Ensayo Generación Del '80

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Profesorado de Educacin Secundaria en Historia


Historia Argentina I

Introduccin

Existe consenso al momento de sealar que el perodo de la historia del pas


abierto en 1880, cuando se concret la federalizacin de Buenos Aires y Julio Argentino
Roca asumi el primer mandato, dio paso a una nueva poca. Desde entonces se
sucedieron profundas transformaciones, irrumpieron en escena nuevos actores y perfiles
de singulares personalidades se instalaron en despachos polticos y mbitos intelectuales
para propulsar acciones renovadoras que dejaron sentir sus efectos en todas las esferas,
mientras la Argentina se insertaba en el escenario mundial con un nuevo rol. Puertas
adentro, el pas se organizaba en torno a los principios de paz, progreso y orden, que
cristalizaban en medidas concretas y a travs de proyectos diversos.

Adentrndose en cuestiones vinculadas a la cultura y la educacin en tal poca, el


presente escrito propone, en primera instancia, un recorrido historiogrfico por la
expresin generacin del 80, los pensamientos que convocaron a quienes la conformaron
y los diferentes sentidos que se atribuyeron a lo largo del tiempo a tal denominacin, a
fines de contextualizar el escenario en que surge la ley 1420, sobre la que se abocar en
una segunda parte, recuperando algunos de sus caracteres particulares y retomando ideas
que sirvieron de sustento para su proclamacin.
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Desarrollo

La expresin generacin del 80

En la obra de McGann se define a la generacin del 80 como un grupo dirigente


de terratenientes y abogados, mercaderes y estadistas que construy la Argentina del siglo
XX. Se trata del elenco poltico que rode a Julio Argentino Roca y llev adelante el
nuevo liberalismo [que] ya no era una doctrina poltica radical, sino un escudo protector
de los privilegios de la aristocracia1. El autor utiliza las expresiones aristocracia
argentina, casta dominante cerrada y oligarqua argentina como sinnimos de
generacin del 80. Si bien su listado incluye figuras como Eduardo Wilde, Carlos
Pellegrini, Martn Garca Mrou y Lucio V. Mansilla, el prototipo de hombre de esta
generacin es para McGann el autor de En Viaje. La vida pblica de Can encierra
esa ntima relacin entre la poltica y las letras que caracterizaba a los aristcratas
liberales de esa poca y que an se la encuentra en Amrica Latina en alto grado2. La
trayectoria vital de Can habra cumplido con todas las postas clsicas del cursus
honorum de la aristocracia argentina; hijo de padre exiliado durante la dictadura rosista,
estudios en el Colegio Nacional, graduado como abogado en la Universidad de Buenos
Aires, periodista de diarios porteos prestigiosos, diputado, Director de Correos y
Telgrafos, ministro, senador, diplomtico, redactor de la Ley de Residencia y, como
digno final, entierro en el cementerio de la Recoleta.

McGann destaca que los hombres de la elite conformaban una casta regida por
pautas de conducta y hbitos precisos, exponiendo que los aristcratas argentinos
estaban ligados por la sangre, la historia y la vida rutinaria que llevaban. Los mismos
caballeros que por la maana descabezaban un sueo durante el Te Deum, sentados en
su silla de felpa roja, colocadas en dos filas, frente a frente, a lo largo de la nave principal
de la Catedral, y que se saludaban ceremoniosamente cuando sus carruajes se cruzaban
por la tarde en Palermo, esa misma noche cenaban y beban juntos en el elegante Jockey
Club y continuaban sus discusiones a la maana siguiente en los salones de uno de sus
otros dos clubes: el Congreso de la Nacin o la Bolsa de Valores3.

1
McGANN, T. (1960) Argentina, Estados Unidos y el sistema interamericano (1880-1914). Buenos
Aires: Eudeba.
2
Ibdem cita 1
3
Ibdem cita 1
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Queda delineado as un ntido perfil sociolgico que fue reforzado con otras varias
obras fundamentales de la dcada del 60, como Literatura argentina y realidad poltica
de David Vias, donde en el tomo titulado Apogeo de la oligarqua aparecen
condensadas las ideas del autor sobre los hombres del 80, especialmente en los
pargrafos Mansilla: clase, pblico y clientela y Los gentle-men escritores y la
profesionalizacin de la literatura. En las pginas dedicadas a Mansilla, Vias traza un
perfil de los hombres pblicos del 80 en el que destaca la naturalidad con la que asuman
su predominio en los destinos del pas, afirmando que nada de extrao tiene, pues, que
en la perspectiva de Mansilla como en la de otros gentlemen del 80, oligarqua y alma
nacional se identifiquen4. Por su parte, y en el mismo tono que McGann, puntualiza la
existencia de una casta que realizaba ciertos rituales: el gentleman escritor habla para
los de su clase, escribe para ellos, convive con ellos en recintos con determinadas
caractersticas: desdeoso de la plaza y la tribuna (o temeroso e inseguro, pero haciendo
de la necesidad una virtud) el gentleman del 80 opta de manera creciente por el
parlamento o el club; lgicamente, el primero entendido como otro club; sa es su zona
de dominio indiscutida, homognea y de repliegue, y all se reencuentra con sus iguales
y sus garantas5. Vias postul la existencia de una elite intelectual argentina tan
homognea como lucida y despiadada hasta la complicidad6 que comparta sus rasgos
con los hombres de la poltica. Sin embargo, al referirse a Mansilla, Can y Wilde
concluye que ellos habran tenido un lugar secundario con relacin a los hombres de las
primeras lneas polticas del perodo, de manera que una misma clase social, entonces,
poda presentar fragmentaciones y perfiles disimiles en su interior7.

En 1968, No Jitrix public El 80 y su mundo, refirindose all a la generacin


del 80 como el grupo de dirigentes polticos e ideolgicos del liberalismo roquista. Estos
hombres habran ejecutado un plan renovador en tres frentes: el poltico, el social y el
econmico. Respondan, argumenta el autor, a algunas categoras principales como la de
poltico y codificador. Jitrix destaca la carga ideolgica de la literatura y el rol de la
escritura como rasgo eminente de la expresin poltica. Surge en esta etapa una especie
de literatura oficial, cuya finalidad principal habra sido respaldar el orden impuesto para

4
VIAS, D. (1975) Literatura argentina y realidad poltica. Apogeo de la oligarqua. Buenos Aires:
Siglo Veinte.
5
Ibdem cita 1
6
Ibdem cita 4
7
ROMERO, J. L. Las ideas de la Argentina del siglo XX. Buenos Aires: Fondo de Cultura Econmica.
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convertirlo en homogneo y perfecto. Desde el punto de vista social, este grupo habra
estado definido por la distincin social exteriorizada en signos emblemticos que le
permitieron proyectar una imagen ante el resto de la sociedad: la distincin engendra
un tipo social muy caracterstico del 80, el dandy, y un mbito adecuado, el club8.

En el marco de la historiografa, en 1962 se public por primera vez el artculo de


Cornblit, Gallo y O Conell, que enarbolaba desde su ttulo la pretensin de analizar un
proyecto generacional. Los autores pretendan describir el contorno real en el que se
desenvolvi la prctica poltica de la generacin del 80. De este modo, consideran que
hacia el 80 se conjugaron dos elementos cruciales para el desarrollo del pas: la
configuracin de ciertas condiciones estructurales e institucionales y la voluntad
explcita de un grupo que propuls un proyecto para acelerar los ritmos de desarrollo.

El segundo aporte historiogrfico de la dcada del sesenta es el libro de Jos Luis


Romero, publicado en 1965, El desarrollo de las ideas en la Argentina del siglo XX,
donde dir que la accin de la generacin del 80 habra estado signada por un
progresismo liberal que dej su huella en la poltica, la econmica y el mundo de las
letras, logrando plasmar un sentimiento colectivo al enarbolar la esencia del espritu de la
poca. Sin embargo, ella no habra respondido a un proyecto sistemtico, sino que habra
estado acompasada por cierto conformismo: la nueva oligarqua se dej mecer
indolentemente por la vida porque dio por sentado que el proceso que sus padres haban
desencadenado y guiado corresponda a la naturaleza de las cosas y no necesitaba la
constante correccin del rumbo9.

As, desde la dcada de 1960 se produjeron varias ampliaciones del rtulo


generacin del 80. A partir de su consideracin como un grupo con proyectos de
dimensiones nacionales, la lista de miembros de este colectivo se extendi nominal y
geogrficamente y el concepto pas a tener proyecciones nacionales. El rasgo ms notable
de estos aportes es que sugirieron la imagen de una fusin del plano de la cultura con el
de la poltica. La generacin del 80 pas as a ser un grupo que nucleaba a intelectuales
y hombres de accin, ya sea que se entienda que estos roles eran desempeados por
segmentos diversos del elenco dominante o como dos caras de las mismas figuras. De
cualquier manera, intelectuales-polticos con un alto grado de lucidez y claridad

8
JITRIK, N. (1998). El mundo del ochenta. Buenos Aires: Editores de Amrica Latina.
9
Ibdem cita 7
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ideolgica pasaron a ser los prototipos de una generacin hacedora del Estado y la nacin.
El conjunto de miradas consolidadas en esta dcada evidencian cierta forma de
conceptualizar el rol histrico y la accin poltica de los intelectuales propias de los aos
setentas.

En la dcada de 1970, durante el gobierno militar, esta forma de concebir a los


dandypolticos argentinos sufri una torsin, y es probable que el clima de oscurantismo
intelectual impuesto por la dictadura imposibilitara la continuacin de los caminos
emprendidos en los sesentas. Pese a ello, entre 1975 y 1983, se publicaron tres libros
abocados en su totalidad a la generacin del 80, apostando a focalizar la atencin en el
plano de las ideas y no en el de la accin misma.

Races legales en educacin

Durante las ltimas dcadas del siglo XIX se pueden identificar diferentes
instancias y procesos relativos a la organizacin del sistema educativo, momentos
singulares en los cuales desde el registro legal se cristaliz una articulacin entre pasado,
presente y futuro en torno a las caractersticas que deba reunir la legislacin escolar.

Entre 1875 y 1905 se sentaron las bases legales que regularon la educacin
pblica argentina hasta la primera mitad del siglo XX. La elaboracin de este cuerpo
normativo fue, en un primer momento, el resultado de intensas controversias y
posteriormente, objeto de numerosos proyectos de reforma. La ley 888 de educacin
comn de la Provincia de Buenos Aires (1875), la ley 1420 de educacin comn de la
Capital y los Territorios Nacionales (1884), la ley 4874 (1905) tambin conocida como
Ley Linez- y la ley 1597 (1886) o Ley Avellaneda-, constituyeron los principales
hitos legislativos a partir de los cuales se configur el sistema educativo argentino10.

Estas normas no se elaboraron sobre un vaco legal previo, sino que se apoyaron
en una red normativa que ya regulaba distintos aspectos de la educacin escolar. En
algunas jurisdicciones provinciales exista un corpus legal que remita a distintas
modalidades de gobierno y tradiciones pedaggicas: en 1821, en la provincia de Crdoba
y bajo el impulso de Juan Bautista Bustos, la educacin se organiz a travs de juntas
protectoras; en Santa Fe, ese mismo ao, Estanislao Lpez sancion el primer reglamento

10
ARATA, N. y MARIO, M. (2013). La educacin en la Argentina. Una historia en 12 lecciones.
Buenos Aires: Ediciones Novedades Educativas.
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de las escuelas de la provincia litoralea; en Buenos Aires, Rivadavia organiz la


instruccin primaria en torno a la creacin de un Departamento de Primeras Letras con
sede en la Universidad; y en 1850, Marcos Sastre redact un reglamento general para las
escuelas entrerrianas. Sin embargo, estos marcos legales expresaban concepciones
pedaggicas y modalidades organizativas divergentes, cuya articulacin en el corpus
legal nico no resultara sencilla.

A estos antecedentes, se suma el hito que signific la sancin de la Constitucin


Nacional en 1853, la cual defini y regul la potestad de las autoridades nacionales y
jurisdiccionales en materia educativa prescribiendo las competencias jurisdiccionales y
la capacidad del Congreso para sancionar leyes educativas en los artculos 5, 14 y 67.

Este recorrido otorg a la organizacin del sistema educativo una impronta


federal, en la que cada provincia por entonces constituidas las de Santa Fe, Entre Ros,
Corrientes, Tucumn, Salta, Jujuy, Santiago del Estero, Catamarca, Crdoba, La Rioja,
San Juan, San Luis y Mendoza- se daba a s misma una organizacin legal propia. En este
contexto, el gobernador de Corrientes, Juan Pujol, present una Ley de Instruccin
Primaria, la primera legislacin educativa general sancionada en el pas, que estableca
una Escuela Normal en la capital correntina, donde formar preceptores y educadores para
nutrir las escuelas departamentales; sancionaba la gratuidad y obligatoriedad de la
instruccin primaria, estableca la exclusiva competencia del Estado para proporcionarla
y ordenaba la creacin de una escuela elemental de varones y una de mujeres en cada uno
de los departamentos de la provincia. En la provincia de Santa Fe, se sancion la Ley
Orgnica de Educacin Comn durante el gobierno de Servando Bayo. La provincia de
Buenos Aires tambin lo hizo en 1875, bajo el impulso del recientemente designado
director general de Escuelas, Domingo Faustino Sarmiento.

No obstante, si bien los representantes de la mayora de las provincias acordaban


en establecer regulaciones adecuadas, los recursos materiales y simblicos disponibles en
cada jurisdiccin destinados a la educacin variaron notablemente, conformando un
escenario escolar nacional atravesado por fuertes contrastes. El informe sobre la
instruccin primaria presentado por Ramos en 1910 considerado por muchos la primera
historia de la instruccin primaria del pas- revelaba que, entre las provincias del noroeste,
Jujuy contaba con ms de noventa escuelas primarias de las cuales slo ocho tenan
edificio propio, mientras que en Salta la mayora de las escuelas funcionaban en
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habitaciones que no reunan las condiciones mnimas de aseo y comodidad. En Entre


Ros, en cambio, el panorama era ms alentador, puesto que se haban fundado ciento
cincuenta escuelas urbanas y trescientas sesenta y siete rurales, mejorando notablemente
el acceso de los alumnos a la educacin11.

Frente a tal situacin, qu posicin asumi el Estado nacional? En 1880 se


federaliz la ciudad de Buenos Aires, transformndose en la capital federal, y bajo su
competencia quedaron todas las escuelas porteas, as como las emplazadas en los
territorios nacionales del Chaco, Misiones, el rea de los Andes y la Patagonia. Ante la
ausencia de una ley que regulase las escuelas ubicadas dentro de la jurisdiccin nacional,
el 28 de enero de 1881 un decreto presidencial de Roca fund el Consejo Nacional de
Educacin, para lo que se design a Domingo Faustino Sarmiento como superintentente
general y a Miguel Navarro Viola, Alberto Larroque, Jos A. Wilde, Adolfo van
Gelderen, Federico de la Barra, Carlos Guido Spano, Juan M. Bustillos y Jos A. Broches
como vocales del consejo.

El 2 de diciembre de ese mismo ao, a travs de otro decreto, se convoc a un


Congreso Pedaggico para que elaborase un anteproyecto de ley de educacin que
remediara el vaco legal. En la ley 1420 de educacin comn, en tanto culminacin de
ese proceso, se recuperaron numerosos aspectos de los reglamentos y antecedentes legales
previos, al tiempo que se promovieron otros nuevos.

Quines participaron de las discusiones? Cules fueron los temas que se


debatieron? Cul fue la posicin que result triunfante? Manuel H. Solari representante
de la historiografa educativa liberal- nos ofreca una lectura de aquel proceso,
considerando que la puesta en vigor de la ley haba sido el resultado de la prolongada
accin de Sarmiento que, aunque no intervino directamente en su sancin, la hizo posible
con sus aos de lucha contra las fuerzas negativas de la anarqua y del caudillismo12.
Una lectura del proceso de sancin de una ley como esta, que privilegia la voluntad de un
solo hombre y que considera las experiencias educativas previas como fuerzas negativas,
es extremadamente acotada y est cargada de prejuicios. En sentido contrario, Rubn
Cucuzza afirma que, para dar respuesta a estos interrogantes, es indispensable mirar la
totalidad del proceso, incorporando al anlisis, por un lado los argumentos y los sujetos

11
Ibdem cita 11.
12
SOLARI, M. (1949) Historia de la educacin argentina. Buenos Aires: Paids.
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que intervinieron en las controversias que tuvieron lugar dentro y fuera del Congreso a
travs de la prensa escrita, por ejemplo- y por el otro, las experiencias educativas
internacionales que fueron tomadas como modelos de referencia13.

En cuanto al contexto internacional, es importante destacar que durante el siglo


XIX, los pases europeos elaboraron nuevos marcos legales con el objetivo de organizar
sus sistemas educativos. Un caso es el del modelo escolar implementado en Prusia a partir
de 1806 por el ministro Humboldt, confiando la organizacin escolar a las autoridades
estatales locales, que sirvi para otras naciones porque, a travs de esa modalidad, era
como se haban alcanzado los ndices de escolarizacin ms altos de Europa. En la misma
lnea, el ministro francs Guizot sancion en 1833 una ley de educacin que les otorgaba
a los municipios amplias facultades para crear escuelas y designar a sus maestros. Por
otra parte, en Espaa, la ley de Instruccin Pblica de 1857, impulsada por el ministro
Claudio Moyano Samaniego, estableci la gratuidad, centralizacin y secularizacin de
la enseanza primaria. Respecto a Inglaterra, cabe mencionar que en 1870 implement
en sus escuelas la gratuidad de la enseanza a travs de la sancin de la ley de educacin
elemental. Es as como puede afirmarse que la tendencia general consista en garantizar
la instruccin primaria obligatoria y gratuita, a travs de diferentes modelos de gestin
estatal, ms o menos descentralizados, segn el caso14.

Estas medidas intensificaron la escolarizacin de las sociedades, a partir de la


cual el perfil de la escuela comenz a presentar contornos mucho ms definidos, tal como
expresarn Grosvenor y Burke, cuando afirmen que, en distintos lugares del mundo, la
escuela comenz a ser identificada por sus elementos ms reconocibles como un nico
lugar de reunin, un medio de instruccin, una forma de organizar los asientos, un objeto
compartido y, por supuesto, nios15. La forma escolar como institucin cobr tal
legitimidad en las naciones que, segn Pablo Pineau, () de Pars a Timbuct, de
Filadelfia a Buenos Aires, la escuela se convirti en un innegable smbolo de los tiempos,
en una metfora del progreso, en una de las mayores construcciones de la
modernidad16. El carcter universal del modelo escolar no impidi, por otra parte, que

13
CUCUZZA, R. (1986) De Congreso a Congreso. Crnica del primer Congreso Pedaggico. Buenos
Aires: Besana.
14
Ibdem cita 7.
15
BURKE, C. y GROSVENOR, I. (2008) School. Londres: Reaktion Book.
16
PINEAU, P. (2002) Por qu triunf la escuela?. Buenos Aires: Paids.
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en cada pas o regin las escuelas presentaran marcas propias y aspectos particulares,
como expresin de sus tradiciones culturales y pedaggicas especficas.

En lo que respecta a los debates poltico-pedaggicos mantenidos desde fines


del siglo XIX, los argumentos presentados durante esta etapa se inscribieron en dos
grandes tendencias polticas, liberal y conservadora. Entonces, cules fueron a grandes
rasgos, sus principales caractersticas?

Si bien es dificultoso intentar definir el pensamiento poltico conservador, se


pueden identificar una serie de actitudes y reacciones, como por ejemplo la posibilidad
de que se produzcan cambios en las estructuras de una sociedad percibida por sus
miembros con distinta intensidad segn la posicin social que detente cada uno; y as para
los sectores marginales, tal posibilidad de cambio en el orden instituido puede resultar
indiferente, generar cierto malestar o ser movilizadora, cuando son ellos los que
motorizan la transformacin; pero para los sectores sociales cuyos intereses estn
indisolublemente ligados a las estructuras tradicionales de la sociedad y a sus
fundamentos, la posibilidad de cambio ser percibida como una amenaza. Se afirma
entonces que encarnan las posiciones conservadoras los sectores que se perciben a s
mismos, segn advierte Jos Luis Romero, como aquellos a quienes los ata una
consustanciada tradicin, importantes intereses econmicos, un modo congnito de vida,
vigorosos prejuicios y, sobre todo, la conviccin profunda de ser herederos histricos y
mandatarios de quienes establecieron () las estructuras originarias de la sociedad17
cuando estas ltimas son puestas en cuestin.

En la tradicin liberal, por su parte, confluyen dos grandes tendencias


encontrndose por una parte, una tradicin ligada a los intereses de la oligarqua
econmica, signada por las dificultades para incorporarse a la democracia de masas y
promover un modelo social inclusivo; y por el otro, una transicin democrtico-liberal,
capaz de convertirse en interlocutora del arco de las fuerzas progresistas. Es preciso
resaltar aqu que la peculiaridad que caracteriz el discurso durante el siglo XIX fue la
centralidad otorgada al Estado como instrumento para introducir reformas sociales. El
liberalismo reformista, como dir Zimmermann, es el que mejor representa a la posicin
liberal; y este grupo, compuesto por profesionistas e intelectuales, sostena que los

17
Ibdem cita 7.
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cambios podan promoverse a travs de la legislacin social, adjudicndole al Estado un


rol articulador como cemento de todas nuestras relaciones sociales, en tanto
consideraba que por la estructuracin original que configur las relaciones entre el
aparato estatal y la sociedad, la nica palanca sobre la cual apoyar una voluntad de
cambio estuvo colocada en el Estado y no en la sociedad18.

En el plano educativo, liberales y conservadores expresaban concepciones


divergentes sobre aspectos centrales de la organizacin educativa, como con las
cuestiones de si el Estado deba asumir un rol principal o subsidiario en materia educativa,
o si habran de ensearse contenidos religiosos en las escuelas pblicas. En la mayora de
los debates, los primeros mantenan una posicin marcadamente anticlerical que relegaba
a la Iglesia a un segundo plano, mientras que los segundos defendan los valores catlicos
y su injerencia en el espacio pblico.

De los debates previos a la sancin de la ley 1420, que incluyeron referencias a


las tendencias educativas impulsadas por otros pases y argumentos poltico-pedaggicos
expuestos por liberales y conservadores, result una articulacin de argumentos que le
dio a la ley un carcter especfico. En relacin a esto, hubo quienes consideraron a la ley
1420, segn Cucuzza, como la nica posibilidad que poda surgir de la combinacin
entre los enunciados liberales, el creciente proceso de laicizacin de la sociedad, el auge
del positivismo y la posicin hegemnica que ostentaba la oligarqua portea19. Desde
otro lugar, podemos pensar que el proceso que deriv en la ley de educacin comn
result de los intercambios y negociaciones entre los diferentes sectores que participaron
del debate, de las relecturas de los modelos educativos internacionales a la luz de las
necesidades locales, de las adecuaciones y los quiebres con los reglamentos y de las leyes
educativas preexistentes.

18
ZIMMERMANN, E. (1995) Los liberales reformistas. La cuestin social en Argentina (1890-1916).
Buenos Aires: Sudamericana.
19
Ibdem cita 13.
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Consideraciones finales

El 8 de julio de 1834, la La Nacin publicaba () la ley de educacin que nos


rige fue sancionada el 8 de julio de 1884. Cumple, pues, cincuenta aos de existencia. En
este perodo han llenado con eficacia sus fines facilitando la instruccin de un nmero
considerable de argentinos, que han salido de las aulas con las nociones suficientes para
emprender nuevas carreras o para desenvolverse en la vida de relacin con los
conocimientos de que no puede carecer un hombre que aspira a llamarse civilizado. Es
cierto que quedan en el territorio de la Repblica muchos habitantes que no han recibido
esa instruccin y que an no la reciben, pero no puede negarse que el poder pblico
dedica sus mayores empeos a que ese nmero sea cada vez ms reducido, venciendo
para ello la falta de recursos, la dificultad de las comunicaciones en extensas zonas del
territorio, la poca densidad de la poblacin en lugares determinados, que dificulta la
creacin de escuelas por la diseminacin de los alumnos, y la inhumanidad de muchos
padres de familia que eluden la educacin escolar sacrificando el porvenir de sus
pequeos hijos para obtener ventajas pecuniarias20.

Hoy podemos pensar que la modificacin de la sociedad que signific la


implementacin de la ley 1420 fue mucho ms all de su objetivo primigenio de cohesin
social en aras de la inmigracin, de bsqueda de identidad nacional y de sentido de
pertenencia patritico si consideramos que la contribucin principal de la educacin a
la reproduccin de la sociedad, depende de las condiciones materiales especficas y del
ambiente en el cual se realiza el proceso escolar21; y afirmar as que su alcance fue
mucho ms lejos de lo que el espritu normativo ide, ya que modific ampliamente, y
con consecuencias seculares insospechadas, el posicionamiento del ciudadano como actor
de una sociedad que procuraba encontrarse a s misma, redefinirse y legitimarse no slo
hacia s, sino tambin hacia la mirada de otro que tena que reconocerla como una nacin
con caractersticas nicas.

20
Artculo periodstico publicado en diario La Nacin de Buenos Aires, el 8 de julio de 1934 (disponible
en
http://repositorio.educacion.gov.ar/dspace/bitstream/handle/123456789/97624/Monitor_10247.pdf?seque
nce=1)
21
BEDETTI, R. y GANUZZA, J. (2011). Escuela y movilidad social: la Ley 1420 y el reposicionamiento
de la mujer en el espacio pblico. Buenos Aires: Revista Itinerarios Educativos.
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Bibliografa

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lecciones. Buenos Aires: Ediciones Novedades Educativas.

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CUCUZZA, R. (1986) De Congreso a Congreso. Crnica del primer Congreso


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