P. Gabriel de Sta. M. Magdalena, O.C.D. Intimidad Divina
P. Gabriel de Sta. M. Magdalena, O.C.D. Intimidad Divina
P. Gabriel de Sta. M. Magdalena, O.C.D. Intimidad Divina
INTIMIDAD DIVINA
Meditaciones sobre la vida interior
para el Adviento y la Navidad
1976
1
NDICE
PRLOGO ....................................................................................................................... 5
3
4 DE ENERO ...................................................................................................... 124
42. JESS, REY UNIVERSAL ........................................................................................ 127
5 DE ENERO ...................................................................................................... 127
43. EPIFANA DEL SEOR ........................................................................................... 129
6 DE ENERO ...................................................................................................... 129
44. LA IGLESIA MISIONERA ........................................................................................ 131
45. EL REINO ............................................................................................................. 134
46. EL DESARROLLO DEL REINO ................................................................................. 137
47. CLULA DEL REINO .............................................................................................. 139
48. OBREROS DEL REINO ............................................................................................ 141
49. EL REINO NO TENDR FIN ..................................................................................... 144
50. BAUTISMO DEL SEOR ......................................................................................... 146
DOMINGO DESPUS DE LA EPIFANIA ....................................................... 146
4
PRLOGO
5
***
Si queremos comprender debidamente la estructura del mtodo tere-
siano, es necesario tener presente la definicin de la oracin arriba expues-
ta, ya que entonces podremos comprobar cmo en ese mtodo se realiza
plenamente dicho concepto de oracin mental.
Esta se reduce, como decamos, a conversar afectuosamente con el
Seor despus de haber conocido lo mucho que El nos quiere.
Para hablar ntimamente con Dios, hay que ponerse en contacto con
El, para lo cual sirve la preparacin, que consiste en darse cuenta de la
forma ms explcita de la presencia de Dios y orientarse hacia El por me-
dio de algn buen pensamiento.
Para llegar a conocer el amor que Dios le tiene, el alma escoge como
tema de reflexin una verdad de fe apta para manifestar ese amor; por eso
recurre a la lectura de un texto apropiado.
Pero no basta leer; hace falta profundizar; y esto se hace por medio
de la reflexin, o sea, de la meditacin.
S que el amor de Dios hacia m se manifiesta en cualquiera de las
verdades reveladas; pero en este momento quiero fijarme nicamente en la
que me ha servido como tema de lectura. Para ello me ayudo de los her-
mosos pensamientos contenidos en el punto de meditacin, tratando de
conocer y descubrir actualmente dicho amor, con lo cual van brotando es-
pontneamente en mi interior, y quiz tambin en mis labios, sentimientos
y expresiones de afecto.
De este modo comienzo m coloquio con Dios, dicindole de mil ma-
neras y con la naturalidad que brota del corazn, que le amo y deseo siem-
pre amarle, que quiero progresar en su santo amor, que quiero probarle m
amor con las obras, cumpliendo su santsima voluntad.
Con esto hemos llegado al centro, al corazn mismo de la oracin.
Para muchas almas esto basta. Pero hay quien desea mayor variedad,
y sta, que facilita grandemente a algunos la prolongacin del coloquio
con el Seor, se puede obtener por medio de las tres restantes partes del
mtodo, no ciertamente necesarias, sino meramente facultativas.
El hacimiento de gracias, en el cual, despus de haber declarado repe-
tidas veces nuestro amor al Seor, le manifestamos nuestro reconocimien-
to por los beneficios de El recibidos y le damos gracias por ellos.
6
El ofrecimiento, con que procuramos pagar al Seor de la mejor ma-
nera posible, lo mucho que de El hemos recibido, haciendo y presentndo-
le algn buen propsito; cosa, por lo dems, muy til siempre que termi-
namos la oracin.
La peticin, por la cual imploramos la ayuda divina, convencidos de
nuestra poquedad y miseria. Tenemos, pues, que el mtodo teresiano se
compone de estas siete partes:
Dos introductorias: la preparacin (presencia de Dios) y la lectura.
Dos sustanciales: la meditacin y el coloquio. Tres facultativas, que
ayudan a prolongar ms fcilmente el coloquio: el hacimiento de gracias,
el ofrecimiento y la peticin.
***
Las meditaciones que aqu se publican estn ideadas segn este m-
todo.
Se comienza con la presencia de Dios, o sea, con un buen pensamien-
to que pone al alma en contacto con Dios y la orienta hacia El.
La lectura se hace leyendo el punto de meditacin. Habiendo mu-
chas personas de vida interior que se aplican a la meditacin dos veces al
da, cada meditacin, tiene dos puntos.
Despus el alma se recoge a pensar, ayudndose libremente del texto
ya ledo.
As pasar espontneamente al coloquio, que, segn el concepto tere-
siano, es el corazn y el centro de la oracin mental.
Para hacer ms eficaces los coloquios de nuestras meditaciones, los
hemos compuesto sirvindonos preferentemente de expresiones bellsimas
y llenas de fuego escritas por almas santas y ardientes. Muchas veces, sin
embargo, ha sido necesario aducir los textos con alguna ligera modifica-
cin, con objeto de acomodarlos mejor a la forma de coloquio de t a t.
Al final de los mismos y entre parntesis se indica siempre la fuente res-
pectiva.
Tales coloquios no contienen slo expresiones de amor; stas van en-
treveradas con peticiones, acciones de gracias, aspiraciones del alma a
Dios, que vienen a concretarse en resoluciones y en propsitos.
Nos atrevemos a esperar que, as trazadas, las presentes meditaciones
ayudarn eficazmente a que las almas se den a la oracin mental en con-
formidad con el concepto y el mtodo teresianos.
7
***
La espiritualidad teresiana es la espiritualidad de la intimidad divina,
porque trata de alimentar en las almas el ideal de la intimidad con Dios, y
de encaminarlas a su realizacin. Tal finalidad se lleva a cabo principal-
mente por medio de la oracin mental, la cual, en consecuencia, debe
acomodarse a las exigencias de tan grande y excelsa aspiracin.
Este es precisamente el tono que hemos procurado dar a nuestras
meditaciones, las cuales se publican bajo el ttulo de Intimidad divina, para
indicar que su objeto es ayudar en lo posible a las almas en la consecucin
de esta sublime meta.
Por otra parte, la espiritualidad teresiana es tambin doctrinal. Teresa
de Jess, la gran maestra de vida espiritual dese y procur siempre que
la vida asctica y mstica de las almas que le eran caras estuviese fundada
sobre una doctrina slida; por eso apreciaba tanto la teologa.
Esta es la razn que nos ha movido a trazar estas meditaciones sobre
un fondo seriamente teolgico y a ordenarlas de manera que, en el curso de
un ao, vayan pasando por los ojos del alma los problemas ms fundamen-
tales de la vida espiritual y todas las realidades sobrenaturales con que la
vida interior nos pone en contacto.
Que el Espritu Santo, que es Espritu de Amor y se digna habitar en
nuestras almas para someterlas cada vez ms a su influjo y gobierno, en-
cienda en nosotros, con una abundantsima efusin de gracia, el amor de
caridad por medio del cual podamos penetrar en la divina intimidad; y que
Mara Santsima, Madre del amor hermoso, cuya alma llena de gracia fue
siempre movida por el Espritu Santo, consiga de este divino Espritu que
tambin nosotros, dciles a sus llamamientos, podamos realizar, con la
prctica asidua y eficaz de la oracin mental, este hermoso ideal de la
unin ntima con Dios!
8
TIEMPO DE ADVIENTO
9
Gracias por visitar este Libro Electrnico
Puedes leer la versin completa de este libro electrnico en diferentes
formatos:
Para descargar este libro completo, tan solo seleccione el formato deseado,
abajo: