QU ES TICA?

: DIMENSIN PERSONAL Y OBJETIVA

(Apuntes de clase de 1997 de Ildefonso Camacho S.J., resumidos y redactados por R.
Vergara)

1.- Dimensin instrumental y dimensin de sentido

En nuestra sociedad, casi siempre preocupada por lo inmediato, apenas queda tiempo y
energa para plantearnos las preguntas por el sentido y por la razn de ser de las cosas.
Nos suele interesar ms el cmo que el para qu sirve. Continuamente nos
preguntamos cmo podemos obtener ms rentabilidad de nuestro trabajo, cmo
podemos tener ms influencia y poder. Pero casi nunca nos detenemos a pensar por qu
nos interesan tales cosas. Somos demasiado pragmticos para entretenernos en
cuestiones que nos parece que no sirven para resolver ningn problema concreto e
inmediato. Tales preguntas por el sentido las solemos considerar poco tiles.

Sin embargo, por mucho que nos empeemos en negarlos, la finalidad de lo que
hacemos, esos para qu siempre funcionan en nuestras vidas. Nuestra conducta tiene
una cierta coherencia: nuestros actos, por muy aislados e inconexos que parezcan,
reflejan una orientacin comn. Esa orientacin, esos para qu constituyen el terreno
de la tica. La tica orienta la conducta humana desde los valores que nos interesa hacer
realidad en cada momento. En la tica de cada uno, en los valores que desea vivir y que
realiza est expresado qu es lo que cada persona aspira a ser.

2.- Lo que no es la tica

Queremos primero describir algunas formas errneas de entender la tica. Queremos

presentar cuatro falsas ideas y aproximaciones a la tica que suelen estar presentes en
nuestras percepciones e imaginario social.

2.1.- La tica no es algo exclusivamente vinculado y dependiente de la religin. En

pases de raigambre catlica tradicionalmente sola consultarse al sacerdote para saber si
algo era lcito o no, si se poda hacer o no. Suele tambin ocurrir algo parecido en otras
religiones. Los expertos en lo religioso suelen tener conocimiento de la tica vinculada a
esa religin y pueden orientar desde ella a sus feligreses. Pero a partir de la modernidad
se afirma y acepta con mayor naturalidad que la tica es algo inherente a la vida de las
personas, independiente de su fe religiosa o en relacin con ella. Todos tienen una
determinada concepcin de la vida, unas actitudes o un talante natural ante la existencia.
Se puede ser ateo, no creer en una fe religiosa determinada, y a la vez tener y vivir
ideales ticos elevados. Y al revs tambin: se puede tener mucha fe religiosa y a la vez
ser muy inmoral en materias econmicas, sociales, polticas, etc.

La primera conclusin es que toda persona, al margen de convicciones religiosas o en

conexin con ellas, si las tiene, posee una tica en la medida que se comporta de
acuerdo a unos valores. El ser humano es, por su propia naturaleza, sujeto tico.

2.2.- La tica no puede reducirse slo a un conjunto de normas. Esta concepcin

tiene cierta relacin con la anterior. La tica se entiende como algo recibido desde
fuera, desde una instancia que tiene autoridad para imponrnosla. La tica se reduce
entonces a conocer y cumplir con un conjunto de normas establecidas, con las que se
pretende ofrecer una pauta de conducta para cualquier situacin en que se encuentre el
ser humano. Cuantas ms normas, pareciera que mejor quedara cubierta esa amplia
gama de situaciones a las que debemos responder. En esta postura no interesa tanto el
comprender el por qu de la norma, sino ms bien saber qu norma hay que aplicar en
cada momento. As la tica queda reducida a un cierto automatismo normativo.
Pareciera que mientras menos espacio quede para el ejercicio de la libertad y de la
responsabilidad, se podra cumplir mejor con las normas. Pero si la persona encuentra
que en cada caso est ya predeterminado por una norma lo que tiene que hacer qu
valor tico tiene su actuar?. Una tal tica no hace ms humana a la persona, sino que lo
infantiliza. Una moral as entendida empobrece al ser humano, lo mantiene en un estado
de permanente infancia e inmadurez. Lo triste es que hay algunos (o muchos?) que
buscan vivir as, porque el cumplir normas que vienen de fuera evita el riesgo de las
decisiones personales. Prefieren refugiarse en lo normado, evitando la responsabilidad
propia. Cumplir lo mandado les da seguridad.

La segunda conclusin es que el carcter personal de la tica es irrenunciable, de lo

contrario no hay tica. Por eso es inadmisible entender y vivir la tica como un conjunto
de normas impuestas por una autoridad externa, sea religiosa o civil, sean los padres o
los maestros.

2.3.- La tica no puede reducirse a un conjunto de prohibiciones. La tica se

visualiza como un espacio, que posee unas fronteras ms all de las cuales no se debiera
pasar. Slo est permitido actuar y moverse en el ms ac, ese es el espacio en el que
las personas pueden y deben realizar su vida. Como si una vez que se evitara lo
prohibido, todo lo que queda en el espacio interior estuviera permitido. Como si en el
mbito de lo no prohibido cada uno pudiera actuar sin otro criterio que la propia
conveniencia.

Esta forma de entender la tica es sumamente negativa. Efectivamente toda prohibicin

supone un lmite que no se debiera traspasar. Pero lo humano es positivo. No es lo
mismo no matar que respetar, cuidar y proteger la vida de los dems desde su inicio.
Las normas son expresin de valores, los que nunca pueden ser agotados por ellas, Las
normas son indicaciones de camino, son ayudas para vivir valores. Pero stos son los
importantes. Qu valores son los ms coherentes con la vida de la persona en
sociedad? Qu conductas promovern el mayor bien tanto personal como de la
sociedad?

Frente a una tica de la prohibicin y de los lmites optamos por una tica de la
afirmacin de los valores, de la bsqueda personal de los bienes que promueven el
mayor Bien personal y social.

2.4.- La tica no se preocupa nica y exclusivamente del mbito privado, o

interpersonal (relaciones familiares, conyugales, padres hijos, sexualidad), sino que
tambin se ocupa de la vida profesional y de la vida social (econmica, social, poltica).
Es cierto que no podemos andar de manera ingenua por la vida, como si viviramos en
un mundo angelical. Pero la realidad tampoco se asemeja a que vivimos en una lucha
sin cuartel, de todos contra todos. Debiramos ser capaces de entender nuestro entorno
social y luchar, con los medios que disponemos, para mejorarlo. La tica abarca las
relaciones interpersonales y tambin las sociales. No debiramos aparecer como
esquizofrnicos, tratando de vivir unos valores en las relaciones privadas, y otros
valores en la vida social. La tica abarca todos los mbitos de la existencia, no slo la
vida privada.

3.- La tica como ejercicio de la libertad.

Hemos separado la tica de cuatro de sus deformaciones ms recurrentes. Y

hemos descubierto cuatro rasgos centrales de la ticas: es propia de todo ser
humano (es una tica humana), es personal (no se reduce slo a normas), expresa
valores y bienes considerados valiosos por la persona (no se reduce a slo
prohibiciones), y es totalizante, abarcando todos los aspectos de la vida, los
personales y los sociales. En la tica se pone en juego la persona, cada uno, con lo que
tiene de ms especfico: su libertad y responsabilidad.

Debemos y podemos vivir la vida como algo personal. Nadie la puede vivir por m. Soy
el dueo de mi vida. En los momentos ms cruciales e importantes he decidido que
rumbo le quera dar. Y si no he tenido toda la amplia libertad que hubiera deseado, en
general he aprendido a adaptarme a esas circunstancias y condicionamientos, sabiendo
que siendo ser humano no puedo aspirar a una libertad cercana a la de Dios. Adems las
ausencias parciales o importantes de libertad suelen producir rebeliones de grupos y
personas, que luchan por revertir una situacin que consideran injusta, porque la libertad
es el primer ingrediente de una vida humana digna del ser humano.

Qu queremos decir al hablar de libertad? La capacidad de elegir, de escoger en

concreto, de optar realmente. Quedarnos en la mera posibilidad de elegir, sin ejercerla
en la realidad significa no usar nuestra libertad. Quedamos en el umbral, sin realmente
elegir. Escoger es abrir un camino y cerrar otras puertas. En la eleccin se expresa toda
la grandeza y la limitacin del ser humano. Grandeza porque uno es dueo de s en la
medida que realiza elecciones por las que disea y configura su propia realidad. Uno se
hace a travs de las opciones. Y limitacin, porque estamos obligados a escoger, a
elegir, y por lo tanto a cerrar otras posibilidades y caminos que podra haber recorrido.
A travs de este juego de elegir, de optar y de renunciar, vamos haciendo nuestra vida.
La persona que soy es algo que voy esculpiendo lenta y trabajosamente a travs de mis
elecciones. Vamos construyendo nuestra realidad personal poco a poco, en un desarrollo
a veces lento, pero continuo. El haz de posibilidades que somos al nacer lo vamos
trabajosamente realizando.

Evidentemente la libertad de que gozamos los humanos no es omnmoda, sino sujeta a

muchos condicionamientos. Algunos provienen de esa misma libertad, en la medida que
ha sido ejercida. Otros provienen del medio social, del medio ambiente que nos rodea y
que nos condiciona a veces de manera casi imperceptible. Otros provienen de la libertad
de los dems.

En todo caso la libertad es condicin indispensable para que haya tica. Pero la libertad
real, en ejercicio, la que se traduce en decisiones concretas.

La decisin est presente en todos los mbitos de la existencia, sin excluir desde luego
la vida profesional. La vida humana nos enfrenta a situaciones en las que estamos
constreidos a tomar decisiones. Todo el que tiene algn grado de responsabilidad
social, sea en la familia, en el trabajo, en la vida poltica, etc, necesita tomar decisiones.
Un hombre indeciso, tmido, a quien le abruma el riesgo que tiene que correr cada vez
que debe decidir algo y que se resiste a tomar decisiones, suele ser paralizante de la vida
laboral, de la empresarial. Es necesario asumir la propia vida y sus riesgos, determinar
los caminos por los que se va a seguir avanzando. Pero optar, elegir, es tambin correr
el riesgo de equivocarse.

Siempre que enfrentamos una decisin estamos en el terreno de la tica. Y esto es casi
como afirmar que siempre estamos en el terreno de la tica, porque en todos los
campos de la vida profesional, laboral, personal, estamos continuamente optando,
eligiendo. Con qu criterios y en funcin de qu valores la persona decide? En la vida
diaria no solemos plantearnos esta pregunta, y si lo hiciramos, no solemos darle una
respuesta. No nos solemos plantear la pregunta, ni intentamos habitualmente
fundamentar la respuesta. Slo actuamos de acuerdo a nuestras pautas, valores
incorporados, preferencias. Es tarea de la tica ayudarnos a fundamentar nuestras
decisiones.

Por qu suele ser difcil tomar decisiones? Porque en la mayora de los casos nos
enfrentamos con un conflicto de valores. Es rara la situacin en que todo est a favor de
una de las alternativas posibles. Lo normal es que cada una de ellas tenga sus pro y
contra, y que en la evaluacin de cada posibilidad nuestro conocimiento sea limitado,
tanto de los factores que estn involucrados en la situacin como de las consecuencias
previsibles de elegir entre uno u otro camino. No conocemos cabalmente todos los
factores que intervienen en cada alternativa que tenemos. Nuestro conocimiento es
pequeo, finito, limitado. Por lo tanto al tomar la decisin, decidimos darle prioridad a
unos valores ms que a otros. Y por consiguiente podemos equivocarnos, pero en
general tenemos posibilidad de rectificar nuestra decisin. Al decidir no solemos tener
certeza plena de nuestra eleccin, sino slo probabilidades, dados los elementos de
juicio en que nos basamos para adoptarla.

La tica implica siempre el ejercicio de la libertad humana. Pero no una libertad

errtica y caprichosa, sino una libertad orientada por valores que constituyen
parte del ideal personal que intentamos vivir. Y ese ejercicio de la libertad implica
tomar decisiones y asumir riesgos que stas siempre conllevan, en la medida en que, por
lo general, en todas ellas nos encontramos abocados a conflicto entre valores.

4.- La dimensin objetiva de la tica

La persona, al elegir, no tiene que partir de cero, no tiene que inventarlo todo. A travs
de su proceso de socializacin est equipado de valores trasmitidos por la sociedad, con
los que orienta sus decisiones. Toda persona, al elegir y tomar decisiones, lo hace
desde valores que ha incorporado a su vida, con los que se ha identificado, y
adems ayudado por las normas y principios ticos.

Toda persona se siente atrado por determinados valores, con los que desea plasmar y
realizar su vida. Piensa que merece la pena orientar su comportamiento hacia la
realizacin de esos valores. Este merecer la pena se manifiesta en trminos de
obligacin. No suele ser algo que sea estrictamente necesario e inevitable, pero en su
realizacin est comprometido el ideal de persona que se quiere ser. Los valores nos
atraen porque en ellos vemos realizado parte de lo que queremos llegar a ser. Y
disponemos de libertad para elegir el o los valores, y para, a pesar de su atraccin,
dejarlos de lado
El valor moral no es algo slo subjetivo, como si dependiera del sujeto que intenta
realizarlo. Los valores son objetivos, tienen densidad propia. Aunque nadie fuera
justo, no por eso dejara de existir el valor de la justicia.

En la experiencia humana es frecuente que nos encontremos en situaciones que elegir

un valor implica entrar en conflicto con otros valores. La decisin se nos complica:
elegir la amistad con mi amigo que est necesitado (pasarle dinero para que pueda
ordenar sus finanzas) me va a implicar usar recursos financieros que no son mos, pero
que espero que en la empresa no se den cuenta. Lesiono los derechos de otros. Por
preferir a mi amigo voy a actuar contra la justicia social

Las normas morales son las que concretan el alcance de los valores. La norma
determina lo que hay que hacer u omitir para la realizacin del valor. As el valor del
respeto a la vida humana se puede concretar en una norma que afirme no matar. Esta
norma recibe su sentido ltimo del valor. De la aceptacin del valor depende la
razonabilidad de la norma. La norma de velocidad mxima tanto en carretera de doble
pista, como en la ciudad se fundamenta en el valor de la vida humana y en su cuidado y
respeto. Los fotorradares y los partes de carabineros tienen sentido en tanto pretenden
hacer cumplir la norma porque el valor que ella pretende resguardar est amenazado.
Pero el valor es mucho ms amplio que la norma. Por eso toda norma es una realizacin
pobre y limitada de un valor. El respeto a la vida humana es mucho ms amplio y rico
que no superar los 120 km en carretera de alta velocidad. Ninguna norma puede recoger
todo el contenido del valor. ste remite a un horizonte siempre abierto y ninguna
norma, por muy completa que sea, puede realizar plenamente un valor. Por eso la tica
no puede reducirse a un conjunto de normas, porque eso empobrece a la tica, cercena
la riqueza de los valores. La norma es necesaria, porque concreta y sistematiza la forma
de cumplir con una parte del valor. Pero no puede ser la forma de vivir la tica. Eso
sera inhumano.

La existencia y conocimiento de la norma no resuelve los problemas ticos, porque no

hay norma para cada una de las situaciones ante las que tenemos que tomar decisiones.
La norma orienta, nos puede proporcionar elementos de juicio, pero no nos resuelve el
desafo de tomar una decisin. Toda norma exige su aplicacin, lo que exige el
anlisis de la situacin concreta, analizar cules son los valores en conflicto, cules las
consecuencias previsibles de tomar una u otra decisin. La decisin se hace, por tanto,
en el marco de un margen de libertad. Por eso se puede y debe hablar de
comportamiento tico. Si no hubiera espacio para el ejercicio de la libertad, no
existira la tica.

La decisin tica supone el ejercicio de la libertad, que intenta realizar valores y se

apoya en normas, que son orientaciones que la sociedad ofrece para ayudar al camino de
cada persona. Las decisiones ticas se ejercen en las situaciones concretas, en las que
los sujetos buscan realizar los valores con los que sienten identificados y que les dan
sentido a la vida que quieren vivir.