v 'da. Tod0 tiene en l colores lgubres.
y los cantores del rom;:nticismo llevdn la Ji_
.teraL ura l' ntre ci ri 1:; y lamentos escoltada por
PRLOGO

poetas plidos que semeJan los galos cahellu_


dos de que habla Tcito, seg~a la melena que
usa n, dign a de caballe ros merovingios. Cada.
poema es un sollozo, cada estrofa una lgri-
ma, y neurticos n-biles ~ncianos decaden-
tes viven e.o..tr.egados Ja elega y la con-
feccin de novelas sentimentales para u~o de
jvenes educandas y enamo radoc; adolescentes.
L a alegra va huyendo de la literatura, y
ya no se pe1 c1 he en las regio:1es del arte Ja
carcajada !-Onora de Jos dioses del Olimpo.
Jeremas i 111 pera slo ; Ra belais est proscrj-
to, y mientras Lamartine tiPne admiradores,
nadie recoge el e,cudo que el caballero an-
dante dej <.;aer un da de su mano generosa
en las polvorientas llanuras de la Mancba.
N uestra literatura que es toda importada.
se resiente de ese defect o.
L a novela esotrica de H uy~man : el' .mcJ-
Insrno de Paul Bourget; el mistici -m o macabro
<le Peladan ; tienen raros imitadcres, pero Jos
Yl PROLOGO

tienen. El romantici. mo perfumarlo de Oc-


tavio Fe uillet y las creaciones absurdas de
Georg!'! Obnet gozan de los sufragi os feme-
niles. y raros disdpulos cuenta el ge nio aus-
tero dt> T olstoy y la frase marmrt-a de Zola.
Pero el libro alegre y franco. la musa juvc:nil
y retozo na. casi 110 llene sectarios.

En \ -enezuela La Pco,,a de Rornero Gar-


ca, ob ra mlLip le y preciosa tiene pginas
de una alegra primaveral, pero al Yolver la
hoja la sombra de aquella alma enfe rma se
dibuja all co11 la lgu hrc proyeccin del cuervo
.de Ed~ard
'-'
Poe sobre la cabeza del busto de
M inena; y no ha ec;p1rado la son risa e n los
1lahios cuandu pugna el llanto por humede-
.cernos la pupila Alegra malsana, so nrisa
1histrica.
aJes Prez es adrnirahle en el gnero y e ~
verbo acre y chi<>peantc de Breca le da lugar
tmuy alto.
Guasa P111a Je Rafael Bolvar es la ob1a
l'HLCWO VII

del d:t: el dcci r donoso y la gracia tica Ci'l m-


pearn al l.
Don Saundhw Becerro. v1ene cerrar la
marcha.

N o es Don ,)'comdzo B ecen'o el e tud io


de un temperamento. ni un caso patolgico,
111 el examen tle una morbosidad pasiona l

de esas que diario vemos clasificada'> por


grandes novelista-; del siglo. N o es siquiera
un estudio social, sino un estudio local.
Don Secundino es un tipo. El tipo petfec-
to del sabio parroquial, del Maquiavelo de
pueblo, de esos Tal:eyrands de aldea, diplo-
mticos de barza.!, de los cuales est plagada
nuestra pobre Amrica.

Quin no se ha tropezado con Don Secun-


dino en su vida ?
"VJH PRLOGO

Artsticamente juzgada, la obra de T osta.


G arca es u na JVonograjf social.
E s rea lista en el ms puro se ntido de la
palabrl. Realidad en el personaje, rea lidad1
e n e l medio. La figura se destaca con lneas.
pur as en el fondo del cuadro y en torno la.
t osca r astuta ;)er;;;onalidad parece que se oye
mugir el ganado, se ve 1a llanura inmensa y
lo lejos el puro lineamiento de las montaas.
azules. Olor de selva se percibe veces y
olor d~ llores se percibe en otras y extrafa,
comezn en la nariz cuando el autor nos ha<;e
a travesar por entre las ristras de ajos del an
t iguo y herico San M ateo.
L as descripci)nes d~ Pars son detal1adas.
y exactas v hace el autor en el lihro gala de
un a muy \'erdader3 erudicin. Leyendo es te
li bro se llegan saher sorlle Pars cosas que
muchc<; parisie nses ignoran.
Q u alegra tan snna se e~cnpa de est::;s.
pginac;! Leyndolas vuelve uno reir con.
l'RLOGO lX

la alegra cua"i infantil de tiem pos ya olvi-


dados!
Cu nto hace gozar una alma fatigada la.
lectura de este libro, especie de brisa acaricia-
dora que pasa en medio de esta tempestad de
pasi ones desencadenadas t>n que se agi1a el
hombre de esta poca, el hijo de esta edad
enferma perseguida por extraiios atavismos y
vctima de todas !As neurosis.
N o est plagada la ohra de esas virtuosi-
dade-; la moda gue pululan en las de aque-
llos que buscan en el halago de las debilidade~
<~ge n as el sufragio caluroso de los necios. :N o.
Es f1 anca mente naturalista. Su naturalismo
no tiene el enfado brusco t.lel de: Sthendall, el
CU' ~adi'>mo del de 1\Ierim, ni la aridez del
de Flauhen; conlina con ese naturalismo cuasi
pant ei~ t a de Zola en cuyo fondo se siente

palpitar la vida al beso fecundante dt>l placer.


Es una obra ewiuentementc nacional, y si las
pasiones di:' la poc.t la oc;curecieran hoy. maa
FHL()tiO

n::t la serena juslict.t liter. ria \endr coloca rla


enlre aquel la-; que me jor han pintado un Lipo
,. una poca. en medio d l un:t sociedad en
transformacin v ,;gitadJ por doloroc:as ince r-
tidu m hres.

J. M. \.A RG ..-\ ' \. l L.\.


DON SECUNDINO EN PARIS
i)ON SECUNDINO BECERRO

Seguram<nte que ninguno de los historiadores


:\ntiguos y moderno hase dignado nngir este
notubre con el 61eo <le la il1mor talidad; pero en
<:<~robio de tan supina ingratitud de los letrados.
no l.lay en las dilatadas comarcas del Gurico nin-
gttn !;r vi~iente que deje de estar familiarizado
-oon tfl.
DestTe ~1 ms acaudalado propieta~io b asta el
t'tltimo ~Sabancto, es decir, los qi.le muntan arrogan-
t~s corceles y usan botas charoladas, y lof'i que
sa.cuden la primiti\a co~iza sobre la madre tierra,
todos conocen al Eledillo mi buen compadre, como
1<'. 'l'OHTA OAIWA

medio de luo11bita li~o y ray(l{lo, SPgm el llicllO


inteucioual de los !Jn.bitantes del Alto y Da:io llano.
Su patll e, Don Primitivo Dece~ra, contaba n.ntes
de la. J.t~ed ent<>in sus cabezas poT millaas. 'l'ena.
arreos tle mulas tle tlisti11tos cloreR, y sus C]lleRe ras
su rtan las principales dnoatles del pas, .;,icmlo
en la ex tensin de la palabra n n Cn~so de las
pampas, un morrocotudo de tumo y lnuH.
Despus de t<\uta abnlHlauuht, sullre\'i J.o l\ es-
Ca$z, la guerm l;uga., lol'l embargos (le ganatlos y
caballera~. Los em n stitos ) cootriuucioucs tl e
uno y otro band .> poltico, dejronlo <'Ual'i en wcros,
}Jlles pe~ar de er impa.nial inofensivo, l \'ejo

B ecerr;t pasa.l1a entre los JedeJales por nn guclazo


de uiia. en t::l mbo; y eutre !Qs gollos era ruusidc-
rado como nn gucnicougo d1 monillo y t:whetos.
Eran muy lgica las 811pn:-.il'ione~ le lo:-: l'lllllb l-
t ieu te~.l>on .PJi mi ti ro tua cae!ro~ ) l'i\..;c;os,
ele m~nlos <le guerra \' boca, van cnot idiano qne
todos uecesitaban. :Xu baha du1la~, el botubre
tenht quo ser nu J.H:~rVeJR 1, por 1iJR r, por nd~~s.
\. c.lospec!Jo 1le tan st'rios Jescalalllo~, si t.> m pre
logH conservar alg nnoR H'cm:-os pm a at cncltr
llll~ .'EUUNI>l:'\0 11:-." l'AJ:s ,,
la, ed tw.tdn d' u IJijn. 'eenndi no y pa1 a manual lo
< la l ' nivcr hla LI tle Otu::teas, en donue lleg hasta..
scgutJiln aii> lle til"sofia: y 110 digo que e. tudJ.
porq ne el U~c:ell ll 1 ac para. elltl e IIOS, jalll<lS
dt>j tl"" lJace1 l~t>Jtul ;. "ll <~poll~<lo; tt-uienuo )ne
,oln'rs~ al Llano ta11 pel11lo <:omo ha.ua n .nil,,
< cau~a le 1.~ repentina mnette ele su pa.1ln,
circun:>tancia !le le uldig dl'jat trunu<~o sn canela
ci~>utliea o:! lis' punet .ti frente de lo. u~gu os._

D e ;\qn, que mi llauen) 111 1 sea t<to musLt e 11cu


y sihe:>tte el inimit.Lb'e Palmalolt', de Danid
( "1111)

)!emluza, :-:inu un tip11 mitli limado, cun ra go>~ Je


ilu tnuit'111 1 tra l, leido!/ l:scribitlu, <lIIH]IH:~ hrnsl.'u,
CUtU:tcallO \ llt'llll de l:l.lll<l.llt'l'lliell(ll._ y Jlt:dall-
teras Je ~aLIl luca.l. Teugu t}Lle ainul1r, pa1a
la ll HS eX ti icta et11Tt't:ci6n ue esLe \'eltlic.;o !elato,
una panknhu itlal te j a habrn vhsernHlo los
lecLores, y qne pout a ocasinwtl 1nnaua lllllY ~W J ia
pol 111kas uist.t ica,..
llc lli]II I.L gnm cnesti6u.
i P ot q111~
llam<hHlosc el padre Dun :Ptimitho
Becen n. lta H!uitlo 'el el biju ~ccuudino Jle-
cerru?
F. '1'0. T.\ C:ARC

Respecto al uonllm~ <lE:' pila, no ltay discusin


, posible; ~ecundino tt~nfa que ser el uiJo de Pri-
mitivo; pero respecto al femenino del padre .V a l
masculino tlel I.Jijo, ante tamaa iocongl"llencia
at,icn, ~ l{lle podr;tn ocuni, pelotera~ y con-
tro,en;ia~ de : folio, '' de at]U la nece.. idad de
la aclaracin 11riori p.na ' O::-iego tlt: acuciosos
gramtico y de cl:bicos rigm istas. para tranqui -
lidad de Gerundios y Cl::trine$, para. calma dt'
aeadmicos y corresponsales.
La, gentt: de uuestros campus en Yf'.nezuela nn
digiere e a dispal"idml de sexos. no cuucibe que
-una mujer pueda ttpellidarse Oo,dno, ni nn hombre
Becnra, pot lo cual Don Ptimitho. ni eun avisos,
reprimeodat:, amone, taciones, regau.. y bert inche,,
, pudo conseguit jams que lo llv.neros le llama"en
Be:cerra. Becetro qued6 y Becerro seri sn des-
cendencia llastn, I;L cousum:tci6n de los iglos.
El mismo, ya al tin tle sus das, hubo de con-
,euir eu el enrubio y deca mu~ conformP. :
- Qu se ,a hacer! Tod.>s lo quieren,
pues as sea; y adems, H llamndome Becerra,
en mis buenos tiempos, me dt>jar:m .. in un heceno,
DON SECUN DINO JtJN PA:G (S 7

l qn6 ese amor tan ingrato apellido? N<ula,


.escrpulos al :nar!
Y firmaba humildemente recibos y cartas, cou
:su letra, de patas de araa, PKli\IITno BECERR O,
.poniendo daba.jo una rbricn. e n fo rma. de soga
-emollad::~. en cien vueltas, para q:te nadie se la
tfa,lsiticara.
Al freo te el Bece1ro hurfano de los intereses
.en el Llano, se drjo y con raz6n: "si mi padre
:se a rrni n por neutral recib:endo pi ocbazos de
.uno!' y otros, por estar siempre en el medio como
Un birote, yo voy ser persona y meterme en
,poltica llasta la-s orejas." As JI) cumpli el
mwbacbo, y para ser buen poltico bizo jumment o
.formal de ser gobiemero todo t.ntuce; es decir,
el oo\el ctmpen acept.-'lba todos los principios
.de la liturgia ele los partidos cuando se lJacfan
:gobierno, consiguiendo con tan bbil tctica ser
.elfactottull de su pueblo, y ocupar nn:t butaca <>n el
Ooogl'eso durante varios perodos adm1oistrativos.

Nad ie pudo nunca poner en clar() el verdadero


.matiz de las opiniones de mi compad re. A l nacer
2
S F. TOS1'A (}ARC \

{t la ''ida pbli0a n.quellc:~. notabilidad motlerna, se


h izo ]Ja.sttlero, como se <lecfa el .18, posibiiist~~,.
como dijeron ms ta.rde Castelar y Gambetta,
par odianJo al grau cbi\a.to Talleyraod, con 12.
difer\}n ci~t de que su colega espaol se 1Ht ido de
bruces recicuteroeute, dejando desgarrada su ban-
dera de apstol y doctrinario, eo los abrojvs de
la apostasa. Es no grao muerto Oastelar, que
debe llora.rse como poltico, <lespn6s de su acto-
de fe mcurquico, y un eminente vho qne debe
seguirse :tdmiraodo como omdor, como escritor y
como sabio. A lo~ hombres de su talla les es
permitido teuer uos vidas.
1\Ias como tal parntesis no estaba en el pro-
grama, pidiendo excusas a.l lector, vuelvo Don.
Secundioo, ::radieodo pam terminar su perfil,
algunas particularidades que no tlebeu silenciarse.
Ouaudo la revolucin llamada aznl, era, como
de costumbre, el sursmn conlct del Departamento
y vinieron anunciarle qne ft pocas leguas se
hallaba. en actitud bosti! .
. ... un clebre machetero
de aquella jornatla, ol geueral Pico de Frasco.:,
En el acto manda Becerro cnsilln.r su mach.o ; .

,..
DON . ECUDDINO EN PARS

y enteramente slo, se traslada al campamento


insurgente.
Pico de Frasco se qued tamaito de asombro
cuando lo vi llegar, y muy sonreido le pregunt;
-Ho;a, Don Secundiuo, qu hay en esto,
viene usted pasado t
-Ou pasado, ni qu calabazas, bombre,-res-
pondi6 el valiente desmontnclose del macho-
sabiendo que usted andaba por aquf, Pupuse que
algo necesitara y be venido ponerme su dis-
posicin, como a'ltiguos amigos. L a poltica
un lado y la amistad en su pusto!
..\nte aquella manifestacin tan fmnca, y sobre
todo tan leal, tratndose de un magistrado, no
bubo ms que decir; se entendieron. Pico d~
Frasco recibi ganado, bestias, cobijas y racionest
no atac la plaza y se fu por otros banios
seguir sus aventuras.
Como el general antes de marcharse areugara
sus soldados, terminando con el grito de viva.
la Repblica genuina l y abajo los ladrones! Be-
cerro, llamndolo aparte, Je dijo:
10 F . 'l'OST A GAROA

-Por Dios ! genera l, no repita eso porque se


q ueda slo.
- (~u, bombre, q u es lo que no debo rep9tir ?
- Abajo los la.dPooes l
- &Y por qu razn'
-Porque totlos los que le acompa.rt ~n , han
salido de sus ca..sas con nimo de que algo se
les pegue; y usted con ese grito inoportu nu los
decepciona, los refra. ....
-No sea tonto, Don Secundino,- contest rie n-
do el general,-los rnncbn.cuos me conocen y saben
q ue nosotros los jefes en campaa, somos como
lot.. enra en el plpito, una co. a decimos con la
b oc.:'t y otra ejecutamos con las m<tnos.
non SeC11 11diuo volte la.s riendas al mach o y
se fu muy convencido.
Aquella estratgic..1. entrevista y sus ulteriores
manejos secretos con los alzados, le valieron ms
tarde su preponderancia despus del tri un fo cte
la. Gennina. y el silllt qne vino ocupa r e n la
Constituyente.
Ouando al cabo de r~que11a lwmrioa hazaa
reg res por la nl)che 1:\ poblacin, muchos celosos
DON SECIDi'DINO mT P A.RS H.

gobiemcnos le haofan c~rgos por su conducta am


bigua. 'Y basta hubo quien se a~eviera prouunciar
la palabra traicin. . . .
Entonees mi buen o.omi,>~dre, que nunca. ba
tenido nn pelo de tonto, convoc una jun1ra de
notabl~s y coo rude~a. franca, les dijo:

-Qu queran uste:les qtle yo hiciera, estima-


dos compatriotas, no tenemos atfl!as, municiones
ni soldados para combatir, estarnos . centenares
de leguas de la capital, debr:ii yo dejar que sa-
quearan la. poblacin, que nos degollavan como
UtH~R borr~gos y que no no~, de,i.aran ni un slo
pftlo ~n la sabanat Luqi~o~ h~branos quedado!
Aquella elocuencia se impuso hizo explosin.
Becerro fue proclamado salvador del Gurioo,
y poco obsequiado cou u na ~splndida seFenata
en que resonaron los col,letes y se derram ~~
cerveza basta el amanec~r.
l!;evanta.dat un poco la cortina de sus travesuras
polftioo-militares, bay CiiUe. decir algo de sus ba:;
:liares parlamentarias.
En va~ias ocasi~u.es, como apuntamos al p,riu-
cipio, concmTi6 las Cmaras Legislativas; y en
12 F. TOSTA O ;lltOA

Oatacas, que se pintan solos para poner apodos,


lo confirmaron el mtulo, porque jams despleg
sus labios sino para decir apoyo todo lo que
vena de las altas regiones, salvo en una opottn-
nidacl muy remaroa.ble.
Cuando la Constituyente de Alcntara, que los
mismos caricaturistas caraqueos llamaron flor
de 1tn clia; porque no tuvo tiempv ni p:.wa clau-
surar sus sesiones, le presentaron para firmar el
decreto que dispona la primera cada de las es-
tatuas de Guzmn Blanco.
Aquel lance era muy peligroso, aquella parada
ra muy obcura, tratndose del antiguo jefe del
Uberalismo, que siempre tnvo los cuernos toda
punta; y mucho ms en aquella poca clebre.
llias puesto entre la espada y la barrera bnbo
de contestar algo; y dijo, soltando las palabras
~omo corcbos arrancados con tirabuzn :-No, yo
no comeogt> en firmar eso, ni en tumbar nadie, ni
ceo derribar nada. i el Gran Demcrata quiere una
est<~tua, venga uoa pluma para estampar mi nom-

bre; pero yo no me meto en camisas <lt~ once varas.


J.lue tumben esos muecos los que los alzaron f
DON SHOUNDDIO EN I'ArtiR ] .,..

Y como mncbos de los que lo invita.ban ten~an


antecedentes -vidriosos y razones para darse por
-aludidos, lo dejaron quieto, y no firm.
E~o bubo de servirle para esca.parse del tre-
mendo anatema "rara mis hijos" y tambin para
abrirse paso en la nueva situaci6u triunfante, en
-donde quin lo creyera ! volvi ocupar en el
'()apitolio su pnsto como Diputado por el Gnrico.
Del honora.ble Becerro (se lo cuento u~tedes
-en secreto, pues nos ligan -vnculos sagrados) es
.de quien se refieren esa multitud de ocurrencias
especialmente cbusoas, qne lo llan inmortalizado.
El fue quien se present un da muy serio
en una sa.strera encargando un vestido de C-
nw:1a.
El quien asisti una l!lesi6n de gala de pantaln
-azul, casaca negra, sombrero de jipijapa, con unn.
gmn sortija de brillantes pnestn. por sobre el
guaute blanco.
El quien despus de haber comprado esos guan-
tes en la ''Oompafa. Francesa," pidi que le dieran
el de juguetear, creyendo que erao tres: rlos parn.
ponerse y uno para entretenerse.
14 F. TOf.TA. GABOA

El fue quien, cuando le avisaron al llegar al


hotel que lo solicitaba. el Habilitado del Oongres()
pa ra el asunto de dietas y vi.tioos, contest fu-
rioso: "dganle ese seuor qu~ yo np estoy
enfermo ni me estQy muriendo."
El quien en oierta. ocasin, debiendo poner en
un informe, la media firma, porque as lo exiga.
el Reglamento, puso muy ufano: "Secundino" en
lugar de Becerro.
El quien en todas IM etapas de su vida parlamen-
tatia, no ba llecbo ms que cometer barbatidades,
cursileras y serrilismos tan estupendos, que llan
sido siempre su mejor recomP.ndacin pata verse
abonado cttlJICr'lJetuant los sillones de las dos C-
maras, pues cuando yerra por casualidad en la de
Dipt:tados, engarza de brinquillo en la de Senadores.
Este e~ el borobre con sus certlas y sus cascos,
copiado del natural, quien conocbru ustedes
personalmente en el segundo captulo, pues al
llegar aqu, por una casualidad novelesca, se nre-
senta mi portero con una tatjeta de pico doblado,
que dice: "SecuudLno Becerro."
SU MI~ MA PERSONA

S, exactamente el mismo hombre de ahora,.


diez aos, parece que el tiempo no hace mella
en su sr, siempre fuerte, gordp, colorado, rsbo-
sando dicha. y salud, como el tipo que vendi al t
contado de la popula(" caricatura; siempre su fi-
sonoma tranca, jovial y expansiva; .si(}mpre su.
pelo, sns cejas y su espeso bigote negros y bri-
llantes, como que se Jos tiiie con los tres frasquitos
de ordenanza y con babilidrul suma todos los s-
bados, am6n del retoque de los mircoles; siempre-
lG F . 'L'OS'l'A {41\.lW.\.

,]a risa en los labios, la astucia en la mi rada, la


agilidad en los movimientos y esa penetracin de
ideas ingnita en el llanero, t.:1.nto en las clases
acomodadas como en las rstic..'l.S. Vena Don
-Secundino como de costumbre, de levita negra,
pantaln claro, sombrero de panam, grao cadena
-de oro de eslabones may(tsculos, enorme dije fi.
_gurando un aban ico; y la hist:tica so1tija de
arzobispo ea el dedo ndice.
Ouaudo llegu {b la sala, ponindose ele pie sal-
tme al cuello y ent1:e las efusiones de un estrecho
abrazo, djome gritos :
-Vengo felicitarlo, compadre, vengo decirle
-que todos los amigos estamos muy sa.tisfecbos de
usted.
-A felicitarme 1 respondHe esquivando la for-
rmidable presin de sus brazos, no veo por qn
~l'azn merezca yo ser felicitado, nsted s que me-
l'ece elogios, pues se conserva ms joven y salu-
-dable cada da. 'Qu se ha.bfa becbo, de d6nde
sale, cuando vino f
-06mo-dijo baciendo una mueca con tenden-
uias pucbero- no sabe usted dnde estaba yo T
DOX SEClThTJJL.'W EN P All.'

-~Bn dnde 1
-E o la. Ro t uoda.
Quedme atnito ante la increiblt> nue,a., y pa-
,recindome chanza, respondle:
- No, eso no es posible, su ''ocacin no ha sido
nunca para el martirio, sn bitoque no fue beobo
.para tal jeringa, usted es res muy avisada para
-dejarse enlazar, usted es zam uro muy marrajo
-Pues as y todo, compadre, precisamente por
-esas cualidades que usted me atl'ibuye, en esta
vez ae me quebr la escopet.'t ....
-No, oo,-djele sin poder contener la risa;-
.. usted en la cr cel ~ otro perro con ese hueso!
-De modo - contestme sonrindose - l que
usted se divierte con mis infortunios~
-Nada. de eso, Don ecundino, es que yo no
puedo creer en ese fenme no, qu e me dejara
estupefacto, porque so prisin sera un .:aconteci-
..micnto de fin de siglo. Sintese y explqneme esa
maravilla.
Mi interlocutor obedeci, se acomod en la pol-
-trona y ianzaudo un suspiro tan g rande, que
;pareca el reso;lar de un tuelle, agitado por las
18 E. TOSTA G.AROfA

hercleas manos del herrero, contest casi lloti-


queando por la emocin.
-Quebr el juego, amigo mo, quebr el jueg(}
de la poltica cuando menos Jo crea y el t riunfo
de la revolucin me cogi, como ratn cebado,.
debajo ele la trampa dt>l continnismo .. __
llaba tan ta ul'isteza en su mirada,, tanta amar-
gura. en su expresin y tan hondo despecho e
sns palabras, que verdaderamente caasaha lstima.
el infeliz.
Hasta al pico de Naiguat hubiera enteruecido-
61 asendereado Beceno en tao pattica y calami-
tosa actitud.
-Pobre amigo mo-obsen, ponindole la mano-
cari osameute eu el hombro- quiere decir que
us~d se Je empa el catalejo apa.gndosele el1
monigote en el campo de los conuinuistas '!
-S-balbuce apel.mdo su antigua costumbre-
de sooarso los dedos de las manos en los casos.
de apuro-los gobieruistas salimos en esta, vez.
muy mal librados en el corte. Yo, siguiendo como
de costumbre la infalibilidad del adagio que dice:-
ccel q_ue manda, manda,"' ensill el macho, agit;
DON SJUOUNDTNO EN J.A.n.fs 19

las masas, removf Jo.'\ pueblos, hice preounciar


'oncejos y L egislatu ras por la maldi ta frmula;
en una palabra., desa.rroll toda mi bal>ilillacl de
madrin ero en la emptesa, creyendo en el tradicional
poder de las b;~yooetas y do la 'l'esorera. Apren-
dime de cuerito {t cuerito aquella c..uta inmortal
de D on Policarpo Garca, pues me pareci un
declogo de verdades polticas, y su sabor ma-
-quiavlico me indigest. Quebr 1:;. brjula.
-No estamos de acuerdo, amigo Becerro, en
ese punto culmitHtote de su teorfa., el juego no
q uebr, fne el cristal de su :tnteojo el que se hizo
pedazoE:.
- 06mo se entiende esot-preguot.
-Muy sencillamente, amigo Becerro, fne qu e
.Andu eza despus del 20 de febrero no e ra gobiemo,
'!l)Orqne babfa perdido el derccl.JO, la justicia y la
-opinin. Convnzase, lo que en esta ve~ quebr
no fue el juego gobiemero ::;ino 1:\ suerte de usted.
:Siempre no po(Jfa echar senas.
-Sea lo que fuere, compadre, es el hecho que
me cns(tnjon cnando menos lo pensaba, cambiando
:mi virgioidad de batutero ''italicio por nn nmero
20 F. 'l'OSTA OARC:

irnomin'ioso en la Rotunda; y qu iero que consto


que al salir de esa mansin donde toda incomo.
didad tiene su asilo, mi primera visita es para el~
esforzado defensor de la amnistla, que nos ba de-
vuelto {~ todos libertad y bienes.
~-. Gracias,
Don Secundiuo, por su felicitacin;
no la merezco, yo no poda hacer otra cosa como
liberal tloctrinario; y mucho menos eucoutrndose
al frente del Gobierno nn liberal puro de los.
antecedentes del General Joaqun Orespo, cuyo.
notable fignr~ es oara exclusiva de ese egregio
partido. Haba qne ayudarlo sostener en a1to
h causa y la bandera, que otros quisieron sobajat-
Y adulterar cobardemente para sus lucros y veu-
gan?.as personales.
-S, compadre, tiene usted razn; pero totlos
uo piensan asi; y en identidad de circunstancias,
se olvidan de los compaeros perseguidos y no
piensn.n sino e n balagar los in tereses domiuautes.
del que est. en le Oasa A.ma~illa, fin de man-
tenerse en privanza. Conozco el almendr6:J, vaya
que si lo conozco, de esa cabulla. tengo yo un
rollo .. . .
DON 8ECUNDINO EN PARS

-Hablemos de otra cosa, Don Secnndioo, ~qu


piensa usted hacer ahora?
-Yo pi3nso-contest6 perplejo, manosendose-
el bigote y dando golpecitos en el suelo con el.
pie derecbo- uo s ___ .
Hubo uu momento de silencio, yo med\taba y
l ,~ea las flores del cielo 1aso, sonJudose los dedos.
como castauelas.
- ,,Sabe, Don Secundido, Jo que 11sted poda.
hacer abara 7- fjele de pronto.
-.Qu cosa, compadre?- respondi anhelante-
-Hacer un viajecito {t Europa.
-~a Europa~ Pero cmo, y ruis negocios, y
mi familia y en compaa de quin 1
- , seor, .Europa, conmigo, porqu e me mar-
cho dentro de algunos das y esta es oportunidad'
propicia que usted no debe per-der. Sus negocios-
se los arregla cualquier amigo, su famil ia no tiene-
ninguna necesidad ni la tendr en su ausencia~
es de esperarse; y r.sted, que tiene snfieientes-
recursos monetarios para ello, dar un magn.fico-
P,aseo, se refrescar un poco la cabeza, ve1 el
mundo, y regresar hombre nuevo, en disposicin.
"22 F . TOSTA. GAlWA

-de tomar el tumbo que mejor le cuadre; y acaso


~1asta con credenciales para volver en busca de

la cosa perdidll> .. __
-Ja, ja-exclam dando nu salto e n la poltrona
-qu coincidencia y qu penetrnci6n la suya.
-{)oofisole qtw ya baba pensado en eso y que
-tst.oy casi decidido . segui r su coost>jo. Lo que
me detena era la, idea de irm e por esas tiet ras
-slo, sin conocer ningn idioma. extranjet'O; pero
--con usted, oh! en compaiia de usted ira yo
basta al infierno. Djeme pensarlo un poco.
-Eso no tiene ua.da que pensar: pong<t un
telegrama . su socio del Lla no, dle las iostnJC-
cioocs del caso, cousiga. algunos suplementos en
la Oonsigo;l.cin, que se lo3 dar:u de mil amores ;
_y dentro de quiocP. da,s noli va.mo5 cantando 1u~jito,
"como dicen sus paisn.oos por all.
- 6 Pero la f<Lmilia T-tart<tmnde- y e.:;e cbatco
tan grandet
-Ya se lo be dicbo, h1. deja usted muy cuidatla
-en Ua.raoa.s, nada habr de f.l tarle; y m uy contenta
-se pondl' cuando yo vaya hoy mi~mo cou usted
..: darle la uoticia de tu ~tto prximo viaje, y
DON SECUNI>TNO EN PAR~;; 23:

hacerle comprender lo til qne pueJe serie para


el presente y sobre todo para lo porvenir. tES
acaso justo que usted, por una pisada de callo,.
contine cado perpetuidad, sin la esperanza de
pasar el dolor; es decir, sin la felicidad de volver
al silloncito aquel de hrazor:;, al cual babfa usted
puesto su llierro f
El hombre no m ~ <lej6 couclu ir la fra e, encontr
tau placen tero mi p1 on6~tico; que colgndoseme
del cuello en tlil acceso de entusiasmo, estuvo
punto de l1acenn c cebar la lengua. D eRpus, se-
r enndose un tanto, dijo:
-Al cba1co, compadre, al charco, sin ms va-
cilaciones. As es como se l.Jabl1 para que el'
prjimo entienda; ) o siempre lo Le dicho gr:tos,.
el que , :lbe, sabe. ror eso en mis situaciones.
difcil e me he con 'nltado en todo tiempo con
usted.
-Rectiti<Juemo:-djele som ienuo-en la pere-
griua. romera del continnismo, nada me con-
sult n'5ted ....
-No me recueruc uu'is e;a calaverada indigna.
:3
24 1:'. 'l'OS'l'A CTARCA

- -- -- - - -- - - - - -- - - ---
-de mi categora, compadre; al mejor cazador se
,le va. la. liebrP, estoy arrepeotiuo basta. el dedo
.gordo de esa chambOll<Ld::t inmensa, en dontle in-
,friog br-.sta las tradiciomtles instrucciones de mi
.abuelo, que e1a hombre de mucho saber eu tales
.achaques de la ,idn.
-t Qu instrnccwnes fuero u esas; potlra saberse 1
- pregnntle aguijoneado por l<t curiosidad.
-El ritual que siempn~ me ba senido de gua.
-en mi carrera poltica-contest con profunda coll-
vicci6u.- Oiga usted el origen de todo tni saber.
Mi abuelo que era, un poztl <le ciencia y que
conoca dortue le apretaba el zapato, mecindose
en su chinchorro de moriche, me deca con fre-
<mencia: "Oye, hijo, un consejo, que nunca te han
.quedar mal en el mundo. Onaodo te conviden
un entierro, si el difunto es amigo; y sobre
todo, si tiene f<Lmilia, concurres l, importndote
.uu bledo que no te hubieran in\"itado ni a l bau tizo
,ni al matrimonio; en ese caso no vas sino basta.
la iglesia. Si es muy amigo el difunto y tienes
. deberes ~ara con la pareo tela, le mandas sn corona
y lo acompaas basta el camposanto. Si le debes
<:onootados senicios al muerto y tienes aspim-
cionl'. de cn:~.lquiera especie para con sus deudos,
entonces lt> echas su palada de tien a, fabricas
uua l.grima, y hasta. le escrihes nua necrologa ;
tp ero ten ptesen te que nunca debes en terra.r te con
nadie."
-Soberbia formula- exclam aplaud ie ndo- Y
cmo es posible ![Ue con esa receta tan prctica, t an
s-.bia, tan poRibili.~la., baya usted incunido e o el mal
~1 aso , tomando por el vericueto aquel de marras?
-Y<L se lo lte dicho, compadre, nadie es infa -
'lihle e u la. tiena.; y hasta l-'egum lo llemroo
preso, eu remacable ocasin. "So me mortifique
ms recordando aquel mouumental desastre. ~os
''nmos, nos n1.mos, esta atmsfera me ahoga.....
- Muy bien, muy bien- le respond- dentro de
quiuce das le aguardo para que juntos tomemos
los pasajes y demos todos Jos paso<; indispensa-
blcs en semejantes ca>Sc~.
- Convenido - dijo Joui~ndose e! ~ombre ro
cucnte conmigo; vendr con toda seguridad .
Y lleno de cutusi~tsmo se despidi a presurada-
.mente mi futuro compaero de Yiaje.
1' . 'l'OSTA C:AlH'A

La, Yilla es a , un tablero de aJedrez, noa.


especie Je a.zar. Cuantlo usted arna.necc nn da
con unn, re::olucin tomada Sl)bre cnalqnie1 asnniO
y sale la calle, ponindose en roce con la bu-
manidau, est ex puesto esog cambios bruscos
imprevistos, que T"recnentemente tuercen los rumbos.
de u ueslr~ existencia. Ri por ejemplo, se l1a. celta-
do ust.eu :tl a.rroyo eon propsi to firme tle almorz::tr
con bue\os, resulta que por arte 1le nn auverso.
birlibirloque, :'e pega un atracn de castaias, ue
cuyas cousecnt:!ncias m ncl!as vec('s no alcanza 11 ~
los santos leM .
Don ."ecunuiu o al salir ue la Rotuutla y \'CU L"
casa (~ lHtcer111 e su Yisita, tle agradecimiento,
seguramente qne ~n lo que menos pt:nsnba era
en la. realizal!io ue tan <lilaM<lo rh1je. , 'i Jo.
ll ~tb a imagi n:uto algnna yez en :' u interior, ja ms
-pens cumplirlo. . lo mis ltimaR palabras lo de-
cidieron, l<t itlea el e \'ohtr: fignrar eu . u Joc:a,litlad.
lo arrebat. Ob! poltica implacable, vampiro
delicioso, monstmo sednctol', sirte potondn, de la
<.:ual no se sale despus de haber caido, pn lpo.
devor:tdor que nos atraes con tus mllltiples brn ~o~ ,.
DON Sl~OUXDI:-\0 1~:\ 1'.\ll:-; '27

de los cual, s <'S irnp{);:,il>le clesprPndeFc, eres nn


vicio como el juego, como el ngu:udiente, como
la. lnj uria ! ..... _
gr que entra una. vez en la poltica no puede
almndonarla jams, ) lo que C'~ ms ciel'to a.u,
no debe ~tba.ndonarla. porqne sn lllrfa muy mal en
el juego. Atr:; est Gomorra con In. sal, la.
dctecl!a. Oa.ribdi~:; can la sima, ht izcrnierda Escila
con el a.uismo, slo tn el horizonte y de frente
coutmplase la tierra pl'Om~tida. .\delante con la.
nocesiu, siempre adel:tnte, pues {, Jos qne se
quedan resagados en el acumpaiiam~nto, les rom-
pen frecuentemente el craneo ~ birotazns Oiielfos
y Gibelinos!
l'

,,

. . . 1 ' ( ,. ... '


SOBRE LAS OI.JAS -

Abreviemos las cosas para entrat pronto eu


materia.
A qu referir la multitud de diligencias, arre-
glos, recomendaciones y pequeos deta.lles que son
necesarios antes de eLDprender un viaje Europa 1'
'.A qu tomar nota de h1t variedad de encargos
hechos por los amigos y amiga;; del crculo de
nuestra relacin social f
Lo primero serfa difuso insignificante para et
l ~ctor; siendo de advertir que la Tral'atlntica y
30 F. 'I'OSTA OA.RC'f A

dems compaiifa de vap:wes t>xtranjeras, b.onos


hecllo el impagable favor de CYitar que nos cou-
fes emos: comttlgscmos bici~emos testamento,
como aconteda allom cincuenta aos antes de
lanzarnos :~1 proceloso mn.r en las primitiYas em-
barcaciones de vela; y en cuanto ; lo segundo,
-es decir, mencionando el punto de encargos, aven-
tajado habra de quedar el Yi<ljero infeliz que se
propusiera complacer todos los marchantes, no
le basta.rfa.o bales pam tq.ntas demandas; y sobre
todo, dinero para ta ntas compras, en razn de qne
la clientela apunta pero no da.fitego; encnrga peo
no consigna.
Eo ta.l cornpromi:;o no queda ms rem edio f)n e
echar mano del modus opermuli de que en tales
{}asos se serva, un tendero francs de Yilh de
Oura, cuyo nombre no importa al caso, all por
los aos del G.) al ;o.
Preparha.sc el aludido fmnclmte dar un paso
por su querido pas natal; y consecuentemente
sobrevino el cbnbasco de pedidos, acudiP.ndo la
nube de cnca.rgantes, cada guien con su enorme
lista, en muchas de las cuales aparecan guisa
UON 'ECCSDlXO mr P AUS 3l

de ui comt, pianos .Y Otira menudencias como esca-


parates, caja de msica y qn s yo et1otos
ms chism ecitos por el etilo. Nuestro protago-
nista, con un moun mn \' picaresco, guardbalas
todas, diciendo entre dientes :-Trt!s 1Jieu !
Un da antes de marcharse lleg al mostrador
un wuchacllo de la cnadra con cinco centavos
muy bien envueltos e n un pa,pel de estraza; y
cntregmloselos, le dijo:
-Mu i, triigame un pito bien li ndo cuando
venga.
-T pitars seguramente-contest el hijo del
ena unrlole una palmadita en la meji11a; y acto
-continuo romp! todas las dem{t listas.

A qn(> meniooar tampoco Ja<;; molestias, in-


convenientes y desazoees que ocurren antes de
embarcarse en el puerto de La G LU\i ra con los
ageutes en competencia, que se vienen disputando
al viajero desde el zig-zag, como ganga 6 pre-
benda apetecible, no para ayudarlo sino para es-
quilmarlo, cobrndole una atrocidad con la nadi-
-dum del abusho zarandeo 6 registro que practican
32 J.'. TOXT.\ G.U~CA

en lns ma.letas para apropiar;;o <le los objetos ma~


acom odados f
A qu uablar del enojoso requisito de las des-
pedicltS personales, po1 ta1jcta 6 por la prensa,
lo cnal es una ,-enladera. calami<lad, cuya abolici611
se est{t cayendo de madura?
A qu recordar los cargantes permisos tle
aduana y resgnarao, los pa es y contrapases del
muell e 6 tajamar ingls, institucin a rbitra.ria,
cuya tarift leonina agota propios y extraiios,.
sin proporcionar mayores CCllnodidades, pues las
embarcaciones se mue,en en la orilla como lii
estuviesen en <tita tmw, y el oleaje, rebelde Jos
parnpetos de cimento romano, penetra. por debajo
ele cllos, n.menazando su completa. destmccin t
Fran camente, era preferible nuestro antiguo muo
ll ecito de madera., no se pagaba ml.(la y se llegabru
uorclo en mejores condiciones en las tadicio-
nales canoas. AIJora, deja u;ted el pelo y bast:11
el cuero en la terrible rasqueta del portn, camina
usted un k il6.metro , pie por entre arenas, carb6o,
lodazales, rieles .v wagones <le carga, con riesgo do
baars<' sin quererlo, porq ue el agua pasa por
DON 1'5ECU~DINO EN P.AnS :J3

sobre el llamado roln]Je-olas, 6 con peligro de


romperse nn<t piet'na por entre tantos estorbos.
Pare..:e increble semejante anomala; pero cuando
se llega al barco, molido, mojarlo, sucio y robado,
t iene uno, antes <le despeditsc del muo<lo, por
los primeros sntomas <lel mareo, que exclamar
cayendo en el butacn como una bola :- malditO>
sea el progreso de los ingleses!. ...
Haban pasado cinco das desue la salida de
"La Gnaira, escala en Martinica y dems antillas.
del itinerario.
Haba quedado atrs a,quel espec11culo pere-
gl'ioo, propio de la pluma del Dante, donde apa-
rece una legin lle doscientas negral:l carboneras,
mugrientas, esculidas y escandalosas, invadiendo
el buque por tollas las entr::t.das . Rurtirlo del"
combustible que hace mover la, atre\'ida concep-
cin de Fulton, y , que arrojado canastadaS
por sus ascosas manos, no impregna el aire de
las bellezas y perfumes que producan las flores
lanzadas por J3eatriz y su coro ue ngeles cuando
salieron festeja.r al amado vate en el primer
cielo, cantando el in le Dornine esperabi.t ; sino
1'. '1'0H1'A C:.\RC'A

<ptc por el contrario, tl bitumiuo o polv illo, el


alquitranado IJollfn, en combinacin estiatgic<t
ton lo tufos de CI{ que exllahtbnn las ninfits del
catbn ponan aquella a tmsfera tan malita in-
soporta.ble, tue el viaJero apoltronado {L quien
hubiera de ocurrfrsele aguantar en el pusto la
avalanollt, queflctrn. iufaliblemente sin ternillas ,
siu (>Stmago y sin bronquios.
E~tbamo en pleno Atlntico y los pasajeros
todos del Amrica, IJabfao pasado el mareo, saho
alguno poco resagados, qne todn da plidos y con
!.os ojos l10ndidos permanecan l'n , us cam;trotes
no atreriodose . nsoma.r las variceii por la.
cubierta; y mucho menos por el comedor. All en
sus enjutos lecho' rumiaban trutas, galleticas, len-
gua ahumada y otras extra\'agaotes golosinas, por
que los estmago~ fle los mareado. a imlanse con
los de las mujeres en cinta, teniendo antojos y
<:n.pricbos anlogamente particulares.
D on Secuodino era del grenlio de esto infelices.
Acostumbrado en el Llano :1 navegar en canoas
sobre mansos ros; y en balsas por las inmviles
.aguas de las sabanas durante el invierno ; el metr
DO~ SEUNDl~O EN PA!dS ;~;).

sttlado le Ltaba llec!Jo malsima digestin . Rgido


en sn estreol.Ja caja parec<. un clifn nto; y hab:t
hecho j uramento ele no llevn.T nada {~ los labios
para no pro,ocar nnevas corilplicactoues, creyeudn
mny desconsolndo que babi'a perdido la. hiel y
uasta, los bga.dos en la refriega..
i Qu espantosa situacin! lVIucllas ,eces repi -
tisc entre los do~ aquella inohidable escena ele
dcsm.1do rea,lismo que 110s pinta Oer\'ante:;, cnauuo
Don Quijote y Sil escndem Sancho, mclidoi) por
1as estn.ca; de yangeses .Y cun.Jrillero, se anoja.ron
m n tn::~mente e u pleno rustro el milagroso blsamo
de Fiuabrs, que haba.n tomado Ctldcradas
pa1a alivio do sns brumarlas costillas.
- Ni amarrado. compadn', ni uorracho de c..'l.-
cb imbo me embarco ms llllncu-djom e ,.1 des-
ntlido, trataotlo c1e incorporarse sobre :;u ataud ;.
mas conto al lmcer tan h~r6ico esfuerzo dirase
u o fne t te porrazo en ], c<tbeza con el f'onclo de
la cama de aniba :
- Caracoles !- aadi fnrioso - eStu es insufri-
ble, esto es como una bved<L del camposanto,
como llll<L cnj;L de sardinas de real y medio.
P. 'l'OST.\ (L\RC.\

coro() no ca.laLozo inf<l.me donde lo sepu ltan uno


por el delito de ll:tl.Jer pagado trescientos pesos
ele pasaje. Ay ! nm1go mo, usted le <l.gmdczco
esta buena.. . . . ucurrencia .
-Pero usted puede - dfjele rindon1e-Lomar una
determiuaci6n pam S<~lir de trabajos.
- Culf-H"cgun tome ansioso.
-Revolver~e para. La. Guaira .
- Oj:l.l - replic clGsaleotado, acost{tudosc de
JJnevo- pero este maldito eaballo de palo 110 ol.Je-
c]ece la tspucla., :1qu tengo qnc agu;tnlar lo
qne venga.
Como eu e~c in~tante t:l buque diera una gmo
harquioarla, rindose y de m u~- buen humor agreg:
- Estarse quieto, llaman no menearse !
P or la voz, por el 1 ostro y pur los mo,imicntos,
comprendf que ha.lJ:t pa.sado el m areo{~ Don ' ecun-
clino, quedndote so lamente ese e~tado de ~~~xiLud y
decadencia. de {tnimo, que desaparece con la aplica-
cin de ali mentos slidos que son el complemento
de la curacin. Entonces le dije .,eriamentc.
-Arriba, seiiOL' .Beceno; le\ntese bonorabilf-
simo colega y vstase pronto porque usted lo que
DON" SECOSDINO EN rARH 37

uecesita es un buen be~f-stealt con papas fritas .


Voy llarua.r al gar~11 para que lo s irva.
- Llmelo usted, compadre, en mny buena hora,
.Y con eso teo1lr el gusto de \er ese primor -
co ntest acaricindose el poporo causado por el
reciente tropezn en la cabe?.;a -desde qne ll egu
{~ este lugar tle calamidades, estoy oyendo gritar
Por todos lados: "garzn, garz6n," sin saber para
qu pedan ta,nto ese animal que en mi tierra no
-sirve pa,ra nada.- . Ser para comed-.peusaba
mirando la.. tablas pintadas, ht lmpara osci lante
y ht \Tentauilla del camarote- pero no puede ser,
cootest:bame interiormentt. Esos pa~arracos io-
.snlso~ no tie nen sino huesos .Y plumas. Abon~>

l'Or SU\'\ p~Liabras comprendo que es qu e los llan


cnseado {L senir. A.b extranjero:; finos, prime-
ro ensearon los monos y ahora dene la moda
de los garzones!
-Pero compadre, por el amor de Dios, cuntos
disparates est nsted diciendo-si ga1z6n quiere
decir en francs sinieute y por eso es qne todos
.]o llaman en el vapor. T a lo ver usted llegar.
Dicllo y becbo, se present el gwzn, listo,
38 F . TO 'TA O A-RCL\.

conecto, ceremonioso, en .traje negro y de corbata.


blanca, haciendo cortesas diestra y siniestt a.
Tena todos lo:; <ti res de un personaje oficial, de
no acadmico en dia de recepcin, de un Diputado.
en las antesalas ministeriale:, de todo tena humos.
perf!les, menos del io~igniflcante papel que des-
etnpeaba.
- , H an llam ado ustedes, caballero~, desean llS-
tedes a.lgoY-pregunt6 con nna sonrisa tan almiba-
rad<t, qtie t rascenda pourboi.1 . las cien legnas.
-Este amigo, algo enfermo au n, dese::t ser ser-
Yido aquf en su camarote. Trigale pan, vino y
uu hnen trozo de beefste"k con papas fri tas lJO.
muy cocidas.
- 1\'fuy bien; ser servido en el acto el 27-
conte~t caminand o de espaldas baca la put'r ta ,
haciendo uue\'a-s y ms afectuosas cortesas.
- Con qu esto es lo qne llaman gnrzn, cu tn-
padre; ni con mil cruces babrfa credo semeja nt e-
cosa; y sobre todo, muy cuestl arri ba se me hace-
creer que ese caba.llero, con ,~stido elegante y
afeitado y con tan buenas n.:a neras, sea un obscuro
sirviente. No, no, esa. no me eneJa , porque el
DO~ ECUNDlNO };X PA:RS 39

tal parece ms bien nn MioiRtro de Jos nuestros


eu da de ~len saje !....
-As los ver usted por t<Hlo el mundo civi-
lizado-contesw sonrienuo.-En los grandes botelefl,.
en los teatros de tono, en los cafs, en las casas
acomodadas, por doquiera. los ~ropezar. usted de
gran tenida. y en idntica bitola, porque la pre-
sente generacin b.se propuesto desacreditar hL
casaca, y al fin qt:edar entregada exclusivamente
los gar~o11es y los Ministros, que son sin-
nimos.
-Y qu fue lo que rebnzu u seorfa ! -
inquiri Becerro sonrimlose.- Cre comprender
algo de :2.
-S, l1ablaba precisamente de usted, refirindome
su nombre en el Ya.por, porque el tal nmero
corresponde ;, ::;u cama. Este es el mismo sistema
de los cuarteles, de los hospitales, de loa hoteles
y de las crceles, al entrar en ellos desaparece
ipso faclo la personalidad, quedando el paciente
eonvertido en cosa, en nmero.
-Pues seor, i esa ley es cierta, est-oy lucido
.j
40 J.o', TOSTA GARC..

y fresco, porque tale lugare han sido y cooti


nuar:o siendo mis frecuentes asilos, y la. postre
acabar por olvidarme dPl beudito nombre con cue
me bautizaron. En la Hotunda era el 1-1, me
prendieron un da '21, y aqu soy el 21, uo me
hace la tal cbah\ muy buen e tmago ....
- "ffin cambio-c:outestle-para otros polticos
ua ido muy propit"ia esa combinacin numrica
La ley de l:l compen.,aciones es a.. . .Para unos
las rosas, pam otms la espi nas.
-Ya lo palpo, compadre: y n!;tell 'cmo se
,JJam:l, qm-; nmerCI tiene~
-- Yo est.oy enci rna de nsted, soy el :.w.
-Es decir, entend.mooo bien, su cama esM.
. eucima de la mfa, no estamo para eqnocos en
.este lugar ....
-Justo, Don ...:'ec:nndioo, y quc~ otra cosa po-
<lrfa. yo insinuar~
Lleg el gm:;u con el almuerzo en una bandej a.,
surtida con viandas y apetitosas golosinas. Be-
cerro comi con bambre devoradora, parecindole
cltanza que aquel oeroooa.je de casaca. estuviese
DO:'\ .~EC L' UDISO ES" PARS 41

all tao acueio~o paJa ::.eni rle hasta, en los ms


insignificantes detalle~.
Luego que concluy de almorzar, entre el gar=n
y .) o a.vutlimo lo ,e tir ~- del brazo, casi eu
parihuela, lo subim ct~
la told illa de pop;;~. A ll
Jue objeto de una o,aci6n llecha por los pasaj eros
vanezolaoos, qnienc~ lo felici ~a ban nlegremente,
con gritos y aplau o , por sn resurreccin 6 ingreso
eu la. coionia.
Nada a,iva. tanto la confraternidad y el compa-
iierismo, CCimo noa larga tnnesa por el mar,
lJileb el peligro anlogo y el azar comn que todos
"'"" corriendo es fuente poderosa de atraccitl y
simpatfa; dt au que en la, escuelas y en los
campamento~, en las crceles ~- en las embar-
ca.cioues, frmao e lazos de amistad que si ntra
yez e wmpen, jam: pueden olddarse. El coo-
tlisepul<) y el compa.ftero de arma,, de prisi6o
de viajes, forman nr a e.speie de doculo incles-
ti'Uctible, ~ anurue l'1n ailo~ y sobrevengan
acontecimientos felices ader-sos, es imperecedero
e.l recuerdo de a(JUellas personas con quienes nos
tl.lemos codeado en tan remarcables sitios.
42 P . 'rO;'''fA tl-A!lOA

E l u.ire fresco, libre, v!vifica.tlor tlel ocano, la.


tonificacin del almuerzo, el indel'criptible pano-
r amn, de aquel inmenso pilago azul, que por lo&
cuat ro puntos cardinales se confunrlo en el hori-
zonte con el cielo, aquel espectculo casi igual
a l que present-an las pampas en el Gurico, caus-
al asendereado Becerro tan buena impresin, que
{L las dos lwra~ de esta.r recibiendo en sn butacn
de brazos el aire fresco y los cumplimientos de
los amigos, pareca como si se hubiera revolcad(}
en la r.ierruca; era, ya otro hombre, tena buen
color, vida en la miraua y fuerza en lns pierna!;
pa ra hacer si.ls primeros pinicos por la cubierta
En tonces, con e~e curioso apetito que es ca.si epi-
dmico en la.s embarcaciooP.!':, con ese ferviente-
deseo que . todo nos a.sa.lt;t de conocer la vida.
y milagros de los dems pasiljeros, empez (L
preguntar quines eran unos y otros, de dnde-
venan y pan"~> dnde iban y qn Pspccie de rela.-
io nes tenan entre ellos .
En el acto qu~d6 empapauo tlc Jos ms mni mos;
deta.llcs, porque la ociosidad y la cnriosidad amal-
ga madas de consuno efl tales circunstan ci a~ hacen.
tan increbles prod igios de e!>cud riiacin, que es
imposible , ninguno tle loe: na.\'egantes poder
guardar ll incgnito por ms que sea nn prfncipe
vestido eJe torero, 6 tllt mt'rcacllifie alard eando
ele eminente personaje en l'l pa. que aca.ba. de
<tbancloPar por mothos de fraudulenta qnicbra.
Bien sea, por sospechas po1 sorpresa-s impre-
'ist<t.S; ora, por revelaciones ami. tosas J por in-
formes del comi ario; unas n~ces por clicbos de
los indiscretos !fltr:;fmes poi trasmisiones dP las
-camareras; otra,, por nna palabra oida. al capitn
6 por a<livinaci6n, por brujerfn, r el hecho
i ucontrovertible qne de los t rec; tlas en adelante
le ll<~ber salido el buqnc del puerto, all se sabe
todo con cscrupulo.sitlad minuciosa : qn e el gran
scor Ta.l, que viaja, cvn humo:; el e lord y de-
rroclm puiiados de libra.s en el l~ltcarat, uo es
sino nu retlotrnlido e.Lb:tllew ele industt ia; que
aquel otro, pedante ~ charlat-in, que la ecba de
profuud<" sabio y lumbrera. en sn patria., no es
sino una. ma.yt'tscula. nnlida.d, uon. reputacin usur-
pada, uu asoo de lcvit<~ y sombrero alto, . quien
el brillo del oro lw. llec:l10 aparecer como lec'n;
F . '1"0. T.\. k\ HOlA

lnc aquell<~ interesante pareja que junta, se sienta.


la mes<t y duerwe id ero en el mismo C<trua.rote;
que a.ql..lellas dicl10sa:. palomas ni son casadas n.
son tales, siuo un par de gohmllrinas Ya.gabunuas,
que huyendo lle las murmurnciones oel alar patrio,
em prenden atreYiuo vuelo llaci.t. Pat s buscan uo
mejor t~:~atro, placeres y libertad ; qne (t dos curas
muy asustadizos de cualquier frase malsonante
que surge eu Lts conversaciones y que Yan cou
clircccin . Homa, c rendir uomenajc al Santo
P<ult c, alguien les oy en alta: horas de la nocbe,
:11 travs de las tablas tlhismias 1le los com-
parli miento::, combinar entre puya~ eolor;ttla!i y
risas impuras uu pi<.:arescu complot para pasar
en P aris, en traje de seglares una noche en Folies
_T:er!Jf1"S y otra en el .Jloulin Rougr, corriendo
formidable tr11e11o ). que la dama de alto peiuado,
mncl1os brilla,ntes r lujoso mantn de seda, , quieu
baeeo la corte cuatro caballeros francees que
\ienen del Pacfico, es tan buena amiga, tan
acucios~t compaera y tan caritatin.l uembra, qne

(lial'iamentc, al amanecer, va ue puerta eu puerta


dar los buenos llHs i sus leaiC'.s cortesa,nos,
DON SEOUNDI~O EN >,\RS Ji

infotmndose !>Or propios ojos y . pesar de los


meneos, cmo han pasado In. noche y . qu
necesidades hay que atender; en tio, tantas y tau
i ncreble('~ cosas aconteccu , se . aben y se cuentan
b ordo en aquella especie de sociedad ambulante
y de mundo flote, que sin duda alguna son
materia de otro captulo.
l-lORA ~ A BORDO

Ya tmlc::. nos conocemos en !a, casa.


La inqui. itim a,eriguaci6n ha ido hasta l:t
cma1:1 de ~egunda > llasta el cntrepuente, uo
quedando bfpedo cou gorro qnien no se le hayan
puesto las tlipa al re\ preguntndole us de-
talles biogrficos y la m iosigoificaute circuns-
tancias dt' su vida, llesde que el prroco hubo de
.echarle ht S<tl del bautizo l.lasta saber el lugar pa.ra
donde se encamina. h1 intenciones que lleva ~n
48 J>. TO:o;T.\. OARC'fA

el l>ncbe y l1asta el gnero de muerte qne es


aficionado.
El fastidio, ese ~al>allero rigurosamente acom-
pai'iado de modorras, bo. tezos y somnolencias, ese
autcrata de las emba.rcacion es en las larga~ tra.-
vesfas, cansados los nimos, empezaba ya {~ in
v~ dimos. Aquel espectculo constante del ma.
por todos lados, 1,> que ltact> creer <}Ue el buque
no cambia de lugar; los matiue10 Riempre lim -
piando, piuLando y aceitando tablas, cuerdas, pisos,
barandas y muebles, la esqulla, que i!lYariablemeote
nos llama al comedor ;'t la~ mismas horas todos
los dfas, y r~ donde concurrimos con la. puntnalic.lad
de monjes que Yau al refectorio <.onteruplar el
constnnte omulro de {f(tr~oue8 que entrau y sa.len
con copa-s y bandeja~, de oficiales y pasajeros en
sus in variables sitio:-:, todo aqueJlo dominado, co-
llibido, sugestionado por la. imponente presencia
del maitrc d'lttel, (ltte ~e pasea por toclo el saln
con la atTogancia de un pavo ba.cieudo la corte
en dnlcinea y con 1:t tiereza. clo:. un rey que
di1ige , sns Yasallos, la invaiiable p1esencia de
aqoellaR mismas caras que encontramos en los
TlON .'EJO~DT1W lllN P.1.\RS

pasillos, en la cubierta, en el saln de tertulia,


eu la pieza de fumar y en todos lo::; refugios del
buque, aquella, especie <la zarandeo interminable
con las mi LOaS personas acaba por proporcio
uamos no atracn tle fastidio que verdaderamente
no encuentra el ,ajero qu hacer cou su propia
individualidad, ni dnde acomodarla para, que es-
torbe menos. En lo pri meros das <le navegacin
entretienen esas ocupaciones roecoicas de Jos trL
puJantes, es agra.tlable el oficio metdico de los
inientes, uos di vierte el anbelo por conocer la
lli((ria. singlwlura y la Yariaciones del termmetro
y del barmetro; pero cuando ya la cosa pasa de
castao obscuro, pues ban trascurrillo dos serna,-
nas <le aquella. misma ,idc.~,, entonces el libro que
leemos se nos eae tle hts rutilnos, la conversacin.
se vuelve so. a y pesada, tod0 nos ttbmre y ba,y
que apelar estimuhutes fuertes como el juego,
el baile, la mtsica, el canto; y como ltimo recurso
basta los cneuto~, qne posith,amente son un
gran remedio contra el fastidio .
\eu{:\ entre los pasajer~ s una joven colo'llbiaua
como de veintids aiios, hermosa, fina, elegante,
;)0 F . 'l'Q;rA GA LW .\.

iustltlida; ,r tan alegre, que fue durante la tra,esa


-el encanto de todos y el mejor reactiYo coutra
la monot')Dn. Lla.m.base Sotia Cabrera, y babala
1lotado 1:1. Pmvideucia de tales atracthos, q ne
bastaba verla algunos momentns y oit su conver-
sacin algunos segundos para qne el paciente, como
el nio c::tcbetn de l::t saeta, qued;\se enrella.do
entre us mallas tlsicas y momles; es decir, el
delincuente quedaba fusilado por la profanacin
-de llaber visto y oido seuwjante criatma, digna
de lm; tiemros caba.llerescos en que ~oo escudo
y lanza se echaban los bofes eu t:ampn raso por
el amor de las <lamas.
Qu remanga la. ue la tal ~ofa! :No se e. ca-
paban ni las sardinas, pues no qaed6 bordo quien
no fuese cautivado poL la sirena, tal era la gracin.
cou que cantaba, roca,ba el piano y la gnitana.
y ecbn.ba xllliques sebre todos los temas, rea,!-
zando tan inapreciables dones una figura tlc lao
ms impticas que han <:ontemplado mis ojos.
All ,.a la descripcin poL' si alguien ~e est
imaginando que no s manejar la bandnrria no
velcsca.
DON ,'EClJ~DIYO FHT PARS :lJ

Aire y manera de vestir la anual uza, qne


co n si~te en la babilidad de llermt\nar la sPncille~
.::on l1, gracia, lrasta el extreme, de que cualquiet
t raje en sn cuerpo aparezca luj oS$imo y cortado
por las tijems de \YortlJ, andar de caraquea, con
tomos esbeltos y tan bien proporcionados, que la
delgadez de la. cintura forma contraste antipdico
con sus caderns de circasiana y con sus hombros
fle Venus de l\Iilo (ha.go constar por si acaso, que
~otiita no es mochrt como el original del museo
del L onvre). El coutraste se acenta, y un curioso
cincuentn con u quen!dos pl)dr a obsenarlo
mayscJlo entre. us diminutos pies de rondea y
sus bermosa,s piernas de rnontaiiesa del Tiro) (ase-
grase que el aludido tipo ln\t:::\ la ouserva.ciu-
frecuentemente <ti subir y bajar Sofla las t>s.ca.lerasj.
)!anos aristocrtica. y uas perfiladaR de un na-
carino sonrosado, ojos gr::tntlcs obscnro. : pelO tan
vigormmmente cxvre ivo , que penetran hasta el
tondo del alma, n.llanudola arbitral'iamente sin
respeta.r ningn f'nero constitnciamLI, nariz gra.ndc
y perfilada, cara de contomos griegos, ele pmulos
tan destac:aclament~ rusados, que pareceran obm
.)2

de la pir.tuJ a ~ 1 no fue1 a la p:u ticnlal'idad <le ba-


jar e y encender e s(tbito;, segn la!'\ impresiones
de su ni mo 6 las fatiga. ejet cicios violentos,
frente l>lauca y espaciosa, l>oca, nuuque no pet1ueiia,
conect:L y volultuosa; soutt todo cuando re,
muestra UUO$ dientes ::u.lmimble~. P or nn capri-
cho incongruente ostenta en la mano izquierda, {~
gui a de pri\ilegio marca de fbr ica, un luna.r
negro muy gr:tntle, como t:i el Cl'iador hnbiera
querido m<ti'C.'trla (t posta, para qne se supiera el
{)Smero con que la habfa formado y la maligna.
intencin <!UC tuvo de que la ..,in ignal 'offa se
dign:tra \'Cnir por e~ tol;) t 1igo p;u a llacer perder
la ch<H'eta (t media humnnidad.
r..os ltimos dfa.s de navegacin en el Amrica,
hubientn sitlo de renegar hasta mo1 ir, siu la pre-
sencia de aquella, mujer IIllt> ~in saber cmo, ni
en Yirtud de qu atriburion e~, llaba l umido ms
..que la jefatura, la dictadura pleua en todas las
voluntades que <'brrastral>a y seduca [L s u autojo
illaoindonos cumplil' un programa diado de fiestas
y entretenimientos, que formaba al amanecer y
nnanclaba fijar en el lugar ms ,.i ible del buque
11ara conoc mieu to ele sus ,a~ a llo~.
in embargo no era feliz nuestra tirana, r~omo
lw.hr ele \ers~'> por la siguiente <tncdota rne
eo nfidencialmentc trasmito Jos lectores.
Un<L tarde, ya para ocultar . e el sol, pasebame
solitario por la pro<l d~spus de la comida (d&odo
los cien 11mws di! In liturgia martimo-digestiva.)
y not en t.>l ltimo extremo , ola sentada en
nn rollo de mecat(, con la mauo en la mejilla,
couternplandQ el horizonte que desapareca len-
ta.meute cobij<tdo por ei somuro manto ele la
or1ocl.H:, que nna ya arropudolo todo. Iosensi-
lJieruente me ac:erqu tL ella; y como por el ruido
del ruar no huLiese sentido mis pi adas, brnsca.-
>~ncnte se puso de pie al ,erme. D e J:ijo vagaba
cou el pensa,miento por otros sitios y debi asus.
tarse contrariarse por la presencia inoportuna
rie uo extrao. Al hacer aquel moYimiento ob-
acrv que do gruesas lgrima conan por sns
rttejillas.
-Dispeuse u tcd, 'ofa - cljelt turbado- be
.venido mole tatla de uoa mant>ra a,Jgo im?ropia,
:. TOSTA GARCA

comprendo que usteu desea estar sola y me retiro


pidiendo mil pel'dones.
-No, amigo ruo-oontestme oon sn dulce voz
-no se vaya usted, se lo suplico, pues lejos de
importunarme, ba vendo usteu sin duda bacer-
me.el gran servicio de distraerme, porque-aadi-
lanzando un suspiro y una mirada hacia lonta-
Ganza- estaba muy lejos de aqu!
- Lo comprendo- repliqu somiendo-y me
atrevera apostar que andaba usted por lugaree
poco agradables, si hemos de consultar esas
dos preciosas perlas desprendidas ile sus ojos. __
-Efectivamente lloraba, lo cual e~ mi n ico.
consuelo cuando en la soledad convierto Jos ojos.
al pasado y evoco recnenlos tristes que me hacen
sangre, como espinas enclavadas en el corazn ....
Eu su acenro, en sn expresin dolorosa, com-
prend qu~ deua la verdad y que no haba en.
m; palabra5i ni coquetera balad ni -fingido ro-
manticismo.
Entonces acercndome ms ella, la dije:
-Imposible! U na mujer como usted no puede,.
no se concibe la suposicin de que sea. o.esgraciado..
DOY SEOUNDINO EN P ABS 55

n i que tenga sufrimientos. Bella, admirada de-


todos, joven, alegre, espiritual; li':tncamente esto
es un fonmeno, una anomala.
-He ah las ra.rezas del mundo, amigo mio,
y las extra,agancias de la vida, ese modo de ser
mo es estudiado; y b.golo preoisamettte para.
aturdirme, para olvidar esos trist-es recuerdos que
tanto me mortificaba.n cu"ndo usted me sorprendi.
-Oiga usterl, ofa- djele acercndome un
1 oquito ms-seda yo tan dichoso gue pndiera.
merecer su confianza y oir <.le sus labios la con-
fi dencia de esa pena 1
-Por qur~ no Y- ooutestme cariiiosamente, cou
sonrisa tao ale,o a, que hubiera sido capaz de
sacar de quicio al clebre lCOITtlpLible Anacoreta.
- Es usted en d vapor la persona quien m{lS
ue tratado 1le distingnir, t:orrespondiendo s~1 irre
prochable Cl)mportamiento. ~ iutese usteu mi
lado, y eu dos palabras conocer. mi historia.. No-
es muy larga-agreg intencionalmente, reparando
que yo, cohibido como un tonto, dudaba sentarme
en el mismo rollo de mr.cate, p11es siendo tan
5
1~. TOSTA GAROf A

peqneo iua. qued11.r c11si adheri do . ella, lo


-cual, fnwca.mentc, me da,b<L miedo, tratndo e
-de mujt:.r tan tentadora ... _
Al fin lo llice, y co mo lt~ pi carezca lJ. isa com-
pla.case eu arrojar sns c~tbP.llos s~he mi rostro,
p:.ts un ntto 3.1go comp rometido, mi entra:; ella
se expres de esta manera:
"Hija de padte; rico~, nac orillas del cau-
daloso :Magdalena, r fue mi educacin tan esme-
rn,d<t como profunda, me cnsefi<tron ms de lo qne
necesita sauer unn. mujer. Ouando sal del colegio
ue "Herrna,oas cl Corazn de .Jesis,'' tena, diez
y ocl10 aos; y en Bogot, que se piolu solos
para poner apodos, me llamaban la Bachillera, no
tanto por lo que saofa., sino porque hablaba muubo
de poltica. A pesar de mi educacin ultramon-
tana,, posa del esmero de los profesores eu
convertirme en unn. mquina de rezar credos y
parlrc wuestros, al salir del colegio, la lectnra de
los lioros de mi pa:dre, el espritu dominante del
pa.rtido radical en aqnellos das, el trato frecuente
~on mis ntimas rclacioues, l.J icironme eoncebir
ideas bastaote libres en materias religiosas y una
DON SECUNDlNO EN PA.R f:-; .37

-decisin casi C'<tntica por las doctrinas liberales.


rl'uve, como es de suponerse, muc!Jos adoradores,
fu la niii;1 i la moda y el ensueo de los ca.cbacos
-du r~1nte mucho tiempo; y no llaba. tertulia, teatro,
p~~seo iglesia en donde no fuese la preferida,
-el tema IJerenne d'e las con t'ersacioues, comentarios
y al abanza~. Ninguno de los candidatos mi
mano, ninguno de aqnellos sres vulgares logr
l1acer impresin en mi nimo, el tipo de mi r.~u
tJa.sa lo vef<t en otnL parte y quer;L sacarlo dentro
de otr:t especie de hombres, que no fnese de
.aq uell;~ colwrte tle serviles, de aquella generacin
degradada qu~ eu Colombia soporta la etem a. y
h umil lante domiuacin M un dspota cad uco, jn
guete de los conservado res y de los clrigos.
Yo soaba con uo llomb1e superior, quera ren-
dir parias la inteligencia y adberirme, escla-
vizarme., si necesario lmbiera sido, en aras del
::;a,lJer, la <l igoidatl y la h rlepeodeocin. del carcter .
La !Jermosura fsica, la J u ,eo lud, el di nero, nada
de eso me ba cautivado ja.ms ; la pri mera se
acaba., ht seguntla pasa, el tercero 'se agota, 6
.la.s veces conorope, mientras que las dotes iote-
1~. TOSTA GARCA

l ecLuale~
son imperecetleras, porque los l.Jombres.
que las poseen, en vida, ;;e enaltecen, y muerto' 1
se iumortal iz~Ln.

Yo hubiera <1ueriuo 8er la esposa Je un colom-


biano ilu tre, eutre los a.ntiguos, del corte de Rojas.
G.1tTido Csar Conto; ) entre los jvenes, del
corte <le Yarga~ Yila de .Juan tle Dios Uribe,.
gigantes los primeros qne fundaron In. escuela
del liberalismo mtis pnro, luchadores y polemistas
recios los ~eguntlos, que orn. en la patria, ora on
el ostracismo, 8iempre efJ 1a bt ecua, no abando.
uau uu momento la lanza. ui el escudo, hiriendo.
con sus llanlos tlc fuego el espectro sombro tle
nuestra. usu t pa.cin ,ergonzosa.
Pero acolllecime toclo lo contrario, mi estrella
infausta llev6we por otra. va Yulg:w, rutinaria,
prosaica y llena ele abro,ios. Lleg Bogot uiet'LO
p6r onaje con 1Jllmos de noble~a y aires uc gran.
fortuna; y mis padres se empearon en cas~t rmc
con aquel rLd n ; ue11izo.
Resist mucl.Jo ; pero al fin convine. No qucr a
des~gradarl os, y me dej arrastrar por el pueril
c:.tprcllo, por la maliciosa ~ul'iosiuad de <:o!roccr
DON SBOUN l >lNO EN PARfs :)!)

?11 fondo el rna.trimonio. Mujer ni fin, dije s co t~ o


!Ju bieJa. podido decir que ?10. Ji'n incon~ciente y
dbil por la, primera. rez en mi ''ida.
Oos aiios \'ivi con ~V}IIE'l hombre qPe no amab;~;
y uo <.lf<1 desapareci del p,tfs dPjmlome tma b reve
cart~L por toda despedida.. Mi ma-rido rm nn g ran
a \'e o Lurero casado en igual fcwma; y yo era sn
itltiroa. vctima. .A. me lo conft>sakt. c-nicamente
en la epstola..
Hace un ao de- est11 incidentf' t'cln.cionadu con
1a. fuga; y sabiendo qne el infa.me polgamo eu-
-cun trase en Bmselas, en vspet as 1l e con traer
el sptimo enlace con la hija de un tico fabricante
cle armas, me traslado a,lli para ;\,hofetearlc en
cua.lq uier 1ugar pblico, para de-sen:11ascaral'lo y
huuditlo con mi desprecio. Esto es lo que merece
el vil; y despus, In. iost.'l.uraci6n de nn juicio {L
.fin de que sea clnntt1ente castigado.
Cumplido este debe, tegresat :' mi patria en
donde ser noa pt otest.'l. constante contra los
matrimonios improvisados y noa ohrcrn. ioc~nsal)lo
t{)On tra la tiraofa conserv::tdora."
Qued a-bsorto ante aquella rHclacin, me pa-
60 F. TOSTA C:ARCA

reci6 aquella. mujer tan grande~ tan distioguidar


y tan snblime, qne tendindole la maoo exclam :
-Permta.me usteu admi rarla como una beroioa..
social y sal udarla como . nua compatriota y com-
paera en i(leas.
-A.s: h> bo Mmpreodido- cootestme sonrien-
do al extender tambin su mano- y ello explica.
el lllOti vo de . mi confidencia. Saba qne ustett
era capaz de wmprenderroe.
-Y de ayuua.rl::t. en lo porvenir si necesario
fuere-repliq u~ emociouado.
-Nos ayud;l.remos-termin con marcado irJ-
teocioual mohn-usted como politico lo necesita.
ms que yo, y ser su mejor aliada en cualquier
punto donde me conduzca la suerte .... Ahora
separmonos, y le suplico absolnt:\ rese1va sob re
mi revel:win. Deseo seguir bordo como hasta
boy, desconocida y acaso basta sospecllada ....
...s con ti ouanJOs basta el fin de la travesfa.
Qu uas ta.u itwhidables! Las horas pasaban
como meteoros color ue rosa, fugitivas y ::tlegres,,
alternaba la msica festiva con la clsica, las.
roman zas con los bambncos, las cuadrillas cou los.
DON ~HUOU.NDINO RN PARS 61

galerones golpeados, los juegos de prendas cou


las cbaradas, la represeotaein de monlogos con
la lectura de poesas, las rifas y tom.bolas con eL
bcteara.t; pero sobre todo, los cnentos serios, jo-
viales y picarescos, se hi eierou tle moua1 ca.da..
cual agot u repertorio, habindose llevado la
palma Do>1 , ~ecnntUno entre los anutteurs del g-
nero, porq?.:~ lo baca. con no gr-t1.cejo ioimitabler
con tan buen gusto en la eleccin de los te m as.
y con tan apn~piada m1mica., que en cierta ta.l'de
refiriendo una de sos f.:>rmidables cargas de ca-
ballera eo la. versecocin de derrotados gua.ri-
queos, l1Ubo de tomar la cosa tan en serio, qne
tumb la caja del timn, l mismo rod por la
cubierta y falt rnny poco para que cayera en
el mar. Serfa. falta. muy grande dejar esos cuentos
en el tintero.
Los principales saldrn relucir, ad\ irtieodo
1

los bondadosos lectores de este libro, princi-


palmente los que alardean tle crticos, que si
eonocen alguno ue sus argumentos no vayan
formar aspavientos oi echarlo mala parte,
ni atribuirlo , plagio ni escamot-eo literario,.
62 F . TOSTA. GAROll

por la sencilla; razn de que los cnentos no son


propiedad de oadi~, siendo moneda corriente que
todos pueaen referirlos, arreglarlos. i nterpret.:'llrlos
6. su modo, alter:trlos en sn furma y estilo pe-
culiares y basta utilizar sus argumentos para-
.dra.t:na..s, comedias, novelas y a rtculos g raves
jocosos.
Pr tales mollivos, no dndo en lleYar las caJas
dichos cuentos aumenttbdos y corregidos, como
.producoi6n auMntica indiscutible de m i am igo
Becerro, en cuyo ramo jgnomba, yo que desco-
llase as, calzando t.'ln a ltos pnntos.
----~-----

~. ~
.
--~---
._.
~~
. , ....J " A #' . ~
~tJV ~./"
~~

--------~~

... ;:...---/ ~ .

ESTRENO EN LA SOCIEDAD

-Pnes seliores-dijo Dou , e<:uudioo al crculo


'(}e curiosos que acercaba sus butacones de brazos,
para oirle mejor- lo qne voy {~ referir no es
chento, sino un becbo histrico del cnal sy la
mejor prueba porque fu el protagonista.
Muerto mi padre en los Llanos, tu"e que aban-
<looar miR estudios en Caracas ir de carrera
-dirigir perRonalmente los trabajos, ponindome al
f rente ue los negocios. Tom la cosa tnn en serio,
1!'. '1'0. 'l'A (}AROfA

que me desentend del mundo, y caballo todo


el da , ,estido de garra y con mi espada al
cinto, me la pasaba en mi~ sabanas y queseras
siendo el Lombre ms feliz de la tierra.
Por supuesto, "como el ojo del amo engorda
el caballo,' al poco tiempo haba doblado mi for-
tuna, de manera que los veinticinco aos de
edad era el coouyo de la comarca, el buen partid()
sofiado pClr todas las m u chachas ca.sadera.s de cien
leguas < la redonua. Desgraciadamente nadie, ex-
cepto mis caporales y peones me conoca, sin()
de nombre, pues jams concnrra ni pueblos, ni
casero., ni fiestas pblica religiosas 6 ele toros y
gallos; ni bailes reuniones particulares. Mi
casa y mis posesiones eran nli v ida; tle ellas no-
sala nunca.
U n da \'ino } visitarme mi to materno Anicet()
.A.Iayn, sobrino de aquel clebre maestro Alay6n
arpist.'l. de Espino, que figur tanto en nuestras
~rn i cas polticas, y me dijo:
-Oye, .''ecundino, t eres un hombre ya y
persona muy decente por tu iamilia, por tu con-
ducta ejemplar y por tn posicin monet.uia. No.
OON SI<JCUNOINO E~ PARS 65

es posible que contines esta existencia de ana-


coreta que llevas, metido entre el ganado, las
bestias y los quesos, sin tratar {~ nadie, sin ir
los pueblos, sin vestirte de caballero, sin conocer
las famil\as, sin ~er gente, en fin, como t lo-
mereces ....
-Qu quiere usted, to '1-le respond-ese es
mi gusto, en ello gozo y me repugna grandemente
eso que llaman sociedad. Detesto las tertulias
y me abuniran los bailes.
-Xo, no, mi amiguito-insisti el to Alayn-
uuo en la >ida no es lo que quiere, sino lo que
los dems quieren que sea, basta de ese aire sil-
vestre y de ese aspecto montaraz. Es preciso
sali r ft las poblaciones, tratar oon la gente, visitar
la; ftt.milias, mandarse baoer ropa. A propsito,.
dentro de nu mes hay uo rumboso matrimonio
eu Cllaguarama , donde tus prima las Rodl'iguez.
'e casa Ritica con el tuerto Berrotern, dueo
de los potreros de la. IIogaza, habr baile, comilona,
toros, tres das de fiesta, en fin, 11ue t DO debes
perder, pues estam all lo ms granado de estos-
lugares. Hablar al sastre, baremos la lista de-.
(i(; P. '1'0 'T A (l.llWA

lo qne necesitas para )llesentarte en pb1ic


,.necic1idarneu te bienef' que ir! r
nte .aqueilas l'a~ones hube de COJweuir, t~tnto
poo no desagrada mi to cuanto porque ustando
en la flor de rois afias, senta. ya la nece idad
del roce con el goer.:> bumano, de la \' ida ci-
vilizada, de las costumbres sociales y l.lasta de
rir pensando en h11 compaera que deba bnscar
para 1a; formacin de mi hogar domstico. Real-
mente, yo no poda. eobtinun.r como tlll salvaje,
como un paria, c>1uo uu a.oimal al~arlo en mis
sabanas. Me decid y al eff'cto mi buen to trajo
un sastre qne me tom medidas, de pies cabeza,
y entre ambo . b encargaron de ali tar todo lo
indispensable p:.w a presentarme al pneblo el da
del matrimonio de mi prima.. Qu alegria, qu
"i lusin, qn eml.ml lamieotu senta cuando iban
llegando todas las1 prenuas d~ t l'aJe y equipo. El
t emo de c:msimir ool(l)t' de pelo ele guama, las botas
ue patente, el solnbrero de jipijapa, In. camisa.
rizada, con fa.rolillos, la corbata. suelta, tlor de
romero, con rayita-s roja~-. la. silla \aquera bor-
. dada en seda. de distintos colores, con guarda-
DO~ SEVUSDl~O J)N' P.utf: 67

polvo de ~nte ingls y tres pel lones de hilo y


seda sobrepuestos, el tamoso Lterraje de plata, las .
es puela de idem, coll cadenilln.s de vuelta entMa
todo lJ> mejor que >nclo consegui rse no slo er1
'
los pueblos vecinos, sino en Calabozo {l., do nde se ~
maod un propio , buscar lo que f~t.ltaba. Pam
{~ medida qt)0 se :l.cercn,ba el da el~ lt~ boda 1ue
iba yo intienuo uesazonado inqui eto y me !!n-
traba algo as como no susto al recordar que
tena que prosenta.rme en n.quella fa.clla. delante
de IK'tnta gente. itlculen ustedet~, tanto tiempo
en el monte sin haber hablado ni ,-isto nadie
desde que . la edad de quince aiQs llegn(. de
Caracas al ;:;alit del colegio... . No saba de ttlH~
modo entrar, ni cmo salndar, ni las palabras que
debera dirigir pensaba qne al verme, todos iban
. reirse, principalmente las mujeres, y eso me
baca. poner los pt:~los de )Ilota, pues siempre h e
sido muy corto y vergonzosu. T res d<\S n.ntes de
h1. salida llam mi to Alay(>u, y estuvimos en-
sayando, no soh~mente los vest\~os, sint? las ma.
neras cmo debfa presentarme, hacer lo& saln{los.
y reverencias, sen~arme, comers~r y bast(l. ,comor
(i8 ,~. 'l'OS1'A (lARC'A

y beber. Recuerdo que pa.ra Ltacer la pmeba ms


lo vi\o l se sen L6 en mi enarto, roll6 unas
siJJas figurando el estrado; y yo, vestido de punta
en blanco, hice el papel do que t!ntraua y saludaba
las personas que baban de eucoutmrsc en cada
silla. La prueba no debi quedar del todo Jlsima,
cuando Aniceto, abrazndome muy contento. dijo :
- Nada, muchacho, escrpulos {~ nn lado qne
vas :i hacer fnror e11 la pananda! No r,ot\ht ser
de otro modo, erP.s de la, familict!
Lleg por 6u el aobcl:ulo lla, cta. un juen~'i de
Oorpus-Oristi, no lo olvidar(> jams, desde t>l ama-
nec~:n me d uua friega. general con agua flotida
. y jabn de lechuga, viuo el barbero : afeitarnte
y :i peinarme; y las once en punto estaba yo
poniendo e l pie tn el estribo para llegar :. las
doce {t Ohaguararnas, bora fijada p:tra. el almuerzo
con que debla. iuaugurarse el inolvidahlt matri-
monio de Ritica. ii bl'ioso caballo "'l'entcduro,"
el mejor de la col!latca. en aquella poca, como
-que adi vimLba que yo y l fbamos cstrenanclo,
porque entre relincl10s y cabriolas, se bebi el
-camino en nn credo, llegando la casa de mis
DON S'ECilli'LH NO 'EN PAR$ fi9

t)rima,s m1 cuarto de bora n-otes de la fijada.


Me desmon t er. uno de los corredores y tma tT
-el caballo coo la doble falsarrienda de cabestro
-<1e cerda en lns rejas de una ventana algo floja
que haba allf. Al seguir adelante, lo cnal haca
de pun tillas, pLleS quera, entrar sin que me sin-
t iesen fiu de no llamar la atencin, senL uu
fro glacial por todo el cuerpo, principalmente en
les pies y en las manos al considerar qu1~ iba
{b llegar ya el momento supremo <le mi presen -
tacin . A mayor contral'iedad, un loro indiscreto
-que tena.n colgado de un a.ro de O<trril pendien te
de una botel la ttdllerida al techo, emp_ez6 , ,o -
-<Merar rtl Yerme, grit.:'lndo todo pulmn :
-Lorito pintado, c6janlo, cjanlo, que es co-
'lorado!
- Ollate, bicho !-le dije furioso media voz,
acercndome para. que me oyera. Mi plan era
-entra r de sorpresa, inesperadamente y confund irme
-entre los invitados, por lo cu<~l aquellos gritos
del loro que continuaba (irme repitiendo s n ei! -
t ribino, en\.n para m uua tortura, porque me
-d eouncic~ba n y todo el mundo saldra enoontrat-
70 1 l

me. Entonces se me ocurri u na ba.rbaridq..d : martat


e l !pro! :Mir6 para t odos laoos; y enco~tro~oro~
so,lo agan ~1 pqbre ~nit;nalito1 l~ torc el pesonezQ.
y, para qne n a~li e lo v iera , lo guard en un bol~i11o1

,. de atr~ del palt-l evita como si lmbjera ~iclp un ,


f 1 '

panelo venle. Oometi(.lo aquel crim ~n, segu ade-


l ~nteya con las or<>j,a s encendidas y muy t urball(}
por aquel primer incon veni ente qno 1}0 estabfl. en.
el pwgmma. .Al entrar en el gran saln que se
ilallaba _lleno, sobre ~odo de mujeres, t rat de-.
buscar doolle sentarme pronto para quitar mi
estampa del medio y uo Jlamru muubo la atencin.
Segunda. uesgracia : todas las sillas estaban ocu-
padas. Qu hacer~ queJarme plantado era im-
posible, volrer salir nmt ridiculez. Atroz. ins-
taute! Cnantl ya touos los ojos em~ezaban {L.
fija.rse en tn, como pa.res !.le pistolas 6 co rnQ.
a.gudos cncbillos, alcanc ver felizmente, como
bl nufrago la playa sa.l vadora, al l e.n el l ~i ruQ.
riucu nna IJlltam't ue cu~ro vaca, ~unto la onal,
babau colocado el arpa, el contrabajo y dems.
instrumentos de cuerda. Rpidamente dirig me {L
aquel bendito refugio, y saludando zunlameot;e {t..
1 1
71

<lcnch~L y {L izqniel(]a., Mn\'t-~ tl f':'pntio l'clo,


eonl'uso, tn:M'Iirizn.tlo, cOlli!J t 1 ! ..cinta ctw 1 ecibe
C'll tl cuarl<l H<bem!HL cuTc: r~ dt harnetas. Cierro
1::>

y atnnt;ulu por !:t peu :t, no tli.!O me :-entl-, caf


J tHl:~tlH'tttc 1..'11 la hutat:L como 1111 t:11tl!l. aeonte-

cicrulo par;L col m u de tontrarietl:ult~. qne nqnel


hmsco morimiento tnmb al smlo cl arpa .' el
routralmjo. Quc~ rni<lo ta.n cspauto:;o~ .\lgnno.
cnurllncule:.; ereyenm ~tw cm ttmulm y 11tro!'
hric11aron :-.obn sns a.,iento!>, sicrHh >o el foco
tlt' t.odas las lliI<ttlas, ) cunndo s~ couq~nciero n
clt I:L nalicla.tl el el eh nsc-o ptJIniH'~', n) qued en
~ 1 :-;aln quien no se riP:~ ;l car c aja.cla~ haciendo
lo:-: m;'is gra, ioso:- cotncnt:Lrios. En t'lll Cl riea
sit ua<:iu cnr1prenrl (]lll' nw hn.ha ::;cPtado 5'0bre
1111 :utillla.l qne segnra,Juentt clo1mirh sohre la,

.\lllt:wn, pur lo cual nac\iP I:L <'c.:npabu.. Yo lo es


taha. maclmcantlo c'ltornprilllll'l'do .\ (.1 qneia e~
l':tpar~P. Iucludaulcuc 1 11' cleh{a ~>~'l nn gato. ta.l
c,:ra. t-I clt~!.ilrozo tpt' m l'tda n11 l1,.; na.:; en
luga,rm; clelic:a.tlos. XP haba cli-.\ nntint po~ihll.';
uar:Hm< y qne d animal ~alitra <oniPIH]o hu-
{)
7'2 ;F. TOS'l'A GAROA

l.>i ent sido el sainete del d rama, el complemento-


de las bnrlas y de las risas. N.>, uo poda. pen-
sarse en eso, sino en apretar, en apretar uuro-
IJasta. <tpla.st;'\.1' aquel energmeno C)Ue se ensaiaba.
cootn1 mis carnes, en las angustias de ~a muer te.
-No te preocupes, primo, con la ocurrencia -
me dech R itica secndose con el pauelo las
lgrims lle tanto reir, eso no vale uada., el con-
trab~tjo y el arpa son de madera y no tienen pulpa
ni huesos ....
-Claro- aiiada Doa :R,amooa, su mam{l.,.
estremecinuilse como si le hicieran cosquillas-
~ C)Uiu tiene Ja. culpa de eso? Cmo se les oct1ne
los b1baros msicos 1 ecostar los instrumentos.
d3 los muebles'?
-Despreocpate, sobrin o!-n1e deca el to .A.ni-
ceto haci entlo pucheros para, contener la risa-
eso no \'<t1e nada y t debes tene1 con ieote y
rerte co n nosotros ....
Y conto lm.blanuo as, se me iban acereanflo.
todos, result que yo C)ned como e11 be1lina eu
medi.o de noa rueda qne fornmban los concnrrcntcs.
T el anin1al se mene<tba, touavfa, y yo continuaba
DO~ SEC'Om)J.NO EN P.ABS 73

apretando hasta reve-:ltar, no ya rojo sino morado,.


crdeno, sudando mares y haciendo ms fuerzas
que un Hrcules. Al fin el amo de la casa me
sac de angustia tan horrible exclamanuo desde'
la pueJ'ta:
-Scores, el almuerzo est servido !
A tan mgko anunuio empez el desfi le para:
el comedor, y cuando queu completamente soli-
ta.rio, sent que el sr quo se remova debajo <.le
mi ya estaba. inerte.
Entonces me levant; mis manos tocaron y
mis ojos Yieron ....
Las primeras aparecieron ti utas en sangre; y Jos
segundos contemplaron con asoro b1 o, con horror,
uu lu'rmoso gato b:lrcino aplastado sobre el asiento
como :si lo hnbicra.n molido las masas de un
t rapiche.
- ecnnllinl), "'ecnotliuo !-gritaban en coro des-
de el comeuor-venga nstetl, se le aguarda para
comenzar, ) a e si listo sn pusto de preferencia.
No haba rcmetl io, me tlirig a,Ji como un reo
quien IJe,atan al patbulo. Xo estaba yo para.
comiditas en aquel estado.
71 F. 1'01-iT.~ <.JA.H(.;.\.

Mi pn(osto t:;t:l b;\ t'll el <entw de la mesa,


frente { lo:. 011\'0\:-; ~ al la.tlo cleljcf~ l'idl y uel
nHw:.tro 1\1 eHncla. Como una lina ,J,mo~trati n
<h <LIIIl'<:iu tllt' clitru :t triu;llar la ~ tlliua dPI
hl nitlu, la cual :-in tlntb era la detana tld ton:~l,
pOl'lflll' ~.:li<Ltll lo lt apliqu(o el ;.uueli:Hlu nchillo lt-jos
.(lt' torta la. hizo nsktl:t.r por 1'1 ~ta,icnttt plat n
yendo (~ catt tomo nna, ptlora 1le g;um t :-ol,rt lo~
peluea <lLI lll:"wst ro ek csunelu, 11llltU J'lllt tll'f'l' ll
uenw ('()11 l:t~ m:~nos l~t lotll?.(l l:'n pleno rnstm do
Hilica, la tn;,l 111\tetl;~ lil.' ris;l la eu\', tlt 1111 rev's
:ti l't>fior <llnt 1[111' 1':-;t:d:~ ; :-n hulu y as, tlB
mallo 1'11 tu:uw ~ tle rccltazo tll rt>ebnzo an :ncs
la g:tllna. Lotla la mtsa, tnlre 1 bas, pll)o\s y rc-
dti las. gn l.>sta rt'l'titg:~ oc1111 i~>I on ms serhts
a,\'tJ as: tl cahlu -. ti~tT<trtll ::-obt e los tmjes tle
dat seiot itas, el 'ino ." lo:s dnke::- con an por e l
~uantel, tl jt!l'c eh il 111ol'cra p:.labtas mabouauLes,
ponlll' el ,eciuu :d ponerse d~ pil le haba re-
ven! ado llll <:<\.yo, y misia HaJUona al esto1 uuchtl'
por 1111 ~:tlpiqlw ;lt gnasacaca qnf' 1.. cayera en
la nariz, lmbfa pnliclo su plrtncba. Onda gota
de sudor mo em chl tamafio cle un c:oco, lnf {L
&acat tl paiinelo para limpiarme y lo tjue snqu~
i'uc el loro mlH't to que ltaiJ;! guanlatlo al cutrat ..
ntonl'Ci; las carcajadas hicieron explosin, lJasta
D on Lncas ltotldguez, ul amo de la cas;L, !{e
1levalJa las lllallfiS aJ Yien t te para 1)0 lllOI'if' Ue
la rba.
Aquello Na 1l~rnasiado. Resolv escapar de aquel
infietno. rseme de pit "bitamente y sal cn-
nierulo: peto l'l diablo 6 mi mala estrella ili 'pn-
siclon ljlle Ull bottll UC tni palt-levita se engar;.r,am
en Jos eme<.latlus fluecos del mantel que se vino
conmigo, uca~ionantlo la final cat~trofe. Touos.
los pl ato~, wpa~ y botellas, totlo aq'lel promontorio
de comida , hebillas, dulces, flores y ponqus de
torres con banderitas, vino tiena con espantoso
estrpito. Con la velocida.d <le 1n rayo y fnera
de m, de uu sa.lto sub sobre 'l'enteduro, apli-
cndole la espuela :nel'viosamente ~n Jos ijares,
lo qne le hizo <lar una arrancada formidable ; y
como eo el atunlimiento producido por ta,ntos
contratiempos olvidserne d~sarar la falsarrienda.,
el caballo en la. brusca salida arranc la ventana
que iba dando saltos como un cenc~no haciendo
'j( F . TO. 'L'A G-AJ~C L\

.espantar 'l'entedmo que corrfa con la. velocidad


de una. bala., como alma qlle se lleva el diablo;
y asf, loco, ilvodorue los o;dos, in sombrero,
dolorido, casi muerto llegu {~ mi casa en pocos
minutos, como :Mazepa. a.tac.:'l.do por sn enemigos.
Mis peones me desvistiemo, me acostnron en cama
boca abn.jo y me curaron los mordizcos y :uaazos
.con bls'l.mo, aceite y limn agrio.
Tu ve fiebre; y bieh fuese por causa del deli rio
6 porque realmente as sucediera, es el llecho, sin
explicacin toda.vfa., que sent, all en las altas
horas de la uoclle uu gato corriendo por el tejado
.que se lamentaba lgubremente; y o, arrebn-
jndome entre la~ s.l>anas por el miedo, un eco
triste que repeta , in cesar :
- Lorito pintado, cjelo, tjelo, 11ue es co-
orado!
LA VENADA BI.JANCA

El reverendo padre fray <~nitfn Qniiionef.,


.
-cura de ~lmas de Ran Itafael tle Oritnco estabn.
gordo, lustroso y fl'l~!.icote por los aos del 70 l~l
'i.), gozando <.le todas las ventajn' ~- heneficios
de r-u pingUe feligresa.
Her <.:ora de uu pueblo rico ('~ uua ganga in-
<liscutible, pues dicho cargo no e1>t sometido
.los vaivenes de la veleidosa p0ltica, s ithl qn~ se
pega con cien oblea-s y no se arranca sino en
virtud de algn ruidoso proceso de acusaciu, tan
1'. 'fliST.\ <l.\l:l'.\

nt:o en lllle~lta-; coman:a~ como la mtH~tte ,Jc un


obispo.
En el 11 iuurirattt clictatorial de ca.cla pueblo,
jefe cid!, llH~cli ~ o y ctim, siernpn' el {lltinw \'(t-
srle:; por ll~laute il los colt>gas en t,l.?.n de que
ll eva el timc'1:1 clt.: la rt<Wt>, es decir, repit-a las
campanas _Y :\!lela Ja Jli'OCSin, uesde hwgo que
m:.tlH'ja la c,mcicnda cle los Y~cinos) da Ht opinic)n
l~r lHipito c' n ];;s cue~tiones clP imporhtucia. p-
blica.
'I:ocln.da tll .sos afioR fray Quintn se lwba
ciado sus at :es} maurcuet inclume en sn <:nraic~
el dereclio eh! los lieZ'll>s ) t>l imicias, p01 que
annctle l<t tal tnl1cliana ortodoxa, como S .;a-
bido, l.lace mnclHls aiios ,ino terra por los ta.jos
de la ley, l cou L;lJilidll.<l y sumo tacto, conservaba
vigeute ht oVt'ncicn urbana y 1nral en rorma tle
presentes y tegalvs qn' llovan(~ su casa Rin oesn.r
d e los cnat.l'(l 'icntos ele la parroquia.
Lecltone::; utl cacl.lctes y lomo abnlta.clos dc~;tiln.nllc}
ma nteca, palo!; cJ(., galliu<~s que bacao ampollas en
los hombrus ue los peones cooductore~, ceballos ca-
pones, pa.\'OS <iu abundosa cerda, tiernoS pollrJS, uue-
liO.X SIJCUNDINO 1'1X P,\ l:~

\'Os talientes an tln pmo fresco~, novillas tl e tres


na,itlad:s en cuyas anca~ podase jng<~r los ,Jados,
frutas riqnf;itnas, variadas legumbres, pjaros ~
animales raros, nga.lus de toth\s especies llovfan
t' ll la ma.nsi<n ele! hnen prroco como el numt.
cne alimentt los i';ra.elitas e u el tlesimto. Pero
tle to1las la;; hhliva.s la que nt.., ltah,1. llamado
la atencin ~ C<tuthaba la pi etcreucia. del p:ulrc
Qniones, t'ra una ]11'eciom venatlita, blanca que
lP ltaba mantl:'tclo ~~~ tlfa tl o s tt "anto una. bij a.
tll' tonfesic)n tlo l p~\so del E ucal.
Qu t>jemplar L\n hel1n <le la f'amilia ele los
rnmi.mtes ! :'\u piel blanca como el armio, l>t i-
llalJa al contncto tlf' los myos <lel sol, sus ca cos
aterinos de un brout.:eauo obscu ro, s11s ,j iJlos uegros
como dos p:uapalas lustrosas, s u::; ln.bios <le peoncL
y ~'llS orejas graciosamente pu ntiagudai', de seduc-
tora mo,ilitlau, fonmtl>an un conjunto ta l de be-
lleza, <Jne el animalito en cuestin era nna. rNtl
l1 rmbra en r;n especie.
El cn ra. la qncra oomo Jr. niiia. ele sus ojos
y In. mimaba como un cnau:ora.cl o (t su amada.
]'\orma con ella t'n su aposentl), la obsequiaba.
.so .F. 'l'OSTA GARCA.

c;ou los me.iores bocados tle su mesa, estudiaba


los sermones y plticas con ell a echada en sus
.piernas y mtwbas ve.ce:: la lle\7 aba basta. la sacris-
ta donde rnmin.ba en nna alfo m bm . los pies de
.Ja mesa del Santo Suda.rio, mientras su amo
cantaba la misa los domingos y fiestas de gua.rdar.
La venada blanca tle fray Quintn era conocir1a.
y envidiada por toda la poblacin de an Rafael
. con el mismo entusiasmo que inspiraba en Atenas
. el clebre perro de Alcibiades.
Mi queridsima esposa Nepomucena contaba en
e~a poca diez y ocho marzos, peqneiia, gorda, de
tez acanelada, ojos negros lindsimo::, dientes que
obscurecan al warfil, pies diminutos y gracia. sin
igual, era 1a flor del jardn orituqueo y yo anclaba.
. que me beba lo~ vientos por ella. Ms de una
rlocena de eoai) Jorados contaba la indiferente, y
1irme como una roca, los haba desairado todos,
lo cual aumentaba. su renombre y prestigio.
Dos la.rgos a.os haban corrido de intil brega,
. c:a,1't::ts, regalos, bailes, toros y cintas en su cuadra,
visitas de nocbe y de da, plantones interminables
. en la esquiua, serenatas en los das de santo, pa -
DON SEOUND I NO EN l'Al !S 81

.liques vor la ventana, persecucin en las callea


.Y paseos, ayunos en las fiestas de igli;!Si:l para
verla entra r y salir, 11ada haba, bastado r ehlao-
decer aquel corazn P,mpederniclo y refractario a l
amor.
Una noche, eo vsperas de Semana Santa, pla.
ticaba yo con ella stntados ambos la luz de
l a luna en la puerta de su casa. Haba mucho
.calor en aquellos das, por lo cual es costumbre
-e n esa temporada formar las tertulias al aire libre
-en las aceras.
- t Hasta cundo, Nepomucenita, me tienes
sufriendo tus desdenes- le deca yo, lJecbo un
Caramelo- cundo llegar el su premn y delicioso
instante <le que e.sos tus labios de rosa se abran
p a ra p ronunciar el anhelado sf. f
Esta frmula la haba yo leido en una novela
.Y me pareci muy del caso repetirla con queju m-
brosa ''oz la ingrata .
E lla lanz un tierno snspiro, quedse mdita-
.bu ndn, un rato y al cabo contestme :
- Oiga usted, amigo Becerro, yo lo es timo
muchsimo y ~oy hablarl e con toda fran que:6::~>.
---

<h)
,~ .... F. 'I'OHTA 1: \RCA

-Habla hien mfo-Jl')llicnlc-espri'O tus JHL-


Iabnl:; tomo el p1 isin:tt-'1 o "n :':"11fPtH.:ia cltsdc el
solil:nio calabozo.
-l\ [ i alnm nacift para st'r lihre-eontiuu ensc-
l'i;'intlose-y mi espritn p:ua St'l' illllepeudicnte, yo-
llahfa resnello no casarme nuuc;J. y de ah m c~tn
dinclo imlit~ reuti<;mo; pero Jlll caplicho fpmenil, llll
deseo anliente llruc hecho cambiar l1c opin in y
es nsteu al lniuo llomhtc :'i c1nien s( lo tli r.
- l ~xplcaLc . 'ida <le mi ''illa., cielo a<lu rac1o mo,
!Jaula claro, cul es cgc tapricho, cnl es ese
deseo, eliJo y J'emovcr la na.tm.t!Pza. cntrm para.
complacertt>.
-Pues bien, en Jos palabras, DeceiTo-clijo aquel
ogcl F=onrientlo- yo no h, llar' mi mano Ri no
al hombre qne me regale b \'en.u1a blanca. del
padre Qniiiones.
Me qued helado, empalidec, por poco me da.
un lHttats.
D eci r aqurllo era. nna sarcstica. burla, era una
ironf<L :~.tro z, pues hasta las piedtas de la calle
saban que ent ms fcil sacarlt~ un ojo al sol
que conseguir llel cu ra aquella prenda querida..
"'>
t.} d

g1 ArzobiRpo, 1'11 nna ,isitn. pa-.tornl hab:'lle diri-


;,!ido r:111cha" inclirl.'rla~ pma lltl'llsc lt "''un.!la
c>l Prl'sidentr rhl Estadu, <' 11 dcrtt uc:a-.ic'ut quiso
tambin echar vi lazrJ al <Ln im alito irrsinnarrdo q IIC'
~~~ lo r uerb mr:r nn:t rnelga. la st>iH.r a cl1~1 .J cl'c
cll' la Naci6u, ptr" PI prroeo ht< hizo PI :o:;onlo
la pr rllCI"t tlt:rllallda. \ 1'011 ('111 t~II':I.OI \';tronil rlc-
li<'d.lc'l l:L ~Pgnrula. dPc lnranclo qur Jll inwro sc c!Ps -
prcrHlcrfa de sns orl'jas c'1 <lt- la hlanl'a L'<lllt-n,l de
la s ll:t\'I'S lll'i :-.;r.!rario tllH' <h ;rq11cd lintln Cll:t

<lrt'rpcrlo t'll qrtitIJ cilra\la rocl;L su lilicirl:HL


Por !'su aqnr l rliclw ele X t-{lllllllll't>lla era Jll'Ol'
qlll' una 11'11 \';t ucgati1a. era 1111 ~ulpe t~rTihlc

rlt cltst:-wro (jlll' tJt cll'jc'l arwuarlarb pnr la r g11


ra.to. Al fin vol\' la rida, y tarllhaltallclll como
un lwl)(lo me <lb!'JWd, diciendo iuc:orr-;l'icuternentc:
-Buena::- lllll'llt~ .... srurita. 11111 !!lll'ias. nos,.,,_
nrnos en otra opoil'llritlad.
-Bieu-nw cun\tstt', c;on mar cae la intt>rwin-
IIOS \'erenllt~ C':ula n% qne trstctl qnier;;~, pero
110 nw ltahln ms tl1 af]lll'liO :;i1111 l'Uando IIH'

tr;1iga la ,enarlita ....


F . T0~1'A GA'RCA

E sa. nocue oo pegu mis ojos, aquello significaba.


su negacin absoluta.
E ra como decirme, por ejemplo, yo ser tu
esposa cuando el manco ecbe dedos ... .
Qn iu cr:1 capaz de echar-l e el guante la
vco:uln. del p:lre Qniioues'
P or las buenas ya estaba visto que era, imposible
y en cuanto (L rob{trsela, era, caso negado tambin,
desde luego CJllC en la noche Jorma con ella
pncrtas cenadas, en el tln. no la dcja.ba u u mo-
mento sola; y adcm{ts sus pareues eran muy altas,
y S(lltaban en la casa dos feroce:; perros despus
del toque de nimas.
Qu ltacer en tal situacin f Ab:tndonar la
empresa? Xi pensarlo! NPpomucenita csh~ba cada
da. ms hermosa, y aquella misma reca.lcitmncia
me q nemab:t ht sangre.
Na!la, atlC'Iaute! O mftl. tle natlicl Probar
fo rl.uua cou fray <~nintfn y arrancarle ltt veoada.
de cualquier modo!
H echa esm. resolucin, empec ves~il'lne pncs
y:t en el hori%onte aso11Htba.n los primeros rayos.
del nue,o cla.
DON SEClTh"'DINO EN PARS 85-

A la. ca.lle {, tomar caf cou el sefior cura.


Ona.udo llegu, todava estaba el p01tu cerrado,.
por lo cnal d tres recios a ldabonazos.
E l ama de llaves se asom po nu post:go de
J'" ventana poco y con soolienta. YOZ pregunt
- Qn se ofrece tan temp1ano? Se est mu-
riendo ::..lgn cristiano sin confesin f
-Soy yo, <.loa Oonsuelo-respondle ace1 eu
dome- tleseo ver ~d amigu Quiones.
-Rola ! si es el seor Becerro- replicme sor-
prendida- espere :!D poco que vo.Y !1hrirle.
E l viejo portn gir sobre sns goznes con un
rnido estridente ~, .vo pas adc~lante sentnrlome
en el comedor.
-~Qu novedad tiene usted qne viene {t visi-
tarnos tan de mafi~tnn ~-preguntme sonriendo la
dneiia- algo de dispenl>as 6 n.monestaciones. Es-
pe e ~th, ya vueho, voy amarrar los perros y
: llamar al seor cmn. que todava duer me.
Y ::-;in d:ume t.iempo :'t responderle nl>jo)se qui-
t{~>nuose
un gran pa.iinelo de l\1adrs que tena
atado en l:t caueza . _\. poco sn.li6 fr::~y (~uintfn ,
limpindose los ojos y mHy sorprendido.
~ti

-P{Ijarn eh' mar pur tie:lra!-xtlamc'l'tonsn


hucn h llllhH' eh cnst 11m hn-te m pesl a i st!.~ lra.
l htns tll ~1 nna la \'t:.n:teli t<b h:.w..:a lmieuclu
cabr iol:t~'>, linela eomG uua azucena. putit''l cumo
una lllil!..\111 li. , :uiJrn.ble c,1mo (}1 ;o:anro C'onlPI o
p:tscrr.tl. .\tarn:H' jnulo rn .v ,inc {t larnerllll'
las ru:tt w~. 'ru\t lllpl"tlls ch <tgacrarl:t y ~!e~har
;' ('elllt'l"j ()1'1 O 1111' C!llltll\ t: .

-1\Ill.\ IHtt'IHIS cHas, paclrt' qniiio J H~" - eontestl>lc


disilllnlanllo In iiuprc.'\i!n - ltt' \'enidu ftdlta l raJ'(.
c:oll n~t~cl ,\' :t [)"O[jlllll'l'll\ 1111 liPgoeiu.
-qnicn tc; l111sc;a. Tlll te eng<La-tljo guiiiamln
lo~ ujos-IIIl'llll';\s Uon~uclo :;in e! t-1 dc:-,:l~'lllJP,
ramns ltahlanclo. 4 De cllt~ se trara ~
y,, llll' al'lat' cl pedw, e~per f[llt' st <ll:onw-
chLI:t hitn l'tJ sn !-.IIcr clt' c:neru. de l'J(lcte y
braw:-; ,\ 1!! dije:
- Yv s que nstltl t,..{L 11111)' t:li<IIIIUr:tdo tlt
"l-\illallcrnano," rni ea.b:tllo lli<;o paraululo ....
-Pus ~a lo creo, si <'S ta11 fino .' IJHtll.;o-
intcrrntupi1IIlc alegrcrnenlc:: - qu :->t'IYir ha~ta
para monlttr el P;tp~t. \'iene u~le1l {L regnlJ.
llll'lll 1
DO~ SECU~DINO EN r.AldS 87

- Una cosa pnrecida- respondile-vPugo pro:


ponerle un cambio.
-Un cambio ? Y por quiu, si yo estoy
pi?- pregunt C(lll asombro.
- P or la "eoada blanca-le dije querua ropa.
F ray Quintn recibi la proposicio como un
caiiooazo, salt6 en el asiento, cambi de colores
y contest:
-Pero usted est loco, Don Secnndino, su
caballo valomdo en cien libras por ese animalito
que no vale uada'
-Lo dicbo, tliclJo, es un capricho mfo y un
regalo que quiero bace usted.
E l padre Quiones quedse vindome con fljeza
largo rato, se pnso serio, muy serio; y respondi :
-Gracias, amigo mo, comprendo que su negocio
es ventajoso; pero yo no me deshago de mi
veuada por ningn precio, igalo usted bieu, por
..niugn precio.
- Y si adems del caballo-aad-le diera
usted la silla, el herraje de plata y diez vacas,.
qu dira usted?
7
-Lo .IJismo- murntur impertnrbaule-mi ve-
naua no t iene precio.
-Le doy usted cen ,acas.
- No.
-Le dor nn rebao entero.
- No .
-Est bien - le contest levantndome- nos
veremos .
-~Y no toma nsteLl el caf t
-Yo no tomo n:.Hla, seo r cnra.
- .'-\ dis, D on ~ecnndiw.> .
-Hasta la ,nelta, padre Quones.
No, aquello no poda soportarse. i Qn demonio
tle cura e ra <trtnel terco a pegado su venada. '!
Algn misteri o encerraba aquel e rotismo sin ejem-
..plt,, la cosa era hasta para echar malos juicios
.tOreen ustedes que yo me tl por vencido 7 ~i.
pensarlo, el amor es mncl10 <tcctte.
Trac m plan y dije: "{L fastidiar al seiot cnm
me da l:t venada 6 lo nleh'o loco."
Y me puse en camp:3a .
Lo persegua, eu Rn casa, 3u la. calle, en e l
campo, en la igl esia, en todas partes.
")!)

(]uauuo iha <:CIIIH:r, all estah::t yo su JaLlo


ltahlrt rHlole 1le la ,en::ula, ~i iba (t Yer su ganado,
~ala ~o tlctri:-: en mi cal.Htllo ><un.nlato, si iba
{t lonte~:u un moribumlo 111edra. noche, yo le
llcn\ua el farol pata alumbmrlc, si salfa cun el
vitico la calle yo empuaha el paragun y
cada pa~o le deca : 'la ,enadita, p:u1rc Quiones,"
cuantlo e~taha :;entallo eu el confesonario con uua
pt:nilcote en cada n:jilla, yo me recostaba eu el
pilar del frente baciutlole :--eiias <tlusivas; en fin,
tm tnt' conn.rt en la gombra de fmy Quintn,
<'11 :-tl J~anquo, tu su e~ pa rnso, en su <tbrio .
Jl!l padre: nu se llaba por notificado, pareccb sordo,
nHulu ' llesentendido.
Lvgrl- tambin fuerza de 1egaJos ganarme .
doiia Cou~ue!CI y 1a cocinera, con,irtindolas en
l'ncmigos acn imos ele la ,cnada.
_g tono e~ posible-gruii:t ht primer;,t totlos
los clas saemliemlo la "scoba-qne yo despus de
Yicja leuga qut \'\'r lln1piamlo porqueras de un
animal, ni tampo<:o es ju~to que el tal bicho due1ma.
Pll cam:t c:omo uua geulc, conw un cristiano ....

_g~luy c:au ada-t efun f'ui aba, la cociuem- tle


no r. TOSTA H.iRCA

esta mahlil:t wn;Hla, lame lo~ pJn,to!;, <]niebm las


oyas, muenle las papaf', el r~pollo, las lechugas}
nu, no, lo::; animalt>s ~on <lel rnonlt', no agnn.nto.
ms!
El cura. con :-.n bteYiario en la mano sentado.
eu sn butactm ua .tsomura.do aquellos extraiios
sntomas lle upo icin domstica, sorba rap, gna,r-
daua. silencio y meditaba ....
Sobre\'inieron por fin los das de la pasin y
lleg el jne,cs sn.nto con sns gra.n<les solemn i
cladcs.
'.rocme ~::n :-.uertl! t ella rml' ht llaN en aq nel
Mio, ltonur qne compartamo~, alterua.tHlo, l jefe
civil, el mdico.> y 1111 .;c:nidor <le ustedes. Asist
de Yciuticinco altilcr~s [L la grao funcin 1 eli~iosa,
se consag1arnn lo~ santos 61eos, sa.li la prueesi6n
por entre las na.Yes de la, iglesia en un~t de las
cnales estaba. Ncpomucena eomo un sol, qncd-
prisionera la. Dhina )lnjestatl st:gln el riLO ucl
ela, recib tle rodilla' l.Jenchiclo de orgullc ht <lonul<t
cadena depo~itatia <le la ll:we que cay elcg:Uttc
mente s.lbre 111is hombros; y al terminar los ofi-
cios religim:Js sal acompaado para mi cas;~ por
DON SEC'UNUIXO Fl~ P_\ RS

la C?'l'IIUt de Rafi.Lel, mi Incido C!'tado nmyot


~hn
{L qnicn hal.>f:L inv it:ttlo par:t PI almnetr.o ele 01'-
denanza.
El cura,, naturalmente, PI':\ tle la partida, comi
y bebi como u o biena.ventnrarlo; pero \:ll:tlltlo
entre boca.do y copa, le petla yo como de cos-
tumbre la vcnaditu. Vculc >'t'll'o !- me dena, en
medio de estrepitosa earcaj:tda - no hablemos de
semejante a.suut0 ahora!
-Bueno- me dije interiormente - este cogulla
Ya {L saber pronto <ui,~n soy yo. C'on hom bres
de mi t.'tlla no se j nega ht pe lora!
Ya me las p~tgar:~:~ todas, monigote !
Al siguieulc da, ,ierne.s ."luto. deba. Yeriticarse
1a libertad tlol Supremo pri ionero y el lignnm,
Crucis con su correspondiente chorreo 1lc monetlas
en el platu .
Yo en vez de conrnrrir me acost on nl i cn.ma
y metf la cadena. y la lla ,-e ele bajo:de lct a.lmohada..
Son el primero, el segundo y el ~ terccr repique.
La iglesia estaba de bote en bot~, todos los
e mpleados y not:tbilidade ocnpab:m sn pnsto;
pero mi sillu estaba, vaco.
l!ll cnra que not6 mi ausencia, mand un<t
comisin {~ buscarmP.
-Dfganle nstedes que no puedo ir- contest
lns amigos- estoy i LHlispnesto.
A poco ~e }WCSPnt el jefe chil.
-, Qn uay en esto, ,ecundino ?- preguntme
asombrado-la funcin no puede empezarse si n()
llegas con ht llaYe.
- Nada, 0hico, yo tengo mi plan- le respond-
Mj:u:ue hacer. \nelve y r1ile al padre que me es
imposible asistir.
A los diez minu tos se me apareci fra.y (~uiutin
en persona. Vena ldtlo tle la ira .
- i Qu sign ifica esto, seor Becerm- exclam
ahogndose-quiere usted burlar. e de m y de la
p oblacin 1 \~stase y vmonos para. la iglesia.
-Imposible, padre, estoy enfermo.
- E ntouces entrgueme ustecl la. 1lave.
- Fcule retro - - le dije riendo- 'no IJablemos
de ese asnoto ahora."
El cnra. comprendi lu. a.Jnsin, e mordi los
labios y rugi.
DO~ SECIJ:-\Dl:NO EX P.\n fs

- Pero esto es nn escndalo, un abuso, umt:


f~bom i n:wi n . Qu pretende usted, seor~
- Una cosa mny seucilla-contestle tranquila
mente- mi frmula es esta. Ri no me da la venada
dejo (t Cristo prisionero.
- Ave .1\Iara pmsima, este hombre es el de-
monio - grit santigundose, y tle. pus como si
le arrancaran el alma llel cuerpo, ngreg con dbil
y lloroso acento-ya no puedo ms, uisponga u. ted
del animali to, pero cou nna condiciu.
- Oul t
- Que me la deje basta que repiquen la ale-
luya ....
- Convenido- le llije-pero con otra condicin.
-Cul'
- Que me escriba e~o en un papelito. . 'owos
mortales.
El padre Quiones, sin responder, se acerc {
la mesa, tom la pluma, rraz unos renglones,
firm y me los en treg.
P or poco lo estrangulo ue un abrazo, me vest
{~la carrera y sal en su compaa pan.t el templo,
Yendo el aire dorado y las nubes color de r o. e\
-
94 Jo'. 1'0S'L'A 0.\.UCll

El sbado siguiente, de \erdader:t flo ria para


m, llegu por la uoclle casa de :Sepomucena con
mi conquista. del diestro.
- 1;~ qu tienes hL vcna.da blanca del padre Qni-
iiones-dfjf'ln, entregndole la <:intn, azul con que
iba. atada.
-Aqu tienes mi rnaoo-cootest alargndola
y ponindose roja como una claYellina.- 'oy t nya
basta In. muerte, pues s que me amas de vems.
Fue una gran prueba. que qnise somete1te __ ..
Oclcbmrnos la. boda, regal fnl~' Quintn el
caballo "~illademauo"; y apliquen el cuento los
eesa.ules y buscadores ele empleos pblicos.
A los J\finistros duros no hay ms remedio que
.aplicarles la. receta; y n.l ti o se canta fa, gloria.
~~ ~~~ ~s
- -

LA TIERRA l)EL AJO

En mi tierra masc:an ajo


no lo mascan como nquf.
Ab gente de tuaRcar.... bajo
la. gente de por all!
(Canto popular)

E l pueblo de ~au JYiateo, s, seores, ese pue-


blecito pulrerulento, ruinoso, desnhclado, lleno de
grietas, charcos y zanjones, cuyas <los nicas calle ,
!)(i 1~ . TOS'r.\. G.\.RCA

- - - - ----
la. 'Real" y la. de "Atn:-,:' se pueden, unraute. el
da, pasear tlesnudo, sin temor de hacer rnoorizar
i a lma nacida; mielltm.s que Jurante la noche
bceEe imposible conciliar el suefio por su eternal
concierto lle raoas y de . apos, acompaiiado de
ladridos de perros .Y rebuznos asnales; ese al
parecer iusigniticaute casero es sin embargo muy
cl~bre en los fastos de ht historia por enatro
moti vos poderosos.
Por la accin lleroica. de H.icaurte, por la tierra,
milagrosa de Kuestra t'efiora de Beln, pl)r los
ajos r por la came frita de Don Zacaras.
La casa en ruinas uond ~ el allaliu colombiano
consum aquella mitolgica woeza, qne sembr
el pnico en las Luestes J e Bo,es y leqtnt6 el
espritu del ejrcito p~ttriota, permanece all ol-
Yidada en su alta colina orillas de la c;trretera,
sin c1ue {t ningn Gobierno se le llaya. ocurrido
comprarla., repararla y comertirlct en mnseo de
armas antiguas 6 de reliquias de ht inclepenclencja,
con cuadros y pasajes a.lusi\os pjuta<los por nues-
t ros artistas, pa.ra forl!lar <le aquellas sagradD.s
rui na nn monumento digno 1le la memoria de
DO:'\. ECU.SDIXO EX P.t\l!~ !)7

aquel soldado y mrtir. El cabo :liicca en Italia,


que en la ltima guena separatista verific una
accin parecida encerrndose junto con un parque
para que no cayese en manos de los austriacos,
tiene all grandes honores, estatuas, cuadros y
pensin vitalicia para sus deudos.
El boyo milagroso de San Mateo, sitnado en
nn rincn del corral de la iglesia, ~especie de tonel
{le las Danaides al re\s, de donde e l seilor cura
saca todos los aos la bendita tiena que rep~trte
en ht, fiestn lle ht \irgen de Beln, y que tiene
la p rop iedad de curar todas las enfermedades,
como el agua de Lounles y la panacea de \illa-
quirn, ese hoyo que mientras ms tieiT<t se le
sac::~, ms tierra tiene:, est{t <tll al alc<.tnce de las
miradas jucrdnlas ....
La. casa h istrica tle Don Zacarfas tambin est{L
all entrada.s del pueblo, con su espacioso crr
rredor de Lorconadnra, con "'u mostrador forrado
en boja ele lata, sn armadma preada '3D todo
tiempo de Yheres y comestible~; ~o donde se
meofan voluptuosamente grandes lonjas de blanco
tCicino, lomos aclobarlos con organo, sartas de
1'. '1'0.''1'.\ I:ARC.\

olorosos elwt izos, rollos de apetitosa morcillas,


al 1nu qne en los trobe;ios bn,jos, "ecin os al caJ n
de las especia:-;, se ost~utaban atmyenclo por sn
forma y por sn olor, el pa.n de horno de queso,
las arepitas de cambur, los !:!ume:tntes cllicllarro-
nes, las cmpaua.tlas ~ dems selectas golleras con
que aquel pulpero iusigne sa.ba bacur !m; entmas
de sns parroqnin.nos.
All estn t.am bin en la sala ele la deroclla,
las sillitas ele cuero, el frasco de encurtidos y
la mesa coja donde el malogrado Zacaras set v:~
aquella came fl'ita. inimitable que cu fo t ma de
bucles dorados, 6 de promontol'ios de tl- negro
su ases y gn~ to O~', dc,oraba. el comen al platos
y ms platos iu fa.stidia.rse jams. __ .
Eu cuanto (~ los ajos, que son el tema. priu -
<'ipal d este cuento, qnin pueue poner en duda.
sn inmensa. abuod~Lucitt en San ~[ateo ~ A la
tlistancia de una legn<t da.n el quil:n l'i!'e por sn
olor C~tracterstico , y el Yiajero que se acerca al
pueblo tiene que estoroullar quiera no quiera .
Ricos y pobres, chicos y g randes, siembrao all
a.j o porque aquella. tierra arenosa y suave tiene
DO~ SEClTh'Dl NO EN P.Al1S

la. propiedad de pro.ducirlos como en ninguna ot ra


pa.rte <le! ?::tis.
Hechas estas explicaciones en 1orma <.le prlogo
entro en materia.

Ir

Yo ,eni:~ una, vez p;1.ra. Caracas con una gran


p<Lrtida. tle ganarlo, y t uve qne pernoctar en Sao
1\fateo, para compartir mejor las jornadas ele mis
animales .
.A las Res de 1:1 tarde, despus que com , no
cnoontraba que bacer co 1 mi persona, tenfa el
ajo en la punta ele la nariz, pues ltt com id a toda.
estaba, coud imentad:t con el tal a.lio, y el co -
medor estaba lleno de ristr:ts lta.sta el techo.
Yo tengo 11oa especie ele mana cou los ajo~,
k>S ouio, DO puedo verlos 11i olerlos, lllC pOUCD
uerv!oso, enfermo, contrariado. Soy como Julio
Csar cuando \'Ca un ratn 6 como Bon:tparte
cuando ,-eftt nna cncaracl.J;L
- A la C<tlle, la cal le-m e dije-en I.Jusca. de
otro ambicutl, 6 re,iento rn esta, lasa del. __ _
aj o !
lOO l-'. 'J'llS'l'.\ <LU{CA

- - - -- -- -- --
Fumc donde las l\Ial}.>ica. amiga~ \'l'jt\!5 eu cuy<l.
ca~a l1t Jn::allCJ mu,r hueuo~ ratos.
- ~1 nwnos- ptut'-nlli estar libn de cst~
maldi to ol01 dt' ajo:-. <ne ya me tiene con tloh>t'
cll' t"abeza.
Empnj~ tl pul tn y m~ atlelanle. .All nu
se estilan c=>as <.:ere111uniosas frmulas llc tocar,
re~pomler y mamlar entra1 <illC son tan car-
gantes. _\.ll l'l!l{t t-n tOlla su f'ncnm y ''igor el
a JTfllllJI{ia y c:Htla, uta racaibe1 o.
Dulce pas!
- Alauatlt' H:a l>io:- !-gt it : todo pulmu.
-Por i ~nlptt !- me contest una ,oz aflautada,
cut' eonoe tn (1 acto. E1 a la tle Jtobustia,ni ta.
- Cmo l'Stu por <Htu, mis unenas amigas 1
-Pata sc1 \'i llt-. Y <tlliu e !
- i :So m e couoees ya, impnllot
-AlJ! si e::, Don ~ccnndiDo !-tlijo pouinuose
el li\rol en la 11:u iz- mam{l, Petrn, . 'in foriana, _\m-
urosia . eonan IJUe aqu est uuestro hncn ;unigo
Becerro ! l~ u agra.uaulc sorpresa !
Cuando Hobustianita le\'ant el larol estnv~ {t
punto de ,oJnmne lia<.;ia H tr(ts, porque cou sns
00~ REC'GSIHSO E'\ PAB:; 10 l

res!)laudur e~ haba Ybto en el fondo del corredor


una, inmensa, cantithul tle ristras ele ajos ....
J>ero .\a rw poda ,ol n~ r atrs, llaba e u tmuo,
cmo salir , in saludat la t~unili:t f? :So lmba
1emedio. ~\delante ccHJ los ajitos ! U e abri eron
h1. puerta de la sala y mientra. l;:s niias se 1la.ban
nn golpl ele tocat1o1, la e casa luz que arroj<l.ba
una Yel;~ de <:ncbara ml'lida dentro de una guar-
dal.nisa, ob::-en, y m:, qne obsent~ ol lJasta sent it
a.rcler ""' Nt1fago, cnatro uJontonc!'i de ajos ou
granel, qne en forma de pi1tni 1le~ clecoraban los
euatro rincom:s de In pic:za.
E:>tornnM diez doN: \'N:es ~ llor las lgrimas
viva , .
ltn cslt' :-ali6 la unilia llillY cariiosa y a l ver
que mt: ::;c:caba con ll panelu y que mis ojos
e!itaban hmedos :
- Buenas noche~-tli,ironrne e n coro muy preo-
cupadas- qu tiene usted, e t en fermo, por qu
llora, cn le ha pa:-ado !
- Nada - conte~t pot disiruuhtr- es que me
estoy ac:onlaudo de rni pobre ;tbttcla.. Benita <1ne
cta sanmatceua.
10:.? 1~. 'fOSTA (1.AllUA

Y para coufirmar la discnlpa bice un pncllero


trgico.
- J'obre amigo!- exclamaron las niiias-;. y
tlcsdc cu::tJHlv mnri6 su abuela Benita1 que en paz
1lcscause!
-ITace n:iuticinco aos.
- P eTo, hombre, qu sentimental es usted-me
centesta ro u asombradas.
-Siemp1 e IJe sido lo mismo, no lo puedo re-
mediar.
Dt pronto not~ que A.mbrosia, a ntes muy del-
g:ul<L y esbelta, tena el 01bdomen algo tecrecido
y se tapaba mucho con nn pn.fiol6n negro. Aquello
daba qn e ~l'pecbar.
-Y qtH~ tiene nstcd, Amhrosita.-atrevme (1.,
inquirir- la. ~nclllltro muy abultada ....
-Poca, co. a-cont~st Doa Brgida, la m::un,
viendo sns !Jijas co11 malicia- que com i un:t
torta de ajc>s ealiente, beui agua c:nl!ima y se ba.
visto C \ 1 las ,}el trapito .. _.
-Oll! s-atin111~ muy couvencido-Jos ajos sou
muy dai nos; sobre todo r:i se comen calien tes....
) f uellas ,cces da u ll ast~\ hi<lropcsa!
- Y to1o.z6n- aatli Doiin. Brgida, muy sa-
ttisfecua, crey~ndo que yo n1e l1aHa tragado Jn.
g11ayaba.
No podfa, soporta.r aquella, atmsfera picante ni
un momento ms, por lo cual tendindoles la mano
-exclam:
-Ile tenido un placer infinito en haberlas visto,
DO eotr sino saludarlas ele paso, porque sigo
marcha ahortt mismo .
-06mo!- dijeron todas asombradas-tat:J p ron-
to? Eso no es posible. Esprese para que tome
Hu Yaso de carato.
-A la vuelta, . la vuelta-contestles c:.tmi-
uando-y sin oir ms razones, sal para l:.t calle
<lomo un cohete.
'En la misma calle viva. el jefe civil, antiguo
.a migo y compaero de tra.vesuras juveniles.
Nada ms natmal que ir pat:ar la. noche en
st: compaifa,.
Patitas, para qu os qniero1 Prvnto casa. de
IR icardo Reventn !
All me puse en dos zancadas, y tuve la dicha.
.s
1()4. F. 'rO~'l'A GA~OA

- --- --- - ---


ue encontrarlo seutatlo en el quicio tle la puerta.,
cou una. rued:.1 de amigos, tod(JS en cncliljas,
con\'ersautl o mny t ranquilamente.
Al \'errue Ricatlo, se puso <.le pie, sus com pc:-
ieros uicierou 1o mismo y l me llijo :
-Hola, buena pieza,, t JlOr a.qu ~ Cunto me
c.Llegro. Ent.m para qne tomP.mus 11na copa de
ce nez~L.

y as uh.:ieu<.lo me ech el brazo vor t!ll.lonll..>ro.


Yo lt ice lo mismo, porque siempre !Je queritlo de
vems (L aquel a.migo <.le la infancia .
A l entmr en sn casa se me ctyeron las alas
del coraz\iu.
Aquello era noa l>artmriuarJ. El piso, las pare-
des, los tecl1os, el oorredo:, h' s:l.la, los cnartns,
tollo estaba, repleto (le ajos, ::;ientlo tan gramhs
los i?romootorios de ristra; que apeua.s l.Jc.tba que-
dado un estrecllo seuuero para el t rfico.
-Pero, chico, qu es es.to !-pregunt lleuo de
asombro-~ por qu tienes Cll tu casa tantos

ujos!
Al decir esto suure ~mablementc sus amigos,
uo fueran it darse por alnuiuos.
DON HElOlJND~O EN l'ARfS 105

-(~u voy llacer, Secundino, !<~. cosecba bn.


sido inmensa, bn.ba dado muchos suplementos y
no tena otra parte donde depositarlos con segn-
l'idad. T sabes qne el ajo es oro.
-Y esto uo es daiino para la salud ?
-Qu disp:uatt~! El olor Gel ajo purifica el
aire, mata las }laga.s, fortifica los nervios, entona
el estmago y sobre todo-agreg guifia.od~ los
ojos maliciosame[lte-rejuvenece, chico, rejuve-
nece y <la vigor . los cuerpos decados.
Yo que estaba con la.s tripas en la mano, tnve
que celebra-rle hl. gracia ha.ciendo una mueca pan\.
que la. tomaran por sonrisa.
Como una vctima que llevan al hacl'ificio entr
cu la sala y tom mi copa de cerveza, la cnal
me pareci ~Lrnarga como la retam t\. Alguno tuvo
la hnmorad~\ de ))I'Opune qnc yo brind:ua, pt.m
me discn!p tliciP.ndo que me dola una muela; y
ofreciendo ,ohcr al da siguiente, aJ ue aquella.
mansin si no curtido, por lo mcr10s adobado, hasta
In, md ula tlE' los unesos.
-A dnde voy ahora ! - 1110 dijt.-Oasa del
106 F . TOS.rA G ARC.

maestro de escuela, l!UC vi\'e ~ lq. vuelt-a de la.


esquina .
En el recioto de las letras er:1 imposible que
ua.die llubirasele ocu nido depositar ajo .
Pues {Lechar un palique con Don Rermgeues,
que es }TIUY bonachn, natnralote, y tiene unas
ouurrencins de a lquilar balcones.
Llegu la casa y di paso retagua.rdia,, tocando
retirada sin entmr, porque haba uu carro de
bueyes en el frente, lleno basta las barandas y
tres Yams ms aniba de llermosas ristras de
a.jos, que dos peones se ocupaban en mete r pa ra
la escuela .
- Vade 1et1o !-gl'it, y sal corl'ienclo co mo si
hubiera visto a l diablo.
t, Qu llacer en semejante sitm~>cin 1 Tocar e l
ltimo recurso, quemaL' las na ves como Hernn
Oort:; irme casa del cura en busca de hospe-
daje, e n pos de un santo refugio donde no me
asesinase el vaho !'e pugnante de las ristras.
Lo encontr de gorro y bata de zara.za rezando
su rosario en compaiia de Doa Engracia, su
ama de ll av~s y de una sobrioa de esL.a., muy
DON SECUNDINO EN PARS 107

gua.pa por cierto, llamada Teresita. Tena quince


abriles y pareca un botn de rosa entreabriendo
las primeras caricias del cierzo matinal. Qu
linda era Teresita, su J>resencia se me olvidaron
el olor y el gusto de los ajos . ...
Oomo ya estaban en el ltimo 11ater noster de
los qu1m;e 'ntisterios, no 1legu eo mala hora, sino
en muy propicio momento.
-Pjaro de mar por tierra-dijo alegremeilte
el cura, que era muy mechero.- Anda usted en
. elecciones 6 en conspiraciones, Don Secundino?
1Jsted es ms t ravieso que Pateta l
-Nada de eso, padre Aleluya , vengo condu-
ciendo ganado y uo tengo donde pasar la noche.
Estoy aburddo ele las costum bres de este pueblo;
y sobre todo de los ajos!
-Pues ha hecho muy bien en acordarse de su
servidol'y capelln, jugaremos nna partirla de tntCQ1
tomaremos despus el chocolate; y luego se ir
usted dormir tranquilamente en una cama que
siempre tengo lista para los amigos que me honren
.con sn hospedaje.
Aquel programa me consol, y tu\'e la suerte
F. TO.'T..\. n.ARC

de que se lle"am (t C.tl.bo :~1 pie de la letra: menos


en la ltima pn.rllo relacionada con mi acomodo.
El cuartv que .ue cle:tinn.ron em espacioso .v
fresco, la ca.ma mu) limpia .v mullida, la~ al -
mollatl;ts c plumas y el silencio encantador.
Pero yo na pocHa pegar los ojos, era cel'<'a de
media noche y el sueiio rebelde no abatfa sus
~tlas sobre m. 'cotfa calor, pica:!O por todo el
cuerpo, desasosiego, malestar, y ms qne todo, el
maldi to olor tle los :\j03 ms fuerte C)tle nunca.
En la casn. no ll:tbfa, visto eo ninguna. parte ristras,
pero me ptteca que: t-staba n.costatlo sobre e:llas.
Los prpa<lo:5 ruc ardn.o, tena la boca seca y
seotht aguda <:Omezn en las tcn~illas nn aJes.
I~asqu un fstoo, enc:etsd la, \'ela y me !entnt.
Ko poda. amanecer as, em pret:iso hacer' algo.
La pieza que me serva de dormitorio de
pnrgatorio, te11a un tabique cancel tl colta.
con una. puerla t'l.'l'l'a<la con :tldaba.
- Yoy :.. <m iOI'it'<U' Hll poco-pen~-y abr h\
puerta..
Lectores, pot poco caigo desplomado bacia atrs
Aquel otro Clla.tto, eparado solamente dol mo
' ...
DON Hll<Jl"NDlliO E~ P.\HS 10!)

}101' el delgado ttl>iquc de tela. P ~ta b:l repleto


de ajos .....
-Ha.rta el cum bebe ca.lclo ~ Ha ta P.l cu rn.
cotucrcia. aqu con este fruto clel1 ntierno- excla.m
en l<t m:tyor constel'llaci6u, pon ir~ndom<.> las mauoH
cu la. cabeza.
(~ut- llacer ~
lVra.rcha.rml' tu el acto, unir tic e:;te pueblo en
doude S(' cncuen tran la!; ristra. ltasta en el n.lt:w
wa.yor.
Ileci.Jo estt firme propt,sitJ). \estme 1:1. ca-
rrera y CObrl la vela. para ir :. chcit :trliis al amo
de la casa..
gm puj su:-werncn t~: la. pnet ta de ~u enarto,
met la lu?. y estuve (t. punto tlr bn?.ar un grito,
pues haba. vi, to una cos:1. peor que todos lo:;; ajos
y rebollas del mundc.
El cura no estaba ri-olo. . e paseab:> pensa.ti\o
]10r la estancia, a.lumbrad:1. (~ media lnz por una.
l~tu1pari!a. colgante; y eo su ]('ello apareca. por
entre sbana y sbaun, el rostro de una mujer
que dulcemente cle!'ca.nsaba con la tranquilidad de
un ngel.
no F. 'l'OS'l'A GA R O:A

-Doa Eogracia, Doiia Engracia, se \!Starn


dicieudo los lectores maliciosamente en su interior.
-Qu Don. Eogmcia de mis tormentos ! Aca-
so el paure Aleluya era algn tontof Teresita., elt
pimpollo de quince abriles ern. su compaera de
reposo.
El ruido ue la puerta hzole notar mi indis-
creta C.: importuna aparicin.
-,Qu ocurre f-preguntme con mal disimu-
lada contrariedad.
-Vengo ;i despedirme-contest apeoa.clo, cv-
hibidu, tr mulo-dlspense usted que baya veoigo
en taL illala ilora, quin iba imaginarse que 7.. ..
-~ada, <.le eso-gru con aparente calma-
esta nocl.le 110 be uorrnido ni un instante, Teresa
lJa cs'tado ue muerte con agudsimo dolor en eb
est6rua.go, Y<\ est tranquila con la aplicacin de
una catapi&5Wa de ajoc; machacados. Por eso, y
nicamelltc pvr eso, es qne la he hecho venir {b
mi pi eza .....
-JJocttto di Ccml'inalU!- dije entre dientes ;.
y con la boca aguada por la. envidia volv cerra1:
DON .'EOUXD1NO EN PRlS 111

suavemente la puert.'t, i:narcbndome para la ran-


chera, donde estaban ios peones y mi mula.
L os despert, bice ensilla, mand mover el '
ganado; y esa misma bora, me puse en camino
j urando y peJjura.ndo no pernoctar ms nunca en
el pueblo de los ajos, menos que no me facilitara
el seor cura alguna ristra clel corte de T eresita.
' 1 l rJ JI<

, 111 Jl 1'
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,, . jJ
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IJI ;,
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JI .' ,.,
fl
'11 1' ,. r

.....
YA ME LO ' QUIT:B L

El que llega. {~ P<trs por vez primera, au oqne


"Sea. muy ilustrado, conozca el idioma, baya leido
sus crnicas y descripcir>nes, por ms r11e sea
vivo, expedito y prctico de la ('itht humana, tiene
Sin dudtt alguna, que pagal' r:l no\"iciado, qu ~
cometer tonteras en lrt primera. emana, en e!!e
perodo de iniciacin durante el cual encuntrase
el nimo corno r.turdido, las facultades como e m-
uotndas y todo el s6r corno tra portado : eocan-
tttdora tegiones. Tal es la \'iolencia ele la transicin
114 F . rOSTA GARCA

de nuestras dos vidas, la vida americana y la.


vida parisiense.
Es deci r, los dos antpodas, la. tranquilidad .Y
el vrtigo, el manso arroyo que se desliza entre
:flores y la rugiente catarata que se precipita por
las rocas, la verdt> pradera y el obscuro abismo t
Y si esto le acontece al ms pintado, supongan
mis lectores cmo le ira en el corte Don,
Secuudioo, que basta en Caracas, que no es ni
un botn de la chaqueta de P arfs, hizo punto y-
ra~ a en mate1ia ue tonteras iuoongrueocias en
los distintos aos que coocurTi al Capitolio, como-
representante de las autonomas 6 de las mayoras
pobladoras.
Si yo me propusiera referir aqu todo$ los
chascos, percances, ocurrencias chuscas y !~mees.
cmicos que le acontecieron mi buen compadre,.
tendra para llenar el libro entero y abusara de
la paciencia de los (1ue se dignan convertir los
ojos por estas desaliiiadas pginas.
En sntesis, pues, bar un esprimo de lo mejor'
delrepet'torio, porque silenciarlo pov completo- ~era .
falta gravfsima, que no perdonaran por cierto.
DON SECUNDINO EN PAF. 11~

ijas generaciones futuras. (~o! Acaso Becet ro


es alg(m palo de ma.tacas, para que Jos ms ir. -
.teresantes episodios de su ,ida queden cubiertos
,por el polvo del ohido1 No y mil veces no,
teln arriba !


La noche del ptim er da que llegarnos metme
-en la cama muy temprano pues me senta. fatigado,
.molido por la. larga travesa rnartim<t y por la
wiolenta sacudida terrel:ltre del ferroca.nil, y el
<lesembarco, y la adnaoa uel puerto, y Ja, aduana
.de Pars, los registros miouciosos, los cocheros,
1
los cargadores ele maleta , los pourboirs, el acC~modo
en el hotel, el diablo y su abuela, q ne fastidian
.al de::.veuturado viajero desde que pone los pies
rn la madre tierm. europea.
Pero como Don Secundioo estaba fresco en razn
do que nada haca por su completa. ignora11oia
'(lel idioma de Molirc y Vctor Rugo, se fu para
l<1 calle vido de diversioues; y sobt e todo de
o(mnternplat el bello sexo, arra.igada ancin que
1Hi J.'. 'fQ,'TA. G.A~CA

ba teoido siempre. El no bebe, ni fuma ui juega.;


pe ro es mujerem ha ta la J'areu de enfrente!
I gnoro Ct)rol) se las a''enilra no sabientlo si no
el oui y el no dt.>J francs, quiz.a por r-;eas r1ue
es el idioma unhersalmente reGOoocido y por cuyo
medio :\~' })lledc uorner y enn.morar l!ast;, en el
Japn. ea como fuere, e!'l el hecho que regres
<d hotel la. <~na.tro tle la. man.na y natnralmcnle
encontr6 la puerta cerrad a.
A costnruuraclo {L nnestro sistem:\, empez{, to~u
I'!Ou los pniios; y viendo que no le contestaban,
requ iri d paraguas; y por ltimo, cogi una pict11-a
en l;t calle y rctlobl los golpes. Nauu ! parec(a
que todos c:;ta.ban muertos en la casa ....
-l\Ie lrabn! equhoca.uo- balbnce6 raR..:ant1o un
i foro y sacanlo mm La.rjeta-no, <qn es, c;tllo
de La Fayct te, nmero ::!4.
~\.dtnirida l'sta conviccin redol>l6 los repiqrws
en lot puer w.
Bl mismo. ilcn~.:io; y .;orno los bo;iues ~lllt! I.Ja.ba
comprado al llegar, le apretaban honiblcmente los
C.'t~s por l1abcdl)s cogitlo muy ~ngosto~, exclam
yn un poco aruo:tazado por el coot:atiem po:
DO:X .'l'JCUNDJNO l!lN !'A ltS 117

-Buena. _ . _ phlvra. me he eulmdo por vaga,


bunuu. ."X<tda, no hay ms l'emcclio <Jue quitarme
estos ma1uiws za,patos, que rne est.u haciendo
\'~r clJi:;pas y ~e u tarme en el IJOicio ele la puerta

hasta que <Ltn:Lnezca,. T res horas se pasan cl o


llalcuier mocl.o.
_\.:-: lo hizo rilostka.mcnte, apO) ancl.o la espalda
del dientt:! olu la. nerta, pam con la mano ue-
reclla y a.lzamlo alternativ,meute las pieroas,
podet <.Un"Lnoa.rse 1le los pitH arJnel los instrumen tos
ue tiH'tura .
(~ u{- bieu se ">in,i6 uent:ab:o!
'L'au pronto :oiill> s~ r}ueu en pla.ntilla.<:, la
i)Uerta se abn 'il.ll<~, como por cucant>.
-_\.lJ ! - exclam Don Seunu tlino unclose un
golpe en la frcnt.e .:on ht m<tuo- ya oornpreudo,
e qlle atJtl en Palis se enLra {~los linteles sin
zapatvs ~~ riu d t}U el ruido tle las ~>isalas no
tlespiene 1)<; que tluermeu. Y ay~, vues, ya lo
St~ par;"!. otra ocasiu. Ah! in~>nceses de saber!
Y t1e puntilla.~, con los l>o ~i nes en la izquier-
lla ~- d ";antli.>lcru y la vela. que tom del at-
mario tlel vou..;cJl.!C y encendi, en la derecba,
1J8 J!'. T0S1}A GARO.

fuese acostar para su cuarto, muy satistecbo


de su gran penetFacin y de la exquisita finnra
y adelanto de las costumbres francesas, sin sos-
pechar que la puer~a se habin abierto, porqne
casualmente al recostarse para halar los botines,
haba empnjado con la espalda el botn del t imbre
y el po1tero h?~ba tirado del Cold6n .

...
A la noche siguiente oo3 fuimos {~Folies Ber-
gre.
Este teatro, corno !os otros de ciU especie, Oasino
. de Pars, Olimpia, Molino Rojo, Bataclau, Pari-
siana, etc., etc., son los lugares de cita de )a
gente del bronce 6 del tlemi ?nontle, por lo cual
son muy concurridos por los extranjeros, que l-
gicamente vienen ser mercanca de prirno cctrtello
en dichos establecimientos, donde tienen gran
. demanda entre las anwureuses cocottes, especial-
' mente los suramericanos, reputados como geuerosos
y gastivos.
Mientras me deleitaba en ver los giros, vueltas
DOS SE01;NOINO ms PARS 119

y contorsiones capricllosas de la inimitable bai-


larina Loie Fiiller, en su \ertiginosa danza de la
~erpentioa, cn:aciu su~a, que con Jas luces de
Bengala qne la ilnmioan, toma todos los colores
del iris y todas las ondnlaciont!S ele la 'bora,
mientm estaba yo n.bsorto en aquella tempestad
de piernas y brazo:, march6se Don Secundino sin
decirme nna. palabm. Al notar sn a.nsenoia sal
< busca.rlo; y cul sera mi sorpresa cuando me
lo encontr en el saln de baile, sentaJo en una
mesa con cinco 6 seis clamas tomando chawpai.ia.
-Oor.:q>atlre, pur Dios, qu es eso. ~Ha per-
dido usted la chabeta ~ -le pregunt riendo.
-No, oompaero-me respondi- es qne estas
seoritas, por sefias, me han pedido que las brinde
y yo no puedo pasar por descorts y miserable.
.Las he brind~ulo. Acrquese usted para que beba
ta1nhi_;n .
- No, Bece1rn, eso es una locura r dentro de
nn momento tendr ustetl sn lado un batalln.
Aqu( todas las mujere~ piueu de belJe,; pe1o no
se invi ta sino la que se quiere galantear. No
9
1:20 F. TOSTA. G.tUWll

baga esas cosas en pbli'co, pot que lo llaman


mstaquocr!
- t Y qu quiere clecir eso~
-Armstracueros, compaure, es decil, un tipo
11ue quiere aparecer ms de lo que es reaiitla(J,

algo a como pedante, tonto 6 ridculo.


-Pues yo no le arrastro cuero nadie-re-
plicrne airado-porque be trado muchas moro-
cotas para gastar y si estos .funwgos creen Jo
c<:>ntrario, que Yengan para que se persuad:to ....
Y diciendo as, sac la mochila de seda eucar-
JJada y la ,aci sobre la mesa, produciendo gran
ruido metlico.
Imagnense nuestros lectores el efecto que aque-
llo producira en tal logar. Fue lo mismo que
haber sonado maz en un patio de gallinas Ht-
mlicas.
, us invitadas Jo abrazaron y besaron, y otras,
curiosas se acercaron tambin . la mesa. Hasta
los garzones se alborotaron.
-Pero Don ecunilino, qu le pasa usted
esta noohe-djele con seYeridad acercndome
la mesa-la cbampaiia lo ba. sacado de quicio 7
UO)I . ECIDI'DrnO E~ l'.A.RS 121

Guarde usted ese dinero porque son capaces do


matarlo usted estas mujeres por arrancrselo.
Y como lo vea renuente obedecerme, recog
el oro, lo met en la mochila y lo guard eo
mi bolsillo.
Las cocottas, si hubieran podido, me devoran con
los ojos.
-Pague, Becerro, lo que baya pedido y vmo-
nos. Es tarde.
-No-replicme-yo me quedo an, compadre.
Estas boladas no se presentan todos los das y
yo no be venido aqu hacer vida de fraile.
Djeme dos 6 tres morocotas r vyase dormir
que maana nos veremos. Baeno estara que mu-
chachas tan lindas y uecentes como stas me
pidiesen una copa y yo se las negara. Imposible,
yo soy de uoa tierra donde se gana mucho dinero
y no puedo ser indecente.
-Muy bien, Don Secunuino-contestle despi-
dindome- con su pan se lo coma y que se
divier~'\ mucho.... _

Nunca he sabido ni quiero aYeriguarlo, porque


no es harina de mi costal, cmo acabaron aque
122 F . ~'O ''fA G...UWA

noclJe la relaciones amistosas de Becerro con


aquellas ninfas de Folies Bergre; pero es el hecho
que regres al hotel las tres de la madrugada,
si u un centa,o en el bolsillo y con los humos de
la champafia en el cerebn1.
Al llt>gar, la pturta se dijo:
-.Ahora <:ouozco c~J sistema y no me pasar lo
de ayer. N o me molesto en tocar.
Y as diciendo; se sent en el quicio y se quit
los botines.
Al ,er qn<' pasaba un largo rato y la puerta
no se nbrfa, exclam :
-Oosa ms ran1, me he quitado los botines
l!Ue es el requi ito iodispensal>le para entrar, y
uo abren la puPrta ~Qu ser . N o me habrn
vi to, sin duda ....
E ntouces se puso de pie .r pegando la bocm.
tle la cerr:.tdunl, empez gr ital' como un loco :
- ) mo los qu't, ya me los quit !
-Abran que ya estoy en plantillas!
Y como la puerta no se abriera, l continuaba
gritando con mayor furor, lo que alarm {. los
genclanues que sobrevin ieron oorriendo; y al en-
DO.N SECU.NDn<O E.N PARS 123

contrar un hombre extranje10, con los zapr.tos en-


la mano, dando glitos por el agujero de una
cerradura, con tufos de aguardiente y sin pooe1se
explicar, resolvieron conducirlo al Depsito, te-
nindolo por Joco, ebrio 6 anarquista.
A la maana siguiente, no encontrndolg en-
su cuarto me ahtrm y sal {t informarme en el
primer pusto de polica.
Allf supe la historia. y en el ~cto tom un coche
y me traslad la Prefectma, donde dadas las
expli caciones del caso y comprobada su honora-
bilidad, me dieron la papeleta de cxcarceracin,
pidindome mil excusas.
Ouando lo echaron de la. 1atonera y ~e vilibre
en b calle en presencia roa, me di un abrazo
que por tl"is me ahoga, diciendo:
-Gracias, compadre, ya pensab<t que iba
quedar me aqu eujaulado toda la \ida, sobre todo
cuando me enseaban con el dedo di<'iendo : wucr-
chiste, anarcltistc. Caracoles! eso era como pro-
n un ciar mi sentencia de muerte. Y aqu que nc
h ilan !
-Pero cmo fue esa diablurat-respondile riendo
124 F . TOST.A GAlWA

lla.sta dermm:w lgrimas- yo 1<' dej usted ro-


deado de un coro de ngeles .. ..
-No, compa.ilero, aquellas pobres muchachas
no tienen culpa de nada, son muy buenas y muy
amables, yo me fu cenar con ellas, las dE>J
las t res de la ma.fiaoa s me -rine en un coche para
el hotel, al llegar la puerta result que no me
abrieron pesar de haberme quitado los botines.
- Y qu tienen que hacer los botines con la
apertura de la puerta f- coutestle asombrado y
vindolo cu idadosamente ver si estaba en su
juicio.
-Pues hombre, como la primera, noche me
cans de tocar y no me abrieron hasta que no
.me quit los botines porque me apretaban mucho,
deduje qne esa era la costumbre de los bote-
les franceses, entrar de puntillas para no hacer
bolla ....
-Don ecundino, por Dios, si aqu no se usa
nada de eso, ni se toca las puertas, porque
es tiempo perdido. Aqu se acuesta el couserge
con la cal>ulla en la mano, todo el que va ne-
gando t oca el botn que estc en el diente de
DOS SECUSDISO EX P.A RS 12;)

la puerta, el timbre suena, el conserge tira de la


cuerda desde su cama ; y la puerta se abre ... .
-Ah !-exclam Becerro, dndose un porrazo
eu la frente-ya comprendo lo que sucedi, fue
que yo me recost tlel diente para quitarme los
botines y con la. espallht oprimf el botu pot lo
cual se abri la puerta. Esta madrugada. me los
quit sentado en el quicio y por consecnencia no
toqu el botn.
-Y qu sucedi entoncesf
-Empec Cl. gritar por el agujero de la cerra-
dura: ya me los quit, ya me los quit! K o me
abrieron, y como Jo repitiera los gritos vinieron los
gendarmes; y por ms que protest, me trajeron
aqu al]JH7gucro francs, encerrndome en un saln
lleno de borrachos. Buena broma me lle echado!
-Ya e usted lo mal que le lla ido, compadre,
por no seguir mis consejos ....
-No, compaiiero, dispnseme, por no ltaber
tocado el botn.
-Y ms qne todo- termin riendo-por haberse
exhibido usteJ como un tonto de capirote gritando
por el agujero de la llave:
J2t) 1>'. TOSTA (URCA

-1-a me los quilt:, yct me los quitt!!


- .,, compadre, e ~ YE'rdad ;:pero \OY c petlirle
un 1twot.
- Cul !
-Que no le cuente nadie esta ocurrencia.
-ObnYenido. Ser un secreto profundo!
~ ~
'- --~~--
~ , ~
. : : ""
:V\"-/
...------------,----------~----
: :

PLAZA DE LA CONCORDIA

Lo repetimos, el extranjero que llega Pars por


vez pt imera, adeUls de las sorpresas anotadas en el
anterior capitulo, siente algo as como un vrtigo,
como tm mareo, como una sbita paralizacin de sus
facultades al contemplar aquel espectculo, aquel
moYimieoto, aqnelh\ configuracin de ciudad, insli-
ta en el mundo, porque nignelo quien :o negare, la
antigua Lutecia, que empez por algunos rancbov
126 F . TOSTA CaTIOA

de paja construidos por los primitivos galos en


la isla ele la Oit, de donde le vino el nombre
de Lauteuolw$ 6 Lutecia,, que significaba en media
de las ag1uts, de etapa en etapa, ha venido
colocarse en el primer pusto ele las capitales
modernas, es dec.i!', ser el cerebro de la civi-
lizacin ..
"Bien vale Pars una. misa"-dijo Sully el rey
Enrique IV cnantlo los parisienses se obstinaban
en no abrir sus puertas no incrdulo; r la
oy de rodillas y muy reverentemente, con la,
advertencia de que Pars en aquella poca no era
nl la dcima parte de lo que es ahora.
Si le hubiera sido dable contemplar llo~' la en-
c.-mtadora cinuad, no slo hubie1a oido una misa
el rey proteslk'tnte, sino que hasta se hubiera con-
Jesado, comulgado y hecl1o penitencia zurrndose
cilicio pelado pot darse el placer ue entrar en
triunfo, por estas suntuosas calles y plazas llenas
de monumentos y de riquezas de arte y de lujosas
tiendas; por estos. magnficos boulevards, cuajados
de mujeres preciosas y en eloude no hay maravilla
{}Ue no se encuentre, gusto que no est represen-
DON lillJCUNDINO EX P.l..RS 129

tado, placer que no tenga un nido, ni capricl10


que no se bal)e al alcance de la maoo; por este
centenar de teatros en donde se repre~en:an todos
los temas y espectculos conocidos, desde los tte-
res y volatines hasta la. tragedia y los juegos
floreales, desde la pant(lDlima ha ta la dramtica
de alta escuela, desde la intencional y picante
<:Mciu del ca!(. cantante, donde l\ette Guilbert
y sus (.mulas la.nzan con la mayor naturalidad
equ,rocos t~Lll eoloraclos que hacen estornudar al
pblico, basla la magistral partitura clsica en el
gran teatro de la Opera, desde el spo>"t de las
palomas basta. las carreras de caballos y veloc-
pedos; por este po1~tico Bosque de Bolonia, lleno
de rejas dorada , avenidas, lago~, jardines, ca.s-
cadas, gruta<, pintorescos restauranes, calles um-
bras y mistet io as encrucijadas en donde se
contemplan panja, exticas, hadas seductoras y
ninfas voluptuosas, reina de la moda, capaces de
hacer perder la celibatura basta al mismo Bartolo
Apellans, clebre y malogrado tipo caraqueo,
que si no mienten las crnicas, mnri en olor de
Sf\ntidacl. Esta nereidas afrodisiacas, que el vulgo
130 F. TOSTA GARCA

apellida cocolle:s, digoas ri\ales ele Cl<:opatra, son


las que exbiben dialiamente por las tardes en la.
aveoitl:t de las ~.\cacias, en sus lujosos c:urua-jes,
los Csare y A.otouios que han conquistado en
la ltima noche de orga.
Y a(luellos adoradores fngaces de gabn claro
y sombrero de copa, un dfa ingleses, otro a.me-
ricauos, ms tarde rnc:;oB japoneses, vau tau or-
gullosos y . atisfecbos ::tl lado de su dama, que
cualquiera. los towarfa por dos cnyuges ejem-
plares .... Pero qu les importa ellos el pblico,
si en Pars es desconocida b. frmula del qtlb
clirtn '! .~l.qu nadie conoce nadie y el rostro
natural es la. mejor careta pa:a echar UD<t cana
al ail e e u e te eterno carnaal. Bien vale Pars
la pa ada. del inmenso Atlntico .

*'

El tercer da de nuestra llegada, ml'inconados


en el hotel los -chismes de viaje, nos quitamos uu
poco de los ojos el rarb6n de la travesa, y dije m:
compaero, que todava se hallaba de cobija calada:
JJOS HC:Ct:XOI NO 'EN PARl' 1~1

-A la calle, la calle, compad!e, aqu no


hemos venido p~rdet el tiempo, Yamos antes
CJUe todo una .,asttera para que u.. ted se compte
uo buen gabn .' abandone e~a atroz cltamarra
tl ue ya me tiene nervioso; elespu daremos un
paseo en coche autes ele comer, l:t tarde eRt
bellsima !
-De mil amon:s- IJle contest- pero entre
tauto yo la conseno puesta porque tengo nn frfo
cle ntil demonio, . Esta tierra es un p~ramo !
Salimos la calle y todo el mundo se pa,raba
contemplar la txtraiia fignra de Becerro, enco-
bijado, con la cabeza envuelta en el grao pauelo
de seda de gt nudes cuadro azules y su sombrero
aln ele .i i pijapa.
Como ya la gent.e aumentaba y nos segua en
procesin, pues ningn pueblo es ms curiosv y
no\eJero que el parisiense, tem( una esc.etJa, por
lo cual apresurme llamar nn coche, al q11e
subirnos corriendo.
-Qu no,edad habr aquf hoy !-pregnotme
Don ecundino algo alarmaclo.
-Niuguna, querido amigo-respoudle sou rien -
F. TOSTA G-.ARCA.

<lo-ete es el Pars diario con sn ruido <le ~igara


y su movimiento babilnico.
-Pero hay alguna fiesta hoy '1
-:So, aqu todos lo. dfas son de fiesta y siem-
pre se contempla el mismo indescriptible cuadro.
-Esto es increble, asombroso!
Efectivamente estbamos en el Boulevard de
los Italianos y b circulacin era casi imposible,
los cocheros, todos parecidos, gordos y colontdos,
de capitas y sombreros lustrosos se deofan ho-
nores desde sus pescantes y formaban hileras
impenetrables, los mnibus, ~::specie <le colosos
urbanos elefantes de dos pisos, llevautlo cada
e 1al una poblacin flot.ante y abigarrada en sus
espaldas, aquella especie de monstruo~ con rnedas,
tirados por caballo que parecen dromedarios, iban
llegando y deteniJl]ose, con algazara de prott-stas
de conductores y pasajeros, los grandes carretones
de ,veres y mercancas, haciendo 1ctemblar la.
calle por su enorme pesadumbre, parbanse trtm-
bin y con ellos las carretillas de flores, frutas
y legumbres tiradas por mujeres y hombres que
aullaban y chillaban, y los >elocipedistas de ambos.
])OY SCCIJ)\DJNO EN P..U:-; 133

sexos, los vendedores de peridicos, los maniqu~


,ivientes de aunncios, los vistosos f.'letones de
tres parejas, qne conducen gente para lcts carretas
de caballo., los pilluelos qne gritan, las manga!';
de mujeres y hombres pedestres que correo, se
1
codean y so atropellan, pasando de un lado otro,
y las ;tochas acmas repletas tambin de gente que
bebe y ch:tl'la, seutadn en las terrazas de los cafs,
y la mucltedumhre que tmnsita por las acems como
ltirvi ente bacbaqucro, aquella heterogeneidad de
elementos, de sres y de cosas forma. un conjunto
y un maremgnum de que es imposible formarse
idea si no se ha ,tsto. Usted lo describe y parece
plido, lo pinta y resulta descolorido. Nada, es
preciso ver los grandes honlevards pam tormarse
una idea de su magnitutl.
Mientras los gendarmes se ocupaban eu e,o.
lucionar ~am re. tablecer la circulacin, entramos
en una sast1era; y en un iustv,ote, pusieron Don
Secundioo ii la dtrnicrr. Aqu no se andan con
requisitos ni tliticultatles para los ,estidos, al ver
al parroquiano, lo estudian, le dan dos pases de
muleta; y en el acto 1~ traen tollo lo que ne
134-

cesita como becho por sn medida. E s decir, le


pegan la banderilla! P orqnP la ropa e cara,
tao C<Wrt. como en Y cuezuela y esto sucede en
todos los deru., 1amos, por lo cual la ''ida en
Pa.rs es co tossima. A.urcs no lo era; pero so-
br~vinieron las E>q >osiciones, durante ellas bao
venido subiendo todos los precios; r como no los
bajan despus (jtte terminan aqullas, orqne se
duermen en la ponzoiia, resulta que de dcada en
dcatla, ba venidu el alza en todo, ha ta el pt:nto de
que los extranjero. no encontramos pr toda par-
tes sino el aguijn: los tea tros, por ejemplo, sun una
atrocidad, no hay .faulciu1 d'orclteste que no ,alga
ocl.Jo, diez y lHtsta veinte francos, amn de los
programas y de lo lJOitrboirs las acomodadoras
y d;una del \estuario, institncin que merece los
lJOnores de otro C<l ptulo.
Da.ba gusto \'er Beceno cou su uue,o equ i-
paJe, pareca un lord, ll e\aba hasta lentes, pues
si n tener nada en la ''ista, empeiise en qoe se
Jos buscaran, asegura.udo que en Par(::~ eso era de
. mucho gusto y bneu tono.
Volvimos tomar nuestro coche.
DON RBOUNDINO E l\ r .~.uds 135

-A los Oampos Ell)eos-dije al cochero.


D on Secundino no hablaba, estaba fascinado,
lleno de a~ombro se acomodaba. los lentes y vea.
para todos lados en un xtasis de placer inde-
finible.
A 1 llegat {~ la plaza. de la Ooncordia. no pudo
resistir, cua.udo una indicacin ma vi hacia la
i~(!uierda., el jardn de la.. Tnlleras y el palacio
~del !Jotlvre, l.lac!a,. la dereclw, los Oampos Elseos
y el Arco de la EstreHa, al frente, el palacio de
Borb6n y la cpula de los I nvlidos, la espalda,
el templo de la Magdalena; y en el cent~o, el
Obelisco, la.s fuentes monumentales y los pa.bello-
nes, que representan las principales ciudades de
}!'rancia; en presencia de aquel soberbio golpe de
vista, sin e jemplo en tlinguna otra ciudad del
'mundo.
-Pare, pare, mi amigo !-le grit a.l cochero,
metindole por la espalda guisa de lanza., el
regatn del paragua. t ne acababa de comprar
en la sastrera.
El fraochnte auriga, no comprenda el' espaol;
10
F. TOSTA GARCA

pero sinti la punta, por lo cual sofreo6 el ja-


1
melgo, y rubicumlo como una remolacha, se volte '
airado exclamando :
--Yom de Dicu! qu'est-ce-quc ~:({. Voullez
vous mon~iittr, m~J trcnerse les quw7es ~
-Demonio ! Qu es estot Quiere usted agur
je1earu1e las espaldas, caballero 1
-.Fct1'Clon-dije interviniendo- corno mi amigo-'
uo ~omp tenue el francs y deseaba parar nn mo-
mento, le hizo esa seal 6 advertencia am istosa.
-Gracias por la indicacin de amistad-con
test6 ::~.no a.mosta.3ado~ con otra igual me abre,
un tal ~dro!
-Ea! no llay que enJ~~darse-a.gregu.; tocn-
dole la espalda-mi amigo es generoso y le dar
uo buen J>Onrboir.
-Bueno-replic sonriendo-si sn amigo tiene
tan buena ruaoo para Jos 1Jour1Joirs como para
)o$ paraguas, yo se1 muy dichoso ....
Don Secuouino, c1uien traduje el dilogo, se
ecb :\ reir carcajadas; y le hizo tanta gmcia la.
respuesta del aguijoneado, que le regal eu el.
acto dos ft auoos.
,

DON SEOUNDJNO EN PARS 137

. ..
Pot supuesto, aquello fue un gaje de reconci-
, instantnea, un iris de bonanza que resta-
liacin.
bleci6 la calma hasta el punto de que e! C~ocber~ ,
an~.ndo h~sta el suel su sombrero blanco, nos
hizo un.'t cortesa iJ?termina.ble.
-Qu cosa tan grande ! - exclamaba Becerro'
pa1do e u la calesa .Y viendo ba.cia los cuatro.
vientos.- Csted tena mucha razn, compaero-,.
y o no P?df_a morirme sin contemplar esto y ahora
es c;lando le agadezco sus consejos. Para qu se
tienb los reales entonces f Claro, este slo pai-
saje vale todos los gastos del viaje, y el mareo, y
el pes~r . dd la salida. 'Y quin ha hecho todo
esto 1 1

-Esta es la oba de varias generaciones y del


buen gusto-respondfle-Contraynd_ome Ja plaza.
de la Concordia, d:ule algunos deta.lJes . que he po-
dido recoger en mi afn de investiga~or d los
monumentos y lugares que visit~.
El ao de l'i 4, , los prevostes de los mercaderes
y albalds parisienses, queriendo echar una hala.
clita de mecate una 1>asacla ele rabo, como decimos.
ahora, al rey Luis xv,sabe Dios con qu inters,.
138 F. 1-'0STA. GA.ROA

pues esta gente nunca ha dado palos en valde,


Tesolvieron levant:t,r esta, plaza ~omo un recnerdo
del rc,sttl.blecimiento de la preciosa salud de Su
Majestad, cuya \"ida e-stuvo e'n nn bi11,, por causa
-de la terrible enfermedad que le atc en la cindad
d~ -Metwr.
,. - -- . .. - ' ,... . ~ ,. . . _
A. este fin, Luis XV design y cedi el sitio para
la plaza y tuvo bien couvmti., en que le levantasen
-su estatua en el medio de ella, lo cual consta e n
uria real orden de fecl!a de 27 de juoio de 175!>.
La plaza primiti.v~ se construy en es~a. misma
esplanada. que une a l .Jardn de las Tuller{as con
llos Oampos Elseos, ponindole esos P.legantes e m-
barandados, aquellos cuatro lnjosos pabellones y
-eleva:ndo en el centro en hermoso pedestal de
rmrmol blanco, la estatua ecuestre de catorce pies
-Jie a11iura, hechhr "en b'ronce y qe repn~Mntab::t a~
rrey eo traje de romano y ooronado de lame!. En
.os cuatro ngulQs del -.~.d.~.t~l 7.estaga~ ~~presen
:tadas, t.1>mbio en bronce, por sus atributos, cuatro
wirtudes1 lo cual ucasion muchas stiras inten-
.conales crtica~ cuando ya las primeras chispas
,revolucionarias, pres1!-g iaban el fntn ro incendio.
DON SECU:NDJNO EN l'.AUS J 3H'

U n dfa, amaneci la figu ra del rey con una


venda en los ojos y una caja de boja qe lata,
colgando de uu brazo, con esta inscripcin'.: ''Una.
limosna pata el pobre ciego. B'il vous ]Jlait! . .. _
Otro, amaneci en grande~ letras un carteln, con
est a expresiva cuarteta:
Este grupo degradante
que aqu en la plaza se ve,
tiene caballo los vicios
y las virtudes pie ....
Cuando Luis XVI subi al trono, rode al mo-
numento de unn slida baranda de mrmol blanco
para evitar esas cba.oza.s, que aunque eran de
muy buen gu to para los juguetones pari ienses,
. l le bacfan muy poca gracia; pero aconteci
que hts hromas fueron veras y el futuro guillotinado
tu\o la pena de Yer caer su hermoso embarandado
junto con la esta.tua en uno de los primeros re-
tozos de la revolucin, levantndose sobre su pe--
destal ulla colosal :figura de la Libertad con su
gorro frigio calado basta las orejas y apoyndose
eu la diestra en una enorme pica, arma popular
que tantos destrozos bizo en las filas de la nobleza
140 F. TOSTA GARC A:

y el clero. Entonces fue cuando este lugar se llaml'>-


plaza de la Revol oci6n; y en 1795, )-a ms cal m::t
-dos los nimos, se le di6 el nombre de la Concordia,
.que hoy tiene; y como al limpiar la estatua para.
la celebracin el nuevo bautismo de esta nia.
tan voluble y tornadiza, unos trabajadores encon-
traron sobre el globo de la diosa un nido de
tortolillas, tvose esto por feliz augurio 6 propicia
~bala; mas como el hombre providencial del
gab:'.n gris y el sombrero al tres atravesado, no
crea en brujerfas, un dfa que se levant cop el
corso entre ceja y ceja, mand quitar del medio
aquel gran mamarracho do gorro frigio, el cual
no le hacfa muy buen estmago, dadas sus am-
biciones personales, ordenando al seuor ~fillistro
del Interior colocar en su lugar una columna de
.triunfo.
En tiempo de In Rest:A.uracin hubo otro b::tn-
.tismo rnmboso y la prvula \Oh-i llamarse
pla?.a de Luis XTJ.
Lleg Oarlos X y dijo :-Pues yo no soy mocho
-ni el de menos; y en consecuencia dispuso que
la prvula se llamase plaza de Luis XVI, y qne
DON SECUNDINO EX 1>..\R 141

en su centro se elevara un monumento {t 1?.. me-


moria del infeliz Oapeto. Solamente qne Don
Carlos (que fue nna especie de flor de un da)
lla debido poner al pie de u dee1eto la frmula
acostumbrada en los programas de toros: si el
tiempo lo zwrmite. No lo puso y qued chasqneado
1porque u bautismo se afu6 con los borrascosos
olwbn.scos que se le ptesentaroo. Aquel nuevo
nombre, copia,ndo i Malcsherbs, slo v ivi. lo que
vivm las rosas, eZ t1S11acio ifc una ma:ana. Triunf
.la popular revolucin <le 1830 y hubo una vez
ms arroz y ga.llo muerto, celebrndose otro bau-
tismo con fnegos de artificio y bailes pblicos
para que la beb se vol viem llamar plaza de la.
Oonconlia; y a,bf la tiene usted Don ecndino,
_ya gmouulooa y lleclla una <lama de las ms
guapas que existen en el mundo. con dos millones
encima, quo le regal en 1 ~fl la Municipalidad
para alfileres y con los cuaJe~ se compr esas dos
'soberbias fuentes, que representan la navegacin
JOarftima y fluvial y que arrojan por la boca de
sus tl'itoues, sus nyades, sus delfines y cigiieftas,
la bicoca do catorce mil mf'tros cbicos de agua
142 F . TOE-'rA GARCA

cada YCint.icuatro horas, esos oeho soberbios pa-


bellones cou lctS estatuas <le la.s principales oi uda.des.
de la Francia; y ese histrico obelisco, presente
del pacll. ue Egipto, que decoraba en Tebas el
palacio de Louqsor, que mide 23 metros ue al tu r~
sin contar el pedestal y que pesa 220.528 kil-
gramos, tenienuo inscriptos en las cuatro faces los.
nombres, r~pelliuos y elogios de Rhamss y ue Se-
sostris.
Becerro tena media Yara de lengua afue ra a
vet~ y oir todo aquello que yo le mostraba y
explicaba; y el cochero, aunque no eutenda el
castellano, s saba que yo serva de cicerone {L
mi amigo, porque ;ooriendo muy respetuosamente,
me uijo:
-Veo, seiior, que usteu siendo extranjero, sal>e
ms cosa de este lugar que muchos pa.ri ienses;.
pero yo me atreYera aposuarle un boch . que
no me cootesn.~ estas dos preguntas.
-Convenido-le dije-pregunte usteu.
- ; Por qu E.e ba.lla el obelisco siempre pa-
raclo T
DON. ECtJNDINO EN PARS 143

-Pues hombre, tiene gracia, porque as loco-


locaron.
- Xo, porque est frente . la Magdalena.
-Magnfico-exclam riendo por lo espiritual
del equvoco.-Vamos la segunda pregunta.
-,Por qu6 los diputados viven en discordia en
el palacio de Borbn T
-Porque pertenecen distintos partidos.
-No, porque al entrar dan la espalda la.
Concordia.
-Ha ganaJo usted el bock - respondle.- V a-
mo;:; {L toma.rlo que ya es tarde.
Y nos regresamos al hotel.

::. ~
~' EMANA C~LEBRE

Mi benemrito y nunca. bien ponderado com-


padre ecu'ndino, tuvo una. semana erdaderamente
-clebre, en acontecimientos raros y en percances
chuscos.
All van algunos, granel) sin pulitura y en
la misma forma que vn.n saliendo dol torno.
L3. primera ''ez que entr una. peluquera. cay6
en el conucido garlit0, eo la trampa nmero 4,
que los barbe1o parisienses ;.u man los extra.n-
_juros.
14G F. TOSTA GAROA

Oomo todo lo que le preguntaba el almibarado


sota- barba, responda mi buen compadre con el
nico monoslabo francs que le era familiar, 01ti,
le administraron un complet, uesde champui basta..
r izada. de mostachos, con el aditamento de una.
enorme caja. de frascos, paquetes y estuches que le
fuerou abriendo para su uso, desde la perfumada
brilla ntina de Pinat~d, basta la locin sublime de-
quinina, desde la crema rejuvenecedora hasta lapo-
mada?llousquetaire, no qued en~ase con rtulo que-
no le ofreciera el oficial, y como Don Secnndino su~
pona que aquella era la. costumbre, el procedimiento
normal de las barberas francesas, todo contestaba
oui, creyendo que le cobraran precio corriente.
Al despedirse fueron los aprietos, l quera pagar
tres francos y la cajera, le cbraba sesenta y dos; y
h ubiera babido las de , an Quintn, si casualmente
no se llalla entre los parroquianos un ma'hileilo,
que ioterrino explicndole lo que reclamaban los
duei os de la casa, es decir, que l deba p:~.gar
r cargar con toda a<1nella cnincallera, pues 13
haban abrerto exclusivamente para ~ervirlo, COt
virtud de sus respuestas afirmativas.
DON ECCSDINO EN P.lRl 147

-Pero si yo no lle pedido nada de eso- arg u-


mentaba Bece.rro, h1l'ioso por aquella mala jogada.
-Lo comp .. endo-dfjole el madri leo riendo-
i'>ro cotno usted {1 todo lo que le ofrecan con-
testaha oui, el barbero lo abrfa pa,ra usted. Estas
-pon cosas de esta ~et:ra, mi ttmigo, pague J gnese
experiencia ....
- 'f que la ganar--respondi6 Don Secnndino,
.Y s~ rindi . discreciG.
La prxima vez qne volvi uaa. barbera, yo
.)e acompaiia.ba, y al sentarse en el silln, pregun-
tle el oficial en francs:
-Quiere ustec.l afeitarse, caballero!
-No-conwst muy erio mi compadre.
-Entouces quiere u ted cortarf:e el pelo.
-No!
_, Qnerr{L usted l)einarse, sin duda!
-No-insisti con a.ploroo una ,ez ms.
-Mais, 'liQ?JOns, monsic~n qu,p (jSt que t '01tS vo u-
17e::, allorsf-dijo ya medio amostazado el barbero
Yo me mora de risa en mi asiento al presenciar
aquella escena, y no sabiendo qu atribuir tan
obstinada tesoludn negativa, preguntle :
148 F . TO,'TA GABC

.
-Qu quiere decir esto T Si usted no quiere-
'.
nada p~ra qu ha venido aqu T Po qu ese
capricho de contestar sistemticamente 110 al bal'-
bcro t
-Porque el otro. da, ptgll sesenta"'y dos fracoS.
por con.testar oui todo lo que me preguntaba
otro salteador charlatn de esta calaa-me con-
test muy serio-y al perro macho no Jo .... des-
orPjau ms que una vez.
-Pero Don Secundino, ~con esa frmula so
quedar usted con sns pelos y sus lanas sin que
lo sirva ningn mortal que maneje tijeras nava-
jas. Si 1? que usted desea es afeitarse, lisa y
llanamente; dgale al barbero : une ba'rbe seul-
mrtt!
-Bueno, compadre, quedo enterado, asf lo bar~
-contest, y dirigi odo ~e al oficial levan t en alto
el dedo ndice, gritndole:
-Una barba, Slimn!
Muy bien-replic alegremente el barbero y
embadurn'ndole el rostto de jabn, Jo afei t en
el aoto; y le cobr cincuenta cntimos ....
Otro da, que se paseaba solo por la ca11e de
DON SEGU'NDJNO llN :PAES 14!)

D unkerque, al contemplar de ptonto la Estacin


del ~orte, ima.gnase que a.quel magnifico edificio
era un teatro por el continuo entrar y salir de
gente, y porqne vendia.u billetes por varias ve n ~
ta.nillas.
-Pero qu buen teatro!.....:.pensaba. al Yer aquella..
hupotlenw f'acba.da de 160 metros de desanollo,
ornamentad<\. de estatuas que 1'epresentan Pars,
Londret:;, Yiena, Berln, olonia, Bruselas, San.
P etersb01go, Arnsterdam, Liverpool, y Jas prin-
cipales oinllades del norte de la Francia, boo.
esculturM y medallones donde sobresalen el busto
de :.\Iercur:o y las cabezas de Jpiter y ~eptono
-qu rnagoti(;X) edificio y qu asombroso matin
osta.rn rep1 esentn.odo cuando acude taota roo:
correncia. J1Js necesario entrar, no perder esta.
oca in ; y as pocll- lavar la cara mi compadro
por haber visto una cosa quo l no C!)DOlJe.
Hecha esta firme resolucin, a.cercse uno de
los expendios y pidi un billete por sefias.
e lo dieron ; y como odmprendi6 el venuedor
que el marchante no sba el francs, le P-scribi
e o letras gordas su valor en un papel: 60 F.RA~cos.
150 F. 'l'OSTA GARCA.

-Oa.nario !-exclam-qu funcin tan regia


:ser esta cuando importa la entrada quince pesos .
y muy contento: pag y pas adelante siguiendo'
UD cordn de gente que entraba la canera.

Ouando se La.ll6 en el interior la '"enda se le


.cay de les ojos. Oomprendi6 su error y que
.aquello no era tal teatro, sino una estacin de
1errocatril. No babfa duda, allf estaba una pod~
'!'osa mquina encendida y llumeante en Ysperas de
salir con catorce wagones. Los pasajeros c-orran,
entraban y acomodaban malet.o'\S, tratando cada
cual de a<:omodarse lo mejor posible.
-Qu chasco !-pensaba Becerro, mordindose
ios labios- este billete correspondet sin duda
este tren que ya va saJir. No hay ms remedio
-que confesar mi error y que me dHuehatJ mis
reales.
-Mi a~igo-djole acercndose uu ':'mpleado
de uniforme- he . comprad" este billete por nna
equivocacin, yo crea que est era t:n teatro.
Tenga la bondad de hacer que me denH~ Ivan mis
.()() francos. Soy extranjero.
E l empleado, naturalmente, que no compren-
DON SEOONDf.NO E~ PAR j.)J

di sino la ltima palabra tle extranjero. crey


que le preguntaba si aquel billete corresponda
al tren qne iba {t salir.
-Oui, oui, mnnsirur, Cll roiture s'-il t"01ts pla:t!
- No, no-respondi Bererro mny apurado-
si yo no quiero ir. Todo lo C'Ontrario, deseo qne
me devuehan mis reales ....
El empl eado, celoso del cumplimiento de sus
deberes, al ,er Qlte aquel extranjero, por ignoran-
cia, iba. {t quedarse y {t perdet el tren, llam
otrr> emplea1o y al tlecirle lo que ocurra, ambos
le gritaron:
- Oui, oui, 111011.<~ieu r, c'est 1otre train, c;'est 1r~
express de R1tssi, en roitwre, en toiture! s'il vous
lJlait!
Y como Becerro uo quera entrar y protestaba,
,]Htblaba y accionaba, los llOmbre ,e caracteriza.
ron y agarrndolo por los hrazos trataron de
.meterlo en el wago.
-Ko, pedazos de bnttP-:-grilaba, defendindose
como un toro bravo-yu no tengo nada que ir
{t buscar Rusia. . ultenrue qne me voy !
J1
li2 F. TOSTA GARCA

Y haciendo un esfuetzo supremo, logr despreo-


der e de los dos empleados, les arroj encima el
billett y sali para la calle corriendo sin sombrero.
Onn.ndo puso los pies en la acera silbaba la lo-
comotora pe1dindose de vista. Los empleados
del fenocarril lo tu,ieron por ebrio loco; y l
t
respimndo pleno pnln;n en el medio de la. ~'tlle,
exclamaba: Me !Je escapado de chiripa, por poco
voy ver la fnucin San Petersburgo!
Una uocbe, cansado de espera rm e para. coJ1er
en el restaurant l\Ionri, que es uno de los mejores
en la categora de t res francos por cabeza, apre-
tbale la gazuza, pues apenas haba. almorzado
con el afn de ir las carreras de caballo {le$'
Co!trses), por lo cual resoh7 ise tirar solo la
parada de pedir la comidc.~ del gran carteln que
tena. ante sus ojos.
En esta especie de establecimientos de precio
fijo, tiene el cliente derecho tres platos, vino
y dos postres, pudiendo elegir su gusto, entre
las diversas clases de sopa, pescado, a,ves, etc.
Cuando el garz6n le present la, carta para sabet
qn sopa quera que le sirviese, l, indic la pri-
DON SEOUND~O EN r .lS 153

mera anotada; y ste le trajo pocos momentos


despus, una soupe ii l'ognon, deliciosa, que devor
en tres sorbos. En seguida, aguijoneado po1 el
apetito, indic con el dedo el nmero seg:mdo de
la. carta, suponiendo que serfa algn plato fuerte
muy bien preparado.
Qu decepcin tan cruel! E l gctr::6n presen-
tse con una soupe ele vennicelles (fideos), cuyo
pediJo corresponda la anotacin indicada.
Don Secundino quiso protestar; pero como en
la mesa haba otras personas, mordise los labios
y antes de confesar su error, prefiri tragarse en
silencio el segundo plato de sopa, y muy apurado,.
pidi por seas el nmero tercero. El sirviente,
mirlo con extraeza, pero al asegurarse de que
aquello era lo que realmente peda, se alej son-
riendo; y ~olvi poco con un plato humeante de
magnfica sotljJC j ulien no.
Nuestro comensal estuvo punto de hacer una
explosin ; aquello era una bu rla, una atrocidad
tantlica, t raerle un hombre que se estaba mu-
riendo de hambre, vido de masC.'ll' carne, jamn
6 pavo, un tercer plato de sopa. ~o, imposible
154 F. TOS1'A. GABOA

resistir tan nmyscnlo ultraje, l evantse airado,


acomod6Rt> ner\"io!;amente el gab{m y el oombrero,
y cuando ya iba marcbarse, el f!ltr:n le pre-
seot6 nn paquete de cs<:arbadientes, recordndole
con aq nella frmula corts, qne Re habf<"t ohidado
del1>omboir.
Este ltimo iucidente, llizo per<ter los estribos
al bueno tlo Becerro, y ernpuj::tndo clnramente al
gar:6n, d{jole lleno de ira:
- Aprtate, pedazo de alcornoque, cou tns plu-
mitas; qu quiere:;; t que me ~ escarbe, si no
be mascado !lino aire y 1\e,o el estmago como
una tapara de arua, de tomar ~opas .r ms sopa:;;,
en este maldito restaurant!
Otra vez, Ilallbase en el Bonle,ard do Jos
Italianos; y corno tena mucha. curiosidad de co-
nocer el Gran Hotel, detu"o un coche que pasaba,
subi en l; y djole al cochero:
- Al Gran H otel !
El auriga, mirlo con muclla extraeza, dud
un instante; y despus, volte el c:tballo y entraron
al paso, atravesando la t riple arcada qne se en-
cuentra en medio de la fachada que d lJaciaJese
DON SECUNDIXO E~ P;.\RfS 15:1

lugar. Estaban precisamente, cuando l subi al


coche, vis vis de aquel inmenso edificio en forma
de tringulo, cuya f?.cbada principal, de 120 me-
t ros de ancho, ve, hacia el Boulevar{l indicado; y
las otras dos, sobre hts cal les Anber y Scribe, en
cuyas distintas dir~cciones, hllaose distribuidos
sus 600 cuarto ~, con sus cone.spondientE:. 4-1
ventanas. Al llegar al hermoso patio de la fuente
central y la terr:~za, que se hallan cubiertos por
un techo de Tidrio ; y en donue hay todas lloras
gran concurrencia de ambos Rexos, el coci.Jero sr
ape del pescante, abri la portezuel a, y dijo:
-EstaJJos en el Gran Hotel, caballero.
Don Secundiuo, se qued absorto de la noticia,
pues cuando l tomiJ el coche, fue en la creencia
de que estar~L muy lejos. y abom acontec-a, que
por haber rodado cuatro pasos, el truhn cochero
le cobraba, pues aunque se hubiera hallado enfreu
te, era forzoso ~agar la carrera, slo por haber dado
la vuelta.
-"Buena pieza es este bribn-dijo uesmontn-
dose y midiendo al cochero con la Yista.-~ Por
qu no me dirh\ el muy ladrn que estbamos
156 F. TOSTA GARCA

eo frente del Hotel, cuando le llal>lf P ero no


hny otro remedio, sino pagarle. J\I e despl um!
Sac t res reales del bolsillo, y echando pestes,
se los eutrPg6 al cochero.
Este, exa'min el franco y el medio fran co,
ver si uo eran piezas italianas [muy rechazadas
en esos das]; y despus, llaciendo uua gran ree-
rencia, se quit con la mano izquierda el sombrero,
y extendiendo la derecha dijo:
- Le 1JO!l1'boir, ~'il tous l>lait, monsieur !
-Oara .... coles! ,Oon que tambin quiere
este bandido que le d6 ponrboi r ! No contel.lto
con haberme robado, abusando de mi ignorancia,
(1 uiere ahora bUllarse de m. ...
Estas frases las deca Becerto en alta vo~,
li.Jensn,ndo sin duda, que nadie le comprenda.
Pero en aquel patio, en las mesitas de tomar
caf, que estn la derecha y en los asientos
del corredor alto, bay siempre nna masa flotante,
(!OSmopolita de pa ajeros, qne hablan todos los
idiomas. Un peruano, que p resenciaba la escena
y que oy el postrimer lamento del desventurado,
.se le acerc muy redo, dicindole :
DOX ECCNDlSO EX P ABS 13

-No se preocupe nsted, caballero, por ese in-


cidente. A todos, quines ms quines monos,
nos han pasado lances parecidos. Cuando no se
conoce esta Babilonia y e est poco familiari-
za(lo con su leogna, so u n lt~uales tales chascos. __ _
-Qu le parece usted esto ?-contest muy
alegre Duo ecnndinn, por ~ncoutrar alguna per-
sona con quien desahogarse-aquf en esta ciudad
~e lo comen uno crudo .. o o

-Mi opinin es qne sa.lga, nsted de ese ma-


jadero.
-En ,ez de propina, le darfa con gusto un
gano tazo.
-Pues dele pruuto el pou rboir, porque s1 no le
cobrar el tiempo que est perdiendo. o.
-Gracias, caballero, por su buenos consejos.
Asf lo har.
r.~ incontinenti, di un fmnco al cochero, quien
se despidi gnifiaudo los ojos y haciendo cor-
tesfaao ooo
Y c:>mo la ocasin la pintan cal,a, aprovchome
<le este percance que lle, mi compaero al
158 F. 'I'OSTA GARCiA

Gra.o Hotel, pam decir algo sobre este clebre-


relld(=- ~:ous del elegante mundo turista.
El :tio de 18GO, nnet. compaiifa. annima., fnod
el Hotel del Lonne, y como l ,t empresa. lleg
producir hastn. 1'1 cuatm por ciento mensual,
lo cua.l es en Europa nn esc;'tnclalo en materia.
de utilidad, los accionista~ encantado~ de seme-
jante ganga, fundaron igualmente el Umn Hotel,
con el primitio nombr~ 1le Hotel <le la Paz
Los fra:-~cos entraron como n na. bendicin en la
caja de la Compaiia: ~- i'ignPn entramlo e>n \;1
actualidad.
La organizacin dtl Gran Hotel es admirable
y aquello parece ms bien 1111 establecimiento
uticial. 6 una oficina pblica, que una e111presa par-
til:ulal . Tiene uu ejrcito de emplt'ados. El come-
dor es UJHL obra. maestra dt> carpirdera. =-'us muros,
ornamentados de estatuas talladas en mallera, de

i rosetones y tiguras alusiva::, estn incrudtado. de


columnas, que ,-an elendose ha. t<t sostener uoa
arcadura circular, tan primorosamente trabajada
y con disposiciu tan ingeniosa, que uace que la
bveda qne forma el plafn, aparezca ms elevada
DON SEOU~"'TIINO E~ PAHS 15!)

de lo que realmente es. En los e~:~pacios, entre-


ojha y djiva de las ventanas, que introducen la
lnz, hay graneles cristales de \enecia, que mul-
tiplicn..n fabulosamente la perspectiva y el nm er o
de comensale..
Adems de las oji\as y cl<traboyas circulares,
r ecibe la. luz tambin por una, ele6aute ln terna
central, que corona. tan magnfica omamentacio.
El senicio se lulcl:! en mes<t pequeas 6 inde-
pendient~s, donde pnedeo com~r . la. vez hasta
seiscienta cincuenta persona~, quedando e:)acio
p<.tnt!el trnsito de los garzone~, lo~ cuales visten
todos Cle frac y corbata blanca, llev.l(Jdo los t"lt)JO-
rales, una cadena de plata al cuello, como insignia
de supl"iori dnd . Adems ele este lujoso comedor,
posee el H otel llo ms pequeos, uua . aht de
lectura, grandes . alones pant reunioue~ 1 sala. de
bilht 1, cocinas qUl' son una mara\illa e u el gnero,
bafios, Ja,anderos, telgrafo, telfono, tubos acs-
t icos, ~ascencore , intrpretes, etc., etc.
En esta colmena, llena de abeja humana,, que
entran y salen sin cesar, tl~>jaodo todas 1:\ miel
los francos en la caja de la Gerencia, ba,y-
"lGO F. TOSTA GARCA

celdas 6 llnecos para todos los bolsillos, desde


cuartucllos de cinco francos, en la bohardilla, basta
el suntuoso <r]Ja r lmll61lto, en el entresuelo, que
cuesta la bicoca de quinieuto~ frances diarios,
amn de los extra .<; y Slllllements. Estos tienen
entradas y salida e peciales y son babitados casi
siempre por lo prncipes, pot los millonarios y
por las grande <;ocottes, que l.lan llegado ser
en Pars una \'erdadera potencia, algo as como
una cuarta nobleza, que tiene acPptacin en todas
partes. En el Gran Hotel, en el Termjnus y en
el Loune, tienen estas eminentes meretrices sus
residencias, una con gran lujo, otras modesta-
mente; pero toda , durante el da y la noche,
reciben all su numerosa clientela, de modo que
estos establecimientos no son, en sntesis, sino
GRANDE.' JHO'J'ERlOXE disfrazados.
Por supuesto; que todo anda muy disimulado
y correcto, y desde que cada nua tiene su sou-
tenett'r su Alfonso, para bajar al comedor, ir
los teatros y roncurrir las reuniones, no l.lay
nada que objetar, no l.lay puerta que se le cierre,
\a cocotte se impone en Pars, es la reina de
DOX SECD\DlNO E~ PARS 161

la moda y el buen gusto, lo domina todo, lo invade


todo y acabar por se1 la dueiia y rbitro de este
bello pas, libertado por la doncella de Orleans, la
iumortal .Tuana de Arco.
El siglo XX, pertenecer estas invencibles
Semframis!

r
f
LA CANIARA DE DIPUTADOS

1\li cum paiit'r o tle ''iaje y yo, somo~ antiguos


colegas y tle! mi nw oficio; es decir, muy dados
los aci.J<H}Ues parlamentalios, con la diferencia
de IJUC tlitcrimus en tl modus OJU:JraJuli, porque
l, sistemticamente talla siempre en las sesiones,
y yo, soy algo conYer...ador. Apesar de su mutismo
idiosincrtico, Becerro, ha ido en distintas oca-
siones ms til y decisiYo que mil charlatanes
Bempiternos, porque, como escrutador en un da
1 G4 F . 'TOSTA GAROA

de elecciones, no tiene precio; qu ita y pona rayas.


que es una maravilla, lee nombres cambiados,
esconde papeletas y conoce por principios todas
las trampas, chicanas y mauleras del arte de los.
esc::tmoteos. Cosn, rara! sin lmber dicllo jams en
las sesiones : "esta boca es m fa,'! tiene el \icio y
la \itola del parlamentarismo, del cual es idlat ra .
Por tal moth' o, resolvimos visitar el P alacio
de Botb6o, donde celebran sns sesiones los D i-
putados franceses.
Obten idos los billetes de entrada., lo cual no
es muy fcil en la actualidad, por temor los.
anarquistas, nos pusimos en marclla despus de
tomar el lt imo trago del caf del almuerzo, que
por cierto, se bebe mny malo en Pars, en todas.
partes.
El estimable caballero, seor L. Lataste, em-
pleado en las oficinas de la Cmara, tuvo la;
galanteria de acomodarnos en nuestros pustos,.
en la tribuna presidencial , demostracin que me-
recimos del ilustrado Secretario del Onerpo, seor
Eugenio Pi erre, autor de una obra por muciJOs:
motivos interesante, qu e acaba de publicar con el
DON SECUNDINO EN PARS 1G5

ttulo de Tratado de Derecho Poltico y P arla-


mentario.
Don Secnndinv, se acomod en su asiento algo
contral'iado, p()J que en los pa illos fuiroo~ acometi-
dos por dos mujeres vestidas de negro que nos des-
pojaron de los sobretodos, paraguas y sombreros,
dndon0s en cambio nuestros respectivos nmeros.
-Sabe usted, compndre-djome en voz unja-
esas muje rcitas, especie de lecllnzas golondrinas
de todos los lugares pblicos, me tienen ya fas-
tidiado con ese empeiio rle quitarle uno sus
prend:ls. En los teatros, en los museos, en los
grandes cafs; y por ltimo, basta. aqu eu el
templo de las leye~, salen con sus gorritos en-
cintados las clesbalijadoras, y por las buenas 6 las
mala!:, lo despojan {t nstecl. Todo e n bnsca de los
francos. Qu polilla!
-Nu uos ocupemos ahora de tales pequeiieces
-respondle-estamos en el recinto de las grandes
lnchas y de la elocuencia. Mientras se completa
el quormn para abrit la sesin, vemoslo todo y
recordemos algo, para, damos cuenta del lugar-
donde nos hallamos.
J6(i P. TOSTA (HRC.\

El afio de l:!2, el clcbr~ arquitecto Girardioi,


crlific este Palacio 1)01' encargo ue ht duquesa
de Borhon, que era mnjer de mucho gusto y
larga de manoR eu eso de dar salida los flaucos.
l\1s tarde, el prncipe eJe Oood, encontrndose
mal uaJJ;u1u t>ll el rancllito, compr todos los te-
rrenos circuwecinos y lt:> anmeot6 pabellones,
-alas, janlioe~, caballeriza ; en fin, que el seor
prncipE: se gast6 ,cinte rnillone en gollerfas de
twmentaoin y ornato; y como despus de uaberlo
reYesrido de tanto lujo en el exterior, resultaba
que la leYita y el sombrero no correspondan con
las ro!_)aS interiore!:', pues apareca eutel'l':ula y
pobre la. fachada, con tan la mayor razn, cunto
r1ne, en el frente, aca.baba Luis X"n de construir
el elegante puente, que lleva hoy el nombre de
la. 'Concordia," lmba re ' uelto ya el seor de
Oond uacer tlll:t 1itebach. C!osotw, cnau<lo hubo
de presenta.rse una lln peda. ioespemda, l.t Revo-
lucin flcl !)3, que se entr como Pedro por sn
casa, en palacios, comentos y castillos, diciendo
todos sns poseedores: " la calle, seoi'itos mos,
que el trasto no es ele sn amo sino de quien lo
DON SEOUNDlNO EN P ARIS 161

necesita." La Oonvencio, qu ~ no, se aodab.a qon,


pucheros de niiia, .lo declar pr~piedad nacional
y fue destinado {t Ja comisin de trabajos pplicos
y una escuela central de aquel mismo ramo.
El famoso Oonsejo de los Quinientos se reuni-
en P.ste mismo palacio el H.j; y . ese ~t~cto se
bicieron grandes reparaciones en el interior y en
la faobada. Lleg ~apoleo B ooaparte al cande-
lero; y como cosa suya, ecll por ,la calle en
medio en materia de lujo y magnifi,ceocia, cons-
t ruyendo la facllada monumental que ahora tienet
con sus doce columnas corintias soportando el
frontn, cou su bajo relieve que representa la Fran-
cia entre la Lil;lertad y el Orden pblico, llamando
bacia ella . Jos genios. de la Agricultura, .el Oomer-:
co, la Paz, la Guerra, y la Jtlccuenoia.,. coil .sus.
impot.entes estatuas de Tl.leruis y de Minen'a, que
aparecen como custodiadas por las de Sully,
Oolbert, l'Hopital y, cl'Aguesseau, que se hallan
dP.bajo.
Rodando la bola de la R estauracin, volvi el
edificio poder del prncipe de Oond, quien,
12
168 F. TO. 'rA GAROA.

-con la dolorosa expel'ien,..ia d~l pasado, en pre-


visin de lo ponenir, y por aquello de <ue ms
\"ale un pjaro en la mano que cien volando, tuvo
~~ talento de venderlo al Gobierno por once mi -
.lloues de francos (bneu bocado !) habiendo vendido
a.simismo, el duque d' A.nmale, los derechos que
tena en el Palacio .
.Actna,\m~nte, el gran Ealn de sesiones est
~rganir.ado en forma de seinicrcnlo, con g radas
.en anfiteatro, en donde estn los sillones y sus
esctitorios para 5 3 Diputados. Tiene el sa.Io
calorferos para el inviemo y ,eotilarlores para
el esto, siendo los ltimos de la mayor necesidad
datlo el carcter ardiente 6 impetnoso de las za-
lagardas que se arman all. El 1Jlaj6n 6 cielo
mso es esplndido, de hierro y cristales para que
~otro la, luz, adom ado de ~trabe cos y sostenido
por veinte columnas joicas de mrmol con capi-
teles de bronce dorado. En el centro, en lugar
prominente y separadas por tres divisiones de
mayor menor, se ltallau lct Secretara arriba, la
presidencht ms abajo, luego la tribuna; y por l-
timo, los taqugrafos derecha 6 izquierda. La
DON REOGNDINO EN l'AllS 1(;~

rtribuna. es inrneusa, la misma del ConsE>jo de los


Qninieotos, de mrmol rojo y obsN1ro, y las dos
estarnas que le sin en de adorno y que Jepr~::-
.scntan la Historia ,r la Fanta, ~ou de lo ms
bello y acabado que sali de las manos del clebre
.Lemot. Los orallores tienen que pasearse cuando
L[)ablall 1 para poder llenarla 0CparJa; Y (;0IDpl'0-
dese bien que tan soberbia tribuna no fue hecha
par;\ las figUJas lilipnti euses de actualidad, sino
.pant aquellos colosos de la clooueocia, para aque-
llos hombres ~upe r iores de ht Revolucin, que han
'llenado las pginas de la IJistoria con sus dis-
eurso y su hechos inmortales.
06mo cambian lo tiempos, los bombres y las
instituciones !
Qut~ decadencia. tan notable, si comparamos
aquella sesiones impomn tes, aquella lucha de
gigante , con estas tenirlas escandalosas y estos
.pleitos de ''erdnleras sostt:niclos pot pigmeos, que
.no saben de la misa la m ~dia, ni ven ms all
de sus uarice~. La diferencia se ex1Jlica, los hom.
bres del pasado salieron del genuino crisol del
:sufragio uniYersal en todo su verdadero apogeo,
170 1". TOS'l 'A GARCA

y estos diputados, como los nuestros y como los


de casi tollas las naciones modernas, salen de las
esferas burocrtic~s, puesto que las listas se forman
en las oficinas ministeriales, para asegurar la
mayorn, gubernamental, que es d eje de su e -
tabilidad.
:Mas dl'secllemos c_onsideracioues .tilosfico-des-
criptivas, y entremos ~>n nw.terin, pues ya, e abre
la sesin.
Ou ruido, qu movimiento, cu nta confusin !'
~\qu\lllo parece un cam u de Agra.mante.
Hgttnse cargo los lectores Yenezola.nos qne se
11allan en el antiguo teatro del :.U~d erero, 6 en
la phlza de toros, en la galrera, t en el ex-
tinguido mercado al raso tle la plaza de la Catedral
de Caraca , y podrn tener nrm idea nproximada.
(le este puchero parlamentario. Los represen tau-
te c\el pas ,isten con el mayor san.s fw;on y con
chocante vn,rieuad de trajes. Hay un ciu<1adano
(ue est de blusa muy serio en su siii6[J, diz qne
vor . er el representante de la clase obrera. "C"nos
salen, otros entran, estos leen peridicos, aque-
Pos escriben, otros fuma.n, quines conversan, mu-
DOX SEC~DLNO ES" rAllS l'it

-cbos t fen, ~arios duermen en sus sillones y llinguno


.:atiende al inf~liz orador qne ua subido la tribuna
y no encuentra manera de ltacerse oir por aquella
tmba de desordenados . ... Es uu ''iejecito de anti-
parra , cuello tieso y decorado con la Legin de
Honol', que grita, patea y gesticula, sin conseguir
que nadie se digne oir una palabra. Oasimiro
Petier, qne es el Pre~ illente de la Omata, de
!frac y corbata ulauca, se Llalla de pie sobre su
tribuna, teniendo en la diestra una gran cucbilla
-de palo plegadeta, con la cual golpea sobte la
mesa para imponer sil '3 ncio. Tiempo perdido!
Aquella gente no cesa de hablar, reir, gesticular
y gritar. Entonces Don Oasimiro ,-ese precisado
a>elar Granada, recurriendo agitar nerviosa-
meotc el enorme esquiln, que pot sencillo mec.'t-
'nismo, encuutrase adberido la mesa presidenc~al
tpara los ca ;os de tempestad parlament.'tria; pero
n i por esas !
La bulla arrecia, el orador se pierde en el vaco,
:agitando los brazos y pateando de furor, los ta-
-qugrafos desesperadas, alzan 1as manos sin poder
-escuchar una jota del discurso, el mismo Presi-
172 1~. 'l'OE-'l'A GAHC.A

dente, que por sus movimientos parece lwmbre


de pocas pulgas, enojado ya, lanza gritos y re-
convenciones que nadie oye.
Qu barullo, qu algaraba, qu mayscula pe-
lotera! En tal conflicto, intervienen en la danza.
los portero , s, eores, los eminentsimos porte-
ros, de frac, tricornio y cadena. de plata al cuello,
con aire de grandes per:ooajes y con gesto de
autolithd, aquello mamarrachos 1le ca aca, con
entonacin de amos, con insolencia de gamonales,
con irrespetuoso ademn, irgnindo e sobre su
talones, gritan dirigindose ~ la Cmara:
- ilencio, seiores Diputados!
- eores Diputado~, silencio!
Quedme absorto ante tamaa audacia y ;.\1 ver
aquella gran falta de respeto, aquel sacri legio-.
porteril, dfjele mi amigo Becerro, que ta.mbin
estaba espantad~, lelo y tnrula.to, de lo que P.staba
viendo y oyendo.
- Aqu va reventar la santabrbara; estos
pelagatos pagarn caro su atrevimiento y scr{~n.
puestos de patitas en la calle, enviados al de-
psito sin frmula de ju;cio.
DON SEC}.'rQINO EN PARS 173

Pero nada de eso, lectores mos, los reverendos


pad 1e~ conscriptos de ia patria metieron el rabo
entre las piernas, quedronse calladitos y con el
aire de muchachos regaados, tuvieron bieu
acomodarse en sus butacas pa1a prestar atencin,
lo cual, caus inmensa alegl'fa al viejito de las
antiparras, porque dando un bufido de contento,
exclam, alzando laa manos hacia el cielo :
-Al fi_q P,Odr logr:tr que se me oiga. Gracias,
colegas estimados !
Don Secundino me ve.t con el mayor asombro,
parecindole un sueiio todo aquello que presen-
cibamos. Acostumbrado la acti tud digna y
comedida de nuestros cuerpos colegiados, expe-
rimentaba, sin <Inda, como yo, inmensa. decepcin
ante aquel soberano atajaperros y ante aquella
costumbre ridcula de permitir que los porterosr
sin voz ni voto en la Cmara, intervengan de
manera tan grose1 a y YUlga; pm a hacer guardar
el orden.
-Ni en Guardatinajas, compadre-me dijo ha-
ciendo crucee- bt vist o yo cosas semejantes, por-
qne si es verdad que all algunas veces las sesiones
174 F. TOSTA GAROA.

de la Junta Oomuoal han acabado garrotazos,


o .- o

en cambio se oye los oradores, y si algn


portero ebho ocurrirasele semejante abuso, de
mandar callar los diputados, sera puesto en el
-cepo 6 en Ja soga con toda seglll'idad. l Qu
-significa esto, en dnde estamos, esto es Omara
6 ga-llera. t
-Esto es el excelsior de la ci\'iliza.oi6n par1a-
menta.ria-contestle-cle las cuestiones de poca
importancia, como sta que se refiere prohibir
la mistificacin de los Yioos, nadie se ocupa. El
Presidente abre la sesin, los oradores especialistas
!bablaa, nadie los oye, algn Ministro explica, los
,_ecretarios leen; y la llora de votar, todo-s
acompaian la mayorfa ministeria.l.
- Y en las cuestiones de importancia es lo
mismo'!
-No, entonce uay discusiones ''ioleatsimas,
sobrevienen interpelaciones los .Ministros, se
apostrofan, se ioterrnmpen con alusiones persona-
les, se insultan; y por ltimo, noml:>mn:sus padrinos
y se dan unos cuantos pinchazos de florete, general-
mente de poca importancia, rasguos epidrmicos.
DOK &'"EOUNDINO BN P .AlS 175

-Y los grandes oradores fmnoeses, que yo


-deseaba ta,nto ver y oir, qu se han hecho1
-Esos pasaron como las glorias de este mundo.
,:De aquellas sublimes escenas de la Oonvencin
no queda sino el recuerdo histrico. Rousseau
nunoiando los DPrechos del Hombre, Voltaire
ridiGulizando las tiranas, Mirabeau defendindose
como len herido, de los tremendos cargos de
apost.a~fa, diciendo con soberbia olmpica al emi-
sario d.e la monarqua: "Aqu estamos reunidos
por la voluntad del pueblo y no saldremos sioo
pr la fuerzn. de las bayonetas," Danton en la.
antesala de la muerte exclamando: "Mi domicilio
ser pronto la nada y mi nombre lo eonocereis
en el pant~o ele la historia. Muero contento,
porque conozco que mi mnert.e a1Tastrar consigo
1a de Robespierre," Saint Just, correcto, sublime
. y atildado, improvisando en la tribuna discursos
y decretos draconianos, Robespierre, el asesino
-de Danton, sealando con su palabra fatdic.:'l.
nuevas vctimas entre sus colegas, que temblaban
. su presencia, porque de sus gestos la guillotina
. uo haba ms que un paso, Tallien y Billaud
17 J.'. TOSTA O AlW A

derrocando al fin en el 9 Thermi<lor, con un dis-


curso de fuego, aquel t irano demaggico, que
J.m dejado en Ja bistoric\ pgina-; que destilan
sangre; ms tarde, Tbiers, inmortalizanuo su ,
poca y Gambetta, con sn palabra acerina, comba-
tiendo las indignidades uel segundo Imperio y
llamando, despus del desastre de ,:.edn, to-
dos los franceses, qne sn YOZ se alzaron de
entre las ruinas de la patria. para. acudi r : su
defensa y reivindicacin, esos hombres no existen,
esos hechos pasaron, esos tiempos no volvern,
porque ln.s postrimeras del siglo t.ienden { una
espantos:1 decadencia.; y la misma Repblica lleva
rumbos monrquicos en manos del partido cop_-
servador, cuyas prcticas ab. orbentes y restrictivas,
como las de los consen-adores de todas partes,
tienden ir arrancando diariamente un girn d~
las liber tades y derechos pblicos, basta el punto
de que la Nacin, prefiera el imperio 6 la. m<-
narqua, antes que una repblica de farsa.
R epublicanos como Pel'i~r, Dupny, Patino t, .
Spuller, :.Uillaad, Hebrard, etc., uan tristeza .
La Repblica francesa debe reconstitui rse como..
DON SECUNDINO EN PARS 17'i

la soaron Desmoulins y Oambon, por medio gel


voto universal y dii'ecto, y no bajo la forma actual
del cons,titncionalismo
. pal'lamentario, que no es .
sino un remedo de la forma, monrquica, porque
el Parlam ento es hecho por el Gobierno; y despus
E'l Parlamento, sn vez, es el rbiti'O de todo .
y el que elige el Presidente .
.Es decir, entre Jobos anda el juego. Yo me
lo guiso y yo me lo como .....
Unos y otros se hacen la baTba, el liberalismo
se. eucnentra puesto ra.ya,, y naturalmente, la
decadencia se impone, y con ella sobrevendr
el autoritarismo y acaso l_a monarqua, que ~s la
senda ms propicia los c~nse r vadores y al clero.
El particlo.liberal r.ancs,, con Brissoo 1 con Fa.n re y
con tantos otros hombres eminentes que posee,
' -
debe pensar en organizarse seriamente para llegar
al poder en lo porvenir, y par~ evitar en el pre-
sente, que la l1neva dominacin conserva.do_ra d
el golpe de gracia {~ las instituciones repnbUca,nas.
Epllogucmos es.te captulo para concluirll, re-
cordanao algunos hechos recientes que vjenen en .
~-
apoyo de nuestros temores.
"1.78 F. TOSl'A CTAROA

Oarnot el justo, Oarnot el ejemplflr fun cionario,


que lo sul>ordin:~.ba. todo la constitucin y . las
leyes, cay hPrido por el infame pniial del :tnar
quismo, representado en Oaserio.
Sobrevino la eleccin presidencial, y todos saben
las triquinelas y aagazas puesta, en juego para
impedir el ttiunfo de los liberale~ puro~. El mis m o
Dupuy prestse en mala hora ser c:tndidato,
con la seguridad de que no saldrfa electo, frac-
cionndose de este modo el radicalismo, lo que
di el tl"iunfo Oasimiro Perier, hijo del primer
1t{ioistro de Luis Felipe, mimado ele la Botttgcoisie
6 sea de la :tristocracia del dineto, y muy rela-
cionado ntim:tmente con toda la nobleza mo-
nrquica, la cna.l meti el brazo basta el codo,
-para el trit:nfo de su candidatura.
Ina,u gurse el nuevo gobierno rrpltblicallo, con
una ley de imprenta cesa.rioa, que ba herido de
muerte toda.s las liberta.des pblicas, atentado
iuconebible que llizo exclamar un Diputado
en plena Omara: que aquello era la primera
etapa de un segundo 2 de diciembre ; y ltima-
mente, t az de la muerte del conde de Pars,
DO~ SECU~DINO E~ PAF. 179

s~t bijo el duque de Orlean , lJeredero de la corona, .


ha dicho en pblico esta. siguificati,as frase,
que comentan todo~ los peridicos y ensalzan todo3
los monrquicos: "Yo me romper la cabeza para
entrar en Frnncia; y si tengo la suerte de poder
alcanzar el trono, me bar romper la cabeza antes
de abamlonr.rlo."
Tale~ signo:-; del tiempo, demuestran qne el
partido liberal fr:.tnc::, cebe compactarse unilicanuo -
todas sus fracciones, para aprestarse {t la lucha,
(}Ue ser.rmla clentro (le brere tiempo.

El peligro es inminente!
- ~----------

SARAH BERNHARD

"i la :-t:iiora madre de esta antorcha del


teatro fl'anc~, qne pe~ar de sus do!' haches
mudas ha metido tanto 1 uido en el mundo, bu-
birasele ocnnido andar por estos barrios y dar
luz su clebre retoio antes del siglo antepa-sado,
los m1wteun; de aquellos tiempos hnbiraose que-
. dado con enorme palmo de narices, pues dicen
las cr6uica de bastidor~s, que fue el 16 de mayo
de 16 1 (el otro da) que, en la 6pera en cinco
. actos, de Benseratle y Lndi, titulada TBTIJNFO
182 F. TOSTA GA.RCA

DEL ..L'\IOn; apareci por vez pri mera una mujet


en las tablas parisienses, la seorita de L::~. Fon -
taine, en clase de bailarina. Antes de ella, n in-
guna del sexo bello haba aparecido en la escena,
y cuando aconteca que algn personaje femenino
era necesario en la, pieza, repre entoa e por un
hombre Yestido ,le mujer, {L quien se le r~don
deaban ciertas formas con algodn y otro recursos.
del arte.
Tambin anduvieron los fntnceses muy rebacios
par:\ admiti r la pera y la comedia italianas,
confirmndolo a una ancdota histrica, que es
del caso referir. En tiempos de Luis XIV ocurri
un clebre y curio o litigio entre comediantes
franceses italianos, por cau~a dP que los primeros
queran bacer e tablecer ht prohibicin de que los.
segundos represcntaGen en idioma extmo a~
francs. En Jos tribunales bnbo una endiablada.
zaragata que sera interminable referi r, y como
la descomunal querella llevaba t razas de no aca-
barse en el siglo, resolvieron ocurrir los litigantes,
en ltima instancia, al rey en persona. Barn
representaba los cmicos franceses y Dominique
OON EO~D~O E~ P AB 1 3

los italianos. Este ltimo, . con la astu~ia y


picarda propias de la raza, dej que el fmncs
hablase primero basta . por Jos codos ; y cuando
le toc sn turno, pregunt tranquilamente y soo -
rieouo, ~1 soberano: i ~o qu idioma desea V.M.
que yo le hable 1
-Qu demonios !-contest! e el rey, de muy
buen humor-puedes uabl:tr, mi buen Domioique,.
como rue~or te plazca.
-Entonces- replic Dominique con aire de
triunfo y batiendo palmas-es intil seguir el
pleito. Hemos ganado los italiano~, puesto qur.
Su Majestad declara libertad en el lenguaje.
Luis XI\" celebr mucllo la chicana y declar-
que no volva atrs sus palabraR.
Pero como seguramente, el lector estar imagi-
nndose que andamos por los cerros de Ubeda,
bueno es que nos contraigamos arah Bernhard.
La eminente act1iz, que al principio hube de
llamar antorcha, por no parecerme otros que
la. han apellidado lumbrera, faro y haEta lata de
13
1 -1 F. 'l'OSTA GAROA

la comedia, francesn, se ha hecho ltimamente


empresaria.
Los aio ' , con sn fra experiencia, Ltnla hecho
caer en cuenta, de que siendo ella una mina,
que ba enriquecido multitud de especuladores,
era mucho ms prctico y lucrativo, explotar el
filn en casa; y al efecto, ha contratado por al-
gunos :tilos el teatro de ia Rcnctissance y organizado
una cotnpaia., con actores de su predileccin.
La, desertora de la Oomcclie Fra,n~rr.ise, Lta son-
sacado y a:Tastrado consigo al grao Ooquelin, al
Oaclete, la flor y nattt de los Ooquelines, familia
pridlegiada en qt.e hasta los pollos pelones son
buenos artistas, como aquella bonorable familia
:i\Iontero, de Venezuela, en que todos eran, son y
sern buenos msicos.
Veremos, pues, muy en breve brillar la lum-
brera y el farol en la misma zona. Esto dos
astros, lejos ue ofenders~ se complementarn en
la interpretacin de las obras de Sardon.
Y singularizo estl! nota.ble autor, porque parece
qne la empresaria, balliodose un tK1.nto a.tK'tcada
en estos tiempos, no por la griplJe, sino por la
DON 'ECON DIXO EN PARS 185

guig11e, cauf:a de cierta!-\ decepciones erticas, no


atrc\indose, como Oleopatra, recun ir al spid
para cdtar la;; ealiclaclcs del implacable espejo,
ba queritlo tomar al recurso <.le sn mascotte, !la
~uelto Jos ojos ilacia su autor favorito, al que la
hizo inmo talizar en la Tosca y Theoclora, prepa-
,ndose pone1 en escena muy pronto (}ismomla,
1lnevo drama del moderno Raci oe.
Hago constar, rtue onando bablo de desencantos,
Te6rindome {L hL beroina, no es por calumQial'la,
sino porque todo el mnndo sabe que entre sns
extravagancias sobresale la supina de haber estado
recorriendo millares de leguas en trapisondas amo-
rosas con el clebre Stanley, con tan ardorosos
anbelos, qne el atrevido explorador le ha cogido
ms miedo que nna pantera del Africa.
D e modo qne :d l!Stren:use dicbo dra:na, voh'er
{t estar en auje la cola.uorn.ci6a Sar-dou- ah Ber-
nlta>d, como calificaba un ~spritual escritor este
matrimonio literario-art tco.
Eso s, Gismonda es uua mujer ms real, ms
positiva, ms jill clr siglo. Ha eclntdo, antes de
todo mano . la cuja, en razn de que 1a gloria
l G F. '!'OS1'A GAR('.~c\

es Llumo y el tiempo e. dinero. .Aquello~ den o


cbes de 1'lteotlora y la 1'osc(t llan pasado, aquellos.
demueos, escentricidndes y capricllos lsbicos, que
dieron t<w abundante pasto las crnicas escan-
dalo as, se hnn t!ueclado en laR zarzas del camino
de htju,entnd.
:go dir. Rantb vieja. porque el taleuto no en-
vejece nunca, sino arall metalizada, propnese
en este invierno brtcer que el teatro de la p uerta
de San :Uartfo, se convierta. en el >ende:; uous de
ht alta sociedad parisiense, cuyo efecto tenth
la esostris dramtica sus noches de gala, algo
asi como sus das de recibo ... _
Oon el na,tuml entusiasmo que inspira el
conocimiento de las notabilidades humanas, di-
rig1me . la Rainessaltefi antes de a.ooobe, en unin.
de mi inseparable Becerro, que si yo tu,iera la
audacia de equipararme con el gran maestro
Fmy Ger undio, bieo pudiera tocarle . llr. gloria
de ser el segundo Tirabeque.
T rabajo y mucho cost6oos comprar las papeletas..
de entrada y tuvimos que hacer cola, catllpo.
raso y lloviendo por espacio de media hora.
))OX :E{'lJXDISO EN PARiS 1 7

-Esto es iocreble-decfa111e sulfurado Don


, ecuodino-teoer CJUC pasar por esta estrecba
manga, recibiendo codazos, pisotones y 11una para
poder llegar {t la taquilla. Parece que estos mal-
ditos parisieol:le no se caosan nunca de \el' fnn -
ciones. Y cou t:n tos te::~.tros!
-No, <ornpadre-respondle-aqu babr{t el
diez por cien lo ele parisienses, los dems son
carne <le cai'6n, rxtr~tnjeros corno nosotros.
-Sea como fnere-replicmc-el becho es que
P;trs e~ peqneio ya para la concurrencia,, y sus
servicios no estn Lien orgaoizauos. Hay como
cien teatros y taf-conciertos en acti-;idad y en
todos acontece esto mismo. El ser>icio urbano e
psimo, y nunca encuentra. el transeunte puesto
eu los mnibus y tranvas, en los cuales est
siempre colgante ht tablill<t clel com1Jlct, aquella
que al principio tomaba yo por un lugar que
nunca lograba Yisitar ....
-Todo eso es obra de la especulaci6n- djele-
es<t escasz de mnibus es para que Jos extranje-
ros tomen los coches. Las cornpaas se protegen
unas con otms y con SllS grandes imflueucia:)
.. :~

1 8 F . TOSTA GARCA

impiden el planteamiento de vehculos ms rpidos


y expeditos en el serdcio urbano. En todas partes
cuecen ha,bas, y con mayor ahinco, en esta ben-
dita ticrm del 11anam. _... .
Por fin llegamos a,l expendio y pagamos die-
ciocho francos por dos billetes de platea, lo cual
es una Yerdadera atrocidad.
Los teatros eu Parf son excesivamente caros,
en ninguno de ellos consigue usted un \;lueu asiento
por meuos de cinco flancos, amn de programas,
argnmeotos, depsito de g::~~bn, paraguas 6 bastn,
tabmete para~ los pis, y dems impe1 tiuencia
con que fastidian las acomodadoras. Ha, ncedido
que en cada exposici6u se l!an alzado los precios
de todo y , as han Yellido quedando. .Al fin l'e
ventan1 la, soga.
La, obra de despojo, introdncciu y acomod~t
miento, se Yerifica po.:Jas emplE:adas de pasillo,
que es ~no gremio es.ecinl que merece prrafo
ap::~~rte.

Difcil sera descubrir punto fijo, la euad,


procedencia, y condiciones, de estas mujeres pere-
grinas que se encuentran in,ariablemente en todos
. ..

DON S.EOUNDJ NO EN PARS 189

1os t ea.tros franceses. No son oi viejas ni mozas,


ni chicas ni grandes, ni feas ni bonitas, parecen
ejemplares idnticos, vaciados en un mismo molde.
y s iempre en traje negro, podran tomarse por ma-
r iposas fnebres 6 golondrinas, si no fuera por
los gorros blancos que usan, adoroadns 2n cintas
d e distintos colores: segn el teatro que per-
t enecen. Las tales acomodadoras no tienen sueldo,
ni prez, ni paga de ninguna especie; vi"en de
Jos pouruoirs y por eso caen sobre los concurrentes
coruo una verdadera a.,ai:Jucba, de la cual no es
posible salvarse. S i ustecl no quiere libreto, le
dan un programa, si uo quiere programa, le dan
no p el'i6dico, si rechaza ste, le ofrecen un abanico,
si usted no lo acepta, le preseota un binculo, si
usted lo desecha, le dan uo taburete, 6 un es-
carbadiente, 6 una flor; eu fin, cualquiera cosa le
dan usted aquellas mujeres por anancarle los
fran cos.
Nos encontramos en el cl(tsico teatro, cons-
truido por el arquitecto Lalaode el ao de 1 73:
su conjunto es precioso, todo decrado en blanco
y oro, y sus palcos sostenidos por lindas caritides.
190 F. 'l'OST.A. G.A.B C

Es muy estrecl10, y pesar de tener cinco pis~s ,


slo se cuentan mil doscientos a-sientos numera-
dos. T:wto el teln de boca como las dems
pinturas decorath-as son de primer orden; con
decir que fueron becllas eu colaboracin por Oba-
peron y Rub, basta como elogio, pues ellos
fueron, en su poca, los mejores pintores en el
gnero.
Hay nua. no\edall en el teatro de la R enais-
sance, qne me encant, la supresin de la orquesta
y de la claque. La primera no tiene razn de
ser donde se representan dramas ele alta escuela
clsica, pues el pblico concurre siempre ad-
mirar los actores; :,;iendo atlems digna de aplauso
la inno,acin, porque se rompe con la causada
rntina de orquesta y te76n. A pesar de todo, no
deja tle ser ra.ro, n~r levantar la cortina lenta-
mente y en silencio, cnando meuos se espera. El
da que entre no&otros se ensaye este oue>o siste-
ma, no habr de faltar seguramente algn chusco,
que grite desde el gallinero, corno en los circos
de toros : msica, laclron es !
En cuanto la claque, s que no puede haber
DON SEOlTNDlNO EN P.ARS 191

-------------------------------------
discusin posible, esos repugnantes tipos, esos
znganos teatrales; deben ser barridos como los
mercachifles del templo, deben desaparecer la
brevedad posible1 y 110 se comprende cmo es
que irJstitucitl tan ridcula subsista an en nn
pas tan prctico y cinl izado como Ja Francia.
No bay teatruclto, aunque sea de la ltima ralea,
donde no se tropiece el >iajero con una dos
docenas de lo~ tales ruamarra~l10s, que aplauden
l1astn. romperse las manos cuando se les antoja,
ejerciendo nun especie tle tirana tan odiosa 6
inaceptable, que cuanclo )l)s contemplo sentados en
hilera, siempl'c con las mismas caritas rapadas, los
sombreros gmsiont0s y ll)s mismos desaliatlos
trajes, he llegado <t tlesear ardientemente algn
mando ~"ll la. polica del lugar, para mandarlos
al clcjJ6sito 6 : la crcel en busca de mejor oficio.
Frecuentemente, con l'llS bra,-o! bra,o! impiden
oir el final de las mejores escenas; y en algunos
teatros lla llegado la cursilera, !lasta el extremo
de toleratJes que entablen dilogos y cambien
palabras con Jos actores. Esto es nu verdadero
cretinismo en medio ele la ciYilizacin ms refi-
192 l'. TOSTA. GARCA

nada, un resabio salraje de ht gran nacin, contra


el cual deba tronar l,t prensa. basta. extirparlo
<le cuajo. La nue~a eu,presa de la kenaissancP
ba dado el ejemplo, es necesario que los llcms
teatros lo sigan ... .
El tel6u se alza silenciosamente.
Ltt ?m~je r l7e Olawlio, de A.lejn,odro Dumas, es
el dra.ma que se lla traido otra vez la escena,
despus de baber becho fnror en los aiios llel 70
:tl 73, en que la e:;cribi su autor, . raz tlo la
guerm con Alemania.
El argumento es muy cot,ocido. El protagonista,
Clandio Ruper, imenta un arma admimblemente
ventajosa, de potencia terrible, con la cnal con
seguir qne u pas se baga respetable y mlquiem
preponderancht entre las naciones. El inventor
tiene, desgraciadamente, por mujer, tliiO de e. os
sres corrompidos y despreciables, una atlltera,
que se ba ausentado del bogar para llevar en
Pa1s desordenada y crapulosa vida. Ioopiu:.vht
mente, el monstruo, que se llama Cesarioa, y cuyo
papel es el que caracteriza, arah, presntase una
maana al apacible retiro del inventor y prop6ncse,
DOY SEOUNDlNO EN P.A.!S 193

en busca. de rruevas sensaciones y por uo capricho


ele su alma corrompida, conquistar nuevamente
el amor de aquel noble s quien tanto ba
hecho sufrir.
arah Bernbard es admi rable en esta escena.
nada hay igual sus gestos, ademanes, actitud
plstica y reomsos de seunccin, es la serpiente
del })araso !lecha, verbo, es Mesalina con vertida
en Susana, es lH tr0yana Elena., trastornando ce-
rebros, magnetizando al marido cott sus meutidao
caricias, oonfi6sale sns faltas, recurdale el pasado;
y, :Magdalena arrepentidn, dfcele con apasiona-
dsimo acento, con voz que parece salir de un
cielo de ardientes placeres : -''A tf slo amo en
el mundo, mi corazn no l<tte sino por t, mi
alma es tnya, unmooo~ de nuevo .... "
Pero Claudio, escamado, retrocede, sio duda
sabe muy bieu que de atrs le viene la tos
aquella astuta gara, comprende que por algn
motho siniestro quiere atmparle de nuevo entre
sus uias, por lo cual, permaneciendo fro aute
sus halago , le dice con firmeza nones, soy sastre.
) f)-!,

esquilmado, que conoce el pafio : no hay entrada,


zape, animal daiino! . ..
La. culpable entonces cambia. de aspecto, des-
pecllalla por el tlesprecio y frialdad acerina. de
Olaudio, lo ~ttncnaza, lo increpa, lo desafa, de
humilde se llace agresiva, de amorosa y tierua,
insultaDte, sah'aje y grotesca. Sarab BE'rnhard,
en esa escena, es sublime, la brusca transicin
es tan magistral, q ne el nimo duda las veces
si aqnel!a pantera. femenil que rnje, aquella bestia
hu mana que patea, golpendose el pecbo, es la
propht mosquita muerta. que ahora poco suplicaba,
modulando idilios de afecto y vertiendo frases
llenas lle almbar.
Bu t:sto cae como lloYido, no se sabe de untle,
1111 espa extranjero que quiere, totlo trance,

apoderarse del descubrimiento, y que no babieotlo


p odido obtener que Claudio se lo Yendiera por
ningn dinm o, fin de apoderarse del documento
que contiene la f rm ula de la invencin, busca
Oesa1 ina. por cmplice y la obliga vonerse
sus rdenes; reYelndole un horrible crimen por
ella cometido. E;ta. es la parte no\elescn. del
DON Sl~CUNDINO EN PARS 19.)

drama. Dumas se olvida que est trazando con


hbil mano un espantoso cuadro de costumbres,
una obra de admirable real ismo, y nos mete por
debajo del capote ese personaje scbelo todo, in-
verosmil y tan invnlll erable y fantstico, que
hubiera sido mejor dejarJo eu el tintero. .Este
espa Oantag-nac est{~ postizo en el drama, aparece
como colado en la escena, y tigurarfa mejor en
uno de los f~>lletioes de capa. y e pada, que tan bien
per.filaba el eminente }ladre del autor. Pero ya
que el hombl'C est all, tenemo que cargar con
l y seguir adelante con la, narracin . Oesarioa,
pues ta en cuerpo y :tima al senicio de tal es-
pantajo, encontrn1ose incompetente para vencer
su marido, resuel\'e seducir u hijo adoptivo,
el principal trabajador del taller, iocaui:o joven
que cae en sus redes y quien ella se entrega
para asegurar mejor su colaboraci6u en el plan
de apoderarse 1le los papele que contienen e
1
secreto. Antonino, arra trado por aquella mujer
irTesistible, por aquel cicln de lasciria, saca los
preciosos documentos de la caja de hierro, se Jos
entrega y preprase huir junto con ella.
19G F. TOSTA. G.lliCA

Olaudio, cue haba sido a\isado, llega. en tan


supremo lance, sorprende los culpables en el
flagm.ute delito; y ni contemplar aquella infrnne,
que no contenta. an con todos los m a.! es que le
ba causado, y que despus de cumater un n u e Yo
adulterio, quiere robarle tambin el trabajo de
toda sn vida, Stt gloria y sn renombre de iuventor,
al ver la. uestict en toda sn desnudez, snblvase
el espritu, hierve sn sangre, empun, un fusil y la.
mata, diciendo eon filosfica traDqt\ilid<td al asom-
brado Antonino, al incauto autor de sn nnevtt.
deslloota, quien considera como Yctima de la
arpa:
- 'r, Yuelve {L continuar tu tmbajt> en el
taller . ...
En todas las situaciones de este dr:tma singular,
que di6 motivvs en aos pasados tanta!' tliscu
sioneg literarias, , arah B erohard ua estado la
altura de sn eminente reputacin, hasta sabe caer
y moJir de ma.ner:t :tdrnimble; dejando muy atrs
en ese ramo, aquel cleure rey negro de la
!bajada de los reyes en El Valle, {t.quien nunca
le tosi nadie en el histrico 1)l({tmw~o j pero
nox ,'BCON orxo Ex PL\.Bs 197

donde estuvo excela la maestra, fue eo la escena


de sedncciu de Antonino. Qu ,oluptuosidad
en todas la posiciones, qu manera de decir
aquellas ardientes frases, el pobre mozo tena
que caer envuelto en tan dulces redes, tena que
sucumbir ante tan animados apstrofes!
D espus de haber Yisto arab me ex pli co sns
orgullos, sus capricllos y devaueos, atributos que
le ban serv ido para ~jercer su inciomable tirana
sobre los pblicos del mundo, habiendo llegado
su eut:imisrnamiento, como es sabido, hasta romper
conlrMos por no hauerle permitido la entrada al
escena,rio <le sus galos y f~dderillos, negarse
represeutar cu Valpara(~So porque la. jll\-entud no
quiso tirar de su coclte, r~ dejar una noche al
phlico de la Habana con trts palmos de n:uices,
porque cierto peridico e permiti crit.icar sus
paseos nocturnos con l\Iazantni.
Aseguran testigos competentes, que arah tiene
ya cincuenta y pico de ao , agregando que el
pi co es de alcntrz; y sin embargo, en las tablas
es elegantsima, bella irreprochable, asegurn-
do!:H~ tambin, que fL pesar de sus gatos y sus
108 F . TOSTA GA.ROA

dems exceotl'icidades, no faltan ms de cuatro


mstaquof res que toda da se arruinan hacindole el
amor.
Cmo sera esta mujer los \einticioco aiios?
Una mclut1 un remolino, una caldereta, un
abismo sio fondo, eu donde perecieron muchos
hijos de 1\.dn, que en paz descansen.
LOS MERCADOS

Una de las cosas que ms llama la atencin <leT


extranjero en Par!\ son los Mercados Oentrales-
( L~s IIalles). Diez grandes pabellones, manzanas.
6 edificios iguales, separados por calles y cons-
truidos de llierro fundido, sobre zcaloa 6 grandes--
rodapi, formados con piedra obscura de los
\ osgues y con iMrustaciooes de ladrillo de color,.
que forma n figu ras geomtricas en aquellos muros
como de dos metros de altura, que al mismo-
14
200 F: TOE-'l'A GAROA

tiempo que son cimiento 6 base de las construc-


ciones, sirven para presenar del ,iento :1 los
vendedores, quienes :1 pesar de estar completa-
mente al abrigo del sol y de la lln vi a, tienen
adems suficiente luz y airE:', por medio ele vi-
drieras y claraboyas, exi ste ntes eu las an.:adas y
techos, admirablemente dispuestas para dicho
servicio .
.Eln aquella extt'aa ciudad cada gemrq nfa. t iene
su barrio, con instalaciones ad mi rnbles por la
.calidad de cada artculo. La carne, el pescado,
las aves, las legumbre , las fmtas, la trijJerie'
los huevos, la mantequilla, los quesos, etc., etc.,
todo tiene su departamento; cada familia vive en
su parroquia; pero en proporciones tan colosales,
q ue contemplando aquel inmenso "Vientre de
Pars," en el acto recuerda P.l visitante las ma-
gistrales descripciones de Emilio Zola; y en aad:1.
li mpia y tlegante vendedora que le sonre desde
su asiento, imagnese contemplar la bel la N or-
manda en su pusto de pescados, 6 la bella
L isa en su clla?cuterie, hacindose sin cesat
aquella clebre competencia basta en los ms
DON S"IDOUNDTNO EN PARS 201

it1significantes detalles; y al tropez:trse con los


granujas de ambos sexos, qne le ofreceu flores
{t porfa, tiene que recordar tambin las t picas
figuras de OacliGe y Marjolin en aqnP.l teatro de
sus precoces amores, tan hbilmente pintados por
el gran novelista francs. Para apreciar el m-
rito del "Vientre de Pars", es necesario visitar
los mercados y entonces es cuando el Jectot puede
darse cuenta de lo que Yalen aqudlas smpren -
dentes descripciones, en que el escritor realista
nos deleita iclHicamente con sus sabrosas divaga-
ciones culinarias. D.cese que en el tiempo en
-que Don Emilio escribi esa obra, estaba tan
pobre, que pasaba muchos das sin comer; y de
abf, siu duda, ese placer y es:t fmicin tentadora
-con qua nos babia de los salchichones, de las
morcillas, de las longanizas y de la vatiedad de
los quesos. Slo teniemlu hambre pnede serse tan
sublime en el gnero .....
Al ver este primor de arte y de organizacin
urbana, en punto tan interesante para una cindad
-civilizada, seutirase profunda tristeza al recordar
-el mercado principal de Caracas, su in~emperie, su
202 F. '.l'OSTA O A1WA

desnudez, su suciedad y su organizacin primitha>-


si no fuera, porque, pNfnndizando la historia,.
recnnlase ta.mbin que el primitivo Pars em
1;na pouilg:t sin mercadoH, &in alumbrado pblico.
y sin umpe~rado en l:"s calles, siendo despus.
de muchos siglo::;, que 1H1 llegado , sn actual'
apogeo de brillo y progreso sin rival.
Ouent:t Rigord, qnc el rey Felipe .Augusto,.
soberano fr:1ncs, que dot6 Par1~ lle muchas.
obras tle in: portaocia, ballbase 11 n di a asomado
nu:.t ilc las Yen tao as de su palacio de h~ Oi t,.
01illa del ;..,ena, cuando pa nn carru:~je po1
la calle, y fue tal la fetidez del lodo remo\ido-
por el \ehicnlo, que el monarca tuvo que a.ban-
donar la. veutana con nau;:;ca~, por aquel r~:~pugnau
te hedor que lo fu persiguiendo basta sn aposento.
D e ah\ surgi sn resolucin inquebrantable de
hacer eropedmr las calles, con cuyo objeto con roe()..
al siquiente da una rcnoi6n de vecinos pudientes,_
para que (~ sus exp~nsas comenzaran la obra,.
siendo ele upooer, que los contribllycotes la hi-
cieron con nuclla lentilod, pnesto qnc todava.
DOS SECCXDINO EN PAB S 203

bajo el reinado ue Luis X UI, la mitad <le la s


calles de Pars estaba sin empedrar.
A simismo, los cerdos de los monasterios y
<le los particulares, andaban en gran abundancia
por las caUes; y un incidente muy curioso fue
~a causa de que por ordenanza real se les mandase
-encerrar y llevar pc~>ra su venta al mt:rcado. E l
J 3 de octubre del ao de 1131, pasebase :1 caballo
dicbo monarca con su hijo, por los lados de San
{lervasio, cuando un cerdo desgaritado, al tropezar
con el caballo que montaba este ltimo, se espant
fuli osaJ1eote con el choqu e inesperado, cayendo
el prncipe al suelo, lo cnal le ocasiou tal apotTeo,
<ue a.l poco tiempo muri de la cada. E ste rui -
doso acontecimiento fue el origen, como be dicho,
de la primera ordena.nza sobre cerdo , babintlose
exceptuado de la prohibicin, por motivos espe-
ciales, los anil11ales pertenecientes la Abada
do San Antonio. SiemprA el f<woritismo destlc
flnta.o!
Escudrifando el primer ot igcn de lo mercados
parisienses, encuntrase que fu e Luis el Grueso
quien estableci el primero para los buboneros
204 F. TOSTA. GRCA.

y cambistas, en un terreno llamado Oham1wa.u~v,


que perteneca a,l Priorato de Sau Dio11isio y
que corresponde al mismo sitio tlonde se hallan
b oy los Centrales. ::i\Is tn.rde, FeHpe Augusto
agteg6 otro, que hizo cerc:tr ele un mmo de piedra,
y se cerraba de noche con una pu~frta; luego,
San Luis construy dos para los comercian tes en
paos, y otro en el centto, para Jos curtidores y
buhoneros; y andando el tiempo, Felipe el Atre-
Yido, hizo construir otro para los ~apateros y
pelleJeros; siendo de obsc.rvar1 que eli ese mismo
sitio de los :lrercatlos, fue donde existi la picota
desde el ao de 12!).:; ha ta 17 9, en que fue
abolida tan infamante pena. Por tltimo, Emi-
que Il los demoli todos lJizo levant::~or los que
existan, cuando Napolen III los hizo derribar,
para Je,antar los que hoy existen y estamos con-
templando.
Don Secundino quedbase perplejo a,l admirar
aquellos cerros ele remolaclJas y zanabot ias, que
llegaban basta el techo, primorosamente acomo
dados; los promontorios de papas, repollos y
tomates; los bosques de peregi1, lechuga y rizadas
DON SEOUNDINO EN P..R.S 205

escarolas; las montaas de :tloachofas, coliflores


y na.bos; las sabanas de innmeros granos y de
diversas frutas ; la vari!3dad de pescados y a ves;
la abundancia de carne de todas las especies de
ganado ; pero lo qo.e ms cautivaba su aten.cin,
como conocedo1 en el arte, era aquella infinidad
de q.uesos ele distintos sabores, formas, condiciones'=
figuras y colores.
No era posib,le aaqal'lo de los mercados, entraba.
en uno, volva {~ otro, v~fa estupefacto aquella-
inmensidad,, y preguntaba, tocaba, olt y hasta.
quera .comer de todo, para estar seguro de no-
encontrarse bajo la impresin de un sueo, 6 en
algn pasaje de los cuentos de las mil y una.
noches.
-Pero cmo es pQsible que todo esto se lo
coman diariamente los parisienses f- me deca con
tamauo trozo de boca abierta.-Si aqu hay racin
bastante basta para un ao.
-Pero se lo comen, amigo Becerro,- contest-
bale yo-y adems, hay otros tantos mercados en
la. ciudad, amn de los carros ambnlantes, de los
vendedores callejeros de ambos sexos, que anuncian
'206 F. TOSTA. GA.RC.tc\.

~ os comestibles con gritos y cantos peregl'inos;


'hay tiendas, bodegas, ventas, ventonillos, p.or
todas las cuadras, en las a.ceras, en los malecones,
debajo de los rboles. A.l lado de la Agencia de
Oambios, est la panadera, al lado del joyero,
el vendedor de vinos, con su legendario 1>htt el"
jour, aliado del banquero, la carnicera con sus
mrmoles, al lado de las c01batas y los guantes,
i~ galantina y el tocino, aqu la comida y la
bebida, se "en en todas partes, sin contar con
la reserva, que se halla guardada en los sti.:'tnos;
aqu se come y se bebe por activa y por pasiva,
en los hoteles, en los teatros, en los cafs, en
las calles, en los paseos, en el campo, hasta en
la cspide de la torre Eiffel.
-Y sin emba.rgo-replicaba muy razon<tblemen-
te mi compaero-no me eA-plico por qu, comiendo
tanto y tan bien estos franceses; sobre todo, las
.mujeres, tengan siempre ta.nta h~mbre. Ah! cati-
1'itas de comer! Recuerde usted aquella noche que
cenbamos, muy honestamente, eso s, en compa-
a de aquella dos amigas; y que por cierto to~'\
.bame m pagar en el turno. Virgen de Ooromoto,
DON SEOUl-T))INO EN PARS 207

qu atrocidad, qu escndalo! Al ver Fina,


la suya, tan finchada y mocleradita, con sus
mangas de bomba y su cintura de avispa, pareca,
tal era su delicadeza y languidez, que no habra. de
tocar ni un plato por no mancharse las m:10os dim i-
nutas y blancas como el marfiL :Pero la r nbia
'IDUeca, me d~j asombrado cuando la vf comerse
{ntegra toda la lista del resta.urant, es decir,
::agotar los nmeros de cuerito , cuerito, y despus,
'Pedir adems varios ext'ras de trufas, langostinos
:y cangrejos. Yo no s cmo no se t rag al ca-
poral y los peones, & sea a.l ?na.i tre tl'lwtel y
: los garzones! Eh cuanto {L la ma, la esbelta
y elegantsima Desir, no solamente comi la
1Jar de su compaera, sino que bebi la muy tona
-por los cuatro, pidi de todos los vinos, pareca
'tlDa ternera desmadrada, todo se lo quera, chupar,
-acabando la funcin cou cbampa!t, wiski, char-
treuse, todo discrecin y sin medida. Imagnese
-que yo pensaba gastar en aquella noche, lo
sumo, veinte francos, y me sali la chanza por
diez lnises .... Vaya con los deseos de la nia
D esir y las finuras qne caus en mi fa,ltriquera
208 F. TOSTA GARCL\

la potica y sentimental F inita .... Mientras vi ya,.


recordar aquella escena..
Conversando de este rn otlo, llegamos al pabollo.
de los pescados. Qu variedad de especies, con-
tamos hasta cuarenta clasificaciones de mat y d~
ro, de estanques y viveros, tlesde el clebre sor
basta el corpulento barbudo, desde el salmn
hasta la macatella, desde la afrodisiaca ecredsse,
basta la enorme anguilla y el reluciente clorado.
Aquello era de estarse horas enteras viendo tantas
figuras, colores y configuraciones raras de pes-
cados y mariscos. .aquella agitacin continua de
los que entraban y salfan, el movimiento de can e -
tillas, cestas y cajones, el grito de las vendedoras-
ofreciendo la mercanca, la cllarla inagotable de
las cocineras en el regateo, defendiendo heroica-
men te Jos centavos, oo para ventaja de sus dneos,.
sino para propio aprovechamiento, pues en todas
partes el gremio se parece, el ruido ele centenates
de cncbillos picando y repicando, el retintn de
las moned~s en los pagos y los vueltos, la confn-
sin lle ht dama de esmer~uo traje con la fregooat
de papalina y delantal, todo aquello formaba uu
DOS SECIDjDlliO EN P AlS 209

------- ---------------------
espectcnlo sorprendente para los que no tenemos
ideas de semejante actividad y .de tan imponde-
r able abu ndancia de comestibles.
Esto no es una descripoin completa de los
Mercados, es una excursin vnela piuma por
su pasado y por su presente, son notas tomadas
de carrera, que aunque verdicas, no sirven para.
pintar debidamente aquella Babilonia de alimen-
tacin cuoti<liaoa, sino cuando ms, para dar una
idea de todos los grandes centros.
El que quiera saber lo que son los Mercados,
lea al "Vientre de Pars" y visitelos con calma
\ar ias Yeces, pant que tenga cuenta del volumen
que digieren los dos millones y medio de est-
magos, de la sin igual ciudad de las maravillas.
1
1
11
,,
l ..

1
1

..
EN EL BOSQUE

-Aqu no estamos en el bosque-me decct


Don Secuudiuo en nna preciosa tarde pasendo-
nos en un bote en el grao lago y en com paa
de su buena <\miga Desir-aqn estamos en la
~abana, y omos los sres ms dichosos del mundo.
-Lo ser u tod-contesl61e riendo-que ha. n-
nido . contraer nupcias orillas del Sena, Jo ser
tambin Madame Becerro, que ha encontrado en
usted un 6il6;1 inagotable; pero en cnanto m.. ..
212 F. TOST.<\ GAROA.

-- .Qu1 ~Viene usted . hacerse el san to?


-No,-respondle-jams be sido hipcrita;
pero no concibo placeres de este gnero sino en
nuestra tierra.. All. el amor y el espri tu lo em-
bellecen todo, aqu el inters y la materia fal-
sifican todos los afectos . . __
-Qu dice usted?-preguntme la. nyade algo
contrariada., por no comprt:nder el espaol.
-Digo-rcspondflc 1 iendo- qne 6 mi compadre
aprende el francs 6 usted el castell:1no. Es im-
posible que continen entendindose por seas!
Terminada. la escursin en canoa, visitamos el
Jardn de Aclimatacin, el rabel~n chino, las
cascadas, las islas, los jardines, el hipdromo de
las c::trreras de c:.:t.ballos en Loogcbamp, la nueva
pista para las carreras en bicicleta, todos los
recovecos del hermoso bosque de Bolonia, que es
uno de los principales encantos de Pars. Los
parisienses sia el Bosque, no podran acostum-
bra.rse . vivir, es el refugio, el solaz de ricos y
pobres, es como la bnerta de la casa, como el
complemento de la. gran ciudad; y desda el en-
gredo m1llonario, que concurre con sa elegante
DON SEJOUNDINO BN PABf: 213

-carruaje la Dnrnout, basta el obrero feliz que


va eoo su fa.milia comer en el c6sped la cesta
de provi~ion es que ba llevado el domingo, todos
t ienen por aquel paseo un amor rayano en dola-
trfa. Uuando regreaao sus bogares, ya entrada
la noche, vienen muertos de estropeo, enlodados,
rubicundos de tanto correr y saltar en la madre
tierra,; pero tlegres, satisfechos y reger.erados,
para recomenzar el lunes la. ruda faena del tra_
bajo.
JJa. antigua. seha de Rou,my vino llamarse
-el a.o de 1320, Bosque de Nuestra Seiora de
Bonlogne, coo motiYo de una iglesia qu~ se cons
Lr uy6 en aquel ao, en booor de esta Sauta en
la aldea do Boulogue, con la cual linda po1 uno
de l:!US extremos. Todos los gobiernes constan -
temeute fueron mejorando el pa::;eo, basta que
Napolen I, lo hizo plantar de nue\'O casi en su
totalidad, le abri las grandes avenidas y lo dot
de casi todas las bellezas que admiramos hoy.
La dimensin del Bosque es de no,ecieutas llec-
treas, est todo cercado y tiene once puertas
d e rejas doradas. Su cuido est encomendado
214 .F. TOSTA G.ARO.

J 51 guardianes, 3!) gendarmes y 5 oficiales. Slo


as se explica. el visitante tanto asco, tanto es mero
y tanto orden en aquella ciudad <le Yerdu ra~
foJJaje, musgo, flores, a\es, cuadrpeuos, aguas.
cristalinas, cu ri osidades y alicientes variados.
Ya de retirada, tletvose un momento Dou
Secu ndin o, y me pregunt :
-& Qn sig nifica ese gran promontorio 6 came-
lln circular, cubierto de yerba, con esa. zanja al
rede dor y con mesetas plataformas de espacio.
en espacio!
- Esa-s son las iortficaciones-1 espondle uete-
ni ndome cou respeto::~ante ellas.-Qnitmonos ol
sombrero ante ese munumento glorioso que, como
las Termpila , representa el Lleroismo do :.m
pueblo.
-Maldita la g1 acia que me hace- contest-
Becerro ri endo-de~cubri nne con el fro que t:!st.
picando, a,ote esos montones tle t,ierra. y ripio.
-Pud ellos valen _y significan ms que todas.
esas puerilidades t ue a-cabarnos: <le visitar. Oigt.
usted todos los recuerdos que e'ocan la mente.
El fu nesto hombre <le edu, Napolen el Ohico)
DON SEOUND1NO EN P ARIS 215

como lo a.pe11icl6 Vctor llugo, despus de haber


traidoramente matado la Repblica en el inolvida-
ble 2 de c.liciembre, despu6s de haber mantenido-
la Franci:t durante diez y nueve aos uncida.
{t su carro de ignominias, bajez:J.S y corrupciones,
apareciendo ante la historia como la grotesca
caricatura de su glorioso to, quien se propuso
i milar, aqne} polichinela coronado, temeroso ele
que el poller s~ escaparu ele sus tembloz:qsas.
manos, pues . sns plantas se agitaba Jq. depo-
macia rugiente, que sus numerosas tropelas y
1
proscripciones
1
no haban logrado exterminar,
oou-
rri6sele aclrede, sin est~t preparado, declarai~
absurda guerra la Alemania, que asechaba: er
momento haca muchos aos, para vengarse de-
anteriores agrasios.
Un ejrcito de ochenta mil bombres, ~urue
rosa artilleta y parqaes et\tregados por aquei
miserable la Prusia, perdida. ttasburgo, -yendido-
~azai~e en l\:Ietz con otro
t t 1
Pjrcito,

,,
todas.; las
' ..

~~t~11as p er~ idas~ 1 Ja J!rancia .~st~ba . d~~arny~..9a:t

' .
lJ
216 .F. TOSTA GAROA

y ocbooi~ntos mil Llombres con el rey Gnii lermo,


:Mollee y Bismark la cabeza. Qu lw.ra ParsT
-Oapi tular- exolarnaban los sectarios del impe-
rio-rendirnos para salvar la capital del muouo.
No hay otro camino, nada tenemos 1
-Tenemos la Repblica! rugi Ga.mbetta, y
su poderosa iniciativa se OJ'g;_tniza uo Gobierno
provisorio, se desconoce el imperio y se decreta
la resistencia todo trance, morir vencer, incen-
diar P ars antes que entregarlo los alemanes.
Sin pl\ora, sin fusiles, sin caiones, sio ejrcito,
aquello pareca una looma, una insigne calave-
rada, noa petulancia de los afeminados pa risiense~,
<iue hizo sonreit Bismark, murmurando:
-Veremos qu hacen esos 11et-its marc1uuuls,
cuando yo les tranque el auillo de hierro r empie-
cen rgumenti.,'\r los Krups ....
~ ~ Qil hicieron l Inspirarse en el recnetdo be-
rrco de Leonida.s, recordar que la sangre de las
galos corra por sus venas, para decir al Jerges
ge'rm\nico, que avanzaba como una inun'dao1n de
bayonetas, en que iban sumergindo~e ciudades,
a ldeas y ca.serfos :
DOX SECUNDINO EN r.ARl'i :H

-No, el pueblo dell4 de julio no se rinde!


)JoS espritns de Santa Genoveva. y Jua.oa de
-Arco, ciroe.nse sobre Pars. La Marsellesa resne-
llla por las calles, y aunque Napolen III haba

'hecuo demoler por temor al bi, trico arrabal de


.sao Antonio, quedaba Montmartre, y de sus al-
turaa bajaron millones de obreros los boulevuds
. cantando el himno inmortal de los Girondino!'l
tPidiendo a,nnas y gritando: viva la Repblica! '
El entus{asmo cunde con la velocidad del rayo,
' todas las clases sociales, todos los partidos olvif)an
, sus rencores, y ancianos y mujeres, ricos y pobres,
. en una palabra, la ciuf'lacl entera se lanza fu riosa
:6. las calles y se produce la jornada ele! 4 de
setiembre, proclamndose la Repblica y decretn-
. dose la defensa Nacional.
De este modo se salv el honor de la Francia!
Vctor Hngo, Edgard Quinet, Luis Bl~n c, Ledru-
Rollio, casi todos J los lilH~ rales desterrados por el
Imperio, volaron encerratse en Pars tara compar-
tir con sus compatric,t.as la gloria de aqnella jor_
1nada.
El gran culpable se IJaba endido en Sedan, y
218 F. TO. T.A GARCA

ellos, sus vctimas de los diez y nueve aos, vene:m


de todas pnrtes :1 a.yudar salvar' el honor y ht
bandera!
Elocuent~~ contraste entre hL hnmrllacin del
dspota. y la dignidad de lo. apstoles de la li-
bertad!
"I.Ja <>nerte est ecllad<t." 1~:11i:s no se l'iode,
pesu tle que las tropas impel'iales no bau ganado
una sola, batalla, un:t sola escammusa, y clo que
las cohortes inYeucibles de Molke se acercan {L .
t pasos redoblados a. u belo~a de a.potlerarse ele la
ci\lad de' las maravillas histricas. Los parisienses
se agigant;~u en las preparaciones de defensa.
El Bo que e tala, lascnsas y edificios se clemue-
len para dejar l ibre el radio <le las furtifioaciooes, y
en estas se trabaja dfa y oocbr, con un esfuerzo
verdauel'llmeote ciclpeo.
Se organizu, la Guardia. Nacional, los Mv i-
les, l~ts Ambulancia , los Francostiradores, Jos V o-
- lnntat'io::, y se empioza. la fab1icacin constante de
Ca,oiJes, plvora y fusi leR. A los tres dfas IHH for-
tificaciones y los fll~rtes estaban COJ'Onados de de-
f ellscr es i mprovisa~1os de la ciudad, con tan llfbl'ida .


UON fHJOUN DrNO E~ l'AR. 2 1V

estructura, que un g<trz6n por ejemplo, era cabo


.(le una compaa donde 6gnraba como soldado raso
el amo del bote! en que serva; y u u cochero, era
el sn.rgento de otra, donde estaba. <\listado el IJij o do
no conde.
Y aquellos combatieniA~s l>i;oiios, aqnelht.s t~~
lauges "in disciplina, detuvieron por espacio de
-cinco meses y medio, al ejrcito ms poderoso
-organizado eu este siglo, envalentonado por mil
fciles triunfos y ruaodado por el primer tctico de
Ja poca!
Es que la. Repblica e invencible y cuando
~os pueblos so in pirau en el . nblime deber del
~>atriotismo betido, del honor desgarrado, presencia\
.Ja humanidad esos fenmeoos del '\alor y esas
h eroicidades increbles que se llama,n Nnmn.ocia'
-en la antigedad, Zaragoza y Gerona, en la guena,
rlc Esvaua, anta. M<u ta en nue tra. Iudepenueocia,
y P a,rs en el aiio de O. Esas ciutlades nclitas,
han dejado establecido por modo perdurable,
que ningn pueblo es dbil en l:L defensa del suelo
t>atrio y que la volunt.a.d y el derecl10 valen ms
~ue el nmero y la, fuerza bruta.
220 F . TOSTA GAJWA

Una maan[l. atnaoeoi Bi mark bostezando de-


fastidio en Ver. :t11e ,llam l.Ylolke, y le dijo :
- Genent!, esta situacin es insostenible, la Fran-
cia se con muen~, estos diablos de parisienses se ba11
comido basta la, ltima rata, se mueren ele hambre
y no se rindeu . tQn llacemosY
-Bombardear !- contest secamente von 1\IIoJl(e.
- Pues incendie y bombardee usted, Geoeral,-
dijo el Oanciller de l1ierro, atusndose el mosta-
cho-este s itio lleva ya trazas de parecerse al de
Troya!
Funcion el Krup, las a metr&.lladoras, las bombas.
de incendio; tiempo perdido, Jos edifici os y casas.
eran consumidos por las lln,mas; pero la sangre
corra {L torrentes, los fuertes vomitaban balas y
metrallas contra los sitiadores, las fortificaciones.
se coronaban ele nuevos soldados, que llegaban can -
tt~>odo la Marsellesa, y los prusianos no adelantaban
ui un palmo de teneno.
En las calles Jcunan escanas suplimes.
El fro era riguroso, y un di~ no se encontl'aba.
fuego ni abrigo para calentar los heridos. Ex-
tendise la noticia por la. ciudad y todo sobr, pues
DON SEOUNDlNO 'EN PARS 221
- - - - - - - -- -- - - -- - --
t;ctnto las p1 incipales damas como las cocottrs, acu-
di eron {L las ambulancias llevando sus vestidos, sus
abrigos y sus ricas pieles para cubrirlos. Muchas
llevaron basta sus mu ebles para encenderles fuego l
Un da se bablaba de capitulacin.
Una. infeliz mujer, cuyo marido se bata en las
fortificaciones, plida , ojeruda, fttm:Sl ica, estaba
cerc<t de una Oasa de Abastos, esperando su
racin de pan negto, cou dos bijos pequemtos do la
mano y uno en los brazos que criaba. El Comisa-
rio, vindola con lsti roa, pregnnt61e :
-Qu quiere nstcd, seora?
- Pri mero-contest la mujer irguindo~e-que
no se 1baga capitulacin, y despus mi pusto para
cu:wdo se acaben los bombros l
.A.t Com ario se le salieron las lgtimas del en-
tusiasmo, y ese da le di doble racin de pan ne-
gro y carne de caballo.
Dos hombres sobresalieron en esa etapa in-
niortal.
Gambetta y Garibaldi.
El primero, despus de baber organizado la
defensa en Pars, rorontase al ter en un globo
222 F. TO TA GAROJA

y arrojando proclamas de gnen -a sobre los at-


nitos prusianos, llega Tours; y all desplega.
-sus formidables energas, para bacer levan tar la
Fra.ncia. entera como un slo hombre.
Garibaldi, el vetern.no de la Libertad, ofrece
-desde Oaprera sus servicios al Gobierno provi -
-sorio. No se le contesta, porque aquel Go-
bierno estaba impregnado del dejo amargo de
1os cooservadores imperialistas. Edgard Quinet,
-aconseja que se le nombre General en .Tefe del
ejrcito del Medioda. No se le oye. Garibaldi
se lanza solo con sus hijos y algunos voluntarios,
ocupa los Vosgnes, se organiza, libra batallas, y
<mando se firmaba el a~misticio en Pars, teoa
su~ rdenes ya un ejrcito de cuarenta mil hombres
.despus de hL clebre derrota que di6 eo Dijon 5.
los prusianos, eu la cua.l les quit sn bijo Ricciotti
la nica bandera que perdieron en la campaa
del 70, las legiones tle von Molke. Ese mismo
da de la capitulacin de Pars, fue que recibi
Garibaldi el nombramiento de General en .Tefe del
ejrcito. TanHa y pstuma determinacin que
r evela la triste verdad de que en ul eno del
DON SEOUNDINO EN P ABS 223

Gobierno de la Defensa. tambin se anidaba la


traicin, pues ausente Gambetta, qued el General
Trocha de rbitro, TLochu el infiel, que se opuso
siempre {t la salida que pedan todos los cuerpos
en Pars para salvar el ejrcito, irse juntar
.con Ohanzy con Garibaldi en el Loire.
Oh ! Ountos otros gloriosos recuerdos despier-
tan P.stas mudas fortificaciones; pero la noche se
:acel'<~a,, querido amigo Becerro, y es t iempo de

irnos al hotel.
D on Secundino, que gfa mis palabras con pro-
funda atencin, estaba verdaderamente impresio-
nado con el relato y contest :
- S, querido compadre, esos promontorios cu-
biertos de csped, son verdaderamente sagrados,
ahora lo comprendo, y en prueba de mi profunda
admiracin, me llevar un puado de esa t ierra
;gloriosa, corno un recnerdo de este paseo y una
Jreliq uia de tanta heroicidad.
.' .
,l.

1 1

1 1
LOS UOULEVARDS

Bieu merecP. especial estudio esta maravilla


parisiense, cuya mencin anunciamos eo otra
parte.
D ice el Gne is en su C..'tptnlo X I , que Dios,
para confLlndit y separar los intrpidos hijos
de No, quie.:1es se les ocurri la ca.laverada de
cdifica.r orillas del Enfrates la clebre torre de
Babel, que segu sus clculos matemticos, debfa
llegar derechita al cielo, tiispuso (sin duda en uno
226 P. TOS~f'A. GA.lWA

de sus pocos ratos de buen humor) engarbu ll a r


. sus lenguas par<t que no se entendiesen ni jota.
De es!i.:'t pesada chanza origiuse aquel histl'ico
trasconejo de m<tte riales, aquella especi ~ de ga .
. llina ciegct de herramientas, en donde los obreros
pedan ladrillos y los terciadores llP-vaban mezclote,
_y cuando requeran un nivel, presentbanles una
mandarria, 6 cuando pedan piedras, acudan los
peones con clavos; en una palabra., la confusin
por sistema, y como consecuencia, la clispersi6n
por las diferentes regiones del mundo.
Los Boulevards tienen algo semejan te aquella
inmensa mole trunca del pas de ennaar, si no
. en la estructnra., puesto que en lo material se
parecen tanto como un bnevo ;una castaa, por
lo menos en los perfiles mmaJes ( inmorales)
- tienen muchos puntos de contacto, que aunque
apatentemente se excluyen, en el fondo se com -
..pl ementa.n .
La confusin en Babel, trajo la dispersin de
~los trabajadores.
La confusin . y el enredo en los bonle,ards,
.}:.a trado la reunin de todos los vagabundos,
J)ON HlWU~DINO EN PARS 227

ocio:::,os y turistas de las cun.tro partes del globo,


qniaoeE:, nue,os cruzados de ld civiliza<:i~n, lla.-
mados por el clarfn de los placeres fuerteF, .
a01ulen pot calderadas aumentar la c~mbnstin
de aquella artlleute pira ambulante, que se con-
sume en bonor 6 en <.lcshouor de los dioses de la
prostitucin.
Todo el que tiene algunos haces de cbami~a
t1nc tiJ<lr c11 ht iumens<~ hoguera, algunos mi lla-res
ele francos disponibles para l~L disipacin, se estira
el mostacho si es hombre, en tuerta Jos @jos si
es muier, se aclara el l)ecllo, levantn los talones
y gl'ita, con ped<tnte acento: " Pars, Pars,
bu car ht drmiho;" siendo de adv~ ttir que-
mnchos, como le aconteci6 Don Secnnrlioo, so..n
tan insttuido , qne han llegado imaginar que
la. Dtruiht es alguna seorita muy. distingpida, .
. muy mona y muy f!t>ntil .. _.
..-A Parrs, aunque nos nl'l'uinemos, aunque de-
jemos el cuem entre las nas de los franceses,
a.uuque nos empalen, annque nos fran en aceite!'
Este es el grito un hersal.
22 F. j,'QSTA GAROA

Despus, lo dern{ts que sobrevenga importa uu


. bledo.
De aqu, esa pima cosecha de viajeros al por
mayor, de Rectarios de la vuelta al mundo, de
1

excmsionistas bohemios, tle expetlicirJUarios cnrsis,


- de tpicos rastaquoe1cs de aqu esa plaga anda-
riega que vive y se agit<\ sin cesar, de caniel
terciado, cacllUcba 6 gorro de se,la fieltro, e u
los trenes, en los vapores, eu los muelles y en las
. estaciones, esa turba de desocupados cltics, que
forma el ms apetitoso alimento de --los hoteles~
- de los teattos, de las tiendas y de Jos dioteriones,
esa fa.lanje ilustre del derroche y la depraYacin,
. que va las grandes capitales y regresa con la
gloria de no haber puesto sus pies en nlngl'm
r museo ni bililioteca) ni sus ojos en ningn 1ib1o
manuscrit.o de importancia, volviendo . su casa
con el timbre de no haber estudiado ni aprendido
1 nada. Esa espuma cosmopolitana, esa cmfme de
' nuestra~ sociedades, ese enjambre aristocrtico,
todas esas nmades abejas de la gran moda de
- este pcaro siglo, que ya chochea entre sus pos-
' trmeros boqueos, acuden por distintas vas y de
DON SEOUNDINO EN PARS 220

todas las zonas {t la gran colmena, al her\'idero


de todas las nacionalidades, la. Babel modetna,
llamada grandes boulevards.
Por eso en sus anchas aceras, cubiertas de
.silla y pequeias mesas de mrmol y cobijadas
COn elegantes tinglados de pintadas lonas, se 1ozan
de continuo, frotndose apiliadamente, se requie -
bran, saboreando una copa., el lord ingls con la
.andaluza manola, el torero con la distinguida
r usa, la, iuiroi table. cocottc p:uisieose en el general
el ex-presidente americano, el tu rco cob laja-
ponesa, el chino con la ntgra. americana del Sur,
de alta. sombrilla y empinado zorongo, el alemn
con la, graciosa habanera., el yankee con la maho-
metana, el habitante de la 'l'ierra del Fuego con
lla oriunda del polo Norte, e.1 fin, la amalgama
de la humanidad, el juicio final de los placeres,
el rende:: vous de los desocupados del globo, la
-confusin y la. locura al raso, mdiendo planes
erticos, formulando pactos picarescos y organi-
zando giras sesiones misteriosas, que seguramen-
te terminan en orglas ....
Estos son los grandes boulevards, abismo que
"F. '.COST. GARCA

atrae, barauudn. seductora, perpetuo carnan\1 1 en


donde .se and<t disfrazado con la natural careta,
puesto que nadie se conoce, y todos, ricos y
pobres, machos y hembras, viejos y mozos, vir-
tuosos, perversos, casados, solteros, viudos y hasta
clrigos do americana y flor en el ojal, libres,
inclependiontP.S y soberanos como la brisa y el
potro e n las sa,banas, como la mariposa en los
fc'trdines, en redan, s<1ltan, vuelan y se sienten
dichosos 01 1 aquel hervidero vi viente, tan semejante
. las olas tlel mar por sns 111ugidos, por sus iu-
cousta.ncias y por sus alevosfas ....
Los bonlevards ms antiguos de P ars son, . J~l
_del '.rcmple, que se fund en 1G5G, el de los
Oapnchinos en 167H, el cnal tom6 el nombre por
la. pro.ximida,d un extingnid~ coO\ento, el de
aint Denis, el de los Italia nos y el de 1\[rnt-
mart re. ..
La instalacin de este l}.ltimo cost mncbof"
dolores de cabeza. al P re\'oste de los mercader~s
de aquella. poca, porqnc los tEavi,esos cbi~os y
dems gentes 7lOit sancta.~ de h~~H indomable baFio,.
se divertfan en arrancar Jos r boles y en tapa
DON SJ~OUNDINO EK P ..t.\ .RS 2;31

~as calles coo hu; ccrquilla. de hierro qne los


gna l'necao.
Mucuas tn ul~as, arrestos y mucua picota cost
el tal boulevardcito, hasta, que el bue!l Prevoste
buho de sali rse cou las suyas, viendo crecidas
~ a s alamedas de 111:ontmartre.
L a ndole ppular es idntica ~'D todas partes
y eu todas las 110Cas, refractaria al progreso y
., la. civilizario , oo viene oncariarse con ellos,
si no cmbnd0 la. ralmeta les h n, becbn c-onocer sus
beueficios.
Asimismo, el <locLer VicenLe 1\fa.nzo, fuuda.dor
en Oaracas de~ las a\}tmcdas y ,iardine pblicos,
tuvo que sudar la, gota gord<t y echar canas
fner:.~a de soportar coutr::triedadcs y mortificaciones
de snf> coctucos. I ..os pl'imeros caobos y cetlros
que ulant, {t tlcs pecho de los hacltacos, ~n la
,pln:o~a, de Oa.puellinos, L111y de AlHil, f-teron arran-
cados de cuajo en una, uudw toledana, por ciertos
fpa.ciosos de la p~wroc1uia,, q ue alardeaban de
nt(tntultnos, los mismos que pusieron el gl'ito en
el cielo, cu ~tutlo rucrceu {l u~ afanes coosigni
LG
232 F. 1'0 TA GAHCA

y coloc en el centro de la plazn, la h~Tmosa.


fuente q1e representa un fauno de mrmol, que
toda"b. se encuentra en ditlbo Jugar, con suuis-
Ct'eta boja de parra, pesar t)e ha.bor siuo hecho-
pedazos por aquellos sa,lvajes de levita. _ ..
Qu aspavientos, qu gtita, cuntas murmura-
cion-es en el vecindario, las beatas le hacan la.
cmz al pasar por la alameda, ls santurrones se-
persignaban llonorizactos, las doncellas se cubran
el rostl'O con el abanico, el prroco eclih.ba. pestes.
1
en las plticas dominicales contra Ja irreverenia.
de colocar un hombre en cnetos frente la iglesia;
y la preceptora municipal, dofia Genara, con
ceoto de hiena, deca al despachat diariamente
sus discpulas:
- Cuidado, nias, como alguna de ustedes se-
le ocurre, ni por chat1za, le\'alltar los ojos baca
la pila; la que tal baga, se la lleva f>l diablo,.
p l ) " tt
con zn.paticos y todo ! ,11

y las infelices, pasaban por lilo plaza con la..


r1eote gacha, los ojos hacia el suelo y carrera
tendida ....
y el escndalo consista en que el poh1e fauno.
DO~ SECCNDINO EN PARS 233

ltallbase en el estado natural en qne se hallan


todas las estatuas en los museos del mundo, of'a.
mitolgicas, ora profanas, y basta msticas; puesto
que en ell\Iuseo del Louvre y basta en la misma
Oapilla Sixtina, bay muy pocos caballeros y datn~s
con vestidos en los mu~strarios, cuadros y muros.
Las T res gra<:ias, el H ermafrodita, las Venus, loS.
Hrcules, los San Juan Bautistas, los Adanes,.
las Evas, etc., etc., toda es~~ familia de deso<itlpa-
dos lJa gastado y gasta muy poo en sastres y
en modistas
El caf :Mazadu era el predilecto de mi amigo
Becerro, por ser un punto muy t>stratgico para.
la c..'\cera nocturna, encontrndose al mismo tiempO.
cerca de los Pasajes.
Una noche en qur, como de costumbre, daba
u1i paseo higinico dcsue el bonlevard de la Mag-
dalena. basta el de la Boune Nonelle, acerqume
al :Mazara y encontr Don Secuodioo en el
mayor apuro y al mismo tiempo presa de la ms.
sublime dicha .
Las cuatro parroquianas consuetudinarias, sus.
F. '1'0 "l'A GAllCA

amigas de ter tul ia, despus de acalorada dispma.


Jfa.bfa.n resuelto rif<wlo.
Este procedimiento es actualmente la {f rmH1
-?node rntre la gnte alegre, entre P..\ s1~xo conquis-
tador parisiense.
Como las mujeres estn all( razn tle tres
para. uoo, resulta que los Achtnes so1nos tan de-
.seados, buscados y requeridos por las encantadoras
Evas, que acaba urw por hacerse ,anidoso, co-
queto y ensimism~~.<lc.. ms orillas del Sen:L donde
:Se conoce, donde se ;~precia el io meo so beneficio
.que Dlos nos ha t!ispcnsauo al permit r que
-usemos pantalones. La inteligP.ntes coco/tes ban
inTentado la tOrmnla del rhulo para resolver el
problema estadstico, e\itando disputas y celillos
de mal gusto, por lo cual es lo ms frecuente
-en los grandes y pequeios cafs, presenc!ar e3vS
peregrinos sorteos amorosos. La que hace el
mayor punto, sale muy nf,~na con su candidato
del brazo, y l.as dems Re qued:.tn muy alegres,
batiendo palmas, y en espectativa de otro mar-
-chante venturoso.
DON SEOUNDJNO EN PAUiS 235'

En el instante psicolgico de la ovacin femeoilr


detnve el pMo la dichosa pareja.
-Alto! t quin vive'- pregunt, estimndo el
bastn en forma de sable sobre el pecho del
galn.
- Libertatl y amor desenfrenado !- contestme
riendo, al mismo tiempo que ee quitaba el golpe con
sn paraguas.
-~A onde va usted Y
-Lo s yo, acaso 1 A donde me Jle\ e este7

demonio con faldas, Folies Bergere, Parisiana,


{L Obina 6 al ,Japn, soy su prisionero.
- Cuidado con los gastos ue guerra, mire que
el que pierde paga siempre Jas costas.
-Gracias por el consejo, compadre.
- Qne le aproveche, Don Secundino.
La pareja, riendo, tom un coche y desapareci
en el torbellino del boulevard, y yo me sent
:
tranquilamente toma(una taza de caf con leche,.
mientras la orqussta gratis, ejecutaba la marcha.
de Boulanger.
- Quiere usted que lo rifemos, amigo mfof-
gritronme desde su mesa las compaeras de la.
'23G F. TOSTA GA.ROA

slfide de mi amigo, maraqueaudo los dados en


el euvasc.
-Estimando, seiioritas, t.an insigne favor; pero
yo uo tengo ui un franco en los bolsillos-res-
pondOes, snlud.ndolas muy cortesmente con el
.spmbrero.
-Qu spero !-gru6 una.
-Qu cursi !-rugi otm.
-Qu6 inteligeute !-dijo riendo la tercera.
La frasesita me C<l.l (, quin no con m neve
la lisonja 1) por lo cual, en ~ono r de su autora,
.acerqume la mesa, form el cuarteto y sin
inters de ninguna especie, por pura y b~nesta
caba.llerosid~td, hice generosamente los gastos ge-
nerales de cons~1macin, retirndome dormir muy
.tranquilo y quitado de ruidos para mi hotel, lo
-c~tal est!>y dispuesto jurar por siete cruces.
Eu coa.oto las damas, quedal'on all en sus
tp,ustos, a.pnra.ndo senda.s copas entre risas y
.dichos picantes de doble sentido, mientras se pre-
-sentaba algn otro p.ja.m de mejor cneota
quien desplumar.
Y pasa.rn aos y vol vern otros \'iajeros los
DON f)gQUN DINO EN PARS 237

bouleva rds, y all habrn de encontrarlas repro-


ducidas, pues cuando estas desgraciadas hayan
desaparecido, consumidas por la tisis en los hos-
pitales, otras vendrn reemplazarlas para que
no so &tiuga la especie, ni quede abandonada
aquella. brecha que conduce al abismo, donde se
precipita. la humanidad irremisiblemente, pesar
de las ordenanzas y sermones ele los pacatos de
uno y otro hemisferio.
.
DESENCANTO Y REGRESO

"'Gn ]unes, ~ las diez de la maana, tiraron


muy reciamente del cordn de la campanilla de
mi cuarto de la. roe Ba.udin.
-~\delaote-gl'it sa.ltando del lecho sobresal-
tado.
Era llli eterno compaero, Don Secundino, que-
vena con cara de vinagre, precursora de un bu~
mor de perros.
-~ Qu ha suced ido- preguntle-se imagina.
usted que yo soy sordo ?
240 F. 'l'OSTJ.\. GAROA.

-Oompadre-dijo sentindose en una poltrona-


disimule mis bmscos modales; pero ya estoy can-
sado de esta vida pa,risieose y de ser extranjero
., todas horas y eu todas partes, de andar dfa
y nocbe la seca y la mec..'t, sin que . alma nacida
-se le ocurra sa,luda,rme, estoy C..'L'J ado de ser gota
de agua dulce en este ocano, grauo de aren~~ en
este inmenso estero, insignificante bagazo en este
descomunal trapiche. Estoy fastidiado de remate!
-& 06mo-exc1a,m fiugieotlo asombro-fastidia-
do en Parfs ? Qu barbaridr~d !
-Pues as com11 suena, lJe visitado ter t ros,
paseos, iglesias, calles, a.lmaccoes, palacios y dems
juga.res que demarca el librito llamado Guic7es-
Jowme, be seguido sus itinerarios rigurosamente,
Jo be visto todo, y estoy dems aquf, la tiena,
Jos negocios, la ntmilia, mis sabanas, la p01tica,
todo me llama {t grito uerido.
- Y sus conquistas de aqu, y sus tiemas
~J.Digas, y Jo;;. erticos placeres que tanto bnle
-oantivad.o? Qu hombre t..'Ln voluble !
-El dlablo ca,rgue con todas ellas ! -contest
DON SEOUNDINO EN PARS 241

haciendo una horrible m~u~ca de desagrado-vea


usLed en la sitmwio en que me tienen.
Al decir esto, sac del bolsillo la cleb;e mo -
-cpila de seda roja, no ya repleta sino flaca y vacia
como una lombriz de verano.
- Oinco mil pesos-aadi-ciuco mil !frttllps en
1muy buenas morocot.as, be malgastado si[l saber
Cmo, ni eu qu, ni para quin. Mi cuarto est
l leno de baratijas, mi cuerpo estropeado; decado,
<lbil, mi espritu enfermo, mis ilusiones desv.a-
Oecidas .. __ .
- Pero es usted un J eremas esta ma.ana,
amigo Bece; ro. ...
-Sf, compadre, ser lo que usted quiera; pero
.estoy de marcba., me lleSlJC[JO para mis correderos,
[>U e::: esta oi vilizacin me asfixia, deseo otro amor
distinto al de estas mujeres, que es t~n _ti-anco,
que no vive sino por los francos, quiero estar
donde yo comprend<~ lo qne se diga, lo que se
escriba, lo que se piensa, porque aqu, no sabiendo
i})f\labra del francs, ando por tod<J.S partes como
un bolonio como un tJram1>0 se1viclor, no qtliero
-comer ms homauls, ni cotelettes, sino no buen
242 F. 'l'OSTA OAH.UA

llenido de gallina, lln.llacn..;;, carn.otas negras y


pltano a ado, estoy n.bn rriuo de ta.n ta. msica.
y canciones tontas, ue las eternas rcp ctic ioue~ ele
estos teatros, ya. el <:an cau y las pierrms desnudas
me fastidian, <le5eo oit' el bctnm., bailar nu juropo-
y cantar un galern corrido; en fin, compadre,_
que me "O.Y, que estoy ya uol otro lado ....
-Pue~ uos iremos, mi buen Secundino, tom~\
remos el vapor del O, y el 2-b estaremos respirando
las frescas brisas del A vi la. Verdaderamente,
bast:t ya de paseo, y es bueno pensar en cosas
ms seria . Con.fisolo sin ambajcs, In. nostalgia.
comieuz:t in,atlirme.
Estas frn. es arrancaron nn grito de alegra fL
mi inte1 locutor, quien estuvo punto de e~hogo.r
me con t:no de sns peculia,rcs abrazos.
Onando se est lejos de la patria, por cual-
quiem circunstancia, t..womble 6 adversa, el primer
anuncio de regreso, bace salta.r siempre ~1 co razn
de placer.
L os que deslumbrados por los progtesos, ul.:>itos.
y adelantos de estas regiones privilegiadas co-
meten la bajeza de desacreditar so~fpas (oo fa.lta.n
DON S.ECUtfDINO E~ P.Al?. 243

tipos de este gnero), ha.ciendo comparaciones


desdorosas que amenguan la propia dignidad, esos
sres pedan tes .r de~preciables, que llegan ~~~
tierm natal imbuidos en exticos resabios, des-
\preciando {\ todos y criticando nuestras s:1.uas
costumbres, eon por fortuna tan pocos, que no
merecen los llonores {le la mencin.
La. gencmlidad d~ los venezolanos ama entra-
iiableme(tte (~ su patria y toclos reconocemos la
.grandeza y superiorid}).d d~ este mundo europeo,
el orden a<ltnirabltl, la. perfectibilidad en todos sus
ramos; per.., preferimos nuestros hbitos senci-
llalnente famili~~res, nuestra \'ida sobl'ia, nuestras
-ciudaJes y pueblos modesto, nuestro cielo azul,
.n uestro sol refulgente, ouestrcLS verdes montaas,
coronada do bla.o c:~. bruma, y nuestras inmensas
1lanums, atmveeadas por caudalosos ros.
Por eso, lo~ preparativos de regreso son cuestin
de p1cas horas.
Empaquetar los libro~, acomodar los h?.-les,
-abonar la, cttenta, tQmar un coclle, y la estaciu!
Pasa la carrera de baqueta que los sirvientes
-le dan al vi<l:iero, formados en fila en demancla
Jo'. 'I:OSTA GAROiA

del lJourboir, sobrevienen las zurdas cortesas del


gernte 6 patrn, quien 1e llena, . usted las
faltriqeras de ta1jetas de anuncios, ponderando
las bondades de la casa, rueda, el coche, silba
la lbcomotora. en la estacin de a a Lzaro, y,
adis Pars, adis torre Eiffel y dems cptJlas
y agujas de los edificios de la. gran cindad, que
por efecto de ptica en combinacin con la rapidez
>ertiginosn. del treu c:r;p tess, parecen inclinarse .
uuestras espaldas para uespedirnt;s, diciendo con
irnica sonrisa:
-Abur, escuilidos avechuchos, volad presuro-
sos , vuestro terruo, {~ engordar y , echar nuevas
plnmas, que nosotros os esperamos aqu, con e l
a.gua hir>icndo eu el caldero, para la prxi ma.
temporada.!
Adis placeres, ilusiones, conquistas de erotis
roo callejero, adis planes dorados que la fanta~a,
elaboraba en l:.ts beatitudes del ocio, ratos inol-
vidables, escenas conmovedoras, todo, todo Re va,
quedando detrs, y cuando nos recibe el buque
y entre tumbos y barqnioadas, al cabo de diedoouo
das nos reintegra sanos y salvos en las nativas
DO~ .'ECUNUlNO EN PA:BlS :245-

playas,: donde nos reciben brazos cariosos y afec-


to::. verdaderos, entonces, Jos recuerdos del viaje-
parecen un sueiio, del cual llegaramos basta {L.
dudar, si no fuera porque uuestros portamonedas
vacos, nos giitan con espantosa realidad:
- . , s, vosotro~ habeis estado en Pars. Salve,.
benemritos peregrinos de la moJa y de la civi-
lizacin, repletadooe una. vez ms y preparad las.
maletas pnx:t Ja. prxima exposicin del ao mil.
novecientos ! Repletad nos bien de francos, que a pe
uas f<tlta un lustro para eso juicio final de aquellos.
dic!Josos, {L quienes !Ja de l)Ooreir generosa la.
for tuna !
. .... J
PUNTO FINAL
Br11r[ Y:.\ .

Tengo que hacer algunas acla';~i~es antes


<le concluir este libro, dedicado hacer perdu-
t'ar la fama imperecedera y el renombre hist6;
rico de tlna secta, representi.:'tda en el tipo rural
del politi.quero fusionlsta-, del gobienwo sistemtico,
-cuya vida y milc1gros lle procurado sacar relucir,
-con el objeto de que la. presente generacin ad-
lnire este declla.do de supinas habilidades.
17
248 F. TOSTA GAROA

Animado, sin duda, por el espri tu de aquel


gran varn bnrocrtico qne la maP.stra. pluma de-
D on Benito Prez Galds, nos ba preRentc\do gr-
ficamen te en sus inmortales Episodios, bajo el
nombre de J nao Bragas de Pipan, cuya colosal
figura tuvo la envidi}tble dicbn. ele vivir y engordar
duran te muchas dcadas en los dulces remansos
del presupuestl' espaol, nuestro Becerro, s;.tlvo-
la clesmtulratlu con ' abida, (en que por rara incon-
secuencia del j uego marr el golpe), ba sido pez.
de fondo rn los viveros nacionales y de los Es-
tados, desde la, Federaci1n basta nuestros das;.
y ahora mismo, despns de su trascendental ex-
cursin por el viejo mnutlo, baado en las aguas.
lustrales de esta nueva ra de asimilaciones, on-
cuot rase en su De~ar tamento del Alto Llanb,.
gozando de todas las iufulas y prerrogR.ti vas de 1
poder pblico, que volvi . sus manos como cosa
muy natural, que volvi {1, casa como la buena bija,
no importa si con las patas qnebradas!
Ouaodo el acocioso cable anunci su salida de-
Francitl , amigos y coopartidanos 1laoeros, delega-
ron una comisin que fuse recibirlo L a Guaira;.
DON SECU~DlNO EN l'Xl:' 2Hl

y de a.llf, sigui de etapa en etapa, recibiendo


saludos y felicitaciones hasta que lleg su pueblo,
donde ecltaron lus casa.c; por las ~entanas, fue rz::~
de cohetes, banderas y otras demostraciones de
expootoeo regocijo.
Don 'ecundino es bombre que sabe subirse por
In. botella, eu un santiamn aproYec!J aquella
l'fervesceocia patriotera, a.qutlla. renaissance de
n prestigio, para apoder:trse de todas las >olun-
lftdes, h;lsta. <:> 1 puoto de que el Presidente del
Estado, como una medida de alta poltica, vise
-cu el <:<tso de nombrarlo .Jefe Ohil del Departa.
mento, cargo que nuestro llme tn'o bi~n acep-
tar abnegada.mente.
Cmo rechazar sus ;enicios la patda :' Eut16
una vez ms al candelero, y cou tan ref!nado tact(''
qne lejos de ejercer venganzas contra los que
babian llegado llasta embargar sus propiedades,
colm touos de halagos, atrayndose las volun-
tades ele IIoracios y tlriacios.
El r.abe muy bien que en esta tie~ra, donde
impera la ley del gallinero, no puede procederse
250 F. TOSTA. GAROA

de otro modo, so pena de quedar como para que-


uo digan dueas ....
Miembro conspicuo de esa estirpe inmortal de
fusiouismo gobiernero, tiene que hacerle borJor; .
y allf est en su pusto, rebosando salud, fresco,.
gordo y colorado, usufructuando lo presente y po-
nier.do piedras para el porvenir ....
No puedo silenciar mis lectores un importante-
prrafo de sn ltima carta.
Dice as :
"Sepa usted, com padre de toda mi estimacin,.
que jams podr olvidar sus sabias indicacion es
Aqu estoy, amo cl;l jUttio, no tengo quien me,
tosa; y aunque parezc<t prematuro, principio ya
orgnoizar los trabajos cleccionarios. Sargento
avisado vale por dos ! Eso sf, yo oo aspiro eu.
esta contieJ.Jda ser Diputado ni Senador, uo,.
esos silloncitos los tengo ya muy conocidos y ma-
noseados; y sobre todo, no duran sino los cuatro
tristes a.ios drl perodo constitucional. Quiero
ponerm e salvo de contingencias y anticipar una
pica en F landes, es dc~ir, buscar un empleo que-
dure seis wi.os, ser algo as como Ministro de la.
DON SECONDINO EN P .A.RS 251
-- - - - - - - - - - - - - - - --
Altn. Oorte Federal, para experiment ar la impon-
derable satisfaccin de ver todos entregar sus
papele~ y quedar yo con mis honorables colegas,
entre la ruleta del nuevo tal1ador. A eso aspiro,
en ello trabajo, y donde qu iera que la suerte
me coloque, all me tendr usted para sf:'rvirle."
Qu6 hombre tan eminente, qu6 figu1a tan in
superable !
Ejemplares del corte de Don Secundioo Be-
cerro hacen el orgullo de la familia, son el brillo
de esa manada de znganos oficiales, que un da
llamndose blancos, otro negros, ayer azu1es 7
maana moradosl entre bajeza~, kapison1as, aco-
modamientos, intrigas y traiciones, vienen alr
i11icio enclavados en los ministerios, aduanas
y dems altos cargos, en donde, inmutables y
eternos como antiguos monolitos, permanecern
basta la cousurnaoin de las edades, cual momiv.s.
egipcias, quienes nunca lla de tocar la mor-
tfera cuchilla de la diosa Neftlis.
Uombres inmortales, sin olor, sin color y sin
sabor, que trueque de un empleo, aceptis todos
F. 'l'OSTA GAROA

los gobiernos, sin p1incipios ni opiniones de nin-


guna e pecie, . vosotros, sublimes colosos de todas
las administraciones, dedico estas humildes pgi-
.ua~, eo prueba de pasmosa admira.cin!

Pars, n oviembre 1804.

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