Francisco Tosta García, Don Secundino en París
Francisco Tosta García, Don Secundino en París
Francisco Tosta García, Don Secundino en París
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DONSECUNDINO EN PARIS
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PRLOGO
CARACA S
1895
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J->ROLOGO ri ~
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DON . ECUDDINO EN PARS
-~Bn dnde 1
-E o la. Ro t uoda.
Quedme atnito ante la increiblt> nue,a., y pa-
,recindome chanza, respondle:
- No, eso no es posible, su ''ocacin no ha sido
nunca para el martirio, sn bitoque no fue beobo
.para tal jeringa, usted es res muy avisada para
-dejarse enlazar, usted es zam uro muy marrajo
-Pues as y todo, compadre, precisamente por
-esas cualidades que usted me atl'ibuye, en esta
vez ae me quebr la escopet.'t ....
-No, oo,-djele sin poder contener la risa;-
.. usted en la cr cel ~ otro perro con ese hueso!
-De modo - contestme sonrindose - l que
usted se divierte con mis infortunios~
-Nada. de eso, Don ecundino, es que yo no
puedo creer en ese fenme no, qu e me dejara
estupefacto, porque so prisin sera un .:aconteci-
..micnto de fin de siglo. Sintese y explqneme esa
maravilla.
Mi interlocutor obedeci, se acomod en la pol-
-trona y ianzaudo un suspiro tan g rande, que
;pareca el reso;lar de un tuelle, agitado por las
18 E. TOSTA G.AROfA
la cosa perdidll> .. __
-Ja, ja-exclam dando nu salto e n la poltrona
-qu coincidencia y qu penetrnci6n la suya.
-{)oofisole qtw ya baba pensado en eso y que
-tst.oy casi decidido . segui r su coost>jo. Lo que
me detena era la, idea de irm e por esas tiet ras
-slo, sin conocer ningn idioma. extranjet'O; pero
--con usted, oh! en compaiia de usted ira yo
basta al infierno. Djeme pensarlo un poco.
-Eso no tiene ua.da que pensar: pong<t un
telegrama . su socio del Lla no, dle las iostnJC-
cioocs del caso, cousiga. algunos suplementos en
la Oonsigo;l.cin, que se lo3 dar:u de mil amores ;
_y dentro de quiocP. da,s noli va.mo5 cantando 1u~jito,
"como dicen sus paisn.oos por all.
- 6 Pero la f<Lmilia T-tart<tmnde- y e.:;e cbatco
tan grandet
-Ya se lo be dicbo, h1. deja usted muy cuidatla
-en Ua.raoa.s, nada habr de f.l tarle; y m uy contenta
-se pondl' cuando yo vaya hoy mi~mo cou usted
..: darle la uoticia de tu ~tto prximo viaje, y
DON SECUNI>TNO EN PAR~;; 23:
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-de mi categora, compadre; al mejor cazador se
,le va. la. liebrP, estoy arrepeotiuo basta. el dedo
.gordo de esa chambOll<Ld::t inmensa, en dontle in-
,friog br-.sta las tradiciomtles instrucciones de mi
.abuelo, que e1a hombre de mucho saber eu tales
.achaques de la ,idn.
-t Qu instrnccwnes fuero u esas; potlra saberse 1
- pregnntle aguijoneado por l<t curiosidad.
-El ritual que siempn~ me ba senido de gua.
-en mi carrera poltica-contest con profunda coll-
vicci6u.- Oiga usted el origen de todo tni saber.
Mi abuelo que era, un poztl <le ciencia y que
conoca dortue le apretaba el zapato, mecindose
en su chinchorro de moriche, me deca con fre-
<mencia: "Oye, hijo, un consejo, que nunca te han
.quedar mal en el mundo. Onaodo te conviden
un entierro, si el difunto es amigo; y sobre
todo, si tiene f<Lmilia, concurres l, importndote
.uu bledo que no te hubieran in\"itado ni a l bau tizo
,ni al matrimonio; en ese caso no vas sino basta.
la iglesia. Si es muy amigo el difunto y tienes
. deberes ~ara con la pareo tela, le mandas sn corona
y lo acompaas basta el camposanto. Si le debes
<:onootados senicios al muerto y tienes aspim-
cionl'. de cn:~.lquiera especie para con sus deudos,
entonces lt> echas su palada de tien a, fabricas
uua l.grima, y hasta. le escrihes nua necrologa ;
tp ero ten ptesen te que nunca debes en terra.r te con
nadie."
-Soberbia formula- exclam aplaud ie ndo- Y
cmo es posible ![Ue con esa receta tan prctica, t an
s-.bia, tan poRibili.~la., baya usted incunido e o el mal
~1 aso , tomando por el vericueto aquel de marras?
-Y<L se lo lte dicho, compadre, nadie es infa -
'lihle e u la. tiena.; y hasta l-'egum lo llemroo
preso, eu remacable ocasin. "So me mortifique
ms recordando aquel mouumental desastre. ~os
''nmos, nos n1.mos, esta atmsfera me ahoga.....
- Muy bien, muy bien- le respond- dentro de
quiuce das le aguardo para que juntos tomemos
los pasajes y demos todos Jos paso<; indispensa-
blcs en semejantes ca>Sc~.
- Convenido - dijo Joui~ndose e! ~ombre ro
cucnte conmigo; vendr con toda seguridad .
Y lleno de cutusi~tsmo se despidi a presurada-
.mente mi futuro compaero de Yiaje.
1' . 'l'OSTA C:AlH'A
,,
l ecLuale~
son imperecetleras, porque los l.Jombres.
que las poseen, en vida, ;;e enaltecen, y muerto' 1
se iumortal iz~Ln.
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ESTRENO EN LA SOCIEDAD
<h)
,~ .... F. 'I'OHTA 1: \RCA
- - - - ----
la. 'Real" y la. de "Atn:-,:' se pueden, unraute. el
da, pasear tlesnudo, sin temor de hacer rnoorizar
i a lma nacida; mielltm.s que Jurante la noche
bceEe imposible conciliar el suefio por su eternal
concierto lle raoas y de . apos, acompaiiado de
ladridos de perros .Y rebuznos asnales; ese al
parecer iusigniticaute casero es sin embargo muy
cl~bre en los fastos de ht historia por enatro
moti vos poderosos.
Por la accin lleroica. de H.icaurte, por la tierra,
milagrosa de Kuestra t'efiora de Beln, pl)r los
ajos r por la came frita de Don Zacaras.
La casa en ruinas uond ~ el allaliu colombiano
consum aquella mitolgica woeza, qne sembr
el pnico en las Luestes J e Bo,es y leqtnt6 el
espritu del ejrcito p~ttriota, permanece all ol-
Yidada en su alta colina orillas de la c;trretera,
sin c1ue {t ningn Gobierno se le llaya. ocurrido
comprarla., repararla y comertirlct en mnseo de
armas antiguas 6 de reliquias de ht inclepenclencja,
con cuadros y pasajes a.lusi\os pjuta<los por nues-
t ros artistas, pa.ra forl!lar <le aquellas sagradD.s
rui na nn monumento digno 1le la memoria de
DO:'\. ECU.SDIXO EX P.t\l!~ !)7
Ir
- - - -- -- -- --
Fumc donde las l\Ial}.>ica. amiga~ \'l'jt\!5 eu cuy<l.
ca~a l1t Jn::allCJ mu,r hueuo~ ratos.
- ~1 nwnos- ptut'-nlli estar libn de cst~
maldi to ol01 dt' ajo:-. <ne ya me tiene con tloh>t'
cll' t"abeza.
Empnj~ tl pul tn y m~ atlelanle. .All nu
se estilan c=>as <.:ere111uniosas frmulas llc tocar,
re~pomler y mamlar entra1 <illC son tan car-
gantes. _\.ll l'l!l{t t-n tOlla su f'ncnm y ''igor el
a JTfllllJI{ia y c:Htla, uta racaibe1 o.
Dulce pas!
- Alauatlt' H:a l>io:- !-gt it : todo pulmu.
-Por i ~nlptt !- me contest una ,oz aflautada,
cut' eonoe tn (1 acto. E1 a la tle Jtobustia,ni ta.
- Cmo l'Stu por <Htu, mis unenas amigas 1
-Pata sc1 \'i llt-. Y <tlliu e !
- i :So m e couoees ya, impnllot
-AlJ! si e::, Don ~ccnndiDo !-tlijo pouinuose
el li\rol en la 11:u iz- mam{l, Petrn, . 'in foriana, _\m-
urosia . eonan IJUe aqu est uuestro hncn ;unigo
Becerro ! l~ u agra.uaulc sorpresa !
Cuando Hobustianita le\'ant el larol estnv~ {t
punto de ,oJnmne lia<.;ia H tr(ts, porque cou sns
00~ REC'GSIHSO E'\ PAB:; 10 l
ujos!
Al decir esto suure ~mablementc sus amigos,
uo fueran it darse por alnuiuos.
DON HElOlJND~O EN l'ARfS 105
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YA ME LO ' QUIT:B L
La noche del ptim er da que llegarnos metme
-en la cama muy temprano pues me senta. fatigado,
.molido por la. larga travesa rnartim<t y por la
wiolenta sacudida terrel:ltre del ferroca.nil, y el
<lesembarco, y la adnaoa uel puerto, y Ja, aduana
.de Pars, los registros miouciosos, los cocheros,
1
los cargadores ele maleta , los pourboirs, el acC~modo
en el hotel, el diablo y su abuela, q ne fastidian
.al de::.veuturado viajero desde que pone los pies
rn la madre tierm. europea.
Pero como Don Secundioo estaba fresco en razn
do que nada haca por su completa. ignora11oia
'(lel idioma de Molirc y Vctor Rugo, se fu para
l<1 calle vido de diversioues; y sobt e todo de
o(mnternplat el bello sexo, arra.igada ancin que
1Hi J.'. 'fQ,'TA. G.A~CA
...
A la noche siguiente oo3 fuimos {~Folies Ber-
gre.
Este teatro, corno !os otros de ciU especie, Oasino
. de Pars, Olimpia, Molino Rojo, Bataclau, Pari-
siana, etc., etc., son los lugares de cita de )a
gente del bronce 6 del tlemi ?nontle, por lo cual
son muy concurridos por los extranjeros, que l-
gicamente vienen ser mercanca de prirno cctrtello
en dichos establecimientos, donde tienen gran
. demanda entre las anwureuses cocottes, especial-
' mente los suramericanos, reputados como geuerosos
y gastivos.
Mientras me deleitaba en ver los giros, vueltas
DOS SE01;NOINO ms PARS 119
PLAZA DE LA CONCORDIA
*'
. ..
Pot supuesto, aquello fue un gaje de reconci-
, instantnea, un iris de bonanza que resta-
liacin.
bleci6 la calma hasta el punto de que e! C~ocber~ ,
an~.ndo h~sta el suel su sombrero blanco, nos
hizo un.'t cortesa iJ?termina.ble.
-Qu cosa tan grande ! - exclamaba Becerro'
pa1do e u la calesa .Y viendo ba.cia los cuatro.
vientos.- Csted tena mucha razn, compaero-,.
y o no P?df_a morirme sin contemplar esto y ahora
es c;lando le agadezco sus consejos. Para qu se
tienb los reales entonces f Claro, este slo pai-
saje vale todos los gastos del viaje, y el mareo, y
el pes~r . dd la salida. 'Y quin ha hecho todo
esto 1 1
::. ~
~' EMANA C~LEBRE
.
-Qu quiere decir esto T Si usted no quiere-
'.
nada p~ra qu ha venido aqu T Po qu ese
capricho de contestar sistemticamente 110 al bal'-
bcro t
-Porque el otro. da, ptgll sesenta"'y dos fracoS.
por con.testar oui todo lo que me preguntaba
otro salteador charlatn de esta calaa-me con-
test muy serio-y al perro macho no Jo .... des-
orPjau ms que una vez.
-Pero Don Secundino, ~con esa frmula so
quedar usted con sns pelos y sus lanas sin que
lo sirva ningn mortal que maneje tijeras nava-
jas. Si 1? que usted desea es afeitarse, lisa y
llanamente; dgale al barbero : une ba'rbe seul-
mrtt!
-Bueno, compadre, quedo enterado, asf lo bar~
-contest, y dirigi odo ~e al oficial levan t en alto
el dedo ndice, gritndole:
-Una barba, Slimn!
Muy bien-replic alegremente el barbero y
embadurn'ndole el rostto de jabn, Jo afei t en
el aoto; y le cobr cincuenta cntimos ....
Otro da, que se paseaba solo por la ca11e de
DON SEGU'NDJNO llN :PAES 14!)
r
f
LA CANIARA DE DIPUTADOS
El peligro es inminente!
- ~----------
SARAH BERNHARD
1 8 F . TOSTA GARCA
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discusin posible, esos repugnantes tipos, esos
znganos teatrales; deben ser barridos como los
mercachifles del templo, deben desaparecer la
brevedad posible1 y 110 se comprende cmo es
que irJstitucitl tan ridcula subsista an en nn
pas tan prctico y cinl izado como Ja Francia.
No bay teatruclto, aunque sea de la ltima ralea,
donde no se tropiece el >iajero con una dos
docenas de lo~ tales ruamarra~l10s, que aplauden
l1astn. romperse las manos cuando se les antoja,
ejerciendo nun especie tle tirana tan odiosa 6
inaceptable, que cuanclo )l)s contemplo sentados en
hilera, siempl'c con las mismas caritas rapadas, los
sombreros gmsiont0s y ll)s mismos desaliatlos
trajes, he llegado <t tlesear ardientemente algn
mando ~"ll la. polica del lugar, para mandarlos
al clcjJ6sito 6 : la crcel en busca de mejor oficio.
Frecuentemente, con l'llS bra,-o! bra,o! impiden
oir el final de las mejores escenas; y en algunos
teatros lla llegado la cursilera, !lasta el extremo
de toleratJes que entablen dilogos y cambien
palabras con Jos actores. Esto es nu verdadero
cretinismo en medio ele la ciYilizacin ms refi-
192 l'. TOSTA. GARCA
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espectcnlo sorprendente para los que no tenemos
ideas de semejante actividad y .de tan imponde-
r able abu ndancia de comestibles.
Esto no es una descripoin completa de los
Mercados, es una excursin vnela piuma por
su pasado y por su presente, son notas tomadas
de carrera, que aunque verdicas, no sirven para.
pintar debidamente aquella Babilonia de alimen-
tacin cuoti<liaoa, sino cuando ms, para dar una
idea de todos los grandes centros.
El que quiera saber lo que son los Mercados,
lea al "Vientre de Pars" y visitelos con calma
\ar ias Yeces, pant que tenga cuenta del volumen
que digieren los dos millones y medio de est-
magos, de la sin igual ciudad de las maravillas.
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EN EL BOSQUE
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216 .F. TOSTA GAROA
UON fHJOUN DrNO E~ l'AR. 2 1V
irnos al hotel.
D on Secundino, que gfa mis palabras con pro-
funda atencin, estaba verdaderamente impresio-
nado con el relato y contest :
- S, querido compadre, esos promontorios cu-
biertos de csped, son verdaderamente sagrados,
ahora lo comprendo, y en prueba de mi profunda
admiracin, me llevar un puado de esa t ierra
;gloriosa, corno un recnerdo de este paseo y una
Jreliq uia de tanta heroicidad.
.' .
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LOS UOULEVARDS