Innovacion Social PDF
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EN ESPAA
INNOVACIN SOCIAL
Y POLTICAS URBANAS
EN ESPAA
EXPERIENCIAS SIGNIFICATIVAS
EN LAS GRANDES CIUDADES
De esta edicin:
Icaria editorial, s. a.
Arc de Sant Cristfol, 11-23
08003 Barcelona
www. icariaeditorial. com
ISBN: 978-84-9888-681-8
Depsito legal: B 23533-2015
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FIGURA 1
TRES MODELOS DE TRANSFORMACIN
Tradicin
poltica Actores Lgica Lgica
estrechamente colectivos estratgica estratgica Metforas
relacionada fundamentales con respecto con respecto del xito
con la para la al Estado a la clase
lgica de la transformacin
transformacin
Clases
Socialistas/ organizadas Atacar al Enfrentarse a Guerra (victorias
Rupturista comunistas en partidos Estado la burguesa y derrotas)
revolucionarios polticos
Visin de la Construir
trayectoria de Metamorfosis Movimientos alternativas Ignorar a la Competicin
Anarquistas
transformacin intersticial sociales al margen del burguesa ecolgica
sistmica Estado
Emplear el
Coaliciones de Estado: luchas Colaborar con
Metamorfosis Adaptaciones
simbitica Socialdemcratas fuerzas sociales en el terreno del la burguesa evolutivas
y el trabajo Estado
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FIGURA 2
ESQUEMA DE INTERPRETACIN DE LAS PRCTICAS
DE INNOVACIN SOCIAL EN FUNCIN DE SU ORIGEN
Y DE SU VISIN DE LA TRANSFORMACIN
Contrahegemnico Rupturista
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ESPACIO
ESPACIO ESPACIO
CONTRAHEGEMNICO
INSTITUCIONAL EXTRAINSTITUCIONAL
Ruptura
Metamorfosis simbitica Metamorfosis intersticial
Metamorfosis simbitica
20
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Horizonte
Concepto Caracterizacin Origen de
transformacin
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5. La idea de grieta, con todo su potencial para pensar las posibilidades del
cambio social, tambin est presente en Wright: Cualquier proyecto de trans-
formacin social radical se enfrentar a obstculos sistemticos generados por los
mecanismos de la reproduccin social, pero que estos obstculos tendrn grietas y
espacios para la accin a causa de los lmites y contradicciones de una reproduccin
que, al menos peridicamente, hace posibles las estrategias de transformacin
(Wright, 2014: 304).
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FIGURA 5
FASES EN EL DESARROLLO DE LAS PRCTICAS SOCIALES
INNOVADORAS
31
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36
37
38
39
40
41
Introduccin
La denominada innovacin social urbana, o ms llanamente,
innovacin local, viene apareciendo como una de las estrategias
principales para hacer frente a los profundos cambios que viven las
ciudades. Estos han supuesto la erosin de algunos de los elementos
fundamentales que hacan vlidas las polticas urbanas, y ms en
general, la viabilidad o legitimidad de los modelos de gobernanza
urbana predominantes. En el caso espaol se orientaban principal-
mente al crecimiento econmico mediante infraestructuras o even-
tos, as como hacia el denominado modelo de la growth machine
en torno a la actividad inmobiliaria (Iglesias et al., 2012).
As, han ido apareciendo prcticas que tratan de promover
nuevas agendas y nuevas formas de proceder para dar respuesta
a los cambios que aparecen, tanto en los problemas como en los
actores que caracterizan la vida sociopoltica de las ciudades, con el
objetivo de sustentar otras formas de gobernar la ciudad. La inno-
vacin social en las ciudades supone, pues, cambios en sus modelos
de gobernanza.
En otros textos de este proyecto se han estudiado las vulnerabi-
lidades que enfrentan las ciudades espaolas, as como las estrategias
que al respecto parecen articular los actores locales (Mart-Costa y
Subirats, 1014, 2015). En otros captulos de este volumen se define el
concepto de innovacin social, los criterios para identificar prcticas
significativas al respecto en las ciudades, as como un conjunto de
prcticas significativas en distintas ciudades. En este captulo trata-
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44
TABLA 1
MODELOS BSICOS DE COALICIONES DE GOBERNANZA URBANA
Coaliciones Coaliciones
Supramunicipales intergubernamentales intergubernamentales
Actores prodesarrollo de bienestar
institucionales
Coaliciones
Coaliciones
Gobierno local localistas
Progresistas
prodesarrollo
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TABLA 2
ESTRATEGIAS URBANAS COMO MODELOS DE GOBERNANZA
EN DIEZ CIUDADES ESPAOLAS
(1) Porcentaje de entrevistados que se sitan en cada una de las estrategias, un total de 142 entrevistas
en profundidad.
Fuente: resumen y adaptacin de Mart-Costa y Navarro (2015).
48
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50
1. Ver, por ejemplo monogrficos en: Urban Studies (42/11, 2005), European
Urban and Regional Studies (14/3, 2007).
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Condiciones Ejemplos
Dominios polticos transversales: gobernanza hbrida,
pluralista
La agenda
Policy framing: problemas, causas y soluciones
Nivel y tipos de vulnerabilidades en espacios urbanos
53
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Collins.
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55
56
57
59
60
61
Potencial
pulso del pastoreo
n
Potencial
n
raci
Libe
Potencial
Explotacin
agentes de perturbacin
(incendios, tormentas, plagas)
r-estrategia
pionero Connectividad
Explotacin oportunista Connectividad
Liberacin Practices showing release
Prcticas de alimentacin de savings banks
Connectividad la renovacin emergency crops
reas de reclutamiento rganizacin fire breaks
Reo landscape-level management
cierres de temporada de
cosecha
proteccin de las clases
Potencial
de edad cin
proteccin de especies Connectividad Libera
proteccin del hbitat
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FIGURA 2
CICLO ADAPTATIVO DE LOS SISTEMAS COMPLEJOS Y PANARQUA
o
rd
grande y lento
ue
siglo
rec
Log tiempo (aos)
10 aos
tamao y velocidad
ao intermedia
elta
meses
revu
pequeo y rpido
2 0 2 4 6 8
Log espacio (metros)
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FIGURA 3
FASES DE TRANSFORMACIN DEL CICLO ADAPTATIVO
Bloqueo
Desencadenante:
por escasez Creando una ventana
reorganizacin (a)
de oportunidad para
el cambio
cre TE
l
nta
2. Navegando
n in LAN
me
la transicin
ci DE
ova IA
Inn HAC
H
Inno ACIA A
vac TR
in
radi S liberacin
explotacin (r) cal
Fases de transformacin
de Olsson et al. (2004)
66
iento
im
ec
Em Cr
pren in
dim
ient n fus
o Co
67
la capacidad prospectiva,
la capacidad de anticipacin,
la intencionalidad en las acciones de las personas (que puede
reducir considerablemente el impacto de los cambios en un
sistema).
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71
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FIGURA 5
CICLO ADAPTATIVO DE LA ERA DE LA VIVIENDA EN BARCELONA
(1956-1979)
servacin
on
anizacin
C
rg
Re o
Potencial
E x pl ot a c i n
Li b er a c i n
75
servacin
on
anizacin
C
rg
Re o
Potencial
E x pl ot a c i n
Li b er a c i n
Conectividad
1980. Reorganizacin reas del
Ayuntamiento
rea Urbanismo, Sanidad,
1980-86. Planes y proyectos
Urbanismo
1983. OOMM Calidad de Vida 1992. Cumbre Ro
1986. NNRR Participacin Ciudadana 193-97. Proyectos Olmpicos
1983-85. Paseo Moll de la Fusta inutilizados
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servacin
on
anizacin
C
rg
Re o
Potencial
E x pl ot a c i n
Li b er a c i n
1999-2005. Espacio Forat Vergonya
Conectividad
1996. Regidoria Ciutat Sostenible del 2005. Hundimiento Metro L5
Ayuntamiento 2004-10. Crisis Vivienda Pblica
1996. Carta de Aalborg 2010. Referndum Diagonal
1996. Separacin residuos 2010. Dimisin Itziar Gonzlez
1998. Camino escolar Concejal Ciutat Vella
1999. Ordenanza Solar 2002-08. Crisis Planes Urbanos
1999-2002. Comisin Ciudadana Sost. Tres Turons, Bara, Caufec,
2000. Agencia Ecologa Urbana Barceloneta, Can Ricart
2002-12. Agenda 21/Agenda 21 escolar
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FIGURA 8
CICLO ADAPTATIVO DE LOS CENTROS SOCIALES OCUPADOS
EN BARCELONA (1996-2004)
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servacin
on
anizacin
C
rg
Re o
Potencial
E x pl ot a c i n
Li b er a c i n
Conectividad
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FIGURA 10
CICLO ADAPTATIVO DE LA VIVIENDA EN BARCELONA
(2004-2013)
servacin
on
anizacin
C
rg
Re o
Potencial
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FIGURA 11
CICLO ADAPTATIVO DE ESPACIO PBLICO EN BARCELONA
(2007-2012)
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84
1970 1971 1972 1973 1974 1975 1976 1977 1978 1979 1989
1978-PLAN PERI
PLANES 1971- 1976-PLAN 1979-PLAN
CONTRAPLAN 1973-PUC frente al POPULAR DE POPULAR POPULAR CASC
PORPULARES
DE LA RIBERA PP de Montjuc NOU BARRIS VERNERDA ALTA ANTIC
1972-PUC frente al 1976-PLAN 1978-PUC para 1979-PLAN
PP de Nou Barris POPULAR DE la Barceloneta POPULAR POBLE
COLL- 1977-PLAN SEC
VALCARCA POPULAR DEL
CARMEL
COMISIONES 1972-C- de 1972-1975. C. 1977. C. mixta 1978. C. mixta 1978. C. mixta
Control de Control OSH concurso de concurso parque
MIXTAS vivienda en Nou Barris ideas Cocheras parque Pegasso
Canyelles de Sants Escorxador
85
1. http://www.transportpublic.org/ptp-comunicats.
2. http://stoppujadestransport.blogspot.com.es/.
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91
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A modo de conclusin
Como puede comprobarse en las pginas anteriores, hemos evitado
conectar la perspectiva de la innovacin social con dinmicas de
carcter individual o de emprendidura heroica. Apuntamos a un
rescate de la perspectiva innovadora desde una lgica de ecologa
social. Entendemos que existen espacios, territorios y entornos que
favorecen lgicas de innovacin que permiten avanzar en soluciones
colectivas que no siempre las administraciones pblicas estn en
disposicin de proveer (Blanco-Fleury-Subirats, 2012). Tratamos,
por tanto, de relacionar entornos urbanos y dinmicas innovadoras.
Buscando hbitats donde la innovacin encuentre oportunidades
105
106
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2. www.afectadosporlahipotecamadrid.net.
3. Por ejemplo: Roch, 2004; Gaja, 2005; Fernndez Durn, 2006; Daz Orueta
y Lours, 2008; Naredo y Montiel, 2010.
114
4. Tal y como plantean Cano y Etxezarreta (2014), desde 2012 los datos
publicados por el Consejo General del Poder Judicial se han ampliado y mejorado.
Esto supone que desde esa fecha las cifras son ms fiables, pero tambin que las
series temporales que incluyen aos anteriores y posteriores a 2012 resultan ms
confusas.
115
116
5. www.conadee.org/?cat=33.
117
118
8. www.sareb.es.
9. www.quenotehipotequenlavida.org/?page_id=63.
10. http://pavpsmadrid.wordpress.com/que-es-pavpsmadrid/.
119
120
121
LOS DESAHUCIOS
Desde mediados de 2007, que es cuando se empieza a desplomar el mercado
inmobiliario en Espaa, se presenta un incremento notable de las ejecuciones
hipotecarias y consiguientemente de los desahucios. Una serie de acontecimien-
tos precipitan la percepcin social de dichos problemas, no solo por la imagen
de familias con hijos vindose obligadas a abandonar sus viviendas sino por
reacciones extremas que en ocasiones llegaron al suicidio de los que iban a ser
desahuciados.
Dos elementos diferentes hay que tener en cuenta a la hora de analizar los
lanzamientos y desahucios de los habitantes de una vivienda. El primero correspon-
dera al desahucio de sus viviendas de aquellos hogares que no haban interrumpido
el pago de la hipoteca, siendo su vivienda reclamada por la entidad financiera
deudora. La segunda viene dada por el impago del alquiler acordado por escrito
o verbalmente entre el inquilino y el propietario de una vivienda.
El desahucio de una vivienda ocupada habitualmente por un hogar por impago
de la hipoteca viene precedido por una ejecucin hipotecaria dictada por un juez
que luego se puede hacer efectiva a travs de dos maneras: la primera sera el
abandono voluntario del propietario de la vivienda, generalmente por un acuerdo
con la entidad acreedora que en ocasiones puede suponer la dacin en pago por
la que dicha entidad acuerda cancelar totalmente la deuda. La segunda sera el
lanzamiento forzado por la autoridad judicial con o sin acompaamiento de la
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Anlisis de la experiencia
La satisfaccin de derechos fundamentales
La vivienda entendida esencialmente como bien de uso y como
derecho social permea la actividad de la PAH. Desde la Plataforma
se interpreta que el desalojo de la vivienda supone una vulneracin
de derechos que directamente afecta a otros derechos, tambin fun-
damentales. De este modo, como sealan Pisarello y Asens (2014:
130), se veran afectados:
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Asimismo, afirma:
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La desobediencia civil.
La va institucional.
La autogestin y la fusin con otro tipo de movimientos.
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17. http://pahvallekas.org/.
18. Se dejan fuera de este recuento otros grupos u organizaciones de naturaleza
y objetivos muy diversos (por ejemplo, la Asociacin de usuarios de banco, cajas y
seguros ADICAE o Critas) que se mueven en el campo de la vivienda, aunque
en unas coordenadas distintas.
136
19. En el Centro Social Seco tiene lugar todos los martes la asamblea colectiva
de la PAH de Madrid.
137
Conclusiones
El objetivo fundamental de la PAH, y tambin de la PAH de Madrid,
se centra en la lucha por el derecho a la vivienda y, ms especfica-
mente, en la defensa de los cientos de miles de personas afectadas
por la amenaza de la prdida de la vivienda o su prdida efectiva,
como consecuencia de los procedimientos de ejecucin hipotecaria.
Si bien este problema no surge con la crisis, esta lo ha profundizado
notablemente hasta llegar a provocar una situacin de emergencia
social.
La PAH parte de un diagnstico muy elaborado sobre cul es la
situacin habitacional en Espaa, definiendo el escenario actual y
planteando una serie de iniciativas orientadas a garantizar el derecho
a la vivienda. En sus pocos aos de existencia, la PAH ha demostrado
una gran capacidad organizativa, articulando de forma efectiva a
muchas de las personas afectadas. Hoy conforma una amplia y tupida
138
139
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5.2. Legislacin
Ley 1/2013, 14 de mayo, de medidas para reforzar la proteccin de los deu-
dores hipotecarios, reestructuracin de deuda y alquiler social. Gobierno
de Espaa (www.boe.es/diario_boe/txt.php?id=BOE-A-2013-5073).
Ley 4/2013, 4 de junio, de medidas de flexibilizacin y fomen-
to del mercado del alquiler de viviendas (www.boe.es/diario_boe/
txt.php?id=BOE-A-2013-5941).
144
Orgenes y evolucin
El Puma es una red de moneda social del Casco Histrico Norte de la
ciudad de Sevilla, que nace a partir de un proceso participativo iniciado
en noviembre de 2011, a raz del ciclo de actividades El Puma en
Transicin. Hacia una economa comunitaria organizada por la Red
de Decrecimiento Sevilla, Transicin en Comunidad. Actualmente
la red est formada por un grupo de personas procedentes de dife-
rentes mbitos: desde movimientos sociales, proyectos de produccin
y distribucin de productos ecolgicos o ciudadanos y ciudadanas,
que comparten la idea de una economa justa, ecolgica y solidaria.
Su objetivo es crear un espacio econmico, complementario al euro,
que permita a las personas que participan mejorar su calidad de vida
y la de su entorno. La red da valor a los recursos y bienes que no son
tenidos en cuenta en el actual sistema econmico. Los miembros
encuentran satisfaccin poder ofrecer a la red sus habilidades. No
solo se utiliza la moneda local, el puma, la red funciona tambin con
trueques directos, prstamos y donaciones. Basada en las relaciones de
multirreciprocidad entre las personas, cada individuo pone al servicio
145
1. http://monedasocialpuma.wordpress.com/.
2. Las teoras del decrecimiento se presentan como una respuesta a desafos
ecolgicos, urgentes, globales y casi existenciales para la humanidad. Pretenden
aportar una respuesta civilizatoria, pistas para una sociedad alternativa, que sobre-
pasan ampliamente las constricciones ecolgicas (Treillet, 2006).
146
147
148
Impactos y relaciones
El impacto que, en dos aos de experiencia, ha tenido la moneda
puma es claro, al menos desde el punto de vista del alcance y conoci-
149
150
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CUADRO 2
TRAYNDOLO TODO DE VUELTA A CASA
Carlos Mrmol
Periodista
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De esta forma, se crean por tanto las bases para una economa
complementaria que puede tener impacto en la comunidad local.
De hecho, tras haber pasado por un perodo de reflexin, entre
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[...] haba en ese momento una asamblea mensual, que nos re-
unamos una vez al mes, pues para conocer el movimiento por el
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Relaciones institucionales
Otro de los aspectos destacados de la Red Puma es su bajo nivel
de relacin con las instituciones polticas locales frente a su alto
164
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166
Conclusiones
Por todo lo anterior, cabra definir a la Moneda Social Puma como
una prctica ciudadana innovadora. Su origen como iniciativa de
un grupo de ciudadanos preocupados por la situacin econmica
global, participantes en los foros y actividades de la Red de Decre-
cimiento, llevan a la prctica una experiencia concreta, que no es
nica ni original, pero que tiene muchos referentes simblicos para
la ciudad en general y el barrio donde se desarrolla en particular.
En primer lugar, por su conexin con el movimiento vecinal
del Pumarejo, barrio en el que confluyen acciones y movilizaciones
ciudadanas desde los aos noventa, en torno a la Casa Palacio del
Pumarejo, hoy sede de diferentes organizaciones y asociaciones a las
que la Red de Moneda Social Puma est vinculada. La historia de
la Plataforma del Pumarejo es la historia de un movimiento vecinal
por el derecho a la vivienda de los vecinos y vecinas del barrio. Es
la base o embrin del desarrollo de un movimiento ciudadano ms
amplio que confluye y se concreta actualmente entorno al Puma
como expresin de cohesin cvica comunitaria.
Exista por tanto un tejido social previo, que facilit la concre-
cin de una nueva experiencia de base eminentemente ciudadana,
que surge como propuesta alternativa a la centralizacin de la eco-
noma. En este sentido, los objetivos de la Red Social Puma son
duales: globales y locales al mismo tiempo, conseguir un cambio
global a travs de las prcticas concretas comunitarias. Pasando por la
recuperacin de los lazos de vecindad, reciprocidad y ayuda mutua,
que se hace ms necesaria ante los efectos de la crisis financiera entre
muchos vecinos del barrio.
En segundo lugar, los objetivos amplios y concretos de bienestar
global y bienestar comunitario respectivamente y la prctica concreta
167
Referencias bibliogrficas
HOWALDT y SCHWARZ (2010), Social Innovation: Concepts,
research fields and international trends. Working Paper. Pro-
168
Prensa y webgrafa
Web Puma monedasocialpuma.wordpress.com.
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http://www.decrecimiento.info/2013/10/origenes-del-
decrecimiento.html.
http://www.urbancontroversies.com/operative-conflicts-the-casa-
palacio-del-pumarejo-in-seville/.
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cio-del-pumarejo-tambien-tiene-nombre-mujer.html.
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bilitar-palacio-Pumarejo_0_156784438.html.
http://ayp.unia.es/index.php?option=com_content&task=view&i
d=754&Iteid=106.
Anexo
TABLA DE CDIGOS DE LOS ENTREVISTADOS
FECHA
CDIGO CARGO/PERFIL
REALIZACIN
E_P1 Apoyo/Colaborador Casa Pumarejo 24/04/14
E_P2 Ncleo Organizativo Red Moneda Social Puma 30/04/14
E_P3 Presidente Asociacin Vecinos Pumarejo 13/05/14
E_P4 Delegada Distrito Caso Antiguo 29/05/14
E_P5 Comerciante Zona Pumarejo 19/05/14
169
Descripcin de la experiencia
Se trata de una antigua zona industrial, en declive desde hace ms
de dos dcadas, donde abundan las ruinas industriales y los solares
vacos, con una reducida poblacin habitando en y entre edificios.
Orgenes
Zorrotzaurre ha sido durante las ltimas dos dcadas un ejemplo de
periferia urbana, una zona que ha quedado al margen del conjunto
de las dinmicas que han transformado radicalmente la ciudad de
Bilbao. Servicios pblicos implantados en la ciudad, como es el
tranva o el metro, no han llegado a Zorrotzaurre, y sigue siendo
hoy en da un espacio con ms pasado (industrial) y futuro (master-
planificado)1 que presente. Conocemos el pasado del barrio y el
futuro ya est diseado, pero el durante nos generaba incertidum-
bre, afirmaba la sociloga Ruth Mayoral, de ZAWP (Zorrozaurre
Art Working Progress).2
Aprovechando los pabellones industriales actualmente en desu-
so, se han desarrollado a lo largo de una dcada diversas iniciativas
culturales, impulsadas por jvenes emprendedores y creativos que
170
FIGURA 1
UBICACIN DE ZORROTZAURRE Y EL MSTER PLAN ABROBADO3
Evolucin
A la espera de ejecutar el Mster Plan de Zaha Hadid,4 que se en-
cuentra en la actualidad estrangulado por la crisis, Zorrotzaurre
parece mostrar una cada vez mayor vitalidad consecuencia, por un
lado, de la conviccin de un vecindario que quiere habitar un lugar
cada vez ms complicado.5
3. Fuente: http://bilbaoenconstruccion.com/2012/01/26/masterplan-de-
zorrozaurre-aprobado-el-plan-especial-definitivo/.
4. Las lneas generales del Mster Plan proyectado por Zaha Hadid pueden
consultarse en http://www.zorrotzaurre.com. Tambin resulta de inters leer la
intervencin de Lawrence Barth, miembro del equipo de Hadid, en el Foro para un
Zorrotzaurre Sostenible (Garrido y Alcock, 2004, 69-75). Una extensa presentacin
grfica del plan original puede encontrarse en http://www.skyscrapercity.com/
showthread.php?t=147523.
5. La Asociacin de Vecinos Euskaldunako Zubia lleva a cabo un proceso de
encuestacin, en el 2001, dirigido a los propios vecinos de la Ribera, en el que
concluyen que de cada cinco vecinos, tres eligen la Ribera como mejor sitio de
Bilbao para vivir.
171
Empresas
A lo largo de casi cuatro dcadas, la pennsula se fue poblando de
instalaciones industriales. Algunas grandes, como Artiach o Vicinay
Cadenas, pero la mayora medianas o pequeas. A partir de los aos
ochenta, muchas de estas empresas fueron cerrando. En Zorrotzaurre
se mantienen actualmente en activo un centenar de empresas con
ms de un millar de trabajadores. Alrededor de la mitad de ellas
constituyeron, a mediados de 2010, la Asociacin de Industrias
de Zorrotzaurre con el objetivo de defender la continuidad de los
puestos de trabajo ante las instituciones cuando finalmente despegue
la operacin urbanstica. Operacin que cada vez presenta un mayor
grado de incertidumbre, incluso antes de que el proyecto haya dado
sus primeros pasos.6
172
7. http://zorrozaurre.org/component/option,com_frontpage/Itemid,1/
lang,spanish
173
Administraciones pblicas
Las Administraciones Pblicas son otro de los agentes de gran rele-
vancia dentro del ecosistema Zorrotzaurre. La pennsula ocupa una
superficie de 673.560 m2, de los que algo ms de la mitad pertenece
a entidades pblicas (Gobierno Vasco, Autoridad Portuaria de Bil-
bao y Ayuntamiento de Bilbao). El Gobierno Vasco ha declarado
a la zona como rea de Rehabilitacin Integrada, incluyndose en
la misma 47 edificios, con un total de 240 viviendas. Junto con
174
175
10. http://www.elcorreo.com/vizcaya/v/20100709/vizcaya/empresas-zorro-
zaurre-unen-para-20100709.html.
176
Impactos
Dada la diversidad de iniciativas y movimientos que componen el
ecosistema de Zorrotzaurre, incluso si nos limitamos a analizar lo
ocurrido en los ltimos aos, no resulta posible enumerar todos los
impactos que han generado. A continuacin, se procede a describir
aquellas relacionadas con la experimentacin de nuevas prcticas
alternativas.
En el mbito simblico, destaca el cambio que se est produ-
ciendo en la percepcin que se tena de Zorrotzaurre, principalmente
desde otras zonas de Bilbao. Ha pasado de ser considerado una zona
bsicamente industrial a transmitir que en ella, al igual que en otros
barrios, existe un vecindario con un gran sentimiento de pertenencia
y con gran inters de incidir en el devenir de su hogar. Algo que,
en relacin al gobierno local y a nivel meditico, se ha conseguido
principalmente a travs de la movilizacin de los vecinos; pero a lo
que tambin ha contribuido la atraccin de personas de otras zo-
nas debida fundamentalmente a la oferta cultural de las iniciativas
relacionadas con las industrias creativas.
Asimismo, desde las asociaciones vecinales y las iniciativas cultu-
rales y creativas, tambin se est realizando un esfuerzo para la pro-
mocin de un modelo de transformacin urbana ms sostenible.
177
11. Foro para un Zorrozaurre Sostenible: Zorrozaurre: isla verde, isla sin
coches. Una carta abierta al Ayuntamiento de Bilbao y a la Comisin Gestora para
el rea de Zorrozaurre. http://zorrozaurre.org/content/view/13/1/lang,sp.
12. http://pabellon6.org/quienes-somos/.
13. En el siguiente enlace, las lneas de trabajo desarrolladas por Zawp durante
el 2013: http://zawpbilbao.com/wp-content/uploads/2013/01/pa-web.pdf.
178
CUADRO 3
LA CIUDAD ES UN ASUNTO DEMASIADO SERIO PARA DEJARLO
EN MANOS DE URBANISTAS, POLTICOS Y SOBRE TODO DE
LA ESPECULACIN INMOBILIARIA. REFLEXIONES DESDE UNA
ASOCIACIN VECINAL SOBRE EL PLAN ZORROZAURRE
Txus Ureta
Vicepresidente de la Asociacin Vecinal El Canal / Kanala Auzo Elkarte.
179
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14. El nombre NIMBY son las siglas de not in my back yard, en espaol, no
en mi patio trasero.
181
182
183
16. http://www.bakarra.net/cms/media/Bilbao%20Siglo%20XXI.pdf.
17. http://haceria.com/tag/haceria-2/page/11/.
18. http://pabellon6.org/presentacion/.
184
185
19. http://cuantics.blogspot.com/2010/10/senalart-en-zorrozaurre.html.
20. http://martamadruga.wordpress.com/2013/02/25/hasta-ahora-se-ha-
financiado-teatro-pero-no-se-ha-invertido-en-espectadores-ramon-barea/.
186
21. http://makerfairebilbao.com/.
187
22. http://www.elpais.com/articulo/pais/vasco/movimiento/vecinal/vuelve/
calle/elpepiesppvs/20080608elpvas_1/Tes.
23. En el anexo Menos Futuro, ms presente es posible ver la unin de ini-
ciativas de ambos mbitos para denunciar la situacin de abandono y la creciente
degradacin de las condiciones de vida que padeciendo los vecinos y vecinas de
este barrio.
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Otros anexos
FUTURO, + PRESENTE
Desde la A.VV. EUSKALDUNAKO ZUBIA de LA RIBERA (Rib. de Deusto y
Zorrotzaurre), junto con el resto de Asociaciones abajo firmantes, quere-
mos denunciar la situacin de abandono y la creciente degradacin de las
condiciones de vida que, desde hace ya un buen nmero de aos, venimos
padeciendo los vecinos y vecinas de este barrio.
Si bien es esta una situacin que, en sus orgenes, nos llevara a retro-
traernos varias dcadas y a manejar una pluralidad de causas o factores,
durante la ltima dcada asistimos con preocupacin a una serie de ac-
tuaciones y de dejaciones que ahondan en que la misma, lejos de paliarse,
se intensifique.
Los vecinos y vecinas de La Ribera estamos ya muy hartos de ver (y,
por supuesto, padecer) cmo ese Plan Integral de Regeneracin de la zona,
que tan bien se vende a nivel de ciudad e incluso en el plano internacional,
nos aboca a un constante deterioro y empobrecimiento de nuestra calidad
de vida al imposibilitar mejoras puntuales, tanto a nivel de regeneracin de
espacios en desuso como a nivel de desarrollo de infraestructuras bsicas
y de servicios a la ciudadana. Entre nosotros y nosotras crece la sensacin
de estar habitando un barrio que se viene utilizando como trastero de la
ciudad: aqu se aprovecha para esconder lo que no es conveniente que
est a la vista y se tolera lo que las ordenanzas prohben en el resto de la
ciudad, lo cual, sin entrar a juzgar lo oportuno o no de las mismas, genera
una situacin que es en s misma ya un agravio comparativo, adems de
fuente de innumerables molestias.
Tenemos mil motivos para la protesta, y esta visin general o de con-
junto se hace para dejar constancia de ello, pero hoy nos concentramos y
convocamos esta rueda de prensa para denunciar pblicamente un hecho
concreto que, entendemos, est en la raz de muchos de nuestros problemas:
195
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Orgenes y evolucin
Lo que hoy en Barcelona se conoce como Can Batll era, hasta
el ao de su cierre en 1964, la Fbrica de Hilados y Tejidos de
Algodn, Blanqueo, Estampados y Aprestos Juan Batll. En 1878
se inaugur en terrenos de La Bordeta, en el barrio de Sants, barrio
que acababa de ser anexionado a la ciudad de Barcelona. La fbrica,
que acumulaba ms de 700 telares, ocupaba 19.000 m sobre un
terreno de 26.000 m. Sants era entonces uno de los barrios obreros
ms importantes de Barcelona, sobre todo en el sector textil, y all
funcionaban junto con Can Batll, otras fbricas como el Vapor
Vell, el Vapor Nou y Serra y Balet. Tras su participacin en la
Exposicin Universal de 1888, la empresa lleg a emplear un mi-
llar de trabajadores, doblando la potencia de vapor y alcanzando la
cifra de 900 telares a pleno rendimiento. Con algunos vaivenes, y
tras ampliar terrenos y edificaciones, la empresa Sobrinos de Juan
Batll, S.A., consigue llegar a la dcada de los sesenta. La fbrica
y los terrenos adyacentes pasan a manos de Julio Muoz Ramonet,
uno de los empresarios barceloneses ms audaces, equvocos (en
cuanto a sus cambiantes alianzas y connivencias con el poder de
turno) e imaginativos, enriquecido gracias a sus contactos con la
lite franquista que le proporcionaban cupos de importacin de
algodn va libre para ejercer el contrabando. Luego se convirti
en coleccionista de lujosas mansiones y de una gran coleccin de
199
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201
Impactos y relaciones
Qu ha pasado desde la entrada en Can Batll? A partir de la
ocupacin del Bloque 11, la actividad se ha centrado en conso-
lidar lo conseguido, generar actividades y plantear un ambicioso
programa de futuro, mientras se va ampliando el espacio cedido.
Uno de los notables aciertos de la estrategia seguida en Can Batll
(sobre todo si la comparamos con la que se sigui en el caso de Can
Ricart) es que no se cay en la reivindicacin estricta de conservar
el patrimonio industrial que significaba el gran complejo industrial
del conjunto, sino en reivindicar que fuera un espacio vivo, con
actividad econmica, con presencia vecinal y con tejido productivo
y cultural, evitando as su fosilizacin.
As, en estos tres aos se ha consolidado un espacio destinado
a la celebracin de asambleas, distintas comisiones de trabajo,
se ha creado una biblioteca, se ha acondicionado (con recursos
procedentes del ayuntamiento) el auditorio, y se han emprendido
notables dinmicas de sistematizacin y documentacin de todo
el proceso y de la experiencia (videos, libro, etc.). Asimismo, se
ha abierto un espacio para un huerto urbano y se ha canalizado la
experiencia de cooperativa de viviendas en rgimen de cesin de
uso en un solar de propiedad pblica. Se han emprendido tambin
actividades de debate con otros colectivos de la ciudad (Ciutat
Comuna), y se han iniciado acciones vinculadas con actividades
divulgativas (Ruta Jane Jacobs) e iniciativas de economa social
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203
204
Ivan Mir
Socilogo y cooperativista de La Ciutat Invisible
Existe hoy una tendencia arrolladora que redefine numerosas prcticas sociales
bajo las etiquetas de innovacin, emprendedura o colaboracin. Polticos, medios
de comunicacin, blogs de tendencias, managers empresariales, investigaciones
acadmicas e incluso participantes de movimientos sociales utilizan utiliza-
mos esta suerte de ttems de una neolengua extraa. Se trata de un lenguaje
impostado que, sin embargo, toma cuerpo y se naturaliza cada vez ms entre
nosotros.
Bancos de tiempo, empresas sociales, finanzas ticas, redes de apoyo mutuo,
comunes digitales, huertos comunitarios, gestin ciudadana de equipamientos,
comunidades de autoaprendizaje, cooperativas de energa renovable, proyectos de
integracin social, laboratorios urbanos o aplicaciones tecnolgicas para compartir
recursos, se entrelazan y resignifican de forma creciente bajo el paradigma de la
innovacin social o de la emprendedura, o lo colaborativo conformando un
totum revolutum dnde la nica certeza es que por fin! somos sociedades
tremendamente creativas.
No obstante, bajo el manto de la innovacin se resignifican muy a menudo
prcticas que ya tienen sus propios marcos de referencia, creados a partir de la
experiencia singular, de una vivencia especfica y compartida. En estos casos, la
definicin en tanto que innovacin social es impuesta desde la mirada del
experto, del acadmico, del periodista. Acaso escuchamos activistas de la PAH o
de Can Batll hablar de sus prcticas en tanto que innovacin social? No es ms
habitual que se refieran a imaginarios vinculados a lucha social, solidaridad
o autogestin?
Algunas veces, es cierto, el imaginario de la innovacin cala en las experien-
cias y, entonces, es asumido desde estas. Habra que analizar cuando se produce
esta interiorizacin. Es en contextos de amenaza, cuando las experiencias
intentan garantizar su supervivencia a partir de la representacin simblica en
un lenguaje legitimado? Es en contextos de convocatorias o subvenciones para
proyectos, donde hay que ajustarse a marcos de significacin predefinidos? Una
investigacin en este sentido aportara luz sobre como se construyen, a partir de
determinadas relaciones de dependencia y poder, los marcos de significado de
la innovacin social.
En todo caso, qu consecuencias polticas detenta esta resignificacin de
prcticas sociales tan dispares? Qu supone que ubiquemos, bajo el mismo cielo
generoso y acogedor de la innovacin social, a proyectos gestados al calor de la
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Innovad! Emprended!
206
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208
Nou s un adjectiu buit, que buida daltres valors all que volem viure,
compartir o proposar. Tenim molts altres adjectius, heretats i per inventar, amb
els qu omplir didees, dindicis i de referncies leconomia i la poltica que
volem: social i solidria, diem quan parlem duna economia que se sostrau al
dictat del benefici particular. Podem afegir: i justa, i digna, i decent, i honesta, i
lliure, i cooperativa, i comuna, i autnoma i i i
MARINA GARCS
209
210
Anlisis
Si aplicamos el esquema analtico propuesto, entendemos que Can
Batll es una iniciativa emblemtica, que muestra una gran ambi-
cin en sus objetivos, ya que apuntan tanto a aspectos sustantivos
(cultura, sustento, vivienda, trabajo, etc.), como a formatos de
participacin muy abiertos y empoderadores (lgica cooperativa,
planteamiento comunitario, autogestin, etc.). La dimensin coo-
perativa es especialmente importante ya que indica la voluntad de
incidir en las causas que originan la desigualdad, buscando articular
atencin a necesidades sustantivas al mismo tiempo que refuerza la
autonoma individual y colectiva, poniendo el nfasis en las inter-
dependencias existentes y en su fuerza transformadora.
Los fundamentos de la experiencia son claves. Expresados tanto
en la fuerza acumulada de las movilizaciones vecinales tradicionales
a lo largo de los aos, como en la multiplicacin de su msculo
transformador en la medida que ha sido capaz de articularse con
otras tradiciones que circulaban en paralelo o que son fruto del nuevo
ciclo de movilizaciones surgido tras el estallido de la crisis. En este
sentido es un ejemplo de iniciativa social autnoma que desborda el
marco institucional en el que se vena operando de manera habitual
y que apunta a formas de nueva institucionalidad, con un nuevo
equilibrio de poderes.
El caso conviene situarlo en la evolucin de la ciudad producido
desde la recuperacin de la democracia. En este sentido, entendemos
que la experiencia ha supuesto un momento crtico en un proce-
so caracterizado por las tensiones entre un modelo de entender y
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212
213
6. http://educaciotransformadora.files.wordpress.com/2012/01/
presentacic3b3-pgc-1.pdf ; http://www.elperiodico.com/es/noticias/barcelona/
can-batllo-convierte-gran-referente-gestionciudadana-3255371.
7. Casa okupada desde el 2002 en las estribaciones de Sierra de Collserola,
en el Distrito de Nou Barris.
8. La Biblioteca se le ha puesto el nombre de Josep Pons, en honor a un viejo
activista vecinal, que form parte de la reivindicacin de Can Batll y que lamen-
tablemente no pudo ver cumplidos sus objetivos.
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Cartel de la convocatoria de
la jornada del 4 de abril del
2014: Ciutat Comuna.
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Conclusiones
En el marco del anlisis en que POLURB sita los casos a considerar,
se entiende que las dinmicas de innovacin social deben incorporar
la creacin de valor social, generando soluciones a problemas que
tengan una naturaleza de pblicos. Tambin se pretenda poner de
relieve la importancia de que los actores sociales, las personas y las
comunidades implicadas, asumieran nuevos protagonismos en rela-
cin a sus necesidades, reforzando su papel y permitiendo cambios
en las estructuras de poder. Se consideraba asimismo importante ver
hasta que punto el surgimiento de estas prcticas era expresin de un
nuevo protagonismo cvico, que entrara en conflicto con la visin
delegativa y clientelar en la que la lgica institucional y jerrquica
acostumbra a situar las relaciones entre instituciones y ciudadana.
Entendemos que el caso de Can Batll cumple ese conjunto de
220
221
Entrevistas
Antoni Sorolla, gerente adjunto de vivienda, inscrito adscrito a
la Gerencia de Habitat Urbano del Ayuntamiento de Barcelona
(19 de mayo).
222
Bibliografa
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la crisis, https://www.academia.edu/2416216/CAN_BATLLO_
Construir_comunidades_en_las_ruinas_de_la_crisis
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MUOZ PUJOL, X. (2003), Muoz Ramonet, societat illimitada,
Edicions 62, Barcelona.
223
224
IMAGEN 1
IMAGEN GENERAL DE LOS HUERTOS VECINALES
DE BENIMACLET
225
226
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228
229
IMAGEN 3
UBICACIN DE LOS HUERTOS URBANOS EN EL BARRIO
DE BENIMACLET
230
231
232
CUADRO 5
LOS HUERTOS URBANOS DE BENIMACLET
Arturo Sanz
Arquitecto
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239
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241
242
Nos pidieron agua y les dijimos que si se portaban bien les da-
ramos agua de la acequia. Porque eso ya no entraba dentro de
la huerta entonces estos de la Asociacin de vecinos se portan
bien y les damos agua. (VA_E3)
243
244
IMAGEN 4
IMAGEN EN LA QUE SE APRECIA EL SISTEMA DE RIEGO
DE LOS HUERTOS, CONOCIDO COMO A MANTA
245
Conclusiones
Los huertos urbanos de Benimaclet constituyen una importante ex-
periencia de participacin ciudadana y transformacin de la ciudad,
en lnea con algunas de las aportaciones y propuestas alternativas que
los movimientos sociales vienen impulsando en el contexto de crisis
y que suponen una aportacin relevante al debate sobre el diseo
de nuevos modelos para la gestin de lo urbano (Daz Orueta et
al., 2014: 82-83).
En los huertos se fomenta la cooperacin en el trabajo, poniendo
en prctica soluciones autogestionadas de recuperacin de entor-
246
247
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MARTN GMEZ-CUENCA, D. (2012), La primavera florece con
248
Anexos
Otros anexos
Reglamento del Huerto Vecinal10
1. OBJETO
El objeto de este Reglamento es establecer las normas que regirn el uso
temporal de las parcelas del Huerto Vecinal situado al PAI de Benimaclet
Este, en lo en lo referente a su funcionamiento.
249
250
5. NORMAS DE FUNCIONAMIENTO
A cada parcela le corresponde un nmero que est reflejado en el plano que
se adjunta y que es el que ser vlido a la hora de elegir la parcela.
El acceso de entrada a las parcelas estar siempre libre de vehculos
a motor, los cuales no podrn estacionar en esta zona ms que el tiempo
justo para realizar las operaciones de carga y descarga. La separacin entre
parcelas se har por mediante un caballn. No podrn establecerse bardizas
o pantallas entre parcelas, aunque s entre la parcela global y los campos
limtrofes. Para el mantenimiento de estas bardizas, que conformarn una
infraestructura comn, la Gestora presentar una propuesta tcnica con-
sensuada, que tendr que ser previamente autorizada por la Junta Directiva
de la Asociacin de Vecinos.
Las parcelas tendrn que ser cultivadas de manera permanente dentro del
perodo agrcola. El no cultivo durante seis meses, o la falta de participacin
en las tareas de mantenimiento y limpieza de las zonas comunes conllevar
la resolucin inmediata de la adjudicacin. Los usos e instalaciones que la
Gestora decida establecer en las zonas comunes tendrn que contar con la
autorizacin previa de la Junta Directiva de la Asociacin de Vecinos.
Todas aquellas actividades que quieran realizarse a las parcelas o zonas
comunes y que no estn recogidas en este Reglamento tendrn que contar
con la preceptiva autorizacin por parte de la Gestora.
251
7. HORARIO
En caso de necesidad de establecer un horario de utilizacin de las parcelas
ser la Gestora quin lo determine, y en todo caso se realizar en funcin
del mayor aprovechamiento de las horas de luz solar.
252
Descripcin de la experiencia
Sevilla cuenta con dos antecedentes de ocupacin colectiva, San
Bernardo 52 y la Casa Palacio del Pumarejo. La primera tuvo lugar
en 1995 a iniciativa de la Asamblea de Vecinos/as de San Bernardo
52, quienes eran inquilinos de un edificio en creciente deterioro y
riesgo de habitabilidad que, frente a la situacin de indefensin que
padecan, optaron por reivindicar la rehabilitacin de su antigua
vivienda y el derecho al arraigo y un alquiler justo y sostenible. La
segunda corresponde a una emblemtica experiencia de los vecinos
de renta antigua de la casa Palacio del Pumarejo.1
Sin embargo, la Corrala Utopa representa un punto de inflexin
en este tipo de prcticas colectivas, tanto por el carcter de la ocu-
pacin y el perfil de los implicados como por el impacto, simblico
e institucional, que ha alcanzado en la comunidad.
En mayo de 2012 se produce la ocupacin de un edificio
de viviendas propiedad de la constructora MAEXPA, sito entre el
nmero 2, 3 y 4 de la Avenida de las Juventudes Musicales, zona
norte de la ciudad. La experiencia de ocupacin se reconoce con la
denominacin Corrala La Utopa y es la primera de una serie de
prcticas de ocupacin colectiva y reivindicacin del derecho a la
vivienda digna en Sevilla.
1. Edificio de la arquitectura civil sevillana del ltimo cuarto del siglo XVIII
con uso residencial que fue transformado en vivienda colectiva o Casa de Partido
a finales del XIX. En la actualidad, constituye uno de los escasos ejemplos, que
quedan en la ciudad, del proceso de transformacin de antiguos palacios en casas
de vecinos, por la decadencia de la clase que los cre y por la escasez de viviendas
durante los siglos XVIII y XIX.
253
254
255
256
FIGURA 3
PANCARTA REIVINDICATIVA INDICADOR DE MISIN POLTICA
257
258
FIGURA 4
PANCARTAS REACTIVAS A RESTRICCIONES
DE SUMINISTROS PBLICOS
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260
FIGURA 5
HERRAMIENTA DE REIVINDICACIN DE ALQUILER SOCIAL
FRENTE A LA ENTIDAD BANCARIA PROPIETARIA
261
FIGURA 6
REACCIN DE PROTESTA ANTE LAS DECISIONES DE DESALOJO
DE LAS VIVIENDAS
7. El Defensor del Pueblo determin que eran 22 familias las que deban ser
realojadas segn los informes sociales realizados al efecto por los servicios sociales del
Ayuntamiento de Sevilla, dato que no coincide con el de la Consejera de Fomento
que habla de 17. Finalmente fueron 8 las familias realojadas.
8. Propietaria del inmueble y que se retir de las negociaciones tras el desalojo
del domingo 6 de abril.
262
263
2012
o Mayo. 36 familias de Sevilla ocupan un edificio en Polgono Norte
propiedad de Ibercaja. El inmueble llevaba dos aos cerrado. A los
pocos das, el edificio se queda sin suministros de agua y la luz.
2013
o Mayo. Ibercaja (entidad propietaria del edificio) solicita judicialmente el
desalojo del edificio.
o Junio. La entidad bancaria solicita al juzgado la paralizacin del
desahucio de las familias. Ibercaja y los/as vecinos/as negocian una
alternativa, entre ellas, acogerse al programa de alquiler social de la
entidad.
o Septiembre. Las negociaciones no prosperan e Ibercaja reabre
el proceso de desalojo. Las familias, excepto cinco, no aceptan la
propuesta de la entidad.
2014
o Enero. Tras las reuniones convocadas por el Defensor del Pueblo
andaluz con administraciones pblicas y actores implicados para
buscar una solucin, Ibercaja abandona la mesa de negociaciones pero
mantiene su programa de alquiler social. Las familias piden un alquiler
en esas viviendas y la cesin de los locales comerciales.
2015
o Enero. El juzgado de Instruccin ordena el desalojo forzoso tras lo que
la Junta solicita la paralizacin ejecucin para que las Administraciones
negocien soluciones.
o Febrero. La jueza titular ordena el desalojo.
o Marzo. La Junta de Andaluca y el Ayuntamiento de Sevilla mantienen
se renen y crean una comisin para las alternativas. El Tribunal
Europeo de Derechos Humanos de Estrasburgo reclama a las
Administraciones la solucin que le va a ofrecer al colectivo.
o Abril. Desalojo de 22 familias
o Realojo transitorio de 8 familias
Fuente: Elaboracin propia a partir de las entrevistas, EFE (2014) y Navarro (2014).
264
265
11. The Guardian, The New York Times, Financial Post de Canad o Ceska
Televize (Repblica Checa)
266
FIGURA 7
ACAMPADA PROTESTA FRENTE A LA DECISIN DE EJECUCIN
DE ORDEN DE DESALOJO DE LAS VIVIENDAS
267
Breve historia
268
269
270
271
Objetivos
El objetivo de la Corrala es dar respuesta al problema de la vivienda,
concretamente de desahucios u otros factores que han llevado a las
familias a perder su casa. La experiencia supone una accin colectiva
ante una necesidad individual. Los elementos clave en el proceso son
a) empoderamiento, b) dimensin de gnero, c) la colectivizacin
de la demanda y la accin.
272
273
Integralidad o transversalidad
Esta prctica surge para dar respuestas a un problema principal: la
dificultad para garantizar una vivienda. Sin embargo en su devenir va
generando innovacin en el abordaje de la problemtica ante diversos
factores de vulnerabilidad, como la exclusin social, la participacin
ciudadana, la subsistencia econmica y la gobernanza.
A destacar que la experiencia de la Utopa activa una serie de
procesos que empodera a un grupo de mujeres excluidas y las co-
loca en arenas polticas de negociacin con otros actores. Promueve
formas de reproduccin cotidiana de la existencia que traspasa las
fronteras familiares y coloca a estos procesos, altamente privatiza-
dos en la cultura occidental, en la esfera comunitaria. Finalmente
promueve participacin ciudadana.
Efectividad
La efectividad es fundamentalmente a nivel simblico. Se ha
logrado modificar percepciones en relacin a la ocupacin, a la
propiedad privada y las familias que desarrollan la estrategia de la
ocupacin como respuesta a las necesidades relacionadas con la
vivienda. La Utopa instala en el imaginario colectivo una nocin
de ocupacin con c, que incorpora una dimensin familiar,
estratgica y poltica, por encima la dimensin identitaria de la
okupacin. Pero fundamentalmente rompe, a nivel simblico,
las infranqueables fronteras entre lo privado y lo pblico, de esa
vocacin el nombre que asume corrala reivindicando la dimen-
sin comunitaria en los procesos de reproduccin cotidiana de la
existencia.
274
Conectividad, urdimbre
La experiencia ha desarrollado un proceso de conectividad intenso,
no solo por la transferibilidad de la respuesta a la vulnerabilidad
que da origen (se han replicado al menos 12 corralas en el entorno
andaluz) sino tambin por su conexin con otros colectivos y orga-
nizaciones que vienen dando respuestas a vulnerabilidades similares
275
Transferibilidad
La prctica de la Corrala se ha transferido a otros grupos con iguales
necesidades. Se cuentan 50 realojos en todo el territorio espaol, de
los cuales 38 estn activos. En Andaluca se mantienen 16 activos,
distribuidos entre las provincias de Mlaga y Sevilla.
TABLA 2
TRANSFERIBILIDAD DE LA CORRALA UTOPA EN ANDALUCA
276
Fuente: 15Mpedia.
277
Conclusiones
La Corrala Utopa se ha consolidado como una prctica ciudadana
que promueve la solucin de necesidades individuales o familiares
de vivienda, mediante la ocupacin colectiva sumada al activismo
poltico centrado en la reivindicacin del derecho a la vivienda.
Como se ha mostrado en este trabajo, la Corrala introduce un
elemento de innovacin urbana, en la ciudad, al conflicto puesto
de manifiesto a partir del aumento del volumen de desahucios e
impagos inmobiliarios.
Se trata de un modo transversal de dar respuesta a una vulne-
rabilidad creciente en la ciudad, cuyo principal elemento de inno-
vacin social, entendemos, es el cuestionamiento a la primaca de
la propiedad privada de bancos y constructoras sobre la necesidad
habitacional de las familias. En este proceso reinventa el concepto
de la ocupacin descriminalizndola, familiarizando la intervencin
acerca de la necesidad habitacional y politizando la estrategia e ins-
talando en las agendas pblicas el conflicto.
La Utopa, acompaada de diversas organizaciones, enreda en
la gestin del problema a la administracin local, la autonmica, el
278
FIGURA 8
LOGO IDENTITARIO DE CORRALA UTOPA
Fuente: http://corralautopia.blogspot.com.es/.
279
Referencias
DELLA PORTA, D. y DIANI, M. (2006), Social movements. an intro-
duction. Oxford: Blackwell.
EFE/Europa Press (2014, de abril), PSOE e IU analizan su pac-
to en Andaluca tras la crisis por la Corrala Utopa; en El
Economista.es.
E.P. (2014, de 11 de abril), La Junta ha realojado a ocho familias
desalojadas de la Corrala Utopa; en El Economista.es
HARO, C. y SAMPEDRO, V. (2011), Activismo poltico en Red:
del Movimiento por la Vivienda Digna al 15M. Teknokultu-
ra. Revista de Cultura Digital y Movimientos Sociales, 8(2),
157-175.
280
Webs consultadas
http://15mviviendasevilla.blogspot.com.es/p/pives.html
http://wiki.15m.cc/wiki/Corrala_de_Vecinas_La_
Utop%C3%ADa
http://afectadosporlahipoteca.com/mociones-ayuntamientos/
http://wiki.15m.cc/wiki/Lista_de_realojos_de_
Andaluc%C3%ADa
http://corralautopia.blogspot.com.es/
http://corralacondequintana.blogspot.com.es/
http://sevilla.tomalaplaza.net/
http://www.viviendadigna.org/
http://corrala-alegria.blogspot.com.es/
http://corralailusion.blogspot.com.es/
http://corralalaesperanza.blogspot.com.es/
http://corralalibertad.blogspot.com.es/
https://www.facebook.com/corrala.liberacion
http://corralaelmirador.blogspot.com.es/
281
TABLA DE ENTREVISTAS
282
Orgenes y evolucin
La asociacin Goiztiri comenz a trabajar en 1993 en Barakaldo
desarrollando distintos programas de atencin y apoyo a colectivos
en riesgo de exclusin en varias comarcas de Bizkaia, sobre todo en
el Gran Bilbao.1 Se trata de una organizacin sin nimo de lucro,
compuesta por personas que se encuentran implicadas en la trans-
formacin social por medio de diferentes iniciativas cuyo principal
objetivo se centra en la erradicacin de la exclusin.2
En su inicio la labor de la asociacin estaba encaminada sobre
todo a la intervencin con la poblacin toxicmana del municipio
de Barakaldo. Posteriormente ha desarrollado sus actividades en
cinco reas de intervencin: Incorporacin Social, Acceso al Mercado
Laboral, Menores y Adolescentes, Jvenes Inmigrantes y Etxeberri.3
Estas iniciativas tienen como principal objetivo el mejorar las con-
diciones de vida de las personas en situacin o riesgo de exclusin
social, entre ellas: la inclusin residencial, la incorporacin social
y/o laboral, inmigracin, menores y adolescentes, la intervencin
en la vivienda y finalmente, iniciativas de economa social.4 Estos
ejes de trabajo intentan dar respuesta a diferentes problemas sociales
que la administracin o bien las polticas pblicas o sociales no son
capaces de resolver, intentando mejorar la calidad y las condiciones
de vida de las personas que se encuentran en situaciones de exclusin
283
Las primeras golpeadas por la crisis del empleo estn siendo las
personas en riesgo de exclusin que, por lo general, son las que
tienen menor preparacin laboral y contratos ms precarios.
Vemos que ya se estn desmoronando proyectos personales y
sociales y que mucha gente va a tener problemas para poder
mantener su vivienda y pagar un alquiler. Con la crisis aumen-
tarn los casos de pobreza extrema y existe el peligro de que
mucha gente en riesgo de exclusin acabe en exclusin grave.
En la margen izquierda hay gente viviendo en la calle y a partir
de la crisis ha aumentado mucho la demanda de plazas en los
comedores sociales. En la crisis econmica anterior muchas fa-
milias se sostuvieron con las jubilaciones de Altos Hornos pero
ahora ya no contamos con ese tipo de recursos. Las personas
afectadas por la crisis actual no tienen trayectorias laborales
dilatadas en grandes empresas y muchas carecen tambin de
vnculos familiares en los que apoyarse.5
284
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287
288
9. http://www.etxebide.euskadi.net/x39-contgen/es/contenidos/informacion/
programa_asap/es_etxecont/infor_asap.html#as1 [consulta 7/05/2015].
289
290
12. http://www.etikalia.es/viviendas/alquiler-facil-asequible-y-con-garantias
[consulta 7/05/2015].
13. http://www.fundacionede.org/calidad/docs/jornada200810/GOIZTIRI.pdf
[consulta 7/05/2015].
14. http://www.provivienda.org [consulta 7/05/2015].
15. http://www.provivienda.org/campana-con-un-alquiler-justo-respetamos-
los-derechos [consulta 7/05/2015].
291
CUADRO 7
SOBRE DEL PROYECTO ETXEBERRI
292
293
294
295
296
Anlisis de la experiencia
Cmo emerge y se despliega?
Como es sabido, el acceso a la vivienda es uno de los principales
obstculos a la integracin de las personas inmigrantes, junto con
la situacin administrativa y el empleo. Son muchos los estudios e
investigaciones que nos advierten del hecho de que el rechazo a ser
aceptados como inquilinos, fundado en prejuicios y generalizacio-
nes estereotipadas, contina siendo la experiencia cotidiana de una
mayora de las personas inmigrantes (Navarro, Guanche y Ridruejo,
2011; Gutirrez y Jarabo, 2013; Gmez Martn, 2013a). Se trata de
procesos discriminatorios que se encuentran fuertemente arraigados
y normalizados socialmente, hasta el extremo de que llegan a volverse
invisibles tanto para la poblacin nativa como para la extranjera
(Gmez Martn, 2013b).
Los estereotipos negativos que afectan a los inmigrantes, la
exigencia de una nmina, el pago de una fianza o la necesidad de
contar con avales bancarios son algunas de las premisas que dificultan
el arriendo. Para combatir estas dificultades, ETXEBERRI surgi con
el apoyo econmico de BBK. Su aportacin, muy importante, nos
permiti crear el fondo de garanta, explica su gerente [BO_E1].
Aunque la mayora de los contratos se han firmado en la zona minera,
tambin hay un buen nmero localizados en Mungia, Santurtzi,
Basauri y otros pueblos vizcanos.
Esta prestacin est abierta indistintamente a la poblacin
fornea y autctona, aunque no se encuentra abierta a cualquier
demandante. Nos dirigimos a entidades sociales que favorecen la
incorporacin social de individuos en situacin de riesgo, los cua-
les, llegados a cierta fase, requieren una vivienda digna [BO_E1].
Los propietarios, en su gran mayora particulares, no pueden hacer
distinciones de piel u origen, o incluso exigir que tengan sus papeles
en regla.
297
Entorno institucional
Demandantes Propietarios
ETXEBERRI
de alquiler de viviendas
Entorno social
21. http://www.euskadi.net/contenidos/informacion/jornada_buenaspracticas/
es_doc/adjuntos/Etxeberri_BBPP_2012_06_18.pdf [consulta 7/05/2015].
298
299
Impactos de la experiencia
El impacto ms evidente del programa ETXEBERRI lo encontramos
en las cifras relacionadas con el objetivo de la iniciativa: 585 perso-
nas usuarias, el 70% de las cuales eran hombres, en un centenar de
pisos gestionados en distintos municipios de Bizkaia, con un alquiler
medio de 593,62 euros al mes.
En segundo lugar, cabe destacar la capacidad para generar si-
nergias entre entidades sociales (Goiztiri y su programa ETXEBERRI
actua como mediador entre personas que buscan alquilar derivadas
desde otras entidades sociales y los posibles arrendatarios), entre estas
y las instituciones pblicas, y con el mercado de alquiler.
Pero tal vez el impacto ms importante, si bien as mismo el
ms difcil de medir, sea el simblico, en lo que la iniciativa tiene
de constribuir a modificar imaginarios sociales negativas hacia las
personas inmigrantes y otros colectivos que, por encontrarse en
riesgo de exclusin, se enfrentan a importantes problemas de rechazo
tanto por arrendatarios como por comunidades de vecinos.
El programa ETXEBERRI ha sido destacado por el Foro para
la Integracin Social de los Inmigrantes (2011) como una de las
escasas buenas prcticas en materia de acceso a la vivienda en el
conjunto del Estado.
El objetivo de facilitar el acceso a una vivienda digna a personas
con dificultades para lograrlo en el mercado libre es enormemente
complejo. Lo es, incluso para las administraciones pblicas. Re-
cientemente hemos sabido que el programa del Gobierno vasco
Bizigune, para captar viviendas vacas y destinarlas a alquiler social,
ha retrocedido en 2015 a los niveles de 2009, fundamentalmente
por la retirada de centenares de viviendas del programa decidida
por sus propietarios.23
23. http://www.diariovasco.com/sociedad/201503/23/programa-gobierno-
vasco-para-201503230625.html [consulta 7/05/2015].
300
301
302
303
304
Bibliografa
FORO PARA LA INTEGRACIN SOCIAL DE LOS INMIGRANTES
(2011), Informe sobre la situacin de integracin social de los in-
migrantes y refugiados en 2010. http://www.foroinmigracion.es/
es/ MANDATO - FORO -2010-2013/DocumentosAprobados/
Informes/informe-anual-foro-2010-marzo.pdf [consulta
7/05/2015].
GMEZ MARTN, C. (2013a), Estudio sobre la discriminacin de la
poblacin migrante en el acceso al alquiler de viviendas en la ciudad
de Granada. Asociacin Pro Derechos Humanos de Andaluca,
Delegacin de Granada. http://www.apdha.org/media/granada_
inf_alquiler_migrantes.pdf [consulta 7/05/2015].
(2013b), Migracin y vivienda. Desigualdades en el acceso a un
derecho bsico. eldiario.es, 11/09/2013. http://www.eldiario.es/
andalucia/APDHA/Migracion-vivienda-Desigualdades-derecho-
basico_6_171542852.html [consulta 7/05/2015].
GUTIRREZ SANZ, E. y JARABO TORRIJOS, A. (2013), Informe 2013
sobre discriminacin en la vivienda hacia personas inmigrantes.
Programa para la Promocin de la No Discriminacin Residen-
cial, Madrid. http://www.provivienda.org/wp-content/uploads/
2013/08/Informe_final_090414.pdf [consulta 7/05/2015].
MORALES GUTIRREZ, A. C. (2009), Innovacin social: un m-
bito de inters para los servicios sociales. Zerbitzuan, n 45,
151-178. http://www.zerbitzuan.net/documentos/zerbitzuan/
Z45.pdf [consulta 7/05/2015].
NAVARRO, M. . (coord.) (s/f.), Conductas discriminatorias hacia
el colectivo inmigrante en el acceso a la vivienda en Bilbao. SOS
Racismo.
305
Anexos
FIGURA 1
CDIGO DE LOS ENTREVISTADOS
CdigoPerfil
Cdigo de las entrevistas Perfil del entrevistado
BO_E1 Gerente de Goiztiri
BO_E2 Coordinadora programa Etxeberri
BO_E3 Educadora programa Etxeberri
BO_E4 SOS Racismo
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ZARAGOZA BARCELONA
- Esto_no_es_un_solar - Forat de la
Vergonya
- Can Masdeu
- Hort de Grcia
- Hort del Xino
- Can Batll
- Solares Raval Sud
MADRID VALENCIA
- Esta es una Plaza - Solar Corona
- Campo de la Cebada
8. http://www.ateneu9b.net/content/35-anys-dateneu-popular-9-barris.
9. http://www.canmasdeu.net/la-vall/la-nostra-historia/.
314
315
316
317
FIGURA 3
UBICACIN DE LOS ESPACIOS DEL PLAN DE BUITS EN RELACIN
A LOS BARRIOS Y CARACTERIZACIN DE LOS PROYECTOS
SEGN SU ARTICULACIN CON EL ENTORNO
318
14. Entrevista con Elena Climent, miembro del Espacio Pla BUITS Connect-
Hort, Distrito de Sant Mart de Barcelona.
15. Entrevista con Miquel Re, tcnico de Participacin de Hbitat Urbano.
Ajuntament de Barcelona.
319
FIGURA 4
CARACTERIZACIN DE LOS PROYECTOS DEL PLAN BUITS
SEGN EL PREDOMINIO DEL TIPO DE RELACIONES SOCIALES
Y POR SU VINCULACIN AL TERRITORIO
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CUADRO 8
EL PLA BUITS EN BARCELONA: ALGUNOS APRENDIZAJES
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331
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Conclusiones
El Plan BUITS se sita en un punto de transicin y de cambi de
poca. La tradicin de los treinta aos de ayuntamientos democrti-
cos vive un final de poca y se abre un nuevo escenario, todava por
perfilar, en el que aparecen prcticas de innovacin social.
Una de las crticas que se puede hacer a la iniciativa de Plan
BUITS es que es una poltica que responde a un proceso de des-
responsabilizacin por parte del Ayuntamiento. De hecho, el
Ayuntamiento no resuelve el problema de los espacios vacos y
muestra su incapacidad de actuar a largo plazo con respecto a esta
situacin. No cumple las promesas de equipamientos y no cons-
truye aquello que necesitan los habitantes del barrio. El concurso,
como est explicitado en la medida del gobierno y en las bases del
333
334
Bibliografa
ALI, MA. y JORI, G. (2010), La reforma ambiental de las
ciudades. Visiones y propuestas del movimiento vecinal de
Barcelona, Scripta Nova, Vol. XIV, n. 331 (63), Universitat
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ARAGAY, A. (2010), Els Horts urbans a la ciutat de Barcelona: les
experincies dhorts urbans comunitaris com a formes dintervenci
social i ambiental, PFC: llicenciatura de Cincies Ambientals,
2010 [Biblioteca de la Universitat Autnoma de Barcelona].
Ayuntamiento de Barcelona (2012a), Mesura de Govern PLA BUITS.
BUITS Urbans amb Implicaci Territorial i Social. Marzo de 2012
335
336
337
338
Listado de entrevistados
Entrevista Laia Torras (Responsable Participacin Ciudadana
Hbitat Urbano Ajuntament Barcelona).
Entrevista Vicen Guallart (Arquitecto Jefe de Hbitat Urbano
Ajuntament Barcelona).
Entrevista German Martinez (Espacio Vaco Font de la Guat-
lla).
Entrevista Miquel Re (Tcnico de Participacin Ciudadana
Hbitat Urbano Ajuntament Barcelona).
Entrevista Xavier Riu (Espacio Vaco Germanetes, Eixample).
Entrevista Oriol Barba (Espacio Vaco Gardenyes, Sarri).
Entrevista Elena Climent y Jaime Galn (Espacio Vaci Con-
nectHort, Poble Nou).
339
341
342
TABLA 1
CRITERIOS DE SIGNIFICATIVIDAD DE LAS PRCTICAS DE
INNOVACIN SOCIAL Y URBANA
C1: Objetivos
C2: Diagnstico sobre vulnerabilidades sociales
C3: Transversalidad
C4: Efectividad
C5: Participacin y empoderamiento social
C6: Gestin del conflicto
C7: Escalabilidad
C8: Discontinuidad, novedad, cambio de orientacin
C9: Conectividad, urdimbre
C10: Transferibilidad territorial o social
343
Sobre la efectividad
Segn esta propuesta nacida de la revisin de los casos, la capacidad de
transformacin social de las prcticas es mayor en la medida en que (1)
son efectivas a la hora de cumplir sus objetivos, (2) son transversales
en la lucha contra las vulnerabilidades sociales y (3) son transferibles
social y territorialmente (Figura 1). Pero qu factores facilitan la
efectividad? Precisamente como la innovacin social se trata de un
proceso social dinmico, la efectividad de una prctica depender de
una serie de factores anteriores, sintetizados en tres ejes (Figura 2).
En primer trmino, una prctica ser ms efectiva si parte de un
diagnstico preciso sobre las vulnerabilidades que afronta y sobre el
cual establecer e identificar objetivos. De esta forma se facilita un
proceso de (1) innovacin y precisin conceptual. Con esto nos refe-
rimos no solo a que la definicin de los objetivos sea precisa, sino que
tambin la experiencia en s misma genere un nuevo relato sobre los
problemas sociales, sus responsables y los afectados. Adems, es ms
probable que una prctica sea efectiva si es (2) integradora operati-
vamente. Es decir, que potencie procesos de empoderamiento en los
actores sociales participantes como as tambin que incorpore diversos
niveles institucionales y de gobierno. Por ltimo, es importante que
344
FIGURA 2
CRITERIOS DE LAS DIMENSIONES DE LA EFECTIVIDAD
Conectividad,
articulacin,
urdimbre
345
346
347
348
349
350
351
352
TABLA 2
GRADO Y DIMENSIONES DE LA EFECTIVIDAD
DE LAS PRCTICAS SIGNIFICATIVAS
Innovacin
Integralidad Diversidad
y precisin Efectividad
Operativa Estratgica
conceptual
PAH Alta Media-Alta Alta Alta
Corrala
Media-Alta Media Media-Alta Media
Utopa
Proyecto
Alta Media Media Media
Etxeberry
Can Batll Alta Alta Alta Alta
Zorrotzaurre Alta Media Alta Alta
Pla BUITS Alta Alta Media Alta
Huertos de
Media Media Media Media
Benimaclet
Moneda
Alta Media Media Media
Puma
353
354
355
356
357
Conclusin
Las prcticas aqu recogidas se presentaron como diferentes ejemplos
de experiencias emergentes de innovacin social urbana con una vo-
cacin transformadora. Pero hasta dnde lo son realmente? Y en
qu sentido? Al comienzo del captulo recuperbamos la definicin de
Subirats (2015a) de innovacin urbana, tratando de ver en qu medida
los casos seleccionados se podan ceir a ella. Para lo cual, nos cen-
tramos primero en analizar su efectividad para satisfacer necesidades,
seguidamente, hemos tratado de ver en qu medida esa satisfaccin de
necesidades produca transformacin social. En ese sentido, hemos tra-
tado de argumentar que para que esta efectividad fuera transformadora
deba ser transversal en las diferentes dimensiones de la vulnerabilidad
social, as como replicable social y territorialmente.
358
Bibliografa
ATUTXA, E., CAMPELO, P., IZAOLA, A. URRUTIA, V., ZUBERO, I.
(2015a), Zorrozaurre: un ecosistema en proceso de consolida-
cin en Subirats, J. y Garca-Bernardos, A. Innovacin Social
y polticas urbanas en Espaa. Experiencias significativas en las
grandes ciudades. Barcelona: Icaria.
ATUTXA, E., CAMPELO, P., IZAOLA, A. URRUTIA, V., ZUBERO, I.
(2015b), Programa ETXEBERRI: impulsando el alquiler social
para las personas inmigrantes. en Subirats, J. y Garca-Bernar-
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Cmo sern las ciudades espaolas en este siglo XXI? Cmo les
afecta y cmo estn enfrentndose a la crisis econmica y al cambio
de poca que implica la globalizacin y la revolucin tecnolgica?
Qu ejemplos significativos de innovacin social urbana conviene
tener en cuenta como pistas de futuro? Estas eran las preguntas que
tenamos planteadas al iniciar este proyecto de investigacin del que
aqu presentamos sus conclusiones finales. De alguna manera, este
volumen recoge los aprendizajes y las conclusiones de un conjunto de
acadmicos y expertos en polticas urbanas que tratamos de explicar
qu estaba ocurriendo en nuestras grandes ciudades a medida que
se desplegaba la crisis econmica y a medida que bamos dndonos
cuenta de la profundidad de los cambios en las pautas laborales, los
formatos familiares, los sistemas de informacin o los modos de
interactuar social y polticamente. Hablamos por tanto de ciudades
y de cambio de poca.
El momento parece adecuado para un estudio que es, al mismo
tiempo retrospectivo (afronta 35 aos de gobiernos locales democr-
ticos en Espaa), y tambin prospectivo (se cierra con la celebracin
de las elecciones locales el 24 de mayo del 2015, las dcimas desde
1979), recogiendo experiencias emergentes de innovacin social y
poltica en las grandes ciudades consideradas. Hace casi dos aos
publicbamos el volumen dedicado a repasar los efectos de la crisis
en las ciudades espaolas (Subirats-Mart, 2014a), hace unos meses
el segundo volumen dedicado a repasar los distintos discursos que los
actores principales en las grandes ciudades espaolas tenan sobre la
crisis, sus posibles efectos y las vas alternativas de salida (Subirats-
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