9-Lerner-Delia 2003leer y Escr
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DIFICULTADES INVOLUCRADAS EN LA ESCOLARIZACIN
DE LAS PRCTICAS4
Precisamente por ser prcticas, la lectura y la escritura pre-
sentan rasgos que obstaculizan su escolarizacin: a diferencia de
los saberes tpicamente escolarizables -que se caracterizan por
ser explcitos, pblicos y secuenciables (Verret, citado por
Chevallard, 1997)-, estas prcticas son totalidades indisociables,
que ofrecen resistencia tanto al anlisis como a la programacin
secuencial, que aparecen como quehaceres aprendidos por
:
participacin en las actividades de otros lectores y escritores e
implican conocimientos implcitos y privados.
En consecuencia, no resulta sencillo determinar con exactitud
qu, cmo y cundo aprenden los sujetos. Al intentar instaurar
las prcticas de lectura y escritura en la escuela, se plantean -en
efecto- mltiples preguntas cuya respuesta no es evidente: qu
se aprende cuando se escucha leer al maestro?, en qu momento
se apropian los nios del lenguaje de los cuentos?, cmo
acceder a las anticipaciones o inferencias que los nios
presumiblemente hacen al intentar leer por s mismos un texto?,
cundo puede decirse que un alumno ha aprendido a
recomendar libros o a confrontar diversas interpretaciones?...
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escolar entre la tendencia al cambio y la tendencia a la con-
servacin, entre la funcin explcita de democratizar el co-
nocimiento y la funcin implcita de reproducir el orden social
establecido.5
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TENSIN ENTRE DOS NECESIDADES INSTITUCIONALES:
ENSEAR Y CONTROLAR EL APRENDIZAJE
La responsabilidad social asumida por la escuela genera una
fuerte necesidad de control: la institucin necesita conocer los
resultados de su accionar, necesita evaluar los aprendizajes. Esta
necesidad -indudablemente legtima- suele tener consecuencias
indeseadas: como se intenta ejercer un control exhaustivo sobre
el aprendizaje de la lectura, se lee slo en el marco de si-
tuaciones que permiten al maestro evaluar la comprensin o la
fluidez de la lectura en voz alta; como lo ms accesible a la
evaluacin es aquello que puede calificarse como correcto o
incorrecto, la ortografa de las palabras ocupa en la enseanza
un lugar ms importante que otros problemas ms complejos
involucrados en el proceso de escritura.
Es as como la enseanza pone en primer plano ciertos as-
pectos en detrimento de otros que seran prioritarios para formar
a los alumnos como lectores y escritores, pero que son menos
controlables. Se plantea pues, inadvertidamente, un conflicto de
intereses entre la enseanza y el control: si se pone en primer
plano la enseanza, hay que renunciar a controlarlo todo; si se
pone en primer plano el control de los aprendizajes, hay que
renunciar a ensear aspectos esenciales de las prcticas de
lectura y escritura.7
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leer y de autocorregir sus escritos. Aprender a hacerlo y con-
quistar autonoma como lectores y escritores resulta entonces muy
difcil.
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comentar lo que se ha ledo y compararlo con otras obras del mismo
o de otros autores, recomendar libros, contrastar informacin
proveniente de diversas fuentes sobre un tema de inters, seguir a un
autor predilecto, compartir la lectura con otros, atreverse a leer
textos difciles, tomar notas para registrar informaciones a las que
ms tarde se recurrir, escribir para cumplir diversos propsitos
(convencer, reclamar, dar a conocer...) planificar lo que se va a
escribir y modificar el * plan mientras se est escribiendo, tener en
cuenta los conocimientos del destinatario para decidir qu
informaciones se incluyen y cules pueden omitirse en el texto que
se est produciendo, seleccionar un registro lingstico adecuado a la
situacin comunicativa, revisar lo que se est escribiendo y hacer las
modificaciones pertinentes...
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preparar una carta de lector para protestar por un atropello a los
derechos de los nios permitir aprender a escribir para
reclamar enfrentando todos los problemas que se plantean en la
escritura cuando se est involucrado en una situacin autntica, en
la que efectivamente se trata de producir un texto suficientemente
convincente como para lograr que la carta sea publicada y surta
un efecto sobre los lectores...
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tambin inconexos de los contenidos- y los nios tienen
oportunidad de acceder a un trabajo suficientemente duradero
como para resolver problemas desafiantes construyendo los
conocimientos necesarios para ello, para establecer relaciones
entre diferentes situaciones y saberes, para consolidar lo
aprendido y reutilizarlo... De este modo, al evitar la parcelacin
que desvirtuara la naturaleza de las prcticas de lectura y
escritura, se hace posible que los alumnos reconstruyan su
sentido.
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Volveremos sobre estas cuestiones, desde ngulos diferentes, en
los captulos 3 y 4.
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del control, se hace posible evaluar aprendizajes que antes no
tenan lugar: como el maestro no comunica de inmediato su
opinin, los alumnos expresan sus interpretaciones, las con-
frontan, buscan en el texto indicios para verificarlas, detectan
errores en sus producciones, buscan informacin para corregirlos,
ensayan diferentes soluciones... y todas estas acciones proveen
nuevos indicadores de los progresos que los nios estn
realizando como lectores y escritores.