Los Usatges

Descargar como docx, pdf o txt
Descargar como docx, pdf o txt
Está en la página 1de 32

LOS USATGES

1. Introduccin

El estudio del derecho medieval cataln es una cuestin bien estudiada en la


historiografa moderna y actual. Este trabajo intenta desarrollar como se
produjo el origen de dicho derecho, y cuales fueron las primeras realidades
tangibles que dieron nacimiento a esa larga evolucin propia

El tema de los Usatges, al que muchos han denominado como el primer cdigo
feudal europeo, ha sido objeto de una amplia revisin en los ltimos tiempos.
Se le han discutido gran cantidad de argumentos aceptados anteriormente,
entre los cuales cabe destacar sin duda, la cuestin de bajo que conde fue
redactado. Este es uno de los puntos ms importantes, pues pone de
manifiesto que la investigacin histrica no debe conformarse nunca con los
datos y referencias ms evidentes. Tradicionalmente el cdigo fue atribuido a
Ramn Berenguer I, entre otras cosas porque as lo testifica el prologo del
cdigo. Sin embargo, en estos momentos la crtica ms competente y fiable no
duda en la erroneidad de esta ubicacin y afirma sin dejar lugar a la duda que
los Usatges fueron redactados en el siglo XII con Ramn Berenguer IV

Esta es una cuestin que se abordar durante este trabajo, pero no hay que
olvidar que durante muchsimo tiempo, la nica versin que tenamos era la
inicial que atribuye su autora a Ramn Berenguer I. Los autores que apoyaban
esta teora puede que se equivocasen, pero fueron grandes autoridades de la
materia en su poca y adems han sido los que ms han profundizado sobre el
sentido y el significado de los Usatges al margen de en que momento exacto
hay que fecharlos. Por eso, y aunque es la primera vez que me sumerjo en
cuestiones de derecho medieval en Catalua, he querido respetarlos y
considerar sus investigaciones como una parte esencial en el estudio de este
tema.

Por todo esto, he querido estructurar este trabajo de la siguiente forma: en


primer lugar una necesaria introduccin sobre el contexto histrico en el que se
sita el significado de la redaccin de los Usatges de Barcelona. A
continuacin, se pasar al anlisis de dichos Usatges, su origen, su contenido,
su evolucin, etc. siempre bajo la rbita y la perspectiva de los primeros
autores que lo estudiaron profundamente, es la llamada teora tradicional de
los Usatges. Por ltimo se pasar a hacer un estudio mas o menos amplio de la
polmica a la que he aludido, y a las ltimas investigaciones de los autores
mas recientes junto con sus aportaciones mas destacadas. Finalmente este
trabajo concluir con unas breves conclusiones, y una bibliografa extensa. No
querra terminar sin decir que la eleccin de este trabajo responde a una
curiosidad personal desde hace unos aos, sobre la historia medieval de
Catalua, aunque nunca haba tocado aspectos relacionados con el Derecho.
Tambin disculparme sobre posibles errores en la traduccin del cataln, al que
me he enfrentado igualmente por primera vez, pero cuya experiencia me ha
resultado enriquecedora.

2. El Contexto Histrico y Social.

Al iniciarse el siglo XI, los condados catalanes gozaban de una plena


independencia. Aquella situacin nueva les permiti acceder a la conciencia de
un destino comn y traducir este en una empresa colectiva. En el ao 1010 la
expedicin contra Crdoba reuni a los condes de Barcelona, de Urgel y de
Besal con los obispos de Barcelona, Elna, Gerona y Vic, y fue de hecho el
primer acto de afirmacin colectiva del pueblo cataln ( R. D`Abadal ).

La historia de la Catalua del siglo XI es en primer lugar la de los distintos


condados, por ms que la casa de Barcelona gozase de una preeminencia que
le permita ir aglutinando poco a poco el conjunto del pas a su alrededor.
Ramn Borrell ( 992-1018 ) haba heredado los condados de Barcelona, Gerona
y Osona. Con el fin de adaptarse a la nueva coyuntura poltica, se esforz en
repoblar las marcas occidentales de sus condados, promovi expediciones
exploradoras hasta los valles del Segre y del Ebro, y procur sacar provecho de
las pugnas internas del Islam. A su muerte confi a la condesa Ermesendis,
adems de la tutela de su hijo menor de edad, el usufructo vitalicio de todos
sus bienes y honores.

La condesa iba a ejercer durante cuarenta aos una verdadera regencia sobre
sus condados. Berenguer Ramn I ( 1018-1035 ) dej que su madre gobernara
y con ella comparti una especie de poder colegial, pero crey preferible dividir
su heredad entre sus tres hijos, aun reconociendo al primognito (detentor de
los condados de Barcelona y Gerona) una posicin lo bastante preeminente
para que sus hermanos le debieses el obsequium.

Ramn Berenguer I supo compensar las consecuencias negativas del


testamento de su padre cuando, entre los aos 1049 y 1054, readquiri a sus
hermanos menores, San y Guillem, las partes del patrimonio que les haban
sido atribuidas. Para evitar cualquier nueva divisin, previ la transmisin
indivisa de toda su heredad a sus dos hijos gemelos, que haba tenido de
Almodis.
En lo que atae al problema islmico, el conde prefiri la va diplomtica a loa
azares y peligros de las expediciones militares para imponer a los reinos
vecinos el pago de unas contribuciones financieras ( parias ).

En realidad el gobierno indiviso de Ramn Berenguer II y de Berenguer Ramn


II ( en el que su padre haba confiado hallar el nico paliativo a la divisin )
acab trgicamente despus de seis aos de conflictos permanentes ( 1076-
1082 ). Despus de una desafortunada expedicin contra Zaragoza, Ramn
Berenguer cay asesinado bajo la muy probable instigacin de su propio
hermano.

El conde de Cerdaa, Guillem Ramn, se hizo confiar la tutela del joven


hurfano y crey poder asegurar as su propio dominio sobre el pas. Berenguer
Ramn tuvo que suscribir un acuerdo por medio del cual tena que hacerse
cargo de la tutela del nio durante once aos, transcurridos los cuales se
comprometa a restituirle todos sus bienes; pero desapareci en el ao 1097,
se supone que enrolado en las cruzadas y muerto en el reino de Jerusaln.

La gran empresa del reinado de este conde fue el intento de conquista del
reino de Valencia. Puso sitio a la ciudad en el ao 1089, pero el Cid le infligi
una derrota cerca de Tevar. Despus de este fracaso, emprendi vanamente
dos ofensivas contra Tortosa ( 1092-1095 ). Bajo el dilatado reinado de Ramn
Berenguer III ( 1097-1131 ) la expansin catalana experiment una
interrupcin. LA ofensiva almorvide amenazaba directamente a los condados
catalanes ( Olrdola fue ocupada en 1107 y Barcelona asediada en 1115 ),
pona fin al provechoso rgimen de las parias y converta en ilusorias las
pretensiones sobre Valencia, vueltas ms esperanzadoras a partir del ao
1098, con el enlace matrimonial del conde con Mara, hija del Cid. En
contrapartida, el conde barcelons tom en junio de 1114 el mando de la flota
internacional reunida para reducir la piratera de las Baleares; Palma fue
ocupada en el mes de abril del ao 115. Aquella conquista de un da inaugur
la poltica mediterrnea de los catalanes.

El reinado de Ramn Berenguer III permiti que la unificacin catalana lograse


importantes progresos. En el ao 1111, como consecuencia del matrimonio
estril del conde Bernat III con una hija de Ramn Berenguer, el condado de
Besal fue integrado a la casa de Barcelona, la cual hered por otro lado el
condado de Cerdaa en el ao 1117, cuando el conde Bernat Guillem muri sin
dejar descendencia directa. Deseoso de dar una coherencia ms slida a su
estado, Ramn Berenguer aceler la repoblacin de las zonas fronterizas. Fue
ya ayudado entonces en aquella empresa por las rdenes militares ( el Hospital
a partir del ao 1111 y el Temple desde 1126 ). Ramn Berenguer IV ( 1137-
1162 ); La unin con Aragn fue un triunfo de la diplomacia catalana. Puso fin a
la amenaza del dominio castellano ( o aragons ) en las fronteras sarracenas
desde Lrida al Bajo Ebro, y descubri la posibilidad de la conquista catalano-
aragonesa de Valencia. Pero no fue un triunfo fcil. Haban de pasar muchos
aos hasta que Petronila de Aragn pudiera casarse con Ramn Berenguer IV
( 1150 ).

Mientras tanto, era necesario compensar a las rdenes militares que haban
estado desposedas y resistir las presiones de Alfonso II; en semejantes
circunstancias, tampoco poda ignorarse la actitud del papado. Frente a esos
problemas, Ramn Berenguer actu con mucha habilidad. Obtuvo renuncias
por parte de las rdenes del Hospital y del Santo Sepulcro (septiembre de 1140
) a cambio del mantenimiento por parte de estos de determinados derechos en
Aragn.

El Papa confirm este acuerdo, y con ello la autoridad del conde prncipe en
Aragn. Ramn Berenguer IV, por su parte, reconoci la soberana papal sobre
sus tierras. Hacia Castilla se mostr igualmente conciliador. A fin de evitar que
Navarra cayese bajo el dominio de Alfonso VII, Ramn le reconoci la soberana
sobre Zaragoza y cas a su hermana con l. Parece que el conde prncipe
colabor con Alfonso en una expedicin contra los moros de Murcia el ao
1144; y fue ciertamente al servicio de Castilla que llev a cabo la brillante
gesta que le proporcion la primera fama: la conquista de Almera en el ao
1147.

Despus de demostrar de esta forma fidelidad a sus seores, y de que era


capaz de dirigir y recompensar, a Ramn Berenguer IV le cost poco
asegurarse la ayuda para las campaas contra Tortosa y Lrida. Prometi a los
genoveses la tercera parte de Tortosa, y lo mismo hizo al senescal Guillem
Ramn de Moncada. Despus de un largo sitio, Tortosa cay el mes de
diciembre de 1148. Se permiti a los moros conservar sus costumbres y sus
funcionarios, a la ciudad sus derechos comerciales, y derechos sobre bienes
inmuebles, aunque las casas situadas dentro de las murallas haban de
entregarlas a los nuevos seores al cabo de un ao. El conde prncipe
aprovech la oportunidad de este xito para atacar Lrida, que hubo de
rendirse, juntamente con Fraga, el 24 de octubre de 1149. El principal
colaborador de esta campaa fue el conde Ermengol VI de Urgel, el cual, igual
que el senescal Guillem Ramn, en Tortosa, haba de ser co-seor de una
tercera parte de la ciudad.
Estas conquistas dibujaron efectivamente una Catalua Nueva y sus lmites
con Aragn, al mismo tiempo que aseguraron una extensa frontera para la
expansin catalana. Fueron establecidos los obispados de Tortosa y Lrida, y se
los dot nuevamente. Se aceler la reorganizacin de la Tarragona cristiana, y
el ao 1154 el Papa declar la primaca de Tarragona sobre todas las sedes de
Catalua y Aragn. Las victorias contra los moros reforzaron la posicin de
Ramn Berenguer IV en el exterior. Recuper el tributo de Valencia, perdido a
comienzos del siglo XII. Por el tratado de Tudilln ( 1151 ) obtuvo el
reconocimiento de Alfonso VII de una esfera de futura conquista catalano-
aragonesa que inclua Valencia y Murcia.

En el ao 1154, los magnates y los hombres libres de Bearn le eligieron como a


su seor y tutor del menor de edad Gastn V, lo cual abra un camino para una
sucesin catalana en la siguiente generacin. Y tambin consigui un xito casi
parecido en Occitania. Al mismo tiempo que conservaba la fidelidad de
Guillermo VII de Montpellier y de la vizcondesa Ermengarda de Narbona, que ya
haban luchado para l en Tortosa, Ramn Berenguer IV obtuvo la del vizconde
de Beziers-Carcasona el ao 1150.

Estos logros militares y polticos, junto con el colapso de la hegemona


castellana a la muerte de Alfonso VII el ao 1157, hicieron de Ramn
Berenguer IV el gobernante ms poderoso de Espaa. Y el hecho de que se
tomase muy en serio su superioridad, queda plasmado en la poltica que sigui
en Catalua, en donde se esforz en reconstruir el orden pblico, que haba
quedado tan debilitado en el siglo XI. Sus expertos en leyes recopilaron los
Usatges de Barcelona, un cdigo que dio nfasis a la autoridad regalista del
conde prncipe: se converta pues en la fuerza jurdica definitiva, incluyendo la
jurisdiccin sobre las fortificaciones, los derechos para asegurar la paz, acuar
moneda y decretar la movilizacin general de todos los hombres en tiempos de
invasin o de guerra general.

Era un programa que lo arrebataba todo y no simplemente un proyecto terico,


ya que los Usatges se haban de elaborar evidentemente para que hicieran uso
de ellos un tribunal condal reanimado, que efectivamente se reuni a menudo
desde, mas o menos, el ao 1150, para atender pleitos sobre la tierra, la
administracin y la jurisdiccin. Adems. Ramn Berenguer IV fue el primer
dirigente cataln que concibi una administracin fiscal uniforme para el
conjunto de sus pases. Una notable inspeccin de la Catalua vieja llevada a
cabo en 1151 bajo la direccin de Bertran de Castellet, no solamente pretenda
mejorar el servicio y el control de los bailes condales, sino tambin la
posibilidad de evaluar el viejo territorio como garanta para poder obtener
crditos durante los aos posteriores a la conquista, cuando las viejas
comarcas dejaron de ser la principal fuente de ingresos del conde.
El resto de Condados Catalanes; La casa de Urgel, fundada en el ao 992 a
favor de Ermengol, hijo menor de Borrell, se mantuvo hasta el 1066 muy
vinculada a Barcelona. Una especie de colaboracin militar, reforzada por un
vnculo vasalltico, se instaur en la regin de Lrida. Si bien la casa de Urgel
cay posteriormente dentro de la rbita castellana, la tradicin belicosa de los
condes no fue desmentida: Ermengol V ( 1092-1102 ) combati durante mucho
tiempo en Castilla antes de morir en Mollerusa. La casa de Besal dur desde
el ao 988 hasta el 1111. Bernat Tallaferro obtuvo del Papa la instauracin de
un obispado dentro de su condado. Bernat II ( 1066-1100 ) someti su condado
a la Iglesia de Roma, comprometindose a pagarle anualmente 100 mancusos
de oro en calidad de censo reconocedor de seoreaje.

Las casas de Ampurias y del Roselln nacieron en el ao 991 como


consecuencia de la divisin del condado del Roselln. Hugo I fund la dinasta
de Ampurias, donde los reinados tuvieron una duracin excepcional. El
condado del Roselln, cuyo primer titular fue Guislaberto I, padeci durante
todo el siglo XI una existencia bastante precaria bajo la amenaza de sus
vecinos. Wifredo II ( 1014-1074 ) tuvo que rechazar los intentos de su to de
Ampurias, y Guislaberto II ( 1074-1102 ) se vio obligado a oponerse a las
ambiciones de la Cerdaa de expandirse por el Conflent.

En el oeste, y a la muerte del conde Suer ( 1011 ), el condado de Pallars fue


dividido en dos: el Pallars Sobir, condado de pastores encajado al pie de los
Pirineos, tuvo una existencia tranquila; el Pallars Juss padeci en cambio, a
partir del reinado de Ramn III ( 1011-1047 ), una serie de agresiones por parte
de Arnau Mir de Tost, quien obtuvo un principado dividiendo el condado en dos
partes; este, no obstante, volvi a unificarse con el matrimonio de Ramn IV
con la hija de Arnau Mir.

La Sociedad Catalana; La sociedad catalana demostr una notable estabilidad


hasta el siglo XI.; la solidez de las instituciones pblicas fue lo suficientemente
fuerte como para disciplinar a una aristocracia unida frente a la amenaza
sarracena. Pero a partir de los aos 1020-1025 estall una crisis brutal,
rpidamente generadora de mutaciones sociales decisivas. El orden se vio
desquiciado por la irrupcin de una serie de violencias cuyo objetivo era la
confiscacin de los frutos del auge econmico: oro musulmn, excedentes
agrcolas que la organizacin del seoreaje banal se apresura a arrebatar a los
campesinos. El debilitamiento de la autoridad condal favoreca las
usurpaciones, con la consiguiente infeudacin por parte de la aristocracia de
los bienes y derechos fiscales.
El antiguo sistema judicial, basado en la prctica de los pleitos pblicos y el
recurso a unos jueces profesionales, desapareci. Los problemas importantes
se resolvieron a partir de entonces a travs de convenios libremente decididos
entre las partes y sin la intervencin de ninguna clase de jurisdiccin; aquellos
convenios eran la simple transcripcin jurdica de las relaciones de fuerza entre
linajes, entonces lo bastante ricos como para mantener entre las murallas de
sus fortalezas a una tropa de guerreros profesionales dirigidos por un caudillo
militar. Durante los aos 1040-1060, aquella aristocracia se lanz al asalto del
poder condal, poder insostenible en la medida en que la poltica de paz en las
fronteras y de proteccin de las libertades campesinas reduca las posibilidades
de enriquecimiento privado. Despus de 1050, lo que en realidad logr que los
rebeldes depusiesen las armas fue la nueva riqueza del conde de Barcelona. El
oro llegado o acuado de Barcelona se convirti en el motor de la poltica
condal, permitiendo la compra de adhesiones y el reclutamiento de
combatientes; el conde fue reconocido como caudillo de aquella sociedad
militar, a la que se concedi un poder ilimitado sobre el campesinado dentro
del marco del seoro banal.

Las mutaciones sociales y las convulsiones polticas haban llegado a poner en


peligro a la autoridad condal, pero la victoria lograda por Ramn Berenguer I
pudo restablecer la situacin. A partir de entonces, el desarrollo de las
relaciones entre seores feudales y vasallos deriv en beneficio exclusivo del
conde. Esta evolucin desemboc en el tercer cuarto del siglo XI en la
constitucin de un estado feudal cataln. El poder condal se ampli todava
ms cuando logr que cualquier persona que ocupaba una funcin de mando,
de justicia o de administracin, aceptase la obligacin de jurar fidelidad, ayuda
y consejo a la familia condal. El considerable nmero de vasallajes obtenidos
bajo el reinado de Ramn Berenguer I constituye el testimonio ms explcito de
la construccin del estado cataln.

Al margen de aquella ilustracin personal, los condes se esforzaron por


instaurar unas zonas de jurisdiccin homognea, por hacer coincidir patrimonio
y condado. Dentro de aquellos espacios, todos los residentes quedaban
situados bajo el yugo del conde, quien vena a resucitar as todos los antiguos
derechos de regala y a apropiarse de ellos. La integracin catalana tom en
primer lugar la forma del homenaje y de la jura de fidelidad. La tendencia pudo
ser acelerada por el sentimiento del parentesco que una a las diversas
dinastas. Antes del ao 1026, Ermengol I de Urgel se confi a Berenguer
Ramn I dentro del marco de un pacto comn de sucesin; fue imitado luego
por sus propios sucesores, quienes se comportaron como vasallos fieles del
conde barcelons. El movimiento fue ganando adeptos entre las otras familias
condales; el ingreso en el vasallaje reflejaba el claro reconocimiento de una
supremaca poltica. Al finalizar el reinado de Ramn Berenguer I todos los
condes catalanes se haban integrado dentro de la dependencia personal de su
colega de Barcelona. El segundo medio destinado a favorecer la integracin o a
reducir por los menos la dispersin fue el de limitar la regla del reparto en las
sucesiones. Durante todo el siglo XI los condes barceloneses se esforzaron en
respetar el principio del reparto, en vista de preservar la unidad de su
patrimonio; de ah las soluciones decididas por Berenguer Ramn I
( preeminencia del heredero) y por Ramn Berenguer I ( indivisin ), las cuales
se demostraron desastrosas

3. Los Usatges de Barcelona, las Tesis tradicionales

(Gran parte de este apartado del trabajo se basa en la obra Usatges de


Barcelona de Josep Rovira i Ermengol, Barcelona 1985. Debido a que es uno de
los que encabezan estas tesis tradicionales, junto a Ficker y a F. Valls i
Taberner.)

1. Los Precedentes:

Los Usatges de Barcelona son la primera cristalizacin legislativa que se crea


en Catalua despus del derrumbamiento visigodo. Es uno de los monumentos
mas antiguos de la lengua literaria catalana. Fueron escritos seguramente en
latn pero dos de los manuscritos mas antiguos que se conservan, se presentan
en traduccin catalana. Nos encontramos en los ltimos aos de la vida del
Imperio Romano de Occidente. Sin la garanta del poder pblico, la ley romana
pierde vigencia en Catalua. Las relaciones jurdicas haban cambiado
totalmente tras la cada del Imperio, as la antigua regulacin jurdica estaba
desligada de la realidad de la vida social. Los nuevos poderes que sustituyen al
antiguo Imperio, influyeron sobre el derecho. As, este inici un retroceso que
se determin en la formacin de normas consuetudinarias

Sin embargo esta evolucin se vio perturbada por el intento de retorno a la


legislacin clsica romana que las nuevas autoridades tendan a imitar, debido
al prestigio que segua teniendo el viejo Imperio. Los poderes visigticos
queran organizar el Estado a la forma romana y por tanto revivir los principios
jurdicos que tan acertadamente haban regido a la sociedad. Pero las
circunstancias haban variado totalmente, de tal modo que la legislacin
clsica resultaba ya anacrnica. El prestigio que conservaba era debido
precisamente al hecho de que el sistema Imperial tena toda una organizacin
regentada por hombres de talento y de larga experiencia con la cual era
posible contrastar el carcter de las normas con la realidad que tenan que
controlar. Las Monarquas Brbaras que se crearon en los antiguos territorios
del Imperio no tenan las condiciones de poder analizar las normas con tanta
perfeccin y salvo casos excepcionales no hicieron mas que malas copias del
proceder de la gloriosa Roma. Las Monarquas Brbaras no disponan de un
Estado suficiente de funcionarios que pudieran imponer las normas que la
autoridad emita. As los experimentos de las leyes que Recesvinto emiti con
su legislacin, no fue asimilado por el pueblo, el cual, viendo a una autoridad
que no poda imponerse, segua aferrndose a la Consuetudine, adaptada a las
nuevas modalidades de relaciones sociales.

Por otra parte, desde el VIII Concilio de Toledo ( 653 ), en que se inicia
oficialmente la formacin de la Lex Gothica, hasta el momento ( 714 ) en que
los musulmanes llegan al Pirineo, hay una poca de tiempo en el que fue
posible que se cumpliera la coaccin oficial y en el que se respetaran una serie
de instituciones.

El Derecho Cataln, del siglo VIII al XI:

En los comienzos del siglo VIII, en Catalua haba dos elementos de regulacin
jurdica que estaban totalmente contrapuestos: La legislacin que podramos
llamar erudita u oficial, reflejada en la Lex Gothica y por otra parte los
principios originarios de todo Derecho normal; la Consuetudine, en parte bajo
romana, en parte germnica y en parte forjada por la poblacin mixta que se
haba estado formando en los tres siglos de dominacin visigoda. Tres
elementos nuevos vienen a sumarse a todo lo anterior:

- 1. Los Musulmanes, que por su talante y espritu religioso debieron influir bien
poco en esta zona y sobre todo en la Catalua vieja.

- 2. La legislacin franca, que en muchos aspectos era una legislacin


resultante de dos elementos, la Consuetudine Franco-Germnica, aliada a la
nueva Consuetudine de la poblacin Franco-Romana, creada por la dominacin
Merovingia y los intentos de restauracin romanizante que culminaron en la
gran poca de Carlomagno.
- 3. La influencia de la Iglesia Catlica con las instituciones de Paz y Tregua del
Seor y un poco mas tarde con el Derecho cannico

Segn algunas investigaciones, podramos descifrar que hubo un


mantenimiento de la Consuetudine, Romano-Visigoda y luego las instituciones
populares posteriores se deben a la Consuetudine Franco-Romana, ya que la
influencia de la legislacin carolingia fue muy fuerte en Catalua. Todo hace
pensar que se produjo una oposicin entre la zona septentrional y la
meridional. Es el origen de un nacionalismo cataln, segn las suposiciones del
historiador J. Calmette. Los meridionales que se autodenominaban Godos en
oposicin a los francos, necesitaban reafirmar su personalidad por medio de
una legislacin propia, y as recurren a la Lex Gothica. La Monarqua carolingia
dotar a sus Marcas, de una gran tolerancia, permitiendo que sigan teniendo
vigencia en Catalua estas Leyes Godas . Adems de estas, en Catalua
tambin seguir en vigencia las viejas normas consuetudinarias y las
disposiciones del Derecho carolingio. Era una conjuncin compleja, en la que
los jueces deban adaptarse a las circunstancias particulares de cada caso Esto
que podra considerarse como un criterio admirable, fue causa de
provocaciones y abusos en aquella colectividad catalana tan inestable y tan
poco estatal. Por eso cuando ms adelante en el condado de Barcelona se site
una figura como Ramn Berenguer I el Viejo, que comenzar a sentir la
necesidad del Estado como tal, intentar establecer una base ms justa en las
relaciones jurdicas. Durante el siglo X y parte del XI, la Sociedad catalana que
se haba emancipado de la tutela franca, vivi una situacin jurdica, que a
juzgar por las palabras de los Usatges, no eran muy prometedoras y el
sentimiento de justicia estaba en decadencia. La intervencin de las
autoridades legislativas, del ejercicio de esas funciones legislativas, eran
reclamadas con insistencia. Ser Ramn Berenguer I, quien con sus Usatges
intentar remediar la situacin.

La Formacin de los Usatges:

El conocimiento del Estado del Derecho y de la ciencia jurdica en Catalua, en


el periodo comprendido entre la reconquista franca a Ramn Berenguer I, se
reduce a elementos inconexos, la mayora de las cuales no ha sido objeto de
una investigacin minuciosa. De ah que los Usatges tengan gran importancia,
no solo como una piedra fundamental de la legislacin catalana, sino como un
monumento de inters excepcional para la historia del Derecho europeo de la
Alta Edad Media, es el primer cdigo feudal escrito que aparece en Europa,
pero no ha sido objeto de un estudio que contemple los mtodos de una crtica
moderna. Un estudio del profesor alemn Iulius Ficker, hecho con fuentes
insuficientes y orientado a utilizar los Usatges de Barcelona como un elemento
de estudio para la datacin de otros textos ( Los Exceptione Petri Legum
Romanorum.), era el estudio ms slido de los Usatges hasta que, el eminente
historiador F. Valls i Taberner, publicaba en la Revista de Catalunya, un estudio
breve, pero muy interesante, aplicando el examen de los Usatges a un
procedimiento de crtica formal, que rectific en buena parte, las conclusiones
de los autores anteriores y abra la puerta a la posibilidad de una investigacin
mas profunda y fructfera (Esta ltima afirmacin sacada de Josep Rovira i
Ermengol hay que entenderla y situarla en su contexto temporal en que fue
escrita, es decir en los aos 30.). Ramn Berenguer I, inaugura la serie de
grandes soberanos de Catalua. Tena plena consciencia de sus deberes como
Princep y a travs de su reinado va a persistir en la persecucin de los
principales objetivos de su poltica:

- 1. Expansin sobre las tierras ocupadas por los Musulmanes ( que le valieron
el sobrenombre del Apoderador de Espaa , que los Usatges le dan.

- 2. Influencia e incorporaciones territoriales en Medioda de Francia.

- 3. Obra de Consolidacin interior.

En este ltimo aspecto sobre todo, la figura del gran conde es realmente
notable. Su carcter fuerte y liberal le ayudaron a resolver amistosamente los
numerosos conflictos que la arrogancia y la rebelda de los grandes magnates
planteaban al poder pblico. Adems acentu el poder de la casa condal de
Barcelona y asegur la paz y la justicia en todo el condado. Todos estos
objetivos debieron influir mucho en el animo de Ramn Berenguer I y de sus
inteligentes colaboradores para tratar de evitar los conflictos y establecer una
regulacin legislativa que de una mayor estabilidad a las relaciones feudales.
As por el mayor xito de sus propsitos, saba que deba procurarse la
adhesin de los principales magnates de Catalua y asociarlos a su obra
legislativa y por este motivo aparece entre los personajes que aprobaron los
Usatges, Ermengol III de Urgell, que tan buenas relaciones tuvo siempre con el
conde de Barcelona. La mesura y el gran sentido con que procedieron los
autores de los Usatges, permitieron crear este monumento jurdico que tendr
larga vigencia, su eficacia es mas que notable si tenemos en cuenta que hasta
el enlace con Aragn fueron escassimas las disposiciones legislativas que se
adoptaron para completarlo. Los personajes que intervinieron en la obra, son
figuras de gran relieve en la historia de esta poca. Es importante nombrar a
algunos tcnicos de la legislacin y especialmente a Ponc Bonfill Marc. Este
eminente personaje fue segn Balari ( En Orgenes Histricos de Catalua), el
principal redactor de la Compilacin y aunque algunos historiadores creen
exagerada esta informacin, no se puede poner en duda la gran importancia de
su intervencin en este cdigo. Fue escriba, maestro, notario y juez de la corte,
el primero que aparece ocupando este notable cargo en Catalua, personaje de
gran influencia y prestigio como lo prueba el hecho, de haber sido nombrado
juez por Ermengol III, para resolver un litigio en el condado de Urgell. Su gran
cultura y experiencia podran explicar en gran parte la ponderacin y el tacto
poltico de los Usatges. Otro importante juez fue Guillem Borrell, que parece
haber actuado como juez eclesistico, en el obispado de Vic y al cual se le
atribuye la primera compilacin general de los Usatges, hecha poco despus
de la muerte de Ramn Berenguer I. Ni de l, ni de su compaero, Bonfill Marc,
a quien tambin se le podra atribuir esta compilacin, sabemos nada ms. Los
Usatges constituyen un conjunto de disposiciones dadas en pocas diversas,
que se van incorporando al ncleo primitivo. De ah que los diversos
manuscritos que se poseen, presenten notables divergencias, tanto en el
nombre de artculos, como en su agrupacin y en el modo de ser redactados.
Esto es debido en parte, a las disposiciones y preceptos que posteriormente se
fueron aadiendo a este ncleo primitivo y tambin en parte a la falta de
pericia y negligencia de los copistas que iban reproducindolo en diferentes
manuscritos. Antes de llegar a tener la forma definitiva reflejada en las
Constituciones de Catalunya, los Usatges pasaron por diversas fases que
expondremos a continuacin, segn las conclusiones de F. Valls i Taberner.

Los Usualia:

El ncleo originario, al cual Ficker da el nombre de Usualia, comprende los


artculos I al LI. Estos Usatges comprenden cuatro partes:

-1. La primera relativa a la composicin de los delitos.

-2. La segunda se refiere a los pleitos y a la forma del Derecho.

-3. La tercera refleja las obligaciones del vasallo respecto al Seor y las
sanciones que se pueden aplicar a estos vasallos.
-4. La cuarta trata del juramento de fidelidad.

Se supone que este ncleo originario debi ser promulgado por R.Berenguer I
hacia el ao 1058 y que su principal redactor fue el juez Ponc Bonfill Marc. El
Usatges I, nos indica como fueron promulgados. Se apela a una asamblea
compuesta de varias personas: tres vizcondes, 13 grandes nobles y 3 jueces.
Algunos historiadores han querido conferir a esta reunin el carcter de Cortes;
otros lo han querido reducir a una simple Aula Regia o consejo del Princep.
Ambas opiniones son igualmente simplistas e inadaptadas al carcter de los
hechos histricos.

No podan ser unas verdaderas Cortes, puesto que todava no se haba llegado
a una representacin de los tres estamentos, el militar, el eclesistico y el
municipal, que es lo que imprime ese carcter a estas asambleas polticas.
Pero la solemnidad con que se hacen estas promulgaciones y la categora de
las personalidades que intervienen, son un hecho revelador de que no eran una
simple Aula Regia.

Realmente la asamblea en que se promulgan los Usatges, es un germen inicial


de las futuras Cortes; estas sern establecidas de hecho en la Constitucin de
Pedro el Grande, presentndose ya en una forma madura que forzosamente
deba de tener unos precedentes ms modestos. Uno de estos precedentes
debi ser la solemne reunin en que fueron promulgados los Usualia.

Los Usatges del 1060:

Hacia el ao 1060, Ramn Berenguer I, debi promulgar un conjunto de


artculos que Valls i Taberner califica como la gran Constitucin de Ramn
Berenguer I .

Este conjunto es de una importancia poltica realmente extraordinaria; se


establece la primaca de la potestad poltica de los condes de Barcelona. De
este modo Ramn Berenguer I, eleva sus atribuciones y su misin directora.

Con estos Usatges se le establece la potestad legislativa, la potestad judicial y


la potestad ejecutiva; el poder militar, el dominio eminente del Princep sobre
los castillos, los caminos y los bienes de utilizacin comunal; y los deberes de
proteccin y fidelidad hacia los que estn bajo la autoridad condal.
La identidad de su estilo y su sentido orgnico, que revelan estos Usatges,
hacen pensar que corresponden a una sola promulgacin. Es claro que muchos
de estas disposiciones, tienen para el lector moderno un regusto absolutista
que podra hacernos llegar a una conclusin errnea.

Hay que tener en cuenta, el contexto histrico de la poca, en que se


constataba el dominio de una clase y de unas ideas. Aqu lo que se refleja es
una legislacin de transicin, un intento de arbitraje para eliminar los abusos
ilimitados. Esta concrecin representaba un respiro para los oprimidos que
estaban en posicin de desventaja y aspiraban a una mayor libertad.

Es notorio que en estos Usatges, se ve un espritu de justicia, tan intenso que


presentan la base sobre la cual, mas tarde se apoyar el rgimen que
podramos llamar Monarqua Constitucional Catalana de la Edad Media ,
monarqua que hasta la llegada de los Antequera fue de un sentido liberal y
democrtico que contrasta en gran manera con la condicin de otros
estados europeos de la poca.

Este espritu liberal y democrtico de Catalua, haba encontrado en la


Constitucin de Ramn Berenguer I, una primera expresin, anterior en mas de
150 aos a la Carta Magna de Inglaterra.

Los Usatges y los Estatutos de Paz y Tregua:

Otro grupo importante dentro del conjunto de los Usatges, lo forman una serie
de disposiciones relacionadas con los Estatutos de Paz y Tregua. Esta
institucin es debida a la Iglesia, la cual intentaba hacer prevalecer sus
principios humanitarios, frente al estado de violencia que imperaba en la alta
Edad Media.

As eran sancionadas con penas espirituales, reforzadas despus con penas


materiales, ejercidas por las autoridades civiles, todo tipo de violencias que
iban en contra de las prohibiciones de la Iglesia y que se cometan en
determinadas das sujetos a tregua. As Catalua ocupa un lugar de honor en la
historia de esta institucin, que despus se generalizar a toda Europa; los
primeros Estatutos de Paz y tregua fueron promulgados en el concilio de
Tologes ( provincia de Perpinya ).

A partir del reinado de Ramn Berenguer I, en Catalua los Estatutos de Paz y


Tregua, tendieron a convertirse en una institucin civil, que los princeps de la
casa de Barcelona, aprovecharon para conseguir la paz y la tranquilidad
interior del pas en momentos en que se hacan necesarios para su poltica,
especialmente en casos de luchas contra enemigos exteriores.

As en el Usatge 108, aparece una Constitucin de Paz y Tregua del ao 1064,


en la cual los magnates eclesisticos y temporales colaboraron con el conde de
Barcelona, que preparaba la expedicin contra los musulmanes de Barbastro,
organizada por la iniciativa del Papa Alejandro II. De acuerdo con el legado
pontificio, Hugo Cndido, se establecieron una serie de disposiciones que
fueron completadas posteriormente en 1064, con otros Usatges. Entre todos
estos Usatges, hay una identidad de fondo y de forma; a diferencia de los del
grupo anterior, estos son redactados en tercera persona del plural.

Los Usatges de 1068:

El siguiente grupo de Usatges son los que Valls i Taberner fechan en 1068,
gracias a los datos de la Gesta Comitum Barchinonensium. Es posible que estos
Usatges, posteriores a los anteriores, hayan sido objeto de una compilacin
nueva promulgada en esta fecha y que como ocurre muchas veces en la
historia medieval, el cronista haya omitido una fecha anterior, por la mayor
importancia de esta posterior promulgacin.

Los Usatges del 1068 son: LXXIV, CI, CV, CII, LXXV y CXI, que en sus prrafos
finales poseen la estructura e per ago... Cort . Y luego otro gran numero de
Usatges que tienen en su prologo la estructura Cum dominus .

Si es cierto que esta fecha de 1068, no se corresponde a la primera


recopilacin, sino simplemente a una nueva promulgacin de los Usatges
adicionales, la primera compilacin de las disposiciones debidas a Ramn
Berenguer I, habra que fecharla, como supone Ficker, pocos aos despus de
la muerte de este conde.

Esta compilacin, segn Valls, debi acabar en el Usatge CVIII, con un resumen
de las largas disposiciones de paz y tregua.

La formula solemne con que comienzan los Usatges LXXIV y LXV, han hecho
creer a F. Valls i Taberner que debieron encabezar sendas series de
disposiciones relacionadas respectivamente con el derecho pblico y con el
derecho privado.

La serie de Usatges de Derecho pblico hacen referencia esencialmente a las


consecuencias jurdicas de la disolucin del vinculo de fidelidad y tratan
tambin con detalle toda la materia de procedimientos.
Los Usatges relativos a Derecho privado son el inicio de la nueva legislacin
civil catalana que se estaba formando para sustituir al Liber Iudicum. As se
regulan algunas cuestiones derivadas del carcter feudal de ciertas relaciones
patrimoniales e instituciones puramente civiles, como las donaciones en vida,
la herencia, la sucesin sin testamento, los derechos sucesorios de la viuda, la
responsabilidad judicial del tutor para el pupilo y todas las obligaciones
relativas, etc.

Algunas de estas instituciones gozarn de larga vida y llegarn hasta nuestros


das. No hay que perder de vista que los Usatges no aspiraban a ser un cdigo
completo, era una legislacin complementaria que afectaba a las nuevas
relaciones, modificando diversos aspectos del Liber Iudicum.

Incorporaciones Diversas al Ncleo Original, su Forma Definitiva:

Los Usatges que inicialmente no deban tener otro objeto que establecer la
necesidad de regular la costumbre, que haba de regir en los litigios, adquieren
cada vez mas el carcter de monumento de la legislacin catalana, ya que
segn las normas que regan en la Edad Media, la costumbre local, probada o
consignada legislativamente tena siempre preferencia sobre la legislacin
general, carcter que los Usatges irn adoptando progresivamente. Esta
circunstancia permitir la inclusin de una serie de artculos de variada
procedencia.

De este modo se incluyen dentro de los Usatges, artculos relacionados con las
Etimologas de San Isidoro, de Capitulares Francos, de las Exceptiones Petri
Legum Romanorum, de las Colecciones de Clermont del 1095 y finalmente
algunos artculos que concuerdan con pasajes del Breviario de Alarico.

Despus del reinado de Ramn Berenguer I, la actividad legislativa de los


gobernantes de la casa de Barcelona, parece estancarse, aunque se seguir
trabajando en esta tarea. As en el siglo XIII, la forma y la integracin de los
Usatges quedar definitivamente acabada. En su forma definitiva, los Usatges
pasaron a la compilacin de las Constituciones de Catalunya.

El Texto Cataln:
Bien es sabido que el texto original en latn de los Usatges, fue traducido al
cataln. Con el paso del tiempo, hubo una inseguridad sobre como interpretar
muchos de sus pasajes. Por esto se reunieron en Barcelona, las Cortes
convocadas por Fernando I, en 1412. Se present una demanda para hacer
desaparecer todas las dudas anteriores en una versin oficial en cataln. El
texto en latn quedara como una fuente subsidiara para la interpretacin de
esta versin catalana.

Esta proposicin fue aprobada y la compilacin y la traduccin fueron


encargadas a los juristas Jaume Calls y Bonanet Pere. Su obra fue
posteriormente completada y revisada por Francesc Basset y Narcis de Sant
Dionis.

Manuscritos:

Los manuscritos de los Usatges de Barcelona son numerossimos. Entre los ms


notables encontramos 36 en latn y 15 en cataln que indicamos a
continuacin:

A) En latn:

- 1, 2 y 3: Estn en el Archivo Municipal de Barcelona, el 1 es del siglo XIV;


2 y 3 son del siglo XV.

- 4,5,6,7,8,9,10,11 y 12: Estn en el Archivo de la Corona de Aragn. El 4


procede del antiguo Archivo Real y fue utilizado para la traduccin catalana
oficial. Los manuscritos 4 y 5 son del siglo XV, los restantes del XIV.

- 13: Esta en la Academia de Bones Lletres de Barcelona, es del siglo XIV.

- 14: Se encuentra en el Colegio de Abogados de Barcelona, es del siglo


XIV.

- 15 y 16: Se encuentran el Archivo Municipal de Lleida, ambos del siglo


XIV.

- 17: Se sita en el Archivo Capitular de Lleida, es del siglo XIV.

- 18,19,20 y 21: Estn en la Biblioteca de El Escorial. El 18 es de


comienzos del siglo XIV, los otros son del XV.

- 22,23 y 24: En la Biblioteca Nacional de Madrid.

- 25: En la Academia de la Historia de Madrid.


- 26: Se sita en la Biblioteca Colombina de Sevilla.

- 27,28,29,30,31,32 y 33: En la Biblioteca Nacional de Pars. El 33 es del


siglo XIII. El 27,30 y 31 del XIV y los dems del XV.

- 34: En la Biblioteca Vaticana de Roma, es del siglo XIV.

- 35: En la Biblioteca Universitaria de Cller, es del siglo XV.

- 36: En el Archivo Municipal de Cller, es del siglo XV.

El nmero 33, se considera el manuscrito mas antiguo que se conserva de los


Usatges. (Despus de haber resultado infructuosas las investigaciones para
encontrar un manuscrito del siglo XII, que segn el profesor Villanueva haba
visto en la Catedral de Girona.)

Es un pequeo volumen ( 17 por 11 centmetros ), en pergamino, que por su


letra y confeccin externa podra parecer del siglo XII; pero la presencia de
disposiciones de Jaime I, obligan a datarlo en la primera mitad del siglo XIII. Los
primeros 96 Usatges estn numerados y el 96 corresponde al Usatge
Unaquaeque gens, al final del cual se hace la advertencia Hic expliciunt
usatici a sepedicto comiti instituti .

B) En Cataln:

- 1: En la Biblioteca del Museo Episcopal de Vic. Es de la segunda mitad


del siglo XIII. Es una versin de gran inters para aclarar algunos pasajes
dudosos, pero esta muy mal conservado.

- 2 y 3: En la Biblioteca de El Escorial. El 2 es de finales del XIII o de


comienzos del XIV, con letra muy clara y en perfecto estado. El 3 es del siglo
XIV. En l se observan las Constituciones de Paz y Tregua, diversas
constituciones, el Recognoverunt Proceres, ordenamientos de Batallas y otros
tratados jurdicos.

- 4: En la Academia de la Historia de Madrid.

- 5,6,7,8 y 9: En el Archivo Regional de Palma de Mallorca. Son del siglo


XIV, excepto el 7 que es del XV.

- 10,11 y 12: En el Archivo de la Corona de Aragn. El 10 es del siglo XIII,


los otros dos del XV.

- 14: En la Biblioteca de Catalunya, es del siglo XV.


- 15: En la Biblioteca Nacional de Palermo, es del siglo XVI.

Ediciones:

La Edicin principal es la de Carles Amors ( Barcelona , 1544 ), que lleva el


ttulo de Antiquiores Barchinonensium Leges, Quas Vulgus Usaticos Appellat,
Cum Commentariis Supremarum Iuris Consultorum Iacabi a Monte Iudaico,
Iacobi et Guillermi a Vallesica et Iacobi Calicii, Cum Indice Copiossissimo .

El texto de esta edicin fue reproducido por Marichalar i Manrique.


Anteriormente, en 1539, en el Libro de las Costumbres Generales , escritas
en Tortosa, se publicaron los usatici Barchinonae quibus utuntur Homines
Dertusenses.

En 1846 Charles Giraud va a publicar los manuscritos, 29 y 32 de Pars, en su


obra Essai sur lhistoire du Droit Civil Francais au Moyen Age . Su
transcripcin ha sido aprovechada por Poumarede en su estudio, Les Usatges
de Barcelona ( Toulousse, 1920 ).

La Academia de la Historia de Madrid completar su coleccin de Cortes de


Catalua, con los Usatges del cual publicaron el manuscrito 1 en latn y el 2 en
cataln.

Ramn de Abadal i Vinyals y F. Valls i Taberner, editaron en 1913 los


manuscritos 4 y 5 en latn y el 11 en cataln.

La Traduccin catalana oficial de tiempos de Fernando I, fue incluida en 3


Compilaciones Generales publicadas en 1495, 1588-89 y 1704.

M. Josep Gudiol publicar el manuscrito 1 en cataln en al Anuario del Instituto


de Estudios Catalanes, en el ao 1907.

Pere N. Vives i Cebria va a traducir el texto cataln oficial al castellano, en su


obra Traduccin de los Usages y dems derechos de Catalua que no estn
derogados o no son notoriamente intiles ( Barcelona, 1832-1838; con una
segunda edicin, 1864-1867 ).
4. Los Usatges y su Problemtica. Nuevos Elementos para Completar su
Estudio.

El Problema de los Usatges de Barcelona. Promulgaron los Usatges Ramn


Berenguer I y Almodis ?: Segn la tradicin, fijada por la Gesta comitum
Barcinonensium y ya inscrita en el propio texto de los Usatges, los Usatici
Barchinone habran sido instituidos por Ramn Berenguer I y Almodis y
publicados por ellos en su palacio, en 1068, con el consejo y el consentimiento
de sus barones y de sus jueces, y en presencia del cardenal-legado Hugo
Cndido. De hecho, el texto oficial de los Usatges ( 174 artculos ) fue
decretado en 1412 por una comisin de juristas a las rdenes de Fernando de
Antequera. De 1068 a 1412, el margen es enorme y, desde el siglo XV, se
admita que los primitivos Usatges tan slo comprendan los artculos 1 al 141.
De todas formas, stos eran atribuidos en bloque a Ramn Berenguer I y esta
opinin se mantuvo intacta durante siglos.

Sin embargo, comenz a ponerse en duda hace aproximadamente cien aos. El


primero que lo hizo fue el diplomatista alemn Ficker, quien en 1888 estableci
una distincin entre los primitivos Usatges (Llamados por l Usualia),
nicamente atribuibles segn l a Ramn Berenguer I, y los Usatges apcrifos
aadidos en una compilacin posterior. Desde entonces, se desat una batalla
entre eruditos que an continua en nuestros das. Consta de cuatro frentes: el
del contenido de los Usualia, el de su fecha, el de la naturaleza de la
compilacin posterior y el de su fecha.

As en el momento actual, poco queda de los esquemas de Valls i Taberner y de


Ficker. En 1958 Carlo Guido Mor, estudiando las relaciones entre los Usatges y
las Exceptione Petri, va a sugerir que las mas primitiva redaccin y el primer
ncleo del cdigo no podan ser anteriores al primer cuarto del siglo XII y que
habra que situarlos en el reinado de Ramn Berenguer IV.

Mas tarde Abadal, ha reafirmado con contundencia esta opinin y ha llegado a


la conclusin de que los Usatges surgieron a consecuencia de la necesidad de
institucionalizar el conjunto de dominios de Ramn Berenguer IV, es decir el
Principat, cosa que no poda haber sucedido hasta la conquista de Tortosa, y
Lleida. As no antes de 1150, legistas romanizantes de la curia condal habran
procedido a elaborar esta compilacin integrando los nuevos principios en una
coleccin de textos feudales que atribuyeron a Ramn Berenguer I, para darle
un carcter de antigedad y vigencia venerables.

De este modo se introdujeron en Catalua, pas de estructura feudal, los


principios de concepcin monrquica, que tenan un gran predicamento en los
centros de cultura jurdica contemporneas de Italia y Provenza.
Pero los autores legistas no siempre introdujeron la nueva mentalidad poltico-
jurdica con base en las nuevas disposiciones; muchas veces reajustaron textos
anteriores que afirmaban la autoridad feudal de la potestat del conde de
Barcelona.

Abadal cree de nueva redaccin, los Usatges 63,64,65,66,69,80 y 81, mientras


que el 68,71,72,73,74,75,91,92,93,94 y 95 procederan de una redaccin
anterior reajustada o adaptada a la teora del Principat. De los primeros el 81
estableca la prioridad de los Usatges sobre las Leyes Gticas.

Probablemente lo que va a instituir Ramn Berenguer I, fue el uso de la


facultad que el mismo Liber Iudicum, daba a la real potestad de legislar, como
el arancel curial de composiciones por diversos delitos y algunos
pronunciamientos judiciales de tipo feudal. Esto y la Constitucin de Paz y
Tregua de 1064, que era puramente eclesistica, pero que los juristas de hacia
1150 incorporaron al cdigo con la intencin de dotarle de una cierta vigencia
civil, es seguramente todo lo que hay que atribuir al reinado de Ramn
Berenguer I.

Otro conjunto de prescripciones debieron ser producto de la actuacin judicial


posterior, as como el Estatuto de paz pblica territorial, probablemente del
reinado de Ramn Berenguer III. Asimismo, el Arancel y los pronunciamientos
judiciales citados ya, seran suficientes para respetar la calificacin tradicional
otorgada a los Usatges de Primer Cdigo Feudal Europeo .

Durante la segunda mitad del siglo XII y la primera mitad del XIII se aadieron
al ncleo de 1150, disposiciones diversas de preceptos reales de Alfonso I,
Pedro I y Jaime I, Constituciones de Paz y Tregua, Glosas extradas del Liber y
del Breviario de Aniano, pasajes de las Etimologas o de las colecciones
cannicas de Iu de Chartres, de las Exceptione Petri, hasta disposiciones
procedentes de antiguos capitulares francos, etc, etc; constituyendo el total de
174 captulos de la redaccin vulgata, a la cual la Constitucin de las Cortes de
1251, conferira un cierto carcter de oficialidad, traducindose posteriormente
al cataln.

El Posible Contenido de los Usatges de Ramn Berenguer I: A fin de hallar su


contenido, es preciso recurrir al mtodo comparativo: los eruditos catalanes lo
hicieron a menudo, pero su error consisti en tomar como referencia la Carta
Magna inglesa de 1215. Hay que remitirse a los textos del siglo XI, y
especialmente a los escasos documentos de carcter legislativo de esa poca
que hayan podido llegar hasta nosotros. Hay que destacar dos, un poco
anteriores a los primeros Usatges, la Constitutio de feudis, promulgada en
Lombardia, en 1037, por Conrado II; y los Consuetudines et iusticie,
promulgados en 1047 por el duque Guillermo de Normanda. El parentesco de
estos dos textos es sorprendente, y an ms sorprendente es el contexto en
que ven el da.

En el Milanesado, en 1037, la rebelin de los vasvassores causa estragos; el


arzobispo Ariberto, quien se apoya en la vieja nobleza de los capitanei, es
encerrado en Miln; el Emperador, que ha sido reclamado por ambas partes,
elige, por oportunismo, aportar su ayuda a estos vasallos de segundo orden:
suscribe sus disposiciones in obsidione Mediolani. En Normanda, en 1047, la
insurreccin encabezada por Guy de Brionne acaba de ser aplastada y los
nimos an no han sido apaciguados.

La Constitutio de feudis y las Consuetudines son, pues, el fruto de idnticas


condiciones histricas: condiciones que hallamos con toda su exactitud en la
Catalua de 1060, al trmino de la rebelin de Mir Geriberto. Al dictar nuevas
disposiciones legislativas, Conrado II, Guillermo el Bastardo y Ramn Berenguer
I persiguen el mismo objetivo: el de, citemos a Conrado II reconciliar los
espritus de los seores y de los vasallos, a fin de que nos sirvan fielmente, con
perseverancia y devocin.

En los tres casos, se trata de definir un marco jurdico para un nuevo orden
social. Podemos clasificar en tres categoras las medidas que deban dictar
Ramn Berenguer I y Almodis para que el pas pudiese reencontrar el camino
de la paz civil:

1. Como en Normanda: promulgacin oficial de la Paz de Dios. Ello se lleva


a cabo en el concilio de Barcelona, en 1064. El nico punto dudoso es saber si
las decisiones tomadas en esta ocasin fueron o no incorporadas a los primeros
Usatges. Las Gesta lo afirman, las cuales declaran que el Cdigo fue instituido
en presencia del legado Hugo Cndido. No obstante, el lugar que ocupan las
disposiciones relativas a este tema (Usatge 133), en medio de los artculos
apcrifos de 1150, hace pensar que las actas de la asamblea de 1064 han sido
objeto, en un principio, de una redaccin independiente de la de los Usatges.

2. Definicin de nuevas tarifas de reparacin y, por consiguiente, al igual


que en el Milanesado, de una nueva jerarqua nobiliaria. Una de las principales
trabas en el funcionamiento regular de la justicia era la caducidad de las penas
monetarias previstas por la ley gtica. Por ello, era conveniente establecer
nuevas tarifas. Pero adems, era preciso, puesto que no se poda ya juzgar a
todos los hombres por igual (Usatge 81), modular las sanciones en funcin de
la categora social de la vctima y la del agresor.
3. Como en el Milanesado y en Normanda: definicin de los nuevos
procedimientos judiciales. Formular tarifas de reparacin mejor adaptadas a la
poca no bastaba para resolver la crisis de la justicia. El conde, cuyo propio
tribunal se haba transformado en corte feudal, no poda ignorar las
costumbres que ahora se imponan en la resolucin de los litigios. Era
conveniente establecer las reglas, al menos las reglas ms elementales, del
servicio de pleito.

La Codificacin de la Violencia: Los Usatges 27 y 28, bastaron para poner las


bases de un rgimen jurdico completamente nuevo, sin ninguna relacin con
el que haba tenido el pas durante siglos. As pues, representan una ruptura
radical en la historia del derecho cataln: ruptura que puede percibirse con la
misma claridad en las actas judiciales.

Es la transformacin del mtodo probatorio lo que trastoca todo el sistema. A


partir de 1060 aproximadamente, el escrito deja de ser considerado como
testimonio judicial, o al menos, no basta para fundamentar el derecho.
Prevalece el juramento. Cualquiera que presente un documento de apoyo a sus
alegaciones puede ser obligado por el tribunal a jurar sobre los Evangelios que
el texto es autntico. Por el hecho de que la parte contrara siempre reclama
este juramento, ste se convierte en una costumbre practicada con regularidad
en todos los procesos. Averamentum per sacramentum, ser en adelante la
frmula ritual para defender una causa se convierte en algo superfluo y la
costumbre se va perdiendo poco a poco.

Sin embargo, el propio juramento para rpidamente a un segundo plano. Su


veracidad debe, en efecto, ser probada: quienquiera que jure ante un tribunal
de justicia acepta automticamente someterse al juicio de Dios, prueba de la
prueba y llave maestra del nuevo sistema judicial. Entre las ordalas, la prueba
del agua hirviendo ( examen caldarie, iudicium aque ferventis ) parece
extenderse ampliamente durante la segunda mitad del siglo XI; no obstante,
considerada denigrante, ahora se reserva, signo clasista, nicamente a los
campesinos. La ordala noble es, en efecto, el duelo judicial: la batalia.

La organizacin de las justas ( tornas ) fue una de las principales finalidades de


la promulgacin de los primeros Usatges, tambin es la funcin ms
importante que desempean los nuevos tribunales de justicia. El Usatge 27
distingue dos tipos de duelo: per pedones, per milites. En cuanto a los
primeros, carecemos totalmente de informacin con respecto al siglo XI: es
probable que este tipo de batalla fuera practicada sobre todo ( como ocurrir
en el siglo siguiente ) por los habitantes de las ciudades y por ciertas
categoras marginales de la aristocracia ( bailes ). Entre milites se combate a
caballo.
A decir verdad, rara vez los litigantes se pelean en persona sobre el terreno. En
general, en todo caso, es la regla para los magnates, ponen su causa en manos
de uno o de varios campeones ( nuncios; en el siglo XII: batallers ). Este o stos
deben, preferentemente, ser escogidos entre los testigos directos (videntes,
visores) del asunto juzgado.

El armamento no es el mismo: la lanza y la espada estn prohibidas. Los


embates se llevan a cabo cum scuto et bastone. Este empleo del bastn, es
difcil imaginar lo que designa precisamente esta palabra, puede tener como
objeto el evitar heridas demasiado graves a los contendientes, pero sobre todo
responde al inters de situarles en condiciones de batalla inhabituales.

As pues, en el muy estricto ritual del duelo judicial todo ha sido concebido con
el fin de que el azar, en el espritu de la poca: la voluntad divina, juegue un
papel preeminente en el desenlace de la lucha. No pueden existir especialistas
del juicio de Dios.

No hay ms especialistas de la justicia en s. El trmino iudices sigue siendo


utilizado, ciertamente, pero ahora se refiere a simples rbitros designados, en
igual nmero, por las partes. Estos reciben todo el poder para dictar el derecho
y resolver los litigios. No obstante, para ser ejecutoria, toda sentencia debe ser
unnimemente pronunciada por esos jueces de nuevo cuo. Cuando no es
posible el arreglo, es decir, indudablemente en la mayora de los casos, las
partes se someten al juicio de Dios. De ah la segunda y principal funcin de los
iudices, la cual consiste, precisamente, en la organizacin material y en la
direccin de los torneos.

En esas condiciones cabe preguntarnos como funciona el sistema. Si nos


atenemos a las reglas definidas por las convenientiae de la poca, al igual que
a las prescripciones del Usatge 28 ( De omnibus namque ), las cuales, en ese
punto, coinciden por completo, podemos en todo pleito importante, distinguir
cuatro fases principales. La primera fase consiste en un encuentro entre las
partes ( o sus delegados ): en el curso de esta reunin preparatoria, los
antagonistas exponen sus quejas respectivas ( rancuras, querimonias ), definen
el importe de las garantas ( pignoras ) y designan a los pleiteses, quienes
avalarn la ejecucin del juicio, procediendo finalmente a la eleccin de los
rbitros ( iudices ) que presidirn el juicio. Los jueces elegidos (generalmente
dos por cada bando) se renen inmediatamente para estudiar de cerca las
rancuras, discutir su validez y tratar de esbozar un compromiso. Si ste no
puede ser alcanzado, o si es rechazado por uno de los adversarios ( o por los
dos ), los iudices se renen para establecer las modalidades del duelo: fijan la
fecha y el lugar, determinan los impedimentos que podran dispensar
legtimamente a una u otra de las partes de presentarse y, lo ms habitual,
aumentan el importe de las garantas exigidas. Solo en el curso de la cuarta o
quinta fase interviene el dominus placiti ( el principal del juicio ), es decir, el
alto barn, a menudo el conde, ante quien se solventa la causa: este recibe en
sus manos las garantas previstas e inmediatamente despus tiene lugar el
combate.

Cuando uno de los campeones ha vencido, y por consiguiente, gracias a su


victoria, confirmado los derechos de su representado, el asunto queda
arreglado: solo falta aplicar la convencin establecida con anterioridad por las
partes. De ah la radical transformacin de las actas judiciales.

El procedimiento puede parecer complejo, pero los hombres de la segunda


mitad del siglo XI lo experimentaba gustosos e incluso se las ingeniaban para
complicarlo an ms. La justicia se comprime as en un ritual cuya funcin es
sacralizar la violencia.

Los Llamados Malos Usos: Una de las consecuencias mas importantes del
europesmo de Catalua fue la persistencia de rgimen feudal y la reduccin
del campesino a una servidumbre que le adscriba a la tierra. Signo exterior de
dicha servidumbre eran los seis llamados malos usos:

1. Intestia: Derecho del Seor a quedarse con parte de los bienes del
campesino que muere sin testar.

2. Cugurcia: Derecho del Seor a confiscar la mitad de los bienes de la


mujer adultera.

3. Exorchia: Derecho del Seor sobre una parte de la herencia del


campesino que muere sin hijos.

4. Arsina: Confiscacin de una parte del manso familiar cuando por


negligencia del campesino se provoca un incendio.

5. Redimentia: De donde procede el nombre que se da a todo este grupo


social, payeses de remensa, cantidad que el siervo tiene que pagar como
rescate para poder abandonar la tierra.

6. Firma de Spoli: Que sin duda es el mas moderno de estos usos y consiste
en la suma que el campesino ha de pagar al seor para adquirir derecho,
hipotecar parte de la tierra en garanta de la dote de su mujer.

En conjunto, la sociedad catalana apareca en relacin con la del resto de


Espaa, como muy atrasada en el camino hacia la libertad de los campesinos,
sin haberse producido todava la ascensin de la burguesa que ser luego su
caracterstica mas destacada.

Instituciones Civiles en los Usatges: El derecho privado en esta poca, estaba


en un momento de transformacin debido a las dificultades que presentaba la
aplicacin del derecho godo, enmarcado en el Liber Iudicum. Examinemos los
diversos aspectos:

1. Las Personas: Los Usatges responden a la necesidad de acomodar las


disposiciones de la ley goda a las exigencias feudales. En orden a las personas,
podemos anotar que el hijo de los pageses ( rusticus ), poda disponer de sus
bienes a partir de los 15 aos, cosa que facilitaba el trato con el Seor. Tambin
se segua utilizando disposiciones del Liber. As se estableca que el casamiento
de la pupila es causa de extincin de la tutela.

2. La Familia: El derecho de familia en este periodo estableca la dote en


base a la dcima parte de los bienes del marido, como exigan las leyes godas.
As lo habra aplicado Ramn Berenguer I con su primera esposa Elisabet y
continuara as hasta finales del siglo XII. A partir de este momento se
generaliza tambin otra donacin simultanea, el esponsalici, aplicado por el
mismo conde en su segundo matrimonio, esta vez con Almodis. En el ltimo
cuarto de siglo, aparece otra denominacin para esta situacin: el excreix.
Igualmente para referirse a la dote de la mujer, tambin se utilizaba el nombre
de exovar. En los documentos por los cuales se otorgaban estas donaciones se
acostumbraba a consignar clusulas reversionales a favor del donante. Durante
la viudedad, la mujer podra mantener la posesin de los bienes del marido,
siempre que viviera castamente en las propiedades del marido y cuidara de
sus hijos. En otro caso, los bienes retornaran a la familia del difunto.

3. La Propiedad: La aprisio que tanta importancia tiene en los primeros


siglos de la Reconquista, deja paso a la colonizacin que realizaron los
monasterios y los seores feudales poseedores de tierras. Los Usatges
prohibieron la venta de muchas formas de propiedad. Tambin afectaron a
propiedades religiosas; los Usatges prohiban la venta, donacin, permuta, e
hipoteca bao pena de nulidad. Para eludir esta dificultad, va a surgir de la
misma Iglesia, una institucin que unos siglos mas tarde va a adquirir una gran
difusin como medio para facilitar el movimiento de la tierra : lenfiteusi. De
manera parecida hace acto de presencia, en esta poca, la rabassa morta,
institucin por la cual, el propietario de un terreno ceda una parte a un pages
que la cultivaba y le pagaba la sptima parte de los frutos.

4. Los Contratos: Los contratos en general continuaron regiendose por la ley


goda. De hecho el Usatge Cum in contentione , que prohiba la venta de
cosas litigiosas, esta inspirado en el Liber Iudicum. Por otra parte, la nueva
Compilacin introduce convenios para partes de guerra y convenios de amistad
en virtud de los cuales se renunciaba a acuerdos anteriores.

5. Las Sucesiones: Las disposiciones testamentarias siguieron tambin las


antiguas leyes godas y muchas veces se utilizaba la frmula del testamento
sacramental. En los testamentos no hay una institucin de herencia, esta no
aparece hasta finales del siglo XIII. En los casos en que no haba testamento
funcionaban los procedimientos de intestia y exorquia que ya hemos visto.

Aspectos Sociales Generales Emanados de los Usatges: Respecto a la nobleza,


los Usatges establecen una jerarqua con 5 niveles: condes, vizcondes,
comdors, vasvasores y milites. Los antiguos linajes de la nobleza indgena, que
en calidad de condes, vizcondes y vicarios haban gobernado el pas durante
los siglo IX y X, sobrevivieron y ejercieron la preeminencia sobre todas las
familias catalanas de los siglos XI y XII. De entre las familias condales, obtuvo
la primaca sobre Catalua, la casa de Barcelona. Entre casas condales y
vizcondales, durante estos siglos, en Catalua no deba haber mas de 15 o 16
linajes. El grueso de la alta nobleza no estara, pues, formada por los condes y
vizcondes, sino por los comdors, un centenar de familias que formaban la
aristocracia mas prxima al conde y constituan su Corte. Los Comdors a
quienes comnmente se llama barons, eran los descendientes de la nobleza
curial y de los vicarios de los siglo IX y X. A mediados del siglo XI, la nobleza se
increment con dos nuevas capas, la de los vasvasores y la de los milites, que
constituyeron la pequea o baja nobleza, la cual ejerci el poder jurisdiccional
sobre el campesinado en el marco de las castellanias. Los vasvasores eran los
representantes de los comdors en los castillos y a menudo recibieron el nombre
de castlans o castellani. Procedan por seleccin de los milites, que era la capa
mas baja y mas numerosa de la nobleza, formada por hombres de fortuna
modesta cuya riqueza fundamental era su equipamiento militar, mas unos
pocos mansos. Los milites, que agrupados en mesnadas, formaban la
guarnicin permanente de los castillos, tambin recibieron el nombre de
cabalers o cavallers, es decir caballeros.
Constituciones de Paz y Tregua: He mencionado bastantes veces la presencia
de esta institucin en los Usatges de Barcelona. Aprovechemos ahora para
tratar de definir exactamente en que consistan las constituciones de Paz y
Tregua.

Hacia el cambio de milenio, va a surgir una institucin, primero eclesistica,


pero que con el tiempo va a adquirir gran importancia como fuente de derecho
pblico, los pactos de paz. Por ellos se liberaran de violencia ciertos
estamentos sociales como los pobres, los clrigos o los pageses. Mas tarde en
relacin con estos pactos se estableca la tregua o suspensin de la violencia
durante ciertos das o periodos del ao, considerados festivos o sagrados.

En el 1027, convocada por el abad Oliba, va a tener lugar en Toluges, en el


condado del Roselln, la primera asamblea de Paz y Tregua de carcter
exclusivamente eclesistico.

Ser unos aos mas tarde cuando en estas reuniones participan, nobles y
ciudadanos, ser en Toluges mismo, con ocasin de celebrar el segundo
concilio en los aos 1064-1067.

Poco a poco, las Constituciones emanadas de las Asambleas acogieron a


nuevos estamentos: los mercaderes, las viudas, los campesinos, etc. Tambin
se ampliaron los das de tregua, en fiestas locales, etc.

Mientras fueron eclesisticas, admitidas por la autoridad civil, las sanciones


acordadas en las Constituciones de Paz y Tregua, correspondan a los obispos.
A comienzos del XI, cuando la institucin estaba en su plenitud, eran el conde
y el obispo los que repartan las penas pecuniarias.

De todos modos, parece que hasta la constitucin de Alfonso I, en 1173, el rey


no obligaba hacer cumplir los acuerdos de Paz y Tregua.

Estas Constituciones fueron importantes en el desenvolvimiento de la vida de


aquellos siglos. Los Usatges recogen una Constitucin de Paz y Tregua del ao
1064 en la cual son participes junto con Ramn Berenguer I y su mujer,
seores eclesisticos y laicos.

5. Las Commemoracions de Pere Albert

Las Commemoracions de Pere Albert son en su versin catalana uno de los


textos mas antiguos de la lengua catalana. Como ya he explicado, la actividad
legislativa de los soberanos catalanes se restaura despus de la promulgacin
de los Usatges. Siguiendo esta explicacin, es cosa cierta que la otra fuente de
derecho explcitamente reconocida por los mismos Usatges, la Consuetudine,
crea progresivamente normas nuevas que modificaron las relaciones anteriores
o regulaban otras.

La incertidumbre caracterstica de toda regulacin consuetudinaria, debi


ocasionar dificultades y confusiones cada vez mayores, hasta que en el siglo
XIII un jurista de relieve, reconocido y con prestigio por realizar tentativas
anlogas, realiz una compilacin, estructurados en un rastro de 14 captulos
que fueron insertados en las Constitucions de Catalunya con el ttulo de
Costumas de Cathalunya que consigui facilitar el proceso de conciliar las
diversas normas consuetudinarias y ponerlas de acuerdo con los Usatges.

Que el hecho de la eleccin de este jurista fue acertada, lo demuestra la


circunstancia de que su obra cobr gran prestigio entre los hombres de leyes
de Catalua y acabo por sancionarse oficialmente en las Cortes de Monzn de
1470 y tambin ser incluida en las Compilaciones Generales de los aos 1492,
1588-89 y 1704.

El Autor: Este jurista era Pere Albert. Los datos que tenemos de su vida no son
muy abundantes, pero la importancia del papel que jug en los asuntos
pblicos de su tiempo, hace que cada da se descubran nuevos testimonios
sobre su actividad. Sabemos que haba estudiado derecho en Bolonia, que fue
cannigo de Barcelona entre 1233 y 1261 y que muri probablemente este
mismo ao. Personaje importante, cobr amistad con el obispo Vidal de
Canyelles y con San Ramn de Penyafort y con el rey Jaime I, en el sentido de
que fue utilizado en diversas ocasiones para ser juez de causas y cuestiones de
derecho feudal y le confa misiones polticas muy delicadas, como lo demuestra
las gestiones que realiz en relacin con el matrimonio del infante primognito,
el futuro rey Pedro II.

El Contenido: La obra de Pere Albert conocida con el nombre de


Commemoracions, fue escrita a mediados del siglo XIII y como ya hemos dicho
lo incorpora a las Constitucions de Catalunya y esta integrada por dos partes:
La primera comprende 43 captulos con el ttulo de Costumas Generals de
Cathalunya entre Seores y Vasallos, Tenencias, Castillos y otros Feudos,
compilados por Pere Albert, Cannigo de Barcelona .

La segunda es Los casos en los cuales el Seor no es posesor de Tenencias,


segn los Usatges de Barcelona .

La segunda parte es poco importante, tanto por su reducida extensin, como


por la circunstancia de tratarse de una mera enumeracin de casos, en la cual
se recoge ampliadas y comentadas, toda una serie de disposiciones locales.
El anlisis de los tres grupos trata de las relaciones principales que derivan de
la tenencia de un feudo, especialmente de las obligaciones que pesan sobre el
vasallo al tomar posesin de su tierra con respecto a su seor. Comenta
tambin la situacin y los deberes del propietario de un alodio y el tema
jurisdiccional de los castillos. Trata as mismo del resto de personas que
habitan en estos territorios y que no estn ligados directamente con el seor,
por el vnculo feudal.

Este grupo se caracteriza por su enlace orgnico y sistemtico de manera que


todas las cuestiones son tratadas sistemticamente, de manera que estas se
tratan a medida que se va presentando la posibilidad que suscitan.

En cambio, el segundo grupo, que comienza con el captulo Quan s lloc de


gradeyar donan feu als fills del vassal qui mart es y acaba con el De la pena
del vassal contradien fer al Senyor servey que sia tengut de fer .

Son una serie de cuestiones suscitadas ulteriormente y sin que haya entre
ellos, ni respecto del grupo anterior, ningn tipo de enlace orgnico. Debi
tratarse de problemas que el autor no se plantea en su primera obra y que
despus son incorporadas.

Se ocupa de cuestiones, como herencias, derechos sin testamento, de la


continuidad obligada del vnculo feudal, de la prestacin de juramento de
fidelidad al sucesor del Seor, de la renovacin del homenaje, de la pena del
vasallo que niega al seor la prestacin a que esta obligado, etc.

El tercer grupo presenta mayores divergencias respecto de las anteriores. La


redaccin esta hecha en un estilo ms amplio y razonado, detenindose en el
criterio seguido con referencias concretas a casos prcticos de los territorios
catalanes y alusiones al derecho de otros pases. Trata esencialmente de la
condicin del vasallo y de sus deberes hacia el Princep.

6. Conclusiones.

La segunda mitad del siglo XI ve cmo se definen, pues, de la manera ms


precisa, los marcos poltico y jurdico de la nueva sociedad feudal. A partir del
decenio 1060-1070, ya estn prcticamente en marcha: en lo sucesivo slo se
harn ciertos retoques de detalle.

El sistema de gobierno, sacudido por las rebeliones de mediados de siglo, es


erigido de nuevo: es la familia condal de Barcelona la que ha llevado a buen
puerto la obra de reconstruccin, hacindolo nicamente en su provecho. En
adelante, todo y todos, en Catalua, estn directa o indirectamente sometidos
al poder condal. El nuevo rgimen poltico-social slo conserva del pasado la
vieja nocin de Potestas, la cual es ahora encarnada por completo en la
persona del prncipe barcelons, haciendo de l un ser fuera de lo comn. Por
encima de l, los poderes se organizan tomando como base los lazos de
dependencia. Ha nacido el Estado feudal. Una de sus primeras manifestaciones
consisti en la instauracin de nuevas reglas de derecho y es aqu por tanto
donde radica la importancia de los Usatges

Bibliografa

- Abadal i de Vinyals: Dels Visigots als Catalans, Barcelona 1986.

- Bonnassie, P: Catalua Mil Aos Atrs ( Siglos X-XI ), Barcelona 1985.

- Broca, G.M.: Historia del Derecho de Catalua, Especialmente civil, Barcelona


1985.

- Font i Rius, J.M.: Estudis sobre els Drets i Institucions Locals en la Catalunya
Medieval, Barcelona 1985.

- Gacto Fernndez, Enrique: Derecho Medieval, Sevilla 1979.

- Mas i Solench, Josep: Mil Anys de Dret a Catalunya, Barcelona 1989.

- Maspons i Anglasell, F: El Dret Catal, Barcelona 1954.

- Nadal i Farreras: Historia de Catalunya, Barcelona 1992.


- Regla, Joan: Historia de Catalunya, Barcelona 1969.

- Rovira i Ermengol, J: Los Usatges de Barcelona, Barcelona 1985.

- Sobreques i Vidal, S: Historia de la Produccio del Dret Catal fins al Decret de


Nova Planta, Girona, 1981.

- Sobreques i Vidal, S: Els Grans Comtes de Barcelona, Barcelona 1987.

- Soldevila, Ferran: Historia de Catalua.

- Tuon de Lara, M: Historia de Espaa.

También podría gustarte